¿El Poder Gris. Poder e Influencia Política
¿El Poder Gris. Poder e Influencia Política
¿El Poder Gris. Poder e Influencia Política
SECRETARIA DE ESTADO
DE SERVICIOS SOCIALES,
FAMILIAS Y DISCAPACIDAD
IMSERSO
s
o
n
r
e
d
a
u
Los C
-Accin
Bsqueda
ecimiento
j
e
v
n
E
l
e
sobre
A
P
A
I
F
a
l
de
El poder gris?
Tomo I: Poder
e Influencia Poltica
MINISTERIO
DE TRABAJO
Y ASUNTOS SOCIALES
SECRETARIA DE ESTADO
DE SERVICIOS SOCIALES,
FAMILIAS Y DISCAPACIDAD
IMSERSO
El poder gris?
VOLUMEN I: PODER E INFLUENCIA POLTICA
Sumario
PRESENTACIN
PRLOGO
11
INTRODUCCIN
13
23
25
5
39
MATHIEU SCHMITT
47
53
57
67
VINCENT DROUIN
81
DIDIER VRANCKEN
95
EL PODER GRIS?
2. LOS PROTAGONISTAS
105
107
125
135
DANIEL THOMAS
143
DOMINIQUE ARGOUD
157
161
179
183
195
199
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
203
205
211
219
225
227
247
A escala europea
La Plataforma AGE, nuevo interlocutor de la Comisin Europea
249
GUIDO VERBBRUGHE
253
MICHEL BRUNEAU
A nivel mundial
Entrevista con ALEXANDRE SIDORENKO
261
265
277
EL PODER GRIS?
4. PUESTA EN PERSPECTIVA
283
285
Presentacin
EL PODER GRIS?
LA DIRECCIN GENERAL
Prlogo
Homenaje a RAYMOND MANICACCI
11
EL PODER GRIS?
Doy las gracias, con este motivo, a todos los que aceptaron contribuir a la redaccin y realizacin de este nmero.
Debe rendirse aqu un ltimo homenaje a un hombre cuya existencia supo encarnar la
doble exigencia de la investigacin y el compromiso. Para concluir, quiero hacer los honores a
la memoria de Raymond Manicacci. General del cuerpo de ejrcito, apasionado de la telecomunicacin y de las ciencias, traductor de Schelling, su compromiso para la realizacin de este
nmero fue constante hasta sus ltimos momentos.
Pianista ocasional, humanista de cada instante y enamorado de la vida, se fue de visita un
poco ms arriba antes de la conclusin de nuestro trabajo comn. A l se le dedica esta
obra.
JUAN-PHILIPPE VIRIOT DURANDAL
12
Introduccin
JUAN-PHILIPPE VIRIOT DURANDAL
En el anlisis de las sociedades contemporneas, el envejecimiento se considera, en muchos aspectos, como un factor de desestabilizacin del tejido social
y de las colectividades humanas. Cuando no es ya solamente el atributo propio
de las clulas y de los mecanismos biolgicos individuales; cuando atae al cuerpo social en su conjunto y atraviesa el mbito poltico, econmico y social, el
envejecimiento interroga entonces los fundamentos, incluso, de la organizacin
de las solidaridades humanas. En resumen, la revolucin de la longevidad lleva
consigo la ambivalencia de una oportunidad histrica y de los retos relacionados con ella. Alargar el horizonte temporal de los hombres de este siglo al prometerles envejecer en mejor salud requiere tambin hacer frente a la revolucin
de los ciclos de vida relacionados. Si la edad biolgica evoluciona, la edad social
por la que nuestras sociedades adjudican los registros en cuanto a papeles, derechos y deberes, no siempre ha tomado nota del nuevo estado de la vejez. Peter
Peterson y Anne-Marie Guillemard abren el debate en la primera parte, invitando a reexaminar la forma en que el nuevo reparto de las edades puede llevar a
volver a establecer la organizacin del tiempo social y a replantearse las solidaridades colectivas.
Ya se asiste, desde hace varias dcadas, en los Estados Unidos, y ms recientemente en Europa, a poner en tela de juicio los ciclos de vida ternarios que clasificaban la existencia en tres perodos separados: el aprendizaje, el trabajo y la
jubilacin. Estos ritmos que han escandido el tiempo de las sociedades industriales difcilmente resisten a los modelos en los cuales se bas el desarrollo de
la economa de servicio e informacin, desde hace ms de un cuarto de siglo. El
primer reto que se impone, por consiguiente, a los pases desarrollados es el de
la descompartimentacin de las distintas formas de la actividad humana (formacin, actividad profesional, tiempo social libre...) y su valorizacin econmica y
13
EL PODER GRIS?
social (situacin del trabajo remunerado, de los periodos de prcticas, del voluntariado...). Guarda relacin con la transformacin de la estructura de los derechos en pocas no productivas. Una de las principales obras polticas consiste
en redefinir las condiciones de este tiempo libre concedido a los individuos en
determinados momentos de su existencia (perodos de desempleo, derecho a la
formacin, permisos sabticos, excedencia por cuidado de hijos, excedencia por
cuidado de padres de edad avanzada...) y el reparto de las responsabilidades en
estas nuevas delimitaciones de la existencia.
14
Si se acepta hacerse cargo de los retos del envejecimiento a partir de la reorganizacin de la actividad econmica y del tiempo social, no puede bastar slo
el debate sobre la solvencia de los sistemas de pensiones. La asuncin progresiva de los sistemas de pensiones y los diferentes incentivos que han sido activados por los pases desarrollados para afrontarla (aumento de las cotizaciones,
constitucin de un fondo de reserva, reduccin del importe de la pensin,
aumento del nmero de aos de cotizacin, financiacin complementaria
mediante capitalizacin) deben integrarse en una respuesta global a los desafos
de la sociedad que aqu se subrayan. La sola racionalidad contable no puede
reemplazar de forma razonable a un proyecto poltico. Y la crisis del Estado del
bienestar no implica necesariamente el recurso al juego del mercado en mbitos
hasta entonces cubiertos por la accin pblica. La participacin de los agentes
privados y la mercantilizacin de la cobertura de los riesgos sociales a menudo
han sido presentados, de manera simplista, como una panacea universal.
Muchos ejemplos de la actualidad econmica y burstil han demostrado los lmites de estos enfoques binarios en beneficio de anlisis basados en un diagnstico ms medido del estado de la crisis y de los remedios mixtos ms acordes con
las distintas culturas de la intervencin pblica (Palier).
Lo que est en juego aqu es conciliar la flexibilidad que requieren las transformaciones del sistema productivo y la desestandarizacin de la trayectoria vital
tanto profesional como privada, con el mantenimiento de unos derechos sociales suficientemente protectores para los individuos en los diferentes riesgos que
determinan la existencia.
El segundo reto del envejecimiento concierne a los sistemas de cobertura de
los riesgos de sanidad y dependencia. En la mayora de los pases que han desarrollado un sistema de seguridad social, el control de los gastos sanitarios
forma parte del orden del da social. El aumento del nmero de personas de
edad muy avanzada en las prximas dcadas reforzar la cuestin de la cobertura de la dependencia. Algunos pases, como Alemania, Luxemburgo o Francia,
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
15
EL PODER GRIS?
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
17
EL PODER GRIS?
18
Por ltimo, los grupos reivindicativos de personas mayores a veces han adoptado formas comunitarias bastante cerradas con la creacin de partidos polticos de jubilados. A partir del final de la dcada de 1980, el poder gris hace su
aparicin en Europa continental bajo formas particulares. Contrariamente a los
grupos de presin, que no tienen vocacin de entrar en competicin con los
partidos polticos o sustituirlos, algunos grupos intentaron constituir partidos
polticos de jubilados. En los Pases Bajos, Luxemburgo o la Repblica Checa,
comenzaron a surgir partidos de jubilados que suscitaron la emocin de los
agentes polticos y sociales y el inters de la prensa (Buscall, 1994). Sobre todo
teniendo en cuenta que la experiencia de los Pases Bajos demostr que el
potencial electoral de los jubilados poda derribar una mayora parlamentaria.
En 1994, al conseguir 7 de los 150 escaos del Parlamento, los partidos holandeses de jubilados pusieron en peligro al partido cristiano demcrata, en el
poder desde hace varias dcadas (Teilen, 1995). El acontecimiento se apoyaba
en un fenmeno cuya amplitud rebasaba con creces este solo pas. Diez aos
ms tarde, si los partidos polticos de jubilados en su mayora se han disuelto en
el universo poltico, persisten an particularmente en Israel (Esther Iecovich) y
en Eslovenia (Dorotea Versa). Este ltima recuerda que la aparicin de las manifestaciones comunitarias del poder gris es tambin una reaccin a la exclusin
social. La aparicin de partidos de jubilados en la dcada de 1990 se basaba, adems, en gran manera, en un sentimiento de relegacin. Hasta tal punto que un
sondeo del Observatorio de la Comunidad Europea para las personas Mayores
revelaba en 1993 que una minora significativa de jubilados estaba dispuesta a
conceder sus votos a un partido poltico dedicado a la defensa de sus intereses.
Resulta de este estudio que, por trmino medio, el 22% de los jubilados de los
doce pases que componan entonces la Comunidad era favorable, y que los pases del sur superaban, con mucho, la media europea (ms del 40% para Portugal
y ms del 30% para Italia y Grecia). Francia, al rebasar el 20%, ofreca buenas
perspectivas a las organizaciones. La atencin recay entonces en las distintas
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
formas del poder poltico de los jubilados en Europa2. El viejo continente asista de manera manifiesta a la subida espordica de un fenmeno a la vez diferente del modelo estadounidense y similar en la problemtica que planteaba a las
democracias occidentales.
Singularmente, la problemtica de exclusin o relegacin suscitada en los pases ricos no se aleja de la que surge en los pases en vas de desarrollo, y ello a
pesar de las diferencias de contexto extremas. En el enfoque defendido aqu por
S. Gokhale para el caso indio, y compartido por Marco Gorman ms tarde, la
cuestin de la consideracin de las necesidades sociales no se limita solamente
a la aceptacin de una asistencia y a la administracin de la demanda social,
puesto que la poltica en materia de vejez implica tambin la integracin de las
personas mayores en la elaboracin de las respuestas polticas que se les hacen.
Si se acepta abrir esta perspectiva en el contexto de los pases en vas de desarrollo, dos interrogantes determinan entonces el cuestionamiento. Ante todo, en
qu medida la accin de las comunidades tradicionales ya no es suficiente en la
cobertura de las necesidades esenciales de las personas mayores (salud e ingresos, esencialmente)? Slo la exhortacin a la responsabilidad individual o a la
vuelta a las solidaridades familiares puede bastar para hacer frente a las situaciones de desamparo que marcan la vejez en algunos de estos pases? Y si la accin
pblica se justifica, aunque slo fuera para garantizar una red de seguridad contra la pobreza, la precariedad, las enfermedades y la discapacidad, de qu forma
pueden actuar los jubilados, como grupo, para la integracin de este mnimo
social en las polticas pblicas de su pas? Pero la accin de los grupos de personas mayores para actuar en su entorno no se limita a las actividades de presin sobre el poder poltico. Una parte de las respuestas tambin puede ser elaborada directamente por los propios grupos. Ms all de la autoorganizacin y
la administracin, de los dispositivos de ayuda y de la ayuda mutua, tambin pueden transformar sus quejas en pretensiones polticas. El testimonio de Nelson
Jurado sobre el caso ecuatoriano ilustra muy oportunamente la manera en que
una reagrupacin de jubilados y personas mayores puede constituir tambin una
fuerza de presin. En cuanto constituyen grupos organizados ante los poderes
pblicos, las organizaciones se convierten en protagonistas sociales en el mbi2
El inters por la movilizacin del poder electoral de los jubilados se traduce, en particular, en algunos artculos de
prensa, tales como LAutriche vote sur fond de grogne des retraits, Libration, 15 de diciembre de 1995; Floride,
paradis des vieux, dcisive pour les primaires, Libration, 13 de marzo de 1996; Tchquie: La glorieuse ascension du
parti des retraits, Courrier International, 4 al 10 de julio de 1996. Vase tambin para Francia, por ejemplo:
Limoges, les retraits font de la rsistance, Libration, 12 de mayo de 1997. Para obtener ms detalles, vase: VIRIOT
DURANDAL, JEAN-PHILIPPE, Le Pouvoir Gris. Sociologie des groupes de pression de retraits, PUF, Le lien social, 2003.
19
EL PODER GRIS?
to poltico. Como tales, son raros los que no han reivindicado, ms all de las
reacciones espordicas, una instalacin en un verdadero dilogo institucionalizado con los responsables pblicos. Ante esta voluntad de inscribir las relaciones
con los poderes pblicos a largo plazo, los gobiernos han elaborado diferentes
dispositivos. Sin pretender ser exhaustivos, examinaremos antes de nada el caso
de un pas de Europa continental a travs del ejemplo de Francia que analiza
Alain Gillette. Marian Barnes ampliar la reflexin al Reino Unido, que ofrece
tambin perspectivas originales en la reflexin sobre la integracin de los jubilados en los sistemas de decisiones pblicas. La dimensin africana, por ltimo,
ser abordada por Kofi Yamgnagne, quien mencionar la influencia del modelo
del Consejo de Sabios en la creacin de estructuras de consulta de las personas
mayores a escala local en Francia. En el plano nacional, nuevas iniciativas toman
cuerpo igualmente en el continente africano, como en Senegal. Mamadou
N'Doye y Diallo presentarn la nueva estructura de consulta de los jubilados.
20
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
21
Las proyecciones demogrficas de este artculo se han tomado de World Population Prospects: The 2000 Revision
(NN.UU., 2001); algunas cifras se han tomado tambin de The 1998 Revision (NN.UU., 1998).
25
EL PODER GRIS?
26
Una buena reforma debera ir ms all de un simple sacrificio fiscal y proponer una visin positiva del futuro. Tal reforma, por aadidura, debera preparar
a la sociedad a hacer frente a las necesidades de un nmero creciente de personas mayores, sin asfixiar, no obstante, la economa o someter a las jvenes generaciones a una mayor presin fiscal. Aunque limite las promesas hechas por el
antiguo sistema, una buena reforma debera fomentar (si no exigir) que la gente
entrara en un nuevo sistema. En otras palabras, una buena reforma debera establecer un nuevo paradigma, un paradigma que hiciera del envejecimiento rpido
de las poblaciones algo controlable y econmicamente viable.
No tenemos ninguna duda: el grupo de presin de las personas mayores desempear un papel determinante en estas cuestiones del envejecimiento viable.
Queda por saber si este grupo de presin usar su crdito poltico para intentar
preservar el statu quo o si contribuir a la bsqueda de soluciones innovadoras
participando en la negociacin de un nuevo contrato social.
Afirmaciones desmentidas
En los veinte aos que siguieron a la Segunda Guerra Mundial, los pases
desarrollados extendieron considerablemente sus regmenes de proteccin
social y de jubilaciones. En la poca, pareca realizable. El nmero de jubilados
era modesto, as como el coste sanitario. Un crecimiento rpido de la economa
y de los recursos fiscales era lo evidente. Desde mediados de la dcada de 1970,
estas certezas se derrumbaron.
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
Vase SHEETAL K. CHAND y ALBERT JEAGER, Aging Populations and Public Pensin schemes, Autres articles 147 (FMI:
diciembre de 1996).
27
EL PODER GRIS?
creciente de mujeres en el trabajo, el uso de la contracepcin y el recurso al aborto. Por otra parte, estas mismas previsiones se basan en una menor progresin
de la longevidad. Se trata de una afirmacin pesimista en un tiempo de descubrimientos mdicos sin precedentes donde algunos expertos consideran que los
progresos de la gentica podran llevar la esperanza media de vida a 100 o ms
aos. Sin embargo, no se est obligado a admitir estas perspectivas extraordinarias para rebatir las previsiones oficiales. Tres investigadores patrocinados por el
Instituto Estadounidense sobre el Envejecimiento examinaron las previsiones
oficiales de mortalidad por grupo de edad (en los principales pases desarrollados) con el fin de relacionarlos con las extrapolaciones estadsticas efectuadas
desde hace medio siglo5. En todos los casos descubrieron que las previsiones
oficiales se basaban en una esperanza de vida ms corta que las extrapolaciones.
Para los pases del Grupo de los Siete pases ms industrializados, hacia 2050 la
diferencia media ser de 3,5 aos; en cuanto a Japn, por increble que pueda
parecer, la diferencia ser de 8 aos.
Costes insuperables
28
Durante la dcada de 1990, los gobiernos de los pases desarrollados comenzaron a interrogarse sobre los retos del envejecimiento y a implantar reformas
destinadas a reducir el coste de los programas de pensiones. Se subi la edad
para obtener una jubilacin a tasa plena y las normas de admisin a la jubilacin
se volvieron menos generosas. A pesar de ello, todas las proyecciones conducen
a un callejn sin salida.
Para los prximos 50 aos, segn la Organizacin para la Cooperacin y el
Desarrollo Econmico, los costes medios para los sistemas de pensiones de
reparto progresarn un 4% del PIB6. En la Europa continental, los costes progresarn un 5% del PIB y en algunos pases (por ejemplo, Grecia y Espaa) an
ms. En los Estados Unidos la progresin ser menor: un 2%, aproximadamente, del PIB. Slo el Reino Unido llega a mantener una proporcin constante de
los costes. Ello se debe, en parte, a la modestia de las pensiones pblicas en este
pas, as como a las nuevas frmulas de ahorro privadas que, al favorecer una
disminucin de las prestaciones sociales, contribuyen a reducir el peso de las
cotizaciones sociales de un salario medio.
5
SHRIPAD TULJAPURKAR, NAN LI, y CARL BOE, A universal pattern of Mortality Decline in the G7 Coutries, Nature
(15 de junio de 2000).
6
Vase THAI THAN DANG, PABLO ANTOLIN y HOWARD OXLEY, Fiscal Implications of Ageing: Projections of Age-Related
Spending, Economics Departament Working Papers 305 (OCDE, 2001).
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
La proyeccin se basa en Ageing in OECD Countries: A Critical Policy Challenge, Etudes sur les poltiques sociales
20 (OCDE, 1996), y prosigue hasta 2050.
29
EL PODER GRIS?
30
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
31
EL PODER GRIS?
Por lo que se refiere a los Estados Unidos, hace mucho tiempo que me hice
abogado de dos reformas importantes: la jubilacin pblica fijada a la edad de
70 aos (despus ajustada segn la longevidad) y las prestaciones federales
ajustadas de acuerdo a los recursos. Fomentara igualmente la sustitucin del
sistema actual de reparto por un sistema capitalizado basado en el ahorro personal. Los medios de financiacin son importantes, ya que permitiran superar uno de los mayores retos de las sociedades que envejecen, a saber: cmo
mantener un nivel suficiente de ahorro e inversin para la economa. Eso
garantizara unas devoluciones ms elevadas a los contribuyentes, y liberara
los recursos gubernamentales, lo que tendra como efecto garantizar un mejor
umbral de proteccin social. Sera la nica estrategia sin retenciones fiscales,
directas o indirectas; tendra tambin la ventaja de no influir en las generaciones futuras.
Cualquiera que sea la forma o la dosificacin de las reformas mencionadas
ms arriba, no tendran ningn efecto si no se aplicaran! En este momento es
cuando la poltica vuelve a entrar en escena, gracias, en particular, a las intervenciones de las asociaciones de personas mayores. No lo olviden: la tendencia
demogrfica al envejecimiento, si produce muchos jubilados, tambin produce
muchos electores!
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
10
33
EL PODER GRIS?
tienen los medios (vase la Mediscare Campaign14 de 1996) de causar fracasos electorales a sus adversarios. A escala local, las organizaciones de personas mayores
recurren a las presiones militantes para obtener ventajas fiscales (contribuciones
territoriales, impuestos sobre la renta) u otros servicios generosamente financiados por la colectividad. En algunos sectores han combatido con energa y han
hecho fracasar diferentes proyectos e inversiones a favor de las escuelas y la
juventud. Hasta ahora, tales actividades se circunscriban a estados como
California, Florida o Arizona que, tradicionalmente, acogen un mayor nmero
de jubilados. En adelante, se pueden observar estas prcticas sobre el conjunto
del pas.
34
En Europa, el poder de los mayores est tambin en progresin. Se manifiesta menos a travs de las organizaciones de personas mayores independientes
que por mediacin de los sindicatos o los partidos polticos, los cuales tienen
posturas a favor de los jubilados. En Europa, en contraste con los Estados
Unidos, la mayora de los trabajadores jubilados siguen siendo miembros de un
sindicato y continan identificndose con su accin, poltica y socialmente.
Porque Europa es ms vieja y los trabajadores se jubilan antes, los jubilados forman una parte an ms importante del electorado que en Estados Unidos.
Adems, dado que la mayora de los electores dependen completamente de las
prestaciones pblicas, son ms propensos a votar en el sentido de sus intereses.
A pesar de la atencin y el respeto que las polticas conceden a las reivindicaciones de los jubilados, las pruebas indican que tres cuartas partes de ellos consideran que sus gobiernos no hacen bastante por ellos. Una cuarta parte de ellos
estara incluso dispuesta a afiliarse a un partido exclusivamente consagrado a la
defensa de sus intereses.
Podra encarnar el futuro un partido basado en la edad? La idea parece
increble, pero tal partido ya existe en los Pases Bajos. En Rusia, los comunistas se rehabilitaron como partido de los jubilados. Estos ltimos, en efecto,
estn especialmente descontentos de su suerte debido a la fuerte inflacin que
afecta a sus rentas. En 1995, para la eleccin de la Duma, ms de la mitad de las
personas de 55 y ms aos de edad votaron al Partido Comunista, contra solamente un 10% de los menores de 40 aos.
14
Campaa Mediscare. Juego de palabras para establecer relacin entre Mediscare (medical + scare = alarma mdica)
y Medicare (medical + care = atencin mdica). Fue utilizado en 1996 por el Partido Republicano, que acusaba al
Partido Demcrata de utilizar el pnico para asustar a las personas mayores. Estaba en litigio la reduccin del tipo de
incremento anual del presupuesto de Medicare, que los republicanos queran que fuera menor que el que propona el
Presidente Clinton. Los demcratas hicieron creer a la opinin pblica que la reduccin propuesta por la oposicin
hara que muchos mayores se convirtieran en homeless (personas sin hogar). El trmino ha quedado como sinnimo
de campaa en la que se vilipendia al oponente para tratar de conseguir los propios objetivos [N. del T.].
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
35
EL PODER GRIS?
36
Abreviatura de 'estancamiento con inflacin', fenmeno macroeconmico que describe la situacin de una economa en la cual se presenta una reduccin en el nivel de la actividad econmica acompaada por una inflacin elevada y creciente [N. del T.].
17
La expresin se refiere a la explosin demogrfica registrada en los Estados Unidos y Canad y, en menor medida, en
algunos pases europeos occidentales despus de la Segunda Guerra Mundial. Suelen distinguirse dos perodos, sin solucin de continuidad: de 1946 a 1949, tras el regreso en masa de los soldados, y de 1950 a 1964, coincidente con el auge
del denominado "Estado de bienestar". A los nios nacidos en esa poca se les conoce como baby boomers [N. del T].
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
37
MS: Cmo hay que percibir hoy el envejecimiento? Es una desventaja o una oportunidad?
AMG: Actualmente, el envejecimiento se considera como una catstrofe. Es
una bomba demogrfica, un choque catastrfico ante el cual no se puede sino
adaptarse, sobre todo disminuyendo los derechos sociales. El envejecimiento
equivale as a algo completamente negativo.
Yo defiendo todo lo contrario, ya que no hay fatalismo demogrfico.
Cuando se observan ejemplos en el extranjero, se ve claramente que la demografa nunca dicta las decisiones polticas de un pas. Cada pas, en funcin de
sus configuraciones institucionales, de la manera en que se ha construido la
definicin del envejecimiento, puede hacer del envejecimiento una fatalidad o
una oportunidad.
Tomemos el ejemplo de Finlandia. Un pequeo pas de cinco millones de
habitantes, cuya poblacin envejeca antes que la nuestra. Finlandia haba establecido mecanismos de abandono precoz (del mercado laboral) que condujeron a
una reduccin considerable del tipo de actividad ms all de los 55 aos. El porcentaje de empleo a esta edad era del 38% (en Francia, hoy somos al 33%). El
envejecimiento se consideraba negativamente. De ah la poltica de abandono
anticipado de los trabajadores de edad avanzada. Finlandia consigui invertir esta
concepcin actuando, ante todo y en primer lugar, sobre la actitud de la gente. La
visin de los ciudadanos finlandeses en cuanto a la vejez y el envejecimiento se
reconstruy con un eslogan que, a mi juicio, habla por s mismo: La experiencia es una riqueza nacional. Los viejos dejan de ser viejas glorias que es necesario echar del trabajo porque ya no son competitivos. Al contrario: se invierten
las cosas. Finlandia, por consiguiente, estableci un programa nacional y acept
39
EL PODER GRIS?
40
Por otra parte, es notable que la reforma de las pensiones no se haya tratado
ms que en segundo lugar en este pas. Finlandia -y tambin los Pases Bajosprocedi a las reformas de sus sistemas de proteccin social debido al envejecimiento, pero eso no supuso recortes en los presupuestos sociales o retrocesos
en las condiciones de jubilacin. Estos pases ampliaron las posibilidades de
vida, volvieron ms atractiva la prolongacin de la actividad. No hubo medidas
coercitivas.
MS: Por lo que se refiere a las pensiones, est condenado el modelo de reparto?
AMG: No digo que deba existir indefinidamente. Se hizo un modelo en 1945
que corresponda a la sociedad industrial. Est claro que hoy es necesario reconsiderar este modelo de reparto con respecto a las pensiones, en las condiciones
totalmente nuevas de la sociedad del conocimiento y la informacin. Ya no estamos en el mismo reparto que en 1945.
Pero cuestiono que slo se concentre en las pensiones. Deberamos situar el
debate en la perspectiva del ciclo de la vida. Se permanece en la transicin trabajo / jubilacin diciendo que hace falta alargar la vida activa. No, no son esos
los trminos en que se piensa. Se piensa en trminos de perspectiva de todo el
transcurso de la vida, de todas las generaciones sucesivas, de un contrato entre
las generaciones. Es necesario trabajar en las formas de redistribuir las horas de
trabajo y las horas de no trabajo en el ciclo de la vida. La cuestin est all.
Cuando slo se toma la transicin a la jubilacin, la duracin de la actividad y la
edad, slo se trata una parte de la cuestin. Eso no permite comprender el caso
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
41
EL PODER GRIS?
MS: Ya tiene una visin de lo que podra ser la reforma de las pensiones?
AMG: Se ha planteado demasiado el problema en trminos tcnicos. No ha
habido en Francia un debate social. Todo ha quedado en un debate entre expertos. Qu reparto de las horas de trabajo y de las actividades retribuidas queremos en esta sociedad del conocimiento y la informacin?
42
Las nuevas normas no deben ser las mismas para todo el mundo, ya que se
va hacia una diversificacin de las trayectorias. Por consiguiente, hace falta
ofrecer un margen de opcin muy superior a los individuos. Tenemos el sistema ms tajante que existe. No hay ninguna posibilidad de que la gente elija el
momento de su salida del mundo laboral. Se les incita a no prolongar su actividad ms all de los 60 aos en cuanto tienen su perodo de cotizacin para
tener derecho a la jubilacin plena. La gente slo puede elegir entre actividad
plena o jubilacin plena. Por el contrario, es necesario habilitar unos programas de opciones muy amplios entre las personas que querrn seguir trabajando porque mejorarn sus pensiones y las que quieren dejarlo antes. En
Finlandia o Suecia se adopt este sistema. Hacen falta mayores niveles de contribucin del sistema de reparto. En Francia, se permanece en el sistema de
reparto (para ser sinceros, el problema no se plantea, todo el mundo se adhiere a l, aunque se abre la va a posibilidades de pensiones mediante capitalizacin). Se debe rechazar todo criterio nico, todo pensamiento nico debe ser
jubilado. Por consiguiente, debemos ampliar los mrgenes de opcin, dar a los
individuos la posibilidad de elegir el momento de su salida y establecer mecanismos de estmulo -de los que estamos completamente desprovistos en
Francia- para animar a la gente a prolongar su perodo laboral. La gente debe
tener un inters financiero, pero tambin unas perspectivas atractivas de fin de
carrera. Eso supone negociaciones sobre el empleo, con modificaciones en los
puestos de trabajo y cambios en la actitud de los empleados y los empresarios.
Sin embargo, sera necesario un mnimo de normas legales: una edad mnima de apertura de los derechos a la jubilacin (por qu no mantener los 60
aos?). Con el fenmeno de la parentalidad tarda, la gente quiere jubilarse
ms tarde. Es necesario hacer subir el ndice de actividad de los mayores de 55
aos. Excepto para las personas que ejercieron profesiones extremadamente
penosas y que podran beneficiarse de un sistema de jubilacin anticipada
especfico. Esta gente debe poder irse antes de la edad mnima de salida (al
menos, en un perodo transitorio, puesto que hay generaciones que hicieron
trabajos fatigosos). En las normas, se pueden introducir mecanismos que per-
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
mitan una estabilidad a largo plazo del coste de las pensiones. Por ejemplo,
Suecia introdujo variantes en el ndice de sustitucin de las pensiones, posibilitadas por la prolongacin de la esperanza de vida. Las personas deben poder
elegir el momento de su salida y hacer su propio clculo. Deben poder arbitrar ellas mismas, ya que los intereses de la gente son diferentes. Hay quien
tuvo carreras largas, otros que empezaron tarde Entre los 60 y los 70 aos,
la gente debe tener la posibilidad de mejorar su jubilacin. Situmonos una vez
ms en la perspectiva del ciclo de la vida. Es la mejor manera de llegar a un
consenso entre las generaciones, consenso necesario para toda reforma del
sistema de pensiones.
43
EL PODER GRIS?
MS: Cul es el camino que debe seguirse para los pases en vas de
desarrollo?
44
AMG: Tambin all el caso hipottico difiere por completo de lo que sucede
en Europa Occidental y se asemeja mucho ms al problema de los pases del
Este. Incluso el Banco Mundial desisti de la toda capitalizacin. En Chile, la
reforma de las pensiones no dio sus frutos. Argentina haba adoptado un sistema hbrido y es ahora catastrfico, pero los problemas son ms profundos y
sobrepasan el sistema de pensiones nico. En el caso argentino, hay un problema, ya que la gente no se afili. Es necesario creer en el sistema de pensiones
para afiliarse. El sistema de reparto al menos sobre una base mnima garantiza algo por ahora y da confianza a los jvenes para que se afilien. Al principio,
los pases en vas de desarrollo deben obtener prstamos para abrir el surtidor,
ya que la jubilacin exige reservas importantes.
El sistema de reparto requiere confianza y obligacin bajo la direccin del
Estado. Las pensiones nunca han funcionado sin ello. Esta garanta mnima que
da el sistema de reparto sera una primera etapa.
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
18
19
20
45
JPVD: Qu anlisis hace usted de la influencia de los grupos de presin de personas mayores, en los Estados Unidos, durante las ltimas
elecciones (2000)?
47
EL PODER GRIS?
PH: Pienso que esta influencia fue especialmente modesta, sobre todo si se la
compara con las elecciones de la dcada de 1980. En el transcurso de estas consultas, hay bastante poca solidaridad entre las personas de este grupo de edad. Se
acuerda?, en la dcada de 1980, las personas mayores haban formado sus actitudes y opiniones polticas durante la gran depresin. Estaban respaldadas por los
gobiernos. Franklin Roosevelt hasta haba constituido un sistema de seguridad
social para preservarlos de una suerte similar a la de sus padres y abuelos. Era la
generacin que haba combatido y ganado durante la Segunda Guerra Mundial.
Tena un sentido agudo de su identidad colectiva. Esta generacin pensaba tener
derechos importantes. En cambio, los ciudadanos de hoy no han combatido en
ninguna gran guerra, no piensan tener derechos particulares y Roosevelt no
cont mucho en su existencia. Por consiguiente, su experiencia colectiva es muy
diferente de la de sus antecesores, as como su sentido de la solidaridad.
48
Por otra parte, las personas mayores de hoy estn mucho mejor informadas
sobre el funcionamiento de los sistemas de seguridad social. En la dcada de 1980,
la gran mayora de los ciudadanos de edad avanzada consideraban que las cotizaciones que haban pagado se encontraban en alguna parte de un banco y que este
dinero era el que en parte se les redistribua. Muchos de ellos pensaban que no reciban la totalidad de lo que haban pagado, mientras que reciban, por trmino
medio, ms de seis veces lo que haban pagado, ms los intereses. La actual generacin de personas mayores est mejor informada, mejor instruida. Por lo tanto, no
es tan fcil manipularla ni es tan fcil polarizarla con respecto a las lneas polticas
inspiradas por organizaciones. Los grupos de edad avanzada y los ms vulnerables
entre los mayores de 65 aos suelen asustarse del debate sobre la seguridad social.
La situacin actual es bien diferente de la de hace quince aos, cuando fund el
Generational equity movement 21. En la actualidad, por primera vez desde 1936, tenemos
un autntico debate sobre las estructuras de la seguridad social. Es la primera vez,
desde 1952, que un presidente de los Estados Unidos deber intervenir y tomar
importantes decisiones relativas al futuro de la seguridad social. El momento es
muy diferente hoy. El hecho de que George Bush haya echado mano al expediente explosivo de la jubilacin, que haya podido derrotar a un hombre poltico en su
posicin (el vicepresidente Al Gore), identificado, sin embargo, con un gobierno
que haba conocido el xito, me confirma en la idea de que, de una forma u otra,
los grupos de presin de personas mayores no fueron muy activos durante las elecciones del 2000.
21
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
En oposicin a votar con las manos. La expresin procede de la aplicacin del modelo de movilidad fiscal propuesto en 1956 por el economista estadounidense CH. M. TIEBOUT, que consiste en afirmar que la movilidad interjurisdiccional de los ciudadanos les permite revelar sus preferencias por los bienes pblicos desplazndose a aquella localidad donde les ofrecen la oferta impuestos-servicios pblicos que mejor se adapta a sus preferencias. En los casos ms
simples, tal desplazamiento equivale a salir de la sala para no votar una mocin o sacar a los hijos de un colegio pblico para matricularlos en uno privado, pero en muchos casos supone emigrar a otro pas [N. del T.].
49
EL PODER GRIS?
normas en funcin de las cuales deba consultarse a los afiliados. Lo que no est
de acuerdo con los reglamentos internos o con la lnea del partido, simplemente no se tiene en cuenta. Se expulsa a gente de la organizacin, o del consejo de
administracin, por haber expresado puntos de vista considerados por la direccin como discutibles. Sin embargo, hay una apariencia de representatividad. En
efecto, para guardar las apariencias existen algunas plataformas de discusin
Incluso se seleccion a los administradores como resultado de un complicado
engranaje que tuvo lugar en las direcciones regionales. A pesar de estas prcticas,
aparentemente democrticas, la direccin de la AARP sigue siendo extraordinariamente estable y en eso es comparable a la direccin de una empresa clsica.
No es, en verdad, responsable ante sus afiliados, excepto en el sentido muy
amplio de la oferta y la demanda en un mercado dado.
JPVD: Cules deberan ser, segn usted, las perspectivas de estos grupos de presin de personas mayores en una sociedad que envejece?
50
PH: El mayor peligro sera el siguiente: hacia la mitad de este siglo podramos
alcanzar la edad media de 60 aos. Si a partir de all se alinea la vida poltica sobre
las reivindicaciones de las personas mayores (por lo tanto, mayoritarias), estas
ltimas podran obtener todo lo que desean y nada se les podra oponer.
JPVD: Al expresar este punto de vista, quiere usted decir que los
mayores podran ejercer un verdadero derecho de veto sobre las decisiones polticas?
PH: Sera ms que un grupo que cuenta con un derecho de veto sobre los
asuntos pblicos. Sin embargo, una situacin as podra conducir a una forma
de autodestruccin. Uno puede destruirse fcilmente por exceso de bebida o de
comida, pero est obligado a hacerlo? Podra existir un mecanismo de autorregulacin y de qu podra estar constituido? En algunos sistemas, como en
Francia, los costes sanitarios se han contenido mediante un proceso de racionamiento, lo que significa que el sistema de salud limita los gastos intiles negndose a cubrir algunas prestaciones.
A causa de la revolucin mdica que conocemos (revolucin que puede fcilmente aadir una dcada suplementaria a la existencia de cada uno), hay que
temer importantes conflictos entre los gestores del sistema de salud que intentan contener los costes y la poblacin en su conjunto que dispone de la fuerza
electoral. Por triste que pueda parecer, un sistema de pensiones slo puede funcionar correctamente si la gente se muere, lo que significa que los progresos
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
51
JPVD: Cree usted que la simple pertenencia a una generacin produce necesariamente un fenmeno de poder?
LC: Es necesario cuidarse de todo simplismo. Cuando la gente est correctamente informada y es consciente de las consecuencias de sus acciones, est dispuesta a tomar buenas decisiones, incluso si hacen falta algunos sacrificios per-
53
EL PODER GRIS?
54
JPVD: Qu influencia puede tener el envejecimiento de los responsables pblicos sobre la toma de decisiones polticas en cuanto a la poltica en materia de vejez?
LC: Cuando las personas que cotizan (todos los empleados de 20 a 60 aos)
no son las que toman las decisiones sobre los gastos relativos a la jubilacin
(hoy, la gente entre 55 y 65 aos), es decir cuando los pagadores no participan
en las decisiones tomadas por los beneficiarios, siempre pueden esperarse dificultades. Ahora bien, esa es la situacin de hoy, en que se planifican las pensio23
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
nes en el horizonte de 2040, sin asociar a las generaciones que pagarn durante
todo este perodo cotizaciones sumamente fuertes sin saber si algo volver a
ellos. Este desequilibrio de la representacin de las generaciones en la toma de
decisiones me parece que subraya, en s mismo, los riesgos asumidos. Este riesgo es el de procurar que el futuro de las pensiones en el horizonte de 2030 vaya
a ser, si no radiante, en cualquier caso aceptable, para diferir todos de los sacrificios sobre los que vienen detrs. Por el contrario, hace falta que todas las generaciones estn presentes en la reconstruccin del contrato intergeneracional; si
no, se quedar obsoleto rpidamente. En las negociaciones en torno a las pensiones de reparto, la verdadera cuestin es sta: si se pide una subida de las cotizaciones, qu se propone a cambio a las nuevas generaciones que van a tener
que pagar ms? De igual modo, en torno a la capitalizacin se plantea el mismo
problema generacional: para pasar de un sistema de reparto puro a un sistema
de capitalizacin pura hace falta una generacin de dobles pagadores, ya sea una
generacin que no tendr nada a cambio de sus cotizaciones, ya sea una generacin que estar obligada a ahorrar mientras paga por sus mayores y mientras
educa a sus hijos en condiciones decentes. Bien se advierte que si las decisiones
no se toman con una representacin equilibrada de las generaciones, las respuestas podrn ser injustas.
55
EL PODER GRIS?
deterioro social, se puede tener curiosidad por saber quines son los perdedores
de la guerra de generaciones.
56
24
L'ge du capitain, en el original. Hace referencia a la pregunta de humor absurdo que se formula tras el planteamiento, aparentemente serio, de un problema del tipo de "un tren sale de Madrid en direccin a Barcelona a las 9 de la
maana a una velocidad de 200 km por hora y hace una parada de 3 minutos cada media hora; otro tren sale de
Barcelona en direccin a Madrid a las 10 de la maana a una velocidad de 150 km por hora y hace una parada de 5
minutos cada hora; averiguar el nombre del jefe de estacin de la localidad en que ambos trenes se cruzan" [N. del T.].
25
Las tres dcadas que van de 1945 a 1975, que supusieron un auge econmico en Francia coincidente con la reconstruccin y recuperacin de las economas europea y asitica tras la Segunda Guerra Mundial [N. del T.].
Esta identificacin no es del todo exacta. La AARP fue fundada por la Dra. Ethel Percy Andrus en 1958 como
Association of American Retired Persons (Asociacin de Jubilados de los Estados Unidos) para desarrollar la National
Retired Teachers Association (Asociacin Nacional de Profesores Jubilados) que la misma doctora haba fundado en 1947
y que, en la actualidad, es una divisin dentro la AARP. En 1999, y dado que la afiliacin estaba abierta a cualquier persona mayor de 50 aos, con independencia de que estuviera o no jubilada y de que fuera o no ciudadana de los Estados
Unidos, la Asociacin redujo su nombre a las cuatro siglas y pas a denominarse nicamente AARP. [N. del T.].
57
EL PODER GRIS?
58
JR: S, es totalmente exacto: pensamos que tenemos un papel que desempear a la vez en el sector pblico y en el privado como partidarios de las personas que envejecen. Tratamos de trabajar con muchas organizaciones del sector
privado y de los comerciantes, as como de sociedades comerciales e industriales. Pero, por supuesto, tambin somos activos en el mbito de las polticas
pblicas. La dificultad consiste en intentar llevar al sector privado y al pblico a
trabajar juntos. Es la llave del xito de la poltica social.
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
mos, por supuesto. Pensamos que hay una forma de ver la poltica social que
conviene actualmente a la mayora de la gente: a su grupo de edad, a su participacin en la vida familiar, en el trabajo y en su comunidad. En consecuencia,
garantizar la cohesin de la familia, reforzar la de la comunidad y mejorar las
condiciones laborales es lo que constituye el credo de nuestra organizacin. No
se trata de defender una clase de edad contra otra, sino, ms bien, de seguir a la
gente a lo largo de su vida, no simplemente como individuos, sino como parte
de la sociedad.
JPVD: Ciertamente, pero, por lo que se refiere a las reformas que conciernen a la poltica en materia de vejez, y ms en particular, a la seguridad social, piensa que la AARP defiende el inters comn o bien que
hay dos tipos de intereses: el inters de los Estados Unidos y el de los
dems? Cul va a ser la posicin de la AARP en el futuro: va a actuar
como un grupo de veto en la reforma de la seguridad social, la salud y
los otros temas relativos al envejecimiento?
JR: Me gustara responder en dos puntos. En primer lugar, la seguridad social
es hoy un programa a favor de muchos jvenes. Ms o menos, un dlar de cada
tres desembolsados por la seguridad social se destina a alguien menor de sesenta y cinco aos, porque es el nico programa de seguro de discapacidad que existe. Y es en beneficio inmediato de los trabajadores jvenes. Eso ilustra bien la
forma en que nuestro programa puede beneficiar a las personas mayores, as
como a las ms jvenes. En segundo lugar, nuestra postura con respecto a la
59
EL PODER GRIS?
seguridad social es que no debe ampliarse a los jvenes, ya que estos tienen confianza en el programa para el futuro.
Y ejercemos presin actualmente sobre el Congreso y ante el Presidente para
que efecten algunas modificaciones en la seguridad social, de tal modo que su
financiacin se mantenga a largo plazo en una perspectiva de 75 aos.
Y, por supuesto, nadie conoce exactamente las cifras futuras, pero nosotros
sabemos que sera prudente efectuar algunos cambios, de forma que cada uno
est informado de antemano y pueda preparar su futuro con pleno conocimiento de causa. Es algo mucho ms eficaz que esperar la llegada de una crisis y tener
la obligacin de efectuar cambios brutales muy difciles de hacer aceptar.
JPVD: Cmo justifica que las generaciones de ms edad se beneficien de la seguridad social ms que los jvenes?
60
JR: La vieja generacin hizo el grueso del trabajo: construy nuestra economa e hizo muchos sacrificios durante su vida en beneficio de los ms jvenes.
La economa en el futuro ser ms fuerte y el nivel de vida ms elevado que en
la actualidad. As pues, los jvenes podrn aprovecharse de una calidad de vida
muy superior a la de las generaciones actuales.
En cuanto a la cotizacin, el ligero sacrificio actual es necesario en el mbito
de las cotizaciones sociales. Pienso que debemos ver las cosas de manera ms
abierta: queremos que las personas con ingresos limitados, cualquiera que sea
su edad, haga an ms sacrificios para conservar una seguridad social fuerte o
pediremos a las personas de edad muy avanzada que se sacrifiquen un poco
ms?
En vez de pensar en trminos de edad, es necesario reformular el debate en
torno a los que tienen medios y los que no los tienen. Eso podra clarificar los
fundamentos del debate actual.
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
61
EL PODER GRIS?
JPVD: Pero, a veces, la AARP acta en calidad de proveedora de servicios. Cmo llegan a conciliar sus dos posiciones: grupo de presin y
empresa?
JR: Es una buena pregunta, ya que nuestro poder permite ofrecer a nuestros
miembros mejores condiciones que las que podran obtener individualmente en
muchos mbitos de la economa. Creemos en el poder adquisitivo agrupado,
pero, por supuesto, siempre en el contexto de lo que pensamos ha de ser una
poltica pblica. La primera cosa que tenemos en cuenta es la exactitud de la
poltica pblica. A continuacin, nos esforzamos por contratar los mejores
negocios que podemos hacer en el mercado para nuestros miembros.
62
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
tro poder es el de nuestros miembros. No hay un poder independiente y dependemos por entero de la voluntad y los deseos de nuestros miembros.
Por consiguiente, si tomramos decisiones contrarias a las expectativas de
nuestros miembros, no tendramos ya ningn poder.
63
EL PODER GRIS?
JPVD: Eso quiere decir que el "grupo de presin de personas mayores" es ms homogneo?
JR: No. Hay toda una panoplia de asociaciones que representan a los mayores. Histricamente, los ms antiguos son ms bien liberales de izquierda (el
Consejo Nacional de Ciudadanos Mayores est muy vinculado a los sindicatos),
pero desde hace poco tiempo se ve la aparicin de organizaciones de mayores
ms conservadoras, que se basan en las tcnicas de direct mailing (correo directo) para recaudar fondos. No sabemos an si estas tcnicas darn resultado, pero,
como toda cosa en Amrica, hay un panel bastante amplio de puntos de vista.
Uno se puede encontrar con toda clase de grupos que quieren representar una
pequea parcela de estos puntos de vista. Es lo que hace nica a la AARP, dado
que nuestra ambicin es unificar estas perspectivas para alcanzar un consenso
general. Creo que es una poltica muy sana, ya que sin ella se encontrara sin cesar
enfrentada a disputas internas de carcter ms o menos ideolgico.
64
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
En primer lugar, por primera vez desde hace tiempo hubo 2 candidatos
con visiones muy diferentes sobre el envejecimiento.
A continuacin, en varios Estados clave, en los que la mayora de los electores eran mayores (Florida, Pensilvania), el debate se inflam.
Por ltimo, los resultados se referan tanto a las personas de edad media
como a los mayores, y esto es especialmente importante para las mujeres,
puesto que ellas, con los mayores, representan las 2 categoras de electorado ms importantes. Los dos candidatos se concentraron en los dos
grupos. Las mujeres son muy sensibles a la ayuda mdica y a los seguros
de enfermedad o de vejez, ya que son ellas quienes tienen a su cargo a sus
padres de edad avanzada y ellas mismas son ms vulnerables que los hombres en cuanto a la jubilacin.
JPVD: En ese caso, cmo explica usted que los mayores de Florida,
cuya importancia numrica se conoce, no hayan votado en masa por el
partido demcrata?
JR: Sabe?, pienso que los dos partidos fueron muy competitivos y muy dinmicos, sobre todo en lo referente a las cuestiones del envejecimiento visto el
inters que tena la poblacin.
Los dos partidos propusieron distintas maneras de tratar este tema y no concedan cualquier cosa al uno con relacin al otro, de modo que el voto en Florida
naturalmente se reparti en partes iguales. Es probable que eso sea lo que pase
en el futuro.
65
EL PODER GRIS?
JPVD: En qu medida se puede considerar el envejecimiento mundial como un peligro o como una oportunidad?
JR: Estamos en el contexto de una poblacin que envejece. Pienso que es una
buena oportunidad, lo que significa que vamos a tener que gastar una parte
importante de nuestros recursos econmicos para sostener a las personas mayores. Actualmente tenemos muchas ms personas mayores que las que hubo en
el pasado. Pero tenemos tambin un nivel de vida ms elevado, ya que los trabajadores son ms productivos que antes. Si podemos mantener un aumento del
ndice de productividad, incluso a un ritmo ligero, podremos asumir con facilidad un mayor nmero de personas mayores en el futuro. Pero eso significa que
debemos cotizar ms, tanto en el sector pblico como en el privado.
66
67
EL PODER GRIS?
68
Las cifras publicadas por los institutos de sondeo del voto segn la edad no
permiten un anlisis muy afinado, ya que el voto de los mayores suele agruparse en una extensa clase de edad de 65 y ms aos de edad (Percheron y Chiche,
1988). Por consiguiente, es imposible aislar el caso de los electores mayores de
75 aos, mientras que, al menos en lo referente a la participacin electoral, esta
edad seala una distincin. Es tambin imposible entender el voto de quienes se
encuentran entre los 60 y los 65 aos, sumergidos en la categora que abarca de
50 a 64 aos. No obstante, algunos sondeos publicados en las ltimas elecciones presidenciales y legislativas distinguen los de 60 a 69 aos y los de 70 y ms
aos de edad.
A pesar de estos lmites, las pruebas nos informan de que el voto de los
mayores de 65 aos se aleja del voto del conjunto de los electores de manera
sensible, pero no espectacular. Globalmente, el voto de las personas mayores
est una decena de puntos ms a la derecha que la media del electorado, desde
luego con variaciones de un escrutinio a otro.
En la primer vuelta de las elecciones presidenciales de 2002 (cuadro 1),
Jacques Chirac obtuvo un 25% entre los de 60 a 69 aos y un 34% entre los de
31
El ndice de participacin en las elecciones legislativas de 1997 ascenda al 90% entre los menores de 20 aos (este
nivel elevado se explica por el hecho de que los jvenes que se inscriben, a partir de su mayora de edad, en los padrones electorales son precisamente los ms motivados), al 65% hacia los 25 aos, a ms del 80% hacia los 45 aos, a
cerca del 90% entre los 60 y los 75 aos, al 80% a los 80 aos y al 50% a los 90 aos (Hran, 1997). Se encuentra as
la curva en U del abstencionismo segn la edad, clsica de la sociologa electoral estadounidense (Campbell, 1960).
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
CUADRO 1: El voto segn la edad en la primera vuelta de la elecciones presidenciales de 2002 (en porcentaje
de los sufragios expresados)
Mamre
Hue
Taubira
Otra
izquierda
Chevnement
Polo republicano
independentista
Saint-Josse
CPNT
Defensa de
la caza
Chirac
Derecha
Bayrou
Madelin
Lepage
Boutin
Otra derecha
Edad
Laguiller
Besancenot
Gluckstein
Extrema
izquierda
De 18 a 24
15
14
16
14
14
18
De 25 a 34
10
13
13
18
17
20
De 35 a 44
16
16
12
13
14
19
De 45 a 59
12
15
11
18
12
21
De 60 a 69
22
25
14
19
Jospin
Partido
socialista
Le Pen
Mgret
Extrema
derecha
70 y ms
17
34
13
18
Conjunto
10,4
16,2
10,9
5,3
4,2
19,9
13,8
19,2
Sondeo de IPSOS realizado el da de la 1 vuelta (21 de abril) basado en una muestra representativa de 4.044 electores ins32
critos consultados por telfono (mtodo de las cuotas) para Vizzavi, Fgaro, France 2, Europe 1 y Le Point . La lnea "conjunto" indica el resultado (redondeado al primer decimal) obtenido por el o los candidatos en el conjunto del electorado
(resultados oficiales de la eleccin).
32
Los resultados de este sondeo son los mismos, globalmente, que los de otras encuestas postelectorales, en particular
las realizadas por SOFRES para varios centros de investigacin en ciencias polticas y la de Louis-Harris para AOL y
Libration. Hemos elegido la encuesta de IPSOS debido a la delimitacin ms afinada de las clases de edad adoptada
por este instituto y a que tiene en cuenta a todos los candidatos en sus cuadros de resultados.
33
En las elecciones presidenciales anteriores, en 1995, este reflejo legitimista haba perjudicado, por otra parte, y en la
primera vuelta, al propio Jacques Chirac. ste no tena en la poca ninguna funcin gubernamental, al contrario que
su adversario en la derecha moderada, el entonces Primer Ministro Edouard Balladur. Mientras que la mayora de los
electores de la derecha, y especialmente los ms jvenes, eran seducidos por el discurso de Jacques Chirac, los mayores expresaban de forma masiva su preferencia por Edouard Balladur, jefe del gobierno. Slo en la segunda vuelta fue
cuando los mayores de 60 aos votaron masivamente a Chirac en 1995.
69
EL PODER GRIS?
dor del 17%) entre los mayores que en el conjunto de los electores, mientras que
los otros candidatos de la izquierda y de la extrema izquierda conseguan resultados claramente peores entre los mayores de 60 aos que en las otras clases de
edad.
Ante la extrema derecha, cuya presencia en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales constituy un sesmo en la vida poltica francesa, las personas
mayores, que hasta el momento se resistan, ms que otras clases de edad, a la
tentacin del voto para Jean-Marie Le Pen, no se comportaron de manera diferente que el conjunto de los franceses.
Tanto en la primera como en la segunda vuelta (cuadro 2), el Presidente del
Frente Nacional obtuvo ms o menos el mismo resultado entre los mayores y
los dems electores. La nica diferencia significativa observada en funcin de
la edad se refiere a los ms jvenes que, en la segunda vuelta, parecieron rechazar de forma ms masiva al lder del Frente Nacional que las otras clases de
edad34.
70
En la elecciones presidenciales de 1995, Jean-Marie Le Pen, que haba obtenido un 15,5% en el conjunto del electorado, slo recogi un 9% entre las personas de edad avanzada. Siete aos ms tarde, la dimensin que tom el tema
de la inseguridad en la campaa electoral contribuy, sin duda, a atraer hacia el
Frente Nacional a los electores mayores.
CUADRO 2: El voto segn la edad en la segunda vuelta de la elecciones presidenciales de 2002 (en porcentaje
Jacques Chirac
Jean-Marie Le Pen
De 18 a 24
93
De 25 a 34
78
22
De 35 a 44
81
19
De 45 a 59
82
18
De 60 a 69
78
22
70 y ms
83
17
Conjunto
82,2
17,8
Sondeo de IPSOS realizado el da de la 2 vuelta (5 de mayo) basado en una muestra representativa de 2.886 electores inscritos consultados por telfono (mtodo de las cuotas) para Vizzavi, Fgaro, France 2, Europe 1 y Le Point.
34
No obstante, en otro sondeo (Louis Harris-AOL-Libration), no aparece esta especificidad de los ms jvenes.
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
Sondeo postelectoral de SOFRES para una muestra de 2.000 electores (informe de la encuesta).
Sondeo postelectoral realizado por SOFRES para tres centros de investigacin en ciencias polticas (Cevipof, de Pars;
Cidsp, de Grenoble, y Craps, de Lille) y el diario Libration basado en una muestra de 3.010 electores (informe de la
encuesta).
37
Sondeo de SOFRES para TF1/RTL/Le Monde realizado los das 10 y 11 de abril de 2002 basado en una muestra de
1.000 personas.
36
71
EL PODER GRIS?
despus de la introduccin definitiva del euro, los nostlgicos del franco son
apenas ms numerosos entre los mayores de 65 aos que en el conjunto de la
poblacin (53% contra 48%)38.
En cualquier caso, es un tema en el que, paradjicamente, los jubilados no
se diferencian de los dems electores: la jubilacin. En 1999, manifiestan la
misma inquietud a este respecto que los dems franceses, ni ms, ni menos.
Como ellos, son poco favorables a la idea de retrasar la edad de la jubilacin,
aunque consideran inevitable esta evolucin. Y, lejos de toda reivindicacin
generacional, un 61% de los mayores de 60 aos, como el conjunto de los electores sin distincin de edades, considera su propia generacin como privilegiada, mientras que juzga en la misma proporcin la de los jvenes (de los 25
a los 35 aos) como sacrificada39.
72
Sondeo de IFOP para Dimanche Ouest France basado en una muestra de 1.005 personas. La cuestin planteada era
la siguiente: seis meses despus de la implantacin del euro, echa de menos el franco?.
Sondeo realizada por SOFRES para Le Nouvel Observateur en marzo de 1999 (Teinturier, 2000).
40
Los dems electores interrogados indican haberse decidido durante la campaa o no responden a la cuestin. Sondeo
postelectoral realizado por SOFRES para tres centros de investigacin en ciencias polticas (Cevipof, de Pars; Cidsp, de
Grenoble, y Craps, de Lille) y el diario Libration basado en una muestra de 3.010 electores (informe de la encuesta).
39
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
Constante y variaciones
Para entender el significado del voto de los jubilados es necesario situarlo de
nuevo en una perspectiva histrica. A falta de un estricto anlisis por cohortes,
que permitira un verdadero seguimiento de las generaciones (Glenn, 1977), el
cuadro 3 presenta, por clases de edad, el resultado de la derecha en la segunda
vuelta de las elecciones presidenciales desde 1965 (ao en que, por primera vez,
al menos en el siglo XX, se eligi al jefe del Estado francs por sufragio universal directo) hasta 1995.
No incluimos en este cuadro el escrutinio de 2002, puesto que en ste, en la
segunda vuelta, se vio que la derecha se opona no a la izquierda, como las veces
precedentes, sino a la extrema derecha. Por lo tanto, la comparacin no habra
sido pertinente41.
CUADRO 3: El voto a la derecha segn la edad en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales (en porcentaje de los sufragios expresados)
Edad
1965
1974
De 18 a 24
1981
1988
1995
37
40
55
De 25 a 34 (o de 21 a 34)
49
41
37
37
48
De 35 a 49
55
51
49
49
47
De 50 a 64
55
54
53
49
55
65 y ms
65
60
60
53
62
Conjunto
55
51
48
46
53
Mxima diferencia
+ 16
+ 19
+ 23
+ 16
+ 15
Diferencia 65 y ms / conjunto
+ 10
+9
+ 12
+6
+9
Voto para el general De Gaulle en 1965, para Valry Giscard de Estaing en 1974 y 1981, y para Jacques Chirac en 1988 y
1995.
1965: sondeo de IFOP entre las dos vueltas, 2.253 personas. Fuente: Platone, 1991.
1974, 1981 y 1988: sondeos de SOFRES despus de la segunda vuelta; 2.000 personas cada vez. Fuente: Platone, 1991.
1995: sondeo de SOFRES despus de la segunda vuelta; 2.000 personas. Fuente: informe de la encuesta.
Esta visin general de las presidenciales se complementa con una comparacin, referida esta vez al voto a la izquierda, entre las elecciones legislativas de 1978, de 1997 y de 2002, escrutinio, este ltimo, que se celebr
41
Del mismo modo, no se tienen en cuenta las elecciones presidenciales de 1969, ya que la configuracin muy particular de este escrutinio, producido tras la dimisin del general De Gaulle, hace imposible toda comparacin con las
dems elecciones. En la segunda vuelta, en efecto, se haban opuesto no la izquierda y la derecha, sino un candidato
de la derecha, Georges Pompidou, que gan, y un candidato del centroderecha, Alain Poher.
73
EL PODER GRIS?
CUADRO 4: El voto a la izquierda segn la edad en la primera vuelta de las elecciones legislativas (en porcentaje de los sufragios expresados)
Edad
1978
1997
2002
de 18 a 24
65
48
42
de 25 a 34
59
47
47
de 35 a 49
50
52
49
de 50 a 64
46
41
35
65 y ms
34
35
29
Conjunto
50
44,5
40
Mxima diferencia
- 31
- 17
- 20
Diferencia 65 y ms / conjunto
- 16
- 9,5
- 11
Izquierda: extrema izquierda, Partido Comunista Francs, Partido Socialista, otra izquierda + Verdes en 1997 y 2002 + Polo
republicano en 2002.
1978: sondeo de SOFRES-CEVIPOF, 4.507 electores. Fuente: Platone (1991).
1997: sondeo de SOFRES para tres centros de investigacin (CEVIPOF, CIDSP, CRAPS) y Libration, 3.010 electores.
2002: sondeo de Louis Harris para AOL y Libration. 2.030 personas.
Comparar las elecciones legislativas, donde las candidaturas son mltiples, incluso en la segunda vuelta, es menos
fcil que comparar las elecciones presidenciales, cuya segunda vuelta es necesariamente binaria, puesto que solamente dos candidatos pueden quedar en liza. Para las legislativas, se planteaba, sobre todo, el problema de la extrema derecha, ausente del juego poltico en 1978 pero muy fuerte en 1997 y 2002, y en una lnea tan hostil a la derecha moderada como a la izquierda. Por esta razn, tomamos como referencia el resultado de la izquierda y de la extrema izquierda en la primera vuelta, y no el de la derecha.
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
UN EFECTO DE GENERACIN, SOCIOLGICO Y NO DIRECTAMENTE POLTICO. Las generaciones que se jubilan en la dcada de 1970, nacidas a finales del siglo XIX y a principios del XX, reflejan el estado de la poblacin
activa en la poca en que trabajaban, durante la primera mitad del siglo
XX, con una proporcin claramente mayor de agricultores y patronos de
la industria y el comercio (Denni, 1981).
75
EL PODER GRIS?
76
43
Cifras provisionales del INSEE, que pueden consultarse, en particular, en el sitio de Internet del Instituto Nacional
de Estudios Demogrficos: www.ined.fr.
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
La mortalidad diferencial, que explica, en gran parte, el voto ms a la derecha de esta clase de edad, sobre todo teniendo en cuenta que se ve reforzado, sin duda, por lo que llamaremos la exclusin diferencial. Las clases
sociales ms favorecidas son las que permanecen mucho ms tiempo con
buena salud e integradas socialmente y, en consecuencia, ms a menudo
en condiciones de ir a votar, lo que aumenta su peso relativo en el electorado de los mayores.
77
EL PODER GRIS?
78
En 2002, los comprendidos entre los 35 y los 49 aos son todava quienes
estn ms a la izquierda. Esta clase de edad corresponde siempre a los postsesentaiochistas, adolescentes en la dcada de 1970 aos de grandes conmociones en
la sociedad y en las costumbres y que todava aparecen an ms a la izquierda
que los que tenan 20 aos en 1968. En cambio, los sesentaiochistas se encuentran, en compaa de generaciones de edad ms avanzada, entre los 50 y los 64
aos, categora algo menos a la izquierda que la media del electorado.
El carcter muy heterogneo, en lo referente a generaciones, de esta ltima
clase de edad no permite sacar conclusiones fiables, pero su voto en 2002 pone
de manifiesto que no se puede excluir que un efecto de edad el conservadurismo aumenta con el envejecimiento juegue tambin para los baby boomers. Pero,
en nuestra opinin, probablemente no ser bastante fuerte para compensar un
efecto de generacin de tal potencia y de tal resistencia al tiempo.
Sobre todo teniendo en cuenta que esta especificidad de los baby boomers se
integra en un efecto de generacin ms amplio relacionado con todas las
cohortes nacidas desde la Segunda Guerra Mundial, que se diferencian de las
nacidas antes del conflicto por un enorme liberalismo cultural, una escasa prctica religiosa y una permisividad sexual incomparablemente mayor. Esta divisin entre generaciones de antes y despus de la guerra, en el centro de las teoras de Ronald Inglehart sobre el postmaterialismo en el conjunto de los pases
industrializados (Inglehart, 1990), ha sido puesta de manifiesto, para Francia,
por varios anlisis por cohorte (Drouin, 1995a y b; Grunberg y Schweisguth,
1997).
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
79
EL PODER GRIS?
Premire, n. 546.
HRAN, F., y ROUAULT, D. (1995): "La prsidentielle contre-jour : abstentionnistes et non inscrits",
INSEE Premire, n. 397.
INGLEHART R. (1990): Culture shift in advanced industrial society, Princeton, Princeton University Press. Traduccin
francesa (1993): La transition culturelle dans les socits industrielles avances. Pars, Econmica.
MAYER N. (2000): "Indpendance, salariat et culture politique", en BRCHON, P.; LAURENT, A., y
PERRINEAU, P. (editores): Les cultures politiques des Franais. Pars, Presses de Sciences Po.
PERCHERON, A., y CHICHE, J. (1988): "Classes d'ge en question", Revue franaise de Science Politique, 38 (1),
pp. 107-124.
PLATONE F. (1991): Les lectorats sous la Ve Rpublique, donnes d'enqute. Pars, Centro de Estudios de la Vida
Poltica Francesa (CEVIPOF).
SINEAU, M. (2000): "L'lectrice paradoxale" en BRCHON, P.; LAURENT, A., y PERRINEAU, P. (eds): Les cultures politiques des Franais. Pars, Presses de Sciences Po.
TEINTURIER B. (2000): Les Franais et leur retraite: vers la construction d'un enjeu politique majeur?, en
DUHAMEL, O., et MCHET, P. (editores): SOFRES, l'tat de l'opinion 2000. Pars, Le Seuil, pp. 145-158.
80
La aparicin de grupos de presin o partidos polticos que defendan especficamente los derechos e intereses de las personas mayores, ha contribuido, con
toda seguridad, a la difusin del trmino de poder gris, para tratar de dar
cuenta de las iniciativas muy numerosas nacidas ac y all en diferentes pases
occidentales. De este modo, la verdadera revolucin demogrfica que representa el envejecimiento de la poblacin para estos pases se traducira en la aparicin de una nueva fuerza dispuesta a influir en las decisiones polticas. Sera, sin
duda, una de las expresiones ms patentes de esta formidable conmocin que se
est operando.
No obstante, a lo largo de este artculo intentaremos relativizar mucho esta
idea, interesndonos, por una parte, por la aparicin de formas de participacin de los jubilados y, por otra parte, por la temtica de las representaciones
sociales de estos ltimos. A partir de la hiptesis de que el poder gris no es
ms que una palabra, intentaremos poner de manifiesto que las distintas iniciativas participativas de los jubilados no contemplan una redefinicin del
poder o sus mtodos de reparto. Por el contrario, ms bien anunciaran, sin
duda, por parte de los poderes pblicos, nuevas dinmicas de accin actualmente en construccin para encontrar la diversidad de las peticiones que emanan de la sociedad civil.
Muy marcadas por una fuerte presencia femenina, estas diferentes experiencias no son, sin embargo, una invencin reciente. As, la potente National Retired
Teacher Association, que dio nacimiento a la American Association of Retired Persons
(AARP), vio la luz en la inmediata posguerra. Siempre en los Estados Unidos,
los Grey Panthers46 nacieron en la dcada de 1970. En Alemania, el Graue Panther,
46
81
EL PODER GRIS?
que naci en 1975, fue el movimiento que origin el partido poltico, hoy desaparecido, Die Grauen, que obtuvo una sede a escala regional en 1991. Los Pases
Bajos y el Reino Unido no quisieron ser menos y tambin surgieron varias asociaciones que defendan los derechos e intereses de los jubilados. En Francia,
Maximilienne Levet-Gautrat sent las bases del movimiento La Flamboyance.
Blgica cuenta igualmente con diferentes asociaciones para personas mayores. A
mediados de la dcada de 1990 se crearon, incluso, tres partidos polticos, sin
por ello encontrar el xito previsto: en Flandes, el Waardig Ouder Worden (WOW)
y el Algemeen Ouderendbond Vlaanderen, y en Valonia, el Partido Plus.
Las iniciativas nacidas en el contexto del Estado social
82
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
rentes mundos se relacionan poco, mientras que sus lites negocian continuamente en el marco de una democracia consociativa (Duhamel, 1993) ms
caracterizada por el arte del compromiso que por las decisiones mayoritarias y
unilaterales.
Por lo que respecta a la ciudadana de los mayores, se observa que las organizaciones sindicales y mutualistas que pertenecen a los pilares cristiano y socialista establecieron diferentes gestiones a iniciativa, a menudo, de los propios
jubilados. En la prctica, esto significaba una fuerte segmentacin de las organizaciones de jubilados sobre una base tanto filosfica (organizaciones del mundo
catlico, por una parte, y organizaciones del mundo socialista, por otra) como
lingstica (cada organizacin atravesada por la separacin belga entre francfonos y neerlandfonos). En el marco de una sociedad pilarizada, la defensa de
los intereses de los jubilados pasaba por una capacidad de influencia de los jubilados sobre los sindicatos y las mutualidades, a travs de la organizacin de
comisiones y de rganos de concertacin y consulta. As pues, junto a una cultura esencialmente orientada hacia los servicios, las actividades recreativas y el
empleo (Vrancken, 1995), a partir de la dcada de 1970 apareci una cultura de
la reivindicacin llevada por algunos militantes, antiguos directivos jubilados o
prximos a la jubilacin. Dado que encuentra sus races en el pasado militante
y reivindicativo de sus miembros, esta cultura se apoyaba en la denegacin del
papel pasivo de los jubilados, en su participacin en grandes organizaciones percibidas a la vez como medios de resistencia y como correas de transmisin hacia
los poderes pblicos.
Aparecida relativamente tarde (en la dcada de 1970), esta forma de participacin se inscriba plenamente despus del modelo de la participacin por pilares. Pero hoy, con la crisis econmica, la subida del desempleo y la aparicin de
nuevas formas de exclusin, el contexto es bien diferente. Todo un modelo de
proteccin social, y tambin de participacin, se ha visto cuestionado. Basada en
el equilibrio y la concertacin, la estructuracin del sistema ha revelado su gran
fragilidad desde hace varios aos47. La constatacin que suelen establecer los
analistas consiste en que, debido a una mediacin cada vez ms instrumental
ofrecida por los diferentes pilares, la bsqueda de nuevas experiencias de participacin tena tendencia a operarse fuera del marco formal diseado por estos
ltimos. De este modo, numerosas iniciativas recientes, como la organizacin de
47
Sobre esta cuestin, consltense dos nmeros de La Revue Nouvelle consagrados al tema de la crisis de los pilares
en Blgica: "Mitoyens ou citoyens. Pour en finir avec les piliers?", 1990, 10, y "Les piliers ou la libert cache-cache",
1999, 3.
83
EL PODER GRIS?
84
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
Cultura del repliegue sobre s mismo, cuando la sociedad era incapaz de producir otras formas de integracin que la que ofreca el trabajo. Y tambin lo tiene
en cuenta el autor en una reciente publicacin: estoy convencido (...) de que
precisamente la jubilacin no es ya el retiro, como a menudo era el caso al
comienzo de mis propias investigaciones, a principios de la dcada de 1970. (...)
Indudablemente, existen, como hemos escrito todos, nuevos modelos culturales
de la vida postprofesional que toman diferentes formas: solidaridad, utilidad
social, ciudadana, etc., y traducen la aparicin de una jubilacin activa tras la
jubilacin / el retiro (2001, p. 177).
Con esta constatacin de jubilados menos en retiro y en adelante ms activos, hay derecho a preguntarse si no vamos a observar una penetracin creciente de las esferas de la vida asociativa y civil por parte de los jubilados, incluso un
efecto sobre la representacin poltica. Nos parece que podemos responder a
esta pregunta que, ms que a la aparicin de un verdadero contrapoder poltico,
asistimos a una verdadera transformacin de las formas mismas de sociabilidad
en los grupos de personas mayores. Se sabe, por una parte, que las diferentes
iniciativas polticas apenas han conocido un autntico xito en numerosos pases. Se sabe, por otra parte, que el voto jubilado est l mismo en plena evolucin. Tal como lo muestra Viriot Durandal (2001), los comportamientos electorales de los nuevos jubilados de la dcada de 1990 se alejan de los de las cohortes precedentes: no indican ya una misma actitud de fidelidad con respecto a un
partido en particular. Si la sociologa electoral ha conseguido que las personas
mayores, probablemente ms legitimistas, tengan ms tendencia a votar por el
poder establecido que los ms jvenes, se puede aceptar que este efecto se esfuma ante las generaciones de jubilados ms jvenes.
El poder gris no aparece de ninguna manera como concepto cientfico
autorizado, apto para resistir a la prueba de los hechos. Es un concepto hueco
cuyo nico mrito sera intentar encerrar el tiempo, como para retener mejor
toda la fuerza explicativa. Pero se han sobreestimado en exceso los efectos de la
edad sobre el conjunto de nuestros comportamientos sociales. El entusiasmo,
relativamente reciente, por los estudios consagrados a los problemas del envejecimiento no debe hacernos olvidar que la edad no es ms que una variable entre
otras. No es la variable explicativa por excelencia. As pues, en lo que respecta al voto electoral, los intereses vinculados a la edad encubren a menudo diferencias mucho ms pertinentes en trminos polticos, econmicos, culturales y
tnicos (Viriot Durandal, 2001, p. 87-88).
85
EL PODER GRIS?
86
En la actualidad, ya no puede definirse la vejez por la edad oficial de jubilacin. Por otra parte, la edad no puede correlacionarse con una realidad
social homognea. Ms a fondo, vivimos una transformacin de las edades y
de nuestras propias formas de temporalidad. El curso de las edades se vio claramente afectado, sobre todo, bajo el efecto de los dispositivos pblicos y privados destinados a controlar las salidas precoces del mercado laboral de los
trabajadores de edad avanzada. All donde un ciclo ternario de las edades permita situar una juventud para aprender y formarse, una edad adulta para trabajar y una vejez para descansar, los estudios demogrficos nos ensean que
ahora es necesario hablar de diferenciacin de las edades. Interesndose por
la temtica de las generaciones, Gaullier (1998) pone de manifiesto que las
generaciones se amplan y que no es raro encontrar tres o incluso cuatro
generaciones viviendo bajo el mismo techo. En lo que se refiere a los jubilados, se deben contar tres generaciones: la del baby boom, la de los Gloriosos
Treinta y la de la gran edad48. Se ve en qu medida se hace aicos la unidad
de apariencia del grupo de las personas mayores ante esta diversificacin de
las edades y tambin de las representaciones y referencias sociales.
Del mismo modo que no se puede hablar de un poder gris que se enfrenta a las aspiraciones polticas de un grupo homogneo de personas mayores,
tampoco puede hablarse, por comodidad, de una identidad especfica con respecto a los jubilados o a las diferentes generaciones de jubilados. Como anticipa Gaullier (1998, p. 32), el concepto de generacin es en s mismo paradjico
y ambiguo. En realidad, no hay una identidad colectiva de generacin, de ideologa estructurante, de compromisos polticos comunes. Ante tal constatacin, cabra entonces preguntarse qu inters tendran an los investigadores en
ciencias sociales de centrarse en un objeto de estudio que, a medida que se aproximara, parecera eludir los trminos mismos del anlisis.
48
Alcanzada la cincuentena, la primera sera la de la dcada de fin de carrera, vivida como la generacin sacrificada.
La segunda ha estado activa durante el perodo de la posguerra y se identifica con la Generacin de Bienestar. La tercera es la generacin ignorada, marcada por los problemas de salud y de soledad, predominantemente femenina.
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
87
EL PODER GRIS?
88
Para seguir a Giddens (1987), la reflexividad es este uso regularizado de la informacin y de los conocimientos para
orientar la accin as como la reproduccin de los sistemas sociales. Es caracterstica de la modernidad y est muy
adscrita a las ciencias sociales que producen saberes y conocimientos sobre el funcionamiento de las sociedades y las
representaciones de los agentes sociales. Estos saberes y estos conocimientos terminan por influir en las representaciones ordinarias del conjunto de la poblacin.
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
ponen toda una semntica para calificar la accin a travs de las lenguas del paradigma biomdico, de la razn jurdica y gestora o tambin de las ciencias sociales. Pero no nos parece que esta semntica haya corroborado el sentido de la
accin de una vez por todas. Mientras nombraba el objeto y sus problemas, ofreca saberes de los que se apropiaron poco a poco los mayores para reflexionar y
situarse. En otras palabras, si las polticas pblicas contribuyeron mucho a la
aparicin de cuadros normativos, a pesar de todo generaron dispositivos cognoscitivos ms reflexivos y autorizaron un profundo trabajo de relectura y reinterpretacin, realizado por los propios interesados en funcin de los recursos de
que disponen, de las situaciones y de los medios sociales en cuyo seno evolucionan. Esta dinmica reflexiva no es nueva en absoluto. No obstante, tendera a
desarrollarse an ms en el momento de la llegada de una sociedad de redes en
la que la comunicacin y el conocimiento van a convertirse en los principales
desafos.
Hacia nuevas formas de accin pblica
En nuestra opinin, si la reflexividad se convierte en una caracterstica pertinente de una actividad crtica ante los jubilados, an as sera necesario guardarse de toda veleidad por demasiado universalista, en cuyo caso incurriramos
en el defecto normalizado que hasta ahora se critica. Adems de la extrema
complejidad metodolgica por detectarla, esta reflexividad aparece de manera
indirecta, lo que explica su tenue presencia (16% de los casos) en una muestra
ciertamente razonada, pero no representativa (enfoque cualitativo) de la poblacin de los jubilados. Por otra parte, no se trata de no sacrificar unilateralmente los nuevos convenios en vigor, que celebran las nuevas virtudes activas, ciudadanas y participativas de los nuevos jubilados identificados con esta circunstancia, como para sealar mejor toda la distancia que en la actualidad los
separa del aislamiento social. Por el contrario, nuestra investigacin puso de
relieve tambin una fuerte proporcin de mayores en retiro (31%). Aunque el
retiro tiende a redefinirse mucho, o incluso a reivindicarse como perodo de
merecido descanso, o como buena poca para uno mismo, percibimos la
multiplicidad de los mundos de representacin de los jubilados. Al menos, no
permiten poner fin a la existencia de identidades colectivas fuertes y homogneas. Encontramos otra vez all nuestra constatacin inicial, la de la dificultad
de entender al protagonista colectivo de la jubilacin, en particular, como
grupo capaz de aparecer de manera duradera sobre la escena pblica para hacer
or su voz.
89
EL PODER GRIS?
90
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
garantizan el encuentro, el dilogo y la mediacin con una diversidad que ha llegado a ser cada vez ms difcil de representar.
Sera tentador deducir que la crisis del Estado social, rpidamente evocada al principio del artculo, ha contribuido inevitablemente a la crisis de un
modelo de participacin. Pero la crtica del Estado social no significa necesariamente una salida unvoca del modelo, sera prescindir de una evolucin
notoria incluso en lo referente al papel del Estado social. En efecto, si filosofa originaria de esta forma estatal fuera en verdad garantizar una red de seguridad a las personas incapacitadas o incapaces de trabajar, el Estado social
moderno ha abandonado poco a poco una filosofa minimalista (EspingAndersen, 1999) pretendiendo acrecentar las capacidades de cada uno para
trabajar o encontrar trabajo. Su finalidad se ha ampliado progresivamente a la
voluntad de armonizar la vida laboral y la vida familiar, de desarrollar la cultura, el tiempo libre, la salud y la formacin. El Estado social ha venido a
influir en los acontecimientos externos a su esfera de accin de origen, vinculada al mantenimiento del trabajo remunerado. Desde este punto de vista,
las polticas pblicas han evolucionado sensiblemente. Sin dar la espalda a
una lgica llena de racionalizacin, planificacin y programacin de los servicios y de los medios humanos, tcnicos y financieros51, ha visto la luz otro
contexto de accin pblica, el cual se afianza an ms en las realidades territoriales y busca encontrar, a travs de dinmicas de procedimiento y convencionalistas, tanto la capacidad de reaccionar de los ciudadanos como la especializacin profesional. De este segundo movimiento es del que procedera,
en especial, la creacin de foros y comisiones consultivas ante las personas
mayores para pedir sus reacciones. Toda la cuestin es saber en esta fase
cmo llegarn a articularse concretamente la lgica de planificacin y la lgica de procedimiento.
Al trmino de este trayecto, no nos parece, por tanto, que el poder gris
cualquiera que sea el contenido que se sita detrs de este trmino se enfrente con la realidad actual de las prcticas electorales y asociativas de los jubilados,
del mismo modo que aquellas tampoco anuncian una guerra de generaciones
muy improbable. Al contrario, los trabajos actuales sobre las dinmicas intergeneracionales muestran, ms bien, en qu medida se intensifican estas ltimas en
el espacio familiar y hasta qu punto desempean un papel clave los jubilados.
Todo nuestro proceso habr consistido en poner en perspectiva las prcticas y
51
Las polticas hospitalarias que actualmente se desarrollan en numerosos pases occidentales se inscriben, en su mayora, en esta lgica.
91
EL PODER GRIS?
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
93
Examinaremos aqu las principales tendencias que dominan la autoidentificacin de los jubilados en Rusia. Nos basaremos en dos sondeos de opinin realizados en 1989 y 1999 sobre el conjunto de la poblacin rusa, as como en un
reciente estudio que incluye entrevistas con jubilados de Mosc. Analizaremos
los principales cambios operados durante este perodo de diez aos y examinaremos de cerca el material resultante de entrevistas recientes con el fin de entender mejor las identificaciones primarias de las personas mayores y establecer
comparaciones entre diferentes grupos (edad y sexo).
La identificacin de una persona pasa, en primer lugar, por su autoidentificacin (autodeterminacin) como individuo en un espacio social particular (identificacin en grupo); en segundo lugar, viene la autodeterminacin, que tiene en
cuenta las aptitudes particulares de un individuo (identificacin personal). Los
investigadores rusos que trabajan en la identificacin alegaron, en la dcada de
1990, el hecho de que los cambios en el mtodo de vida haban estado acompaados de transformaciones importantes en la identificacin de los rusos. Pero
nada es simple al respecto. Mientras que la inestabilidad en los mbitos econmicos y polticos deforma las relaciones entre el pasado, el presente y el futuro,
el pasado acta muy a menudo como un determinante directo de la identificacin social actual (Yadov, 1994, p. 272).
El presente artculo se basa en el anlisis de datos sociolgicos del All-Russia
Center for Public Opinin Research53 (VCIOM), y en las investigaciones personales de
su autor. Estas ltimas se examinarn con ms detalle a continuacin.
53
Centro de Investigacin de la Opinin Pblica de Todas las Rusias [N. del T.].
95
EL PODER GRIS?
96
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
Las personas interrogadas tenan varias posibilidades de respuesta. En el cuadro 1 se presentan los modelos de identificacin que se utilizaron ms a menudo (ms del 10% de las personas interrogadas). Las diferencias son vlidas para
(p) inferior o igual a 0,01.
CUADRO 1: Objetos preferidos de identificacin segn el sondeo de 1989
Objetos de identificacin
Rango
43.7
Sovitico
22.4
2-3
Experto en un mbito
21.8
2-3
19.7
4-5
Amo de mi hogar
18.9
4-5
12.5
6-7
Persona de mi generacin
12.4
6-7
Amo de mi territorio
12.2
Las identificaciones preferidas son prcticamente las que prevalecen para cada
grupo de edad. En 1989, la tendencia era una fuerte identificacin con el grupo
primario (la familia, incluida la relacin y la identificacin con los padres) y, en
segundo lugar, la identificacin con la nacionalidad sovitica, seguida de una
cierta tendencia a la identificacin segn el criterio control y autocontrol en las
situaciones de actividades y condiciones de vida. Vienen a continuacin los factores como experto en el trabajo, amo de casa, amo de mi territorio. La
cuarta tendencia es la identificacin con grandes comunidades (lugar de residencia, generacin), o tambin lo que se llama identificacin de afiliacin.
En 1989, se experimentan claramente las carencias de una crisis de sociedad
en la cual los individuos se esfuerzan en controlar sus condiciones de vida, como
lo confirman las tendencias que se extraen ms arriba.
Habida cuenta del estudio dirigido en 1989, evaluamos y publicamos los
principales criterios de identificacin de los diferentes grupos de edad
(Kozlova, 1999). Tuvimos en cuenta la identificacin social de dos grupos de
edad: (de 50 a 59 aos) y (60 y ms aos de edad). Para la poblacin situada
entre los 50 y los 59 aos, para la mayora en situacin de jubilacin (para las
mujeres) o a punto de jubilarse (para los hombres), la identificacin con la
familia con a la nacionalidad sovitica es dominante. Los representantes
de este grupo de edad nacieron durante la dcada de 1930 o a principios de la
dcada siguiente. Se han criado en el sistema de valores sovitico y patri-
97
EL PODER GRIS?
Identificacin
98
Rango
57
Ruso
43
Amo de mi hogar
32
24
4-5
Experto en un mbito
23
4-5
21
Persona de mi generacin
19
Sovitico
13
Al comparar los aos de 1989 y 1999, los investigadores del VCIOM tuvieron
en cuenta: en primer lugar, una fuerte estabilidad, sobre 10 aos, de algunos criterios de identificacin, como el orgullo de pertenecer a un grupo social, como
hijo de la nacin, amo de mi territorio, experto en un mbito, miembro
de una empresa, representante de la raza humana. Como antes, la referencia
a la generacin (hijos - padres) es la ms frecuente y su posicin hasta parece
reforzarse. Las referencias locales (ciudad, regin) se refuerzan tambin. El
cambio ms sealado de identificacin se observa en el mbito nacional y poltico: no slo ruso gana por la mano a sovitico, sino que se menciona an ms
esta referencia que diez aos antes. Parecera que el atributo sovitico se hubie-
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
ra elegido hace diez aos como un trmino comn y oficial, mientras que en
1999 el atributo ruso haca referencia a una clase de refugio despus de un
perodo de confusin y perturbaciones (Levada, 1999, p. 9). As pues, durante
diez aos (de 1989 a 1999), las personas mayores retuvieron su identificacin en
la familia. En segundo lugar viene la identificacin con ruso. Se mencionaron
an ms las identificaciones de afiliacin, como la afiliacin a la generacin, a
los residentes de una misma regin. Las identificaciones polticas se volvieron
ms raras. Transcurrido el tiempo, la identificacin con la nacionalidad sovitica perdi su ltimo significado.
En la actualidad, consideramos estos resultados a la luz de nuestra investigacin sociolgica (mediante entrevistas). Para las necesidades de estas entrevistas,
elaboramos una tcnica basada en cuatro sondeos. Uno a travs de la pregunta
quin soy yo? se refiere a la evaluacin de las identificaciones psicolgicas y
sociales. Se distinguieron cinco grupos de jubilados para estas entrevistas: mujeres jubiladas entre 55 y 59 aos, un grupo de hombres y un grupo de mujeres
entre 60 y 64 aos, y un grupo de hombres y un grupo de mujeres entre 65 y 69
aos. Cada grupo lo formaban entre 25 y 30 personas. Encontramos a las personas encuestadas, procedentes de lugares diferentes, segn el mtodo denominado de la bola de nieve.
Junto a la prueba quin soy yo?, nuestra tcnica recurri a otras preguntas relativas a la identificacin de las personas interrogadas. Se trata de las preguntas n. 1 (cmo le gusta que le llamen?), n. 8 (sobre la afiliacin social
del jubilado) y n. 19 (con respecto a la correspondencia entre la edad biolgica
y la edad real).
Analicemos ahora el reparto de la identificacin entre los grupos de sexo y edad.
Las mujeres de 55 a 59 aos de edad
El anlisis de los resultados de la prueba quin soy yo? ha permitido sacar las
siguientes conclusiones: 1) Cuando las mujeres jubiladas han dejado recientemente su empleo, a menudo hacen alusin a su antigua profesin (mdico, profesora,
cocinera) como identificacin primaria. Slo dos personas mencionaron el
empleo de jubilada. 2) Para la mayora de las jubiladas, la familia se ha vuelto prioritaria (y, para algunas, la nica clula social). En estas condiciones, la identificacin
con la familia (madre, esposa, abuela) es dominante. 3) Hay que tener en cuenta
que cuando pretenden caracterizarse (bonita, en buena forma, de carcter
moderado, emotiva, coqueta), las mujeres rara vez hablan de sus aspectos
99
EL PODER GRIS?
100
Los datos obtenidos con la prueba quin soy yo? se han analizado y han
permitido extraer los siguientes resultados: 1) Las mujeres de este grupo eran de
edad ms avanzada que las del grupo precedente, se jubilaron antes y hacen referencia ms raramente a su antigua profesin. 2) Para la mayora de las mujeres
jubiladas, la familia se ha vuelto prioritaria (y, para muchas, la nica clula social).
La identificacin con la familia se hace entonces dominante. 3) Es interesante
tener en cuenta que las representantes de este grupo muy rara vez hacen mencin de sus defectos. Una mencion la palabra descuidada; otra, hablando de
su situacin financiera precaria, se calific como empobrecida, destrozada,
esperando la muerte. 4) Con respecto a su estado de salud, algunas mujeres,
pero en un nmero reducido, se declararon con mala salud. 5) Muchas se
caracterizaron como moscovitas, amantes de la lectura y de ir al teatro.
La pregunta n. 1 recibi respuestas tales como seora, camarada y
abuela. Quince mujeres se juzgaron ms jvenes que su edad, las dems aceptan su edad. Una mujer enferma se juzgaba ms vieja. Tres mujeres se situaron
en la clase superior (efectivamente, estn desahogadas), cuatro en la clase
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
La prueba quin soy yo? ha revelado los siguientes puntos: 1) Muy escasa identificacin con el empleo anterior, debido al hecho de que la jubilacin se produjo hace
mucho tiempo ya (ex ingeniero). 2) Una vez ms, la identificacin con la familia se
ha vuelto dominante. 3) Las representantes de este grupo rara vez hicieron referencia tambin a los defectos, slo una declar ser inculta. Considerarse bella era,
ante todo, un recuerdo del pasado. 4) Los efectos de la mala salud se hacen sentir a
esta edad (sorda, enferma, etc., fueron respuestas frecuentes). 5) Este grupo de
edad se siente muy asociado a Mosc. 6) Cuanto ms anciana es la persona, ms
hace referencia a Dios. Esta es la razn de que en este grupo de edad se observen
referencias como cristiana ortodoxa, creyente
En respuesta a la pregunta n. 1, se recibi generalmente querida, abuela, jubilada, y mujer. Doce mujeres se sintieron ms jvenes que su edad,
tres mencionaron su estado de salud deteriorado y se sentan ms viejas, las
dems declararon sentirse de su edad.
Dos mujeres se refirieron a la clase superior: una viva bien y la otra de
forma satisfactoria. Obviamente, su relacin con la nocin de clase se remontaba a su vida anterior. Siete mujeres se definieron como miembros de la clase
obrera (las que disponan de un bajo nivel de educacin) y tambin una persona declar pertenecer a la clase ms baja a pesar de su titulacin acadmica, al
parecer debido a las malas condiciones de vida.
Los hombres de 60 a 64 aos de edad
101
EL PODER GRIS?
102
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
Segn los estudios dirigidos por el VCIOM, durante los diez aos transcurridos entre 1989 y 1999, las personas mayores se identificaron prioritariamente
con la familia. En segunda posicin viene la identificacin como ruso. Las
dems identificaciones fueron por afiliacin: identificacin segn los criterios
de edad, de habitantes de la misma ciudad o regin. Las identificaciones polticas fueron menos que las aducidas para el pasado. La identificacin con la identidad sovitica se difuminan.
Habida cuenta de nuestras investigaciones, se han observado las siguientes
tendencias:
La familia se convirti en una prioridad para los jubilados y, para muchos de
ellos, es ahora su nico punto de contacto con lo social. Aunque estas personas
a menudo hayan dejado de trabajar desde hace muchos aos, se identifican an
con su antiguo oficio. Es especialmente cierto en los hombres.
Cuando hablan de s mismas, las personas interrogadas tienden muy poco a
mencionar sus defectos. Los hombres tienden a identificarse con sus actividades recreativas (aficiones). Por lo general, los hombres dedican a diario menos
tiempo a su familia, de modo que disponen de ms tiempo libre.
103
2. LOS PROTAGONISTAS
CHRISTINE L. DAY
Profesora de Ciencias Polticas . Departamento de Ciencias Polticas
Universidad de Nueva Orlens
Programa federal de seguro mdico para las personas mayores y las personas con discapacidad gestionado por la
Administracin de la Seguridad Social de los Estados Unidos [N. del T.]
EL PODER GRIS?
108
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
Programa de asistencia mdica para las personas pobres y con ingresos bajos, financiado por los estados federales y
el gobierno de los Estados Unidos [N. del T.]
EL PODER GRIS?
da siguiente. Por lo dems, las organizaciones existentes se volvieron ms polticas despus de establecer las polticas pblicas que crearon categoras de intereses particulares. Walker destaca el papel positivo de instituciones como los
gobiernos, las empresas y las fundaciones privadas en el origen y en el respaldo
de estas organizaciones. Por otra parte, la creacin y la ampliacin de las ventajas concedidas por el Gobierno implicaron la aparicin de grupos especialmente receptivos a la defensa de estos programas (Pratt, 1983). Por consiguiente, las
acciones gubernamentales a menudo son ms la causa que la consecuencia de la
formacin y la continuidad de estos grupos de inters.
Este enfoque centrado en la estructura estatal ayuda a comprender mejor el
origen y la evolucin de las organizaciones polticas basadas en el envejecimiento, e incluye a tres de las ms importantes, por el nmero de sus miembros (Day,
1990, 1993; Pratt, 1983; Van Tassel y Meyer, 1992). Inicialmente, la AARP era
una organizacin de servicios fundada en 1947 con el fin de procurar a los jubilados seguros a bajo coste. Su desarrollo posterior en el mbito de la accin poltica est vinculado al aumento de los programas federales relativos al envejecimiento y las pensiones.
110
Ley sobre personas mayores de los Estados Unidos [N. del T.]
Sindicatos [N. del T.]
57
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
No se trata de dos entidades diferentes, como parece indicar el uso de 'et le' en el texto original, sino de una sola:
National Caucus and Center on Black Aged [N. del T.].
59
Centro y Comit Nacional para Personas Mayores Afroamericanas [N. del T.].
60
Consejo Nacional Amerindio sobre Envejecimiento; el nombre en ingls que figura en el texto original est incompleto [N. del T.].
61
Consejo Nacional Hispano sobre Envejecimiento [N. del T.].
EL PODER GRIS?
112
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
Marca comercial de una hierba artificial confeccionada a base de fibra de nailon tricotado con fibra de polister,
que se utiliza para cubrir superficies de uso deportivo (campos de juego de jockey, por ejemplo). En lenguaje poltico, designa un tipo de campaas cuidadosamente diseadas por los polticos u otros profesionales para dar la impresin de que son resultado de la expresin de sentimientos populares espontneos ms que una manipulacin. No tiene
equivalente en castellano [N. del T.].
EL PODER GRIS?
114
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
sus oficinas y asociaciones tanto a escala local como en los estados (Day, 1998;
Congreso de los Estados Unidos, 1995). Estos esfuerzos por aumentar la movilizacin a escala local, o en el distrito, y al de los estados, traducen a la vez el
deseo de influir en los resultados de las elecciones y el reciente traspaso a los
estados, por parte del nivel federal, de numerosas responsabilidades polticas
(Liebig, 1992).
Mientras que algunos grupos aadieron actividades a la base de su presin
directa, otros evolucionaron en la direccin opuesta y aadieron posibilidades
de presin directa a sus esfuerzos de movilizacin de la base. Estos cambios
mejoraron su imagen en el Capitolio. El Comit Nacional de Proteccin de la
Seguridad Social y de Medicare (NCPSSM) es un buen ejemplo. Comenz en
1982 con el envo cartas en las que peda a sus destinatarios interpelar a las personalidades polticas y pagar la cuota de la organizacin. Demostr con rapidez
al medio poltico que era capaz de inundar las oficinas del Congreso de tarjetas
postales preimpresas y firmadas, de cartas y peticiones de respaldo de las posiciones del NCPSSM sobre determinadas cuestiones. Este tipo de accin todava
no parece que haya sido muy eficaz. Los parlamentarios y sus ayudantes a menudo han emitido reservas sobre estas campaas de correo, debido a su falta de 115
sinceridad y su tendencia a inducir a temas de reivindicacin a veces discutibles.
Durante aos, el NCPSSM organiz a un programa de investigacin y un equipo de miembros profesionales de grupos de presin, cre un comit de accin
poltica y reclut a importantes personalidades, entre ellas su actual Presidenta,
la ex comisaria de la seguridad social, Martha McSteen. Estas acciones reforzaron sensiblemente la legitimidad del NCPSSM a los ojos del personal poltico
(Day, 1990,1998).
Los tres grupos, ms bien conservadores, creados entre 1989 y 1992 60 Plus
Association, Seniors Coalition y United Seniors Association siguieron un itinerario
comparable. Las tres comenzaron estructurando su organizacin para la recaudacin de fondos por correo con solicitud de afiliacin. El pionero de la correspondencia directa favoreci esta demanda: Richard Viguerie, un hombre conocido por sus opiniones de derecha. Este comportamiento llev a los polticos a
considerar que estos tres grupos se preocupaban ms de recaudar dinero que de
influir realmente en el Gobierno. Slo despus de haber reforzado sus capacidades de investigacin y presin y de haber tenido vnculos directos con los responsables pblicos fue cuando su reputacin comenz a mejorar en el medio
poltico (Day, 1998).
EL PODER GRIS?
La AARP, que es la ms importante organizacin de masas del pas, es, probablemente, el ms eficaz de estos grupos. No obstante, 35 millones de miembros presentan inconvenientes en cuanto a la influencia poltica. Representar a
una poblacin tan importante y variada no tiene ventajas en lo referente a las
relaciones internas y externas. Las posiciones de los lderes pueden implicar divisiones en el grupo; cuando una mayora se pronuncia, los opositores pueden
representar millones de miembros. Vista desde el exterior, la AARP est abierta
a las crticas tanto de la derecha como de la izquierda.
116
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
En el mbito de las coaliciones en favor de las personas mayores, los intereses comunes de los grupos tienden a ser temporales, fragmentarios y especficos
a un tema particular. All se reconoce bien un derecho tpico del panorama poltico de los Estados Unidos (Gais, Peterson, y Walker, 1984). La mayor parte de
las organizaciones de personas mayores, que aspiran a impedir la reduccin de
los programas existentes, tienden a constituir alianzas con una gran variedad de
grupos, como las asociaciones de consumidores y las organizaciones de defensa de los derechos del nio, de las mujeres y de los empleados. Las alianzas integran igualmente asociaciones de carcter ideolgico y a otros grupos basados en
la edad. En algunos mbitos, sobre todo para la asistencia sanitaria, los grupos
de personas mayores forman alianzas con organizaciones que prestan cuidados
y servicios, que, por otra parte, son adversarios suyos a menudo. Las organizaciones que representan a los mdicos, los hospitales, los establecimientos de
asistencia y los productores de medicamentos se oponen con frecuencia a los
grupos de personas mayores en mbitos tales como las reglamentaciones gubernamentales o la limitacin de los gastos. Pero todos comparten a veces los mismos intereses en el mbito del mantenimiento y la posible ampliacin de la
financiacin, por parte del gobierno, de Medicare y Medicaid. Esta comunidad de
inters llev, por tanto, a la AARP y a los sindicatos a unirse a la American Medical
117
Association 67 a mediados de la dcada de 1990 para apoyar pblicamente la cobertura universal de la asistencia, as como la libertad para el paciente de elegir su
mdico y su programa de salud (Cigler y Loomis, 1995).
Los grupos de jubilados han oscilado a menudo entre la puesta en comn de
sus fuerzas y la divisin (Torres-Gil, 1992). Una alianza que agrup un gran
nmero de estos grupos, el Leadership Council of Ageing Organizations 68, se cre en
1978 y mostr su eficacia en los mbitos de la divisin de los recursos y de la
definicin de estrategias comunes. No obstante, esta alianza se deshizo debido
a numerosos problemas polticos vinculados al envejecimiento, como el desdichado apoyo a la Medicare Catastrophic Coverage Act 69 de 1988 (proyecto de subsidio de dependencia) y a los principios de la cobertura sanitaria al inicio de la
dcada de 1990 (Crystal, 1990; Day, 1993, 1998; Himmelfarb, 1995).
Por otra parte, en la medida en que las organizaciones polticas que se preocupan de las personas mayores cubren, en los Estados Unidos, el conjunto del
espectro ideolgico, algunos conflictos marcan los debates sobre el envejeci67
EL PODER GRIS?
miento y provocan enfrentamientos importantes entre los grupos que representan a las personas mayores. Sirva como ejemplo el hecho de que, durante los
debates de 1988 sobre la atencin de la dependencia, los lderes de los Panteras
Grises (a la izquierda del tablero poltico) y los de Asociacin 60 y ms,
Coalicin de Mayores y Asociacin de Mayores Unidos (a la derecha) mencionaran simultneamente a la AARP como principal adversario poltico. Por su
parte, los lderes de la AARP, as como los de otras organizaciones de personas
mayores, citaron entre sus principales adversarios a los grupos de expertos (think
tanks) conservadores representantes de grupos de inters favorables a la deduccin de los gastos sociales y a la privatizacin de la seguridad social y de Medicare
(Day, 1998). En tal contexto, las lneas de fractura entre los grupos de inters de
personas mayores parecen ms determinadas por criterios ideolgicos que por
la edad.
Poder y poltica
118
El Grupo de Presin Gris (Pratt, 1976) haba adquirido una influencia considerable e inspiraba respeto en los crculos polticos estadounidenses durante las
dcadas de 1970 y 1980. Al mismo tiempo, el consenso del que se beneficiaba el
gobierno en el mbito de los programas y beneficios a favor de las personas
mayores comenz a agrietarse con el aumento de los gastos (Hudson, 1978). Las
personas mayores, cuya imagen era, hasta entonces, la de personas pobres y meritorias, han sido criticadas cada vez con ms frecuencia por la carga que imponen
al presupuesto federal (Binstock, 1983). En nombre de la equidad entre las generaciones se han formulado, cada vez ms a menudo, argumentos destinados a
destacar que las personas mayores reciban ms que su aportacin (Rhodebeck,
1998; Torres-Gil, 1992). Esta evolucin ha daado la legitimidad y la influencia
de los grupos de defensa de personas mayores.
Este problema persiste a principios del siglo XXI, pero menos como consecuencia de un conflicto entre las generaciones que como una polarizacin ideolgica. A principios de la dcada de 1990, las orientaciones polticas en materia
de envejecimiento se entremezclaron con los conflictos relativos al papel del
gobierno en materia de poltica social (Day, 1998). Una de las diferencias esenciales que sealan el realineamiento ideolgico actual y los movimientos anteriores como, por ejemplo, la extensin de la coalicin del New Deal 70 en la dca-
70
Literalmente, nuevo trato. Programa de reformas econmicas introducido por el Presidente Roosevelt en 1933 para
hacer frente a la severa depresin econmica de la poca [N. del T.].
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
71
Literalmente, gran sociedad. Conjunto de iniciativas econmicas anunciado en 1964 por el Presidente Johnson para
acabar con la pobreza y la injusticia racial. No puedo llevarse a efecto porque la guerra de Vietnam consuma todos
los recursos [N. del T.].
EL PODER GRIS?
120
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
no incluye representantes de los grupos de defensa de jubilados, sino principalmente personalidades de la industria y las finanzas, as como antiguos miembros
del gobierno.
Si se tienen en cuenta los debates en curso sobre las reformas de la seguridad social y Medicare, la influencia de las organizaciones de personas mayores
podra depender de la capacidad de estos grupos para aumentar la toma de conciencia del factor edad por parte de sus miembros y para constituir alianzas entre
las generaciones a fin de defender sus ventajas actuales. El envejecimiento y la
solidaridad entre las generaciones podran eclipsar las diferencias ideolgicas o
de otra clase, en la medida en que algunas ventajas basadas en el envejecimiento o la jubilacin fueran amenazadas por reducciones o modificaciones importantes (MacManus, 1996; Torres-Gil, 1992). Las alianzas entre las generaciones
que hacen hincapi en la familia y las comunidades, como Generations United 72
(coalicin nacional de grupos de personas mayores, jvenes y nios) disponen
de un potencial que les permite prever una mayor eficacia en las actividades de
presin (Day, 1990). No obstante, habida cuenta de la creciente diversidad de las
generaciones ms antiguas y de la naturaleza fragmentaria de los grupos de inters polticos en los Estados Unidos, sigue siendo incierto el poder poltico de las
121
organizaciones que representan a las personas mayores.
Bibliografa
BAUMGARTNER, F.R.; LEECH, B.L. (1998): Basic Interests: The Importance of Groups in Politics and in
Political Science, Princeton, Princeton University Press.
BERRY, J.M. (1997): The Interest Group Society, 3 edicin, Boston, Little, Brown.
BINSTOCK, R.H. (1972): Interest-Group Liberalism and the Politics of Aging, The Gerontologist, 12, pp.
265-280.
BINSTOCK, R.H. (1983): The Aged as Scapegoat, The Gerontologist, 23, pp. 136-143.
BINSTOCK, R.H. (2000): Older People and Voting Participation: Past and Future, The Gerontologist, 40
(1), pp. 18-31.
BRODER, J.M. (2000): Lobby Group Blasts Medicare Drug Plan, New Orleans Times-Picayune, 28 de
junio, p. A-3.
BROWNE, W.P. (1990): Organized Interests and Their Issue Niches: A Search for Pluralism in a Policy
Domain, Journal of Politics 52, pp. 477-509.
72
EL PODER GRIS?
CIGLER, A.J.; LOOMIS, B.A. (1995): Contemporary Interest Group Politics: More Than More of the
Same, en A.J. CIGLER, B.A. LOOMIS, (editores), Interest Group Politics, 4 edicin, Washington DC,
CQ Press, pp. 393-406.
CLARK, P.B.; WILSON, J.Q. (1961): Incentive Systems: A Theory of Organizations, Administrative
Science Quarterly 6, pp. 219-66.
CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS (1992): House Committee on Ways and Means, Subcommittees on
Oversight and Social Security, Deceptive Mailings and Solicitations to Senior Citizens and Other
Citizens : Hearings, 102 Congreso, 2 sesin, 14 de mayo.
CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS (1995): Senate Committee on Finance, Subcommittee on Social
Security and Family Policy, Business and Financial Practices of the American Association of Retired
Persons : Hearings 104 Congreso, 1 sesin. 13 y 20 de junio.
COOK, F.L.; BARRETT, E.J. (1992): Support for the American Welfare State, Nueva York, Columbia
University Press.
CRYSTAL, S. (1990): Health Economics, Old-Age Politics, and the Catastrophic Medicare Debate,
Journal of Gerontological Social Work, 15 (3/4), pp. 21-31
DAY, C.L. (1990): What Older Americans Think: Interest Groups and Aging Policy, Princeton, Princeton
University Press
122
DAY, C.L. (1993): Older Americans' Attitudes Toward the Medicare Catastrophic Coverage Act of 1988,
Journal of Politics, 55, pp.167-177.
DAY, C.L. (1998): Old-Age Interest Groups in the 1990s: Coalition, Competition, and Strategy, en J.S.
Steckenrider, T.M. Parrott, New Directions in Old-Age Policies, Albany, State University of New York
Press, pp. 131-150.
FOWLER, L.L.; SHAIKO, R.G. (1987): The Graying of the Constituency: Active Seniors in Congressional
District Politics, presentado en la reunin anual de la American Political Science Association,
Chicago.
GAIS, T.L.; PETERSON, M.A., WALKER, J.L. (1984): Interest Groups, Iron Triangles, and Representative
Institutions in American National Government, British Journal of Political Science, 14, pp. 161-185.
GODWIN, R.K. (1988): The Direct Marketing of Politics: $1 Billion of Influence, Chatham, N.J., Chatham
House.
HAMILTON, A.; MADISON, J.; JAY, J. (1961): The Federalist Papers, Nueva York, Mentor.
HAYER, M.T. (1983): Interest Groups: Pluralism or Mass Society? en A.J. CIGLER, B.A. LOOMIS (editores). Interest Group Politics, Washington DC, CQ Press.
HECLO, H. (1988): Generational Politics, en J.L. PALMER, T. SMEEDING, B.B. TORREY, (editores), The
Vulnerable, Washington DC, Urban Institute Press.
HIMMELFARB, R. (1995): Catastrophic Politics, University Park, Pennsylvania State Press.
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
HUDSON, R.B. (1978): Emerging Pressures on Public Policies for the Aging, Society, 15 (julio/agosto),
pp. 30-33.
LIEBIG, P.S. (1992): Federalism and Aging Policy in the 1980s: Implications for Changing Interest Group
Roles in the 1990s, Journal of Aging and Social Policy, 4 (1/2) pp. 17-33.
MACMANUS, S.A. (1996): Young v. Old, Boulder, CO, Westview Press.
OLSON, M., Jr. (1965): The Logic of Collective Action, Cambridge, Harvard University Press.
PRATT, H.J. (1976): The Gray Lobby, Chicago, University of Chicago Press.
PRATT , H.J. (1993): Gray Agendas: Interest Groups and Public Pensions in Canada, Britain, and the
United States, Ann Arbor, University of Michigan Press.
RODEBECK, L.A. Competing Problems, Budget Constraints, and Claims for Intergenerational Equity,
in J.S. Steckenrider, T.M. Parrott, New Directions in Old-Age Policies, Albany, State University of
New York Press, pp. 151-181
RIPLEY, R.B.; FRANKLIN, G.A. (1991): Congress, the Bureaucracy, and Public Policy, 5 edicin, Pacific
Grove, CA, Brooks/Cole.
RIX, S.A. (1999): The Politics of Old Age in the United States, en A. WALKER, G. NAEGELE, The Politics
of Old Age in Europe, Buckingham, Open University Press, pp. 178-196.
SALISBURY, R.H. (1969). An Exchange Theory of Interest Groups, Midwest Journal of Political Science,
123
13, 1-32.
SCHATTSCHNEIDER, E.E. (1960): The Semi-Sovereign People, Nueva York, Holt, Rinehart, and Winston.
SCHLOZMAN, K.L.; TIERNEY, J.T. (1986): Organized Interests and American Democracy, Nueva York,
Harper & Row.
SERAFINI, M.W. (1995): Senior Schism, National Journal, 6 de mayo, pp. 1089-1093.
TOCQUEVILLE, A. DE (1945): Democracy in America, Nueva York, Alfred A. Knopf.
TORRES-GIL, F.M. (1992): The New Aging: Politics and Change in America, Nueva York, Auburn House.
TRUMAN, D.B. (1951): The Governmental Process, Nueva York, Alfred A. Knopf.
VAN TASEEL, D.D.; MEYER, J.E.W. (1992): U.S. Aging Policy Interest Groups: Institutional Profiles.
Wesstport, CT: Greenwood Press.
WALKER, J.L. ( 198 3): The Origins and Maintenance of Interest Groups in America, American Political
Science Review, 77, pp. 390-406.
WALLACE, S.P.; WILLIAMSON, J.B. (1992): The Senior Movement: References and Resources, Nueva York,
G. K. Hall.
JPVD: Como director ejecutivo de los Panteras Grises y como militante, podra decirnos ms sobre sus compromisos en el mbito del envejecimiento?
73
Aunque se han barajado diversos neologismos, poco satisfactorios (agesmo, edasmo, etasmo, viejismo, gerontismo,
juventismo...), no ha cuajado ninguno de ellos y el trmino carece de equivalente en castellano, por lo que se utiliza
una parfrasis: discriminacin por motivos de edad (ya que no slo se aplica a las personas mayores) [N. del T.].
EL PODER GRIS?
126
TF: En realidad, llegu un poco por casualidad a los Panteras Grises. Al principio, se me reclut como asesor para ayudar a determinar y desarrollar nuevos
programas con el fin de renovar la organizacin. Una vez en el trabajo, y tras
haber tenido conocimiento de los casos, tom rpidamente conciencia del
potencial de los Panteras Grises. La organizacin pretenda renovarse despus de
la desaparicin de su fundadora: Maggie Kuhn. El consejo de administracin
necesitaba ayuda para renovar su direccin y su proyecto colectivo. Los Panteras
Grises son una verdadera organizacin democrtica que se funda en una base
militante. Como fundadora, Maggie era la principal inspiradora del movimiento.
Despus de su muerte fue necesario pasar de una dinmica individual a una
dinmica colectiva. Durante treinta aos, mi trayectoria personal, como organizador y militante, constituy un nico equilibrio entre Sociedad Civil y compromiso poltico. Fui director de campaa del partido demcrata en uno de los estados. Por lo tanto, dirig campaas polticas y tambin campaas relativas a algunos temas de sociedad, tanto en este estado como a escala nacional. As, organic una campaa nacional contra el hambre y por el derecho al alojamiento.
Ms recientemente, tuve la ocasin de poner en marcha la campaa nacional en
favor de una cobertura sanitaria universal. Son actividades cvicas que toman
una dimensin poltica.
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
JPVD: A propsito de su estrategia... Cules son los diferentes instrumentos y qu hacen ustedes con destino a su base y tambin por
ocupar el terreno poltico?
TF: Nuestra campaa nacional en favor de una cobertura de enfermedad universal constituye un buen ejemplo. Agrupamos una serie de organizaciones para
formar una coalicin que denominamos U2K universal health care 2000 74.
Juntamos grupos resultantes del medio laboral, de los sindicatos y de las iglesias,
as como grupos de presin especializados en la defensa especfica de algunas
causas (Advocacy groups)75. Los Panteras Grises figuraban entre los tres principales
pilares de esta manifestacin al lado del National Council of Churches (Consejo
Nacional de las Iglesias) y la Universal Health Care Action Network (Red de Accin
para una Cobertura Sanitaria Universal)76. Juntos, reclutamos a ms de 500 organizaciones, tanto a escala nacional como en los estados, para ayudar a la implan- 127
tacin de nuestra estrategia. Nuestras acciones se basaban en dos tcnicas: en
primer lugar, la organizacin de las personas predispuestas a respaldar nuestra
lucha. Fuimos a los barrios donde conocamos la sensibilidad en relacin con
este tema, debido a las investigaciones previas y a los estudios que habamos
hecho antes; los Panteras Grises fueron, ms concretamente, a los barrios habitados por personas mayores, mientras que los trabajadores hacan prospecciones
en las zonas obreras. En funcin de este modelo, los diferentes componentes de
la coalicin iban a los barrios que mejor les correspondan. Se llamaba a la puerta de las personas que estaban ya presentes en nuestras listas y tambin a la de
aquellas que no lo estaban. Se tenan en cuenta tambin los nombres de quienes
manifestaban inters por el proyecto de cobertura de enfermedad en cuestin.
Estas listas se compilaban luego en una base de datos, lo que nos permiti informar a todas las personas con quienes estuvimos en contacto de los progresos de
74
La denominacin exacta de la campaa era U2K - universal health care 2000, en la que U2K son las siglas de
Universal (U) y ao 2000 (2K), respectivamente: 'Asistencia Sanitaria Universal en el ao 2000'; la campaa se emprendi en 1999 [N. del T.].
75
Grupos de defensa de intereses (en muchos casos, sinnimo de grupos de presin) [N. del T.].
76
Se ha respetado el texto original francs, pero la traduccin correcta de health care sera 'asistencia sanitaria' [N.
del T.].
EL PODER GRIS?
la operacin, as como invitarles a reuniones y mostrar la forma en que sus actitudes combativas aadidas podan constituir una autntica fuerza. Despus,
segn la configuracin poltica de algunos estados, resultaba posible capitalizar
votos sobre el proyecto ya mencionado. Esta tcnica se conoce bajo el nombre
de GOTV (go to votes)77. En los ltimos momentos de la campaa, redoblamos la
frecuencia de nuestros mensajes en las ondas de radios y televisiones y, al mismo
tiempo, reanudamos el contacto con los que respaldaban nuestras propuestas.
Esta estrategia funcion bien en las zonas que controlbamos. No obstante, al
insistir en estas zonas, a menudo predicbamos a convertidos, y eso por la sencilla razn de que ya figuraban en nuestras listas!
Era la primera vez que, como Panteras Grises, llevbamos a la prctica esta tcnica. Antes de ello, nuestro papel se limitaba a difundir comunicados en los
medios de comunicacin. Antes de esta campaa, no hacamos el puerta a puerta para individualizar nuestros mensajes.
JPVD:: En qu medida es compatible esta tcnica del puerta a puerta con su estrategia de medios de comunicacin? Se sita en la continuidad de la va trazada por Maggie Kuhn?
128
TF: Se trata de dos cosas diferentes. Una estrategia de medios de comunicacin se asemeja a la accin de una escopeta de caza. Por su naturaleza, roca
mucho y sin discriminacin. Cada uno puede escuchar tu mensaje, pero t no
ejerces ningn control sobre el resultado. Con el puerta a puerta, por el contrario, tocas a individuos determinados en barrios especficos con comunidades
perfectamente identificables y gente a la que puedes llamar por su nombre. La
accin meditica consiste en apoderarse de una idea y hacer un smbolo accesible para la mayora. La accin meditica consiste en decirle a la gente: he aqu
lo que pensamos y esta es la forma en que os afecta personalmente. Se trata,
por tanto, de dos enfoques diferentes.
Los medios de comunicacin se vuelven extraordinariamente caros hoy por
poco que te sites en lo que llamamos earned media 78(medios de comunicacin
regalados) o paid media 79 (medios de comunicacin pagados). Earned media
significa que debes organizar los acontecimientos, que tambin debes tener una
77
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
personalidad impactante, que debes agitar bien alto los artilugios, todas las cosas
a partir de las cuales los periodistas de la prensa escrita o electrnica te pondrn
en escena. Desde este punto de vista, para ser eficaz debes producir permanentemente nuevos acontecimientos, ya que un nico buen golpe no lleva muy
lejos. Debes suscitar un sentimiento de simpata en el pblico y debes hacerlo
con un mensaje muy simple. Eso exige una puesta en prctica estratgica de
masas muy costosa. La segunda frmula consiste en tener como objetivo una
poblacin dada, quiz costosa, pero tambin puede ser realizada por un gran
nmero de voluntarios. As pues, pasar del trabajo con los medios de comunicacin al puerta a puerta es un asunto tanto de eficacia militante como de economa. Es posible tener cientos de voluntarios que llamen a las puertas, que se
entrevisten con las personas, les proporcionen informacin y les inciten a hacer
uso de su derecho de voto. Por su parte, una campaa de informacin es sumamente costosa y requiere una estructura de la que no siempre disponemos.
EL PODER GRIS?
JPVD: Qu pasa con su cooperacin, o su alianza, con otros movi130 mientos de personas mayores como la AARP, por ejemplo?
TF: Las causas que defendemos no se limitan a las que interesan ms particularmente a las personas mayores. Bien sabemos que la cobertura de enfermedad universal o la seguridad social es algo que concierne a todos los grupos de
edad. Para darle un ejemplo, ms que concentrarnos exclusivamente en Medicare,
trabajamos para una Cobertura de Enfermedad Universal (Universal Health Care).
Sabemos, como decanos del cuerpo social, que tenemos la responsabilidad de
organizarnos, pero no simplemente para encerrarnos en los lmites de nuestros
intereses particulares.
JPVD: Pero estos casos tambin podran ser defendidos por un partido
poltico. Cul es la diferencia entre las actividades de un militante de los
Panteras Grises y las actividades de un militante de un partido poltico?
TF: Existen algunas semejanzas entre nuestra accin y la de los partidos polticos. El sistema poltico estadounidense refuerza el bipartidismo. De ah la
necesidad de grupos de presin en la Sociedad Civil. Estos grupos ejercen presiones o, a veces, apoyan las propuestas de los dos grandes partidos nacionales.
80
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
Sucede que estos grupos de presin llegan a ser bastante importantes y puedan
formar un tercer partido nacional. En otros casos, el tercer partido, o una fuerte coalicin de grupos de presin, puede desempear un papel importante influyendo en su propio beneficio en el resultado de las elecciones generales. Cuando
los partidos polticos no tienen en cuenta suficientemente los intereses de
amplias fracciones de la poblacin, los grupos de presin se refuerzan. Los
Panteras Grises se ocupan de cuestiones que los grandes partidos no tienen bastante en cuenta. En ese sentido se puede decir que usurpamos las prerrogativas
de los partidos polticos. Nos situamos fuera de los partidos y tratamos de responsabilizarlos ante de la poblacin. Nos situamos, por principio, fuera de los
partidos, lo que nos permite forzarlos a dar cuentas al tiempo que los criticamos
desde fuera. Hoy no existen diferencias significativas entre los republicanos y los
demcratas. Esta es la razn por la que trabajamos mucho para acentuar las divisiones entre las dos organizaciones. Empujamos a los demcratas hacia la
izquierda, es decir, hacia el lado ms liberal (en el sentido poltico y no econmico) de sus propias posiciones, y eso, cada vez que llamamos a votar.
131
EL PODER GRIS?
132
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
En Quebec, el envejecimiento de la poblacin se realiza de manera acelerada: el grupo de las personas mayores de 65 y ms aos de edad, que compona
un 7% de la poblacin en 1976, representa alrededor del 13% en 2000 y se prev
que esta proporcin sobrepasar el 24% en 2026 (Consejo de los Mayores,
2000). Un estudio realizado a principios de la dcada de 1980, basado en una
muestra representativa de personas mayores de 65 o ms aos con domicilio en
Quebec, indica que un 35,6% de las personas de edad avanzada son miembros 135
de organismos comunitarios; entre ellos, el 40% participa en las actividades
sobre una base semanal (Bouchard y Therrien, 1983). De manera ms precisa,
Delisle (1995) observa que el porcentaje de miembros de las asociaciones (de
todas las edades) vara mucho segn las diferentes regiones de Quebec. En diferentes estudios realizados entre 1985 y 1993 en siete regiones, el porcentaje de
personas de edad avanzada que se adhieren a las asociaciones vara entre el
42,2% y el 66,4%, pero sigue siendo cada vez ms elevado en las regiones que
en el conjunto de Quebec. De modo ms especfico, Delisle observa que el porcentaje de afiliacin a las asociaciones por parte de las personas mayores vara
entre el 31,1% y el 62,9% segn las regiones. En resumen, las asociaciones de
personas mayores ocupan un lugar numricamente ms importante desde hace
una treintena de aos y en algunas regiones pueden suscitar la afiliacin de una
gran proporcin de la poblacin de edad avanzada.
Los 25 ltimos aos corresponden tambin a un desarrollo asociativo importante. As pues, entre 1973 y 1989, se crearon ms de 32.500 asociaciones nuevas, legalmente registradas. Las asociaciones centradas en el desarrollo de vnculos sociales y comunitarios conocieron un crecimiento importante durante la
dcada de 1970, pero la dcada siguiente se caracteriza ms bien por el desarro-
EL PODER GRIS?
136
Entre estas asociaciones de personas mayores, la ms importante numricamente es la Federacin de la Edad de Oro de Quebec (FADOQ: Fdration de
l'ge d'Or du Quebec). Las primeras asociaciones locales de personas mayores
nacieron a partir de 1962; luego, las primeras reagrupaciones regionales se organizaron en 1969. La Federacin se constituye oficialmente en 1970 y, a partir del
primer ao, agrupa 500 clubes locales y a cerca de 50.000 miembros. Los clubes
de la Edad de Oro representan un 4,1% del conjunto de las nuevas asociaciones
creadas en Quebec durante el perodo que va de 1973 a 1989. El desarrollo de
estas asociaciones estuvo respaldado financieramente por el Estado provincial
en el marco de una poltica de apoyo a las asociaciones orientadas a las actividades recreativas. En la actualidad, la Federacin cuenta con ms de 280.000
miembros de 50 y ms aos de edad, distribuidos en cerca de 900 clubes y 16
reagrupaciones regionales, lo que constituye, de hecho, la ms importante reagrupacin voluntaria de mayores de Quebec (FADOQ, 2002).
La Federacin se presenta como la asociacin mejor situada para representar
a las personas mayores en Quebec. Actualmente, define as su misin: agrupar
a las personas de 50 y ms aos de edad; representarlas ante todos los organismos que requieran el reconocimiento de sus derechos y sus necesidades; organizar actividades y ofrecer programas y servicios que respondan a sus necesidades, con el fin de favorecer su calidad de vida y su realizacin personal
(FADOQ, 2001). En efecto, durante estos ltimos aos llev a cabo varias
representaciones ante los organismos gubernamentales sobre diferentes temas,
como los sistemas complementarios de pensiones, el sistema pblico del seguro de medicamentos, la seguridad de los ingresos y las finanzas pblicas.
En los clubes de la Edad de Oro, el reclutamiento de los miembros lo realizan habitualmente los clubes locales. Fijada, en principio, en los 65 aos, la edad
de admisin se redujo, a principios de la dcada de 1990, a los 50 aos. El reclutamiento de miembros ms jvenes es importante por varias razones. Por una
parte, en la perspectiva de la representacin poltica de los prejubilados y jubilados, el nmero de miembros constituye un argumento de peso. Por otra parte, la
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
EL PODER GRIS?
De esta manera, la Federacin desarroll progresivamente, a escala provincial, un papel de representacin de los intereses de las personas mayores, sobre
todo ante los organismos gubernamentales. Pero el reciente aumento de los afiliados, basado en los intereses individuales de los miembros, es contradictorio
con la bsqueda de una mayor participacin de stos en las actividades de la asociacin. Algunos incentivos materiales, en particular los sistemas de seguros, se
asocian nicamente a la afiliacin a la asociacin y no a la participacin. Por consiguiente, su dinmica asociativa se basa en gran parte, por un lado, en los miembros individuales para los que la obtencin de servicios constituye una motivacin importante y, por otro lado, en las asociaciones locales cuyas actividades
siguen estando orientadas, principalmente, hacia el tiempo libre.
Los Centros comunitarios para personas mayores constituyen un segundo
tipo de asociacin que desempea un papel importante en la movilizacin de las
personas mayores en Quebec. Se definen de la siguiente forma:
138
Un organismo sin nimo de lucro que, gracias a la implicacin y a la participacin de las personas mayores, a la asuncin de sus propias necesidades y
aspiraciones, constituye un medio de vida social, educativo y comunitario que
pretende promover el bienestar y la calidad de vida de los mayores y de la comunidad. Las personas mayores se agrupan y juntas se dan los medios de conservar o reconquistar su autonoma. Los medios se eligen segn las necesidades de
los mayores de una regin, de una localidad, de un barrio. Su enfoque es polivalente. Por su accin, el centro tiene por objeto desarrollar la autonoma de las
personas mayores, mejorar su calidad de vida y favorecer su participacin en el
proceso de toma de decisiones y favorecer su atencin. Se excluye todo organismo o asociacin que tenga las actividades recreativas como principal actividad
(AQCCA, 2002).
Desde 1992, una parte de estas asociaciones locales que van dirigidas a las
personas mayores de 50 y ms aos de edad se agrupa en una asociacin provincial. Actualmente, sta concentra 50 centros comunitarios (de los 80 existentes), ms de la mitad de los cuales se sitan en la regin de Montreal. Cada centro comunitario agrupa entre 100 y 800 miembros. Los centros comunitarios de
mayores desempean un papel importante en el desarrollo de oportunidades de
compromiso social, actividades culturales y actividades de formacin para las
personas mayores autnomas. Pero los centros comunitarios son tambin activos en el desarrollo de servicios para las personas mayores con prdida de la
autonoma (entrega de comida, ayuda a domicilio). En efecto, varios de ellos
estn implicados en el desarrollo de empresas de economa social en ayuda
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
domstica que adoptan la forma de organismos sin nimo de lucro o de cooperativas de solidaridad y que respalda el Gobierno de Quebec a raz de la Cumbre
Socioeconmica de 1996. Estos centros comunitarios, que agrupan a varios
millares de personas, se definen como medios de vida cuyas acciones contribuyen a la mejora de la calidad de vida de las personas prejubiladas y jubiladas.
Las asociaciones de jubilados de empresa combinan las actividades recreativas y la defensa de los intereses de sus miembros. No existe inventario del conjunto de estas asociaciones. Algunas se crearon a partir de la dcada de 1960 o
a principios de la de 1970, como la Asociacin de Jubilados del Gobierno de
Quebec, la Asociacin de Jubilados de la Enseanza de Quebec o la Asociacin
de Jubilados de Hydro-Quebec. Las ms importantes desde el punto de vista
numrico estn relacionadas con el sector pblico y parapblico. Sus preocupaciones se asocian a menudo con la defensa de los derechos de sus miembros en
lo referente a inquietudes sociales ms amplias, definidas por las asociaciones
sindicales con las que mantienen vnculos. Se relacionan con instituciones oficiales (funcin pblica, sector pblico o parapblico), con grandes empresas o
sindicatos y conceden mucha importancia al acceso de sus miembros a un rgimen de seguro colectivo que prolongue el negociado por el sindicato para el personal de la empresa. Su estructura de funcionamiento es ms compleja que la de 139
los clubes de la Edad de Oro y los Centros comunitarios, puesto que estas asociaciones actan en varios niveles territoriales. Un estudio realizado en la regin
de Abitibi-Tmiscamingue (Thomas, 1998) permiti constatar que las asociaciones de jubilados de empresa tienen debates internos mucho ms intensos que
los clubes de la edad de oro en lo concerniente a los sistemas de pensiones y las
polticas gubernamentales (por ejemplo, la que instituye un sistema pblico del
seguro de medicamentos).
La Asociacin Quebequesa de Defensa de los Derechos de los Prejubilados
y Jubilados (AQDR: Association Qubcoise de Dfense des Droits des Prretraits et
Retraits) naci a finales de la dcada de 1970. Desde el principio, adopt un
punto de vista de defensa de los derechos de todas las personas mayores,
como en la publicacin de un manifiesto sobre la situacin econmica de los
jubilados (1978) y un manifiesto sobre las condiciones de vida a domicilio
(1980). En 1983, organiz una exposicin-manifiesto sobre el tema Se ven
nuestros derechos, que se expuso en la Universidad de Quebec, en Montreal,
y luego, en octubre del mismo ao, en la colina parlamentaria de Ottawa al
tiempo que el Gobierno federal organizaba una conferencia nacional sobre el
sistema de pensiones y su financiacin pblica. Actualmente, dicha Asociacin
EL PODER GRIS?
cuenta con 44 secciones locales, lo que representa alrededor de 10.000 miembros individuales.
En el desarrollo de las prcticas de defensa de los derechos de los jubilados, el
ao 1985 marca un giro cuyas consecuencias sobre las asociaciones de personas
mayores no han sido analizadas. En 1985, la Asociacin Quebequesa se une a una
coalicin nacional de personas mayores favorable al reajuste, que organiza varias
actividades de representacin ante el gobierno federal y que conducirn al restablecimiento del pleno ajuste de la pensin de base federal (Carette, 1992). El
movimiento de oposicin a esta medida gubernamental trajo la creacin de las
Ontario Coalition of Senior Citizens Organizations81, as como la del Frente Comn de
Personas Mayores de Quebec (David, 1989). Este episodio se invoca a menudo
como marcador de la creacin de un movimiento de personas mayores (Gifford,
1990; Carette, 1992) y como prototipo de su accin colectiva. Las coaliciones, centradas sobre todo en la defensa de los derechos asegurados por el Estado, constituyen, en efecto, un nuevo modo de accin privilegiada de las personas mayores.
Pero, en realidad, estas mismas coaliciones han sido muy poco estudiadas.
140
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
rentes mbitos de organizacin de su vida de no trabajadores definitivos, el ejercicio de un poder sobre los diversos mbitos de decisin que les conciernen y,
por ltimo, un poder sobre las orientaciones generales de la accin de la sociedad sobre s misma. Consideran que ningn grupo de jubilados alcanz an el
nivel del movimiento social, pero que algunos de ellos alcanzaron el segundo
nivel, reclamando con fuerza un autntico reparto del poder poltico (Carette
y Lamont, 1988: 14-0). Sin embargo, estos anlisis siguen siendo someros si se
los compara, por ejemplo, con los trabajos de Noreau (1990) sobre la institucionalizacin del movimiento de las personas mayores en los Estados Unidos.
De hecho, la dinmica de las asociaciones de personas mayores en Quebec
ha sido muy poco estudiada, excepto desde el punto de vista del discurso que
mantienen. Ahora bien, tendramos la ventaja, por una parte, de comprender
mejor la dinmica asociativa, en particular desde el punto de vista de la cohabitacin de los diferentes intereses de los miembros y de los proyectos que stos
quieren desarrollar en el marco asociativo. Por otra parte, el desarrollo de las
coaliciones ha cobrado tal importancia que tambin ellas deberan ser objeto de
anlisis. A este respecto, es importante recordar que las coaliciones son diferentes de las asociaciones, ya que constituyen un conjunto concertado y temporal
de agentes individuales y colectivos que mantienen relaciones de cooperacin y 141
de conflicto con el fin de conseguir ventajas que pueden ser simblicas o materiales, inmediatas o diferidas, esperadas o inesperadas (Lemieux, 1998). As,
podramos desarrollar una mejor comprensin de la contribucin de las asociaciones de personas mayores al cambio social.
Bibliografa
AQCCA (2002): Sitio web : www.ca.org/aqcca, consultado en enero de 2002.
BOUCHARD, P.; THERRIEN, G. (1983): Isolement, solitude, sgrgation et intgration sociale des gens gs
domicile, en: Therrien, G., Bouchard, P. (editores): Les conditions de vie des gens gs domicile. Quebec, Ministerio de Asuntos Sociales.
BRAULT, M.M.T. (1987): Du loisir l'innovation. Les associations volontaires de personnes retraites.
Quebec, I.Q.R.C.
CARETTE, J. (1992): Manuel de grontologie sociale 2. Boucherville, Gatan Morin.
CARETTE, J.; LAMONT, S. (1988): propos des pouvoirs gris. Nouvelles pratiques sociales, 1 (1): 133-142.
CONSEIL DES ANS (2001): La ralit des ans qubcois. Quebec, Les Publications du Quebec
David, H. (1989): L'action collective et les personnes ges ou retraites dans le mouvement syndical et
les associations du 3e ge. Montral, I.R.A.T.
EL PODER GRIS?
142
EL PODER GRIS?
CRISIS DE LA REPRESENTACIN
Un mismo fenmeno se observa en todos los pases europeos: la deceleracin del crecimiento econmico y la crisis del Estado del bienestar han favore83
Desde el Decreto de 4 de mayo de 1995, el vicepresidente del comit es elegido de entre su seno y ya no lo designa
el ministro competente.
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
cido la aparicin de nuevos grupos de inters y de una actitud ms reivindicativa. Segn Alan Walker, el enfoque consensual que prevaleci en los Gloriosos
Treinta evolucion hacia un enfoque ms conflictivo. No slo el Estado es
menos generoso con respecto a los grupos beneficiarios de las redistribuciones
del Estado del bienestar, sino que tambin han hecho su aparicin nuevos grupos y cuestionan el lugar de las organizaciones representativas tradicionales
(Walker, 1999).
En este sentido es en el que hacemos referencia a la crisis de la representacin. No se trata de discutir el lugar y el papel del Comit Nacional de
Jubilados y Personas Mayores, sino los desafos que afronta la representacin
institucional de los intereses de los jubilados, habida cuenta del carcter conflictivo del juego de los protagonistas84. En este caso, la cuestin de la representacin de los intereses de los jubilados es objeto de dos lneas de fractura
importantes. La primera opone las confederaciones sindicales a las dems asociaciones85. La supremaca sindical concedida por el Estado inmediatamente
despus de la Segunda Guerra Mundial se impugna hoy en nombre de la no
representatividad de las organizaciones sindicales. De hecho, el lugar que
ocupa el trabajo en la definicin de la identidad del jubilado tiende a relativizarse.
145
Pero existe otra lnea de fractura que cubre de modo imperfecto la lnea anterior. Mientras que, tradicionalmente, las organizaciones sindicales se oponan a la
constitucin de una representacin especfica de los intereses de los jubilados (en
nombre de la solidaridad intergeneracional), con regularidad se elevan voces para
reivindicar el hecho de que los jubilados deben ser representados como tales en
diferentes organismos en los que se toman decisiones. La constitucin del grupo
de los jubilados en una fuerza viva de la nacin, sobre todo en una entidad como el
Consejo Econmico y Social86, sera un medio de aumentar la eficacia de la defensa de sus intereses. Estos ltimos aos, la derecha parlamentaria present, en este
sentido, varias proposiciones de ley, pero estas chocan, ms que nada, con el
medio sindical y mutualista, que se opone a una disociacin de la representacin
en funcin del criterio de la edad.
84
Estos desafos aparecen claramente en el informe del grupo de trabajo n 1, El lugar de los jubilados en una Francia
solidaria y ciudadana, instituido en el marco del Ao Internacional de las Personas Mayores, y, sobre todo, en su
anexo n 4.
85
Esta situacin se tradujo, por ejemplo, en las manifestaciones separadas los das 6 y 22 de octubre de 1998 en torno
a unas reivindicaciones por lo dems relativamente similares.
86
El Consejo Econmico y Social fue instituido por la Orden del 29 de diciembre de 1958 para favorecer la colaboracin de las distintas categoras profesionales entre ellas y (para asegurar) su participacin en la poltica econmica
y social del Gobierno.
EL PODER GRIS?
146
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
En Francia, existen mltiples grupos de inters de jubilados. Esta fragmentacin contribuye, por otra parte, a la debilidad de las organizaciones de defensa de sus intereses, ya que ninguna de ellas est en condiciones de hacer uso de
una legitimidad que les habilite para hablar en nombre del conjunto de los jubilados. La creacin de una entidad como el Comit Nacional de Jubilados y
Personas Mayores modific, sin embargo, el espacio de representacin, ya que,
para retomar la tipologa de Rmi Lenoir, la legitimacin poltica de dicho espacio le impulsa a convertirse en un grupo de consenso, a diferencia de un grupo que
aparecera estructurado en torno a intereses clasificados por categoras (Lenoir,
1986). Por su composicin heterclita, se supone que el Comit Nacional representa el conjunto del espacio social de los jubilados y, por lo tanto, intenta
reconciliar los irreconciliables.
147
Habida cuenta de los desafos institucionales, no es cierto que el citado
Comit Nacional haya conseguido realmente este fin. Pero es innegable que,
estos ltimos aos, las organizaciones de jubilados han tenido que recurrir a un
discurso que tiende a homogeneizarse, mientras que la poblacin jubilada, por
el contrario, se hace cada vez ms heterognea. En este caso, la dcada de 1990
se caracteriz por la aparicin de un discurso de protesta centrado en los derechos de los jubilados. Esta restriccin de la problemtica puede parecer sorprendente, ms an cuando la dcada de 1980 haba marcado ms bien una voluntad de ampliar el horizonte de los intereses considerados. Tal evolucin debe
buscarse menos en una estrategia organizativa de aproximacin explcita entre
los representantes de los jubilados que como resultado de una reaccin colectiva a la poltica pblica destinada a las personas mayores. Es decir, el principio de
oposicin triunfa claramente sobre los principios de identidad y totalidad para que se
pueda hablar del nacimiento de un movimiento social, en el sentido definido por
Alain Touraine (Touraine, 1978).
El punto de partida de esta evolucin se remonta indiscutiblemente a finales
de la dcada de 1970 con la aparicin de asociaciones de defensa de los intereses de los prejubilados, que presentan la particularidad de no proceder del medio
EL PODER GRIS?
148
Bajo la presin de las reformas iniciadas por los poderes pblicos, que tuvieron como consecuencia poner en entredicho los logros sociales de categoras
ms amplias que slo los prejubilados (desajuste de las jubilaciones con relacin
a los salarios, acuerdos de supresin de las bonificaciones para los jubilados que
tienen al menos tres hijos, sometimiento a la contribucin social generalizada y
al reembolso de la deuda social...), la defensa del poder adquisitivo constituy
una base comn para el conjunto de las organizaciones de jubilados, incluso las
que no recurran tradicionalmente a un modo de accin protestataria. El punto
culminante de este movimiento lo constituy la manifestacin del 22 de octubre
de 1996, que reuna por primera vez a todas las organizaciones de jubilados
(excepto el Sindicato Fuerza Obrera y la Asociacin de Personas Mayores
Rurales) en torno a los temas de la defensa del poder adquisitivo y la reivindicacin de una prestacin de dependencia.
Todo sucede como si la poltica en materia de pensiones y la poltica fiscal
del Gobierno hubieran cristalizado los descontentos y favorecido la homogeneizacin del inters de los jubilados en torno a la defensa del poder adquisitivo, a
pesar de las divergencias ideolgicas de las organizaciones. En este contexto, la
lnea divisoria tradicional entre las organizaciones sindicales y las asociaciones
de la tercera edad se atenu en beneficio de una espiral reivindicativa que se
extendi con rapidez a la cuestin de la prestacin de dependencia. Por lo tanto,
las organizaciones de jubilados adoptaron progresivamente un discurso comn
que contribua a la definicin de un inters que ya no apareca como categorizado y fragmentado, pero que est dotado de un capital simblico susceptible de
reunir ampliamente a las personas mayores.
88
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
EL PODER GRIS?
150
A diferencia del anciano de posguerra, la figura del jubilado cubre una realidad muy heterognea. Por una parte, el espacio-tiempo correspondiente al perodo de jubilacin se ampli sensiblemente. Por otra parte, el efecto generacional
y la diversificacin de los modos de vida en la jubilacin hacen cada vez menos
pertinente el criterio de la edad para entender el inters de los jubilados. De este
modo, se hace cada vez ms difcil hacer or la voz del jubilado, para recobrar
el ttulo de la revista mensual para informacin y defensa de los jubilados y viudas que se fund en 1919. La diversidad sociolgica de la poblacin jubilada entra
en colisin con el trabajo de elaboracin de los grupos de inters, que consiste
en incorporar las posiciones individuales en un posicionamiento colectivo. Con
ello, este movimiento tiende a forjar una representacin social del grupo que se
convierte en sujeto y objeto de la palabra.
Para aumentar su legitimidad representativa, la mayora de los grupos de inters pretenden cubrir lo ms ampliamente posible el mbito de los jubilados. As
pues, la Unin de Ancianos de Francia (UVF: Union des Vieux de France) se defina como la organizacin de defensa de los pensionistas, jubilados, beneficiarios
de subsidios y rentistas vitalicios. La evolucin de la poblacin jubilada le llev
progresivamente a sustituir a los rentistas vitalicios por los prejubilados. Por
su parte, las consignas de las organizaciones sindicales tienen hoy por objeto
movilizar sistemticamente a los jubilados, a los prejubilados... y a los parados.
Esta ampliacin de la poblacin objeto oculta, de hecho, una dificultad creciente de las organizaciones en cuanto a movilizar a un conjunto de individuos en
torno a los desafos federativos. A pesar de ser un tema ms bien movilizador
(el poder adquisitivo y los derechos de los jubilados), parece que las organizaciones tengan dificultades para representar el conjunto del espacio social. Ms
90
Centro de Conexin, Estudio, Informacin e Investigacin de los Problemas de las Personas Mayores (Centre de
Liaison, d'tude, d'Information et de Recherche sur les Problmes des Personnes ges, 86 avenue de Saint-Ouen,
75018 Pars, correo electrnico: cleirppa@wanadoo.fr).
91
Por ejemplo, vase Argoud (D.), Melan (S.), Vivre ensemble. Enqute AGRR auprs d'un echantillon reprsentatif
d'allocataires gs de plus de 60 ans, AGRR, diciembre de 1999, 58 p.
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
En respuesta a la pregunta "Considera usted que vive la misma jubilacin que la de sus padres?; si su respuesta es
'no', por qu?".
EL PODER GRIS?
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
EL PODER GRIS?
nidad local. Por consiguiente, es un grupo de inters que no es portador a priori de intereses sectoriales destinados a asociarse para ejercer presin a escala
nacional. Del mismo modo, a diferencia de las organizaciones tradicionales de
jubilados, los Consejos de Sabios y de ancianos han de comprometerse en mbitos muy diversos, que rebasan los nicos polos de las reivindicaciones y las actividades recreativas. Para convencerse, no hay ms que observar los mltiples
mbitos de reflexin y de accin en los que se comprometen tales organismos.
Este posicionamiento en todos los frentes no hace ms que reflejar la diversidad de los problemas que se plantean a escala municipal.
154
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
edad. Al poner en entredicho algunas compartimentaciones, el jubilado adquiere una ciudadana basada en su implicacin y en el reconocimiento de su papel
social en la ciudad. El criterio de la edad desaparece ante l por la pertenencia a
la comunidad local. As, tal evolucin genera una menor segregacin entre las
edades. Realmente, la aparicin del jubilado ciudadano no hace ms que traducir la disociacin creciente que existe entre vejez y jubilacin. En este contexto,
el medio asociativo ofrece suficiente flexibilidad para permitir un ajuste de las
prcticas a este proceso de redefinicin del ciclo de vida. Pero eso se efecta a
menudo al margen de las organizaciones tradicionales, que es el fruto de la historia de las polticas en materia de vejez, y que a veces tiene dificultades para
promover nuevas representaciones de la vejez. Esta es la razn por la que se
puede pensar que el factor local es portador de una serie de evoluciones que permiten al jubilado ejercer su plena ciudadana sobre la base de una reciprocidad
de los intercambios, y no sobre la base de prcticas introvertidas, que tienden a
endurecer las relaciones entre generaciones.
A nuestro entender, la introduccin ms sistemtica a escala local de mecanismos de participacin de los jubilados en la vida poltica y social puede permitir la expresin de la diversidad de sus intereses y, por consiguiente, una presencia ms activa en los lugares donde se elaboran las normas de la accin pbli- 155
ca. Estos mecanismos no entran en contradiccin con las formas clsicas de
representacin de los jubilados y las personas mayores, pero se inscriben en
complementariedad y contribuyen a ampliar el inters de los jubilados.
Bibliografa
ARGOUD, D. (1996): La reprsentation des intrts des personnes ges: vers une redfinition de la place
du retrait dans la cit, Annes-Documents-Cleirppa, n. 238, p.1-9.
ARGOUD, D. (1998): Politique vieillesse et dcentralisation, Pars, Ers.
ARGOUD, D.; PUIJALON, B. (1999): La parole des vieux: enjeux, analyse, pratique, Dunod.
C.N.R.P.A. (1995): Retraits et reprsentativit, informe del C.N.R.P.A.
CRENNER, E. (1997): Le milieu associatif de 1983 1996. Plus ouvert et tourn vers l'intrt individuel,
INSEE Premire, n. 542.
GUILLEMARD, A-M. (1986): Le dclin du social, Pars, P.U.F.
LENOIR, R. (1986): Groupes de pression et groupes consensuels, Actes de la recherches en sciences sociales, n. 64, p.30-39.
MARMIER-GRIGIS, F. (2001): Les jeunes retraits: des acteurs part entire, Documents-Cleirppa, Cahier
n. 4, p.4-6.
EL PODER GRIS?
156
EL PODER GRIS?
158
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
La ms popular de ellas acta sobre la base de grupos (a menudo compuestos de antiguos responsables sindicales) que discuten sobre la actualidad
poltica y sindical y organizan reuniones de informacin para los miembros.
Estos grupos abogan por una mayor participacin de los jubilados en la vida
sindical.
La segunda opcin supera la simple proteccin material y se interesa ms por
la difusin de informaciones sobre los servicios a las personas mayores y sobre
los problemas de la salud.
Un sondeo efectuado entre los jubilados (entre 55 y 70 aos) del sindicato de la
metalurgia pone de manifiesto que un 73% de los encuestados piensa que su sindicato es el que debera representar los intereses de las personas mayores, ms que los
partidos polticos (64%). Por otra parte, los afiliados han criticado a menudo a los sindicatos, a los que acusan de no hacer bastante en este mbito. Al mismo tiempo, no
se sentan en absoluto alejados de las estrategias de sus sindicatos. Por el contrario, se
manifestaban de acuerdo con la mayora de los objetivos sindicales (mejora de la
democracia en la empresa, lucha contra el desempleo, negociaciones colectivas).
As pues, los sindicatos deberan establecer medios para permitir que los jubilados pugnaran por una mejor representacin y una mejor defensa de sus inte- 159
reses. En la parte ms progresista de las direcciones sindicales existe un creciente sentimiento de urgencia en favor de tal evolucin. Cul debera ser la amplitud de los cambios si las necesidades de los miembros llegaran a cambiar?
EL PODER GRIS?
160
Tenemos, a continuacin, el modelo italiano. Se trata de sindicatos esencialmente concebidos para los jubilados; sindicatos de jubilados que son miembros de pleno
derecho de sus confederaciones respectivas. Los sindicados tienen la posibilidad de
transferir su afiliacin del sindicato de los trabajadores en activo al de los jubilados
a partir del momento en que se jubilan. Existe en este modelo una nueva categora
de miembros que no se sindic nunca. En Italia, los sindicatos de jubilados representan alrededor de un 40% de la totalidad de los sindicalistas. Estos sindicatos de
jubilados tienen un papel poltico importante, principalmente en el sector de los
derechos sociales: seguridad social, alojamiento, circulacin por carretera, educacin
etc. La principal ventaja de este modelo reside en la relativa homogeneidad de sus
reivindicaciones; no hay conflicto en los objetivos, pero tiene una desventaja: se pierde el importante recurso que representa el compromiso del jubilado con su anterior
organizacin, es decir, la experiencia adquirida durante su vida sindical.
Este ltimo modelo podra representar una solucin bastante buena: los jubilados sindicados tendran la posibilidad de permanecer en sus organizaciones sindicales respectivas o de afiliarse a una organizacin de jubilados adjunta al sindicato
o, tambin, de ser miembro de las dos estructuras. En este caso, no se perderan las
relaciones adquiridas ni los compromisos asumidos durante el perodo de actividad. Este dispositivo tendra por principal mrito la no exclusin de los jubilados
sin experiencia sindical. Los sindicalistas jubilados podran, pues, conservar a la vez
sus tradiciones y beneficiarse del respaldo de sus sindicatos respectivos; no obstante, la plataforma reivindicativa sera resultante de la asociacin que agrupa a los distintos sindicatos de jubilados. Este modelo se puso a punto en Escandinavia y en
Austria y funciona parcialmente en el Reino Unido, pas donde las organizaciones
de jubilados suelen estar respaldadas por sus sindicatos, pero que no estn reservadas exclusivamente a los miembros de las organizaciones sindicales.
(NOTA: Vase tambin sobre este tema, en la tercera parte, el artculo de Michel Bruneau sobre los sindicatos de jubilados europeos.)
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
ESTHER IECOVICH
Profesora de Ciencias Sociales, Universidad Ben-Gurion, Israel
EL PODER GRIS?
162
Sin embargo, varios estudios han puesto de manifiesto que los hombres de
edad avanzada acomodados, con buena salud e instruidos, son polticamente
ms activos que quienes son pobres, tienen alguna discapacidad, sufren enfermedades crnicas o son menos instruidos. En otras palabras, los mayores que
disponen de ms recursos tienen tendencia a ser ms activos polticamente
(Bazargan, Barbre y Torres-Gil, 1972; Jirovec, Erich y Sanders, 1989; Jirovec &
Erich, 1992).
CUADRO 1: Miembros de edad avanzada del Parlamento de Israel (edad, partido y aos de eleccin)
Ao de las
elecciones
Edad: de 60 a 69 aos
Likud
Otros
Laborista
Edad: de 70 y ms aos
Laborista
Likud
Otros
Total
N
1977
11
25
20,8
1981
10
23
19,2
1984
11
27
22,5
1988
29
24,2
1992
21
17,5
1999
18
15,0
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
EL PODER GRIS?
164
El sistema electoral israel se basa en una representacin proporcional a escala nacional. Al contrario que en la mayor parte de las democracias occidentales,
este sistema permite que estn representados grupos muy pequeos, con la
nica limitacin de haber obtenido el 1,5% de los sufragios. La naturaleza
misma del sistema electoral permite, e incluso estimula, una cierta proliferacin
de partidos. Si bien los dos principales han sido el Partido Laborista y el Likud
durante los veinte ltimos aos, cada vez hay ms partidos pequeos que representan grupos de intereses particulares en la sociedad israel y que presentan
candidatos en las elecciones nacionales. Por esta razn, en 1999 se presentaron
a los electores 31 listas de partidos, de las que 15 consiguieron sobrepasar el
umbral de elegibilidad.
En 1988, este umbral se fij en el 1,5% de los votos. As, en las elecciones de
1999, el nmero total de electores fue de 3.193.494, y el umbral correspondiente de 49.672. Si menos del 10% de los electores de 65 y ms aos hubieran votado a los partidos de jubilados, stos habran podido superar este umbral y disponer de dos representantes en la Knesset. Pero no consiguieron obtener el
nmero mnimo necesario.
El anlisis de las elecciones, sobre todo en el transcurso de las ltimos dcadas,
pone de manifiesto la importancia de las delimitaciones ideolgicas, tnicas y religiosas en el comportamiento electoral de los israeles, que son reflejo, en cierta
medida, de las subculturas de la sociedad (Kimerling, 1999). El Partido Laborista
y el Likud han perdido un nmero significativo de escaos en la Knesset representando intereses tnicos o de otro tipo. Es as como los partidos rabes han visto
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
pasar su nmero de escaos de ocho a diez entre las elecciones de 1996 y las de
1999. Su objetivo es el reconocimiento de los rabes como minora nacional.
En el seno de la poblacin juda, partidos tnicos como Shas partido religioso que representa a los residentes nacidos en Asia y en frica (en especial en
frica del Norte) e Israel Ba'Aliya que agrupa a los inmigrantes de la antigua Unin Sovitica a lo largo de los diez ltimos aos (alrededor de un milln
de individuos que constituyen, aproximadamente, el 20% de la poblacin israel) han visto a su representacin pasar de 17 escaos, en 1996, a 23, en 1999.
La plataforma de los partidos tnicos se basa en la igualdad social y en un mejor
reparto de los recursos de la sociedad israel (Ishay, 1999). Los partidos puramente religiosos o laicos han alcanzado en conjunto 16 representantes. Los
dems partidos que representan intereses particulares, y en especial los de las
personas mayores, no han alcanzado el umbral de suficiencia.
Los partidos polticos de jubilados
El primer partido poltico de los jubilados, Resimat HaGimlaim Vehakshishim
BeIsrael (Partido de Personas Mayores y Jubilados de Israel), fue fundado en
1981 por Myriam Gehatia, ella misma era una mayor que se haba comprome- 165
tido como voluntaria para ayudar a las personas mayores que vivan en residencias especficas. La fundadora estaba persuadida de que la participacin en las
elecciones nacionales y la entrada en la Knesset poda poner remedio al desamparo social y econmico de las personas mayores. Pensaba que un compromiso
poltico era indispensable para inducir a la Knesset a preocuparse de las necesidades y de los intereses especficos de las personas mayores, sobre todo en el mbito de las pensiones. Su partido slo obtuvo 2.000 votos, la mayora de los cuales procedan de pensionistas de residencias para personas mayores situadas en
la parte metropolitana de Tel-Aviv. Este nmero era insuficiente.
La segunda tentativa tuvo lugar en 1988, cuando Aba Gaffen, antiguo empleado del Ministerio de Asuntos Exteriores, ya jubilado y miembro del Partido
Laborista, fund un nuevo partido de jubilados, Gimlain (Los jubilados), cuya presidencia asumi. Varias asociaciones de jubilados se afiliaron a este partido, as
como personas ms jvenes que tenan una determinada experiencia personal en
el mbito de la ayuda prestada a sus padres de edad avanzada y que queran llamar
la atencin sobre las dificultades que haban encontrado. Durante la primera fase
de la actividad de este partido, se celebraron negociaciones con Gehatia, al frente
de Resimat HaGimlaim Vehakshishim BeIsrael, con el fin de crear una coalicin. Pero
EL PODER GRIS?
conflictos y rivalidades personales minaron sus esfuerzos. A fin de cuentas, el partido Gimlain obtuvo 16.700 sufragios, pero le faltaron 6.000 para franquear el
umbral mnimo de representacin.
Gimlain, dirigido por el mismo lder, volvi al ruedo poltico con ocasin de
las elecciones nacionales de 1992. Aunque esta vez se uni con una organizacin
de nuevos inmigrantes procedentes de la antigua Unin Sovitica, Yad Beyad
(Cogidos de la mano), el partido slo consigui 8.000 votos y abandon la escena
poltica. Es preciso subrayar aqu que, con ocasin de las elecciones de 1988, el
umbral de elegibilidad era del 1% de los votantes y los partidos que superasen este
umbral podan beneficiarse de, al menos, un escao en la Knesset. Este umbral se
elev al 1,5% en 1988, lo que plante dificultades a los partidos pequeos, para los
cuales se hizo casi imposible tener un solo escao en la Knesset.
Antes de las elecciones nacionales de 1996, Nava Arad, que era miembro del
Partido Laborista y de la Knesset, fund un nuevo partido de jubilados: Gil
(Edad). Tres meses antes de las elecciones, envi a los jubilados una carta en la
que expuso los motivos de la creacin de este partido:
166
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
Elecciones
de 1996
Elecciones
de 1999
+
+
+
+
+
+
+
+
+
Puesta a punto de un mecanismo de actualizacin de las pensiones y mejora de las exenciones en el impuesto sobre la
renta
Objetivos
+
+
+
+
167
es el presidente de Histadrut HaGimlaim, la organizacin de jubilados ms importante de Israel, con alrededor de 250.000 miembros. Esta organizacin, aunque independiente, se asoci con la organizacin federal de sindicatos, Hahistadrut Haclalit. Hasta
las ltimas elecciones, estas dos organizaciones (Hahistadrut Haclalit e Histadrut
HaGimlaim) estaban afiliadas al Partido Laborista, que las controlaba. Varios meses
antes de las ltimas elecciones, los presidentes de estas dos organizaciones decidieron
presentarse a ellas por separado y de manera independiente. El secretario general de
Hahistadrut Haclalit, Amir Peretz, miembro de la Knesset, abandon el Partido
Laborista para fundar un nuevo partido denominado Am Ehad (Un pas), que pidi
EL PODER GRIS?
168
En el transcurso de una entrevista con Ben-Israel, ste precis que, antes de decidirse a fundar un partido de jubilados, se haba dirigido a las principales formaciones
polticas para pedirles que concedieran un puesto a un partido de jubilados, para permitirle figurar en posicin aceptable en relacin con las dems listas. En sus anuncios
publicados en los diarios israeles, declaraba: Ya no somos prisioneros de nadie. El
gobierno viola nuestros derechos porque no estamos representados en la Knesset. Y
los grandes partidos nos consideran como irrisorios porque no detentamos ningn
poder en la Knesset. Por el momento, slo podemos contar con nosotros mismos. A
pesar de los son-deos favorables a Coah LaGimlaim, este partido slo obtuvo 37.525
votos, o sea, 12.147 menos que el mnimo indispensable para beneficiarse del mnimo de dos escaos en el Parlamento.
Objetivos y plataformas
As es como las cinco tentativas iniciadas en, prcticamente, 20 aos para
colocar a un representante de un partido de jubilados en la Knesset se han traducido en otros tantos fracasos. Cules eran los objetivos de estos partidos y qu
esperaban de su presencia en el parlamento? En el cuadro 2 se resumen sus principales objetivos, tal y como figuraban en las plataformas de Gimlaim y Yad Beyad
(1988,1992), Gil (1996) y Coah LaGimlaim (1999). La plataforma de Resimat
HaGimlaim Vehakshishim BeIsrael no estaba disponible.
La comparacin de estas plataformas pone de manifiesto que todas estas organizaciones se interesan por la seguridad social de las personas mayores, por su estatus econmico y social y tambin por la asistencia sanitaria, en especial la de larga
duracin. Pueden sacarse a la luz algunas diferencias entre las plataformas. Se refieren a las circunstancias particulares de su puesta a punto, las perspectivas de cada
partido, as como su composicin, sus dirigentes y sus prioridades. Estos matices
no cambian gran cosa de sus miras ideolgicas y polticas.
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
Los estudios realizados a la vez en Europa y en los Estados Unidos han puesto de manifiesto que la pertenencia a un partido poltico, eleccin que se efecta generalmente cuando se llega a la edad adulta, tiende a permanecer estable
a lo largo de la existencia, incluso a reforzarse con la edad (Campbell, 1971;
Liechsenring y Strumpel, 1994). Las personas tienen tendencia a mantenerse fieles al mismo partido (Binstock y Day, 1996). Varios estudios realizados en Israel
(Diskin, 1990; Shahar, 1992; Shahar y Eckstein, 1992) han llegado a conclusiones similares. La mayor parte de los electores israeles consideran el factor ideolgico como el ms importante en su decisin de votar a un partido dado
(Arian, 1990; Mahler, 1991). De hecho, la mayora de los electores del Partido
Laborista tienen cincuenta aos o ms (Arian, 1990).
Como ya hemos sealado, los electores del Partido Laborista o del Likud son
personas de edad ms avanzada que los que votan a partidos que se hacen eco
de intereses particulares. Muchas personas mayores participaron, en su momento, en la fundacin del Partido Laborista y se identifican con ste ltimo. Tienen
tendencia a dejar de lado sus intereses particulares y confan en que este partido los represente. Los elementos programticos especficos del Partido
Laborista subrayan su compromiso en relacin con sus fundadores. Por parte de
169
EL PODER GRIS?
stos ltimos, cualquier otro compromiso poltico se percibira como una traicin y una seal de ingratitud. Todos los dirigentes de los partidos de jubilados,
con excepcin de uno solo, eran miembros del Partido Laborista y fueron
excluidos del mismo despus de haber creado su propio partido.
En la actualidad, las personas mayores tienen tendencia a votar ms a la
izquierda que los ms jvenes, pero, si bien persiste el principio del comportamiento poltico conservador, es de prever que, en el futuro, las personas mayores votarn ms a la derecha, lo que modificar el mapa poltico israel. El cambio de los esquemas de voto de los ms jvenes son el reflejo de cambios socioeconmicos y de la evolucin de los orgenes tnicos, por ejemplo: los judos procedentes de Asia o de frica experimentan una reduccin del nivel de vida que
los incita a votar a los partidos de derecha (Abramson, 1989; Diskin, 1990).
Las presiones polticas contra los partidos de jubilados
170
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
Las presiones ejercidas sobre los jubilados para que no voten al Gimlaim se describen en un libro de Geffen, dirigente del partido de los jubilados en 1988.
Seala, por ejemplo, los anuncios pblicos del Partido Laborista en los peridicos
hostiles a los partidos de jubilados, el temor del Partido Laborista de ver alejarse una parte de los votos que consideraba destinados a l y, por consiguiente, las
enormes presiones ejercidas sobre quienes apoyaban estos partidos de jubilados o
se afiliaban a ellos... Los jubilados que confiaban en el Partido Laborista, le votaron en detrimento de sus intereses econmicos y sociales (Geffen, 1990).
El mismo escenario se repiti en las elecciones de 1996, cuando se cre Gil. La
organizacin de jubilados vinculada al Partido Laborista, Histadrut HaGimlain,
envi una carta a todos sus miembros para pedirles que no votasen a los partidos
de jubilados e insistiendo en que el Partido Laborista se preocupara de sus necesidades. Paralelamente, el Partido Laborista envi una carta a sus miembros de
edad ms avanzada, firmada por sus tres dirigentes principales, que deca:
Queremos ser claros. No apoyamos a este partido y nos oponemos a toda organizacin polticamente distinta con ocasin de las elecciones. La aparicin de organizaciones de jubilados en este momento particular es extraa, en la medida en que acaban de adoptarse determinadas enmiendas importantes de la Ley relativa a las
Personas Mayores, que concede a estas personas derechos y ventajas significativos en
el mbito de las exenciones y de las reducciones fiscales. Nos falta todava por alcanzar objetivos difciles, como la puesta en marcha de una Ley sobre las pensiones que
comprenda una cobertura de la asistencia de larga duracin. Despus de las elecciones, nos esforzaremos por lograr este objetivo. En estas condiciones, pedimos a nuestros miembros de edad avanzada que no voten a partidos efmeros, lo que nos hara
perder muchos votos. Los jubilados, muchos de los cuales han contribuido a la fundacin del Partido Laborista, tienen la vocacin de apoyarlo.
171
EL PODER GRIS?
su clase de edad, y ello en contraste con las dems identidades que los componen y que se han consolidado en el transcurso de su existencia. Diversos
estudios (por ejemplo, King, 1993) ponen de manifiesto que la mayora de las
personas mayores no se consideran como de edad avanzada. Cuando encuentran dificultades, no las asocian a los procesos de envejecimiento. En un estudio realizado en 12 pases europeos (Walker, 1999), se les pregunt si estaban
dispuestos a votar a partidos de jubilados cuyos objetivos incluyeran la defensa de sus intereses. La mayora (el 68%) respondi que no votara a un partido de esa clase, y slo la quinta parte (el 22%) indic que lo hara. Al contrario de lo que podra creerse, las personas mayores no constituyen un grupo
homogneo: lo que los separa supera a lo que los une.
172
Igual que la poblacin global, los israeles de edad avanzada son muy heterogneos en relacin con su estatus socioeconmico, su origen tnico y su pertenencia cultural (religin, sexo, educacin...). Estas diferencias influyen en la
comprensin de los fenmenos polticos en mbitos como la seguridad y el proceso de paz, y en mbitos sociales y econmicos a mayor escala. Estas diferencias en las preferencias polticas, y las prioridades que de ellas se derivan, pueden contrariar las solidaridades de edad que, por lo tanto, son insuficientes para
crear grupos solidarios a escala nacional.
Este argumento est respaldado por el dato de que, en las ltimas elecciones
locales, varios partidos de jubilados consiguieron obtener algunos escaos en
consejos locales, como en Tel-Aviv. Este xito en las elecciones locales, comparado con los fracasos en las elecciones nacionales, sugiere que, en mbitos particulares que afectan a la vida diaria (la calidad de vida, los servicios comunitarios, etc.), las personas mayores tienen mayor tendencia a ser solidarias y a compartir intereses comunes que en los asuntos de orden nacional.
La falta de estructuras de la organizacin
Para crear un partido nuevo es esencial disponer de recursos variados, como,
por ejemplo, tiempo libre, voluntariado y militancia, pero tambin estructuras
locales. Todos los partidos de jubilados, salvo uno, han carecido de uno de
estos componentes, como mnimo. Entre los motivos de este fracaso hay que
sealar que los partidos de jubilados no se han creado hasta muy poco tiempo
antes de que se realizara la inscripcin para las elecciones nacionales, en una
accin en profundidad y a largo plazo. Esto fue, en realidad, una reaccin
espontnea de desengao frente a la indiferencia de los responsables de los
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
grandes partidos. As ocurri, por ejemplo, cuando la segunda tentativa de creacin del partido de los jubilados en 1988 tuvo lugar varios meses antes de las
elecciones generales. El foro de los miembros veteranos del Partido
Laborista se dirigi al secretario general de ste ltimo para hablar con l. ste
acept su invitacin, pero lleg muy tarde a la reunin y no tuvo tiempo de
contestar a sus preguntas. Muchos participantes se fueron muy vejados y luego
decidieron formar Gimlain.
Igualmente, en 1999 se cre un nuevo partido de jubilados despus de que el
presidente de Histadrut HaGimlaim escribiera una carta a los dirigentes de los partidos mayoritarios para pedirles que asignaran puestos de esas organizaciones en
sus listas de candidatos. Ningn partido contest. Los jubilados consideraron esta
ausencia de respuesta como una seal de apata y menosprecio hacia ellos.
Decidieron que necesitan ocuparse ellos mismos de sus propios asuntos. Fue as
como se cre Coah LaGimlaim varios meses antes de las elecciones y el presidente
de esta organizacin, Ben-Israel, fue elegido su presidente.
Uno de los principales obstculos para su xito ha sido la falta de coordinacin entre estos partidos. Si hubieran proseguido sus actividades despus de las
173
elecciones, y dedicado suficiente tiempo a elaborar los vnculos y las infraestructuras indispensables para la preparacin de las elecciones siguientes, quiz stas
podran haberse ganado, pero no fue as.
Aunque los partidos de jubilados no hayan conseguido hacer elegir representantes en la Knesset, habran podido utilizar los perodos que separan las elecciones nacionales para extraer lecciones de sus fracasos y preparar las elecciones
siguientes. Por ejemplo, habran podido constituir redes locales con este fin. No
lo hicieron. Por otra parte, no se ha esbozado ninguna cooperacin entre los dirigentes anteriores y los actuales. Por el contrario, sus rivalidades polticas no han
dejado de debilitar a sus partidos. As, por ejemplo, en las elecciones de 1996,
Arad, lder de Gil, fue acusado por un veterano del Partido Laborista de haber
traicionado a ste ltimo. El mismo veterano, Ben-Israel, formaba parte del
grupo de firmantes de una carta que se haba enviado a todos los miembros para
pedirles no votar a Gil y que, ms tarde, han creado su propio partido de jubilados, Coah LaGimlaim, en 1999. Mientras que Ben-Israel se presentaba a las elecciones, Arad, lder de Gil, se afiliaba a otro nuevo partido, Am Ehad (One Nation
- Un Pas), y peda a los jubilados que votasen a ste ltimo. Estas rivalidades personales han ejercido un efecto negativo sobre los resultados de las elecciones.
EL PODER GRIS?
174
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
con discapacidad se explica, quizs, porque ha obtenido el mejor resultado registrado hasta ahora por este tipo de partidos. A fin de cuentas, despus de tres tentativas infructuosas para obtener un apoyo popular, parece que estos partidos
sean considerados como un despilfarro de los votos, dado que ninguno de ellos
ha logrado obtener ni un solo escao en la Knesset.
Liderazgo y experiencia poltica
Aunque la poblacin vote a un partido o a una lnea poltica, numerosos electores potenciales son seducidos por las cualidades personales de los que se
encuentran al frente de los partidos. La personalidad de los candidatos, sus competencias, sus experiencias polticas y su carisma tienen un efecto incontestable
en las decisiones de los electores (Harrop y Miller, 1987; Markus y Converse,
1979). Los que ocupan los puestos de dirigentes son tanto ms importantes
cuanto ms pequeo es el partido y ms reciente su creacin. La buena voluntad y la ambicin personal son insuficientes para convencer a los electores de
que abandonen su partido habitual en provecho de un partido que no ha pasado todava sus pruebas.
Los resultados de las elecciones habran podido ser diferentes si los partidos 175
de jubilados hubieran sido dirigidos por personalidades ms carismticas y ms
experimentadas en el plano poltico (Kon, 1986). Dos dirigentes estaban en este
caso y carecan tambin de dinamismo suficiente. As, la dirigente Gehatia del
primer partido, Resimat HaGimlain Vehakshishim Belsrael, era una mujer apagada,
sin experiencia poltica, cuyas intervenciones eran buenas, pero que no consegua suscitar el entusiasmo de los mayores. Geffen, dirigente del segundo partido de jubilados, Gimlain, era un funcionario ya jubilado y, por lo mismo, su experiencia poltica era poco convincente. Adems, era poco conocido por el gran
pblico. Arad y Ben-Israel, los dirigentes de los dos partidos de jubilados ms
recientes, Gil y Coah LaGimlaim, haban tenido ya escao en la Knesset, pero no
eran considerados muy carismticos y la mayor parte de los candidatos de sus
listas eran desconocidos. Por otra parte, el hecho de que tres de los cuatro dirigentes hayan sido antiguos miembros del Partido Laborista puede haber dado a
sus nuevos partidos unos colores polticos demasiado marcados. En estas condiciones, los antiguos miembros del Partido Laborista podan pasar por traidores a ste ltimo, mientras que los miembros de partidos de oposicin podan
tener escrpulos en votar a personas que, a sus ojos, estaban situadas demasiado a la izquierda.
EL PODER GRIS?
176
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
BONNICI, C. (1996): Empowerment: Helping seniors to develop political power and greater control over
their lives, documento presentado en la Segunda Conferencia Global, IFA, Jerusaln 1995, Ageing
International, 33-52.
BRODSKY, J.; SHNOR, I., y BEER, S. (1998): Elderly People in Israel-Statistical Yearbook. Jerusaln: Instituto
Brookdale (en hebreo).
CAMPBELL, A. (1971): Politics through the life cycle, Gerontologist, 11,112-117.
CUTLER, N.E. (1983): Age and political behavior, en D.S. WOODRUFF y J.E. BIRREN (Eds.), Aging:
Scientific Perspectives and Social Issues. Monterey, CA: Brooks/Cole.
DISKIN, A. (1990): The National Elections for the 12th Knesset. Jerusaln: Jerusalem Institute for Israel
Research (en hebreo).
DISKIN, A. (1990): The National lections for the 13th. Knesset. Jerusaln: Jerusalem Institute for Israel
Research (en hebreo).
GEFFEN, A. (1990): Lives Too Long, Tel-Aviv: Milo (en hebreo).
HARROP, M., y MILLER, W.L. (1987): lections and voters, Londres, McMillan.
HUDSON, R.B., y STRATE, J. (1986): Aging and political systems, en R.H., BINSTOCK y E. SHANAS
(Eds.), Handbook of Aging and the Social Sciences. Nueva York: Van Nostrand Reinhold, pp. 554584.
ISHAY, Y (1999): New and old politics in 1996 elections, en A. ARIAN y M. SHAMIR (Eds.), pp.171-198,
(en hebreo).
JENNINGS, M.K., y MARKUS, G.B. (1988): Political involvement in the later years: A longitudinal survey,
American Journal of Political Science, 32, 302-316.
JIROVEC, R.L., y ERICH, J.A. (1992): The dynamics of political participation among the urban elderly,
Journal of Applied Gerontology, 11(2), 216-227.
JIROVEC , R.L.; ERICH, J.A., y SANDERS, L. (1989): Patterns of senior center participation among low income urban elderly, Journal of Gerontological Social Work, 13,115-132.
KING, J., (1993): The local politics tempts the elderly voter, The New Age, 53,2-3 (en hebreo).
KON, F. (1986): Representation and Preservation of the Pensioner' and Elderly Population Interests in
the Present Organizational System, A Masters Dissertation, Universidad de Tel-Aviv, Tel-Aviv (en
hebreo).
LIECHSERING, K., y STRUMPEL, C. (1994): Putting political participation on the agenda, Ageing
International, 27-30.
PETERSON, S.A., y SOMIT, A. (1992): The political behavior of older: American blacks, The
Gerontologist, 32(5), 592-600.
SHAHAR, R. (1992): Party Loyalty as a Habit in a Selective Dynamic Model: Theory and Empirical
Findings, A Doctoral dissertation, Universidad de Tel Aviv: Tel-Aviv (en hebreo).
177
EL PODER GRIS?
SHAHAR , R. y ECKSTEIN, Z. (1992): Party loyalty as a habit in Israel. Tel-Aviv: The Sapir Development
Center, Universidad de Tel-Aviv (en hebreo).
VERBA, S., y NIE, N.H. (1972): Participation in America. Nueva York: Harper & Row.
WALKER, A. (1999): Participation et reprsentation politique des personnes ges en Europe, en A. Walker
y G. Naegele (Eds.), The Politics of Old Age in Europe. Buckingham, Reino Unido: Open University
Press, pp. 7-24.
178
179
EL PODER GRIS?
180
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
181
DR. S. D. GOKHALE
Ex Presidente de la IFA (Federacin Internacional del Envejecimiento)
183
EL PODER GRIS?
184
En el Diccionario Panhispnico de Dudas (1 ed., octubre 2005) se incluye el siguiente artculo: empoderar(se).
Calco del ingls to empower, que se emplea en textos de sociologa poltica con el sentido de conceder poder [a un
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
EL PODER GRIS?
186
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
EL PODER GRIS?
188
El anlisis efectuado en Maharastra pone de manifiesto que los factores habituales que inducen a las personas a reunirse son: 1) la edad; 2) la educacin; 3)
el xito; 4) la necesidad, y 5) los intereses. Hay ms de 200 organizaciones en el
estado del Maharastra y la mayor parte estn registradas. En el conjunto del pas,
existen 350 residencias para personas mayores, pero no suelen utilizarse ms que
en ltima instancia. En la India se cuenta con ms de 2.000 organismos de ciudadanos mayores. El estado de Maharastra ha decidido establecer una residencia para personas mayores en cada barrio.
El nmero de asociaciones que trabajan para y con los mayores vara de un
estado a otro en funcin del estado de desarrollo y de las necesidades identificadas. As, por ejemplo, en un estado poblado como el de Bihar no hay ms que
12 asociaciones, pero hay 40 en el territorio muy reducido de Goa. El mayor
nmero de asociaciones se encuentra en Maharastra.
En el caso de los mayores, las organizaciones de base en la India se han establecido en torno a centros de inters especficos, como las pensiones y las ventajas materiales diversas. Al cabo del tiempo, estas organizaciones se han dado
cuenta de que, incluso para hacer avanzar sus peticiones, no basta con una simple organizacin y que es preciso construir una conciencia poltica que origine
una decisin poltica. En estas condiciones, la mayor parte de estas organizaciones toman la forma de movimiento. Sin embargo, desde un punto de vista local
y formal, siguen siendo organizaciones especficas locales que deben incluirse en
una red con una causa comn y un liderazgo comn reconocidos como movimiento popular. Est prximo el da en que esta transformacin se materializar.
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
Si han hecho falta largos aos para edificar organizaciones de mayores a escala de cada estado o a escala nacional, el Gobierno no ha necesitado mucho tiempo para detectar la importancia de estos grupos de mayores en los procesos de
toma de decisiones a escala nacional. Si bien ha hecho falta un largo perodo
para construir una Poltica Nacional de la Vejez en la India, conviene observar
que, incluso en la poltica india, los dirigentes han respetado siempre a los mayores. Quizs sea a causa de estos factores culturales por lo que la mayor parte de
los lderes polticos que han dirigido la India durante los primeros cincuenta
aos tenan casi todos ms de 60 aos. Ha sido ms tarde cuando han aparecido dirigentes polticos ms jvenes. Aunque stos ltimos hayan tenido en cuenta el problema del envejecimiento, han reconocido, sin embargo, que los grupos
de ciudadanos mayores y los propios ciudadanos mayores tenan una influencia
muy benfica en la poltica pblica. Esta influencia se manifiesta en que, mientras las generaciones ms jvenes de responsables polticos deseaban un cambio
radical de rgimen, ha sido el liderazgo de los mayores, lo mismo que los grupos informales de mayores, quienes han moderado este radicalismo mediante
una orientacin ms realista. Ha sido despus de 40 aos de independencia
cuando los movimientos organizados de mayores han podido existir en la India.
Estos grupos no se contentan slo con defender una causa. Tambin crean gru189
pos de presin influyentes que cristalizan las polticas y la economa del pas.
Cuando estos grupos han comenzado a expresarse, han tomado la iniciativa
de convocar una conferencia nacional. Esta accin conoci su primer xito con
ocasin de la primera Conferencia Mundial del Envejecimiento, reunida por la
Federacin Mundial del Envejecimiento en Bombay y Puna en 1992. A continuacin, tuvieron lugar numerosas conferencias nacionales por todo el pas y el
gobierno indio tuvo que darse prisa en reconocer al menos 10 organizaciones
de mayores a escala nacional y centenares de organizaciones ms pequeas en
los estados y en los distritos.
El papel de las organizaciones no gubernamentales en la India
Las organizaciones de voluntarios que intervienen en el mbito del envejecimiento pueden influir en las actitudes, los valores y las expectativas de sus
miembros. Ejercen as una influencia ms amplia sobre el conjunto de la sociedad. Sin embargo, es ante todo su dinamismo poltico el que ha hecho que estas
asociaciones susciten la atencin simultnea de las lites polticas y del electorado. Han sido necesarios diez aos o ms para que el compromiso inicial de estos
grupos sea reconocido y apreciado. No obstante, no cabe ninguna duda de que,
EL PODER GRIS?
sin ellos, en la India habra hecho falta ms tiempo para abordar las acciones
legislativas en el mbito de la vejez y estas habran sido menos importantes en
su contenido.
La cantidad de organizaciones de personas mayores, o de las que representan sus intereses, ha aumentado, en nmero y en fuerza, incluso en regiones
donde el envejecimiento no se percibe como un mbito prioritario. Un documento, editado por las Naciones Unidas en 1988, enumera 270 organizaciones
internacionales de este tipo y, en el enunciado de sus funciones principales, gran
nmero de ellas ponen por delante sus misiones de defensa de las personas
mayores y su actuacin como grupo de presin.
En conjunto, las instituciones y los grupos de mayores indios pueden clasificarse en las categoras siguientes:
190
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
191
EL PODER GRIS?
a las prestaciones... pero tambin a causa de los estereotipos negativos sobre la vejez
y de la discriminacin sutil por motivos de edad. Como la poblacin mundial vive ms
tiempo y de manera ms autnoma, est claro que el hecho de poder elegir y de conservar el control de sus decisiones personales ha tomado en todas partes una nueva
importancia y un significado especial para las personas mayores.
192
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
El porvenir
En el futuro, los mayores recibirn una mejor educacin y participarn ms
en las actividades sociales, econmicas y polticas. Con una mejor conciencia de
sus derechos, la asignacin de recursos a su favor les da la posibilidad de constituir una fuerza poltica. Sin embargo, la manifestacin de todo su poder depender del contexto poltico del momento. La reaccin de los gobiernos en la
materia ser determinante para la estabilidad social y el progreso.
Las generaciones de personas mayores pueden considerar que la adquisicin
de un determinado empoderamiento poltico no lleva a gran cosa, en la medida
en que son nulas las ventajas iniciales en la materia. No se influir en los responsables polticos y en los planificadores gubernamentales mientras que la informacin que se les suministre no sea, por lo menos, igual que la presentada por
los dems grupos de presin.
El examen de la situacin actual no puede dejar de extraar, dada la rapidez con
que se producen los cambios, no slo en la actitud de los propios mayores, sino tambin en los responsables polticos y en los enfoques de los planificadores. Se llame o
no movimiento a esto, no por ello persistir menos la idea de que tiene lugar una concienciacin, y estoy seguro de que no est lejos el da en que las organizaciones de jubi- 193
lados se transformarn, conscientemente o no, en un grupo de presin poltica muy
potente, dado que este movimiento de los mayores tiene la posibilidad de influir en las
opciones polticas y en los programas gubernamentales.
EL PODER GRIS?
196
Uno de los participantes de edad avanzada describa del siguiente modo las
ventajas vinculadas a la participacin de informaciones entre todos los miembros del equipo de investigadores: El equipo ha tenido la posibilidad de determinar lo que las personas mayores desean. Algunas personas ignoraban que
tenan derecho a la gratuidad de la asistencia mdica hasta que el equipo les
inform. Las personas mayores tambin comunicaron al equipo lo que el
gobierno y otros organismos podran hacer por ellas... y lo que ellas mismas
podran hacer si se les dieran los medios. La investigacin participativa puede
ser una experiencia de empoderamiento, pero, por lo que se refiere a las mejoras a largo plazo, las personas mayores deben continuar movilizndose y seguir
de cerca la elaboracin y el impacto de las polticas que les conciernen directamente. Por tanto, los gobiernos y las instituciones en cuestin, a escala local y
nacional, deben comprometerse a hacer participar ms a los mayores. Las informaciones, por ejemplo, deben proporcionarse de manera ms adaptada. Los responsables de la difusin de la informacin no deben olvidar que muchas personas mayores tienen dificultades para leer y escribir, por lo que sera necesario
explorar otras maneras de difundir las informaciones. Tambin es importante
conservar el contacto con los mayores, en vez de proceder nicamente a consultas puntuales.
Si este compromiso es sincero, los resultados pueden ser muy positivos.
Existen numerosos ejemplos de cambios benficos realizados por personas
mayores en el mbito de su comunidad gracias al apoyo de organizaciones intermediarias. En frica del Sur, por ejemplo, con el apoyo de la organizacin local
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
Elim-Hlanganani Society for the Care of the Aged 100, cientos de mayores han ganado
pleitos contra el gobierno provincial por la falta de pago de sus pensiones.
Es esencial reconocerles a las personas mayores con bajas rentas el derecho
a influir en los programas de desarrollo tanto nacionales como internacionales,
as como darles los medios para que lo consigan. Las polticas que resulten de
ello sern ms susceptibles de ser duraderas si se basan en las prioridades de la
poblacin a la que intentan servir.
197
100
Sociedad Elim-Hlanganani para la Atencin de las Personas Mayores [N. del T.].
El movimiento ecuatoriano
de las personas mayores
NELSON JURADO B.
Doctor en Medicina y en Gerontologa
Especialista en Psiquiatra
Representante de la FIAPA en la Comunidad de Naciones Andinas
En el transcurso de los ltimos 20 aos, Ecuador ha experimentado un deterioro progresivo de las condiciones de vida de su poblacin, con motivo de graves condiciones econmicas y de la ausencia de un modelo poltico que permitiera dar una respuesta adecuada a las necesidades del pas. La democracia no
pudo consolidarse, ya que, en sucesivas ocasiones, se vio seriamente cuestionada por la irrupcin, en la escena social, de nuevas categoras de poblacin que
199
luchan por unos cambios econmicos y sociales autnticos.
Las personas mayores de 60 aos forman parte, tradicionalmente, de las
categoras de poblacin ms desamparadas y abandonadas. Sin embargo, su
nmero se ha duplicado en estos ltimos 20 aos. En 1980, de una poblacin
de 7 millones, haba 300.000 personas mayores de 60 aos. Mientras que la
poblacin total pasaba a 12 millones en 2002, los mayores de 60 aos representan hoy en da el 7% de la poblacin ecuatoriana, unas 850.000 personas aproximadamente, de las cuales slo 230.000 perciben una pensin y son beneficiarias de la seguridad social. Por ello, la gran mayora de la poblacin est desamparada.
En la primera Asamblea Mundial de Viena en 1982, en la cual se aprob
el Primer Plan Internacional sobre el Envejecimiento, participaron delegados ecuatorianos. Una de las consecuencias del Plan Internacional fue el
establecimiento de una dinmica a favor de las personas mayores de 60 aos.
As, en 1985, se implant un programa del Instituto Ecuatoriano de
Seguridad social destinado a la tercera edad en el que se establecan nuevas
modalidades de aumento de las pensiones y de un seguimiento mdico de los
jubilados.
EL PODER GRIS?
200
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
EL PODER GRIS?
En agosto de 2002, todas las jubilaciones subieron un 65%, salvo para los
menores de 54 aos. Hay que sealar que el 50% de stos ltimos disponen de otros tipos de recursos.
El ltimo decreto establece la pensin en 65 euros mensuales y se ha previsto una segunda subida del 65% a partir de diciembre de 2002.
No obstante, estas nuevas subidas no significan que la situacin de los
jubilados est resuelta, pero conviene subrayar la evolucin producida: se
ha pasado del nivel de pensin de 8 euros bajo el Gobierno de Mahuad a
los 65 euros actuales.
La solucin ideal pasa por la puesta en marcha de un nuevo rgimen de pensiones que garantice la permanencia y el automatismo del Principio de
Suficiencia de las Pensiones previsto en el artculo 54 de la Constitucin.
Los polticos no se han pronunciado todava en relacin con este nuevo sistema que debe ponerse en marcha en Ecuador, pero los jubilados y las personas
mayores ya han hecho sentir su peso poltico.
202
EL PODER GRIS?
JPVD : Si los jubilados constituyen un grupo aparte, no seria favorecer una forma de discriminacin por la edad y constituir un grupo de
inters separado del conjunto de los dems ciudadanos? (El Consejo de
Jvenes se explica, ya que ellos no tienen el derecho de voto antes de
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
207
EL PODER GRIS?
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
consumidores de su ciudad. Quiero que sean protagonistas y ciudadanos inteligentes y participativos. Adems, a fuerza de solicitarlos es como les evitaremos las enfermedades de la memoria que se conocen pasada cierta edad. Por
esta razn, mi lema siempre ha sido nada de jubilacin para la ciudadana.
* Pequeo municipio de Bretaa, Francia.
209
EL PODER GRIS?
Por esta razn, en aquella poca me pareci la mejor solucin constituir, con
la iniciativa de las autoridades pblicas (y, por lo tanto, de manera oficial y satisfactoria para los miembros), un organismo que pudiera acoger a los principales
representantes de las organizaciones ms relevantes o que, gracias a la visibilidad
de este nuevo organismo, pudieran llegar a serlo. En consecuencia, exista la
voluntad de disponer de un punto focal interactivo con la tecnoestructura (que era
del orden de constatar las fuerzas presentes en la poca) y, a la vez, la preocupacin de crear un impulso, un movimiento que, gracias a este reconocimiento institucional, permitiera ampliar el movimiento y profundizar en l.
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
Hubo algunas reacciones un poco negativas por parte de asociaciones que antes
tenan el oligopolio de la representacin y que, de la noche a la maana, se
encontraron junto a otras en una organizacin que, si valorizaba a unas, poda
considerarse que corra el peligro de desvalorizar relativamente a otras. Pero la
innovacin se recibi positivamente. La cuestin fundamental en aquella poca
era: cules sern la utilidad y el verdadero dinamismo?
Comits Dpartementaux des Retraits et Personnes ges: Comits Departamentales de Jubilados y Personas
Mayores [N. del T.].
102
Comits Rgionaux des Retraits et Personnes ges: Comits Regionales de Jubilados y Personas Mayores [N. del T.].
EL PODER GRIS?
sobre la que estuvieran fundadas estas propuestas, que eran, ms bien, manas
de equipos muy limitados.
El objetivo fundamental era la aproximacin entre la tecnoestructura y la
sociedad civil: forzar el dilogo a todas las escalas de la decisin pblica (departamental, regional y nacional). A continuacin, es la vala de los hombres y mujeres la que debe actuar.
214
AG: Los encuentros respondan a una lgica complementaria, pero diferente de la de las instituciones. Adems, estaban destinadas a renovarse cada cinco
o diez aos, pero no entraban en una mecnica institucional como el CNRPA o
los CODERPA, y no se fundamentaban en una base jurdica reglamentaria. El
objetivo, tras poco ms de un ao de funcionamiento de la Secretara de Estado,
era transformar el experimento movilizando a miles de personas-enlace y a los
medios de comunicacin.
En primer lugar, echemos una ojeada a la accin gubernamental. El ao 1981
se dedic a establecer, formalizar, reorganizar, ampliar y decuplicar los crditos
y los medios existentes en el sector gerontolgico. Esto se hizo, en gran medida, en el modo descendente. El pequeo equipo de la direccin de la accin
social (entonces el RV2) y las dems direcciones de los Ministerios en cuestin constituan, con el Gabinete, el equipo formal. Pero a su alrededor gravitaban algunos crculos, compuestos por los mejores especialistas acreditados. De
este modo, elaboramos, en primer lugar, la circular sobre los cuidados de enfermera a domicilio y, a continuacin, la circular del conjunto. ste fue el primer
documento global, despus de las premisas que haban constituido el programa
que termin el VI Plan, luego el PAP103 15 del VII Plan, cuyo equipo de creacin haba dirigido yo. La circular de 1981 fue realmente el primer texto ms o
menos coherente que proporcionaba la arquitectura global del sistema aplicado
por el Estado, con medios no desdeables como la incorporacin, en algunos
meses, de 400 coordinadores seleccionados localmente por las instituciones de
coordinacin cuya creacin habamos solicitado.
103
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
Para romper con la lgica nicamente descendente, para garantizar una base
realista y amplia de estos impulsos oficiales, para adaptarlos a partir de las crticas del sector, se necesitaba, en primer lugar, un medio de fuerte impacto nacional, incluso en la cumbre del Estado, mediante la movilizacin del Presidente de
la Repblica, el Primer Ministro, los Ministros y los gabinetes implicados en el
tema. El mejor medio fue llamarlos, lo que obligo a los gabinetes a poner a
punto algunos planes, elaborar un poco su doctrina y validar la nuestra para llegar a un consenso siempre til ante la direccin del Presupuesto.
A continuacin se trataba de introducir estas ideas en el conjunto del aparato del Estado, regional y departamental. En cierto sentido, a travs de los delegados del gobierno, los DDASS104 y, en menor medida, los DRASS105, estbamos
un poco aprisionados entre las instituciones centrales y una presin que yo esperaba ver aparecer sobre el terreno en el proceso de seleccin, movilizacin y trabajo de los delegados de los encuentros.
Y esto fue lo que pas con creces. La misma preparacin de los encuentros
gener una nueva dinmica. Nos desplazamos mucho sobre el terreno para estimular y fomentar las iniciativas. Los partcipes locales se pusieron a reflexionar
y a trabajar. Para un gran nmero de asociaciones y profesionales, era una de las
215
primeras veces que se les llevaba a sentarse en torno a la misma mesa que los
responsables pblicos cuya posicin previa tradicional era, ms bien, la simple
concesin o denegacin de subvencin, de manera puntual, sin que hubiera este
marco global de trabajo.
As comenzaba un doble impulso de movilizacin a escala nacional y local. Los
encuentros departamentales sacaron en primer lugar las propuestas, no de los
libros de reclamaciones, sino de los documentos preparatorios. Eran poco ms o
menos las mismas, con algunas alternativas, ya que el campo de lo posible no es
ilimitado. Con respecto a estos primeros elementos, el gabinete de la Secretara de
Estado, secundado por un pequeo y formidable equipo voluntario (Claude
Desaulnois, Xavier Gaullier, Anne-Marie Guillemard, Jean- Claude Henrard, entre
otros), encarg ciertos trabajos cientficos sobre algunos temas con el fin de obtener una mejor comprensin de algunos fenmenos a escala nacional.
Hice una prueba a tamao real en la Conferencia sobre el Envejecimiento en
1981 (White House Conference on Ageing Conferencia sobre el Envejecimiento
104
Direction Dpartemental de l'Action Sanitaire y Sociale (Direccin Departamental de Accin Sanitaria y Social).
Direction Rgionale des Affaires Sanitaires y Sociales (Direccin Regional de Asuntos Sanitarios y Sociales).
105
EL PODER GRIS?
216
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
JPVD: Este modelo parece operativo en un contexto donde la unidad de los centros de decisiones est garantizada, como fue el caso,
al parecer, con la Secretara de Estado para las Personas Mayores.
Pero es lo mismo cuando las estructuras de coordinacin son ms
escasas o cuando se han fragmentado los centros de responsabilidad
y decisin?
AG: Ms an, en la medida en que, si se fragmenta la tecnoestructura, es ms
necesario tener por parte de los usuarios una perspectiva, una fuerte polarizacin que permita tener en cuenta la poltica de envejecimiento. Pues en los dos
casos la necesidad es grande, pero puede ser an mayor cuando hay una fragmentacin del aparato de Estado.
EL PODER GRIS?
218
107
108
Y JEAN-PHILIPPE
VIRIOT DURANDAL
A principios de la dcada de 1980, con la llegada al poder del nuevo gobierno socialista, Francia intenta comprometerse en la modernizacin de su enfoque de la distribucin del poder en el mbito de la gerontologa. La poltica en
materia de vejez es entonces objeto de una extensa reordenacin en la cual tambin se inscribe la renovacin de los sistemas de decisiones pblicas. Alain
Gillette, entonces Director de gabinete de la Secretara de Estado responsable
de las Personas Mayores (1981-1983), es uno de los principales diseadores de 219
la nueva arquitectura gerontolgica en Francia.
El nuevo esquema de la poltica en materia de vejez se inscriba en un plan
global de reorganizacin de los centros de decisin sobre el terreno segn una
lgica a la vez vertical y horizontal.
En el plano vertical, se trataba de transferir una parte de las competencias del
Estado a las colectividades locales y territoriales a travs de las leyes de descentralizacin y de conferir tambin ms autonoma a las administraciones locales
mediante medidas de descentralizacin administrativa.
El proyecto implicaba tambin una fase de reordenacin horizontal con
la integracin de partcipes externos a los mbitos administrativos y polticos en estructuras consultivas situadas cerca de los responsables pblicos.
La nueva arquitectura gerontolgica estableci de este modo una amplia
plataforma de encuentro entre algunos protagonistas del sector, a menudo
externos a los sistemas de decisiones pblicas (profesionales, organizaciones sindicales de jubilados, asociaciones), y los organismos de toma de
decisiones pblicas a diferentes escalas (Estado central y colectividades
territoriales).
EL PODER GRIS?
Formalmente, la creacin de un comit consultivo nacional y sus contrapartidas a escala local inauguraron un nuevo enfoque de la poltica en materia de
vejez y de las relaciones entre el Estado y las organizaciones de jubilados.
Iniciado por el Decreto n. 82-697 de 4 de agosto de 1982 por el Secretario de
Estado responsable de las Personas Mayores, el Comit Nacional de Jubilados
y Personas Mayores (CNRPA) es una estructura consultiva dedicada a las cuestiones de la poltica en materia de vejez. El decreto fundador del CNRPA precisa que el Comit puede ser consultado por el Ministro responsable de las
Personas Mayores en lo referente a todo proyecto, programa o estudio sobre
los jubilados y las personas mayores. Igualmente, puede examinar por propia
iniciativa cualquier otra cuestin relativa a la poltica social o mdico social de
los jubilados y las personas mayores (Artculo 2 del Decreto n. 82-697 de 4 de
agosto de 1982).
Esta estructura tambin existe en los niveles locales de las decisiones polticas y administrativas a travs de los Comits Regionales de Jubilados y Personas
Mayores (CORERPA) y los Comits Provinciales de Jubilados y Personas
Mayores (CODERPA). Estos comits, por el momento, slo emiten dictmenes
consultivos.
220
El Consejo de Estado examina los proyectos de ley y de resolucin. Emite un dictamen sobre la regularidad jurdica de estos textos. El Tribunal de Cuentas es juez de las cuentas de los contables pblicos del Estado y comprueba si
se recuperaron los ingresos. Se cerciora de que los gastos pblicos se pagaron de acuerdo con las normas contables
vigentes. La Inspeccin General de los Asuntos Sociales (IGAS) es un cuerpo interministerial de control que opera
sobre los gastos sociales.
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
El tercer rgano colegiado integra a los profesionales del sector gerontolgico. Agrupa a los representantes de los organismos y profesiones implicadas en
la accin sanitaria y social con destino a las personas mayores.
Por ltimo, adems de estos tres rganos colegiados, el ejecutivo del comit
designa a personalidades cualificadas en el tercer rgano colegiado.
Las principales organizaciones de jubilados encontraron as un lugar y un
reconocimiento oficial en el panorama gerontolgico al tener acceso, como
miembros cualificados, a los distintos niveles de estos comits.
A travs de esta estructura, construyeron progresivamente una parte de sus
relaciones con los poderes pblicos y reforzaron su especializacin en cuanto
a las cuestiones gerontolgicas en el marco de las distintas misiones asignadas
al comit. De este modo, el papel de reflexin y de propuesta implica la movilizacin de medios de investigacin para la produccin de dictmenes documentados y la activacin de redes en el mundo de la poltica en materia de
vejez. El ltimo informe del Consejo Econmico y Social sobre las personas
mayores en la sociedad, (Bonnet 2001) dirigido por el antiguo vicepresidente
del CNRPA, hace hincapi en la necesidad de reforzar los medios de especiali- 221
zacin del CNRPA para dotar a esta asamblea de un poder real de especializacin, necesario para influir en los debates de poltica pblica frente a la tecnoestructura del Estado. Gracias a los trabajos de las comisiones especializadas,
las organizaciones de jubilados intentan dotarse progresivamente de conocimientos especializados sobre los distintos captulos de la poltica en materia de
vejez y hacerse or y reconocerse como protagonistas legtimos en el mbito de
la gerontologa.
Adems de su trabajo especializado en comisin, los comits asumen tambin misiones de sntesis, vulgarizacin y comunicacin, fuera de los crculos
tecnocrticos. Tienen tambin la vocacin de influir en el debate pblico, por
ejemplo, invitando a los medios de comunicacin durante las ruedas de prensa
o las jornadas de estudios. As pues, por ejemplo, los encuentros nacionales del
CNRPA renen regularmente a los representantes de todos los comits locales
y les ofrecen la ocasin de intercambiar y tambin de hacer resaltar sus posiciones comunes ante los poderes pblicos sobre los grandes problemas del
momento. De este modo, los encuentros dan a conocer estas posiciones a la opinin y contribuyen a la sensibilizacin del gran pblico sobre las cuestiones
gerontolgicas.
EL PODER GRIS?
Los comits son comisiones administrativas, sin personalidad jurdica, y funcionan gracias a una subvencin del Ministerio de Asuntos Sociales. Sin embargo, para ganar en flexibilidad de gestin, se admiti que los comits locales puedan crear una asociacin de gestin con el fin de percibir eventualmente otros
subsidios.
Hemos de sealar que estas subvenciones ministeriales suelen ser mnimas y
deben completarse mediante una participacin en especie de la Direccin
Departamental de Accin Sanitaria y Social (DDASS): puesta a disposicin de
salas, secretara, material
El buen entendimiento entre los distintos presidentes canaliza las energas
gastadas por los jubilados y las personas mayores y garantiza igualmente la perpetuidad de estas estructuras.
Estos comits, con 20 aos de antigedad, desearan emanciparse en la actualidad.
El Consejo Econmico y Social (CES), consultado sobre las personas mayores en la sociedad, emiti un dictamen en 2001, presentado por Maurice Bonnet,
en el que se reconoca el inters de los comits como lugar de dilogo e intercam-
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
223
La Secretaria de Estado para los jubilados y las personas mayores, en la lgica de su proyecto de apertura a las organizaciones de jubilados, intent un nuevo
planteamiento de consulta nacional sobre las grandes orientaciones de la poltica en materia de vejez al crear los Encuentros nacionales de jubilados y personas mayores.
A partir de 1982, Alain Gillette, Director de gabinete adjunto a la Secretara 225
de Estado para las Personas Mayores, estableci un conjunto de consultas locales en todo el territorio. La gua de los encuentros explica que: ante las aspiraciones de las nuevas generaciones de jubilados, la especificidad y la diversidad de
la poblacin de edad avanzada, los procedimientos e instancias democrticas normales no son suficientes. La vida asociativa requiere modalidades especficas de
representacin. Las asociaciones de jubilados y, en particular, las que proceden de
organizaciones sindicales, hacen or su voz al respecto cada vez con ms frecuencia. En adelante queda excluido mantener a las personas mayores alejadas de los
organismos polticos y de gestin que les conciernen. La sociedad tiene tambin
necesidad de evitar todo resurgimiento gerontocrtico110.
Los foros locales de los encuentros congregaron al mismo tiempo a los profesionales del sector gerontolgico y a las organizaciones de jubilados en un
espectro de cuestiones sumamente amplio. Se propusieron doce grandes temas
que cubran tanto las cuestiones de la jubilacin y los problemas mdico sociales como el modo de vida y la integracin de los jubilados en la sociedad. Dichos
temas dieron lugar a comisiones temticas:
110
Ministerio de Asuntos Sociales y Solidaridad Nacional, Secretara de Estado responsable de las personas mayores,
Gua departamental de preparacin de los encuentros nacionales de jubilados y personas mayores, dition du Petit
Parc, Pars, 1983, p. 39.
EL PODER GRIS?
226
EL PODER GRIS?
228
Estas preocupaciones se afirman de manera ms o menos fuerte en los impulsos que se dan a determinados ejes de las polticas pblicas desde finales de la
dcada de 1980 en el Reino Unido. En paralelo con la accin surgida de los servicios pblicos para abrir el proceso de toma de decisiones, grupos de ciudadanos constituidos de diversos modos han tomado iniciativas con motivo de articular sus propias experiencias y sus ideas a fin de influir desde el exterior en la
poltica pblica (por ejemplo, Barnes, 1999; Campbell y Olivier, 1996; Barnes y
Bowl, 2001). En Gran Bretaa, las personas mayores han sido objeto de una poltica de integracin en los sistemas de decisiones pblicas. Pero, al mismo tiempo,
se han organizado para hacer or su voz. En este artculo, describimos los principales tipos de iniciativas que se han esforzado en dar la palabra a los jubilados.
Nos preguntamos tambin por la pertinencia de las teoras relativas a la ciudadana y a la democracia participativa para una mejor comprensin de las perspectivas, pero tambin de los obstculos al compromiso de las personas mayores en
los procesos de toma de decisiones polticas. Este artculo no pretende ser
exhaustivo, pero se propone ilustrar diferentes tipos de accin antes de presentar con ms detalles dos ejemplos de casos concretos.
Las personas mayores como consumidores de servicios pblicos
Una de las primeras iniciativas de la poltica destinada a estimular la participacin de las personas mayores en el desarrollo de servicios fue la National
Health Service and Community Care Act (Ley nacional de la seguridad social y la
111
Literalmente, temas perversos. Son cuestiones o problemas que cruzan transversalmente las fronteras departamentales y organizativas y se resisten a ser resueltos mediante soluciones disponibles en el repertorio de actuacin de una
nica organizacin [N. del T.]
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
Age Concern es una de las grandes organizaciones no gubernamentales que militan en pro del bienestar y la defensa de los intereses de las personas mayores en el Reino Unido. Adems de esta misin, hay grupos a escala local y
nacional implicados en la prestacin de servicios y en la investigacin y el desarrollo de iniciativas que afectan a las
polticas y su aplicacin en pro del bienestar de los mayores.
EL PODER GRIS?
230
Las otras iniciativas por las que las personas mayores participan en la elaboracin de las polticas pblicas no se basan en la identidad de los mayores, en su
condicin de usuarios o consumidores de servicios. En efecto, la mayor parte de
las acciones desarrolladas por las personas mayores se han concentrado en el
importe de las jubilaciones. Organizaciones a escala local, regional y nacional se
han agrupado en la Convencin Nacional de Jubilados (National Pensioners'
Convention, NPC). La NPC se form en 1979 como organizacin ejecutiva del
movimiento de los jubilados. En 2001 contaba con ms de 250 agrupaciones afiliadas, junto a numerosos miembros individuales. Cada ao organiza, durante tres
das, un Parlamento de Jubilados y est implicada activamente a escala nacional con grupos que ejercen presin sobre el gobierno. Aunque el aumento del
importe de las jubilaciones est en el fondo de los objetivos de la NPC y de las
agrupaciones afiliadas a ella, la NPC tambin aborda cada vez ms los asuntos
que guardan relacin con la prestacin y financiacin de los servicios mdicos.
Para una generacin que ha conocido la creacin del Estado del bienestar, hay
una voluntad real de que los principios en los que ste se fundament no se erosionen a causa de un debilitamiento de los servicios pblicos. Las secciones sindicales de afiliados que cotizan para la jubilacin constituyen otra base para la
accin colectiva, a menudo con objetivos similares. Tales iniciativas subrayan la
importancia de que el Estado reconozca sus responsabilidades hacia las personas
mayores en su condicin de ciudadanos en posesin de derechos, tanto en el
plano de un apoyo financiero como en el de la gratuidad de los servicios mdicos. El fuerte vnculo entre los mayores y los sindicatos para este tipo de accin
se demuestra por el hecho de que los dos primeros presidentes de la Convencin
Nacional de Jubilados (NPC) han sido ambos secretarios generales de sindicatos:
Jack Jones y Rodney Bickerstaffe.
Adems de una accin prevista para influir en las polticas nacionales, se han
creado varios foros de personas mayores para ofrecer a stas la posibilidad de
tener ms influencia en la elaboracin de la poltica a escala local. Existen dife-
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
rentes modelos de foros de este tipo. Por ejemplo, el Foro de Personas Mayores
de Birmingham es un organismo independiente, pero que dispone, sin embargo, de un apoyo administrativo garantizado por el Consejo municipal. En
Liverpool, un Foro equivalente recibe un apoyo administrativo de la antena local
de Age Concern, una de las principales organizaciones de voluntarios que trabajan con los jubilados. Estos dos Foros tienen lazos con grupos de jubilados locales y con secciones de sindicados para la jubilacin a travs de una estructura
representativa. Los comits de gestin o los comits ejecutivos se componen de
representantes de otras organizaciones de mayores en las dos ciudades. El Foro
de Personas Mayores de Birmingham se cre en 1998 tras un perodo de negociaciones entre los miembros fundadores que desarrollaban su actividad en la
convencin de jubilados, en secciones de sindicados para la jubilacin y en grupos de voluntarios, junto con funcionarios y cargos electos del Consejo municipal. Aunque los miembros fundadores preconizaban constituir un Foro con
independencia del Consejo municipal, uno de sus objetivos principales era convertirse en el portavoz de las personas mayores que se hiciera or con motivo de
la elaboracin de la poltica local. En consecuencia, se aceptaron algunos vnculos formales con el Consejo municipal. El mismo Foro se beneficia de un apoyo
administrativo y las reuniones tienen lugar en los locales del Consejo municipal,
el cual reconoce la legitimidad del Foro. Los funcionarios y los cargos electos se 231
renen con el consejo de administracin del Foro para debatir los problemas
relativos a las personas mayores. A la hora en que escribimos, el Consejo municipal acaba de constituir otro rgano cuya adhesin est sometida a criterios de
representatividad fijados por el propio Consejo municipal, con una adhesin
representativa determinada por el Consejo. Aunque el Foro de Personas
Mayores est representado en esta comisin, se ignora todava cmo podra
afectar este nuevo rgano a la legitimidad de los Foros de mayores, en especial
en la construccin del dilogo directo con los jubilados y el Consejo municipal.
Democracia local
Los Foros de Personas Mayores funcionan a escala de una administracin descentralizada o de un municipio. La poltica se construye cada vez ms a partir de
la escala local o del barrio y, por consiguiente, la poltica de apoyo a la participacin pblica se concentra tambin en esa escala. En Birmingham, por ejemplo, los
comits consultivos que agrupan a habitantes y cargos electos locales funcionan a
escala de barrio. As pues, el Foro de Personas Mayores ha sido invitado a promover la implicacin de sus miembros en estos grupos para garantizar que se tienen
en cuenta los puntos de vista de los jubilados. Esta movilizacin ser cada vez ms
EL PODER GRIS?
232
La participacin activa de las personas mayores parece centrarse progresivamente en el bienestar y la salud. El envejecimiento activo es el tema de un gran
nmero de proyectos conocidos con el nombre de Agewell (envejecer bien), entre
los cuales figuran la gimnasia lenta, las actividades recreativas y la alimentacin,
pero tambin proyectos que estimulan el voluntariado y la formacin a lo largo de
toda la vida (del tipo Universidad de la Tercera Edad). Estos proyectos, respaldados por iniciativas asociativas y municipales, se han recuperado despus en el contexto de las Health Action Zones114, del programa Health Improvement (Mejora de la
Salud) y de otras iniciativas de cooperacin que implican a organismos de derecho
pblico y al sector asociativo en acciones destinadas a mejorar la salud y a disminuir las desigualdades en este mbito. El acento se pone en la relacin entre salud
y calidad de vida de las personas mayores. Estos programas luchan contra la inexorable asociacin entre vejez y mala salud y, para ello, estimulan a las personas
mayores a continuar activas dentro de sus comunidades, a la vez que subrayan los
113
114
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
vnculos entre su estado de salud y las experiencias de la vida (Cooper y col., 1994;
Warren y Cook, 2001).
Crear conocimientos
Aqu nos interesamos en las acciones que comprometen a las personas
mayores en su condicin de productores activos de conocimientos, a travs de
su participacin directa en la investigacin, en todo cuanto atae a las experiencias que las personas de edad avanzada tienen de su propia salud (por
ejemplo, Cooper y col., ibid.; Peace, 1999; Warren y Maltby, 2000). Esto forma
parte de una evolucin ms general en el enfoque de la especializacin y de
lo que puede derivarse de este tipo de especializacin. Las personas con discapacidad, las usuarias de los servicios sanitarios con discapacidad mental y
otras personas, como las de edad avanzada, que antes estaban etiquetadas
como beneficiarias de servicios sociales y, por lo mismo, sometidas a un anlisis profesional de sus problemas, ponen en duda actualmente el derecho
de los profesionales de la sanidad a definir sus problemas y las soluciones que
se aplican al respecto (por ejemplo, Faulkner, 1997). Su participacin en la creacin de la base de los conocimientos en los que se fundamenta la formacin
233
de los trabajadores sociales y sanitarios, y su participacin directa en esta formacin, sitan a las personas mayores en un papel de experto, lo que valida
sus conocimientos mediante su aplicacin tanto en la elaboracin de la poltica como en su ejecucin.
Reunir todos los elementos: BGOP (Better Goverment for Older
People) 115
El BGOP, programa lanzado por el gobierno Blair con el fin de favorecer la
participacin de las personas mayores en las decisiones pblicas, es una iniciativa global que adopta una perspectiva holstica y entiende a las personas mayores
en su condicin de usuarias de servicios, pero tambin como ciudadanos activos
y expertos capaces de hacer aportaciones en sus comunidades locales y en la
orientacin de los servicios pblicos. Esta iniciativa reconoce tambin la necesidad de oponerse a las actitudes discriminatorias por motivos de edad (gistes )116
que puedan poner obstculos al compromiso de los jubilados.
115
EL PODER GRIS?
Activada en 1998, la primera fase de esta iniciativa fue una investigacinaccin que guarda relacin con 28 proyectos piloto, repartidos por todo el Reino
Unido, con asociaciones locales establecidas entre organismos pblicos, privados y asociativos, organizadas en estructuras regionales y nacionales que proponen apoyo y evaluacin (Hayden y Boaz, 2000). Los proyectos piloto se centraron en una amplia gama de temas importantes susceptibles de interesar a las personas mayores y que no slo se referan a los servicios sociales y a la salud, sino
tambin a las actividades recreativas y a las posibilidades ofrecidas en materia de
educacin, transporte, informacin y tecnologas, finanzas y diversos tipos de
asignaciones. Algunos proyectos piloto se han destinado tambin al papel potencial que las personas mayores pueden desempear en su condicin de miembros
activos de sus comunidades locales. Estos proyectos han puesto en duda las actitudes discriminatorias por motivos de edad y los estereotipos, sobre todo porque representan a los mayores como asalariados potenciales y contribuyen con
ello a la diversidad de las edades en las polticas de empleo.
234
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
EL PODER GRIS?
236
Otro tema abordado en los debates en torno a la ciudadana contempornea se refiere a la dimensin intergeneracional. En el texto de Roche (1992) se
encuentra un ejemplo de este tipo a propsito de la dimensin ecolgica de la
ciudadana. Un concepto de ciudadana que incluye la relacin entre el hombre y el mundo natural exige tambin tomar en consideracin las responsabilidades de las generaciones actuales hacia las generaciones futuras. Se han evocado argumentos similares en relacin con el papel de los ciudadanos de edad
avanzada: Estoy convencido de que las personas mayores no deben limitarse
a defender su propia causa. Debemos actuar como los ancianos de la tribu e
investigar los mejores intereses para el futuro al mismo tiempo que preservamos el precioso contrato entre las generaciones (Kuhn, en Walker, 1996).
Cuando sugiere que la accin colectiva entre las personas mayores no debera
aspirar nicamente a su propio inters, Kuhn estima que los conocimientos de
los mayores pueden contribuir al bienestar de todos, comprendido el de las
generaciones futuras.
El estatus de ciudadano y la materializacin de los derechos sociales asociados a este estatus son importantes para el anlisis de las experiencias que las personas mayores tienen del Estado del bienestar y de los servicios de que se benefician, para permitirles conservar una salud y un bienestar adecuados. Su conceptualizacin y la concrecin de este enfoque amplio de la ciudadana pasa por
la contribucin potencial y real que pueden hacer las personas mayores en los
procesos de compromiso activo en la administracin de sus asuntos y de los
asuntos pblicos en general. Esta concepcin ms general se refuerza con la
integracin de las nociones de relacin mutua y de interdependencia, tanto en
el seno de las generaciones como entre ellas. En este mbito tambin las personas mayores pueden aportar sus contribuciones.
Podemos ver un ejemplo concreto en el proyecto User Panels (Paneles de
usuarios) del condado de Fife. Uno de los objetivos explcitos de este proyecto
ha sido el de aumentar la influencia de las personas mayores dependientes en los
servicios sanitarios y asistenciales. El proyecto se ha esforzado en alcanzar este
objetivo de dos maneras: en primer lugar, mediante el refuerzo de la capacidad
de los mayores para afirmar sus necesidades individuales gracias al empoderamiento derivado de su participacin en los paneles y, en segundo lugar,
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
En el transcurso de las entrevistas, los miembros de los paneles se guardaron bien de pronunciarse con respecto a su posible influencia en los problemas que se haban tratado con los prestatarios de servicios y los planificadores: Tendr que pasar tiempo antes de que la menor de nuestras sugerencias
se abra paso; ser preciso esperar. Los miembros del panel eran conscientes
del efecto que haban tenido en ciertos aspectos (por ejemplo, en las actitudes
de determinados prestatarios de servicios que se reunieron con ellos), pero
hubo pocos cambios sustanciales en la prestacin de los servicios suministrados en el transcurso del perodo de evaluacin. El efecto de los paneles fue
estudiado tambin con los organismos de tutela en cuestin. Se estim que los
paneles haban tenido un efecto directo en algunos sectores (por ejemplo, en
la concepcin de un cuestionario mdico y en la de fichas de informacin),
pero otros problemas, ms en concreto los vinculados a los servicios de asistencia a domicilio, se revelaron ms difciles de resolver. No obstante, la mayor
parte del personal de los servicios sociales y sanitarios encuestado estim que
los paneles constituan un medio importante para tener acceso a las opiniones
de las personas mayores y los organismos estatutarios estaban dispuestos a
continuar la financiacin del proyecto tras el agotamiento de su presupuesto
inicial.
237
EL PODER GRIS?
Los miembros de los paneles reconocieron que quizs ellos mismos no sacaran provecho de posibles mejoras, dado el tiempo necesario para poner en prctica estos cambios y la probabilidad de que acaso no estuvieran ya en este
mundo para ver tales mejoras. Pero a travs del proceso han tomado conciencia
de que podan contribuir a iniciar cambios para las generaciones de mayores
futuras. Tambin vieron el valor que tena el hecho de tejer vnculos con personas ms jvenes con el fin de crear alianzas y aumentar la comprensin entre las
generaciones.
Bsicamente, iniciativas como las del condado de Fife perciben la identidad
de las personas mayores a partir de su estatus de usuarios de servicios sanitarios
y sociales. El hecho de dar a las personas mayores la posibilidad de implicarse
en su programa de accin y de desarrollar, al mismo tiempo, una confianza en
s mismas y competencias para expresar su opinin, ha permitido abrir perspectivas mucho ms amplias en materia de implicacin ciudadana.
Dilogo y liberacin
238
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
EL PODER GRIS?
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
EL PODER GRIS?
cuidadores. Las prioridades de las personas mayores se compararon, a continuacin, con las del servicio de asistencia social. Los miembros del panel identificaron los asuntos clave para planterselos a un directivo que fue invitado a una reunin posterior. Tras haber tenido ocasin suficiente de formular sus propias visiones de las cosas, los participantes comenzaron a dialogar con el directivo en cuestin, el cual fue invitado a incorporarse al panel completo en lugar de recibir
representantes en su territorio. Se sorprendi al descubrir lo que se esperaba de l:
que reaccionase ante lo que las personas mayores tenan que decir, en lugar de que
les explicase por qu los servicios se prestaban de una cierta manera. Igual que
otros funcionarios que se incorporaron a los paneles, necesit un cierto tiempo de
adaptacin a este papel; en efecto, los directivos, al principio, dieron prueba de un
cierto malestar por el hecho de ser colocados en esta posicin nueva para ellos.
Este mtodo de trabajo exige competencias profesionales y personales considerables por parte de los miembros del equipo del proyecto. Las entrevistas con
los miembros del panel confirmaron que los miembros del equipo desempeaban un papel importante en la forma en que los participantes perciban las reuniones. Este papel fue descrito como sigue por una de las personas interrogadas:
A fe ma, pienso que rene todos los elementos. Os anima a expresar vuestra
opinin. Nos explica cosas y nos dice lo que ha pasado y lo que podemos hacer,
pero nos anima, sobre todo, a comunicar nuestro punto de vista.
242
Siglas de Senior Citizens Forum (Foro de Ciudadanos Mayores) [N. del T.]
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
EL PODER GRIS?
funda la instauracin del dilogo entre las personas mayores y los servicios
pblicos. Tambin nos interpelan en cuanto a la creatividad de los tipos de soluciones propuestas en los servicios y las polticas destinadas a las personas mayores. Aunque a primera vista el SCF sea ms bien un foro en cuyo marco los ciudadanos de edad avanzada pueden representar un papel en la elaboracin de la
poltica pblica, el modo de funcionamiento de este foro ha contribuido a restringir el tipo de ciudadano susceptible de participar en l. Por contraste, aunque el punto de partida de los paneles del condado de Fife haya sido la identificacin de las personas mayores como usuarios de servicios sociales y sanitarios,
la nocin de ciudadano que se ha desprendido de ella, igual que el concepto y la
prctica de la deliberacin, se han revelado ms amplios.
244
El nmero de ocasiones en que los mayores tengan algo que decir en la elaboracin de la poltica es poco susceptible de disminuir; hay lugar para diferentes modelos y mtodos de participacin que convengan a diferentes tipos de
personas en diversas circunstancias. Debemos comprender cul es la contribucin de las personas mayores al empoderamiento, no slo en cuando a efectos
concretos sobre las polticas, sino tambin desde el punto de vista de las ventajas ms inmediatas resultantes del proceso de participacin y de la contribucin
de los jubilados a una definicin ms completa de la forma y el contenido del
dilogo entre los ciudadanos y los servicios pblicos.
Bibliografa
BARNES, M. (1992): Beyond Satisfaction Surveys: Involving People in Research, Generations Review,
vol. 2, n 4, pp. 15-17.
BARNES, M. (1997): Care, Communities and Citizens, Harlow, Addison Wesley Longman.
BARNES, M. (1999): Building a Deliberative Democracy An evaluation of two Citizens' Juries, Londres,
Institute for Public Policy Research.
BARNES (2002): Bringing Difference into Deliberation, Policy and Politics.
BARNES, M (1999): Users as Citizens: Collective Action and the Local Governance of Welfare, Social
Policy and Administration, vol. 33, n 1, pp. 73-90.
BARNES, M., y BENNET-EMSLIE, G. (1997): If they would listen..., an Evaluation of the Fife User Panels
Project, Edimburgo, Age Concern, Ecosse.
BARNES, M., y BENNET, G. (1998): Frail Bodies, Courageous Voices: Older People Influencing
Community Care, Health and Social Care in the Community, vol. 6, n. 2, pp. 102-111.
BARNES, M. y R. (2001): Taking over the Asylum: empowerment and mental health, Basingstoke,
Palgrave.
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
BARNES , M., y CORMIE, J (1995 ): On the Panel - Good Hospital Discharge, Health Service Journal, 2
marzo, pp. 30-31
BARNES, M., y PRIOR, D. (2000): Private Lives as Public Policy, Birmingham, Venture Press.
BARNES, M., y SHARDLOW, P. (1997): From Passive Recipient to Active Citizen. Participation in Mental
Health User Groups, Journal of Mental Health 6, 3, pp. 275-286.
BARNES, M.; NEWMAN, J.; KNOPS, A., y SULLIVAN, H. (2001): Constituting the public for public participation, documento de trabajo de investigacin, Dept of Social Policy and Social Work, Universidad
de Birmingham.
CAMPBELL, J., y OLIVER, M. (1996): Disability Politics. Understanding our Past, Changing our Future,
Londres, Routledge.
CHURCH, K. (1996): Beyond Bad Manners: the power relations of Consumer Participation en
Ontario's community mental health system, Canadian Journal of Community Mental Health, vol.
15, n 2, pp. 27-44.
COOPER, M.; SIDDELL, M., y el proyecto Older Women's Health Survey de Lewisham (1994): Lewisham
Older Women's Health Survey, Londres, EdROP The City Lit Institute.
COOTE, A., y LENAGHAN, J. (1997): Citizens' Juries: Theory into Practice, Londres, IPPR.
CORMIE, J. (1999): The Fife User Panels Project: empowering older people en M. BARNES y L. WARREN
(eds.). Paths to Empowerment, Bristol, Policy Press.
DEAN, H. (1996): Welfare Law and Citizenship, Londres, Prentice Hall.
DETR (Departmento de Medio Ambiente, Transporte y Regiones), 2001.
DRYZEK, J.S. (1994): Discursive Democracy. Politics, Policy and Political Science, Cambridge,
Cambridge University Press.
DUNKERLEY, D., y GLASNET, P. (1998): Empowering the public? Citizens'juries and the new genetic technologies, Critical Public Health, vol. 8, n 3, pp. 181-192.
FAULKENER, A. (1997).
FISHKIN, J. S. ( 1991): Democracy and Deliberation, New Haven, Yale University Press.
GUTMANN, A., y THOMPSON, D. ( 1997): Democracy and Disagreement, Cambridge, Mass, Harvard
University Press.
HABERMAS, J. ( 1984): Theory of Communicative Action vol. 1: Reason and the Rationalization of
Society, Boston, Beacon Press.
HAYDEN, C., y BOAZ, A. (2000): Making a Difference. Better Government for Older People Evaluation
Report, Local Government Centre, Universidad de Warwick.
KNOPS, A,; SULLIVAN, H.; BARNES, M., y NEWMAN, J. (de prxima aparicin): Mapping Public
Participation in Two Urban Areas, Documento de trabajo de investigacin, Dept of Social Policy
and Social Work, Universidad de Birmingham.
245
EL PODER GRIS?
246
MAMADOU N'DOYE
EL PODER GRIS?
248
N'DOYE: Cmo se designan los miembros de esta Comisin, en particular, en las asociaciones?
DIALLO: El presidente de la comisin es designado por decreto del Ministro de
la Funcin Pblica, del Trabajo y el Empleo, aunque la comisin sea creacin del
propio Presidente de la Repblica. Despus, los miembros se captan en los diferentes Ministerios. De esta manera estn representados los directores de las instituciones de jubilacin y asuntos sociales. En cuanto a las asociaciones de jubilados,
preferimos hacer hincapi en los presidentes de las asociaciones de jubilados que
son miembros de oficio de la Comisin Nacional Paritaria Estado - jubilados.
A Escala europea
La Plataforma "Age", nuevo interlocutor de la Comisin
Europea
DE
LBV 118
Siglas de Liberale Beweging voor Volksontwikkeling, mutua liberal belga que promueve el desarrollo de las personas mayores y discapacitadas [N. del T.].
119
Principal red europea que agrupa a organizaciones que trabajan con personas mayores pertenecientes a 12 pases
europeos [N. del T.].
120
Federacin Europea de Personas Mayores.
121
Federacin Europea de Jubilados y Personas Mayores.
122
Unin de Ciudadanos Mayores Europeos.
EL PODER GRIS?
res europeos y se reunan entonces trimestralmente segn un orden del da establecido por la Comisin. Las reuniones eran presididas, por turno, por un
representante mayor de una de estas ONG.
En 1999, la Comisin Europea propuso un nuevo mtodo de trabajo. Justific su
decisin destacando la poca productividad de estos encuentros debido, entre otras
cosas, a la ausencia de estructuras y a la ineficaz organizacin de los trabajos.
Para tener una poltica ms activa y ms importante a favor de los mayores,
sugiri la creacin de una plataforma europea para las personas mayores en
forma de asociacin sin nimo de lucro. En este caso, la Comisin Europea apoyara financieramente esta nueva estructura en el marco de una asociacin entre
ella y las organizaciones fundadoras.
Esta construccin fue difcil. Por unanimidad, la iniciativa no se acogi como
equitativa.
Finalmente, sern la FIAPA, EPSO y EUROLINK-AGE las nicas que
afrontarn el reto y propondrn a las otras ONG asociarse a sus debates, pero
sin xito.
250
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
EL PODER GRIS?
252
EL PODER GRIS?
254
Las personas mayores no pueden ser tratadas como una clase aparte, relegada y sin impacto en la sociedad, tanto a nivel poltico como econmico, social
y cultural, sobre todo teniendo en cuenta que las personas mayores representan de tres a cuatro electores de cada diez y que contribuyeron a la creacin de
la Unin Europea por su trabajo y su compromiso social. La Federacin
Europea de Jubilados y Personas Mayores (FERPA) se adhiere a la
Confederacin Europea de Sindicatos (CES), que fue creada en 1993 para que
los trabajadores jubilados de ambos sexos pudieran hacer or su voz y contribuir a la creacin de una sociedad democrtica en todos los mbitos (poltico,
econmico, social y cultural) y a todos los niveles. La FERPA es una organizacin autnoma que coordina su poltica con la de la CES, sobre todo en materia de seguridad y proteccin social, ms concretamente en lo que se refiere a
las pensiones, la asistencia sanitaria y la concesin de un mnimo de recursos a
las personas mayores, sobre la base de la solidaridad entre generaciones de trabajadores activos y jubilados. La FERPA se moviliza con el fin de influir en las
legislaciones y las polticas de la Unin Europea por medio de representaciones directas ante las distintas instituciones: Comisin, Parlamento y Consejo.
Para apoyar las reivindicaciones de la FERPA, las organizaciones afiliadas se
movilizan tambin ante sus gobiernos nacionales, en particular con motivo de
las reuniones del Consejo Europeo, que tienen en su orden del da cuestiones
sobre los jubilados y las personas mayores. La FERPA rechaza toda dictadura
y todo integrismo, todo nacionalismo lo mismo que toda discriminacin. Se
compromete a defender y mejorar el modelo social europeo, que se fundamenta en:
La posibilidad, para todos, de participar en los procesos democrticos,
polticos, econmicos, sociales y culturales.
Ms justicia para una distribucin ms justa de las riquezas a fin de reducir las desigualdades y eliminar la pobreza.
La organizacin de una proteccin social sin exclusiones, que garantice la
asistencia sanitaria y una vivienda digna para todos.
La organizacin de una sociedad solidaria que protege y emancipa, al servicio de todos los ciudadanos sin excepcin.
La realizacin personal del individuo, el perfeccionamiento de las relaciones humanas y la calidad de vida y del trabajo.
El reconocimiento de los derechos individuales y colectivos.
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
EL PODER GRIS?
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
257
EL PODER GRIS?
258
A este respecto, la posicin de la patronal francesa, en cuanto a la edad inicial de la jubilacin, es ilustradora de este fenmeno. Por una parte, el MEDEF
(patronal francesa), basndose en la prolongacin de la duracin de la vida en
buena salud y pretextando un desequilibrio financiero de las cuentas de las pensiones de reparto, proclama a quien quiera orlo que el inters de todos es retrasar la edad inicial de la jubilacin completa (actualmente fijada en 60 aos). Seria
bien visto retrasarla progresivamente a los 65 aos o incluso ms all. Por otra
parte, tampoco se propone renunciar al despido de los trabajadores de edad
avanzada o a su jubilacin anticipada antes de los sesenta, creando as las condiciones para que una parte cada vez mayor de los jubilados no se beneficien
ms que de pensiones incompletas y deducciones vinculadas al nmero de aos
que faltan por cotizar. El objetivo de la patronal al respecto es triple:
Beneficiarse de una gran flexibilidad en cuanto al empleo de trabajadores
de edad avanzada.
Favorecer el recurso a los mecanismos individuales de pensin mediante
capitalizacin, reduciendo las prestaciones de reparto por medio de las
deducciones de los aos no cotizados.
Reservar una mano de obra cualificada, disponible, dcil y menos codiciosa en remuneracin, mediante el empleo de jubilados cuyas pensiones se
habran vuelto insuficientes.
Por aadidura, se observa que tal maniobra, si tiene xito, pesara tambin
sobre el empleo de los trabajadores en activo, por la competencia con los jubilados que solamente necesitan un salario de complemento. Esta situacin, que
es la de Francia, es ms o menos idntica, bajo distintas formas, en todos los pases de Europa. Por esta razn, nuestro sindicalismo europeo, el de la CES, el de
la FERPA, el de todas las organizaciones nacionales afiliadas, se basa en la unidad de todos los trabajadores en activo y los jubilados. La frontera principal no
pasa entre la poblacin activa y los jubilados, sino entre el conjunto de la patronal y el conjunto de los trabajadores en activo y los jubilados de todos estos pases. Nuestro modo de organizacin (que incluye las organizaciones especficas
de jubilados dentro de las confederaciones que agrupan al conjunto de los sindicados en activo), sirve de base a nuestra concepcin de luchas convergentes
de unos y otros. La palabra clave de la accin sindical es 'convergencia'.
Convergencia de las reivindicaciones, cuyo mejor ejemplo es la exigencia del
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
ajuste de las pensiones sobre los salarios. Convergencia de las luchas; as, por
ejemplo, para el empleo, los jubilados son perfectamente conscientes de que el
pleno empleo, si es una condicin de liberacin de la situacin de los trabajadores en activo, tambin es garante de la seguridad de la perpetuidad de las pensiones de reparto. Esta es la orientacin que distingue al sindicalismo de los jubilados del asociacionismo, muy extendido en los pases de Europa, que tiende a
aislar a los jubilados de la poblacin activa. Hay que tener en cuenta que el asociacionismo lo utiliza muy a menudo la patronal para canalizar y manipular el
deseo de organizacin de los jubilados (apartndolos del mbito de las luchas) y
para debilitar el sindicalismo. Por lo que se refiere a estas cuestiones, destaquemos que, para Francia, el Consejo Econmico y Social, en su dictamen sobre
las personas mayores en la sociedad (aprobado por unanimidad el 23 de mayo
de 2001), denuncia los peligros de una representacin poltica propia de las personas mayores y los peligros de una deriva de la representacin socioprofesional hacia una representacin por edad. Aadamos que, en este mismo dictamen,
los consejeros invitan al Gobierno francs a trabajar con sus socios de la Unin
en la constitucin de una autntica estructura europea de consulta y representacin efectiva de los jubilados y las personas mayores. El ejemplo del Comit
Nacional de Jubilados y Personas Mayores francs (CNRPA), tal como el presente dictamen propone la reforma, constituye un modelo interesante para pro- 259
ponrselo a los Estados de la Unin. A este respecto, la Comisin Europea
deber contribuir a la financiacin de los medios de funcionamiento de esta
estructura.
A nivel mundial
Entrevista con ALEXANDRE SIDORENKO
Responsable de la seccin de envejecimiento en el Departamento de Asuntos
Sociales de las Naciones Unidas
EL PODER GRIS?
JPVD: Cul es el nivel de competencia de los grupos que representan a las personas mayores en las Naciones Unidas?
AS: Las ONG realizan interesantes contribuciones. Durante la preparacin
de la segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento (Madrid, abril de
2002), importantes ONG contribuyeron de este modo a la elaboracin del Plan
de Accin Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento. Help Age
International, por ejemplo, organiz una serie de consultas a las personas de edad
avanzada. La Secretara recibi tambin de la FIAPA y la IFA (Federacin
Internacional del Envejecimiento de Canad) unos comentarios y propuestas
que contribuyeron a la elaboracin del Plan de Madrid.
JPVD: Existe, para los miembros de estas organizaciones, una formacin destinada a facilitarles la comprensin de los procedimientos de
consulta y de toma de decisiones en el seno de las Naciones Unidas?
262
AS: CONGO les proporciona las informaciones y las respuestas a sus cuestiones. CONGO significa Conference of the NGO 124. Para ms informaciones a
este respecto, pueden ustedes consultar la web de CONGO:
www.ngocongo.org/index2.html
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
EL PODER GRIS?
264
JPVD: La FIAPA es uno de los principales representantes de los jubilados a escala mundial... Podemos hablar de un poder gris globalizado?
AM: La expresin poder gris globalizado merece que nos detengamos un
instante a analizar en qu nos hemos convertido en nuestros 22 aos de existencia. Permita que vuelva a relatar brevemente la historia de nuestra organizacin.
La FIAPA fue creada el 26 de septiembre de 1980 en el Palacio de
Luxemburgo, sede del Senado, bajo la presidencia de honor de Su Excelencia
Leopoldo Sdar Senghor.
60 asociaciones, que representan a 4 pases, deciden lanzarse a esta aventura:
defender a las personas mayores y analizar el envejecimiento de los individuos y
las poblaciones. Este fue el tema del primer coloquio que tuvo lugar en
Taormina (Sicilia), en 1981, fecha en la que la FIAPA tambin fue inscrita en el
registro del Secretariado General de las Naciones Unidas, en el Consejo
Econmico y Social.
En 1982, la FIAPA participa en Viena en la Asamblea Mundial sobre el
Envejecimiento, presentando una comunicacin sobre El Envejecimiento
Individual y Colectivo y el ao siguiente obtuvo el estatus consultivo de Categora
2 en el Consejo Econmico y Social.
Han tenido lugar diferentes coloquios, como, por ejemplo, en 1983, en
Merano (Italia) sobre el tema Personas Mayores, imagen y realidad, o en 1984, en
Palma de Mallorca (Espaa), con Personas Mayores, socios activos en la comunidad: un
desafo internacional.
265
EL PODER GRIS?
Para finalizar el ao internacional (1998-1999), la FIAPA organiza una manifestacin internacional, en septiembre de 1999, y congrega a 1.150 delegados en
presencia del Presidente de la Repblica Francesa, Sr. Jacques Chirac, que intervendr sobre el problema de las pensiones. La FIAPA promueve el intergeneracional, con la presencia de 5 binomios, venidos de 4 continentes, premiados
por la encuesta Adolescentes de ayer y de hoy, que se haba emprendido 2
aos antes. Se ve galardonada con un premio125 de las Naciones Unidas el 30
de septiembre de 1999.
Hoy en da, la FIAPA agrupa a ms de 250 millones de personas repartidas
por 4 continentes, 54 pases y 144 asociaciones.
Su accin se lleva a cabo esencialmente a partir de encuestas orientadas hacia
las propuestas de todos los problemas que conciernen al envejecimiento.
Nuestro poder es el de alertar a los organismos internacionales, polticos y de
otras clases, sobre las condiciones de vida de las personas mayores.
No buscamos el poder por el poder. Pero defendemos la idea de un contrapoder ciudadano a escala internacional. Trabajamos, no sin dificultades a veces,
125
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
en la creacin de un poder bastante bien organizado a escala mundial para representar a la sociedad civil en el nivel institucional y defender a los jubilados frente a los diferentes grupos de presin cuyos intereses no siempre convergen con
los de los mayores. No ignoro el miedo que inspira la idea de un poder gris, pero
conviene siempre volver a situarlo en un juego de contrapoderes donde los intereses sociales de los ms dbiles estn siempre peor representados y, sobre todo,
peor armados financieramente para ejercer presin sobre los responsables polticos. Frente a los representantes de grandes empresas o del ramo de la industria e, incluso, frente al Estado y la comunidad internacional, es esencial que
hiciramos or la voz de los jubilados.
Queremos hacer evolucionar las mentalidades de los responsables de las polticas, ya sean pblicos o privados, porque a menudo tienden a decidir sin consultarnos. Por esta razn hemos desarrollado una estrategia de integracin total
que consiste en estar representados en todas de los organismos donde se tratan
las cuestiones del envejecimiento. Cmo concebir la democracia sin invitar a los
mayores a expresarse sobre las cuestiones que les ataen? De ah nuestro eslogan: Ciudadano durante toda la vida.
JPVD: Piensa que la edad sea un obstculo para el ejercicio de la ciu- 267
dadana?
AM: De manera ideal, no debera serlo. Los mayores no han dudado jams
de su utilidad y estn especialmente presentes en la poltica. De hecho, una parte
de los mayores esta bien integrada. La vida poltica nos recuerda lo presentes
que estn en la vida ciudadana. Por citar solamente a Francia, tiene como
Presidente de la Repblica a un mayor de 70 aos. La Asamblea Nacional, tras
las ltimas elecciones de 2002, cuenta con 122 personas mayores de ms de 60
aos (despus de la renovacin del 23 de septiembre de 2001). El Senado, por
su parte, cuenta con 106, es decir, el 33% del efectivo total. La edad media de
los alcaldes es de 54 aos (Elecciones Municipales de 2001)126.
Frente a esta situacin, el 28% de los franceses consideran que las personas
mayores estn demasiado presentes polticamente; en cambio, el 58% considera
que los partidos polticos no tienen en cuenta suficientemente las cuestiones
relativas a las personas de edad avanzada127.
126
127
EL PODER GRIS?
268
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
EL PODER GRIS?
Despus de una calma relativa, parece que salen de nuevo de caza en otros mbitos, como la lucha contra las pruebas nucleares y la desmilitarizacin.
Se levantan contra las Sun Cities 128 de Arizona y Florida, que consideran ciudades de jubilados elitistas que slo quieren relacionarse con sus semejantes.
Son voluntarios progresistas, dicen ellos, casi revolucionarios; su portal de
Internet es significativo al respecto. En Europa, estn esencialmente implantados en Alemania, donde cuentan con cerca de 100.000 socios; en Francia, su
nmero es mucho ms modesto.
En ALEMANIA: BAGSO (German National Association of Senior Citizens' Organisations)130 que esta
financiada por el gobierno alemn y el Ministerio de Asuntos Sociales y agrupa, prcticamente,
a todas las asociaciones de jubilados y personas mayores alemanas.
En FRANCIA, la Confederacin Francesa de Jubilados agrupa a 4 asociaciones: la FNCAR
(Federacin Nacional de Clubes Rurales de Mayores), la UFR (Unin Francesa de Jubilados), la
CNR (Confederacin Nacional de Jubilados) y la FNAR (Federacin Nacional de Asociaciones
de Jubilados). Representa a cerca de 1.800.000 personas.
128
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
La FIAPA, por su parte, cre una divisin FIAPA Europa, cuya sede se
encuentra en Bruselas y de la que los asociados europeos de la FIAPA son automticamente miembros. FIAPA Europa no entra en competencia con AGE
(interlocutor de la Plataforma europea), pero congrega a las asociaciones europeas en lo referente a todos los problemas que conciernen a Europa en general,
en especial las medidas que deben adoptarse en los pases del Este, futuros
miembros de la Unin Europea.
FIAPA Europa ya haba actuado antes de ser creada, en particular por el Euro
fcil, un programa financiado por la Comisin Europea y que permita a las personas mayores familiarizarse con la nueva moneda europea. Esta accin se llevo a
cabo en diferentes pases europeos: Blgica, Espaa, Francia, Italia...
Las personas mayores se renen y se unen para hacer or su voz y tener cada
vez ms peso en la poltica local.
131
271
EL PODER GRIS?
272
Tipo general (antigua clase 1), las asociaciones pueden ser consultadas e
intervenir sobre todos los temas en el marco de la Comisin Econmica
y Social.
Tipo temtico (antigua clase 2), las asociaciones slo pueden intervenir
sobre el tema que les concierne.
Tipo (lista135) (antigua clase 3), las asociaciones pueden ser consultadas caso
por caso.
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
138
273
EL PODER GRIS?
Este es uno de los fines de la Sociedad civil y, por lo tanto, de nuestras federaciones.
274
140
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
La integracin institucional de los jubilados se concibe de manera muy diferente segn los pases. Gracias a la experiencia de diversas estructuras de concertacin, se plantean 6 grandes cuestiones cuando se trata de elaborar la estructura de integracin institucional de los jubilados y de sus representantes.
Nivel de intervencin
El primer ngulo de anlisis remite al nivel de integracin y a su grado de
centralizacin. La integracin se puede planificar a diferentes escalas: del nivel
ms local hasta el nivel internacional pasando por el plano nacional. Es el caso,
por ejemplo, de los consejos econmicos y sociales presentes, a la vez, a escala
regional en Francia, pero tambin a escala nacional, europea e internacional
(Naciones Unidas). Los modos de organizacin en estos diferentes niveles pueden ser centralizados, coordinados o completamente independientes unos de
otros. Aunque todas las estructuras no son necesariamente transferibles a todos
los niveles, cuando lo son, a menudo se constatan problemas de coherencia, en
particular cuando la representacin de los jubilados es reconocida slo a ciertos
niveles y no a otros; destaquemos, por ejemplo, la ausencia de niveles locales
cuando se organizan comits nacionales.
Composicin y estructuracin
Las estructuras pueden ser monolticas, es decir, nicamente formadas por
organizaciones de jubilados, o mixtas (por integrar a otros partcipes del mundo
141
277
EL PODER GRIS?
278
Quin designa y cmo? Se plantean muchas preguntas al examinar el funcionamiento de diferentes estructuras en el mundo. La designacin de los
miembros es fruto de un nombramiento, de una eleccin o adopta otras formas?
Es discrecional o se basa en criterios formales y estables insertados en textos
legislativos o reglamentarios? Cul es el papel del poder poltico en estas designaciones? Hay un poder de cooptacin de los miembros de los consejos designados por las autoridades pblicas? Cules son los respectivos poderes de los
miembros designados por los poderes pblicos y los miembros elegidos por
cooptacin? En lo que respecta a la designacin de los representantes de los
jubilados en las instituciones, son elegidos directamente por los jubilados (para
estas elecciones, los jubilados forman, por consiguiente, un electorado aparte) o,
por el contrario, estos elegidos son designados por sufragio indirecto a travs de
las organizaciones de jubilados que los representan? Por el contrario, los jubilados estn incluidos en el seno de un electorado ms amplio que integra a otros
grupos sociales? Por ejemplo, se podra contemplar un voto de los beneficiarios de los sistemas sociales (trabajadores en activo y jubilados) para designar
directamente a sus representantes en el seno de organismos sociales como la
Seguridad Social?
Ciertas organizaciones consideradas como imprescindibles en el dilogo
con las autoridades pueden integrarse estatutariamente como miembros de
pleno derecho. En este caso, sobre qu criterios se fundamentan estas elecciones? Existen numerosas objeciones para integrar a las organizaciones de jubilados como miembros de pleno derecho. La cuestin sobre los criterios de designacin es siempre delicada y a menudo discutible; por otro lado, la designacin
de miembros de pleno derecho puede paralizar, en ciertas circunstancias, a las
representaciones institucionales. Sobre todo, cuando las organizaciones instaladas en su estatus institucional se niegan a integrar a nuevos agentes de la socie-
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
EL PODER GRIS?
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
Los poderes
La cuestin del poder de los jubilados implica, por lo menos, tres dimensiones:
NATURALEZA DEL PODER DE LAS ESTRUCTURAS
La representacin de una categora social, incluso en el seno de estructuras decisorias, no implica necesariamente un poder de accin, ya que las
decisiones se someten tambin al equilibrio de las fuerzas presentes. La
proporcin de jubilados en los rganos decisorios e, incluso, consultivos,
se convierte entonces en un desafo. Y cuando la estructura est dirigida
por un rgano ejecutivo, los representantes de estos grupos sociales 281
(jubilados, parados...) tienen alguna posibilidad de encontrar all su sitio y
de influir en el desarrollo de las decisiones o de las posiciones adoptadas
por la institucin? Cmo se reparte el poder entre la asamblea plenaria,
el Consejo de Administracin y el ejecutivo?
DELIMITACIN DE LAS COMPETENCIAS, MODALIDAD DE RECURSO Y ALCANCE DEL DICTAMEN
EL PODER GRIS?
Los medios
Los medios indican lgicamente el poder de que est dotada la institucin
para cumplir las misiones que le son encomendadas. Estos medios son privados, pblicos o mixtos? De qu grado de independencia financiera gozan estas
estructuras? Estos medios estn condicionados por los vaivenes de las voluntades polticas o privadas, o asentados de manera estable a largo plazo?
Permiten completar las tareas asignadas a la asamblea? A menudo, la voluntad
de integracin surge ms de un gesto poltico simblico que de una autntica
gestin intensiva, dotada de medios sustanciales para asegurar las necesidades
organizativas y logsticas, pero tambin la formacin de los representantes de los
intereses sociales, necesarios para el control de los debates y el desarrollo de una
verdadera capacidad de especializacin autnoma frente a las tecnoestructuras
profesionales, pblicas o del sector privado.
282
4. PERSPECTIVA
EL PODER GRIS?
286
Cuando el Derecho reposa sobre las palabras o sobre las costumbres y valora
el conocimiento y la experiencia, se tiende a idealizar ms a los ancianos, a hacer
de ellos modelos de virtud. Poseedores del saber y del poder en sistemas de tipo
gerontocrticos, los ancianos sern presentados, como sobre los capiteles del
Palacio de los Dux en Venecia, como hombres de ley, de ciencia y de estudios.
As, algunos perodos sern ms favorables a la vejez. En la Edad Media se
instauraron Consejos de Ancianos; los filsofos del Siglo de las Luces reconocieron nobleza y virtud en el anciano; algunos escritores, como La Fontaine, se
rinden a su experiencia; Vctor Hugo exaltar esta edad... Pero esta imagen idealizada nunca ser completamente dominante, siempre susceptible de ser cuestionada por otras mucho menos positivas.
La vejez no puede ser encerrada en ninguna definicin satisfactoria.
Idealizada por unos, o denostada por otros, a veces en el mismo perodo histrico, est hecha de imgenes multiformes y esta ambivalencia, que constituye la
herencia ambigua del pensamiento occidental, va a contribuir a considerar papeles muy diversos, incluso opuestos, para los ms ancianos entre el retiro y la
implicacin en la actividad.
142
La cita del original (Job 32, 1-9) es errnea; la traduccin del versculo se ha tomado de la Biblia de Jerusaln, 9
ed., 2000 [N. del T.].
143
La cita del original (Job 29/30) es errnea; la traduccin del versculo se ha tomado de la Biblia de Jerusaln, 9 ed.,
2000 [N. del T.].
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
Permanecer activo...
Los filsofos de la Antigedad, analizando su propio envejecimiento, se plantean la cuestin del sentido que hay que dar a la vejez. Cmo vivir mejor esta
ltima etapa de la vida?
Son numerosos los que ven en la filosofa una finalidad para la edad avanzada. Para Epicuro, como para Sneca, la vejez debe pasarse meditando sobre los
filsofos, estudiando y trabajando as para la posteridad.
Otros piensan en ejercer ellos mismos el poder, como Platn, que idealiza
esta edad. En La Repblica elogia el poder gerontocrtico: los ancianos, liberados
de las pasiones por el debilitamiento de los sentidos, capaces, por tanto, de
entregarse a la virtud y a los placeres del espritu, deben mandar, administrar
justicia, dar ejemplo a los jvenes. Plutarco desarrollar un pensamiento similar,
pero pide a los ancianos que no manifiesten avidez en el ejercicio del poder, que
no busquen acumular las cargas.
Cicern, retomando a Platn, tambin hace en De Senectute la apologa de la
vejez. El anciano, aunque ya no posee la fuerza fsica del joven, debe saber permanecer laborioso, emprender nuevos estudios, ensear, persistir joven en su 287
corazn. Los placeres son para l los del espritu, no los de los sentidos. Vivir
en el campo le proporciona la satisfaccin de ver la naturaleza actuando y le permite alimentarse de la abundancia de las cosechas. Pero no todos pueden disfrutar de una hermosa vejez. Una vida virtuosa puede conducir a ello, y cada uno
tiene el deber de luchar contra la vejez: hacer ejercicio con moderacin, tener
una alimentacin sana, evitar los festines, el vino... El anciano tiene por horizonte la sabidura.
El siglo XVI tiene una concepcin radicalmente diferente del papel que hay
que otorgar a los ancianos. Montaigne, rompiendo con la beatera de la Edad
Media e, incluso, con la Antigedad, piensa que hay que aprovechar al mximo
esta ltima etapa de la vida, no para continuar aprendiendo (en oposicin a
Cicern, sostiene que Catn fue un tonto por aprender griego en su extrema
vejez) ni para lanzarse a empresas diversas, sino para divertirse. El anciano distrae el espritu asistiendo a espectculos o viajando a regiones lejanas y no debe
temer morir durante el viaje, lejos de su casa, porque es ms fcil morir a caballo que en la cama rodeado de sus amigos.
En el Siglo de las Luces se le asign a menudo al anciano un papel educativo, pedaggico. Para Voltaire, como para Diderot, a la vejez se le deben aso-
EL PODER GRIS?
288
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
inmovilismo y conservadurismo. La edad de la banda de los cuarentones apareci como garanta de dinamismo y renovacin, pero en los puestos ms elevados del Estado, a pesar de las observaciones irnicas recurrentes sobre el
Senado, los dirigentes sobrepasaron con mucha frecuencia la edad legal de la
jubilacin, lo que es reconocido y aceptado.
Los ancianos, seran de nuevo modelos de virtud y sabidura? Es precisamente la idea de sabidura la que se retoma y explota en los Consejos de
Ancianos que se implantan a escala municipal; para justificarse, stos mismos
subrayan la importancia de la experiencia, del sentido comn y de la sabidura,
considerados propios de los ms ancianos.
Para ilustrar estos nobles sentimientos que parecen haber abandonado los
ms jvenes: coraje, optimismo, altruismo, generosidad, las dramatizaciones o
las comedias realizadas para la televisin recurren a la figura del anciano, porque
encarna unos valores ms serenos que los dems personajes, que son presa de
crisis ms agudas (D. Destouches y L. Delmas, Notre Temps n 301, enero de
1995). Por tanto, los ancianos han de amoldarse a una imagen idealizada...
La actividad social viene a completar el estudio. El precepto socrtico
dejar de aprender es comenzar a envejecer vuelve a estar de actualidad. Habra 289
hoy cien mil personas que frecuentan las cuarenta universidades intergeneracionales, creadas desde la dcada de 1970. Las conferencias y los talleres que organizan son eclcticos filosofa, historia del arte, idiomas, caligrafa, egiptologa... y pueden satisfacer todos los gustos. Renen a estudiantes entusiastas
con motivaciones diversas: algunos quieren satisfacer una curiosidad intelectual,
otros realizarse en temas abandonados, otros, incluso, hacer nuevas relaciones.
Para los que no pueden acceder les quedan la lectura, las exposiciones o los
cursos por correspondencia. Reconstituir su genealoga familiar, actividad de
moda, aparece, adems, como una bsqueda til para sus hijos y nietos, al permitirles reencontrar una pertenencia a un linaje.
Retirndose...
Sneca desprecia a los que se lanzan a los negocios, los que se preparan para
vivir cuando ya son viejos, y pide a los ancianos que renuncien a los placeres
de la juventud.
En oposicin a los que detentan la gerontocracia, que quieren devolver el
poder a los ancianos, Aristteles considera que la sabidura necesita el dominio
EL PODER GRIS?
pleno de los medios fsicos y que el gobierno debe ser confiado a hombres jvenes y robustos. El anciano, del que hace un retrato repulsivo (para l, la experiencia lleva a la desconfianza, a la mezquindad, al egosmo, a la avaricia, a las
lamentaciones), ser confinado a las funciones sacerdotales.
Tambin contemplan la oracin como tarea de los viejos, desde los primeros
siglos de nuestra era, algunos Padres de la Iglesia como Juan Crisstomo, considerando que la edad debilita las pasiones, ve en la vejez un momento muy
oportuno para purificar el alma. Pero san Agustn piensa que la lucha sigue siendo difcil, que el anciano, siempre asaltado por el deseo y la concupiscencia, tiene
el deber de no ceder a la tentacin, de no dejarse arrastrar hacia el pecado.
Vergenza de las mujeres que, para seducir, ocultan los estragos de la edad tras
el maquillaje! Haran mejor en pensar en el momento muy prximo de encontrarse con el Seor! Segn san Bernardo, el anciano respetable se prepara para
la muerte y est a punto de comparecer frente al temible tribunal de
Jesucristo. Retirarse al convento, para la nobleza que envejece, es ya una entrada en la eternidad. Slo la oracin da sentido a la vejez.
290
En el siglo XVII, la vejez vuelve a aparecer como la etapa del arrepentimiento, de la meditacin, de la preparacin para el ms all. Se aconseja retirarse del
mundo; el lugar del anciano est en el estudio y la piedad.
En cuanto a Erasmo, para el que nada es ms detestable que la vejez, ve en
la locura un remedio eficaz para no sufrir las desgracias que ocasiona la edad
avanzada. Volver a la infancia le parece el destino ms deseable.
Peridicamente, a lo largo de la historia, encontramos una crtica exacerbada
del anciano que quiere vivir como los jvenes. Es inexcusable. Durante toda la
Edad Media, se le pide hacer honor a las canas que Dios puso en su frente
como una diadema. Si quiere ser respetado por su edad, que merezca ese respeto! De forma general, los hombres de Iglesia o los escritores recomiendan
adoptar a esta edad una actitud sabia, digna y discreta, no caer en el ridculo rindose mucho, bailando, llevando ropas demasiado extravagantes reservadas a los
jvenes o entregndose a pasiones que se convierten entonces en vicios. Al final
de la Edad Media, se les pide, adems, a los ancianos que sean tolerantes con los
jvenes, que no les odien ni calumnien, lo que refleja bastante claramente los
conflictos que existen entre las generaciones.
Al trmino del siglo XVII, el irlands Swift da recomendaciones, en diecisis
prohibiciones, para que los mayores no se conviertan en una molestia para su
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
entorno: no frecuentar a los jvenes a menos que estos lo deseen, no repetir sin
cesar la misma historia, no hablar demasiado...
Del mismo modo, en el siglo XIX se editan listas de deberes y de prohibiciones para el anciano, tendiendo a hacerle poco molesto y a que se esfuerce por
aprender a vivir solo...
Respecto a los deberes enunciados a lo largo de los siglos, la ambigedad desempea su papel. Filosofar, meditar, estudiar, retirarse, viajar, no imitar o no
molestar a los jvenes... otras tantas recomendaciones, ciertamente muy diferentes, pero todas parecen tener como objetivo marginar al anciano, alejado de
otras generaciones. Por el contrario, se le pudo conceder un papel relevante en
el mbito poltico, educativo o moral.
En la imaginera social contempornea permanecen profundamente impregnados todos estos papeles que se inscriben en el registro del retiro.
Por un lado, se les dice a ciudadanos en plena forma que, aunque no tienen
cara de jubilados, deben retirarse del mundo del trabajo. Por otro lado, se anima,
se exhorta, se empuja a la gente a cultivar su cuerpo, a fortalecer su salud, a
mejorar su silueta, con el fin de parecer ms jvenes de lo que son. En el traba- 291
jo, le echan diez aos ms, pero, delante de su espejo, usted tiene diez aos
menos: veinte aos de diferencia. Este artculo de Notre Temps, de junio de
1993, muestra claramente la situacin ambivalente que conlleva el hecho de retirarse del mundo del trabajo.
Ahora bien, el retiro tambin adopta la forma de lmites de edad en los ms
diversos mbitos. Considerando que los reflejos disminuyen a lo largo de los aos
y que, cuando se es viejo, se asimilan demasiado lentamente las nuevas disposiciones del cdigo de la circulacin, Suiza, en 1998, propuso a millares de conductores de edad superior a los 70 aos que se prestaran voluntariamente a una prueba que permita determinar si seguan siendo aptos para conducir. Al 5% de los
voluntarios se le propuso realizar prcticas de revisin. Si se hubiera invitado al
conjunto de los conductores cualquiera que fuera su edad a prestarse a esta
prueba, habran sido slo los conductores de edad avanzada los que provocaron
ms accidentes y el porcentaje del 5% habra sido inferior?
El retiro tambin es siempre consecuencia de la invitacin a no imitar ni
molestar a los jvenes. Desde la dcada de 1960, varias obras para vivir bien
la vejez invitan a los ms viejos a la renuncia y a la abnegacin, como estos
diez mandamientos de la vejez (citado en A. Champigny, Grontologie 72, 8
EL PODER GRIS?
El anciano es aceptable si vive retirado, discreto, invisible. Su presencia impide a los otros realizarse y expresar su alegra.
Recientemente se aconsejaba a los visitantes voluntarios de hospitales de una
asociacin benfica que no prosiguieran su actividad ms all de los 72 aos. Se
considera que, a partir de esta edad, contribuyen a deprimir a los enfermos? En
las asociaciones de jubilados, incluso, se le suele pedir al presidente que dimita
cuando alcanza una edad que se juzga demasiado avanzada para cumplir su funcin.
Estigmatizando a los nuevos viejos que slo suean con su propio placer,
el periodista Christian Combaz propone volver a la tradicin. El papel del
anciano es ser paciente y contentarse con trabajos modestos (bricolaje, hacer
punto...). Liberado de pasiones, debe esperar serenamente a la muerte. La nica
actitud digna de este nombre frente a la decrepitud es la que se adopta en una
sala de espera, cuando no se tiene el nimo de leer una revista. Consiste en mirar
al frente con calma (Combaz C [1987], loge de l'ge dans un monde jeune et bronz, Pars, Laffont, p. 17).
De modo ms radical, se dice a veces que el suicidio sera la mejor solucin
para los que acumulan achaques a una edad avanzada: s bien lo que hara si
estuviera en su lugar o, ms explcitamente, ms vale morir que vivir as, sobre
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
todo a su edad. Programar su muerte, como hizo Paul Lafargue, que se suicid, en perfecto estado de salud, el da que cumpla 70 aos, se contempla como
un acto deseable, para evitar lo que comnmente se denomina el declinar de
la vejez. Ya Plinio el Joven vea en el suicidio un remedio eficaz contra la vejez
que le pareca aportar ms tormentos que prestigio o sabidura. El mismo
Scrates, en su lecho de muerte, no reconoci que la muerte vena a liberarlo
de las invalideces de la edad? Para el anciano, se piensa hoy en da, el suicidio no
sera la renuncia a la vida, sino a una pequea porcin de existencia. El sacrificio sera ligero. Se ignora la idea defendida por Janklvitch, que, al envejecer,
recordaba que la plenitud afirmativa del eterno presente y la posibilidad de la
experiencia vivida no son menores en el caso del anciano que en el caso del
joven.
Nuevas perspectivas
Ms all de la actualizacin de los papeles tradicionales, la crisis econmica
de los ltimos veinte aos ha suscitado otros anhelos. Percibidas mayoritariamente como un grupo favorecido en el plano econmico, las personas mayores
tienen el papel de participar en la lucha contra la crisis de diversos modos. Los
manuales de mrketing lo repiten continuamente: los mayores, tomados en su 293
totalidad, disfrutan de las rentas ms altas. Dado que su nivel de vida supera en
un 5% al de la poblacin global (1.568 millardos de francos, es decir el 43% de
la renta de los hogares franceses antes de impuestos, han sido percibidos por
personas de ms de 50 aos en 1994; estas ltimas tambin poseen la mitad del
patrimonio neto de estos hogares, lo que representa cerca de 8.812 millardos de
francos), se les incita a consumir en mbitos tan diversos como la alimentacin,
la salud, la higiene, el automvil, los viajes, los productos financieros y los seguros. (Como ejemplo, el 80% de ellos compran un coche nuevo, frente al 42% de
otras franjas de edad).
Bajo el efecto combinado de la mejora del estado de salud y del aumento de
las rentas de los jubilados, el modelo de la vieja dama indigna ha ganado terreno desde la dcada de 1960. Los profesionales del ocio han comprendido el inters de dirigirse a esta franja de edad. Viajar y sacar provecho de estas vacaciones
de 365 das al ao se ha convertido en un imperativo (segn ciertas agencias de
viajes, los jubilados representan al 50% de los turistas; de abril de 1994 a mayo
de 1995, las personas de 65 y ms aos compraron el 25% de las noches de hotel
en Francia y el 24% en el extranjero, segn una encuesta de SOFRES). Las
mejores temporadas para hacerlo son la primavera y el otoo, y en estos pero-
EL PODER GRIS?
dos fuera de las vacaciones escolares es cuando las agencias de viajes aplican sus
rebajas. La segregacin de las edades es tambin consecuencia de los profesionales del turismo y de su preocupacin por la rentabilidad. La pelcula de
Giuseppe Tornatore Estn todos bien lo ilustra de modo ejemplar. Un grupo de
jubilados en un viaje organizado entre ellos, Michle Morgan se encuentra
solo en una playa de la Riviera, mientras que, bajo una lluvia torrencial, una grabacin les presenta la regin como el pas del cielo azul y del sol perpetuo... A
los que tienen menos medios financieros se les lleva a centros de ocio, donde se
dedican al scrabble, a las cartas o a la petanca: sobre todo, no hay que caer en esta
categora estigmatizante que los consultores de mrketing definen como la de
los jubilados depresivos o ensimismados. Para ello es necesario disponer, en
el mejor de los casos, de ese materia preciosa: el tiempo. El saln de los jubilados, Tempo allegro 144, organizado en 1998, era, precisamente, El saln de los
que hacen muchas cosas, salvo su edad.
294
TOMO I: PODER
INFLUENCIA POLTICA
El economista Christian Saint-tienne seala que la generacin comprendida entre los 20 y los 45 aos, al contrario de pocas pasadas (en que la reducida
esperanza de vida permita heredar siendo an joven), ahora debe esperar a la
jubilacin para cobrar su herencia. No se puede esperar ayuda por este lado,
escribe (C. Saint-tienne, obra citada). Ciertamente, pero son numerosos los
padres de edad avanzada que benefician con sus bienes a las generaciones
siguientes, echando una mano en materia econmica: ayuda en los estudios,
compra de un apartamento, de un coche... Un estudio realizado en 1995 por la
Caja Nacional de Seguros de la Vejez (CNAV) (Cf Attias-Donfut C. y Rozenkier
A. (1995), Les solidarits entre gnrations, Vieillesse, familles, tat. Nathan.) muestra
que las ayudas pblicas pensin, seguro de enfermedad benefician a los jvenes. Incluso cuando sus rentas son bajas, las personas mayores emprenden una
descapitalizacin en favor de sus descendientes, un adelanto de la herencia. Los
medios de comunicacin, los notarios o los bancos les recomiendan encarecidamente que transfieran el dinero a los jvenes, ya que ellos no practicarn la poltica del calcetn.
Si los papeles precedentes se orientan, ms bien, a la categora de los jubilados jvenes, los de ms edad estn considerados desde los ltimos diez aos 295
como una fuente interesante de generacin de empleo. Se habla cada vez ms
del yacimiento de la cuarta edad como de un filn que hay que explotar.
Cuando se vuelven dependientes, los ancianos necesitan a los jvenes para realizar los actos de la vida cotidiana y este trabajo, semejante al de las mujeres en
el hogar y que, por tanto, no parece que necesite aptitudes particulares, parece
hecho a medida para las personas no cualificadas que buscan trabajo. Basta
confrontar dos sectores en dificultades para que dos problemas encuentren su
solucin: el paro y la dependencia. En el marco de contratacin de jvenes,
hubo un enjambre de nuevos oficios lector, agente de sociabilidad, recuperador de memoria... orientados a los de ms edad. A ellos les toca responder a
esta oferta.
Adems de esta expectativa econmica, se pide a los mayores que conserven
al mximo los atributos de la juventud. Los ancianos se enfrentan a las imposiciones del culto de los valores juveniles (jeunisme), tras los cuales se disimula la
cuestin del reparto del poder entre generaciones: Sitio para los jvenes se
entiende como una conminacin a permanecer joven si no se quiere ser marginado de la sociedad.
EL PODER GRIS?
Bibliografa
ATTIAS-DONFUT, C.; ROZENKIER, A. (1995): Les solidarits entre gnrations, Vieillesse, familles, Etat.
Pars, Nathan.
BOIS, J.-P. (1989): Les vieux. De Montaigne aux premires retraites, Pars, Fayard.
BOIS, J.-P. (1994): Histoire de la vieillesse, PUF, Que sais-je.
COMBAZ, C. (1987): Eloge de l'ge dans un monde jeune et bronz, Pars, Laffont.
DELAS, J. (1997): Le guide de la retraite, Editions du Rocher.
GUTTON, J.P. (1988): La naissance du vieillard, Pars, Aubier.
MAYENCE, S., y COL. (1977): Un 3e ge actif. Action sociale europenne. Pars. Nathan.
MINOIS, G. (1987): Histoire de la vieillesse en Occident de l'Antiquit la Renaissance, Pars, Fayard.
PUIJALON, B. (1997): Le senior, l'ancien et le dpendant. Projet: La retraite dans le dsordre. n. 249,
pp. 73-88.
PUIJALON, B.; Trincaz J. (2000): Le droit de vieillir, Pars, Fayard.
SAINT-ETIENNE, C. (1993): Gnration sacrifie, Pars, Plon.
TRINCAZ, J. (1998): Les fondement imaginaires de la vieillesse dans la pense occidentale, L'Homme n
147 julio-septiembre, p. 167-190.
296
SECRETARIA DE ESTADO
DE SERVICIOS SOCIALES,
FAMILIAS Y DISCAPACIDAD
IMSERSO
s
o
n
r
e
d
a
u
Los C
-Accin
Bsqueda
ecimiento
j
e
v
n
E
l
e
sobre
A
P
A
I
F
a
l
de
El poder gris?
Tomo I: Poder
e Influencia Poltica
MINISTERIO
DE TRABAJO
Y ASUNTOS SOCIALES
SECRETARIA DE ESTADO
DE SERVICIOS SOCIALES,
FAMILIAS Y DISCAPACIDAD
IMSERSO