La Maldición de Los Recursos Naturales en El Perú

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La maldicin de los recursos naturales en el Per: alcances de una hiptesis

controversial
07-07-07, Por Walter Chamochumbi *
El Per por las condiciones excepcionales de su variada y compleja ecogeografa goza del
privilegio de ser un pas, como pocos en el mundo, megadiverso. Pero no obstante la enorme
riqueza en recursos naturales que posee, lejos de ser una gran oportunidad para haber
logrado su ansiado crecimiento econmico y salir del subdesarrollo, en ms de 180 aos que
tiene como repblica independiente, esto no ha sido as. Por el contrario, al decir de algunos
sesudos economistas, pareciera ser que su gran riqueza natural ms que una bendicin le
hubiera representado una extraa maldicin.
Es en torno a este tema, de si la riqueza natural de un pas constituye una ventaja o una
desventaja para su crecimiento econmico y desarrollo, que en este artculo nos abocarnos
al anlisis de lo que se ha denominado la hiptesis de la maldicin de los recursos
naturales, tomando como caso de aproximacin el estado de los recursos naturales en el
Per.
1. Los recursos naturales en el Per: necesidad de inventarios y sistemas de
informacin actualizados
El Per posee tal riqueza natural que hace muy difcil conocerla en toda su extensin,
mxime porque las mltiples actividades humanas -desde tiempos inmemoriales- la han
aprovechado pero tambin impactado de mltiples formas. De ah la necesidad de contar con
sistemas de informacin actualizados en inventario, evaluacin y uso de sus recursos
renovables y no renovables.
Recursos naturales renovables, segn el eclogo Antonio Brack 1, el Per se caracteriza
porque:
Posee una alta diversidad de especies (flora, fauna y microorganismos), ya que tiene el 10%
de las especies de la flora mundial y ocupa los primeros lugares en el mundo en especies de
fauna: aves, mariposas, orqudeas y en otros grupos como mamferos, anfibios, peces e
insectos.
Ocupa los primeros lugares del mundo en recursos genticos y agrobiodiversidad. De los
cuatro cultivos ms importantes para la alimentacin mundial (arroz, trigo, maz y papa), el
Per es primero en diversidad de papas (85 especies silvestres, 9 domesticadas y cerca de
3000 variedades) y maz (36 variedades), y ocupa un lugar importante en cucurbitceas,
frutales, yuca, camote y otros grupos.
El Per posee ecosistemas de importancia estratgica a nivel mundial (ecosistemas marinos,
de bosques secos, de punas y pramos andinos, de bosques de neblina y de bosques
tropicales) para garantizar los procesos evolutivos a nivel global y regional:
* Tiene 66 millones de hectreas de bosques, y es el segundo pas en Amrica Latina y el
cuarto a nivel mundial en bosques tropicales. Muy importantes para la captura y recaptura
de gases de efecto invernadero como el CO2.
* El mar peruano es una de las cuencas pesqueras ms importantes del planeta y una de las
menos impactadas.
* En cuencas hidrogrficas el Per posee parte de importantes cuencas compartidas a nivel
internacional: multinacionales (del Pacfico, del Amazonas, del Titicaca o Altiplano) y
binacionales (Puyango-Tumbes y Zarumilla), cumpliendo un rol fundamental en servicios
ambientales.
* La puna o pastizales naturales andinos cuentan con una superficie de 18 millones de

hectreas, conformando un ecosistema muy importante para la biodiversidad y presencia de


especies endmicas;
* Los bosques de neblina, ubicadas en las vertientes orientales andinas, son de enorme
importancia para la biodiversidad y la estabilidad de la cuenca amaznica.
* Posee un Sistema Nacional de reas Protegidas por el estado peruano, de cerca de 17
millones de hectreas (10% de su territorio nacional).
De otro lado, un rasgo muy importante relacionado con el uso tradicional de los recursos
naturales, es que el Per es un pas con una alta diversidad cultural, con al menos 44 etnias
distintas, de las que 42 se encuentran en la Amazona. Estos pueblos se distribuyeron y
asentaron en los diversos ecosistemas desarrollando valiosos conocimientos respecto a usos
y propiedades de especies; diversidad de recursos genticos (4400 plantas de usos
conocidos y miles de variedades), as como sus tcnicas de manejo.
Recursos naturales no renovables, las reservas minerales son tambin muy importantes.
A partir de la dcada de 1990, con el alza del precio internacional de los minerales, hubo
gran expansin de la actividad minera en el Per, pasando de 4 a cerca de 23 millones de
hectreas y ocupando un aproximado del 15% del territorio nacional. As, en los ltimos
aos se han incrementado los proyectos de inversin en exploraciones mineras a lo largo de
las cabeceras de las cuencas hidrogrficas de la cordillera andina (y se han proyectado
inversiones, entre el 2002 al 2009, por un valor aproximado de 9,000 millones de dlares).
De otro lado, los yacimientos petroleros aunque de menor magnitud que los mineros- se
han encontrado principalmente en la regin amaznica para su explotacin, adems de otros
lotes por explorar. As tambin, recientemente se vienen explotando importantes yacimientos
de gas natural en la regin Cusco.
Un rasgo caracterstico de estos recursos no renovables es que en su mayora se ubican en
zonas de traslape con reas naturales protegidas y territorios de comunidades indgenas o
locales, lo que ha venido generando diversos conflictos ambientales y sociales con los
operadores externos que explotan estos recursos, y en muchos casos ante la permisividad
del estado peruano. Por ello es muy importante tener en cuenta que dada la alta diversidad
cultural y de recursos naturales renovables y no renovables que posee el Per, es
fundamental partir de esta lnea base -de alta variabilidad natural y cultural- para aplicar
criterios de zonificacin ecolgica econmica en la planificacin de uso de los recursos
naturales, y as evitar o prevenir la alta probabilidad de afectar otros recursos tambin
importantes.
2. Racionalidad econmica global versus conservacin de recursos naturales
Sabemos que actualmente existe gran controversia en los diferentes sectores del gobierno,
polticos, acadmicos y sociales cuando, en torno a la situacin de los recursos naturales
renovables y no renovables en el Per, nos preguntamos sobre su estado de conservacin
actual. 2 Y es que si al respecto indagamos sobre si existe algn mapeo-inventario
actualizado de todos los proyectos extractivos de recursos naturales que han operado y
operan- en las distintas regiones del pas, y tomamos como periodo de estudio slo las
ltimas tres dcadas, encontraremos sin duda un panorama muy preocupante respecto a su
estado de conservacin actual. En efecto, los numerosos pasivos ambientales y los altos
costos en externalidades negativas ambientales producidas en las distintas regiones nos dan
cuenta de su situacin.
Los pasivos ambientales son una consecuencia principal de la explotacin intensiva (e
irracional) de los recursos naturales, ante el dbil marco normativo y regulatorio en materia
ambiental del estado peruano. Es as que la mayora de proyectos de inversin en la
explotacin de estos recursos no fueron planificados ni fiscalizados adecuadamente. Pero,
adems, desde la dcada de 1990, dichos proyectos se incrementaron en forma importante

al amparo de las facilidades e incentivos otorgados a los operadores externos, en medio de


un nuevo escenario econmico-comercial. Es decir, del que vivimos hoy con la aplicacin del
modelo econmico neoliberal, como consecuencia de la expansin del proceso de
globalizacin y las medidas directrices del famoso Consenso de Washington.
Sin embargo, es cierto tambin que hoy en da tales medidas vienen siendo cuestionadas por
sus dispares resultados en materia de crecimiento y desarrollo al nivel de los pases
centrales y perifricos. Es as que entre los cuestionamientos hechos en materia ambiental,
encontramos que la racionalidad econmica global no resuelve per se el problema de
internalizacin (instrumentalizacin) de la perspectiva ambiental en los procesos de
desarrollo. De tal suerte que para el contexto latinoamericano, suponemos que la posibilidad
de lograr avances concretos para alcanzar un crecimiento econmico sostenido y
redistributivo, socialmente equitativo y compatible con el ambiente, ser muy difcil de lograr
en tanto no se promuevan cambios estructurales profundos en el modelo econmico actual.
Con mayor razn en el caso de pases como el Per, que contando con una gran riqueza de
recursos naturales y siendo principal exportador de materias primas, al mismo tiempo no ha
logrado instrumentalizar criterios de uso sostenible para sus recursos naturales, y si, por el
contrario, ha devenido en su explotacin irracional generando diversos pasivos y conflictos.
Pero si bien es cierto que en ello intervienen mltiples factores, es cierto tambin que el
enfoque eminentemente econmico del modelo de desarrollo pas sigue siendo una de sus
limitantes principales para avanzar en materia de polticas sociales y ambientales. No es
pues difcil imaginar que si no se cambia el modelo econmico actual, el Per seguir su
tendencia histrica a seguir siendo un pas en desarrollo. Es decir, seguir con un relativo
crecimiento de su economa, en base a la exportacin de sus materias primas pero sujeto a
la fluctuacin de precios del mercado internacional. Manteniendo un modelo econmico
desigual que no redistribuye, sino por el contrario, que ahonda la mayor brecha social entre
los sectores minoritarios privilegiados de la economa y los grandes sectores sociales que
siguen siendo excluidos de los procesos de modernizacin y desarrollo del estado peruano.
3. Conflictos ambientales y sociales en el Per: historia de una poltica recurrente
en la explotacin de sus recursos naturales
En general se sabe que el Per a travs de su historia tuvo algunos periodos de bonanza
econmica basados en la exportacin de sus recursos naturales. As fue en el siglo XIX con la
explotacin del guano de islas y el salitre, y en el siglo XX con la explotacin del caucho, la
anchoveta, el petrleo y los minerales, entre otros recursos que hasta hoy, el caso de los
minerales y petrleo, siguen dinamizando la economa nacional. Sin embargo, se sabe
tambin que estos periodos de auge de la economa nacional fueron espordicos y variables,
dada su dependencia de los precios en el mercado internacional para sus materias primas y
del contexto poltico en el que se explotaron.
De otro lado, un rasgo caracterstico de la economa peruana es que su crecimiento estuvo
cimentado en una estructura poltica centralista del estado, a travs de sus distintos
gobiernos. Resultando que los ingresos extraordinarios obtenidos por la explotacin intensiva
de determinados recursos naturales no fueron redistribuidos para impulsar el desarrollo
econmico y social de todas las regiones del pas, en especial de las regiones ms pobres de
donde se extraan la mayora de las materias primas, sino que, por el contrario, las
ganancias obtenidas contribuyeron en acentuar la brecha econmica, social y cultural entre
la capital y las regiones del interior del pas.3
Posteriormente, con el proceso de descentralizacin y regionalizacin iniciado en el 2002,
con el gobierno de Toledo, el estado peruano se encuentra hoy en un complejo proceso de
transicin -que puede demorar aos- hasta terminar de reformar toda su estructura
centralista. Y si bien este proceso puede depender de mltiples factores, en lo fundamental
depender de que sea asumida como una poltica de estado por los gobiernos sucesivos,
incluido el actual gobierno de Garca, los que deben comprometerse de forma efectiva y
sostenida en su implementacin coherente con las necesidades reales del pas. Mientras

tanto, el aparato pblico contina funcionando bajo la inercia de un sistema centralista que
en materia econmica sigue dependiendo de un modelo exportador primario de recursos
naturales (el caso de minerales, petrleo y gas natural), pero de cuyos intereses y beneficios
obtenidos por el estado peruano de los operadores externos que los vienen explotando se
cuestiona su pertinencia. Con mayor razn se cuestiona los numerosos impactos ambientales
y sociales producidos por el desarrollo de las actividades extractivas, cuyos beneficios
tampoco llegan en forma efectiva a los sectores ms alejados y excluidos del pas.
Al final los periodos de auge y crecimiento de la economa nacional, basados en la
explotacin intensiva de determinados recursos naturales, no deja aportes significativos al
desarrollo integral nacional pero si numerosos conflictos alrededor de la explotacin de estos
recursos, sea por su irracional explotacin agotndolos o deteriorndolos progresivamente, y
por la consecuente afectacin de otros importantes recursos, en tanto medios de vida para
las comunidades locales del entorno. Es el caso de importantes proyectos de inversin en la
explotacin de recursos no renovables del subsuelo: proyectos mineros a lo largo de la
cordillera andina o proyectos petroleros en la regin amaznica (ambos en su fase de
exploracin, operacin, o de cierre). Lamentablemente, muchos de estos proyectos se han
desarrollado con la aparicin de diferentes tipos de conflictos ambientales y sociales con las
comunidades locales. 4
Es as que recordamos algunos de los conflictos ms sonados en el 2006, entre los
operadores externos y las comunidades locales, con la participacin del estado peruano. Los
que en su mayora siguen a la fecha en complejas negociaciones sin terminar de resolverse
plenamente para las partes en conflicto:
* El conflicto con las comunidades campesinas del departamento de Cajamarca, respecto a
la operacin de la Minera Yanacocha, por la explotacin de importantes yacimientos aurferos
y sus implicancias ambientales con las zonas de reserva de acuferos y santuarios naturales
consideradas como reas intangibles por la poblacin local.
* El conflicto con las comunidades campesinas de las provincias de Ayabaca y Huancabamba,
en el departamento de Piura, con respecto al proyecto minero Ro Blanco en la etapa de
exploracin por la Minera Majaz.
* El conflicto con las comunidades indgenas aledaas a la zona de ruptura en ciertos tramos
del ducto que traslada el gas natural del proyecto Camisea, desde la regin Cusco a Lima,
por deficiencias del operador en la instalacin de la lnea troncal del gasoducto.
* El conflicto con las comunidades indgenas Achuar, Quichua y Urarina en la cuenca del ro
Corrientes, en la regin Loreto, y la empresa petrolera Pluspetrol. En este caso evidenciando
un antiguo problema de contaminacin generado por los vertidos de las aguas de produccin
en la extraccin de petrleo en los lotes 1AB y 8 en dicha regin.
* Los reiterados conflictos en la ciudad de La Oroya y el grave riesgo de salud pblica por las
emisiones contaminantes del complejo metalrgico propiedad de la Minera Doe Run Per,
quien solicit una nueva ampliacin del plazo de cumplimiento de su PAMA, generando
controversia entre la poblacin y los diversos sectores empresariales, laborales,
ambientalistas y sociales a favor y en contra de este incumplimiento del operador.
Como resultado de los numerosos conflictos que en forma recurrente se vienen produciendo
en el pas, en particular desde la dcada de 1990, a la par de la racionalidad econmica
global, se ha suscitado un gran -y en muchos casos accidentado- debate nacional en los
diversos estamentos de la sociedad peruana, respecto a las causas generadoras de estos
conflictos, la relacin costo-beneficio de estos importantes proyectos, el contexto poltico y el
modelo de desarrollo pas, as como sus implicancias econmicas, sociales y ambientales.
Debate que adems implica dilucidar sobre el rol que debieran cumplir los recursos naturales
de un pas en materia de desarrollo. Es decir, si sus recursos pueden ser considerados

estratgicos, en el marco de una economa abierta, para servir en el diseo de estrategias de


corto, mediano y largo plazo. Y as, de un lado, aprovechar en forma sostenible su riqueza
natural y, del otro, contribuir efectivamente al crecimiento econmico sostenido y al
desarrollo nacional. O por el contrario, se vuelvan fuente de distorsiones en su poltica
interna, dispendio del gasto, corrupcin y pobreza. En sntesis se torne una inevitable
maldicin.
4. La maldicin de los recursos naturales: ms que una sentencia gitana una
hiptesis econmica controversial.
Diversos economistas sostienen que es la riqueza en recursos naturales no renovables de
algunos pases lo que al parecer conlleva su pobre crecimiento econmico y desarrollo (citan
el caso de pases petroleros como Venezuela y Ecuador, o pases mineros y gasferos como
Bolivia y Per, entre otros). Y sealan, adems, que la pobreza en recursos naturales que
poseen otros pases no impide que logren un muy alto crecimiento econmico y desarrollo
(citan el caso de Japn, entre otros). Resultando que a este fenmeno que contradice la
teora econmica clsica lo han enunciado como la hiptesis de la maldicin de los recursos
naturales. Estudios economtricos a nivel mundial parecieran confirmarnos sus implicancias
paradojales. Es decir que en general son los pases pobres en recursos naturales los que
histricamente han presentado una mejor evolucin econmica y desarrollo que los pases
ricos en recursos naturales.
Cecilia Perla (2005, citando a Sachs y Warner: 1995, p.21) 5, cuya explicacin terica se
apoya en un modelo denominado de enfermedad holandesa, seala que entre las diversas
opiniones sobre el tema prevalece la que sostiene que, en efecto, existe una asociacin
estadstica significativa, inversamente proporcional, entre la intensidad de recursos naturales
y el crecimiento econmico, y en la que, adems, el primero es causal del segundo. De tal
suerte que a esta relacin inversa se le denomina la maldicin de los recursos naturales.
Seala, adems, que son las economas ricas en recursos naturales no renovables (o sea en
activos del subsuelo como minerales, gas natural y petrleo) las que tienen el peor
desempeo econmico. En similar sentido, Carlos Gmez (2002) sostiene que la evidencia
emprica lo induce a pensar en direccin contraria a la lgica de una visin mecnica de la
relacin capital natural-crecimiento econmico, porque la utilizacin intensiva de la
naturaleza no supone en estricto- ninguna ventaja para el crecimiento econmico.
Otro estudio de Michael Ross (2001) 6, en base a anlisis economtricos, arriba a
conclusiones similares: Que los estados que dependen de sus exportaciones de petrleo y
minerales enfrentan mayores problemas de deficientes condiciones de vida y de pobreza.
Encuentra que los pases pobres en crecimiento y desarrollo pero ricos en recursos no
renovables, sus volmenes de exportacin de petrleo y minerales se correlacionan con
ndices excepcionalmente altos de mortalidad infantil, con altos ndices de desnutricin
infantil y una inversin baja en salud pblica, as como con una mayor desigualdad en sus
ingresos nacionales. Adems, seala que los pases dependientes de estas exportaciones
tienden a sufrir altos niveles de: corrupcin, gobiernos autoritarios, ineficacia
gubernamental, gasto militar y situacin de violencia armada.
En cambio otros autores sealan que los estudios economtricos sobre la validez de la
hiptesis de la maldicin de los recursos naturales son dismiles. Rudolf Buitelaar 7 -citando
a Sachs y Warner 1995, Davis 1995, Gavin y Hausman 1998, Altamirano 2000-, seala que,
mientras, de un lado, Sachs y Warner (del Center for Economic Policy Research de la
Universidad de Harvard) 8 encuentran que la tasa de crecimiento del PBI est
negativamente correlacionada con distintas medidas de abundancia de recursos naturales
(en una muestra de 97 pases en vas de desarrollo usando series de tiempo en 20 aos)
concluyen que esto no puede ser coincidencia sino que debe haber algo en la dotacin de
recursos naturales que explica el desempeo insatisfactorio. De otro lado, seala que Davis,
por su parte, desarrolla un ndice de Dependencia de Minerales para 91 pases y lo
correlaciona con un amplio grupo de indicadores de desarrollo econmico y social. De lo que
concluye que es difcil sostener que los pases ms dependientes de recursos minerales

hayan tenido un desempeo econmico y social menos satisfactorio que otros.


De los dos casos citados, respecto a la validez de esta hiptesis, Buitelaar seala que ambos
llegan a resultados opuestos. Es as que mientras el estudio de Davis no la encuentra vlida,
otros investigadores, como Sachs y Warner, afirman encontrar evidencias de que existe una
relacin negativa entre la intensidad de las exportaciones de recursos naturales y el ritmo de
crecimiento econmico. Y que en el caso de Amrica Latina, los pases con abundancia de
recursos naturales pareciera que no logran un desempeo satisfactorio en trminos
econmicos y sociales. Existe entonces una relacin de causalidad entre el stock de
recursos naturales y el desempeo de las economas nacionales?
Buitelaar acota que dependiendo de las variables en estudio que se empleen los resultados
pueden variar, aunque los autores pueden llegar a conclusiones similares: Distintas
especificaciones producen resultados opuestos, pero los autores por lo general llegan a
conclusiones bastante parecidas: la relacin causal pasa por la dimensin de las polticas
econmicas. No son los recursos naturales per s sino las polticas econmicas inadecuadas
que causan el dbil desempeo econmico. No es inevitable que los pases abundantes en
recursos naturales tengan un crecimiento econmico menor. Debe ser posible disear
polticas adecuadas dada la dotacin de recursos. Se podran obtener importantes ganancias
de bienestar de polticas adecuadas para economas dotadas con recursos naturales.(Op cit
de Rudolf Buitelaar)
En efecto, contrario a lo que se puede suponer de los estudios que sugieren la validez de
esta hiptesis, no existen indicios suficientes de una relacin causa-efecto: riqueza naturalpobre crecimiento econmico. En tal sentido, coincidimos con lo sealado por Buitelaar, ya
que es razonable suponer que la relacin causal en la maldicin de los recursos naturales
debiera pasar primero por los alcances de las polticas econmicas de los gobiernos antes
que por su slo potencial de riqueza natural. Ergo, no son los recursos naturales -por si
mismos- sino las inadecuadas polticas econmicas y los dbiles marcos institucionales los
que causan el dbil desempeo econmico de las naciones y su relativo y desigual
desarrollo. Consecuentemente, no es cierta esta especie de determinismo econmico que
nos sugiere la hiptesis referida, por la que los pases con mayor riqueza de recursos
naturales, el caso del Per, estn condenados siempre a un tener un pobre crecimiento
econmico y a tener una mayor brecha social y pobreza.
Por el contrario, con el mayor potencial de recursos naturales que posee un pas debiera
serle factible el diseo de polticas econmicas adecuadas y comprometidas con el inters
nacional, por encima de otros fines e intereses particulares, para lograr mejores trminos de
negociacin con los operadores externos. Aplicar polticas de diversificacin y transformacin
productiva, de planificacin y uso sostenible de sus recursos naturales, as como polticas de
efectiva redistribucin y mayor inversin en trminos de desarrollo social para las regiones
ms pobres del pas.
5. La abundancia de recursos naturales en el Per: una bendicin merecida, pero
inaudita maldicin en manos de sus gobernantes
Al constatar la abundancia y variedad de recursos naturales que posee el Per, resulta lgico
pensar en que es una bendicin merecida para el estoico pueblo peruano. Pero,
lamentablemente, en manos de sus gobernantes, al no haberlos aprovechado con criterios
de uso sostenible, parecieran volverse una inaudita maldicin. Y es que desde el inicio del
periodo republicano, las polticas econmicas de los gobiernos -en general- han mal influido
en la explotacin intensiva (e irracional) de sus recursos naturales, supeditados siempre a
factores de orden externo (los relativos al mercado). En realidad esa ha sido la verdadera
maldicin, ya que siendo un pas con importantes reservas en recursos no renovables
(minerales, petrleo y gas), e inversiones considerables en proyectos extractivos de estos
recursos, adems de sus no menos valiosos recursos renovables, sigue siendo un pas pobre
cuyos niveles de pobreza actual bordean el 50% de su poblacin nacional, sin que hasta hoy
se hayan realizado las grandes reformas estructurales para superar su pobreza y relativo

desarrollo.
Cul ha sido entonces el aporte real de estos proyectos extractivos de recursos naturales en
trminos de crecimiento econmico, desarrollo y mejora de calidad de vida del pueblo
peruano? Qu razones explican esta maldicin de los recursos naturales en el caso de
pases como el Per? En qu medida su tendencia histrica de aplicar un modelo exportador
primario le ha significado reales beneficios en desarrollo econmico, social y ambiental? Al
respecto encontramos que para economistas como Joseph Stiglitz 9, existen tres razones
principales que pueden explicar en parte las interrogantes formuladas:
- Las enormes expectativas de beneficio que se derivan de la explotacin de recursos como
petrleo, minerales o gas, y que al parecer orientan a los dirigentes polticos y empresariales
hacia objetivos perversos. (Suponemos que impera la racionalidad econmica global, cuyos
efectos ms negativos devienen de lo que se llama la racionalidad del capitalismo salvaje);
- Los recursos naturales estn sujetos a precios altamente voltiles y determinados en los
mercados financieros internacionales, que pueden entrar en crisis repentinas de graves
consecuencias para los pases ms pobres. (Es el caso del precio de los minerales que hoy
cuentan con una coyuntura favorable en el mercado internacional pero que luego podra
variar); y
- Los recursos naturales estn sometidos a la conocida teora de la enfermedad holandesa.
Es decir, cuando se da la existencia de un sector importante dedicado a la explotacin de los
recursos naturales, que surge, por ejemplo, de una situacin favorable en los precios
internacionales, afectando la distribucin del empleo en la economa entre los sectores de
bienes comercializables y no comercializables. Esta reasignacin del trabajo puede reducir
notablemente la tasa de crecimiento econmico de un pas, en lugar de estimularla.
Al respecto diversos autores sealan otras consideraciones. Por ejemplo, con relacin a las
implicancias del modelo exportador primario que caracteriza la tendencia histrica de los
pases en la regin. Segn Jrgen Schuldt Todas las evidencias histricas sealan en la
misma direccin: a la larga, la exportacin de materias primas no renovables tiende a
"desarrollar el subdesarrollo" en nuestros pases. Y esto no es culpa del imperialismo, ni del
hecho que poseamos ingentes riquezas naturales, ni de las empresas mineras. El problema
radica casi exclusivamente en nuestros gobiernos, en nuestros empresarios y en nosotros
mismos, como acadmicos o como ciudadanos. Porque no hemos sido capaces de idear las
polticas econmicas y las reformas legal-estructurales requeridas, ni de conformar las
alianzas y consensos necesarios, para aprovechar nuestras enormes potencialidades -al
margen incluso de los auges temporales de la primario/exportacin- para asegurar la
transicin de nuestra economa hacia la autodependencia, la integracin nacional y la
ampliacin del mercado interno. (Op cit de Jrgen Schuldt, 2004). 10
En efecto, la debilidad de las instituciones, la mayor corrupcin y la menor voluntad poltica y
compromiso democrtico de los gobiernos, el centralismo, la no planificacin del desarrollo a
largo plazo y si las polticas de corto plazo y de corte populista, la mayor inequidad en la
distribucin del ingreso, la exclusin social y la poca transparencia pblica con las
organizaciones de la sociedad civil, son situaciones recurrentes que devienen de la pobre
condicin ideolgica y poltica de la clase gobernante que hemos tenido en el pas por
dcadas, antes que de la simple riqueza natural que este posee. No es pues el simple
determinismo econmico de los pases ricos en recursos naturales lo que puede explicar su
pobre desempeo econmico y escaso desarrollo, sino la falta de una clase poltica
comprometida con los grandes intereses nacionales para liderar las reformas estructurales
necesarias -por dcadas postergadas- del estado peruano.
Es posible entonces lograr el crecimiento econmico y un mayor desarrollo y mejora de
calidad vida, con un aprovechamiento sostenible de los recursos naturales? Si, aunque difcil
respuesta cuando entran en juego una serie de variables a considerar. No obstante, se
conoce que existen experiencias de pases, que de forma contraria a lo que sugiere la

hiptesis de la maldicin de los recursos, sus riquezas naturales no les ha sido un obstculo
para lograr su crecimiento y desarrollo. La cuestin es estudiar estas experiencias,
evaluarlas y recrearlas para aplicarlas en cada caso pas, como pudiera ser en la realidad
peruana: estudiemos la historia econmica y sociopoltica de pases ricos en recursos
naturales, que lo lograron a fines del siglo XIX y principios del XX, como Australia, Canad,
Finlandia, Noruega, Nueva Zelanda y Suecia. O, como lo vienen intentando por diversas vas
y aparentemente con buen xito, durante las ltimas dcadas, pases como Costa Rica,
Malasia, Mauricio y Botswana (Op cit de Jrgen Schuldt, 2004).El asunto, adems, es
tener claro que no se trata de un problema en estricto tcnico, ya que el tema sustantivo es
antes poltico para luego asumir las decisiones ms convenientes respecto al modelo de
desarrollo a seguir y los lineamientos econmicos, sociales y ambientales que se desprendan
de ello.
Resulta pues a todas luces inconveniente seguir pensando, frente al problema-posibilidad de
desarrollo pas, que nuestra gran riqueza natural sea a su vez- nuestro mayor obstculo
para salir de la pobreza. Por el contrario, es imperativo realizar un giro poltico estratgico
para aprovechar la gran potencialidad natural y las enormes oportunidades que ello le puede
permitir al Per en proyeccin al mercado global.
El reto ser armonizar nuestra visin de desarrollo con las distintas actividades productivas,
las potencialidades naturales y su capacidad de soporte, y las necesidades sociales como
parte de un proceso concertado y descentralizado de planificacin integral territorial para
alcanzar el desarrollo humano sostenible. En tal sentido, el punto de quiebre radicar en
entender que la planificacin, vista como un proceso participativo, concertado,
descentralizado e inclusivo, ser la base del futuro desarrollo nacional. www.ecoportal.net
*Mag. Ing. Agrnomo, Consultor en Gestin Ambiental y Desarrollo.
Notas:
1 En artculo Biodiversidad: firmeza necesaria y Biodiversidad. y geopoltica peruana, de Antonio Brack Egg
(2004 y 2003).
2 Con mayor razn cuando nos preguntamos respecto a si son vlidos, desde el punto de vista del inters nacional
y las leyes, los trminos y condiciones para su explotacin por los operadores externos.
3 Es recin a partir del 2002 que se inici, con no pocas dificultades, un complicado proceso de descentralizacin y
regionalizacin. Al respecto, diversos analistas coinciden en sealar que este proceso de descentralizacin y
regionalizacin es quiz una de las reformas ms importantes de las ltimas dcadas del estado peruano; sin
embargo, a pesar de su gran trascendencia, el proceso avanza muy lento y con muchos contrastes por ello se ha
criticado la poca voluntad poltica e inercia del Gobierno de Alejandro Toledo por no haberlo impulsado en mejor
forma.
4 Lo que observamos en las zonas rurales son niveles de pobreza persistentes, que vienen aconteciendo
paralelamente con un proceso progresivo de superposicin o traslapamiento territorial en el desarrollo de
determinadas actividades extractivas, como la superficie destinada a la actividad minera sobre la superficie de
finalidad y uso principalmente agropecuario, pastoril y forestal. Esta situacin se est manifestando en la ocurrencia
de distintos tipos de conflictos de uso de estos recursos. Por ejemplo, conflictos de uso del recurso suelo y agua en
territorios pertenecientes a cerca de 3300 comunidades involucradas con el uso minero de sus tierras, y que
representan aproximadamente el 55% de las comunidades reconocidas en el pas.
5 Cul es el destino de los pases abundantes en recursos minerales? Nueva evidencia sobre la relacin entre
recursos naturales, instituciones y crecimiento econmico., de Cecilia Perla, 2005, Documentos de trabajo 242, 61
p.(http://www.pucp.edu.pe/economia/pdf/DDD242.pdf)
6 Ross, M. (2001), Sectores Extractivos y Pobreza. Investigador del Departamento de Ciencias Polticas
Universidad de California, Informe de Oxfam Amrica, 23 p.
7 En Captulo I: Conceptos, inquietudes y aglomeraciones en torno a la minera IRDC.
8 Citados por Carlos Gmez G., 2002, Crecimiento Econmico y Desarrollo Sostenible. en p. 15, Universidad de

Alcal.
9 Citado por Joan Oriol Prats, en El hechizo de los recursos naturales: existe solucin?, Edicin 12, martes 26 de
octubre de 2004. Gobernanza Revista internacional.
10 En Somos pobres porque somos ricos, de Jrgen Schuldt (2004), Convenio La Insignia / Rel-UITA, 12 de julio.

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