prodigio


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Sinónimos para prodigio

Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos Vox © 2022 Larousse Editorial, S.L.
Ejemplos ?
Los peces se transparentaban en sus aguas y las avecillas revoloteaban entre los matorrales; pero sobre todo, los AZTECAS quedaron nuevamente maravillados cuando miraron la brillante y refulgente aparición de HUITZILOPOCHTLI. Allí, con el esplendor azul de su plumaje chispeante y la voluntad de sostenerse al vuelo, les mostraba otro prodigio.
¡Oh prodigio!, una suave respiración se unió a la mía, y la boca de Clarimonda respondió a la presión de mi boca: sus ojos se abrieron y recuperaron un poco de brillo, suspiró y, descruzando los brazos, rodeó mi cuello en un arrebato indescriptible.
n Sevilla, en el mismo atrio de Santa Inés, y mientras esperaba que comenzase la misa del Gallo oí esta tradición a una demandadera del convento. Como era natural, después de oírla aguardé impaciente que comenzara la ceremonia, ansioso de asistir a un prodigio.
La mayor parte de los espectadores, a la vista del nuevo prodigio, abandonaron tumultuosamente la habitación y salieron despavoridos a la plaza.
Quedé atónito y confuso, esperando la noche, por ver en lo que paraba aquel misterio, o prodigio, de haberme hablado la vieja; y, como había oído llamarla de hechicera, esperaba de su vista y habla grandes cosas.
10 Ella a Anfitrite, ruda en esta carrera, la primera imbuyó, la cual, una vez que con su espolón hendió la ventosa superficie, y, volteada a remo, de espumas se encaneció la onda, emergieron del candente torbellino del estrecho sus rostros las ecuóreas Nereides, el prodigio admirando.
Dios mismo, el Dios de nuestros mayores, nos ha empeñado una tácita promesa al darnos la fuerza sobrehumana para obrar este verdadero prodigio de los tiempos modernos, manteniendo purísimos, en medio de los embates desenfrenados de la revolución victoriosa, los elementos vivos y fecundos de nuestra raza, como el caudal de un río cristalino que corriera apretado y compacto por en medio del Océano, sin que las olas del mar consiguieran amargar sus aguas.
Y el séptimo fue el río que bajó de los Andes y cruzó el llano, espoleado por la Leyenda, en el lomo le floreció un Centauro injerto del tritón, que tomó Las Flecheras, caballo del Prodigio, cimarrón de la Hazaña, Apure es el Pegaso de los ríos de América...
Era un prodigio aquello, mas también se asemejaba a una orgía de crueldad, ya que la cabeza de los mutantes era demasiado pequeña para controlar las nuevas apetencias del organismo.
Genaro, esa Madona es un prodigio; quien puede con sus manos crear esos prodigios sobrehumanos, puede servirse de cinceles de oro, y en la historia dejar grande vestigio y abrir bajo sus plantas un tesoro.
MOCTECUHZOMA ILHUICAMINA, oyendo el buen consejo del inteligente TLACAELEL, acordó llamar al grande historiador CUAUHCOATL, viejo de muchos años para decirle: -Padrecito, abuelito, quiero saber cuánto tienes en tu memoria, en tu espejo ahumeante, TEZCATLIPOCA, de la historia de la siete cuevas donde habitaron nuestros antepasados padrecitos y qué lugar es aquél donde se efectuó el prodigio de hacerse carne la fuerza de voluntad de nuestro HUITZILOPOCHTLI para sacar a nuestros abuelitos AZTECAS de esos sitios y traerlos hasta acá donde hoy vivimos, nuestra grande y esplendorosa ciudad de TENOCHTITLAN.
Cuando los vecinos del barrio pasaban por delante de la tienda del judío y veían por casualidad a Sara tras las celosías de su ajimez morisco y a Daniel acurrucado junto a su yunque, exclamaban en alta voz, admirados de las perfecciones de la hebrea: -¡Parece mentira que tan ruin tronco haya dado tan hermoso vástago! Porque, en efecto, Sara era un prodigio de belleza.