Antijuridicidad Como Requisito de La Responsabilidad Civil
Antijuridicidad Como Requisito de La Responsabilidad Civil
Antijuridicidad Como Requisito de La Responsabilidad Civil
Resumen
Este artculo pretende ser un estudio profundo de la antijuridicidad
como requisito de la responsabilidad civil, el cual no aparece en nuestro
Cdigo Civil, pero s en los de otros pases de Europa occidental, y que
muchos autores consideran que es exigible tambin en nuestro Derecho.
A propsito de aquella cuestin se estudia tambin la responsabilidad civil
de los inimputables. La perspectiva es de Derecho espaol y comparado.
PALABRAS CLAVE
Responsabilidad civil, antijuridicidad, culpa, inimputables.
ABSTRACT
This paper studies the problem of unlawfulness as a possible element of
tort law, which appears in the Civil Codes of some European countries, but
not in the Spanish one; notwithstanding, many Spanish scholars consider
that unlawfulness is also a requisite for an action in tort in our system.
Agood part of the work deals with the concept of fault and the legal liability
of minors and mentally ill persons. The point of view is one of Spanish and
comparative law.
1 Trabajo realizado con el apoyo del Proyecto DER2010-20873 del Ministerio de
Ciencia e Innovacin, titulado Capacidad jurdica, discapacitados e incapacitacin. Bases
para una adecuacin del Derecho espaol a la Convencin de Nueva York.
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KEY WORDS
Tort law, unlawfulness, fault, liability of minors and mentally ill persons.
SUMARIO: I. Introduccin.II. Origen histrico de la antijuridicidad.
1. Derecho romano. 2. La tradicin del Ius Commune y su corolario:
el Cdigo civil francs. 3. Edad Moderna, Derecho natural racionalista
y Usus Modernus Pandectarum. 4. El siglo xix y la promulgacin del
Cdigo Civil alemn.III. Contenido del juicio de antijuridicidad.
1. Antijuridicidad de la conducta o del resultado. 2. Doctrina y jurisprudencia espaolas. A) Posturas afirmativas en la doctrina. B) Posturas negativas. C) Posturas intermedias. D) La jurisprudencia.
E) Derecho Administrativo. 3. Crtica de la doctrina de la antijuridicidad del dao. 4. La doctrina de la antijuridicidad de la conducta.
A) Consideraciones generales. B) Negligencia como comportamiento antijurdico. C) El dolo. 5. Conclusin parcial.IV. Culpa en sentido subjetivo. 1. Concepto, historia y Derecho comparado. 2. La
incapacitacin, la menor edad y la responsabilidad civil. 3. El Cdigo
penal. A) Introduccin. B) La responsabilidad civil del inimputable.
C) La distribucin de la responsabilidad entre el causante y los guardadores. 4. Cdigo civil.V. Caso fortuito o fuerza mayor.VI. Utilidad de la distincin entre antijuridicidad y culpa.
I.INTRODUCCIN
Uno de los tpicos o lugares comunes en materia de responsabilidad civil es el de si la antijuridicidad es un requisito de aqulla,
y, en caso de que lo sea, en qu consiste. El estudio de este problema nos ayudar tambin a clarificar el asunto de la responsabilidad
civil de los inimputables.
El trmino antijuridicidad tiene su origen en la doctrina jurdica
germnica y, consecuentemente, en el Cdigo civil alemn (Brgerliches Gesetzbuch, BGB). La tremenda influencia de este Cdigo ha
hecho que los Cdigos civiles de otros pases hayan incluido este
requisito en la accin de daos. El elemento ha sido recogido en
orden de promulgacin en el Cdigo italiano (art. 2043), el portugus (art. 483.1) y el holands (Burgerlijk Wetboek, BW, art.6:162)2.
2 Cdigo italiano: Cualquier hecho doloso o culposo que causa a otros un dao
injusto (un danno ingiusto), obliga a quien ha realizado el hecho a resarcir el dao. Cdigo Portugus: Aqul que, con dolo o mera culpa, viola ilicitamente el derecho de otro o
cualquier disposicin legal destinada a proteger intereses ajenos queda obligado a indemnizar al lesionado por los daos resultantes de la violacin. Holands: Quien comete un
acto antijurdico (onrechtmatige daad) contra otro, que puede ser imputado al infractor,
debe indemnizar el dao que la otra persona sufre como consecuencia de l.
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traduccin, de 1916, del tratado de von Liszt9; el sustantivo antijuridicidad lo hemos encontrado por vez primera en una obra de
Jimnez de Asa de 192210. Hoy es la denominacin generalizada
entre la doctrina penal.
De sta pas a un sector de la civil. Aparece ya con absoluta
naturalidad en la traduccin y anotaciones de Prez Gonzlez y
Alguer a la obra de Enneccerus/Kipp/Wolff11. Sin embargo, el primer civilista que aplic la idea de la ilicitud como categora sistemtica dentro de la responsabilidad civil fue de Diego, gran jurista
y buen conocedor de la doctrina alemana; segn l, No basta, en
efecto, que el hecho sea daoso para producir la obligacin de
reparar el dao. Del ejercicio legtimo de un derecho o del exacto
cumplimiento de un deber legal, jams se deriva esta obligacin,
aunque con ello se cause dao a otro. La ley Aquilia ya nos hablaba
del damnum iniuria datum, dao realizado sin derecho o contra
derecho: el Cdigo suizo y el alemn insisten tambin en esta idea.
El hecho, por consiguiente, adems de ser daoso, ha de ser ilcito,
contrario al derecho; ha de contener la violacin de una norma
legal12.
Despus de este breve repaso, la cuestin que surge inmediatamente es: necesitamos un requisito que aparece slo en algunos
cdigos civiles europeos y no en el nuestro cuando las resoluciones
judiciales se inspiran en buena medida en los mismos principios?
II. ORIGEN HISTRICO DE LA ANTIJURIDICIDAD
1. Derecho romano
Para responder a la pregunta anterior, es esencial echar un vistazo a la historia del trmino antijuridicidad. Como ya se ha dicho,
ridiche; azione antigiuridica escribe Masucci, Il Codice penale italiano, vol. 2, 2.,
Napoli (1894), p. 315.
9 Tratado de Derecho penal, II, traducido de la 20. ed. alemana por Jimnez de
Asa, y adicionado con el Derecho espaol por Saldaa, Reus, Madrid (1916), pp. 314 y
ss.; el adicionador tambin utiliza en otras ocasiones el trmino antilegal (p. ej., pp. 362,
459 y 460). Por su parte, el traductor de la misma obra, Jimnez de Asa, utiliza el trmino ilegalidad (p. 251).
10 Trabajos del Seminario de Derecho Penal, Reus, Madrid (1922).
11 Tratado de Derecho civil, t. I, vol. II, traduc. y anotaciones de Prez Gonzlez y
Alguer, Bosch, Barcelona (1935), p. 421 (traduccin) y p. 424 (notas).
12 Curso elemental de Derecho civil espaol, comn y foral, t. 5., Victoriano Surez, Madrid (1920), p. 343. Le siguen luego de Buen, Derecho civil espaol comn, Reus,
Madrid (1922), p. 539; Garrigues, en Castn/Garrigues/Goicoechea, Derecho civil comn
y foral, Reus, Madrid (1922), p. 273; Castn Tobeas, Derecho civil espaol comn y
foral, II, Reus, Madrid (1925), p. 712; y una lista interminable.
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P. 47.
P. 50.
59 Das Schuldmoment im rmischen Privatrecht (1867), recogido luego en
Vermischte Schriften juristischen Inhalts, Leipzig, 1879 (por donde se cita).
60 Pg. 159. Jhering aade algunos otros casos de distincin entre injusto objetivo y
subjetivo, tomados especialmente del Derecho procesal.
Por otra parte, el autor se remite en nota a la opinin de Hegel en su Philosophie des
Rechts. Es sintomtico que el ejemplo que emplea para referirse al injusto civil sea precisamente la disputa sobre la propiedad de una cosa ( 84 y 85). De cualquier modo, la
doctrina actual discute si, en verdad, la concepcin de Jhering sigue la de Hegel.
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La existencia en nuestro ordenamiento de daos no antijurdicos que producen efectos jurdicos distintos de la responsabilidad civil. As sucede especialmente con las causas de exclusin de
la antijuridicidad, como la legtima defensa.
B) Posturas negativas en la doctrina
En 1981 el profesor Pantalen defendi una tesis doctoral,
indita, donde consider intil la categora ilicitud en nuestro
Derecho de daos. Su postura fue reproducida por Lacruz Berdejo
en su obra arriba citada, y desde entonces va ganando continuamente adeptos.
Parte aquel autor de dos presupuestos bsicos: nuestro sistema
de responsabilidad extracontractual no es tpico sino de clusula
general; el artculo 1902 no exige siquiera, para dar lugar a la
indemnizacin, la lesin de un derecho subjetivo u otra situacin
jurdica del daado. Desde las premisas anteriores, es evidente
que en nuestro Derecho es imposible afirmar a la vez que la responsabilidad extracontractual exige la antijuricidad de la conducta
del daante, y que dicha antijuricidad consiste en la violacin de la
norma primaria (el art. 1902 sera una norma secundaria) protectora del bien lesionado.
Tampoco parece aceptable la tesis de que la antijuricidad consiste en la violacin de la pretendida norma primaria alterum non
laedere. Una norma jurdica as... no puede formar parte del ordenamiento jurdico de un sistema econmico-social fundado en la
competencia, y que permite e incentiva la realizacin de actividades que se demuestran estadsticamente productoras de importantes daos a los dems.
Restara la alternativa de fundar el juicio de antijuricidad, no en
el desvalor del resultado producido por la conducta del daante,
sino en el desvalor de la conducta en s... Pero la aceptacin de
esta postura... exigira demostrar qu necesidad existe de aadir el
elemento de la antijuricidad al elemento de la culpa. Y sobre todo,
esta postura, al situar el centro de gravedad del supuesto de hecho
del artculo 1902 CC en la conducta del responsable, y no en el
dao, contradice la funcin propiamente resarcitoria del precepto:
no se impone al daante la obligacin de indemnizar porque puede
serle reprochado haber obrado antijurdicamente, y con el fin de
que no vuelva a actuar as, sino porque, dado que el dao es objetivamente imputable a la conducta culposa de aqul, se estima justo
que sea l quien lo soporte en vez del daado81.
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P. 27.
P. 29, siguiendo a Nipperdey (cursiva del original). V. tambin La responsabilidad
civil. Derecho sustantivo y Derecho procesal, 5. ed., Montecorvo, Madrid (1989), pp. 28 y
ss. A esta postura se adhiere de la Vega Garca, Responsabilidad civil derivada del ilcito concurrencial, Civitas, Madrid (2001), p. 189.
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pueda ser considerada peligrosa ex ante. A nuestro juicio... la antijuridicidad que es propia del Derecho de daos entraa, desde
luego, un juicio de desvalor del resultado. Un concepto de antijuridicidad que comprenda tambin un juicio de valor de la conducta,
que para algunos puede resultar necesario, slo es posible realizarlo en la medida en que se entienda, como tambin entienden normalmente los penalistas, que el juicio sobre la culpabilidad queda
embebido en el juicio de calificacin de antijuridicidad87.
Por otra parte, vale la pena recordar que un sector de la filosofa
del Derecho moderna niega la posibilidad de la ilicitud dentro del
ordenamiento, porque, a diferencia de la mayora, piensan que no
hay una norma primaria que ordena u prohibe algo, y luego otra
secundaria que ordena al juez; segn esta corriente, la norma va
dirigida exclusivamente al juez, y la produccin del resultado lesivo es simplemente un presupuesto de la aplicacin de la norma88.
D) Jurisprudencia
El TS suele sealar que es doctrina pacfica y constante,
tanto jurisprudencial como cientfica, la que determina que para
una declaracin de una responsabilidad extracontractual plasmada en el artculo 1902 del Cdigo Civil, es preciso que concurran
los siguientes requisitos: a) Una accin u omisin culposa o
negligente, b) La produccin de un dao efectivo y evaluable
pecuniariamente, y c) Un nexo causal entre dicho acto humano
y el resultado daino (21 de marzo de 2001, RJ 4747; similar, 23
de mayo de 2006, RJ 3535; 2 de abril de 2004, RJ 1671; 22 de
julio de 2003, RJ5852; 22 de abril de 2003, RJ 3545; 25 de octubre de 2001, RJ8670; 13 de julio de1999, RJ 5046; 20 de mayo
de 1998, RJ3379; 3 de diciembre 1997, RJ 8722; 10 de noviembre1997, RJ7867).
87 Fundamentos de Derecho civil patrimonial, V, Civitas-Thomson Reuters, Madrid
(2011), pp. 303 y 304. Le sigue, respecto de una edicin anterior, Macas Castillo, El
dao causado por el ruido y otras inmisiones, La Ley, Las Rozas (2004), p. 270. En sentido tambin similar, Pea Lpez, La culpabilidad en la responsabilidad civil extracontractual, Comares, Granada (2002), pp. 259 y ss.
En materia contractual, opina Carrasco, en Albaladejo (dir.), Comentarios al Cdigo
Civil y Compilaciones Forales, Edersa, Madrid (1989), sub art. 1101, p. 593, que En el
rgimen de la responsabilidad contractual han de mantenerse perfectamente separados los
juicios de licitud (antijuricidad) y el juicio de reproche, puesto que, por definicin, el
incumplimiento es un resultado injusto. Yo no creo, contra el parecer de Jordano, que el
juicio de licitud sea coincidente con el juicio de imputabilidad-responsabilidad, de manera
tal que el deudor responde en tanto incumple, y deja de responder cuando se libera de la
obligacin por causa sobrevenida no imputable. Aadiendo a continuacin que La
observancia de la diligencia debida no es licitud cuando la diligencia fue ineficaz para
procurar el cumplimiento.
88 Kelsen, Reine Rechtslehre, Deuticke, Wien (1967), passim.
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En ocasiones, el TS sustituye los trminos culposa o negligente del primer requisito por ilcita. La de 7 de diciembre de 2000
(RJ9438) seala que toda responsabilidad derivada de un acto ilcito, segn constante y pacfica jurisprudencia, exige ineludiblemente
los siguientes requisitos: a) Una accin u omisin ilcita, b) La realidad y constatacin de un dao, c) Un nexo causal entre ambos
requisitos (en el mismo sentido, 7 de noviembre de 1996, RJ 7913).
Otras veces, se dice, como en la Sentencia de 29 de julio de
2010 (RJ6946), que toda obligacin, derivada de un acto ilcito,
segn constante y, tambin, pacfica jurisprudencia exige ineludiblemente los siguientes requisitos:
a) Una accin u omisin ilcita,
b) La realidad y constatacin de un dao causado,
c) La culpabilidad, que en ciertos casos se deriva del aserto,
que si ha habido dao ha habido culpa (?) y
d) Un nexo causal entre el primer y segundo requisitos. Idnticas, SS de 10 de diciembre de 2008 (RJ 2009/16), 7 de julio de2005
(RJ 9550), 14 de mayo de 2002 (RJ 4444), 7 de diciembre de 2000
(RJ 9438), 2 de marzo de 2000 (RJ 1304), 17 de noviembre de 1998
(RJ 8809), 29 de diciembre de 1997 (RJ 9602); similares, pero sin la
aclaracin de la culpabilidad, SS de 7 de diciembre de 2000
(RJ9438), 27 de diciembre de 1996 (RJ 9377), 7 de noviembre
de1996 (RJ 7913). En estos casos, adems del discutible aserto del
requisito c), no se aclara en absoluto en qu se diferencian la ilicitud del primer requisito de la culpabilidad del tercero, pareciendo
que quieren decir lo mismo (v. especialmente la Sentencia de 7 de
julio de2005).
Las primeras sentencias que hemos podido localizar en las que se
habla de antijuridicidad son las de 10 de octubre de 1968 (RJ 4271)
y 25 de octubre de 1968 (RJ 4796), de las que fue ponente el Sr.
Bonet Ramn. En ambas se dice Que para que pueda ser estimada
la responsabilidad civil extracontractual, es necesario la concurrencia de diversos requisitos o supuestos integrados por la accin u omisin, la lesin o dao, la antijuridicidad o ilicitud, la culpa del agente
y la relacin de causalidad entre el dao y la falta. Como en las
sentencias del grupo anterior, se emplea el trmino ilicitud, al que se
equipara el de la antijuridicidad, pero igualmente no se explica en
qu consiste.
La descripcin ms amplia de qu sea la antijuridicidad aparece
en la STS de 17 de marzo de 1981 (RJ 1009, ponente Sr. Santos
Briz), al sealar que Que la relacin o juicio de antijuridicidad,
aludido en la Jurisprudencia de este Tribunal como uno de los
requisitos para exigir la responsabilidad civil extracontractual
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E) Derecho administrativo
El artculo 141.1 LRJAP y PAC seala que Slo sern indemnizables las lesiones producidas al particular provenientes de daos
que ste no tenga la obligacin jurdica de soportar de acuerdo con
la ley. Y ya desde hace dcadas, la jurisprudencia administrativa
ha pasado a decir que este dao que no hay obligacin de soportar
es antijurdico (v., entre las ms recientes, p. ej., SS de 21 de
julio de 2011, dos, RJ 6773 y 6774; 19 de julio de 2011,
RJ2012/638; 7 de julio de2011, RJ 6236; etc., etc.).
Aunque es difcil de aseverar con seguridad, este modo de
expresarse la jurisprudencia administrativa parece tener su origen
en la doctrina civil italiana antes expuesta.
3.Crtica de la doctrina de la antijuridicidad
del dao
Como hemos visto, la mayora de la doctrina civil espaola y de
algunos otros pases opina que la ilicitud recae sobre el dao producido. Por su parte, la jurisprudencia suele considerar que la antijuridicidad es la vulneracin de la norma no perjudicar a otro
(alterum non laedere).
A nuestro entender, el juicio de antijuridicidad no puede recaer
sobre el puro hecho daoso, tanto por razones filosficas, como
tcnicas, como de orden prctico.
Desde el punto de vista filosfico, es evidente que el Derecho
regula relaciones entre seres humanos, y slo los seres humanos pueden realizar actos antijurdicos, contrarios a Derecho. Si lo antijurdico fuera el dao, tendramos que considerar como ilcito el causado por una tormenta de granizo, un perro o un oso, lo que contradice
la forma de hablar y las valoraciones sociales corrientes90.
Ante ello, podra defenderse que hay daos que son indemnizables y otros no, por lo que s tendra sentido hablar de ilicitud de
unos daos y no de otros (y de ah la interminable discusin de la
doctrina italiana sobre el danno ingiusto que exige el artculo 2043
del Codice civile). Y, ciertamente, podemos pensar en ciertos valores que, de forma incondicionada, en ningn caso, podran fundamentar una responsabilidad civil. As, parece que en nuestro Derecho la mera infidelidad conyugal (si no conlleva engao sobre la
90 Con todo, de un modo sorprendente, la SAP Navarra 5 de mayo de1999 (ARP
1452) aprecia la eximente de legtima defensa en el acto de un pastor que mata dos perros
de caza que agredan su rebao.
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Fleming, The Law of Torts, 9th edn., LBC Information Services, Sydney (1998), p. 5.
Pea Lpez (n. 87), p. 277.
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enterar, la STS de 16 de diciembre de1996, RJ 9020); ni es indemnizable el dao que el profesor causa al alumno al que suspende
correctamente; ni el que deriva de recluir a un delincuente en la
crcel; ni que mi hijo se drogue o se case con alguien que me disgusta profundamente, etc.
La defensa de este principio alterum, basada en la idea de
que, de no admitirlo, habramos de aceptar la regla es lcito causar
cualquier dao a otro, salvo si una regla prohbe ese dao
concreto99, se presta a un debate algo complejo.
La regla alterum non laedere puede valer en todo caso como
norma prima facie. Desde la obra del filsofo ingls Willian David
Ross (1877-1971), de 1930, la tica contempornea, especialmente
la de origen anglosajn, distingue entre deberes prima facie y
deberes all things considered. Aunque el pensamiento del autor no
es del todo claro, analiza en su obra ciertos deberes, que, cuando se
consideran todas las circunstancias concurrentes en un caso concreto, resultan meramente aparentes: Sugiero deber prima
facie o deber condicional como una forma breve de referirse a
la caracterstica (bien distinta de aqulla de ser un deber propiamente dicho) que tiene un acto por razn de ser de cierta clase
(p. ej., el mantenimiento de una promesa), de ser un acto que sera
un deber propiamente dicho si no fuera simultneamente de otra
clase que es moralmente significativa. Si un acto es un deber propiamente dicho o deber efectivo depende de todos los casos moralmente significativos de los que es un ejemplo100. Como supuestos
de prima facie duties propone los de fidelidad, reparacin por algo
hecho mal previamente, gratitud, justicia, beneficiencia, desarrollo
de nuestras propias capacidades, y no causar daos a otros101.
Esta teora es criticada por bastantes autores, y uno de ellos ha
dicho que Calificar como deber prima facie cierto acto individual es una forma de decir que puede ser descrito como un caso
genrico que se considera prima facie debido (es decir, respecto
del cual se acepta un juicio de deber que funciona a modo de
norma probabilstica). Esta constatacin es meramente uno
de los pasos preliminares de la deliberacin moral102. Estamos de
acuerdo con esta ltima constatacin, pero ni siquiera aceptamos el
carcter de norma probabilstica del deber prima facie porque el
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V. n. 76 y su texto.
The Right and the Good, Clarendon Press, Oxford (1930), p. 19.
101 Pp. 21 y 22.
102 Bayn Mohino, La normatividad del Derecho: deberes jurdicos y razones
para la accin, Centro de Estudios Constitucionales, Madrid (1991), p. 403. Por su parte,
Searle, Prima facie obligations, en Raz (ed.), Practical Reasoning, Oxford University
Press, Oxford (1978), p. 84, seala explcitamente que Haramos bien en filosofa abandonando la terminologa obligaciones y deberes prima facie, ya que lleva a confusiones.
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Krau, ZStW, 76 (1964), p. 45, citado por Mnzberg (n. 63), p. 151, nota 303.
Carrasco (n. 87), pp. 607 y 608, respecto de la responsabilidad contractual,
opina que el artculo 1104 ha acabado con los distintos grados de diligencia: El modelo de
diligencia en el Cdigo civil es hoy el del padre de familia en su grado medio (buen), cuya
negacin es la culpa leve. La culpa levsima no se presta nunca; la culpa grave se presta
siempre.
128 Mir Puig (n. 61), p. 286.
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actividad negligente del hijo, con mayor razn cuando sea dolosa. Sin
embargo, cualquiera percibe que no es lo mismo controlar a quien es
revoltoso que a la persona que a propsito pretende causar un dao. En
este sentido, es ilustrativa la STS de 2 de marzo de1994 (Penal,
RJ2097) que absuelve a los padres de la responsabilidad civil por un
delito de violacin cometido por su hijo mayor de 16 aos y menor
de18146.
Etc., etc.
En realidad, como ya hemos visto, la manera de determinar si
una conducta es ilcita es hacer una ponderacin de valores, y, por
decirlo as, el dolo, la intencin de causar el dao, no es sino un
elemento desfavorable ms a aadir a nuestra balanza. El menosprecio expreso del bien jurdico protegido es una circunstancia que
el Derecho tiene muy en cuenta para determinar si una conducta es
antijurdica o no.
Por eso, en el fondo, dolo y negligencia no son dos problemas
distintos, sino solamente el mismo: determinar si la conducta es
correcta o no conforme al ordenamiento.
De la consideracin del dolo por el Derecho se deriva que el que
tiene conocimientos o habilidades especiales, por la razn que sea,
debe actuar en muchas ocasiones conforme a sus habilidades, es
decir, mejor que el hombre medio establecido como modelo. P. ej.147,
si el guarda de una piscina ve que alguien se est ahogando, no le
basta con nadar con la rapidez media de un salvavidas, sino que ha
de emplear todas sus capacidades. Por qu? Aqu vuelve a surgir de
nuevo la norma de valoracin; ese desprecio consciente de la vida
ajena no es tolerado ni por el Derecho penal ni por el civil. Lo mismo
podramos decir del mdico que est especialmente dotado y es
conocedor, incluso nico, de tcnicas muy especiales.
Esta consideracin de la intencionalidad como elemento valorativo a la hora de determinar la responsabilidad por daos rompe parcialmente la concepcin de que el anlisis de la correccin de la actividad del agente ha de ser puramente objetivo y se dirige
nicamente a la conducta externa. Como se ve, las tendencias internas del sujeto pueden desempear un papel fundamental. O sea, que
la antijuridicidad puede incluir una conducta ms un estado mental.
As, p. ej., si una persona va conduciendo un coche a velocidad adecuada y un nio salta inopinadamente a la calzada, el conductor no
responde ya que hay culpa exclusiva de la vctima; ahora bien,
146 En el mismo sentido, la SAP Palencia 15 de mayo de2000 (ARP 1961), respecto
de la complicidad de un menor en un delito de homicidio.
147 Roxin (n. 50), 24, nm. 61. De acuerdo con esta opinin, en general, toda la
doctrina penal alemana. En la doctrina civil, Pantalen, voz culpa, en Montoya Melgar
(dir.), Enciclopedia Jurdica Bsica, II, Civitas, Madrid (1995), p. 1864; Cian (n. 50), p. 218.
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supuesto de hecho, pero puede equivocarse creyendo que el derecho de propiedad incluye la libertad de realizar tal obra con tal
intencin. El error sobre la ponderacin necesaria entre mi libertad
de actuar y el posible dao causado no elimina el dolo, la intencin
de daar. Por eso, el error lo es de prohibicin.
Lo mismo se puede decir del caso del que compra sabiendo que
el vendedor estaba infringiendo una opcin de compra. Dolo hay,
y, por tanto, antijuridicidad de la conducta; puede haber, en su caso,
un error de prohibicin. En materia de responsabilidad civil creemos que tal error ser normalmente irrelevante porque la validez de
la norma no depende de su conocimiento por el destinatario (pero
v. lo que se dice en el apartado IV Culpa, y en el VI Utilidad de
la distincin entre antijuridicidad y culpa).
Frente a lo aqu afirmado, se ha vuelto a defender autorizadamente la postura ms tradicional aduciendo que dado que para
poder afirmar que existe dolo en el comportamiento de aqul que
incumple un contrato, es preciso que en su actuacin intervenga
mala fe, es decir, el conocimiento de que se est conduciendo de
forma contraria a aquello a lo que se encuentra obligado, si actuase
creyendo que tiene derecho a incumplir no existira dolo y, como
mucho habra que entrar en considerar si su actuacin es
negligente150.
Sin negar las dificultades de la distincin entre error entre los
elementos del supuesto de hecho y el error de prohibicin, creemos
que el caso expuesto no es de dolo, porque en ningn momento se
ha intentado daar a otro. El que, segn contrato, cree que debe
pagar el da 15, y as lo hace, cuando se comprometi en realidad a
pagar el da 14 (error inducido, p. ej., porque el plazo se estableci
por das y no por meses), no hay intencin de perjudicar al acreedor y, por eso, no hay dolo.
Comparemos este caso con el del que promete matrimonio por
una apuesta con un amigo, y luego se echa atrs: Hay intencin de
daar, aunque puede haber error sobre la interpretacin de los artculos 42 y 43 CC; por eso, hay dolo con error de prohibicin.
En realidad, la distincin en materia de dolo que es verdaderamente relevante, dejando aparte consideraciones ms profundas
sobre teora de la norma, es la que existe entre quien no quiere
daar y el que lo quiere, pero porque piensa que tal dao est legalmente autorizado (error de prohibicin).
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En segundo lugar, cuando estamos ante una accin, aquella opinin no se sostiene desde el punto de vista lgico. Si para que se
produzca una consecuencia jurdica C son necesarios en el supuesto
de hecho los requisitos a, b y c, el que se d el requisito a no supone
que se d el b, porque, de lo contrario, a implicara b (a b), con lo
que a y b no necesitaran expresarse como requisitos distintos para
que surja la responsabilidad extracontractual.
Por otra parte, cuando la doctrina seala que el dao o la tipicidad es indicio de la antijuridicidad no est queriendo decir que tal
dao implica necesariamente la antijuridicidad. De ah que, p. ej.,
la frase Todo el que mate a otro dolosamente acta antijurdicamente, a menos que exista una causa de justificacin, no contenga
ninguna declaracin independiente, sino que, en el fondo, lo que
hace es repetir la premisa (es decir, para actuar antijurdicamente,
es necesario actuar antijurdicamente)158.
Todava se podra entender la frase discutida en un sentido estadstico, que llevara a desplazar la carga de la prueba: cuando hay
un dao, hay normalmente antijuridicidad de la conducta daosa.
Pero esto tampoco es siempre cierto. Pensemos en el tipo de detencin ilegal de los artculos 163 y ss. CP. El artculo 163.1 dispone
que El particular que encerrare o detuviere a otro, privndole de
su libertad, ser castigado con la pena de prisin de cuatro a seis
aos. El nmero de estos delitos al ao en Espaa es muy bajo,
sin embargo, el nmero de internamientos psiquitricos forzosos es
de miles. Lo mismo en cuanto a la detencin ilegal cometida por
funcionario pblico (art. 167 CP); la mayora de las detenciones de
la polica son lcitas. El dao estar encerrado no indica, ni siquiera estadsticamente, la ilicitud de la conducta159.
En realidad, la oscura frase a que nos hemos referido se debe a
la idea general de la doctrina penal y civil de que el hecho tpico o
el dao causado es antijurdico a menos que exista una causa de
justificacin160. Esta opinin no convence. En realidad, la norma
158 En este sentido, Otto, Die Lehre vom Tatbestand und der Deliktsaufbau, Jura
(1995), p. 472. Tambin crticos con el carcter indiciario del tipo, Esser/Schmidt,
Schuldrecht, t. I, vol. 2, 8. Auf., Mller, Heidelberg (2000), 25, IV, nm. 1, p. 64; Ktz,
Deliktsrecht, 7. Auf. Luchterhand, Berlin (1996) , nms. 100 a 103, pp. 42 a 44; Mnzberg (n. 63), pp. 84, 93, 108 y 262.
159 Similar, para el Derecho alemn, Otto (n. 158), p. 469. Por ello, en el Derecho
penal anglosajn se ha llegado a decir muy autorizadamente que Est claro que la carga
de eliminar las defensas basadas en causas de justificacin pblicas o privadas recae sobre
la acusacin [Omerod (n. 151), p. 434].
160 En la doctrina penal anglosajona se considera tambin como requisito del delito
la absence of justification [Ashworth (n. 151), p. 97].
En la civil se utiliza el trmino privilege; el Restatement of the Law of Torts Second
dispone en su 10: Privilegio. (1) La palabra privilegio es usada a lo largo del Restatement dedicado a esta materia para denotar el hecho que conductas que, en circunstancias
ordinarias, someteran al agente a responsabilidad, en circunstancias particulares no lo
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penal que consideran la antijuridicidad un elemento del delito completamente distinto de los dems y cuya nica funcin es examinar si
existe una causa de justificacin o de exclusin de la antijuridicidad.
La consecuencia de todo lo anterior es la siguiente: las causas
de justificacin no son un totum revolutum, sino slo aquellos valores o circunstancias que impiden la antijuridicidad de la conducta
intencional.
5. Conclusin parcial
Ahora estamos en condiciones de sealar la principal conclusin de este artculo. Hay dos modos de evaluar si un acto es acorde o no con el Derecho: negligencia o dolo (cuando todos los elementos de la negligencia no estn presentes). Y necesitamos un
concepto que comprenda la incorreccin en ambos casos. ste
puede ser llamado culpa en sentido amplio, incorreccin, antijuridicidad o como se quiera. Pero aqu se defiende el uso de la antijuridicidad porque evita la anfibologa del trmino culpa (que puede
referirse a la antijuridicidad, a la negligencia y a la situacin de los
inimputables) y facilita un lenguaje jurdico ms preciso.
Al final, por tanto, A (X Y Z) V (D F G H)
[A = antijuridicidad; si entonces; V = disyuncin;
= no]
Por otra parte, la frmula (X Y Z) (D E F G) [ = y] es
irrelevante porque el grupo (X Y Z) es ya suficiente para considerar la
accin antijurdica y la intencin de daar (D) no aade nada a esa
antijuridicidad (p. ej., disparar a alguien en una calle muy concurrida),
excepto en aquellos pases en que se admiten los daos punitivos.
En definitiva, qu es la antijuridicidad? Una cualidad de la
conducta, consistente en ser contraria a Derecho, en la medida en
que causa (o puede causar) un dao, partiendo de una ponderacin
entre la libertad del agente (en la cual la intencin de daar es un
factor bsico) y el valor del bien que puede ser (o ha sido) daado.
IV. CULPA EN SENTIDO SUBJETIVO
1. Concepto, historia y Derecho comparado
Distinto del problema de si una conducta es correcta o no es el de
si el sujeto agente posee las capacidades fsicas y psquicas necesaADC, tomo LXVI, 2013, fasc. IV
1566
rias para acomodarse al modelo de conducta establecido. Aparentemente, el Cdigo civil no regula de modo directo este asunto.
En Derecho romano, D. 9,2,5,2 Ulp. dice expresamente que los
que no estn en su juicio no estn sujetos a la accin de la ley Aquilia163; y la P. 7,34,4 dispona que el ome que es fuera de su seso no
face ningun fecho endereadamente: e porende no se puede obligar, porque non sabe, nin entiende pro, nin dao.
Por su parte, Pothier, que tanto influy en el Code y, por tanto,
mediatamente en nuestro Cdigo, consideraba que slo las personas que tienen uso de razn son capaces de delitos y cuasidelitos:
pues las que no son razonables, tales como los nios y los insensatos, no son capaces ni de maldad ni de imprudencia164.
Este modo de pensar fue el general en toda Europa en la Edad
Moderna, pero el ABGB austriaco, de 1811, despus de establecer la
irresponsabilidad de los menores y enfermos mentales, previ en su
1310 que el juez puede reconocer, en consideracin al patrimonio del daante y del daado, una indemnizacin total o parcial.
Posteriormente, el 829 BGB alemn dispuso que se puede establecer una indemnizacin por razones de equidad, segn las circunstancias, en especial, las relaciones entre los partcipes en el acto
daoso, y en la medida en que dicha indemnizacin no afecte a los
alimentos del daante o a los que ste ha de prestar a un tercero.
Esta solucin ha tenido cierto xito y se ha incorporado a los
Cdigos civiles de otros pases de Europa occidental. As, Suiza,
Blgica, Italia o Portugal165.
163 Et ideo querimus, si furiosus damnum dederit, an legis Aquiliae non sit? Et
Pegasus negavit; quae enim in eo culpa sit, quum suae mentis non sit? Et hoc est verissimum; cassabit igitur Aquiliae actio, quemadmodum si quadrupes damnum dederit, Aquiliae cessat, aut si tegula ceciderit. Sed et si infans damnum dederit, idem erit dicendum.
Quodsi impubes id fuerit, Labeo ait, quia furti tenetur, teneri et Aquilia eum; et hoc puto
verum, si sit iam iniuriae capax (Y por eso preguntamos, si un furioso hubiera causado
un dao no se le aplicara la ley Aquilia? Y Pegaso lo rechaz, pues qu culpa tendra si
no estaba en su sano juicio? Esto es muy cierto; no se aplicar, por tanto, la ley Aquilia,
como si un cuadrpedo hubiera causado un dao o una teja se hubiera cado. Y si un infante causara un dao, se aplicar lo mismo. Pero si lo hubiera hecho un impber, Labeo dice
que puesto que se obliga por el hurto, se le aplica tambin la ley Aquilia. Y esto lo considero cierto si fuere ya capaz de injuria); D. 50,17,5 Paulus 2 ad sab.: In negotiis contrahendis alia causa habita est furiosorum, alia eorum qui fari possunt, quamvis actum rei
non intellegerent: nam furiosus nullum negotium contrahere potest, pupillus omnia tutore
auctore agere potest; Dig. eod., 40, Pomponius 34 ad sab.: Furiosi vel eius, cui bonis
interdictum sit, nulla voluntas est.
164 (n. 19), pp. 63 y 64.
165 Suiza (art. 54.1 OR): El Juez puede condenar a una persona incapaz de discernir a una indemnizacin total o parcial, basndose en razones de equidad.
Blgica (art. 1386-bis, incluido en 1935): Cuando una persona se encuentre en un
estado de demencia o en un estado grave de desequilibrio mental o de debilidad mental que
le hace incapaz del control de sus acciones, y cause un dao a otro, el juez la puede condenar a todo o parte de la reparacin a la que estara sujeta si tuviera el control de sus actos.
Decidir segn la equidad, teniendo en cuenta las circunstancias y la situacin de las partes.
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priva totalmente de competencia al pupilo, pero se concede al curador la competencia para vetar la actuacin de aqul (art. 289 CC).
Esta privacin de competencia, con consiguiente traslacin a otro,
es lo que podramos llamar incapacidad de obrar en sentido estricto; y se manifiesta, no slo en sentido activo, sino tambin pasivo;
por ejemplo, requerimientos, demandas, etc., que ahora han de ser
dirigidos al titular de la competencia.
En segundo lugar, la sentencia afecta al incapacitado en
cuanto a la realizacin de actos materiales o brutos, pero no de la
misma manera que en el caso anterior. Se concede al tutor la competencia para ordenar o prohibir al pupilo la realizacin de estos
actos, pero, evidentemente, sobre ellos no hay cuestin de competencia, sino que, sencillamente, se hacen o no (se trata, pues, de
una norma regulativa, no constitutiva); es decir, no se puede representar a otro en cuanto a ir a un concierto, hacer deporte o comer
un helado. Por ello, si el pupilo desobedece las rdenes del tutor,
podr ste en ltimo extremo recabar el auxilio de la autoridad
(art. 268. II CC).
El concepto de acto material explica entonces la independencia
de la responsabilidad extracontractual de la incapacitacin del
daante. No existe aqu cuestin de competencia, sino una norma
regulativa; no se autoriza a nadie a destruir una cosa en nombre de
otro. Y la destruccin de la cosa de otro es algo que se produce
independientemente de una incapacitacin173.
Y lo dicho respecto del incapacitado es aplicable igualmente
respecto del menor de edad. Por eso, el artculo 61 de la Ley Penal
del Menor hace al menor responsable civil de los daos que cause,
lo que tiene sentido pues la Ley slo se aplica a los mayores de 14
aos, y a esta edad se tiene ya normalmente madurez suficiente
para distinguir lo que es correcto de lo que no lo es.
3. El Cdigo Penal
A) Introduccin
El artculo 118 CP establece:
1. La exencin de la responsabilidad criminal declarada en
los nmeros 1., 2., 3., 5. y 6. del artculo 20, no comprende la
de la responsabilidad civil, que se har efectiva conforme a las
reglas siguientes:
173 Sobre esta cuestin puede verse, ms detenidamente, Garca-Ripoll, Comentario a sentencia de 26 de julio de 1999, CCJC (2000), pp. 133 y ss.
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1. En los casos de los nmeros 1. y 3., son tambin responsables por los hechos que ejecuten los declarados exentos de responsabilidad penal quienes los tengan bajo su potestad o guarda
legal o de hecho, siempre que haya mediado culpa o negligencia
por su parte y sin perjuicio de la responsabilidad civil directa que
pudiera corresponder a los imputables.
Los Jueces o Tribunales graduarn de forma equitativa la medida en que deba responder con sus bienes cada uno de dichos sujetos.
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artculo (el 120.1, regla 1.) que en los casos de los nmeros 1.,
3. y 4. son responsables por los hechos que ejecuten el enajenado,
el menor de diecisis aos (en un principio, ste era el lmite de
edad de la imputabilidad penal) y aquellas personas que sufran
alteraciones en la percepcin desde el nacimiento o desde la infancia, los que los tengan bajo su potestad o guarda legal o de hecho,
siempre que hubiere por su parte culpa o negligencia. Cuando no
quepa exigir la responsabilidad anterior o si el responsable fuere
insolvente, podrn responder con sus bienes los mismos enajenados, menores o aquellas personas que sufran alteraciones en la percepcin desde el nacimiento o desde la infancia, en la medida en lo
que (sic) considere equitativo los Jueces o Tribunales174.
Por tanto, el sistema se aproximaba bastante al del Cdigo
derogado; respondan en primer lugar los guardadores, y slo subsidiariamente el inimputable penal. Aun as, se aadan algunas
modificaciones respecto del texto refundido de 1973: de un lado,
desapareca la limitacin de responsabilidad segn las normas
sobre embargo de bienes de las Leyes de Enjuiciamiento Civil y
Criminal (antiguo art. 20, regla primera, prrafo 2.); de otro, esta
responsabilidad no era automtica, sino que quedaba al buen arbitrio del Tribunal, segn lo que considerara equitativo.
Parece, entonces, que se pretenda incorporar a nuestro Dere
cho la norma de otros ordenamientos de nuestra rea cultural que,
partiendo de la irresponsabilidad civil del inimputable, permite la
imposicin parcial o total de la obligacin de resarcir en atencin a
la equidad.
Tras la disolucin de las Cmaras en 1993, el Gobierno de la V
Legislatura volvi a presentar un nuevo Proyecto de Ley de Cdigo
penal esencialmente igual al anterior, salvo ligeras modificaciones.
Entre stas se encuentra el cambio de redaccin del artculo referido
a la responsabilidad civil de los inimputables por falta de discernimiento o voluntad. Sin embargo, los preceptos sobre responsabilidad
civil, como ya hablan sido discutidos en la legislatura anterior, no lo
volvieron a ser en la nueva, sino que la Comisin de Justicia del
Congreso continu los debates del nuevo Proyecto por donde se
haba quedado anteriormente; o sea, justo al final del libro I. Con lo
cual no podemos entresacar de la discusin parlamentaria el sentido
de este oscuro artculo, ni el porqu del cambio de redaccin175.
174 Boletn Oficial de las Cortes Generales, Congreso de los Diputados, IV
Legislatura, Serie A, nm. 1021, 46.
175 Respecto de la nueva redaccin presentada en la V Legislatura, slo hubo una
enmienda presentada por el Grupo Vasco, que solicit que se introdujera la palabra directa en el inciso que deca sin perjuicio de la responsabilidad civil que pudiera corres
ponder a los imputables. Se justific la enmienda porque no queda claro si en tales casos
se est estableciendo una responsabilidad civil directa o subsidiaria, resultando perturba-
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As lo admite Pea Lpez (n. 87), pp. 354 y 355. Cf. Yzquierdo (n. 176), p. 243.
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pable, sino que tan slo existe la clusula general del artculo 1902,
que exige culpa o negligencia.
La cuestin tiene especial relevancia prctica, pues el juez penal
slo podr imponer la responsabilidad civil del inimputable si el
proceso concluye con sentencia absolutoria (art. 119 CP). En
muchas ocasiones la perturbacin mental se apreciar fcilmente,
con lo que no ser necesario llegar al juicio oral, sino que el proceso terminar con auto de sobreseimiento libre conforme al artculo637 LECrim. En tal caso, el daado deber acudir al orden jurisdiccional civil. Y entonces surge el problema de si en esta va se
puede condenar al inimputable a la reparacin; una buena parte de
la doctrina lo defiende, y veremos aqu con brevedad sus argumentos principales.
La analoga con el artculo 118.1.1. CP. La mayora de los
defensores de la responsabilidad civil del inimputable se basan en
la analoga para defender esta obligacin indemnizatoria184. Ms
an, se seala que esta responsabilidad se deduce, no tanto de una
extensin analgica del artculo 20-1. [TR CP 1973] como del
hecho de suministrar este precepto un criterio seguro para interpretar el artculo 1.902, por cuanto no hay razn para distinguir, en
este aspecto, entre la indemnizabilidad del hecho daoso cuyo tipo
constituye delito o falta, y el que no; y menos para suponer que la
regla del artculo 20 citado sea excepcional185.
La analoga es un argumento que, para ser aplicado, requiere
que el mbito de normas en que se encuentra cada uno de los
supuestos (el regulado y el no regulado) se inspiren en los mismos
principios186. Y las normas del Cdigo penal y las del Cdigo civil
sobre responsabilidad civil no se basan en los mismos principios en
lo que a esta cuestin toca.
Para ello es necesario echar una ojeada a los antecedentes histricos de la elaboracin de aquellas normas del Cdigo penal.
Dichas normas fueron tomadas bsicamente del Cdigo penal de
Brasil de 1831187, que tambin regulaba la responsabilidad civil
184 Daz Alabart, La responsabilidad por los actos ilcitos daosos de los sometidos a patria potestad o tutela, ADC (1987), pp. 876 y 877; Gmez Calle, La responsabilidad civil del menor, Derecho privado y Constitucin, 7 (1995), pp. 127 y 128; Pantalen (n. 147), p. 1865; de Salas Murillo (n. 75), p. 302.
185 Lacruz (n. 76), p. 467; de ngel (n. 154), p. 308.
186 Larenz, Methodenlehre der Rechtswissenschaft, 4. Auf., Springer, Berlin-Heidelberg-New York (1979), p. 366: La integracin de la laguna legal mediante el recurso a
un principio establecido por la ley, se basa en que el hecho no regulado expresamente por
la ley es precisamente aqul al que el principio (igualmente) se aplica, sin que intervenga
aqu un principio contrario.
187 Los autores espaoles utilizaron una traduccin francesa, realizada por Foucher, autor francs que se dedic a traducir a su lengua algunos de los Cdigos penales de
la poca: Code Criminel de lempire du Brsil, LImprimerie Royale, Paris, 1834.
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esto no sucede, no habr delito, no llevaremos pena; pero indemnizaremos el mal que hayamos producido con nuestras obras. Si por
accidente hemos matado a un trabajador qu ley nos ha de eximir
de indemnizar a sus hijos desvalidos y hurfanos? 11. Nos parece,
pues, que hay este defecto en el artculo. Donde este dice que no
est comprendida la exencin de responsabilidad civil en la de responsabilidad criminal declarada en los nmeros 1, 2, 3, 7 y 10 del
artculo 8., nosotros hubiramos aadido uno ms, diciendo que
tampoco estaba comprendida la del nmero 8 del mismo artculo.
La lgica y el buen sentido lo reclamaban igualmente en nuestro
concepto188.
Por otra parte, en la doctrina penal es corriente hacer una divisin tajante entre la antijuridicidad y la culpabilidad, de manera
que las conductas lcitas (ej., legtima defensa) no slo eximen de
responsabilidad criminal, sino de cualquier otro tipo de medidas
penales. Sin embargo, los actos de los inimputables s son antijurdicos y, por tanto, pueden dar lugar a la adopcin de ciertas medidas, como el internamiento en centros de rehabilitacin (cfr.
arts.101 a 104 CP). Partiendo de estas premisas, se suele consi
derar la responsabilidad civil como una consecuencia ms, auto
mtica, de la conducta antijurdica no culpable189.
En efecto, todo el artculo 118 CP se basa en esta idea, que,
aplicada con todo su rigor, lleva a consecuencias difcilmente aceptables. Veamos un ejemplo: A fallece aparentemente sin testamento, y su sobrino B es declarado heredero ab intestato conforme a las normas de la Lec. El heredero putativo decide arreglar la
casa de su to y tira unos cuantos cachivaches para l aparentemente sin valor. A continuacin, C, antigua amante de A se presenta con un testamento olgrafo del causante por el que se la nombra heredera universal de sus bienes. Toma posesin de ellos y
percibe que B destruy unas cuantas cartas de amor a las que
188 El Cdigo penal concordado y comentado, t. I, Madrid, Viuda de Perinat (1856),
sub artculo 16.4., pp. 286 y 287.
189 Dos botones de muestra:
STS 9 de diciembre de1993 (2., RJ 9761): La absolucin es una instrumentacin
procesal que puede provenir de dos fuentes distintas: 1. La inexistencia de delito o falta al
concurrir una causa de justificacin (legtima defensa, ejercicio de un derecho), en cuyo
supuesto s que no nace responsabilidad civil al no existir la fuente, que es el delito o falta.
2. La existencia de infraccin penal aunque sin responsabilidad de tal orden, como ocurre
con las causas de exclusin de la capacidad de culpabilidad (enajenacin mental, etc.) o de
inexigibilidad de otra conducta (por ejemplo, miedo insuperable); en cuyos casos s surge
la responsabilidad civil.
Quintero Olivares (n. 180), pp. 578 y 579: Lo que da lugar al nacimiento de la
obligacin ex delicto de indemnizar daos y perjuicios no es el delito... sino exclusivamente la realizacin de un acto injusto y tpico, con independencia de que adems sea
atribuible a un sujeto imputable y de que el responsable pueda ser tenido o no como culpable en sentido tcnico (el subrayado es del autor).
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rio, los desastrosos efectos de sus obras197. La alegacin no merece mucho comentario. Baste observar que la comida le reporta una
utilidad, y es por ello por lo que debe pagarla, pues de lo contrario
se producira un enriquecimiento injusto. Consecuentemente, el
artculo 1304 CC obliga al incapacitado, en caso de nulidad del
contrato, a restituir en la medida en que se enriqueci con la cosa o
precio que recibiera.
La apreciacin objetiva de la culpa. Un amplio sector de la
doctrina opina que la culpa en materia de responsabilidad extracontractual ha de apreciarse de un modo puramente objetivo. La
defensa de la irresponsabilidad del enajenado es uno de los casos
ms flagrantes en que la introduccin de las ideas morales en el
campo de la responsabilidad, la confusin constante entre el delito
civil y el delito penal ha alterado las soluciones racionales de la ley
civil. El enajenado no tiene culpa de su acto, pero s tiene culpa de
ser enajenado, como se tiene culpa de ser torpe o deshonesto. Nada
ha hecho para merecer su suerte, pero, en qu es responsable el
torpe de su torpeza?... Lo que crea la responsabilidad de una persona es el hecho de no ser como todo el mundo198. Y se aade que
el estudio del fundamento de la responsabilidad conduce, en efecto, a pensar que est en culpa (faute) aquel que no se conduce de
una manera social... La culpa civil es una nocin puramente social
y no moral, de manera que el carcter social de la culpa postula
una apreciacin objetiva de las conductas199.
Esta postura tiene coherencia interna y se la da tambin a la
distincin que se hace en este trabajo entre antijuridicidad y culpa.
Por otra parte, desde el punto de vista del Derecho espaol, se
puede sostener que el Cdigo civil no exime expresamente de responsabilidad a los que actan sin culpa, y que la palabra culpa
empleada en el artculo 1902 est unida por la conjuncin copulativa o al trmino negligencia, que, ciertamente, no parece referirse
a los inimputables, sino a los que no se comportan de acuerdo con
cierto modelo de conducta.
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La doctrina penal suele hablar, a propsito de la culpa, de culpabilidad como elemento del delito207. Aqu se evita ese sustantivo porque supone una cualidad que pertenece a la persona; esto
tiene sentido en Derecho penal respecto de los menores de 18 aos,
porque, por decisin legal, no son imputables. Sin embargo, en
materia de responsabilidad civil, no existen personas culpables o
no, sino actos culpables o no; no se libera de responsabilidad al
loco en cuanto loco, sino en cuanto que en un acto concreto no
pudo ser dueo de s.
V. CASO FORTUITO Y FUERZA MAYOR
La contrapartida de la antijuridicidad y la culpa es el caso fortuito o fuerza mayor. No se refiere a ellas el Cdigo a propsito de
la responsabilidad extracontractual, pero s aparecen definidas en
el artculo 1105, en materia de responsabilidad contractual, porque
en Derecho romano tales expresiones surgieron a propsito de los
contratos de custodia (depsito, comodato, prenda; tambin arrendamiento). Por esa misma razn, normalmente se habla de caso
fortuito como suceso extraordinario, extrao al agente, etc.; la
expresin surge para referirse a casos en que el deudor tiene la cosa
en su poder y a pesar de eso no responde, por lo que, entonces, algo
muy extraordinario, extrao al deudor, ha tenido que suceder para
exonerarle de responsabilidad (terremoto, rayo, etc.).
Aunque algunos autores y alguna sentencia aislada pretenden
distinguir entre una y otra expresin caso fortuito y fuerza mayor
en general el Cdigo las utiliza en sentido equivalente208. Suponen
que el dao, aun estando en la esfera de actuacin del agente, se
produce por un hecho imprevisible, o si previsible, inevitable. En
realidad, lo anterior no aclara mucho, porque casi todo es previsible y evitable; el Cdigo se est refiriendo a la imprevisible o inevitable de acuerdo con el esfuerzo o diligencia que es exigible al que
acta.
Por tanto, licitud y caso fortuito son dos caras de la misma
moneda (dao + licitud = caso fortuito). De hecho, lo ms lgico
sera que la ley no mencionara siquiera el caso, como hace el actual
Cdigo penal.
207Y
tambin algn sector de la doctrina civil. As, Pea Lpez (n. 87), passim.
DOrs (n. 14), 407, seala que ya en los textos romanos los trminos vis maior
y casus maior o fortuitus son sinnimos. No obstante, durante la poca del Derecho
Comn hubo algunos esfuerzos doctrinales por distinguirlos.
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deber jurdico de sufrirla216. Esto ltimo es cierto; si dos desalmados me cogen en volandas y me arrojan sobre un tercero, ste puede
repeler mi cada sobre l, desvindome hacia el suelo.
En la doctrina de los autores ltimamente citados hay implcita
o explcitamente una consideracin del Derecho como fenmeno
puramente lingstico comunicativo, equiparable a la orden o mandato tal como se estudia en filosofa del lenguaje, y que ha de tener
las mismas condiciones de xito.
Determinar si el Derecho presupone un acto de comunicacin
lingstica, en el que el receptor debe tener conocimiento de la
orden, es un complejsimo problema de filosofa del Derecho en el
que apenas vamos a entrar, y simplemente porque no hace falta a
nuestro propsito.
Con todo, no podemos evitar la observacin de que la concepcin puramente comunicativa tiene que explicar muchas cosas217.
Para empezar, desde el punto de vista del emisor, la norma desaparecera cuando muriera el que la promulg218. Frente a ello se dice que
si la norma se emite por una autoridad normativa, su desaparicin no
supone la de la norma, porque otra persona toma el papel institucional de la primera219. Sin embargo, esto supone aceptar ya que la
norma jurdica no tiene la misma naturaleza que una orden o mandato corriente. Y esto lo confirma el hecho de que, cuando muere el
tutor, y se le nombra otro al incapacitado, las rdenes que le haba
impuesto el primero (p. ej., levantarse a las siete de la maana todos
los das) ya no tienen vigencia alguna. Y ello a pesar de una persona
ocupa aqu el papel institucional de otra, pero es que, como hemos
dicho, el tutor emite rdenes, no normas jurdicas.
Adems, la postura discutida no puede dar razn de la existencia de las normas consuetudinarias, porque toda norma necesitara
ser promulgada como acto formal comunicativo. Para salvar esta
objecin se dice que Si la costumbre se convierte en regla jurdica, es necesario que en algn momento entre (cursiva del original)
en el sistema a travs de los cauces que el propio sistema reconoce,
y es ese momento cuando comienza su existencia como regla jurdica, que termina cuando es expulsada del sistema... el paso de la
prctica del ser a la norma social el deber ser social requiere
que en algn momento un grupo de personas, normalmente los
propios integrantes del grupo en que se produce la prctica reitera216
Cian (n. 50), p. 389; Molina Fernndez (n. 61), pp. 645 y 646, 678, 705, etc.
Se contemplan aqu fundamentalmente los argumentos de Molina (n. 61), sin
negar el carcter magnfico de su obra.
218 Igual crtica en la Torre, Rules, Institutions, Transformations. Considerations
on the Evolution of Law Paradigm, Ratio iuris (1997) p. 317.
219 Molina (n. 61), pp. 542 y 543.
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da, comiencen a realizar juicios de rechazo de las posibles desviaciones de la prctica, con lo que adquiere existencia la regla social.
Son estos integrantes del grupo quienes ocupan el papel del emisor/valedor de la norma social, y es luego el legislador quien se
convierte en en emisor/valedor de la norma jurdica al aceptarla en
el ordenamiento220.
Tal concepcin se acerca a la que considera que la costumbre
existe como fenmeno lingstico desde el momento en que es
aceptada por los rganos correspondientes, es decir, por los jueces.
Sin embargo, si se considera la norma como directriz de conducta,
sta ha de ser, desde el punto de vista lgico, previa a su aplicacin
por los tribunales, o de lo contrario se fijara el modo de comportamiento a posteriori.
Menos an puede explicar el carcter de norma de los principios generales del Derecho, a los que son muy reluctantes muchos
filsofos, pero que, desde luego, estn reconocidos en nuestro
Derecho y se aplican continuamente por los tribunales. Por otra
parte, los principios generales no slo son fuente independiente,
sino que sirven para interpretar y aplicar las normas. Esto es manifiesto especialmente hoy da en Espaa, donde los cambios sociales en los ltimos treinta aos producen vrtigo; en qu momento
dejaron de ser ilcitas ciertas bromas sobre la Semana Santa que
tanto se prodigan en los programas televisivos de humor?221 Y, sin
ir ms lejos, la postura combatida no da cuenta de los cambios producidos en la apreciacin de qu es negligencia desde que se promulg el Cdigo civil (p. ej., en el siglo xix la produccin de un
incendio en un sembrado como consecuencia de la chispa producida por la circulacin del tren se consideraba caso fortuito, y ahora
no, pero no hay norma escrita especial al respecto y la solucin se
sigue basando en el mismo tenor literal del art. 1902 CC).
Lo dicho vale tambin para el Derecho penal. As, el artculo208.II CP seala que Solamente sern constitutivas de delito
las injurias que, por su naturaleza, efectos y circunstancias, sean
tenidas en el concepto pblico por graves. Este concepto pblico no puede ser sino los valores de la sociedad en un momento
dado, que se expresan por medio de sus principios generales. El
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La objecin es parcialmente cierta. En el ejemplo anteriormente expuesto el polica que se encuentra a dos personas acometindose mutuamente puede no saber quin ha comenzado la agresin
y que ha sido por la locura de uno de ellos, en cuyo caso lo nico
que le est permitido hacer es intentar que cese el acometimiento
mutuo. Ahora bien, esto slo pone de manifiesto la limitacin de
las capacidades del hombre, que no es omnipotente ni omnisciente,
por lo que a veces se producen accidentes o daos inevitables. Sin
embargo, a nadie se le oculta que si el polica conoce las circunstancias del enfrentamiento, la decisin correcta es ponerse de parte
del transente y no del loco que le agrede. Y, de hecho, a pesar de
las limitaciones sealadas, las capacidades del hombre le permiten
normalmente distinguir con claridad hasta dnde llega el mbito de
su libertad o su deber de actuacin.
Igualmente, desde el punto de vista del Derecho penal, la distincin entre antijuridicidad y culpa explica que se establezcan
medidas de seguridad frente al que ha realizado un hecho antijurdico no culpable (cfr. arts. 95 y ss. CP).
La culpa de la vctima. La distincin defendida aclara los
problemas que crea la llamada culpa de la vctima, y permite explicar que la vctima siempre ha contribuido al resultado daoso, y
que su famosa culpa es solamente un problema valorativo. Y la
valoracin de la conducta de la vctima es exactamente igual que lo
que hemos llamado antijuridicidad de la conducta, sin que se tengan en cuenta sus aptitudes personales para acomodarse a la norma.
Es muy corriente en la prctica que se considere que a la produccin de un dao concurran un reproche a la actuacin del
daante y de la vctima. A esta situacin la jurisprudencia la ha
solido llamar tradicionalmente compensacin del culpas (Mitverantwortlichkeit, contributory negligence o, en Estados Unidos,
comparative negligence).
Por su parte, las ms recientes normas sobre la cuestin son
ambiguas. As, a ttulo de ejemplo, el artculo 114 CP establece que
Si la vctima hubiere contribuido con su conducta a la produccin
del dao o perjuicio sufrido, los Jueces o Tribunales podrn moderar el importe de su reparacin o indemnizacin.
El artculo 1.1.II TR LRCSCVM seala que En caso de daos
a las personas, de esta responsabilidad slo quedar exonerado
cuando pruebe que los daos fueron debidos nicamente a la conducta o negligencia del perjudicado.... Y el pf. IV establece que
Si concurrieren la negligencia del conductor y la perjudicado, se
proceder a la equitativa moderacin de la responsabilidad y al
repartimiento en la cuanta de la indemnizacin, atendida la entiADC, tomo LXVI, 2013, fasc. IV
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la invasin de la calzada por un nio de seis aos supona culpa exclusiva de la vctima (Sentencia de 31 de enero de1992, RJ 540).
Y la Sentencia de 2 de diciembre de2002 (RJ 10405) fija como
hechos probados que el nio Marcos V. C., hijo de los demandantes
y con quince meses de edad en la fecha del accidente, se dirigi al
paso a nivel, tras su hermano mayor, el cual iba a probar el ciclomotor que arreglaba junto a la puerta de su casa, distante unos 70 metros
de la va frrea, y se encontraba sin vigilancia alguna cuando fue
golpeado por la locomotora, y, tambin, que el maquinista conduca
con estricto cumplimiento de las normas de RENFE, uso adecuado del silbato y del freno de emergencia, y a velocidad moderada.
Se rechaza la demanda porque nos encontramos ante un supuesto
de culpa exclusiva (causa) del menor de edad lesionado.
Al igual que respecto del daante, la actitud psicolgica del
daado es tambin aqu fundamental. Si un coche circula por una
autopista a ms velocidad de la permitida y choca contra otro que
circula en direccin contraria por una apuesta, el primero no responder por los daos producidos, porque, al tratarse de una cuestin valorativa, todos vemos que pesa mucho ms la conducta
del conductor suicida que la del que conduca a excesiva velocidad.
A lo anterior se podra oponer que es incongruente que el que
causa un dao no responde si no hay culpa, y, sin embargo, s se
aprecie como elemento valorativo cuando sufre el dao. As, se ha
dicho muy autorizadamente que esta solucin no es deseable de
lege ferenda, ponindose adems como ejemplo la responsabilidad
civil de los hospitales por los suicidios de los enfermos psquicos232. Con todos los respetos, en cuanto al ejemplo, se puede responder que se trata de casos especiales en que la norma de valoracin (proteccin de la vida humana) adquiere especial relevancia
en funcin de las circunstancias, aparte de que la jurisprudencia
delTS es en muchos de estos casos disparatada porque, por una
parte, la modernas tendencias psiquitricas tienden a conceder un
ms amplio mbito de libertad a los enfermos, pero, por otra, la
concesin del mbito de libertad conlleva lgicamente unos riesgos233. Esta jurisprudencia lo que va a producir es una medicina
defensiva que, a la larga, va a perjudicar a los propios enfermos
mentales.
232 Martn Casals, A travs del espejo: concurrencia de culpa de la vctima
y culpa del causante del dao, en Estudios jurdicos en homenaje al profesor Luis DezPicazo, II, Thomson-Civitas, Madrid (2003), pp. 2484 a 2486.
233 V., crtica y acertada, Dez-Picazo Gimnez, G., La responsabilidad civil por
los daos derivados del suicidio (A propsito de la STS de 11 de marzo de 1995), ADC,
vol. 49 (1996), pp. 101 y ss.
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dor y a las que se haba pretendido secar con una bayeta, las cuales
se inflamaron, propagndose el fuego y producindose grandes
destrozos en el local y en las existencias que contena;... e) que el
procesado es un sujeto que padece oligofrenia prxima a la imbecilidad, no pudiendo prever las consecuencias de sus actos como
consecuencia de una psicopata alcohlica... siendo inexplicable
que su empresa patronal encomendara a un cuasi insano mental la
manipulacin, transporte y entrega de mercancas tan peligrosas
por ser fcilmente inflamables, suponiendo esta encomienda una
notoria culpa in eligendo.
Desde un punto de vista ms terico, la distincin entre antijuridicidad y culpa tambin ayuda en Derecho civil en algunos aspectos:
Permite reducir la anfibologa del trmino culpa. As, permite evitar el anlisis de la conducta de los enfermos mentales o los
menores acudiendo a la repetida frase acto que sera culposo si lo
hubiera realizado un hombre cabal o un adulto. El acto es antijurdico, incorrecto, aunque lo haya realizado un menor o un loco.
La doctrina ha llegado en muchas ocasiones a defender la
responsabilidad civil de los locos y menores, porque el concepto
objetivo de culpa le impeda admitir esta excepcin. Pero si aceptamos que culpa se emplea en dos sentidos distintos, entonces no
parece tan problemtica tal excepcionalidad.