NW - Lavaderos de Oro
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NW - Lavaderos de Oro
En poca que no puedo precisar, aunque relativamente reciente, se descubri en las inmediaciones de la aldea asturiana de Fresnedo, muy cercana a La Pola de Allande y perteneciente a su concejo, un bloque de cuarcita muy dura que presentaba en dos de sus caras cuatro cavidades irregulares o cazoletas (fig. 5). En la actualidad creo que sigue estando en casa de un vecino de la Pola, el mismo que tuvo la curiosidad de recogerla. Poco despus de conocer este hallazgo, tuve ocasin de ver una pieza similar que se conserva en una esquina de la plaza del pueblo de Cecos, en el concejo de Ibias1. Cualquiera que haya visto los morteros que aparecen en abundancia en las inmediaciones de las explotaciones aurferas de Trsminas (. de Portugal) y otros puntos del NW. peninsular a los que luego me re ferir, identificar enseguida estas dos piezas nuevas con tales instrumentos mineros; as lo hice yo en mi primer trabajo sobre la minera del NW. (SNCHEZPALENCIA, 1977, 88, resumido en SNCHEZPALENCIA, 1979, 48, figs. 21 y 22). No obstante, en varias ocasiones he discutido con diversos estudiosos del tema acerca del uso concreto de tales piedras con cazoletas o morteros, sin haber encontrado una solucin plenamente satisfactoria. Ms en particular, recuerdo haber comentado esta cuestin con el Profesor Jord en una de las visitas a sus excavaciones en el Castro de San Chus (Allande). Por ello, creo que es ahora el momento ms oportuno para dar a conocer algunos datos que arrojan luz sobre el tema, rindiendo a la par homenaje de reconocimiento y amistad al Profesor Jord.
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Teniendo en cuenta que la nueva hiptesis que planteo afecta al proceso de lavado y obtencin del concentrado de oro en las explotaciones aurferas romanas del NW., considero necesario hablar en conjunto de todo el tema para que pueda comprenderse el alcance de la interpretacin propuesta. El lavado del mineral aurfero para la obtencin del oro en partculas o polvo est ya perfectamente descrito en el pasaje de Agatrquides sobre las minas de Egipto (D.S.3, 14,1 y 2). Un procedimiento similar se empleaba en las minas de Laurium (CoNOPHAGOS, 1970; CONOPHAGOS y MUSSCHE, 1970;
JONES, 1976 en HEALY, 1978, 146-148, fg. 22, 23 y lm. 41-43; CONOPHAGOS, 1980, en especial 224252, 386, 390-392, fg. 10-16 a 10-25, 10-30 a 1042, 17-1 a 17-15 y 18-5), donde serva para el enriquecimiento del mineral argentfero. Los modernos trabajos que acabo de citar nos han facilitado un conocimiento exhaustivo acerca de la esctructura de los lavaderos de Laurium, mejorando as interpretaciones que estaban vigentes desde finales del siglo pasado (NEGRIS, 1881; ARDAILLON, 1897, 63-74, fg. 20 y lm. III). Antes de explicar el proceso de lavado de las minas del NW. es interesante resumir el funcionamiento de estos lavaderos de Laurium, puesto que contribuye notablemente a una mejor comprensin del funcionamiento de las agogae y otros tipos de lavaderos empleados por los romanos en Asturia y Gallaecia. Segn los trabajos de CONOPHAGOS, existan dos tipos de lavaderos en las minas de plata ticas: lavaderos planos y lavaderos helicoidales (fg. 1).
Fue don Antonio Linares quien me facilit en ltimo trmino el conocimiento de ambas piezas, aunque la encontrada en Fresnedo la guarda su cuado, don Alfredo. A ambos, mi agradecimiento.
350 Los lavaderos planos eran a su vez de dos tipos; el I (fig. 1, a) era el ms comn y el de mayores dimensiones; el II era muy poco frecuente y posea unas dimensiones menores. La nica diferencia entre ambos es de carcter cuantitativo. Mientras los del tipo I estn diseados para recuperar el mximo y reutilizar todo el agua utilizado en el lavado, en los del tipo II el diseo no atenda tan directamente a estos fines, puesto que se hallaban al parecer en zonas ms ricas en recursos hidrulicos. Por lo dems, su funcionamiento era el mismo. El agua se almacenaba en unas cisternas inmediatas a los lavaderos, desde donde era introducida paulatinamente en el circuito de lavado. En los lavaderos planos (fig. 1, a), el agua parta desde un depsito situado en la cabecera (A en fig. 1, a y b). Desde all sala a travs de unos registros o bocas de salida de forma cnica (B), es decir, progresivamente estrechados para dar al agua una mayor fuerza. El nmero de registros variaba de 2 a 8. El agua se precipitaba sobre un canalillo de lavado hecho de madera (D), colocado en pendiente sobre las superficies (C) existentes entre el depsito y el canal de recuperacin (E-l). Las superficies (C) sobre las que se colocaban los canales de lavado (D) posean una ligera pendiente, en torno al 2 %, de forma que el agua que se derramase sobre ellas fuese a parar siempre al canal de recuperacin (E-l). El mineral triturado y molido era vertido a mano sobre los canalillos de madera (D), de seccin supuestamente semicircular y con el fondo ms o menos ondulado o tallado con resaltes, de forma que en sus cavidades se fuesen depositando las partculas ms pesadas, es decir, los granos de galena argentfera, mientras que los estriles ms livianos eran arrastrados por el agua hasta el canal E-l. Sin embargo, no todo lo que caa en el canal E-l era estril, tambin eran arrastradas partculas de mineral aprovechable de menor tamao y peso, es decir, ms pobres en metal. Por esta razn, los canales de recuperacin, E-l, E-2 y E-3, estaban interrumpidos por una serie de pozos o depsitos de decantacin, F-l, F-2 y F-3, donde se depositaban progresivamente las partculas arrastradas por la corriente, que as quedaban seleccionadas segn su riqueza mineral. La decantacin producida en dichos pozos facilitaba a su vez la depuracin del agua, que de este modo poda ser utilizada totalmente limpia, transpasndola con baldes de F-3 al depsito A. De cualquier forma, para evitar que esta operacin produjese una agitacin
Francisco-Javier Snchez-Palencia Ramos del agua almacenada en el depsito de cabecera (A), el operario que la efectuaba apoyaba el balde en el poyete G y verta el agua suavemente sobre el depsito. Se trataba de evitar que el caudal que sala por los registros (B) pudiese arrastrar partculas en suspensin y por ende dificultar el proceso de lavado del mineral. Los canales de lavado (D) eran vaciados en una dependencia que posea a tal fin la planta, donde se secaba y almacenaba hasta su tratamiento metalrgico. La existencia de varios canales de lavado permita tenerlos en funcionamiento alternamente, sin que se interrumpiese el proceso. El mineral recogido en los pozos o depsitos de decantacin, F-l, F-2 y F-3, y circunstancialmente en los canales de recuperacin, E-l. E-2 y E-3, era recogido y puesto a secar en la superficie central delimitada por los canales de recuperacin, hacia donde escurra el agua que pudiese contener. Es fcil deducir de lo expuesto que el diseo de las plantas de lavado planas de Laurium estaba esencialmente orientado a la recuperacin del mximo de agua posible, ya que no era muy abundante en la regin. Por otra parte, el mineral arrojado en los canales de lavado estaba ya altamente enriquecido, al haberse extrado mediante una minera subterrnea selectiva y haber sido sometido a una clasificacin, trituracin y molido que haba eliminado progresivamente una gran parte de la ganga. No es difcil presumir la existencia de estas dos mismas circunstancias en las minas de oro de Egipto; la escasez de agua resulta all an ms evidente, mientras que el tipo de minera subterrnea y el proceso de enriquecimiento previo al lavado a que era sometido el mineral eran prcticamente iguales. As pues, el paralelismo entre el canal de lavado de madera empleado en Laurium y la que aparece en el relato de Agatrquides (D.S. 3, 14, 1), propuesto por CONOPHAGOS (1980, 243 s.), me parece correcto. La descripcin completa del lavado en las minas de Egipto es tambin equiparable al procedimiento utilizado en Laurium: Por ltimo, tcnicos reciben las piedras reducidas al grado de finura que hemos indicado y proporcionan la ltima mano de obra. As pues, frotan sobre una tabla larga y un poco en pendiente el mrmol (o cuarzo) trabajado, echando encima agua. La parte terrosa corre a lo largo de la tabla, arrastrada por el agua, y la que tiene oro permanece sobre la madera a causa de su peso. Repiten muchas veces esta operacin, al
Los Morteros de Fresnedo (Aliunde) y Cecos (Ibias) y los lavaderos de oro romanos en el...
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FIGURA 1. Lavaderos de Laurium (tica, Grecia): a) Lavadero plano, b) Detalle del canal de lavado, c) Restos de un lavadero helicoidal, d) Reconstruccin de un lavadero helicoidal. Dibujos a partir de CONOPHAGOS (1980)
principio frotando ligeramente entre las manos el material y despus presionndolo suavemente con esponjas (o sustancias esponjosas) muy finas, dsechando poco a poco el material estril y terroso del conjunto, hasta que la partcula de oro queda pura
y sola (sobre la tabla). (D.S. 3, 14, 1 y 2). La nica novedad con respecto a las plantas de lavado de Laurium radica en la repeticin del proceso varias veces. Esto se deba sin duda al menor enriquecmiento del mineral aurfero egipcio en comparacin
352 con el argentfero tico, asi como a las caractersticas naturales del oro, cuyas partculas son siempre de un tamao muy pequeo y mucho ms difciles de recuperar que una galena triturada y molida. Volviendo a Laurium, los estudios ms recientes que ya he citado han puesto de relieve que el segundo tipo de lavadero utilizado en estas minas de plata, el helicoidal, es posterior y una imitacin en piedra del lavadero plano. Sin embargo, su diseo (fig. 1, c y d) segua estando en funcin de unos principios similares. El agua sala de un depsito de almacenamiento (A) y caa a presin a travs de unos registros cnicos (B) sobre el canal de lavado (C), en cuyos primeros tramos se arrojaba a mano el mineral argentfero. Dicho canal estaba labrado en unos bloques de mrmol que formaban un crculo (de 615 cm. de dimetro en el lavadero de Demoliaki recostruido en la fg. 1, d), con una ligera pendiente entre la cabecera y el extremo final (0,6 cm./m. aproximadamente en Demoliaki). Su fondo se labraba en forma de cazoletas semiesfricas a fin de obstaculizar la corriente y provocar la decantacin del mineral a lo largo del recorrido, segn su mayor o menor peso y por lo tanto riqueza. Una serie de operarios contribuan a que el mineral se deshiciese convenientemente, removiendo el fondo de las cazoletas y facilitando as la seleccin. Los estriles eran arrastrados a lo largo del canal hasta decantarse en los depsitos situados en el extremo final, especialmente en el primero (D-l). De esta forma el agua alcanzaba el ltimo depsito (D-2) casi totalmente limpia de impurezas y poda ponerse nuevamente en circulacin, transvasndola con un balde al depsito de cabecera (A). El mineral enriquecido sera cribado, una vez seco, junto al mismo lavadero, como muestra la fig. 1, d. Segn CONOPHAGOS (1980, 252) en los lavaderos helicoidales se trataran los finos y an estriles con algo de mineral aprovechable procedentes de lavados anteriores. Por ello era necesario que el sluice o canal de lavado poseyese una longitud mayor que en los lavaderos planos, dada la dificultad que entraaba separar la parte mineral beneficiable de un material tan pobre. Volviendo al NW. peninsular, voy a examinar los lavaderos utilizados por los romanos en las ltimas fases de enriquecimiento del material aurfero. Para ello voy a apoyarme en lo expuesto sobre las minas de Laurium y Egipto, en la descripcin de Plinio (Plin. HN. 33, 76), en los vestigios que que-
Francisco-Javier Snchez-Falencia Ramos dan en el propio NW., en los paralelos que proporciona Agrcola y en los sistemas de lavado empleados en la actualidad. La descripcin de Plinio dice lo siguiente: Todava queda otra tarea en el llano. Se excavan unas trincheras por las que discurra la corriente se denominan agogae, que se cubren a intervalos con urces (ulex). Se trata de un arbusto semejante al romero, spero y que retiene el oro. Los laterales de las agogae estn cerrados con tablas y por las zonas accidentadas los canales (o agogae) van suspendidos sobre soportes. Fluyendo de esta forma, la tierra se desliza mar adentro y el monte derruido se diluye en l, y sta es la causa por la que Hispania hace avanzar ya sus tierras muy lejos en el mar. Los estriles que en el tipo anterior de explotacin (en el aurum canalicium o minera subterrnea) son evacuados con gran trabajo para que no ocupen los pozos, en sta (la arrugia o ruina montium) son transportados por el agua. El oro obtenido mediante las arrugiae no se funde, sino que es oro al instante. As se encuentran trozos de oro, incluso en los pozos, que pasan de 10 libras de peso; se llaman palagae, segn otros palacurnae, y los mismos llaman balux al oro que es ms fino. El urce se seca, se quema y la ceniza se lava en un cauce de csped herboso para que se deposite el oro (Plin. HN. 33, 76 y 77). A lo largo de los prrafos citados, Plinio habla de dos lavados, que en mi opinin se corresponden con otros dos tipos de canales de lavado, no con uno solo. En primer lugar habla de la agoga, que ya fue identificada por el ingeniero Sandino y Bascn (DEZ SANJURJO, 1906, 70) con los sluices empleados en los yacimientos aurferos de California. En la agoga se lavaba todo el material aurfero extrado y arrastrado por la corriente, excepto los cantos rodados de mayor tamao apartados antes de llegar hasta el canal de lavado, de forma que la enorme cantidad de estriles producidos y transportados en parte por los ros eran la causa por la que Hispania hace avanzar ya sus tierras muy lejos en el mar. Pero un poco ms adelante Plinio menciona tambin el lavado de las cenizas de las urces utilizadas como obstculos en las agogae y que por lo tanto deban haber retenido no pocas partculas de oro. Este lavado se haca mediante un substratum caespite herboso, es decir una estructura, superficie o canal cubierto de csped, seguramente de tamao ms reducido que la agoga, puesto que la cantidad
Los Morteros de Fresnedo (Aliunde) y Cecos (Ibias) y los lavaderos de oro romanos en el... del material a lavar era ms reducida y el oro se hallaba ms concentrado. Por otro lado el proceso de enriquecimiento a que se someta al mineral primario era mucho ms complejo que el realizado sobre el secundario, donde prcticamente no exista. Lgicamente, el tipo de lavado no deba ser el mismo exactamente. En diversas explotaciones sobre yacimientos primarios del NW. se han documentado los ya mencionados morteros con cazoletas, que en mi opinin son ms bien piezas de un canal de lavado comparable con los lavaderos helicoidales de Laurium, formados tambin por bloques de piedra labrados en forma de cazoletas por uno de sus lados. A continuacin expongo ms detenidamente las caractersticas de cada uno de estos tres tipos de canales de lavado. Agoga, canal de lavado o sluice: Como ya seal Sandino y Bascn (DIEZ SANJURJO, 1906, 705), la agoga que describe Plinio era muy semejante a los actuales canales de lavado conocidos como sluices o sluice-boxes (SAUVAGE, 1876, 44-52; LOCK, 1882, 862-869; PEELE y CHURCH, 1956, I, 823-826 y 829839; TAGGART, 1956, 11-95 ss.; GRIFFITH, I960, 99 ss. y WELLS, 1969, 74 ss. y 144). Estos aparatos consisten en unos largos canales de madera en cuyo fondo se colocan unos obstculos a intervalos ms o menos regulares; dichos obstculos se denominan nffles y pueden ser de diversos materiales y estar colocados tambin en posiciones variables. Lo ms comn son los nffles hechos a base de tablones de madera y dispuestos en posicin transversal sobre el fondo del sluice, como el modelo empleado reciencemente en una planta-piloto de R.T.M. instalada en Las Omaas y en Castrillo de la Valduerna (fot. 1) (PREZ, 1977, 298-300, fg. 61, lm. 22, 4 y 23, 2). El mismo esquema presentan algunas de las areae o canales de lavado que describe y representa Agrcola al hablar del lavado del mineral aurfero en concreto (fg. 2, y AGRCOLA, 1972, VIII, 338). Los nffles o tabellae transversae servan para acentuar la decantacin de las partculas ms pesadas, entre ellas el oro, que as quedaban retenidas en el fondo del canal. Tambin sola echarse entre medias de los nffles un poco de mercurio, de forma que el oro fuese amalgamndose. No cabe la menor duda de que Plinio o su informante estuvo viendo este canal en funcionamiento y lo describi limitndose a resear aquello que estaba claramente a la vista: Las trincheras, fossae, donde se colocaban las agogae, o los soportes sobre
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los que se apoyaban en los lugares abruptos; las tablas laterales del canal {latera cluduntur tabulis)\ y las urces o brezos, ulices, que se colocaban a intervalos para ayudar a retener el oro y que deban sobresalir del agua enlodada que correra a lo largo de
FIGURA 2. Canal de lavado de oro, segn AGRCOLA (1972, VIII, fig. p. 33A). A: Canaln (Canalis). : Caja de cabecera sobre la que se echa el mineral (Cansa). C: Fondo de la caja invertida (Eiusdem inversae fundum). D: Lado abierto de ella (Eiusdem pars patens). : Azada de hierro (Rutrum Ferreum). F: Tablones transversales a modo de riffles (Tabellae). G: Canalillo de abas tecimiento de agua (Canaliculum). H: Batea en la que se recoge el oro depositado en el fondo del canal (Alveus). i": Batea negra para lavado en fino (Alveus niger).
las agogae. Segn recientes estudios de DOMERGUE y HERAIL (1978, 268 y 285-290), las urces empleadas seran del tipo Enea Arbrea L. o urce arborescente. Obviamente Plinio omiti la alusin a la tabla que cerraba el canal por el fondo y a las piedras y obstculos que servan para retener las urces y evitar que las arrastrase la corriente. En la fg. 3b reconstruyo la estructura de esta agoga descrita por Plinio a la luz de un sluice-box con nffles de piedra de los utilizados en las minas de California (fg. 3a). De acuerdo con lo expuesto, la interpretacin de los investigadores de la Universidad de Manchester sobre el pasaje antes reseado de Plinio me parece
354 incorrecta. A propsito de las agogae, la traduccin que presentan es la siguiente: Las canalizaciones de agua, cuyo nombre griego significa conducciones, estn labradas en escalones y cubiertas de brezo... 2
(LEWIS y J O N E S , 1970, 184, seguidos por BIRD,
Francisco-Javier Snchez-Falencia Ramos de los estriles, etc. Segn los clculos de Domergue, que ha estudiado este tema con bastante rigor cientfico (sobre todo en DOMERGUE, 1971, 570573; 1972-74, 513-516; DOMERGUE y HERAIL, 1978,
1972, 42). La traduccin es claramente errnea, al aplicar el adverbio gradatim al verbo cavantur en vez de a sternuntur, que es como realmente figura en el texto de Plinio. As pues, es totalmente gratuito entender que Plinio confunde dos tipos de canales de lavado: el stepped washing-tables labrado sobre la misma roca y el wooden washing-tables, Long Tom o canal de lavado compuesto de un primer sector sin riffles u obstculos, una criba y un tercer cuerpo formado por un sluice (LOCK, 1882, 856 y 860-862; GRIFFITH, I960, 35 y 117; WELLS, 1969, 135). El funcionamiento de las agogae era muy sencillo. El agua cargada con el material aurfero extrado, debidamente encauzada, se haca pasar a travs de ellas, de forma que los obstculos colocados en su fondo facilitasen la retencin del oro (fot. 1). Una vez lavada de esta forma una determinada cantidad de conglomerado, se cerraba el paso del agua y se retiraban los obstculos. Entonces se apartaran a un lado las urces a fin de secarlas y quemarlas y lavar las cenizas, mientras que el resto de la tierra o concentrado depositado en el fondo (fot. 2) era cuidadosamente recogido con agua limpia, arrojndose seguramente en unos baldes para proceder a un lavado de finos con la batea, segn se hace an hoy y como aparece en las ilustraciones de Agrcola (fig. 2 y fot. 3). Es evidente que las urces no podan retener todo el oro, como parecen entender DOMERGUE y HERAIL (1978, 268), sino que la mayora de las partculas aurferas quedaran retenidas por las piedras o tablones que sujetaban a las propias urces. Como sealan todos los tratados modernos sobre el tema, ya citados, las dimensiones que deben tener los sluices, al igual que las agogae, varan segn diversos factores; caractersticas del conglomerado a tratar, en especial la proporcin y granulome tra de sus componentes; la ley de oro que posee; cantidad que se desea lavar; suministro de agua disponible; condiciones topogrficas del terreno donde se desea situar, teniendo en cuenta el vertido y acumulacin
2 Water conduits, the greek name for which means leads, are cut in steps and floored with gorse....
266-268 y 279), las dimensiones medias de una agoga para lavar el material aurfero extrado por surcos convergentes en la Valduerna seran: 40 m. de longitud, 1,80/2 m. de anchura, 1,35 de altura y una pendiente entre el 3 y el 4 % (DOMERGUE y HERAIL, 1978, 268).
Substratum caespite herboso. Canal de lavado con csped: Era el canal utilizado, segn atestigua Plinio, para lavar las urces que actuaban como obstculo en las agogae, una vez secas y quemadas.
AGRCOLA
perfectamente la estructura del canal o rea y su funcionamiento (fig 3)., citando expresamente el prrafo de Plinio (HN. 33, 78).
^77W"///////////////77Z?/7V77777T,
FIGURA 3. a) Sluice-box de la mina Pactolus de Smartsville (California), segn SAUVAGE (1876, lm. II, fig. 6 y 7). b) Reconstruccin de la agoga descrita por Plinio a partir del anterior paralelo.
Si se tiene en cuenta que se trata de lavar un mineral aurfero ya concentrado, hay que dar por sentado que las dimensiones del substratum seran mucho ms reducidas que las de la agoga, quizs de un tamao similar a la area del dibujo de Agrcola.
Los Morteros de Fresnedo (Aliunde) y Cecos (Ibias) y los lavaderos de oro romanos en el...
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FOT. 3. Recogida del material aun]cero depositado en el fondo del sluice de la planta-piloto, de R.T.M.
FOT. 1.
FOT. 2. Canal de lavado de la planta-piloto de R.T.M. en Castrillo de la Valduerna, detalle del material aufero depositado en el fondo, retenido con la ayuda de los tablones transversales o riffles.
FOT. 4.
Piedras con cazoletas en una casa de la aldea de Covas, Trsminas (N. de Portugal).
356 Sobre el canal de madera se colocaran terrones de csped y las cenizas de las urces se arrojaran sobre la cabecera de dicho canal. El agua arrastrara todo el estril y el oro de las urces quedara entre el csped, que se lavara en una tina o balde segn muestra la ilustracin de Agrcola. El concentrado resultante sera sometido nuevamente a un lavado de finos en la batea. Canal de lavado con cazoletas de piedra: Al hablar del enriquecimiento del oro primario, Plinio incluye el lavado como una de sus fases (HN. 33, 69). Antes que nada, quiero hacer una precisin sobre la diferencia entre oro primario y oro secundario. De la misma forma que la descripcin sobre la ruina montium puede aplicarse en menor o mayor grado a yacimientos primarios con mineralizacin masiva, tambin puede aplicrseles el lavado mediante agogae o sluices. El factor que marcara la diferencia sera el grado de concentracin en que llegase el material aurfero hasta el lavado. Si la trituracin, tostacin y molido haba eliminado ya la mayor parte del estril y por ende haba reducido notablemente la cantidad de oro a lavar, es evidente que ya no resultaba necesario utilizar los enormes canales de lavado de las agogae. Atendiendo seguramente a estas razones, los ingenieros romanos disearon un tipo de canal de lavado especial para algunos yacimientos primarios. El nico resto que habra quedado de estas plantas de lavado seran los llamados morteros o molinos con cazoletas, tan abundantes en los alrededores de las cortas de Trsminas (N. de Portugal) (fig. 4 y fot. 4), aunque tambin aparecen a los pies de las cortas de Cecos (Ibias, Asturias) (fot. 5), Corta del Valladar de Pozos (Valderia, Len) (fot. 6), Bachicn de Fresnedo (Allande, Asturias) (fig. 5), e incluso en
Francisco-Javier Snchez-Falencia Ramos yacimientos aurferos primarios de otras zonas de la Pennsula explotados en poca romana (fot. 8). Prcticamente todos los autores qu se han ocupado de las explotaciones del N. de Portugal han interpretado estos bloques de piedra como morteros para triturar el material abatido en las cortas, yo mismo expuse esta opinin, que ahora considero equivocada, como ya he dicho en una publicacin anterior
(SNCHEZ-PALENCIA, 1979, 48).
FIGURA 5.
10
25
50 cms
FIGURA 4. Trsminas (. de Portugal, n. 9). Piedra con cazo letas de un canal de lavado, hasta ahora considerada como mor
tero. (FERREIRA DE ALMEIDA, 1973, lm. III).
Slo FERREIRA DE ALMEIDA (1973, 561) llam la atencin sobre la uniformidad que presentaban casi todas las piedras y sobre las superficies extremadamente pulimentadas de las cazoletas. De acuerdo con todas estas caractersticas, las interpret como
Los Morteros de Fresnedo (Allande) y Cecos (Ibias) y los lavaderos de oro romanos en el..
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FOT. 5.
FOT. 7. Fragmentos de cuarcita con cazoleta en las inmediaciones de las explotaciones auferas de El Secuello, Bustenro-Pea Trapa y Fuente del Estanco, Andiuela (Len).
FOT. 6. Piedra con cazoleta embutida en la pared de una casa del pueblo de Pozos, Truchas (Len), junto a la explotacin de la Corta Valladar.
FOT. 8. Bloque de cuarcita con cazoletas de la explotacin sobre yacimiento aurfero primario de El Molinillo (Toledo-Ciudad Real).
piedras de un molino mecnico movido por fuerza manual, animal o hidrulica. Pero, ni siquiera considerando que los ms oblongos que menciona el autor portugus girasen en el sentido longitudinal o transversal de los bloques de piedra, pueden explicarse las irregularidades del interior de las cazoletas, visibles sobre todo en los ejemplares de la fig. 5 y de las fot. 4 y 5. Dichas irregularidades no corresponden a la erosin de una accin mecnica regular, sino que ofrecen el aspecto de un desgaste pro-
ducido lentamente y por varios puntos del fondo a la vez. Si comparamos los bloques de piedra con cazoletas del NW. con los que formaban los lavaderos helicoidales de Laurium (CONOPHAGOS, 1980, fot. 10-30 a 10-37) (fig. 1, c y d), el parecido es evidente. A la luz de este paralelo resulta mucho ms sencillo explicar su apariencia externa. Las mltiples depresiones que se superponen en el fondo de la cazoleta se deben al frotamiento continuo de las
358 partculas ms pesadas, decantadas mediante el lavado y que permanecan en el fondo, pero no quietas, sino en continua agitacin por la corriente del agua, formando un verdadero remolino erosivo a pequea escala. El resto del material que circulaba a travs del canal de lavado, ms liviano, ejerca una abrasin ms uniforme sobre la superficie de los bloques con cazoletas, dejndolos pulidos segn el aspecto que actualmente presentan. Otro paralelo que confirma la interpretacin propuesta lo hallamos en Agrcola, que describe varios tipos de canales de lavado o areae para lavar oro con su fondo tallado a base de cavidades de forma y configuracin diferentes, semiesfericas o cuadradas, aisladas o unidas por una serie de acanaladuras (AGRCOLA, 1972, VIII, fig. p. 341). La finalidad era la misma, facilitar la deposicin de las partculas de oro, que posteriormente eran cuidadosamente recogidas de dichas cavidades. La exacta forma y estructura que tuviesen estos lavaderos con cazoletas de piedra, es ya una cuestin que no se puede resolver, al menos mientras no se encuentren ms evidencias al respecto. Hay que suponer que formaran parte de una planta de enriquecimiento y lavado similar al (de = grano de mijo, por analoga con los pequeos granos a que se reduca el mineral una vez triturado y molido) o piov (de = limpiar, purificar, es decir, enriquecer el mineral) donde se encontraban los lavaderos de Laurium (ARDAILLON, 1897, 62 y 63 ss.; CONOPHAGOS, 1980, 216). De hecho, en el lugar de Ribeira dos Monhos, prximo a las Minas dos Mouros de Jales (FERREIRA DE ALMEIDA, 1973, 562) encontramos todos los elementos necesarios para pensar en una pequea factora equiparable a las de Laurium: Un forno dos mouros donde se tostara la roca extrada y triturada. Numerosos restos de molinos de manos circulares utilizables para moler el mineral calcinado. Un canal de abastecimiento de agua que proporcionaba el caudal necesario para la ltima operacin del enriquecimiento: el lavado. Restos de construcciones rectangulares y cermica romana, que seran el testimonio de la ocupacin en dicha poca del lugar. En definitiva, creo que las tcnicas de enriquecimiento y lavado empleadas por los romanos en el NW. peninsular no son sino el desarrollo de las tcnicas conocidas en el mundo grecohelenstico. Del
Francisco-Javier Snchez-Palencia Ramos mismo modo que existen claros paralelismos entre las tcnicas empleadas en las minas de oro de Egipto y las empleadas en Laurium, tambin se pueden establecer nexos de unin entre las minas ticas y las del NW. peninsular. No en vano existe un hilo conductor que va reflejado, de forma ms o menos detallada, los mismos sistemas de enriquecimiento del oro desde los textos de Aristteles hasta la descripcin de Plinio (Arist. De Mir. Ausc. 45; PI. Pit. 303, d y e ; Hp. Vict. 1, 20; D.S. 2, 50, 1 y 3 47, 78; Str. 3, 2, 8; 4, 2, 1; 4, 6, 12 y 16, 4, 18; Plin. HN. 33, 62, 69 y 77). Ciertamente existe una neta diferencia formal entre la agoga utilizada en el NW. y las plantas de lavado de Laurium, pero no es una casualidad que su nombre provenga del griego ( = conduccin, del verbo = conducir, guiar algo, en este caso el mineral aurfero arrastrado por el agua). Esta denominacin se ajusta perfectamente al encauzamiento de la masa de conglomerado abatida y arrastrada hacia los canales de salida de la explotacin, situados siempre en cotas ms bajas {inplano segn Plinio, HN. 33, 76). En algunos casos este encauzamiento es claramente visible sobre el terreno, bien por haberse tenido que excavar una trinchera para dar asiento al agoga, bien por haberse construido un cauce artificial en alto, utilizando, por ejemplo, los mismos cantos rodados resultantes de la explotacin. En todo caso, el material extrado se diriga mediante zanjas ms o menos regulares hacia las agogae, de forma similar a lo que se hace en la actualidad para las sluices. A pesar de las evidencias puestas de relieve con anterioridad, DOMERGUE (1970, 265, n. 48) consider que la relacin entre el latn agoga y el griego , propuesta ya por SCHULTEN (1963, II, 261), no es concluyente y prefiri relacionarlo con el trmino vasco agogai/ahogai, que tiene el significado general de boca, abertura, aadiendo que ...la presencia de una palabra griega en el vocabulario de una tcnica muy especializada y aparentemente de origen local no se entendera, con lo que el autor parece ignorar los sistemas de enriquecimiento y lavado practicados en el Mundo Antiguo y ms concretamente en el grecohelenstico. El principio en que se basaban las agogae es el mismo que se aplic en las minas de oro de Egipto y en las de plata de Laurium, cambiando nicamente las condiciones del agua disponible y del grado de enriquecimiento del mineral, como ya he puesto de relieve.
Los Morteros de Fresnedo (Aliunde) y Cecos (Lbias) y los lavaderos de oro romanos en el... El proceso de enriquecimiento es el mismo esencialmente que recogen las tablas de Vinasca, que perdurara sin apenas modificaciones hasta poca de Agrcola. Slo ignorando estos datos puede hablarse
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de una tcnica muy especializada y aparentemente local. El fundamento de esta afirmacin es efectivamente la mera apariencia.
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