Introduccion Arnaut
Introduccion Arnaut
Introduccion Arnaut
Alberto Arnaut
Notas:
1
Hemos dejado fuera dos cosas que lo hubieran enriquecido. Primero, una definición mucho
más clara y sistemática de los conceptos de "centralización", "desconcentración", "descentralización",
"federalización" y otros con los que se encuentran íntimamente relacionados; para salvar esta
deficiencia, remitimos al lector a los trabajos de Hans Kelsen, Teoría general del Estado, Editora
Nacional. México, 1973, y Teoría general del derecho y del Estado, UNAM, 1969, así como a la
versión kelseniana del derecho administrativo mexicano de Gabino Fraga, Derecho administrativo,
Porrúa, 1969. Segundo, el contexto político y administrativo más general de los proyectos y las
políticas de desconcentración y descentralización educativa en México; afortunadamente esta
deficiencia se puede salvar con creces en lo que corresponde al último medio siglo, remitiendo al
lector a dos excelentes libros de María del Carmen Pardo, La modernización administrativa en México,
1940-1990, El Colegio de México, 1991, un cuidadoso análisis de las reformas administrativas, su
racionalidad técnica y política, así como el contexto político en el que se produjeron durante los años
que comprende nuestro trabajo, y Teoría y práctica de la administración pública en México, INAP,
1992.
2
En el texto del ANMEBN no se menciona e! concepto de "descentralización" ni el de
"federalización", sólo alude a la "reorganización" y a "la transferencia". Sin embargo, los signantes del
Acuerdo usaron profusamente en sus discursos y en los medios de difusión el concepto de
"federalización" para resumir el proceso mediante el cual se buscaba construir un "nuevo federalismo
educativo".
3
Al inaugurar el Primer Congreso Nacional de Educación Primaria, el 13 de septiembre de
1910, Justo Sierra dijo que "Centralizar la enseñanza no puede ser la frase apropiada a esta idea;
federalizarla o, mejor dicho, confederarla, confederar las escuelas, como os estáis confederando en
una vasta asociación los maestros primarios; esto acaso respondería a una ingente necesidad
nacional. [ ... ] Con el espíritu de buscar unificaciones, pero no uniformidades que harían maléfica
vuestra labor". Un año después, el Segundo Congreso Nacional de Educación Primaria incluyó como
el primer punto de su agenda una pregunta sobre la conveniencia de federalizar la enseñanza. La
comisión encargada de dictaminar sobre este tema emitió un dictamen interesante, en el que
asentaba que, en vista de que el concepto de "federalización" no se encuentra en ninguno de los
diccionarios y enciclopedias -de la lengua, jurídicos y pedagógicos- que tuvieron al alcance, acudieron
a la opinión individual de algunos delegados y encontraron que "federalización de la enseñanza" tenía
principalmente los siguientes dos significados: "Primero: Acción y efecto de someter todo el régimen
escolar y educativo de nuestro país a la central y absoluta dirección de los poderes federales
legítimamente constituidos de la nación. Segundo: Acción y efecto de formar con los principales
elementos directores de la educación pública y privada de los estados, territorios y Distrito Federal,
una alianza, una liga (foedus-cris, alianza) que asuma la dirección de la educación primaria en México;
es decir, una federación nacional y dentro, naturalmente, de nuestro régimen político y del absoluto
respeto a nuestras leyes". La Comisión rechazó el primero de los significados y mostró su simpatía por
el segundo de ellos, pero finalmente resolvió "declararse perpleja" y no emitió ninguna opinión
concluyente sobre el punto. ("Dictamen sobre el primer tema de! Segundo Congreso Nacional de
Educación Primaria, septiembre de 1911".)
4
Esto ocurrió por dos razones principales: la primera, por los beneficios que la expansión trae
consigo en el corto plazo para los maestros, el sindicato y la sociedad; y la segunda, porque la
expansión, mientras dura, provoca la ilusión de que la SEP ha recuperado flexibilidad y capacidad de
acción y de que el problema de gobernabilidad no existe. Mientras tanto los problemas siguen
creciendo y después, cuando viene el estancamiento, reaparecen acrecentados y en las coyunturas
que es más difícil afrontarlos.
5
El secretario de Educación, José Ángel Ceniceros, lamentaba además que el crecimiento
presupuestal de la Secretaría fuese absorbido casi en su totalidad por la nómina, siendo muy pocos
los recursos destinados al mejoramiento de la calidad y a la introducción de nuevos servicios
educativos.
6
La centralización permitió al sistema educativo ganar autonomía frente a la inestable política
estatal y municipal, bajo la égida del gobierno federal. Con el paso del tiempo, el sistema educativo
fue ganando autonomía también frente al propio gobierno federal hasta convertirse en un sistema
relativamente cerrado e insensible a la influencia no sólo de los gobiernos, sino también a la de los
grupos profesionales y expertos no normalistas, y a la de las propias organizaciones sociales. Por eso
no es de extrañar que los sucesivos proyectos de desconcentración y descentralización, hayan
suscitado un debate muy localizado en el sector educativo, tanto en cuanto a sus protagonistas como
en cuanto a sus implicaciones, Una de las ventajas adicionales del concepto de "federalización" es
que insinúa las consecuencias directas e indirectas que la redistribución de las responsabilidades
educativas tiene sobre el sistema federal de gobierno.
7
Soledad Loaeza, Clases medias y política en México. La querella escolar, 1959-1963, El
Colegio de México, 1981.
8
Pablo LatapÍ, Mitos y verdades de la educación mexicana (1971-1972), Centro de Estudios
Educativos, 1973.