Este documento critica el enfoque actual de la enseñanza de la literatura en las escuelas basado en el "placer" de la lectura. Argumenta que este enfoque simplifica en exceso el proceso de lectura y carece de justificación didáctica. Señala que su origen se encuentra en una lectura equivocada de "El placer del texto" de Roland Barthes y que ha sido promovido por leyes educativas, capacitaciones docentes y la industria editorial sin un sólido fundamento teórico. Concluye que se requiere re
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Este documento critica el enfoque actual de la enseñanza de la literatura en las escuelas basado en el "placer" de la lectura. Argumenta que este enfoque simplifica en exceso el proceso de lectura y carece de justificación didáctica. Señala que su origen se encuentra en una lectura equivocada de "El placer del texto" de Roland Barthes y que ha sido promovido por leyes educativas, capacitaciones docentes y la industria editorial sin un sólido fundamento teórico. Concluye que se requiere re
Este documento critica el enfoque actual de la enseñanza de la literatura en las escuelas basado en el "placer" de la lectura. Argumenta que este enfoque simplifica en exceso el proceso de lectura y carece de justificación didáctica. Señala que su origen se encuentra en una lectura equivocada de "El placer del texto" de Roland Barthes y que ha sido promovido por leyes educativas, capacitaciones docentes y la industria editorial sin un sólido fundamento teórico. Concluye que se requiere re
Este documento critica el enfoque actual de la enseñanza de la literatura en las escuelas basado en el "placer" de la lectura. Argumenta que este enfoque simplifica en exceso el proceso de lectura y carece de justificación didáctica. Señala que su origen se encuentra en una lectura equivocada de "El placer del texto" de Roland Barthes y que ha sido promovido por leyes educativas, capacitaciones docentes y la industria editorial sin un sólido fundamento teórico. Concluye que se requiere re
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Un manoseado y poco claro concepto de placer, por Mora Daz Snico
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacin
UNLP - Universidad Nacional de La Plata Leer es una prctica social cuyo valor no preexiste, sino que se va conormando en la conciencia de los distintos !rupos sociales en relacin con una "etero!eneidad de situaciones, entre las que se encuentra la posi#ilidad de acceso, no slo material, sino tam#i$n sim#lico, a la literatura% Planteado as&, la rase Hoy los c"icos no leen', que ue vedette en los a(os )**+ en el m#ito de la cultura y "oy "a pasado a ormar parte del sentido com,n-, estar&a demandando nuevas propuestas a la .idctica de la Literatura, en tanto encar!ada de !aranti/ar ese acceso sim#lico a los textos literarios% En principio, vemos que esa apocal&ptica rase "a suscitado diversas explicaciones y "a merecido m,ltiples soluciones a i n de revertir la tendencia que parec&a iniciarse% La ,ltima responsa#ilidad, despu$s de pasar por los medios masivos de comunicacin, las amilias, la posmodernidad0, recay en la institucin escolar% 1s&, se culp a los paradi!mas "istoricista y estructuralista, y a sus respectivas coni!uraciones didcticas 2enciclopedista y descriptivista3, del ale4amiento de los c"icos de la literatura% 5La literatura est tan escolari/ada' 6se di4o6 5que los c"icos se a#urren con ella porque la recorren esperando la tarea que se les encomendar a continuacin'7% 8 la solucin 6rpida e impulsiva6 ue 5desescolari/ar la literatura'% 9olucin desesperada y extremadamente peli!rosa que tir el primer domin de una cadena que podr&a terminar en la erradicacin de la literatura de la escuela% 9i #ien todav&a ca#e el 5podr&a', ya que al!unas pie/as a,n resisten, una l&nea de tra#a4o alternativa ur!e, ya que esa #,squeda de desescolari/acin uncion ma!n&icamente como excusa de una posicin que se "a ido imponiendo en los ,ltimos a(os y que se contenta con lo!rar un acercamiento de los c"icos a la literatura a trav$s de un manoseado y poco claro concepto de 5placer' que tranquili/a a ms de uno, pero que dista muc"o de ser la solucin a dic"a que4a !enerali/ada% Por lo tanto, cuando nos reerimos a la demanda de nuevas propuestas en el campo de la .idctica de la Literatura, no "a#lamos de despla/ar los paradi!mas antedic"os para instaurar una prctica que se sostiene slo en s& misma y para s& misma y que no tiene nin!una 4ustiicacin didctica% Lo que "ace alta en el campo es redeinir el propio o#4eto de estudio, al!o que las luc"as entre los paradi!mas dominantes y las peda!o!&as aspirantes a paradi!mas nunca "acen% .e la luc"a interna no pueden sur!ir ms que revoluciones parciales, capaces de destruir la 4erarqu&a, pero no de cuestionar los principios del 4ue!o tal como se viene 4u!ando desde "ace d$cadas% .e a"& que intentar instaurar el paradi!ma del placer para "acer rente a los otros mencionados sea una solucin que consiste slo en tomar el #astn por el otro extremo, ya que 6como decimos 6 didcticamente tiene las mismas consecuencias nulas% 8, si #ien cada ve/ son menos los su4etos y las instituciones que sustentan que el "istoricismo y el estructuralismo de#en se!uir dominando en el campo, posicin que cae por su propio peso, estos paradi!mas coexisten actualmente con la nueva peda!o!&a del placer 2:om#ini, )**;3 2#asta revisar unos cuantos manuales para compro#arlo3, con la ,nica venta4a de mostrar la naturale/a ende#le y contradictoria de esta nueva prctica% Plantear el placer como o#4etivo a alcan/ar a trav$s de la lectura de textos literarios y lue!o presentar una periodi/acin de la Historia de la Literatura desde la Edad <edia "asta nuestros d&as como orma de a#ordar la Literatura Espa(ola revela una contradiccin didctica que de4a al descu#ierto la alta de consistencia de esta nueva peda!o!&a que intenta eri!irse en nueva dominante en el campo% El pro#lema radica en el "ec"o de que esta peda!o!&a del placer "a sido diundida y enquistada en los docentes desde diversos sectores y por m,ltiples instancias, como la Ley Federal de Educacin, los cursos de capacitacin en!endrados por ella, la produccin masiva de literatura inantil y 4uvenil y las instituciones de ormacin docente, especialmente la Universidad% =randes y poderosas instancias de le!itimacin que proveen inteli!entes estrate!ias de su#versin y que, por intereses comerciales y pol&ticos, en unos casos, o por mera indierencia, en otros, le!itiman el advenimiento de esta nueva peda!o!&a por so#re las concepciones arrai!adas en el m#ito escolar% Por e4emplo, la Ley Federal de Educacin presenta el placer de la lectura como ,nico o#4etivo a la "ora de leer literatura% El placer se 4ustiica en s& mismo 2.ireccin =eneral de Cultura y Escuelas de la Provincia de :uenos 1ires, )**>3 y el 5leer por leer' aparece como propsito dierenciado de otros como 5leer para o#tener una inormacin de carcter !eneral o precisa', 5leer para aprender', 5leer para escri#ir' y 5leer para comunicar', simpliicando as& el mecanismo lector a un recorrido por el texto en #usca de un placer que se da, aparentemente, por el mero contacto con el li#ro% Lo que llama la atencin es que, cuando se "a#la de !$neros no literarios, el mecanismo lector s& aparece pro#lemati/ado, con operaciones que exi!en la identiicacin del contexto de enunciacin a partir del reconocimiento de marcas textuales, de portadores de texto y de las unciones de lectura, el reconocimiento de microproposiciones, de la estructura textual y de elementos nucleares y peri$ricos, entre otros% Cuando pasamos a los cursos de capacitacin docente que la ley mencionada en!endr, cursos que intentan calmar las ansiedades provocadas en los docentes por la nueva ley y los nuevos contenidos, el panorama es el mismo% La capacitacin que reci#e el docente, muy car!ada de teor&a en lo que a lin!?&stica se reiere, se reduce, en el campo de la literatura, a la recomendacin de textos que ser&an en s& mismos portadores de placer@ la literatura inantil y 4uvenil 2opuesta a la literatura clsica que es incapa/ de producir placer y que ya no de#e ser llevada al aula, pues 5los tiempos "an cam#iado'A3% Es decir, el pro#lema de la .idctica de la Literatura es su#sanado por estos cursos con el mero in!reso de textos en el aula y el contacto directo 2no o#staculi/ado por la teor&a ni por la mediacin docente3 de los mismos con los alumnos% Estas ideas se instauran en el ima!inario escolar como verdades a#solutas que no de#en ser cuestionadas ni revisadas, de4ando a un lado el "ec"o de que la capacitacin de#er&a #asarse, en principio, en un conocimiento del propio o#4eto de estudio% La industria editorial, como era de esperar, no "i/o o&dos sordos a esta situacin y respondi con una produccin masiva de textos de literatura inantil y 4uvenil que encuentra su ra/n de ser en el amoso placer% Este campo, relativamente nuevo y des!a4ado de la tradicin literaria 2pues as& se autoconci#e3, parecer&a ser el remedio 5mila!roso' a la tan escuc"ada que4a a que "ac&amos reerencia% 9e!,n esta posicin, el in!reso de la realidad de los alumnos a los textos permite su identiicacin con los persona4es y con las pro#lemticas por las que atraviesan y !aranti/a un pacto emocional de lectura que #astar&a para lo!rar su acercamiento a la literatura% Por otro lado, los Bnstitutos de Formacin .ocente no "acen demasiado para revertir este panorama% Los Bnstitutos Cerciarios, por carecer de un rea de teor&a literaria consistente, y la Universidad, por una !ran indierencia "acia el rea didcticaD el "ec"o es que los docentes terminan su ormacin espec&ica sin los conocimientos necesarios para llevar adelante una ense(an/a de la literatura que vaya ms all del mero contacto &sico de los c"icos con los li#ros% 1nte esta situacin, nos parece ur!ente inda!ar so#re los or&!enes de la concepcin de placer con que se mane4an los su4etos y las instituciones relacionados, de un modo u otro, con el m#ito educativo y es#o/ar una l&nea de tra#a4o que condu/ca "acia una redeinicin de esa nocin en la que se pon!a de maniiesto sus vinculaciones reales con la literatura% Esta prctica del placer, que in!resa en el aula con la nueva ley ederal y los cursos de capacitacin docente aludidos, y con un uerte avasallamiento desde la industria editorial, tiene su ori!en 6y aqu& se!uimos a =ustavo :om#ini 2)**E36 en una lectura simpliicadora, y "asta paratextual, de El placer del texto de Foland :art"es 2)*G*3 que "a venido a proponer una prctica de la lectura escolar que #usca de#ilitar cualquier discurso so#re la literatura en pos de incentivar una relacin 5in!enua' con ella% Para ir a un e4emplo concreto, podemos constatar esa apropiacin del tra#a4o de :art"es en los li#ros de texto, en los que se presenta este eecto placentero como o#4etivo a alcan/ar por medio de la literatura% 1licia 9usana <ontes de Faisal 2)**73 eli!e para su <anual de Literatura Espa(ola, su#titulado 5El texto como uente de !oce y apertura' y pu#licado en la editorial Hapelus/, un #reve ra!mento descontextuali/ado para colocar como ep&!rae !eneral@ 5I0J Codo el esuer/o consiste en materiali/ar el placer del texto, en "acer del texto un o#4eto de placer como cualquier otro' 2p% )3% Lo que aqu& podemos apreciar es de qu$ manera se "an ocali/ado slo las /onas donde :art"es vincula texto con placer, en un evidente desconocimiento del sentido !eneral del tra#a4o que, entre otras cosas, dierencia claramente 5placer' de 5!oce' y presenta una deinicin de am#os t$rminos que dista muc"o de lo que esta peda!o!&a innovadora ley en $l% Bntentaremos repasar #revemente el texto de :art"es con "incapi$ en esa dierencia entre placer y !oce que determina totalmente su lectura% 9i leemos ex"austivamente El placer del texto, lectura catica pero posi#le, encontramos que, en sus primeras p!inas, placer y !oce son utili/ados indistintamente, casi como sinnimos, al!o que el propio :art"es 2)*G*, p% )+3 reconoce@ 5PlacerK!oce@ en realidad, tropie/o, me conundo, terminol!icamente esto vacila todav&a'% En consecuencia, el punto de partida de la teor&a de la lectura que $l propone es, en principio, la relacin entre texto-individuo-lector surcada por las ideas de placer y de !oce 2que no "an sido dierenciadas todav&a3% En esta teor&a, el texto de#e ser producido para otor!ar placer al su4eto lector% Lste de#e ser #uscado, y es en esa #,squeda que se crea el 5espacio de !oce'% El texto de#e demostrarle a su lector que lo desea y de all& se desprender el !oce de la lectura% 9in em#ar!o, si nos adentramos en el texto, descu#rimos que esta indistincin comien/a a caer p!ina a p!ina y termina conormando una dicotom&a a#soluta "acia el inal del tra#a4o% 1s&, en determinado momento, :art"es plantea que, si #ien todo texto #usca que su lector disrute ley$ndolo, para $l existen dos re!&menes de lectura@ uno, que se i 4a en la extensin del texto y no respeta su inte!ridad, so#revolando o enca#al!ando ciertos pasa4es que se presentan como 5a#urridos' para reencontrar lo ms rpido posi#le los lu!ares quemantes de la an$cdota, lo que lleva a i!norar las descripciones, las consideraciones, las explicaciones y todos los 4ue!os del len!ua4e que el texto presenta, "aciendo de este r$!imen una #arrera que no permite alcan/ar el !oce de la lectura, aunque s& su placer>% 8 otro, que atrapa cada uno de los 4ue!os del len!ua4e del texto, que no de4a nada li#rado al a/ar, 5pesa el texto' 6dice :art"es 2)*G*, p% --36 y li!ado a $l lee, con aplicacin y ardientemente, 5atrapa en cada punto el as&ndeton que corta los len!ua4es y no la an$cdota', se activa con la superposicin de los niveles de si!niicancia, etc% Este r$!imen es el que posi#ilita acceder al !oce, que se produce en la enunciacin y no en la continuacin de los enunciados, en la captacin de la l&nea semntica que permite "acer uncionar las si!niicaciones del texto@ 5no devorar, no tra!ar sino masticar', dice :art"es 2)*G*, p% -)3, 5desmenu/ar minuciosamente'% Un e4emplo claro que !raica am#os re!&menes de lectura@ ante el ra!mento de un texto de 9tend"alE en el que se suceden los si!uientes alimentos@ lec"e, tartas, queso a la crema de C"antilly, conituras de :ar, naran4as de <alta, resas con alm&#ar, slo un lector capa/ de leer la enumeracin como una representacin de un aspecto de la vida eclesistica que #usca un eecto de realidad, propio de la literatura de 9tend"al, puede experimentar el !oce de su lecturaD mientras que para experimentar el placer de la misma slo se necesita ser un lector !oloso% 1s&, el art&culo determina dos ormas de leer circunscriptas en los re!&menes de lectura que, a su ve/, poseen sus textos correspondientes@ el texto de placer, que contenta, proviene de la cultura reproduci$ndola, incorpora los temas, las pro#lemticas, los persona4es y la realidad de sus lectores 2como la mayor parte de la literatura inantil y 4uvenil3D y el texto de !oce, que provoca, desacomoda y desa&a al lector, vali$ndose de una representacin que no est li!ada a su o#4eto% En pala#ras de :art"es 2)*G*, p% ;)3@ 5En t$rminos /ool!icos se dir que el lu!ar del !oce textual no es la relacin de la copia y del modelo 2relacin de imitacin3, sino solamente la del en!a(o y la copia 2relacin de deseo, de produccin3'% En resumen, el e4e conductor del texto es la dierenciacin entre dos ormas de leer literatura que se #asa en la distincin entre placer y !oce% 9i el placer es deci#le, ormula#le, si el su4eto puede "a#lar de su placer, el !oce es indeci#le porque es un punto de ractura en el su4eto "a#lante% Entonces, como el placer se puede ver#ali/ar se vincula con la cultura de masas, con su4etos que no reconocen el !oce de la lectura, es decir, con la !ente com,n que slo disruta de placeres !re!arios 2l$ase no intelectuales, no especialistas3% En cam#io, como el !oce no puede ser ver#ali/ado, queda restrin!ido al m#ito intelectual, a los su4etos capaces de !ustar de cierta cultura literaria porque tienen al!una ormacin espec&ica, coniri$ndole as& un carcter individualista, separado y separador de las masas% Fesulta clara entonces la parado4a que se desprende de la lectura allida de El placer del texto que "i/o esta nueva peda!o!&a@ ue en el planteo ms elitista de :art"es donde se ley un camino ase!urado a la democrati/acin de la literatura% 9i lo que se #usca es contactar a los c"icos con los textos literarios para que o#ten!an placer con ellos, todos tendrn las mismas posi#ilidades de alcan/ar el o#4etivo propuesto% 9in em#ar!o, esta posicin no "ace ms que a"ondar los a#ismos entre los intelectuales y los no especialistas, en tanto su propia naturale/a impide que se los provea de las "erramientas necesarias para desarrollar las competencias que le !aranticen el !oce de leer literatura% Pararaseando a :art"es@ en tanto se su4ete el texto literario al nom#re mismo del placer, la operacin de lectura ser siempre una introduccin a aquello que no se leer 4ams, en orma similar a aquellas ormas de mirar la pintura que a!otan su necesidad inmediatamente despu$s de "a#erla contemplado% En lu!ar de omentar, en una actitud pretendidamente democrtica pero claramente dema!!ica, una ilusin de lectura, la escuela de#er&a constituirse en el acceso a una democrati/acin del r$!imen de lectura que #orre las #arreras entre aqu$llos capaces de acceder a la literatura como valor cultural y aqu$llos 5anclados' que no alcan/an tal valor% 1"ora #ien, si desde :art"es sur!e que la desaparicin de esas #arreras no es acti#le, desde los estudios culturales del socilo!o ranc$s Pierre :ourdieu 2)*7+--++-3 es posi#le construir una l&nea de accin que, llevada a ca#o por la institucin educativa, condu/ca lentamente a la erradicacin de tales desi!ualdades de acceso% 9in em#ar!o, para ello es indispensa#le que en la escuela se produ/ca la redeinicin del o#4eto de estudio que la luc"a entre paradi!mas nunca "ace% 8 5Mqu$ es la literaturaN' es una pre!unta que circula menos de lo que de#er&a en el m#ito educativo y que "a sido respondida de diversas maneras, pero nunca de una que demostrara su especiicidad% 1s&, pocas veces se asume que la literatura es un arte y que su percepcin, como la de todo o#4eto art&stico, necesita de una ormacin espec&ica% 1s& como para !o/ar realmente de una pintura, como #ien se(ala :art"es, no alcan/a con su mera contemplacin, para !o/ar de un texto literario no #asta con recorrer sus p!inas decodiicando !raemas para extraer la an$cdota que encierra% :ourdieu su#raya en el cap&tulo > de Las re!las del arte 2)**>3 que las cate!or&as de percepcin y de apreciacin espec&icas de cada o#4eto art&stico, en tanto disposiciones o#4etivamente exi!idas por el campo, son irreducti#les a las que tienen lu!ar en la experiencia com,n% .e a"& que para que un mero espectador excluido del campo art&stico pueda convertirse en un a!ente conocedor sea necesario un aprendi/a4e espec&ico, ya que 6en pala#ras de :ourdieu6 5nada es menos natural que la actitud est$tica para a#ordar una o#ra de arte' 2p% A7G3% La mirada pura 2que es la del especialista y no la del in!enuo3 es el resultado de un proceso de internali/acin de las disposiciones y competencias o#4etivamente exi!idas ppor el campo, competencias que permiten "a#lar del o#4eto art&stico de una manera que pon!a de maniiesto su especiicidad;% Esta exi!encia de una mirada conocedora tiene que ver, adems de con esa especiicidad a que nos reerimos, con la le!itimidad social que detentan las artes rente a otras prcticas como la televisin y la oto!ra&a, por e4emplo% .ice :ourdieu 2)**>3 que en una sociedad dada se puede o#servar que todas las si!niicaciones culturales, desde la literatura "asta la televisin, no son equivalentes en di!nidad y valor y no exi!en la misma aproximacin% En esa 4erarqu&a, que deine la le!itimidad cultural, se encuentran@ la m,sica, la literatura, la pintura, la escultura y el teatro, dentro de la esera de la le!itimidadD el cine, la oto!ra&a y el 4a//, dentro de la esera de lo le!itima#leD y la cocina, la decoracin, los cosm$ticos y otras elecciones est$ticas cotidianas, dentro de la esera de lo ar#itrario% 1s&, ante las si!niicaciones situadas uera de la primera esera, la de la cultura le!&tima, los consumidores se sienten autori/ados a se!uir siendo simples espectadores y a 4u/!ar a partir de la mera contemplacin% Por el contrario, en el campo de la cultura le!&tima, los consumidores 6en los casos en que no se atreven a aplicar a las o#ras de arte los esquemas prcticos que emplean en la existencia cotidiana6 se sienten su4etos a normas o#4etivas que, entre otras cosas, exi!en un proceso de ormacin del o4o conocedor que tiene que ver no slo con el conocimiento de la "istoria de esas artes, sino tam#i$n con las re!las y principios tericos que las caracteri/an% Lo parad4ico de esta situacin vista en el m#ito educativo es que, siendo la escuela una de las instancias sociales consa!radotas de dic"a le!itimidad, no contri#uye a la ormacin de la mirada pura capa/ de acceder a la esera de la cultura le!&tima% Ese o4o conocedor, dice :ourdieu 2)**>3, slo se encuentra en los especialistas porque no existe todav&a la disposicin por parte de la !ente 2los no especialistas3 para reali/ar el esuer/o que requiere la adquisicin de esas competencias que orman parte de los requisitos previos de acceso a esa cultura% 8 esto, como dec&amos, por la alta de una institucin 2l$ase la escuela3 encar!ada de ense(arlas y de consa!rarlas como partes constitutivas de tales artes, lo que "ace que la mayor&a de las personas las vivan como completamente inaccesi#les, al!o que se traduce muc"as veces en una total indierencia% En pala#ras de :ourdieu 2)**>, p% AA73@ La distancia entre la construccin necesitante y la comprensin participante nunca es tan manifiesta como cuando el intrprete se ve impulsado por su traa!o a perciir como necesarias las pr"cticas de a#entes $ue ocupan en el campo intelectual o en el espacio social posiciones asolutamente ale!adas de las suyas por lo tanto propias para parecerle por lo dem"s profundamente antip"ticas% El "ec"o es que la institucin escolar tiene en sus manos la posi#ilidad de revertir esa situacin de inaccesi#ilidadKexclusin y la indierenciaKantipat&a que acarrea "acia los valores culturales consa!rados socialmente como le!&timos% 8 entre $stos, la literatura orece una !ran venta4a@ la existencia de un campo especiali/ado en su estudio que puede descri#ir la mayor parte de los pro#lemas que este o#4eto presenta% La teor&a literaria puede convertirse as& en un marco de reerencia para el docente que provea de las cate!or&as necesarias para el desarrollo de las competencias espec&icas que permitan #orrar la #arrera que separa actualmente a los conocedores de los meros espectadores, incapaces de acceder a la comple4idad de este valor cultural% El punto est, creemos, no en la transmisin sistemtica de estas cate!or&as tal como circulan en el m#ito acad$mico, sino en desarrollar las disposiciones espec&icas necesarias para la percepcin de la literatura% Este sistema de disposiciones que uncionan como esquemas de percepcin y apreciacin de prcticas es el "a#itus, se!,n :ourdieu 2)**)-)**>3% El "a#itus de un individuo ser&a su esquema de conocimiento y accin determinado por las condiciones de existencia por las que "a atravesado, entre las que la educacin amiliar y escolar ocupa un lu!ar primordial% .e a"& que, desde la escuela "a#r&a que me4orar las condiciones de existencia por las que el individuo atraviesa para que su "a#itus uncione a partir de un mayor capital espec&ico que le permita acceder al !oce de los valores culturales y para que incorpore las cate!or&as #sicas que #rinda la teor&a a i n de a#ordar los textos literarios con las "erramientas necesarias para !o/ar con su lectura en el sentido que :art"es le da al !oce% Creemos que reci$n entonces podr&amos "a#lar de una verdadera democrati/acin de la literatura, entendiendo democrati/acin como i!ualdad en las posi#ilidades de acceso a la esera de la cultura le!&tima, ya que 6si se!uimos a :ourdieu6 si #ien no ele!imos nuestro "a#itus, es nuestro "a#itus el que nos permite ele!ir% Notas &% Daz Snico, Mora '&(()*% Un manoseado y poco claro concepto de placer%+onencia presentada en el ,, -on#reso .acional de Did"ctica de la Len#ua y la Literatura, /acultad de 0umanidades y -iencias de la 1ducacin de la Universidad .acional de La +lata, La +lata, 2r#entina% 3% Utilizamos la nocin de sentido comn en el sentido en $ue la define -lifford 4eertz, $uien sostiene $ue el sentido comn es un con!unto relativamente or#anizado de pensamiento especulativo, cuyos principios son refle5iones delieradas sore la e5periencia y $ue es producto de pautas de !uicio definidas 6istricamente7 es decir, $ue lo presenta como un sistema cultural '4eertz, -% '&((8*% 1l sentido comn como sistema cultural% 1n -% 4eertz, -onocimiento local 'pp% (9:&&;*% <arcelona= +aids*% 9% >er, por e!emplo, Suplemento de 1ducacin% -larn, '&((), a#osto &)* 1ntre otros, 1ster ?ueirolo, una coordinadora de talleres de lectura, sostiene= 1n el cole#io se suele leer para surayar artculos o marcar los sustantivos% 1s difcil $ue los c6icos disfruten con eso 'p% 3*% 8% -itamos la idea de la +rof% Lidia <lanco al respecto= @-mo leer a <c$uer en minifalda o comprender la esencia de Don ?ui!ote y su eterno amor por DulcineaA Las 6istorias de amor de ciertos cl"sicos 6uelen a ve!ez, a tristeza, y lo $ue es peor, a frustracin% Las omisiones moralizantes propias de cdi#os comunicacionales de 6ace dos si#los le impiden una relacin verdadera con el autor, con los persona!es% .o se pueden identificar, no pueden leer en el sentido profundo de esta palaraB 'Los adolescentes y la lectura% 1n 4% <omini y Lpez, -% '&((3*% Literatura !uvenil o el malentendido adolescente% >ersiones, C, p% 3(*% D% E% <art6es denomina tmesis a este r#imen de lectura '1l placer del te5to, &(C(, pp% &C:3F*% ;% E% <art6es no especifica a $u te5to se refi ere, pero podra tratarse de La vida de 0enry <rulard '&C(F*, una suerte de autoio#rafa novelada en la $ue Stend6al 6ace una profunda descripcin del tiempo $ue vivi, pleno si#lo G,G, en /rancia% )% 1sa especificidad, el 6acer del o!eto artstico, de la $ue da cuenta un len#ua!e tamin especfico, es denominada manifattura por +% <ourdieu '&((D, p% 3(*% :i#lio!ra&a :1FCHE9, F% 2)*G*3% El placer del texto% <$xico@ 9i!lo OOB% :P<:BNB, =% 2)**E3% .idctica de la literatura y teor&a@ apuntes so#re la "istoria de una deuda% En Pr#is Certius% Fevista de teor&a y cr&tica literaria, - y 7, -)7% :P<:BNB, =% 2)**>3% Literatura en Polimodal% En La P#ra, GGG, E--EE% QQ 2)**;3% La ense(an/a de la literatura puesta al d&a% En Rersiones, ;-G, E>-;+% :PUF.BEU, P% 2)**>3% Las re!las del arte% :arcelona@ 1na!rama% QQ 2)*E;3% Campo intelectual y proyecto creador% En 11%RR% 2)*E;3% Pro#lemas del estructuralismo 2pp% )7>-)G-3% <$xico@ 9i!lo OOB% .E <1N, P% 2)*G+3% La resistencia a la teor&a% <adrid@ Risor% .BFECCBSN =ENEF1L .E CULCUF1 8 E9CUEL19 .E L1 PFPRBNCB1 .E :UENP9 1BFE9 2)**>3% <dulo A% Capacitacin docente, La Plata@ sKd% <PNCE9 .E F1B91L, 1% 9% 2)**73% <anual de Literatura Espa(ola% El texto como uente de !oce y apertura% :uenos 1ires@ Hapelus/% 9PLL, B% y =1LL1FC, B% 2)**>3% El placer de leer% En Lectura y vida, );, ->-7+%