Feminismos y Teorías Del Cine
Feminismos y Teorías Del Cine
Feminismos y Teorías Del Cine
de la desconstruccin a la
politizacin de las diferencias
Margara
Milln*
V E R S I N .
E S T U D I O S
D E
C O M U N I C A C I N
P O L T I C A
La produccin
terico-analtica se
manifest, en tanto
geografa cultural,
en "dos voces del
feminismo ":
la anglosajona y
la americana.
Ambas corrientes se
agrupaban en torno
a dos importantes
publicaciones
especializadas:
la revista inglesa
Camera obscura y
la norteamericana
Jump Cut.
Dentro del despliegue terico-prctico del feminismo1 se desarrolla, en la dcada de los setenta, una plataforma crtica
dedicada al anlisis de las imgenes audiovisuales, al cine, dentro de un horizonte que podramos denominar el del anlisis
cultural, entendido como el campo de las representaciones y
del orden simblico.
La poltica cultural feminista entendida como la produccin
de significaciones culturales que intervienen en la desconstruccin de la cultura dominante, se despleg en el campo de
la representacin cinemtica indagando sus dimensiones
psquicas y semiticas, tanto como lectura-interpretacin de
las obras como en la creacin cinemtica. Esta produccin
terico-analtica se manifest en tanto geografa cultural en
"dos voces del feminismo", al decir de Ruby Rich:2 la anglosajona y la americana. Ambas corrientes se agrupaban en torno
a dos importantes publicaciones especializadas: la revista
inglesa Camera obscura y la norteamericana Jump Cut. En
principio, podemos alinear a la corriente anglosajona como
dentro de lo que en aquel contexto se denomin "teoricista",
ms interesada por un cine subjetivo y experimental, que busca
la desestructuracin de los modelos de representacin
tradicionales, mientras que la tendencia norteamericana podra
incorporarse a la denominacin de "empirista" o "pragmtica",
interesada en promover un cine poltico documental y
sociolgico, donde las mujeres tomaran la palabra, hablaran
de su experiencia y recostruyeran su propia historia. En el
centro de sus diferencias estaba la polmica sobre el carcter
ideolgico per se de la forma. Ambas corrientes presuponan
tambin una manera de considerar al espectador femenino.
El corpus sobre el cul las estudiosas feministas elaboran
sus anlisis consiste, por un lado, en el llamado "cine clsico",
es decir, el cine norteamericano de los aos cuarenta, que es1
La propuesta
que se sostiene
tanto en los ensayos
como en la imagen,
es la de un cine
desconstructivo,
un "anticine",
antinarrativo y
antirealista, que
destruyese las
formas de significar
de la representacin
patriarcal.
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El cine,
en tanto sistema
de representacin
avanzado, es un
terreno privilegiado
para indagar cmo
el inconsciente
(patriarcal)
estructura formas de
ver y formas de
placer (patriarcal)
al mirar.
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Mulvey deja
al descubierto
los mecanismos
del operativo
patriarcal en
el cine: la mirada
voyerista y la
fetichista, la mujer
como cuerpo y
metonimia
y la necesidad
del cine realista
y narrativo.
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La propuesta
del anticine es una
beligerante intervencin feminista en
la cinematografa,
que propone desde la
teora una manera
de hacer cine que le
exige a las y los
espectadores un
distanciamiento
crtico, que desarrolle un placer
intelectual por
lo que se mira.
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la fetichista, la mujer como cuerpo y metonimia y la necesidad del cine realista y narrativo. En oposicin a ello, el anticine
debe trabajar en contra de la construccin de la imagen de la
mujer como locus del deseo masculino, as como de la espectadora como invitada invisible, obligada a elegir entre el pasivo-femenino y el activo-masculino. Para ello, este cine debe
ser anti-realista y desconstructivo como estrategia y estilo. El
cine que trata de mujeres o es autoexpresivo de ellas no es
suficiente para ser considerado como desconstructor y crtico,
es decir, como feminista. Es necesaria una ruptura tanto en la
digesis como en la mimesis y por tanto en la identificacin.
La nocin de cine realista se ajusta a lo que otras autoras
empiezan a designar como Modelo de Representacin Institucional8 Lo interesante de este concepto es que articula
varias dimensiones del "hecho cinematogrfico": su formar
parte del aparato cultural del capitalismo avanzado, es decir, el
hecho de que el cine en tanto medio, est atravesado por las
relaciones mercantiles que afectan y conforman la industria
cultural, siendo en s mismo una empresa econmica y lugar
de reproduccin ideolgica de la cultura; el hecho de ser parte
tambin de las formas artsticas del capitalismo avanzado, y
en este sentido, el ser portador de estilo y singularidad, lugar
de la expresin; por ltimo, y de esta manera tensionada, el
ser parte fundamental en la construccin de las subjetividades
modernas, gran "educador sentimental" como dice Monsivis
en relacin al cine nacional de la poca de oro; gran aparato
semitico, como lo entiende Teresa de Lauretis.
Desde esta perspectiva, la propuesta del anticine es una
beligerante intervencin feminista en la cinematografa, que
propone desde la teora, una manera de hacer cine que le exige a las y los espectadores un distanciamiento crtico, que desarrolle sobre todo un placer intelectual por lo que se mira. Y
esto de manera obligada, por la posicin que la obra cinemas
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En oposicin
a una visin de
las mujeres como
vctimas sin poder,
la sexualidad slo
puede considerarse
dentro de las relaciones de poder, y que
realmente el terreno
a investigar es
"cmo se relacionan
varones y mujeres
con su propia
bisexualidad".
E. Ann Kaplan, Women and film. Both sides of the camera, 1983,
Routledge, N. Y, 1990.
12
Ensayos de 1979 a 1983 recogidos en el libro Alicia Ya to, publicado en
espaol por Editorial Ctedra, 1992.
Teresa de Lauretis
interviene en la
polmica proponiendo la distincin
entre La mujer
como constructo
ficcional, y las
mujeres, los sujetos
histricos reales que
no pueden ser
definidos todava
fuera de las formaciones discursivas
anteriores...
VERSIN.
ESTUDIOS
DE
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Esta percepcin, tanto del sujeto como de la creacin cultural, torna posible la consideracin de que estrategias diversas e incluso contradictorias sean usadas y sean vlidas en la
creacin de imgenes feministas. Este punto es defendido por
Alexandra Juhasz14al analizar la produccin videogrfica contempornea de mujeres norteamericanas. De manera irnica,
esta investigadora plantea que la normatividad del canon elaborado durante los aos setenta provoc en la produccin
feminista de imgenes lo que ella denomina un silenciamiento
del cuerpo. El primer cine documental feminista presentaba el
cuerpo desnudo de las mujeres desde una nueva perspectiva,
la del conocimiento del propio cuerpo y el cuidado de la salud ginecolgica. El impacto en el feminismo de lo que Juhasz
llama la teora SLAB, (siglas iniciales de Saussaure, Lacan,
Althusser y Barthes), lleva de la crisis del sujeto a su virtual
desaparicin (en este caso, del sujeto femenil) y sobre todo de
su cuerpo. Des-encarnacin que ocurre tanto por el nfasis en
los discursos, como por el propio conflicto que el cuerpo femenino provoca. En tanto territorio sintomtico del patriarcado, la visibilidad del cuerpo de la mujer ha sido un
problema difcil en el feminismo. Lo ha dividido en posiciones polticas totalmente contrapuestas. En palabras de Carole
Vance,' 5 la sexualidad ha representado para el feminismo tanto un placer como un peligro. En la crtica feminista algunas
veces predomina el peligro, que hace conjurar al placer (siempre
disipador) y dominar al temor (siempre institucionalizador).
En la creacin de imgenes, como en otros discursos y
prcticas politizadas, ciertas verdades contextuales fueron
categorizadas como esenciales e intrnsecas. Juhasz recompone este proceso a partir de ciertas afirmaciones, necesariamente
14
Alexandra Juhaz, "Nuestros autocuerpos, nosotras mismas : la representacin de las mujeres reales en el video femminista" en Afterhnage ,Vol. 21,
n. 7, febrero de 1994, Nueva York, pp. 10-14. La traduccin fue hecha
por la Coreografa de Gnero y Sociocultura del PUEG, y ser publicada en
breve.
15
Carole S. Vanee (comp.) 1984, Placer y peligro, Editorial Revolucin,
Madrd, 1989.
La visibilidad del
cuerpo de la mujer
ha sido un problema
difcil en el feminismo. Lo ha dividido
en posiciones
polticas totalmente
contrapuestas...
la sexualidad ha
representado para el
feminismo tanto
un placer como
un peligro.
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El nfasis
en la eficacia del
discurso patriarcal
falogocntrico tiene
su contraparte en
una idea de la
espectadora pasiva,
sin alternativas ni
potencia para
resistir.
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Teresa de Lauretis (1987), 17 Donna J. Haraway18 y Chandra T. Mohanty (1991) 19 han cuestionado la capacidad de
representacin que ha tenido hasta ahora la teora feminista.
De Lauretis, desestabilizando una nocin de la identidad subjetiva como unvoca y centrada en la diferencia sexual. El
sujeto est "engendrado" (engendered) no slo por la diferencia de sexo, sino de clase, de etnia, de religin, de preferencia
sexual, de edad, y de otra serie de sobredeterminaciones que
lo hacen un sujeto mltiple, ambiguo y contradictorio en s
mismo, ms negado que afirmado en su unidad. Haraway en
su importante aportacin acerca de la objetividad como conocimiento situado, y las implicaciones de ello para la ciencia y
el conocimiento, y Mohanty desde la crtica a los supuestos
que operan en el discurso feminista occidental en su construccin del llamado "feminismo del tercer mundo", donde
ste aparece no slo como una entidad unvoca y monoltica,
sino que pone a funcionar un dispositivo de "modelo ideal"
de mujer feminista frente al cul la especificidad de las luchas
y resistencias de las otras mujeres se invisibilizan.
Teresa de Lauretis,
Donna J. Haraway y
Chandra T. Mohanty
han cuestionado la
capacidad de representacin que ha tenido
hasta ahora la teora
feminista...
desestabilizando
una nocin de la
Balance terico
La discusin hasta aqu reseada, si bien concierne a la produccin cinemtica, y a los intereses particulares de las teoras
feministas, no pueden desvincularse de los problemas centrales de la teora social contempornea, en relacin al mundo
marginal o subalterno, y la capacidad de los discursos crticos
para representarlos con justeza. Los sujetos paradjicos y
heterogneos del feminismo contemporneo son los protagonistas, al tiempo que los creadores de las imgenes audio17
identidad subjetiva
como unvoca
y centrada en
la diferencia
sexual.
V E R S I N .
Es pro blemtico
para el feminismo
compartir reclamos
con mujeres que
comercian con su
propio cuerpo;
sin embargo, la
solucin poltica a
esta contradiccin
no puede ser la
censura, la crtica
y la segregacin
entre mujeres.
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C O M U N I C A C I N
P O L T I C A
En lugar del
infinito ejercicio
desconstructor de las
imgenes del cuerpo,
ste debe volver a ser
especificado dentro de
la existencia: raza,
clase,
identidad y
preferencia
sexual,
que lo construyen
y articulan.
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P O L T I C A
Kaplaii, E. Aun (1983), Women and film. Both si Jes ofthe camera.
Routledge, N.Y.
Mohanty, Chandra T. "Under Western Eyes: Feminist Scholarship
and Colonial Discourses", en Third World Women and the Politics
of Feminism, editado por Mohanty, Russo y Torres, Indiana
University Press, 1991.
Mulvey, Laura, "Visual pleasure and narrative cinema", Screen, n.
16, agosto de 1975, "Afterthoughts on 'Visual pleasure and narrative cinema'
inspiredby Duel in the Sun, en Frameivork, ns. 15, I 6 y 17, 1981.
Rich, Ruby B., "In the ame of feminist film criticism", en Jump
Cut, n. 19, 1978.
Vanee, Carole S. (comp.), 1984, Placer y peligro, Editorial Revolucin, Madrid, 1989.