Infante Juan Manuel - El Conde Lucanor (Romance) PDF
Infante Juan Manuel - El Conde Lucanor (Romance) PDF
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El Conde
Lucanor
Juan Manuel, Infante de Castilla
El Conde Lucanor
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Anteprlogo
Este libro fizo don Johan, fijo del muy noble infante don Manuel, deseando que los omnes fiziessen en este mundo tales obras que les fuessen
aprovechosas de las onras et de las faziendas et de sus estados, et fuessen
ms allegados a la carrera porque pudiessen salvar las almas. Et puso en l
los enxiemplos ms aprovechosos que l sopo de las cosas que acaesieron,
porque los omnes puedan fazer esto que dicho es. Et sera maravilla si de
cualquier cosa que acaezca a cualquier omne, non fallare en este libro su
semejana que acaesi a otro.
Et porque don Johan vio et sabe que en los libros contese muchos yerros
en los trasladar, porque las letras semejan unas a otras, cuidando por la una
letra que es otra, en escrivindolo, mdasse toda la razn et por aventura
confndesse, et los que despus fallan aquello escripto ponen la culpa al
que fizo el libro; et porque don Johan se reel desto, ruega a los que leyeren cualquier libro que fuere trasladado del que l compuso, o de los libros
que l fizo, que si fallaren alguna palabra mal puesta, que non pongan la
culpa a l, fasta que bean el libro mismo que don Johan fizo, que es emendado, en muchos logares, de su letra. Et los libros que l fizo son stos, que
l a fecho fasta aqu: la Crnica abreviada, el Libro de los sabios, el Libro
de la cavallera, el Libro del infante, el Libro del cavallero et del escudero,
el Libro del Conde, el Libro de la caa, el Libro de los engeos, el Libro de
los cantares. Et estos libros estn en el monesterio de los fraires predicadores que l fizo en Peafiel. Pero, desque vieren los libros que l fizo, por
las menguas que en ellos fallaren, non pongan la culpa a la su entenin,
mas pnganla a la mengua del su entendimiento, porque se atrevi a se entremeter a fablar en tales cosas. Pero Dios sabe que lo fizo por entenin
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que se aprovechassen de lo que l dira las gentes que non fuessen muy
letrados nin muy sabidores. Et por ende, fizo todos los sus libros en romane, et esto es seal ierto que los fizo para los legos et de non muy
grand saber como lo l es. Et de aqu adelante, comiena el prlogo del Libro de los Enxiemplos del Conde Lucanor et de Patronio.
Prlogo
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libros, nin aprender lo que es escripto en ellos. Et porque non toman plazer
en ello, non lo pueden aprender nin saber as como a ellos cumpla.
Por ende, yo, don Johan, fijo del infante don Manuel, adelantado mayor de
la frontera et del regno de Muria, fiz este libro compuesto de las ms
apuestas palabras que yo pude, et entre las palabras entremet algunos exiemplos de que se podran aprovechar los que los oyeren. Et esto fiz segund
la manera que fazen los fsicos, que quando quieren fazer alguna melizina
que aproveche al fgado, por razn que naturalmente el fgado se paga de
las cosas dules, mezclan con aquella melezina que quieren melezinar el
fgado acar o miel o alguna cosa dule; et por el pagamiento que el
fgado a de la cosa dule, en tirndola para s, lieva con ella la melezina
quel a de aprovechar. Et esso mismo fazen a cualquier miembro que aya
mester alguna melezina, que sienpre la dan con alguna cosa que naturalmente aquel mienbro la aya de tirar a s. Et a esta semejana, con la mered
de Dios, ser fecho este libro, et los que lo leyeren si por su voluntad tomaren plazer de las cosas provechosas que fallaren, ser bien; et aun los
que lo tan bien non entendieren, non podrn escusar que, en leyendo el libro, por las palabras falagueras et apuestas que en l fallarn, que non ayan
a leer las cosas aprovechosas que son mezcladas, et aunque ellos non lo
deseen aprovecharse an dellas, as como el fgado et los otros miembros dichos se aprovechan de las melezinas que son mezcladas con las cosas de
que se ellos pagan. Et Dios, que es complido et complidor de todos los
buenos fechos, por la su mered et por la su piadat, quiera que los que este
libro leyeren, que se aprovechen del a serviio de Dios et para salvamiento
de sus almas et aprovechamiento de sus cuerpos; as como l sabe que yo,
don Johan, lo digo a essa entencin. Et lo que fallaren que non es tan bien
dicho, non pongan la culpa a la mi entenin, mas pnganla a la mengua
del mo entendimiento. Et si alguna cosa fallaren bien dicha o aprovechosa,
gradscanlo a Dios, ca l es aqul por quien todos los buenos dichos et
fechos se dizen et se fazen.
Et pues el prlogo es acabado, de aqu adelante comenar la manera del
libro, en manera de un grand seor que fablava con un su consegero. Et
dizan al seor conde Lucanor, et al consegero, Patronio.
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Exemplo I
De lo que contesi a un rey con un su privado
Acaesci una vez que el conde Lucanor estava fablando en su poridat con
Patronio, su consegero, et dxol:
-Patronio, a m acaesi que un muy grande omne et mucho onrado, et muy
poderoso, et que da a entender que es ya cuanto mo amigo, que me dixo
pocos das ha, en muy grant poridat, que por algunas cosas
quelacaesieran, que era su voluntad de se partir desta tierra et non tornar a
ella en ninguna manera, et que por el amor et grant fiana que en m ava,
que me quera dexar toda su tierra: lo uno vendido, et lo l, comendado. Et
pues esto quiere, semjame muy grand onra et grant aprovechamiento para
m; et vs dezitme et consejadme lo que vos paresce en este fecho.
-Seor conde Lucanor -dixo Patronio-, vien entiendo que el mo consejo
non vos faze grant mengua, pero vuestra voluntad es que vos diga lo que en
esto entiendo, et vos conseje sobre ello, fazerlo he luego. Primeramente,
vos digo que esto que aqul que cuidades que es vuestro amigo vos dixo,
que non lo fizo sinon por vos provar. Et parese que vos contei con l
como conteni a un rey con un su privado.
El conde Lucanor le rog quel dixiese cmo fuera aquello.
-Seor -dixo Patronio-, un rey era que ava un privado en que fiava mucho.
Et porque non puede seer que los omnes que alguna buena andana an que
algunos otros non ayan envidia dellos, por la privana et bien andana que
aquel su privado ava, otros privados daquel rey avan muy grant envidia et
trabajvanse del buscar mal con el rey, su seor. Et como quier que
muchas razones le dixieron, nunca pudieron guisar con el rey quel fiziese
ningn mal, nin aun que tomase sospecha nin dubda del, nin de su serviio. Et de que vieron que por otra manera non pudieron acabar lo que
queran fazer, fizieron entender al rey que aquel su privado que se trabajava
de guisar porque l muriese, et que un fijo pequeo que el rey ava, que fincase en su poder, et de que l fuese apoderado de la tierra que guissara
cmo muriese el mozo et que fincara l seor de la tierra. Et como quier
que fasta entonce non pudieran poner en ninguna dubda al rey contra aquel
su privado, de que esto le dixieron, non lo pudo sofrir el coran que non
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tomase del reelo. Ca en las cosas en que tan grant mal ha, que se non
pueden cobrar si se fazen, ningn omne cuerdo non deve esperar ende la
prueva. Et por ende, desque el rey fue cado en esta dubda et sospecha,
estava con grant reelo, pero non se quiso mover en ninguna cosa contra
aquel su privado fasta que desto sopiese alguna verdat.
Et aquellos otros que buscavan mal a aquel su privado dixironle una
manera muy engaosa en cmo podra provar que era verdat aquello que
ellos dizan, et enformaron bien al rey en una manera engaosa, segund
adelante oidredes, cmo fablase con aquel su privado. Et el rey puso en su
coran de lo fazer, et fzolo.
Et estando a cabo de algunos das el rey fablando con aquel su privado, entre otras razones muchas que fablaron, comenl un poco a dar a entender
que se despagava mucho de la vida deste mundo et quel paresa que todo
era vanidat. Et entone non le dixo ms. Et despus, a cabo de algunos das,
fablando otra vez con el aquel su privado, dndol a entender que sobre otra
razn comenava aquella fabla, tornl a dezir que cada da se pagava menos de la vida deste mundo et de las maneras que en l vea. Et esta razn
le dixo tantos das et tantas vegadas, fasta que el privado entendi que el
rey non tomava ningn plazer en las onras deste mundo, nin en las riquezas, nin en ninguna cosa de los vienes nin de los plazeres que en este
mundo avi. Et desque el rey entendi que aquel su privado era vien cado
en aquella entenin, dxol un da que ava pensado de dexar el mundo et
irse desterrar a tierra do non fuesse conosido, et catar algn lugar extrao
et muy apartado en que fiziese penitenia de sus pecados. Et que por
aquella manera, pensava que le avra Dios merced del et podra aver la su
gracia porque ganase la gloria del Paraso.
Cuando el privado del rey esto le oy dezir, estragelo mucho, dezindol
muchas maneras porque lo non deva fazer. Et entre las otras, dxol que si
esto fiziese, que fara muy grant deserviio a Dios en dexar tantas gentes
como ava en el su regno, que tena l vien mantenidas en paz et en justiia,
et que era ierto que luego que l dende se partiese, que avra entrellos muy
gran bolliio et muy grandes contiendas, de que tomara Dios muy grant
deserviio et la tierra muy grant dapo, et cuando por todo esto non lo dexase, que lo deva dexar por la reina, su muger, et por un fijo muy pequeuelo que dexava: que era ierto que seran en muy grant aventura, tanbin de los cuerpos, como de las faziendas.
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A esto respondi el rey que, ante que l pusiesse en toda guisa en su voluntad de se partir de aquella tierra, pens l la manera en cmo dexara recabdo en su tierra porque su muger et su fijo fuessen servidos et toda su
tierra guardada; et que la manera era sta: que vien saba l que el rey le
ava criado et le ava fecho mucho bien et quel fallara sienpre muy leal, et
quel serviera muy bien et muy derechamente, et que por estas razones,
fiava en l ms que en omne del mundo, et que tena por bien del dexar la
muger et el fijo en su poder, et entergarle et apoderarle en todas las fortalezas et logares del regno, porque ninguno non pudiese fazer ninguna cosa
que fuese deserviio de su fijo; et si el rey tornase en algn tiempo, que era
ierto que fallara muy buen recabdo en todo lo que dexase en su poder; et
si por aventura muriese, que era ierto que servira muy bien a la reina, su
muger, et que criara muy bien a su fijo, et quel terna muy bien guardado
el su regno fasta que fuese de tiempo que lo pudiese muy bien governar; et
as, por esta manera, tena que dexava recabdo en toda su fazienda.
Cuando el privado oy dezir al rey que quera dexar en su poder el reino et
el fijo, como quier que lo non dio a entender, plgol mucho en su coran,
entendiendo que pues todo fincava en su poder, que podra obrar en ello
como quisiese.
Este privado ava en su casa un su cativo que era muy sabio omne et muy
grant filsofo. Et todas las cosas que aquel privado del rey ava de fazer, et
los consejos quel ava a dar, todo lo faza por consejo de aquel su cativo
que tena en casa.
Et luego que el privado se parti del rey, fuese para aquel su cativo, et
contl todo lo quel conteiera con el rey, dndol a entender, con muy
grant plazer et muy grand alegra, cunto de buena ventura era, pues el rey
le quera dexar todo el reino et su fijo et su poder.
Cuando el filsofo que estava cativo oy dezir a su seor todo lo que ava
pasado con el rey, et cmo el rey entendiera que quera l tomar en poder a
su fijo et al regno, entendi que era cado en grant yerro, et comenlo a
maltraer muy fieramente, et dxol que fuese ierto que era en muy grant
peligro del cuerpo et de toda su fazienda, ca todo aquello quel rey le dixiera, non fuera porque el rey oviese voluntad de lo fazer, sinon que algunos
quel queran mal avan puesto al rey quel dixiese aquellas razones por le
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provar, et pues entendiera el rey quel plaza, que fuesse ierto que tena el
cuerpo et su fazienda en muy grant peligro.
Cuando el privado del rey oy aquellas razones, fue en muy gran cuita, ca
entendi verdaderamente que todo era as como aquel su cativo le ava dicho. Et desque aquel sabio que tena en su casa le vio en tan grand cuita,
consejl que tomase una manera como podri escusar de aquel peligro en
que estava.
Et la manera fue sta: luego, aquella noche, fuese raer la cabea et la barba,
et cat una vestidura muy mala et toda apedaada, tal cual suelen traer estos omnes que andan pidiendo las limosnas andando en sus romeras, et un
vordn et unos apatos rotos et bien ferrados, et meti entre las costuras de
aquellos pedaos de su vestidura una grant cuanta de doblas. Et ante que
amaniiese, fuese para la puerta del rey, et dixo a un portero que fall que
dixiese al rey que se levantase porque se pudiesen ir ante que la gente despertasse, ca l all estava esperando; et mandl que lo dixiese al rey en
grant poridat. Et el portero fue muy marabillado cuandol vio venir en tal
manera, et entr al rey et dxogelo as como aquel su privado le mandara.
Desto se marabill el rey, et mand quel dexase entrar.
Desque lo vio cmo vina, preguntl por qu fiziera aquello. El privado le
dixo que bien saba cmol dixiera que se quera ir desterrar, et pues l as
lo quera fazer, que nunca quisiese Dios que l desconosiesse cuanto bien
le feziera; et que as como de la onra et del bien que el rey obiera tomara
muy grant parte, que as era muy grant razn que de la lazeria et del desterramiento que el rey quera tomar, que l otros tomase ende su parte. Et
pues el rey non se dola de su muger et de su fijo et del regno et de lo que
ac dexava, que non era razn que se doliese l de lo suyo, et que ira con
l, et le servira en manera que ningn omne non gelo pudiese entender, et
que aun l levava tanto aver metido en aquella su vestidura, que les avondara asaz en toda su vida, et que, pues que a irse avan, que se fuesen ante
que pudiesen ser conosidos.
Cuando el rey entendi todas aquellas cosas que aquel su privado le diza,
tovo que gelo diza todo con lealtad, et gradeigelo mucho, et contl toda
la manera en cmo oviera a seer engaado et que todo aquello le fiziera el
rey por le provar. Et as oviera a seer aquel privado engaado por mala
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cobdiia, et qusol Dios guardar, et fue guardado por consejo del sabio que
tena cativo en su casa.
Et vs, seor conde Lucanor, a menester que vos guardedes que non seades
engaado dste que tenedes por amigo; ca ierto sed que esto que vos dixo
que non lo fizo sinon por provar qu es lo que tiene en vos. Et conviene que
en tal manera fabledes con l, que entienda que queredes toda su pro et su
onra, et que non avedes cobdiia de ninguna cosa de lo suyo; ca si omne
estas dos cosas non guarda a su amigo, non puede durar entre ellos el amor
luengamente.
El conde se fall por bien aconsejado del consejo de Patronio, su consejero,
et fzolo como l le consejara, et fallse ende bien.
Et entendiendo don Johan que estos exiemplos eran muy buenos, fzolos
escribir en este libro, et fizo estos viesos en que se pone la sentenia de los
exiemplos. Et los viessos dizen ass:
Non vos engaedes, nin creades que, endonado,
faze ningn omne por otro su dao de grado.
Et los otros dizen ass:
Por la piadat de Dios et por buen consejo,
sale omne de coita et cunple su deseo.
Et la estoria deste exiemplo es sta que se sigue:
Exemplo II
De lo que contesi a un omne bueno con su fijo
Otra vez acaesi que el conde Lucanor fablava con Patronio, su consejero,
et dxol cmo estava en grant coidado et en grand quexa de un fecho que
quera fazer, ca, si por aventura lo fiziese, saba que muchas gentes le
travaran en ello; et otros, si non lo fiziese, que l mismo entendi quel
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podran travar en ello con razn. Et dxole cul era el fecho et l rogl
quel consejase lo que entenda que deva fazer sobre ello.
-Seor conde Lucanor -dixo Patronio-, bien s yo que vs fallaredes
muchos que vos podran consejar mejor que yo, et a vos dio Dios muy buen
entendimiento, que s que mi consejo que vos faze muy pequea mengua;
mas pues lo queredes, dezirvos he lo que ende entiendo. Seor conde Lucanor -dixo Patronio-, mucho me plazera que parsedes mientes a un exiemplo de una cosa que acaesi una vegada a un omne bueno con su fijo.
El conde le rog quel dixiese que cmo fuera aquello. Et Patronio dixo:
-Seor, ass contesi que un omne bueno ava un fijo; como quier que era
moo segund sus das, era asaz de sotil entendimiento. Et cada que el padre
alguna cosa quera fazer, porque pocas son las cosas en que algn contrallo
non puede acaeser, dizal el fijo que en aquello que l quera fazer, que
vea l que podra acaeser el contrario. Et por esta manera le parta de
fazer algunas cosas quel complan para su fazienda. Et vien cred que cuanto los moos son ms sotiles de entendimiento, tanto son ms aparejados
para fazer grandes yerros para sus faziendas; ca an entendimiento para
comenar la cosa, mas non saben la manera como se puede acabar, et por
esto caen en grandes yerros, si non an qui los guarde dello. Et as, aquel
moo, por la sotileza que ava del entendimiento et quel menguava la
manera de saber fazer la obra complidamente, enbargava a su padre en
muchas cosas que avi de facer. Et de que el padre pass grant tiempo esta
vida con su fijo, lo uno por el dao que se le segua de las cosas que se le
enbargavan de fazer, et lo l, por el enojo que tomava de aquellas cosas que
su fijo le diza, et sealadamente lo ms, por castigar a su fijo et darle exiemplo cmo fiziese en las cosas quel acaesiesen adelante, tom esta
manera segund aqu oiredes:
El omne bueno et su fijo eran labradores et moravan erca de una villa. Et
un da que fazan mercado, dixo a su fijo que fuesen amos all para comprar algunas cosas que avan mester; et acordaron de levar una vestia en
que lo traxiesen. Et yendo amos a mercado, levavan la vestia sin ninguna
carga et ivan amos de pie et encontraron unos omnes que vinan daquella
villa do ellos ivan. Et de que fablaron en uno et se partieron los unos de los
otros, aquellos omnes que encontraron conmenaron a departir ellos entre
s et dizan que non les paresan de buen recabdo aquel omne et su fijo,
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podemos fazer en que las gentes non puedan travar; ca ya fuemos entramos
de pie, et dixieron que non fazamos bien; et fu yo de pie et t en la vestia,
et dixieron que errvamos; et fu yo en la vestia et t de pie, et dixieron que
era yerro; et agora imos amos en la vestia, et dizen que fazemos mal. Pues
en ninguna guisa non puede ser que alguna destas cosas non fagamos, et ya
todas las fiziemos, et todos dizen que son yerro; et esto fiz yo porque tomasses exiemplo de las cosas que te acaesiessen en tu fazienda; ca ierto
sey que nunca fars cosa de que todos digan bien: ca si fuere buena la cosa,
los malos et aquellos que se les non sigue pro de aquella cosa, dirn mal
della; et si fuere la cosa mala, los buenos, que se pagan del bien, non podran decir que es bien el mal que t feziste. Et por ende, si t quieres fazer
lo mejor et ms a tu pro, cata que fagas lo mejor et lo que entendieres que
te cumple ms, et sol que non sea mal, non dexes de lo fazer por reelo de
dicho de las gentes; ca ierto es que las gentes a lo dems siempre fablan en
las cosas a su voluntad, et non catan lo que es ms a su pro.
-Et vs, conde Lucanor, seor, en esto que me dezides que queredes fazer
et que reelades que vos travarn las gentes en ello, et si non lo fazedes,
que esso mismo farn, pues me mandades que vos conseje en ello, el mi
consejo es ste: que ante que comenedes el fecho, que cuidedes toda la pro
o el dapo que se vos puede ende seguir, et que non vos fiedes en vuestro
seso et que vos guardedes que vos non engae la voluntad, et que vos consejedes con los que entendiredes que son de buen entendimiento et leales
et de buena poridat. Et si tal consejero non fallredes, guardat que vos non
arrebatedes a lo que oviredes a fazer, a lo menos fasta que passe un da et
una noche, si fuere cosa que se non pierda por tiempo. Et de que estas cosas
guardredes en lo que oviredes de fazer, et lo fallredes que es bien et
vuestra pro, consjovos yo que nunca lo dexedes de fazer por reelo de lo
que las gentes podran dello dezir.
El conde tovo por buen consejo lo que Patronio le consejava. El fzolo ass,
et fallse ende bien.
Et cuando don Johan fall este exiemplo, mandlo escrivir en este libro, et
fizo estos viessos en que est avreviadamente toda la sentenia deste exiemplo. Et los viessos dizen as:
Por dicho de las gentes,
sol que non sea mal,
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Exemplo tercero
Del salto que fizo el rey Richalte de Inglaterra en la mar contra los
moros
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et a esta gloria, non se puede comparar ningn otro plazer del mundo. Et
pues este bien et este mal tan grande non se cobra sinon por las obras,
rugovos que, segund el estado que yo tengo, que cuidedes et me consejedes la manera mejor que entendiredes porque pueda fazer emienda a
Dios de los yerros que contra l fiz, et pueda aver la su gracia.
-Seor conde Lucanor -dixo Patronio-, mucho me plaze de todas estas razones que avedes dicho, et sealadamente porque me dixiestes que en todo
esto vos consejase segund el estado que vs tenedes, ca si de otra guisa me
lo dixiredes, bien cuidara que lo dixiredes por me provar segund la
prueva que el rey fezo a su privado que vos cont el otro da en el exiemplo
que vos dixe; mas plzeme mucho porque dezides que queredes fazer
emienda a Dios de los yerros que fiziestes, guardando vuestro estado et
vuestra onra; ca iertamente, seor conde Lucanor, si vs quisiredes dexar
vuestro estado et tomar vida de orden o de otro apartamiento, non podrades escusar que vos non acaesciesen dos cosas: la primera, que
serades muy mal judgado de todas las gentes, ca todos diran que lo
fazades con mengua de coran et vos despagvades de bevir entre los
buenos; et la otra es que sera muy grant marabilia si pudisedes sofrir las
asperezas de la orden, et si despus la ovisedes a dexar o bevir en ella, non
la guardando como devades, seervos a muy grant dao paral alma et
grant vergena et grant denuesto paral cuerpo et para el alma et para la
fama. Mas pues este bien queredes fazer, plazerme a que sopisedes lo que
mostr Dios a un hermitao muy sancto de lo que ava de conteer a l et al
rey Richalte de Englaterra.
El conde Lucanor le rog quel dixiese que cmo fuera aquello.
-Seor conde Lucanor -dixo Patronio-, un hermitao era omne de muy
buena vida, et faza mucho bien, et sufra grandes trabajos por ganar la gracia de Dios. Et por ende, fzol Dios tanta mered quel prometi et le asegur que avra la gloria de Paraso. El hermitao gradesi esto mucho a
Dios; et seyendo ya desto seguro, pidi a Dios por mered quel mostrasse
quin ava de seer su compaero en Paraso. Et como quier que el Nuestro
Seor le enviase dezir algunas vezes con el ngel que non faza bien en le
demandar tal cosa, pero tanto se afinc en su petiin, que tovo por bien
nuestro seor Dios del responder, et envile dezir por su ngel que el rey
Richalte de Inglaterra et l seran compaones en Paraso.
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Desta razn non plogo mucho el hermitao, ca l conosa muy bien al rey
et saba que era omne muy guerrero et que ava muertos et robados et deseredados muchas gentes, et sienpre le viera fazer vida muy contralla de la
suya, et aun, que paresa muy alongado de la carrera de salvacin; et por
esto estava el hermitao de muy mal talante.
Et desque nuestro seor Dios lo vio as estar, envil dezir con el su ngel
que non se quexase nin se marabillase de lo quel dixiera, ca ierto fuesse
que ms serviio fiziera a Dios et ms meresiera el rey Richalte en un
salto que saltara, que el hermitao en cuantas buenas obras fiziera en su
vida.
El hermitao se marabill ende mucho, et preguntl cmo poda esto seer.
Et el ngel le dixo que sopiese que el rey de Frania et el rey de Inglaterra
et el rey de Navarra pasaron a Ultramar. Et el da que llegaron al puerto,
yendo todos armados para tomar tierra, bieron en la ribera tanta
muchedumbre de moros, que tomaron dubda si podran salir a tierra. Estone el rey de Frania envi dezir al rey de Inglaterra que viniese a aquella
nave a do l estava et que acordaran cmo avan de fazer. Et el rey de Inglaterra, que estava en su cavallo, cuando esto oy, dixo al mandadero del
rey de Frania quel dixiese de su parte que bien saba que l ava fecho a
Dios muchos enojos et muchos pesares en este mundo et que sienpre le
pidiera mered quel traxiese a tiempo quel fiziese emienda por el su
cuerpo, et que, loado a Dios, que vea el da que l deseava mucho; ca si
all muriese, pues ava fecho la emienda que pudiera ante que de su tierra se
partiesse, et estava en verdadera penitencia, que era ierto quel avra Dios
merced al alma, et que si los moros fuessen venidos, que tomara Dios
mucho serviio, et seran todos muy de buena ventura.
Et de que esta razn ovo dicha, acomend el cuerpo et el alma a Dios et
pidil mered quel acorriesse, et signse del signo de la sancta Cruz et
mand a los suyos quel ayudassen. Et luego dio de las espuelas al cavallo
et salt en la mar contra la ribera do estavan los moros. Et como quiera que
estavan cerca del puerto, non era la mar tan vaxa que el rey et el cavallo
non se metiessen todos so el agua en guisa que non paresi dellos ninguna
cosa; pero Dios, as como seor tan piadoso et de tan grant poder, et
acordndose de lo que dixo en el Evangelio, que non quiere la muerte del
pecador sinon que se convierta et viva, acorri entone al rey de Inglaterra,
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librl de muerte para este mundo et diol vida perdurable para sienpre, et
escapl de aquel peligro del agua; et endere a los moros.
Et cuando los ingleses vieron fazer esto a su seor, saltaron todos en la mar
en pos dl et enderearon todos a los moros. Cuando los franeses vieron
esto, tovieron que les era mengua grande, lo que ellos nunca solan sofrir,
et saltaron luego todos en la mar contra los moros. Et desque los vieron venir contra s, et vieron que non dubdavan la muerte, et que vinan contra
ellos tan bravamente, non les osaron asperar, et dexronles el puerto de la
mar et comenaron a fuir. Et desque los christianos llegaron al puerto, mataron muchos de los que pudieron alcanar et fueron muy bien andantes, et
fizieron dese camino mucho serviio a Dios. Et todo este vien vino por
aquel salto que fizo el rey Richalte de Inglaterra.
Cuando el hermitao esto oy, plgol ende muncho et entendi quel faza
Dios muy grant mered en querer que fuesse l compaero en Paraso de
omne que tal servicio fiziera a Dios, et tanto enxalamiento en la fe
cathlica.
Et vs, seor conde Lucanor, si queredes servir a Dios et fazerle emienda
de los enojos quel avedes fecho, guisat que, ante que partades de vuestra
tierra, emendedes lo que avedes fecho a aquellos que entendedes que feziestes algn dao. Et fazed penitenia de vuestros pecados, et non paredes
mientes al hufana del mundo sin pro, et que es toda vanidat, nin creades a
muchos que vos dirn que fagades mucho por la vala. Et esta vala dizen
ellos por mantener muchas gentes, et non catan si an de que lo pueden
complir, et non paran mientes cmo acabaron o cuntos fincaron de los que
non cataron sinon por esta que ellos llaman grant vala o cmo son poblados los sus solares. Et vs, seor conde Lucanor, pues dezides que queredes
servir a Dios et fazerle emienda de los enojos quel feziestes, non querades
seguir esta carrera que es de ufana et llena de vanidat. Mas, pues Dios vos
pobl en tierra quel podades servir contra los moros, tan bien por mar
como por tierra, fazet vuestro poder porque seades seguro de lo que
dexades en vuestra tierra. Et esto fincando seguro, et aviendo fecho
emienda a Dios de los yerros que fiziestes, porque estedes en verdadera
penitenia, porque de los bienes que fezierdes ayades de todos
meresimiento, et faziendo esto podedes dexar todo lo l, et estar sienpre
en serviio de Dios et acabar as vuestra vida. Et faziendo esto, tengo que
sta es la mejor manera que vs podedes tomar para salvar el alma, guar-
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dando vuestro estado et vuestra onra. Et devedes crer que por estar en
servicio de Dios non morredes ante, nin bivredes ms por estar en vuestra
tierra. Et si muriredes en serviio de Dios, biviendo en la manera que vos
yo he dicho, seredes mrtir et muy bien aventurado, et aunque non murades
por armas, la buena voluntat et las buenas obras vos farn mrtir, et aun los
que mal quisieren dezir, non podran; ca ya todos veyen que non dexades
nada de lo que devedes fazer de cavallera, mas queredes seer cavallero de
Dios et dexades de ser cavallero del diablo et de la ufana del mundo, que es
falleedera.
Agora, seor conde, vos he dicho el mo consejo segund me lo pidiestes, de
lo que yo entiendo cmo podedes mejor salvar el alma segund el estado que
tenedes. Et semejaredes a lo que fizo el rey Richalte de Inglaterra en el
sancto et bien fecho que fizo.
Al conde Lucanor plogo mucho del consejo que Patronio le dio, et rog a
Dios quel guisase que lo pueda fazer como l lo diza et como el conde lo
tena en coran.
Et veyendo don Johan que este exiemplo era bueno, mandlo poner en este
libro, et fizo estos viessos en que se entiende abreviadamente todo el
enxienplo. Et los viesos dizen as:
Qui por cavallero se toviere,
ms deve desear este salto,
que non si en la orden se metiere,
o se enerrasse tras muro alto.
Et la estoria deste exiemplo es sta que se sigue:
Exemplo IV
De lo que dixo un genovs a su alma, cuando se ovo de morir
El Conde Lucanor
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El Conde Lucanor
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pues t as tanto bien et non te tienes ende por pagada nin puedes sofrir el
bien que tienes, pues con todo esto non quieres fincar et quieres buscar lo
que non sabes, de aqu adelante ve con la ira de Dios, et ser muy nesio
qui de ti se doliere por mal que te venga.
Et vs, seor conde Lucanor, pues, loado a Dios, estades en paz et con bien
et con onra, tengo que non faredes buen recabdo en abenturar esto et
comenar lo que dezides que vos consejan; ca por aventura estos vuestros
consejeros vos lo dizen porque saben que desque en tal fecho vos ovieren
metido, que por fuera abredes a fazer lo que ellos quisieren et que avredes
a seguir su voluntad desque furedes en el grant mester, as como siguen
ellos la vuestra agora que estades en paz. Et por aventura cuidan que por el
vuestro pleito enderearn ellos sus faziendas, lo que se les non guisa en
cuanto vos vivierdes en asusiego, et conteervos a lo que deza el genus a
la su alma; mas, por el mi consejo, en cuanto pudierdes aver paz et assossiego a vuestra onra, et sin vuestra mengua, non vos metades en cosa que lo
ayades todo aventurar.
Al conde plogo mucho del consejo que Patronio le dava. Et fzolo as, et
fallse ende bien.
Et cuando don Johan fall este exiemplo, tvolo por bueno et non quiso
fazer viessos de nuebo, sinon que puso una palabra que dizen las viejas
en Castiella. Et la palabra dize as:
Quien bien se siede non se lieve.
Et la istoria deste exemplo es sta que se sigue:
Exemplo quinto
De lo que contesi a un raposo con un cuervo que teni un pedao de
queso en el pico
El Conde Lucanor
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El Conde Lucanor
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nos, ca la propriedat del ojo non es sinon ver, et porque toda cosa prieta conorta el viso, para los ojos, los prietos son los mejores, et por ende son ms
loados los ojos de la ganzela, que son ms prietos que de ninguna otra animalia. Otros, el vuestro pico et las vuestras manos et uas son fuertes ms
que de ninguna ave tanmaa como vs. Otros, en el vuestro buelo avedes
tan grant ligereza, que vos non enbarga el viento de ir contra l, por rezio
que sea, lo que otra ave non puede fazer tan ligeramente como vs. Et bien
tengo que, pues Dios todas las cosas faze con razn, que non consintra
que, pues en todo sodes tan complido, que oviese en vos mengua de non
cantar mejor que ninguna otra ave. Et pues Dios me fizo tanta meret que
vos veo, et s que ha en vos ms bien de cuanto nunca de vos o, si yo pudiesse or de vos el vuestro canto, para siempre me terna por de buena
ventura.
Et seor conde Lucanor, parat mientes que maguer que la entenin del raposo era para engaar al cuervo, que sienpre las sus razones fueron con
verdat. Et set ierto que los engaos et damos mortales siempre son los
que se dizen con verdat engaosa.
Et desque el cuervo vio en cuantas maneras el raposo le alabava, et cmo le
diza verdat en todas cre que asl diza verdat en todo lo l, et tovo que
era su amigo, et non sospech que lo faza por levar del el queso que tena
en el pico, et por las muchas buenas razones quel ava odo, et por los
falagos et ruegos quel fiziera porque cantase, avri el pico para cantar. Et
desque el pico fue avierto para cantar, cay el queso en tierra, et tomlo el
raposo et fuese con l; et as finc engaado el cuervo del raposo, creyendo
que ava en s ms apostura et ms complimiento de cuanto era la verdat.
Et vs, seor conde Lucanor, como quier que Dios vos fizo assaz meret en
todo, pues beedes que aquel omne vos quiere fazer entender que avedes
mayor poder et mayor onra o ms vondades de cuanto vs sabedes que es
la verdat, entendet que lo faze por vos engaar, et guardat vos del et faredes como omne de buen recabdo.
Al conde plogo mucho de lo que Patronio le dixo, et fzolo ass. Et con su
consejo fue l guardado de yerro.
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Et porque entendi don Johan que este exiemplo era muy bueno, fzolo escrivir en este libro, et fizo estos viessos, en que se entiende avreviadamente
la entencin de todo este exiemplo. Et los viessos dizen as:
Qui te alaba con lo que non es en ti,
sabe que quiere levar lo que as de ti.
Et la estoria deste enxemplo es sta que se sigue:
Exemplo VI
De lo que contesi a la golondrina con las otras aves cuando vio
sembrar el lino
El Conde Lucanor
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Exemplo VII
De lo que contesi a una muger quel dizin doa Truhana
El Conde Lucanor
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Exemplo VIII
De lo que contesi a un omne que avan de alimpiar el fgado
El Conde Lucanor
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Et por el buen entendimiento que Dios en vos puso, rugovos que me digades lo que vos parese que devo fazer en esto.
-Seor conde Lucanor -dixo Patronio-, parese a m que vos contese con
estos omnes como contesi a un omne que era muy mal doliente.
Et el conde le rog quel dixiesse cmo fuera aquello.
-Seor conde -dixo Patronio-, un omne era muy mal doliente, ass quel
dixieron los fsicos que en ninguna guisa non poda guareser si non le
feziessen una avertura por el costado, et quel sacassen el fgado por l, et
que lo lavassen con unas melezinas que ava mester, et quel alinpiassen de
aquellas cosas porque el fgado estava maltrecho. Estando l sufriendo este
dolor et teniendo el fsico el fgado en la mano, otro omne que estava
erca del comen de rogarle quel diesse de aquel fgado para un su gato.
Et vs, seor conde Lucanor, si queredes fazer muy grand vuestro dao por
aver dineros et darlos do se deven escusar, dgovos que lo podiedes fazer
por vuestra voluntad, mas nunca lo faredes por el mi consejo.
Al conde plogo de aquello que Patronio dixo, et guardse ende dall
adelante, et fallse ende bien.
Et porque entendi don Johan que este exiemplo era bueno, mandlo escrivir en este libro et fizo estos viessos que dizen ass.
Si non sabedes qu devedes dar,
a grand dao se vos podra tornar.
Et la istoria deste exiemplo es sta que se sigue:
Exemplo IX
De lo que contesi a los dos cavallos con el len
El Conde Lucanor
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El Conde Lucanor
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Don Enrique les gradesi lo que dezan muy mucho, et fabl con el rey de
Tnez. Et fueron los cavallos muy bien pechados a los cavalleros, et
metironlos en un corral do estava el len. Cuando los cavallos se vieron en
el corral, ante que el len saliesse de la casa do yaza enerrado, comenronse a matar lo ms bravamente del mundo. Et estando ellos en su pellea, abrieron la puerta de la casa en que estava el len, et de que sali al
corral et los cavallos lo vieron, comenaron a tremer muy fieramente et
poco a poco furonse legando el uno al otro. Et desque fueron entramos
juntados en uno, estovieron as una piea, et enderearon entramos al len
et parronlo tal a muessos et a coes que por fuera se ovo de enerrar en la
casa donde saliera. Et fincaron los cavallos sanos, que les non fizo ningn
mal el len. Et despus fueron aquellos cavallos tan bien avenidos en uno,
que comin muy de grado en un pesebre et estavan en uno en casa muy pequea. Et esta avenenia ovieron entre s por el grant reelo que ovieron del
len.
-Et vs, seor conde Lucanor, si entendedes que aquel vuestro enemigo a
tan grand reelo de aquel otro de que se reela, et a tan grand mester a vos
porque foradamente aya de olbidar cuanto mal pass entre vs et l, et entiende que sin vos non se puede bien defender, tengo que ass como los
cavallos se fueron poco a poco ayuntando en uno fasta que perdieron el
reelo et fueron bien seguros el uno del otro, que ass devedes vs, poco a
poco, tomar fiana et afazimiento con aquel vuestro enemigo. Et si fallardes en l sienpre buena obra et leal, en tal manera que seades bien ierto
que en ningn tiempo, por bien quel vaya, que nunca vos vern del dao,
estone faredes bien et ser vuestra pro de vos ayudar porque otro omne
estrao non vos conquiera nin vos estruya. Ca mucho deven los omnes
fazer et sofrir a sus parientes et a sus vezinos porque non sean maltrados
de los otros estraos. Pero si vierdes que aquel vuestro enemigo es tal o de
tal manera, que desque lo ovisedes ayudado en guisa que saliese por vos
de aquel peliglo, que despus que lo suyo fuesse en salvo, que sera contra
vos et non podrades del ser seguro; si l tal fuer, farades mal seso en le
ayudar, ante tengo quel devedes estraar cuanto pudierdes; ca pues viestes
que seyendo l en tan grand quexa, non quiso olvidar el mal talante que vos
ava, et entendiestes que vos lo tena guardado para cuando viesse su
tiempo que vos lo podra fazer, bien entendedes vs que non vos dexa logar
para fazer ninguna cosa porque salga por vos de aquel grand peliglo en que
est.
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Al conde plogo desto que Patronio dixo, et tovo quel dava muy buen consejo.
Et porque entendi don Johan que este exiemplo era bueno, mandlo escrivir en este libro et fizo estos viessos que dizen ass:
Guardatvos de seer conquerido del estrao
seyendo del vuestro bien guardado de dao.
Et la istoria deste exiemplo es sta que se sigue:
Exemplo X
De lo que contesi a un omne que por pobreza et mengua de otra vianda coma atramuzes
El Conde Lucanor
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ava de comer los atramizes, que son tan amargos et de tan mal sabor,
comen de llorar muy fieramente, pero con la grant fambre comen de
comer de los atramizes, et en comindolos, estava llorando et echava las
cortezas de los atramizes en pos s. Et l estando en este pesar et en esta
coita, sinti que estava otro omne en pos del et bolbi la cabea et vio un
omne cabo del que estava comiendo las cortezas de los atramizes que l
echava en pos de s, et era aqul de que vos fabl desuso.
Et cuando aquello vio el que coma los atramizes, pregunt a aqul que
coma las cortezas que por qu faza aquello. Et l dixo que sopiese que
fuera muy ms rico que l, et que agora ava llegado a tan grand pobreza et
en tan grand fanbre quel plaza mucho cuando fallava aquellas cortezas
que l dexava. Et cuando esto vio el que coma los atramizes, conortse,
pues entendi que otro ava ms pobre que l, et que ava menos razn porque lo deve seer. Et con este conorte, esforsse et ayudl Dios, et cat
manera en cmo saliesse de aquella pobreza, et sali della et fue muy bien
andante.
Et, seor conde Lucanor, devedes saber que el mundo es tal, et aunque
nuestro seor Dios lo tiene por bien, que ningn omne non aya complidamente todas las cosas. Mas, pues en todo lo l vos faze Dios mered et estades con vien et con onra, si alguna vez vos menguare dineros o estudierdes en afincamiento, non desmayedes por ello, et cred por ierto que
otros ms onrados et ms ricos que vs estarn tan afincados, que se ternin
por pagados si pudiessen dar a sus gentes et les diessen an muy menos de
cuanto vos les dades a las vuestras.
Al conde plogo mucho desto que Patronio dixo, et conortse, et ayudse l,
et ayudl Dios, et sali muy bien de aquella quexa en que estava.
Et entendiendo don Johan que este exiemplo era muy bueno, fzolo poner
en este libro et fizo estos viessos que dizen ass:
Por pobreza nunca desmayedes,
pues otros ms pobres que vos veredes.
Et la istoria deste exiemplo es sta que se sigue:
El Conde Lucanor
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Exemplo XI
De lo que contesi a un den de Sanctiago con don Illn, el grand
maestro de Toledo
El Conde Lucanor
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que l ava muy grant talante de la aprender. Et don Illn dxol que l era
den et omne de grand guisa et que poda llegar a grand estado -et los omnes que grant estado tienen, de que todo lo suyo an librado a su voluntad,
olbidan mucho ana lo que otrie a fecho por ellos- et l que se reelava que
de que l oviesse aprendido del aquello que l quera saber, que non le
fara tanto bien como l le prometa. Et el den le prometi et le assegur
que de cualquier vien que l oviesse, que nunca fara sinon lo que l mandasse.
Et en estas fablas estudieron desque ovieron yantado fasta que fue ora de
ena. De que su pleito fue bien assossegado entre ellos, dixo don Illn al
den que aquella sienia non se poda aprender sinon en lugar mucho
apartado et que luego essa noche le quera amostrar do avan de estar fasta
que oviesse aprendido aquello que l quera saber. Et toml por la mano et
levl a una cmara. Et en apartndose de la otra gente, llam a una maneba de su casa et dxol que toviesse perdizes para que enassen essa noche, mas que non las pusiessen a assar fasta que l gelo mandasse.
Et desque esto ovo dicho, llam al den; et entraron entramos por una escalera de piedra muy bien labrada et fueron descendiendo por ella muy
grand piea, en guisa que paresa que estavan tan vaxos que passaba el ro
de Tajo por ima dellos. Et desque fueron en cabo del escalera, fallaron una
possada muy buena, et una cmara mucho apuesta que ava, estavan los
libros et el estudio en que avan de leer. De que se assentaron, estavan
parando mientes en cules libros avan de comenar. Et estando ellos en
esto, entraron dos omnes por la puerta et dironle una carta quel enviava el
arobispo, su to, en quel faza saber que estava muy mal doliente et quel
enviava rogar que sil quera veer vivo, que se fuesse luego para l. Al den
pes mucho con estas nuebas; lo uno, por la dolenia de su to; et lo l,
porque reel que ava de dexar su estudio que ava comenado. Pero puso
en su coran de non dexar aquel estudio tan ana, et fizo sus cartas de repuesta et envilas al arobispo, su to.
Et dende a tres o cuatro das llegaron otros omnes a pie que traan otras
cartas al den en quel fazan saber que el arobispo era finado, et que estavan todos los de la eglesia en su esleccin et que fiavan, por la mered de
Dios, que esleran a l, et por esta razn que non se quexasse de ir a lla
eglesia; ca mejor era para l en quel esleciessen seyendo en otra parte que
non estando en la eglesia.
El Conde Lucanor
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Et dende a cabo de siete o de ocho das, vinieron dos escuderos muy bien
vestidos et muy bien aparejados, et cuando llegaron a l, vesronle la mano
et mostrronle las cartas en cmo le avan esledo por arobispo. Cuando
don Illn esto oy, fue al electo et dxol cmo gradesca mucho a Dios
porque estas buenas nuebas le llegaran a su casa, et pues Dios tanto bien le
fiziera, quel peda por mered que el deanadgo que fincava vagado que lo
diesse a un su fijo. Et el electo dxol quel rogava quel quisiesse consentir
que aquel deanadgo que lo oviesse un su hermano; mas que l le fara bien,
en guisa que l fuesse pagado, et quel rogava que fuesse con l para Sanctiago et que levasse aquel su fijo. Don Illn dixo que lo fara.
Furonse para Sanctiago. Cuando llegaron, fueron muy bien reebidos et
mucho onradamente. Et desque moraron un tiempo, un da llegaron al
arobispo mandaderos del Papa con sus cartas en cmol dava el obispado
de Tolosa, et quel faza gracia que pudiesse dar el arobispado a qui quisiesse. Cuando don Illn oy esto, retrayndol mucho afincadamente lo que
con l ava passado, pidil mered quel diesse a su fijo; et el arobispo le
rog que consentiesse que lo oviesse un su to, hermano de su padre. Et don
Illn dixo que bien entendi quel faza gran tuerto, pero que esto que lo
consinta en tal que fuesse seguro que gelo emendara adelante. Et el obispo
le prometi en toda guisa que lo fara ass, et rogl que fuesse con l a
Tolosa et que levasse su fijo.
Et desque llegaron a Tolosa, fueron muy bien reebidos de condes et de cuantos omnes buenos ava en la tierra. Et desque ovieron morado fasta dos
aos, llegaron los mandaderos del Papa con sus cartas en cmo le faza el
Papa cardenal et quel faza gracia que diesse el obispado de Tolosa a qui
quisiesse. Entone fue a l don Illn et dxol que, pues tantas vezes le ava
fallesido de lo que con l pusiera, que ya aqu non ava logar del poner
escusa ninguna que non diesse algunas de aquellas dignidades a su fijo. Et
el cardenal rogl quel consentiese que oviesse aquel obispado un su to,
hermano de su madre, que era omne bueno aniano; mas que, pues l
cardenal era, que se fuese con l para la Corte, que asaz ava en qu le fazer
bien. Et don Illn quexsse ende mucho, pero consinti en lo que el cardenal quiso, et fuesse con l para la Corte.
Et desque llegaron, fueron bien reebidos de los cardenales et de cuantos
en la Corte eran, et moraron muy grand tiempo. Et don Illn afincando
El Conde Lucanor
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El Conde Lucanor
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Exemplo XII
De lo que contesi a un raposo con un gallo
El conde Lucanor fablava con Patronio, su consejero, una vez en esta guisa:
-Patronio, vs sabedes que, loado a Dios, la mi tierra es muy grande et non
es toda ayuntada en uno. Et como quier que yo he muchos lugares que son
muy fuertes, he algunos que lo non son tanto, et otros otros lugares que
son ya cuanto apartados de la mi tierra en que yo he mayor poder. Et cuando he contienda con mos seores et con mos vezinos que an mayor poder que yo, muchos omnes que se me dan por amigos, et otros que se me
fazen consejeros, mtenme grandes miedos et grandes espantos et consjanme que en ninguna guisa non est en aquellos mos lugares apartados,
sinon que me acoja et est en los lugares ms fuertes et que son bien dentro
en mi poder; et porque yo s que vs sodes muy leal et sabedes mucho de
tales cosas como stas, rugovos que me consejedes lo que vos semeja que
me cumple de fazer en esto.
-Seor conde Lucanor -dixo Patronio-, en los grandes fechos et muy dubdosos son muy periglosos los consejos, ca en los ms de los consejos non
puede omne fablar iertamente, ca non es omne seguro a que pueden recodir las cosas; ca muchas vezes viemos que cuida omne una cosa et recude
despus a otra; ca lo que cuida omne que es mal, recude a las vegadas a
bien, et lo que cuida omne que es vien, recude a las vegadas a mal; et por
ende, el que a dar consejo, si es omne leal et de buena entenin, es en muy
grand quexa cuando ha de consejar, ca si el consejo que da recude a bien,
non ha otras gracias sinon que dizen que fizo su debdo en dar buen consejo;
et si el consejo a bien non recude, sienpre finca el consejero con dao et
con vergena. Et por ende, este consejo, en que ay muchas dubdas et
muchos periglos, plazerme a de coran si pudiese escusar de non lo dar,
El Conde Lucanor
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mas pues queredes que vos conseje, et non lo puedo escusar, dgovos que
querra mucho que sopisedes cmo contesci a un gallo con un raposo.
El conde le pregunt cmo fuera aquello.
-Seor conde -dixo Patronio-, un omne bueno ava una casa en la montaa,
et entre las otras cosas que criava en su casa, criava siempre muchas gallinas et muchos gallos. Et acaesi que uno de aquellos gallos andava un da
allongado de la casa por un campo, et andando l muy sin reelo, violo el
raposo et vino muy ascondidamente, cuidndolo tomar. Et el gallo sintilo
et subi en un rbol que estava ya cuanto alongado de los otros. Cuando el
raposo entendi que el gallo estava en salvo, pesl mucho porque nol pudiera tomar et pens en cul manera podra guisar quel tomasse. Et entone endere al rbol, et comenl a rogar et a falagar et assegurar que
descendiesse a andar por el campo como sola; et el gallo non lo quiso
fazer. Et desque el raposo entendi que por ningn falago non le poda engaar, comenl amenaar dizindol que, pues del non fiava, que l
guisara cmo se fallasse ende mal. Et el gallo, entendiendo que estava en
su salvo, non dava nada por sus amenazas nin por sus seguranas.
Et de que el raposo entendi que por todas estas maneras non le poda engaar, endere al rbol et comen a roer en l con los dientes et dar en l
muy grandes colpes con la cola. Et el cativo del gallo tom miedo sin
razn, non parando mientes cmo aquel miedo que el raposo le pona non
le poda enpeer, et espantse de valde et quiso foir a los otros rboles en
que cuidava estar ms seguro, que non pudo llegar al monte, mas lleg a
otro rbol.
Et de que el raposo entendi que tomava miedo sin razn fue en pos l; et
ass lo lev de rbol en rbor fasta que lo sac del monte et lo tom, et lo
comi.
Et vs, seor conde Lucanor, a menester que, pues tan grandes fechos
avedes a pasar et vos avedes de partir a ello, que nunca tomedes miedo sin
razn, nin vos espantedes de valde por amenazas, nin por dichos de ningunos, nin fiedes en cosa de que vos pueda venir grand dao, nin grand periglo, et puad siempre en defender et en anparar los lugares ms postrimeros
de la vuestra tierra; et non creades que tal omne como vs, teniendo gentes
et vianda, que por non seer el lugar muy fuerte, podredes tomar peligro
El Conde Lucanor
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ninguno. Et si con miedo o con reelo valdo dexardes los lugares de cabo
de vuestra tierra, seguro sed que ass vos irn levando de logar en logar
fasta que vos sacassen de todo; ca cuanto vs et los vuestros mayor miedo
et mayor desmayo mostrssedes en dexando los vuestros logares, tanto ms
se esforarn vuestros contrarios para vos tomar lo vuestro. Et cuando vs
et los vuestros viredes a los vuestros contrarios ms esforados, tanto
desmayaredes ms, et ass ir yendo el pleito fasta que non vos finque cosa
en el mundo; mas si bien porfidiardes sobre lo primero, sodes seguro, como
fuera el gallo si estudiera en el primero rbol; et aun tengo que cumplira a
todos los que tienen fortalezas, si sopiessen este exiemplo, ca non se
espantaran sin razn cuando les metiessen miedo con engaos, o con
cavas, o con castiellos de madera, o con otras tales cosas que nunca las
faran sinon para espantar a los cercados. Et mayor cosa vos dir porque
beades que vos digo verdat. Nunca logar se puede tomar sinon subiendo
por el muro con escaleras o cavando el muro; pero si el muro es alto, non
podrn llegar all las escaleras. Et para cavarlo, vien cred que an mester
grand vagar los que lo an de cavar. Et ass, todos los lugares que se toman o
es con miedo o por alguna mengua que an los cercados, et lo dems es por
miedo sin razn. Et iertamente, seor conde, los tales como vs, et aun los
otros que non son de tan grand estado como vs, ante que comencedes la
cosa, la devedes catar et ir a ella con grand acuerdo, et non lo pudiendo nin
diviendo escusar. Mas, desque en el pleito furedes, non a mester que por
cosa del mundo tomedes espanto nin miedo sin razn; siquier devdeslo
fazer, porque es ierto que de los que son en los periglos, que muchos ms
escapan de los que se defienden, et non de los que fuyen. Siquier parat
mientes que si un perriello quel quiera matar un grand alano, est quedo et
regaa los dientes, que muchas vezes escapa, et por grand perro que sea, si
fuye, luego es tomado et muerto.
Al conde plogo mucho de todo esto que Patronio le dixo, et fzolo ass, et
fallsse dello muy bien.
Et porque don Johan tovo este por buen exiemplo, fzolo poner en este libro, et fizo estos viessos que dizen ass:
Non te espantes por cosa sin razn,
mas defindete bien como varn.
Et la estoria deste exiemplo es sta que se sigue:
El Conde Lucanor
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Exemplo trezeno
De lo que contesi a un omne que tomava perdizes
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guno vos fizier enojo, non por vos fazer dao nin desonra, et el enojo non
fuere cosa que vos mucho enpesca, et el omne fuer tal de que ayades tomado serviio o ayuda, et lo fiziere con quexa o con mester en tales logares, consjovos yo que erredes el ojo en ello, pero en guisa que lo non faga
tantas vezes, dende se vos siga dao nin vergena; mas si de otra manera
lo fiziese contra vos, estraadlo en tal manera porque vuestra fazienda et
vuestra onra sienpre finque guardada.
El conde tovo por buen consejo ste que Patronio le dava et fzolo ass et
fallsse ende bien.
Et entendiendo don Johan que este exiemplo era muy bueno, mandlo poner en este libro et fizo estos viessos que dizen ass:
Quien te mal faz mostrando grand pesar,
guisa cmo te puedas del guardar.
Et la istoria deste exiemplo es sta que se sigue:
Exemplo XIV
Del miraglo que fizo sancto Domingo cuando predic sobre el logrero
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El Conde Lucanor
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tesoro porque fagades ninguna cosa que vos non caya de fazer; nin dexedes
nada de vuestra onra, nin de lo que devedes fazer, por ayuntar grand tesoro
de buenas obras, porque ayades la gracia de Dios et buena fama de las
gentes.
Al conde plogo mucho deste consejo que Patronio le dio, et fzolo ass, et
fallse ende bien.
Et teniendo don Johan que este exiemplo era muy bueno, fzolo escrivir en
este libro et fizo estos viessos que dizen ass:
Gana el tesoro verdadero
et gurdate del falleedero.
Et la istoria deste exiemplo es sta que se sigue:
Exemplo XV
De lo que contesi a don Loreno Surez sobre la erca de Sevilla
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vuestro dao, vos dir siempre cosas para vos meter en sospecha; et por la
sospecha, abredes a fazer tales aperibimientos que sern comieno de
contienda, et omne del mundo non podr dezir contra ellos; ca el que dixiere que non guardedes vuestro cuerpo, davos a entender que non quiere
vuestra vida; et el que dixiere que non labredes et guardedes et bastescades
vuestras fortalezas, da a entender que non quiere guardar vuestra heredat; et
el que dixiere que non ayades muchos amigos et vassallos et les dedes
mucho por los aver et los guardar, da a entender que non quiere vuestra
onra, nin vuestro defendimiento; et todas estas cosas non se faziendo,
serades en grand periglo, et pudese fazer en guisa que ser comieno de
rodo; pero pues queredes que vos conseje lo que entiendo en esto, dgovos
que querra que sopisedes lo que contesi a un buen cavallero.
El conde le rog quel dixiesse cmo fuera aquello.
-Seor conde -dixo Patronio-, el sancto et bienaventurado rey don Ferrando
tena cercada a Sevilla; et entre muchos buenos que eran con l, ava
tres cavalleros que tenan por los mejores tres cavalleros darmas que entone ava en el mundo: et dizan al uno don Loreno Surez Gallinato, et
al otro don Garca Priz de Vargas, et del otro non me acuerdo del nombre.
Et estos tres cavalleros ovieron un da porfa entre s cul era el mejor
cavallero darmas. Et porque non se pudieron avenir en otra manera,
acordaron todos tres que se armassen muy bien, et que llegassen fasta la
puerta de Sevilla, en guisa que diessen con las lanas a la puerta.
Otro da maana, armronse todos tres et enderearon a lla Villa; et los moros que estavan por el muro et por las torres, desque vieron que non eran
ms de tres cavalleros, cuidaron que vinan por mandaderos, et non sali
ninguno a ellos, et los tres cavalleros passaron la cava et la barvacana, llegaron a lla puerta de la villa, et dieron de los cuentos de las lanas en ella;
et desque ovieron fecho esto, volbieron las riendas a los cavallos et
tornronse para la hueste.
Et desque los moros vieron que non les dizan ninguna cosa, tovironse por
escarnidos et comenaron a ir en pos ellos; et cuando ellos ovieron avierto
la puerta de lla villa, los tres cavalleros que se tornavan su passo, eran ya
cuanto alongados; et salieron en pos dellos ms de mil et quinientos omnes
a cavallo, et ms de veinte mil a pie. Et desque los tres cavalleros vieron
que vinan cerca dellos, bolbieron las riendas de los cavallos contra ellos et
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Et vs, seor conde Lucanor, pues veedes que estos son miedos et espantos,
et es contienda que, aunque la comenedes, non la podedes acabar, cuanto
ms sufriredes estos miedos et estos espantos, tanto seredes ms esforado, et dems, faredes mejor seso: ca pues vs tenedes recabdo en lo
vuestro et non vos pueden fazer cosa arrebatadamente de que grand dao
vos venga, consjovos yo que non vos fuere la quexa del coran. Et pues
grand colpe non podedes reebir, esperat ante que vos feran, et por aventura veredes que estos miedos et espantos que vos ponen, que non son, con
verdat, sinon lo que stos vos dizen porque cumple a ellos, ca non an bien
sinon en el mal. Et bien cred que estos tales, tanbin de vuestra parte como
de la otra, que non querran grand guerra nin grand paz, ca non son para se
parar a la guerra, nin querran paz complida; mas lo que ellos querran sera
un alboroo con que pudiessen ellos tomar et fazer mal en la tierra, et tener
a vos et a la vuestra parte en premia para levar de vos lo que avedes et non
avedes, et non aver reelo que los castigaredes por cosa que fagan. Et por
ende, aunque alguna cosa fagan contra vos, pues non vos pueden mucho
enpeer en sofrir que se mueba del otro la culpa, venirvos ha ende mucho
bien: lo uno, que aviedes a Dios por vos, que es una ayuda que cumple
mucho para tales cosas; et lo l, que todas las gentes ternn que fazedes
derecho en lo que fizierdes. Et por aventura, que si non vos moviendo vos a
fazer lo que non devedes, non se movr el otro contra vos; abredes paz et
faredes serviio a Dios, et pro de los buenos, et non faredes vuestro dao
por fazer plazer a los que querran guareser faziendo mal et se sintran
poco del dao que vos viniesse por esta razn.
Al conde plogo deste consejo que Patronio le dava, et fzolo ass, et fallsse
ende bien.
Et porque don Johan tovo que este exiemplo que era muy bueno, mandlo
escrivir en este libro et fizo estos viessos que dizen ass:
Por quexa non vos fagan ferir,
ca siempre vene quien sabe sofrir.
Et la estoria deste exiemplo es sta que se sigue:
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Exemplo XVI
De la repuesta que dio el conde Ferrant Gonsles a Muo Lainez, su
pariente
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Et vs, seor conde, pues sabedes que avedes a morir, por el mi consejo,
nunca por viio nin por folgura dexaredes de fazer tales cosas, porque, aun
desque vos murierdes, siempre finque viva la fama de los vuestros fechos.
Al conde plogo mucho desto que Patronio le consej, et fzolo ass, et fallsse dello muy bien.
Et porque don Johan tovo este exiemplo por muy bueno, fzolo escrivir en
este libro et fizo estos viessos que dizen ass:
Si por viio et por folgura
la buena fama perdemos,
la vida muy poco dura,
denostados fincaremos.
Et la istoria deste exiemplo es sta que se sigue:
Exemplo XVII
De lo que contesi a un omne que ava muy grant fambre, quel convidaron otros muy floxamente a comer
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Exemplo XVIII
De lo que contesci a don Pero Melndez de Valds cuando se le
quebr la pierna
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grand falsedat et buscronle tanto mal con el rey, que acord de lo mandar
matar.
Et seyendo don Pero Melndez en su casa, llegl mandado del rey que enviava por l. Et los quel avan a matar estvanle esperando a media legua
de aquella su casa. Et queriendo cavalgar don Pero Melndez para se ir para
el rey, cay de una escalera et quebrl la pierna. Et cuando sus gentes que
avan a ir con l vieron esta ocasin que acaesiera, pesles ende mucho, et
comenronle a maltraer dizindol:
-Ea!, don Pero Melndez, vs que dezides que lo que Dios faze, esto es lo
mejor, tenedvos agora este bien que Dios vos ha fecho.
Et l dxoles que ciertos fuessen que, como quier que ellos tomavan grand
pesar desta ocasin quel contesiera que ellos veran que, pues Dios lo
fiziera, que aquello era lo mejor. Et por cosa que fizieron nunca desta entenin le pudieron sacar.
Et los quel estavan esperando por le matar por mandado del rey, desque
vieron que non vena, et sopieron lo quel ava acaesido, tornronse paral
rey et contronle la razn porque non pudieran complir su mandado.
Et don Pero Melndez estudo grand tiempo que non pudo cavalgar; et en
cuanto l ass estava maltrecho, sopo el rey que aquello que avan asacado
a don Pero Melndez que fuera muy grant falsedat, et prendi a aquellos
que ge lo avan dicho. Et fue veer a don Pero Melndez, et contl la falsedat que del le dixieron, et cmo le mandara l matar, et pedil perdn por
el yerro que contra l oviera de fazer et fzol mucho bien et mucha onra
por le fazer emienda. Et mand luego fazer muy grand justicia antel
daquellos que aquella falsedat le assacaron.
Et ass libr Dios a don Pero Melndez, porque era sin culpa et fue verdadera la palabra que l sienpre sola dezir: Que todo lo que Dios faze, que
aquello es lo mejor.
Et vs, seor conde Lucanor, por este enbargo que vos agora vino, non vos
quexedes, et tenet por ierto en vuestro coran que todo lo que Dios faze,
que aquello es lo mejor; et si lo ass pensredes, l vos lo sacar todo a
bien. Pero devedes entender que las cosas que acaesen son en dos
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maneras: la una es que si viene a omne algn enbargo en que se puede poner algn consejo; la otra es que si viene algn enbargo en que se non
puede poner ningn consejo. Et en los enbargos que se puede poner algn
consejo, deve fazer omne cuanto pudiere por lo poner et non lo deve
dexar por atender que por voluntad de Dios o por aventura se enderear,
ca esto sera tentar a Dios; mas, pues el omne ha entendimiento et razn,
todas las cosas que fazer pudiere por poner consejo en las cosas quel
acaesieren, dvelo facer; mas en las cosas en que non puede poner
ningn consejo, aquellas deve omne tener que pues se fazen por voluntad
de Dios, que aquello es lo mejor. Et pues esto que a vos acaesi es de las
cosas que vienen por voluntad de Dios, et en que se non puede poner consejo, poned en vuestro talante que, pues Dios lo faze, que es lo mejor; et
Dios lo guisar que se faga ass como lo vs tenedes en coran.
El conde tovo que Patronio le deza la verdat et le dava buen consejo, et
fzolo ass, et fallse ende bien.
Et porque don Johan tovo este por buen enxiemplo, fzolo escrivir en este
libro et fizo estos viessos que dizen ass:
Non te quexes por lo que Dios fiziere,
ca por tu bien sera cuando l quisiere.
Et la estoria deste exienplo es sta que se sigue:
Exemplo XIX
De lo que contesi a los cuervos con los bhos
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saber sus faziendas, et que lo echasse de su compaa. Mas este bho non
fue credo de los otros bhos; et desque vio que non le queran creer, partisse dellos et fue buscar tierra do los cuervos non le pudiessen fallar.
Et los otros bhos pensaron bien del cuervo. Et desque las polas le
fueron eguadas, dixo a los bhos que, pues poda volar, que quera ir saber
do estavan los cuervos et que verna decrgelo porque pudiessen ayuntarse
et ir a los estroir todos. A los byos plogo mucho desto.
Et desque el cuervo fue con los otros cuervos, ayuntronse muchos dellos,
et sabiendo toda la fazienda de los bhos, fueron a ellos de da cuando ellos
non buellan et estavan seguros et sin reelo, et mataron et destruyeron dellos tantos porque fincaron venedores los cuervos de toda su guerra.
Et todo este mal vino a los bhos porque fiaron en el cuervo que naturalmente era su enemigo.
Et vs, seor conde Lucanor, pues sabedes que este omne que a vos vino es
muy adebdado con aquel vuestro enemigo et naturalmente l et todo su linage son vuestros enemigos, consjovos yo que en ninguna manera non lo
trayades en vuestra compaa, ca ierto sed que non vino a vos sinon por
engaar et por vos fazer algn dao. Pero s l vos quisiere servir seyendo
alongado de vos, de guisa que vos non pueda enpeser, nin saber nada de
vuestra fazienda, et de fecho fiziere tanto mal et tales manzellamientos a
aquel vuestro enemigo con quien l ha algunos debdos, que veades vs que
non le finca logar para se poder nunca avenir con l, estonce podredes vs
fiar en el, pero siempre fiat en l tanto de que vos non pueda venir dao.
El conde tovo este por buen consejo, et fzolo ass, et fallse dello muy
bien.
Et porque don Johan entendi que este exiemplo era muy bueno, fzolo escrivir en este libro et fizo estos viessos que dizen ass:
Al que tu enemigo suelseer,
nunca quieras en l mucho creer.
Et la istoria deste exienplo es sta que se sigue:
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Exemplo XX
De lo que contesi a un rey con un omne quel dixo quel fara
alquimia
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vuestro, que vos arrepintades si lo perdierdes por fuza de aver grand pro,
seyendo en dubda.
Al conde plogo deste consejo, et fzolo ass, et fallse dello bien.
Et beyendo don Johan que este exiemplo era bueno, fzolo escrivir en este
libro, et fizo estos viessos que dizen ass:
Non aventuredes mucho la tu riqueza,
por consejo del que a grand pobreza.
Et la istoria deste exiemplo es sta que se sigue:
Exemplo XXI
De lo que contesi a un rey moo con un muy grant filsofo a qui lo
acomendara su padre
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Et vs, seor conde, pues criastes este moo, et querrades que se endereasse su fazienda, catad alguna manera que por exiemplos o por
palabras maestradas et falagueras le fagades entender su fazienda, mas por
cosa del mundo non derrangedes con l castigndol nin maltrayndol,
cuidndol enderear; ca la manera de los ms de los moos es tal, que
luego aborreen al que los castiga, et mayormente si es omne de grand
guisa, ca livanlo a manera de menospreio, non entendiendo cunto lo ye rran; ca non an tan buen amigo en el mundo como el que castiga el moo
porque non faga su dao, mas ellos non lo toman ass, sinon por la peor
manera. Et por aventura caera tal desamor entre vs et l, que terna dao a
entramos para adelante.
Al conde plogo mucho deste consejo que Patronio le dio, et fzolo ass, et
fallse ende bien.
Et porque don Johan se pag mucho deste exiemplo, fzolo poner en este
libro, et fizo estos viessos que dizen ass:
Non castigues moo maltrayndol,
mas dilo comol vaya plazindol.
Et la istoria deste exienplo es sta que se sigue:
Exemplo XXII
De lo que contesi al len et al toro
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yo tomo del esta sospecha et que me vo guardando del, que l, otros, que
far esso mismo, et que ass ir cresiendo la sospecha et el desamor poco a
poco fasta que nos aviemos a desabenir. Et por la grant fiana que yo en
vos he, rugovos que me consejedes lo que bierdes que ms me cumple de
fazer en esto.
-Seor conde Lucanor -dixo Patronio-, para que desto vos podades guardar,
plazerme a mucho que sopisedes lo que conteci al len et al toro.
El conde le rog quel dixiesse cmo fuera aquello.
-Seor conde Lucanor -dixo Patronio-, el len et el toro eran mucho amigos, et porque ellos son animalias muy fuertes et muy reias, apodervanse
et enseorgavan todas las otras animalias: ca el len, con el ayuda del toro,
apremiava todas las animalias que comen carne; et el toro, con el ayuda del
len, apremiava todas las animalias que pacen la yerva. Et desque todas las
animalias entendieron que el len et el toro les apremiavan por el ayuda
que fazan el uno al otro, et vieron que por esto les vina grand premia et
grant dao, fablaron todos entre s qu manera podran catar para salir desta
premia. Et entendieron que si fiziesen desabenir al len et al toro, que
seran ellos fuera de la premia de que los traan apremiados el len et el
toro. Et porque el raposo et el carnero eran ms allegados a la privana del
len et del toro que las otras animalias, rogronles todas las animalias que
trabajassen cuanto pudiessen para meter desabenimiento entre ellos. Et el
raposo et el carnero dixeron que se trabajaran cuanto pudiesen por fazer
esto que las animalias queran.
Et el raposo, que era consegero del len, dixo al osso, que es el ms esforado et ms fuerte de todas las vestias que comen carne en pos el len,
quel dixiesse que se reelaba que el toro andava catando manera para le
traer cuanto dao pudiesse, et que das avi que gelo avan dicho esto, et
como quier que por aventura esto non era verdat, pero que parasse mientes
en ello.
Et esso mismo dixo el carnero, que era consejero del toro, al cavallo, que es
el ms fuerte animal que a en esta tierra de las bestias que pacen yerva.
El osso et el cavallo cada uno dellos dixo esta razn al len et al toro. Et
como quier que el len et el toro non creyeron esto del todo, an tomaron
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alguna sospecha que aquellos que eran los ms onrados del su linage et de
su compaa, que gelo dizan por meter mal entrellos, pero con todo esso ya
cayeron en alguna sospecha. Et cada uno dellos fablaron con el raposo et
con el carnero, sus privados.
Et ellos dixironles que como quier que por aventura el osso et el cavallo
les dizan esto por alguna maestra engaosa, que con todo esso, que era
bien que fuessen parando mientes en los dichos et en las obras que fara
dall adelante el len et el toro, et segund que viessen, que ass podran
fazer.
Et ya con esto cay mayor sospecha entre el len et el toro. Et desque las
animalias entendieron que el len et el toro tomaron sospecha el uno del
otro, comenronles a dar a entender ms descubiertamente que cada uno
dellos se reelava del otro et que esto non podra ser sinon por las malas
voluntades que tenan escondidas en los coraones.
Et el raposo et el carnero, como falsos consejeros, catando su pro et olbidando la lealtad que avan de tener a sus seores, en logar de los desengaar, engaronlos; et tanto fizieron, fasta que el amor que sola seer entre
el len et el toro torn en muy grand desamor; et desque las animalias esto
vieron, comenaron a esforar a aquellos sus mayorales fasta que les
fizieron comenar la contienda, et dando a entender cada uno dellos a su
mayoral quel guardava, et guardvanse los unos et los otros, et fazan tornar todo el dao sobre el len et sobre el toro.
Et a la fin, el pleito vino a esto: que como quier que el len fizo ms dao
et ms mal al toro et abax mucho el su poder et la su onra, pero sienpre el
len finc tan desapoderado dall adelante que nunca pudo enseorar las
otras vestias nin apoderarse dellas como sola, tambin de las del su linage
como de las otras. Et ass, porque el len et el toro non entendieron que por
el amor et el ayuda que el uno tomava del otro, eran ellos onrados et
apoderados de todas las otras animalias, et non guardaron el amor aprovechoso que avan entre s, et non se sopieron guardar de los malos consejos
que les dieron para sallir de su premia et apremiar a ellos, fincaron el len
et el toro tan mal de aquel pleito, que ass como ellos eran ante apoderados
de todos, as fueron despus todos apoderados dellos.
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Et vs, seor conde Lucanor, guardatvos que estos que en esta sospecha
vos ponen contra aquel vuestro amigo, que vos lo non fagan por traer a
aquello que troxieron las animalias al len et al toro. Et por ende, consjovos yo que si aquel vuestro amigo es omne leal et fallastes en l sienpre
buenas obras et leales et fiades en l como omne deve fiar del buen fijo o
del buen hermano, que non creades cosa que vos digan contra l. Ante, vos
consejo quel digades lo que vos dixieren del, et l luego vos dir otros lo
que dixieren a l de vs. Et fazed tan grant escarmiento en los que esta falsedat cuidaren ordir, porque nunca otros se atrevan a lo comenar otra
vegada. Pero si el amigo non fuere desta manera que es dicha, et fuere de
los amigos que se aman por el tiempo, o por la ventura, o por el mester, a
tal amigo como ste, sienpre guardat que nunca digades nin fagades cosa
porque l pueda entender que de vos se mueva mala sospecha nin mala
obra contra l, et dat passada a algunos de sus yerros; ca por ninguna
manera non puede seer que tan grant dao vos venga a desora de que ante
non veades alguna seal ierta, como sera el dao que vos verna si vos
desabinisedes por tal engao et maestra como desuso es dicho; pero al tal
amigo sienpre le dat a entender en buena manera que, ass como cumple a
vos la su ayuda, que ass cumple a l la vuestra; et lo uno fazindol buenas
obras et mostrndol buen talante et non tomando sospecha del sin razn,
nin creyendo dicho de malos omnes et dando alguna passada a sus yerros;
et lo l, monstrndol que ass como cumple a vos la su ayuda, que ass
cumple a l la vuestra. Por estas maneras durar el amor entre vs, et seredes guardados de non caer en el yerro que cayeron el len et el toro.
Al conde plogo mucho deste consejo que Patronio le dio, et fzolo ass, et
fallse ende bien.
Et entendiendo don Johan que este exiemplo era muy bueno, fzolo escrivir
en este libro et fizo estos viessos que dizen ass:
Por falso dicho de omne mintroso
non pierdas amigo aprovechoso.
Et la istoria deste exienplo es sta que se sigue:
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Exemplo XXIII
De lo que fazen las formigas para se mantener
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Exemplo XXIV
De lo que contesi a un rey que quera provar a tres sus fijos
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son ya cuanto ms ciertas, plazerme a que sopisedes cmo prov una vez
un rey moro a tres fijos que ava, por saber cul dellos sera mejor omne.
El conde le rog quel dixiesse cmo fuera aquello.
-Seor conde Lucanor -dixo Patronio-, un rey moro ava tres fijos; et porque el padre puede fazer que regne cual fijo de los suyos l quisiere, despus que el rey lleg a la vegez, los omnes buenos de su tierra pidironle
por mered que les sealasse cul daquellos sus fijos quera que regnasse
en pos l. Et el rey dxoles que dende a un mes gelo dira.
Et cuando vino a ocho o a dies das, una tarde dixo al fijo mayor que otro
da grand maana quera cavalgar et que fuesse con l. Otro da, vino el infante mayor al rey, pero que non tan maana como el rey, su padre, dixiera.
Et desque lleg, dxol el rey que se quera vestir, quel fiziesse traer los
paos. El infante dixo al camarero que troxiesse los paos; el camarero
pregunt que cules paos quera. El infante torn al rey et preguntl que
cules paos quera. El rey dxole que el aljuva; et l torn al camarero et
dxole que el aljuva quera el rey. Et el camarero le pregunt que cul almexa quera, et el infante torn al rey a gelo preguntar. Et ass fizo por
cada vestidura, que sienpre iva et vina por cada pregunta, fasta que el rey
tovo todos los paos. Et vino el camarero, et le visti et lo cal.
Et desque fue vestido et calado, mand el rey al infante que fiziesse traer
el cavallo, et l dixo al que guardava los cavallos del rey quel troxiesse el
cavallo, et el que los guardava dxole que cul cavallo traera; et el infante
torn con esto al rey, et ass fizo por la siella et por el freno et por el espada
et las espuellas; et por todo lo que ava mester para cavalgar, por cada cosa
fue preguntar al rey.
Desque todo fue guisado, dixo el rey al infante que non poda cavalgar, et
que fuesse l andar por la villa et que parasse mientes a las cosas que vera
porque lo sopiesse retraer al rey.
El infante cavalg et fueron con l todos los onrados omnes del rey et del
regno, et ivan muchas trompas et tabales et otros strumentos. El infante
andido una piea por la villa, et desque torn al rey, preguntl qul
paresa de lo que viera. Et el infante dxole que bien le paresa, sinon
quel fazan muy grand rodo aquellos estrumentes.
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Et a cabo de otros das, mand el rey al fijo mediano que veniesse a l otro
da maana, et el infante fzolo ass. Et el rey fizo todas las pruevas que
fiziera al infante mayor, su hermano, et el infante fzolo, et dixo bien como
el hermano mayor.
Et a cabo de otros das, mand al infante menor, su fijo, que fuesse con l
de grand maana. Et el infante madurg ante que el rey despertasse, et esper fasta que despert el rey; et luego que fue espierto, entr el infante et
omillsele con la reverenia que deva. Et el rey mandl quel fiziesse
traer de bestir. Et el infante pregunt qu paos quera, et en una vez le
pregunt por todo lo que ava de bestir et de callar, et fue por ello et trxogelo todo. Et non quiso que otro camarero lo vestiesse nin lo calasse sinon
l, dando a entender que se terna por de buena ventura si el rey, su padre,
tomasse plazer o serviio de lo que l pudiesse fazer, et que pues su padre
era, que razn et aguisado era de fazer cuantos serviios et omildades pudiesse.
Et desque el rey fue vestido et calado, mand al infante quel fiziesse traer
el cavallo. Et l preguntle cul cavallo quera, et con cul siella et con cul
freno, et cul espada, et por todas las cosas que eran mester paral cavalgar,
et quin quera que cavalgasse con l, et ass por todo cuanto cumpla. Et
desque todo lo fizo, non pregunt por ello ms de una vez, et trxolo et
aguislo como el rey lo ava mandado.
Et desque todo fue fecho, dixo el rey que non quera cavalgar, mas que
cavalgasse l et quel contasse lo que viesse. Et el infante cavalg et fueron
con l todos como fizieran con los otros sus hermanos; mas l nin ninguno
de sus hermanos, nin omne del mundo, non sabi nada de la razn porque
el rey faza esto.
Et desque el infante cavalg, mand quel mostrassen toda la villa de dentro, et las calles et do tena el rey sus tesoros, et cuntos podan seer, et las
mezquitas et toda la nobleza de la villa de dentro et las gentes que moravan. Et despus sali fuera et mand que saliessen all todos los omnes de
armas, et de cavallo et de pie, et mandles que trebejassen et le mostrassen
todos los juegos de armas et de trebejos, et vio los muros et las torres et las
fortalezas de la villa. Et desque lo ovo visto, tornsse paral rey, su padre.
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Et cuando torn era ya muy tarde. Et el rey le pregunt de las cosas que
ava visto. Et el infante le dixo que si a l non pesasse, que l le dira lo
quel paresa de lo que ava visto. Et el rey le mand, so pena de la su
bendiin, quel dixiesse lo quel paresa. Et el infante le dixo que como
quier que l era muy leal rey, quel paresa que non era tan bueno como
deva, ca si lo fuesse, pues ava tan buena gente et tanta, et tan grand poder
et tan grand aver, et que si por l non fincasse, que todo el mundo deva ser
suyo.
Al rey plogo mucho deste denuesto que el infante le dixo.
Et cuando vino el plazo a que ava de dar respuesta a los de la tierra, dxoles que aquel fijo les dava por rey.
Et esto fizo por las seales que vio en los otros et por las que vio en ste. Et
como quier que ms quisiera cualquier de los otros para rey, non tovo por
aguisado de lo fazer por lo que vio en los unos et en el otro.
Et vs, seor conde, si queredes saber cul moo sera mejor, parat mientes
a estas tales cosas, et ass podredes entender algo et por aventura lo ms
dello que a de ser de los moos.
Al conde plogo mucho de lo que Patronio le dixo.
Et porque don Johan tovo este por buen exienplo, fzolo escrivir en este libro et fizo estos viessos que dizen ass:
Por obras et maneras podrs conoser
a los moos cules deven los ms seer.
Et la istoria deste exiemplo es sta que se sigue:
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Exemplo XXV
De lo que contesi al conde de Provenia, cmo fue librado de la
prisin por el consejo que le dio Saladn
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Et como quier que estava preso, sabiendo Saladn la grand vondat del
conde, fazale mucho bien et mucha onra, et todos los grandes fechos que
ava de fazer, todos los faza por su consejo. Et tan bien le consejava el
conde et tanto fiava del el soldn que como quier que estava preso, que tan
grand logar et tan grand poder ava, et tanto fazan por l en toda la tierra
de Saladn, como faran en la suya misma.
Cuando el conde se parti de su tierra, dex una fija muy pequeuela. Et el
conde estudo tan grand tiempo en la prisin, que era ya su fija en tiempo
para casar; et la condesa, su muger, et sus parientes enviaron dezir al conde
cuantos fijos de reys et otros grandes omnes la demandavan por casamiento.
Et un da, cuando Saladn vino a fablar con el conde, desque ovieron acordado aquello porque Saladn all viniera, fabl con l el conde en esta
manera:
-Seor, vs me fazedes a m tanta mered et tanta onra et fiades tanto de m
que me terna por muy de buena ventura si vos lo pudiesse servir. Et pues
vs, seor, tenedes por bien que vos conseje yo en todas las cosas que vos
acaesen, atrevindome a la vuestra mered et fiando del vuestro entendimiento, pdovos por mered que me consejedes en una cosa que a m
acaesi.
El soldn gradesi esto mucho al conde, et dxol quel consejara muy de
grado; et an, quel ayudara muy de buena mente en que quiera quel
cumpliesse.
Entone le dixo el conde de los casamientos quel movan para aquella su
fija et pidil por merced quel consejasse con quin la casara.
Et Saladn respondi ass:
-Conde, yo s que tal es el vuestro entendimiento, que en pocas palabras
que vos omne diga entendredes todo el fecho. Et por ende vos quiero consejar en este pleito segund lo yo entiendo. Yo non conosco todos estos que
demandan vuestra fija, qu linage o qu poder an, o cules son en los sus
cuerpos o cunta vezindat an convusco, o qu mejora an los unos de los
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otros, et por ende que non vos puedo en esto consejar iertamente; mas el
mio consejo es ste: que casedes vuestra fija con omne.
El conde gelo tovo en merced, et entendi muy bien lo que aquello quera
dezir. Et envi el conde dezir a la condessa, su muger, et a sus parientes el
consejo que el soldn le diera, et que sopiesse de cuantos omnes fijos dalgo
ava en todas sus comarcas, de qu maneras et de qu costumbres, et cules
eran en los sus cuerpos, et que non catassen por su riqueza nin por su poder, mas quel enviassen por escripto dezir qu tales eran en s los fijos de
los reyes et de los grandes seores que la demandavan et qu tales eran los
otros omnes fijos dalgo que eran en las comarcas.
Et la condessa et los parientes del conde se marabillaron desto mucho, pero
fizieron lo quel conde les envi mandar, et posieron por escripto todas las
maneras et costumbres buenas et contrarias que avan todos los que demandavan la fija del conde, et todas las otras condiiones que eran en ellos. Et
otros, escrivieron cules eran en s los otros omnes fijos dalgo que eran en
las comarcas, et environlo todo contar al conde.
Et desque el conde vio este escripto, mostrlo al soldn; et desque Saladn
lo vio, como quier que todos eran muy buenos, fall en todos los fijos de
los reyes et de los grandes seores en cada uno algunas tachas: o de seer
mal acostumbrados en comer o en vever, o en seer saudos, o apartadizos,
o de mal reebimiento a las gentes, et pagarse de malas compaas, o enbargados de su palabra, o alguna otra tacha de muchas que los omnes pueden
aver. Et fall que un fijo de un rico omne que non era de muy grand poder,
que segund lo que paresa del en aquel escripto, que era el mejor omne et
el ms complido, et ms sin mala tacha de que l nunca oyera fablar. Et
desque esto oy el soldn, consej al conde que casasse su fija con aquel
omne, ca entendi que comoquier que aquellos otros eran ms onrados et
ms fijos dalgo, que mejor casamiento era aquel et mejor casava el conde
su fija con aqul que con ninguno de los otros en que oviesse una mala
tacha, cuanto ms si oviesse muchas; et tovo que ms de preiar era el
omne por las sus obras que non por su riqueza, nin por nobleza de su linage.
El conde envi mandar a la condessa et a sus parientes que casassen su fija
con aquel que Saladn le mandara. Et como quier que se marabillaron
mucho ende, enviaron por aquel fijo de aquel rico omne et dixironle lo
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que el conde les envi mandar. Et l respondi que bien entenda que el
conde era ms fijo dalgo et ms rico et ms onrado que l, pero que si l tan
grant poder oviesse, que bien tena que toda muger sera bien casada con l,
et que esto que fablavan con l, si lo dizan por non lo fazer, que tena que
le fazan muy grand tuerto et quel queran perder de balde. Et ellos dixieron que lo queran fazer en toda guisa, et contronle la razn en cmo el
soldn consejara al conde quel diesse su fija ante que a ninguno de los fijos de los reyes nin de los otros grandes seores, sealadamente porquel
escogiera por omne. Desque l esto oy, entendi que fablavan verdaderamente en el casamiento et tovo que, pues Saladn lo escogiera por omne et
le fiziera allegar a tan grand onra, que non sera l omne si non fiziesse en
este fecho lo que pertenesa.
Et dixo luego a lla condessa et a los parientes del conde que si ellos queran
que creyesse l que gelo dizan verdaderamente, quel apoderasen luego de
todo el condado et de todas las rendas, pero non les dixo ninguna cosa de lo
que l ava pensado de fazer. A ellos plogo de lo que l les diza, et apoderronle luego de todo. Et l tom muy grand aver, et en grand poridat,
arm piea de galeas et tovo muy grand aver guardado. Et desque esto fue
fecho, mand guisar sus vodas para un da sealado.
Et desque las vodas fueron fechas muy ricas et muy onradas, en la noche,
cuando se ovo de ir para su casa do estava su muger, ante que se echassen
en la cama, llam a la condessa et a sus parientes et dxoles en grant poridat
que bien sabin que el conde le escogiera entre otros muy mejores que l, et
que lo fiziera porque el soldn le consejara que casasse su fija con omne et
pues el soldn et el conde tanta onra le fizieran et lo escogieran por omne,
que terna l que non era omne si non fiziesse en esto lo que pertenesa; et
que se quera ir et que les dexava aquella donzella con qui l ava de casar,
et el condado: que l fiava por Dios que l le endereara porque entendiessen las gentes que faza fecho de omne.
Et luego que esto ovo dicho, cavalg et fuesse en buena ventura. Et endere al regno de Armenia, et mor tanto tiempo fasta que sopo muy
bien el lenguaje et todas las maneras de la tierra. Et sopo cmo Saladn era
muy caador.
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Exemplo XXVI
De lo que contesi al rvol de la Mentira
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Et por el lugar do estava el tronco del rbol sali la Verdat que estava
escondida, et cuando fue sobre la tierra, fall que la Mentira et todos los
que a ella se allegaron eran muy mal andantes et se fallaron muy mal de
cuanto aprendieron et usaron del arte que aprendieron de la Mentira.
Et vs, seor conde Lucanor, parad mientes que la mentira ha muy grandes
ramos, et las sus flores, que son los sus dichos et los sus pensamientos et
los sus fallagos, son muy plazenteros, et pganse mucho dellos las gentes,
pero todo es sombra et nunca llega a buen fructo. Por ende, si aquellos
vuestros contrarios usan de llas sabiduras et de los engaos de la mentira,
guardatvos dellos cuanto pudierdes et non querades seer su conpaero en
aquella arte, nin ayades envidia de la su buena andana que an por usar del
arte de la mentira, ca cierto sed que poco les durar, et non pueden aver
buena fin; et cuando cuidaren seer ms bien andantes, estone les fallecer
ass como fallesi el rbol de la Mentira a los que cuidavan estar muy bien
andantes a su sombra; mas aunque la verdat sea menospreiada, abraatvos
bien con ella et preciadla mucho, ca ierto seed que por ella seredes bien
andante et abredes buen acabamiento et ganaredes la gracia de Dios porque
vos d en este mundo mucho bien et mucha onra paral cuerpo et salvamiento paral alma en el otro.
Al conde plogo mucho deste consejo que Patronio le dio, et fzolo ass et
fallse ende bien.
Et entendiendo don Johan que este exiemplo era muy bueno, fzolo escrivir
en este libro et fizo estos viessos que dizen ass:
Seguid verdad por la mentira foir,
ca su mal crese quien usa de mentir.
Et la istoria deste exiemplo es sta que se sigue:
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Exemplo XXVII
De lo que contesci a un emperador et a don Alvar Hez Minaya con
sus mugeres
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dxole que si le fuesse mester, que de aqul pusiesse en cualquier llaga que
oviesse. Et esto le dixo ante piea de omnes et de mugeres. Et de que esto
ovo dicho, tom aquella yerva que ava menester para matar los iervos et
fuesse a su caa, ass como ava dicho.
Et luego que el emperador fue ido, comen ella a ensaarse et a enbraveer, et comen a dezir:
-Veed el falso del emperador, lo que me fue dezir! Porque l sabe que la
sarna que yo he non es de tal manera como la suya, dxome que me untasse
con aquel ungento que se l unt, porque sabe que non podra guareser
con l, mas de aquel otro ungento bueno con que l sabe que guarescra,
dixo que non tomasse del en guisa ninguna; mas por le fazer pesar, yo me
untar con l, et cuando l viniere, fallarme ha sana. Et s ierta que en
ninguna cosa non le podra fazer mayor pesar, et por esto lo far.
Los cavalleros et las dueas que con ella estavan travaron mucho con ella
que lo non fiziesse, et comenronle a pedir mered, muy fieramente
llorando, que se guardasse de lo fazer; ca ierta fuesse, si lo fiziesse, que
luego sera muerta.
Et por todo esto non lo quiso dexar. Et tom la yerva et unt con ella las
llagas. Et a poco rato comenl a tomar la rabia de la muerte, et ella repintirase si pudiera, mas ya non era tiempo en que se pudiesse fazer. Et muri
por la manera que ava porfiosa et a su dao.
Mas a don Alvar Hez contesi el contrario desto, et porque lo sepades
todo como fue, contarvos he cmo acaesi.
Don Alvar Hez era muy buen omne et muy onrado et pobl a Ixcar, et
morava . Et el conde don Pero Anrez pobl a Cullar et morava en ella.
Et el conde don Pero Anrez ava tres fijas.
Et un da, estando sin sospecha ninguna, entr don Alvar Hez por la puerta; et al conde don Pero Anrez plgol mucho con l. Et desque ovieron
comido, preguntl que por qu vina tan sin sospecha. Et don Alvar Hez
dxol que vina por demandar una de sus fijas para con que casase, mas
que quera que gelas mostrasse todas tres et quel dexasse fablar con cada
una dellas, et despus que escogera cul quisiesse. Et el conde, veyendo
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quel faza Dios mucho bien en ello, dixo quel plaza mucho de fazer cuanto don Alvar Hez le diza.
Et don Alvar Hez apartsse con la fija mayor et dxol que si a ella
ploguiesse, que quera casar con ella; pero ante que fablasse ms en el
pleito, quel quera contar algo de su fazienda. Que sopiesse, lo primero,
que l non era muy manebo et que por las muchas feridas que oviera en
las lides que se acertara, quel enflaqueiera tanto la cabea que por poco
vino que viviesse, quel fazi perder luego el entendimiento; et de que
estava fuera de su seso, que se asaava tan fuerte que non catava lo que
diza; et que a las vegadas fira a los omnes en tal guisa, que se repenta
mucho despus que tornaba a su entendimiento; et aun, cuando se echava a
dormir, desque yaza en la cama, que faza muchas cosas que non enpeera nin migaja si ms linpias fuessen. Et destas cosas le dixo tantas, que
toda muger quel entendimiento non oviesse muy maduro, se podra tener
del por non muy bien casada.
Et de que esto le ovo dicho, respondil la fija del conde que este casamiento non estava en ella, sinon en su padre et en su madre.
Et con tanto, partisse de don Alvar Hez et fuesse para su padre.
Et de que el padre et la madre le preguntaron que era su voluntad de fazer,
porque ella non fue de tan buen entendimiento como le era mester, dixo a
su padre et a su madre que tales cosas le dixiera don Alvar Hez, que ante
quera seer muerta que casar con l.
Et el conde non lo quiso dezir esto a don Alvar Hez, mas dxol que su
fija que non ava entone voluntad de casar.
Et fabl don Alvar Hez con la fija mediana; et passaron entre l et ella
bien ass como con el hermana mayor.
Et despus fabl con el hermana menor et dxol todas aquellas cosas que
dixiera a las otras sus hermanas.
Et ella respondil que gradesa mucho a Dios en que don Alvar Hez
quera casar con ella; et en lo quel diza quel faza mal el vino, que si, por
aventura, alguna vez le cumpliesse por alguna cosa de estar apartado de las
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gentes por aquello quel diza o por l, que ella lo encubrira mejor que
ninguna otra persona del mundo; et a lo que diza que l era viejo, que cuanto por esto non partira ella el casamiento, que cunplale a ella del casamiento el bien et la onra que ava de ser casada con don Alvar Hez; et
de lo que diza que era muy saudo et que fira a las gentes, que cuanto por
esto non faza fuera, ca nunca ella le fara por que la firiesse, et si lo fiziesse, que lo sabra muy bien sofrir.
Et a todas las cosas que don Alvar Hez le dixo, a todas le sopo tan bien
responder, que don Alvar Hez fue muy pagado, et gradesi mucho a
Dios porque fallara muger de tan buen entendimiento.
Et dixo al conde don Pero Anrez que con aquella quera casar. Al conde
plogo mucho ende. Et fizieron ende sus vodas luego. Et fuesse con su
muger luego en buena ventura. Et esta duea ava nombre doa Vascuana.
Et despus que don Alvar Hez lev a su muger a su casa, fue ella tan
buena duea et tan cuerda, que don Alvar Hez se tovo por bien casado
della et tena por razn que se fiziesse todo lo que ella queri.
Et esto faza l por dos razones: la primera, porquel fizo Dios a ella tanto
bien, que tanto amava a don Alvar Hez et tanto presiava el su entendimiento, que todo lo que don Alvar Hez diza et faza, que todo tena ella
verdaderamente que era lo mejor; et plazale mucho de cuanto diza et de
cuanto faza, et nunca en toda su vida contrall cosa que entendiesse que a
l plaza. Et non entendades que faza esto por le lisonjar, nin por le falagar
por mejor estar con l, mas fazalo porque verdaderamente crea, et era su
entenin, que todo lo que don Alvar Hez quera et diza et faza, que en
ninguna guisa non podra seer yerro, nin lo podra otro ninguno mejorar. Et
lo uno por esto, que era el mayor bien que podra seer, et lo l porque ella
era de tan buen entendimiento et de tan buenas obras, que siempre acertava
en lo mejor. Et por estas cosas amvala et preivala tanto don Alvar
Hez que tena por razn de fazer todo lo que ella queri, ca sienpre ella
quera et le consejava lo que era su pro et su onra. Et nunca tovo mientes,
por talante nin por voluntad que oviesse de ninguna cosa que fiziesse don
Alvar Hez, sinon lo que a l ms le pertenesa, et que era ms su onra et
su pro.
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Et acaesi que una vez, seyendo don Alvar Hez en su casa, que vino a l
un so sobrino que viva en casa del rey, et plgol mucho a don Alvar
Hez con l. Et desque ovo morado con don Alvar Hez algunos das,
dxol un da que era muy buen omne et muy complido et que non poda
poner en l ninguna tacha sinon una. Et don Alvar Hez preguntl que
cul era. Et el sobrino dxol que non fallava tacha quel poner sinon que
faza mucho por su muger et la apoderava mucho en toda su fazienda. Et
don Alvar Hez respondil que a esto que dende a pocos das le dara
ende la repuesta.
Et ante que don Alvar Hez viesse a doa Vascuana, cavalg et fuesse a
otro lugar et andudo all algunos das et lev all aquel su sobrino consigo.
Et despus envi por doa Vascuana, et guis ass don Alvar Hez que
se encontraron en el camino, pero que non fablaron ningunas razones entre
s, nin ovo tiempo aunque lo quisiessen fazer.
Et don Alvar Hez fuesse adelante, et iba con l su sobrino. Et doa Vascuana vina en pos dellos. Et desque ovieron andado ass una piea don
Alvar Hez et su sobrino, fallaron una piea de vacas. Et don Alvar Hez
comen a dezir:
-Viestes, sobrino, qu fermosas yeguas ha en esta nuestra tierra?
Cuando su sobrino esto oy, maravillse ende mucho, et cuid que gelo
diza por trebejo et dxol que cmo diza tal cosa, que non eran sinon vacas.
Et don Alvar Hez se comen mucho de maravillar et dezirle que
reelava que ava perdido el seso, ea bien bei que aqullas yeguas eran.
Et de que el sobrino vio que don Alvar Hez porfiava tanto sobresto, et
que lo diza a todo su seso, finc mucho espantado et cuid que don Alvar
Hez ava perdido el entendimiento.
Et don Alvar Hez estido tanto adrede en aquella porfa, fasta que asom
doa Vascuana que vina por el camino. Et de que don Alvar Hez la
vio, dixo a su sobrino:
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-Ea, don sobrino, fe aqu a doa Vascuana que nos partir nuestra contienda.
Al sobrino plogo desto mucho; et desque doa Vascuana lleg, dxol su
cuado:
-Seora, don Alvar Hez et yo estamos en contienda, ca l dize por estas
vacas, que son yeguas, et yo digo que son vacas; et tanto avemos porfiado,
que l me tiene por loco, et yo tengo que l non est bien en su seso. Et vs,
seora, departidnos agora esta contienda.
Et cuando doa Vascuana esto vio, como quier que ella tena que aqullas
eran vacas, pero pues su cuado le dixo que diza don Alvar Hez que
eran yeguas, tovo verdaderamente ella, con todo su entendimiento, que ellos erravan, que las non conosan, mas que don Alvar Hez non errara
en ninguna manera en las conoser; et pues diza que eran yeguas, que en
toda guisa del mundo, que yeguas eran et non vacas.
Et comen a dezir al cuado et a cuantos estavan:
-Por Dios, cuado, psame mucho desto que dezides, et sabe Dios que
quisiera que con mayor seso et con mayor pro nos vinissedes agora de
casa del rey, do tanto avedes morado; ca bien veedes vs que muy grand
mengua de entendimiento et de vista es tener que las yeguas que son vacas.
Et comenl a mostrar, tambin por las colores, como por las faiones,
como por otras cosas muchas, que eran yeguas et non vacas, et que era verdat lo que don Alvar Hez diza, que en ninguna manera el entendimiento
et la palabra de don Alvar Hez que nunca podra errar. Et tanto le afirm
esto, que ya, el cuado et todos los otros comenaron a dubdar que ellos
erravan, et que don Alvar Hez diza verdat que las que ellos tenan por
vacas, que eran yeguas. Et de que esto fue fecho, furonse don Alvar Hez
et su sobrino adelante et fallaron una gran piea de yeguas.
Et don Alvar Hez dixo a su sobrino:
-Ah, sobrino! Estas son las vacas, que non las que vos dizades ante, que
diza yo que eran yeguas.
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Et desque el sobrino de don Alvar Hez vio que por todas estas razones
que doa Vascuana diza se provava que era verdat lo que diza don Alvar
Hez, et que errava l en non conoser las cosas ass como eran, tvose
por muy maltrecho, cuidando que ava perdido el entendimiento.
Et de que andudieron ass una grand piea por el camino, et don Alvar
Hez vio que su sobrino iva muy triste et en grand cuidado, dxole ass:
-Sobrino, agora vos he dado la repuesta a lo que en el otro da me dixiestes
que me davan las gentes por grand tacha porque tanto faza por doa Vascuana, mi muger; ca bien cred que todo esto que vs et yo avemos passado oy, todo lo fize porque entendissedes quin es ella, et que lo que yo
por ella fago, que lo fago con razn; ca bien creed que entenda yo que las
primeras vacas que ns fallamos, et que diza yo que eran yeguas, que vacas eran, ass como vs dizades. Et desque doa Vascuana lleg et vos
oy que yo diza que eran yeguas, bien ierto s que entenda que vs
dizades verdat; mas que fi ella tanto en el mo entendimiento, que tien
que, por cosa del mundo, non podra errar, tovo que vs et ella errvades en
non lo conoser cmo era. Et por ende dixo tantas razones et tan buenas,
que fizo entender a vos, et a cuantos all estavan, que lo que yo diza era
verdat; et esso mismo fizo despus en lo de las yeguas et del ro. Et bien
vos digo verdat: que del da que comigo cas, que nunca un da le bi fazer
nin dezir cosa en que yo pudiesse entender que quera nin tomava plazer
sinon en aquello que yo quis; nin le vi tomar enojo de ninguna cosa que yo
fiziesse. Et sienpre tiene verdaderamente en su talante que cualquier cosa
que yo faga, que aquello es lo mejor; et lo que ella a de fazer de suyo o le
yo acomiendo que faga, sbelo muy bien fazer, et sienpre lo faze guardando toda mi onra et mi pro et queriendo que entiendan las gentes que yo
s el seor, et que la mi voluntad et la mi onra se cumpla en todo; et non
quiere para s otra pro, nin otra fama de todo el fecho, sinon que sepan que
es mi pro, et tome yo plazer en ello. Et tengo que si un moro de allende el
mar esto fiziesse, quel deva yo mucho amar et presiar yo et fazer yo
mucho por el su consejo et dems seyendo casado con ella et seyendo ella
tal et de tal linaje de que me tengo por muy bien casado. Et agora, sobrino,
vos he dado repuesta a la tacha que el otro da me dixiestes que ava.
Cuando el sobrino de don Alvar Hez oy estas razones, plgol ende
mucho, et entendi que pues doa Vascuana tal era et ava tal entendimiento et tal entencin, que faza muy grand derecho don Alvar Hez de
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la amar et fiar en ella et fazer por ella cuanto faza et aun muy ms, si ms
fiziesse.
Et ass fueron muy contrarias la muger del enperador et la muger de don
Alvar Hez.
Et, seor conde Lucanor, si vuestros hermanos son tan desvariados, que el
uno faze todo cuanto su muger quiere et el otro todo lo contrario, por
aventura esto es porque sus mugeres fazen tal vida con ellos como faza la
emperadriz et doa Vascuana. Et si ellas tales son, non devedes maravillarvos nin poner culpa a vuestros hermanos; mas si ellas non son tan buenas
nin tan revesadas como estas dos de que vos he fablado, sin dubda vuestros
hermanos non podran seer sin grand culpa; ea como quier que aquel
vuestro hermano que faze mucho por su muger faze bien, entendet que este
bien, que se deve fazer con razn et non ms; ca si el omne, por aver grand
amor a su muger, quiere estar con ella tanto por que se dexe de ir a los lugares o a los fechos en que puede fazer su pro et su onra, faze muy grand
yerro; nin si por le plazer nin complir su talante dexa nada de lo que pertenese a su estado, nin a su onra, faze muy desaguisado; mas guardando estas cosas, todo buen talante et toda fiana que el marido pueda mostrar a su
muger, todo le es fazedero et todo lo deve fazer et le pertenese muy bien
que lo faga. Et otros, deve mucho guardar que por lo que a l mucho non
cumple, nin le faze gran mengua, que non le faga pesar nin enojo e sealadamente en ninguna cosa en que pueda aver pecado, ca desto vienen
muchos daos. Lo uno, el pecado e la maldad que el omne faze; e lo l que
por fazerle enmienda o fazerle plazer porque pierda aquel enojo avr a
fazer cosas que se tornarn en dao de la fazienda e de la fama. Otros el
que por su fuerte bentura tal muger obiera como la del emperador, pues al
comieno non pudo o non sopo poner consejo, non ay sinon pasar por su
ventura como Dios gelo quisiere enderear. Pero saved que para lo uno e
para lo l cumple mucho que del primer da que el omne casa deve dar a
entender a su muger que l es seor e que le faga entender la vida que ha de
pasar.
E vs, seor conde Lucanor, al mo cuidar, parando mientes a estas cosas
podedes consejar a vuestros hermanos en qu manera bivan con sus
mugeres.
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E al conde plogo mucho destas cosas que Patronio le dixo e tovo que le
deza verdad e muy buen seso.
E entendiendo don Juan que estos enxemplos heran muy buenos, fzolos
escrivir en este libro e fizo estos versos que dizen ass:
En el comieno deve omne mostrar
a su muger cmo deve passar.
Exemplo XXVIII
De lo que contesi a don Lloreno Surez Gallinato
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oy rodo de omnes que davan bozes, e porque l hera guarda del rey, que
diera de las espuelas al cavallo; e lleg a do fazan aquel rodo e fall un
clrigo que estava revestido.
E devedes saber que este clrigo fuera cristiano e tornrase moro, e un da,
por fazer plazer a los moros, dxoles que si quisiesen, que l les dara aquel
Dios en que los cristianos fiavan e tenan por Dios. E los moros le rogaron
que gelo diese. E entonces el clrigo traidor fizo unas vestimentas e fizo un
altar e dixo una misa e consagr una hostia; e desque fue consagrada, diola
a los moros, e los moros andvanla rastrando por el lodo e faziendol
muchos escarnios.
E cuando don Lloreno Surez esto vio, como quier que l biva con los
moros, menbrndose cmo era cristiano e creyendo sin dubda que aquel era
verdaderamente el cuerpo de Dios e que pues Christo muriera por redemir
los nuestros pecados, que sera l de muy buena ventura si muriese l por le
vengar e por le sacar de aquella desonra que aquella falsa gente cuidavan
que le fazan; e por el gran duelo e pesar que desto ovo, endere al traidor
del clrigo e renegado que aquella traicin faza, e cortle la cabea. E decendi del cavallo e finc los hinojos en el suelo e ador el cuerpo de Dios;
e la hostia, que estava del alngada, salt del lodo donde estava en la falda
de don Loreno Surez.
E cuando los moros esto vieron, ovieron ende grande pesar e metieron
mano a las espadas e a palos e piedras e binieron contra don Lloreno
Surez por lo matar; e l meti mano a la espada con que descabeara el
mal clrigo, e comense a defender. E cuando el rey oy este ruido e bio
que queran matar a don Lloreno Surez, mand que non le fiziesen
ningn mal, e pregunt qu fuera aquello. E los moros, con muy gran
quexa e braveza, dixronle cmo pasara aquel fecho. E el rey se quex e le
pes desto mucho, e pregunt muy saudamente a don Loreno Surez por
qu lo fiziera; e don Loreno Surez le dixo que bien saba que l non era
de la su ley, enpero que el rey esto saba que fiava del su cuerpo e que le
escogiera para esto cuidando que hera leal, e que por miedo de muerte non
dexara de lo guardar; e pues si l lo tena por tan leal, que cuidava que
fara esto por l, que era moro, que parase mientes, si l leal hera, qu deva
fazer si era cristiano por guardar el cuerpo de Dios, que es rey de los reyes
e seor de los seores, e que si por esto le mandase matar, que nunca bera
l mejor da.
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E cuando el rey esto oy, plgole mucho de lo que don Lloreno Surez
fiziera e amle e precile e fizo mucho ms del de all adelante.
E vs, seor conde Lucanor, si sabedes que aquel omne que conbusco
quiere guarecer es buen omne en s et podedes del fiar, cuanto por lo que
vos dizen que fizo algunas cosas sin razn, non lo devedes por eso partir de
vuestra compaa; ca por aventura aquello que los omnes cuidan que fue
sin razn non lo fue, ass como cuid el rey que don Lloreno Surez
fiziera desaguisado en matar aquel clrigo, e don Lorenzo Surez fizo el
mejor fecho del mundo. Mas si bs sopisedes que lo que l fizo es tan mal
fecho, farades bien de lo non querer para vuestra compaa.
E al conde plogo mucho desto que Patronio le dixo, e fzolo ass e fallse
ende bien.
E entendiendo don Juan que este enxemplo hera muy bueno, fzolo escrivir
en este libro et fizo estos viessos que dizen ass:
Muchas cosas parescen sin razn,
et qui las sabe, en s buenas son.
Et la istoria deste exienplo es sta que se sigue:
Exemplo XXIX
De lo que contesi a un raposo que se ech en la calle et se fizo muerto
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dida et tovo que era mejor de se aventurar a quequier quel pudiesse venir,
que sofrir cosa porque se perdiesse todo. Et aventurse et pu en
guareser et escap muy bien.
Et vs, seor conde, consejad a aquel vuestro pariente que si Dios le ech
en tierra do non puede estraar lo quel fazen como l querra o como le
cumpla, que en cuanto las cosas quel fizieren fueren atales que se puedan
sofrir sin grand dao et sin grand mengua, que d a entender que se non
siente dello et que les d passada; ca en cuanto da omne a entender que se
non tiene por maltrecho de lo que contra l an fecho, non est tan envergonado; mas desque da a entender que se tiene por maltrecho de lo que ha
reebido, si dende adelante non faze todo lo que deve por non fincar menguado, non est tan bien como ante. Et por ende, a las cosas passaderas,
pues non se pueden estraar como deven, es mejor de les dar passada, mas
si llegare el fecho a alguna cosa que sea grand dao o grand mengua, estone se aventure et non le sufra, ca mejor es la prdida o la muerte, defendiendo omne su derecho et su onra et su estado, que bevir passando en
estas cosas mal et desonradamente.
El conde tovo ste por buen consejo.
Et don Johan fzolo escrivir en este libro et fizo estos viessos que dizen
ass:
Sufre las cosas en cuanto divieres,
estraa las otras en cuanto pudieres.
Et la istoria deste exienplo es sta que se sigue:
Exemplo XXX
De lo que contesi al rey Abenabet de Sevilla con Ramaiqua,
su muger
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Exemplo XXXI
Del juizio que dio un cardenal entre los clrigos de Pars et los fraires
menores
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-Amigos, este pleito ha mucho durado, et avedes todos tomado grand costa
et grand dao, et yo non vos quiero traer en pleito, mas dvos por sentenia
que el que ante despertare, ante tanga.
Et vs, seor conde, si el pleito es provechoso para vos amos et vs lo
podedes fazer, consjovos yo que lo fagades et non le dedes vagar; ca
muchas vezes se pierden las cosas que se podran acabar por les dar vagar
et despus, cuando omne querra, o se pueden fazer o non.
El conde se tovo desto por bien aconsejado et fzolo ass, et fallse en ello
muy bien.
Et entendiendo don Johan que este enxienplo era bueno, fzolo escrivir en
este libro et fizo estos viessos que dizen ass:
Si muy grand tu pro pudieres fazer,
nol des vagar que se pueda perder.
Et la istoria deste enxienplo es sta que se sigue:
Exemplo XXXII
De lo que contesci a un rey con los burladores que fizieron el pao
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El conde tovo ste por buen consejo et fzolo ass et fallse ende bien.
Et veyendo don Johan que ste era buen exiemplo, fzolo escrivir en este
libro, et fezo estos viessos que dizen ass:
Quien te conseja encobrir de tus amigos,
sabe que ms te quiere engaar que dos figos.
Et la istoria deste exiemplo es sta que se sigue:
Exemplo XXXIII
De lo que contesi a un falcn sacre del infante don Manuel con una
guila et con una gara
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guila, dex la gara et comen a for; et el guila desque vio que non
poda tomar el falcn, fuesse. Et desque el falcn vio ida el guila, torn a
la gara et comen a andar muy bien con ella por la matar.
Et andando el falcn con la gara torn otra vez el guila al falcn, et el
falcn comen a for como el otra vez; et el guila fuesse, et torn el falcn a la gara. Et esto fue ass bien tres o cuatro vezes: que cada que el
guila se iva, luego el falcn tornava a la gara; et cada que el falcn
tornaba a la gara, luego vina el guila por le matar.
Desque el falcn vio que el guila non le quera dexar matar la gara,
dexla, et mont sobre el guila, et vino a ella tantas vezes, ferindola,
fasta que la fizo desterrar daquella tierra. Et desque la ovo desterrado, torn
a la gara, et andando con ella muy alto, vino el guila otra vez por lo matar. Desque el falcn vio que non le vala cosa que feziesse, subi otra vez
sobre el guila et dexse venir a ella et diol tan grant colpe, quel quebrant el ala. Et desque ella vino caer, el ala quebrantada, torn el falcn a
la gara et matla. Et esto fizo porque tena que la su caa non la deva
dexar, luego que fuesse desenbargado de aquella guila que gela enbargaba.
Et vs, seor conde Lucanor, pues sabedes que la vuestra caa et la vuestra
onra et todo vuestro bien paral cuerpo et paral alma es que fagades serviio
a Dios, et sabedes que en cosa del mundo, segund el vuestro estado que vs
tenedes, non le podedes tanto servir como en aver guerra con los moros por
enalar la sancta et verdadera fe catlica, consjovos yo que luego que
podades seer seguro de las otras partes, que ayades guerra con los moros.
Et en esto faredes muchos bienes: lo primero, faredes servicio de Dios; lo
l, faredes vuestra onra et obraredes en vuestro ofiio et vuestro meester et
non estaredes comiendo el pan de balde, que es una cosa que non parese
bien a ningund grand seor: ca los seores, cuando estades sin ningund
mester, non preciades las gentes tanto como devedes, nin fazedes por ellos
todo lo que devades fazer, et echdesvos a otras cosas que seran a las
vezes muy bien de las escusar. Et pues a los seores vos es bueno et
aprovechoso aver algund mester, ierto es que de los mesteres non podedes
aver ninguno tan bueno et tan onrado et tan a pro del alma et del cuerpo, et
tan sin dao, como la guerra de los moros. Et si quier, parat mientes al
enxiemplo terero que vos dixe en este libro, del salto que fizo el rey
Richalte de Inglaterra, et cunto gan por l; et pensat en vuestro coran
que avedes a morir et que avedes fecho en vuestra vida muchos pesares a
El Conde Lucanor
103
Dios, et que Dios es derechurero et de tan grand justiia que non podedes
salir sin pena de los males que avedes fecho; pero veed si sodes de buena
ventura en fallar carrera para que en un punto podades aver perdn de todos
vuestros pecados, ca si en la guerra de los moros morides, estando en verdadera penitenia, sodes mrtir et muy bienaventurado; et aunque por armas non murades, las buenas obras et la buena entenin vos salvar.
El conde tovo ste por buen enxiemplo et puso en su coran de lo fazer, et
rog a Dios que gelo guise como l sabe que lo l desea.
Et entendiendo don Johan que este enxiemplo era muy bueno, fzolo escrivir en este libro, et fizo estos viessos que dizen ass:
Si Dios te guisare de aver sigurana,
pua de ganar la complida bien andana.
Et la istoria deste enxiemplo es sta que se sigue:
Exemplo XXXIV
De lo que contesi a un ciego que adestrava a otro
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El Conde Lucanor
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Exemplo XXXV
De lo que contesi a un manebo que cas con una muger muy fuerte
et muy brava
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Entonce le dixo el fijo que si l quisiesse, que podra guisar que aquel omne
bueno que ava aquella fija que gela diesse para l. Cuando el padre esto
oy, fue muy maravillado, et dxol que cmo cuidava en tal cosa: que non
ava omne que la conosiesse que, por pobre que fuese, quisiese casar con
ella. El fijo le dixo quel pida por mered quel guisasse aquel casamiento.
Et tanto lo afinc que como quier que el padre lo tovo por estrao, que gelo
otorg.
Et l fuesse luego para aquel omne bueno, et amos eran mucho amigos, et
dxol todo lo que passara con su fijo et rogl que pues su fijo se atreva a
casar con su fija, quel ploguiesse et que gela diesse para l. Cuando el
omne bueno esto oy aquel su amigo, dxole:
-Par Dios, amigo, si yo tal cosa fiziesse, seervos a muy falso amigo, ca vs
avedes muy buen fijo, et terna que faza muy grand maldat si yo consintiesse su mal nin su muerte; et s ierto que si con mi fija casase, que o sera
muerto o le valdra ms la muerte que la vida. Et non entendades que vos
digo esto por non complir vuestro talante, ca si la quisierdes, a m mucho
me plaze de la dar a vuestro fijo, o a quienquier que me la saque de casa.
El su amigo le dixo quel gradesa mucho cuanto le diza, et que pues su
fijo quera aquel casamiento, quel rogava quel ploguiesse.
El casamiento se fizo, et levaron la novia a casa de su marido. Et los moros
an por costumbre que adovan de ena a los novios et pnenles la mesa et
dxanlos en su casa fasta otro da. Et fizironlo aquellos ass; pero estavan
los padres et las madres et parientes del novio et de la novia con grand
reelo, cuidando que otro da fallaran el novio muerto o muy maltrecho.
Luego que ellos fincaron solos en casa, assentronse a la mesa, et ante que
ella ubiasse a dezir cosa cat el novio en derredor de la mesa, et vio un
perro et dxol ya cuanto bravamente:
-Perro, danos agua a las manos!
El perro non lo fizo. Et l encomensse a ensaar et dxol ms bravamente que les diesse agua a las manos. Et el perro non lo fizo. Et desque
vio que lo non faza, levantse muy saudo de la mesa et met mano a la
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non se faza por juego, et ovo tan grand miedo, que non saba si era muerta
o biva.
Et l ass, vravo et saudo et ensangrentado, tornse a la mesa, jurando que
si mil cavallos et omnes et mugeres oviesse en casa quel saliessen de mandado, que todos seran muertos. Et assentsse et cat a cada parte, teniendo
la espada sangrienta en el regao; et desque cat a una parte et a otra et non
vio cosa viva, bolvi los ojos contra su muger muy bravamente et dxol
con grand saa, teniendo la espada en la mano:
-Levantadvos et datme agua a las manos.
La muger, que non esperava otra cosa sinon que la despedaara toda, levantse muy apriessa et diol agua a las manos. Et dxole l:
-A!, cmo gradesco a Dios porque fiziestes lo que vos mand, ca de otra
guisa, por el pesar que estos locos me fizieron, esso oviera fecho a vos que
a ellos!
Despus mandl quel diesse de comer; et ella fzolo. Et cada quel diza
alguna cosa, tan bravamente gelo diza et en tal son, que ella ya cuidava
que la cabea era ida del polvo.
Ass pass el fecho entrellos aquella noche, que nunca ella fabl, mas faza
lo quel mandavan. Desque ovieron dormido una piea, dxol l:
-Con esta saa que ove esta noche, non pude bien dormir. Catad que non
me despierte cras ninguno, et tenedme bien adobado de comer.
Cuando fue grand maana, los padres et las madres et parientes llegaron a
la puerta et porque non fablava ninguno, cuidaron que el novio estava
muerto o ferido. Et desque vieron por entre las puertas a la novia et non al
novio, cuidronlo ms.
Cuando ella los vio a la puerta lleg muy passo et con grand miedo, et
comenles a dezir:
-Locos, traidores!, qu fazedes? Cmo osades llegar a la puerta nin fablar? Callad, sinon todos, tambin vs como yo, todos somos muertos!
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Exemplo XXXVI
De lo que contesi a un mercadero cuando fall su muger et su fijo
durmiendo en uno
Un da fablava el conde Lucanor con Patronio, estando muy saudo por una
cosa quel dixieron, que tena l que era muy grand su desonra, et dxole
que quera fazer sobrello tan grand cosa et tan grand movimiento, que para
siempre fincasse por fazaa.
Et cuando Patronio lo vio ass saudo tan arrebatadamente, dxole:
-Seor conde, mucho querra que sopissedes lo que contesi a un mercadero que fue un da conprar sesos.
El conde le pregunt cmo fuera aquello.
-Seor conde -dixo Patronio-, en una villa morava un grand maestro que
non ava otro ofiio nin otro mester sinon vender sesos. Et aquel mercadero
de que ya vos fabl por esto que oy, un da fue veer aquel maestro que
venda sesos et dxol quel vendiesse uno daquellos sesos. Et el maestro
dxol que de cul presio lo quera, ca segund quisiesse el seso, que ass
ava de dar el presio por l. Et dxole el mercadero que quera seso de un
maraved. Et el maestro tom el maraved, et dxol:
-Amigo, cuando alguno vos convidare, si non sopiredes los manjares que
oviredes a comer, fartadvos bien del primero que vos traxieren.
El mercadero le dixo que non le ava dicho muy grand seso. Et el maestro
le dixo que l non le diera presio que deviesse dar grand seso. El mercadero le dixo quel diesse seso que valiesse una dobla, et digela.
El maestro le dixo que, cuando fuesse muy saudo et quisiese fazer alguna
cosa arrebatadamente, que se non quexasse nin se arrebatasse fasta que sopiesse toda la verdat.
El mercadero tovo que aprendiendo tales fabliellas podra perder cuantas
doblas traa, et non quiso comprar ms sesos, pero tovo este seso en el
coran.
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Et acaesi que el mercadero que fue sobre mar a una tierra muy luee, et
cuando se fue, dex a su muger en inta. El mercadero mor andando en su
mercadura tanto tiempo, fasta que el fijo que nasiera de que fincara su
muger en inta ava ms de veinte aos. Et la madre, porque non ava otro
fijo et tena que su marido non era vivo, conortvase con aquel fijo et
amvalo como a fijo, et por el grand amor que ava a su padre, llamvalo
marido. Et coma sienpre con ella et durma con ella como cuando ava un
ao o dos, et ass passaba su vida como muy buena mujer, et con muy
grand cuita porque non saba nuebas de su marido.
Et acaesi que el mercadero libr toda su mercadura et torn muy bien
andante. Et el da que lleg al puerto de aquella villa do morava, non dixo
nada a ninguno, fuesse desconoidamente para su casa et escondise en un
lugar encubierto por veer lo que se faza en su casa.
Cuando fue contra la tarde, lleg el fijo de la buena muger, et la madre
preguntl:
-Di, marido, nde vienes?
El mercadero, que oy a su mujer llamar marido a aquel manebo, pesl
mucho, ca bien tena que era omne con quien faza mal, o a lo mejor que
era casada con l; et tovo ms: que faza maldat que non que fuese casada,
et porque el omne era tan moro. Quisiralos matar luego, pero acordndose
del seso que costara una dobla, non se arrebat.
Et desque lleg la tarde assentronse a comer. De que el mercadero los vio
ass estar, fue aun ms movido por los matar, pero por el seso que conprara
non se arrebat.
Mas cuando vino la noche et los vio echar en la cama, fzosele muy grave
de sofrir et endere a ellos por los matar. Et yendo ass muy saudo,
acordndose del seso que conprara, estido quedo.
Et ante que matassen la candela, comen la madre a dezir al fijo, llorando
muy fuerte:
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-Ay, marido et fijo! Seor, dixironme que agora llegara una nabe al
puerto et dizan que vina daquella tierra do fue vuestro padre. Por amor de
Dios, id all cras de grand maana, et por ventura querr Dios que sabredes
algunas buenas nuebas del.
Cuando el mercadero aquello oy, et se acord como dexara en inta a su
muger, entendi que aqul era su fijo.
Et si ovo grand plazer, non vos marabilledes. Et otros, gradesi mucho a
Dios porque quiso guardar que los non mat como lo quisiera fazer, donde
fincara muy malandante por tal ocasin, et tovo por bien enpleada la dobla
que dio por aquel seso, de que se guard et que se non arrebat por saa.
Et vs, seor conde, como quier que cuidades que vos es mengua de sofrir
esto que dezides, esto sera verdat de que fussedes ierto de la cosa; mas
fasta que ende seades ierto, consjovos yo que por saa nin por rebato,
que vos non rebatedes a fazer ninguna cosa (ca pues esto non es cosa que se
pierda por tiempo en vos sofrir), fasta que sepades toda la verdat, et non
perdedes nada, et del rebatamiento podervos ades muy ana repentir.
El conde tovo este por buen consejo et fzolo ass, et fallse ende bien.
Et tenindolo don Johan por buen enxiemplo, fzol escrivir en este libro et
fizo estos viessos que dizen ass:
Si con rebato grant cosa fazierdes,
ten que es derecho si te arrepentieres.
Et la istoria deste enxiemplo es sta que se sigue:
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Exemplo XXXVII
De la repuesta que dio el conde Ferrant Gonsles a sus gentes depus
que ovo venido la batalla de Fainas
Una vegada vina el conde de una hueste muy cansado et muy lazdrado et
pobre, et ante que huviasse folgar nin descansar, llegl mandado muy
apressurado de otro fecho que se mova de nuebo; et los ms de su gente
consejrenle que folgasse algn tiempo et despus que fara lo que se le
guisase. Et el conde pregunt a Patronio lo que fara en aquel fecho. Et Patronio dxole:
-Seor, para que vs escojades en esto lo mejor, mucho querra que sopissedes la repuesta que dio una vez el conde Ferrant Gonsles a sus vassallos.
El conde pregunt a Patronio cmo fuera aquello.
-Seor conde -dixo Patronio-, cuando el conde Ferrant Gonsles veni al
Rey Almozerre en Fainas, murieron muchos de los suyos; et l et todos
los ms que fincaron vivos fueron muy mal feridos; et ante que uviassen
guareser, sopo quel entrava el rey de Navarra por la tierra, et mand a los
suyos que endereassen a lidiar con los navarros. Et todos los suyos
dixironle que tenan muy cansados los cavallos, et aun los cuerpos; et
aunque por esto non lo dexasse, que lo deva dexar porque l et todos los
suyos estavan muy mal feridos, et que esperasse fasta que fuessen guaridos
l et ellos.
Cuando el conde vio que todos queran partir de aquel camino, sintindose
ms de la onra que del cuerpo, dxoles:
-Amigos, por las feridas non lo dexemos, ca estas feridas nuebas que agora
nos darn, nos farn que olvidemos las que nos dieron en la otra vatalla.
Desque los suyos vieron que se non dola del cuerpo por defender su tierra
et su onra, fueron con l. Et veni la lid et fue muy bien andante.
Et vs, seor conde Lucanor, si queredes fazer lo que devierdes, cuando
viredes que cumple para defendimiento de lo vuestro et de los vuestros, et
El Conde Lucanor
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de vuestra onra, nunca vos sintades por lazeria, nin por travajo, nin por peligro; et fazet en guisa que el peligro et la lazeria nueba vos faga olvidar lo
passado.
El conde tovo este por buen conseio, et fzolo ass et fallsse dello muy
bien.
Et entendiendo don Johan que ste era muy buen enxienplo, fzolo poner en
este libro et fizo estos viessos que dizen ass:
Aquesto tenet ierto, que es verdat provada:
que onra et grand vicio non an una morada.
Et la istoria deste enxiemplo es sta que se sigue:
Exemplo XXXVIII
De lo que contesi a un omne que iva cargado de piedras preiosas et
se afog en el ro
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Exemplo XXXIX
De lo que contesi a un omne con la golondrina et con el pardal
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Et porque don Johan se pag deste enxiemplo, fzolo poner en este libro, et
fizo estos viessos que dizen ass:
Si en toda guisa, contienda ovieres de aver,
toma la de ms lexos, aunque aya ms poder.
Et la istoria deste exienplo es sta que se sigue:
Exemplo XL
De las razones porque perdi el alma un siniscal de Carcassona
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los tuertos que avedes fecho: ca poco valdra robar el carnero et dar los pies
por amor de Dios. Et a vos poco vos valdra tener mucho robado et furtado
a tuerto, et fazer limosnas de lo ageno. Et ms, para que la limosna sea
buena, conviene que aya en ella estas inco cosas: la una, que se faga de lo
que omne oviere de buena parte; la otra, que la faga estando en verdadera
penitenia; la otra, que sea tanta, que sienta omne alguna mengua por lo
que da, et que sea cosa de que se duela omne; la otra, que la faga en su
vida; la otra, que la faga omne simplemente por Dios et non por vana gloria
nin por ufana del mundo. Et, seor, fazindose estas inco cosas, seran todas las buenas obras et limosnas bien complidas, et avra omne de todas
muy grand galardn; pero vs nin otro ninguno que tan complidamente non
las pudiesse fazer, non deve por esso dexar de fazer buenas obras, teniendo
que pues non las faze en las inco maneras que son dichas, que non le tiene
pro de las fazer; ca sta sera muy mala razn et sera como desesperamiento; ca ierto es que en cualquier manera que omne faga bien, que
sienpre es bien; ca las buenas obras prestan al omne a salir de pecado et venir a penitenia et a la salut del cuerpo, et a que sea rico et onrado, et que
aya buena fama de las gentes, et para todos los vienes temporales. Et ass,
todo bien que omne faga a cualquier entencin sienpre es bueno, mas sera
muy mejor para salvamiento et aprovechamiento del alma guardando las
cinco cosas dichas.
El conde tovo que era verdat lo que Patronio le diza et puso en su coran
de lo fazer ass, et rog a Dios quel guisse que lo pueda fazer en la manera
que Patronio le diza.
Et entendiendo don Johan que este enxiemplo era muy bueno, fzolo escrivir en este libro et fizo estos viessos que dizen ass:
Faz bien et a buena entenin en tu vida,
si quieres acabar la gloria conplida.
Et la istoria deste enxiemplo es sta que se sigue:
El Conde Lucanor
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Exemplo XLI
De lo que contesi a un rey de Crdova queldizan Alhaquem
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otros forados, et dende adelante faze el albogn muy mejor son que fasta
entone faza.
Et como quier que aquello era buen fecho para en aquella cosa, porque non
era tan grand fecho como convina de fazer a rey, las gentes, en manera de
escarnio, comenaron aquel fecho a loar et dizan cuando loavan a alguno:
V.a. he de ziat Alhaquim, que quiere dezir: ste es el aadimiento del
rey Alhaquem.
Et esta palabra fue sonada tanto por la tierra fasta que la ovo de or el rey,
et pregunt por qu dezan las gentes esta palabra. Et como quier que gelo
quisieran encobrir, tanto los afinc, que gelo ovieron a dezir.
Et desque l esto oy, tom ende grand pesar, pero como era muy buen rey,
non quiso fazer mal en los que dizan esta palabra, mas puso en su coran
de fazer otro aadimiento de que por fuera oviessen las gentes a loar el su
fecho.
Entone, porque la mezquita de Crdoba non era acabada, aadi en ella
aquel rey toda la labor que menguava et acabla.
sta es la mayor et ms complida et ms noble mezquita que los moros
avan en Espaa, et loado a Dios, es agora eglesia et llmanla Sancta Mara
de Crdova, et ofreila el sancto rey don Ferrando a Sancta Mara cuando
gan a Crdova de los moros.
Et desque aquel rey ovo acabada la mezquita et fecho aquel tan buen
aadimiento, dixo que pues fasta entone lo loavan escarniindolo del
aadimiento que fiziera en el albogn, que tena que de all adellante lo
avan a loar con razn del aadimiento que fiziera en la mezquita de Crdova.
Et fue depus muy loado. Et el loamiento que fasta estone le fazan escarniindolo, finc depus por loor; et oy en da dizen los moros cuando
quieren loar algn buen fecho: ste es el aadimiento de Alhaquem.
Et vs, seor conde, si tomades pesar o cuidades que vos loan por vos escarnecer del aadimiento que fiziestes en los capiellos et en las pihuelas et
en las otras cosas de caa que vos fiziestes, guisad de fazer algunos fechos
El Conde Lucanor
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grandes et buenos et nobles, cuales pertenesen de fazer a los grandes omnes. Et por fuera las gentes avrn de loar los vuestros buenos fechos, ass
como loan agora por escarnio el aadimiento que fiziestes en las cosas de la
caa.
El conde tovo ste por buen consejo, et fzolo ass, et fallse ende muy
bien.
Et porque don Johan entendi que ste era buen enxiemplo, fzolo escrivir
en este libro et fizo estos viessos que dizen ass:
Si algn bien fizieres
que muy grande non fuere,
faz grandes si pudieres,
que el bien nunca muere.
Et la istoria deste enxiemplo es sta que se sigue:
Exemplo XLII
De lo que contesi a una falsa veguina
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-Seor conde Lucanor -dixo Patronio-, para que vs sepades esto, mucho
querra que sopisedes lo que contesi al diablo con una muger destas que
se fazen beguinas.
El conde le pregunt cmo fuera aquello.
-Seor conde Lucanor -dixo Patronio-, en una villa ava un muy buen
mancebo et era casado con una muger et fazan buena vida en uno, ass que
nunca entre ellos ava desabenenia.
Et porque el diablo se despaga sienpre de las buenas cosas, ovo desto muy
grand pesar, et pero que andido muy grand tiempo por meter mal entre ellos, nunca lo pudo guisar.
Et un da, viniendo el diablo de aquel logar do fazan vida aquel omne et
aquella muger, muy triste porque non poda poner ningn mal, top con
una veguina. Et desque se conoscieron, preguntl que por qu vina triste.
Et l dxole que vina de aquella villa do fazan vida aquel omne et aquella
muger et que ava muy grand tiempo que andava por poner mal entrellos et
nunca pudiera; et desque lo sopiera aquel su mayoral, quel dixiera que
pues tan grand tiempo ava que andava en aquello et pues non lo faza, que
sopiesse que era perdido con l; et que por esta razn vina triste.
Et ella dxol que se marabillava, pues tanto saba, cmo non lo poda fazer,
mas que si fiziesse lo que ella queri, que ella le porna recabdo en esto.
Et el diablo le dixo que fara lo que ella quisiesse en tal que guisasse cmo
pusiesse mal entre aquel omne et aquella muger.
Et de que el diablo et aquella beguina fueron a esto avenidos, fuesse la beguina para aquel logar do vivan aquel omne et aquella muger, et tanto fizo
de da en da, fasta que se fizo conoser con aquella muger de aquel manebo et fzol entender que era criada de su madre, et por este debdo que
ava con ella, que era muy tenuda de la servir et que la servira cuanto pudiesse.
Et la buena muger, fiando en esto, tvola en su casa et fiava della toda su
fazienda, et esso mismo faza su marido.
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Et desque ella ovo morado muy grand tiempo en su casa et era privada de
entramos, vino un da muy triste et dixo a la muger, que fiava en ella:
-Fija, mucho me pesa desto que agora o: que vuestro marido que se paga
ms de otra muger que non de vos, et rugovos quel fagades mucha onra et
mucho plazer porque l non se pague ms de otra muger que de vos, ca desto vos podra venir ms mal que de otra cosa ninguna.
Cuando la buena muger esto oy, comoquier que non lo crea, tovo desto
muy grand pesar et entristei muy fieramente. Et desque la mala beguina
la vio estar triste, fuesse para en el logar pora do su marido ava de venir.
Et de que se encontr con l, dxol quel pesava mucho de lo que fazi en
tener tan buena muger como teni et amar ms a otra que non a ella, et que
esto, que ella lo saba ya, et que tomara grand pesar et quel dixiera que,
pues l esto fazi, fizindol ella tanto serviio, que catara otro que la
amasse a ella tanto como l o ms, que por Dios, que guardasse que esto
non lo sopiesse su muger, sinon que sera muerta.
Cuando el marido esto oy, comoquier que lo non crey, tom ende grand
pesar et finc muy triste.
Et desque la falsa beguina le dex ass, fuesse adelante a su muger et
dxol, amostrndol muy grand pesar:
-Fija, non s qu desaventura es sta, que vuestro marido es muy despagado de vos; et porque lo entendades que es verdat, esto que yo vos digo,
agora veredes como viene muy triste et muy saudo, lo que l non sola
fazer.
Et desque la dex con este cuidado, fuesse para su marido et dxol esso
mismo. Et desque el marido lleg a su casa et fall a su muger triste, et de
los plazeres que solan en uno aver que non avan ninguno, estavan cada
uno con muy grand cuidado.
Et de que el marido fue a otra parte, dixo la mala beguina a la buena muger
que si ella quisiesse, que buscara algn omne muy sabidor quel fiziesse
alguna cosa con que su marido perdiesse aquel mal talante que ava contra
ella.
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Et la muger, queriendo aver muy buena vida con su marido, dxol quel
plaza et que gelo gradescera mucho.
Et a cabo de algunos das, torn a ella et dxol que ava fallado un omne
muy sabidor et quel dixiera que si oviesse unos pocos de cabellos de la
varba de su marido de los que estn en la garganta, que fara con ellos una
maestra que perdiesse el marido toda la saa que ava della, et que vivran
en buena vida como solan o por aventura mejor, et que a la ora que viniesse, que guisasse que se echasse a dormir en su regao. Et diol una nabaja
con que cortasse los cabellos.
Et la buena muger, por el grand amor que ava a su marido, pesndol
mucho de la estraeza que entrellos ava cado et cudiiando ms que cosa
del mundo tornar a la buena vida que en uno solan aver dxol quel plaza
et que lo fara ass. Et tom la navaja que la mala beguina traxo para lo
fazer.
Et la beguina falsa torn al marido, et dxol que ava muy grand duelo de
la su muerte, et por ende que gelo non poda encobrir: que sopiesse que su
muger le quera matar et irse con su amigo; et porque entendiesse quel
diza verdat, que su muger et aquel su amigo avan acordado que lo matassen en esta manera: que luego que viniesse, que guisara que el que se
adormiesse en su regao della, et desque fuesse adormido, quel degollasse
con una navaja que tena paral degollar.
Et cuando el marido esto oy, fue mucho espantado, et como quier que ante
estava con mal cuidado por las falsas palabras que la mala beguina le ava
dicho, por esto que agora dixo fue muy cuitado et puso en su coran de se
guardar et de lo provar; et fuesse para su casa.
Et luego que su muger lo vio, reibilo mejor que los otros das de ante, et
dxol que sienpre andava travajando et que non quera folgar nin descansar, mas que se echasse all cerca della et que pusiesse la cabea en su regao, et ella quel espulgara.
Cuando el marido esto oy, tovo por ierto lo quel dixiera la falsa beguina,
et por provar lo que su muger fara, echsse a dormir en su regao et
comen de dar a entender que durma. Et de que su muger tovo que era
adormido bien, sac la navaja para le cortar los cabellos, segund la falsa
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Exemplo XLIII
De lo que contesi al Bien et al Mal, et al cuerdo con el loco
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le dixo que porque non mamava. Et dxol el Mal quel diesse a mamar. Et
la muger le dixo que el Bien gelo defendiera diziendo que la leche era de su
parte.
Cuando el Mal esto oy, fue al Bien et dxol, riendo et burlando, que fiziesse dar la leche a su fijo. Et el Bien dixo que la leche era de su parte et que
non lo fara. Et cuando el Mal esto oy, comenl de afincar ende. Et
desque el Bien vio la priessa en que estava el Mal dxol:
-Amigo, non cuides que yo tampoco saba que non entenda cules partes
escogiestes vs sienpre et cules diestes a m; pero nunca vos demand ya
nada de las vuestras partes, et pass muy lazdradamiente con las partes que
me vs dvades, et vs nunca vos doliestes nin oviestes mensura contra m,
pues si agora Dios vos traxo a lugar que avedes mester algo de lo mo, non
vos marabilledes si vos lo non quiero dar, et acordatvos de lo que me feziestes, et sofrid esto por lo l.
Cuando el Mal entendi que el Bien diza verdat et que su fijo sera muerto
por esta manera, fue muy mal cuitado et comen a rogar et pedir meret al
Bien que, por amor de Dios, oviesse piedat daquella criatura, et que non
parasse mientes a las sus maldades, et que dall adelante sienpre fara cuanto mandasse.
Desque el Bien esto vio, tovo quel fiziera Dios mucho bien en traerlo a
lugar que viesse el Mal que non poda guareser sinon por la vondat del
Bien, et tovo que esto le era muy grand emienda, et dixo al Mal que si
quera que consintiesse que diesse la muger leche a su fijo, que tomasse el
moo a cuestas et que andudiesse por la villa pregonando en guisa que lo
oyessen todos, et que dixiesse: Amigos, sabet que con bien vene el Vien
al Mal; et faziendo esto, que consintra quel diesse la leche. Desto plogo
mucho al Mal, et tovo que ava de muy buen mercado la vida de su fijo, et
el Vien tovo que ava muy buena emienda. Et fzose ass, et sopieron todos
que sienpre el Bien vene con bien.
Mas al omne bueno contesi de otra guisa con el loco, et fue ass:
Un omne vono ava un bao et el loco vina al vao cuando las gentes se
vaavan et dvales tantos colpes con los cubos et con piedras et con palos
El Conde Lucanor
130
et con cuanto fallava, que ya omne del mundo non osava ir al vao de aquel
omne bueno. Et perdi su renta.
Cuando el omne bueno vio que aquel loco le faza perder la renta del vao,
madrug un da et metisse en el vao ante que el loco viniesse. Et desnuyse et tom un cubo de agua bien caliente et una grand maa de
madero. Et cuando el loco que sola venir al vao para ferir los que se
vaassen lleg, endere al vao como sola. Et cuando el omne bueno que
estava atendiendo desnuyo le vio entrar, dexse ir a l muy bravo et muy
saudo, et diol con el cubo del agua caliente por ima de la cabea, et
meti mano a la maa et diol tantos et tales colpes con ella por la cabea et
por el cuerpo, que el loco cuid ser muerto, et cuid que aquel omne bueno
que era loco. Et sali dando muy grandes vozes, et top con un omne et
preguntl cmo vina ass dando vozes, quexndose tanto; et el loco le
dixo:
-Amigo, guardatvos, que sabet que otro loco a en el vao.
Et vs, seor conde Lucanor, con estos vuestros vezinos passat ass: con el
que avedes tales debdos que en toda guisa quered que sienpre seades amigos, et fazedle sienpre buenas obras, et aunque vos faga algunos enojos,
datles passada et acorredle sienpre al su mester, pero siempre lo fazed dndol a entender que lo fazedes por los debdos et por el amor quel avedes,
mas non por venimiento; mas al otro, con quien non avedes tales debdos,
en ninguna guisa non le sufrades cosa del mundo, mas datle bien a entender
que por quequier que vos faga todo se aventurar sobrello. Ca bien cred
que los malos amigos que ms guardan el amor por varata et por reelo,
que por otra buena voluntad.
El conde tovo ste por muy buen consejo et fzolo ass, et fallse ende muy
bien.
Et porque don Johan tovo stos por buenos enxiemplos, fzolos escrivir en
este libro et fizo estos viessos que dizen ass:
Sienpre el Bien vene con bien al Mal;
sofrir al omne malo poco val.
Et la istoria deste enxiemplo es sta que se sigue:
El Conde Lucanor
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Exemplo XLIV
De lo que contesi a don Pero Nez el Leal et a don Roy Gonzles de
Cavallos et a don Gutier Roz de Blaguiello con el conde don Rodrigo
el Franco
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cavalleros dichos, et moraron all tanto tiempo que les non cumpli lo que
levaron de su tierra et ovieron de venir a tan grand pobreza, que non avan
cosa que dar al conde, su seor, para comer; et por la grand mengua,
alquilvanse cada da los dos en la plaa et el uno fincava con el conde, et
de lo que ganavan de su alquil governavan su seor et a s mismos. Et
cada noche vaavan al conde et alinpivanle las llagas de aquella gafedat.
Et acaesi que en lavndole una noche los pies et las piernas, que, por
aventura, ovieron mester de escopir, et escupieron. Cuando el conde vio
que todos escupieron, cuidando que todos lo fazan por asco que del tomavan, comen a llorar et a quexarse del grand pesar et quebranto que
daquello oviera.
Et porque el conde entendiesse que non avan asco de la su dolenia, tomaron con las manos daquella agua que estava llena de podre et de aquellas
pustuellas que salan de las llagas de la gafedat que el conde ava, et
bevieron della muy grand piea. Et passando con el conde su seor tal vida,
fincaron con l fasta que el conde muri.
Et porque ellos tovieron que les sera mengua de tornar a Castiella sin su
seor, vivo o muerto, non quisieron venir sin l. Et como quier que les
dizan quel fiziessen cozer et que levassen los sus huesos, dixieron ellos
que tampoco consintran que ninguno pusiesse la mano en su seor seyendo
muerto como si fuesse vivo. Et non consintieron quel coxiessen, mas enterrronle et esperaron tanto tiempo fasta que fue toda la carne desfecha. Et
metieron los huesos en una arqueta, et traenlo a veces a cuestas. Et ass
vinan pidiendo las raiones, trayendo a su seor a cuestas, pero traan testimonio de todo esto que les ava contesido. Et viniendo ellos tan pobres,
pero tan bien andantes, llegaron a tierra de Tolosa, et entrando por una
villa, toparon con muy grand gente que levavan a quemar una duea muy
onrada porque la acusava un hermano de su marido. Et diza que si algn
cavallero non la salvasse, que cumpliessen en ella aquella justiia, et non
fallavan cavallero que la salvasse.
Cuando don Pero Nez, el leal et de buena ventura, entendi que, por
mengua de cavallero, fazan aquella justiia de aquella duea, dixo a sus
compaeros que si l sopiesse que la duea era sin culpa, que l la salvara.
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Exemplo XLV
De lo que contesi a un omne que se fizo amigo et vasallo del Diablo
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bien andante, por ende, aquel omne que fuera muy bien andante era llegado
a tan grand mengua, que se sinta dello mucho. Et un da, iva en su cabo
solo por un monte, muy triste et cuidando muy fieramente et yendo ass tan
coitado encontrsse con el Diablo.
Et como el Diablo sabe todas las cosas passadas et saba el coidado en que
vina aquel omne, et preguntl por qu vina tan triste. Et el omne dxole
que para que gelo dira, ca l non le podra dar consejo en la tristeza que l
ava.
Et el Diablo dxole que si l quisiesse fazer lo que l le dira, que l le dara
cobro paral cuidado que ava; et porque entendiesse que lo poda fazer,
quel dira en lo que vina cuidando et la razn porque estava tan triste.
Estone le cont toda su fazienda et la razn de su tristeza, como aquel que
la saba muy bien. Et dxol que si quisiesse fazer lo que l le dira, que l
le sacara de toda lazeria et lo fara ms rico que nunca fuera l nin omne de
su linage; ca l era el Diablo, et ava poder de lo fazer.
Cuando el omne oy dezir que era el Diablo, tom ende muy grand reelo,
pero por la grand cuita et grand mengua en que estava, dixo al Diablo que
si l le diesse manera como pudiesse ser rico, que fara cuanto l quisiesse.
Et bien cred que el Diablo sienpre cata tiempo para engaar a los omnes;
cuando vee que estn en alguna quexa, o de mengua, o de miedo, o de
querer complir su talante, estone libra l con ellos todo lo que quiere; et
ass cat manera para engaar a aquel omne en el tiempo que estava en
aquella coita.
Estone fizieron sus posturas en uno et el omne fue su vasallo. Et desque
las avenenias fueron fechas, dixo el Diablo al omne que, dall adellante,
que fuesse a furtar, ca nunca fallara puerta nin casa, por bien errada que
fuesse, que l non gela abriesse luego, et si por aventura en alguna priesa se
viesse o fuesse preso, que luego que lo llamasse et le dixiesse: Acorredme, don Martn, que luego fuesse con l et lo librara de aquel periglo
en que estudiesse.
Las posturas fechas entre ellos, partironse.
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El conde tovo ste por buen consejo, et fzolo ass et fallsse muy bien
dello.
Et porque don Johan tovo este por buen exiemplo, fzolo escrivir en este
libro, et fizo estos viessos que dizen ass:
El que en Dios non pone su esperana,
morr mala muerte, abr mala andana.
Et la estoria deste exiemplo es sta que se sigue:
Exemplo XLVI
De lo que contesi a un filsofo que por ocasin entr en una calle do
moravan malas mugeres
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con muy grand pena, et tardava muy grand tiempo ante que pudiesse seer
desenbargado.
Et por esta enfermedat que ava, mandvanle los fsicos que cada quel tomasse talante de se desenbargar de aquellas cosas sobejanas, que lo provasse luego, et non lo tardasse; porque cuanto aquella manera ms se
quemasse, ms se desecari et ms endurescri en guisa quel seri grand
pena et grand dao para la salud del cuerpo. Et porque esto le mandaron los
fsicos, fazielo et fallvasse ende bien.
Et acaesi que un da, yendo por una calle de aquella villa do morava et
do teni muchos discpulos que aprendan del quel tom talante de se desenbargar como es dicho. Et por fazer lo que los fsicos le consejavan, et
era su pro, entr en una calleja para fazer aquello que non pudi escusar.
Et atal fue su ventura, que en aquella calleja do l entr, que moravan las
mugeres que pblicamente biven en las villas fiziendo dao de sus almas et
desonra de sus cuerpos. Et desto non saba nada el filsofo que tales
mugeres moravan en aquel lugar. Et por la manera de la enfermedat que l
ava, et por el grant tiempo que se detovo en aquel lugar et por las semejanas que en l paresieron cuando sali de aquel lugar do aquellas mugeres
moravan, comoquier que l non saba que tal compaa all morava, con
todo esso, cuando ende sali, todas las gentes cuidaron que entrara en aquel
logar por otro fecho que era muy desbariado de la vida que l sola et deva
fazer. Et porque parese muy peor et fablan muy ms et muy peor las ge ntes dello cuando algn omne de grand guisa faze alguna cosa quel non
pertenese et le est peor, por pequea que sea, que a otro que saben las
gentes que es acostumbrado de non se guardar de fazer muchas cosas peores, por ende, fue muy fablado et muy tenido a mal, porque aquel filsofo
tan onrado et tan aniano entrava en aquel lugar quel era tan daoso paral
alma et paral cuerpo et para la fama.
Et cuando fue en su casa, vinieron a l sus discpulos et, con muy grand
dolor de sus coraones et con grand pesar, comenaron a dezir qu desaventura o qu pecado fuera aqul porque en tal manera confondiera a s
mismo et a ellos, et perdiera toda su fama que fata entone guardara mejor
que omne del mundo.
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Cuando el filsofo esto oy, fue tanto espantado et preguntles que por qu
dizan esto o qu mal era ste que l fiziera o cundo o en qu lugar. Ellos
le dixieron que por qu fablava ass en ello, que ya por su desabentura del
et dellos, que non ava omne en la villa que non fablasse de lo que l fiziera
cuando entrara en aquel lugar do aquellas talles mugeres moravan.
Cuando el filsofo esto oy, ovo muy grand pesar, pero dxoles que les rogava que se non quexassen mucho desto, et que dende a ocho das les dara
ende repuesta.
Et metisse luego en su estudio, et conpuso un librete pequeo et muy
bueno et muy aprovechoso. Et entre muchas cosas buenas que en l se contienen, fabla de la buena bentura et de la desabentura, et como en manera
de departimiento que departe con sus discpulos, dize ass:
-Fijos, en la buena ventura et en la desaventura contese ass: a las vegadas
es fallada et buscada, et algunas vegadas es fallada et non buscada. La fallada et buscada es cuando algund omne faze bien, et por aquel buen fecho
que faze, le biene alguna buena ventura; et esso mismo cuando por algn
fecho malo que faze, le viene alguna mala ventura; esto tal es ventura,
buena o mala, fallada et buscada, que l busca et faz porquel venga aquel
bien o aquel mal.
Otros, la fallada et non buscada es cuando un omne, non faziendo nada por
ello, le viene alguna pro o algn bien: as como si omne fuesse por algn
lugar et fallasse muy grand aver o otra cosa muy aprovechosa por que l
non oviesse nada fecho; et esso mismo, cuando un omne, non faziendo
nada por ello, le viene algn mal o algn dao, ass como si omne fuesse
por una calle et lanasse otro una piedra a un pxaro et descalabrasse a l
en la cabea: sta es desabentura fallada et non buscada, ca l nunca fizo
nin busc cosa porquel deviesse venir aquella desaventura. Et, fijos, devedes saber que en la buena ventura o desabentura fallada et buscada ay
meester dos cosas: la una, que se ayude el omne faziendo bien para aver
bien o faziendo mal para aver mal; et la otra, que le galardone Dios segund
las obras buenas et malas que el omne oviere fecho. Otros, en la ventura
buena o mala, fallada et non buscada, ay meester otras dos cosas: la una,
que se guarde omne cuanto pudiere de non fazer nin meterse en sospecha
nin en semejana porquel deva venir alguna desaventura o mala fama; la
otra, es pedir mered et rogar a Dios que, pues l se guarda cuanto puede
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142
porquel nol venga desaventura nin mala fama, quel guarde Dios que non
le venga ninguna desaventura como vino a m el otro da que entr en una
calleja por fazer lo que non poda escusar para la salud del mi cuerpo et que
era sin pecado et sin ninguna mala fama, et por mi desaventura moravan
tales compaas, porque maguer yo era sin culpa, finqu mal enfamado.
Et vs, seor conde Lucanor, si queredes acrescentar et levar adelante
vuestra buena fama, conviene que fagades tres cosas: la primera, que fagades muy buenas obras a plazer de Dios, et esto guardado, despus, en lo
que pudierdes, a plazer de las gentes, et guardando vuestra onra et vuestro
estado, et que non cuidedes que por buena fama que ayades, que la non
perderedes si dexasedes de fazer buenas obras et fiziredes las contrarias;
ca muchos omnes fizieron bien un tiempo et porque depus non lo levaron
adelante, perdieron el bien que avan fecho et fincaron con la mala fama
postrimera. La otra es que roguedes a Dios que vos enderee que fagades
tales cosas porque la vuestra buena fama se acresiente et vaya sienpre
adelante et que vos guarde de fazer nin de dezir cosa porque la perdades.
La terera cosa es que por fecho, nin por dicho, nin por semejana, nunca
fagades cosa porque las gentes puedan tomar sospecha, porque la vuestra
fama vos sea guardada como deve. Ca muchas vezes faze omne buenas
obras et por algunas malas semejanas que faze, las gentes toman tal sospecha, que enpeee poco menos paral mundo et paral dicho de las gentes
como si fiziesse la mala obra. Et devedes saber que en las cosas que taen a
la fama, que tanto aprovecha o enpee lo que las gentes tienen et dizen
como lo que es verdat en s; mas cuanto para Dios et paral alma non
aprovecha nin enpee sinon las obras que el omne faze et a cul entencin
son fechas.
Et el conde tovo ste por buen exiemplo et rog a Dios quel dexasse fazer
tales obras cuales entenda que cumplen para salvamiento de su alma et
para guarda de su fama et de su onra et de su estado.
Et porque don Johan tovo ste por muy buen enxiemplo, fzolo escrivir en
este libro, et fizo estos viessos que dizen ass:
Faz sienpre bien et gurdate de sospecha,
et siempre ser la tu fama derecha.
Et la estoria deste exiemplo es sta que se sigue:
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Exemplo XLVII
De lo que contesi a un moro con una su hermana que dava a entender que era muy medrosa
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que enterravan con l; et desto mantena a s et a su hermana et a su compaa. Et su hermana saba esto.
Et acaesi que muri un omne muy rico, et enterraron con l muy ricos
paos et otras cosas que valan mucho. Cuando la hermana esto sopo, dixo
a su hermano que ella quera ir con l aquella noche para traer aquello con
que aquel omne avan enterrado.
Desque la noche vino, fueron el manebo et su hermana a la fuessa del
muerto, et avrironla, et cuando le cuidaron tirar aquellos paos muy
preiados que tena vestidos, non pudieron sinon rompiendo los paos o
crebando las cervizes del muerto.
Cuando la hermana vio que si non quebrantassen el pescueo del muerto,
que avran de ronper los paos et que perderan mucho de lo que valan, fue
tomar con las manos, muy sin duelo et sin piedat, de la cabea del muerto
et descojuntlo todo, et sac los paos que tena vestidos, et tomaron cuanto estava, et furonse con ello.
Et luego, otro da, cuando se asentaron a comer, desque comenaron a
bever, cuando la tarrazuela comen a sonar, dio a entender que se quera
amorteer de miedo de aquel sueno que faza la tarrazuela. Cuando el hermano aquello vio, et se acord cunto sin miedo et sin duelo desconjuntara
la cabea del muerto, dxol en algarava:
-Aha ya ohti, tafza min bocu, bocu, va liz tafza min fotuh encu.
Et esto quiere decir: Ah, hermana, despantdesvos del sueno de la tarrazuela que faze boc, boc, et non vos espantvades del desconjuntamiento del
pescueo.
Et este proberbio es agora muy retrado entre los moros.
Et vs, seor conde Lucanor, si aquel vuestro hermano mayor veedes que
en lo que a vos cumple se escusa por la manera que avedes dicha, dando a
entender que tiene por grand pecado lo que vs querrades que fiziesse por
vos, non seyendo tanto como l dize, et tiene que es guisado, et dize que
fagades vs lo que a l cumple, aunque sea mayor pecado et muy grand
vuestro dao, entendet que es de la manera de la mora que se espantava del
El Conde Lucanor
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Exemplo XLVIII
De lo que contesi a uno que provava sus amigos
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priessa veniesse; pero para que vs podades saber cul es el amigo verdadero, plazerme a que sopissedes lo que contesci a un omne bueno con un
su fijo que diza que ava muchos amigos.
El conde le pregunt cmo fuera aquello.
-Seor conde Lucanor -dixo Patronio-, un omne bueno ava un fijo, et entre
las otras cosas quel mandava et le consejava, dizal sienpre que puasse
en aver muchos amigos et buenos. El fijo fzolo ass, et comen a acompaarse et a partir de lo que ava con muchos omnes por tal de los aver por
amigos. Et todos aquellos dizan que eran sus amigos et que faran por l
todo cuantol cumpliesse, et que aventuraran por l los cuerpos et cuanto
en el mundo oviessen cuandol fuesse mester.
Un da, estando aquel manebo con su padre, preguntl si ava fecho lo
quel mandara, et si ava ganado muchos amigos. Et el fijo dxole que s,
que ava muchos, mas que sealadamente entre todos los otros ava fasta
diez de que era ierto que por miedo de muerte, nin de ningn reelo, que
nunca le errarin por quexa, nin por mengua, nin por ocasin quel acaesiesse.
Cuando el padre esto oy, dxol que se marabillava ende mucho porque en
tan poco tiempo pudiera aver tantos amigos et tales, ca l, que era mucho
aniano, nunca en toda su vida pudiera aver ms de un amigo et medio.
El fijo comen a porfiar diziendo que era verdat lo que l diza de sus
amigos. Desque el padre vio que tanto porfiava el fijo, dixo que los provasse en esta guisa: que matasse un puerco et que lo metiesse en un saco, et
que se fuesse a casa de cada uno daquellos sus amigos, et que les dixiesse
que aqul era un omne que l ava muerto, et que era ierto; et si aquello
fuesse sabido, que non ava en el mundo cosa quel pudiesse escapar de la
muerte a l et a cuantos sopiessen que saban daquel fecho; et que les rogasse, que pues sus amigos eran, quel encubriessen aquel omne et, si
mester le fuesse, que se parassen con l a lo defender.
El manebo fzolo et fue provar sus amigos segund su padre le mandara. Et
desque lleg a casa de sus amigos et les dixo aquel fecho perigloso quel
acaesiera, todos le dixieron que en otras cosas le ayudarin; mas que en
esto, porque podran perder los cuerpos et lo que avan, que non se
El Conde Lucanor
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atreveran a le ayudar et que, por amor de Dios, que guardasse que non sopiessen ningunos que ava ido a sus casas. Pero destos amigos, algunos le
dixieron que non se atreveran a fazerle otra ayuda, mas que iran rogar por
l; et otros le dixieron que cuando le levassen a la muerte, que non lo desanpararan fasta que oviessen conplido en l la justicia, et quel faran onra
al su enterramiento.
Desque el manebo ovo provado ass todos sus amigos et non fall cobro
en ninguno, tornse para su padre et dxol todo lo quel acaesiera. Cuando el padre as lo vio venir, dxol que bien poda ver ya que ms saben
los que mucho an visto et provado, que los que nunca passaron por las cosas. Estone le dixo que l non ava ms de un amigo et medio, et que los
fuesse provar.
El mancebo fue provar al que su padre tena por medio amigo; et lleg a su
casa de noche et levava el puerco muerto a cuestas, et llam a la puerta
daquel medio amigo de su padre et contl aquella desaventura quel ava
contesido et lo que fallara en todos sus amigos, et rogl que por el amor
que ava con su padre quel acorriese en aquella cuita.
Cuando el medio amigo de su padre aquello vio dxol que con l non ava
amor nin afazimiento porque se deviesse tanto aventurar, mas que por el
amor que ava con su padre, que gelo encubrira.
Entone tom el saco con el puerco a cuestas, cuidando que era omne, et
levlo a una su huerta et enterrlo en un sulco de coles; et puso las coles en
el surco ass como ante estavan et envi el manebo a buena bentura.
Et desque fue con su padre, contl todo lo quel contesiera con aquel su
medio amigo. El padre le mand que otro da, cuando estudiessen en conejo, que sobre cualquier razn que despartiessen, que comenasse a porfiar con aquel su medio amigo, et, sobre la porfa, quel diesse una puada
en el rostro, la mayor que pudiesse.
El manebo fizo lo quel mand su padre et cuando gela dio, catl el omne
bueno et dxol:
-A buena fe, fijo, mal feziste; mas dgote que por ste nin por otro mayor
tuerto non descubrir las coles del huerto.
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sanctos que son medios amigos. Et ellos fzenlo. Et tan grand es la vondat
de los sanctos et sobre todos de sancta Mara, que non dexan de rogar a
Dios por los pecadores; et sancta Mara mustrale cmo fue su madre et
cunto trabajo tom en lo tener et en lo criar, et los sanctos mustranle las
lazerias et las penas et los tormentos et las passiones que reebieron por l;
et todo esto fazen por encobrir los yerros de los pecadores. Et aunque ayan
reebido muchos enojos dellos, non le descubren, ass como non descubri
el medio amigo la puada quel dio el fijo del su amigo. Et desque el pecador vee spiritualmente que por todas estas cosas non puede escapar de la
muerte del alma, tornasse a Dios, ass como torn el fijo al padre despus
que non fall quien lo pudiesse escapar de la muerte. Et nuestro seor Dios,
ass como padre et amigo verdadero, acordndose del amor que ha al omne,
que es su criatura, fizo como el buen amigo, ca envi al su fijo Jhesu
Christo que moriesse, non oviendo ninguna culpa et seyendo sin pecado,
por desfazer las culpas et los pecados que los omnes meresan. Et Jhesu
Christo, como buen fijo, fue obediente a su padre et seyendo verdadero
Dios et verdadero omne quiso reebir, et reebi, muerte, et redimi a los
pecadores por la su sangre.
Et agora, seor conde, parat mientes cules destos amigos son mejores et
ms verdaderos, o por cules deva omne fazer ms por los ganar por amigos.
Al conde plogo mucho con todas estas razones, et tovo que eran muy
buenas.
Et entendiendo don Johan que este enxiemplo era muy bueno, fzolo escrivir en este libro, et fizo estos viessos que dizen ass:
Nunca omne podra tan buen amigo fallar
como Dios, que lo quiso por su sangre comprar.
Et la estoria deste enxiemplo es sta que se sigue:
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Exemplo XLIX
De lo que contesi al que echaron en la isla desnuyo cuandol tomaron
el seoro que teni
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que desque el ao passase, quel avan de fazer lo que a los otros, ante que
se acabasse el ao del su seoro, mand, en grand poridat, fazer en aquella
isla, do saba que lo avan de echar, una morada muy buena et muy conplida en que puso todas las cosas que eran mester para toda su vida. Et fizo
la morada en lugar tan encubierto, que nunca gelo pudieron entender los de
aquella tierra quel dieron aquel seoro.
Et dex algunos amigos en aquella tierra ass adebdados et castigados que
si, por aventura, alguna cosa oviesse mester de las que l non se acordara
de enviar adelante, que gelas enviassen ellos en guisa quel non menguasse
ninguna cosa.
Cuando el ao fue complido et los de la tierra le tomaron el seoro et le
echaron desnuyo en la isla, ass como a los otros fizieron que fueron ante
que l, porque l fuera apercebido et aba fecho tal morada en que poda
vevir muy biioso et muy a plazer de s, fuesse para ella, et visco en ella
muy bien andante.
Et vs, seor conde Lucanor, si queredes seer vien consejado, parad mientes que este tiempo que avedes de bevir en este mundo, pues sodes ierto
quel avedes a dexar et que vos avedes a parar desnuyo del et non avedes a
levar del mundo sinon las obras que fizierdes, guisat que las fagades tales,
porque cuando deste mundo salierdes, que tengades fecha tal morada en el
otro, porque cuando vos echaren deste mundo desnuyo, que falledes buena
morada para toda vuestra vida. Et sabet que la vida del alma non se cuenta
por aos, mas dura para siempre sin fin; ca el alma es cosa spiritual et non
se puede corromper, ante dura et finca para siempre. Et sabet que las obras
buenas o malas que el omne en este mundo faze, todas las tiene Dios guardadas para dar dellas galardn en el otro mundo, segund sus mereimientos. Et por todas estas razones, consjovos yo que fagades tales obras en
este mundo porque cuando del ovierdes de salir, falledes buena posada en
aqul do avedes a durar para sienpre, et que por los estados et honras deste
mundo, que son vanas et falleederas, que non querades perder aquello que
es ierto que a de durar para siempre sin fin. Et estas buenas obras fazetlas
sin ufana et sin vana gloria, que aunque las vuestras buenas obras sean
sabidas, sienpre seran encubiertas, pues non las fazedes por ufana, nin por
vana gloria. Otros, dexat ac tales amigos que lo que vs non pudierdes
complir en vuestra vida, que lo cumplan ellos a pro de la vuestra alma. Pero
seyendo estas cosas guardadas, todo lo que pudierdes fazer por levar vues-
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tra onra et vuestro estado adelante, tengo que lo devedes fazer et es bien
que lo fagades.
El conde tovo este por buen enxiemplo et por buen consejo et rog a Dios
quel guisase que lo pudiesse ass fazer como Patronio diza.
Et entendiendo don Johan que este enxiemplo era bueno, fzolo escrivir en
este libro, et fizo estos viessos que dizen ass:
Por este mundo falleedero,
non pierdas el que es duradero.
Et la estoria deste enxiemplo es sta que se sigue:
Exemplo L
De lo que contesi a Saladn con una duea, muger de un su vasallo
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para saber cul es en s, asse de mostrar en las obras que faze a Dios et al
mundo; ca muchos parescen que fazen buenas obras, et non son buenas:
que todo el su bien es para este mundo. Et creet que esta vondat quel
costar muy cara, ca por este vien que dura un da, sufrir mucho mal sin
fin. Et otros fazen buenas obras para serviio de Dios et non cuidan en lo
del mundo; et como quier que stos escogen la mejor parte et la que nunca
les ser tirada nin la perdern; pero los unos nin los otros non guardan entreamas las carreras, que son lo de Dios et del mundo.
Et para las guardar amas, ha mester muy buenas obras et muy grant entendimiento, que tan grand cosa es de fazer esto como meter la mano en el
fuego et non sentir la su calentura; pero, ayudndole Dios, et ayudndosse
el omne, todo se puede fazer; ca ya fueron muchos buenos reys et otros
homnes sanctos; pues stos, buenos fueron a Dios et al mundo. Otros, para
saber cul ha buen entendimiento, ha mester muchas cosas; ca muchos dizen muy buenas palabras et grandes sesos et non fazen sus faziendas tan
bien como les compla; mas otros traen muy bien sus faziendas et non saben o non quieren o non pueden dezir tres palabras a derechas. Otros fablan
muy bien et fazen muy bien sus faziendas, mas son de malas enteniones,
et como quier que obran bien para s, obran malas obras para las gentes. Et
destos tales dize la Scriptura que son tales como el loco que tiene la espada
en la mano, o como el mal prncipe que ha grant poder.
Mas para que vs et todos los omnes podades cognoser cul es bueno a
Dios et al mundo, et cul es de buen entendimiento et cul es de buena
palabra et cul es de buena entenin, para lo escoger verdaderamente,
conviene que non judguedes a ninguno sinon por las obras que fiziere luengamente et non poco tiempo, et por como viredes que mejora o que peora
su fazienda; ca en estas dos cosas se parese todo lo que desuso es dicho.
Et todas estas razones vos dixe agora porque vs loades mucho a m et al
mo entendimiento, et s ierto que desque a todas estas cosas catredes,
que me non loaredes tanto. Et a lo que me preguntastes que vos dixiesse
cul era la mejor cosa que omne poda aver en s, para saber desto la verdat,
querra mucho que sopisedes lo que contesi a Saladn con una muy
buena duea, muger de un cavallero, su vasallo.
Et el conde le pregunt cmo fuera aquello.
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es muy buena cosa, que podra seer leal et seer muy cobarde, o muy escasso, o muy torpe, o mal acostumbrado, et ass que l ava mester, aunque
fuesse muy leal. Et desta guisa fablavan en todas las cosas, et non podan
acertar en lo que Saladn preguntava.
Desque Saladn non fall qui le dixiesse et diesse recabdo a su pregunta en
toda su tierra, traxo consigo dos jubglares, et esto fizo porque mejor pudiesse con stos andar por el mundo. Et desconoidamente pass la mar, et
fue a la corte del Papa, do se ayuntan todos los christianos. Et preguntando
por aquella razn, nunca fall quien le diesse recabdo. Dende, fue a casa
del rey de Frania et a todos los reyes et nunca fall recabdo. Et en esto
mor tanto tiempo que era ya repentido de lo que ava comenado.
Et ya por la duea non fiziera tanto; mas, porque l era tan buen omne,
tena quel era mengua si dexasse de saber aquello que ava comenado; ca,
sin dubda, el grant omne grant mengua faze si dexa lo que una vez comiena, solamente que el fecho non sea malo o pecado; mas, si por miedo o
trabajo lo dexa, non se podra de mengua escusar. Et por ende, Saladn non
quera dexar de saber aquello porque saliera de su tierra.
Et acaesi que un da, andando por su camino con sus jubglares, que toparon con un escudero que vina de correr monte et ava muerto un ciervo.
Et el escudero casara poco tiempo ava, et aba un padre muy viejo que
fuera el mejor cavallero que oviera en toda aquella tierra. Et por la grant
vejez, non vea et non poda salir de su casa, pero ava el entendimiento tan
bueno et tan complido, que non le menguava ninguna cosa por la vejez. El
escudero, que vena de su caa muy alegre, pregunt aquellos omnes que
dnde vinan et qu omnes eran. Ellos le dixieron que eran joglares.
Cuando l esto oy, plgol ende mucho, et dxoles quel vina muy alegre
de su caa et para complir el alegra, que pues eran ellos muy buenos joglares, que fuessen con l essa noche. Et ellos le dixieron que ivan a muy
grant priessa, que muy grant tiempo ava que se partieran de su tierra por
saber una cosa et que non pudieron fallar della recabdo et que se queran
tornar, et que por esso non podan ir con l essa noche.
El escudero les pregunt tanto, fasta quel ovieron a dezir qu cosa era
aquello que queran saber. Cuando el escudero esto oy, dxoles que si su
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padre non les diesse consejo a esto, que non gelo dara omne del mundo, et
contles qu omne era su padre.
Cuando Saladn, a qui el escudero tena por joglar, oy esto, plgol ende
muncho. Et furonse con l.
Et desque llegaron a casa de su padre, et el escudero le cont cmo vina
mucho alegre porque caara muy bien et an, que ava mayor alegra porque traa consigo aquellos juglares; et dixo a su padre lo que andavan
preguntando, et pidil por mered que les dixiesse lo que desto entenda
l, ca l les ava dicho que pues non fallavan quien les diesse desto recabdo, que si su padre non gelo diesse, que non fallaran omne que les diesse recabdo.
Cuando el cavallero aniano esto oy, entendi que aqul que esta pregunta
faza que non era juglar; et dixo a su fijo que depus que oviessen comido,
que l les dara recabdo a esto que preguntavan.
Et el escudero dixo esto a Saladn, que l tena por joglar, de que fue
Saladn mucho alegre, et alongvasele ya mucho porque ava de atender
fasta que oviesse comido.
Desque los manteles fueron levantados et los juglares ovieron fecho su
mester, dxoles el cavallero aniano quel dixiera su fijo que ellos andavan
faziendo una pregunta et que non fallavan omne que les diesse recabdo, et
quel dixiessen qu pregunta era aqulla, et l que les dira lo que entenda.
Entone, Saladn, que andava por juglar, dxol que la pregunta era sta:
que cul era la mejor cosa que omne poda aver en s, et que era madre et
cabea de todas las vondades.
Cuando el cavallero aniano oy esta razn, entendila muy bien; et otros,
conosi en la palabra que aqul era Saladn; ca l visquiera muy grand
tiempo con l en su casa et reibiera del mucho vien et mucha mered, et
dxole:
-Amigo, la primera cosa que vos respondo, dgovos que ierto s que fasta
el da de oy que nunca tales juglares entraron en mi casa. Et sabet que si yo
derecho fiziere, que vos debo cognoser cunto bien de vos tom, pero de-
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sto non vos dir agora nada, fasta que fable conbusco en poridat, porque
non sepa ninguno nada de vuestra fazienda. Pero, cuanto a la pregunta que
fazedes, vos digo que la mejor cosa que omne puede aver en s, et que es
madre et cabea de todas las vondades, dgovos que sta es la vergena; et
por vergena sufre omne la muerte, que es la ms grave cosa que puede
seer; ca por vergena dexa de fazer omne todas las cosas que non le
paresen bien, por grand voluntat que aya de las fazer. Et ass, en la vergena an comieno et cabo todas las vondades, et la vergena es partimiento de todos los malos fechos.
Cuando Saladn esta razn oy, entendi verdaderamente que era ass como
el cavallero le diza. Et pues entendi que ava fallado recabdo de la
pregunta que faza, ovo ende muy grant plazer et espidise del cavallero et
del escudero cuyos huspedes avan sedo. Mas ante que se partiessen de su
casa, fabl con el cavallero aniano, et le dixo cmo lo conosa que era
Saladn, et contl cunto bien del ava reebido. Et l et su fijo fizironle
cuanto serviio pudieron, pero en guisa que non fuesse descubierto.
Et desque estas cosas fueron passadas, endere Saladn para irse para su
tierra cuanto ms ana pudo. Et desque lleg a su tierra, ovieron las gentes
con muy grand plazer et fizieron muy grant alegra por la su venida.
Et despus que aquellas alegras fueron passadas, fuesse Saladn para casa
de aquella buena duea quel fiziera aquella pregunta. Et desque ella sopo
que Saladn vina a su casa, reibil muy bien et fzol cuanto servii
pudo.
Et depus que Saladn ovo comido et entr en su cmara, envi por la
buena duea; et ella vino a l. Et Saladn le dixo cunto ava trabajado por
fallar repuesta ierta de la pregunta quel fiziera et que la ava fallado, et
pues le poda dar repuesta complida, ass comol ava prometido, que ella
otros cumpliesse lo quel prometiera. Et ella le dixo quel pida por mered
quel guardasse lo quel ava prometido et quel dixiesse la repuesta a la
pregunta quel ava fecho, et que si fuesse tal que l mismo entendiesse que
la repuesta era complida, que ella muy de grado complira todo lo quel
ava prometido.
Estones le dixo Saladn quel plaza desto que ella le diza, et dxol que la
repuesta de la pregunta que ella fiziera que era sta: que ella le preguntara
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cul era la mejor cosa que omne poda aver en s et que era madre et cabea
de todas las vondades, quel responda que la mejor cosa que omne poda
aver en s et que es madre et cabea de todas las vondades, que sta es la
vergena.
Cuando la buena duea esta repuesta oy, fue muy alegre, et dxol:
-Seor, agora conosco que dezides verdat, et que me avedes complido cuanto me prometiestes. Et pdovos por mered que me digades, ass como
rey deve dezir verdat, si cuidades que ha en el mundo mejor omne que vs.
Et Saladn le dixo que, como quier que se le faza vergena de dezir, pero
pues la ava a dezir verdat como rey, quel diza que ms cuidava que era l
mejor que los otros, que non que ava otro mejor que l.
Cuando la buena duea esto oy, dexsse caer en tierra ante los sus pies, et
dxol ass, llorando muy fieramente:
-Seor, vs avedes aqu dicho muy grandes dos verdades: la una, que sodes
vs el mejor omne del mundo; la otra, que la vergena es la mejor cosa
que el omne puede aver en s. Et seor, pues vs esto conosedes, et sodes
el mejor omne del mundo, pdovos por mered que querades en vos la mejor cosa del mundo, que es la vergena, et que ayades vergena de lo que
me dezides.
Cuando Saladn todas estas buenas razones oy et entendi cmo aquella
buena duea, con la su vondat et con el su buen entendimiento, sopiera
aguisar que fuesse l guardado de tan grand yerro, gradesilo mucho a
Dios. Et comoquier que la l amava ante de otro amor, amla muy ms
dall adelante de amor leal et verdadero, cual deve aver el buen seor et leal
a todas sus gentes. Et sealadamente por la su vondat della, envi por su
marido et fzoles tanta onra et tanta meret porque ellos, et todos los que
dellos vinieron, fueron muy bien andantes entre todos sus vezinos.
Et todo este bien acaesi por la vondat daquella buena duea, et porque
ella guis que fuesse sabido que la vergena es la mejor cosa que omne
puede aver en s, et que es madre et cabea de todas las vondades.
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Et porque don Johan tovo este enxiemplo por muy bueno, fzolo escrivir en
este libro et fizo estos viessos que dizen ass:
La vergena todos los males parte;
por vergena faze omne bien sin arte.
Et la estoria deste enxiemplo es sta que se sigue:
Exemplo LI
Lo que contesi a un rey christiano que era muy poderoso et muy
soberbioso
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altavit humiles; que quier decir: Nuestro seor Dios tir et abax los poderosos sobervios del su podero et ensal los omildosos. Cuando esto
oy, pesl mucho et mand por todo su regno que rayessen este viesso de
los libros, et que pusiessen en aquel lugar: Et exaltavit potentes in sede et
humiles posuit in natus; que quiere dezir: Dios ensal las siellas de los
sobervios poderosos et derrib los omildosos.
Esto pes mucho a Dios, et fue muy contrario de lo que dixo sancta Mara
en este cntico mismo; ca desque vio que era madre del fijo de Dios que
ella conibi et pari, seyendo et fincando siempre virgen et sin ningn
corrompimiento, et veyendo que era seora de los ielos et de la tierra, dixo
de s misma, alabando la humildat sobre todas las virtudes: Quia respexit
humilitatem ancille sue ecce enim ex hoc benedictam me dicent omnes
generationes; que quiere dezir: Porque cat el mi seor Dios la omildat
de m, que s su sierva, por esta razn me llamarn todas las gentes bien
aventurada. Et ass fue, que nunca ante nin despus, pudo seer ninguna
muger bien aventurada; ca por las vondades, et sealadamente por la su
grand omildat, meresi seer madre de Dios et reina de los ielos et de la
tierra et seer Seora puesta sobre todos los choros de los ngeles.
Mas al rey sobervioso contei muy contrario desto: ca un da ovo talante
de ir al vao et fue all muy argullosamente con su compaa. Et porque
entr en el vao, vose a desnuyar et dex todos sus paos fuera del vao.
Et estando l vandose, envi nuestro seor Dios un ngel al vao, el cual,
por la virtud et por la voluntad de Dios, tom la semejana del rey et sali
del vao et vistise los paos del rey et furonse todos con l paral alcar.
Et dex a la puerta del vao unos paizuelos muy biles et muy rotos, como
destos pobrezuelos que piden a las puertas.
El rey, que fincava en el vao non sabiendo desto ninguna cosa, cuando
entendi que era tiempo para salir del vao, llam a aquellos camareros et
aquellos que estavan con l. Et por mucho que llos llam, non respondi
ninguno dellos, que eran idos todos, cuidando que ivan con el rey. Desque
vio que non le respondi ninguno, toml tan grand saa, que fue muy
grand marabilla, et comen a jurar que los fara matar a todos de muy crueles muertes.
Et tenindose por muy escarnido, sali del vao desnuyo, cuidando que
fallara algunos de sus omnes quel diessen de vestir. Et desque lleg do l
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cuid fallar algunos de los suyos, et non fall ninguno, comen a catar del
un cabo et del otro del vao, et non fall a omne del mundo a qui dezir una
palabra.
Et andando ass muy coitado, et non sabiendo qu se fazer, vio aquellos
paiziellos viles et rotos que estavan a un rancn et pens de los vestir et
que ira encubiertamente a su casa et que se vengara muy cruelmente de
todos los que tan grand escarnio le avan fecho. Et vistisse los paos et
fuesse muy encubiertamente al alcar, et cuando lleg, vio estar a la puerta uno de los sus porteros que conosa muy bien que era su portero, et
uno de los que fueran con l al vao, et llaml muy passo et dxol quel
avriesse la puerta et le metiesse en su casa muy encubiertamente, porque
non entendiesse ninguno que tan envergonadamente vina.
El portero tena muy buena espada al cuello et muy buena maa en la mano
et preguntl qu omne era que tales palabras diza. Et el rey le dixo:
-A, traidor! Non te cumple el escarnio que me feziste t et los otros en
me dexar solo en el vao et venir tan envergonado como vengo? Non
eres t fulano, et non me conoses cmo s yo el rey, vuestro seor, que
dexastes en el vao? breme la puerta, ante que venga alguno que me
pueda conoscer, et sinon seguro sey que yo te far morir mala muerte et
muy cruel.
Et el portero le dixo:
-Omne loco, mesquino!, qu ests diziendo? Ve a buena ventura et non
digas ms estas locuras, sinon yo te castigar bien como a loco, ca el rey
piea ha que vino del vao, et viniemos todos con l, et ha comido et es
echado a dormir, et gurdate que non fagas aqu rodo por quel despiertes.
Cuando el rey esto oy, cuidando que gelo diza faziendo escarnio,
comen a rabiar de saa et de malencona, et arremetisse a l, cuidndol
tomar por los cabellos. Et de que el portero esto vio, non le quiso ferir con
la maa, mas diol muy grand colpe con el mango, en guisa quel fizo salir
sangre por muchos lugares. De que el rey se sinti ferido et vio que el
portero teni buena espada et buena maa et que l non teni ninguna cosa
con quel pudiesse fazer mal, nin aun para se defender, cuidando que el
portero era enloqueido, et que si ms le dixiesse quel matara por aven-
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perdido, et vio cuanto mal andante el su cuerpo estaba, et por ende, nunca
al faza sinon llorar et matarse et pedir mered a nuestro seor Dios quel
perdonasse sus pecados et quel oviesse mered al alma. Et tan grant dolor
ava de sus pecados, que solamente nunca se acord nin puso en su talante
de pedir mered a nuestro seor Dios quel tornasse en su regno nin en su
onra; ca todo esto preiava l nada, et non cobdiciava otra cosa sinon aver
perdn de sus pecados et poder salvar el alma.
Et bien cred, seor conde, que cuantos fazen romeras et ayunos et limosnas et oraciones o otros bienes cualesquier porque Dios les d o los guarde
o los acresiente en la salud de los cuerpos o en la onra o en los vienes
temporales, yo non digo que fazen mal, mas digo que si todas estas cosas
fiziessen por aver perdn de todos sus pecados o por aver la gracia de Dios,
la cual se gana por buenas obras et buenas enteniones sin ipocrisa et sin
infinta que seri muy mejor, et sin dubda avrin perdn de sus pecados et
abran la gracia de Dios: ca la cosa que Dios ms quiere del pecador es el
coran quebrantando et omillado et la entenin buena et derecha.
Et por ende, luego que por la mered de Dios el rey se arrepenti de su pecado et Dios vio el su gran repentimiento et la su buena entencin, perdonl luego. Et porque la voluntad de Dios es tamaa que non se puede
medir, non tan solamente perdon todos sus pecados al rey tan pecador,
mas ante le torn su regno et su onra ms complidamente que nunca la oviera, et fzolo por esta manera:
El ngel que estava en logar de aquel rey et teni la su figura llam un su
portero et dxol:
-Dzenme que anda aqu un omne loco que dize que fue rey de aquesta
tierra, et dize otras muchas buenas locuras; que te vala Dios, qu omne es
o qu cosas dize?
Et acaesi ass por aventura, que el portero era aqul que firiera al rey el
da que se demud cuando sali del vao. Et pues el ngel, quel cuidava ser
el rey, gelo preguntava, contl todo lo quel contesiera con aquel loco, et
contl cmo andavan las gentes riendo et trebejando con l, oyendo las locuras que dizi. Et desque esto dixo el portero al rey, mandl quel fuesse
llamar et gelo troxiesse. Et desque el rey que andava por loco vino ante el
ngel que estava en lugar de rey, apartsse con l et dxol:
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-Amigo, a m dizen que vs que dezides que sodes rey desta tierra, et que lo
perdiestes non s por cul mala ventura et por qu ocasin. Rugovos, por
la fe que devedes a Dios, que me digades todo como cuidades que es, et
que non me encubrades ninguna cosa, et yo vos prometo a buena fe que
nunca desto vos venga dao.
Cuando el cuitado del rey que andava por loco et tan mal andante oy dezir
aquellas cosas aqul que l cuidava que era rey, non sopo qu responder; ca
de una parte ovo miedo que gelo preguntava por lo sosacar, et si dixiesse
que era rey quel matara et le fara ms mal andante que cuanto era, et por
ende comen a llorar muy fieramente et dxole, como omne que estava
muy coitado:
-Seor, yo non s lo que vos responder a esto que me dezides, pero porque
entiendo que me sera ya tan buena la muerte como la vida (et sabe Dios
que non tengo mientes por cosa de bien nin de onra en este mundo), non
vos quiero encobrir ninguna cosa de como lo cuido en mi coran. Dgovos, seor, que yo veo que s loco, et todas las gentes me tienen por tal et
tales obras me fazen que yo por tal manera ando grand tiempo a en esta
tierra. Et como quier que alguno errasse, non podra seer, si yo loco non
fuesse, que todas las gentes, buenos et malos, et grandes et pequeos, et de
grand entendimiento et de pequeo, todos me toviessen por loco; pero,
como quier que yo esto veo et entiendo que es ass, iertamente la mi entenin et la mi crenia es que yo fuy rey desta tierra et que perd el regno
et la gracia de Dios con grand derecho por mios pecados, et, sealadamente, por la grand sobervia et grand orgullo que en m ava.
Et entonce cont, con muy grand cuita et con muchas lgrimas, todo lo
quel contesiera, tanbin del viesso que fiziera mudar, como los otros pecados. Et pues el ngel que Dios enviara tomar la su figura et estava por rey
entendi que se dola ms de los yerros en que cayera que del regno et de la
onra que ava perdido, dxol por mandado de Dios:
-Amigo, dgovos que dezides en todo muy grand verdat, que vs fuestes
rey desta tierra, et nuestro seor Dios tirvoslo por estas razones mismas
que vs dezides, et envi a m, que s su ngel, que tomasse vuestra figura
et estudiesse en vuestro lugar. Et porque la piadat de Dios es tan complida,
et non quiere del pecador sinon que se arrepienta verdaderamente, este
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prodigio verdaderamente amostr dos cosas para seer el repentimiento verdadero: la una es que se arrepienta para nunca tornar aquel pecado; et la
otra, que sea el repentimiento sin infinta. Et porque el nuestro seor Dios
entendi que el vuestro repentimiento es tal, avos perdonado, et mand a
m que vos tornasse en vuestra figura et vos dexasse vuestro regno. Et
rugovos et consjovos yo que entre todos los pecados vos guardedes del
pecado de la sobervia; ca sabet que de los pecados en que, segund natura,
los omnes caen, que es el que Dios ms aborree, ca es verdaderamente
contra Dios et contra el su poder, et siempre que es muy aparejado para
fazer perder el alma. Seed ierto que nunca fue tierra, nin linage, nin
estado, nin persona en que este pecado regnasse, que non fuesse desfecho o
muy mal derribado.
Cuando el rey que andava por loco oy dezir estas palabras del ngel,
dexsse caer ante l llorando muy fieramente, et crey todo lo quel diza et
adorl por reverenia de Dios, cuyo ngel mensagero era, et pidil
mered que se non partiesse ende fasta que todas las gentes se ayuntassen
porque publicasse este tan grand miraglo que nuestro seor Dios fiziera. Et
el ngel fzolo ass. Et desque todos fueron ayuntados, el rey predic et
cont todo el pleito como passara. Et el ngel, por voluntat de Dios,
paresi a todos manifiestamente et contles esso mismo.
Entone el rey fizo cuantas emiendas pudo a nuestro seor Dios; et entre
las otras cosas, mand que, por remembrana desto, que en todo su regno
para siempre fuesse escripto aquel viesso que l revesara con letras de oro.
Et o dezir que oy en da ass se guarda en aquel regno. Et esto acabado,
fuesse el ngel para nuestro seor Dios quel enviara, et finc el rey con sus
gentes muy alegres et muy bien andantes. Et dall adelante fue el rey muy
bueno para serviio de Dios et pro del pueblo et fizo muchos buenos fechos
porque ovo buena fama en este mundo et meresi aver la gloria del
Paraso, la cual l nos quiera dar por la su mered.
Et vs, seor conde Lucanor, si queredes aver la gracia de Dios et buena
fama del mundo, fazet buenas obras, et sean bien fechas, sin infinta et sin
ipocrisa, et entre todas las cosas del mundo vos guardat de sobervia et set
omildoso sin beguenera et sin ipocrisa; pero la humildat, sea siempre
guardando vuestro estado en guisa que seades omildoso, mas non omillado.
Et los poderosos sobervios nunca fallen en vos humildat con mengua, nin
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con venimiento, mas todos los que se vos omillaren fallen en vos siempre
omildat de vida et de buenas obras complida.
Al conde plogo mucho con este consejo, et rog a Dios quel endereasse
por quel pudiesse todo esto complir et guardar.
Et porque don Johan se pag mucho adems deste enxiemplo, fzolo poner
en este libro, et fizo estos viessos que dizen ass:
Los derechos omildosos Dos mucho los ensala,
a los que son sobervios firelos peor que maa.
Et la estoria deste enxiemplo es sta que se sigue.
Razonamiento que face don Juan por amor de don Jaime, seor
de Xrica
Despus que yo, don Johan, fijo del muy noble infante don Manuel,
adelantado mayor de la frontera et del regno de Murcia, ove acabado este
libro del conde Lucanor et de Patronio que fabla de enxiemplos, et de la
manera que avedes odo, segund paresce por el libro et por el prlogo, fizlo
en la manera que entend que sera ms ligero de entender. Et esto fiz porque yo non so muy letrado et queriendo que non dexassen de se aprovechar
del los que non fuessen muy letrados, ass como yo, por mengua de lo
seer, fiz la razones et enxiemplos que en el libro se contienen assaz llanas
et declaradas.
Et porque don Jaime, seor de Xrica, que es uno de los omnes del mundo
que yo ms amo et por ventura non amo a otro tanto como a l, me dixo
que querra que los mis libros fablassen ms oscuro, et me rog que si algund libro feziesse, que non fuesse tan declarado. Et so ierto que esto me
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dixo porque l es tan sotil et tan de buen entendimiento, que tiene por mengua de sabidura fablar en las cosas muy llana et declaradamente.
Et lo que yo fiz fasta agora, fizlo por las razones que desuso he dicho, et
agora que yo s tenudo de complir en esto et en l cuanto yo pudiesse su
voluntad, fablar en este libro en las cosas que yo entiendo que los omnes
se pueden aprovechar para salvamiento de las almas et aprovechamiento de
sus cuerpos et mantenimiento de sus onras et de sus estados. Et como quier
que estas cosas non son muy sotiles en s, ass como si yo fablasse de la
scienia de theologa, o metafsica, o filosofa natural, o aun moral, o otras
sienias muy sotiles, tengo que me cae ms, et es ms aprovechoso segund
el mo estado, fablar desta materia que de otra arte o scienia. Et porque
estas cosas de que yo cuido fablar non son en s muy sotiles, dir yo, con la
mered de Dios, lo que dixiere por palabras que los que fueran de tan buen
entendimiento como don Jaime, que las entiendan muy bien, et los que non
las entendieren non pongan la culpa a m, ca yo non lo quera fazer sinon
como fiz los otros libros, mas pnganla a don Jaime, que me lo fizo ass
fazer, et a ellos, porque lo non pueden o non quieren entender.
Et pues el prlogo es acabado en que se entiende la razn porque este libro
cuido componer en esta guisa, daqu adelante comenar la manera del libro; et Dios por la su mered et piadat quiera que sea a su serviio et a pro
de los que lo leyeren et lo oyeren, et guarde a m de dezir cosa de que sea
reprehendido. Et bien cuido que el que leyere este libro et los otros que yo
fiz, que pocas cosas puedan acaeser para las vidas et las faziendas de los
omnes, que non fallen algo en ellos, ca yo non quis poner en este libro
nada de lo que es puesto en los otros, mas qui de todos fiziere un libro, fallarlo ha ms complido.
Et la manera del libro es que Patronio fabla con el Conde Lucanor segund
adelante veredes.
-Seor conde Lucanor -dixo Patronio-, yo vos fabl fasta agora lo ms declaradamente que yo pude, et porque s que lo queredes, fablarvos he daqu
adelante essa misma manera, mas non por essa manera que en el otro libro
ante dste.
Et pues el otro es acabado, este libro comiena ass:
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-En las cosas que ha muchas sentenias, non se puede dar regla general.
-El ms complido de los omnes es el que cognosce la verdat et la guarda.
-De mal seso es el que dexa et pierde lo que dura et non ha preio, por lo
que non puede aver trmino a la su poca durada.
-Non es de buen seso el que cuida entender por su entendimiento lo que es
sobre todo entendimiento.
-De mal seso es el que cuida que conteser a l lo que non contesi a otri;
de peor seso es si esto cuida porque non se guarda.
-O Dios, seor criador et complido!, cmo me marabillo porque pusiestes
vuestra semejana en omne nesio, ca cuando fabla, yerra, cuando calla,
muestra su mengua; cuando es rico, es orgulloso, cuando pobre, non lo
preia nada; si obra, non far obra de recabdo; si est de vagar, pierde lo
que ha; es sobervio sobre el que ha poder, et vnesse por el que ms
puede; es ligero de forar et malo de rogar; conbdase de grado, conbida
mal et tarde; demanda quequier et con porfa; da tarde et amidos et con faerio; non se vergena por sus yerros, et aborree quil castiga; el su
falago es enojoso; la su saa, con denuesto; es sospechoso et de mala poridat; espntasse sin razn; toma esfuero non deve; do cuida fazer plazer,
faze pesar; es flaco en los vienes et reio en los males: non se castiga por
cosa quel digan contra su voluntad; en grave da nasi quien oy el su
castigo; si lo aconpaan non lo gradese et fzelos lazdrar; nunca conierta
en dicho nin en fecho, nin yerra en lo quel non cumple; lo quel dize non se
entiende, nin entiende lo quel dizen; siempre anda desabenido de su compaa; non se mesura en sus plazeres, nin cata su mantenenia; non quiere
perdonar et quiere quel perdonen; es escarnidor, et l es el escarnido; querra engaar si lo sopiesse fazer; de todo lo que se pagara tiene que es lo
mejor, aunque lo non sea; querra folgar et que lazdrassen los otros. qu
dir ms? En los fechos et en los dichos, en todo yerra; et lo dems, en su
vista parese que es nesio, et muchos son nescios que non lo parescen,
mas el que lo parese nunca yerra de lo seer.
-Todas las cosas an fin et duran poco et se mantienen con grand trabajo et
se dexan con grand dolor et non finca otra cosa para sienpre sinon lo que se
faze solamente por amor de Dios.
El Conde Lucanor
171
-Non es cuerdo el que solamente sabe ganar el aver, mas eslo el que se sabe
servir et onrar l del como deve.
-Non es de buen seso el que se tiene por pagado de dar o dezir buenos
sesos, mas eslo el que los dize et los faze.
-En las cosas de poca fuera, cumplen las apuestas palabras; en las cosas de
grand fuera, cumplen los apuestos et provechosos fechos.
-Ms val al omne andar desnuyo que cubierto de malas obras.
-Quien ha fijo de malas maneras et desvergonado et non reebidor de buen
castigo, mucho le sera mejor nunca aver fijo.
-Mejor sera andar solo que mal acompaado.
-Ms valdra seer omne soltero, que casar con mujer porfiosa.
-Non se ayunta el aver de tortiera et si se ayunta, non dura.
-Non es de crer en fazienda agena el que en la suya pone mal recabdo.
-Unas cosas pueden seer acerca et otras aluee pues dvese omne atener a
lo ierto.
-Por rebato et por pereza yerra omne muchas cosas; pues de grand seso es
el que se sabe guardar de amas.
-Sabio es el que sabe sofrir et guardar su estado en el tiempo que es turbio.
-En grant cuita et periglo bive qui reela que sus consejeros querran ms
su pro que la suya.
-Quien sembra sin tiempo non se marabille de non seer buena la cogida.
-Todas las cosas paresen bien et son buenas, et paresen mal et son malas,
et paresen bien et son malas, et paresen mal et son buenas.
El Conde Lucanor
172
-En mejor esperana est el que va por la carrera derecha et non falla lo que
demanda, que el que va por la tuerta et se le faze lo que quiere.
-Ms val alongarse omne del seor tortiiero que seer mucho su privado.
-Quien desengaa con verdadero amor, ama; quien lesonia, aborree.
-El que ms sigue la voluntat que la razn, trae el alma et el cuerpo en
grand periglo.
-Usar ms de razn el deleite de la carne, mata el alma et destruye la fama
et enflaquee el cuerpo et mengua el seso et las buenas maneras.
-Todas las cosas yazen so la mesura; et la manera es el peso.
-Quien non ha amigos sinon por lo que les da, poco le durarn.
-Aborreida cosa es qui quiere estar solo, et ms quien quiere estar con
malas compaas.
-El que quiere seorear los suyos por premia et non por buenas obras, los
coraones de los suyos demandan quien los seoree.
-Como quier que contese, grave cosa es seer dessemejante a su linage.
-Cual omne es, con tales se aconpaa.
-Ms vale seso que ventura, que riqueza, nin linage.
-Cuidan que el seso et el esfuero que son dessemejantes, et ellos son una
cosa.
-Mejor es perder faziendo derecho, que ganar por fazer tuerto: ca el derecho ayuda al derecho.
-Non deve omne fiar en la ventura, ca mdanse los tiempos et continense
las venturas.
El Conde Lucanor
173
-Por riqueza, nin pobreza, nin buena andana, nin contraria, non deve omne
pararse del amor de Dios.
-Ms dao recibe omne del estorvador que provecho del quel ayuda.
-Non es sabio quien se puede esenbargar de su enemigo et lo aluenga.
-Qui a s mismo non enderea, non podra enderear a otri.
-El seor muy falaguero es despreciado; el bravo, aborrecido; el cuerdo,
gurdalo con la regla.
-Quien por poco aprovechamiento aventura grand cosa non es de muy buen
seso.
-Cmo es aventurado qui sabe sofrir los espantos et non se quexa para
fazer su dao!
-Si puede omne dezir o fazer su pro, fgalo, et sinon, gurdese de dezir o
fazer su dao.
-Omildat con razn es alabada.
-Cuanto es mayor el subimiento, tanto es peor la cada.
-Parese la vondat del seor en cules obras faze et cules leyes pone.
-Por dexar el seor al pueblo lo que deve aver dellos, les tomar lo que non
deve.
-Qui non faz buenas obras a los que las an mester, non le ayudarn cuando
los ovier mester.
-Ms val sofrir fanbre que tragar bocado daoso.
-De los viles se sirve omne por premia; de los buenos et onrados, con amor
et buenas obras.
-Ay verdat buena, et ay verdat mala.
El Conde Lucanor
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El Conde Lucanor
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El Conde Lucanor
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-Ante se deven escoger los amigos que omne mucho fe nin se aventure por
ellos.
-Del que te alaba ms de cuanto es verdat, non te assegures de te denostar
ms de cuanto es verdat.
-Seor conde Lucanor -dixo Patronio-, despus que el otro libro fue
acabado, porque entend que lo querades vs, comen a fablar en este libro ms avreviado et ms oscuro que en el otro. Et como quier que en esto
que vos he dicho en este libro ay menos palabras que en el otro, sabet que
non es menos el aprovechamiento et el entendimiento deste que del otro,
ante es muy mayor para quien lo estudiare et lo entendiere; ca en el otro ay
cincuenta enxiemplos et en ste ay ciento. Et pues en el uno et en el otro ay
tantos enxiemplos, que tengo que devedes tener por assaz, paresce que
faredes mesura si me dexsedes folgar daqu adelante.
-Patronio -dixo el conde Lucanor-, vs sabedes que naturalmente de tres
cosas nunca los omnes se pueden tener por pagados et siempre querran
ms dellas: la una es saber, la otra es onra et preiamiento, la otra es
abastamiento para en su vida. Et porque el saber es tan buena cosa, tengo
que non me devedes culpar por querer ende aver yo la mayor parte que pudiere, et porque s que de ninguno non lo puedo mejor saber que de vos,
creed que, en cuanto viva, nunca dexar de vos afincar que me amostredes
lo ms que yo pudiere aprender de lo que vs sabedes.
-Seor conde Lucanor -dixo Patronio-, pues veo que tan buena razn et tan
buena entenin vos muebe a esto, dgovos que tengo por razn de trabajar
an ms, et dezirvos he lo que entendiere de lo que an fata aqu non vos
dixe nada. Ca dezir una razn muchas vegadas, si non es por algn provecho sealado, o parese que cuida el que lo dize que aquel que lo ha de or
El Conde Lucanor
178
es tan boto que lo non puede entender sin lo or muchas vezes, o parese
que ha sabor de fenchir el libro non sabiendo qu poner en l. Et lo que
daqu adelante vos he a dezir comiena ass:
-Lo caro es caro, cuesta caro, gurdasse caro, acbalo caro; lo rehez es rehez, cuesta rehez, guardase rehez, acbalo rehez; lo caro es rehez, lo rehez
es caro.
-Grant marabilla ser, si bien se falla, el que fa su fecho et faze mucho
bien al que err et se parti sin grand razn del con qui ava mayor debdo.
-Non deve omne crer que non se atrever a l por esfuero de otri el que se
atreve a otri por esfuero del.
-El que quiere enpeeer a otri non deve cuidar que el otro non enpeer a
l.
-Por seso se mantiene el seso. El seso da seso al que non ha seso. Sin seso
no se guarda el seso.
-Tal es Dios et los sus fechos que seal es que poco lo conoscern los que
mucho fablan en l.
-De buen seso es el que non puede fazer al otro su amigo de non lo fazer su
enemigo.
-Qui cuida aprender de los omnes todo lo que saben, yerra; qui aprende lo
aprovechoso, aierta.
-El consejo, si es grand consejo, es buen consejo; faz buen consejo, da buen
consejo; prasse al consejo qui de mal consejo faz buen consejo; el mal
consejo de buen consejo faz mal consejo. A gran consejo a mester grand
consejo. Grand bien es del que ha et quiere et cree buen consejo.
-El mayor dolor faz olvidar al que non es tan grande.
-Qui ha de fablar de muchas cosas ayuntadas es como el que desbuelve
grand oviello que ha muchos cabos.
El Conde Lucanor
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-Todas las cosas naen pequeas et creen; el pesar nase grande et cada
da mengua.
-Por onra rejibe onra qui faz onra. La onra dvese fazer onra, guardndola.
-El cuerdo de la bvora faz triaca; et el de mal seso de gallinas faz vegambre.
-Qui se desapodera non es seguro de tornar a su poder cuando quisiere.
-Non es de buen seso qui mengua su onra por creser la agena.
-Qui faz bien por reebir bien non faz bien, porque el bien es carrera del
complido bien, se deve fazer el bien.
-Aquello es bien que se faz bien.
-Por fazer bien se ha el complido bien.
-Usar malas viandas et malas maneras es carrera de traer el cuerpo et la
fazienda et la fama en peligro.
-Qui se duele mucho de la cosa perdida que se non puede cobrar, et desmaya por la ocasin de que non puede for, non faze buen seso.
-Muy caro cuesta reebir don del escasso; cuanto ms pedir al avariento.
-La razn es razn de razn. Por razn es el omne cosa de razn. La razn
da razn. La razn faz al omne seer omne; ass por razn es el omne: cuanto el omne a ms de razn, es ms omne; cuanto menos, menos. Pues el
omne sin razn non es omne, mas es de las cosas en que non ha razn.
-El sofrido sufre cuanto deve et despus cbrasse con bien et con plazer.
-Razn es de bevir mal a los que son dobles de coran et sueltos para
complir los desaguisados deseos.
-Los que non creen verdaderamente en Dios, razn es que non sean por l
defendidos.
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El Conde Lucanor
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-El yerro es yerro; del yerro nase yerro; del pequeo yerro nase grand
yerro; por un yerro viene otro yerro; si bien biene del yerro, siempre torna
en yerro; nunca del yerro puede venir non yerro.
-Qui contiende con el que se paga del derecho et de la verdat, et lo usa, non
es de buen seso.
-Los cavalleros et el aver son ligeros de nombrar et de perder, et graves de
ayuntar et ms de mantener.
-El cuerdo tiene los contrarios et el su poder por ms de cuanto es, et los
ayudadores et el su poder por menos de cuanto es.
-Fuera non fuera a fuera; fuera desfaz con fuera, a vezes mejor sin
fuera. Non se dize bien Fuera a vezes presta la fuera. Do se puede escusar, non es de provar fuera.
-Cuerdo es quien se gua por lo que contesi a los que passaron.
-Como crese el estado, ass crese el pensamiento; si mengua el estado,
crese el cuidado.
-Con dolor non guarese la gran dolenia mas con melezina sabrosa.
-Amor cree amor; si amor es buen amor, es amor; amor, ms de amor non
es amor; amor de grand amor faz desamor.
-A cuidados que ensanchan et cuidados que encogen.
-Mientre se puede fazer, mejor es manera que la fuera.
-Los leales dizen lo que es: los arteros lo que quieren.
-Vida buena vida es; vida buena vida da.
-Qui non a vida non da vida; qui es vida da vida. Non es vida la mala vida.
Vida sin vida, non es vida. Qui non puede aver vida, cate que aya complida
vida.
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-Seor conde Lucanor -dixo Patronio-, porque entend que era vuestra voluntat, et por el afincamiento que me fiziestes, porque entend que vos
movades por buena entenin, trabaj de vos dezir algunas cosas ms de
las que vos ava dicho en los enxiemplos que vos dixe en la primera parte
deste libro en que ha incuenta enxiemplos que son muy llanos et muy declarados; et pues en la segunda parte ha ient proverbios et algunos fueron
ya cuanto oscuros et los ms, assaz declarados; et en esta tercera parte puse
incuenta proverbios, et son ms oscuros que los primeros incuenta
enxiemplos, nin los ient proverbios. Et ass, con enxiemplos et con los
proverbios, hevos puesto en este libro dozientos entre proverbios et
enxiemplos, et ms: ca en los incuenta enxiemplos primeros, en contando
el enxiemplo, fallaredes en muchos lugares algunos proverbios tan buenos
et tan provechosos como en las otras partes deste libro en que son todos
proverbios. Et bien vos digo que cualquier omne que todos estos proverbios
et enxiemplos sopiesse, et los guardasse et se aprovechasse dellos, quel
cumplan assaz para salvar el alma et guardar su fazienda et su fama et su
onra et su estado. Et pues tengo que en lo que vos he puesto en este libro ha
tanto que cumple para estas cosas, tengo que si aguisado quisiredes catar,
que me devedes ya dexar folgar.
-Patronio -dixo el conde-, ya vos he dicho que por tan buena cosa tengo el
saber, et tanto querra del aver lo ms que pudiesse, que por ninguna guisa
nunca he de partir manera de fazer todo mio poder por saber ende lo ms
que yo pudiere. Et porque s que non podra fallar otro de quien ms pueda
saber que de vos, dgovos que en toda la mi vida nunca dexar de vos
preguntar et afincar por saber de vos lo ms que yo pudiere.
-Seor conde Lucanor -dixo Patronio-, pues ass es, et ass lo queredes, yo
dezirvos he algo segund lo entendiere de lo que fasta aqu non vos dixe,
mas pues veo que lo que vos he dicho se vos faze muy ligero de entender,
daqu adelante dezirvos he algunas cosas ms oscuras que fasta aqu et algunas assaz llanas. Et si ms me afincredes, avervos he a fablar en tal
manera que vos convern de aguzar el entendimiento para las entender.
El Conde Lucanor
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-Patronio -dixo el conde-, bien entiendo que esto me dezides con saa et
con enojo por el afincamiento que vos fago; pero como quier que segund el
mo flaco saber querra ms que me fablssedes claro que oscuro, pero
tanto tengo que me cumple lo que vs dezides, que querra ante que me fablssedes cuanto oscuro vs quisierdes, que non dexar de me mostrar algo
de cuanto vs sabedes.
-Seor conde Lucanor -dixo Patronio-, pues ass lo queredes, daqu adellante parad bien mientes a lo que vos dir.
-En el presente muchas cosas grandes son un tiempo grandes et non parescen, et omne nada en el passado las tiene.
-Todos los omnes se engaan en sus fijos et en su apostura et en sus vondades et en su canto.
-De mengua seso es muy grande por los agenos grandes tener los yerros
pequeos por los suyos.
-Del grand afazimiento nase menospreio.
-En el medrosas deve seor idas primero et las apressuradas ser sin el que
saliere lugar, enpero fata grand periglo que sea.
-Non deve omne fablar ante otro muy sueltamente fasta que entienda qu
conparacin ha entre el su saber et el del otro.
-El mal porque toviere lo otro en que vee guardar en el que se non deve
querer caya.
-Non se deve omne tener por sabio nin encobrir su saber ms de razn.
-Non la salut siente nin el bien, el siente se contrario.
-Non faze buen seso el seor que se quiere servir o se paga del omne que es
maliioso, nin mintroso.
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-Con ms mansedumbre sabios sobervia, con que cosas fallago con braveza
los acaban.
-De buen seso es qui se guarda de se desavenir con aqul sobre que ha poder, cuanto ms con el que lo ha mayor que l.
-Aponen que todo omne deve alongar de s el sabio, ca los faze con l mal
los malos omnes.
-Qui toma contienda con el que ms puede, mtese en grand periglo; qui la
toma con su egual, mtese en aventura; qui la toma con el que menos
puede, mtese en menospreio; pues lo mejor es qui puede aver paz a su
pro et su onra.
-El seso por que gua, non es su alabado et el que non fa mucho de su seso
descubre poridat al de qui es flaco.
-Ms aprovechoso es a muchos omnes aver algn reelo que muy grand
paz sin ninguna contienda.
-Grand bien es al seor que non aya el coran esforado et si oviere de
seer de todo coran fuerte, cmplel cuerpo assaz lo esforado.
-El ms complido et alabado para consegero es el que guarda bien la poridat et es de muertas cobdiias et de bivo entendimiento.
-Ms tiempos aprovecha paral continuado deleite, que a la fazienda
pensamiento et alegra.
-Por fuertes nimos, por mengua de aver, por usar mucho mugeres, et bino
et malos plazeres, por ser tortiero et cruel, por aver muchos contrarios et
pocos amigos se pierden los seoros o la vida.
-Errar para perdonar a de ligero da atrevimiento los omnes.
-El plazer faze sin sabor las viandas que lo non son, el pesar faze sabrosas
las viandas.
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-Seor conde Lucanor -dixo Patronio-, ya desuso vos dixe muchas vezes
que tantos enxiemplos et proverbios, dellos muy declarados et dellos ya cuanto ms oscuros, vos ava puesto en este libro, que tena que vos cumpla
assaz, et por afincamiento que me feziestes ove de poner en estos
postremeros treinta proverbios algunos tan oscuramente que ser marabilla
si bien los pudierdes entender, si yo o alguno de aquellos a qui los yo mostr non vos los declarare; pero seet bien ierto que aquellos que parescen
ms oscuros o ms sin razn que, desque los entendiredes, que fallaredes
que non son menos aprovechosos que cualesquier de los otros que son
ligeros de entender. Et pues tantas cosas son escriptas en este libro sotiles
et oscuras et abreviadas, por talante que don Johan ovo de complir talante
de don Jaime, dgovos que non quiero fablar ya en este libro de enxiem-
El Conde Lucanor
186
plos, nin de proverbios, mas fablar he un poco en otra cosa que es muy ms
aprovechosa.
Vs, conde seor, sabedes que cuanto las cosas spirituales son mejores et
ms nobles que las corporales, sealadamente porque las spirituales son
duraderas et las corporales se an de corromper, tanto es mejor cosa et ms
noble el alma que el cuerpo, ca el cuerpo es cosa corrutible et el alma cosa
duradera; pues si el alma es ms noble et mejor cosa que el cuerpo, et la
cosa mejor deve seer ms preiada et ms guardada, por esta manera non
puede ninguno negar que el alma non deve seer ms preiada et ms guardada que el cuerpo.
Et para seer las almas guardadas ha mester muchas cosas, et entendet que
en dezir guardar las almas, non quiere l dezir sinon fazer tales obras porque se salven las almas; ca por dezir guardar las almas, non se entiende que
las metan en un castillo, nin en un arca en que estn guardadas, mas quiere
dezir que por fazer omne malas obras van las almas al Infierno. Pues para
las guardar que non vayan al Infierno, conviene que se guarde de las malas
obras que son carrera para ir al Infierno, et guardndose destas malas obras
se guarde del Infierno.
Pero devedes saber que para ganar la gloria del Paraso, que ha guardarse
omne de malas obras, que mester es de fazer buenas obras, et estas buenas
obras para guardar las almas et guisar que vayan a Paraso ha mester estas
cuatro cosas: la primera, que aya omne et biva en ley de salvain; la segunda, que desque es en tiempo para lo entender, que crea toda su ley et todos sus artculos et que non dubde en ninguna cosa dello; la terera, que
faga buenas obras et a buena entenin porque gane el Paraso; la cuarta,
que se guarde de fazer malas obras porque sea guardada la su alma de ir al
Infierno.
A la primera, que aya omne et biva en ley de salvain, a sta vos digo que,
segund verdad, la ley de salvain es la sancta fe cathlica segund la tiene
et la cree la sancta madre Ecclesia de Roma. Et bien creed que en aquella
manera que lo tiene la begizuela que esta filando a su puerta al sol, que ass
es verdaderamente; ca ella cree que Dios es Padre et Fijo et Espritu
Sancto, que son tres personas et un Dios; et cree que Jhesu-Christo es verdadero Dios et verdadero omne; et que fue fijo de Dios et que fue enge ndrado por el Spritu Sancto en el vientre de la bien aventurada Virgo Sancta
El Conde Lucanor
187
Mara; et que nasi della Dios et omne verdadero, et que finc ella virgen
cuando conibi, et virgen seyendo preada, et virgen despus que pari; et
que Jhesu-Christo se cri et cresi como otro moo; et despus, que predic, et que fue preso, et tormentado, et despus puesto en la cruz, et que
tom muerte por redemir los pecadores, et que descendi a los infiernos,
et que sac ende los Padres que saban que ava de venir et esperavan la su
venida, et que resusit al terer da, et aparesi a muchos, et que subi a
los ielos en cuerpo et en alma, et que envi a los apstoles el Spritu
Sancto que los confirm et los fizo saber las Scripturas et los lenguages, et
los envi por el mundo a predigar el su Sancto Evangelio. Et cree que l
orden los sacramentos de Sancta Eglesia, et que los son verdaderamente
ass como l orden, et que ha de venir a nos judgar, et nos dar lo que
cada uno meresi, et que resusitaremos, et que en cuerpo et en alma avremos despus gloria o pena segund nuestros meresimientos. Et ciertamente cualquier vegizuela cree esto, et esso mismo cree cualquier christiano.
Et, seor conde Lucanor, bien cred por cierto que todas estas cosas, bien
ass como los christianos las creen, que bien ass son, mas los christianos
que non son muy sabios, nin muy letrados, crenlas simplemente como las
cree la Sancta Madre Eglesia et en esta fe et en esta creenia se salvan;
mas, si lo quisierdes saver cmo es et cmo puede seer et cmo deva seer,
fallarlo hedes ms declarado que por dicho et por seso de omne se puede
dezir et entender en el libro que don Johan fizo a que llaman De los Estados, et tracta de cmo se prueva por razn que ninguno, christiano, nin pagano, nin ereje, nin judo, nin moro, nin omne del mundo, non pueda dezir
con razn que el mundo non sea criatura de Dios, et que, de neessidat,
conviene que sea Dios fazedor et criador et obrador de todos, et en todas las
cosas; et que ninguna non obra en l. Et otros, tracta cmo pudo ser et
cmo et por cules razones pudo ser et deve seer que Jhesu Christo fuesse
verdadero Dios et verdadero omne; et cmo puede seer que los sacramentos
de Sancta Ecclesia ayan aquella virtud que Sancta Eglesia dize et cree.
Otros, tracta de cmo se prueva por razn que el omne es compuesto de
alma et de cuerpo, et que las almas ante de la resurrectin avrn gloria o
pena por las obras buenas o malas que ovieron fechas seyendo ayuntadas
con los cuerpos, segund sus meresimientos, et despus de la resurrectin
que la avrn ayuntadamente el alma et el cuerpo; et que ass como ayuntadamente fizieron el bien o el mal, que ass ayuntadamente ayan el galardn
o la pena.
El Conde Lucanor
188
Et, seor conde Lucanor, en esto que vos he dicho que fallaredes en aquel
libro, vos digo assaz de las dos cosas primeras que convienen para salvamiento de las almas, que son: la primera, que aya omne et viva en ley de
salvain; et la segunda, que crea toda su ley et todos sus artculos et que
non dubde en ninguno dellos. Et porque las otras dos, que son: cmo puede
omne et deve fazer buenas obras para salvar el alma et guardarse de fazer
las malas por escusar las penas del Infierno, como quier que en aquel
mismo libro tracta desto assaz conplidamente, pero, porque esto es tan
mester de saber et cumple tanto, et porque por aventura algunos leern este
libro et non leern el otro, quiero yo aqu fablar desto; pero s ierto que
non podra dezir complidamente todo lo que para esto sera mester. Dir
ende, segund el mo poco saber, lo que Dios me enderee a dezir, et quiera
l, por la su piadat, que diga lo que fuere su serviio et provechamiento de
los que lo leyeren et lo oyeren.
Pero ante que fable en estas dos maneras -cmo se puede et deve omne
guardar de fazer malas obras para escusar las penas del Infierno, et fazer las
buenas para ganar la gloria del Paraso- dir un poco cmo es et cmo
puede seer que los Sacramentos sean verdaderamente ass como lo tiene la
Sancta Eglesia de Roma. Et esto dir aqu, porque non fabla en ello tan declaradamente en el dicho libro que don Johan fizo.
Et fablar primero en el sacramento del cuerpo de Dios, que es el sacramento de la hostia, que se consagra en el altar. Et comieno en ste porque
es el ms grave de creer que todos los sacramentos; et probndose esto por
buena et por derecha razn, todos los otros se pruevan. Et con la mered de
Dios, desque ste oviere provado, yo provar tanto de los otros con buena
razn, que todo omne, aunque non sea christiano, et aya en s razn et buen
entendimiento, entendr que se prueva con razn; que para los christianos
non cumple de catar razn, ca tenudos son de lo creer, pues es verdat, et lo
cree Sancta Eglesia, et como quier que esto les cumpla assaz, pero non les
enpese saber estas razones, que ya desuso en aquel libro se prueva por
razn que foradamente avemos a saber et creer que Dios es criador et
fazedor de todas las cosas et que obra en todas las cosas et ninguna non
obra en l.
Otros, es provado que Dios cri el omne et que non fue criado solamente
por su naturaleza, mas que lo cri Dios de su propria voluntat. Otros, que
El Conde Lucanor
189
lo cri compuesto de alma et de cuerpo, que es cosa corporal et cosa spiritual, et que es compuesto de cosa duradera et cosa que se ha de corromper;
et stas son el alma et el cuerpo, et que para stas aver amas gloria o pena,
convina que Dios fuesse Dios et omne; et todo esto se muestra muy complidamente en aquel libro que dicho es.
Et pues es provado que Jhesu Christo fue et es verdaderamente Dios, et
Dios es todo poder complido, non puede ninguno negar que el sacramento
que l orden que lo non sea et que non aya aquella virtud que l en el sacramento puso; pero que si alguno dixiere que esto tae en fe et que l non
quiere aver fe sinon en cuanto se mostrare por razn, digo yo que dems de
muchas razones que los sanctos et los doctores de sancta Eglesia ponen,
que digo yo esta razn.
Cierto es que nuestro seor Jhesu Christo, verdadero Dios et verdadero
omne, seyendo el jueves de la ena a la mesa con sus apstoles, sabiendo
que otro da deva seer fecho sacrifiio del su cuerpo, et sabiendo que los
omnes non podan seer salvos del poder del Diablo -en cuyo poder eran
cados por el pecado del primer omne- nin podan seer redemidos sinon por
el sacrifiio que del se ava de fazer, quiso, por la su grand bondat, sofrir
tan grand pena como sufri en la su passin, et por aquel sacrifiio que fue
fecho del su cuerpo, fueron redemidos todos los sanctos que eran en el
Limbo, ca nunca ellos pudieran ir al Paraso sinon por el sacrificio que se
fizo del cuerpo de Jhesu Christo; et aun tienen los sanctos et los doctores de
sancta Eglesia, et es verdat, que tan grande es el bien et la gloria del
Paraso, que nunca lo podra omne aver, nin alcanar, sinon por la passin
de Jhesu Christo, por los meresimientos de sancta Mara et de los otros
sanctos. Et por aquella sancta et aprovechosa passin fueron salvos et redemidos todos los que fasta entone eran en el Limbo et sern redemidos
todos los que murieren et acabaren derechamente en la sancta fe cathlica.
Et porque Jhesu Christo, segund omne, ava de morir et non poda fincar en
el Mundo et l era el verdadero cuerpo porque los omnes avan a seer salvos, qusonos dexar el su cuerpo verdadero ass complido como lo l era,
en que se salvassen todos los derechos et verdaderos christianos; et por esta
razn, tom el pan et bendxolo et partilo et diolo a sus disiplos et dixo:
Tornat et comet, ca ste es el mo cuerpo; et despus tom el clix, dio
gracias a Dios, et dixo: Bevet todos ste, ca sta es la mi sangre; et all
orden el sacramento del su cuerpo. Et devedes saber que la razn porque
dizen que tom el pan et bendxolo et partilo es sta: cada que Jhesu
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Christo bendiza el pan, luego l era partido tan egual como si lo partiesse
con el ms agudo cochiello que pudiesse seer. Et por esto dize en el Evangelio quel conosieron los apstoles despus que resusit en el partir del
pan; ca por partir el pan en otra manera como todos lo parten, non ava la
Sancta Escriptura por qu fazer menin del partir del pan, mas fzelo porque Jhesu Christo parta sienpre el pan, mostrando cmo lo poda fazer tan
marabillosamente.
Et otros, dex este sancto sacramento porque fincasse en su remembrana.
Et ass, pues se prueva que Jhesu Christo es verdadero Dios et ass como
Dios pudo fazer todas las cosas, et es ierto que fizo et orden este sacramento, non puede dezir ninguno con razn que non lo deva ordenar ass
como lo fizo; et que non ha complidamente aquella virtud que Jhesu
Christo, verdadero Dios, en l puso.
Et el baptismo, otross, todo omne que buen entendimiento aya, por razn
deve entender que este sacramento se devi fazer et era muy grand mester;
ca bien entendedes vs que como quier que el casamiento sea fecho por
mandado de Dios et sea uno, de los sacramentos, pero porque en la manera
de la engendrain non se puede escusar algn deleite, por ventura non tan
ordenado como seri mester, por ende todos los que nasieron et nasern
por engendramiento de omne et de muger nunca fue nin ser ninguno escusado de naser en el pecado deste deleite. Et a este pecado llam la
Scriptura pecado original, que quiere dezir, segund nuestro lenguaje,
pecado del nasimiento; et por que ningund omne que est en pecado
non puede ir a Paraso, por ende, fue la mered de Dios de dar manera
cmo se alimpiasse este pecado; et para lo alimpiar, orden nuestro seor
Dios, en la primera ley, la circunisin; et como quier que en cuanto dur
aquella ley cumplan aquel sacramento, porque entendades que todo lo que
en aquella ley fue ordenado, que todo fue por figura desta sancta ley que
agora abemos, devdeslo entender sealadamente en este sacramento del
baptismo, ca entone circunidavan los omnes, et ya en sta parese que
era figura que de otra guisa ava de seer; ca vs entendedes que el sacramento complido egualmente se deve fazer, pues el circunidar non se
puede fazer sinon a los varones; pues si non se puede ninguno salvar del
pecado original sinon por la ircunisin, ierto es que las mugeres que non
pueden este sacramento aver, non pueden seer alimpiadas del pecado original. Et ass, entendet que la ircunisin que fue figura del alimpiamiento
que se ava de ordenar en la sancta fe cathlica que nuestro seor Jhesu
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Christo orden ass como Dios. Et cuando l orden este sancto sacramento, qusolo ordenar aviendo reebido en s el sacramento de la ircunisin, et dixo que non viniera l por menguar nin por desfazer la ley, sinon por la complir, et cumpli la primera ley en la ircunisin, et la segunda, que l orden, reibiendo baptismo de otro, como lo reebi de sant
Johan Baptista.
Et porque entendades que el sacramento que l orden del baptismo es
derechamente ordenado para alimpiar el pecado original, parad en ello vien
mientes et entendredes cunto con razn es ordenado.
Ya desuso es dicho que en la manera del engendramiento non se puede escusar algn deleite; contra este deleite, do conviene de aver alguna cosa
non muy limpia, es puesto uno de los elementos que es el ms limpio, et
sealadamente para alimpiar, ca las ms de las cosas non limpias, todas se
alimpian con el agua. Otros, en bapteando la criatura dizen: Yo te bateo
en el nombre del Padre et del Fijo et del Spritu Sancto; et mtenlo en el
agua. Pues veet si este sancto sacramento es fecho con razn, ca en diciendo: Yo te bateo en el nombre del Padre et del Fijo et del Spritu Sancto
mismo dize et nombra toda la Trinidat et muestra el poder del Padre et el
saber del Fijo et la bondat del Spritu Sancto; et dize que por estas tres cosas, que son Dios et en Dios, sea alimpiada aquella criatura de aquel pecado
original en que nasi; et la palabra llega al agua, que es elemento, et
fzese sacramento. Et este ordenamiento deste sancto sacramento que Jhesu
Christo orden es egual et complido, ca tan bien lo pueden reebir, et lo
reiben, las mugeres como los omnes. Et ass, pues este sancto sacramento
es tan mester, et fue ordenado tan con razn, et lo orden Jhesu Christo,
que lo poda ordenar ass como verdadero Dios, non puede con razn dezir
omne del mundo que este sancto sacramento non sea tal et tan complido
como lo tiene la madre sancta Eglesia de Roma.
Et cuanto de los otros cinco sacramentos que son: penitenia, confirmacin,
casamiento, orden, postrimera unin, bien vos dira tantas et tan buenas
razones en cada uno dellos, que vs entendades que eran assaz; mas
dxolo por dos cosas; la una, por non alongar mucho el libro; et lo l, porque s que vs et quien quier que esto oya entendr que tan con razn se
prueva lo l como esto.
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Et pues esta razn es acabada ass como la yo pude acabar, tornar a fablar
de las dos maneras en cmo se puede omne, et deve, guardar de fazer malas
obras para se guardar de ir a las penas del Infierno, et podr fazer et far
buenas obras para ganar la gloria del Paraso.
Seor conde Lucanor, segund desuso es dicho, sera muy grave cosa de se
poner por escripto todas las cosas que omne deva fazer para se guardar de
ir a las penas del Infierno et para ganar la gloria del Paraso; pero quien lo
quisiesse dezir abreviadamente podra dezir que para esto non ha mester l
sinon fazer bien et non fazer mal. Et esto sera verdat, mas porque esto
sera, como algunos dizen, grand verdat et poco seso, por ende, conviene
que, pues me atrev a tan grand atrevimiento de fablar en fechos que cuido
que me non pertenesa segund la mengua del mo saber que declare ms
cmo se pueden fazer estas dos cosas. Por ende, digo ass: que las obras
que omne ha de fazer para que aya por ellas la gloria del Paraso, lo
primero, conviene que las faga estando en estado de salvacin. Et devedes
saber que el estado de salvain es cuando el omne est en verdadera penitencia, ca todos los vienes que omne faze non estando en verdadera penitencia, non gana omne por ellos la gloria del Paraso; et razn et derecho
es, ca el Paraso, que es veer a Dios et es la mayor gloria que seer puede,
non es razn nin derecho que la gane omne estando en pecado mortal, mas
lo que omne gana por ellas es que aquellas buenas obras lo traen mas ana a
verdadera penitencia, et esto es muy grand bien. Otros, le ayudan a los bienes deste mundo para aver salud et onra et riqueza et las otras bienandanas del mundo. Et estando en este bienaventurado estado, las obras que
omne ha de fazer para aver la gloria de Paraso son ass como limosna et
ayuno et orain et romera et todas obras de misericordia; pero todas estas
buenas obras, para que omne por ellas aya la gloria de Paraso, ha mester
que se fagan en tres maneras: lo primero, que faga omne buena obra; lo segundo, que la faga bien; lo terero, que la faga por escogimiento. Et, seor
conde, como quier que esto se puede assaz bien entender, pero porque sea
ms ligero an, dezirvos lo he ms declarado.
Fazer omne buena obra es toda cosa que omne faze por Dios, mas es mester
que se faga bien, et esto es que se faga a buena entenin, non por vana
gloria, nin por ipocrisa, nin por otra entenin, sinon solamente por serviio de Dios; otros, que lo faga por escogimiento; esto es, que cuando
oviere de fazer alguna obra, que escoja en su talante si es aqulla buena
obra o non, et desque viere que es buena obra, que escoja aqulla porque es
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del mundo duran poco en un estado, acaesi ass: que ovo desabenenia
entre aquellos dos seores con quien bivan el padre et el fijo, et fue en
guisa que obieron de lidiar en uno.
Et el padre et el fijo, cada uno dellos estava con su seor; et como las
aventuras acaesen en las fides, acaesi ass: que el cavallero, padre del
otro, top en la lit con aquel seor con quien el su seor lidiava, con quien
biva su fijo, et por servir a su seor, entendi que si aquel fuesse muerto o
preso, que su seor sera muy bien andante et mucho onrado, fue travar del
tan rezio, que cayeron entramos en tierra. Et estando sobre l por prenderle
o por matarle, su fijo, que andava aguardando a su seor et servindol cuanto poda, et desque vio a su seor en tierra, conosi que aquel quel
tena era su padre.
Si ovo ende grand pesar, non lo devedes poner en dubda, pero dolindose
del mal de su seor, comen a dar muy grandes vozes a su padre et a
dezirle, llamndol por su nonbre, que dexasse a su seor, ca, como quier
que l era su fijo, que era vasallo de aquel seor que l tena de aquella
guisa; que si non le dexasse, que fuesse ierto quel matara.
Et el padre, porque non lo oy, o non lo quiso fazer, non lo dex. Et desque
el fijo vio a su seor en tal periglo et que su padre non lo quera dexar,
menbrndose de la lea[l]tad que ava de fazer, olbid et ech tras las cuestas el debdo et la naturaleza de su padre, et entendi que si descendiesse del
cavallo, que con la priessa de llos cavallos que estavan, que por aventura
ante que l pudiesse acorrer, que su seor que sera muerto: lleg ass de
cavallo como estava, todava dando vozes a su padre que dexasse a su
seor, et nombrando a su padre et a s mismo. Et desque vio que en ninguna
guisa non le quera dexar, tan grand fue la cuita, et el pesar et la saa que
ovo por como vio que estava su seor, que dio tan grand ferida a su padre
por las espaldas, que pass todas las armaduras et todo el cuerpo. Et aun
tan grand fue aquel desaventurado colpe, que pass a su seor el cuerpo et
las armas ass como a su padre, et murieron entramos de aquel colpe.
Otros, otro cavallero de parte de aquel seor que era muerto, ante que sopiesse de la muerte de su seor, ava muerto el seor de la otra parte. Et
ass fue aquella lit de todas partes mala et ocasionada.
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Quien esto cuidare, si de buen entendimiento fuere, entendr que non debra fazer por l cosa porque perdiesse el otro, que dura sin fin.
La primera, qu cosa es el omne en s. Ciertamente esto tengo que sera
muy grave de dezir todo, pero, con la mered de Dios, dezirvos he yo tanto
que cumpla assaz para que entendades lo que yo vos quiero dar a entender.
Bien creed, seor conde, que entre todas las animalias que Dios cri en el
mundo, nin aun de las cosas corporales, non cri ninguna tan complida, nin
tan menguada como el omne. Et el complimiento que Dios en l puso non
es por l sinon porquel dio entendimiento et razn et libre albedro, [et]
porque quiso que fuesse compuesto de alma et de cuerpo; mas, desta razn
non vos fablar ms, que es ya puesto en otros logares assaz complidamente en otros libros que don Johan fizo; mas fablarvos he en las menguas
et bilezas que el omne ha en s, en cosas, tanto como en otras animalias; et
en cosas, ms que en otra animalia ninguna.
Sin dubda, la primera bileza que el omne ha en s, es la manera de que se
engendra, tan bien de parte del padre como de parte de la madre, et otros la
manera cmo se engendra. Et porque este libro es fecho en romane (que lo
podran leer muchas personas tambin omnes como mugeres que tomaran
vergena en leerlo, et aun non ternan por muy guardado de torpedat al
que lo mand escrivir), por ende non fablar en ello tan declaradamente
como podra, pero el que lo leyere, si muy menguado non fuere de entendimiento, assaz entendr lo que a esto cumple.
Otros, despus que es engendrado en el vientre de su madre, non es el su
govierno sinon de cosas tan sobejanas que naturalmente non pueden fincar
en el cuerpo de la muger sinon en cuanto est preada. Et [por] esto quiso
Dios que naturalmente oviessen las mugeres aquellos humores sobejanos
en los cuerpos de que se governassen las criaturas. Otros, el logar en que
estn es tan cercado de malas humidades et corrompidas, que sinon por una
telliella muy delgada que cri Dios, que est entre el cuerpo de la criatura
et aquellas humidades, que non podra bevir en ninguna manera.
Otros, conviene que sufra muchos trabajos et muchas cuitas en cuanto est
en el vientre de su madre. Otros, porque a cabo de los siete meses es todo
el omne complido et non le cumple el govierno de aquellos humores sobejanos de que se governava en cuanto non ava mester tanto del, por la
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mengua que siente del govierno, quxasse; et si es tan rezio que pueda quebrantar aquellas telas de que est cercado, non finca ms en el vientre de su
madre. Et estos tales son los que nasen a siete meses et pueden tan bien
bevir como si nasciessen a nuebe meses; pero si entone non puede quebrantar aquellas telas de que est cercado, finca cansado et como doliente
del grant trabajo que lev, et finca todo el ochavo mes flaco et menguado
de govierno. Et si en aquel ochavo mes nase, en ninguna guisa non puede
bevir. Mas de que entra en el noveno mes, porque ha estado un mes complido, es ya descansado et cobrado en su fuera, en cualquier tiempo que
nasca en el noveno mes, cuanto por las razones dichas, non deve morir;
pero cuanto ms tomare del noveno mes, tanto es ms sano et ms seguro
de su vida; et aun dizen que puede tomar del dezeno mes fasta diez das, et
los que a este tiempo llegan son muy ms rezios et ms sanos, como quier
que sean ms periglosos para sus madres. Et ass bien podedes entender
que, por cualquier destas maneras, por fuera ha de sofrir muchas lazerias
et muchos enojos et muchos periglos.
Otros, el periglo et la cuita que passa en su nasimiento, en esto non he por
qu fablar, ca non ha omne que non sepa que es muy grande a marabilla.
Otros, como quier que cuando la criatura nase non ha entendimiento porque lo sepa esse fazer por s mismo, pero nuestro seor Dios quiso que
naturalmente todas las criaturas fagan tres cosas: la una es que lloran; la
otra es que tremen; la otra es que tienen las manos erradas. Por el llorar se
entiende que viene a morada en que ha de bevir sienpre con pesar et con
dolor, et que lo ha de dexar an con mayor pesar et con mayor dolor. Por el
tremer se entiende que biene a morada muy espantosa, en que sienpre ha de
bivir con grandes espantos et con grandes reelos, de que es ierto que ha
de salir an con mayor espanto. Por el cerrar de las manos se entiende que
biene a morada en que ha de bivir siempre cobdiiando ms de lo que
puede aver, et que nunca puede en ella aver ningn complimiento acabado.
Otros, luego que el omne es nasido, ha por fuera de sofrir muchos enojos
et mucha lazeria, ca aquellos paos con que los han de cobrir por los
guardar del fro et de la calentura et del aire, a comparain del cuero del su
cuerpo, non ha pao, nin cosa que a l legue, por blando que sea, que non
le paresca tan spero como si fuesse todo de spinas. Otros, porque ellos
non han entendimiento, nin los sus miembros non son en estado, nin han
complisin porque puedan fazer sus obras como deven, non pueden dezir
nin aun dar a entender lo que sienten. Et los que los guardan et los cran
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cuidan que lloran por una cosa, et por aventura ellos lloran por otra; et todo
esto les es muy grand enojo et grand quexa. Otros, de que comienan a
querer fablar, passan muy fuerte vida, ca non pueden dezir nada de cuanto
quieren nin les dexan complir ninguna cosa de su voluntad; ass que en todas las cosas an a passar a fuera de s et contra su talante.
Otros, de que van entendiendo, porque el su entendimiento non es an
complido, cobdician et quieren sienpre lo que les non aprovecha, o por
aventura que les es daoso. Et los que los tienen en poder non gelo consienten, et fzenles fazer lo contrario de lo que ellos querran. [Et] porque
de llos enojos non ay ninguno mayor que el de la voluntad, por ende passan
ellos muy grand enojo et grant pesar.
Otros, de que son omnes, et en su entendimiento complido, lo uno por las
enfermedades, lo l por ocasiones et por pesares et por daos que les vienen, passan siempre grandes reelos et grandes enojos. Et ponga cada uno
la mano en su coran, si verdat quisiere dezir, bien fallar que nunca passo
da que non oviesse ms enojos et pesares que plazeres.
Otros, desque va entrando en la vegedat, ya esto non es de dezir, ca tambin del su cuerpo mismo como de todas las cosas que vee, de todas toma
enojo, et por aventura todos los quel veen toman enojo del. Et cuanto ms
dura la vegez, tanto ms dura et crese esto, et en cabo de todo viene a la
muerte, que se non puede escusar, et ella lo faze partir de s mismo et de
todas las cosas que vien quiere, con grand pesar et con grand quebranto. Et
desto non se puede ninguno escusar et nunca se puede fallar buen tiempo
para la muerte; ca si muere el omne moo, o manebo, o viejo, en cualquier
tiempo le es la muerte muy cruel et muy fuerte para s mismo et para los
quel quieren bien. Et si muere pobre o lazrado, de amigos et de contrarios
es despreiado; et si muere rico et onrado, toman sus amigos grand quebranto, et sus contrarios grand plazer, que es tan mal como el quebranto de
sus amigos. Et dems, al rico contese como dixo el poeta: Dives diviias, etc., que quiere dezir: Que el rico ayunta las riquezas con grand
trabajo, et posselas con grand temor [et] dxalas con grand dolor.
Et ass podedes entender que, por todas estas razones, todo omne de buen
entendimiento que bien parasse mientes en todas sus condiiones, deva
entender que non son tales de que se diviesse mucho presiar.
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Dems desto, segund es dicho desuso, el omne es ms menguado que ninguna otra animalia; ca el omne no ha ninguna cosa de suyo con que pueda
bevir, et las animalias todas son vestidas, o de cueros o de cabellos o de
conchas o de polas, con que se pueden defender del fro et de la calentura
et de los contrarios; mas el omne desto non ha ninguna cosa, nin podra
bevir si de cosas agenas non fuesse cubierto et vestido.
Otros, todas las animalias ellas se goviernan, que non an mester que ninguno gelo aparee, mas los omnes non se pueden governar sin ayuda dotri
nin pueden saber cmo pueden bevir si otri non gelo muestra. Et aun en la
vida que fazen, non saben en ella guardar tan complidamente como las
animalias lo que les cumple para pro et para salut de sus cuerpos.
Et ass, seor conde Lucanor, pues veedes manifiestamente que el omne ha
en s todas estas menguas, parad mientes si faze muy desaguisado en tomar
en s sobervia, nin loana desaguisada.
La otra, que fabla del mundo, se parte en tres partes: la primera, qu cosa es
el mundo; la segunda, cmo passan los omnes en l; la terera, qu galardn les da de llo que por l fazen.
-iertamente, seor conde, quien quisiesse fablar en estas tres maneras
complidamente, ava manera assaz para fazer un libro; mas, porque he tanto
fablado, tomo reelo que vs et los que este libro leyeren me ternedes por
muy fablador o tomaredes dello enojo, por ende non vos fablar sinon lo
menos que yo pudiere en esto, et fazervos he fin a este libro, et rugovos
que non me afinquedes ms, ca en ninguna manera non vos respondra ms
a ello, nin vos dira otra razn ms de las que vos he dicho. Et lo que agora
vos quiero dezir es esto: que la primera de las tres cosas, qu cosa es el
mundo, iertamente esto seri grand cosa de dezir, mas yo dezirvos he lo
que entiendo lo ms brevemente que pudiere.
Este nombre del mundo tmasse de movimiento et de mudamiento,
porque el mundo sienpre se muebe et siempre se muda, et nunca est en un
estado, nin l, nin las cosas que estn en l son [quedas], et por esto ha este
nombre. Et todas las cosas que son criadas son mundo, mas l es criatura de
Dios et l lo cri cuando l tovo por bien et cual tovo por bien, et durar
cuanto l tobiere por bien. Et Dios solo es el que sabe cundo se ha de
acabar et qu ser despus que se acabare.
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La segunda, cmo passan en l los omnes; otros, sin dubda, sera muy
grave de se dezir complidamente. Et los omnes todos passan en el mundo
en tres maneras: la una es que algunos ponen todo su talante et su entendimiento en las cosas del mundo, como en riquezas et en onras et en deleites
et en complir sus voluntades en cualquier manera que pueden, non catando
a l si [non] a esto; ass que dizen que en este mundo passassen ellos bien,
ca del otro nunca bieron ninguno que les dixiesse cmo passavan los que
all eran. La otra manera es que otros passan en el mundo cobdiiando
fazer tales obras porque oviessen la gloria del Paraso, pero non pueden
partirse del todo de fazer lo que les cumple para guardar sus faziendas et
sus estados, et fazen por ello cuanto pueden, et, otros, guardan sus almas
cuanto pueden. La terera manera es que otros passan en este mundo
tenindose en l por estraos, et entendiendo que la principal razn para
que el omne fue criado es para salvar el alma, et pues nascen en el mundo
para esto, que non deven fazer l, sinon aquellas cosas porque mejor et ms
seguramente pueden salvar las almas.
La primera manera, de los que ponen todo su talante et su entendimiento en
las cosas del mundo, ciertamente stos son tan engaados et fazen en ello
tan sin razn et tan grand su dao et tan grand poco seso, que non ha omne
en el mundo que complidamente lo pudiesse dezir; ca vs sabedes que non
ha omne del mundo que diese por una cosa que valiesse diez marcos ciento,
que todos non toviessen que era assaz de mal recabdo; pues el que da el
alma, que es tan noble criatura de Dios, al Diablo que es enemigo de Dios,
et dal el alma por un plazer o por una onra que por aventura non le durar
dos das -et por mucho quel dure a comparacin de la pena del Infierno en
que siempre ha de durar non es tanto como un da- dems, que aun en este
mundo aquel plazer o aquella onra o aquel deleite porque todo esto quiere
perder, es ierto quel durar muy poco; ca non ha deleite por grande que
sea, que de que es passado, que non tome enojo dl; nin ha plazer, por
grande que sea, que mucho pueda durar et que se non aya a partir tardi o
ana con grand pesar; nin onra, por grande que sea, que non cueste muy
cara si omne quisiere parar mientes a los cuidados et trabajos et enojos que
omne ha de soffir por la acresentar e por la mantener. Et cate cada uno et
acurdesse lo quel contesi en cada una destas cosas; si quisiere dezir
verdat, fallar que todo es ass como yo digo.
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Otros, los que passan en el mundo cobdiiando fazer porque salven las almas, pero non se pueden partir de guardar sus onras et sus estados, estos
tales pueden errar et pueden aertar en lo mejor; ca si guardaren todas estas
cosas que ellos quieren guardar, guardando todo lo que cumple para salvamiento de las almas, aiertan en lo mejor et pudenlo muy bien fazer; ca
ierto es que muchos reys et grandes omnes et otros de muchos estados
guardaron sus onras et mantenieron sus estados, et, fazindolo todo,
sopieron obrar en guisa que salvaron las almas et aun fueron sanctos; et
tales como stos non pudo engaar el mundo, nin les ovo a dar el galardn
que el mundo suele dar a los que non ponen su esperana en l sinon en l;
et stos guardan las dos vidas que dizen activa et contemplativa.
Otros, los que passan en este mundo tenindose en l por estraos et non
ponen su talante en l sinon en las cosas porque mejor puedan salvar las
almas, sin dubda stos escogen la mejor carrera; et digo, et atrvome a
dezir que, ierto, stos escogen la mejor carrera, porque desta vida se dize
en el Evangelio que Mara escogi la mejor parte la cual nuncal sera tirada. Et si todas las gentes pudiessen mantener esta carrera, sin dubda sta
sera la ms segura et la ms aprovechosa para aquellos que lo guardassen;
mas, porque si todos lo fiziessen sera desfazimiento del mundo, et Nuestro
Seor non quiere del todo que el mundo sea de los omnes desanparado, por
ende non [se] puede escusar que muchos omnes non passan en el mundo
por estas tres maneras dichas.
Mas Dios, por la su mered, quiera que passemos ns por la segunda o por
la terera destas tres maneras, et que vos guarde de passar por la primera;
ca ierto es que nunca omne por ella quiso passar que non oviesse mal
acabamiento. Et dgovos que desde los reys fasta los omnes de menores
estados, que nunca vi omne que por esta manera quisiesse passar que non
oviesse mal acabamiento paral su cuerpo et que non fuesse en sospecha de
ir la su alma a mal logar. Et siempre el Diablo, que travaja cuanto puede en
guisar que los omnes dexen la carrera de Dios por las cosas del mundo,
guisa de les dar tal galardn -como [se] cuenta en este libro en el captulo
tal- que dio el Diablo a don Martn, que era mucho su amigo.
Agora, seor conde Lucanor, dems de los enxiemplos et proverbios que
son en este libro, vos he dicho assaz a mi cuidar para poder guardar el alma
et aun el cuerpo et la onra et la fazienda et el estado, et, loado a Dios, se-
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