Profetas Menores
Profetas Menores
Profetas Menores
Derechos Reservados 1983 Una Publicacin Para Los Ministerios De Ultramar Divisin de Misiones Extranjeras Iglesia Pentecostal Unida Internacional Hazelwood, Missouri 63042 EE. UU.
CONTENIDO
Captulo Uno Captulo Dos Captulo Tres . . . . . . . . . . . . . . . .OSEAS, EL PROFETA DEL AMOR . . . . . . . . . .JOEL, EL PROFETA DEL PENTECOSTES . . . . . . . . . . . . . . .AMOS, EL PROFETA DE JUSTICIA
Captulo Cuatro . . . . . . . . . . . . . . .ABDIAS, EL PROFETA DE EDOM Captulo Cinco . . . . . . . . . . . . . . . . .JONAS, EL PROFETA A NINIVE Captulo Seis . . . . . .MIQUEAS, EL PROFETA DE LOS OPRIMIDOS
Captulo Siete . . . . . . . . . . . . . . . .NAHUM, EL PROFETA DE ASIRIA Captulo Ocho . . . .HABACUC, EL PROFETA DE LA QUEJA Y LA FE Captulo Nueve . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .SOFONIAS, EL ORADOR
Captulo Diez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .HAGEO, EL PROFETA DE LA CONSTRUCCION DEL TEMPLO Captulo Once . . . . . . . . . . . . . . . . .ZACARIAS, EL PROFETA DE LA INSPIRACION Y LA ESPERANZA Captulo Doce . . . .MALAQUIAS, EL PROFETA DE LA REPRIMENDA
PROLOGO
La autora de este libro, la Seora jet Witherspoon Tbole, tiene cincuenta y cuatro aos en el ministerio pentecostal. Ella pas ms de veinte aos como profesora en un colegio bblico. Este comentario sobre los Profetas Menores es un resultado de haber enseado esta materia repetidas veces en la aula y desde el plpito. El estudiante quedar impresionado con las muchas referencias proporcionadas por la autora. Este es el estilo de ella y revela su conocimiento amplio de la Palabra de Dios. Fue el privilegio mo primeramente sentarme como estudiante de ella y entonces despus ser colega de ella en el ministerio del colegio bblico. Mi vida y ministerio han sido enriquecidos por esta mujer de Dios que vive lo que ensea. Centenas de pastores y misioneros pueden concordar con esto. El contenido de este libro viene de una mente alerta despus de muchos aos de estudio. Ella ha obedecido el mandato de Pablo a Timoteo, Lo que has odo de m ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idneos para ensear tambin a otros (II Timoteo 2:2). La hermana Toole ha hecho esto. Vamos, pues, a recibirlo y ensearlo a otros. Edwin E. Judd Th.B., BA. Iglesia Pentecostal Unida Internacional
INTRODUCCION
Los doce libros profticos de este estudio son llamados los Profetas Menores, no porque sean menos importantes, sino porque son ms cortos que los Profetas Mayores: Isaas, Jeremas, Ezequiel y Daniel. Con la excepcin de los ltimos tres libros, los Profetas Menores no estn colocados en orden cronolgico. Sin embargo, los estucliaremos a medida que aparezcan en la Biblia. Una tabla cronoIgica de los reyes y profetas del Antiguo Testamento, preparado por John C. Whitcomb Jr, Th.D., profesor del Antiguo Testamento en el Seminario Teolgico de la Gracia, Winona Lake, Indiana, ofrece el perodo histrico de cada uno de los profetas. El fondo histrico de cada profeta, que tiene una influencia en la profeca, est registrada en los libros de los Reyes y las Crnicas.
CAPITULO UNO
Dios tambin us a los hijos de la esposa infiel de Oseas para tipificar los castigos que l enviara a quienes rompieran sus votos a l. El le dijo a Oseas que el primer hijo debera llamarse Jezreel (versculo 4). Los jezreelitas eran descendientes de Acab y Jezabel. Dios orden que Jeh fuera nombrado rey de Israel para que pudiera matar a toda la casa de Acab (los descendientes), y vengar la sangre de sus siervos y profetas de manos de Jezabel (2 Reyes 9:1-37; 10: 1 -11) . La Bi blia nos dice que Acab hizo ms para provocar la ira de Dios que todos los reyes de Israel que reinaron antes que l (1 Reyes 16:29-33). El Seor rompi la fuerza de Israel cuando, al noveno ao de su rey Oseas, hijo de Ela, los asirios tomaron a Samaria y llevaron la gente de Israel a territorio asirio (2 Reyes 17:6, 7). El segundo hijo de Gomer fue hembra, a quien Dios dijo que se le llamara Lo-ruhama (no hay compasin) para indicar que l ya no tendra misericordia con el pueblo de Israel. Su misericordia a Jud se extendi 136 aos despus de la cada de Israel (versculos 6 y 7). Israel fue tomada en cautiverio por Asiria en 721 A.C. y Jud fue llevada a Babilonia por Nabucodonosor en 586 A.C. El tercer hijo de Gomer fue varn, y se le llam Lo-ammi, (no sois mi pueblo) para indicar que Israel, como nacin, ya no seguira siendo el pueblo de Dios. Sin embargo, Dios prometi su futura reunin como una sola nacin con el pueblo de Jud.
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travs de su profeta Oseas, a que regresara de su camino inicuo (versculos 1-3), Sin embargo, ellos continuaron con sus dolos, y atribuan la bendicin de Jehov a sus falsos dioses (versculos 4-13). Dios finalmente los abandon al cautiverio a los asirios, pero l les prometi su restauracin (versculos 14-23) porque saba que en cautiverio muchw de ellos se arrepentiran y regresaran a l. El versculo 15 se refiere al valle de Acor Esta es la localidad en donde Acn y todo lo que le perteneca fueron apedreados, despus de haber tomacio a Hai. Justo como la muerte de Acn limpi a Israel de sus pecados, el cautiverio asi rio fue la puerta de esperanza a Israel para la reunin completa con Dios.
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casa del rey para darles los juicios de Dios sobre el pecado. Aunque los amonest varias veces, continuaron siendo lazo y red dentro de sus lmites, guindolos por el camino de la idolatra. Los reyes y sacerdotes de Israel, al rebelarse contra Dios, fueron extremadamente intensos en su deseo de borrar la fe del pueblo de Dios. Cuando ellos se negaron a escuchar los reproches del profeta, l slo poda decirles que caeran en su iniquidad (versculos 1-5). La religin engaosa de Jeroboam les hizo creer que agradaban a Dios con los sacrificios de sus ovejas y vacas, pero Dios no poda aceptar los sacrificios que provenan de dolos. Por lo tanto, Efran sera asolado y sin excusa en el da del castigo de Dios (versculos 6-9). Los prncipes de Jud tambin haban ofendido. Se dice que eran como aquellos que traspasan los linderos (Deuteronomio 19:14; 27:17), por lo que Dios dijo que l derramara su ira como agua sobre ellos. El haba pronunciado una maldicin sobre cualquiera que tratara de robar tierra a su vecino al cambiar los lmites de su propiedad. Dios castig tanto a Efran como a Jud al permitir que sus enemigos los oprimieran. Efran busc ayuda en Asiria (2 Reyes 15:17-20), pero Asiria no cur su enfermedad ni la herida de Jud (Jeremas 30:12, 13). Jeremas dijo: Conozco, oh Jehov, que el hombre no es seor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos (Jeremas 10:23). Ni Israel ni Jud pudieron hacerse santos, pero Dios orden la salvacin en Cristo antes de la fundacin del mundo (Efesios 1:4-14). Jeremas profetiz acerca de esta salvacin en su splica con Jud (Jeremas 30:8-10; 31:31-34). Dios dijo a Efran y a Jud que l los dara en cautiverio, y que no regresaran hasta que reconocieran sus pecados y buscaran Su rostro (versculo 15).
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Dios continu a cortar y matarlos con sus palabras a travs de la boca de Sus profetas. Dios deseaba misericordia y no sacrificio, y conocimiento de Dios ms que holocaustos. Pero porque el pueblo continu a ensuciarse, traspasando Su pacto y prevaricando, l dijo que los dara en cautiverio versculos 5-11).
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Israel debe cosechar lo que sembr. Alquilaron amantes entre los gentiles en busca de ayuda, por quienes pagaban salarios (pagaban tributo). Israel sera dispersada entre los gentiles porque haba tenido las grandezas de la ley de Dios como cosa extraa, de lo que no tena conocimiento. Sus sacrificios no eran a Dios; se haban olvidado de su Hacedor. Ellos regresaron a una esclavitud como la de Egipto, pero ahora en Asiria (Oseas 11:5), mientras que Jud tambin continuaba profundindose en la idolatra (Oseas 8:7-14).
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dijeran a las montaas y a los collados que cayeran sobre ellos y los cubrieran. Estaban llegando al tiempo en que no podran trillar en su prosperidad. En vista de esto, el profeta de nuevo rog a ellos que se arrepintieran. El dijo: Sembrad para vosotros en justicia, segad para vosotros en misericordia; haced para vosotros barbecho; porque es el tiempo de buscar a Jehov, hasta que venga y os ensee justicia ,versculo 12). El Seor mand el don de la justicia en el Espritu Se nto sobre todos los que lo buscaron en el da de Pentecosts (Romanos 5:17). El todava est mandando la justicia en el Espritu Santo sobre todos los que se arrepienten y buscan su rostro (Romanos 5:7-15).
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25). Pero cuando se negaron a arrepentirse, l solamente poda repartirles justicia. Sin embargo, no ejecutara el ardor de su ira contra ellos, sino que extendera misericordia en sus castigos (Oseas 11:8-10).
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Dios ha sido el Seor de Israel y el Salvador, desde el tiempo de su estada en Egipto. Sin l se hubieran perdido, pues no existe ningn otro Salvador ms que l. Conforme a la naturaleza humana, cuando el pueblo de Israel se convirti en opulento por las bendiciones de Dios (Deuteronomio 6:10-15), ellos se olvidaron del Seor, la fuente de todas sus bendiciones. Por tanto, aunque todava los quera, Dios se vio forzado a ser para con ellos como len y leopardo (versculos 4-8). El pueblo de Israel se haba destruido; sin embargo, todava haba esperanza y ayuda para ellos en el Seor El los redimira del pecado y de la muerte, pero primeramente seran desolados. Solo con eso ellos verdaderamente regresaran a Dios (versculos 9-16).
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CAPITULO DOS
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Esta invasin de insectos (versculos 15-20) fue llamado el da de Jehov (Joel 1:15), una frase bblica para el tiempo del juicio de Dios. Parece que haban olvidado los servicios del Seor, tales como las ofrendas de carne y bebida, as como los pecados de idolatra. Ahora no habra nada para ofrecer de comida y bebida; su semilla se descomponera en las tierras y los graneros estaran vacos, pues el maz se destruira. Las bestias y los bueyes gemiran porque no habra pasto. Entonces el pueblo clamara al Seor para que lo liberara de la pestilencia (lsaas 26:9).
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Sebna, el escriba,, fueron al rey Ezequas y le relataron todas las palabras desmotalizadoras de Rabsaces. Ezequas los envi, con los ancianos de los sacerdotes, cubiertos de cilicio, al profeta Isaas con una peticin urgente para que orara. El (Ezequas) entonces se cubri de cilicio y entr en la casa del Seor (2 Reyes 19:1-5). E Isaas les respondi: . . . As diris a vuestro seor: As ha dicho Jehov: No temas por las palabras que has odo, con las cuales me han blasfemado los siervos del rey de Asiria. He aqu pondr yo en l un espritu, y oir rumor, y volver a su tierra; y hr que en su tierra caiga a espada (2 Reyes 11:6,7).
Ezequas entences recibi cartas amenazadoras de Senaquerib. Subi a la casa del Seor y las extendi delante de Jehov y or (2 Reyes 19:8-19). Como resultado, Isaas envi este mensaje a Ezequas para que se lo dijera a Senaquerib:
. . . La virgen hija de Sion te menosprecia, te escarnece; detrs de t mueve su cabeza la hija de Jerusaln. A quin has vituperado y blasfemado? y contra quin has alzado la voz, y levantado en alto tus ojos? Contra el Santo de Israel (2 Reyes 19:21, 22). El Seor pele la batalla de Ezequas contra Senaquerib. El regres a su propia tierra, y sus hijos lo mataron all (2 Reyes 19:23-37). Este caso pudo haber sido el cumplimiento de la profeca de Joel 2:11-20. El rey Acaz, quien rein en Jud antes de Ezequas, haba caminado en los caminos de idolatra de los reyes de Israel y llev al pueblo de Jud a la idolatra. Cuando el buen rey Ezequas lleg al trono de Jud, era tiempo ya de un despertar religioso. Cuando Ezequas y los ancianos de los sacerdotes se cubrieron de cilicio, oraron y llamaron a Isaas para que intercediera, el Seor oy y los liber de los asirios. En la profeca de Joel, el Seor escuch el arrepentimiento de su pueblo y los salv de sus enemigos (Joel 2:21-27). Joel dio una tercera profeca de algo maravilloso que vendra en un futuro cercaro (versculos 28, 29). Sabemos el tiempo del cumplimiento y el significado de esa profeca. El Apstol Pedro, en su primer mensaje del evangelio en el da de Pentecosts, la interpret como el derramamiento del Espritu Santo sobre los 120 discpulos que se haban reunido (Hechos 2:1-18, 37-39; Joel 2:28-32).
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Los versculos 17-21 se refieren al tiempo despus de la batalla de Armagedn, cuando el pueblo de Israel haya aceptado a Jess como su Dios y Salvador Este perodo es llamado el reino milenario de Cristo. El diablo ser atado por mil aos. (Apocalipsis 20:1-6), y la maldicin ser quitada de la tierra (Gnesis 3:14-19). Entonces la tierra se llenar del conocimiento de la gloria del Seor como las aguas cubren el mar (Habacuc 2:14). El profeta Isaas tambin nos da un retrato del reinado justo de Cristo (lsaas 11:1-9). Cuando el Seor quite la maldicin de la tierra, la ferocidad no anidar en los animales salvajes, y nada herir ni destruir en el Santo Monte de Dios.
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CAPITULO TRES
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como lo haba visto en la visin. Dijo que el Seor rugira desde Sion, pronunciando Sus juicios sobre el pueblo de Israel (versculo 2). Dios frecuentemente dijo que rugira su mensaje al pueblo (Oseas 11:10; Joel 3:16). Esto le llevara a el los la poderosa autoridad de su palabra y lo terrible de su juicio contra ellos. El primer mensaje de Ams fue a las naciones vecinas que eran enemigas de Israel y Jud. El le dijo a Damasco, capital de Siria, que por tres pecados, y por el cuatro, Dios no revocara su castigo. Esta frase, con la cual empezaba cada mensaje, signific que no actuara en juicio por la primera ofensa, sino solamente despus de repetidas ofensas. El castigara a Damasco porque trillaron a Galaad (tribu de Rubn) con trillos de hierro (versculos 3-6). Siria finalmente sera destrozada e ira en cautiverio por saquear las tribus de Israel, al este del ro Jordn (2 Reyes 8:7-15; 10:32, 33; Jeremas 12:14; 13:4 - 7). El castigo de Dios contra Gaza de los filisteos, con quienes Israel tuvo muchos conflictos, sera un fuego que destruira los palacios de Gaza. El destruira a los moradores de Asdod y Ascaln, ciudades filisteas (versculos 6-8). Dios prometi un fuego en los muros de Tiro, que devorara sus palacios, porque ellos entregaron el pueblo de Dios a Edom (versculos 9, 10). Esto parece ser una profeca de lo que Tiro hara al pueblo de Jud cuando Nabucodonosor conquistara a Jerusaln, y el castigo de Dios era la destruccin de Tiro por el rey babilnio (Ezequiel 26:1-8). Anteriormente Tiro tuvo un acuerdo de amistad con David y Salomn. Ams, as como Abdas (Abdas 10-15) y Ezequiel (Ezequiel 25:12, 13; 35:11-15), profetizaron la violencia de Edom contra el pueblo de Jud en los das de Nabucodonosor. Este rey destruira a Jerusaln y llevara a los judos a Babilonia. Sin embargo, Dios los juzgara por su crueldad contra Su pueblo (versculos 11, 12). Dios tambin le dijo a Ams que l destruira a los amonitas por sus guerras y crueldades contra las tribus de Gad, Rubn y la mitad de la tribu de Manass, cuyo territorio al este del ro Jordn estaba cerca de Amn (versculos 13-15). Ellos continuaron plagando a los israelitas durante muchos aos (1 Samuel 11:1-11). Tanto Jeremas como Ezequiel profetizaron los juicios de Dios sobre ellos (Jeremas 49:1, 2; Ezequiel 21:28-32; 25:1-7).
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del Mar Muerto y cerca de Amn, dieron a los israelitas muchos problemas durante aos (versculos 1-3). Dios tambin envi su juicio sobre ellos (2 Crnicas 20:1-29). Dios castig a todas las naciones que maltrataron a su pueblo, pero El tambin castig al pueblo de Jud e Israel por sus pecados. El era paciente para con ellos y con las naciones paganas, pero despus de repetidas ofensas, sus juicios fueron duros. El acus al pueblo de Jud de haber menospreciado la ley y no guardar sus ordenanzas (verssculos 4,5). Desde que Salomn haba cambiado a su Seor por dolos, haba ms de sus reyes que idolatraban a los dolos que los que seguan al Seor (1 Reyes 11:1-13). El pueblo haba sido conducido hacia la idolatra por reyes idlatras y mentiras de falsos profetas. El castigo de Dios por sus muchos aos de pecado fue el cautiverio de Babilonia, en cuyo tiempo el templo de Salomn fue destruido y la ciudad de Jerusaln dejada en las ruinas. Las acusaciones de Dios contra Israel (las diez tribus) eran tantas, que se convirtieron en el tema de casi toda la profeca de Ams. Se convirtieron en idlatras poco despus de la divisin del reino, cuando Jeroboam 1 haba establecido la idolatra del becerro de oro en Bet-el y en Dan. Continuaron en su idolatra, a pesar de los ministerios de Elas y Eliseo, as como de los dems profetas que Dios les envi. Hicieron mercancas de los pobres, ofrecieron vino a los nazarenos haciendo que rompieran sus votos al Seor, y ordenaron a los profetas que dejaran de profetizar (Ams 7:10-13). En el momento de su castigo final, el cautiverio asirio, ellos no podran librarse an cuando tenan grandes guerreros experimentados en el arte de la guerra (versculos 6-16).
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Sin embargo, Dios nunca envi un juicio sobre su pueblo sin primeramente advertirles a travs de sus profetas de los resultados de sus pecados (versculos 7 y 8). El les advirti muchas veces, dndoles suficiente tiempo y oportunidades para arrepentirse (2 Crnicas 36:15-21). El us las naciones paganas, que no tenan la luz del conocimiento de Dios ni los privilegios que Israel haba tenido, para castigarles por su infidelidad y desagradecimiento. Ellos seran destruidos finalmente por animales salvajes (versculos 9-12), y todo lo que atesoraban sera demolido (versculos 13-15).
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el camino de la idolatra. Pero Dios tuvo misericordia del pueblo, que en ese tiempo estaba siendo combatido por las tribus que lo rodeaban. Us a Jeroboam para derrotar a sus enemigos y restituir la tierra que haban perdido, desde la entrada de Hamat hasta el mar del Arab. El recobr a Damasco y Hamat en la parte nordeste del territorio de Israel (2 Reyes 14:23-28). Jons lo profetiz en el nico escrito que tenemos de su profeca, excepto a Nnive (2 Reyes 14:25). Despus, el pueblo de Israel se sinti muy seguro y se pasaba el tiempo entre la complacencia y el ocio. Cayeron en todos los lujos y placeres de su prosperidad. Cualquier clase de problemas ellos lo desplazaban a un futuro muy distante, pero, por su complacencia, ayudaron a acercar los das del desastre, fracasando en prepararse para ello (versculos 1-6). Ams continu ofrecindoles la advertencia de Dios de que sobrevendra el desastre. Se acreditaban ellos mismos las victorias que Jeroboam haba ganado. Ellos decan: Vosotros que os alegris en nada, que decs: No hemos adquirido poder con nuestra fuerza? Pero Dios dijo que Israel primero caera en cautiverio, antes que Jud. Ellos haban sido restituidos desde Hamat hasta el mar de la llanura (Mediterrneo), pero Dios dijo que pronto estaran en duelo desde Hamat hasta el ro del desierto, el ro de Egipto al sur (versculos 7-14).
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desde Bet-el. E:I insinu que Ams solamente profetiz por su alimento (vida) Pero Amasas se dio cuenta que no estaba tratando con un dbil, sino con un hombre de gran valor y fe que Dios poda cuidar en cualquier situacin. Ams audazmente le dijo a Amasas que Dios lo haba llamado cuando pastoreaba para que profetizara a Israel, y que l, s, obedecera a Dios. Dios luego le dio una fuerte profeca contra Amasas y su familia por su oposicin a Ams (versculos 10-17).
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Los versculos 2 y 3 parecen haberse sido tomados del inspirado Salmo de David (Salmo 139:7-12). Es hermoso vivir en la presencia de Dios para aquellos que lo han seguido, pero su presencia significa condenacin para el impo. El justo pago de Israel por sus pecados sera como las innundaciones de Egipto cuando el Nilo creca. Dios no destruira a quienes confiaran en l, pero los pecadores moriran. La muerte es la paga del pecado (Romanos 6:23). Dios siempre ha tenido un remanente de entre el pueblo de Israel, y l tena un remanente cuando estaban en cautiverio y dispersados entre las naciones (versculos 1-10). La profeca final de Ams de la cada del reino de Israel fue cumplida a los treinta aos (2 Reyes 17:6, 7). Sin embargo, su ltima profeca fue sobre la venida de Cristo con la salvacin para quienes tenan fe en todas las naciones - la iglesia del Nuevo Testamento. El Seor Jesucristo construy su templo (Efesios 2:19-22), y ahora todos pueden encontrar la salvacin en l (versculos 11, 12). Los versculos 13-15 parecen referirse al reino milenario de Cristo, cuando se restaure la vida en la tierra, tal como estaba antes de caer en pecado Adn y Eva.
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CAPITULO CUATRO
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haba engaado en su sentimiento de seguridad en las hendiduras de las peas e igualmente en su sentimiento de auto-importancia ante las dems naciones. Estaban muy orgullosos de su sabidura, pero Dios dijo que sus hombres sabios seran destruidos. Tanto Abdas como Jeremas profetizaron que si los ladrones vinieran, seguramente ellos dejaran algo. Y si llegaran vendimiadores, ellos dejaran algn rebusco, pero Dios iba a aniquilar a Edom (versculos 5-9; Jeremas 49:9, 10). Dios, a travs de Abdas, les reproch su violencia contra Jud su hermano. Esa, el antepasado de Edom, y Jacob, el antepasado de Israel, eran hermanos gemelos. Cuando Nabucodonosor destruy a Jerusaln, los edomitas se regocijaron de la cada de Jud y participaron en la cruel masacre y saqueo. Ellos se pararon en las encrucijadas de las carreteras para capturar y entregar a Nabucodonosor los judos que trataban de escapar Abdas prometi la completa extincin de Edom por esos pecados (versculos 10-14). Dios us la maldad de las naciones paganas para castigar a Israel y a Jud por sus pecados de seguir los medios de idolatra de los paganos. Mediante ellos, trat de hacerlos regresar a l, el nico Dios verdadero y Salvador Pero despus castig a los paganos, quienes continuaron en sus iniquidades, con completa destruccin (versculos 15, 16). Poco tiempo despus que Edom ayud a Nabucodonosor a destruir a Jud, Dios utiliz a Nabucodonosor para derrotar a los edomitas y sacarlos de fortalezas en las montaas, de cuyo lugar Dios dijo que l los derribara (versculo 4). Abdas, despus de profetizar la destruccin de Edom, profetiz la restauracin espiritual de Sion y de todo Israel (la casa de Jacob). El dijo que Dios hara de la casa de Jacob fuego, y la casa de Jos llama, para devorar la casa de Esa hasta que no quedara nada. Antes del tiempo de Cristo, Edom haba sido conquistado completamente por los judos (los Macabeos) y absorbido por el estado judo. Los Herodes, quienes haban sido nombrados gobernantes en Palestina por el gobierno romano, eran edomitas. Despes de la destruccin de Jerusaln en el 70 A.C. por el general romano Tito, ellos desaparecieron de la historia, cumplindose la profeca. La ltima profeca de Abdas fue sobre la restauracin espiritual completa de Israel y el reino de Cristo sobre la tierra por mil aos. Otras escrituras que predijeron la destruccin de Edom: Salmo 137:1-7; Isaas 34:5-15; Jeremas 49:7-22; Ezequiel 25:12-14; 35:1-15; Ams 1:11, 12.
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CAPITULO CINCO
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que ni con la distancia ni con su intento de ahogar su consciencia podra escaparse de la voz de Dios. El Seor inmediatamente envi un gran viento al mar y el barco se vio azotado por tempestad, creyndose que se partira el barco. Los marineros empezaron a orar a sus dioses. Cuando encontraron durmiendo a Jons, lo despertaron y le pidieron que implorara a su Dios. Se pusieron a echar suertes para saber quin haba provocado la ira de Dios. Cuando la suerte cay sobre Jons, le preguntaron quin era y qu haba hecho. Jons les dijo que era un hebreo que tema al Seor, el Dios de los cielos, quien cre el mar y la tierra. Tambin les dijo que se haba rebelado contra el llamado de su Dios y que estaba tratando de escapar Les dijo que si lo arrojaban al mar volvera la calma. Jons haba empezado a arrepentirse cuando hizo su confesin y fue dispuesto a morir para salvar a los hombres del barco. Trataron de no tirarlo al mar pero cuando la tempestad arreci, lo tiraron. Cuando el mar se calm, inmediatamente ellos temieron a Jehov con gran temor y ofrendaron sacrificios e hicieron votos. El Seor, conociendo la actitud de arrepentimiento de Jons, haba preparado un gran pez para que se lo tragase.
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ciudades rodeadas por una gran muralla, formando un rea con forma de diamante, de tres das de camino. El interior del rea parece haber sido finca y tierra de pasto. El mensaje conmovedor de Jons se haba propagado en toda el rea durante el espacio de un da de viaje en Nnive, y el pueblo haba empezado a arrepentirse. Su mensaje lleg al rey, quien inmediatamente orden que todos se vistieran de cilicio, ordenando tambin ayuno para todos, hombres y animales. Parece que los asirios saban que el Dios de Israel era paciente, clemente y misericordioso con el arrepentido. Nuestro misericordioso Dios retir su juicio sobre Nnive por ahora. Dios no . puede arrepentirse como los hombres lo hacen, pero Sus acciones frecuentemente dependen de las acciones de los hombres.
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CAPITULO SEIS
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profetas. Este fue un cuadro de la cada de ambos, Israel y Jud. Israel caera primero, pero finalmente Jud tambin caera en cautiverio. Sus tierras seran devastadas, sus casas destruidas, y sus dolos (imgenes) seran despedazadas (versculos 2-7). Miqueas profetizaba lamentos y duelo del pueblo cuando su reino cayera frente a sus enemigos. Israel haba cado tan profundamente en la idolatra que su pecado era incurable, excepto por el cautiverio. Jud tambin se haba contaminado con la idolatra de Israel (Jeremas 3:6-10). Miqueas cont al pueblo de Israel sobre la gran pena y duelo en que sera sumergido cuando el castigo de Dios cayera sobre ellos por sus pecados. Dijo que ellos se raparan la cabeza en seal de su gran pena. Ellos lloraran como una madre que llora por la muerte de sus hijos. Esto se cumpli en los das de Oseas, ltimo rey de Israel (2 Reyes 17:3-18).
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embargo, aun cuando Israel se haba alejado tanto de Dios, todava exista un remanente recto entre ellos, y Dios prometi reunirlos como ovejas de su rebao. Ellos tambin necesitaran ir en cautiverio con los inicuos, pero Dios ira con los fieles y los cuidara (versculos 11-13).
Miqueas vio desde el fondo oscuro de los dos cautiverios hacia el brillante da en un futuro distante. El templo de Salomn sera destruido, pero el Seor construira un templo indestructible y perpetuo (I Corintios 3:16, 17; 6:19, 20; 2 Corintios 6:16; Efesios 2:19-22). El templo de Dios que es su reino espiritual (Romanos 14:17; Colosenses 1:13, 14), no ser jams destruido (Daniel 2:44, 45). Cuando Jesucristo lleg con el evangelio de la salvacin para todos los hombres, muchos israelitas lo aceptaron, pero Israel, en su totalidad, lo rechaz y fue cortado como nacin, hasta que acepten a Cristo como su Seor y Salvador (Romanos 11:1-6,13-27). Este mensaje de Miqueas (versculos 1-8) prevea los das M reino milenario de Cristo en la tierra (Apocalipsis 20:1-6). Ser un tiempo sin guerra. No habr nada que temer, pues satans estar atado. La maldicin del pecado tendr que ser levantada de la tierra (lsaas 11:1-9; 65:17-25). De la Escritura se entiende que los santos glorificados de Dios (la novia de Cristo) reinarn con l durante mil aos (Mateo 19:2729). Ellos sern arrebatados cuando Cristo venga para levantar su iglesia (1 Corintios 15:50-57; Apocalipsis 19:7-9), y regresarn con el Seor cuando venga a rescatar el pueblo de Israel y destruir los ejrcitos del anticristo en la batalla de Armagedn (Zacaras 14:1-9; Apocalipsis 19:11-21; 20:1-10). Israel, despus de su milagroso rescate en Armagedn, aceptar a Jess como su Seor y Salvador (Ezequiel 38:14-23; 39:17-29; Isaas 25:6-9; Apocalipsis 19:17-21). Algunas referencias del Antiguo Testamento implican que tambin habr gente mortal viviendo en la tierra durante el reino de Cristo de mil aos, y que el nacimiento y la muerte continuarn (lsaas 11:6; 65:20).
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que predice el lugar de nacimiento de Cristo (versculo 2). Beln Efrata (de Jud), a seis millas aproximadamente al sur de Jerusaln, era pequea en comparacin a muchas de las ciudades de Jud, pero de gran importancia como lugar de nacimiento del Mesas, el Rey eterno de Israel. El cumplimiento de esta profeca es bien conocida hoy (Mateo 2:1-12; Lucas 2:1-20). Miqueas dijo que Dios pondra a su pueblo en manos de sus enemigos y que a travs del sufrimiento, aprendera la fe y el temor de Dios, y fuesen curados de la idolatra (versculo 3). Sin embargo, l, quien deba gobernar a Israel con un reino perpetuo era quien debera redimir eternamente a su pueblo del pecado y del infierno mediante su propio sacrificio (Hebreos 2:14-17). El ser engrandecido hasta los fines de la tierra, porque El sera la paz de su pueblo y les dara la victoria sobre todos sus enemigos (versculos 4, 5). Jess, el Mesas prometido, vendra en la fuerza y majestad del nombre del Seor (lsaas 7:14, 9:6, 7; Lucas 1:26-35, 67-75). Sin embargo, antes de la llegada de Cristo, los israelitas arrepentidos permaneceran esparcidos entre las naciones paganas durante un largo perodo. Ellos seran como el roco de Jehov y como lluvia sobre la hierba de los paganos. En las tierras de su cautiverio, Dios los hizo evangelistas a travs de los cuales el demostr su realidad y poder (Daniel 2:27-30; 3:14-28; 6:3-26). El hizo que los adversarios de Israel se convirtieran en amigos a quienes mucho respetaban. Muchos paganos se convirtieron a la fe en el Dios de Israel (Esdras 1:1-3). Cuando lleg Cristo, haba muchos proslitos de la religin juda en todas las naciones (Hechos 2:6-12). Miqueas profetiz sobre la transformacin del pueblo de Israel y Jud, cuando ellos, en cautiverio, regresaran al Seor Ya no usaran el sistema pagano de caballos y guerreros en las batallas. Cuando el remanente reg resara a su tierra natal, despus de setenta aos en cautiverio, ellos destruiran las ciudades que haban sido profanadas con altares a dolos. Ellos se alejaran de sus brujeras, adivinadores e dolos, y no idolatraran la obra de sus propias manos (los dioses hechos por ellos nlismos). La venganza y los castigos de Dios sobre los paganos quizs ocasionaron que muchos de ellos regresaran a la fe en el Dios de Israel (versculos 10-15).
Miqueas 6: La Controversia
El siguiente mensaje de Miqueas era en contra de la hipocresa religiosa del pueblo de Israel (versculos 1-16). El les record la liberacin de sus antepasados de la esclavitud de Egipto, y de cmo los haba llevado, por las manos de Moiss, hasta el desierto. Haba 43
suministrado todos sus alimentos, los haba liberado de sus enemigos, y finalmente los haba trado a la tierra prometida. Los hijos de Israel ofrecan muchos sacrificios, realizaban muchas de las ceremonias de la ley de Moiss, e hipcritamente servan a Jehov, mientras que ellos idolatraban dolos y practicaban todos los pecados de los paganos. El Seor no estaba contento con sus sacrificios y profesiones. Miqueas les dijo: Oh hombre, l te ha declarado lo que es bueno, y qu pide Jehov de ti: solamente hacer justicia y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios (versculo 8). Miqueas luego reprob al pueblo por su medida escasa por la cual vendieron al necesitado, sus balanzas falsas y bolsas de pesas engaosas y tratos comerciales fraudulentos. Sus hombres ricos hablaron mentiras y estaban llenos de violencia. Como castigo por sus pecados, el Seor los enfermara y asolara. Su alimento no los satisfacera; ellos sembraran los olivos pero no obtendran aceite, y tendran vino dulce pero no podran beberlo. Una vida de pecado no puede satisfacer El pueblo de Israel no podra gozar de las cosas que buscaban, porque vivan segn las normas y estatutos de Omri y la casa de Acab (1 Reyes 16:25-33).
A pesar de la paganidad de Israel en los das de la profeca de Miqueas, siempre haba un remanente de fe entre el pueblo. Los fieles tuvieron que ir al cautiverio y sufrir con los impos, pero tuvieron la esperanza de las promesas de Dios de librarlos. Muchos perversos que fueron al cautiverio se arrepintieron y llegaron al Seor desde Sida y otros lugares; de mar a mar, y de monte a monte, dondequiera que haban sido diseminados entre las naciones (versculos 7-13). Dios apacent su pueblo de heredad con su cayado (de castigo) por lo cual muchos regresaron a l. El prometi llevarlos fuera del cautiverio, as como cuando salieron de Egipto. Las naciones de nuevo veran trabajando el poder de Dios entre su pueblo y ellos temeran (versculos 14-17). Al debido tiempo, Dios vendra a su pueblo y al mundo a travs de Cristo, para redimirlos de sus pecados, y darles Su poder de vida en el Espritu Santo. Por el poder del Espritu Santo, ellos podran dominar sus iniquidades. Nuestro Dios es un Dios de compasin y misericordia, deseando perdonar cuando el pueblo se arrepiente de ser pagano y pide misericordia (versculos 18-20). Dios ha cumplido su promesa a Abraham (Glatas 3:16).
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CAPITULO SIETE
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tardo para la ira (versculo 3), pero igualmente como un Dios celoso que no absolver al culpable. Su ira no es ejecutada rpidamente, pero cuando la gente repetidamente pisotea su misericordia, entonces ser castigado. Asiria haba regresado a sus caminos perversos y crueles y el castigo de Dios sera ejecutado. Dios es bueno, bondadoso y una fortaleza para su pueblo, pero eventualmente consumir a sus enemigos (versculos 7, 8). Nahum asegur a los judos que Dios no levantara su castigo de Asiria por segunda vez (versculo 9), como lo hizo cuando se arrepintieron frente a la advertencia de Jons. Los versculos 11 al 14 parecen referirse a la milagrosa liberacin por Dios de Jud de la invasin asiria por Senaquerib, en contestacin a las oraciones de Ezequas (2 Reyes 18:17-37; 19:1-37). Nahum luego repiti la promesa de Dios de salvacin en Cristo (lsaas 52:7; Romanos 10:15), y advirti a los judos que mantuvieran sus fiestas solemnes y cumplieran sus votos a Dios para que estuvieran listos a recibirlo cuando l viniera (versculo 15).
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CAPITULO OCHO
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Habacuc un mayor conflicto de fe. El no poda comprender por qu Dios permitira que un pueblo tan pagano y violento como los caldeos (babilonios) castigara a su pueblo, que, a pesar de sus pecados, eran ms rectos que los caldeos. El record al Seor que eran los paganos quienes haban sido ordenados para el castigo, no su pueblo. Tambin record al Seor que los caldeos no tenan respeto por el pueblo de otras naciones, sino que los cazaban como si fuesen bestias salvajes (versculos 12-17).
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de alabanza a Dios. Sus preguntas haban sido contestadas y sus dudas haban desaparecidos. El alab a Dios por sus pasadas bendiciones al pueblo de Israel y atribuy a l todo el poder sobre su creacin. Luego expres el triunfo de su fe en los versculos 17-19. De ahora en adelante, l confiara en el Seor durante todas las circunstancias o adversidades.
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CAPITULO NUEVE
SOFOINIAS, EL ORADOR
INTRODUCCION
Sofonas puede haber sido un descendiente de Ezequas (versculo 1). Fue contemporneo de Jeremas. Profetiz en los das de Josas, rey de Jud, y poco antes de Habacuc. Sus profecas se relacionaron principalmente con el castigo de Dios a varias naciones que haban maltratado al pueblo de Israel, y particularmente con su castigo a Jud por sus pecados, y la cada de Jerusaln. Retrat esos hechos en los trminos ms fros. El fondo histrico de su profeca se encuentra en 2 Reyes 22 y 23, y 2 Crnicas 34 y 35.
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profetas y al pueblo. Destruy la idolatra y mantuvo la pascua de los hebreos. Pero despus de su muerte, el pueblo volvi a todos los pecados de idolatra. Este mensaje de Sofonas pudo haber sido al principio del reino de Josas, o justo despus del lapso de fe del pueblo. Sofonas, en los versculos 7-18, profetiz del castigo de Dios sobre Jud y la cada de Jerusaln. Le dijo al pueblo de Jud que el da de la ira de Dios estaba cercano. El da del sacrificio de Jehov habla de la sangre derramada y la muerte en la toma de Jerusaln. En ese tiempo el castigo de Dios sobre los prncipes de Jud, el rey y los hijos del rey sera ejecutado por los ejrcitos de Nabucodonosor Su castigo tambin caera sobre todos los que vestan vestidos extranjeros (todos los que idolatraban dolos sin duda alguna haban tomado el estilo de vida y la forma de vestir de los paganos). El salto en la puerta, mencionado en el versculo 9, era quizs una costumbre pagana. Habra gran clamor cuando los babilonios entraran en la ciudad y empezaran a destruirlo todo. Los comerciantes de Mactes (bazar) se lamentaron por la destruccin de sus tiendas y mercancas. No habra escape, pues Acontecer en aquel tiempo que yo escudriar a Jerusaln con linterna, y castigar a los hombres que reposan tranquilos como el vino asentado, los cuales dicen en su corazn: Jehov ni har bien ni har mal (Sofonas 1:12). Sofonas indic la inminencia del cautiverio de Jud al decirles que ellos no podran habitar las casas que estaban construyendo, ni segar los frutos que estaban plantando. Sofonas realmente pint un cuadro oscuro. Sera un da de ira, angustia, aprieto, alboroto, asolamiento, un da de tinieblas. Ellos ni podran comprar su libertad con su plata y su oro.
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Cuando Israel acepte al Seor Jesucristo, ellos sern sellados con el Espritu Santo como lo ha sido su Iglesia (Efesios 1:12-14; 4:30). Sus pecados sern perdonados cuando reciban el don de la justicia en el Espritu Santo (Romanos 5:17). Ellos no sern ya arrogantes por razones de ser el pueblo elegido de Dios bajo el rgimen del Antiguo Testamento, sino que confiarn solamente en el nombre del Seor. Los versculos 14-20 hablan de la gloria a la que vendrn todos los redimidos en el reino milenario de Cristo en la tierra, y en la resurreccin a la vida eterna. Hemos hablado ya del reino milenario de Dios, como fue profetizado por diferentes profetas. Pero estoy seguro que con nuestras mentes finitas no podemos imaginar las glorias que esperan a los santos de Dios, quienes son fieles hasta el fin (Romanos 8:18; 2 Timoteo 4:7, 8; 1 Pedro 1:3-13). La esperanza de los fieles se encuentra en las palabras del salmista: Me has guiado segn tu consejo, y despus me recibirs en gloria. A quin tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra (Salmo 73:24, 25).
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CAPITULO DIEZ
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Seor Para castigarlos por esa actitud, el Seor les hizo sufrir mucha adversidad. Cosechaban slo una pequea parte de sus tierras. No tenan suficiente comida, bebida, o ropa, y sus salarios desaparecan como si los entraran en sacos con agujeros. El Seor luego les envi a Hageo a ensearles la razn por su falta de seguridad y prosperidad. El Seor les habl luego a travs de Hageo: Es para vosotros tiempo, para vosotros, de habitar en vuestras casas artesonadas, y esta casa est desierta? Pues as ha dicho Jehov de los ejrcitos: Meditad bien sobre vuestros caminos (Hageo 1:4, 5). El les dijo que cuando trajeran sus productos y sus dineros a sus hogares, el Seor soplara sobre ellos, de manera que no se dieran cuenta de los beneficios que necesitaban. Hizo que hubiera sequa en sus tierras. Luego, el Seor despert los espritus de Zorobabel, el gobernador, Josu, el sumo sacerdote, y el pueblo, para que reiniciaran la construccin. Sus enemigos de nuevo trataron de impedir el trabajo y enviaron una carta a Daro. Cuando Daro busc en los archivos y encontr el decreto que Ciro haba hecho, referente a la construccin de la casa de Dios en Jerusaln, l no solamente les orden que dejaran que el trabajo en la casa del Seor fuera reiniciado, sino que les orden que ayudaran a los judos en los gastos de la construccin con el dinero de los tributos que deban enviar a Daro (Esdras 5:1-17; 6:1-14). Hageo les dijo que el Seor estara con ellos y les hara prosperar si reiniciaban la construccin de la casa del Seor en Jerusaln.
Hageo le dijo al pueblo que dentro de poco tiempo el Seor hara temblar el cielo, la tierra, el mar, la tierra seca y todas las naciones. Esto se refera a la primera venida de Cristo a la tierra para morir por los pecados de todo el mundo, si ellos creyeran en l. La venida de Cristo a la tierra fue el evento ms trascendental en toda la historia de la humanidad. Jess dijo: Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraer a m mismo (Juan 12:32). El temblor de la tierra por Dios empez con el temprano ministerio de Jess, pero aument en volumen despus de su crucifixin, resurreccin, ascensin a los cielos y el derramarniento del Espritu Santo en el da de Pentecosts. Slo tenernos que, estudiar el libro de los Hechos para ver el cumplimiento de esta profeca. A partir del da de Pentecosts hasta el da de hoy, todas las naciones han sido conmovidas para que busquen al Seor Jesucristo y reciban la gloria de su Espritu. Los santos de Dios hari sido llenos de su gloria en el Espritu Santo, as como el tabernculo del desierto y el templo de Salomn fueron llenados con su gloria (versculos 6-9). El Seor le dijo a Hageo que hiciera dos preguntas a los sacerdotes, cuyas contestaciones daran un tercer mensaje para el pueblo. El pregunt que si una persona con carne santificada en la falda (como un bolsillo) de su vestimenta, tocara otra carne o pan, se convertira en sagrada? Los sacerdotes contestaron que no. El luego les pregunt si una persona inmunda (ceremonialmente) por razn de haber tocado a un cuerpo muerto, si tocare alguna cosa de estas, ser inmunda? Los sacerdotes contestaron, inmunda ser. (La santidad no es contagiosa, pero el pecado lo es). Hageo les ense al pueblo, por ese ejemplo, que ellos, al estar inmundos por la insinceridad de sus, alabanzas, haban influenciado a otros y haban trado el juicio de Dios sobre ellos mismos. Pero ahora que ellos se haban arrepentido y estaban construyendo la casa de Dios, l de nuevo los bendecira y hara prosperar (versculos 10-19). El ltimo mensaje de Hageo (versculos 20-23) fue una profeca de la derrota de los reinos mundanos, especialmente el ltimo reino mundial dirigido por el anticristo, en los das en que Dios restaurara el reino a Israel (Hechos 1:6-8). Zorobabel fue aqu nombrado como un tipo de Cristo (Zacaras 4:5-10; Isaas 42:1-8). El haba echado los cimientos del templo que estaban construyendo (Esdras 3:8-13), y la acabaria, como un tipo de Cristo, el autor y consumador de nuestra fe (Hebreos 12:2), quien construira su templo espiritual.
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CAPITULO ONCE
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Pablo llam al castigo por los pecados, que es la muerte (Romanos 6:23), la maldicin de la ley (Glatas 3:13). Todos los que rechazan la misericordia de CIristo y se niegan a obedecer su ley justa deber pagar la pena de muerte. Los dos pecados, robo y juramento, probablemente representan toda la ley. El pecado del robo representaba todos los pecados cometidos contra los hombres, y el pecado del juramento representaba los pecados cometidos contra Dios. Jess dijo: Pero yo os digo: No juris en ninguna manera; ni por el cielo, porque es, el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusaln, porque es la ciudad del gran Rey. Ni por tu cabeza jurars, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello (Mateo 5:34-36). Todos los pecadores que no se arrepienten, al final de su vida mortal, debern pagar el castigo por el pecado; no slo la muerte fsica, sino la separacin eterna de Dios en el infierno. La novena visin de Zacaras (versculos 5-11) fue la de un efa conteniendo a una mujer, sobre el cual se haba puesto una tapa de plomo y dos mujeres trayendo viento en sus alas, las que parecan como de cigueas, y quienes alzaron el efa para llevarlo a la tierra de Sinar (Babilonia). La mujer (la maldad) dentro del efa representaba la copa de idolatra de Israel, que estaba llena y preparada para juicio, por lo que Dios hara llevarlos a Babilonia. El pueblo a quien Zacaras profetiz, haba regresado de Babilonia curado de idolatra, pero no haban sido limpiados de la naturaleza del pecado que los haba llevado a esa maldad. Ellos podan limpiarse solamente mediante la redencin en Cristo.
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tiene que morir la segunda muerte (Apocalipsis 20:14), pero todos los que son hechos rectos a travs de Cristo, vivirn eternamente. El cumplimiento del juicio divino hizo reposar al Espritu de Dios. El Seor dijo a Zacaras que tomara a tres judos que haban llegado de Babilonia, para que hicieran dos coronas de oro y plata y las pusieran en la cabeza de Josu, el sumo sacerdote. Y entonces le dijeron a Josu: As ha hablado Jehov de los ejrcitos diciendo: He aqu el varn cuyo nombre es el Renuevo, el cual brotar de sus races, y edificar el templo de Jehov. El edificar el templo de Jehov, y l llevar gloria, y se sentar y dominar en su trono, y habr sacerdote a su lado; y consejo de paz habr entre ambos (versculos 12 y 13). Esta fue la profeca de la doble posicin de Rey y sumo sacerdote que Jess deba ocupar en Su reino espiritual (Hebreos 71-3,11-22). En el reino de Israel en el Antiguo Testamento, Dios orden que sus reyes vinieran de la tribu de Jud y del linaje de David, pero sus sacerdotes deban provenir de la tribu de Lev y del linaje de Aarn. Sin embargo, el Seor Jesucristo, simbolizado por Josu en los versculos 11-13, es nuestro Rey Eterno y Sumo Sacerdote. Las coronas de oro y plata, habiendo servido su propsito, deban ser colocadas en el templo como memoria (versculo 14). Todas las naciones gentiles, que en esos das estaban alejadas del Seor (Efesios 2:11-22), deban ser incluidas en su nuevo pacto de gracia. El muri en la cruz, resusit y ascendi al cielo, no para salvar a Israel solamente, sino a los que tienen fe, de todas las razas y naciones (versculo 15).
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pero haba peleado con ellos mediante castigos y juicios debido a sus idolatras a travs de siglos. Sin embargo, l finalmente hara victoriosa a los fieles por medio de la uncin de su Espritu (versculos 2-8). Vase Jeremas 31:31-34; Ezequiel 36:25-27; Tito 2:14 y 1 Pedro 1:18-23. El pueblo de Israel, despus de que sus lderes religiosos haban rechazado al Seor Jesucristo, de nuevo sera dispersado entre las naciones. Esto fue cumplido en 70 D.C. por los romanos. Sin embargo, Dios ha prometido restaurarlos completamente en el tiempo final, cuando se arrepientan y acepten a Jess como su Dios y Salvador (versculos 9-12).
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El Seor tom luego el cayado de las ataduras para romper la hermandad entre Jud e Israel. Israel quizs representaba el grupo que rechazaba a Jess su Mesas, y Jud, los que haban recibido al Seor y haban sido bautizados por su Espritu en su cuerpo (versculo 14). El remanente recto que crea y segua a Jess se convirti en su cuerpo, la Iglesia (Efesios 5:19-23). Los versculos 15-17 describen el castigo de Dios que vendra a los lderes religiosos mercenarios e hipcritas en los das de Cristo. Ezequiel describi una situacin similar, en los das en que el castigo de Dios caa sobre los judos y Jerusaln (Ezequiel 34:1-10). Los lderes de Jud (falsos pastores) haban hecho que el pueblo se alejara del Seor Zacaras profetiz que el mismo espritu existira entre los gobernantes cuando Cristo estuviera en la tierra. El Seor, a travs de Zacaras, pronunci ayes sobre esos lderes. Jess pronunci ayes sobre aquellos de sus das (Mateo 23:23-36).
El versculo 8 probablemente se refiere a los problemas de Israel con otras naciones antes de la batalla de Armagedn, y algunos de ellos morirn. Pero el Seor traer a todos aquellos que sabe que Lo aceptarn, a travs de la tribulacin. Los refinar como oro, y cuando invoquen su nombre, l dir: Pueblo mo; y l dir: Jehov es mi Dios (versculo 9).
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CAPITULO DOCE
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vez de Esa, porque Esa se haba probado ser indigno del derecho de nacimiento al venderlo. Sin embargo, los descendientes de Jacob no fueron agradecidos por haber sido los elegidos del Seor (versculos 1-5). Ellos no honraron a Dios como su Padre y Maestro, o Seor (versculo 6). Los sacerdotes no tenan ya temor del Seor, sino que deshonraban su nombre al ofrecer pan inmundo en su altar Por su mismo acto, ellos admitan que la mesa del Seor era despreciable. Ellos ofrecieron sacrificios de animales ciegos, cojos o enfermos, algo que ellos no se atreveran hacer al gobernador. De balde, ellos rechazaran abrir una puerta en la casa del Seor, o hacer un incendio en su altar (versculos 6-10). Sin embargo, ellos haban negado cada cargo que Malaquas present contra ellos. En el versculo 11, Malaquas predice el da cuando los apstoles de Cristo iran hacia los gentiles con el evangelio despus de que los gobernantes de los judos haban rechazado al Seor Jess y su evangelio (Hechos 13:38-48). Los sacerdotes del tiempo de Malaquas profanaron el servicio del Seor demostrando que para ellos era inmundo y despreciable. Era un fastidio para ellos, y ellos observaron esas ceremonias de la ley de Moiss insinceramente, y solamente para impresionar a los dems. El Seor dijo que no aceptara sus sacrificios, sino que enviara una maldicin sobre ellos. Ellos haban deshonrado al Seor al presentarle una ofrenda inmunda, que no presentaran a su gobernador (versculos 12-14).
El Seor le dio a Malaquas un mensaje de reprensin para el pueblo de Jud e Israel, porque muchos se divorciaron de la esposa de su juventud y se casaron con paganas. Nehemas tambin los haba reprochado fuertemente por ese pecado (Nehemas 13:23-28, 30). El Seor dijo que cortara a cualquiera que lo hiciera, bien fuese maestro o estudiante (bien fuese sacerdote o laico). Ellos seran sacados del tabernculo (casa) de Jacob (repudiados). Mientras se observaron religiosamente la ley ceremonial de Dios, violaron la ley moral de Dios al casarse con los paganos. La ley de Dios de la separacin racial de su pueblo era muy estricta, para no llegar a contaminarse con la idolatra e iniquidad de los paganos. El pueblo se justificaba en sus caminos malos y se negaban a creer que Dios los castigara (versculos 11-17).
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hemos robado? (Malaquas 3:8), l les dijo que no llevaron sus diezmos y ofrendas a su casa. Toda la nacin le haba robado. El Seor prometi bendecirlos con abundante prosperidad, si ellos se arrepintieran y obedecieran su ley. No tenemos testimonio de su arrepentimiento en este asunto. Luego el Seor, a travs de Malaquas, present otra acusacin contra ellos. Las palabras de ellos hacia el Seor haban sido violentas, y de nuevo negaron que habra sido as. Ellos haban dicho que era en vano servir a Dios. Ellos no haban tenido beneficio al guardar su ley, o andar afligidos en presencia de Dios. Dijeron que los soberbios eran bienaventurados, y aquellos que hicieron impiedad y tentaron a Dios no solamente haban escapado, sino que haban prosperado. El Seor contest que fue escrito delante de l un libro de memoria para todos los que temen a l, y los que piensan en su nombre y hablan entre s de su bondad. Ellos quizs no seran recompensados inmediatamente, pero lo seran cuando l actuara, porque seran especial tesoro y El los perdonara. Los verdaderos santos de Dios saben que ellos son los favorecidos del Seor, pero se tendr que esperar hasta el da del juicio final para revelar al mundo cun bendito y beneficioso es servir a Dios y caminar con l en fe y santidad (Mateo 24:27-31; 25:31-46) (Malaquas 3:8-18).
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