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Lectura No. 1
EL DOGMATISMO, EL PRAGMATISMO Y EL CRITICISMO
En: LA POSIBILIDAD DEL CONOCIMIENTO, HESSEN, Johannes, TEORA DEL CONOCIMIENTO, Trad. Jos Gaos,
formato electrnico publicado por el Instituto Latinoamericano de Ciencia y Artes, s/f, pp. 18-19, 23-25 en lnea:
http://sites.google.com/site/cienciasyarte/JOHANNESHESSEN.pdf?attredirects=0, consultado el 24 de agosto de 2010.
tal cultivo. En este sentido, los sistemas prekantianos de la filosofa moderna son, en efecto,
dogmticos. Pero esto no quiere decir que en ellos falte an toda reflexin epistemolgica y todava
no se sienta el problema del conocimiento. Las discusiones epistemolgicas en Descartes y Leibniz
prueban que no ocurre as. No puede hablarse, por tanto, de un dogmatismo general y fundamental,
sino de un dogmatismo especial. No se trata de un dogmatismo lgico, sino de un dogmatismo
metafsico.
[]
4. El pragmatismo
El escepticismo es una posicin esencialmente negativa. Significa la negacin de la posibilidad del
conocimiento. El escepticismo, toma un sesgo positivo en el moderno pragmatismo (de gma =
accin). Como el escepticismo, tambin el pragmatismo abandona el concepto de la verdad en el
sentido de la concordancia entre el pensamiento y el ser. Pero el pragmatismo no se detiene en esta
negacin, sino que remplaza el concepto abandonado por un nuevo concepto de la verdad. Segn l,
verdadero significa til, valioso, fomentador de la vida.
El pragmatismo modifica de esta forma el concepto de la verdad, porque parte de una
determinada concepcin del ser humano. Segn l, el hombre no es en primer trmino un ser terico
o pensante, sino un ser prctico, un ser de voluntad y accin. Su intelecto est ntegramente al servicio
de su voluntad y de su accin. El intelecto es dado al hombre, no para investigar y conocer la verdad,
sino para poder orientarse en la realidad. El conocimiento humano recibe su sentido y su valor de ste
su destino prctico. Su verdad consiste en la congruencia de los pensamientos con los fines prcticos
del hombre, en que aqullos resulten tiles y provechosos para la conducta prctica de ste. Segn
ello, el juicio: "la voluntad humana es libre" es verdadero porque y en cuanto resulta til y provechoso
para la vida humana y, en particular, para la vida social.
Como el verdadero fundador del pragmatismo se considera al filsofo norteamericano William
James ( 1910), del cual procede tambin el nombre de "pragmatismo". Otro principal representante
de esta direccin es el filsofo ingls Schiller, que ha propuesto para ella el nombre de "humanismo".
El pragmatismo ha encontrado adeptos tambin en Alemania. Entre ellos se cuenta, ante todo,
Friedrich Nietzsche ( 1900). Partiendo de su concepcin naturalista y voluntaria del ser humano,
ensea: "La verdad no es un valor terico, sino tan slo una expresin para designar la utilidad, para
designar aquella funcin del juicio que conserva la vida y sirve a la voluntad de podero". De un modo
ms tajante y paradjico todava expresa esta idea cuando dice: "La falsedad de un juicio no es una
objecin contra este juicio. La cuestin es hasta qu punto estimula la vida, conserva la vida, conserva
la especie, incluso quizs educa la especie". Tambin la Filosofa del como si, de Hans Vaihinger, pisa
terreno pragmatista. Vaihinger se apropia la concepcin de Nietzsche. Tambin segn l es el hombre,
en primer trmino, un ser activo. El intelecto no le ha sido dado para conocer la verdad, sino para
obrar. Pero muchas veces sirve a la accin y a sus fines, justamente porque emplea representaciones
falsas. Nuestro intelecto trabaja de preferencia, segn Vaihinger, con supuestos conscientemente
falsos, con ficciones. Estas se presentan como ficciones preciosas, desde el momento en que se
muestran tiles y vitales. La verdad es, pues, "el error ms adecuado". Finalmente, tambin Georg
Simmel defiende el pragmatismo en su Filosofa del dinero. Segn l, son "verdaderas aquellas
representaciones que han resultado ser motivos de accin adecuada y vital".
Ahora bien, es palmario que no es lcito identificar los conceptos de "verdadero" y de "til". Basta
examinar un poco de cerca el contenido de estos conceptos para ver que ambos tienen un sentido
completamente distinto. La experiencia revela tambin a cada paso que una verdad puede obrar
nocivamente. La guerra mundial ha sido singularmente instructiva en este sentido. De una y otra parte
se crea un deber ocultar la verdad, porque se teman de ella efectos nocivos.
Estas objeciones no alcanzan, sin embargo, a las posiciones de Nietzsche y de Vaihinger, que
mantienen, como se ha visto, la distincin entre lo "verdadero" y lo "til". Conservan el concepto de la
verdad en el sentido de la concordancia entre el pensamiento y el ser. Pero en su opinin no
alcanzamos nunca esta concordancia. No hay ningn juicio verdadero, sino que nuestra conciencia