Las Guerras Del Opio
Las Guerras Del Opio
Las Guerras Del Opio
pinyin: Yāpiàn Zhànzhēng), también conocidas como las Guerras Anglo-Chinas, fueron
dos guerras que duraron de 1839 a 1842 y de 1856 a 1860 respectivamente, el punto
culminante de los conflictos comerciales entre la China y el Reino Unido. El
contrabando británico de opio de la India Británica hacia la China y los esfuerzos del
gobierno chino para imponer sus leyes contra las drogas llevaron al conflicto. Francia
luchó al lado de Gran Bretaña en la segunda guerra.
La derrota de la China en las dos guerras forzó al gobierno a tolerar el comercio del
opio. El Reino Unido coaccionó al gobierno a firmar Tratados Desiguales, abriendo
varios puertos al comercio exterior y entregándole Hong Kong a Gran Bretaña. Portugal
siguió a Gran Bretaña y forzaron términos de intercambio desiguales para la China
(Tratado de Nankín, cesión de Hong Kong a Gran Bretaña y ampliación de Macao para
Portugal). Esta humillación por obra de potencias exteriores contribuyó a la Rebelión
Taiping (1850–1864), la Rebelión Boxer (1899–1901), y la caída de la Dinastía Qing en
1911.
Antecedentes
El comercio marítimo directo entre Europa y la China comenzó en el siglo XVI,
después de que los portugueses establecieron la colonia de Goa en la India, y poco
después la de Macao en el sur de la China. Después de la adquisición española de las
Filipinas, el ritmo del intercambio entre la China y el Occidente se aceleró
dramáticamente. Los galeones de Manila trajeron más plata a la China que la Ruta de la
seda. El gobierno Qing intentó limitar el contacto con el mundo exterior a un mínimo.
Los Qing sólo permitieron el comercio por el puerto de Cantón, que es ahora
Guangzhou. Rigurosos trámites y monopolios autorizados fueron establecidos para
restringir el flujo del comercio, teniendo como resultado altos precios de venta para los
artículos importados y demanda limitada. España empezó a vender opio a los chinos,
junto con productos del Nuevo Mundo tales como el tabaco y el maíz, para prevenir un
déficit comercial. Con la implantación de las Compañías Británicas y Holandesa de
Indias Orientales, el comercio con China se multiplicó.
A causa de la alta demanda de té, seda, y porcelana en Gran Bretaña y la baja demanda
de mercancías británicas en China, Gran Bretaña tenía un gran déficit comercial con
China y debía pagar estos artículos con plata. Gran Bretaña comenzó a exportar
ilegalmente opio a la China desde la India Británica en el siglo XVIII para contrarrestar
su déficit. El comercio del opio creció rápidamente, y el flujo de plata comenzó a
reducirse. El Emperador Yongzheng prohibió la venta y la costumbre de fumar opio en
1729 a causa del gran número de adictos.
La disputa se desató debido al comercio del opio, el cual se veía desde ambos lados de
maneras muy distintas. El emperador censuró el opio en la China debido al efecto
negativo de éste en la población, los británicos en cambio, veían al opio como el
mercado ideal que los ayudaría a compensar el gran comercio con la China. Estas
guerras y los subsiguientes tratados firmados entre las potencias resultaron en que
varios puertos de la China se abrieran para el comercio con Occidente que condujeron
en parte a la caída de la economía china. Estas guerras se consideran como la primera
guerra de drogas.
Crecimiento del comercio del opio
Funcionarios chinos destruyen una partida del opio importado
La Dinastía Qing de la China, era cada vez más asediada por potencias extranjeras que
demandaban un comercio bilateral con la China, tras una gran caída a principios del
siglo XIX. Los europeos compraban porcelana, seda, condimentos y té chinos, pero eran
incapaces de vender algún bien de interés para la China, en lugar de eso, se veían
obligados a pagar con plata, esto significaba un gran esfuerzo para las ya apretadas
finanzas europeas provocadas por las guerras napoleónicas.
El opio era producido en la China desde el siglo XV, era mezclado con tabaco en un
proceso inventado por los españoles, que luego fue dominado por los holandeses en el
siglo XVII y generalizado de forma masiva por los británicos en el XVIII. Al observar
los problemas de salud y sociales vinculados con el consumo de opio, el gobierno
imperial chino lo prohibió en 1829.
Los británicos comenzaron la producción de opio a mediados del siglo XVIII en la India
en cantidades significativas, aprendieron el arte del estado mongol, quienes comerciaron
con opio al menos desde el reino de Akbar (1556–1605), e iniciaron el comercio de opio
por plata en el sur de la China. Los británicos observaron las grandes ganancias que
potencialmente traería el mercado del opio (previamente dominado por Yakarta
controlada por Holanda) al invadir Bengala en 1764. Las ganancias se acercaban al 400
por ciento y la amapola crecía casi en todas partes.
Las exportaciones de opio de los británicos crecieron vertiginosamente, de
aproximadamente 15 toneladas en 1730 a 75 toneladas en 1773, embarcadas en más de
dos mil cajas con 70 Kg de opio cada una.
Los productos triangulaban de la siguiente manera:
Se transportaba el opio cultivado en Turquía y la India a la China.
Se pagaba con opio las porcelanas, sedas y té.
La guerra del Opio o Guerra anglo-china ocurrió entre 1839 y 1860 y fue el resultado de
los conflictos comerciales entre China y el Reino Unido. China estaba intentando
prohibir el consumo de drogas, particularmente del destructivo opio que generaba
fuertes adicciones entre su población con las graves consecuencias sociales y
económicas mientras que Gran Bretaña contrabandeaba el opio procedente de la India
británica y lo introducía en China.
Durante el siglo XVI China y Europa comenzaron su intercambio comercial marítimo.
Se establecieron colonias portuguesas en India y Macao, España adquirió las Filipinas,
y el comercio creció aceleradamente. Desde Manila partían galeones cargados con las
riquezas de Oriente.
El emperador Qing intentó limitar el contacto con Occidente permitiendo que solamente
Cantón estuviese abierto al comercio, imponiendo a los europeos pesados trámites y
restricciones para la venta de sus productos y protegiendo sus propios monopolios de
producción de la competencia, con lo que los precios subieron y la demanda china de
productos europeos bajó; España inició la venta de opio a los chinos, junto con tabaco y
maíz para equilibrar el déficit.
En el Reino Unido, había gran demanda de té, seda y porcelana chinas, pero los
productos británicos no estaban posicionados en China, por lo que el país tenía un fuerte
déficit comercial y los artículos chinos tenían que pagarse con plata. Para compensar el
déficit, siguió el ejemplo de España, vendiendo a los chinos el opio que se cultivaba en
la India británica. El comercio del opio creció y la plata británica disminuyó en China.
Obras consultadas
Gómez, Leonidas. Cártel, Historia de la Droga. Colombia: Investigación y Concepto,
1991.