Este informe resume la epidemiología, morbilidad, mortalidad, impacto económico y situación de la atención de los pacientes con enfermedad de Parkinson en España. La enfermedad de Parkinson afecta a entre 8,2 y 186,8 personas por cada 100.000 habitantes anualmente en España. Causa una alta morbilidad y dependencia que genera un gran impacto económico. Aunque ha mejorado, la atención a estos pacientes sigue siendo insuficiente debido a falta de recursos especializados.
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Este informe resume la epidemiología, morbilidad, mortalidad, impacto económico y situación de la atención de los pacientes con enfermedad de Parkinson en España. La enfermedad de Parkinson afecta a entre 8,2 y 186,8 personas por cada 100.000 habitantes anualmente en España. Causa una alta morbilidad y dependencia que genera un gran impacto económico. Aunque ha mejorado, la atención a estos pacientes sigue siendo insuficiente debido a falta de recursos especializados.
Este informe resume la epidemiología, morbilidad, mortalidad, impacto económico y situación de la atención de los pacientes con enfermedad de Parkinson en España. La enfermedad de Parkinson afecta a entre 8,2 y 186,8 personas por cada 100.000 habitantes anualmente en España. Causa una alta morbilidad y dependencia que genera un gran impacto económico. Aunque ha mejorado, la atención a estos pacientes sigue siendo insuficiente debido a falta de recursos especializados.
Este informe resume la epidemiología, morbilidad, mortalidad, impacto económico y situación de la atención de los pacientes con enfermedad de Parkinson en España. La enfermedad de Parkinson afecta a entre 8,2 y 186,8 personas por cada 100.000 habitantes anualmente en España. Causa una alta morbilidad y dependencia que genera un gran impacto económico. Aunque ha mejorado, la atención a estos pacientes sigue siendo insuficiente debido a falta de recursos especializados.
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INFORME DE LA FUNDACIN DEL CEREBRO SOBRE
EL IMPACTO SOCIAL DE LA ENFERMEDAD
DE PARKINSON EN ESPAA
Autores: Roco Garca-Ramos a , Eva Lpez Valds a , Loreto Ballesteros b , Silvia de Jess c,d
, Pablo Mir c,d a Unidad de Trastornos del Movimiento, Servicio de Neurologa, Hospital Clnico San Carlos, Universidad Complutense, Madrid b Servicio de Neurologa, Hospital Universitario Infanta Cristina, Parla, Madrid c Unidad de Trastornos del Movimiento, Servicio de Neurologa y Neurofisiologa Clnica, Instituto de Biomedicina de Sevilla, Hospital Universitario Virgen del Roco/CSIC/Universidad de Sevilla, Seville, Espaa. d Centro de Investigacin Biomdica en Red sobre Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED), Espaa.
2 de julio de 2013
NDICE 1. Introduccin 2. Epidemiologa de la Enfermedad de Parkinson en Espaa 3. Morbi-mortalidad y dependencia de la Enfermedad de Parkinson en Espaa 3.1. Morbilidad 3.2. Mortalidad 3.3. Dependencia 4. Impacto econmico de la Enfermedad de Parkinson en Espaa 5. Situacin de la atencin neurolgica de los pacientes con enfermedad de Parkinson en Espaa 5.1. Recursos asistenciales pblicos 5.2. Recursos asistenciales privados: papel de las asociaciones 5.3. Influencia de la enfermedad de Parkinson en la familia 6. Conclusiones 7. Bibliografa
1. INTRODUCCIN
La fundacin del Cerebro nace con la vocacin de promocionar la concienciacin social sobre las enfermedades neurolgicas y procurar la mxima informacin de calidad para pacientes, familiares y profesionales no neurlogos, as como la formacin de los mismos y de los medios de comunicacin, agentes sociales y la sociedad en general no slo en cuanto a los aspectos cientficos sino tambin sanitarios, sociales, profesionales y familiares. Para cumplir con parte de este objetivo la Fundacin del Cerebro realiza informes de impacto social sobre las diferentes enfermedades neurolgicas en Espaa. La enfermedad de Parkinson (EP) es la segunda enfermedad neurodegenerativa ms frecuente en nuestro medio tras la enfermedad de Alzheimer 1 . Esta supone un impacto muy importante en la calidad de vida de los pacientes as como en la de los cuidadores desde el diagnstico. Existe una creciente concienciacin social y de las autoridades sanitarias de la necesidad de una asistencia de calidad y especializada de estos pacientes, debido a la complejidad e importancia del manejo, principalmente teraputico, que puede hacer cambiar el pronstico de estos a largo plazo. Concienciada la Fundacin del Cerebro de esto, se ha llevado a cabo un informe social sobre la Enfermedad de Parkinson, intentando recopilar en un documento aquello que conocemos sobre epidemiologa, morbimortalidad, impacto econmico y asistencia de estos pacientes en nuestro pas.
2. EPIDEMIOLOGA DE LA ENFERMEDAD DE PARKINSON EN ESPAA
Estimar la incidencia y prevalencia de las enfermedades degenerativas como la Enfermedad de Parkinson es importante no slo como fuente de informacin epidemiolgica, sino para planificar recursos. Las estimaciones de prevalencia e incidencia de la enfermedad de Parkinson en todo el mundo varan en los diferentes estudios, debido principalmente a diferencias metodolgicas pero tambin a diferencias genticas y ambientales en las diferentes poblaciones estudiadas. Desde el punto de vista metodolgico las principales diferencias se deben a diferentes criterios diagnsticos, edad de la poblacin a estudio y los mtodos de seleccin de casos. Debido a la ausencia de marcadores biolgicos, el diagnstico de la enfermedad de Parkinson es clnico 2 . Los criterios clnicos ms usados en la actualidad son los del UK Brain Bank 3 . No hay muchos estudios de validacin clnico-patolgicos, pero en una serie 4 de 100 pacientes diagnosticados clnicamente de EP slo 75 cumplen criterios patolgicos de la misma; otro estudio 5 ms reciente muestra una ratio mejor 72/79, lo que habla de la mayor concienciacin de los clnicos en el diagnstico. De todos los datos clnicos, son la asimetra y la respuesta a levodopa los ms discriminativos para el diagnstico diferencial entre la EP y otros parkinsonismos 6 . La mejor metodologa para la identificacin de casos son los estudios llamados "puerta a puerta", en el que todos los individuos de una determinada poblacin, o habitualmente una muestra representativa, son examinados uno a uno para investigar la posible existencia de la enfermedad. Los datos epidemiolgicos ms importantes son los provenientes de este tipo de estudios, a este tipo de estudios pertenecen los grandes estudios epidemiolgicos de carcter longitudinal como el Framingham Study, el East Boston Community-Based o el estudio EURODEM. Los estudios de incidencia aparte de ayudarnos a planificar recursos, permiten conocer la historia natural de las enfermedades. La variacin de la incidencia de una enfermedad en un lugar, por sexos o por edad, permite tambin estudiar posibles factores ambientales o de otro tipo, que influyan en la enfermedad. Comparados con los estudios de prevalencia, los de incidencia son relativamente pocos. Se considera una incidencia anual mundial de EP que vara de 1,5-22 pacientes/100.000 habitantes ao 2 . En una revisin sistemtica realizada por Twelves et al. 7 de todos los estudios de incidencia realizados en el mundo hasta diciembre del 2001, concluyen que se puede considerar una incidencia anual extrada de los estudios con metodologa comparable y mejor diseada de 17/100.000 habitantes y ao (aunque probablemente infraestimada), con un pico de incidencia mxima entre los 70-79 aos (probablemente sesgada por la dificultad de identificar los pacientes con inicio muy tardo) y con datos conflictivos en cuanto a la incidencia por sexos, con algunos estudios que mostraban un ligero predominio masculino. La principal conclusin de este estudio es que se necesitan estudios mejor diseados para calcular la incidencia de la enfermedad de Parkinson. En una revisin sistemtica previa realizada por De Cuesta et al. 8 las conclusiones son similares, consideran que hay gran disparidad metodolgica en los estudios de incidencia lo que resta validez a las comparaciones de incidencia y que hay un infraestimacin en los estudios realizados, porque muchos utilizan registros de diagnstico y obvian a los que no acuden a un centro mdico. En Europa los resultados de incidencia varan entre 9-22 casos por 100.000 habitantes ao 9 . En Espaa son dos los estudios de incidencia realizados. El primero por Vies 10 et al. en Navarra a travs de un registro poblacional de casos diagnosticados en los aos 1994-1995 de la informacin obtenida de neurlogos, mdicos de familia y mdicos de residencias. Los pacientes detectados en estos registros luego se valoraron por un neurlogo del estudio y confirmaron el diagnstico utilizando los criterios de Ward y Gibb. La incidencia que encuentran de enfermedad de Parkinson es de 8,2/100.000 habitantes y ao. Se observa una incidencia superior en varones (10,2 por 10 5 habitantes y ao) respecto a las mujeres (4,02 por 10 5
habitantes y ao). La mayor incidencia en los hombres es entre los 70-74 aos y en las mujeres en cambio aumenta progresivamente hasta los 85 aos. El segundo estudio de incidencia es el realizado en la cohorte Nedices 11 . En este se utiliza la siguiente metodologa: tras realizar un estudio de prevalencia de casos de EP, la cohorte resultante libre de parkinsonismo es seguida posteriormente durante 3 aos al cabo de los cuales se realiza un screening inicial para detectar EP seguida de un examen neurolgico confirmatorio. Se utilizan los criterios del UK Brain Bank para la Enfermedad de Parkinson. La incidencia de EP ajustada entre las edades 65-85 aos encontrada es de 186,8 por 10 5 por habitante y ao. La incidencia aumenta con la edad en hombres y desciende en mujeres por encima de 79 aos. El riesgo de EP encontrado es de 2,55 (IC 1,21-5,37) en la poblacin a estudio. Esta metodologa de diseo epidemiolgico obtiene una incidencia mayor que en otros estudios. Adems muchos de los pacientes diagnosticados confirman que nunca han recibido atencin neurolgica. Este estudio tiene muchas limitaciones como estudiar slo pacientes por encima de 65 aos y no tener neuroimagen en muchos casos, lo que no permite excluir parkinsonismo vascular. Los estudios epidemiolgicos de prevalencia en la EP son mucho ms frecuentes que los de incidencia. Se han realizado en muchos pases del mundo y con resultados muy dispares. La metodologa utilizada en ellos tambin ha sido muy variable. Hay principalmente tres tipos: comunitarios o basados en registros clnicos, los farmacoepidemiolgicos o basados en el consumo de frmacos o los puerta a puerta que tienen la ventaja de detectar los casos que no acuden a los centros mdicos 12 . Los ms cercanos a la realidad probablemente son los puerta a puerta con examen clnica posterior de los casos sospechosos. En estos la prevalencia mundial vara entre 167-5,703 por 100.000 habitantes. Los basados en registros clnicos, hospitalarios, etc. son menos estrictos y las cifras que nos aportan hablan de una prevalencia mundial entre 100-300 casos por 100.000 habitantes. Se encuentran muchas diferencias en los datos segn los pases a estudio. Las diferencias son principalmente entre Europa y EEUU frente a frica, sia y Amrica del Sur, estas probablemente son debidas a la variabilidad en la esperanza de vida y a la metodologa utilizada, pero a pesar de todo no se puede descartar factores genticos o ambientales 2 . Basados en los estudios de prevalencia publicados hasta el 2007 se publica por Dorsey 13 et al. la estimacin de pacientes con EP que podan existir en el oeste europeo y en los diez pases ms populosos del mundo para el 2005, cifrada entre 4,1 y 4,6 millones de pacientes con EP, y estimndose a ms del doble, entre 8,7 y 9,3 millones, para el ao 2030. La prevalencia media en Europa 9 de la EP se estima en 108-207/10 5. La edad aumenta la prevalencia de la enfermedad de Parkinson espordica, aunque por encima de los 80 aos, debido a las comorbilidades y ausencia de respuesta a levodopa por otros motivos, esta tiende a decrecer. No hay acuerdo en los diferentes estudios si es mayor la prevalencia en hombres que en mujeres. En Espaa son muchos los estudios de prevalencia realizados. Los resultados de prevalencia obtenidos varan entre 150 y 1500/10 5 habitantes. La prevalencia media de EP en Espaa es de 682,2/10 5 con IC (127,4/10 5 -1491,7/10 5 ). Mostramos en una tabla las caractersticas metodolgicas y los resultados de cada uno de los estudios realizados (Tabla 1). Aparte de los estudios referidos en la tabla 1, hay algunos otros estudios puerta a puerta: dos de los que slo est disponible el resumen a congresos (como el estudio de Lpez et al. y Acosta et al.); y el estudio Europarkinson 21 al que contribuyeron dos regiones espaolas (Gerona y Pamplona) y en el que la seleccin de pacientes se realiza inicialmente con una entrevista clnica seguida de evaluacin por neurlogo el cul utiliza para el diagnstico 2 de 4 criterios cardinales o 1 de 4 criterios y respuesta a tratamiento, y que obtienen una prevalencia de 700-1100/10 5 habitantes ao. Muchos de los estudios de prevalencia realizados en Espaa tienen limitaciones metodolgicas claras, pero es la nica informacin disponible de la EP en nuestro pas y adems hay que tener en cuenta que son estudios muy costosos, que requieren gran esfuerzo econmico y de tiempo y que a veces son poco valorados. En los estudios espaoles la prevalencia aumenta claramente a partir de los 70 aos y desciende conforme avanza la edad probablemente por la mortalidad de los pacientes. Slo hay un estudio que estudia los pacientes menores de 60 aos, el de Errea 17 et al. , que observa una prevalencia de prkinson en menores de 40 aos de 3,3/10 5 y en menores de 50 aos de 16,5/10 5 . Aparte de los estudios ya sealados hay un estudio retrospectivo transversal multicntrico que encuentra una frecuencia mayor en varones de medio urbano de prkinson de inicio en menos de 40 aos 22 . En cuanto a la prevalencia por sexos en los estudios de prevalencia realizados se encuentra que en el de Benito-Len 14 et al. la prevalencia es mayor en hombres en todos los rangos de edad estudiados excepto para el de 80-85 aos. El estudio de Bergareche 16 et al. encuentra una prevalencia de EP de 1,3% en hombres respecto a 1,6% en mujeres. El de Clavera 15 et al. tambin obtiene mayor prevalencia en hombres respecto a mujeres 1,7:1. En el de Errea 17 et al. la prevalencia ajustada por edad en hombres tambin es mayor que en mujeres en rango 1,2:1. Aunque esta tendencia parece observarse en los estudios espaoles, los datos europeos son contradictorios. En el estudio de Benito Len 14 et al., ms del 60% de los pacientes se encuentran en estadio I y II de Hoenh y Yahr, y en torno al 25% en estado IV y V de Hoenh y Yahr. En el estudio de Clavera 15 et al., el 55% se encuentran en estadio I y II de Hoenh y Yahr y el 15 % en estadio IV y ninguno en estadio V de Hoenh y Yahr. La etiologa de la enfermedad de Parkinson espordica es desconocida. Factores ambientales y genticos contribuyen a su fisiopatogenia. La EP de origen gentico supone un 10% de todas los pacientes con EP. La mutacin en LRRK2 es la causa ms frecuente de EP conocida hasta el momento, puede suponer hasta el 40% (Asia y Norte de frica) de las causas genticas de EP y hasta el 2% de las formas espordicas 23 . La mutacin patognica ms frecuente es G2019S de LRRK2 y se ha encontrado que tiene una gran variabilidad segn las regiones estudiadas. Supone el 0,5-2% de los prkinson espordicos y el 5% de las formas familiares en Europa y EEUU 24 . En la poblacin vasca est presente en el 3,82 % de los pacientes con EP, algo inferior a la media europea 25,26 . En Cantabria 27 esta mutacin supone el 8,7% de los casos de EP y tiene una penetrancia reducida (47% a los 80 aos). La misma mutacin se ha encontrado en muy pocos pacientes en Extremadura 28 (22% familiares y en ningn espordico) en el estudio de una serie de casos. En Sevilla 29 se ha encontrado una frecuencia de 1,7% de los casos de EP espordica. La mutacin LRRK2 R1441G fue identificada por primera vez en familias vascas y es responsable del 46% de la EP familiar y 2,5% de la EP espordica en la poblacin vasca, con una penetrancia del 12,5% a los 65 aos y de 83,4% a los 80 aos 26 . En un estudio realizado en Catalua 30 la mutacin G2019S se ha encontrado en el 6,4% y el 3,4 % de los pacientes con EP familiar y espordica respectivamente. Estos datos son similares a los encontrados en otras regiones europeas. La mutacin R1441G tan frecuente en la poblacin vasca, en cambio en Catalua supone segn este estudio una rara causa de EP, slo presente en el 0,7% del total de los pacientes con EP.
Tabla 1: Estudios de prevalencia de la enfermedad de Parkinson en Espaa Referencia Diseo del estudio Screening Criterios diagnsticos Prevalencia cruda Prevalencia por rango de edad Benito-Len et al., 2003 14 Transversal. Puerta a puerta. 1994 Cuestionario y entrevista seguida de evaluacin por 1 neurlogo 2 de 4 criterios cardinales o 1 de 4 criterios y respuesta a tratamiento. 1500/10 5 65-69: 500/10 5 70-74: 1600/10 5 75- 79:1900/10 5 80- 84:3200/10 5 85+:1500/10 5 Clavera et al.,2002 15 Puerta a puerta 1994 Cuestionario seguido de evaluacin por 2 neurlogos 2 de 4 criterios cardinales 1280/10 5 60-69: 630/10 5
70- 79:1300/10 5 80- 89:10,400/10 5 90+:750/10 5k Bergareche et al., 2004 16 Puerta a puerta 1996-1999 Screening por entrevistador profesional; evaluacin por un neurolgo; evaluaciones peridicas por neurolgos 2 de 4 criterios cardinales o 1 de 4 criterios y respuesta a tratamiento. 1500/10 5 65-74: 400/10 5 75-84: 4700/10 5 85+: 2900/10 5 Errea et al., 1999 17 Transversal 1994-1995 Registros hospitales y mdicos seguido de evaluacin neurolgica UK Brain Bank 220.6/10 5 0-39:3,3/10 5 40-49: 16,5/10 5 50-59: 100,2/10 5 60-69:435/10 5 70- 79:953.3/10 5 80-89:973/10 5 90+:263,1/10 5 Martnez Suarez et al. 2000 18 Frmaco- epidemiolgic o 1999 Datos de Farmacia (consumo de levodopa) No utilizados 199,1/10 5 No realizado Criado-lvarez et al., 1998 19 Frmaco- epidemiolgic o 1994-1996 Datos de consumo de frmacos No utilizados 270,24/10 5 No realizado Artazcoz Sanz et al., 1995 20 Frmaco- epidemiolgic o 1993-1994 Consumo de Frmacos No utilizados 161,5/10 5 No realizado
3. MORBI-MORTALIDAD Y DEPENDENCIA DE LA ENFERMEDAD DE PARKINSON EN ESPAA
3.1 Morbilidad Morbilidad se define como la proporcin de personas que enferman en un sitio y tiempo determinado; sin embargo desde el punto de vista epidemiolgico este concepto se puede ampliar al estudio y cuantificacin de la presencia y efectos de alguna enfermedad en una poblacin. En lo referente a la enfermedad de Parkinson se pueden entender dos perspectivas de cuantificacin de esos efectos: -de forma global en la poblacin. En el anlisis de esta perspectiva en los ltimos aos ha adquirido suma importancia el concepto de carga de la enfermedad. -de forma concreta en el individuo enfermo. Los conceptos que mejor engloban el impacto de la enfermedad en todas sus vertientes en el propio paciente son los de Calidad de Vida, que se define como la percepcin individual de la posicin en la vida de una persona en el contexto de la cultura y sistema de valores en el cual vive, y Calidad de Vida Relacionada con la Salud, que incluye la salud fsica y mental y sus consecuencias. La enfermedad de Parkinson se incluye en el modelo psico-bio-social, y por lo tanto el anlisis del impacto sobre la calidad de vida de todas las medidas dirigidas a los pacientes, tanto mdicas como sociales, ha ido adquiriendo progresiva importancia. Con respecto a estos conceptos en los aos 90 comienzan las referencias en publicaciones nacionales 31 , lideradas por el Dr. Martnez Martn 32 , sobre Calidad de Vida en la enfermedad de Parkinson y desarrollo de instrumentos de medicin como el PDQ-39 (Parkinson`s Disease Questionnare Spanish version) 33,34,35 . Se insiste en que la Calidad de Vida es un concepto que engloba la propia evaluacin del paciente sobre el impacto de su enfermedad, existiendo numerosas razones para una disminucin en la calidad de vida en los pacientes con enfermedad de Parkinson: movilidad reducida, cadas, complicaciones motoras, trastornos afectivos, trastornos del sueo. Muchos de estos aspectos pasan desapercibidos en la evaluacin clnica rutinaria, y por lo tanto es necesario contar con instrumentos especficos de medicin de Calidad de Vida que se puedan aplicar de forma sistemtica. En este sentido un estudio piloto
y
un estudio multicntrico concluyen que la versin espaola del cuestionario PDQ-39 se valida como un instrumento consistente para la evaluacin de los aspectos fsicos, emocionales y psicosociales de la calidad de vida en los pacientes con enfermedad de Parkinson. Tambin se ha estudiado en diversas publicaciones el impacto sobre la Calidad de Vida Relacionada con la Salud del tratamiento quirrgico para la enfermedad de Parkinson. Un estudio 36 en 11 pacientes sometidos a palidotoma , con mediciones de Calidad de Vida mediante PDQ-39 halla una mejora estadsticamente significativa tanto en el ndice total como en 4 aspectos del PDQ-39: movilidad, actividades de la vida diaria, emociones y dolor corporal. Otro estudio 37 en 17 pacientes intervenidos mediante estimulacin cerebral profunda bilateral del ncleo subtalmico
analiza el impacto en la Calidad de Vida de este tratamiento a travs de la versin espaola del PDQ-39, y encuentra mejora estadsticamente significativa tanto del ndice total como de dimensiones como movilidad y actividades de la vida diaria. El beneficio es menor en otros aspectos como dolor corporal, bienestar emocional, estigma y nulo en el resto. Y un tercer estudio 38
investiga los cambios en la misma escala PDQ-39 en 14 pacientes un ao despus de ser sometidos a una estimulacin subtalmica, y en 11 de esos mismos pacientes dos aos despus, alcanzndose una mejora significativa en el ndice total del cuestionario mantenida en ese tiempo, y tambin una mejora en la calidad de vida de los cuidadores. A la vista de los resultados, todos los autores subrayan la importancia de la evaluacin de la Calidad de Vida como parte de la valoracin pre y post-quirrgica de los pacientes con enfermedad de Parkinson. E. Cubo et al. 39 estudian una muestra de 158 pacientes con enfermedad de Parkinson referidos a una unidad especializada y encuentran que los factores educacionales y psicolgicos influyen ms en la calidad de vida que los fsicos, de forma que un nivel educativo bajo y la presencia de quejas de memoria y sntomas psicticos se asocian a peor calidad de vida; con la depresin, las partes I y II de UPDRS y la carga educacional como factores predictivos ms importantes en las variaciones de puntuacin en los cuestionarios de Calidad de Vida. En una revisin del ao 2006 40 , Martnez-Martn hace referencia a la escasez de datos sobre la influencia del deterioro cognitivo en la Calidad de Vida Relacionada con la Salud en la enfermedad de Parkinson 41,42 y seala que los instrumentos habituales de medicin de Calidad de Vida Relacionada con la Salud pueden no ser vlidos en pacientes con deterioro cognitivo o demencia 43,44,45 .
Respecto a los sntomas de la enfermedad y su impacto en la Calidad de Vida un estudio 46 en 110 pacientes analiza la correlacin entre aos de evolucin de la enfermedad y PDQ-39 con la UPDRS. Se halla que hay tres variables que condicionan el 51% de la variabilidad en el PDQ-39: el estado cognitivo, la alteracin de la marcha y las complicaciones del tratamiento con frmacos dopaminrgicos.
En otro estudio 47 se estudia la rigidez axial en 36 pacientes
mediante un dinammetro isocintico y se correlaciona con la gravedad de la enfermedad, los aos desde su diagnstico, la funcionalidad y la calidad de vida relacionada con la salud, los autores interpretan que la rigidez axial tiene un impacto sobre la calidad de vida, pues su aumento se asocia a una mayor discapacidad en la movilidad del tronco, un aumento del estigma percibido y un empeoramiento en la funcin cognitiva. En cuanto a los sntomas no motores, en una ponencia publicada en el ao 2010 48 se hace nfasis en su prevalencia, la tasa de infradiagnstico y su impacto en la calidad de vida, siendo la principal causa de morbilidad y suponen el motivo de institucionalizacin e ingreso hospitalario en la mayora de los casos. Tambin se pone de manifiesto el desarrollo de numerosas escalas para su deteccin y medicin, incluyendo las escalas de medicin de Calidad de Vida. Haciendo referencia a sntomas no motores como el dolor, un estudio prospectivo 49 en el que se incluyen 159 pacientes con enfermedad de Parkinson valorados en una Unidad de Trastornos del Movimiento
encuentra una prevalencia muy elevada del mismo (72,3%) comportndose adems como un predictor independiente de peor calidad de vida medida con el PDQ-39 y menor autonoma medida a travs de la escala Schawb & England y asocindose a depresin y mayor estrs y sobrecarga por parte del cuidador. Hay que mencionar as mismo de forma destacada la puesta en marcha en 2006 del grupo ELEP 50 (Estudio Longitudinal de pacientes con Enfermedad de Parkinson) ,
que es la contribucin espaola al proyecto internacional SCOPA-Propark, que as mismo cuenta con la ayuda del Programa Intramural de Investigacin del Instituto Carlos III. El ELEP es un estudio multicntrico de mbito nacional, de seguimiento longitudinal a largo plazo (seis aos), observacional, con inclusin de 320 pacientes y evaluaciones transversales repetidas una vez al ao durante el periodo de estudio. Adems el ELEP conforma el Consorcio Espaol sobre la enfermedad de Parkinson junto con el proyecto VIP 51 , una cohorte multipropsito de pacientes centrada en la recogida de muestras biolgicas y el desarrollo de aspectos genticos y de neuroimagen. Este proyecto tiene dos vertientes: - aplicar los mtodos de evaluacin desarrollados en la primera fase de este proyecto llamado SCOPA (Scales for Outcomes in Parkinsons Disease), que de forma global constituyen un sistema completo de valoracin de la enfermedad de Parkinson. - obtener mediante dichos sistemas de valoracin datos que mejoren el conocimiento de aspectos evolutivos de la enfermedad de Parkinson a largo plazo, conocimiento hasta ahora limitado por la falta de estudios longitudinales protocolizados y sistematizados con los instrumentos adecuados.
El grupo ELEP ha dado ya lugar a diversas publicaciones, relacionadas con la validacin de escalas en enfermedad de Parkinson y su asociacin con la calidad de vida 52,53,54,55,56 as como con diversos aspectos clnicos de la enfermedad de Parkinson 57,58,59,60 .
Adems encuentran 56 que la gravedad de la enfermedad, la discapacidad motora y las complicaciones motoras tienen un impacto mayor en los costes directos de la enfermedad de Parkinson que los sntomas no motores, y que la edad y la afectacin en las actividades de la vida diaria son los predictores principales para el abandono de la conduccin en pacientes parkinsonianos 58 .
3.2.- Mortalidad En 1967 Hoehn y Yahr 60 publican el primer estudio con referencias a la mortalidad en una poblacin con parkinsonismo . Se trataba de un estudio retrospectivo, hallndose una tasa de mortalidad estandarizada de 2.9, ms del doble que en una poblacin control de similar edad. Desde entonces se han publicado mltiples estudios en la literatura internacional que han originado una enorme cantidad de estadsticas en cuanto a la mortalidad en la enfermedad de Parkinson, y en general apuntando a un aumento de la mortalidad. Para la obtencin de datos de mortalidad en la realizacin de estudios, en Espaa es posible acceder a los datos del Instituto Nacional de Estadstica 61 de defunciones por causa de muerte codificadas en listado de la CIE-10. En cualquier caso esta informacin depende de que en el certificado de defuncin se especifique el diagnstico de enfermedad de Parkinson, y esto es algo que no ocurre en porcentajes variables que pueden llegar a ser altos segn varios estudios internacionales 62,63,64 .
Deben destacarse varias publicaciones dirigidas a la mortalidad en la enfermedad de Parkinson en Espaa como la de Burguera et al. 65 que analizan en una publicacin de 1992
la mortalidad de la enfermedad de Parkinson en Espaa durante el perodo 1980-1985. Los datos del nmero anual de muertes y su distribucin por sexo, grupos de edad y provincias espaolas son obtenidos a travs del instituto Nacional de Estadstica. Se obtiene una tasa de mortalidad global de 2.14 por 100000 habitantes, con una tasa de mortalidad especfica algo mayor en varones; pero el dato ms interesante al que se hace referencia es a la existencia de un gradiente de mortalidad geogrfica, de forma que la mortalidad es ms alta en las provincias del norte que en las del sur de Espaa, y tambin mayor en reas rurales que en urbanas, llamando a la necesidad de la realizacin de ms estudios para clarificar la posibilidad de que el lugar de residencia pueda influir en el desarrollo de enfermedad de Parkinson. El gradiente de mortalidad descrito se analiza con gran detalle en el estudio de Jess de Pedro-Cuesta de 2009 66 . Se trata de un estudio de la distribucin espacial municipal de la mortalidad por enfermedad de Parkinson en Espaa durante el perodo 1989-1998, con el propsito de detectar una posible distribucin no azarosa de esta mortalidad y analizar las causas. Los datos son obtenidos tambin a travs del instituto Nacional de Estadstica. Se obtienen varios resultados llamativos: se registran un total de 12.531 muertes por enfermedad de Parkinson durante ese perodo sin diferencias significativas entre sexos. Se detectan zonas de alta mortalidad en el rea noreste del Bajo Ebro y Catalua, sobre todo en Tarragona, y baja mortalidad en el sudeste, en un rea que comprende a las provincias de Jan, Granada, Almera, Albacete y Murcia. Esta distribucin es superponible a la del estudio anterior 65 y tambin al consumo de levodopa en Espaa durante los aos 1990-1995 analizado en una publicacin anterior 67 , con altas ventas en el norte y bajas en el sur, por lo que el patrn parece corresponder con reas selectivas de infradiagnstico de enfermedad de Parkinson y no con factores etiolgicos de aparicin de la enfermedad, y por lo tanto se deben realizar intervenciones dirigidas a mejorar esta situacin (los autores mencionan la falta de neurlogos en hospitales comarcales de Andaluca). Sin embargo se identifican algunos municipios aislados o agrupados con alta mortalidad cerca de plantas industriales, por lo que no se puede excluir que estos puntos calientes no reflejen la posibilidad de factores genticos y ambientales inductores de parkinsonismo, y los autores sugieren la necesidad de realizar estudios etiolgicos concretos en estas poblaciones. En 2008 se publica la metodologa y principales hallazgos neurolgicos de la cohorte de ancianos NEDICES 68 . El anlisis de la mortalidad en enfermedad de Parkinson de esta cohorte se publica en 2011 69 . La cohorte completa analizada incluye 5262 pacientes con un seguimiento de 13 aos (1994-2007). Se refieren 81 pacientes con enfermedad de Parkinson, con 66 muertes durante el seguimiento. El riesgo de mortalidad se hall elevado (2.29) para pacientes con enfermedad de Parkinson frente a los pacientes control sin ella, y permaneciendo elevado (1.67) con diversos ajustes por edad, demencia, enfermedad cardiaca y nmero de medicamentos, as como ajustado (1.75) a variables asociadas con Parkinson o muerte. El riesgo de mortalidad fue ms elevado en pacientes con demencia. Por tanto en este estudio se concluye que la enfermedad de Parkinson es un predictor independiente de mortalidad en el anciano, con un riesgo particularmente alto en pacientes con demencia. Hay que sealar que solo en un 18,2% de los casos se detalla enfermedad de Parkinson en el certificado de defuncin, y la causa ms frecuente de muerte es la enfermedad cardiovascular, sin diferencias con los controles no afectos de Parkinson. Otro estudio 70 longitudinal en un seguimiento de 20 aos (1978-1998) incluye a 273 pacientes en la provincia de Segovia . La tasa de mortalidad estandarizada es de 1.39, con los siguientes factores como predictores independientes de mortalidad: edad al inicio, forma clnica rgido-acintica y tratamiento inicial sin agonistas dopaminrgicos.
Figura 1: Mortalidad de la Enfermedad de Parkinson 66 (Con permiso de los autores)
3.3 DEPENDENCIA En los ltimos aos la discapacidad y la dependencia son dos conceptos que han adquirido una gran relevancia poltica y sociosanitaria. En Espaa el Instituto Nacional de Estadstica ha realizado tres grandes encuestas sobre discapacidad y dependencia (1986, 1999, 2008) 71,72,73 , que ponen de manifiesto su importancia cuantitativa. As mismo en un artculo especial de la Gaceta Sanitaria 74
se analiza el cambio producido en la consideracin de estos conceptos, del estudio inicial de la discapacidad como el conjunto de deficiencias y enfermedades del individuo, al que se daba respuesta mediante tratamiento, rehabilitacin y atencin sanitaria, a la importancia capital actual de su consecuencia: la dependencia, entendida como la necesidad de cuidados personales. Se puede acceder a los datos de las dos ltimas encuestas en la pgina web del Instituto Nacional de Estadstica 72,73 , encontrando datos relacionados con la enfermedad de Parkinson como que en el grupo de edad de 65-79 aos para ambos sexos se obtiene una cifra en esos momentos de 38.235 pacientes con discapacidad y enfermedad de Parkinson diagnosticada y que para el grupo de edad de 65-69 aos en ambos sexos se obtiene una cifra en ese momento de 6,6 por cada 1000 personas mayores de 6 aos con discapacidad y enfermedad de Parkinson diagnosticada. S existen referencias por parte de autores espaoles al concepto de carga de enfermedad (burden of disease en la literatura internacional), que incluye aspectos del paciente, como la discapacidad, la mortalidad prematura y la necesidad de cuidados y tratamientos, y su impacto en factores del entorno como el apoyo social, econmico y familiar, con gran inters en la relacin de este concepto social con la de calidad de vida relacionada con la salud de pacientes y cuidadores. Existe un estudio 75
comparativo sobre la carga de enfermedad relacionada con la enfermedad de Parkinson en Espaa en el ao 2000 en relacin con los datos mundiales y europeos de los pases comparables con Espaa . Para medir la carga de enfermedad se usa el parmetro DALY (Dissability-adjusted life years) como medida de mortalidad prematura y discapacidad, ya que equivale a aos sanos de vida perdidos por una determinada condicin. Se encuentran valores de DALY para la enfermedad de Parkinson en Espaa superiores a los del mundo y Europa (84 por 100000 habitantes) con la discapacidad como principal factor contribuyente, y aunque los autores interpretan estos datos con precaucin llaman la atencin sobre la necesidad de profundizar en el conocimiento de la carga de enfermedad relacionada con la enfermedad de Parkinson en Espaa. Consideran que la discapacidad en este contexto puede estar generada por mltiples factores, y aunque el Parkinson es un trastorno motor, la depresin, la demencia y la psicosis suelen ser manifestaciones de la enfermedad avanzada que aumentan la carga. Existen tambin publicaciones 76,77,78,79 acerca de la carga del cuidador en la enfermedad de Parkinson y su impacto en la calidad de vida. Un estudio 76 de 2005
analiza el impacto de la enfermedad de Parkinson en los cuidadores de los pacientes, intentando identificar los principales factores asociados al estrs del cuidador. Las conclusiones que se obtienen son que el estado funcional de los pacientes se asocia significativamente a la carga psico-social del cuidador; la calidad relacionada con la salud de los pacientes se prob como un factor adicional ligado a la calidad de vida del cuidador; y por tanto la mejora en la discapacidad y la calidad de vida relacionada con la salud puede aliviar la carga del cuidador. Otro estudio 77 multicntrico transversal evala a 80 pacientes y sus cuidadores , con los siguientes hallazgos: el tiempo dedicado al cuidado y el estrs derivado del estado del paciente influencian la carga del cuidador; hay una asociacin entre carga del cuidador y calidad de vida relacionada con la salud; la discapacidad y la severidad de la enfermedad tienen impacto en la carga del cuidador y los aspectos mentales de la calidad de vida relacionada con la salud; la depresin del cuidador se asocia a ms carga y pero calidad de vida relacionada con la salud; la depresin del paciente tambin tiene una influencia indirecta en estos factores; como resumen el bienestar psicolgico de los cuidadores, los aspectos clnicos de la enfermedad, el estado de nimo de los pacientes, y la calidad de vida relacionada con la salud de pacientes y cuidadores son predictores de carga de enfermedad. El grupo ELEP 78 tambin dedica una publicacin a estos aspectos, estudiando 289 pacientes y sus cuidadores con las siguientes conclusiones: el cuidador principal es mujer, esposa, ama de casa y dedicada en cuidado permanente al paciente; en conjunto los cuidadores de pacientes con Parkinson desarrolla ms ansiedad depresin y peor estado de salud que la poblacin general; la carga y la depresin del cuidador se incrementan con el nivel de severidad de la enfermedad; y finalmente, el estado afectivo del cuidador es el factor que ms influye en la carga y la salud percibida del propio cuidador, por tanto la atencin a este aspecto puede aliviar la carga y prevenir el deterioro de la calidad de vida relacionada con la salud, influir positivamente en el cuidado a los paciente y el uso de los recursos sanitarios. En una publicacin reciente el Dr. Martnez Martn 79 contina haciendo referencia al concepto de carga del cuidador, su relacin con la calidad de vida y la calidad de vida relacionada con la salud, su dependencia de factores sociodemogrficos, psicolgicos y relacionados con la enfermedad y la importancia de implementar intervenciones efectivas para preservar el bienestar del cuidador y as permitir la estancia del paciente en casa con una asistencia adecuada como una consecuencia pragmtica de este conocimiento.
4. IMPACTO ECONMICO DE LA ENFERMEDAD DE PARKINSON EN ESPAA
Diversos estudios han mostrado la repercusin sociosanitaria de la enfermedad de Parkinson (EP) tanto por el gasto sanitario que genera como por la disminucin de la productividad laboral y el decremento de la calidad de vida relacionada con la enfermedad. Teniendo en cuenta el aumento en la esperanza de vida de la poblacin y al ser la EP una patologa con mayor prevalencia e incidencia a edades avanzadas (>60 aos, 1280-1500x10 5 habitantes y 346x10 5 habitantes/ao, respectivamente) se estima que los gastos generados por la enfermedad ascendern en los prximos aos 9 . Los costes ocasionados por la EP se estiman englobando tanto los costes directos como los indirectos. Los costes directos, a su vez abarcan los generados directamente de la asistencia mdica y los tratamientos as como los ocasionados por el cuidado ambulatorio del paciente. Los costes indirectos se relacionan con la disminucin de la productividad laboral por jubilacin anticipada del paciente o a la disminucin de la misma por parte de los cuidadores. Asmismo, tambin existen costes intangibles que hacen referencia al grado de sufrimiento del paciente en relacin con el decremento de la calidad de vida. En la EP, adems de la sintomatologa motora caracterstica de la enfermedad, es de importancia la evaluacin de sntomas no motores (SNM) que contribuyen en gran parte al grado de institucionalizacin de los pacientes, principalmente aqullos derivados del espectro psiquitrico. Existen mltiples estudios que evalan los costes directos e indirectos generados por la EP, asociados tanto a sntomas motores como a los SNM 80,81,82,83 . Evaluando la poblacin del sur de Europa, se evidenci que los costes generales ocasionados por la EP suponan un gasto semestral de 8640 (CI 95% 6700- 11240), siendo el coste directo el que el de mayor representacin, alcanzando los 6030 (CI 95% 4700-7970). Dentro de los costes directos, el tratamiento farmacolgico con frmacos dopaminrgicos representa la mayor contribucin a la gnesis de los mismos suponiendo un gasto de 1456 (IC 95% 100-310), siendo los agonistas dopaminrgicos los frmacos que contribuyen al mayor porcentaje del coste. Asmismo, los costes econmicos van en aumento a medida que la enfermedad progresa, de tal modo, que a mayor puntuacin en la escala Unified Parkinsons Disease Rate Scale, mayores son los costes directos generados por la enfermedad 84 . En relacin a la poblacin espaola, el impacto econmico de la EP fue evaluado mediante un estudio transversal y multicntrico en una cohorte de 82 pacientes en el ao 2004 85 . Fueron evaluados sntomas motores y no motores, valores de calidad de vida y severidad de la enfermedad, tratamiento y datos epidemiolgicos en relacin a los tres meses previos al inicio del estudio. De esta forma se analiz la asociacin de las variantes clnicas con costes directos e indirectos. Los costes directos, principalmente representados por el tratamiento farmacolgico, supuso un gasto medio por persona de 669405,7 (34% gastos directos). Los frmacos dopaminrgicos fueron los que contribuyeron a la mayor parte del gasto, suponiendo 83% del gasto farmacolgico. En relacin a la ciruga de la EP, el gasto medio por pacientes fue de 4752951,7. El resto de costes indirectos tanto mdicos como no mdicos incluan la asistencia a consultas (tanto de Atencin Primaria como de especialidad), pruebas diagnsticas, requerimiento de rtesis, transporte, servicio de cuidadores, adaptaciones al hogar, etc. Los gastos indirectos generados por la enfermedad, se relacionaban con la disminucin en la productividad laboral y jubilacin precoz. sta ltima supuso un gasto de de 6.69116.283 por persona en relacin a los 3 meses previos al inicio del estudio. Finalmente, teniendo en cuenta aspectos clnicos y epidemiolgicos, obtuvieron, de forma estadsticamente significativa (p < 0,05) un mayor coste directo en pacientes jvenes, mayor severidad segn estadio de Hoenh&Yahr, mayor duracin y gravedad de la EP, mayor discapacidad y mayor gravedad de los signos motores y complicaciones motoras. Como se ha evaluado en mltiples ocasiones, el gasto farmacolgico es el que supone una mayor carga econmica al sistema sanitario. Recientemente, se han obtenido los datos de un estudio 86 espaol en el que se comparaban los costes de las terapias avanzadas en EP como son la ciruga con estimulacin cerebral profunda (ECP), la infusin continua de levodopa intraduodenal (ICLI) y la infusin continua de apomorfina subcutnea (ICAS). Teniendo en cuenta los gastos de cada procedimiento, se calcul el coste a cinco aos, siendo la ECP el tratamiento que ocasionaba un menor coste (88.104) comparado con la ICAS (141.393) y la ICLI (233.986) (p<0,0001). Anualmente el gasto de cada tratamiento supona 17.603 para ECP, 28.279 para ICAS y 46.796 para ICLI. La reduccin del gasto generado por la ciruga vena determinado por la reduccin del tratamiento farmacolgico en pacientes tratados con ECP en comparacin con las otras tcnicas avanzadas, que emplean la administracin continua de frmacos dopaminrgicos. En cuanto a la comparacin entre la terapia farmacolgica convencional y el uso de terapias avanzadas en EP, existen datos a favor del uso de stas ltimas en pacientes subsidiarios. As, en pacientes intervenidos mediante ECP, aunque a nivel global, se ha evidenciado que el coste sanitario anual puede ascender hasta en un 54,7% por encima al de pacientes tratados con terapia convencional, si se tienen en cuenta los costes indirectos, el gasto sanitario en pacientes tratados con ECP es 34,7% inferior a aqullos con tratamiento farmacolgico convencional 87 . Adems de los costes directos, los costes indirectos e intangibles tambin se ven influenciados por los tratamientos empleados en la EP, ya que tambin influyen en el grado de discapacidad y calidad de vida de los pacientes. La aparicin de complicaciones motoras genera un empeoramiento en la calidad de vida y un ascenso en el coste. En estos casos, se ha mostrado que con el uso de terapias avanzadas ocasiona una mejora de los pacientes tanto en el plano motor como en el no motor, as como en la calidad de vida 88,89 . De esta forma, disminuyen los gastos indirectos e intangibles en pacientes con complicaciones. En conclusin, la EP, como segunda enfermedad neurodegenerativa ms frecuente genera un gran gasto sociosanitario en la poblacin. La severidad de la enfermedad, el grado de discapacidad ocasionado tanto por sntomas motores como no motores, contribuyen notablemente al incremento de los costes, tanto directos como indirectos. En estos casos, resulta de gran importancia la evaluacin del uso de terapias avanzadas en EP. Como previsin de futuro y teniendo en cuenta la tendencia al incremento en la esperanza de vida de la poblacin, las perspectivas apuntan a la elevacin en la demanda de recursos sociosanitarios relacionados con la EP. As, resulta de gran importancia, desarrollar y optimizar terapias, as como planes de salud que puedan reducir el impacto socioeconmico que genera la EP en la poblacin.
5. SITUACION DE LA ATENCION NEUROLOGICA DE LOS PACIENTES CON ENFERMEDAD DE PARKINSON EN ESPAA
Dado que los datos publicados sobre la asistencia neurolgica en Espaa no existen. Se ha realizado como parte de este informe un estudio cuyo objetivo principal ha sido definir los recursos asistenciales pblicos y privados que tienen los afectados por la Enfermedad de Prkinson en Espaa.
5.1 Recursos asistenciales pblicos Se ha realizado una encuesta va mail a todos los neurlogos con dedicacin especial a la enfermedad de Parkinson, pertenecientes al grupo de Trastornos del Movimiento de la Sociedad Espaola de Neurologa. La encuesta la contestaron un total de 40 neurlogos pertenecientes a 40 hospitales diferentes distribuidos por toda Espaa. Entre los que contestaron haba representados neurlogos de todas las comunidades autnomas. Aunque los datos no recogen la totalidad de la asistencia espaola al Parkinson, ya que no tenemos datos de todas las reas sanitarias, pero si ofrecen un mapa bastante aproximado de cmo se est realizando la asistenta neurolgica de estos pacientes en este momento. En segundo lugar se han consultado los datos del Imserso 90 a travs de su publicacin La situacin de los enfermos afectados por la enfermedad de Parkinson, sus necesidades y sus demandas. Segn los datos analizados de las encuestas recibidas, en todas las comunidades autnomas existe al menos una unidad especializada en Enfermedad de Parkinson. En las reas con menos de 200.000 habitantes existen consultas monogrficas. En comunidades como Madrid existen Unidades especializadas en todos los grandes hospitales y consultas monogrficas en los hospitales ms pequeos. En Catalua tambin existen Unidades especializadas en todos los grandes Hospitales, fundamentalmente en Barcelona. Los tipos de pacientes que son atendidos en la Unidades varan de unas a otras. En la mitad de las Unidades se ven todos los pacientes diagnosticados de Enfermedad de Parkinson referidos a neurologa. El paciente que es derivado con sospecha por el mdico de atencin primaria, es visto por un neurlogo general, y este lo deriva directamente a la unidad especializada y el seguimiento completo se realiza en la Unidad. Este modelo es el que predomina en Madrid y Barcelona. En el resto de unidades, como ocurre por ejemplo en Sevilla y la mayora de los hospitales de la comunidad Valenciana y CastillaLen, solo se realiza el seguimiento de paciente complicado o susceptibles de terapias avanzadas como perfusiones o estimuladores profundos o pacientes jvenes. Las Unidades cuentan con 1 a 5 neurlogos. En la a mayora de las Unidades los neurlogos no trabajan en dedicacin exclusiva. Parte de su trabajo se desarrolla en otras reas de la neurologa. Habitualmente los pacientes con Enfermedad de Parkinson inicial se visitan en las unidades 1 o 2 veces al ao y los pacientes con Enfermedad de Parkinson avanzada como media cada 3 meses, aunque en la mayora de centros informan que existe la posibilidad de ofrecer un mtodo de contacto al paciente para poder adelantar la cita en caso de necesidad. Llama la atencin que solo en 10 de las unidades de las 40 que tenemos datos, existe una consulta de enfermera especializada. La consulta de enfermera se suele pasar una vez a la semana. En otros 10 centros existe enfermera no especializada que ayuda en las consultas al neurlogo especialista en Enfermedad de Parkinson. La consulta telefnica es una prctica poco habitual. Lo que hemos constatado es que a pesar de que las unidades de Enfermedad de Parkinson deberan ser multidisciplinares, es cierto que prcticamente todos solo cuentan con los neurlogos. EL 30% tienen neuropsiclogos en su gran mayora financiados con fondos privados. No existen Logopedas, fisioterapias, psiclogos ni psiquiatras asignados especficamente a la unidad en prcticamente ninguna unidad (exceptuando el Hospital Clinic de Barcelona y Virgen del Roco). En las Unidades que se realiza estimulacin cerebral profunda se colabora con neurocirujanos y neurofisilogos. No existen programas de Rehabilitacin especfica en ninguna unidad ni en ningn servicio de rehabilitacin de los Hospitales pblicos. Esto se corresponde con la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud aprobada por el Real Decreto del ao 2006., donde la rehabilitacin, que incluye la fisioterapia terapia ocupacional y logopedia, hasta el momento solo se contempla como destinada a pacientes con dficit funcional recuperable, con lo que los paciente con Enfermedad de Parkinson no pueden, en la mayora de los casos, acceder a estos tratamientos de manera continuada en los centros del Sistema Nacional de Salud. Como se ver ms adelante este papel es cubierto por las asociaciones de pacientes. Las terapias avanzadas segn los datos obtenidos estn cubiertas de manera adecuada en la gran mayora de comunidades. En todos los hospitales, de los 40 que han contestado la encuesta, existe la posibilidad de realizar perfusiones de apomorfina y duodopa. La estimulacin cerebral profunda se realiza en 15 de los 40 hospitales y cubre todas las comunidades. A pesar de esto las listas de espera son largas, entre 6m a 1 ao en la mayora de los centros. En resumen nuestros datos, aunque limitados, evidencian, que una vez que se llega a la atencin superespecializada, que es posible en la mayora de las provincias, la asistencia neurolgica est bien cubierta. Hay unidades con neurlogos dedicados al menos parcialmente en todas las provincias. Los tiempos de revisiones no son excesivos. Hay modos de contactar para urgencias. Como aspectos negativos existe una gran carencia en la prestacin de otros tratamientos imprescindibles en el tratamiento completo de la enfermedad como es la rehabilitacin y el tratamiento psicolgico y de enfermera y las listas de espera para los tratamientos quirrgicos son muy elevadas. Derivados de los datos del Imserso 91 el principal problema parece radicar en el nivel previo de atencin primaria. El paciente tarda en ocasiones mucho tiempo en ser reconocido como posible enfermo de prkinson y en ser derivado al neurlogo. Esto puede ser por la gran cantidad de manifestaciones que tiene la enfermedad que hace que a veces sea difcil de reconocer para el mdico de atencin primaria. Tambin por la baja prevalencia de la enfermedad de Parkinson en atencin primaria, en relacin a otras patologas, que hace que el mdico de AP no est familiarizado con ella. 5.2 Recursos asistenciales privados: papel de las asociaciones
Como previamente se ha comentado en la actualidad la seguridad social no ofrece parte del tratamiento integral que los enfermos de prkinson precisan, que incluye la fisioterapia, la logopedia, la terapia ocupacional y el apoyo psicolgico. Este papel actualmente lo desempean las asociaciones de pacientes 92,93 . Sin embargo una gran parte de los pacientes no son informados de la existencia de las asociaciones ni de la conveniencia de estos tratamientos. En parte porque los neurlogos no les informan. Esta informacin habitualmente se proporciona en las unidades especializadas, donde el neurlogo est ms concienciado con el tratamiento integral de la enfermedad y en relacin con la asociacin de su zona. Pero estos tratamientos son parte fundamental en todas las etapas de la enfermedad. Como hemos visto en muchos casos los Enfermos de Parkinson en estadio inicial no son visitados en unidades especializadas y esto conlleva que los neurlogos generales no proporcionen esta informacin, ya que ellos mismos no son conocedores de su existencia ni de los tratamientos que estas ofrecen. Desde atencin primaria tampoco se tiene habitualmente conocimiento de la existencia de estas asociaciones. Las asociaciones adems son referencia en aportar informacin a los pacientes y a sus familiares, que en ocasiones no es suficientemente cubierta por los profesionales sanitarios. En este sentido las asociaciones desarrollan cursos de formacin, charlas y talleres sobre aspectos de la enfermedad dirigidos tanto a cuidadores como a afectados. Por ello se hace necesaria una mayor difusin del papel de las asociaciones y de la coordinacin entre profesionales de los niveles asistenciales y de las asociaciones. 5.3 Influencia de la enfermedad de Parkinson en la familia La enfermedad de Parkinson no solo afecta al que la padece sino a todos los que conviven con l. Los pacientes con prkinson presentan una serie de sntomas motores que les van a ir condicionando distintos problemas e incapacidades a lo largo de la evolucin de la enfermedad. A medida que la enfermedad evoluciona las capacidades para ser independientes van disminuyendo y la familia debe ir asumiendo poco a poco ms tareas de sus actividades diarias. Esto implica dejar tiempo libre, trabajo u ocio por parte del cuidador principal de la familia. Pero tambin presentan otros sntomas igual de importantes y que condicionan su calidad de vida y sus relaciones sociales en el mbito psicolgico como son la depresin, la apata, la ansiedad, el deterioro cognitivo, problemas sexuales (tanto por hipersexualidad como por impotencia), trastornos de impulsividad que pueden llevar a la ludopata, comprar compulsivas, celotipias y otras alteraciones conductuales. Todo esto hace que las relaciones interfamiliares se vean afectadas en todos los estadios de le enfermedad. La manera en que todos estos aspectos determinan el impacto en la familia viene condicionada fundamentalmente por la edad del afectado. Cuando la persona es mayor la aceptacin es ms resignada. En el caso de los jvenes es ms traumtico, ya que implica aspectos laborales y econmicos ms problemticos. Los trastornos conductuales en pacientes jvenes sobre todo los trastornos compulsivos son frecuentes y pueden llevar problemas graves de convivencia que desemboquen en el divorcio y a la desestructuracin de las familias. Las consecuencias de todas estas alteraciones sobre las familias son en ocasiones muy negativas. Los cuidadores pueden llegar a sufrir depresiones, apata, agotamiento y aislamiento social. Es necesario un apoyo psicolgico importante y proporcionar ayuda social e informacin. Estos aspectos habitualmente son proporcionados por las asociaciones.
6. CONCLUSIONES
Con este informe podemos concluir que la Enfermedad de Parkinson en Espaa tiene una incidencia y prevalencia similar al resto de Europa. Con la estimacin de poblacin actual se estima que debe haber en Espaa al menos 300.000 pacientes con EP diagnosticados. Esta produce gran impacto en la calidad de vida del paciente y aumenta a casi el doble la mortalidad de los pacientes. Adems supone un coste econmico muy importante para el pas, que puede llegar hasta ms de 17.000 euros anuales por paciente y que con el envejecimiento de la poblacin y las nuevas terapias va a ir incrementndose. Los profesionales y administraciones realizan un gran esfuerzo para proporcionar una asistencia de calidad a los pacientes. A pesar de ello es mucho el camino que nos queda por recorrer para que una asistencia de calidad, eficaz y multidisciplinar sea universal para todos los pacientes con Enfermedad de Parkinson en Espaa.
7. BIBLIOGRAFA
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Las Formas Astrales Minerales, Vegetales, Animales y Humanas Que Pueden Ser Percibidas en Determinados Subplanos Del Plano Astral (Vicente+Beltrán+Anglada)