Chavela y Frida
Chavela y Frida
Chavela y Frida
Santo: Seguimos existiendo porque nuestras leyendas son parte de la conciencia colectiva.
De esa sociedad que cree en un Mxico con personalidad propia.
Chavela: Ay, tan transparente ya!
Frida: Qu podemos hacer nosotros? Para eso creamos mundos. Que se encarguen
nuestras obras de hacerlo, yo quiero descansar. No quiero seguir sufriendo. No quiero ver
al panzn ni pintar dolores. No quiero...
Santo se ha quedado inmvil, en una pose de juguete.
Chavela: Ay, rpido Frida, imagnate un monstruo!
Frida: Que le pasa?
Chavela: Imagina un monstruo de tela, un juguete con vida, una broma de terror!
Frida: Pero...
Chavela: Imagnate un Diego de cuento infantil!
Frida se lo imagina y al fondo, una sombra monstruosa aparece. Santo salta sobre la barra y
adquiere actitud heroica.
Santo: Qudense aqu y protejan a los dems. Yo le detendr.
Santo se lanza hacia el fondo y lucha contra el monstruo de la manera tradicional.
Eventualmente salen de la escena.
Frida mira a Chavela, quien esta muy divertida.
Frida: A qu estamos jugando, Chavela?
Chavela: Ser inmortal, una leyenda, en ese mundo, ese que ya no es nuestro, es algo muy
difcil Frida. A veces nos olvidan, a veces nos confunden, a veces nos transforman. Somos
recuerdos, y los recuerdos tambin cambian. A veces somos reinas, a veces juguetes,
muchas veces dinero. Somos lo que dejamos, pero tambin somos lo que se imaginan que
ramos, y eso, no siempre es lo mejor, ya no digamos la verdad.
Chavela canta.
Frida: No se s esto sea para mi, Chavela. No quiero ser eternamente recordada en
sufrimiento. Quise mi cuerpo convertido en cenizas y quise olvidar a Diego... Y aqu,
segn me dices, estoy a merced de lo que la gente piense de mi. Todava mientras en vida
mi sufrimiento fsico era parte inseparable de la admiracin de muchos... Dime, sigue
siendo as? Es la tragedia lo que me mantiene viva en el imaginario mexicano?
Chavela: Me llamaste incongruente y ahora, tu, contradices tu vida entera. Si, porque
fuiste Frida con todo, cicatrices, huesos rotos y dolor. As, en pedazos, estuviste ms viva
Diego: Abre otra botella y habla de otra cosa. Tenemos una eternidad para arrepentirnos
de todo y para enorgullecernos de lo dems.
Cambio de luz.
Chavela: Y as, imaginado, todos los encuentros crean nuevas preguntas. El Panzn de tu
ex-marido no sale de su cantaleta comunista a pesar de que Mxico se convirti de vuelta
al virreinato, solo cambiando Espaa por Norteamrica.
Frida: Te digo que no me pongas a este enfrente y terca como chavala. Cmo voy a
descansar si me sigues presentando al pelotudo?
Chavela: Recordando que tambin te recuerdan viva, alegre, apasionada ante la
adversidad, amante frente al desamor, creadora frente a la desesperanza.
Frida: Cornuda y opacada.
Chavela: Tambin cabrona, no te hagas la desmemoriada. Estamos aqu. Seguimos vivas.
Mientras no seamos olvidadas habr esperanza. Mientras alguien nos imagine vivas y de
pie, habr espritu de libertad.
Frida: Pero a ti te imaginan como una catrina...
Chavela: Pero no muerta.
Frida: Y a mi infeliz.
Chavela: Slo a veces y slo porque eres un ejemplo. Te arrepientes de tu vida?
Frida: Jams.
Chavela: Entonces, para que ests jodiendo? Tu arte te ha salvado de la sombra; mi arte...
Ya olvdate de Diego, mujer.
Pausa.
Frida: Pintar no me salvo, Chavela, el arte no salva. Es una herida, es un pequeo suicidio.
Por ah se va el veneno, poquito a poquito, pero no lo acaba. Nos siguen dando de
mordidas.
Chavela: Puras envidias mijita. A ver, por qu estas aqu?
Frida: Ya me dijiste. Pero esta suerte de inmortalidad es un placebo. No es lo que me
importo en vida. Yo quera el cambio en su momento. Quera otro Mxico y otro Diego...
Chavela: Y pareca posible, eso mataba el veneno tambin. Eso tambin era vida.
Frida: Y de que nos sirvi?
Chavela: De esto.
Pedro infante entra a la cantina pegando uno de sus caractersticos gritos cantados,
sosteniendo una botella y trastabillando.
Pedro: Ay pelona, quien te quiere mas que yo? Quien te quiere mas vivita si muertita
estas mejor? Si este mundo es para siempre pues que sigan las botellas apareciendo en mi
mano, que me vistan como quieran, de polica y de charro, que yo cantar con ganas y
llorar exagerado. Si eso soy, eso soy. Y tu... (a Frida, coqueto) Quien eres?
Chavela: No te hagas, Pedrito, y no te pases de t, quedamos la noche anterior que me
tocaba ser el objeto del deseo y el cachetito final. A Frida dale un respiro, que todava no
quiere soltar su muerte y vivir.
Pedro: Yo tengo la solucin a esa tristeza.
Chavela: Que te acabo de decir, Pedro?
Pedro: Voy, voy, ni hablar mujer, traes pual. No me digas que te pones celosa, calaverita
de mis sueos, huesito de mi corazn. Yo noms quiero ayudar a nuestra amiga para que
disfrute la inmortalidad como se debe, no?.
Chavela: Y t te piensas que no vi todas tus pelculas, desvergonzado profesional?
Pedro comienza a cantar Amorcito corazn, espera a que Frida silbe la parte obvia. Pausa.
Frida, sin remedio, intenta silbar su parte, un poco insegura al principio, pero lo logra. Pedro
contina su cancin, siempre sonriente y paciente con la renuencia de Frida. Chavela hace la
segunda a Pedro. Finalmente la cancin levanta los nimos de todos. Al terminar el tema, Santo
entra luchando con el monstruo, Pedro se transforma en boxeador y ayuda al Santo a terminar la
pelea. Una vez victoriosos se sientan a la mesa para beber.
Chavela: No estamos muertos, Frida. Estamos y somos muy vivos.
Pausa.
Anda, ahora es tu turno.
Pausa.
Es la voz de otra Frida la que quiere salir de tu garganta. Son las palabras de otra Khalo,
una de esas personas que an nos imaginan y nos dan vida... Pero ser por ti.
Intenta. Deja que te invada. Deja que te den vida.
Luego, Frida canta, la escena se ilumina, el sonido de cantina se vuelve alegre, se transforma
en reunin. Alguien canta, alguien se expresa esperanzado, alguien aplaude y re.
Frida termina y sonre.
Chavela: Creo que voy a traspasar la gerencia de este antro para que quede en tus manos,
querida.
Frida: No, chula, se muy bien que has estado fingiendo. La Chavela que conoc y esta, en
la que te has convertido, jams habra creado un lugar oscuro. Quien sea que te imagina
ha puesto en tu boca lo que crey necesario para que yo comprendiera que mi dolor y mi
gozo son parte inseparable de mi imagen. No luchare ms contra ello. No lo hice en vida y
en esta no pretender ser otra. Ya soy muchas.
Chavela: Y todas viven, Frida.
Frida: Y todas arden. Y ardern eternamente en delicioso fuego mientras exista alguien
que me recuerde en todas mis vidas. Que canten tus canciones mientras miran mi camino.
Que me recuerden mientras miran los murales de Diego, para que se le quite lo
desgraciado. Que me vean sangrar, que yo sonreir cada vez.
Chavela: Frida, eso es cancin.
Frida: Cantemos pues.
Las amigas cantan En el ltimo trago. Se les unen los otros inmortales, excepto Diego, que
se queda tras la cortina. Frida alza una copa y brinda hacia el. Diego inclina la cabeza, agradecido, y
se retira.
La fiesta contina hasta que se cierra el teln.
Rafael E. Martnez
Ciudad Obregn, Sonora