Apuntes Psicología de La Salud (Primera Prueba Presencial)
Apuntes Psicología de La Salud (Primera Prueba Presencial)
Apuntes Psicología de La Salud (Primera Prueba Presencial)
TEMA 1: INTERVENCIN
OBJETIVOS
PSICOLGICA
SALUD:
CARACTERSTICAS
1.-INTRODUCCIN
En los ltimos 25 aos (desde mediados de los 70), el campo de accin de la Psicologa
Clnica se ha ensanchado considerablemente.
OBJETIVOS de las nuevas reas de aplicacin:
1. El aumento de la salud y bienestar de las personas.
2. La prevencin y modificacin o alivio de enfermedades vinculadas a aspectos
psicosociales que puedan ser controlados.
3. En el caso de trastornos crnicos, conseguir el mejor funcionamiento y bienestar
posibles, tanto para los enfermos como para las personas allegadas.
FACTORES que han contribuido al ensanchamiento del campo de accin de la
Psicologa Clnica, y concretamente, de la Modificacin de la Conducta:
1. La observacin de que en la sociedad contempornea los trastornos que afectan
gravemente a la salud, se relacionan con un estilo de vida poco saludable, tanto en sus
demandas personales y sociales, como por sus dficits o excesos comportamentales.
Estas
alteraciones
de
salud
(trastornos
cardiovasculares,
respiratorios,
gastrointestinales, cncer) han sido denominados trastornos psicosociales
(Labrador), ms tradicionalmente, enfermedades psicosomticas (Sandn).
Tambin se ha observado que, en algunas de las enfermedades infecciosas ms graves
de nuestro tiempo como el SIDA, puede influir el comportamiento de las personas,
reforzndose la trascendencia de las cuestiones ambientales y psicolgicas.
2. La preocupacin social, cada vez mayor, por la prevencin y por el aumento de la
calidad de vida de las personas, tanto a travs de la promocin de la salud, como de la
mejora del funcionamiento y bienestar de las personas que padecen enfermedades
crnicas.
3. La competencia ampliamente demostrada por los psiclogos clnicos en la utilizacin de
las tcnicas de Modificacin de Conducta. Sus habilidades pueden emplearse para
intervenir sobre los estilos de vida y las circunstancias ambientales, favoreciendo los
estilos de vida ms saludables y modificando los perjudiciales.
El peso especfico de stas nuevas aplicaciones de la psicologa en el rea de la salud, ha
supuesto el desarrollo de una especialidad, la Medicina Comportamental, y de una
subespecialidad de sta, la Salud Comportamental.
Los objetivos de la Medicina Comportamental quedaron definidos en la reunin de Yale de
1977 y la del Instituto de Medicina de la Academia Nacional de las Ciencias de 1978.
Medicina Comportamental: "Campo interdisciplinar que se ocupa del desarrollo e
integracin del conocimiento y las tcnicas propios de las ciencias comportamental y
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biomdica, relacionados con la salud y la enfermedad, y de su aplicacin a la prevencin,
diagnstico, tto y rehabilitacin".
Segn Matarazzo, la M. Comportamental no acenta lo suficiente la importancia del
mantenimiento de la salud y de la prevencin de la enfermedad, para lo que se hace
necesaria la Salud Comportamental.
Salud Comportamental: "Campo interdisciplinar dedicado a promocionar una filosofa de
la salud que acente la responsabilidad del individuo en la aplicacin del conocimiento y las
tcnicas de las ciencias comportamental y biomdica, para el mantenimiento de la salud y
la prevencin de la enferemedad y la disfuncin, mediante una variedad de actividades
autoiniciadas o compartidas".
As, la Salud Comportamental se ocupa ms especficamente de la salud y de la
prevencin de la enfermedad, mientras que la Medicina Comportamental contempla el
tto de las enfermedades ya consolidadas y la mejora de la calidad de vida, tanto de los
enfermos como de las personas allegadas.
2.- OBJETIVOS GENERALES DE LAS NUEVAS REAS DE APLICACIN DE LA
INTERVENCIN PSICOLGICA
4 GRANDES OBJETIVOS
1. Prevencin primaria: Aplicacin de estrategias comportamentales para fortalecer la
salud y prevenir la aparicin de enfermedades (ej: relajacin).
2. Prevencin secundaria: Estrategias para eliminar o controlar situaciones de alto riesgo
y manifestaciones leves antes de que el problema se agrave (ej: tto para dejar de
fumar).
3. Tratamiento de enfermedades: Programas de intervencin para la modificacin de
alteraciones ya consolidadas (Ej. Estrategias para superar el dolor crnico de cabeza).
4. Prevencin terciaria: Estrategias con 2 objetivos fundamentales:
a) Reducir la probabilidad de recadas.
b) Aliviar los efectos perjudiciales derivados de los trastornos crnicos.
La intervencin comportamental suele dirigirse hacia alguna de las 3 REAS siguientes
(Buceta):
a) El control de estrs.
b) Aprendizaje o eliminacin de comportamientos habituales que favorecen o
perjudican la salud.
c) La modificacin de respuestas concretas y/o condiciones ambientales relevantes
especficas de cada trastorno.
2.1.- NTERVENCIN COMPORTAMENTAL PARA EL CONTROL DE ESTRS
La presencia de determinados patrones de conducta y/o estilos de vida poco saludables
(patrn Tipo-A, tendencia a negar, evitar o escapar de la situacin estresante), o la
ausencia de patrones de conducta y estilos de afrontamiento ms saludables (patrn
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dureza o fortaleza mental), aumentan las probabilidades de que las situaciones
potencialmente estresantes, provoquen un efecto perjudicial.
El impacto del estrs depender de la apreciacin que se haga de:
- La situacin potencialmente estresante (trascendencia de la situacin).
- De los recursos propios para hacerla frente (grado de autoeficacia).
La intervencin comportamental para el control del estrs, debe tener en cuenta
distintos aspectos:
- Las situaciones ambientales potencialmente estresantes.
- Los patrones de conducta y estilos de afrontamiento que por su presencia o ausencia
sean significativos.
- La forma de valorar las situaciones estresantes y los propios recursos.
- Las habilidades de los sujetos para autocontrolar las situaciones estresantes y su
posible impacto.
Muchas de las intervenciones se centran en la modificacin del entorno estresante de
las personas (mbito familiar, escolar, laboral, institucional, etc), para propiciar un entorno
ms saludable.
Otras veces, las intervenciones se centran en los propios sujetos, entrenndolos para
que dominen habilidades significativas, con el fin de aumentar su autoeficacia para manejar
las demandas estresantes del entorno y las propias manifestaciones del estrs.
Tambin se puede modificar la disposicin de las personas a reaccionar con estrs ante las
demandas estresantes, modificando creencias, actitudes y valores, y alterando patrones de
conducta y estilos de afrontamiento poco saludables (Tipo-A), potenciando otros ms
saludables.
2.2.- INTERVENCIN
HABITUALES
COMPORTAMENTAL
PARA
CONTROLAR
CONDUCTAS
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En el caso de los hbitos a eliminar, prevenir los sntomas de abstinencia.
Otro elemento importante es fortalecer la percepcin de autoeficacia de los sujetos. Se
utilizan estrategias para establecer objetivos realistas que se refieran a la propia conducta
del sujeto, o dependan de sta; Establecer un objetivo final y objetivos intermedios de
manera que la consecucin de objetivos a corto plazo acte como refuerzo de la conducta
deseada y aumente la percepcin de autoeficacia.
2.3.- INTERVENCIN COMPORTAMENTAL EN ALTERACIONES BIOPSICOSOCIALES
ALTERACIONES BIOPSICOSOCIALES: Aquellas en cuyos procesos de adquisicin,
desarrollo, intensidad, mantenimiento, alivio, eliminacin o reaparicin, interviene el
comportamiento de las personas.
La aplicacin de ttos se ha centrado en un gran nmero de trastornos:
El insomnio
El objetivo: restablecer el patrn de sueo normal.
Tcnicas para el control del estmulo, la restriccin del tiempo de sueo, la relajacin,
biofeedback, la intencin paradjica o tcnicas cognitivas para alterar creencias y
actitudes significativas.
Rehabilitacin neuromuscular:
Se utiliza biofeedback para mejorar el control sobre la actividad muscular (aumentarla o
disminuirla), tcnicas para el control del estrs, adherencia al tto de fisioterapia, y
cambios del estilo de vida.
Util en el proceso de rehabilitacin de las lesiones deportivas. Buceta ha detallado las
tcnicas psicolgicas que contribuyen a la recuperacin de los deportistas lesionados,
ayudndolos a controlar el impacto emocional de la lesin, controlar el dolor y a
fortalecer su motivacin y su autoconfianza respecto a la rehabilitacin.
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Los PROFESIONALES DE LA SALUD NO PSICLOGOS se encargarn de:
- El control de estmulos antecedentes y consecuentes externos.
- Influencia en la disposicin psicolgica ms flexible.
Para llevar a cabo stas funciones, debern adquirir los conocimientos necesarios, para lo
cual, debern ser entrenados por los psiclogos, y, en los casos ms complejos, trabajar
conjuntamente con ellos, siendo el psiclogo responsable de disear la intervencin,
asesorar a los otros profesionales, y quiz, aplicar algunas tcnicas.
ESTRATEGIAS PARA CONTROLAR ESTMULOS EXTERNOS
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3.2.- LA INTERVENCIN PSICOLGICA DEL PSICLOGO
Entrenar y asesorar a los profesionales de la salud que estn en contacto directo con
los pacientes, y, en algunos casos, trabajar conjuntamente con ellos (parta controlar los
estmulos externos e influir en la disposicin psicolgica ms flexible).
En ocasiones, sern ellos mismos los que tengan que aplicar directamente tcnicas
operantes u otras, para controlar los estmulos externos, o aplicar estrategias basadas
en el condicionamiento clsico para alterar la relacin entre estmulos antecedentes y
respuestas y, siempre que estn en contacto con los pacientes, intervenir para influir en
su disposicin psicolgica ms flexible.
Entrenar a los pacientes para que dominen habilidades psicolgicas que les permitan
autocontrolar su propia conducta, y el debilitamiento de la disposicin psicolgica ms
rgida.
Incluyen: Autoevaluacin de experiencias internas, los autorregistros, el establecimiento
de objetivos, tcnicas de relajacin, autoinstrucciones, autoafirmaciones,
autorrefuerzos, detencin del pensamiento, tcnicas para la solucin de problemas,
habilidades interpersonales, y estrategias para programar el tiempo.
Los psiclogos que trabajen en ste mbito, deben acostumbrarse a trabajar con otros
profesionales de la salud, aceptando, en muchos casos, la mayor jerarqua de stos en
el organigrama del equipo interdisciplinar.
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Su utilizacin es muy frecuente, ya sea de forma aislada, como elemento constituyente de
otros procedimientos teraputicos (DS), para facilitar la aplicacin de otras tcnicas
(procedimientos en imaginacin), o, sobre todo, dentro de intervenciones ms amplias que
incluyen tcnicas diversas (programas multicomponente).
Objetivo bsico: Ensear al sujeto a controlar su propio nivel de activacin a travs
de la modificacin directa de las condiciones fisiolgicas, sin ayuda de recursos
externos.
ENTRENAMIENTO AUTGENO:
Utilizacin de una serie de frases elaboradas, para inducir estados de relajacin
fisiolgica a travs de sugestiones sobre las sensaciones de peso, calor, regulacin
cardiaca y respiratoria.
RELAJACIN CONDICIONADA:
Se asocia la relajacin a una palabra de contenido relajante que el sujeto se dice a s
mismo. Tambin se puede recurrir a la imaginacin o visualizacin de escenas
relajantes asociadas a frases o palabras.
Ventaja: Permite aplicarse en cualquier tipo de situacin.
INDUCCIN HIPNTICA:
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Estado de elevada percepcin y concentracin en unos pocos estmulos relevantes del
campo perceptivo, con el bloqueo o reduccin de la percepcin de otros estmulos.
Lleva a una disminucin de la conciencia acompaada de inercia y pasividad.
Se utilizan mtodos diversos (imaginacin, sugestiones).
1.2.- APLICACIONES EN EL MBITO DE LA SALUD
1. TRASTORNOS RELACIONADOS CON UN EXCESO DE ACTIVACIN O ESTRS
(cardiovasculares, gastrointestinales, asma):
Carlson y Hoyle efectuaron una revisin mataanaltica de 29 trabajos, en los cuales, al
menos una parte de la muestra, reciba entrenamiento en relajacin sin ninguna tcnica
adicional, y aplicado a problemas diversos.
Resultados:
- Eficaz, especialmente en cefaleas.
- Mejor en entrenamiento individual que grupal.
- El efecto del tto tenda a incrementarse con el tiempo (3 meses) y con el nmero de
sesiones clnicas y semanas a lo largo de las que stas se extendan.
2. PROBLEMAS DE DOLOR:
La relajacin se aplica el tto de diversos sndromes dolorosos; lumbalgias, artritis,
dismenorrea, cefalea, colitis ulcerosa, fibromialgia, dolor por cncer, dolor por
quemaduras, dolor del miembro fantasma.
Su utilidad se relaciona con diversos mecanismos:
- Descenso general de la activacin simptica (implicado en inicio de cefaleas).
- Descenso de los niveles de tensin muscular excesiva (lumbalgia).
- Reduccin de los altos niveles de ansiedad consecuencia del propio dolor.
- Distraccin durante los episodios de dolor.
La tcnica ms utilizada es la relajacin progresiva, y en menor medida, el
entrenamiento autgeno o la respiracin diafragmtica.
Importante adaptar los ejercicios a la problemtica del paciente (no tensar zonas de
dolor).
Tambin se pueden aplicar en la prevencin del dolor agudo (preparacin al parto).
3. PREPARACIN
PARA
LA
HOSPITALIZACIN
Y
PARA
DIVERSAS
INTERVENCIONES MDICAS (ciruga, pruebas diagnsticas dolorosas e invasivas):
El entrenamiento en relajacin proporciona un mtodo de autocontrol que se puede
aplicar en el periodo preoperatorio, durante procedimientos mdicos dolorosas o en el
periodo de recuperacin.
Una de las tcnicas ms utilizadas por su brevedad es la relajacin progresiva, la
relajacin pasiva y la respiracin diafragmtica.
Un elemento importante: El momento de aplicacin. Dejar un margen de tiempo para
que el paciente lo practique y adquiera la habilidad necesaria.
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Estas tcnicas tambin se ha aplicado en el tto de la diabetes, de las nauseas y vmitos
condicionados en pacientes oncolgicos sometidos a quimioterapia (relajacin progresiva),
y para la mejora de la salud y de la calidad de vida (insomnio, estrs).
En los listados de ttos validados del APA, las tcnicas de control de la activacin se
consideran eficaces para 2 tipos de trastornos:
a) Obesidad: hipnosis en conjuncin con terapia cognitivo-conductual.
b) Migraas: relajacin autgena completada con biofeedback de temperatura.
En la mayora de los problemas que aparecen en el listado, se incluye dentro de programas
multicomponente.
2.- TCNICAS DE EXPOSICIN
2.2.- BREVE DESCRIPCIN
La exposicin se incluye en la mayor parte de los ttos para la reduccin de la ansiedad. Se
basa en la presentacin repetida del estmulo que provoca la ansiedad hasta que sta
remita. Indicada cuando el objetivo es superar la evitacin del paciente de situaciones o
acontecimientos objetivamente inocuos.
La exposicin adopta diferentes formas a lo largo de un continuo, en funcin de la
graduacin de los estmulos o situaciones temidas:
- Mxima graduacin: desensibilizacin sistemtica (DS).
- Mnima graduacin: inundacin (exposicin masiva y prolongada).
2.2.- APLICACIONES EN EL MBITO DE LA SALUD
De especial importancia es su utilizacin para la eliminacin de miedos mdicos , ya que
pueden llevar a la evitacin de intervenciones mdicas importantes para la salud, de
embarazos o de consultas mdicas.
El tto de alguna de estas fobias se basa en la exposicin sistemtica, en imaginacin o
en vivo (preferible), al estmulo o situacin temida, pudiendo utilizarse la relacin como
respuesta incompatible con la ansiedad.
Las fobias a la sangre y a las inyecciones presentan ciertas peculiaridades:
Se caracterizan por la aparicin de nuseas, vmitos, desvanecimientos y desmayos.
Presentan un patrn fisiolgico diferenciado consistente en una respuesta difsica: los
incrementos iniciales de presin arterial y frecuencia cardiaca, van seguidos de una rpida
cada denominada sndrome vagal (no todos los fbicos a la sangre presentan ste patrn).
Para prevenir el desmayo provocado por el sndrome vagal se pueden utilizar estrategias
que favorecen la llegada de la sangre al cerebro, la induccin de tensin muscular o de una
respuesta de ira (generalmente en combinacin con exposicin en vivo).
No conviene aplicar relajacin
Alternativa: tensin aplicada en la que se combina la tensin de grandes grupos
musculares (para elevar la PA) con la exposicin en vivo.
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En los NIOS, adems de las tcnicas de exposicin se suele recurrir a la imaginacin
emotiva para provocar emociones incompatibles con la reaccin de temor.
La imaginacin emotiva es ingrediente habitual en los programas psicolgicos aplicados en
oncologa peditrica, para reducir la ansiedad y el dolor causado por procedimientos
invasivos, as como en los programas de preparacin de los nios para la hospitalizacin.
3.-TCNICAS OPERANTES PARA ADQUIRIR O INCREMENTAR CONDUCTAS
3.1.-BREVE DESCRIPCIN
Las tcnicas operantes se basan en los principios del condicionamiento operante e
implican la disposicin ordenada de estmulos antecedentes y consecuentes, para
alterar la probabilidad de emisin de una conducta.
- Para mantener e incrementar conductas: reforzamiento directo, contratos conductuales,
economa de fichas, control de estmulos, reglas.
- Para establecer conductas nuevas: encadenamiento y moldeamiento.
- Para eliminar o disminuir conductas.
Estas tcnicas suelen formar parte de los programas conductuales para propiciar
conductas y hbitos saludables, y disminuir la emisin de conductas perjudiciales para la
salud.
Frecuentemente, su aplicacin supone la participacin de personas del medio del sujeto
(agentes de tto).
3.2.- APLICACIONES EN EL MBITO DE LA SALUD
1. MEJORA DE LA ADHERENCIA A TTOS MDICOS (tomar medicinas prescritas, acudir
a revisiones):
Se aplican programas de reforzamiento positivo directo, economa de fichas o contratos
conductuales, en los que se refuerza al sujeto por el cumplimiento de las prescripciones
mdicas, pudiendo penalizar los incumplimientos mediante multas o coste de respuesta.
2. MANTENIMIENTO Y MEJORA DE HBITOS DE SALUD Y CALIDAD DE VIDA DE LOS
INDIVIDUOS (cambio de hbitos alimentarios, ejercicio fsico regular, hbitos
higinicos):
Suele implicar el establecimiento de objetivos progresivos, el reforzamiento de
conductas a potenciar (tomar fruta todos lo das) y, en su caso, el coste de respuesta
por su incumplimiento (no acudir al gimnasio), o por la emisin de conductas
incompatibles (picotear entre horas).
Las condiciones suelen especificarse en contratos conductuales.
Este tipo de programas es especialmente relevante en conductas como hacer ejercicio
cuyas consecuencias positivas se producen a largo plazo, mientras que las negativas
resultan claramente aversivas, por lo que es crucial la aplicacin de reforzadores
positivos externos que ayuden a mantener la conducta, sobre todo en los momentos
iniciales.
3. TRATAMIENTO DEL DOLOR CRNICO:
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Se incluyen tcnicas para la reorganizacin de contingencias de reforzamiento
presentes en el medio del sujeto (quejas y las peticiones de ayuda suelen ser
reforzadas a travs de la atencin de personas allegadas y de la evitacin y delegacin
de responsabilidades).
Es esencial entrenar a los familiares en los principios bsicos del aprendizaje, y
ensearles a extinguir las conductas inadecuadas (conductas de dolor e inactividad) y
reforzar conductas adaptativas del paciente (levantarse de la cama, realizar
actividades).
4. OTRAS APLICACIONES:
- Para fomentar las conductas de higiene en pacientes con deterioros cognitivos,
nios institucionalizados o ancianos internados en residencias: economa de fichas.
- Para la enseanza de hbitos higinicos bsicos o de ttos autoaplicados (inyeccin
de insulina): moldeamiento o encadenamiento.
Es frecuente la utilizacin de contratos conductuales, centrados en diversos aspectos de
la terapia (horario, duracin cumplimiento de tareas para casa, etc).
Estos contratos actan como facilitadores de la adherencia al tto o como factor
motivador.
Incluso puede establecerse un contrato de contingencias acompaado por un depsito
monetario que se ir recuperando contingentemente a la asistencia de las distintas fases
del tto.
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Las tcnicas aversivas asocian una conducta o patrn comportamental no deseado y
socialmente sancionado, con una estimulacin desagradable, o bien reorganizan la
situacin de manera que las consecuencias del comportamiento resulten desagradables,
provocando el cese total de esa conducta.
Las tcnicas utilizadas son muy diversas (basadas en condicionamiento clsico u operante,
reales o encubiertas, etc.).
Caracterstica comn: Utilizacin de estmulos aversivos (choque elctrico, sustancias
qumicas, vergenza, restriccin fsica, olores repugnantes, ruido blanco, etc.).
Plantea importantes problemas ticos, por lo que su utilizacin se restringe a casos que
plantean problemas o peligros para el sujeto o su entorno (conductas autolesivas,
agresiones).
Se han mostrado eficaces en el tto de adicciones a diversas sustancias.
5.2.- APLICACIONES EN EL MBITO DE LA SALUD
-
Tabaquismo:
Asociacin de la conducta de fumar con un estmulo aversivo como la descarga elctrica.
Tambin se pueden utilizar procedimientos de saciacin que hacen desaparecer los
aspectos reforzantes (fumar rpido, retener el humo, duplicar o triplicar el consumo).
Suelen utilizarse dentro de programas multicomponente.
Alcoholismo:
Los estmulos aversivos de eleccin son los frmacos emticos y la aversin encubierta
(imagen de nausea).
Tambin suele enmarcarse dentro de programas ms amplios, pues, las ganancias a corto
plazo, no suelen mantenerse a largo plazo.
6.- BIOFEEDBACK
6.1.- BREVE DESCRIPCIN
Objetivo bsico: Eliminacin o reduccin del trastorno a travs del desarrollo de un
adecuado control, por parte del sujeto, de la respuesta fisiolgica alterada.
La utilizacin de instrumentacin proporciona al sujeto informacin inmediata, precisa y
directa sobre la actividad de sus funciones fisiolgicas, facilitando su percepcin y control.
Objetivo ms amplio: Resolver un problema o prevenir la aparicin de un trastorno, para
lo que suele incluirse dentro de programas de tto ms amplios, que consideran tb las
respuestas motrices y cognitivas.
MODALIDADES, segn el tipo de respuesta sobre la que se proporciona informacin:
Biofeedback electromiogrfico (EMG): Informa sobre la actividad del msculo o grupo
muscular sobre el que colocan los electrodos.
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Rehabilitacin neuromuscular:
- Para la inhibicin o disminucin de la actividad de msculos espsticos (tortcolis
espasmdica).
- Para el aumento de la actividad en msculos flccidos (parlisis faciales, cerebrales,
recuperacin de lesiones).
- Para el incremento del control preciso del movimiento (temblores).
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-
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Alternativamente, los comportamientos de salud (realizacin de ejercicio fsico) conllevan
consecuencias negativas inmediatas, apareciendo consecuencias positivas nicamente a
largo plazo.
En cada una de stas situaciones, el sujeto ha de elegir entre 2 conductas incompatibles
(fruta vs dulce, ejercicio vs ver TV).
A travs de las tcnicas de autocontrol, se favorece la realizacin de comportamientos de
salud, al tiempo que se dificulta o impide la emisin de conductas de riesgo.
Existen diversas estrategias basadas en:
Autoobservacin y autorregistro, que incrementan el conocimiento de la propia
conducta, motivan al sujeto al ofrecer un feedback inmediato de los progresos, y
proporcionan informacin sobre las situaciones que las propician (antecedentes).
Establecimiento de objetivos realistas, a corto, medio y largo plazo.
Planificacin ambiental, eliminando o restringiendo los estmulos desencadenantes de
las conductas de riesgo, y favoreciendo la aparicin de aquellos otros que facilitan el
comportamiento de salud. Se lleva a cabo mediante control de estmulos, contratos de
contingencias y entrenamiento en respuestas alternativas.
Programacin de consecuencias, sobre todo, en forma de refuerzo y castigo
autoimpuestos.
ESTRATEGIAS MS UTILIZADAS en el mbito de la salud:
a) Para el control de la ingesta y el establecimiento de hbitos de alimentacin
adecuados:
- Situar los alimentos hipercalricos en lugares inaccesibles o no comprarlos.
- Colocar una nota recordatoria en la nevera.
- Llevarse una fruta al trabajo para comerla entre horas.
- Comer algo antes de ir a la compra.
- Quedar para ir al cine en vez de para cenar, etc.
b) Para el establecimiento de hbitos regulares de ejercicio fsico:
- Apuntarse a un gimnasio.
- Quedar con alguien para hacer deporte.
- "Premiarse" por hacer ejercicio.
- Establecer momentos fijos para realizarlos, etc.
c) Tratamiento de conductas adictivas, como el consumo de tabaco:
- No fumar en lugares en los que habitualmente se hace.
- Emitir alguna respuesta incompatible en situaciones de mximo consumo.
- Cepillarse los dientes despus de fumar.
- Retirar los ceniceros de casa.
d) Otras aplicaciones:
Incrementar la adherencia a los ttos mdicos, a la toma de precauciones en las
relaciones sexuales, tto de problemas de sueo, establecimiento de hbitos de
descanso saludables.
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Una variante de las tcnicas de autocontrol el entrenamiento en la administracin
del tiempo: ayuda a racionalizar la utilizacin del tiempo mediante el aprendizaje de un
estilo de vida que incluya actividades laborales, y permita disponer de tiempo libre y
descanso.
Estos procedimientos tienen especial inters para el control del estrs y por tanto, de los
trastornos relacionados.
Papel esencial en el tto de los sujetos que presentan patrn de conducta Tipo-A.
9.- TCNICAS COGNITIVAS
Las tcnicas cognitivas pueden centrarse en distintos ASPECTOS DE LA ACTIVIDAD
COGNITIVA:
Procesos cognitivos:
- Resolucin de Problemas de DZurrilla.
- Solucin de Problemas de Spivack.
- Terapia Cognitiva de Beck: modificacin de estilos atribucionales y errores de
inferencia o deduccin.
Habilidades de afrontamiento:
- Inoculacin de estrs de Meichenbaum.
- Entrenamiento en el manejo de la Ansiedad de Suinn y Richardson.
- Desensibilizacin de Autocontrol de Goldfried.
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-
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b)
c)
d)
e)
f)
g)
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7. Tratamiento del dolor crnico: cefaleas, fibromialgia, etc.
8. Adaptacin y mejora de calidad de vida en amputados.
9. Afrontamiento del estrs en personal sanitario, y prevencin y tto del sndrome de
Burnout.
9.4.-ENTRENAMIENTO EN INOCULACIN DE ESTRS
Procedimiento a travs del cual las personas aprenden a conceptualizar y valorar
adecuadamente las demandas estresantes, adquieren un repertorio de habilidades
para afrontar el estrs, y lo practican exponindose ante distintos tipos de
acontecimientos estresantes, graduados en intensidad creciente, aumentando as su
resistencia ante el estrs.
3 FASES:
1. Fase de educacin o conceptualizacin: El terapeuta instruye al paciente acerca de
en qu consiste su problema, cmo puede controlarse, los recursos con los que se
cuenta y las estrategias que le dotarn de los medios para superar o resistir el estrs.
2. Fase de adquisicin de habilidades: Se le entrena en varias habilidades (relajacin,
resolucin de problemas, sociales) y se desarrolla un entrenamiento autoinstruccional
que le sirve para guiar sus acciones positivamente y evitar pensamientos catastrofistas.
Se le ensea a descomponer el acontecimiento estresante en segmentos, a identificar
cada uno de ellos, los pensamientos catastrofistas y a sustituirlos por otros.
3. Fase de aplicacin: Se expone al paciente a los estmulos estresantes en intensidad
creciente, para ensayar las habilidades aprendidas, mejorar su autoeficacia y su sentido
de dominio personal del estrs.
REAS DE APLICACIN
a)
b)
c)
d)
e)
f)
g)
h)
Afrontamiento de estrs.
Preparacin para intervenciones dolorosas o estresantes.
Tratamiento del dolor agudo: quemados.
Tratamiento del dolor crnico: cefaleas, lumbalgias, etc.
Tratamiento psicolgico de la hipertensin.
Control del patrn de conducta Tipo-A.
Trastornos crnicos: asma, diabetes.
Entrenamiento en el manejo de situaciones estresantes y prevencin de burnout en
profesionales sanitarios, policas, atletas, maestros, conductores, etc.
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En el mbito de la salud son fundamentales para asegurar la adecuada atencin
sanitaria, la comunicacin ptima del profesional de la salud con los pacientes y familiares
y la comunicacin entre los miembros del equipo.
10.1.- HABILIDADES SOCIALES EN LOS PROFESIOALES DE LA SALUD
EL PERSONAL SANITIARIO DEBE POSEER LAS HABILDADES SOCIALES
NECESARIAS PARA ASEGURAR:
- El establecimiento de una relacin de confianza con el paciente que permita la
adecuada evaluacin y recogida de informacin diagnstica,.
- La mejora de la satisfaccin con la atencin y disminucin del impacto estresante de la
hospitalizacin.
- La emisin adecuada del diagnstico y el pronstico (al paciente y familiares).
- El saber dar malas noticias.
- La adherencia del paciente al tto.
Bays: HABILIDADES BSICAS QUE DEBE EXHIBIR EL PROFESIONAL SANITARIO:
- Ser capaz de mostrar empata al enfermo.
- Graduar la informacin negativa que le proporciona.
- Proporcionar mensajes cortos y con esperanza, articulados en un lenguaje claro y
comprensible.
- No mentir.
- Ser asequible y estar disponible.
- Procurar que la informacin que le proporciona al paciente posea un alto grado de
congruencia con la que le suministran los dems profesionales
- Facilitar las condiciones para que el paciente y su familia expresen libremente sus
emociones.
- Saber aguantar los silencios.
- Ser capaz de escuchar con atencin al paciente sin interrumpir.
- Ser capaz de explorar los temores, preocupaciones y recursos del paciente.
- Evitar la sobreproteccin del enfermo y fomentar la mxima percepcin de control
posible.
- Evitar los indicios innecesarios de empeoramiento.
- Cuando el enfermo pregunta o comenta de forma pesimista, evitar las expresiones
verbales cerradas ("Se pondr bien", "no diga eso"), pues corta la comunicacin e
impide que el enfermo se exprese.
- Ayudar al paciente a priorizar sus objetivos, ofrecerle alternativas y sugerirle caminos
para solucionar problemas.
- No tirar nunca la toalla.
- Pedir ayuda a un profesional especializado para la adopcin de estrategias especficas.
NORMAS DEL LENGUAJE VERBAL DEL PERSONAL SANITARIO
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La pertinencia de una tcnica dada, y su eleccin, ha de venir determinada por el
anlisis individualizado del caso y por los objetivos concretos del tto, adaptndose a las
capacidades y necesidades del paciente.
Este tipo de intervenciones se enmarcan dentro de ttos y equipos multidisciplinares, por
ello, el tto psicolgico ha de integrarse en programas amplios que incluyen
intervenciones de diversa ndole y ha de adaptarse a ellas.
Las intervenciones conductuales en el mbito de la salud adoptan formas muy diversas
que incluyen desde intervenciones comunitarias (prevencin primaria), hasta grupales e
individuales, intentando siempre llegar al mayor nmero de sujetos con el menor coste,
y ajustando los programas a las posibilidades reales de los sujetos y a los recursos
disponibles.
El concepto de sujeto adopta tambin una consideracin amplia: incluye a las personas
afectadas por la enfermedad, las implicadas en el tto y asistencia (familiares y personal
sanitario).
Buena parte de los programas a utilizar no son aplicados directamente por el psiclogo,
por lo que es frecuente el recurso al entrenamiento de paraprofesionales. Esto no
siempre es posible o aconsejable (las tcnicas cognitivas son ms complejas y
requieren una especializacin importante).
25
-
Cronificada y grado 2 y 3.
Para realizar la evaluacin habr que obtener informacin de la presin arterial, tanto
sistlica como diastlica, y de la frecuencia cardiaca (a veces se usa como estimacin de la
presin por ser ms fcil su medicin).
Condiciones de la medicin:
- Medicin basal: sirve como lnea de base. Para su realizacin puede utilizarse un
periodo de 10-20 minutos de relajacin.
- Medicin bajo influencias beta u alfa adrenrgicas: Utilizando condiciones de
afrontamiento activo.
Los cambios fisiolgicos que aparezcan, nos permitirn determinar los componentes
implicados en la elevacin de la presin, y la fase hemodinmica en la que se encuentra la
persona. Para ello, compararemos los resultados de la tasa cardiaca y presin arterial, para
las condiciones de afrontamiento activo y pasivo.
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26
En funcin de la fase de establecimiento del trastorno, habr que evaluar a unos u otros
factores psicosociales.
De forma general, habr que detectar si se han producido cambios en las situaciones o
estilos de vida, especialmente, el estrs relacionado con el trabajo o con la familia, las
habilidades sociales, los estilos de afrontamiento, el autocontrol, la capacidad de resolver
problemas, y los factores de personalidad.
El patrn de conducta Tipo-A, en determinadas situaciones se presenta como una
medida vlida de reactividad y riesgo hipertensivo.
Se caracteriza por: sobrecarga, impaciencia, hostilidad competitiva, dependencia social,
prdida de control, etc.
Se evala mediante la Entrevista Estructurada de Friedman y Rosenman.
3.3.- EVALUACIN DE FACTORES FACILITADORES
La evaluacin sobre hbitos alimenticios y nmero de cigarrillos/da, se realizar mediante
autoobservacin y autoregistro.
En el caos de hbitos alimentarios se anotar el tipo de alimentos, la cantidad de sodio que
contienen, la proporcin de grasas y el valor calrico, as como un control diario del peso.
El autoregistro se mantendr durante el proceso teraputico, durante el cual se aadir un
apartado para anotar el objetivo o meta a lograr.
3.4.- REGISTRO DE LA PRESIN
Es conveniente realizar un registro continuado de los niveles de presin arterial, tanto
durante el periodo de evaluacin, como durante el tto.
Es necesario que el propio sujeto realice en 2 o 3 momentos del da, mediciones de la
presin sistlica y diastlica, y anote los valores y el estado emocional en el que fueron
realizadas (realizar varias medidas hasta que se estabilicen los valores, debido a los
efectos reactivos de la propia medicin).
4.-TCNICAS DE TRATAMIENTO
Con la informacin obtenida en la evaluacin se puede realizar una estimacin del patrn
hemodinmico que presenta la persona, y as saber los mecanismos implicados (corazn,
vasculatura, rin).
Para el tto, debern emplearse tcnicas ms especficas cuanto ms puntuales y
fsicos sean los mecanismos, y ms generales cuanto ms tnicos sean.
Caso especial: Las presiones de la categora normal-alta en las cuales aun no se ha
producido un trastorno a tratar. Sera posible realizar un tto preventivo enfocado a eliminar
la reactividad y los restantes factores que pudieran desembocar en el desarrollo de una
hipertensin.
4.1.- TCNICAS PARA EL CONTROL DE FACTORES HEMODINMICOS
4.1.1.- CONTROL DIRECTO
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27
Los mtodos directos se han basado en tcnicas de feedback para la reduccin de la
presin en s misma, o para actuar sobre ella mediante otras actividades, o ndices
especialmente relevantes en la regulacin de la presin.
Feedback de presin sistlica y diastlica:
Resumen: Las tcnicas directas pretenden ejercer cambios especficos sobre la actividad
hemodinmica. Se pueden emplear para reducciones tnicas y fsicas, y pueden ser
utilizadas en cualquier fase de la hipertensin, aunque algunas no tendran sentido en las
primeras fases (feedback de presin diastlica), ni otras en la hipertensin cronificada
(feedback de contractilidad miocardial).
4.1.2.- CONTROL INDIRECTO
El tipo de tcnicas empleadas abarcan desde la relajacin y meditacin hasta
entrenamientos en feedback.
Tcnicas de relajacin:
Han probado su eficacia en la reduccin de los niveles tnicos de la presin.
Comprenden:
- Relajacin progresiva y variantes como relajacin condicionada al metrnomo.
- Entrenamiento autgeno (fases de autosugestin de calor, pasividad y relajacin
total).
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- Relajacin hipntica.
Tcnicas de meditacin, basndose en ejercicios de yoga, meditacin trascendental,
la respuesta de relajacin y la relajacin psicolgica.
Pueden ser beneficiosas pero no en todas las fases:
- S en las primeras etapas de establecimiento.
- Contraindicada en etapas de cronificacin.
Entrenamiento en feedback de respuestas fisiolgicas indirectamente relacionadas
con la regulacin de la presin:
- Feedback de EMG frontal.
- Feedback de la actividad electrodrmica.
- Feedback de temperatura perifrica.
Siempre como parte de ttos ms amplios, por lo que no se sabe su contribucin aislada.
29
-
Controlar la ingesta (alcohol, caf, sodio, grasas) y de la dieta para mantener un peso
normal y estable.
- Control del consumo de tabaco y de cualquier sustancia (frmacos).
- Cuando la actividad fsica sea insuficiente se entrenar en ejercicios fsicos.
Todas stas intervenciones se realizaran mediante tcnicas de autocontrol, haciendo
hincapi en proporcionar informacin sobre los efectos de stos facilitadores, pues no
siempre es fcil lograr la adherencia al tto.
4.4.-DISEO DE LA INTERVENCIN
El programa de intervencin deber ser individualizado, teniendo en cuenta los distintos
factores que intervienen. La actuacin parcial no garantizar el xito.
Problema adicional: La posible medicacin que est tomando el paciente.
Cuando los frmacos sean diurticos, no influirn crticamente sobre la evaluacin y el tto,
pero, cuando sean de tipo beta-bloqueante, la evaluacin hemodinmica de la presin
normal-alta y su tto se ver gravemente afectada.
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2. CONFLUENCIA DE FACTORES DE RIESGO CORONARIO:
Hay que verificar si, conjuntamente con la hipertensin, se dan otros factores de riesgo,
en cuyo caso, el tto deber abordarse desde una perspectiva ms general de
prevencin de factores de riesgo cardiovascular.
- Hipertensin + 1 o 2 factores Riesgo medio.
- Hipertensin + 3 o 4 Riesgo alto.
- Hipertensin + 4 o ms Riesgo muy alto.
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Realizacin de una evaluacin especializada de factores hemodinmicos, para
establecer el grado de cronificacin de la hipertensin, as como la evaluacin de otros
factores que puedan estar implicados en el mantenimiento del trastorno.
La realizacin de la evaluacin comportamental implica 2 partes claramente
diferenciadas:
a) Evaluacin psicofisiolgica de los factores hemodinmicos.
b) Evaluacin de los factores psicolgicos y los asociados, que puedan estar incidiendo
en el mantenimiento de la elevacin de la presin.
5. INTERVENCIN ESPECFICA
Tto especializado, establecido en funcin de la informacin obtenida mediante la
evaluacin.
6. SEGUIMIENTO DE LA INTERVENCIN:
- Realizacin de un seguimiento y control de los efectos de la intervencin, no slo al
terminar sta sino especialmente, cuando el tto se da por terminado en el paso 3
tras la intervencin primaria exitosa.
- Realizacin de sesiones de mantenimiento, pues pueden producirse recurrencias.
Entre 6-8 meses durante los 2 aos siguientes.
7. HIPERTENSIN CONTROLADA FARMACOLGICAMENTE
En el caso de hipertensin bajo control farmacolgico, hay 2 objetivos teraputicos:
1. Aumento de la adherencia al tto mdico: Solo un 44% de las hipertensiones
diagnosticadas siguen un tto mdico, y solo un 23% se encuentran controladas. La
razn es el incumplimiento de las prescripciones farmacolgicas.
2. Reduccin de la medicacin: El entrenamiento en biofeedback de temperatura
perifrica es el tipo de intervencin que ha presentado mejores resultados en ste
campo.
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3.1.1.- EVALUACIN DE LA SITUACIN CLNICA DEL ENFERMO
La HISTORIA CLNICA permite acceder a mltiples datos de inters.
Recoge datos referentes a la evaluacin del componente fisiolgico que comprende:
1. Evaluacin de la hiperreactividad bronquial:
- Relevante para el diagnstico y la estimacin de la gravedad de la enfermedad,
as como valorar la evolucin espontnea o como resultado de la intervencin.
- Los procedimientos ms utilizados son las pruebas de provocacin bronquial con
sustancias qumicas: el grado de hiperreactividad es inversamente proporcional a
la concentracin de metacolina (o histamina) utilizada, y guarda estrecha relacin
con los niveles de severidad de la enfermedad.
2. Estimacin del grado de obstruccin de las vas respiratorias:
Los instrumentos ms utilizados son:
- Pletismgrafo corporal:
Es el ms sofisticado y fiable.
Informa de la resistencia al flujo de las vas respiratorias (Raw) y de su nivel de
conductancia especfica (Sgaw) (en los episodios asmticos se da un en Raw y
un en Sgaw).
Inconveniente: El manejo es complejo y costoso.
- Espirmetro: Permite detectar:
a) La capacidad vital forzada (FVC) en mililitros (cantidad mxima de aire que
puede ser espirado siguiendo una inspiracin mxima).
b) El volumen mximo de flujo espirado durante el primer segundo se la
espiracin (FEV1 o VEMS).
c) El flujo mximo espiratorio (MMEF) (flujo espiratorio mximo entre el 25% y el
75%).
Estos parmetros decrecen normalmente durante la crisis, pero pueden ser
normales en periodos de remisin.
El punto indicativo de la obstruccin bronquial, oscila en reducciones de entre
15% y el 25% del valor esperado en funcin del sexo y estatura del paciente.
3. Medidores de flujo expiatorio mximo:
Su uso se va imponiendo progresivamente por su simplicidad de utilizacin y por el
fcil manejo ambulatorio.
Compuestos por una pieza bucal unida a un medidor que indica el pico mximo de
flujo espirado (PEFR) en el 0,1 seg inicial, e litros /seg.
Dan buena informacin del grado de obstruccin, y correlacionan con los valores de
FEV1.
Identificacin de los estmulos que desencadenan los episodios asmticos:
Pruebas inmunolgicas: cutneas y en vitro.
Pruebas de provocacin bronquial especfica: administracin de la sustancia que
se somete a examen por va inhalatoria, y posterior valoracin de los cambios
producidos en el funcionamiento pulmonar de los pacientes, considerndose que la
sustancia empleada, es un factor desencadenante de las crisis de broncoespasmo,
cuando tras su administracin los parmetros espiromtricos descienden al menos
un 20%.
Frecuencia e intensidad de las crisis:
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En ocasiones, las crisis asmticas alcanzan tal intensidad que requieren que el
paciente acuda al centro sanitario para recibir tto.
El nmero de visitas de urgencias y la duracin de las hospitalizaciones, constituyen
otros indicadores vlidos y cuantificables del estado del paciente asmtico.
Pero, la revisin de la historia clnica no sustituye a la ENTREVISTA CLNICA:
Supone el primer contacto entre el cliente y el psiclogo y tiene una doble funcin:
1. Establecer las bases para una relacin paciente-terapeuta.
2. Instrumento de evaluacin que permite obtener una primera aproximacin a la
experiencia subjetiva del paciente de su enfermedad.
El contenido de sta primera entrevista debe incluir:
a) La presencia de posibles factores desencadenantes de las crisis.
b) La frecuencia e intensidad de las crisis.
c) El tipo de tto que ha seguido y forma en que se le ha administrado.
Es importante indicar a los pacientes que informen de todos los precipitantes que
recuerden, y que describan al menos una experiencia con cada precipitante.
Dado el carcter variable y episdico del asma, los datos referidos a los sntomas,
presentan bajos ndices de fiabilidad. Como complemento pueden utilizarse
autorregistros, en los que deben incluir la frecuencia y severidad de los sntomas, los
valores de PEFR, y la administracin de frmacos.
Tambin se han desarrollado distintos cuestionarios para medir la frecuencia e intensidad
de los sntomas.
Richards elabor una escala para medir 5 reas:
1. La frecuencia de los sntomas.
2. La severidad de las crisis.
3. El grado en que los sntomas afectan al paciente.
4. La intensidad de la medicacin requerida.
5. La ocurrencia y severidad de los efectos adversos de la medicacin.
3.1.2.-EVALUACIN DE LAS CONDUCTAS DE CUIDADO DEL ASMA
Requiere estimar:
- Si el paciente toma la dosis y medicacin correcta.
- Si sigue las recomendaciones teraputicas en trminos de control de estmulos o de
conductas adecuadas para el manejo de las crisis.
Para ello, se han utilizado distintas tcnicas directas e indirectas:
Tcnicas directas:
Anlisis bioqumicos para evaluar la adherencia al tto farmacolgico (sangre, orina o
saliva).
Limitaciones:
- Requieren un equipo especializado.
- Se pueden dar interacciones farmacocinticas cuando se administran varios
frmacos.
- Dependen del tiempo de liberacin del frmaco.
- Varan segn el tiempo de recogida de la muestra.
- Interacciones con comidas y/o tabaco.
- Proceso intrusivo y doloroso.
- Indican solo una adherencia puntual.
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Observacin, por parte de la familia del paciente o del equipo mdico entrenados en
procesos de observacin que evalan la conducta de adherencia.
Se ha utilizado para valorar la utilizacin de inhaladores.
Limitaciones:
- Puede alterar la rutina del paciente y familia.
- Los observadores requieren entrenamiento y constante control.
Tcnicas indirectas: Presentan el inconveniente de que pueden ser manipuladas por los
pacientes.
a) Juicio clnico: Mtodo rpido y no costoso, que puede utilizarse como complemento de
otras medidas objetivas.
Los estudios de Davis indican que los mdicos sobreestiman el grado en que los
pacientes se adhieren al tto, y que existen factores que median su valoracin como son:
- Caractersticas personales del paciente (edad, sexo, raza, status).
- La historia mdica pasada.
- Condicin clnica en el momento de la visita (adherencia si est asintomtico).
b) Autorregistros del paciente: Fcil obtencin, rpido anlisis y bajo coste.
Permiten examinar las exacerbaciones de la enfermedad y la adherencia a las
recomendaciones de manejo del asma.
Es preciso entrenar a los pacientes, pero, an as, tienden a sobreestimar la adherencia
y puede producirse reactividad.
c) Monitores de medicacin electrnicos: Utilizan microprocesadores para registrar y
almacenar la fecha y la hora en que un recipiente de medicacin est abierto o activado
Ofrece informacin de la frecuencia, intervalo y dosis.
Dan informacin cuantificable y requieren un mnimo de esfuerzo por parte de los
pacientes.
Inconvenientes: Alto coste, pueden producir reactividad, no confirman que la medicacin
sea tomada.
d) Medidas de recuento de la medicacin: Para evaluar la cantidad de medicacin
sobrante entre consulta y consulta.
Inconvenientes: Es fcil manipular las cantidades, no hay precisin sobre la dosis, no
proporcionan informacin sobre los modelos diarios de uso.
e) Autoinformes: Para la identificacin de patrones comportamentales asociados a la
evolucin del asma.
- APBC "Lista de problemas conductuales del asma": Para nios y padres.
- RAPBC "Lista revisada de problemas conductuales del asma": para adultos
asmticos.
- ABAQ "Cuestionario para la medida conductual del asma": Para nios. 17 tems.
- Entrevista estructurada de Taylor: Para medir la competencia de las familias en el
manejo del asma infantil. Nios de entre 5-11 aos y sus cuidadores indican qu
tipos de acciones llevan a cabo en diferentes situaciones.
Todas las situaciones propuestas correlacionan, lo que sugiere la existencia de un
factor comn en la ejecucin de las conductas de autocuidado.
- Kolbe y cols, elaboraron un cuestionario para evaluar las conductas de autocuidado
en adultos asmticos.
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35
Los autoinformes informan de forma sencilla y no costosa, pero tienden a sobreestimar
la adherencia y, algunos, presentan bajos ndices de fiabilidad y validez.
Un solo mtodo no provee una medida exacta de la adherencia al tto, por lo que se
recomienda combinar varias tcnicas de evaluacin y repetirlas durante periodos de
tiempo predeterminados.
3.1.3.-EVALUACIN DE LOS CONOCIMIENTOS SOBRE EL ASMA Y SU
TRATAMIENTO
El conocimiento sobre la enfermedad y el tto, es imprescindible para que el paciente lleve a
cabo las conductas de autocuidado.
Actualmente se puede disponer de varios cuestionarios fiables y vlidos, para valorar los
conocimientos del paciente sobre la enfermedad:
- "Cuestionario de Conocimiento" (AKI) de Parcel y cols: para nios.
- "Cuestionario de conocimiento del asma" (AKQ) de Brooks: Para adultos.
Estos cuestionarios son sensibles a los cambios en los conocimientos tras la aplicacin de
programas de intervencin.
Inconveniente: Su carcter estructurado y limitado en el nmero de tpicos a evaluar,
impiden obtener una informacin exhaustiva sobre las ideas errneas.
Mesters y cols, sugieren la utilizacin de entrevistas en grupo que permitan la inclusin de
respuestas libres, conjuntamente con la aplicacin de cuestionarios.
3.1.4.-EVALUACIN DEL GRADO DE PRECISIN EN LA PERCEPCIN DE LOS
SNTOMAS
Es necesario identificar a los pacientes que presentan errores en la percepcin de los
sntomas, as como el tipo de sesgo perceptivo que presentan.
Necesidad de mltiples determinaciones objetivas y estimaciones subjetivas que
permitan precisar el patrn de correspondencia entre ambas.
Para llevar a cabo la valoracin objetiva del grado de obstruccin bronquial puede utilizarse
el medidor de flujo espiratorio mximo.
Tras ser entrenado en su utilizacin, se solicita al paciente que estime, basndose en los
sntomas de asma que presenta, el valor de PEFR que obtendr en ese momento.
Tambin se pueden utilizar escalas anlogovisuales en las que los pacientes sealan en
una lnea de 10cm, el grado de dificultad respiratoria oscilando entre "sntomas muy
severos" y "ausencia de sntomas".
En nios menores de 7 aos, se pueden utilizar sistemas de categoras, incluso con apoyo
de dibujos.
Se pueden utilizar distintos NDICES para valorar el grado de precisin en la percepcin de
los sntomas:
Coeficiente de correlacin: Tiene el inconveniente de que precisa un amplio nmero
de estimaciones, de que la correlacin tiende a ser baja si no hay suficiente variabilidad.
Adems, las correlaciones bajas no proporcionan informacin sobre el tipo de sesgo
perceptivo.
Clculo de diferencias aritmticas:
Valor estimado - valor real
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X 100 = diferencia
Valor predicho segn tablas de referencia
Las diferencias son estimadas en valores absolutos para determinar la magnitud del
error en la percepcin de los sntomas.
Para valorar la direccin del sesgo perceptivo, se calcula la ratio entre la suma de
ocasiones de sobreestimacin (estimacin subjetiva > valor PEFR) y la infraestimacin
(estimacin subjetiva < valor PEFR):
sobreestimaciones / infraestimaciones
Sistema grfico distribuido por zonas: Adaptado por Fritz para nios asmticos.
En las distintas zonas, se van situando los # pares de valores subjetivos y objetivos:
- Zona A: Estimaciones precisas (estimaciones subjetivas < 10% valor de PEFR).
- Zonas B y C: Imprecisiones benignas (tanto sobreestimaciones como
infraestimaciones que se encuentran entre el 10-20 % del valor del PEFR, y que no
tienen consecuencias importantes).
- Zonas D y E: Estimaciones imprecisas y peligrosas (Las estimaciones exceden
diferencias superiores al 20% de su valor real por exceso o por defecto).
La magnitud del error perceptivo se calcula mediante la ratio A/(D+E), y el tipo de sesgo
perceptivo utilizando D+B/E+C
La seleccin del ndice a utilizar en cada caso, depender del nmero de observaciones
disponibles y de la concordancia entre las determinaciones objetivas y estimaciones
subjetivas.
3.1.5.- EVALUACIN DE LAS ACTITUDES HACIA LA ENFERMEDAD
Las actitudes negativas hacia el asma y su tto, interfieren con la puesta en prctica de las
estrategias comportamentales adecuadas.
Existen distintas ESTRATEGIAS PARA LA IDENTIFICACION DE ACTITUDES:
36
37
SES: Desarrollado para nios. Evala la autoeficacia de nios y adolescentes entre 1018 aos. 22 tems divididos en 3 subescalas:
1. Expectativas de eficacia en relacin al tto mdico.
2. Expectativas de eficacia en relacin al ambiente.
3. Eficacia en relacin con las habilidades para resolver problemas.
actitudes hacia la
Para evaluar la personalidad en P-M se desarroll una Escala a partir del MMPI de
Dirks, y a partir de la escala "Intensidad y dependencia del Ego" de Barron.
15 tems con respuesta de tipo dicotmico. Cada tem valora la dimensin de ansiedad
en el sujeto, siendo puntuados solo los contrastados en la direccin P-M.
Comprobaron su utilidad, estableciendo correlaciones entre MMPI-PM y ASC-PM.
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La aplicacin a la poblacin espaola presenta un moderado nivel de fiabilidad (alfa =
0,57) y su estructura factorial se compone de 6 factores que explican el 67,4% de la
varianza total del test.
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La eleccin del cuestionario a aplicar para cada paciente debe llevarse a cabo atendiendo
al objetivo pretendido con la evaluacin y a las propiedades psicomtricas que presente.
3.2.-GUA GENERAL DEL PROTOCOLO DE EVALUACIN
El protocolo de evaluacin pretende simplificar el proceso evaluador. Sin embargo, debe
considerarse con carcter orientativo, como una gua flexible para adaptarse a las
peculiares caractersticas de cada paciente.
PASOS:
1. Examen de la historia clnica del paciente: Ofrece una estimacin de su situacin
clnica y de los resultados obtenidos en las pruebas diagnsticas y de valoracin, as
como de la terapia farmacolgica, los ttos recibidos, la frecuencia y duracin de las
crisis asmticas, hospitalizaciones y visitas de urgencia.
2. Identificacin de las variables conductuales asociadas al trastorno: Puede iniciarse
con la utilizacin de una entrevista, pe, la entrevista estructurada para el asma
propuesta por Creer.
Esta informacin ha de ser complementada por la obtenida a travs de la
cumplimentacin de hojas de autorregistro diario y de episodios asmticos, as como de
la utilizacin del medidor de flujo espiratorio mximo.
El "Registro de Ataques/Episodios asmticos" de Creer ofrece informacin sobre los
dficits o excesos conductuales exhibidos por el paciente asmticos para el control de
su enfermedad.
El evaluador debe llevar a cabo un entrenamiento de los pacientes en la
cumplimentacin de las hojas, y en la correcta utilizacin del medidor de flujo mximo
espirado.
3. Identificacin de las variables cognitivas y emocionales asociadas a la respuesta
asmtica. A travs de pruebas psicolgicas.
4. Estimacin del nivel de conocimientos sobre la enfermedad y su tratamiento:
Puede utilizarse el AKI para nios, y el AKQ para adultos.
5. Determinacin del Pnico-Miedo: Subescalas del P-M del ASC y del P-M del MMPI.
6. Presencia de actitudes desadaptativas hacia el asma. "Respiratory Illness Opinin
Survey",etc.
7. Valorar el impacto en la calidad de vida de los pacientes:
- Si se pretende realizar comparaciones entre pacientes, o valorar la situacin del
paciente respecto a un grupo normativo, puede utilizarse el SF-36.
39
40
-
Si el objetivo es identificar con precisin las reas del problema o valorar los
efectos de la intervencin, es ms adecuado el AQLQ para adultos y el PAQLQ para
nios.
Sesin 2
Cuestionario de conocimientos
P-M ASC y P-M MMPI
BDI
Cuestionario de actitudes
(RIOS y AOS para adultos,
SES para nios).
Cuestionario de calidad de vida
40
41
Atendiendo al hecho de que la activacin emocional puede precipitar crisis asmticas, se
ha probado la eficacia de las tcnicas de relajacin como tto adjunto a la terapia
farmacolgica.
Los resultados contradictorios obtenidos, ponen de manifiesto la complejidad de los
efectos fisiolgicos de la relajacin y de la naturaleza del asma, as como de la relacin
entre el asma y la activacin emocional.
Parece que la relajacin es ms eficaz para remitir estados de broncoconstriccin que
para influir sobre el calibre bronquial a nivel basal.
Esto resulta congruente por varios motivos:
- El asma es una enfermedad episdica, en la que el dimetro de las vas respiratorias en
los periodos intercrisis es normal, por lo que parece explicable que no se produzcan
grandes cambios en un bronquio cuyo dimetro no se encuentra inicialmente alterado.
- La relajacin ha provocado mayores efectos a nivel fisiolgico, cuando se ha aplicado
en situaciones estresantes, que cuando se ha utilizando en presencia de niveles
tnicos.
- La terapia de ralajacin acta en el asma reduciendo la activacin parasimptica que se
producira en situaciones de broncoconstriccin, al descender la reactividad general
autnoma.
La eficacia de la tcnica de relajacin se produce en funcin de las caractersticas de los
pacientes a quienes se aplica: slo en un 40% de los asmticos, las situaciones de
activacin emocional provocan episodios de broncoconstriccin, y stos son los que se
benefician en mayor medida.
Por tanto, parece que la relajacin es eficaz para reducir estados de broncoconstriccin,
slo en los pacientes que presentan asociacin entre activacin emocional y precipitacin o
exacerbacin de las crisis asmticas.
4.1.2.- TCNICAS DE BIOFEEDBACK
Buscan mejorar la funcin pulmonar de los pacientes a travs de un control directo del
grado de obstruccin de las vas respiratorias, o a travs del control indirecto, mediante
afectacin de sistemas relacionados.
A) Tcnicas de biofeedback para el control directo del tamao de la luz bronquial
En los primeros estudios, se entren a adultos y nios asmticos para que provocaran
la dilatacin del rbol bronquial, proporcionndoles informacin sobre las variables
FEV1 y PEFR.
Los resultados indicaron que slo un subgrupo mejoraba su funcin pulmonar y
disminua su sintomatologa y las visitas de urgencia.
Problema: Las medidas utilizadas de FEV1 y PEFR dependan de la motivacin y
colaboracin de cada paciente.
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Resultados:
- Tanto en individuos sanos como en pacientes asmticos, puede provocarse la
dilatacin del rbol bronquial mediante sta tcnica.
- En sanos el grado de dilatacin es ms pequeo (7%).
- En asmticos, la respuesta al tto muestra una gran variabilidad interindividual,
llegando a alcanzar, en algunos casos, dilataciones del 20% respecto al estado
basal broncomotor.
- No se han encontrado relaciones entre la buena respuesta al tto y precipitantes
emocionales de las crisis o de dimensiones como neuroticismo y psicoticismo.
B) Tcnicas de BF para el control indirecto del tamao de la luz bronquial
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Mejor la evolucin del asma: reduccin de sntomas, de las visitas a urgencias, y de
la medicacin.
43
44
Pretenden, por tanto, dotar al paciente de habilidades para prevenir al aparicin de crisis,
manejar las crisis, y mantener buenas habilidades sociales relacionadas con el manejo del
asma (comunicacin con el mdico, las personas del entorno laboral o escolar, familiares y
amigos).
Para conseguir stos objetivos se combinan procedimientos educativos y de control
conductual, que incluyen autoobservacin, autorregistro, autoinstrucciones, relajacin y
entrenamiento en toma de decisiones, pero, muchos de lo programas elaborados, tienen un
dbil fundamento terico, y abarcan un nmero limitado de estrategias comportamentales.
Los programa para el autocontrol del asma han sido aplicados tanto a nios como a
adultos, y utilizando formatos tanto individuales como grupales. Se han llevado a cabo en
hospitales, consultas mdicas, servicios de urgencia, escuelas, campamentos e incluso en
el domicilio.
Este gran variabilidad en los programas, explican las diferencias en su eficacia:
- En nios, se han mostrado tiles para mejorar las conductas de autocuidado, ajustarse
a las demandas que la enfermedad impone a la vida familiar, mejorar la asistencia
escolar y/o ejecucin, y cambio en el uso de servicios de salud.
- En adultos, se han mostrado eficaces para incrementar los niveles de conocimiento
sobre el asma, mejorar la adherencia al tto farmacolgico y producir descensos en la
utilizacin de servicios mdicos.
4.2.-GUA PARA LA APLICACIN DEL PROGRAMA DE INTERVENCIN
Abandono progresivo de la bsqueda de la mejor intervencin para el paciente asmtico,
centrndose en determinar la estrategia ms eficaz en funcin de las caractersticas de
los pacientes (tras un cuidadoso procedimiento de evaluacin).
44
45
45
46
-
Cuando los pacientes presentan estados emocionales que afectan el curso clnico
del asma, adjuntar tcnicas dirigidas a tratar stos problemas, como nica estrategia o
como un componente ms de la los programas de intervencin (tcnicas de relajacin).
En pacientes en los que los sntomas asmticos o las conductas relacionadas con la
enfermedad son adquiridas o mantenidas pro condicionamiento operante, realizar una
intervencin basada en esas tcnicas.
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Aunque se ha avanzado considerablemente en la evaluacin y el tto del asma,
permanecen sin aclarar importantes cuestiones acerca de la fisiopatologa del asma, la
significacin de los aspectos cognitivos y conductuales en la respuesta asmtica, y los
procedimientos e instrumentos de evaluacin.
TEMA 5: TRATAMIENTO PSICOLGICO DEL INSOMNIO
EVALUACIN PSICOLGICA DEL INSOMNIO
El insomnio es una conducta caracterizada por no poder conciliar el sueo, que se produce
en presencia de determinados estmulos antecedentes.
El objetivo final de la intervencin consiste en sustituir, en presencia de tales estmulos
antecedentes, la conducta habitual de no poder dormir por la conducta deseada de dormir.
Para ello, se deben evaluar las caractersticas que definen la conducta presente de no
conciliar el sueo (frecuencia, duracin, etc.).
Tambin de debe evaluar la actividad fsica y mental del paciente cuando intenta dormirse
sin xito (dar vueltas en la cama, etc.), las caractersticas de la conducta de dormir cuando
sta se produce (frecuencia, duracin, grado de profundidad, etc.).
Anlisis detallado de los determinantes de las conductas de dormir y de no dormir.
Considerar las posibilidades de intervencin en cada caso particular (recursos y
circunstancias personales).
PROCEDIMIENTOS UTILIZADOS PARA EVALUAR EL SUEO:
REGISTROS PSICOFISIOLGICOS
Se realizan mientras el paciente duerme.
Los EEGs, EMGs, electroculogramas y ECG, aportan distintas medidas fisiolgicas
relacionadas con las conductas de no dormir y de dormir.
Bsicamente se tienen en cuenta los registros indicadores de haber alcanzado y
abandonado las distintas fases o estadios del sueo (fases I, II, III y IV, y sueo REM), el
tiempo transcurrido hasta conseguir el sueo y/o cada una de sus fases, el tiempo de
mantenimiento en cada fase, el nmero de interrupciones del sueo, el tiempo total de
sueo en la noche y la eficiencia del sueo.
Estos registros dependen de una instrumentacin compleja que tienen que usarse en el
laboratorio, por lo que plantean problemas de difcil solucin:
a) Escasa viabilidad: Se emplean en la investigacin bsica sobre el sueo y sus
trastornos, pero son menos accesibles para investigar la eficacia de un tto psicolgico o
en la prctica de la vida cotidiana.
b) Su idoneidad es cuestionable: En el laboratorio, los estmulos antecedentes difieren de
los que normalmente estn presentes en el entorno habitual del paciente (los aparatos
pueden alterar el entorno).
MEDIDAS DE AUTOINFORME
Es el procedimiento ms utilizado.
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Distinguir entre:
1. Autoinformes globales: El paciente estima su insomnio de manera global (en la ltima
semana, algo ms de una hora, etc.).
2. Autoinformes diarios: Aportan informacin ms precisa, al requerir que el paciente,
diariamente, observe y registre informacin sobre su conducta (anotando cada maana
el tiempo que tard en dormirse el da anterior).
Estos conllevan un cierto riesgo de error en la estimacin de los datos aunque, su
mayor fiabilidad y sencillo uso, apoyan su utilizacin por encima de los autoinformes
globales.
Variables dependientes que se suelen emplear:
Latencia del sueo o tiempo transcurrido hasta que el paciente se queda dormido desde
el momento en que se meti en la cama.
Interrupciones durante la noche: Nmero de veces que se despert en el transcurso de
la noche y tiempo que estuvo sin dormir en cada una de ellas.
Hora en la que se despert definitivamente, para determinar el tiempo total de sueo.
Hora en la que se levant definitivamente de la cama.
Eficiencia del sueo = tiempo total del sueo / tiempo en la cama.
Frecuencia y duracin de la conducta de dormir durante el da.
Calidad del sueo durante la noche: estimaciones subjetivas sobre el nivel de
"agitacin-tranquilidad", el grado de descanso obtenido o el vigor al levantarse por la
maana.
Estimaciones subjetivas diversas: grado de dificultad para quedarse dormido, nivel de
tensin en la cama o grado de cansancio durante el da que finaliza.
Otras medidas: pensamientos interferentes en la cama o la dosis de medicacin.
OBSERVACIN DIRECTA
En la prctica, su utilizacin es difcil por involucrar a otras personas, que tienen que ser
aleccionados previamente por el psiclogo, para observar al sujeto insomne hasta que
se quede dormido, registrando la latencia del sueo.
Para asegurar la adherencia del observador a su tarea de observar, el psiclogo debe
decidir la frecuencia con la que debe hacerlo, considerando su disposicin (ser ms
probable que lo haga si no tiene que levantarse pronto al da siguiente).
La observacin directa debe plantearse como un procedimiento complementario, de uso
espordico (no todos lo das) para confirmar, matizar o rechazar, los datos de los
autoinformes.
Es necesario establecer criterios objetivos por los que debe guiarse el observador para
determinar que el paciente se ha dormido (ejemplo: tener los ojos cerrados, no producir
movimientos voluntarios durante 10 minutos, no responder cuando se le pregunta o cuando
se menciona su nombre).
ANLISIS CONDUCTUAL
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Es necesario delimitar los estmulos antecedentes y consecuentes que determinan las
conductas de dormir y de no dormir, as como los estados del organismo que las hacen
ms o menos probables.
ESTMULOS ANTECEDENTES
Considerar los estmulos en cuya presencia debera producirse la conciliacin normal
de sueo (habitacin, cama, noche, etc). Estos son los estmulos antecedentes.
En muchos casos, en presencia de stos estmulos antecedentes, el paciente insomne se
ha acostumbrado a realizar otras conductas incompatibles con la de dormir (leer,
trabajar, comer, pensar), lo que hace que se desarrolle una asociacin perjudicial entre
ambos, o que se potencie el vnculo entre los estmulos antecedentes y el estado de vigilia.
As mismo, el hecho de que el paciente duerma en otros lugares y/o momentos del da,
contribuye a que la conducta de dormir no se encuentre asociada al lugar o momento que
se considera apropiado.
Se deben delimitar otras condiciones ambientales en cuya presencia debe producirse la
conducta de dormir (ruido, luz, temperatura, cama, colchn, almohada, ronquidos): La falta
de stas condiciones beneficiosas, aumenta la probabilidad del insomnio.
ESTADO DEL ORGANISMO
Es ms difcil que la relajacin se produzca si, en el momento en que el sujeto insomne
intenta conciliar el sueo, su organismo se encuentra en un ESTADO DE
SOBREACTIVACIN, que puede ser consecuencia de:
- Acumulacin de activacin a lo largo del da.
- Presencia de actividades y/o estados emocionales intensos cercanos a la hora de
dormir.
- Exceso cuantitativo y/o cualitativo de actividad cognitiva y motriz cuando se est en la
cama (preocupaciones, moverse mucho).
- Ingestin de frmacos u otras sustancias.
- Reacciones del sujeto en relacin con su propia incapacidad para dormir: expectativa de
que no podr dormir, bsqueda infructuosa de nuevas posiciones, etc.
Muchos pacientes insomnes presentan niveles de activacin superiores a los de otras
personas. Aunque esto no ocurre en todos los casos.
Distinguir entre:
- Sujetos tensos: La intervencin se centrar, en parte, en la reduccin de la activacin.
- Sujetos relajados: Otras estrategias.
El exceso de activacin puede estar provocado por sustancias estimulantes:
- Cafena: la mayor concentracin de cafena en sangre tienen lugar despus de una
hora y media de haberla ingerido.
- Tabaco: En sujeto fumadores, existe una mayor latencia del sueo, as como una
disminucin de la misma en exfumadores.
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-
Alcohol: En dosis moderadas puede tener efectos positivos a corto plazo, pero con
dosis elevadas o frecuentes, afecta negativamente a la calidad y duracin del sueo,
perjudicando el patrn de sueo normal (consecuencia de dependencia y tolerancia).
El cambio de alimentacin:
Perjudican el sueo normal: Cambiar la alimentacin habitual en la cena, ingerir menos
caloras durante el da (rgimen), o ingerir alimentos de difcil digestin (considerar
tambin los de la comida si se ha producido tarde).
Benefician el sueo: Alimentos ricos en triptfano (los que contienen muchas protenas),
en vit B (cereales) y en minerales (leche, legumbres).
Nivel de actividad general:
Las personas que estn fsica y psicolgicamente activas, suelen ser ms propensas a
conciliar el sueo:
El ejercicio fsico regular favorece la conducta de dormir por distintos motivos:
- Desgaste fisiolgico.
- Necesidad del organismo de recuperarse.
- Reduccin del nivel de activacin del organismo.
- Incremento de la temperatura del cuerpo durante el da (favorece el sueo durante la
noche).
No es conveniente realizar el ejercicio fsico poco antes de intentar dormirse, pues, a
corto plazo, tiene efecto activador.
Considerar el problema de las personas que, por su profesin o por sus obligaciones
familiares, no pueden mantener un ritmo regular de sueo Elevado riesgo de
padecimiento de insomnio.
ESTMULOS CONSECUENTES
Tener en cuenta los propios "remedios" que las personas buscan para aliviar el
problema: recurrir al consumo de alcohol o frmacos. La sobreactivacin suele
producirse cuando se intenta prescindir de stas ayudas para conciliar el sueo; La
dificultad para conciliar el sueo, fortalece la conviccin del paciente de que es "incapaz
de dormir sin alcohol o frmacos". Adems, la gratificacin inmediata de poder dormir
tras su ingestin, es muy reforzante.
Tambin puede ser reforzante la atencin que recibe de los dems cuando se queja de
su problema de insomnio, o cuando el insomnio es una buena "excusa" que justifica el
bajo rendimiento laboral o el descuido de las obligaciones familiares o sociales.
Puede ocurrir que el paciente disfrute sin dormir cuando otras personas duermen,
disfrutando de ja mayor tranquilidad, haciendo cosas que le gustan, etc., en cuyo caso,
la conducta de no dormir se ver tambin reforzada.
La conducta de dormir en presencia de estmulos antecedentes diferentes a los
apropiados (durante el da, en un lugar diferente) puede proporcionar consecuencias
gratificantes a corto plazo (superar estados de somnolencia diurnos, recuperarse del
cansancio, etc.), lo que contribuir a fortalecer la conducta inadecuada, dificultando que
el paciente duerma por la noche en su cama.
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TRATAMIENTO PSICOLGICO DEL INSOMNIO
Las tcnicas psicolgicas tradicionalmente ms utilizadas, han sido:
- Entrenamiento en relajacin.
- Diversas formas de biofeedback.
Ms recientemente, control del estmulo, cuyo uso se ha consolidado junto a la restriccin
del tiempo de sueo, las estrategias cognitivas y los programas de higiene del sueo.
ENTRENAMIENTO EN RELAJACIN
Contribuye a modificar el patrn de respuesta disfuncional que presentan los pacientes
insomnes, a travs de las siguientes vas:
Desarrollando una habilidad de autoaplicacin para reducir el nivel de activacin
general durante el tiempo de vigilia, y la sobreactivacin en el momento de intentar
dormir.
Proporcionando una alternativa cognitiva a los pensamientos interferentes (actividades
incompatibles).
Facilitando a los pacientes una forma alternativa de comportamiento funcional, que
contribuye a aumentar su percepcin de control y autoeficacia.
Resultados:
En general, las tcnicas de relajacin se han mostrado superiores a las condiciones
control y placebo (no diferencias entre unos y otros procedimientos de relajacin).
Sin embargo, la mejora es limitada:
- La media del tiempo hasta conciliar el sueo que se ha logrado reducir, no alcanza
el 50% del tiempo de latencia antes de la intervencin.
- Con pacientes graves, el tiempo de latencia sigue siendo alto al fin del tto.
En algunas investigaciones, la relajacin ha sido menos eficaz que la tcnica de control
del estmulo.
Esta indicada, fundamentalmente, cuando predomine la activacin elevada, y casi siempre,
en combinacin con otras estrategias.
BIOFEEDBACK
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b) La relajacin que se consigue no se generaliza necesariamente a otros grupos
musculares, ni a otra actividad psicofisiolgica.
c) La disminucin del tiempo de latencia no se relaciona con la reduccin de actividad
EMG.
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Para que sean eficaces, es necesario entrenamiento de la autoaplicacin: se puede
ensayar la estrategia elegida utilizando situaciones simuladas en imaginacin o en role
playing (tabla 5.3, pg 230); finalizado el ensayo, comentar la experiencia y obtener
conclusiones para perfeccionar el procedimiento, hasta que el paciente sea capaz de
autoaplicarlo eficazmente en la situacin real.
En presencia de "estmulos de alto riesgo" no deseados (durante el da, despus de
comer) podrn utilizarse frases como "recuerda que no pueden dormir", "tienes que
resistir sin dormir".
2. Modificacin de creencias, actitudes, expectativas y/o valoraciones perjudiciales,
sobre aspectos relevantes relacionados con el insomnio.
(Ejemplos de stas cogniciones en tabla 5.4, pg 232).
Buceta seala que las creencias y actitudes disfuncionales, propician la aparicin de
expectativas errneas y perjudiciales respecto a lo que va a ocurrir, y favorecen la
interpretacin, sesgada y disfuncional, de lo que sucede, influyendo en el desarrollo y
consolidacin del insomnio.
Este tipo de expectativas previas y valoraciones posteriores, suelen estar presentes al
inicio del tto, y pueden mantenerse, en muchos casos, a lo largo del mismo, dificultando
la posible accin de otras estrategias, y conduciendo, en ocasiones, al abandono del tto.
Por ello, es trascendente afrontarlas convenientemente.
Morin et al, realiz un estudio controlado, con pacientes de la tercera edad, en el que,
junto una serie de recomendaciones sobre higiene del sueo, investigaron la eficacia de
la terapia cognitiva para la modificacin de creencias y actitudes disfuncionales,
utilizando la adaptacin de Beck, Ellis y Meichenbaum para el tto del insomnio. Los
sujetos, tratados en grupo durante 8 sesiones, mejoraron significativamente en medidas
psicofisiolgicas y de autoinforme, superando el 80% de eficiencia del sueo.
En muchos casos, la modificacin de creencias uy actitudes, debe aplicarse en
interaccin con el uso de estrategias cognitivas de afrontamiento.
La eficacia de stas estrategias, depende en gran medida de su congruencia con
creencias, actitudes y expectativas relativamente estables.
INTENCIN PARADJICA
En algunos casos es importante eliminar la ansiedad asociada al objetivo de "tener que
dormirse". La tcnica de intencin paradjica pretende que el paciente "est despierto
tanto tiempo como sea posible".
Resultados: Contradictorios, aunque es posible que funcionen en combinacin con otras
estrategias cognitivas (Sanavio: eficacia del "paquete" compuesto por reestructuracin
cognitiva, intencin paradjica y detencin del pensamiento).
No se puede establecer un objetivo paradjico sin que se haya preparado al paciente para
ello; esto implica, trabajar previamente en la modificacin de sus creencias respecto a
cuestiones como "el tiempo que debe dormir" o "las consecuencias de dormir poco por la
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noche", a s como prever alguna estrategia de afrontamiento (detencin del pensamiento
o autoinstrucciones) para controlar la posible actividad interferente en la cama o para
ayudar a que el paciente recuerde y se centre en su objetivo ("!Stop, recuerda que tu
objetivo es permanecer despierto todo el tiempo posible").
TRATAMIENTOS COMBINADOS
La combinacin de 2 o ms estrategias, con objetivos especficos diferentes, puede
resultar muy apropiada en numerosos casos. Actualmente, se usa frecuentemente.
Investigacin realizada por Jacobs, para comprobar la eficacia de 3 estrategias
combinadas: higiene del sueo, control del estmulo y relajacin.
Todos los sujetos fueron sometidos a las 2 primeras, consiguiendo una notable reduccin
del tiempo de latencia a la mitad del tto; posteriormente, a la mitad de ellos, se les aplic
relajacin, mejorando en mayor medida que los anteriores.
Los tto combinados deben adaptarse a las demandas de cada paciente, seleccionndose
las estrategias en funcin de las necesidades, en lugar de paquetes estandarizados.
Podran incluirse:
Higiene del sueo, para mejorar la formacin del paciente y establecer hbitos
beneficiosos.
Relajacin (y/o BF EMG), para reducir la activacin general del organismo, disminuir la
activacin justo antes de acostarse, y para actuar como actividad incompatible a las
cogniciones interferentes.
Restriccin del tiempo de sueo, para provocar una mayor necesidad de dormir.
Control del estmulo, para conseguir una asociacin apropiada "estmulo-respuesta".
Modificacin de creencias, actitudes, expectativas y valoraciones disfuncionales,
para reducir la probabilidad de interferencias cognitivas en la cama.
Autoafirmaciones y autoinstrucciones, para neutralizar la actividad cognitiva y
afrontar los momentos de riesgo.
Intencin paradjica, para reducir la ansiedad asociada a no dormirse y los intentos
perjudiciales de "intentar dormirse".
PACIENTES CON MEDICACIN
Muchos pacientes, estn sometidos a terapia farmacolgica. Uno de los objetivos es que
los pacientes abandonen la medicacin.
Estudio de Hauri: 26 sujetos insomnes fueron tratados con relajacin y normas de higiene
del sueo. La mitad de ellos, abandonaron la medicacin al comenzar el tto. Al finalizar el
tto, todos los sujetos haban mejorado en latencia y eficiencia del sueo, pero, 10 meses
ms tarde, los que abandonaron la medicacin mostraron mejores patrones de sueo que
los que siguieron tomndola.
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El momento del tto en el que el paciente abandona los frmacos, depender del consejo
del mdico, y de que se encuentre psicolgicamente preparado para hacerlo. Para ello, el
psiclogo debe centrarse en:
- Modificar las creencias, actitudes y expectativas del paciente respecto a los efectos y la
conveniencia /inconveniencia de la medicacin, as como y sobre la forma y las
dificultades de su retirada.
- Entrenar al paciente para que domine habilidades pertinentes y fortalezca su
autoconfianza.
- Utilizar su habilidad como terapeuta para detectar el momento apropiado en el que
paciente deber intentar el abandono de la medicacin con elevadas probabilidades de
xito.
Pat-Horenczyk, utiliz tcnicas cognitivas para modificar creencias y actitudes relevantes
de los pacientes insomnes, y los entren para que dominasen estrategias de afrontamiento;
en le seguimiento el 72% de los sujetos haban abandonado la medicacin.
En muchos casos, abandonar la medicacin constituye una situacin muy temida para los
pacientes. Este temor puede neutralizarse programando "das de prueba" con el objetivo de
intentar dormir sin la medicacin y recoger informacin sobre la experiencia,
comprometindose el paciente a no tomar la medicacin en ningn caso.
Estos "das de prueba" no deben programarse hasta que el paciente est preparado para
afrontarlos exitosamente. En general, se har cuando estn presentes los siguientes
requisitos:
a) Que, respecto al tto, el sujeto haya desarrollado un estilo de funcionamiento
caracterizado por el compromiso personal y el autocontrol del proceso.
b) Que disponga de habilidades para intentar dormir sin la medicacin.
c) Que sus creencias, actitudes y expectativas sean favorables para realizar el intento.
Se debe implicar al paciente en la decisin teraputica, ayudarlo a elegir los das de
prueba, y planificar junto a l, el plan a seguir esos das.
Durante el da siguiente a cada noche de prueba, es aconsejable que el paciente pueda ver
o hablar con el terapeuta, para comentarle las principales incidencias de la prueba, y que
ste pueda reforzarle. En la siguiente sesin, se analizar lo ocurrido en el conjunto de las
2 pruebas, utilizando la experiencia acumulada para mejorar el planeamiento de nuevos
das de prueba.
TRATAMIENTO DEL INSOMINO EN NIOS Y ADOLESCENTES
En sta poblacin resultan tiles las tcnicas operantes, aplicadas por los padres:
retirada progresiva de la atencin contingente al insomnio, reforzamiento positivo
contingente a la conducta apropiada de dormir.
Estas tcnicas pueden aplicarse junto a otras, en funcin de la edad de los nios, aunque
modificando algunas instrucciones a la hora de aplicarlas.
Una alternativa: los programas de prevencin.
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Wolfson y col, entrenaron a padres cuyos primeros hijos estaban a punto de nacer, para
favorecer en stos, desde los primeros das de vida, patrones de sueo apropiados y
estables.
El entrenamiento incluy informacin relevante sobre el sueo infantil e instruccin de
mtodos especficos.
Resultados:
Los bebs de os padres entrenados mostraron mejores patrones de sueo, a las 3, 16 y 20
semanas de su nacimiento (durmieron ms tiempo, periodos, ms noches durante ms de
5 horas, se despertaron menos veces, se alimentaron menos durante la noche), que los de
los padres de un grupo control-placebo.
TRATAMIENTO DEL INSOMNIO EN LA TERCERA EDAD
Pallesen y col realizaron un metanlisis de 13 estudios, con un total de 388 pacientes
mayores, sometidos a tto psicolgico. La intervencin haba producido mejoras
significativas en latencia del sueo, nmero de veces que se despertaban por la noche y
tiempo total de sueo.
Estudio ms reciente de Morin: Mostr que, tanto el tto psicolgico como el farmacolgico,
pueden ser eficaces a corto plazo, pero que slo el psicolgico mantiene ste efecto
positivo a medio-largo plazo.
Otra revisin de Morin y col: las tcnicas de control del estmulo y la restriccin del
tiempo de sueo son las ms beneficiosas para las personas mayores (la relajacin
produce efectos positivos ms limitados).
TRATAMIENTO APLICADO A OTRAS POBLACIONES
La intervencin comportamental tambin puede aliviar el insomnio de pacientes crnicos,
mdicos y psiquitricos, en los que el problema puede ser secundario a la alteracin
principal, o ser provocado por la medicacin.
Estrategias como la relajacin, la higiene del sueo, el control de estmulo y la restriccin
del tiempo de sueo, han mostrado ser tiles en pacientes con cncer, dolor crnico y
trastornos psiquitricos.
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Morin revis 48 estudios y 2 metanlisis sobre el tto comportamental del insomnio,
sealando que, entre el 70-80% obtuvieron resultados positivos duraderos en sus patrones
de sueo.
3 estrategias psicolgicas cumplan los requisitos del APA para considerarse ttos
psicolgicos con apoyo emprico: el control del estmulo, la relajacin muscular
progresiva y la intencin paradjica.
Otras 3 tcnicas cumplan el criterio de ttos probablemente eficaces: restriccin del
tiempo de sueo, el BF y la terapia cognitivo-conductual.
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comportamientos para adelgazar. Cuando el resultado es la prdida de peso, se
refuerza el comportamiento:
- De manera intrnseca: percepcin subjetiva de control, logro de un objetivo
propuesto, aumento de al autoestima, o evitacin y escape de estar obeso.
- De manera extrnseca: Elogios de personas significativas, comentarios agradables,
nmero de conversaciones en relacin con la prdida de peso.
La accin del reforzamiento puede conducir a un doble aprendizaje:
a) Que los comportamientos para perder peso resultan gratificantes, lo que conduce a
su repeticin futura.
b) Que estar delgado resulta gratificante, lo que favorece el miedo a ganar peso y
aumenta la probabilidad de comportamientos para perderlo.
CONSOLIDACIN Y MANTENIMIENTO
Entre los comportamientos ms habituales para perder peso se encuentran: restringir la
ingestin de alimentos, controlar las caloras, tomar anfetaminas para reducir el apetito,
realizar ejercicio fsico, consumir laxantes, diurticos y vomitar voluntariamente.
La gratificacin que obtiene el paciente como consecuencia de la prdida de peso
(variables extrnsecas e intrnsecas), refuerza la probabilidad de ocurrencia de
comportamientos, que consolidan el mantenimiento del problema.
Pero, la prdida de peso no es la nica consecuencia de los comportamientos. Otras
consecuencias: inanicin, deterioro del estilo de vida (aislamiento social), consolidacin de
patrones de comida inadecuados.
Estas consecuencias propician frecuentes respuestas emocionales adversas
(sentimientos de culpa y autorreproche, depresin), que consolidan la percepcin de que la
prdida de peso es la nica va estable para conseguir la gratificacin, contribuyendo
tambin a la consolidacin y mantenimiento del problema.
SNTOMAS DE BULIMIA
Casos de anorexia nerviosa en los que est presente la ingestin compulsiva de alimentos
y los vmitos provocados.
El comportamiento de vomitar voluntariamente, conduce a la prdida de peso, y a otras
consecuencias que contribuyen al fortalecimiento de ste comportamiento.
Adems, conducen al aprendizaje de que es posible el deseado control de peso, sin la
necesidad de restringir la ingestin de alimentos, lo que posibilita, calmar el apetito as
como la ansiedad.
El proceso de ingestin compulsiva de alimentos, y los vmitos posteriores, aumentan la
percepcin de control sobre la regulacin del propio cuerpo, reforzando el propio proceso, y
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contribuye a la consolidacin y el mantenimiento de todo el mecanismo, y del problema
de la anorexia en general.
PROCEDIMIENTO E INSTRUMENTOS
El objetivo de la evaluacin comportamental, debe ser mltiple.
-
En principio, hay que centrarse en el anlisis funcional del problema, para conocer los
comportamientos utilizados, su frecuencia, sus antecedentes y sus consecuencias,
incluyendo su peso actual y la progresin, la presencia o no de menstruacin, el
funcionamiento diario del paciente, sus hbitos alimentarios, etc.
Conocer el grado de vulnerabilidad, explorando reas de posible vulnerabilidad general
(permanente y temporal), y especfica a intentar adelgazar.
Conocer la opinin, motivacin, y expectativas del paciente respecto a la terapia
(frecuente predisposicin negativa).
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INSTRUMENTOS:
- "Escala de Conducta Anorxica" de Slade.
- "Cuestionario de Actitudes relacionadas con la Anorexia" de Goldberg.
- "Prueba de Actitud ante la Comida" de Garner.
- "Cuestionario de Autoimagen" de Offer.
- "Inventario de Trastornos relacionados con la comida" de Garner.
Estos instrumentos suelen tener una mayor utilidad en el mbito de la investigacin que en
el clnico.
Pueden elaborarse, en cada caso concreto, instrumentos para el autorregistro de datos, o
el registro por parte de un observador.
TRATAMIENTO PSICOLGICO
CONSIDERACIONES GENERALES
El tratamiento de la anorexia es una intervencin compleja por 2 motivos:
1. La dificultad del problema.
2. La habitual falta de cooperacin de los pacientes.
La apropiada relacin paciente/terapeuta, en ste contexto, es un elemento crucial,
debiendo evitarse confrontaciones con el paciente respecto a sus pensamientos, creencias
y percepciones, que podran poner el peligro la continuidad de la intervencin. No es
adecuado intentar avanzar demasiado rpido.
La intervencin psicolgica puede distribuirse en 2 FASES:
1. Estrategias para regular el peso del paciente y prepararlo para la segunda fase:
Normalmente se lleva a cabo en rgimen hospitalario.
2. Mantenimiento del peso y reduccin de la vulnerabilidad del paciente.
ESTRATEGIAS COMPORTAMENTALES PARA AUMENTAR EL PESO Y ELMINAR
CONDUCTAS PERJUDICIALES
La mayora de los expertos coinciden en que el primer objetivo debe ser el aumento de
peso hasta un nivel que permita la reaparicin de la menstruacin.
Se lleva a cabo casi siempre en el mbito hospitalario.
Incluye procedimientos basados en el condicionamiento operante (ya Gull en 1873,
trat a una paciente separndola de su familia hasta que hubo ganado peso).
Se puede utilizar un tto que rena las siguientes caractersticas:
- A partir de una situacin de privacin, el paciente obtiene aquello de lo que ha sido
privado de forma contingente al aumento de peso o a la ingestin de alimentos.
Es preferible utilizar el aumento de peso, por ser ms objetivo, por evitar discusiones
con el mdico, no dar lugar a engaos, y prevenir que tras el reforzamiento se lleven a
cabo comportamientos para perder peso.
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-
La propia hospitalizacin supone una privacin de la vida normal del paciente, que cesa
cuando ste alcanza el peso ideal acordado de antemano.
En algunos casos, se pueden utilizar sistemas de ganancias y prdidas de puntos.
Podra aplicarse en otros mbitos, como el entorno familiar aunque con mayor dificultad
para controlar las contingencias ambientales.
Adems de las estrategias operantes, stos programas incluyen otras estrategias:
Aportar al paciente una amplia informacin diettica que le permita controlar
saludablemente su propia dieta alimentaria.
Darle un feedback peridico sobre sus progresos en relacin con el peso y la dieta
seguida.
Tcnica de prevencin de la respuesta, con la intencin especfica de evitar los
vmitos provocados (vigilancia continua durante las comidas del da, y durante 1 hora
despus de stas, tiempo en el que no se le permite acudir al bao ni salir de la
habitacin).
ESTRATEGIAS PARA CONTROLAR LA ANSIEDAD Y EL MIEDO
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Para mantener el peso y reducir la vulnerabilidad del paciente a las recadas, pueden
realizarse sesiones peridicas, normalmente semanales, de intervencin a nivel familiar,
en las que se abordan aspectos como:
- Identificar y modificar patrones familiares de conducta alimentaria inadecuados.
- Identificar y modificar factores que han podido contribuir a la vulnerabilidad, general o
especfica, del paciente.
- Preparar a la familia para la vuelta del paciente a casa, tras la hospitalizacin.
- Entrenamiento en habilidades apropiadas para la continuidad del programa de
intervencin en el periodo posthospitalario, y habilidades interpersonales para mejorar la
comunicacin.
Preparacin del paciente para su futuro fuera del hospital, intentando reducir la
vulnerabilidad por medio de 2 vas:
a) Modificacin de cogniciones disfuncionales en relacin con el peso, apariencia,
autoeficacia, autoestima, desarrollo sexual y corporal en general, la familia y otros
temas relacionados con el problema.
b) Entrenamiento del paciente en habilidades como:
- Seleccionar e incluso confeccionar un men apropiado.
- Comer saludablemente.
- Controlar el ejercicio fsico.
- Planificar actividades convenientes, como contactos sociales.
- Habilidades sociales si no las tuviera.
- Identificar y enfrentarse a situaciones estresantes de alto riesgo (episodios de
bulimia, cogniciones disfuncionales, etc.).
- Habilidades de afrontamiento (relajacin o autoaplicacin de procedimientos con
autoinstrucciones, autoafirmaciones, para enfrentarse a sntomas como dolores
abdominales despus de las comidas u otros estmulos estresantes).
A pesar de ste esfuerzo teraputico, en muchos casos se observa que, en el momento del
alta, el paciente no se encuentra todava lo suficientemente preparado, por lo que, algunos
especialistas, sugieren que sta fase de tto debera iniciarse an en rgimen hospitalario,
para consolidar mejor el mantenimiento del peso, al tiempo que se delimita el control
ambiental progresivamente (en vez de bruscamente). El paciente podra pasar cortos
periodos de tiempo en casa, que iran aumentando).
Con o sin hospitalizacin, los programas de intervencin en sta fase, deben incluir las
siguientes estrategias:
Reforzamiento contingente al mantenimiento del peso entre los lmites acordados.
Autocontrol progresivo del paciente de la dieta alimentaria.
Sesiones de terapia a nivel familiar, en muchos casos en el propio hogar durante las
comidas familiares (Minuchin), para detectar y modificar las interacciones familiares ene
relacin con la comida, ayudando al paciente a comer autnomamente. Grange seala
la posibilidad de que el terapeuta modele las conductas ms apropiadas de los
familiares.
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IMPLICADOS
EN
LOS
TRASTORNOS
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estresores ms comnmente asociados son las preocupaciones econmicas,
familiares, laborales y sanitarias.
Sin embargo, resulta difcil explicar la presencia de trastornos psicofisiolgicos,
aludiendo a la mera exposicin prolongada y/o intensa a determinado tipo de eventos
(existan amplias diferencias individuales). Por ello, la hiptesis del estrs recurri al
concepto de vulnerabilidad (tendencia o predisposicin biolgica a reaccionar de
forma intensa, y a travs de un patrn especfico de respuesta a los eventos
ambientales estresantes).
Lo caracterstico y tpico de la respuesta de estrs es que, en el organismo, se produce
una mayor activacin de la que ste es capaz de reducir. La valoracin subjetiva
que el individuo efecta acerca de los estmulos amenazantes, es determinante en la
gnesis de la respuesta. Paralelamente, el individuo puede haber adquirido unas
estrategias de afrontamiento al estrs que le permiten reducir el exceso de activacin.
c) ESTRS COMO PROCESO:
Incluye tanto a eventos estresantes (estresores) como a la propia respuesta del
estrs ("tensin"), pero aade la relacin entre el sujeto y el medio.
Este proceso implica continuas interacciones y ajustes entre la persona y el medio, de
modo que, el estrs es un proceso en el que la persona es un agente activo que puede
influir sobre el impacto del estresor, mediante estrategias cognitivo-conductualesemocionales diversas el estrs resulta cuando las continuas interacciones y ajustes
entre la persona y el medio, llevan a percibir una discrepancia (real o no) entre las
demandas de la situacin y sus propios recursos para hacerles frente.
CONDICONAMIENTO CLSICO Y TRASTORNOS GASTROINTESTINALES
Desde hace muchos aos, se sabe que el sistema gastrointestinal posee una alta
responsividad ante una gran variedad de estmulos, tanto fsicos como emocionales.
Paulov (1910) fue el primero que lo investig.
El condicionamiento clsico es actualmente un procedimiento de gran utilidad para el
estudio de la psicofisiologa gastrointestinal.
Cannon (1929), White y Jones (1938) y Friedman y Snape (1946), extendieron el alcance
de las observaciones de Paulov, poniendo de manifiesto como la actividad contrctil y la
secrecin cida gstrica, se vean alterados por influjo de variables emocionales o
ambientales.
Ms recientemente se han obtenido resultados concluyentes acerca de la estrecha relacin
entre eventos ambientales, experiencia emocional, hbitos conductuales y respuestas
gastrointestinales.
Desde el mbito de la Psicologa de la Salud y de la Medicina Conductual, numerosos
trastornos gastrointestinales (incontinencia fecal, sndrome del intestino irritable, lceras
ppticas, etc.) son analizados desde una perspectiva bioconductual integrada.
Los procesos de condicionamiento clsico explican la ocurrencia de determinadas
reacciones psicofisiolgicas, en situaciones que son aversivas o elicitan ansiedad, slo a
determinados sujetos en funcin de su historia de aprendizaje.
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Existe amplia evidencia de que la motilidad del colon, puede ser puesta bajo control
de los estmulos ambientales, por medio de condicionamiento clsico (sntomas del
sndrome del intestino irritable, desencadenados por una ataque de disentera, pueden
continuar despus de que el agente patgeno (EI) ha sido eliminado).
Este hecho, apoya la utlizacin de algunos programas de tratamiento, como la
Desensibilizacin Sistemtica (DS).
PAPEL DEL CONDIOCNMAIENTO OPERANTE
Desde la aproximacin operante se ha puesto de manifiesto la constatacin del aprendizaje
de un comportamiento de enfermedad crnica, en funcin de contingencias de
reforzamiento especficas.
"Conducta de enfermedad": cualquier actividad emprendida por el individuo que se
percibe a s mismo como enfermo, para definir el estado de su salud y descubrir un
remedio adecuado.
Estas actividades incluyen alguno de los siguientes aspectos:
- Preocupacin excesiva por la enfermedad.
- Discapacidad desproporcionada.
- Frecuentes visitas a los hospitales.
- Ingesta abundante de frmacos.
- Remisin de la sintomatologa mediante la distraccin.
Segn Lee, puede tomar 2 formas:
a) Normal: Visin realista acerca del impacto de la enfermedad: suele estar limitada en el
tiempo y est en proporcin a la severidad del problema.
b) Anormal: La respuesta del sujeto resulta excesiva, se prolonga ms all del curso
natural del trastorno e incorpora comportamientos que dificultan la recuperacin.
Las tcnicas de biofeedback sugieren que es posible modificar diversas respuestas
gastrointestinales, proporcionando informacin y/o refuerzo contingente a variaciones de
las mismas en sentido deseado.
Los sujetos pueden aprender concepciones errneas acerca de lo que son hbitos
intestinales "normales", as como que los sntomas son una forma vlida para evitar
determinadas situaciones y obtener cierto tipo de consecuencias positivas inmediatas.
TCNICAS DE EVALUACIN
El anlisis y la integracin de la informacin pertinente, y de importancia en una hiptesis
explicativa acerca de la naturaleza del problema, determina la modalidad de intervencin a
utilizar.
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El espectro de disfunciones del aparato gastrointestinal y sus manifestaciones
clnicas, dependen en gran medida de las regiones afectadas:
- Alteraciones esofgicas deglucin.
- Alteraciones gstricas secrecin cida.
- Alteraciones intestinales defecacin y defectos de la nutricin.
Adems de los procesos intrnsecos, el sistema gastrointestinal puede verse afectado
por trastornos sistmicos, vasculares, inflamatorios, infecciosos o neoplsicos. Existen
tambin disfunciones metablicas o endocrinas, a s como determinados agentes
farmacolgicos que pueden afectar la motilidad normal del aparato gastrointestinal.
REGISTROS
PSICOFISIOLGICOS
OTRAS TCNICAS
Medidas de tiempo de trnsito colnico
ENTREVISTA
La entrevista es el mtodo predominante de evaluacin de los trastornos
gastrointestinales.
La informacin obtenida orienta hacia la bsqueda de hallazgos concretos, y la
acumulacin de stos datos, determina los estudios o exploraciones a realizar
posteriormente.
Es, por tanto, un instrumento en torno al cual deben organizarse los dems mtodos.
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Principal funcin: Descomponer los problemas en "unidades conductuales" definidas
topogrfica y funcionalmente, tomndose la informacin como una primera aproximacin.
Aspecto relevante a aclarar: lo que el paciente entiende por sntomas.
En la clnica, suele utilizarse una combinacin de criterios subjetivos (preocupacin pro el
ritmo de deposicin) y objetivos (frecuencia semanal de episodios de incontinencia).
La entrevista ayuda a establecer una primera e hipottica asociacin entre determinado
tipo de situaciones y presencia o agravamiento de la sintomatologa.
Aspectos ms relevantes a indagar:
- Tipo de actividades que el sujeto pone en marcha cuando se presentan o agravan las
molestias.
- Grado en que stas interfieren en la vida del individuo.
- Factores que el sujeto considera como agravantes y debilitadores de sus sntomas.
- Hbitos alimenticios.
- Frecuencia y tipo de deposiciones.
- Presencia y localizacin del dolor.
- Actividad fsica.
- Uso de medicacin (laxantes, antiespasmdicos, etc.).
AUTOINFORMES
Su inters radica en la posibilidad de aislar sntomas gastrointestinales diversos (utilidad
de cara al diagnstico), y de obtener una medida cuantitativa de la severidad de los
sntomas en problemas concretos (permite una mejor cuantificacin de los resultados del
tto).
Existen pocos autoinformes diseados especficamente para la evaluacin de los trastornos
gastrointestinales.
- "Inventario de Sntomas Digestivos" de Latimer y Blau: Proporciona una medida de la
severidad sintomtica, en pacientes con sndrome de colon irritable.
- "Inventario de Hbitos intestinales" (IHI-1): para la evaluacin de trastornos defecatorios
y estreimiento crnico.
Lo ms habitual es la utilizacin de instrumentos de carcter general, que evalan las
alteraciones emocionales y caractersticas personales de inters para la comprensin y
delimitacin del problema:
- "STAI".
- "BDI".
- "PSC".
AUTORREGISTROS
Procedimiento de evaluacin simple, prctico y til.
Permite establecer de forma clara y consistente la posible relacin entre determinado tipo
de eventos y la presencia de sintomatologa, y obtener una medida ms directa de la
frecuencia, duracin y severidad de los sntomas.
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Problemas: Cooperacin y adherencia de los pacientes, que puede estar influenciada por
# factores.
Independientemente del formato de autorregistro utilizado, debe poder ser utilizado de
forma sencilla y no intrusiva, debiendo considerar la calidad y cantidad de informacin que
es solicitada al paciente.
REGISTROS PSICOFISIOLGICOS
1. MEDIDA DE LA SECRECIN GSTRICA:
Implica la deteccin y registro del PH estomacal.
Puede efectuarse:
Externamente:aspiracin de los contenidos estomacales y posterior anlisis.
Internamente o medidas intragstricas:
- Telemetra del PH: transmisor encapsulado que emite seales a un receptor de
FM localizado en el exterior del cuerpo, generalmente en el abdomen. Tiene la
ventaja de ser un procedimiento poco intrusivo, permitiendo libertad de
movimientos y produciendo poca estimulacin sobre la produccin de cido.
- Utilizacin del electrodo intragstrico de PH: Introduccin en el estmago por
medio de un cable, a travs de la boca o del esfago.
- Pruebas de "titracin": requieren la neutralizacin de los contenidos
estomacales, mediante la administracin de disoluciones especficas,
generalmente bicarbonato sdico.
Ventaja: Obtiene una medida de la secrecin de cido independiente de cambios
de volumen (# electrodo intragstrico).
2. TCNICAS MANOMTRICAS:
Utilizadas para la evaluacin de la motilidad en diversos segmentos del tracto
digestivo. Emplean globos o balones de tamao variable, microtransductores de
presin o catteres perfundidos con lquido conectados a transductores de presin y a
un registro de pluma multicanal.
Manometra esofgica:
Permite registrar las ondas peristlticas esofgicas, y la presin de los esfnteres
esofgicos superior e inferior. Se realiza en reposo y tras la deglucin.
Tiene importantes repercusiones en el incremento de nuestro conocimiento de los
trastornos de la motilidad esofgica, y en el estudio de la responsividad del esfago
ante estmulos ambientales.
Manometra colnica:
Evala la actividad contrctil del colon a travs del registro de las variaciones de
presin.
Problemas: Dificultades metodolgicas referidas al anlisis de las medidas
obtenidas (debe realizarse cualitativa y cuantitativamente, ya que no todas las ondas
presivas son funcionalmente equivalentes).
Manometra anorectal:
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Evala las respuestas rectoesfintricas, permitiendo realizar un estudio funcional
completo de la regin rectoanal, para localizar y cuantificar alteraciones motrices y/o
sensitivas.
Adems, se puede utilizar como procedimiento de biofeedback en el tto de
problemas como incontinencia fecal y estreimiento crnico.
3. ELECTROMIOGRAFA (EMG):
Evaluacin de la actividad bioelctrica esfinteriana en sujetos con disfunciones anales, a
travs de electrodos de superficie, o mediante electrodos de aguja coaxiales o
monofibra, para conocer la actividad del esfnter anal externo y del msculo puborectal,
aisladamente, o en combinacin con registro manomtrico, y para valorar posibles
alteraciones en su inervacin.
La actividad bioelctrica se registra en reposo, durante intentos de contraccin mxima
del esfnter anal externo, y de los msculos del suelo plvico, y, finalmente, despus de
intentar simular la defecacin.
Se est comenzando a utilizar como procedimiento de biofeedback.
4. ELECTROGASTROGRAMA (EGG):
Tcnica no invasiva que implica el registro de la actividad mioelctrica del estmago a
travs de electrodos situados en la superficie del abdomen.
Posibilita el registro continuo durante periodos de tiempo prolongados, pero, resulta
difcil de interpretar, existiendo dudas respecto al significado psicofisiolgico de los
eventos registrados.
5. OTRAS TCNICAS DE EVALUACIN:
Defecografa: Consiste en introducir en el recto material radiopaco de similar
consistencia que las heces, para posteriormente, analizar el ngulo anorrectal o la
existencia de anomalas anatmicas que pudieran impedir la evacuacin apropiada,
al intentar el paciente la defecacin.
Tiempo de trnsito colnico: Administracin oral de marcadores radiopacos que
iran progresando por la luz intestinal, pudiendo observar el avance mediante
radiografas seriadas.
TCNICAS DE TRATAMIENTO CONDUCTUAL
La intervencin conductual se centra en los siguientes aspectos:
Ensear a los pacientes una tcnica para controlar sus reacciones ante el estrs.
Ampliar su repertorio de habilidades para hacer frente activamente a situaciones
productoras de estrs.
Exponer al paciente de forma repetida y prolongada a las situaciones que provocan sus
sntomas.
Disminuir el reforzamiento ante las quejas somticas y alentarle a realizar conductas
incompatibles con la conducta anmala de enfermedad.
Ensearle a modificar sus propias respuestas psicofisiolgicas.
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TCNICAS DE RELAJACIN
Se utiliza para dotar a los individuos de una estrategia adecuada de afrontamiento a
eventos estresantes, de forma que pueda controlar sus reacciones ante los mismos.
Han sido aplicadas aisladamente o como parte de un programa de tto junto a otras tcnicas
cognitivo-conductuales de manejo del estrs y de la ansiedad.
El entrenamiento en relajacin es uno de los procedimientos conductuales que ha mostrado
mayor utilidad en los trastornos psicofisiolgicos del esfago:
- Jacobson lo utiliz con xito la Relajacin Muscular Progresiva para el tto de espasmos
esofgicos.
- Latimer, trat a una mujer con espasmo esofgico difuso con un programa de manejo
de estrs que inclua, como parte importante, la relajacin.
Pero, uno de los campos de mayor relevancia para la aplicacin de las tcnicas de
relajacin es el del control del vmito y las nauseas condicionadas en pacientes con
cncer sometidos a quimioterapia (lo desarrollan el 25% de los tratados).
Las nauseas y los vmitos pueden ser elicitados por la visin de la preparacin de la
medicacin IV, por acudir al hospital, en la sala de espera o incluso por el mero hecho de
hablar sobre la quimioterapia.
En ste caso estara indicada la DS, en la que la relajacin actuara como agente de
contracondicionamiento.
Explicacin: Se hipotetiza que los sujetos que muestran vmitos y nauseas condicionadas,
presentan niveles ms elevados de ansiedad, y estilos de afrontamiento menos
adaptativos.
Aunque el entrenamiento en Relajacin Neuromuscular Progresiva ese el
procedimiento dominante, se han utilizado otras tcnicas, como el Entrenamiento
Autgeno (aplicado con xito relativo en pacientes con colitis ulcerosa).
El Entrenamiento en Relajacin forma parte de algunos programas teraputicos como
el "Programa de tto Conductual Multicomponente de Albany para el tto del sndrome del
intestino irritable" de Neff y Blanchard.
Formado pro 4 componentes:
1. Informacin y educacin acerca del funcionamiento grastrointestinal normal.
2. Entrenamiento en relajacin muscular progresiva.
3. Biofeedback de temperatura.
4. Tcnicas de afrontamiento cognitivo.
Aproximadamente el 60% de los pacientes tratados, muestran una reduccin del al menos
el 50% en la sintomatologa, mantenindose tras seguimiento de 4 aos.
TCNICAS DE COPING
Parecen ser las tcnicas conductuales ms tiles en el tto de algunos trastornos
especficos como las lceras ppticas y el sndrome del intestino irritable.
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Los procedimientos de coping ms estructurados y mejor conocidos en Modificacin de
Conducta, incluyen:
TCNICAS DE EXPOSICIN
Algunos sntomas gastrointestinales pueden ser condicionados clsicamente.
El mejor tto para stos sntomas son las tcnicas de exposicin, concretamente la
Desensibilizacin Sistemtica (DS) (imaginada).
Resulta til que la exposicin se efecte bajo circunstancias que contrarresten los miedos
del sujeto (contracondicionamiento), por lo que se suele comenzar enseando al paciente
una tcnica de relajacin.
Pueden ser utilizadas otras tcnicas de exposicin, como la DS en vivo o las tcnicas de
inundacin.
Efectividad clnica en:
- Control de sntomas en el sndrome del intestino irritable, en los que los sntomas son
elicitados por situaciones especficas.
- Tratamiento de los vmitos o nauseas condicionadas en pacientes sometidos a
quimioterapia contra el cncer.
TCNICAS OPERANTES
Indicadas en casos en los que los sntomas gastrointestinales se mantienen por
diversos reforzadores sociales.
De hecho, se han propuesto teoras para explicar la etiologa y el mantenimiento de
diversos problemas como la Teora operante del sndrome de rumiacin.
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TCNICAS DE BIOFEEDBACK
Utilizadas sobre todo para el tto de las lceras ppticas, sndrome de colon irritable,
algunos trastornos de la motilidad y trastornos defecatorios.
Se aplican con 2 planteamiento distintos:
1. Aplicaciones especficas:
La propia respuesta psicofisiolgica alterada es retroalimentada al individuo para que
sea capaz de producir los cambios apropiados.
2. Aplicaciones inespecficas:
No es la respuesta alterada la que se retroalimenta, sino otra respuesta psicofisiolgica
(normalmente la actividad electrodrmica o el EMG frontal), suponiendo que mediante
ste control, el sujeto disminuir su nivel de activacin psicofisiolgica, lo que
ocasionar mejoras significativas en problemas gastrointestinales ligados al estrs.
En stos casos, y combinado con programas cognitivo-conductuales para el tto del
estrs, podra ser ms eficaz que el entrenamiento directo en el control de respuestas
fisiopatolgicas especficas. Sin embargo, no se han realizado estudios que hayan
demostrado claramente su validez y efectividad (la mayora de los estudios no ha
utilizado grupos control).
PRINCIPALES APLICACIONES (especficas):
Incontinencia fecal:
Se utiliza el biofeedback manomtrico, con una tasa promedio de xito del 60-75%,
dependiendo de la etiologa:
- Mejores resultados en sujetos cuya incontinencia es secundaria a ciruga anorectal.
- Peores en sujetos con alteraciones neurolgicas (45%).
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La presencia de sntomas funcionales autoinformados (disnea, dolor torcico, fatiga),
cuando no son confirmados como cardiolgicamente significativos, resultan un indicador
ms de la reaccin emocional adversa. Se sugiere que el miedo y la ansiedad incrementan
la tendencia del paciente a observar sntomas relacionados con su dolencia cardiaca.
Por tanto, la correcta evaluacin de la reaccin emocional inicial del paciente post IM,
deber contemplar los siguientes aspectos:
Evaluacin de los niveles de ansiedad y depresin post-IM: "Escalas de Ansiedad y
Depresin" de Leeds.
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buena marcha de la rehabilitacin, cuando en realidad pueden resultar de la negacin de
la enfermedad, lo que resulta inadecuado, a corto plazo, porque el organismo todava no
est preparado, y a largo plazo, por impedir la realizacin de los cambios necesarios que
eviten volver a reproducir el estilo de vida que llev al paciente al IM.
El objetivo de la rehabilitacin cardiaca es que el paciente desarrolle un estilo de vida
saludable, adecuado a su estado fsico, y tendente a una progresin planificada hacia el
logro de la recuperacin del mayor nivel posible de funcionamiento saludable.
Aspectos a evaluar:
- Frecuencia y tipo de actividades habituales sociales y de ocio pre-IM.
- Frecuencia y tipo de actividades habituales sociales y de ocio post-IM.
- Razones de abandono de actividades (si fuera el caso).
- Grado de satisfaccin general con el funcionamiento social y de ocio post-IM.
- Relacin coste-beneficio de la realizacin de las actividades sociales y de ocio.
- Nivel de reduccin en actividad sexual.
- Malestar subjetivo por cambios post-IM en actividades habituales.
- Expectativas respecto al futuro en el mbito de las actividades habituales.
- Razones a las que el paciente atribuye los cambios en ste mbito.
Esta evaluacin puede obtenerse a travs de "Entrevista para la Evaluacin Inicial del
Paciente Post-IM" (Bueno y Buceta), aadiendo autorregistros de actividades diarias junto
con la estimacin del grado de esfuerzo/satisfaccin asociado.
EVALUACIN DE VARIABLES RELEVANTES RESPECTO A LA REHABILITACIN
LABORAL
Los estudios sobre la reincorporacin de los sujetos a su trabajo tras el IM son numerosos,
y reflejan una gran variabilidad debido, sobre todo, a la gran cantidad de factores
implicados en la rehabilitacin del paciente post-IM respecto a su actividad laboral previa
(aspectos mdicos, sociodemogrficos, culturales, econmicos, las opiniones de personas
allegadas, etc.), adems de factores psicolgicos.
Variables relevantes para evaluar el pronstico de la rehabilitacin laboral:
1. Los sujetos que presentan ansiedad y/o depresin, antes o despus del IM, muestran
tasas de reincorporacin laboral 3 o 4 veces menores.
2. Los pacientes post-IM evaluados como tipo A, se reincorporan antes a su actividad
laboral previa, en comparacin con los Tipo B.
3. Las expectativas pesimistas de los pacientes acerca de su estado de salud futuro y
de sus posibilidades de reincorporacin al trabajo.
4. Respecto a la percepcin de estrs laboral previa al IM, los resultados son diversos:
- Maeland y Havik: Elevadas puntuaciones en sta variable resultaron predictivas de
menores porcentajes de reincorporacin laboral tras 6 meses.
- Estudio de Davidson y DeBusk (sujetos de clase media-alta con IM no complicado),
aunque supuso periodos ms largos de baja laboral, correlacion positivamente con
la reincorporacin laboral.
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Aunque los estudios se han centrado sobre todo en la no reincorporacin laboral post-IM,
el problema puede consistir en una reincorporacin no saludable (se reincorporan
precipitadamente), generalmente en pacientes con patrones de negacin como reaccin
emocional.
Por tanto, en sta mbito, habr que evaluar:
Nivel de actividad laboral desarrollado en el momento actual post-IM.
Evaluacin de la presencia de ansiedad, depresin y negacin post-IM.
Expectativas de futuro laboral estimadas por el paciente.
Percepcin de estrs laboral.
Malestar subjetivo por los cambios en la actividad laboral post-IM.
Puede evaluarse a travs de la "Entrevista", a la que se puede aadir el "Indice de
Percepcin de Estrs Laboral" (Maeland), y el "Inventario de Estresadores Laborales"
(Beech).
EVALUACIN DE LAS VARIABLES RELAVANTES DEL MBITO FAMILIAR
Se han observado:
- Reacciones de ansiedad y preocupacin, especialmente de las esposas.
- La presencia post-IM de conflictos entre el paciente y sus familiares acerca de
cuestiones relacionadas con la adherencia del paciente a las prescripciones mdicas.
- Cambios en las conductas de los familiares respecto al paciente (comportamientos de
sobreproteccin).
Resulta interesante, la evaluacin del apoyo social para detectar conductas beneficiosas,
as como las que perjudiquen la rehabilitacin.
Por tanto, en ste mbito, la evaluacin debe incluir:
Cambios percibidos por el paciente en la conducta de sus familiares.
Malestar/satisfaccin del paciente respecto a esos cambios.
Nivel de tensin percibido en el ambiente familiar.
Apoyo social.
Los 3 primeros puntos se pueden obtener mediante la Entrevista (Bueno y Buceta). Para
evaluar el apoyo social se puede utilizar la "Escala de Apoyo Social del Departamento de
Salud Mental de California".
EVALUACIN DE FACTORES PSICOLGICOS DE RIESGO CORONARIO
Los objetivos de la rehabilitacin cardiaca, no solo contemplan la adaptacin satisfactoria
del paciente infartado a los distintos mbitos, sino que tambin contemplan la reduccin del
riesgo de reinfarto.
Para ello, las conductas y factores personales de riesgo coronario, debern ser evaluados
correctamente.
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Actualmente se considera la existencia de 3 factores de riesgo coronario mayores
(hipercolesteronemia, hipertensin y consumo de tabaco), y otros menores (diabetes,
sobrepeso y estrs).
Sin embargo, stos factores no proporcionan una explicacin completa del riesgo de CI.
Las variables estrictamente psicolgicas, que constituyen factores de riesgo, se pueden
clasificar en:
a) Estmulos ambientales estresantes.
b) Caractersticas personales.
c) Hbitos comportamentales.
d) Trastornos emocionales.
EVALUACIN DE LA VULNERABILIDAD
AFRONTAMIENTO DEL ESTRS
DE
LAS
HABILIDADES
DE
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El anlisis estadstico de los resultados obtenidos de la aplicacin de stos instrumentos
de evaluacin, llev a la identificacin de 3 grandes factores:
Competitividad.
Impaciencia.
Hostilidad.
En los 70 hubo una amplia aceptacin del PCTA como un factor de riesgo coronario
importante, pero ms recientemente, sta relacin entre PCTA y riesgo coronario, ha sido
ampliamente cuestionada.
Se ha sugerido que slo ciertos elementos del PCTA sean perjudiciales para la salud, de la
misma forma que ciertos aspectos de la conducta Tipo-B, seran saludables, orientndose
el inters hacia la bsqueda de los "componentes txicos del PCTA".
La investigacin se centr, casi exclusivamente, al estudio de la hostilidad, con resultados
contradictorios, debido en parte a las dificultades metodolgicas derivadas de la
complejidad del concepto.
Respecto a la implicacin del PCTA en el riesgo de mortalidad y recurrencias de pacientes
post-IM, los datos no son concluyentes:
- Individuos de Tipo-B presentan mayor riesgo de recurrencias de IM (Cohen y cols).
- Lo contrario (Brackett y col).
En resumen, aunque parece que ciertas tendencias generales de comportamiento influyen
en la salud cardiocoronaria, la determinacin de qu patrones especficos de conducta, y
cmo ejercen tal influencia, permanece actualmente en cuestin.
De cualquier modo, conviene estar alerta respecto a los pacientes que presentan las
caractersticas del Patrn Tipo-A, par tomarlas como punto de partida para explorar
reacciones concretas perjudiciales ante situaciones estresantes, y/o para orientar la propia
actuacin del teraputica, de la manera ms adecuada a cada paciente.
Por ste motivo, resulta til la inclusin, en el protocolo de evaluacin inicial de la "Escala
de Hostilidad del SCL-90" (Derogatis) y del "Listado de caractersticas Tipo-A" (Beech).
EVALUACIN DE HBITOS COMPORTAMENTALES DE RIESGO CORONARIO
3 hbitos comportamentales se han evidenciado como factores de riesgo coronario:
Consumo de tabaco.
Determinados hbitos alimenticios.
Falta de ejercicio fsico habitual.
El consumo de tabaco se asocia con el padecimiento de enfermedad coronaria, as como
a un peor pronstico, una vez que se ha producido un primer episodio de IM.
Las tasa de recurrencia y muerte entre sujetos post-IM que continan fumando, son al
menos 2 veces superiores a las de los sujetos que abandonan ste hbito.
Respecto a los hbitos dietticos, determinadas prcticas se asocian a un aumento de CI:
- Aumento de caloras procedentes de las grasas.
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- Aumento de caloras totales.
- Aumento de azcares refinados.
- Reduccin de consumo de hidratos de carbono complejos y de vegetales.
- Disminucin de fibras en la dieta.
Una dieta rica en grasas saturadas puede incrementar el riesgo de CI, no solo por el
aumento de colesterol en suero, sino tb debido a sus efectos sobre la integridad de las
clulas endoteliales, la agregabilidad plaquetaria, la tendencia trombtica o la actividad
fribrinoltica. La obesidad tb se relaciona con el deterioro de la salud coronaria.
En cuanto al ejercicio fsico, ste no fue identificado en un principio como factor de riesgo,
debido a la dificultad para medir los niveles de actividad fsica.
Ms tarde, se ha constatado la existencia de una asociacin inversa entre riesgo de
enfermedad cardiocoronaria y nivel de actividad fsica realizada, tanto en el mbito laboral,
como en el tiempo de ocio.
Los individuos fsicamente activos, tienen menor riesgo que las personas menos activas
(aunque slo en dos tercios de los estudios la relacin es estadsticamente significativa).
Una revisin de estudios sugieren una posible relacin causal entre la inactividad fsicas y
la enfermedad coronaria. Por tanto, la evaluacin inicial deber incluir:
Hbitos dietticos, consumo de tabaco y actividad fsica habitual pre-IM.
Grado de cumplimiento post-IM de las prescripciones mdicas respecto a los hbitos de
riesgo.
Grado de malestar subjetivo por el seguimiento de las prescripciones mdicas respecto
a los hbitos de riesgo.
Adems de la Entrevista deben utilizarse hojas de autorregistro.
INTERVENCIN PSICOLGICA POST-IM
NECESIDADES Y OBJETIVOS
Muchos de los problemas de la rehabilitacin cardiaca se relacionan con el fracaso en el
dominio inicial de la propia situacin post-IM, lo que lleva a la aparicin de reacciones
emocionales adversas.
Por tanto, los objetivos debern centrarse, primeramente, en reducir el impacto emocional,
y en lograr una evaluacin realista por parte del paciente, de las repercusiones del IM para,
posteriormente, centrarse en el proceso de rehabilitacin, especficamente, en la
modificacin de factores comportamentales de riesgo coronario, as como a propiciar las
mejores condiciones para asegurar la adherencia futura a conductas habituales saludables
y a mejorar las habilidades de afrontamiento y control del estrs.
REDUCCIN DEL IMPACTO EMOCIONAL PROVOCADO POR EL INFARTO
El padecimiento de un IM supone, en la mayora de los casos, una circunstancia altamente
estresante, para cuyo manejo de precisa un considerable nivel de habilidades de
afrontamiento que los pacientes generalmente no poseen
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Las manifestaciones fisiolgicas del estrs (aumento de TA, FC y TM), no slo
constituyen un riesgo para la salud, sino que tienden a ser interpretadas por el paciente
como manifestaciones del deterioro fsico causado por el IM.
Las manifestaciones cognitivas:
- Anlisis catastrofista de la situacin y de las posibilidades propias para hacerle frente:
crean en el sujeto un estado de invalidez psicolgica que le impide la recuperacin del
nivel de actividad habitual anterior.
- Anlisis falsamente optimista: dificulta la realizacin de los cambios necesarios para una
adecuada rehabilitacin.
En resumen, para reducir el impacto emocional inicial provocado por el IM, el trabajo
deber dirigirse a modificar las cogniciones irracionales acerca de las consecuencias
del ataque, y al logro de un nivel de actividad saludable, teniendo en cuenta, tanto los
excesos como los defectos.
El logro de stos objetivos permitir:
- A corto plazo, a aumentar el bienestar psicolgico.
- A largo plazo, a afrontar los cambios necesarios para la reincorporacin en condiciones
saludables, a las distintas reas de funcionamiento habitual.
DISMINUCIN DEL RIESGO DE NUEVOS EPISODIOS DE INFARTO
Para prevenir nuevos episodios de infarto, la intervencin psicolgica dirigir su atencin a
los hbitos comportamentales que constituyen factores de riesgo, as como al
entrenamiento del paciente en las estrategias de afrontamiento y control del estrs.
Modificacin de hbitos perjudiciales presentes en el repertorio del paciente, y/o
mantenimiento a largo plazo de hbitos saludables ya existentes (uno de los objetivos
ms importantes).
Hay que sealar que, en los momentos inmediatamente posteriores al alta hospitalaria, es
frecuente que los pacientes sigan estrictamente las prescripciones (dejar de fumar, hacer
ejercicio, y comer saludablemente). Sin embargo, sta motivacin inicial, a menudo resulta
insuficiente a largo plazo, debido a que los comportamientos perjudiciales constituyen
conductas ya muy consolidadas, y asociadas a circunstancias ambientales concretas
(estmulos antecedentes discriminativos) presentes habitualmente en su vida cotidiana, y a
consecuencias gratificantes muy apreciadas (estmulos consecuentes reforzadores).
La intervencin deber propiciar las condiciones necesarias para el mantenimiento de
comportamientos adecuados, y al cambio, ms general, de las condiciones que garanticen
la adherencia permanente a los hbitos saludables.
El entrenamiento de los paciente en habilidades de afrontamiento al estrs, tiene un
papel destacado en el programa de intervencin.
El trabajo ir encaminado a disminuir la vulnerabilidad de los sujetos a las situaciones
particulares provocadoras de estrs, frecuentes en su entorno habitual, aumentando sus
habilidades de afrontamiento, en los casos en que estas demandas sean excesivas.
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PROGRAMAS DE INTERVENCIN PSICOLGICA EN LA REHABILITACIN
CARDIACA: CARACTERSITCAS Y EFICACIA
Desde los 50, los programas de Rehabilitacin Cardiaca, se han referido a intervenciones
basadas en la movilizacin temprana de los pacientes post-IM, mediante programas
sistemticos de ejercicio fsico. Estos programas, aunque han contribuido a un importante
descenso de la mortalidad post-IM (20-25%), se han mostrado insuficientes para el logro de
otros objetivos de rehabilitacin.
Este hecho condujo a algunos intentos de intervencin dirigidos al logro de una
recuperacin global del paciente, as como la aplicacin (infrecuente) de tcnicas
especficamente psicolgicas, centradas en la modificacin de aspectos puntuales.
PROGRAMAS EDUCATIVOS Y DE CONSEJO PSICOLGICO
PROGRAMAS DE CONSEJO PSICOLGICO: Consisten en la discusin, generalmente en
grupo, entre paciente/s y terapeuta sobre problemas (emocionales, familiares, sexuales,
laborales, etc) surgidos a raz del padecimiento del IM, incluyendo con frecuencia, un
componente informativo dirigido a aportar datos acerca de diversos tpicos relacionados
con la enfermedad, sus factores de riesgo y consecuencias.
PROGRAMAS EDUCATIVOS: Consisten, nicamente, en aportar informacin sobre
aspectos diversos relacionados con la enfermedad y el proceso de rehabilitacin, difiriendo
unos de otros en el tipo de material utilizado (charlas, folletos, cintas de vdeo, etc.).
Mayou y cols, compararon la eficacia de 3 tipos de intervencin en pacientes que haban
sufrido un IM:
a) Entrenamiento fsico.
b) Informacin, consejo y discusin sobre diversas cuestiones (sntomas, actividad,
futuro, factores de riesgo, etc).
c) Tratamiento mdico estndar.
Resultados:
- Los pacientes que solo recibieron tto mdico mostraron peores resultados que los de los
otros 2 grupos.
- Tras 18 meses del IM, solo los pacientes que haban recibido informacin educativa,
obtuvieron resultados significativamente mejores en variables como el grado de
satisfaccin general, horas de trabajo y frecuencia de relaciones sexuales.
- El ejercicio fsico aument la confianza de los pacientes en la convalecencia pero
produjo pocos beneficios en la funcin cardiaca, las actividades diarias y el estado
emocional de los pacientes.
Maeland y col, investigaron los efectos de un programa educativo audiovisual
estandarizado, que inclua 3 series de diapositivas acompaadas de comentarios, con
informacin sobre:
a) Descripcin del funcionamiento cardiovascular normal, arteriosclerosis y patognesis
de la angina de pecho e IM.
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b) Normas sencillas de reactivacin fsica gradual despus del IM, reacciones
emocionales tras la hospitalizacin, dolor en el pecho y otros sntomas
cardiovasculares, reanudacin de actividades (conducir, sexual) y vuelta al trabajo, y
recomendaciones especficas sobre cuando contactar con el mdico en caso de dolor
en el pecho.
c) Posibles causas y factores de riesgo de enfermedad coronaria, advertencias sobre
cambio de estilo de vida, en especial sobre el abandono del hbito de fumar, reduccin
del consumo de grasas, niveles adecuados de ejercicio fsico, estrs, sobrepeso e
hipertensin arterial.
Resultados:
- En comparacin con el grupo control, los sujetos que recibieron el programa educativo,
tuvieron mayor conocimiento y menos miedo, expresaron expectativas ms optimistas
sobre su futura rehabilitacin fsica, reanudaron mas rpidamente actividades fsicas,
informaron de menos trastornos emocionales iniciales y realizaron menos consultas
mdicas durante las 6 semanas posteriores al alta.
- La tasa de mortalidad a los 6 meses fue significativamente menor en los "educados",
pero los supervivientes a largo plazo fueron idnticos en ambos grupos.
- El programa educativo no tuvo efectos sobre el consumo de tabaco, la vuelta al trabajo,
la reanudacin de actividad sexual y el nmero de rehospitalizaciones.
Horlick y cols encontraron que un programa de educacin y discusin sobre recuperacin
fsica y emocional tras IM, o factores de riesgo coronario, no produjo mejoras significativas
en un amplio nmero de variables entre las que se encontraban: consumo de tabaco,
estatus familiar y vida marital, actividad laboral, niveles de ansiedad y depresin y el locus
de control respecto a la salud.
En los 90, los estudios que han intentado verificar la eficacia de stos programas
educativos y de consejo psicolgico, han arrojado resultados dispares.
Esta forma de intervencin psicolgica tradicional, prestada a personas que han
padecido un IM, dista bastante de lo que se considera una intervencin psicolgica
especializada, y, de hecho, su inadecuacin a las necesidades de stos pacientes, se ha
demostrado, por contribuir de manera muy escasa al proceso de rehabilitacin cardiaca.
Principales deficiencias:
-
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-
Lo ms habitual es que sta intervencin se realice en grupo, que sea aplicada por
personal no especializado, y que siga un programa estandarizado.
Pero, el nivel de actividad diaria y la implicacin en tareas laborales, despus del alta
hospitalaria, vara considerablemente de unos casos a otros, as como las reacciones
de los pacientes tras el padecimiento del infarto (hay pacientes que siguen las
prescripciones al pie de la letra, y otros que las incumplen totalmente), por lo que la
intervencin en grupo no parece ser la ms adecuada.
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- Las habilidades de afrontamiento y las tendencias de funcionamiento del paciente
en diversas reas de la vida cotidiana.
Para ello, se utiliza la "Entrevista para la Evaluacin Inicial del Paciente Post-IM".
No obstante, deber realizarse, para cada problema detectado, una evaluacin
conductual puntual, en el curso de la intervencin.
Los objetivos individuales variarn considerablemente de un paciente a otro (posibles
objetivos Tabla 8.1 pg 326).
b) Diseo del plan de tratamiento y explicacin inicial al paciente:
Antes de cualquier otra actuacin teraputica, resulta crucial la explicacin de los
objetivos y del plan general de actuacin para su logro, para que el paciente tenga
claro qu pretende lograr, qu ventajas supone para l, y el esquema general de trabajo
a realizar.
La comprensin por parte del paciente de las metas fijadas y de los beneficios que de
ellas pueden derivarse, debe servir para incrementar la motivacin del paciente, ara
la realizacin de la intervencin y su confianza en ella.
Se trata de transmitir al paciente la idea de que debe enfrentarse a la tarea de reanudar
una vida normal en condiciones saludables, para lo que deber efectuar cambios en su
conducta, lo que no es fcil de lograr sin ayuda especializada, especialmente en la
situacin de preocupacin y tensin que genera el IM.
Todo esto ayudar a conseguir la adecuada implicacin del sujeto en un proceso de
intervencin que requiere de su participacin activa, para poder alcanzar un resultado
exitoso.
c) Aplicacin del programa:
Las tcnicas especficas a aplicar variarn segn los problemas a resolver en cada
caso.
ASPECTOS GENERALES:
El entrenamiento del paciente en tareas que se hayan valorado como deficitarias,
deber responder a un adecuado anlisis funcional de su conducta, y deber
dirigirse al logro de habilidades concretas, directamente relacionadas con su entorno
habitual.
Es preciso realizar, durante todo el proceso de tratamiento, una evaluacin
continuada, dirigida a: determinar en su caso, qu mecanismos conductuales
especficos son responsables de los comportamientos disfuncionales observados
inicialmente, observar progresivamente el efecto que las estrategias causan, corregir
los posibles errores en el planteamiento inicial o aprovechar las ganancias que se
vayan logrando.
La motivacin del paciente debe ser cuidada durante todo el proceso de tto, para
lo que habr que tener en cuenta el efecto de las indicaciones teraputicas sobre
ella (el terapeuta deber lograr un equilibrio ptimo entre la utilidad de la
informacin proporcionada por el paciente (autorregistros), y su efecto sobre la
motivacin del paciente).
En la mayora de los casos, los programas de intervencin incluirn un cierto nmero
de estrategias comportamentales y cognitivas que constituyen un paquete
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-
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La evaluacin ha de ser multidimensional.
Se pueden utilizar: entrevistas, registro y autorregistro, medidas objetivas, cuestionarios e
inventarios (Ver tabla 9.7, pg 354).
La European Organization for Research and Treatment of Cancer (EORTC), ha
desarrollado un sistema de medicin integrado para la evaluacin de la calidad de vida en
oncologa (QLQ).
INTERVENCIN PSICOLGICA EN PACIENTES DE CNCER
El tratamiento psicolgico del paciente con cncer, tiene como OBJETIVO mejorar la
calidad de vida y la adaptacin, tanto del paciente como de sus familiares.
La intervencin psicolgica ha de estar integrada, en todo momento, con el servicio de
atencin mdica de un modo inter/multidisciplinar.
El estilo de afrontamiento y el nivel de ajuste o adaptacin del paciente ante el cncer,
va a depender:
a) Del grado de patologa a nivel clnico.
b) De los efectos de los ttos.
c) Del nivel y modo de informacin que reciba.
d) Del apoyo social y de los recursos ambientales.
e) De las competencias del paciente para hacer frente al estrs y de la disponibilidad de tto
psicolgico.
LNEAS DE INTERVENCIN PSICOLGICA EN EL REA DEL CNCER
INTERVENCIONES PREVENTIVAS:
Objetivo: Adquisicin de conductas adecuadas de salud y eliminacin de hbitos de
riesgo.
La deteccin precoz del cncer puede determinar la supervivencia en algunos tipos
de cncer (mama, cncer ginecolgico, piel, esfago, estmago, colorectal, vejiga,
prstata).
La participacin en los programas de deteccin precoz (screening) de cncer de mama,
debera ser del 70-80%; sin embargo, entre el 35-45% de las mujeres, no participa en
stos programas.
Estudios sobre los factores psicolgicos asociados al cumplimiento adecuado de los
comportamientos de deteccin precoz, concluyen que las intervenciones deben incluir:
- Informacin sobre la necesidad de screening en ausencia de sntomas.
- Informacin sobre la seguridad de stas tcnicas y su eficacia en la deteccin
temprana.
Los mensajes no deben centrarse en la induccin de miedo y ansiedad, sino que deben
ir dirigidos a aumentar la preocupacin y un nivel moderado de ansiedad, acerca de la
posible enfermedad, subrayando que, la mayora de las personas que hacen stas
pruebas, podrn tranquilizarse respecto a su estado de salud.
La recomendacin realizada por el mdico es una de las intervenciones ms
importantes para fomentar los comportamientos de deteccin precoz.
La presencia de condiciones ambientales que los promuevan y los incentiven
(recordatorios, horarios, accesibilidad y recompensas en el trabajo, eliminacin de
barreras, etc).
Potenciarlo en personas con alto nivel de riesgo hereditario.
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Se ha constatado que los pacientes informados muestran una mejor adaptacin social a
largo plazo, aunque no de forma inmediata.
CONTENIDO DE LA INFORMACIN:
Debe incluir, al menos:
El diagnostico y caractersticas clnicas del cncer.
Las caractersticas de los procedimientos de diagnstico y del tto, las razones y los
efectos beneficiosos que comportan.
Los efectos colaterales de los ttos, as como los medios para paliarlos.
Los contenidos han de estar ajustados a al informacin que el paciente puede procesar,
segn su estado y condicin, pero siempre verdica y realista ("la verdad soportable").
QUIN DEBE SER INFORMADO:
Tanto el paciente como su pareja o familiares ms cercanos (informacin conjunta).
Permite establecer una va de comunicacin clara y abierta entre mdico, paciente y
familia, crear una sensacin de soporte de equipo en el que el paciente toma una parte
activa (no vctima pasiva).
QUIN HA DE INFORMAR
El especialista del rea en cuestin:
- Las caractersticas y curso de la enfermedad el mdico.
- Los aspectos psicosociales El psiclogo.
Inicialmente, la informacin se dar verbalmente pudindose complementar mediante
folletos, pelculas o datos aportados por otras personas con experiencia similar
(entrenamiento especfico de esas personas).
La adecuada comunicacin entre los miembros del equipo de intervencin, asegurar la
congruencia de la informacin administrada.
CUANDO HA DE INFORMAR
La informacin ha de ser secuencial, es decir, depende de los diferentes momentos del
proceso asistencial, de forma que sea especfica y concreta para la situacin en que se
encuentra la persona (ir informando al paciente segn sea necesario enfrentarse a cada
fase del proceso).
COMO SE HA DE INFORMAR:
Hay que adecuar la informacin al estilo de afrontamiento de cada persona:
- Para los que evitan, niegan u olvidan la evidencia de la enfermedad, la informacin
exhaustiva y reiterada puede resultar negativa.
- Para los que buscan toda la informacin posible, proporcionrsela.
Las estrategias bsicas de la comunicacin, consisten en mostrar empata, evaluar en
cada momento la informacin que el paciente puede asimilar, as como su atencin y
comprensin de lo que se le va diciendo, ir haciendo preguntas, escuchar al paciente,
permitir y facilitar que el enfermo y sus familiares expresen sus preocupaciones y
emociones (no utilizar expresiones como "no se preocupe" o "no es nada"), rectificar
errores conceptuales, y graduar la informacin negativa que se les proporciona.
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En la entrevista inicial conviene:
- Comenzar identificando lo que sabe el paciente: "Qu le han dicho previamente?".
- Rectificar los errores que existan en su informacin.
- Asegurarse de que la informacin se ha comprendido.
- Despus de dar el diagnstico, preguntar: "Cmo se siente?".
- Identificar temores y preocupaciones: "Qu es lo que ms le preocupa?".
- Ayudar a afrontar los temores y preocupaciones.
- Prevenir respuestas desadaptativas.
- Preguntar cmo piensan afrontar las dificultades y proporcionar la informacin
necesaria.
- Ofrecer recursos: Hablar con otras personas con experiencias similares, dar direcciones
y telfonos de asociaciones y grupos de autoayuda, etc.
- Identificar apoyos: abuelos, hermanos, etc.
Terminar la entrevista enfatizando al paciente que est haciendo frente a una enfermedad
crnica, que supone siempre un esfuerzo de adaptacin.
Es muy importante cuidar el lenguaje no verbal:
a) Expresin facial: a travs del cual se comunica el grado de inters y comprensin.
b) La mirada, el contacto ocular: transmite un deseo de compartir, indiferencia,
distanciamiento o aversin.
c) La postura: sentarse comunica que el profesional va a dedicarle todo el tiempo que
necesite.
La informacin del diagnstico o de los ttos, inicialmente provoca mayor ansiedad; sin
embargo, a medio y largo plazo, los pacientes informados y sus familiares, logran
desarrollar una mejor adaptacin al proceso (la ausencia de informacin pueden producir
una mejor adaptacin pero slo a corto plazo).
Conviene, registrar los efectos de la informacin, as como la precisin y comprensin por
el paciente de lo que se ha comunicado.
PREPARACIN
CNCER
EN PACIENTES DE
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2. Informacin sobre impresiones subjetivas y sensaciones: informacin sobre las
sensaciones somticas producidas por la operacin, en qu se distinguen de las
producidas por la enfermedad, las reacciones emocionales que experimentar, etc. Se
trata de que el paciente haga interpretaciones benignas de stas sensaciones, y que
sean percibidas correctamente y no como signos de alarma.
3. Estrategias de afrontamiento especficas:
- Estrategias orientadas al problema: entrenamiento en respiracin profunda,
relajacin, toser, movilizacin se extremidades y ejercicios de ambulacin.
- Estrategias de afrontamiento centradas en las emociones: peticin apropiada de la
medicacin, distraccin cognitiva, visualizacin, atencin orientada a los aspectos
positivos, interpretacin positiva de sensaciones y control autoinstruccional.
Los pacientes han de ser entrenados en stas tcnicas y expuestos, en imaginacin o
en vivo, de manera gradual, a estmulos que permitan la prctica y habituacin a los
estmulos estresantes relacionados con la ciruga.
INTERVENCIN PSICOLGICA PARA MEJORAR LA ADAPTACIN, PREVENIR Y
TRATAR LOS TRASTORNOS PSICOPATOLGICOS
El cncer es una situacin de riesgo para el desarrollo de reacciones emocionales
negativas y trastornos psicopatolgicos.
Los estudios revelan que el 51% de los pacientes con cncer presentan alteraciones
mentales (trastornos de adaptacin con estado de nimo deprimido (68%), depresin
mayor (13%) y trastornos mentales orgnicos (8%)).
Estas cifras son similares a las descritas en otras enfermedades graves, lo que contradice
el mito de que los pacientes con cncer sufren ms. Cerca de la mitad no sufre ningn
trastornos mental.
Adems, existen dificultades para el diagnstico, ya que, muchos sntomas (depresin)
estn causados por el cncer o constituyen una reaccin funcional, por lo que no son
vlidos para el diagnstico, segn el DSM-IV.
Las intervenciones preventivas y el tto de los trastornos psicopatolgicos en stos
pacientes, es un aspecto fundamental.
Intervenciones breves, aplicadas tras el proceso de diagnostico, son altamente
efectivas para mejorar la adaptacin y prevenir los trastornos psicopatolgicos.
Estos ttos implican:
a) Reducir la ansiedad, depresin y otras reacciones emocionales desadaptativas.
b) Facilitar la adaptacin al cncer induciendo un estilo de afrontamiento positivo.
c) Promover en los pacientes un sentido de control personal sobre sus vidas y una
participacin activa en su tto.
d) Desarrollar estrategias de resolucin de problemas, para ocuparse de las dificultades.
e) Facilitar la comunicacin del paciente con su pareja y otros miembros de su familia.
f) Estimular la participacin en actividades y mejorar las relaciones sociales.
Los procedimientos de intervencin son programas cognitivo-conductuales.
Unos de los mas extendidos es la TERAPIA PSICOLGICA ADYUVENTE (APT) de
Moorey y Greer (adaptacin de la Terapia cognitiva de Beck al tto de los pacientes con
cncer).
CARACTERSTICAS:
Estructurada.
Corto plazo: 6-12 sesiones.
Focalizada y centrada en el problema.
Educacional (ensea estrategias de afrontamiento).
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Colaborativa.
Hace uso de tareas para casa.
Usa gran variabilidad de tcnicas de tto:
- Mtodos no directivos: Ventilacin de sentimientos.
- Tcnicas conductuales: Relajacin, Tareas graduadas, Planificacin y secuenciacin
de actividades.
- Tcnicas cognitivas: Registro de pensamientos automticos, estrategias cognitivas
de afrontamiento, Reestructuracin cognitiva.
- Trabajo con parejas: Uso de la pareja como coterapeuta, entrenamiento en
comunicacin.
ESQUEMA:
a) Comienzo de la terapia (2-4 sesiones):
Alivio de sntomas: Se ensean estrategias de afrontamiento para problemas
inmediatos. Tcnicas de resolucin de problemas, distraccin, relajacin, asignacin
de tareas graduales y secuenciacin de actividades.
Vivir una vida ordinaria: Se explican los principios para maximizar la calidad de vida.
Tcnicas de secuenciacin y planificacin diaria con actividades de dominio y placer,
que ayudan a estimular el sentido de control del pacientes y a incrementar su
motivacin y disfrute.
Ensear el modelo cognitivo: Se ensea la conexin entre pensamientos
automticos, estados de humor y conducta, con ejemplos.
Estimular la expresin manifiesta de sentimientos: Se estimula la expresin de
emociones negativas (ira y desesperacin). Las emociones no son "buenas o
malas", simplemente se sienten, su identificacin permite conocer sus causas y
afrontarlas.
b) Fase intermedia (3-6 sesiones): La intervencin se centra ms en los aspectos
cognitivos.
Ensear al paciente a desafiar sus pensamientos automticos e instruirlo en
principios bsicos de pruebas de realidad, para que aplique stas estrategias a sus
problemas emocionales.
Continuar con el uso del proceso de resolucin de problemas.
Continuar el proceso de lucha contra el cncer: mejorar la calidad de vida, pero
aadiendo tcnicas cognitivas.
c) Terminacin de la terapia (1-3 sesiones):
Prevencin de recadas: se discuten y entrenan estrategias ante posibles recadas.
Planificar el futuro: Se abordan metas ms a largo plazo.
Identificar supuestos subyacentes: ayudarles a cambiar reglas y supuestos que se
relacionan con su modo de estar en el mundo.
Evaluacin experimental de la eficacia de la APT (Greer y Moorey): Mejora en medidas de
ansiedad, depresin y adopcin de estrategias de afrontamiento positivas en el grupo
tratado.
Las investigaciones sobre ttos cognitivo-conductuales en cncer, muestra que las
intervenciones cortas (menos de 10 sesiones), aplicadas tras el diagnstico, son altamente
beneficiosas, a corto y a largo plazo, para producir un afrontamiento positivo, y con ello,
disminuir problemas de ansiedad y depresin y mantener su calidad de vida.
TRATAMIENTO PSICOLGICO DE LAS REACCIONES CONDICIONADAS A LA
QUIMIOTERAPIA
La quimioterapia tiene efectos colaterales: nauseas, vmitos y ansiedad (25-65%): El 2533% experimenta nauseas moderadas o intensas, el 11-20% presenta vmitos
anticipatorios y el 60% reacciones de ansiedad anticipatoria.
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Estas reacciones son respuestas aprendidas por condicionamiento clsico, y, si no
son adecuadamente controladas, pueden conducir a anorexia y desequilibrios metablicos,
as como contribuir a un deterioro general de la condicin fsica y psicolgica.
Aproximadamente a la 4 sesin, suelen aparecer las reacciones condicionadas.
La probabilidad de que un estmulo particular adquiera capacidad para evocar nuseas
anticipatorias, depende de hasta qu punto est estrechamente asociado con el tto.
La investigacin ha revelado una fuerte asociacin positiva entre la intensidad, duracin y
frecuencia de nuseas y vmitos anticipatorios, y el desarrollo de reacciones en el
pretratamiento y postratamiento (los pacientes que informan de episodios de nausea y
vmitos ms largos, frecuentes o severos, tras cada sesin del tto, es ms probable que
desarrollen nuseas anticipatorias):
1. Los pacientes que reciben drogas altamente emticas, tienen mayor riesgo de
desarrollar reacciones anticipatorias.
2. Los pacientes que entran en protocolos que incorporan gran cantidad de diferentes
agentes quimioteraputicos causantes de nusea y vmito, tienen un mayor riesgo,
dado que tales protocolos estn asociados con ms efectos colaterales.
Cualquier variable que incremente los efectos farmacolgicos, incrementar la
probabilidad de que el paciente experimente efectos colaterales no farmacolgicos.
Tambin tienen importancia los aspectos cognitivos: los pacientes que esperan
experimentar nuseas y vmitos con el tto, es mas probable que lo hagan.
Los pacientes ms ansiosos es ms probable que desarrollen reacciones anticipatorias.
En cuanto a mediciones psiofisiolgicas: los pacientes con mayor reactividad
autonmica poseen una mayor condicionabilidad.
TCNICAS DE TRATAMIENTO PSICOLGICO
a) HIPNOSIS:
Induccin de hipnosis con sugestiones de relajacin profunda, y visualizacin de
escenas placenteras, aplicadas durante la quimioterapia (mediante una cinta).
Para asegurar su eficacia hay que practicar fuera de la sesin.
Se consiguen reducciones de un 50% en la frecuencia de vmitos y ansiedad pre y
post-quimioterapia.
b) RELAJACIN MIUSCULAR PROGRESIVA CON IMAGINACIN:
Se aplica antes y durante la infusin.
El terapeuta aplicar la relacin en las 4 primeras sesiones, para despus aplicarla el
sujeto slo y practicar fuera de la sesin.
Eficacia del 50% en la reduccin de nuseas y vmitos.
c) BIOFEEDBACK-EGM CON IMAGINACIN:
Aplicacin de BF de tensin muscular, en localizaciones mltiples + entrenamiento en
relajacin e imaginacin durante las infusiones.
d) DESENSIBILIZACIN SISTEMTICA:
Se construye una jerarqua de estmulos ansigenos relacionados con la quimioterapia,
y se expone en imaginacin a los sujetos al mismo tiempo que se aplica relajacin.
Su efectividad se mantiene aunque no se administre al mismo tiempo que la
quimioterapia.
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e) TCNICAS DE CONTROL ATENCIONAL:
Durante la sesin de quimioterapia, se utilizan tcnicas de distraccin mediante
estmulos externos, mediante videojuegos (especialmente til), u otras actividades
distractoras (tv, contar historias), para impedir que se produzca el condicionamiento
clsico.
Vasterling ha probado que la relajacin y la distraccin muestran una eficacia similar.
CONTROL DEL DOLOR
El dolor en cncer est fuertemente influenciado por dimensiones cognitivas, afectivas y
conductuales (adems de las somticas), por lo que, el tto adecuado implica, tanto
intervenciones mdicas como psicolgicas.
Su prevalencia e intensidad aumenta a medida que lo hace la enfermedad (el dolor
moderado o severo afecta a 40-45% de los pacientes en el diagnstico inicial, al 35-40% en
estadios intermedios, y al 60-85% en cncer avanzado).
La etiologa puede clasificarse en:
a) Dolor agudo provocado por los ttos y pruebas diagnsticas.
b) Dolor del cncer.
c) Dolor crnico de origen no maligno.
La evaluacin del dolor ha de comprender:
a) Dimensiones conductuales: niveles de actividad y hbitos interrumpidos o
deteriorados.
b) Dimensiones sensoriales o fisiolgicas: intensidad y caractersticas del dolor.
c) Dimensiones cognitivas: pensamientos y aspectos atencionales que aumentan o
disminuyen el impacto de los aspectos sensoriales.
d) Impacto del dolor en el funcionamiento fsico, la interaccin social y sntomas afectivos
concurrentes.
Las intervenciones psicolgicas ms utilizadas han sido: hipnosis, relajacin
progresiva y biofeedback, programas de condicionamiento operante para aumentar
niveles de actividad motriz y social del paciente, disminuir conductas de queja y aumentar
las conductas cooperativas con el personal sanitario.
Desarrollos reciente de los PROGRAMAS COGNITIVO-CONDUCTUALES, especialmente
los de Inoculacin de Estrs.
Elementos:
1. Educacin: aportar informacin sobre aspectos sensoriales, motores, afectivos y
cognitivos implicados.
2. Adquisicin y consolidacin de habilidades de afrontamiento:
- Para disminuir aspectos sensoriales: relajacin y respiracin controlada,
entrenamiento en control de la atencin.
- Para tratar aspectos motores y afectivos: distraccin, imaginacin o reinterpretacin
de sensaciones, graduacin de tareas y habilidades sociales.
- Para modificar aspectos cognitivos y afectivos: detencin del pensamiento,
resolucin de problemas y control de dilogo interno.
3. Ensayo y aplicacin de las habilidades entrenadas.
4. Entrenamiento en generalizacin y mantenimiento.
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En el dolor asociado al cncer. stas tcnicas han de aplicarse en combinacin con las
intervenciones farmacolgicas, sobre todo en caso de dolor continuo y/o de alta intensidad
(las tcnicas de relajacin o redireccin de la atencin no son aplicables).
Para disminuir la ansiedad y el estrs ante procedimientos diagnsticos que implican dolor
agudo (punciones lumbares, etc.) sobre todo en nios, se han aplicado: Tcnicas operantes
de reforzamiento positivo contingente a la conducta cooperativa, tcnicas de modelado
filmado o en vivo e informacin preparatoria y ensayo conductual, imaginacin emotiva,
distraccin imaginaria y visualizacin, hipnosis, y tcnicas de relajacin y respiracin.
INTERVENCIN EN LA FASE TERMINAL
Los cuidados paliativos son el conjunto de intervenciones mdicas y psicolgicas, en
caminadas a mantener y mejorar la calidad de vida de los pacientes en fase terminal.
Caractersticas de la situacin terminal:
a) Enfermedad avanzada, incurable y en fase de progresin rpida, claramente
diferenciada de cronicidad alta relativamente estable.
b) Ausencia razonable de respuesta a ttos especficos.
c) Pronstico de vida inferior a 6 meses.
d) Impacto emocional intenso sobre el enfermo, sus familiares y los propios terapeutas, por
la proximidad de la muerte y modulado por el sufrimiento fsico, el aislamiento y la
soledad.
Las unidades de cuidados paliativos son servicios hospitalarios especializados en ste tipo
de atencin e integradas por equipos multidisciplinares.
La atencin puede ser domiciliaria, mediante equipos de apoyo o unidades de asistencia
domiciliaria, en colaboracin con la asistencia a centros de da, consultas externas y
servicios de hospital.
En primer lugar, los cuidados paliativos han de orientarse al control de los sntomas fsicos:
dolor, fatiga, debilidad, problemas de suelo, anorexia, etc.
En el paciente terminal es necesario (Bays):
- Identificar y evaluar los sntomas fsicos, psicolgicos, sociales y ambientales que se
valoren como una amenaza importante para el paciente.
- Eliminar, atenuar o compensar los sntomas negativos.
- Descubrir y potenciar los propios recursos del paciente para reducir su indefensin.
- Mejorar su estado de nimo.
- Aumentar su grado de satisfaccin (potenciando los estados de humor positivos, las
relaciones sociales y la autoestima).
Respecto a la familia:
- Apoyo emocional para el afrontamiento de la situacin actual y para la prdida
inminente.
- Apoyo informativo de los recursos que se pueden usar.
- Asistencia durante el duelo.
Respecto al personal sanitario, hay 2 objetivos:
- Ayudar al manejo de sus propias emociones ante la situacin terminal e impedir el
burnout.
- Formacin en la deteccin de las necesidades reales del paciente terminal.
Segn Barreto y cols, el papel del psiclogo se resume en 3 puntos:
1. Fomentar los recursos del paciente (relajacin, distraccin, imaginacin).
2. Detectar las necesidades psicolgicas y problemas especficos del enfermo
(dependencia, depresin soledad, ansiedad, etc.), del equipo teraputico y de la familia.
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3. Dar apoyo emocional.
EXPOSICIN DE UN PROGRAMA DE
PACIENTES CON CNCER DE MAMA
EVALUACIN
INTERVENCIN
EN
99
-
TRATAMIENTO
Puede ser aplicado en grupos de 2 a 6 pacientes.
Se realiza en 3 sesiones de 45 minutos.
PRIMERA SESIN:
Una primera fase de educacin, en la que se aporta informacin sobre:
- Las posibles reacciones emocionales por las que va a pasar.
- Exposicin razonada del programa. Se explica que el programa de intervencin
consiste en el entrenamiento de distintas habilidades, y de su puesta en prctica,
Esto facilita la colaboracin, la adhesin al tto y la adopcin de un papel activo por la
paciente.
- Explicacin de la naturaleza transaccional del estrs, reinterpretando la situacin
quirrgica. Se le comunica que los acontecimientos, en s mismos, no causan estrs,
sino que ste depende de la otros factores como las habilidades que se tengan para
hacerle frente, de la forma de percibir la propia situacin y las habilidades. As, se
intenta estimular la adopcin de un estilo de afrontamiento positivo, utilizando
ejemplos de la vida cotidiana.
Se comienza un entrenamiento en tcnicas de control de la ansiedad, como
respuesta de afrontamiento especfica a la situacin de ciruga.
- Aprendizaje de ejercicios de respiracin controlada, con lo que se conseguir
modificar el foco atencional, de los estmulos discriminativos propios de la situacin
quirrgica.
- Es importante el entrenamiento en la indentificacin de las seales de tensin, ante
las que habr que aplicar la tcnica.
As se consigue un adiestramiento para el autocontrol de conductas y la obtencin
de interpretaciones adaptativas.
- Durante la sesin, el terapeuta aportar feedback de la ejecucin a cada miembro
del grupo, as como instrucciones para que, entre ellos, se refuercen en las
sucesivas puestas en prctica en las intersesiones.
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100
SEGUNDA SESIN:
TERCERA SESIN:
101
-
b) Exposicin graduada:
Para eliminar la ansiedad ante el cambio corporal, se lleva a cabo una tcnicas de
exposicin gradual hasta la respuesta terminal: poder verse desnuda (ltimo tem de la
jerarqua).
c) Reestructuracin cognitiva:
Para sustituir cogniciones negativas ("la ciruga no resolver mi cncer", "voy a morir
pronto"), por otras ms adaptativas.
Procedimiento:
- Informacin sobre el papel de las cogniciones en la activacin emocional, con
ejemplos.
- Autoobservacin de los pensamientos e identificacin de sus efectos sobre el estado
de nimo y el comportamiento. Se anotarn en autorregistros, los pensamientos, el
grado de ansiedad que producen y los estmulos asociados.
- Consideracin de explicaciones alternativas y del grado de credibilidad que la
paciente les otorga.
- Pruebas de realidad, y feedback externo, para aceptar la utilidad de la nueva
consideracin de los acontecimientos.
La reestructuracin cognitiva debe dirigirse a hacer que la paciente adopte un estilo de
afrontamiento positivo, que considere la calidad de vida y el proceso de enfermedad
bajo su control, que aumente su autoestima y no adopte estrategias de resignacin
pasiva, fatalismo y conformismo, que conducen a la depresin y la desesperanza.
d) Solucin de problemas:
Para entrenar a la paciente en la identificacin y resolucin de los problemas inmediatos
a los que debe enfrentarse. Entre ellos:
- La manera de comunicar a las personas de su medio habitual cul es su situacin y
estado.
- Las relaciones sexuales y de pareja.
TRATAMIENTO DE
QUIMIOTERAPIA
LOS
EFECTOS
COLATERALES
INDUCIDOS
POR
LA
Objetivo:
Prevenir la aparicin de nuseas y vmitos condicionados.
El tto de quimioterapia (6 sesiones) conlleva efectos colaterales (ansiedad, nuseas y
vmitos anticipatorios).
Procedimiento de evaluacin:
Previo a la administracin del primer ciclo, en el que se emplean los siguientes
procedimientos:
Entrevista estructurada: variables sociodemograficas, informacin sobre el tto,
expectativas, ingesta de alcohol, valoracin del nivel de ansiedad.
Informacin ms amplia sobre los niveles de ansiedad y depresin mediante el
STAI y el BDI. As como del nivel de calidad de vida mediante el QLQ-C30 y BR23.
Entrenamiento en la cumplimentacin de un sistema de autorregistro en el que se
miden los parmetros de intensidad de la ansiedad, intensidad y duracin de las
nuseas y frecuencia de vmitos, antes y despus de cada ciclo.
En el tercer ciclo, se puede volver a realizar una evaluacin de la calidad de vida.
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102
Una vez concluido el tto, se realiza una nueva medicin de las variables de
ansiedad, calidad de vida y depresin.
EMOCIONAL
DE
LA
LESIN
DE
LAS
En el periodo post-lesin, algunos cuestionarios pueden ser tiles para evaluar los
estados emocionales de los deportistas lesionados:
- SCL-90 (Derogatis).
- MMPI (Minnesota): puede detectar 2 tipos de deportistas que responden mal a la
rehabilitacin de las lesiones:
102
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1. Perfil de "somatizacin": se quejan de mltiples y difusos sntomas
fisiolgicos.
2. Perfil de "afliccin reconocida" reconocen estar afectados emocionalmente por
culpa de la lesin.
En ambos casos, convendr modificar las manifestaciones emocionales que interfieran
negativamente con el proceso de rehabilitacin.
Problemas de stos cuestionarios:
- Su extensin.
- Instrumentos poco sensibles para detectar las fluctuaciones emocionales
transitorias.
POMS: Instrumento muy sensible a los cambios emocionales que pueden producirse
desde la aparicin de la lesin hasta la reaparicin.
6 dimensiones: tensin-ansiedad, depresin-abatimiento, enfado-hostilidad, vigoractividad, fatiga-inercia y confusin-desconcierto.
Se considera un buen perfil emocional el tener puntuaciones bajas en todas las
dimensiones salvo en vigor-actividad. Otros perfiles peores sugieren la presencia de
reacciones emocionales adversas.
Correlacin entre el perfil de POMS y la eficacia percibida de la rehabilitacin.
104
- Detectar problemas en el proceso de rehabilitacin y medir el xito teraputico.
- Evaluar el grado de ajuste/desajuste emocional del deportista lesionado.
Indicadores de un posible desajuste:
a) Estimacin excesiva de puntos de dolor a lo largo del cuerpo.
b) Distribucin inusual de los puntos de dolor.
c) Sealizacin inapropiada.
Pero, stos indicadores deberan alertar al equipo mdico sobre la posibilidad de que
existan otros problemas fisiolgicos no detectados (otra lesin o variante de la
diagnosticada), o sobre la posibilidad de que el deportista no hay entendido bien el
ejercicio a realizar, o que le cueste discriminar.
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dominio sobre la tarea y el xito, y stos incrementarn la motivacin por la motivacin,
incidiendo positivamente sobre la adherencia.
Esta evaluacin de rendimiento se puede efectuarse inicialmente, observando o utilizando
como criterio la conducta de esfuerzo; despus, se le puede exigir ciertos resultados o
destrezas (grado de estiramiento de la pierna, que realice bien la tabla de ejercicios). En
cualquier caso, se evaluar el rendimiento, estableciendo previamente los criterios
objetivos que deberan cumplirse para que se considere que el deportista lesionado ha
rendido correctamente, y registrando los datos correspondientes.
El conocimiento de estos datos de rendimiento, permite que el deportista tenga informacin
sobres su propia conducta. De esta forma podr corregirla convenientemente y se
desarrollarn una percepcin de dominio, y una autoconfianza muy beneficiosas.
La percepcin de dominio, tambin ha sido evaluada, (Bueno y Buceta): utilizando
escalas de 0-10 puntos que permiten discriminar la medida en que las personas perciben
que van dominando una tcnica o que no avanzan. Ser consciente del dominio ayuda a
fortalecer la autoconfianza, y motivacin por el tratamiento. Por eso, estas escalas son
tambin aconsejables para la evaluacin de la rehabilitacin.
1.4.3. Progreso teraputico,
Evaluar el progreso o las dificultades que lo impiden. Algunas medidas de rendimiento
pueden servir como indicadores de progreso respecto a funciones especficas, o
indicadoras de funcionamiento normal:
- estirar la pierna lesionada X grados durante los ejercicios
- medidas objetivas de fuerza adquirida en la pierna
- andar, correr, saltar, hacer desplazamientos caractersticos del deporte que se practica.
Adems la utilizacin de registros peridicos de progreso que estn a la vista del
deportista, tendrn un enorme valor teraputico si ste observa un avance favorable,
afectando positivamente su autoconfianza, motivacin y adherencia.
En caso de que el progreso no sea el adecuado, por retrocesos o avance lento, los
autorregistros nos permitirn determinar las circunstancias que los han producido o
propiciado (en lugar de intuirlos). La falta de progreso es decepcionante para el deportista,
pero este efecto puede reducirse con la utilizacin de medidas fiables permitir que siga
percibiendo un cierto control sobre el proceso de rehabilitacin, sobre todo si el resultado
adverso de toma como punto de partida para evaluar cuales son las dificultades que estn
interfiriendo en la buena marcha de la recuperacin.
Existe una interaccin continua entre evaluacin e intervencin en el proceso de
rehabilitacin de una lesin. La evaluacin en muchos casos tiene valor teraputico,
propiciando cambios relevantes que facilitan la adecuacin de estrategias de intervencin
(incluyendo las tcnicas de fisioterapia).
1.5. Evaluacin de las variables deportivas durante el perodo de la lesin.
La inactividad, la detencin de la trayectoria o progreso es una fuente de estrs, es preciso
reducirla. Tambin es importante que durante este tiempo el deportista mantenga elevada
la motivacin por el deporte y la autoconfianza. Se tratar que el deportista est lo ms
activo posible fsica y mentalmente, en lo que respecta a su actividad deportiva.
Partiendo de este supuesto, la evaluacin en esta parcela debe tener 2 objetivos:
- Detectar qu es lo que el deportista puede hacer mientras est lesionado, teniendo en
cuenta por un lado, sus limitaciones fsicas y tiempo disponible, y por otro qu es lo que
sera ms til para enriquecer sus recursos como deportista.
Diversas entrevistas entre algunos o todos los implicados (deportista, entrenador,
fisioterapeuta, psiclogo) podrn servir para determinar qu es lo que el deportista
puede hacer durante este periodo (mejorar alguna habilidad concreta, ampliar sus
conocimientos tcitos) siendo muy importante evaluar:
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Lograr apoyo social de familia, del equipo mdico, del entrenador, de los
compaeros en activo, de los compaeros lesionados, y del propio psiclogo. Asimismo
conviene estar alerta respecto el apoyo que puede ser perjudicial (exceso de atencin,
exceso de apoyo...)
Preparar al deportista para la hospitalizacin y la ciruga: informacin, entrenamiento en
relajacin o tcnicas cognitivas para el control de ansiedad previa a la intervencin,
inoculacin de estrs para anticipacin y enfrentamiento a situaciones estresantes,
reestructuracin cognitiva para modificar actitudes y creencias irracionales relacionadas
con la hospitalizacin, intervencin quirrgica y consecuencias de sta.
Platearle la recuperacin como un nuevo reto, percepcin de dominio en lugar de
indefensin lo que le llevar a interesarse y mejorar su motivacin optimismo y estado
de nimo.
Elaborar un plan realista para conseguir el mayor aprovechamiento del tiempo que dure
la lesin. Incluyendo, adems de actividades propias de la rehabilitacin, otras
relacionadas con su actividad deportiva o ajenas al deporte. No sobrecargarlo de tareas,
sino evitar la inactividad, y el surgimiento pensamientos disfuncionales y posteriores
estados emocionales adversos, sintindose intil e indefenso. La elaboracin de un plan
realista e interesante, contribuye a los logros de dicho plan y a que el deportista perciba
un cierto control de la situacin en la que se encuentra y as mejore su estado de nimo.
Contribuir a que aumente su percepcin de control sobre el tratamiento servir para
controlar sus respuestas emocionales. Conocer y participar en las decisiones sobre la
terapia, anticipar dificultades que puedan surgir y registrar el progreso teraputico,
ayudarn a controlar el impacto emocional que puede provocar una recada durante el
periodo de recuperacin
Adaptacin lo mejor posible a su nueva vida. Aceptacin de la realidad, elaboracin de
planes realistas, solucin de problemas reales inmediatos (transporte para acudir a
rehabilitacin), y comprensin y aceptacin de las nuevas reglas, a veces modificando
algunas actitudes y creencias interferentes.
Adquisicin de habilidades de afrontamiento que le ayuden a controlar sus respuestas
emocionales adversas. Relajacin, autoinstrucciones, detencin del pensamiento,
autodilogos positivos, realizacin de actividades gratificantes, deteccin de
interpretaciones automticas estresantes, y bsqueda de explicaciones alternativas,
reevaluacin de la gravedad de la situacin y el planteamiento de la mejor opcin
posible
En casos de reacciones emocionales muy pronunciadas, terapias apropiadas.
Costes
A medio/largo plazo
Beneficios
Costes
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La cumplimentacin de esta matriz, la puede hacer el deportista solo o con ayuda del
psiclogo; en este ltimo caso conviene que el deportista tome la iniciativa y el y que el
psiclogo se limite a sugerirle, utilizando preguntas, algunos posibles costes o beneficios.
El instrumento resultar ms eficaz si el deportista se siente partcipe de la informacin y
asume la decisin que adopte y se compromete con ella.
Plantear objetivos apropiados, desafiantes pero realistas. Se establece primero
como objetivo final la completa recuperacin, y cuando la rehabilitacin sea de larga
duracin, se establecen objetivos intermedios (planteamiento por parte del mdico y del
fisio, el psiclogo sugiere y asesora en cuanto a la conveniencia de establecer objetivos y
la mejor manera de hacerlo para conseguir la mxima eficacia). Tambin es interesante
marcar objetivos inmediatos en cada sesin de rehabilitacin, producen una mayor
motivacin en el trabajo diario y aumentan la autoconfianza al conseguir la mayora de las
veces los objetivos propuestos. Los objetivos se pueden dividir en objetivos de resultado
(estirar la pierna 90) y objetivos de realizacin (acudir a las sesiones, hacer diez flexiones);
los objetivos de resultado se plantean para motivar al deportista hacia una meta de
progreso, fortaleciendo su confianza mediante el xito en su consecucin, los de
realizacin se plantean como previos a los de resultado, especialmente cuando es difcil
marcar objetivos de resultado cercanos en el tiempo, o cuando deban aprender una tcnica
especfica, o cuando la adherencia (para adquirir el hbito de la adherencia) o
autoconfianza sean bajas.
Elaborar planes de trabajo para alcanzar los objetivos marcados. Es funcin, sobre
todo del mdico y fisioterapeuta, asesorados por el psiclogo cuando proceda. Es
conveniente elaborar el plan completo, que contemple la totalidad de trabajo a realizar en
los distintos perodos de la rehabilitacin, para sobre este construir otro ms preciso y ms
cercano en el tiempo indicando los planes diarios de cada sesin de trabajo. El
conocimiento de estos planes potencia la percepcin de control sobre el proceso de
recuperacin
Anticipar posibles dificultades que puedan interferir en los planes de trabajo, o
consecucin de objetivos, y prever soluciones para ellas. Permite aumentar el grado de
percepcin de control sobre el proceso de rehabilitacin y reducir el impacto estresante (i.e.
anticipar la presencia de dolor y desarrollar estrategias para controlarlo, anticipar recadas y
tener un plan a seguir si estas se producen) en el caso de que tales problemas se
presenten y que no decaiga la motivacin por la rehabilitacin
Analizar las recadas y replantear objetivos y planes. Ante la aparicin de recadas o
cuando el progreso no sea el esperado, ser conveniente mantener el control de la
situacin analizando objetivamente estas dificultades y, si fuera necesario, replanteando
objetivos y planes. Tb puede ser necesaria una intervencin cognitiva para sustituir un
estilo de anlisis rgido, global catastrofista (todo va mal, no voy a recuperarme nunca)
por otro ms flexible, concreto, realista (se ha complicado la lesin, pero si analizamos lo
ocurrido podremos saber qu ha pasado y qu tenemos que hacer). En cualquier caso, el
deportista no puede quedarse sin objetivos; si los previos han de ser modificados y
mientras no se establece el nuevo, se marcarn otros para ese tiempo de espera
(descansar la zona afectada hasta que establezcamos un nuevo objetivo la semana que
viene, etc.) para que la motivacin y la percepcin de control sobre el proceso no
disminuyan.
Propiciar el autocontrol de la rehabilitacin. Mediante la implicacin del deportista en
la toma de decisiones sobre el proceso de rehabilitacin y cumplimentando hojas de
control (columnas: objetivo, fecha aproximada para conseguirlo, plan a seguir, posibles
dificultados, posibles soluciones). Mediante instrumentos como este el deportista puede
tener una visin global de cada objetivo teraputico, potenciando su autoconfianza y
motivacin.
Proporcionar feedback de la realizacin y progreso teraputico (se ha sealado su
importancia en la evaluacin).
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Las habilidades verbales adquieren una mayor importancia cuando la comunicacin se
produce mientras el fisioterapeuta trabaja con el lesionado y no puede establecer contacto
visual.
Tambin es importante que sepan transmitir correctamente la informacin ms apropiada
en el momento concreto, de forma que los deportistas tengan claro el trabajo que tienen
que realizar y aumente su motivacin por ste.
Desde las habilidades verbales, lo ms importante es desarrollar una buena disposicin por
parte del deportista lesionado a escuchar. Esta disposicin puede desarrollarse
incrementando la motivacin por la recuperacin y a travs de las habilidades apuntadas
para saber escuchar.
Otras habilidades verbales y no verbales muy tiles son:
Cuando sea posible, establecer contacto visual con el deportista, sobre todo cuando
la informacin sea importante, entonces conviene transmitirla en una situacin que permita
el contacto visual
Expresarse del modo ms sencillo, claro y preciso posible, evitar rodeos.
Utilizar la pronunciacin, la velocidad, el volumen y la entonacin adecuados
Acompaar los mensajes verbales de gestos no verbales apropiados (expresiones
faciales, movimiento de las manos, etc.)
En lo posibles completar la informacin verbal con grficos, dibujos o sealando
directamente la zona de la que se est hablando.
Tambin se pueden utilizar instrumentos sealados en el apartado de evaluacin
como: termmetros de dolor, o dibujos en los que los deportistas expresan sus
experiencias de dolor.
2.3.2. Biofeedback.
Consiste en aportar informacin inmediata, auditiva o visual, sobre diversas funciones del
organismo, en este caso relacionadas con la lesin. Se puede utilizar para los fines:
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2.3.3. Relajacin.
Sirve para controlar algunas manifestaciones de estrs, y puede ayudar, en la lnea del
biofeedback de la tensin muscular, a reducir la activacin de la zona lesionada y favorecer
la mejor circulacin sangunea (que ayuda al deportista y a su proceso de rehabilitacin).
Bresler: la prctica regular de la relajacin puede acelerar notablemente la recuperacin.
Tambin puede contribuir de forma indirecta facilitando la prctica en imaginacin.
La intensidad de la relajacin depender de la situacin en la que se aplique y del
objetivo concreto que se persiga en dicha situacin.
- Profunda: en una prctica en imaginacin, en la que se pretende conseguir un
estado de tranquilidad, aislamiento del exterior y mxima concentracin
- Ser menos intensa entre ejercicio y ejercicio de rehabilitacin dentro de una
misma sesin (cuando acaba una tanda de ejercicios, se relaja la zona y se prepara para la
siguiente).
Es necesario que el deportista est entrenado en esta habilidad. La relajacin progresiva
de jacobson, si se domina antes de que se produzca la lesin puede ser muy valiosa para
provocar relajacin diferencial en la zona afectada. Sin embargo cuando el deportista no
domine este procedimiento, ser ms aconsejable elegir otra estrategia que no conlleve la
provocacin de tensin en la zona lesionada, o ensayar la tensin-relajacin de Jacobson
en otros grupos musculares y el observar si el deportista es capaz de generalizar este
entrenamiento como para relajar la zona lesionada sin necesidad de tensarla.
Una alternativa til es las sensaciones de calor y pesadez del entrenamiento autgeno de
Schultz (conviene evitar las sensaciones de calor si el deportista siente escozor en la zona
afectada que pretende relajar), o determinadas sugestiones hipnticas que pueden
resultar muy tiles en las sesiones que se quiere conseguir una relajacin profunda. Los
procedimientos de Jacobson y Schultz pueden ser aprendidos con facilidad por los
deportistas, sobre todo las versiones abreviadas que son ms apropiadas en este contexto.
Una de estas versiones es el Mtodo de Bajo Coste Inicial (Bueno y Buceta) que
simplifica el entrenamiento en relajacin progresiva y aumenta la motivacin inicial por la
prctica regular de los ejercicios de relajacin.
Estos procedimientos sencillos pueden ser autoaplicados por el deportista lesionado para
optimizar la recuperacin, aunque en ocasiones ser conveniente el asesoramiento de un
psiclogo. Sin embargo, el uso de sugestiones hipnticas requiere un grado de
especializacin mayor, por lo que slo deben emplearlas los psiclogos que dominen
suficientemente este procedimiento.
En cualquier caso, los psiclogos no deben emplear tcnicas de relajacin con deportistas
lesionados sin que el mdico los asesore sobre la conveniencia de relajar la zona
lesionada.
2.3.4. Prctica en imaginacin.
Objetivo: optimizar la curacin de la lesin mediante la imaginacin de los procesos que
deberan producirse en la realidad para que se produjera dicha curacin. La tcnica se
apoya en la influencia que la mente puede tener sobre los procesos que tienen lugar en el
cuerpo. En su favor, algunos autores han comprobado que la utilizacin regular de
determinadas imgenes en estado de relajacin contribuye a acelerar y mejorar la
recuperacin.
Las imgenes que pueden evocarse son:
Relacionadas con la parte lesionada mientras est curndose
Relacionadas con el tratamiento de fisioterapia que est provocando la recuperacin
Relacionadas con la parte lesionada, totalmente curada y funcionando
perfectamente
Estas imgenes pueden combinarse de manera conveniente:
-las primeras pueden emplearse como la parte central en las sesiones diarias ajenas al
trabajo de rehabilitacin,
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-las segundas pueden utilizarse durante los ejercicios de fisioterapia en
combinacin con los ejercicios de rehabilitacin
-las terceras al final de las sesiones.
Naturalmente, para que el deportista pueda hacer estos ejercicios de imaginacin necesita
disponer de informacin sobre los procesos que deberan estar ocurriendo en esa parte de
su cuerpo para que en realidad se estuviera produciendo la curacin. Se pueden utilizar
dibujos, vdeos didcticos, etc, aunque tampoco es necesario que los deportistas conozcan
con exactitud los procesos fisiolgicos.
Las sesiones de imaginacin deben hacerse asiduamente, pero no deben durar mucho (un
mximo de 20 minutos, incluyendo la relajacin); el tiempo de cada escena de la curacin
en imaginacin no debe ser muy largo (no ms de un minuto seguido), pudindose
programar varios perodos de trabajo especfico en imaginacin (por ejemplo, dos
inicialmente, tres, cuando el deportista domine mejor la tcnica; en ningn caso ms de
cinco) que se alternen con perodos de descanso mental (relajado, centrando la atencin
sin esfuerzo en partes distintas de la lesin). Siguiendo este mismo procedimiento, se
puede inducir en imaginacin lo que suceder en el interior de la parte afectada cuando se
inicie ese ejercicio que se va a practicar.
El ltimo periodo de trabajo especfico en imaginacin podra hacerse con imgenes en las
que el deportista se vea ya recuperado del todo haciendo su actividad normal. Estas
imgenes agradables pueden fortalecer la motivacin por la rehabilitacin, pero no son
aconsejables en casos de deportistas que temen recuperarse con tendencia a la evitacin o
escape.
Este mismo procedimiento puede seguirse durante algunas sesiones de fisioterapia. El
fisioterapeuta puede explicar al deportista lo que debera suceder en la zona afectada al
realizar el ejercicio. Despus la prctica en imaginacin puede emplearse inmediatamente
antes del ejercicio o durante la realizacin del mismo (i.e. durante ejercicios de estiramiento
pero no durante ejercicios en el isocintico en los que la atencin del deportista debe
situarse en la informacin que le proporciona el aparato). En cualquier caso, la relajacin
puede incorporarse activamente al conjunto de la sesin.
Durso y Cupal: los sujetos lesionados que utilizaron relajacin y prctica en imaginacin
como complemento del tratamiento en fisioterapia, 6 meses despus de la intervencin
quirrgica mostraron un progreso significativamente mayor que los lesionados que no
usaron estas tcnicas psicolgicas, en variables como fuerza, grados de extensin,
recadas (menos recadas) y el nivel de ansiedad (menos ansiedad), as como una vuelta
ms rpida a la actividad deportiva habitual.
2.3.5. Tcnicas para el control de dolor.
Se debe discriminar entre el dolor que se debe tolerar y que se debe intentar aliviar con
estrategias para ello y el dolor que indica que se debe interrumpir la actividad que lo
provoca.
Heil propone una serie de estrategias para ayudar a controlar el dolor que ha de
soportarse. Ha diseado la Matriz Atencional del Dolor y Actividad, en la que
combinndose 2 dimensiones atencionales: atencin-distraccin del dolor y atencin
distraccin de la actividad o tarea de rehabilitacin, pueden encontrarse 4 tipos de
estrategias.
Estrategias para el control mental del dolor, segn su ubicacin en la Matriz de Dolor y
Actividad de Heil
Atencin al dolor
Distraccin del dolor
Atencin a las Asociacin
del
dolor
al Atencin externa centrada en las
tareas
de rendimiento y el xito en la tareas de rehabilitacin
rehabilitacin
rehabilitacin
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Distraccin
de Imaginacin de procesos que Atencin a imgenes agradables
las tareas de controlan el dolor.
Atencin a imgenes neutras
rehabilitacin
Transformacin de la sensacin Actividad mental rtmica y montona
de dolor
Ejemplos de circunstancias que pueden aconsejar la utilizacin de unas u otras
estrategias para control del dolor:
Atencin al dolor
Distraccin del dolor
Cuando el deportista evita el dolor
Atencin a las adoptando posturas incorrectas o Durante los ejercicios de
tareas de
haciendo mal los ejercicios
rehabilitacin,
cuando
el
rehabilitacin
Cuando
puede
aumentar
el deportista
debe
estar
rendimiento en las tareas de pendiente
del
feedback
rehabilitacin
isocintico
Cuando lo permite el tipo de atencin
que se debe dirigir a la tarea
Distraccin
de
En las pausas entre ejercicios o en En las pausas entre ejercicios.
las tareas de ausencia de tareas de rehabilitacin Por la noche, cuando intenta
rehabilitacin
cuando no se pueda evitar percibir el dormirse
dolor o se considere conveniente que
no olvide las sensaciones de dolor
a) las que dirigen la atencin hacia la tarea de rehabilitacin y tambin hacia el dolor
b) las que dirigen la atencin hacia la tarea pero no hacia el dolor
c) las que no dirigen la atencin a la tarea de rehabilitacin y s a la experiencia de dolor
d) las que apartan la atencin tanto de la tarea de rehabilitacin como del dolor.
Siete tipos de estrategias atencionales para controlar el dolor han sido consideradas a
menudo en la literatura, y que pueden acoplarse a la matriz de Heil
Dirigir la atencin hacia estmulos externos
Atender a imgenes agradables
Atender a imgenes neutras
Realizar una actividad mental montona
Imaginar procesos que controlan el dolor
Transformar el dolor en una sensacin agradable
Asociar el dolor a la consecucin de un importante reto personal
La relajacin tambin puede resultar til para controlar el dolor. Puede servir para dirigir la
atencin (cuando no se necesite para los ejercicios de rehabilitacin) hacia la actividad
montona y sensaciones agradables de los ejercicios de relajacin, transformar la
sensacin de dolor o imaginar un proceso que lo controla. Puede resultar especialmente til
en las pausas entre ejercicios que provocan dolor y en momentos de descanso en los que
el deportista deba controlarlo (i.e. antes de dormirse).
Una tcnica que ha mostrado su eficacia en este mbito es la Inoculacin de estrs en su
versin expresamente adaptada para el control del dolor.
Cuando exista miedo al dolor, pueden aplicarse tcnicas como la Desensibilizacin
Sistemtica, exposicin programada al dolor y a las situaciones que pueden
provocarlo (utilizando en muchos casos autoafirmaciones y autoinstrucciones) y tcnicas
cognitivas.
2.3.6. Autoafirmaciones y autoinstrucciones.
Autoafirmaciones: frases que una persona se dice a s misma para controlar la conducta
en el sentido que ms le conviene. Pueden servir para recordar aspectos importantes que
deben tenerse en cuenta en un momento determinado, debiendo ser congruentes con las
creencias o actitudes ms estables que se relacionan con la autoafirmacin (no sirve de
mucho repetir una autoafirmacin si no se cree en ella).
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Pueden ayudar a los deportistas a superar momentos concretos de bajo estado de
nimo, y mnima motivacin por la rehabilitacin, y tambin a preparar y aliviar las
situaciones ms estresantes de sta.
Sin embargo, si estos dficits de estado de nimo o motivacin son ms o menos
permanentes, habr que utilizar otras estrategias. La simple repeticin de las frases no es
suficiente, se elegirn frases del propio repertorio del deportista, y de las que haya una
conviccin mnimamente estable. Por ejemplo, si el deportista no cree que hacer las tareas
de rehabilitacin le ayuda a mejorar el estado de nimo, ser absurdo que se repita una y
otra vez que s le ayuda; en lugar de ello se deber intentar modificar esa creencia (i.e.
buscando evidencia relevante y discutindola de la manera apropiada) e introducir la
autoafirmacin cuando el deportista tenga una mnima conviccin de que, efectivamente las
tareas de rehabilitacin le ayudan a mejorar su estado de nimo.
En ausencia de dficits permanentes, y en presencia nicamente de dficits ocasionales
que interfieren con el desarrollo de la rehabilitacin, determinadas autoafirmaciones pueden
resultar muy tiles: s que es normal estar desanimado, pero tengo que seguir haciendo
rehabilitacin, seguramente me sentir mejor despus de las tareas de rehabilitacin,
etc.
Tambin pueden utilizarse las autoafirmaciones para preparar y aliviar las situaciones
ms estresantes de la rehabilitacin, como por ejemplo, tener que realizar ejercicios de
fisioterapia cansados o dolorosos, no ejecutarlos con la eficacia esperada, o no alcanzar
los resultados deseados. En estos casos, en presencia de creencias que las apoyen,
pueden emplearse frases como: s que me va a doler, pero puedo soportarlo, cuando me
duela me va a apetecer dejarlo, pero tengo que seguir hasta el final del ejercicio, me va a
doler pero esa es la seal de que voy por buen camino, o no he podido hacerlo como
pensaba, tengo que replantearme mis objetivos.
Tambin pueden prepararse autoafirmaciones que ayuden a controlar el impacto
emocional de la aparicin del tipo de dolor que exige dejar la tarea. (i.e. saba que esto
poda ocurrir, es parte del proceso de la rehabilitacin, etc.) as como actuar de la
manera ms til en estos casos (i.e. no sirve de nada que lo siga intentando, hay que
parar, debo pensar con la cabeza y hacer lo que ms me conviene, etc)
Las autoinstrucciones son tambin autoafirmaciones, aunque en este caso, contienen
rdenes concretas que sirven para recordarse hacia donde debe dirigirse la atencin (i.e.
cntrate en la sensacin de pesadez de la zona lesionada) o qu es en concreto lo que se
tiene que hacer (i.e. sigue corriendo, no te detengas)
Las autoinstrucciones pueden ayudar a los deportistas lesionados a aplicar tcnicas de
fisioterapia (i.e. estira ms la pierna, centra tu atencin en la tarea y olvdate del dolor) o
tcnicas psicolgicas (Biofeedback, relajacin, prctica en imaginacin y tcnicas para
controlar el dolor).
La utilizacin de autoafirmaciones y autoinstrucciones requiere que los deportistas hayan
sido previamente preparados para ello. Se debe detectar la necesidad de utilizar esta
estrategia y el momento adecuado. Tambin se deben seleccionar las frases ms
adecuadas y ensayar su uso, pudiendo utilizarse para ello la prctica en imaginacin y roleplaying.
2.4. Optimizacin del tiempo de inactividad
Segn IevIeva y Orlick: el tiempo de inactividad que necesariamente tiene que pasar el
deportista lesionado debera aprovecharse para descansar, reflexionar y mejorar en
cuestiones deportivas para las que normalmente se tiene menos tiempo. Este enfoque
favorece que el deportista aproveche mejor el periodo de su lesin y tambin, que mejoren
su estado de nimo y su motivacin por la recuperacin.
Con este objetivo, se pueden emplear estrategias para incrementar la motivacin y
autoconfianza respecto a las tareas de rehabilitacin.
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El psiclogo sugerir al entrenador la conveniencia de plantear objetivos deportivos
para los lesionados teniendo en cuenta sus limitaciones. Para que estos objetivos sean
incentivantes y cumplan su cometido deben ser percibidos por los deportistas como algo
que contribuir a mejorar sus recursos cuando vuelvan a su actividad normal, y no como
algo irrelevante para matar el tiempo.
Es importante que el entrenador se preocupe de la evolucin del deportista en relacin con
los objetivos deportivos, ayudndole a cumplirlos.
Este perodo de inactividad debe servir tambin al deportista para salir fortalecido en
habilidades psicolgicas (establecimiento de objetivos personales, preparacin personal
para la competicin, tcnicas de control de estrs, estrategias atencionales, tcnicas
cognitivas relevantes, etc.) de forma que superada la lesin, pueda enfrentarse mejor a las
demandas estresantes del entrenamiento y la competicin. Tambin puede ser un buen
momento para trabajar en las cogniciones perjudiciales estables que, en muchos casos
dificultan el progreso deportivo y pueden aumentar la vulnerabilidad al estrs.
2.5. Preparacin del deportista para la reaparicin
La reaparicin del deportista lesionado constituye una situacin potencialmente estresante
por motivos tales como: la necesidad de adaptarse a esa nueva situacin, las expectativas
de rendimiento de los dems y de l mismo, la incertidumbre respecto al rendimiento, la
presencia de demandas deportivas inmediatas y el miedo a lesionarse de nuevo.
La intervencin psicolgica en este caso se dirigir a:
Planteamiento de objetivos progresivos para aumentar su motivacin y
autoconfianza. Se suelen establecer objetivos de resultado a largo, medio y corto plazo
y establecer diversos objetivos sucesivos de realizacin que conduzcan
progresivamente al objetivo de resultado ms cercano; es aconsejable marcar primero el
objetivo a largo plazo (de resultado), establecindose as la meta a la que el deportista
quiere llegar, y pasar despus a establecer los objetivos a medio y corto plazo (de
resultado) que deben constituir los pasos intermedios hacia el objetivo final. Una vez
determinados los objetivos de resultado que el deportista pretende alcanzar en el orden
descendente sealado, se pasa a establecer los objetivos de realizacin que necesita
alcanzar, progresivamente hasta optar a conseguir el objetivo de resultado a corto plazo.
En esta ocasin debe comenzar por orden cronolgico, empezando por el objetivo ms
inmediato y planteando, de manera sucesiva, tantos objetivos de cmo sean necesarios. La
distancia del objetivo de resultado a corto plazo depender del tiempo que haya estado
inactivo el deportista lesionado. En general, a mayor duracin de la lesin mayor distancia
y, por tanto, mayor nmero de objetivos progresivos de realizacin. (para entender esto
ayuda ver el cuadro a continuacin:)
En deportistas con poca autoconfianza o cierta incertidumbre con respecto a su
rendimiento, puede ser conveniente, en un principio, sustituir la estrategia anterior por otra
que consista en plantear un periodo de prueba aplazando el planteamiento de objetivos
de resultado hasta ver como se desenvuelve el deportista; de esta forma, se puede reducir
su ansiedad establecindose nicamente, objetivos de realizacin a muy corto plazo, y
evalundose la experiencia de la reaparicin, en funcin de estos objetivos, con el carcter
de una prueba que aportar informacin muy valiosa para establecer los objetivos de
realizacin sucesivos y, ms adelante los objetivos de resultado.
Estas experiencias de prueba han sido utilizadas con xito en otros contextos en los que
las personas deben exponerse a situaciones muy temidas, pudiendo ser especialmente
tiles para afrontar la reaparicin de los deportistas ms inseguros o en aquellos casos en
los que objetivamente, el resultado de la reaparicin sea muy incierto.
Control de expectativas de rendimiento. El planteamiento apropiado de objetivos
puede contribuir a controlar las expectativas de rendimiento de los deportistas que se
preparan para reaparecer despus de la lesin. Sin embargo suele ser conveniente
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complementar esta estrategia con tcnicas dirigidas a modificar creencias que apoyan
expectativas poco realistas. Las terapias cognitivas de Ellis y Beck pueden ser de gran
utilidad en este punto. Tambin pueden serlo para controlar el posible impacto de las
expectativas de los dems.
Comprensin, aceptacin y adaptacin a nuevos roles. En muchas ocasiones, tras
la lesin, ha de ocupar otros roles diferentes a los que antes realizaba. El deportista ha de
saber y aceptar y adaptarse lo mejor posible a lo que se espera de l, el perodo de tiempo
que va a estar de suplente, y los planes reales que el entrenador y la direccin tienen para
l.
Sin duda es positivo que el paciente no sea conformista y tenga la ambicin de mejorar su
situacin deportiva presente, pero no suele este ser el momento ms apropiado para
plantearse todava este tipo de retos y esto le ayudar tambin a evitar el estrs superfluo
de y perjudicial que conllevara no adaptarse convenientemente a retos ms ambiciosos.
En estas circunstancias el apoyo social apropiado puede ser de gran utilidad
Tambin deber estar preparado para recibir las opiniones de los dems. El psiclogo
puede contribuir a esta preparacin utilizando tcnicas cognitivas que ayuden al deportista
a valorar correctamente tales opiniones y, en ocasiones entrenndolo para que responda
correctamente a preguntas y comentarios perjudiciales de otras personas.
Para aceptar el nuevo rol puede ser de utilidad la matriz de decisiones donde se
combinan ventajas e inconvenientes de aceptar el nuevo rol y no aceptar el nuevo rol.
Sin embargo hay casos en los que una cierta dosis de falta de aceptacin y adaptacin al
nuevo rol resulta positiva para que el deportista intente superarse, sin que apenas exista
riesgo de que por ello le vaya peor.
Elaboracin y ensayo de planes de actuacin.
Esto puede servir al deportista para percibir control.
Se puede elaborar un plan apropiado previniendo las dificultades que pudieran surgir y
anticipando posibles soluciones.
Los planes se pueden ensayar mediante situaciones simuladas en imaginacin o en vivo.
La prctica en imaginacin puede servir para:
- repasar los planes de actuacin
- imaginar las posibles dificultades: esta estrategia cuando se usa para imaginar
dificultades, no se debe utilizar inmediatamente antes de la competicin (i.e. en los dos
das anteriores), ya que la exposicin podra aumentar la ansiedad (en das previos se
pueden practicar imgenes positivas)
- aplicar soluciones a stas
La interaccin entre el establecimiento de objetivos, la elaboracin de planes, la
anticipacin de dificultades, la preparacin de planes alternativos, y el ensayo apropiado de
todo ello, contribuirn en gran medida a la preparacin de la reaparicin.
Control de respuestas emocionales.
Control del dolor y tratamiento del miedo a lesionarse de nuevo. Para enfrentarse a
experiencias de dolor, estrategias como las apuntadas en el control del dolor, pueden
planearse y ensayarse, en vivo o en imaginacin, en situaciones similares a las del
entrenamiento y competicin. Con respecto al miedo a una nueva lesin, si ste puede
incrementar el nivel de ansiedad y afectar perjudicialmente su rendimiento deportivo y el
riesgo de nuevas lesiones, se utilizarn tcnicas especficas (DS, inoculacin de estrs,
exposicin a situaciones que pudieran provocar una nueva lesin, o reestructuracin
cognitiva.) que pueden ser de gran ayuda. Como tambin lo ser que el deportistas se
adhiera a medidas que disminuyan su vulnerabilidad a las lesiones (i.e. haciendo ejercicios
de fisioterapia, cuidando su alimentacin, etc.) y perciba que est realizando un trabajo
preventivo eficaz.
Intervencin especfica en deportistas que deban competir lesionados
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La intervencin psicolgica se centrar en:
Ayudarle a comprender, aceptar y adaptarse lo mejor posible a sus limitaciones. Es
necesario que sepa que cosas puede hacer y cules no. Se utilizarn tcnicas
cognitivas para modificar creencias que puedan interferir con la aceptacin y
adaptacin. Por ejemplo: si el deportista debe competir con vendajes, convendr que se
acostumbre a ellos y anticipe las dificultades que puedan ocasionarle antes de la
competicin para que stos no le distraigan de los estmulos deportivos a los que debe
prestar atencin mientras compite.
Favorecer la adherencia a medidas de rehabilitacin que le ayuden a realizar su
actividad normal. Las tcnicas son las mismas que para conseguir la adherencia a la
rehabilitacin. Hay que tener en cuenta que en este caso puede existir una sobrecarga
de trabajo (la rehabilitacin+competicin), se ha de elaborar un programa de actividades
razonable.
Tratar el miedo a competir lesionado. Para eliminar el carcter amenazante de las
situaciones temidas:
la desensibilizacin sistemtica
la inundacin
exposicin en vivo en entrenamientos y competiciones menores
reestructuracin cognitiva
Para ayudar al deportista a enfrentarse activa y eficazmente a estas situaciones
estresantes:
la inoculacin del miedo (inoculacin de estrs)
la deteccin del pensamiento
el control de la atencin antes y durante la competicin
respiracin profunda
determinadas autoinstrucciones
Preparacin para soportar el dolor en los entrenamientos y competiciones.
Entrenamiento en discriminacin de dolor que debe servir como seal para detenerse y
evitar lesiones graves y el que se debe tolerar, y estrategias utilizadas para su control.
Control de las expectativas previas de rendimiento y de autoevaluacin en la
competicin. Como probablemente no podr rendir como deseara, hay que ajustar sus
expectativas a las posibilidades reales; el deportista deber aceptar y adaptarse a las
limitaciones presentes y tratar de modificar creencias irracionales sobres su propio
comportamiento (i.e. creer que puede jugar como si no estuviera lesionado) Es muy til en
este caso establecer objetivos realistas de rendimiento (objetivos de realizacin) antes de
cada entrenamiento o competicin, de forma que el deportista sepa qu es lo que debe
esperar de s mismo y autoevale su actuacin consecuentemente, tanto mientras compite
como despus de la competicin.
Prevenir las dificultades que puedan surgir en el entrenamiento y competicin en
relacin con la lesin. Es importante prevenir las experiencias de dolor, los ataques de
otros deportistas en la zona lesionada (se utilizarn tcnicas de engao del contrario), y se
entrenar en la aplicacin de tcnicas de control del dolor, por si los rivales tienen xito en
su propsito, evitando perder la concentracin en los estmulos relevantes y tambin
reaccionar como le gustara al rival.
Este apartado es especialmente importante cuando se est lesionado. Preparar las
conductas previas a la competicin. Seguir la cadena de rutinas habituales: estiramientos,
calentamientos, que puede ayudarlo a controlar su ansiedad y poner a punto la zona
lesionada. Para determinar las conductas a realizar son muy importantes la opinin del
entrenador, el fisioterapeuta y el psiclogo, debiendo aprender el deportista la secuencia de
comportamientos que ms le convengan.
Controlar la atencin del deportista durante el entrenamiento y la competicin.
Procurar que la lesin y sus consecuencias no alteren la atencin ms apropiada en el
entrenamiento y la competicin. Sin embargo, en los periodos de pausa entre periodos de
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participacin activa puede ser conveniente que la atencin se dirija hacia la situacin de
la lesin antes o despus de centrarse en otras demandas de esos periodos.
El comportamiento atencional tambin se puede preparar y ensayar por anticipado.
Controlar los posibles excesos del deportista cuando se encuentra bien. Controlar
su conducta impulsiva ante la ausencia de sntomas cuando exista riesgo de que su
actuacin pueda perjudicarlo. Pueden resultar muy convenientes la reestructuracin
cognitiva para la modificacin de actitudes perjudiciales, y tener en cuenta los riesgos
existentes, y el entrenamiento en autoinstrucciones que contribuyan al autocontrol de las
conductas consideradas de riesgo.
Controlar el posible impacto de las expectativas y evaluaciones de los dems
Controlar el impacto emocional de esta situacin estresante.
2.7. Intervencin especfica en el deportista que evita la recuperacin
La intervencin psicolgica con estos deportistas debe tener en cuenta los siguientes
apartados:
Evaluacin y tratamiento del estrs asociado con la actividad deportiva:
Se deben detectar situaciones que son fuentes de estrs y la ausencia o presencia de
variables personales relevantes. A partir de esta informacin se podr eliminar el estrs
favorecedor de la evitacin. El tratamiento puede incluir los siguientes elementos:
Incluye la solucin de problemas reales (deportivos y personales),
cambio de comportamientos influyentes de personas significativas para el deportista,
modificacin de creencias disfuncionales que afecten la interpretacin sesgada de
situaciones potencialmente estresantes
desarrollo de autoconfianza
fortalecimiento de la autoestima con independencia del xito o fracaso deportivo
aprendizaje de habilidades de afrontamiento que resulten apropiadas
Incrementar la motivacin por la actividad deportiva. Mediante el fortalecimiento de
la percepcin de control de las situaciones deportivas y el incentivo de conseguir objetivos
gratificantes que se consideren alcanzables.
Es preferible establecer objetivos no muy ambiciosos ya que es probable que su
percepcin de autoeficacia est deteriorada y pueden potenciar todava ms la evitacin.
Suele ser conveniente plantear objetivos de realizacin que sean alcanzables y no resulten
demasiado amenazantes, aumentando la probabilidad de que los deportistas los afronten.
Adems la consecucin de estos objetivos contribuir a fortalecer la autoconfianza y a
travs de esta la motivacin.
Una vez fortalecida la autoconfianza y desvinculada la autoestima del xito/fracaso
deportivo, se podrn introducir progresivamente objetivos cada vez ms ambiciosos que
eventualmente contribuirn al desarrollo constante de la motivacin.
Hay que aumentar la motivacin y reducir el estrs para combatir eficazmente el problema
de la evitacin o escape.
Si la falta de motivacin no es consecuencia de un dficit de autoestima, sino por la
propia actividad deportiva que ya no tiene incentivo, habr que buscar otros objetivos
interesantes para l y aplicar estrategias para el aumento de la motivacin.
El establecimiento de objetivos de realizacin que no sean amenazantes tambin
puede ser una estrategia muy til para afrontar las tareas de rehabilitacin. Se puede
comenzar por el objetivo de asistir a las sesiones programadas y realizar las tareas
correspondientes sin permitir evitarlas, aprovechando esta oportunidad para cambiar la
tendencia a escapar situaciones y hacerles frente, fortaleciendo de este modo la
percepcin de autoeficacia y la motivacin.
Cuando el momento de la reaparicin est cerca, hay que tener un especial cuidado
con los deportistas pues se trata de un momento muy estresante y propenso a que se
produzca la evitacin. En este momento, es conveniente evaluar
situaciones
potencialmente estresantes que se estarn presentes cuando reaparezca el deportista y los
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recursos existentes para hacer frente eficazmente a tales situaciones, eliminando o
evitando el estrs, mediante estrategias que ya han sido apuntadas.
En estos casos es muy til el perodo de prueba.
Conseguir que los deportistas reaparezcan despus de una lesin, no implica que se
haya resuelto definitivamente su tendencia a la evitacin o escape. Sobre todo en las
primeras semanas de actividad o ante las primeras competiciones importantes existir un
considerable riesgo de que se produzcan recadas que propicien el escape
Por lo tanto la intervencin no debe terminar cuando el deportista reaparece, sino hasta
que hasta que se compruebe que el deportista ha cambiado su estilo de afrontamiento al
estrs, sustituyendo el escape y la evitacin por estrategias apropiadas para controlarlo.
Cuando la evitacin de la reaparicin es empleada para atraer la atencin de los
dems, suelen ser eficaces medidas como las siguientes:
-reducir al mnimo la atencin que recibe de los dems como consecuencia de la lesin
per se, al tiempo que se incrementa por los progresos teraputicos y deportivos durante el
tiempo de inactividad.
-eliminar la amenaza de que la atencin prestada desaparecer cuando se reincorpore;
es ms, desarrollar la percepcin de que el deportista recibir ms atencin cuando
regrese a la actividad normal
-evaluar y tratar el estrs, y otros posibles desajustes que puedan estar presentes; en
concreto se debe aliviar el exceso de dependencia de la atencin de los dems,
desarrollando fuentes internas de gratificacin y fortaleciendo la autoestima; tambin en
estos casos suele ser til desvincular la autoestima del xito/fracaso deportivo.
-Cuando se produzca la reaparicin, ser aconsejable utilizar generosas dosis de
reforzamiento social para reforzar el comportamiento deportivo
-Si el deportista ha encontrado en la rehabilitacin una valiosa fuente de gratificacin
(tanto por el trabajo en s como por el apoyo social del fisioterapeuta y el mdico), cuando
reaparezca se le podr permitir que contine trabajando peridicamente a nivel preventivo,
pudiendo aprovecharse estas sesiones para reforzarlo por no estar lesionado y continuar
en activo.
2.8. Intervencin especfica en deportistas que deban retirarse como consecuencia
de la lesin
La retirada definitiva suele ser una experiencia traumtica con un importante impacto
psicolgico. La intervencin en estos casos, diferente de la de deportistas que esperan
volver a la actividad normal puede centrarse en los objetivos que se indican a continuacin
Permitir la expresin de las emociones adversas (negacin, rabia, enfado, disforia) que
son lgicas en estos casos durante un tiempo prudencial
Transcurrido este periodo, eliminar o aliviar estas respuestas emocionales adversas y
evitar o tratar trastornos graves, especialmente la depresin que puede desarrollarse a
partir de la experiencia traumtica.
Conseguir que acepte su nueva situacin, ayuda a reducir el impacto emocional y a
asumir la necesidad de iniciar una nueva vida. En ocasiones, puede ser conveniente
que el deportista exprese abiertamente sus emociones antes de plantearle que debe
aceptar su nueva situacin. Normalmente el psiclogo, el fisioterapeuta y el mdico
deben mostrar empata y ganarse la confianza del deportista antes de poder influir en
una cuestin tan privada como es la verdadera aceptacin de una situacin tan
traumtica.
La consecucin de los objetivos anteriores puede requerir:
-que se presente la situacin traumtica dentro de una perspectiva ms global que alivie
su trascendencia
-que se modifique la interpretacin que el deportista hace de la situacin
-que se busquen alternativas, dentro o fuera del deporte, que puedan ser nuevas
fuentes de gratificacin
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Desarrollar nuevos intereses debe constituir una importante parcela de
intervencin de estos deportistas. En ocasiones se les orientar hacia otras actividades
dentro del deporte (entrenadores, rbitros), y a otras veces habr que dirigirlos a
actividades ajenas. Si se trata de deportistas profesionales, se debe pensar, en muchos
casos en desarrollar nuevas posibilidades laborales.
Para el desarrollo de las estrategias anteriores se debe tener en cuenta el estado de
indefensin y bajo estado de nimo en que suelen encontrarse estos deportistas.
Normalmente ser difcil que se entusiasmen con rapidez por nuevos intereses y tambin
es probable que se sientan incapaces de afrontar nuevos objetivos. En general, es
conveniente plantear objetivos alcanzables que no amenacen su autoestima y cuya
consecucin fortalezca su autoconfianza.
Asimismo se debe potenciar al mximo el apoyo social, sobre todo familiares ms
cercanos, y de las personas ms allegadas, pero asesorndolos sobre la importancia de no
sobreproteger al lesionado.
Si el apoyo social favorece su acomodamiento sin lucha tendr un efecto negativo. El
apoyo social apropiado debe contribuir a que el deportista, lo antes posible, supere una
situacin emocional adversa e inicie con confianza un nuevo camino.
Este apoyo debe incluir:
comprensin
planteamiento de retos emocionales
reconocimiento de logros
Sin embargo debe evitarse la pena, la compasin ilimitada y la solucin indiscriminada de
todo lo que afecta al deportista lesionado.
Un objetivo importante debe consistir en evitar que el deportista lesionado consolide
sentimientos estables de indefensin o inutilidad. Para ello es necesario ponerlo en
funcionamiento lo antes posible, afrontando tareas y objetivos que pueda dominar y
alcanzar. La percepcin de control de las nuevas situaciones fortalecer su autoconfianza,
incrementando su motivacin por nuevas alternativas de vida.
La importancia de los objetivos anteriores no debe eclipsar la necesidad de
rehabilitar en lo posible la lesin, ya que aunque no le permita regresar a la actividad
deportiva, la rehabilitacin mejorar su calidad de vida. Sin embargo, el no poder regresar a
la prctica deportiva, suele afectar negativamente la motivacin del deportista por las
tareas correspondientes a la rehabilitacin y como consecuencia de ello, es frecuente que
la adherencia a las mismas sea deficitaria.
Por tanto la intervencin debe considerar estrategias para potenciar la motivacin y
adherencia a la rehabilitacin.
Es importante que el deportista perciba que el coste a corto plazo de la rehabilitacin le
conduce a la obtencin de beneficios a medio largo plazo verdaderamente gratificantes
para l. A diferencia de lo que sucede con otros deportistas, estos beneficios no estarn
relacionados con la actividad deportiva habitual, por lo que deben encontrarse otras
parcelas de la vida del deportista para las que ste considere interesante la recuperacin
de la lesin en la medida que sea posible.
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