Alfonso Torres Carrillo PDF
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INTERPRETATIVA CRITICA:
Entre la teora y la prctica
recientes
sobre
sistematizacin2,
coinciden
en
sealar
sus
debilidades
PALMA Diego. "La sistematizacin como estrategia conocimiento en la educacin popular. El estado
de la cuestin en Amrica Latina". Serie Papeles del CEAAL # 3.Santiago de Chile, junio 1992;
BARNECHEA Mercedes, GONZALEZ Estela y MORGAN Maria de la Luz. "La sistematizacin como
produccin de conocimientos" y JARA Oscar, "Tres posibilidades de sistematizacin: comprensin,
aprendizaje y teorizacin" en La Piragua # 9 Ceaal. Santiago 1994. TORRES Alfonso, "La
sistematizacin desde la perspectiva interpretativa". en Aportes # 45. Dimed, Bogot 1996
FRIED SCHNITMAN Dora (editora). Nuevos paradigmas, cultura y subjetividad. Paidos, Buenos
Aires 1994
WEBER Max. Economa y sociedad. Fondo de Cultura Econmica. Mxico, 1977. Vol I. Primera parte
BERGER Peter y LUCKMAN Thomas. La construcin social de la realidad. Buenos Aires, Amorrotu 1979
BLUMER Herbert. Symbilic interactionism: perspective and metod. Englewood Cliffs. Perentice Hall, New Jersey, 1969
10
12
GEERTZ 1988, pg 29
Dvila Andrs. "Las perspectivas metodolgicas cualitativa y cuantitativa en las ciencias sociales.
Debate terico e implicaciones praxeolgicas" en Mtodos y tcnicas de investigacin cualitativa en
ciencias sociales. Sntesis, Madrid 1994
hermenutica13.
Sergio Martinic14 fue el primero en traer a escena la perspectiva hermenutica, al considerar
las prcticas de educacin popular como espacios donde sus actores establecen
"conversaciones"; cada participante escucha, habla e interpreta su propia participacin a partir
de su lenguaje y realidad cultural.
De este modo, para Martinic, la sistematizacin busca dar cuenta de esta interaccin
comunicativa y de las acciones que implica; es un proceso de reconstruccin de lo que sus
actores saben de su experiencia. A nivel metodolgico, el autor chileno sugiere tres
momentos: 1. analizar aspectos del contexto que estructuran e inciden sobre la prctica a
sistematizar; 2. reconstruir la lgica de la prctica desde los sentidos que la organizan; 3.
reconstruccin del devenir histrico de la experiencia y las mediaciones que la configuran.
Pero el autor va ms all y conceptualiza varios de los trminos supuestos en el lenguaje
comn de los educadores. Por ejemplo, diferencia entre experiencia y proyecto que involucra
los conocimientos y reflexiones que orientan aquella; el discurso del proyecto resulta del cruce
de interpretaciones, de una reciprocidad interpretativa entre promotores y participantes de la
experiencia. Tal proyecto se realiza a travs de las prcticas de desarrollo y es asumido de
manera diversa por sus participantes.
En otros trabajos recientes15, Martinic insiste en el carcter intersubjetivo de las prcticas
educativas populares, al asumir como cometido central afectar el dominio simblico, las
representaciones de los sujetos populares; tambin al reconocer el peso que tienen las
interacciones subjetivas (en toda su densidad) en dichas experiencias de accin social.
13
En otro artculo hemos dado cuenta de las posiciones representativas del positivismo. Ver TORRES
Alfonso. "La sistematizacin desde la perspectiva interpretativa" En APORTES # 45. Dimensin
educativa, Bogot 1996.
14
Por otro lado, en Colombia algunos investigadores como Alfredo Ghiso, instituciones como
Dimensin educativa y redes como el Grupo interuniversitario de impulso a la Educacin
Popular hemos tambin buscado generar alternativas metodolgicas en sistematizacin, ms
cercanas a las perspectivas interpretativas y crtico sociales. Con la Universidad Pedaggica
realizamos entre 1994 y 1995 una investigacin colectiva cuyo objeto era la sistematizacin de
algunas experiencias significativas de Educacin popular, tratando de comprender su lgica
interna, su significacin sociocultural y su relevancia con respecto al campo de la Educacin
Popular de Adultos en el pas.
Desde la perspectiva terica asumida, las experiencias educativas no existen como hechos
objetivos independientes del conjunto de interpretaciones que de ella hacen sus actores.
Estas se asumen como construcciones colectivas de sentido en las que coexisten y compiten
diversas lgicas, configurando un escenario complejo y contradictorio, el cual busca ser
abordado desde la sistematizacin16.
A travs de ella nos interesaba identificar el modo en que se relacionan esos saberes
distintos, esos actores diferenciados, la manera como estos interpretan lo ocurrido y los
modos de legitimacin que instituye cada proyecto. A su vez, para los miembros de los grupos
y organizaciones, la sistematizacin es una posibilidad de reconocimiento e interpelacin con
los otros; de visualizar las confluencias y las diferencias, los consensos y los disensos que
atraviesan y dan identidad a la experiencia.
De este modo, la sistematizacin al igual que las experiencias a analizar, se convierte en una
negociacin cultural; un cruce de interpretaciones, saberes y lgicas entre los diversos actores
y los investigadores cuyo proceso y resultado hablan de las condiciones y modos en los que
se da este juego de fuerzas. Esta confrontacin de horizontes interpretativos no slo posibilita
construccin de conocimiento, sino tambin produccin de sentido y logros deaprendizajes
para sus participantes.
En esta concepcin de sistematizacin se busca generar estrategias que permitan reconocer y
confrontar las diversas interpretaciones de la experiencia, a la vez que identificar las lgicas
16
ZUIGA y LEHAP Jos. "Sistematizacin de la experiencia del Programa Educativo de san Lorenzo".
En Aportes # 44. Dimensin Educativa, Bogot 1996.
Los resultados de algunas de ellas se han publicado: Colectivo de trabajo barrial, Organizaciones
barriales y educacin popular, Escuela Popular Claretiana, Neiva 1992; Marcando huellas,
sembrando futuro, Dimensin Educativa, Bogot 1993; Y el esfuerzo no fue en vano, Coagrosarare,
Arauca 1995.
sistematizacin como interpretativa crtica. En primer lugar, habra que afirmar que aunque en
la sistematizacin es central la produccin de conocimiento (reconstruir, interpretar, teorizar),
su cometido no se agota all; tambin aparecen como dimensiones o dominios propios de la
sistematizacin, la socializacin a otros del conocimiento generado (comunicacin), su
carcter de experiencia pedaggica para quienes participan en ella (formacin) y su inters en
potenciar la propia prctica que se estudian (transformacin y participacin), y el de comunicar
los conocimientos.
El siguiente esquema "sintetiza" las seis dimensiones sealadas; el recorrido en espiral que
las atraviesa quiere destacar que no se trata de etapas o pasos secuenciales, sino de
aspectos que se desarrollan simultneamente a lo largo del desarrollo de la experiencia
sistematizadora, as haya momentos en los que se haga nfasis en uno de ellos. De esta
compleja simultaneidad de dimensiones que se involucran el sistematizacin nos ocuparemos
en adelante.
4.1. La reconstruccin: reconocimiento de la densidad de la experiencia
Como experiencia cognitiva, la sistematizacin busca en primer lugar producir un relato
descriptivo sobre la experiencia, una re-construccin de su trayectoria y densidad a partir de
los relatos provenientes de las diversas fuentes y actores que pueden "conversar" sobre ella.
No se trata de una "compilacin" de informacin sino de una produccin consensuada de una
etnografa pueda dar cuenta de las dimensiones bsicas de la experiencia.
En esta tarea re-constructiva entran en juego elementos tanto metodolgicos como
epistemolgicos; la produccin de una versin descriptiva de la experiencia supone el
privilegio de unas fuentes y unos procedimientos para abordarlas, pero tambin el
reconocimiento de la coexistencia y pugna de diferentes lecturas sobre la experiencia por
parte de los involucrados en ella.
La reconstruccin busca provocar los relatos de los sujetos involucrados ( a travs de
testimonios, historias de vida, entrevistas, etc), confrontarlos entre s y frente a los miradas
presentes en otras fuentes (actas, documentos, informes, prensa, publicaciones, etc). De este
modo se pueden reconocer las diversas "lecturas" frente a la experiencia y distribuirse por
"categoras de actor", es decir establecer las posiciones y relaciones de los diferentes actores
de la experiencia: dirigentes, bases, fundadores, nuevos, mujeres, hombres, viejos, jvenes,
etc. Como puede suponerse, una misma persona o fuente puede corresponder a varias
categoras, segn las "acciones" y "calificaciones" atribuidas en los relatos.
La confrontacin de las diversas versiones permite identificar ncleos temticos, datos
"columna" y episodios significativos, as como la periodizacin y la caracterizacin endgenas
de la experiencia. Con base en ellos se procede a estructurar un macro relato consensuado
de la experiencia; este debe expresar no slo las confluencias, sino tambin las dispersiones,
las diferencias y pliegues expresados por las diversas categoras de actor; as se evita caer en
la elaboracin de "historias oficiales" que legitimen las relaciones de poder actuales, como es
el caso de algunas sistematizaciones hachas con pretensin de "objetividad".
Dado que los relatos, son elaboraciones donde se conjugan memoria y olvido, reinvencin de
situaciones y proyeccin de deseos, que expresan la densidad de los actores y la complejidad
de la experiencia y que el mismo ordenamiento de estos es una decisin conciente de los
sistematizadores, debemos reconocer que en la reconstruccin misma est presente la
interpretacin, as exista un momento en que su asuncin es deliberada.
4.2. La interpretacin: desvelacin de las lgicas y sentidos que definen la experiencia
En este momento, el nfasis est en captar el sentido de la experiencia, la lgica o lgicas de
produccin de realidad presentes en ella. El punto de partida es su reconstruccin descriptiva,
abordada ahora desde las categoras y ejes significativos, tanto de los actores de la
experiencia como de los investigadores; estamos frente a una labor explcitamente
hermenutica ya que entran en interaccin las nociones de realidad de unos y otros.
En efecto, la identificacin de la gramtica de las relaciones internas y externas, as como de
las lgicas subyacentes a la experiencia, no son un reflejo de los datos producidos sino una
construccin de sentido en donde cobran un papel clave las nociones previas sobre las
prcticas sociales a sistematizar por parte de los sistematizadores. Es decir, de la menor o
mayor complejidad de las creencias y/o teoras presentes acerca de lo que son las
"experiencias organizativas y de accin social" se obtendr un tipo determinado de
20
CARR y KEMMIS. Teora crtica de la enseanza. Martnez Roca, Madrid 1986; pg 109.
CHARTIER Roger. "De la historia social de la cultura a la historia cultural de lo social" en Historia
social. # 17. Barcelona, otoo de 1993, pg 98.
Es posible que los actores originales ni siquiera se den cuenta de los resultados y
consecuencias de lo que hicieron y, por tanto, no puedan dar cuenta de ellos. A nuestro juicio,
una sistematizacin debe dar cuenta de dinmicas propias de las prcticas sociales que se
escapan a las percepciones individuales de sus miembros y que slo pueden conocerse,
trascendiendo sus relatos.
Un tercer desafo a la interpretacin, proveniente de la teora crtica es la necesidad de
dilucidar las ideologas presentes en los discursos, prcticas y representaciones sociales de
los individuos; estos, pertenecen a un lugar especfico de la red de relaciones sociales y
sometidos a las influencias culturales de otras fuerzas sociales. As, la sistematizacin no slo
debe visibilizar las diversas versiones que hay sobre la experiencia, sino posibilitar el
reconocimiento por parte de sus actores de las relaciones de poder y las ideologizaciones
expresadas en ellas.
4.3. La transformacin de la experiencia
Un rasgo de la sistematizacin, comn a otras modalidades crticas de investigacin, es su
pretencin es cualificar la propia realidad que se estudia. Los reiterados llamados a
"comprender la prctica para transformarla","cualificar la experiencia", "mejorar la prctica"
expresan ese inters prctico de quienes impulsan la sistematizacin de experiencias.
Claro est que la manera de entender la "accin" y el "cambio" derivados de ella ha venido
variando; desde las posiciones propias de la etapa fundacional de la Educacin popular y la
investigacin "militante" que los entendan como la realizacin de actividades abiertamente
"emancipadoras" como la recuperacin de tierras, la realizacin de manifestaciones de
denuncia o el inicio de nuevos proyectos de accin, hasta las miradas ms modestas que se
complacen en identificar el cambio con la modificacin de actitudes y representaciones de la
experiencia por parte de los agentes sistematizadores.
En las experiencias que hemos acompaados hemos encontrado que los efectos prcticos de
la sistematizacin son simultneos a su realizacin y afectan diversos ordenes. Por una parte,
se pueden afectar los hbitos y prcticas organizativas al hacer evidente la necesidad de
llevar archivos organizados, de planificar y evaluar ms sistemticamente los trabajos e
incluso a enriquecer los modos internos de generar participacin y reflexin permanente sobre
la prctica.
Por otro lado, en la medida en que se van identificando las claves y lgicas de funcionamiento
de la experiencia se introducen cambios en los mismos planes de trabajo en curso; se
desplazan los ordenes de prioridades y se introducen preocupaciones no previstas
inicialmente.
Por ltimo, la sistematizacin como proceso de construccin de sentido, potencia los procesos
de constitucin de la identidad colectiva y el sentido de pertenencia en torno a la experiencia,
sin ocultar por ello la diversidad de vivencias, la pluralidad de miradas y la existencia de
conflictos que la constituyen.
Los tres nfasis sealados no descartan otras consecuencias prcticas como el hecho de que
los resultados de una sistematizacin sirvan de base para la elaboracin de un nuevo proyecto
de trabajo o la realizacin de eventos de denuncia sobre situaciones anmalas detectadas,
por ejemplo.
4.4. La participacin en la sistematizacin
Como modalidad participativa de investigacin, la sistematizacin busca involucrar a los
propios actores de la experiencia en su reconstruccin, interpretacin y transformacin. Ello no
implica que todos los integrantes de una experiencia deban participar a lo largo de todo el
proceso sistematizador, sino que sus decisiones fundamentales (por qu y para qu hacerla,
cmo hacerla, interpretacin, qu hacer con los resultados) sean tomadas democrticamente.
En las experiencias acompaadas una garanta de participacin es que la iniciativa provenga
del seno de los participantes de la practica a sistematizar, sean promotores, educadores o
miembros de base y de la previa existencia de prcticas participativas entre ellos. Claro est
que la sistematizacin tambin puede propiciar el cambio de las relaciones de poder al interior
de la experiencia, en la medida en que se amplia el control por parte de sus miembros de la
informacin de la experiencia, que se crean condiciones democrticas para el dilogo y
reflexin crtica sobre la experiencia y se posibilita la expresin de las diversas miradas que
existen entre los actores.
A nivel operativo, generalmente se conforma un equipo de trabajo con representacin de los
diversos actores y el conjunto de miembros de la experiencia por lo menos debe estar
enterado de lo que se va a realizar. Este equipo debe ir recibiendo capacitacin permanente
sobre el enfoque, metodologa y procedimientos propios de la sistematizacin para garantizar
una participacin ms democrtica en cada una de las decisiones investigativas y evitar la
manipulacin de los que "ms saben".
4.5. La sistematizacin como experiencia pedaggica
Una dimensin de la sistematizacin que ltimamente se viene destacando es su carcter
educativo, su potencial formativo para quienes se involucran en su realizacin; en otras
palabras, esta puede posibilitar cambios en los sistemas cognitivos y valorativos de los actores
de la experiencia.
Si asumimos que la sistematizacin es un proceso intelectual y valorativo, debe crear las
condiciones para reconocer y construir los sujetos intelectuales y valricos que la realicen.
Ello, en la medida en que la sistematizacin posibilite el dilogo de saberes entre actores e
investigadores acompaantes y que provoque "el desarrollo de los conocimientos y las
capacidades que permitan a cada individuo complejizar su lectura de realidad y deliberar
sobre los modos de intervenir en ella"21.
Si la sistematizacin se convierte en un dilogo reflexivo y crtico sobre la experiencia y el
investigador asume un rol de mediador pedaggico, se contribuir a que los actores hagan
lecturas ms profundas y reconozcan la complejidad que rige la lgica de su experiencia y la
de la realidad social misma.
Esta complejizacin de la lectura de realidad no la estamos entendiendo al modo del paso de
la conciencia ingenua a la conciencia crtica, o del sentido comn al conocimiento cientfico, ni
21
MARTINIC Sergio. Op cit 1995; GOMEZ Jairo. "Del cambio conceptual al cambio representacional".
En Pedagoga y saberes # 5. Universidad Pedaggica Nacional. Bogot 1995.