La Punta Del Iceberg
La Punta Del Iceberg
La Punta Del Iceberg
por
Blas Trbol
PRLOGO.
Soy alcohlico por la Gracia de Dios: as lo marca mi historial..., y tambin
por la Gracia de Dios llegu a Alcohlicos Annimos, y escribo esto el da de hoy.
Por el lado materno mi abuelo y mi padrino de bautizo era alcohlico. Sus
hijos, mis tos, la hermana mayor de mi madre y su hermano cuate heterocigoto e
incluso algunos de sus hijos, mis primos hermanos, padecen la enfermedad del
alcoholismo, y algunos ya la detuvieron en virtud de la providencia divina mediante
el programa de recuperacin de Alcohlicos Annimos.
Por la parte paterna, espaoles, el alcohol o el vino forma parte de su
cultura alimentaria pero en cuanto al consumo de tabaco, mi abuelo y mi padre y
hasta su hermana menor eran realmente consumidores enfermizos y con el tiempo
casi todos los adultos de ambas familias llegaron a fumar, mientras que los primos
hasta la marihuana hemos llegado a consumir durante algn tiempo.
Como revisar en este trabajo de cuarto paso dentro del programa de
recuperacin de doce pasos de Alcohlicos Annimos, habiendo nacido en este
ambiente, tarde o temprano me aline dentro del hbito en el consumo de estas
dos sustancias legales, las bebidas alcohlicas y el tabaco, y aunado a la falta de
una slida formacin moral acab siendo heredero de las desviaciones morales
comunes en la cultura del pas y de la poca, acompaadas por estas
dependencias fsicas irracionales e ingobernables cuando no hay, valga la
redundancia, conciencia moral de por medio.
Y desde el prlogo que para eso es; que es moral: para m, que es lo que
importa, y para no salirme de la palabra misma: moral es lo que conduce al amor;
mor-al amor al amor al; o bien: a:sin; mor: muerte: sin muerte; lo que libra de la
muerte.
Conoc el primer grupo tradicional de hora y media dentro del CERESO de
Tepic, Nayarit, en 1976. Fui invitado por un hermano predicador evangelista,
tambin recluso. Al llegar a la reunin me confundi el hecho de que gran parte de
los presentes en la sala estaban fumando. Haba ingresado en la institucin varios
meses atrs a causa de la posesin de peyote, una cactcea que forma parte de
la tradicin ancestral de algunos grupos autctonos de la Sierra Madre Occidental
como los Tarahumaras y los Huicholes, que consegu en un poblado de estos
ltimos aborgenes, donde un nativo me vendi unos cuantos ejemplares del
vegetal.
Ya interno no tuve problema con el consumo de bebidas alcohlicas pues
siendo ilegales se conseguan a un precio que no estaba dispuesto a pagar. No
obstante, en lo que respecta al tabaco por ms propsitos diarios y esfuerzos de la
voluntad para dejar de fumar, el cigarro me tena prcticamente atrapado. As que
cuando asist al grupo de Alcohlicos Annimos donde se fumaba vidamente,
sub a tribuna, agradec la invitacin, les expliqu el motivo de mi estancia en la
institucin que algunos ya conocan y de mi abstinencia de bebidas alcohlicas
durante mi internamiento y tambin de mi intento diario por dejar de fumar, as que
desist de mi integracin al grupo arguyendo que mi bsqueda principal era el
dejar de fumar y dadas las circunstancias ese no era mi lugar.
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PRIMERA PARTE
Antes de Cristo
INTRODUCCIN A LA PRIMERA PARTE.
Le llamo Antes de Cristo a este perodo pues la nica persona de mi
familia que intent relacionarme con las verdades cristianas fue mi abuela
materna cuando a unos pocos aos de edad, cargndome en sus brazos me
ense una imagen clavada en la pared que representaba el rostro sufriente de
Jesucristo coronado de espinas al tiempo que me deca: Mira mijito, este es
papa-dios.
Obviamente con tal informacin no puede uno llegar muy lejos en la
comprensin de los misterios de la redencin ni sentar un fundamento para una
slida formacin moral, ni tampoco mediante la comercial mentira de santa clos
o la mexicana tradicin popular de los reyes magos; o la Semana Santa,
vacaciones y ya est.
El catecismo de cajn lo recib en la primaria pues la escuela particular
donde la termin, era de dueos catlicos. Aqu puedo dar gracias a Dios por su
providencia pues en ese pequeo espacio de tiempo dedicado al reconocimiento
de las verdades eternas, se grabaron en mi mente y se han hecho presentes en
los momentos de mayor necesidad y me han llevado como ltimo recurso,
sencillamente, a recurrir a la Iglesia Catlica para refrescar mi alma.
No obstante, mi abuelita sigui llamndome la atencin a causa de mi
conducta de la que yo ni siquiera me percataba, dicindome: rbol que crece
torcido, nunca su rama endereza, pero yo, por ms que buscaba la torcedura
de mi conducta, no la encontraba.
No fue sino muchos aos ms tarde, despus de haber cumplido la
mayora de edad tradicional de los veintin aos e instalado en el atesmo, que
la realidad de Jesucristo se hizo presente y cobr relevante importancia. Esta
primera parte revisa de mi nacimiento hasta mi estancia en el CE.RE.SO. (Centro
de Readaptacin Social) de Tepic Nayarit donde le el Nuevo Testamento por
primera vez, lo que cambi por completo mi visin de la historia universal y
personal, y todava un poco ms, hasta que mis inquietudes anteriores
encontraron cauce por la lectura y reconocimiento del verdadero camino de la de
la Salvacin y de la Salud, encontrado en otro evangelio de Jesucristo, El
Evangelio Esenio de la Paz, que ha motivado secretamente a quienes lo han
conocido en su momento a travs de la historia, desde San Jernimo y San
Benito, hasta m.
Trabajando sobre el asunto me es preciso tomar en cuenta mis
antecedentes familiares desde donde recuerdo, hasta las distintas relaciones con
las diversas personas que he conocido a lo largo de los aos que llevo vividos:
este esfuerzo tiene por objeto desentraar la maraa de mi vida tal como la
contemplo el da de hoy.
Este escrito naci como un intento de cuarto paso dentro del programa de
recuperacin de Alcohlicos Annimos que consiste en hacer sin miedo un
minucioso inventario moral de nosotros mismos y aunque no es propiamente un
inventario, si es una revisin de mi historial. El dcimo paso invita a seguir
trabajando el inventario moral convirtindose as en un proceso para toda la vida.
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PRIMER SEPTENARIO
Del nacimiento a los siete aos.
La Semilla de la Familia
Antecedentes familiares inmediatos.
Mis abuelos maternos inmigraron a la ciudad de Mxico, procedentes de
Villahermosa, Tabasco con sus tres hijos menores de edad, con la idea de que
estudiaran una carrera universitaria. Se ubicaron finalmente en una casa grande
en la colonia Cuauhtmoc. Mi madre y su hermana mayor terminaron sus estudios
universitarios como qumicas frmaco bilogas en una universidad catlica y el
hermano cuate heterocigoto de mi madre se recibi como ingeniero civil en la
Universidad Nacional.
Por parte de mi padre, eran espaoles refugiados polticos de la
sangrienta guerra civil espaola. Mi abuelo fue coronel jefe de la zona militar
encargado de la defensa portuaria de Cartagena, Murcia. Su hijo mayor fue
capitn de artillera y por destino guardaban solidaridad con el gobierno
republicano que haba ganado las elecciones populares en ese momento.
Al estallar el conflicto armado y ser invadida la comunidad del puerto
desde tierra adentro, mis ancestros se vieron en la necesidad de huir por mar
hacia Orn y de la noche a la maana se encontraron prisioneros en frica
habiendo perdido todo lo que posean a excepcin de la vida. Tuvieron que pasar
cientos de vicisitudes durante tres aos hasta que se embarcaron en el ltimo
barco que zarpara para Mxico desde el puerto de Casa Blanca en Marruecos,
antes de que comenzara la Segunda Guerra Mundial. Me contaba mi padre que
en el Caribe les haba detenido un submarino Alemn para que se identificaran
bajo amenaza de hundirlos.
Llegaron por fin al puerto de Veracruz y de ah se trasladaron a la Ciudad
de Mxico donde con la ayuda de la colonia espaola ya establecida se ubicaron
en un departamento de la colonia Guerrero, estabilizndose para comenzar de
nuevo y desarrollarse laboral y econmicamente.
Varios aos despus, en un baile del Casino Espaol mi mam y mi pap
se conocieron o se reencontraron nuevamente en la historia.
Mi madre, fastidiada de las obligaciones religiosas impuestas por las
monjas a sus alumnas, y mi padre cuya vida escolar haba sido truncada por la
guerra civil, estaba grandemente resentido con la Iglesia Catlica, pues los
catlicos espaoles haban llamado al general catlico Francisco Franco que se
encontraba en Marruecos para que combatiera al gobierno republicano que haba
tomado una actitud beligerantemente anticatlica y el obispo de Espaa haba
bendecido su espada al inici de la guerra civil.
Despus de cierto tiempo de noviazgo se casaron por la Iglesia Catlica
en la parroquia de la Inmaculada Concepcin de Mara que esta frente al parque
Espaa, ninguno de los dos muy convencidos de los beneficios de la iglesia
fundada por Jesucristo y a los tres meses mi madre qued encinta de su
primognito: Yo.
Fui un acontecimiento para las dos familias de mis padres; el primer nieto
y sobrino de mi familia materna, y el primer nieto, sobrino y primo nacido en el
Nuevo Continente para la familia espaola. Por tanto recib mimos y apapachos
de parte de todos los que me rodeaban, generando en m un carcter consentido,
berrinchudo y llorn. Solo jugando con mis juguetes o con mis primos o amigos
me la pasaba tranquilo.
Recuerdo algunas cosas de aquellos primeros aos; la televisin: las
caricaturas del gato Flix, los cohetes luminosos que siempre me han gustado,
que veamos por la ventana del apartamento de mis abuelos paternos.
Recuerdo tambin la lamparita que haba sido regalo de la boda de mis
padres y que finalmente se convirti en mi luz de la noche, y en una una especie
de augurio; la representacin en bronce de un descompuesto borracho vestido de
frac cuyo sombrero de copa haba rodado por el piso y que se agarraba con un
brazo de un farol de la calle en tanto que en la otra mano sostena una botella de
licor; sus piernas semidobladas intentaban recuperar la vertical, mientras un perro
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Los domingos, despus de algn paseo por el zoolgico de Chapultepec,
bamos por lo general a comer a casa de mi abuelita materna donde se juntaban
las tres familias de sus hijos con sus nietos, nosotros, que jugbamos de lo lindo.
A las escondidillas, al avin, a la rueda de San Miguel, a Doa Blanca, a las sillas,
mmica, los encantados, a la roa, a patinar, al ftbol, bisbol, bdminton, pin
pon, que no jugamos mientras fuimos nios? A veces intervenan los adultos que
fueron los que nos ensearon los juegos, pero ellos, como ya estaban grandes se
encerraban en la sala a hablar de sus cosas, a fumar cigarrillos y a tomar caf.
Mi abuelito, mi padrino, nos daba nuestro domingo; un peso de plata a
cada uno, que nos arrojaba desde el pasillo del piso superior que daba al patio
interior de la casa, para comprar lo que nos alcanzara con ese dinero, pero nunca
nos ensearon a valorar el trabajo que cuesta ganarse un peso, por lo menos en
lo que a m respecta; mi trabajo era estudiar para luego trabajar y ganar dinero,
y entonces ya podrs hacer lo que quieras, me deca mi pap.
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dinero que era la consigna de mi padre y ayudar al ahorro familiar para cuando
estuvieran viejos.
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SEGUNDO SEPTENARIO
De los siete a los catorce aos
La Semilla de Mundo
Cuando naci mi hermano menor el departamento donde vivamos se
volvi insuficiente y mis padres decidieron comprar una casa con los ahorros que
tenan.
Mi madre administraba el negocio familiar que fue la fuente econmica
segura cundo la falta de empleo o de salud de mi padre as lo requiri. Sin
embargo, no se le poda dejar encargado a las empleadas pues ya haban tenido
la amarga experiencia del robo o el saqueo y haban optado por contratar a gente
de confianza para atender la caja durante el turno vespertino, para tener tiempo
en las tardes de descansar y atender a los hijos. En estas circunstancias la vida
nos ha enseado que el primognito es el que se lleva la peor parte pues es el
que abre la brecha y tiene que soportar los errores u omisiones educativos de los
padres;... a ver como le haces.
departamentos se mud una familia que tena tres hijos mayores y una hija
menor.
Un domingo que regresbamos a casa, cerraba yo la puerta del garaje y
el menor de estos nios vecinos nuevos se acerc a ayudarme. Mi papa
reaccion en aquel momento y dijo, parece que quiere ser tu amigo, yo no supe
cmo reaccionar y me inst, anda ve con l, desconcertado pregunt, y luego
como entro, pues tocas el timbre y yo te abro. No recuerdo que platicamos
pero nos hicimos amigos. De lo que s me doy cuenta ahora es que sal por la
puerta ancha del garaje.
.Al cabo de un tiempo yo ya estaba jugando con los dems nios aunque
con algunas advertencias; ten mucho cuidado de quines son tus amigos..., no
te juntes mucho con los del edificio de ms all
Como tena prohibido tomar agua de la llave, cundo me daba sed por el
juego o me entraba la debilidad que me pona tembloroso, hipoglucemia pienso,
tocaba el timbre para tomar agua de la casa y una o dos cucharadas de azcar
para reponer mis niveles de energa, hasta que se hartaron de tener que abrir la
puerta a cada rato y un buen da de mala gana y de prisa mi mam me dio una
llave de la puerta y me recomend mucho que no la fuera a perder. Por la
premura de volver a salir a jugar pues me estaban esperando, me la ech a la
bolsa del pantaln; continuando el juego se present una discusin por un faul y
uno de los nios me dio una trompada en la nariz. Sin saber que hacer opt por ir
a la casa y por costumbre toque el timbre: y la llave?, pregunt mi madre por
la ventana, la busqu en la bolsa pero no estaba, se me perdi, le dije, que
barbaridad, tu padre se va a enojar. Me abri la puerta y me esculc las bolsas y
luego, como dndose cuenta de que cometa un error, me dijo, a ver, bscate
bien t, no haba nada, es que un nio me peg, en dnde, en la nariz, y por
eso se te perdi la llave, no s, cmo va a ser?, tu padre va a poner el grito
en el cielo, en eso lleg mi pap del trabajo y se enter de lo sucedido:
Lo primero que decidi fue ir a casa de los padres del nio que me haba
pegado, a reclamarles por la accin de su hijo; casi se rieron de l y yo me senta
avergonzado. Al regresar a casa y enterarse de lo de la llave, Bscate otra
vez bien en los pantalones!, eran pantalones cortos que no me gustaba usar y
con las bolsas poco profundas. y te buscaste bien, s, me lleva la
chingada!Vlgame Dios!, donde la perdiste, pues yo creo que en la calle, y
cmo?, no s, no me di cuenta, pues haber si te fijas, no puede ser, vamos
a buscarla!, me lleva la chingada, la buscamos durante un rato y no apareci,
hasta que se tom la decisin de llamar al cerrajero para cambiar la combinacin
de la cerradura. Y quin fue el culpable?, porque tena que haber un
culpable, o un responsable. ?... , vas a sufrir mucho.
La escuela en que estaba era mixta y el mayor aliciente que tena para
estudiar era que las nias que me gustaban sacaban mejores calificaciones que
yo y esto no me gustaba y me esforzaba por aprender y mejorar mis
calificaciones.
En segundo ao de primaria, estando un da en el saln de clases durante
un descanso, les contaba a mis compaeros de una pelcula que haba ido a ver:
Los Gigantes de Tesalia, en que Jasn y los argonautas buscaban el Vellocino
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Como la escuela estaba muy lejos y tenan que pagar camin, adems de
sus altas colegiaturas para el presupuesto familiar, decidieron cambiarme para el
siguiente perodo escolar a una que estaba cerca de la nueva casa, cuyo dueo y
director haba sido maestro de mi mam en la universidad catlica.
Esta escuela no era mixta y su horario era matutino y vespertino. Por la
maana se daban las clases de espaol y el profesorado era masculino y por las
tardes femenino y las clases eran de ingls. Haba alumnos internos, medio
internos y normales como yo, que ramos la mayora y que bamos a comer a la
casa y regresbamos luego a las clases vespertinas
Recuerdo un incidente que me sucedi justo una semana antes de entrar
a la nueva escuela. Estaba de vacaciones. Me haban prohibido salir descalzo al
jardn trasero de la casa de mi abuelita y yo no comprenda por qu, pues haba
pasto, as que un da me quit no solo los zapatos sino tambin la ropa,
quedndome en calzones, y me sal por la puerta de la cocina hacia el patio. Me
molest en los pies la loza de cemento y el pasto me agrad y despus de un
ratito me volv a meter y me vest de nuevo. Al cabo de un rato me empezaron a
doler los pies y las manos y al da siguiente tena llagas en las manos y en los
pies. Me llevaron al doctor. No recuerdo que me recetaron pero no fue una
infeccin. Al cabo de unos das desaparecieron las llagas pero fue como una
seal de advertencia de a dnde iba a ingresar pues de la escuela anterior era de
corte laico con mucho alumnado judo y la nueva escuela era francamente
catlica sin pertenecer a alguna denominacin religiosa.
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estaba conforme con lo que haba sucedido con el compaero y saliendo del
saln lo esper en un descanso de la escalera y le volv a preguntar que por qu
me haba dicho as, solo me dijo que te importa,pues, que te pasa con ese
qu que invita a la bronca, y sin responderle le di un gancho al hgado y lo
mand al suelo sin aire. Se arm el escndalo. Casi me corren de la escuela y el
profesor ya no me quera volver a recibir en su grupo pero se tuvo que aguantar
pues l haba empezado con sus formas de usar las seas y malas maneras pero
no nos enseaba como defendernos o inmunizarnos ante las mismas. Algn otro
profesor lleg a darnos mejores sugerencias de cmo sortear las groseras, pero
lo mejor es evitarlas. A m nunca me ha gustado llevarme o alburearme con los
compaeros y por lo general los enfrento con su propia degeneracin mental y en
cunto puedo me desligo de la situacin.
Por las tardes, la maestra de ingls solo se preocupaba de hacer dictado
y tena sus consentidos que se ocupaban de apuntar en la lista a los que se
distraan para ponerles notas malas mientras ellos no tomaban el dictado.
En esos das tena un compaero de pupitre que me contaba de un burdel
al que se asomaba por una rendija y vea a las prostitutas en sus ratos de
descanso. Me hablaba de coger, de mamar, de hacerse chaquetas, me
preguntaba si ya me haba venido, si ya me salan mecos, nada, ni idea de lo
que me hablaba. Con el tiempo ira aprendiendo el significado de todas esas
cosas.
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pero a los pocos meses se jubil y s fue, y nos mandaron a un profesor novato
que nunca tuvo la autoridad para ponernos en orden. Realmente no recuerdo
haber aprendido nada de sus clases.
Por aquel tiempo, se fund en el colegio un grupo de Boy Scouts y
tambin se lanz la convocatoria para preparar a los nios para hacer su primera
comunin. Yo quera hacer las dos cosas como muchos otros pero en casa me
obligaron a tomar una decisin y escoger solamente una de las dos opciones.
Insist en que s se poda y quera realizar ambas pero fue intil, tuve que
escoger, y como familiarmente no tenamos una vida apegada a la Iglesia, opt
por los boy scouts ingres en la manada de lobatos.
Por las tardes la cosa fue diferente, empezamos el ao escolar con la
hermana de la maestra de quinto ao que estaban cortadas con la misma tijera:
arbitrarias, abusivas, exigentes y aburridas. Habamos algunos que de plano ya
no tenamos capacidad para aguantar tal forma de impartir clases.
Decidieron entonces formar otro grupo para los retrasados y desatentos y
nos trajeron a una maestra guapsima que fue la envidia de todos los dems
grupos. Yo estaba satisfecho con poder disfrutar de su agradable presencia pero
el resto de los compaeros empezaron a abusar de su sencillez. Se agachaban
para verle las pantaletas cuando suba por las escaleras al frente de las filas que
formbamos despus del recreo para subir ordenadamente a nuestro saln de
clases. Tambin ya dentro del saln alguien dejaba caer su pluma despus de
que pasaba la maestra por el pasillo, y al recogerla aprovechaba para verle bajo
la falda. A m me haban educado para abstenerme de esas actitudes, mas con el
tiempo me tuve que animar a hacer lo que todos hacan y me volv de los ms
audaces y atrevidos en tales maniobras pues a ella, que obviamente se daba
cuenta de lo que hacamos, no pareca importarle en lo ms mnimo; pareca que
hasta le gustaba. Eran los albores de la liberacin femenina y sexual:
La virginidad produce cncer, Vacnate!, rezaba la consigna
machista.
Todo iba bien en el grupo de boy scouts. Nos reunamos todos los
sbados. Aprend a hacer nudos y a dar el salto del tigre entre otras cosas.
Hicimos dos excursiones de un solo da: al Cerro de la Estrella y a la Marquesa,
mas al organizarse el primer campamento no me dejaron ir, y cundo se organiz
el segundo campamento me dio calentura.
Adems, el akela, el jefe de la manada, era admirador de Adolfo Hitler, a
tal grado que nos enseo a hacer el saludo nazi que rpidamente se populariz
entre toda la escuela. Entre otras cosas, sin pasar por alto El libro de la selva,
inspirador del movimiento Scout, nos invit tambin a leer Mi Lucha, libro
autobiogrfico de aquel mandatario Alemn.
Algn da que mi madre me dio alguna orden, automticamente, levant
el brazo derecho le contest Heil Hitler a lo que asombrada me pregunt, !y
eso donde lo aprendiste!, en la escuela, con los scouts, me dijo; que no te
vaya a or tu pap porque se va enojar mucho, por qu, mam?, porque Hitler
fue,no se pero que no te oiga tu padre. No recuerdo bien como estuvo la cosa
pero el caso es que se enter y no se molest tanto como esperaba mi madre
pero decidi ir a hablar con el akela jefe de los Scouts.
Quien sabe que se habrn dicho pero el caso es que un da el akela me
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imagen fue aadida con el 007. El da de hoy mientras escribo por un momento
con la televisin prendida, me doy cuenta de que a ms de 40 aos despus
presentan como regalo del da del padre 2012 la serie completa de pelculas de
James Bond que aparte de mujeriego siempre est consumiendo bebidas
alcohlicas y lo peor del caso es que hasta ahora me doy cuenta cabal.
Desde aos atrs por algn impulso instintivo irracional haba intentado
descubrir a lo descarado a las sirvientas de m casa o de casa de mi abuelita
materna mientras se baaban. La primera vez en presencia de la los mayores que
por ah andaban abr de un empujn de par en par las puertas del bao mientras
la sirvienta de muchos aos de mi familia se baaba un domingo en casa de mi
abuelita. Cuando me preguntaron el por qu, no supe qu contestar. Sucedi una
o dos veces ms pero sin que los dems salvo ellas se dieran cuenta.
Ya mayor, una maana estaba acostado en el piso tratando de verle las
pantaletas a una sirvienta con unas muy bien torneadas piernas mientras
trapeaba el piso del cuarto de mi abuelo cundo al verle la entrepierna no pude
mas con la excitacin y me levant apoyando mi ereccin contra unas escobas
recargadas en el barandal del pasillo: eyacul. Inmediatamente fui al bao y
observ y toqu lo que haba salido de m; eran los famosos mecos, por fin!,
pens, y ahora qu?; No sent placer sino algo fuera de lo comn. Al poco rato
intent volver a experimentarlo frotndome con la mano pero no lo logr y por la
tarde me fui a otro lugar, cerca de otra mujer que me estimulaba y lo logr, pero
me sent culpable y no tuve a nadie con quien compartir mi experiencia ni mi
pecado. Empec a sentir la necesidad imperiosa de una mujer para descargar
mi potencia sexual y como eso no era fcil, continu descargndome en soledad,
sintindome siempre culpable y aumentando mis adicciones.
Mi mente era una total confusin en ese sentido. Yo haba pensado de
nio llegar virgen al matrimonio, y cuando lo expuse alguna vez, se burlaron de
m, diciendo que eso era imposible por un lado, y por el otro, este escuincle
est loco, o no sabe nada de la vida o ,pues qu no vas a la escuela?. As
acab finalmente mi despertar sexual propiamente dicho: Un varn adolescente
desorientado y con pocas posibilidades de encontrar la ayuda verdadera y
oportuna.
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Qu poda esperar de mi mismo de acuerdo a la moral de mis parientes
y mis experiencias vivenciales de ese momento?
Jala palante que no queda de otra!
Ni modo mijito.
Tu solo tienes que pensar en la escuela y en lo que vas a ser
cuando seas grande.
Vas a sufrir mucho, a ver cmo le haces.
Continu descargndome sexualmente en silencio y soledad.
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muertos!, pues eso si quien sabe, no estara tan muerto digo yo; pero que se les
apareci dentro de un cuarto y lo tocaron,y despus subi al cielo en una
nube,no entiendo cmo pudo ser eso, pero lo que s s es que tengo que
terminar este dibujo que est bien difcil; era una proyeccin a 45 grados de una
escalera de caracol, los que saben entendern, y luego seguir estudiando, y
divirtindome y jugando, y terminar una carrera para poder trabajar, y ganar
dinero, y casarme y tener hijos, ya sabes esa historia, hablaba con mi mente, y
esa otra historia de Dios Padre y Jesucristo y la Virgen de la Inmaculada
Concepcin, la Asuncin, la Coronacin, no est a mi alcance de momento, as
que a partir de hoy ya no cre en Dios. Terminaron las clases ese da y llegu a la
hora de la comida a la casa con la novedad de que ya no crea en Dios por falta
de capacidad de entendimiento o de memoria en mi hardware biolgico, podra
decir el da de hoy, es decir, mi memoria RAM, mi capacidad mental existencial,
no me daba para lo que podra llamar el da de hoy, entender o inteligir. La
capacidad de procesamiento de datos no me daba para tantas cosas; y sin
discusin! como ellos me decan: Ya no creo en Dios!. El hermano de mi mam
tambin se calificaba de ateo y mi familia espaola anticatlica: La paz sea con
nosotros, por favor.
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TERCER SEPTENARIO
De los 14 a los 21 aos
La Semilla de la Ciencia
De entre las cosas que yo deseaba para sentirme a tono con la poca,
eran esas sudaderas con letreros de alguna universidad de origen americano que
se haban empezado a usar por los jvenes de mi edad. Despus de mucho
insistir, como siempre, al regreso de un viaje que hicieron mis padres a Estados
Unidos, mi madre me trajo una que deca I am a Strawberry, Yo soy un Fresa,
que nunca he entendido cabalmente por qu fresa, aunque si la expectativa de
mi madre para que fuera un joven decente, educado, prudente, estudioso,
obediente, incapaz de algn mal. Mas en la calle y en el medio donde me juntaba
ser fresa era sinnimo de apartado, maricn o cobarde, un tipo despreciable por
no llevarse con el personal que jugaba en la calle. A pesar de las burlas que
resultaron de usar la camiseta, tuve que aprender a darle la vuelta a las
circunstancias para no ser un despreciable fresa sin dejar de serlo. Funcion
como una vacuna. Nunca me he considerado fresa, pero tampoco me
escandalizo por lo que s que pasa, y quiero entender las causas del mal y su
posible expiacin. De cualquier manera a mi madre siempre le rebotan sus
bromas de mal gusto.
Al ao siguiente, viaj nuevamente al vecino pas del norte y me trajo otra
camiseta que deca I am an alcoholic, y ah si me la puso dura porque hasta
apenas ahora empiezo a entender el juego que juega el vino y el alcohol y la
reaccin psicolgica por su ingesta, adems de su consecuencia bioqumica; sin
satanizarlo, pues tambin ha llegado a los Altares, el hecho de consumirlo sin
estar en equilibrio psicolgico con el diario vivir, provoca excesos en su consumo,
pues se busca el consuelo y la paz en la sustancia que solo lleva a la persona a
exteriorizar sus conflictos morales internos, por una parte y una incapacidad
biolgica que se manifiesta en un conflicto bioqumico de necesidad progresiva
que termina irremediablemente en la muerte si no se detiene oportunamente.
Un lquido no puede ser de origen maligno ni ser malo en s mismo y sino
la educacin, la formacin moral recibida en la familia, en la escuela, y en la calle,
y que se manifiesta como ya dije, por el exceso en la ingesta de la sustancia por
un lado, creyendo que se va a encontrar algo verdadero y en el desvaro de la
actitud psicolgica del individuo desubicado moralmente que ante el efecto
aturdidor de la sustancia aflora en la confusin que realmente lleva en el
subconsciente. Sufre el individuo y obviamente sufre tambin la familia que se da
cuenta de su fracaso educativo.
Dnde pues puede estar la solucin?
mi pregunta, s, pero no igual que los grandes, y nada ms una o dos; tienes
que aprender a beber. Eran tales las limitaciones de los chicos respecto de los
grandes que a m me urga ser grande. El caso es que fui cantinero algunas veces
pero fui un fracaso pues los invitados no queran los ccteles que haba aprendido
a preparar. Lo ms que llegaban a pedir era una cuba o un whiskey con agua
mineral o vodka o ginebra con tnic, agua quina o Ginger ale, pero los ms lo
preferan en las rocas o solo, el fuerte antes de la cena como aperitivo. Durante la
cena generalmente se tomaba vino y para el postre, caf y brandy o coac solo,
de despedida, para dar sueo. Para que no me vieran beber demasiado yo me las
serva dobles, pues de otro modo no me hacan efecto como a m me gustaba.
Despus de todo yo no participaba en la conversacin de los grandes; solo estaba
ah de cantinero y aprendiendo a beber:
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Durante los juegos olmpicos, lo mismo: EUA vs URSS, Nadia preciosa,
el Black Power, presente, y despus de las fanfarrias y otra vez a clases.
Mis padres haban decidido volverme a cambiar de escuela a sugerencia
del patrn de mi pap que era inspector de la Secretara de Educacin Pblica de
escuelas preparatorias. As present el examen de admisin en la institucin que
les recomend, ingres en el turno vespertino pues tenan preferencia en el
turno matutino los alumnos que venan de los colegios e institutos de la misma
congregacin religiosa, los Maristas, cuyo lema es Ad Jesum per Mariam: A
Jess por Mara.
El orden de mi vida cambi. No tena que levantarme temprano para ir a la
escuela, lo cual siempre me haba costado mucho trabajo. Me levantaba cuando
ya todos se haban ido y tranquilamente haca la tarea y estudiaba para las clases
de la tarde pero en realidad me quedaba mucho tiempo ocioso.
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Al siguiente ao escolar volv al turno matutino. Tuve buenos profesores,
sobre todo uno que nos meta dudas sobre la historia oficial: que Coln no haba
sido el primero en descubrir el nuevo continente. Basado en una estela maya que
representa un personaje con un arete con la estrella de David, nos invit a dibujar
el monumento ubicado en el Museo de Antropologa e Historia con valor en la
calificacin, nos meti la idea de que grupos israelitas y egipcios, haban podido
tambin llegar a estas tierras, completando la idea de los grupos monglicos que
entraron por el estrecho de Bering.
El da de hoy s que el libro de Mormn trata precisamente de ese asunto,
ocurrido durante el reinado de Sedequas, consignado en el libro de los Reyes y el
de Crnicas del Antiguo Testamento, unos 600 aos antes de Jess.
Con los amigos de la calle conocimos una familia donde haba dos
hermanas y una prima de las cuales nos hicimos novios. bamos a verlas por las
tardes y los fines de semana salamos al cine o a pasear a algn lugar de la
ciudad o hacamos una fiesta para conocer a sus dems amigos o familiares.
La chica que me toco a m fue mi primera novia y a pesar de ya haber
probado el sexo, nunca haba besado en la boca a una mujer. Ni tampoco haba
fajado como platicaban mis compaeros de la escuela. Ella, que ya haba tenido
otro novio, me inici en los pormenores de ese arte sin llegar a aproximarnos
demasiado a la intimidad sexual, y lo nico que gan fue enfermarse de calentura,
pues yo de cualquier manera me descargaba solo antes de dormir.
Mis amigos rompieron su relacin con sus hermanas y me qued solo. Se
cambiaron de casa y se me empez a hacer difcil irla a ver todos los das.
Mis padres me advertan que cuando uno se casa, se casa uno con toda
la familia, pero eso no estaba dentro de mis proyectos y adems su familia no era
de la condicin cultural de la ma.
En eso apareci otro posible noviazgo. Uno de los amigos con los que
nos habamos involucrado con las otras chicas me pidi que le hiciera el quite con
una muchacha que pretenda, para que saliera con su hermana menor que
siempre la acompaaba en sus citas. Acced con gusto e inters pues me platic
de la belleza de la muchachita, y finalmente acab bien enamorado de la
hermanita de catorce aos; yo tena diecisiete. Cort con la otra relacin y le ped
que se hiciera mi novia.
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arte de los besos y los tocamientos ertico sexuales sin llegar propiamente a la
relacin sexual.
Estas nias, las dos mayores, estaban muy a la moda pues usaban unas
minifalditas que al menor descuido enseaban las pantaletas, aunque se decan
nobles, vizcondesas de no me acuerdo que lugar de Francia, su madre estaba
sola y mi familia dudaba de la honestidad de sus ingresos.
Yo sigo justificndola, pues me caa muy bien la seora, y me quera de
buena ley. Y que poda hacer una mujer con cuatro hijas que mantener?.
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que habr visto nuestro primo anfitrin en mi o en nosotros que organiz con unos
amigos suyos un viaje a Acapulco, al cual no tenamos ganas y difcilmente
nuestros paps nos dieron el permiso para ir.
Lo nico que recuerdo de aquel viaje fue haber tenido que entrar casi por
la fuerza a un burdel y acostarme con una prostituta barata que me haban
conseguido mi primo y sus amigos.
Este primo se mat en un accidente automovilstico hace ya algunos
aos. En paz descanse. Fue mi tercera relacin sexual con diferente mujer.
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cual despus de abandonar la escuela Medico Militar tuve que esperar varios
meses para ingresar a la Universidad Nacional. No obstante, mi padre quedo
defraudado por mi actitud y se sum a los problemas disciplinarios a causa de mi
novia que a la larga lo llevaran a molestarse con mi sola presencia.
Recuerdo que quise aprovechar el dinero que ganaba para construir en la
azotea de la casa un cuarto para m solo, ya que siempre haba compartido mi
habitacin con alguno de mis hermanos. No cre que me negaran esa peticin y
fue realmente un duro golpe a mi independencia dentro del hogar que trajo sus
consecuencias en mi desarrollo acadmico.
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Una vez que caminaba hacia el norte por la acera oriente de Insurgentes
Sur a la altura de la colonia Florida mientras esperaba que el embotellamiento de
trafico se diluyera para tomar un transporte hasta el apartamento, me abord de
repente una gerita preciosa que dndome un beso me dijo Hola soy Pamela!,
con un poco de acento americano. Me dijo que ya me haba visto en otra ocasin
y que le gustaba. Ese da viajaba en un convertible y al verme se baj. Vamos a
mi casa!, le dije, y tomando un taxi nos dirigimos al departamento. Estuvimos
bailando un rato al son de Pink Floyd y luego perfectamente entramos en
profunda intimidad. Se extra de que no me conocieran en Televisa. Me platic
que estando en Acapulco se haba acostado con varios lancheros. Cuando la
conocieron mis amigos del departamento no caban de su sorpresa; era realmente
hermosa. Anduve una breve temporada con ella y luch contra los perros que la
acosaron tanto en casa como en la cafetera. Me fue fiel mientras estuvimos
juntos. La ltima vez que la vi algn tiempo despus, dorm con ella en la casa de
quin la albergaba en aquel momento que estaba ausente pero no me dej tener
sexo con ella.
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Por este tiempo cumpl mis veintin aos de edad. La verdadera mayora
de edad tradicional y oficialmente al momento de mi nacimiento. Haba dejado la
carrera que durante muchos aos tuve como propsito realizar y estaba
estudiando y trabajando en la comunicacin humana sin habrmelo propuesto con
mucha decisin. De cualquier manera en este campo de la realizacin humana es
donde se manipula con mayor intensidad la mente humana al nivel de las
mayoras; mi trabajo ahora, para no darle la espalda a mi vocacin por la
medicina, era ubicarme para idear obras donde comunicar formas nuevas de
realizacin humana.
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CUARTO SEPTENARIO
De los 21 a los 28 aos.
La semilla de Dios
Ingres al primer ao de la carrera de realizacin cinematogrfica en la
escuela de la UNAM que se encontraba en la Colonia del Valle. Por mi parte
estaba muy contento y entusiasmado. Los estudiantes ramos personas
interesadas en la cinematografa por diferentes razones. Haba un antroplogo, un
bilogo, una sociloga, fotgrafos, en fin, cada uno se acercaba a estudiar cine
para conocer el medio de comunicacin para sus fines particulares. La escuela
haba tenido una importante participacin durante el movimiento estudiantil del 68
y haban realizado el documental El Grito. Haban formado un grupo de corte
poltico izquierdista que tena controlada la tendencia cultural de la institucin
hasta que la generacin anterior y sobre todo la ma, en la que la marihuana
haba hecho su presencia, que haba adquirido otra vez una tendencia plural
ajena a alguna filosofa poltica especfica.
Tenamos clases de Historia del Cine donde veamos, previa explicacin
de lo que se proyectara, desde las pelculas originales de la historia del cine
mundial hasta las producciones de los maestros de la escuela.
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La ltima relacin ntima que tuve antes de partir fue con mi maestra
alemana de edicin con la cual y tambin en compaa de mi amigo el que me
haba prestado el libro de Castaneda, fuimos a un pueblo del Estado de Mxico a
cortar hongos alucingenos que haba aprendido a reconocer en el lugar donde
crecan y despus nos quedamos en casa de nana Pancha y su familia, quien
despus de recibirnos en su casa e invitarnos a comer se disculparon para ir al
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bao.
Despus de un buen rato en el que no regresaron sal a buscarlos al ro
donde supona que tal vez hubieran ido a baarse. Aunque la tarde era fra llegu
hasta el pequeo ro y le pregunt a alguien si saban donde podran estar
nuestros caseros; me dijo amablemente: No Tata! estn en el bao all en
aquella casa Llegando al lugar sealado me encontr como primera escena a
un hombre humeando saliendo desnudo de una pequea construccin de adobe.
Ni siquiera salud: a poco aqu es el bao ,dije sorprendido; S Tata! Si no le
da pena encurese y mtase. En serio! es un bao de vapor?, S Tata! Aqu
le decimos temascal. Bueno, djeme irles a decir a mis amigos a ver si se
animan. Y me fui a la casa donde nos haban dejado. Les dije y por lo menos
quisieron ir a ver. Mi maestra alemana si se desnudo sin problemas al igual que
yo. Nuestro otro compaero no quiso superar la pena. Fue mi primer temascal.
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en la embajada.
Yo continu leyendo a Carlos Castaneda en Una realidad aparte y por
mi lado, me senta ajeno a la realidad cultural que estaba viviendo. En una
ocasin desde las afueras de la ciudad divis en el horizonte una montaa
redonda y sent el impulso de llegar all motivado por lo que deca el libro que lea
respecto a que los lugares circulares son sitios de poder. Lo dej para otro
momento pues ese da ya era tarde.
Intim amistosamente con mi maestra de la lengua y alguna vez me
invit a cenar a su casa. Tena dos hijos pequeos. Su esposo haba salido a la
capital. Me sorprendi que al tratar de abordar el tema poltico, violentamente y
con gran temor me callara dicindome que como su marido era miembro del
partido comunista poda haber micrfonos ocultos en el departamento y que le
acarreara problemas hablar de dichos temas. Tambin es posible que tan solo no
quisiera gastar su tiempo hablando de esas cosas. Yo me regres temprano,
antes de que dejaran de pasar los camiones urbanos.
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Con mi novia iba a tomar caf que era de lo ms comn entre la
poblacin, al grado de que cundo escaseaba debido a ser un producto de
importacin se formaban unas colas enormes en espera de que llegara la
sustancia. Alguna vez me invit a casa de unos amigos suyos y quiso que jugara
ajedrez con uno de ellos pero me gan y no quise seguir por ese lado de intimar
con sus amigos.
En otra ocasin me llev a una iglesia que permaneca abierta pero sin
celebracin de ningn culto; nicamente como casa de oracin. En ese lugar me
dijo que iba a volver a poner su confianza en los hombres para ver si le era
posible recuperarse. Comprend que haba tenido alguna experiencia negativa en
su relacin con el sexo opuesto y ahora era yo el que poda devolverle la
confianza.
Otro da me llev a un extenso parque donde me advirti que podramos
encontrar un lugar para algo que no entend completamente; estuvimos
acostados frotndonos sexualmente con la ropa puesta hasta que eyacul. Una
polica nos descubri y regandonos nos corri. Yo senta como si un perro me
estuviera ladrando; ella con una sonrisa y satisfecha no le dio mucha importancia.
La siguiente vez que salimos me invit a su casa y se meti a baar. De
momento no entend el objetivo pero empez a hablarme desde el bao y como
no le oa bien le abr la puerta; entre enojada y jugando me oblig a cerrar la
puerta. Al darme cuenta de que exista otra puerta opuesta, fui y la abr, se ri.
Entonces aprovech para intentar baarme con ella pero se sali de la tina y
empez a vestirse. Me ba lo mejor que pude me sequ y quise seducirla,
forcejeamos, eyacul en su vulva, se molest conmigo y yo con ella. No la volv a
ver.
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otro posible animal. Record el sonido que emita un osito de peluche cuando era
nio. Conforme llegaba a la cima se empezaron a escuchar unos truenos
prolongados y lejanos que no cesaban. Al arribar a la cima alcanc a ver al perro
que continuaba ladrando dando vueltas alrededor de un bulto negro que al
acercarme un poco ms me di cuenta de que era un oso. Con el brazo le dije al
perro se fuera y dej solo al animal que acosaba. Me detuve un instante y saqu
de mi morral un giro que me acompaaba desde hace tiempo como un objeto
de poder. Segu avanzando haca la bestia y al percatarse de mi presencia huy
rompiendo ramas ladera abajo haciendo notar su corpulencia. Tras un momento,
yo tambin baje de la cima por otro lado llegando a un pequeo plano a mitad de
la cuesta donde me hinqu y tom plena conciencia de lo que acababa de
sucederme. Semanas antes haba dicho a voz en cuello que quera encontrarme
con un oso. Haba soado estar jugando con unos oseznos en tanto que llegaba
la mam osa y temerosamente se los regresaba. Mi hermana, antes de salir de
Mxico haba empezado a decirmeeres un oso, creo que porque cada vez que
se hablaba acerca de m en la casa haba una discusin o algo parecido, un
oso... Y ahora al cumplir un propsito para muchos tal vez irrelevante, se cumpla
en el marco de la realidad natural; en la cima de la montaa redonda, este
fenmeno para m s fue significativo: era posible hacer acuerdos conscientes
con el universo y recibir respuestas.
compartieron unas fumadas de marihuana que tena varios meses sin consumir.
Al da siguiente al llegar a Los ngeles al despedirse de m me dejaron la bacha
y me dirig a la universidad. No encontr al antroplogo aprendiz de brujo pero me
descargu de unos libros que llevaba de exceso de equipaje y me fum lo que me
haba dejado mis amigas del vuelo. Tuve la luz de encontrarme en el corazn del
Imperio, y tambin con un rayo de luz se me invit a abordar a una chica que se
encontraba en los jardines de la escuela, pero no era mi bsqueda. Tom el
autobs y llegu al centro de la ciudad y compr mi boleto para salir a Tucson por
la tarde con la idea de visitar alguna reservacin indgena. Mientras tanto
caminando por las calles, de pronto me vi rodeado de sex-shops. Me abord un
joven y me invit a su casa para darme un bao. Le dije que tena mi boleto de
salida para las 7 de la tarde y me dijo que me traera en su automvil. Fui con l y
me ba, con lo cual me confort de maravilla y mi anfitrin me invit una bebida
con vodka que acab de restablecerme. Agradec la hospitalidad y le dije que era
hora de irme pero empez a quererme cobrar el favor con sexo. Me extrae y le
dije que no pareca homosexual y me dijo que era both, o sea, que bateaba de
los dos lados. Trat de entender pero a pesar de cualquier cosa yo tena el boleto
para viajar que le ense y le record que me haba dicho que me regresara a la
estacin. De mala gana me acompa a la parada del camin. Llegu a la
estacin justo en el momento en que empezaban a preguntar por el pasajero que
faltaba, yo. Todava les ped permiso para comprar unos hot dogs pues no haba
comido en todo el da.
Fue largo el viaje hasta Tucson. Mi primer compaero de asiento fue un
viejo tejano que no le entenda nada de lo que me deca y en la primera
oportunidad me pas al lado de una gerita que qued sola en su asiento.
Platicamos largo rato. No s por qu le di un nombre falso, Flix Ventura, y ante la
falta de prctica se dio cuenta de la mentira. No obstante, antes de llegar a mi
destino me invit a su casa en Texas dicindome que hasta podra tener una
Harley Davison. Le agradec dicindole que ya tena un plan.
En Tucson alquil un cuarto de hotel barato y me sal a comer. Me
encontr a un viejo alcohlico que intent venderme unas camisas para comprar
licor; le di dinero suficiente para comprar una botella y le regres sus camisas. A
la maana siguiente tome un trasporte que me dej en la desviacin marcada en
el mapa rumbo a la reservacin. Despus de caminar un poco de tiempo me di
cuenta de que no tena suficiente dinero para la aventura que me haba propuesto
y regresando lo andado desde la carretera principal, ped un aventn rumbo a
Nogales para regresar de una vez a Mxico. Esa ha sido mi nica experiencia
vivencial en el vecino pas del norte.
Una familia de canadienses me levant casi de inmediato y en breve
estbamos cruzando la frontera. Los tuve que convencer de que pagaran el dlar
que les pedan los agentes aduanales para evitar que les revisaran la camioneta y
pronto estuvimos en territorio nacional. Nunca olvidar el contraste del paisaje y
del ambiente entre un lado y otro de la frontera. Era como haber pasado de una
poca a otra; de lo civilizado a lo desrtico. En fin, despus de un viaje sin
contratiempos llegamos a Hermosillo donde me dejaron. Volv a rentar un cuarto
de hotel y decid ir a buscar a don Juan Matus por alguna comunidad cercana a
ciudad Obregn. Al da siguiente, despus de conocer a la familia ms pobre que
hubiera conocido hasta el momento con la que entre en contacto a bordo de una
carretera menor en el desierto de Sonora, les ped un vaso de agua a unos nios
empolvados y semidesnudos y me ofrecieron un vaso de agua con tierra que beb
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Despus del vuelo de poco ms de media hora desde la capital del estado
a travs de la Sierra Madre Occidental donde no vi ms que montaas cubiertas
de bosque, me sent muy lejos de todo lo que haba conocido. Consegu con
dificultad un espacio donde dejar mi equipaje y quedarme a dormir. Una pareja de
franceses comparta en alojamiento que era en realidad una rustica oficina de las
autoridades civiles.
Ya instalado me sal a dar una vuelta por ah y me acerque a un grupo de
nativos que estaban junto a la oficina de aviacin donde haba una radio y donde
tambin se vendan los boletos para la avioneta. Tras indagar sobre el peyote, un
joven huichol con lentes oscuros me vendi unas cabezas del vegetal y
difcilmente me com un poco. Por la noche un viejo nativo alumbrndose con un
leo encendido nos invit a una ceremonia de canto que l mismo realiz en
compaa de otro huichol poco ms joven. No tena ni idea de lo que estaba
sucediendo. Despus de un rato cansado de viajar me fui a dormir no sin sentir
cierta resistencia por parte de los que protagonizaban la ceremonia. Al da
siguiente, Navidad, al ver la soledad en que se encontraba la comunidad
totalmente ajena a la tradicin y costumbres de la sociedad de consumo, decid
regresarme a la civilizacin, compr mi pasaje para la avioneta para el da
siguiente y sin el menor empacho me puse a ensartar las cabezas de peyote en
un hilo para que as se secaran y se conservaran formando un collar.
Al llegar nuevamente al aeropuerto de la capital del estado, la polica con
el pretexto de buscar armas pidi revisar el equipaje de los pasajeros que
llegbamos. Me encontraron las plantas y me detuvieron. Seguramente el Huichol
que me vendi el boleto de regreso aviso por radio de mi carga, pues segn me
dijeron luego los agentes, me esperaban a m por rdenes superiores.
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La nica visita que recib fue de mi pap quin lleg indignado por que lo
haban desnudado para permitirle pasar a la visita. Me pregunt: Como estas?,
Bien, le dije, Pero como vas a estar bien!, y por qu no?
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Camin rumbo a la barranca y antes de llegar encontr un claro circular entre los
matorrales y me sent en el centro cruzando las piernas sobre un punto de tierra
blanca sobre el cual no creca ninguna hierba. Cerr los ojos durante unos
momentos y me sent, o mejor dicho, me vi y tambin me sent como una estatua
de buda; con una imperturbable paz y armnica alegra emanando desde dentro
de mi ser. Algo me impuls a levantarme y me acerqu al borde de la barranca y
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me volv a sentar, esta vez sobre una gran piedra a cuyos costados crecan
hermosos matorrales con flores color violeta. Despus de un momento de verlas
sin mirar pude apreciar su vida y luminosidad de lo cual no me sorprend sino fue
como haber regresado a donde haba estado siempre: en la Tierra del Seor de la
Vida. Di gracias en silencio por haber vuelto de mi sueo, a la verdadera vida y el
sol abri las nubes que lo haban mantenido oculto durante toda la maana. Al
ponerme de pi sobre la roca algo le pas a mi visin; fue como si se hubieran
entrecruzado unas lneas entre lo mo propio, mi ser, y el mundo exterior,
formndose un signo que se repeta como en un panal y que sustentaba todo lo
que existe, y sobre abundaba por todo lo que vea: por el camino que pisaba, en
la corteza de los rboles, en las nubes del cielo, yo mismo era una de esas
celdas del panal y desde m, me relacionaba con autoridad sobre todas las dems
celdas de la creacin. Record el principio del evangelio de San Juan que apenas
haba ledo:
En el principio era El Verbo,
y El Verbo estaba con Dios,
y El Verbo era Dios.
Este Verbo estaba en el principio con Dios.
Y todas las cosas vinieron a existir por medio de l,
y sin l ni siquiera una cosa vino a existir.
Extasiado con esta comprensin del universo a mi alrededor me baj por
la caada lentamente y sin prisa hasta un pequeo y cristalino arroyo donde me
quit la ropa y me bae. Recuerdo que antes de desnudarme prob el agua con el
cuenco de mi mano, y oh sorpresa! estaba dulce!
Al salir del bautizo del agua vi a un ave luminosa, tal vez por el efecto de
los rayos del sol que me deslumbraron, que se acerc volando por el lugar en
donde estaba. Me vest y distingu a lo lejos un animal con cuernos. De momento
pens que era un venado, as que me tuve que acercar para saber que era en
realidad. Se trataba de unas cabras. Me acerqu hasta tocarlas y descubr cerca
de ah la siembra agusanada de un pobre huichol que viva con su mujer y sus
hijitos cerca tambin de donde estaban las cabras. El sitio era conocido cono
Agua Puerca y ah se concentraban las fuerzas laborales de la Secretara de
Comunicaciones y Obras Pblicas, quienes se encargaban de los trabajos de la
carretera que une Tatei Kie con el estado de Zacatecas desde donde se puede
entrar por tierra. Le ped agua para beber al jefe del hogar y estuve un rato
jugando con un perrito que sali a lamerme los pies y compadecindome en
silencio de la pobreza y desventurada situacin, sin embrago su actitud para
conmigo fue amistosa y hospitalaria, hasta amorosa. Ped al Padre Eterno por
ellos y continuando mi camino me llam la misin franciscana de Santa Clara que
ya he mencionado pero al dirigirme hacia all sent la presencia del mal en aquel
lugar. Me detuve sobre una roca al lado del camino en un punto dominante de la
ruta hacia la misin, y con autoridad en mi voz dije Largo de aqu! Fuera! Al
poco tiempo empec a or unos gritos que vociferaban blasfemias contra alguien y
que provenan de la direccin hacia donde me diriga. A lo lejos se distingui por
fin un hombre musculoso con sombrero tejano, pantaln de mezclilla y camiseta
blanca que era quin insultaba al viento como para sacar un fuerte disgusto,
levantando el puo como mentando madres. Lo vi pasar desde mi lugar sin
intentar ocultarme. Me record al jefe de los trabajos del campamento de la
SCOP, a quin haba conocido la primera vez que fui a comprar mercancas a la
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tienda de la misin.
Sent que el mal se haba ido y empec a bajar con el mismo paso
tranquilo, placido y seguro con el que haba marchado todo el da. Continuaba
viendo el signo de la presencia del Reino. Cuando me di cuenta, a punto de llegar
a los edificios de la misin, atrs de mi me segua un buen nmero de cabezas de
ganado vacuno, pertenecientes a los religiosos y en lugar de meterme a los
edificios me met a un gran corral circular de piedra que tena una gran piedra en
forma de pirmide invertida que estaba como clavada en el suelo un poco fuera
del centro del redondel a la cual me sub y me sent sobre ella con las piernas
cruzadas tal como hube estado al empezar mi viaje de aquel da. El ganado
llen el corral y se dispuso a descansar.
La hora de la tarde generaba una energa particular en la naturaleza que
rodeaba al corral. Recordando las direcciones de don Juan Matus a Carlos
Castaneda para ver, con los ojos naturalmente abiertos empec a ver las hojas
de loa rboles como una gigantesca bovina energtica cuyo vibrar produca el
majestuoso y poderoso sonido que emitan todos los integrantes de la variada
fauna del bosque circundante. De pronto se hizo presente un personaje como en
un disfraz de chinelo pero con diseos huicholes; en fondo blanco, los
multicolores diseos geomtricos investan al personaje de una amable presencia.
Me haca seas con la mano para que fuera con l, pero como estaba en
direccin a la barranca y me encontraba en territorio misionero hacindole una
seal de disculpa por la presencia de los frailes, me negu a acudir a su llamado.
Se me haba hecho tarde y quise consultar de la situacin con esta mujer
con la que haba empezado a tener la relacin. Me confes por primera vez en mi
vida con respecto a esta situacin y el sacerdote me dijo que estaba mal lo que
estaba haciendo. l era piloto de la avioneta de la misin y llegu a pedirle que
me llevara de vuelta a la ciudad. Me dijo que sala temprano en la maana y me
dio hospedaje esa noche junto con los jvenes huicholes que vivan y estudiaban
ah. A la maana siguiente cuando despert ya se haba ido. As que regres a
afrontar la situacin. La presencia del Reino se diluy ante la incertidumbre que
me produca la ignorancia de vivir como Dios manda.
kie es un centro ceremonial donde pocas gentes viven todo el ao. La mayora de
los habitantes de la regin tienen ranchos en las partes bajas de la sierra por
donde pasan los pequeos ros. Tienen ganado, frutales y siembran su coamil en
las laderas y pequeos valles entre las montaas.
Yo tuve oportunidad de relacionarme con algunos huicholes que se
quedaron en el terreno posterior a la casa de Autsiwa de quienes hasta la fecha
voy entendiendo los relatos que me contaron. Fui tambin nombrado Topil, o sea,
polica o mensajero y en ocasiones me mandaron a buscar a alguna persona de
las que se hospedaban en la casa.
La celebracin dur poco menos de una semana entre la llegada de la
gente, el cambi de poderes propiamente dicho y la despedida, para volver a
quedar otra vez casi solitaria. La meseta qued tapizada de latas de cerveza
vacas.
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que me fuera unos das a vivir con un amigo comn que tena su casa del otro
lado de la pista de aterrizaje. Como era primavera no haca mucho fro y despus
de pasar la primera noche incmodamente dentro de la cocina, opt por dormir
bajo las estrellas, sobre una enorme piel de toro y cubierto con buenas cobijas de
lana. Con este amigo huichol con quien me he seguido viendo ocasionalmente y
sin planearlo a travs de los aos, aprend el valor del ser ecologista. Para la lea
que usaba para su comal, usaba la madera que el bosque le brindaba sin matar
ningn rbol vivo para convertirlo posteriormente en lea. Llegaba a usar una
cuerda con un palo amarrado para lanzarla haca una rama seca de un gran rbol
y colgndose con su peso, quebrarla y utilizarla para su hogar. Tambin me invit
a coamilear con l; a preparar el terreno para la siembra. En una ocasin
consegu una biblia en huichol y despus de comprobar que si le entendia a lo
que estaba escrito, se la regal
El huichol casado tiene necesidad de sembrar para alimentar a su familia.
Entonces escoge en la ladera de la barranca un terreno suficiente para su
propsito y da aviso a las autoridades quienes reconocen la parcela y dan la
autorizacin para sembrar. Por lo menos as era en aquel ao de 1977. Una vez
autorizado, el hombre solo o con la compaa de sus amigos, familiares o vecinos,
cortan la vegetacin y la dejan secar durante unos meses para luego quemarla y
mezclar las cenizas con la tierra para que sirvan de abono al maz, frijol y
calabaza que sembraran para aprovechar el tiempo de lluvias.
Cuando fue el momento oportuno llegu a la casa de Autsiwa y conoc al
pap de Estrella de la Maana felicitndolo por la calidad de su semilla. No fue
fcil, sobre todo para l, aceptar mi presencia, ni para m tampoco pero finalmente
ella era la que se la pasaba sola casi todo el ao y ahora con el pequeo, la
necesidad de una compaa masculina, que ya estaba advertida, se haba hecho
presente en mi persona. Yo molest lo menos posible y esper a que se fuera.
Finalmente el que disfrut al nio durante aquellos primeros meses de su vida fui
yo. Lo difcil para l nio fue la separacin. Mi dinero se estaba acabando y tuve
que regresar para trabajar otro rato.
Un buen da, aprovechando el paso de un arriero comerciante me junt
con l para llegar a su comunidad y desde ah tomar la avioneta que me llevara
de nuevo a Tepic. Lo hice para tener la experiencia de caminar en la montaa de
una poblacin distante de otra. Nuestro viaje dur toda una jornada de ocho
horas.
Cuando por fin baj de la sierra por este otro camino me fui rumbo a la
ciudad de Mxico pero no quise entrar. Me cambi de terminal de autobuses y me
dirig a Oaxaca. Todava tena el deseo de vivir el evangelio conforme pensaba
cuando estaba en la crcel; salir sin dinero, sin calzado, sin bculo, sin comida,
sin un destino claro, solo predicar el evangelio, con la gua diaria del Espritu y
testificar la presencia y la providencia de Dios.
Al llegar a la capital del estado cen una torta con el poco dinero que me
quedaba, dej mis huaraches bajo el asiento de la barra de la cafetera donde
estaba cenando y me sal a la plaza central de la ciudad descalzo, con tal solo un
ejemplar del nuevo testamento y una cobija enrollada. Ya era de noche. As que
me qued leyendo los evangelios hasta que la plaza qued desierta. Luego
camin sin rumbo hasta que encontr un cuarto abandonado medio en ruinas que
limpi lo mejor que pude y dorm unas horas hasta el amanecer.
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otra vez a la ciudad de Oaxaca. Consegu dinero para comprar algo de comer y
de beber y ah mismo, en el pequeo supermercado donde compre de comer me
encontr a un americano que me dio lo suficiente para comprar mi boleto de
regreso a la ciudad de Mxico. Tambin me compr nuevamente una botella de
tequila como la que beba mi abuelito materno, mi padrino de bautizo.
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a la hora de la comida.
Mi amiga haba decidido estudiar flauta y se inscribi en la Escuela
Nacional de Msica pero su meta era llegar a conseguir una beca e irse a
Alemania a estudiar su carrera musical.
Yo llegu hasta proponerle matrimonio pues las seales as lo marcaban;
el nmero de la calle de su casa era la mitad del nmero de la casa de mis
padres, pero, en fin, sus metas trascendan mis pobres posibilidades.
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que se realizaba cada cinco aos en la que se cambiaba el techo y las columnas
del Callihuei o templo, la casa de los viejos, nica edificacin circular de la
comunidad, que realizaban con paredes de adobe, columnas de madera y techo
de zacate. Fueron varios das de colaborar a mi capacidad en la construccin.
Ellos proporcionaban la comida y ocasionalmente un pedazo de jcuri que
propiciaba la continuidad del trabajo durante el da y la ceremonia de danza y
canto durante la noche, Tambin ocasionalmente haba un trago de mezcal o
alguna mezcla fuerte de bebida alcohlica pero no con el fin de emborracharse,
como sucedi en la ceremonia del cambio de varas a la que haba asistido a
principio de ao, sino como fortificante para el trabajo pesado que se estaba
realizando.
Recuerdo muy bien una ocasin en que movido por compasin le tom la
mano a un huichol de los ms pobres y me qued as por largo tiempo sintiendo
que un verdadero sentimiento de amor flua de mi. No era amor por l
personalmente sino una realidad amorosa por existir y estar ah rodeado de nios
igualmente pobres sin sentirme diferente. Ellos eran el vehculo, el vnculo con
aquel maravilloso sentimiento ajeno a todo inters o pensamiento.
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Mi padre estaba muy molesto conmigo a causa de mi fracaso con la venta
de sus juegos.
Nuestro compaero sudamericano que vino a Mxico con nosotros tena
asuntos que tratar con su embajada en la ciudad de Mxico y se qued
hospedado en casa de mi compaero de la escuela de cine.
Mientras tanto yo me puse a trabajar con mi madre en la librera pero ella
al ver la ansiedad que me dominaba me ofreci mandarme una mensualidad a
donde yo me fuera.
Despus de presentar a nuestro amigo sudamericano con la familia de
nuestra amiga la flautista cuya madre y hermanos del primer matrimonio de esta
eran del mismo pas, decidi regresar a Guadalajara y al ver la situacin en mi
casa y la oferta de mi madre decid tambin regresar a Guadalajara pero esta vez
con el futuro arquitecto que tena idea de iniciar una nueva vida despus de
separarse de la mujer, con la que tena una hija.
Entre los dos acondicionamos un solar en la azotea de un edificio. Con
vigas de madera y listones fuimos construyendo rpidamente un espacio muy
agradable para la calurosa primavera que transcurra. Sin embrago, no me gust
la promiscuidad sexual que se viva en el lugar entre los amigos del
sudamericano.
Busqu nuevamente a la Madre quien me regres la Regla para la
formacin de comunidades misioneras de base con fundamento en la prctica de
la Vida y Medicina Natural y se quej conmigo nuevamente de quererme llevar a
sus discpulas. Le dije que yo me haba contenido siempre ante la posibilidad de
una seduccin de mi parte hacia alguna de las mujeres que sin ser religiosas
trabajaban en la clnica. Sin embargo, yo si haba sufrido algn intento de
seduccin que por fortuna fue providencialmente interrumpido con discrecin,
pero esto no se lo dije. Por eso haba escrito la Regla, pues vea muy difcil que
se le permitiera formar una congregacin de monjas en este sentido de la
Medicina Natural.
69
del matrimonio. El que quedo bailando nuevamente fue mi pap con su trabajo.
Sin embargo, estando en la sierra me d cuenta de que me atraa ms seguir
conociendo el mundo huichol y tambin seguir a Autsiwa en su siguiente estacin
en el pueblo donde haba decidido mudarse y continuar tambin conociendo ms
a fondo el apostolado de la Madre en la Medicina Natural. As, dej que se
regresaran solos mi futura esposa y mi compaero de la escuela de cine y
despus de unos das me regres a Mxico con los datos del pueblo a donde se
mudara Autsiwa con su hijo.
Mi padre estaba tan molesto conmigo que no fue capaz de escuchar mis
razones. Habamos quedado en algo y le haba fallado. De cualquier manera mi
madre si me dio trabajo en la librera.
No s que vera mi madre en m o tal vez sera mi padre a quin mi sola
presencia haba empezado afectar, que estando en el trabajo me volvi a decir
que me segua viendo mal y que segua en pie su oferta: que ella me mandara
dinero para que me fuera a donde quisiera.
Volv a Guadalajara con mi amigo sudamericano y las cosas seguan igual
o peor con respecto a la inmoralidad sexual, as que segu mi camino rumbo a
Tepic y me volv a encontrar con los franciscanos para alcanzar a Fray
Buenaventura que haba sido trasladado a otra Misin en la comunidad de San
Miguel, Huaestita. Durante mi trabajo en Mxico haba comprado herramienta
para llevar a la sierra pues siempre es til; tambin llevaba una biblia de
Jerusaln que estaba decidido a leer mientras trabajaba como misionero en lo
que me mandara el sacerdote.
Aparte de la misin religiosa y las misas diarias para el servicio de los
religiosos y religiosas misioneras, exista la escuela oficial de primaria y
secundaria que algunos de sus alumnos vivan en la misin. A m se me asign la
tarea de construir un comal extra para las tortillas de la comunidad. Como pude lo
acab bien. Luego un huichol me encarg que le hiciera un nicho de madera para
albergar la imagen de algn santo. En mis ratos libres me dedicaba a leer las
escrituras hasta que mi mente se cansaba y volva al trabajo en la misin.
Me avergonzaba el hecho de no poder dejar de fumar y procuraba hacerlo
en la habitacin que me haban dado para no ser mal ejemplo para los jvenes
huicholes. Fray Buenaventura me confes que el tambin fum y le cost mucho
trabajo dejarlo.
Un da mientras trabajaba en la manufactura del nicho con Miguel, el
huichol que me lo haba encargado, me cont que tena una hija que estaba
enferma y me pidi que fuera a verla. Le ped permiso a Fray y me ley la cartilla
al respecto de los enfermos. Nada de hospitalizacin, ni doctor, ni medicina que
no hubiera en el botiqun de la misin. Con esta advertencia una tarde me fui
con Miguel a su casa a conocer a la pequea nia.
Se trataba de una nia de unos 8 aos completamente anmica al grado de que
no se poda parar y ya ni siquiera aceptaba la comida que le daban y tampoco el
t que su madre le preparaba; todo lo devolva. Me enter que era la hija de la
primera mujer de Miguel y que la segunda era la hermana menor de esta. Yo
acababa de leer el libro del Levtico donde advierte las relaciones sexuales que no
se deben tener (Le. 18, 18.) 18 Y no debes tomar a una mujer adems de su
hermana como rival para poner al descubierto su desnudez, es decir, adems de
ella durante su vida. Se lo dije y le le el versculo e intent explicarle mi punto de
71
74
As, haba un astrlogo que todo el da se la pasaba con sus clculos que
andaba con una chica muy linda que era madre soltera y tambin andaba con otro
joven profesionista que tambin tena otra chica que era psicloga, y se vean
bien, aparte de las mltiples relaciones del sudamericano, y de lo que sabemos
pasa en el mundo catlico por decir algo, pues la mayora estn bautizados, en
relacin con la tradicin matrimonial.
Ser que ya estamos en los albores de la resurreccin?
O en su plenitud? Es decir, que los que han vivido en pocas anteriores
estamos vivos TODOS! ahora en este momento particular de la historia?; unos
para juicio y otros para vida eterna?
Como dice el evangelio de San Juan. 5, 28-29:
28 No se maravillen de esto, porque viene la hora en que todos los que estn en las
tumbas conmemorativas oirn su voz
29 y saldrn, los que hicieron cosas buenas a una resurreccin de vida, los que
practicaron cosas viles a una resurreccin de juicio.
Realmente creen que las calaveras se van a encarnar y a salir de sus
sepulturas, despus de lo que han hecho los cooreligionarios de santos como
Santa Teresa de vila que desmembraron su cuerpo como reliquias o el beato
San Sebastin de Aparicio que a su cuerpo incorrupto le cortaron la cabeza para
llevarla a Espaa mientras dejaban su cuerpo en Mxico? No es ms fcil que
se resucite rencarnando?
Por fin acab ese ciclo de darle vueltas al destino de Autsiwa y de su hijo
pero mi amigo de la escuela de cine qued de alguna manera cerca de ella pues
regresara luego varias veces a la sierra con los huicholes. Ella no se separ de
con quienes tuvo un despertar espiritual prehispnico por llamarle de alguna
manera despus de los ms de cinco aos de permanencia en la sierra. Cuando
regres a vivir a Guadalajara y su hijo estuvo en edad de entrar a la primaria,
abri una casa de beneficencia para huicholes enfermos donde vivan con
algunos familiares y haciendo artesana se mantenan mientras se curaban
mediante la medicina alpata que la institucin les proporcionaba y el trabajo
profesional que ella misma realizaba.
76
estaran pagando tanto ella como mi padre con las decisiones que haba yo
tomado en la vida. En realidad yo apenas estaba dndome cuenta del mundo en
el que viva. En aquellos tiempos finalizaba el ao de 1977.
77
78
En una ocasin entre los libros sobre naturismo que vendan en los
restaurantes que visitaba encontr uno que se sala de la lnea comn, se llamaba
El evangelio de la Paz que se le atribua a San Juan evangelista como autor de
dicha transcripcin. Estaba publicado por Mazdasnan, que es una agrupacin de
origen sorostico, es decir, de Saratustra. Lo compr y esa noche no dorm por
acabar de leer los treinta y tres captulos que lo conformaban. Es el relato de las
respuestas a numerosos enfermos que le preguntan al maestro Jess, que
pueden hacer para restablecerse de sus enfermedades y poder volver a servir
dentro de la comunidad de los hombres. Jess les dice que se enfermaron por
abandonar las sabias leyes de la Madre Naturaleza y que solo siguindolas
nuevamente, encontraran el alivio y remedio para sus males corporales. Y as
con un maravilloso lenguaje que solo leyndolo se pude disfrutar y comprender, el
Maestro Jess los va guiando en su trabajo por re-encontrar la sabidura de su
perdida sensibilidad biolgica. Al terminarlo me dije: Por supuesto, esto es el
verdadero camino de la salud!, pero Cmo abordar este camino? Habl con
Shanti y le prest el librito y me dijo que estaba muy difcil seguir una disciplina
basada en ese documento, pero que tena un conocido que tal vez podra
ayudarme con alguna sugerencia. En alguna de sus visitas a la ciudad de Mxico,
me puso en contacto con su conocido. Fui a su casa que estaba cerca de la ma y
estuve haciendo yoga con l incluso conoc a su hija nica. Me dijo que saba
algo de los germinados pero que no solo de eso se poda vivir y me invit a un
rancho que tena en el estado de Puebla, donde me dira algo ms de lo que
79
Creo que en este momento es preciso presentar ante el otro ser humano
que el quinto paso del programa de recuperacin de Alcohlicos Annimos
(Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos y ante otro ser humano la naturaleza
exacta de nuestros defectos) propone como tercer sujeto de admisin de la
naturaleza exacta de nuestra faltas, que en este caso es el que lee estas lneas,
el documento del Evangelio Esenio de la Paz, para que puedan entender el
cambio lento pero seguro que empez a tomar mi vida ante una revelacin
semejante y ante la imposibilidad de realizarlo dentro de un mundo bastante ajeno
a las verdades evanglicas.
Debo advertir que he conocido varias ediciones de este evangelio con
variaciones en el nombre y yo mismo lo he editado bajo el nombre de El
Evangelio de la Salud y de la Paz al cual le he quitado el espaol reverencial y lo
he versiculado. No obstante, en el prlogo de dicho documento se puede
encontrar la direccin donde se encuentra la versin original en espaol.
80
EVANGELIO DE LA
SALUD Y DE LA PAZ
81
16
Gnesis 2, 16-17.
Y tambin impuso Jehov Dios este mandato al hombre: De todo rbol del
jardn puedes comer hasta quedar satisfecho.
17 Pero en cuanto al rbol del conocimiento de lo bueno y lo malo,
no debes comer de l,
porque en el da que comas de l, positivamente morirs.
New World Translation of the Sacred Scriptures
Spanish, 1987.
82
EVANGELIO DE LA SALUD
Y DE LA PAZ
por SAN JUAN
el discpulo amado.
pandevida99@hotmail.com
http://www.facebook.com/pages/Pan-deVida/416482861722622?ref=ts&fref=ts
83
84
PRLOGO
12
86
INTRODUCCIN
Mtodo natural de curacin
enseado por nuestro Seor Jesucristo.
1.
Los enfermos suplican al Divino Maestro que les explique la causa por la
que ellos enferman y sufren dolores. Jess les contesta diciendo: Se enferman y
sufren dolores, porque han desobedecido los Mandamientos de la Madre Natura.
2.
En aquel tiempo muchos enfermos acudieron a Jess, preguntndole:
Maestro, t que sabes todas las cosas, dinos, por qu nos enfermamos?, por
qu sufrimos achaques y dolores?. Seor, snanos para que no suframos y
seamos tiles a nosotros y a los dems seres humanos. T que tienes el poder de
sanar, en tu conocimiento tienes nuestra salud y nuestro bienestar. Seor, lbranos
del poder de la ignorancia, que nos est atormentando. Maestro, ten compasin
de nosotros, no nos abandones y guanos en nuestra curacin.
3.
Jess les respondi: Felices ustedes que tienen sed y hambre de
sabidura. Yo les satisfar, dndoles el agua de la vida y nunca ms les dar
sed; les dar tambin el pan del conocimiento y nunca ms les dar
hambre.
4.
Bienaventurados ustedes que llenos de fe acuden a m, golpeando la
verdadera y nica puerta de conocimiento y sabidura, la cual les abrir de par en
par. Felices ustedes porque yo les liberar de la ignorancia de Satans y les
llevar al Reino de los ngeles de nuestra Madre Natura, donde slo hay goce y
felicidad, porque el mal no tiene acceso a ese Reino.
5.
Los hambrientos de sabidura, ante todo los discpulos selectos
encabezados por Juan, que siempre estaban cerca del Divino Maestro para que
no se les escapara ninguna palabra de sabidura que sala de su boca,
escuchaban con toda atencin sus enseanzas y a veces le hacan preguntas,
Quin es nuestra Madre Natura?, Quines son sus ngeles y dnde est su
morada?
6.
Jess les respondi: Nuestra Madre Natura est dentro de ustedes y
nosotros dentro de ella. Esta Madre los pari, les dio el cuerpo y todo lo que
somos, porque nos dio la vida. Felices ustedes porque experimentaran una alegra
inmensa al conocer a esa bondadosa Madre y a su Santo Reino. Conocern a la
Madre tan pronto reciban sus Santos ngeles, es decir, tan pronto obedezcan las
inmutables Leyes de la Naturaleza, porque cada ngel representa una Ley, un don
Divino, una Virtud humana.
7.
Ahora los invito a que graben en sus mentes la Suprema Verdad que dice:
El individuo que rigurosamente obedece los mandamientos de la Madre Natura,
acatndolos todos los das, jams se enfermar. Porque el poder de la Madre
Natura es infinito y omnipotente. Est lleno de misericordia, de sabidura infinita,
Proverbios 18, 4:
4
Lleg una mujer de Samaria a sacar agua. Jess le dijo: Dame de beber.
8 (Pues sus discpulos se haban ido a la ciudad a comprar vveres.) 9 Por lo tanto,
la mujer, la samaritana, le dijo: Cmo es que t, a pesar de ser judo, me pides
de beber a m, que soy mujer samaritana?.(Porque los judos no se tratan con los
samaritanos.) 10 En respuesta, Jess le dijo: Si hubieras conocido la ddiva
gratuita de Dios, y quin es el que te dice: Dame de beber, t le habras pedido, y
l te habra dado agua viva.11 Ella le dijo: Seor, ni siquiera tienes un cubo para
sacar agua, y el pozo es hondo. De dnde, pues, tienes esta agua viva? 12 T no
eres mayor que nuestro antepasado Jacob, que nos dio el pozo y que bebi de l
l mismo junto con sus hijos y su ganado vacuno, verdad?.
13 En respuesta, Jess le dijo: A todo el que bebe de esta agua le dar sed otra
7
88
vez. 14 A cualquiera que beba del agua que yo le dar de ningn modo le dar sed
jams, sino que el agua que yo le dar se har en l una fuente de agua que
brotar para impartir vida eterna.
90
2
1.
La sangre que en nosotros corre ha nacido de la sangre de nuestra Madre
Terrenal. Su sangre cae de las nubes, brota del seno de la tierra, murmura en los
arroyos de las montaas, fluye espaciosamente en los ros de las llanuras, duerme
en los lagos y se enfurece poderosa en los mares tempestuosos.
2.
El aire que respiramos ha nacido del aliento de nuestra Madre Terrenal. Su
respiracin es azul celeste en las alturas de los cielos, silba en las cumbres de las
montaas, susurra entre las hojas del bosque, ondea sobre los trigales, dormita en
los valles profundos y abrasa en el desierto.
3.
La dureza de nuestros huesos es nacida de los huesos de nuestra Madre
Tierra, de las rocas y de las piedras. Desnudas se alzan hacia los cielos sobre las
cumbres de las montaas; son como gigantes que echados dormitan en las faldas
de las montaas; como dolos entronados en el desierto, escondidos en lo
profundo de la tierra.
4.
Lo tierno de nuestra carne es nacido de la carne de nuestra Madre Tierra,
cuya carne como cera amarilla y roja, est en las frutas de los rboles y nos nutre
en los surcos de los sembrados.
5.
Nuestras entraas son nacidas de las entraas de nuestra Madre Tierra y
se esconden a nuestros ojos as como las profundidades invisibles de la tierra.
91
6.
La luz de nuestros ojos, el oir de nuestras orejas, ambos son nacidos de
los colores y sonidos de nuestra Madre Tierra, la cual nos envuelve, como las olas
del mar al pez; como el remolino de aire al ave.
7.
En verdad les digo que el Hombre es Hijo de la Madre Terrenal, y de ella
recibi todo su cuerpo, del mismo modo que el cuerpo del recin nacido nace del
seno de su madre.
8.
En verdad les digo que son uno con la Madre Terrenal; ella est en
ustedes y ustedes en ella. De ella nacimos, en ella vivimos y a ella de nuevo
retornaremos.
9.
Guarden por tanto Sus leyes, pues nadie puede vivir mucho ni ser feliz sino
aquel que honra a su Madre Terrenal y cumple Sus leyes.
10.
Pues Nuestra respiracin es Su respiracin; Nuestra sangre Su sangre;
Nuestros huesos Sus huesos; Nuestra carne Su carne; Nuestros intestinos Sus
intestinos; Nuestros ojos y Nuestros odos son Sus ojos y Sus odos.
11.
En verdad les digo que si dejan de cumplir una sola de todas estas leyes,
si daan uno slo de los miembros de todo su cuerpo, se perdern
irremisiblemente en una dolorosa enfermedad y ser el llorar y rechinar de
dientes.
12.
Les digo que, a menos que sigan las leyes de Nuestra Madre, no podrn
de ningn modo escapar a la muerte.
13.
Y quien abraza a las leyes de su Madre, a l abrazar su madre tambin.
Ella curar todas su plagas y l nunca enfermar. Ella le dar larga vida y le
proteger de todo mal; del fuego, del agua, de la mordedura de las serpientes
venenosas.
14.
Pues ya que Nuestra Madre nos alumbr, conserva la vida en ustedes. Ella
nos ha dado Su cuerpo, y nadie sino Ella nos cura. Feliz es quien ama a su Madre
y yace sosegadamente en su regazo.
15.
Porque Nuestra Madre nos ama, incluso cuando le damos la espalda. Y
cunto ms nos amar si regresamos de nuevo a Ella?
16.
En verdad les digo que muy grande es Su amor, ms grande que la mayor
de las montaas y ms profundo que el ms hondo de los mares.
17.
Y aquellos quienes aman a su Madre, Ella nunca les abandona. As como
la gallina protege a sus polluelos, como la leona a sus cachorros, como la madre a
su recin nacido, as protege la Madre Terrenal al Hijo del Hombre de todo peligro
y de todo mal.
3
1.
Pues en verdad les digo que males y peligros innumerables esperan a los
Hijos de los Hombres.
2.
Belceb, el prncipe de todos los demonios, la fuente de todo mal, acecha
en el cuerpo de todos los Hijos de los Hombres.
3.
l es la muerte, el seor de toda plaga y, ponindose una vestimenta
agradable tienta y seduce a los Hijos de los Hombres.
4.
Promete riqueza y poder, y esplndidos palacios, y adornos de oro y plata,
y numerosos sirvientes. Promete gloria y renombre, sensualidad y fornicacin,
borrachera y atracn, vida desenfrenada, holgazanera y ocio.
92
5.
Y tienta a cada cual segn aquello por lo que ms se inclina su corazn. Y
el da en que los Hijos de los Hombres ya se han vuelto esclavos de todas estas
vanidades y abominaciones, entonces l, en pago de ello, les arrebata todas
aquellas cosas que la Madre Terrenal tan abundantemente les dio.
6.
Les arrebata su respiracin, su sangre, sus huesos, su carne, sus
intestinos, sus ojos y sus odos. Y la respiracin del Hijo del Hombre se vuelve
corta y sofocada, trabajosa y maloliente como la de las bestias inmundas.
7.
Y su sangre se vuelve espesa y ftida, como el agua de las cinagas; se
coagula y ennegrece como la noche de la muerte.
8.
Y sus huesos se vuelven duros y nudosos; se deshacen por dentro y por
fuera se resquebrajan, como una piedra cayendo sobre una roca.
9.
Y su carne se vuelve grasienta y acuosa; se corrompe y se pudre con
costras y fornculos que son una abominacin.
10.
Y sus intestinos se llenan de inmundicias gusanos abominables.
11.
Sus ojos se enturbian, hasta que la noche oscura los envuelve, y sus odos
se tapan, como el silencio de la tumba.
12.
Y por ltimo, el Hijo del Hombre perder la vida. Pues no guard las leyes
de su madre, sino que sum un pecado a otro.
13.
Por ello le son arrebatados todos los dones de la Madre Terrenal: la
respiracin, la sangre, los huesos, la carne, los intestinos, los ojos y los odos y,
por ltimo, la vida con la que coron su cuerpo la Madre Terrenal.
14.
Pero si el pecador Hijo del Hombre se arrepiente de sus culpas y las
repara, y regresa de nuevo a su Madre Terrenal; y si cumple las leyes de su
Madre Terrenal y se libera de las garras de Satn resistiendo sus tentaciones,
entonces la Madre Terrenal recibe de nuevo a su Hijo pecador con amor y le enva
sus ngeles para que le sirvan.
15.
En verdad les digo que cuando el Hijo del Hombre resiste al Satn que
habita en l y no hace su voluntad, en esa misma hora se hallan ah los ngeles
de la Madre para servirle con todo su poder y liberarle por entero del poder de
Satn.
16.
Pues ningn hombre puede servir a dos seores. Porque o bien sirve a
Belceb y sus demonios o sirve a nuestra Madre Terrenal y a sus ngeles. O sirve
a la muerte o sirve a la vida.
17.
En verdad les digo qu felices son aquellos que cumplen las leyes de la
vida y no vagan por los caminos de la muerte".
4
1.
Y cuantos le rodeaban escuchaban sus palabras con asombro, pues su
palabra tena poder y enseaba de manera bien distinta a la de los sacerdotes y
escribas.
2.
Y aunque el sol ya se haba puesto, no se fueron a sus casas. Se sentaron
alrededor de Jess y le preguntaron: Maestro cules son esas leyes de la vida?
Qudate con nosotros un rato ms y ensanos. Queremos escuchar tu
enseanza para que podamos curarnos y volvernos rectos.
3.
Y el propio Jess se sent en medio de ellos y dijo: En verdad les digo que
nadie puede ser feliz, excepto quien cumple la Ley.
93
4.
Y los dems respondieron: Todos cumplimos las leyes de Moiss, nuestro
legislador, tal como estn escritas en las sagradas escrituras.
5.
Y Jess les respondi: No busquen la ley en Nuestras escrituras, pues la
Ley es la Vida, mientras que lo escrito est muerto.
6.
En verdad les digo que Moiss no recibi de Dios sus leyes por escrito,
sino a travs de la palabra viva.
7.
La Ley es la Palabra Viva del Dios vivo, dada a los profetas vivos para los
hombres vivos. En dondequiera que haya vida est escrita la ley. Pueden hallarla
en la hierba, en el rbol, en el ro, en la montaa, en los pjaros del cielo, en los
peces del mar; pero bsquenla principalmente en ustedes mismos.
8.
Pues en verdad les digo que todas las cosas vivas se encuentran ms
cerca de Dios que la escritura que est desprovista de vida.
9.
Dios hizo la vida y todas las cosas vivas de tal modo que enseasen al
hombre, por medio de la palabra siempre viva, las leyes del Dios verdadero.
10.
Dios no escribi las leyes en las pginas de los libros, sino en su corazn y
en su espritu.
11.
Se encuentran en Nuestra respiracin, en Nuestra sangre, en Nuestros
huesos, en Nuestra carne, en Nuestros intestinos, en Nuestros ojos, en Nuestros
odos y en cada pequea parte de Nuestro cuerpo.
12.
Estn presentes en el aire, en el agua, en la tierra, en las plantas, en los
rayos del sol, en las profundidades y en las alturas.
13.
Todas les hablan para que entiendan la lengua y la voluntad del Dios Vivo.
14.
Pero ustedes cierran sus ojos para no ver, y tapan sus odos para no or.
15.
En verdad les digo que la escritura es la obra del hombre, pero la Vida y
todas sus huestes son la obra de nuestro Dios.
16.
Por qu no escuchan las palabras de Dios que estn escritas en Sus
obras? Y por qu estudian las escrituras muertas, que son la obra de las manos
del hombre?
5
1.
Cmo podemos leer las leyes de Dios en algn lugar, de no ser en las
Escrituras? Dnde se hallan escritas?
2.
Lenoslas de ah donde t las ves, pues nosotros no conocemos ms que
las escrituras que hemos heredado de nuestros antepasados. Dinos las leyes de
las que hablas, para que oyndolas seamos sanados y justificados.
3.
Jess dijo: Ustedes no entienden las palabras de la Vida, porque estn en
la Muerte. La oscuridad oscurece sus ojos, y sus odos estn tapados por la
sordera.
4.
Pues les digo que no les aprovecha en absoluto que estudien las escrituras
muertas si por Sus obras niegan a quien se las ha dado.
5.
En verdad les digo que Dios y sus leyes no se encuentran en lo que
ustedes hacen. No se hallan en la glotonera ni en la borrachera, ni en una vida
desenfrenada, ni en la lujuria, ni en la bsqueda de la riqueza, ni mucho menos en
el odio a sus enemigos.
6.
Pues todas estas cosas estn lejos del verdadero Dios y de sus ngeles.
Todas estas cosas vienen del reino de la oscuridad y del seor de todos los males.
94
Y todas estas cosas las llevan en ustedes mismos; y por ello la palabra y el poder
de Dios no entran en ustedes, pues en su cuerpo y en su espritu habitan todo tipo
de males y abominaciones.
7.
Si desean que la palabra y el poder del Dios Vivo penetren en ustedes, no
profanen su cuerpo ni su espritu; pues el cuerpo es el Templo del Espritu, y el
Espritu es el Templo de Dios.
8.
Purifiquen, por tanto, el templo, para que el Seor del Templo pueda
habitar en l y ocupar un lugar digno de l.
9.
Retrense bajo la sombra del cielo de Dios, de todas las tentaciones de su
cuerpo y de su espritu, que vienen de Satn.
6
1.
Renuvense y ayunen. Pues en verdad les digo que Satn y sus plagas
solamente pueden ser expulsados por medio del ayuno y la oracin.
2.
Vayan por su cuenta y ayunen en solitario, sin descubrir su ayuno a
hombre alguno. El Dios Vivo lo ver y grande ser su recompensa.
3.
Y ayunen hasta que Belceb y todos sus demonios los abandonen y todos
los ngeles de nuestra Madre Terrenal vengan a servirlos.
4.
Pues en verdad les digo que a no ser que ayunen, nunca se librarn del
poder de Satn ni de todas las enfermedades que de l vienen.
5.
Ayunen y oren fervientemente, buscando el poder del Dios vivo para su
curacin.
6.
Y mientras ayunen, eviten a los hijos de los hombres y busquen a los
ngeles de nuestra Madre Terrenal, pues quien busca hallar.
7.
Busquen el aire fresco del bosque y de los campos, y en medio de ellos
hallarn el ngel del aire.
8.
Qutense su calzado y sus ropas y dejen que el ngel del aire abrace su
cuerpo.
9.
Respiren entonces larga y profundamente, para que el ngel del aire
penetre en ustedes.
10.
En verdad les digo que el ngel del aire expulsar de sus cuerpos toda
inmundicia que lo profane por fuera y por dentro.
11.
Y as saldr de ustedes toda cosa sucia y maloliente, igual que el humo del
fuego asciende en forma de penacho y se pierde en el mar del aire.
12.
Pues en verdad les digo que sagrado es el ngel del aire, quien limpia
cuanto est sucio y confiere a las cosas malolientes un olor agradable.
13.
Ningn hombre a quien no deje pasar el ngel del aire podr acudir ante la
faz de Dios.
14.
Verdaderamente, todo debe nacer de nuevo por el aire y por la verdad,
pues su cuerpo respira el aire de la Madre Terrenal, y su espritu respira la verdad
del Padre Celestial.
7
1.
95
2.
Qutense su calzado y sus ropas y dejen que el ngel del agua abrace todo
su cuerpo.
3.
Entrguense por entero a sus acogedores brazos y, as como el aire
penetra en Nuestra respiracin, que el agua penetre tambin en su cuerpo.
4.
En verdad les digo que el ngel del agua expulsar de su cuerpo toda
inmundicia que lo mancille por fuera y por dentro. Y toda cosa sucia y maloliente
fluir fuera de ustedes, igual que la suciedad de las vestiduras, lavada en el agua,
se va y se pierde en la corriente del ro.
5.
En verdad les digo que sagrado es el ngel del agua que limpia cuanto
est sucio y confiere a todas las cosas malolientes un olor agradable. Ningn
hombre a quien no deja pasar el ngel del agua podr acudir ante la faz de Dios.
6.
En verdad que todo debe nacer de nuevo del agua y de la verdad, pues su
cuerpo se baa en el ro de la vida terrenal y su espritu se baa en el ro de la
vida eterna. Pues reciben Nuestra sangre de nuestra Madre Terrenal y la verdad
de nuestro Padre Celestial.
7.
Pero no piensen que es suficiente que el ngel del agua los abrace slo
externamente.
8.
En verdad les digo que la inmundicia interna es, con mucho, mayor que la
externa. Y quien se limpia por fuera permaneciendo sucio en su interior, es como
las tumbas bellamente pintadas por fuera, pero llenas por dentro de todo tipo de
inmundicias y de abominaciones horribles.
9.
Por ello, en verdad les digo, que dejen que el ngel del agua los bautice
tambin por dentro, para que se liberen de sus antiguos pecados y para que
asimismo internamente sean tan puros como la espuma del ro jugueteando a la
luz del sol.
10.
Busquen, por tanto, una gran calabaza con el cuello de la longitud de un
hombre; extraigan su interior y llnenla con agua del ro caldeada por el sol.
Culguenla de la rama de un rbol, arrodillados en el suelo ante el ngel del agua
y hagan que el extremo del tallo de la calabaza penetre sus partes ocultas, para
que el agua fluya a travs de todos sus intestinos.
11.
Luego, descansen arrodillados en el suelo ante el ngel del agua y oren al
Dios Vivo para que les perdone todos sus antiguos pecados; y oren tambin al
ngel del agua para que libere su cuerpo de toda inmundicia y enfermedad.
12.
Dejen entonces que el agua salga de su cuerpo, para que se lleve de su
interior todas las cosas sucias y ftidas de Satn. Y vern con sus ojos y olern
con su nariz todas las abominaciones e inmundicias que mancillaban el templo de
su cuerpo; igual que todos los pecados que residan en su cuerpo,
atormentndolos con todo tipo de dolores.
13.
En verdad les digo que el bautismo con agua los libera de todo esto.
Renueven su bautismo con agua todos los das durante su ayuno hasta el da en
que vean que el agua que expulsan es tan pura como la espuma del ro.
Entreguen entonces su cuerpo a la corriente del ro y, una vez en los brazos del
ngel del agua, den gracias al Dios Vivo por haberlos librado de sus pecados.
14.
Y este bautismo sagrado por el ngel del agua es el renacimiento a la
nueva vida. Pues sus ojos vern a partir de entonces y sus odos oirn.
15.
No pequen ms, por tanto, despus de su bautismo, para que los ngeles
del aire y del agua habiten eternamente en ustedes y los sirvan para siempre.
96
8
1.
Y si queda despus dentro de ustedes alguno de sus antiguos pecados e
inmundicias, busquen al ngel de la luz del sol.
2.
Qutense su calzado y sus ropas y dejen que el ngel de la luz del sol
abrace todo su cuerpo.
3.
Respiren entonces larga y profundamente para que el ngel de la luz del
sol los penetre. Y el ngel de la luz del sol expulsar de su cuerpo toda cosa ftida
y sucia que lo mancille por fuera y por dentro.
4.
Y as saldr de ustedes toda cosa sucia y ftida, del mismo modo que la
oscuridad de la noche se disipa ante la luminosidad del sol naciente.
5.
Pues en verdad les digo que sagrado es el ngel de la luz del sol, quien
limpia toda inmundicia y confiere a lo maloliente un olor agradable.
6.
Nadie a quien no deje pasar el ngel de la luz del sol podr acudir ante la
faz de Dios.
7.
En verdad que todo debe nacer de nuevo del sol y de la verdad, pues su
cuerpo se baa en la luz del sol de la Madre Terrenal, y su espritu se baa en la
luz del sol de la verdad del Padre Celestial.
8.
Los ngeles del aire, del agua y de la luz del sol son hermanos. Les fueron
entregados al Hijo del Hombre para que le sirviesen y para que l pudiera ir
siempre de uno a otro.
9.
Sagrado es, asimismo, su abrazo. Son hijos indivisibles de la Madre
Terrenal, as que no separis ustedes a aqullos a quienes la tierra y el cielo han
unido. Dejad que estos tres ngeles hermanos os envuelvan cada da y habiten en
ustedes durante todo su ayuno.
9
1.
Pues en verdad les digo que el poder de los demonios, todos los pecados
e inmundicias, huirn con presteza de aquel cuerpo que sea abrazado por estos
tres ngeles.
2.
Del mismo modo que los ladrones huyen de una casa abandonada al llegar
el dueo de sta, uno por la puerta, otro por la ventana y un tercero por el tejado,
cada uno donde se encuentra y por donde puede, asimismo huirn de sus cuerpos
todos los demonios del mal, todos sus antiguos pecados y todas las inmundicias y
enfermedades que profanaban el templo de sus cuerpos.
3.
Cuando los ngeles de la Madre Terrenal entren en sus cuerpos, de modo
que los seores del templo lo posean nuevamente, entonces huirn con presteza
todos los malos olores a travs de la respiracin y de su piel, y las aguas
corrompidas por su boca y su piel y por su partes ocultas y secretas. Y todas estas
cosas las vern con sus propios ojos, las olern con su nariz y las tocarn con sus
manos.
4.
Y cuando todos los pecados e inmundicias hayan abandonado su cuerpo,
su sangre se volver tan pura como la sangre de nuestra Madre Terrenal y como
la espuma del ro jugueteando a la luz del sol.
97
5.
Y su aliento se volver tan puro como el aliento de las flores perfumadas;
su carne, tan pura como la carne de los frutos que enrojecen sobre las ramas de
los rboles; la luz de sus ojos tan clara y luminosa como el brillo del sol que
resplandece en el cielo azul.
6.
Y entonces les servirn todos los ngeles de la Madre Terrenal. Y su
respiracin, su sangre y su carne sern una con la respiracin, la sangre y la
carne de la Madre Terrenal, para que su espritu se haga tambin uno con el
espritu del Padre Celestial.
10
1.
Pues en verdad nadie puede llegar al Padre Celestial sino a travs de la
Madre Terrenal.
2.
Del mismo modo que un nio recin nacido no puede entender la
enseanza de su padre mientras su madre no le haya primero amamantado,
baado, cuidado, dormido y alimentado.
3.
Mientras el nio es pequeo, su lugar est junto a su madre y a ella debe
obedecer. Cuando el nio ya ha crecido, su padre le lleva a trabajar al campo a su
lado, y el nio regresa junto a su madre solamente cuando llega la hora de la
comida y de la cena.
4.
Y entonces el padre le ensea para que se adiestre en los trabajos de su
padre. Y cuando el padre ve que su hijo entiende su enseanza y hace bien su
trabajo, le da todas las posesiones para que estas pertenezcan a su amado hijo y
para que ste contine la obra de su padre.
5.
En verdad les digo que feliz es el hijo que acepta el consejo de su madre y
lo sigue. Y cien veces ms feliz es el hijo que acepta y sigue tambin el consejo de
su padre, pues ya se les dijo: Honra a tu padre y a tu madre.
6.
Pero yo les digo, Hijos del Hombre: Honren a Nuestra Madre Terrenal y
guarden todas Sus leyes, para que sean largos sus das en esta tierra, y honren a
Nuestro Padre Celestial para que sea Nuestra en los cielos la vida eterna.
7.
Pues el Padre Celestial es un centenar de veces ms grande que todos los
padres por sangre y descendencia, y mayor es la Madre Terrenal que todas las
madres por el cuerpo.
8.
Y ms querido es el Hijo del Hombre a los ojos de su Padre Celestial y de
su Madre Terrenal que lo son los nios a los ojos de sus padres por sangre y por
descendencia y de sus madres por el cuerpo.
9.
Y ms sabias son la Palabra y la Ley de Nuestro Padre Celestial y de
Nuestra Madre Terrenal que las palabras y la voluntad de todos los padres por
sangre y por descendencia, y de todas las madres por el cuerpo.
10.
Y tambin de ms valor es la herencia de Nuestro Padre Celestial y de
Nuestra Madre Terrenal, el reino eterno de la vida eterna y celestial, que todas las
herencias de sus padres por sangre y por descendencia, y de nuestras madres por
el cuerpo.
11.
Y sus verdaderos hermanos son todos aquellos que hacen la voluntad de
Nuestro Padre Celestial y de Nuestra Madre Terrenal, y no sus hermanos de
sangre.
98
12.
En verdad les digo que sus verdaderos hermanos en la voluntad del Padre
Celestial y de la Madre Terrenal los amarn un millar de veces ms que sus
hermanos de sangre.
13.
Pues desde los das de Can y Abel, cuando los hermanos de sangre
transgredieron la voluntad de Dios, no existe una verdadera fraternidad por la
sangre. Y los hermanos actan entre s como extraos.
14.
Por ello les digo, amen a sus verdaderos hermanos en la voluntad de Dios
un millar de veces ms que a sus hermanos de sangre.
11
1.
El Padre Celestial es amor.
2.
Nuestra Madre Terrenal es amor.
3.
El Hijo del Hombre es amor.
4.
Por Amor el Padre Celestial, la Madre Terrenal y el Hijo del Hombre se
hacen uno. Pues el espritu del Hijo del Hombre fue creado del espritu del Padre
Celestial, y su cuerpo del cuerpo de la Madre Terrenal.
5.
Hganse, por tanto, perfectos como perfectos son el espritu del Padre
Celestial y el cuerpo de Nuestra Madre Terrenal. Y amen as al Padre Celestial,
igual que l ama su propio Espritu. Y amen as a Nuestra Madre Terrenal, igual
que Ella ama su cuerpo.
6.
Y amen as a sus verdaderos hermanos, igual que Nuestro Padre Celestial
y Nuestra Madre Terrenal nos aman.
7.
Y entonces les dar El Padre Celestial su Santo Espritu, y La Madre
Terrenal les dar su cuerpo santo.
8.
Y entonces los Hijos de los Hombres se darn amor unos a otros como
verdaderos hermanos, el amor que recibieron de su Padre Celestial y de su Madre
Terrenal; y todos se convertirn en consoladores de unos de otros.
9.
Y desaparecer entonces de la tierra todo mal y toda tristeza, y habr amor
y alegra sobre la tierra.
10.
Y ser entonces la tierra como los cielos, y vendr el reino de Dios.
11.
Y entonces vendr el Hijo del Hombre en toda su gloria, para heredar el
reino de Dios.
12.
Y entonces los Hijos de los Hombres dividirn su divina herencia, el reino
de Dios. Pues los Hijos del Hombre viven en el Padre Celestial y en la Madre
Terrenal, y el Padre Celestial y la Madre Terrenal viven en ellos.
13.
Y entonces con el reino de Dios llegar el fin de los tiempos. Pues el amor
del Padre Celestial da vida eterna a todo lo que est en el Su Reino. Pues el Amor
es eterno. Y El Amor es ms fuerte que la Muerte.
14.
Aunque yo hable con las lenguas de los hombres y de los ngeles, si no
tengo amor, mis palabras son como el sonido del latn o como el tintineo de un
platillo.
15.
Aunque diga lo que ha de venir y conozca todos los secretos y toda la
sabidura; y aunque tenga una fe tan fuerte como la tormenta que mueve las
montaas de su sitio, si no tengo amor no soy nada.
99
16.
Y aunque d todos mis bienes para alimentar al pobre y le ofrezca todo el
fuego que he recibido de mi Padre, si no tengo amor no hallar en ello provecho
alguno.
17.
El amor es paciente y el amor es amable. El amor no es envidioso, no hace
el mal, no conoce el orgullo; no es rudo ni egosta. Es ecunime, no cree en la
malicia; no se regocija en la injusticia, sino que se deleita en la justicia.
18.
El amor lo defiende todo, el amor lo cree todo, el amor lo espera todo, y el
amor lo soporta todo; nunca se agota; pero en cuanto a las lenguas, cesarn, y en
cuanto al conocimiento, se desvanecer.
19.
Pues poseemos en parte la verdad y en parte el error, ms cuando venga
la plenitud de la perfeccin, lo parcial ser aniquilado.
20.
Cuando el hombre era nio hablaba como un nio, entenda como un nio,
pensaba como un nio; pero cuando se hizo hombre abandon las cosas de los
nios. Porque nosotros vemos ahora a travs de un cristal y a travs de dichos
oscuros.
21.
Ahora conocemos parcialmente, ms cuando hayamos acudido ante el
rostro de Dios, ya no conoceremos en parte, pues nosotros mismos seremos
enseados por l.
22.
Ahora nos quedan tres cosas: la fe, la esperanza y el amor, pero la ms
grande de ellas es el amor.
12
1.
Y ahora les hablo en la lengua viva del dios Vivo, por medio del santo
espritu de nuestro Padre Celestial. No hay aun ninguno de entre ustedes que
pueda entender todo cuanto les digo.
2.
Quien les comenta las escrituras les habla en una lengua muerta de
hombres muertos, a travs de su cuerpo enfermo y mortal. Por lo tanto a l le
pueden entender todos los hombres, pues todos los hombres estn enfermos y
todos estn en la muerte.
3.
Nadie ve la luz de la vida. El ciego gua a los ciegos en el oscuro sendero
de los pecados, las enfermedades y los sufrimientos, y al final se precipitan todos
en la fosa de la muerte.
4.
Yo les he sido enviado por el Padre para que haga brillar la luz de la vida
entre ustedes. La luz se ilumina a s misma y a la oscuridad, ms la oscuridad se
conoce slo a s misma y no conoce la luz.
5.
Aun tengo que decirles muchas cosas, mas aun no pueden comprenderlas.
Sus ojos estn acostumbrados a la oscuridad, y la plena Luz del Padre Celestial
los cegara.
6.
Por eso no pueden entender aun cuanto les hablo acerca del padre
Celestial, quien me envi a ustedes.
7.
Sigan pues primero solo las leyes de Nuestra Madre Terrenal, de quien ya
les he contado. Y cuando sus ngeles hayan lavado y renovado sus cuerpos y
fortalecido sus ojos, sern capaces de soportar la luz de nuestro Padre Celestial.
8.
Cuando sean capaces de contemplar el brillo del sol del medioda con los
ojos fijos, podrn entonces mirar la luz cegadora de su Padre Celestial, la cual es
un millar de veces ms brillante que el brillo de un millar de soles.
100
9.
Mas cmo miraran la Luz cegadora de su Padre Celestial, si no pueden
soportar siquiera la luz del sol radiante?
10.
Cranme, el sol es como la llama de una vela comparado con el sol de la
verdad del Padre Celestial. No tengan, por tanto, sino fe, esperanza y amor.
11.
En verdad les digo que no desearn recompensa.. Si creen en mis
palabras creern en quien me envi, que es el Seor de todos y para quien todas
las cosas son posibles. Pues lo que resulta imposible con los hombres, es posible
con Dios.
12.
Si creen en los ngeles de la Madre Terrenal y cumplen sus leyes, su fe los
sostendr y nunca conocern la enfermedad.
13.
Tengan esperanza tambin en el Amor del Padre Celestial, pues quien
confa en l no ser nunca defraudado ni tampoco conocer la muerte.
14.
mense los unos a los otros, pues Dios es amor, y as sabrn los ngeles
que van por sus caminos.
15.
Y entonces acudirn todos los ngeles ante sus rostros y los servirn. Y
Satn partir de su cuerpo con todos sus pecados, enfermedades e inmundicias.
16.
Vayan, renuncien a sus pecados; arrepintanse ustedes mismos; y
bautcense ustedes mismos; para que nazcan de nuevo y no pequen ms.
13
1.
Y Jess se puso de pie. Mas todos los dems se quedaron sentados, pues
todos sentan el poder de sus palabras.
2.
Y luego apareci la luna entre las nubes que se partan, y envolvi a Jess
en su brillo. Y su caballera despeda rayos de fuego y Jess estaba all de pie,
entre ellos, a la luz de la luna, como si estuviera suspendido en el aire.
3.
Y nadie supo cunto tiempo haba pasado, pues el tiempo suspendi su
marcha.
4.
Entonces Jess extendi sus manos y les dijo; La paz sea con ustedes;. Y
as parti, como el aliento del aire al balancear las hojas verdes de los rboles.
5.
Y por gran rato la multitud qued sentada, quieta. Y despertaron en medio
del silencio, uno despus del otro, como si despertaran de un largo sueo.
6.
Pero, nadie se iba. Como si las palabras de aquel que les haba dejado, an
sonaran en sus odos. Y quedaron sentados como si escucharan alguna msica
maravillosa.
7.
Al fin uno de ellos, con respeto, dijo: Cun bueno es estar aqu. Otro: Que
esta noche fuera eterna. Y otros: Que siempre pudiera estar con nosotros. En
verdad, El es el mensajero de Dios, puesto que sembr la esperanza en nuestros
corazones. Y ninguno deseaba irse a su casa diciendo: No voy a mi casa donde
todo es tinieblas y no hay gozo. Para qu vamos a casa donde nadie nos ama?
8.
Y hablaban de ese modo, pues casi todos eran pobres, cojos, ciegos,
malformados. Eran mendigos, sin hogar, despreciados en su miseria. Eran
nicamente soportados en las casas donde hallaban refugio por algunos das, solo
por amor a la piedad.
101
9.
Y algunos, tambin, poseyendo casas y familias decan: Tambin nosotros
nos quedaremos con ustedes. Porque cada hombre senta que las palabras de El,
que haba partido, los una con lazos invisibles a la pequea compaa.
10.
Y todos sintieron su nuevo nacimiento. Vieron ante ellos un mundo lleno de
esplendor, an cuando la luna se esconda tras las nubes. Y en el corazn de
todos renacan flores de admirable belleza, las flores del gozo y de la felicidad.
11.
Y cuando los brillantes rayos del sol aparecieron en el horizonte, todos
sintieron que era el futuro Sol del Reino de Dios. Y con sus rostros radiantes de
gozo se levantaron para encontrar a los ngeles de Dios.
14
1.
Y muchos sucios y enfermos siguieron las palabras de Jess y buscaron las
orillas de las corrientes murmurantes. Se descalzaron y desvistieron, ayunaron y
entregaron sus cuerpos a los ngeles del aire, del agua y de la luz del sol.
2.
Y los ngeles de la Madre Terrenal les abrazaron y poseyeron sus cuerpos
por dentro y por fuera. Y todos ellos vieron cmo todos los males, pecados e
inmundicias les abandonaban rpidamente.
3.
Y el aliento de algunos se volvi tan ftido como el olor que sueltan los
intestinos, y a algunos les fluan babas y de sus partes internas surgi un vmito
maloliente y sucio.
4.
Todas estas inmundicias salieron por sus bocas. En algunos por la nariz, y
en otros por los ojos y odos. Y a muchos les vino por todo su cuerpo un sudor
apestoso y abominable por toda su piel.
5.
Y en muchos de sus miembros se abrieron fornculos grandes y calientes,
de los que salan inmundicias malolientes, y de sus cuerpos flua orina en
abundancia; y en muchos su orina no estaba sino seca y se volva tan espesa
como la miel de las abejas; la de los otros era casi roja y dura casi como la arena
de los ros.
6.
Muchos lanzaban ftidos gases de sus intestinos, semejantes al aliento de
los demonios. Y su hedor se hizo tan grande que nadie poda soportarlo.
7.
Y cuando se bautizaron a s mismos, el ngel del agua penetr en sus
cuerpos, y de ellos salieron todas las abominaciones e inmundicias de sus
antiguos pecados, y semejante a un ro que descendiese de una montaa,
salieron a borbotones de sus cuerpos gran cantidad de abominaciones duras y
blandas.
8.
Y la tierra donde cayeron las aguas qued contaminada, y tan grande era el
hedor que nadie poda permanecer en aquel lugar.
9.
Y los demonios abandonaron sus intestinos en forma de numerosos
gusanos que se retorcan en el lodo de sus inmundicias internas despus que el
ngel del agua les hubo expulsado de los intestinos de los Hijos de los Hombres,
se retorcieron en el suelo con ira impotente.
10.
Y entonces descendi sobre ellos el poder del ngel de la luz del sol, y all
perecieron en sus desesperadas convulsiones, pisoteados bajo los pies del ngel
de la luz del sol.
102
11.
Y todos se estremecieron aterrorizados al mirar todas aquellas
abominaciones de Satn, de quienes les haban salvado los ngeles. Y dieron
gracias a Dios por haberles enviado sus ngeles para liberarles.
15
1.
Y haba algunos atormentados por grandes dolores que no parecan querer
abandonarles; y no sabiendo qu hacer, decidieron enviar alguno de ellos a Jess,
pues deseaban mucho tenerle entre ellos.
2.
Y cuando dos hubieron ido en su busca, vieron al mismo Jess
acercndose por la orilla del ro. Y sus corazones se llenaron de esperanza y de
alegra cuando oyeron su saludo: La paz sea con ustedes.
3.
Y muchas eran las preguntas que deseaban hacerle, mas en su sorpresa
no podan empezar, pues nada acuda a sus mentes.
4.
Les dijo entonces Jess: He venido porque me necesitan.
5.
Y uno grit: Maestro, verdaderamente te necesitamos. Ven y lbranos de
nuestros sufrimientos.
6.
Y Jess les habl en parbolas: Son como el hijo prdigo, quien durante
muchos aos comi y bebi, y pas sus das con sus amigos en el desenfreno y la
lascivia. Y cada semana, sin que su padre lo supiese, contraa nuevas deudas,
malgastando cuanto tena en pocos das.
7.
Y los prestamistas siempre le prestaban, pues su padre posea grandes
riquezas y siempre pagaba pacientemente las deudas de su hijo.
8.
Y en vano amonestaba a su hijo con buenas palabras, porque nunca
escuchaba las advertencias de su padre, quien le suplicaba en vano que
renunciase a sus vicios sin fin, y que fuera a sus campos a vigilar el trabajo de sus
sirvientes.
9.
Y el hijo le prometa siempre todo si pagaba sus antiguas deudas, mas al
da siguiente empezaba de nuevo.
10.
Y durante ms de siete aos el hijo contino en su vida licenciosa. Pero, al
fin, su padre perdi la paciencia y no pag ms a los prestamistas las deudas de
su hijo. Si sigo pagndolas siempre dijo- no acabarn los pecados de mi hijo.
Entonces, los prestamistas, que se vieron engaados, en su clera se llevaron al
hijo como esclavo, para que con su trabajo diario les pagase el dinero que haban
tomado prestado.
11.
Y entonces se acab el comer, el beber y todos los excesos diarios.
12.
De la maana a la noche mojaba los campos con el sudor de su frente, y
con el trabajo desacostumbrado todos sus miembros le dolan. Y viva de pan
seco, no teniendo ms que sus propias lgrimas para humedecerlo.
13.
Al tercer da haba sufrido tanto por el calor y el cansancio que le dijo a su
dueo: No puedo trabajar ms porque me duelen todos mis miembros. Por
cunto tiempo ms me atormentars?,- Hasta el da en que por el trabajo de tus
manos me hayas pagado todas tus deudas, y cuando hayan pasado siete aos,
sers libre.
14.
Y el hijo desesperado respondi llorando: Pero sino puedo soportarlo ni
siquiera durante siete das! Apidense de m, pues todos mis miembros me duelen
y me abrasan: Y el malvado acreedor le grit: Sigue con tu trabajo! Si pudiste
103
dedicar tus das y tus noches al desenfreno durante siete aos, tendrs que
trabajar ahora durante siete aos. No te perdonar hasta que me hayas pagado
todas tus deudas hasta el ltimo centavo.
15.
Y el hijo regres desesperado a los campos, con sus miembros
atormentados por el dolor, para seguir con su trabajo. Ya difcilmente poda
tenerse en pie debido al cansancio y a los dolores, cuando lleg al sptimo da, el
da del Sabath, en el cual nadie trabaja en el campo.
16.
Reuni el hijo entonces el resto de sus fuerzas y se arrastr hasta la casa
de su padre. Y echndose a los pies de su padre, le dijo: Padre, creme por
ltima vez y perdname todas mis ofensas contra ti. Nunca ms volver a vivir
desenfrenadamente y te obedecer en todo. Librame de las manos de mi
opresor. Mrame y contempla mis miembros enfermos y no endurezcas tu
corazn.
17.
Entonces brotaron lgrimas de los ojos del padre, que tomando a su hijo en
brazos dijo: Alegrmonos, porque hoy se me ha dado una gran alegra, pues he
recuperado a mi hijo que estaba perdido.
18.
Le visti con sus mejores ropas, y durante todo el da hicieron fiesta. Y a la
maana siguiente dio a su hijo una bolsa de plata para que pagase a sus
acreedores cuanto les deba.
19.
Cuando su hijo regres, le dijo: Ya ves, hijo mo, lo fcil que es con una
vida desenfrenada contraer deudas por siete aos, pero es difcil pagarla con el
trabajo de siete aos. Padre, es verdaderamente duro pagarlas incluso durante
slo siete das.
20.
Y el padre le advirti, dicindole: Slo por esta vez se te ha permitido
pagar tus deudas en siete das en lugar de en siete aos, el resto te est
perdonado. Pero cuida de no contraer ms deudas en el tiempo venidero.
21.
Pues en verdad te digo que nadie ms que tu padre perdona tus deudas
por ser su hijo. Porque de haber sido cualquier otro, habras tenido que trabajar
duramente durante siete aos, como est ordenado en nuestras leyes.
22.
Padre, a partir de ahora ser tu hijo amante y obediente, y nunca ms
contraer deudas, pues s que pagarlas es duro.
23.
Y fue al campo de su padre y todos los das vigilaba el trabajo de los
labradores de su padre.
24.
Y nunca les hizo trabajar demasiado duro, pues recordaba su propio
trabajo pesado.
25.
Y pasaron los aos y las posesiones de su padre aumentaron ms y ms
bajo su mano, pues su tarea contaba con la bendicin de su padre.
26.
Y lentamente devolvi a su padre diez veces ms de cuanto haba
derrochado durante aquellos siete aos.
27.
Y cuando el padre vio que el hijo trataba bien a sus sirvientes y todas sus
posesiones, le dijo: Hijo mo, veo que mis posesiones estn en buenas manos.
28.
Te doy todo mi ganado, mi casa, mis tierras y mis tesoros. Que todo esto
sea tu herencia; contina aumentndola para que goce en ti.
29.
Y cuando el hijo hubo recibido la herencia de su padre, l perdon a sus
deudores todo aquello que no le podan pagar. Pues no olvid que sus deudas le
haban sido perdonadas, cuando no las pudo pagar.
104
30.
Y Dios le bendijo con una vida larga, con muchos hijos y con muchas
riquezas, pues era amable con todos sus sirvientes y con todo su ganado.
16
1.
Jess se volvi entonces al pueblo enfermo y dijo:
2.
Les hablo en parbolas para que entiendan mejor la palabra de Dios.
3.
Los siete aos de comer y beber y de vida desenfrenada son los pecados
del pasado.
4.
El malvado acreedor es Satn.
5.
Las deudas son las enfermedades.
6.
El trabajo duro son los dolores.
7.
El hijo prdigo son ustedes mismos.
8.
El pago de las deudas es la expulsin de ustedes de los demonios y de las
enfermedades y la curacin de su cuerpo.
9.
La bolsa de plata recibida del padre es el poder libertador de los ngeles.
10.
El padre es Dios.
11.
Las posesiones del padre son el cielo y la tierra.
12.
Los sirvientes del padre son los ngeles.
13.
El campo del padre es el mundo, que se convierte en el reino de los cielos
si los Hijos del Hombre trabajan en l junto a los ngeles del Padre Celestial.
14.
Pues yo les digo que es mejor que el hijo obedezca a su padre y vigile a
los sirvientes de su padre en el campo, a que se convierta en deudor del malvado
acreedor, y fatigarse y sudar en la servidumbre para restituir todas sus deudas.
15.
De igual modo, es mejor que los Hijos del Hombre obedezcan tambin las
leyes de su Padre Celestial y que trabajen con sus ngeles en su reino, a
convertirse en deudores de Satn, el seor de la muerte, de todos los pecados y
todas las enfermedades, a sufrir con dolores y sudor hasta haber reparado todos
sus pecados.
17
1.
En verdad os digo, grandes son y muchos vuestros errores. Por muchos
aos han cedido a las seducciones de Satn.
2.
Han sido glotones, bebedores y putaeros, y sus antiguas deudas se han
multiplicado.
3.
Y ahora deben repararlas, y el pago es duro y difcil.
4.
No se impacienten por tanto ya al tercer da, como el hijo prdigo, sino
esperen pacientemente al sptimo da que est santificado por Dios, y entonces
acudan con corazn humilde y obediente ante el rostro de su Padre Celestial, para
que les perdone sus pecados y todas sus antiguas deudas.
5.
En verdad les digo que su Padre Celestial los ama infinitamente, pues
tambin l les permite pagar en siete das las deudas de siete aos.
6.
Quienes le deban los pecados y enfermedades de siete aos, pero le
paguen honestamente y perseveren hasta el sptimo da, a ellos perdonar
nuestro Padre Celestial las deudas de los siete aos completos.
105
7.
Y si hemos pecado durante siete veces siete aos?, pregunt un hombre
enfermo que sufra horriblemente. Incluso en ese caso el Padre Celestial les
perdona todas sus deudas en siete veces siete das. Respondi Jess.
8.
Felices son aquellos que perseveran hasta el fin, pues los demonios de
Satn escriben todas Nuestras malas acciones en un libro, el libro de su cuerpo y
de su espritu.
9.
En verdad les digo que no hay una sola accin pecaminosa, hasta desde el
principio del mundo, que no sea escrita ante nuestro Padre Celestial.
10.
Pues pueden escapar a las leyes hechas por los reyes, pero a las leyes de
su Dios, a esas no puede escapar ninguno de los Hijos del Hombre.
11.
Y cuando acuds ante el rostro de Dios, los demonios de Satn hacen de
testigos en contra Nuestra por medio de sus actos, y Dios ve sus pecados escritos
en el libro de su cuerpo y de su espritu, y su corazn est triste.
12.
Ms si se arrepienten de sus pecados y buscan a los ngeles de Dios por
medio del ayuno y de la oracin, entonces, por cada da que siguen ayunando y
orando, los ngeles de Dios borran un ao de sus malas acciones del libro de su
cuerpo y de su espritu.
13.
Y cuando la ltima pgina ha sido tambin borrada y limpiada de todos sus
pecados, se encuentran ante la faz de Dios, y Dios se alegra en su corazn y les
perdona todos sus pecados.
14.
Los libera de las garras de Satn y del sufrimiento; los hace entrar en su
casa y ordena a todos sus sirvientes, y a todos sus ngeles, que los sirvan.
15.
Les da larga vida, y nunca ms conocern la enfermedad.
16.
Y si en adelante, en lugar de pecar, pasan sus das haciendo buenas
acciones, entonces escribirn los ngeles de Dios todas sus buenas acciones en
el libro de su cuerpo y de su espritu.
17.
En verdad les digo que ninguna accin buena queda sin ser escrita ante
Dios, y as ocurre desde el principio del mundo.
18.
Pues de sus reyes y de sus gobernadores pueden esperar en vano su
recompensa, mas nunca han de esperar sus acciones buenas su premio de parte
de Dios.
19.
Y cuando acudimos ante el rostro de Dios, sus ngeles atestiguan a su
favor por medio de sus buenas acciones.
20.
Dios ve nuestras buenas acciones escritas en los cuerpos y en los
espritus, y se alegra en su corazn.
21.
Bendice su cuerpo y su espritu, y todas sus acciones, y nos da en
herencia su reino terrenal y celestial, para que en l tengamos la vida eterna.
22.
Feliz es aquel que puede entrar en el reino de Dios, pues nunca conocer
la muerte.
18
1.
Y un gran silencio se hizo tras sus palabras. Y quienes se sentan
desanimados obtuvieron nueva fuerza de sus palabras, y continuaron ayunando y
orando.
106
2.
Y quien haba hablado primero exclam: Perseverar hasta el sptimo da.
Y el segundo igualmente dijo: Yo tambin perseverar durante siete veces el
sptimo da.
3.
Jess les respondi: Felices son aquellos que perseveran hasta el fin, pues
heredarn la tierra.
4.
Y haba entre ellos muchos enfermos atormentados por fuertes dolores, y
se arrastraron con dificultad hasta los pies de Jess. Pues no podan ya caminar
sobre sus pies.
5.
Dijeron: Maestro, el dolor nos atormenta intensamente; dinos qu debemos
hacer.
6.
Y mostraron a Jess sus pies, cuyos huesos estaban retorcidos y nudosos
y dijeron: Ni el ngel del aire ni del agua, ni el de la luz del sol han disminuido
nuestros dolores, a pesar de habernos bautizado nosotros mismos y de haber
ayunado y orado y seguido tus palabras en todo.
7.
En verdad les digo que sus huesos sanarn. No desesperen, pero no
busquen su curacin sino en el sanador de los huesos, el ngel de la tierra. Pues
de ella salieron sus huesos, y a ella retornarn.
8.
Y seal con su mano donde la corriente de agua y el calor del sol haban
ablandado la tierra dando un barro arcilloso, en el borde del agua.
9.
Hundan sus pies en el fango, para que el abrazo del ngel de la tierra
extraiga de sus huesos toda inmundicia y toda enfermedad.
10.
Y vern cmo Satn y sus dolores huyen del abrazo del ngel de la tierra.
11.
As desaparecern las nudosidades de sus huesos, y se enderezarn, y
todos sus dolores desaparecern.
12.
Los enfermos siguieron sus palabras, pues saban que se curaran.
19
1.
Y haba tambin otros enfermos que sufran mucho con sus dolores, a
pesar de lo cual persistan en su ayuno.
2.
Y sus fuerzas se agotaban, y un calor extremo les atormentaba.
3.
Y cuando se levantaban de su lecho para ir donde Jess, les empezaba a
dar vueltas la cabeza, como si un viento racheado les azotase, y tantas veces
como trataban de ponerse en pie caan nuevamente al suelo.
4.
Entonces, Jess acudi a ellos y les dijo: Sufren porque Satn y sus
enfermedades atormentan sus cuerpos. Ms no teman, pues su poder sobre
ustedes terminar pronto. Porque Satn es como un vecino colrico que penetr
en la casa de su vecino mientras este estaba ausente, pretendiendo llevarse sus
bienes a su propia casa.
5.
Pero alguien avis al otro que su enemigo estaba saqueando su casa, y
regres a esta corriendo.
6.
Y cuando el malvado vecino, tras haber reunido cuanto le haba apetecido,
vio de lejos al dueo de la casa que regresaba a toda prisa, se encoleriz por no
poder llevarse todo y se puso a romper y estropear cunto all haba, para
destruirlo todo.
107
7.
As aunque aquellas cosas no pudieran ser suyas, tampoco las tendra el
otro. Pero el dueo de la casa lleg inmediatamente y antes de que el malvado
vecino consiguiese su propsito, le asi y le ech de la casa.
8.
En verdad les digo que de igual modo penetr Satn en sus cuerpos, que
son la morada de Dios. Y tom en su poder cuanto dese robar: su respiracin, su
sangre, sus huesos, su carne, sus intestinos, sus ojos y sus odos.
9.
Ms por medio de su ayuno y de la oracin, han llamado de nuevo al Seor
de su cuerpo y a sus ngeles.
10.
Y ahora Satn ve que el verdadero Seor de su cuerpo vuelve y que es el
fin de su poder.
11.
Por ello, en su clera, rene una vez ms sus fuerzas para destruir sus
cuerpos antes de la llegada del Seor.
12.
Por eso Satn los atormenta con tanto dolor, pues siente que su fin ha
llegado. Mas no dejen que sus corazones se estremezcan, pues pronto
aparecern los ngeles de Dios para ocupar nuevamente sus lugares y volver a
consagrarlos como templos de Dios.
13.
Y asirn a Satn y le expulsarn de sus cuerpos, junto con todas sus
enfermedades y todas sus inmundicias. Felices sern, pues recibirn la
recompensa de su constancia, y nunca ms conocern enfermedad.
20
1.
Y haba entre los enfermos uno a quien Satn atormentaba ms que a
ningn otro.
2.
Su cuerpo estaba enjuto como un esqueleto y su piel amarilla como una
hoja seca. Estaba ya tan dbil que ni siquiera a gatas poda arrastrase hasta
Jess, y solo de lejos pudo gritarle: Maestro, apidate de m, pues nunca ha
sufrido ningn hombre, ni siquiera desde el principio del mundo, como yo sufro. S
que has sido en verdad enviado por Dios, y s que si lo deseas, puedes expulsar
inmediatamente a Satn de mi cuerpo. No obedecen los ngeles de Dios al
mensajero del Seor? Ven, Maestro, y expulsa ahora a Satn de m, pues se
enfurece colrico en mi interior y doloroso es su tormento.
3.
Y Jess le respondi: Satn te atormenta tanto porque ya has ayunado
muchos das y no pagas su tributo. No le alimentas con todas las abominaciones
con las que hasta ahora profanabas el templo de tu espritu.
4.
Atormentas a Satn con el hambre, y por eso en su clera te atormenta l
a ti a su vez.
5.
No temas, pues te digo que Satn ser destruido antes de que tu cuerpo
sea destruido; pues mientras ayunas y oras, los ngeles de Dios protegen tu
cuerpo para que el poder de Satn no te destruya. Y la ira de Satn es impotente
contra los ngeles de Dios.
6.
Entonces acudieron todos juntos a Jess, y con grandes voces le suplicaron
diciendo: Maestro, compadcete de l, pues sufre ms que todos nosotros, y si
no expulsas enseguida a Satn de su cuerpo tememos que no sobrevivir hasta
maana.
7.
Y Jess les replic: Grande es su fe. Hgase segn su fe, y pronto vern,
cara a cara, al horrible semblante de Satn y el poder del Hijo del Hombre.
108
8.
Pues expulsar de ustedes al poderoso Satn por medio de la fortaleza del
inocente cordero de Dios, la criatura ms dbil del Seor.
9.
Porque el Espritu Santo de Dios hace ms poderoso al ms dbil que al
ms fuerte.
10.
Y Jess orde a una oveja que estaba pastando la hierba. Y puso la leche
sobre la arena caldeada por el sol, diciendo: He aqu que el poder del ngel del
agua ha penetrado en esta leche. Y ahora penetrar tambin en ella el poder del
ngel de la luz del sol.
11.
Y la leche se calent con la fuerza del sol.
12.
Y ahora los ngeles del agua y del sol se unirn al ngel del aire.
13.
Y he aqu que el vapor de la leche caliente empez a elevarse lentamente
por el aire.
14.
Ven y aspira por la boca la fuerza de los ngeles del agua, de la luz del sol
y del aire, para que sta penetre en tu cuerpo y expulse de l a Satn.
15.
Y el enfermo a quien Satn tanto atormentaba aspir a su interior
profundamente aquel vapor blanquecino que ascenda.
16.
Satn abandonar inmediatamente tu cuerpo, ya que lleva tres das sin
comer y no halla alimento alguno dentro tuyo. Saldr de ti para satisfacer su
hambre con la leche caliente y humeante, pues este alimento es de su agrado.
Oler su aroma y no ser capaz de resistir el hambre que lleva atormentndole
desde hace tres das. Pero el Hijo del Hombre destruir su cuerpo para que no
atormente a nadie ms.
17.
Entonces el cuerpo del hombre se estremeci con una convulsin y pareci
como si fuese a vomitar, pero no poda. El hombre abra la boca en busca de aire,
pues se le cortaba la respiracin. Y se desmay en el regazo de Jess.
18.
Ahora Satn abandona su cuerpo. Vanle. Y Jess seal la boca abierta
del hombre enfermo.
19.
Y entonces vieron todos con asombro y terror cmo surga Satn de su
boca en forma de un gusano abominable, en busca de la leche humeante.
20.
Entonces Jess tom dos piedras angulosas con sus manos y aplast la
cabeza de Satn y extrajo del cuerpo del enfermo todo el cuerpo del monstruo,
que era casi tan largo como el hombre.
21.
Una vez que hubo salido aquel abominable gusano de la garganta del
enfermo, este recuper de inmediato el aliento, y entonces cesaron todos sus
dolores. Y los dems miraban con terror el abominable cuerpo de Satn.
22.
Mira qu bestia abominable has llevado y alimentado en tu propio cuerpo
durante tantos aos. La he expulsado de ti y matado para que nunca ms te
atormente.
23.
Da gracias a Dios por haberte liberado sus ngeles, y no peques ms, no
vaya a retornar otra vez Satn a tu cuerpo.
24.
Que tu cuerpo sea en adelante un templo dedicado a tu Dios.
25.
Y todos permanecan asombrados por sus palabras y su poder. Y dijeron:
Maestro, verdaderamente eres el mensajero de Dios, y conoces todos los
secretos.
26.
Y Jess les replic: Y ustedes sean verdaderos Hijos de Dios para
participar tambin de su poder y del conocimiento de todos los secretos. Pues la
sabidura y el poder solamente pueden provenir del amor a Dios.
109
27.
Amen, pues, a su Padre Celestial y a Nuestra Madre Terrenal con todo su
corazn y con todo su espritu. Y srvanles para que Sus ngeles les sirvan
tambin a ustedes.
28.
Sacrifiquen todos sus actos a Dios. Y no alimenten a Satn, pues la
retribucin del pecado es la muerte.
29.
Mientras que en Dios se halla la recompensa del bien, su amor, el cual es
el conocimiento y el poder de la vida eterna.
30.
Y todos se arrodillaron para dar gracias a Dios por su amor.
31.
Y Jess parti, diciendo: Vendr de nuevo junto a quienes persistan en la
oracin y el ayuno hasta el sptimo da. La paz sea con ustedes.
32.
Y el hombre enfermo de quien haba expulsado Jess a Satn se puso en
pie, pues la fuerza de la vida haba regresado a l. Respir profundamente y sus
ojos se esclarecieron, pues todo dolor le haba abandonado. Y arrojndose al
suelo donde Jess haba estado, bes la huella de sus pies y llor.
21
1.
Y era en el lecho de un ro donde muchos enfermos ayunaban y oraban con
los ngeles de dios durante siete das y siete noches.
2.
Y grande fue su recompensa, pues seguan las palabras de Jess. Y al
acabar el sptimo da todos sus dolores les abandonaron.
3.
Y cuando el sol se levant sobre el horizonte de la tierra, vieron que Jess
vena hacia ellos desde la montaa, con el resplandor del sol naciente alrededor
de su cabeza.
4.
La paz sea con ustedes.
5.
Y ellos no dijeron una palabra, sino que solo se postraron ante l y tocaron
el borde de su vestidura en agradecimiento por su curacin.
6.
No me den las gracias a m, sino a Nuestra Madre Terrenal, la cual nos
envi a sus ngeles sanadores. Vayan y no pequen ms, para que nunca vuelvan
a conocer la enfermedad. Y dejen que los ngeles sanadores sean sus
guardianes.
7.
Pero ellos le contestaron. Adnde iremos, Maestro? Pues en ti estn las
palabras de la vida eterna. Dinos cules son los pecados que debemos evitar,
para que nunca ms conozcamos la enfermedad.
8.
Jess respondi: Sea segn su fe, y se sent entre ellos diciendo: Fue
dicho a aquellos de los antiguos tiempos: Honra a tu Padre Celestial y a tu Madre
Terrenal y cumple sus mandamientos, para que tus das sean cuantiosos sobre la
tierra.
9.
Y luego se les dio el siguiente mandamiento: No matars, pues Dios da a
todos la vida, y lo que Dios ha dado no debe el hombre arrebatarlo. Pues en
verdad les digo que de una misma Madre procede cuanto vive sobre la tierra.
10.
Por tanto quien mata, mata a su hermano.
11.
Y de l se alejar la Madre Terrenal y le retirar sus pechos vivificadores.
12.
Y se apartarn de l sus ngeles y Satn tendr su morada en su cuerpo.
13.
Y la carne de los animales muertos en su cuerpo se convertir en su propia
tumba.
110
14.
Pues en verdad les digo que quien mata se mata a s mismo, y quien come
la carne de animales muertos come del cuerpo de la muerte.
15.
Pues cada gota de su sangre se convierte en la suya en veneno; su
respiracin en la suya en hedor; su carne en la suya en fornculos; sus huesos en
los suyos en yeso; sus intestinos en los suyos en descomposicin; sus ojos en los
suyos en costras; sus odos en los suyos en ceras.
16.
Y su muerte ser la suya propia. Pues solamente en el servicio de su
Padre Celestial son sus deudas de siete aos perdonadas en siete das. Mientras
que Satn no les perdona nada y deben pagarle todo. Ojo por ojo, diente por
diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida,
vida por vida, muerte por muerte. Pues el coste del pecado es la muerte.
17.
No maten, ni coman la carne de inocente presa, no sea que se conviertan
en esclavos de Satn. Pues ese es el camino de los sufrimientos y conduce a la
muerte. Sino hagan la voluntad de Dios, de modo que sus ngeles los sirvan en el
camino de la vida.
18.
Obedezcan, por tanto, las palabras de Dios: Mirad, os he dado toda hierba
que lleva semilla, sobre la faz de toda la tierra, y todo rbol, en el que se halla el
fruto de una semilla que dar el rbol. Este ser su alimento.
19.
Y a todo animal de la tierra, y a toda ave del cielo, y a todo lo que se
arrastra sobre la tierra, donde se halle el aliento de la vida, doy toda hierba verde
como alimento.
20.
Tambin la leche de todo lo que se mueve y que vive sobre la tierra ser
su alimento. Al igual que a ellos les he dado toda hierba verde, as os doy a
ustedes su leche.
21.
Pero no comern la carne, ni la sangre que la aviva.
22.
Y en verdad demandar su sangre que brota con fuerza, y la sangre en la
que se hallan sus almas. Demandar todos los animales asesinados y las almas
de todos los hombres asesinados.
23.
Pues yo el Seor tu Dios soy un Dios fuerte y celoso, castigando la
iniquidad de los padres sobre sus hijos hasta la tercera y cuarta generacin de
aquellos quienes me odian, y mostrando misericordia hacia los millares de
aquellos que me aman y cumplen mis mandamientos.
24.
Ama al Seor tu Dios con todo corazn con toda tu alma y con todas tus
fuerzas, este es el primer y ms grande mandamiento.
25.
Y el segundo es este: Ama a tu prjimo como a ti mismo. No hay
mandamiento ms grande que estos.
22
1.
Y tras estas palabras todos permanecieron en silencio, excepto uno que
voce: Qu debo hacer, Maestro, si veo que una bestia salvaje ataca a mi
hermano en el bosque Debo dejar perecer a mi hermano o matar a la bestia
salvaje? No transgredira as la ley?
111
2.
Y Jess respondi: Fue dicho a aquellos de los antiguos tiempos: Todos
los animales que se mueven sobre la tierra, todos los peces del mar y todas las
aves del cielo, han sido puestos bajo su poder.
3.
En verdad les digo que de todas las criaturas que viven sobre la tierra, solo
el hombre cre Dios a su imagen. Por ello, los animales son para el hombre, y no
el hombre para los animales. No transgredirn, por tanto, la ley si matan al animal
salvaje para salvar a tu hermano.
4.
Pues en verdad les digo que el hombre es ms que el animal. Pero quien
mata al animal sin causa alguna, sin que ste le ataque, por el deseo de matar, o
por su carne, o porque se oculta, o incluso por sus colmillos, malvada es la accin
que comete, pues l mismo se convierte en bestia salvaje. Y por tanto su fin ha de
ser tambin como el fin de los animales salvajes.
5.
Y otro dijo entonces. Moiss, el ms grande de Israel, consinti a nuestros
antepasados comer la carne de animales limpios, y slo prohibi la carne de los
animales impuros. Por qu, entonces, nos prohbes la carne de todos los
animales? Qu ley viene de Dios, la de Moiss o la tuya?
6.
Y Jess respondi: Dios dio, a travs de Moiss, diez mandamientos a sus
antepasados. Estos mandamientos son duros, dijeron sus antepasados y no
pudieron cumplirlos.
7.
Cuando Moiss vio esto, tuvo compasin de sus gentes y no quiso que se
perdiesen. Y les dio entonces diez veces diez mandamientos, menos duros, para
que los siguiesen.
8.
En verdad les digo que si sus antepasados hubiesen sido capaces de
seguir los diez mandamientos de Dios, Moiss no habra tenido nunca necesidad
de sus diez veces diez mandamientos. Pues aquel cuyos pies son fuertes como la
montaa de Sion, no necesita muletas; mientras que aquel cuyos miembros
flaquean, llega ms lejos con muletas que sin ellas.
9.
Y Moiss dijo al Seor: Mi corazn est lleno de tristeza, pues mi pueblo
se perder. Porque no tienen conocimiento, ni son capaces de comprender tus
mandamientos. Son como nios pequeos que no pueden entender aun las
palabras de su padre.
10.
Consiente, Seor, que les d otras leyes, para que no se pierdan. Si ellos
no pueden estar contigo, Seor, que al menos no estn contra ti; que puedan
mantenerse a s mismos, y cuando haya llegado el momento y estn maduros
para tus palabras, revlales tus leyes.
11.
Por eso rompi Moiss las dos tablas de piedra donde estaban escritos los
diez mandamientos, y les dio en su lugar diez veces diez.
12.
Y de estas diez veces diez, los escribas y los fariseos han hecho cien
veces diez mandamientos.
13.
Y han puesto insoportables cargas sobre sus hombros, que ni ellos mismos
sobrellevan.
14.
Pues cuanto ms cercanos a Dios estn los mandamientos, menos
necesitamos; y cuanto ms lejanos se hallan de Dios, ms necesitamos entonces.
15.
Por eso innumerables son las leyes de los fariseos y de los escribas, siete
las leyes del Hijo del Hombre tres las de los ngeles, Y una la de Dios.
16.
Por eso yo solamente les enseo las leyes que pueden comprender, para
que se conviertan en hombres y sigan las siete leyes del Hijo del Hombre.
112
Entonces les revelarn tambin los ngeles sus leyes, para que el Espritu Santo
de Dios descienda sobre ustedes y los gue hacia su ley.
23
1.
Todos estaban asombrados de su sabidura, y le pedan: contina Maestro,
y ensanos todas las leyes que podemos recibir.
2.
Y Jess continu: Dios orden a sus antepasados: No matars. Pero su
corazn estaba endurecido y mataron. Entonces Moiss dese que por lo menos
no matasen hombres, y les permiti matar a los animales.
3.
Y entonces el corazn de sus antepasados se endureci ms aun, y
mataron a hombres y animales por igual.
4.
Mas yo les digo: No maten ni a hombres ni a animales, ni siquiera el
alimento que llevan a su boca.
5.
Pues si comen alimento vivo, l mismo los vivificar; pero si matan el
alimento, la comida muerta los matar tambin.
6.
Pues la vida viene solo de la vida, y de la muerte viene siempre la muerte.
7.
Porque todo cuanto mata sus alimentos, mata tambin a sus cuerpos. Y
todo cuanto mata sus cuerpos tambin mata sus almas.
8.
Y sus cuerpos se convierten en lo que son sus alimentos, igual que sus
espritus se convierten en lo que son sus pensamientos.
9.
Por tanto, no coman nada que el fuego, el hielo o el agua haya destruido.
Pues los alimentos quemados, helados o descompuestos quemarn, helarn y
corrompern tambin su cuerpo.
10.
No sean como el loco agricultor que sembr en su campo semillas
cocinadas, heladas y descompuestas. Y lleg el otoo y sus campos no dieron
nada. Y grande fue su afliccin.
11.
Sed como aquel agricultor que sembr en su campo semilla viva, y cuyo
campo dio espigas vivas de trigo, pagndole el cntuplo por las semillas que
plant.
12.
Pues en verdad les digo, vivid solo del fuego de la vida, y no preparen sus
alimentos con el fuego de la muerte, que mata sus alimentos, sus cuerpos y
tambin sus almas.
13.
Maestro, dnde se halla el fuego de la vida?, preguntaron algunos de
ellos.
14.
Jess les respondi: En ustedes, en su sangre y en sus cuerpos.
15.
Y el fuego de la muerte?, preguntaron otros.
16.
Es el fuego que arde fuera de su cuerpo, que es ms caliente que Nuestra
sangre.
17.
Con ese fuego de muerte cocinan su alimento en sus hogares y en sus
campos.
18.
En verdad les digo que el mismo fuego destruye su alimento y sus cuerpos
como el fuego de la maldad que destroza sus pensamientos y destroza sus
espritus.
19.
Pues su cuerpo es lo que comen, y su espritu es lo que piensan.
20.
No coman nada, por tanto, que haya matado un fuego ms fuerte que el
fuego de la vida.
113
21.
Preparen, pues, y coman todas las frutas de los rboles, todas las hierbas
de los campos y toda leche de los animales buena para comer.
22.
Pues todas estas cosas la ha nutrido y madurado el fuego de la vida, todas
son dones de los ngeles de nuestra Madre Terrenal. Mas no coman nada a lo
que solo el fuego de la muerte haya dado sabor, pues tal es el sabor de Satn.
24
1.
Cmo deberamos cocer sin fuego el pan nuestro de cada da,
Maestro?, preguntaron algunos con desconcierto.
2.
Dejen que los ngeles de Dios preparen su pan.
3.
Humedezcan su trigo para que el ngel del agua lo penetre.
4.
Pnganlo entonces al aire, para que el ngel del aire lo abrace tambin.
5.
Y djenlo de la maana a la tarde bajo el sol, para que el ngel de la luz
del sol descienda sobre l.
6.
Y la bendicin de los tres ngeles har pronto que el germen de la vida
brote en su trigo.
7.
Muelan entonces su grano y hagan finas obleas, como hicieron sus
antepasados cuando partieron de Egipto, la morada de la esclavitud.
8.
Pnganlas de nuevo bajo el sol en cuanto aparezca y, cuando se halle en
lo ms alto de los cielos, denle la vuelta para que el ngel de la luz del sol las
abrace tambin por el otro lado, y djenla as hasta que el sol se ponga.
9.
Pues los ngeles del agua, del aire y de la luz del sol alimentaron y
maduraron el trigo en el campo, y ellos deben igualmente preparar tambin su
pan. Y el mismo sol que, con el fuego de la vida, hizo que el trigo creciese y
madurase, debe cocer su pan con el mismo fuego. Pues el fuego del sol da vida al
trigo, al pan y al cuerpo.
10.
Pero el fuego de la muerte mata el trigo, el pan y el cuerpo. Y los ngeles
vivos del Dios Vivo solamente sirven a los hombres vivos. Pues dios es el dios de
lo vivo y no el Dios de lo muerto.
PROYECTO RENOVACIN: http://es.scribd.com/doc/118252593
11.
Coman, pues, siempre de la mesa de Dios: los frutos de los rboles, el
grano y las hierbas del campo, la leche de los animales, y la miel de las abejas.
12.
Pues todo ms all de esto es de Satn y por los caminos del pecado y la
enfermedad conduce hacia la muerte.
13.
Mientras que los alimentos que coman de la abundante mesa de Dios dan
fortaleza y juventud a su cuerpo, y nunca conocern la enfermedad.
14.
Pues la mesa de Dios aliment a Matusaln, el viejo, y en verdad les digo
que si viven igual como l vivi, tambin el Dios de lo vivo les dar una larga vida
sobre la tierra como la suya.
25
1.
Pues en verdad les digo que el Dios de lo vivo es ms rico que todos los
ricos de la tierra y su abundante mesa es ms rica que la ms rica de las mesas
de festn de todos los ricos de la tierra.
114
2.
Coman, pues, durante toda su vida en la mesa de nuestra Madre Terrenal,
y nunca conocern la necesidad. Y cuando coman en su mesa, cmanlo todo tal
como se halle en la mesa de la Madre Terrenal.
3.
No cocinen ni mezclen todas las cosas unas con otras, o sus intestinos se
convertirn en cinagas humeantes. Pues en verdad les digo que esto es
abominable a los ojos del Seor.
4.
Y no sean como el sirviente avaricioso que coma siempre de la mesa de
su seor la racin de otros. Y todo lo devoraba y lo mezclaba en su glotonera. Y
viendo aquello, su seor se encoleriz con l y le expuls de la mesa. Y cuando
todos acabaron su comida, mezcl cuanto qued en la mesa y llam al glotn
sirviente, y le dijo: Toma y come esto junto a los cerdos, pues tu lugar est entre
ellos, y no en mi mesa:
5.
Tnganlo en cuenta por tanto, y no profanen con todo tipo de
abominaciones el templo de sus cuerpos.
6.
Contntense con dos o tres tipos de alimento, que siempre hallarn en la
mesa de nuestra Madre Terrenal. Y no deseen devorar todo cuanto vean en
rededor suyo.
7.
Pues en verdad les digo que si mezclan en su cuerpo todo tipo de
alimentos, entonces cesar la paz en su cuerpo y se desatar en ustedes una
guerra interminable.
8.
Y se aniquilar su cuerpo como los hogares y los reinos que divididos entre
s aseguran su propia destruccin.
9.
Pues su Dios es el Dios de la paz, y nunca ayuda a la divisin.
10.
No levanten, pues, contra ustedes la clera de Dios, para que no vaya a
expulsarlos de su mesa y se vean obligados a ir a la mesa de Satn, donde el
fuego de los pecados, de las enfermedades y de la muerte corromper sus
cuerpos.
26
1.
Y cuando coman, no coman hasta no poder ms. Huid de las tentaciones
de Satn y escuchad la voz de los ngeles de Dios. Pues Satn y su poder los
tentarn siempre a que coman ms y ms.
2.
Pero vivan por el espritu y resistan los deseos del cuerpo. Y que su ayuno
complazca siempre a los ngeles de Dios.
3.
As que tomen cuenta de cuanto hayan comido cuando se sientan saciados
y coman siempre menos de una tercera parte de ello.
4.
Que el peso de su alimento diario no sea menos de una mina, (entre 431 y
630 gramos), pero vigilen que no exceda de dos.
5.
Entonces les servirn siempre los ngeles de Dios y nunca caern en la
esclavitud de Satn y de sus enfermedades.
6.
No obstaculicen la obra de los ngeles en su cuerpo comiendo demasiado
a menudo.
7.
Pues en verdad les digo que quien come ms de dos veces diarias hace en
l la obra de Satn. Y los ngeles de Dios abandonan su cuerpo y pronto toma
Satn posesin de l.
115
8.
Coman tan slo cuando el sol est en lo ms alto de los cielos, y de nuevo
cuando se ponga. Y nunca conocern enfermedad, pues ello halla aprobacin a
los ojos del Seor.
9.
Y si desean que los ngeles se complazcan en su cuerpo y que Satn los
evite de lejos, sintense entonces solo una vez al da a la mesa de Dios. Y
entonces sern numerosos sus das sobre la tierra, pues esto es grato a ojos del
Seor.
10.
Coman siempre cuando sea servida ante ustedes la mesa de Dios, y
coman siempre de aquello que hallen sobre la mesa de Dios. Pues en verdad les
digo que Dios sabe bien lo que su cuerpo necesita y cundo lo necesita.
27
1.
Con la llegada del mes de Iyar (abril y mayo) coman cebada; con el mes de
Sivan (mayo y junio) coman trigo, la ms perfecta de las hierbas que dan semilla.
Y que su pan de cada da sea hecho de trigo, para que el Seor cuide sus
cuerpos.
2.
Con el mes de Tammuz (junio y julio) coman la uva cida, para que su
cuerpo adelgace y Satn lo abandone.
3.
En el mes de Elul (agosto y septiembre), recojan la uva para que su jugo
les sirva de bebida.
4.
En el mes de Marcheshvan (octubre y noviembre) recojan la uva dulce,
endulzada y seca por el ngel de la luz del sol, para que aumente sus cuerpos y
que los ngeles del Seor moren en ellos.
5.
Deben comer los higos jugosos en los meses de Ab (julio y agosto) y de
Shebat (enero o febrero), y los que sobren que el ngel de la luz del sol se los
guarde. Cmanlos con las almendras durante todos los meses en que los rboles
no dan frutos.
6.
Y las hierbas que brotan despus de la lluvia, cmanlas durante el mes de
Thebet (diciembre y enero), para purificar su sangre de todos sus pecados.
7.
Y en el mismo mes empiecen a beber tambin la leche de sus animales,
pues para ello dio el seor las hierbas de los campos a todos los animales que
producen leche, para que ellos alimentasen al hombre con su leche.
8.
Pues en verdad les digo que felices son aquellos que comen solo en la
mesa de Dios, y renuncian a todas las abominaciones de Satn.
9.
No coman alimentos impuros trados de pases lejanos, sino coman
siempre cuanto produzcan sus rboles.
10.
Pues su Dios sabe bien lo que les es necesario, dnde y cundo. Y l da a
todos los pueblos de todos los reinos los alimentos mejores para cada uno de
ellos.
28
1.
El poder de los ngeles de Dios penetra en ustedes con el alimento vivo
que el Seor les proporciona de su mesa real.
2.
Y cuando coman, tengan sobre ustedes al ngel del aire, y bajo ustedes al
ngel del agua.
116
3.
Respiren larga y profundamente en todas sus comidas para que el ngel
del aire bendiga su alimento.
4.
Y mastquenlo bien con sus dientes, para que se vuelva agua y que el
ngel del agua lo convierta dentro de su cuerpo en sangre.
5.
Y coman lentamente, como si fuese una oracin que hicieran al Seor.
Pues en verdad les digo que el poder de Dios penetra en ustedes si comen de tal
modo en su mesa.
6.
Mientras que Satn convierte en cinaga humeante el cuerpo de aquel a
quien no descienden los ngeles del aire y del agua en sus comidas. Y el Seor
no le permite permanecer por ms tiempo en su mesa.
7.
Pues la mesa del Seor es como un altar, y quien come en la mesa de
Dios se halla en un templo.
8.
Pues en verdad les digo que el cuerpo de los Hijos del Hombre se
convierte en un templo, y sus entraas en un altar, si cumplen los mandamientos
de Dios.
9.
Por tanto, no pongan nada sobre el altar del Seor cuando su espritu est
irritado, ni piensen de alguien con ira en el templo de Dios.
10.
Y entren solamente en el santuario del Seor cuando sientan en ustedes el
llamado de sus ngeles, pues cuanto comen con tristeza, o con ira, o sin deseo,
se convierte en veneno en su cuerpo. Pues el aliento de Satn lo corrompe todo.
11.
Pongan con alegra sus ofrendas sobre el altar de su cuerpo, y dejen que
todos sus malos pensamientos se alejen de ustedes al recibir en su cuerpo el
poder de Dios proveniente de su mesa.
12.
Y nunca se sienten a la mesa de Dios antes de que l los llame por medio
del ngel del apetito.
29
1.
Regocjense, pues, siempre con los ngeles de Dios en su mesa real, pues
esto complace al corazn del Seor. Y su vida ser larga sobre la tierra, pues el
ms valioso de los sirvientes de Dios los servir todos los das: el ngel de la
alegra.
2.
Y no olviden que cada sptimo da es santo y est consagrado a Dios.
3.
Durante seis das alimenten su cuerpo con los dones de la Madre Terrenal,
ms en el sptimo da santifiquen su cuerpo para Padre Celestial.
4.
En el sptimo da no coman ningn alimento terrenal, sino vivan tan solo
de las palabras de Dios. Y estn todo el da con los ngeles del Seor en el reino
del Padre Celestial.
5.
Y en el sptimo da dejen que los ngeles de Dios levanten el reino de los
cielos en su cuerpo, ya que trabajaron durante seis das en el reino de la Madre
Terrenal.
6.
Y no dejen que ningn alimento entorpezca la obra de los ngeles en su
cuerpo a lo largo del sptimo da. Y Dios les conceder larga vida sobre la tierra,
para que tengan vida eterna en el reino de los cielos.
7.
Pues en verdad les digo que si no conocen ms enfermedades sobre la
tierra, vivirn por siempre en el reino de los cielos.
117
8.
Dios les enviar cada maana el ngel de la luz del sol para despertarlos
de su sueo. Obedezcan, por tanto, la llamada de su Padre Celestial y no
permanezcan ociosos en sus lechos, pues los ngeles del aire y del agua ya los
aguardan afuera.
9.
Y trabajen durante todo el da con los ngeles de la Madre Terrenal para
que lleguen a conocerlos a ellos y a sus obras cada vez ms y mejor.
10.
Ms cuando el sol se ponga y su Padre Celestial les enve su ngel ms
preciado, el sueo, vayan a descansar y permaneced toda la noche con el ngel
del sueo.
11.
Y entonces les enviar el Padre Celestial sus ngeles desconocidos para
que permanezcan junto a ustedes a lo largo de la noche. Y los ngeles
desconocidos del Padre Celestial les ensearn muchas cosas sobre el reino de
Dios, as como los ngeles que conocen de la Madre Terrenal los instruyen en las
cosas de su reino.
12.
Pues en verdad les digo que sern cada noche los invitados del reino de
su Padre Celestial si cumplen sus mandamientos.
13.
Y cuando se despierten por la maana, sentirn en ustedes el poder de los
ngeles desconocidos. Y su Padre Celestial se los enviar cada noche para que
enriquezcan su espritu, igual que la Madre Terrenal les enva sus ngeles para
que construyan su cuerpo.
14.
Pues en verdad les digo que si durante el da los acoge en sus brazos
Nuestra Madre Terrenal, y si durante la noche los respira con su beso el Padre
Celestial, entonces los Hijos de los Hombres se convertirn en los Hijos de Dios.
30
1.
Resistan de da y de noche las tentaciones de Satn. No despierten de
noche ni duerman de da, no sea que los abandonen los ngeles de Dios.
2.
Ni tampoco se deleiten con ninguna bebida, ni en ningn humo de Satn,
que os despertarn por la noche y os harn dormir de da.
3.
Pues en verdad les digo que todas las bebidas y humos de Satn son
abominaciones a los ojos de su Dios.
4.
No cometis putasmo, ni de da ni de noche, pues el putaero es como un
rbol cuya savia se va del tronco. rbol que se secar antes de tiempo y no
llegar a dar fruto. Por tanto, no putaeen para que Satn no seque su cuerpo y el
Seor haga infructuosa su semilla.
5.
Eviten cuanto est demasiado caliente o demasiado fro. Pues es la
voluntad de Nuestra Madre Terrenal que ni el calor ni el fro daen su cuerpo.
6.
Y no dejen que sus cuerpos estn ms calientes o ms fros que el calor o
el fro que les proporcionen sus ngeles.
7.
Y si cumplen los mandamientos de la Madre Terrenal, entonces en cuanto
su cuerpo se vuelva demasiado caliente les enviar el ngel del frescor para que
los refresque, y en cuanto su cuerpo est demasiado fro les enviar el ngel del
calor para calentarlos de nuevo.
31
118
1.
Sigan el ejemplo de todos los ngeles del Padre Celestial y de la Madre
Terrenal, que trabajan da y noche sin cesar en los reinos de los cielos y de la
tierra.
2.
Por tanto, reciban tambin en ustedes mismos a los ms poderosos de
todos los ngeles de Dios, los ngeles de los actos, y trabajen juntos sobre el
reino de Dios.
3.
Sigan el ejemplo del agua cuando corre, del viento al soplar, del sol
naciente y poniente, de las plantas y los rboles en su crecer, de los animales
cuando corren y retozan, de la luna creciente y menguante, de las estrellas en su
ir y venir, todas estas cosas se mueven y realizan sus tareas.
4.
Porque cuanto tiene vida se mueve, y solo lo que est muerto permanece
quieto. Y Dios es el Dios de lo vivo, y Satn el de lo muerto.
5.
Servid, pues, al Dios Vivo, para que el movimiento eterno de la vida los
mantenga y para que escapen de la eterna inmovilidad de la muerte.
6.
Trabajen, pues, sin cesar para levantar el reino de Dios, de modo que no
sean arrojados al reino de Satn. Pues una alegra eterna abunda en el reino vivo
de Dios, mientras que una quieta tristeza oscurece el reino de la muerte de Satn.
7.
Sean, pues, verdaderos Hijos de Nuestra Madre Terrenal y de su Padre
Celestial, para que no caigan en esclavos de Satn. Y Nuestra Madre Terrenal y
El Padre Celestial les enviarn sus ngeles para que les enseen, les amen y les
sirvan.
8.
Y sus ngeles escribirn los mandamientos de Dios en su cabeza, en su
corazn y en sus manos, para que conozcan, sientan y cumplan los
mandamientos de Dios.
9.
Y oren todos los das a Nuestro Padre Celestial y a Nuestra Madre
Terrenal, para que su alma se vuelva tan perfecta como el Santo Espritu del su
Padre Celestial, y para que su cuerpo se vuelva tan perfecto como el cuerpo de su
Madre Terrenal. Pues si entienden, sienten y cumplen los mandamientos,
entonces todo cuanto pidan al Padre Celestial y a la Madre Terrenal les ser
concedido. Porque la Sabidura, el Amor y el Poder de Dios estn por encima de
todo.
10.
Oren, por tanto, del siguiente modo a su Padre Celestial: Padre nuestro
que ests en los cielos, bendito sea Tu Nombre. Venga a nosotros Tu Reino.
Hgase Tu Voluntad como en los cielos as en la tierra. El pan nuestro de cada da
dnosle hoy. Y perdona nuestras deudas, as como nosotros perdonamos a
nuestros deudores. Y no nos conduzcas a la tentacin sino lbranos del Maligno.
Pues tuyo es el reino, el poder y la gloria por siempre. Amn.
32
1.
Y oren del siguiente modo a Nuestra Madre Terrenal: Madre nuestra que
ests en la tierra, bendito sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino y hgase tu
voluntad en nosotros as como en ti se hace. Igual que envas cada da a tus
ngeles, envalos tambin a nosotros. Perdnanos nuestros pecados, porque
todos los expiamos en ti. No nos conduzcas a la enfermedad sino lbranos del mal,
pues tuya es la tierra, el cuerpo y la salud. Amen.
2.
Y todos rezaron junto a Jess al Padre Celestial y a la Madre Terrenal.
119
3.
Y despus Jess les habl as: Igual que sus cuerpos han renacido por
medio de los ngeles de la Madre Terrenal, que su espritu renazca de igual modo
por medio de los ngeles del Padre Celestial.
4.
Convirtanse, pues, en verdaderos Hijos de su Padre y de su Madre, y en
verdaderos hermanos de los Hijos de los Hombres.
5.
Hasta ahora han estado en guerra con su Padre, con su Madre y con sus
Hermanos. Y han servido a Satn.
6.
Vivan a partir de hoy en paz con su Padre Celestial, con su Madre Terrenal
y con sus Hermanos, los Hijos de los Hombres. Y luchen nicamente en contra de
Satn, para que no les robe la paz.
7.
A su cuerpo doy la paz de Nuestra Madre Terrenal, y la paz de su Padre
Celestial a su espritu. Y que la paz de ambos reine entre los Hijos de los
Hombres.
8.
Vengan a m cuantos se sientan hastiados y cuantos padezcan conflictos
y aflicciones! Pues mi paz los fortalecer y confortar. Porque mi paz rebosa
dicha.
9.
Por eso los saludo siempre de este modo: La paz sea con ustedes!
Saldense siempre por tanto entre ustedes de igual manera, para que a su cuerpo
descienda la paz de Nuestra Madre Terrenal y a su espritu la paz de Nuestro
Padre Celestial. Y entonces hallarn la paz tambin entre ustedes, pues el reino
de Dios estar en su interior.
10.
Y ahora regresen entre sus Hermanos, con quienes hasta ahora estuvieron
en guerra, y denles a ellos tambin Nuestra Paz. Pues felices son quienes luchan
por la paz, porque hallarn la Paz de Dios. Vayan, y no pequen ms. Y den a
todos Su paz, igual que Yo les he dado la ma. Pues mi paz es la de Dios. La Paz
sea con ustedes.
11.
Y les dej. Y su Paz descendi sobre ellos, y con el ngel del Amor en su
corazn, con la Sabidura de la ley en su cabeza y con el Poder del renacimiento
en sus manos, se dispersaron entre los Hijos de los Hombres para llevar la luz de
la Paz a aquellos que luchan en la oscuridad.
12.
Y se separaron, desendose unos a otros: LA PAZ SEA CONTIGO.
120
RECICLA
PAZ Y BIEN
AGRADECEMOS
A TODA PERSONA QUE PONGA EN ACCIN
ALGO DE LO QUE SE EXPONE EN ESTE DOCUMENTO.
Y LO COMPARTA..
121
122
123
126
SEGUNDA PARTE
La eternidad en la Tierra.
INTRODUCCIN A LA SEGUNDA PARTE.
En la primera parte quise dejar al lector en la reflexin del texto del
Evangelio Esenio de la Paz (http://www.slideshare.net/ajjian/el-evangelio-eseniode-la-paz-240-pags-presentation), el cual he reformateado en el Evangelio de la
Salud y de la Paz (http://es.scribd.com/doc/118253455), pues honestamente creo
que con un pequeo esfuerzo por comprender y poner en prctica lo que Jess
expone en este texto y que se puede sintetizar en las Siete Leyes del Hijo del
Hombre, http://es.scribd.com/doc/119686153,como el mismo lo expone (Evangelio
de la Salud y de la Paz captulo 22, 16.). El cambio que se da en la visin y
realizacin de la propia persona es el verdadero sentido del mensaje original de
Jess y si esto se lleva a nivel comunitario los cambios polticos y sociales se
darn por aadidura.
Yo sigo siendo un enfermo alcohlico segn la Organizacin Mundial de
la Salud y la tabla de alcoholomana del Dr. Yelinek y un adicto en recuperacin de
todos los errores que he podido cometer, pues gracias a la oportunidad de la
tribuna de mi grupo de Alcohlicos Annimos, voy verbalizando gran parte de los
conflictos morales que me provocaron frustraciones y resentimientos que me
llevaron a conductas insanas, engendrando en m sentimientos an ms negativos
y neurticos. Mediante el consumo del tabaco y bebidas alcohlicas
principalmente, me fugu anmicamente, y a la larga, me indujeron una obsesin
psicolgica y una compulsin fsica de las sustancias, lo que significan la
enfermedad del alcoholismo y del tabaquismo. Esta situacin llevada al extremo
origin una ingobernabilidad de mi vida cotidiana, al grado de no saber qu hacer
con respecto a mi vida en el preciso da que estaba viviendo, afirmando tan solo
que no me quera morir a causa de mi ingestin alcohlica, y sin embargo, debido
a un agudo sndrome de abstinencia, mi cuerpo senta la necesidad de ms
alcohol, aunque paradjicamente ya lo rechazaba alrgicamente; necesitaba
ayuda.
Lo que se sugiere en estos casos es pedir la ayuda a alguien capaz de
corregir la desviacin, pero cuando se pasan ciertos niveles, ni la ciencia mdica,
ni la terapia psicolgica o psiquitrica, ni incluso la religin institucionalizada tienen
la capacidad para dar seguimiento al tipo de terapia que necesita una persona
dependiente a estas y otras sustancias cuando se ha llegado al extremo de la
ingobernabilidad de la propia vida.
Afortunadamente en mi caso esto ocurri despus de haber conocido
Alcohlicos Annimos y haber reconocido a vuelo de pjaro que el programa de
doce pasos era lo que necesitaba: yo ya saba adnde poda, y deba llegar. No
obstante, quera que mis padres estuvieran comprometidos tambin con el
programa de recuperacin de A.A., pues fueron ellos los que me pusieron el
ejemplo tanto del tabaco como de las bebidas alcohlicas.
Y as fue. Cuando recib por primera vez la orden de mi madre de que
127
128
CUARTO SEPTENARIO
De los veintiuno a los veintiocho aos.
Continuacin
La semilla de Dios
Tuve que salir de la casa de mis padres y fui recibido por breve tiempo en
la casa de la mam de una seora catequista, madre de siete hijos, quien
catequiz a mis primos hermanos los hijos de la hermana mayor de mi madre, a
cuya casa bamos despus de repartir los regalos y cenar en casa de mi ta
durante varias Noche Buenas. Ella fue la que nuevamente trajo el tema de la
Iglesia Catlica al crculo familiar.
Esta casa que era una verdadera mansin en San ngel, con unos
jardines preciosos donde en alguna ocasin nos llegamos a juntar durante los
sbados por la maana para jugar futbolito, ahora me abra sus puertas para
redirigirme en este trance.
Llegu a esta casa porque uno de los hijos de la seora catequista se
haba separado de la joven mujer con la que se haba casado sin haber tenido
hijos y de momento se haba ido a vivir a casa de su abuela y enterado de mi
problema familiar habl con su familia para que me dieran la oportunidad de
quedarme a vivir mientras encontraba una direccin ms especfica en mi vida.
Para pagar de alguna manera mi estancia me encargaron la tarea de limpiar toda
la plata de la casa. As, por las maanas me iba a tomar clases al seminario y por
las tardes trabajaba limpiando la plata. Fueron unas pocas semanas que
coincidieron con el trnsito de Paulo VI, la eleccin de Juan Pablo I, su pronto
deceso y la eleccin del nuevo pontfice. Yo estaba en clase en el seminario,
oyendo una radio con audfonos que llevaba cuando interrump la sesin diciendo
Habemus Papam. Yo senta que algo importante estaba ocurriendo en la iglesia
pero los dems compaeros ms bien me tomaban a loco por mi emocin un
tanto desbordada y por algunas intervenciones en clase fuera del estilo
acadmico; por relacionar a la santsima trinidad con la transformacin de una
potencia en un acto.
Debo decir que no pude dejar de fumar ni de beber mientras estuve en el
seminario; diariamente llevaba mi botellita de tequila de a cuarto de litro que ya era
una arraigada costumbre, y mis cigarros, ms arraigados todava, se juntaban con
mi falta de decisin para entregarme una vida consagrada dentro de la iglesia. No
obstante, el jardinero de la casa de San ngel, despus de ver una acuarela de
Jess crucificado desnudo sobre una cruz verde que pint en una maana de
sbado, me pidi que representara a Jess durante la celebracin de la Semana
Santa de ese ao en su comunidad de la colonia del Cerro del Judo: Acept.
Terminando de limpiar la plata mi presencia en la casa empez a hacerse
pesada as que consegu la posibilidad de irme a unos cuartos que tena mi amigo
de la escuela de cine en el Pedregal de San Nicols. Coincidi mi despedida de la
casa con una celebracin eucarstica celebrada por el Padre Antonio Brambila, el
Pale como le deca de cario la familia, que providencialmente me encomendara
a este nuevo puerto en mi camino.
130
El nico lugar que pude conseguir para irme a vivir fueron estos cuartos
que tena mi amigo de la escuela de cine en unos terrenos en las laderas del
Ajusco donde poco a poco estaba construyendo ya fueran bardas o cimientos o
cisternas para en el momento oportuno construir alguna casa en forma.
El pequeo auto de mi amigo el hijo de la seora catequista ni siquiera
tuvo la potencia para llegar hasta la puerta del terreno donde estaba el cuarto a
donde me hospedara. As de lejana estaba una realidad de la otra. No obstante,
continu asistiendo al seminario hasta que me di cuenta de que no poda
permanecer por ese camino para seguir al Seor pues entre la realidad donde
viva y donde quera estudiar la fe que me fue privada desde el hogar familiar
exista un abismo que no supe sondear y no pude convertirme en seminarista.
Despus de abandonar el seminario diariamente me levantaba temprano
para acarrear cubetas de arena hasta donde bamos a hacer la mezcla para la
construccin del da. Durante la semana me concentr entonces en trabajar en las
construcciones que realizaba mi amigo y la danza de Concheros se convirti en mi
camino devocional de los fines de semana.
El poco dinero que me daba mi amigo que ahora se haba convertido
tambin en danzante y por lo tanto en compadre, como reza la alabanza, lo
usaba para comprar cigarros y alcohol de 96 pues no me alcanzaba para alguna
otra bebida alcohlica y me lo beba a escondidas para que no me dijeran nada al
respecto. Mi dependencia fsica de la sustancia se haba hecho una demandante
necesidad orgnica que me atormentaba.
Luego de algn tiempo y frustrado en mi trabajo de predicacin de la fe en
Jesucristo, pues mi compadre no estaba convencido de la fe en la que haba
nacido y yo tras haber ledo la Biblia lo invitaba constantemente a que la leyera
pues mi vida intelectual ya no funcionaba sin la presencia espiritual de Jess y la
revelacin, dej que el destino marcara la senda de nuestra relacin amistosa.
133
Durante mis tiempos libres y antes de dormir pude leer el libro completo de
los Escritos de San Francisco de la Biblioteca de Autores Cristianos, que
contienen todo lo que l escribi como lo que escribieron sus bigrafos, gracias a
lo cual pude darme cuenta del grado de penitencias que tuvo que realizar
Francisco para establecerse en la posicin que ocupa como el que ayuda a Jess
brazo con brazo con la cruz de la pasin. Realmente me dej una profunda huella
la lectura de este libro por la cantidad de los diversos sufrimientos que tuvo que
pasar El Santo que no tienen nada que ver con la cantidad de versiones rosas
que existen sobre su vida.
En aquel momento del ao la obligacin que tocaba era la del Viento del
Sur, el Santuario de Seor de Chalma. En un instante arregl mi uniforme y me
dispuse a acudir como si nada hubiera pasado. El ao anterior tambin haba
asistido y no hubo ningn problema para mi reintegracin. La principal condicin
es estar en conformidad con las disposiciones disciplinarias y de culto que se
llevan a cabo entre las que se encuentra el no beber durante los trabajos
devocionales. Yo volv a adquirir la antigua costumbre de beber constantemente
mi acostumbrado tequila; nunca me emborrachaba sino que mantena mi estado
de alcoholizacin y buen humor. De la marihuana nunca me preocup demasiado
y los tabacos nunca me faltaron. La danza se convirti en mi actividad devocional,
de ejercicio fsico y de temple del carcter mediante la superacin del cansancio
durante las danzas y las velaciones que tenamos a lo largo de todo el ao.
En esta ocasin haba llegado una comadrita indgena joven muy guapa
que vena acompaada por su pequea sobrina; tena diecisiete aos. Al finalizar
la obligacin consegu que mi compadrito compaero de la escuela de cine nos
diera un aventn de regreso hasta su casa en la ciudad de Mxico. Viva en una
colonia al norte de la ciudad en una vecindad donde ocupaban dos cuartitos sin
bao propio. Su familia estaba formada por su madre y su pareja con la que tenan
un nio y una nia, ella y su hermana mayor que eran hijas de una primera unin y
su sobrina hija de su hermana, madre soltera.
Ya que el regreso a la casa de mis padres se haba frustrado al salir del
convento se me abri la puerta de formar una familia para darle vida a una
criatura; tal vez al nima de la nia que muri en la sierra huichola y que me
hicieron cargar hasta el sepulcro. La nueva comadrita de quien yo mismo me
asombraba de la atraccin que ejerca sobre mi fue la elegida para la maternidad.
En Chalma haba visto que uno de los danzantes traa una camioneta con
un logo que deca Desarrollo Rural de Morelos y casualmente los padres de esta
comadrita eran originarios de una poblacin de dicho estado as que buscando la
posibilidad de obtener un trabajo en el mismo estado de su familia cumpliera la
palabra de Mateo 19,5: 5 y dijo: Por esto el hombre dejar a su padre y a su madre
136
137
QUINTO SEPTENARIO
De los veintiocho a los treinta y cinco aos
Los Frutos de la Fe
No recuerdo con precisin que estaba haciendo el da cuando cumpl los
veintiocho aos pero debe de haber pasado casi desapercibido debido a mi
condicin de promotor rural con idea de casarme. El trabajo era absorbente e
intenso.
En poco tiempo haba sido aceptado como promotor de los grupos de
diversos proyectos productivos. Pero mi inters estaba en Axochiapan, el poblado
de los padres de mi comadrita danzante donde ya haba un grupo que haban
sembrado jitomate. Este grupo tambin estaba integrado por danzantes.
A ella la haba seguido viendo en las danzas que generalmente tenamos
los fines de semana y al enterarse que estaba ya trabajando en Morelos, me pidi
trabajo. Me limit a comunicarles a mis compadres de Cuernavaca la peticin de la
comadrita a lo que me dijeron sin problema; dile que se venga.
Casi al llegar ella sucedi un evento que me puso en advertencia con
respecto a con quien estaba entablando relacin. Un amigo de su verdadero padre
que formaba parte de uno de los grupos campesinos haba recibido una carta en
la que le preguntaba sobre su familia abandonada. En una terraza al aire libre que
colindaba con el bao del apartamento donde estaban las oficinas, este hombre
haba sacado a mi comadrita que ya se haba vuelto mi novia para notificarle de la
carta. Sin pensar lo que estaba pasando yo entr a orinar al bao y escuche lo
que estaba pasando y al salir me dirig hacia ellos con la sorpresa de que ella se
enoj por mi intromisin. Entonces yo me molest ms y le dije que si pensaba
continuar su relacin conmigo basada en una mentira tan importante. Pues ni as
se le quit el coraje. La deje sola otra vez con el hombre que haba recibido la
carta con la esperanza de que la hiciera entrar en razn. Finalmente hasta me
dej leer la carta que providencialmente estaba fechada el da de mi cumpleaos.
En cuestin de unos meses me estaba yo comprometiendo para casarme.
Ella ya estaba embarazada.
Esa noche dormimos en el patio de la casa sobre una cama de otate pues
la casa se llen de invitados que llegaron de fuera. Al da siguiente todos
empezaron a irse poco a poco y nosotros nos fuimos a otro pueblo a la casa de
una pareja que nos invit a pasar por lo menos ese fin de semana de luna de miel
a una casita que tenan junto a la suya. El proyecto de la siembra de los jitomates
estaba en plena etapa organizativa.
Una tarde lleg uno de mis compadres de danza que tambin era miembro
de un grupo del proyecto de siembra de jitomate que me pidi que lo llevara a la
ciudad de Mxico para internar de urgencia a su hija pequea en el hospital del
DIF. Mi esposa estaba ya a punto de cumplir el trmino de su embarazo as que
acept pero me llev a mi Comadre con nosotros. Mi compadre, su mujer junto
139
La nia result ser una maravilla pues nunca nos dio guerra por las
noches ni tampoco durante el da siempre se le dio su atencin a tiempo y su
carcter siempre fue afable.
Yo continu con mi rutina laboral y alcohlica hasta que tuve un problema
con un ingeniero agrnomo que lleg por parte de la Fundacin a ensearnos
acerca de un herbicida para el jitomate. Desde el principio me cay mal por
ponerse a coquetear con mi mujer y luego al subirse a la camioneta combi de
desarrollo rural no quiso sentarse en el lugar del copiloto sino que subi una silla
reclinable que tena en la casa como para sentirse en la playa. Llegando al campo
prepar el qumico y ni siquiera les dijo nada a los campesinos lo roci y me pidi
que nos furamos otra vez para el pueblo. Tuve un desplante de ira en contra de
la actitud del ingeniero y le dije que si para eso haba venido y me negu a
continuar con su presuntuosa actitud. As que lo llev directamente a la terminal
de autobuses. Me regres a la casa y le cont lo sucedido a mi esposa. Intent
calmarme y tuve que ir a tomarme unas copas de Zacualpan para encontrar la
justificacin de lo que acababa de suceder. Este incidente llevara a mis jefes a
pedirme mi renuncia sin haberse completado el proyecto de los jitomateros.
Finalmente los jitomates no tuvieron el precio esperado en el mercado y
los campesinos ms pobres que iban a ser los ms perjudicados les dije que si no
podan pagar el crdito primero apartaran para las escuelas de sus hijos pues la
Fundacin para eso era aval del proyecto para conocer las causas de la pobreza y
la ignorancia y darles una solucin verdadera.
140
Recin casado y con una hija preciosa me qued sin trabajo en un pueblo
donde haba llegado a vivir por el mismo trabajo.
Se me ocurri que poda rentar una tierra y sembrar algn producto que
fuera oportuno sembrar en la temporada que corra. Consultando con uno de los
campesinos que tena bastante experiencia en diferentes tipos de siembra, logre
rentar media hectrea de terreno en un campo ejidal conocido como La Laguna
que era irrigado por el agua de una laguna contenida por un bordo de tierra y que
daba agua hasta bien entrada la temporada de secas. Mi madre haba decidido
ayudarme con los insumos para la siembra. Sembr melones.
Todo fue bien desde el punto de vista tcnico. Logr con mi diario trabajo
y el de mis peones asalariados una siembra pareja y buena. El control de plagas
fue oportuno y los dos primeros riegos se hicieron en su oportunidad pero el
tercero apenas me alcanz el agua para los ltimos surcos a pesar de quedarme
da y noche regando. Como ya todos los campesinos haban sacado sus cultivos,
descuidaron la cerca o la abrieron y se metieron las vacas para comer lo que
quedaba de los vegetales despus de la cosecha. Yo vend algunas cajas de
melones en el mercado del pueblo y con ayuda de un primo hermano poltico que
tena una camioneta pick up, llev otras cajas para venderlas en Cuautla y lo que
lleg a sobrar nos los comimos con la familia y amigos del pueblo.
Aunque no fue un negocio con ganancia econmica, la experiencia de
haber sembrado y cosechado lo que me propuse fue un logro dentro de mi
experiencia vital.
Por aquel tiempo una pareja de danzantes que haban sido padrinos de
lazo en nuestra boda nos pidieron oportunidad de venirse a vivir al pueblo para
que ella diera a luz en el favorable clima que se viva ya que ellos estaban
establecidos en un pueblo cercano al volcn Popocatpetl donde el frio
predominaba en esa poca del ao. Una ta de mi mujer sera la partera.
Yo tuve que ir a un curso para gerentes de cooperativas COPLAMAR y me
ausente durante unos das mientras tuvo lugar el alumbramiento. Cuando regres
haba nacido un rozagante nio en nuestra propia casa.
El siguiente fin de semana se regresaron a su pueblo y nosotros con ellos
pues se lleg la fecha de la danza en aquel lugar. Despus de la obligacin uno de
los danzantes de la zona haba llevado una bebida alcohlica sumamente dulce
para despus de los trabajos devocionales. Imprudentemente ped un vaso lleno
141
de la bebida que apur como para apagar la sed. Sin haber comido nada el efecto
no se hizo esperar. Dicen que me tuvieron que llevar cargando hasta la casa de
mis compadres padrinos de lazo donde pasamos la noche. Recuerdo que a media
noche me par para orinar y pisote a los que estaban acostados a mi lado. Al da
siguiente solo recib miradas de reproche. Mi esposa decidi no regresar conmigo
sino irse a la Ciudad de Mxico con su familia. Yo llevaba una camioneta de la
institucin a la que estaba prestando mis servicios y me tuve que regresar solo al
pueblo.
consulta que se tena que pagar con el jefe de la misma sala de psiquiatra, a su
consultorio privado, y eso no me quitaba la dependencia fsica, es decir, el deseo
compulsivo por beber desde antes del desayuno que no es otra cosa que el tener
que abastecer al sndrome de abstinencia que se genera con el uso constante de
la bebida.
Tuvieron finalmente que internarme en la misma sala de psiquiatra y ah
recibir el tratamiento de acuerdo a la ciencia mdica y asistir al grupo tradicional
de Alcohlicos Annimos que sesionaba dentro de la misma institucin.
Me dijeron que era mi responsabilidad el dejar de beber pero estaba libre
de salir del hospital y no me pude contener de comprar nuevamente mi tequila y
as me la segu. Despus de unos das de internamiento le ped a mi hermano que
me llevara marihuana y hasta le compart con otro paciente joven recin
ingresado. Se dieron cuenta y me corrieron del hospital. Debo decir que el
Herbolario Medicinal Azteca prescribe la marihuana para el delirium tremens
provocado por la abstinencia del alcohol.
De regreso a casa, mi madre, que no se daba por vencida quiso llevarme
a un grupo de alcohlicos annimos del movimiento 24 horas que reciba casos
crnicos como el mo y los mantenan internados por un tiempo prudente para
desintoxicarse e integrarse al programa desde esta realidad de 24 horas de
vigencia, pues estos grupos tienen sesiones durante todo el da y tambin durante
la noche y adems mantienen la puerta abierta todo el da.
Ella pensaba llevarme a un grupo que estaba algo retirado del
departamento donde vivamos y le dije que yo conoca otro grupo del mismo
movimiento que estaba en la misma calle donde estuvo la casa de mi abuelita, es
decir, su propio domicilio cuando ella era joven. La convenc y me llev.
Logr que me dieran el anexo y pas la primera noche en vela y hasta
puedo decir que sent un despertar espiritual como el que se habla en el
duodcimo paso del programa de Alcohlicos Annimos. No obstante, al llegar la
maana pens que mi esposa y la nia no estaban a salvo solas en el
departamento donde ya en una ocasin mi cuado las haba visitado en mi
ausencia y tomando un rifle de dibolos que tena le haba disparado a un peatn,
accin que me llev a vender el rifle. As que me sal del grupo y me regres al
departamento en la maana temprano y lo primero que hice fue comprarme
nuevamente mi acostumbrado cuartito tequila.
Ya no continu con el trabajo en Xochimilco pues aunque ya me haban
dado la base yo no quera seguir viajando todos los das desde el centro de la
ciudad hasta casi los lmites del Distrito Federal hacia el sur. No obstante segu
cobrando mi sueldo.
Yo me encontraba en tal estado de enfrentamiento silencioso contra mi
familia original que no valoraba lo que reciba. De cualquier manera mi esposa se
estaba cansando de no tener con quien comunicarse durante casi todo el da y en
una ocasin me escribi una carta donde me deca que ya no aguantaba la
situacin pero yo no supe que hacer.
acogedor. El hijo de Shanti me ayud durante unos das y se anim a pintar uno
de los muros con un diseo que haba aprendido en su viaje alrededor del mundo.
La estancia principal y la cocina las pint de blanco y de las dos
recmaras una la pint de negro e incluso tape la ventana con una hoja de fibracel
que tambin pint de negro. Era la poca en que estaba de moda la cancin que
deca mama que ser lo que quiere el negro. Compr paliacates de varios
colores y los clav con tachuelas doradas sobre el techo de la estancia. Tambin
compre varias colchonetas con la idea de poder tener huspedes.
As el departamento qued totalmente restaurado Y ya sin tantos muebles
recobr su amplitud para mltiples usos pero en realidad nunca logr ningn
proyecto pues como ya lo he dicho el inmueble estaba en juicio por razones para
mi desconocidas. No obstante, viv en l cerca de siete aos.
Para aquel tiempo yo ya beba alcohol del 96 que ya era el nico que me
saba. Miko tena una obra teatral en mente que se llamara Alcohol e intentamos
montarla bajo su direccin, desgraciadamente durante una pequea presentacin
para los amigos por unos segundos que me tard de ms en iniciar una escena
arm tal escndalo que se tuvo que parar la presentacin.
Un da, luego de un momento de descontrol me escond en un mueble que
acostado sobre el suelo haca las veces de un atad y cuando me buscaron no
respond. Entonces, Miko que se hallaba encantado con el departamento empez
a tramar apoderarse a la mala de l. Habiendo escuchado lo suficiente me levant
del simulado atad y reclamndole sus planes lo corr de la casa. No obstante al
italiano le dije que poda quedarse a vivir en la casa. Nos hicimos buenos amigos.
Desde los primeros das intent entablar contacto con la compaa de los
cheques de viajero pero no logr hacer ningn trmite verdadero por telfono, y en
147
As transcurrieron los das hasta que tuve relaciones con una de las
jvenes que venan casi a diario al piso donde vivamos. Fue una relacin sin
apasionamiento, como para pasar un requisito. Al iniciar me dijo que estaba en
sus das de fertilidad y al terminar me pregunt si eso era todo; me disgust el
hecho de que me estuviera probando con una desventaja de mi parte pues ni
siquiera coma bien y beba todo el da. Lo que queran que pasara pas y para
confirmarlo ella se puso mi ropa y se present as ante los dems. Hubo un
cambio negativo en la manera de comportarse de mi compadre para conmigo
como si quisiera deshacerse de m. Decidieron que me daran trabajo en un bufete
de abogados del pap de la chica que se haba acostado conmigo y me daran
una oficina para que durmiera y trabajara ah mismo. Obviamente no hubiera
funcionado.
Roma.
Mi anfitrin alemn en Andorra se jactaba de haber respetado mis
pertenencias ms que a cualquier otro. Ya sin dinero tuve que ponerme a trabajar
y l mismo me consigui empleo con una familia andorrana que haba sembrado
tabaco. La planta ya crecida se cortaba y era amarrada con otra para ser colgadas
de cabeza en un granero para que se secaran a la sombra. Fue una experiencia
interesante pues aunque yo dorma sobre la paja del granero me daban de comer
al parejo de ellos.
De maana, despus de haber trabajado durante un rato me daban de
desayuno dos rebanadas de pan negro con sendas rebanadas de jamn serrano y
un vaso de vino tinto. A medio da, despus de haber cortado y amarrado
suficientes plantas de tabaco como para completar la jornada colgndolas en el
granero, tenamos un descanso en el que nos daban una bebida alcohlica de
origen francs llamada Ricard que se serva con agua, y despus de haber
acabado de colgar lo que habamos cortado, llegaba la hora de comer. Toda la
familia sentada a la mesa comamos la sopa y el guisado con pan y vino tinto
suficiente y para finalizar algn postre dulce, caf y una copa de brandy y esto era
diariamente. Alguna vez me llamaron para cenar pero normalmente con solo esas
dos comidas tenamos de sobra para recobrar las energas.
desayunar decid subir al mayor de los montes de los alrededores. Me quit los
huaraches que llevaba y los escond y a mitad de camino me percat de que
haban llenado la cuesta con espinas. Me tuve que cortar las mangas de la camisa
para ponrmelas en los pies y as lograr llegar hasta la cima del monte a donde
me encontr con una flamante estacin de radio que trasmita desde ah.
Por la tarde, despus de comer, llegu al templo en cuyo interior se
encuentra la tumba de San Francisco y despus de participar en la misa
vespertina toqu la tumba del santo como hacan todos los visitantes. Luego
paseando por el atrio encontr a unos frailes centroamericanos que despus de
platicar un rato me invitaron a cenar y me presentaron al superior del convento.
Agradecido llegu al albergue esa noche con un sano cansancio y decid que
deba regresar a Mxico para experimentar ms acerca del pan hecho con trigo
germinado. Esa noche so con la voz de mi difunta abuelita materna que me
deca que primero echaba la casa por la ventana y luego la quera recoger; no
estuve de acuerdo con su apreciacin.
Ya no tena dinero nuevamente. Decid dejar mi mochila con algo de ropa
en el albergue como pago a mi estancia y con el pretexto de necesitar una
identificacin para cobrar un giro postal, rescat mi pasaporte. Me dirig al
convento donde la noche anterior me dieran de cenar con la esperanza de
conseguir algo de desayunar y cual sera mi sorpresa que al encontrarme con los
mismos frailes centroamericanos me dijeron que si ya estaba enterado de que la
ciudad de Mxico ya no exista. Pens que era una broma pero ante su insistencia
les tuve que empezar a creer mientras uno de ellos se meta al convento a buscar
un peridico con fotos de la tragedia; un terrible terremoto haba sorprendido
durante las primeras horas de la maana a los habitantes de la ciudad cobrando
miles de vidas y cuantiosos daos materiales. Tengo que regresar a Roma pero
ya me qued sin dinero les dije y lograron juntar de sus ahorros para ayudarme a
juntar para el pasaje. Se los agradec y me fui a la estacin del ferrocarril todava
con la idea de regresar a Roma pero no encontr a nadie a quien pedirle para
completar para mi pasaje. Entonces compr boleto en sentido contrario para
apenas la siguiente estacin despus de Ass.
Si mal no recuerdo la ciudad se llama Perugia. Ah investigue mejor el
suceso del terremoto y pude ver varias publicaciones con imgenes de los
destrozos en mi querida ciudad.
Nuevamente sin dinero me sub al tren que sala para Pars y como no
compr boleto me tuvieron que bajar muy descortsmente. En la primera estacin
a la que llegamos arrojaron primero mi pasaporte y me tuve que bajar a recogerlo
y luego me arrojaron el equipaje que llevaba y se esperaron a que su viaje
continuara. Afortunadamente la estacin estaba a una calle de distancia de la
carretera y ponindome a pedir aventn en menos de quince minutos ya haba
sido levantado por un camin de carga que me llev hasta la desviacin a
Versalles, muy cerca ya de Pars.
Eran como las 4 de la maana y an era verano. Estaba a bordo de
153
carretera en un lugar donde los rboles eran enormes. Como todava faltaba para
el amanecer me recost al pie de uno de estos rboles y me descans hasta que
el fluir del trfico se hizo ms intenso. Con toda calma me incorpor y pude darme
cuenta de que estaba en un lugar de intensa vialidad donde ya existan semforos
para controlar el trfico. Me prepare lo mejor que pude y me puse nuevamente a
pedir aventn. En cuestin de minutos ya me haba levantado un amable francs
que por fortuna hablaba muy bien ingles pues se dedicaba a vender aviones. Le
explique que era mexicano y que quera regresar a mi pas despus de lo que
haba sucedido con el terremoto. En breve llegamos a la ciudad y muy
amigablemente me invit a tomar un chocolate con pan de dulce. Me desped muy
agradecido y me qued en la calle frente al restaurante donde habamos
desayunado. Empec a caminar en la direccin del sentido de la calle y lo primero
que me llam la atencin fue que el ambiente ola a perfume francs, ya que la
gente que sala de sus casas para enfrentar la jornada laboral se haban acicalado
lo mejor posible. A poca la distancia se vea el sol que sala y a paso tranquilo
llegu al final de la calle que terminaba en una especie de explanada. Al llegar a la
esquina y voltear hacia donde el sol sala me encontr para mi sorpresa con la
torre Eiffel justo al amanecer. Agradec el detalle y me dispuse a darle sentido a mi
da.
No recuerdo exactamente como pero me veo desde esa hora de la
maana revisando un mapa donde se encontraba registrado el consulado
mexicano hacia donde me dirig desde antes de que abrieran para saber dnde
estaba el edificio y poder regresar en su momento.
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Otra gran ayuda que me lleg en aquellos das fue la llegada de un jeque
musulmn norteamericano que lleg al pas invitado por una comadrita de la
danza que habiendo ido a estudiar a Nueva York encontr en el Islam una puerta
abierta a una vida devocional verdadera semejante a la danza conchera que haba
dejado en Mxico.
Eran los sufs. Los msticos del Islam que mediante la Orden Halvetti
Yerrahi de Turqua y por intermedio tambin de una mezquita neoyorquina
pastoreada por un estudiante de religiones de la universidad de Columbia que
haba tomado la mano del Islam del sheik Musafer Efendi. Nur Baba nos cont que
vio algunos de los derviches mexicanos que se haban iniciado tambin en la
danza conchera realizar una ensayo de danza que lo movieron a buscar en
Mxico nuevos posibles religiosos del Islam.
Fue en la velacin del cabo de ao del Indio Fernndez donde despus
de llegar a la ciudad llegaron los sufs con sus tesbis en la mano y en oracin
constante, de tal manera que yo que estaba tocando y cantando siguiendo la
velacin empec a moverme como ellos sin saber por qu. Luego que me enter
quienes eran me un a la reuniones que empezaron a realizarse en diferentes
lugares hasta que se logr conjuntar tal fuerza que se fund una mezquita bajo el
patrocinio secreto de Santa Mara de Guadalupe y con la direccin de una sheika
mujer.
Una de las caractersticas del Islam es que no consumen bebidas
embriagantes en su cultura lo cual me ayud a alejarme del alcohol por este otro
medio adems de tener el acceso a la liturgia y espiritualidad musulmana.
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SEXTO SEPTENARIO
De los treinta y cinco a los cuarenta y dos aos
Las influencias culturales
A partir de la llegada del Islam y la fundacin de la mezquita en Mxico
empec a definir mi posicin con los grupos religiosos o de educacin de la
conciencia. No obstante mi centro operativo conceptual siempre he querido que
sea mi propia vida y lo primero que recib fue el bautismo catlico. De hecho Nur
Baba, cuando me conoci, me dijo que haba recibido espiritualmente el aviso de
que conocera a alguien de ascendencia catlica. Recuerdo que tom la mano con
cierto recelo pero sin miedo, y el tesbi, especie de rosario que me regalaron, se
rompi entre mis manos al poco tiempo de que me lo dieran. No obstante luego
tendra otro fabricado con las semillas de olivo del primer Ramadn que celebr
con mis nuevos amigos o hermanos en la fe del Dios nico.
neoyorquino.
Lo primero que hice fue preparar el lugar donde tendra lugar la edicin del
video dentro del local donde tena sus oficinas Guionismo Cultural que era una
parte de la casa de los padres de su director y que se trataba de una habitacin
por debajo del nivel de la calle y a la cual haba que impermeabilizar
perfectamente para que pudiera convertirse tanto en videoteca como en cuarto de
edicin. As que empec como albail esta nueva participacin con Televisa.
Posteriormente, despus de un primer momento de grabacin en
diferentes lugares del sur y sureste del pas, de regreso a la ciudad de Mxico, me
encontr con la novedad de que me haban quitado el departamento en el que
haba vivido por cerca de siete aos.
Me cambi a vivir a San Bernab a un pequeo departamento que rentaba
una seora que haba conocido en la mezquita y segu con la segunda parte de la
produccin, ahora por el norte del pas y yo al frente de un solo equipo de
grabacin, realizado las labores de produccin.
Yo haba empezado a tener relacin ntima con una compaera del curso
de acupuntura que era doctora y tena dos hijos pequeos de diferentes
relaciones. Se acababa de cambiar a un departamento en un conjunto residencial
y me ofrec para mediante un cancel de tabla roca y una puerta de madera, lograr
un espacio suficiente para tener un consultorio. Tambin con ayuda de la gua roj
elabor un mapa para ayudar a los pacientes a llegar al departamento pues existe
cierta complicacin para llegar bien en un primer intento. Mi inters era puramente
personal pues ella estaba en el momento especial para empezar a dar consulta en
un tipo de medicina astrolgica que haba estado probando durante cierto tiempo
con un conocido mdico homepata, quien finalmente le dio su aval para que
iniciara su consulta privada. Esa ayuda fue como una consigna de parte de un
poder superior para impulsarla en su labor como doctora que era, en esta nueva
faceta de la medicina a la cual bautizamos como Homeopata Astrolgica. Hasta la
seora catequista y su hermana llegaron a ser pacientes de la doctora que por su
parte haba sido catecmena de ella mientras estudiaba el bachillerato.
Cuando estaba trabajando en la construccin del panel para el consultorio,
se me meti una rebaba de metal en el ojo y pens que se me saldra con un poco
de tiempo, pero pasaron las horas y ya en mi departamento de San Bernab tuve
que hablarle por telfono a mi amiga la doctora para anunciarle que regresaba
para que intentara sacarla con algunas pinzas o algo por el estilo y as regres ya
de noche a su casa. Logr localizar la rebaba pero estaba clavada en la superficie
del ojo y solo hasta el da siguiente pudimos ir a un centro hospitalario donde con
ayuda de un microscopio lograron desenterrarla. Mientras tanto pas la noche con
ella.
En verdad tuve una relacin muy agradable con ella pero de cualquier
manera ya tena un hijo pequeo cuyo padre estaba en Estados Unidos y aunque
no le haba telefoneado ni le mandaba dinero apenas empezamos a convivir le
habl de larga distancia.
Yo me acababa de comprar una motocicleta y la haba dejado en el lugar
de estacionamiento del departamento pero casualmente me haba ido, y en ese
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momento lleg el esposo celoso que haba regresado de Estados Unidos y entr
al departamento con nimo de buscarme bronca. La doctora de inmediato le puso
un alto a su reaccin pero de cualquier manera el incidente puso fin a la incipiente
relacin que estbamos teniendo.
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SEPTIMO SEPTENARIO
De los cuarenta y dos a los cuarenta y nueve aos.
El trabajo redentor
De nuevo en el programa gracias a mi asistencia a las sesiones e inclusive
con una guardia de las cero horas a las seis de la maana una vez por semana
pude regresar a tener una vida capaz de adaptarse a una rutina de trabajo
asalariado y lo consegu con mi primo hermano que es mdico y que trabajaba en
el Instituto Nacional de Nutricin. Tena en aquel momento una investigacin sobre
la alimentacin de los recin nacidos en mujeres durante el puerperio. Se
mandaban entrevistadores a distintos hospitales para contactar con las mujeres
recin paridas y se les peda su direccin para poder darles seguimiento mediante
entrevistas diseadas para registrar datos con respecto a la alimentacin. Mi
trabajo era desde engrapar las entrevistas y repartirlas entre los entrevistadores
hasta hacer las grficas con los resultados obtenidos. Tambin hicimos otra
investigacin con el mismo formato en relacin al uso de mtodos anticonceptivos.
Por esta poca tuve una nueva relacin con una secretaria del equipo con
el que trabajaba mi primo. Nunca pens que podra tener relaciones sexuales con
una mujer como ella. Era madre de dos hijos mayores pero estaba separada de su
marido e incluso me cont que tena un amante que no viva en la ciudad.
En una ocasin yo la invit al cine para ver una pelcula en la que actuaba
mi hija en compaa de Jane Fonda y luego de verla quiso ir a la casa donde viva
para ver una presentacin en la televisin de su admirado Luis Miguel. Como el
cine estaba cerca nos fuimos caminando hasta m domicilio. En esos das no
estaba el Licenciado y nos pusimos a ver al cantante en la televisin de la sala de
la casa hasta que nos empezamos a besar. Cuando la fui a dejar en el automvil
del Licenciado un carro blanco pas rozndonos a gran velocidad. Ella ni se dio
cuenta pero yo me pregunt qu significado tendra esta seal pues de habernos
tocado hubiera significado un terrible accidente. Apenas hoy puedo interpretar que
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significaba que se trataba de un peligroso trabajo blanco el que realizaba con esta
mujer.
Seguimos nuestra relacin durante algn tiempo hasta que yo le dije que
no me gustaba como la llevbamos pues no tena ningn futuro salvo la desnuda
sexualidad. No volvimos a tener relaciones aunque si la invit a tomar algn caf.
Luego me platic que haba terminado amistosamente con el otro amante.
Fueron varios aos de trabajo intenso en esta serie televisiva que cobr
gran inters en el pblico televidente interesado en una cultura histrica. No
obstante dej de asistir a las juntas del grupo de Alcohlicos Annimos pues deba
atravesar la ciudad hasta ms all de mi domicilio para luego regresar ya pasadas
la diez de la noche. Adems me haba inscrito en un deportivo que estaba en la
esquina de la casa donde viva y haba empezado a hacer aerobics dos veces al
da. De las siete a las ocho de la maana y despus de un bao de vapor me
desayunaba y llegaba temprano a trabajar segn los hbitos del resto del equipo
de produccin. A las seis de la tarde me regresaba a la casa y sin ninguna prisa
volva a hacer otra hora de aerobics para despus de otro vapor regresar a cenar
y ver en compaa del Licenciado una interesante serie de pelculas histricas
llamada precisamente Paginas de la Historia. Con esta rutina pude
agradablemente trabajar durante varios aos. Las danzas de los fines de semana
y ocasionalmente alguna velacin entre semana venan a romper con la rutina
mental de la produccin.
Cuatro meses de trabajo implicaba la manufactura de cada programa pues
realizbamos una verdadera investigacin iconogrfica sobre todo, pues
procurbamos no repetir imgenes en un mismo programa ni tampoco de un
programa a otro. Tambin la msica que usbamos la compona un msico que
trabajaba para la empresa. Entonces, ya en la etapa de postproduccin, se
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espacio para almacenarlas y al ser frgiles se rompan con facilidad. Decid dejarlo
en pinole lo cual favorece su perfecta salivacin para poderlo deglutir.
En poco tiempo tena un ropero lleno de frascos de plstico llenos con
pinolito santo, como lo bautizaron, pero yo no acababa de entender cmo deba
consumirlo. De cualquier manera le di al mi compadre heredero de la palabra de la
mesa de la danza un buen nmero de frascos para que me ayudara a repartirlos
entre los jefes de los diferentes grupos de la danza. El da de hoy reconozco que
fue un error al pensar que otra persona pudiera compartir un mensaje que ni yo
mismo tengo perfectamente claro todava.
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OCTAVO SEPTENARIO
De los cuarenta y nueve a los cincuenta y seis aos de edad.
En busca de una nueva oportunidad
Amatln es un pueblo lleno de sorpresas. Desde que estaba an en la
ciudad en Mxico empez a cobrar importancia por las actividades tanto de la
danza como de la tradicin de Quetzalcatl y tambin por otras tradiciones que
hicieron su aparicin en este lugar. Empec viviendo en un cuartito de adobe que
haba pertenecido a un compadrito de la danza que haba fallecido y su familia, su
mujer y sus hijas, cuatas heterocigotas, se haban juntado con un vecino que tena
una casa ms grande y ahora tenan un nuevo miembro en la familia.
Sin embargo, mi relacin principal era con mi compadre sargento de la
mesa del Santo Nio y su esposa espaola, tambin danzante, que desde aos
atrs nos haban venido invitando a las festividades y temazcales que se
realizaban en el pueblo y en su casa que estaban construyendo. Mis compadres
tienen una hija con sndrome de Down que estaba en sus primeros aos y dos
hijos un nio y una joven de un primer matrimonio de mi compadre. Todos
danzaban habiendo la ocasin.
Tambin desde antes de que llegara a vivir all, un maracame huichol, el
Abuelo, haba empezado a hacer ceremonias de medicina donde pasando la
noche entera alrededor del fuego grupos de hombres y mujeres compartan su
inters en la tradicin huichola, reciban una limpia y comamos polvo de jcuri
seco que era la medicina y despus de amanecer con un caluroso abrazo
fraterno entre todos los participantes nos despedamos agradecidos. El Abuelo
llevaba aos realizando esta ceremonia en varias partes de Mxico y del mundo a
pesar de que su gente en la sierra le reclamara por su trabajo con culturas
extranjeras; nadie es profeta en su tierra.
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PAN DE VIDA
Nuestros abuelos comieron comida cocida y se enfermaron
Leyenda huichola.
El hombre es el nico animal que cocina sus alimentos y en su ignorancia mezcla
diferentes tipos de alimentos y hacen que su digestin en lugar de proporcionar
verdadero sustento y crecimiento saludable, debido al gran gasto enzimtico, es decir,
de las sustancias que el propio organismo aporta para poderlos desdoblar y asimilar,
provoca un deterioro en lugar de un beneficio y es el origen de todas las enfermedades
crnico degenerativas, el envejecimiento y finalmente la muerte fsica. (1Cor. 15)
De entre los descubrimientos arqueolgicos ms reveladores del siglo pasado se
encuentran los manuscritos esenios de las cuevas de Qumrn a orillas del Mar Muerto.
http://www.slideshare.net/ajjian/el-evangelio-esenio-de-la-paz-240-pags-presentation
Para germinar la semilla de trigo de una manera accesible y limpia se sugiere
seguir los siguientes pasos:.
1.
tocaron compartir en Amatln mientras viv all fueron ms o menos las siguientes:
Ao con ao se celebra el nacimiento de Ce Acatl Topiltzin Quetzalcatl,
el famoso Tepozteco, con la llegada de diferentes grupos de la tradicin para
hacer ceremonia al avatar del primer milenio de los pueblos del Anhuac. A ellos
me toco invitarlos a probar el germinado de maz seco y molido.
Otra fiesta anual que me toc celebrar en aquellos das fue l cumpleaos
de don Felipe Alvarado, representante de la tradicin Quetzalcatl en el poblado.
Poco se poda trasmitir all debido a la presencia de las bebidas alcohlicas.
Tambin particip con el grupo Quetzalcatl del movimiento tradicional de
Alcohlicos Annimos, con quienes compart mi experiencia he hice verdaderos
amigos dentro de la comunidad.
Un evento fuera de lo normal fue la apertura de un centro bautizado como
el Unicornio que fue fundado por mi maestro de acupuntura. En el particip tirando
la basura cada semana y aceitando con linaza los muebles de madera. Pude
tambin hacer llegar la informacin de los germinados de cereal a una pareja de
chinos que practicaban las artes marciales y la medicina tradicional: El pago que
me dieron fue un Kong Fu (trabajo bien hecho) salido del corazn.
Reforzando mi vena ecologista limpie de botellas de refresco y dems
residuos slidos los caminos que bajan a Nahualatl, mejor conocida como la poza
de Quetzalcatl y la cueva de Chimalma que estaba llena de veladoras rotas y a
medio quemar. Me las llev a mi casa y las acab de quemar en mi altar.
Tambin asist cada vez que pude a las misas y celebraciones de la
palabra que se llevaban a cabo en la iglesia del pueblo.
Y por supuesto, participe en las obligaciones de la danza de concheros
que se haba enriquecido con la presencia de mi compadre Sonora, miembro de la
corporacin de concheros de Mxico, que haba levantado el estandarte de su
grupo de Concheros de la Conchita
Un trabajo fallido que tuve fue el encargo de una mujer cuyo hermano se
haba quedado postrado mentalmente por llamarlo de alguna manera. A cierta
edad, despus de ser un buen dibujante se qued sin motivacin para vivir.
Cuando su hermana me conoci le vino la idea de que yo podra cuidarlo y sacarlo
de su postracin. Sus otros hermanos ya estaban de acuerdo en asignarle una
mensualidad para que alguien se ocupara de l.
As, les rent a mis compadres concheros una especie de apartamento
que tenan dentro del terreno que ocupaba su casa grande; tena su cocina, bao
y una amplia estancia donde haban unas camas y una mesa de comedor. El sitio
estaba bien adecuado para el trabajo. Por otra parte, l vena ya medicado con
unas pastillas psiquitricas que le compraban sus hermanos. El tipo era calmado
pero carente de cualquier iniciativa, aunque era capaz de secundar mis iniciativas
para realizar algn trabajo menor. Su hermana se quejaba del alto precio de los
medicamentos que le mandaban as que quise ver qu tal se senta sin drselos y
yo por mi parte me los tom para saber qu efecto me surtan. Honestamente me
pusieron de muy buen humor y segu tomndomelos por unos das. Yo pensaba
decirles que de mi salario me compraran una dosis similar a la de mi paciente pero
cuando se enteraron por mi boca de lo que estaba haciendo se arm tal escndalo
174
Me tuve que ir a vivir a una casa abandonada que le haba sido dejada por
poder a un temazcalero que viva enfrente. Uno de mis trabajos era limpiar de
basura los terrenos a donde llegaba a vivir. Eso me ganaba respeto del lugar y me
daba poder dentro de la comunidad por el simple trabajo de hacer lo correcto. Por
lo dems, haba empezado a inhalar thinner y el alcohol y los cigarros eran asunto
de todos los das. Ya ni siquiera iba al grupo de Alcohlicos Annimos. Empec a
sufrir de un disturbio psicomotor que al estar de pie sin hacer nada me
bamboleaba incontroladamente de un lado para el otro.
Gracias a una amiga del pueblo que tena un hijo con problemas de
alcoholismo me enter de un grupo en Cuernavaca al cual quise asistir se llamaba
el Ave Fnix donde finalmente fui para recibir una terapia de algunos meses.
En esos das muri mi papa. Yo le di gracias a Dios por la noticia y segu
con el tratamiento hasta que lleg el da de hacer una escritura de un cuarto paso
que decid posponer para una ocasin posterior pero los directores de la
agrupacin no lo quisieron aceptar. Sin decirme nada hablaron con mi madre para
que fuera por m, de lo contrario me echaran a la calle. Un buen da por la
maana mi madre y su hermana mayor fueron por m y preguntndome a donde
quera ir me encaminaron a Amatln nuevamente que era donde tena mis cosas.
Una tarde que viajaba por Yautepec vi a un pastor que venda chivitos y
borreguitos y me detuve para comprarle una pareja de borregos. Pens que sera
fcil criarlos y tan luego los sub al coche busqu una verdulera para comprarles
alfalfa. Para mi desencanto me di cuenta que an eran pequeos y cuando al da
siguiente los lleve a la tienda veterinaria confirm que an estaban en la lactancia
por lo que tuve que comprarles leche en polvo para becerros para continuar con
su desarrollo. Fue una experiencia interesante convivir con unos animales como
ellos pues se llega uno a encariar y a establecer una relacin paternal. Les tena
que preparar sus biberones que succionaban con una voracidad sorprendente. De
cualquier manera me fueron tiles en mi convalecencia neurolgica pues me
dieron un motivo para ejercitarme y continuar con un trabajo fsico obligatorio. Los
bautice como Agnis y Agnus. En cuestin de semanas crecieron lo suficiente como
para empezar a comer hierba y empec a comprarles alfalfa que me vena a
entregar a la casa un labrador que reparta en coche a domicilio el producto de su
siembra. Ambos animales crecieron fuertes y saludables aunque al dueo de la
casa no le gust que los hubiera comprado pues maltrataron un poco unas matas
de caf que haba en el jardn.
Sala a la calle con ellos y se iban a buscar alguna plantita que comer y en
cuanto los llamaba por su nombre y balaba como ellos corriendo venan a m.
Agnus desarrollo unos cuernos grandes con los que poda dar unos topes
verdaderamente fuertes. Sola provocarlo empujndolo por la frente y responda
inmediatamente. Tambin si alguien le tena miedo lo atacaba. Fueron varios
meses de continuo cuidado que terminaron el da en que por el sonido local me
pidieron que no sacara a la calle a mis animales porque asustaban a la gente. Ese
da los regal a un amigo que estaba fincando unas casas por la zona de
Yautepec y no los volv a ver.
pusieran suero pues haba vuelto a beber en mi ausencia a un grado fatal. Por
cada da que haba estado trabajando conmigo yo le pagaba lo que ganaba un
pen en el campo y se lo pagaba cada da como dice la biblia pero ante esta
actitud ms bien guardaba mi dinero para darle lo que realmente necesitaba. Lo
lleve al grupo de Alcohlicos Annimos pero no le interesaba apegarse a un
programa para dejar de beber. De hecho el alguna ocasin quiso engaarme
metiendo alcohol en una bolsa de plstico pero lo descubr. Un buen da me dijo
que se iba regresar con mi compadre de la escuela de cine; que no era posible
que no hubiera un trabajo para l. Estaba sobrio y se vea muy bien as que lo dej
partir sin decirle nada. Luego me enter que haba vuelto a beber y se haba
muerto en una clnica del ISSSTE.
LENTEJA
67
106
444
9
0.55
22
8
25
3.21
37
174
Potasio, K
Sodio, Na
Zinc, Zn
Cobre, Cu
Manganeso
Selenio, Se
Vitaminas
Vitamina C
Tiamina
Riboflavina
Niacina
A. Pantotico
Vitamina B6
Folato total
Vitamina A,IU
Vitamina A,RE
Vitamina E
Lpidos
A.Grasos sat.
16
18
Acidos grasos
monoinsaturados
18:1
Acidos grasos
Polinsaturados
18:2
no diferenciados
18:3
Colesterol
Amino
cidos
Triptofano
Teonina
Isoleucina
Leucina
Lisina
Metionina
Cistina
Felilalanina
Tirosina
Valina
Arginina
Histidina
Alanina
169
16
1.65
0.261
1.858
42.5
79
6
0.92
0.157
0.188
0.6
149
6
0.41
1.64
0.188
0.6
322
11
1.51
0.352
0.506
0.6
2.6
0.225
0.155
3.087
0.947
0.265
38
0
0
0.050
8.2
0.076
0.126
0.481
0.563
0.034
36
155
16
0.02
13.2
0.084
0.124
0.749
0.38
0.088
61
21
2
0.01
16.5
0.228
0.128
1.128
0.578
0.19
100
45
5
0.03
0.206
0.194
0.12
0.151
0.069
0.59
0.008
0.056
0.046
0.032
0.008
0.022
0.057
0.052
0.006
0.104
0.151
0.557
0
0.409
0.022
0.058
0.104
0.219
0.531
0.234
0.042
0.081
0.026
0
0.175
0
0.016
0
0.038
0
0.115
0.254
0.287
0.507
0.245
0.116
0.134
0.35
0.275
0.361
0.425
0.196
0.295
0
0.134
0.143
0.267
0.214
0
0
0
0
0
0
0
0
0.037
0.078
0.132
0.175
0.166
0.034
0.034
0.117
0.017
0.13
0.197
0.07
0.099
0
0.328
0.326
0.628
0.712
0.105
0.105
0.442
0.334
0.399
0.611
0.257
0.356
180
Acido asprtico
Acido glutmico
Glicina
Prolina
Serina
0.453
1.871
0.306
0.674
0.341
0
0
0
0
0
0.479
0.161
0.063
0
0.033
1.433
1.258
0.319
0.356
0.495
BUSCA Y ENCONTRARS
TOCA Y SE TE ABRIR
PIDE Y SE TE DAR
Esta tabla vale su peso en oro pues a grandes rasgos puede apreciarse el
fruto que tiene el trabajo de germinar las semillas para consumirlas como
ensalada, algunas, y otras para secarlas y molerlas finamente y poder as obtener
aminocidos simples de origen vegetal, que pueden sustituir los males que van
inherentes a una dieta carnvora. Publico esta informacin porque a pesar de
buscarla no la he vuelto a encontrar tan completa.
Recuerdo que recin ingresado a las filas de alcohlicos annimos le
pregunt a un padrino del movimiento 24 horas que a qu tiempo haba que dejar
de fumar y me contesto sencillamente que al mismo tiempo que el alcohol cosa
que yo no haba podido hacer y la mayora de los grupos no le daba importancia al
grado de que personas que no fumaban al llegar a un grupo empezaban a hacerlo
ya que la fuga por medio del tabaco que se practica en dichos grupos es
absorbente.
Mi madre, a pesar de pertenecer al movimiento de Alanon para familiares
de alcohlicos siempre que me ha vuelto a internar empieza por una clnica
psiquitrica y de todas las que he conocido ninguna se aproxima a la efectividad
teraputicas del ms humilde de los grupos de AA que he conocido. Los
psiquiatras tienen casi todo su poder teraputico apostando a los medicamentos
en lugar de inducir al enfermo a un autoanlisis moral de sus vidas. Esta clnica no
fue la excepcin y de haberme quedado ms tiempo tal vez habra podido
introducirse el programa de A.A. pues a cierto tiempo de estar internado llegaron
compaeros militantes de un grupo de Alcohlicos Annimos a intentar organizar
una sesin. Los cigarros en esta institucin los daban cada hora y haba que estar
al pendiente para pedrselos a la enfermera encargada de repartirlos.
Tambin pude haberme desenfrenado y acostarme con una compaera
enferma que de alguna manera se haca accesible pero no quise meterme en
problemas sexuales.
De esta clnica fui cambiado a otra que si tena el programa de Alcohlicos
Annimos.
una historia de Jesucristo que tambin me gust pues describe a Jess como
trabajador en un astillero donde disea una barca para la pesca ms eficiente que
las comunes y corrientes que se utilizaban. Tambin narra un viaje de Jess a
Roma que es ms creble que el viaje al Tbet que quieren atribuirle algunos
grupos simpatizantes del budismo Tibetano. El Libro de Urantia tambin habla de
un chino compaero de trabajo de Jess con el que comparta una estrecha
amistad y del que pudo haber recibido nociones de la medicina tradicional china.
Estando en esta clnica vend uno de mis carros e intent arreglar el otro
para regresarme a Mxico a vivir. Cuando supuestamente estaba arreglado el
automvil con el que me qued intent regresar a la ciudad de Mxico por la vieja
carretera pero ni siquiera llegu a tres Maras, pues se me calent el motor.
Gracias a una patrulla pude conseguir una gra que me llevara a mi nuevo
destino.
En la colonia condesa mi madre y yo habamos visitado y alquilado un
cuarto que estaba cerca del grupo Condesa que fue el iniciador del movimiento 24
horas de Alcohlicos Annimos. Tambin quedaba cerca de la mezquita pero por
aquellos das lo que me importaba mas era encontrar un grupo donde pudiera
dejar de beber y de fumar.
A la vuelta de la esquina haba un Superama donde poda comprar
alimentos pero tambin bebidas y como en el internado anterior haba seguido
bebiendo a escondidas pues aqu tambin segu tomando lo que poda comprar
con el dinero que me daba mi madre pues no quera darme la oportunidad de vivir
en su casa.
Supuestamente mi madre estaba con la esperanza de que comiera tortas
como alimento principal y que segn ella no iba a tener problemas pero el espritu
no estaba de acuerdo y de plano no me hall ni en el barrio ni en el cuarto y
tampoco con las tortas. As que segu bebiendo. En la esquina haba una vinatera
y con diez pesos poda comprar un cuarto de litro de caa. Llegu a tal grado de
beber que me di cuenta de que en ese lugar no iba a llegar a ninguna parte. Le
hable por telfono a mi madre y le narr la situacin y en cuestin de unas horas
ya me haban llevado a otra clnica que utilizaba tambin el programa 24 horas de
Alcohlicos Annimos
183
184
NOVENO SEPTENARIO
De los cincuenta y seis a los sesenta y tres aos
La nueva cultura
La nueva clnica, Viviendo sanamente, estaba en la delegacin
Iztapalapa donde tambin mi esposa, la madre de mi hija, tiene su casa.
Era el momento de hacer un balance de la situacin general de mi vida y
mi relacin con las personas ms importantes con las que tengo relacin: mi hija,
mi esposa, mi madre, mis hermanos, mis primos, mis compadritos de la danza y
mis compaeros de grupo que se estaban rehabilitando. Ante todo esto, exponer a
todos ante el Pan de Vida, surgi en ese momento como una misin imperativa:
ES AHORA O NUNCA, me dijo una voz en mi interior. No obstante, ya estaba yo
advertido por el Espritu del escndalo que se poda desencadenar con una
revelacin semejante y decid escribirle a Su Santidad Benedicto XVI para
informarle de mi propsito, en el nombre de Seor.
Tena conmigo unos cuantos frascos con harina de germinados de trigo y
me propuse drselos a probar a mis compaeros en la nueva clnica, pero el
problema principal era como hacer ms.
Consider que dadas las circunstancias lo primero que tena que hacer
era conseguir un trabajo y cuando me dieron la oportunidad en el grupo me dirig
mediante una carta a la Delegacin Poltica de Iztapalapa para pedirles trabajo.
Tanto mi madre como la directora de la clnica me tiraron a loco creyendo
que me iban a responder de la delegacin y me iban a dar trabajo por el simple
hecho de haber escrito una carta pidiendo el trabajo. La cuestin fue que en unos
cuantos das el director del servicio de limpias me llam por telfono y me invit a
dar una vuelta por la delegacin y para otro da me invit a la cineteca a la
presentacin de una pelcula de cine independiente muy interesante. As ingres a
las filas del departamento de limpia de la delegacin de Iztapalapa.
Lo primero que hice fue acercarme al intento de separacin de basura que
llevaba la delegacin. Se haban comprado unos camiones ecolgicos que
tenan dos compartimientos para recibir la basura, en uno se depositaba lo
inorgnico y en el otro lo orgnico, pero en verdad a la hora de llegar a descargar
estos residuos slidos todo de depositaba en el mismo triler que se llevaba el
contenido a su destino final el cual nunca conoc. Ante esta situacin me di cuenta
del fraude que significaba cualquier intento por separar la basura a nivel de la
ciudadana. Esto hizo que decayera mi inters por el trabajo.
No obstante, decid llamarles la atencin a las autoridades de ecologa y
haciendo los escritos pertinentes me present en las oficinas correspondientes y
les di mi punto de vista sobre el problema. El asunto no eran los camiones sino los
das para cada tipo de desecho slido as le sugera que unos das se recogiera
un tipo de basura y otros das lo otro. As lo vertido en los trilers sera un solo tipo
de residuo slido.
186
Eran tiempos electorales y el PAN y el PRD se disputaban la presidencia
del pas. Para hacer valer sus derechos, el candidato del PRD haba organizado
un plantn en el zcalo donde representantes de todos los estados de la repblica
estaban presentes. En este entorno y con el dinero que ganaba imprim la
informacin del Pan de Vida y me fui desde las casas de campaa de todos los
partidos polticos hasta todas las carpas de los diferentes estados repartiendo esta
informacin y dndoles la prueba de los germinados de trigo secos y molidos. As,
de alguna manera cubr todos los estados de la Repblica Mexicana.
Por mi parte, volv a empezar como si no hubiera hecho nada, por una
agrupacin que se llama Sociedad Mexicana de Filosofa Hermtica cuyo fundador
y director me abri gentilmente y con toda libertad las puertas de su organizacin
para que trabajara en el interior de sus instalaciones. Hasta mi computadora
laptop tena yo la confianza de dejar en su oficina para no andarla cargando por
las calles de la ciudad. La primera parte de este escrito la realic en SOMEFER
como se le conoce. Tambin pude trasladar la secadora solar desde la casa de mi
comadre Berenice hasta el edificio en cuestin y pude seguir haciendo harina de
germinados de trigo y repartirles a los miembros de la institucin.
De cualquier manera no era el lugar adecuado para desarrollar el proyecto
por lo menos en aquel momento. Yo mismo no estaba listo para manejar las
187
188
No me qued otro sitio donde vivir ms que la casa de mi madre, pero ella,
no queriendo actuar como su madre lo haba hecho con su hijo cuando se separ
de su mujer, prefiri pagarme una mensualidad para que viviera yo en cualquier
otro lado. As, conforme a lo ya preparado, finalmente me fui a vivir a Huatusco,
Veracruz. Como haba vuelto a beber mi compulsin por la sustancia estaba en
fase crtica as que casi de entrada en mi nueva residencia me fui a dar a un grupo
24 horas de Alcohlicos Annimos, el Dr. Silkworth, que funcionaba ms como
anexo que como grupo, donde pude recuperar la sobriedad despus de unos
meses de internamiento.
De salida del anexo comenc viviendo en una pensin en la que me
daban las tres comidas. Iba a misa todos los das y me fui olvidando de las juntas
del grupo. A los pocos das, la duea de la pensin, molesta tal vez porque no
coma la carne que me daba en las comidas, me pidi que desocupara el cuarto y
me devolvera el dinero que le haba pagado. Acept la propuesta y para la tarde
haba conseguido un cuarto en un edificio que estaba casi en las afueras de la
ciudad en una zona llamada la reserva territorial y con ayuda de un camin que
me encontr a la salida del edificio y cuyo dueo tena su domicilio a la vuelta de
la pensin donde tena mis cosas en un solo da estaba instalado en mi nuevo
domicilio. El lugar era ideal para producir la harina de germinados de trigo pues
tena una gran y soleada azotea, y agua en abundancia. Tambin a unas cuadras
de distancia se encontraba otro grupo con anexo del movimiento 24 horas de
Alcohlicos Annimos, el 17 de Marzo. As se manifestaba el Poder Superior.
desde al rector del Instituto, como a todos los maestros que me dieron clase, y
tambin, a todos los compaeros del grupo.
Con esta experiencia pude darme cuenta que estando ocupado en algo de
provecho como el estudio no me dieron ganas de beber pero ni por asomo, ni
siquiera una cerveza y tambin mi tabaquismo fue cancelado durante las horas
que permaneca en la escuela.
194
Soy un hombre dbil que desde nio ha sido avasallado por sus instintos
descoyuntados o por sus pasiones desbordadas. Como primer hijo de mis padres
y primer nieto de mis abuelos fui siempre un nio consentido a ms no poder. Y
ahora que ya he cumplido los sesenta aos sigo haciendo hasta donde cabe mi
santa voluntad como dira mi madre. El 27 de septiembre del 2013, da de San
Miguel, cumpl tres aos de estar internado en la clnica S.I.A.N.I., pero no me
pesan; apenas he podido hacer un recorrido escrito de mi vida, que significan
estas letras que hoy redacto con la paciencia que ameritan. Todos los das me
remito a este trabajo para corregir, aumentar o descartar los sucesos que marcan
la pauta de mi paso por esta vida.
Mi estancia en esta clnica ha sido productiva desde el punto de vista de
este trabajo y tambin alrededor de lo que se refiere al Evangelio de la Paz y de la
Salud y la manufactura del Pan de Vida y su difusin a travs de la red justo para
marcar su presencia en el umbral del 21 de diciembre de 2012 como un trabajo
decisivo para la nueva era de luz y vida que se aproxima. Sin embargo, es poco lo
que se puede lograr desde un ordenador. No obstante, es lo mejor que he podido
hacer en mi vida para difundir una doctrina que no es propiamente ma sino de
Jesucristo como un don para la humanidad.
195
196
198
CONCLUSIONES GENERALES.
Ante la incapacidad por parte de mis padres de brindarme una educacin
moralmente respaldada por un cdigo moral establecido, a causa de sus
resentimientos personales contra la iglesia catlica por la que se haban casado,
tras largas discusiones, decidieron dejarme en libertad para que en su momento
yo escogiera lo que me conviniera.
As la sola moral familiar que nunca fue explcita en los muchos aspectos
que debiera abarcar, tampoco se anticip a los acontecimientos y cuando quiso
remediar las desviaciones morales recibidas en la escuela y en la vida social, no
tuvo las herramientas.
Recuerdo como en un momento temprano de mi educacin ellos mismos
intentaban competir por mi preferencia; a quien quieres ms a tu mam o a m?
y lo mismo entraba en el juego mi madre.
Por parte de mi madre su relacin con la Iglesia y su doctrina siempre fue
fra pues estaba harta de la forma obligatoria del culto impuesto por las religiosas
de las escuelas donde estudi. Cuando ahora le pregunto si realmente cree en
Dios me recita el Salmo 23, que nunca me trasmiti y se pregunta que qu habr
hecho para tener que sufrir tanto a causa de mi vida. Hoy en da podra decirle a
mi madre que haberse casado con mi padre y su postura anticlerical produjo una
incongruencia entre la moral tradicional de origen religiosa con la praxis de la
cultura de la posguerra, que profesaba la liberacin por no decir apostasa de la
moral explcitamente Catlica que tambin se perfilaba en el ambiente de la
cultura mexicana oficial.
El asunto verdaderamente anticlerical estaba presente en el resentimiento
de mis parientes espaoles que hasta tenan juramento de ni siquiera poner un pie
en un templo Catlico, situacin que ya haba sido trastocada al haberse
consumado por la Iglesia el matrimonio de mis padres.
Mi madre s disculpa diciendo que no hay escuela para padres, pero si
que la hay y se llama Iglesia cualquiera que esta sea, que pertenezca a una
religin verdadera.
Una sirvienta que trabajo con nosotros durante los aos de mi infancia se
preocupaba de llevarme a misa los domingos que poda. No obstante, es muy
difcil que la fe entre en un nio por la sola asistencia a un ritual.
As crec entre el aislamiento social, la neurosis de mi padre y la prisa de
mi madre por que concluyera mi desarrollo y me hiciera independiente, con lo
que solo se acentu mi incapacidad para tener unas sanas relaciones sociales
ms all de la familia y de los amigos de la calle. Hasta mi relacin sexual ms
importante durante mi desarrollo se dio porque la chica se mud a vivir justo
enfrente de la casa familiar.
Ya para entonces mi instinto sexual estaba descoyuntado y permanci as
por falta del recurso real de la prctica religiosa, pues mis acercamientos a la
religin cuando estudiaba secundaria ya no fueron de utilidad y la ciencia
psicolgica y psiquitrica a las que luego tuve que recurrir a instancias de mis
padres, los remitieron a ellos como los responsables de la desubicacin en que
me encontraba pero su soberbia y autosuficiencia les impidi alguna aceptacin al
respecto y el culpable segu siendo yo, segn ellos. Lleg un punto en que mi
199
result ser falso pues la Iglesia con justificada actuacin evanglica bendijo la
espada del General Francisco Franco para que combatiera el estado republicano
asesino de religiosos.
Estoy profundamente agradecido por el catecismo que estudi en la
escuela primaria pues las verdades recibidas han salido en mi ayuda cuando ms
necesitado he estado de gua y consejo. Poco a poco con el correr de los aos he
ido entendiendo algunas cosas; no tengo ya prisa pues siempre entiendo lo que
tengo que entender en el momento en que lo tengo que entender. Es la ley de mi
vida hasta el momento marcada siempre por la oportuna providencia, y parte de mi
trabajo en esta vida es expandir esta conciencia; por eso escribo esto y quiero
publicarlo.
Creo que tanto el tabaquismo como el alcoholismo en mi vida fueron
ineludibles. Inmerso en una familia incongruente entre lo que haca y lo que
realmente pensaba, en una inconciencia con respecto a la capacidad que puede
tener un nio dejado a la deriva en asuntos tan fundamentales como la ingestin
de sustancias no necesarias para la vida a travs del ejemplo de los adultos, la
sexualidad, etctera; el resultado no se hizo esperar: ante mi descontrol, el
hipcrita, el idiota, el cretino, result siendo yo. En su momento, a ejemplo de mis
padres, empec a fumar, a beber bebidas alcohlicas y a raz de mi incapacidad
para lidiar con todas estas ingestiones y las primeras experiencias sexuales que
no tuve con quien comentar en absoluto, entr en un perodo de ingobernabilidad
personal. Fue solo hasta despus de llegar a un grupo de Alcohlicos Annimos,
despus de haberme casado y separado que he podido trabajar estas situaciones
desde la tribuna y ms an, para m ha sido una necesidad escribirlo y publicarlo,
no porque sea importante lo que me haya pasado a m en lo particular, sino
porque es un ejemplo de lo que puede haberle pasado a algunos otros de mi
generacin.
En realidad, la mayora de edad, como edad de la auto-responsabilidad
independiente, por ms de haber cumplido los unos aos o los otros, nunca pudo
ser una realidad ni llegar a una madurez verdadera en una actuacin congruente
en mi experiencia existencial dadas las falsedades bajo las que fui educado. As
que cuando cumpl los dieciocho aos, tuve que decirles a mis padres que ya que
siempre era un problema el pedirles permiso solamente les iba a avisar a donde
iba y a qu hora regresaba. As continuo mi vida y los problemas familiares fueron
en aumento hasta que mi padre acab por echarme de la casa. La madurez en mi
caso no se ha dado en la forma en que el mundo la requiere ya que sin una casa
habitacin dentro de un hogar la vida se ha ido dando en episodios de los cuales
salgo para entrar en otro.
El ideal del Playboy al que se le sum la personalidad de James Bond,
ambos consumidores de alcohol, y ante la falta de una slida educacin dentro de
los valores verdaderos de la tica y la moral, me avasallaron en mis intentos de
llevar una vida como la de todos los dems y he pasado los aos
restablecindome de esa desviacin del instinto sexual que se inici siendo un
nio de ocho aos de edad al que la amiguita de mi hermana le agarro los
genitales y le respond de la misma manera.
Mis experiencias con las drogas me pusieron en contacto con la realidad
que coexiste con la realidad de la sociedad de consumo pero que no pertenece a
201
este sistema de cosas y es la realidad del Reino de los Cielos. No digo que las
experiencias con plantas psicotrpicas sean un camino en s mismo pero si una
ventana a dicha realidad de la que la mayor parte de los habitantes del planeta
estn ajenos. La propuesta de salud de Jess es volver a la naturaleza en lo
relativo sobre todo a la alimentacin con lo cual y para ponerlo en trminos
cientficos podramos recuperar nuestra secrecin de endorfinas por nuestra
mdula espinal que son ms poderosas que la drogas y recuperar nuestras
energas infantiles perdidas precisamente por las ingestiones durante nuestro
crecimiento y as recuperar capacidades atrofiadas para ver la presencia de esa
realidad que existe a nuestro alrededor pero que no la percibimos con claridad.
Creo que la crisis que vivimos es un proceso de desarrollo y madurez por
el que estamos pasando todos los seres humanos del planeta: el pre-parto de una
humanidad restaurada en la civilizacin del amor y regresar as a la realidad
paradisiaca perdida.
No hay de que asustarse, esto ser poco a poco durante mil aos despus
de que nuestro alumbramiento como humanidad tenga lugar. Claro que durante el
parto hay partes estructurales que han ayudado a la formacin del nuevo ser y que
al trmino de su desarrollo ya no sirven, como es el caso de la placenta, que habr
que reciclar; pienso que se trata del mundo moderno con sus ciudades y edificios.
Creo que el punto clave es la meta existencial, es decir, como individuos y
como sociedades, cual debe ser nuestra ms legtima aspiracin.
De acuerdo con la tradicin Catlica que es la mas difundida en nuestras
sociedades Latinoamericanas esta aspiracin debiera ser la bsqueda de la vida
eterna o como dice alguna versin del credo; la vida perdurable. Esto es el
mximo valor que podemos buscar; una vida saludable en un mundo restaurado y
en relacin directa con la naturaleza con una responsabilidad ecolgica
fundamental que puede entenderse como un cultivar y cuidar el jardn de tal
manera que exista trabajo y alimento para todos.
Creo que puedo concluir que aprender a redactar y a escribir lo que por mi
mente pasa y se manifiesta en acciones concretas, y a distinguir la presencia del
Seor y su providencia en cada momento de mi vida ha sido la obra principal de l
en m y de m voluntad de permanecer en l, en su Santo Espritu y su Divina
Providencia. Amn.
202