Existe La Psicologia Comunitaria
Existe La Psicologia Comunitaria
Existe La Psicologia Comunitaria
(Horacio Foladori)
Horacio Foladori
1.Sobre lo comunitario:
La nocin de comunitario lleva implcitas dos ideas centrales. Por un lado, est lo que se
define como el espacio de la comuna, se habla de un territorio, de una geografa que
destaca sectores, que recorta espacios los que a su vez engloban sujetos.
1 / 15
Krause (2001) reconoce que el concepto est fuertemente ligado a la nocin de territorio.
Dicho de otro modo, lo comunitario define a los habitantes de la comuna. Y todo lo que tienen
en comn los habitantes de la comuna es la pertenencia a un territorio. Se trata de una
separacin geogrfica en la que la distincin , la separacin, no tiene nada que ver con algo
del orden de lo psicolgico sino de lo territorial.
Psicologa comunitaria parece referirse a aquella que es posible hacer dentro del espacio de
la comuna, o de un sector de ella. Por qu es tan especial el espacio de la comuna que
determina que no toda psicologa puede ser realizada all, en ese sector? De qu manera la
geografa determina la psicologa posible ?
Es cierto que la referencia anterior es metafrica: no quiere decir que necesariamente se tenga
que pensar en la comuna pero s que la llamada psicologa comunitaria aparece teida por
un referente geogrfico (se hable de poblacin, de barrio, de liceo, de consultorio barrial o
comunal, de club deportivo, etc.), siempre hay una referencia a un rea geogrfica, como si
ese fuese el objeto de estudio
.
Ntese que es distinto aquel criterio que aporta el "bien comn", ya que ste se define a
partir de algn tipo de propiedad comn. El bien comn, que por definicin es de todos, se
constituye en el punto de referencia en el cual el conjunto aparece unido en lo comn;
tenerlo, protegerlo, defenderlo y desarrollarlo es trabajar en el sostenimiento del bien, como
algo positivo que debe ser conservado y recreado permanentemente. Pero la psicologa
comunitaria no se plantea tampoco como un bien comn , como cualidades a ser conservadas
y defendidas y menos recreadas, por lo que la nocin de bien comn no aporta a su
delimitacin.
2 / 15
como demarcacin de la psicologa posible. Si lo comunitario no aparece puesto all por los
habitantes del territorio, entonces es responsabilidad del psiclogo. Por ello, creo que lo
comn es aquello que el psiclogo aporta, es su intensin de generar algo que se levante
como un proyecto compartido por un grupo, es la realizacin de su propio deseo.
Los resultados presentados muestran que las prcticas de intervencin que se realizan en
Santiago de Chile llevan implcita la focalizacin en las carencias y necesidades de los
destinatarios, ms que en sus capacidades. Este hecho est en contradiccin con algunos
conceptos tericos que los mismo agentes comunitarios sealan como relevantes para su
labor, tales como el desarrollo de competencias, el fomento del poder y la autonoma y la
promocin de la salud. Se da entonces un quiebre entre la dimensin de las ideas, en que se
aprecia la nocin de promocin del bienestar a travs de un nfasis en las competencias de los
destinatarios y la dimensin de la prctica, en la cual se ofrece satisfaccin de necesidades de
desarrollo personal, formacin, capacitacin o recreacin y cultura.
En la idea de psicologa comunitaria est implcita y a veces explcita la idea de una ayuda.
Dice Martnez (1998:22) "Es necesario destacar la importancia de analizar el desarrollo
histrico de la Psicologa Comunitaria dentro del orden social en que sta se inserta y
3 / 15
Cuando alguien quiere ayudar (Foladori 2002), surgen algunas preguntas que es conveniente
formularse. Por ejemplo, Por qu alguien querra ayudar (a un otro)? Qu estructura - de
dependencia - produce como efecto la ayuda ?En qu lugar se coloca (con respecto a su
deseo) aquel que quiere ayudar? Para formularlo de manera ms cruda a qu razones,
impulsos, requerimientos internos, etc. , responde aquel que "necesita" ayudar?
Quiero adelantarme a alguna confusin y mostrar que la ayuda no tiene nada que ver con el
orden de la solidaridaridad. Esta ltima dice sobre la razn social de ser del ser humano, en
tanto ser humano social que se ha constituido como sujeto a partir de otro. Se trata de una
cualidad particular de la conciencia: aquella de estar recorriendo un mismo camino en tanto
seres sociales determinados, en una particular formacin social. La solidaridad tiene que ver
con lo objetivo del lugar social , la ayuda anuncia un afecto, da cuenta de una proyeccin de
una problemtica personal sobre la figura del otro. La solidaridad connota la conciencia de un
cierto lugar en la estructura de poder, lugar que se construye a partir de la divisin social del
trabajo y el modelo de estructura jerarquizada sobre la cual se funda lo institudo. La
solidaridad parte de la conclusin de la identidad: la persona se pudo colocar en el lugar
institucional del otro en tanto dicho lugar es tambin el propio. La ayuda borra lo social, niega
la estructura de poder ya que se trata de una cierta imposicin. El deseo de ayudar; ms all,
es la necesidad de ayudar, a la cual no puedo negarme para sentirme bien. Se trata por tanto
de utilizar al otro para gratificarme en mi necesidad.
4 / 15
La psicologa comunitaria, en tanto pone el nfasis en lo comn comienza por borrar toda
diferencia esencial. Aqu se presenta un problema metodolgico: El trabajo psicolgico se
realiza siempre sobre una particularidad , lo que lleva implcito el asunto de las diferencias. La
particularidad no debe confundirse con el individuo. Pueden existir otras particularidades
como la familia, el grupo, la institucin, etc. Pero entonces es necesario en cada caso, hacer
referencia a la teora que da cuenta de ella.
Ahora bien , al enfatizar lo comn implcitamente se borran las diferencias individuales (tema
de la psicologa diferencial). Pero lo que me interesa mostrar es que lo que la psicologa
comunitaria borra y que me parece grave, tiene que ver con las diferencias sociales a pesar
de que su discurso pretenda todo lo contario. La psicologa comunitaria no puede dejar de
operar en ciertos establecimientos, colegios, escuelas, corporaciones de salud o de cultura,
ongs. etc., los cuales se rigen todos ellos - en tanto son instituciones - por una cierta divisin
del trabajo que supone una pirmide jerarquizada de toma de decisiones, es decir, de ejercicio
(apropiacin) del poder. Sobre ese poder, la psicologa comunitaria no habla, no dice, no
opina, y dira ms : reniega de su existencia. Pero resulta que todo tipo de proyecto
"comunitario" es posible siempre y cuando se cuente con un cierto respaldo local, una cierta
aprobacin de organismos superestructurales (estatales).
Que la psicologa comunitaria no hable acerca de esta dependencia poltica quiere decir que
no tiene teora que pueda dar cuenta de su insercin social, no tienen metodologas para el
5 / 15
Pero no interesa puntualizar el problema en lo meramente tcnico sino es para poder dar
cuenta de que la ausencia de una tcnica muestra la falta de un objeto especfico de trabajo.
Vale decir, la psicologa comunitaria carece de una teora que funde su accionar, de una
metodologa coherente con ella y de un encuadre de trabajo que le posibilite el recorte de un
espacio propio en funcin del punto de vista particular que ha asumido. El objeto, definido
desde la teora, autoriza a su vez las tcnicas que se deriven de sta, as como una teora de
la lectura que pueda dar cuenta de la metodologa a ser empleada en su accionar.
6 / 15
Alfaro (2000:16) reconoce que "el crecimiento de la psicologa comunitaria que ocurre durante
los '90, no se acompaa suficientemente de un incremento de capacidad acadmica que le de
sustencin, lo cual lo hace "vulnerable" y de "riesgo"."
A su vez Aceituno (1993:33) constata " ... esta prctica se caracteriza por la ausencia de
sistematizacin de experiencias, por la ausencia de evaluaciones globales, por la dificil relacin
programtica-institucional, por la inmediatez de su ejercicio, por la ausencia de definiciones
polticas programticamente entendidas. No existen o son muy escasos los textos donde se
planteen los modelos tericos a la base y slo en el ltimo tiempo han surgido intentos de
organizacin inter-institucional." Apreciacin realista que no habla muy bien de esta
confluencia de prcticas comunitarias. Aceituno incluso llega a poner en tela de juicio el
alcance poltico, emblema bajo el cual se justifican no pocos proyectos comunitarios.
Ahora bien, si la psicologa comunitaria no cuenta con una teora, ni con una metodologa
propia, si adems no define un proyecto poltico , y si tiene problemas para especificar sus
logros, slo cabe pensarla como un lugar mas de trabajo. Esta es la conclusin a la que llega
Alfaro (2000:17) al sostener la hiptesis de que en todo caso, slo es una prctica
profesional.
"Constatar y dar fundamento a una nocin de psicologa comunitaria como profesin, y por
tanto, conformada estructuralmente sin autonoma terica y conceptual, posibilita y exige el uso
de los recursos tericos y metodolgicos disponibles en el acumulado de la psicologa, para el
anlisis de problemticas del mbito comunitario, as como para la fundamentacin de
acciones interventivas. "
7 / 15
"Ello permite establecer un vnculo directo que ocurre entre la poltica social producida desde
los modelos de desarrollo social vigentes en cada perido y la relevancia, los objetivos, el
objeto y el modelo de trabajo de la psicologa comunitaria, constatando as la relacin de
determinacin que los factores histricos contextuales tienen en las alternativas tcnicas y
tericas posibles para la prctica de intervencin comunitaria."
Por un lado, la psicologa comunitaria no tendra criterios propios como para desmarcarse de
los movimientos del poder y no estara autorizada a realizar planteos propios con
fundamentos, que se animen a cuestionar lo que es el manipuleo del poder y de los grupos
de presin en el capitalismo actual: en ese sentido est al servicio del poder y ste es , en
ltima instancia aquel del Estado. Triste papel entonces aquella que cumplira una prctica
que podra tener desde el punto de vista del especialista "buenas intenciones", pero como
prctica profesional instituda no podra desmarcarse de las determinaciones socio-polticas
del modelo neoliberal impuesto.
Ahora bien, lo anterior pone en entredicho uno de los pilares de la identidad de la psicologa
8 / 15
comunitaria; esto es, su pretencin de compromiso socio-poltico. Como razona Krause (1997)
La bsqueda del cambio social ha sido -histricamente hablando- uno de los ejes
conformadores de identidad de la intervencin comunitaria latinoamericana. Fue el norte para
la accin de lderes del movimiento comunitario tan importantes como Orlando Fals Borda
(1959), Paulo Freire (1974) e Ignacio Martn-Bar (1989) y se encuentra en la definicin de
Psicologa Comunitaria de Maritza Montero (1984), una de ms citadas en Latinoamrica.
Tambin en Chile, la intervencin comunitaria realizada desde las ONG en los aos ochenta
estaba fuertemente identificada con la bsqueda del cambio social (Winkler y Prado, 1986;
Krause Jacob, 1991; Alfaro, 1993; Asn, Krause Jacob, Aceituno, Alfaro y Morales, 1995).
Hacia los das actuales, sin embargo, el nfasis en el cambio social se ha debilitado,
producindose una ruptura con la propia tradicin y, por ende de la identidad del agente
comunitario. El autor llega incluso a afirmar que en la mirada de la prctica comunitaria actual
se constatan que los elementos inspiradores de antao han cedido el paso a un quehacer ms
adaptado a la mantencin los sistemas sociales imperantes.
Si bien el anlisis es correcto, creo que se parte de una premisa tal vez equivocada. Que la
psicologa comunitaria , a travs de todos los autores mencionados por Krause y otros afirme
su compromiso socio-poltico no significa que lo pueda realizar en la prctica . Y ms an ya
que se ha reconocido que no cuenta con una teora propia, una teora del cambio social. Qu
garanta hay de que los diversos autores - cuando se refieren al cambio social - hablan de lo
mismo? Si no han producido una teora coherente, cmo determinar los alcances de la
prctica comunitaria? Si no hay forma de demostrar los resultados de sus acciones se trata
entonces de que hay que creerles?
Tanto Alfaro como Krause reconocen la poca coherencia que la psicologa comunitaria ha
mantenido con sus objetivos fundacionales sometindose facilmente a las condiciones del
Estado.
9 / 15
1. Pertenencia: sentirse "parte de", "perteneciente a" o "identificado con". Acerca de "sentirse
identificado con " luego dice que "el miembro de la comunidad siente que comparte con otros
miembros ciertos valores, ideas o problemticas, o bien los propsitos o metas de la
comunidad, si los hubiere y no que, visto desde fuera, tenga alguna semejanza con ellos. Esta
identificacin individual con los otros y con la comunidad redunda en una identidad grupal". (
el destacado es mo)
3. Cultura comn: la existencia de significados compartidos. Dice que entiende como red de
significados compartidos."Lo esencial es que contenga representaciones sociales propias y
por tanto interpretaciones compartidas de las experiencias que se vivan comunitariamente".
Coincido en que esta propuesta es mucho ms coherente que otras definiciones imprecisas
, demasiado vastas y hasta epistemolgicamente contradictorias que han dado otros autores.
A mi juicio el resultado es sorprendente ya que Krause llega a la conclusin de que la
psicologa comunitaria es en el fondo psicologa de los grupos y que la nica forma de
avanzar en la teorizacin es basarse en los conceptos producidos por la teora de los grupos
hace cincuenta aos. La nocin de pertenencia ha sido utilizada por Pichn-Rivire desde la
ddada de los 50 de manera central en su teora si bien no ha sido el primero en usarla. La
nocin de interrrelacin o de interaccin fue sealada por Bales (1951) incluso antes y los
desarrollos de la cultura comn del grupo remiten por lo menos a E. Jacques (1951) cuando
estudi el cambio cultural en una fbrica en Inglaterra. La conclusin final es que si la
psicologa comunitaria debe recurrir a nociones grupales para poder definirse y adquirir
entonces status cientfico, es porque conceptualmente no existe como tal.
Ahora bien, esto no es nuevo, de hecho Krause (1997) tambin ha reconocido que la mayora
de las prcticas comunitarias privilegian el grupo como el destino de sus acciones:
10 / 15
La psicologa comunitaria aparece como la quinta area de insercin laboral posible. As, se
agrega a las tradicionales clnica, social, educacional y laboral, todas ellas con la especificidad
que determina una particular relacin entre el objeto de estudio (la salud, lo colectivo, lo
educativo y el trabajo) y el establecimiento en el cual se realiza ( el hospital o el consultorio,
los agrupamientos humanos, masa, sociedad, la institucin educacional y la empresa o el
servicio. En esta lgica, la psicologa comunitaria carece tanto de objeto de estudio como de
establecimiento; ms bien aparece con pocas posibilidades de diferenciarse por momentos de
la psicologa clnica y de la psicologa educacional y sobre todo no se visualiza ninguna
distancia con la psicologa social. Podra afirmarse que toda la psicologa llamada comunitaria
no es ms que, en el fondo, psicologa social, sufriendo entonces tambin las vicisitudes
de sta.
Otra concepcin es la aportada por ejemplo por Ferullo(2001) quien parte del reconocimiento
de la diferencia entre individuo y sujeto.
"La fragilidad dada por el inacabamiento constitutivo de este particular ser viviente que es el
humano hace necesario que surja lo instituyente y se consolide como instituido. Es su
reaseguro contra esa fragilidad. As las instituciones constituyen no solo lo que posibilita y
regula lo social sino lo que lo constituye: los seres humanos necesitan las instituciones para
ser, permanecer y hacer."
Dicho de otro modo, se trata de colocar en el centro mismo del anlisis al concepto de
institucin como constitutivo de lo humano en tanto social. Las instituciones nos protegen, nos
11 / 15
dan identidad y son las encargadas de conducir nuestras acciones, nuestro trabajo, canalizar
el resultado de nuestra creatividad siempre con y por otros.
Entonces, el abordaje comunitario no puede perder el referente institucional sino que por el
contrario es la nica manera de intervenir sobre lo esencial y que adems provee de recursos
tericos para pensar la problemtica socio-poltica
"No se puede actuar sobre los sujetos sin tomar en cuenta aquello que los constituye y
sostiene como tales. Trabajar sobre las condiciones de vida de dichos sujetos implica que no
se pude olvidar la dimensin socio-histrica en juego, dada por lo institucional en tanto mundos
de significaciones vigentes."
12 / 15
Bibliografa :
13 / 15
http://copsa.cop.es/congresoiberoa/base/social/socr114.htm
Krause, Mariane (2001) Hacia una redefinicin del concepto de comunidad, Revista Psicologa,
Vol. X N2, U. de Chile, Santiago
14 / 15
Olave, Rosa Mara y Zambrano,Laura (comp.) (1993) Psicologa comunitaria y salud mental en
Chile
, UDP, Santiago
Weinstein, Luis (1975) Visin general de la salud mental poblacional, Clnica y anlisis grupal
N1, Madrid, 1977
15 / 15