S2M27.Kumar, Krishan-Owen y La Práctica Comunitaria

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El pensamiento utpico y la prctica comunitaria: Robert Owen y las comunidades owenianas


Krishan Kumar
(Traduccin: Claudia Narocki)

Un reformador disfruta mucho ms, dira yo, con la meditacin que con la realidad, William Owen, en el diario llevado en New Harmony ( 10 de noviembre de 182420 de abril de 1825).

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a teora y la prctica son actividades esencialmente diferentes. De la misma manera en que un artista inventa mundos imaginarios, los tericos sociales inventan estados puros de la sociedad. Por supuesto que en ninguno de los dos casos la disyuncin es absoluta. El mundo imaginario del artista esta construido con los ladrillos del mundo en el que vive, no importa cuan nuevas y fantsticas sean las estructuras que crea; toda la ciencia ficcin corrobora la certeza de la observacin de Freud de que la imaginacin queda siempre inevitablemente ligada ala tierra. De la misma manera, no existe una cosa tal como una teora social que no represente, en algn nivel, la prctica de la sociedad presente o pasada. El mundo de El Contrato Social de Rousseau, por ejemplo, tiene algo de las prcticas de la polis griega clsica, especialmente de Esparta, aunque sea de unamanerareinterpretada y menos densa. Tambin es probablemente cierto, y no es menos importante, que no hay una prctica humana que est libre de teora, que no est.6 gobernada por algn tipo de comprensin esencialmente terica, sea sta basta o refinada. Toda accin humana tiene sus premisas en normas o valores, acerca de los cuales se puede demostrar que estn inmersos en un sistema de creencias ms amplio que tiene todos los principales atributos de una teora. De acuerdo a esto, tal accin puede ser reforzada o reformada mediante explicacin y crtica terica. Toda la teora social, en este sentido, es 0 aspira a convertirse en prctica. Sin embargo, la coincidencia de interpretacin no es lo mismo que unidad. No cabe duda que, para ciertos propsitos, es mejor ver las actividades humanas como unificadas, como la expresin multiforme de nuestro comn ser de especie. Pero la fusin radical de todas las categoras de la actividad humana, tal como a menudo aparece en ciertas variedades del marxismo o del estructuralismo, puedetambin cnducir a un de,terminismo inaceptable. A veces es igualmente importante insistir en la pluralidad real y en la variedad de las actividades humanas, para diferenciar lo que los humanoshacen. Sintetizar, dialc-

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Krishan

Kumar.
Poltica

Keynes College. Univ. de Kent. Canterbury, Inglaterra. y Sociedad, ll (1992), Madrid (pp. 123-143).

124 ticamente o en otro sentido, la teora y la prctica en un concepto tal como praxis, entendido como la unidad de la teora y la prctica, es confundir dos actividades que son evidentemente diferentes y separadas. De hecho, hay una tradicin ms antigua que sita a la praxis en una posicin menos elevada que la que le otorgan muchos marxistas, especialmente tales como Georg Lukacs2. Aristteles parece ser una gua ms til cuando nos pide considerar a la praxis (conocimiento para) la accin meramente como un tipo de actividad humana. Tambin est lapoiesis (conocimiento para) la produccin, y la iheoria, (conocimiento para) laverdad. Tanto para Aristteles como para Platn, la bsqueda de la verdad (o la belleza) era una actividad autnoma,que opera en su propio reino. Las teoras y los conceptos tenan ciertamente una funcin utilitaria; ste era el supuesto de la sabidura filosfica. Pero la exigencia demasiado insistente en que la teora sea aplicable al mundo concreto supona un error respecto a las relaciones entre teora y prctica. El valor de la teora reside en su propia distancia y separacin respecto al mundo de la prctica, la propia coincidencia incompleta entre la teora y la prctica. Porque era slo mediante esta separacin radical de la prctica por lo que la teora poda conseguir esa perfeccin y esa totalidad un logroestticotantocomointelectualqueconstituin su principio. Era solamente de esta manera, tambin, por la que poda llevar a cabo su tarea prctica, de promover la aspiracin hacia el ideal.La teora incentiva constantemente esperanzas de su puesta en prctica; de la misma manera que constantemente desilusiona. Este resultado irnico era realmente la funcin principal de la teora. Esta llevaba a cabo su tarea extendindose ms all de la praxis, siendo metafrica. La teora operaba en el reino de la Idea, o el ideal; de esta manera, arrastraba a las personas hacia el ideal, como hacia un objetivo en apariencia posible de lograr pero que, en la prctica, siempre se aleja. Sobre esta perspectiva platnica podemos decr, no solamente como seala Michael Polanyi, que sabemos ms de lo que podemos decir; tambin sabemos ms que lo que podemos hacer, Estamos influenciados, con razn, por la idea de que gran parte de la teora social importante ha sido, en algn sentido, una respuesta a problemas prcticos. Lo Repblica de Platn fue estimulada por la amenazante disolucin de la polis clsica, de la misma manera que El Leviasn de Hobbes fue evocado por la anarqua de la Guerra Civil inglesa. La sociologia surgi en el siglo pasado como una respuesta a

Krtsban Kumar

los problemas de la recientemente nacida sociedad industrial: la rpida urbanizacin, las condiciones de vida en las fbricas, la creciente miseria ene! seno de la creciente y abundante riqueza4. Pero, la teora resultante no fue en ningn caso un simple remedio para las cuestiones acuciantes que la ocasionaban. lEn realidad, incluso no est claro que la teora estuviera destinada, con toda seriedad, a cumplir esta funcin prctica, oque hubiera podido hacerlo. La Repblica desarrolla un enfoque de la sociedad correcta que parece estar no slo ms all de la poca de Platn, sino de todas las pocas en el mundo humano. El Leviatn no result cmodo ni para los Monrquicos ni para los Parlamentaristas, y continu perturbando a los lectores con lo que parece un apego excesivoe idealizado al concepto del poder soberano. Es difcil imaginar una sociedad real organizada de acuerdo a los principios de El Leviatn; ciertamente, no ha aparecido ninguna de este tipo hasta ahora. Los conceptos de Marx sobre la alienacin y la libertad, los anlisis de Durkheim sobre la anomia y el individualismo, la burocracia racional ideal-tpica de Weber; en ninguno de estos casos estamos tratando con ansias o ideales que puedan ser resueltos o realizables de alguna maneraque se aproximealaforma que se nos ofrece en sus teoras. Las condiciones sociales son, evidentemente, los orgenes de la teora; no determinan ni pueden determinar su destino. La teora es semejante a la alquimia. Al teorizar, lo que se realiza es una transmutacin de los materiales de la prctica en formas puras o ideales. Esta puede parecer una manera indebida, tome, de presentar una discusin sobre la relacin entre el pensamiento utpico y la prctica comunitaria. Sin embargo, la conexin, probablemente, ya se ha hecho obvia. Toda la teora social es utpica; la teora social utpica lo es an en mayor grado. Los funcionalistas construyen modelos impracticables de sociedades consensuales; los marxistas construyen modelos impracticables de sociedades conflictivas. Los funcionalistas suean con estados atemporales deequilibrio y armona; los marxistas suean con una revolucin que anunciar una era de emancipacin humana lotal5. Esa dimensin utpica de la teora social tampoco es verdadera slo para estos famosos modelos en competencia sobre el hombre y la sociedad. Incluso en el nivel ms modesto de los conceptos socialesfamUja, clase, estado, ideologa, rol estamos en el reino de la perfeccin terica. Los principios de la organizacin social y la conducta humana estn formulados de manera tal que an teniendo algn tipo de referencia emprica, apuntan hacia un estado de ser

El pensamiento utpico y la prctica comunitaria: Robert Owen... ideal: clases que son colectivamente conscientes en tanto clases, estados que son soberanos oexpresiones de la voluntad popular, individuos que desaparecen dentro de los roles que les son marcados por el guin social. No sucede ni puede suceder de esta manera en la prctica. Pero, por supuesto, eso no importa. No hay nada malo o inusual en las teoras y conceptos que poseen estas cualidades ideales. Su extremismo lgico, su tendencia totalizadora, es lo que los identifica como teoras. As es la teora: una exageracin de ciertas caractersticas de la vida individual y social, magnificada hasta proporciones grotescas y exhibida como toda la verdad. Este es tambin el valor de la teora. Porque cada teora nueva es una nueva forma de vernos a nosotros mismos. Es una descripcin que tambin contiene una prescripcin. Lo que hagamos respecto a esto, en la medida que de hecho se pueda siquiera hacer algo, es otro asunto. Esto pertenece al reino de la prctica, que tiene sus propias formas y su propia lgica. No volvamos a caer, por otra parte, en la supuesta posicin Weberiana de una ciencia ideal respecto a la descripcin o al anlisis, pero neutral respecto a los valores. Weber mismo no pensaba que esto fuera, en ltima instancia, posible, y todo lo que sabemos sobre la construccin de la teora social confirma este enfoque. Sea lo que sea cieno acerca del mundo natural, los seres humanos inventan ms que descubren los hechos del mundo social, y no pueden hacerlo de otra manera. Sus teoras conllevan indeleblemente las marcas de esta accin de invencin o construccin, con todos los valores personales y sociales contenidos en ella6. La teora social, ya sea consciente o inconscientemente, est impregnada de valores. Contiene una visin de la vida buena, incluso cuando esto es, a veces, presentado como la nica vida posible. En un articulo brillante, en alabanzadel pensamiento utpico, H. U. Wells respondi agudamente a los positivistas y a los abogados de la sociologacentiftca: Los socilogos nopuedenevitar hacer Utopas; aunque ellos evitan la palabra, aunque niegan la idea con pasin, sus mismos silencios conforman una utopia7.

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a teora puede ser utpica; pero la utopa es teora? Hay algn sentido segn elcual sea til hablar sobre teora social utpica, y discutir su relacin con la prctica? Despus de todo, las utopias son ficciones por definicin. Habiendo comenzado en el siglo diecisis con una imitacin de la literatura de viajes, la novela es la forma literaria con la que ha llegado a estar ms relacionada en las dos ltimas centurias. La novela puede, a menudo, como aceptarn la mayora de los socilogos,expresarunavariedaddeteorasocial.No es muy difcil, por ejemplo, desenterrar una teora muy potente acerca de la ciudad moderna de las novelas de Dickens y Dostoyevskyt. Pero estos trabajos estn, despus de todo, basados en la observacin y experiencia muy real de la vida urbana de Londres y San Petersburgo del siglo diecinueve. La ciudad utpica no existe en ningn lugar, ni tampoco la sociedad utpica. A partir de este hecho evidente, Ralf Dahrendorf ha negado enfticamente cualquierconexin entre la utopa y la realidad social.
..UtopasignificaNingn-Lugar,y lapropiaconstruccin de una sociedad utpica implica que no tiene

un equivalente en la realidad. El escritor que construye su inundo en Ningn-Lugar tiene la ventaja de poder
ignorar los lugares comunes del mundo real. Puede poblar la luna, telefonear a Marte, dejar que las flores hablen o que los caballos vuelen, incluso puede hacer que la historia llegue a un estado de quietud en la medida que no confunda su imaginacin con la realidad, en cuyo caso est condenado a la suerte de Platn en Siracusa, Owen en t-Iarmony, de Lenin en Rusia>.

Posiblemente Dahrendorf ha confundido los escritos utpicos con alguna de las formas estandar de ciencia ficcin popular. Es claramente evidente, en los casos de prcticamente todas las utopias ms conocidas del siglo diecisis, que stas estn, si acaso, slo demasiado fuertemente ancladas en su realidad contempornea, la vida de su poca y dc su lugar. Como ha dicho Moses Finley, las ideas utpicas y las fantasas, como todas las ideas y las fantasas, nacen de lasociedad alaqueresponden0. Porlotanto, la cuestin acerca de si hay relacin entre la utopa y la realidad, entre el pensamiento utpico y la prctica social, no puede ser desechada desde el principio, tal corno Oahrendorf y muchos otros, hablando francamente, socilogos adustos, querran que hagamos. De todos modos, todava existe un problema. Podemos ser capaces, con relativa facilidad, de descu-

126 brir una teora social funcionando en una utopa. Algunasutopas,talescornoLookingBackward(1888) de Edward Bellamy, y News From Nowhere (1890) de William Monis, estn realmente escritas explcitamente como ilustraciones o ejemplos de teora social (en estos casos, de dos variedades diferentes de socialismo). Esto es cierto tambin respecto a Walden Two (1948) dc B. F. Skinner, una descripcin de psicologa conductista (as dijo) para instruir a sus hijos. No hay dificultad tampoco para encontrar una teora social, aunque de una manera menos explcita, en anti-utopas famosas tales corno Brave New World (1932)deAldousHuxleyoNineteenEightyfour(1949) de George Orwell. Pero, qu decir de aquellos autores que no escriben lo que Manuel y Manuel denominan utopa de imagen-elocuente propiamente dicha2? Qu decir de autores tales como Saint-Simon, Owen y Fourier, aquellos que, siguiendo a Marx y a Engels, son denominados comnmente como socialistas utpicos? Ninguno de ellos escribi una utopia en el sentido estricto del trmino un retrato de ficcin de una sociedad imaginaria en la cual hombres y mujeres viven la vida ms feliz y ms satisfactoria posible para los humanos. En qu sentido pueden ser considerados utpicos, y su teora como utpica? Con respecto a muchos propsitos de discusin, la denominacin marxista de socialismo utpico, y lo que ello pueda significar, es todo lo que importa. Pero, as como toda la teora social puede ser considerada desde una perspectiva utpica, de la misma manera puede ser til considerar algunas variedades de teora social que contribuyen directamente al proyecto utpico. Si el conocimiento de la forma utpica nos puede ayudar para una comprensin de la teora social, de la misma manera, algunas formas de teora social parecen particularmente relevantes para ayudamos a entender la imaginacin utpica. Estas son teoras sociales que, dejando de lado la creencia en el pecado original o la naturaleza inherentemente refractaria de la vida social, contienen una visin de la perfectibilidad humana que las enlaza esencialmente con la utiopa. Histricamente, esto debe significar que estamos hablando principalmente de la teora social del siglo dieciocho y posterior al dieciocho. Solamente entonces, con la invencin de las ideas de progreso, razn y revolucin, se concibi que podra ser conseguido un orden completamente nuevo de libertad humana y felicidad mediante la accin humana consciente. Con Rousseau, Turgot, Morelly, Condorcet, Godwin, estamos en la era de la teora moral y materialista que no

Krishan Kumar

fija lmites al esfuerzo humano. La Revolucin Industrial y la Revolucin Cientfica fueron las vivas pruebas de los nuevos mundos que se estaban abriendo a los ojos de los hombres. La utopa renunci a residir en islas remotas o en valles entre lejanas montaas, e irrumpi en el reino de la teora que tena como objetivo dar nueva forma al mundo. Desecha el carcter, heredado de Moro, de juguete intelectual para un crculo humanista, de objeto de entretenimiento de la especulacin estudiosa y de la discusin sabia. La utopa tom ahora al mundo entero como su territorio. Ahora ya no incorpora su pensamiento en historias imaginarias de viajeros, o elegantes obras satricas, sino en poderosas escuelas nuevas de teora social cientfica. Si ahora buscamos la utopa, no la encontramos en la narrativa o en la ficcin, sino en teoras sociales: positivismo, socialismo, humanismo cientfico, incluso liberalismo3. Fue otra revolucin de esta poca, la Revolucin Francesa, la que plante urgentemente la cuestin de la relacin entre la teora y la prctica. La Revolucin Francesa liber esperanzas utpicas, verdaderamente milenaristas; de la misma manera dramtica las destruy. La cuestin del camino a la utopa no pudo seguir siendo ignorada. En tanto la utopa fue un objeto de contemplacin filosfica como fue para Platn y Moro y sus diferentes sucesores nunca surgi el problema de cmo conseguirla, en algn sentido, en el mundo real4. La nueva teora social no poda ser tan corts. Sus objetivos eran declaradamente y desvergonzadamente utpicos; al mismo tiempo, sus pretensiones cientficas exigan que aportara una explicacin comprensiva de la difcil situacin de la humanidad y los medios efectivos para su resolucin. Por un rumbo, condujo a teoras evolucionistas que ligaban el pasado, el presente y el futuro humano en una secuencia progresiva que culminaba en la futura sociedad utpica. Por otro, la construccin de la utopa era vista como un asunto de diseo racional consciente: un plan para una nueva comunldad, una nueva sociedad, un nuevo mundo. En cualquiercaso,lautopasetrasladalcentrodelasociedad, hacia la clara luz del da del pensamiento y la accin humana racional. Ahora la utopia no poda ser descubierta fuera de la sociedad, en algn rincn remoto del globo, o en las curiosas prcticas de pueblos extraos. La utopa moderna perteneca inequvocamente a la sociedadmoderna. Seraconstruidacon los materiales de la vida modema, o no seria construida. La preocupacin por el sendero hacia la utopia, significa tambin que se volvi imposible evitar el dilema de los medios y los fines. El estado-final de

El pensamiento utpico y la prctica comunitaria: Robert Owen.. perfeccin social estaba destinado a ser afectado, en realidad estaba en alguna medida constituido, por los medios adoptados para su realizacin. Surgi la tenble posibilidad como en parte haba demostrado a Revolucin Francesa que, dependiendo de la eleccin de los medios, el camino pudiera conducir a la anti-utopa tan fcilmente como a la utopa. Esto significa que, por primera vez, los inventores de utopas estaban obligados a considerar la posibilidad de no slo especificar la ruta hacia la utopa, sino unirse ellos mismos al viaje. Esbozar la teora sin intervenir en la prctica tena el riesgo de ver abortar todo la empresa por un mal entendimiento de los principios relevantes, resultante en una aplicacin incorrecta en la prctica. Para estos utopistas modernos nohaha, aunque muchos estudiosos modernos lo querran, una divisin funcional del trabajo entre los escritoresde utopias yos militantes utpicos5. Sean cuajes sean sus diferencias tericas, Sain-Simon, Fourier, Owen, y Marx, estaban todos de acuerdo en que ellos no podan simplemente teorizar acerca del futuro, ni simplemente disear sociedades ideaies, dejando su realizacin a otros. Los filsofos slamente han interpretado el mundo, de diferentes maneras; el asunto es cambiarlo6. Con este famoso llamamiento a la accin a la praxis Marx no llamaba meramente al proletariado a llevar a cabo su misin revolucionaria, sino que comprometi sus propias energas intelectuales y prcticas para perseguir este fin. Roben Owen no fue menos despreciativo de los tericos meramente de saln y no menos enftico acerca de la importancia de la prctica: Hasta ahora el mundo fue atoniientado por la discusinintilpormuchadiscusin;lacualdemostr ser inefectiva. De ahora en adelante, el actuar har innecesarioslospreceptos~y,enelfuturo,lossistemas de gobierno de la humanidad van a ser estimados y evaluados solamente por sus efectos en la prctica
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III

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i Owen y Marx estaban de acuerdo respeeto a algn tipo de unidad entre la teora y la prctica, cules eran las principales razones de la oposicin de Marx al socialismo utpico? En qu se diferenciaba la concepcin de los marxistas acerca de la relacin entre teora y prctica?Es posible haceralgn tipo dejuicio sobre los dos enfoques?Cules son las pruebas relevantes? Los marxistas se oponan al socialismo utpico por dos razones principales. Los socialistas utpicos, decan Marx y Engels, eran inocentes al suponer que la nueva sociedad podra ser creada sin un agudo conflicto y revolucin. Saint-Simon se dirigi primero al Directorio, luego a Napolen, luego a los delegados del Congreso de Viena; la sucesiva dedicacin de Owen de su New i1kw of Sociey a William Wilberforce, el pblico ingls, los dueos de fbricas inglesas, y finalmente al Prncipe Regente: estos dos ejemplos famosos son vistos como expresiones caractersticasdelainocenciautpicadelosprimeros socialistas8. Inmersos an en el racionalismo ilustrado, ellos apelaban a la desinteresada benevolencia de la humanidad, y crean en su capacidad de ser persuadida por la razn. Para ellos, dijo Engels, el socialismo es la expresin de la verdad, la razn y la justicia absoluta, y slo debe ser descubierto para conquistar el mundo en virtud de su propio poder9. Esta inocencia sociolgica surgi de una profunda incomprensindelanaturalezadelaevolucinsocial y el curso de la historia moderna. A los socialista utpicos se les reconoci haber sido los primeros en trazar la gran importancia de la Revolucin Industrial. Pero no la situaron en una teora general del cambio y el desarrollo social. O bien, cuando lo hicieron, como Saint-Simon, cometieron el error de suponer que el nuevo mundo de libertad y abundancia ya estaba a la orden del da. La tendencia general entre los socialistas utpicos, entonces, era intentar producir la nueva sociedad demasiado rpidamente, antes deque los materiales para sta tengan la oportunidad de desarrollarse. Ellos redujeron las dimensiones de la necesaria evolucin de la sociedad capitalista industrial, con las larga luchas que va a requerir. Ellos no reconocan se lament Engels acerca de los owenianos ingleses, ningn desarrollo histrico y queran establecer un estado de Comunismo al momento, de anoche a la maana, sin seguir la lucha poltica hasta el final, donde se disolver a si misma20

Tambin Owen dedic su propia vida y fortuna en ponerenprcticasusteoras,noenmenormedidaque Marx. El hecho que ambos estaban destinados a desilusionarse del resultado es slo un signo ms de la uniformidad esencial de gran parte de la teora social de siglo diecinueve. Sea que tuvieran autoconciencia cientfica o que fueran inconscientemente utpicos, los pensadores llegaron a sentir que dada la urgencia del momento, la teora sin el acompaamiento de una prctica era ociosa e inmoral. La verdad de la teora el nico tipo de verdad que importaba se encuentra en la demostracin prctica.

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128 Al carecer de esta comprensin sociolgica y de esta perspectiva histrica, los socialistas utpicos se embarcaron en todo tipo de aventuras que, aunque sin duda dieron satisfaccin a muchos de los participantes, no fueron de ninguna manera verdaderos caminos hacia la futura sociedad socialista. Estos fueron proyectos, a veces incluso entretenimientos, de ricos filntropos e idealistas intentos, todos ellos, de conseguir la salvacin a espaldas de la sociedad, de manera privada, ms que revolucionando la propia sociedad2t. Los socialistas utpicos, dijeron Marx y Engels, siguen soando con realizar experimentalmentesusutopassociales,confundarfalansterios, con establecer Colonias Interiores*, con fundar una Pequea Icaria ediciones en miniatura de la Nueva Jerusalem...22. Es importante ver que los marxistas no discrepaban con los socialistas utpicos acerca de los fines, sino slo respecto a los medios. Haciendo un listado de las proposiciones de Owen y sus asociados la abolicin de la distincin entre la ciudad y el campo, de la familia, del sistema salarial, del Estado Marx y Engels los elogiaron por su contribucin a liberar de la ignorancia a la clase obrera. En las utopias de Fourier [o] de un Owen, escribi Marx, est la anticipacin y la expresin imaginativa de un nuevo mundo. Lo que les otorgaba su carcter puramente utpico era su injustificada suposicin de la desaparicin de los antagonismos de clase en una poca enlaqueestosestabananensuinfancia23. Enelprimer borrador de La Guerra Civil en Francia (1871)en un prrafo quitado del segundo borrador Marx fue inspirado por los ideales utpicos de la Comuna de Paris para explayarse otra vez sobre su acuerdo esencial con losfines propuestos porlos socialistas utpicos: Los fundadores utpicos de las sectas [describieronl... el objetivo del movimeruo social, la supresion
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Krishan Kuniar

encontrado los verdaderos medios para realizarlos... Los... nes dcl movimiento proclamado por los utpicos son los... fines proclamados por la Revolucin Parisina y la InternacionaL Slo los medios son diferentes, y ninguna fbula utpica esconde ya las condi04. clones reales del movimiento>

Dada esta admisin de objetivos comunes, tenemos que juzgar a la crtica marxista del socialismo utpico en trminos, en parte, del mayor realismo de los medios marxistas. En otras palabras, tenemos que estimar la propia comprensin del marxismo de la relacin entre la teora y la prctica, su concepcin de como se llegara, o se podra llegar, al socialismo. Esto, por otro lado, supone considerarel rol atribuido al proletariado como el agente del cambio histrico, y, especficamente, como el instrumento de la revolucin que va a resultar en una sociedad socialista. He discutido esto en otro lugar25, por lo que ser breve. La esperanza marxista en el proletariado es tanto un asunto de fe y lgica filosfica como lo es de realismo sociolgico o comprensin histrica. El proletariado no llev adelante en ningn lugar la tarea asignada, ni hay actualmente ningn signo de que sea probable que lo haga en el futuro (lo que no significa que no pueda o no quiera). Donde se llevaron a cabo revoluciones de signo marxista, stas no tuvieron lugar, como Marx esperaba, en sociedades industriales, sino en sociedades campesinas; y la relacin entre la prctica de esas revoluciones y la teora marxista contina siendo muy problemtica, al igual que lo sera si quisieramos examinarlas desde el campo del socialismo utpico (o cualquier otro). Esto significa que deberamos ignorar los esfuerzos polmicos de los marxistas por distanciarse de los socialistas utpicos bendiciendo un enfoque como cientfico o realista, condenando al otro como visionario o fantstico. Ambos pueden ser con26 sderados como verdaderas variedades de utopia Esto,queesperoqueahoraestclaro,noesunaofensa para ninguno de los dos. Intentamos sugerir que tanto el socialismo utpico como el marxismo son especes de teora social que, elevando e intensificando el carcter generalmente utpico de toda teora social, pueden ser adecuadamente denominadas teora social utpica. Estas son perspectivas y visiones de la sociedad y del cambio social que apuntan a la transformacin total de la vida humana. No reconocen obstculo, ni en la naturaleza humana ni en la de la sociedad, a laposibilidad de esta transformacin. Los
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delsistemasalarialcontodassuscondicionesdedominacin de clase... Desde el momento en que el movimiento de clase de los trabajadores se convirti en una realidad, se desvanecieron las utopas fantsticas no porque la clase obrera haya renunciado a los fines que esos utpicos tenan como objetivo, sino porque han

(Nota de la trad.) En el Fourierismo, falansterios (Pite-

lanslery, de: falange y monasterio) significaba: a. los edificios

ocupados por una falange (grupo de alrededor de 1800 personas, que vivenjuntas y con propiedades en comn; b. la propia comunidad. Webster Encyclopedic Unahridged Dictionaryof rite EngUsh Lenguaje (1989), pg. 1ff19. Colonias interiores (Borne Colonies) es el nombre que daba Owen a sus sociedades comunistas modelo.

marxistas seguramente discutiran la forma del

enunciado, pero seguramente estaran de acuerdo con la posicin general expresada por Roben Owen en la

El

pensamiento utpico y

la prctica

comunitaria:

Roben Owen...

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famosa declaracin que l New View ofSociely:

fij como su lema en su


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IV
e ha intentado demostrar que el owenrsmo al cual escojo aqu como mi ejemplo de 30 es menos utpico utpico que lo quesocialismo se suele pensar tradicionalmente. Los constructores de comunidades anteriores a 1830, dice Sidney Pollard, no comenzaron con una idea social. Los planes de Robert Owen surgieron de su experiencia y de su propio inters, en New Lanark, y en Manchester... Owen, al igual que muchos otros creadores de aldeas industriales de su poca, no estaba tan preocupado con realizar una visin utpica como en responder a necesidades de direccin empresarial en las condiciones sin precedentes de la temprana revolucin industriafl. E. 1. Thompson tambin pone el acento en los problemas de direccin empresarialyen latradicin paternalista: Debemos leneren cuenta que los grandes experimentos en New Lanark fueron instituidos para hacer frente a las mismas dificultades de disciplina laboral, y la adaptacin de los indomables trabajadores escoceses a los nuevos esquemas de trabajo que ya hemos encontrado en nuestra discusin del Metodismo y del Dr. Ure... [Owenj fue, encierto sentido, el ncplus ultra del utilitarismo, al planear la sociedad como una gigantesca crcel industrial32. Tambin es Thompson quien seala, junto a otros, el hecho de que el owenismo trabaj firmemente dentro de una tradicin ya existente de prctica cooperativa y comunitaria. El germen de la mayora de las ideas de Owen, dice, se puede ver en prcticas que anticiparon o que ocurrieron independientemente de sus escritos. Por ejemplo, durante los primeros aos del siglo diecinueve fueron creados bazares de trabajo. a menudo por artesanos, en los cuales los trabajadores intercambiaban directamente sus productos. Por lo tanto, los Equitable Labour Exchanges** owenianos de los primeros aos de la dcada de 1830, con sus notas de trabajo e intercambio de pequeos productos no fueron conjurados del aire por profetas faranicos33. Tambin 1-larrison sita al pensamiento y la prctica owenianos dentro de los contenidos de una tradicin Tory, de una sociedad orgnica que vea a toda Inglaterra como una comunidad; y de manera complementaria a esta tradicin de la clase alta, estaba la cultura de clase obrera local 4::t

A cualquier comunidad, incluso al mundo en general, se le puede darcualquiercarcer, desde e] mejoral peor, desdeel ms ignorantc al ms educado, aplicando ciertos medios; que estn, en gran parte, a disposicin y bajo el control, o pueden hacerlo fcilmente, de aquellos que poseen el dominio de naciones27,

La teora social utpica, como toda la teora social especfica tanto los medios como los fines. Aunque agranda los dos. Los fines grandes requieren medios grandes. De la misma forma que su visin de la sociedad contiene un informe de un estado de perfeccin posible de conseguir, as su concepcin de lo que se requiere para conseguir tal estado tiene una correspondiente calidad grandiosa y visionaria. Marx postul el desarrollo, a nivel mundial, de un proletariado con autoconciencia de clase que tendra una comprensin del pasado, del presente y del futuro de la humanidad, y un papel propio privilegiado dentro de tal evolucin.Los socialistas utpicos tambin concibieron un nuevo mundo, pero su ruta hacia ste era menos directa y amplia. Esto puede sugerir, como es en realidad, que ellos, ms que los mar*istas, fueron los grandes realizadores. Pero tenemos que observar que los mtodos propuestos por Owen y los otros socialistas utpicos principalmente la comuna experimental no fueron menos utpicos por haberse intentado ms fcilmente. Cualquiera podra fundar unacomuna experimental; lacuestin es qu sebusca como objetivo de ese experimento. El objetivo utpico carg a los medios comunitarios con un significado pesado y especial. Segn se conceba en la teora de los socialistas utpicos, la comuna experimental era, en una medida no menor que el proletariado, la agencia que gradualmente transformara las condiciones de vida social en el mundoenero28. Al final de New Lanark o New l-Iarmony, de Orbiston o Icaria, no estaba la separacin o la autosuficiencia, sino la inauguracin de un nuevo mundo moral. No es la desercin de la sociedad lo que se os propone, declar Victor Consiclerant en su llamamiento a fundar una colonia foerierianaen Tejas, sino la solucin del gran problema social, de la cual depende la verdadera salvacin del mundo29,

** intercambio Equitativo de Trabajo o Bolsa Equitativa de Trabajo.

~9M3M*D

130 del colectivismo. A finales del siglo dieciocho, una red de cofradas, clubes de entierro, y sociedades de intercambio atestiguan la fortaleza de este ethos de mutualismo34. En lo que respecta a Norteamrica, el comunitarismo oweniano se ajustaba an ms exitosamente a las tradiciones preexistentes de comunitarismo de las sectas religiosas, especialmente los Shakers y los Rappites. Al comprarles New Harmony a los Rappites, Owen no compr solamente una tierra y edificios tiles, sino que, ms importante, adquiri una experiencia de una comunidad de una intensidad y amplitud que no era conocida en Inglaterra35. A otro nivel, y ms agraviante, hay un enfoque, expresadoespecialmenteporlosradicalesdelapoca, que sostiene que los planes de Owen fueron meras modificaciones de esquemas para bajar los salarios, y para hacer que los desempleados y los pobres se mantengan a simismos. Las cuadrangulares ~<Villages of Unity and Mutual Cooperation*** de Owen fueron denunciadas por Cobbett como paralelogramos de pobres, y otros radicales las vean esencialmente como extensiones del ~<workhouse system****>. El propio Owen no ayud al asunto, al reconocer que el inventor original de su esquema fue el planificador del siglo xvii John Bellers, con su idea de ~<Collegesof lndustry*****, dirigidos de manera privada, como solucin al problema de la pobreza y el desempleo37. La razn para llamar la atencin hacia estas observaciones sobre el owenismo no es desacreditarlo ciertamente, esta no es la intencin de Harrison y Thompson,seacualsealapartedeverdaddelosotros crticos, sus contemporneos, y otros desde entonces38. En realidad, stas sirven para recordarnos las caractersticas particulares del owenismo que fueron las responsables, por una parte, de su destacable atraccin contempornea para personas de todos los rdenes sociales, y de su enorme xito como movmiento social. Elowenismoesuvopresente,nocomo un esquemade reforma social curioso, sino como una filosofa social con una base sustancial en las prcticas tradicionales. Lo ms convincente de todo es que fue un movimiento bajo el liderazgo de un hombre

Krishan Kuniar que durante ms de dos dcadas haba tenido ya la oportunidad de experimentar sus ideas en la prctica, con un xito que fue juzgado universalmente como sostenido. Es imposible sobreestimar la importancia del experimento y la experiencia de Owen en New Lanark para la atraccin del owenismo. Haba un hombre que no era meramente un visionario especulativo, sino que, como socio administrador de la mayor hilandera del reino, durante veinticinco aos fue uno de los hilanderos ms exitosos de su poca. Adems, se convirti en ello en base a mtodos de organizacin comunal e industrial radicalmente nuevos39. Habra alguien ms adecuado para confiarle el lanzamiento de nuevas empresas, otras New Lanark? Por qu razn no estaran todas bendecidas por el mismo toque mgico? Como seala A. L. Morton, Owen fue antes que nada, un capitalista de xito, en una poca en la que el capitalista todava estaba en contacto personal con las mquinas de la fbrica y los trabajadores de la fbrica. Este conocimiento prctico, junto con la transformacin del enfoque terico que comparta con los otros socialistas utpicos, fue lo que le otorg su importancia particular40. Para observadores forneos destacados, as como para los futuros participantes en las comunidades owenianas, lo que distingua el Owenismo del Pourierismo y el Sain-Simonismo era, precisamente, el carcter y experiencia de su fundador. Owen mismo haca llegarel mensaje, en innumerables discursos y escritos. En su Report to the County of Lanark (1820), por ejempo, Owen acepta que el deseo de perseverar con un nuevosistemasurgirslodelaprueba,enlaprctica, de la verdadera gran superioridad de Los nuevos sistemas sobre los antiguos. En el caso de este sistema,Owenfuecapazdedecirconsatisfaccin,ya ha sido realizada la prueba ante todo el mundo, en New Lanark y en circunstancias nada propias para la teora. Porque
actuando de acuerdo a principios que meramente se aproximan a aquellos del nuevo sistema, y al mismo tiempo actuando poderosamente contra los innumerabIes errores del viejo sistema, l IOweni le otorg, con xito a una poblacin originaria de la descripcin ms miserable, yen las circunstancias ms desfavorabIes hbitos, sentimientos y disposiciones tales que les hicieron capaces de disfrular ms felicidad que la que se puede encontrar entre cualquier otra poblacin del mismo tamao en cualquier parte del mundo.>0.

~ Aldeas de Unidad y Cooperacin Mutua, (Nota de la trad.) Work-house: En Gran Bretaa, an-

tiguamente, una casa o institucin, mantenida por fondos pblicos, parroquiales o sindicales, en la cual se alimentaba>, alojaba a los pobres a condicin deque trabajaran en el taller, ~<~ Colegios de Industria,

Se puede ver que New Lanark portaba un mensaje


doble para el mundo. Por una parte, era la fuente de

seguridad respecto a la posibilidad prctica de los realistas esquemas owenianos. Pero, lo que convirti

El pensamiento utpico y la prctica comunitaria: Robert Owen... a New Lanark en una fuente de inspiracin para otros, no tan enamorados del xito en un mundo corrupto, fue su otra fase: su promesa utpica, la esperanza que ofreca, en particular, a grupos golpeados por el impacto violento de la Revolucin Industrial. Respecto a todos los frecuentes pedidos de suspensin de juicio expresados porOwen y sus seguidores, diciendo que New Lanark no poda ser considerada como una prueba pura del owenismo, ya que Owen haba tenido que construir sobre lo que all ya exista, Owen mismo no volvi nunca al enfoque de que New Lanark era el gran experimento que tena que probarme, por medio de la prctica, la verdad o el error de los principios que se me impusieron por mis convicciones. Si la sociedad enteradebe sercambiada, lo har de la misma manera que yo comenc el cambio en New Lanark. Segn fue envejeciendo, en la imaginacin de Owen creci ms que disminuy la estatura utpica de New Lanark. El lleg a considerarla el ms importante experimento para la felicidad de la raza humana que haya sido instituido hasta ahora, en cualquier poca, en cualquier parte del mundo>42. Harrison dice que New Lanark se convirti en el prototipo de las aldeas de cooperacin.., Imperfecta como era la organizacin comunitaria de New Lanark, esta sugera, de todas maneras, lneas de desarrollo para el nuevo mundo moral del futuro. Los rasgos que ms adelante se convertiran en las caractersticas de las comunidades e ideas owenianas, que Owen repetira luego en otros contextos, aparecieron por vez primera en el gran experimento43, A quin se le escapa el molde utpico del pensamiento y la prctica oweniana? Lo dicen los propios nombres de los libros, revistas, organizaciones e instituciones. Estaban las propias obras inspiradas de Owen: A New View ofSociely (1813), Lectures on an Enlire New Sate of Sociey (1830), Qulline of 1/w Ralional Sysem of Sociezy (1830), The Book of Me New Moral World (1836-1844), The Revolution in heMindandpracticeofheHumanRace(1849),The Furure oflite Human Race, On a Cre al Glorious and PeacefulRevoluion, NearaHand... (1835). Tambin estaban los peridicos owenianos, tales como Tite Mirror of Truh, Tite Beacon, Crisis, The New Mora/World, Tite Heraid ofProgress, Tite NewAge, Weekly Leters lo lite Human Race. Los owenianos se agrupaban en la Eritish Association for Promoting Cooperative Knowledge (la Asociacin Britnica para la Promocin del Conocimiento Cooperativo), la Grand National Consolidated Trades Union> (Gran UninNacionaldeSindicatos),laBritisbandForeign Consolidated Association of Industry, Humanity and

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Knowledge (Unin Britnica y Extranjera de la Industria, la Humanidad y El Conocimiento), la Association of AII Classes of AII Nations (Asociacin de Todas las Clases de Todas las Naciones), la Universal Community Society of Rational Religionists (Sociedad Comunitaria Universal de Religionistas Racionalistas). Ellos crearon los National Equitable Labour Exchanges (Intercambios Equitativos Nacionales de Trabajo), a escala gigantesca, el puente, segn declar Owen, hacia el nuevo mundo del socialismo. Cantaban himnos sociales en sus salones de ciencia. Nombraban misionerossocialesparapropagarlafilosofiaowenianat Sera sorprendente, a la vista de todo esto, que no nos encontremos con los frecuentes presagios de Robert Owen del inminente nacimiento de una nueva era: <Desde este da debe tener lugar un cambio; tiene
que comenzar una nueva era; el intelecto humano, a iravs de toda la extensin de la tierra, hasta ahora envuelto en la mayor ignorancia y supersticin, debe comenzar a ser liberado de su estado de oscuridad; desde ahora, no se debe alimentar las semillas de la desunin entre los sepueden hombres.preparar Porque los hamedios llegado el momento en el cual para entrenar en todas las naciones del mundo a hombres de todos los colores>, climas, de las ms diversas costumbres en el conocimiento que los empujar no solamente a arnarse, sino a ser mutuamente amables activa-

mente,enodassusconductas.sinunasolaexcepcin0>. Este es, por supuesto, el lenguaje del milenarismo como bien lo saba el propio Owen, y el cual el introdujo, para un uso calculado, desde sus primeros escritos. En el propio llamamiento de 1816 del cual est tomado este prrafo, Owen invoca deliberadamente el lenguaje de la profeca bblica, y ve los nuevos principios de la sociedad como el anuncio del aquel perodo en el que nuestras espadas se volvernarados, nuestras lanzas podaderas... no quedar razn para el odio o el disgusto entre los hombres; comenzar el perodo del supuesto Milenio, y prevalecer el amor universalS>. Aqu Owen usa el lenguaje milenarista principalmente por su fuerza terica; ms tarde, como han demostrado muchos estudiosos, Owen y el owenismo, se acercaron hacia creencias estrictamente milenaristas, y crecientemente, actuaron como una secta milenaria. Para la mayora de los owenianos, el milenarismo poda ser del tipo secular, pero estaba tan cerca del milenarismo cristiano tradicional como para que esta distincin pase a ser, en gran parte, formal. En el primer nmero del peridico Tite New Moral World, del 1 de noviembre de 1834, ya no hay sutilezas respecto al supuesto milenio. Owen anunci simplemente:

~RbE5S6

132 Este es el Gran Advenimiento del Mundo, la segunda llegada de Cristo, porque la Verdad y Cristo son la misma cosa. La primera llegada de Cristo fue el descubrimiento parcial de la Verdad para unos pocos... La segunda llegada de Cristo har que la verdad sea conocida por todos... Ha llegado, por tanto, el momento en el que el anunciado milenio est por comenzar>~47. Reconocer el hilo conductor milenario en el owenismo no significa reducir su utopismo. Aunque hay una clara tensin entre los sistemas de pensamiento religiosos y los utpicos45, en muchos movimientos socialeselsolapamientopuedeserconsiderable. Esto es obvio, por ejemplo, en varias de las sectas radicales de la Guerra Civil Inglesa, tales como los Diggers>~ y Los Fifth Monarchy Men>. Tambin es verdad, de una manera un poco diferente, respecto de sectas milenarias americanas tales como los Shakers, los Rappites, y la comunidad de Oneida. Depende en gran parte de nuestro foco de inters el que elijamos enfatizar el aspecto (secular) utpico o el aspecto (religioso) milenario de su pensamiento y de su vida. Ciertamente, no es un accidente el que muchas de las comunidades seculares utpicas en norteamrica en el siglo diecinueve copien mucho de grupos tales como los ~<Shakers49. En el caso de la teora social utopwa de los siglos diecinueveyveinte,elsoapamienoentreelutopismo y el milenarismo fue especialmente pronunciado. La Ilustracin del dieciocho seculariz el milenio cristiano50, pero eso slo hizo ms fcil el florecimiento de formas de pensamiento y creencias milenarias, Los reformadores y revolucionarios ya no tenan que luchar contra el trascendentalismo y la orientacin esencial al otro mundo que, al final, caracterizaba a todo el pensamiento cristiano, incluso el ms radical. Por ello, el milenarismo, que se colaba frecuentemente por la parte trasera, fue a veces, como en el caso de 1 etapa tarda del owensimo, activamente bienvenido y recibido51. Es notorio que el marxismo no fue inmune a esta poderosa influencia. Varios estudios interesantes han intentado mostrar la persistencia en el marxismo de varios elementos del mijenarismojudeo-cristiano; por ejemplo, la correspondencia existente entre la visin de Marx de la historia y la del monje calabrs .loachim de Flore, el fundador del milenarismo de la Tercera Nada de lo dicho, otra vez, tiene que destruir la fuerza de la pretensin marxista de ser una teora secular, aunque nos ayuda a entender porqu serta correcto considerar al marxismo como una teora social utpica. El utopismo secularse manifiestaen el
>~.

Krishan Kumar enfoque de Marx de la revolucin, la sociedad sin clases del futuro, la superacin de la alienacin, el retomo del hombre a si mismo, y otras caracteristicas familiares de la visin de Marx del comunismo completo53. El owenismo puede, si es necesario, ser separado de manera similar de sus ornamentos milenaristas. y ser considerado principalmente desde el punto de vista de su aspiracin secular utpica. Aqu podramos incluir, por ejemplo, la insistencia de Owen de que la Revolucin Industrial apuntaba el camino hacia la abundancia para todos. Owen inform a una audiencia de trabajadores y artesanos en 1827 que en los primeros aos del siglo vosotros habis pasado una frontera a la que nunca haba llegado el hombre: habis pasado las regiones de la pobreza que surge de la necesidad y habis entrado en la de la abundancia permanente54. En la sociedad de la abundancia, adems, organizada de acuerdo a principios racionales de creacin de riqueza y uso, no existir ms la daina divisin del trabajo. Habr inmediatamente un final para las meras
mquinas animales, que slo pueden seguir un arado, o arreglar el csped. o hacer alguna parte insignificante de alguna mercanca insignificante o de algn artculo supertluo que la sociedad mejor podra pasarse sin l que poseyndolo. En lugar de la insana punta de un alfiler la cabeza de un clavo, el ms penetrante de los peligroso del rudo trabajadordel campo, que mira sin sentido a la tierra o a su alrededor, sin comprensin ni reflexin racional. surgir una clase obrera llena de actividad y conocimiento til, con hbitos, inforinacin,inaneras, ydisposicionesqueharn situar al ms bajo en la escala muchos grados ms arriba del mejor de cualquier clase que se haya formado hasta ahora por las circunstancias de la sociedad presente o

del pasado5. Ylos medios paraeste objetivo utpico eran igualmente utpicos: educacin y comunidad. O mejor: educacin en comunidad. Porque, como muestra Harrison, para los cowenianos, educacin y comundad eran dos caras de la misma moneda. La educacin progresista, del tipo practicado por los pesalozzianos, y defendida con entusiasmo por los owenianos, requera un contexto comunal para su correcto funcionamiento. Por otra parte los owenianos tenan igualmente claro que la educacin era central para el objetivo de producir el nuevo hombre y la nueva mujer. Laeducacin forjara las nuevas disposiciones y formas de pensamientoque eran las bases esenciales de una comunidad exitosa. La escuela, declar el editor oweniano George Mudie, era la mquina de vapor del mundo moral. A travs de la educacin, dijo Owen a los miembros de la comunidad de New

El pensamiento utpico y la prctica comunitaria: Robert Owezt.. Harmony, una comunidad entera puede convertirse enunnuevopueblo,hacerquesusmentesnazcanotra vez, y ser regenerados de los errores y corrupciones que... han prevalecido hasta ahora56. A veces, la educacin pudo llegar a parecer no el medio, sino el propio fin de la comunidad: la educacin, como produccin de la persona integras, la vida en comunidad como una experiencia educativa en si misma, como un experimento educativo. Sin embargo, esto significa que cualquierintento de separarlas estaba destinado a ser fatal para ambas. Las aventuras de educacin progresista podan ser intentadas en enclaves aisladas o privilegiadas, como en las escuelas de Pestalozzi o de Eellenberg en Suiza, o la academia de muchachas de Marie Fretageot en Filadelfia. Pero, para los owenianos, el sitio ms correcto era en una comunidad comprensiva en completo funcionamiento. En este sentido, por tanto, la comunidad tena la precedencia. Era la institucin central del owenismo, y la construccin comunitaria era la actividad principal. Sin ella, todos los ideales owenianoslaabolicindelafamilia,lareformadel matrimonio, la consecucin de la igualdad, la abolicin de la distincin entre el trabajo manual y el mental, y de la ciudad y el campo, el fin de los juzgados y las prisiones, de las guerras y los gobiernos seguiran siendo un sueno vacio-7. Como lo expresa un Himno Social oweniano: Community does al possess
That can re man be given. Comunity is happines, Community is heaven0.

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una Sociedad Agrcola y Pastora, y una Sociedad Mecnica y Artesana. Como experimento en comunitarismo Oxeniano, New I-larmony lleg virtualmente a su fin con la partida de Owen, enjunio de 1 827~~. El fracaso de un intento final de reorganizacin, en 1828, condujo a la venta o arrendamiento de gran parte de las tierras y edificios en New Harmony, y Owen y Madure se dividieron las tierras remanentes entre ellos, como propiedades privadas60. Otrasfamosascomunidadesowenianasnolopasaron mucho mejor. Orbiston, en Lanarkshire, comenz en 1825 con muchos miembros en algn momento hubo ms de trescientas personas residiendo en viviendas confortables, pero colaps en el otoo de 827. Ralahine, una comunidad de agriculturaextensva en County Clare, Irlanda, dur desde 1831 hasta 1833. Queenwood (o Harmony Hall) en Hampshire, con mil acres y una residencia construida especialmente segn el estilo seorial, dur un poco ms, desde 1839 hasta 1845, pero se dividi duramente mucho antes de su fin. Y hubo muchas otras comunidades owenianas en Gran Bretaay en Norteamrica en las dcadas de 1830 y 1840 que tuvieron el mismo y rpido destino61. Frente a este recital, no sorprende que la mayor parte de los estudiosos de estas comunidades hayan concluido que el experimento de las comunidades owenianas fue, mselo veredicto menos, un fracaso rotundo. Harrison pronuncia generalmente aceplado: la historia de las comunidades perdidas es

V
odas las comunidades owenanas fracasaron, a veces rpida y desastrosamente. La propia New Lanark, el gran emblema del xito prctico de los principios owenianos, escap del control de Owen a partir de 1828, y continu adelante en la oscuridad. New Harmony, el gran experimento amencano sobre el cual Owen puso tantas esperanzas utpicas, dur escasamente un ao como comunidad integrada. Fundada en mayo de 1825, para marzo de 1826 estaba efectivamente dividida en tres comunidades, habindose separado Macluria y Feiba-Peveli de la comunidad original, ahora constituida como la Comunidad de la Igualdad. Otra divisin tuvo lugar en 1826, formndose como comunidades independientes una Sociedad Escuela,

funesta. Pocas de ellas duraron ms de dos o tres aos, la mayor parte de ellas estuvieron plagadas de conflictos internos, y su impacto sobre la sociedad en general parece que fue imperceptible62. Otras instituciones owenianas, dentro y fuera de las comunidades, tuvieron igualmente una corta duracin. Los Labour Exchanges, dice Thompson, fueron un enredo espectacular63. Las cooperativas de productores de los aos 20 y 30 del siglo pasado fracasaron tan completamente que en la siguiente oa del movimiento cooperativo slo se intentaron cooperativas al por menor, para las cuales Owen no sinti, sino despreciott Los esfuerzos owenianos en el terreno del sindicalismo, especialmente la Grand National Consolidated Trade Union******, se vinieron abajo con una velocidad desconcertantet5. Debe ser visto, este fracaso, como un fracaso de la leona? Tenan los owenianos deficiencias en su

Gran Unin Nacional de Sindicatos.

~I~M3S*I

134 teora de la comunidad? Muchos se han quejado de que ellos no... prestaron suficiente atencin al diseo de los medios para conseguir sus fines~. Las aventuras owenianas, dice Thompson, llegaron a su fin en un lo de desperdicio, benevolencia, y planeamiento deficiente67. No solamente, como se quejaron Marx y Engels, intentaron inocentemente ignorar las realidades de clase y de poder en la sociedad en general, sino que tambin tenan deficiencias en su comprensin de los mecanismos de compromiso e integracin comunitaria6t. Se le prest muy poca atencin a la seleccin de individuos y familias que seran miembro de la comunidad. Las comunidades eran financiadas principalmente por filntropos ricos, tales como Owen y Madure, y continuaron dependiendo estrechamente de su buena voluntad e incluso de sus fortunas. La causa inmediata de su disolucin, en muchas de las comunidades, fue un cambio en la actitud o riqueza de sus padrinos (Ralahine, por ejemplo, fracas porque su principal apoyo, Vandeleur, perdi su fortuna en los bares de Dubln). En general, fueron puestas demasiadas esperanzas en el poder conquistador de la razn y el buen ejemplo. Todo esto puede que sea as; pero si lo es, las comunidades owenianas compartieron estos fracasos,o similares, con prcticamente todas las comunidades modernas, exceptuando principalmente las religiones. Cada vez vuelve la letana de quejas por los liderazgos autoritarios, la mala direccin financiera, una poltica de miembros de puerta abierta demasiadogenerosa, una indiferencia sublime al poder aplastante as como seductor del mundo exterior69. A esto le seguan las consecuencias naturales, como con los owenianos. De las noventa y una comunidades utpicas norteamericanas identificadas por Kanter para el perodo 1780-1860, por ejempo, ochenta fueronjuzgadas fracasos segn el test de sobrevivir por lo menos veinticinco aos (es decir, una generacin)70. Las comunidades de los aos sesenta y setenta del presente siglo pueden ser contadas por cientos, pero pocas sobrevivieron ms de unos pocos aos, muchas slo unos pocos Considerarlas comunidades como fracasos, segn el criterio de sobrevivencia durante muchos aos, es errar en su objetivo, y en su valor. Las comunidades son experimentos de vida, y la longevidad no es necesariamente una prueba (ciertamente, no es la nica prueba) de su contribucin a lo que Aldous Huxley denomin la ms difcil y la ms importante de todas las artes el arte de vivirjuntos en armona y para el beneficio de todos los implicados. Al elogiar a las comunidades por su contribucin a este
~.

Krishan Kuxnar arte, Huxley agreg: Para cualquier interesado en los seres humanos y en sus potencialidades generalmente no realizadas, inclusoelmsdisparatadoexperimento tiene valor, incluso slo como demostracin de lo que no se debera hacer72. Owen insisti constantemente en la naturaleza tentativa y experimental de todas las aventuras comunitarias. Al entregar al pblico su plan para las Aldeas de Cooperacin, en l8l7,dijo: Nodeseo... quesedepositemsconfianza en lo que digo, sino inducir al pblico a probar el plan imparcialmente. Si estoy equivocado, la prdida y el inconveniente, comparado con el objetivo, sern pequeos; pero si tengo razn el pblico y el mundo sern verdaderos ganadores!73. Los marxistas nos han guiado mal, al hacemos ver en el owenismo, bsicamente, un captulo temprano en la historia del socialismo. El utopismo> oweniano, entonces, es contrastadocon el mayorrealismode las fases sucesivas que incluyen el abandono del comunitarismo y la adopcin de un marco nacional e internacional. Esta interpretacin de inspiracin Whig de la historia tiene que ser rechazada aqu como en otros temas, El owenismo, al igual que otras variedades de socialismo utpico, tiene su propia importancia independiente, en sus propios trminos. El tambin dirigi su mensaje al mundo, pero no vio el camino correcto en una revolucin apocalptica, sino en una exploracin gradual, tentativa, creciente, de nuevas formas de vida comunitaria. El gran ejemplo para ellos no era, tal como para los marxistas, la Revolucin Francesa, sino ms las primeras comundades cristianas que buscaron dar modelos ejemplares de modos alternativos de vida con la esperanza de convenir a sus vecinos paganos. La pequea escala y la variedad de mtodos fueron cruciales en este enfoque. A travs de estos experimentos, los owenianos esperaban adquirir el conocimiento de las tareas ms bsicas para la construccin de la nueva sociedad: la produccin de nuevos seres humanos. De aqu el enorme nfasis puesto en la educacin y el entrenamiento; en la necesidad de separar os nios de los an no entrenados ni ensefiados padres y de inculcar los hbitos y respuestas correctos desde la edad ms temprana posible74. La Institucin para la Formacin del Carcter, en New Lanark, fue correctamente considerada por Owen como la pieza central de toda esa empresa. Owen dijo a los habitantes, durante su inauguracin, en 1816, que el objetivo [de esta institucin] era producir efectos benficos permanentes; y, en lugar de seguir aplicando medidas temporales para corregir algunos de vuestros hbitos externos ms prominentes, efec-

El pensamiento utpico y la prctica comunitaria: Robert Owen... tuar una mejora completa y comprensiva en el carcter interno as como en el externo de toda la aldea75, Max Weber preguntaba, en 1918, <(En que se parecera esa asociacin a lo que se dice en el Manifiesto Comunista? Qu germen-clula de ese tipo de organizacin tiene el socialismo en particular para ofrecer, si alguna vez tiene una posibilidad real de llegar al poder y gobernar como desea?>76. El socialismo ortodoxo, cientfico, tal como apunt Martin Buber, ha sido especialmente renuente incluso a examinarla cuestin, por no hablar de sugerir alguna respuesta. Marx hizo un anlisis magistral de las dimensiones polticas y econmicas de la sociedad moderna, pero dedic muy poco a la tercera dimensin, la evolucin de la forma social, la reestructuracin social que necesariamente debera emprender la nueva sociedad. No es mucho lo que se puedereunirsobreestodesusreferenciasocasionales a elementos de la nueva sociedad que ya se han desarrollado en la matriz de la colapsante sociedad burguesa, y que la Revolucin slo tiene que libemr. Respecto a algunos de esos elementos, tales como las cooperativas, Marx y Engels mostraron una actitudtibia,yavecesinclusounaactitudciertamente hostil; en el mejor de los casos, las cooperativas eran vistas como adjuntas a la lucha poltica y sindical, al estimulat- a la clase obrera para la organizacin potica. No fueron consideradas como experiencias de aprendizaje invalorables, ejercicios, aunque parciales, de vida socialista. La idea socialista, dice Buber, seala la necesidadde. - - construccin orgnica de una nueva sociedad a partir de pequeas sociedades unidas entre ellas por una vida comn y por trabajo comn, y porsus asociaciones. Peroestaideanodioorigen, nien Marx ni en Lenn, a algn marro consistente para la accin. En ambos casos, el elemento descentralizador en la reestructuracin es desplazado por el elemento centralista de la poltica revolucionaria,,77, Los socialistas utpicos, tales como los owenianos, se orientaban precisamente hacia este rea. Toda su preocupacin estaba en los grmenes-clulas del nuevo mundo moral. Sea cual sea la irrealidad de sus esperanzas, por lo menos se refirieron a la cuestin fundamental, de la sustancia social de la nueva sociedad. Sus experimentos con la propiedad colectiva, nuevos modos de familia y matrimonio, nuevas formas de educacin y crianza de los nios, nuevo tipo de relaciones de trabajo, un nuevo balance de trabajo y ocio, la educacin de las emociones y los sentidos junto con la de la mente sus esfuerzos, en resumen, de construir una nueva cultura tanto como una nueva sociedad78, todos ellos proporcionaron, y

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proporcionanun rico almacn de lecciones y ejempos para todos aquellos que se ocupan de crear un nuevo tipo de sociedad. La triste experiencia de la Unin Sovitica, dando la espalda deliberadamente a su propia y rica experiencia de vida comunitaria, es una medida de lo que ha perdido el socialismo al rechazar el legado de los socialistas utpicos. Por supuesto, la tradicin comunitaria no se perdi, sino que condujo a otros rumbos a los kibutzim de Israel, a las comunidades como Twin Oaks, estimuladas por Walt/en Two (1948) de E. E. Skinner, a las comunas contra-culturales de los 1960s, y a las comunidades ecotpicas delmovimientoecologista79. Y, sea lo que sea lo que piensen los socialistas occidentales respecto a Owen, su nombre ha resonado en aquellas sociedades del Tercer Mundo que han visto,en el principio cooperativo, una alternativa tanto al individualismo posesivo de Occidente como al socialismo de estado del Oriente89. Sin embargo, las cooperativas son slo una parte, y una parte relativamente pequea, del owenismo; y sistas tuvieran que servistas como cl principal logro prctico del owenismo a largo plazo, podemos sentir que est muy lejos de las aspiraciones utpicas del movimiento original. Esto presenta una vez ms, en otras palabras, la cuestin de la relacin entre el ideal y la realidad, entre la teora utpica y la prctica comunitaria. Cmo deberamos juzgar a Owen y a los owenianos? Eran idealistas inocentes, soadores de mundos imposibles? El fracaso de sus comunidades fue resultado directo de la debilidad de sus teoras? William Madure, el principal socio de Owen en la empresa de New I-Iarmony, qued desconcertado cuando en 1829 oy que Owen, no espantado por el fracaso de New Harmony, estaba a punto de dirigirse algobiernomexicanoparaquelepermitieradirigirun experimento, asn mayor, en Tejas. En tanto se detenga en la teora, todo estar bien, escribi a Marie Fretagot, pero si intentan la prctica, la segunda edicin de New Harmony ser publicada al mundo, condenando sus teoras y causando prdidas y desilusin a todos los que han puesto su fe y su confianza en l>,Si. Ralph Waldo Emerson, sin embargo, que fue el inspirador de la utpica granja, Brook Farm, adopt un enfoque ms amable respecto a Owen, con el que se encontr mucho despus, durante la nueva ola de comunitarismo en Norteamricaenladcadade 1840.Elpensabaquelosowenianos eran demasiado optimistas -o demasiado mecanicistas en su enfoqee de la absoluta plasticidad de la persona.

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136 Sin embargo, un da de esquemas pequeos, speros, feroces, uno es amonestado y animado por un proyecto de objetivos tan amistosos y de proporciones tan osadas y generosas; hay un coraje intelectual y una fuerza en l que es superior y domina; sta certifica la presencia de tanta verdad en la teora, y en esta medida 2, est destinada a ser un hecho> Pero, cuanto hecho, y de qu tipo? Las comunidades owenianas mostraron, con una estupenda claridad, como caen las sombras, y siempre caern, entre la teoraylaprctica. Esto no significa denigrar ni la teora ni la prctica por haber fallado en sus respectivas tareas Cada una tiene una tarea diferente e igualmente importante. En su teora utpica, cuya elaboracin le preocup crecientemente, Owen desarroll su ideal de un nuevo orden comunitario para la sociedad industrial, que todava es visto por mucha gente como la ms atractiva de las filosofas sociales que han emergido desde la Revolucin Industrial, Desarrollada especialmente por pensadores anarquistas, tales como Proudhon y Kropotkin en el ltimo siglo, y Martin Buber y Paul Goodnianen este>4, contina inspirando experimentos comuntarios, cundo y dnde se presenta el espacio y la oportunidad: como en los soviets de corta duracin de la Revolucin Sovitica, en las comunas anarquistas de la Guerra Civil espaola, y las comunas estudiantiles de mayo del 68 en Francia. La prctica coniunitaria ha abandonado esta teora; pero tambin tiene su propia lgica y momento. Ha tenido que encontrar sus propias formas y rutinas a partir de la realidad de sus circunstancias particulares de lugar y tiempo. Por ejemplo, Twin Oaks en Virginia, reconoci su deuda con el Walden Two de Skinner por su inspiracin inicial, pero igualmente tiene claro en qu medida ha tenido que modificar las doctrinas y tcnicas de Skinner para mantener lo que ha sido una comunidad de xito notable8>. Se puede ir tan lejos como para decir que el impulso comunal tiene su propia existencia independiente, afectada slo tangencialmente por las teoras que buscan guiarlo. Repetidamente, sea para probar nuevas teoras de educacin, nuevas terapias de salud mental, nuevas concepciones sobre el matrimonio y la famiha, nuevas maneras de relacin con el medio ambiente natural, hombres y mujeres se han retirado a comunidades, casi instintivamente, para encontrar, a veces mediantedolorososerrores,culpodraserelvalorde sus creencias, y modificarlas o extenderlas a la luz de esa experiencia. Que esas comunidades puedan durar slo unos meses, o unos pocos aos no es lo esencial. Para aquellos que participan en ellas, as como para

Krishan

Kumar

aquellos que las estudian y observan con simpata, un

da en la vida de tales comunidades puede representar una experiencia transfigurante~. Finalmente, puede ser, como sugiere esta ltima observacin, que la relacin entre k teora utpica (o analoga entre el pensamiento religioso y la prctica. En particular, la historia del cristianismo est repleta dechocantescasosdedisparidadentrelasenseanzas cristianas y las prcticas de la Iglesia Catlica. El movimiento monstico y la Reforma Protestante son las respuestas utpicas ms conocidas a esta situacin, intentos de hacer que la prctica catlica se ajuste, todo lo que sea humanamente posible, a la teora cristiana. En su inexorable rutinizacin y secularizacin, stas confirmaron la persistencia y la brecha, aparentemente imposible de cruzar, entre el ideal y la realidad. De hecho, los telogos cristianos, comenzando por Agustn, vieron como una de sus tareas bsicas era explicar por qu la prctica humana nunca puede corresponderse por completo con los preceptos cristianos ms puros, por qu la ciudad celestial deber siempre quedar en una esfera separada, aunque paralela, a la ciudad terrenal. Esto, aunque lamentado por muchos, ha sido cogido como una oportunidad por otros. Dios inspira ms por permanecer oculto. Su propia inescrutabilidad, y la imposibilidad de conseguir la perfeccin cristiana, nos urgeconstantemente a descubrir el velo, a luchar por conseguir lo imposible. Jurgen Moltmann, al desarrollar su teologa de la esperanza, habla de un horizonte o frontera que no confina, sino que invita a ir ms all>7. Lo mismo respecto a la prctica y a la teora utpica. La imposibilidad de la utopa no alimenta la desesperacin o la desesperanza, no lo hace en la medida que la utopa no degenere en fantasa, sino que retenga el asidero en la realidad que ha tenido siempre desde la poca de Toms Moro. Por el contrario, la utopa mantiene viva la imposible esperanza, sin la cual toda esperanza pierde su sentido. Sed realistas, pedid loimposible proclamaban los Situacionistas en Pars en mayo de 1968. Esta fue una consigna que preservaba bien el espritu, si no el contenido, del socialismo utpico, y seguramente hubiera alegrado a Owen saber que, al igual que en su caso, las repetidas desilusiones de la prctica no pudieron poner fin al espritu utpico en la sociedad moderna, cuyos dolores de parto quiso e intent aliviar.
cualquier otra) y la prctica se puede ver mejor en la

~Rb5IhD&

El pensamiento utpico y la prctica comunitaria: Robert Owen...

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NOTAS

Esta es una versin revisada de una conferencia presentada porprimeravez enel Congreso InternacionalUtopian Thought andCommunalExperience,EdinburghyNeWLanark,Escocia, del 18 al 21 de julio de 1988. Estoy agradecido a los participantes por sus comentarios abundantes, amables y tiles,
Ver Charles Taylor, Social Theory as Practice, en idem, Philosophy and the Human Sciences: Philosophical Fapers 2 (Cambridge, Cambridge University Press, 1985),

decidida [decidedreason] Il-labermas] lavaaponeraenfrentarse activamente con el problema social y polticode nuestros das. El radicalismo verbal de aquellos que gustan ver confundidos la sociologa y el socialismo la estpida afirmacin, por ejemplo, de la teora que por si misma se vuelve prctica~es pseudo-prctica, la expresin de deseo de gente que se ha quedado polticamente inactiva por una ambicin frustrada. La Sociologa y el Socilogo: Sobre el Problema de la Teora y la Prctica, en idem, Essays in dic Theory of

Society(Londres,RoutledgeyKeganPaul,1968),pg. 274.EI socilogo, sin embargo, dice Dahrendorf, no puede simplementeserunsocilogo,unterico.Tiene,eloella,uflrolsocial como ciudadano/a, y debe participar, con todo el conocimiento de la disciplina, en el mundo de la prctica. Debe, por tanto, rechazarladistincin simple de Weberentre la cienciacomo profesin y la poltica como profesin , dando a entender con esto que las acciones delciudadanoy elconocimiento del socilogo provienen de fuentes completamente diferentes. Ibid., pg. 275. ~ Sobre la sociologa como una respuestaa la industrializacin, ver R. Nisbel, The Socilogical Tradition (Londres, Heinemann, 1967); K. Kumar, Propliecy andProgress: 77w Sociology of Industrial and Post-Industrial Society (Harmondsworth, Penguin Books), caps. 2-3. > Acerca del funcionalismo como utopa, ver Ralf Dahrendorf, Out of Utopia: Towards a Re-orientation of Sociological Analysis>, en su Essays in the Theory ofSociely, pgs. 107-128 (laprimera vez publicado enAmerican Journal of Sociology, vol. LXIV, nm. 2,1958). Sobre el marxismo como utopa, verK. Kumar, UtipiaandAnti-Utopia inModern Times(Oxford,BasilBlackwell, 1987),pgs. 49-65; 5. Lukes, Marxism and Utopia, en P. Alexander y E. Gil (eds.) Utopias (Londres, Duckworth, 1984), pgs. 53-167; V. Georhegam, Utopianism andMarxism (Londres y Nueva York, Methuen, 1987). Sobreladimensinutpicadelateorasocial del siglo diecinueve,verBarbara Goodwin, Social Selence and

pgs. 91-115. Una posicin similar, que se centra en las intenciones inherentes a todas las acciones (lingiisticas y noligtisticas),yenlos sistemas-de-sentido supuestosporesto,es defendida por Quentin Skinner, Social Meanings and the Explanation of Social Action, en Peter Laslett, W. G. Runciman, y Quentin Skinner (eds.) Philosophy, Polities and Sociely, Fourth Series (Oxford, Basil Blackwell, 1912), pgs. 136-157. Sobre labistoriadelconceptodepraxis,verN. Lobkowicz, Theory and Practice: History of a Conceptfront Aristotie tO Marx (Notre Dame, III.,y Londres, University of NotreDame Press, 1967; 0. Pretovic, Praxis en T. Bottomore (ed.) A Dictiona,yofMarxistThought(Oxford,BasilBlackWell, 1985), pgs. 384-389. Como seala Petrovic (pg. 386), para la mayora de los marxistas la revolucin es la praxis verdadera, conectando directamente de esta manera la teora (socialista) con la prctica (proletaria). Y, para una contribucin reciente, ver Gavin Kitching, Karl Marx and rIus Phulosophy of Praxis (Londres, Routledge, 1988). Polanyi es citado en David L. Hall, Eros and Irony: A Prelude fo Philosophical Anarchism (Albany, N. Y., State (Jniversity of New York Press, 1982), pg. 65; y en general. acerca de este enfoque (platnico) de la teora como una forma de irona, ver ibid., pgs. 45-72. La Repblica es tambin un ejemplo quepodemos encontrarpara esta concepcinplatnica. El ideal dejusticia que est escrito en grande en la sociedad perfectaqueScrates,conciertogradodetrave5ura,con5tflIye~ contina siendo justamente eso: un ideal. En ningn lugar de la tierra se encuentra, ni puede ser, realizado. Scrates le dice a Glaucon que el hombre justo no Se preocupar tanto por el orden de la tierra en la cual naci como por el de la ciudad que est dentro de l. Comprendo dijo, te refieres a que l ser gobernante en la ciudad de la cual somos fundadores,yquesloexisteennuestraexpOsicinpuesnO creo que haya otra semejante en ningn lugar del

Utopia (Hassocks, Harvester Press, 1978). 6 Este enfoque est bien elaborado por P. Berger y T. Luckan, The Social Construction of Reality (Londres, Alen
Lane, 1967). Ver tambin, para una perspectiva similar, aunque basada en una tradicin bastante diferente, Peter Winch, TIte Idea of a Social Science (Londres, Routledge and Kegan

Paul, 1958).
H. G. Wells, Tbe So-Called Science of Sociology, en idem., An Englishman Looks at tIte World (Londres, Cassell aud Co., 1914), pg. 205. He discutido esta posicin en el contexto del trabajo de Wells, en H. G. Wells and the SoCalled Science of Sociology, en C. Rolfe y P. Parrinder (eds.), II. G. Wells Under Revision (Associated 1.Jniversity Presses ofAmerica, de prxima publicacion). $ Vea, por ej.. A. Welsh, Tite City of Dickens (Oxford. ClarendonPress, 197 l);D. Fanger,DostoyevskyandRomantic Realism(Cambridge,Mass.,HarvardUniversityPress, 1965). Dahrendorf, Out of Utopia, pg. 12. ~ M. Finley, <ditopianism, Ancientand Modern, en K. H. WolfyBarringtonMooreJr. (eds), Tite CriticalSpirit(Boston, Beacon Press, 1967), pg. 6. Lamentablemente, en esta lnea no existe una sociologa comprensiva de las utopias. Ideology andutopiadeKarlMannheim(1936;Londres,ROutledgeand

mundo. Pero tal vez repliqu haya un modelo de


esa ciudaden el cieloparael que quiere contemplarlo, y contemplndolotomar residencia all. Por lo dems, poco importa que esa ciudad exista o deba existir algn da, porque lo cierto es que vivir de

acuerdoconlosmodosdeesaciudad,Sinteflernadli que ver con cualquier otra. Tite Republic, trad. B. Jowett(NuevaYork,VintageBooks,n.d.),Libro IX,
secc. 592, pg. 360.

Y RalfDahrendorf, sobre el caso especifico de la sociologia: La sociologa es teora, y ninguna cantidad de razn

~Rb5Lbd,

138
Kegan Paul, 1960), el mejor conocido de estos esfuerzos, adolece de un concepto de utopa un tanto restringido e idiosincrtico.Hayunmaterialmuysugerenteenelmagnnco examen de Frank E. Manuel y Fritzie P. Manuel, litopian Thougittinrite Western World(Carnbridge, Mass., TheBelknap Press of Harvard University Press, 1979), pero esquivan explcitamente cualquier esfuerzo tendiente a una sociologa delasutopas.Paraalgunospensamientosinteresantessobreel tema, ver R. Levitas, Sociology and Utopia, Sociology, vol. 13, nm. 1(1979), pgs. 19-33. Hay un intento fascinante, aunque algo excntrico, de conectar las utopas con las prcticas reales de lugares y pueblos reales en Arthur E. Morgan, Nowhere was Somewitere: How History Makes
Utopias and How Utopias Malee History

Krishan Kumar
Fnestecontexto,valelapenaprestaratencinalttulocompe to de la obra ms famosa de Owen, A New View of Sociery (1813), que continua: O, ensayos sobre los principios de la formacin del carcter humano, y la aplicacin del principio de la prctica.
<

SobreSaint-Simon.verFrankEManuel,TiteNewWor/d

(Chapel Hill, NC,

University of North Carolina Press, 1949). Sobre todas estas obras con,oteora social, verla segunda parte de Kumar, Utopia and Ami-Utopia in Modern Times, ~ F. E. Manuel y E. P. Manuel, Utopian Titought in the Western World, pg. 2. La frase est tomada de la definicin de Sir Philip Sidney de la poesa como una pintura elocuente con este fin: enseary deleitar. Sidney citala Utopia de Moro como potica en este sentido. A Defence of Poetry (1595), cd. Jan Van Dorsten (Oxford, Oxford University Press, 1966), pgs. 25-33. ~ Acerca de la reorientacin del pensamiento utpico en el siglodieciocho, verKumar, Utopia andAnti-Utopia inModero Times, pgs. 33-49VertambinJudithShelcjarThePolitical Theory of Utopia: From Melancholy to Nostalgia, en Frank E. Manuel (ed.) Utopia and Utopian Titougitt (Londres, Souvenir Press, 1973), pgs. 101-115. Manuel y Manuel, UtopianThougittinthewesternWorld,pgs. 3-4,453 ~fS~b~ la invencin de la idea de revolucin, ver H. Arendt, On
Revolution

of Henri Saint-Simon (Notre Dame, Indiana, University of Notre Dame Press, 1963), passim, esp., pgs. 272ff Las diferentes dedicatorias de Owen estn reproducidas en la edicin de Everyman de A New View of Society, pgs. 5-13. 19 Frederick Engels, Socialism: Utopian and Scientifuc (1877), en Karl Marx and FrederickEngels,Selected Works in Two Volumes (Mosc, Foreign Languages Publishing House, 1962), vol. 2,pg. 128. Y compare con la afirmacin de E. P. Thompson: En realidad, Owen no fue el primer terico del socialismo moderno... sino uno de los ltimos racionalistas del siglo dieciocho. Tite Making of tite Englisit Working Class (Londres, VictorGollancz, l964),pg. 784.YacercadeOwen como racionalista ilustrado, con una deuda especial a los pensadores escoceses, ver tambin J. E. C. Harrison, Robert
Owen and tite Owenite o Britain andAmeri ca: Tite Questfor tite New Moral World (Londres, Routledge and Regan Paul,

1969), pgs. 83-87; 1. H. Treble, Tbe Social and Economic TboughtofRobertOwen, en 1. Butt (cd.) RobertOwen: Prince ofCotton Spinners (Newton Abbot, David and Charles, 1971), pgs. 31-33. 20 F. Engels, The condition of the Working Class in England (1845) en K. Marx y F. Engels, Collected Works (Londres, Lawrence and Wishart, 1975), vol. 4, pg. 525.

Para una discusin de La Repblica de Platn en estos trminos, ver Peter Alexander, Gtimms Utopia: Motives and Justifications, en Alexander and Gil (eds. Utopias, pgs. 31-42. Sin embargo, pienso que Alexander est equivocadoalconsiderarqueestafuncincontemplativaesverdadera respecto a toda la tradicin utpica. Ciertamente no se aplica, por ejemplo, a los socialistas utpicos. Toda la cuestin de la posibilidad de realizar las utopias tanto en trminos de las intenciones del autor como de su posibilidad de llevarlas a laprctica, es fascinante, pero el espacio me impide considerarla aqui.Paraalgunasreflexionestilessobreesfo,verBQ 00~~j~ y K. Taylor, Tite Politics of Utopia: A Study in Theory and Practice (Londres, Hutchinson, 1982), pgs. 2t8-222; Y. Friedman, Utopies Realisables (Pars, Union Generale dEditions, 1975); E. Bloch-Laine, The Utility of utopias for Reformers, in Manuel (cd.) Utopias and Utopian Titougitt, pgs., 201-218. ~ Manuel World, pg. 9.and Manuel, Utopian Thought in tite Western 6 Karl Marx, Theses on Feuerhach (1845), en D. McLcllan(ed.),KarlMarx:SelectedWrtings(oxford Oxford University Press, 1977), pg. 158. Robert Owen, A Cathechism of the New View of Society and Three Addresses (1817), en Robert Owen, A New View of Society, and Otiter Writings (Londres. Dent, Everymans Library, t972), pg. 188 (el nfasis es de Owen).

(London, Faberand Faber, 1963). Cap. 1.

KarlMarx,TheEighteethBrumaireofLouisBonaparte>, (1852), en Marx y Engels, Selected Works in Two Volumes, vol. 1, pg. 255. Marx formula el mismo punto de manera diferenteenlaterceraTesissobreFeuerbach,dondeacusaaos
~

ambientalistas, tales como Owen, de ignorar el papel de la

prcticarevolucionaria: Ladoctrinamaterialistareferente
al cambio de circunstancias y la crianza, se olvida que las circunstancias son cambiadas por los hombres, y que es esencial educar al propio educador. Esta doctrina debe, por tanto, dividir la sociedad en dos partes, una de las cuales es superior a la sociedad [tal como hace Roben Owen, agreg Engels a su edicin de 1888]. La coincidencia del cambio de circunstancias y de la actividad humana se puede concebir y entenderse racionalmente solamente como prctica revolucionaria. Theses on Feuerbach, pg. 156. Karl Marx y Frederick Engels, Manifiesto of the CommunistParty(1848),enSelectedworksinTwovoumes vol. 1, pg. 63. ~> Ibid., pg. 63; tambin unacartade Marx aL. Kugelnian, del 9 de octubre de 1866, en Karl Marx y Frederick Engels, Selected Correspondence 223.Lacrticaposteriorhaseguido (Mosc, Foreign Languages PublishingHouse,n.d.),pg. por esta lnea ver por ejemplo, TIte Making of tite Englisit Working Clasx, pg. 805; A. L. Morton, Tite English Utopia (1952; Londres, Lawrence and Wishart, 1969), pg. 169. 24 K. Marx y E. Engels, Oto tite Paris Commune (Mosc, Progress Publishers, 1980), pg. 188. Para una discusin de los dos borradores, ver M. Lasky, Utopia and Revolution (Chicago,ChicagoUniversitypress, l976),pgs. 36-43. Y, en general, acercade larelacinentre Marx,Egels y los socialistas

El pensamiento utpico y la prctica comunitaria: Robert Owen... utpicos,verL. Kolakowski,Main CurrentsofMarxism, 3 vols.
(Oxford, Oxford University Press, 1981), vol. 1, pgs. 218224; Goeghegan tambin insiste en que el desacuerdo con los socialistas utpicos, para Marx y Engels, era en tomo a los medios, no sobre los fines: ellos vean su disputa como metodolgica;lavisinsocialistautpicaes,enelmeiOrdelOs casos, una abstraccin subjetiva imaginable de las divisiones de la sociedad de clases, mientas que la divisin comunista, por el contrario, es e telos objetivo que crea la sociedad capitalista en tanto se niega as misma. Ibid., pg. 29. ~ Ver K. Kumar, Can the Workers be Revolutionary?>.

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ArthurEestor, ir., Patent-Offce Models of the Good Society: Some Relationships between Social Reform and Westward Expansion, American Historical Review, vol. LVIII, nm. 3 (1953), pg. 524. Bestor denomina a esto como una parte
esencial de la verdadera fe comunitaria. Rehacer la sociedad, no escapar de sus problemas, era el objetivo de la reforma social comunitaria durante el perodo en el cual ejerci una influencia real sobre el pensamiento social norteamericano. Ibidem, pg. 524. Y compare con Pierrepont Noyes. sobre ONeida: En nuestras mentes no fue nunca un experimento. Creamos que estabas viviendo bajo un sistema que tarde o temprano adoptara todo el mundo. Pierrepont Noyes, My Fcaiters House:An Oneida Boyhood( 1937; Gloucester, Peter Smith, 1966). pgs. 17-18. ~ Aunque reconozco que existen diferencias fundamentales entre Saint-Simon, Fourier y Owen (por no mencionar a

vol. 6 (1978), pgs. 357-379. Reproducidoen K. Kumar, Tite Rise ofModern


European Joarnal of Political Researcit,

Society:Aspectsof titeSocial andpoliticalDevelopmentof tite West (Oxford y Nueva York, Basil Blackwell, 1988). 26 Sobre la caracterizacin del marxismo como utpico, ver Kumar, Utopia andAnti-Utopia in Modern Times, pgs. 53-65, y las referencias citadas en las pginas 435-439. Ver tambin A. Harris, Utopian Elements in Marxs Thought>. Etitics, vol. LX, Pt. 2 (1950), pgs. 79-99; Geooghegan, UtopianismandMarxism, pssim, pgs. 33-34, 134-135. Robert Owen, A New View of Sociey, portada de la primera edicin, 1813 (segn est reproducida en la edicin de Everyman).Ellemaserepite,demaneraleVementemodiflcada. como epgrafe del Primer Ensayo: ver ibdem, pg. 14. Sobre el carcter general de la teora utpica, ver la discusin en Goodwin y Taylor, Tite Politicis of Utopia, pgs. 1591,con buenas bibliografas. Vertambin J. C. Davis, Utopia atod tite Ideal Society: A Study of Englisit Utopian Writing

ProudhonyaCabet~ lams importante para nuestroobjetoes,


quiz, la ausencia de un elemento comunitario en el saintsimonismo. Para unabuenadiscusin deestasdiferencias, ver Manuel y Manuel, Utopian Titonght in tite Western World, pgs. 581-589, y 590 subsiguientes; Martin Huber, Patits in Utopia, trans. R. E. C. Hul (1949; Boston. Beacon Press, 1958). pgs. 16-57. Ver tambin Keith Taylor, Tite Political Ideas of Utopian Socialists (Londres. Frank Cass, 1982); L. Loubere, Utopian Socialism: Its History Since 1800 (Cambridge, Mass., Schenkman Publshng, 1974). Sidney Pollard, The Factory Village in the Industrial Revolution, Englisit Historical Review, vol. 79 (1964),

ISJ6~/7O0(Cambridge,CambridgeUniversityPreS5. 1983), pgs. l-40;T.Kenyon,UtopiainReality: Ideal Societiesin Social and Political Theory>, History of Polilical Titougiti,
vol. III, nm. 1(1982), pgs. 123-155. ~ Comprese con el comentario de Harrison sobre la 1 comunitarismo como mtodo de reforcreencia activa ene ma social de los owenanos: La sociedad tena que ser transformada radicalmente por medio de comunidades expenmentales,yestoeraconsideradocomounaalterflativavlida a otros mtodos de causar el cambio social, tales como la revolucin ola legislacin. Robert Owen and tite Owenites, pg. 47; ver tambin las pginas 144-145. Manuel y Manuel dicen de Owen y Fourier, los dos apstoles principales del movimiento de la pequea comunidad: [Ellostenan una 1 absoluta confianza en el contagio gradual del movimiento comunal, conducindolos a la creencia que un nico experimento basado en sus principios organizativos aportara un ejemplo tan compulsivo que, siendo mejor que cualquier argumentacin, persuadida al resto de la humanidad para adoptar su sistema... Utopian Titougitt a tite Western World, pgs. 586-587. Y compare tambin con Bestor, sobre el comunitarismo norteamericano del siglo diecinueve: Ellos confiaban en que el mundo no podra sino ver un experimento exitoso y darse prisa a duplicarlo y reduplicarlo, hasta que naciones enteras estuvieran dotadas de asociaciones, y entonces nacera una nueva forma de sociedad. Arthur Bestor, TheSearchforUtopia, inJohn J. Murray (cd.), TiteHeritage of tite Middle West (Tulsa, University of Oklahoma Press, 1959), pg. 107. 29 Victor Considerant, Tite Great West (1854), citado en

pgs. 524~529(subrayadoen el original). Veatambin Pollard, Tite Genesis of Modern Management (Cambridge, Mass., Harvard tJniversity Press, 1965),pssim, esp. pgs. 192-208. Otros han resaltado tambin la medida en la cual las ideas y las
prcticas de Owen se ajustaban a la tradicin paternalista escocesa, que ya estaba siendo adaptada por varios otros dueios de fbricas de la poca a los requisitos de las primeras comunidades industriales. Estos industriales incluyen a David Dale, el fundadorde New Lanark y ms tarde suegrode Owen. Ver James H. Steward. Paternalism in Scotland and the Oweniteldeal:APossibleContextforNeWLanark,Presentado en la Conferencia Internacional Utopian Titought and CommunalExperience>. Edinburgoy New Lanark, 18-21 de julio de 1988; David J. McLaren, David Dale of New Lanarle (Milngavie, Heatherbank Press, 1983). Thompson. Tite Making of tite Englisit Working Class, pgs. 780-781. Idem, pgs. 790-791. ~ Hanison.RobertOwenandtiteOwenites,pg. SOLafrase ethos de mutualismo es de E. P. Thompson. Para ver su relato sobre la comunidad de clase obrera de este perodo, ver Tite Making of tite English Working Class, pgs. 401-447. ~ El mejor y ms completo informe de la deuda de Owen con e comunitario de las sectas religiosas norteamericanas es e de Arthur E. Bestor Jr., Backwood Utopias: Tite sectarsm and tite Owenite Pitases of Communitarian Socialism in America, 1633-1829 (Philadelphia, University of PennsylvanniaPress, 1950),caps. 1-3, especialmente pgs. 3859. Vea tambin Harrison, Robert Owen and tite Owenites,

pgs. 53-57. El relato ms detallado de la compra de New


HarmonyporOwenestenAnneTaylor,ViSioflsOfH~2rmoflS

140
A Studv in Nineteentit Cenury Millenarianism (Oxford. Clarendon Press, 1987), pgs. 51-93>~ En uno de sus aspectos>, dicen Manuel y Manuel, &

Krishan Kumar porejemplo.Steward,PaternalisrninScotlandandtheOwenite Ideal, pg. 17. ~> Morton, Tite Englisit Utopia. pg. 168. Sobre la iniportancia de la experiencia de New Lanark para convencer a los vacilantes, ver tambin Manuel y Manuel, Ulipian Thougitt in tite Western World. pg. 686. Y compare con Buber. sobre Owen: A diferencia de Saint-Siunon y Fourier, su docrina proceda de la prctica, del experimento y la experiencia. No importa si conocaono las teoras de Fourier: la ensefianza de Owen es, hablando histrica y filosficamente, una rplica a la de ellos, la solucin emprica al problema, como opuesta a la especulativa. Paths u Utopia, pg. 21. Probablemente esto es exagerar la diferencia entre estos tres pensadores; tampoco tiene en cuenta la medida en que el sistema de Owen fue concebido tericamente, independientemente de cualquier prctica. Owen fue en primer lugar. y principalmente, un visionario, y slo secundariamente un prctico del comunis-.

plandeOweneraunareversindelaideadelaresponsabilidad
moral comunitaria de otorgar trabajo a los pobres que lo merecieran. UropanTboughtintheWesternworld,pg. 680. Sobre los primeros planes de Owen en el contexto de la Ley de Pobres, vea 1. R. Poynter, Society aud Pauperisin: Englisit Ideas on Poor Relief /795-1834 (Londres. Routledge and Kegan Paul, 1969); ver tambin 1-larrison, Robert Oweri aud tite Owenites, pgs. 11-25. Sobre la respuesta hostil de los
Radicales,veaThompson,TiteMakingoftheEnglishWork-ing

Class, pgs. 782-783; W. Hamish Fraser, Robert Owen and the Workers> en Butt (ed.) Robert Oxte,,, pg. 77; Taylor, Visions of Harmony, pgs. 49-50. Se puede encontrar por primera vez el plan de Owen para las Aldeas de Cooperacion en el Reponto the Committee of the Asocialion forthe Relief ofthe Manufacturing and Laboruring Poor (1817). Lo elabor ms en ~<Funher Development of the Plan for the Relief of the Poor and the Emancipation of Manking (1820). Estos escritos estn reproducidos en A New View of Sociey, and Otiter Wrirings (Everyman), pgs. 156 y subsiguientes. Para el tributo de Owen a Bellers, verA Catechism of tbe New View of Society and Three Addresses (1817), en A New View, etc., pg. 183. Sobre el proyecto de Bellers, ver Davis, Utopia ond tite Ideal Socay (ver nota 27), pgs. 338350. El comentario de Davis sobre Beller muestra el significado de la franca admisin por parte de Owen den su lazo con Beller: A lo que ms se parecan los colegios de Beller era a 1-as fbricas que comenzaban a surgir a finales del siglo diecisiete. Ibdem, pg. 350. La conexin con Beller no resulta ms confortable por e hecho de que sta ocurra en el contexto del entusiasta informe de Owen sobre su visita a la prisin de Newgare para verlos resultados, por lannalogacon lo que l estaba poniendo en prctica en New Lanark. Vea A Catechism ofthe New View of Society..., pgs. 185-188. Las fbricas y las prisiones no parecen ser buenos ejemplos ulpicos para las aldeas de cooperacin. 3< Sin embargo, lt,,,nncr,, ~ es mucho ms crtico que Hm-nson con respecto a Owen: por ejemplo, Owen fue un pensador absurdo.., un lder poltico daino. Owen tena simplemente un vacomentaldondelamayoradc los hombres tienen respuestas polticas. Si Owen fue el mayor propagandista del owenismo, fue tambin uno de sus peores enemigos.Dehecho,unodelosmayoresnfasisdeThompson es que tenemos que distinguir el owenismo por lo menos desde el ftnalde ladcadade 1 820en adelante de los escritos y proclamas de Roben Owen. Tite Making of tite Englisit Working Class, pgs. 783, 786, 789, 798. Tambin es crtica Margaret Cole, aunque con un espritu ms exasperado, Owens Mmd and Methods, en 5. Pollard and J. Salt (cds.), RobertOwen: Prop het ofthePoor(Londres, Macmillan, 1971), pgs. 188-213. Ms hostil, an, con algunos materiales interesantes sobre la vida personal y el temperamento de Owen, es el rectente estudio de Anne Taylor sobre Owen y las comunidades owenianas: Visions of Harmony (ver nota 35). ~Esto es reconocido incluso por aquellos que enfatizan la deudadeOwencon tastradicionesyprcticasexistenres: vea,

mo. El hecho de que fuera el nico, de todos los socialistas utopicos, asociado con unabuena empresa prctica. hallevado a muchos estudiosos a pasar esto por alto. Incluso respecto a su xito empresarial, por lo menos como se sostuvo tradicionalmente. ha habido muchas observaciones significativas. Sobre la perspectiva de Owen como hombre de negocios y empleadorenNewLanark.conionomuydiferentedeynoms exitoso que otros fabricantes de su poca, vea A. i. Robenson,

25.en RobertOwen.Cotton-Spinner:NewLanark. 1800-18 Pollar y 5-alt (eds). Robert Owen, pgs. 145-165. Y compare con Pollard.- ...la idea de su gran habilidad como hombre de
negocios es un mito..., Tite Genesis ofModer,, Managtnent, pg. 246 y subsiguientes. Una estimacin ms generosa est en.]. Eutt. Roben Owen as a Busincssman>. en Butt (cd.) Robert Owen. pgs. 168-214.
~

Owen,ReporttothcCountyofLanark>d1820).enANew

View. etc.. pg. 297 (nfasis de Owen). 42 Roben Owen. Lije of Robert Owe,, Written by Himself vol. 1(1857) (Londres. O. Bel an Sons, 1920). pg. 108. Ver tambin Tite Revoltuian of tIte Mmd atod hachee of tite Haunan Race (1849), donde Owen tambin basa su atitoridad como reformadoren su larga administracin dc las hilanderas de Lanark. Al mismo tiempo, Owen menudo consider im New ortante ne ar ue New Lanark ha aasido un verdadero g q y experimento. Su fundacin es un error>, escribi, y su superestructura slo podra ser corregida mediante la completa recreacin de nuevas condiciones... Dejad, por tanto, en la sempiterna memoria, que lo que yo hice en New Lanark fue solamente lo mejor que pude conseguir en las circunstancias de una fbrica y una aldea desordenada. que exista anteriormente a que yo asumiera el gobierno de su establecimiento. Life of Robert Owen. pgs. 109-110. ~ Harrison,RobertOwen andtiteOwenies, pgs. 256-157; y para una descripcin general de la vida y organizacin de New Lanarlc. Ibdem, pgs. 151-163. ~ Esta es slo una seleccin de los escritos y las actividades de Owen. Para la lista completa de los escritos de Owen, con detalles sobre la publicacin, vea Harrison, Robert Owen and dic Owentes, pgs. 265-277; hay una lista de los peridicos owenianos en las pgs. 347-354: y sediscuten las asociaciones del movimiento oweniano en las pgs. 197-232. El libro de Harrison tambin contiene tina invalorable bibliografa dc trabajos sobre Owen y el owenismo: vea pgs. 278-369.

El pensamiento utpico y la prctica comunitaria: Robert Owen...


Owen, An Address to dic Inhabitans of New Lanark (1816), en A New View, etc.. pg. 97. Adems. qu poda estar ms en el espritu del utopismo que tener una oficina de enrolamiento para ser miembro de la Nueva Sociedad? Owen termin una de sus alocuciones con el anuncio de la inminente publicacin de un nuevo peridico. el Mirror of Truth. Continu diciendo: Mientras tanto, desde principios del prximo mes, todas las preguntas relacionadas con el tema del Nuevo Estado de la Sociedad. se debern hacer, en persona al Dr.

141

~ Sobre la atraccin que ejercieron los milenarismos no cristianos o post-cristianos sobre los pensadores y grupos racionalistas y utilitaristas a finales del dieciocho y principios del diecinueve, ver Oliver, Owenen 1817>. pgs. 182-186. Las formas menos intelectuales de milenarismo de este peodoestnbientratadasenJ.F.C.Harrison.TiteSecondComing: Popular Millenariarism 1780-1850 (Londres, Routledge and Kegan, 1979). para su expresin en la literatura popular de la poca, vea Louis James, Print and tite People, 1819-18S1

Wilkes, Oficina de Enrolamiento del Nuevo Estado de la


Sociedad, Temple Chambers, Fleet Street, Londres. A Catechism of the New View of Society and Three Addresses (1817), enA New Vew. etc., pg. 223. An Adress to the Inhabitans of New Lanark, pg. 104. Esto no confirma necesariamente el enfoque de que en ese momento Owen ya era un milenarista totalmente comprometido, como lo ha sugerido W. H. Oliver. Owen en 1817: The Millenarial Movement, en Pollard and Salt (eds.), Robert Owen, pgs. 168-187. Al igual que en mucha de la literatura radical de esta poca, la retrica juega con asociaciones bblicas, para darle mayor fuerza de persuasin. Pero Owen todava parece estar distancindose del milenarismo que estaba reviviendo en esa poca. Compare con su comentario en la misma alocucin: Yo no se cules son las ideas que los individuos pueden asociar al trmino Milenio; pero yo sis qu sociedad puede ser creada para que no exista el crimen ni la propiedad, etc.. ibidem, pg. 106. ~ Citado en Manuel y Manuel. Utopian Thoughr in tite Western World, pg. 589. Manuel y Manuel sealan que las letras CM. estaban marcadas de manera prominente en el exterior de los edificios owenianos, lo que significaba el comienzo del Milenio. Sobre el desarrollo del milenarismo de Owen, y su extensin al movimiento oweniano, ver Harrison, Robert Owen an tite Owenites, pgs. 92-139; ver tambin Taylor, Visions of Harmonv, pgs. 86, 228. Sobre el salto milenario de Owen y el desarrollo de su milenarismo secular, ver Thompson, Tite Making of tite Englisit Working Class, pgs. 787-789,798-802. Thompson cita deldiscursode Owen ante el National Equilable National Excbange, de 1 de mayo de 1833: Por tanto, declaro ahora al mundo el comienzo, en este da, del prometido milenio, fundamentado en principios racionales y en una prctica consecuente. Ibide,n, pg. 789. ~ Ver K. Kumar, Religion aud Utopia (Canterbury, Centre for the Study of Religion and Society, University of Kent, 1985). Para un fogoso intento de reacercamiento entre la utopa (marxismo) y la religin (cristianismo), ven. Marsdem, Marxismn, UtopiaandtiteKingdomofGod:TowardaSocialist Political Titeology (Tesis Doctoral no publicada. Universidad de Kent, Canterbury. 1988). ~> Como ha sido resaltado, especialmente por John Humphrey Noycs, History of American Socialisms (Philadelphia, J. B. Lippincott, 1870). en diversos sitios, espec.pgs. l9l.l92,669~670.VertambinBestor,BackWoOd Utopias, pgs. 38-59. > Carl L. Becker, Tite Heavenly City of tite Eigitteentit Century Pitilospiters (New Haven. Yale University Press, 1932); Emest Lee Tuveson, Millenniuni aud Utopias: A Study inuiteBackgroundtotliedeaofProgtess(NuevaYOrk,HarPer

(Londres, Alen Lane, 1976).


~ ElintentomsconstanteestenErnstBloch,TitePriflciple of Hope, trad. deN. Plaice, 5. Plaice y E. Knight, 3 vols. (Oxford, Basil Blackwell, 1986), espec. vol. 1, pgs. 205 en adelante. Veatambin WayneHudson, TlzeMarxistPitilosopity of Ernst Bloch (Londres, Macmillan, 1982). Hay una discusion interesante de la herencia milenarista del marxismo en KarlLowith,MeaninginHistory(Chicago,ChicagoUniversity Press, 1949), pgs. 145-159. Tambin se sealan temas milenarios en Marx en R. Tucker, Pitilosopity and Myrit in Karl Marx (Cambridge, Cambridge University Press, 1961). Vea tambin David MeLellan, Marxism and Religion (Londres, Macmillan, 1987), en diversas pginas. Bertel Olman ha hecho un intento interesante de construir esto: vase Marxs Vision of Communism: A Reconstruction,Critique, nm. 8(verano, 1977), pgs. 4-41. Vea tambin la nota 26, arriba. Citado en Harrison, Robert Owen and tite Owenites,

pg. 68.
~ Owen, Report to the County of Lanark, en A New View, etc., pg. 284. 56 Citado en Harrison, Robert Owen and tite Oweniles, pg. 145; y, en general, sobre la visin oweniana de la educaciny lacomunidad, ibidem, pgs. 139-147. Laaf,rmacindel

propioOwendelosfinesdelaeducacinestenRCpOrttothC Country of Lanark, pgs. 278-284. Para otras discusiones


sobre educacin y owenismo, ver H. Silver, Tite Concept of PopalarEducation: A Studv ofIdeas and SocialMovements u tite EarlyNineteenth Century (Londres. MacGibbon and Kee, 1965); 3. F. C. Harrison (ed.), Ulopianism aud Education: RobertOwenandtheOwenites (Nueva York.Teachers College Press, 1968). Para una afirmacin comprensiva de estos objetivos, vea Owen, Reportto theCounty ofLanark, pgs. 274-278, 284298. Para un excelente estudio de la teora y la prctica owenianaen relacin alafamilia, el matrimonio,yel rol de las mujeres, vea Barbara Taylor, Eve aud tite New Jerusalem (Nueva York, Pantheon Books, 1983). ~ [Lacomunidad tiene todo/lo que puede darse al hombre;/la comunidad es felicidad,/La comunidad es el cielo] CitadoenHarrison,RobertOwenandtheOwenite.S, pg. 137. Harrison, ibidem, pg. 165; vea tambin Bestor, RacA-woods Utopias, pg. 201.
ElmejoninformesobreelexperimentoenNewHarmOny

and Row, 1949).

est en Bestor, BacA-woods Utopias, capts. 4-8. El mas reciente, y el ms crtico del rolde Owen, es el deTaylor, Visions of Harmony (vea nota 35, arriba). Taylor, al apuntar el intento de Owen, antes de su partida en 1827, de presentar New Izlarmony al pblico como un xito, observa: La verdad fue la siguiente: haban aparecido carteles pintados que ofrecan propiedad a la venta y en alquiler en el pueblo. Junto a sus

142

Krishan Kujnar
andtiteirMembres(Londres, Rouledgeand Kegan Paul, 1974).

lmites exista Feiba Peveli. Macluria estaba vaca, abandonadapor sus miembros, que la desfalcaron en el pagode intereses y capital. Ms adentro, en los bosquecillos haba cabaas desparramadascuyos dueos apenas apanaban su mirada dela extenuante tarea de limpiar el terreno. Ibdem, pg. 162. Y
vea tambin: George B. Lockwood, Tite New Harmony Movement(Nueva York, D. Appleton and Co., 1905); William E. Wilson, Tite Angel and tite Serpenr: Tite Story of New Harinony (Bloomington, Indiana University Press. 1964); W. 1-1. G. Armytage, Owen and America. in Pollard and Salt (eds.), Robert Owen, pgs. 2 14-238; M. Holloway, Heavens ofEa rtit: Utopan ConmunitiesinAmerca, l680-1880(Nueva York, Dover Publications. 1966), pgs. 101-116. ~ Para ms detalles sobre las comunidades perdidas, de lascualeslestimaquefueronporlomenos I6enNoneamrica y 10 en Gran Bretaa, vea Harrison, Robert Owen an tite Owenires, pgs. 163-192; R. O. Garnett, Roben Owen and

pgs. 272-297.
70 Kanter,Com~nitmernandCommuni,v,pgs. 244-245. Las de xito fueron mayoritariamente lasreligiosas. Para el perodo 1663-1860, Bestoridentifica 130 comunidades, de las cuales 38 eran owenianas o fourieristas: BacA-woods Utopas, pgs. 233-243. Noyes hizo una lista de 41 fracasos en el siglo. hasta 1850: Historv of American Socalism, pgs. 138-139. Tambin l escogi la religin como la llave para una larga superviviencia. Sobre las comunas de la dcada de 1960. vea R. E. Roberts, Tite New Communes: Coming Togetiter in Amerca (Englewood Cliffs, N. J. Prentice Hall, 1971): M. Melville. Communes in tite Coanter-Culture (Nueva York. WilliamMoaow, 1972). Vea tambin la nota 79, abajo. 72 Aldous Huxley, Ozymandias, en su Adonis and tite Alpitabet, and 0:/ser Essays (Londres, Chatto and Windus, 1956), pg. lOO. Sobre el valor de las comunidades, vea tambin Arnsytage, Heavens Rellow, pgs. 430-440. ~ Owen, A Catechism of the New View of Sociey and Three Adresses>~, en A New View, etc,, pg. 184. Vea tambin las observaciones similares en el Report to the Couny of Lanark en Ibdem, pgs. 285-299. Owen, A New View of Society (1813), pg. 41. Vea tambin las propuestas concernientes a nios y educacin en el ReporttotheCommittee forthe Reliefofthe Manufacturing Poor (1817), en A New View, etc., pgs. 162-163. Owen, An Address lo the tnhabitants of New Lanark (1816), en A New View, etc., pg. 98. Esta observacin, as como el inters mostrado en otros escritos por Owen por la formacin del carcter mediante un control detallado y cuidadoso del entorno fsico y social, seala el parentesco del owenismo con la tradicin de la comunidad experimental. ejemplifica ms por el comunitarismo noneamericano (y. de una manera diferente, porel kibutz) que por la teora y prctica socialista. Hay un lazo ms estrecho entre el owenismo y el Walden Twode Skinnerqueentreel owenisnioyel movimiento socialistaeuropeo,tal como se desarrollapartirde alrededor de la dcada de 1880. Para ejemplos del conductismo de Owen vea, en laedicinde Everyman deA New View, etc., las

theCommunityExperimens,enPollardySalt(eds.),Robert Owen, pgs. 39-64; Idem, Cooperation and tite Owenite Socialist Coinmunities in Britain, 1825-1845 (Manchester,
ManchesterUniversity Press, 1972); Dennis Hardy.Alternative Communi:ies in Nine:eenth Century Englaud (Londres, Longman. 1979), pgs. 20-64; W. H. O. Armytage, I~1eaiens Below:U:opianExperimenrsinEnglands6o.196o(Londres,

Routledge and Kegan Paul, 1961), pg. 77-177. 62 Harrison, Robert Owen and tite Owenites, pg. 175. Para
ecos de este veredicto, vea la introduccin de Pollard a Pollard y Salt (eds.). Robert Owen, pg. viii; Garnet, Robert Owen and the Community Experiments, pgs. 43-60; Thompson,

pg. 797. Manuel y ManueldenominanfiascoalexperimentodeNewHanrony: Utopan Titougitt in tite Wesern World, pag. 688. 63 Thompson, Makhsg of tite Englsh Working Class, pg. 797. ~> Ver Sidney Pollard, Nineteeth-Century Co-operation:
Making of tite Englisit Working Class,

From Community Building to Shopkeeping. en A. Briggs y 1. Saville (eds.)E.swaysn LabourHistorv(Londres, Macmillan, 1967), pg. 74-112; vea especialmente las citas tomadas de Owen, pg. 85. nota 3. 65 VerG. D. 1-1. Cole,Anemptsat General Union:A Studv in British Trade Unjo,, History 1818-1834 (1939; Londres,

pgs. 34-36. 40-41, 65, tt, 188, 294.


La solucin conductista implcita en el owcnismo. ha

Macmillan, 1953). Gamet, Roben Owenand theCommunity Experiments, pg. 41. Para una discusin que simpatiza con los problemas de las comunidades, vea Harrison. Robert Owen and tite Oweni:es, pgs. 176-192. 67 Thompson, Making of tite Englisit Working Class, pg. 798; vea tambin la pg. 805. ~ Sobre esto, en el contexto de las comunidades norteame<~

sido destacada por Manuel y Manuel, Utopian Titought in tite Western World, pgs. 684-685. Ellos comentan: Los mecanismosdeOwenparainducirunestadoracionaldelamenteen
sus trabajadores eran precisamente aquellos utilizados para experimentos animales benignos., con nfasis en refuerzos positivos ms que en castigos. La fbrica de New Lanark, donde Owen era el Padre y el Maestro, fue el primer laboratorio social industrial en el mundo moderno.,> Ibdem, pg. 685. Evidentemente, tienen en mente a B. F. Skinner. ~ Weber es citado en Buber, Pat/ss itt Utopia, pg. 128. ~ Buber, Ibidem, pg. 99; vea tambin las pgs. 96-98. Sobre los peligros para la prctica socialista por haber fracasado el marxismo en especificar posibles futuros, tan de cerca comoseaposible,veatambinLukesMarxismandutopia (vea nOtaS, arriba). Y sobre el interesante ejemplo de las actitudes fluctuantes deMarx y Engels respecto a los socialistas norteamericanos del siglo diecinueve, vea L. 5. Feuer, The

ricanas de los siglos diecinueve y veinte, vea Rosabeth Moss Kanter, Commitment and Community: Comunes and Utopias in Sociological Perspectiies (Cambridge, Mass., Harvard University Press, 1972); y para una discusin todava ms amplia, que incluye los kibutzim israeles, vea Charles J.
Erasmus,InSearch oftite Common Good: UtopianExperitnen:s Pastandfuture (Nueva York, The Free Prees, 1977).
69 Ver, por ejemplo, la discusin de las causas de la quiebra de las comunas britnicas de la dcada de 1960 y de 1970, en Andrew Rigby, Alternative Realities: A Study of Communes

~RM5S6

El pensamiento utpico y la prctica comunitaria: Robed Owen... InfluenceoftheAmericanCommunistColoniesonEngelsand


Man, Tite WestenPoliticalQuarterly, vol. 19. nm. 3(1966), pgs. 456-474.
78 Sobre esto, ver Eileen Yeo. Roben Owen and Radical Culture,inPollardandSalt(eds.>.RobertOwen, pgs. 84-114. Barbara Taylor tambin insiste sobre la medida en la cual el owenismo apuntaba a una transformacin personal y cultural junto a la transformacin econmica y poltica: Eve atod tite New Jerusale,,,, pgs. xiv, 21. 285-287. Es por ello por lo que resulta peligroso, y confuso, tratar el owenismo como si fuera solamente un captulo en la historia del socialismo, como si luego, fases ms maduras se han sobrepuesto sobre los anlisis y las prescripciones ms tempranas. Lo que, de hecho, resulta claro es la medida en la cual el socialismo hubo de recobrar la riqueza, la multidimensionalidad, de los socialistas utpicos tempranos. ~ Ver Kumar, Utopia andAntiUtopia in Modern Times, pgs. 347-378, 402-4 19. El movimiento de las comunas de la dcada de 1960 est bien tratado y analizado en Rigby, Alternative Realities: idem, Communes in Britain (Londres,

143

posteriores de Twin Oaks, mostrando un alejamiento mayor


del modelo de Skinner, escrito por uno de sus actuales miembros, Alen Butcher. ~ Para ejemplos sobre esto, vea Abrams y McCulloch, Comunes, Sociology and Society, pgs. 155-156. Los Situa-

cionistas en Francia de 1968 tomaron como punto de principio el que los grupos no trataran de mantenerse a si mtsmos durante demasiado tiempo: citando a Hegel, argumentaban que eradeseable un cisme constante. Vea La Internacional Situacionista, Tite Veritable Sp/it ini/se International. Traduc. inglesa (Londres, B. M. Piranha, 1974). Y compare con Harrison sobre el legado del comunitarismo owenano: Los
aspectos ms duraderos de un movimiento social no son siempre sus instituciones, sino las actitudes mentales que lo

inspiran y que son, a su vez, generadas por l. Los hbitos de pensamiento pueden sobrevivir mucho a las instituciones del movimiento en las mentes de los hombres y mujeres que participaron en l como un cuarto de siglo antes. En muchos casos, estees el verdadero terreno donde se han producido los cambios, ms que en la legislacin o las caractersticas de la
sociedad. La experiencia fsica e intelectual que trae la panicipacin marca a los individuos en cuestin duraderamente,

Routledgeandkegan Paul, 1974); P. AbramsandA.McCulloch, Communes, Sociology and Society (Cambridge, Cambridge

University Press, 1976). Las comunas amencanas de esta poca son examinadas en Robert I-Iouriet, Getting BacATogetiter (Nueva York, Coward, McCann and Geoghegan, 1971). Vea tambin la nota 71, arriba. ~ Vea la introduccin de Pollard a Pollard y Salt (eds.) Robert Owen, pg. ix. Citado en Taylor. Vsons of Hannonv, pg. 196. Sobre
~

inelusocuandonoconsiguensusobjetivOsOriginales.RObert Owen an tite Owenites, pg. 249. 87 Jurgen Moltmann, Foreword a M. Douglas Meeks,
Originsof/,eTiteologyofHope(Philadelphia.FortreSS, 1974),

pg. x. Vea tambin P. Tillich. Critique and Justification of Utopia in Manuel (ed.), Utopians md Utopian T/sougitt, pgs. 296-309. Viniendo en direccin opuesta, Max
Horkheimer dice algo similar: El concepto de Dios fue

el proyecto mexicano de Owen, vea ibiclenz, pgs. 194-196; Bestor, BacA-woods Utpias, pgs. 216-217. 82 Citado en Taylor, VLsions of Hannony, pg. 229.

Garnett dice que Owen no estaba realmente interesado en el desarrollo comunitario, ni era capaz de cooperar de corazn. Roben Owen and the Community Experiment, pg. 60. Esto parece demasiado fuerte; pero es cieno que Owen no era demasiado bueno en la vida comunitaria y, segn se fue haciendo mayor, se ocup mayormente de sus escritos y a hablar en cualquier sitio donde pudiera encontrar una audiencia. ~ SobreProudhon y Kropotkin, verBuber, Pat/ss in Utopia, caps. 4-5. Ver tambin la edicin y la introduccin de Colin Ward a Peter Kropotkin. Fields, Factories, an Worksitops Tomorrow (Londres, Alen and Unwin, 1974); Paul y Percival Goodman, Cotamunitas: Means of Liveli/sood nad Ways of Lije (Nueva York, Vintage Books, 1960). 85 Vea K. Kinkade, A Walden Two Experiment: Tite first ENe Years of Twin Oaks Community (Nueva York, William Morrow, 1973). Se publicar pronto un informe de las fases
<~

durante mucho tiempo e sitiodonde seconservaba viva la idea de que hay otras normasjunto a las que expresan la naturaleza y la sociedad en su funcionamiento. La insatisfaccin con el destino anterior es la motivacin ms fuerte para la aceptacin de un ser trascendente. Si la justicia se registra con Dios, entonces no se la podr encontrar en el mundo en la misma
medida. La religin es el registro de los anhelos, deseos y acusac,onesdeincontablesgeneracione5.>~CitadOenMcLellan, MarxismandReligion,pg. 124. MeMellancomentaquepara

Horkheimer el legado de la religin fue la idea de perfecta justicia que, mientras que puede ser imposible de conseguiren este mundo, sirve, sin embargo, como una base constante de oposicinalospoderesestablecidos.Ibidem pg. 125.Ysobre la importancia del pensamiento religioso, especialmente el judo, en la dialctica negativa de la Escuela de Frankfurt,
veaMartiniay,TiteDialecticallmaginatiofl:AHiStOOOftite Erankfsrt Scitool and tite Institute of Social Researcit, 92319S0 (Boston. Little, Brown. l973),pass ita, espec. pgs. 56,

261-263.

pRLwE&~

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