Thoreau Into The Wild
Thoreau Into The Wild
Thoreau Into The Wild
Resumen
La lnea que une la publicacin de Walden de Henry David Thoreau con la primera
proyeccin, ciento quince aos despus, de Diaries Notes and Sketches also known as
Walden de Jonas Mekas marca una nueva forma de entender la subjetividad como arma
poltica y vehculo para la transmisin de ideas partiendo de la vida cotidiana; desde la
perspectiva que surge de esta lnea se estudiar tambin el cine de Robert Kramer y de
Jacques Rozier.
Palabras clave
Autobiografa, colectivo, cotidiano, diario, energa, exilio, experiencia, individuo, libertad,
presente, pulsin, subjetividad, trascendentalismo, vida.
Presentacin
La historia de Christopher McCandless puede presentar en negativo el proyecto. Es muy
conocida: un terco joven de California, influenciado principalmente por la obra de Henry
David Thoreau, parte hacia Alaska con poca comida y equipamiento para disfrutar de un
perodo de contemplacin solitaria que le llevara a un descubrimiento real de su alma. Sus
restos aparecen casi cuatro meses despus. Tena veinticuatro aos; su cadver pesaba
treinta kilos.
En el cine, hablaramos de un problema de adaptacin. Cuando Franois Truffaut pona,
con la publicacin de su artculo Une certaine tendance du cinma franais una de las
primeras piedras para comenzar un camino sin retorno a la modernidad, fue precisamemte
ese tema el que le inspir la mayor parte de los reproches. Quiz los ms damnificados por
el torbellino de crticas del artculo fueron la pareja formada por Jean Aurenche y Pierre
Bost. Con brutal irona, Truffaut presentaba una lista de todos los autores que la pareja
haba adaptado al cine, concluyendo que para poder llevar a cabo tal tarea se ha de tener
una soltura y una personalidad abierta muy poco comunes, al igual que un eclecticismo
singular.
2
La relacin que Jonas Mekas traza con la obra de Henry David Thoreau al nombrar Walden
su pelcula excede en todos los mbitos el concepto de adaptacin tal y como la
entendemos: la obra de no ficcin del trascedentalista de Concord (mezcla de filosofa,
poesa, ensayo, ciencia natural, libro de viajes mnimos o incluso prototipo del funesto
gnero de autoayuda) reflejada en un montaje de las filmaciones amateur de un
inmigrante lituano en Nueva York realizadas un siglo ms tarde. Pocas relaciones son
evidentes entre las obras homnimas: entendemos el paralelismo entre el lago de Central
Park y el de los bosques de Concord, los planos de la naturaleza que resiste en Nueva York
(en jardines, en parques o campos). Quiz un receptor perspicaz pueda ver tambin cmo
Mekas se esfuerza en imitar la estructura del libro original, que segua fielmente el ciclo de
las estaciones para encontrar su forma y ritmo.
Pero quizs el hecho de que lo mostrado en la pelcula de Walden sea opuesto en apariencia
a lo que relata el libro sea la forma de serle ms fiel. El propio Thoreau escriba exijo de
todo escritor, antes o despus, un relato sencillo y sincero de su propia vida, y no slo lo
que ha odo de las vidas de otros hombres; un relato como el que enviara a sus parientes
desde una tierra lejana, porque si ha vivido sinceramente, tiene que haber sido en una tierra
lejana para m. Intentar seguir su camino sera, entonces, el peor pecado. En sus diarios,
Mekas escriba: invito a leer todo esto como fragmentos de la vida de alguien. O como la
carta de un extranjero que siente nostalgia. La unin es, pues, profunda, subterrnea. Para
comprender la complejidad de las relaciones que se establecen se necesita leer
deliberadamente las obras, como peda Thoreau en su libro. Observar cmo esas ideas que
nacen en el trascendentalismo reaparecen en los aos sesenta y continan su camino hasta
nuestros das: qu ideas? cmo han ido evolucionando? por qu tienen su segunda vida
precisamente en esa poca? Estas preguntas, posiblemente, puedan tener mltiples
respuestas, pero sirven para deliberar. Quedarse en la superficie, como hemos visto,
puede ser mortal.
Todas las revoluciones entran en la Historia, pero la Historia no se desborda, escribi
Debord en su Panegrico. Una de las bases de este proyecto es ver cmo una idea, como
una herramienta, va pasando de manos hasta llegar al presente y ms all. Cmo atraviesa
los momentos de agotamiento, incluso de imposibilidad, y contina hacia adelante,
cambiando un poco cada vez que alguien la utiliza, perdiendo ciertos elementos por abuso
3
Hiptesis y objetivos
El anlisis de las dos obras homnimas, el Walden de Thoreau y el de Mekas, puede arrojar
una nueva luz sobre ellas y provocar un replanteamiento de nuestra concepcin de las
imgenes cinematogrficas. La primera hiptesis: al titular, de forma heterodoxa. Walden a
sus diarios, notas y esbozos, Jonas Mekas muestra una comprensin profunda de la obra
original, que exiga una subjetividad propia y una falta absoluta de literalidad a sus
posibles continuadores. De la misma forma eran necesarias las directas contradicciones
entre las dos obras (austeridad / espritu dionisaco, huida a la naturaleza / inmersin en el
asfalto neoyorquino).
Segunda hiptesis: de las similitudes y diferencias, de lo que surge de una relectura de
Thoreau en el horizonte de expectativas de la poca de accin poltica individual por
antonomasia, pueden surgir planteamientos que nos ayuden a comprender la obra de dos
autores como Robert Kramer y Jacques Rozier y las relaciones que pueden establecerse
con los mtodos de resistencia a la alienacin que se propugnaban en Walden.
Un ltimo objetivo es llegar a una mejor comprensin el papel de la naturaleza en la
constelacin de todos estos autores. La frecuente reduccin de la obra de Thoreau al diario
4
de un ecologista temprano que realiza una huida romntica de los problemas de la ciudad
es a todas luces ridcula, pero la reaccin completamente opuesta no sera justa. Todos
estos autores terminan por observar la naturaleza de un modo peculiar, pese a que sus
temas sean en ocasiones muy alejados a esas inquietudes; pensamos que la coincidencia
bien merece al menos una mirada hacia ese hecho.
Como base terica general ser muy importante el trabajo de filsofos que han analizado
las acciones de resistencia y de revolucin que pueden hacerse desde la experiencia
ordinaria, desde la vida cotidiana. El autor que quiz trabaj en estos temas con unos
cimientos ms solidos es Michel de Certeau con su obra La invencin de lo cotidiano, pero
en los mismos aos en los que los cineastas a estudiar comenzaban a realizar sus primeros
largometrajes, dos corrientes filosficas se planteaban las mismas cuestiones que ellos
llevaban a la prctica de su arte. Por un lado, Herbert Marcuse reflexionaba sobre estos
temas desde la vida daada, especialmente en El hombre unidimensional. Por otro lado,
desde una ptica ms agresiva y casi desesperada, el situacionismo planteaba mtodos
radicales para luchar contra esa misma alienacin: Raoul Vaneigem en Tratado del saber
vivir para uso de las jvenes generaciones mostraba un estado de la cuestin muy similar
al de la escuela de Frankfurt y le opona un mtodo de ataque, un sabotaje de la mquina
con el propio cuerpo. Pensamos que, con las distancias insalvables, y comprensibles por
los diferentes lenguajes y mtodos de trabajo, nuestros objetos de estudio se planteaban
preguntas similares a las suyas.
ndice
PRIMERA PARTE
1. WALDEN, de Henry David Thoreau
1.1. La vida ante todo. Biografa trascendental..........................................................9
1.2. El yo como arma: las pruebas de haber vivido realmente.............................15
1.3. Elige tu propia aventura: cmo despertar a la libertad. ................................19
1.4. Menos que nada: herencias y deformaciones. ..............................................23
2. WALDEN, de Jonas Mekas
2.1. De la fbrica a la fbrica: exilios circulares. ................................................28
2.2. La transgresin de vivir y la redencin del presente. ...................................31
2.3. El sonido de la gente descubriendo su propio poder. ...................................34
SEGUNDA PARTE
3. Robert Kramer, la poltica en la vida cotidiana.
3.1. El colectivo Newsreel. ..................................................................................38
3.2. Conservar el movimiento: Ice y Milestones. ................................................41
3.3. El doctor sin remedio. Hacia la autobiografa por delegacin. ....................46
3.4. La lucha de la primera persona. ....................................................................50
4. Jacques Rozier, la fuerza de la corriente.
4.1. El origen de la fuente. ...................................................................................53
4.2. Fluir a travs de la mquina: la mnima aventura. .......................................57
4.3. Vacaciones al sol. .........................................................................................60
EPLOGO
5. Como radios desde un centro ..............................................................................65
PRIMERA PARTE
No one
will believe this
of vast import to the nation.
William Carlos Williams, Pastoral
En 1837, Henry David Thoreau se neg a pagar los cinco dlares que le exiga la
Universidad de Harvard para recoger su ttulo de Master of Arts, pero su buen expediente
le permiti asistir a la ceremonia de graduacin e incluso leer un discurso en el que
defenda importantes cambios en el orden social: el sptimo debera ser el da de labor en
que el hombre se gane el pan con el sudor de su frente; los otros seis, su descanso
dominical para el alma. El giro que, con el tiempo, tomara para conseguir este objetivo le
define: en lugar de luchar por ese cambio social plantendose la apropiacin de los medios
de produccin o una nueva sistematizacin del horario laboral, agrupando a los que
pensaran como l y mostrando al resto por qu se equivocaban, su punto de vista fue
mucho ms local: reorganiz su vida para poder subsistir con los ingresos que le
proporcionaba la vida que haba elegido. Durante su poca de universitario, consigui ser
fiel a esta mxima gracias a las becas que obtena por sus buenos resultados acadmicos.
Cuando stos empeoraron tuvo que contar con el apoyo de Ralph Waldo Emerson para que
las ayudas fueran renovadas.
Su influencia ya haba sido importante: la lectura de Naturaleza haba marcado sus aos en
la universidad y era una referencia en todos los textos que escribira entonces. No fue
menos decisivo en la formacin de Thoreau el discurso que su admirado autor leera la Phi
Betta Kappa Society de Cambridge, donde haba sido invitado para hablar de esa misma
obra, y que Emerson aprovech para poner en cuestin los fundamentos ms sagrados de la
misma idea de academia, colocando la experiencia propia del individuo por encima de los
libros1. El gesto de Emerson sirvi para que se encontraran en persona y comenzaran a
relacionarse tambin en otros mbitos: Thoreau fue invitado a las reuniones de un crculo
de amigos que se reuna en su ciudad despertando la desconfianza de los vecinos. Eran ante
todo un grupos de amigos apasionados; entre ellos compartan incluso sus diarios ntimos,
y las reuniones pronto dejaron de ser simples coloquios intelectuales para convertirse en
celebraciones. El lugar de encuentro era la casa de Emerson, siempre abierta. Junto a su
esposa Lidian no slo ejerca de anfitrin sino que se convirti en el padrino y protector del
colectivo, utilizando su influencia para que sus camaradas fueran escuchados y publicados.
incluso en un grupo que abogaba por la libertad absoluta del pensamiento individual, por
que cada hombre tuviera una visin propia del universo. En lugar de responder a la
provocacin (la de un alumno decepcionado por lo que entenda como capitulacin de su
maestro) Emerson le pregunt qu estaba haciendo en esos momentos. No obtuvo una
respuesta inmediata, as que le pregunt llevas un diario?. En ese momento, con la
salud ya algo deteriorada por inhalar cada da el polvo del grafito, Thoreau quiz sinti que
su vida, su obra y sus ideas comenzaban a fusionarse de un modo para el que ni siquiera el
credo que defenda junto a sus amigos le haba preparado. Podramos pensar que fue con
un lpiz robado de la fbrica con el que escribi la primera pgina de un diario que
alcanzara dos millones de palabras repartidas en cuarenta y siete volmenes. Todos sus
textos posteriores, incluso aquellos en verso, podran considerarse apndices de l, o quizs
al revs; partes escindidas a las que se les da una nueva estructura para alterar su funcin y
convertirlas en conferencia o ensayo, pero siempre desde la experiencia. Los grandes
dones no se logran con anlisis, todo lo bueno est en el camino real, haba escrito su
mentor, y l lo llevara hasta sus ltimas consecuencias.
En 1841, George Ripley, uno de los miembros del club de Concord, fund junto a su
esposa un experimento de comunidad utpica. Brook Farm era una granja de
Massachusetts en la que se pretenda poner en prctica las ideas del grupo: compartiendo
las tareas y los beneficios en total igualdad, podran reservar una gran parte del da al
pensamiento trascendental, el disfrute de la naturaleza y de la compaa. Emerson visitaba
a veces el lugar, que quera ser tambin un instituto de agricultura y educacin, y daba
algunas charlas y clases acompaado de una Margaret Fuller de avanzadas ideas
11
<<No
grande>>.4
12
En El salvaje artificial, Roger Bartra comparaba la obra de Thoreau con El corazn de las
tinieblas de Joseph Conrad, testimonios de un viaje interior hacia la condicin salvaje
primigenia del hombre7, y a medida que pasaban los aos, la comparacin con ese
trayecto hacia el horror patente en el ser humano se iba haciendo ms palpable. La
naturaleza de Emerson8 evolucionaba en las pginas de su amigo a lo salvaje en toda la
amplitud del trmino; lo vemos tambin en lo brutal de su estilo, cuando Thoreau escribe
que deseaba eliminar cuanto no fuera la vida, abrir un amplio surco y arrasarlo, arrinconar
a la vida y reducirla a sus trminos inferiores y, si resultaba mezquina, coger toda su
genuina mezquindad y hacerla pblica al mundo. La muerte de su hermano John poco
despus de la creacin de aquella granja utpica acelerara este proceso; en el punto ms
lgido de una soledad a la que jamas rehuira, el camino que haba elegido para vivir slo
podra llevarse a cabo de forma completamente autnoma. En la primavera de 1845,
comenz a construir una pequea cabaa en las tierras de Emerson junto al laguna de
Walden; el 4 de julio, da de la Independencia, se mud a vivir en ella pese a que an
estaba sin acabar. Y para ser realmente independiente, redujo sus necesidades al mximo
posible; utilizaba sus conocimientos de las costumbres nativas americanas, que admiraba.
Cultivaba casi todos sus alimentos, se baaba en el lago, se adaptaba al ritmo del sol,
tambin escriba el relato de un viaje en canoa junto a su hermano, que titulara A week on
the Concord and Merricack Rivers. Al ao siguiente, dos acontecimientos que resultaran
clave en su vida y en la de su nacin: el primero fue su arresto por impago de impuestos.
No era la primera vez que tena problemas por no querer contribuir con su dinero a una
institucin injusta: antes le haba sucedido con la First Parish Church, ahora era el Estado,
al que se negaba a abastecer mientras siguiera permitiendo la esclavitud. Como en aquella
ocasin, alguien pag el impuesto por l y slo permaneci una noche en prisin, la del 23
o 24 de julio de 1846.
Su forma de entender el cambio social cristaliza en aquella noche: pese a que siempre
contribuira con su ayuda a cualquier causa que considerara justa, los reformadores y sus
partidarios le causaban muchas dudas, le repela su gregarismo y su falta de alegra. Nada
13
puede lograrse sin el individuo... Debemos medrar primero en solitario para poder luego
disfrutar juntos de nuestro xito.9 Para ello era necesario que cada persona fuera fiel a sus
ideas en cualquier circunstancia; si consegua mantenerse fiel a sus principios sin dejarse
arrastrar por las presiones de cualquier elemento externo a su moral, la sociedad, como
suma de individuos, cambiara automticamente. Para ello era necesaria la desobediencia
civil, la negativa a seguir, como rezaba la filosofa trascendentalista, la moral de cualquier
grupo en vez de la propia. Cuando Emerson se neg a apoyar su acto poltico e incluso
hizo pblico su rechazo, la amistad de los dos quedara gravemente herida.
El segundo acontecimiento: comenz a escribir un libro sobre su experiencia ms directa.
Escribira acerca de su vida en el bosque.
14
1.2.
Walden es la crnica de dos aos y dos meses en los que H.D. Thoreau vivi en una cabaa
junto al lago Walden, a un kilmetro y medio de la ciudad ms cercana. Alejado de la
civilizacin, pero a la vista de todos, en soledad pero recibiendo numerosas visitas de
conocidos y extraos. Declara que fue a vivir a los bosques para hacer frente slo a los
hechos esenciales de la vida, pero escribe el libro sobre su estancia all para demostrar con
su propia experiencia que no hay un nico camino, que hay tantos como radios cabe trazar
desde un centro. Walden es en su origen una hereja, existe como texto para negar a la
Biblia: no es necesario ganarse el pan con el sudor de la frente, se puede vivir de otra
manera. Pero no bastaba con la filosofa o con la poesa, pues la supersticin ya estaba
demasiado implantada en la gente; slo han conocido una forma de vivir (slo les han
mostrado una) y piensan que es la nica que puede haber.
Para Thoreau slo hubo una manera de demostrar que existen territorios a explorar ms
all del camino marcado: realizar el experimento que lo demuestre con su propia vida,
aprovechando su cabaa como un laboratorio de la existencia donde no hubiera
contaminacin posible en los resultados de la prueba. Mostrar los resultados, los hechos.
Pues slo con ellos se puede liberar la imaginacin humana de la supersticin 10: lo que se
entiende por necesario es normalmente un mito, creado por una maquinaria que morira en
caso de detenerse. Creo que no hay nada, ni siquiera el crimen, ms opuesto a la poesa, a
la filosofa, ay, a la vida, que este negocio incesante11.
Al comienzo de su obra se plantear cules son las verdaderas necesidades humanas, para
separarlas de todas aquellas que nos han sido creadas, o impuestas, desde fuera para
alimentar un sistema insaciable por definicin. Las reducir a tres: el ropaje, el cobijo y el
alimento. Pero no se detiene ah y contina explicando que incluso estas necesidades se
podran reducir en el hombre moderno (usando slo una prenda, aprendiendo de las tribus
indias que viven a la intemperie, tomando slo una comida al da). Los primeros captulos
del libro rebosan de detalles sobre cada uno de sus gastos y sus mtodos para vivir una
existencia plena de una forma autonma; sabemos incluso de dnde sac las herramientas
para conseguir la cabaa (las pidi prestadas a un vecino e incluso, aade para justificar de
alguna manera esa debilidad de su autonoma, se la devolvi ms afilada). Si la literatura
del yo se compone de pruebas de estar vivo, Thoreau ha de ir mucho ms all, necesita
15
ensear cada esquina de su experimento para que no queden resquicios: las pruebas sern
utilizadas en su alegato, y se guarda bien de que no puedan ser desestimadas por un error
en su presentacin, por una zona de sombra.
Sus constantes referencias a ganarse el pan con el sudor de su frente no son gratuitas; es
su forma de volver a la raz del mito para destruirlo. En dicho pasaje del Gnesis leemos
que todo nace del momento en que Eva le da el fruto del rbol del Conocimiento a Adn;
en ese momento abandonan su ignorancia, se dan cuenta de que estn desnudos, adquieren
conciencia de s mismos, y a partir de ah es necesario trabajar para vivir. Thoreau intenta
reencauzar el injusto intercambio, entregar un fruto que sea el reverso de aqul; intenta que
sus coetneos tomen una nueva conciencia de su nueva situacin, que pueden determinar
sus vidas y no se dan cuenta. De la misma forma, resulta pertinente retomar otros orgenes:
los de la literatura del yo, para mostrar cmo Thoreau la pide prestada en Walden y la
devuelve ms afilada.
En 1580, la subjetividad entraba en el el pensamiento de la mano de Michel de Montaigne,
que busca describirse a s mismo con total franqueza: esta decisin es explcitamente un
desafo poltico, tan velado o agresivo, esencial o tangencial como cada lector convenga,
pero que es pieza fundamental de su obra y de su importancia: hasta aquel momento, slo
los grandes personajes de la Historia tenan derecho a compartir pblicamente su vida en la
literatura, slo aquellos justificados por su linaje o sus actos (Agustn de Hipona consciente
de estar presentando un modo de vida ejemplar 12, narrando el suceso de su conversin)
tenan el derecho de utilizar la primera persona en un texto. Montaigne, de sangre
puramente bastarda, quiso dedicar su tiempo en ocuparse de s mismo y compartir sus
opiniones. Se retir de la vida activa; coloc su invisibilidad en primer trmino, en el
mismo prefacio:
As, yo mismo soy el tema de mi libro, y no hay razn, lector, para que emplees tus ocios en
materia tan frvola y vana. Adis, pues.13
16
vida podrn ahorrarse la lectura, les dice, que va dirigida a los que se resignan a llevar una
vida de tranquila desesperacin. Tampoco se librar de excusarse por el uso de la primera
persona: No impondra mis asuntos a la atencin de los lectores si mis conciudadanos no
hubieran hecho preguntas muy concretas sobre mi modo de vida.... Pero hay cambios
importantes: si en sus Confesiones, otra obra central en la evolucin de la subjetividad
literaria, Jean-Jacques Rousseau afirmaba que sus defectos eran humanos y l era el mejor
de los hombres (Paul de Man titulara Excusas el ensayo que le dedic en Alegoras de
la lectura), Thoreau escribe con las manos an sucias: nunca he conocido, y nunca
conocer, un hombre peor que yo mismo14. Es una frase que golpea al lector, un
inesperado comentario autodestructivo: el autor se expulsa de cualquier espacio de
liderazgo y, si ha de convertirse en un ejemplo, slo se permitir serlo como la cobaya en la
que vemos los resultados de una investigacin. Con este gesto comienza a situarse al nivel
del lector, o incluso ms bajo que l.
Si la tradicin nacida de Michel de Montaigne puede resumirse en la huella de Viernes que
descubre Robinson Crusoe en la arena y que le permite darse cuenta de que hay alguien
ms en la isla15, Walden, como decamos, lleva la literatura del yo a un nuevo fin para
adaptarla a las nuevas necesidades: el autodescubrimiento, la bsqueda de lo que uno es
realmente y de las limitaciones que nos encontramos para descubrirlo (algo que ya haba
hecho Stendhal algunos aos antes)16, se posiciona con un ansia por hacerse fsico y
palpable, por ser la chispa que ilumine el camino, posibilitar un cambio real. As, Thoreau
fue a los bosques para aprender lo que la vida tuviera que ensearle y para no descubrir,
cuando tuviera que morir, que no haba vivido. En los Estados Unidos de mediados del
siglo XIX, los trascendentalistas, ante el horror absoluto que les produca la esclavitud,
haban provocado un nuevo debate desde el interior de sus actividades abolicionistas: qu
es vivir? qu es estar vivo?17 Es un giro radicalmente moderno, profundamente humanista,
que prefigura innumerables discusiones filosficas del siglo posterior: esas huellas en la
arena (como las que dejaban los esclavos fugados que pasaban cerca de una cabaa
demasiado pequea para ocultarse en ella) seguan testificando una existencia, pero haba
que ir un paso ms all y preguntarse si pertenecan a alguien que llevaba una vida digna
de ser llamada con tal nombre. Con su habitual inconformismo, Thoreau plante un debate
an ms inquietante al replantearse hasta dnde llegaba esa dignidad, y con ello el
concepto mismo de esclavitud, extendindolo a cualquier persona que se dejaba convertir
17
en un pen ms del engranaje. Esto le gan numerosas crticas por su falta de compasin
con la gente corriente, con aquellos hombres y mujeres que trabajaban duramente cada da
para alimentar a sus familias. Su respuesta: Es duro tener un supervisor sureo y peor
tener uno norteo, pero lo peor de todo es que seis vuestros propios negreros. Incluso a
los abolicionistas que le visitaban llenos de admiracin para proponerle proyectos de
reforma les terminara por gritar: sois todos esclavos18.
La apasionada visin de una vida desprovista de vida es ejemplificada poticamente en
Walden por el concepto del sueo o la duermevela como opuesto a la vigilia. Thoreau lo
explicita situndose al mismo nivel que sus lectores (su radicalismo ser a menudo
enfocado primero hacia el interior, hacia s mismo, y luego hacia los dems): Estar
despierto es estar vivo. Nunca he conocido a un hombre que estuviera completamente
despierto. Cmo podra haberle mirado a la cara?. No hubiera podido por estar
demasiado avergonzado por su propio sueo, y demasiado admirado por la vigilia del otro.
El sueo es esa vida sin vida y, como declar en el epgrafe de la obra, querr hacer todo el
ruido posible y hablar en algn lugar sin lmites, como un hombre que se est despertando
a hombres que se estn despertando. Lo importante es hacerlos despertar de esa vida de
quiet desperation que viven la mayora de los hombres. Desesperacin tranquila, pero
tambin silenciosa; la principal apuesta de Thoreau en su libro es no callar ms ante ese
silencio y esa desesperacin, mostrarlas en el espejo de su obra. No hay razn real para
continuar con esa vida, para persistir en la resignacin.
Pero por mucho que el propio Thoreau haga todo lo posible por incluirse como uno ms
entre aquellos que no han conseguido escapar de la duermevela, el crata de Concord tena
que enfrentarse a una cuestin de base: cmo ser persuasivo y defender la libertad
absoluta? Influir en los individuos para que no se dejen influir por nadie parece una
paradoja insalvable, y probablemente lo sea; pero, por supuesto, eso no evitara que
siguiera adelante. Estas contradicciones y defectos no le abatirn, sino que sern
absorbidos por la obra, representados de forma honesta por el peor de los hombres.
18
1.3.
En The senses of Walden, Stanley Cavell comenzaba diciendo que las mayores obras
maestras nos parecen siempre incomprendidas al acabarlas, pero que este texto era especial
pues entre sus lneas ya est la crnica de ese fracaso, y tambin las advertencias explcitas
para evitar lo inevitable. Walden es una obra imposible de domar, de reducir a coordenadas
reconocibles: a medida que uno formula una frase que intente definirla, ya sea con
precaucin o con confianza, debe detenerse ante la ausencia de todo lo que est dejando
fuera. Es el doble movimiento de una prosa que con su fuerza empuja a cerrar el libro y
aventurarse en la vida ya, mientras que opta por presentarse como en la descripcin del
lago que le da ttulo: sin fondo. Como si, despus de animar al lector a actuar, le
ridiculizara por haberse apresurado tanto quedndose en la superficie, avergonzndolo por
no haber ahondado hasta la raz de su prosa. Esta cualidad inasible viene de la querencia
del libro por presentar todo tipo de contrastes dialcticos con la apariencia de
inconsistencias, y ha terminado irritando a muchos lectores y tericos, para quienes stas
desacreditan su obra y terminan por construir un libro que irrita y pone nervioso 19 .
Cmo es posible, por ejemplo, que ese lago sin fondo pueda, algunas pginas ms
adelante, ser medido con exactitud por el narrador? Que, pese a defender en todo
momento una dieta vegetariana (y burlarse con ingenio de los que le advertan que sera
mala para su salud mientras los bueyes con sus huesos formados a base de vegetales
tiraban de sus arados), relate tranquilamente que una vez sucumbi al instinto animal de
devorar a una marmota que se encontr por el camino?
Pero ya desde las primeras reuniones del club de clubes, era costumbre en las
discusiones que uno de ellos adoptara el papel socrtico de hacer preguntas provocadoras
para animar los espritus de reptil 20. Thoreau era de todos ellos el ms impetuoso a la
hora de seguir este mandamiento, y as describe una conversacin con su mentor:
Asumiendo una falsa oposicin en la que no haba diferencia de opinin, le habl al viento me
dijo lo que ya saba y yo perd el tiempo intentando imaginarme que yo era otro contra el que
oponerle21.
Cuando declaraban que un hombre deba tener el coraje de vivir su propia vida tenan en
cuenta las complejidades que anidaban en la frase, pero Thoreau quera ir ms all e
19
incluso senta la necesidad de inventar nuevas contradicciones. Walden est construido para
que, de dos en dos, sus partes choquen entre s. Fuerzas contrarias que crean tensiones para
que de ellas nazca el pensamiento; la herramienta necesaria para poder llevar desarrollar
sus ideas evitando que se convirtieran en ideologas por el camino. El primer captulo,
Economa, se refleja en el eplogo de la Conclusin: en aqul explica cmo consigui
los bienes necesarios para vivir all, el ltimo lo dedica a sintetizar qu aprendi de la
experiencia y por qu abandon la cabaa al final. De la misma forma el captulo Donde
viv y para qu versar sobre la parte ms fsica y materialista de su estancia en el bosque,
y Primavera la espiritual. Y as contina: el silencio y el sonido, la soledad y la sociedad,
el campo y la ciudad, el presente y el pasado. La estrategia es, pues, enfrentar primero el
orden establecido con su opuesto, hacer aicos las certidumbres y mostrar las infinitas
posibilidades desde la oposicin de puntos de vista. El ncleo polidrico del libro no
parece tener fin: Robert Sattelmeyer, en su estudio sobre la gnesis de Walden afirmaba
que se escribieron al menos seis versiones del libro, y en cada una de ellas el pensamiento
de Thoreau evolucionaba y se plasmaba depositando capas y capas sobre el texto. Ms
enfocado a la crtica social al principio, posiblemente influenciado por sus cuitas con la
justicia, el estado de nimo en el que le sumi la falta de apoyo de sus colegas
trascendentalistas en su resistencia al gobierno civil le llev a expulsarse silenciosamente
del grupo. Comenz a dar largusimos paseos en solitario; este nuevo ritmo y su situacin
ms despegada de la comunidad ayud a que su visin se volviera ms atenta a los detalles
microscpicos y a la aceptacin de una naturaleza que antes slo haba que domar y
vencer. Todo ello pudo volcarlo en una nueva versin, pero prefera no cambiar la anterior
sino hacer que convivieran: las diferentes perspectivas que puede tener un ser humano a
medida que vive y evoluciona se fusionaban en un slo plano creando un texto en el que
ritmos, ideas y pensamientos jams se detienen. Estas aceptacin era la nica forma de
llegar al conocimiento verdadero de uno mismo, a esa esencia individual tan perseguida y
que ha estado influida por millones de referencias: hay mil caras en el rostro del sujeto
autobiogrfico, la duda y la incerteza son parte del camino. El mismo Michel de Montaigne
ya mostraba esa dificultad en crear, sin punto de apoyo slidos, una existencia habitable:
interrumpiendo el orden de su pensamiento, anticipando y omitiendo ideas para que el
lector las completara por s mismo22.
Para ahondar en estos conceptos, los textos de Stanley Cavell sern de gran utilidad: se
20
sus ideas: slo se muestra el camino para que el lector llegue a ellas en su pensamiento, y
as se le figura no como recipiente pasivo del conocimiento sino como compaero
esencial en su produccin28. Se le pide que imagine, que considere, que suponga o que se
pregunte algo.
Todos los pertenecientes a esta filosofa se plantearon escribir en oposicin manifiesta a la
filosofa anterior (o, cmo hemos visto en nuestro caso, ignorndola) pues para ellos sta
slo existe cuando se cuestiona a s misma, cuando representa una amenaza para ella
misma. Su mayor desafo fue el de volver a situar la voz humana en el pensamiento
filosfico.
El planteamiento de Walden es muy similar a lo que Wittgenstein resuma en el penltimo
aforismo de su Tractatus logico-philosophicus:
Mis proposiciones son esclarecedoras de este modo; que quien me comprende acaba por
reconocer que carecen de sentido, siempre que el que comprenda haya salido a travs de ellas
fuera de ellas. (Debe, pues, por as decirlo, tirar la escalera despus de haber subido.) Debe
superar estas proposiciones; entonces tiene la justa visin del mundo.
Para Thoreau tambin se trata de dar impulso a cada lector, elevndose incluso por encima
del obstculo insalvable que supone la idea de que es imposible alcanzar la propia esencia,
que ya estamos demasiado influidos por nuestro origen y educacin: Michael Fischer
seala que Thoreau parece anticiparse a este tipo de crticas modernas colocando en primer
trmino esta supuesta contradiccin de base29.
El mayor fracaso que uno podra imaginar sera que le imitaran, e incluso a eso se adelanta
en su texto: en el primer captulo, un joven se acerca hasta su cabaa para decirle que
debera vivir como l.
No quisiera que nadie adoptara mi modo de vida por causa alguna...deseo que haya tantas
personas diferentes en el mundo como sea posible; pero quisiera que cada uno fuera muy
cuidadoso en descubrir y seguir su propio camino, y no el de su padre o el de su madre o el de su
vecino.
Si leer Walden nos pone nerviosos, esa incertidumbre es la que uno siente al abandonar la
realidad del sueo y entrar en otra diferente, pero igual de escurridiza. A partir de entonces,
slo queda descubrir el propio camino y aventurarse en l. Slo el comienzo.
22
1.4.
A cientos de kilmetros del lago Walden, un periodista iba a coger las ideas del
trascendentalismo30 y llevarlas a un nuevo nivel; las innovaciones formales que introduca
eran la materializacin ms directa de lo que Emerson, cuyos ensayos eran influencia
directa, haba podido sugerir pero no conseguir31. Combinaba prosa y poesa de un inaudito
verso libre, mezclaba la filosofa de los ministros de Concord con la de los charlatanes,
humoristas y pordioseros de Nueva York: Walt Whitman fue el mejor alumno, el ms
dscolo y rebelde, quizs el primero en desaprender la leccin como le pedan.
Pese a las alabanzas iniciales, pronto el grupo de Boston rechaz Hojas de hierba por su
descarada lascivia, sus guios bisexuales, su erotismo sin excusas. Whitman hua del
puritanismo, practicaba en su vida y en su obra la sublimacin del goce de vivir hasta
extremos que los ex-ministros slo podan conocer en la teora y la reflexin. Cuando
Thoreau, tambin exiliado del grupo al que le haban unido tantos lazos, viaj hasta Nueva
York para rendirle homenaje, esperaba quizs el reconocimiento de dos almas hermanas, de
dos espritus radicales en una huida continua de cualquier cadena. Pero tras observarse y
admirarse tmidamente, guardando las distancias, el choque entre sus dos formas de ver el
mundo quedaba patente: para Whitman, que poda ver el rostro de Dios en la chusma y las
prostitutas, Thoreau era incapaz de apreciar la vida comn y corriente, incluso la
excepcional, falto de imaginacin, altanero; no poda comprender al ser humano, tan slo
la justa abstraccin que se haca de l32. En una carta dirigida a Harrison Blake, Thoreau
describa a Whitman como el mayor demcrata que haba visto el mundo, pero al igual que
sus ex-camaradas trascendentalistas, se encontraba en un dilema frente a dos o tres piezas
de la obra desagradables, como mnimo; simplemente sensuales. Continuaron siendo
amigos, y admirando sus obras.
Con 43 aos, Henry David Thoreau enferm de tuberculosis mientras la metstasis de la
Guerra Civil se expanda por los Estados Unidos. Todo por lo que haba luchado estallaba
finalmente en una sangrienta lucha, pero l permaneca ajeno a todo eso, decidido a
regresar a su hogar para pasar los ltimos das de vida rodeado de su familia: saba que
morira sin ver la paz. Las tensiones con sus compaeros se disiparon: William Ellery
Channing le visitaba algunas tardes para acompaarle por los bosques y lagunas que
haban sido el escenario de sus das y de los que deba despedirse. Thoreau, observando
23
todo lo que se encontraba por el camino con el detenimiento y el cuidado que siempre
haba puesto en la actividad ahora aumentados por la nostalgia de las ltimas veces,
resumira su arte en uno de esos paseos: el secreto del genio era hacer grande lo pequeo.
En su lecho de muerte, Thoreau concluira que su mayor habilidad haba sido querer pocas
cosas33 y con esa herramienta haba conseguido todos sus propsitos: trabajar un da y
descansar seis, llevar una vida con principios en la que poder observar y observarse. El
consejo ms fuerte y directo (como todos los imperativos de su obra, implica una orden
muy abierta y ligera) que escribi en una obra de afirmaciones siempre huidizas fue:
Simplificad, simplificad. Era su manera de defender la libertad: optar sin ambages por la
reduccin de lastres y cadenas que impona la sociedad para controlar y limitar los
movimientos de los individuos, para atornillarlos bien a la maquinaria sin posibilidad de
escape. Su camino a la anarqua fue volar siempre bajo el radar, hacerse minsculo y actuar
como si el Estado y sus largusimos brazos no tuvieran ningn poder sobre l. Ni con la
amenaza de la prisin podran arrebatarle la libertad, tan slo limitaran su cuerpo a un
pequeo espacio. El estoicismo que, con una perspectiva algo simplista, tanto remarcaba
Emerson en su camarada, haba marcado la ltima etapa de su filosofa: ya en las
conclusiones de Walden muchos lectores se sorprenderan al leer la prosa silvestre de
Thoreau despidindose con un Por mezquina que sea vuestra vida, aceptadla y vivdla; no
la esquivis ni la denostis. No es tan mala como vosotros... Quien a todo le saca punta
encontrar faltas hasta en el paraso. Pero no haba otra manera de rematar el discurso de
una vida de simplicidad voluntaria y necesidades reducidas a su mnima expresin. Para
muchos autores34, el relato que Melville realiz en Bartleby, el escribiente (publicado
originalmente a finales de 1853, Walden en 1854, la primera edicin de Hojas de hierba en
1855: la Historia del relato, la no-ficcin y la poesa en Norteamrica explotando en
estallidos consecutivos) consista en una parodia del trascendentalismo y de los textos de
Emerson y Thoreau. Las gachas indias, patatas, melaza y sal de Thoreau se reducen an
ms para el escribiente: slo come bizcochos de jengibre, queso y migas. Nada exaspera
ms a una persona seria que una resistencia pasiva, se afirma, y el protagonista vuelve
loco a todo el mundo con su continua y escueta negativa, como una hiprbole implosiva
35
del revs de la mano de dos autores clave que conforman con Meville un linaje subterrneo
36
. Robert Walser y Franz Kafka utilizarn la misma base de simplicidad para llevarla a un
paroxismo de risa nerviosa37, como un guante al que le dieran la vuelta para mirar las
costuras. Un artista del hambre, publicado en 1924, podra ser la respuesta desquiciada por
el brutal pragmatismo de la Historia a un famoso extracto de Walden, en el que Thoreau
defiende su filosofa ante la incredulidad de un granjero irlands que trabaja de sol a sol
para mantener a su familia y ganarse la vida (ese concepto tan odiado que le reafirmaba
en su idea de que la esclavitud no se abolira jams, sino que tomara nuevas formas):
Yo no tomaba t, ni caf, ni mantequilla, ni leche, ni carne fresca, de modo que no tena que
trabajar para conseguir todo eso y que, como no tena que trabajar mucho, tampoco tena que
comer mucho, y que mi comida apenas me costaba nada.
25
continuar con el engao. La idea de una esencia pura, distinta en cada hombre ya no tiene
sentido, pero de alguna manera ese fuego continua ardiendo: con la constatacin de un
fracaso y de la debilidad del individuo en ese contexto, buscando la libertad y la salvacin
en la derrota41. Una manera de colocar otro espejo frente al lector, hacerle despertar de
nuevo aunque en este caso la realidad de la vigilia sea peor que la del sueo. Es una accin
desesperada para tiempos desesperados: ante la imposibilidad de ser uno mismo, elegir no
ser nada, desaparecer por voluntad propia para evitar hacerlo por voluntad ajena, cumplir
escrupulosamente la ley que detestan para mantenerla a distancia, sin resultar involucrados
interiormente42.
Robert Walser llevaba ms all esa misma va a la desaparicin fusionando la forma y el
fondo en sus obras. El mtodo del lpiz, ms conocido por el nombre tcnico de los
investigadores que lo descifran: microgramas. Manuscritos de caligrafa microscpica
para unirse con su mirada constante hacia lo ms pequeo pues, como sealaba W.G.
Sebald, los sentimientos son ms profundos cuando se demuestran en nimiedades43, slo
podan salvarse las cosas ms pequeas e inocentes del hundimiento en aquella gran
poca que ascenda44. La conocida pasin de Walser por los paseos es quiz la que une su
visin del detalle nimio con la de H.D. Thoreau, y les hace compartir el mismo odio por el
pragmatismo capitalista, que en el escritor suizo cambia el radicalismo rabioso de un
hombre luchando por que sus compatriotas descubran su poder individual por la irona del
dbil, del derrotado: nos obligarn a hacer negocios, y, si no somos capaces, nos fusilarn,
sencillamente, escribe en La despedida.
Unas deformaciones consecuentes que le llevaban a desear en todas sus obras desaparecer
suavemente y sin ruido hacia un reino ms libre 45 en el momento en que ser un individuo
nunca ms podra ser lo mismo. Las peores pesadillas se cumplan poco a poco, la lengua
alemana en cuyas regiones inferiores haban escrito con tanta atencin se reverta como en
un espejo deformante. aumentada y amplificada para servir al fascismo. Cambiaron de
golpe las escalas, las palabras necesitaban ser cada vez ms grandes y la rebelin de Walser
y Kafka adquiri todo su sentido: lo que antes era mnimo se converta en invisible. Por
ejemplo, la pequea posibilidad de estar realmente vivo, de ser un individuo; la escasa
llama que iluminaba estas lneas y a la que se aferraban desesperados sus protagonistas.
Franz Kafka y Robert Walser, en su manicomio de Herisau, tuvieron, cada uno a su modo,
26
el tacto suficiente como para apearse de la vida 46 justo a tiempo para evitar el golpe de
gracia tras el que no se podra hacer ms poesa.
27
Si bien el sentimiento de prdida y la errancia sern una clave de su obra, no hay que
olvidar otro elemento nacido de la misma semilla: el rechazo absoluto a las ideas
categricas, a la ideologa. En su juventud toma la forma de un nihilismo contra cualquier
idea de reforma, de accin que intente cambiar el estado del mundo: la civilizacin y el
gobierno son los responsables del desastre de la guerra, ms all de su color poltico 49.
Cuando en Estados Unidos se rena con otros exiliados esto slo har aumentar su
sentimiento de exclusin, ajeno a las organizaciones que se iban creando 50. Como nica
respuesta, la indignacin de sus supuestos camaradas que le enredaban en conversaciones
interminables sobre sus deberes polticos. Pero su lucha se realizaba desde otros frentes,
los de la construccin de su propia subjetividad, de un camino propio: desde su llegada a
los campos de refugiados, Mekas asumir su soledad impuesta y la tomar con fuerza
como propia, dndole la vuelta a las imposiciones externas.
La identidad de poeta es la que le permite el irnico giro. Al presentar sus diarios cuarenta
aos despus de su redaccin, Jonas Mekas no podr resistirse a narrar su primer encuentro
con esa figura casi mtica que cambiara su vida: un da en la oficina de correos de su
28
pueblo, observ a un hombre alto de pelo negro y aspecto sensible que mandaba sobres y
recoga diarios y revistas.
No podran imaginar lo impresionado que qued... Un verdadero poeta, en mi propio pueblo...lo
nico que quera era ser como el. Tena diez u once aos. Pero supe que no quera otra cosa que
ser un escritor, un poeta, como este hombre adusto, de cabellos negros, asctico, el judo alto. De
pronto el camino de mi vida se haba establecido.51
Nunca haba ledo una sola palabra de su obra, pero sus gestos, su condicin de solitario
perenne ante las crticas del pueblo que lo consideraban una mala influencia, le permitieron
elegir esa lnea invisible de su futuro vagabundeo: al leer sus diarios, descubrimos que el
proceso hasta encontrar esta va fue complicado, que el camino hasta encontrar la voz
propia es tambin una lucha. Sobre este tema relataba a Scott Macdonald una ancdota que
siempre recordara:
Otra leccin viene de Dostoievski, de una frase suya que le cuando tena quince o diecisis
aos y que nunca he olvidado. Un joven escritor se quej a Dostoievski de que su propia
escritura era demasiado subjetiva, demasiado personal, y que dara lo que fuera por escribir
ms objetivamente. Dostokievski replic -es mi recuerdo, quiz lo he adaptado para mis
propsitos, no es una cita- El principal problema del escritor no es escapar a la
subjetividad, sino ms bien cmo ser subjetivo, cmo escribir desde uno mismo, ser uno
mismo en el lenguaje, la forma y en contenido. Te desafo a ser subjetivo!52
El relato puede helarnos de repente si recordamos que esta lucha, siempre dolorosa, tena
como escenario un lugar destinado especficamente a borrar la identidad de cada individuo.
Y pese a todo esto, en sus diarios ya estn casi todas las figuras estilsticas que
representaran sus signos de identidad cinematogrficos (Lost lost lost sera una especie de
relectura cinematogrfica de los diarios recopilados en Ningn lugar adnde ir): las largas
descripciones de las vistas desde una ventana, el inters por los detalles que cualquiera
descartara, pero sobre todo la idea del pasado como herida. Mirar atrs es convertirse en
estatua de sal, y es por eso que Mekas nos empuja a toda velocidad en cada una de sus
pelculas. Pero el peso de la tentacin se extiende sobre sus obras; en cada una de sus
palabras y sus imgenes est la sombra de esa soledad de los orgenes, de esa imagen. Una
tensin continua que a veces estalla y parece proveniente directamente desde esos rincones
de la mente donde intentamos arrinconar ciertos pensamientos por pura supervivencia.
29
El totalitarismo haba cambiado de forma, la alienacin era la misma. Jonas Mekas no tena
ningn lugar adnde ir ni ningn lugar donde quedarse, no haba posibilidad de escape.
Estos sentimientos baarn de existencialismo toda su obra, y jams le abandonaran. La
desolacin siempre terminaba por encontrarle; ya ni siquiera poda refugiarse en su mtica
condicin autoimpuesta, no podra ser poeta en una lengua que no fuera la lituana y, pese a
permanecer en el pas, nunca podr escribir poesa en ingls. No muy lejos de su
apartamento, un poeta norteamericano destinado a escribir uno de los poemas en ingls
ms destacados del siglo XX viva en una situacin parecida, y sus trayectorias ascendentes
terminaran por convertirles en amigos ntimos, dndole la vuelta a la mxima de uno de
sus ms admirados dolos, William Wordsworth: Nosotros los poetas en nuestra juventud
vivimos con la felicidad, pero a partir de ah slo nos queda el desaliento y la locura. El
camino de Ginsberg y Mekas acabara en una felicidad que slo permite avanzar.
30
2.2.
Cuando H.D. Thoreau escribi Walden a mediados del siglo XIX, la lentitud de la obra
poda leerse como un ataque del escritor contra la poca apresurada en la que viva. Haba
una decisin consciente de no mantener el inters del lector con el estilo, obligarle a que se
sosegara y leyera con la misma concentracin con que l lo escriba. En el filme de Mekas,
en cambio, presenciamos su contrario: una pasin absolutamente desbordante cuya
velocidad se contagia a las imgenes, agolpadas en una carrera que deja sin aliento. Esto es,
como el exilio, una reaccin ms animal que poltica: La nica direccin de mi vida es
siempre hacia adelante, escribira en sus diarios, por miedo a que el pasado me
alcance54. Hay algo en Walden que recuerda a la mirada de un nio antes de que la
sociedad anestesie el placer de un mundo de estmulos que se abren ante l (y la larga
secuencia que dedica a una sesin de circo parece llevanos a confirmar la hipotsis). La
cmara de Mekas se asombra y se extasa ante cualquier acontecimiento, los grandes y los
pequeos, la boda de sus amigos y unos excrementos en la nieve. Ni rastro de la estructura
jerrquica del mundo adulto con su sistema de prioridades bien definido verticalmente e
intocable.
El mismo ansia de vivir que Whitman haba conseguido aadir en el ltimo segundo al
trascendentalismo, y que la generacin beat haba resucitado: escritores que pretendan
expresar la gloria de lo cotidiano y cuya energa les tachaba de sospechosos para el Estado,
pues les llevaba a escapar de la alienacin y a replantearse su posicin en el mundo, a odiar
lo convencional y por lo tanto a ser difcilmente etiquetables, para desasosiego de los
elementos de control.Hay algo ms en la vida que bailar y canturrear? 55 se preguntaban,
y la cuestin tambin se la planteara Mekas, que llena su obra de cnticos: himnos a la
vida, cantos a uno mismo, momentos en que la felicidad se desborda y tiene que tomar
forma musical por muy desafinada que esta resulte finalmente. El cine, como arte del
presente, era para Mekas el soporte ideal para las inquietudes de este movimiento artstico,
como mostraba su pasin por Shadows y Pull my Daisy. La toma de la imagen provee un
eterno tiempo presente con una inmediatez que no puede alcanzarse en textos escritos 56,
escribira Efrn Cuevas. En su propio cine Mekas llevar estas ideas al lmite, pero tambin
las rebatir desde su propia experiencia: no era diferente al diario escrito. Cuando filmo,
tambin estoy reflexionando. Pensaba que no haca ms que reaccionar ante la realidad
31
presente. No tengo un gran control de la realidad 57. Negando siempre la idea de filmar
para el recuerdo, sus pelculas sern una celebracin del momento presente. Y ni siquiera
un slo momento presente, sino varios: el de la toma de vdeo, el de la toma de sonidos o
narraciones, que hace l mismo en diferido, el de la redaccin de los ttulos que
acompaarn, como presentacin o nota irnica, a lo que estamos viendo. Diferentes capas
de tiempo fusionndose en una sola lnea imparable.
Es lgico que este camino terminara coincidiendo con el de Siegfried Kracauer, que citar
algunos artculos de Jonas Mekas para el Film Culture en el dcimo captulo de su Teora
del cine. Los dos parecen plantearse los problemas de una sociedad que va camino de
perder la capacidad de disfrutar de los pequeos detalles y dedican un gran esfuerzo a
analizar las formas en que la vida cotidiana se puede colar en la pesada maquinaria
cinematogrfica.
Suenan las notas del acorden de Mekas, reconocibles como la voz de un amigo. Todos
me dicen que debo buscar y buscar., dice, y empieza a cantar una y otra vez: Yo no busco
nada, soy feliz. Le vemos en una terraza: desayuno en Marsella. Sentado frente a un caf
y un croissant, sonre hacia un lado: la secuencia se convierte en una rebelin, en un
pequeo acto revolucionario que, como era previsible, tena su campo de batalla tanto en la
vida como en el cine, y que constitua una puesta en prctica sutil y cotidiana de uno de los
postulados de Thoreau tal y como la resumi Stanley Cavell: la obtencin de la felicidad
humana requiere no la satisfaccin perenne y plena de nuestras necesidades tal y como son,
sino el anlisis y la transformacin de dichas necesidades58.
En esos mismos momentos dos grupos se planteaban actos de resistencia nacidos desde ese
planteamiento. Herbert Marcuse, tambin desde el exilio, haba sealado la creacin de
falsas necesidades en la sociedad industrial avanzada, que empujaran un ciclo
interminable de produccin y consumo.
Sobre semejante base la productividad se convierte en destruccin, destruccin que el sistema
practica hacia el exterior, a escala del planeta. A la destruccin desmesurada de Vietnam, del
hombre y de la naturaleza, del hbitat y de la nutricin, corresponden el despilfarro lucrativo de
las materias primas, de los materiales y fuerzas de trabajo, la polucin, igualmente lucrativa, de la
atmsfera y del agua en la rica metrpolis del capitalismo.
32
Dos citas que casi podramos definir como imbuidas inconscientemente del espritu de
Walden, que comienzan a construir una base para esa intuicin nacida del cntico y la
media sonrisa de Mekas. Tambin, a travs de Vaneigem, para aquella en la que la fuerza
transgresora de las imgenes de Walden pareca radicar en su mirada infantil.
El acto radical se realizaba ahora desde la vida cotidiana: si las minoras comenzaron a
darse cuenta de que lo personal tambin era poltico, enterrando divisiones absurdas e
interesadas, otra corriente descubra que la despreocupacin y la felicidad podan utilizarse
como armas: en una sociedad industrial avanzada que necesita la productividad sin
descanso para alimentarse, el gesto de Thoreau poda ser, segn Marcuse, decir no
necesito nada. La generacin beat con las mismas metas, se sacaron de la manga el
concepto de thoreaus urbanos para definirse60: podra cambiarse la superficie, no el motor
que les empujaba.
33
factores es lo ms importante, pero falta una idea que realizara con su cine: haba que
liberar tambin a los espectadores para que pudieran realizar sus propias obras, hacerles
perder el miedo a los cnones, a la supuesta necesidad de una aptitud inalcanzable que les
someta a una actitud pasiva.
En el 59, adems, John Cassavetes realiz Shadows y represent un hecho importantsimo para
todos nosotros porque nos dimos cuenta de que era posible rodar un largometraje slo con 15000
dlares. Por tanto Shadows marca el inicio del movimiento. La misma noche de la proyeccin
Robert Frank dijo: Yo tambin tengo que hacer un film, y dos meses despus naci Pull my
daisy, que fue otro importante paso adelante. Independientemente despus de la proyeccin de
Shadows creamos la Independent Film Award, cuya primera edicin es de 1960. Y adems
publicamos en Film Culture una especie de manifiesto cinematogrfico donde explicbamos
nuestro programa. Este manifiesto fue muy importante; era un llamamiento a una nueva
generacin de cineastas de Amrica.62
Cuando Mekas fund la Film Makers Cooperative, la primera regla era que no se poda
rechazar ningn film presentado a la cooperativa 63. Toda su labor como crtico, exhibidor, y
preservador de cine puede verse de la misma manera como esa pulsin de seguir el camino
real, de olvidar las excusas que permiten posponer el momento de pasar a la accin y
hacerlo-uno-mismo. Para ser cineasta, lo ms importante es tener una cmara. Lo segundo
ms importante es filmar64, dice Mekas, como defendan en aquel fanzine que pas a la
historia en 1977: Aqu tienes tres acordes, poda leerse sobre el diagrama de las cuerdas
de la guitarra que haba que pulsar. Y ahora, forma una banda65. Reintegrar la verdadera
voz humana en el arte, sin necesidad de baremos de inters, la voz de un hombre que no
se avergenza de sus balbuceos, sus vacilaciones y sus tropiezos 66. En realidad, Jonas
Mekas no tuvo el coraje necesario para pensar que esos esbozos (realizados como prcticas,
como preparacin hasta que llegara el momento en que tuviera el tiempo de poder realizar
una pelcula67) merecan ser compartidos hasta que un incendio estuvo a punto de
quemarlas, y el miedo a verlas desaparecer le convenci de su valor.
Ya es hora de que el pblico participe dijo en escena Joe Strummer, de los Clash, en
1976-. Quiero que todos vosotros me digis exactamente qu estis haciendo ah 68. En
ambos casos, la crtica de la separacin definitiva: cualquiera poda subir a ese escenario, a
esa pantalla, que ya dejaba de ser una brecha insalvable. Se trataba del momentneo poder
adquirido por la gente que nunca haba tenido una razn para creer que alguien pudiera
35
36
SEGUNDA PARTE
37
El colectivo Newsreel
La intencin era hacer pelculas con la esperanza de que explotaran como granadas en la
cara de la gente o de que abrieran sus mentes como un abrelatas. As se presentaba
Newsreel en el Film Quarterly de invierno de 1968, confrontando esta violenta declaracin
con aquellos cineastas polticos que buscaban ante todo la claridad en sus pelculas.
Slo trabajis para apoyar y reforzar esta sociedad, sois parte de los mecanismos que
mantienen la estabilidad a travs de la reintegracin. El montaje y la forma son una
opcin poltica, conclua, como un eco de la exhortacin de Jean-Luc Godard a hacer
polticamente cine.
Todo haba comenzado un ao antes. Una manifestacin contra la guerra de Vietnam fue el
detonante que reuni a este grupo de cineastas: la marcha sobre el Pentgono del 67,
pionero y multitudinario acto de resistencia pasiva en el que ms de cincuenta personas
acabaron hospitalizadas. Tres grupos de cineastas acudieron con sus equipos de grabacin
amateur para documentarlo; al reflexionar sobre lo que haban visto, vivido y registrado,
decidieron reunir el material filmado en lugar de trabajar cada uno por su cuenta y
diseminar el esfuerzo. Hasta sesenta se ofrecieron a colaborar en el proyecto y acudieron a
su primera reunin. De all surgi el primer manifiesto de Newsreel, que conclua
declarando el deseo de estimular la creacin de grupos anlogos al nuestro.
Tambin influy en la creacin del grupo la cobertura del noticiero oficial de la Universal,
proyectado habitualmente como prlogo a sus pelculas hollywoodienses. Anti-war
Demonstrators Storm Pentagon fue el ttulo de su pieza sobre la manifestacin, que
asentara, en negativo, las bases estticas del movimiento: todas las imgenes se tomaron
desde detrs del cordn policial, registrando una gran masa de manifestantes
desorientados, sin derecho a voz ni a vida dentro de una narracin omnisciente que tan slo
daba cuenta de los dos militares heridos y hablaba de estallidos de violencia sin especificar
los responsables. La sangre que segn relataban los testigos salpic los escalones del
Pentgono haba desaparecido en la sala de montaje. Pero era el plano final el que reflejaba
con ms claridad el componente persuasivo: la noticia se cerraba con la suciedad del da
siguiente de la manifestacin, los envoltorios vacos acumulados junto a los restos de
38
Pero la cuestin no slo era esa perspectiva nica que quera hacerse pasar por objetividad
mientras agrandaba ese abismo entre lo que ocurra en la pantalla y lo que suceda en la
vida real; tambin lo eran los lmites formales que se imponan, lo que Peter Watkins
definira ms tarde como la monoforma. Robert Kramer defenda que esos lmites iban ms
all de la homogeneizacin absoluta del medio: consistan de hecho en una anestesia
utilizada para defender el status quo.
Dentro de los lmites popularizados ahora por el documental televisivo puedes lanzar casi
cualquier material, sin que importe lo implcitamente explosivo que sea, con la seguridad de
que ni permanecer en la poblacin ni los empujar a moverse en la calle, en sus
comunidades, en sus mentes. 72
Sin embargo, de entre aquellos que presenciaron realmente aquel acontecimiento nico
surgira, por un lado, uno de los partidos polticos ms extravagantes de la Historia, con
Jerry Rubin y Ginsberg a la cabeza, y por otro un grupo artstico que irrumpira en la
escena del cine independiente.
La herencia del movimiento underground norteamericano se llev a cabo literalmente
cuando Jonas Mekas les llev en persona 30000 metros de pelcula caducada de 16 mm; la
particular esttica de aquel celuloide se convirti en una marca de estilo (como le suceda
en esos mismos momentos a Philippe Garrel en Pars, que filmaba similares revueltas para
una pelcula colectiva desaparecida poco despus). Pero cuando Robert Kramer comenz a
39
trabajar con el grupo ya era un cineasta experimentado; como montador de las bobinas
filmadas por guerrilleros venezolanos (en un proyecto llamado FALN finalizado en 1965) y
realizador de dos largometrajes independientes, In the country y The edge. Esta ltima
pelcula mostraba la mayora de las inquietudes que arrastrara toda su vida: cuando uno de
los personajes intenta reunir un grupo de resistencia dentro de su campus y reconoce que
no sabe muy bien qu hara con l (No s cmo tomar todo aquello en lo que creo, y hacer
que algo suceda) dejaba patente el salto insalvable de la teora a la prctica, del
pensamiento a la accin, que atenazaba a toda una generacin. Junto a la sensacin de que
el enemigo se presentaba cada vez ms difuso (el imperialismo norteamericano que se
extenda dentro y fuera de sus fronteras, que Kramer comparaba con una niebla: no slo
inundando todo lo que uno alcanzaba a ver, tambin colndose entre el tejido de la ropa, en
los huesos), haba otro miedo que le acompaara como un fantasma: el de la energa de
una generacin que se dispersaba o se pudra sin haber sido expulsada, y que era condicin
indispensable para quebrar el estado de las cosas. Todos sintieron la presencia de ese mal
agero: la crtica del New York Times calificaba a los personajes de The edge como
anestesiados tanto por el aburrimiento y la opulencia de sus vidas como por las paradojas
de una sociedad contempornea de paz en guerra 73. Quiz con la mirada en aquel
fantasma se comprometi con el noticiario alternativo, optando desde el primer momento
por una diversidad radical dentro del grupo como forma de mantener el debate y la
creatividad siempre en marcha: en los dos primeros aos produjeron y distribuyeron unas
sesenta pelculas. El xito del movimiento fue un revulsivo para aquellos activistas
polticos frustrados y decepcionados, como los personajes de The edge, con la falta de
accin real.
Como respuesta a esta sensacin, Newsreel quera utilizar la cmara como herramienta o
como arma (su logo en el comienzo de cada filme se acompaaba del sonido de una rfaga
de metralleta). La diferencia con otras pocas de cine militante era que la idea alcanzaba
toda su materialidad: durante la filmacin de las revueltas de Columbia Melvin Margolis
utilizaba su cmara Bell & Howell para romper escaparates74.
40
3.2.
Una beca del American Film Institute permiti a Robert Kramer encarar el rodaje de Ice de
una forma diferente al resto de las pelculas que realiz dentro del colectivo, que slo dio
una aprobacin implcita, tcita75 al rodaje. La pelcula utilizaba a sus compaeros en
papeles muy parecidos a sus propias vidas y los situaba en un escenario de Historia
Alternativa76.
Constituira la sntesis y la refutacin del movimiento. As lo vea el cineasta Eric
Breitbart, tambin ex-miembro del Newsreel, en una conversacin con su hijo que
entablara treinta aos despus de la filmacin, para su publicacin en una monografa
sobre Kramer: la distancia con la que ambos comprenden la pelcula despus de tanto
tiempo es una muestra ms de cmo Ice consigui plasmar un discurso ambivalente. Para
el hijo, la pelcula es un filme seductor, que no ha envejecido y que da la impresin
indita de estar en presencia de gente que trabaja junta en un movimiento poltico
revolucionario y, al mismo tiempo, en la pelcula. Su padre responde que precisamente el
filme contribuy a romper el grupo de manera prematura77.
Se trata, en el fondo, de una dicotoma puramente norteamericana: el individualismo
romntico (en el que el xito comn pasa por la bsqueda de una libertad personal
inquebrantable, y viceversa) y el posterior individualismo objetivista de Ayn Rand que slo
defenda el egosmo racional. Pese a que muchas de sus inquietudes pueden ser
compartidas, la diferencia es tan clara como explcita por parte de la fundadora: ya al
comienzo de su tomo fundacional Rand ataca duramente la incoherencia, la pereza y la
falta de pragmatismo del padrino trascendentalista78. La clara dualidad, sin embargo, se ha
ido disolviendo y cada vez es ms comn ver a los espritus ms anarquistas de Concord
absorbidos y digeridos por el ultracapitalismo auspiciado por la nueva corriente de
pensamiento79. En la profunda y fructfera discusin, padre e hijo gravitan casi
inconscientemente en torno a las dos cuestiones, arrojando una luz nueva, nacida como no
poda ser de otra manera de la experiencia propia y familiar, sobre una de las grandes
cuestiones del cine de Robert Kramer, quiz la ms caracterstica: cmo crear y mantener
una subjetividad real y trabajar polticamente junto a otras personas para que el esfuerzo no
se disperse.
41
Ice, como las pelculas de Newsreel, carece de ttulos de crdito, pero era a la vez una
pelcula muy personal que utilizaba de forma irnica los tics y las debilidades que iban
devorando al grupo: no es extrao que la largusima secuencia en la que las diferentes
asambleas discuten hasta el ltimo fleco de las acciones armadas nos traiga a la memoria el
inolvidable sedentarismo del Frente Popular de Judea de los tambin revolucionarios
Monty Python80. Los conceptos de realidad y representacin van mucho ms all de la
somera diferencia documental/ficcin: como vio Joshua Breitbart, asistimos a gente
trabajando en comn para algo que excede el proyecto flmico, como si Kramer utilizara su
dispositivo para aclarar las ideas del grupo, reconciliar las fuertes personalidades de cada
uno y el compromiso colectivo. Su querencia, tambin, por el fragmento y el detalle frente
a las grandes escalas de accin y la magnificencia de los proyectos en los que se
embarcaban. En Cosmosis, Flix Guattari, amigo personal y colaborador del cineasta, se
pregunta cmo ayudar a la produccin de una subjetividad real (es decir, no influida por las
grandes mquinas sociales, mediticas o lingsticas que no pueden calificarse de
humanas). En una ocasin describe un proceso utilizado en las psicoterapias familiares:
Lo tomamos de la corriente que (...) intenta desembarazarse del influjo de las teoras sistmicas
vigentes en los pases anglosajones y en Italia. Aqu tambin la inventividad de las curas nos
aleja de los paradigmas cientifistas y nos acerca a un paradigma tico-esttico. El terapeuta se
compromete, asume riesgos, pone en juego sus propios fantasmas y crea un clima paradjico de
autenticidad existencial, combinado con una libertad de juego y de simulacro 81.
Ice en todos sus niveles de narracin parecer poner en juego, bajo la tutela de Kramer,
este tipo de terapia (que ya Guattari emparenta directamente con la performance
psicodramtica, entre otras cosas porque suele ser filmada por una cmara de vdeo). En la
extraa improvisacin teatral que acontece aproximadamente a la mitad del metraje, el
personaje de Ted parece quebrar todas las distancias entre ficcin y realidad: qu
hacemos ahora que estn aqu? pregunta en un momento, y uno de sus actores/pacientes
no puede evitar lanzar una mirada a la cmara, y al otro lado de la pantalla no podemos
evitar devolvrsela. Qu hacemos con toda esta energa?, les haba preguntado un poco
antes, como si ya pudieran ver el miedo a su extincin.
Guattari afirmaba que los participantes de esta terapia podan finalmente captar el carcter
artificial, creacionista de la produccin de subjetividad 82, abandonar la idea de que sus
42
43
Los sentimientos que atravesaban eran, por lo tanto, necesarios para poder avanzar: la
pelcula muestra estos procesos de bsqueda de una nueva perspectiva, en los que la
44
historia personal ya es indisoluble. La conquista de una subjetividad pasa por este camino
de prdida, de desorientacin: Ahora que nos hemos independizado del grupo, no
encuentro espacio para nuestros sentimientos, le dice Amber a su marido. La primera
secuencia de la pelcula parece continuar esa senda en la bsqueda de unas races: la abuela
narrando su pasado, el sudor con el que fund su hogar, la semilla de la familia cuyas
ramas pronto observaremos y que entra con fuerza en la filmografa de Kramer, en la que
las relaciones familiares se mantenan al margen88.
Intentamos encontrar la poltica incrustada en la vida cotidiana 89, declaraba Robert
Kramer al presentar Scenes from the class struggle. En Milestones ya encontramos ese
mtodo, como un manto sobre cada accin de unos personajes que descubren que la
revolucin no es un instante, sino toda una vida. Hay una mirada puramente humanista en
la pelcula que parece nacida del esplndido poema del que coge prestado el ttulo, de la
forma en la que Ho Chi Minh utiliza el hito para hablar del ser humano. La losa de piedra
sin ningn valor pero que impide que la gente se extrave, y por la que ser recordada.
Estos personajes a menudo perdidos, o desencantados, o viviendo en una duda constante,
son vistos ahora desde una perspectiva diferente. Un tejido observado con microscopio,
como lo describa Serge Daney, donde las relaciones humanas se anudan sobre el vaco,
sobre la cuerda floja y sin red: lo que es precioso, conmovedor, en el filme de Kramer y
Douglas, es que no saben ms de lo que dicen sobre sus personajes, pero con lo poco que
saben, quieren tejer un refugio y balizar un porvenir 90. Desligados de la escala
empequeecedora que impone la retrica de una militancia con maysculas, el fragmento
que antes llevaba a estallidos de energa consecutivos lleva ahora a una bella melancola de
la desorientacin (el nico mensaje: existimos91), la poesa del mnimo gesto.
Me gusta inspirarme por los pasos del antipsiquiatra Deligny. Intent que los nios autistas fueran
autnomos. Segua sus desplazamientos trazando mapas de sus viajes. Estos nios eran sensibles
a las fuentes de agua. Me siento como ellos.
Las hogueras, los ros, lagos y mares, las hojas vivas o muertas, la energa que jams se
apagara mientras quedara algo de vida en el planeta abraza las imgenes de Milestones,
como un ltimo recurso, como esa red de seguridad que Daney echaba en falta.
45
3.3.
La dificultad para encontrar financiacin en su pas natal y el giro hacia polticas cada vez
ms conservadoras en el gobierno norteamericano llev a Robert Kramer a exiliarse en
Francia en la dcada de los 70, donde realiz una serie de pelculas que no terminaban de
convencerle. No comprenda el lugar en el que viva, ni la forma en la que la gente se
expresaba. Trabajaba en una lengua extranjera, con toda un nueva gama de problemas.
Era tambin la primera vez que viva con una familia, con Erika y Keja, y no en una
comunidad; intentaba encontrar mi sitio92. McIsaac, amigo personal desde dcadas,
protagonizara en los ochenta dos pelculas esenciales de la filmografa de Robert Kramer
que constituiran una forma de volver al hogar. Su personaje se llamaba Doc, una sntesis,
una expresin de nuestra generacin y de la tensin creativa entre dos personas muy
diferentes93.
El productor Paulo Branco haba puesto como condicin que el rodaje tuviera lugar en
Portugal, y la primera idea de Kramer fue continuar donde la trayectoria se haba torcido:
volver hacia la revolucin portuguesa, retomar el contacto con los viejos amigos. De algn
modo era una manera de arreglar cuentas con su pasado, de enmendar el mal recuerdo de
su pelcula lusa: la ms retrica que haya hecho, la ms abstracta 94. Pero elige otro
camino, el de seguir hacia adelante: llevar a su equipo de colaboradores a su misma
situacin de desorientacin y deriva, para rodar la que reconocera como la mejor
adaptacin de Bajo el Volcn que se haya hecho: quiz por ser todo tan dolorosamente
cercano a su realidad (su mujer y su hija haban escapado hasta Estados Unidos durante
una mala racha del matrimonio, l quedaba slo en Europa bajo los excesos del alcohol)
Kramer se acerca ms que nunca a las formas de la ficcin tradicional, pero las de una
pelcula enferma, intoxicada por la desesperacin. Zooms alucinados, monlogos
paranoicos en los que toda voz humana exterior parece incomprensible. En Doc's Kingdom
el doctor protagonista no tiene curas ni remedios para sus pacientes, slo analiza y
certifica; ante la muerte, toma fotografas. El pasado le persigue y le atenaza: tras haber
dejado la violencia del radicalismo y convertirse en mdico para salvar vidas, se encuentra
con la muerte ms cerca que nunca (en el senhor Ruy, marino con cncer terminal) pero
tambin con la vida que regresa: el hijo al que dej en Estados Unidos y que quiere
conocerle. Y es que si Milestones terminaba con un nacimiento, con la nueva generacin
46
que continuara o refutara las ideas de la anterior, Kramer necesita mostrar apenas doce
aos despus esa colisin (que tambin aconteci realmente en el rodaje: ya a las
veinticuatro horas, Gallo [que interpreta al hijo del protagonista] haba decidido que si
haba un tipo de personajes a los que odiaba, era a nosotros 95 declaraba Kramer). En la
escena clave, el dilogo final entre dos generaciones que no se comprendern pese a estar
atadas de por vida (tu padre no me ha hablado de ti, qu bebes?, le pregunta el camarero
al hijo del borracho) Doc se encuentra atrapado entre dos fuegos: el de un pozo ardiente al
fondo de la imagen, el de la hoguera con la que se calienta delante de hijo.
Fuiste mi padre un da?. Y ante el fracaso de una relacin ya perdida, el doctor parece
volver, como siempre har Kramer, al punto de partida: No quera nada. Estaba loco. No
quera casa, no quera coche. Rodada desde una desesperanza que se resiste a su
extincin, la escena es la constatacin de una derrota, de la esperanza por la nueva energa
que dejaba verse en Milestones. Pero es al reconocerlo cuando se vuelve a tomar impulso,
y la propia construccin del discurso fue un paso adelante.
Una de las razones por las que es muy agradable hacer las pelculas en decorados naturales, es
que sacas a la gente de su contexto, se les priva de sus races. Las races se convierten en la
pelcula que hacemos juntos. No slo estn ah para hacer eso, y por lo tanto disponibles todo el
tiempo, sino que tambin estn bastante desestabilizados y distrados de su vida normal. 96
Cuando todo se ha perdido permanece la sensacin de tabula rasa que ha guiado durante
toda su vida los pasos de Robert Kramer: filmar la desoladora conversacin, la escena en la
que todos los esfuerzos anteriores se revelan un total fracaso, fue la quema de las races
muertas para que pudieran brotar nuevas. El final de Doc's Kingdom parece cerrar un
crculo: el hijo vuelve a Estados Unidos, Doc permanece en Portugal como al principio. Si
el nuevo ciclo tomar otro matiz tras el final del relato, despus de que las imgenes cesen
de desfilar, ser a causa de ese exorcismo de fuego. Terminada la pelcula, Kramer viaja a
Estados Unidos a reencontrarse con su mujer y su hija; tras la reconciliacin se embarca en
el reverso de la anterior obra. Si en la primera llev a todos a un contexto extrao donde
todos se pudieran sentir como l, Route One/USA plantea el recorrido inverso: l volver
del exilio para recorrer la Amrica de su fracaso.
Siempre he tenido miedo de lo que puede llamarse el sndrome Jonas Mekas, que quiere decir:
abrazo completamente mi subjetividad. Haba decidido ir hasta el final. Iba a decirlo todo.
47
Esta aceptacin del sndrome Jonas Mekas tuvo lugar en Dear Doc y Route One/USA; es
sta la primera pelcula en la que l estar operando la cmara en todos y cada uno de los
planos. Para el dispositivo de la pelcula, la relacin entre Kramer y Doc, cineasta y
personaje, era necesario. Slo podra conservarse el corazn de la pelcula si era
verdaderamente su mirada, si era l quien filmaba, buscando el ritmo adecuado para
reflejar la relacin entre uno y otro. l se ocupa de Doc, yo me ocupo de Robert, y el
viaje comienza sin ningn inters especial que no sea el de despojar al itinerario de
cualquier prejuicio: no preguntar nada a las personas que se encuentren por el camino, sino
escucharlas. Un reverso de Milestones, que tambin recorra a Amrica pero mirando hacia
el interior (los protagonistas apenas hablaban con gente exterior a la tribu).
Despojar a Amrica de la imagen predefinida, del prejuicio y el estereotipo; intentar captar
una sensacin, un ideal que reconstruir en cualquier lugar de la vida. Cuando acuden a
Concord, parecen tener en mente el prlogo que escribi Henry Miller para la obra de
Thoreau:
En nuestro pas un hombre que se atreviera a imitar la conducta de Thoreau, con referencia a
cualquier problema crucial de nuestro tiempo, sera, sin duda, condenado a cadena perpetua. Es
ms: nadie movera un dedo para defenderlo, como en su da Thoreau defendi el nombre y la
reputacin de John Brown. Como siempre ocurre con las afirmaciones francas y originales, este
ensayo se ha convertido en clsico. Y esto significa que, a pesar de tener la potencia de forjar un
carcter, ya no influye en los hombres que gobiernan nuestro destino. Se recomienda su lectura a
los estudiantes, como fuente perpetua para el pensador y el rebelde, pero para gran parte de los
lectores ya no tiene importancia, no contiene un mensaje. La imagen de Thoreau ha sido fijada
para el pblico por educadores y hombres de gusto: es la imagen del eremita, del excntrico, de
la broma de la naturaleza. En fin, se ha conservado la caricatura, como acostumbra a pasar con
nuestros hombres eminentes.98
49
3.4.
Siempre hay algo de doloroso en el momento en el que un cineasta decide mostrarse ante la
cmara, cambiar de bando. No hablamos, por supuesto, de actores-cineastas, para los que
aparecer como protagonistas o secundarios es parte del proyecto, sino de aquellos que,
como si se tratara de un desafortunado accidente, terminan por mostrar su propia herida. A
veces es la consecuencia obligatoria de un replanteamiento tico de su propio cine:
Philippe Garrel cortaba la ficcin de Elle a pass tant d'heures sous les sunlights para
interrogar a Jacques Doillon sobre cmo se plante filmar a su propio hijo en Une femme
qui pleure (pelcula en la que del mismo modo el director pareca asumir un castigo
autoimpuesto al situarse en medio del doloroso dispositivo); normalmente el impulso nace
tambin como consecuencia de un proceso de autocrtica, como cuando Jean-Luc Godard
tiene que contar la propia historia de sus errores en Ici et ailleurs.
Del mismo modo, en la ltima etapa de su cine, Robert Kramer comienza a abandonar las
coartadas que poda proporcionarle un personaje y aparece como l mismo: es un camino
progresivo que empezaba, como hemos visto, con el cineasta mostrando su presencia
detrs de la cmara, su mirada. En Point de dpart el uso de la primera persona flmica ha
terminado por invadirlo todo, pese a que todava no veamos su cuerpo hasta el final, en una
fotografa mostrada levemente: la pelcula establece un dilogo muy interesante con
aqulla en la que Godard se replanteaba su cine militante e iniciaba toda una poca en la
que sus dudas, su cuerpo y su voz tomaran el centro de la pantalla. Si en Ici et ailleurs
repasaba junto con Mieville las imgenes grabadas aos antes y les aada capas desde la
reflexin posterior (buscando en los cimientos de aquellos errores una base de reflexin
ms amplia, que pudiera servir para hacer un cine menos tendencioso), el planteamiento de
Kramer ser muy coherente con su apuesta radical por la experiencia: vuelve a rodar a
algunos protagonistas de su pelcula People's War, realizada en su poca como miembro
del Newsreel, en los mismos escenarios, casi treinta aos despus. Recuperando su propia
voz, su firma en la pelcula (literalmente, pues el colectivo no le hubiera dejado inscribir su
nombre en ella), en Point de dpart el cineasta puede acercarse a todo lo que antes le
forzaban, desde todos los flancos, a mirar en plano general. Si para Godard la mejor
manera de comprender sus imgenes era dar un paso atrs, y ver qu haba detrs de ellas o
entre ellas, Kramer prefiere arrojarse, como en los primersimos planos que dedica a su
50
Es algo que, desde luego, se intuye como la fuente de todo el placer que emana de sus
imgenes: si analizamos sus pelculas (lo que es muy difcil de hacer mientras se est
siendo arrastrado por la corriente) nos damos cuenta de que no hay apenas gags o
construcciones cmicas. Nuestra risa viene de la sensacin de estar ante algo vivo,
espontneo, que sucede delante de nosotros. Todas las simpticas fechoras que las
54
56
Hasta la aparicin del jefe, de nuevo un elemento bastante mecnico (a veces sus gestos
recuerdan a los de un robot, o al de alguien congelado en mitad de un gesto) que desentona
con la pura vida de los personajes femeninos, la pelcula era un compendio de esas
acciones realizadas sin capitalizar que constituan el estudio de La invencin de lo
cotidiano: la pelcula es bsicamente la posibilidad que se nos ofrece de ver a tres chicas
cocinando, limpiando, habitando su casa frente al mar. El inters radicar en las maneras
de hacer de las actrices/personajes y en la mirada cargada de vida de su director. El arte de
apropiarse de objetos o espacios: cuando bajan a revisar los viejos cacharros escondidos
bajo la escalera, unos zuecos antiguos pueden servir para andar por las paredes, el orinal
abandonado por la abuela ser un sombrero. Las sbanas sern servilletas en un sensual
banquete de pasteles. En el camino a la estacin, una de ellas subir por la escalera y la
otra por la rampa mecnica, mientras siguen hablando normalmente. Formas de engaar a
una realidad que intenta adormecer con aburrimiento, como nios que juegan con cualquier
cosa, en cualquier espacio. Maneras de resistirse a lo marcado, sealado, y dictado por la
mquina o sus ritmos:
Si es cierto que por todos lados se extiende y se precisa la cuadrcula de la vigilancia, resulta
tanto ms urgente sealar cmo una sociedad entera no se reduce a ella; qu procedimientos
populares (tambin minsculos y cotidianos) juegan con los mecanismos de la disciplina y slo
se conforman para cambiarlos; en fin, qu maneras de hacer forman la contrapartida.112
59
4.3.
Vacaciones al sol.
En La question humaine, los empleados de una empresa petroqumica acuden a una gran
fiesta. Les vemos llegar a la nave industrial, guiados por Simon, el psiclogo del
departamento de recursos humanos que se dedica a presionarles hasta la extenuacin para
conocer sus aptitudes y detectar sus flaquezas. Durante esa noche, todo cambia: pueden
bailar, drogarse, evadirse, tomar su racin de sexo ocasional. Su superior permanece entre
ellos, y el trato humillante de la jornada laboral (he visto a hombres llorar como cros
reconoce al inicio) puede mostrarse desde la nueva perspectiva incluso como algo a
agradecer: su labor podra releerse como la de alguien que les empujar a llegar ms all de
sus propios lmites.
Klotz y Perceval no tienen reparos en hacer explcitas sus ideas. Si desde el principio la
secuencia ya tena la atmsfera de la trampa, de una actividad ms en esas dinmicas de
grupo que prepara el protagonista para aumentar la productividad de la empresa, esta
sensacin acaba tomando forma con una frialdad casi dolorosa: el amanecer revela que la
rave ha tenido lugar en una fbrica de fachada gris. Mientras casi todos duermen en el
suelo, el ltimo fichaje de la compaa parece el nico que ha comprendido el juego, y le
seca el sudor a Simon, le cambia la ropa como preparndole para una nueva jornada que en
realidad no haba acabado. La evasin era un artificio.
En una pelcula que retomaba desde el presente y el futuro prximo las ideas de la escuela
de Frankfurt no es extrao que la secuencia parezca la ilustracin del trabajo filosfico de
Herbert Marcuse en los aos sesenta. Un perodo que precisamente por su apertura en las
60
costumbres obligaba a los supervivientes de la teora crtica a seguir atentos a los residuos
del totalitarismo: la represin ahora se haca desde otros bandos, desde la administracin
desde las libertades, del aburrimiento y el entretenimiento.
Los individuos y las clases reproducen la represin sufrida mejor que en ninguna poca anterior,
pues el proceso de integracin tiene lugar, en lo esencial, sin un terror abierto: la democracia
consolida la dominacin ms firmemente que el absolutismo, y libertad administrada y represin
instintiva llegan a ser las fuentes renovadas sin cesar de la productividad. 114
Evidentemente no se trataba de un homenaje superficial: John Lydon haba dado una vuelta
ms al desquiciamiento de los situacionistas. Slo quedaba la irona malsana de los que no
tenan futuro: No quiero unas vacaciones al sol, quiero ir al nuevo Belsen. Casi diez aos
despus del fracaso de Pars, Holidays in the sun volva del revs, para dar cuenta de su
absurdo, la idea del descanso programado por una sociedad avasalladora. No entiendo
esta parte en absoluto: por favor, no me esperis, terminaba la cancin, asumiendo la
derrota. Aos despus Lydon confesaba que todo haba nacido de un sentimiento que no
alcanzaba a ser aplacado por un mes al sol en la isla de Jersey: Estar en Londres en
aquella poca nos haca sentir como si estuviramos atrapados en el ambiente de un campo
de concentracin116.
Cmo es posible que Jacques Rozier, un cineasta que parece construir todo su cine desde
la misma idea de las vacaciones, consiga escapar de todas estas amenazas en apariencia
fatales? De una manera subterrnea, huyendo de la exhibicin vacua de planteamientos
61
La maniobra para poder llevar a cabo su proyecto rabiosamente inmediato fue tan simple
como aceptar todas estas cuestiones y seguir adelante. Al percibirlas, diran los
situacionistas, ya se haba hecho casi todo el trabajo. Y es que las estructuras que dan base
y administran las vacaciones (y la vida) estn presentes en sus filmes; sus personajes
lucharn en cada momento por derribarlas, y fracasarn como siempre en sus objetivos
dejando una sonrisa melanclica por el camino. En Adieu Philippine todo el periplo de sus
personajes aparece sobrevolado por la guerra de Argelia, la posibilidad de que el fin del
verano sea el fin de la vida. La manera explcita en la que el tema es planteado en su
primer largometraje118 se ir haciendo ms sutil y estilizado, pero permanecer como una
fuerte sensacin, una intuicin innegable: Rozier abre la puerta a un paraso con fecha de
caducidad y seala, de forma tan constante como sutil, a los responsables de que no sea
infinito. En Du ct d'Orout las tres protagonistas se rebelarn contra la presencia del jefe
de una de ellas, molestndole continuamente, convirtiendo las risas espontneas en risas
provocadoras119 contra el poder que el hombre no puede ni quiere borrar: ese cambio en las
risas, en el que algo se gana y algo se pierde, es clave a la hora de entender el xito del
cineasta a la hora de mostrar a la vez una rebelin que no deja de pisar el acelerador hasta
quedarse sin gasolina, y sus frenos. Los finales de sus pelculas (sueos de libertad con
proporcional cada en la realidad de los horarios segn Alfonso Crespo120) redondean esa
misma idea: cuando la sociedad termina por imponer sus ritmos y llevarles de vuelta al
redil, nunca sabremos si los personajes se encuentran en una derrota que aun as les ha
hecho ganar algo, o si vencieron a costa de algo perdido. Convierten la bsqueda de la
62
63
EPLOGO
64
por un deseo sexual que borra todo lo que escape de sus contornos mientras que l parece
la muestra perfecta del proceso de transformacin de un hombre en una idea 125. Autntico
golpe de contrabandista consumado (en la nuca de un Berlusconi al que el actor
protagonista casi parece imitar), la pelcula sealaba las miserias de un positivismo amoral
bien anclado en nuestros das pero que puede verse como reflejo al pasado ms oscuro de
su pas, analoga que funciona en la mente del espectador en uno de los gestos ms puros
(la primera imagen lleva a la otra sin necesidad de que se haga patente) de un cineasta
siempre atento a la forma cambiante de aquello contra lo que hay que filmar.
En 2008, James Benning comenz a construir una cabaa siguiendo exactamente las
medidas e instrucciones que proporcionaba Thoreau126. Ese mismo ao presentaba RR,
donde plantea desde su economa retrica las mismas reflexiones que el filsofo de
Concord se haca ante la imagen del ferrocarril invadiendo el paisaje norteamericano. An
ms evidente es el concepto de adaptacin minimalista en 13 Lakes, donde incluso la
eleccin del encuadre parece nacer de las descripciones de Walden (un lago como ste
nunca parece ms liso que entonces; al quedar encima una porcin de aire estrecha y
oscurecida por las nubes, el agua, llena de luz y reflejos, se convierte en un cielo inferior
ms importante).
La tumba de Henry David Thoreau apareca en esa reconstitucin de la memoria como
elemento transgresor que es Profit Motive and the Whispering Wind, de John Gianvito. La
pelcula, que hablaba tanto del pasado como del futuro de una Amrica avanzando tan
velozmente como siempre hacia su autodestruccin, no consegua alcanzar del todo su
propsito de resultar una experiencia principalmente emocional, ms que intelectual 127
como s lo consigue Ben Rivers al tomar las mismas inquietudes y llevarlas un paso ms
all y plantearse el futuro dentro de cinco minutos, como lo haca su admirado J.G. Ballard
(tambin citado por Kramer en el fundamental texto de Snap Shots): llevar a un universo
post-apocalptico el acercamiento a los bosques, cuando el nimo de lucro nos deje slo
con el viento susurrante:
Estoy interesado en los rastros del comportamiento humano que quedan en lugares que han sido
abandonados. Me gusta la idea de las historias de fantasmas, no por ninguna razn espiritual, sino
por la idea de que la historia puede permanecer en un lugar. Tambin encuentro interesante que
cuando la actividad humana ha cesado, la naturaleza prosigue su trabajo y convierte el esfuerzo
humano en algo insignificante.128
La naturaleza como aquello que permanece tras cualquier fracaso, que se mantiene con la
misma fuerza mientras el ser humano desfallece o se paraliza en la duda parece ser la lnea
que une a todos los autores que han ido apareciendo hasta llegar a estas notas postreras. Si
la irona que hay dentro de ese motivo recurrente puede escaparse, citemos a otro
ecologista cuya sonrisa torcida es an ms evidente: Creo que podra transformarme y
vivir con los animales cantaba Whitman en Hojas de Hierba, ninguno est insatisfecho, a
67
ninguno le enloquece la mana de poseer cosas, ninguno se arrodilla ante otro, ni ante los
congneres que vivieron hace miles de aos.
A comienzos del nuevo siglo Jonas Mekas estren As I Was Moving Ahead, Occasionally I
Saw Brief Glimpses of Beauty, filmaciones registradas en un perodo de treinta aos. Desde
el propio ttulo, Mekas continuaba con su necesidad de no mirar atrs, de dedicarse
radicalmente al presente, al xtasis de vivir y filmar al mismo tiempo. Y pese a esto era
tambin una vuelta a Walden, si alguna vez lo haba abandonado. El espritu del lago
continuaba ms vivo que nunca, y no slo en la obra de Mekas, que contina avanzando en
un prolfico camino de belleza.
La vigencia de Thoreau va ms all de las pancartas con su rostro que han salido en la calle
en esta primavera de 2011. La defensa de una vida responsable y moral, alejada de un
consumismo destructivo, sigue planteando nuevos debates. Casi cincuenta aos despus de
que Marcuse se planteara la creacin de falsas necesidades en El hombre unidimensional el
socilogo francs Serge Latouche actualizaba los postulados en una sociedad occidental
rendida
ya
al
ultracapitalismo.
El
movimiento
que
inspir,
conocido
como
decrecimiento, tom fuerza con la crisis mundial de la pasada dcada (cuando las
circunstancias obligaron, como suele suceder en cada cambio importante) y se construa en
gran medida sobre los poticos postulados del filsofo de Concord, en especial el clebre
monlogo al granjero irlands John Field. No era, por supuesto, la primera vez que se
intentaba crear, paradjicamente, un movimiento colectivo desde el individualista ms
radical: en Estados Unidos, desde su renacimiento a manos de la generacin beat, el
trascendentalismo haba propiciado diversos intentos de llevar las palabras de Thoreau al
camino real: simplicidad voluntaria, downshifting... En Europa, a veces esas
contradicciones comprensibles pero ciertas (pues como hemos visto la obra de Thoreau,
receloso de cualquier agrupacin, est perfectamente diseada para borrar toda posibilidad
de uso colectivo e interesado) se convierten en autnticos despropsitos: en La sociedad
del riesgo global el reputado socilogo de la postmodernidad Ulrich Beck llega a escribir
sin pice de irona: Thoreau y Gandhi hubieran resplandecido de orgullo al contemplar
cmo Greenpeace utiliza los medios de comunicacin para escenificar la resistencia civil
mundial129.
68
Ante esto, quiz la mejor forma de concluir sea observando cmo Mekas elega cerrar As I
was moving ahead..., la pasin de casi toda una vida. Recordamos primero la explosin de
felicidad de Milestones, el nacimiento que cierra la deriva melanclica con la energa de
nuevas posibilidades. La tristeza absoluta, los rostros an sorprendidos por el corte
traumtico, con que acaba un verano de libertad en Adieu Philippine. Mekas coge su
acorden y canta a pleno pulmn, en un xtasis de felicidad en el que entonar una sola nota
afinada estara fuera de todo lugar: no s donde estoy, no s donde estoy, pero he visto
momentos de felicidad y belleza mientras avanzaba. Mientras avanzaba vi breves destellos
de belleza, amigos mos. Y el celuloide se escapa de la bobina, cortando la felicidad
inarticulada de los gritos de Jonas Mekas.
69
NOTAS
70
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
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21
22
23
24
25
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27
28
29
30
31
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33
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35
36
37
38
39
40
41
42
43
44
45
46
47
48
Paula Blanchard, Margaret Fuller: from Transcendentalism to Revolution, citado por Ken Goffman en La
contracultura a travs de los tiempos, p. 244
Javier Alcoriza y Antonio Lastra, en la introduccin crtica de Walden para Ctedra. p.27
Antonio Casado da Rocha, Thoreau: Biografa esencial, p,47
Citado por Ralph L. Rusk en The life of Ralph Waldo Emerson, p.289
Citado por Walter Harding, en The days of Henry Thoreau, p.118.
Del diario de Henry David Thoreau, 21 de Mayo de 1850
Roger Bartra, El salvaje artificial, p.221
All good things are wild, and free, dira en Walking. Muy lejos ya, tambin en la vida, de R.W. Emerson.
Antonio Casado da Rocha, Thoreau: Biografa esencial, p,70
Stanley Cavell, The senses of Walden, p.56
Henry David Thoreau, Life without principle en The Portable Thoreau, p.325
Christa y Peter Brger, La desaparicin del sujeto, p.32
Michel de Montaigne, Prefacio a los Ensayos,p.8
Toda una Historia de la autobiografa en literatura, cine y cmic norteamericano del siglo XX podra escribirse
utilizando esta frase como columna vertebral, que resume y explicita una tradicin judeocristiana de culpa y
autoflagelacin sobre la que se asentaba el cimiento de la sociedad, pero que aqu apareca desprovista de todo
carcter redentor: es una frase que aparece de la nada y ah est su mayor fuerza.
Nora Catelli, En la era de la intimidad. p.24
Qu hombre soy? se preguntaba en sus Recuerdos de Egotismo en las que reflexionaba con un estilo directo para
poder contestarse, luchando contra s mismo: me repugna autnticamente escribir tan slo para hablar de m.
Las primeras representaciones norteamericanas del mito del zombi se situaban en fbricas, con trabajadores
esclavizados como no-muertos.
Citado por Carl Bode en The portable Thoreau p.25. La falta de compasin de Thoreau y su desprecio por el hombre
ordinario es una de sus caractersticas ms discutidas, incluso por sus contemporneos y amigos.
Walter Benn Michaels, Critical Essays, p.131-147
Segn la cita de las invitaciones de Ralph Waldo Emerson en Antonio Casado da Rocha, Thoreau: Biografa
esencial, p.67
Del diario de Henry David Thoreau, 24 de mayo de 1853.
Eric Auerbach, Mmesis, p. 269
Si Franois Truffaut defenda que las obras fallidas son las que mejor pueden mostrar la esencia de un autor (pues
las ms conseguidas tienden a limar aristas en aras de la perfeccin, mientras que aquellas muestran su universo
propio en toda su rabia y amplitud de caulidades), algo parecido podramos decir de las primeras obras.
Citado en Antonio Casado da Rocha, Thoreau: Biografa esencial, p.40
Stanley Cavell, Ms all de las lgrimas, p. 232
Id. p. 142
Id, p. 312
Michael R. Fischer, Walden and the politics of contemporary literary theory, en New essays on Walden p. 195
Id, p.98
Herva a fuego lento, herva, herva; Emerson me puso en ebullicin. David S.Reynolds, Walt Whitman's
America: A Cultural Biography, p. 82
Ken Goffman, La contracultura a travs de los tiempos, p.262
Recogido por Horace Traubel en With Walt Whitman in Camden p. 318-319.
Henry, S. Salt, The Life of Henry Thoreau, p.99
El resumen (e intento de refutacin) puede leerse en el texto de Hershel Parker Melville's satire of Emerson and
Thoreau: An evaluation of the evidence.
Juan Diego Incardona, Bartleby, el oxmoron, http://www.eldigoras.com/eom03/2003/tierra24jdi13.htm
Gilles Deleuze, Bartleby o la frmula
Que puede leerse tambin como la parodia de aquellos dispuestos a tomarse esos consejos al pie de la letra y
convertir el medio para alcanzar la libertad en un fin en s mismo.
Claudio Magris, El anillo de Clarisse, p.195
Walter Benjamin: Robert Walser in: Illuminationen. Ausgewhlte Schriften. Citado por W.G. Sebald en El paseante
solitario, p. 40
Jorge Luis Borges y Esther Zemborain, Introduccin a la literatura norteamericana, p.36
Elias Canetti, El otro proceso de Kafka, p.94
Claudio Magris, El anillo de Clarisse, p.195
W.G. Sebald, El paseante solitario, p.40
Id. p.49
Id. p76
Carl Seeling, Paseos con Robert Walser. p.6
Se llevaron todos mis escritos, mis hermanos fueron arrestados, mi padre interrogado una y otra vez. (Jonas
Mekas, Ningn lugar adonde ir. p.48)
d, p.48
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Id, p.12
Me escap por un sentido de autopreservacin. No es un acto poltico: es un acto animal, les deca. Id, p.326
Id, p46
Jonas Mekas en Scott Macdonald, A critical cinema 2: interviews with independent filmmakers,p. 92.
Jonas Mekas en Ningn lugar adonde ir, p.268
Jonas Mekas en Op.Cit, p.20
James Campbell, Loca sabidura, p. 36.
Efrn Cuevas, The Immigrant Experience in Jonas Mekas's Diary Films: A Chronotopic Analysis of Lost, Lost, Lost
Biography - Volumen 29, N 1, Invierno 2006, p. 56.
Jonas Mekas en VVAA, Jonas Mekas, p.48,
Stanley Cavell, La bsqueda de la felicidad, p.15
Raoul Vaneigem, Trait de savoir-vivre l'usage des jeunes gnrations, p.11.
Y como seala James Campbell, Kerouac se obsesion con la literatura oriental estoicista y la obra de Thoreau tras
el xito de En la carretera.
Proceso de gnesis narrado en el excelente documento de Legs Mcneil y Gillian McCain Por favor mtame. La
historia oral del punk.
Jonas Mekas en Entre el underground y el off-off, p.19.
Id, p. 10.
Jonas Mekas en Discussion avec Jonas Mekas Cinema du Rel, 30 de marzo de 2011 :
http://www.dailymotion.com/video/xhx6oe_discussion-avec-jonas-mekas_shortfilms
Jon Savage, England's dreaming, p.280-281
Jonas Mekas, Diario de cine, p.144
Jonas Mekas citado en David E. James (ed.) To free the cinema, p.149.Esa falta de tiempo vendra probablemente de
sus diversas actividades relacionadas con su trabajo como crtico y exhibidor.
Greil Marcus, Rastros de carmn, p.47.
Greil Marcus, Op. Cit., p.51.
Siegfried Kracauer, Teora del cine: La redencin de la realidad fsica, p. 377
Allan Siegel, Some Notes About Newsreel and its Origins, en
http://documentaryisneverneutral.com/words/siegelnewsreel.html
Robert Kramer, Norm Fruchter, Marilyn Buck, Karen Ross, Newsreel in Film Quarterly, 1968/December
1969, Vol. 21, No. 2, pp43-48. Adam Curtis, una de las figuras ms destacadas del ensayo visual poltico en el
siglo XXI, parece retomar estas ideas en su cortometraje Oh,dearism.
Vincent Canby, The New York Times, 28 de marzo de 1968.
Roz Payne, newsreel.us, 2002
Vincent Vatrican y Cdric Vnail (ed.) Trajets travers le cinma de Robert Kramer. p.214.
Una rama de la ciencia ficcin muy transitada por creadores contraculturales como Philip K. Dick y J.G. Ballard;
cuando Philip Roth prob con el gnero explicit en su novela, desde su propio ttulo, las intenciones de este
acercamiento: La conjura contra Amrica.
Vincent Vatrican y Cdric Vnail Op.Cit. pp.211-212
En Ann Ryand, Philosophy: Who Needs It, pp. 4-5
La resea de Brian L. Frye para el libro de P.Adams Sitney Eyes upside down podra ser la cima irnica de este
equvoco: el autor parece evidenciar que slo ha accedido a Emerson a travs de estas relecturas neo-conservadoras.
En Cineaste,Vol.XXXIV No.2 2009, http://www.cineaste.com/articles/emeyes-upside-down-visionary-filmmakersand-the-heritage-of-emersonem
Presento propuesta de accin inmediata... evidentemente una vez sometida a votacin. El guin de La vida de
Brian se escribi en plena catarsis de este tipo de movimientos polticos minoritarios (y slo pudo filmarse aos ms
tarde por dificultades de produccin; las bromas de todas formas no envejecieron). La referencia no parece tan
excntrica cuando uno piensa en Terry Jones declarando en el especial de la HBO Monty Python live at Aspen: el
hecho de que Pythonesque sea ahora una palabra en el Oxford English Dictionary muestra hasta qu punto hemos
fallado.
Flix Guattari, Caosmosis, p.19.
bid.
Vincent Vatrican y Cdric Vnail ,Op.Cit. p.227
Herbert Marcuse, El hombre unidimensional, p.22
Fran Benavente, No reconciliado, DVD de Milestones/Ice.
Robert Kramer en Snap shots.
G.Roy Levin Reclaiming our past, reclaiming our beginning, Jump Cut, n10-11, p6
No en vano, muchas de las crticas ms duras contra los pensadores del activismo radical sealan que la
responsabilidad de una lucha tan intensiva no puede complementarse con la formacin de una familia, y como
prueba suelen dejar siempre esta posibilidad al margen de sus planteamientos vitales. Los personajes de Milestones
se plantearn por fin esta cuestin.
Thomas Brom, Filming in the fist of the revolution, Jump Cut, no. 12/13, 1976, pp. 29-30
90
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AGRADECIMIENTOS
A todos los amigos que forman Lumire, gracias por pedirme un da que formara
parte de su familia. Si no dej de escribir, es por su apoyo. Una dedicatoria
especial va para Paco Algarn, por ser lo ms cercano que uno puede imaginar al
entusiasmo de Jonas Mekas.
A Marion, sin cuyo nimo! ni siquiera habra pisado El Prat.
A Sara, por mostrarme que alguien viva los poemas que imaginaba.