Los Derechos Humanos y La Historia
Los Derechos Humanos y La Historia
Los Derechos Humanos y La Historia
Nota 1).- Michael Ignatieff Los derechos humanos como poltica e idolatra, con
Introduccin de Amy Gutmann y comentario de K.A. Appiah, David A. Hollinger, Thomas
W. Laqueur y Diane F. Orentlicher, ed. Paidos, Barcelona 2003, trad. de Francisco Beltrn
Adell, pag. 167.
Nota 2).- Niceto Blzquez Los derechos del hombre, Biblioteca de autores cristianos,
Madrid 1980, pag. 21 y ss.
Nota 3).- Me refiero a las tesis doctorales de Rafael de Ass (Derechos y deberes en la
Constitucin espaola), ngel Llamas (Los valores jurdicos como ordenamiento material),
ngel Pelayo (Consentimiento, democracia y obligacin poltica), Jos Mara Sauca (A.
de Tocqueville) Javier Ansutegui (Orgenes doctrinales de la libertad de expresin),
Andrea Greppi (Teora e ideologa en el pensamiento poltico de Norberto Bobbio), Jos
Ignacio Solar Cayn (La Teora de la Tolerancia en J. Locke), M. Olga Snchez Martnez
(La huelga ante el Derecho. Conflicto, valores y normas), Jos Mara Lasalle (J. Locke y
los fundamentos modernos de la propiedad), Jos Manuel Rodrguez Uribes (Los discursos
democrtico y liberal sobre la opinin pblica. Dos modelos: Rousseau y Constant), M.
del Carmen Barranco (La teora jurdica espaola de los derechos fundamentales), Rafael
Escudero (Sistema jurdico y justicia. Sobre la relevancia social de la estructura jurdica),
Javier Dorado (Las teoras del fundamental Law en Inglaterra. Orgenes doctrinales del
Constitucionalismo), Miguel Angel Ramiro Avils (Utopa y Derecho. Anlisis de la
relacin entre los modelos de sociedad ideal y los sistemas normativos), M. Eugenia
Rodrguez Palop (La nueva generacin de los derechos humanos: origen y justificacin),
Ignacio Campoy Cervera (Dos modelos tericos sobre el tratamiento debido a los nios),
Mara Venegas Grau (Los derechos humanos en las relaciones entre particulares), Diego
Nota 4).- No desconozco las dificultades de definir el trmino paradigma y los aadidos de
aplicarlo a la historia de los derechos humanos. M. Mastermann encontr hasta 21 sentidos
diferentes en la utilizacin del trmino por parte de Kuhn. El propio T. Kuhn en Segundos
pensamientos sobre paradigmas 1.969-70, (Ed. Tecnos, Madrid 1.978, pags, 12-13)
respondi a los que le criticaban por usar un trmino tan vago: Un paradigma es aquello
que los miembros de una comunidad cientfica, y slo ellos, comparten y a la inversa, es la
posesin de un paradigma comn lo que constituye un grupo de personas en una comunidad
cientfica, grupo que de otro modo estara formado por miembros inconexos.
Sobre la advertencia de aplicar su teora a otros campos ver su postdata de 1.969, incluida
en la traduccin castellana de La estructura de las revoluciones cientficas, F.C.E,
Mexico 1.971, trad. De Agustn Contn.
De la ingente bibliografa que existe sobre el tema pueden verse el prlogo de Javier
Muguerza a la traduccin castellana de La critica y el desarrollo del conocimiento. Actas
del Coloquio Internacional de Filosofa de la Ciencia celebrado en Londres en 1.965, Ed.
Grijalbo, Barcelona 1.975, pag. 13 y ss.; Barry Barnes Thomas Kuhn, en El retorno de
la gran teora en las ciencias humanas. Compilacin de Quentin Skinner, Alianza
Editorial, Madrid 1..988, trad. de Consuelo Vzquez de Parga, pag. 86 y ss; Barry Barnes
T.S. Kuhn y las ciencias sociales, F.C.E., Mxico 1.986, trad. de Roberto Helier y Javier
Echeverra Introduccin a la Metodologa de la ciencia. La filosofa de la ciencia en el
siglo XX, Ed. Ctedra, Madrid 1.999, pag. 113 y ss.
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Nota 5).- Hannah Arendt Los orgenes del totalitarismo Tomo 2. Imperialismo, Alianza
Editorial, Madrid 2.002, trad. de Guillermo Solana, pags. 422, 423 y 430.
Nota 6).- Desde la primera edicin de su texto Derechos fundamentales. I Teora General,
Guadiana de Publicaciones, Madrid 1.973, pag. 63 y ss. hasta su ltimo libro La dignidad
de la persona desde la Filosofa del Derecho, Instituto de Derechos Humanos Bartolom
de las Casas y Ed. Dykinson, Madrid 2.002, y desde la primera edicin, en colaboracin
con Liborio Hierro, de Textos bsicos sobre derechos humanos, Seccin de Publicaciones
de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense, Madrid 1.9973, hasta la ltima
Textos Bsicos de Derechos Humanos. Con estudios generales y especiales y comentarios
a cada texto nacional e internacional, con la colaboracin de ngel Llamas, Carlos
Fernndez Liesa, M. Carmen Barranco, Elvira Domnguez, Rafael Escudero, Juan Antonio
Pavn y Jos Manuel Rodrguez Uribe, Editorial Aranzadi, Navarra 2.001.
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Nota 7).- Ver los trabajos recogidos en mi libro Dignidad humana y ciudadana
cosmopolita, ed. Dykinson e Instituto de Derechos Humanos Bartolom de las Casas de
la Universidad Carlos III, Madrid 2.001.
Nota 8).- No creo necesario entrar aqu en el problema de si una sociedad con derechos es
moralmente superior a una sociedad desconocedora de que sus miembros tienen algn tipo
de derecho que reclamar. Sin embargo s es preciso apuntar que el campo de los derechos
no agota, en ningn caso, el campo de lo moral o tico. Los derechos humanos han de ser
vistos como el contenido de la tica pblica de las sociedades democrticas y han traducido
al lenguaje jurdico exigencias morales muy importantes para la convivencia social, pero
existen ideas del bien y del mal y valores y virtudes, adems de un mbito privado de la
tica y deberes morales no necesariamente conectados con los derechos. Creo que tiene
razn Mary Warnock, al sealar que: Por esencial que sea el ideal de la justicia para la
moral pblica, hay otros aspectos de la moral que ataen necesariamente a los individuos,
a sus motivaciones, personalidades y conciencias una moral fundada sobre el concepto
de derechos sera una moral empobrecida, por ser esencialmente pblica, en An
Intelligent Person`s Guide to Ethics, Gerald Duckwont 1.998. Hay traduccin castellana,
de Pedro Tena, por la que se cita, en Fondo de Cultura Econmica, Mxico 2.002, pags.
111 y 112.
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Nota 10).- N. Bobbio Sul fondamento di diritti delluomo, en Let dei/diritti, Giulio
Einaudi, editore, Torino 1.990, pag. 5 y ss. Anteriormente publicado en Il Problema della
guerre e la vie della pace, Il Mulino, Bologna, 1.979, pag. 119 y ss.
Hay traduccin castellana, de Rafael de Ass, en Editorial Sistema, Madrid 1.991, pag. 53
y ss., y en Diccionario Crtico de los Derechos Humanos, ya citado, pag. 9 y ss.
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Nota 11).- Recurdese que estamos en 1.964. Hoy, tambin por motivos histricos, la cosa
no es as, por desgracia (tambin histrica).
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Nota 15).- Las respuestas pueden encontrarse en el libro publicado en 1.949 por la Unesco,
bajo el ttulo Human Rights. Comments and Interpretation. A Simposium. Introduction
by J. Maritain. Aqu se cita por la edicin aparecida en la Editorial Laia, Barcelona 1.973,
con traduccin de M. Villegas de Robles, M. Frenk de Alatorre, M.
Snchez Sarto, A. Alatorre y T. Ortiz.
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Nota 16).- La Comisin estuvo constituida por Edward H. Carr, Richard Mckeon, Pierre
Auger, Georges Friedmann, Harold Laski, Chug-Shu Lo y Luc Somerhausen.
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pero a partir de la idea bsica de que hay que crear las condiciones
sociales, tambin bsicas, que respeten la dignidad o valor de las
personas. Por ello me parece que hay que matizar la respuesta que dio
Benedetto Croce a la encuesta de la Unesco. Para l hay que abandonar
la consideracin de los derechos humanos como derechos universales
del hombre y reducirlos a derechos del hombre en la historia: Esto
equivale a decir seala- que los derechos son aceptados como tales
para hombres de una poca particular. No se trata, por consiguiente, de
demandas eternas, sino slo de derechos histricos, manifestaciones de
las necesidades de tal o cul poca, e intentos de satisfacer dichas
necesidades.
Del estudio de la historia de la cultura occidental y de la historia y
actualidad de otras culturas parece desprenderse un acuerdo general con
lo expresado por B. Croce. Los derechos humanos son aceptados
como tales para hombres de una poca particular. Todos los derechos
son derechos histricos. Incluso podramos pensar en una poca futura
donde los seres humanos dejaran de pensar que tienen derechos
inherentes, de la misma manera que, a lo largo de la historia, en la mayor
parte de las pocas y las culturas, no han sabido que tenan derechos.
Sin embargo mi matizacin va en el sentido de que una vez que los
seres humanos, a partir de un momento histrico determinado, han sido
conscientes y han reivindicado la idea de que les pertenecan ciertos
derechos humanos fundamentales y bsicos, reflejo histrico-moral de
una determinada versin de su dignidad, sostuvieron tambin la idea de
que esos derechos a los que se referan eran algo ms que slo derechos
histricos. Una teora actual de los derechos humanos tiene que
fundamentar y estructurar, moral, poltica y jurdicamente ese algo
ms.
Hace ya varios aos insist en que haba que distinguir entre una visin
histrica de los derechos humanos y una fundamentacin historicista de
los derechos humanos nota 17). Hoy me mantengo en esa idea.
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Nota 17).- Eusebio Fernndez Teora de la Jurdica y derechos humanos, op. cit., pag.
103.
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pag. 173 y ss. de Jos Luis Cascajo Castro, Benito de Castro Cid, Carmelo Gmez Torres,
Antonio-Enrique Prez Luo Los derechos humanos. Significacin, estatuto jurdico y
sistema, Publicaciones de la Universidad de Sevilla, Sevilla 1.979; Antonio FernndezGaliano Derecho Natural. Introduccin filosfica al Derecho, Ed. Ceura, Madrid 1.986
(quinta edicin, corregida y aumentada), pag. 301 y ss.; Nicols Mara Lpez Calera
Introduccin al estudio del Derecho, Granada 1.987 (2 edicin, corregida y aumentada),
pag. 273 y ss.; Gregorio Peces-Barba Sobre el puesto de la historia en el concepto de los
derechos fundamentales, en Escritos sobre derechos fundamentales, Eudema, Madrid
1.988, pag. 227 y ss.; Jos Martnez de Pisn Derechos Humanos: historia, fundamento
y realidad, Egido Editorial, Zaragoza 1.997, pag. 57 y ss.; Benito de Castro Cid, Ignacio
Ara Pinilla, y otros Introduccin al estudio de los derechos humanos, Editorial Universita,
Madrid 2.003, pag. 27 y ss.
MORAL
LOS
DERECHOS
COLECTIVOS.
Muchas veces se ha insistido entre algunos colegas-filsofos del
Derecho espaoles, durante los ltimos aos en que nuestras sociedades
estn abocadas al multiculturalismo y que este nuevo fenmeno,
estimulado fundamentalmente por los hechos migratorios y por la
inmigracin laboral, inevitablemente va a afectar a la teora y a la
prctica de los derechos humanos, que, como conjunto de normas
jurdicas que han de regir la convivencia, no pueden permanecer ajenos
a la creciente ola de innovaciones sociales. Por ello se exige la creacin
de nuevos planteamiento tericos y polticas sociales que den respuesta
a esos fenmenos y para los que la visin exclusivamente occidental,
de los derechos humanos, que hasta ahora ha sido la predominante, ha
demostrado ya su incapacidad (o su agotamiento en la postura ms
radicalizada) para dar adecuadas y justas soluciones.
La seal emitida, por tanto, es que el concepto de derechos humanos
debe convertirse en un concepto multicultural para de esta manera dar
respuesta a otro concepto en boga, cual es el de la ciudadana
diferenciada nota 1).
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Pues bien, creo que merece la pena reflexionar seriamente sobre estos
temas, sin duda trascendentes, pero no exentos de confusiones entre los
elementos tericos que ayudan a su tratamiento. As, no est
suficientemente claro y los riesgos de caer en retrica compasiva,
demagogia o en la manipulacin de intereses no confesados son muy
Nota 19).- Ver los trabajos recogidos en el libro, coordinado por Javier de Lucas, La
multiculturalidad, donde se tratan las cuestiones ms candentes acerca de este asunto,
Cuadernos de Derecho Judicial, Consejo General del Poder Judicial, Madrid 2.001.
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diferenciada
para
agradar
a
otros
multiculturalistas,
intermulticulturalistas y reivindicadores de la ciudadana diferenciada
no pasa de ser una construccin demasiado forzada como para darnos
confianza.
En definitiva, lo que quiero decir es que cuando alguien nos exige una
versin multicultural del derecho a la vida o de la igualdad entre sexos,
hacindonos creer que en ciertas culturas el contenido de ese derecho
ha de entenderse de manera distinta a lo que ha venido significando su
lectura histrica literal, debemos darnos cuenta de que nos est tomando
el pelo. Y si la otra cultura entiende por derecho a la vida el derecho a
vivir y por libertad de creencias, la igualdad en el ejercicio del derecho
a pensar lo que se quiera, entonces coincidimos en el contenido literal
de esos derechos y ha desaparecido el problema del multiculturalismo,
de la interculturalidad y de la ciudadana diferenciada a la hora de
conocer el alcance de un derecho.
Otro es el problema, este s serio y complejo, de que, si los derechos
humanos son pertenencia de todos y cada uno de los seres humanos,
hemos de estar abiertos a la discusin de otras perspectivas culturales,
con concepciones y forma de vida distintas a las nuestras. Entre estas
pueden incluirse aquellas concepciones que piensan la convivencia
humana al margen del reconocimiento de derechos a los miembros de
sus sociedades o aquellos otros que piensan la convivencia social en
trminos de derechos colectivos. La complejidad, de la discusin, lo
mismo que la posibilidad de llegar a acuerdos tras sta, vara mucho
segn sean los interlocutores y segn sean los temas a tratar, puesto que
aquella discusin que se d entre fundamentalistas o fanticos (y basta
que uno de los interlocutores lo sea) est siempre llamada al fracaso.
En todo caso, una sociedad que se tome en serio la libertad siempre
exigir la vigencia de un grado satisfactorio de pluralismo. El
pluralismo en el campo cultural nos lleva hacia el multiculturalismo,
que puede entenderse como el trmino que hace referencia a la
presencia de una sociedad de distintos grupos cada uno de los cuales
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de su dignidad es, sin duda, un ideal moral. Un ideal moral que se fue
construyendo lentamente hasta encontrar la manera de darle forma
histrica. Como todo fenmeno social, fueron un conjunto de
circunstancias histricas las que permitieron que se viera con claridad
que los individuos eran sujetos universales de derechos tambin
universales.
Las razones de que esto ocurriera en una determinada fase histrica, y
no desde el comienzo de la humanidad, y adems, dentro de una
determinada tradicin cultural y no en otra, eso constituye el objetivo a
esclarecer por parte del estudioso. Sin embargo, esta tarea precisa
buenas dosis de informacin, metodologa apropiada y amor a la
objetividad.
Es tan importante la comprensin de una concepcin individualista de
la sociedad para la historia de los derechos humanos?. Creo que s. I.
Berlin, en la Introduccin a su obra Cuatro ensayos sobre la libertad,
se preguntaba sobre la fecha y las circunstancias en que se hizo explcita
en Occidente la idea de la libertad individual, respondiendo que sta
an no haba surgido en la cultura griega ni en ninguna otra civilizacin
antigua. Y aada el siguiente comentario:
Hay muchos valores que han discutido los hombres, y en favor y en
contra de los cuales han luchado, que no se mencionan en algunas fases
anteriores de la historia, bien porque se presuponen sin hacerse
siquiera cuestin de ellos, o porque los hombres, por las razones que
sean, no estn en condiciones de concebirles. Bien puede ser que las
formas ms refinadas de libertad individual no incidieran en la
conciencia de las masas humanas, simplemente porque stas vivan con
estrecheces y oprimidas. Apenas puede esperarse que los hombres que
viven en unas condiciones en que no tienen suficiente comida, calor,
refugio y un mnimo de seguridad, se preocupen de la libertad de
contratacin o de la libertad de prensa nota 21).
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Nota 21).- I. Berlin Cuatro ensayos sobre la libertad, Alianza Editorial, Madrid 1.988,
trad. de Julio Baroja, pag. 43.
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Nota 23).- Louis Dumont La civilizacin india y nosotros, Alianza Universidad, Madrid
1.989, trad. de Rogelio Rubio-Hernndez, pags. 24 y 25.
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Nota 24).- Tshimpanga Matala Kabangu Los derechos humanos en frica. Enunciacin,
garantas y aplicacin en Tiempo de paz. Declaracin Universal de Derechos Humanos,
n 48, Madrid, primavera de 1.998, pag. 49.
Nota 25).- Ver Jean-Pierre Vernant El individuo en la ciudad, en P. Veyne, J.P. Vernant,
L. Dumont, P. Ricoeur y otros Sobre el individuo Ed. Paidos, Barcelona 1.990, trad. de
Irene Agoll., pag. 25 y ss.
Nota 26).- Quentin Skinner La idea de libertad negativa: perspectiva filosfica e
histrica, en R. Rorty, J.B. Schneewind, Q. Skinner La filosofa en la historia, Ed.
Paidos, Barcelona 1.990, trad. de Eduardo Sinnot, pag. 256.
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Nota 28).- Sobre las distintas cuestiones que plantean los denominados derechos colectivos
puede consultarse el libro editado por Fco. Javier Ansutegui, Una discusin sobre los
derechos colectivos, que recoge las distintas ponencias presentadas en un seminario que
tuvo lugar, en febrero de 2.001, en el seno del Instituto de Derechos Humanos Bartolom
de las Casas de la Universidad Carlos III de Madrid, Ed. Dykinson, Madrid 2.001.