Este documento presenta tres actividades para una pascua infantil que tienen como objetivo que los niños comprendan el amor de Jesús y la importancia de la fraternidad y el respeto mutuo. Las actividades incluyen lecturas bíblicas, cuentos, discusiones y compromisos para vivir los valores cristianos en casa.
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Este documento presenta tres actividades para una pascua infantil que tienen como objetivo que los niños comprendan el amor de Jesús y la importancia de la fraternidad y el respeto mutuo. Las actividades incluyen lecturas bíblicas, cuentos, discusiones y compromisos para vivir los valores cristianos en casa.
Este documento presenta tres actividades para una pascua infantil que tienen como objetivo que los niños comprendan el amor de Jesús y la importancia de la fraternidad y el respeto mutuo. Las actividades incluyen lecturas bíblicas, cuentos, discusiones y compromisos para vivir los valores cristianos en casa.
Este documento presenta tres actividades para una pascua infantil que tienen como objetivo que los niños comprendan el amor de Jesús y la importancia de la fraternidad y el respeto mutuo. Las actividades incluyen lecturas bíblicas, cuentos, discusiones y compromisos para vivir los valores cristianos en casa.
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DICESIS DE ENGATIV
CAMPO DE VIDA EN COMUNIN
PASCUA INFANTIL 2014 JESS RESUCIT! EST VIVO PARA TI. Objetivo:
Proporcionar un auxilio de acompaamiento para que los catequistas trabajen con nuestros nios de la Dicesis de Engativ, para que reconozcan el inmenso amor de Jess al entregarse por nosotros en la cruz. Comprendan que el amor es base para la fraternidad, valor esencial para tratar al otro como hermano, y que sta solo se aprende en la familia. Fraternidad como fundamento para la paz y la misericordia. Este material es apto para nios de edades entre los 6 a los 11 aos.
Es una propuesta del Campo de Vida en Comunin de la Dicesis De Engativ, como auxilio para que en las parroquias los nios comprendan el valor de la entrega de Jess en la Cruz, que nos lleva vivir la fraternidad, que se construye desde el verdadero amor y el respeto por el otro. Que reconozcan que es en la familia donde se aprende a ser fraterno con el hermano. Es en la familia donde se construye la paz desde la misericordia. ACTIVIDAD No 1
Objetivo:
Que los nios comprendan lo que es el verdadero Amor de Jess quien vivi la fraternidad con los discpulos. Y cmo ellos pueden vivir en su familia la fraternidad que nos lleva a ver al otro como hermano, con respeto y misericordia.
Materiales:
Cinta de enmascarar ancha Cartulinas o papel Marcadores. Tarjetas de Papel
Tema: La fraternidad
1. Acogida 2. Canto 3. Actividad de integracin. 4. Texto Bblico 5. Lectura cuento de la fraternidad: -Reflexin 6. Compromiso.
1. Acogida: Con alegra recibimos a los nios y con cinta de enmascarar se coloca en la solapa el nombre de cada nio, con letra grande.
2. Canto.
3. Actividad de integracin:
Ubicados en crculo cada uno piensa en un regalo imaginario para dar a otro y mira a quien se lo va a dar sin repetir de persona. Al azar el lder elegir a uno de los participantes y le dir que debe actuar, haciendo de cuenta que tiene entre sus brazos, o manos, el regalo que ha pensado, y entregrselo a la persona que ha elegido, diciendo su nombre, el regalo que tiene entre sus manos y el destinatario.
Por ejemplo: Juan pens en regalarle una pelota a Luis. Juan tendr que actuar como si tuviera la pelota, por lo que podr picarla imaginariamente con el suelo o hacerla girar en su dedo, o cualquier accin que se le ocurra con ella. Mientras lo hace tendr que decir: Mi nombre es Juan y tengo una pelota y quiero regalrsela a Luis. Luis recoger la pelota, seguir actuando, la agradecer y ahora l entregar un regalo que se imagine a otro, tal cual lo ha hecho Juan. As hasta que todos terminen.
3. Iluminacin Bblica:
Escoger nios para que solemnemente y delante de todos entronicen en un lugar principal la Palabra. (Elementos: Mesa, una vela, un mantel, la biblia).Estos se mantienen para las tres actividades. La organizan como quieran.
Animador: La idea es que los nios entiendan que el momento de la palabra es muy importante y puede hacerse de manera muy agradable.
Oracin: Animador: Seor Jess, enva tu Espritu, para que nos ayude a comprender lo que la Biblia nos dice. Con la luz de la Palabra, escrita en la Biblia, T nos ayudas a descubrir la presencia de Dios Padre en los acontecimientos dolorosos de tu condena y muerte. As, la cruz, que pareca ser el final de toda esperanza, apareci para todos como fuente de vida y resurreccin.
Escoger un buen lector: Leer dos veces Juan 13, 4-15. - Hacen grupos: Discuten y responden. - Cual es la frase que les llamo ms la atencin de la lectura. - Cual es la enseanza que Jess les deja a los apstoles con lo que hizo? Animador: destacar el valor del Servicio y la fraternidad.
4. Leer Cuento de La fraternidad. (Anexo 1)
- Qu mensaje nos deja el cuento? - Ustedes han vivido algo as en su casa? - Animador: - Explicar que es el valor de la fraternidad desde el servir a otro. (Anexo 2) - Comparten que entienden por misericordia. (Anexo 3) En grupos de acuerdo al texto bblico ledo y al cuento ellos mediante representacin o dibujo explican lo que entienden por Fraternidad.
5. Compromiso: Animador: Entrega a cada nio una tarjeta de papel para que all cada uno escriba: que va a hacer en su casa para vivir la fraternidad en su familia. Y las recogen y las guardan para el ltimo da.
Despiden a los nios Cantando
ACTIVIDAD No 2
Objetivo: Los nios comprenden el valor del sacrificio, el amor por el hermano, as como Jess se entrego por amor a cada uno en la Cruz.
Materiales: 6 Pliegos de Cartulinas (de acuerdo a los grupos que formen) Revistas para recortar Tijeras, pegastic
Tema: Eres feliz cuando ayudas y respetas a otros.
1.Acogida 2. Canto 3. Actividad de integracin. 4. Texto Bblico 5. Elaboracin de la cruz 6. Lectura: Historia de las cruces 7. Compromiso.
Desarrollo:
1. Acogida: Con alegra recibimos a los nios y con cinta de enmascarar se coloca en la solapa el nombre de cada nio, letra grande, esto para llamarlos por su nombre durante toda la jornada.
2. Canto.
3. Actividad de integracin: Trabajamos los valores Animador: tener en cuenta algunos valores durante el juego: Honestidad, tolerancia, libertad, agradecimiento, solidaridad, bondad, justicia, amistad, responsabilidad lealtad, respeto, fortaleza, generosidad, perseverancia, humildad, prudencia, paz. Previamente escribirlos en tiras de cartulina y pegarlos por todo el saln donde se va a trabajar. De paso evaluamos que valores conocen los nios.
Ubicados en crculo el primer nio dice: Soy Juan y del cielo viene un avin cargado de amor. El segundo dice soy Mateo y tengo un avin cargado de amor y respeto. El tercero dice soy Mara y tengo un avin cargado de amor, respeto y honestidad. Pasa cada nio hasta terminar. Penitencia para el que no sepa que es un valor.
4. Iluminacin Bblica: Escoger nios para que entronicen la Palabra. (Elementos: Mesa, una vela, un mantel, la biblia).
Animador: Con la misma solemnidad del primer da los nios comprenden que la palabra es muy importante.
Oracin: Animador: Crea en nosotros el silencio para escuchar tu voz en la Biblia, en nuestra familia y en las personas con las que nos tratamos cada da. Que Tu palabra nos ayude a ser mejores personas y podamos experimentar la fuerza de tu resurreccin para contarle a otros que T ests vivo para nosotros como fuente de fraternidad, de respeto y de paz. Te lo pedimos a Ti, Jess, amigo nuestro Amn.
Leer dos veces Marcos 15,33 - 47. La pasin y muerte de Jess.
- Hacen grupos: Discuten y responden. - De qu nos habla la lectura? - Por qu Jess muere en la cruz ? - Haz practicado algn sacrificio por otra persona?
Animador: Repartir por grupos una cartulina y a cada grupo se le entrega una pregunta. Las respuestas se dan mediante recortes de imgenes de las revistas. Cada grupo armar una cartelera comparten a los dems lo que quieren decir y luego las carteleras se juntan y se arma la cruz grande en el piso y luego se pega en la pared.
Preguntas, una por grupo.
1. De qu manera crees que estamos crucificando a Jess hoy? 2. Crees que en las familias con algunos comportamientos crucificamos a Jess? Cules. 3. En tu vida personal de que manera crucificas nuevamente a Jess?
5. Lectura: Eligiendo cruces (Anexo 4 ) Animador: Comenta la lectura destacando como hoy queremos la vida fcil y sin sufrimientos y no estamos contentos con nada. Compartir con los nios su sentir.
Compromiso: Animador: Entrega a cada nio una tarjeta de papel para que all cada uno escriba: En qu va a cambiar, cual es esa cruz que va a llevar con ms amor.
Y las recogen y las guardan para el ltimo da
Despiden a los nios Cantando
ACTIVIDAD No 3
Objetivo: Los nios se comprometen a invitar a Jess que muri por amor a cada uno y resucit para que viva con ellos cada da. Porque El es Jess es su mejor amigo.
Materiales: Los animadores elaboran en papel una vela grande que estar en el piso y luego ser pegada en la pared. - Tarjetas de papel repartir, 3 por nio. - velas y vasitos desechables para insertar la vela. - Lpices o colores.
Tema: El valor de la verdadera amistad
1. Acogida: El saln est adornado con globos y letreros Jess resucito. Si es posible el Cirio Pascual.
2. Canto de resurreccin
3. Iluminacin bblica: Escoger nios para que entronicen la Palabra. (Elementos: Mesa, una vela, un mantel, la biblia).
Animador: Mantienen la solemnidad de los das anteriores con la Palabra.
Oracin: Animador: Seor Jess, te damos gracias por tu Palabra que nos ha hecho ver mejor la voluntad del Padre al permitir que murieras en la cruz para lavar con tu sangre todos nuestros pecados. Te pedimos que sea Jess resucitado quien nos acompae en todo lo que hacemos cada da. Que nos volvamos a partir de ahora amigos de la biblia porque es desde ah que t nos hablas. Y Aydanos a poner en prctica lo que nos dices. T que vives y reinas Amn
Leer dos veces: Jn 20, 1-10. - Cada nio escribe en un pedazo de papel la frase o palabra que ms le llamo La atencin de la lectura.
- Luego en otro pedazo de papel escribe para que cree que resucito Jess, escriben una sola palabra. Y la comparten con todos.
Animadores: recogen todo los papeles y los pegan en la gran vela hecha de cartulina que est en el piso y que luego pegan a la pared.
Entregan a los nios una vela metida entre un vasito de plstico.
4. Compromiso:
- En otro pedazo de papel escribe como va practicar la fraternidad y el respeto en la familia.
Animador: Le explica que este es un compromiso que cada uno va a hacer con Jess, porque eso es resucitar, es cambiar para ser una persona nueva. Y ese cambio lo van a vivir en la familia. - Prepara el lugar donde van a quemar las tarjetas recogidas durante los dos primeros das y las tarjetas del da. Pero antes:
5. Lectura: El hombre vela (Anexo 5) Animador: Comenta la lectura, sobre el compromiso que tiene cada uno por cambiar las cosas feas que cada uno tiene. Y como deben ser luz para que otros cambien. Es as como en la casa puede haber paz y como habr paz en el colegio, en el barrio en la ciudad y en el pas. Para que comprendan mejor esta cadena:
Arman una gran fila, cada uno con la vela y el papel donde se comprometieron con Jess. El Animador prende con el Cirio que es la Luz de Jess resucitado y se la pasa al nio de al lado y este al siguiente y as hasta el ltimo. El animador recoge lo papeles con el compromiso, que cada uno hizo con Jess y comenta como el fuego quema lo que es viejo pero tambin es luz para ver mejor lo nuevo. Y como cada uno as como se pasaron la luz, as mismo es cmo podemos ayudar a cambiar. Empezando por cada uno no esperando a que el otro cambie. Queman los papeles y:
Animador escoge un nio para que Lea: Marcos 16, 15-16.
Cantan: acompaarse con guitarras, panderetas, porque es Fiesta de resurreccin.
6. Despedida Animador: Previamente disponen de dos o tres lugares con Dulces, para que los nios los encuentren. Comentando a los nios que es una fiesta de resurreccin la que vamos a vivir y que eso es la Pascua por lo tanto es una gran fiesta para todos. Porque Jess vive.
ANEXO 1
Un Cuento sobre la Fraternidad Cuentan los ms ancianos de Jerusaln que hace miles de aos, durante el reinado de salomn, en un lugar donde hoy se encuentra el centro de esa ciudad, existi una enorme granja, cuidada y cultivada con sumo esmero por un campesino viudo que tena dos hijos amorosos, serviciales y a los que una una gran amistad. El mayor se llamaba Simn y el menor, Isaac. Desde pequeos el padre les enseo a cultivar el trigo, a cuidar con cario los animales, administrar sabiamente el producto de la tierra y a hornear el pan, alimento de la familia.
Simn e Isaac crecieron felices hasta que un da, cuando ya se haban convertido en hombres, su padre los reuni una noche durante la Sena y les dijo: queridos hijos: estoy demasiado viejo para seguir sembrando y recogiendo trigo. Les ense a ser buenos granjeros. Mantengan la granja en buen estado, pues de ella dependern en un futuro tanto ustedes como sus familias. Y nunca olviden cuidarse siempre el uno al otro.
El hombre, que estaba muy enfermo, muri a los pocos das dejando a sus hijos como herencia el terreno de la granja dividido por la mitad, con el fin de que ambos sembraran mas trigo y compartieran equitativamente lo cultivado. Los hermanos cumplieron el mandato de su padre, y con las ganancias de las sucesivas cosechas, cada uno construyo su propia casa. Simn se caso con una mujer llamada Ruth y conformo una gran familia de diez hijos, mientras su hermano menor, Isaac, decidi permanecer soltero y vivir solo. Ambos continuaron trabajando en su respectiva parte del terreno y as cada uno logro reunir mucho dinero.
No obstante, aos despus de que los hermanos se hubieran separado, hubo un periodo en que llovi muy poco y el trigo se seco. Los montones de trigo en los depsitos de Simn e Isaac empezaron a disminuir dramticamente.
Una de esas noches, antes de la madrugada simn daba vueltas en la cama, sin poder conciliar el sueo. Ruth su esposa, al darse cuenta, le pregunto, - Qu sucede, esposo mo, que no puedes dormir?.
-Disclpame si te incomodo. Pero es que no puedo evitar preocuparme por la suerte de mi pobre hermano, ahora que escasea el trigo. T entiendes, soy feliz. Tengo una dulce esposa, diez hermosos hijos que cuidaran de mi cuando este viejo, y adems, ya tengo mucho dinero. Isaac, en cambio, est solo y siento que debo hacer algo por l. - Y que piensas hacer, entonces, mi amor pregunto Ruth, sonriendo para sus adentros, pues ya conoca la respuesta. - Pues he decidido llevar varios viajes de trigo en nuestra pequea carretilla al depsito de Isaac desde esta misma noche, eso s, teniendo mucho cuidado de que l no se d cuenta. Y seguir haciendo lo mismo todas las noches, de tal manera que no le falte en ningn momento el trigo durante este difcil momento de escases.
Fue as como Simn se levant de la cama, y despus de mirar a su mujer con una sonrisa desbordante de alegra, se visti y se dirigi con paso firme y decidido hasta el depsito, donde descansaba las herramientas de la ciega. En cuanto llego puso manos a la obra. Cargo sucesivamente la carretilla con el trigo y los llevo uno por uno, secretamente, hasta el depsito de su hermano, aprovechando los dbiles reflejos de la luna.
Esa misma noche, Isaac tambin daba vueltas en su cama sin lograr conciliar el sueo. Estaba preocupado por la situacin de Simn, luego de la sequia. Se dijo as mismo:
Mi hermano mayor tiene una familia que alimentar y yo, en cambio, solo tengo que cuidar de mi mismo. Voy a darle una parte de mi trigo en esta poca de sequia para que no le falte comida a su familia, ni ahora, ni nunca.
As, Isaac se levant de su cama, se visti y camin a la media noche hasta su propio depsito, en donde se hecho al hombro un bulto de trigo que se apresuro a llevar hasta la casa de su hermano simn, con la intencin de que este no se percatara de ello.
De esta manera, durante tres noches en las que no hubo luna, cuidadosamente y en secreto, cada hermano cargo trigo y lo llevo hasta la bodega de la casa del otro. Al amanecer, cuando revisaban sus pilas de trigo, los hermanos notaban con extraeza que la cantidad de trigo no bajaba segua la misma. Cada uno se hacia la misma pregunta: No entiendo que est pasando? Pens que tendra menos trigo pero no! Cmo puede suceder esto? Y cada uno pensaba: Estoy seguro de que estoy dejando cada vez ms trigo en la pila de mi hermano. Como es que tengo cada da la misma cantidad
Al filo de la cuarta noche, cuando la luna llena se impuso en el horizonte, los hermanos llevaron a cabo su tarea de costumbre. Cada uno cargo su trigo y emprendi el camino para dejarlo en la bodega del otro. Pero sucedi esta vez que le brillo de la luna era tal que el camino quedo totalmente iluminado. Fue as como en medio del trayecto, los dos hermanos se encontraron. Al descubrirse el uno al otro con sus cargas de trigo, se miraron durante un minuto sonriendo y entendieron lo que estaba sucediendo. El hermano mayor pregunto al hermano menor: - Hermano, hacia donde te diriges con tanto trigo? - Querido Simn respondi el otro creo que has descubierto mi secreto. Iba a dejarlo en tu bodega. No quiero que a tu familia le falte el trigo con esta sequa. Y tu, hacia donde te diriges con el que llevas. - Creo, hermano mo que ya conoces la respuesta. Ambos dejaron el trigo en el piso y, visiblemente conmovidos y con lgrimas en los ojos, corrieron a darse un estrecho abrazo, teniendo a la luna como testigo.
Los ancianos que Vivian en cercanas de la granja contaron durante aos la historia de Isaac y Simn de pueblo en pueblo, hasta que llego a odos del rey salomn, quien ordeno construir, justo en el lugar donde los hermanos se abrazaron, el templo sagrado de Jerusaln, al que quiso convertir en smbolo de amor puro, y fraternal entre los hombres, que hace hermanos de verdad.
Eligiendo cruces Esto es de cuando la gente todava acostumbraba a soar con Dios. Un hombre ya con aos sin ser viejo, senta en sus piernas el cansancio de tanto caminar, luego de haber andado toda la tarde bajo la fra llovizna, con un bulto al hombro, y bordeando las vas del ferrocarril pensaba que de malas soy, me siento abandonado, y fastidiado por todo se quejaba de su familia, su salario y sus amigos. Un poco de amargura guardaba por dentro, y la haba venido rumiando despacio como para acompaar la soledad. Finalmente lleg mojado y entelerido hasta la estacin del ferrocarril, de un pueblito, que no lo era. Pas la noche al reparo de uno de los grandes galpones de cinc. All hizo un fueguito, y en un tarro que oficiaba de ollita recalent el estofado que le haban dado al medioda en un lugar donde pas la maana, prepar su cama: un trozo de plstico negro como colchn que evitaba la humedad. Encima dos o tres bolsas que llevaba en el bulto, ms un par de otras que encontr all. Para taparse tena una cobija vieja, escasa de lana. Como quien se espanta un peligro de enfrente, se santigu y rez el Bendito que le enseara su madre. Tal vez fuera la oracin familiar la que lo hizo pensar en Dios. Y como no tena otro a quien quejarse, se las agarr con el Dios reprochndole su mala suerte. A l tenan que tocarle todas. Pareciera que el mismo Tata Dios se las haba agarrado con l, cargndole todas las cruces del mundo. Todos los dems eran felices, a pesar de no ser tan buenos y decentes como l. Tenan sus camas, su familia, su casa, sus amigos. En cambio aqu lo tena a l, como si fuera un animal, arrinconado en un galpn, mojado por la lluvia y medio muerto de hambre y de fro. Y con estos pensamientos se qued dormido, porque no era hombre de sufrir insomnios por incomodidades. No tena preocupaciones que se lo quitaran. En el sueo va y se le aparece Tata Dios, que le dice: -Vea, amigo. Yo ya estoy cansado de que los hombres se me anden quejando siempre. Parece que nadie est conforme con lo que yo le doy. As que desde ahora le dejo a cada uno que elija la cruz que quiera llevar. Pero que despus no me vengan con quejas. La que agarren tendrn que cargarla para el resto del viaje y sin protestar. Y como usted est aqu, ser el primero a quien le doy la oportunidad de seleccionar la suya, vea, acabo de recorrer el mundo retirando todas las cruces de los hombres, y las he trado a este galpn grande. Levntese y elija la que le guste. Sorprendido el hombre, mira y ve que efectivamente el galpn estaba lleno de cruces, de todos los tamaos, pesos y formas. Era una barbaridad de cruces las que all haba: de fierro, de madera, de plstico, y de cuanta material uno pudiera imaginarse. Mir primero para el lado que quedaban las ms chiquitas. Pero le dio vergenza pedir una tan pequea. El era un hombre sano y fuerte. No era justo siendo el primero quedarse con una tan chica. Busc entonces entre las grandes, pero se desanim enseguida, porque se dio cuenta que o le daba el hombro para tanto. Fue entonces y se decidi por una tamao medio: ni muy grande, ni tan chica. Pero resulta que entre stas, las haba sumamente pesadas de quebracho, y otras livianitas de cartn. Le dio no s qu elegir una de juguete, y tuvo miedo de pedir una de las pesadas. Se qued a mitad de camino, y entre las medianas de tamao prefiri una de peso regular. No se decida. Porque no todas las cruces tenan la misma terminacin. Las haba lisitas y parejas, como cepilladas a mano, lustrosas por el uso. Se acomodaban perfectamente al hombro y de seguro no habran de sacar ampollas con el roce. En cambio haba otras medio burdas, fabricadas con hacha y sin cuidado, llenas de rugosidades y nudos. Al menor movimiento podran sacar heridas. Le hubiera gustado quedarse con la mejor que vio. Pero no le pareci correcto. El era hombre de campo, acostumbrado a llevar el mono al hombro durante horas. No era cuestin ahora de hacerse el delicado. Pap Dios lo estaba mirando, y no quera hacer mala letra delante suyo. Se decidi por fin y tomando de las medianas de tamao, la que era regular de peso y de terminado, se dirigi a Tata Dios dicindole que elega para su vida aquella cruz. Pap Dios lo mir a los ojos, y muy en serio le pregunt si estaba seguro de que se quedara conforme en el futuro con la eleccin que estaba haciendo. Que lo pensara bien, no fuera que ms adelante se arrepintiera y le viniera de nuevo con quejas. Pero el hombre se afirm en lo hecho y garantiz que realmente lo haba pensado muy bien, y que con aquella cruz no habra problemas, que era la justa para l, y que no pensaba retirar su decisin. Tata Dios casi rindose le dijo: -Ven, amigo. Le voy a decir una cosa. Esa cruz que usted eligi es justamente la que ha venido llevando hasta hoy. Si se fija bien, tiene su nombre. Yo mismo se la he sacado esta noche y no me cost mucho traerla, porque ya estaba aqu. As que de ahora en adelante cargue su cruz y sgame, y djese de protestas, que yo s bien lo que hago y lo que a cada uno le conviene para llegar mejor hasta mi casa. Y en ese momento el hombre se despert, todo adolorido del hombre derecho por haber dormido incmodo sobre el duro piso del galpn. A veces se me ocurre pensar que si Dios nos mostrara las cruces que llevan los dems, y nos ofreciera cambiar la nuestra, cualquiera de ellas, muy pocos aceptaramos porque la nuestra es livianita. - Parbolas de Mamerto Menapace, OSB. Pastoral Juvenil Vocacional Dominicos-
ANEXO 5 El Hombre Vela Haba un hombre vela que, cansado de las tinieblas que rodeaban su existencia quiso abrirse a la luz. Un da, la luz verdadera que ilumina a todo hombre lo encendi y el hombre vela se sinti feliz. Otro da, se dio cuenta que haber recibido la luz, era no slo una alegra sino tambin una exigencia. Tom conciencia de que para que la luz perdurara en l, deba ser alimentada desde adentro, a travs de un diario derretirse. Entonces su plegaria tom una nueva dimensin, pues entendi que su vocacin era consumirse al servicio de la luz y acept con fuerte conciencia su nueva vocacin: consumirse al servicio de la luz. A ratos pensaba que era ms cmodo no haber recibido la luz, pues en su doloroso derretirse, su vida hubiera sido un estar ah tranquilamente, y hasta tuvo la tentacin de no alimentar ms la llama. Tambin se dio cuenta, de que en el mundo existen muchas corrientes de aire que apagan la luz, y recibi otra exigencia, defenderse de las corrientes de aire que circulan por el mundo. Ms an, la luz que haba recibido le permiti mirar que a su alrededor haba muchas velas apagadas. Unas no haban tenido la oportunidad de ver la luz ni de recibirla, otras por miedo a derretirse, otras porque no tuvieron como defenderse de las corrientes de aire. Entonces, el hombre vela se pregunt preocupado: Podr encender otras velas? Y pensando, descubri con profundidad su vocacin de apstol de la luz. Entonces se dedic a encender velas de todos los tamaos, caractersticas, edades, y colores, para que hubiera mucha luz en el mundo. A cada momento creca su alegra, porque en su diario derretirse, encontraba velas jvenes y viejas, y las encenda. Y al presentir el hombre vela que se acercaba su final porque se haba consumido totalmente al servicio de la luz, identificndose con ella grit con voz fuerte y con profunda alegra: - He sentido a los dems he sentido la fraternidad. He entregado a otros la antorcha para que como hermanos que son ellos sigan siendo luz.