BRAUDEL Historia Evenementielle
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BRAUDEL Historia Evenementielle
K & A u D t I : L A AsS
A M B I C I O N h S OI
I.A H I S T OR I A
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po. Los hechos actuales a los que se seala como importantes lo son, por
tanto, con carcter provisional, y q uedan sujetos a revisin. Lo sabamos...
Pero ah tenemos una buena razn para no sobreestimarlos y no creer a
ciegas que todos tienen obligatoriamente importancia.
Observemos tambin que los sucesos nos abordan al galope. Ftiles o
no, son dramas extraordinariamente breves, dramas-relmpago, como
podemos observar en varios acontecimientos-tipo que tomamos como
ejemplo, al azar, entre nuestras informaciones actuales y nuestros recuer
dos de ayer. Un puado de sucesos que maana parecern totalmente
desprovistos de inters, confirmando as nuestro punto de vista. Insista
mos, sin embargo. El detalle merece que nos detengamos a observarlos
desde ms cerca. Acontecimientos? Winston Churchill acaba de pronun
ciar un discurso en la Cmara de los Comunes; Roosevelt, una vez ms,
habr hablado desde el rincn junto a la chimenea en la Casa Blanca;
Goebbels acaba de escribir un largo artculo, objetivo, plagado de detalles
y declaraciones, en el Reich, el gran semanario alemn. Un diario recien
te anuncia la llegada a Argel del general americano Doolitle,que en 1942
dirigi el primer ataque areo contra Tokio. A Argel llega tambin, nos
cuentan, el arzobispo de Nueva York, monseor Spellman, del que se nos
ha hablado repetidamente a propsito de misteriosos viajes a Londres,
Roma, Ankara... Incidentes dignos de sealar, si se quiere, rumores pro
cedentes una vez ms de Ankara y que una vez ms plantean, aunque sin
llegar a esclarecerlos de verdad, el urgente y languideciente problema tur
co. Acontecimiento tambin es ese reportaje de un corresponsal de gue
rra alemn, ese P. K. Bericht animado que publica el Frankfurter Zeitung
de ayer sobre un combate en Ucrania incidente annimo, es cierto, per
dido en la inmensidad del frente del Este y tanto ms significativo quiz.
Sucesos tambin, y grandes sucesos, sucesos-tipo los llamaramos de bue
na gana, situados en el corazn de la vida del mundo, son esas entrevistas
sensacionales de ayer, sta en el estuario del Potomac, aqulla en la esta
cin histrica del Brenner, aquellas otras en Florencia, en Casablanca,
en El Cairo, en Adana, a la espera de las entrevistas y conferencias del
futuro.
Todo el haz de noticias relmpago, casi sin motivo, esos instantes car
gados de emocin y que durante un segundo se fijan de lleno sobre los
dueos del mundo. Volvern a mostrrnoslos a intervalos regulares, pode
mos estar seguros, y es un juego repetido ofrecernos sus conversaciones
como si fuesen enigmas y sealar imperturbablemente que estas entrevis
tas son los dramas a travs de los cuales se elabora el destino del mundo
y el nuestro. Tenemos corazn para dudar de que sea verdad? Adems,
sin esos maestros, sin esos relmpagos de flash, seguira habiendo acon
tecimientos? Habra siquiera diarios? S muy bien que la semana que
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TRPS D F F IN i r i O N T S
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ci del pan nos instruyen mejor que el relato de una batalla o la entre
vista de dos soberanos, sealaba Anatole France en un captulo de La
Vie littraire. A travs de estos hechos nimios se nos ofrece la posibili
dad de conocer las realidades de la historia colectiva, de la historia pro
funda. Pero no todos los historiadores, insisto, se dedican a realizar estas
investigaciones suplementarias y decisivas. La historia evenemencial,
que no pretendo considerar desdeable (creo solamente que es una cate
gora de la historia y no toda la historia), ejerce su encanto exclusivo so
bre ellos como sobre los contemporneos. Ms all de su decorado, como
los propios contemporneos, no se preguntan si tienen lugar o han tenido
lugar otras historias, dramas semiocultos pero dramas reales. No se pre
guntan si, ms all de la superficie, no estn las profundidades de la his
toria.
Una aventura de todos los das: un historiador registra tal historia eve
nemencial, ya acabada, al alcance de la mano, y nos la entrega sin ms,
como una mercanca legal. La encuentra en los diarios de ayer, de antea
yer, en los cronistas y memorialistas, que son los periodistas avant-la-lettre. Es el caso del grueso libro de Pierre de la Gorce dedicado al Segundo
Imperio, que muchos de ustedes habrn ledo. Otro libro anlogo y que
circula por aqu, el Francisco I de Charles Terrasse, lleva por subttulo El
rey y el reino. Concedo que es un libro que tiene su inters y su mrito,
pero en realidad es un libro de acontecimientos colocados uno despus de
otro, alineados en un relato agradable, muy vivido, est claro. En realidad,
trasladado al pasado, es una serie de reportajes: hay uno dedicado a la in
fancia del rey, otro a su juventud, otro a Marignan y as todo. El primer
prrafo sobre la rivalidad de Francisco I y de Carlos V se titula, en titula
res dira yo, La chispa y el reguero de fuego, ni ms ni menos. En cuan
to a la Francia sobre la que se apoya este reino, Francia esa realidad co
lectiva, esa persona, en cuanto a la Francia que lo rodea, en cuanto a la
civilizacin del Renacimiento y de la Reforma que la cruza como una vida
infusa, tumultuosa, decisiva, en cuanto a la economa mundial de la poca
ya tirnica, no le pidamos al autor que nos hable de ello de verdad, a pe
sar de algunos esfuerzos en este sentido. l va a lo que brilla, a lo que sor
prende y divierte. Podis estar seguros de que har un alto en la entrevis
ta del Campo de la bandera de oro. Una entrevista tan bonita bien
merece y tendr todo un captulo!
Y sin embargo, la historia no es solamente un relato, ni siquiera un re
lato de grandes acontecimientos; es una explicacin y los grandes acon
tecimientos mismos hay que explicarlos, por pequea ciencia coyuntural
que sea la historia. En realidad, fuera de su propia historia, sealan reali
dades, lneas de fuerza a menudo decisivas, y son esas lneas, son esas rea
lidades las que tal vez cuenten ms. Me ocurri una noche, en el Estado
La
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