Historia de Entrepinos
Historia de Entrepinos
Historia de Entrepinos
Poniendo la aguja del reloj hacia atrás, hasta detenernos en aquel periodo exacto, nos
encontramos con un paisaje bien distinto al actual. Únicamente unas casas desperdigadas, sin
apenas constituir núcleo urbano alguno, ubicadas inconexamente a lo largo de la hoy en día
denominada calle Casinos y hacia el final de ésta.
De las citadas casitas, la más antigua y emblemática, la que hoy ocupa el número 16 de la
calle El Perelló, justo en su encuentro con la calle Casinos, propiedad, toda la vida, de la
familia Gil Pou.
Pero expliquémonos. La figura histórica fue el Señor Llamas y el pozo referido el que estaba
situado en la que siempre se consideró como primera parcela habitada de Entrepinos, que fue
de su propiedad.
¿Por qué decimos que el Señor Llamas “fundó”, de modo simbólico, esta Urbanización? Por
la enorme fe que tuvo aquel visionario en esta porción de tierra. Fue un auténtico centauro en
el desierto. Vivía completamente solo, en contacto íntimo con la naturaleza. Desde el primer
momento infundía a todos, a su alrededor, su convencimiento sobre las enormes expectativas
de futuro que tenía la que con el tiempo se convertiría en la más fantástica colonia veraniega
de todas las que componen.
Todos pensamos en que el acceso a aquella parcela se producía a través de una calle
asfaltada, con todos los servicios urbanísticos.... Nada de nada. ¡Todo eran pinos y
algarrobos! La única vía de acceso más racional era el entonces camino que hoy constituye la
Avenida de Entrepinos ¡con pavimento únicamente compuesto por tierra!. Para que podamos
hacernos una perfecta idea, el antiguo Camino de Entrepinos (hoy Avenida) era la
1
prolongación, hasta vía urbana, del camino forestal, existente en la actualidad, que comunica
a nuestra Urbanización con la de La Vallesa. Si cabe, ligeramente más plano.
Afortunadamente, se asfaltó, por primera vez, en el año 1967. Pero ¡únicamente esa arteria
principal! Para llegar allí, pues, árboles, más árboles y el hueco que entrecortaba el camino a
Entrepinos. Bueno, esa vía de acceso y la otra: “el trenet”. Hay que puntualizar que en
aquellos años no existía aún el actual Apeadero de Entrepinos. En su lugar, y atravesando
maleza se llegaba a otro que existía tras el monte de los Condes de Trenor, en dirección a
Ribarroja. Éste último todavía existe, aunque se ha deshabilitado el uso de estación.
¡Con qué fe hablaba el señor Llamas de esta tierra!. Fue pronto apodado por su vecindad, en
tono cariñoso, como “Robinson Crusoe”. Su apariencia física era muy parecida, para que todo
lector pueda hacerse una idea aproximada, a la del Comandante Cousteau. Apenas metro
sesenta de estatura, pelo totalmente canoso y gran dulzura personal. Él se construyó y valló,
personalmente, aquella primera casa -ni por asomo el trabajo de construcción se realizó con
las sofisticadas técnicas constructivas actuales-.
Por todo ello, este breve recuerdo homenajea a aquel entrañable personaje bien conocido por
todos los primeros habitantes que fueron colonizando esta Urbanización.
Abandonó este mundo hace mucho, muchísimo tiempo, pero su legado continuará viviendo
eternamente.
Cada vez que se pretendía acceder a aquella organización de casitas agrupadas. o chalets,
recién configurada era habitual que la respuesta fuera:
“por el camino de tierra, a la izquierda según vas hacia Ribarroja. Sales de la carretera.
Recorres el camino de tierra, unos dos kilómetros. Sorteas árboles y más árboles.
Llegas hasta las casitas entre los pinos,
entre los pinos y más pinos,
entre los pinos,
entre los pinos...”
Poco a poco, casi con cuenta gotas, se fue dividiendo el terreno con parcelas y chalets. La
calle Casinos se fue configurando casi completamente con la construcción de las viviendas
que recaen a “la Manzana”. De ésta hablaremos enseguida.
Por sagas familiares, estaban construidos los chalets de las familias de Eduardo Rallo,
Ricardo Silla, Vicente López, Ismael Solaz y Francisco Añón.
En esa citada calle Mogente, un poquito después de las viviendas anteriormente reseñadas, a
mitad de la misma, se construyó un chalet, conocido por todos como “el de las Maestras” en
2
el que hhabitaban enn una mism
ma vivienda tres o cuatrro jubiladas de la enseññanza. Lindaba, con
el de ottra familia muy
m conociida, la de Juuan Picó, con
c sus hijo os Juanjo, ÁÁngel, Maria José y
Julia.
La calle M
Mogente en 1976. Pinos y más
m pinos.
Simultááneamente, continuó ell proceso dde asfaltado de las callles que se iiban creanddo y que
configuuraban a Enttrepinos. Reecordamos qque, casi to
odo el recorrrido del Cammino de En
ntrepinos
estaba aaún casi completamentte virgen, a ambos lad dos de la caalzada. La fu
futura Urban
nización
de “Loss Pinos” eraa sólo montee.
El tipo de vida habbitual consisstía en pasaar en el challet los fines de semanaa en el chaleet -desde
el mismmo Viernes-- durante el periodo coolegial de lo os niños y todo
t el Verrano. Emerg gió, para
los ciuddadanos de L’Eliana la l figura deel “chaleterro”, algo qu ue siempre se vio dessde aquí
como aalgo ridículoo y fuera dee lugar. Seaa como fuerre, fue importante nidoo de tension nes que,
afortunaadamente, fue
f desapareeciendo conn el paso del tiempo.
3
Gran pparte del éxxito de En ntrepinos see cimentó en el elev vado númeero de niño os, muy
afortunaados por cierto,
c que lo fueron poblando. Éstos le insuflaron toda la vida v que
necesitaaba. Se espeeraba, con verdadero
v ffervor, la lleegada del Viernes
V paraa ir al chalett a pasar
el fin de semana. Un
U sentimieento que haa perdurado desde los inicios,
i por parte de to odos, fue
la sensaación de seentirse comoo seres “prrivilegiados”” por haberr encontraddo esta tierrra y este
modo dde vida.
La calle M
Mogente en 1974, mirando hacia el núm
mero 2.Todo deespejado.
4
En la imaggen tres personnajes emblemátiicos: Eduardo R
Rallo, Pepito Pérez
P y Tato, a la
l izquierda. Enntrega de trofeo
os.
Calle El P
Perelló. ¡Quéé poquito challet construido!!
Con Ed
duardo Rallo llegó la “Primera
“ E
Edad de Orro” de Entreepinos.
6
Pero la gran aportación de Eduardo Rallo fue la creación de las “Olimpiadas de
Entrepinos”. Tomando como esquema el mismo que el de los Juegos Olímpicos reales,
organizó un soberbio compendio de competiciones para toda la multitudinaria chiquillería.
Tenis, Natación, Ping-Pong, Ciclismo y Atletismo, entre otros, se dieron cita. De entre todos
ellos el más curioso de todos fue la actividad, más que deporte, que consistía en recorrer en
bicicleta una vuelta completa a la Manzana, venciendo quien más se aproximara al tiempo
mágico de “3 minutos”. Evidentemente, estaba prohibido el uso de cualquier tipo de reloj.
Gracias a que Eduardo Rallo -y su familia- mantenía muy buena relación personal en el
Colegio El Pilar, de Valencia, se incorporó a nuestra Urbanización otro personaje carismático
y que resultó ser un fanático del deporte: “El Padre Emilio”, cura que impartía enseñanza en
el citado colegio. En nuestro caso su aportación fue muy importante en temas organizativos
de los Juegos Olímpicos. Él era quien contralaba el tiempo en la actividad ya indicada de la
“Vuelta a la Manzana en Bicicleta”.
Todas las Olimpiadas se iniciaban con el porte de la antorcha, por parte de todos los
participantes, en marcha seguida entre aplausos por parte de todos desde las vallas de los
chalets. Era obligatorio vestir completamente de blanco para ello.
El punto más álgido de todos, y no todo el mundo que lea estas letras es conocedor de ello, es
la aportación más sublime de Eduardo Rallo.
En el anochecer de una tarde veraniega, la del 25 de Agosto de 1973, y por mediación suya,
La Virgen de los Desamparados, la Geperudeta, portada a hombros por los vecinos más
fuertes, recorrió todas las calles de Entrepinos.
Fue un trayecto triunfal, jaleado entre vítores y aplausos en el que la Virgen pareció extender
su manto protector a toda nuestra Urbanización. Algo completamente imborrable para los
afortunados que lo vivieron. El siguiente cuadro, reproducción del original, encargado por el
propio Eduardo, conmemora aquella jornada histórica e irrepetible.
7
El hiistórico cuadrro que con tannto esmero preeparó Eduard
do Rallo para t odos
8
Fueron años mágicos en los que los vecinos más bien se convirtieron en hermanos. Y cada
vez había más gente entre nosotros. En esos años no existían ni Centros Comerciales, ni
“Mercadonas” ni nada similar. El método habitual de suministro de alimentos, y demás, era el
entrañable “Roberto Vela”, que venía en su furgoneta a servir material, desde la misma
calzada. Roberto es el dueño del actual Autoservicio Isabel, ubicado en la misma rotonda
desde la que se accede a nuestra Urbanización desde la carretera general de San Antonio de
Benagéber hacia Ribarroja.
Fue muy popular “el Horchatero”, conocido también como el “Bombón-Helado”, que desde
otro vehículo similar hacía lo propio con los refrescos veraniegos. ¡Hasta cebada traía!.
Durante esos años, la construcción de cada nuevo chalet constituía, casi, un hecho festivo
para los chavales, que aprovechaban las estructuras a medio hacer como auténticos
trampolines de lanzamiento de arriba a abajo.
Como un hito, con puntualidad casi religiosa, todas las mañanas de verano, a eso de las dos
del mediodía se escuchaba el sonido cautivador de una imponente sirena convertido en
melodía por la distancia. Era el que hacía sonar “Mamá Camarasa” desde su casa, situada
en el número 22/24 de la calle Mogente, reclamando para la comida familiar a sus seis hijos
(Miguel, Jorge, Susana, Emilio, Alberto y Andrés). Era curioso pero bonito. Cualquier
visitante se quedaba extrañado al escuchar la lejana melodía ¿qué es eso?, decía. Por
respuesta, una cómplice sonrisa de nuestra parte.
Las tardes veraniegas eran muy tranquilas. El silencio de la siesta se quebraba, a veces, por el
sonido de las flechas lanzadas por el “arquero de Entrepinos”, Ismael Solaz o su hijo
Antonio. Fue Ismael Presidente de la Federación Valenciana de Tiro con Arco y brillante
practicante de dicho deporte. En su parcela “El Nohueral” tenía instalada una diana en el
jardín y en ella practicaban.
Los Solaz... también otro clan emblemático. Ismael, Amparo y sus cinco hijos (Ismael/Maelo,
Antonio, Jorge, Alejandro y María). “ ¡Solazes…. a casa!” era la llamada del algún superior a
los hermanos pequeños.
9
Marcó época la construcción
c n de una vvivienda soobre una paarcela tan ggrande, parra aquel
momennto. La que ocupa el número 11 de la callle Mogente fue muchoo tiempo conocida c
coloquiialmente com mo “El Corrte Inglés”, tanto por su
us enormes dimensione
nes como poor el tipo
de consstrucción, quue se salía del
d arquetippo de chalet de la épocaa.
La calle M
Mogente en 1976.Al fondo, el número 111, el “Corte In
nglés”
En el aaño 1972/733 se creó laa Urbanizacción de “Lo os Pinos”, que, con ell tiempo, pasaría
p a
fundirsee completammente con laa de Entreppinos, tal y como
c hoy laa conocemoos. La verdaad es que
fue un cierto absuurdo urbaníístico dichaa división y se demosttró que pocco real, porrque los
nuevos vecinos fueeron incorporados, de ppleno dereccho, como si s de un únicco grupo see tratara.
Vicentee Barberá y Maite –su mujer-, Ramón Ca alvet, Mannuel Picó, llos Villanueva, los
Navarrro... y alguiien muy peeculiar y coonocido porr todos: Jossé Luís Maacián, “Ma asianet”,
que entoonces era unn chiquillo.
10
Rafa, aal que tambbién se cono ocía, a vecees, como “C Corleone”, continuó ell mismo mo odelo de
Olimpiaadas. La sedde principall fue la pistta de tenis ubicada
u en su
s parcela dde la calle Mogente
M
nº 4. Fuue tan popuular la citadaa pista que aún perdurra el nombre por el quee fue bautizzada por
los vecinos: “el soolar”, hacieendo refereencia a que cualquieraa puede juggar en ella sin más
trámite especial. Se repitiero on los missmos gestos, los mism mos deporttes y, al fiinal, las
ceremonnias de “Enntrega de Trofeos”,
T cuulminadas en cenas memorables
m que terminnaban al
alba dell día siguiennte.
11
El equippo de fútbool de Entreppinos adquiirió tal dimmensión, tal categoría ddeportiva, que en el
citado aaño 1977 logró
l alzarsse, incluso,, con un Campeonato
C veraniego en El Plan ntío (La
Canyadda). Recordaamos que aquella
a esteelar plantillaa fue reforzzada con unn grande deel fútbol
valenciaano, que fue
fu uno máás de nosootros porquee pertenecíía a una dde las pand dillas de
adolesccentes de nuestra
n Urbbanización: Sixto Casabona. Po osteriormennte militaría en la
primeraa plantilla del
d Valenciaa C.F. Desggraciadamente, una cru uel enfermeedad se lo llevó de
nuestro lado muy prematuram
p mente.
Más o menos, en el año 197 75, Rafa, m muy arropado por todo os, organizó
zó otro cam mpeonato
tenísticoo entre veciinos que llegó a ser leggendario parra los coetáneos. El accceso era libre, claro
está, y el único finn la armoníía y un ratoo de expanssión. Fueron unos Cam mpeonatos bastante
longevoos. Se extenndieron hastta el año 19989. La sig guiente geneeración inteentó continu uar, pero
apenas tres campaññas se llevarron a la prááctica.
12
Una de aaquellas inolviidables entreg
gas de Trofeoss en el restaurrante “La Viña”
Algo trruncó su coontinuidad. El fallecim miento del entrañable Pepito Pérrez. Nuncaa se dijo
fehacienntemente, pero
p dicho hecho
h aceleeró drásticammente la deesaparición de un Cam mpeonato
tan embblemático para todos. Jamás
J volvióó a disputarrse un camppeonato de ttenis sin Pepe. Para
la Histooria quedaroon aquellas Cenas de EEntrega de Trofeos
T en el
e restaurantte “La Viñaa”, en las
que Raafa Guillot solía comen nzar su aloocución con “...un año más...”, resspondido por todos
con unaa imponentee salva de ap plausos.
13
Una de llas grandes foormaciones deel equipo infanntil del Entrep
pinos C.F.. En
n el campo de S.A. de Benag
géber
Otro relato inolviddable. Entreepinos tambbién tuvo una “discoteeca”, no com mo estableccimiento
públicoo, claro está. El amigo Miguel
M Carrsí construy
yó una de dimensioness más reducidas que
las realles en el jarrdín de su parcela. Reecaía a la calle
c Albaceete, en sus primeros números.
n
Pero, reealmente, fuueron más faamosas sus hijas María José, Ester y Lauraa, a cual máss guapa.
Tuvo EEntrepinos grandes triunfadores dentro del deporte e, incluso, een el mund
do de la
música.. A modo dee homenaje, recordamoos a los máss destacadoss:
En el m
mundo del Ping-Pong,
P sin duda, llos número os uno fuero on los herm
manos mellizos Gil
Pou. LLograron coonvertirse enn líderes een dicho deeporte en to oda Valenccia, militaro
on en la
Secciónn correspondiente del Valencia
V C..F. El primo o de ambos, el queridoo “Willy”, Lorenzo
L
Millasttre Pou, tam
mbién hubieera seguido igual camiino, pero un n lamentablle accidentee cuando
se encontraba cump
mpliendo el servicio
s millitar, lo impiidió para sieempre.
14
Para el fútbol, una figura del deporte.
d Qu
uique Guillot, que fue jugador de la primera plantilla
del Levvante U.D. Ha
H sido Quiique un depportista íntegro y completísimo en todas sus facetas.
f
Quique Guillo
ot, con los collores del Leva
ante U.D. y de S.D. L’Elianaa
15
Sus hermanos
h Rafa
R y Sergiio también han
h sido
futbo
olistas en el mundoo de la RegionalR
Valennciana, sin llegar a la categoría de
d aquél.
Preciisamente, ele más peqqueño, Serrgio, ha
sido, en el año 2010 Cam mpeón Mun ndial de
Pádell, actividaad en la que tamb bién ha
sobreesalido su hermano Quuique.
Sergio G
Guillot, Campeeón del Mundo
o de pádel en 2010
16
Mó ónica Feno ollar se queedó a las pu uertas de
serr Fallera Maayor Infantiil de Valenccia y fue
selleccionada como
c integrrante de la Corte
C de
Hoonor. Para to odos los enttrepinenses se ganó
la gloria exacctamente iggual, tal y como si
hub biera sido ella la elegidda..
17
Citábam
mos el mundo de la mú úsica porquue también tenemos enn nuestra Urrbanización
n ilustres
ejemploos de personajes destacados. L Los herman nos Pérez, José Mannuel y Ferrnando,
complettamente auttodidactas, han sido enn dicho cammpo unos prrivilegiadoss. En su niñ
ñez José
Manueel pertenecióó a los Peq queños Canttores de Vaalencia. Ya en edad addulta amboss fueron
miembrros integranntes del grup
po musical dde los ochen
nta “Al Fon
ndo a la Izqquierda”.
18
Con noombre propiio, una men
nción a Aleejandro Solaz, que haa brillado coon luz prop
pia en el
mundo de la músicca.
Un primer
p plano de Alejandro en una actuación
Gaabotti, en acción
19
En fin, el presente escrito sólo ha esbozado unas pinceladas de una pequeña parte de lo que
aquí se vivió. Con toda seguridad, lo mejor en la vida de todos quedó enterrado para siempre
aquí, fundido con esta tierra de Entrepinos. Únicamente aparecen algunos nombres,
rescatados de entre los recuerdos imborrables. Sería harto costoso nombrarlos a todos, aunque
se lo merecen. Ha sido un humilde tributo a la maravillosa vida que aquí vivieron.
20