Eficacia y Autoridad de La Sentencia Enrico Tullio
Eficacia y Autoridad de La Sentencia Enrico Tullio
Eficacia y Autoridad de La Sentencia Enrico Tullio
TULLIO J:IEBMAN
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EFICACIA Y AU'TORIDAD
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con el (,tulo Eficacia e autoridad, da sen.
tcnc:a ~ autros c.'scrdos sobre a coiStJ julgadl1, publicadJ. en 1!}4~ ('n Ro .jQ J
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ca"t(!!!r:n'7, ~;: [wb/ir ..t pasarlo alo (f/l, portugus) en traduccin
(1' \lfido Bu.::t.!id y li'fHi,,!o Am!s, ~tlittd!l 1:,; RJo JI! andru.
!'11 la nil 111 personalidad d!! los Iradl!ctori'S er 7Wa gt1r!JJ~tia .
ojrp(.:ie,ulo, adem!, la misma la ""ntaj1 d bebflrsl? ''(!alizado en
1 luga r de resirl,mcill dl1t /l1/tor JI por estudiosos que han cola['omdo cun l. Se P1Wda aSt'gnrctr, PUI!S, q1tt! si 110 ba;o SIt direcci6Jl, se ha /le ado a cabo Plldit> do acudir tJ l arde cUlflquicr
,{iJicul tlld crmceptJlal O lillgii.sfi ca.
E Sel 'l'('Tsi,j" ha sido d I' o:traordil1arill tl ti/id,rd PltTG mi labor.
D '!bo decir q1ft! el ;-ro itl/liano bu sido Ira.a.lLci/lo sin d ~'j(/1' dI?
('Oldf li ,ptar la trndlKcin l'orf llgues!I, :)1 sin resishrme a 1dilizar la
inter[md acioll dc: los tTl!d1.ICtures brasilr:'c)~' uando d giro i.1;0mtico me ba parecido acertado y era fcilm(! 7,te frasladabl ' 1/
nuestra lengua.
Lo mismo q'!!'e de la obra princiPal, puedo deCir de Todava
,,()hre la sentencia y sobre la cosa juzgada y de Pluralidad de legitimados para la impugnacin de un acto nico (para cuya traduccin he utilizado los volmenes correspondientes de la Rivista
di Diritto processuale civile) y de Acciones concurrentes (que
be realizado sobre la edicin se parada que el autor me envi).
La obra j]rincipd y el ensayo Acciones cOncurrentes ~'It/1
acompaados, en la edicin brasilea, de Adiciones TtldactmllJs
por el proPio autor. N o deba prescindir dI! ellas, dada la impor-
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Hc c'cido
CO/J!.'cnicl1tc
al D, ,;'cc!){) 1!1'.~<'lltiI10. j\[uj' bh'i'i!,~, J~m:s 'l/O bllbj~r(J sido 1"Itu I~,I .'r vfr ! COSJ, fr/ltim!osc di! 1m derecho qUil, como dice ,:
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pl'o/J,'cboso,
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me parece
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cie'lltficamcntL'
jl! presentar ('sIl! libro (1 lo,r lcdorc!s de lel/"ua espalitd bac rlo j)rec ,JT JI.! hl/(/,~ I)((lt~br",~ t/esI j:ada~ a exponer los propsitos e011 que fll/ escrifo JI a
sit.tar/o (!J1. elj>al1ornma de la 'doctrina de la cosa juzgada,
in! ) COJ1SidefO
tal COlIJO )'0 lo veo al cabo de die;:; afios de conti,71/..,s Jn(!ditadones sobre el tema.
La obra de Cbiovenda, ya la contemplemos como sntesis de lo 1nejor que nos ha dado la doctrina moderna,
ya como aportacin personal, representa, nnbin. en esta
trz.atcria, un paso de fumlamelltal imfJOrlancia en la evolucin del derecho procesal, y 110 admite parangn -sobre todo lJara los pases latinos- C011 la de cualquier otro
escritor contem,porlleo. Su significacin puede reSllJ1'Zrse
en. lel distincin entre preclusin )' cosa juzgada. Esta distinci;l (fue, desarroiiatl coherentemente el! todas sus conscc!te1<cias, sirve para establecer la diferencia entre dos
(,'os:!s /JI'cticamente m-uy diversas, adquiere 'ma~)lor trascendeucia an en aquellos pases cuya tradicin jurdica
be 51Tbido COJseri/ar la separacin conceptual entre ia sen{e,licia de mrito Ji las resoluciones interlocutorias. A rlti
n:fc;::dcr, sil! c1bargo, ChiovPJ1da fud demasiado lejos fJ()r
la
ENRICD
TULLID
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AUTORIDAD
DE
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SENTE:\'CJA
11
ciones, que la doctrina trat de justificar C071 ma')1or o nlenor acierto. En. estos ltimos tiem,pos, corrent-es importantes de doctrina se esforzaron por cnnpliar el mbito de
extensin de la Cosa juzgada, y, en algunos casos, por quebrar el princiPio clsico, j.valic!alld o jn'cticalJl(mte sus
efectos. No estara tal 2.'e:; eqlilt'ocaclp quien 1'iese, e~ esas
corrientes,1m reflejo, probabiemente inconsciente, de la tendencia socializadora o anti-indi'l/idualistica del derecho) que
t'a abrindose camino en todas partes. El hombre ya 110 vi'e aislf3rlo en la socicJt!c!. La actividad dc! indi1/iduo est
11
... ., ..,,,..
~") ,'o. fn
.... i: . d
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".p n.-Ina!.~,a
CltO"LL, ((JiU ,ctJllaa por las aclwulades de
j!:,S semejantes; aumcll ta la solidaridad, ')' Ir, rcspomabilidad
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!!t' LIH'U uno ae 57:.1 acros se proyecta en estera c(?da vez
7 . ,
Ii!t!)'or.
Con lodo; las corrientes extremistas, a! estudiaT la extensin subjetiva Je la cosa jzr:;gaJa, llcgardn a resullr!dos
inacept!b!es) q'!u: importan el sacrificio absoluto de la posici6n de los terceros, in/oteraN!! princiPalmente en. la hiptesis de fraude organizado jJara perjudicm-Ios. El proceso se convertira en mquina peligros;, cuyo uso constituira amC/h::za grave petra aquellos que no pai'ticiparon e11 l.
La elaboracin del concelJto de eficacia natllrd de la
sentencia, CO/770 distinto .det de ,J,'itori,!ad de la Cosa ;llZgaJa.. JI menos in temo que l, jJer111ite cdcanzarm::!s
plio
.tlprovecha1l'lie'n to de los 1'esultados del proceso y disminuir
la po::ibilidad de fallos contradictorios, al contra;io de lo que
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~/JV1:'("/"'V ".'e;: "U t.H.J(..",J./ltl. """tttt.,J,U'ltll, y aeJa
d 'mismo tiempo lugar a los terceros j;ara defender sus derechos, cuando SO1/. in.justamL'!f(' lesionados. Ta,mbin en
i?sta parte permanezco fieta la sdt:.cin JJresclltada hace diez
.m os y que me lJareC(' la ms justa y i.'[jllibrmla de todas.
Este libro representa, jmes, una tentativa de d!?termir;elr, en forma di'versa ele la babit:tal, el concej)to de la cosa
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ENRICD
TULLID
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~ DIe E - S U M AR' 1 o
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INTRODUCCIN
Adiciones -al
19
23
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PRIMERA PARTE
LA AUTORIDAD DE LA COSA JUZGADA
3.
C:~ tica
1.
4.
5.
La cosa
6.
j~zg;da -en
las -s~~~ncias
~ -la- de~iar~~
d:is~~st~v~~
dlSpOSl tlvas . ,
. _ _. . _
7. Consideraciones finales . _
A diciones al 2 . _ _ _ . _ .. __
31
31
33
34
_ _ _ _ ._
38
42
44
48
50
14
ENRICO
TULLIO
LIEBMAN
Pg.
53
SEGUNDA PARTE
53
9.
Adiciones al 3. .. .. .. ..
57
60
62
65
67
67
70
73
Pg.
147
33.
147
34.
150,
35.
154-
Adiciones al 6 . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
157
73
75
76
78
80
Premisas . . . . . .
158
37.
161
38 .
166
39.
170'
40.
175
41.
177
42.
Conclusin,.. .. .. .. .. .. ..
178
91
91
94
96
Adiciones al 4. . . .. .. .. .. .. . .
98
15&:
24.
100
100
25.
101
26.
103
43.
27.
Observaciones preliminares .. .. .. ..
107
44.
185
28.
110
45-
Accin de regreso .. .. .. ..
188
29.
Betti .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ..
114
118
46.
30.
189'
31.
129
32.
Adiciones al 5.
134
142
Adiciones al 7. .. .. .. .. .. ..
8. Aplicaciones .. .. .. .. .. .. ..
179'
184
47.
Obligaciones solidarias .. ..
189
48.
Fianza . . . .
190,
Adiciones al 8. .. .. . . .. .. . .
191
E N~IC,O
TU LLIO
LIEllJ',fA N
195
. 227
243
257
259
ndices alfabticos
27l
Autores citados ..
273
EFICACIA Y AUTORIDAD
DE LA
SENTENCIA
INTRODUCCION
1.
"Estamos asistiendo a una lenta y progresiva transformacin en el modo de entender la eficacia inherente a la
sentencia del juez, que se designa con el nombre de autoridad de la cosa juzgad~' C-).
Con estas palahras iniciaba Chiovenda, hace treinta ~os,
su obra de revisin de la doctrina de la cosa juzgada (a).
Podemos, actualmente, valorar toda la importancia de las
ldeas que l ha defendido y desarrollado sin interrupcin
hasta nuestros das, y, al nmmo tiempo, recoger su advertencia y continuar el camino; porque ha llegado el momento de intentar dar otto paso adelante en la evolucin de esta
doctrina.
..
ENRICO
20
TULLIO LIEBMAN
cada, entendida sta, bien como complejo de las consecuencias que la ley hace derivar de la sentencia, bien como conjunto de los requisitos exigidos para que pueda valer plenamente y considerarse perfecta.
Las definiciones corrientes, aun las ms autorizadas, oscilan dentro de los lmites de tales frmulas.
Este ~odo de entender la cosa juzgada se inspir:? directamente en una antigua y augusta tradicin, que es propiamente la tradicin romanstica. En derecho romano clsico el resultado del proceso se resuma todo l en la res iztdicata, la cual veZ condem natione ve! absolutione contingit
(Modestino, D, 42, 1, 1) Y no era otra cosa que "la res
de qua agitur, una veZ
-frj1izgida debida o no aebida" C), esto es, tal como sala transformada de la novacin
procesal. La forma creativa de la sentencia, por un lado,
la consumacin' de la actio, por el otro, bastan por s solas
para configurar en todos sus aspectos el significado de }a
res iudicata, sin necesidad alguna de recurrir a un ca- .
rcter especial suyo. El iudicatum impona, en efecto~ al
demandado una obligacin, sancionada por la actio 'udicati,
que no difera en nada de las otrasobZigationesj o bien 10
libraba del vnculo emergente de la litis cOlttestatio. Y la
imoosibilidad de proponer de nuevo la misma accin era la
na~ural consecuencia de la consumacin procesal. As, para
los clsicos, la res iudicata era, verdaderamente, el nico
y exclusivo efecto del iudicatum C); pero sin que ello sig-
que
e)
._ - ,.~
<~::~~
A U TORIDAD DE LA
SENTENCL~
21
cata.
En esto se refleja, por 10 dems, la concepcin que tenan los romanos clsicos acerca de las relaciones entre derecho y proceso: ya que, segn ellos, slo deba tenerse en
cuenta la actio, considerndose el derecho nicamente segn
las diversas fases del agere j para ellos, ms que para nadie,
hubiera sido falso hablar, a propsito de la cosa juzgada,
de una ficcin o presuncin de verdad, ya que la misma era
lo ms concreto y real que se pueda dar, en cuanto la sentencia no declaraba la existencia o inexistencia del derecho,
sino que ms bien creaba un derecho nuevo (5).Toda esta materia sufri cambios profundos con Justini ano, que comenz a distinguir entre los efectos de la sentencia y su altctoritasj pero, como siempre, estos cam~ios se
manifestaron de un modo muy discreto y poco aparente, y,
en general, no han sido comprendidos en todo su significado
ni siquiera por los, autores modernos.
As, la tradicin antigua, dos veces milenaria, hace sentir
an todo su peso; y no puede decirse, por otra parte, que el
ver en la cosa juzgada el efecto de la sentencia produjera,
hasta hace algn tiempo (aparte su imprecisin), inconvenientes graves; mientras en la sentencia se vea genencamente la declaracin del derecho en el caso concreto, el
. (4)
22
ENRICO
TULLID LIEBMAN
EFICACLo\ y
AUTORIDAD DE LA SENTENCIA
23
bilidad, definitividad, intangibilidad, indiscutibilidad; trminos que expresan todos ellos una propiedad, una cualidad
particular, un atributo de unobjeto al cual se refieren, ya
que por s solos son expresiones vacas, carentes de contenido
y de sentido.
Ellenguaje nos ha impulsado, pues, de una manera inconsciente, al descubrimiento de esta ~erdad: que la autoridad de la cosa juzgada no es el efecto o un efecto de la sentencia, sino una calidad y un modo de ser y de manifestarse de sus efectos, cualesquiera que sean, varios y diversos,
segn las diferentes categoras de las sentencias.
El anlisis del contenido de la sentencia hace, pues, necesaria y urgente esta rectificacin o, acaso mejor dicho, esta
precisin.
A demostrarla y a desarrollarla en sus principales aplicaciones, se halla dedicada la primera parte de este trabajo,
cuyo resultado querra ser el de reconstruir, con un sentido
de unidad, el concepto p'e la autoridad de la cosa juzgada y
el de restablecer la armona entre ese concepto y la moderna
doctrina de la sentencia. Este resultado deber despus, en
la segunda parte, -servir para revelar algunas consecuencias
importantes en orden a los efectos y . a la autoridad de la
sentencia fuera de los lmites de la cosa juzgada.
. ADICIONES AL 1.
(a) La importante contribucin de CHIOVENDA a la doctrina de la cosa juzgada (vanse las obras citadas en sus Instituires de Direito Processual Civil, trad. portuguesa de GUIMARES
MEEGALE, vol. 1, Sao Paulo, 1942, pg. 511, y, en sntesis, la
exposicin de la materia, ibdem, en los 15-18, as como las
observaciones de carcter histrico a pgs. 182 y sigs. Y 191 Y
sigs. -en la trad. espaola de E. GMEZ ORJ3ANEJA, Madrid,
24
ENRICO
TULLID
LIEBMAN
vol. r, 1936, 'lanse pgs. 403 y sigtes., 133 y 141-) consisti principalmente en depurar el concepto y el fenmeno de la
Cosa juzgada de los conceptos y fenmenos afines, esto es, en
separar su contenido propiamente jurdico de sus justificaciones
poltico-sociales; en distinguir, a continuacin, la autoridad de
la cosa juzgada de la simple preclusin, que es la imposibilidad de
que se vuelva a discutir, en el curso del proceso, una cuestin
ya decidida; en distinguir, COmo consecuencia, la autoridad de la
cosa juzgada (sustancial) del hecho procesal de la irrecurribilidad de una sentencia o de una resolucin interlocutoria (cosa
juzgada formal); en limitar, por tanto, la autoridad de la cosa
juzgada il la decisin que resuelve el mhito de la accin , para
declararla procedente o improcedente; en sustraer, por fin toda
La acti.!idad_puramente lgica desarrollada por el juez en el p roceso, del campo de accin de la Cosa juzgada, refLriendo esta
ltima al actO de volumad dictado en la sentencia por el rgano
judicial y acentuando enrgicamente su finalid:!d prctica y su
cad,cter publcistico.
As, la teora de CHIOVENDA, al combatir la exagerada extensin y, por consiguiente, la disminucin que su concepto
sufri en la doctrina medioeval, confiri a la cosa Juzgada contenido ms claro, preciso y concreto, y repreSenta, en cierto
modo, el retorno a la concepcin romana de la res iudicata, no
obstante las profundas diferencias que, en cuanto a otros aspecLOS, derivan de la diversidad de las instituciones procesales modernas. Vuelve a ocupar la cosa juzgada, en su sistema, el puesto
que le compete en el cuadro de los institutos rundamenrales del
proceso.
Encuntrase toda la doctrina moderna italiana bajo la influencia de esta idea. Mayor separacin solamente se observa
en CARNELUTTI, Sistema del dirifto processuale civile, t. l, Padova, 1936, pgs. 276 y sigs. (en la traduccin espaola de
NICETO ALCAL-ZAMORA y CASTILLO Y SANTIAGO SENriS MELENDO, Buenos Aires, 1944, t. l, pgs. 321 y sigs.) acerca del
cual vase, ms adelante, n. 14. los mismos puntos de vista
"tambin, en la doctrina brasilea: vase AURELB.r o DE GUSMio,
Coi.sa fttlgaife;, Sao Paulo, 1922, pgs. 8, 12, 21 Y sigs., 34 etc.;
G UlLHER...\.1E ESTELIT Da coisa Jzdgada , Ro de Janeiro, 1936,
EFICACIA
AUTORIDAD
DE
LA
SENTENCIA
25
, s 69 Y' si.,.s
. PEDR.O
BATISTA, MARTINS,
Comentrios
ao Cpag.
;::".
.
. .
,
digo de processo Cl tl, ,v~L TI, pa~ ..72; vol. lII, pago ~ 0.8; JORGE
AMElUCANO Comentanos (f0 Codtgo de Processo Czvzl, vol. r,
pgs. 287,611, etc.
En la doctrina portuguesa: ALBERTO DOS REIs, Breve Estudo
sbre a Reforma do Processo Ci'uil e C01'nercial~
ed., Coimbra,
1933, pgs. 197 Y sigs. Y 465-166; PAULO CUNHA, Simularo
Procesnlal e Anularo do Caso Julgado, Lisboa, 1935, pgs. 221
y sigs.; ANTONIO JOS BRANDO, Caso Julgado e Precluso, en
O Direito, ao 69, 1937, pgs. 290 'ysigs., y ao 70, 1938,
pgs. 98 Y sigs.
En la doctrina espaola: MANUEL DE LA PLAZA, Derecho
Procesal Civil, t. r, Madrid, 1942, pgs. 514 Y sigs.; LEONARDO
PRIETO CASTRO, Exposicin del Derecho Procesal Civil, t. r, Zaragoza, 1941, pgs. 310 y sigs.
En la Argentina: ALSINA, Tratado terico-prctico de derecho procesal -civil y comercial, t. lI, Buenos Aires, 1942, pginas 576 y sigs.
En el Uruguay: COUTURE, Fundamentos del derecho procesal civil, Buenos Aires, 1942, pgs. 98, 163 Y 256 Y sigs.
(b) Me refi~ro aqu a la distincin, ya tradicional, derivada
del contenido y de los efectos: sentencias condenatorias, declarativas y constitutivas. Cfr. CHIOVENDA, ob. cit., t. l, p'g. 265
(en la trad. espaola, pg. 201) Y los 7 9 , 89 Y 9 9 En el Brasil,
adems del arto 290 del Cd. de Proc. civ., vase especialmente
PEDRb BATISTA MARTINS, ob. cit., t. lII, pg. 282; JORGE AMERICANO, ob. cit., t. I, pgs. 619 Y sigs.; LOPEZ DA COSTA, Direito
Processual Civil Brasileiro, t. l, Sao Paulo, 1941, pgs. 73 Y sigs.;
MIGUEL SEABRA FAGUNDES, O Contrle dos Atos Administrativos pelo Poder Judicirio, Ro de Janeiro, 1941, pg. 66; TORQUATO CAsnw, Ac Declarat6ria, 2~ ed., So Palo, 15l42, pginas 17 y sigs.; LIEBMAN, en Revista Forense, t. 94, pgs. 214
y siguientes.
[El texto del arto 290 del Cdigo de proc. civ. brasileo es
el siguiente: "En la accin declarativa, la sentencia que pasa en
autoridad de cosa juzgada tendr valor como pronunciamiento,
pero la ejecucin de 10 que hubiera sido declarado solamente
podr promoverse en virtud de sentencia condenatoria.
2:
26
ENRICO
TULLIO LIEBMAN
27
PRIMERA PARTE
LA AUTORIDAD DE LA COSA JUZGADA
--
2.
LA COSA
tivas. -
7. Consideraciones finaJes.
Una vez que el derecho dej de ser concebido umcamente como un sistema de actiones, tal como ocurra en la
poca clsica de la jurisprudencia romana, para ser contemplado como un sistema de derechos de los que el proceso deba solamente garantizar el goce, comenz a afirmarse con
solidez el principio del carcter esencialmente declarativo
de la sentencia.
Por otro lado, se mantena firme la costumbre de ver
en la cosa juzgada el efecto propio y especfico del pronunciamiento judicial.
Limitada por estas dos barreras, la teora deba fatalmente llegar a la conclusin d que la cosa juzgada consiste en la
imposicin de la verdad de la declaracin del derecho, contenida en la sentencia; estando favorecida, adems, en este
-'"
32
ENRICO
TULLIO
LIEBMAK
EFICACIA
sentido, por el hbito menta:l que tenda a vincular el instituto de la cosa juzgada al elemento lgico del proceso,
bajo la influencia de un conjunto de factores y de circunstancias que han sido magnficamente ilustrados por Chiovenda C).
Llegados a este punto, era breve el paso que deba conducir a explicar la cosa juzgada como una ficcin de verdad,
una verdad formal o una presuncin de verdad. Es:as frmulas, en virtud de la autoridad de los escritores que las han
sostenido, especi.almente de Savigny y de Pothier, han tenido
una gran difusin, y la ltima de ellas, a travs del Cdigo
Napolen, ha llegado hasta nuestro Cdigo civil; pero tam1'
1 _,_ _ ~.:I~ __ : _____ _ ,_~ ______ L_~:J ____ r",J """ -n'-~J.uu Y 1. Y a..J..L..L''':..l..lL.'':;: CV . HH..Ja.L':"lJ.a.;:, y, .l.1.l.1C!.tll..:..t:.J._Lt,
0:i.Cil !a .11.
AuTORIDAD
DE
LA
SENTE::-;'CL\
33
Clil.1.11 la-
e)
"
V anse los numerosos escritos citados y refundidos en las Istitllzioni di dirifto processuale civile, t. 1, nms. 32 Y 115. En cuanto al
elemento lgico y al imperativo en el proceso, tnganse siempre presentes
las luminosas pginas de MENESTRINA, La pregiudiciale nel processo civile,
pgs. 27 y sigs.
(l) Lezioni di dirifto processuale civile, t. IV, n. 393.
El estudio atento y minucioso de las .relaciones entre derecho y proceso de la funcin de la sentencia sobre la configuracin de las relaciones jurdicas, de las diversas categoras
de sentencias segn su contenido y sus efectos -mrit insigne de la doctrina contempornea- ha puesto, sin embargo, en claro que el pronunciamiento judicial tiene frecuentemente una eficacia, no meramente declarativa, smo
tambin constitutiva.
Surge as un problema nuevo que no ha sido nunca
afrontado con la franqueza necesaria: Cules sern, segn
eso, las relaciones em:re la cosa juzgada y estos efectos de la
sentencia, varios y diversos, ya meramente declarativos, ya
constitutivos? Si la cosa juzgada significa produccin de
certeza, no ser ya posible unificar y agotar en su comn
denominador todos los efectos de la sentencia, incluso aque-
es)
110s que no se limitan a declarar la certeza de una cosa preexistente. Concebida la misma cosa juzgada como un efecto
de la sentencia deber, pues, ser colocada junto a los otros
eventuales efectos de sta? Ser necesario, entonces, distinguir en cada sentencia una parte susceptible de adquirir la
autoridad de cosa juzgada, mientras otra parte permanece
privada de ella?
Dadas las premisas, la respuesta afirmativa a estas pregu.ntas debera considerarse natural y representar la lgica
conclusin de la evolucin del pensamiento que he tratado
de delinear en estas pginas.
34
3.
35
CO) STEIN-]ONAS, Komm., t. n, 322; HEIM, Feststellungswirkung des Zivilurteils (Munich, 1912), pgs. 68 y sigs., especialmente
70 en nota. GOLDS.C&VIIDT, Arch. civ. Prax., vol. 117, pg. 7, Y Zivilprozessrecht (2:). ed.), pgs. 206, 212; ROSENBERG, Lehrbuch (3?- ed.),
pgs. 512 y sigs. Son intiles otras citas por no haberse planteado nunca
discusin en cuanto a este punto.
Como es sabido, una parte de la doctrina germana (representada hoy
principalmente por PAGENSTECHER) contina defendiendo la teora "materialstica" de la cosa juzgada, en oposicin a la "procesalstica" sostenida
por STEIN y por HELLWIG y por los otros escritores mencionados en esta
nota. Cfr., en cuanto a esta oposicin, ms adelante el 3. No parece,
sin embargo, que tal diferencia de puntos de vista determine consecuencias en cuanto al tema tratado en el texto, ya que tambin los mantenedores de la teora "materialstica" limitan la cosa juzgada a la sola de-
36
37
38
ENRICO
TULLIO
4. Aplicaciones prcticas.
C)
(8)
HELLWlG,
System,
t.
LIEBMAN
CmovENDA,
1, pgs. 773-4.
39
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Q"o.ntJo1"'ll
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....
40
ENRr c o
TULLIO
LIEBMAN
EFICACIA Y AUTORIDAD DE
No menores objeciones determina, finalmente, la consecuencia que se deriva de tal doctrina respecto a la extensin subjetiva de la sentencia. Como se ha visto, Hellwig y
sus secuaces, al mismo tiempo que limitan nter partes el
efecto de la declaracin de certeza, producto indiscutible de
la sentencia, porque se identifica con la cosa juzgada, admiten que se produzca erga omnes el eventual efecto consti-
_1
LA SENTENCIA
41
tutivo (11). Pero esta desmembracin de la sentencia respecto de su extensin subjetiva no convence en absoluto,
porque es contradictorio someter a los terceros a los efectos
de la sentencia en cuanto a una parte de la misma y no en
cuanto a la otra que es el presupuesto lgico y necesario
de la primera, como si pudiera regir el efecto constitutivo
cuando cayera por tierra la declaracin de certeza de las
condiciones a que el mismo est subordinado. Parece, pues,
muy extrao que deba valer slo entre las partes, por ejemplo, la sentencia que declara la nulidad de un contrato y
deba, en cambio, valer erga omnes la que pronuncia la anulacin del mlsmo contrato. Puede muy bien ser verdad que
la sentencia produzca efectos aun ms all de los lmites de
la cosa juzgada y, por consiguiente, tambin respecto a los
terceros (volveremos sobre esto en la segunda parte de este
trabajo), pero este fenmeno deber entonces manifestarse
no slo en _cuanto al efecto -constitutivo sino tambin en
igual medida en cuanto a la declaracin de certeza. '
Estamos aqu en presencia de las ltimas repercusiones
del error inicial que queriendo ver en la cosa juzgada un
efecto de la sentencia, esto es, la declaracin de certeza indiscutible que la misma produce, debe despus contraponerla a los otros posibles efectos de la sentencia, siendo, por consiguiente, necesario descomponer la decisin en partes distintas y someterlas a una diversa disciplina jurdica, segn que
estn o no comprendidas en la cosa juzgada.
e~
HELLWIG, loe. lt. cit. En esto estn de acuerdo, na ruralmente, BOTTICHER y ROSEN.BERG, loes. cits. En eont:r:a, G OLDSCl-!MIDT,
Arch. civ. Prax., voL 117, cit., pg. 14, Prozess als R echtslage, pg. 205,
Zi;'ilprozessrecht, pg. 211 , seguido por CoESTER, RecEtskraf t Jer
Staatsakte (Munich, 1927), pg. 78, Y por B_"CIDYIANN, Das rechtskriiftige Ziv il,trteil als Ko-nkrete Rechts-narm mi! bI!Jchrii7Jkter Rechtsgeltung (Bdtr. z. ZPT., n. 12; MaIIDheim, 1931), pg. 37, los cuales
-limitan a las partes tambin el efecto constitutivo.
42
ENRICO
TuLLIO
LIEBMAN
Una cuestin particular surge a propsito de las sentencias determinativas o dispositivas, en las cuales el juez de."segun
'1
. " o " segun
'1a eqUl.dad" ,es t anCIe
_as
CIrcunstanCIas
do, en suma, provisto, en cierta medida, de un poder discrecional. La ley dispone, en efecto, que "si despus de la
asignacin de los alimentos sobreviene un cambio en las
condiciones de quien los suministra o de quien los recibe, la
autoridad judicial proveer a la cesacin, la reduccin o el
aumento, segn las circunstancias" (art. 144 Cd. civ.);
y tambin en otros casos anlogos es cierto que la determi1
1
1
1
." _. _. _
naclon ae una relaclOn )UnGICa, .o.ecna por la senCt;fH.:a,
puede ser modificada si cambian las circunstancias (b).
,..,
_.
Z)
HELLWIG,
BETTI,
Efficacia delle sentenze determinat1Je in tema di legato d'alimenti (Camerino, 1921) Y de COSTA, S., Le sentenze civili con la clausola
"rebzts sic stantibus", en Studi senesi, 1930.
(1;3) Lezioni, t. IV, n. 393, y aun ms terminantemente, en
Fu.nzione del processo del lavara, Riv. Dir. proc. civ., 1930, 1, 127.
,d'
.~
Formulada en estos trminos, y con semejante motivacin, la afirmacin no me parece aceptable, porque prueba
demasiado, excluyendo la autoridad de la cosa juzgada en
cuanto a todas las sentencias dispositivas. Ahora bien, es
cierto, en primer lugar, que la posibilidad del indicado
cambio se verifica slo en cuanto a las sentenCias dispositivas que se refieren a- una relacin continuativa y cuyos
elementos sean, por su naturaleza, variables (14); Y es igualmente cierto, en segundo lugar, que tambin respecto de
stas la cosa juzgada se forma lo mismo que en cuanto a
las otras sentencias y vale mientras permanecen sin variacin las condiciones de la relacin, siendo posible un cambio
slo cuando y en la medida en que cambien las circunstancias que han determinado la decisin.
Pero es verdad que esto signifique una atenuacin de
los principios de la cosa juzgada? Me parece que no. En un
cierto sentido, todas las sentencias contienen implcitamente la clusula rebJ,ts sic stantibus C5 ), en cuanto la cosa juzgada no impide en absoluto que se tenga en cuenta hechos
ocurridos con posterioridad a la emanacin de la sentencia:
por ejemplo, si el deudor paga la suma debida, la condena
pierde todo valor. No es diferente lo que ocurre en los casos
ahora considerados, en los cuales, tratndose de una relacin
que se prolonga en el tiempo, y debiendo la decisin ser determin'ada por las concretas circunstancias del caso particular, el cambio de stas justifica sin ms la correspondiente
adaptacin de la detenninacin de la relacin hecha precedentemente; lo que ser una aplicacin y no una derogacin de los principios generales y no chocar en lo ms mnimo con la cosa juzgada, Esta har sentir, en cambio, todo
(14)
e')
BETTI,
As, en efecto,
SAVIGNY,
44
EFICACU
Una ltima posible duda debe exponerse aqu brevemente antes de concluir este pargrafo.
Sabido es que, segn una autorizadsima doctrin:1, la
actividad realizada por el juez al emanar una sentencia
constitutiva no es diversa de la que realiza cuando lleva a
cabo una simple declaracin de certeza, y que los efectos
constitutivos siguen, por virtud de la ley, a la declaracin
.' (16) .
mIsma
es) En este sentido, con alguna diferencia de formulacin, pero
sustanciaLT!lente conformes, CHIOVENDA, PrinciPii, pg. 182, e lstit.,
t. r, pg. 18 O; Y CARNELUTTI, Lezioni, t. Ir, n. 71 (que precisamente
por eso prefiere hablar de sentenci2.s de declaracin constitutiva de
certeza). En sentido contrario, CALAMANDREI, Studi, t. r, pgs. 246
AUTORIDAD DE LA
SENTENCL~
45
Este modo de ver no me parece, sin embargo, aceptable, porque considero que, en la emanacin de una sentencia constitutiva, la actividad del juez est precisamente
dirigida a la produccin del cambio jurdico. La idea misma de una declaracin de certeza con efectos constitutivos
me parece contradictoria, ya que la operacin con que una
.
norma VIene
ap Ji'cada Ial1 caso concreto en tanto puede ser
considerada act.ivldad de declaracin de certeza en cuanto
sus efectos sean meramente declarativos, esto es, consistan
en fijar las relaciones jurdicas como eran anteriormente, y
no en modificarlas. La actividad del juez que pronuncia
una sentencia debe ser valorada, no desde un punto de vista
__ :~~l_:~~
'p"'.l.~V.1.vl5.1.,,",v
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..1~_..1~
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uc.:>u.'C
... .1. Y V,
C:.1 rU.l..1.l..V
7)
Por eso, me parece igualmente inexacta, o ms bien sin trascendencia, la afirmacin de SATTA, Pr~esse generali, cit., pgs. 350351, de que tambin la sentencia de declaracin de certeza tiene efectos constitutivos. Que la miSma tiene efectos es evidente; que constituya un medio de tutela jurdica no es ni discutible ni discutido;
pero la distincin entre sentencia de declaracin de certeza y sentencia
constitutiva se hace contemplando los efectos (declarativos o constitutivos) que las mismas producen sobre la relacin jurdica sustancial
deducida en juicio, y no veo el alcance que puedan tener sobre tal
punto los argumentos que aduce contra la doctrina comn. La posi-
46
EFICACIA
47
o, ms exactamente, un acto administrativo CO). Este razonamiento se ampla despus y se refuerza a propsito .de las
sentencias dispositivas respecto de las cuales el juez no encuentra en una norma de ley preexistente el criterio que
debe guiarlo en la decisin, yen las cuales, por consiguiente,
al acto jurisdiccional, ira unido indudablemente un acto
legislativo CZ~).
A-h.ora bien, se podra dudar de que las sentencias constitutivas o dispositivas careciesen en todo o en parte de la
autoridad de la cosa juzgada precisamente a causa del carcter no jurisdiccional del acto de que resultaran de este
modo constitudas .
- No es posible, desde luego, tratar aqu de un modo
exhaustivo los gravsimos problemas que as se plantean y
que escapan del tema del presente trabajo. Me limitar, por
consiguiente, a expresar mi conviccin de que tambin
tales sentencias se hallan plenamente comprendidas en la
funcin jurisdiccional el), 9bservando solamente que los
9)
el) En cuanto a las sentencias constitutivas (adems, s~ entiende, de CmOVENDA y CARNELUTTI), vase por ltimo, RANELLETTI
Guarentigie, cit., pgs. 10 y sigs.; SATTA, Premesse gen., cit., pg.
346; ESPOSITO, ob. cit., pgs. 108 Y sigs.
.
En cuanto a las sentencias dispositivas, ESPOSITo, loco cit.; RASELLI,
Magistratura del lavOTo (Padova, 1934), pgs. 19 y sigs. En cuanto a
estas sentencias, aunque hubiera de considerarse la "novedad" de la
regulacin dispuesta para el caso concreto por el juez, la falta de abstraccin y generalidad me parece que bastan para excluir su carcter
sustancialmente legislativo; sobre todo si se considera que el juez, tambin aqu, aplica al caso concreto una norma o un criterio general
ENRICO
48
TULLIO LIEBMAN
7. Consideraciones finales.
Las consideraciones ampliamente desarrolladas en las
pginas precedentes permiten formular alguna interesante
conclusin. Constituye un error de lgica definir la autoridad de la cosa. juzgada como un ef\:to de la sentencia
que l mismo ha deducido de la conciencia jurdica y social; pero 10
que se manifiesta en el acto jurisdiccional es el acto de aplicacin de
la regla, no sta, que quedar, a 10 ms, entre los motivos explcitos
o implcitos, presentes o acaso inconscientes en la misma mente del juez.
(2.2) Vase las agudas consideraciones de ]EMOLO, 11 nostro tempo
e il diritto, en Arch. giuridico, Quarta serie, t. XXII (1932), pg. 129.
49
En este comn modo de pensar se oculta la ltima manifestacin de aquella singular deformacin de la doctrina
de la cosa juzgada contra la cual sali a combatir Chiovenda, y que consiste en la sobrevaloracin del elemento
lgico del proceso como contenido de la cosa juzgada. Un
aspecto de esta misma ilusin, que Chiovenda puso particuiarmeme en daro y contribuy decididamente a destruir,
consista en referir la cosa juzgada a cada quaestio) a cada
deffinitio) de manera que cada figura de razonamiento del
juez se consideraba susceptible de adquirir la autoridad de
la cosa juzgada. PerQ el modo comn de pensar est todava
hoy ligado tenazmen~e al aspecto inverso de la misma deformacin, porqu~ no sabe separar la cosa juzgada del elemento lgico del proceso, considerando que slo la reslucin de una cuestin dudosa pueda adquirir la autoridad
de la cosa juzgada.
Que toda la importancia de la cosa juzgada vaya puesta <ten la expresin de la concreta voluntad del derecho" C3 ) es una verdad que ha de entenderse en todo su
significado; es decir, que a esta expresin de la concreta
voluntad del derecho pueda y deba corresponder la autoridad de la cosa juzgada aun cuando su contenido y sus efectos no sean de mera declaracin de certeza, sino tambin
de creacin o de modificain de la realidad jurdica.
3)
CHIOVEl\TDA,
50
ENRICO
TULLIO
LIEBMAN
EFICACIA Y AUTORIDAD DE LA SENTENCIA
ADICIO~S
AL 2
(a ) Tngase en cuenta que, segn el derecho italiano, la legitimacin puede acordarse tambin por medio de decreto de
carcter administrativo.
(b ) KrSCH (Beitraege zu.r Orteilslehn:, Leipzig, 190 3, pginas 11 0 y sigs.) {u el p rimero que estudi con atencin los
casos en q ue corresponde al juez de-rerminar discrecionalm en te
un elemento de la relacin jur dica litigiosa (vase, pOI ejemplo,
en el derecho brasileo, los arts. 400, 559, 924 Y 1698 del Cdigo Civil, y, sobre el criterio que debe guiar al juez en esos
casos, el arto 114 del cd. de Proc. civ.), sustentando que las
sentencias as proferidas deben constituirca~egor~_~ __se!,~rada. Ese _
p~~-t~-d~ vi~t;lo 1"ttaiz6 -desI,us-CARNELUTTI, haciendo una distincin fundamental entre proceso declarativo y dispositivo, basada en la diferencia entre la simple aplicacin y la formacin del
mandato jurdico por parte del juez (Sistema, cit., t. 1, pg. 133;
en la trad. esp., t. 1, pg. 157). Es necesario, sin embargo, considerar que tal fenmeno no incide en la acostumbrada cl~sifi
cacin de las sentencias; aun cuando as ocurra, la sentenCIa no
deja de pertenecer, segn sus efectos, a una de las tres cat~go~as
mencionadas. Por otro lado, en la fase actual del desenvo1vlffilento del derecho, este poder determinativo conferido al juez no
slo es excepcional, sino tambin limitado a un solo aspecto o
elemento de la relacin jurdica (por ejemplo, a la fijacin de los
alimentos o al importe del pasaje, etc.) al paso que la existencia
de esa relacin y sus otras modalidades (obligacin alimenticia,
derecho de reclamar el pasaje) estn abstractamente establecidas
por la ley. Por eso no es exacto decir que, en esos ~asos, <:a1 n o existir regla .material, una norma instnrmen;al conf:ler e :J juez el
der de componer un confhcto de intereses" (CARNELUTTI, ob. czt,.
pg. 134; en la trad. esp., p g . 15 8) . Existe ~a regla ma~erial,
pero su con tenido es elstico y debe ser determmado y preCISado,
caso p or caso, en el moment o de su aplicacin. La funcin del
proceso no es, pues, en estos casos, div ersa de la comn, y la sentencia ser, conforme a las -varias hiptesis, declarativa, condenatoria o constitutiva; la nica particularidad consiste en el hecho
r:v-
52
3.
54
e)
EFICACIA Y AUTORIDAD DE
LA
SENTENCLII.
55
e)
la cuestlOn; pero la sentencia puede ser obligatoria, aun sin ser retrac-
56
e)
norma--
Ii
EFICACIA
AUTORIDAD DE LA SENTENCIA
57
es imperativa y produce todos sus efectos aun antes e mdependientemente del hecho de pasar en autorida:d de cosa
juzgada.
9.
_ .,
58
EFICACIA
l.
AUTORIDAD DE LA SENTENCL'\.
59
60
ENRICO
TULLIO
LIEBMAN
61
62
ENRICO
TULLIO LIEBMAN
to, el problema de saber si la declaracin de certeza contenida en una sentencia (slo acerca de esto se discute) ti~ne
una eficacia modificativa, y no meramente declarativa, de
las relaciones jurdicas sustanciales no tiene propiamente
nada que ver con la cosa juzgada, constituyendo, en cambio, una cuestin mucho ms general, la' de la posicin y
la destinacin del proceso en su funcin esencial y consta....T1te frente a la ley y en el ordenamiento jurdico. De la
respuesta que se d a esta cuestin (y que para nosotros,
actualmente, en Italia no es dudosa) ser fcil determinar
la naturaleza de los efectos de la sentencia; sobre ellos, pues,
cualesquiera que sean, operar la cosa juzgada para hacerlos inmutables. Pero la cosa j.uzga'da, poi SI, 'no es ni "procesal" ni "material".
11.
T eoria rr normativa".
propia de la escuela publicstica vienesa, da un paso adelante y seala la cosa juzgada como el problema de la duracin de validez (Geltungsdauer) de la norma concreta contenida en el pronunciamiento judicial. Ahora bien, segn l,
una norma jurdica es esencialmente inmutable en el tiempo y slo una disposicin expresa puede introducir la fuerza
derogatoria del actus contrarius. y puesto que una vez
transcurridos los trminos de impugnacin, la ley no prev la posibilidad del cambio de la sentencia, esto bastara
para producir la imposibilidad de cambios caractersticos de
la cosa juzgada ca).
El simplicismo de esta solucin es en este caso un nla
1 . . . _ _, t . "t" 1
1
,'" 1
r T
T
..
OlCt: t; 1i"U. ut:Ollla . .en reallOaQ, es ralso el punto de partida de la natural inmutabilidad de la norma jurdica, siendo precisamente verdadera la afirmacin contraria; la misma es inmutable slo mientras, .. no sea cambiada o abrogada. El rgano al que se confiere el poder de producir
una norma jurdica no lo agota con el hecho y en el momento de producirla, sino que, por el contrario, lo conserva intacto en el tiempo mientras una fuerza supenor no
se lo quita; la necesidad incoercible de la vida y de la his~
'1
es) MERKL, Die Lehre van der Rechtskraft (1923), pgs. 166
y sigs. La cosa juzgada (Rechtskraft) no es, por consiguiente, un instituto propio del solo proceso, sino "la cualidad de todas las normas jurdicas que tienen valor inmutable, salvo la posibilidad de cambios dispuesta por el derecho positivo" (pg. 244). Se ver ms adelante los desarrollos de esta doctrina.
Muy prxima est, en cuanto a este punto, la tesis recientemente sostenida por ESPOSITO, Validita delle leggi, cit., pg. 76, segn la cual "la
ley posterior abroga la anterior. .. porque toda ley singular contiene
implcita ... una condicin resolutoria con efecto ex nunc de su eficacia
y validez". Pero nadie podr admitir nunca que, por ejemplo, una ley,
por el solo hecho de que se autoproclame inmutable, no pueda ser posteriormente abrogada; y esto, aun cuando no existiese el arto 5 de las
disposiciones preliminares al Cd. t;iv. (f).
64
E~RICO
TULLIO
LIEBMAN
EFICACIA Y AUTORIDAD DE LA
Conforme
( 5)
BACHMANN,
12.
SENTENCL-\
65
Doctrina italiana.
'1
.,
...
CHIOVENDA,
)
PrindPii, pg. 906. Que la misma es un efecto de la sentencia, se dice expresamente en pgs. 179 y 901.
(17) Ob. cit., pg. 911.
(
r
66
ENRICO
TULLIO
LIEBMAN
EFICACIA Y AUTORIDAD DE LA SENTENCIA
(indiscutibilidad) .
Observaciones anlogas determinan las definiciones de
Alfredo Rocco, de Redenti y de Betti: el primero habla de
la "eficacia obligatoria de la sentencia con respecto a ot!O
proceso" C9 ) ; el segundo, de un vnculo de los rganos
jurisdiCCIonales a considerar como verdadera la regulacin:
de la relacin resultante del fallo eO) -dando, quiz, demasiado valor al carcter de presuncin que la cosa juzo<7ada ha recibido del cdigo-; el tercero, finalmente, de
la "fuerza vinculante" y del "valor. normativo" de la providencia para el juez de un futuro proceso sobre el mismo
objeto el).
Todas estas definiciones denuncian, en una misma taIta de claridad, la acumulacin de dos elementos heterogneos
confundidos y mezclados en un concepto nico; de manera que la intuicin de la verdad no consigue abrirse caIstituzioni, 1, pg. 341.
ALFREDO, Sentenza civile, pgs. 36, 166-7.
eO) REDENTI, Giudizio civile, cit., pg. 36.
'"
.
el)
BETTI, Cosa giudicata e ragione fatta valere In gudzztO, en
Riv. dir. comm., 1929, I, 545". La definicin di<:e textualmente: la cosa
eS)
9)
RQccQ,
67
Ugo Rocco.
13.
Carnelufti.
14.
ENRICO
68
TULLIO LIEBMAN
cial) ; la segunda es la que comnmente se llama cosa juzgada formal, consistente en la preclusin de las impugnaciones 3 ).
Tambin en esta teora reaparece, pues, la habitual
identificacin entre cosa juzgada y eficacia de la sentencia,
10 cual est menos justificado en su sistema que en ningn
otro, por el hecho ya recordado de que Carnelutti sostiene
(y con razn) que la sentencia es eicaz aun antes de ser
inmutable y aun cuando est sujeta a gravamen C4 ) . Y,
en efecto, arrastrado por la lgica de sus premisas, concluye
que "la cosa juzgada material y la cosa juzgada formal no
so!!. dos faces sino dos f~~s__qe_Jo_jl,lzgacl.o,de manera que
la imperatividad se puede tener sin y antes de la inmutabilidad" eS); lo que quiere decir, c;n otras palabras, que
la autoridad de la cosa juzgada existira sin y antes de pasar
en cosa juzgada la sentencia; resultado paradjico que se
resuelve en una contrdicn en los -trminos.
La verdad es que en esta teora se esfuma y desaparece
simplemente la nocin de -la autoridad de la cosa juzgada:
la misma no puede consistir, en efecto, en la imperatividad
de la sentencia, que es su eficacia natural y constante, independiente de su definitividad y propia del pronunciamiento judicial en su cualidad de acto emanado de la autoridad
del Estado, si bien expuesto a ser reformado, cambiado y
contradicho por otro acto de la misma autoridad; tanto
es as que si la sentencia es verdaderamente imperativa
tambin cuando est todava sujeta a reforma, esto no quita para que en el tal hiptesis otra sentencia pueda de hecho
-a pesar del obstculo de la litispendencia (vase anterior-
Queda fuera d~ estas dos nociones -por 10 dems susceptibles de encontrarse en mayor o menor medida en todos los actos del Estado-- el verdadero-problema de la cosa
juzgada, caracterstico y nico de la actividad jurisdiccio-
nal: el de que pueda otro acto de la misma autoridad tomar
de nuevo en examen el caso ya decidido y juzgar de un
modo diferente, sin destruir por eso la validez del acto
precedente, pero creando un conflicto entre los dos pronunciamientos con todos los bien conocidos inconveni;ntes
que de ello derivan.
Los escritores cGnsid~radcg en. ln~ . . . ,-;,.,....,o.,.n,c 'lnt-p1";nrp(!
definan la autoridad de la cosa ju;;ad~~~~~~~ l;~;ii~;~i~
de la sentencia; Carnelutti define, en cambio, la eficacia
de la sentencia como la autoridad de la cosa juzgada; no
( 3)
69
( 6)
(27)
70
15.
I
I
71
1
h' , e'1 de 1a
-si, i:w.pe"'-4.1r
a l!!l ;!!ez
pcster!o!',
L1!YestlQO tam_len
plenitud de los poderes ejercitados por el juez que ha emanado la sentencia, examinar de nuevo el caso decidido y
juzgar de un modo diferente. Slo ~na razn de utilidad
poltica y social _-como se ha recordado ya- interviene
para evitar esta posibilidad haciendo el mandato inmutable
cuando el proceso haya llegado a su conclusin con la prec1usin de las impugnaciones contra la sentencia pronunciada en el mismo.
En esto consiste, pues, la autoridad de la cosa juzgada,
que se puede precisamente defirir como la i~utabilidad
del mandato que nace de una sentencia. La misma no se
identifica simplemente con la definitividad e intangibilidad del acto que pronuncia el mandato; es, por el contrario,
una cualidad especial, ms intensa y ms profunda, que
inviste el acto tambin en su contenido y hace as inmutables, adems del acto
su existencia formal, los efectos
cualesquiera que sean del acto mismo.
La eficacia natural- de la sentencia, con la adquisicin
de esta ulterior cualidad, se encuentra, pues, intensificada
y potenciada, porque se afirma como nica e inmuta~leJ
en
72
formulacin de la voluntad del Estado al regular concretamente el caso particular decidido. Y esta caracterstica
inmutabilidad del mandatO, dentro de los limites en que
est dispuesta po~ la ley, opera no ya respecto de determinadas personas, sino respecto de todos aquellos que en el
mbito del ordenamiento juddico tienen instimcionalmente
el cometido de establecer, de interpretar o de aplicar la
voluntad del Estado, sin excluir al mismo legislador, que
ni siquiera l podr cambiar la concreta regulacin de la
relacin, segn resulta ya sellada por la autoridad de la
cosa juzgada.
Con esto no se quiere decir, naturalmente, que la ley no
_pued~, _
d cl.ln __modo__expreso,_modifica~- el-de!'echo -tambi!l en cuanto a las relaciones ya decididas con sentencia pasada
en autoridad de cosa juzgada; la ley puede verdaderamente, hacer tambin esto, pero una disposicin suya en tal
sentido tendra el significado de una implcita abrogacin
---.:.en la medida correspondiente- de la norma que sanciona el principio de la autori<htd de la cosa juzgada. Esto es,
una ley nueva puede excepcionalmente y con norma expresa eS), dispone.r que tiene no slo eficacia retroactiva, sino
tambin aplicacin a las relaciones ya decididas con sentencias pasadas en autoridad de cosa juzgada; pero esto no
significara un grado mayor de retroactividad, sino, por
el contrario, una parcial abolicin de la autoridad de la cosa juzgada con respecto a las sentencias mismas cuyo InaUdato, perdiendo el atributo de la inmutabilidad, cedera
frente a la nueva regulacin dispuesta por la ley para las
relaciones ya decididas.
Por eso el instituto de la cosa juzgada pertenece al derecho pblico y propiamente al derecho constitucional.
eS)
pg. 273.
COVIELLO,
1
1I
16.
7,
Sin embargo, razones de oportunidad, as como han determinado la adopcin del instituto, as tambin trazan a
su aplicacin lmites precisos (art. 1351 -del Cd. civ.):
lmites objetivos, que la definicin d~da hace poco de la
autoridad de la cosa j~zgada ayuda a entender, ya que es
el solo mandato concreto pronUIlciado por el juez el que
deviene inmutable, y no la actividad lgica cumplida por el
juez para preparar y justificar el pronunciamiento (2!l) (i);
lmites subjetivos, ya que la inmutabilidad vale slo entre las partes (j), esto es, slo cuando el caso particular
. -aecidiao pone nilevamen,ti de frente las mismas personas
que particip2ron en el proceso: slo ellas, en efecto han
podido hacerse or y hacer valer sus razones en el proceso
que se h a cerrado con el fallo, -y es esta posibilidad que han
tenido la que justifica prcticamente la necesidad en que
estn colo.cadas de adherirse al resultado alcanzado y de no
poder ya esperar modificarlo, salvo, se entiende, los _casos
excepcionales que abren la va a la revocacin de la sentencia (art. 494 Cd. de proc. civ.) (k).
)7.
74
EFICACIA
por el arto 494 n. 5 del Cd. de proc. civ. Por eso la ~xcep
cin de cosa juzgada no es una excepcin en sentido propio,
10 cual se admite hoy comnmente co) (1).
Pero falta decir otra cosa acerca de esta excepcin. La
misma suele ser definida coherentemente por la opinin
dominante como un efecto de la sentencia (31).. La tesis
sostenida en este trabajo demuestra que eso no es admisible.
La sentencia ejerce su eficacia jurdica independientemente
del paso en autoridad de cosa juzgada, y confiere, por consiguiente, a las partes el poder de referirse a su exis~encia
para que el juez tenga la debida cuenta de ella -lo que no
le impide,- como se ha dicho, juzgar-de un modo diferente-'-,
Slo cuando la sentencia haya adquirido la autoridad de la
cosa juzgada, la excepcin que ella confiere a las partes resultar anlogamente reforzada en el sentido de excluir ya
todo juicio contrario.
Debe, en cambio, negarse de una manera absoluta la
existencia de la llamada actio iudicati; la accin ejecutiva
es un efecto de la condena, esto es, una manifestacin del
efecto sancionatorio producido por la condena, y a ella debe
referirse la conocida cuestin del trmino de prescripcin (32) (m).
18.
J'
Y AUTORIDAD DE LA SENTENCVI.
222 y
(31))
(31) CHIOn:NDA, PrinciPii, pg. 179, donde dice que para este
efecto tambin la sentencia de rechazo es constitutiva.
7)
SlgS.
vi,
76
77
tido formal y en sentido sustancial (o material). La primera es una cualidad de la sentencia, en cuanto la misma no
es ya impugnable a causa de la producida preclusin de los
gravmenes; la segunda sera, por el contrario, su especfica eficacia, y propiamente la autoridad de la cosa juzgada,
y estara condicionada a la formacin de la misma.
De esta distincin derivan, adems, importantes consecuencias, especialmente porque mientras todas las sentencias son, sin duda, susceptibles de la primera, adquiriran,
en cambio, la segunda solamente las sentencias que acogen o
rechazan la demanda en el mrito.
Pero, si es exacto el punto de vista sostenido en este trabajo, la distincin nusma tiene en realidad una importancia
mucho menor de la que se le atribuye ordinariamente. Verdaderamente, la cosa juzgada sustancial no es un efecto de
la sentencia, sino s610 un aspecto particular de la cualidad
que la misma. adquiere al producirse la preclusin de las impugnaciones: la cosa juzgada formal indica, por consiguiente, la inmutabilidad de la sentencia como acto procesal; la
cosa juzgada sustancial indica esta misma inmutabi1id~d en
cuanto es referida a su contenido y, sobre todo, a sus efectos (n).
Desaparecen, por consiguiente, en cuanto a la formulacin, aun cuando permanezcan de hecho, tambin las consecuencias de la distincin. La unidad del concepto excluye
sin ms que sus dos aspectos se puedan escindir y encontrar
separados segn el objeto de la sentencia. s, una sentencia que juzga sobre los presupuestos procesales (ej., competencia) o sobre la admisibilidad de un medio instructorio o
que provea en general sobre el proceso no se puede decir que
adquiera una cosa juzgada diversa de aquella que acoge o
rechaza la demanda como fundada o infundada. Verdad
es solamente que en el primer caso la sentencia tiene un
'\
78
efecto meramente interno en el proceso en que ha sido pronunciada, y perder toda importancia con el fin del proceso
mismo; en cambio, en el segundo caso, la sentencia, pronunciando sobre la relacin deducida en juicio, est destinada
a ejercer su eficacia tambin y sobre todo fuera del proceso
y a sobrevivir al mismo. Pero la diferencia es toda del m;andato contenido en la sentencia Y' de sus efectos, no de la
cosa juzgada, la cual es siempre la misma ().
20.
79
.1
~..
(37) Como se sostiene (pero con diversa construccin) especialmente por CHIOVENDA, Saggi, t. TI, pgs. 459 y sigs., e Istituzioni, t. 1,
pgs. 264 y sigs.; CARNELUTTI, Processo di esecuzione, t. I1, n. 279;
GAUDENZI, Riv. dir. priv., 1933, 1, 81.
(38) MORTARA, Commentario, t. V, ns. 190 y 275; BETTI, Osservazioni. s::l progetto, etc., cit. (Ann. dir. comp., I1, 1928), pg. 37 de
la. edlclon separa.da; SATTA, Riv. dir. proc. civ., 1931, TI, 192, Y Rivendtta forzata (Milano, 1933), pgs. 52 y sigs. (y mi recensin, en Riv.
dir. comm., 1934, 1, 159); PUGLlATTI, Teoria dei trasferimenti coattivi
(~essina: .1931), pgs. 132 y sigs.; GORLA, Assegnazione giudiziale
dl!1 credttt (Padova, 1933), n. 108; LlPARI, Tre questioni di diritto
processuale esecutivo, en Circolo giuridico, 1934, pg. 6 de la edicin
separada (p).
Cfr. tambin lo que escribe MENESTRlNA, L'accessione nell'esecu-
, t
EFlCACU
80
ADICIONES AL 3
(a) En el derecho italiano se concede, efectivamente, la (ecucin provisoria, caso por caso, por parte del juez que pronuncia
la sentencia de prmera instancia, cuando la misma es permiti:Ia
por la ley. Vase CHIOVENDA, Instituires, t. 1, pgs. 338 y 335
(en la trad. esp., t. 1, pgs. 258 y 306), Y la nota en este ltmo
lugar; donde se pone de relieve la diferencia entre el derecho italiano y el brasileo. [En el derecho argentino, lo mismo que en el
espaol, basta recordar los casos de apelacin concedida en un solo
efecto, esto es, en efecto devolutivo].
AUTORIDAD DE LA SENTENCIA
81
_"1
1.,
_,.
za su exposicin principal, fu claramente resumido por GUILHERME ESTELITA, Da coisa julgada, Ro de Janeiro, 1936, pginas 95 Y sigs. y fu aceptado por MrGUEL SEABRA FAGUNDES,
O Contrle dos Atos Administrativos pelo ]udicirio, Ro de
Janeiro, 1941, pgs. 68-69, por PEDRO BATISTA MARTINS en los
Comentrios, cit., t. 111, pgs. 301 y sigs., y por Luz MACHADO
;1
-.
82
ENRICO
TULLIO LIEBMAN
EFICACH y
AUTORIDAD
DE LA SENTENCIA
83
GUINIARES, Comentrios ao Cdigo de Processo ' Civil, ed. Revista Forense, t. N, pg. 21.
de la construccin de un rascacielos ' o de una casa de cemento
En Portugal, fu en gran parte tambin aceptado por el
armado es levantar ,respectivamente un edificio muy alto o muy
Prof. PAULO CUNHA, en su curso de lecciones correspondientes
slido, no son, en ngor, la altura o la solidez el efecto sino solaa los aos 3" y 4" jurdicos -1935-1936 y 1936-1937- (segn
mente una cualidad del resultado de esa actividad.
deduzco del artculo que cito a continuacin) y ampliamente
Ahora bien, es necesario considerar que el efecto que la sentencia se propone producir, tiene una fuerza vinculante cuya
discutido por ANTONIO JOS BRANDAO, Caso julgado e precluso,
en O Direito, ao 69, pg. 290, Y ao 70, pgs. 98 y sigs., 1937intensidad no se puede en abstracto determinar: es la ley la que
1938, Lisboa.
la atribuye en la medida correspondiente a las finalidades que la
A las objeciones que se me opusieron, cuando este libro se
misma pretende alcanzar. Veremos luego que eso se produce de
public (1935), contest en el artculo "Ancora sulla sentenza e
modo diverso conforme a los momentos del proceso en que la
szdla cosa giudicata" e/Todava sobre la sentencia y sobre la cosa
consideraremos. Doy el nombre de eficacia natural a la de la senjuzgada") que se reproduce ms adelante en este volumen.
tencia que todava no ha pasado en autoridad de cosa juzgada
GUILHERME ESTELITA, si bien hallando "curiosa" la distin(y tendremos de aqu a poco ocasin de examinar sus caracteres).
_ , __ ,cin_entre,efectos ,y cualidadeuieJa...S.rnten~ia.,-y __ "se_d1,tc~Qr;cl,en_S1J, _ _-+__
Ahora bien, la sentencia simplemente eficaz, la ya pasada en autosimplicidad" su aplicacin al problema de los terceros, niega, en
------ riciad 'de cosa juzgada ' (no 'recurrible) y la no sujeta ya a accin
rescisoria (art. 798 del Cd. de proc. civ. brasileo) ofrecen grasu esencia, que pueda ser formulada as. "A lo que tiende el
proceso --escribe- es a eliminar la falta de certeza existente
dos diversos y crecientes de fuerza vinculante. Sin embargo, el
acerca de una relacin jurdica. Pero decir eso, importa afirmar
carcter excepcional de la accin rescisoria justifica su naturaque la inmutabilidad de la sentencia es precisamente el fin ltimo
leza de a~cin ,autno~a y permite que se califique como pasada
en, autondad de cosa Juzgada (inmutable) a la sentencia ya no
. contemplado por el proceso, ya que slo a travs de la misma se
eliminar la expresada falta de certeza. Por 10 tanto; si la sentenSUjeta a r~cursos. He aqu por qu la cosa juzgada se presenta
. cia no sirve en ltimo anlisis a otro objetivo sino al de fijar la
como cualIdad que la ley confiere a lfl. sentencia y a su eficacia
relacin jurdica, al determinar esa fijacin estar al mismo tiema fin de conseguir ms plenamente el resultado pretendido.
po produciendo su efecto supremo. As, cmo admitir que pueaqu, tambin, por qu en la definicin que da GUILHERME Esda negar que la cosa juzgada sea un efecto de la sentencia, quien
TELITA de la finalidad del proceso, se puede y se debe distinguir
precisamente define la cosa juzgada en la inmutabilidad de la
el efecto de la sentencia (fijacin de la relacin jurdica litigiosa)
decisin?".
de la inmutabilidad que, en determinado momento, la ley le
Pero la supuesta contradiccin es inexistente, ya que la "inmuconfiere (cosa juzgada).
tabilidad" no indica ni puede significar sino una cualidad. Ser
[El arto 798 del Cdigo brasileo, al legislar sobre la "accin
una cosa inmutable es justamente una cualidad de la cosa, 10
rescisoria de sentencia", preceptuando que "ser nula la senten" cuando sea dictada:
. a) por juez sobornado, impedido o inmismo que ser blanca, o buena o duradera. Por eso, si el fin dei
Cla
proceso
es,
segn
las
propias
palabras
de
ESTELITA,
fijar
una
rela" . "d'
1
'd
li d
competente Tatione materiae; b) con ofensa a la cosa J'uzgada;
Clon, Jun lca, a cosa Juzga a es una cua "da suya, ya que consiste en el carcter inmutable o indiscutible de la fijacin. En
c) contra literal disposicin de ley", no tiene correspondencia
otros trminos, la cosa juzgada no expresa un efecto autnomo
exacta en el derecho argentino, pues prescindiendo de la accin
de rescisin, que ninguna analoga guarda con ella en nuestro dey s solamente la cualidad de los efectos de la sentencia de permanecer inmutables en el tiempo. De igual modo, si la finalidad
recho, tampoco ~l llamado recurso de rescisin ofrece analoga,
puesto que el nusmo se refiere a la situacin de rebelda (Ley
H;
84
ENRICO
TULLIO LIEBMAN
EFICACB. y
AUTORIDAD DE LA SENTENCIA
85
86
ENRICO
TULLIO LIEBMAN
Civire
EFICACIA Y AUTORIDAD DE
LA SENTENCH
87
88
cida en el proceso como su objeto, o puede tambien haberse restringido ms de lo que la misma podra haber comportado, sin
que por eso se altere el mbito en que opera la cosa juzgada. Y
para identificar el objeto (en sentido tcnico) del proceso y,
en consecuencia, de la cosa juzgada, es necesario considerar que
la sentencia representa la respuesta del juez a las peticiones de
las partes y que por eso (prescindo de la hiptesis excepcional
de decisin extra-petita) tiene los mismos lmites de esas peti. ,
l '
clones, que proporcIOnan, aSl, el mas seguro cnteno para establecer los lmites de la cosa juzgada. En conclusin, es exacto
decir que la cosa juzgada se limita a la parte dispositiva de la
.., sentencia; a esa expresin, sin embargo, debe drsele un sentido
s2lstancial y no formalstico, de modo que abarque no slo la
fase final de la sentencia, sino tambin cualquiera otro punto
en que haya el Juez eventalmeIlteproveidsoore -las petici-o-n es- -----=--de las partes. Se excluyen, por eso, de la cosa juzgada, los motivos; pero los mismos son un elemento indispensable para determinar con exactitud la significacin y el alcance de la parte
dispositiva.
(j) Vase, en cuanto a esta cuestin, ampliamente, ms
adelante, el 5.
(k) Accin rescisoria de sentencia, arto 798 del Cd. de
proc. civ. brasileo. [Vase la primera de las Referencias a la
Adicin h de este pargrafo].
(l) Esto es, que puede la excepcin de cosa juzgada ser argda de oficio por el juez: PAULA BATISTA, ob. cit., 12L"
nota 2; AURELIANO DE GUSMO, abo cit., pgs. 11 y sigs.;
PEDRO BATISTA 1fARTINS, ob. cit., t. JI, 'pg. 306; Y mi nota e::l
CHIOVENDA, ob. cit., t. 1, pg. 529. Supo Trib. Federal, 18 de
setiembre de 1942, en Rev. Forense, t.93, pg. 295.
(m) Vase mi artculo en Rev. Forense, t. 94, pgs. 214
y SlgS.
(n) Vase n. 15.
() Esa separacin de la distincin sustentada por la doctrina, o --si se quiere-- esa superacin suya, no influye en las
consecuencias prcticas que la misma permite poner en evidencia. Sigue siendo cierto, si bien con una expcacin diferen~
EFICACIA- y
89
90
. 'bl 1
.,
( ) Sust enta, por el contrario, como admisl. e a aCClon
de nldad P1JGLllTTI, ob. cit., pg. 342. Para el derecho brasileo, v ase A.'\ID.CAR DE CASTRO, Co'mmtrios ao Cdigo de
Processo Ci'Z/il, L. X Ro de Janeiro, 1942, p g. 308 .
l'
I
I
4.
Los
SUMARIO: 21. Cosa juzgada y eecros secundarios. -22. Volun-tad del juez y efec,os
de la sentencia. -23. Nocin de los efecms secundarios.
21.
e),
l
\
e)
92
'
un tercero ( ).
Calamandrei (4), que ha sido ~l p~imero en llamar la
aten'cl'o'n -sobre -el-problerna -en- Itaha-,-sm seD ararse susta...TJ.cialmente de estos conceptos, ha dado, sin embargo, una
.L.
93
.&..
"""--- ....
..... ...
o p
,-L
\.L
Los resultado~ de las investigacion es hechas en los pargrafos precedentes demuestran inmediatament e que los
efectos secundarios de la sentencia no se pueden Contraponer a la cosa juzgada, que no es un efecto de la sentencia
y tampoco la suma de sus efectos principales, sino slo una
(posible) cualidad suya. Se deber, pues, comenzar por rectificar la distincin confrontando los efectos secundarios
Con los efectos principales de la sentencia, que son, segn
los casos, declarativos, constitutivos o ejecutivos (sancionatorios) .
Pero, aun despus de esta rectificacin, el fundamento
mismo de esta doctrina no convence.
94
22.
EFICACIA Y
AUTORIDAD DE LA SENTENCLI\.
9)
sin
, pr-eclsamente
por sus
eEeetos pnnclpales ' por la decisin de la
L
_
controverSia.
. () ~ecuerdo la cuesti6n que se agit en tiempos asados en la .unsprudencla acerca de la admisibilidad d"~ la acci'on Pd e Condena por
J
parte del acree do r cambiario y resuelta en sentid ~:~ . .
.
.de . "
o aliIIlliltVO preCIsamente en conSl "raCIon del inters que el mismo ..:
, ul
la hi
..ene en procurarse el!
tlt o por
poteca judicial.
96
ENRICO
TULLIO LIEBMAN
97
La sentencia produce a veces, junto a sus efectos principales, efectos secundarios que se distinguen de los primeros, no por su carcter exclusivamente privadstico, ni por
(8) GI elfem seconrJari della sentenza, en Riv. dir. poco civ.,
1934, r, 251, publicado cuando esta monografa estaba en gran parte
ya escrita.
(9) Ob. cit., pg. 257.
(H)
Ob. cit., pgs. 259 y sigs.
r:
e~)
133
esp. pago 539); Y RetToat~ivitd, cit.: id:, pg. 193 (trad. esp. pg. 567).
En contra, SATTA, Effettz secondan, pags. 262 y sigs., porque considera
que todos ~os efectos son entre s independientes y derivan inmediata.
mente de dIcha sentencia.
)
Appunti, cit., pg. 137; Y La natura giuridica delle decisioni
de!la Mag~stTatura ~el Lavaro, en Studi, t. IIl, pgs. 141 y sigs. Este ar-
98
ADICIONES AL 4.
(a) Ejemplos de efectos secundarlOS en el derecho brasileo: derecho de inscribir hipoteca judicial (art. 294 del Cd.
de prce. civ.) . [Debe referirse al art. 84 que regula la hipoteca
judicial en los siguientes tnninos: "Cuan de, en virtud de sentencia, recaiga sobre los bienes del condenado hipot:eca judicial,
la respectiva inscripcin ser ordenada por el juez, mediante
mandamiento, en la forma de la ley civil"; este precepto no tiene
exacca correspondencia en el derecho argentino] . Disolucin de
la comunidad de bienes, di..nanante de la sente,n.cia. que an.uh el
matrimonio (art. 267, II, Cd. civ.) o declara el divorcio (art.
267, ID, del Cd. civ.) . [Vase Cd. c1V. argentino, arto 1291].
Prdida del d~recho a usar el nombre del marido, por parte de
la mujer condenada en la accin de divorcio (art. 324 del Cd.
civ.) . [En el derecho argencino no se halla regulada esta materia; puede enCOll"trarse algn proyecto de ley (vase el de
Fn.,.--'A.,,,rno CERMEsONI, en ]lT. Arg., t. lI, pg. 557); los tri-
99
EF!CACL\. y
. .. .. f. #~.
5.
frente a
27. Oh-E:S:w~il
teora de
Carnelutti.
24.
.c"UTORIDAD DE
LA
SENTEN CIA.
101
teller presente que la diferencia entre sentencia de declaracin de certeza y constitutiva es recentsima), la doctrL.'la
comn es plenamente consecuente, pues desde hace siglos
ha c9nsiderado, casi sin excepcin, que la extensin a los
terceros de los ' efectos de la sentencia debiera sgnificar y
.no pudiera dejar de significar extensin a los terceros de
la cosa juzgada.
Es claro, en cambio, que, desde el punto de vista defendido en este trabajo, el problema se escinde en dos cuestiones diversas y distL.'1tas: la de la eficacia de la sentencia
respecto a los terceros y la de la cosa juzgada respecto a
los terceros.
La lgi.c a querra que se discutiese antes el primero y
despus el segundo de estos dos aspectos. P ero, po_ comodidad de exposi in, los mismos se trat an aqu en el orden
inverso, al objeto de integrar la teora de la cosa juzgada
con la determi..TJ.lcin de sus lmites subjetivos. Esto tendr
tambin la ventaja de permitir que se tome inmediatamente en examen el estado de la ~octrina y de despejar el
terreno en vista de los ulteriores y mayores desarrollos que
seguirn.
25.
102
ENRICO
TULLIO LIEBMAN
103
J _
..4-..1..-..1..&,
104
ENRICO
TULLIO
EFICACL'I. y
LIEBMAN
105
AUTO!UDAD DE LA SENTENCIA
quiz refractario a una solucin terica general que nos lisucitamente que "la sentencia puede tener respecto a los terbere de una casustica minuCiosa en la que todo resultado
~eros ~fectos reflejos". Pero sobre todo Chiovenda recogi
particular permanece dudoso y discutido. Y es notable que
y desarroll la afirmacin de Wach, no aceptndola, sin
algunas de las tendencias recientes signifiquen en parte un
embargo, sin _una gran limitacin que, si bien le qita lo
retorno a las directrices que ya estaban en auge cuando floque podra considerarse el veneno, la priva _tambin de gran
reda la mejor doctrina del derecho comn.
parte de su significado. "Como" todo acto jurdico -di- ,~
Ha habido, ciertamente, en la actual literatura alen:ace (6) - referente a las partes entre las que interviene, la
na una tentativa de resolver todas las dificultades mediante
sentencia existe y vale respecto a todos; de la misma maun principio unitario cuyas caractersticas ofrecen una noilera que el contrato entre A y B vale respecto a todos como
table semejanza con las del conocido problema del huevo de
contrato entre A y B, as la sentencia entre A y B vale resColn: "Cuando una sentencia haya sido pronunciada entre
pecto a todos en cuanto es sentencia entre A y B. No conlos legtimos contradictores -ha sostenido Wach (3)_ la
viene, pues, establecer como principio general que la sencosa..j-uzg.ada e.I:..tre las partes-se....produce, en cuanto--ta1rres"'"------;!!-----'t;e!lc~2. jot'ma- estado-slo entre las partes; sino que, por el conpecto de todos". Pero esta opinin encontr escasa aceptatrario, es necesario decir que la sentencia no puede perjudicin y fu despus decididamente rechazada en forma casi
car a otros que fueron extraos a la litis". Y resume su pensumaria por toda la doctrina alemana posterior, como consamiento, con toda la claridad deseable, cuando afirma:
traria a la tradicin y al derecho positivo (4). Por eso, sin
"Todos estn obligados a reconocer lo juzgado entre las pardetenerse en la que ya no puede, en Alemania, ni siquiera
tes; si bien no pueden ser perjudicados p'or ello". Pero no
llamarse una controversia, es de observar tan slo que la
se puede decir que exista este perjuicio cuando el mismo es
afirmacin de Wach ha encontrado en Italia un eco mucho
de mero hecho; por ejemplo, el ~creedor no puede considerarms amplio influyendo largamente sobre las principales cose perjudicado por las sentencias pronunciadas a favor de
rrientes doctrinales.
_
otros acreedores, porque los diversos crditos respecto de
Ya Ascoli y Cammeo, anotando a Crome
observaban
un nico deudor son, en derecho, plenamente compatibles
e)
e)
C).
105
ENRICO
TULLIO LIEBMAN
BETTI,
(11)
CARNELUTTI,
E FICACIA Y
27.
AUTO:'-IDAD D E
L \
SENTE",CIA
107
Observaciones preli11'l1Zares.
108
ENRICO
TULLIO LIEBMAN
EFICACIA Y
AUTORIDAD DE
LA SENTENCB.
109
110
ENRICO
Segni.
28.
Se ha dicho que la doctrina alemana llama con el nombre de efectos reflejos a los efectos secundarios de la sentencia que se producen para los terceros (2), Y se ha recordado tambin que a veces, al hacer su enumeracin, se
seala por alguno la trascendencia que tendra para los
terceros la decisin recada entre las partes CS ) , aunque
advirtiendo que la misma no significa extensin de la Cosa
juzgada a los terceros. Pero esta ltima reserva aparece,
verdaderamente, poco justificada. En efecto, si se considera que en caso de condena del vendedor por los vicios de
la
vendiEi, -el tercero vendedor-orgmario est sujeto a
su vez a la declaracin de certeza de los vicios y responde
de ellos respecto de su comprador, no se comprende la negativa a ver en esto un caso de extensin de la cosa juzgada al tercero, y la preferencia a ver en ello un efecto secundario y reflejo (14); puesto que la obligacin del tercero
respecto del vencido no surge del hecho de la sentencia
-como esta teora debera lgicamente considerar yefectivamente considera- sino que surge de los vicios de la cosa
vendida, cuya certeza la sentencia se ha limitado a declarar,
con o sin eficacia para el tercero segn las varias opiniones. Ciertamente, en Italia esta distincin no se ha he~ho
nunca y se presenta como poco comprensible: podr discutirse, acaso, si el tercero est sujeto a aquell declaracin
de certeza y hasta qu punto lo est; pero, en caso de respuesta afirmativa y de exclusin de toda facultad en el tercero de discutir nuevamente el punto decidido, se dir que
cosa-
e
e
2)
3)
(14)
"
TULLIO LIEBMAN:
':~ICACIA
111
AUTORIDAD DE LA SENTENCL'\
'1
112
ENRICO
TULLIO LIEBMAN
113
.1 \...
e
e
5
6
)
)
( 17)
\..L.UU U
UI;;
Vase, anteriormente, n. 9.
114
115
-e
9)
Tratatfo ei limiti soggettivi ella cosa giuicata in iritto
romano, cit.
el)
(/2)
116
ENRICO
TULLIO LIEBMAN
117
4)
559.
e
e
5)
Trattato, pg. 175Traftato, pgs. 17, 147, 211 Y sigs.; Cosa giudicata e ra-'
gine, pg. 559.
6
118
E N RI
eo
TUL L I
L I E B ~1 A N
30.
EFICACL'\. y
AUTORIDAD DE LA SENTENCIA
119
es)
120
F.NRICO
TULLIO LIEBMAN
121
en realidad llega a resultados prudentes y razonables, qU;!1105 Que son verdaderamente tales segn 1'a teora general
riendo sobre todo --es un mrito cuya importancia no se
de las partes en juicio.
debe, en absoluto, desconocer, y que incluso se pone aqu
Por 10 que se refiere, en efecto, a los terceros jurdicade relieve slo para facilitar la exacta valoracin de la pomente indiferentes y a su pretendida sujecin a la cosa juzsic in del autor- encuadrar en una sistematizacin unitaria
gada, en cuanto se forma entre las partes .( ejemplo tpico
y bajo un criterio lgicamente constru do y desarrollado en
el de los acreedores que, por una condena de su deudor, susus deducciones, todos aquellos casos en los que se admite
fren un perjuicio de hecho), las consideraciones preliminala comunicacin de la cosa juzgada a un tercero, sin que
res expuestas a propsito del concepto de los efectos reflejos
se hubiese dado hasta ahora una explicacin exhaustiva de
bastan para excluir la opinin comn. Si la sentencia tiene
aquellas que aparecan como aisladas desviaciones de bs
o no efectos para los terceros, es cosa que se aclarar en la
principios legislativamente sancionados sobre los lmites subsegunda parte de este trabajo; pero la cosa juzgada, que no
jetivos de la cosa juzgada.
es un efecto de la sentencia, est limitada por la ley a las
. .
-.",-- - pattes, como se l
'
1
,
'Pero, a111
' egar a este' punto,-''es'necesano-preguntal'se
-sr------,---na preclsaoo
en su 1lUgar ~en
el1 n. 1- 6'). 'T'
L'IlUexisten verdaderamente estos presuntos efectos reflejos y
guna disposicin del Cdigo y ningn principio general ha
estos casos en que lo juzgado se comunicara al tercero: ca.~
sido o podra ser legtimamente invocado para apoyar una
sos y efectos que se deducen todos lgicamente de la ya
:,
conclusin diversa: desde luego, no se podran invocar los
referida afirmacin de Chiovenda: "Todos estn obligad::>s,..
artulos 510 y 512 del Cd. de proc. civ., ni el instituto
a reconocer lo juzgado entre las partes, p~ro no pueden s;'!r
de la oposicin del tercero, que nada tienen que ver con la
perjudicados por ello" (29). AntiCipando sintticamente bs
"
cosa juzgada, como se demostrar en su lugar. Lo que se
resultados de este anlisis, es ~ecesario decir que no parece
dice aqu, resultar, por lo dems, convalidado, de la majustificada la, sin embargo, autorizadsima doctrina que b s i
nera ms segura, por la continuacin de la exposicin.
admite, y que los dos principios negativo y positivo de
Veamos los casos de subordinacin del tercero a la parte,
Betti parecen arbitrarios y -mientras podran contribuir
,
que sera causa de que se comunicara al tercero la cosa juzeficazmente a sistematizar los resultados de la doctrina
;,
gada formada entre las partes;
precedente, si stos fueran exactos- nada aaden, en cambio, para asegurar su fundamento jurdico. En realidad la
a) Como primera figura est indicada la de la "suce
sin
c1p.l t"prrern !l 1!l 1"\~rtp pn 1., .... ~l"l,....~n
;" .... ~~; ......... "'l"T~
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cosa juzgada formada entre las partes no tiene nunca, y en
----- _ ... - - - - - -...., - - - r--"'- ..........
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Ja. u\..u-u:,,"
ningn sentido, valor para los terceros, al menos para aquecicla en juicio" eO). Es necesario distinguir dos casos.
Si la sucesin ocurre mientras pende la litis y es suee
y su referida afirmacin es de aquellas que difcilmente se prestan a ~er
sin
entre vivos el), doctrina y jurisprudencia reciente esdemostradas.
~
.I.~..L'"'Q.
122
(34)
EFICACI,""-
AUTORIDAD DE LA SENTENCIA
123
(35)
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EFICACL~
124
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AUTORIDAD DE LA SENTENCU
125
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126
ENRICO
TULLID LIEBMAN
127
128
ENRICO
TULL I O L!EBMAN
E:?ICACIA y
A V TORIDAD DE LA SENTENCIA
129
la teora -de Betti ha recibido de Carnelutti una interpretacin muy -diversa de la que se ha dado en las pginas
que preceden. Carnelutti la ha entendido como si concordase en los resultados prcticos con la sostenida por l, y ha
expuesto solamente ciertas crticas de importancia simplemente terica sobre alguna de las formulaciones de Betti.
En realidad, el alcance prctico de la tesis de Carnelutti es
(45)
CHIVENDA, PrinciPii, pg. 920, Istituzioni, t. I, pg. 376,
Trattato, pgs. 34, 133, 169---'170.
130
ENRICO
TULLId LIEBMAN
EFICACL'\. y
AUTORIDAD DE LA SENTENCIA
131
..
.
1
1
.
1
..
consecuencIas, extremIsta, trente a roaa la am:enor aoetnna italiana, porque, si bien arranca del mismo concepto de
la eficacia refleja de los actos jurdicos que ha sido tambin ampliamente aceprado y utilizado por los otros escritores, ehmina, sin embargo, el lmite del perjiicio j1I.ridico
que Chiovenda, y otros con l, han Opt esto en el terreno
de los principios a la sujecin de los terceros a la cosa juzgada, y afirma que la cosa juzgada refleja sus efectos sobre
todos los terceros, sin excluir aquellos ~ue sean titulares de
derechos incompatibles con la cosa juzgada a ellos extraa,
viniendo as a sostener la influencia plena de la cosa juz":
gada. sobre todas las relaciones lgicamente conexas con la
decidida, o dependientes de ella, cualesquiera que sean sus
titulares. Los pocos ejemplos que acompaan la exposicin
del pensamiento del autor confirman este significado de
un modo indiscutible.
. Pero, atribuyendo a la categora de los terceros subordinados en la teora de Betti una comprensin considerablemente mayor que aquella que con toda pr~babilidd .corresponde a la intencin de Betti mismo (41), Y capaz, en
~
(1)
132
esto"es;
EFICACB. y
133
al fallo ajeno, sino de obedecer al mismo" C9 ) y, por ejemplo, "el derecho del tercero acreedor depende, ya que no
para su existencia, para su realizabilidad, del hecho de que
en el patrimonio del deudor haya bienes suficientes para satisfacerlo; por eso la sentencia que reconozca un bien a la
parte (se entiende, contra el comn deudor), repercute sobre la relacin del tercer acreedor" ("0). .
Ahora bien, estas observaciones son' posibles slo para
quien desconoce toda diferencia entre perjuicio de hecho
y perjuicio de derecho que una sentencia puede ejercitar
respecto al tercero; slo para quien considera que "no existen sino diferencias de grado de una situacin fundamen..
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(48)
AUTOR.JDAD , DE LA SENTENCL>\.
(50)
Ob. cit.
Ob. cit.
134
- .;;.;.
135
"
CARNELUTTI.
FRIO
D'ONO-
(52)
j
I
136
ENRICO
137
En segundo lugar, Carnelutti no parece muy convincente tampoco cuando afirma que la limitacin subjetiva
contemple slo la eficacia directa, mientras la refleja sera
ilimitada. Para dar un fundamento a esta afirmacin no
basta, en efecto, referirse a las relaciones ~e .conexin y de
interferencia existentes entre las relaciones jurdicas sustanciales (S4), porque las mismas son una condicin sine qua
non del afirmado fenmeno de repercusin, pero no son ni
pueden ser su causa. As como es cierto que el movimiento
reflejo de un ser viviente sera imposible sin un ligamen
entre el rgano que percibe el estmulo externo y . el rgano que realiza el movimiento, pero la causa del movimiento
_tOsytrrffinot6ghi:q~d-a-tey ignol"aj-;-sIDcdas-patte-s-de -lbs ---::"---- reflejo-sigue siendo el estmulo externo; as como es ciert~
terceros, para sujetar las unas a la autoridad de la cosa juz(para referirse a la metfora de Carnelutti) (55) que el
gada, y exonerar de ella a los otros.
eco no se produce sin. la repercusin de las ondas sonoras
en determinadas condiciones de ambiente, pero su qmsa se
Adems, la tesis ampliamente ilustrada en los pargrafos precedentes, segn la cual la cosa juzgada no es un
encuentra siempre en el sonido emitido originariamente; de
efecto de la sentencia sino una cualidad de ella, permite con-
-"la misma manera un determinado modo de ser de una recluir sobre este punto que la afirmada nocin de la efica. I
lacin jurdica, en tanto puede repercutir y reflejarse sobre
cia refleja de la cosa juzgada n? espera ya ser demostrad~,
otra relacin jurdica en cuanto entre ellas exista una cierta relacin, pero la causa' por la cual no se puede discutir
pues, en modo alguno, podra ser justificada. La cosa juzgada ha sido, en efecto, definida (vase, anteriormente, n. 15)
cules sean los verdaderos trminos de la primera relacin
como la inmutabilidad del mandato contenido en la
es la cosa juzgada que se forma sobre ella. Antes, pues, de
considerar "las normas que gobiernan las relaciones singusentencia: ahora bien, no existiendo formas diversas de inlares y que establecen los vnculos recprocos" es necesario
mutabilidad, sta, cuando se produce, es siempre la misma
cosa y vale de idntico modo tanto si en el nuevo proceso
(54)
Ms feliz en la explicacin de los efectos reflejos es REDENTI,
se pretende obtener una nueva decisin sobre la misma reGiud. ov., pg. 37: "una presuncin de verdad tiene efectos para todos
lacin, cuanto si, por el contrario, se discute acerca de otra
aquellos para quienes tendra efectos la realidad a la que prcticamente
relacin dependiente de ella C3 ). En cambio, no es para la
se sustituye. Pero estos efectos de la realidad a la que prcticamente se
sustituye estn determinados a su vez por relaciones materiales sobre
ley en absoluto indiferente si las partes del naevo proceso
las que la providencia est llamada a operar". Pero qu es, sino esto
son las mismas o si son diversas.
precisamente, una cosa juzgada erga omnes? Sera simple y sera verdad,
(5~)
138
estudiar la sentencia, la cosa juzgada y la fuerza de irradiacin de sus efectos, si se quiere saber hasta qu lmite los
mismos puedan producirse. Ahora bien, en realidad sera perfectamente lgico que la cosa juzgada formada sobre
una determinada relacin influyese tambin sobre la decisin de otra relacin de la cual la primera es un presupuesto, pero, precisamente para" evitar una consecuencia lgica,
la ley ha intervenido con su prohibicin cuando sea un tercero el titular de la relacin dependiente. La regla de los
lmites subjetivos tiene precisamente la sola finalidad de
detener, frente a los terceros, las repercusiones lgicas de
la cosa juzgada; pues si no se tratase de consecuencias lgicas, habra -sido superflua -una disposicin especi.al de ley - para evitarlas (56).
Esta conclusin resultar ms convincente cuando se
pruebe que la extensin a los terceros que el arto 1351 ha
querido excluir, es, precisamente, la llamada eficacia refleja, y no puede ser otra. Acptese, en efecto, por un momento, el trmino de eficacia directa de la cosa juzgada, en el
significado restringido que le atribuye Carnelutti. Es decir, para designar aquella solamente que se produce "dentro
de la litis" y forma estado nicamente para la misma "litis"
decidida: no hay duda de que su extensin a un tercero
no es ni siquiera concebible, porque un tercero, mientras
sigue siendo tal, no puede ser titular de la misma litis; por
(56) A quien pretenda sacar de la cosa juzgada formada entre
las partes las lgicas deducciones en perjuicio de los terceros, el viejo
PESCATORE, Sposzone compendosa, t. 1, pg. 268, replic:lba: "quien
razona as no ha comprendido en absoluto el significado de la mxima
res nter alios ooo Qu necesidad habra habido de la mxima res nter
alios, si no sirviera para advertir que no se deba deducir, en perjuicio
de los no llamados, la consecuencia lgica del fallo recado entre otros?".
Aparte la severidad del juicio expresado respecto de sus contradictores,
no se puede dudar de que tena razn.
EFICACIA
II
AUTORIDAD DE LA SENTENCIA
139
_ .".....
140
do podido como las partes defender en juicio los propios intereses y contribudo a la instructoria, no tiene ya razn
alguna para desconocer las resultancias del proceso. Pero
es claro que para este fin no habra necesidad alguna de
llamar al tercero en causa, si fuese verdad que la cosa juzgada se extendiese tambin a l bajo forma de eficacia refleja. As la intervencin forzada del tercero no tendra
ya razn alguna de ser en el sistema de nuestro proceso (c) . .
Diversa, pero no menos grave, es la alteracin que debera sufrir la posicin del tercero segn la teora de Carnelutti. El arto 510 del Cd. proc. civ. permite al tercero hacer oposicin a una sentencia "cuando perjudique sus derechos". N~ obstante alguna falta de certez-; acerca del
significado de esta frmula, historia y sistema de la ley,
prctica y doctrina, ofrecen unanimidad en indicar dicho remedio como facultativo (a diferencia de la oposicin
revocatoria prevista por el arto 512), en el sentido de que el
tercero puede muy bien, en lugar de impugnar la sentencia, simplemente desconocerla como tercero extrao a ella:
de donde se deduce la regla fundamental de que "puede
ser admitido a la oposicin slo el tercero que puede defender su derecho contra la sentencia porque res nter alias
iudicata" CS ) , y que, en cambio, el mismo no est excludo
Apelacin de Miln, 7 de mayo de 1926, Tem lombarda, 1926, 707.
La cuestin no tendra razn de ser si el tercero estuviese de tdos mdos
sujeto a la cosa juzgada refleja.
(58)
CHIOVENDA, PrinciPi, pg. 1014. Esta opinin, ampliamente
predominante hoy en Francia (TISSIER, Thorie et pratique de la tierce
opposition, n. 51; AMIGUES, Tierce opposition, pg. 112; GARSONNET
ET CZAR-BRU, Trait (P ed.) t. VI, pg. 894), es indiscutida en Italia,
siguiendo a PESCATORE, Sposizione compendiosa, t. I, pg. 275, Y la
Relaziane PISANELLI ("La oposicin de que se trata debe ser concedida
como una facultad y no impuesta como una necesidad. Por eso, el de-
EFlCACL~
l'
AUTORIDAD DE LA SENTENCIA
141
en todos aquellos casos en los que, ms o menos excepcionalmente, la sentencia forma estado tambin en contra de
l (59). La cosa juzgada es intangible y, por consiguiente,
excluye tambin la oposicin del tercero.
La lgica consecuencia de la teora de Can:;elutti debera ser, pues, que no exista ningn tercero legitimado para
hacer oposicin.
Pero ocurre que Carnelutti siente, finalmente, la necesidad de socorrer de algn modo al tercero, constreido a
sufrir atado de manos las consecuencias de un proceso en
el que no ha participado; y le concede el extremo remedio
de la oposicin ex arto 510 precisamente como medio para
. eliniinar la eficacia refleja de la cosa juzgada (60); "el tercero que no se vale de ella no puede tilmente protestar de
la injusticia de la sentencia" (61). Pero esto significara
desconocer plenamente el carcter facultativo que la historia.y la ley asignan a la oposicin de tercero, y hacer, por
consiguiente, necesario un remedio que se ha querido conceder al tercero como simple ulterior facultad junto a la
que naturalmente le compete como persona que no ha participado en el juicio. No se diga que al extender al tercero
la cosa juzgada, abrindole al mismo tiempo la va a la
oposicin, se ha restablecido el equilibrio, aunque sea con
ofensa para la letra y para el espritu de la ley; pues es cosa
muy diversa para el tercero poder ignorar la sentencia con
la certeza de poder siempre, cuando se presente la necesidad,
recho del tercero, no siendo en absoluto desconocido por la sentencia proferida inter alias, debe gozar de todas las garantas ordinarias, si al tercero le place hacer uso de l").
(59). CHIOVENDA, ab. cit., pg. 1012. MENDELSSOHN-BARTHOLDY,
ob. cit., pg. 103.'
(~(})
Leziani, t. IV, n. 322.
(61)
142
ENRICO
EF!CACIA y
TULLIO LIEBMAN
ADICIONES AL 5.
(a) Aun cuando no sancionado por la ley vigente (lo estaba, en cambio, por las Ordenar;es, L. 111, 81 pr.), el principio
que limita la autoridad de la cosa juzgada a las partes est ad-
;05,
.~\II
AUTORIDAD DE LA SENTENCIA
143
144
:E NRIC o
- - - - - - +- - -
SEGUNDA PARTE.
6.
SUMARIO: H . Planteamiento del problema. - 34. Eficacia general de la sentencia.35. ConfirInJlciones de la tesis precedente.
1-
j
.{
33.
EFICACIA Y AUTORIDAD DE LA
ENRICO TULLID LIEBMAN
148
SENTENCIA
149
restringe esta autoridad de la hiptesis de que la controversia en torno a la relacin decidida surja entre las mismas partes:del juicio anterior. Pero la rIDsmaafirmacin es
exactsima, y fecunda en amplios desenvolvimientos, si se
refiere a la eficacia natural de la sentencia, independientemente de la autoridad de la cosa juzgada; y esto es posible
siempre que se considere, de conformidad con la opinin
ampliamente predominante y casi indiscutida (2), que la
autoridad de la cosa juzgada no es un carcter esencial y
necesario de los actos jurisdiccionales, sino slo un instituto
dispuesto por la ley por motivos de oportunidad y de conveniencia poltica y social. Si Redenti no ha derivado de su
.. , tOu.as
..l
1
'1..1
d
- agu da llitulclon
.Las consecuenCias
pOSlu.LeS, esto eS ebido solamente al hecho de que no se ha querido desligar de
la acostumbrada identificacin, en un concepto nico, de
la eficacia y de la autoridad de la sentencia.
e).
Por el ~ontrario, .es indispensable distinguir resuelta;mente entre estas dos nociones absolutamente diversas tanto desde eI.punto de vista lgico como desde el punto de vis-o
ta prctico; y de esta distincin, ampliamente demostrad~ .
en la primera parte del presente trabajo, deriva con toda
naturalidad la afirmacin de que la limitacin subjetiva de
la cosa juzgada deja absolutamente sin prejuzgar el problema de la extensin subjetiva de la eficacia de la sentencia,
y que puede, por tanto, muy' bien ocurrir que los efectos de
la sentencia se produzcan aun fuera de la esfera en que
opera la cosa juzgada) haciendo inmutables los efectos
Ill1smos.
CZ)
mlsmo.
e)
Cfr., anteriormente,
I!.
150
34.
ENRICO
TULLIO LIEBMAN
" inters general pudiera ser vlido y eficaz slo para deterrles";"'a"a";"o
y l;",;r'l rl" '1 pll,,~ TT... " f",,",.on,,;
...
.. l1 :n~-l,.,s
.la.,-""v
u
...........
_.,t'_ ..... v .......
tan restringida de los efectos de la sentencia poda ser lgica
cuando el proceso tena carcter de actividad privada y el
fundamento de la eficacia de la sentencia era un contrato
o un cuasi-contrato por el que las partes se sometan ms
o menos voluntaria y libremente al judicium y a la sentencia que deba emanarse. Pero desde que la sentencia deriva
su eficacia de la potestad soberana de la autoridad en cuyo
nombre es pronunciada, de la cualidad pblica y estatal
del rgano que la emana -y puesto que se ha llegado a
adquirir la plena conciencia de esta verdad- sera absolutamente inexplicable que la misma valiese para alguno solamente y no para todos como formulacin de la voluntad
del Estado en el caso concreto. Por otra parte, el proceso
no es una tutela del derecho subjetivo concedida personalniente a su titular, sino tutela, actuacin y garanta del
derecho objetivo, realizada para satisfacer un inters pblico y general; y se desenvuelve en los modos y con las
providencias que parecen ms pertinentes para asegurar el
descubrimiento de la verdad y el triunfo de la justicia: en
esta finalidad se inspira tambin el principio dispositivo
que, en la medida en que limita los poderes del juez, no es
considerado como el reconocimiento de un inexistente derecho de las partes a disponer del resultado del proceso, sino
slo como el medio que la ley ha reputado mejor para conocer e indagar las circunstancias de hecho del caso singular, en atencin a la "inidoneidad de las relaciones privadas
para ser investigadas policialmente por el Estado" y de las
mayores garantas que presenta la defensa de los derechos
privados entregada a los particulares, por los mayores medios de defensa que da a los particulares el conocimiento de
sus intereses"; pero siendo posibles las excepciones, apenas
.1
151
:J"
....
......... ~~
~ .................... _
......
.....................
........... (4.
- _ .............
152
EFlCACL-\ y
AUTORIDAD DE LA SENTENCIA
153
esta presuncin sea eliminada por las circunstancias del heondiciones legalmente exigidas, se impone a la generalidad
cho concreto" (3). As las partes, mientras defienden sus
de las personas sujetds a Id potestad del rgano juzgador
derechos, colaboran en el funcionamiento de la justicia, y la
como vlido ejercicio de su funcin. Por eso, mientras absley confa en que el juego de los opuestos intereses indivitractamente las personas estn sometidas a la eficacia de la
duales, vigilado y valorado imparcialmente por el juez, presentencia, prcticamente sufren sus efectos aquellas en la
pare el terreno de un modo absolutamente espontneo para
esfera jurdica de las cuales entra ms o menos directamenla emanacin de una sentencia que satisfaga el inters y la
te el objeto de la sentencia: por consiguiente, en primer
aspiracin general de la justicia. Para vigilar a fin de que
trmino y necesariamente, las partes, titulares de la relalas partes no abusen del poder que la ley les reconoce de
cin afirmada y deducida en juicio, y despus, gradualmenlimitar la libertad de accin y de juicio del juez, mxime
te, todos los otros cuyos derechos estn en cualquier modo
en los casos en que su inters cabe que no coincida con el desvinculados a aquella relacin en virtud de conexin, depencubrimiento de la verdad, est un rgano pblico que puede
dencia o interferencia jurdica o prctica, ya sea en cuanto a
_~ __'::~~~~ _,!_C(;'iOl~~!_Y_ ~~~rr1pre concluir en las causas ~iyil_es,_ , eL ____~_ _____ ___ S11 _epstencia ya en cuanto a la posibilidad de, su efectiva
realizacin. La naturaleza de esta sujecin es para todos,
Ministerio Pblico, cuya funcin en el proceso civil representa una atenuacin y una correccin del principio dispartes o terceros, la misma; la medida de la sujecin est
positivo.
determinada, en cambio, por la relacin de cada uno con el
El principio no es, pues, un negocio arreglado 'en famiobjeto de la decisin. Entre partes y terceros hay solamente
lia y productor de efectos solamente para 1as personas iniesta gran diferencia: que para las partes, cuando la senten-
ciadas en los misterios del proceso singular, sino una actividad
cia pasa en autoridad de cosa juzgada, sus efectos se hacen {
pblica realizada para garantizar la observancia de la ley;
~mutables, 10 que no ocurre respecto de los terceros.
y puesto que a sta se hallan sujetos todos indistintamente,
l'
No cabe observar, contra la tesis que acabamos de extodos deben igualmente quedar sometidos al acto que por
poner, que ninguna norma de ley dispone expresamente que
el ordenamiento jurdico est destinado a valer como su
tambin los terceros sufrirn los efectos de la sentencia; porimparcial aplicacin. Y este acto no est dirigido a una perque bastar responder que no hay tampoco una norma que
sona ms bien que a otra, sino que incide objetivamente
lo disponga en cuanto a las partes, y, sin embargo, nadie
sobre la relacin que ha constitudo el objeto de la decisin;
duda de ello. La eficacia general de la sentencia se deriva de
y si la voluntad que se acta tiene contenido imperativo, es,
un modo tan llano y natural del carcter pblico universa1en suma, un mandato que se dirige a determinados sujetos
mente reconocido a la administracin de la justicia, que no
prescribindoles un determinado comportamiento; la achay necesidad de norma alguna especial que la sancione extuacin de esta voluntad, justificada por la existencia de las
presamente; por el contrario, sera necesaria una explcita
disposicin contraria para -ser constreidos a entenderlo de
otra manera: pero una disposicin restrictiva en este sene) CmOV'TDA, Principii, pg. 728. Cfr. CARNELUTTI, Lezioni,
t. II, n. 135.
tido no existe, como no existe un principio general del que
154
EFlCACL'\ y
AUTORIDAD DE LA SENTENCIA
155
pueda derivarse una anloga intencin de la ley. Verdaderasegn que se trate de intervencin principal o por adhemente errneo sera el pretender derivar una lli-nitacin sub--sin (c) ; pero es genricamente concebible slo en cuanto
la sentencia que se pronuncie en el proceso en curso pueda
jetiva de los efectos de la sentencia de la lintacin subjetiva
de la autoridad de la cosa juzgada, 10 que supondra demos':'
producir efectos daosos para el tercero, y ste tenga, por
trada la identidad de la eficacia y de la autoridad de la senconsiguiente, inters en evitarlos influyendo ms o menos
tencia, que son, en cambio, cosas absolutamente diversas.
profundamente sobre el resultado de la litis y sobre el tenor
Por el contrario, del arto 1351 del Cd. civ. se puede
de la decisin. Se dice de ordinario que este inters puede
ser de mero hecho o puede ser jurdico, en cuanto el tercero
argumentar exactamente en sentido opuesto y del modo m~s
categrico; porque la autoridad de la cosa juzgada, por no ser
sea titular de una relacin conexa o viceversa incompatible
un efecto autnomo de la sentencia, sino slo una cualidad
con la deducida en juicio; con mayor precisin se habla por
de sus efectos, no es concebible sino respecto a aquellos a
':;~:\
otros del inters que deriva parat el tercero de los efectos requienes estos efectos se extienden, y, por consiguiente, en
.-j
flejos que la sentencia podr tener para l, siguiendo una
____ tanto_tiene necesjd~d_d~ser limitada a d~~!~a4~_ P~~~Q~ ______~ _ ____ _ !.e~ologa recordada ampliamente en su lugar (4). Y se
nas, en cuanto aquellos efectos se extienden, por el contra.
quiere hacer referencia as, al menos en el mayor nmero
rio, ms all de aquel crcu~o restringido, a todos los otros
:C'j
de los casos, a la posibilidad de que se produzca respecto al
~'; .
tercero una extensin de la cosa juzgada o un efecto reflejo
sujetos interesados. Si los efectos de la sentencia estuvieran
limitados a las partes, sera absolutamente superfluo que
.,
suyo. Ahora bien: por lo que se ha dicho anteriormente
:~ ~
. los mismos hubieran de ser inmutables slo para las partes.
:]
( en el 5) es claro que esto no puede ocurrir nunca, porque
_'i
el tercero no est sujeto en ningn caso a la cosa juzgada,
..1
ni a ningn efecto reflejo suyo; y' entonces casi todos, por
no decir todos, los casos normalmente admitidos de inter35. Confirmaciones de la tesis precedente.
j
vencin voluntaria resultaran inadmisibles por falta de in.1
ters en intervenir. Pero la verdad es que tambin aqu es
Una confirmacin indirecta, pero precisa, de estos renecesario distinguir entre los efectos de la sentencia y la
sultados nos la dan los importantes institutos del proceso:
c~osa
juzgada; si sta se halla limitada a las partes, no ocurre
la intervencin y la oposicin del tercero.
as en cuanto a aqullos, que,~pueden proLa intervencin voluntaria de un tercero en el proceso
ducirse y naturalmente se producen tambin para los terpendiente entre otros es, en sus diversas formas, admitida
cetos; y, por consiguiente, en vista de ellos, precisamente,
por nuestra ley cuando el tercero tenga inters en dicho
el tercero puede tener inters en intervenir en el proceso
proceso (art. 201 del Cd. de proc. civ.) Ca). Esta norma
pendiente para impedir que la sentencia contenga una deno es ms que una aplicacin particular del principio general establecido por el arto 36 del Cd. de proc. civ. (b).
e") En cuanto a las principales opiniones, vase especialmente CHIOPero qu inters puede tener un tercero en intervenir en un
VENDA, Istituzioni, t. JI, pgs. 203 y sigs.; SEGNI, Intervento aJesivo,
pgs. 185 y sigs.; CARl'<ELUTI"I, Lezioni, t. TI, n. 108.
proceso que se sigue entre otros? Eso vara, naturalmente,
I
.r
156
EFICACH
157
ADICIONES AL 6.
(a) Vanse los arts. 93 y 102 del Cd. de proc. civ. brasileo. ["Art. 9 3. - Cuando la sentencia haya de influir en
cosLjuzgada _ (~.). _ P.er~nton~",aL
~octr~i~n~a~c~o""m~UI!.~
' ~.___ ~:--____la.-r.ehcin_jurdica entre cualquiera de las partes y un tercero,
resulta un esfuerzo desesperado dar una explicacin plausible
ste podr intervenir en el proceso como asistente, equiparado
al litisconsorte".
del perjuicio que la sentencia puede originar al tercero y
que 10 legitima para proponer oposicin (6).
"Art. 102. - Cuando el tercero se juzgue con derecho, en
todo o en parte, al objeto de la causa, podr intervenir en el
As, la oposicin viene a ser la demostracin ms segura
proceso para excluir al actor o al demandado".
de la existencia de los efectos de la sentencia tambin resVarios cdigos de provllcias regulan, en la Argentina, la
pecto a los terceros, efectos que nada tienen que ver con la
intervencin del tercero en el proceso, independientemente de
cosa juzgada, pero que son las consecuencias de la eficacia
la tercera (vase Referencia a la Adicin d del 5, Y j\.LSINA,
ob. cit., t. I, pg. 359)].
(b) Art. 2" del cd. de proc. civ. brasileo (necesidad de
(5) Cfr. anteriormente n. 32, especialmente en las notas 57 y siinters legtimo para formular un pedido al juez). [Vase ALguientes, donde se recuerda tambin la opinin divergente de CARNELUTTI, y se indican sus inconvenientes y los motivos que determinan su
SINA, ob. cit., t. I, pgs. 177, 186, 227, 277 Y 286].
rechazo. Por lo dems, tanto CARNELUTTI como LIPARl (acerca de cuya
( c) En la terminolog a del Cd. de proc. civ. brasileo, resopinin vase ms adelante n. 29, net:l 39) se mueven dentro del mismo
pectivamente oposicin y asistencia.
orden de ideas del texto y han intentado abrir nuevos caminos precisa(d) Vase, anteriormente, adicin d al 5.
mente por no satisfacerles la opinin comlill.
(e) La misma observacin puede hacerse en cuanto al de(6) Cfr., en erecto, CHIOVENDA, ob. lt. cit., pg. 5O, qUe h~
recho brasileo, con referencia al recurso del tercero perjudicado.
contribu do, como siempre, ms que ningn ot!:o, a explicar el tradicioal principio de que la cosa juzgada no se extiende a los
Frente
nal punto de vista aun cuando, sin embargo, deja al lector muy perterceros, ese instituto no tiene otra explicacin a no ser la de que,
plejo. Tiene, por consiguiente, razn REDENTI cuando escribe (ob. cit,
por el contrario, la eficacia natural de la sentencia alcanza tampg. 121) que "la teora de este remedio debe ser reconstruida ab imi~,
bin a ellos, y puede, por tanto, causarles perjuicio. El arto 815
ya que, tal como se lq entiende generalmente hQy, es un instituto abdel cd. de proc. civ. concede a los terceros la facultad de resurdo y en plena contradiccin cn los principios consagrados par
nuestro mismo derecho positivo".
currir, exactamente para evitar ese perjuicio. [Vase Referencia
a la Adicin d del 5].
7.
SUMARIO: 36. Premisas. - 37. Teora de la cosa juzgada de los actos administrativos.
Crtica. - 38. La sentencia como acto del Estado. Consecuencias para su eficacia. - 39. La injusticia como causa de ineficacia de la sentencia. - 40. Qu t~r
ceros pueden hacerla valer. - 41. Relaciones con la oposicin del tercero. 42. Conclusin.
36.
Premisas.
De todo 10 que precede resultan dos cosas: que la sentencia produce efectos tambin para los terceros y que estos
efectos no adquieren, como para las partes, la autoridad de
la cosa juzgada, no siendo inmutables. Pero nada sabemos
todava acerca de su fundamento ni acerca deL modo de
producirse y de su intensidad, porque la caracterstica puramente negativa ahora enunciada contribuye bien poco
a dar una clara y completa fisonoma de los mismos.
Por otra parte, la sentencia no produce para los terceros
efectos especiales y exclusivamente particulares a ellos, sino
efectos de igual naturaleza que los que produce para las
partes; en otros trminos, los terceros simplemente participan, lo nsmo que las partes, de la eficacia natural de la
sentencia; y la investigacin que ahora se quiere emprender
159
160
161
que precisamente as se explica el que este concepto elemental y fundamental de la teora de la sentencia haya hasta
ahora escapado a la atencin de los escritores. En efecto, la
cosa juzgada opera, a travs de un procedimiento muy similar a aquel bien conocido de la abstraccin, en el sentido
de desvincular y hacer autnomos los efectos de la sentencia, que ella hace inmutables, de los presupuestos de validez
y de eficacia de la sentencia misma.
Donde, por el contrario, la cosa juzgada no opera, esto
es, respecto de los terceros, la eficacia de la sentencia se
presenta en sus lneas desnudas y puras, y exige, y al mismo
tiempo permite, que s~a invest~ad~y de!..erminado su fun-___-t
chmento jurdico. Son, por consiguiente, razones de simple
conveniencia las que han llevado a posponer en este trabajo
el examen de la eficacia de la sentencia, lgicamente anterior, al de la autoridad de la cosa juzgada.
. La finalidad de esta nueva investigacin es, pues, la de
precisar en qu consiste la eficacia de la sentencia indepenclientemente de la autoridad de la cosa juzgada, y explicar
as, tambin y especialmente, cmo yen qu sentido 1a "sentencia produzca efectos fuera de los lmites de la cosa juzgada y precisamente respecto de los terceros.
. Ahora bien, segn el modo d~"";:r>ger;:-eralmente admitido, al menos en Italia, y que ms adel;mte resultar mejor
justificado, la caracterstica principal de la sentencia, y
que sirve para calificarla como acto jurisdiccional, consiste
precisamente en el hecho de que la misma adquiere la autoridad de la cosa juzgada. Despojada de esta caracterstica,
la sentencia se presenta a nuestro examen como un acto
emanado de un rganq del Estado, que, por otra parte, ninguna nota particular e importante presenta que 10 distinga,
en cuanto al modo de su valer, de todos los actos del Estado
de otro tipo o de otra categora. Una ms cuidada consi-
37.
.& modo de premisa, es oportuno recordar una confrontacin anloga hecha por la doctrina ;tlemana ' reciente enrre la sentencia, el acto administrativo y la ley, pero con 'un
propsito opuesto al que aqu nos interesa; han sido especialmente los escritores austracos los que han tratado de
extender la cosa juzgada a los actos administrativos.
No puede causar extraeza el que en Italia yen Francia, si se excepta una sumaria indicacin en contrario de
Cammeo C), el argumento no haya sido tomado seriamente ~ consideraci6n, ya ex e IaZones induso terminolgicas
contribuyen a excluirla casi a priori. En efecto la indicada
extensin ha parecido posible slo porque la cosa juzgada se
expresa en lengua alemana Con una palabra (B..echtskraft)
e)
94 y 98.
16
que traducida literalmente tiene un significado muy genrico, en cuantO slo quiere decir f'zterza j'u.rdjca. El trmino
latino de autoridad de la cosa juzgada expresa mucho mejor el significado tcnico preciso que la misma adquiere en
la teora del proceso y que difcilmente se presta a una
extensin del conceptO a la teora de los actos adminisrrativos o, en general, de los actos del Estado.
Esto no nos exime, sin embargo, de hacer aqu una breve
indicacin de la cuestin, porque si se debiese considerar
aceptable el resultado a que llega la recordada tendencia
doctrinal, resultara, por implcita exclusin, imposible la
ulterior investigacin que aqu se quiere emprender.
Fu primero Bernatzik- eJ- quien-s plante la cuestin
de si el instituto de la cosa juzgada, tal como est disP-t-les
- -t o---"'-"'-por las leyes y elaborado por una doctrina de muchos siglos
en orden a la sentencia, puede adaptarse a los '.Ctos administrativos para in~car su carcter definitivo, y concluye
en modo afirmativo en cuanto a los actos cuyo contenido
es declarativo de .derecho (concepto entendido por l en
modo muy amplio comprendiendo numerosas actividades
administrativas). Lo siguieron otros numerosos escritores,
amplia..TJ.do sucesivamente sus resultados (a), hasta que MerkI
(!) Recbtsprccml11g und l1uzterie{Je Rechtskraft (Wien, 1886),
passi:m y espec. pgs. 131 y sigs. Contra su demasiado amplio cC:lncepto
de "declaracin de derecho", vase alguna indicacin en FORTI, La rJ'VQ ca=.ione nei ricOTsi am7n., en Gilf,r. il., 1908, IV _60. Bn.."<ATZIK. tennina en readad, por no poder ya &ringuir el acto jurisdiccional del acto
administ:r:ltivo: Lruzzr, L'a.ito gi1lrisdiziona.le, en Foro 0.111'111., i928,
IV 156.
e)
EF1CACH y
AUTORIDAD DE LA SENTENCB.
163
164
165
mismo, en su existencia exterior, es para los actos admiLO puede revocar un acto, puede tambin emanar un segundo acto que, sin revocar expresamente el precedente,
nistrativos bien diversa de aquella que, en cuanto a las ser:rencias, se suele indicar como cosa juzgada formal: el acto
.anule o modifique sus efectos; finalmente, porque, cuando
existe lesin de un derecho subjetivo del particular, el acto
administrativo es considerado definitivo por nuestra ley
administrativo est, en general, sujeto al juicio de la autoricuando el interesado no puede ya proponer contra l recurso jerrquico ante la autoridad administrativa; pero, predad judicial; la cual, aun cuando no pueda anularlo, conoce,
cisamente a partir de este momento, es cuando el acto puesin embargo, de su legalidad y puede condenar a la adminisde ser impugnado ante los rganos de la justicia administr:;.-:
tracin a resarcir el dao injustamente producido o constretiva (art. 34 T. U. de 26 de junio de 1924, n. 1054); Y
irla a conformarse a su decisin anulando o reformando el
cuando tambin haya transcurrido el trmino para el reacto ilegtimo (arts. 2 y 4 de la ley de 20 de marzo de
curso jurisdiccional o ste haya sido rechazado, el acto se
1865, anexo E; arto 27 n. 4, T. U. de 26 de junio de 1924,
convierte en definitivo para el particular interesado, porqt.:e
~
n. 10 54) (a).
ueda
"sustrado
.a:cualquier---forma-deimpugnacin-pe-r
--------
po"i 16 dems se ha observado en su lu~ar
(anteriorq
o
parte de l, pero no es definitivo para la administracin,' qt.:e
mente, n. 19) que entre cosa juzgada formal y sustancial
no existe la profunda diferencia que se suele afirmar genepuede siempre anular el acto si lo considera ilegtimo, y .
-,
ralmente, especialmente por la doctrina alemana, y que no
puede, por lo general, revocarlo aunque sea legtimo (6;,
ya que su actividad est informada en las exigencias del I:se trata de dos diversos conceptos e institutoS) sino de dos
ters pblico, que son mudables en el tiempo y tambin
aspectos inseparables de un instituto nico; y esto, por las
susceptil;>les de diversa valoracin en momentos sucesivos al
razones expuestas, no podra de ni..'1gn modo aplicarse ' a
los actos administrativos sm n~sultar radicalmente desnade la emanacin del acto, y a estas exigencias debe conformar su actividad sin sufrir obstculos derivados de actos
turalizado.
anteriores. Todava menos puede hablarse, en cuanto a los
Finalmente, en cuanto a los actos legislativos, parece
actos administrativos, de una inmutabilidad de los efectos,
impugnable la opinin comn de que un carcter, ms que
esto es, de la verdadera autoridad de la cosa juzgada, pornatural, esencial de los mismos es el de su mutabilidad, porque, indudablemente, la autoridad administrativa, en cuanque el derecho debe poder en todo tiempo ser adaptado a las
necesidades variables de la vida social y a su mudable valo(6) R.I\.NELLETTI, Guarentigie delta gt1tstizia nella t:u~b~ica amracin por parte del poder legislativo (art. 5 de las disp.
ministrazione, cit., pgs. 35 Y 13 6; ROMANO, Corso dt dmito amministrativo (Padova, 193 O), pg. 237; RAGGI, Revoc~bil~t~ degli .a:ti
prel. al Cd. civ.) (b). Pero no se puede estar de acuerdo
amministrativi, en Riv. dir. pubbl., 1917, 318; BORSI, Glust1Z1a ammmz~
con la reciente afirmacin segn la cual jurdicamente no
trativa, 3" ed., n. 10, todos los cuales excluyen por este motivo el que
se pueda hablar de cosa juzgada para los actos administrativos.
es la ley posterior la qu abroga la anterior, sino que es la
Quedan, naturalmente, fuera de la cuesti~ las ~e~isi?n~s de 1:15
vieja ley la que, por una condicin resolutoria implcita en
jurisdicciones administrativas, sobre cuyo caracter JunsdicclOna1 no
sus disposiciones, cuando sea emanada una disposicin leexisten dud2s.
j .
166
EFICACB. y AUTORIDAD DE
LA
SENTENCH
167
38.
e)
ESPOSITO, Validita delle leggi, cit., pg. 77, donde se examinan tambin las varias opiniones sobre el tema. Cfr., anteriormente,
n. 11 y especialmente nota 13 del mismo.
(8) Cfr., en general, Ca..."'dMEO, C01nm., pg. 96; R.ANELLETTI,
Istituzoni di dir. pubbl., 3~ ed., pg. 104.
(11) Verwaltungsrecht, t. 1, pg. 94.
Q
Der fehlerhafte Staatsakt (Tbingen, 1908), pg. 44; Ver)
waltungsrecht, pgs. 254 y sigs.
(n) System, cit., pgs. 220 y sigs.
.e
Z
)
R.OMANO, Corso, cit., pg. 215; BORSI, Esecutorieta degli
att amministrativi, ed. sep. de Stud Senesi, 1901, pg. 83; PRESUTTl,
Limiti dal sindacato d legittimita (Milano, 1911), pg. 112; TREN11N,
Atto Amministrativo (Roma, 1915), pg. 13 8; DE VALLES, Validita
degli atti ammnstrativi (Roma, 19P), pgs. 349 y sigs., 480; MIELE,
La manifestazione di volonta del privato nel diritfo amministrativo
(Roma, 1931), pg. 20; BR.ACCI, Studi per Cammeo, t. 1, pg. 156.
Para la presuncin expresamente tambin JELLINEK, W., Zweiseitiger
Verwaltungsakt, etc. en Festgabe des Preztse. OVG. (Berln, 1925),
168
e
eS)
e
7)
9)
RANELLETTI, Guarentige, pg. 130; DE VALLES, ob. cii.,
p:ig. 479; ESPOSITo, ob. cit., pg. 285.
II
169
MAYER, ab. cit., pg. 95; KORMANN, ob. cit., pg. 217; AN)
DERSEN, Ungltige Verwaltungsakte (trad. alem., 1927), pgs. 61 y
sigs.; ALCINDOR, loe. cit.; JEZE, loe. cit.; ESPOSITO, ob. cit., pg. 285
en nota.
(23) Este modo de plntear el problema se niega implcitamente
por ESPoslTo, ob. cit., pg. 316; pero esto es natural, porque parte del
modo comn de entender las relaciones entre eficacia de la sentencia
y cosa juzgada, y no distingue las partes de los terceros. ,
170
EFICACIA
ridad de la: cosa juzgada, mientras para los terceros se produce con una intensidad menor, ya que puede ser caso por
caso rechazado mediante la demostracin de que la voluntad del Estado es en realidad diversa de la declarada.
Aun cuando esta afirmacin pueda parecer atrevida, la
. misma est, sin embargo, justificada del modo ms simple
y fcil por la posicin y por el carcter pblico universalmente reconocidos al proceso en el Estado moderno, y para
poner de relieve su evidencia ha bastado disociar la nocin
de la eicacia de la sentencia de la nocin de la autoridad de
la cosa juzgada, que en el pensamiento comn han estado
desde tiempo inmemorial mezcladas y confundidas.
"j.
I
Las conclusiones que acabamos de exponer tienen, sin
embargo, necesidad de ser explicadas y aclaradas.
La sentencia puede ser contraria a la ley por razones
muy diversas C4 ) . Ante todo, el juez puede haber violado
sus disposiciones en el desarrollo de su actividad, y esto ocurre, entre otros casos, cuando haya pronunciado no obstante la falta de los presupuestos procesales; adems, puede
haber omitido la observancia de las prescripciones de forma
relativas a la misma sentencia (arts. 360 Y 361 del Cd. proc.
civ.). En todos estos casos, se tiene nulidad de la sentencia.
Pero la sentencia puede ser contraria a la ley en cuanto
al contenido, y esto produce su injusticia.
La nulidad invalida la sentencia como acto final del proceso y, por consiguiente -salvo el caso de que el . vicio
\
II
j'
AUTORIDAD DE LA SEi-iTENCIA
171
sea tan grave que produzca una nulidad radical V absoluta e S) (e)-, puede ser hecha valer slo en el mis~o proceso con los medios de impugnacin establecidos por la ley, y
nicamente por las partes, que son los sujetos de la relacin
procesal y, por tanto, las nicas personas lesionadas por la
nulidad e interesadas en hacerla reparar (26)
La injusticia s refiere, en cambio, a la sentencia como
juicio y puede depender tanto de un error de derecho cuanto de un error de hecho CT) ; en todo caso, la concreta voluntad del Estado es diversa de la declarada y puede, por
consiguiente, perjudicar injustamente al tercero cuvo
, derecho sea de algn modo conexo con la relacin decidida por
1
.
1.
"r '
la sem:encla. \....,uanao eS1:O se vennca, corresponae al tercero
la facultad de hacer valer y demostrar el error que vicia la
decisin, al objeto de rechazar el efecto daoso para l. Puede hacerlo cuando el error existe objetivamente, aun cuando no sea imputable al juez, dependiendo, por ejemplo, del
resultado de una prueba legal (confesin, juramento), y
aunque sean responsables las partes por haber dejado que se
verificase una preclusin (ejemplo, decadencia de la 'orueba testimonial por transcurso del trmino) .
~
Pero, en rigor, no se trata de un simple problema de
prueba. La frmula corrientemente usada por la doctrina
publicstica de una presuncin iuris tantum de legitimidad
del acto, que producira la inversin de la carg de la prue~
39.
...
5
)
Cfr, sobre el problema CHIOVENDA; PrinciPii, pgs, 897 y
sigs., e Istituzioni, t. II, pg. 493; y, por lti.'11o, ESPOSITO, ob. cit.,
pg. 277.
.
6
)
Aunque con la oposicin de tercero no se pueden hacer
valer los vicios de nulidad de, la sentencia: CHIOVENDA, PrinciPii, pg.
1011. La importancia de este paralelismo resultar mejor en el n. 41.
CZ7) CHlOVENDA, PrinciPii, pg. 896. A este concepto corresponde
el de la legitimidad del acto administrativo por violacin de ley: RoMANO, Corso, pg. 215; RANELLETTI, Guarentigie, pg. 122.
(
172
173
174
175
40.
ponde en fin exactamente a la llamada excepo malt proPero no todos los terceros perjudicados por la sentencia
cessus, que se encuentra aludida en algunos fragme~tos de
tienen la facultad de rechazar su efecto con la demostracin de su injusticia. Tambin sta, como cualquier otra
las fuentes y que estaba admitida con amplitud no SIempre
igual en el derecho comn (31), y se conserva ' tambi~ en
actividad de una parte en e1 proceso (art. 36 del Cd. de
nuestro Cd. civ. al vendedor frente al comprador eVIcto
proc. civ.) (f), es admisible ~lo si se apoya en un inters
por elart.-1497: normade-la cual -n<res,pQ.1"--{}tr-2-p-arte,I..,'----+----JUrI
~.::-:'dico~ Por eso, todos los terceros que sufren por la sentencia un simple perjuicio de hecho no tendrn aquella facito derivar argumento alguno en favor o en contra de la
2
tesis aqu sostenida
) , porque la singularidad de sus racultad; la cual corresponder slo a los que son titulares' de
un derecho incompatible con la sentencia, estando, por conzones histricas no permitira fundar sobre ella ni una interpretacin extensiva Ili una argumentaclOn a contrario.
siguiente, jurdicarnente perjudicados por ella. A este resEn efecto, el vendedor estaba, en prmcipio, considerado supecto debe recordarse y aplicarse aqu la distincin formujeto a la cosa juzgada formada contra su vendedor, a conlada por Chiovenda y por Betti (cft. anteriormente,_ ndicin de que la litis le hubiese sido' denunciada a tiempo;
meros 26 y 29).
ms tarde se admiti que equivaliese a la denuncia la prueba de que tambi~ la presencia en causa del vendedor no
habra podido evitar la derrota eS), y, finalmente, se invirti la carga de esta demostracin, haciendo recaer sobre
el vendedor la prueba de que "existan suficientes motivos:
para hacer rechazar la demanda" (art. 1497 del Cd. civ.).
As, en cuanto a las dos categoras extremas de terceros, las consecuencias que se deducen de esta teora coinciden prcticamente con las de la opinin dominante. De un
lado estn los llamados t~rceros jurdicamente indiferentes
(ej., todos los acreedores del -vencido) que son perjudicados
de hecho por la sentencia y que no podrn, por. consiguiente
176
.conocer a los terceros un inters tutelado por el derecho a discutir y a alegar sobre los mismos; en estos casos, la eficacia
natural de la sentencia, al no poder ser contradicha, equi~
vale a la autoridad de la cosa juzgada (h). Por otro lado, los
1:~cer~ que se dicen titulares del mis
rec
que ha
.constitu do el objeto de la decisin nter alas, no pueden
ser perjudicados por sta en lo ms mnimo, ya que la
relatividad necesariamente inherente a un juicio entre dos
personas no puede en modo alguno influir sobre la posicin
Jeun tercero que, si es verdaderamente el titular del derecho controvertido, excluye, por eso slo, a ambos litigantes del derecho mismo (35): la sentencia que en una
. . -de -un f_un_o
rl -no
- -- - - ---- --- -causa--entre A y --B dec1ara -l A -prop!etano-afecta la posicin de e verdadero propietario del fundo,
porque, no obstante el carcter real del derecho controvertido, la decisin se ha limitado a resolver la controve!.sia entre A y B (36).
Los resultados se presentan, en cambio, muy diversos
en la vasta zona de las relaciones conexas y complejas. Aqu
la sentencia que' decide sob~e l 'relacin que constituye un
presupuesto de la relacin del tercero, aunque sea res inter
.alios iudicata y, por consiguiente, carente de autoridad de
.cosa juzgada respecto a l, ejerce, sin embargo, su eficacia
natural respecto a todos, y el tercero no podr evitar el
perjuicio" que la misma produce tambin para l sino
demostrando su intrnseca injusticia: la sentencia contiene,
en efecto, tambin para l la formulacin autoritativa de
la voluntad del Estado sobre la relacin decidida, y l po(35) Conforme CHIOVENDA, PrinciPii, pg. 923; Istituzioni, t. 1,
pg. 379.
(36) Sobre el carcter personal de una relacin jurdica, cuando
es deducida en juicio, vase CmoVENDA, Istituzioni, t. 1, pg. 15.
177
dr rechazar las consecuencias de la misma que le son desfavorables slo demostrando que aquella voluntad es, en
realidad, diversa _de como fu declarada por el juez.
41.
- - ! -- -
Pero el tercero no est obligado a esperar que la sentencia sea producida cqntral en una causa posterior; si
quiere, puede tomar la iniciativa para hacer declarar la
injusticia de la sentencia respecto de l, y podr proponer
a este fin la oposicin rle tercero a base del arto 510 del
Cd. de proc. civ., que es, precisamente, el remedio espe--- efico - concedido por la ley al tercero para impugnar el
efecto daoso que la sentencia nter alas es susceptible de
producirle: es necesario que el mismo sea verdaderamente
tercero y, por consiguiente, no sujeto a la cosa juzgada
y que sufra por la sentencia un perjuicio jurdico C').
Ahora bien: como se ha visto, stos son tambin los requisitos para que el tercero pueda simplemente demostrar
la injusticia de la sentencia producida en causa contra l.
As esta facultad coincide exactamente Con la legitimacin
para la oposicin: se trata de dos remedios paralelos, diversos slo en las consecuencias, porque la oposicin lleva 'a la
declaracin de la injusticia de la sentencia en va principal,
quitndole vigor respecto del tercero a todo efecto; mientras la demostracin dada en va incidental de la injusticia
Ap.
1-::1 ....<:'113"1'".0"1"";'"
;1""t"'II1"'\;~O C'ol"T"Y"'.o._t-.o ..................
. . :. It:l
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..... ~- ..,.,.,~-mo se
...... - .......
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UC:
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~_
.I..I..I.,Y.I.-. ......
.,
.&.GL..L..L"'~.&.\. ....
c;~~
~J.ll:S
deduzca de ella el efecto daoso que se quera derivar contra l, con un resultado limitado al proceso singular.
CS') Conforme, acerca -de estos dos requisitos, CHIOVEND,-\, 15tituzioni, t. 1, pg. 384; si bien la demostracin de la existencia de
efectos de la sentencia para los terceros explica en qu consist~ el
perjuicio.
r
178
42.
Conclusin.
La conclusin de este trabajo consiste, pues, en ia demostracin de que la sentencia produce normalmente efectos tambin para los terceros, pero con intensidad menor
que para las partes, porque para stas los efectos se hacen
inmutables por la autoridad de la cosa juzgada, mientras
que tratndose de los terceros, los efectos pueden ser combatidos con la demostracin de la injusticia de la sentencia.
Usando, por un momento, la terminologa del cdigo, se
, podr decir qu e la sentencia tiene para las partes una eficacia de presuncin i1tris el de iZlre, y para los terceros, en
cambio, de presuncin i uris fcmt'wrrt. Sin volver . sobre la .
demostracin del fundamento en derecho de la tesis expuesta, es oportuno, sin embargo, poner de relieve la ~on
dad prctica y la equidad de la solucin a que la rru.sma
conduce. Ella tiene, ante todo, la ventaja de utilizar, en
la mxima medida posible, la actividad procesal cumplida
en cada juicio por el rgano jurisdiccional y por las partes,
en beneficio absoluto de la economa de los juicios; tiende,
por otra parte, a f avorecer la armona de los reS:lltad~s ~e
los procesos sobre relaciones conexas Y dependenCIas, dismin uyendo las ocasiones de con tradiccin en los fallos; pero
obtiene estos objetos sin sacrificar los derechos de los terceros a los que concede amplia, facultad de defensa en los
casos en qtle la sentencia pronunciada nter alias est viciada por errores. Todas las teoras m ir~10rtantes dan lugar
en este campo a inconvenientes notables, porque se ven
constreidas o a extender a los terceros la cosa juzgada
o bien a negarse a reconocer cualquier eficacia de la sentencia respecto a los terceros: o todo o, nada. Las dificultades
disminuyen admitiendo una solucin intermedia, que e!tiende tambin a los ~os la eficacia, p~ro r;9 la2.!!!.0-
179
180
ENRICO
TULLID
LIEBMAN
EFICACIA
U~L
DE
Lo\. SENTENCIA
181
garantizar la justicia, pueda servir de instrumento para perpetrar el fraude. Por eso, una parte de la doctrina procur por
varios caminos elaborar remedio correspondiente a la oposicin
de tercero: PAL'l.O CUNHA, Si1nu/afo processual e an1llaco do
caso i1~lgado (Lisboa, 1935, anterior al actual Cdigo ~ortu
<>us) . ROM~o S.~CHEZJ La pa.tlia1ut contra las sente-ncws q1le
S011 efecto de fraude de las pat-tes, en Revista de la Escuela
. de
Jurisprudencia (Mxico), 't. Y', pg. 377; COUTURE, La accin
re1/ocatcria de la cosa juzgada fraudulenta, en La Ley, t. 16,
1939, seco doctr., pg. 104, Y Fundamentos del derecho procesal
civil, pgs. 215 y 263.
En el Brasil, el tercero, siempre que 10 haga en tiempo, puede
interponer la apelacin (art. 8 U ); pero, una vez transcurrido
el breve plazo en l establecido, la ley no prev ningn otro re- --1'--.1:-
llC:U1V.
r~T~ .. ~ Po.co_o_~: __
L~
'-a..:;:I\......n.\w.J...\....I..\"...u,,-,.1Q.
a.
1_ A ,.:_:~_ .J .:1_1
..La.
.L.l..u.J.'-..lv.u.
u-
U'C..l
f:
~
e, c
J. vOSt1.eilen
.1
~h-
gunos escritores que la accin rescisoria puede ser propuesta tambin por los terceros perjudicados (JORGE AMERICANO, A<;o Resria, 2 ed., Sao Paulo, 1926, pg. 108; PONTES DE MIRANDA
Afo Recis?ria das Sentenfas, Ro de Janeiro, 1934, pg. 142):
excluyen, Sill embargo, explcita o implcitamente, de entre esos
terceros, los acreedcres, sin hacer distincin, ni referencia, al ca~o
de fraude. Adems de eso, la accin rescisoria slo puede ser propuesta en razn de vicios de sentencia taxativamente enumel'ados
(art. 789 del Cd. de proc. civ.) y no nos parece, por tanto, ese
el remedio adecuado para la hiptesis que aqu consideramos.
Y AUTORIDAD
.'
182
ENRICO
TULLIO
LIEBM ..... N
FICACIA y
..... UTORIDAD DE
LA SENTENCIA
183
El
EFICACH y
AUTORIDAD DE LA SENTENCIA
185"
8.
APLICACIONES.
SUMARIO: 43. Objeto del prese:lte pargrafo. - 44. Nulidad, revocacin, resolucin
de un negocio jurdicc. - 4L Accin de regreso. - 46. Accin de indemnizacin:
seguro. - 47. Obligaciones solidarias. '-- 48.F ianz;;:--
43.
terio directivo en la solucin de estos casos diversos, la remisin a las normas de derecho sustancial, nicas que deberan determinar si hay relaciones que no pueden existir
respecto de las partes sin existir tambin. respecto de los
terceros, o que no pueden dejar de existir respecto de las
partes sin que de ello derive neesariamente el que tambin
dejen de existir respecto del tercero; y 'funda so~re esta base
los casos de extensin de la cosa juzgada a los terceros, aplicando este criterio en una casustica varia y poco coherente.
Pero ya se indic que este planteamiento del problema peca
de peticin de principio y carece de fundamento (vase~
anteriormente, ns. 27 y 3 O). FinaLTIlente, la de la eficacia
refleja de la cosa juzgada frente a todos ha sido rechazada como contraria a las disposiciones del derecho vigente
(vanse ns. 31 y 32).
Sin volver sobre este aspecto de la cuestin, se pondrn
ahora en claro los inconvenientes prcticos de estas diversas teoras.
44.
136
Civil) C) (a) - salvo, sin embargo, los derechos adquiridos por los terceros sobre bienes inmuebles anteriormente
.a la transcripcin de la demanda judicial, de acuerdo Con
los artculos 1080, 1088, 1235, 1308, 1511, 1553 Y 1787
.del Cdigo Civil; vase tambin el artculo 1933, n. 3; Y
salvo la aplicacin eventual del artculo 707 del Cdigo
civil en cu-anto a los bienes muebles-; 10 mismo puede decirse, finalmente, en cuanto a la simulacin, en los lmites
dentro de los cuales se la considera oponible a los terceros C) (b).
Pero la cosa juzgada que se forma sobre las sentencias
que contienen estos pronunciamientos forma estado tambin frente a los terceros que.-han-permanecido ajenos aljuicio? (c). La doctrina predominante responde que no, en
estricta aplicacin de la regla sobre los lmites subjetivos C); otros d~stinguen remitiendo caso por caso a las
-'
AUTORIDAD DE LA SENTENCIA
187
e)
Esto vale tambin para la resolucin en fuerza de la conmoCin resolutoria tcita, si se considera que la misma opera retroactivamente, como parece que puede argumentarse de acuerdo con el arto
1976 ya contrario segn el 1511 del Cd. civ. Vase, sin embargo, en'
:sentido contrario BIGIAVI, en FJv. dir. comm., 1934, I. 695.
(2) En sentido afirmativo, cuando la simulacin sea probada por
:acto pblico (art. 1319): COVIELLO, N., Trascrizione, t. I, n. 290; CoVIELLO, L., Gi1tr. it., 1904, 1, 1, 485; STOLFI, Apparenza del dirtio
(Modena, 1934), pg. 22. En contra, sin embargo, en cuanto a los ter,ceros de buena fe, FERRARA, Simulazione, ns. 62 y sigs.; DE RUGGIERO,
Istituzioni (6~ ed.), t. I, pg. 243; CmOVENDA, Istituzioni, t. 1, p:g.
156.
(3) Esta doctrina es tradicional en Francia desde POTHIER en adelante (ZACHARIAE-CROME, Manuale di dirUto dvile rancese (trad.
it., Milano, 1907), t. I, pg. 413; PLANIOL-RIPERT, Trait pratique, t.
VII, n. 15'57; BAUDRY LACANTINERIE-BARDE, Oblig., t. IV, n. 2690;
COLIN-CAPITANT, Cours lm. t .. H, pg. 256), yen Italia (PEscATaRE, Sposizione compendiosa, t. 1, pg. 263; MATTIROLO, Trattato, t. V,
n. 101; GALLUPPI, Opposizione di terzo, pg. 247; GOVIELLO, Ma-nuale, pg. 572; Casacin de 7 de abril de 1930, en Foro it., 1930, I,
1117 Y de 11 de diciembre de 1931, en Foro it., 1932, I, 348).
EFICACV\.
(4) CmOVENDA, PrinciPii, pg. 924, que, sin embargo, no se pronuncia sobre los casos aqu exarr.inados.
(5) CARNELUTTI, Efficacia diretta ed efficacia riflessa, en Studi,
cit., t. 1, pg. 429; Lezioni, t. IV, n. 387.
(6) Es la tesis acogida por alguna sentencia, aun cuando sea con
la inexacta motivacin de la eficacia presuntiva o probatoria de la sentencia respecto del tercero. Ver, anteriormente, 7, nota 28.
188
ENRICO
TULLIO LIEBMAN
46.
Un grupo de casos en que la cuestin se presenta en trminos similares se tiene cuando corresponda al vencido en
un proceso una accin de regreso contra un tercero.
Tambin aqu hay una relacin de dependencia entre
dosbligacibhes, en vlrtuclde--la-c-uai-de-tn::xistehda b inexistencia de una de ellas depende el nacimiento de la otra.
Como es sabido, el titular de la accin de regreso (fiador
demandado para el pago; adquirente amenazado de eviccin) -puede llamar en garanta o al menos llamar en .causa
al garante (deudor principal; enajenante), obteniendo as
la extensin de la cosa juzgada y, por consiguiente, .la certeza indiscutible tambin respecto de l del presupuesto de
la accin de regreso. Pero, si no lo ha~e, qu efecto tendr
la sentencia frente al garante? Aparte el caso expresan:ente
resuelto por el artculo 1497 del Cdigo civil ("la garanta
por causa de eviccin cesa cuando el comprador se ha dejado condenar con una sentencia pasada en autoridad de
cosa juzgada, sin llamar en juicio al vendedor, si ste prueba
que haba suficientes motivos para hacer rechazar la demanda"), debe adoptarse idntica solucin tambin en todos los otros casos en que se quieren evitar los habituales
inconvenientes (e).
.,
189
Obligaciones solidarias.
El problema no vara en los casos de coobligacin.
Ante todo, en las obligaciones solidarias, que figuran
190
entre las ffi2S afectadas por la cuestin que aqu nos interesa (9) : qu valor tendr la sentencia que condena o absuelve a un deudor respecto de los codeudores solidarios? O qu
valor tendr respecto de los coacreedores, si se tratase de
solidaridad activa? Algunos sostienen la extensin de la Cosa
juzgada (f), otros la niegan, otros distinguen entre fallo
favorable y desfavorable (g). Son tantas las complicaciones
y tantos los inconvenientes de todas estas soluCiones, que no
hay esperanza de que disminuya la intensidad de la polmica. Y parece que la conclusin ms justa sea la de extender al tercero la eficacia de la sentencia, pero sin la
autoridad de la cosa juzgada, dejndole ntegra, por consiguiente; la fatultad-,k-discutir-1a eficacia de la sentencia.
EFICACIA
_ 1
AUTORIDAD
DE
LA SENTENCIA
191
)
MATTIROLO, Trattato, t. V, n. 125; GIORGI, Obbligazioni~
t. I, pg. 197, Y lo citado ar.::e:-iormente, 5, notas 43 y 44, aunque sea
con diversa motivacin.
3
Notable, sobre todo, el testimonio de BACHMANN, Das Rec.bts)
kriijtge Zivilurteil, cit., pg. 55, que es esencialmente un prctico y
escribe: "el juez del segundo proceso se adhiere muy a menudo a los
convincentes mothos de la precedente sentencia. Por tanto la sentencia
pronunciada contra el deudor establece de jacto la situacin del acreedor victorioso como si la carga de la prueba resultara invertida: Peroeste efecto de hecho infinitamente importante en el proceso... no
debe confundirse con una eficacia probatoria".
2
48.
Fianza.
Obtenida por el acreedor condena contra ei deudor principal o contra la sociedad en nombre colectivo, se extender al fiador, y respectivamente al socio ilimitadamente
responsable, la cosa juzgada sobre la existencia o inexistencia de la obligacin pincipal?
La pregunta es de las tpicas y ha sido recordad~ tambin ms arriba: todas las respuestas han tenido defensores:
la afirmativa CO), la negativa e") y la que distingue entre
(9) El caso es cuidadosamente estudiado por CoSTA, Interl/ento
coatto, cit" ns. 18 y 19, pgs. 51 y sigs.
(10) PonUER,- Obl., t. IV, c. 3, n .. 908; TROPLONG, Cautionnement, n. 511; MERLIN, Questions de drol, Chose juge, 18, n. 5; CARNELUTTI, Lezioni, loco cit.
Para el caso de la sociedad, NAVARRINI, Soco e assoc. comm., n. 195
bis; Casacin de 3 de Mayo de 1928, Giur. it., 1928, I, 1, 717.
(11) LAURENT, Principes, t. XX, 118; RIcCI, Diritto civ., t.
IX, n. 324. Conforme en cuanto a la sociedad: Apelacin de Miln,
20 de octubre de 1931, Foro L 01nbardia, 1932, 383.
.A nICrONES _A..l, 8
(a) Vase el arto 158 del Cd. civ. brasileo. [En el Cd. civ.
argentino, vase el arto 1050; tambin los arts. 971 y 972]. Se
admite sin discusin que la nulidad, la anulacin, la rescisin, etc.,
alcanzan tambin a los terceros que adquieran los bienes transmitidos con el acto juzgado nulo, o anulado y as sucesivamente: cfr.
CLOVIS BEVILAQUA y CARVALHO SANTOS, en los respectivos co-
192
I
j
.'
Invitado cortsmente por el Prof. Carnelutti a contestar en esta Revista a las observaciones crticas que l ha
dedicado
a mi reciente libro rrEfficacia ed autorita della
sentenza"-, . me propongo explicar brevemente cmo las
'usmas confirman la exactitud de una distincin que yo
le " .:tado de establecer entre dos conceptos que aparecen
ge leralmente confundidos: ya que la eficacia de los argu-
e)
e)
..
ti "'.
mentos aducidos contra m, me parece que no guardan relacin con la autoridad del escritor.
Tendr ocasin de tornar en cuenta las manifestaciones
de asentimiento y de disentimiento que, entre tanto, se han
formulado tambin por otros varios autores. Han sido, hasta ahora, ms las expresiones de disentimiento que de asentimiento; y yo no speraba otra cosa, conociendo la reaccin
que suele producirse contra quien se atreve a formula~, -en
no muchas pginas, un nuevo modo de plantear un antIguo
y casi sacro instituto del derecho, como es la cosa juzgada.
No quedo por esto menos agradecido a quienes han demostrado inters por mi trabajo, discutiendo serenamente los
- - - ----- - -':'resul ta-dos- del-mismo;-Me--ha -sorl'rendido,--encambio,- que-- -------;-_______ _
un escritor generalIDente prdigo en simpata y en alentar
1
toda tentativa de abrir nuevas vas, como es Carnelutti,
haya usado tanta aspereza en el tono y en algunas expresiones de su trabajo, que nada en mi libro poda justificar,
'Si bien es muy cierto que todos tenemos mucho que aprender de l, har por mi parte cuanto me sea posible por no_
seguir este ejemplo suyo, prescindiendo de la ms legti~a
de las retorsiones, porque persisto en creer que en una dlSCUSlOn cientfica los argumentos tienen valor por la proporcin de fuerza intrnseca que poseen y no por la for:na
ms o menos viva con que son expuestos; y que, qUIen
se ve contreido a frenar su "clera" con la ayuda de una
ltima dosis de "paciencia", se coloca, necesariamente, en
un estado de nimo poco a propsito para comprender el
pensamiento ajeno y para refutarlo adecuadamente.
1
Me atendr estrictamente a la sustancia, hacindolo as
por respeto a los lectores y a mis ide.as: porque en. definitiva, creo _haber dicho algunas cosa.s illteresantes y, de cualquier manera que se juzguen, al menos merecedoras de con.sideracin, y no querra contribuir a sumergirlas en una
.\
.J
197
T'
Q.
"",",Lo.
\"'.La.
n.
198
EFICACIA Y AUTORIDAD DE
efectos y referible a todos su efectos; precisamente su inmutabilidad. La misma est limitada subjetivamente a las
solas partes en el proceso.
rV. Como consecuencia, los terceros estn todos sujetos a la eficacia de la sentencia, no a la autoridad de la
cosa juzgada; la sentencia es siempre oponible a ellos, dentro de los lmites de su objeto; per les est permitido rechazar sus efectos demostrando su injusticia, siempre que
tengan un inters jurdico en esta demostracin.
Me ocupar separadamente de cada uno de estos puntos, en la esperanza de demostrar que las objeciones que se
me han opuesto carecen de fundamento.
1
N o hay razn lgica alguna que obligue a poner la cosa juzgada en una particular relacin con la funcin de
declaracin de certeza de la sentencia.
Si se distinguen los efectos de sta, segn Ia enseanza
comn, en declarativos, constitutivo~ y ejecutivos, cada uno
de ellos es concebible aun sin aquella especial definitividad
e indiscutibilidad en que consiste la autoridad de la cosa
juzgada; y~ viceversa, para todos igualmente se establece,
en un cierto roo ento la exigencia prctica y poltica de
su Dmutabilidad, de su duracin O permanencia en el
tiempo.
No puede, por ejemplo, dudarse de esto en cuanto al
efecto ejecutivo, que la ley atribuye tambin a la senten cia no pasada en autoridad de cosa juzgada y tambin a
los actos administrativos o privados, que no sQn, verdaderamente, susceptibles de adquirir la autoridad de la cosa
LA
SENTENCIA
199
juzgada ; y en cuamo al efecto constitutivo, por su naturaleza idntico a lo efect:Os del negocie juddicc C) .
Lo mismo debe decirse en cuanto al efecto declarativo:
tambin la eficacia de declaracin de certeza de la sentencia es concebible independientemente de la cosa juzgada;
cuando sta concurre a reforzarla, la misma se produce de
un modo ms pleno, ms seguro, ms estable, pero esto no
quita para que tenga su importancia tambin por s sola
aunque en tal hiptesis, est sujeta a desaparecer en los
casos y en los modos que veremos.
Es natural que esta afirmacin, contradiciendo a la opinin comn que identifica la eficacia de la declaracin de
certeza con la cosa juzgada, haya suscitado las mayores opo. .
(3) .
SlclOnes
Son conocidas, por 10 dems, las razones tradicionales,
por una parte, las psicolgicas y prcticas, por otra, que
explican la tenaz resistencia que se encuentra en la tentativa de escindir estos dos conceptos y estos dos institutos
distintos. Adems de las ya indicadas (4), otra razn debe
eJ
200
ENRICO
TULLIO
LIEBMAN
recordarse que es quiz la ms engaosa: no se tiene de ordinario bastante presente el hecho de que la actividad , del
j~ez, aun en la declaracin de certeza, no se resuelve en un
puro o simple juicio u operacin lgica: si as fuese, verdaderamente este juicio no podra tener ningn efecto sino
en cuanto la ley estableciese su incontestabilidad e imp:diese
as de una manera genera} un juicio contrario. Pero si se
considera (como es hoy opinin general [5J) que todas las
decisiones del juez, aun aquellas que constituyen una pura
declaracin de certeza, contienen un acto de voluntad, esto
es, tienen naturaleza de mandato, no existe ya dificultad
~lguna para admitir que las mismas puedan servir para ejer,_citar,eficacia" aun _cuando estn_sujetas a _ser de algn modo
cambiadas o contradichas (6). Aclaradas las oscuridades y
desaparecidos los equvocos que derivan de concepciones
superadas, debera ya ser posible afrontar valerosamente el
problema propuesto para ver qui es 10 que se oculta PfOpi amente bajo la frmula solemne de la autoridad de"' la
cosa juzgada;
Ante todo, si se reconoce, como lo hacen casi todos C),
que la cosa juzgada no representa un carcter lgicamente
esencial de la funcin jurisdiccional, no cabe negarse a concluir que el concepto lgico de la sentencia exige una forma
. (5) Vase, en general CHIOVENDA, Saggi, t. 1, pg. 78, PrinciPii,
pgs. 109 en nota, y 157; Y con particular referencia a la cosa juzgada,
Saggi, t. TI, pg.' 407.
(6) Por eso carece de importancia la objecin de que "una eficacia
de la sentencia como declaracin de certeza, sin la cosa juzgada, ser
eficacia lgica, no eficacia jurdica" (ALLORIO, oh. cit., pg. 39): UD
mandato tiene valor, aun cuando pueda ser cambiado b sustitu do o
contradicho por un mandato contrario.
e)
RESTA,
oh: cit., pg. 112, el cual advierte que tambin en el derecho musulmn
parece que sea desconocida la cosa juzgada.
201
de eficacia diversa y distinta de la autoridad de la cosa juzgada, esto es, que la sentencia puede y debe Ser entendida
como eficaz independientemente .de la autoridad de la cosa
juzgada, que es un atributo posible pero no necesario.
Lo dicho tiene aplicacin no slo a la cosa juzgada formal, sino tambin y sobre todo a la cosa juzgada sustancial;
esto es, en otros trmillos, la sentencia es eficaz, aun cuando
pueda ser todava cambiada por un juez superior y aun
cuando pueda ser, en determinados casos contradicha tambin por otra sentencia en un nuevo proceso: estas posibilidades, ms o menos lejanas, no le impiden ejercer entre
tanto su propia eficacia. Slo la cosa juzgada, si interviene
-en ayuda y' en refuerzo de esta efic~cia, la salva de tales
amenazas.
En segundo lugar, si se quieren clasificar los efectos de
las sentencias segn el modo con que operan sobre las relaciones jurdicas de las partes, esto es, segn su naturaleza,
'es necesar~o poner, junto a los posibles efectos constitutivo
o ejecutivo, tambin el declarativo, presente en todas las
sentencias y que a veces est solo (como en la sentencia de
declaracin de mera certeza), considerndolo por exigencia de homogeneidad en su figura pura y natural, esto es,
independientemente de su definitividad e indiscutibilidad,
que es un atributo posible, til, importante, pero que no
tiene nada que ver en esta clasificaci6n y que, en general,
no hay motivo para referir al efecto declarativo mas que al
en cuanto
este
ejecutivo
o al constitutivo. Dos son.J
/
. . a.
.ounto."
los lugares comunes que no tienen ningn fundamento: no
es verdad que el efecto declarativo no pueda producirse sin
la autoridad de la cosa juzgada, ni que la cosa juzgada sea
referible slo al mismo ..
Una razn sistemtica apoya estas razones lgicas. Si
nos preguntamos cul es la categora ms amplia en la que
202
ENRICO
TULLIO LIEBMAN
.1
203
SVi)L,."""i,uu.:.t pVJ..
r . . __
204
ENRICO
TULLIO LIEBMAN
205
. ---
206
ENRICO
TL""I.,LIO LIEBMAN
la
As la legitimidad de
Jlstincln -entre eficacia de la
sentencia y autoridd de la cosa juzgada me parece indiscutiblemente demostrada. Queda, sin embargo, por considerar su oportunidad y utilidad; esto es, cabe preguntarse;
-existen, verdaderamente, casos en los que hay eficacia pero no autoridad? La respuesta debe Ser afirmativa, porque
la eficacia de la sentencia no sufre los lmites de tiempo
y de extensin subjetiva propios de la autoridad de la cosa
juzgada.
Comencemos por la primera cuestin: la sentencia es
eficaz aun antes de adquirir la autoridad de la cosa juzgada.
Surge aqu, espontneamen.te, la observacin de que es extraa la oposicin de Carnelutti a la tesis sostenida m<is
arriba, ya que el mismo ha considerado siempre que la eficacia de la sentencia es anterior a que la misma pase en autoridad de cosa juzgada; ahora bien, esto es posible a condicin de que esta eficacia, esencialmente provisoria y revocable, no sea la autoridad de la cosa juzgada, la cual, coAs, ccn frmulas diversJs pero equivalentes, SATTA, ab. cit.,
pg. 365; ALLORlO, ab. cit., pg. 39; CRISTOFOLINI, ab. cit., pg. 299.
(11)
EFIC.'\CB. y
207
.LV.,;)
t..
....
.I..I,.J.",..r..
w
208
ENRICO
TULLIO LIEBMAN
209
Ir
La segunda de las cuestiones propuestas se resuelve con
la afirmacin de que la eficacia de la sentencia vale frente
a todos, limitadamente al objeto sobre el cual se ha producido la decisin. Se comprende que esta proposicin se refiere al concepto de eficacia antes determinado, y que hace
de ella un instituto bien diverso de la cosa juzgada. La demostracin no tiene necesidad de ser repetida, porque la
6
) , apoyada sobre la base de la naturaleza puque se di
blicstica del proceso, con invcacin de las razones sustanciales y de las normas de ley que justifican el resultado alcanzado, no ha encontrado oposiciones graves. En efecto,
no .pueden considerarse tales las vivas, y en ocasiones algo
T
EFICACIA Y AUTORIDAD DE LA
210
7)
SENTENCL~
211
TTT
.."".-L
212
EFICACL\. y
za cua..'1.do se precluyen los medios de impugnacin, la sentencia no puede ya ser modificada y el proceso queda cerrado: se forma entonces la cosa juzgada formal 9 ). Pero
la seguridad del derecho y la pacificacin social exigen algo
ms. La controversia puede renacer en ocasin de un nuevo
proceso sobre el mismo objeto o sobre un objeto conexo y
el juez podra convencerse de que la anterior decisiri. fu
injusta: aun cuando la sentencia haya llegado a ser inmutable, sabemos que su eficacia, no obstante ser vinculante,
no podra impedir que se juzgase en modo contrario si se
ofreciese la demostracin de que la precedente sentencia ha
juzgado (injustamente. Para evitar una decisin contraria,
la cosa j~;g~cia debe-garanizar no ya yno-slo --1asenten~ --------cia, sino tambin el efecto que la misma ha producido, ~sto
es, la declaracin de certeza o la modificacin de la relacin jurdica deducida en juicio; en esta funcin suya, la .
( 9)
Una sentencia slo puede ser eliminada en las instancias superiores del mismo proceso en que fu pronunciada, pero no por otro juez
cualquiera, y esto en fuerza de un principio fundamental referente al
ordenamiento juda:!l e independiente de h cosa juzgada; tanto es as
'que esto vale aun antes de la formacin del fallo. Por eso, la cosa juzgada formal no -tiene necesidad de operar smo en el mbito del mismo
proceso. las cOlSecuencias quiz no cambian si se invierten los trminos
y 'se confiere a los gravmenes el significado de 11M excepcin a la regla
de la inmutabilidad de la sentencia, cerno hace CAllNELUTrI (ob. cit.,
' pg. 213, Y Lezioni, t. IV, lI. 394) . Pero no tiene razn para denunciar
a eSTe respecto mi urercet' inveros.mil deslumbramiento" y pan preguntarse "quin 1ne ha ensciado que la nocin de la cosa juzgada Iormal
est solamente limitada dentro del proceso" (lec. cit.). Contes-ro; nadie
ha enseado nunca una cosa diversa (por no alargar la lista C.-..CesiV3 mente, indico solamente las obras recentsimas: ROSB-.LlER-G, LelJ1'bz,ch,
}" ed. 1931, pg. H2; GOLDSCHMlDT, Zivilfrrozessrecht, 2'!- ed., 1932,
pg. 164; STEIN-JONAS, .Kommentar, 1P ed., 1933, 322, 1; CHIOVE.."IDA, Istjt-,zio1Ji, 2" ed. , 1935,1, p-g. 341; BETTI, ob. cit., pg. 579).
CAR.fELOTTI puede. ser de opinin diferente, pero, como se ve, yo voy
en buena compaa.
AuTORIDAD DE LA SENTENCL-\.
213
inmutabilidad de los efectos producidos. Esta es la Cosa "urdica sustancial o autoridd de la cosa juzgada; que no Jes,
como se ve, un efecto autnomo de la sentencia, S1...11.o una
cualidad, un a:tributo de la eficacia que la sentencia naturalmente y necesariamente produce; el medio Con ue el
. de, no tanto a reso1ver, cuanto a supera~
q
. 'd'LCO tlen
or den Jun
y a elirninar el problema de la validez de la sentencia haciendo su eficacia indiferente a toda i..TJ.vestigacin sob~e su
.c
'd ~a co~ e.1 derecho. Umco
' . es, pues, el conceptb
COn.LOrml
de la cosa )uzgaaa, aun cuando sea doble su funcin: por
. un lado; h misma. hace
illillutable el acto de la sentencIa,
..
1 ,
1
pu~sta a seguro de lOS grav,,:menes ya definitivamente preclUldos; po!' otro l~do, hace mmutables los efectos producidos por la sentenCIa, porque los c0ll50lida y los garantiza
del peligr~ ~e. una de~isi?~ .contradictoria. Es verdad que
razones histoncas y pSlcologlcas, ya varias veces expuestas
han identificado la cosa juzgada con la eficacia d;finitiv~
de declaracin de certeza de la sentencia; pero las palabras
y la terminologa no pueden representar un obstculo a la
clarif!cacin de los conceptos, ni impedir reconocer que la
cosa Juzgada no es un efecto por s misma, sino una cualidad de los efectos, de todos los efectos de la sentencia sean
declarativos, constitutivos o ejecutivos . En que' conS1S
' . t an
estos efectos, es tema que no se podra estudiar en esta ocasin, sin tr~ns.for~ar este art:ulo en. " un tratado; pero
el hacerlo :..1. s~~Ulera favorecen a la finalidad presente, porque la delruclOn ahora dada de la Cosa juzgada demuestra
su abso~~ta independencia del problema de los fines y de
la funclOn del proceso: en efecto, cualesquiera que sean
y de cualquier modo que se definan los efectos de una
1
. ;:;::::
214
215'
SATTA,
ALLORIO,
216
EFICACIA
AUTORIDAD DE LA
SENTENCI.o.
217
218
EFICACIA Y AUTORIDAD DE LA
SENTENCIA
219
220
la misma es falsa el). La primera de estas afirmaciones puede considerarse exacta, pero la nica conclusin que de ella
se puede derivar (32) es que la regla de los lmites subjetivos existe precisamente para prohibir la eficacia refleja respecto a los terceros y que ste y no otro es el significado de
la disposicin del arto 13 51 del Cd. civ. Afirmar, pues, d
lege lata que la regla es falsa, es decir una cosa que Clrece
de sentido. Pero tampoco de iure cOJulendo podra aprobarse un modo de pensar semejante, porque la regla de los lmites subjetivos consagra una experiencia y una tradicin .
secular, las cuales nos ensean que sin ella se introdClcira
el ms grave desorden en la vida y en el comercio juraico,
se alterara de 'un modo peligroso la garanta y la seguridad
de los derechos individuales, se alent2.ran incluso y se sancionaran los atentados ms insidiosos, que se obtendran
con el concurso inconsciente del juez, a la posicin jurdica
de los terceros.
IV
La simple aplicacin de los pri.!lClplOS antes expuestos
conduce automticamente al resultado de que, mientras la
eficacia natural de la sentencia vale para todos, la autoridad de la cosa juzgada est limitada a las partes solamente;
que, por consecuencia, las partes no pueden discutir la justicia de la sentencia, cuya eficacia es para ellas incondicionada, y sus efectos inmutables; los terceros, en cambio,
deben sufrir, desde luego, los efectos de la sentencia, pero
no incondicionalmente, ya que podrn rechazarlos cuando puedan demostrar la injusticia de la sentencia: si esta
(31)
EFICACIA
AUTORIDAD DE LA SENTENCIA
221
222
22}
superan, en cambio, las dificultades de esta rgida alternativa y se resuelve el problema de un modo general, de acuerdo tanto a los principios como a la equidad, si se considera
que la :entencia tiene eficacia tambin para el tercero, pero
se adrrute que este lti..'llO, no estando sujeto a la autoridad
de ~a, cos: juzgada, pueda, caso por caso y siempre que tenga mteres en ello, demostrar la injusticia de la sentencia y
rechazar, por consiguiente, el efecto daoso que la misma
producira para l (35). Esta solucin armoniza las razones de los varios interesados, reconoce la posicin preeminente que respecto a cada relacin jurdica corresponde
a sus titulares, haciendo derivar de la senten.::ia pronu~ciada
rescecto
.L
;fo 411r-.s
u ........ .u.v
'-".J..&.Q.
o+;,.....,~;"
"".L...L_Q."".Lo,
........
~t...:~ __ . . . ~_..........
L.a..J..J..J.LI.J.~~.L .Lc':'J:'c,,--to
1
.lOS
terce-
)
La evidente necesidad de que el tercero teno-a un inters en
contradecir la sentencia, de manera que el problema no"surge cuando 1
s~tencia es favorable al tercero, muestra el equvoco en que ha incu~
rndo SATTA, ab. cit., pg. 367, al atribuirme la tesis de que-la sentencia
q:ue, absuelve al deudor principal no libera necesariamente tambin al
laaor. Lo que yo escriba a pg. 128 de la Eficacia, cit. (en este volumen) tena la nica finalidad de demostrar la contradiccin de la
d~ctrina dominante (pues~a de relieve tambin por ALLORIO, ab. cit.,
pago 72), no superada, CIertamente, por las observaciones de BETTI
Dir.
civ., pg. 613, nota; este ltimo, aun en las cbservacione;
de pago 619 nota, pone de manifiesto no haberme comprendido.
roc.
224
ENRICO TULLIO
LIEBMAN
EFICACIA Y AUTORlDAD DE LA SENTENCIA
1;
)
La oposicin del tercero titular de un derecho absoluto re.presentaba el "caso paradigmtico" de la doctrina comn, porque la =sma
no poda configurar otros. Pero no puede ser un argumento contra~ la
teora aqu propuesta (vase ALLORIO, pg. 316, nota) el habe: anadido al mismo todo un grupo de casos mucho ms convincentes de
terceros legitimados para la oposicin, sin alterar por esto las lneas tra'icionales del instituto.
(37)
(38)
ob. cit., pg. 368; BETTI, ob. cit., pg. 623 en nota.
Cfr. Eficacia, cit. n. 39.
SATTA,
225
slo por aq~ellos que los aceptan en), sino tambin por
quienes los rechazan (40); Y hasta los ms decididos contradictores no han sabido librarse de graves y patentes incoherencias al aceptar una parte de ellos.
Ha ocurrido as que Betti (41) se ha semido inducido
a afirmar la posibilidad de una extensi~ analgica de la
disposicin del arto 1497 del Cd. civ., 10 que es evidentemente insostenible si no se considera la norma citada como
un caso de aplicacin legislativa de un principio general
como el sostenido por m; y a admitir en el tercero, sometido a la cosa juzgada, una facultad de critica que es, por
defi.ilicin, inadmisible contra la cosa juzgada.
Y ,1" ..'.U.La.
-- \.....,
r"arne'urt'
~~ ~J.
m~-~-~a. il.11
-- .U..lU
---.1:-ny Ui
V e r ~a,
1 '" 1 ~'42,) c 0
siente al tercero la oposicin (de tercero) contra la cosa
juzgada refleja. Pero no me parece tcnicamente correcto
admitir una eficacia atenuada y provisoria de la cosa juzgada, que es --cuando existe- necesariamente plena y de-,
finitiva; es, adems, contrario a la esencia y a 'la historia
de la oposicin de tercero convertirla en un rem~dio necesario y no facultativo; y es, por ltimo, prcticamente insuficiente la tutela concedida al tercero, cuando se lo reduce
a la nica va obligada de la oposicin en forma de accin
independien te.
'
d.J.J.'Ii;.1.
'U\,;
Ms coherente es Aliorio que, habiendo sostenido la eficacia refleja de la Cosa juzgada en cuanto a los terceros,
rechaza tOQa aten,uaciny reconoce que los terceros titulares de relacione'; t'lpnpnHipntp"
O'H' i::'----.
1">l1Prl"". . . ..,; ~;"";Q~~ ... ~~_
r ----- _____ .... ..............
.
--
-'-J
.Io....iI....L
~J..V
(41)
(42)
(40)
ALLORIO,
T
I
226
ENRICO TULLIO
LIEBMAN
.. , del art 510 (4S) . Pero as, mientras choponer 1_a Oposlclon
. .,
,
contra
la
ley
que
consiente
la
OpOS1Clon
a los
ca una vez m as
terceros < perjudicados en sus derechos' , ~lega fina1'U~nte a
_1 _ nte ~"';cuos que l IIDSIDO no vaola en
res'ulta dos totaillle
.u..u.
,
ALLORlO,
228
confesado, al que llegan la doctrina francesa C), la alemana (3), Y el mismo Daz de Guijarro en la nota recordada. Esta opinin de la doctrina dOrIDnante me parece
poco satisfactoria, y constituye quiz el verdadero motivo
de la incertidumbre que todava subsiste en la materia, por",:
que las excepciones a los principios siempr'e estn sujetas ,a
discusin y dejan abierta la puerta a la duda, aun cUalfd.o
sean justas y oportunas como solucin prctica del problema concreto.
Adems, se considera que la desviacin indicada vale, " ~
10 sumo, slo para las sentencias constitutivas, pareciendo,
en cambio, mucho ms dudosa en cuanto. a las senten<:;ias
simplemente declarativas (4). Pero esta distincin es in:
aceptable. La autoridad de la cosa juzgada rige y protege
todas las sentencias igualmente, sean ellas declarativas Q
Se puede presentar la eficacia erga omnes de las sentencias en las cuestiones de estado como una consecuencia de
su '''naturaleza especialsima", que justificara en estos casos
la desviacin de la regla general de la eficacia inter partes
de la cosa juzgada. En sustancia, se tratara de una excep~in a esa regla general; ste es el resultado, ms o nie~os
- e)
229
e)
Algunos autores franceses distinguen entre sentencias deClira tivas y constitutivas y estiman que slo estaS ltiriJ.as tienen eficacia
erga omnes: as, por ejemplo, MERLIN (Rp., Questions d'tat); AgBRY, RAU ET BARTIN, P ed., t. 9, 544 bis; JOSSERA...'<D, Cours; 2"ed., t. 1, n. 1315; MAZEAUD, Rev. trimestrielle drol civil, 19~9, p.g.
48; PLANIOL ET RIPERT, Trait lmentaire, t. 1, ns. 490 y sigtes. Otros
no distinguen, y admiten que todas las sentencias en las cuestiones de
estado tienen eficacia respecto de todos: as, COLIN ET CAPITANT,
Cours lmentaire, t. 1, n. 342; SAVATIER, nota en D. P., 1925. L 201;
PLANIOL, RIPERT ET SAVATIER, Trait pratique, t. 1, ns. 40 y sigs.
Una resea completa de la doctrina y la jurisprudencia franceSas
en la materia, en DUMITRESCO, L'autorit de la chose juge et SIlS
appli~ations en matib'e d'tat de~ personnes, Pars, 1935.
~
(3) En derecho alemn, la eficacia de las sentencias en materia
de matrimonio, filiacin, patria potestad, etc., respecto de todos ' est
expresamente establecida por disposiciones especiales de la Z. P. O.
( 629, 643, 976). La doctrina ha enumerado simplemente estos casos entre las excepciones a la regla de la inoponibilidad de la cosa juzgada a los terceros: cfr. ROSENBERG, Lehrbuch des deutschen Zivil,
prozessrechts, 3" ed., pg. 533; GoLDSCHMIDT, Zivilprozessrecht, 2~
ed., pg. 211.
(4) Ver, por ejemplo, nota 2.
"
no
constitutivas (5). No puede admitirse que una persona, respecto de la cual se produce el efecto constitutivo de una
sentencia, no deba reconocer tambin como eficaz la declaracin del derecho que en la misma sentencia justifica y
legitima el cambio que el juez introduce en la relacin jurdica controvertida. El pronunciamiento declarativo y el
consiguiente pronunciamiento constitutivo de una sentencia, estn estrechamente ligados entre s, porque el primero
justifica el segundo y ste no puede subsistir sin el apoyo
de aqul: ambos tienen eficacia entre los mismos lmites y .
en relacin a los mismos sujetos. Pero si es as, tampoco
puede pensarse que la sentencia tenga fuerza diversa cuando tiene un contenido -y un-efecto--meramente- declara ti.:.
vos. La verdad es que la diferencia entre las sentencias declarativas y constitutivas no es tan profunda como considera, por ejemplo, quien afirma que esta ltL11la contiene
un acto administrativo (6); ambas tienen carcter jurisdiccional, y se distinguen slo porq~e una se limita a declarar una situacin jurdica pree~istente, y la otra la declara y adems la modifica. La diversidad entre los dos casos
depende de una apreciacin del legislador, que, a veces, dispone que el nacimiento, modificacin y extincin de una
relacin jurdica se produzca ipso ittre, por la verificacin
d~ determinadas circunstancias de hecho, y otras veces quie. re que el efecto slo se produzca si el interesado 10 reclama
y el juez, si concurren los extremos, lo dispone. Por esto,
la eleccin entre uno y otro rgD.en de la relacin jurdica
(5) Conf. LIEBMAN, Efficacia ed autorita. " (en este volumen,
pg. 38). En el mismo sentido tambin la citada nota de BIBILONI,
con argumentacin muy convincente.
(6) Esta afirmacin es corriente en la doctrina francesa citada en
nota 2. Ver tambin CALAMANDREI, Studi sul processo civile, t. 1, pg.
250.
231
depende, en ltimo anlisis, de la importancia que ellegis- lador atribuya a los hechos particulares: unos obran directamente ipso iure; otros, en cambio, indirectamente ope
judicis. Para comprenderlo, basta pensar, por ejemplo, en
las causales de nulidad del matrimonio; las absolutas, sern
simplemente declaradas por el juez (sentenCia declarativa) ;
en cambio, las relativas le permitirn anular el matrimonio
(sentencia constitutiva). Cmo podra explicarse que estas
dos sentencias tuvieran diversos lmites subjetivos de eficacia?
En consecuencia, el problema se ampla y su solucin
resultara mucho ms satisfactoria si pudiera demostrarse
nerales, sino, por el contrario, en una aplicacin de los mismos exactamente entendidos.
3. La doctrina francesa no ha sabido explicar los casos
en los que una sentencia tambin vale para los terceros o
para algunos terceros, sino recurriendo a la ficcin de una
representacin, que en realidad no existe, y admitiendo,
adems, una serie de excepciones a la regla de la relatividaa
de la cosa juzgada, establecidas caso por caso, cuando no
era posible una solucin diversa. Este es un procedimiento
eminentemente emprico, desprovisto de precisin cientfica, y presenta, entre otros, el inconveniente de dejar la
determinacin de estas excepciones al arbitrio individual de
los autores. Cada caso particular se presta para ser ms o
menos discutido.
La doctrina alemana no ha procedido de manera muy
diversa.
En cambio, la doctrina italiana se ha esforzado en desenvolver los principios generales de la materia para com-
232
ENRICO
TULLIO LIEBMAN
Jer
HELLWlG,
e)
233-
y Diritto processuale' :civile italiano, 1936, pg. 603; RASELLI, 11 concetto di status, etc., en Studi Senesi, 1922-1925, pg. 257 de la edicin separada; Corte de Cas., marzo 12 de 1937, Massimario del Foroitaliano, 1937, 167.
(11) Queda el peligro del dolo de las partes en perjuicio del tercero; la ley italiana concede en este caso la oposicin del tercero del
arto 512, cd. de procedo civil que, en sustancia, es una especie deaccin pauliana en fonna de recurso. La misma funcin debera tener la accin prevista por el arto 302, Proyecto de cd. civil argentino,
234
235
( 5)
236
237
acto de autoridad, de acto del Estado, pero que est destireducir la manifestacin mxima' de la eficacia de la sentencia al campo, restringido y limitado de las pruebas de
nada a desaparecer cuando se demuestre que la sentencia
es injusta: la cosa juzgada refuerza esa eficacia porque hace
los hechos, etc. Agrego slo que esta insuficiencia del Conimposible o inoperante la demostracin de la injusticia de '
cepto de presuncin se hace ms que evidente con refe~encia
la sentencia. La eficacia natural de la sentencia acta resa las sentencias constitutivas, cuyo efecto c9n siste en modipecto de todos: en cambio, la cosa juzgada slo vale entre
ficar la relacin jurdica controvertida: evidentemente, la
las partes, por 10 que stas soportan la sentencia sin remedio
indiscutibilidad e inmutaoilidad de este efecto no pueden ser
explicadas recurriendo a la figura de la presuncin. Pero
mientras que los terceroS' pueden rechazarla demostrando su
injusticia. Pero no todos los terceros estn habilitados para
todo esto traspasa los lmites del tema estudiadO. Bsta hahacerlo, sino slo aquellos que tienen un inters jurdico ,
ber sealado otra tentativa, aunque dbilmente cumplida,
g
p
lo
le . timO en .tal se~tido: no, ~or eje:u . : los acreedore~ del .
de llegar a resultados anlogos a 10~ exp.uestos; s~gilo evidente de que responden a reales eXIgencIas practIcas y de
condenado, que tIenen un slIDple mteres de hecho, ru lo~
- sucesores a tttilonivers-al-o-p~articular:-Tampoco los- teT~--equidad;--ceros frente a una sentencia que decide una cuestin de estado entre los contradictores legtimos, porque la natura5. Como hemos visto, la casi unanimidad de los autoleza personalsima e indivisible de estas relaciones, no perres y de la jurisprudencia consideran que las sentencias en
mite reconocer ..a los terceros un inters protegido por el
las _cllestiolles de estado tienen eficacia erga omnes. Motiderecho para discutir e intervenir e;" d debate sobre
vos prcticos ms serios hacen necesaria esta regla, porque
ellos eS). As se llega, por otro camino~ a la misma conclula razn de ser del concepto de status radica precisamente
sin en materia de cuestiones de estado. En otros casos, en
en la necesidad de que ciertas situaciones fundamentales
cambio, los resultados son muy diferentes.
de las personas, con trascendencia respecto de una serie inde relaciones jurdicas, aparezcan de modo fijo y
definida
No carece de inters sealar qu una solucin general
uniforme para todos. Por otra parte; es interesante recordar
prcticamente idntica ha sido defendida recientemente en
que los procesos en esta materia estn regidos por normas
derecho francs, aunque con un mtodo y una demostraspeciales, que limitan el principio dispositivo y atribuyen
, cin absolutamente distintos: segn esta opinin, la sentenal juez una mayor potestad inquisitoria en la averiguacin
cia debera tener el valor de una presuncin relativa para
9
de
la verdad CO) .
los terceros C ) . Sera intil repetir ahora los argumeiitos
La rapidsima resea hecha ha sealado que las corrientes
expuestos anteriormente contra esta proposicin: carcter
ms avanzadas de la doctrina otorgan a esta regla una solificticio de la presuncin de verdad, su insuficiencia para
,
dez
particular, porque le asignan su puesto natural en una
explicar la autoridad de la cosa juzgada, error de querer
es)
(
(.20)
CmOVENDA,
735;
CALAMANDREI,
Linee
disciplina se concreta en la organizacin de una cierta jerarqua de los distintos intereses que pueden quedar afectados, reconociendo a los principales interesados la facultad de obrar en juicio en defensa de los concretos intereses
en conflicto, como los que pueden hacerlo_ mejor que cualquier otro: esa facultad es 10 que la doctrina procesal llama
legitim(lcin. Los otros sujetos, interesados en grado inferior, no podrn ms que aceptar la sentencia pronunciada
en presencia de los principales interesados.
N o es ste el lugar para hacer un examen detenido de
todas las posiciones que presenta la realidad; pero de lo
que antecede puede desde ahora deducirse el principio siguiente: los terceros que tienen 2m inters de igual jerarqtta
que el de las partes, pueden defenderlo con plena autonoma, sin encontrar obstculo en la cosa juzgada. En cambio,
los que tienen un inters de grado inferior, quedan sometidos
a la sentencia y deben soportar el perjuicio que sta les proporciona.
238
2)
7.
239
estado.
Ellas se caracterizan por ser nicas e indivisibles y por
ejercer su influencia sobre una serie de relaciones jurdicas
dependientes y sobre un nmero indeterminado de personas.
Sin embargo, es 'claro que toda contienda interesa y afecta,
en primer trmino, a los sujetos de la relacin o del status
,., __ f-~"''T'T09'"f-;,.t" .. It'O"'~_
ollAS .LV
l~s l"'g~t;.,......,,,,s
.L""
""..L&.V
.1.
'""V..t..,.l."' ...
4
240
EFICACIA
Y AUTORIDAD DE
LA SENTENCIA
241
derecho comparable al de los sujetos de la relacin controvertida. Pero si la sentencia fu pronunciada frente a un
legtimo contradictor secundario, la COS<l juzgada es o.pOnible a Lodos IQs terceros. m nos a los otros legtimos contradictores se~und2Iios, porque stos tienen en comparacin
con quien fu parte en el juicio, un inters y un derecho
iguales.
.
8. Siendo el estado de hijo nico e indivisible, si uno
de los leghimos contradictores secundarios logra i.rnpugnarlo victoriosamente, consigue un resultado que ser en adelante vlido par:l todos pero si su accin es desestimada,
no podr ser ste un obstculo al libre ejercicio de la accin de los otros. Es pues un caso de accio7Jes COIlC1trrel1tes :
acciones pertenecientes a distintos sujetos, tendientes todas
a un mismo fin, cuya red proca conexi6n se manifiesta
en el hecho de que el triunfo de una de ellas ex tingue las
otras, por quedar sin objeto, mientras que el rechazo de
una deja subsistll intactas las dems e a).
(23) Ver CHtavnmA, Istituzi071i di diritto processuale ci le, pg.
334; Y del au ter de estas lineas un estudio Aziolli ConcOTTenti, publicado en Miln en 1934 y la nota P!uralitd di legittimati all'iJ",jr.tg1Ia_
ziQne di 1m unico atto, en Rh'ista di diritio proceSS1tle cf/Jile, 1937,
II 8,~ (que c?.nsciruyen los des ltimos ap.ndices de esu volumen.) .
La .tgu.ra del Concurso de acciones en su doble f orma del concurso
subjeti-:o, .que es el aludido en el texto (y comprendi las obligacion~s solidarIaS y ~orrei!les) y objetivo (pluralidad de acciOile.s perre!leC1Cnt:s a una .Dl1SJJla persona pero tendien:tes tecbs a un nico fu)
en blen. conOCida en derecho romano. Su efecto caracterstico era oue
no podan obtener satisfaccin acumulativa, sino que, s2cisfecilll ~
de ellas, se extinguan las deudos. En la poca clsica el efecto consunvo ~e ~
contestat!~ se inaniiestaba con tant<! intensidad, que
el solo e)erClQO de una acclOn bastaba par: e~""tinguir las derrus, fuere
cua! fuere su xitO (Quotiens com:UT7m:t phtres acticmes, e;1l~dem Tei nomine, una quis expeTiri drb(Jt. U!..P!ANO 43 1, Dig. 50, 17). ]USTThiJAl"O
/itiS
'"
242
ENRICD
TULLID LIEBMAN
suaviz ese rigor excesiv o, admitiendo que mi efecto ebb producirse !2!l
slo en caso de ejercicio victorioso de una de las acciones, y es en esta
fo:rrr,a que sobrevive en el derecho moderno_ Para la doctrina roman!scica pueden verse las fundamentales investigaciones de AliBRANDI,
CO'ncorso delle azioni, en Opere gmidiche (Roma, 1896); Ascou,
Studi e doromenti di sloria e dinUo, 1890, 121; BISELE, en Arcbill
ftlr civiUstische Praxis, t. 77, Y 99; LEVY, Ko,nk1'7rfflZ deT actionel1
peTsone?t_ Por ltimo, resumen en W'<GER, Istit1tzioni di pocedura civile romana (trad. it.), pg. 180.
mn
'
ACCIONES CONCURRENTES
i
lverSl,,'
."
CARNELUTTI,
lo.
4 .
244
1.
E N R r e o
C;
L L rOL r E B !-'L\ N
Segn Ulp. 43 1, Dig. 50, 17, Quatiens cancurnmt pIures actianes ei-usdem re nomine, una q1ds experiti debet.
El principio, as enunciado genricamente, de la eficacia
extin;tiva del ejercici~ de una accin sobre las acciones
concurrentes, y, en general, toda esta elegantsima doctrina
de la concurrencia de las acciones, han recibido de los romanistas modernos contribuciones muy notables que han
iluminado con luz viva muchos aspectos de la enmaraada
materia, aun cuando otros permanecen todava oscuros y
a~aso impenetrables.
Resulta, e;' p~~m~r
--adarad.() l akariEe--prc1:lco
"ligar:
de la regla:
Paul., 34, Dig., 44, 7. Qui servum alienmn iniurose 'Z/erberat, ex una facto incidit et n Aquliam et in actionem
inriarum. . . sed quidam altera electa alteram conszn:l1i...
1. S is cui rem commodavero, eam subripllerit, tenebitur quidem et commodat actione et condictione, s~d altera actia alteram peremit aut ipsa 1ire azd per exceptionem . ..
Ulp., 14, 13, Dig., 4,2. Eumqui metum fecit et de dalo
tener certum est, et it.-r. Pompon.ius, et consum alteram
actionem per alteram exceptione i'n facto apposita.
Gai., 18, 1, Dig., 13, 6 . _.si qua earum actu'l11- fuerit,
aliae tollzmtur.
U1p., 5, Dig., 46, 1 _. _cum altera earum in htdici d~uceretu1'J alte'ra C011Sltmeretur.
As, pues, por derecho clsico, tanto si entre dos personas concurran dos o ms acciones, cuanto si las !!lismas
concurran entre varias personas del lado activo o pasivo,
el solo ejercicio de una de estas acciones extingua tambin
todas las acciones concurrentes. La opinin generalment:!
245
........
246
2.
Derecho justinianeo.
En el proceso postclsico se perdi el primitivo significado de la contestacin de la litis y tambin el caracterstico efecto consuntivo, de suerte que toda la teora de las
acciones concurrentes quedaba privada de su base. Por otra
Concorso elle azioni, e.. Diz~ prat. dir. priv.; PACCHION!,
en apndice a SAVIGNY, Obbligazioni (trad. it.), t.I, pgs. 665 y siguientes; SEGRE, Corso di diriUo romano (Concetto e genes; dell'obbl.:
Le obbl. solidali) , Torino, 1929, pgs. 166 Y sigtes.; LEVY, Konkurrenz
d~ actionen und personen, I; TI, 1; WENGER, Institutionen des romo
Ziv.ilprozessrechts, pgs. 174 y sigtes.
Ob. cit., t. 1, pgs. 80 y sigtes.
(4) Ob. cit., pgs. 175 y sigtes.
(5) Arch. cit., t. 79, pg. 332.
(6) Ob. cit., pg. 900.
897;
El'ICACIA y
LONGO,
e)
AUTORIDAD DE LA SENTENCiA
247
C).
243
E~nuco
TU L LIO
L I EBMAN
cumplimiento en general conseguido, y no la simple proposicin en juicio de una accin, constituye el hecho que;
extinguiendo tambin las acciones concurrentes, pone de
relieve el nexo que existe entre ellas; y as la naturaleza de
este nexo y la particular disciplina de esta figura jurdica
pertenecen en primera lnea -al derecho sustancial.
Deriva d-e estas premisas que el C012CUrsUS actio1Zurn se
presenta en derecho moderno, al menos en su ncleo central, sub specie de un concurso de derecho. La sensibilidad
propia de nuestros tiempos por la precisin de los conceptos
y de su formulacin tambin verbal quiere, pues, que se
determine con exactitud si, al lado del mismo, puede hablarse -de un -concurso de acciones.Pero a m me parece claro que la distincin entre derecho y accin puede tener como consecuencia ms importante la de duplicar. la figura primitiva, porque a todo concurso de derechos corresponder un concurso de acciones.
y si es verdad que, por las razones indicadas, las acciones
concurrentes sufrirn la suerte de los derechos a que correspondan, esto no impide que las mismas puedan presentar,
y efectivamente presenten, algunos problemas particulares
no carentes de inters.
Por otra parte, los casos de concurso de acciones constitutivas ofrecen el ejemplo de un puro concurso de acciones, al menos para aquellos que (como Carnelutti) niegan la existencia de un correspondiente derecho potestativo.
Cundo se podr decir, pues, que se est en presencia
de un concurso de acciones? Puesto que debe tratarse evidentemente de acciones diversas pero conexas, vamos a examinar las distintas hiptesis que se presentan variando cada
vez uno de los elementos de identificacin de las acciones.
EFICACIA Y AUTORIDAD DE
4.
LA SENTENCIA
249
(8)' Tambin LA LUMIA, ob. cit., pg. 86, excluye estos casos del
nmero del concurso.
(9)
4
EN RICO TULLIO LIEBMAN
25 O
5.
EFICACIA
AUTORIDAD
DE LA
SENTENCIA
251
252
ENRrco
TULLIO
LIEBMAN
juzgado digno de tutela. Ahora bien, este sistema de derechos, que es la forma con que el orden jurdico opera sobre la sustancia de las relaciones sociales, es necesariamente
un esquema abstracto y rgido que no puede siempre seguir
y adaptarse a la realidad concreta en su infinita variedad
de modalidades y en su imprevisible riqueza de combinaciones. Puede ocurrir as' que los medios tcnicos de tutela sea:!
superabundantes respecto de algn punto y dejen descubierto algn otro, provocando cierta desigualdad, esto es,
bien un exceso, bien un defecto de tutela jurdica. A evitar estos inconvenientes proveen algunas creaciones jurdicas elsticas y generales que tienen precisamente b. finalidad -de- permitir mirar -ms -all--de-los -esquemas formales
preestablecidos, y de conducir a una valoracin final ms
en armona con la sustancia del caso concreto, reparando
as el funcionamiento imperfecto de los mecanismos naturales del orden jurdico: a tal funcin han dado o dan cumplimiento la exceptio doli, la accin de enriquecimiento, la
prohibicin de los actos ' de emulacin, la prohibicin del
abuso del derecho, la condictio sine causa, etc. El concurso
de derechos y de acciones, por presentar una pluralidad de
medios jurdicos donde existe una sola lesin de derecho a
reparar, ofrece el peligro de uno de aquellos inconvenientes ahora indicados, pero, puesto que impide su satisfaccin
acumulativa, contiene en s mismo el remedio que permite
enumerarlo en este grupo de institutos (14).
La satisfaccin de uno de los derechos concurrentes im(14) A confirmar la existencia de esta aproximacin, contribuye el recuerdo de que en muchos casos en que por la falta de
algn requisito el efecto consuntivo de la litis contestafio no bastaba
para paralizar las acciones concurrentes, se sustitua con el mismo
resultado prctico, precisamente la exceptio doli (llamada consuncin judicial, en anttesis a la civil: LEVY, ob. cit., n, 1 y sigtes.,
88 y sigtes).
EFICACIA
Y AUTORIDAD DE
L....
EKTENCIA
253
'.
I
J.
"".l.l..1..l~"'.1..l,""'"
'-.l\.-
.a...L..&...L
"".....
_...
254
~\
6.
Puede darse tambin el caso de una pluralidad de acciones concurrentes, disti,ntas por la diversidad de los sujetos activos o pasivos. Adems del caso clsico de las obligaciones solidarias) cuya disciplina pertenece hoy, por las
7
Casacin de 23 de mayo de 1927, en Foro it., Rep. 1927,
)
voz Pagamento, n. 16; y mi Opposizioni di merito nel processo d'esecuzione, n. 129.
EFICACIA
AUTORIDAD
DE
LA SENTENCIA
255
.,
256
ENRICO
TULLID
LIEBMAN
EFICACIA Y AUTORIDAD DE
:LA.
SENTENCIA.
257
administradores. Queda, sin embargo, por explicar 12; diversa extensin de los efectos de la sentencia segn que ac~
ja o rechace la accin.
Pero no se trata, en este caso, tanto de los lmites subjetivos del fallo, cuanto de los lmites del objeto mismo del
por
CHroVENDA,
COSTA,
-1
I
;
(d) Para una comparacin entre el derecho italiano y el brasileo, en el asunto, ver ASCARELLI, Teora Geral dos Ttulos de
Crdito, Sao Paulo, 1943, pgs. 66 y sigs., 119 y 120 Y los autores
all citados.
(e) . Cuestin idntica surge en el derecho brasileo en d caso
de accin para anular los acuerdos de asamblea por los ~icios
indicados en ~l arto 156 de la ley sobre las sociedades annimas
(decreto-ley N 9 2627 de 26 de setiembre de 194 0). [Vase el
arto 353 del Cd. de comercio argentino. Acerca de la actuacin
de los administradores, vase ROBERTO GOLDSCElMIDT, La responsabilidad civil de los admi1J.stradores de la sociedad annim-a, BueDOS Aires, 1.945].
(f) Naturalmente, el problema estudiado en el texto slo se
puede presentar cuando se trate de acto realmente nico e indi-visible. Slo entonces hay ConCurso subjetivo de acciones, porque
tienden todas necesariamente a la anulacin total del acto. La solucin es diferente si el acto es divisible (esto es, si puede prcticamente subsistir par~_ algunos de los sujetos y ser anulado para
otros), o si el acto, slo aparentemente nico, es en la realidad
compuesto de una pluralidad de actos sustancialmente distintos
(vase, ms adelante, en este volumen, Pluralidad de legitimados ... , N" 4): (tal es el caso examinado por LUIS EULALIO VI-
""'f
258
nIG.u, en
_o.
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~ " ". ,
578 (en la
4'
260
ENRICO
TULLIO LIEBMAN
EFICACL~
AUTORIDAD DE LA SENTENCIA
261
e)
e)
:262
E NR rco
TULLIO
263
LIE3MAN
Pero estas opiniones son, a mi modesto entender, debidas 2. una diagnosis incompleta de la situacin: la comu,niclad de los fines de los varios sujetos, la naturaleza del
acto uno e indivisible, que ha de mantenerse o caer en su
totalidad con respecto a todos, no excluyen la personalidad, '
la individualidad de la legitimacin de cada uno para pro:poner la impugnacin. La idntica cualidad (de socio, de
interesado en la anulacin del acto, etc.), no es ms que el
presupuesto comn de la personal y autnoma legitLlTIacin
reconocida a todos los que se encuentran en aquella determinada situacin. Pero si se admite que la accin corres:jJonde individualmente a cada uno de los interesados, no se
:puede, sin incurrir -en contradiccin, considerar qUe lo qUe
hace uno de ellos, valga como re2.lizado por cuenta Con
efectos para todos los otros. N o se puede, por consiguiente,
hablar de recproca sustitucin procesal, porque cada uno,
cuando acta, ejercita la propia y slo la propia accin; ni
decir que la identidad de la cualidad haga desaparecer la
:diversidad de las personas, porque, al' contrario, esta diver~dad presupone aquella identidad y ms an, en su terreno
ahonda las propias races, pero para sobrevivir y afirmarse
'~obre ella: ya que una persona est individuaLtnente legi:timada para obrar, precisamente en cuanto es socio 0, en
,general, partcipe de una relacin jurdica determinada.
-I"' ......
.La..)
.LJ...L
r'a.~-
tienen un fin nico, una comn funcin prctica y econmica, pero que, no obstante, son distintas y diversas entre
VrvANTE, Trattafo, t. n, n. 528; A. SCIALO]A, Studi di diritto privato, pg. 357 Y Foro it., 1911, l, 709; ASCARELLI, Appunti
di diritto comm., Socictd ed a5S. comm., Roma, 1936, pg. 276; MossA,
Diritfo comm., Milano, 1937, l, pg. 210.
,-".L
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UJ...J..",
..1..",,1.1.
U.
U.
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e)
264
(5)
ALLORIO,
265
2SUnm:
(6) Vase mi artculo Azioni concorrenti, cit. (Acciones concurrentes, en este volumen) . 1 Y las amplias indicaciones que all se"
.~
.
'
EN RICO
266
en el derecho justinianeo se abri carrino un profundo can1bio, y no ya la contestacin de la litis silla la efectiva :atis1accin conseguida por una accin, extingua las acclOnes concurrentes C). Este resultado, que permaneci firme en el derecho intermedio, es el que subsiste an hoy:
resultado lgico, puesto que nosotros no conocemos ya la
contestacin de la litis ni su caracterstico efecto consuntivo; por otra parte, ms equitativo; y, finalmente, conforme a la regla de los lInites objetivos y subjetivos de la
-cosa juzgada, tal como se entienden en el actual derecho positivo, en el que no se encuentra la eadem res sin identidad
.de la causa petendi y de las personas.
- As, en el derecho moderncda:--sola- -y nica nc)'ca distin..:
tiva de la figura de las acciones concurrentes est en el
hecho de que se extingan todas por efecto de la sentencia
que acoge una de ellas, en virtud de la obtencin de su finalidad _comn (8).
_ Limitando el discurso al caso de varias ac~iones concurrentes de impugnacin contra un mismo acto, no cabe
duda de que si a una persona corresponden varias acciones
de nulidad de un contrato (por ej., por dolo y error), acogida una de ellas, tambin la otra queda extinguida, por
haberse conseguido la finalidad comn a ambas; -en cambio,
si la accin de dolo es rechazada, podr todava proponerse la accin por error. Nadie estara" dispuesto a sostener que
h relacin de concurrencia deba importar extensin de la
;J
~
1
1
.,
autoridad de la cosa jzgaua ue ia una a a otra aCClon: a
ello se opondra tanto el arto 1351 del cd. civ. (que suhacen. Cfr. en sntesis, WENGER, Instit-utiOl1en, pgs. 174 y sigts., y
BETTI, Diritto, romano, t. 1, pgs. 644 y sigs.
Ob. cit., 2, as como \VENGER, ob. cit., pg. 176; BETTI, ob.
e)
267 __
TULLIO LIEBMAN
bordina la excepcin de la cosa juzgada tambin en la identidad de la causa), como el concepto mismo del concurso
de acciones, que da lugar a una pluralidad de medios de
ataque independientes, dirigidos a un resultado idntico.
Exactamente lo mismo se verifica en el caso de concurso
subjetivo en lugar de objetivo: esto es, si las acciones de
impugnacin corresponden por un mismo motivo a varias
personas diversas. La diversidad de las acciones depende entonces de la diversidl.d de los sujetos, no ya de la causa,
pero es igualmente suficiente a excluir la extensin de la autoridad de la cosa juzgada de una a otra de ellas .
I
I
En sentido contrario se me ha observado que as se rinde homenaje-al prejuicio de la cosa juzgada secundllm event1l1l1 litis C); no parece, sin embargo, que la observacin
d en el blanco, desde el momento en que la opinin eue
yo sigo no implica, tal como podra parecer a primera vista,
una ampliacin de la cosa juzgada a los terceros en el caso
de sentencia favorable. Lo que se extiende a los terceros,
esto es, a los otros legitimados por la impugnacin, es slo
el efecto de la sentencia, y precisamente la anulac~n del
acto impugnado; porque el petifln de cada accin incluye
necesariamente, dada la unidad y la indivisibilidad del acto
que se impugna, tambin la inalidad de todas las otras ac-ciones concurrentes, y as la aceptacin de una de ellas lleva
.de hecho a la consecuencia de que tambin para los otros interesados el acto ya no existe. Pero este resultado no
1.
r
_
_. ,
,
p!lca, en erecw, exrenSlOn ae la cosa )uzgaaa mas alla de
:sus, habituales lmites subjetivos; el mismo se produce legtimamente para todos, porque a todos se extiende la eficacia de la sentencia, en su objetiva consistencia determinada
por el contenido del pronunciamiento, en virtud de un ge-
un-
(9)
BETTI,
'f
....
l'
..
268
.,'
1..
269
)
As la citada decisin de la V secc., de 3 de marzo de 1933,
Ponente PAPPALARDO. A diversas y mayores consecuencias conducira
la doctrina de RANELLETTI, ob. cit., pg. 511 de la indivisibilidad del
vicio del acto.
-,
270
ENRICD
TULLID
LIEBMAN
I'
NDICES ALFABTICOS
c--
A
Pg.
AIRES, lIENVINDO
ALCAL
6,
NICETO ..
..
. .
..
. .
..
167,
ALrBl\.ANDI . . " 242,
Au.ORIO, 144, 199, 200, 205, 206
214, 215, 216, 217, 218, 219,
221, 223, 224, 225, 226, 234 ..
ALsINA, HuGO, 25, 26,
52, 86,
143, . . .. .. ., .. .. ., ..
A."\lERICANO, JORGE, 25,
86, 89,
ALCINDOR . . . .. . .. ..
AMIGUES . .
ANoERSEN
..
..
ANoRIOLI .
AllANGIO
..
..
..
.
.,
Rurz ..
AsCARELLI,
CASTILLO,
ZAMORA
.
..
47,
.,
..
..
56, 98,
. . .. .. ., ..
24
169
245
264
157
181
140
169
215
245
TUl.LIO;
11
.. 41, 64, 191
BATISTA MARTINS, PEoRO, 25, 52,
81, 86, 88, 89, . , .. . . . .
143
186
BAUDRY LACANTINERIE-BARDE . '
75
162
BERNATZIlt .. . . .. .. . ,
tI
.. ..
llACHMANN
100,
103,
118,
it9,
124,
126,
133,
134,
224,
225,
246,
264,
. . .. . .. 267 .
BEVILAQUA, CLOVIS .. . .. .. .. 191
BmILONI .. " . . . . . . "
.. 228, 230
BIGIAVI . .. . . . , . . . . . . 186
BINDER .. . . . .
58
BIONDI, 11. .. . .. .. .. .. . 20, 21
BONELLI .. .. . .. . . .. "
" 250
BoNFANTE . .. .. . .. . . 245
BORSl .. . . . . ., 164, 167, 269
~ICHER. ., .. 39, 41, 58, 75
BRACCI .. ., .. .. .. . "
.. 167
J>RANDO, ANTONIO JOs, 25, 82,
85
84, . . .. .. . . ..
BUSATTI .. .. . .. . "
.. .. 128
BETTI,
BUTRIGARIO .,
..
. .
BUZAID, ALFREDO
..
"
.
..
..
172
. . 6,
..
C
PIERO, ++, 46, 47,
56, 92, 94, 95, 96, 97, 98, 230, 237
CAMMEO, 47, 104, 161, 166, 168, 269
CALAMANDREI,
274
EFICACIA
Y AUTORIDAD DE
Pg.
Pg.
P;;.
DERNEURG
253
24,. 32,
jEMOLO '.
48
DE VALLES
.. 167, 168
JEZE : . _ .
36, 42, 44, 47, ro, n, n, H,
157, 16"9
DAZ DE GUIJARRO, ENRIQUE, 228, 229
56, 67, 68, 69, 70, 73, 79, 84,
JHERING, 92, 106, 11)7, 111, 112,
DONATI ._
47
118, IlO
100, 106, 107, 122, 124, 126,
1H
I)'ONOFRIO . .
134, 199, 215
Jon, T o:o.t.\s
129, 130, 131, 132, 133, 134,
228
Dos RElS, ALBERTO
., 25, 142
JOSSERAND ._
135, 136, 137, 138, 139, 140,
229
D1!MITRESCO __
. . . _ 229, 236
JUSTlNIANO ,.
141, 142, 144, 152, 155, 156,
- _ 241, 247
187, 190, 195, 196, 199, 202,
E
203, 206, 210, 212, 215, 216,
K
217, 219, 221, 225, 234, 243,
E!SELE . _ _ . . _
_. 242, 245, 246
248, 254, .. . .
. .. 261
KEUE"75
ESPIN-oLA, EDUARIlO . _ .. .. ..
192
KELsEN
CARVALHO SANTOS
. . . 86, 191
.. H, 163
ESPSITo, 45, 47, 63, 166, 168, 169, 171
KrscH ___ _
CASANOVA .. .. .. .. .. . 250, 254. - - - 50, 92
ESTILITA, GUILHERME, 24, 81, 82,
KOHLER
CASTRO, AMLCAR DE . , . .
90
60
83
..
142
KORMANN _ . _.
CASTRO, TORQUATO .. .. . . .
25
163, 166, 169
KRCKY.ANN
CAVALCANTI, TEMsTOCLES
180
60
F
CERMEsONr, FERNANDO.. .
98
KUTTNER '.. 59, 92, 97, 104, 173 174
CICU . . ::
173
FERRARA
72, 186
COESTER '.. : ... . . , . . .- . - 41, --163 - - FIscHER -.. _. __ .
L
... _.._. 104, 23~ ________ . _ _ _ _ _
COLIN-CAPITANT . .. 186, 229
. . _ 162, 168
FORn .. .
LAFAILLE, HCTOR _ .
228
COSTA, S., 42, 43, 106, 119, 1~0,
LA LUMIA __ _
247, 249, 250
- 12.2,124, 190,253,255,256, . 261
G
LAURENT . ~
190
COUT\l!lE, EDO'lL'UlO J., 2.5, n, 86, 161
GALLUl'PI . _ _ _ _ _ _. __ _ 173, 186
LENEL
20
Covr:EI.l,O, L , . . . . . : .'- 173, 18-6.
GANGI _. _ _ _. .. . _ _.
250
LENER
CoV!ELI.O, N., . . . _ 72, 186, 2-+7
139
LENT
GA",SONNET ET C7.'R-BRU
140
CRiSTOl'OLmI, . . 199, 206, 207, 2 08
" 58, 60
GAUDENZI . _
79
LEoNE
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199
GIORGI
191
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225
CUXHA. P A ULO .
.. 2f , 8.2, 181
GOLDSCHMIDT, J., 35, 41, 58, 59,
LEVY - _ _ 242, 246, 252
60, j i , 92, 104, 199, 212
229
LIEBMAN, ENRICO T=o, 7, 8, 25,
CH
C-oLDSCH~[IDT, ROllERTO .
257
89, 195, 230 _ . . , " . _ .. _. 234
C]'llm'D.\, GWSS>PE', 9 , 19, 20,
GY"EZ ORBANEJA, E. _ _ _.
23
LIPARI . 56, 79, 156, 173, 189
72 , 2 3, 2 f l 32 1 lG, 3S J 39, 41 .
GORLA __
79
LIUZZI - . _. "
. _ . _ " 162
44, 47, 49, H, H, 5,6, SS, 61,
GUIMARAES DE SOUSA, MARIO
LONGO ..
_ _ _. _ _ . . 246, 247
89
64, 65, n, 74, n , 79, 80, 54-,
GUIMARES MENEGALE
LPEZ DA CoSTA
25
23
87, 8S, 8-9, 103, l OS, 106, 120,
GUSMO, AURELIANO DE, 24, 86,
LCRO! - .
189
123, 12-1 , 125, !lB, 129, UI, 139,
~8, 142, 192 _.
25i
.til-~, 141-, [43", LS2, 155, 156, 170,
M
H
17T, 1I3 , 17'; , 175, 176. 177, 1 9,
MACHADO _______ _
iS6, t S7, 2 00, 208 212, 216, 217,
12S
fu:M . _
35, 58, 60, 173, 174
~ 1'2 1 2'33, 234, Z} S. 2 57, 2j 8., 2-H,
:tviACHADO GUIMARES, LUiZ
SI
HELL"I7IG, 34, 35 , 38, 40, 41 , 42,
247, 249, 256, 258 .. _. . . . . . ' 261
J\fA}t.SII.!IS~ DE.
103
57, 58, 59, 75, 92, 103, uo, 232
MATTIROLO _.
186, 1.91
HEr.RNRITT _.
162
D
MAUR, OTTO
.. 163, 166, 169
MAZE.'UD . _ _ __
229
1
DA SILVA LIMA, HERoTlDES
86
MENDELSSOHN - BARTIIOLDY, 103,
DE CASTRO, AMLCAR .. _.
90
II>SE~ _ .
. . .. .. .. 163
104, 112, 130, 141, 172, 173,215,
DE GUSMO, AURELIANO, 24, 86,
218,219._ ..
232
257
88, 142, 192 ..
J
MENDEs, Joo _ _ ._
86, 89, 257
DE -MARSILIIS
103
MENESTRINA _. _ _____ 32, 56, 73
]E~LINEK, ~ALTER
163, 166, 167
186
DE RUGGIERO ,"
. .
MERKL ..
_ _ 62, 63, 64, 162
CAR~ELvTrI,
FRANCESCO,
LA
SENTENCIA
Pg.
190, 229
250
167
MERLIN . _ _ . .
~fE5S!NEO
MIELE .
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MONTEIRO, Jo.~o
95
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69
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PACCHIONI
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181
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. _
. _
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79, 89,
25
90
R
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. -
- _ _.
..
__ __ "
164, 269
166, 167,
269
105, 233, 235
66, 103,
148, 149,
_ _ .. .. 232
_ _ 25, 142
_ ..
. - 199, 200
190
. . _
56
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276
'
ENRICO TULLIO
LIEBMAN
Pg.
66
:~(;lCC:o, AIlTUllO .
55
Rocco, UGO .. . . ..
53, 67
RilANO . . " " . . . . 164, 167, 171
ROMERO SNCHEZ .. . , . . . . " 181
ROSE1'<"BERG, 35, 39, 41, 42, 58, 60,
:' 75, 92, 104, 174, 212, 229, 232, 261
AOVELLI . . .
98
RUGGlEllo, DE . ,
.. .. " 186
. 103, 172
162
TISSIEll .. .. .. .. "
140
167
TRENTIN .. .. .. " " .
TROPLONG .. ..
190'
Rocc:o, Au1lEoo
Pg.
STElN-]ONAS .. H, 58, 75, lH, 212
SroLFI, G. . . ..
186, 250
T
TARTAGNO, ALESSANDRO "
TEZNER
..... ,
ULPIANO . . . .
..
"
. . . . . . 241
v
VALLES, DE
.. .. 167, 16&
VIDIGAL. LUIS EmAuo . . . . .. 258
VITEIUlO, c.'\MlLO . . .. .. .. .'-;22;;;,Si --- - - - - - - VZVANTE
. . 125, 250 255, 263
P:.
z
ZACHAlllAE-OtOME
ZANZUCCHI . . . .
186
214
MOLleIN de la autoridad de la
cosa juZgada " . . ..
ABROGACIN de la ley ..
ABsoLucIN de la instancia
ABsn.AcCIN " " " ..
ABUso del derecho (:Prohibicin
del) .. .. .. .. .. .. ..
AccIN . . . . . . . . . . . . . . . .
- contractual ex nnpto lIc"ito
- declarativa .. .; .. .. .. 25,
- de divisin . , .. '.. ..
- ejecutiva . . .. .. ..
- de enriquecimiento .. ..
-'- de indemnizacin: Seguro
... '
qunti minoris ., .,
72
166
99
160
252
247
250
26
265
74
252
189
249
249
188
.:
92
..
83
83, 181
.. .. 92
- redhibitoria .. .. .. . .
- d. regreso .. :. .. ..
- de regreso o de liberacin
- de rescisin .. .. .. ..
- rescisoria. .
..
- de riliet/o .. .. .. ..
ACCIONES
......:. concurrentes .. 241, 243, 264,
- concurso de . , 241, 243, 247,
- constitutivas (concurso de) 248,
AClU!EDOR .. " " " . . .. ..
- del vencido .. ., .. .. .. .,
Acno . . . , . . . . " " " 20,
265
257
254
183
175
21
Pg.
AC:TIO iudicflt .. ., .. .. .. 20, n
AeTIoNEs (Sistema de)
11
AenVIDAD
- administrativa ..
. . 162; 66
- del j~ez (NatUraleza de la)
70
~ jurdica del Estado ..
] 63
'- jurisdiccional .. .. ..
51
- de los poderes pblicos
_ 161
ACTO
- administrativo 47, 168, 179;
198, 202, 230, .. ., .. ., .. 269
- administrativo (Cosa juzgada
del) .. .. " .. .. .. " .: 161:
- administrativo (PresuD.cin de
legitimidad del) .. .. . .
167
~ contrario a la ley .. .. ., .. 16'6
- de emulacin (Prohibicin de
los) . . . . . . .. . . . . . .
- del Estado .. .. .. .. . . .. U2
- del Estado (Eficacia :natural de
la sentencia como) , . .. .. 1~ 5
- del Estado (Presuncin de legitimidad del) . . . . . . . ,
205
- del Estado (sentencia como) . . 166
- jurdico (sentencia como) ., 9~
~ jurisdiccional " " " 46, 162, 1.69
- legislativo ., .. 47, 165, 180, 202
- del poder pblico .. ..
10
- privado .. . . " . . .. .. 1.98
ii2
EFICACIA Y
278
ENRICO
TULLIO
AUTORIDAD DE L-\.
279
SENTENCIA
LIEBMAN
P~g.
Pg.
Pil.".
213
33
26
63
- Ge
- de
ACTOR
ACTUS
la sentencia
voluntad ..
(Inters del)
contrarius . .
ACUERDOS de sociedad annh-n.:l (Impugnacin com:ra los) ..
124
ADMINISTRACIN de la justicia (Caricter p{blico reconocido a la) 153
AFIRMACIN de una vo!unrod de ley 66
AGERE .. .. .. .. .. . .
21
ALIMENTOS ..
42
Juicio de .
52
ANLISIS de los efectos de las sentenlS .. . ..
33
ANTIGUO derecho espaol
228
Al>ELAcrN
concedida en un solo efecto
- Juicio de
ASISTENCIA
ASISTENTE
AUTORIDAD
179
- administrativa
:....::.... administrativa (Recurso jed.rquico ante la)
.. .. 164
de la cosa juzgada 19, 22, 29,
48, 71, 89, 100, 149, 160, . . 162
- de la cosa juzgada (Abolici::t
. de la) . . .. . . .. .. .. . 72
--.: de h cosa juzg2da (Naturaleza
publicstica de la)
73
B
BETTI (Teora de)
BIE)'lES (Comunidad de)
118
9&
C
C.CTE!t
- esencialmeme declarativo de la
sentencia . .
....; imperativo de la decisin
32,
- Jurisdiccionll de las sentencias
. . constitutivas y dispositivas . .. ..
~ pblico reconocido a la administracin de la justicia ..
CAitACTERSTICA principal de la
sentencia .
CARGA de la prueba (Inversin de la)
CARNELUTTI (Teora de) .. . . ..
CASACIN (Recurso de)
76,
CAUSA
de
inefic~cii
de la sentencia
(in}usricia como)
In:ervencin en . .
. . 125)
- Lhmada en .. ~ . de un tercero
C~tJSA PEENDI (Diversidad de la)::
CA USALES de nulidad del matrimonio
Declaracin Je
.. 36,.205
Eficlcia de la declaracin. de ...
de la sentencia
47
Limitacin de la cosa j':zg~da' ~
la declaracin de .. . . .. .. .. 34
Sentencia de declaracin de
101
Simple declaracin de
22
COLUSIN
44
153
42,
43
'25~, 26~
Co~ODATO . . . '. . .
COMPOSICIN de la litis
2511
217
COMPRADOR eVlcto
174
93
62
4S
CONCD"RSO
- ce
objetivo ..
subjetivo . .
247
248
247
249
250
254
31
42
170
139
139
250
231
CERTEZA
CLUSULA
8O
56
157
157
.'
Pg-.
252
CONEXIN
de las relaciones jrdicas
211
- entre dos rebelones jurdicas
134
- inescindible
. 116, 119
CoNPESIN
171
CONSTITUCIN de prenda
250
CONTENIDO de h sentencia . .
66
CO~TRADICTORES:
160
171
134
208
- legtin10s
.. 234 J 23S
-- pr~ar~os
2;9
- primar!os (Legtimos) ..
~4-2:
--- secund:lrios
l..J.O
CO~TRATO .' .. . . .. .. ..
202
_ bilateral .' .. . . .. .' . .
249
CONTROVE':SIAS administrativas . .
163
COSA juzgada,.
.. 9, 31, 53
_ Abolicin de la autoridad de la 72
_ de los actOS adminis~ratiyos .. 161
_ Au~oridad de la, 19, 22, 29,48,71, 89, 100, 149, 160, . . . . 162
e~ las cuestiones de estado y sus
lmites . , .. . . ,. .
227
Definicin de la ..
70
_ Y efectos secundarios
91
_ Eficacia atenuada y provisorio
de la .. .. .' .. ..
225
_ Eficacia directa de la, 130, 134, 138
_ Eficacia refleja de la, 13 O, 134,
185
13 8, ..
_
_
Excepcin de
Exte!1sibildad de los efecros de
263
la .. .'
11
Extensin de la .
formal . . . . 68, 76, 164, 165, 212
75
Funcin negativa de la
162
Instituto de la .. ..
Limitacin de la... a la decla34
racin de certeza .. _.
Lmites objetivos de la, 73, 85, 210
_ Lmites subjetivos de la, 73,
265
100, 115, 210, 219, ..
68
_ material . . . . . ' . . . '
_ No es un efecto de la sentencia 57
_ Naturaleza publicstica de la
autoridad de la ..
73
Ofensa a la ..
83
_ Partes frente a la .. ..
101
_ y proceso de ejecucin
78
_ secundum eventum litis
39
_ en las sentencias dispositivas
42
_ sustancial .. .. .. .. ., 76, 165
_ 1 eora de los efecros re!iejos
de la . . .' .. .. .' .. .'
103
_ Teora ~~ma.teria1stica" de la, 35
_ leora "procesal" de la '.'
215
_ 1 eora "procesalstica" de fa
35
_ Teora "sustancial" de la
215
_ Terceros frente a la ..
101
_ Violacin de la .' .. ..
69
CoSA vendida (Vicios ocultos de la) 249
CUALIDADES de la sentencia (Distincin entre efectos y) .. .. .. 82
_
_
_
_
_
D
233.
DAO de hecho
DECISIN
_
_
_
Carcter imperativo
extra-perita .. ..
Funcin declarativa de
32,
la",
42
88
3.2, "43
~ Inmutabilidad de la
inkr alias
42
176
DECL>\RACIN
205
de certeza
; ..: .. . '.
de certeza (Sentencia de) . . . .
de certeza de la 'entencia (Eficacia de la)
de certeza ($1rnple) .,
de derecho . . .. .. ..
jurisdiccional de certeza
DECRETO de inyuncin .. ..
DEFIICIN de la cosa juzgada
DEFINITIVIDAD
.. 2 j, 71,
DEFINITIO ..
DEMANDA de revocacin
;4'
10 ;
49
'2162
,6
108
70
198
49
~(jg
DEPENDENCIA
_. enrre dos relaciones jurdicas
134
_ necesaria .. .. .. :. .. ..
119
:- necesaria entre dos relaciones jurdicas .. .. . '
127
DEPSITO
250
DERECHO
- cannico
- Declaracin de ..
- espaol (Antiguo)
_
_
_
_
_
p:.tc:;
d:
prcdu~6!!. del
55
162
228
62
98
21
252
247
16:
11
98
280
ENRICO
TULLIO LIEBMAN
P g.
DERECHOS
243, 247
- Concurso de
- p.o testarivos ..
124
~ Sistem:> de
31
DEv"DOR . . . . . .
183
DISPOSICIN de ley (Literal)
83
DISTINCIN entre efectos y cualidades de la sentencia
82
DIVERSIDAD
- de la causa petmd;
2 50
,....... de personas . . .'
254
,....... del petitum .. ..
249
DIVISIN (Accin de)
265
DIVORCIO . . . . .. . '
98
DOIlLE grado (Prin~ipio del)
56
Dol.O de las panes en perjuicio del
tercero.. ..
233
DoTE . . . . . . . . . '
259
DURACIN de valide:z;(Ge1tungsdauer) 63
E
EFECTO
..:.. Apelacin concedida en un solo
....:.. constitutivo .. . . .. 22, 35,
-:- consuntivo de la litis contesta-
80
38
EFECT~S
constitutivos de la sentencia, 49, 198
de la cosa juzgada (Extensibi263
lidad de los) . .. .. . . ..
....:.. declarativos de la sentencia . . 198
- de hecho . . . . . . .. . . .. . . 91
- jurdicos (Sentenda como hecho
productivo de) .. . . . . . . . . 93
- de lo juzgado . . .. . . .. .. 93
.0....0.: Unormativos" de la sentencia ..
98
'- privadsticos secundarios o colaterales de la sentencia (Tat-
213
103
13 O
234
110
91
,.......
-
Pg.
96
11 O
83
33
82
147
178
94
211
22S
j)
216
49
H
138
n'
1 5(}
168
61
62
216
23f
l-H
15 8
66
224224
ns
72
Pg.
-,: Proceso de .. . . . . . .
,....... provisoria .. .. .. ..
EJECUTADO (Excepciones del)
EJEC1.!TIVIDAD . . . . .. . .
ELEMENTO lgico del proceso
EMULACIN (Prohibicin de los actos de) . . . ' .. .. .. ..
ENRIQUECIMIENTO (AcCin de)
EQ1.TIDAD
~ Decisin del j ue:!: segn
- Jurisdicciones de .. :.
- Plon,mc";:;iento segn
ERGA Q1nnes (Efectos)
38, 40,
ERROR
,....... de derecho . ' ..
~ de hecho .. . . .. . ' ..
EscUELA. publicstica vienesa
ESTABILIDAD .. .' .. .. ..
ESTADO
,....... Actividad jurdica del . .
,....... Actos del .. .. . . ..
,....... Eficacia natural de la sentencia
como acto del .. . . . . . . ..
- La cosa juzgada en las cuestiones
de... 'Y sus lmites. . . .. . . .
- Presuncin de legitimidad de los
actos del . . . . .. .. .. . . ..
,....... Sentencia como acto del ..
,....... Sentencias en materia de, 56,
180, . . . .
ESTADOS (Leyes de los gobiernos de
.. . . . . . . . . . .
los) . .
175,
EVlCCIN . . . . .. . .
ExCEPCIN
,....... de cosa juzgada
,....... del ejecut ado . .
EXCEPTIO doli . . ..
EXCEPTIO mali processus ..
EXCESO de poder .. .. .' .. ..
ExUNSIIlILIDAD de los efectos de la
cosa juzgada .. . . . .
ExTENSIN
,....... de la cosa juzgada .. . .
,....... subjetiva de los efectos de la
sentencia
,....... subjetiva de la sentencia
7a
53
81
54
32
252
252
42
48
51
41
171
171
63
37
163
162
281
Pg.
rESTSl'ELLUNGSWIIlKUNG
FL\.llOIl . . .. .. ..
. . . . 131,
FIANZA . ' .. .. .. .. .' .. 174,
FICCIN de verdad . . . . . . . : 21,
FILIACIN .. . . .. . . . ' .. 229,
FINEM controversiarum . .
FRAUDE .. .. . '. . . . . . . . . . .
,....... Tutela contra el . . .. .. . .
FUENTES de produccin del derecho,
FUERZA
~ jurdica .. . . . . . . . . .. _. .
,....... vinculante de la providencia. .
FUNCIN
,....... consultiva
,....... declarativa ..
,....... declarativa de la decisin, 32,
,....... jurisdiccional . . . . .. . .
,....... juzgadora . . . . .. .. . .
,....... negativa de la cosa juzgada
FUNDAMENTO y lmites de la eficacia
natural de la sentencia
FUNDO dotal ..
35"
1SS:
19!132
240
84182.
182
62'
162
6f>;
S,
31
42:
202
5- f
7,
15 8
259"
145
G
22.7
20 S
166
18 3
81
18 8
73
81
2f2
174
208
263
11
147
100
160
34
H
HECHO
,....... Dao de
,....... Efectos de . . .. . . ..
,....... jurdico (Efectos reflejos de un)
,....... jurdico respecto de los terceros (Efectos reflejos de los) . .
,....... jurdico en sentido estricto (sentencia como) . . .. .. . .
- productivo (sentencia como
de efectos jurdicos) . . . .
HIPOTECA
,....... judicial .. . . .. . . 95, 97,
2B91
13 ()23493
93'
93.
98:
ENRICO
282
TULLIO
EFICACIA
LIEBMAN
Pg.
J~z
Pg.
68, 203
56, 84
l:',;PE?'.HIVIDAD .. ..
lo sen~encil
_ ce
Talione
naturaleza
la actividad
171
JURAMENTO
JURISDICCIN
198
de b sentencia (Injusti170
cia como Causa de) .-
"INEFICACIA
170
21j
b sente!1cia
259
ad:n.inisuativa
de equi3d ..
48
JUST!CIA
adrninistrJriva
_ Carie ter pblico reconocido
I):]tisTIcrA
..
52
56
:l~eb.cin
de
139
_ (Accin: de ... : Seguro) .' ..
IND!SCUrmII:.!DAD, 23, 54, 58", 66,
Se:lt:C:lCll
94
JUICO
- de alimentos
..-
declar:cin de ce!'~eza ..
83
70
8;.
maleriae
sentencia
I]\jDEMNrzAc!N
84, ..
de
-!~-;d~;:;;m;-cn
269
a
1,3
9;
aeIa
l7f
ler
lX:\IUTAllILIDAD, 22, 27, 68, 77, 82,
13, a4, 19~ . ,
203
de lo decisin ..
42
63
la norma jurdica
56, 69
de la sentencia . .
ca
.I';~TANCIA
_ Absolucin de la .' ..
99
_ Pluralidad de '.
71
INST!TUTO de la cosa juzgada
162
INTANGIBILIDAD . . . . . . . . . 23, 71
L
250
LEGADO .. . . _. ., .. - .
LEGITIMACIN ..,
. . _ SO, 60, 239
_ de igu:u grado .' .. .. "
240
de
21;
26
182
182
157
10
[:~TERVENCIN
125, 139
en causa ..
139, 143
orzada . .
154, 157
del tercero
b'VERS:N e la carga de la pruebo, 171
r~'YUNCN (Decreto de)
208
84
IRRE~URi\.IBILlDAD
24
de b. sentencia
J
JUDlCATUM . . . .
jcmclUM . . . . , . . .
. 20,
67
151
actos
administrativos
( Presuncin de)
de los actOS del Estado
"INTERS
_
-
los
167
(Pre-
205
sU!lcin de) '. .' .. .' ..
250
LETRA de cambio ..
LESIN de un derecho subjetivo del
165
particular
114
LEX Saepe .. .
LEX specialis
LEX specialis
LEY
67
62
(Sentencia como)
161
166
(Abrogacin de la)
166
Acto .contrario a la
Afirmacin de una voluntad de 66
de los gobiernos de los Estados 81
L,constirucional . _
180
Literal disposicin de
Voluntad de la .. ..
LrnERAclN (Accin de regreso
de)
..
83
61
O
DE
LA
SENTE~Cli\
283
P~g.
83
impedido
inco:npetC!lte
sobornado .' ..
yolun;:ad eL.. y efectos de la
TM:PUGX';'CI~
Y AUTORIDAD
34
L:lo1!TES
de la eicacia natural de la se!ltC:lCia (Fundamento y)
Lz COSl juzgada en las cuestiones e estado y sus . .
obje!i-y'os de h cosa juzgada, 73,
35, .. ..
.. .. . . ..
subjetivo:; de la co'sa juzgada,
n, 100, 115, 210, 219,
LITERAL disposicin de ley
LITS
. U5,
Composicin de la . . . .
...
lITISCONSORC!O necesario
210
LITISCONSORTE
H6
..
11 S
ce
217
_ '6~
SS
216
217
Zbj
LL
LLAMAD.'\.
en causa de un tercero . .
p~tg .
- juridico
46
jurdico (Nclidad de un)
ISS
j\!rdico (Resolucin de un) . .. 185
jurdico (Revocacin de un) '. 185
jurdico (Sentencia como)
94
Kocr)f
los eiectos secundarios 96
NO),13RE cid marido (Prdida del
derecha d, usar el)
98
Nor,MA
jurdica abstraer:l
jurdica concreta
6464-
63
Nt:!.::DAD
o
OBLIGACIN
absrr:1c~J. n~cida
el negocio
C:lm-
bi~ro
250
. '.
causal . _
250
241
sclicl:lria
U.9. 241 , 254
OBLlGATIONES
20
OBGATORIED_<D
66
OFENSA a la COsa juzgada ..
3l
OPOSIcIN .
lJ7
del tercero, 121, 125, 139, 143,
154, 177, 219, . . . . '.
224
de tercero (Tierce opposition) . 18 O
ORDE"'A)'lIENTO jurdico (Concepcin jerrquica del)
62
correal
139
97
98
18;
229
231
53
76
79
9
152
88
N
'NATURALEZA
de la actividad del juez ..
70
- publicstica de la autoridad de
la cosa juzgada _.
73
NEGOCIO
202
cambiario (Obligacin abstracta nacida del)
250
p
PARTE . .
dispositiva de la sentencia
dispositiva de b sentencia (Significacin y alcance de la)
Dolo de la... en perjuicio del
tercero . .. .. _ . ..
frente a la cosa juzgada
ms diligente ..
Sucesin del tercero a la .. 116,
P.\RTICULAR (Lesin de un derecho
subjetivo del) ' .
P.'17..IA porestad
PATRI),IONro del quebrado (Pignoracin del)
10
88
88
233
101
265
121
165
229
98
284
EFICACIl\ y
Pg_
Pg.
turis et de jure
unr tantum .. . . ..
..
de legitimidad de los actos administrativos . . .. . .
- de legitinldad de los actos del
Estado . . . . . . . . . .
- de verdad . . ' . .. . .
~ de verdad (Ficcin o) . .
PRETENSIONES (Pluralidad de)
PRINCIPIO
.. 151,
- dispositivo .. "
- del doble grado
PROCESO ..
- Cuestiones lgicas del
- declarativo .. " . . ..
- dispositivo .. .. .. . .
- de ejecucin (Cosa juzgada y)
-
98
13 3
133
233
118
233
254
249
98
264
71
259
243
76
70
208
169
161
10
171
77
84
250
74
178
178
167
205
32
21
243
237
56
151
33
5O
5O
78
AUTORIDAD DE LA SENTENCl...
l.)
Pg.
32
157
70
RUVINDICACIN ..
Ra'CIONES
- complejas con sujeros mlciples
- enq'e derecho y proceso
- jurdicas , . " ,. . _ . . . .
---=--- jur dica ajena , _ . _ _, "
..
- jurdica (Conexin entre dos)
- jur dicas (Conexin de ls)
- jurdlcas
(Dependencia entre
dos) . . . , . ' . . , . . . " ..
- jurdicas (Dependencia necesaria
entre <los) .. . . . . .. " . .
REPERCUSIN . . .. . . :, .. , . ..
- de los efectos de una sentencia
RESCISIN . . . .
- Accin de :.
- Recurso de ,. .. ..
REs inter "lios .. ' . . .
REs inter "Iios ruJie"ttl .. " 140,
70
78
21
87
12
3.l
51
202
269
66 _ _ __
269
79
78
66
REs
Q
'1'
98
98
R
REBELDA
REBUS sic stantibus (Clusula), 42,
RECURSO
- de casacin _ _ , .
76,
- extraordinario _,
- jerrquico ante a autorida .dministrativa " ,_ _, , _
- jurisdiccional ,_ _.
- Preclusin ,. " ..
- R gimen _ . . . _, , _ "
- de rescisin _ _ . . _ _ "
- del tercero perjdicado , . 143,
RECHTSKRAFT _. _ _
35,
RGIMEN de recursos _. . _ ,_
REGRESO (Accin de) . _ . _ "
- Accin de. _ . o de liberacin
83
43
8~
157
161
81
188
92
184
21
238
132
184
211
184
127
234
211
185
83
83
13 S
176
interlocutora . .
21
9
- de un negocio jurdico., ,:
185
RESOLUTO ,ure ""tis Tesolvitur us
185
tI,"ciPientis .. "
189
REsPONSABll.IDAD civil
RESULTADO prctico y concreto del
proceso .. __ .. .. ..
87
72
RETROACTIVIDAD
81
REVIsIN " .. , . , . .. ,.
76
REVOCACIN '. ..
208
- Demand. de ,. , . _,
185
- de un negocio jurdico .'
- 92
RILlEVO (Accin de)
208
81
1641648481
,. ' . . , , ,20,
, 1-
Pg.
-
RES IUDICATA ..
RESOLUCIN
171
QUAEsno . . . _ . . . . . . . . . . ..
QuEllRADO (Pignoracin del patrimonio del) .. . . . . . . . . .. "
QUIEBRA (Sentencia declarativa de)
97, ., " "
285
189
213
83
33
c~mc acto
st""s-wirkungen, privatrechlichen
Nebenwirkungen) ,_ . . . . 91,
-
31
160
97
166
92
213
110
11 O
16U
216
49
150
61
62
216
235
236
ENRICO
Eficacia obligatoria de la
Eficacia presuntiva de la . . .
respecto 2. los terceros ..
Eicacia probatoria de la ...
respecto a los terceros ..
ejecutiva ..
Extensin subjetiva de la
Extensin subjetiva de los efectos de la .. .. .. ..
fraudulenta ..
.. 1 SO,
Fundamento 'Y lmites de 1.0
eficacia natural de la . .
Imperatividad de la
SI>
injusta ..
Injusticia de la ..
injusticia como causa de ineficacia de la .. .. .. .. .. ..
Inmutabilidad de la .. .. 56,
Irrecuri-ibilidad
_
TULLIO
Pg.
66
_ _ "r
?"1 "
r4
100
H7
185
119
121
184
123
rechtlichen
privatNebenwirk.ungen
fi ;J
)7
Motivo; de la .. .. ..
_
_
ctmaterialstica"
70
gada ';
-
187
88
229
56
94
40
S8
22
186
31
3l
71
202
"
88
187
92
170
211
'.
o m-m-
de Carnelutti . . . . . . . . . . . . 134
de los efecros reflejos ae la cosa
.
d
Juzga a .. .. .. ..
103
general d~l proceso
12
"materialstica"
60
88
c.tnormativa"
..
139
224
180
226
157
17>
131
121
7 el:
TATBESTANDSWlRKUNGEN,
70
SISTEMA
de actiones
de derechos
- de gravmenes
S03ERANA . . . .
Ll.mada en causa de
Oposicin del, 121, 12), 139,
143, 1)4, 177, 219,
Oposicin de (Tierce oPPosition)
_ perjudicados en sus derechos ..
_ perjudicado (Recurso del) 143,
que pueden hacer valer la injusticia .. .. .. .. .. .. ..
_ subordinados .. .. .. .. .. ..
_ Sucesin del... a la parte,' 116,
TRMINO de prescripcin .. ..
H8
8+
2U
223
N l"d d d 1
u1 a
e a .. .. ..
Parte dispositiva de la ..
Pluralidad de... dentro del
mismo proceso ..
- Repercusin de los efectos de
una .. .. .. .. ..
..
- respecto del tercero (Eficacia
presuntiva de la) ..
- respecto del tercero (Eficacia
probatoria de la) ..
- Significacin y alcance de la
parte dispositiva de la ..
- simplemente declarativa
- sujeta a gravamen ..
- Voluntad del juez y efectos
dela..
SIC VOS NON VOBIS .. ..
SIGNIFIcACIN y alcance de la parte
dispositiva de la sentencia
SIMPLE declaracin de certeza ..
SIMULACIN ..
_
_
SUCESIN
~ procesal . . . . . . . . . . . .
- del tercero a la parte .. .. 116,
SUJETOS mli:iples (Relaciones complejas con) .. ..
SUSTITUCIN procesal
116, 119,
Pg.
Pg.
SOCIEDAD
anonuna
{Impugnacin
Con tra los acuerdos de) ..
124
SOLIDARIDAD activa .. .. .. .. .. 190
STATUS .. .. .. .. .. .. .. 237, 239
-neJa' -- --.-.------24--J'El'IDENClA-"'ocializadora
EFICACL'\. y
LiEBMAN
de la cosa juz3)
62
- "procesal': de la cosa juzgada 215
- ~~procesalstica", 3 5, >7, 60, 76
- "sustancial de la cosa juzgada 21)
TERCEROS
. . . . 10, 41, 175, 198
- Dolo de las partes en perJUICIO
de .. . . .. .. .. .. .. .. 233
- Efectos de la sentencia para los 178
- Efectos reflejos de los hechos jurdicos respecto de los .. .. .. 234
- Eficacia presuntiva de la sentenci respecto de . . _. 187, 224
- Eficacia probatoria de la sentencia respecto de .. .. .. 187, 224
bente a la cosa juzgada . . . . . . 101
Intervencin de . . . . . . . . . . 1)4
Intervencin del... en el proceso . . . . . . . . . . . . . . . . 157
- jurdicamente L,difereiJ.tes, 115",
117, 132, .. .. .. .. .. .. 175
jurdic"mente interesados, 115,
117, 132, .. .. .. .. .. .. 13 5
,"
i
97
"182
287
v
Pg,-
MIL NOVECIENTOS
CUARENTA Y SEIS, EN
LA IMPRENTA LPEZ,
o' ,