Leyendas
Leyendas
Leyendas
(Cheguaco)
LEYENDAS Y CREENCIAS
MARGARITEAS
Tacarigua de Margarita
1996
ADVERTENCIA
Estamos convencidos de que el volumen de "MITOS Y CREENCIAS
MARGARITEAS" como el de "CONSEJAS Y LEYENDAS MARGARITEAS", que
publicamos anteriormente, no fueron suficientes para recoger todo ese cmulo de
material que nos ha dejado disperso la gran sabidura popular, y de all que hayamos
preparado este nuevo volumen, con temas similares o parecidos a los anteriores y al
cual, slo por darle un nombre, lo hemos denominado "LEYENDAS Y CREENCIAS
MARGARITEAS", a sabiendas que tampoco con el agotaremos el tema, pero que
nos servirn para demostrar al mundo que esta nsula es poseedora de una cultura
milenaria, transmitida de generacin en generacin en forma oral y la cual estuvo muy
bien cimentada en el corazn de nuestra gente, hasta que las transculturaciones
incontroladas se fueron encargando de menoscabarla o desarticularla.
Para la concretizacin de nombre de este volumen: "LEYENDAS Y CREENCIAS
MARGARITEAS", nos seguimos basando en lo que nos define el "Pequeo
Larousse Ilustrado" acerca del significado de estos vocablos, como tambin en el
contenido que las grandes mayoras populares le han venido asignando a los mismos,
a travs del tiempo; sin que en ningn momento hayamos pensado en hacerlo
sugestivo para obligarlo a leer, convencidos como estamos de que es acertada la
sentencia tradicional que nos asegura: "que nada obligado es bueno".
Lo que si queremos tambin con esto, es, simple y llanamente, aliviarnos un
poco el trabajo de seguir repitiendo, a viva voz, lo que hemos escuchado y dicho
infinidad de veces, durante la cantidad de aos que nos ha tocado vivir, codendonos
con lo ms puro y genuino de nuestro ancestro, como son las autnticas corrientes
populares, de quienes nos hemos nutrido en ms de una ocasin.
Lo ms que aspiramos de todo corazn, es que este volumen, tenga, cuando
menos, la misma surte que tuvieron los anteriores, para con ese aliciente. continuar
moldeando cuartillas y aumentando nuestra bibliografa costumbrista.
El Autor.
Los dibujos temticos son de Carlos Stohr, pintor popular de Margarita, de quien
se expresa el autor:
" Un da, del cual no importa el nombre ni la fecha, arrib a Margarita Carlos
Stohr, trotamundos y divertido como l solo, en funciones de placer cuando esto no
era todava Zona Franca ni Puerto Libre, ni siquiera se hablaba de Turismo, se prend
de las bellezas naturales de la isla maravillosa, de la cordialidad y campechanera de
su gente, de lo saludable de su clima y del inmenso azul de su cielo y de su mar,
conoci de sus mitos, de sus creencias, de sus consejas y de sus leyendas, se
adapt a las costumbres tradicionales, se compenetr con su folklore y con sus
cantos populares, al extremo de llevar muchas de estas manifestaciones, no slo a
las letras de molde, sino tambin al lienzo, en dibujos y acuarelas, construy casa de
habitacin en la comunidad de " El Agua", se acogi a la sociedad tacarigera y se ha
convertido en uno de los ms consecuentes defensores del patrimonio cultural isleo.
De all que Carlos Stohr lo tengamos como un margariteo ms, con los
reconocimientos y distinciones a que se ha hecho merecedor".
DEDICATORIA:
A todas y cada una de las personas
que en las distintas ciudades, pueblos
y sitios de Margarita, cordialmente
me suministraron datos para la
elaboracin de estos trabajos.
EL ORIGEN DEL MUNDO
Tomado de las ms ingnuas creencias del pueblo:
El padre Dios form al Sol y a la Tierra.
El Sol era la luz y la Tierra era sombra.
El sol y la tierra engendraron al Amanecer y al Atardecer.
El Amanecer y el Atardecer engendraron a la Maana al Medioda y a la Noche.
La Maana engendr a los ros, a los mares y a los lagos.
El Medioda engendr al calor o candela y al viento.
La noche engendr a la Luna, a las Estrellas y a los Cometas.
Los Ros, los Mares y los Lagos engendraron a los Peces.
El calor o candela y el viento engendraron a las nubes.
La Luna, las Estrellas y los Cometas engendraron al Firmamento.
El Firmamento engendr a las constelaciones.
La tempestad engendr a la Lluvia, a los relmpagos, a los truenos y a los rayos.
Las constelaciones engendraron al silencio y a la calma.
Las lluvias engendraron a los rboles.
Los relmpagos engendraron a la electricidad.
Los truenos engendraron al ruido.
los rayos engendraron a las minas.
Los peces salieron de las aguas y engendraron a los animales de lo seco.
Los animales de los seco engendraron a las personas.
Las personas son los ltimos engendros del mundo y acabarn con l.
As est escrito:
Voz del pueblo voz de Dios!
EL ORIGEN DE LA CANDELA
La candela es de Dios; eso no lo puede negar nadie que tenga uso de razn.
Dios hizo la candela para servicio de la humanidad, es decir, de sus criaturas,
pero el Diablo por envidioso de la empez a quitar para hacer con ella lo que le daba
la gana.
Lo primero que hizo el Diablo con la candela fue a calentar las quintas pailas del
infierno para bailar dentro de ellas con todos los diablitos y diablitas, y dems
condenados que fueran para all, por malos y requetemalos en la tierra.
Cuando Dios se dio cuenta que el Diablo le estaba quitando la candela y
sabiendo lo maluco que era ese bicho, y que poda hasta quemar el mundo si se lo
propona, busc por todas partes donde esconderla y no encontr nada mejor y ms
seguro que el corazn de las piedras duras y zus, all la meti sin pensarlo dos
veces.
Pero ese mismo Dios, que es el nico que tiene poderes para resolver todas las
cosas y hasta vencer al mismo Diablo dot a las criaturas, -para quienes haba hecho
la candela-, de un medio especial capaz de que la pudieran conseguir cuando la
necesitaran y les cre la mente y la imaginacin.
De all que la gente cuando tuvieron necesidad de la candela para calentarse un
poco y preservarse de fro, o cocinar sus alimentos para no seguir comindoselos
crudo como los animales, porque ya el mismo Dios les haba ordenado que dejaran de
ser animales, echaron a andar por todo el mundo buscando como obtener la candela,
hasta que la encontraron frotando o dndole golpes a unas piedras con otras.
Se dice tambin, que Dios por su propia cuenta dej rodar una piedra de las
partes ms altas a fin que chocara con otra que estaba ms baja y se desprendiera
automticamente la candela para que la gente la viera y se interesaran en recogerla.
Por eso es que se asegura, que el mundo se envolver en llamaradas, cuando
la gente deje de confiar en Dios Todopoderoso y ste como castigo, permita que el
Diablo se aduee definitivamente de la candela.
EL ORIGEN DE LOS CARIBES
Cuando yo era muchacho, me contaba mi abuela Chica Franco, quien muri
casi a los cien aos y la mayor parte de su vida la pas ejerciendo el oficio de
caminanta (mujer que iba por distintos sitios a pie vendiendo productos del campo o
del mar) y quien fue hija de Teodora Nez, tambin caminanta y de los Nez de El
Portachuelo de Tacarigua, de la misma cepa de los de Palguarime y El Poblado; que
ella escuchaba relatar a sus antepasados, que los primeros pobladores de Margarita
fueron los Gueicos o Guaicos, gente muy buena, noble y trabajadora, y que a sus
princesas o guarichas las llamaban Guaicoras. Que una vez una Guaicora virgen se
empre sin haber tenido contacto con varn de este mundo. Que cuando se lo
comunic a sus familiares todos dudaron de lo que estaba diciendo y la sometieron a
escarnios y a privaciones y la amenazaron con quemarla viva. Que ante sus lgrimas
y sus splicas suspendieron la pena y reunieron las juntas de ancianos y de ancianas
y estas empezaron a comunicarse con el padre Sol y con la madre Luna, hasta que
por medio de mensajero Viento tuvieron la revelacin de que estaba preada de
Mandinga, el ms malo de los siete diablos, amo de ruido y creador de las tinieblas.
Que siguiendo el mandato de sus Dioses, esperaron las nueve Lunas que ordena la
preez y al trmino de ellas, en una maana de truenos y relmpagos vieron
presentarse el parto. Que la pobre Guaicora pari un monstruo nunca visto por ojos
de gentes y que por su causa entreg su alma al ms all. Que todos los que tenan
uso de razn contribuyeron con una "estilla" para quemar el monstruo y santificar la
Isla.
Que cuando ya estaba bien quemadito y carne y lea formaban una sola
ceniza, se present a distancia un enorme remolino, de los llamados mandinga, el
cual, vino dando vueltas y vueltas y ms vueltas y requetevueltas hasta caer sobre la
ceniza que levant por lo ms altsimos elementos hasta que ojos humanos dejaron
de mirarlas. Que despus de algn tiempo fueron bajando las cenizas y donde quiera
que cayeron, los indios se fueron haciendo malos, sanguinarios y aventureros y por
eso los otros indios los fueron llamando Caribes, que era como decir tocados de
Mandinga, el Diablo ms malo de todos los Diablos. Que por muchas generaciones
ambos grupos vivieron separados y sin comunicarse, pero que con el tiempo fueron
poco a poco unindose y dando origen a una nueva raza que empez a conocerse
como "Guaiquerices" que equivala a cruzadas o "entrevaraos". Que estos
Guaiquerices heredaron lo bueno de los Guaicos y lo aventurero de los Caribes,
dominaron la Isla y se regaron por muchas partes de la Costafirme.
Una historia, aunque no igual, pero parecida, se la he odo narrar en los ltimos
tiempos al Profesor Jess Manuel Subero, quien dice habrsela escuchado al clebre
"Manote", ltimo piache Guaiquer que vivi en la Isla de Margarita.
EL ORIGEN DE GUAICOS Y GUAIQUERIES
Segn las ms viejas creencias, que se remontan a siglos y ms siglos, los
Guaicos fueron los Guaicos y los Guaiqueres son los Guaiqueres.
Los Guaicos fueron primero y los Guaiqueres fueron despus.
Los Guaiqueres son "entreveraos", es decir: formados de Guaicos y de Caribes,
con sangre de unos y otros.
Los Caribes fueron engendrados sin querer, por hembra Guaica y el espritu
perverso de Mandinga.
Los Guaicos fueron hijos del padre del Sol y de la madre Luna.
Los primeros Guaicos vinieron del cielo, trados en alas de su pariente del
viento, y cayeron como gotas de lluvia dentro de las aguas saladas de la mar.
En el fondo de la mar se reconfortaron y se agigantaron, y cuando salieron a
flote ya estaban aclimatados y buscaron la tierra para mejor vivir.
Los Guaicos despus de andar y desandar errantes por uno y otro lado se
aposentaron definitivamente en la Paraguachoa milenaria, porque encontraron en ella:
tierras prdigas y exuberantes, playas benignas y mares riqusimos, donde laborar y
multiplicarse.
Los Guaicos obtuvieron la luminosidad o claridad mental del padre Sol, La
inquietud y las quisquillosidad de la madre Luna, la destreza y sagacidad de su
pariente el viento, y se dotaron de la fortaleza y perseverancia de las aguas de la mar
que los acogi en su seno.
Por eso los Guaicos fueron buenos, sagaces, valientes, diestros, estrategas,
generosos, nobles y aventureros.
Los Guaiqueres heredaron mucho de sus antepasados los Guaicos y muy poco
de los Caribes perniciosos.
!Menos mal!...
EL ORIGEN DE LA LOZA
El Cercado es quizs uno de los pueblos ms viejos de Margarita.
Muchsimo ms viejo que la llegada de los espaoles. Primero se le llam
Guaitoroco. Despus "Pueblo de Olleros" y ms tarde El Cercado.
En el pueblo de El Cercado, desde los tiempos ms remotos han trabajado el
barro para hacer la loza, llamada tambin cermica.
Se cuenta que los primeros pobladores carecan de ollas donde cocinar y no
coman sino frutas y asados. Las piedras les resultaban duras para labrarlas y
pesadas para el fuego, y los envases de taparo no tenan la resistencia necesaria
para soportar el calor. A cada momento se lamentaban de su tragedia y le pedan a
sus Dioses que les proporcionaran las maneras de hacer envases para cocinar. Hasta
les ofrecan sacrificios humanos con tal de conseguirlo.
Se dice que una doncella que ya estaba preparada para el sacrificio, tuvo en
sueo una revelacin que le deca: "que tomaran el ejemplo de los "yares", avispitas
del monte que elaboraban cazuelitas y tinajitas para anidarse y guarecer sus cros".
Desde ese momento empezaron a amasar el barro y a imitar a los "yares",
elaborando piezas de mayor tamao; pero no podan cocinar nada en ellas porque se
les destrozaban en el primer intento. Idearon ponerlas al Sol por varios das y aunque
consiguieron mayor consistencia tampoco les fue lo suficiente para lo que aspiraban.
Entonces decidieron someterlas al fuego y lograron una resistencia aceptable.
Al caer de una tarde, la ms anciana del lugar, escuch una voz celestial que le
anunciaba: "que ya el milagro estaba consumado y que no era necesario el sacrificio
de sangre humana porque los Dioses no lo permitiran. Alborozados le dieron libertad
a la doncella cautiva y comenzaron a fabricar piezas de todas formas y tamaos, no
slo para su utilera sino para negociar con otros pueblos de la Isla y hasta de
regiones lejanas.
Desde entonces se estableci en El Cercado, la artesana del barro, que ha
recorrido a muchos pueblos y ciudades, dndole fama y prestigio a la comunidad que
las produce.
EL ORIGEN DE LAS MARAS
El tejido de las maras no es invento de mortales. Se dice que cuando
Paraguachoa no haba sido pisada por planta extraa, viva entre Guay-Atamo y
Guacuco-Patar una doncella que haba nacido en una noche de truenos y de
relmpagos y que todos por cario se haban acostumbrado a llamarla Ara-Aa-Mara.
Que haba crecido como la flor silvestre y reciba constantes mensajes de Sol, de la
Luna y del Viento, que transmita sin dilacin hasta todos los suyos.
Que todos la queran porque viva en una conjuncin de paz y santidad y salan
de sus manos los ms finos encajes para adornar altares y sepulcros.
Que estuvo entre los suyos hasta que en una tarde a la hora del Vspero se encentr
en la montaa y ojos humanos no volvieron a mirar su regreso. Por muchos Soles y
por muchas Lunas estuvieron llorndola y aunque las lgrimas aumentaron las aguas
y humedecieron los suelos no consiguieron volverla a contemplar.
Pasado mucho tiempo, una mujer longeva y su nietico imberbe, vieron entre el
ramaje frondoso de un olivo la silueta de Ara-Aa-Mara, que flotaba en el aire y con
trenzas celestes iba tejiendo un pao nunca visto. La noticia vol como clarinada.
todos empezaron a correr hacia el sitio y a imitar el tejido, no con trenzas celestes
porque no las tenan, sino con bejucos, cortezas y races del monte. Cuando se
percataron todos movan sus manos y tenan un nuevo arte. Hacan objetos que les
facilitaban la conduccin de los productos del mar y de la tierra. Y poco a poco se
fueron dando cuenta que era Ara-Aa-Mara que haba sido enviada por sus padres a
proteger los suyos para que hicieran ms liviana y llevadera la vida.
Desde entonces se ciment la artesana de las maras de Atamo y Sabana de
Guacuco.
EL ORIGEN DE LOS MAPIRES
Arimacoa era una india ensoadora. La ms ensoadora de todas las indias de
la poca del plenilunio. De la noche a la maana se convirti en la madre de la
destreza o de las habilidades. Sus dominios fueron tan grandes que ocuparon toda la
parte Norte de la Paraguachoa. Su morada estaba al pie de una montaa y muy cerca
de la orilla del mar.
De all que sus colores favoritos eran el verde y el azul. Su smbolo principal la
Carana o Palmera de monte.
Ense a los suyos a entrelazar los gajos de la palma o cogollo recin abierto
de las caranas cortadas en menguante, secadas con los rayos del Sol del medioda y
blanqueadas con el sereno de las noches veraniegas. Pacientemente fue diciendo
como se hacan los manares para cernir la cateba; como se elaboraban los manires
y los mapires para prensar la yuca rallada y extraerle la catara, y como se fabricaban
los macutos para cargar desde las distancias, las cosas ms diversas.
Manares, manires, mapires y macutos ponan a funcionar la destreza
inigualable de sus dedos largos y secos como las patas de las araas tejedoras.
Una noche de fiesta, cuando la Luna enseaba la fase de su Cuarto
Menguante, Arimacoa entreg su alma al creador de todas las especies. Su cuerpo
fue envuelto en caranas recin cortadas y ataviado con manares, manires, mapires y
macutos y entregado a la tierra de donde haba venido.
Nadie supo como, ni cuando ni donde obtuvo el secreto de la destreza de sus
manos, pero ense a los suyos la artesana de la carana o palmera de monte.
Los manares, los macutos y los manires la lloraron al ir desapareciendo, pero
los mapires la aoran cada vez van logrando traspasar la barrea del tiempo...
ORIGEN DE LOS CHINCHORROS
All por los aos lejsimos; cuando el mundo por mandato de Dios se hizo trizas
y uno de ellos se transform en la tierra de los primeros Guaicos, que se torn frtil y
empez a poblarse de gente habilidosa. Tamoco, el amo de los siete fros y de las
cosechas prodigiosas, fue el encargado de vigilar desde lo alto, los predios de
Arimacoa.
Iba de pitache en pitache haciendo amistad con sus parientes Cupey,
Guaitoroco, Moreche y Kajambo, hasta terminar su recorrido, amparado por las luces
del Sol o de la Luna.
Su morada la tena donde las brisas del Norte se sentan ms deliciosas. Con
las guindas de gire, de tagua y de copey, y los bejucos de querere y las conchas de
las matas correosas, haca sus hamacas para dormir la siesta. Nadie ms hbil para
imitar a los chochos y a las pespeces hasta en su columpiar entre las ramas en sus
nidos colgantes. Deca que de estos animalitos haba aprendido la misteriosa forma
de hacer sus camastros de vaivenes.
En las noches serenas soaba con sus antepasados, que le insinuaban como
perfeccionar su invento. Del algodn silvestre empez a tejer hebras y ms hebras y a
entrelazarlas con arte y con paciencia hasta conseguir elaborar ms suave y cmodo
su pao de dormir. Le fue adaptando soportes cabezales que llam maniguetas y
adornos laterales que denomin flecos. Ense a los de su regin a elaborar el tejido
cada vez ms perfecto. Desde entonces todos sus descendientes de la llanada del
Norte, siguieron realizando el tejido de la primitiva prenda.
Con el andar M tiempo a los descarralados, -de malla o de cairel-, se les llam
chinchorros, por creerse que eran la mapa para anidas a las impertinentes chinchitas
de los montes.
EL ORIGEN DE PARAGUACHI
Paraguach: nombre de un pueblo.
Paraguach: nombre de una regin.
Paraguach: capital del Municipio Antoln del Campo, anteriormente parte del
Distrito Arismendi del Estado Nueva Esparta.
Paraguach: denominacin que se daba primitivamente a todo el valle que iba a
terminar en la ensenada por donde desembarc el "Tirano Aguirre" y sus maraones.
Paraguach: para los que han ido a la escuela o han ledo libros de historia
margaritea, significaba, en el habla guaiquer "Abundancia de langostas
Paraguach: para mucha gente del pueblo que slo han venido escuchando la
leccin oral transmitida de generacin en generacin, fue la primera expresin oda
por los espaoles al pisar la playa de las langostas; cuando los nativos, recelosos y
asombrados, corran despavoridos gritando: "paraguach - paraguach - paraguach".
Paraguach: para algunos otros, ilustrados o no, Paraguach o simplemente
Guach, era el nombre de un cacique aborigen establecido en esas regiones, donde
dej enraizado su nombre para la posteridad.
A Paraguach, se le ha cambiado oficialmente el nombre dos veces: primero, por
el de San Jos y despus, por el de La Plaza, pero ninguno de los dos se pudo
perennizar.
En Margarita no se les dice a los nativos o habitantes de Paraguach:
paraguachiences, paraguachieos ni paraguachieros, sino normal y corrientemente,
"paraguaneros".
Paraguach; sigue siendo uno de los valles ms frtiles y productivos de
Margarita.
Paraguach: expresin que debe conservarse pura, como homenaje a nuestros
antepasados.
LA HISTORIA DEL SERRUCHO
El serrucho es uno de los instrumentos cortantes ms viejos en el mundo. Pero
nunca ms viejo que el machete; pues se tiene entendido que la labranza fue primero
y despus la carpintera.
Se cuenta que cuando Dios hizo al hombre y a su compaera y les dio uso de
razn, les fue proporcionando todos los medios para que subsistieran. Les present
las frutas, las races y las caas dulces: las frutas para que las comieran maduras; las
races, asadas y sancochadas, y las caas dulces, como mejor les parecieran, y les
puso en la mente, como hacer el machete para que cortara unas y otras.
El hombre con el machete fabric el trapiche para exprimir las caas dulces y
aprovechar ms y mejor su jugo o guarapo.
El hombre y su compaera vivieron felices mientras no apareci el Diablo, que
los fue tentando para que hicieran cosas malas. Pero Dios siempre cuidaba a sus
criaturas, a pesar de que cuando se descuidaba caan en la tentacin que el Diablo
les tramaba.
El primer trapiche que fabric el hombre fue de una sola palanca y el Diablo se
lo aprovechaba para, en cualquier descuido, molerle las caas y beberle el guarapo.
El hombre no encontraba que inventar para deshacerse M Diablo. Pero Dios,
que siempre lo protega, le orden que le aumentara la espiga a la masa de centro, y
le tendiera de la punta dos palancas y se las aguantara con un travesao para que el
Diablo se ahuyentara, por temor a la cruz que iba a quedar formada.
El hombre lo hizo tal y cual Dios se lo haba ordenado.
Cuando el Diablo regres a beber el guarapo, no pudo entrar porque mir la
cruz en el trapiche. De lejos se puso a gritarle al hombre que rompiera ese bicho y lo
pusiera como estaba que era mejor y ms liviano, tanto para l como para el burrito
que lo ayudaba. Pero el hombre no le hizo caso.
El Diablo de la rabia que cogi tomo el machete que Dios le haba
proporcionado al hombre y le fue rompiendo el filo, dejndole una gran cantidad de
dientes de todos los tamaos y luego se perdi dando alaridos.
El hombre que pacientemente lo estuvo observando a distancia, cogi el
machete y despus de contemplarlo largamente, lo fue rozando por sobre la madera,
percatndose que as cortaba ms y mejor. Entonces le dio las gracias al Diablo
rindose de l a carcajadas.
Y de all naci, precisamente, el serrucho.
EL SOL DE LOS NIOS DE ANTES
Para los nios margariteos de tiempo de antes, sobre todos para los
campesinitos, pobres y sin preparacin, el Sol era una gran lmpara sujeta a la
primera capa del cielo; hecha por el Dios Todopoderoso y conducida por el mismo
Dios todos los das, de Naciente a Poniente, para que alumbrara la Tierra, la purificara
con su luminaria y le diera el calor necesario para que pudieran vivir en ella las
personas, las plantas y los animales.
Segn la misma creencia, esa gran lmpara era encendida todas las maanas,
sobre las aguas del mar, por el mismo Dios con todo su poder y conducida con sus
propias manos de un extremo a otro hasta que la apagaba en la tardecita entre las
aguas del mar.
El calor de la luz del Sol se senta con menor furor durante las primeras y las
ltimas horas del da porque eran cuando sus rayos caan del soslayo sobre la Tierra.
Despus de Dios. slo las nubes y la lluvia tenan el poder de calmarle el furor al
Sol.
El regreso del Sol lo haca el mismo Dios durante las noches, conducindolo
bien apagado para que nadie pudiera mirarlo y asombrarse con el porque iba sin luz y
sin reflejos.
Quin acertara a mirar el Sol durante el recorrido de la noche, de la impresin
que reciba, estaba expuesto a volverse loco y a no recobrar el conocimiento ms
nunca.
Se aseguraba que el Sol durara haciendo su recorrido diario hasta que la gente
fuera buena y creyente, pero el da que se convirtieran el malos y desobedientes a los
mandatos del Dios Todopoderoso, este como castigo dejara de prender la luz del Sol
para que el mundo se fuera acabando lentamente sin que nada ni nadie pudiera
evitarlo.
Para los nios de ahora el Sol tiene otro significado.
LOS AMORES DEL SOL Y LA LUNA
Cuando pap Dios estaba creando al mundo, hizo la tierra y las estrellas y vio
que algo le faltaba y form el Sol y le dio vida y le orden que alumbrara por todas
partes.
Mucho tiempo estuvo el Sol alumbrado a la tierra a todas horas, pero pap Dios
se dio cuenta que lo haca con desgano. Comprendi que el Sol no estaba a gusto por
su soledad y decidi formarle algo que le hiciera compaa y le diera alegra.
Entonces, con un pedazo de Sol, pap Dios form a la Luna y le dio vida y se la
puso al costado y eso bast para que el Sol se sintiera a gusto y siguiera junto con la
Luna alumbrando cada vez ms alegre y ms risueo.
En una ocasin, la Luna orgullosa, arrogante y presumida quiso alumbrar ms
que el Sol y este se enoj tanto que la llamo al orden y le pidi que fuera ms
prudente y ms condescendiente y menos descarada y que tomara en cuenta que
pap Dios la haba formado con lo que a l le haba quitado y le haba dado vida pero
para que como parte de su ser, fuera su compaera y le obedeciera y no para que
hiciera lo que a ella le viniera en ganas.
La Luna faramallera y presuntuosa no quiso obedecer ni aceptar los consejos
del Sol y le dijo que ella era libre y poda hacer lo que le placa y desde entonces se
entabl una lucha entre el Sol consejero y la Luna desobediente.
El Sol nuevamente trat de convencerla y de persuadirla dicindole que pap
Dios la haba formado para que le hiciera compaa y no para lo que ella quisiera
hacer, pero la Luna ensoberbecida no quiso entrar en razn.
De all que el Sol, no encontrando ms que hacer y como para castigarle la
infamia, le fue arrebatando poco a poco los rayos que pap Dios le haba quitado a l
para drselos a ella y la fue dejando casi sin reflejos.
La Luna vindose opaca llor desesperadamente e implor al Sol que le
devolviera su luminosidad pero el Sol se neg rotundamente.
As fue como empez el rompimiento entre el Sol y la Luna y uno qued
alumbrando el da con todo su esplendor y la otra la noche con escasos reflejos.
EL LUCERO DE LA MAANA
No hay quin no conozca el Lucero de la Maana.
No hay quin no sepa que el Lucero de la Maana es el ltimo que se apaga en
la bveda celeste.
Lo que si desconoce mucha gente, es la causa por la cual el Lucero de la
Maana es el ltimo que se apaga, y es lo que queremos contarles ahora, tal y cual
nos las han contado personas que saben ms que nosotros, porque supieron ponerle
atencin a todo lo que dijeron sus antecesores.
Se dice que cuando pap Dios empez a formar el mundo e hizo al Sol y a la
Luna para que se acompaaran mutuamente, les form tambin un lucerito para que
les sirviera de escolta; pero cuando el Sol y la Luna comenzaron sus amoros,
decidieron transformar el lucerito, de escolta en padrino, y desde entonces el lucerito
se convirti en un fielsimo guardin, oficio que desempeaba con el ms grande de
los contentos.
As anduvieron por tiempos y ms tiempos hasta que el Sol disgustado con la
Luna, por sus continuas desobediencias y entrometimientos, resolvi separarse
definitivamente de ella y hasta despojarla de la luminosidad que pap Dios le haba
pedido que le concediera.
Entonces el lucerito compadecido de lo que le estaba pasando a la pobre Luna,
resolvi quedarse con ella para servirle de consuelo aunque fuese andando siempre a
su lado, as se burlaran de l los dems luceros de firmamento.
De all que esa es la causa por la cual el Lucero de la Maana es el ltimo que
se apaga o lo que es lo mismo, el ltimo que se queda con sus ojos abiertos, afn de
poderle avisar a la Luna el regreso del Sol, para que se esconda aunque sea entre los
nubarrones o se tire entre las aguas de la mar y evite el castigo de implacable
enemigo.
Y es por ese motivo que se le conoce como lucero de la Maana; pero como
aqu en margarita no hay a lo que no le pongan apodos, al Lucero de la Maana, lo
han dado en llamar "El Arepero", porque era el que le servia de gua o de reloj a las
mujeres que se levantaban tempraneras a elaborar las sabrossimas y populares
arepas.
LA TROMPETA DE SAN JERONIMO
San Jernimo es un Santo y es un ngel.
San Jernimo es un ngel porque Dios le puso alas para que pudiera volar.
San Jernimo viste una tnica color de cielo y unas botas color de armio. luce
una cabellera tinta y de su cuello pende un collar de perlas santificadas.
San Jernimo tiene todos los poderes que Dios le dio.
Los poderes de San Jernimo son los de andar y desandar todo el mundo,
siempre por los elementos, anotando todo lo bueno y todo lo malo para decrselo a
Dios.
San Jernimo carga en una mano una trompeta maravillosa y en la otra unos
papeles sagrados que slo l y Dios los saben entender.
La trompeta de San Jernimo es refulgente, largusima y con tres bocas.
Con una anuncia las cosas buenas, con otra las cosas regulares y con la otra
las cosas malas.
El toque de las cosas buenas es alegrsimo.
El toque de las cosas regulares es medio alegre y medio triste.
El toque de las cosas malas es triste y melanclico.
Slo en las noches totalmente serenas puede escucharse la trompeta de San
Jernimo.
Son muy pocos los que han tenido el don celestial de escuchar los toques de la
trompeta de San Jernimo.
San Jernimo nunca ha dado el ltimo de sus toques.
Cuando San Jernimo del ltimo de sus toques, el mundo se acabar.
Empezar a arder por el Naciente. El Sol y la Luna se mirarn juntos como dos
pelotas de fuego; se ocultarn las estrellas, se rasgar el cielo en pedazos, habr un
ruido infernal y terminar en un abrir y cerrar de ojos todo signo de vida. No quedar
piedra sobre piedra, ni un alma para contar el cuento, porque a las tres veces no hay
perdn.
Y como esta escrito: el mundo se acab primero en viento, despus en agua y
ahora se acabar en candela.
!Ave Mara pursima sin pecado original concebida!.....
EL DIABLO EN MARGARITA
En la Isla de Margarita hay Diablos por todas partes. En el mar y en la tierra y
hasta en la boca de la gente. Los hay de todos los tamaos: grandes, medianos y
pequeos. Se encuentran en las calles, en los conucos, en las casas, en los barcos y
aunque muchos lo pongan en duda, hasta dentro de las Iglesias. lo mientan a toda
hora y en todos los sitios y quizs por eso es que a los margariteos, fuera de la Isla
los llaman "hijos er'diablo".
El Diablo en Margarita lo pintan con cara y brazos de mono, colmillos de
verraco, orejas de burro, rabo de toro, uas largas y ganchudas, cachos enormes en
la frente, cuerpo de gente pero peludo y patas largusimas y canillonas, terminadas en
pezuas como cabra, capaz de resistir el calor ms intenso y bailar entre la candela.
Se asegura que el Diablo vive en las "quintas pailas de Infierno" de donde sale
para andar y desandar por todas partes, metindose y entremetindose en todo y
tentando a las criaturas para que cometan cosas malas.
Se dice que el Diablo fue un ngel de la Corte Celestial de Dios, que se revel
contra ste, quin lo maldijo y lo expuls de su Santo Reino y Gloria para que vagara
por todo el mundo y no pudiera vivir sino entre las fogaradas de azufre de los
Infiernos. Desde entonces el Diablo le cogi pavor a la cruz que no la puede ver "ni
formada ni pintada".
Para contrarrestar los poderes del Diablo se recomienda creer mucho en Dios y
en el Espritu Santo, en Mara Santsima y en todos los Santos y Santas del cielo y
ser bueno de alma y corazn.
En Margarita tambin se le da al Diablo otros nombres, como: Diantre,
Pecadomalo, Mandinga, Demonio, Un, Bichofeo y Satans; y cuando el tiempo est
malo se atribuye a que es porque el Diablo anda suelto.
Despus de Dios el nico que pudo vencer al Diablo fue San Miguel Arcngel,
quin lo tumb con un golpe de cruz, lo puso abajo, le coloc un pie en el pescuezo,
lo hizo abrir la boca y sacar la lengua, despabilar los ojos, afligrsele la cara,
ensuciarse de oa y pedirle perdn.
LAS BOLAS DE FUEGO
Las bolas de fuego eran pelotas de candela, grandes y redondas, que en las
noches oscuras pasaban por los elementos. A las pequeitas no las llamaban bolas
de fuego, sino simplemente pajuelas.
Cuando nios veamos pasar las bolas de fuego por todas las direcciones: hacia
el Norte, hacia el Sur, hacia el Naciente y hacia el Poniente. Tan pronto las
mirbamos como tan pronto desaparecan, porque la velocidad que llevaban era
grandsima.
Las viejas al mirar las bolas de fuego se persignaban y obligaban a los dems a
que se hicieran, cuando menos, la seal de la cruz.
Al pasar las bolas de fuego todas las personas que acertaban a mirarlas se
alarmaban, y decan a un mismo tiempo, como en una letana: "Ave Mara Pursima
sin pecado original concebida" y repetan por un largo rato una y otra vez: "en la mar y
no en la tierra, en la mar y no en la tierra, en la mar y no en la tierra"...
Se comentaba que las bolas de fuego eran pedazos de candelas que el mismo
Diablo en persona arrojaba desde los Infiernos para acabar con el mundo de Dios y
que si las bolas de fuego acertaban a caer en la tierra todo ardera en un santiamn
como paja retostada, y por eso la gente, la mandaban a la mar.
Tambin se aseguraba que las bolas de fuego eran el alma del Tirano Aguirre
que en penas recorra todo el mundo para asustar a los mortales.
La mayora de las personas sostenan, que las bolas de fuego al caer en la mar,
se apagaban, pero dejaban escuchar, hasta en las partes ms distantes, un estruendo
grandsimo y aterrador, como el que desprenden los truenos a tempestades.
Mientras que otros se limitaban a predecir que tiempos de bolas de fuego eran
tiempos malos, en todas las formas y de todas las maneras.
A las bolas de fuego, parece que ahora les dan otros nombres...
EL CAMINO DE LA GLORIA Y EL CAMINO DEL INFIERNO
Los mitos y las creencias margariteas, con el andar del tiempo, se han ido
extinguiendo paulatinamente, pro con todo y eso, quedan tantos y tan variados, que al
ponernos a recogerlos nos da la impresin de que no vamos a tener tiempo de
seleccionar, ni siquiera los ms popularizados.
Los viejos crean mucho en el camino de la Gloria y en el camino del Infierno.
Aseguraban que ambos existan y que no eran simples cachos de camino, ni
invenciones de herejes para engaar a inocentes.
De unos a otros se trasmitan de generacin en generacin, lo que haban
aprendido de sus padres y de sus abuelos, o lo que haban odo decir a otras
personas.
Los ancianos corroboraban sus dichos con una seguridad insoslayable, como si
hubieran sido testigos de los hechos, aunque dejaban escapar una ligera
incertidumbre al manifestar: que eso lo haban escuchado decir a sus antepasados,
de quienes no se poda dudar, porque haban estado ms cerca de los hechos y de
sus orgenes.
- De que el camino de la gloria y el camino del Infierno existen, existen; eso no lo
puede negar nadie - , decan. - Muchos son los que en un abrir y cerrar de ojos han
ido al otro mundo y los han visto; han trajinado por ellos y han venido a dar
explicaciones necesarias de como son - .
- Algunos lo han hecho simplemente en espritu. Otros en sueos. Otros con
revelaciones o hablando directamente con personas de bro, nacidas con el don de
conversar con los del ms all del mundo terrenal.
- Ha habido tambin quienes regresaron del otro mundo, tras de haber vuelto en
s de una pataletera y al trmino de una largo rato sin respiracin y sin pulso. Y lo
hicieron, porque no los necesitaban o porque los haban llamado equivocadamente.
La manera ms caracterstica de describir el camino de la Gloria y el camino de
Infierno, era entrelazando los dedos de las manos y diciendo:
- Vean pues, Dios nos da para todo. Hasta en el cuerpo nos ha puesto conque
dar los ejemplos. El de arriba, por donde quedan levantados la mayor parte de los
dedos, es el camino de Infierno: con sus pedreguyeros y espineros, sus
empalizadas, sus altibajos y recovecos, que son las penalidades ; por ah pasan los
diablos y sus secuaces, y los que han sido perversos y malos en la tierra. El otro, o
sea el que queda entre las palmas de las manos, es el camino de la Gloria que como
se ve, es ms liso y pasajero, menos pedregoso y con pocos inconvenientes; por el
pasan los santos y santas, ngeles y arcngeles y todos los que han sido buenos de
verdad, aqu en la tierra.
As indicaban los viejos, con toda la ingenuidad que les caracterizaba, la
existencia M camino de la Gloria y del camino del Infierno.
No sabemos porque lo hacan as, ni porque lo crean, pero si sabemos que ms
de uno y en diferentes ocasiones, lo describan de esa manera...
EL ALMA DE CANCHUNCH
Ayer so con Canchunch... So que vena bajando, con sus pies de ninfa
reconfortada y su perfume de azahares recin abiertos, por sobre las aguas cristalinas
de un riachuelo de ensueos. Que era encantadora, escultural y esbelta como las
palmeras de sus montes sagrados. Con los ojos saltones y la melena tinta
desprendiendo una musicalidad angelical al vaivn de la brisa maanera. Que traa
racimos sazonados de frutos escogidos y mil flores silvestres que adornaban su
bronceado cuerpo. Que no necesitaba esconder nada porque la lujuria, la morbosidad
y el erotismo no tenan asidero en su reino de gloria.
So que me deca en un lenguaje raro que ella misma me enseo a traducir:
"Nac en estos encantadores bajos de El Tamoco santificados por el Dios Arimacoa,
padre de la fertilidad, antes de que el conquistador forneo posara sus dilatadas botas
sobre el vientre fecundo de la madre Paraguachoa y mancillara nuestra virginidad.
Vivamos en sana paz, predicbamos el amor, la concordia y la confraternidad. All en
el mismo sitio santificado por los huesos de nuestros antepasados, donde
construyeron el templo del Dios Todopoderoso que aceptamos entre temor y halagos,
pero que no nos arrepentimos porque Dios siempre es bello, es hermoso y es grande,
tenamos nuestro santuario, donde adorbamos la clara luz del da con su irradiante
foco caminante y la luna cambiante de las noches tranquilas, y contbamos nuestras
cuitas al mensajero viento y oamos latir el corazn M mundo en las aguas saladas
del mar que nos una a los hermanos de los ros, de las llanuras y de los altos
pramos. All en ese mismo sitio venamos enterrando los corazones que dejaban de
latir por mandato del creador de la vida; bscalos y encontrars vestigios de ellos sin
que mucho te maltrates tus manos ni enturbies tu conciencia, y entonces quedars
convencido de la revelacin de los muertos"...
EL ESPANTO DE LOS HATOS
Quin se ponga a recoger mitos y creencias en Margarita no acabar nunca. En
cada ciudad, en cada pueblo, en cada casero, en cada barrio por pequeo que sea,
hay por montones. Se consiguen en las veredas, en los conucos, en las playas, en los
recodos de los caminos, por los cerros y en las llanadas.
Se dice que en el camino que est entre Altagracia (antiguamente Los Hatos) y
Pedrogonzlez, sala un espanto con un tizn y un gato. Que lo vean hasta de
cerquita. Que observaban cuando el tizn se mova. caminaba, marcaba crculos,
curvas y rectas en el aire. Que escuchaban cuando el gato maullaba. Que lo sentan
cuando corra y lo vean cuando saltaba y se perda entre los matorrales.
La aparicin se le atribua a espritus condenados. A almas en penas. A gente
que no pudieron llegar al cielo. Se hacan miles y miles de comentarios. Pero se
aseguraba que lo de espanto era verdad.
Se comentaba que en pocas muy remotas, precisamente cuando los espaoles
empezaron a aduearse de estas tierras, hubo un seor apellidado Surez, que le
hizo grandes servicios al Rey con sus bienes y su persona. Que el Rey resolvi
pagarle esos servicios con los parajes realengos existentes entre las playas de Las
Arenas, Caribe, La Galera y las mrgenes del "ro grande".
Que ese seor plant hatos de chivos, de borregos y de reses en esos parajes.
Que tuvo casa en Los Hatos y en Pedrogonzlez que ya empezaba a poblarse. Que
acostumbraba ir de un punto a otro en las horas de la noche, a pie, sin farol,
acompaado solamente de un tizn y un enorme gato que le haba llegado a la casa y
no le perda pisada.
Se rumoraba que en uno de esos viajes consigui misteriosamente la muerte.
Que sus nicos testigos fueron el gato y el tizn. Que los zamuros hicieron un festn
con sus despojos mortales y no hubo quien le diera cristiana sepultura ni siquiera a
sus huesos que durante muchsimo tiempo estuvieron blanqueando sobre la flor de
la
tierra. Que por lo tanto su alma qued vagando sin poder llegar a la presencia de
Dios.
De all que se presuma desde tiempos inmemorables , que ese era el espanto
de Los Hatos; y eran muchas las personas que aseguraban haber visto en las noches
oscuras el hombre, el tizn y el gato, y que saban que se trataba de un espanto
porque no haba a quien no se le engrifara el pelo cuando lo observaban.
EL LEADOR SIN CABEZA
El Portachuelo de Tacarigua siempre es noticia. Lo fue, los es y por lo que
vemos lo seguir siendo. As le hayan ensanchado la va, se la hayan modernizado y
hayan acabado con el tnel vegetal que posea, siempre hablan de los fantasmas y
aparecidos del Portachuelo de Tacarigua.
Lo del leador sin cabeza, es un cuento de nunca acabar. Se dice que se le
escucha al campanear del machete, el destrozo de las ramas, el crujir de los troncos
al caer y hasta el zumbar de los palos tirados hacia un sitio determinado, y de pronto,
cuando menos lo esperan, la presencia de hombre con el haz de la lea acuesta y el
cole-gallo, veces en la mano derecha y veces en la mano izquierda.
Unos comentan que es negro, alto y musculosos. Otros que es bajito y
rechoncho, o lo que es lo mismo, regordete; mientras que otros aseguran que es
medio indiao, bajito y flaco, pero muy cargador. No tiene sitio, ni da ni hora segura
para salir, ni lo hace tampoco con mucha frecuencia. Primero lo miraban por la
carretera vieja, en las curvas cerradas o por los repechos, cuesta arriba o cuesta
abajo. Bien de la "banda all" o de la "banda ac". Ahora se pas para la carretera
asfaltada. Es decir, que est apareciendo nuevamente. Lo que si es verdad es que
todo el mundo asegura, que no le han podido ver la cabeza. Bien porque no la tiene o
porque la oculta debajo del enorme haz de lea que moviliza.
El leador del Portachuelo en tan antiguo, que algunos viejos afirman, no slo
que lo miraron, sino que hasta se lo escuchaban mencionar a sus padres y a sus
abuelos y a muchas personas ms. Ahora, cuando ya est por terminar el siglo de las
luces, algunos individuos dignos de toda credibilidad, si es que no se han contagiado
con el mentir, juran y perjuran, haberlo visto y hasta escuchado todas sus travesuras,
bellaqueras y marramuncias.
En lo que si coinciden todos los que dicen haberlo visto, o escuchado el
comentario, es que las horas predilectas para las apariciones, son las primeras de
anochecer y las del amanecer, sobretodo en las de luna "medio entoldada" y que
nadie se a atrevido acercrsele, porque despide un fogaje infernal y un olor azufrado.
Pero hay muchos que se atrevan a ripostar, que lo de muerto leador de
Portachuelo, no son otras cosas sino ilusiones pticas de los que viven acompaados
por el nerviosismo y que por lo tanto, al Portachuelo de Tacarigua, no hay que temerle
ni tenerle recelo o lo que es lo mismo, miedo, ni de da ni de noche.
Puedan que sean cuentos o cachos de camino, pero lo de muerto leador de
Portachuelo sigue tan campante como en los tiempos de "Mara Castaa", y hay de
quienes se arriesguen, aunque sea por juguete, contrariar su existencia.
LA APARICION DE MANDINGA
Tacarigita demogrficamente es un pueblito demasiado pequeo, o como
dijramos en una ocasin: "es la ms diminuta de las Tacariguas de Margarita",
remontada hacia la cuesta del llamado Portachuelo, desde donde da la impresin al
viajero de ser la perenne vigilante de sus hermanas ms desarrolladas.
Tacarigita se ha hecho famosa popularmente, no slo por las peleas de
Portachuelo en la poca de la Independencia y en las contiendas civiles, ni por su
exuberante vegetacin y abundante agricultura, ni por la benignidad de su clima, ni
por la campachanera de sus habitantes, ni por el culto tradicional al Dulce Corazn
de Mara Santsima o "Virgen de papach", sino por la serie de fantasmas y
aparecidos que se atribuyen rondar por sus predios, entre los cuales sobresalen: el
conejo brujo, el carro fantasmal del Portachuelo, la dama de las curvas, el leador sin
cabeza, la chinigua, el muerto cazador, la gallina sacada, la puerca parida, el caballo
desbocado y la aparicin de "mandinga" o el mismito Diablo, como suelen decir
algunos.
En Tacarigita es muy frecuente observar los valores, volantines o papagayos
que tratan de poner en el aire los muchachos en la poca de la cuaresma, no tomar la
direccin Oeste, Sur, como es lo ms frecuente en otras partes, sino hacia el Norte y
al Este, lo que da pie a la gente para decir, que es la mano perversa de Diablo que
los gua hacia esos rumbos. Igualmente, cuando se presentan las "calderetas" o
remolinos que van como una trompa rebasando con todas las hojarascas, ramas y
hasta los sembrados menores para llevrselos hacia los elementos; los ms
supersticiosos imploran a viva voz al Todopoderoso, para que les aleje a "mandinga"
de esos ares y se los ponga lejos, pero bien lejos, de donde nunca ms pueda volver.
Para ellos "mandinga" no es otra cosa sino el mismo Diablo que se presenta en esas
manifestaciones para condenarlos y de paso arruinar sus pertenencias,
especialmente sus sementeras.
Los "Mandingas" son muy frecuentes en Tacarigita, quizs por la velocidad
desproporcionada que toma el viento al salir por la llamada "Boca del Portachuelo" y
chocar violentamente contra las colinitas que bordean el pequeo casero. De todas
maneras, la mayora de los residentes, no creen que son fenmenos naturales sino
apariciones que envuelven misterios del ms all, y por eso al observarlos dicen, sin
mayores rodeos, que son la aparicin de "mandinga" o del Diablo en figura de
remolino.
Todava a estas alturas del siglo XX, hay mucha gente que cree ciegamente en
los fantasmas y aparecidos, y nada ni nadie de este mundo los hace pensar de otra
manera.
LA DAMA DE LAS CURVAS
No nos estamos refiriendo a las curvas anatmicas que se destacan en los
cuerpos bien formados y que se acentan con el ms estilizado caminar,. sino a las
variantes del famoso "Portachuelo de Tacarigua", tanto en el pasado repleto de
misterios como en el presente lleno de imprecisiones.
Se cuenta que de antao, cuando la va era bastante angosta y en muchos
trechos tenebrosa debido al tnel vegetal, la gente que se desplazaba desde La
Asuncin o que remontaba de Tacarigua, se juntaban en el "Quebrahacho" de La
Otrabanda y en "El Portal de Bernarda", en Tacarigita, respectivamente, para pasar
el Portachuelo, por temor a los fantasmas y aparecidos que se presentaban a
cualquiera hora de la noche, para alterar los nimos hasta de los ms
"embraguetados", y que una de estas apariciones, era "la dama de las curvas".
De esta enigmtica dama, se aseguraba que en ms de una ocasin, se
present a apuestos caballeros pidindoles el favor de que la condujeran en el anca
de su cabalgadura, para tramontar la empinada cuesta, y que en muchas ocasiones
se bajo, sin mediar ms palabras, donde a ella mejor le pareci, mientras que a otros,
se les desapareca misteriosamente, sin saber como ni cuando, dejando en el
ambiente el "asombramiento" de los animales y una gran incertidumbre, que daba a
pensar, que no era mujer de este mundo.
Tambin se dice, que desplazadas las bestias por los automviles, a ms de un
conductor, les pidi una "chivita" por sentirse cansada, pero se les desapareca M
vehculo, en un abrir y cerrar de ojos; mientras que con otros se bajaba
tranquilamente en la primera casa que al paso conseguan y ni corta ni perezosa, se
despeda con la mayor naturalidad del mundo, al extremo de que un serio profesional,
que la condujo una noche de invierno, le brind una chaqueta de cuadritos, nica en
su estilo, para que amparara las gotas de lluvia que empezaban a caer con mucha
persistencia, pero que al otro da estuvo a punto de desmayarse, cuando supo, que
durante la noche all no haba llegado ninguna dama y la chaqueta haba aparecido
como por arte de magia, en el mismito sitio donde la estaba mirando.
ltimamente se ha generalizado el comentario, que hace poco tiempo, un seor
entrado en aos, que regresaba de Porlamar, como a las nueve de la noche, en
compaa de su pequea hija, compadecidos de la jovencita, que pasadas las casas
de La Otrabanda, peda cola hasta la bajada de Tacarigua, la metieron en el asiento
trasero de automvil, pero que se iban a morir de nerviosismo, cuando llegados al
sitio que les haba indicado, no la encontraron por ninguna parte, ni tampoco la
haban sentido bajarse. Lo que mueve a pensar, que "la dama de las curvas del
Portachuelo de Tacarigua", se mud para la carretera nueva.
EL CUERO SECO Y EL JINETE SIN CABEZA
Las noches margariteas no eran todas de embrujos, de ensueos y
recogimiento, muchas veces eran de terror y de miedo, de intranquilidad y de
angustias, de zozobras y de incertidumbres. Los alborotos de las gallinas, los llantos
de los perros, los cantos de las pavitas y de los moriquites y los graznidos de las
guralas y de los chaures eran generadores de pavor.
El paso de cuero seco y del jinete sin cabeza al filo de la medianoche, era la
tormenta ms grande y la pesadilla ms horripilante. Oraciones, plegarias, reliquias,
escapularios, y amuletos salan a relucir como medios de salvacin, haba quienes
hablaban y gesticulaban dentro de los aposentos para darse nimo y echrselas de
maracones o guapos, mientras que el corazn se les quera salir por la boca. A la
mayora se les engrifaban los pelos y le maraqueaban las quijadas y hasta les
brotaban fiebres nerviosas.
Se aseguraba que el ruido ensordecedor del cuero seco en las noches serenas,
no era una fantasa ms, sino una autntica realidad, que tena toda la verdad del
mundo. Que era una penitencia que el Tirano Aguirre pagaba por sus desmanes,
desafueros y atrocidades cometidas en la tierra y por las cuales todo el mundo le tuvo
odio y miedo. Que el cuero iba amarrado a la cola de un caballo infernal que botaba
fuego hasta por la boca, los odos y los ojos, y relinchaba y caracoleaba como cosa
del otro mundo, y que sobre el caballo iba el jinete sin cabeza. Que ese jinete no era
otro sino el propio Tirano Aguirre que buscaba desesperadamente su cabeza para
colocrsela y poder llegar a la presencia de Dios, - porque el Tirano Aguirre haba
entrado sin cabeza al Infierno, tal y como lo enterraron, debido a que en un descuido
se la quitaron de un sablazo y la frieron en aceite y la colgaron a la vera de un camino
para escarmiento de todos los malos -.
Nadie de este mundo se atreva, ni por un pienso, a asomar ni siquiera la punta
de la nariz hacia la calle, al escuchar el ruido del cuero seco y el relinchar y caracolear
del caballo del jinete sin cabeza, para no mirar el espanto del Tirano Aguirre y morirse
del susto y para complemento, condenado a las quintas pailas del Infierno.
LOS BRUJOS Y LAS BRUJAS EN MARGARITA
Margarita era una regin muy frecuentada por los brujos y las brujas.
Especialmente la brujas.
Se dice que los brujos y brujas en Margarita existan desde que el mundo es
mundo, o a mejor decir, desde la poca de los indios.
Tambin se comenta que "la mapa" para los brujos y brujas en Margarita era en
la playa de El Tirano. Que all haba hasta una cueva que los recoga a montones, y a
donde iban a llevar a cabo sus prcticas malficas.
Los brujos y brujas en Margarita hacan contacto con el "Pecado Malo" y por eso
se transformaban en lo que a ellos les daba la gana: como culebras, cabras, venados,
burros, pjaros y en cuanto ms haba sobre la tierra. As mismo tenan el poder de
meterle a cualquiera criatura entre el "buche", un sapo, un chivo, un conejo, un
cachicamo, un cochino o lo que mejor les pareciera.
Las brujas en Margarita tambin eran voladoras. Lo hacan montadas en una
escoba o en una caa negra con cogollo y todo. - La caa negra es trozona. Su
guarapo no es bueno y hasta es fiebrosa, porque es caa de brujas. Se siembran
pocas cepas nicamente para mantener contentas a las brujas y evitar que les echen
dao a los conuqueros.
Las brujas volaban durante las noches de medialuna. Pasaban veloces como el
viento. Casi no se podan mirar. Pero en muchas ocasiones quienes las conocan las
divisaban como unos punticos de candela por los elementos. Es decir, como unas
pajuelas o unos cocuyos.
Las brujas durante las noches se metan en las casas y les chupaban la sangre
a las mujeres, especialmente a las jovencitas. Se saba que eran ellas porque les
dejaban los moraderos. Los trapos negros en los dormitorios, y las matas de sbila
colgadas en las puertas y ventanas, las cruces de palma bendita puesta en las
paredes y los palos de pin cortados el Viernes Santo y guindados en el techo, eran
los nicos que podan contrarrestar las entradas de las brujas.
Las brujas tenan el don de poderse poner chiquitas para pasar sin dificultades
por las rendijas, por las bocallaves y hasta por los claros por donde slo podan entrar
el Sol y el viento.
A las brujas grandes, solamente podan herirlas con balas benditas o en cruces
y a las pequeas ahuyentarlas con salmuera ensalmada.
La gente para preservarse de las brujas mandaban a preparar sus reliquias y
andaban con ellas todo el tiempo terciadas y bien seguras debajo de los sobacos.
Ahora hay muy pocas brujas en Margarita...
LA VENADA CHOLONA
En toda la Isla de margarita se comenta que por los lados de El Valle de Pedro
Gonzlez, se apareca con mucha frecuencia una venada grande y cholona que se
burlaba de todos los cazadores y hasta de los perros ms veloces y amaestrados que
le echaban a perseguirla.
Que le decan cholona porque las dos patas traseras no parecan terminadas en
cascos sino ms bien en unas cholas, y que en las velaciones de nuestros muertos de
lo primero que se hablaba era de la fulana venada cholona y de los que la haban
tirado y no la haban podido pegar.
Que as estuvo haciendo de las suyas la mentada venada, hasta que se
apareci un seor que se saba mucho de oraciones de todas clases y no
desamparaba un par de reliquias trinitarias que en sus andanzas de marino haba
logrado conseguir, y se propuso acabar con el animal a como diera lugar.
Que en una madrugadita clara, le meti dos balas ensaimadas a una escopeta
morocha que tena y en el primer momento que se le present la bicha, sin muchos
rodeos ni composturas y sin siquiera apuntarla bien, le acomod un tiro y eso bast
para que el animal echara a correr y a correr y a correr y l a perseguirla y perseguirla
y perseguirla por los rastros de sangre que iba dejando, hasta que lleg a una casa y
se encontr con su comadre que estaba sangrando abundantemente por una herida
muy profunda, que segn ella acababa de recibir en el conuco con una estaca de
guatapanare.
Entonces l la compadeci y le cont lo de la venada cholona y ella ech a llorar
desconsoladamente, tapndose la cara con las manos. La noticia fue corriendo de
boca en boca por toda Margarita, como reguero de plvora, pero desde ese momento
no volvi a aparecerse ms la venada cholona ni el seor quiso seguir utilizando las
balas ensaimadas.
EL LANGOLANGO
De que existe el Langolango, existe...
Eso no lo puede negar nadie. El que lo niega es porque es dems de incrdulo
o porque est loco de perinola.
El Langolango es el propio espritu de las aguas saladas. Es el seor misterioso
de los mares. Es el ms endemoniado furor de todas las especies marinas.
El Langolango emerge de las profundidades de las aguas cada vez que le viene
en ganas o cuando ve que tiene necesidad de proteger sus intereses profanos por los
mortales. Su presencia es precedida por un tenue: "Iangolangoo - langolangoo "
que se desliza por sobre las olas del mar.
Dicen los que lo han visto, que Langolango es agigantado, descomunal,
desgarbado, peludo y bronceado como los primeros pobladores de la tierra. Que tiene
cabeza de pjaro algunas veces, otras de pez y otras de gente, segn la
conveniencia. Que se desplaza con la velocidad del pensamiento y que por eso lo
pueden mirar aqu, all y ms all, casi al mismo tiempo.
Al Langolango no le puede ver todo el mundo, sino solamente los que nacen
con el privilegio natural de observar las cosas misteriosas de ac y del ms all.
El Langolango en algunos momentos es bueno e inofensivo y no hace males a
nadie, pero en otras se enfurece y destruye trenes, hunde barcos y tiende a destrozar
todo lo que se le interpone en su camino. Los marinos lo conocen y le zumban objetos
diversos para que sacie su ira, se desve y vuelva a las profundidades donde tiene su
eterna morada.
No hay marino que no conozca o cuando menos haya escuchado hablar a sus
mayores bien o mal del Langolango. Se dice que los pjaros se alborotan, los peces
fluyen en cardmenes y vienen a estrellarse contra la playa, las aguas se encrespan y
hasta los manglares se estremecen como movidos por una tempestad cada vez que
aparece el Langolango.
Tambin se dice que si una doncella lo mira por dos veces, es porque la quiere
arrastrar hacia su ser para hacerla su novia y desposarse con ella.
No hay quien no le tenga pavor al Langolango: el misterioso ser de las aguas de
la mar, el terror de todos los marinos y la eterna pesadilla de las doncellas playeras.
EL PAJARO BRUJO
Se cuenta que en la Isla de Margarita, hace muchsimos pero muchsimos aos,
existi una muchacha pobre, pero linda como una diosa, que tena un novio
procedente de una familia muy presumida y quisquillosa y que por esa razn la madre
de novio no gustaba de la muchacha, o lo que es mejor decir, "no la poda ver ni
escrita ni pintada", y que a dicha muchacha le sala por todas partes y a cualquier
hora de da o de la noche, un pjaro raro, nunca visto por esos contornos, que la
mantena acoquinada y no la dejaba vivir.
Que al maldito pjaro no le vala que lo espantara ni que le tirara a matar con lo
que tuviera a la mano, porque nada le tema ni siquiera lo tocaba con cosa de este
mundo que le zumbara, aunque muy cerquita lo tuviera.
Que la gente empez a sospechar que poda ser un duende enamorado o
espritu infernal, que se converta en pjaro para perseguirla mejor hasta saciar sus
ansias de atemorizarla y rerse de ella, a ms no poder buscando enloquecerla para
hacerla suya.
Que el novio, que se estaba iniciando en las prcticas de brujera, se propuso
acabar con el maldito pjaro y un da se vali de sus maas y empez a perseguirlo
con una cruz de palma bendita y un palo de pin, y a cuerearlo, hasta lograr que se
volara pero con una pata quebrada.
Que cual no sera la sorpresa del novio, cuando al llegar a su casa encontr a la
madre en una cama con una pierna quebrada ms o menos por el mismito puesto por
donde l se la haba quebrado al pjaro.
Que del viaje se avergonz tanto que no volvi ms a la casa de la muchacha
pero tampoco sigui las prcticas de la brujera.
LA CULEBRA MELENUDA
En la Isla de Margarita se escuchaba hablar por todas partes de "la culebra
melenuda".
Se asegura que haba una vez un hombre que en su conuco se le presentaba
una culebra nunca vista, la cual hasta melena tena y que no lo dejaba ni trabajar por
el pavor que le causaba.
Que el hombre le cont a todo el mundo lo que le estaba sucediendo y hasta al
cura del pueblo se lo confes ms de una vez. Que ha dicho hombre le echaron
escapularios y le terciaron reliquias ensaimadas, que de nada le valieron.
Que as estuvo sufriendo amargamente hasta que se le present, como
mandado del propio Dios, un desconocido que al enterarse de lo que le estaba
pasando y de la consternacin en que se mantena, le prepar un machete de esos
llamados "cola de gallo", se lo amol bien amoladito como para cortar hasta un pelo
en el aire y le dijo, que cuando mirara al animal le tirara, sin ningn temor, un tajo pero
"chaflaneado" hacia la cabeza.
Que el hombre llev a cabo el mandato con mucha precaucin, logrando
quitarle nicamente la melena al animal, a ras de su cuero, porque se le desliz por
entre las hojarascas, sin poder asegurarla bien.
Que despus del hecho, con susto y todo, se fue a su casa y al estar
contndole todo lo sucedido a su mujer y a sus hijos, se dio cuenta de que la suegra
tena la cabeza amarrada; cosa no muy usual en ella, y sin ms comentarios le
arrebat el pauelo y le puso la descubierto la cabeza pelada tal y cual se la haba
dejado a la culebra. Que del viaje la suegra se fue de la casa para siempre y la
culebra no se le present ms nunca.
EL CONEJO BRUJO
Margarita es un arsenal de mitos y creencias. Por donde quiera se habla de
brujas voladoras y de animales brujos.
Se cuenta del conejo que se burlaba de todo el mundo. Que hasta los
cazadores ms famosos se rea en sus propios cachetes y a los perros se les
escabullaba dejndolos con la boca abierta y los colmillos afilados.
Que lo disparaban y caa muertecito y cuando lo iban a recoger se sala de entre
las manos de la gente.
Que le ponan lazos de todas clases y tamaos y lo escuchaban chillar como si
estaba cogido y cuando lo iban a buscar encontraban el lazo sin nada.
Que ya que todo el mundo le tena recelo al fulano conejo, porque decan que
no era ser de este mundo sino el mismo Diablo disfrazado de animal.
Que en cierta ocasin hasta un carro le pas por encima y lo despaturr, le saco
el tripero y el chofer se baj, lo recogi y lo meti en el bal y cuando lleg a su casa
muy contento le dijo a su mujer que le iba a hacer un sancochito porque le traa un
conejo que haba matado con el carro y al abrir el bal se quedo perplejo porque no
encontr ni rastro del bicho.
Que hubo un seor que agarr una escopeta morocha que tena y le meti dos
balas preparadas contra brujeras y cuando se present el conejo le meti dos tiros y
se los peg por la cabeza y despus de muerto lo cogi y lo zamp dentro de un saco
grueso que llevaba, le amarr bien amarrada la boca y le dijo: "ahora si te fuistes
conejo del demonio porque de aqu no te saca ni el mismo Diablo que venga de los
Infiernos" y se ech su saco al hombro muy confiado y cuando iba llegando a su casa
sinti que el saco se le pona livianito y mir hacia atrs y lo que vio fue el conejo
"aingotao", que con las patas delanteras se limpiaba los ojos y echaba a correr
diciendo: "cuas, cuas, cuas, cuas, los vientos me "honraras" pero carne de conejo no
comers... cuas ... cuas... cuas... y se perda en las distancias.
LA CUEVA DEL PIACHE
En la Isla de Margarita existen muchas cuevas. Una de las ms famosas es la
llamada Cueva del Piache. La Cueva del Piache ocupa la parte superior de una colina
de vegetacin embreosa que se encuentra al Sureste de El Valle del Espritu Santo o
de La Margarita. Es de formacin rocosa y casi no se han ocupado de explorarla. Se
ve claramente del pueblo y es habitada por alimaas y murcilagos.
A la Cueva del Piache se le atribuyen infinidad de misterios. Algunas personas
dicen que es la boca de una caverna que va al mar. Otros aseguran que era un
santuario guaiquer donde los piaches iban con frecuencia a aislarse del mundo de los
vivos para invocar a sus dioses, hacerles ofrendas y comunicarse con los espritus de
sus antepasados, a fin de llevar a cabo predicciones y efectuar curaciones.
Que adems, iban a "enfatuar" el agua y el aire para que se fueran muriendo
lentamente los espaoles que no aceptaban sus creencias ni se las dejaban practicar
en paz. Tambin se comenta con mucha frecuencia que en dicha cueva se le
apareci la Virgen del Valle a unos guaiqueres de Para-guarime o el Poblado.
La historia relata que cuando el comienzo del adoctrinamiento espaol, un cura,
para congraciarse con los indios y reducirlos mansamente a la nueva fe, les hizo ver:
que la Virgen del Valle era de ellos, no porque se la haban encontrado sino porque se
las haba enviado Dios para que los protegiera, y se las puso en la Cueva del Piache
para que ellos y no otros pudieran conseguirla. Los indios sorprendidos aceptaron la
aseveracin y empezaron a adorar a la Virgen.
Tambin se comenta, que despus de todo esto, la Cueva fue escogida como
morada por la Santa Paraulata, divinidad islea, dizque todava no autorizada por Dios
para ocupar sitio en las iglesias. Que por lo tanto, a Santa Paraulata slo la pueden
ver los nios y los adultos limpios de pecados mortales y los escogidos por el
Todopoderoso para hacerlo.
Al cerro donde est la Cueva, tambin lo han venido llamando tradicionalmente
Cerro del Piache...
LA PIEDRA AHOGADA
En las cercanas del El Tirano, Isla de margarita, existe una piedra que algunas
veces est por debajo de agua y otras por encima. La mayora de la gente la conocen
como la piedra ahogada y aseguran que su nombre se debe a que en unas
oportunidades est al descubierto y otras no, y muchos la tienen como simple punto
referencial.
Los ms viejos dicen que esa piedra tiene su historia. Que su historia es triste y
asombrosa. Que no es lo que algunos se creen: una simple piedra. Que es la cabeza
de una nia india. De una guaicora, que en tiempos antiqusimos desobedeci a los
requerimientos de su pobre madre para que no se metiera en el agua en un da de
guardar. En una hora pesada. Cuando las pavitas haban cantado. Las guralas
haban formado su alharaca. El Sol se haba enturbiado y la Luna pretenda taparse la
cara con un manto negro.
Que la madre deprimida en los ms profundo de su corazn por la
desobediencia, no le qued otro camino que maldecirla y dejrsela al espritu de las
aguas, para que se la tragara y poder tratar de salvar el resto de la familia que por su
culpa estaban a punto de caer en pecado. Que la nia, sorda y muda a los
requerimientos de la madre, cuando ya vio que el mar la consuma y le era imposible
su regreso, trat de lanzar un grito para clamar a sus dioses compasin, pero slo
consigui quedarse con la boca abierta porque ya haba sido condenada por el
Espritu de Mar a convertirse en piedra.
Que la misteriosa piedra fue revestida de poderes sobrenaturales, que la hacen
tener dominio a muchas millas sobre las aguas de mar y por lo tanto, de tiempo en
tiempo. la han visto atraer hacia su enorme boca, como un potente imn, a ms de un
mortal desobediente que ha cado en su radio de accin.
La historia de la piedra ahogada ha venido pasando de generacin en
generacin en forma oral. Muchos la creen y otros no. Pero all est la piedra a la
vista de propios y extraos.
LA CUEVA DE LA BRUJA
"La Cueva de la Bruja" existe en El Tirano, Isla de Margarita. Est al pie de un
cerro. En la orilla del mar. El agua le entra bruscamente provocando un ruido
aterrador. Con el constante salpicar se forma una llovizna permanente y se refleja un
arco iris: El Arco Iris de los Dioses.
Se dice que la cueva va de un sitio a otro de la playa. Es decir, de el Tirano a
Manzanillo. Nadie la ha explorado totalmente. Dentro se encontraba una playita digna
de admiracin. Refugio de mozalbetes.
Se dice que la Cueva de la Bruja era un santuario de la poca de los
guaiqueres. Que el nombre le viene desde tiempos inmemoriales. Porque era
habitada por una bruja. Mujer que tena contacto con el Pecado Malo y hacan
prcticas dainas. Que hasta ella acudan sus compinches y los amigos de hacerle
males a los dems.
Que esta mujer no quiso acogerse a las creencias venidas de allende de los
mares. Que se opuso en todo momento a abjurar a sus credos y a dejar las prcticas
de hechiceras. Y para evitar que los espaoles la agarraran y la hicieran purgar sus
pecados, se volvi pez raro y negro. Que muchas personas han logrado mirar el
animal. Que cuando llega a la puerta de la cueva hace muchos movimientos como
ceremoniosos o rituales y se desliza en ella. Pero cuando tratan de buscarlo dentro no
lo consiguen por ninguna parte.
Que le han tendido trampas y ms trampas de todas las especies pero en
ninguna ha cado. Que ni arpones. ni anzuelos ni redes logran hacerle nada. Que en
la cueva tambin habitan murcilagos y otros animales feos, de los que al parecer son
utilizados para las brujeras.
A medida que la gente fue dejando de creer en los brujos. A medida que la
gente fue creyendo ms en Dios. El pez negro se fue alejando, al extremo que casi ya
no se volvi a ver. Pero la cueva continua. Los pescadores la visitan. Los baistas se
acercan a ella. Los muchachos ya no le tienen pavor como en los tiempos de antes.
En pocas de recluta muchos jvenes preferan esconderse en ella a todo
riesgo, antes que caer en manos de sus perseguidores.
EL CANTO DEL CHAURE
Margarita es una regin saturada de supersticiones. La mayora provienen de
los primitivos pobladores guaiqueres. Se cree en todo. El Chaure es uno de sus
orculos. El Chaure es un ave de rapia, color negruzco con pintas blancas, cabezn,
con uas y alas muy largas. De la misma familia de gaviln y del caricare. Se dice
que tiene poderes sobrenaturales. Que hace contacto con el diablo y de all que todas
sus incursiones sean nocturnas. Su canto es ms bien un graznido fuerte y largo que
suena como chuas - chuas -chuas - chuasss... Atemoriza al escucharlo. Las gallinas
son las presas ms apetecidas para su alimentacin. Los criadores para protegerlas
las acostumbran a dormir en rboles de follaje frondoso y enmaraado o las encierran
en gallineros.
El Chaure es un ave del mal agero. Cuando canta indica desgracia. Tres
cantos seguidos por sobre una casa a cualquier hora de la noche, es seal de muerte
cuando menos de un pariente o de un amigo ntimo. Los tres cantos repetidos, en
horas tempranas, anuncian discordia, peleas o chismes familiares; pero si son por la
madrugada indican preez de una joven meritoria, en el barrio o en la calle ms
cercana al canto. Muchas personas al escuchar al chaure se persignan se
encomiendan a Dios y se acurrucan en sus dormitorios, se hacen las dormidas o se
tapan los odos para no percibir los recados del maligno.
La insistencia del canto continuo del Chaure, por todo el pueblo, sin hora y sin
sitio fijos, es anuncio de sequas, de hambrunas, de pestes y de todo lo malo que
pueda haber sobre la tierra, y para paliar, contrarrestar o desvirtuar esos anuncios
malficos del chaure, las personas ms animosas prenden velas benditas en los
altares caseros y elevan splicas dentro de los corrales al Divino Seor y a todos los
Santos y hasta degellan gallinas blancas y las dejan al descubierto en un sitio
alejado por si acaso es vido de sangre que est y su canto no es sino burln o
fantasioso.
Tambin se escucha a algunas rezanderas, cuando el chaure canta, musitar en
forma de conjuro expresiones como estas: "Anda al Diablo con tu canto animal
maldito. Anda al Demonio con tus anuncios bicho feo. Anda al Infierno con tus
predicciones ave de mal agero. Que tus malos presagios se insuelvan en t mismo,
pjaro daino. Slo Dios y Mara Santsima y todos los Santos y Santas sean con
nosotros, a quien encomendamos cuerpo y alma. Amn". Todo esto acompaado de
gestos enrgicos y de cruces trazadas en el aire.
Para los creyentes, el chaure es el ms prfido de todos los pjaros agoreros.
EL LLANTO DE PERROS
"Ms triste que un llanto de perros a media noche"...
En la Isla de Margarita, ese dicho es tan popular y tan viejo, que no est al
alcance de todos los habitantes saber su significado o su legtima procedencia.
Lo que si es seguro, es que no hay nada ms sobresaltante para la gente
ingenua, que los lamentos de los perros en el silencio de la media noche.
Para algunos, los perros lloran por hambre o porque las pulgas los acoquinan y
los incomodan, o porque personas bellacas los molestan en las noches de medialuna:
bajando la cabeza hasta el pecho, metiendo los brazos por entre las piernas y
caminando en direccin contraria, para que los crean espantos y se asusten.
Para otros, los perros lloran porque ven desandes o nimas en penas y ellos le
tienen pavor a los seres ultramundanos.
Tambin hay quienes digan, que los perros lloran desconsoladamente, desde
que el mundo es mundo, cuando se entolda la Luna, porque creen que el cielo se est
desprendiendo y les va a caer encima; igualmente, que cuando lo hacen a plena luz
del Sol, es porque presientes tragedias o desastres.
Las ms de las veces, los perros, para llorar se agachan o se sientan sobre sus
patas traseras, estiran el pescuezo ms de lo conveniente y empinan el hocico en
direccin al cielo, como para advertirles a lo que miran, que ya estn resignados a los
que les venga o acontezca.
Se asegura asimismo, que los que quieren ver lo que los perros miran cuando
estn llorando, no tienen otra cosa que hacer, sino pasar su mano izquierda por los
ojos de perro y restregrsela de los suyos, mientras invocan en forma de murmullo,
las siguientes palabras: "La vista del perro sea mi vista. Los ojos del perro sean mis
ojos. Las lgrimas del perro sean mis lgrimas. La mirada de perro sea mirada". Y
como por arte de magia, en un santiamn queda hecho el milagro.
Pero tambin se dice, que los que han logrado ver lo que los perros miran
cuando estn llorando, han quedado tan fuertemente escarmentados, que no han
tenido voluntad de intentarlo por segunda vez, ni siquiera por rasqueras o simple
mojiganga, y menos an, valor de repetir lo que lograron ver.
No hay que confundir el ladrar de los perros, con sus verdaderos llantos, ni
mucho menos con los lamentos producidos por los golpes accidentales o traicioneros
que reciben.
DE LOS CANTOS GALLINAS
En la Isla de Margarita los cantos de gallinas son pronosticadores de una serie
de circunstancias reales o irreales, que por vivir arraigados en las creencias de
pueblo jams han tendido a desactualizarse.
Los cantos de gallinas sirven para anunciar cuando sueltan las "posturas" o
huevos, que obligan a los dueos a salir presurosos a buscarlos antes que sean presa
fcil de los mapurites o de los perros realengos, o se los paropien indebidamente
manos malacostumbradas.
Sirven tambin los cantos de gallinas, para presagiar tragedias entre amigos,
vecinos, familiares o simples miembros de la parentela.
Cuando a altas horas de la noche cantan o se alborotan las gallinas, formando
una alharaca de "padre y seor nuestro", indica que estn viendo espantos, desandes
o visiones rodando por los alrededores o simplemente almas en penas que purgan
condenas celestiales o pagan penitencia.
Cuando el canto o alboroto o forman las gallinas, ms o menos, entre cuatro y
cinco de la maana, se asegura que estn anunciando la muerte de una nia adulta o
de un varn casto, o sea, de gente de edad propicia, que no ha tenido relaciones
sexuales, o lo que es lo mismo, que no han hecho lo que Dios manda; mientras que si
el canto lo llevan a cabo por las tardes, antes o despus de subirse a los dormideros,
presmese que el difunto ser angelito o adolescente todava. Pero si el canto es en
alguna de las otras horas del da, mientras el Sol alumbra con la ms radiante de las
claridades, es evidente demostracin de que la alegra tocar las puertas en el ms
breve tiempo.
Por otro lado, cuando en vez de cantar, lloran las gallinas, es decir, dejan
escapar, sin signo alguno de cacareo, una especie de chirrido largo, suave, finsimo y
fluido, algo parecido al de las "chicharras" veraneras", en cualquier hora del da o de
la noche que lo hagan, es presuncin de mal agero trado hasta este mundo por
espritus infernales o burlones, y por lo tanto no es recomendado espantar o
"acurrizar" a las lloronas, hasta tanto no terminen de descargar su diablico mensaje y
se liberen de cuanto mal tenan por dentro, para despus tratar de contrarrestarlo, con
el rociamiento de agua bendita o de salmuera hierviente, por todos los huecos y
recovecos.
Los cantos alborotados de las gallinas grifas, es decir, de las cubiertas de
plumas erizadas, son indicadores de los merodeos de "pecado malo", "un" o
Diablo, por las cercanas, y a estas si es conveniente espantarlas tan pronto como
entonan el canto, para que se lleven con su msica a otra parte, el "bicho feo" o "rabo
largo" que las incita al canto.
Los cantos de las "gallinetas" o "macaguas" y los de las "piroquitas", tambin
tienen los mismos significados que los de sus parientes grandes, al igual que de los
gallos al hacerlo en forma de ligeros cacareos.
Cuando las gallinas cantan como gallos, cunde el mayor de los pavores, porque
se cree que traen en un slo mandato, todos los malos ageros y maletas de mundo,
para sus propios dueos, y no queda otra cosa que hacer, sino exterminarlas
inmediatamente con candela, para que el fuego se encargue de purificar todo lo malo
que traan en sus entraas.
Los cantos de las cluecas o "culecas", se les tiene como simples borracheras o
cosas pasajeras y por lo tanto no se les toma en cuenta conformndose con burlarse
de ellas, llamndolas una y ms veces: embusteras, embusteras, embusteras.
A pesar de la poca en que estamos viviendo, los "cantos de gallinas", siguen
teniendo vigencia en muchas partes de la Isla de Margarita.
LAS PIEDRAS DE RAYO
Entre la gente margaritea, de mediano y menor nivel cultural, se crea mucho
en los poderes sobrenaturales que emanaban de las llamadas "piedras de rayo".
Se comentaba con muchsima insistencia, que las nubes eran vivas. Que de vez
en cuando se embravecan. Que al embravecerse las nubes por las herejas que se
cometan en el mundo, se formaban las tormentas. Que las tormentas o sea el
montn de nubes embravecidas vomitaban los relmpagos. Que los relmpagos no
eran otra cosa sino las seales de descontento del Dios de los Cielos, que viva muy
cercano a las nubes, y las gobernaba. Que en muchas ocasiones, de los relmpagos
se desprendan chispazos de candela.
Que a esos chispazos de candela se les daba el nombre de rayos .
Que los rayos eran las saetas o ltigos del Cielo. Que con esas saetas o ltigos
del Cielo el Todopoderoso demostraba que poda enviar el "castigo divino" o "la ira del
Seor" hacia los mortales cuando quisiera. Que al esos rayos desprenderse de los
relmpagos y chocar con la tierra se volvan piedras. Que esas piedras se enterraban
en las entraas de la tierra, cuando menos siete "estados" de hombre o sea siete
veces el tamao de una persona regular. Que si estos rayos caan en la mar,
traspasaban las aguas sin enfriarse y siempre se enterraban los siete "estados" por
debajo del fondo de la mar.
Y se comentaba tambin, que eran siete los "estados" de hombre que se
enterraban esas piedras, porque siete haban sido los lapsos de tiempo que haban
necesitado Dios para la formacin del mundo. Y se deca adems, que esas piedras
despus de permanecer siete aos fijas en las profundidades donde haban llegado,
empezaban a desenterrarse por su propia cuenta, a razn de un "estado" por cada
siete aos, hasta que se ponan a flote; y que como nunca perdan los poderes que
haban trado del Cielo, servan para muchas cosas buenas o malas sobre la tierra.
Se aseguraba as mismo, que haban siete clases de "piedras de rayo", las rojas
y las rosadas, que representaban los poderes de la Luna y tenan facultades sobre la
sangre, sirviendo entre otras cosas, para parar hemorragias por grandes que fueran;
las blancuzcas y las amarillentas, que representaban los poderes de Sol, y tenan
facultades sobre los tendones y los huesos; las azuladas y las negruzcas, que
representaban los poderes del Firmamento y de las Aguas y tenan facultades sobre
el sistema nervioso, y las grises, que representaban los poderes del Viento y tenan
facultades sobre todos los sentidos.
Tambin se deca que cada una de esas "piedras de rayo", tenan poderes
mgicos, que les permitan contrarrestar los efectos de males mundanos, como:
plagas, ponzoas, pavas, mabitas, brujeras. hechizos y malquerencias, y por esa
razn, esas piedras o pedazos de ellas, deban cargarlas la gente en reliquias,
escapularios, amuletos y otros objetos similares o parecidos.
En muchas ocasiones llegu a ver en poder de personas muy crdulas o
supersticiosas las llamadas "piedras de rayo", casi todas eran de forma lanceadas,
con no ms de tres pulgadas de alto, y con una ligera semejanza a las conocidas
como "coas" o "hachitas de piedra".
A mi entender, esas "piedras de rayo", parecan ms bien, pequeos "cantos
rodados", pedazos de cuarzo, o cristal de roca, alisados por la accin de tiempo y el
constante rozamiento con objetos duros, o pequeas porciones de aerolitos o
meteoritos, ya que algunos presentaban en su conformacin las seales
caractersticas de esos ltimos cuerpos.
De todas maneras, para mucha gente, esas piedras que con tanto celo
guardaban, eran las autnticas "piedras de rayo" y seguan creyendo ciegamente en
ellas y en sus poderes sobrenaturales, y llegaban hasta asegurar que tenan ms
valor sagrado que las mismas "piedras del ara".
LA CULEBRA DE DOS CABEZAS
No crean, "ni por un pienso", que vamos a referirnos a la muy conocida
"morrona" o bachaquera, que frecuenta los parajes de Margarita y de muchas otras
partes del pas, y a la cual, hombres hbiles de manos expertas, se encargan de
cazarla viva y meterla dentro de un frasco bocn, para echarle tanto ron fuerte como
el frasco pueda resistir, a fin de que el animal se lo vaya bebiendo, y al emborracharse
bien emborrachada lo vaya vomitando nuevamente dentro de mismo frasco, para
luego utilizarlo el curanderismo en el alivio de dolencias, en el masaje de msculos y
tendones dislocados y hasta en la reparacin de huesos fracturados; debido a las
facultades sobrenaturales que dicen conseguir el aludido ron, mediante su paso por
dentro de la barriga de animal, que tiene la virtud de sanarse rpidamente de
cualquier dao o herida que se le haga con objeto cortante.
Vamos a referirnos simple y llanamente a la descomunal culebra de dos
cabezas, que segn las creencias de los primitivos pobladores de la Isla de los peces
en abundancia, tena su morada en las profundidades de la mar, donde ser humano
no podra llegar a mancillarla ni an observarla ojos de mortales, porque quien o
quienes lo osaran, desapareceran en un santiamn y como por arte de magias, de la
faz de la tierra.
Se aseguraba que la misin que los Dioses le haban encomendado al
monstruoso animal del mar de los Caribes, era nada ms y nada menos, la de que de
cuando en cuando o de vez en vez, asomara una de sus cabezas a la
desembocadura de los ros de Costafirme, que constantemente estaban trayendo sus
caudales a la mar y a medida que fuera tragando todo el lquido posible, por la otra,
fuera vacindolo sobre la tierra islea, utilizando las cuevas o escondrijos adyacentes
a las playas, de modo que siempre hubiera debajo de su suelo el agua necesaria, que
fluyera espontneamente para la salvacin de sus pobladores, y que an cuando no
saliera a la superficie, porque muchas veces el padre Sol enrabietado no se lo
permitiera, se pudiera, cuando menos, conseguirla haciendo excavaciones a golpes
de piedras puntiagudas o de maderos fuertes, que los otros dioses amorosos y
compasivos les ponan en sus manos.
As era la culebra de dos cabezas, que a travs M mar, dizque se encargaba de
traer el agua dulce a la Paraguachoa de los guaicos o guaiqueres, muchsimo pero
muchsimo antes de que los venidos de las lejanas tierras, pusieran sus plantas sobre
ella tomndola para si e imponindoles sus credos y sus costumbres.
"LA CABUYA DEL AHORCAO" (AHORCADO)
Otra de las creencias que estaba bastante arraigada en el sentir del margariteo
era la de los poderes sobrenaturales que emanaban de "la cabuya del ahorcao"
(mecate o soga del estrangulado como se le dice en otras partes).
No haba ciudad ni pueblo ni casero ni sitio de la geografa margaritea donde
no se hablara aunque fuera un poquito, acerca de "la cabuya del ahorcao"; ni hombre
ni mujer ni nio ni nia ni viejo ni mozo que no tuviera aunque fuera una ligera
referencia en relacin de tan misteriosa cabuya.
En todas partes se especulaba con la referida cabuya. Unos en broma, otros en
serio, y otros entre chanzas y veras. La mayora coincidan en afirmar "que le teman
al muerto pero no a la cabuya porque jams de los jamases se haba escuchado decir
que se haban templado dos con la misma cuerda".
Se deca que cuando una persona se ahorcaba era porque el Diablo se haba
ensaado contra ella; que vena tentndola, es decir, espindola, o lo que es lo
mismo, siguindole los pasos hasta hacerle perder el juicio y obligarle a echarse la
cabuya al pescuezo.
Se aseguraba tambin, que el Diablo aunque no se le apareciera visiblemente a
la persona era quien mentalmente le iba diciendo lo que tena que hacer y
facilitndole todo: que le presentaba la cabuya, le arreglaba la ahogadera, le haca la
vuelta corrediza de modo que no fallara, que le indicaba como amarrarla, como meter
la cabeza, y era el que se encargaba de darle el ltimo "tempIn" o jaln.
Se comentaba que despus de ahorcada la persona el Diablo segua rodando
cerca de ella a ver si poda tentar alguno ms. Igualmente se deca que cuando se
encontraba un ahorcado, una persona amiga o familiar cercano, antes de bajarlo,
tena que darle cuando menos siete cuerazos para que el Diablo viera que no se le
tena miedo, y despus de bajado, se le tena que largar cuando menos siete
cuerazos ms, en cruz y bien sonados, con la misma cabuya que se le haba quitado
del pescuezo, para que el Diablo se retirara sin darle tiempo de llevarse los poderes
que le haba puesto a la cabuya, porque el Diablo le tena mucho, muchsimo,
muchsimo miedo a la cruz debido a que con ella fue que Dios lo arroj de los
Infiernos.
De all que muchas personas inescrupulosas, especialmente los avaros y
buscadores de riquezas fciles, pensaran que esa "cabuya del ahorcao" estaba
dotada de poderes ultraterrenos y que por lo tanto no se poda desperdiciar para tener
por su intermedio contacto directo con el mismo Diablo, facilitador de fortunas.
Entonces comenzaba la brega por su obtencin ofertaban por ella todo lo que podan,
la regateaban y la pujaban hasta comprarla por lo que fuera o por lo que no valiera, y
en ltimo caso se la repartan por pedacitos, empezando por la parte que haba tenido
contacto con el pescuezo, en la creencia de que all era donde haba quedado la
mayor cantidad de fuerzas sobrenaturales o diablicas.
La "cabuya de ahorcao" la guardaban entera o fraccionada, en bales, maletas y
petacas, la cargaban entre bolsillos, faldiqueras, fajas, portamonedas, y la metan en
reliquias, amuletos y en cuantas partes pudieran, como llamadoras de fortuna. Es
decir, cualquier "chispita" o pelito de "la cabuya de ahorcado", vala un dineral, y a
quienes se enriquecan rpidamente o tenan suerte en los negocios se les deca que
haba conseguido "la cabuya del ahorcao".
Ahora es cuando menos se cree en los poderes de "la cabuya del ahorcao",
porque parece que ha pasado de moda como muchas otras tantas cosas
margariteas.
LA ESPUELA DE LA MACAUREL
El macaurel es la ms grande y gruesa de las culebras o serpientes que existen
en la Isla de Margarita. Puede medir hasta 4 o 5 metros de largo. Es de andar lento,
muy parsimoniosos, y vive casi siempre entre los matorrales donde hay peas y
oquedades. Se mantiene comiendo gallinas, conejos y cuantos ms animales
encuentra por los montes donde mora. Se dice que puede comerse tambin hasta un
novillo o una persona. La manera ms propicia para conseguir su presa es utilizando
la "vagiada", especie de eructo con hedor a calabaza podrida, que al expulsar por su
boca, cubre varios metros a la redonda, y con lo cual tontea a los animales para hacer
ms fcil su captura. A los chivos, borregos, y venados se les "enrolla" como un
resorte sobre el cuerpo, haciendo fuerte presin sobre ellos hasta quebrarle todos los
huesos y ponerlos como un amasijo para empezar a tragrselos por las partes
traseras dejando fuera la cabeza hasta que se pudre y se desprende por su cuenta.
Este lapso de tiempo es conocido como "camorra" o "pudridera" y se asegura que
cuando est en esas condiciones es inofensiva.
El cuero de la macaurel es muy apetecido. Con el se hacen fajas para los que
padecen de dolores en la cintura, y correitas para los que se les "abren" y sienten
dolencias en las muecas durante los trabajos fuertes. El aceite de la macaurel, que
lo extraen de la "empella o tocino de animal, puesto a derretir al calor de Sol, lo
utilizan para aflojar las coyunturas y toda clase de articulaciones que se hayan
encogido o dislocado mediante enfermedades o accidentes. Tiene que ser aplicado
por "curiosos", porque "si se pasa de la cuenta" lo ms probable es que se aflojen
demasiado los huesos y tendones y el paciente quede "descoyuntado" para toda la
vida.
Pero a pesar de todas esas utilidades, se asegura que lo ms beneficiosos de la
macaurel es la "espuela" que algunas tienen en la punta M rabo, y la cual se parece
mucho a la que le sale a las "salamanquejas" cuando se les troza la cola y siguen
viviendo. Que para conservar dicha "espuela" con todas sus facultades naturales hay
que quitrsela viva. Cortndosela de "un solo tajo"; cosa que es muy difcil, debido a
que casi no hay machete, por amolado que est, que pique el cuero de ese animal.
Que la macaurel al desprendrsele la espuela se pone rabiosa y busca atrapar a la
persona para Desmolerla y tragrsela. Que la espuela desprendida brinca y salta
como si fuera de azogue lo que hace ms dificultosa su agarrada; y que se le tiene
que pegar la mano con muchsimo cuidado porque "puya" duro y la "puyada" es
mortal o cuando menos "desarmadora" del cuerpo. Se dice adems, que la persona
que logra conseguir una "espuela de macaurel", puede hacerse M ms grande de los
ensalmes, metindola durante siete das consecutivos, al repuntar la Luna, en un
poco de chicha fuerte de maz negro, sin dulce de ninguna clase, bebindose del
contenido tres tragos al desaparecer la misma Luna, untndose el resto por todo el
cuerpo; haciendo igual cosa durante trece martes y trece viernes seguidos, tanto al
nacer como al ponerse el Sol, y adems, llevando siempre encima la dicha espuela en
reliquia o en cualquier otra cosa. Eso basta y sobra para que la persona quede
"cruzada" o lo que es lo mismo, libre de que le cale o le haga dao, el veneno de
animales ponsoozos de la clase y tamao que sean. Tambin se asegura que las
virtudes de la espuela de la macaurel no se pueden pasar de una persona a otra,
salvo del padre cuando est entregado su alma a Dios, al hijo de su preferencia, y
slo hasta la tercera generacin.
La espuela de la macaurel es otro de los tantos mitos y creencias margariteas
que ha ido desapareciendo con el andar del tiempo.
LA PAJA DEL CARPINTERO
Si nos pusiramos a recoger uno a uno, tantos cuantos mitos y creencias se
encuentran diseminados por toda la geografa margaritea, nos encontraramos con
que tendramos que llenar innumerables cuartillas y formar extensos volmenes sin
lograr agotarlos. Entre esas cantidades mencionadas nos encontraramos con uno
muy peculiar, que se refiere a "la paja del carpintero", pero que nada tiene que ver con
ninguna persona de las que se ocupan del trabajo de la madera, sino del "pjaro
carpintero", que se dedica a perforar los rboles, por fuertes y centenarios que sean,
para formar en ellos sus nidos y sacar su polluelos.
Se asegura que la "paja del carpintero" tiene infinidad de usos y secretos, unos
ms y otros menos generalizados, pero el de mayor popularidad es el relacionado con
el amor, es decir, el del uso que hacen de dicha paja los miembros del sexo
masculino para conquistar y hacer suyas, sin ninguna dificultad ni resistencia, a las
del sexo opuesto.
Se dice que para obtener "la paja del Carpintero", la persona interesada que de
paso tiene que ser muy animosa, debe trasladarse a un lugar solitario y lo ms
distante posible de la zona donde vive, y buscar, con el mayor de los cuidados, un
nido de "carpintero", donde dicho animal tenga los huevos ya al sacar o los propios
"carpinteritos", y al encontrarlo, pasarse all todo el tiempo necesario, bien sea de da
o de noche, esperando que el pjaro salga por su propia voluntad del nido, y al verlo
salir, coger un pedazo de hojalata, de antemano preparada, y con ella y cuatro clavos
colocados en cruz, taparle bien tapado el orificio de salida. Luego, seguir esperando,
con sin igual paciencia, que el pjaro regrese y se encuentre con el obstculo que le
impide entrar al nido. Entonces observarle detenidamente y con el ms grande de los
cuidados, las reacciones del retorno, siguindole todos los movimientos, hasta ver,
cuando, despus de algn rato, que puede ser corto o largo, llegue con una pajita en
el pico y empiece a darle a la hojalata insistentemente hasta romperla, y como, hecho
esto, deja caer la paja y se introduce nuevamente en el agujero.
Es en ese momento, cuando la persona tiene que ingenirselas para recoger de
suelo la paja cada, sin que el animal se percate de su presencia, porque de hacerlo,
es capaz de matarlo a picotazos; y con la dicha paja en su poder, volverse a su casa
a elaborar el amuleto donde portarla, y el cual es conocido con el nombre de "aflija
corazones".
Tambin se dice, que durante todo el tiempo que el animal est bregando para
destapar el nido, se escuchan por todos los contornos, lamentos como de ultratumba
y se presentan remolinos y rfagas infernales y se ven cosas extraas de diferentes
clases y tamaos, todo lo cual contribuye a templar loa nimos de interesado y a
darle el bro sobrenatural que debe tener todo el que pretende portar clase de
amuletos.
Adems, se comenta, que el secreto que emana de "la paja del carpintero", no
es transmisible de una persona a otra, ni por muy amigo ni familiar que sea; ni puede
venderse ni negociarse de ninguna manera ni por ningn precio, porque es un don
exclusivo para la persona que logra recoger dicha paja en el mismo instante en que la
larga el animal, y que los aludidos secretos van mermando a medida que el portador
va perdiendo su virilidad. Asimismo se asegura, que para que el amuleto contentivo
de "la paja del carpintero", pueda ser efectivo, se tiene que mantener con devocin y
pedirle todos los martes a las doce de la noche, en un camino en cruz y lo ms
solitario posible, todo lo que se desea, porque de lo contrario, nada vale que se tenga
"la paja del carpintero".
LA PIEDRA DEL GUARAGUAO
En la Isla de Margarita, no slo entre la gente del pueblo, a quienes como tales,
se les atribuye un bajo nivel cultura, sino tambin entre los que habitan en las
ciudades y a los cuales se les considera con un grado ms avanzado de capacitacin,
existen creencias tan arraigadas, que pocos se atreven a discutirlas, como la que se
refiere a los poderes sobrenaturales que emanan de la llamada "piedra del
guaraguao" o del zamuro, como tambin se le conoce.
Cuando una persona, se destaca o viene obteniendo rpidamente lo que han
dado en catalogar como suerte, tanto en el amor, como en los negocios o en
cualesquiera de las otras actividades de su vida, se dice que encontr o que tiene "la
piedra del guaraguao", y se tejen miles y miles de comentarios o hiptesis acerca de
como y de que manera se puede llegar a conseguir esa singular joya.
Se asegura que el que quiere hacerse de sea afortunada piedra, lo primero que
tiene que hacer es aventurarse a visitar los lugares habitados como guaridas o
refugios de esa clase de negros animales, donde segn los prcticos, no es muy fcil
llegar, por los escollos, que se tienen que atravesar y la fetidez insoportable que de
all emana a toda hora, capaz de marear hasta las personas de estmago ms fuerte
y olfato menos sensible, y buscarse con mucho cuidado un nido o "nid" o sea una
"oIaya" o "guaragu" que est bien "culeca" y echada sobre sus "posturas", y el
viernes que corresponda precisamente a la curta semana antes de Viernes Santo,
quitarle muy prudentemente, cuando menos, la mitad de los huevos, sancochrselos y
volvrselos a colocar, al quedar ms o menos calor de sangre y hacer
inmediatamente lo mismo con el resto, para que el animal no se de cuenta de la
operacin; dejndoselos as y volver al sitio el Viernes Santo, de modo que se est all
a pleno medioda, que es cuando el animal, viendo que no han sacado los huevos o lo
que es lo mismo, no han nacido los animalitos, se levanta y busca una piedra, que
slo ellos tienen el don de conocer, la trae con el pico y con ella va dndole golpes a
los huevos hasta que los rompe y en vista de que ninguno "desempolla", abre las alas
y las sacude una y ms veces, alza un poco el vuelo, da tres vueltas en redondo por
sobre el nido, deja caer la piedra, lanza unos horribles graznidos y se pierde en lo
infinito.
Es entonces, cuando el individuo que ha tenido que estar a una distancia regular
durante todo ese tiempo, y con los ojos bien abiertos, es decir bien despabilados" o
lo que es lo mismo, con ellos "ms pelados que un vende prendas", y soportando
todas las consecuencias que se presentan, que segn no son muy buenas, ya que
muchos de los que han intentado la operacin, no han aguantado hasta el final ni han
querido que ms nunca les hablen de eso, recogen la mencionada piedra y se la traen
para su casa, a fin de cargarla como el talismn o "amuleto" que le har venir la
suerte.
Hay quienes aseguran tener la nombrada piedra sin que les haya trado ni una
pizca de suerte, y se calcula, que es por haberla obtenido de otra persona, con lo cual
qued sin efecto el secreto, o por que en el momento de recogerla no tuvieron la
fortaleza suficiente de aguantar bien la "despabiI" de los ojos y se equivocaron
agarrando la que no us el animal, o que los que la tienen son tan incrdulos que no
hay secreto que les resulte.
Muchos confunden la aludida piedra, con la semilla del "ojo de guaragu", que
no es sino la pepa de un vegetal que se encuentra silvestre en algunos lugares de la
Costafirme, y la cual usan para pulirla, engastarla y llevarla como un abalorio, pero no
para llamar suerte.
LAS PALOMETAS NEGRAS
En la Isla de Margarita solamente se conocen dos estaciones climticas. El
Verano y el Invierno.
El Verano es la poca de menos lluvias y el Invierno es el de ms lluvias. Las
lluvias de Verano son ms frecuentes durante los meses de Junio y Julio y las
Invierno en Noviembre, Diciembre, Enero y Febrero.
En los perodos de lluvias, tanto las tierras planas, como los cerros y las
montaas, se cubren de un verdor intenso, agradable a la vista de nativos y visitantes;
el clima se torna ms benigno, los conucos se hacen ms productivos y los mercados
se llenan de frutos criollos.
Durante la frescura, se ven por donde quiera cantidades de mariposas, de
diversidad de colores, formas y tamaos, que en su incesante revoletear, a diestra y
siniestra, adornan el ambiente.
Los margariteos, tradicionalmente llaman a las mariposas, "palometas", y los
nios las cazan para jugar con ellas y formar colecciones, las ms de las veces,
clavadas en las paredes de bahareque, con espinas de yaque o de cardn, mientras
que los adultos no las toman en cuenta ni para bien ni para mal.
Pero entre todas las "palometas", hay unas que no tienen pocas fijas, que se
presentan durante todo el ao, y que son muy temidas por la gente. A esas se les
conoce como "palometas negras".
Las "palometas negras" son grandes, desproporcionadamente en relacin con
las dems. Pueden medir de media cuarta a un jeme, poco ms o menos. Unas son
retntas como el azabache, otras medioluto y otras grises o marrones. La mayora
presentan unos crculos en las alas que semejan ojos humanos. Se cree que las
"palometas" negras" son fatdicas, es decir, presagios de mal agero, y por lo regular
anuncian desgracias. En la mayora de los casos la propia muerte.
Mientras las "palometas negras" estn en los campos, casi no preocupan a
nadie, pasan por desapercibidas. Pero cuando se meten entre las casas, causan
pavor, mucho miedo, nerviosismo, sobresalto, provocan hasta llanto y se les teme
como a algo del otro mundo. Nadie se atreve a matarlas, ni siquiera a espantarlas,
porque se dice que representan el alma moribunda de alguna persona familiar o
amiga. Que andan anunciando luto, y castigarlas es como castigar a la misma
persona que representan. Y cuando se pegan de las paredes las dejan quietas hasta
que se caigan muertas o se vayan por su propia cuenta.
Las "palometas negras", retntas, color de azabache, anuncian la muerte de
personas ancianas; las medioluto, las de personas de mediana edad, y las grises y
marrones, las de personas jvenes. Las muertes de niitos son anunciadas por los
"cocuyos" y no por las palometas".
Hay algunas personas que dicen conocer, en las seales que muestran las
propias "palometas", cuando la muerte va ha ser de varn o de hembra.
A todas las tres variedades se les dice "palometas negras", se les teme por
igual, y cuando las ven, la gente reza y encomendar al cielo, el alma de los que van a
morir.
Como en la Isla de Margarita, casi toda la gente se consideran miembros de una
misma familia o amigos cuando menos, al fallecer alguno, lo asocian con las
"palometas negras" llegadas a las casas.
LA CULEBRA MAMONA
Cuando en la Isla de Margarita se habla de culebras, lo primero que los
ancianos recuerdan y sacan a relucir, es a la culebra "mamona" Se dice que la
culebra mamona existi, que era de carne y hueso como las otras culebras; corta,
rechoncha, cabezona de rabo romo y andar lento; que casi no suba a palos y que se
deslizaba por sobre la tierra sin hacer ruidos.
Se comenta que la culebra mamona persegua a las mujeres paridas que se
acostaban en el suelo pelado o sobre simples esteras; que no morda ni picaba, pero
que tena la facultad de emponsoar a la gente y dormirla. Que se iba acomodando
lentamente hasta ponerse en posesin de las tetas de las mujeres. Que si la criatura
dorma con la madre le iba metiendo la punta del rabo entre la boquita para que
creyera que era el pezn de la teta y se quedara quietecito, mientras ella se fajaba a
mamar y a mamar y a mamar hasta dejar a la madre extenuada. Que al inocente
pegarse del pecho de la madre nada consegua que sacarle porque la culebra
mamona la secaba para siempre o cuando menos por muchos das. Que la criatura
con lo que haba chupado del rabo del animal y lambido del pezn de la madre, se iba
poniendo flaquito o lo que es lo mismo, entecndose hasta que se mora tostadito.
Tambin se asegura que las madres para librarse de las culebras mamonas
recurran a dormir en catres, chinchorros, barbacoas y soberaos. Que ponan candela
en la entrada de los ranchos porque la culebra le tema a la llama. Que prendan
mechurrios o faroles a sabiendas de que el animal tampoco le agradaba mucho la
claridad. Que la culebra mamona fue desapareciendo a medida que la gente fueron
fabricando sus casa de bahareque o de mampostera y ponindoles puertas de
madera para impedirles el paso.
Nadie dice haber visto a la culebra mamona, pero muchos coinciden en aseverar
que la escuchaban mentar a los ms viejos. Tambin se asegura que la culebra
mamona existi en Costafirme y en Los Caos del Orinoco. Lo que si no se debe, es
confundir a la culebra "mamona'' con la "morrona" o de "dos cabezas", porque son
dos cosas completamente distintas.
EL MORROCOY DE SAN FRANCISCO
No se trata del animalito que protegi el hermano Francisco de Ass, el monje
bueno, sino de otro parecido o de su misma especie, real o imaginario, inmortalizado
con el andar del tiempo.
Cuentan las viejas leyendas margariteas, que cuando Macanao empez a
poblarse, hubo un hombre que amaestr a un morrocoy para que le hiciera todas sus
diligencias, en vista de la distancia que haba entre los poblados y lo dificultoso que se
haca el trnsito por entre los breales y vericuetos existentes, tanto en las fangosas
pocas invernales. como en las resecas y asoladoras veraneras.
Se asegura que el animal, obediente, llevaba a cabo su cometido con toda
regularidad, sin que en ningn momento hubiese llegado a retardarse ni mucho
menos a fallar, hasta el da en que lo mand a buscar una partera donde primero la
encontrara, porque a su compaera de vida se le estaban presentando los dolores del
parto.
Pasaron las horas, los das y las noches y el animal sin regresar. el hombre
crey que se haba muerto o que lo haban matado en el trayecto.
El parto se hizo como pudo y el hijo que naci fue creciendo con la ayuda de
Dios y de Mara Santsima, y escuchando de labios de su padre la triste historia del
morrocoy amaestrado.
Hasta que un da. el propio muchacho, que ya tena quince aos, se preparaba
para echarse la cola y caminaba ms que un perdido, vio entre unos distantes
matorrales a un morrocoy que le caus extraeza, y le pregunt:
- Mira bicho er'Diabio, no sers tu el morrocoy que mi pap mand a buscar la
partera cuando a mi mam se le presentaron los dolores del parto.
Y cual no sera su sorpresa, cuando el animal le contest en una forma muy
despampanante:
- S soy pues, y mucho cuidado con molestarme, porque si me caliento me
devuelvo.
EL COTOPERI DE LA OTRABANDA
No hay cosa que no ocupe un lugar en el espacio. Unas con ms y otras con
menos mritos. All est como ejemplo el viejo "cotoper" de La Otrabanda. Con su
carga de aos repletos de consejas y de leyendas. Con su tronco maltrecho y su
ramaje destartalado desafiando las inclemencias del tiempo y las injusticias de los
mortales. Como un hito antiqusimo marcando el punto donde empieza la empinada
cuesta para remontar el legendario y agreste "portachuelo" Unos le dicen simplemente
"el Cotoper". Otros "el cotoper del macho". Se dice que en sus cercanas murieron
misteriosamente tres ejemplares de esa especie mientras transportaban productos de
campo por las viejas trochas repecheras. Se habla de un "genio" que no escoga hora
del da ni de la noche para all aparecerse, y cuando menos lo esperaban, saciar sus
apetencias de sangre animal. Otros hablan de la maldicin de un indio en el momento
de ser atropellado muy cerca de donde se encuentra el rbol, por un animal que le
pareci hombre y bestia: "la venganza tendr que venir tres veces para que el lugar
pueda quedar nuevamente sagrado". !Designio de sus Dioses!. Los lamentos, las
agonas y los ltimos suspiros bajo su regazo, en las luchas por la Independencia y en
las contiendas fraticidas. Por todas esas cosas, los pelos de la gente se engrifaban a
la hora de pasar por el sitio. Las cruces se hacan una y mil veces. Las splicas y las
oraciones obraban espontneamente. "El miedo era pnico". La valenta era cosa de
honor.
Vino la primera carretera: los picos, las carretas y las chcoras rechinaban junto
a sus races, y el , "como si en el mundo de Dios".
Estaba conjurado!... Qued como una patriarca sealando la primera curva de
la serpenteante va abierta para que subieran las mquinas endemoniadas. Continu
como una centinela indicando el primer desvo por el "camino viejo" para que cascos y
pies, en una conjuncin de lento padecer, siguieran trajinando y acortando las
distancias de "camino nuevo". Al principio sus frutos no eran apetecidos porque
dizque estaban malditos. !El genio! !El indio!, salan a relucir de momento a momento.
En algunas ocasiones se torn estril como para castigar a los tejedores de fantasas.
En otras, sus partos eran "cetas" de buen tiempo. Una vez, un carro que bajaba se
encabrit en su ruta y embisti contra el, pero no logr hacerle nada. Otra vez sala a
relucir la maldicin. Otra vez lo de "genio". Otra vez lo del "indio". Pero la sangre ya
no pareca necesaria. El conjuro estaba mediatizado.
De nuevo empezaron a guarecerse en su sombra los andantes de a pie. Los
pelos de la gente dejaron de erizarse. Las leyendas se fueron esfumando con el andar
del tiempo. Todo ha ido desapareciendo lentamente. Pero "el viejo cotoper de la
Otrabanda" sigue impertrrito como un punto referencia en el "camino viejo".
EL CARRO FANTASMAL DEL
PORTACHUELO DE TACARIGUA
En la Isla de Margarita, todo, o cuando menos una parte del todo, tiene su
vigencia. Los fantasmas y aparecidos han sido desde tiempos inmemoriales, el plato
del da, aunque, por fuerza de las razn debiera ser el plato de la noche.
Por los lados de Punta de Piedras, se habla del Lango-lango"; en Macanao,
"del perro que lleva ms de 400 aos ladrando la desaparicin de su dueo"; entre
Altagracia y Pedrogonzlez, "del gato y el tizn de o Surez"; en Pampatar, "del
fantasma del bajo"; en El Tirano, "de la piedra ahogada" y "de la bruja de la cueva"; en
Tacarigua, "del conejo resbaloso"; en el pueblo de Machomuerto, "del macho muerto
por el Tirano Aguirre"; de duendes y chinamos, de chiniguas, de lloronas y de
colmillonas, ni que decir, porque de eso se habla en toda la Isla; de los chimichimitos,
no hay orilla de playa donde no los conozcan, y pare usted de contar porque a lo
mejor no le va a alcanzar el tiempo para terminar.
Pero lo que si no tiene acotejo y es duro imaginarse de donde demonios viene,
es lo del carro fantasmal del Portachuelo de Tacarigua. Ms de una persona aseguran
que lo han visto, y no embusteros o miedosos de oficio, sino gente muy pero muy
serias e importantes, incapaces de embusterear o de inventar cuentos. Dicen que le
escuchaban el ronronear en las curvas cerradas que antes tena en cantidades el
nombrado portachuelo. Aseguran que le vean la iluminaria claritica como la luz del
da, cuando iba alumbrando los matorrales y hasta los elementos, de acuerdo con la
trayectoria que segua. Algunos ms valientes manifiestan que se apartaron bien
apartados cuando ya lo tenan encimita para que el bicho pasara. Otros asientan que
pas por junto a ellos como alma que lleva el diablo sin haberle escuchado ni el ruido
ni muy bien poderlo ver. Otros tantos arguyen, que se quedaron esperando que
pasara cuando lo divisaron y no pas nunca. Y hay hasta quienes digan que lo
agaitaron y le
pidieron una "chivita", -como se deca antes a las colas-, creyendo que era un carro
de este mundo.
La mayora lo describen de color negro, como para demostrar que es infernal;
con un toque de pera grande de las que hacan facfac, y una corneta ronca asusta
muchachitos, de las que hacan agrgura-agrgura-agrgura, muy propia de los
carros de tiempo de antes. Pero lo que si no ha habido nunca es una criatura que
diga de quin sera ese carro, en que ao se trambusc en la va de portachuelo,
sino simplemente que es un carro condenao y que dejar de salir, cuando termine de
pagar su penitencia.
De que el carro fantasmal del Portachuelo existe, existe; de que sigue saliendo,
sigue saliendo, aunque hayan acabado con las curvas cerradas, hayan rectificado la
va, hayan abierto la boca hasta sus entraas y hayan asfaltado la carretera...
EL ANIMA SOLA
El "Anima Sola" tiene muchos devotos en la Isla de Margarita. No hay pueblo
donde no se le menciones ni sitio donde no se le venere. Hasta gente bastante
allegada a la Iglesia Catlica adoran al "Anima Sola". Es una devocin viejsima y muy
popularizada. Muchas personas la invocan sin conocerla. Otras lo hacen conscientes
de haberla visto en una estampita donde la representan de medio cuerpo hacia arriba
y entre llamaradas o ''lenguars'' de candela. Los devotos nunca la juntan con sus
dems santos y santas. La ponen sola en un adoratorio, casi siempre en un rincn,
donde le prenden velas y mechas de aceite de coco. En sus das sealados, los
creyentes le piden favores que consideran que otros no estn en capacidad de
concedrselos. Los brujos y hechiceros la utilizan para sus prcticas profanas y en
otras creencias tambin es tomada muy en cuenta. Todas las rogativas van
acompaadas de su oracin. Esta tiene muchas variantes, pero la ms generalizada
es la siguiente:
"Anima Sola, nima de paz y guerra, nima de mar y tierra, nima de sol y luna,
nima de viento y calma, nima que ests obligada con Dios a resolver los problemas
de mundo, ante t yo juro y me conjuro y te imploro mi deseo de que todo lo que
quiera se me cumpla. Anima la ms sola de Purgatorio, que todo lo ves y todo lo
escuchas, yo te compadezco en tu dolor y quiero aliviarte en tus sufrimientos
ofrendndote todas las obras buenas que he pasado, pase y pasar en esta vida para
que pagues tus culpas y pecados a Dios y alcances su gracia divina, esperando me
concedas el beneficio de (aqu lo que se pide) y al concedrmelo cumplir tu Santa
Ley amndote por sobre todas las cosas y a su Divina Majestad misericordia infinita
para mi salvacin amn". Se rezan 3 Avemaras y 3 Padrenuestros gloriados con
bastante fe y concentracin espiritual para que la splica pueda llegar al cielo porque
de lo contrario no tendra ningn efecto y ms bien podra revelarse contra l o la
suplicante.
Algunos devotos del "Anima Sola" se les pregunta acerca de origen de dicho culto y
no saben dar razn y simplemente se limitan a responder que lo que si pueden
asegurar es que es milagrossima. Otros responden que es un espritu desesperado
condenado al Infierno, capaz de conceder todo lo que se le pida, buscando
congraciarse con Dios para lograr su descanso eterno. Otros se refieren a que es el
alma de un ser que vivi en el mundo sin familia. mientras que otros tantos, entran en
detalles explicando que el "Anima Sola" fue una persona de cuerpo y alma, que existi
en carne y hueso, sin asegurar donde ni cuando, y que cay en pecado porque no
hizo en la tierra lo que Dios manda. Que fue una mujer quisquillosa, adulante,
cuentera, mezquina, avara, codiciosa, envidiosa, mula, hipcrita, intrigosa, egosta ,
y pare usted de contar, que no cumpli ni uno slo de los mandamientos de la Ley de
Cristo y que al morir y pretender entrar al Reino de los Cielos, es decir, llegar a la
presencia de Dios fue expulsada por ste ordenndole purgar sus penas en el
Purgatorio pero completamente sola, aislada de las dems nimas, -de all el origen
de su nombre-, pero con la obligacin de escuchar a todos los que la invocaran y
ayudarle a resolver sus necesidades, intercediendo ante el mismo Diablo de los
Infiernos si era posible.
El "Anima Sola" volver a la presencia de Dios todo Poderoso el da que termine
de pagar su penitencia haciendo las obras que dej de hacer mientras estuvo en la
tierra y para ello tendr que hacer un milagro mayor a la hora de cada llenante de
Luna y varios menores durante los cuartos o pases y en la aparicin de la Luna
Nueva; pero como son tantos los pecados de gnero humano sobre la faz de planta,
porque la gente cada da se han ido alejando ms de Dios y tornndose ms terca,
hereje y mala, el "Anima Sola" no tiene esperanzas de acabar de pagar sus culpas ni
en miles y miles de aos, y de all que tendremos "anima Sola" para mucho tiempo.
LA VIRGEN DEL VALLE
Y LOS CAMPESINOS MARGARITEOS
En Margarita, la Virgen del Valle es todo amor, creencia, veneracin, devocin y
fe, no slo de los marineros sino tambin de los labradores...
A pesar de los datos suministrados por el Hermano Nectario Mara, por
Monseor Pibernat, por el Prof. Jess Manuel Subero y por Charo Rosa, entre otros,
en relacin al culto catlico de la Virgen del Valle de la Isla de margarita, que ms o
menos ponen en claro la verdad histrica, en la Isla hay innumerables versiones o
creencias muy arraigadas, sobre todo dentro de campesinado acerca de la aparicin
de la imagen en una cueva, a los Guaiqueres de "El Poblado de porlamar", como
mandato divino; hay quienes se atreven a asegurar, que la Virgen tiene propiedades
ultraterrenales que le permiten transformarse en persona real para recorrer todos los
caminos de la tierra y vigilar de cerca a los suyos.
En tal sentido, se cuenta, que en tiempos de una ruindad que azotaba la regin
(sin precisar la fecha) y nada haba que traer de los conucos a las casa, para paliar el
hambre de grandes y chicos, en el "Can" del ro de Tacarigua, una tarde, a la
puesta de Sol se present a unos labriegos una extraa mujer vestida humildemente,
pero que de su cuerpo despeda un perfume de santidad y que al ser interrogada por
su procedencia, slo oasele decir como en son de plegaria "benditos sean mis hijos,
benditos sean" y continuaba sin inmutarse por el estrecho camino de la serrana, y
que al otro da, al regresar a sus labranzas, para sorpresa de todos, se encontraron
con que las matas de mango, estaban cargadas enormemente y desgranando frutos
sazonados, que sirvieron para ayudarles a mitigar sus necesidades y las de los suyos;
igualmente, que en una poca de escasez de maz, cuando el hambre amenazaba
con convertirse en un azote de los moradores, los maizales, que apenas estaban
empezando a "borlear", maduraron de la noche a la maana y la amenaza de hambre
desapareci totalmente, as mismo, que en cierta ocasin, cuando una sementera
estaba a punto de perderse, por insolacin, el dueo creyente, invoc la intercesin
de la Virgen del Valle y sin terminar muy bien la invocacin una enorme nube se
levant y posndose sobre el predio, descarg totalmente, anegndole lo suficiente
como para que se diera la cosecha, no as la del vecino incrdulo, donde no cay ni
gota.
Tambin era frecuente escuchar en boca de ancianos labradores, contar con
nfasis de veracidad, que la Virgen era viva, que su rostro se transformaba de alegre
en triste o viceversa, para anunciar tragedias o bonanzas; que se haca invisible en su
capilla cuando no quera que la llevasen a otra parte; que se haba hecho presente en
la batalla de Matasiete al lado de los patriotas y de all el triunfo de estos; que
frecuentemente visitaba los campos y las labranzas y que por lo tanto, ms de una
vez le haban conseguido en los pliegues de su manto, adheridos cadillos y otras
muestras vegetales, producto de sus incursiones por las llanadas y serranas,
atribuyendo todas estas cosas a milagros de la Virgen.
Estas pueden ser fantasas o irrealidades, provenientes de la acendrada
credulidad del campesino margariteo hacia su Virgen del Valle; del amor y
veneracin hacia ella, pero nunca ciego fanatismo. Claro que con el andar del tiempo
muchas de estas creencias se han ido esfumando, pero todava queda mucho de la
autntica fe del labriego hacia su Virgen protectora espiritual.
LA VIRGEN DEL VALLE Y LAS
QUEMAZONES CONUQUERAS
Hablar en Margarita de los milagros de la Virgen del Valle es cosa para nunca
acabar, porque son tantos y tan variados, que los encontramos en todas partes y en
todos los sentidos, de all que hoy escojamos dos de los relacionados con las
quemazones conuqueras, para presentarlos al pblico lector.
Se cuenta que un seor de apellido Garca, oriundo del Valle de Paraguach,
quien tena una extensa y muy estimada labranza, la cual mantena siempre bajo la
proteccin y amparo de la Virgen del Valle, estaba una vez quemando un desmonte
que haba llevado a cabo muy cerca de una gran cementera de maz completamente
seca y debido a un descuido o imprevisin, se le pas la candela, la que empujada
por un fuerte viento que le vino a su favor, fue a dar hacia el maizal que empez a
arder desaforadamente. Cuando el seor Garca vio aquello, no le qued otro camino
que hincar rodillas en tierra y extender los brazos hacia el cielo para implorarle a la
Virgen del Valle que le salvara su cosecha, al mismo tiempo que un viento contrario
detena como parte de la magia las llamas y el incendio se sofocaba sin que se
ocasionaran mayores daos en el maizal.
Otro caso parecido fue el de un seor Gil, cultivador de pias en los cerros de
"La Rinconada" de Tacarigua, el cual sostena a su familia y guardaba algn dinero
con el producto de ese trabajo, y quien en un medioda de Sol ardiente y
aprovechndose de la "calma chicha" que reinaba, se propuso, junto con sus hijos, a
prender fuego a unos matorrales que haba desmontado y rodado hacia una
quebrada, pero por imprudencia, uno de los muchachos, coloc la fogata de lado
contrario de donde deba hacerlo, al tiempo que un vendaval inesperado se present y
llevaba la candela rpidamente hacia lo ms poblado de piar, donde la voracidad de
las llamas amenazaban con consumirlo todo en poco tiempo. Cuando el seor Gil vio
la magnitud de lo que suceda y ya casi exhausto, se hinc de rodillas a un lado de la
candela, se hizo la seal de la cruz e implor a la Virgen del Valle que le salvara su
propiedad, y no haba terminado muy bien su splica, cuando las llamas fueron
detenidas como por una muralla invisible y el piar no sufri absolutamente nada.
Fueron tan excepcionales estos dos acontecimientos, que ambos se le
atribuyeron a milagros de la Virgen del Valle, y como tales, recorrieron todos los
caminos de la Isla en boca de propios y extraos.
LA VIRGEN DEL VALLE
Y SU ORIGEN DIVINO
Cada da se arraiga ms y ms en el alma de los margariteos la fe y la
devocin en la Virgen del Valle. Cada da aumenta el nmero de visitantes al
Santuario de la "Excelsa Patrona de los Pescadores" con el fin de observarla de cerca
y cerciorarse, de si es o no verdad, todo lo que acerca de ella se dice y se asegura.
Cada da se descubren nuevos datos que ponen en evidencia la verdad histrica
referente a la "Virgen Marinera". Cada da historiadores y escritores se las ingenian
para urgar en la fuente del saber, tratando de descubrir la verdad en relacin a la
"Virgen Patriota". Pero tambin cada da aparecen nuevas versiones relacionadas con
el origen de la "Virgen del Valle de la Margarita". No hace mucho tiempo que tuve la
oportunidad de conversar con unos viejos moradores de "El Valle de Pedrogonzlez",
pueblo ubicado al Norte de la Isla, que tuvo la dicha de entremezclar dos corrientes
tnicas, la autctona y la de allende los mares, para dar origen a un grupo humano
que ha puesto muy en alto el gentilicio, y me refirieron, a manera de ancdota cargada
de fe, lo siguiente: "que sus antepasados les haban contado, que la Virgen de Valle
era en realidad viva, porque haba sido confeccionada en tierras muy lejanas y en
tiempos muy remotos, por las manos santas de un hombre que tuvo la dicha de
percibir una revelacin divina, durante varias noches seguidas, que le anunciaba, que
el haba tenido el privilegio de haber sido escogido entre los mortales para elaborar
una Virgen que tendra el don de llevar la fe cristiana hasta los ltimos confines de
universo, para salvar una raza humana que por ignorancia adoraban Dioses distintos.
Que el escogido estuvo mucho tiempo tratando de llevar a cabo el pedimento sin
poderlo lograr; por que a cada intento la revelacin le deca en sueo, que no estaba
perfecta la obra encomendada, hasta que fue precisamente en un da 8 de
Septiembre, y de all la fiesta en ese da, cuando, despus de darle los ltimos toques
a la imagen modelada y decirle: -Madre de Dios, Que ms queris que te haga! !Que
ms puede hacerte con sus manos este humilde mortal!, que escuch una voz que
pareca salir de los propios labios de la Virgen y al mismo tiempo de la bveda celeste
y de todos los contornos, que repeta una y otra vez: Mora si estoy conforme. S estoy
conforme. Si estoy conforme! y se iba extinguiendo lentamente; mientras que el pobre
ejecutante, reciba la ms grande de las emociones que viviente alguno hubiera
recibido, y de ella mora, no sin antes revelarle el secreto que por mucho tiempo tuvo
guardado en su corazn, nicamente a su mujer y a sus hijos.
LA NEBLINA DE GOTA EN MARGARITA
Leyendo una de las ltimas "Crnicas Margariteas" de maestro Jess Manuel
Subero, nos entramos de la sorpresa que llev un "Cronista de Indias" cuando fue
enterado en una Isla Caribea o de "Mundo Nuevo", por los propios nativos, "que all
vivan gracias al agua que les produca el "rbol de la lluvia".
Para nosotros los que en esta Isla de Margarita hemos pasado la mayor parte
de nuestra vida familiarizado con los montes, de manera muy especial con las
arboledas de las montaas que circundan al Valle de Tacarigua, en nada nos ha
sorprendido la informacin, porque en ese constante trajinar por dichos predios,
hemos conocido muchos "rboles de la lluvia" que cumplan una misin muy parecida
a la que observ el aludido cronista en al "Isla de Hierro", all por la mitad de siglo
XVI.
Resulta que cuando la "neblina" cubre la parte alta de las montaas, se enreda
en el follaje de muchos de los rboles frondosos que all existen y la da por
descongelarse o "derretirse", como decimos los conuqueros, y empieza a caer al
suelo en forma de lluvia fina y permanente. Esa agua que se detiene entre las hojas,
en muchas ocasiones empieza a correr por las ramazones y a bajar por el tronco
hasta el pie de rbol. Los campesinos, antes ms que ahora, para aprovecharla
cavaban pequeos pozos donde la recogan, y la utilizaban para todos sus servicios.
Claro que su cantidad no era suficiente para abastecer a todo un pueblo, pero si a las
familias que frecuentaban tenan labranzas en dichas zonas, y las consideraban como
agua de cielo enviada por Dios y con ms pureza todava que la de la propia lluvia.
Adems, no se porque, aquella gente, nunca llamaban a esas nubecillas que
corran por los elementos como gigantescos copos de algodn y enturbiaban el
espacio al extremo de impedir la visibilidad cercana y haca bajar la temperatura
considerablemente, neblina, sino ublina, enubIino y ubIinaso y consideraban
que la de la "gota" era nica y exclusivamente la que se pegaba del copo de los
rboles y se converta en agua que bajaba hacia la tierra.
De all que pensamos ac entre nos, que este pudo haber sido el fenmeno que
observ el famoso viajero o del cual fue informado por los nativos, que quizs no eran
muchos, de la Isla visitada.
En los rboles que con ms frecuencia se pega la neblina o "ublina" son los de
hojas anchas, como el copey, el copeycillo y el mameycillo, sin que esto quiera decir
que no se pegan de otros rboles.
LOS TOQUES DE GUARURAS
En el argot popular margariteo. GUARURA, equivale a decir: instrumento
musical primitivo con una sonoridad de largo alcance, confeccionado con la concha o
caparazn de un caracol o botuto marino.
Haba GUARLIRAS de diferentes especies y tamaos; se tocaban en cualquiera
poca de ao y con finalidades diversas. Con tres de ellas: la grande, la mediana y la
pequea, se acompaaban las danzas o bailes del barro, cuando en Margarita se
hacan las casas de bahareque.
La confeccin de la GUARURA, requera de mucha habilidad, porque el
procedimiento era lento, paciente y minuciosos. Primero se empezaba por buscar y
escoger el caracol o botuto, que fuera de los ms vibrantes; luego se proceda a
cortarle cuidadosamente la punta o maruto y a limrselo con un esmeril o con una
piedra de las utilizadas para amolar los machetes conuqueros, hasta formarle bien
formada la embocadura o boquilla, de manera que al apoyarla en lo labios, no se
escapara el viento y se convirtiera en "peorra" o inservible, que era lo mismo. La
embocadura o boquilla de la GUARURA, no poda ser ni demasiado grande ni
extremadamente pequea y la variedad de las tonalidades que desprenda, las
lograban a merced de los labios y del movimiento de la mano que colocaban en la
parte hueca o concavidad natural del caracol.
Tanto los tocadores de GUARURA como la mayora de la gente de pueblo, se
jactaban de conocer la infinidad de toques que se daban con el rstico instrumento:
como la aparicin de los cardmenes, la calada de trenes, la entrada de piratas, las
invitaciones a fajinas y a cayapas, las gravedades de personas, las muertes y hasta
los jolgorios o parrandas.
Se cuenta que cuando el Libertador arrib, por primera vez, al puerto de
Juangriego, se tocaron las GUARURAS desde lo alto de los cerros de la localidad,
que se fueron repitiendo por cumbres y hondonadas como clarinadas celestiales, y las
cuales contribuyeron a que en un santiamn, acudieran gente de todos los rincones
de la Isla a testimoniarle su afecto y reconocimiento al Padre de la Patria.
El margariteo usa la GUARURA como llanero el "cacho despuntado", para
comunicarse en las distancias con sus dems semejantes. En todo el Oriente de pas
era conocida la GUARURA como instrumento de paz y de guerra, y al mayor de los
caracoles terrestres se le denomina en estas tierras, "Cucara" y no se usa como
GUARURA.
En margarita el toque de GUARURA se tena como sagrado, porque segn la
creencia, los primeros que lo haban llevado a cabo fueron los guaicos: Guayamur,
Guayatamo, Guatamare, Guaitoroco, Guaruparo y Guainamal, por mandato de sus
Dioses ancestrales, para que se continuara repitiendo de generacin en generacin.
Durante las grandes y prolongadas hambrunas que en los tiempos remotos se
presentaban en la Isla de Margarita, no slo el "gustosador" tena el privilegio de
actuar como paliativo de las necesidades de boca y estmago de los ms
empobrecidos mortales, sino que haba otra parientica, humilde y picaresca, que
disimuladamente le segua los pasos, no slo para acompaarla de buena fe en su
singular apostolado, sino ms bien con intenciones de ganarle la partida o de
atropellarle la actuacin.
Esa fulana rival del "gustosador", si es que as se poda llamrsele sin que se
molestara, no era otra sino la seora ''templera'', que aunque se gastaba el nombre de
femenina del ''templero'' o sea del primer cazaba de cada "tendida" y al cual as se le
"buticaba" popularmente porque era el utilizado a manera de "templar", o lo que era lo
mismo, de "acondicionar" el budare para continuar la faena y cuyo "templero" se
coman a la calladita los ayudantes tan pronto como se daba una ligera reposadita, sin
que nada tuviera que ver con la otra ni con sus actuaciones.
La fulanita "templera" consista en un "cuero o pellejo" de puerco, cochino, cerdo
o marrano, como indistintamente se le deca por aqu a esos animalitos de Dios, el
cual doblaban con mucha delicadeza bien dobladito o "enrrollaban" como una rueda y
lo ponan al Sol con un poquito de sal, para que se secara bien squito sin muestras
de descomposicin, y hecho esto lo amarraban con una cuerda limpia y fuerte y lo
colgaban de una vara del techo de la cocina, precisamente en direccin al sitio del
fogn donde montaban la cazuela, para cada vez que lo necesitaban bajarlo
cuidadosamente y hervirlo con lo poco que conseguan y volverlo a llevar a su sitio tan
pronto terminada su funcin de "gustosear" la racin diaria.
La "templera" al igual que el "gustosador", la solicitaban mucho en prstamo los
vecinos que carecan de ella, en la seguridad de que nadie o casi nadie, por nada del
mundo, era capaz de negarla, porque se consideraba que era como negar la
bendicin de Dios; pero siempre con el preparo o la recomendacin: "de que la
cuidaran bien y la devolvieran sana y salva tan pronto como terminara su trabajo".
Tanto el "gustosador" como la "templera", fueron desapareciendo de la Isla a
medida que las hambrunas fueron tomando otros ritmos, aunque no otros caminos.
Ya de ellos slo quedan algunas ensombrecidos recuerdo en la mente de los ms
empecinados escudriadores del pasado insular.
EL MES DE LAS LOMBRICES
El ttulo no es para un tratado de comicidad aunque aparentemente parezca
serio. El ttulo es simplemente para comentar, que en margarita se crea mucho o
pueda que se siga creyendo, en los males de las lombrices, aunque no entre las
familias pudientes o acomodadas pero si entre la pobreca, entre la indigencia y entre
los menesterosos. Es decir, entre los que siempre han sido o siguen siendo pobres de
solemnidad.
En muchisimas partes se escuchaba hablar de las lombrices. Se comentaban la
cantidad de daos que ocasionaban. Se aseguraba que en el mes de Agosto las
lombrices se "revolvan" ms que en ningn otro mes, aunque no se llegaba a
determinar el porque de esos decires. Se aseveraba que las lombrices se revolvan
cuando las personas, incluyendo, nios, jvenes y viejos, se hartaban de dulces
empalagadores. Que las lombrices ponan a la gente, en especial a los muchachos,
barrigones, buchones, maletudos, y amarillentos. Que las lombrices aguaban la
sangre y enflaquecan las carnes.
Que las fulanas lombrices acababan con las criaturas; que les hacan dar
ataques, y en muchas ocasiones las expulsaban, no slo por abajo sino por arriba,
precisamente, por la boca y por la nariz, y que hasta se iban al cerebro y mataban a la
gente en un momentico, sin que tuvieran escapatoria.
Adems, se hablaba de las tantas cosa utilizadas para contrarrestar los males
de las lombrices, no slo con los remedios de "botica" sino tambin con los
preparados caseros. Se recomendaban collares de ajo, o sea granitos o uitas de ajo
ensartadas en cuerdas y puestas en el pescuezo de enfermo, para que no se le
fueran hacia arriba. Se les frotaba ajo machacado y querosn, en el maruto y en las
plantas de los pies. Se les fregaba ceniza calientica y se les daba a oler el cebolln
para que se les calmaran los dolores abdominales. Se les purgaba con pazote para
que las expulsaran muertas o locas. Se les santiguaban y se les hacan muchas otras
"guarandingas" que slo formaban parte del formulario correspondiente a los llamados
medicamentos populares.
Pero lo ms formidable o fenomenal de todas estas cosas, era el afeitado de las
lombrices. Consista el tratamiento de frotarle bien frotada la barriga al lombriciento
con aceite de castilla y zumo de limn, hasta que la piel se le engranujara bien
engranujada, y despus se le iba pasando cuidadosamente, por la parte
embadurnada, una navaja de afeitar o una hojilla, diz que para irle cortando las
punticas de los rabos a las lombrices cuando se asomaran por lo poros. Terminado el
procedimiento se le daba a tomar al paciente un poco de brebaje utilizado en la
operacin y guarapos de sen, para que con los rabos mochos se fueran saliendo por
abajo muertas.
Para estos procedimientos era necesario esperar los "pasos" de la Luna, que
segn la creencia, era cuando las lombrices estaban ms revueltas.
De ninguna manera aseveramos la veracidad de estos decires, sino
simplemente los relatamos tal y cual no los han contado.
LAS NOCHES Y LOS OFICIOS PROHIBIDOS
Los oficios de lavar, planchar, barrer, pilar y moler en la Margarita del tiempo de
antes, eran propios de las hembras y no de los varones, y si estos, por alguna
circunstancia los hacan, se les consideraba como afeminados o "cholones".
Con todo y estas obligaciones que cumplir, las mujeres, a quienes se les haba
muerto su madre o hijos pequeitos, no lavaban los domingos, porque haba la
creencia, de que ese era el da que Dios tena destinado para el bao de los angelitos
y de las madres que se encontraban en su "santo reino", y en ese sentido, el cielo
permaneca conectado con la tierra, y de gastar el agua aqu, en esos menesteres,
era restrsela a sus seres queridos que estaban en el ms all, quienes se resentan
y lloraban desconsolados, y esperaban la hora del trnsito final, para vengarse de los
suyos, negndoles la luz del camino celestial, ya que ese da, los muertos
acompaaran a su familiar muerto para servirles de gua.
Tampoco era permitido a ningn ser humano planchar durante las noches,
porque aseguraban, que esa era la hora de la penitencia de los difuntos, quienes
tenan el privilegio de visitar sus casas, aunque de una manera muy sutil e invisible,
para enterarse de todo lo que estaba sucediendo y el ruido de la planchas y el fuego
nocturno de la candela terrenal, les incomodaba tanto, que hasta llegaban, ofendidos
y perturbados, a arrojar objetos duros sobre las profanadoras.
Mucho menos estaba permitido barrer despus de la "oracin del Seor", o del
"toque de nimas", porque se presenta que era la hora del recogimiento, para los
mortales y del libre transitar de los que haban pasado a la vida eterna, quienes se
molestaban con el "rastrillar" de las escobas y lo ms probable era que les causaran
sustos desproporcionados a las barrenderas.
Menos an se deba moler ni pilar, despus que caa la sombra de la noche, porque
las nimas necesitaban las piedras y los pilones para sus quehaceres y de
encontrarlos ocupados tenan que regresar tarde al sitio de donde haban venido,
cosas que les contrariaba por las amonestaciones que reciba y eso no se lo
perdonaban a los mortales.
A las mujeres en Margarita les estaba permitido hacer lo que quisieran durante
las noches, menos "oponerse a los mandatos del Seor", as decan los viejos y viejas
del tiempo de antes.
Todas estas creencias, con el andar del tiempo, han ido desapareciendo, al
extremo, de que ya son poqusimos o muy contados, quienes las recuerdan.
LOS CASOS Y COSAS DE
LA PREADAS
En Margarita las jvenes no podan emprearse (entendindase embarazarse)
ocultamente, porque la guralas y los chaures al descubrirlas, se encargaban de
denunciarlas pblicamente con sus cantos agoreros.
En Margarita las mujeres embarazadas no podan aingotarse (lase
acuclillarse) con las piernas separadas, porque estaban expuestas a coger malos
aires por sus partes y los hijos salirles pasmados o "patulecos".
En Margarita, las mujeres embarazadas no podan antojarse de cosas
imposibles de conseguir, porque al no encontrarlas para matar sus antojos, los hijos
eran capaces de nacerles "con la boca abierta".
En Margarita a las parejas de enamorados no les era recomendado bautizar
nios, porque de hacerlo, no llegaran a casarse nunca y de lograr su unin lcita o
ilcita, les sera estril o con hijos "abobados" o "babiecos".
En Margarita, a las mujeres embarazadas tampoco les estaba permitido
bautizar, porque al convertirse en madrinas, el hijo que llevaban en su vientre se
pona celoso, se acongojaba y lo ms probable era que se le muriera antes de nacer,
y en caso de venir al mundo, no les servira para nada bueno. Para contrarrestar
estas cosas, la madrina embarazada, era acompaada hasta la pila bautismal de otra
mujer que se encargara de sostener al nio entre sus brazos, mientras duraba el acto
del bautizo. A esta persona desde ese momento, se le denominaba "ayarnadrina" y el
ahijado estaba en la obligacin de pedirle la bendicin, como a su propia madrina,
donde quiera que la consiguiera.
En Margarita las mujeres embarazadas no podan mirar la luna eclipsada,
porque se estaba casi seguro que los hijos le naceran con una mancha roja en la
cara o en cualquiera parte del cuerpo, por donde los agarraran los efluvios lumnicos
del eclipse.
En Margarita las mujeres recin embarazadas no les era aconsejable fijarse en
animales, ni en cosas extremadamente feas, porque estaban expuestas que lo hijos
de salieran anormales o mal parecidos.
En Margarita las mujeres recin embarazadas no podan burlarse de los chingos
y boquinetos, ni de los ecos, patulecos y rebirecos, porque los hijos les naceran
iguales o parecidos a los buados.
En Margarita a las mujeres embarazadas les aconsejaban, que si el hijo le
lloraba dentro de la barriga, que no se asustaran, pero que tampoco lo dijeran, porque
era desgraciarlo quitndole el don de la "adivinacin" con que Dios lo haba dotado.
En la Isla de Margarita, las mujeres embarazadas podan hacer todo lo dems que
como hembras les correspondiera, sin ningn riego ni condenacin...
LA LOMA DE LA GUARAGU
En el manantial del Portachuelo o de Tacarigita, como tambin suele decrsele,
y cuyo nombre quizs le viene por la cantidad de manantiales naturales que haba en
su permetro desde tiempos inmemoriales, lo que le permiti que prosperaran sin
inconvenientes las grandes plantaciones de coco , nsperos, mangos, aguacates y
otras variedades que engalanaban la encaada Sur y de los cuales quedan todava
algunos ligeros vestigios, hay una loma que tradicionalmente se le ha conocido como
"La Guaragu. Loma que debido a su exuberante fertilidad, se hacan en ella buenas
sementeras de maz, de yuca amarga y dulce, cuando los tiempos bonancibles lo
permitan y en Tacarigua todo el mundo se congraciaban con la "Diosa Agricultura".
Acerca del apelativo de este pedazo de terreno se han tejido en el pueblo
infinidad de hiptesis, entre las que se destacan tres de significativa curiosidad: una
que se relaciona con su color negruzco, parecido al de la hembra del ave carroera
que tambin se le conoce como "olaya" o zamuro en otras latitudes; otra donde se
asegura que era el sitio escogido por los primitivos pobladores de la regin, cada vez
que los manantiales tendan a agotarse por el furor y el castigo de Padre Sol, para
enviar sus mensajes suplicantes al Dios de las alturas, en alas de una guaragu, por
considerar que entre todos los animales de la tierra, era la ms que se acercaba en su
elevado vuelo al Tronco celestial; y otra, que se relacionaba con las apariciones
peridicas de una guaragu fantasmal, de gigantescas proporciones, que se
presentaba con sus guaraguitos, presagiando tiempos calamitosos y de la que se
crea que tena su guarida en la cumbre o cabecera de esa loma. Segn los decires
de la gente vieja, a esa guaragu endemoniada la acurrizaban llevando perros
muertos hasta esa zona para que saciara sus necesidades; quemando, a la hora del
vspero, gigantescos montones de ramas aromticas y haciendo aspergeos de
ensalmes y oraciones, a fin de que se fuera con sus infernales predicciones a otros
sitios lejanos. Pero que con todo y eso, cada cuatro o cinco aos la "bicha" regresaba
cundiendo la desesperacin en todo el vecindario, que crean ciegamente en ella y en
sus predicciones.
Han pasado los aos, los viejos crdulos se fueron para la eternidad, los
manantiales se han ido poco a poco extinguindo, las lluvias cada da alejndose
ms, las arboledas mermando, la gente olvidndose de trabajar la agricultura y hasta
la guaragu dejando de anunciar la pesadilla de los tiempos malos, quedando
nicamente la loma, como testigo de aquellos aconteceres.
GUAY-ATAMO, LUGAR DE LAS YUCAS DULCES
Guay-Atamo, lugar de las yucas dulces...
Al primero que le omos pronunciar esta expresin fue a Dn. Jos Lino Quijada.
En su propia voz. Cuando ramos muy joven todava. Cuando an no pensbamos
dedicarnos a estos menesteres de averiguar y escudriar; de recoger tradiciones y
traerlas a las letras de molde, para que duraran o perduraran un poco ms entre las
presentes y futuras generaciones; cuando se dilucidaba un problema entre el Concejo
Municipal de Gmez y la Comunidad de Tacarigua, por el uso de sus cementerios;
cuando le escuchaban decir tambin, que Tacarigua era "lugar de la abundancia de
pastos o de los campos frtiles" y Acarigua era "el sitio de las mieles abundantes".
Todo, absolutamente todo, de puro lenguaje guaiquer.
Ms tarde vimos el trmino GUAYATAMO escrito por el mismo Quijada en un
trabajo publicado en la prensa nacional. Dn. Jos Lino Quijada fue persona digna de
todo crdito. Versado, estudioso, amante de su Isla y de su gente. Margariteo a carta
cabal. No de los que soaban nicamente, sino el que urgaba, investigaba,
escudriaba, pergueaba. Dedicado a la defensa de los pobres y desamparados. El
mediador judicial, o sea, el "picapleito" de la gente humilde.
Quizs, esas expresiones las haba recibido como legado de sus antepasados.
De los viejos con quienes se codeaba y entraba en confianza, para resolverle, a
medias o totalmente, sus problemas. De los que tuvieron ms cerca de los
acontecimientos.
Ms tarde, lo hemos seguido escuchando en boca de otras personas tambin
dignas de todo crdito, y lo hemos seguido repitiendo. No creemos estar haciendo
ningn pecado o dao con esto. La historia no es slo la que se arranca o se bebe en
las fuentes escritas, sino la que se toma igualmente de las corrientes orales, de las
que vienen traspasndose de generacin en generacin sin autora. De las que traen
las quebradas cuando se desbordan para seguir alimentando pginas reciennacidas.
Guay-Atamo, es el lugar de las yucas dulces. El lugar, donde segn la tradicin
se producan las ms variadas, ms hermosas y mejores yucas dulces de Margarita.
Guay-Atamo, era el nombre que los nativos guaiqueres, guaicos o guaicoros, daban a
toda la extensin de la actual Matasiete, de sus "piedemontes" y de sus laderas.
Guay-Atamo, era el apelativo ostentado por la regin poblada que se acurrucaba al
pie de la "Montaa de la Gloria".
Con el andar del tiempo, fue perdiendo el Guay y le fue quedando nicamente el
Atamo, que exhibe horondo en los actuales momentos.
EL ESPIRITU DE BELICHAGUA
Aunque no lo crean, Belichagua fue, nada ms y nada menos, que la
trastatarabuela de la tatarabuela de mi bisabuela Teodora Nuez la portachuelera.
Conoc a Belichagua una noche de insomnio, cuando mis ojos cansados de estar
despabilados se negaron rotundamente a continuar abiertos mientras el cuerpo se
opona a entregarse a los designios de Morfeo. Belichagua era tan vieja que ya
contaba sobre su existencia muchsimas y muchsimas puestas del Sol y apariciones
de Luna. De lo viejo que era, se haba ido arrugando tanto que casi pareca una
"Cucarachita Martina", de esas que uno corrientemente denomina "carapachonas",
pero conservaba intacta todas sus facultades mentales. Me dijo que su nombre era
simplemente Belichagua, que no tena apellido, porque ese remoquete lo haban
trado los primeros invasores de su tierra y esclavizadores de su raza. Que ella en su
tiempo de moza haba sido tambin GUAICORA, que significaba princesa GUAICA en
el lenguaje guaiquer. Que era de la familia de los Tacariba o Tacarigua, asentados en
la "caaveta del Portachuelo grande", parte integrante del extenso Valle de Arimacoa
en esta Paraguachoa de los cuatro Dioses: El Sol que todo lo iluminaba; la Luna que
en todo se meta y se entremeta; el Viento que todo lo llevaba y lo traa, y el Agua
que todo lo refrescaba. Me habl de la fertilidad de sus campos; de la benignidad de
su clima, de la riqueza de sus mares y de la salud de los cuerpos, antes de las
pestes, de las plagas, de los vicios, y de las malquerencias tradas de ms all de los
mares, por los que los que adoraban a un Dios Trino y se expresaban en una forma
desconocida. Me comunic miles de secretos que tengo que reservarme todava por
convenio moral con ella.
Se ocup de ensearme cada uno de los sitios donde fueron transcurriendo sus
andanzas de carne y hueso y donde sigue morando en espiritualidad inmortal. Me dijo
que el fin del mundo estaba muy lejos todava aunque los sabios brutos tratan de
acercarlo cada vez ms. Me recomend que tapara mis odos ante los malos
presagios de los "profetas del desastre" y cerrara mi boca ente las calumnias de los
"Sembradores de Sal sobre la piel de la esperanza". Me asegur que haba conocido
a Cupey a Tamoco a Guayamur a Guayamoto a Guatamare a Guaruparo y a
Guaitoroco, los nobles Guaicos de la Guaica tierra, expertos ejecutores de coriocos,
pfanos, silbatos y guaruras. Y me ofreci traerme mensajes de grandeza en platones
de barro ungidos con santidad de nios. Y aunque no me lo crean, BELICHAGUA
existi, existe y existir, de trato, vista y comunicacin, mientras exista un autntico
defensor de sus credos...
LOS AULLIDOS DEL LOBO INFERNAL
En Margarita no existen lobos y por lo que se ve, parece que no han existido
nunca. Si acaso los hubo en pocas remotas, ya nadie se acuerda de ellos. Ni
siquiera reseas escritas han quedado de sus existencias. Pero por todas partes se
escuchaba hablar del Lobo Infernal. Se cree mucho en la existencia del Lobo Infernal.
Se asegura a pies juntillas que el Lobo Infernal existe. Que el Lobo Infernal cada da
est ms hambriento. Que en cualquier momento saldr y empezar a hacer estragos
en la gente. Que comenzar por los nios, seguir por los jvenes y terminar por los
viejos.
El Lobo Infernal o Lobo del Demonio, lo perciben como una fiera agigantada. De
medidas desproporcionadas. Con unos colmillos que se le cruzan en su enorme boca,
capaz de comerse a una persona en cada dentellada. Con unas extremidades tan
inmensamente grandes, como puestas para dejar a cualquier persona sin sentido, de
una sla manotada. que no hay trampa ni arma inventada por los mortales que sea
capaz de derribarlo, o cuando menos detenerlo.
Algunos hasta llegan a hacer juramentos de que lo han escuchado en noches
ttricas y silenciosas. Que su "eco" es tan escalofriante, que le pone los pelos de
punta hasta al ms embraguetado. Que quien lo ha escuchado una vez no le han
quedado ganas de escucharlo ms nunca. Que el aullido pareciera salir de los
elementos o las profundidades de la tierra al mismo tiempo, pero siempre en lejanas.
Se comenta, que cada vez que se ha escuchado el "eco" de Lobo del Infierno,
en Margarita, han habido sequas espantosas o tragedias horrorosas; "La Vaca", "La
Maestra", "El Chiriguare", "Fabin", "La Loca", el Terremoto, el Cicln y otras cosa
ms, fueron anunciadas, con mucha anticipacin, por los aullidos del Lobo Infernal o
del Demonio.
Nadie, absolutamente nadie, asegura haber visto en realidad el Lobo Infernal o
del Demonio, pero el reflejo de sus ojos como dos luminarias en la oscuridad de la
noche, si hay quienes digan haberlas percibido y le ha causado la prendida de fiebre
en el mismo momento. Lo del aullido del Lobo del Demonio empez como una
fantasa de nios, como un juego de muchachos, como una broma de mal gusto, pero
ha ido tomando tanto cuerpo, que ya son muchas las casas que han provisto de
grandes paredones y de rejas metlicas para prevenirlas, no de los aullidos, sino de
los zarpazos del Lobo Infernal o del Demonio...
Se dice que slo el perro de San Lzaro podr contrarrestar los efectos
malignos del Lobo del Demonio.
EL PERRO DE SAN LAZARO
El espritu de San Lzaro se fue al cielo despus de su segunda muerte, porque
en la primera se le haba quedado en la tierra y por eso nuestro Seor Jesucristo
pudo resucitarlo a pesar de que tena ya tres das y medio de fallecido.
Cuando San Lzaro se fue al cielo Dios le permiti que se llevara su perro,
porque San Lzaro no poda andar sin su perro, debido a que el animal era tan bueno
y tan Santo como el mismo San Lzaro.
San Lzaro tiene la virtud de recorrer con su perro, por mandato de Dios, todos
los confines del mundo en una noche, dndose cuenta de todo lo que est pasando y
de todo lo que est haciendo con sus trazas y sus maas el Lobo Infernal o de
Demonio.
El perro de San Lzaro tiene el Don divino de cambiar su pelamen segn la
parte donde se encuentra. Cuando pasa por los Pramos el pelo se le pone largo y
abundante como el de los carneros, para que pueda contrarrestar el fro y cuando se
encuentra en el trpico, el pelo se le transforma en corto y ralo, para que el calor no lo
sofoque.
El perro de San Lzaro es de color blanco intenso como el armio, con una cruz
grande en la frente, bastante negra como el azabache, que le puso el mismo Dios
para que el Lobo Infernal o del Demonio le tenga pavor y salga despavorido cada vez
que lo vislumbre.
El ladrido del perro de San Lzaro es largo, profundo y melodioso como un
canto celestial, y anuncia todo lo bueno para el mundo. La gente se alegra cuando
escuchaba los comentarios de que han odo los ladridos del perro de San Lzaro.
Todo el mundo no est en condiciones de percibir el ladrido de perro de San
Lzaro, porque eso est reservado por Dios, nicamente a la gente que estn
revestidos de fe y libres de todo pecado.
Los que logran escuchar los ladridos del perro de San Lzaro, son premiados a
la hora de su muerte, con un puesto de honor en la Santa Gloria, donde tiene su trono
el Dios Padre. Mientras Dios exista y la gente crea en l, existir el perro de San
Lzaro, porque ese animal tiene el don de la inmortalidad.
El perro de San Lzaro, a la larga lograr vencer al Lobo Infernal o M Demonio
por ms trazas y maas que le forme, y entonces se podr vivir en paz, en concordia
y en Santa armona.
El perro de San Lzaro representa todo lo bueno y el Lobo Infernal o M demonio
todo lo malo...
EL TORITO BIRRIONGO
En la Isla de Margarita, desde tiempos inmemoriales, se ha credo mucho y se
sigue creyendo, en cosas de este Mundo y de otro Mundo. Se cree en la existencia
del Chivato del Cielo, del Caballo de Santiago, del Lobo Infernal o del Demonio, del
Perro de San Lzaro y hasta del Burrito Negro de Jos Maria, que se hizo santo con
la sagrada familia.
Asimismo se crea ciegamente en los poderes sobrenaturales del Torito
Birriongo, que en las noches de media luna o de luna entoldada, se vea en Macanao,
en Manzanillo, en San Antonio, en San Juan, en el Valle de Pedrogonzlez, en
Tacarigua y en muchsimos sitios ms. Pero que por las caractersticas y por las
virtudes que tena, daba la impresin de ser el mismo toro a pesar de las distancias
donde se desenvolva.
Se deca que el Torito Birriongo era pequeo, de pelo oscuro y de poca carne,
pero con unos cachos y unos testculos muy desarrollados y con una "birria" tan
potente capaz de satisfacer a todas las vacas que se le presentaran y seguir
buscando ms; y que an sabindose de que sus mugidos eran diferentes a los de los
dems toros y de que andaba suelto completamente, nadie le tena miedo porque no
era arisco ni embestidor, aunque muy receloso para dejarse tocar.
Pero de lo ms que se hablaba en relacin al Torito Birriongo, era de la virtud
que tena, de transmitir la fuerza de su virilidad a los hombres despotenciados, con el
slo hecho de lograr ponerle las manos en los cachos, cosa que no resultaba muy
fcil, debido a que, a pesar de su mansedumbre se mostraba muy escurridizo a la
hora de enfrentarlo.
Cuando se escuchaban los mugidos del torito Birriongo, eran muchos los
hombres que salan en su bsqueda. Unos disimuladamente y otros manifestando
pblicamente el mal que padecan, pero todos con el nico propsito de colocarle las
manos en los cachos aunque fuera de "recachn".
Algunos aseguraban haber logrado su intento y mejorado sus males; otros
decan todo lo contrario y otros se lamentaban de no haber podido llegarle ni cerca.
Pero todos coincidan en aseverar que el Torito Birriongo exista, y que el algunos
momentos no pareca cosa natural o de este mundo, por las caractersticas que
presentaba.
Al fin el Torito Birriongo fue desapareciendo, al extremo de que ya nadie habla
de haberlo visto en ningn sitio en las noches de media luna o de luna entoldada ni
mucho menos, de haber escuchado sus mugidos como en los tiempos de antes.
el Torito Birriongo es otro de los misterios del pasado, que como van las cosas,
el da menos pensado volver a aparecer.
EL POZO DE MACANAO
Segn los decires de las viejas creencias, la enorme "Boca de Pozo" abierta en
los confines del legendario y mtico Macanao, no fue hecha por manos de mortales
sino obra de los propios Dioses de la raza guaica, para la salvacin de sus sedientas
criaturas.
Se dice que por la gracia divina de los propios Dioses, la enorme Boca de
Pozo que ms bien pareca un marcito interno o grandsima laguna, tena la virtud de
recoger las descargas de los aguaceros por torrenciales que fueran sin que se
desbordara y de soportar las ms largas sequas sin que en ningn momento
mermara su caudal. Tambin se dice que dentro de esas aguas moraban juntos y sin
hacerse dao, una enorme culebra de cabeza desproporcionada y colmillos feroces,
que se ocupaba de perforar hacia las profundidades del subsuelo para que brotara el
agua necesaria en los casos extremos, y un gigantesco sbalo nunca visto en los
mares por pupilas humanas, que mantena libre de impurezas las aguas represadas
para que fueran tiles en todos los sentidos.
Se comenta igualmente que a la enorme culebra y al gigantesco sbalo los
llegaron a ver, ciertas y determinadas personas congraciados por dones celestiales,
en las noches de luna, merodendose por las orillas como en son de celada y que
inocentes chivos y borregos que llegaron a abrevar en las tranquilas aguas fueron
fciles presas de sus hambrientas bocas, lo que haca que la gente no se acercara a
llenar sus envases en horas nocturnales.
Se jura y se asegura, que con el andar del tiempo y la incursin de forneos
irreverentes que desacataron de las aejas creencias, hicieron que los Dioses se
fueran ensoberbeciendo y negaran a la "Boca de Pozo" las virtudes divinas que le
haban insuflado, lo que oblig a la enorme culebra y al gigante sbalo a buscar
refugio en las profundidades del subsuelo de donde no volvieron a salir ms nunca.
Desde entonces las aguas se fueron enturbiando y mermando cada vez con
mayor ligereza, al extremo de quedar del pozo misterioso, slo simples recuerdos y
una cuenca vaca, sin que le valiera nada de lo que se le pretendi hacer para que
volviera por sus fueros de antao, a repartir las bonanzas de los mticos Dioses de la
ancestral creencia.
LA MUERTA DE CAYETANO
Cayetano Alberto Gil fue todo un tacarigero de pelo en pecho. De esos que
nunca le tuvo miedo a nada ni a nadie. De los que jovencito mismo avent la dispora
margaritea y se perdi en el tremedal de la selva guayanesa, tras la fama de la
goma, el oro y los diamantes. De los que no se preocup por formar una familia ni en
acumular fortuna, sino simple y llanamente en gozar la vida a su manera y la de otros
tantos como l.
Caripito, Mata Negra, El Furrial y el Venao, donde ya a mitad de su existencia ,
consigui colocacin en una empresa de las aceiteras para continuar su derroche sin
servirle de experiencia los primeros fracasos y desde donde enviaba a su parentela
simplemente memoria con algn pacotillero que de vez en cuando lo vea.
Un da cualquiera de los tantos das, amaneci en el pueblo de su nacimiento,
con unos cuantos dientes de oro, unos lentes oscuros con montura platinada, la
percha que pudo salvar de la hecatombe y unos pocos bolvares de los que le dio la
ltima empresa donde prest servicios cuando se percat que ya no tena ms jugo
que sacarle a su envejecido cuerpo.
Entre farras, sancochos y la narracin de anecdotario fantasioso de existencia
dentro de las regiones donde haba pasado lo ms valioso su vida, se le pasaba das
tras das, cambiando de sitios cuando el caso as lo requera y aupado por una cuerda
de "ayayadores" que daban crdito a todo lo que le deca para tratar de convencer a
los dems, hasta que agotado de todo, se dedic al santiguao y a las conversaciones
con los espritus de los difuntos, lo que le hizo crear fama y renombre de hombre de
valor, entre propios y extraos.
En una de estas ocasiones contaba a una multitud que embelesado lo
escuchaba, de la muerta trajeada de novia que haba visto en la madrugada bajar de
El Portachuelo, lo que dio motivo a que uno de los oyentes, algo molesto, le replicara:
"mire viejote", djese de esas pendejadas, que ya usted le tiene miedo hasta su
propia sombre y con ese par de "antiparras" que se gasta, no es capaz de mirar ni su
propia existencia, mucho menos difuntas, a lo que el viejo Cayetano, ni corto ni
perezoso, sintindose herido en su amor propio, le contest y besando la cruz natural
que haba formado con los dedos ndice y pulgar de su mano derecha: "cramelo por
los restos de mi madre que estn bajo la santa tierra, que la vi ten bien vista, que
hasta sus ojos verdecitos tena"
EL ALMA MILENARIA DE CUPEY
Cupey, el ms agingantado de todos los mortales de la raza guaica, naci de
vientre de una anciana virgen, engendrado en una noche de recogimiento por
mandato de los cuatro Dioses: "El Sol iluminante"; el "Agua vivificante"; la "Luna
entremetida", y el "Viento mensajeante".
Creci sobre la montaa que le prest su nombre, desde donde pretenda
agarrar el cielo con sus propias manos para congraciar a su envejecida madre y
desafiar a sus inmortales padres.
Un inmenso fro lo pudo detener en su arrogancia, al escuchar las splicas de
su abatida madre, para que no irrespetara los poderes del altsimo techo y
desagraciara para siempre a todos los de su raza que vivan en santa armona, sin
envidias, sin rencores y sin egosmos.
Pero a cambio de su apaciguamiento logr conseguir el dominio de los cuatro
mayores manantiales: el Charaima, el Cupeicillo, el Tacariba y el Caranae; los cuales
mucho tiempo despus fueron bautizados por los representantes de otras razas y de
otras creencias: como Espritusanto, Asuncin, Tacarigua y San Juan; y logr tambin
la supremaca sobre los otros mortales de su estirpe: Guayamur, Guayatamo,
Guatamare, Guaitoroco, Guainamar, Guaruparo y Tamoco.
El prepotente Cupey difunda sus mensajes por medio de los copos neblinosos
que estaban a su alcance y los toques vibrantsimos de su enorme guarura, que iban
recibiendo y repitiendo sus subalternos desde las distintas posiciones que ocupan,
cada vez que perciba las predicciones de sus mticos padres, por medio de los
truenos, de los relmpagos, de los rayos, de las centellas y de las tempestades.
Cupey era el mayor receptor y el mejor distribuidor de las aguas sagradas
venidas de las lluvias, para enviarlas al mar a engordar los cardmenes, despus de
regar y alimentar los campos labrantos para que germinaran rozagantes las simientes
y aumentaran los frutos y reverdecieran los pastizales y resultara ms prdiga la vida
humana.
Cupey fue el eterno oteador de las lejanas y el guardin ms celoso de la
Paraguachoa desafiante de siglos, que ms de cuatro veces haba estado sumergida
en el fondo del mar de los Caribes en plan de reconfortamiento.
Cupey, el gigante cupey, se muri de congoja cuando el mensajero viento le
susurr al odo, una noche de luna encapotada, que plantas extraas posaran
indebidamente sobre su tierra santa, irrespetando sus creencias, mancillando sus
costumbres e irreverenciando a sus propios Dioses, en forma irremediable porque
todo as estaba determinado.
Desde entonces todo ha sido distinto sobre la tierra Guaica...
LA HISTORIA DE LA CABRA JOCA
La Cabra Joca era una cabra como muchas de las dems cabras: mansa,
ubrona, lechera y muy bien criada, pero presumidsima.
Cuando el Nio Jess vino al mundo, como por mandato de Dios, hubieron a su
alrededor varios animales domsticos:
La mula le prest su pesebre y le acondicion con su belfo, la cunita de pajas
tostaditas.
El gallo orgulloso sacudi sus alas, se empin arrogante, afin su garganta y
anunci en su canto: "Cristo naciooo".
La vaca y el buey mugieron al mismo tiempo y en sus mugidos dijeron: "hum-j",
como asegurando que si era cierto.
El borreguito, alegre y lleno de contento, dej de pastar por un momento, para
aclarar, que haba sido: "en Beln".
Pero la Cabra Joca, muy fantasiosa, refistolera y endemoniada como siempre,
ripost: "el Diablo fue".
Desde entonces la Cabra Joca recibi el castigo de cielo y el desprecio de la
cristiandad, por impostora y mentirosa.
A la Cabra Joca se le conden a que se le pusiera la lengua negra; a que su
berrido fuera menospreciado y a que anduviera por el mundo sealada con el dedo,
como maldita.
La maldicin de la Cabra Joca, por no arrepentirse de lo dicho recay en todas
las de su especie, hembras y machos.
A pesar de que han pasado generaciones y ms generaciones, todava todas
las cabras, perpetuando a la Cabra Coja, siguen repitiendo: "el Diablo fue".
Desde entonces se deduce, que la terquedad es la peor de las consejeras y la
petulancia el ms abominable de los pecados.
Esta es la triste y universalizada historia de la Cabra Joca, que por su culpa
fueron condenadas, de los siglos y por los siglos, todos los de su especie, a tener la
lengua negra.
!Cuntas Cabras Jocas habr actualmente sobre la faz de la tierra...