El Islam Cristianizado, Asin Palacios (Ibn Arabi)
El Islam Cristianizado, Asin Palacios (Ibn Arabi)
El Islam Cristianizado, Asin Palacios (Ibn Arabi)
PRINCETON
NEW JERSEY
><-
A84
1931
2014
https://archive.org/details/elislamcristianiOOasin
EL ISLAM CRISTIANIZADO
NEW JERSEY
-><-
EL ISLAM
CRISTIANIZADO
ESTUDIO DEL "SUFISMO"
A TRAVS DE LAS OBRAS DE
ABEN A RABI DE MURCIA
POR
CARLOS DE MIGUEL
PRIMERA EDICIN
JAN 19
EDITORIAL PLUTARCO
MADRID
1931
(S.
\.)
1990
ES
PROPIEDAD
Copjrifht by Editorial
Plutarco,
\
Dr.
li
A,
1930.
obstat
S.
Dr.
J.
FRANCISCO MORAN
General
\ icario
Madrid.
14
de
De
de
julio
esta obra se
1930.
ejemplares en papel de hilo, fabricado especialmente por P. Mora Oliv, numerados del
1 al 100, y dos mil en papel "Utos" tambin
fabricado especialmente por "La Papelera
Espaola".
61.
-Telfono
36327.
Madrid
INTRODUCCIN
1.
del sufismo,
segn Massignon.
El
2.
El origen autctono
3.
5.
el
4.
La
so-
la cristiana?
el
7.
la
la luz
catlica.
la
este estudio.
11.
1.
en
el
til
el
nimo
del lector
es,
con carac-
menos, a
los
que ofrece
del
10.
9.
is-
los
el
8.
sible su existencia?
espiritualidad en
ber atribuirse
cul ser
el
el
tal
si
como po-
semejanza de caracteres?
una
qu causas de-
en otros trminos:
existencia?
He
mismo que
logo,
decir,
los
la luz
de
la
teologa y de la historia, es
El
monizarlos,
titulo
del
libro
es posible,
si
Tal es
el
contrar
En
libro.
en-
cir,
uno de
ms profundos
los
mereca se
le
la
xn y
xm
de nuestra era, y su
vida tiene por escenario sucesivamente los pases todos del islam: Es-
paa, Africa y
y mstica
tica
ejemplar en
grantes de
el
el
cual se reflejen la
la espiritualidad
contribuye tambin
el
mayor parte de
los
elementos inte-
ello
lativo.
y mtodos de
como tambin
la espiritualidad islmica
en ge-
ofrecemos en este
libro,
(1)
ttulo
He
Publicronse en
comn de El
del
//.
la existencia
"Boletn de la Academia de
la
el
de una espi-
Historia", bajo
el
(ao 1925).
///.
el
al
/.
Autobiografa cronolgica
(ao 1926).
cosmos (ao 1928). A estos cuatro ensayos hay que aadir otros estudios
(apud "Homenaje a Menndez y Pelayo"; Madrid, 1899;
217-256); La psicologa segn Mohidin Abenarabi (apud "Actes du XIV>
anteriores: Mohidin
II,
79-191);
La Escato-
ritualidad en
la cristiana.
sa
son
de
seg n Massignon
el
el
de
posibilidad y
la
el
de
cau-
la
tal
pginas de este
libro,
2.
Primero,
el
hemos credo
problema de
de
la espiritualidad isl-
suponemos ya demostrados:
exis-
los orgenes
til
el
cristianismo.
Cmo
explicarlas?
Debe desechar-
la sola
fondo de
al
identidad
la psicologa
humana.
Massignon
las explica
el
Alco-
Hay en
esta hiptesis de
el
Mahoma; pero
la
la
como
rey,
po-
ambicin de
de
la ira,
de
la
(1)
Cfr. Louis
l'
I,
II,
III.
Insuficiencia de la hiptesis
Luego aunque en
Alcorn se hubie-
el
la sola
fieles
contrario de
Mahoma,
no habran
meditacin y a asi-
el
ejemplo
la
doctrina
ttesis,
dices nace ya en
Mahoma. Un
el
jams pronunci
que pintan a
aun con
letra o el espritu,
se
los
mismos
la
sufes se
ms
com-
alta perfec-
para llenar as
Goldziher,
Cfr.
Mahoma
dones msti-
Es ms:
el
el
la
Alco-
(1)
los
En su boca
(3).
de leyendas o ha-
ciclo
Le dogmt
et
la
loi
de
l'islam
(trad.
Arin;
Pars
(3)
Cfr. Asn,
Logia
et
Orientalis". XIII, 3;
Pars, 1916), pg. 338, nota 2. Item, Asn, Influencias evanglicas en la litera-
tura religiosa del islam. ("Melanges Browne", Cambridge, 1922; pgs. 8-27.)
Logia
Cfr. Asn,
(4)
3 y XIX, 4).
La
et
coleccin
cada por
J.
Robson, con
el
ttulo
para comprobar
la
el
de Christ
in
el
texto.
He
aqu, en efecto,
una
contricin,
contemplacin,
meditacin,
oracin,
temor de Dios,
fra-
devo-
perdn de
diencia, paciencia,
peranza,
amor de
luntad de Dios.
silencio, soledad,
es-
hecho es
la
sulmanes
mstica,
ms
confesin
mu-
el
vivificar su
muerta con
letra
el
Por
3.
eso,
de
la imitacin,
ms o menos
mtodo
consciente, de la doctrina y
cil.
primitivo y
el
la
modelo monstico
cristiano:
el
la
dif-
islam
el
rhib o monje es ya un
literatura asctica
de
los
en
el
y en Egipto
la Siria
de
espiritual
dos en
los
(2).
Despus,
ascticos
los
las doctrinas
Verba Seniorum y en
las
y mtodos de vida
singularmente
cristianos,
Vitae
conteni-
los
suma
del sufismo,
de los confesados
lo
bblicos puestos en
o casi toda
la
boca de musulmanes
(4).
Los
(1)
Cfr. Asn,
(2)
la posibilidad
12-16.
mapa
del contacto, el
corogr-
monsticos de
la
gina siguiente.
(3)
Sera del
mero aparecen en
ms
ducen en
el
o israelitas
fondo y a veces a
rabes
mon-
Muchos de esos
textos repro-
como demos-
(banu
la letra
que en gran n-
lsrail).
(5)
Cfr. Asn,
tale",
La mystique
Beyrouth, 1914).
"
Al-Gazzll ("Mlanges de
la
Facult orin-
Mapa de
los centros
monsticos
gen
cristiano,
como
Segn
esto, resulta
que
el
Mahoma
de su fundador
plos antimonsticos
plagiar
les:
las
al
muy
tuvo desde
(1),
la cristiana.
Por
no se avergonz de
nerales.
llenas las
pasajes de teolo-
libros, citando
filiacin
en
fin,
lumen
gloriae, tipo
y modelo de
la vi-
mstica o suf en
no se avergenza
toma de
el
la
los principios de
de
mundo,
los sufes
ese problema
Raimundo
(4).
tampoco de confesar
Lulio,
prstamos que
los
la
misma
ter-
minologa esotrica de aqullos, sus smiles caractersticos, sus smbolos e imgenes y sus recursos literarios para
ejemplificacin de las
Se
ve, pues,
tal
conducta
que
la
los
ms
el
(1)
Mahoma,
de los padres de
Una de
es,
las
en efecto, esta:
la
sentencias,
monacato de
"No
e islmica.
cristiana (5).
demostracin y
la
cristiano,
Tebaida y de
que
la Siria
y Arabia, se nos
los
existe
(2)
Cfr.
(3)
Cfr. Asn,
(4)
(5)
Cfr.
La Escatologa musulmana,
Asn, Abcnmasarra,
op.
cit.,
op.
123-126,
cit.,
Brill,
155-164.
2.
1919.
La solucin
12
como un modelo de
ofrece hoy
la espiritualidad
2.,
problema histrico
eclctica del
1., la
islmica oriental y,
ms
tarde, occidental.
No
la
gas entre
la
cual
s.
ulteriores influjos
Espaa
catlica.
Dos cosas
ser anlo-
la
la facilita
de
4.
Volviendo ahora
pone nacida
la
es,
En cambio,
tacin,
se
y como
la
si
las
dad islmica
el
como
hipte-
la espirituali-
Alcorn ms
monacato
el
por su sim-
tal
primiti-
cristiano, evolucion
efecto, se asimil
muy
pronto
indias,
etc.,
enriquecieron continuamente
entrado
el
siglo
Europa
la
el
demostracin y sistematiza-
cristiana
islam desde
el
si-
Mas-
13
cos del islam, repensando y viviendo las ideas y los mtodos de vida
espiritual
ron as
teoras,
la literatura patrstica
elaborar.
He
ms depurado que
mayor coherencia
que
y monstica anterior
al
no tuvieron stos
mayor coherencia
el
los
ms
perfectas
lle-
y ascticos cristianos,
los telogos
el
contagio
el
Dos
5.
remoto budismo de
del
la India.
mu-
lo
que atae a
la
al anlisis
que
lar
el
de
la
los telogos
zel es el ejemplar
quienes
la
ms que en
ms
caracterstico
el
de
la
ilumina-
objetivo y
meta de
la
anonadamiento
(1)
fin,
del
Essai, op.
cit.
alma que,
al
14
modo
al
ms
meta de
la perfeccin
caractersticos
la identificacin
y sus aspiraciones
ms elevadas
pantesta es
carismas
los
fica
el
nimo
En
fon-
el
conservan ntegro
el
to cristiano oriental.
ta
que ofrece
la
las
la
ortodoxa y
la
heterodoxa,
hemos comprobado
entre las
6.
la
Un
filosfico
en
el
fondo de
representaciones y
inferirlo
do
las
el
almas y sorprender
all el
Hay que
por las palabras y los actos del sujeto. Ahora bien, partien-
absurdo
e in-
justo negar en todos los casos), es evidente que los sufies o msticos
Excluidos
el
dogma
de
la
igual
Trinidad y
el
que
de
la
los idearios
el
tendrico
dificulta
la
exclusin de
gravemente
el
ambos dogmas
el
trini-
Puede darse en
el
J5
la
amor divino y el de la unin transformante; pero ya veremos tambin cmo varios sufes, Abenarabi
vida espiritual, singularmente
el
del
si
las obras
la
los
estados de alma, tampoco cabe negar que entre los msticos musul-
manes
se
suma enorme de
do
e imparcial el reconocimiento
ser falsos.
En
el
espiritual
altsima.
La
real.
histricos.
Qu
Ade-
dificultad,
por
hombres
mente
7.
lo
cristianas,
sicin jansenista
(1). Es,
por
el
al
que hace
peccatorum opera
sive
de
Deo"; pero
la salvacin
de los
los telogos
ms
dentem ad
Deum
la salvacin,
el
el
sentido
para lograr
palabras en
lo tanto,
la
fe en
es decir, la gloria,
que es
la
gloria,
la
gracia suma.
"Facienti quod est in se, Deus non denegat gratiam". Cfr. Caperan,
(1)
Le problmc du salut des infideles. Essai thologique. (Pars, Beauchesne, 1912;,
pgs. 39-47.
(2)
Cfr.
(Pars, Beauchesne,
infideles.
Essai historique.
La
16
le
no slo siguiendo
normas de
evanglica?
nes,
De
las
buscan por
el
fe y por error
camino recto y obren el bien,
algunas de
al
alma de
ella.
Y
el
aunque
la iglesia,
como
as es
Por consiguiente,
los msticos
dichos
axioma
tradicional
ra.
la ley
musulma-
la
la fe
en
vida futu-
tal
gracia,
fe,
impedir
la
fe implcita,
(1)
He
aqu
el
texto
Mahometani,
et
eius
qui
si
divinitatem,
noin
est
credere
unum Deum remuneratorem supernaturalem: hoc enim ipsi non credunt propter
argumenta ex creaturis naturalibus desumpta, sed dogma hoc ex traditione
habent,
pervenit,
quoad
quae
licet
illud
traditio
alii
processit
errores admixti
verum dogma
in
eorum
sufficientia credibilitatis
secta:
et
ad ipsos usque
illud
Disputationes...
De
Lugo
hispalensis...
sect.
3,
La
asctica cristiana en
la
islam
el
17
verdad de
la
la re-
para
Dios ha revelado a
ellos,
cedido en
la historia: la
hombres
los
del
no Dios), y
como
tres leyes,
sta, a su vez, lo fu
ms
la
hostil
Mahoma. As
tambin
tarde por la de
los
el
que muchos
Seor Jesucristo y
le
la
suponen, admite
revelacin, es decir,
la
les obliga,
la Igle-
revelacin mosaica, as
el
la
divina misin de
que
la vez, la fe
Mahoma
(cuya
la
depsito autntico de
Por
eso,
gularmente
la
la
el
texto del
Nuevo Testamento, y
sin-
hemos dicho
por todo
tica
musm
la
enseanza autn-
(1), a
muy
Hasta
ss, que,
(1)
tal
aun
la imitacin
el
amor de
por encima de
Je-
Ma-
Los sufies
18
imitadores de Jess
isaues,
la
ms pura ortodoxia
una regla de
islmica, profesaban
Jess
que
los
De
(2).
regla
de
decir,
caracteres
los
seguidores de
abolengo:
vivir
te
de
particulares
la
cristiano
esa
como
si lo
vieran con los ojos; sus oraciones y plegarias son tan escuchadas por
Dios, que con la simple intencin les basta para realizar, a imitacin
v. gr.:
andar sobre
ms que todos
los
el
agua, multi-
les
com-
pasin para con todos los hombres, de cualquier religin y secta que
sean, y la resignacin absoluta a la voluntad de Dios, con alegra de
He
ni
el
oir el mal.
mismo
lo sugiere,
aunque no
lo
con-
desde
la
el califato
Mahoma,
(1)
este
la
es
el
l,
tema en
240,
el
captulo
ta el fin del
(2)
mismo
XV
de
Adn has-
mundo.
Cfr. Fotuhat,
I,
289-295.
En
el
Oryani,
lo
adopt
el
mtodo de
al fin
Jess, y
que su
de su carrera espiritual.
La
He
(1).
aqu, pues,
islam
el
19
el
sin creerlo,
sir-
ve a Abenarabi de indicio seguro para suponer que los monjes cristianos que por ignorancia invencible perseveran en su religin,
conforme a
ma
(2).
la ley
do se trata de
infieles negativos,
Dios
les
como por
si
de
la religin
viven
Maho-
grosa (3).
Como
el
Anglico Doctor en
cuando afirmaba
infieles,
misma que un
de adoptar
(4)
problema de
el
la
salvacin de los
tenendum quod
est
ei
Deus
vel per
el
el
Deus non
in se
Fotuhat,
(1)
cristiano:
291. El
lbidem,
(3)
Fotuhat,
1,
I,
dijo,
Dios
le
camino
Cfr.
la
al
es evidentemente
la
diferencia de
se adquiera. El Profeta de
Con
recto.
lo
Sayyid Mortada,
conforme a
lo
cual
le
VII,
Ithaf,
gn
monje legendario
ese
293.
conocimiento de
al
nombre de
musulma-
los telogos
Aben Bartolom.
(2)
do
I,
proclamaron
lo
le
la
"Dijo
el
le
Profeta:
otorgar en herencia
interpreta
el
le
guie por
la ciencia
de
lo
que
to-
refiere, se-
al servicio
el
los
r alguien que les ensee, o bien les inspirar su gracia y con ella los preser-
var de error.
(4)
Cfr.
De
Veritate, q.
XIV,
a.
11,
ad I.mn
Pueden darse en
20
nes desde
muy
el
la
posibilidad de salvarse
ms
gracias que
de
la
la
los infieles
dos ellos recibieron de Dios gracias suficientes para salvarse, medianen un Dios creador, providente y remunerador,
te la fe explcita
y benigna, de
doctrina, laxa
demostrado
ser,
no slo
la
ms
el
siglo
ms comn
XVI, enfrente de
la
entre los
opinin,
singularmente,
que por
la justificacin
la fiducia
tambin
la
o conviccin firme de
de Cristo redentor; de
as
la
ortodoxa, sino la
la
Esta
la falta
modo que
as
la
como
la sola fe
de fe fiducial corrompe en
8.
hemos
la
al
el
de
la
salva y justifica,
(1).
visto, la existencia
ms
Cabe en
ellos,
como
la santi-
de
como por
imitar
adems en
normas de
lo
la
existencia en tales almas de las otras gracias que los telogos llaman
gratis datas, es decir, xtasis, milagros, carismas o dones preterna-
turales?
Como
la
los
en
el
problema
anterior,
como
histrica por
(1)
ms o menos
21
la
el
criterio eficaz
forjadas por
el
la
priori: tnto es el
nmero
de esos relatos,
total
los
sntomas de in-
los
las
al
ellos
aparecen.
dictaminar sobre
el
despreciable para
el
historiador y
el
psiclogo.
Una
muy
inspiraciones
ella,
las
la
naturaleza dbil
mismas
tambin en
les
la mstica catlica,
la crtica
lo
lo
menos.
humano
estn exentos de
quepa
del espritu
maligno?
su atribucin a Dios
lica
sobre
(1)
la
priori
como
economa de
causa,
la
si
nos atenemos a
Providencia en
ei
la
posibilidad de
la doctrina cat-
la distribucin
de las gra-
libro.
(2)
este
tema en
el
captulo XII de la
Ob
22
ser
ecin y respuesta
la
la
lo
sugiere su
nom-
si
el
orden de
la
Pro-
videncia aparecen tales gracias menos vinculadas que las otras a una
recibir.
Uno y
al
otro pueden
l,
al bien
no posea
la rectitud
hombre que
el
almas hacia
las
El,
la profeca,
mismo
lograrse
el
fin
9.
las
al
otorgar Dios
el
atenindonos a
milagro,
la
profeca y
fin
almas en
el
la
fuerza de
al
la
verdad de
la
confirme con
el
del
la
doctrina que
don de
los milagros.
Pero
l
se
la
(1)
Cfr.
Summa
heot.,
el
l.a-2ae, q.
a.
1.
23
Objecin y respuesta
esas verdades
Nuevo Testamento. La
en
fe
mino
recto.
ciales
que
sin
los
las
ca-
el
que por
to hipottico
de
que
musulmn, suje-
el
creen de buena fe en la verdad total del islam. Ahora bien, para atraer
a estas almas hacia Dios, no es absolutamente necesario que Este
altere o trastorne
religioso en
que
ellas nacieron
tos,
al
la Iglesia
el
fin
y de
los
mismo
logro de ese
de
la sal-
sacramenltimo otra
fin
llos
noma
non
eco-
la
apro-
les
veche. Es
alligavit").
En
este
supuesto,
los
carismas otorgados
por
y en
ese
los
modo
cipal
la
el
se realizara evidentemente,
asignado por
saber: "ut
el
Doctor Anglico a
qudam per
alios in
Deum
porque su realizacin
de los carismas, a
la
aunque slo en
parte,
De
prin-
reducantur, id
est, ut
Y decimos "aunque
total exigira
el fin
dicho
se est
la
fe
ad
que
la
justifi-
slo en parel
sujeto
imitacin de
explcita en
el
la abierta
24
Objecin y respuesta
musulmn en
y ordinarios decretos de
la
margen
del
La economa
acomoda normalmente, en
cias del
medio geogrfico
la
medida de
e histrico,
del
ni
orden so-
seno
brenatural no se realiza al
el
ello decir
lo posible,
que Dios
a las circunstan-
Una comprobacin de
musulmn.
pesar de las
sumisin ms sincera
y aun de
herejes
al
la
infieles
iglesia.
ortodoxos descubran en
con que
el
al
mxima
dificultad
Si,
tamaos obstculos,
ni intentarse siquiera a
xito.
la
es evidente
los
hom-
bres se realizan en cada tiempo y lugar por aquellos caminos que, sien-
medio y a
las circunstancias
normales del
(1)
145.
la
medida posible a
La
la
como en
tesmo, o,
el
politesmo
al
mono-
ple,
lo
gr., del
v.
25
lo
moral y en
los
musulmanas en
para que
lo asctico
las
Por
10.
la
lo
no
ble,
cias.
singularmente en
libros,
y en
tiene
El
De
el
la
Dei
Civitate
los judos,
como nacin
la letra
eleccin de
la
de individuos en
la eleccin
ms
el
de
las prerrogativas
Como
seno de los
el
dice
se
Sin
Apoyado en
(1).
afirma que
el
Dios ha sus-
Israel,
separa
al
pueblo judo y
infieles, la existencia
al
pueblo cristiano de
Santo Doctor
Pinard de
lo dice
la
la
masa de
los
pueblos
que pertenezcan,
o,
como
el
mismo
Boullaye, S.
J.,
buena
la
el
fe baste
acceso a
para
la fe
la salva-
a quien vive
las religiones
son bue-
ellas
(1)
cit.,
nas 130-132.
(2)
Pars,
I,
pg. 94.
26
Y ms
el
de
la luz
la
planteado, o sea, a
la
el
mismo
la
criterio
cuerpo visible de
del
in-
verdadera."
la religin
carismas a
fuera
alma a
la
He
Iglesia.
"Los psiclogos catlicos no pretenden en modo alguno reclamar exclusivamente para sus msticos
como tampoco
estos favores,
el
Tan
cir a las
almas
deseo y por
al
la fe implcita al
"alma de
mar
de
uno de
las
muy
las sectas
das fuera de
como
tales,
la Iglesia
las sectas,
pero no
con
la
e!
la Iglesia".
la
verdad
ser otorga-
dentro."
los
carismas y gracias de
manera de
sentir
la
al
vivir
las diferencias
la
dog-
que no
lo son,
de
los
habrn de
manera de
mas
tan tpicos
como
la
(1)
Dog-
la
las
de
la
humilde
Su aplicacin
son los de
lo
al
27
islam
la
los profesan
y practican,
como
advierte
dad
priori
que en
mayor sea
el
del protestantismo
ca-
sta.
la iglesia
la
ral
ms
ms conservadoras
de los que
la
y teolgicamente
mos formulado,
que
si el
y ortodoxia de
la verosimilitud
intentar resolver
al
islam ha conservado,
el
la hiptesis
como hemos
visto,
un caudal no despre-
la
que he-
medida en que
tales ideas
del
mo-
y mtodos
sociales, de naturaleza
tas
lo
anloga a
la
como
que atae a
la
infil-
cuerpo de
la Iglesia,
daban, ya
lo
la salvacin.
hemos
como
la
nexo con
visto, las
os
esplendores de
la revela-
de Cristo, pero en
la
cual se
28
Una vez
11.
el
el
Como
ms
arriba,
exploracin
la
ni-
al
de
total
hechos y de
ios
las
nolgica de
su
vida
sera
sultados aleatorios en
tarea
excesivamente
que toca a su
lo
prolija
y de
re-
pensa-
intentar, en el
ms abundantes y
tpicos
que
los
que arroja
la
escueta
como Abena-
de a todo
el
mundo
como por
el
eclec-
muy temprano
el
siglo
para
xm,
es decir, en
un perodo
ni
muy
sufismo, es realmente un
la historia del
y mtodos pertinentes a
la
la
ideas, experiencias
la
Mas como
heterodoxa o pantesta.
exploracin de
ambas
lo
la vida y
que tengan de
la
das una y otra con los textos vivos de sus obras, inexploradas hasta
la fecha.
la vida, la doctri-
PARTE PRIMERA
LA VIDA DE ABEN ARABI
La vida
te
del mstico
la
primera par-
con
todo en
el
libros,
sobre
las
el
propio
y de
la
a'
de este mstico hispano, inquieto y andariego. Cada hecho o episodio concreto ir, pues, documentado con los pasajes respectivos de
ritual
de
la
su
mayor
al
menor extensin
importancia
al
lo
el
texto
aconsejen.
Todo hecho
el
solo testimonio
(1)
el
6,
nota.
32
resumen o citan a
(1)
al-Makkari. Leyde,
liab
la letra otras
Brill,
et
1855-1861.
ms antiguas
fuentes
la
litterature
Tomo
I,
Ambos
(2).
nas 806-824.
(2)
He
aqu ahora la
lista
en las
modo
de siglas, emplearemos
citas.
Omn =
Bombay,
Fosas
~ ^X^\
Fotuhat
Mohadara
^jL
LJ\
j\
j-JJ
,U^J\
^SC^J\
sin fecha.
^^33
Constantinopla, 1309 hgira.
O^lst* ^Lf
Cairo, 1282 hgira.
Tadbirat
o\j**JM
Leiden,
Brill,
TDapa de
las peregrinaciones
de rfbenarabi.
CAPTULO PRIMERO
Su nacimiento en Murcia.
literaria
familiares.
villa.
dre.
iniciacin
sufi.
msticos.
los
fe
espritu.
del Jdir.
el
Mohidn (Vivificador de
bajo
el
de
la religin),
Al,
El Xeij
el
Tai,
la
ms
de
Mur-
ei
califato de
de Htim
la tribu
la
autoridad de
redar de su padre
Abdelmumen
el
imperio de todo
el
resto de
Espa-
a (1).
"Un
el
sultn no
le
(1)
lo
cual contest
el
sultn:
Parte
34
Mas
Detuvo entonces
e
el
Vida de Abenarabi
I.
apelante
el
que
replic: "Ni
le
le
t fueses Dios!"
informase de
lo
que cLseaba
Mohmed
b.
el
"En
califato de
el
Abuabdala Mohmed
el
sultn
la
mezquita que
el
b.
oa los viernes en
mencin
la
del
nom-
(1).
muy
religiosa.
De
sus padres
refiere el
Dos
tos
ellos,
el
un eremita que
terse a la disciplina de
le
obligaba a ganarse
el
sus-
tento diario haciendo lea en los montes para venderla por las calles
de
la capital
gado a
de su reino. Su otro
to,
Mslem
el
"Uno de mis
tos
b.
la
ciudad
el
Habitaba en un lugar de
las
el
ms devoto
de
la
la
ciudad de Tremecn
mi
to
Yahya
b.
la
Yogn, rey de
cual se alza la
la ciudad,
rodea-
Me
a
ser
rer,
"De
la
lcito
hacer
la
en vez de contestar a
Mohadara,
(2)
Fotuhat, U, 23.
I,
34.
santo, que
le
devolvi
el
saludo.
xeij!
cortedad de tu entendimiento
(1)
al
le
respondi
de
la
le dijo
el
rey.
ignorancia en que
Nacimiento.
que
Familia
A mi
35
juicio,
ti
el
la
injusticias
momento
le
rey,
apese de su caballo,
Acabronse
el
al
el
al
cabo de
al ser-
los cuales
le
miraban y
llora-
daba
el
tado en
es
Dios por
que
lo
someti a
l,
"Tambin fu de
pasaba
peaba
la
xeij,
cuando
los
noche en
mundo.
al
quiz
ro
Dios
me
y cuando
hubiese sometido a
ascetas mi
la
Yahya
to
al
Yogn,
la
prueba
mundo."
Mslem
el
los golpes
b.
Jaulan,
le
el
cual
venca, gol-
las plantas
to
Si
ms grandes
vigilia,
que rogase
hubiese renunciado
Un
su muerte, fu sepul-
les
ellos,
la
ms que mi burro!"
al
(1)
to,
b.
Mohmed Abe-
narabi, que haba alcanzado este estado mstico (3), tanto sensible
como
ideal-
me
En medio de
Abenarabi.
los
(1)
Mohadara,
II,
(2)
Fotuhat,
240.
(3)
I,
51.
esotrica,
respondi:
al
el
llamado "de
muchos msticos de
que pt.^eneca a dicho grado. Este individuo fu despus criado suyo, algn
tiempo.
36
Parte
Vida de Abenarabi
lia,
educacin
literaria
cita repetidas
mente,
le
armas de
los
Almohades. Su
clinaciones
la
las
literatura,
I.
al
re-
"En
la
dao
el
muy
ni
que yo montaba
el
caballo alazn
de gozo;
lo
refren
con violencia para detenerlo, hasta que llegu adonde los asnos salvajes pa-
que en
(1)
la
modo que
mano
biografa inserta
Mohmed
b.
al
Jlaf b. Saf
el
el
caba-
el
(I,
2),
Lajm y Abulcsem
el
autor de su
Xarrat
el
cordobs, que
le
ensearon en Sevilla las lecturas alcornicas a los diez y ocho aos de edad.
Hadri,
Entre
Abdelmnim
ellos
el
el
maestro Albubquer
Mohmed
b.
Abuchamra.
cursos del jurista y telogo Abumohmed Abdelhac de Sevilla, discpulo mediato del clebre Abenhzam, cuyas obras completas estudi bajo la direccin
de aqul.
el
que en dere-
De
de ejemplo
una vez."
(2)
(I,
Sevilla,
mismo
noticias inciden-
donde se
la
textualmente
ms de
37
las gibas
la
el
ni
rebao. Alcanz-
a correr los onagros huyendo. Hasta que no entr en este camino, quiero decir,
el
sobre
que es
lo
meno de
los
onagros fu
la
comprend que
trato social,
el
sta, a saber:
que
la
la
el
gran-
literarias
Los Beni Abdn de Buga, familia distinguida, dironle en matrimonio a su hija Mariam, piadosa y santa mujer (1).
"De
este
intuitiva;
sin
embargo, en su descripcin
ciertas
cit
mente."
"Refirime mi santa esposa, Mariam, hija de
rrahman de Buga,
visiones extticas
persona
d:
me
dijo:
Mohmed
lo
b.
mundo de
el
Abdn
Yo
le
voluntad de Dios;
Esa
respon-
me
dijo
absoluta confianza en
la
paciencia;
el
le
dije:
la fe viva;
Cuando mi esposa me
la
Abde-
los sentidos.
perfeccin?"
la
b.
la
"Ese es
el
mtodo de
los
sufes" (2).
infierno,
(1)
Fotuhat,
(2)
lbidem,
(3)
III,
I,
311.
363.
Ir
Parte
38
I.
Vida de Abenarabi
me daban ya por
que
exhalaba un aroma
el
muy agradable
"Yo soy
me
respondi
la
azora
que
Y as
[el
captulo
te defiende."
XXXVI
que se
del Alcorn,
me
Despert de mi letargo y
en-
Ms
los prodigios
que
acompaaron:
la
toda
la estancia.
el
da de
la
mezquita
la
la
noticia
de su fallecimiento (1).
[Hablando aqu Abenarabi
que
los
del
que se duda
tal,
si
"As
el
lo
seguras de
el
lo
de uno que
enterramos con
vive,
y entre
duda entre
hecho cierto
la
la
el
me
haba asegurado
que se mora y que su muerte acaecera en mircoles, como efectivamente sucedi. Al llegar ese da, aunque estaba gravemente enfermo, sentse sin apoyo
de nadie, y
Dios!"
ya
te
tu
me
Hoy
es la
marcha, hoy es
el
encuentro con
dije:
to te
lo
Yo
acabo de
or,
yo no
lo
la felicidad
entenda mientras
lo
lo
di-
jiste."
(1)
el
Fotuhat,
l,
289.
Conversin e iniciacin
una
luz
39
suf
esto.
Luego, aquel
brillo
se fu extendiendo por su rostro y poco a poco lleg a invadir todo su cuerla mano y me desped de l, abandonando el aposento despus de
"Me voy a la mezquita, hasta que vengan a anunciarme que has muerexclam entonces: "Vete y que no entre aqu nadie." Mand luego ve-
Tomle
po.
decirle:
to." El
la
Ignoramos
si
lo
como antes
dije: en
un estado
enterramos."
la
tuvo lugar, pero es seguro que debi acaecer antes de! ao 580 (1184
de
J.
C). Efectivamente, en
entrado ya en
la
este
grado mstico,
al
entrar en
el
camino de
la perfeccin,
el
ao 580."
de
la
la
fama de su precoz
con
ste,
para
Fotuhat
su
"Cierto da, en Crdoba, entr a casa de Abulgualid Averroes, cadi de la ciudad, que haba mostrado deseos de conocerme personalmente, porque
maravillado mucho
le
lo
retiro espiritual;
es,
las
le
haba
noticias que
me haba comunicado en mi
me
el
(1)
Fotuhat,
II,
(2)
Fotuhat,
I,
559.
199.
la
Parte
40
Vida de Abcnarabi
I.
dirigindo-
y,
yo
le
causa de
la
Es acaso
inspiracin divina?
la
Yo
razonamiento?"
lo
el
mismo que
le
me
pregunt: "C-
problema, mediante
iluminacin
la
el
no, salen
el
el
volando
de sus materias los espritus y de sus cuerpos las cervices." Palideci Averroes, sobrecogido de terror, y sentndose comenz a dar muestras de estupor,
la
sofo,
le
expusiera ste
de mi padre o
consagrado a
si
el
esta entrevista
la
opinin que
la
si
solicit
de mi
fil-
al
le
el
en
el
para
retiro espiritual
seanza alguna,
de
salir
sin
este
sostenido con pruebas racionales, pero sin que jams hubisemos conocido per-
lo
cual existe
el
tal
estado mstico,
me
capaces de abrir
las
misericordia de Dios se
entre su persona y la ma
que
sin
me
como estaba
apareci en
mediaba un velo
la
el
xtasis, bajo
una forma
tal,
que
sutil,
l,
pensando en
"Y ya no
me
otorg
el
mismo. Entonces
dije:
l,
el
ao 595,
Cuando
contrapeso. Estaba yo
san
Mohmed
all
el
el
le
sirvieran de
[uno de
los
prncipes
almohades] y de mi discpulo Abulhquem Ornar Benazarrach, el copista. Volvindose ste hacia nosotros, dijo: "No os fijis acaso en lo que le sirve de
contrapeso
al
un lado va
s!
lo
el
maestro y
al
41
me
sirviera
"A un lado va
Mas dime:
do Musa
el
maestro, y
al
586
190 de
(1
cumplidos?"
al fin
C), un famoso
J.
suf,
llama-
el
ya un viaje exprofeso a Sevilla para entrar en relaciones con Abenay aprovecharse de sus enseanzas, a pesar de que nuestro msti-
rabi
ao 586, a Musa
Sevilla, el
el
el
(2),
Esto hace suponer que, una vez convertido, entregarase con empe-
al
estudio de los libros sufies y, sobre todo, al trato con los maes-
tros de espritu.
fiesa
Innumerable es
la serie
permanencia en
Musa
Sevilla.
b.
(1)
Fotuhat,
Segn Abenarabi,
qua que
II,
9. Cfr.
explica al
vida
suf,
le
b.
entre
existe
el
msticos
los
(II,
al cual
el
la
para
ocho esferas
los
celestes,
etc.,
etc.
Un
3.,
cuatro autad
los siguientes:
cual gira
4.,
6.",
estudio
la tierra; 5.,
ms pormenorizado de
esta jerar-
Fotuhat,
II,
8.
(el
pormenor en su Fotuhat
la
Imrn, de Mrtola, en su
durante su
divinas (3).
(2)
la
Parte
42
cual se
"No hagas
"De
Vida de Abenarabi
I.
los
fenmenos que
Abulcsem, pues
eso,
lo
si
este
faltas!...*'
Imrn
b.
etc.
el
de
Mrtola (1)."
"Uno de
ellos
ms grandes
msticos que
comunicar a
consiste en
los
dems
las
A comunicarse
(3).
(al
oriente de Sevilla), que posea la virtud de andar sobre las aguas (4).
"De
tambin [de
ellos
Abulhachach Ysuf
el
de Subrbol
andan sobre
el
pritus
"De
j^->
<J.
],
de
jerarqua esotrica]
la
alquera
agua y tienen
al
fu
oriente de Sevilla,
(5)."
muchos
fu Abulhachach
el
el
el
el
De
ellos
como Ysuf
el
las conferencias
de otros
elogios (7).
b. Jlaf
el
la
cuesta.
los
pies de esta cuesta estamos, por razn de nuestra naturaleza fsica o corprea,
(1)
Ibidcm,
II,
107.
(2)
Ibidem,
II,
17.
(3)
Foluhat,
la biografa
II,
sin cesar
8,
lle-
de este maestro.
(4)
Fotuhat,
(5)
I,
268.
b.
(7)
Fotuhat,
I,
327.
6.
el
ao 587,
43
Maestros de espritu
gamos
lo
a su cumbre.
que a
la
sible."
"Me
b.
Jlaf
Cum (uno de
el
del sufismo el
ms grandes maestros
los
ao 586..."
(2).
la prctica del
examen
particular
la
Almochhid y Abuabdala
b.
Cai-
el
exa-
men de
el
los
pensamientos
de
al
b.
las
(3).
La intencin en
efecto,
obras es como
las
no tiene valor en
la intencin
en las palabras:
el sentido
la
palabra, en
la
examen de
el
Caisum, en Sevilla
(4),
de intencin.
Yo
b.
De
estos maes-
Almochhid y Abuabdala
b.
ambos
los
entr tambin en
el
imi-
tando a ambos maestros y a sus discpulos y tomando como ellos por norma
el precepto del Profeta, que tan digno es de ser imitado, cuando deca: "Pedid
cuenta a vuestras almas, antes de que se os pida." Nuestros dos maestros
el
di-
da pudieran
la
(1)
Fotuhat,
(2)
El relato es
II,
el
902.
la cual
lo
el
2.
(3)
Fotuhat,
(4)
I,
Abumedn de
275.
J.
C).
muri
el
574 (1178 de
7.
J.
C);
44
Parte
Vida de Abenarabi
I.
una penitencia, se
imponan;
la
si
si,
por
el
seguan su examen de
asi
conciencia, hasta analizar todo cuanto haban hecho en aquel da. Despus de
esto se echaban a dormir. Nosotros
tros
el
aadimos a
este
cuanto en
el
da se
adems de
ellos y
le
el
aos juveniles, en
digno de notarse
la
el
tambin a formar su
espritu,
desde los
Abdala
el
"Fu Abdal
tos de Sevilla,
el
al
conoca
le
los distri-
[en oriente]
por
el
Mas
tan pronto
como
mn,
el
para
s:
ella,
l,
all
con
ella.
"Oh, alma ma! Ella se ha puesto con toda confianza en tus manos!
marido
cuando ya
la
el
el
santo sin igual de su poca, pues sali de su tierra en seguida para hacer
la
peregrinacin a la
(1)
Meca y luego
mu-
Vida de aislamiento
ri.
Aunque
sn
el
45
me
Sevillano
refiri
que Abdal
el
Mogauir
le
daba..."
Pero
mundo
muy
las
almas de
los difuntos:
sentado en
el
sue-
lo,
"Yo me apart
del
mundo para
vivir aislado
(refirindose a m) haba
Yo
abandonado
entonces
le
el
b.
dole: "Si vinieses a verme, veras con quin trato." Hizo la oracin de
maana y
se vino
solo, sin
que nadie
le
me
que se
respeto.
por
Le mir y
vi
postracin.
la
mi misteriosa
en
pltica, fu
hasta que
tro,
la frente.
t?" El
me
al
abrumado como
muy
triste
Entonces
le
dije:
"Quin es
me ahogo
la
si
el
Su
aisle
fe
besme
yo o
la
me
aislarse del
dej
all
mundo,
como fulano!"
medida que
los
experimentaba en
(1)
rostro,
los muertos,
No
as fortaleciendo, a
los
fin
que se
del
solo.
tumbas
la
estaba
las
media
acompaase.
cabeza baja y conversando con uno de los esphaban presentado. Sentse a mi vera, poquito a poco y con
mucho
Jlaf
trato de los
Fotuhat,
III,
58-59.
J.
mismo y en
Parte
46
Vida de Abenarabi
I.
que negaba
la
el
cho y el carisma, dice que aqul sirve para provecho espiritual del prjimo,
mientras ste es til tan slo para el que lo posee. Y en confirmacin aade]
"As nos ocurri a nosotros,
el
negaba
la
Era un da de
mucho
invierno, de
fu lanzado
curso normal de
el
la
fro,
el
al
sentido
el
Abraham
asista cierto
bles.
que
la
la
fuego
el
por su
es,
que
el
significa
nicamente
que
senta; y aada
que
re significar
mella
la clera
decir
al
Cuando
de Abraham,
la historia
aquel
fuego no
el
Abraham
Nemrod
contra
incrdulo
acab
le
Abraham no
le
hizo a ste
uno
razonamiento,
su
de
los
dotado
espiritual,
de
virtudes
texto que
el
ninguna...
Alcorn en
el
que no quem
sea,
cosa fra
preternaturales,
literalmente verdad
inocua para l?
Yo voy
"Y
dijo:
le
en
convirti
lo
a hacer contigo
yo
si
te
hi-
lo
mismo
realmente en una
en este lugar
lo
que
Dios hizo con Abraham, es decir, voy a preservarte de los efectos del fuego,
pero cin que este milagro sea una gracia o carisma de Dios en honor mo!" El
fuego es
el
el
incrdulo: "Efectivamente, lo
sobre
el
rato estuvo
al
el
ver que no
quemaban. El
al
se io
re."
el
Una
(1)
mismo!"
Y
el
diciendo esto,
le
ech
brasero y durante un
mano
y maravillndose
mano
a las brasas."
ahora
si
ti
por
el
suf:
"Eso
al
es lo
aproximar
que
le
la
mano
he mandado
mandan y
deja de
noche, ve en sueos
Fotuhat,
II,
490.
al
cmo
el
47
que obstrua
villa,
al
el
una de
trnsito por
las
ms concurridas
calles de Se-
de Mohidn.
celente,
Yo
literato,
tena raptos
que
lo vi
en
filsofo,
le
Mohmed
Damasco
el
II,
[=
ao 630
Kosmo-
el
sobrenombre
poeta,
que de
De
en una de las calles de la ciudad de Sevilla una palmera, la cual se haba ido
el
medio de
comenz
noche en
lla
el
sueo
al
la calle,
que obstrua ya
gente a hablar de
la
al
la
el
paso de
los tran-
necesidad de cortarla,
le
"Yo
vi
aque-
quejaba y
le
deca: Oh, Profeta de Dios! Las gentes quieren cortarme porque les estorbo
el
paso!"
el
Profeta
la acarici
me
fui
con su
mano
feri
la
el
Oryan fueron,
sin
Silves,
la
la
fin
por los de
padre
al
la familia suf.
condiscpulos.
48
[Son varios los pasajes del Fotuhat en que Abenarabi habla con encomio
En
ms
biogrficos
tos
Fotuhat,
III,
etc.
Los da-
del
garbe de Alandalus
me
de cuyas luces
el
cual
comenz a
tratar acerca
[de la
Al-
el
el
aprovech."
ms
[El pasaje
Fu ste
(2).
el
mucho
mtodo
espiritual de
guiente
(3)]:
Abulabs y
el
Musa
de
b.
Imrn de Mrtola, es
el
el
si-
el
otro maestro,
dijo:
que me
tros
me
"Preocpate de
por
dirigs
camino de
el
Lo que
hacerme alcanzar
es
"Ha dicho
conforme a
(1)
(2)
el
lio
le
que
te
Fotuhat,
I,
ello
que
lo
ecuanimidad de
ti."
Ah, y qu
indic cul es
el
y conforme a
la del
II,
el
compaero de
lo
camino y
que yo
la del
III,
camino de
viaje.
la
per-
Obra, pues,
1.
Parala
v.,
verdad y a
te indica
indiqu cul es
l te dijo
213
identificacin de
Algarbe de Portugal,
199,
la
refer lo
que yo
lo
la
ambas preocupaciones:
lat al-cods,
Yo
feccin, mientras
en una
el
[dice Abenarabi]
casa de Abulabs y
bs:
Abulabs es
el
hermosa
es
exige.
le
la
te indica
v.;
cfr.
Marrekoshi
(edic.
cha por David Lopes en su libro Os Arabes as obras de Herculano, pg. 80.
(3)
Fotuhat,
II,
234.
el
que no va por
camino de
el
acompaado de
perfeccin
la
49
Dios, que es la
El
mercado de
pasar por
el
bre, le dijo:
los
la escuela
la
"Mohmed, acepta de
al
maestro
tu
la
solucin!" Volvi
entrando de nuevo a
y,
escuela, dis-
la
para que
te
el
Jdir
Dios prolong
ricos que
el
la
el
compaero de Moiss
[cfr.
interpretan
los casos
venga a reco-
lo
que afirman
en sentido
Ma-
homa), y yo le he visto varias veces. Con l nos ocurri un suceso maravilloso, y fu que nuestro maestro Abulabs el Oryan discuta en cierta ocasin
conmigo acerca de quin era una persona a la cual el Profeta haba regocijado
con su aparicin:
me
dijo:
lo
que
el
maestro
Yo me qued
me aseguraba
conoca
tener motivos bastantes para saber a qu atenerme respecto del asunto. Indu-
me
andando por
cuenta de
ello,
la calle,
Mohmed! Da crdito a
lano", y me nombr a
Oryan. Yo le contest:
di
Me
lo
afecto de un
el
que
te
aquella
"As
ha dicho
lo
har."
Entendiendo, pues,
lo
me acababa
(1)
de ocurrir.
Fotuhat,
I,
Mas
as
el
que me haba
lo
que
241.
50
Parte
I.
que
te
Vida de Abcnarabi
el
la solucin
te
dije:
"Era
era
Jdir,
el
Sem
b.
Y me
tiene por
El Jdir (1)
Arfajxad
b.
Yo
pues
era,
le
Malcn
b.
el
le
me
le
res-
al
maestro:
Jdir."
b.
jefe le envi a
la fuente
de
la
los
pregunt
nombre Beli
te vienen
entonces
lo
b.
te lo
indudablemente
en efecto?"
l,
oyes resolver?"
la
hombre
proponga? De dnde
me
la
gracia que
otorg."
"Yo me
me ense
encontr en Sevilla y
lo
someterme a
los
maestros
mercado de
Djome: "Acepta
los granos.
le
y,
lo
me
que
encontr con
te dice el
tan pronto
como
dirigiese la palabra:
el
Jdir en
entr a su habitacin,
"Oh,
Mohmed, pero es
recomiende
el
Jdir
yo: "Loado
cosa no era
haba dicho. Por eso, pasado algn tiempo, entr a casa del
la
lo vi
el
le dije:
como yo
maestro y
Yo
la
el
maestro!" Regres
cambio
fuiste t
que acertaste." Yo
el
comprendo por qu
que
me
el
Jdir
le
me recomend nicamente
el
la sumisin;
la
pero sin
solucin del
problema..."
Desde aquel
da,
esoterismo
musulmn ha encarnado
la
errante (2).
te,
442.
(1)
Fotuhat,
(2)
III,
la
1.
Para
la
lgende du
rrant" apud
Revue
Vida en comn
Su noviciado
sufi,
bajo
la
51
la
En
res de Sevilla.
paando
aba a
la
taumaturgo Abuyahya
al
ponerse de intento a
licencia en las
De
en
Sinhach,
el
ciego,
que
le
ense-
ellas,
ocultando
la
costumbres (1).
el
sufrir
Abuyahya
ellos era
el
de
muchos en
la tribu
Sevilla,
de Sinhacha,
que habitaba
ciego,
la
un monte alto y
todo el mundo
cuesta y
sopl desde
el
el
viento,
sito
en
el
Aljarafe de Sevilla.
le
momento
aire de tal
el
modo, que ya no
la
gente comenz a cavar su sepultura y a labrar sus piedras, hasta que acaba-
mos
obra y vimos
la
la
al
ido, volvi
a soplar
el
gente."
el
Abuabdal
el
le
ense a aislarse en
aprendi
Slih
la
la
En cambio,
Berber
el
(3).
(el
fij
su resi-
aos (4).
de
litt.
tes
de
(1)
Fotuhat,
I,
(2)
Fotuhat,
II,
(3)
Fotuhat,
I,
(4)
Fotuhat,
II,
Slih
el
dome de
los preceden-
la islmica.
20:
"De
4.
los msticos
3.
52
Parte
Vida de Abenarabi
I.
acompaado de un santo
peregrino girvago
r UJ\),
le
decan
de esos que viven consagrados a Dios tan por entero, que Dios
les
alumbra
Pasamos ambos junto a un mendigo que deca: "Quin me da alguna cosa por amor de Dios?" Un hombre abri su bolsa llena de monedas
con su
luz.
mendigo. Al
fin
ellas
al
la
me
estaba mirndole,
lo
que
qu es
l
me
lo
dijo:
le
ha dado su limosna
le
ha dado
es la
al
que
de
las
(
(
j-W6_w,Lj
),
msticos mediante los gemidos que de sus pechos exhalan, porque se sienten
incapaces de alcanzar
la
al
encontrar en
Ftima especialmente,
la
Sevilla,
para habituarse a
la
ella
seguidos,
honestsima-
mismo construy en
las afueras
"Yo
serv
como fmulo y
de Dios y msticas
(1)
Fotahat,
I,
tivamente, "Sol, la
(2)
discpulo en Sevilla a
intuitivas,
Fotahat, M, 459.
las
amantes
los
el
Madre de
una mujer, de
Vida en comn
ella,
ms de noventa
a la sazn,
sin
y,
53
al
pues
rostro,
a pesar de sus aos, tan bello y hermoso, por lo regular de sus fac-
lo tena,
muchacha
De
la
como
yo, la ser-
sea como fulano; cuando entra a hablar conmigo, entra con toda su alma, sin
dejar fuera de m ni un tomo de
s,
Una
ama
vez
"Maravillme de
la o decir:
como
es
el
objeto
nico de su contemplacin, puesto que en toda cosa que sus ojos miran, a El
Cmo
amar a Dios
mucho ms
tienen a su Dios
acercarse, pues
cerca que
es
qu
lo
dices
que dices es
lo
de
verlo
la
llorar."
Yo
digo?"
Amado me
del Alcorn]
como
si
Despus me
le
respond:
"Y
t,
hijo
"Madre ma,
que
dijo:
que hay que decir!" Luego aadi: "Por Dios que estoy en
captulo
[el
el
que
esto
verdad maravillada! Mi
Ftiha
pretenden
se avergenzan de llorar,
el
le
el
como
siendo
El,
Cmo no
di,
y,
sin
embargo, no
me ha
los ojos
de Dios, cuando
me
dijo
distrado
la
jams
grado excelso
el
que
la
Ftiha
la
criado. Estando
dije:
le
"Madre, oyes
que quieres,
es lo
hijo
lo
la
anciana
es decir,
do de esta mujer."
di
forma
real.
Y ponindose
a recitar conmigo
la
captulo
del Alcorn, le
rea,
y hacindola nacer.
que
le
Una
vez que
la
aunque
etle o
mujer! No
lo
desde que se
dejes,
fu,
el
a taer
el
An no haba
el
al
[la
el
transcurrido,
camino, cuando
el
lo
me
mucho que de m
54
Parte
me ha
se preocupa, pues
I.
Vida de Abenarabi
amor
tan celoso de mi
si
me ha
me haya pre-
est,
como yo no
Dueo
juro que
as,
que
por descuido vuelvo alguna vez mis ojos hacia una cosa criada para buscar
en
ella
cin,
que El
me
Yo
Ms
misma
le
"Yo soy
tu
madre
los
mismo
Con
deca:
aflic-
filial
divina y la luz de tu
le dijo:
"Oh
luz!
que muri.
madre
A menudo me
terrestre!"
Este es mi hijo y
Cuando vino
es tu padre!
y no lo aborrezcas!"
"Nosotros (1) hemos visto en Alandalus a muchos msticos de los que ven
genios bajo apariencias sensibles y sin ellas. As, por ejemplo, Ftima,
(1)
Fotuhat,
II,
821.
Crdoba,
la cual los
conoca intuitiva-
CAPTULO
II
Regresa a
Estancia en Fez.
pasando por Tarifa. Vuelve a
Retorna
Irxad. Segunda estancia en Fez: sus primeros
y redacta
sus conferencias
Tercera aparicin
Regresa a
Espaa, pasando por Granada. Estancia en Murcia y Almera. Redacta su
Su vocacin a
la
vida peregrinante.
Africa.
Sevilla,
a Sevilla
el
xtasis;
msticas.
del
Jdir.
Mawaqui.
suf,
pudo
decidir sobre
su vocacin (1).
visto
la
las practicase,
las profesase
No
cuaces de
ellas."
que no fu
la preferida
corta, es
por
l.
Todo
un viaje incesante e
el
in-
(1)
Fotuhat,
III,
683.
58
Parte
me
noche, y
Vida de Abcnorabi
I.
levant de la
el
me
Tom
ta!"
despus
mi oracin
entrado.
me
"Oh Abdelmachid!
dijo:
el
sacudindolo,
y,
que consigo
rilla
me
el
cmo haba
saludo. El entonces
el
El
al verle,
traa,
casa y de
la
ni
la
mun-
la
Luego me volvi a mi habitacin, en la que me encontraYo le dije: "Oh, hermano mo! Por cules virtudes llegan
recitacin en comn.
ba cuando
vino.
"Por
las cuatro
corazones".
lencio
el
"Esta es
uno de
la
los
a seguida
me
el
las
me
abdales?" El
los
respondi:
hambre,
me
la vigilia, el si-
Abdelmachid:
dijo
dero de
"Yo
la gloria
le
discreto
humana
un aviso para
Azahra (en
la
caduco y perece-
lo
(2).
disipado)
el
escritas
sobre
imagen de
la
la
hombre
el
puerta de Medina
que
la
(1)
b.
Axraf,
el
(2)
Mohadara,
(3)
Todo
que
el
cita a la letra
de
la
le
llama correctamente
1,
Mohmed
106.
texto del
donde se
de Ronda.
el
el
I,
relato, bien
III.
343-4)
las estrofas,
cono-
59
Una
que Dios
nombres y
Mahoma
msticos, anteriores a
"En cuanto
la
le
favoreci en Crdoba
el
tiempo,
cuando
los
contempl y los
vi
la
ciudad de Crdoba."
no se desdearon de
difciles
de
el
as
visitarle
Un famoso
de sufismo.
muy
ms
discutir
con
abandon a
da tras
l,
muy
los
si
los
si
el
nombre
su esencia, y del cual todos los dems seres necesitan y dependen]. El maestro de espritu Abuabdal b. Chber el de Cabrafigo, uno de los grandes doctores de esta va mstica en Alandalus,
por
el
(1)
Fotuhat,
(2)
Fotuhat,
(3)
I,
196.
III,
58.
lo
tesis
mismo que
los sabios
la
de que
la imitacin
de ese nombre
si
la
imi-
60
Parte
tacin (por
hombre) de
el
lo
es tanto
como
b.
Chonaid
[sic]
me
Yo
nuestro juicio
encontr a Abuabdal
lcito
hombre
al
asimilarse
el
la
tesis, sin
la
punto. Entonces
(por imitacin)
la
Vida de Abenarabi
I.
la
ste,
quiero
decir,
Abuabdal
tierra
ra en
que
la
me
hasta
b.
ello.
me
separ de
to-
l."
pasar
al Africa.
tratar
J.
C.) debi
de cerca
al cle-
que en Buga haba establecido su escuela mstica desde haca bastantes aos
Abenarabi
No
(1).
lo
conociese
all,
pues
el
597 (1200 de
J.
modo
seguro, que
cita
repetidas veces, en su
Fotuhat y en su Mohadara, a Abumedn como maestro suyo, ponderando sus visiones, milagros, virtudes y doctrina (2). Por otra parte,
J.
C.)
es,
el
ao 590 (1193
y entonces pudo
tratarlo.
De
las
(1)
verse
Sobre
Bargs,
la
Vie
du
clebre
marabout
Cidi
Abou-Mdien
(Pars,
L-
roux, 1884).
(2)
II,
Cfr. Fotuhat,
166,
171. Sera
muy
I,
838.Mohadara, I,
179.Mawaqui, 69, 71, 96,
111,
128,
76,
145,
171,
178;
114,
116,
151,
152,
Pasa a Africa
aos de edad,
siete
61
navegando
el
Abumedn posea
Abumedn
una negra.
la
la
vista.
la
siete
la cual
"Con mis
razn."
ojos."
presente y
Pero a seguida
al nio:
rectificaba:
Tan
"Con qu
ves?"
lo
lo
como
el
responda:
lo
No
to
que
nez,
muy
debi ser
muy
J.
hade y estudiando
el
b. Casi, el iniciador
De
C),
encontramos ya en T-
lo
la corte del
gobernador almo-
de
la
de Abulcsim
en Constantinopla (2).
"Gurdate de aceptar un regalo de
la
me
Algo parecido
ta.
me
un agasajo que
me
en su casa y
Uno
ofreci
el
gobernador de
el
la
la ciudad.
Como
efectivamente mi influencia
con ste era tanta, que segua en todo mis indicaciones, acced gustoso a hacer
la
sin
fui
probar bocado
a hacer
la
ni
me
me
ofreca,
eficaz.
levant de la
Yo
en aquella oca-
que
si
obr
as,
mesa
aunque en seguida
de
modo
especial providencia
me
(1)
Fotuhat,
(2)
I,
288.
62
Parte
"Esta es
al-nalain,
el
Vida de Abenarabi
I.-
la
b.
autor, en Tnez,
el
ao 590 (1)."
el
del Jdir
do en
el
Aproximse a
bordas y
las
Una
barco.
sobre
otro
el
despus
La
lo
extender
al
la
Un
dolor agu-
tripulacin dorma.
mirada por
a lo lejos un ser
al
puerto.
el
el
mar, divis
el
y se
lo
propio con
el
marcha sobre
di de nuevo su
tuada en un monte de
la costa,
el
En dos o
si-
tres
maana
la
siguiente, al entrar
"Qu
tal
pasaste
noche con
la
Me
mi vista hacia
dirigir
levant y
el
mar
Jdir en
el
que, estando en la
el
le
el
Abenarabi a
abord dicindole:
barco?" (2).
cmara de un barco en
me entr de repente un
me acerqu a las bordas
el
dolor de tripas. La
del barco; pero al
era noche de plenilunio), a una persona que vena andando sobre las aguas
del mar, hasta
de sus
no haba en
vant
el
que lleg a m
apoyndose en
pies,
ella ni seal
otro,
guaje propio de
estaba en un monte a
(1)
y,
el
Fotuhat, IV,
la orilla del
165.
(2)
Fotuhat,
I,
241.
le-
len-
cueva que
la
el
I,
176,
e ideas,
388, 407;
cfr.
III,
8,
Asn,
9,
Aben-
31, 465;
Esta distancia
la
Yo
el
63
del J dir
interior de la cueva.
visi-
el
los
me
en
da siguiente
al
barco con
Otro de
el
me
Qu
Jdir?
me
fui
pregunt:
la
"Cmo
te fu,
es lo que te dijo y qu
noche pasada,
la
le dijiste
t?"
los propsitos
safi,
Abumohmed
como diremos
ms
adelante.
Tnez, con
los
el
En
el
el
visitar a
un gran santo
la
J.
C.)
abandona a
influyera bastante
el
parte oriental del Norte de Africa, teatro de una guerra sin cuartel
entre los almohades y los Beni
el
el
Uno de
objeto de veneracin.
Yogn,
ellos era el
sepulcro de su to
enterrado Abumedn,
el
daba
y virtudes
amaba. Por
ms
eso, al saber
del
Aben
No
olvi-
que uno de
los discpulos de
Abumedn an-
las
pasiones
Un
sueo en que
el
Profeta
le
maana
siguiente, para
to
el
la del xeij
Abumedn, en Alobad,
C4
Parte
Vida de Abenarabi
I.-
determin tambin
actitud
conversin
la
enemigo de Abume-
del
dn (1).
"Yo
noticia
vi
en sueos
al
Profeta en Tremecn
al xeij
Como
ms
alt-
me pregunt
Yo
fulano?"
respond: "Porque
el
hombre por
el
Abumedn,
el
me
replic:
"Pero acaso no ama ese individuo a Dios y me ama a m?" Respond: "Efectivamente, oh Profeta de Dios!, ama a Dios y te ama a ti." Djome entonces:
"Pues entonces, por qu le odias por el odio que l tiene a Abumedn, en vez
de amarle por
el
amor que
tiene a
Dios y a su Profeta?" Yo
momento reconozco
le
respond: "Oh
que pequ y fui negligente! Pero ahora de ello me arrepiento, y aseguro que
para m ser ya ese hombre la persona ms amada, como t, oh Profeta de
Dios!,
me
traje
precioso
casa;
le refer
lo
cuanto
y tom mi ensueo
el
coste
me
incalculable;
como un
<el
caballo
llorar;
me
fui
su
acept mi regalo
sido
mont
lo
am.
Yo
reconoca
m no
me
(1
193 de
C.) regres a
J.
Espaa, des-
el
suf
Abuabdal
el
lo
encon-
Dios,
ciente (2).
"Discuta yo
ao 590,
con
la cuestin
Abuabdal
(1)
(2)
Fotuhat,
I,
el
Calafate,
en
la
pennsula
de Tarifa,
el
Regresa a Sevilla
paciente...
me
maestros de
Aburreba,
dijo:
espritu, se
el
65
me
ciego malagueo,
el
tal
como
la
haba planteado
de Sin-
el
hacha."
fortificar su fe,
ya arraigada,
tancia en
mente tan
no obstante,
esto
ni
cierto da
por escrito
Todo
labra.
ralmente.
sobre
el
el
recitador no conoca.
asegur que en
le
el
mismo
propio
el
La explicacin
tador
lite-
interrogarle
al
el reci-
com-
la
ma-
mismos versos
(1).
la
la
ticular]
tarde, en un da,
espritu.
me
la
hora de
la
oracin de la cada de la
en mi
fija
me
la
[Una
dado copia a nadie. Dije entonces a aquel hombre: "De quin son esas estrofas?" El
Yo
la
le
me
contest:
di mi
mismo nombre.
fecha
misma en que yo
las
haba compuesto, y
Yo
le
la
me
cit
esto, a
noche en
(1)
el
mercado de
Fotuiial,
III,
Sevilla,
la calle,
445.
66
Parte
all
Vida de Abenarabi
I.
un hombre forastero,
al
ca
conver-
la
taron tanto, que las copiamos, despus de preguntarle quin era su autor. El
me nombr
mismo ha compuesto
All
la
que supisemos qu fu de
me
le
conocemos en nuestra
la
parte oriental de
ni
cmo
momento
el
Ahmed
Al ao siguiente, 591
y de
las
los devotos
conmigo ocurri
y era hijo de un
que amaba a
tierra."
la
he aprendido de memoria."
a m). Entonces
de Abenmotsana no
[oratorio particular]
(1194 de
J.
ellos.
C), vuelve
muy
piadoso
Su conversacin
1237 de
a pasar
C.]."
J.
el
Estrecho
para dirigirse a Fez por vez primera, segn parece (1). De esta su pri-
mera estancia en
las noticias
con
los
la capital cientfica
de los almohades
iniciara
muy
pocas son
ya sus relaciones
muy ducho
el
el
Fundndose en
libros.
ciertas
al cual
brillan-
que, al
mando
trecho.
Y, efectivamente, en aquel
del sultn
mismo ao
adems
el
Es-
las plazas
de Calatrava y Ca-
ao 591, cuando
racuel (2).
"Estaba yo en
la
ciudad de Fez
el
Un
rabi estuvo
pasaje de
la
de combatir
al
enemigo que
fin
el
J.
Alheero.
Estancia en Fez
67
ti
una victoria
tr
brillante."
"Suma,
toria brillante...
no,
si
Alandalus y
musulmanes y
all
el
Sum
vic-
y encon-
al
de los
ejrcito
El entusiasmo
bi
provocado por
vemos a encontrar en
Sevilla,
mover a Abenara-
ao 592 (1195 de
el
J.
agradable
la
estancia.
C.) lo vol-
Los invitados y
el
le
la
suya
hicieran
mostraron
anfitrin
e in-
ms
tal res-
ms llanamente. Obedeca
esta veneracin a la
tro mstico
libros,
publicados antes
de esta fecha, pero cuyos ttulos es casi imposible precisar. Slo puede asegurarse que no seran stos sus obras maestras, tales como las
tituladas
chas posteriores.
fin
l,
titulado Al-lrxad,
romper con
los cuales,
la
etc.,
Abenarabi pidi
en
el
cual
al anfitrin
demostraba
la
uno de dichos
conveniencia de
como hermanos
ms
senci-
llamente (1).
la
b.
Abumer
b.
Atofail
il)
el
Parte
68
Vida de Abenarabi
I.
predicador, Abubquer
b.
la
bin la noche
all,
en mi compaa, Abulcsem
el
Sam
urbanidad.
Yo deseaba
amo de
el
la
casa
me
titulado
La
dije:
le
fcil
romper con
la
urbanidad habitual.
El
le
dije:
pies
los
lo
comprendieron
los
el
Si
respondi: "Es
el
lo
el
que
No
(1196 de
J.
al
ao siguiente, 593
C.)i aparece de
jardn de
En
bi.
Abenhayn eran
los
la
"No
vi
mezquita, que
ni
el
curso de!
explicaba su
Fez (1).
le
la
este consejo
como
b.
el
Abdelcarim
el
Temim
el
Moh-
la
All
la oracin,
advir-
(1)
(2)
Cfr. Fotuhat,
\,
donde da
la
fecha de 591.
la
Estancia en Fez
momento
aquel
la
si
69
dimensiones (1).
ste careciese de
si
el
ao 593 en
la
la
al
vi
como
si
la visin
de todo
al verla,
ni
occipucio:
modo que
como yo
te as
m algo
asi
como
como algo
real.
la
contemplaba."
la
El jardn de
Abenhayn
era
el
el
ncleo, ya nu-
me
el
lo di a
ao 593, en
la
el
me
lo
el
mostr en un rapto
jardn de Abenhayn,
paraban atencin en
una mano seca. En
ritu,
de
la
la tertulia
la
gente de Dios y expertos en la vida mstica, entre los cuales se enel Hadar y otros maestros semejantes. Todo aquel grupo
contraba Abulabs
la
La
la ciencia asctico-mstica.
tratasen de algo que entre ellos estuviesen discutiendo, siempre acababan por
sobre los ctobs (o quicios de los msticos), estando entre los reunidos aquel
me
(1)
Fotuhat,
(2)
Fotuhat,
II,
IV,
640.
95.
el
el
que Dios
70
Parte
me amaba mucho)
que Dios
en
te
Vida de Abenarabi
I.
ha mostrado de
el
Comenc
me
dijo: "Di
el
volvise hacia mi y
pero no des
l,
al
decir esto, se
que Dios habame revelado acerca de aquel hombre, y los oyentes quedaron
di su nombre ni sus seas personales. Continu des-
maravillados, aunque no
pus
que fu de
la reunin,
era
ctob a que
el
a m aquel ctob y
nombre de
me
me
las
media
ms
tarde,
sin
dijo:
te o
hombre
la
al
no dar
mostr! Qudate en paz y que la misericordia de Dios y su bendicin sea contigo!" Aquel saludo lo fu para m de
el
la
despedida, aunque de
en
la
ello
te
entonces no
me
di cuenta.
Ya no
volv a verlo
ms
all
sin apelacin
le
"Yo
vi
durante
los espritus
el
(1 ).
les
recen
ni
tampoco
los
cierta.
le
menudo en
esta
es
el
tono de voz de los espritus. Cundo se sentaba a mi lado para asistir a mis
conferencias, quedbase de repente exttico, y despus
haba
visto.
el
ellos.
la cual
ellos,
contradeca
me
describa lo que
como ami-
al espritu
el
Adahn y todos
el
ni
(1)
Fotuhat,
II,
821.
los
que
real
Difcil es
les
el
sultn
Almohade
71
la
aspecto de
el
averiguar
este prestigio de
si
Es
lo
ms
ve-
rosmil que en las altas esferas del gobierno no fuese conocido o que,
el
(como
es frecuente en
manos
favores que a
en
oriente,
el
cierto es
la
segunda parte de su
vida.
Lo nico
almohades, de los
los sultanes
Es ms:
musulmanes
l
mismo
tn
muy
salir
bien parado
prestigio
el
del
alude,
sul-
el
no debi
"Yo entr a la casa de un santo varn en Ceuta, en el Estrecho de GibralHabame ocurrido con el Sultn una discusin que haba llenado de clera
mi pecho, adems de rebajar mi prestigio. Esto haba llegado a odos de aquel
santo varn. Por eso, tan pronto como me vi, me dijo: "Hermano mo! Bien
tar.
poco vale
el
le
contradiga."
el
dad
dices."
el
inters capital,
De sospechar
el
Yo
dirija!" El
le
res-
repuso
yo aad: "Siem-
la religin!" El asinti:
"Ver-
call despus."
que
es tambin
el
quien
que es
le
com-
el
Mogreb y buscar en
ideas y menos sometido
de!
(1)
el
momento debi
el
oriente un escenario
la
las tierras
ms favorable a sus
Fotuhat, IV, 701. Cfr. Risalat al-cods, 26, donde narra por extenso
mismo
suceso.
Parte
7i>
me amaba mucho)
que Dios
en
te
Vida de Abenarabi
1.
ha mostrado de
l,
pus
que fu de
la reunin,
era
las
media
nombre
su
di
ms
ni
dijo: "Di
al
decir esto, se
maravillados, aunque no
quedaron
los oyentes
ctob a que
el
a m aquel ctob
el
Comenc
me
el
el
volvise hacia mi y
pero no des
nombre de
la
te
la
mise-
despedida, aunque de
en
la
ello
entonces no
me
di
Ya
cuenta.
no volv a verlo ms
"Yo
vi
sin apelacin
le
all
los espritus
durante
el
(1 ).
les
recen
ni
tampoco
los
cierta.
le
menudo en
esta
haba visto.
Yo me daba buena
el
me
describa lo que
tratndolos
como ami-
gos y hasta bromeando con ellos. A las veces, surga una acalorada disputa
sobre cualquier cuestin, en la cual contradeca al espritu que crea estar viendo. Otras veces los genios
l
le
el
que se
le
y
le
el
ni
(1)
Fotuhat,
II,
821.
los
Difcil es
les
el
sultn
Almohade
71
la
aspecto de
el
averiguar
si
este prestigio de
Es
lo
ms ve-
rosmil que en las altas esferas del gobierno no fuese conocido o que,
el
(como
es frecuente en
manos
favores que a
en
oriente,
el
cierto es
la
los sultanes
los
musulmanes
del
segunda parte de su
vida.
Lo nico
almohades, de
Es ms:
mismo
tn
muy
salir
bien parado
el
alude,
sul-
el
no debi
"Yo entr a la casa de un santo varn en Ceuta, en el Estrecho de GibralHabame ocurrido con el Sultn una discusin que haba llenado de clera
mi pecho, adems de rebajar mi prestigio. Esto haba llegado a odos de aquel
santo varn. Por eso, tan pronto como me vi, me dijo: "Hermano mo! Bien
tar.
poco vale
el
el
le
contradiga."
dad
dices."
el inters capital,
De sospechar
el
Yo
dirija!" El
le
res-
repuso
yo aad: "Siem-
la religin!" El asinti:
"Ver-
call despus."
es tambin
quien
que es
le
que
el
com-
Mogreb y buscar en el
ideas y menos sometido a
del
(1)
el
oriente un escenario
la
momento debi
las tierras
ms favorable
a sus
Fotuhat, IV, 701. Cfr. Risalat al-cods, 26, donde narra por extenso
mismo
suceso.
72
Parte
Vida de Abcnarabi
I.
No
maestro Abumedn.
al
como
si
mismo ao 594
quisiese dar
sala de
ltimo adis a
el
Fez en di-
la tierra
que
vi nacer.
le
En
el
la
dad, a
la orilla
misma
del
Ocano
el
como Abenarabi,
Jdir
andando sobre
tercera vez
grinos que,
pita
Beca
Conil).
Atlntico (1) y
el
aire,
el
R-
la
Ocano
costa del
Atlntico, en
de peregrinacin
sal
los
la
me
dijo
que era
dirigi la palabra en
prestigio religioso y de
sal
yo en direccin a
dominando
el
un individuo de gran
Me
me
imam
quien se
ba en
(1)
el
el
la
la oracin, sali el
la
como imam
mezquita, y tras
dijo
que era
mihrab de
Fottihat,
la
III,
el
Jdir,
mezquita
90:
y,
"Uno de
extendindola en
los
ms grandes
[
tierra..."
Fotuhat,
I,
Cfr. Fotuhat,
II,
el
hombre
460.
que ha-
costa del
_ \jjJ\Jaiu-e] porque
aquel, de
esterilla
Mogreb, sobre
el
ya no hay ms
el
(2)
imam de
me
unan des-
el
Jdir.
el
mar
tras ella
73
pies sobre
zaba
el
pus de
la
"Anda, vete a
a
el
viaje:
fui
mantuvo en
suelo, se
las preces de
Yo
entonces
l e
l;
me
le
salud y
al
has
viaje,
prodigio]. El
que negaba
dijo:
le recit
el
lo
incrdulo y
el
puerta de
rrido con
despus y
aire?"
un rato. Le
(Yo no
la
muchedumbre
me
le
dije:
la
el
que
el
lo
la
unos versos
dedo a mi compaero de
el
"Qu dices?"
contest:
los
me
mios [alusivos
visto, sino
a mi compaero de
le dije
mirndome desde
"Quin es ese
dije:
le dije lo
contest: "Es
el
Jdir." Call
ir
la
tico (1)."
En
los
Abumohmed Abdal
enseanzas sobre
el
J.
ms estimados maestros,
la
tuhat (2).
"Entr a visitar en Granada,
mohmed Abdala
el
el
que se
De
le
pareciese en
el
ejercicio del
combate
asctico."
(1)
la
ms
noticia
^alSJLi
(3)
Fotuhat,
I,
243;
IV,
del he-
me
menudo en
II.
Cfr.
la lectura
ms. diria
(2)
que
Risalat al-cods,
15.
el
74
"Gurdate de
la
contumacia en
el
me
me
lo
impide
el
muy
Yo
cuando ya no
mano. Uno de
vino."
Pero
replic:
cuando me
lo
"No har
el
escanciador
ciencia y,
si
quedaba vino en
me
me
tal!
Dijo
le!"
el
si
insist
lo
lo vea."
los
en que necesi-
la
pensar en
presente
el
l;
y cuando
lo
nica ra-
la
temor de que
Yo
"Hazle saber en
maz en mi pecado
vino,
al criado:
les
el
dice
ao 595 en
el
le
el
trata.)
entrase, y entr
"Haba yo odo
desarreglada;
ocupado."
siguiente:
al
salir a recibirme,
lo
l,
zn que
lo
lo
me
turno
el
as
me
las
mientes
la
idea de ofender-
preocuparse de eso." El
tal
ya muri. Dios
lo
haya perdonado!"
ramadn
del
mismo ao
11
de
en Almera. Era esta ciudad foco de una escuela suf de grande influjo en la vida religiosa
el
maestro Abulabs
y poltica de
b.
Alarif,
la
contra
la
el
Uno
la
tro mstico a
el
del preciso
a nues-
para sus
75
posterior,
que
ordenaba
le
para
a !a vida devota
escribir
Abenarabi, obediente a
la
asctico-mstico, en
el
cual, bajo
el
velo
al suf
la
el
un sentido
la
el
das del
ciudad de Almera,
al
maestro
le
el
el
ms
espiritual. El
dos veces y
las
dos
me
dijo:
mes de ramadn, en
es indispensable.
el
que se
ayuda de
motivo que
vi
Ma-
materia
la
la
lo
pueda pro-
gracia de Dios,
me
hizo conocer
el
"Hemos explicado las varias clases de estos carismas, sus grados y causas
en el libro Mawaqui al-nochum, que no tiene precedentes, a nuestro juicio, en
lo
de sano
criterio
guo volumen
para
los
la va espiritual
(2)."
"De este tema hemos tratado en el libro Mawaqui al-nochum, que compusimos en Almera, de las tierras de Alandalus, el ao 595, por mandato divino.
Es un noble
libro
los novicios
(3)."
que ahorra
el
luz
del
formar a
ser y
regalar
a sus criaturas con las gracias y bendiciones por El escogidas de los tesoros
(1)
Fotuhat,
I,
(2)
Fotuhat,
11,
(3)
436.
491.
como instrumento
aquel de
Parte
76
le
I.
Vida de Abcnarabi
la
idea de emprender
viaje desde
a Almera con
el
propsito de hacer
me
encontr que
de
muy generosos
all
y excelentes amigos.
mientras yo viva
as,
consagrado
de Dios, lleno de contricin, humillado y compungido en mi retiro, permiti Dios que el creciente de su luz saliese y brillara a los
exclusivamente
al servicio
pues envime
al
el
el
el
la inspiracin anterior,
tadas en este libro. Conoc entonces que era yo, efectivamente, como antes
dije,
aquel siervo de Dios a quien Este haba elegido para dar a luz este libro y sacarlo a la realidad del ser,
el
que era yo
el
su Santo Espritu, y en
luna llena de su
el
el
Mawaqai,
4.
maravillosa
demora en
(1)
la
forma
la
ele-
CAPTULO
ll
La
exttica
visin
Redaccin
del Inx.
narabi toma
el
Estancia
Estancia
Viajes
Visiones y
en Meca: redaccin
Bagdad
y Mosul.
Abe-
pantesmo.
el
l.;
Anwar.
la
1.
la
Abenarabi con
los sultanes
Baibar y Xircuh.
quex,
J.
lado del Estrecho, en la capital del imperio almohade, Marralado de un asceta extraordinario, Abulabs de Ceuta, cuya
al
absoluta pobreza pasmaba a las gentes (1). All es donde una nueva
visin en
el
regrinacin
xtasis
al
le
Oriente. El
mismo
Un
ave
celestial,
dirija a la
trar a un
prender
(1)
la
Fotuhat,
III,
el
le
em-
vacila; encuentra en
Fez
Hasar, con
el
78
Parte
Vida de Abenarabi
I.
contempl bien claramente y advert que su luz se pareca al brillo del relmpago; pero, a pesar de esto, el trono proyecta una sombra en la cual se
los
sombra
es la
la cual
ni
excelso y
me
me
salud y
"Mohamed
emprender
dije:
Yo
la
le dije
quiere."
le dije:
me
dijo:
"Fulano
En
el
ms hermoso que
todos,
le
me
le
permita
Cuando luego
fui
a la ciudad de Fez,
te llevar."
compaero mo
Yo
el
te
me
y con todas
me
respondi:
este ensueo,
el
me
a uno,
la
ellos vi
Oriente; y se
"No hay
jaculatoria:
la
Hasar, en
el
el
el
el
la
el
poder
la luz
All,
las estre-
La interpretacin de
ella
encontr a Abuabdala
el
(1)
(2)
Fotuhat,
573.
II,
I,
Visio nes
Una
ellos dejase
79
me entregaron las
Yo expuse esta visin
tambin con
intrprete
ensalz
pero yo
la oneirocrtica;
le
le
la
comunic a un hombre
advert que no
diciendo: "Esto es un
tal
dije-e a
lo
una
le
ser revelada
le
de las estrellas,
como
le
han levelado." Call despus un rato y despus aadi: "Si el que ha t Q nido
tal visin est en esta ciudad, debe ser ese joven andalusi que ha llegado a
ella."
marcha
a interrumpir su
canzaba uno de
los
ms sublimes grados de
mezquita haciendo
la
C),
J.
volva
Tnez, donde
la perfeccin mstica,
rante un xtasis
Hallbase en
a Oriente, detenindose en
la oracin,
al-
du-
patolgicos.
perdieron,
como
l,
el
sentido,
y hasta algunas mujeres que estaban sobre las azoteas de las casas
vecinas cayeron desvanecidas a los patios, aunque sin hacerse dao
el
al
volver en
cielo,
s,
no vi
y poco des-
le
"Cuando yo
le
lo
al
ni
mu-
jeres vecinas, que haban salido a las azoteas de las casas para ver lo que haba
maron de
hicieron
la oracin,
de sus casas,
el
Yo no
(1)
Fotuhat,
1,
225.
si
al
los
s.
Estbamos haciendo
volver en m, a nadie.
dems y
les
Tan
slo vi
pregunt: "Qu os ha
M)
que ha producido en
qu
ti
la
te
Yo
dije:
"
Por
el
ao 598 (1)."
Cerca de un ao entero, nueve meses menos unos das, segn consigna Abenarabi con toda precisin, dur su estancia en Tnez. Aquel
famoso santo
Abumohmed
suf,
vez primera ocho aos antes, sin conseguir que prestase entonces
grande atencin a sus doctrinas esotricas, honrse ahora hospedndole en su propia casa durante tan largo lapso de tiempo e invitndole
ms
el
el
titulado Inx
los
cuadros), en
interesantes libros,
lstica
cuanto antes a
la
Meca,
hicironle, sin
espritu,
llegar
la
"...
hicimos
Abdelaziz]
el
fmulo suyo,
la
Abumohmed
el
la
mi viaje llevndome
original a la
el
compusimos
visita
que
amo una
le
Un
copia de
all
acabar
all
tuhatl
la
la
peregrinacin de la Meca.
durante
ni
[el
Fo-
adems
con los ruegos de algunos hermanos y devotos ascetas que con grandes anhelos
nos
lo
pedan, por
atraer con
el
el
Fotuhat] y de
sobre sus almas las bendiciones que Dios tiene vinculadas en este
la
las almas."
mos (que
es
el
hombre)
(1)
Fotuhat,
\,
838.
(2)
Fotuhat,
I,
126.
(3)
Fotuhat,
\,
155.
(3).
macrocosmos y
del microcos-
Estancia en
Meca
81
ras universales,
la
el
mutua
uno de
relacin que
ellos es
una
copia del otro. Para ejemplificar esta relacin mutua, hemos dibujado esos
mundos en
como
figura de crculos
quico de stas, en
rido e ntimo
Reanudando su
del doctor
Abumohmed
el
el
dolor de perder
en
el
viaje, tuvo, al
mismo ao 598
la
imam encargado
imam una
adems de poseer
Estas prendas de
a Abenarabi
el
rabi confiesa en
ella,
el
a la doncella, form
intimidad
la
la doncella,
Turchumn al-axwac
Mucama
de la
ria,
orden jerr-
el
(1)."
Mohmed
a su compaero,
esferas celestes y en
las
libro
el
sugirieron
el
titulado
mismo Abena-
el
en cuanto a la
letra,
y a
de
la
unin
exttica (2).
"Cuando, durante
frecuent
el
el
ao 598
(=
1201
de
que se asemejase
ms
al
cultos
la
bia doctora del Hichaz, apellidada Gloria de las mujeres, Bintorstam... Tena
este maestro
(1)
(2)
una
hija virgen,
Cfr. Fotuhat,
Dzajair,
I,
128, 273;
111,
523.
2.
Parte
82
Vida de Abcnarabi
I.
amor a quien la contemplaba y cuya sola presencia era ornato de las r.uniones y maravilla de los ojos. Era su nombre Armona y su sobrenombre Ojo
del sol. Virtuosa, sabia, religiosa y modesta, personificaba en
ancianidad de toda
al Profeta.
fiel
la
Tierra Santa y
la
juventud ingenua de
que
si
si
la
la
venerable
gran Ciudad
la
de los nacidos en
el
Irac),
si
Si
como
en su alma, la
"Durante
el
tiempo que
la
yo observ cuidadosamente
trat,
como
gentiles
las
para las
tipo de inspiracin
canciones que este libro contiene y que son poesas erticas, hechas de bellas
y galantes frases, de dulces conceptos, aunque con ellas no haya conseguido
expresar
que
el
ni
que por
memo-
de su bondadoso espritu, de! casto y pudoroso continente de aquella virginal y pura doncella, objeto de mis ansias y de mis anhelos espirituales. Sin
ria,
me atorment
la
los deseos
de mi pecho ena-
todava siento. Por eso, todo nombre que en este opsculo menciono, a
refiere,
ella se
todos estos versos, continuamente aludo a las ilustraciones divinas, a las revelaciones espirituales, a las relaciones con las inteligencias de las esferas, segn
es corriente en nuestro estilo alegrico,
muy
bien
el
las
de
la
porque
las cosas
de
la
al lector
de este can-
la
altos,
las
confianza..."
Su
actividad
se
literaria
desarroll
al relativo
extraordinariamente
desde
el
ambiente religioso de
J.
la
Ciudad santa. Al
(Lmpa-
Estancia en
Meca
83
una
serie
y Abenjlid
el
(1).
desde
momento en que
el
solemnemente, como
lo
de
los sufes
Meca pasan
es admitido dentro de la
el
Sada-
a ser ya oficiales,
hermandad mstica
Las vueltas
templo de
ma
corprea y
"De
me
Caaba determi-
Un
le
aparece en for-
le
[Ahmed] el
dbamos
era
estos...
la
Sabati, hijo
encontr, mientras
de
Harn Arraxid,
el
de
ao 599. Yo
al
la
le
cual
yo
Caaba, un
interrogu
las apariencias de
un rabe."
una extraordinaria
Yemen un
de
la rodilla
da,
por
la
polvo,
oscuridad del
habitantes de
"Yo
vi
las gentes
Meca
una vez
J.
como de
zinc,
que cubre
el
(3).
las estelas
las
vueltas
(1)
(2)
Fotuhat,
II,
20.
(3)
Fotuhat.
II,
592.
rituales
en torno de
la
84
Caaba. Lo
yo y
vi
lo
vez que
la
jams habamos
noche hasta
el
visto
su gran nmero y por la rapidez con que se entremezclaban unas con otras a
la
manera de
las
cielo.
Yemen
el
viento de polvo
de
como de
zinc,
las rodillas; la
fera se oscureci en
da, sino
de que
la noticia
la altura
el
en
Yemen habanse
tal cantidad,
que cubri
el
la
los caminos, ni
aun de
que tapaban la luz del sol. Oan adems en el mar, por la parte de Bab el
Mandeb, un enorme ruido. Ocurra esto en el ao 600 en el 599. Tengo en
este punto alguna duda, porque no tom nota de este fenmeno entonces, cuando
lo
esto
observ,
me
ni
tampoco en aquel
asalta ahora la
lugar, sino
dda a causa de
ms
tarde, en
de
lo lejano
el
la fecha;
Yemen,
ao 627; por
pero
el
hecho
altos y bajos.
atacados, no pasaban cinco das sin que muriesen; pero los que no moran
Meca
al
lo
ms maravilloso
fu
el
territorio
decir, los
si
el
comestibles, las ropas o las bestias que no tenan nadie que las guardase, se
vea atacado de la peste inmediatamente; en cambio,
alguna, se salvaba.
De
esta
si
pasaba
sin
tomar cosa
de Tif, durante aquel espacio de tiempo, para sus legtimos dueos y sus herederos."
el
Dorra
ta las biografas
amigo de Tnez, en
la
cual inser-
Ba gdad
Viajes a
Mosul
85
"A todos stos los mencionamos, juntamente con nuestros maestros de espen La Perla preciosa (Al-Dorra al-fjira), al tratar de las personas de cu-
ritu,
yas enseanzas
me aprovech
Un nuevo
en
el
camino de
vida futura."
la
ao, pues al siguiente, 601 (1204), vrnosle pasar por Bagdad, donde
slo
permanece doce
cin a Mosul
das,
Un
(2).
maestro
sufi, Al
En un
el
honor de
recibir
por tercera
de apro-
el fin
las
recomendndola a
smbolo de
la
los novicios,
hermandad
"Juntse con
[con
Jdir]
el
Fotuhat,
(1)
escribi un
el
Una
libro
(en
Al b.
Meca
el
fol.
54
v.,
ao 600),
el
cual se titula
Fotuhat,
(2)
"Yo me
narabi:
l,
4 [de
biografa]
la
reun con
los peregrinos,
Fotuhat,
en Meca, frente
Yahya
b.
mismo... El
me
refiri
tarde volvi,
(3)
nota).
ms
6,
vana de
Abda:a
I,
compendio de este
Risalat al-cods.
el
(3).
ritual
como me-
I,
al
ao 608."
templo de
Abulbaracat
b.
la
Haxim,
el
sem Abderrahman
el
el
el
Al."
Caaba,
el
el
fol.
133
r..
"Vest
el
hbito
Abas." Ibid.,
ao 601. Tambin en
fol.
Sevilla,
133
v.:
"Lo
vest
b.
tam-
de manos de Abulc-
86
Parte
Vida de Abenarabi
I.
haba impuesto
el
su huerto en que
comenc ya a tratar de
el
aprecio que
del hbito
me
rito.
le
mismo lugar de
el
la
di luego
la di...
la
el
en
el
m, y con idnticas
al
ver
es,
hermandad o confraternidad, de educacin espiritual, de adquisicin (por imitacin) de unas mismas cualidades o hbitos morales... Cuando los maestros de espritu ven que uno de sus discpulos es imnicamente un smbolo de
la
el
momento
pone
toma su propio
el
hbito, es decir,
discpulo y
le
da un abrazo, con
le
faltaba. Este es
se lo
al
El
ao 603 (1206 de
J.
C.) haba
el
ms
de
que
lleva puesto
comunica
grado de
la investidura,
conocido
abandonado ya aquellas
Una
tierras
llamada de
calle
las
la
ellos se
agreg Abenara-
noches entregado a
y en su compaa pasaba
bi,
fes
l,
el
lo cual le
rito
el
despojndose de
y,
dos con gran sorpresa que sus propios cuerpos emitan vivos rayos
de luz que disipaban
a Abenarabi un ser
mosas palabras
le
humano de
De
repente aparcese
ms
la
her-
unin
la
el Cairo. Entre mis compaeros estaban: Abulimam; su hermano Mohmed el Jayat; Abdala el de Morn;
Haxim el Yaxcor, y Mohmed b. Abilfdal. De pronto mi per-
abs
el
Jarraz,
Mohmed
el
sona se hizo
el
visible, a
(1)
Mohadara,
II,
24. Cfr.
emanaba:
Risalat al-cods
9,
muy
los resplandores
10,
14.
oscuro y sin
que emita-
Estancia en Egipto
mos
difundanse a
lo
lejos y
87
mensajero que
"Y
cul es
el
el
De impro-
Verdad os envia!" Yo
la
el
le
dije:
bien est
el
hombre; mas
a Dios, y
as retorna el
que slo El
nmero a su
existe." Refer
sucederme en aquel
unos versos sobre
como
el
que haces
me
lo
t,
la intuicin
sino
que acababa de
Lue-
me
sin
embargo,
me
llam, pero no
dijo:
le dije:
le
respon-
"T no duermes! Lo
exttica de Dios y de su
la intuicin
eso?" El
porque ya no existes
principio,
es
estuviese dormido;
si
contemplar
pronto, Abdala
al
la conciencia.
"Y de dnde
te
has sacado
sutil y
he interpretado los hilos sueltos, que t anudabas en forma de red, como sm-
Yo
sacado que
me
le
la
me
dije:
poesa trataba de
la intuicin exttica
de Dios y de su unidad?"
ms
hombre dotado de un espritu vivo y no vulgar. Ahora bien, yo no encuentro poesa en que haya espritu, vida y originalidad, si no es aquella que
El
que
replic:
la
el
en sueos
me
gust
ms que
que di de su visin
todas."
al
vulgo
suf,
de-
acusronle de heterodoxo o
infiel
Comenzaban ya
las
persecu-
ciones contra sus teoras y las seculares disputas entre los telogos
bale
una
parte, Dios
mismo ha-
sufrir
Parte
88
I.
Vida de Abenarabi
mano de
Abulhasn de Buga, amigo de Abenarabi, para que sus doctrinas pantestas fuesen interpretadas alegricamente
Por
Apenas
y se decretase su libertad.
cierto
ni la sinceridad
de su espritu.
libre
"Cmo haba
la
Divinidad?" (1).
"Dice Abenarabi en su Fotuhat: "Estaba yo durmiendo en
Abraham
[en
blime pleroma
templo de
el
me
pues ciertamente
me
la
fu
hombre de gemidos y de
estacin de
la
de Abraham,
la estacin
"Las gentes de
la
mano
empeo en
lo
un odio violento
Abulhasn de Buga,
cual puso
el
Cuando
"Cmo haba
vinidad?"
lo cual
djole
la
Di-
el
(1207 de
J.
el
Cairo
y,
C), para
ste (Fotuhat,
II,
visitar a su
amigo Abuxacha y a
ms
de
ilustre
(1)
sufi,
a cuyo
(2)
1,
ao 604
el
la familia
[de la biografa].
II,
301).
No
89
tard en ver
el
peregrinaciones hacia
el
(1210 de
J.
la
I
acababa de subir
a permanecer de un
plata,
modo
Una
camino para
la biog.)
la
di de limosna,
1,
9 de
redaccin de sus obras. Dos son las que escribi en este lugar
los misterios),
salir a
la
trono en 607
dar
al
recibirle honorficamente.
ra en regalo
curso de sus
el
enumera
y otra,
las ilumina-
al
el
y enseanzas. Uno
de sus ms nombrados discpulos, Sadrodn de Conia, autor de muchos libros msticos, formse en
la ciencia esotrica
el
bajo su direccin,
celestiales apariciones
el
naturales raptos extticos (1). Las gentes, admiradas de su taumaturgia, acudan a cerciorarse de cerca,
(1)
"Tena
la
Un
l:
mundo
tomando un cuerpo
fantstico, de
2.
a
,
forma semejante a
aparecindosele en
el
el
la
figura sensi-
sueo;
3.',
despo-
90
Parte
zse sobre
tal
si
cuadro, cual
el
la
Vida de Abenarabi
I.
pintor confes haberlo hecho de propsito para probar las dotes in-
(1).
la
los
las
para
artstico
la belleza
el
que inspira a
de sus pinturas. Lo
ms maravilloso que yo he
visto
en esta materia fu un pintor a quien en Conia, ciudad del pas de los griegos,
lo
Vino con
ella
ella
le
enseamos de su propio
algo que
artstica,
mano
el
cual, asi
la
perdiz,
que
la vi,
pendola con su pata, porque se imagin que era una perdiz viva, de
figura y con
el
mismo
ella
Yo
le
misma
la
pintura?"
en
soltse de la
arte,
el
pintor:
"Qu me dices
de esta
de acuerdo),
la
me
dijo:
lo
haba hecho
"Y cul
Yo
le
es ese
respond:
"En sus patas hay un pequeo exceso de longitud, cosa de un grano de cebada, ms de lo que exige la proporcin del cuerpo." Levantse el pintor y
besndome en la cabeza, exclam: "De propsito lo hice para probarte!" Y los
que estaban presentes acreditaron que as era y aadieron que de antemano
se lo haba dicho a ellos, antes de que
me
presentase la pintura."
(la
an-
Arzn (en Armenia), Harrn (en Mesopotamia) y Dunaisir (en Diyarbquer), acompaado de sufes, y llegar hasta los lugares
(1)
Fotuhat,
II,
558.
ms
fros
de
Armenia, donde
la
el
ro
91
el
in-
vierno (1).
El
viaje,
ao 608 (1211 de
y con
J.
C.) entr en
el
Era
ejercicios msticos.
ste el
famoso Xihabodn
el
Xohraward, autor
tro
Awrif al-Marif, y que ejerca en Bagdad el cargo de maessupremo de los sufes. Los bigrafos refieren todos los pormenores
de
la
del libro
entrevista primera de
De un
"Estando yo en Bagdad
la astucia
o
juicio
el
mereca Abena-
le
intuitiva."
el
el
la
que
cielo,
el
lluvia;
rato en
silencio
me
Pronto tambin adquiri Abenarabi en Bagdad discpulos tan sumisos y dciles a sus enseanzas, que llegaron a anteponer su autoriFotuhat,
(1)
10:
II,
"Uno de
"Contronme que uno de stos era de los habitantes de Arzn y luego lo conoc personalmente y me hice compaero suyo. El me trataba
con gran consideracin y atencin. Estuve en compaa suya en Damasco,
Fotuhat,
II,
20:
En Harrn
me
la
junt con
gran piedad
si
all
filial,
ya aos que
an o
l:
lo
como jams he
cual
Era hombre
rico.
Damasco, y no
Fotuhat,
III,
599: "Nosotros
henos
visto en
el
ro Eufrates,
(2)
si
Hace
vive
se ha muerto ya."
cuando se
mientras
donde
es
mostraba tan
el
la
gente
como
Fotuhat,
II,
698.
el
hiela
agua
las bestias,
hielo."
Parte L
92
dad
to,
Vida de Abenarabi
al
mismo Abenarabi
el
el
que, paseando
montado a
a que
le
y entonces respondieron
sumo
muy
las
el
rodeado de sus
el
caballo.
cierto da
bien por
el
resjefe
el
ambiente de indiferencia
que
nuncia
el
sufes,
los
al
los Califas
que va a
pie,
me
si
t.
Si
vas a
vas montado,
saluda
pie,
al
donde estbamos
el
Califa.
dejarle
el
paso franco,
y dije a mis compaeros: "Quin lo salude antes que l nos salude, perder
mi estimacin!" Cuando el Califa lleg y pas junto a nosotros con su caballo,
esper a que
lo
la
que no
lo
sea con vosotros!" Todos entonces a una voz respondimos: "Salud! La bendicin de Dios y su misericordia sea contigo!" El aadi: "Dios os lo pague!"
Y dndonos
las gracias
por
lo
del
En cambio,
poder
civil
misma
ao 609 (1212 de
J.
escriba
que vivan en su
reino.
El
Mo-
cual
(1)
el
Abenarabi da
como un padre
al
el
93
ejerca: exgele
todas las leyes represivas contra los cristianos que vivan en su reino
una
le
que
la
cruzados (1).
por escrito
dirig
al
ao 609."
el
mismo padre
del Sultn,
una amonestacin
de poltica divina, que ser breve, pero que espera poder ampliarla de viva voz
cuando pueda reunirse con el Sultn. He aqu los principales consejos que conpor cuya salud espiritual ruega a Dios. Dice que va a
tiene
el
"La
islam
dirigirle
documento:]
religin es un aviso de parte de Dios, del Profeta y de los prncipes del
al
pueblo.
el
eres
el
para
ti
dao
ponsable ante Dios del mal de tus sbditos y de tus ministros. El ms grave
dao que contra el islam y los muslimes acaece en tu reino es la desvergenza
la
ciudad
ni
que
impuso
les
b.
ni
que durante
rase
musulmn
el
ellas le
el
Alco-
profesar
rientes
el
islam
si
stos
preferan;
lo
que honrasen a
tulias;
tocarse con
no
el
se
en abrirse raya en
limes, ni en
espada,
sellos
de
el
en
el
cabello,
ni
de sus apellidos,
llevar
musulmanes
los
en
el
en
ni
cosa
alguna:
ni
en calzar zapatos,
en
ni
el
en
ni
uso de
el
sillas
de montar,
ni
ni
en ceir
grabar en sus
en
sus
tivo
ni
asemejasen
bonete o
musul-
los
tnicas
por
delante;
que
sujetasen
se
vestir
el
traje
distin-
que no hiciesen
(i)
pblica
ostentacin
de
II,
sus
195.
ceremonias
religiosas
por
las
94
Parte
Vida de Abenarabi
I.
calles
sus iglesias para los cantos litrgicos en presencia de los musulmanes; que no
sacasen a
la calle la
ni
levantasen su voz
enterrar
al
Por
lo
dems, todo
el
aconsejando
del islam a
la
manos de
los cristianos
los infieles o
de visitarlos,
ellos vive,
musulmanes
<en
pudiendo
la
ruina
(1).
ilcito
cuanto
te
sea po-
no tiene
evitarlo,
en estos tiempos
ridad y tienen
ms depresiva
profesan
la
visiten el
la
situacin."
verdadera
"...
fe;
como
si
all
en la
de Dios que
los siervos
asi
forman en conjunto un
fieles
del
cuerpo est enfermo, todos los otros rganos del cuerpo responden a sus quejas ponindose febriles, as tambin todo
fiel
creyente, cuando ve a su
hermano
dad de
la fe
no existe entre
como
ellos realmente.
entre los
miembros
como tampoco
ridad,
tal
la establece el islam.
Dios ha establecido
la
hermandad
del cuerpo
pobre y
islam
como una
musulmanes como
efectivamente, pues
es,
como
el
hombre no
Movido,
sin
duda, por
las
si
interiores."
(1)
el
ir
I,
de nuevo a su Corte
95
y dirigir
que
el
all
ao 611 (1214 de
Meca entregado
dava en
J.
candalizados,
el
"La causa que me movi a redactar este comentario alegrico de mis canciones fu que mis hijos espirituales, Bder
me
consultaron acerca de
ellas.
esto,
el
la
maestro (es
el
decir,
fama que
la
ley, bajo
cuando
lo
el
hubo odo
cad Benaladim, a
leer
uno de aque-
llos
tes
teolgicos.
nas,
comentando todas
la
Ciudad Santa,
meses de
reclieb,
la
xaabn y
me
porque
rosas, fu
si
para ex-
amo-
los
galanteras, habran
de sentirse
escritas en la lengua
misma de
"Una
a amonestaciones morales.
as
ms
la
las
"Yo he
sido
(1)
Dzajair,
(2)
Cfr.
el
hombre ms abominador de
4.
Fotuhat,
lll,
735.
las
(2)."
96
xual, en los
de diez y ocho
aos, hasta que llegu a la experiencia de este grado mstico. Antes tena yo
miedo de incurrir en
que en
ira
la
de
la tradicin
Mahoma
le
mujeres y que l no las amaba por inclinacin natural, sino tan slo porque
Dios le haca amarlas, entonces tuve miedo de incurrir en la ira de Dios por
odiar
lo
amador de
ya de
Dios
el
Antes de esta
manos de
J.
muslim de
el
visto)
mes de ramadn
re-
598 (1221 de
al
J.
C.) (2).
Era
no
Jerusaln
visitar pases
Meca
la
los cruzados,
de entrar en
las anteriores,
tes
tierno
porque s
la
pues, lo
ms
o natural (1)."
fsico
visita a
en
el
cierto
me
mujeres y
las
al
me
del
sitio
I,
supo que
a la ciudad de Antioqua.
J.
C), y
ocupado con
la victoria
el
coronaba
los esfuerzos
all
dirigi
augurios respecto de
pus de su visin,
la
el
conquistada (3).
(1)
(2)
Fotuhat,
pus de
(3)
visitar...
I,
y hacer
Mohadara,
II,
106.
"Cuando
12:
la
180.
llegu a Meca,
oracin en
la
madre de
Mezquita de
la
las ciudades,
des-
Roca, de Jerusaln..."
loma de Antioquia
Profe tiza la
97
el
muerto
el
jefe
que mandaba
la plaza.
Esta visin
es decir,
que
fu
como yo
as
conquistase
que
el
yo
sultn,
refera mi
le
ensueo y
(loado sea
el
le
al
ella)
le
le
lo
que
dijo
el
Pro-
Yo
deca
le
al
cmo
quist Antioquia, lo
No
fu slo
el
mismo que
el
rey Caicaus
sultn con-
el
el
b:
el
J.
desmem-
Almlic Adhir
de
la
cumplir de seguro!"
el
lo
le
senti-
el
la
da de la ruptura del
el
cuando vi en sueos
feta,
yo en
cir,
el
efectivamente,
las
ella
la interpret
C.)
seor de Alepo
Baibar,
hasta
la
el
ao 613
ellos,
(1216
su Corte, y era
tal la
rey.
que
le
hacan. Ocasin
hubo en que
el
las cuales
haba una en favor de un reo de alta traicin, acusado de haber revelado un secreto de Estado (1).
rey, el
(1)
haber venido
a visitarme)
En esa
elev a
sola audien-
ciento diez
98
Parte
1.
Vida de Abenarabi
Todas
una de
En
ellas le
ello
hombre uno de
sus cortesanos, y por eso el rey haba decidido condenarlo a muerte, aunque
encargando a su virrey del castillo, Bedrodn Aydomur, que ocultase su propsito, a fin de
que no llegase a mi
cuando yo
todo, y
le
habl de
el
que
te
Por Al
te
ello,
noticia.
subditos!
ley de
la
Dios? En
verdad que tus designios son bien poco magnnimos!" Cubrise de rubor
sultn al oirme y concedi a aquel
"Dios
hombre
la libertad
el
el
perdn, aadiendo:
te
a los reyes?"
fuese, sin
que me
la
ms admirable,
la
un momento."
ni
de los cortesanos
y, lo
que
la
toda su alma, participando, en este odio, del espritu de todos los sufes,
hegemona absorbente
la
una
del cle-
yos preceptos interpretaban con gran rigidez para los subditos y con
mente de esto
al
un sinnmero de acciones
en
mes de ramadn
"Cuando
las pasiones
(1)
Fotahat nos
en
refiere extensa-
la cual el
rey acusaba a
lizar
el
el
l,
Fotuhat,
III.
91.
ilcitas,
(1).
dominan
el
el
camino recto en
las cosas
que
la
revelacin eviden-
Estancia en Alcpo
69
temente ordena, para desviarse hacia las interpretaciones tortuosas y alegricas de la ley divina, slo con el propsito de granjearse as la privanza de los
prncipes adulndoles,
ello
ms que
el
Muchos
de esta manera. El rey Adhir Gaz, hijo del rey Ansir Saladino, Yusuf
Ayub, refirime
lo
Pero por Al
te juro!
que yo pienso
mismo que
lo
t piensas, es decir,
que
todas esas acciones son desagradables para Dios. Sin embargo, yo te aseguro
tambin, seor mo, que ninguna de esas acciones reprobables ha sido ejecutada, sin
escrita de su
puo y
autorizndolas
letra,
la decisin
como
lcitas.
cannica de un alfaqu,
Sobre
ellos,
pues, debe
el
manifestarle
lo
brarme a aquel
"Algunos
os
el
elegir
que de
fieles
mundo
de
hacen lenguas
de las gracias con que Dios regala a las almas de los hombres de Dios, se
ren de stos, y
lo
que
ellos
lo
contrario...
"Yo
o a
con mis propios ojos uno de estos fenmenos maravillosos realizado por
guien, dira que una perturbacin orgnica haba sobrevenido a mi
tal
al-
cerebro.
pesar de que a mi juicio es perfectamente posible que Dios permita que tales
las
el
personas que a El
incredulidad e ignorancia!"
(1)
(2)
Mawaqui,
le
plazca." Mira,
Parte
100
El
sultn
de
ao 637 (1239 de
del Norte, pues
Hims
J.
I.
Vida de Abenarabi
C),
sigui tambin
deseando asegurar
monedas de
plata; pero
de privarse de
ella
el
le
el
el
la subsistencia
de Abenarabi, que
I,
9).
el
medio
CAPTULO
IV
Foss,
el
Diwn
se quebranta.
el
El
Abenarabi en
Fija su residencia
Sus
la
Publica
libros.
de
Breve
Saliha de Damasco. Influencia de
y heterodoxo. Abenarabi, Lulio y
ltimos das.
sepulcro de Abenarabi en
el
en Damasco.
Su
noticia
muerte.
Dante.
El
ms
poco benignos de
para
la
la
al decir
al
de
llegar a
muy
gn hemos
visto,
como
El
mismo
al escribir
102
porque
escritores,
no poda sustraerse
imperioso influjo de
al
la
le
me
ante
lmite
el
no sigue
las nuestras,
mtodo corriente de
el
ella
el
los
lo
las
Todo
autor,
imperio de su libre albedro (aunque dicho se est que su libertad est so-
metida
al
te posee.
ce;
est
la inspiracin
tratando
le
lo
lo
le
lo
que bien
pla-
le
En cambio, nosotros
en
las puertas
al
de
la
Si en
la
mo-
el
mismo nada
aquel estado se
posee,
pre-
le
hasta carece de sensibilidad. Pero tan pronto como a travs de aquel velo se
le
el
como
le
ha sido comunicada.
de las verdades del orden natural y corriente, que la razn discursiva y la ciencia exotrica o vulgar pueden conocer, y carece, por tanto, de toda analoga
o relacin evidente con lo que los sabios profanos entienden, aunque tenga
con
ello
en
el
los msticos
cosas que se
le
manda que
las escuche,
lo
le
juicio,
iluminados
ms
raro y
ha dispuesto
la
ocultos designios, que las criaturas no pueden penetrar. Por esta razn,
tor
que escribe
al
dictado de
la
la
el
au-
al
(1)
Fotuhat,
I,
74.
como
captulo,
la
aunque sea
paloma y
el
cuer-
Su salud se quebranta
103
"En
el
esta cuestin (1) existe cierta discrepancia entre los autores de fsica
que
racional,
el
Filsofo
[Aristteles]
refiere
en
el
al
la
mano
al
estudio de la medicina), y
me
pidi que
sacado de
criterio
la
como me
arriba aludo. Por eso la conozco nada ms, pues, de no habrselo odo leer,
no sabra yo
nmero de
to,
algn autor de
si
los
fsica discrepa
la
al
verdadera, sin
las ciencias
sus inspiraciones, es
problema
sin
vaguedades
como
esencias reales,
ni
ellas
simples o elementales,
dudas. As es
son en
s,
como cuando
como conocemos
intuitivamente las
por composicin entre aqullas, como cuando se trata de las esencias divinas.
En ninguno de
na nuestra
ciencia.
es
el
infalible,
lo
revelado por Dios... y que eran en verdad cosas enormes y terribles, arroja-
el
cuaderno, en
Una de
el
el
al estilo del
En
le
(1)
Fotuhat,
I,
70.
(2)
Fotuhat,
I,
82.
K!4
Parte
Vida de Abcnarabi
I.
le
Dios
verdadera solucin de
parte"
ellos
la Siria,
vivir.
de
todo
que
como
(2)
mejor
la
Damasco
tierra del
Por otra
parte, el sultn de
a aquel
el
Ornar Benalfrid,
desde
pondera
al
ms templados, bajndose
de
especulacin alguna de su
sin
(1 ).
el
Abenarabi
fij
J.
era ya universal en
C),
corazn
suf
ao 620 (1223 de
el
al
mundo para
contemporneo,
Lo
cierto es
que
hasta su muerte.
Ocupaba en
dam,
aquella fecha
el
trono de
y que muri
el
ao 625 (1227 de
(3).
No
C).
con
saban de 400
J.
la
redac-
fecha posterior:
Foss,
el
el
Fotuhat y
el
Diwn.
et
M.
(2)
].
de Gocjc (Lugduni,
la
que
dijo:
que prefieren
(3)
Brill,
1865), vol.
ta consta
(1)
Fotuhat,
"Marchad
los
I,
pg. 362.
la Siria, hazlo,
mejor
Dios
7 de la biografa:
"En
enumera hasta
III,
total
la
al fin:
a continuacin las
Publica
consagrado a
"Foss",
el
"Diwn" y
el
el
"Fotuhat"
105
la
Una noche
2.,
rodeando
luz blanca
la
del
mes de
al
nombre howa
(El),
los sufes
el
mircoles 20 de
el
como jams
la
modo
intuitivo,
haba visto en
ninguna de mis anteriores intuiciones; y por causa de esta intuicin me sobrevino tan extraordinaria ciencia, deleite y gozo, que slo quien personalmente
la
lo
no
imposibi-
como
fu. El
que
la copie,
que
la altere:
La figura era de
luz
mova dulcemente en
darse de lugar
A
y
la
lidad,
le
fines
ni
misma (yo
me
lo vi
di
entrega un
las ciencias),
libro, titulado
ordenndole que
el
Profeta
(1)
Mohadara,
las gentes,
compuse
I,
117:
"Estando yo en
memoria y
Amado."
a su
(2)
Fotuhat,
cin de Bulac.
(3)
Foss,
4.
llora,
II,
la
cuando se encuentra
491.
el
amigo de Dios,
Reproducimos
el
intimidad.
solo, sin
la figura, tal
Una
la
preciosa joya de su
como aparece en
la
edi-
Parte
106
"Yo
al
Vida de Abenarabi
del
627,
"Este es
la
vi
I.
el
libro
alguna.
momentos de mi
los
la
existencia,
me conceda
ser
del
sus siervos sobre quienes Satn ningn dominio ejerce, y que, en todo cuanto
mi mano escriba y mi lengua pronuncie y mi corazn conciba, Dios me distin-
ga con su sobrenatural inspiracin y con el soplo de su espritu, que al infundirse en mi alma la ayude con el don de su infalibilidad, a fin de que, siendo
yo en
este libro un
mero intrprete de
la divina inspiracin y
no un autor que
los limpios
Tan
revelado.
lean,
libro
me haya
lo
ni
no
Yo
espero
que El
lo
campo
curad conservarlo en
la
lo
me
inteli-
que en sntesis est dicho y reducir a sntesis lo que en forma analtica est expresado. Y luego comunicadlo generosamente a todos cuantos lo deseen conocer, sin ponerles obstculo. Porque siendo estas verdades
que se os revelan un efecto de la divina misericordia, que ha sido infinita para
gencia analizar
lo
Es
este libro
uno de
las
los
la
En
ms abstrusas paradojas de
que
la religin
la
este libro se
vida
ha pu-
misma de Abe-
107
libro,
xvn
ms famosos
los
suizas
audaces
las
Abenarabi contra
como
que
tesis del
ortodoxia de
la
El Taftazani (791
las
1605),
tachaban de pantesmo.
En cuanto
(1232 de
mo
la
a su
J.
del
ao 631
que encierra.
diferencia del
poesas del
las
Diwn son
fras
les quita
toda inspiracin
y vida.
a su
el
la
ltima
an
el
fin
del
mano
tomo segundo, y
el
J.
tomo
(IV,
ao 634 (1236 de
al
ao siguiente,
el
extraor-
J.
el
105), y, sin
C.) redactaba
tomo
tercero
895 y III, 446). Estas incoherencias slo pueden conciliarse suponiendo que a su redaccin definitiva precedieron otras a ttulo de
(II,
summa
que
la
materia de todos
caben
sin difi-
En cuanto
al
motivo que
le
definiti-
I,
12)
(1)
Diwn,
144,
146.
fij
Dios en su mente
la
idea
Parte
108
I.
Vida de Abenarabi
Abumohmed
Abdelaziz, de
el abisinio, las
Caaba
ttulo
dar las
al
en general, durante su
y,
al-Fotuhat al-mequa
maari-
fi
Rey (Dios) y
reino
del
(mundo).
Una
adems suministrado
Una
Mahoma
rodeado de todos
islam. El Profeta
le invita
el
prlogo que
noche, en sueos, ve a
y doctores del
del
Fotuhat
(I,
el
sermn
es
prlogo
el
3-7).
Imposible es dar idea sinttica del inmenso contenido de esta biblia del esoterismo
ticos
musulmn, porque
como en
as
temas menos
captulo, sin
Abenarabi
naturaleza de las
ma-
filo-
sfico ni
Una
la
aun teolgico.
larga introduccin encierra los teoremas teolgicos, psicol-
demostracin
reproduccin
ni
literal
el
es
el
un catecismo de
vulgo de
los fieles,
las
ms
la fe orto-
titulado
el
altas tesis
el
rismo (1).
(1)
Fotuhat,
l,
47. Cfr.
la
la
titulado Risalat
Biblioteca de Pars.
de
esote-
109
ttulos son:
5.
En
conjunto,
la
el
los
6.
los es-
obra contie-
con
los
prefacio,
las
3.
como
tema
"Conviene que sepas que este poema y todos los que van al principio de
los captulos de este libro no tienen por objeto resumir ia materia,
cada uno de
mo
Antes bien,
verso por
el
y no una repeticin
de
intil
lo
mismo que
tema de cada
la inteligencia del
la
a la prosa,
El
enorme volumen de
captulo.
En
el
embargo,
venir. Consi-
el
de
ni tratar
la del
Foss (2).
la
de sus partes y captulos, no hemos agotado en l ni uno solo de los pensamientos o ideas que tenemos acerca del mtodo suf. Cmo, pues, habramos
agotado
la
materia entera?
brevemente algo de
Hemos
los principales
fundamentos en que
la
el
mtodo se basa, en
vaga alusin y
la
plena y clara
explicacin."
"Este libro mo lo compuse, mejor dir, hzolo Dios, que no yo, para pro-
vecho de
la
es
he pro-
cedido compendiosamente."
A
moso
pesar de
suf
ello, existe
Abdelcarim
el
Chilan (820
(1)
Fotuhat,
II,
879.
(2)
Fotuhat,
II,
al fa-
Parte
110
tico libro
titulado
tas),
Vida de Abenarabi
I.
debido
todava
al
las luces
(973=
san-
1565), que
lo
fre rojo).
tes,
por sus
ttulos,
son
el
el
los
que Dios
le
del
que
el
Tach
al-rasail
Abenarabi
las cuales
tumbre de tomar
como ya
En
de
J.
Son
gran
(Corona de
ms importan-
una biografa
faltar en
el
que di a luz
los libros
de no
fiarlas slo a la
cos-
la
memoria,
dijimos antes.
el
primero de
Anca mgrib
escrito
ellos
teora del
en 632
(1234
hombre-microcosmos.
y Tadbirat al-ilaha
titulado
pudo terminar, y
el
conocido con
el
ttulo
Al gnero
un esoterismo desenfrenado.
referirse sin
mhcam
el
duda
titulado
el
opsculo
Al-amr
al-
segunda de
al
De ambos y
por menor en
la
parte
este libro.
III
que debi ser escrita por Abenarabi despus del 623 (1226 de
pertenece
al
gnero de
las
miscelneas
la
J.
C),
El reposo material
literarias,
Da-
de sus manos
recibir
la licencia oficial
Xamsodn Ahmed
el Jaul,
J.
C.)
El
(2).
psose
al ser-
vicio de
los
como Abenarabi
alto
el
se lo indic (3).
sistencia atenda en
Damasco
el
as,
trabajando siempre en
la
monedas de
Mo-
plata
(4).
y amigos
sufes, la
(1)
en
ril
Mohadara,
el
I,
J.
C).
El
el
califato
del
ao 638
Mohmed
Adhir Biam-
hijo
el
califa ahora,
cuando redacto
(2)
Fotuhat,
I,
2 de la biogr.
(3)
Fotuhat,
I,
8 de la biogr.
(4)
Fotuhat,
a Saladino en la
mn
ritual
esto."
II,
240.
cfr.
Ibn
Parte
112
I.
Vida de Abenarabi
por dos discpulos de Abenarabi, llamados Benabdeljlic y Benanahs, quiso cumplir en persona los oficios de la hospitalidad hasta
el
Damasco
arrabal de
al
que
lo
musulmanes,
los
Jdir. All
le
sobrevivieron.
el
Uno de
ao 618 (1221 de
Sadodn Mo-
ellos,
J.
C),
fu excelente
ao 656 (1258 de
la Salihia
el
ao 667 (1268 de
J.
C.) en
el
J.
el
de Benaza-
Abenarabi (1).
qui, fu enterrado
Dos
la familia
hija,
la
el
el
Colegio
(2).
la inspiracin so-
la que,
mamando an (porque
slo tena
ms de un
ao de edad y menos de dos), y sin saber todava hablar, me puse a jugar cierto da, como acostumbra a jugar el hombre con su hijo pequeo. Sucedi, pues,
como quien
de preguntarle,
la
lo
edad de hablar. Yo
me
que
le
le dije:
iba a decir.
conste
"Quiero preguntarte
sperma vero non emitiente? Ad quid tenetur?" Ella me respondi con palabras claras: "Tenetur ad ablulionem." Su madre y su abuela la oyeron perfectamente. Su abuela lanz un grito y perdi el
viro
co'itum habente,
sentido."
"A mi
hija
Zeinab
le
ella
(cuando an estaba en
edad de
la lactancia,
pues tena a
(1)
Fotuhat,
I,
10 de la biogr.
(2)
Fotuhat,
1,
10 de la biogr.
(3)
Fotuhat,
III,
la
Su sepulcro en
me
Ella
la Salihia
me
punto convenido,
al
sal
Mi
Siria.
de
me
a hacer la peregrinacin.
la
Yo
hija iba
mamando
mientras
vi, se
puso a
la
madre y me
me
vi,
vi venir des-
la
su to materno
acompa-
en busca de mi familia,
la
lejos,
ces,
ir
fui al
en la Meca. Al llegar
dijo:
hija,
cual,
113
me
rer,
llam y yo
me
dirig
papita!"
pita,
La veneracin que
se le tuvo en vida, fu en
aumento despus de
pronto
la
muy
II,
hijo
de Solimn
Magnfico
el
(986=
1579),
mand
construir
en su honor una mezquita y sobre su tumba un gran colegio (madraza), otorgando cuantiosos legados pos para su sostenimiento
Un famoso
literato
"Yo
visit su
(2).
suf,
xvn de
nuestra era.
poder ver las luces celestiales que sobre su tumba resplandecen. El que se pro-
ponga juzgar con equidad, no encontrar manera de negar los fenmenos msticos que junto a su tumba experimentan las almas. Mi visita acaeci, en los
meses de xaabn, ramadn y primeros de xagual
A mediados
(1)
ao 1037 (1627 de
(2)
(3)
del
loe.
I,
fi
Dimasca
memo;'a
al-faih (Beyrut,
J.
C.)."
se con-
579.
cit.
Parte
114
I.
Vida de Abenarabi
visitar su
la oracin, a la
el
el
ms
personas en derre-
vez que
lo visitan."
turista europeo,
guiado por
las
mausoleo en
la
mundo
El orbe islmico y el
muy
Damasco
Saliha de
cristiano recibieron,
aunque en dosis
de su pensamiento y de su creadora
Abenmasarra hasta
(2).
los
ms remotos
del
cordobs
en
el
han
la
sido,
juntamente con
Algazel, la fuente
el
Fotuhat y
el
ms copiosa de
inspiracin en que
el
Fosas,
los libros
de
de Irn,
lo
mismo que en
(1)
Al-raudat, pg.
138.
dicionnaires rabes,
el
I,
pintoresco nom-
bre suf
eso, vecinos."
(2)
Baedeker, Palcsine
ct Syrie,
en plerinage."
Massignon,
On
la
mosquee, o
l'on vient
tomo I,
tumba de
la
Su influencia en
115
islam
el
Abenarabi hasta nuestros das (1). Hoy mismo, sus obras se reeditan
de continuo por las prensas del Cairo, de
pla (2)
los principios
Bombay y
de Constantino-
las
mismas
reglas asc-
ticas
del
el
pueblo musulmn
la fatal realizacin
de
suf de Murcia,
el
La
el
el
cisma y
ms fervoroso
la hereja,
influjo tan
la
la
de toda
Cfr.
(3)
(5)
rs,
Foss
modelo
Revue de
el
nm.
1,
II i.
cin Bengala;
(4)
el
Mcsianisme, prface,
(2)
el
directamente en Abdelcarim
(1)
la
xm
siglo
el
Cfr.
(ms. Pa-
'i
26-78) contiene tres rboles cabalsticos con vaticinios acerca de los desti-
nos de
la dinasta
otomana; entre
(Cfr.
c!e
que se profetizaba
el
stos,
Axxarani,
sultn
Tabacat,
fin
de su dinasta.
159).
!a
toma de Cons-
Mi docto amigo
un opsculo semejante a
el
I,
ese, atribuido a
los ejem-
Abenarabi, en
el
Parte
116
Vida de Abenarabi
I.
rodoxo de
la
impregnaron intensamente
la cultura
el
al
el
sufismo hete-
pensamiento y
la
y neoplatnico, y
pudo
civilizacin occidental
ms
mundo
as,
por
llegar,
oriental
y contribuir eficazmente a que los nombres de Platn y de Jess evoquen, en las almas de ciertas selectas minoras, pensamientos y emociones de la
En
rico
ms
trabajos especiales
la cultura
europea transmiti
el
Raimundo
Abenarabi
o, al
la
menos, con
Lulio,
el
minucioso co-
tejo,
el
ms
los sufes
de su escuela,
al
aprove-
las
las regiones
la ficcin potica
la
(1)
Cfr.
498, 500;
poeta florentino
II,
el
de un viaje misterioso a
Browne,
litterary
history of Persia
III,
la plsti-
(Cambrid-
ge, 1921), introd., pg. VI-VII; Levi della Vida, Storia e religione nell' oriente
semtico (Roma, 1924), pg. 101. Hasta los eruditos musulmanes de nuestros
das,
la
Khaja Khan; y en Stambul, 1928, ha dado a luz Ismail Fenni un estudio sobre
monismo panteista del pensador murciano. Cfr. Otto Harrassowitz, Litte-
el
Cfr. Asn,
musulmana en
la
julio,
1930),
Abenmasarra y su
nmeros 7.261
escuela,
y 7.308.
115-126.
Item,
La Escatologia
Abcnarabi y Dante
117
divina luz y
el
xtasis que la
pensador y poeta, hispano, aunque musulmn, es decir, al murciano Abenarabi, debe corresponder en la genial empresa que Dante
este
tampoco desconocerla.
poema
inmortal, ya no es
PARTE
II
CAPTULO
MTODO
FUENTES,
la
tiene
que ser
y teolgica en
la felicidad ltima,
el
la
cimiento y
el
el
cristia-
la
sfica
PLAN
la
Abenarabi
Criterio para eleccin. Contenido y caMtodo y plan: doctrina espiritual de Abede su documentacin. Su cotejo con
espiritualidad
na anteislmica. Doble objeto perseguido.
de
el
la mstica,
descubrimiento de
si
el
la
verdad y en
el
logro de
ambos
fines es
ms importantes:
como prembulo;
tifica,
otra, la mstica,
embargo, que
En mi ensayo La
ya
los
(1)
las
(2)
el
sistema. El
de medio y
fin,
jus-
tema,
una, la asctica,
cit.
de su
sis-
3.
Cfr. Actes
roux, 1906),
tomo
79-191.
Parte
122
1.
el
la
como para
asctica
citar por a
voz
ms
inicial
De
los
rat,
Son
la mstica.
(2).
poca de su juventud, es
decir, a la
el
mismo
edad de
Mawaqui
es-
autor. Pertenecen a la
treinta
treinta
el
y cinco
Tadbirat,
de Morn, y en
menor cronolgico
la
ciudad de Almera,
Mawaqui
mtodos ascticos
mo
el
tiene su importancia,
in-
del sufis-
(1)
para
la
doctrina del
amor
y msticos
cap.
IV..
Utilizo,
He
Tohfa
iijjJl
no obstante,
^\ S yu^\
stS
el
ya
Fotuhat
como documenta-
Las fuentes y
el
para su eleccin
criterio
el
123
monacal, y
la mstica,
el
a los
ms
teoremas de
altos
el
es natural,
Que
la
tal
fin
en todo
gr., la
como
ese,
el
la imitacin
de los grandes
formacin de su espritu
es,
la vista
en que as
grafas,
v.
la
como
declara y,
lo
ms que
los
y cinco bio-
maestros de espritu,
los cuarenta
siete
Anwar
lo escribi
en
de su vida
(4).
Excusado
con mucho,
es aadir
la
que
no agotan,
ni
meros
(5).
No
el
(1)
(2)
Uno de
Cfr. infra,
los
es
el
Iha de Algazel.
XV.
(3)
(4)
(5)
III
II
y IV.
litt.,
I,
442-448.
Parte
124
II.
al lector
camino
espiritual, constituido
Amr
es
ya ms bien una
y a
los
los
pormenores, pues, de
vida ce-
la
como
orden material
o distribucin
los
vida
la
toma
l-
timos artculos, que son un breve esquema de las reglas ascticas que
ms
Amr y
con las cuales, por eso, coinciden casi siempre. Esta coincidencia
ne, sin
trar
embargo,
el
tie-
concibi ya en
la
El brevsimo
tierras orientales.
memorndum de
el
los
ms
novicio, relativas
etc.
de Abenarabi:
muy
primero
el
al
pormenor acerca de
es,
la
la
Mawaqui
doctrina ms-
segundo puntualiza
el
mstico recibe
los varios
disposiciones previas y
el
como
el
mtodo por
el
cual se logra
el
ejercicio es-
Mtodo y plan
de
piritual
su fruto, que es
la soledad,
el
125
xtasis,
la
unin transfor-
mante.
Por
las
ascticomsticas, que es
tuhat,
temas esbozados
los
Una excepcin
tan slo
la
Fo-
el
amor
porque
me
he
lo
he
mstico, insu-
Para
el
aprovechamiento de
las fuentes,
la
trama de
la
exposicin doctrinal,
parte
al fin
de sta, a
ma-
cada tema
la
como
sin
es natural, de consignar en
La exposicin
las doctrinas
el
modo,
ir
acompa-
segn insinuamos ya en
la Introduccin.
grfico
Arabia,
tura antigua y
el
Siria,
Egipto y Persia
que
es
el
ms
una
filosofa,
el
ms
el
corazn de
la cul-
varias y encontra-
neoplatonismo ale-
(1)
(2)
En
a las
del texto
pre entre
[]
para su ms
fcil
bsqueda.
Parte H.
125
el
fu,
ms que una
secta religiosa,
ascetismo cristiano, en
fin,
que por
lativo.
como
ms remotos modelos
La complejidad
del
s,
nacimiento de
el
lo
la
espiri-
budismo indio
del
(1).
para su solucin
tanto,
mayor
poder
as
inferir
ms o menos considera-
cientficamente la parte
ble
el
nacimiento de
al
la
espiritualidad musul-
la
asctico y mstico,
la literatura
De
manera,
esta
el
me
es
ms
cris-
accesible.
fin:
de
del
la
fenmeno
Para
(1)
religioso
este
el
estudio
comparado
cit.,
pgi-
nas 45-80), que da una visin sinptica del papel que han podido desempear
las influencias
extranjeras en
la
tiendo las probabilidades respectivas y mencionando los defensores de las varias hiptesis forjadas a este respecto.
Las
(2)
Pourrat,
Pars,
La
fuentes
principales
que
spiritualit ehrtienne:
Leeoffre,
19182;
I,
utilizo
Des
para
estos
cotejos
origines de l'Eglise au
son
moyen
dos:
age.
Chalcdoine (451). Pars, Oudin, 1900. Ambos autores basan sus conclusiones
sobre una documentacin de primera mano, patrstica y monstica, cuyas referencias bibliogrficas van consignadas en cada caso al pie de la?, pginas
respectivas de
ambos
libros.
la
Boullaye (1),
127
los tratados
de teologa
nuestro caso
como
la
es
per-
sonal vida espiritual del autor y a sus dotes de teorizante, sino que,
adems, por
el
Ahora
bien,
la
No
masa de
la historia
"renovador" de
la
fieles
fuerte personalidad
le
y sus experiencias
intelectual
moderna de
reli-
y mstica de
la espiritualidad
mu-
como
(1)
mo
Cfr.
(Pars,
Beauchesne,
1925),
to-
H, pgs. 295-6.
(2)
Cfr.
1922),
pg. 377;
Asn,
CAPTULO
II
Asctica y mstica.
En qu
do.
Su
existencia en
islam,
el
Sus
mutuas
relaciones.
La
Aunque, como
es natural,
principio
gracia,
concepto y necesidad.
Sus
especies.
no aparecen
disciplinas
que se ofrecen en
Su
de Ja
Sus
espiritualidad.
la asctica
la mstica
la
dis-
la
la
muy
anlogo, existan
dogmtica de
como
en
to
Su
efectos.
camino para
autnomas.
respectivo conteni-
el
como
ambas
la teologa.
moral cannica;
la
l califica
de preparacin o
la
misma
de
la hgira,
o sea del
vm
al
el
islam, desde
xi de nuestra era.
(1)
Cfr. Asn,
(2)
II,
198, 507.
el
Uno de
1914).
siglo
al iv
esos primeros
129
bajo
el
Nicholson (1).
es
No debe
como
el
ao 700 de
C,
J.
redero
el
ttulo
los aspectos
de
la
del cristiano, en
el
absoluta penuria cientfica, pudo holgadamente conservar, desenvolver y sistematizar los conocimientos filosficos y teolgicos que la ciencia helnica
la tradicin patrstica
l,
la diferencia
que
las
separa es sta:
la
vida
la luz
la fe
adquiere
el
el
alma de
to a la vez
ciencias, de
las virtudes.
Por eso
normativa (rasm), y a
La asctica
qui).
el
de
es,
califica, a la
la
el
alma producen
los ejercicios
aunque
los
de
sntomas
(1)
En
el
o,
la
como
l los
Gibb Memorial,
XXJI; Leyden,
Brill,
1914.
Hallj y en su
mu-
Mawaqui,
18-19.
130
la
es obvio
que de hecho
la asctica, tal
(lj,
criterio
la conci-
tomados de
No
hizo Algazel,
la
el
los
indispensables en cada
No
momento
ms para
el
la
doc-
consagrados a
los devotos,
sean
da de
le
o estado (2).
la
lo
las reglas
fieles,
da
casi
de correccin y enmien-
la tercera
empeo a
la
doc-
trina mstica.
La base
de Aristteles, tradicional en
islam.
el
Un compendio
que est en
la
te,
(1)
(2)
Mawaqui,
(3)
Se
ginas en
8.
No
35, 53-55.
titula
es,
religioso;
que
el
editor
(antes de su
la
la
a oriente),
decir,
el
ao 591
la
teora y
su autenticidad
el
hecho de que en
texto falta
marcha
el
el
II.).
Ni es razn en pro de
ttulo,
cite
Abenarabi por
en dicha fecha.
131
camente
como
los
los emocionales; se
expone luego
hemos estudiado
espiritual la
descnoen empri-
los
representativos
la doctrina metafsica
concer-
anlisis
el
ios
mas
dogma
segunda
una adaptacin
es
islmico; la tercera, en
fin,
ms
del
pampsiquismo de Plotino
al
hemos
recogido los anlisis que Abenarabi hace de los estados que integran
el
que cabe,
lo
la Tolifa.
que separan
Abenarabi tanto en
como en
les,
lo
lo
que
tiene de disciplina
comn
los
a los simples
que aspiran a
la
nmeno
mas
asctico y
el
fenmeno
o favores divinos:
como
fruto,
al
divisin en
la
fe-
una experiencia
ms que de
Para
el
(intuitiva o emocional)
princi-
la mstica.
fie-
per-
ste,
interior
y espiri-
como hemos
dicho, no
y,
que distinguen
(1)
Cfr.
Asn,
1906).
(2)
Mawaqui,
169.
(Pars,
Leroux.
Parte
132
tual;
segn
ms
alta, otro
engendrado por
el
II.
l.
fenmeno
dos ascticos:
es autntica, otro
si
asctico. El
que
el
fenmeno
engendr y
lo
el
fenmeno mstico de
intuicin
la
ms
alta,
Abenarabi considera
fenmeno asctico y
la divina gracia
mstico.
De
como germen
de todo
inicial
aqu la conveniencia de
fijar
bien sus
ideas teolgicas sobre este tema proemial para la vida del espritu (1).
La gracia
(taufic,
mowafaca)
la ley divina.
Su con-
en
la teologa cristiana,
de
la cual
No
como
slo para la
salvacin del alma es necesaria, sino en general para todo acto bueno,
aunque slo
lo
aun
la
mstica,
ms
alta.
la
gracia,
Aparte de su cardinal divisin en iluminante y operatoria, cabe todava subdividir ambas clases en otras dos: gracia natural y sobrenatural o religiosa,
al
limite
lo
simplemente a ayudar
y moviendo
la
voluntad para
el
acto de fe en Dios
el
el
iluminacin mstica.
Clasifcase finalmente en directa y mediata, segn sea Dios mis-
il)
Mawaqui,
(2)
Cfr.
11,
Tixeront, Hist.
133.
des dogmes,
II,
4S2.
133
de
ello
En
la doctrina,
el
como germen
inicial.
Abenarabi, en
carismas.
El
alma
es el asiento
como, por
as
el
de
la gracia y,
Una
demonio
el
alma des-
ella,
hace Abenarabi
en sus obras con vacilante inseguridad: a veces (1), son cinco las
son
seis,
como en
cleo,
la
fondo y sangre.
minada funcin de
A
la
membrana, entraa, n-
cada una, como rgano, corresponde una detergracia, por este orden correlativo:
fe;
amor;
veamos ya cmo
la
espiritualidad de
Abena-
ascticomstica, despus,
aunque sea
difcil
por completo.
del
(1)
Mawaqui,
(2)
Tohfa,
(3)
alma con
las
7.
que introducen en
la
espritu.
CAPTULO
III
La
Monjas y agapetas en
el
y de la conventual.
vida eremtica y
islam.
Ventajas
Indecisin de
La
conventual.
regla de Abenarabi.
islam espaol.
el
la
Sus
variedades.
(,)
Rica
La
regla
mo-
variedad de m-
Ya hemos
al
simple
fiel
que vive en
al
el
es a
lograr que los simples fieles vivan o retirados del mundo, o en ste,
la
medida de
el
lo posible.
monacato
Ante todo, en
umbrales,
el
el
semejanza de
los
tiana organiza en
(1)
sitn.
(2)
xm
II
Europa
cris-
43,
47;
III.
la
(2).
la nica,
siglo
los
ms usada, por no
decir
La
Dentro ya
del
tipo
135
religioso
eremitas
cristianismo:
el
Uno y
y cenobitas o conventuales.
solitarios
to cristiano:
comn y de
ya a
el
la solitaria, los
ya a
otro,
monacaprofesos
la activa
y apostlica,
peregrinante o girvaga. Los contemplativos que vivan en
la
aunque
islam,
sin constituir,
como en
el
cristianismo, organizaciones
que hasta
siglo
el
gar por
la
mandad de
las
el
ella
el
monacato
islmico,
si
cristiano (1),
hemos de juz-
el
Nua Ftima,
el
mismo Abenarabi
en Sevilla (3).
He
mundo
Abenarabi
les
ejercan.
atribuye:
tamizador de alhea,
sastre, sedero,
vajillero,
recolector de quermes,
lero y zapatero.
Llamronse
(1)
as
las
religiosas
do por
de
el
el
abad Afraates,
el
Crisstomo y
el
los
joven, en 420
J.
(2)
jeres,
Cfr.
como
Amr,
si
100,
donde reprueba
maxjanui
(s.
la
hermandad (i\..\^) de
testimonio
Que
explcito,
mu-
las
sta ha existido en
el
is-
que algunos sufes tienen consigo y a las que llaman hijas o hermanas. Sobre
de conventos de monjas en el islam desde el siglo II de la hgira
la existencia
y,
Abcnmasarra y su
(3)
Cfr. supra,
la
cfr.
Asn,
escuela, 12-14.
parte primera,
II,
En
su Risalat
Parte
136
II.
de
opcin entre
la
la
para
la
das por Casiano, San Nilo, San Basilio y en general por todos los Pa-
dres.
para
el
que
en
la
ritu
la
paz de esp-
la
En
la
vida cenobtica a
eremtica
la
manos y bajo
la
el
triunf sta
las lauras
desde
aumentaban
tos
Un
(1).
ms que
el
que precede,
hicie-
buyendo a
la
los
los
la
atri-
devocin
etc.
la
La
cacin espiritual,
el
de caridad y beneficencia,
los propios defectos
la
para corregirlos,
etc.
ms
til
al-cods
vida en
la
(II,
el
buen ejemplo,
propia humillacin,
comn que no
el
el
fondo con
an domadas
la
Pourrat,
I,
de los as-
la solitaria.
(1)
obras
[el suf]
(2)
las
conocimiento de
440.
haya
137
No
es tan decisiva
dana y aspirar a
la
dad
del
dirigir,
do
la
necesi-
instruir
las ventajas
piritual
el
por
del
de
principiante;
al
la
estado es-
al
novicio,
compaa
res
y hasta
el
la
vez
el
Esta vacilante actitud es reflejo del medio occidental en que Abenarabi se form: no parece, en efecto, que la Espaa
como
biese adoptado,
el
musulmana hu-
la
acompaado de
lios
Espaa
los
como fmulo. No
exis-
profana
tambin, pues, en
(4),
paa singular
libertad, exenta
de
las trabas
(1)
(2)
7,
8,
9,
Como
en
enseanza
la
la
al
maestro que ms
le placa,
Tabdirat, 235.
Cfr. supra, parte primera,
10,
15,
16,
18,
Risalat al-cods,
(3)
Cfr.
(4)
Ribera,
II
y Risalat al-cods,
La enseanza
1,
2,
3,
4,
5,
6,
54 y 55.
l.
entre los
I,
229
sigtes.
Parte
138
Do ctrina
I I.
espiritual de
Abenarabi
La asociacin
localidad.
la
misma o
sin
los caracteres
En
el
la
organizacin cor-
porativa tena ya por entonces vida floreciente, que se revelaba en diferentes cofradas,
regla,
de
la
oriente,
si
le
claustro, la aversin
el
que
al
es
siglo vi
el
los cenobi-
tas (2).
El
monacato
abad Palamn
y
cristiano la
Tedas
modo
la
vida espiritual.
siglo
del
iv:
el
ao 320,
el
Pacomio antes
ellas consisten
en los viajes, en
para
di ya a su discpulo San
silio.
el
la
Una de
la
mesa, en
hermanos, aparte de
la oracin,
tiles
consejos
(1)
titucional theory
(2)
incidentalmente
los,
al citar
la
en su Risalat al-cods ( 23) a uno de sus condiscpujoven asceta que abandon a su madre para entrar
Un
La regla monstica
de su probable influjo en
anlogos por su
tarda,
abad
el
fin,
ms
los
del monasterio de
139
la
mona-
(2).
muy
palabras de significado
anlogo:
el
de Dios, y
el
xxn de
captulo
piran a la perfeccin.
Que
como
(3), al
Amr
adems
religiosos, lo acreditan
Camaxjanu
el
enumerar
los
su Tadbirat y
Amr
titulado
es etimolgica-
que recorren
el
el
camino
ltimo de su Fotuhat
recomendaciones para
los
que as-
los hechos:
la
suma de sufismo
del
fija las
condiciones
esenciales de su peculiar
sus opsculos.
Esta regla, ya
hemos
lo
piamente dicha.
No
de regla monstica en
piritual.
Cabalmente
el
el
el
mtodo
es-
equvoco en sus
disputas con los sufes de oriente que acusaban a los espaoles de carecer de una regla (taca) para la vida religiosa. Abenarabi atinada-
si,
(1)
(2)
Pourrat, 472.
(3)
Chami
al-osul, 3, 99.
la
misma
multiplicidad de los
rica variedad,
adap-
Parte
140
Doctrina espiritual de
II.
las
Ab e narabi
dos empleados por los maestros del islam espaol. Slo cabe carac-
que tendan, es
decir,
ms
las
los
hay de
girvagos o pe-
ascetismo ejerciendo a
el
la
vez cargos eclesisticos de imames o rectores en las mezquitas, y pocos eran los que hacan vida cenobtica, segn dijimos.
Cada
el
la
cual, a
cual pona
caracterizarlo.
distintivo
de su mtodo peculiar; y
as,
Espaa musulmana
ciones religiosas en la
era,
del
siglo
xn
la prctica
de nuestra
de un mismo
si
bien sta
el
monacato
cristiano
el
islmico orien-
culiar era el
de pasar
la
noche en
de ayunadores, porque en
vigilia
orando; a otros se
ayuno cifraban
el
la
les califica
que
al
modo de
los cartujos
guardaban perpetuo
como
la
silencio; el
don de
mortificacin cor-
malamies o malamates
desprecio de los
fieles
(1)
los
el
I.
el oficio
de celado-
El maestro de espritu
141
consagraban a
la
viviendo de
la
los
que abrazaban
mendicidad o de
la
la
ciega fe en la providencia
nombre
almorvides
que a
los
la
la militar,
defendiendo
las
modo de
maban
el
las
nombre de paladines
los que, a la
manera de
los caballeros
la
la protec-
cum-
tregados a
la
y aplicacin prctica.
ligencia
No
pas
ciano.
acabada su formacin,
Esta fu
la
discpulo, a
le
cambio de
agua,
En
le
los
anacoretas de
la direccin espiritual
el
haca la comida,
etc.
que
lo tocante a la
la
Tebaida. El
reciba, prestaba al
(2).
su Libro del pastor enumera San Juan Clmaco (3) las dotes
el
la psicologa, carcter,
(1)
(2)
Besse, 26.
(3)
Vase Pourrat,
I,
las
almas,
el
140,
174-177.
Parte
II.
que ser
ser vigilante
la
excusa
sin
bondad y
para
rigidez, inexcusable
mente,
como
la
mtodo cu-
lo
posible esa
el
el
la
enseanza,
maestro
el
la
vez
peligro
el
La veleidad
jimos.
del novicio,
los principiantes.
el
ni se
el
de su formacin,
tro
amonestaban a
les
fastidio
la
tardanza excesiva
el
maes-
ventos sirios
y,
el
nos (2).
En
el
ciendo a
islam llamse
la letra el
maestro de espritu
el
prescindible
el
como
mismo que
el
o anciano, tradu-
lo
ya secular entre
compara, como
las
ellos,
los escrito-
bien al
m-
la tradicin
da ese nombre, y
que recorran
xeij,
es tan im-
maestro de
espritu,
(1)
Apud
(2)
lbidem, 181.
(3)
Amr,
Besse, 141.
82, 83, 85, 86, 88, 89, 91, 92, 93, 94, 99, 111;
Mawaqui,
53.
111;
143
tculos y sortear los peligros que dificultan la marcha. "El que no tie-
maestro
ne
tro."
de
es
Satans
su
maes-
(1)
las
y eficazmente. La
llenarla digna
do-
licencia,
despus: as como
cia,
al
novicio y a! simple
la
urge,
el
teolgicas
la
la ciencia,
lo
les
materias todas
que toca a
le
haga
normas
las
el
las
la
y singularmente en
Despus de
basta conocer en
el
apto para
que
fiel les
el
si
rior,
se trata de
y rehusa someterse a
la
esta autoridad
omnmoda
amor de
del
la
propia voluntad
Mas como
el
orgullo y
rior,
el
la prelacia,
pritu;
por eso
Dios en
le
el retiro
Lo mismo que en
el
\U.
::\
los novicios.
monacato
as en la vida cenobtica
Amr, 82
no se disipe su es-
(1)
los novicios,
como
J*^
en
la solitaria, el
k^
el
islmico,
como proverbial entre los ascticos del islam. San Juan de la Cruz
en los mismos trminos. Cfr. Baruzi, Saint Jean de la Croix (Pars,
la
gina 556.
(2)
Vase ms adelante
el
captulo
XII,
relativo
este
formul
1924), p-
tema.
Parte
144
11.
D oct rina
d e Abenarabi
espiritual
gndose de lavarles
la
Contra
la
al del
oicnomos
del
monacato
la
fun-
cristiano oriental.
la
de encontrar en
ms
eficaz o
cmoda
ms
el
fracaso o
bien atribuirlo
el
el
retraso en
el
camino de
la
el
servicio de
perfeccin debe
rebelda de la voluntad.
Finalmente, lo
mismo que en
las
comunidades
cristianas, parece
el
superior, ins-
tos
de Abenarabi antes
lo sugieren, al
citados.
menos, algunos de
los tex-
CAPTULO
I\
El
El
El
rito
inicitico,
el
La celda y
clausura. La distribucin del tiempo. Las conferencias ascticas. El tiempo
La organizacin econmica. La comida. El aseo personal.La
obediencia
superior. Su necesidad y cualidades. La obediencia pasiva del
novicio, "perinde ac cadver". La confesin espontnea. La comunicacin
teleptica con
maestro. El respeto
maestro. Precedentes cristianos.
voto y la toma de hbito, segn Abenarabi.
traje monacal.
la
libre.
al
el
al
el
monacato
cristiano, a
la regla
y en
la
toma
la
del hbito
mona-
as en los cenobios
como
entre
mn. Abenarabi, en
(1)
efecto, habla
de
la profesin,
voto y toma de h-
Parte
140
como de
bito,
ces alusiones
II.
tema no permiten,
al
sin
Ms
describe Abenarabi:
en
lo
la espiritualidad,
pidiendo a Dios, a
cosa;
ada de
lo
el
el
la
Uno de
novicio.
al
el
pa-
del aspirante,
el
el
ms
acompa-
maestro y
importante,
el
como veremos,
el
otra
noviciado.
profesin iba
ellos, el
para
l,
ms que
se ve, un rito,
como
ciertos
el
Dgase
noviciado,
feliz
el
la vez,
aspiran-
al instalar al
la
novi-
el
la
!a
la
te
ni
la
metidos, desde
la
la
!a
obligacin de ob-
fin
de que, abandonados as a
la
pro-
aunque
los textos
no
lo
consignen.
como
el
voto de pobreza,
el
honor y hasta
la
vida por
Amr,
la
que veda
al
novicio
el
Tabdirat, 239.
al
solemne de
la
El
rito imcitic o,
el
como smbolo de
un
reflejo imitativo
al
pormenor
la iniciacin,
el rito
en
embargo,
ignora que
cenobitas
el
de
No
al
como
oriente, visti
derrahman
ingreso
es despre-
el
se haca en
la trans-
el
147
islam.
el
hbito religioso, de
salir
manos de un
ms
tarde
de Espaa para
tal
Abulcsem Ab-
b. Al,
el
hbito habalo
donde
Espaa en aquella
el
fecha,
mismo
como
Fu en
pero en
hermandad
el
el
al discpulo,
comprende que
la
el
qu Abenarabi, en
(1)
Amr,
(2)
92.
(3)
Besse, 261.
(4)
Cfr.
III.
Amr
la
maestro posea y
al
Abenarabi, y como
lo
como
le
los novicios.
ocurri a
Tambin
al
la
no-
Parte
148
II.
que
el
maestro
le
No
traje.
gen de
la
tambin
es
dos" (2).
llamarlos
es el ori-
el
decir,
al
tal
suf, lana)
Abenarabi,
de lana, ya que
No
lleno
jirca,
de jirones y remien-
la
voz morcaa,
forme para
los
que se consagran a
la
la eleccin
el
hbito no sirva
desnudez; que no
lo
ms que
to (4).
(1)
Arnr, 92. Es lo
el
monacato
cristia-
no: dentro de la celda o del cenobio, jams se servan del hbito que del maestro
recibieron
en
el
acto solemne
de
la
profesin,
(2)
Arnr, 103.
De su maestro
el
(3)
Sobre
los
varios nombres de
Arnr,
entender que
mismo
100,
el
dice en
113.
Cfr.
s.
v.
hbito
khirqah,
Tohfa,
9,
religioso,
usuales
(II,
el
islam,
en
moraqqa'ah.
aunque de
Meca
sin
la
oracin. Ibid,
l.
La celda
Ahora
y la clausura
149
ban
bito cubierto
eremitas llevaban
los
el
ha-
biografa se conserva
Los monjes
retazos.
cortos,
comendando que
para que
el
hbito se
el
ms
paralelismo sea
estricto,
San
acomode a
las
y defenderse de
Todas
los rigores
las reglas
como
viciado ataen,
zarlas en oriente,
de
ble.
sin
y hay que
locali-
los novicios
repe-
en
el
seno de
la
comunidad despus de
la
intemperie (1).
la
omnmoda
del
maes-
cada novicio se
le
asignaba su celda, de
la cual
la regla.
No
exista clausura
de
salir
no poda
los actos
salir
de comu-
propiamente dicha,
la calle;
pero en cambio
estbales
(1)
segundo de
desde
el
tiano,
segn se
siglo
Icd alfarid
Frcad
nismo!"
el
(III,
infiere
269):
la hgira,
como
"Hamad
b.
Selma
(+
por Abenabderrbihi en su
le dijo:
Parte
150
tambin vedada a
los actos
II.
la
con
baja y
la vista
e!
pensamiento en Dios,
hacanlo todos
calle,
modestia en
la
sin volver la
el
mi-
cabeza
De
volverse, ha-
la
de
las
comn y para
litrgica, a
dad en
la
oracin
la
las jaculatorias
el
acostumbradas; tercero,
al
el
de
la
al
parecer, en dis-
la
que eran
admitidas tambin con los novicios las gentes del vulgo profano; otra
de asctica monacal, para solos y todos los novicios en comn; y otra,
en
fin,
individual, para
gunda era
diaria, mientras
que
la tercera
modo
aunque
sin
el
ellas,
la
se-
como
la
confesin cris-
limitbase a declarar
el
el
estado de su
el fin
de
facilitar as al
(1)
Amr,
(2)
Amr,
94,
112;
(3)
Amr,
92,
95,
100.
Tadbirat, 236.
102,
103;
Tadbirat, 238.
Las conferencias
local especial,
pues
el
ascticas.
El
tiempo libre
151
la
No desciende Abenarabi
Amr la obligacin que al
muchos pormenores
prescribir en su
al
tres conferen-
el
De temas
feccin.
la clase
primera tan
emprender animosos
el
camino de
la
per-
ba tratar, salvo la
mera enumeracin de
carismas con
las gracias o
ya para
de
ms
la disciplina asctica
produce
el
abarcando todo
Un
el
alma
maana y
el
contenido
el
cado por
doctrinal,
la
al
terminarla
quedase a
los novi-
en particular por
el
los principiantes
do todava
manos de
No
que se ganen
la
el
el
Amr
si
no han logra-
se habla en
Tadbirat se aconseja
el
etc.,
tiempo
libre
el
dad de
los
nmicos de
mos
visto
los cenobios.
En Espaa, donde
(1)
Amr,
(2)
el
la
problema de
239.
la
manutencin de
Parte
152
y profesos se resolva sin necesidad de normas y previla caridad de los fieles en general y a la de
los novicios
encomendando a
siones,
los
II.
hermanos
ca, bien
mendigar
sin
abandonndose a
rabi tena la
ricos en particular el
la
lo
costumbre de poner en
las
manos
maestro de espritu,
del
Ya
el
ms absoluta comunidad de
la
bie-
nes deba reinar en los cenobios: prendas de vestir, utensilios domsticos, etc.,
En
el
apego a
to
las
narabi insiste a
piedad de
la
menudo en
problema
oriente, el
el
los fieles
los peligros
del susten-
que
la
abundaban
cacin que
los novicios
la
que se acogan a
de gozar de
las
ellos
se disfrutaba (1).
No
parece que a
la
mesa de
comunidad
la
Uno de
era
el
encargado de
y retirndose luego
llevarle la
el
el
maestro.
de su celda, para
stos, su
fmulo personal,
tras la puerta,
se sentase
el retiro
servicio
donde permaneca de
y comerse
pie hasta
sobras
las
el
si
as
que
se lo
mismo Abe-
varse manjares
ms suculentos que
la
bazofia de
la
(1)
ahondar en
Amr,
el
voracidad y
la
comunidad.
la
lo
ms
que atae a
melindre en
el
la
co-
comn contigua
suculento, ni mirar la
y 15.
153
El aseo personal
mano
la
cara de su vecino,
tndose a tomar
le
que
lo
mastica y deglute,
ni
al
le
el
la
mesa co-
mn, es hipocresa
espiritual
indispensable para
que
acabada
el
la
tan slo dentro de los estrictos lmites rituales, es decir, que los novicios
y hermanos,
casos que
litrgica
si
prescribe
la ley religiosa
y tambin antes de
cambio
la
les
singularmente
oracin mental y
para
oracin
la
entrar a presen-
al
lo tanto, sin
previa orden
rasurarse, ni cortarse
el
mismo autor de
el
la regla,
la prohibicin,
peo de matar en
autnoma de
la
el
novicio
la
peditada en absoluto a
ms que
al
em-
toda
iniciativa
como veremos, ha de
estar su-
vez que
la
vanidad
la
Se ve tambin en
tica cristiana,
ello
como en
un sntoma palmario de
la
imitacin
mons-
(1)
Amr,
(2)
Amr,
99,
106,
I;
Tohfa,
8.
II,
las pres-
B.
Parte
154
II.
Doctrina espiritual de
Ab enarabi
vedada a
los religiosos la
das de sus hermanos sin previo permiso del maestro (1). La modestia
pormenor
en
ia vista
se
es otro
el
tpico, tanto,
baida: los novicios declaraban sus defectos a los ancianos para recibir sus consejos
San Pacomio en
comienda
al prior
la
(4).
En
que toca a
lo
los
la
la
suya
las
la
en-
cenobitas todos
comida,
el
mismo
come
el
sulmanes
uno de
todo
el
oriente:
se rasuraban,
vecino, y la prohibicin de
la
como
barba crecida y
de los monjes de
la
muchos cenobitas
aos
(6).
los
los
que
La pobreza absoluta,
sin
norma de
el
Tebaida y aun de
mu-
entrar en
del refec-
entre los
el
pedir,
como sntoma de
fe en la providencia.
Por eso,
al
Y aunque
nmicos gracias a
(1)
la
piedad de los
fieles,
Besse, 189. Lo
(2)
Cfr.
(3)
(4)
Besse, 233.
(5)
Besse, 317 y
(6)
Besse, 263-264.
Pourrat,
1,
I,
L.,
1,
157.
178.
155.
La obediencia monstica
155
lo
dos y utensilios, porque todo era comn entre los hermanos: en los mis-
que todas
se estatua
to,
San
comunes a todos,
sin
la
Basilio, igual
que en
las
voces mo y
en Egip-
las vigentes
deban ser
de otro
ni recibir
(1).
Abenarabi (2),
no usan siquiera
los cenobitas
la iniciacin
obediencia
al
en la vida espiritual
con
el
corazn de todo
El, es evidente
el
lo
que no
le
raz la
al novicio,
los apetitos
mundanos, mientras
la
debe
le
fin
no corte de
segn
es,
recurso
el
sumisin a
la
ms
el
amor
propio, la
eficaz para
matar
la
voluntad ajena.
dado sea
irracional,
tros,
aunque
man-
los su-
la
plidos sin escrpulo y aun sin que por sus mientes pasara la
sospecha contra
lo
la rectitud
ms
leve
espirituales,
como
si la
amor
filial
al
que
e!
maestro templaba
el
de temor reverencial
corazn del novicio deba abrigar. Los amigos del maestro ha-
(1)
(2)
Cfr.
Anwar,
los sentimientos
56.
Amr,
156
mismo que
lo
filial
respeto y
el
los
la familiari-
el
al tratar
el
maestro
lo vieran.
pone
el
mximo empeo
manos
del maestro,
mo que
el
evidentemente,
ver"
que
mismo famoso
el
tiene,
como
l, lo
mis-
lo
smil
el
Ni
la
ms
iniciacin espiritual.
Para
Mas, por su
el
alma
to sincero
al
fiel
el
xito,
la
basta:
si
ha de
dirigirlo
con acierto.
Cmo
conciliar
am-
de
la
conciencia resuelve
el conflicto.
le
del novicio,
bos extremos,
el
Pero
el
ni
aun esta
cual se limitaba
suya y a
la
responder con entera sinceridad a sus preguntas, sin osar nunca interrogarle a su vez, ni siquiera para que
tales casos
tro
le
espontneamente se
las resuelva o
a que Dios
le
e!
maes-
ilumine con su
gracia.
uno era
el
de
la
abundan-
las
almas y
(1)
Vase,
ms
adelante,
captulo
IX.
El respeto al maestro
!57
el
novicio a su voto de
de consultar
la iniciativa
al
maestro, bas-
de su espritu hacia
das que
le
el
sitado
Ya hemos
fin
vi-
per-
la
decoro
al
visto antes
Y para
ba de servrsele la comida.
el
velar su sueo,
si
el
fmulo dorma
acudan a recibir sus consejos y prescripciones: nadie entraba, despus de pedir permiso, sin besarle la mano y permanecer en humilde
actitud ante
con
l,
la
cabeza baja; y
si el
maestro
le
ordenaba sen-
reposaba y en postura
que revelase
tal,
si
el
que aqul
as lo
ba bien de darle
la
minar delante de
movimientos
el
la calle,
guarda-
l,
al
no cumplir
las penitencias
como
que ha-
to,
rituales, el novicio se
difciles,
mortificantes y meritorios. El
(1)
226)
la
como
quedaban obligados a
si
La convivencia de
las
el
el
maestro
diariamente a su
ir
al
158
La mayora,
no todos
si
grande esfuerzo en
trarse sin
pueden enconvida
mona-
las re-
y en
la literatura asctica
la
glas de todos los padres del eremo, estudiadas por Besse, coinciden
mundo: su obediencia,
jams
los mviles o
cepto, ni
modo
el
como
inmorales
al
ni la
mudo y muerto
Hasta
al
fuera ciego,
si
le
como un instrumento
e indiscretos
le
dicte
sin reservas
ciego y maquinal.
Apophcmata Patrum
ban
de
los limites
la
la ley natural,
como
el
amor
a emplear
el
bios.
para
De
mismo o anlogo
la actitud
Parece, por
el
la eficacia
propio, y en su
lo
caso de que
el
(1)
la
a exigir de
hurto.
San
Nilo,
smil
para
ejemplificar
tanto,
que
la
al siglo.
Ya
dijimos que
el
sofa y teologa
como simple
de
el
el
"perinde
los
cristiano:
vedados por
monacato
el
cit.,
filo-
Mas-
C \P
La vida
el
la
xito.
LO
pureza de intencin.
propia voluntad.
La
teora
El
de
la
buen uso
tinencia,
la
vida
La
asctica
desnudez de
del tiempo.
purgacin o
La penitencia y
purgativa. Las virtudes monsticas: castidad, absabnegacin y humildad. La caridad fraterna y
espiritual,
La
MTODO ASCTICO
EL
la
espritu,
apostlica. Las
obras de misericordia,
corporales
espirituales.
Supuesta en
el
de
marcha por
el
camino de
la
necesidad y gratuidad de
la
obediencia
su parte,
al
el
juicio
ms que someterse
el
le resta,
por
el
combate.
rabi,
Agustn
lo
asctico
musulmn,
el
mtodo
espiritual.
Ya San
(1)
Cfr.
supra,
II.
(2)
Cfr. supra,
II.
(3)
Cfr. supra,
III
y IV.
Parte
160
II.
extranjero".
calificarlo
del
alma contra
los vicios,
es tambin
vista,
lo
que
es su calco perfecto.
De
1.,
del fsico
el
temperamento, o sea, de
que
la
lucha implica;
y decidido;
3.,
de
la intencin,
ms o menos
la espiritualidad,
2.,
el
del propsito,
ms o menos
intensa;
maestro
5.,
ms
menos firme
recta y sincera;
de
la
las
la direccin,
4.,
en
de
fin,
le
es,
en efecto, que
las
gn
para
ellas sean,
lo
menos, en
el
sujeto
el
xito o para
el
fracaso,
el
ms apto
si
ni es
si
le falta
no
total, parcial
por
combate
firmeza en
asctico,
propsito,
el
En cuanto a
lo
es
alma para
de
la virtud, fruto
la gracia;
y por
lo
que a
la
pureza o rectitud de
intencin atae, debe ser tan sincera, que est exenta de todo otro
que no sea
el
Una doble
fin
de agradar a Dios.
advertencia
la
el
es
el
viccin de que
el
camino de
las tribula-
(1)
Cfr. Pourrat,
(2)
Anwar,
I,
es
como
se logran las
165-6.
11-12. Cfr.
amarga,
ms
altas
Condiciones para
moradas de
vida mstica; es
la
la
los
la
el
xito
161
segunda, que
meta a que
la
el
alma
meta
perfeccin, es desviarse de la
(1).
la
Ms
carismas y
al
las tribulaciones.
la
mar-
Uno
que se
es el
refiere
necesidad de aprovechar
la
el
cesar huye y que tan precioso es para la salvacin del alma. El que est
el
bien, sino
que
los instantes
los
le
Dios, por su parte, premia generoso con nuevas gracias los es-
virle.
fuerzos que
vicio. El
el
sntoma, en
fin,
amor
si el
el
abandono de
la
propia
la direccin del
maestro,
como
escala
mtodo de
El
teora, cristiana
la disciplina asctica se
basa en
el
islam, sobre la
rabi adopta esta tradicional idea, con los smbolos tambin tradicionales del
espejo y la luz:
tres partes
han perdido
con
De
el
la prstina
cuerpo y
todas
el
tres, la
este contagio,
alma
el
alma,
el
corazn y
(1)
es decir, las
primera,
el
alma
sensitiva,
en efecto, es
el
al
el
mundo de
sensitiva, es el
la materia.
rgano inmediato de
(2)
el espritu,
el
pecado.
Todo pecado
es
una
Parte
162
como
11.
mancha
que,
la tersa
mano:
en
porque
l,
ficie.
la luz,
La
el orn u
xido en
el
aun derruye
hierro, altera y
el
corazn hu-
puede entonces
brillar
la
ctharsis es, pues, indispensable para que las tres capas ps-
de su unin- con
el
la
cuerpo.
lo tanto, tiene,
segn Abenarabi,
1.,
la purificacin,
penitencia y
Para lograr
la
la
ya
la fe mstica,
que abre
la
modo
es
cristiano,
la
et
al
recessus a creatura":
del
amor
ilcito
de sentimientos y actos: vergenza y dolor sincero de las culpas pasadas; propsito firme de evitar las futuras; enmienda y fuga de las
actuales; resarcir y restituir las injusticias cometidas; actos, finalmente,
Pero
la
el
combate as-
que
te
mstica que sea autntica (3). Los psiclogos que conocen bien cun
el
Brill,
(2)
Tohfa, cap.
(3)
Anwar,
15.
I,
y Tadbirat, 231.
La
teora
de
aprehensivas la manera de
este
purgaci n o "ctharsis"
la
no dejarn de apreciar
vivir,
ms
logro de los
el
163
el
alcance de
la
regla
la
de Abenara-
bi,
la
hambre y
En
vigilia.
insiste,
al
an-
lisis
hambre y
uno. El
concupiscible
la vigilia facilitan la
gula y
lujuria
tanto como
En un
contenido de cada
el
purgacin de
el
las
pasiones del
aislamiento y
Amr
silencio
el
altrase sen-
blanca, que es
siones; la negra,
la verde,
el
el
hambre;
que es
la roja,
el sufrir
que se simboliza en
que es
pobreza
la
la
con paciencia
el
del hbito
remendado
al
el
(4).
recuerdo de
lector,
daban
el
como
magistrales, a que
el
lector
y enmienda de los
En cambio,
vicios.
de
la
el
religioso.
mayor
a catalogar las
Sendos artculos
(1)
(2)
Cfr. supra,
(3)
Cfr.
(4)
Amr,
Amr,
109.
III.
83,
93;
Cunh,
42.
cit.,
I,
427;
del
ms o menos
II,
348.
el
Amr y
escueta,
ideal de
Parte
164
II.
perfeccin a que Abenarabi aspiraba (1). Los solos nombres con que
Aunque en
las
manera
cluida de
textos.
el
ellos
una de
tidad,
aparentemente
ms
tpicas entre el
la
de
falte la virtud
la
pureza o cas-
Recurdese cmo
acceso a
ms
las
la
siguiendo en esto las prcticas del monacato cristiano. Por otra parte,
la
modestia en
la vista,
para evitar
de
las tentaciones
guarda de
los sentidos
mismo de
Abenarabi es
la fuente principal
de ese vicio:
el
lujuria.
Dgase
la
lo
religioso debe
comer
refrenando
Es
deleite sensual
el
cierto, sin
embargo, que
obedece a que
la
la regla serva
y prefiriendo
tambin para
los seglares,
La abstinencia (zohd)
es el primer
grado de virtud
de
las
que diramos
conyugal (3)
el
asctica,
que
abandono volun-
Sigue en orden
la
desnudez
San Juan de
la
espritu, es decir,
Amr,
art.
4.",
y Tadbirat, IX.
(1)
Cfr.
(2)
arriba
difcil
resignacin,
escrupulosidad de conciencia, alegre conformidad y
(3)
Cfr. supra,
III
16.
etc.
corazn de
ciar el
de ac abajo. Luego,
la
mortificacin po-
sitiva
ciencia y
lo
las cosas
165
que
amor propio
el
le dicte.
dad y prontitud, a
los
el
alma haga
contrario de
lo
caridad
la
ms
sutil
y alquitarado, propio de
los msticos,
el
sino en este
fiel,
el
combate asctico y en
moradas ms
la oracin,
La abnegacin (tawcol),
feccin.
providencia, es
con
el
los
grados nfimos de
abandono en
los
la
alma
la
per-
la
brazos de
por
feccin,
mal de
ni el bien ni el
que consiste en
el
pice
las criaturas.
ms sublime de
La humildad,
la
final-
escala de la per-
el
y despreciable a
vil
ojos de
los
Dios (1).
Este cuadro, que por las exigencias inexcusables de todo compendio
carece de la vida y de la luz que
le
dan
no aho-
rra al lector el recurso a las fuentes; pero basta, creemos, para vis-
lumbrar en
autntica,
l los
los apstoles,
ofrece de
condicin del
como
amor
la
la
Pourrat, op.
re-
nexo que
los
une
la re-
en
s,
sino un
medio o
divino, de la caridad.
Mawaqui,
Cfr.
(2)
el
esencia de la perfeccin en
de los estoicos, un
ms
nuncia no
la
el
el
cit.,
I,
1-56.
morada
166
Aludimos a
la
como para
contemplacin,
la
la
misma,
la
la
espiritualidad
amor y
el
la
minuciosamente
vida contemplativa
la
la
cmo
vida
sin dejar
est trazado con tan tierna solicitud y cordial delicadeza, que podra
sin dificultad
las re-
laciones del religioso con las gentes del siglo, debe aqul superar la
ley natural de la estricta justicia:
adems ceder
se gustoso a lo que
la
el
no basta cumplir
non
tibi fieri
vis, alteri
el
precepto ele-
espontneamente y someter-
si la
voluntad de Dios.
Vienen luego
las
na con generosidad inagotable, sino que adems hay que servir per-
sonalmente
cuidando
al
al
pobre, ayudando
enfermo, guiando
Un
al
rico,
rasgo, por
fin,
que recoge
(1)
aun en
el
ltimo toque
al
cuadro
el
pobre,
como
etc.,
a la vez
trapos, restos
etc.
las obras
Amr,
etc.
delicadsimo da
de comida,
al
el
al
al
los
hombres; pero
adems, habrn de
stos,
la
habr de manifestar en
el
sejo, la
debe
inspirado en la
ir
167
bestias,
como
espirituales
que ignora
si
con-
la
el
el
corrector,
cual, caritativo
mo
ms
los
la
es o
no acepto a
mismo
el
humilde reconoci-
le
y aun disimular
de relieve
lo
tambin
la
como hermanos;
y asperezas de
injurias
le
conviene guardar
del religioso es
lindolos
las
trato
en
el
sello cristiano
la cari-
fiel
eran, en efecto, practicadas ya desde antes del islam por los cenobitas,
el
consuelo
al triste
la
enseanza religiosa y
y afligido;
guiar
al ciego, llevar
a cuestas
al
la visita
pobre, curar
al paraltico, etc.
la
y asistencia
al
do-
Algunos mon-
ms
feroces:
Teonas
sala to-
das las noches de su retiro para dar de beber a las fieras del desierto
(1)
(1).
CAPTULO
VI
Su
El
la
examen de
conciencia.
Su
El
concepto
y su origen cristiano.
islam
espaol.
El
infusa.
la
Cinco
oracin metdica en
cedentes monsticos.
ascetismo cristiano.
Mtodo
ditacin metdica en
el
rabi.
Agrupan bajo
el
islam.
El
La
Tarda
introduccin de
oracin litrgica.
El
mtodo de Algazel.
ejercicio
La
doctrina de Abena-
de la lectura meditada.
modernos ascticos
cristia-
el
logro gradual de
la
poco trata de
sin
ellos
los
De
ni
tam-
la prctica
5.
a
,
citados
de
plan de vida;
al
t.
I,
efecto por
la
el
maexa-
y Le Gauel
P. Fran-
cisco
1.
el
(1)
dier,
te
enumera todos,
a
,
cap.
3.,
pg. 62.
El plan de vida y
men de
conciencia;
el
ejercicio
el
de
examen de conciencia
169
la
contemplacin,
etc.;
de director espiritual y
la eleccin
la mortifica-
monstica,
viven en
en su
si
mundo consagrados
el
el
Cunh un esbozo de
las obligaciones de
examen, meditacin,
etc.
llenar
(2).
los
ratos
libres:
lectura es-
se
Sevilla,
que
la regla
del
tiempo con prcticas devotas para cada hora (3). Quiere esto decir
que
el
plan de vida,
como medio de
perfeccin, fu
los ascticos
los cristianos, as
estudio.
La
cios
primero,
utilidad
la
el
examen de
mente se reduce a
como
conciencia.
enmienda de
dentro
mas detenido
para
la
la triple
(1)
Cunh, 43 y siguientes.
(2)
Cfr.
(3)
(4)
No
que Algazel,
al-awrad)
al
cual en su lha
(I,
fiel,
como
particular para
impone
la
turno.
la maana
examen de conciencia noc-
Parte
170
mente
II.
de
la
que
al
dado
carta de na-
P.
examen de
pertinentes al
cidentales (3).
San Agustn,
En todos
San
ellos
San
recomendar
al
la
es
ms
Basilio,
San Juan
Efrem,
netamente que,
se
monacato y de
este
Clmaco,
ejercicio,
prembulo indispensable de
el
durante
el
la
el
confe-
la
advirte-
no piensan en
memoria
el
sueo,
al
pecados y defectos y proponer la enmienda en lo futuro. Algunos comparan este examen con la cuenta de ingresos y gastos, de ganancias
y prdidas, que todo buen comerciante lleva a diario por escrito para
el
vespertino del
De
monjes
dum
librillo
en que a guisa de
(1)
(II,
el
Vase
288-289)
el
en
Pinard de
anlisis
Boullaye,
la
al ejercicio
otro matutino de
L'tude
memorn-
l el
examen
giosa.
(2)
Lase, por ejemplo, a Epicteto en sus Diatribas (edic. Didot, pg. 174):
"Considera quid ex
modo
illa
alia te
iis,
quoque recuperare
(3)
Cfr.
trigant S.
J.
y a Pourrat,
(4)
As,
quae
recordantem delectent,
stude,
De examine
unde
alia
maerore
afficiant;
quid non;
ac, si
et
quo-
potest,
excidisti."
fieri
H.
Wa-
cit, 74-75,
180.
por ejemplo, San Efrem, San Juan Crisstomo y San Juan Cl-
cit.,
9,
10,
11.
17:
nocturno. San Juan Clmaco asegura en su Escala del cielo (1) que
los
to
libri-
el
Ya
en
el
examen de
C, habla ya en
J.
ejercicio del
sobrenombre de
el
En
examen entra de
de
Meca
le
lleno
el
ya en
siglo
los
x de
examina-
"el
tlib
Un
doctrina del
Hasan
mismo
la perfec-
nuestra era,
la
la
(3).
doctrina tradicio-
celencia y utilidad del examen, sus grados, las materias sobre que
conviene hacerlo y
el
mtodo prctico de
realizarlo.
mismo que
monacato
De toda
1.,
su doc-
que Algazel,
cristiano, concibe el
lo
examen de
smil
que aqullos; y
2.,
que con
dos tiempos:
el
de
la
dijo, hizo
u omiti durante
Adase a
el da.
(1)
Apud Biblioth. SS. PP. (edic. Delabigne, Pars, 1589), t. V, 333: "Ad
cum appensum cingulo brevem libellum conspicerem, didici eum
cujus Iatus
quamplures
id facer
Nom
solum autem
datum."
(2)
Cfr.
(3)
(4)
Edic.
Cairo,
Cfr. lhia,
IV,
t.
1312 hgira,
310-311.
90.
I,
pgs. 75-81.
IV,
La mystique
d'Al-
Parte
172
II.
ms
(charida), en
el
librito
cual
el
vicio
devoto inscriba
ir
ms
este
le
Un
certifique de ello.
siglo des-
ilustre
mtodo
examen
del
particular, en su libro
gro...
un cuaderno o
el
el
consagrados
sufes,
el
al ejercicio del
examen de
como
vicio cualquiera,
incurren en
hacen (en
el
de palabra u obra,
falta
para
intil
el
De
esta
examen de conciencia
los asaltos
a musulmana: a principios
la
el
muy
del siglo
x de
Espa-
permanencia en
cual, durante su
el
hemos examinado
al
lugar
el
ste,
Abuabdala
b.
(1)
Edic. Cairo, al
(2)
Es
que ejerci
el
xn, Abenarabi,
Almochhid y Abuabdala
margen
otro
Aben-
En
espiritual de
de
la
en
el
de Satn."
la prctica del
b.
Casum,
examen
inicironle,
particular y co-
que se divide
el
gica.
(3)
Cfr.
Asn,
(4)
Cfr.
supra,
tuhat,
I,
275.
Abenmasarra y su
parte
primera,
I,
escuela,
pg. 78.
Risalat al-cods,
7.
Adase Fo-
Su introduccin en
islam espaol
173
tidiano de conciencia
mo que hemos
el
mtodo mis-
al
de piedad y
este ejercicio
la
examen ms que
importancia
la
cuaderno de
el
las
el
y,
adems,
la
da dos partes,
como en
consignbanse en
el
el
traa a la
el
la
maana,
la
dolo con las notas del cuaderno vea en qu casos haba ofendido a
acompaada de
actos
de arrepentimiento, o en qu casos haba cumplido fielmente sus propsitos para darle gracias a Dios por
poco
lo
ello.
examen y
muy
Amr a
estas indicaciones es
el
Cunh su
el
utilidad es-
piritual (1).
"Adquiere
el
mundo no
(1)
ia
conviccin
existe nadie
ms que
de que
en
Amr, 108; Cunh, 45. Se ve, pues, que esta prctica, de origen crispropag en dos direcciones: una, pasando al monacato
oriental y occidental; otra, al monacato cristiano occidental. As
Cfr.
musulmn
puede, por
lo tanto,
mi conclusin, hace
la
No
cuando desflor
el
tema en mi Bosque-
palabras) y
me
atribuy
una traduccin
(2)
la
si
examen
Tadbirat, 232:
y*
>J\\jo-\
particular, rea-
y><\
jL
Parte
174
II.
Abenarabi
mana
fuente de que
la
el
sentimiento de
la
divina presen-
cia (hodur).
este sentimiento
no aparecen ana-
de
tro
la
sin
dedicarle
que alude a
la
fe,
que
el
como todo
alma,
al
ser, est
siempre presente a
la
el
sentido de
omnisciencia
teolgico, especulativo;
trtase
ms
al
dogma
le place,
ilu-
abandono
plcito
en
del
de
el
genza: convencida
la
los sentimientos
que va im-
la
el
perspectiva de su abandono,
si
la est
no corresponde a
(1)
ms ntimo
En
su Discours de metaphysique,
Morell de 10
dic.
XXXII
y en su carta
(indita)
j'y
comme s'
sentencia, muy
elle
que
il
n'
la
mundo como
rra sino
(2)
Dios y
Cfr.
ella
nas 65 y siguientes.
(3)
Amr,
[el
alma].
106.
(Pars,
1906),
captulo
V,
pgi-
La prctica de
no sea El (1).
la
presencia
la
conviccin de
ele
Dios
175
mirada, adese
la
la
sensacin de
La prctica de
las
horas en que
este ejercicio
el
devoto hace
la
oracin litrgica o
la
meditacin o
con
el
queden
la
la
necesidad de
momentos
da que
del
y devotas,
es de-
cir,
Dos medios
el
el
espritu de todo lo
el
la
intencin
dad o
que
la
En
su tratado del
amor mstico
mundo, porque
la familiari-
el
soledad (6).
es adquirida
tedichos, sino gracia extraordinaria otorgada por Dios a las almas es-
ms
cogidas. Trtase,
estas visio-
asegura
cia le sobrevena,
(1)
Amr,
(2)
Tohfa,
(3)
Tadbirat, 232.
(4)
Cunh,
(5)
Amr,
110.
3.
49.
43,
86,
(6)
Anwar,
(7)
Fotuhat,
97.
13.
II,
429.
al
le
tal
presen-
Amado
de pie ante
l,
al
mirndole y dicindo-
Parte
176
II.
le:
fenmeno a
tanto, este
No
los ojos?"
pertenece, por lo
la
ms
la perfeccin, sino
bien a la de
los
diar.
Cinco son
las especies
ria
fiel
vocin (talawa);
religioso
(sala);
la
la
(sama); y
la
Los historiadores de
el
la
la espiritualidad cristiana
canto
el
ejercicio
el
solcitas
mera de-
las
mas de
la
el
han advertido,
siglo
xv todas
tras
las for-
del
en
las
la
Sa-
almas
orar,
mayora.
De
asiduamente por
hasta
el
Eso
s:
el
los solitarios
y cenobitas
al-
y como se entiende
tal
ni noticia siquiera,
antes de dicho
simple espectculo de
la
normas
que
las reglas
verancia en
la
fijo
marcase
tema o asunto,
la
el
las
proce-
meditacin. Lo nico
al
sentido de que
el
la
perse-
espritu deba de
ocupado continuamente en
estar
mentos de tiempo
libre
el
y en los consagrados
177
al
si
el
Aunque
los ritos
que implica
musulmana
oracin
la
de algunos de
obligatoria, es innegable
buidas entre
el
tambin tena
en
el
Siria
y Mesopotamia
el
modo
monjes de
en direccin a
muy
mostrado que
la
la
anlogos de
la recitacin
iglesia naciente
como
comn de todos
ritos
la
ejercicio
los fieles,
y por
fin
ritual
cuando por
excesiva pretensin
la
la
e!
la
hubiera sido
asistencia regular
fiel,
es
la iglesia
cuando
si
la
el
el
islam
su fundador
la igle-
mezquita o fuera de
ella, si
sus obliga-
(1)
(2)
Cfr. Goldziher,
Le dogme
et la loi
de
l'islam,
Du-
Duchesne, op.
cit.,
458.
12
Pa rte
173
A benarabi
Doctrina espiritu al de
II.
porque su propsito
los fieles,
no deja de sugerirles
co
el
mtodo
al nivel
los rezos
vocales y los actos corpreos que lo integran en una verdadera oracin afectiva, mediante la atencin y devocin (1): las potencias del
y provocando emociones
el
para
la historia
de
la psicologa
religiosa.
timiento
al
pensamiento.
En
ello
Sin que
sen-
de
el espritu
oracin litrgica.
la
Ms
prender
la
ritos
He
el
aqu escuetamente la
como
nuncia en
el
En
el siglo xi,
que
los ascticos
aqu
la
la
etc.
Hemos
enseaban y
monacato
cristiano.
De
el
(1)
Tadbirat, 231-232.
(2)
siglo
xv no aparecen en
Dogmtica, moral
las
rdenes mons-
y asctica, 347.
La meditacin metdica en
179
islam
el
(2)
el
entendimiento
al
el
"ejercicio de las
siglo xvi,
materia
la
el
la
pondera-
ejercicio de la
fin, la
las
de
la meditacin.
el
lha,
san sobre los pecados propios y ajenos, las virtudes, los novsimos,
et-
empleo de
incapaz de evitar
la
meditacin
el
Mucho ms expuesta
como
error
ejercicio religioso.
duda en
la
la
La razn
es para
ca
como
cias
segn acabamos de
ver, la meditacin
metdi-
mismo Alcorn y los hadices o sentende Mahoma aconsejaban adems el empleo de la razn discursiva
ejercicio espiritual. El
el
alma
mia con
mismos
la
del
Alcorn que
(1)
Poulain,
debe emplearse
la
meditacin, en la me-
38-43;
methodique au quinzime
la
mismo, o sobre
Watrigant,
las criaturas
Quelques promoteurs de
para elevarse a
La mystique
(2)
lha,
(3)
la
mditation
1919).
3.
[80
porque entre
ms
las criaturas
por
las criaturas
intil otras,
el
un abismo infranqueable de diferencias tan radicales y profundas, que ninguno de los dos trminos
Criador y criatura pueden
bien,
opuesto:
el
si
empresa tan vana y absurda, como la contraria, es decir, el buscar lo que no es Dios por medio de Dios. Es adems irrespetuoso el
es
lla
es El. Ni cabe
lo
error es palmario
la
el
tal
caso
tende con su razn discursiva buscar en Dios a Dios mismo, parte del
supuesto de que
radojas, tiende
lo
mismo
al
exceptuar Abenarabi a
Por
ral.
dejando
eso,
la asctica
la
y a
No
haba de
la
el
los novicios
recomienda
la
y a
que aspiran a
que a
mismo
artculo.
Pocos son
el
dolo con
la
devoto en
mano
texto que la
alta voz,
el
suelo y puesto
para mejor
acompaada de
(1)
canc.
III,
(2)
Fotuhat,
v.
3,
II,
Cunh, 44 y
la vista
304-306. Cfr.
53.
II,
que
la lectura,
San Juan de
11;
Noche,
I,
el
Alcorn:
atencin y desentraar
V; Sabida,
englobamos con
recorre, a la vez
fijar la
la
que recomienda es
el
pasando
izquierda, va
mano derecha
perfeccin
de sus opsculos en
los pasajes
sentado
la
1.
la
pausadamente en
el
sentido de cada
y propsitos que
Cruz,
el
Llama de amor
texto
viva,
La
sugiera
al
181
v.
gr.,
actos de do-
lor,
No
faltan
tampoco en
las
etc.
puede verse en
Un
ejemplo de
el
la
nada de
las cosas
Mohmed
b.
Casum, de
mismo
Sevilla,
ejercicio
los
la
(1)
(2)
la
provi-
CAPTULO
EL C
MO
VII
RELIGIOSO
el
el
Reprobacin
Sus
el
censu-
al
islam y
al
cristianismo.
y viva de
lo
que era
Palestina, Siria,
el
Mesopotamia y Egipto
durante
el
si-
glo v de nuestra era. Reunidos los monjes para este ejercicio religioso,
tres
cantaban
tres
A
al
los
lo
com-
dos
del
al
momento y
el
atento y excitar
colectas, eran
oficio.
el
el
espritu
En Egipto,
el
el
los
monjes en
el
coro, escuchan en
silencio al cantor
el
dando un golpe en
es largo,
si
abstrado por
si
impone
183
el
cantor solista
el
le
el
momen-
silencio; a
los
del anciano,
la
vehemencia de
emo-
la
la
No
que un
la
Dulnn
del Egipto,
el
puede
afir-
el
de nuestra
raza rabe, y
ejercicio religioso
islam; pero
el
era.
Su
linaje,
(hoy Akmn) en
la
Tebaida, a
la orilla
formado en
el
cenobtico, en
La doctrina sobre
el
el
siglo iv de
monacato
los odos
el
(ahwal) y
las
mo-
primero en sistematizar,
el
islam
el
la
del
C, grupo
ma),
J.
cristiano de oriente y
sonaba en
misma
templativo.
la
el
al
los
ante-
para presumir que su origen debe ser buscado fuera del islam.
(1)
(2)
Cfr. Asn,
Abenmasarra, op.
I,
207.
cit, 148-154,
Parte
184
La oracin
mera
II.
como vamos
era,
Mahoma
por
litrgica prescrita
efectivamente, una
era,
el
y des-
contrario,
el
que un
cantor o solista (cawal) entonaba en alta voz, bien textos alcornicos, bien trozos en
para provocar en
alma
ttesis
el
para reforzar
las
emocin
la
exttica.
ms cuando
la
su extraeza, porque
la
de visu en
tal ejercicio
el oriente.
vez siquiera,
ms fugaz
la
alusin
Musa
dino, Ibrahim b.
el
la
al
sama o canto
religioso (1).
el
como
in-
que un
solista recitaba
con
mente por
al
la
(1)
Un
(t 1126 de
siglo antes
J.
el
Lmpara de
la cual
de
J.
Muri
el
extraemos
C), en
del Tortux
la Bibl.
ao 790 de
sufi espaol
El caso de
I,
Abubquer de Tortosa
tampoco a Espaa)
ambos es idntico, pues
no aparecen en su
f."
hgira (1388 de
la noticia citada,
baile
y es-
aludir
(sin
Nac. de Madrid,
la
acompaado de
el
C.)
para censurarlo,
tambin
que Abenarabi,
el
el
117 v.-119
J.
de poltica,
v.
C). Su obra
es la titulada Al-ltisam
357 y siguientes.
libro
principal, de
(edic. Cairo,
1913
La escena
segn Abenarabi
hubieran sobreaadido an en
la
lo
conoci
85
le
al
sama nos ha
llegar a oriente.
del
conservado en
Amr
el
(1) sugieren
ms
bien que
el
que
al
Intentemos evocar
Abenarabi.
Un
la
hemos
el
transcrito en resumen.
que
la
cuantos no siguen
misma
la
comunidad
regla de la
all
reunida y los
para
cita
niega
el
la
bin
con
el
maestro
as lo deci-
de.
tambin
parecea razones de
mas
la
pueda turbar
las
psi-
presencia de
las
mis-
almas de
los
meditacin y
la
la
emocin
reli-
giosa.
el
hermanos permanece de
tonar
el
canto religioso.
pie: el cantor
No
la
el
suelo, pre-
los
(1)
Amr,
[-11.
Parte
186
II.
romper con
En toda
minada,
para
ni
aun en
la
el
el
desempeo
si
comunidad.
le
el
la
riado: en su
le
hace
tal
callar,
caso
la
el
tregados a
haya que
nota en
si
ello
de
ellos
(o bien
la
al
aunque para
el
miembro de
ponde
arte,
tales casos,
de su oficio todo
fuese
voz y de
guardan
silencio en-
terribles agonas, lo
tremebundos
De
las
penas del
los episodios
infierno.
la
resorte, yrguese en
bado por
el xtasis,
veces, la
abandonar su tranquila
actitud,
A menudo,
sin el
sin
ello
la
se
el ejer-
inmutarse
menor asomo de
insensibilidad total
cooperar a
la
simulacin de
cuando
sin
Es que advierten,
el
comunidad, arro-
el
cicio interrumpido.
ni
la
tonces, siguiendo
el
medio de
ste, sin
haber perdido
el
que se yergue,
la
conciencia, in-
L a emocin
exttica y
el
187
el
La exaltacin
en
las
fsica, fruto
el
prendas que
viste
caen
al suelo.
Una
el
al exttico.
suya
los
el
hbito o cualquiera de
el
el
filiacin
monstica cristiana:
el
hbito
que vistieron en su vida devota y que simbolizaba por ello sus virtudes y austeridad. Cenobitas y pueblo se disputaban sus reliquias y las
prendas que con su uso haban santificado (1). Tambin
es
un muerto
al
mundo: su alma
el
hermanos se distribuyen
para participar de
fu
los mritos
Mas
el
en
el
caso en que
el
el
el
hbito,
de quien por
el
xtasis ha reci-
reparto corresponde
instrumento de
salvo
exttico
el
la
al
cantor
la
ms
el
resto,
no hubiera
bien a su
la
espiritual
y de calculado
ritua-
l,
son ya sntomas
muy
en un medio asctico
tesias aparatosas,
pectculo.
(1)
ms
la
esen-
no oculta
el
le
produjo su es-
Parte
188
tambin en oriente,
so, usuales
el
tales
muestras externas de
II.
las
que
aplauso rtmico,
el
cristiano, algo as
como
el
baile
calla,
y deforma
la
como
el
la
neto esquema
al
como para
los
tiana, lejos
de ser sntomas de
grandes maestros de
la
apego a
estudiar las
al
islmica y cris-
Para Abenarabi,
la espiritualidad
caso excepcio-
el
normas
del discernimiento
de espritus, rotundamente afirmar que tamaas perturbaciones orgnicas obedecen a tentacin y aun a obsesin diablica,
en
el
Mientras
siempre
la
el
el
la
la espiritual
que prefiere
monacato
es,
desolacin y
la
la perfeccin.
espritu, late
la
la espiritualidad cris-
oriental,
rdenes, singularmente
como en
el
meta de
la
meta de
tiana,
reiteracin
en
ms que
montona
el
precioso
islam algunas
No
slo
pausadamente,
es
la
msica:
la
al
de
la
el
alma
el
apetito
devocin sensible.
le
la
que se llama
"el canto
que vedaban a
los novicios
el
189
fesos.
hi-
pertar en
el
alma un vislumbre de
el
llos
la
al
la inefable belleza
la tentacin libidinosa,
invoca
(1).
Estamos bien
lejos
de
msica instrumental,
la
como Casiano
lo describa.
Poesas erticas,
simulado o artificialmente
la
simplicidad de su
la
siglo
x de nuestra era en
te la
Como
Abubquer
el
muy
117
v.),
siglo XVIII
variada,
de
la
Bi-
canto con testigos, aadiendo que los sufies que lo usan adornan
Todava en
el
la India. El culto
D M
vez que
xtasis,
(1)
la
la
el
con
De dnde
nuar
mado
rito.
la
la
al
joven im-
contemplacin de su her-
hermosura
el
rito.
del
Creador.
Cfr. Schreiner
G, 1898, III, 477): "Se permiten bailar, cantar y mirar sin pudor al
(Z
joven imberbe, bello y agraciado, porque dicen: "En ste habita o reside uno
de los atributos de Dios y por eso lo amamos y abrazamos."
Parte
190
de
la
II.
el
canto y
la
danza (1). En
el
ejercicio devoto
(1)
Colin,
Cfr.
Chantepie de
la
CAPITULO
VIII
LA ORACIN DE SOLEDAD
Su prctica en
del
retiro
el
monacato
espiritual o iticaf.
cristiano.
La
rito.
Su
adopcin por
el
islam:
el
ejercicio
Sus
Pro-
El mtodo prctico de su
Proceso
ejercicio.
aunque
Nilo,
de
Siria,
cedonia, ide antes del siglo v de nuestra era un gnero de vida solitaria,
consagrada a
clusos o solitarios.
la
Un
el
monje para
ais-
de techo y retirada
al
el
la
abrase
al
le
se
me-
Parte
192
II.
el
practicado por
el
muy
comn de
los fieles,
ms o menos
Mahoma; pero
como
el
mismo
el
trminos explcitos
ni
la
lado y
al
como
de
una combinacin
ver, de
de ambos.
En todo tiempo
del ao,
ms meritoriamente en
que viven en
el
penitencia y
la
decena
la
final del
al
so, a
tres
consiste, aparte de la
miento absoluto y
el
ayuno
ritual
como
muslmico, que,
sol est
el
en
es sabido,
horizonte.
el
negativos
veda
Adense a
otros positivos
la
Pourrat,
lo tanto,
el
islam,
una imita-
160, 434.
(1)
(2)
I,
en
muy
parecida a
la
Badaya, 184-187.
(trad.
Guidi)
I,
que damos
Sommario
Requi sitos de
de soledad
la oracin
que
como
193
son en
lo
cat-
la iglesia
durante
mente
de
al fin
cuaresma.
la
adems, se practic en
el
el
Pero
el iicaf,
el iticaf,
Abenarabi
son,
la
lo
del
estricta
monacato
que
cristiano.
como vimos, de
los
si
o,
el
me-
al
silencio
l. Las reservas
y precauciones con que Aberecomendar su uso comprueban que, para l como
al
si
No
y hasta
piran a la contemplacin
lo
el
lo re-
ms
alta,
las
el
la disciplina asctica,
el
porque
una
total
sin previa
fruto de la soledad.
el
mtodo
purgativo engendra; es adems preciso haber dado ya los primeros pasos positivos en
el
camino de
la perfeccin,
mediante
el
logro de tres
(zohd) y abnegacin o
abandono en Dios (tawcol). Esta ltima morada, esencialmente crisvirtudes:
(1)
abstinencia
Cfr.
(waraa),
austeridad
194
tiana, es
la
oracin de soledad, para recibir las luces de lo alto que son su fruto.
sujeto, si ste
el
lo
al
la nutricin,
todo exceso, as en
el
Una
soledad
la
hambre como en
por
la disciplina asctica;
la hartura,
para precaver
el
bin indispensable, porque para discernir con tino los estados anor-
males que
al
alma sobrevienen en
la
capaz de distinguir
las ilusorias
sutil
de
las
dad
el
De
piritual, sin la
el
el
cual
discernimiento de espritus,
el
el
fin
el
mtodo prctico de
aislamiento, as fsico
como
espiritual,
la
el
dos medios
primero,
el
fsico,
alma que
el
segundo,
facilite la
el
el
pensa-
la atencin.
Puesto ya
el
devoto en
la
que
pre-
ms profunda humildad y
preprase
litrgica,
ejercicio con
al
195
gn
el rito
conservar
de
el
comienza a
la
medio de
la
oracin litrgica.
espritu recogido,
recitar
mienda como ms
Con
las
para mejor
las rodillas,
una jaculatoria breve cualquiera. Abenarabi recoeficaz la primera de las dos partes
frmula de fe islmica:
"No hay
que integran
"No hay
mero,
las cosas
Seor", vaca
el
el
la
el
segundo
fija
y concentra todas
las ener-
gas espirituales del sujeto en Dios solo, preparndolo a la contemplacin exttica (1).
tamentos rituales
mico
la
al
ablucin y
usado por
el
mtodo de Abena-
los
principio describimos.
orientacin
monjes clausura-
Tan
isl-
solo
el
nombre
la
(1)
15,
el
la
cabeza y
proferir cada
la
cabeza
la
(2)
la
Madre de
Dios, confesor
de Santa Teresa, que dice en su Peregrinacin (266, 291): "He hallado gran
fruto en las oraciones vocales que llaman jaculatorias,
especialmente en las
palabras del Pater Noster, que se pasaban muchas horas repitiendo con
hallar
el
salir a otros
cin...
el
me ha
corazn
el
deseo de
lo
la
que
satisfaccin,
que no quera
ni
poda
Parte
196
baja, cual
!a frase
si
del ombligo,
II.
negativa
como extrada
la frase
del co-
razn.
tradicin cristiana,
musulmn.
o de
Intil
Ms
Siria.
la
an intentar encontrarlos en
intil
dijimos
al
estudiar
el
el
las autnticas
canto religioso
La doctrina vdica de
Upanishad pona
los
ya
mutuas interferencias de
meta de
la
muy
la
pron-
perfec-
yogui en
la slaba
da de
la
la del
meta un
llegar a esa
muy
semejante
al
con
cuclillas, inmvil,
cierto
mtodo de autosu-
la vista fija
la
atencin puesta en
Una
para llegar
su
mismo
al
Amratkund
yoguis con
el
la
trmino. Samarcand en
el
mtodo
la imitacin
mecanismo psicolgico de
gn Abenarabi
balista,
xm
siglo
realiza en
(2), a
al
es altamente
(1).
al fin, intelectual: al
ginativa representa
la
alma
la
forma de
la palabra, oral
(1)
cit.,
se eleva a la condicin
351, 362; Massignon, Essai, 42; Journal AsiaLa versin rabe de V Amratkund.-Por
otra parte, consta que Abenarabi trat a los ascetas indios. Cfr. Mohadara,
(2)
Fotuhat,
II,
200.
II,
23.
Proceso psicolgico de
de recuerdo
la
memoria
decir,
ideal, sin
formas
ni
la
oracin de soledad
197
que logra
lo
que deseaba, es
ayudado por
excluye de
con
el
la
la
cos con
mayor claridad y
lucidez, pues
no buscan en Dios
la luz, sino
de
los
que entran en
la
como en general
contemplacin imaginativa,
etc.)
la
devocin
CAPTULO IX
LOS ESTADOS, LAS MORADAS Y LOS CARISMAS
En qu
su causa.
Teora
moradas.
Su
comn y
esencia
isl-
teora.
la
el
es-
pirituales.
la
fi-
los
las
ficacin de stos
razn.
Carismas
Los carismas y
alumbrados y
la
la
mixtos.
la
El
voto carismtico de
titud.
El
Abolengo
mtodo
asctico,
tos de perfeccin
mente a
la
Carismas
muerte de
la
del
co-
voluntad.
comparada con
la
de los
perfeccin.
carismas.
la
los
ayudado de
los diferentes
medios o instrumen-
al
alma gradual-
la
(1)
Cfr. supra,
(2)
Mawaqui,
la
Mawaqui con
necesidad de
como
origen
y VI.
52, 94,
133, 145,
166. Cfr.
II,
505-507.
199
primero de todo
el
engendran en
el
gicos (de esencia sobrenatural, puesto que son fruto de la gracia) los
como sus
cuales son,
morada (macam),
pues, de la
les
la
segunda
acto y
el
es permanente, al
modo que
el
primero es pasajero
se diferencian entre
el
la
morada
la
el
por
las exigidas
el
una iluminacin
final es
hcoc) es un vaciar
el
(tamhoc) es un borrar de
mismo.
la
de una morada es
la
insiste en afirmar
para darle o no
que
posesin autntica de
la
fe viva (ta-
al
anonadamiento
des.
la
reduce a
La
del alma.
y de
la prctica
la
la
prueba de
la virtud
morada
se
de las virtula
realidad
correspondiente.
el
alma un
No enumera
moradas. En
el
Abenarabi
al
la virtud respectiva.
las
(1)
Cfr. supra,
II.
Parte
200
11.
menos,
el
la
voluntad a
conformidad (rida); servidumbre (obuda); rectitud (isticama); pureza de intencin (ijls); sinceridad (sidc); vergenza (haya);
li-
bertad de espritu (horra); celo (gaira); santidad (wilaya); apostolado (risala); profeca (noboa);
Mawaqui, Abenarabi
radas principales:
los
de
la
la
la
amor (mahaba). En
tambin,
morada de
la
cita
de
la
como ejemplos,
la
la
Tohfa y en
varias de estas
santa indiferencia;
la
de
la
con-
etc.
el
mo-
la
Al tratar en seguida de
la
vida mstica, sobre los estados y las moradas. Pronto veremos, en efecto,
cmo toda
el
si
primero.
La pltora de estados, moradas y grados que integran, segn Abenarabi, la vida espiritual es un evidente efecto de la larga evolucin
Desde Dulnn
el
la
egipcio, autor, en
primera sistematizacin de
los
el
de
J.
C, de
el
siglo xn,
la
ms
sutiles
se reduce a
muy pocos
ele-
ms que de
nueve moradas o grados: penitencia, paciencia, gratitud, temor, esperanza, pobreza de espritu, renunciacin, abnegacin o entrega de la
(1)
Cfr. Fotuhat,
(2)
Cfr. Asn,
II,
el
siglo x, por lo
264-486.
La mystique d'Al-Gazzli,
op.
cit.
menos,
201
Como
y prcticas que hasta aqu hemos estudiado, tambin de sta se denuncia fcilmente su abolengo cristiano. Siete grados enumeraba ya
el
a Dios; en
el
ciando todo
que no es Dios; en
lo
entra en la luz; en
quinto,
el
la
goza ya de
el
sexto,
el
ha surgido y
la tranquili-
contemplacin; en
la
el
trmino tcnico
la
San
esta tarea.
monacato
siglo vi,
el
oriental
no enumera ms que
esperanza y
la
catlogo se enriquece, y
el
Abad Antioco
el
tres
grados
vn)
coinciden en su
despus en
Iha desde
el
el
los
de
las
como hemos
visto, en su
al
el
mismo catlogo
tra-
dicional (3).
(1)
Cfr. Pourrat,
(2)
Reservamos
I,
la
un estudio especial de
337.
cristianos.
(3)
larif,
Cfr. Asn,
paciencia,
tristeza,
rabe de este
libro,
las
acompaada de traduccin y
amor.
Una
edicin
del
texto
d'
Ibn-Al-Arif").
Parte
202
II.
La teologa dogmtica
como
la cristiana, la exis-
Todo
es
decir,
que interrumpe
el
curso habitual de las leyes fsicas, tiene que ser producido, consiguientemente, por slo Dios, que es
instrumento. Si este
meno
el
fiesta al exterior
hombre
es un profeta,
el
fenmeno
realiza,
no
lo
si
el
de su misin proftica, denomnase carisma (carama) (1). Este nombre tcnico rabe tiene
latino
charisma
muy
( ypioj.a )
(I
ad
el
greco-
Cor., xn, 9)
intro-
dujo para designar los dones, gracias o favores extraordinarios y sobrenaturales con que Dios honra a las almas escogidas. La voz ar-
biga carama
U\J
es,
y en
la
el
el
Es Abenarabi quiz
blema mstico de
el
ms
como hasta
aqu, de su
Amr
Supuesto ya
el
rabi distingue en
tidos o
Mawa-
el
Pasemos
riores.
elegi-
el
Abena-
islam,
comprobados por
los
til
a resumirla metdicamente.
los
e inte-
fsicos
u objetivos, que se dan fuera del sujeto, y cuya existencia cabe sea ates(1)
(2)
Cfr.
Mawaqui,
medio en
104,
123,
130,
133,
14, 28.
144,
145,
Carismas exteriores
203
interiores
tiguada por los sentidos externos del espectador. Tales son, por ejemplo, los
trasmutar
la
el
que se dan en
el
alma
del mstico o
de otra
persona y cuya realidad, por ende, no puede ser conocida y comprobada ms que en el caso de que el sujeto los manifieste o publique. A
este gnero pertenecen las revelaciones de los misterios del
mundo
fsi-
co, psicolgico
de
l.
este
de naturaleza espiritual, reduce Abenarabi tambin ciertas gracias extraordinarias, de las que nuestros telogos llaman
dan en
las
por ejemplo,
en todos
vileza
el
y a todo evento,
rituales,
la
salvacin eterna,
cumbre de
la
la
tico e infalible
voluntad divina
la
como veremos,
se
la perfeccin. As,
la
facientes,
etc.
confianza de
la
los casos
gratum
el
verdadero carisma,
al
alma, es
de los grandes
el
la
de
De
y,
de este gnero,
comunes
grado de
de
la
la
morada primera,
la del
fsicos, arriba
la
el
primer
manos
el
(1).
14.
Parte
204
II.
la teora
la
teora es, en
es su
to,
vicio.
la virtud es
la
del
otorgue
al
el
el
el
prodigio
la
milafsico.
profeta
Mahoma, dechado de
como vimos,
el
del milagro
al
que
al
profeta
las fuerzas
de
la
naturaleza
fsica.
mino de
al
el
ca-
de uno y otro
se diferencian.
Hasta en
rabi.
el
humana,
cierta
tencin"
(himma) y "sinceridad"
normales y en
la
(sidc), la cual,
aun en
los
hombres
cita
la
el
suelo,
si
pasa
el
hombre
sin dificul-
abismo, imagnase vivamente que se va a caer, y esta simple autosugestin o aprehensin basta para hacerle caer de veras.
La fascinacin
con
205
la
pio-
lo
humana,
del canto, de la
turales
En todos
vemos cmo
Ahora
y causa
como de medios
y fue-
eficiente nica
santo y
al profeta, al
el
al
hombre
milagro y
vul-
prodigio
el
o carisma.
el
fondo: entre
el
bien se advierte,
es,
la psicologa natural,
ms que una
si
la
plea,
cas
la
oro en
lo volatiliza, el
no existe
sin
la
preocupaciones polmi-
modo que
el
fuego purifica
la
sin
para readquirir
que
la
la
alma de su prisin y
(1)
cit.,
las
es-
do-
al
el
el
los pro-
domear
al
cuerpo, libera
la angelifica.
peripatticos
op.
tam-
mundo
humana y
el
preternaturales, iluminacin
misma
all
al
mortificacin
del
779-787.
islam,
singularmente
por
Avicena.
Cfr.
Asn,
Algazel,
206
Parte
II.
la mstica, es
ma: El
lo
ambas
ambas
le
place,
la vez,
la
usando Ubrrimamente de su
criterio
el
de armona, preestable-
ha
son
premio congruente de
el
pensa adecuada a
las virtudes
de audicin, deambulacin,
el
sen-
sirven de recom-
etc.,
las virtudes
De
aqu que normalmente Dios no otorgue sus carismas, sino previas las
virtudes del sujeto que los recibe; pero su
si
as le place,
mente son de
En
caso,
tal
ba: con
el
con
libertad no que-
total o parcial-
ellos indignos,
alma imperfecta, a
cia al
ce,
l,
omnmoda
criterio
de que
la ilusin
fin
lo
de ver
merece, o
recibe
si
por
si,
el
el
contrario, convencida de
morada
Una minuciosa
este criterio de
que son
los
toma de
rganos o instrumentos de
los
miembros corpreos
Bajo
como
Carismas de
1."
instrumento.
visin,
este
premio de
exteriores e interiores.
las virtudes
que tienen
los
la vista
fenmenos pre-
mundo
espiritual, as celeste,
como
pensamiento ajeno, ya en
el interior
del
y
corazn del
207
ya en
el
los
rasgos
2. "
por
la
fuga de
que tienen
ejercicios devotos
pertenece
asegura
el
al
de pecar con
las ocasiones
carisma de
el
la
l
y por
prctica de los
la
las
el
este
grupo
voz de Dios
la
fsica,
guaje de los seres inanimados, audicin que a veces es ilusin imaginativa, sobre todo
ples ideas sin palabras; otras veces consiste en or palabras, sin saber
fin, el
3.
este
grupo pertenecen
ngeles,
el
y resucitar
la
de
las virtudes
la lengua.
el
de Jess, con
la
simple virtud de
palabra.
4.
con
en
el
la
el
mano de Dios
xtasis la
seres presentes
que
el
alma vea
aire;
contemplar
que
lo
ocultan para
la virtud del
desasimiento de todo
lo
que
no es Dios.
5.
Carismas de
la
muchos con
pocos manjares, prodigiosamente multiplicados; convertir un solo manjar en platos de diferentes clases; ser
saber cmo
ni
ilcito
208
Parte
Doctrina espiritual de
II.
A benarabi
o en
el
sujeto, o
mediante
Carismas de
6.
la virtud
de
paternidad espiritual:
pensa
la castidad.
Todos
ellos
son de natu-
el
de
la
creando,
el
el
como
femenino, por
tual, principio
la
la
fecundacin de
la
el
materia espiriprincipio
mas-
culino.
7.
y volar por
el
el
aire.
tres externos
tres internos
como carisma
los
Al segundo,
la
miembros todos
la intuicin
de
la
Carismas
del corazn.
tiene
corazn
late la
razn nace
la
mina y
el
resorte inicial
de todos
ellos,
el
Esto no quita para que, adems, existan carismas privativos del corazn, todos los cuales sern espirituales o internos,
como
las virtudes
Estas virtudes, de
y conformidad con
la
ms
ellos,
y futura del prjimo; ver las causas de los sucesos fsiy nefastos, que han de acaecer y pronosticarlos; ver las
causas de los fenmenos psquicos del propio sujeto, antes de que sda, presente
cos, fastos
si tal
fenmeno de concien-
El voto carismtico de
ca es o
no nuevo en
el
sujeto y
la
si
muerte de
en
lo
voluntad
la
futuro
209
ser o no reiterado.
le
ro,
la
De
ellos, el
prime-
dos
al
ayuno y a
la vigilia
como
na", y es ya,
por
el
xtasis,
cia de todo lo
nombre
su
por
incipiente. Vienen,
fin, los
la
de unin
unin se consuma
modo
muchos, a
ellos
el
al
misma contemplacin de
sujeto la con-
Dios.
claro y exhaustivo a la
los estados
dir otros
uno de
lo indica,
peregrino
el
carisma, mixto de los del corazn y del odo, que Abenarabi llama
para evitar
en adquirir
las ilusiones a
la
las criaturas. El
sumisamente
tal
cer
que
la
el
como
si
deseos que
propia voluntad, y
que alumbra
al
el
ms que en todos
con tentaciones de
prjimo, que
le
la
de
la luz
el
la
lujuria,
invita a
al
ellos,
le
dictamen
muerte de
sobrenatural
prjimo
el
Como
210
Parte
que
el
II.
mismo
lcitos,
a ttulo de rdenes o
criterio eficaz
para
traen
el
Francisco de Ass
discpulos,
la
la
la
cuando
les
a sus
resistir al
tanto
la
in-
tos),
a
los
favores divinos.
sia cristiana,
Ms que
el
sugiere,
agudzase ante
rebuscadores
el
el
Una
turba
rales
sobrenatural,
lo
la
abigarrada
de
msticos
el
el
doctrina abstrac-
espectculo de
teatral
biendo, con
de
la
espirituali-
lula
igle-
la
Mawaqui y
en
el
real
Fotuhat.
villas
la
el
puntual des-
Cmo
fiel
la perfeccin
211
tal,
el
de
escapa a menudo a
si el
escritor es
las posibilidades
un mstico y de
de
mucho ms
la crtica literaria,
de Abe-
narabi.
Cindonos tan slo a este aspecto concreto de su doctrina carismtica, es evidente, en efecto, que las perspectivas sospechosas que
la luz
nan
la
al
al
me-
del todo,
menos difumi-
Mawaqui, Amr y Anwar, en que Abenarabi la desvanece con toda nitidez (1), cuando asienta la afirmacin rotunda de que los carismas no
son signo infalible de perfeccin y
de
ella.
virtud,
concede a quien no
el
ni siquiera
condicin indispensable
la
que practica
al
la
ceptos,
el
el
cumplimiento estricto de
rismas.
Sin
es
ellos
pues,
cabe,
seguro que
la
la
la
alma, trans-
con
en cambio,
ellos,
Y avanzando
todava un paso
la since-
arraigo de su hu-
nunca
el
la
los
en tales casos,
al
menudo,
la
esencia de
ms en
como todo
la
verdadera
perfeccin espiritual, y que los msticos sinceros son aquellos que guar-
(1)
Mawaqui,
60, 77,
178. Cfr.
Amr,
96,
114,
116;
Anwar,
28.
Parte
21-'
dan ocultos en
II.
ms
lo
la
vana ostentacin de
fieles,
rehu-
con que
las gracias
el
los cuales
ms que
quiere ver
por
le
el
si
purgada
est
contrario, estima en
el
tambin
ms que a Dios
los carismas,
las consolaciones
si,
que Este
tuito
tricta,
que
ella sola
ba aludamos: Abenarabi, a
ya como un precursor de
la luz
los mystici
(2).
la
Cmo
es tan es-
majores de
como
La coincidencia
la iglesia catlica,
ms
no oriental
(3).
En
l,
En
gozaron,
como
al
(1)
Cfr. Fotuhat,
III,
44.
muy
Cfr.
pocos."
Ibid.
lo
Ibid.
jantes,
del
(3)
Cfr.
Subida
La renuncia de
sobre
213
los carismas
el
el
don de pro-
de los
cador o
el
simple y
fondo de
el
mismo
el
las conciencias,
la
el
el
Pero
fin,
visin
al
vidas de los padres del eremo, una doctrina de cristiana reserva se insi-
na ya en
los consejos
discpulo
criterio paulino
el
Teodoro ocultaban
los
visiones".
de ste
ms que
(1).
El
dones ce-
monjes su menospre-
hombre
los
tiene fe
don de
la siguiente
cia a estos
el
el
la
vida
mo-
agradar a Dios
debe admirarse
Casiano,
el
al
para excitar
la
homilas, diciendo:
Cfr,
/."
tinniens.
sirven
mas porque no
XIII,
tenido
el
don de milagros,
hominum loquar
ct angelorurn,
autem non habeam, factus sum velut aes sonans aut cymbalum
Et si habuero prophefiam et noverim mysteria omnia et omnem sciensi habuero omnem fidem ita ut montes transferam, charitatem autem
charitatem
tiam; et
ms
perfeccin, la cual
ad Cor,
la
el
visiones y revelaciones;
(1)
non habuero,
nihil
sum."
P arte
214
11.
la
la
que slo en
el
como hemos
dicho, erige
como prueba
e ilusin,
de
la historia
como peregrino
la
monacato
de
oriental, di
en
Abenarabi redujo a
el
la
que se
te ofreciera
malo por
te
todo
que en
lo
el
mundo
existe,
no
bio,
mismo
cristiano
si
te detienes,
Dios se
te faltar."
te
EL Aun-
detengas. T-
Dios, en efecto,
escapar; en cam-
te
la
Cruz, pues
ms que
las
si
camino de
la perfeccin.
el
Comprense, a guisa de
"No
otro:
dice
San Juan de
mas tambin
la
Cruz
(1)
impiden y contradicen
los consuelos
Cfr. Avisos
el
y deleites espirituales,
camino de
el
si
camino de Dios;
se tienen o buscan
Abenarabi
Dios; y cuando
(2)
Anwar,
(3)
Cfr.
la tuviese
cit.,
el
faltaba
17.
Avisos, op.
le
215
el
En
no nos referimos a
las gentes
es imposible
al
mundanas que en
que haya
modo
mundo buscan su
hablar de este
el
el
al
estudiar en
San Juan de
la
la
como
l,
el
San Juan de
la
como vemos,
la
fuente inagotable de
suam
in
hoc mundo,
in
he-
evanglico
la
axioma
et qui odit
animam
djanse
oir bien
al
consuelo y
la tristeza espiritual
ticos
ce,
hispanomusulmanes, en especial
los
de
la escuela xadil,
mere-
(1)
Anwar,
11-12.
la
CAPTULO X
LA INTUICIN MSTICA
El
Herph y en Osuna.
Sus grados.
La
Concomitantes psicofisiolgicos de
ttulo
la
iluminacin.
Sus
grados.
Precedentes
cristia-
las
mo-
tural, cientfico
nombre de
fvwatc;
el
De aqu que
"intuicin" (niarifa),
0ea>p
como
lo es la visin
experimental y
fiel
el
sus caracteres es
del
el
(I)
Tohfa,
15-16.
la
de carismas, y por
preparacin
lo
tanto, son
Sus
tres
217
Eso no
el
cido una cierta gradacin progresiva para comunicar a las almas estos
sus dones interiores, a medida que se elevan a moradas
ms
altas de
perfeccin y virtud.
nombres
alma
el
el
proceso
mo
el
intuitivo.
tecnicis-
mezclan entre
dos o ms de
mutua
ellas,
vez en
la
misma morada.
dentro de una
el
mismo
sujeto
El ritmo de esta
la ley siguiente:
independientes entre
damente
el
una de otra
no se dan
sin
la
(1).
puede
la revelacin se
la
ellas.
el
es-
es la
<hcoxoA.<Jh<;
de los alejan-
para
alma, porque se
el
le
el
al
y absoluto
asctico, va
cuando
(I)
la
como
Tohfa,
14.
al
ma-
Creador de
la cria-
desdeando y separando
el
combate
del espiritual, es a la
alma penetrar en
velos
le
le
Parte
218
II.
les
tivo es del
orden ideal:
el
alma, en
la
como ocurre en
esencias objetivas,
ms
la revelacin
jeto,
como aqu
contemplacin.
la
medida
que
La
revelacin, en
al
las ideas
cambio, pone
De
las
y por
el
Un
expresan y significan.
la
nica
ministerio representativo de
esta
el
mera
el
una
el
discurso racional infiere que debe existir un motor; esta inferencia in-
el
mvil y
el
motor:
el
Aplicado o transportado
te
que
la
el
ejemplo a
contemplacin de Dios y de
la
las
si
Dios y
al
alma
lo permite, resulta
al
lo
los
ms
nico conocimiento de
los velos
representan (1).
grados de
la revelacin:
1.,
propias de
2.,
la
contemplacin;
la
3.,
providencia en
(1)
Fotuhat,
II,
651-655.
La iluminacin
smbolos
y sus
219
Cada
uno de
ellos, al revelarse,
descubre
su significado. As,
tes a
alma
al
los misterios
v. gr., el
dems
ra.
gendra en
de
ms,
alma,
el
unidad,
la
La iluminacin
Es
( tachali) es otra
la fiel traslacin
Como ya
de los alejandrinos.
el
Dios y de
el
la
de
las
este trmino
smbolo de
la luz,
del griego
la intui-
cpamanoQ
las
el
nacin de Dios, es
lo tanto,
una
y oscurecida por
como un
ms
luz,
el
menos luminoso.
Todo
El
ser,
en cuanto ema-
el
el
el
humo y prender
ms sugestivo para
de
(1)
(2)
como
tico
cuerpo
ella,
hacia arriba;
por
el
el
divina,
en
la belleza
heredera en
por
el
difiere
entra ya en accin
cbese
hermosu-
cin mstica.
etc.
apasionado de contemplar
revelarse, deseo
al
el
atributos de
v. gr., el
al revelarse, la
la
correspondien-
la
en
el
ejemplificar de
manera
la
la
viva
luz
segn Abenarabi,
Tohfa,
12-13.
Fotuhat,
II,
194-196.
220
Parte
monstrationum
lo
II.
la
alegora de la can-
dela,
el
lmpara, tomados de
la
el
de
como
ellos desentraa,
este
la visin
era de esperar,
misterioso
el
mecanismo de
fenmeno preternatural.
Ms
explcito es al
cos (2). La iluminacin divina, a este respecto, puede acaecer por mediacin de! espritu o inmediatamente de Dios mismo.
mero, cuando
como
la luz
finita,
no puede soportar
el
En
el
caso pri-
le
el
cora-
En cambio,
quietud espiritual.
en
existe,
el
anlisis
pesadez
complexin
alma
espiritual, debilidad
tiva
fsica, sino
la
que nace
la
Cfr.
Asn,
Abenmasarra, op.
et la litterature
La
cit.,
del
Tohfa,
Cfr.
Cfr. Fotuhat,
la
perspec-
iluminacin va precedida
Vase
XVI
(3)
la
espagnole da
(2)
los textos de
luliano
el
espiritual quie-
prdromos antedichos
(1)
los
concomitante fisiolgico
el
acompaado de
ms menudo de
en su totalidad. Al embestir
cierta
alma,
xtasis va precedido y
Un
tud y reposo.
trae
el
el
al
13.
II,
138.
el
que
cita
porque
tales
lo
que
el
respeto y
les
Mahoma
se
el
pasa a
sntoma de
quedaba desfallecido
el
temor reverencial
templacin. As tambin,
el
los deja
alma,
como
al recibir
si
los casos
e inmvil,
al recibir la
la
Aun en
la
pesadez se da tambin:
de
mucho ms
el
en que
la
221
como
a los santos:
extticos en su con-
contemplacin de
la
divina presencia:
el
la
el
como
petrifica-
dos, fjanse en la tierra; los odos, atentos slo a la voz de Dios; todas
las
Enumerar ahora
al
pormenor
grados varios de
los
lija
pensamiento de Abenarabi.
entre
til
Ya
formas generales de
para
fijar
iluminacin
la
ms de
por
el
pro-
el
si
difieren
las tres
que a estas
tres
de
ni el
mismo Abenarabi
Mawaqui ya vimos
como anejos
de stos; en
Anwar
el
los
mis-
es consecuente
a cada uno
ms copiosa y su
or-
desde
el
orden
al
mstico. Vienen,
primero, las iluminaciones que descifran con su luz los enigmas naturales del
cosmos en sus
(1)
(2)
Anwar,
17-24.
y animal; des-
Parte
222
ms
como
ga
le
hacen patentes
ms
tarde; por
fin, la
los secretos
En
como en
los
de
luz; luego,
rece
los de la ontologa, se
iluminado se
al
Ab enarabi
Doctrina es piritual de
II.
la revelacin,
cabe una
triple
todos estos
manera de cono-
da
primaca y
la
la
excelencia
mxima
la Iglesia catlica,
la intuicin mstica, es la
alumbrada
alma con
el
de
las luces
ya no resta sino
lo alto,
con-
lo divino
La
ver.
tal.
el
moxhada: conocimiento
Los alejandrinos
turaleza del
de
la
fenmeno
las otras
es,
el
la
la
preceden:
si
da
).
La na-
ms an, que
la revelacin consista
en un descorrerse los velos que ocultan lo divino a los ojos del alma,
la
no
es ya, sino
el
corazn,
el
cual, a la
ma-
nera del espejo, bruido y terso por virtud de la oracin mental, re-
el
los esplendores
los varios
smbolo de
grados de
las luces
el
de
la
la
contemplacin, sin
ste, primero,
tersticas; luego,
como
astros; despus,
como
la superficie
de
(1)
Anwar,
(2)
Tohfa,
12.
cit,
I,
432.
deleite sensible;
223
finalmente,
como
luz
el
de
la
el
tos
de
la
la
la otra se
los atributos
de
llama contemplacin
la
majestad de Dios
alma
el
la
ms
ser la
por
bio,
la
alta
contemplacin, en que
Ms
el
sujeto conserva
para
el sujeto,
como
fecta
conocimiento de
el
intil
y autntica
la
objeto, en
la
mismo.
comburente, es tan
la
el
contemplacin, cuando
el
que se contempla a
sentativo, pero
no experimental, es
aunque
cam-
lo
ve y
lo
decir, se
ve a
mismo en
Dios,
De un
cierto estado de
como ambiente
la
criaturas.
De
ms
la oracin, sino
tres, la
la
ms
alta con-
y realmente
trina teolgica:
si
es la
que
tiene
Dios es luz y
alguno conciliar en
el
alma
la
oscuridad, no cabe en
modo
(1)
ms
la criatura
la visin del
da y de la noche; luego
Parte
224
11.
si el
contemplar a
sin
las cria-
turas (1).
Todo
puede presentar
la intuicin mstica, es
maneras que
extravagante ocultismo y por el insaciable afn, que revela, de anlisis sutil de estados preternaturales, refractarios por eso a tan geomtricas clasificaciones, trasciende a gnosticismo
pega de
la
desenfrenado y se des-
embargo, a
vez que en
la
el
smbolo plotiniano de
la
la intuicin divina,
dentro
des-
la
en su
recibida por
ra
que
la sirve
manera
de gua; luego, se
ta parecerse al
grado, Dios,
De
alma, a
el
de
la
como un
intensifica su brillo
por
al
inunda con
fin, la
alma; en un tercer
el
esplendor de sus
movimientos
Como
una lmpa-
al
sume
el
ilu-
alma
cuerpo de sus
(2).
nos en
al
su austera
al
me-
actitud de renuncia a
la
densa y abigarrada
al
ltimas en
Fotuhat,
II,
652.
Pourrat,
I,
205.
(3)
Cfr. supra,
IX.
Cfr.
Un
concepto agnstico de
(2)
el
y experimental de
Patrol. Graec.
(edic.
Migne), XCIII,
1532.
225
como en
San Juan de
de
la
Cruz (1). Ya
lo
hemos
tantos otros, de la de
enumerar
visto, al
los
grados
la
que
decir, hasta
divina es intuida,
la luz
la
como
tal
lo
la
como
ella es
creado.
en
s,
desnu-
meta de
la
contemplacin en
la
cuerpo a
las
misma, como
angustias
la del
ms desoladoras. Huelga,
sin
al
el
que
los
mo
comn abolengo
cristiano de
alma y
al
embargo, advertir
si
denun-
(1)
Cfr.
ni figura,
Llama de amor
segura va
[la
pues que
Dios...
viva, verso
III,
ms
se arrimare a la
no cae en
la
imaginacin,
ms
se
aleja
de
imaginacin."
15
CAPTULO
EL XTASIS
XI
(,)
ligadura de los
la
es la perfeccin.
Qu
in-
espiritual
no
hay de cristiano y de extracristiano en esta doctrina del
xtasis.
Este fenmeno,
rior, tiene
el
ms
de ordinario
dems
los
ms, con
tual.
la
Va, en
acompaado o precedido de
el
mximo carisma
espiri-
en sus
la intuicin mstica
Como
do necesario de
ma
la
el
afir-
al xtasis se
caracterizan por
la
re-
(1)
la
para su parte
111.
a
:
(cfr.
supra
1),
alma que
el
227
los
experimenta, sino
que son, ms bien, dones infusos y gratuitos de Dios que los otorga
cuando, como y a quien bien le place. De aqu que el xtasis se d lo
mismo en
la
que en
los
unin; pero con esta diferencia: que en aqullos se da con y sin pre-
de preparacin
sis
(1 ).
Porque urge aadir que esta naturaleza infusa y gratuita del xtano equivale para Abenarabi a falta absoluta de condiciones prepa-
Ya hemos
cmo apareca
ratorias en
el
siempre
el
la intuicin
sujeto.
visto efectivamente
Ahora
cin
como
v de
oracin de soledad.
la
terior e interior
la
al
alma, por
Examinemos ahora
el
campo de
principal carcter
miento de
que ostenta
la actividad
conciencia del
la
la
el
mundo
conciencia del
mundo
la
ellas. Seis
interior, es el
y recogi-
de Dios, por
las
eli-
cosas criadas,
la
presencia de
que caracteriza
al xtasis.
En
el 1., el
pierde
limi-
com-
2.,
de las
Una
exterior,
xtasis: la concentracin
la luz
Abenarabi.
el
casi
como
como
En
(1)
Fotuhat,
(2)
[I,
65, 706-707.
VIH, X.
como
sujeto en
el
la
228
Parte
Doc trina
11.
espiritual de
Abenarabi
el
En
el 3.,
la
contemplacin de Dios y
de que
Dios quien en
Dios enajena
todava
el
las
cosas divinas:
es quien contempla.
En
el
5.,
la
contemplacin de
E!.
la
conciencia de
espritu en la
ya no se da cuenta de que es
el 4.,
y por l contempla. En el
alma de todo lo que no es
al
la
el
mundo
exterior,
cia:
to
y con
do,
el
mundo,
campo de
el
es decir,
la
conciencia restrngese
ms
suje-
el
el G.
gra-
exttico en su con-
al
templacin (1).
la
fuerza representativa de la
el
Trtase de un sentimiento de espiritual dulzura y beatitud, que a veces trasciende al sentido del gusto corporal y que determina, por la
misma
fuerza
bajo
el
ejercicio de la libertad
la inhibicin
los liga,
privando
como
alma
al
del
desaparece. Su duracin no es
fija:
la
emocin de dulzura
sin cesar;
la sinti.
La natu-
(1)
Tohfa,
(2)
Fotahat,
6,
II,
675-678.
II,
666.
16.
Fotuhat,
Cfr.
Anwar,
18,
19,
23,
24;
Mawaqui,
145,
176:
Fenm enos
de dulzura
las sensaciones
patolgicos
fsica o ideal
que
229
el
hombre acostumbra
a sentir. Slo cabe decir de ella que, siendo de ndole espiritual, aun-
como
sensibilidad orgnica,
fuese, a la vez
si
difiere
plo, se diferencia
de
graduales de
de
la
la
de
la miel. El fin
alma este
lograr, al infundir al
marcha
la
del
que
espiritual, fsica.
de su rica variedad:
el
dulzura
la
por ejem-
la del azcar,
alma hacia
premio
la
transitorio, al par
ms
las
que
el
fruto
ms preciado de
y unin transformante:
elevada. Porque no
el deleite
en
la intuicin
templacin de Dios.
al
miento de
la
Pero no siempre
ni
frente a la eventual
clasifica
la
grupos
1.,
misma manera
tres
subyuga y domina en
modo de animales
templacin de
la
2., los
la satisfaccin
irracionales,
que conservan
el
forma,
tal
trance
el
discernimiento,
porque
el
alma extasiada en
lo exterior
la
pasado
(1)
Fotuhat,
I.
el
al
con-
por instinto
el
los
toque
el
de
Parte
230
II.
que en
la
do a alguien que
les
como
si
estuviesen escuchan-
hasta para
De
la satisfaccin
autonoma
enteros sin comer ni beber; los segundos, en cambio, privados tan slo
conservan
del entendimiento,
ticamente, durante
el
la
al
cesar ste.
La salida
del xtasis
perfeccin
suma de
vida mstica, ni en
la
le
ni
como
el
que
le
siguen.
sueo profundo:
en igualdad de circunstancias,
si
ni
que
el
otro,
que no saliera
del xtasis,
vo-
el
ni
menos toda-
La inconsciencia ab-
siente
mismo
que
saliese
la
caso, no est
el
preceden o acompaan,
En todo
definitiva, el
el
mejora de sus
prjimos (2).
Difcil es, ante
la psicologa
normal como
literaria
de
lo es el xtasis, in-
que tenga
de especfico, es decir, de propiamente mstico, por irreductible a cualesquiera otras especies de arrobamiento,
(1)
Fotuhat,
(2)
Anwar, 24-25.
I,
328.
ms o menos
natural.
Qu hay de
Algunos de
231
el
dao ltimo de
la
Ser que es
ticos es
la
pura Unidad.
para Abenarabi
nombre y
el
No
la intuicin
se eche en olvido
que
el
simplicsima del
Dios de
ms-
los
atributo, a
Ostenta tambin
rsticos del
que
los
el
la recitacin
reiterada de las
la
espasmos y adorme-
mismo de
el
las
emociones intensas,
estos casos, tal tcnica preparatoria, ajena por completo a las genui-
nas tradiciones de
la
la
sospecha de con-
el
canto religioso y
el
xtasis.
Al
lo
al
expli-
oracin de soledad.
histerismos en
la
doctrina de Abe-
la
al
menos en
principio,
la
tales
mtodos,
el
prin-
232
Parte
II.
la
Cruz en que
el
xta-
la
la
la
pro-
CAPTULO
XII
EL DISCERNIMIENTO DE ESPRITUS
el
La influencia
del
ma
en
la
temperamento.
El discernimiento
La criteriologa de Abenarabi.
mstica cristiana.
Criterio basado
en
contenido y en la for-
el
naturaleza
Criterio
seis
Criterio
normas de
basado
discerni-
moral.
qu^
el
sentir, sin
tal
necesidad no trasciende a
muy avanzada
la
edad media
el
y,
la literatura asctica
todava
ms exactamente, hasta
Bernardo; pero
la
ni
siglo,
el
como precedentes
el
San
la materia.
Fu Espaa, en
Parte
234
II.
tlica:
Loyola.
De
ca-
ms modernos
Schram,
etc.
compiladas en
la fecha, se insertan
de espiritualidad, desde
los tratados
ramelli,
la espiritualidad
la
el
de Alvarez de Paz en
del
Cardenal Bona
(s.
de
y sagaces
ms complejos y oscuros
el
la
tmida
esplndido
cumplidamente, como en
la llena
la cultura, la literatura
occidental. Finsimos
mismo
xvni) (1).
(s.
la historia del
otros aspectos
el
xvn), Sca-
asctica y mstica, desde los primeros siglos, y al llegar al xi de nuestra era, reciben aquellos anlisis su
ms
cientfica estructura en
de Algaze!, que, ya en
el
Ihia (2), ya en
y seguras
el
cuadro general de
lneas firmes
Minhach
el
manos
(3), traza
con
la
de
sugestin dia-
ms prudentes de
fijar
las
crtica
ya por
los
fenmenos
(1)
nard de
Para
la
gistral del
Poulain,
la bibliografa
problema, a
la luz
compendio de
la
materia es
sin
el
cit.),
I,
426;
de la psicologa y de
320.
Un
tratado maen
(s. v.
del
II,
la teologa, se inserta
P.
la
Asn,
(2)
Cfr.
(3)
Cfr. Asn,
Une
"Revue d'ascetique
et
introduction
cit.,
pgs. 444-484.
musulmanc
la
vic spirituellc
(extr.
de
La
Abenarabi
criteriologa de
ms
masa general
ms que para
fiel,
un contemplativo
235
ni
del pueblo
la
los
casos ex-
modo
cipiantes.
Toda
si
la
Veamos de resumir
crifos.
Gira toda
ella
los autnticos
y los ap-
el
problema, es a
la
mstico.
Con
el
temperamento
el
fenme-
campo de
ma
crtico.
fsicas,
secuela fatal de
la
constitucin orgnica,
o,
como diramos
hoy, de
la
embestido por
la luz divina,
fuerza, desproporcionada,
el
es, a la
peso de su
capacidad
la di-
(1)
cods,
l,
(2)
Tohfo,
10-11,
C.
cit.,
II,
305.
Parte
236
miembros, a
mal.
veces
los cuales
el
rubor su
homa
tez,
ya no rige
como
los
como
en
el
estado nor-
enajenacin de las
la
queda
el
si le
Ma-
como
rganos y
gil
gobierna,
ni
embotamiento de
potencias siguen
II.
gr.,
su vista,
etc.
el
una oscuridad en
los odos,
acompaarn a menudo a
De
el
de
la fantasa
sobre
la
influ-
vida ilumi-
discernimiento.
el
el
temperamento y
los peli-
la
vida
de un buen maestro
lo tanto,
al
malas todas
o que no estimulan a
la
axioma de que
virtud
las inspiraciones
y a
la
que tienden
perfeccin (2).
No
al
ley.
pecado
hay, en efecto,
Luego,
las
las visiones
en
imgenes bajo
aparecen
las cuales
237
al
en
el
islam
como en
Europa
la
formas de
hombre con
Dgase
los irracionales.
propio
lo
las figuras
si
son de
amenos
la
si
mundo
astronmico, ya en-
no de
lo visto
de Dios mismo.
el
los
narabi
en sueos es algu-
el
ms seguro
es
para Abe-
ella se le revela,
al
alma
Mucho ms
el
1.
Si
por
el
y efectos
discernimiento, consignadas en
la
y en
tal
estado
le
el
el
He
Tadbi-
sujeto la concien-
el
de enilepsia.
complexin
la
3. Si al
perder
Anwar,
(1)
Tohfa, 10-11
(2)
Tadbirat, 213-216.
la
16.
al
como sujetado
el
simple efecto de
en cambio
la inconsciencia,
el
Si
vago recuerdo
no encuentra en
tiempo de
ms que
el
frescura. 2.
s
fenmeno natural y
trance fu un
conciencia del
atacado de sncope o
mundo
exterior y de
Parte
238
mismo
el
entonces
II.
el
provocado por
el
el
xtasis
tal
emocin de fervor y embriaguez, acompaada de alucinacin fantstica auditiva que determina en el alma predisposicin a escuchar. Ahora bien, estos
el
de
la
estado diablico,
re. 4.*
Si
el
el
diablico tambin
el
estas envuelven
estado.
5.
Lo
alma pier-
el
comunica; pero
le
sin
le
como
como en
si
que Dios
s lo
en
el
es igualmente,
un precepto o prohibicin,
le
el
habla o sugie-
caso
caso
2.,
1.,
pero no
entonces es
aunque reciba
v. gr.,
ideas,
de practicar u omi-
tir
es
con imperio.
el
6. Si
el
ridas
aleatorio
blico.
sin,
el
Por
espritu,
Si
el
suge-
ms seguro, para
la
las ideas
el
estado de
garantiza
el
xito en
el
discernimiento (1).
Toda emocin
religiosa,
cuya agudizacin provoca xtasis inconsciente, ha tenido su causa determinante, que debe ser examinada, antes de decidir sobre la naturaleza, divina o diablica, del
si
la
como su
alma
(1)
origen; pero
sensitiva, la
si
la
vida futura,
el
decir, de
pensa-
emocin y
el
al
cit.;
Tadbirat, 238.
Criterio
como malo y
to
la
239
De
pasional fu su origen.
moral
el
las
el
cuyas emociones,
almas hacia
y apartarlas de Dios. Mucho ms cuando en el canto se entonan poesas erticas, aun transportadas a lo divino, pues entonces el peligro
de ilusin es ms inminente.
En cambio,
como instrumento de
norma
la
el
sugestin.
demonio jams
emo-
inferir su origen
el
esta ltima
el
diagnstico, pues
los
si el
alma a gra-
si
y errores contrarios.
al
alma hacia
CAPTULO
AMOR
EL
XIII
DIOS
DT.
Los
Naturaleza
amor
fsico
y amor espiritual.
El
del
amor de Dios a
El
tres
momentos graduales
amor.
la criatura:
su naturaleza y
amor del hombre a Dios; sus tres especies: fsico, espiritual y mixto.
El amor profano, smbolo del amor divino.
Orgenes cristianos de este
simbolismo islmico. La psicologa del amor divino, analizada a travs de este
smbolo.
El amor desinteresado o platnico a Dios.
Su origen cristiano. Su
introduccin en el islam.
El tema "No me mueve, mi Dios para quererte".
efectos.
Todos
la
los
vida asctica
como
los
de
el
la
el
la
Tohja, apenas
si lo
desfloran,
En cambio, sus
cuando no
lo
no siempre
de
ble, su
clara,
las
ms esquemticos de
la asctica
fruto de la prctica
de
las
ms
fin
la mstica,
que
el
la
omi-
la luz,
lo posi-
Tohfa.
no olvida Abena-
amor de Dios ha de
ser
y meta ltima
amor
divino
241
el
contenido de todas
sigue en orden
cebida
do
como
l,
primera virtud
la
de toda perfeccin;
la
la
el
Es
ellas.
la
la
amor;
como ambiente
presencia de Dios,
la
vida mstica, y
conservar
la
y remota;
el
sura divina,
sa con Dios
el
combate
espiritual,
como condicin
ineludible para
amor de todas
finalmente,
es,
mismo
Pero cul es
el
las criaturas,
como
espejos de la hermo-
prembulo inmediato de
unin amoro-
la
(1).
la
naturaleza de este
o causas determinantes?
Qu estados de alma
tos
el
general y constante de la
lo
del
integran y qu efec-
amor
divino, cons-
los
cin,
Ante todo,
al
segn
que
es
amor, considerado en
el
momentos
lo caracterizan.
ms que una
mismo, es
Es
el
primero
decir, en general
nombres
la
el
amado, na-
del vehculo,
mucho ms
siempre es falaz y
el
eficaz
Fotuhat,
II,
pesar de
pues
lo etreo
la
palabra
(1)
que en
el
alma de
la fe
lo
en la palabra de Dios:
450-456.
16
Parte
242
II.
las pasiones, al
o afecto (hobb): es la
misma
deber y a
momento segundo
la justicia,
se llama dileccin
divino, este
El
El
el
(ixc), es decir, el
alma
momento
al
por
la preferencia
tercero es la pasin
alma y de
ella se
adue-
no ver ya ms que
Finalmente,
el
al
amado,
ni oir
en todas las
y cegndolo para
cosas ms que a l.
estados anteriores, se
tres
no
ms
bien,
amado;
pero,
si
bien
rela-
del objeto
es
el
amante
existe.
Cierto es que
si
cesa,
mismo inmutable;
tan slo
cambia
el
amor
entre
el
amante y
el
amado un
aunque
resulte paradoja, lo
el
No
amado no
es el
amado, pues
lo
que
el
(1)
Fotuhat,
II,
(2)
Fotuhat,
II,
426, 443.
437.
amor de Dios a
El
la criatura
racin,
24:-',
amor
objeto del
el
es siempre
el
el
amante
amado, cuando
efecto, el
queriendo a
la
vez
unin y
la
amor
el
amado
el espiritual,
ama
pues, careciendo
amado de
el
unin con
el
la
el
el
es-
aman-
el
slo, en la
que
ambas
do tenga voluntad, ya
(1).
el fsi-
amado: cuando
pues,
fsico,
Si,
segundo es nada,
co,
al
la
el
sutil an y
que no aspira ms que
espiritual,
Dos
amor,
Una paradoja ms
amante.
otro, a saber, el
desconcertadora se da en
el
el
ama-
al
logro
al
lo
Abenarabi sienta
el
para que su
am
infinita perfeccin
el
para que
le
el
el
amor
se pre-
ms que
la
consecuencia
ad
de que
la tesis
ama
si
nos cre, fu
Une, por
lo tanto,
el espiritual,
Dios en su amor,
que busca
el
el fsico,
(1)
Fotuhat,
II,
431, 445:
(2)
Fotuhat,
II,
439, 441-442.
Parte
244
II.
todos
ellos, beneficios
la fe, a la
no siempre
los
somos ingratos:
le
ni
mundo y aun
en
el
otro, pruebas, al
sericordioso amor, para que al fin se salven todos los hombres o, cuan-
do menos, se dulcifiquen
los
como
que dejan de
amaba, y porque
todava los
ser,
ama
los
durante
amaba
la
despus
los cre;
eternidad sin
amor
el
que exis-
El: antes de
espritu, el
fin
(1).
amor
f-
sico,
dos, eco de la doctrina evanglica, en los cuales Dios declara que de-
al
emociones
amor
del
fsico, del
como
como todos
como
amor:
son
el
bien,
sntomas inconfundibles
ms que
ha perdido. Ahora
el
amante.
Mucho ms
fin,
le
camello que se
el
al
los seres,
la inclinacin
(2).
hombre
es el
amor
por amor, en
el
del
hom-
fondo de
es su
fsico
espiritual. El
como
fin al
bien del
hombre mismo.
(1)
Fotuhat,
II,
(2)
Fotuhat,
II,
Mas
este conocimiento de fe
441-442.
El se-
la revelacin, el
no alcanza ms que
245
mas. El amor espiritual que esa oscura visin engendra, no puede, por
eso, provocar en el
amor
fsico.
las
La contemplacin
mstica, su-
hermosura y
la
la
las
formas de
prendada de
ama
la belleza
de Dios, reflejada en
espiritual
los seres,
a Dios en todas las cosas y a todas las cosas por Dios; pero
ms
las co-
alma queda
el
fsico,
amor exclusivamente
fsico,
No
nace de
porque
la
la
ya no
el
amor
divino en
el
corazn
el
amado
es Dios,
vano buscara en
pre
al
alma que
se
la
amor
la carne,
amor
la belleza
elvase a la
mstico.
(1)
Fotuhat,
(2)
Fotuhat,
II,
II,
al
ms
alta idealidad,
femenina
el
si
sin sa-
Amado,
(2).
grosero sensualismo de
amorosa
ms contempla
le
el
que en
jams hasta
ms desea que
ser,
lo
ciarla
del
como
del
ni
concupiscencia,
le
manifiesta, bajo
el
en ella no se representase a
430, 434.
426;Tohfa,
4,
5,
6.
es
Dios
velo de su amada, a la
la divinidad,
pues
el
Parte
24b
II.
cellas
amemos, bajo
de
las apariencias
sospechar siquiera
sin
le
la bella
que slo
lo
iluminados entienden,
los msticos
es decir,
se habla siempre
el
cen-
amor
mo
divino, es cristiano
al
y neoplatnico
al
mis-
la belleza absoluta.
Ya
Dionisio
mn
componen, sobre
el
prototipo y
Areopagita, en quien
la teologa cristiana,
otros,
el
la
fuente
neoplato-
el
literal del
amor profano
el
fuego de
la
amor
el
mstico,
erticas sirven
caridad divina
(2).
Entretanto, los poetas msticos del islam, rabes y persas, herederos del ascetismo cristiano
al
do sobre
la
trama
realista
de
margen
la
anlogo
re-
(1)
Fotuhat,
(2)
II,
431.
II,
s. v.
tambin en
el
la
pintura del
amor recproco de
Israel y
Jehov. Cfr. E. Montet, Le Cantique des cantiques (Genve, 1930), pg. 7-8.
El
ms
temas de
altos
el
la
xtasis, la intuicin
el
amor
esquema
San Juan de
piritual de
mstico
En
vida unitiva
de
amor
aqul,
la
247
mstico
Cruz.
la
del
como en
la divina esencia, la
De una manera ms
ya
al
mo
artificio
menos
el
amor
del
muy
que deja
nuovo:
stil
comparativo con
el
el
el
(1).
comentario de
Fotuhat
mal de amor,
consuncin espiritual,
la
amorosa,
languidez,
gama de
ms
la
mis-
llanto, el abatimiento, la
las
al
los fen-
pasmo,
psicologa del
el
arrobamiento,
amor
el
ardor,
el
insomnio, toda
la
co-
la rica
acompaadas de su exgesis
metafsica (2).
hemos
Pero, ya lo
espiritual
fsica.
dicho,
el
Todos esos
amor mstico
desinters
amor
y de
la
ya a
las perspectivas
para
de
el
ni
amor
Aun
el
y romntico,
amante deseo alguno
del cielo
el
lcito
temor del
sea o
ilcito.
infierno. El alma,
si
La
sublimes del
lo
tiene
el
prendada slo de
como
(1)
Cfr. Asn,
(2)
Fotuhat,
al
alma enamorada en
La Escatologa musulmana,
II,
445-450; 462-478.
op.
cit.,
las
ms descon-
Parte
248
Doc trina
II.
espiritual de
Abenarabi
el
Amado
(1). Alhalach,
el
poeta mstico
el
Asimismo
el
tema
del
del
La
tema
una
ni
San
inters.
la
(2).
es palmaria:
Clemente de Alejandra,
clasificacin tripartita,
ms
tarde,
basada en esos
haca
de
los
tres estmulos: el
devotos
miedo
del
mos grados de
el
Casiano, en sus
tres
mis-
la
aunque
recompensa
sin excluir ni
la
perspectiva de la
celestial,
(1)
xvn
(6).
Totifa, 4-6.
(2)
Fotuhat,
(3)
Cfr.
edic.
(4)
Cfr.
Sti.
II,
458,
474.
Lugd. Batav.,
Basilii
1616;
tomo
(6)
Cfr.
Pourrat, op.
IV,
361.
cit.,
I,
298-300.
El
amor
platnico a Dios en
el
islam
249
labios de Jess
pronto circul
votos.
como
Es un calco
fiel
de
la
como
siervos y merce-
dulce
que
zel,
lo inserta
En
muy
slo por
amor
le
y que reserva
el
el
por ser
el
sura, en
le
suma
egostas se cifra la
mente femeninos,
lo
ms
tpicos,
He
aqu
el
al lector el
ms
explcito (3)
el
le dijo:
"Hay acaso
-"Pregunta
lo
es,
los
ella, la
es,
es la generosidad
"Servir
(
en
la
Cf r. Asn, Logia
Cfr. Iha,
(3)
Iha,
III,
IV,
179.
las
vida espiritual?"
a Dios con
(2)
la
lo
nimo
et
liberal,
agrapha D.
210 y 218.
Jesu,
nm.
84.
250
Parte
II.
ella,
recompensa?"
"Claro es que
respondieron.
"Y por qu eso?"
"Pues porque Dios mismo nos ha prometido premiar cada obra buena con
s!", le
su dcuplo."
"Loado sea
"Entonces, qu
"Para
es a tu juicio la generosidad?"
recompensa
ni
premio, hasta
lo
ms
ello
tal
el
De
el
mismo tema
lrica
expresin de!
(1)
"Objeto de mis ansias!
Seor y Dueo! Apoyo y sostn mo!
No
es por gozar
all
de tus deleites.
Porque en
Ms
ellos,
explcito es todava
el
creen que
el
el
egipcio (2)
ellos a
Porque temen
el
librarse de esa
pena
el infierno ni
En pago
del
en
amor que
el
paraso,
a mi Dios tengo,
(1)
Fotuhat,
II,
(2)
Fotuhat,
II,
474.
458.
251
La antologa podra
el
siguiente (1):
amor que me
con
Todo
tienes
castigo, ni lo
el
aquello que
no se amengua
aumenta
T de m
el
el
premio.
prefieras,
eso.
el
me
animas,
(1)
Fotuhat,
II,
474.
tienes,
tiempo,
el
mismo
CAPTULO XIV
LA UNIN EXTTICA
Su doble concepto: como
va.
Unin
ayudado y
el
caminante.
torno de la unin.
ra.
identificacin real y
incipiente y unin
Insuficiencia
El
consumada.
Tres tipos
El querido de Dios y
el
de unido:
imaginati-
raptado,
Gnesis
del
el
El
El
el
re-
de esta teo-
dogma
cris-
amado
el
(1).
como
a su trmino, a la
Sublimada por
los
neo-
unin en identificacin esencial del alma con Dios, por las sutiles
abstracciones de
la
metafsica plotiniana.
el
acusando en
el
fondo de
la
doxo
del islam,
difcil
el
credo orto-
de discutir, furzale
ms o menos
ro-
(1)
Fotuhat,
II,
441.
Su doble concepto:
253
identificacin y presencia
emana de
cosas criadas;
ms que una,
de Dios;
intuicin de este
el
unin exttica. Si
el
mundo
la
si
la
si
mstica:
la
monismo habr de
la
ser
ms que fenme-
tambin
el
ideal
sumo de
la
a sentirse
una con
"No
Otra cosa no
No
ms que su
existe
Todo cuanto en
Todo cuanto en
el
el
los
existe.
esencia y voluntad.
la
la
con
el
aun a
la
unin de
realmente
lo viera
ms
unin es imaginativa:
el
vez
el
placer de su
real, la
Amado
Ms que
Amado junto
mstico contempla a su
si
la
le
cabe aspirar a ms alta unin que sta que se reviste de formas fantsticas (4).
(1)
tos, IV).
(2)
Fotuhat,
(3)
Tohfa,
(4)
Fotuhat,
III,
400,
14.
II,
445.
consuma-
402.
Parte
254
II.
alma
la belleza
de Dios, y en
queda
ella
ni tan slo
de su
alma se despoja de
como
viniendo ya a ser
lo
si
unin consumada
la
solo Dios,
escrpu-
solcito
el
pantesta: no es que
si
el
alma venga a
que ya es como
fuera El.
consumada no depende
Dios que
Lo nico que a
la rapta.
tipos,
por
le
es
lo tanto,
cabe distinguir en
el
el
caminante. El raptado es
disciplina asctica
la
la
adquisicin de
el
que
la
del logro.
do y
de
dado es
Tres
sta
el
raptado,
el
ayuda-
el
que
la
la
da de Dios que
le
la obtiene, tras
recorrer todo
fin,
el
es
ca-
mino con gran esfuerzo y dilatado tiempo, atravesadas una a una todas
las
colmado de
prctica de la virtud
templacin, recibe
(morad).
Si,
por
y en
el
las
mismas
caminante
el
calificativo
de "querido de Dios"
el
amargas luchas
denomina morid, o
sea, "el
(1)
Tohfa, 14-15.
(2)
Tohfa,
(3)
Mawaqui,
espritu,
la
15.
190.
la
(3).
el
Para Abenarabi,
ms
perfecto, por-
255
El retorno de la unin
que
templacin, sin
Aun
la
cual
el
alma cae en
el
la
vanidad
la
e ilusin
de espritu.
sada en
de
las
el
retorno de la unin.
al
mundo
la
con-
do slo
la
recobrando
ciencia del yo
del
la
mundo
doble con-
ello
do
los
empareja con
los profetas,
abatimiento y desprecio de
se basa, respectivamente, en
el
anonadamiento o servidumbre
del
tica
s,
la
en
el
prc-
analogas comunes
tes.
reali-
Convienen en
al
santo apostlico y
la inspiracin divina,
al
en
el
milagro y en
Mahoma
y como
la luz reflejada
por
parte, la inspiracin en
el
es
santo
el
lo
sello
ambos
debe todo
que cierra
profeta en quien se
al
la
la profeca.
reciben para la
y ajena,
al
el
santo
dictado
gn Abenarabi. Su doctrina en
(1)
Mawaqui,
(2)
Anwar,
24.
Mahoma
este
para
la
193.
Cfr. Fotuhat,
II,
4;
hombres para
III,
18,
67, 316.
la
examinemos
^56
Parte
II.
articulada con la de los sufies que le precedieron, sin la cual sera difcil
La
el
como un
devoto.
fiel,
que
lo tanto,
ms que
la reli-
el
En
segundo,
primer caso,
el
desaparece,
de
el
de
el
absoluta inmanencia,
la
la relacin
al
trascendencia,
la total
el
abismo
infinito
En
el
tre el
alguna
ni la
ms remota semejanza,
ambos trminos
lacin entre
Ahora
del
fenmeno
Ms
religioso.
no deja de ofrecer
al
hom-
bre,
ms
bien por lo
comn
al
que se
para
la
el
Alcorn textual-
modo de
la
de la relacin re-
la posibilidad
ligiosa es innegable.
la
el
temor
servil
comprende que
el
la
ms-
alma, en
predomina sobre
el
amor
filial,
no poda bastar.
Pero a travs de
el
las
Los
fieles,
ms
alta espiritualidad,
(1)
Aprovecho para
dio, Algazel,
tomadas
del
monacato
cristianis-
Mahoma
cristiano,
ideas, de la
y prcticas o
el
mo, perdi
1923.)
in sfism.
(Cambridge, Univer-
Abenarabi y
el
dogma de
257
Encarnacin
la
Muy
pronto,
el
el
mstica y del
la intuicin
purificacin
la
amor
divino, en la
Dios y hombre a
ms apto para
por
la vez, se realiza,
ideal de la
ms
Un
Bagdad, en
sufi de
el
la mstica:
humanidad y
la
el
tipo
divinidad.
da
dog-
a!
en Cristo,
unin hiposttica,
la
El.
el
n varios sufies
siglo
el
ma
de
teoras
las
este
Su frmula "Yo
soy Dios" tiene su exacta realizacin en Jess y su mstica realizacin en quienes imitan su vida de caridad y sacrificio. Pero as
humana
la
tambin
sin confundirse, as
la
la
la
parece, pues,
me
tener en su mente
ms alcance que
Bien se
ve, pues,
la
como
paulina: "Vivit in
Christus."
la
doctrina
la
inmanencia y concebirn
la
embargo,
sin
el
punto de vista
ellos, el
que dio a
la
hombre
se
la
intuicin exttica es la
vimos en su teologa
(1)
tos,
Cfr.
(1),
per-
famo-
lo
la
la
el
Y
el
aqu
la
dogma
el
que revela
al
hombre
metafsica plotiniana y
cristiano de la encarna-
hombre
ya
(Monografas y documen-
IV).
17
Parte
258
mente se realiza
la
II.
dicha identificacin, es
Adn, y sucesivamente en
la
los
encarnada en
la luz divina
naturaleza; antes de su
la divina
modo
del
los
hombre perfecto y
el
demiurgo y mediador de
la
l-
luz,
la
Mahoma
los
rasgos ms
de
la gracia
y de
unin, ingresa en
la
la
el
devoto a
la luz
la
divina
el
sentido de la
miento es pantesta en
la mstica,
como
lo
el
ms
estricta
fondo de su pensa-
era en la dogmtica.
CAPITULO XV
CARACTERES DE LA ESPIRITUALIDAD
DE ABENARABI
La objetividad de las experiencias msticas. El coefi El esoterismo. El sincretismo especulativo no trasciende
a su espiritualidad. Abenarabi y
religin universal. Las huellas
esy tendrica. Elementos cristianos de su espiritualidad. Abenarabi y
cuela carmelitana. Elementos extracristianos. Equvoca actitud de Abenaraexplicada por su doble formacin, espaola y oriental. Abenarabi y
esLa huella neoplatnica.
ciente
patolgico.
trinitaria
la
la
la
bi,
y los alumbrados.
Al llegar
ttica
al
ferentes
Conclusin.
el
anlisis
ha ido descubriendo en
espiritual de Abenarabi.
No
que cabe
inferir
un examen
total
huelga
el
insistir
la
los di-
doctrina
al
y profundo
examen, por
do como en
forma.
la
Hemos de
en
el
fon-
(1)
Cfr.
supra,
I,
que salta a
pg.
123.
la vista es la
Parte
260
tnica en todo
hace aos,
la
II.
sistema y singularmente en
el
AI estudiar,
la mstica.
como
de
la historia
las ideas.
y con
tal
Europa
la
ms
al
tado
en
al
cristiana.
Con
No
metafsica,
la
El
xm
el
al
de
adap-
el
nos de conciencia,
vocabulario que emplea para expresar los fenmealma, los principios o supremas
el
neoplatonismo:
el
la mstica,
la
ambas
de
ya
jue-
organismo corpreo,
las teoras de la
y de
tasis
la
unin transformante,
acomodar
El prurito de
menos msticos
de
la
a!
etc.
lxico plotiniano
el
ms
que
el
tomas vehementes de
espiritual. AI lado
va
el
armazn
la
autenticidad,
No
ms
faltan, sin
menos
embargo, sn-
objetiva, de su vida
el
el
no menos
la
nar casi siempre las circunstancias de lugar y tiempo en que los fen-
(1)
Cfr. Asn,
op.
cit.
261
El coeficiente patolgico
menos
descritos
de imitacin
le
literaria directa
la doctri-
que
la
empeo de acomodar
al
experiencias
las
al
lxico tradicional.
muy
cen siempre
aleatorio
el
la
ndole patolgica de
menudo
muchos de
la
posible
stos.
los
teridades de
la
de obras que di a
la
vez que
la
al
intenso
temor de errar
el
trastorno psicofi-
muy
difcil
de trazar en
El psiclogo
el
lo
normal y
lo
los
real
De ambos,
garrado
su sistema.
(1)
el
ltimo es
Cfr.
En
supra,
el
el
ms
abi-
e indiscernible
por
la
parte primera,
IV.
Adase
Sevilla, antes
Fotuhat,
IV,
199,
donde
con los espritus: "No es que, a juicio mo, Abenarabi mintiese de propsito,
sino que en su temperamento produjo cierta perturbacin, alucinacin y ramos
de locura aquella vida dedicada a
la
oracin de soledad y
al
avuno."
Parte
262
II.
minador
mo
De
del neoplatonismo.
y esoterismo
aqu que
el
comn deno-
al fijar
sincretis-
la
mstica de Abena-
Mawaqui y
del
masa
tambin
mo
el
No
el
mis-
de su
letra.
el
tra-
la
Este esoterismo da a
Fotuhat
estilo del
los
la
la
el
sentido exacto
espiritualidad de Abenarabi
un
das del cristianismo, aun las ms sublimes y alquitaradas. Huelga comparar, bajo este aspecto, su mstica con
la
la
broeck, oscuro
profundo y
sutil
como
las
brumas de su
como nadie en
San Juan de
pas, ni
de los
la interpretacin
ms
estilo
la
Cruz,
altos esta-
con
el
apo-
Cmo
musulmanes de
oriente y occidente,
si
este escri-
su oscuridad herm-
el
velo
el
(1)
1,
(2)
Cfr. Ibid., 2.
fondo y en
2.
la
esencia
263
El esoterismo
en
los tradicionales
con
islam. Bien lo
el
hemos
si
la
francamente popular y asequible al lector del vulgo iletrado. Este contraste explica adems una aparente contradiccin que la actitud de
ms
bsqueda de
en
la
de
la sola
otro lado,
ms
negando a
radical escepticismo,
verdad
la
la
el
filosfica
abstrusos teoremas de
la
los
aquel radical escepticismo en las ciencias humanas. Pero no hay contradiccin alguna en esa actitud, porque lo que Abenarabi pretende es
que
simple
el
profano en
fiel,
ms instrumento que
y con
ella las
ms
el
de
la disciplina asctica, la
iluminacin divina
una vez
ms abstrusos y tcnicos
telogo ms sutil y culto. Es la
que
los
misma
que emplea
el
metafsico o
el
ron la paradoja de
la
En cada uno de
(1)
la
propugna-
docta ignorancia.
los
temas ascticos
lo
cen en gran parte al magisterio de Algazel, cuyas opiniones cita y adopta Abenarabi con frecuencia. Sirvan de ejemplo los pasajes sisruientes del Fotuhat:
(I,
tacin metdica;
tual;
(I,
(I,
la
valor ritual de
el
en la
de la medi-
(II,
839) sobre
el
literal
al cielo
en la oracin;
hombre microcosmos y
(II,
los
381) sobre
nombres
di-
la
fesadas
la
(II,
en todo ser;
para
(1,
357)
y mstico, de la purificacin ri437) dem, respecto de todos los preceptos litrgicos; (I, 627) sobre
ei
vinos;
(I,
(I,
vida interior,
el
etc.
Comprueba todas
Cfr.
Caracteres, 3 y Fotuhat,
I,
42.
Parte
24
Como
ellos,
II.
en
el
al fijar los
ms
sincretismo en
al
lo es-
caracteres de su sistema,
No
creo,
la
vida asctica:
el
acceso a
la
uso de todos
del
mtodos
los
alma reco-
Yo
cultuales,
al
menos no
acierto a encontrar en sus obras base inequvoca para tal actitud, pro-
pia de los
modernos
tesofos.
En
metafsica,
ya
s,
lo
hemos dicho:
la
Es ms: en
visto.
Amr
el
como garanta de
preconiza
la
Para m, pues,
el
el
como
alma
Caracteres,
la
ms firmes propsitos
la
recomendacin
muy
1.
He
explcito
vacin
la
salvacin,
conduce.
Todo
la
del eclecticismo
otro: no se tra-
contra de
en
tal
sospecha:
(4).
los
las religiones, es
dzajir al-aalac
asechan-
las
(2)
al
por eso
ignoran
tambin
el
ellos
el
senda que a
la
ignoran en qu
camino que a
religin
se
la
sal-
imagina
no respecto de sta.
que yerra en
Si el
Amr, 92-93,
(3)
Cfr.
(4)
Cfr. Fotnhat,
I,
lo
97.
9.
seguira."
la
Abenarabi y
la religin
265
universal
ta
la perfec-
m-
cin deba, sino que puede conquistarse, dentro del islam, con los
Lo que hay
unin.
la
religiones.
Abenarabi
gar a
judaismo y
el
panacea indispensable
es
que
e infalible
el
para
lle-
como para
en general,
la
la islmica,
cir a
misma
eficacia religiosa.
colocar
amor
al
(1)
La estrofa aludida
Le dogme
sospecha de su
es la siguiente,
libro
et la loi
"Hubo un tiempo
ba cercana a
la
si
su religin no esta-
ma;
la
las gacelas; un
Un templo para
Tora y
Yo
el
volumen
profeso
la
los dolos;
el
la
del Alcorn.
religin
del
la
el
bi,
el
que da
los tres
sal,
el
tono a toda
la estrofa.
(edic. Beirut,
1312 hgira!,
verso primero
el
Adems,
el
quiere aludir a
verso alude
al
la
el
contrario, interpreta
religin
islmica.
He
el
ms de haber
"Este
sido,
gido de Dios..."
morada
como otros
del
amor
profetas,
el
A Mahoma, en
efecto, le cupo,
amigo
sincero,
el
confidente,
el
ele-
Parte
266
I I.
No
excitan y atraen,
como
los
monjes cristianos y
como guas
merecen,
le
No
el
Israel,
es indiscutible la fe
y cada uno de
espirituales, todos
Jess y su precursor
de
los devotos
En cambio,
que
sincrtico de perfec-
faquires de la India,
ni los
ni los
la
como instrumento
los pro-
musulmn, Cristo
el
Bautista (1).
tampoco cualesquiera
que
religiones
las
de
sito
e islamismo.
es
el
dep-
misma
la
las tres
religin en esencia,
que
providencia divina:
la
el
is-
y judaismo (2)
el
cristiano o
al
lo posible
todo
Cfr. supra,
Fotuhat,
lo
I,
la
"Yo
el
el
el
paso decisivo
dogmtica islmica
trinitario
715:
el
(3).
veladamente, adapta en
(2)
religin
106,
el
el
y,
los
aunque
ms
t-
tendrico. Por lo
y Fotuhat,
judo y
terreno de
el
I,
239, 291.
cristiano creen y
son todos los que creen en Dios, sus ngeles, sus libros y sus enviados.
No hacemos
(3)
no cambian de religin,
si
a la verdad, mi
su religin y su
religin."
el
como aqul
lo tanto,
Mahoma
Las huellas
que toca
como
al
267
y tendrica
trinitaria
esencial a la unidad
que creen en
el
dogma de
de personas y excluyen
la trinidad
dice
de
la divina
del
nmero
uno, por
del
la
tres,
que es
s solo, ni
es
el
la
nmero
explica la
ni
es el tres (1).
En
el
de
razn
concepto pitagrico
el
muchedumbre
la trini-
politestas, siendo
muchedumbre
del
el
cosmos:
cosmos, a saber:
cia del
la
ellos el origen
la
existen-
en Dios (2). En otros libros, finalmente, vuelve sobre este tema, es-
la
el
dogma
cristiano de la tri-
unidad de esencia y
doctrina del
la
lo
que toca
(3).
al otro artculo
de
la fe cristiana, el tendrico, en
influencia que en
el
captulo anterior se
la
la
dogma
el
el
el
cristianismo y
trinitario
el
el
el
cris-
mximo
islam, es de-
tendrico, haba-
se ido borrando lentamente por la obra de los telogos sufes que cul-
mina en esta
actitud de Abenarabi.
del intenso
la
dogmtica
y extenso
Fotuhat,
III,
(2)
Fotuhat,
II,
(3)
la
influjo
cris-
que
espirituali-
268
Parte
II.
la
de
complicado proceso de
vida espiritual
la
la
mtodos
largo y
el
de purificacin y
mo-
radas y estados
carismas
msticos,
lleva
al
mtodo
la
arquetipo de
Mahoma
sello
de
como
la
al
la
camino de
el
la
al
de
dimos odo a su
El,
la
Mahoma
si
absoluta santidad y
la
les
profunda ver-
la
inconfundible
sello
el
y esto
o bien
sucede a las almas que son objeto de una singular providencia divina
tibieza,
de
la
que ya jams
alma
el
se
Pues bien: cuando nos asalt aquella tibieza primera y de nuestro espse apoder, vimos en un momento de crisis a Dios que nos lea estos ver-
libra.
ritu
sos del Alcorn (VII, 55-56): "El es quien enva los vientos, heraldos precur-
empuja hacia
muerta de
la tierra
la
buena
sed,
tierra
"Alude
sin
ella
mismo
el
agua."
ledo, a la
licencia de su
me ha
y las
lluvia,
me
dije:
que Dios me gui por mano de Jess, Moiss y Mahoma, puesto que nuestro
retorno a este camino de la perfeccin fu debido a la buena nueva que nos
envi Dios por ministerio de Jess, Moiss y
que transportando
las
nubes cargadas de
el
la
cooperar a
la
lluvia,
tierra muerta,
clase
gracia y practicar
la
de
que
frutos,
fin
de
caer sobre
Abenarabi y
naturaleza y no por
como
la
ticos
gran
difcil
el
269
escuela carmelitana
la
la
lo
son
los
ms-
espiritual (1).
espiritualidad de
con
ms grandes
la
Abe-
el
las
ms
tpicas
msticos de nues-
la
como europeo
ol
de que en
musulmn
mstico
ms hondos senos de
semejantes a
telas tan
tarde: que
que
el
camino
ms
de
que
si
el
nacida de
luz
la
conciencia de
al
ms
el
propia imper-
la
se llega a
Dios sin
(1)
de
la
el
alegra por
alma no obra
el
subconsciencia
la
la
la
perfeccin es
la
meritoria que
los
real
la tristeza espiritual,
feccin, es
muchos insospechable,
misma
la
la
el
ms
II,
el
hemos encontrado a muchos msticos [que han seguido la inspiracin] del corazn de Jess y de otros enviados de Dios." "Yo mismo me he reunido con
l muchas veces en mis crisis, y por su ministerio me volv a Dios en mi conpidi entonces para m la perseverancia en la vida religiosa en
versin, y
le
este y en
el
otro mundo, y
cribi la austeridad y la
(2)
Anwar,
(3)
(4)
Mawaqui,
Mawaqui,
(5)
Ctttlh,
12.
49;
193.
56,
me
di
el
[dulce]
165.
Tohfa,
3.
l,
291.
Parte
270
II.
momento
en todo
las
piense
el
gracia (2)
que
los
por
la fidelidad
en lo extraordinario (3)
despegando
est
le
de todo
la aficin
perfeccin estriba en
la
que, en
lo
fin,
lo
a la
condicin
ni
normal y no
que no es
El,
aun de
los
carismas
iluminaciones (4).
Cierto es que la luz cristiana que ilumina este cuadro tiene sus
eclipses,
la
eventual inter-
y matriz
Tambin
del islam.
las
hemos
ido sea-
bablemente
al
contagio de
morbosa
la
de
modo
pierden
monacato
el
islam tarda y
la in-
la
transformarse en
ritos orgisticos,
tendentes
al
la
mera
tradicin neoplatnica.
Pero
si
hemos de
es de olvidar
la
morboso
Su franca condenacin
del canto
(1)
Cunh,
(2)
Mawaqui, 149.
Mawaqui, 60; Amr, 96; Anwar,
Amr, 86, 97.
(4)
43,
49;
criterio
el
(3)
tampoco
Tadbirat, 232.
28.
271
amor de
el
cual es incom-
dad
por completo a
cristiana, ajeno
la turbia
sed de exhibicionismos
milagreros.
formacin de su
Aunque
espritu.
de su vehculo de cultura,
el
rabe, posea en
el
es, sin
xn una
siglo
el
tierras occidentales
el
oriental por su
mantuvo
mayor aislamiento y
las
las orientales
conservador que
cierta
mucho ms
lejana respec-
tiva,
el
reli-
maestros de
ella,
dador (2). Abenarabi, aos ms tarde, se forma siguiendo sus huellas (3). El
Fotuhat y
el
Mawaqui abundan
libros
de aquellos cuatro autores (4). Por otra parte, una turba de as-
cetas
ortodoxo, adaptados ya a
ms
mtodos tradicionales
la idiosincrasia del
inician a
temperamento andaluz,
cfr.
Abenmasarra y su
(1)
Cfr. Asn,
(2)
Ibidem, 107.
(3)
Ibidem, 111.
(4)
Fotuhat,
I,
acerca de Bencasi,
cfr.
bre Benbarrachn,
(5)
Cfr.
supra,
cfr.
Fotuhat,
Fotuhat,
I,
I,
II,
escuela, 78.
II,
parte primera,
I,
II,
II,
III,
III,
III,
8, 9, 31,
136, 859;
III,
y Risalat al-cods,
III.
Parte
272
cin
II.
al oriente, refljase
y Mawaqui,
las cuales,
gan en esto
a los
aunque matizadas de
espritu teosfico,
al
no
al
ms
abonado a
lle-
Fotuhat y
algunas de
las
medn, uno de
los
Abulhasn
el
Xadil, fu discpulo de
los xadiles,
fu quien lo
xm
siglo
el
cuyo fundador,
Abdesalam Benmaxix,
jerife
el
Chbel Alam, en
dentro de
dio de
la
el
corazn de
la tribu
montaraz de
Beni Aros,
los
xm
la
es-
el
damos traducido
el
como
si
desprecio. Lase
el
no
el
muy digno
que adop-
muchos de sus maestros espaoles que nombra (Fotuhat, III, 44), a saber: Slih el Berberisco, Abuabdala el del Aljarafe, Ysuf el
de Subrbol, Mohmed ben Casum, Abuabdala ben Almochhid, Ben Yajmist,
Abdal el Catn, Abuabdala el de de Almahda, etc. Cfr. Risalat al-cods,
3,
4,
6,
7,
27,
16, 36.
Los "xadilies" y
piritualidad de Abenarabi,
cristiano,
los
ms en
lo
Cuando
273
"alumbrados"
(1).
el
tudiados con
la
gular espera
al
bores del siglo de oro de nuestra historia, han de verse aparecer coexistiendo dos corrientes paralelas de vida espiritual, cuyas mutuas
mismo
cas de un
tica
musulmana
misma
sospechado surge, en
el
la
la
repen-
ideologa sutilsima.
De un
la
misma
bifurca-
musulmanes y
Aben-
Cruz;
la
mo
nos y de
daluca
del
ansia de exhibicionis-
la
al
comn
el
la
comenzar
el
siglo
el
flamenca
o alemana
algunos
defienden; pero
el
hecho de que no
pocos de los adeptos de esta peregrina secta fueran moriscos conversos es un sntoma no despreciable.
(1)
Sobre
a Mouliras,
Parte
274
Tal
es,
la
la espiritualidad cristiana,
vez a
tal
matizar su
vislumbrada en
fecundidad de
pondrn
11.
ms plena
vital evolucin,
luz: en el grfico
tiano oriental: una, bien conocida ya, seala su influjo en la espiritualidad cristiana europea; otra
fin,
la
Islam.
Ambas
lineas
medieval, de las
marcar
espiritualidad
ms fecundas
como en
interferencias.
PARTE TERCERA
TEXTOS
TOHFA
I.
SANTIDAD
la
obediencia a
la ley
revelada
la ciencia
como
como
caminar por
la tierra
familiaridad! La oracin y
ma,
el
mejor de
los
el
el
mar de su
hombres, y en
el
Maho-
libro,
que se
preocupacin de
los captulos
de
titula
"Regalo para
excesiva.
y artculos, pues
el
viaje a la corte de la
San-
Dios de
la
la unin.
CAPITULO
1.
DE LA PENITENCIA
de:
el
artculos. Lbrenos
pues quiz
el
la
pe-
Profeta aa-
278
morir."
conversin y
la
lxico la
el
el
1.
yentes, que tiene por materia los pecados veniales cometidos por inadvertencia, negligencia
perdona a
los
que hacen
el
ocupan
el
rango tercero de
fieles
vulgo de
pasadas; evitar
las
ro;
restituir lo
en
del
la
pasado se omitieron;
lo
como
prctica de la virtud, as
nipotente, por
noches ante
las
el
3.
la
el
como
la
alma
el
dulzura
Om-
a la fe en
la infidelidad
servidumbre y
ejercitar [3]
antes se refocil en
el
Es deber
islam.
siervo,
el
Seor, porque
de hacerle olvidarse de su
ni
fin,
el
mundo
le
preocupa hasta
no llegar a lograr
el
punto
la ciencia intuitiva
La segunda
1.
Penitencia
de los selectos entre los escogidos, que consiste en evitar toda ocupacin del corazn en algo que no sea
el
y santos elegidos,
primero de
los espritus.
"Mi corazn
veces durante
este
los cuales
grado aludi
el
ocupan
el
rango
del
rango segundo de
los espritus.
fieles
el
279
La penitencia
es
el
mera de
moradas. Es como
las
de tener tampoco
el
moradas
ni
penitencia: uno,
por
el
no puede construir;
tiene solar,
la
la llave
el
la
conversin, o sea
ti.
clases: general
2.
lo
temor de Dios
el
fuga de todo
CAPITULO
que no
otro, la
ti;
el
el ci-
la pri-
ni
al
Es de dos
arrepentimiento, inspirado en
la
que no
penitencia es
la
es Dios.
DE LA CREENCIA
y omita
lo
escuelas.
que
La
los doctores
preocuparse de
que digan
lo
las otras
el
que sean ms estrechas. Preguntronle a Hosain ben Mansur Alhalach (1) sobre este punto, y a pesar de lo que se deca de la dudosa
"No
prctica la solucin
la
ms
doctrina
Huya de toda
CAPITULO
3."
DE LA PUREZA DE INTENCION
lo
(1)
J.
que se
les
manda,
C. Cfr.
el
ao 922 de
280
que
fiere
"Cuando sea
dijo:
de intencin y
Seor a
la
el
el
vicio contrario
y se reunirn ante
el
Seor.
la
pureza
dir
el
le
La
cie a
el
y que ste
terios
las
le
que Yo he depositado en
el
de
modo que
tencin.
realice
En suma,
apartando
la
la vista
de todo
CAPITULO
4.
el
acto se
que no es Dios.
lo
DEL AMOR
hipocresa;
la
ellos le
amarn."
(III,
amo
a fulano.
Amalo
t tambin."
Gabriel
lo
ama, y pregona en medio de los habitantes del cielo: "Dios ama a fulano. Amadlo, pues." Y los habitantes del cielo lo aman. Y despus, hace
Dios que tambin
amen en
lo
te
consiste en que
lo
que no
es El.
el
reserves de
ames
No
amor de Dios
el
es
ti
para
ti
te
nada para
el
Cuando
el
las
se asienta en
amor
consiste en que
porque
la tierra."
amor
manchas de
el
la
concupiscencia.
Ya
dijo el poeta:
el
"La
Amor
de Dios
281
amor
mutndose con
del
vi
el
amante, per-
y de
dijo:
Me
signo
el
Otro poeta
la otra.
en
las cualidades
amor de Dios
amado
el
alma
Dej para
los
Rbia (2)
"En
mi Seor.
T que
este
mundo y
la religin suya,
ocupa-
entraas
las
fuiste
cuer-
as,
zn se avergenza ante
ms
el
(3) deca:
un embustero, y
el
ama
los
Yo me admiro
"La paciencia de
amar a Dios,
de que se pretenda
De un santo
se cuenta que
al
lar
amor fuese
tu
Amado
(1)
(2)
de
J.
le
ofenderas, pues
el
amante siempre a su
al
se ha dicho
Amado, y
lo
que
lo
exterior del
amor
consiste en dar
el
corazn, sin
Sobre las ideas de este mstico, Cfr. Alassignon, Essai, 273 y sig.
Poetisa mstica que muri en Basora a los ochenta aos de edad, el 801
Massignon, Essai, 193 y sig.
Mstico muerto en Nisapur, el 871
C. Cfr.
(3)
238 y
no
se somete."
Tambin
gusto
sincero,
es,
sig.
de
J.
282
que en
5,
el
Amado. Dijo
un poeta:
"Te amo
infierno,
por
sin esperar
eres
el
ello
el
tema
el
fuego del
objeto de mi amor.
ni
ni
temer?"
CAPITULO
Es
la
5.
DEL DESEO
razn, aparece
el
deseo. Niegan
muchos que
se
co-
porque
el
ausente
el
lo
el
"Tu deseo es un dolor tal, que el corazn se habita con cualquier otro
En lo ms secreto de mi corazn, oh, Amado mo!, tengo un ascua.
Tu amor llena mi corazn de vida y de muerte. Tengo una vida dulce y
dolor.
el
no me ausent
el
que penetra en esta morada del deseo ardiente de Dios, anda errante,
loco de amor, sin que se
ni
su habitacin
puedan ya descubrir
CAPITULO
El colmo del
amor
6.
es la pasin. El
amor
lo
es cualidad genrica y
ms
ser infusa.
de sus pasos
DE LA PASION AMOROSA
las huellas
fija"...
Cuando
la
la
ia
el
extravo. El
(1)
ideas ascticas,
(2)
cfr.
Ibrahim
el
el
el
J.
982 de
C.
J.
Sobre sus
C. Cfr.
Mas-
el
283
como
objeto de su amor,
Aben Man-
deca
sur [6]:
est mi vida,
amor y
el
pasin se engendran de la
la
amor
mina
el
mina
el
la
la
del
afirmamos, por
el
espritu.
Este ltimo es
contrario, que
el
el
amor
el
es
que
el
del
el
mximo y
el
concupiscen-
amor en
amor
el
general consiste en
la
1.
es de dos
sumisin a los
amor de
bio, es
amor
es en
obra de
una de
so, sin
el
hombre para
la esencia divina,
que se manifiestan
las
amor
del
alma
el
amor
del
Amado
el
amor
(1)
al
lo
amor
del
del
engendrado
mundo
al
amor
12): las mujeres, los hijos, los tesoros de oro y plata, los ca-
ballos, los
mata
2., el
sensitiva, es efectivamente el
III,
cam-
espritu; en este
el
inter-
El. El 3., el
la
vislumbrada por
las
particular, en
el
la
por
adquirirlo;
hombre
del entendimiento. El
el
el
el
la
apetito concupiscible a
alma sensitiva y
concupiscencia,
la
cuerpo se debilita y
amor no nace de
el
llega a su
Lo que hay
su mnimo.
amor de
rebaos y
los
campos. Es
el
la
combate
284
amor
como consecuencia
cida
amor
benefactor y
al
CAPITULO
No
el
7,
del entendimiento, es
amor de
as, el
la justicia.
7.
moradas de
la
el
objetivo esencial,
el
que por
la purificacin del
sensitiva es
el
alma
sensitiva.
La purgacin, pues,
el
cual no
del
ms
alma
espritu opi-
me-
el
el
corazn se logra
El
el
la
la fuente
das
gendra
la
la
el
vana esperanza,
la
hipocresa
Ahora
bien, se llama
mina de
la fe
la tercera se
la
engendran to-
concupiscencia, la avidez,
que es como su
la
alma
las pasiones.
piel; la
llama
pasin y de
la
el
pecho a
la
membrana
del corazn y es la
la
mina
la
es
visin idea!;
del
amor, de
cuarta se llama
Mtodo de
entraas y es
mina de
la
la disciplino
contemplacin y de
la
Dios;
285
asctica
visin de Dios; la
la
mina de
la
presencia de
la
la
ciones msticas,
origen y
el
el
la
la
sptima se llama
de
las luces
la ilu-
minacin.
oxida
el
corazn, cual
el
el
mismo que
lo dijo el
"Y cmo
recuerdo de Dios y
el
se
se limpian para
la lectura
la
Cuando
la
soledad y
el
herrumbre que
al
el
espritu se
las revelaciones
ilumina y en
da que
el
espritu va
pasando por
moradas permanentes de
va mstica.
la
Es
la
el
espritu
una sustancia
sutil
forma que es
feta, a saber:
la
el
espritu de
el
"Cre Dios
al
dotado
espritu est
que dijo
el
Pro-
in-
forma de su
2., el
estado en
el
mundo de
va o infusin en
muerte;
6., el
los
cuerpos;
4.,
5.,
estado de retorno. El
la
el
el
1.
3., el
1.,
la
nada;
estado de depen-
para que
el
eternidad de su Autor. El
la
espritu co-
2.,
para que
conozca a Dios por sus atributos de esencia, que son: poder, ciencia,
286
8,
y voluntad. El
3.
4.",
para que
5.,
para que
de
la
la
decir, la
misericordia, la beneficencia,
etc.
se purifique de las
el espritu
compaa
trado por la
tes
remuneracin,
la
los delei-
el
corazn humano
es capaz de sospechar.
Cuando
e!
Satans, aparece en
le
do
espritu, la distribuye el
los
al
mundo de
la
mun-
Toda
corazn por
inspiracin.
espritu se
al
el
queda
al
la
el
do
espritu
realidad sensible.
el
que mira
emanada de
inspiracin,
el
l las
Mas cuanpuertas de
al
fe,
como
dijo Al (1):
aumentar, va limpiando
la
"La
fe es
aparecen en
CAPITULO
las
8.
II,
el
48): "Cuando tratamos con Moiss duProfeta dijo: "El que da culto sincero a
Sbete que
tamiento del
(1)
Alude
la
mundo. Se basa
al
la
soledad
Mahoma.
la
sobre
soledad y
diez
el
apar-
condiciones:
287
1.*
car continuamente
la
ablucin
ritual. 3.
latoria:
4."
Dios."
Vaciar
el
7.
tamente
de
la
al
la
dolor o
el
ayuda.
que
8.
l la
medicina
sin resis-
enve: !a desolacin o
le
Abandonarse a Dios
No
mir poco, de
el
corazn en
instante;
modo que no
la oracin,
oracin en
la
ablucin
comn y
de
modo que
La oracin preferible
de
la
ritual,
ritual,
presencia de Dios.
de
la
ella
no se distraiga
ni
un
es:
mtodo de
el
la
orar.
Cuando
lo
Dios", pues en
que no es Dios y
la
haga
afirmacin
la
ablucin
las piernas
rrados, comience
las rodillas
ms Seor" como
la otra
y con
la
el
la
la
parte primera
"No hay
dor-
alquibla, poniendo
pus
cuerpo no
el
la oracin;
con
tese
la vista
pruebas
la del viernes.
Artculo sobre
ella se
las
permanecer constantemente en
ms que para
para
consuelo,
el
poner
duras, que son: comer poco, lo preciso tan slo para que
enferme y conserve
Practi-
pensamiento de to6.
5.
Ayunar continuamente.
da preocupacin mundana.
2.
le
miembros y en
sobreviene a
la
ellos
quede grabada.
y sustituyala con
la
la
Si
negacin
288
amor hacia
en prueba de
imgenes de
las
El, a fin
la fantasa
CAPITULO
9.
de que
el
ocupe slo en
se
el
ascetismo, o sea
pocos o muchos;
3.", la
el
novicio:
el
abandono de
el
1.
la
peni-
todos que
los lazos
corazn no se ocupe ya en
la
mundanales,
los bienes
ligan al
contemplacin.
la
ellos; 4.
a
,
le
la
doctrina dogmtica de
los
polmica;
el
5.
frenando
el
deferente;
6.
la
conceder jams a
la
concupiscencia
contrario de lo que
le
dicte; 8.
envuelva su cuerpo en
7.",
cia, es decir,
lo
manso y
sea puro,
a
,
lo
que sta
combate
le
asctico, sin
la
de
la
monio, de
que sea
hombres o de
los
liberal
a
los genios .9. , la
y dadivoso, no ambicioso
magnnimo y
tan
pontneamente
al
a
,
ni
generosidad, es decir,
tampoco de
los
que echan
la
caritativo,
prjimo
que en
lo
a
,
la sinceridad, es decir,
que
as los preceptos
es necesario
como
principios generales,
ral;
13.
(1)
a
,
la
Sobre
si
que tambin
la
lo
que
le
no slo sus
el
y todo
de
la
mo-
gracia de Dios
Dog-
289
que
otorgar llegar a
le
la
combate
el
asctico,
la
idea de que no haya de lograr acercarse a Dios y llegar hasta El, sino
que, por
el
res del
ms
combate
de decir, de
si
admiten, de
si
a
,
la
hace o no caso de
odian o
le
lo
que
quieren; 15.
le
que
a
,
digan o
le
dicen, de
le
la
vil,
el
lo
que
baja y des-
como
al es-
la cortesa, as
jams a nadie
dejen
la discrecin, es decir,
le
rechazan o
si le
altos es-
secreto de su conciencia
ms que
l,
ni
querer nun-
ca nada por su propia voluntad, sino por la del director, sin levantarle
la
voz
a
el
y guardando su lengua de burlas que lo ridiculicen; 17.
buen carcter, es decir, que tenga siempre buen humor y alma sana,
con
l,
conformidad, es
para
lo til
sumisin a
decir, la dcil
como para
lo perjudicial,
le enve,
la
a
,
la
providencia de Dios, as
conformndose con
las
pruebas
mo
le
ni
me agradezca mis
la resignacin,
beneficios,
ni
busque
buscando nicamente
el
conocerle y acer-
el
19
290
Articulo sobre
fruto de la soledad.
el
la
la
unin con
camino de
la discipli-
Dios.
Artculo sobre as inspiraciones.
Cuando emprende
na asctica, se
el
novicio la
marcha por
menta
el
le
ciertos estados de
cada una de
nimo pasajeros y
le
sobrevienen determina-
como
resultado
la vigilia
acerca de
y en
la
el
visi-
corazn,
el
mundo
el
el
al
sueo
novicio
inspiracin.
Advertencia
7.
Examine
los estados
si
Haga
lo
son o no elevados,
la va mstica,
si le
las
si
produ-
moradas,
examinando su
alteza
o inferioridad, su verdad o falsedad. Fjese especialmente en las inspiraciones, las cuales pueden ser de varias especies por su origen y naturaleza, a saber: anmicas, animales, satnicas, feroces, cordiales, espirituales, anglicas
le
estos estados de
ma
le
nimo
si la
pasin de
bra;
la
soberbia,
bestiales,
como
como
mono;
el
rencor [11],
tigre; la sensualidad,
nan, se
le
como
si la
avidez
la
le
domina, se
la avaricia se le
como
como asno;
fieras;
manifes-
alacrn o culelas
pasiones
las satnicas,
traicin y la falsa
le
en
domi-
imgenes se
le
las
pasiones correspon-
Fruto de
dientes
le
que ya
las
la
si
291
las ve
que ve son
Si lo
ros
l,
sepa
de agua
pura y corriente, mares, albercas, estanques, jardines, alczares, espejos lmpidos, estrellas, lunas, cielos serenos, sepa que estas imgenes
la
que ve son
luces, aspies,
el cielo
el
lo
tierra,
las
moradas
del espritu. Si
contemplacin de
los
ngeles, de las esferas y los cuerpos celestes, del trono y escabel divinos, sepa
que ya se
ms
Si,
sepa que
ellas
pertenecen a
la
morada
mstica en que
el
alma
Advertencia
2.*
repulsin hacia
mundo
del
y para
del
mundo
Advertencia
alma experimenta,
al
ella viva
la
visible
el
y sabrosidad; manifistase en
3.*
Cuando
la fruicin
el
le
cambio, experi-
revelan, y totalmente se
de ese
mundo
misterioso.
al
morada
advertirlo interrumpe su
si
bien es cierto que, mientras recorra las etapas del camino correspondientes al alma sensitiva y al corazn, cabe que no necesite de
tro,
en cambio,
que
las recorra si
al llegar
amistad de Dios.
ya a
las
moradas
no es gobernado por
del espritu,
la direccin
maes-
no es posible
de quien posea
la
292
12,
13
el
jaculatoria
destruye
roa que
en
la
lo cubre, se le
medida de su pulimento
la
pagos y
tomar
brillos intermitentes
la
y adquiere
el
En
los
aparecen bajo
la figura
de relm-
Despus, se
Cuando ya
sol,
al reflejarse la luz
mzclase con
medio
del espritu
A
y
de
la
Verdad divina en
veces, la luz de la
el
los
la
contemplacin misma.
el
la
bruido que
[12].
"
desaparece de
la
la
sin
con-
ms
de
alta
la luz
de
la
contemplada,
ni
noche o
da,
dice:
"Toda cosa
perece,
el
mundo de
el
profundo senti-
menos su
rostro." Es-
que se llaman de
que se muestran en
o abajo, ni lugar
do de su palabra que
sura,
morada
la gracia.
la
Las luces de
hermo-
los otros
en la
morada
comburente...
la cual,
tasis inconsciente,
luego, al llegar
produce en
el
ella la
lo
como
efecto nece-
del x-
De modo que
las luces
la
de
la
modo que
veces tambin,
la inteligencia
no pe-
manera de
cibe su
ser
el
293
explicar en qu consisten es
sumamente
arduo.
La revelacin
modo que
es la supresin
el
la
no perciba.
el
siervo de
la
mantos que
do presente, como de
los obstculos
la ocultan, as
misma vida
futura...
mun-
cinco maneras: del entendimiento, del corazn, del secreto, del espritu
le
del misterio.
medida que
ctico, se le
el
devoto se entrega
velos.
La revelacin
le
al
combate as-
del entendimiento
pone de manifiesto
los se-
La
especulativa.
corazn
del
le
La
La
sin los jardines del paraso y las mansiones infernales, las ascensiones
del
alma y
cado
la visin
fiestan los
el
devoto se ha purifi-
del todo
mundos que no
tienen
fin,
le
mani-
le
aparecen en
mo
del
por
el
fuego y
etctera.
te,
la del
jestad
el
Todo
el
de pasar
misterio
como
los
le
de
la
ma-
294
el
una lumbre
13,
espiritual,
omnisciencia divina,
la
le
aparecen claras
de
la vista divina, se le
trata
ya de uno de
se le revela
el
le
oye
revela,
le
le
place.
Llmase tam-
revela
el
atributo de
palabra de Dios;
la
si
si
de
infunde
la
el
majestad, cae en
revela
le
uno de
el
es
el
si
se
los atributos
hermosura divina, se
si
le
en cambio, se
si,
14
inconscien-
la
los atributos
de
la
morada
de
la
de
la
si,
por
fin,
se
le
revela
el
atributo
la
La iluminacin
butos.
todo
ei
tre esta
que recorre
el
camino de
la
iluminacin directa de
la
marcada con
estigma caracterstico de
el
espritu
no tiene
el
la
as,
no logra
za,
la
el
alma
quietud espiritual.
los actos
la
de
tica
la
espritu,
el
humanidad;
iluminacin diel
alma
muerte
total
y con
ello
alcanza
la
que
la
se dijo,
lo
energa sufi-
En cambio, con
misma, segn ya
la
la
momento de
Divi-
la
iluminacin del
el
en
la
la
la
quietud espiritual.
menudo por
efecto de
oracin mental o en
la
prc-
295
unin
la
segn que se
La iluminacin
trate
de
di-
esencia
la
como
esencia de
con y sin
iluminacin y recprocamente.
la
se dan, sino
puede
hermosura o de
acompaadas de
la
la
la
majes-
contemplacin acaece
Una y
cambio, no
otra, en
la
unin con
la
Dios est
neras:
muy
alto
Unin
1.
la
de
la
ni
como
la
que se
le
descubre
que
si
si
al
El.
en que
el
2.
Unin
la
si
adquirir
a su propia
ni
la
El,
la
su adquisicin.
Va
lo
la
embargo, puede
causa ocasional de
se esfuerzan por Nos, los dirigiremos rectamente por nuestros senderos." El siervo, pues,
que llega a
lo
la
2P6
que recorriendo
el
camino que a
la
15,
16
de
moradas
las excelsas
el
que
devoto de
tero.
soledad. El segundo es
la
y en
de
la prctica
Dios entonces
le
la
lo
que se ocupa en
el ejercicio
combate
el
dirige
el
importune
le
espiritual
camino,
el
don gratuito
hace llegar a
las
le
ayuda
las etapas
la disciplina del
las altas
alma, pa-
moradas,
CAPITULO
La
10.
el
La segunda
es,
De ambas,
la
es la intuicin
e intuicin
primera es
gunda
es la
La primera
mismo y
que
el
la intuicin
la
contem-
placin [es decir, viendo en las cosas a Dios], lo cual acaece cuando
los sentidos del
cupiscencia y
gado de
las
desnudado de
las
las
manchas de
la
con-
al espritu se le
vientres
Y cuando
al
La
de Abutlib (1),
Alt, hijo
di:
intuicin, el estado
"No
le
297
de Dios, respon-
la visin
preguntaron por
que es de
han
lo
morada
la
ellos
ms allegados
diciendo que
la
peculacin y
la
1.
conocimiento
prueba [16];
cierto, es la
la 2.
a
,
humana, a
la
que se
de
la
de
la certeza, es s
le
agrega
La
el
3.
la
es lo
el
la 3.
abandono de
realiza, previo el
la
la es-
pero de los
los santos,
a
,
certeza de
la frgil
arcilla
a
la
como un depsito en
lo
1.
es,
ntimo
y positiva de
como
2.
finalmente, engendra en
los misterios, al
la visin fsica
de
contemplarlos con
los ojos,
y juzga de
lo
oculto con toda decisin y da de ello informes con toda verdad. Otros
verdadera. Las dos primeras son patrimonio del vulgo; las dos
si-
y sta
estado y convertirse
surge de
lo
el
el
el
propsito del
es tran-
examen de con-
despus; y as contina
examen de
es permanente.
el
el
estmulo de
propsito y cesa un
siervo de Dios en
el
momento
(1)
Alude
al
(2)
Alude
al
Mahoma.
el
es-
298
tampoco antes de
fin, ni
grado
comienzos
los
del
amor
el
opresin de espritu
ni
el
ni
tie-
perfecto, no en
aparecen
si
cambio, se manifiesta
sin, en
dominante.
si
estmulos de la concupiscencia
los
dominar sobre
sensitiva y tienden a
el
aparece
la
sentimientos, sin que se conozca cul sea la causa que los produce.
El que est ya privado de opresin y expansin por haber superado
ambos
vi
tasis.
si
tencia,
nada
el
como
sujeto
xtasis es
el
el
la
la
revel en
el
como
tal
lo
experiment
rior, si
al
mismo, sea de
interior,
cuando Dios se
(1)
este breve
revela,
jestad de su esencia, en
tal
la
siervo de
la
dems. El xtasis es
los
contemplacin de
medida, que
la luz
la
las huellas
de
de
la
ma-
Verdad divina
la
teora de
ambos
ron toda
la
(2)
comn
la
la
el
San Juan de
ritmo de
primaca a
la
la
la
se
estados,
Juan de
lo
el
alma
tos,
sosiego (1).
tener ya
a!
fu una mujer
si
la
Cruz, basa-
"opresin" (cabd)
No me
su nombre.
muy
La
apodera
intuicin, el estado y la
morada
299
ya de
las
como
en
la otra vida.
la religin
y en
la
AMR
II.
LA REGLA TAXATIVA QUE FIJA LAS CONDICIONES QUE DEBEN CUMPLIR LOS QUE SIGUEN EL
CAMINO DE DIOS
No habramos
si
ms prximos
ios
que
lo
lo
parientes..." Pero
ritual
son ms acreedores
XLIX,
al
favor."
el linaje,
y los que
le dije:
me
10).
hay hermandad, y
fe,
tu familia, a
rn,
seguido
palabras
las
si
hay hermandad,
tiene
que
si
haber
hay
pie-
que
lo traslades
la
de
la
alabanza, de
(1)
Quiz se
ignorancia a
la
la ciencia, del
imperfeccin a la perfeccin. La
refiera a
Abulabs
1.
el
fe,
al
de
efectivamente,
I,
Introduccin:
no es cabal en
que para
li
bro
301
el
mismo
propsito del
el
el
Mslem
hermano
lo
Msnad
refiere en su
el
lo son."
como
el
edificio
creyente,
mente se refuerzan."
lo tanto,
gacin de aconsejar a los creyentes, despertarlos de su negligencia, sacarlos del sueo de la ignorancia, arrancarlos del borde del abismo
infernal, sobre el cual estn.
el
gru-
los
los
que a
ella
el
ella
pertenecen realsin
que
real
el
real, o
el
lo son.
la obligacin de amonestarles, y por ser musulmanes aconsey por ser hermanos nuestros tener de ellos piedad y compasin.
Ten adems presente que este camino, es decir, el camino de Dios,
incumbe
jarles,
el
sendero recto, es
el
ms noble
como que
la
meta de
el
ms
tienden; y
el
este
ilustre
ms noble y
con
el fin
camino es Dios,
o meta a que
es decir, el
ms
el
que conduce
A mr,
302
piismo
dems
les
el
83
81, 82,
el
ms
choso de
ms
el
feliz
los
y di-
discreto
el
eterna est
la felicidad
enlazado.
la
dan crdito y
te, el
ensea.
Mas
cuaces,
el
tual,
que
le
novicio,
maestro espiritual,
el
caminan-
el
profesor,
el
que
Lo nico que
lo
el
el
se quiere decir es
magisterio y
tal
que
direccin espiri-
la
grado de perfeccin,
le
ritual propia.
Mi propsito, pues, en
grado
siste el
grado
taxativa que
fija las
mendaces:
lo
ni
ni
el
la
que deben
lo
este opsculo
"La regla
el
hay novicio sincero que ande con pie firme por este ca-
tampoco maestro de
saque de
mino,
la
espritu
presume de maestro y de
jefe.
el
la
vanidad de su
sin [82].
la
el
la
cual realmente es la
ma
maestro de
espritu,
la
misma
misin de
poca de
la
ste.
la profeca,
misin
del pro-
Quien
y se
lla-
303
ms autorizados maestros
del
que prover-
lo
ble alguien
ms noble y
cortan
el
No
lo tanto, recorrerlo,
sino
el
lograr, por
vicio, a su vez,
."
cumple
DE
la
el
grado
el
provienen de
al
alma
del
temperamentos humanos;
atan
el
al
alma,
concupiscencia,
la
Ha de
las
como son
el
como
la
conocer,
enfermedades y dolencias
vicio
facultad de
rios
la
los
lo
el
meta
la ciencia!"
maestro es
el
es la
no
el
no-
suyos [83].
los
el
con-
lleve
cuando
fruto:
el
ARTICULO
el
el
si
el
manos
que
sultn;
al
no-
novicio sienta
no
los siente,
intil.
el
no dejar
al
304
cargue.
sin
lo
que
l le
en-
si
imam
el
o jefe religioso que encubre los vicios de sus sbditos, en vez de ha-
que reclama
cerles cumplir lo
feta deca:
ciadas,
le
"A todo
imponemos
que
venga a
le
alma
Por eso
servicio de su Seor.
el
el
Pro-
no ocultarle
las mientes, ni
el
no-
al
lo
ocurran.
le
medicamentos simples de
para hacer
ciencia,
experiencia,
sin
el
mdico
que da
la certeza
explique bien
le
el
la
la visin.
muy
tante,
que es
al
enfermo,
la
vez
al
la
el
cual morir, y
mdico y
al
enfermo. Pero la
propsito de matar
el
l,
y as
el
le
si
enfermo,
al
exija que se
el
enfermo y
el
decirle,
mdico se
la
el
no obs-
propinar
personalmente conociese
al
aunque
la
y races y su composicin
las plantas
las medicinas, es
si
el
maestro de
conoce
el
camino
espritu,
espiritual
tan slo por haberlo aprendido en los libros y de los labios de los
le siga,
el
de los profetas,
la
el
cuando se de-
el
discpulo y adonde
maestro de espritu
la ciencia religiosa
El
No
examen
del novicio
305
lo
haya examinado o
fin
seguirle.
Se
trata,
la
blandura, porque
el
nombre de simples
hay ma-
lo estrictamente pre-
fieles, es decir,
cumplidores de
esto, el
cual no
el
laxitud es nicamente
la
el
la
grado
al
lograrlo. El
el
que sa-
que quiere
mar en que
del
el
se oculta y retenga
que se sumerge en
Abumedn
(1) deca:
el
el
de
lo
entre
"A
el
los
novicio y la laxi-
Cmo
que se
te
hace
difcil el
el
Has de
ir
pasando de tormento en
Es tambin condicin
gisterio, sin
que a
le
ello
del
haya impuesto
tal
el
ma-
el
secreto de su con-
esto,
ellas
(1)
as,
porque
II,
"No
se debe discutir
las suti-
pg. 60.
20
306
les
Amr
85,
86
huma-
No
camino que
la
no en cuanto
que oye,
guardar
rdico
si
es un novicio
silencio, si es
el
el
oyente
le
maestro en
un profano, pues
que
lo
el
est perdido.
le refiere,
camino, y resignarse a
el
si el
novicio
Por
cuando
eso,
pida demostraciones
le
educacin, porque
mismo con
el
al discpulo
ms que de
lo
en su
que
vedado
el
le
es peligrosa.
tro
no
lo dirige, es
el
le
Todo maes-
libertad, es
que
que se ocupa en
ve que
el
es
maestro
maestro en
lo
que ste
le
explica, lo mejor
al
resto de sus
y con
los ojos
el
el
el
Por
eso, si
(1)
(2)
Alusin
el
maestro
poeta:
al
el
lo dijo el
"Gurdate de
Porque es
tu
307
que
fcil
el
al
el
compaa
del extrao
hostil.
De
el
novicio que la
el
aqu que
el
comn y
En
el
la
asistir a ella,
el
pues
si
si
per-
se les
dicin inexcusable del maestro que no se salga de la simple enumeracin de los estados msticos y carismas que son secuela del trato con
observancia y
fiel
la ley religiosa.
En
la clase
el
respeto de los
para
los novicios
oracin mental,
el
retiro espiritual
la disciplina asctica,
el
el
alma
la
explicn-
la clase particular
cin,
licia
un estado
ruin,
el
novicio
le
que
fin
la
detestable
ma-
pecto de su estado.
Debe tambin
el
para conservar
a decir:
la
Que no
se fe de la fuerza
presencia de Dios. El
los
ya adquirida
el
alma
308
ms que
nando
alma
el
estable, se
engaa
la inclinacin
De modo que
la
la
desolacin.
la
abnegacin de
que sabe
ejercicio
porque
le
proporciona su posesin
costumbre
la
lo
esclavizar y la
Eso mismo
suceder con
le
la
tros
naturaleza que
la
si el
contrar
de
del todo,
una hora en
el
el
de
la
el
estado de
que
visto
para nosotros
as
la
mismo
se
resumen todas
virtudes,
aunque
Cuando
to
el
bien
el
las
vigilancia, pues, es
cuando
muy
le
En
acaece."
la
le
LXX,
desgra-
este versculo
puede adquirir, no
novicio
le
Maesellos
dice (Alcorn,
la
hemos
la
si
asi-
al
los
presencia de Dios,
mismo, vuelve
menzado
la
las
describa
al
le
ello
grado ms
sobre
lo
que ste
alma perder
que ste
que en
alto de perfeccin. Si el
el
lo trate
le
ha comunicado,
al
y para elevarlo a un
perjudicar con
maestro, en la
ello,
el
novicio
porque su
misma medida en
le
tenga,
ms
La
si
el
309
celda y
la direccin
que
maestro
el
le
omite
si
le
vil
como
la del perro.
Pidmosle
No debe tampoco
die
que
que no sea de
ni
haga
los
el
de asuntos buenos
ni
ni
le
deja hacer
el
maestro,
le
le
soper-
judicar.
No
debe tener
el
sus hijos,
ms que
haga
ni siquiera
como
esto, a fin
discpulo ntimo.
de que en su propia
celda no vea alma viviente, pues esa persona extraa puede con su
lo
el
la es-
estado ms-
entienden bien
todos los maestros. Por eso, para las reuniones con sus discpulos debe
tener
adems
el
maestro
lo
energa de
cada novicio
le
destinar
que
antes que
el
el
novicio,
la espiritualidad
las exigencias
tro,
l.
haya de
e inclinndose
la
distinta.
la cual
la
el
maes-
Obrando
as, el
el feliz
el
xito de su formacin.
310
No
sino nicamente
cuando
personalmente
presente,
Evite
el
maestro que
el
mo-
etc.,
novicios vestido en la
los
novicio
el
presti-
el
No
debe permitirle
nera alguna.
asistir
as,
el
de conciencia que
le
si
ma-
sali
para
ir
a hacer la
me mueva
le
por
te
ms que buscarme
ocurra, no tienes
espiritual
dirigir
tu
intencin
ello,
privndole, durante
el
interiormente con
abandones
tiempo que
tu celda."
le
castige-
parezca, de su trato
ao 602,
el
Carman, en
lo siguiente:
llamaba Abuysuf
el
la
ciudad de Conia, en
Hamadan,
al
oficio
el
salir
la
mes de
le
sobrevino inopina-
ir
lo
dej
comn;
(1)
se
safar,
damente
el
ir
no sa-
en la direc-
andando con
comenz
el
a cami-
La comunicacin
nar por
la
el
vi un sujeto
que tena
el
maestro y entr en
rato, levant su
Me
que
fin
de que yo
me
El joven, entonces,
me
la
me
di
cuenta
el
maestro
Debe tambin
el
comunic
la
mo! Siempre
y no vuelvas a molestarme."
una mirada y me
aadi
in-
"Oh,
la
te la resuelva,
dirigi
dijo:
dijo:
"Cuando algo
Entonces
es
ella,
dijo
le
te
Abuysuf, a
me
cual
el
materia. Despus
el
al
mezquita, donde
la
la
Abuysuf!
maestro.
el
con
tele ptica
de que
al
el
como
se
t."
novicio sincero
maestro."
el
principio, y antes
que
el
cio en lo
costee.
Para
eso,
debe
el
Es imposible que
el
el
alma
del novi-
maestro se
lo
del
paso de
la gente. All
debe aban-
el
proporcione; y
si
este
daara
el
saberlo.
le fallase,
si lo
De
esta manera,
novicio permanece en su
si el
conociera
el
retiro
el
medio
No
novicio,
le
abri-
mente
la fe
que esa
fe viva le venga.
Parte
312
Debe tambin
el
11
1. Textos: Amr,
90
89,
el
que
visiten
les
muy
perjudicara
La causa
pronto.
tal
otro; pero
el
tal
muy
dice,
le
si le
ello
gua ensendole
halaga a
las
el
lo
tratar a los
luego
dao en
del
el
alma
del
le
dictan es cabalmente
lo
el
de
ste.
La concupiscen-
ha ocurrido
que
las
ojos; y
suyas propias.
si,
al
el
otro maestro,
el
en cambio
desde
a pesar de que
mismo que
le
estas enseanzas le
si
enseanzas del
ocurrir lo
le
el
le
da-
momento que
el
desaparecido del corazn del novicio, ste sigue siendo discpulo suyo,
slo, ser
al
le
cosa alguna de las que puedan ocurrirle a su alma. Casos de stos [90]
hemos
nmero. Entonces,
el
novicio,
segundo,
el
cual,
si
el
visto en gran
el
de nuevo porque
lo
e!
al
l
abandonando a su
es
verdadero maes-
advertir entonces
el
dis-
mas como ya
el
primero no
lo
el
querr admitir
el
313
El cambio de maestro
Todo
vicios
alguno
tal,
til.
clases que
el
maestro con
no-
los
los que,
maestro da para
el
la
el
vulgo profano
ni
las
conversan entre
unos con otros. Si se trata de los novicios que asisten a las clases para
el
vulgo y que se pueden reunir unos con otros, no hay nada de lo dide esos novicios, ya no hay inconveniente alguno en
cho. Tratndose
alguna por
El
si
ello.
el
vicio
los
espritu,
mundanos murmurar
al
mundo, y en su
trato con
la
que
donado. Con eso se ilusiona creyendo que est exento de toda falta y
contribuye adems a que los
estn.
por
En
esto
lo tanto, el
cicios propios
de
camente a
que ya se consagran a
el
Cree
los
Debe,
ellos lo
visto.
la
el
e injusticias, es
Nos
uno de
los ejer-
soledad.
el
lo
pero todo eso es falso y pura invencin contra los maestros de espritu.
No
cuando
el
en perfeccin, tiene
maestro vea
la
obligacin
otro maestro, pues con esa bien aconsejada decisin atiende a su salud propia y a la de los novicios, y
si
no obra
as,
mostrar que
ni es
314
que, por
el
ms
nicamente a
muy
dbil,
en
el
homa
bien, aspira
si
la prelacia
la jefatura,
y esto
normas de
a las
la religin
Mahoma.
de
As es
como deben
ser los
Debe finalmente
vicio en
el
maestro observar
ms
los estados
nmero de sus
el
respiracio-
nes,
del
si
dejar de cumplir
lo
ligero
que
el
grado
el
maestro y director de
meremos ahora, de
las
almas en
el
que debe
lo
dirigi-
do, las que nos sea fcil recordar con la voluntad de Dios.
ARTICULO
2.
Es condicin
del novicio
Compromtase
as en lo
que
le
agrade como en
le
ocurran, ni
que
le
de
hacer, ni busque
atngase
al
al
grado de
No
el
se exceda
le
repugne.
jams de
oculte
sinceridad de
lo
que
el
el
maestro mis-
maestro
le
mande
literal
que
ellas
No
pregunte
la
causa de
la
le
mero sentido
sentido interno.
de
No
se lo ordene.
No
lo
mo
el
a obedecer-
si
lo
que
le
entiende,
la libertad
mande
como
el
si
maestro;
no entien-
el
315
maestro no
haya sealado,
le
el
ni siquiera se
nadie, ni crea
l
le
No
el
menor de
lo tanto,
que su maestro
le
fombra sobre
la
No
el
mundo no
ms que
existen
Que no
manos de su maestro,
si
el
no
si
maestro
el
eso
si
ponda, ya
todo
lo
pase, pues
le
el
las
pasa.
le
maestro
le
res-
nada
ni ocultarle
el
lo convierte
que en su conciencia
las calla,
al
lo
le
le
No
el
le
contesta, bien; y
lo
lo
la al-
tese a manifestarle
Ahora,
y su
prescriba [92].
de
hom-
los
ya que
l,
espirituales,
si
faltar
voto de su profesin.
corazn
descuido
mente
en seguida
te
abandona y
lo
as le
al
rezo,
no
le
dos cosas, y
mer
ha ocurrido o porque
le
si
porque a
personal-
el
el
descuido en practicar
el
pri-
falta.
lo
Sepa que
que
si el
el
maestro
le
imponga
si el
las qui-
al
maestro
la for-
316
ma
de tratarlo, acomodada a
to
de
la
Cuando
discpulo
al
modo preguntar
sobre
le
ella
la
fru-
tal es el
sinceridad de ste.
la
le
Haga
intencin de comunicar-
mueva
otorga
la solucin,
expngasela despus
al
maestro.
maestro
le
el
si
le
Dios
ni
habla de
le
ella,
ya por
derla,
la
le
sublimidad de
ya por
falta
ella
y su
de sinceridad en
falta
la
de alcanzar-
alma se
el
habr asociado con aquella intencin algn otro mvil extrao, pues
amalgama de propsitos
esta
espiritual, la cual
Corresponde, pues,
maestro a que
le
novicio
el
Dios se
lo
del
la revela,
no ser porque
la
la solucin
slo,
del
nimo
del
el
adecuada; y
alma
el
la
al
mayor provecho
fin, le
ser revelado
el
sentido de la
cuestin.
Es tambin condicin del novicio, que no tenga voluntad; mientras la tenga, ser
hombre de pasin
y,
por
lo tanto, estar
consigo
hacer
(1)
lo
ni se
gobierne ya a
mismo,
ni
rehuse
que su maestro quiera que haga, sino que, antes bien, cons-
Ntese
la
la del
monacato
el
mo-
San Juan
La obediencia
tantemente quiera
sera mejor
el
que no
novicio lo que
se llamase
del novicio
317
el
mas como de
y porque
lo
la
maestro.
el
le
ignora
camino
el
lo
la iniciacin
el
el
su Seor, y hasta,
dedique
al
si el
discpulo as lo
ridad alguna.
De
cuando
el
porque su crian-
s,
momento de
mientras
as,
revele. Entonces,
le
destetarlo,
el
auto-
el
comenzar a dedicarse a
la direccin espiritual
con su
licencia,
pues
Dios se
lo
si
manda, no
Es tambin condicin
tiene
de
la
almas,
las
para qu meterse en
del novicio
si
no es
orden directamente,
ello el
maestro.
la
al
Dios y en
el
estricto
no conoce bien
Si
dispensable
la
el
le
de ver
fuese
(1)
si
los
difcil
la ley religiosa.
le
Examine escrupulosamente
fin
el
los
manjares que
le
son indispensables, a
En rabe, morid:
si
esto
medio de pro-
"el aspirante",
318
curarse manjares
caso
le
seran
lcitos,
Es condicin tambin
para
til
que no contradiga
del novicio
palabras
maestro tan
la
l,
le
lo
las
el
que en otro
los
carne mortecina.
ilcitos, v. gr., la
que su maestro
si le
dice,
pues cuantas
ocurra
aunque slo
contradijera realmente, y
la
lo
el
idea
haga
con-
el
dictado de su
maestros en
punto, que
movimientos
prohibe, se
ciendo
el
si al
novicio
no
ilcitos
empee
Ese
tal
es viable
los
le
ocurran) y
le
el
ser, en este
lcitas
(ya que
maestro se
son
lcitos,
los
adu-
En
que
el
como argumento
tin aqulla.
le
libre.
unnimemente por
los doctores. Si en
unanimidad, escoja
la
que sigue
el
opinin
ms
la
segura, la
estrecha, pues
si
la
que
la
la
ms benvola,
seguir,
ms conveniente para
se inclina a la
Somtase dcilmente a
tro le ordene,
ms
de
le
l.
ser
mucho ms
difcil
de con-
las riquezas.
Es tambin condicin
del novicio,
que
est
convencido de que su
ms
dificultoso;
no a
lo
ms
gustoso, sino a
lo
ms
desabrido."
camino
algo
ms noble de
es el
ms
caminos, pues
los
su camino es
los ngeles
de
el
profetas y enviados, y
el
si
319
no
nada que
aspirar a
lo cree,
lo
y vicegerentes de Dios, es
decir, sus
Dios que ms cerca de El estn. Ahora bien, todos estos grupos son
ms entendidos de
los
ms nobles
e ilustres
la
Los
el
mirar, lo
el
punto de que,
clase,
el
sufes, efectivamente,
si
se les preguntase
der responder,
si
se les preguntase
el
hablar, hasta
habran de po-
si
mor por
castigo, pero al
el
"Como
modo que
dijo el poeta:
reverencial."
no deben moverse, sino para actos obligatorios por ley o para obras
de virtud, y no ms.
Si
el
maestro permitindole
so que
el
novicio,
si
le
asistir
con
a tales sesiones), es
preci-
mueva por
ella
cia,
a no ser que
de
l existe, ni
ni del
la
ni
de realidad alguna
procede de
Alude
ni
de que
mueve en
(1)
la
movimiento de ponerse en
l,
fsica,
pues
si
se
movimiento ya no
es decir, procede de la
320
ya no es
as,
respon-
sable de tal movimiento. Eso no quita, sin embargo, para que est
como vuelva
pues
si
todo
lo
no
que de su persona se
no debe
sis,
hace y contina en
lo
la
le
en
s,
misma
a sentarse inmediatamente,
desprenda (1) en
tampoco que
tir
para atraerse
los presentes se
as las
hbito
to,
al
la
voluntad de su
al novicio, ni
permi-
cielo,
pues en
ello
habra grave
el
reprensin
estado de xta-
bendiciones del
el
ni
un hipcrita.
actitud, ser
le
ser
til
la
presencia de Dios
as su disposicin espiritual ir
subiendo
el
No
el
la direccin
el
maestro
pero que en
como
y Dios
le
cambi
el
la
tales.
de
la
miraba crea que aquel hombre era un bebedor de vino, a pesar de que
era miel lo que beba!
mos
visto a
ma misma que
tos,
este caso
hay muchos
espritu
[96].
Nosotros he-
con un cuerpo de
la for-
ver los que estaban presentes que realizaba aquel acto, decan:
al
"Hemos
estaba
Como
muy
(1)
(2)
el
Esta era
vestir.
III,
la
manera de
ser de
(2),
El respeto al maestro
321
tambin hemos presenciado eso mismo repetidas veces con otras personas. Los misterios de Dios son inmensos y su profundidad es impe-
no
netrable. Esto
quita, sin
le
Lo que hay
si
el
juez impone la
la
mayora
es que, en la
tal
gente, que tales actos no llegan jams a acarrearles ese dao. Esto
Pero aun
es lo ordinario.
as, tales
normas habituales y
ni en apariencia
da
mismo
los
el
resto de sus
ellos se
la certeza.
si
el
vulgo se percate de
la alta
mismo
los
las
que
ms-
el
conforme a
la gente,
dignidad de
los
de que
fin
criterios
que
los
mismos
el
caso del que beba vino que era miel. Cmo, en efecto, aplicar aqu
el
criterio
de
la letra
de
la ley?
Es tambin obligacin
ve a hacer
cuando su maestro
le
en-
sin detenerse
esto,
hasta
tal
te
parece? Si tu maestro
te
po de
la
oracin
ritual,
qu haras?"
el
novicio
le
le dijo
enviase a
al
tiem-
respondi: "Mar21
322
chara a cumplir
el
que regresase."
maestro
el
"Haras bien."
le dijo:
oracin hasta
la
De
hecho hay
este
Tambin
y diligente su actividad, sin echarse en brazos de la negligencia y la pereza. Que no se arrastre, v. gr., sobre su asiento por el
pierta
cuando
suelo,
est sentado
levantarse y coger
"Anda y
dicen:
lo otro",
no pierde
[97]
el
una vez de
objeto,
mano,
coln la
si
Igualmente,
pie.
el
contra-
el
si
le
fin
si
salir
a la oracin
o a otra cosa,
de
aroma de
ser.
la
este resultado:
to,
la
la intuicin
De
oracin
aqu que
de
la
uno
el
solo, por
novicio del
modo alguno
com-
el
aro-
unicidad de Dios.
Tambin
las obligaciones
si
si
a la vez, para
y,
ma
manera
en efec-
de la unicidad de Dios,
se reducen todos a
la
tal
s,
que
le
imponga
el
maestro, tanto
si
son fciles
como
imponer
tad, en
al
que
lo lava;
por
el
mismo pueda
el
novicio poner
nada se diferencia
Tampoco debe
el
del cadver.
hacer, o que
le
entregue
lo
le
que
haga
lo
que
por
mismo
El respeto al maestro
No
l
realice
movimiento alguno
323
encargo a
sin
los
dems en
lo posible.
examinar previamente
lo
que en
cumpliendo
los requisitos
de
la cortesa
pidan su bendicin y
le
la intencin
inovicio deje
que
el
sen-
las
gen-
saborea
el
es decir,
el
el
de-
el
que
el
las gentes lo
Debe tambin
el
la
la
gado a
creer eso,
No
impecabilidad de su maestro
cmo ha de
estar obli-
do."
Un
si
poda pecar
el
discpulo que
lo vi cierto
da cometer adulterio con una mujer; pero no por eso cambi [98] su
conducta de sumisin
al
maestro,
ni
que
me
le
viste
muestras exteriores de
le dijo:
"Oh
hijito
mo! S
lo cual
ni di
el
respondile
al
el
momento que
entr a tu servicio,
te
mo
te
he servido
que es
lo
324
99
beres para con Dios no destruye nada de aquello. Por eso, lo que
te
ti
te
de aquello,
el
De
es.
dijo el maestro:
le
norma y
despus
as lleg a los
ms
ms
moradas
altas
de perfeccin.
Es tambin condicin
que se
le
ocurra jams
la
como
si
idea de salir de
ella,
a no ser des-
Todo
sin
embargo, se
instale en su
Todo
el
amor
mande
el
cabello, o
lo
Es tambin condicin
en un camino en
son
sin
el
del novicio
que no logran
los
fieles.
Sea
fiel
larlos a nadie, a
no ser que se
lo
mande
el
le
encomienden,
mismo que
sin reve-
se lo comunic.
aunque
el
lo contrario. El discpulo
fiel,
contradeca
comunicase alguno de
de Dios. Cogi
en una habitacin.
Tom
el
saco y
que fulano
me ha
maes-
lo ocult
el
ofendido y
lo
el
le
fiel,
cuchillo,
al
ver
exclam:
respondi: "Pues
he matado", refirindose
al
discpulo
La
325
fidelidad al maestro
la
en realidad no minti
otro estaba metido en
maestro, aunque
el
el
el
es
el
maestro: "Esto
el
este de-
por su hijo
tar
el
hombre
maestro,
al
cpulo presuntuoso se
se fu a
tro le
le
as,
testificales,
blemente que
de su encierro
el
genza
cho,
el
hasta presentar
el
le refiri
que
el
maes-
la
el
el
cuando ya
al dis-
lo
maestro
al sultn, el
bas
estaba, en su casa;
lo
all
la
despus
el
Cuando ya
se march.
lo posible
el
el
arrepentimiento de nada
Es tambin condicin
del novicio
le
lo
serva.
yo en nadie ms que en
En suma,
vicio, es sta:
la regla
l.
que no se mueva
de su maestro. Este es
el
ni se est quieto, si
compendio de su negocio.
no es por orden
32(
Sabed que
el
ni
que a nadie se
y no se perdonan
falta.
el
que
En
no
con benevolencia,
le trate
salir del
la ley religiosa
Es condicin esencial de
los
el
mundo
ellos;
que acepten
s.
las
que
lo
lo
la
equidad recla-
que en
den
los extraos, y
excusas que
les
las gentes
con miseri-
cordia y caridad.
Por
lo
que toca a
otros, prstense
su
aconsjense unos a
de un superior, pues en
la regla
tal
lo
que
haga, ya que ahora hablamos slo de las relaciones entre los iguales;
causa de
los
la
comunidad
ber quien diga "mo" ni "para m", ni "cosa ma, sandalia ma, hbito mo",
que
el
lo
que toca a
uno tenga
la
la
propiedad de
las
clusin de su compaero.
mandad de
las mujeres.
Deben asimismo
Tampoco deben
la
evitar la
practicar
compaa y conver-
el
327
religioso,
pues
tal
mundo
vida religiosa con vocacin aparente tan slo, sin que real y verda-
deramente
la
las
no de Dios, es
las rpitas,
mente con
tura
tras
las apariencias
ya que
e incapaces
ellos
el
cami-
en reali-
la
apos-
y piedad, aunque
all
ellos
el
lcitos e ilcitos
que en
como
canto religioso
claustro en-
el
ejercicio de devocin
la religin a
musulmn no
ensee
le
afecta a
corrompido,
como
materias discutibles
conviene en estos
l,
por
exclusivamente, y
lo
le
la prctica del
ni
la
opinin
ms
el
fiel
segura, pues
si
admite de primera
intencin la licitud del canto religioso, es seguro que ser porque ha-
tal ejercicio
no fu practicado corrien-
temente por los verdaderos amigos ntimos de Dios y los grandes dc-
il)
A juzgar por
el
ayudndose, para
xtasis, de la presencia de
virles
falten,
el
can-
fsica
el
pretendan ser-
mo
facilitar la
lo
denomina
las
obras sufies
328
Tanto
es as,
que Abuyezid
el
de sus coloquios con Dios, a propsito de los que practican ese ejerson mendaces, y yo no
te
he buscado,
mismo
desde
que su
es decir,
el
examen de todas
resulta del
ftes todos,
ejercicio
apetito sensitivo,
perfectamente
primero
el
el
al
de
los su-
canto religioso,
sea,
desde
el
punto de vista
legal,
un acto
que sean o
pertinentes
aunque
lcito;
al ltimo,
l,
supererogatoria.
Por
el
lo
que toca
ms grave
El doctor
empleo
al
Abulcsim
ms inmoral de
las
(3)
"Uno de
maldades.
el
los peligros
ms
difciles
lo
siguien-
mar que
(1)
est ya
Se
refiere a
mayor para
los
afir-
el
874 de
Bistami (+
J.
C), llamado
el
menor, y que vivi despus de aqul. Sobre su vida, obras y doctrina mstica, vase a Massignon,
distinguirlo de
el
Essai, 243-256.
(2)
El doctor aludido es
Ahmed
b.
Miohmed
ciudad de Nisapur. Se
del islam".
el
11.
La escribi
el
titula
el
el
manual
Coxair, muri
"Carta a
ao 1046 de
la
J.
el
ao 1074 de
comunidad de
C.
Adems de
la
C, en
J.
Das Sfitum
178 del
texto rabe. El pasaje citado aqu por Abenarabi corresponde a Ja pg. 217
(edic. Cairo,
1318 hg.).
329
vio, y, lo
que Dios
le
sido elevado
rango de
al
dijo el Profeta:
criada?"
lo
los mrtires.
la
razn de
en
ello est
lo
que
ms grave de todo
Que
lo
es
es lo
mismo que
la
considera
enorme." El Wasit (1) deca a este propsito que, cuando Dios quie-
re
y asquerosos.
Fath
el
yo
Abuabdala
o a
hombres sucios
el
como abdales
los jvenes."
(2),
y todos
el
Coxair:
"Y
me
ellos
hicie-
trato de
el
nada
los
espritu, sera
pues eso es
muy
parecido
el
al
el
tes-
e inicia su alejamiento.
politesmo y
muy prximo
a la infideli-
el
la
Por
lo
que toca a
los requisitos
uno de
ellos es
de
J.
el
prctica
la siga,
oriental,
sea de aquellos
que muri
el
ao 953
C.
(2)
los
Abubquer
la
En
el
cada poca, de
los castigos
libra
Dios
al
mundo, en
Son, pues, los que desagravian la ira de Dios con sus virtudes y oraciones.
Etimolgicamente
op.
cit.,
la
141-142, nota
3,
y Risalat al-cods,
17,
nota
1.
330
que no admiten
el
el
que
la
misma naturaleza
cual por su
producido por
el
repugna
le
fsica lo reclama;
si
espiritual
ms
intensa
canto religioso,
el
pero esto
es, si el
el
alma
mayor sublimidad,
por tanto, indispensable que los oyentes todos sientan unnimes, como
si
tuviesen un solo y
perteneciera a la
el
mismo corazn.
misma comunidad de
Si fuese posible
damente y
la
mente se inclinan
No
los
comunidad y
al
el
por
lo
debern colmarlo
para con
tas
cantor
el
que
amor de quien
les
hace favores.
deben pedirle
al
cuando en medio de
la
el
cantor
embarga;
en
el
si
si
no,
pnganse a practicar
el
de jaculatorias a una sola voz y con un mismo tono y ritmo, pues este
ejercicio devoto es, a juicio
del cantor y de
ms
altos
de
los maestros,
Cuando
el
los
canto
lo
que Dios
le dice.
muevan
el
la
el
la in-
(I)
cir,
el
El
cielo.
pleroma
(en
rabe "^JO, es
el
mundo de
los
espritus,
es
de-
de
existe (1), en la
medida que
emocin
exttica. Si la
permita
el
el
el
causa de su
la
la
fuerza de la emocin se
corresponde exclusivamente
le
al
matador; pero
de ando que
energa espiritual y
l,
a la
la
las
lo
cual, entonces el
le
el
si
le
cay alguna
al cantor,
pues
cantor es afecto
el
hbito para
aunque
s,
alguna, pues los sufes deben ser generosos y liberales; y una vez que
hayan contentado
hbito,
de
el
la
a fin
al
emocin exttica no
bendiciones del
munidad y
se
el
le
el
la
exttica, de
cada de
mismo
el
le
l,
le
prenda fu
maestro de
el
hbito para
co-
si
lo
toma para
la
tam-
comunidad,
mar
la
no ser verdadero
lo tanto, tiene
la
el
manera
toca decidir, y no a
la cual,
supuesto de que
el
mendaz en su pretensin
comunidad, acerca
pero
el
causa
cielo. Si la
simulada. Si
la
lo
l las
que
comunidad
de atraerse con
los
to-
el
al
falta en el
cum-
plimiento de las reglas, que pudiera hacerle perder algo de su prestigio a los ojos de la comunidad, y cualquiera que fuese la causa, ya
el
si
lo
si lo
(1)
Alude a Dios.
332
camente por
lo
de
como en
la regla,
que
ve practicar, as en lo tocante
le
que se
lo
dems, y
los
al
el
sino ni-
le dice,
cumplimiento
Ya
lo
ejemplo."
Y asimismo lo dijo
No dijo: "Orad
el
"Orad
Profeta:
me
y como
tal
tal
nimo
las palabras en el
del
veis
oris."
que sigue y
los
dominado por
levantarse la comunidad,
si el
la
l.
que se levanta
emocin
ejercicio
el
exttica, toda
No
lo
si lo
tal
hace, peca y es un
hipcrita, pues simula o aparenta poseer las dotes de los sinceros ami-
que
lo
as a entender a la
buscar de ese
modo
emocin
la
mutua ayuda y
porque quien
embargo,
lo
tal
la
con
l,
el
caso de
xtasis, pero
dndolo
si
se levanta, es para
comunidad pue-
exttica. Entonces, la
conformidad entre
compaeros,
los
lo
el
la violencia
los sufies
y,
adems,
minado por
el
lo
el
que se
inconsciente de la emocin.
el
prenda entra en
la subasta, se
el
ensucia
como
al
pasar de
mano
en mano,
camino de Dios.
si
lo
No
tienen derecho
333
del hbito
de un
exttico que no sea de los que siguen su propia regla, ni del hbito de
tal
prctica,
los
simples devotos y ascetas, cuando stos asisten con los sufes en co-
mn
al ejercicio del
del
camino de
Dios y pasan a ser de aquellos que devoran los bienes [104] del prjimo sin derecho alguno, pues si permitimos anteriormente que eso lo
hagan entre
ellos
tal
prctica estn
ritual,
le
devuelven
el
comn
es as,
Es condicin imprescindible de
ttico, es decir,
por
Tan
l.
los sufes
meta de
la
compaa a
los msticos
las sesiones
de
all
vestido o un jarro,
etc., ni
poco
ni
suf.
los privara
el
En uno de
de las
estos
la
causa."
registraron
el
cuarto y
Abuyezid, no era suya, sino que era de otra persona extraa, con quien
equivocadamente se
entonces por
el
la
haban cambiado en
dueo de
la
la
mezquita. Preguntaron
del
la
vida mstica.
que
el
estado presente de
la
pure-
si
grado
As
le
acaeci a un gran
334
el
de
la
el
cual,
cierta turbacin
encontraron en
pmpano de
suelo un
el
vid. El
maestro
el
de
la
austeridad escrupulosa,
el
ocurri a otro,
le
la
lmpara perturbaba su estado; y buscando sus discpulos cul pudiese ser la causa, dijo
de vidrio, para
uno de
llenarlo,
ellos:
una vez, de
y dos veces
lo
hemos encen-
los sufes es la
si
prometido y pedir a Dios perdn de su falta. Deben asimismo ser veraces en lo que cuenten, singularmente cuando cuenten hadices o tradiciones del Enviado de Dios. Ni deben
tampoco
discutir
les
que
el
hablar
lo
es,
por
en
mirar y en
el
el
los
que
como de un
La austeridad
[105].
lo tanto, obligatoria
mismo que
con
veracidad del
crupulosa en
la
para
es-
los sufes
comer y en todo
lo
dems.
empeo en
los leves
como
la
guarda de
los graves,
el
los preceptos
de
y po-
la ley divina, as
si
no se cono-
cen,
hacerse segn la
ley,
pues cuando
el
hombre
penetrar los divinos misterios, ya que Dios no los otorga, sino a los
que
le
para
lo
mejor
declara ser preferible para ellos, pues quien obra de otro modo, es
religin.
Tampoco
de-
335
ben inclinarse a
que
las soluciones
lcitas,
la ley
tiempo.
el
que
as, el
al
entrar en este
que haga
ces,
que su Seor
lo
Es tambin condicin
haber llegado a
la
le inspire.
del
los lmites
de
la
to
En cambio,
si as le
lo
un velo que
as lo quiere,
si
que Dios
le
modo
el
cabe contradecir
del Profeta, as
forme a
al
discpulo
que Dios
le
co cabe contradecir
al
lo
inspira,
es
la
mismo que
la
que, as
como no
los preceptos
la direccin.
como
Profeta...
Es condicin de
cir
si
al
pues-
inspire,
discpulo; de
im-
le
perfecto es ya libre
el
perfecto exactamente lo
el
den,
le
ms delicada y aun-
austeridad
otros,
fuese
si
y enton-
la
la perfeccin,
los
este
el
el
dejar de contrade-
inferior. El inferior,
gusto espiritual
no entiende.
Si,
por
y,
lo tanto,
pues, niega,
rompe
lo
el
que
no
el
corazn a Dios, a
fin
de que
lo
le
la
336
compaero, o bien que se haga discpulo y fmulo suyo para aprovecharse de sus enseanzas. Esta es condicin esencial del camino de
Dios.
Los novicios,
al visitar al
con
le
sin
el
el
cora-
maes-
que se pueda
les sobrevi-
riormente a
este
grado no ha llegado an mi
alma." Pero jams atribuyan aquello a error del maestro, pues quien
tal hiciere,
No deben
ante
camino de Dios.
el
l,
como sumisos
tro.
sito:
decir, a este
prop-
despus de eso
dad; y
si
me
me
e intuiciones.
Entonces entraba.
rechazaba y
me abandonaba, ma
felici-
gracia."
ARTICULO
Una de
que
la
4.
el
hombre tenga
y con
cin
le
ellas les
place.
as,
los
conviccin de que
corazones de sus
sier-
gn tiempo o aparta de
(1)
los
la
ella sus
al-
II,
pg. 60.
337
mientras esa persona est en coloquio con Dios, y vuelve luego a visitarlo,
acaso
le
de abandonarle.
tes
que
cortesa exige en
el
Si as obra,
buena
lo
que
como
la
Majestad
si
dirigi an-
le
la
di-
pocos
los
que
lo
gustan.
a un pecador en
el
acto
mismo
lo futuro, sino
o, si no,
de su vida."
No
el
les revela
que
es cierta;
y aun entonces,
si
alguien les niega eso que por revelacin de Dios conocen ser verdad,
no por
No
ello se quejan.
ni le injurian
mismo en ms que
un necio a
o menos-
a su prjimo, sin
el
de su pr-
ya que
el
menospreciar
al
el
don de
los
la cien-
muerte de
Una
la
santidad.
sea, la correccin
la
purgacin del
fmulo
(1)
les
les
haga
el
107,
1."
11
lo
que necesitan, y
lo
que
1."
texto, difcil de
16),
si
ellos queran,
cuyo sentido no
restablecer.
22
Parte
338
no por eso
el
reprenden
le
fmulo sea a
Ul Textos:
108, 109
ni le
caso de que
el
el
la
tre los
Amr,
En cambio,
si
la
en-
reprensin,
sin
dgase
les
mal por
mismo
lo
mundo: soportan
les
beneficencia: socorren
al
los
afligido,
todo
lo
el
que
ms
consuelan
sacian
al triste,
tranquilizan
de todos
los
todo
ni
el
jams dicen,
al
que
al
al
de portero:
ellos,
los necesita,
al
que
dbil,
ni
ellos llegan al
ni
usan de cortina
tarde; a ningn
hambriento, visten
al
No
vuelva
daos que
al
que Dios
y se conforma con
que se
lo hicieran,
le
ello,
el
como
fmulo o
si l
acepta
mismo hubiese
intentado o querido
manos de sus
siervos, y en lo
lo
que
que atae
mundo de
y cuando
su alma, y
la
el
que no
tiene alma,
fermedades morales es
la falta
la
causa de
las en-
tenciones (1).
(1)
la penitencia.
A cada momento
piden
perdn a Dios,
cuando velan de
as
Otra cualidad es
cuya
la
como cuando
dudosa y de cuya
licitud es
pie,
ilicitud
lo cual el
339
ilcitas
estn sentados.
y aun de aquellas
amor
el
propio, siente
En cambio,
conseguirlo.
si
la
cosa se
les
viene a las
toman y
la
del
Otra es
la
combate
la
manos
el
sin es-
den, entonces
grado
el
asctico...
el
examen de
minado.
Otra es
el
Otra es [109]
a soportar lo que
el
al
combate
comenzar a
al
la
paciencia
el
dao
llevar el hbito
fsico o mora!,
el
la
el
el
el
hambre,
al
alma
la sed
la
hambre;
la
muerte
roja,
que es
sufrir
el
con
la
remendado, echando en
Otra cualidad es
realizarlos.
asctico,
el
apego a
dos reali-
las
dades, materiales y espirituales, del mundo, y preferir para sus hermanos, esto es, para
Otra es
el
el
poner en Dios
el
las cosas,
buscando
tan slo darle gusto en todo cuanto suceda, aun siendo cosas de las
que
el
lores fsicos
los
do-
to se les ordena.
Otra es
el
el
porque
el
los del
mundo.
ello
rompe
los lazos
y obstcu-
Varias son las maneras de vivir de los sufies: peregrinar por las
340
el
el
fondo de
los valles,
por las
los desiertos.
consagrarse a satisfacer
las
necesidades
alma de
misma, pues
buscar con
fieles se le
el
que
lo
la
como
acercarn, se situarn
al
el
peligro de
los
le
engaar,
ms que por
si
Mas
Otra cualidad de
Otra es
la
lo
la gratitud
li-
esclavitud de
ello...
la
que Dios
le
o sea, que
el
alma
la felicidad,
como por
Otra costumbre de
cortan
el
los sufes es
que no se rasuran
la
barba,
ni se
cierra
un maravilloso misterio.
el
empleo constante de
la splica
condicin de siervos.
no a
la
las criaturas,
mano de
el
como
ello
humildad,
la
la
pobreza,
sumisin y
la
el
propio despre-
el
que se
el
misterio que
En
lidades opuestas.
el
341
de
la
servidumbre.
De
ah
cualidad es
esperanza, cuando
la
la
de sus almas.
ma
cuidndose exclusivamente de
tos,
la ley
revelada no esti-
el
la
hacen como que no ven los defectos ajenos, porque de sus prjimos
ms que
bien,
de Jess que,
por qu
le
esto,
ver un cerdo,
al
la
"Vete en paz", y
al
preguntarle
me repugna acostum-
mismo gnero
(Mahoma),
el
pasar
cual, al
andar
en
el
ta,
porque no ven en
ga y
sin prisas.
los decretos
la
con cuidado
serles til
lo
el
la
compostura
ellos otra
les
otor-
es simpliciter
el
silencio: callan,
bueno; y
si
as,
siempre que
lo
que
guardan
(2).
mirar y
han de decir no
modestia en
el
si
ven que no
alma su presencia,
silencio.
el
amones-
mundo
el
mundo teme y de
quienes
el
Logia
(1)
Cfr. Asn,
(2)
et
agrapha D.
nm.
29.
Jesu,
nm.
28.
342
avergenzan de decir
la
ni
se
la
y con caridad.
Otra de sus cualidades es
donde El se
les tiene
la
los est
al
los ve
si
o que faltan
all
razones, los encuentre [111] seoreados por alguien que no sea El, o
El, o
por temor
y vergenza que no sea de Dios, por Dios y para Dios. Temen finalmente que, al penetrar Dios en lo ms ntimo de sus conciencias, encuentre que en ellas anida la hipocresa.
de todos los
fieles,
y piedad a todos
de Dios, racionales
los siervos
la
Mont un
lo trat
le
muy
dijo a sus
de los hom-
hombres: "Levantad
se lo llevaron a su casa,
bien.
Cuando
aqu, pues,
el
donde
lleg la noche,
lo
rode
oy en sueos
la
del
hombre
tirano
alfa-
"Ha-
mos perdonado." He
rro.
gobernador
Lo levantaron y
de cuidados y
ms
el
Un
lo siguiente:
ese perro."
e irracionales.
ciudad de Mitilene
la intencin
y profesor me cont en
qu
la
las criaturas,
camino todo
perdonndole por
ello
del
Profeta, consignado en
el
rama de
sus pecados."
Todo
el
tierno,
recibe su recompensa. Por eso mismo, los sufes publican las buenas
en
el
IX de
J.
C.
si
se trata
Bojari,
Humildad y
343
celo
aun
fin
pues
un mal en
la hereja es
el
de
la
ellos.
Pero
camino de
la vida,
ms
No
ms nobles
ni
que se
les
mande
las gentes
se tienen por
o que ejercen un derecho sobre sus prjimos, sino que, antes bien,
sus prjimos son los que tienen derechos sobre ellos, y ellos deben es-
manos
el
mismo tenemos
(1).
el
el
amor
el
todos, sin exigir en recompensa que nadie les d a cambio cosa alguna,
ni
de este mundo,
ni del otro.
como
el
ms generoso y desinteresado que cabe, pues hay textos decique la recomiendan [112], como peculiar de aquellos que no bus-
es de lo
sivos
mo.
Si alguien
ocurra nunca
que
la
el
(1)
344
si,
lo
lo necesite, sin
por
la calle se les
lo
alguna
es
si
fin, ni le
espiritual, es
le
la recoja,
se siente
si
dominado
del escrpulo de
libre
de tomarla
si
all
al
la
si
donde se
si
dan importancia
que
ni
queda todava
la
buscan,
lo
ni
suceso, pues
al
lo
encuentran,
los
que vuelvan
pedirla ni buscarla,
quiere o de abandonarla
as le place.
el
no volver nunca
la vista atrs.
Caso
lo
no se vuelven atrs
ni
respondi.
le
Tan
slo
responden a quien
les
que
es de
una reunin y
fes
abren
le
la
(1)
(2)
el
Xibl cierto da a
replic:
"Los su-
maestro no tena
Famoso maestro de
J.
malo. Entr
ao 945 de
el
un hombre a
el
la
espritu, en
la
C.
II,
pg. 60.
El uso de lo
ni
hombre
aquel
"Cul
ni nadie. Djole:
34.")
lcito
es tu
nombre?" Respondi:
maestro: "Entra, pues
el
discreto no echa de su casa a quien tiene ese nombre, sino que, an-
era aquel
Ahmed uno de
ms grandes ms-
los
ticos.
las gentes
la
el
trato
el
aquel acto del Profeta que, viendo suelta una de sus sandalias, desat
las correas
pies.
De
En
de
la otra,
a fin de equiparar as en
la
lo
comer, beber,
el
si
lo
en
el
s,
cuando
lo
lcitas
la
exce-
meramente permitido,
es evidente.
llegar al de lo
la
al
grado de
lencia del
dormir,
vestir,
no realizan ningu-
meramente
lcito,
porque
al
lo obligatorio,
pero sin
el
ellas
con
la intencin
de utilizarlas
mejor cumplimiento de
ponen,
al
usar de
anejas. El grado
ellas, el
ms
alto
de perfeccin es
el
grado
En
lo
(1)
el
primero de estos
tres,
del sabio.
el vestir,
es
Este apodo
[procede]".
se pro-
que es
slo:
las obligafin,
jl_
'j[]\
significa
"la
los
confirmados
utilidad,
de su puerta
346
ya en
la
momento
presente, y stos
que quien a
que merece
el
la prelacin
la prioridad,
usa tan
vara segn
el
sente, es
que
ni
el
compra
ni
vende espiritualmente,
ni
mundo de
el
no traspasarlas. Es,
sin
embargo, de
el
momento
pre-
las criaturas, el
el
dad que
el
lo cual
el
de este
alguno,
ni precio
la
indispensable honesti-
la ley religiosa
inferior
reclama para
el
el
estado
que
ta
en
le
el
el vestir,
modos de conduc-
el
que
ticular
Hay
extremo de vestir
sufes que
telas
que
la
extremo abusivo,
reprobables; otros, en
y buenos. Pero
el
fin,
anlisis par-
Otra de
gen
la
las cualidades
opinin
ms
unnime asenso de
(1)
rones.
(2)
el
el
Carismas espirituales
Otra es
el
no omite
honor
del otro.
pobre
ni alterar
ni
le
una sola de
ni
esto,
uno de
si
ni
debe perturbar
mismo su
el
invitado, al cual,
lo
corazn de aque!
si le
pide explicaciones,
rico,
En cambio, meter
la
gremio de
los sufes.
el
causa de un
religiosos
las
porque
tampoco
contar
hombres
347
el
el
po-
bre que merezca, por serlo, estas muestras de respeto? Porque la po-
breza es una morada espiritual y un estado mstico, patrimonio exclusivo de determinadas almas. Ni es condicin indispensable de los que
llegaron a esa
morada de
los
pobreza
la
el
morada mstica de
y, sin
la
embargo, unos
pobreza.
pasemos a enumerar
fiesta,
los
cuando alcanzan
ellos,
mani-
5. DE LOS CARISMAS QUE MANIFIESTA DIOS POR MINISTERIO DE SUS INTIMOS AMIGOS, CUANDO' ALCANZAN LOS ESTADOS MISTICOS
ARTICULO
El
vil,
con
mayor de
los
el
que de El ha recibido en
la
el
xtasis.
el
Son
alma
formidad con
el
momento
le
348
va que Dios
les da,
prometindoles
la felicidad eterna
en su propia
casa y vecindad.
Otro carisma es
la revelacin
dos, es a saber: misterios del orden sensible, es decir, las cosas y su-
si
no se va
donde
all
existen,
como son
los ngeles
los ge-
nios,
como
lo
sueo, sino en
la vigilia;
por ejemplo,
lo es,
compuestos,
el
como
el
mundo
de los cuerpos
orden lumnico, como son los astros y los dems luminares celestes;
misterios pertinentes al
mundo de
infierno
anglicos,
lo
que hay en
l; los
la luz
mundo
fin,
como
lo es el
lo es
en
sobrenatural,
teolgicos,
como
los
que se
que
Todos
cepcin hecha de
es propia
la
el
los aires.
risma es propio del que tiene una fe viva tan intensa, que puede dominar a su arbitrio
al
e!
la
le
place.
tal virtud,
tado del conocimiento intuitivo de esos nombres, bien sea simple fruto
de
la
ejemplo:
"En
el
nombre de Dios",
como
tiene,
cuando
lo
349
la profieres t,
que
pa-
la
efecto de producir
el
con
mano,
el aire;
el
el pie y
romper o hendir un muro con un sim-
etc.
el
la
rias,
la
hacen caer
o que simplemente
Carismas especiales de
mundo
al suelo,
entero y
el
de
el
si-
misterio de la circulacin de
la relacin
existencia a lo que
no
los
muertos; dar
la
bien sea por medio de otro hombre, bien sea sin su intervencin, pero
ambos casos
en
al
sin
le
d a entender esto
La
raz de
siguiente:
si
ticos el
otorga
la
la
verdadero carisma es
la
los
la
el
el
el
juicio.
Esas
son
la
la virtud
eso temen que Dios les otorgue tales carismas a guisa de premio temporal, pues la verdadera patria de los
premios es
la
vida futura.
De
350
aqu que
si
lo
hay testimonios en
mer
los carismas.
la
la
necesidad de
si
te-
juicio
cular revelacin de Dios, que nos asegura de que son algo sobreaadi-
la
vida
de Dios.
Los carismas de
los sufes
son ms en nmero de
lo
tar;
al
el
pormenor
una persona
las especies
le
manar agua o
miel, la multiplicacin
de los manjares y cosas parecidas a stas, encontrars que caen dentro del
la tiene"
jaculatoria
la existencia a lo
del otro
"En
nombre de Dios". Y
el
as
que no
la virtud
de
la
sufes.
extticas.
ARTICULO
6.
Verdad des-
ciende a habitar en ellos; otra es cuando son ellos los que suben a habitar en la
cuando
ellos
cierta
la
ascienden hacia
la
Verdad y
infinitos
ellos,
en
el
instante
se encuentran
las
sola, a saber:
mismo en que
mutuamente en una
moradas como
las
uniones son de
la
pa-
de
al
Moradas y uniones^
Dios sobre
los msticos en el
351
la ciencia
la
mismos.
seamos! Amn.
la
la luz
de
la tierra
y de
las
obras
Oremos y sa-
los cielos,
Mahoma,
Dios mo, a
y constante, mientras
TADBIRAT
III.
[1."SOBRE
EL DISCERNIMIENTO DE ESPIRITUS]
unos se reducen a
tras otros se
la
complexin
el
De
hombre.
fsica del
la
complexin
fsica en cierta
de Dios o propios de
humano
que
los secretos
los profetas...
el
el
pequea dosis
predominio de es-
Espritu de la San-
El Profeta
mismo mencion
al-
ces,
"la inmersin en
la
De
oscuridad"
la
campana,
al
desgarrar
la luz
anglica
la
todas
senta
y otras ve-
ellas,
como
el
la
ms
tintineo
353
Discernimiento de espritus
hu-
pues
temperamentos y se trastorna
el
de gobernar
esa impresin
el
anglica se desva de
y se levanta
bor,
la luz
gil,
como
le
si
mediante
la
le
descuida
comunica o
y queda
re-
de
libre
La menos
complexin,
espritu, se
al
vela.
la fsica
el
la
revelacin se rea-
Cuando
el
tal
hom-
el
si
en
el
sujeto
estado de inconsciencia
le
de
Dios
le ilustra
la
es divino
mismo momento,
e!
para hacer
el
corazn experimenta,
le
sobrevienen sensaciones de
alegra
fro.
Este
En cambio,
ve en
medida en que
tal
salir
tal
despus de caer en
si
la
el
recuerdo
el
sujecin
le
haber perdido
la
tal
al
caldearse
el
como con un
como atacado de
pero debido a
la
el
un vapor
vital, llega
hasta
complexin orgnica,
y,
lo tanto,
el
es-
tierra al sujeto,
tambin es autntico o
por
el
real,
carece de fruto
23
Parte
354
De
o utilidad religiosa.
"He
do, te dir:
1,1
visto
aqu que
como
si le
me
si
preguntas
al sujeto
de este esta-
va
la
el
eso que
sujeto conser-
el
conciencia de
mismo,
ni la conciencia
de su conciencia,
ni el
mo-
le
le
viene
No
que en
tal
En
estado oiga
el
sujeto,
la sensibilidad
lo nico
que
el
el
es
el
privarte de
puedas entender;
ti
demonio
la
conciencia,
como
al
mismo; en
terior
este
el
demonio por
ca que llega
extremo, as
al
como tambin de
ya es dueo de
interiores,
que
luego relatas,
bien, eso
que
ti
en
tal
t vas
tal
el
y como en
ti
t entonces dices
las
me
te lo
impedir. Ni
que mira y
el
pues
ti
revestir tu in-
ti,
me
tu seor.
ti
es efectiva-
atribuirlo a Dios.
No
mires a nadie ms
caes en
el
el
355
Discernimiento de espritus
demonio
tes, el
te
As se apodera de
Mas
suya.
el
ti
posada
tu vida,
si
acompaados de
ilusin
semejante en eso a
mismo,
ti
la cual
has estado
la sensibilidad,
mismo gnero,
tu
una
es decir, con
quiere burlarse de
ti.
cria-
La ma-
yora de las personas que experimentan este estado son los que se en-
tregan
al ejercicio del
ttica,
sobre todo
en ellas predomina
si
l la
emocin ex-
fantasa y la imaginacin.
la
tacin alguna; y
adems
cas y
si
lo
que bus-
As
es,
oh novicio!,
misteriosos por
que no
ti
como debes
mismo y no
se enteran de lo
ser:
esto,
que
de poder
domina y gobierna,
fjate bien: si te
manda
o prohibe practicar
no
te
cabe que
lo es
256 de
la
azora
manda nada y
el
si
el
conoce por
trono de Dios.
que no
las ideas
si te
que
el
lo sea.
te
el
contra-
Para distinguir
si
como un compendio de
nombre de "versculo del
Es muy usado como plegaria.
Este versculo es
le
na y se
11.
la
profesin de fe musulma-
trono", porque en
se cita
356
misma
lo
que
comunique,
te
vengan en
te
el
deseas acertar,
si
No
aceptes, pues,
ms que
nada
acompaamiento
que no sea
lo
mera aprehensin de
la
[2.
[226]
METODO
te es preciso,
descubra
los defectos
de tu alma y
Entretanto, durante
la tierra.
hasta que
te libre del
Has de
ausente.
las
manos
las
mientes
que
del
la
le
ocultes
te
presente es
el
la ley divina,
lo
que debas
lo
l
y haz voto
cadver entre
el
si
sitio,
ni
te
las
el
hombre no
que en
tu
es impecable.
sea.
vistas su hbito.
No
te sientes
manda hacer
algo,
permanece
conocer previamente
Cuando
le
le
preguntes
la
lo
conteste, ni
cum-
causa de
lo
que
te
le
ordena hacer.
pases
ms perspicaz que
manos, como
pues
coloques en su
repliques ni
te
tus apetitos.
lo
en su presencia,
plirlo sin
lo pri-
buenas o malas, en
No
que
ms remotos
a los
recomendar qu es
No
ir
yugo de
lo
tu alma!,
el
encuentres, yo te
lo
hacer.
quiere significar...
te
de
que se
DE INICIACION ASCETICA]
Ten entendido, oh
mero que
lo
en general, cuando
tampoco
cualquier autor.
le
le
hables de algo, no
le
pidas que
te
le
pidas que
te
la
doctrina de
357
Si
lo trates ni
ama y
En cambio,
frecuentes su compaa.
cases con
te
la celda
Gurdate de penetrar en
ella.
la
noche en
ella
o en cualquiera otra
No
si te
le
contravendras
Si,
pues,
alma y atente a
disciplina
la
lo
que
que
tu
maestro
tiene prescrito
te
que
ellos
poseen
no quieran que
les
la
"No
personalmente
le
la
te
si les
de tu
ello
tan
pides su
eso
te tiene
hagas", su consejo
sera
y en
te
maestro
bio, si te dice:
tu
ello
que
te
lo
donde
lo
fundamental de
principio
el
l,
llama.
obligaste,
quiera.
y no
a su esposa, no
no
si
te sera til,
la
pero
al
maestro
de tales
Tu tiempo ya
crito.
est
ocupado con
las prcticas
vicio, al novicio
tampoco
los actos
que
realiza ni
le
le
que
tu
ocurren
te
al
mal no-
No
le
discutas
e interiormente.
pidas que
te
ha pres-
maestro
ms que
hace.
Somtete
tu
maestro
al
te
magisterio y a
ponga de
jefe.
la
Doquiera
de que tu maestro
te encuentres,
te est
ca delante de tu maestro,
si
no es durante
la
mucha
el
respeto.
No
no
te
asientes
mirando, y guarda
noche.
las
mengua de vergenza
maestro con
358
do
lo desee.
No
dre, mientras
No
no
entres
jams a
la
besarle la
mano y
bajar
la
aunque sea
le
la
lo necesario,
llama, respndele; y
si te
maestro
otro.
si
no
te
manda que
te lo
comas, cmetelo
vea hacer
te
lo
le
mesa o
la
hasta
mantel,
si
comida y
el
el
t, sin preferir
le
traigas la
qudate de pie
te llama, djale
retira la
l te lo
pa-
tu
tu maestro.
drselo a
que no [229]
le
plazca
ni
desee que
hagas.
Gurdate de
los lazos
que
los
en presencia de ellos
si
ha advertido, pero
tu trato
con
el
la
la
urba-
te tiende
y que
sin casti-
sabe
muy
castiga por una simple idea que te viene a las mientes o por una
insignificante
mirada y
te trata
abre
la
puerta y
te
acoge a su gracia.
No
confes, pues,
donde
te
maestro se va de viaje y
orden que
acostumbrabas a
ir
el
te
te
te
acepta, te
cuando
te
te trate
muestre ms
temor reverencial,
el
res-
l...
all
a saludarle, saldale
como
si
no estuviese ausente,
359
Cuando
ni te
le
lo
salir,
cer sobre
si l te
no
te
solo
lo necesite,
le
digas palabra de
le
ello, ni te
es
No busques
cuando
el
le
las prcticas
te
le
ello.
ordene algo o
te
que
el
le
orde-
te
do errars,
as
como
acertars
si
la recta direccin
en
el
camino de
como para
el
el
aun acertan-
la
error.
es
perfeccin, as
ste respecto de
conforme a
los dictados
de
la recta
el
misterio de esta
en
del
maestro contra
que
lo
lo
es,
el
andas para
te
norma
contrario,
el
rio
la
mandato,
el
atrs, puesto
tal
le
dices
"Me
perfeccin
tu
si
amor
propio.
La mayor par-
fracasan, no es
ms que por
figuro
que
les
todo precepto debe entenderse como de necesidad absoluta y apresurarse a cumplirlo, as que es promulgado.
360
No hagas
la
espalda a tu maestro,
la
banidad que a
una
que
la
maestro
tu
mande.
te lo
te
ser
el
debes con
l le
noticia, sin
si
ms provechoso, a no
ser
las
que
No
ests presente
que
mismo
que
te
por ejemplo
le
dices: "Seor,
contigo en
el
respeto y
mismo
responda: "Hazlo
te
que no seas
cuarto, o
as:
como
en tu compaa,
me
retiro?"
come conmigo o
tal,
si
perder
cuando
colmo del
novicio a la familiaridad y a
al
el
no logra
el
le
que no se conoce a
De
esta
mismo.
espritu,
darte
lo
hayas encontrado.
lo
el
carlo.
Lo primero de todo
la reconciliacin
en
la
con
medida que
te
es la penitencia,
los
enemigos,
sea posible,
cados ests
cierto, en
la
el
el
que debe
ir
acompaada de
cambio que
tu penitencia
No
te sientes
si
de tus pe-
no sea acepta a
los
la ablucin completa, y cualquier mancha legal que contraigas limpala, y despus de purificado ritualmente, haz oracin litrgica de dos inclinaciones profundas. Debes asimismo hacer fielmente en
viamente
torias de devocin.
de
rito
las plegarias
supereroga-
La oracin
361
ritual
Cuando hagas
"
la
ninguno de
los
tal
manera, que
tu ablucin sea la
los
el
rituales
que acompaan a
las
ms
perfecta y cumpli-
orar. Al iniciar
la
cada uno de
ablucin, dirs:
"En
el
ejercicio
de las
aromas
divinos,
expulsar de
al
ella el
la
tu
cabeza con
el
senti-
audicin atenta de
voz interior y
la
el
santo de
latorias
tr los
la
que de El sean dignas, y ruega por su Enviado que te mosla rectitud [232]. Permanece despus en pie so-
el
la
espacio
ni
cin de que en
el
segn
ses t
las
modo que
El, al
la
modo, puro y
frmulas litrgicas,
si
el
el
sincero, y al
enslzalo
acomoda
en-
interiormente
discpulo y El
el
como
si
que
fue-
las criatu-
corazn hacia
el
grandecerle
con
el
templo de
semejante en algo a
tu
monte
senderos de
Que
el
te lee,
Parte
362
nes,
1,1
etc.,
tu
atencin en lo que
te
ordena
te
impone, a
fin
de
y en general
de los movimientos
como
la
mano de
rituales,
mrate
como un
la
como hasta
realidad
mismo
mente
tris
te
ms que
mande que
tu
as,
hasta ter-
al
se la des, es decir, a
lo dice el
y cerrar de ojos
abrir
minar
hacer cualquiera
al
ti
asimismo
lo
en que entres.
4.ARTICULO
No comas ms que
tarte ni
de
lo
y eso
la olla
No comas
sin har-
con afectacin
la
y,
tiene
hambre. Antes
despus de ponrtelo en
"En
la
boca,
el
nom-
Dios que
di
te lo
de nuevo "En
el
tu
mano
mano hacia
Come de la par-
de
la tortera
ti,
aunque comas
t solo, a fin
mires
ni a la
los ojos
cara ni a la
de tu corazn a
mano de
la
tu
la
de no
avidez y no
La
c omida
abandono a
el
tu
No
vicio de Dios.
sa,
te
pongas en
vayas luego a
hagas caso
le
al
que
diga que
te
t el ltimo
pie,
mesa de
la
har patente
ti
comunidad, s
la
te
te
de que se diga de
fin
mesa de
la
den, y as se
le
prestes atencin ni
en
363
la divina providencia
la
si
No comas
critas.
entre horas.
5.ARTICULO
Si la fe viva en la
para ganarte
cio
la
la
providencia de Dios
te falta
y esa virtud
del
el
te
ima-
bajeza de tu origen, de
la
tuitivo.
para entregarte ya a
la virtud del
te
abandono en
las
manos de
mrchate para
ello
y aun
tero,
ms
bien,
die ni te
all,
no afinques para
vivir en
el
las
foras-
que viene a
Si ves a
con
el
lo
mismo, y
viertas
es
un socorro que
tarlo,
pues
el
ti
te
socorro
tu
alma
te
el
acep-
364
te
por eso
lo
alma a
ha previsto, y siendo
dnde est
asi,
momento? No
la
danza qu es
lo
que
tu
alma
el
abandono de
si te
presente,
tu
lo aceptes, pues,
viene
soco-
el
examina
sin tar-
siente, en el
te
te
alimento, que
al
el
te enva: si adviertes
que
alma
tu
por
si,
el
contrario,
no sientes
triste-
lo
tomes; finalmente,
nes en aquel
Y ya no
Si la
momento y devuelve
el
el
muy
tie-
socorro.
no
si
s,
all.
ella.
mosnas
la
gente,
como son
Todo
las rpitas
al suf
si
no
que
lo
te
haces
asi, trai-
diga, hablndote
Entonces,
s;
ARTICULO
La vida en comn es
tades habituales y
la
el
te
te lo
acabo de ex-
la
abandono de
el
novicio, pues el
el
camino de
la
y como
paracin, producen en
ra
intil.
engendra
la
6.
li-
al
la
compaa
sobrevenir la se-
la
la
alte-
La
vida en
comn y sus
365
peligros
eso tambin dicen los maestros de espritu: "El que encuentra la familiaridad en la soledad y encuentra la desolacin en
haga
que
su
de
la ilusin
los condiscpulos
que
es
se
novicio es
espritu. Si lo encuentra,
maestro se
el
que no
de su propio maestro,
el
su
lo contrario."
se aparte de la vida en
hermanos,
mundo,
el
la
ni los trate
o con-
mande. Conviene, en
lo
el
mismo gnero de
como de
vida,
modo
las otras, al
de
la fiera sal-
consagrado
al
de
ejercicio
la
morarse de El continuamente.
No
zado a
vivir en
compaa de
si
atentamente qu es
otro, vigile
que
lo
siente su
si
cuando
siente su
el
compaero, abandnelo
y qudese solitario; y
huya del pas.
Dgase
lo
si
su compaero entonces
o,
le
sigue y busca,
prese otro,
ste se ausenta,
si
no
el
si
reglelo a cualquiera; y
lo necesita,
siente
que
a su ha-
si
el
ya con
Tanto
las
es as,
que
al
ms mnimo,
ya con
le sirven,
que
si
la
e!
maestro es su mdico y
le
[236]
costar
de
las cria-
con su maestro,
a fin
mundo,
las otras.
no fuese porque
lo trata,
lo
l,
pues
mucho ms
si
el
l,
sino
ms
la
si
bien
novicio se familiariza
trabajo recorrer
el
camino
Parte
366
de
la perfeccin
ardua y lenta
la
LI I.
maestro
al
la
ser
le
ms
le
el
trato con
tal
punto, que
le
ellas est
prjimo insprese en
el
la liberalidad, sin
ocupado.
sacrificio,
el
la
en
caridad,
la
los
dems merecen
la
preferencia y que
mandamos
que abandone
su corazn ocu-
el
en
momento
Su
ms
medicinarle y
l.
si
difcil
al
no
tie-
novicio
cuyo cumplimiento
le
incumbe
al
novicio
como un
prjimo
el
los
del
mundo
es preferible para
el
deber, y este
cum-
impedira ocuparse en
le
la
soledad y
la
fuga
dos ya en
la perfeccin.
Dios
En cambio,
si te
aunque
repugne, pues
ello te
les oculta lo
que
t eres realmente,
si
Dios
descubriese
les
No
te
el
alegres,
7. ARTICULO
Conviene que
to disipa.
el
conciencia, prohibimos
al
ir
fin
el
movimien-
le dirija.
El novicio en la
calle.
El
canto religioso
367
ponga
de
la vista all
el
de
pues es
esto,
todo
muy
al
peligro
el
atencin ocupada en
la
preguntarle
cmo
que
el
el re-
salude,
le
Gurdese bien
est.
difcil
que encuentre
lo
temiendo siempre
pies,
la
los
dems: pie-
y tome sobre
dbil
s el
le
saluden, salude
la tierra
como en
le
a su vez a
Gurdate
el cielo...
ello te ser
ms
te indica
el
que debes
el
el
asistir,
ejercicio
propsito de
alma
al
da y excitada. En cambio,
el
paso.
de canto religioso. Si tu
pero no escuches
asiste,
ms conveniente que
el
y ocpate en
alma
los casos en
la
que
lo
la
que
audi-
al
llanto, tales
la
como
el
la
domina hasta
el
lo
que oyes; y
si,
en
final,
entonces
tal
caso, la emocin
te
pones de pie en
quien
te
la idea
que Dios
vas en
como
te
ha
vuel-
368
moverse durante
el
equilibrio justo,
segn sea
pecie,
que
si
te
te
si
cendiendo de
la
lo alto
pidamos que de
diendo
pues
la intencin,
el
nos libre!); y
ello
al infierno
en cambio,
si,
te
(a Dios
mueves per-
la
al
empreo;
si
el
te
embargo, que
t ests en xtasis
busca
la
obligado a
compaa de
la
los
la disciplina as-
acostumbran acogerse, en
de los valles.
si
ya dentro de
la
te
ha dado principio
te
las
sorprenda
la
hora de
la
el
si
el
precepto de
al llegar
oficio, incurres
la tacbira del
Acto de pronunciar
del
fondo
la
en
el
defecto de la
si
lo
el
la
oracin litrgica.
negli-
las in-
suma
(1)
el
fin
bs-
al
maestro de
ello,
el
las ciudades,
calos
les
al
muy
vulgo de
grande",
369
los fieles
misma mezquita, y de
misma
siempre en
la
siempre
mismo
el
fila
de
fieles
para hacer
colocarte
oracin, y de escoger
la
lugar.
8. ARTICULO
Ten presente
que,
si
te
te
venga a
de
los
raciones son mensajes que Dios te enva. Haz, pues, todo cuanto se
ocurra,
te
v.
gr.,
porque
no dar
con
la
los
les
la
mente
les
vengan esas
ideas,
el
as
ambas cosas a
cillarles
comida o cualquier
la vez:
[la satisfaccin
de sus necesidades]
la
idea de hacerles lo que a ellos les ocurre que necesitan: para que
te
del
apresures a hacerlo, y as
grado
necesitan.
ticar
Adems, por
contar
doles.
No
no de
la
la
tu parte,
aprendes de
ellos
consecucin
el
premio a que
te
que
Todo
Cuatro son
la
procures a ellos
la
ello, sin
dan
les
solucin:
el
pobreza voluntaria;
musulmanes, y
la
otra vida...
las
el
servir de
la
fmulo a
los religiosos
pureza de corazn;
el
el
novicio, en
el
le
la
que profesan
ti
mismo.
principio de su profesin,
Parte
370
III.
y tienes
el
y veraz, respecto de
las ideas
que
te
tal
el
si
mas
te
ocurra acerca
y como [240] se
te
ni
juicios
da
crdito, es
que con
la
oracin mental.
la
l.
En cambio,
te
Eso no se corta de
los
raz,
ms
slida instruccin.
CUNH
IV.
QUE ES ESENCIALMENTE
INDISPENSABLE AL NOVICIO
(EXTRAC TOS)
EPSTOLA SOBRE LO
[1. CONSEJOS
ASCETICOS]
manes. Servir a
los
musul-
hbitos.
Guardar
rn,
y de
camino
las
al
silencio, fuera
de
la
el
recto
la ley divina,
al
prjimo a dar
[2.
[42]
LA
te dirija
Cuando
al
el
la
372
un ngel, que
le
inspira
el
bien,
aunque en realidad
fuera un demonio.
DEL TIEMPO]
[3. DISTRIBUCION
[43]
Debes
y de
la
noche. Aquellas en
la
pre-
ritual.
para ganar
la
al
acabar
la
ora-
cin del alba, no abandones la esterilla ritual en que has orado, hasta
la
de, hasta
que
el
sol se
all
la
cena, lo
la
sidad. Ni uses
ms
el
sueo
ropa, que
te
No
la
dao
fsico
que
te
[4. LECTURA
Si eres de los
ESPIRITUAL MEDITADA]
que saben
leer
escribir,
imponte
con
la
mano
modo que
mismo
fija la vista
te oigas.
en
si
el
el
Al-
sentido del
y leyendo en
Mientras salmodias as
obligacin
libro sobre
la
el
lo
que
Plan de vida.
tricin
Lectura
espiritual.
y plegaria de perdn,
etc., etc.
lo
Examen
mira
fieles,
373
de conciencia
si
t la posees o
te falta,
si
que no
lo
infieles,
mira
por acaso
si
la
posees o no.
te
alma y aclara
la
los ojos
ser borrado; y
lo
haces
haces despus
te traer luz
de su vista
si lo
interior. Si
mental por
la lectura
en su prctica sientes
pausada
del Alcorn,
esperanza; humillacin,
del
que
lo lee,
por
la
si
al
DE CONCIENCIA]
tu
si
la
tus pen-
vez en tu cora-
corazn se
hablan
El Alcorn no fastidia
[5. EXAMEN
[45]
etc....
que a
tu
le
agrade. Nosotros
le
y cuando llegaba
rante
el
maba
da,
la
el
la
su pgina y to-
pgina haba.
Yo aa-
mientos.
(1)
Alude a Abuabdala
[,
b.
los
momentos
Almochhid o a Abuabdala
b.
172.
mira bien
Casum.
Cfr. su-
Parte
374
en cada
en
momento qu
y hazlo:
l,
II
es lo
ests en
si
I. Textos: Cunh,
que
la ley
tambin a atenderla;
sejo, apresrate
de Dios
la ley
divina te impone
si
uno de
ests en
si
49
te
un momento en que
de tiempo
45, 47,
los
momentos
libre,
buena
que
la
plir otra
es la ltima
la cual te
vas a
presentar ante tu Seor, pues obrando as, obrars con pura intencin,
y con
la intencin
[6.
CARIDAD
[47] Evita
el
pura
el
que
te
de buscar
to al
ra
de
la
los
compaa de Dios y de
la
ni te
intencin y propsito
las
No
montes
sin
ms
ni
ha puesto bajo
Tambin
do
slo con
los
tu dominio.
ni
ellos,
t eres esclavo
el
los
los tratas.
te tratase, sien-
ellos eso
mismo exacta-
cmo
siervo,
mente, y
tu
lo
hijos y
cuanto querras que Dios hiciese contigo, hazlo t con sus criaturas
exactamente. Si tienes un hijo, ensale
el
y a practicar
las virtudes.
Desde su infancia
los preceptos
llvalo hacia la
Caridad.
375
malas pasiones de
las
la
mundana y que
la
[49]
como en
la
en
as
prspera
la
ns y
le
con-
la
Sata-
le
te
quedars
sin
nada, para ejemplar castigo que ser proverbial entre tus colegas y
semejantes.
Guarda
tu dinero
pues no sabes
lo
que Dios
te
enviar
la
le
las eventualida-
ao prximo."
dice Satans:
Si es en
"Guarda
te ves,
tiempo
tu dinero
cundo se
te
do nada
te
ti
la
honor."
Cuando
lesto
y perders hasta
el
siste
influyendo en
corazn del
el
ti,
te
y no
acabarn
ms
ayudar cuan-
a todos sers
mo-
infeliz,
la
avaricia.
[7. PRESENCIA
[49]
Te
tus estados de
movimiento y quietud.
[8.
[49]
En
DE DIOS]
PUREZA
la totalidad
DE INTENCION]
tu
vida espiritual.
Parte
376
[I
I. Te xtos: Cunh,
54
51,
[9.MANSEDUMBRE]
que
ira,
ira,
la
mansedumbre
agradars
le
el
la
es indicio
Misericordioso
al
refrenars; a la vez,
cual no te en-
el
le
lo
que pide
la
muy
te
ponga en
ya
te
lo
la
encontrars en tu balanza
mansedumbre, que
otra ventaja de la
alma inmensa
el
alegra, a saber:
que
si
Obra
as, pues,
que
mayor y engendra en el
ira, tampoco te cas-
reprimes tu
tigar Dios por las acciones que hayas cometido y que provocan su
clera; en efecto,
como
sacar acaso
la
mayor
te
t refrenas la clera
que
te
produjo
la
ofen-
el
prjimo y de
hacer El contigo. Esfurzate, pues, por lograr esta virtud, cuya herencia es la caridad en los corazones de los hombres. El Profeta nos
a otros.
[54]
10."
MEDITACION
Debes desatar de
lo
tu
al
la
si
el
no
adherida contumaz
le
al
mal, y
los
ms
nudo de
la
pertinacia en
el
el
aliento
que
te
haya de
mes
es la
perfecto.
mansedumbre
DE LA MUERTE]
corazn
conseguirs,
amor
y tantos, que
ni los
el
pecado, Dios
montes ms
fir-
Mansedumbre.
deble
te
como
ces dicen:
las
de la muerte
377
asaltar la muerte.
cado hasta
Meditacin
el
"No
es
el
es penitencia la de aquellos
momento en que
la
muerte se
personas que
Ies
viene
la
les
que cometen
el
pe-
la penitencia..."
Cuntas son
muchas
veces, desatars
el
nudo de
ti
mismo.
fuerza de repetirlos
tu contumacia.
M A W AQUI
[1.
[89]
la
EL
La
razn, con
el
espritu,
con
lo ntimo
de ste y con
alma, con
lo
ntimo de
el
co-
lo n-
timo.
[2..
[11]
al
LA
La gracia
el
obtiene se pierde.
del siervo,
pues
ella es
Por
ella se
alcanza
la
el
la gracia sea
luz puesta
por Dios en
de
ste, en
voluntad
la
las
dependencia con
tiene relacin de
lla,
el
379
y efectos
el
la otor-
el
pedrsela
a Dios y
el
movi a buscar y
le
ma, pues
de
sin ella
gracia
la
es,
hombres no
los
Una
no habra existido
por
lo tanto, efecto
el
de
acto de voluntad.
gracia
al
Dador providente de
acompae
ella.
al siervo
de Dios en
la
la
gracia" en-
de sus es-
la totalidad
y sentimientos ms secre-
tos,
una cosa
divisible en partes,
subsiste en
feccin
el
alma,
queremos
y,
no es que
el
sentido de que
el
el
el
Ms
hombre
alma para
el
alma para
acompae a todos
la
La gracia divina
ley.
es
la gracia, al ser
espiritual
de
Es una entidad
realizar
conforma con su
imper-
la
la realiza-
contrario, la perfeccin de la
predicamos
ella
que resida en
gracia, en
la
pedida
l.
el
acto
humano
que reside en
el
se
alma,
den, la cual
le
impide contrariar
el
hombre
el
perfeccin de
la
Por "perfeccin de
al
mayora de
por
La voluntad
la
lo
la
aunque
la gracia,
espiritual,
los
la
divina gracia.
ste, se
deberes que
De modo
llamar gracia. Si
la revelacin le
impone,
Parte
380
1,1
1. Textos: Mawaqui,
al
disconformidad, porque
la
de estar privado, a
de
es
que
po que
la vez,
la
gracia resida en
la
disconformidad con
acto distinto,
gr.,
v.
15
12,
11,
el
la
sujeto no pue-
el
sujeto, respecto de
la ley
un acto,
divina resida en
oracin
la
cabe
mismo tiem-
al
respecto de otro
l,
pero en una
ritual,
casa que ha robado a otro, o cuando uno hace limosna, pero a la vez
Seor
la
sta en todos
segn
la
Cuando
divina.
la
actos, para
le
a su
acompae
no contrariar jams
la ley
el
acabamos de
que ha logrado
ral
nes y no musulmanes.
cies:
una
tud
el
es la gracia en
dictados de
los
el
hombre
el
acto se
cuya virtud
la justicia,
acomoda
en cuanto
musulma-
el
acto
tal;
humano
se
conforma con
pozo a
comn
la
la religin
que profese),
el
cual cava un
la orilla
acompaa
que entre
al
humano que
acto
ellas
la justicia es la
que
lo
que
le
un hombre ve
que una persona trata de beber agua con una criba y en cambio intenta
porgar
en
la criba
el
trigo echndolo en
y en cambio echar
agua en
la
el
trigo
dos,
La gracia particular
te lleva a la felicidad
el
lo
echar
es la
que
saca de las
fuego infernal.
Es general
la
gracia
de
la fe
lar la
fundamentales de
ayuda a
rio es
381
efectos
purificar
el
ayuda a cumplir
gracia que
la
te
bate espiritual.
y en particular, que es
la religin,
Tambin
y del com-
la disciplina asctica
particular.
excelsas y
el
es la prctica
de
las virtudes
van implcitos en
[17]
la
ti,
pero por
ella es
de las virtudes...
se logra por
ti,
de
ti.
que
asimismo
tus padres
el
el
Otra es
el
cia es el islam,
de
la prctica
La gracia divina
la
es
t.
y maestros
te
ti,
que
hayas tenido
te
despertar, Dios te
al
cmo has de
gremio de
los
que existe en
ti,
ti,
es aquella en
la
gracia
mismo
y sentimientos,
el
camino de
la
la
gracia
te
Cuando
la
ideas
marcha por
y, al intensificarse estas
la
lo tiene
la
decretado y previsto...
el
alma es
la
enmienda de
la
vida
y,
sucesi-
cin del
la
propia indignidad,
Parte
382
Textos: Mawaqui,
Lll.
17, 18,
19
El, familiaridad
ley,
apro-
de gracias y obtencin...
[3..
Ninguna de
UTILIDAD
DE LA CIENCIA RELIGIOSA]
moradas
estas
camino
del
que atae a
terico de todo lo
esta ciencia
los
dogmas y
dispensable para
la prctica.
el
la
a la moral [19]
el
pero de
Es ciencia experimental
nor-
conocimiento racional o
el
conocimiento
alma producen
las prcticas
ascticas y de sus misterios, por virtud de una luz que Dios comunica
a tu corazn, la cual te hace penetrar las ntimas esencias de las cosas,
los misterios
la creacin.
Cuando
el
Esto es
lo
es autntico o
no
especies,
seer
el
el
de
verdad de
la
el
sujeto
No hay
tensin de aqul.
la es-
el
la
Pro-
haber llegado a
la
absoluto abandono
morada mstica de
al
de sntomas o testigos de
siste
en
en que
l tal
el
la
cuando
el
383
l.
ignorndolo
sujeto...; otra,
el
de
la
de
la
verdad de
Ten
[53]
[dogmtica y moral]
dispensable, pues
...;
pero de
saber
el
no ms que
ella,
ms de
lo estrictamente in-
lo
mueve
hombre
al
dems
le
eximen de
la tarea
de estudiar
s la
le
Aprenda, por
l.
las
necesidades ur-
que llega
al
uso de razn, es
la ciencia
prenderlas, pues
hombre en
general, as
si
si
por pura fe en
dogmas, se
le
lam en general
ese
tal,
autoridad, prohibindole
la
el
el
conocimiento exacto de
darn a conocer
los preceptos
conozca
y,
los
fundamentales del
as,
que
le
urja su cumplimiento;
de hacer
la
oracin
ritual,
v.
gr.,
slo
deber aprender
dogmas
razonamiento.
el
cuando llegue
los ritos
de
isel
momento en
el
momento
la purificacin,
mismo,
del
al llegar el
ayuno;
si
hace
si
la ley
384
que se refieran a
los bienes
que posea y no a
etc.,
los
pero slo
ritual,
dems;
si
vende o
prescripciones jurdicas de
las
as tambin, en los
la
dems preceptos
la
obligacin de su cumplimiento
le
le
faltar la holgura
que necesita."
la ciencia
esto
momento
mo, es
con
decir,
est prxi-
la
de ponerla en ejecucin.
[4.
mismo Dios
me aproximo
el
ti,
CONSEJOS
hacia
es acaso
hacia
Yo voy
trotando?"...
No
Yo me aproximo
hacia
ASCETICOS]
En
esta tradicin
que
lo
de
el
que
siervo desea; y
ni el
ojo vi, ni
buena prueba de
el
odo oy,
y es evidente que
La otra idea
til
el
ni al
que en
el
cielo
lo
habr
conocer.
el
ti,
si
la
lo
ello es
con
la
a El te acercas un palmo, El se
mismo quien
te
te
te
acerca
acercas
te
has acercado.
Consejos ascticos
as resulta
385
as
sucesivamente. El
es,
De modo que
"Oh
es
como
si
avisara y te dijese:
te
Yo
por
la
pia.
despus, todava
jante a lo que te he
como
el
recompenso por
te
quien
te
toma
dado gratuitamente."
que de
ti
porque
si
salvacin.
Escucha: que
que
tu
No
alma
la
te
alabe no
te
es en realidad...
trabes amistad
ha de aprovechar
te
huye de
ms que
que
el
compaero perverso
te
te
del len,
da
los
pues
grados de
como
del
si
destruye
la gloria,
mientras
el
len,
el
abandono de
la
propia voluntad.
[5.METODO
[56]
rir la
te
ciencia religiosa
Dios
te
y para obrar
el
si
negligencia y retornar
ocupada en
las revelaciones
al
recibir de
que
te
mundo de
Dios
las pasiones,
las gracias
comunique. Esta es
pues
tu
y misterios que
la ciencia
alma estate
enve y
en
constante prctica de
el
comer,
la
la
oracin mental,
escrupulosidad en
el
la soledad..., la
hablar y
la
parquedad
386
Somete, despus,
de y
tu
alma bajo
la
te
man-
te
modo no
la
alma se
al
le
cin mstica,
mientras no se sometiese a
misma quien
ms
revelasen as los
tampoco por
le
ms duras pruebas, no
vida las
ello
la
sutiles misterios
de
la
amor
aunque
contempla-
como
ella
y se
que
el
el
al
amor de
la
los
influjo, es
corazones de
primaca." (1).
enorme politesmo de
alma se eleva hasta
obediencia a otro
la
al
otro], el
Dulnn
el
como de una
Misr:
"Todo
a Abuyezid
el
acto
ltimo
lo
amigos de Dios
es
el
lo
que nc
amor de
maestro que
[6.
LA
primaca.
la
te
dirija...
al
te
te dirijas
ti
mismo. Slo
manda
ejercer
un
oficio
manual,
l,
como
te
fueras
plazca
as sers feliz
mande y
si
le
lo
prohiba. Si
que
te
Sobre Dulnn
(2)
Famoso
el
J.
C.
conti
te
La confiada obediencia
guste, sino porque
dediques a
tud,
t,
no porque
lo
lo
manda.
Si,
en cambio,
manda que
te
sino porque te lo
te guste,
que ms
manda, pues
l,
mejor que
te
ms que
le
que aspiran a
la
te
enve
nmero de
te
la
conoce
te
387
maestro espiritual
al
el
la
le
compenel
direccin de los
el
los
el
nmero de
no
le
mueve a
el
que Dios
tiene
le
altos,
porque
dirigirte
Y como
los seguidores
ms
que premiar, en
la
mueve
medida de
lo
al
Profeta [112].
maestro, claro es
al
sublime que es su
al discpulo,
el
Porque
los
to del xito
el
novicio, respec-
el
si el
camino
espiritual
el
ms
alteza del
bre
es,
el
al
el
que
388
anhela
ir
Mawaq u
i,
as,
111, 112
esto,
"Permaneciendo
treinta
decir
al
Bistam
el
que no comparas
tos y tu ascetismo
con
tu
el
subir.
Cmo
ti
el
de todo, an
mismo y reprndete
moradas de
le
pues, oh aspi-
es,
sobre
oficio;
interior; y, a pesar
como un lavandero de
lavarla,
como un
tu
alma
es im-
te
advierte en
ti
algo bueno, ya
te lo dir,
si
te lo
dice
te
conviene ale-
grarte de que
contigo
el
el
ja,
s;
te
te
contigo, ya que,
hacia
maestro
alejars y
de
si el
ti,
no
te
hubiese atrado
tiene de tu salvacin.
Traba-
puerta y logrars
la victoria."
stas,
la
debes repren-
der a tu alma, sin perder jams la confianza, pues tan slo desesperan
del Espritu
te inspira
fe.
habra inspirado
Uno de
(1)
de
J.
(2)
los
si
te quiere,
pues no
ms famosos
el
te
te
ha-
ao 910
C.
siete
aos debajo de
la
al
de San Alejo,
escalera de su casa.
89
En cambio,
ba de tomar de la mano.
si
te
mueve con
ms que
murar de
que
te
ti
mismo,
exhortaciones que
las
ni
menos an mur-
la futura.
pues con
tu director espiritual,
te
hago... y espera
te
[7.
DE
LA HUMILDAD]
los misterios
como un
tesoro y que no lo
regala por completo, sino a sus profetas o a los que son amigos sinceros
suyos. Porque no toda humildad es humildad. Ella es la
de
las
moradas
llegan los
del
camino
espiritual
hombres de Dios. Su
miento de que
coexista, en
el
modo
el
el
alma,
el
la
que slo
la
sentimiento de la soberana.
ms sublime
meta ltima a
la
amor de
la
ignorancia."
pre-
la
semilla?"
le
res-
la
soberana,
el
pondieron: "En
cual
la tierra."
dicho de
les
de
la
el
corazn semejante a
misma
Mahoma: "Brotarn de
la
sabidura
la tierra." (2).
que es de donde
rior,
el
que aparece en
la
mayora de
No
Todo
(1)
(2)
Cfr. Asn,
Logia
et
los
es humildad.
el
II,
hombres y en
Tan
ciertas personas
mundo adula
al
prjimo, en la medi-
pg. 60.
agrapha D.
Jesu, op.
cit.,
nm.
89.
390
da de
lo
que de
humildad
es noble
busca o de
lo
y no cabe, por
que
el
prjimo busca de
l.
Pero
la
Es pa-
[8.UTILIDAD
[52]
DE LAS TRIBULACIONES]
las
moradas no se
el
hombre, mediante
la tribulacin,
un
error,
porque
me-
no
la tribulacin
la tribulacin
es
no otorga, por
misma, morada
alguna jams,
ni eleva a
en cuanto
misma
tal,
la tribulacin,
s
moradas a
los
el
castigo divino...
No
la soportan...,
la
paciencia y
la
la
paciencia y
conformidad
la
es
lo
ley...,
el
y esta conformisiervos.
siervo de Dios
crea firmemente que [53] no son sus propios actos los que
al
que
el
le
conducen
trada en
debe a
la
la
mansin de
el
el
bien y
el
poder de realizarlo y
la gloria, es
en-
misericordia de Dios.
[9.ELOGIO
[193] Es la tristeza
el
DE LA TRISTEZA]
se visten los
el
que a
entris-
Elogio de
tecido. Ojal
tecida!
Oh
triste,
hombre
t eres el
Dios
me
391
la tristeza
otorgase
que
t eres el
verdadero poseedor de
la intui-
el
de
la gracia
la tristeza,
al
de Dios en
Oh
la tierra.
iluso [194],
Cuando
corazn
al
triste es el misterio
le falta la tristeza,
se arruina.
lo
mismo que
lo
que tienes? De qu
te falta es
Aun
triste
verdadero contem-
infeliz,
mucho ms de
qu
ra io
que
aun
el
que
te
le
y su manto
y su manjar
tristeza es la
ha gustado
devocin.
sabor de
el
No
la tristeza,
el
temor de Dios,
y su bebida
la tristeza!
bien.
al
la tristeza,
te extraves,
tampoco ha gustado
si
el
oyes decir
sabor de
al
morada
elevada, segn lo es
bin la tristeza es
Da
las
te
este camino.
alta,
la
ms
el
msti-
la ciencia es
la
lo
sea su sujeto.
ms sublime de
mor
Como
segn
ha instalado ya en
espiritual
morada ms o menos
moradas, a
el
la
amigo de
lo
ms o menos
tris-
plaidera
suma de todo
ha de estar
La
el
porque no poseas
el
las
Te
te-
excelsitud misma,
392
Mas
ciegan.
en
si la
tal
medida
que
perfecto,
tus contemplaciones
te
no
te
ciega hasta
el
punto de no ver eso, ser prueba evidente de que todava eres hombre
de pasin. Ojal que Dios infunda en mi corazn
tristeza espiritual
[10.
TEORIA
La
[77]
y de
que oyes,
en la
gracia de la
la
desolacin!
la sutil
te
ests. Si
no desocupas
espritu
rganos corpreos
el
fe en tu espritu
de ideas
tu espritu
ajenas para poder realizar con fe viva lo que oyes, tampoco tus rga-
No
[94]
Dios;
ni te unirs,
que tengas
los actos
mientras no
te
anonades;
ni te
que Dios
te
te
obtendrs
la gracia,
adquirirs es-
ni
ni,
finalmente, ob-
unas con
te
anonadars, hasta
y con
la
gracia
el
hbito de
el
acompaas de
la virtud,
y con
la
anonadamiento, y con
ste la unin.
[133] Si
al llegar a
el
mstico de la ilu-
logrado
la
al
la
plena posesin de
plena posesin de
la
la
morada en
el
mundo
mo, formal te una idea clara y distinta de este misterio esotrico, que,
a juicio nuestro y a juicio de nuestros colegas, es
prender.
muy
difcil
de com-
393
Cmo
da de
que no logra
es
el
la
medio
mundo
examinas, un
lo
espiritual,
el
alma,
que
espiritual a la
alma
el
al
mundo
el
hbito?
el
visible
Si,
del
mundo
para completar
la
falta, si
comunicar
gracia
le
alma
al
van anejos a
la
que
mobien
si
del
cualidad
invisible, des-
retornar
le
las
el
alma: La efu-
posesin habitual de
la
la
cmo va a
pose-
pus de adquirido
la
se llega a dicha
la
No
nador concedrselas...
le
plazca
al
Do-
ms que un
posesin de
el
ella
la
que
que
el
alma lograra
la
plena
nmero de
al
los
grados de
la
iluminacin de los misterios todos que van anejos a todos los grados
de
la
entonces
ello?
la
perfeccin; pero
si
no quiere, quin
el
alma lograr ya
le
podr obligar a
esta va llegaron a poseer los carismas de andar por los aires y sobre
las
completar
la perfeccin,
el
que
el
Ies faltaba,
la
"Y
la virtud
correspondiente.
Pero dirs
de
el
les
hace
camino...
394
andaba sobre
la tierra;
las
aguas y por
pero en
la
tal
y que
aire
el
grados de perfeccin, es
los
decir,
con-
ms
tal,
la
balmente
que,
causa que
le
si l
se ilusiona imaginan-
los actos
si
cedido eso.
es
que
el
el
la ley divina,
verdadero camino, no
el
proftica,
Si
aludido,
como
me
dijeras:
las
si el
su-
moradas
di-
todava
y llega a
antojan
les
hemos
estado
la ley divina.
puesto
habra su-
le
vinas a que
sujeto.
do que
el
la rectitud moral...
que
el
mstico, de ellas
el
y rompen
la
al
combate
ha depositado en
la
que a
ella
te revistes
de
las virtudes
que a
ella
la virtud
No
te
los ojos
hace
o cualidad
mirar y
es-
el
ojo:
impone respecto
del
corresponden y a las
que implican,
la
recompensa
contemplacin
395
como premio
don
el
odo y no en cuanto a
que
el
la
esencia de la vista es
Justiciero, tiene
homogneo a
lugar que
le
sta,
pues
premio, para
el
Sabio y
el
la
No
y
el
como recompensa de
el
lo recibe
la
corresponde.
como premio de
tica
al
la vista
las virtudes
de
la vista,
con Dios
que
la vista oiga,
Todos
los
or
como propios de
aqu,
no fuese por
no va acompaado de
aire,
pues
ni tiene
la
mismo
ni sirve
el
para lograr
la
"Qu
Cada hombre no
propone..."
De
tiene,
el
las inten-
y externos, es
el
el
corazn y forma
miembro propio
la ley religiosa
mismos de movi-
como para
rebe-
que de
se disipa en
co-
lo dice as
al
se les
el
En
est
el
aunque
ver.
del acto
el
el
corazn es
idea imprevista. Si se
fija
en
al
la
lo
pone en movimiento,
396
el
No
cabalmente no merece
el
el
olvido:
cuando
el
si el
toma en cuenta
el
el
rece,
si,
perdona. Lo mismo
anota en
mientras no
el libro,
el
tampoco se
lo
ponga en
el
lo
que
hombre me-
se le
Profeta:
se le
si,
lo
ni se le
el
cmo supone
pero no persiste en
modo
hombre
el
cual se hace
sucede
le
la
la cual el
el
ves, en efecto,
"Cuando
lo realiza [144], se le
Cuando
cuenta
ta;
si
se
si
lo realice;
no
lo
lo
comete, se
comete, no se
le
si
pero
de virtud, pues
lo dijo el
adems,
nos.
el
le
toma en
toma en cuen-
como un
acto
e!
hombre
se da, es
que
el
clases:
de
lo
Pero de ambos,
el
primero es de dos
el
espiritual,
y hay otra intuicin que a su vez se engendra del acto exterior. Esta
segunda
intuicin,
si
que
lo
ha engendrado y
al otro
397
Carismas de visin
Este es
el
alma llega
el
una
Esa ltima
exterior.
[ 1
[63]
tante,
ver fsicamente
es, v. gr.,
espesa; ver
el
templo de
la
Caaba,
contemplar
el
mundo
hacer
al
celestial, espiritual
oracin
la
Otra especie
es,
alma
el
anhelo de conservar
el
mino... El
mundo
que,
sin cesar
como
mismo
el
espiritual celestial
el
el
ca-
celestial
el
litr-
por ejemplo,
y terreno. El propsito de
el
al visi-
muy
tina
DE VISION]
1." CARISMAS
perdn de
3), le glorifican
los
que creen y de
todos cuantos viven en la tierra. Cul crees, pues, hijo mo, que ser
el
la
compaa de
tales
el
pensamien-
al
contemplar
las varias
la vista
mundo
la tierra las
combate
el
cua-
campo de
como
el
sol
cuece
el
oro, encerrado
en
el
mineral aurfero,
(1)
[,
p<. 41,
nota
2.
la
tie-
at-
398
musiera [65],
as
tambin
el
do y purificado y
de
sol
el
se eleva hasta
el
lor,
la tie-
el ejercicio
informando
all
cuerpo,
al
pias de los espritus anglicos con los cuales convive, es decir, que
se hace invisible,
las
como
los aires
la
La
de
los
que
lo
figuras.
cuanto a su personalidad
invisible, en
ma de que
los
hyle
modo
real,
el
el
mismo
origen; pero al unirse con los cuerpos, que son de naturaleza y calida-
s,
de los cuerpos con las cuales se unen y en cuya vecindad habitan. Slo
cuando
fuego de
el
la
mortificacin y
ascetismo purifica
el
el
alma de su
al
mundo
al
segn que
la
aunque
ms
influjo
sin dejar
menos
la
comple-
y retorna
de gobernar
difcil
lenta,
temperamental.]
[66]
De
la visin
y trato
propio de
l,
del
mundo
la visin del
otro
mundo
le
anglico o celestial,
mismo
espritu.
Esta
interior,
su vez,
el
visin carismtica
el
refleja
cerrojo y se derrumba
el
como en un
espejo.
capa de herrumbre y se
escondrijo y sale
el sol
de la Ver-
Carismas de visin
la luz
399
la
bru-
ida superficie del espejo del alma y de esta unin se engendra [67]
la
el
arte de la fisiognmica
ma-
gistral.
La manera de
alma
tico
la
del ms-
como
divina sabidura es
si-
ojo del
el
corazn, percibe ste sensiblemente todo otro corazn que tenga enfrente; y esto es as,
menos de
del
estar leyendo
cada instante
lo
el
fije
volumen
al
qu lnea de
si,
segn
lo
que es
leyendo o en
lo
si
como
el
guarda en
secreto,
l.
Aqu,
la
imagen
ideas esenciales a la
Si,
lleno, en
si
ste
que
el
cambio, de las
alma de
el
del objeto
la atencin.
el
est enfrente de
sentes...
mstico do-
el
escrito,
folio est
y se entera de
los folios
hojee rpidamente,
lo
el
que estn
sujeto no puede
es decir,
libro en
los
infiere
que
all
de cierto
estn pre-
no se
lo
confiesa espontneamente, o lo
400
confesin.
tal
La causa
en virtud de
la cual,
el
corazn de un
corazn de
el
ms denso
humo de
el
la
de
Para
el
mezquita,
persona,
caso en que
cual conoce
el
mismo
apetito, a
llevarla a su casa. Si la
desconocida para
el
cosa, la
mismo
le
manera de averiguar
mismo conozca
la
Cuando ninguno de
estos casos se d,
fija,
el
iluminado
la
como en
los
la
persona o
casos anteriores:
le
en-
cosa y se marchar.
las
formas ms
sutiles
de
lo
compra-
tregar
deseo es
tal
el
caso anterior.
completamente exento y puro de todo deseo sensidespus, encuentra tambin en su alma que aquella cosa desea-
da debe
el
pesar de sentirse
do
y aromtico, por
el
le
la
sutil
como en
el
ble, y,
la
maestro
el
la
maestro quin es
pongamos
ne,
el
fl-
marchar-
al
manera averigua
el
el
alumbrado y
la
el
la
ti
pre-
cepto o
la
Esto es
lo
que
(1)
le
sucedi
al
II,
pg. 60.
le
vino
la
Carismas de visin
idea de repudiar a su mujer:
el
Abumedn
va
tu
mujer." Tambin a m
me
perando
Pero despus de
la
ocurri algo
componer un
un captulo
revelar."
me
401
ms
sutil
de describir
no supe ya qu
eso,
que
sutil
escribir
esto,
y fu
por Dios, se
libro inspirado
e imposible
de
me qued
es-
Mas
misma
hasta su
fin
el
y en seguida desapareci de mi
v. gr.,
de fornicacin, robo,
si
vista.
etc., al
el
el
en
estado mstico de
el
Abu Yaza
En cuanto
gistral,
al
(2)
el
miembro u rgano
la
Lo redact
el
l-
predominante
y es patrimonio peculiar de
los
la austeridad...
arte de la fisiognmica, es de
es, a
su vez, de
filsofos,
gistral tiene
temperamentos y de sus
mdicos
distinta de todas
esotras especies.
En
toda certeza
el fin
su virtud,
(1)
(2)
Su nombre completo
es
que posee
el
II,
tal
pg. 74.
Abu Yaza
El Nur, ben
Hazmiri. Muri a la edad de ciento treinta aos, de los cuales pas veinte
tario
y consagrado a
la
devocin en
la
montaa que
est sobre
El
soli-
Tinmal (Marrue-
cos), descendiendo luego a la costa, en la cual pas otros diez y ochp aos sin
silvestres.
un fez de juncos en
edic.
la
cabeza. Muri
el
ao 572 (1176 de
J.
C).
remendado y
Cfr. Karts,
Parte
402
menos de
cuando
estar,
Textos:
III.
ve
la
Mawa qui,
71,
75
el
el
cada uno de
una persona,
acaece
tal
ellos
y,
produce,
como
lo
naturaleza y
la
el
la
moradas y esta-
le
lo
anuncia y luego
ocurri
al
maestro
"Ya vers
sas ocurrieron
tal
y como
el
maestro
el
maestro
lo
que
te
le
el
las co-
haba previsto...
lo
entonces que
la
el
ms
menos su-
el
la visin
de Dios bajo
el
Dios bajo
el
fin,
gacin y no por
modo
la
[12." CARISMAS
[75]
[Uno de
los
vacin. Este es
el
la
de ne-
cuche en su interior
modo
a la visin de
el
de
la
DE AUDICION]
mximo
perplejidad.]
el
el
mstico es-
camino de
la sal-
carisma.
or hablar
Cariamos de audicin
403
el
mstico
la
significacin esencial de
dichos seres, sin que los oiga hablar. En cualquiera de estos tres casos,
el
perseverancia en
la
el
el
el
Profeta
el
mstico
mundo que no
alabe a
al
que
ellos,
carisma,
la
la
verdad de este
el
alma
del mstico,
el
cual la interpreta
e ilusoria.
como audicin
real
que
el
le
sea interpelndole, bien sea respondiendo a sus preguntas, bien sea sa-
ludndole,
etc.
Todos
los
el
alma
est vaca
si el
como
la
el
retiro,
mundo
la
alma hacindole
sugiere y en
el
or su voz,
el
alma va ascendien-
le
les
muchos que
al
bien hay
si
voz
el
el
deleite espiritual
que
el
alma experimenta.)
404
[13." CARISMAS
[Uno de
[81]
con
decir,
ellos es hablar
DE LOCUCION]
y conversar con
mundo
el
celeste, es
los ngeles.
Otro es vaticinar
lo futuro, es decir,
al
De
grado pasan
este
a otro
ms
noble, en
(1)
el
889 de
J.
La
"Mi
le dijo:
lo
el
Baqui
ello
labios
la
voluntad de Dios."
Y bajando Baqui
que
sin
mucho
respondi: "Con
le
con
lo
que
tonces Baqui
cristianos]
da, iba
le
te
va a contar que
hizo, contest:
encadenado, como
verme, vino a m y
han cado,
sin
Yo
le
con
me
le
las
dijera
Baqui:
los grillos
cayronseme de
[de los
los
pies.
El vi-
"Te has
respond que
Yo
dre?"
hijo
ha sucedido".
"Yo estaba
ellos,
gilante, al
le
ocuparme en
de su hijo.
la libertad
la
"Escucha
la
s.
Entonces
me
el
herrero y
me
sol-
me
los vol-
ma-
tes,
de
la
hora en que se
la
le
cayeron los
grillos, y
redencin de cautivos en
el
el inters
de ser
islam espaol.
el
ms antiguo precedente
Carismas de locucin
licencia
segn Abenarabi,
es,
curaba
los leprosos
el
la
405
cosa
es.
los ciegos
con
la virtud
misin de Dios.]
Ni es inverosmil
aadepara
la
la
nobleza de
el
tal
haga
les
tener
lo
risma
que no
lo
que
el
admiten que
el
santo puede
el
como milagro;
los
Profeta tiene
otros
como
ca-
En cambio, para
la posibilidad,
mos
te
como
falsos,
del sujeto en
la
el
de
le
los alfaques
si
agente pode-
indignidad
Yo he
si
mirase
visto a
uno
propios ojos alguna de esas cosas realizada por alguien, dira en ver-
la
la
si
quiere,
haga
le
cegaban y cun-
Volvamos ahora
como
al
mano de
tal
Parte
406
o cual persona de
la
III.
voto
(L*$J\ ),
la
De
consigui."
ta
el santo,
"Fulano tuvo
aspiracin o
tal
cosa, y se
le reali-
fe viva
como
la
sinceridad (jjuaJO,
comn
el
el
comn de
hombres, posenla
los
el
lo
profe1.
a
,
profeta y
la
el
santo sin necesidad de adquirirla, es decir, que sin investigacin racional o reflexiva tienen ciencia infusa de las premisas y de la consecuencia; 2.
en
que
lo
los
la vigilia; 3.
a
,
hombres ven en
que es
el
sueo, lo ven
aspiracin o
la
el
el
profeta y
el
santo
profeta y
el
ms que
esto,
el
el
auxilio de
lo
pues tambin realizan cosas que estn del todo fuera del
como son
los efectos
teriormente.
de
la
otra
le
una de
ellas est
ya den-
alguno
si
vemos que no
la
posee
el
cmo puede
ser innata
de hablar?
esto
dir
responderemos que no es
la
facultad
dicha fa-
aunque
el
la tiene,
en realizar cosas
muy
la
diferentes
la
que bien
le
place,
el
407
Carismas de locucin
la
No
que
al
con
la
nio en
al
al
camello en
el
los pro-
ves acaso
la
caldera
la real
embargo,
exisla di-
ferencia que hay entre nuestra opinin y la del otro grupo est en que,
a nuestro juicio, todas esas potencias son, meras causas ocasionales,
de las cuales Dios se sirve para realizar El Jos prodigios, no por virtud
eficaz de ellas
ellas; en
cam-
eficien-
tes (3).
A
los
este
decir, a! influjo
que en
o voto, pertenece
el
la
el
punto de que
la
si
se
le
como ve debajo de
pone a un
la
caer
al
de
le
Cfr. Alcorn,
(2)
"La mirada
41,
sin
(1)
III,
y,-
hombre en
ti
sepulcro y
al
1331
la
cual
afirma:
camello en
la cal-
hg.), pg.
316.
como en
q.
el
cristiano.
117, a. 3)
(3)
Santo
Toms
de Aquinu,
eii 'su
Summa
Theologica
(p.
1.
Alude a
la
is-
lam, que negaban a las criaturas toda causalidad" eficiente. Cfr. Asn, Algazel:
Dogmtica
(op.
creencia (Madrid,
cit.),
1929), pg.
156.
<
408
la
palma de
mano, y no se caera
la
Como
(1).
este
De modo que
mirases
la
cuestin
la reali-
dad
punto
sutil,
aunque
si
potencias divinas, insertas por Dios en las almas, realizan, pues, pro-
rompen
digios que
o menor.
mos en
el
el
les
hace
con
rer
emocin; a
los
mismos reyes
les
hacen
barga y
el
al influjo
aun en
rer,
el
momentos
los
emocin que
la
vehe-
tal
efecto de
les
em-
que otro sujeto profiere aquellas mismas palabras, pero como no posee
dicha virtud [lejos de emocionar alegremente a los que
se les hace fastidioso y pesado.
el
Ms admirable que
escuchan],
pero por
la sola
como cuando
jeto
la virtud
mueve
en realidad,
al
que posee
y,
el
de hacer
rer
la
deseo de or hablar
al
Este
(1.)
gentes
(2)
sim-
les dice
or tenan,
que
es fulano, es
mismo
(I. 3, c.
trabes
el
sujeto en persona; en
c.
le
esto es todava
illa
si
esset
Cahsmas de
Ahora
dable.
bien, esta
de
en sus almas,
la
locucin
4Q9
imagen
lo
que
le
oyen
grabada profundamente
fantstica,
el
sujeto
aquel profiere y compararlas con las que antes les han contado del
como
si
oye-
ran sonidos musicales, que son meros sonidos sin palabras, y les pro-
ducen
el
mismo
efecto. Este
denominan
bien y
"el
fenmeno
es
que
el
amor apasionado de
tal
vez [86]
las
"De modo
los filsofos
que, a tu juicio,
el
Ahora
la
si la
la
los realiza,
si
con-
tales prodigios
verdad de su pretendida
la
vir-
tal virtud."
todas de un
mismo grado,
lencia,
teria.
tal virtud, lo
que
mago y
veracidad de su
demuestra que
el
tales prodigios,
conocen
almas".
siendo esto
as, resultar
que
las facultades
la
ma-
que gratuitamente
lo son.
falsamente pretende ser profeta, realice tan slo prodigios que estn
bajo
la
ellos
comprobar
verdad de su profeca."
el
momento
modo
para
gio;
el
innato, Dios
sujeto,
2.', si
1.
si
tal
caso ocurra
e inadvertido
la realizacin del
prodi-
entonces Dios
la
cosas:
creacin en
la
l
lo
Parte
410
cuando Dios
dijo (Alcorn,
para Abraham!"
y saludable
fro
Si,
quemado
fuego
la
Abraham, pues
la
el
en su lugar el
fro. As,
las cosas,
porque
si la
la
fundamento
la
cientfico,
DE LA MANO]
[14. CARISMAS
[98]
y fruto de
el
extremo de
cin y sacrificio de
lo
los
manos,
es de-
cir, la
hasta
como
las virtudes
la
la
antes de que
el
prjimo
al
la
abnega-
prjimo aun
la
lo pida.
uno
es ste: coger
con
la
mano un puado de
aire y, al abrirla,
su clamo en
bajo
la
la
forma de
contemplar cmo
la diestra
alta,
los
smbolos de los
el
mundo
el
visto a
mano
de Dios
mano no
al
alma:
ms
alma no ha
"No
llegar hasta
Yo mismo.
41
la
Abandona
razn,
el
mundo
este ltimo
Sobre
las cosas.
la
descanso.
el
contempla en
el
espejo de su
Mobayat
libro especial,
al-cotb] (1).
[15.
[104]
riqueza y
Creador todas
titulado
al or este
milla. Cierra
el
CARISMAS
[Precede a todo
el
DEL VIENTRE]
cuya mortificacin es
terrible
llos
dos
enemigo
del
alma es
De ambos
menos.
temible que
la gula,
el
vicios. El siervo
jetarlo, al
gula, en efecto, es
el
del
mayor incentivo de
le
presta
la lujuria,
el
la
es
el
caso tpico de
fsicas;
lo pri-
Un
la ra-
gula son de
vientre.
y sta es
mero
menos
La
el
los
71 7
de
J.
su voracidad.
huevos cocidos, y
al verla
caballo, se puso a
su contenido;
el
pidi que
le
atracn
le
produjo
la
(1)
(2)
el
sern de
la
litt.,
412
que
pirituales
que
el
la
comer y beber ms de
lo
Por
el
para contener
eso,
alma dentro de
al
etc., sin
el
restriccin alguna.
la
En
austeridad.
general,
el
lo
el
por
la
mismo, se
satisface con esto: igual se sacia con manjares delicados que con comi-
so.
la
el
alma
sensitiva,
ya reclama
lo
sensitiva,
que a
mira
mundo son
dad, por
la
basto
futuro
al
aparente. Sabe
lo
el
excesivo y pecamino-
al
al
abuso,
hambre
el
ms que
muy
al
bien, en efecto,
que
muy
ms
los bienes
de este
La
austeri-
alma
saludables
al
alma, pues
como
para
[115]
nocturna y
la
que es
la
acompaan de-
mismo que
ocurre con
espiritual, consiste en
la ilicitud
le revela,
lo
los actos
Uno
preparacin ms eficaz
oracin mental.]
que
al
mstico
o dudosas y evitar
mismo, bien en
el
le
viste,
garantiza Dios
mismo
contra
las cosas
ilcitas
muchas y de muy
di-
los
el
Mohasi-
b (1), le lata
estuvo en
jar alguno
te."
el
413
ilcito.
jams sta
otros,
como un
si les
Con
cerdo.
Bistami (2)
mano
les dice:
el
la
ofrecen un
man-
"Absten-
man-
una mancha de
misma
la
le avise.
mentales admiten gran variedad de maneras, que nosotros hemos explicado, al comentar los estados msticos de Abuyezid
libro
el
cerraduras de
las
el
Bistami, en
la intuicin unitaria
Otro de
los
ms comida que
la es-
pan que
tena, lo cubri
con
el
tonces a comer de debajo del mantel, hasta que todos ellos acabaron,
sin dejar
sin
que de
ria
de
tela,
Abuabdala
entreg
lo
al fin le dijo:
el
lo
"No
y sacando un exy
le dijo-.
"Toma
se
el
siglo VIH." de
J.
C. y a
(2)
tela,
al sastre
quien se atribuye
antes,
(1)
el
el
171.
ao 874 de
(4)
No me
cit.,
cit..
J.
243-256.
414
manto y
"Ya
dijo:
tambin que
el
"Ya
ciendo:
Otro de
pieza de debajo de su
el
la pieza,
se acab."
los
vertir
Persona digna de
los presentes.
Abumedn
tros
la
fe
me
as lo
si
refiri
que
el
desea alguno de
maestro de maes-
(1)
encontr
viajes,
al
paso a uno de
all,
cosas que
los
maestro Abumedn a
hijo de sta
la vieja
y se sent con
mismo
da volvi
y sentronse a
maestro y
ella el
tal
el
le
el
El joven le respondi:
toria bismil
seaba.
el
"Y continu
deseo, mientras
el
y yo encontraba
el
maestro:
mo [117], y come
lo
al
la
manjar" (que se
el
ella,
la
la
jacula-
el
intencin de mi
mismo que
la
vez primera
le
beber o
le
al
o bien, que se
lo
presenten colgando en
el
aire,
como
(1)
II,
pg. 60.
la
sona en
le
dijo
aire
el
que
que era
mujer que
el
dej.
le
otro se
apareci una
le
le
De
servicio."
la
415
dijo: "El
mundo de ac
pre-
le
Todos
de
al
la
esencialmente en intuiciones
ellos consisten
iluminado se
En
grado primero,
el
le
Todo
el
proceso de
la
vida vegetal
es,
pues,
qumicos (elementos de
al servicio
de
la
la tierra)
semilla y de la planta,
hombre. En
altos
el
segundo grado,
mero. En su virtud,
de
el
los vientos
la
su virtud,
le
el
el
mstico contempla
el
el
ms
pri-
como smbolo
de su propia
la tierra
En
como
En
este
la
meta de
y,
II,
la distribucin
el
el
espritu
grado de iluminacin,
velo de su
el
equi-
humana. En
la justicia,
el
ngel encargado de
mstico logra,
es debido.
(1)
grado
ecuanimidad y de
es decir,
los del
la
tercero,
tativa de los
la
espiga de
de
le
la fe
grado
se
la
al sufi
lo
que
mstico llega
ya inserto: uno,
14.
416
En
diferentes categoras.
grado cuarto,
el
Este misterio es
Todo alimento
ligioso o
el
131
ms
sutil
y esotrico que se
el
o vida, as en
misterio
el
1 23,
de
el
la
el
y existencia
el
orden re-
el
orden
fsico
la existencia, es la
al
mundo y de
que en
la cual
sistema de Abenarabi es
el
comn
a Dios
creta o individual, todas las formas, excepcin hecha tan slo de las
cinco hipstasis.]
(1).
[16. CARISMAS
FRUTO DE LA CASTIDAD]
[123] [La lujuria no es, segn Abenarabi, vicio autnomo, sino se-
nu
al tratar
de
los
carismas de
la
la gula, tal
como ya
se insi-
la castidad,
al
grado de dignidad
lo
(1)
Cfr.
En
Su
la
el
el
417
sistema de Abenarabi es
es
fecundada por
el
la
cipio
todos]
(1).
DEL
[17." CARISMAS
[131]
1.,
el
PIE]
andar sobre
el
por
agua;
el
2.,
aire.
tres:
carismas, que se dicen realizados por los santos, son tan conocidos,
los
de
ellos.
Dios
tiene, efectivamente,
esto,
los cuales
hace todo
pendiosamente, pasaremos a explicar los altos grados de iluminacin que a dichos carismas acompaan.
Has de
el
ayudado por
mstico,
la gracia,
no
ellos encierra
mundo
por
celestial,
el
do
le
la
ms pronto
el
mun-
mundo
celestial.
As, el
que logra
distancias, cual
el
si la tierra
de este
mundo
mundo
los
misterios que envuelven y, en general, todos los altos fines que la pro-
(1)
Cfr.
Su
teol.
14.
27
418
Al que por
virtud hereda
ta
que da
la
el
mundo
al
y de
la ciencia
vida
sutil,
que
celestial
el
y a travs de
agua, se
ella
el
ve
el
le
misterio de la vida
la
la otra vida,
propia del cuerpo orgnico, en cuya virtud siente ste los dolores y
y conoce
los placeres
Si
las
cosas singulares.
le falta,
es
que no est
agua en
el
mundo
moral que
le
el
el
agua, a
la virtud
grar su posesin completa y atienda a enmendar los defectos que observe, a fin de
de nuevo
al
que
mundo
la
esotrico y la iluminacin
le
completo.
Al que por
virtud
hacia
alcanza
el
la
el
mundo sublime y
celestial
el aire,
se le abre
una puerta
el
modo de
all
sus ope-
raciones: ascensin, descenso y estacin; auxilio, gobierno, [133] ilustracin y dominio...; pero no pasa
de
la
Trono
tras,
el
all
ya propia de
los
le falta,
la
plena posesin de
(1)
Cfr.
Su teologa y sistema
el
la virtud
mundo de
correspondiente,
los espritus.
DEL CORAZON]
[18. CARISMAS
Has de
[141]
si
el
camino
recto. Si lo desva,
entonces
el
cora-
las
ricordia de Dios,
En cambio,
corazn es
el
siervo."
ni
mi
tierra ni
mi
donde
el
si
lo
conserva en
la
pero
al
dicho:
lo es el
"No
es
capaz
corazn de mi
mismo ha
cielo;
mise-
de contenerme
la
el
el
lo
que
es,
es,
de sus conocimientos,
la
la
mina
el
lugar
el
como de su
primitivo
manan-
los
el
corazn tiene tambin sus carismas propios y sus grados de iluminacin privativos y peculiares; pero con esta diferencia: que los gra-
los
cin, sin
[145]
[Uno de
los
(1)
realicen.
Otro es
el
la intuicin
penetrar
e!
de los fe-
misterio de
420
la
las ideas
que
sabe
el
que ha sido,
En
lo futuro
contemplacin,
la
lo
que ser y
contemplacin,
tal
lo
que
sera, si
el
tud de todos sus miembros, excepto los ojos que no cesan de mover-
agitados por
se,
mirada de
la
la vista interior
que
le
domina.
Mas
esto
mirada, retornando de
contemplan con
la
ella
una sola
la
en
as la
sin vol-
ver ya jams a lograrla. Los signos para conocer cundo se dan estos
ste
le
alma sobre
los cuales el
estar
le
ocurra, lo
la
la familiari-
el
mismo
tal
la tribulacin
modo, que
y
la
le
adversidad que
le
el
bien-
enva no
acaezca.]
le
mendaz en su
si
es verdico o
esto responder:
a distracciones.
el
hombre pretenda
pretensin."
De modo que
cuando
sin
si
o,
est expuesto
ella;
pero luego,
cuando ya no se acuerde de su
ante tu contradiccin. Si fu
seguro.
Mas
mendaz en su
pretensin, se alterar de
ha sobrevenido, pues
le
si
con
421
que
la mortificacin
le
cmo podra
nimo. Ni
fidedignos inexcusables en
el
que preten-
sin ta-
les
todo esto,
la
el
hombre posee
el
la rectitud,
con
Mahoma.
la gracia,
la
d a conocer
o
el
la
no ser cualquiera de
como
no
el
espiritual.
los
fenmenos
Y cuando
el
del
la
cual recibe
cosmos, as
el
el
le
ser
espiritual
como
al
influjo
ellos,
los escogidos;
as, se
za
si el
si
los
etc.,
tal
como
"Explicacin de
la
lo
exactamente
el
ao en que ha-
ba de acaecer... Este alto grado de iluminacin no lo alcanza cualquiera, sino tan slo aquel a quien Dios escoge de entre sus siervos.
fe,
pues en
va oculto
el
lo
alcan-
Abulhquem Benbarrachn,
(1)
Sevilla,
filsofo,
ao 1141
de
ZDMG, tomo
J.
C.
68,
Cfr.
Tecmila,
b.
1797,
el
1914).
422
Slo
el
que alcanza
el
ms escogidos y ms
anterior, es
ya no
mucho ms
slido y
para
til
alto
que
eterna y en
la felicidad
late oculto
al
fin
ticos escogidos,
como
tales
los profetas
los santos.
Por
eso,
el
como
le
hace saber a
tiende, resulta
volver atrs
do
le
visible
que
el
as
la
si el
fenmeno
sujeto, antes de
no
le
le
espiritual,
fin
el
a que
ha de conducir a su perdicin, se
que ejerza su
influjo real en
si
el
mun-
fenmeno
el
el
nombre divino
lo
Aunque
este
grado de iluminacin
como hemos
sea,
Has de
el
la felicidad
si
dicho,
muy
como mora-
bien es igual a
l,
desde
al
el
alma
saber, hijo
do de iluminacin
le
da Dios a conocer
manera que
que
al
los misterios
es la siguiente:
la
que en su alma
del
mundo, en
una
cierta
ritu
le
da a conocer
si
en su
espritu lo cre
nuevo o no,
si
a la vez lo crea en su
conocer tambin
do perfecto en
nombre
del
si
es o
el
la
lo
si
mismo
crear despus de
da a
espritu o no; le
si
mundo
o no y
se parece
si
adems o no
le
al
modelo
da a conocer
en cierta medida, de
aunque
423
menos en
lograrlo, al
parte,
le
morada.
[Otro grado, que Abenarabi llama de
[158]
la ilustracin
eterna
y cuya sublimidad, rareza y dificultad de lograr pondera hiperblicamente, exige una preparacin escrupulosa: veinte das con sus noches de ayuno y
consagrados a
vigilia,
la
diez das de expectativa y vigilancia atenta, en espera de que la ilustracin divina aparezca en
preciso volver
ta
nes.
al ejercicio
alma,
el
y, si
tres
cribir su contenido.]
[160]
alto
divina esencia. El
la
la
habitacin de
etc.
agua de
la vigilancia
con
cia
el
la sincera intencin
humildad y
tapiz de la
y alumbrarlo con
nas, hasta
grado
que su
reconocimiento de
la
Grado en que
de
Tampoco
divi-
en este
iluminacin.]
la
se conoce
propia indigen-
es propio de los
la
voz de
la va
espiritual.
do
el
lmparas de
el
escrupulosa, alhajarlo
las
se explica el contenido
[164]
de
y de
Aunque, en
necientes
al
cierto
modo, pertenece a
adecuado es
este en
corazn. Es un grado
muy
los
que estudiamos
los perte-
424
Muchos de
rija.
de nuestros das,
los sufes
lo di-
al
de
la
como
novicio saca
la cual el
la
ce todo cuanto se
la
le
de esta idea,
al
obtener
modo
"T
un siervo mo que
Jair lo
cuando sac
llamas Jair
el
un hombre que
mo
As, pues,
ni te
el
fruto
le dijo:
en
tanto obede-
los msticos
lo
la
Dios del
eres
Uno de
ordena.
le
fruto la
modo que
"T no
dijo:
le
llamas Jair."
manera de comprobar
la
la
fin
la
Has de
esta
morada y yo estoy
de ser vctima de
si
Dios
te
hace
la
gracia de llegar a
la ilusin
a que esta
me
morada
es propicia;
te libre
y por
si
el
hom-
de su propia alma
ni
mino de
la
el
el
ca-
sus propios caprichos, aun en los casos en que se esfuerza por obrar
bien.
No
(1)
ves acaso,
cmo
Abulhosain Jair
en Bagdad, durante
el
el
siglo
deca Dulnn
tejedor, oriundo de
IX de
J.
I,
(2)
Misr (2):
Samarra (en
88.
Cfr. supra,
"Todo
el
acto que
Irac), floreci
C. y
el
no proceda de ajeno
influjo es
te:
425
efectivamen-
montes arrancndolos de
so-
mortificacin no
te
voluntad y siguiendo los apetitos de tu amor propio, y eso no es empresa ardua para
porque
busca
el
alma, pues
en extremo es
difcil
el
el
nico que
lo
hace grave
ello es as,
la
portar y
muy
bien, este
la
le
al
segn
alma se
la
nada
al
duro de
l le
sufrir,
dicte, se le
aunque se
hace esto
trate
muy
difcil
las
de so-
l,
cuando
el
cia de esta
ra,
Has de
ni
se
alma
el
la
Dos
verdadera esen-
(2).
el
hombre por
mo
todo
el
Dos son
esta
que
los estados en
los
los
(1)
(2)
II,
que entran en
(/.'
ad
mismo
lo pre-
426
Maw aqui,
espiritual,
que
cabalmente
es
la
la
fia-
realidad
que otorga
en aquella morada. Niega, por lo tanto, que quepa en ella prueba al-
guna. Esto
es, sin
como
no pretende
tal,
ni
tamente
lo
que
Pero se
le
debe replicar
pero
juicio
el
realmente es
error
que
como
as:
"Que
t lo
lo
les
asegurar que
l,
silencio, respecto de lo
que
al
razn de su negativa.
la
lo
y retrctate de
dando
preguntas
te contestar, si le
del alcance de tu
como
los
cono-
dems asienten
dices t."
les
luz y elevndolas, o
los
el
grados ms bajos de
ella
piedad,
la
el
fervor y
la
la
le
o que
perfeccin.
religioso
al
Dios y cae
Pero
lo
si
rehusa hacer
que se
le
al
ms bajo de
el
gramente en todos
que
le
sea
lcito dividirlo
voto que
fiel
e nte-
en partes,
de manera que para unos actos estime que es Dios quien se los man-
da y para otros no, pues eso sera anular la esencia [167] de la morada en que est; antes bien, debe estimar que escucha a Dios en to-
las criaturas
el
el
le
427
mandan hacer
algo. Cierto es
mande
le
cometer algo prohibido. Pero a esta objecin hay que responder que
no hay
cosa, pues
tal
triccin.
responderemos que
rada y a
Dios
le
lo
la
ordene por
las criaturas
el
si
como de
el
le
el
si
la
el
mo-
caso de que
persona que
le tiente
diga: "Bbete este vino o peca con esta muchacha", deber res-
ponderle:
brselo odo a Dios mismo, fuera de m y no dentro de m) de lo siguiente, es a saber: de que Dios
palabra, por
la
me ha hablado y me ha dirigido su
Mahoma, ordenndome que no
lengua de su Profeta
me
dices.
proftica,
tanto, tambin
lo
este
compromiso
me
dome
lo
lo
or esas otras
escudriar bien
el
probarme para
que en m
lo
me
me
invita a
como una
prueba a que El
me
por consiguiente,
compromiso mo
or
al
si
que cumplo a
pensando que
la
una es
la
s,
la
ley
la
que El
infalible...
cumplo o no
anterior, sino
orde-
ni
[168]
No
al
las
armonizo, a Dios
voz infalible de
la ley
contenida
P arte
428
en
,111. Textos:
de Dios y
el libro
la
Maw aqui,
mismo Dios
la
lengua infalible de
la ley
ms que una
no
si
lo fuera,
me
al
es
si
efectivamente,
advierto,
esto,
lo
de Dios,
me habla ahora
el
por
77.J78
60-63,
no podra venir
la
las
si
de actos
el
y obedece
suf oye
amor propio.
dice:
revelada
eso, esta
la
tal
que otro
le
hacerlos o
el
el
le
manda
ex-
cuando alguien
permite igualmente
le
morada
porque
cir,
lo
lo
lcitos,
o
le
"Toma
son
esta
lcitos;
omitirlos,
y por
[176] [Los dos ltimos grados de los carismas del corazn perte-
necen ya a
tico,
la
Dios.
En
es la
meta ltima de
el
la
[19. LOS
[60]
Todo
En
la
primero de ambos,
el
el
ms-
la
ascensin mstica.]
el
camino de
la
la
muerte, pues
si
el
que a
la
que ya ha llegado a
que omite
la
Satans.
licos
si
vez
la
mendaz. Aunque se
misterios del
meta, pues
la
429
la perfeccin
le
los
No hay manera
de llegar a
la
el
aspirante no
la
egosmo y a
del
Has de
[61]
amor
pretensin de ha-
la
lo tanto, el
propio.
que practica a
el
la
per-
feccin estos actos de virtud y afirma sus pies en ellos y acaba por
como de verdaderos
revestirse de ellos
tumbra ordinariamente a
los practica,
con
el
distinguirlo,
don gratuito de
de veras y sinceramente
si
que
Tal es
el
actos.
de su Enviado:
"No
cesa de acercarse
siervo hacia
el
cuando
lo
el
m por medio
Yo
lo
amo.
lo
qua non
ni efecto
el
mundo
fsico.
No
son,
necesario de la virtud.
En cambio,
los caris-
al
la ilusin
el
el
el
ellos; pero,
fsi-
te
acaezca
el
430
recibir
de
el
ha sta con
la ley
alma se mantiene
si tu
la ley,
al nivel
de sus deberes,
carisma,
te ciegues, hijo
es,
si
recorres
como premio y
ma
En cambio,
como carismas
la
s,
bien con
el
pugna con
las pres-
consideres
los
ms
la va recta...,
pues
si
bien,
momento
marcha por
toma
favor y
el
si
como
siguen,
camino
efecto de tus
la
el
legislador, entonces
el
mo,
cmo
tu
va,
si
te
Dios que
el
fraude y
la ilu-
te
haga
fsico,
[77]
como todos
les
orden exterior
La perfeccin y
la
[178] El
mayor de
los
carismas es
el
andar por
camino de
el
la
rectitud moral.
[2U.
[28]
LA CONTEMPLACION EXTATICA]
templa a su Seor, a
la
mismo..., no en
la vez,
de
la
contem-
es sujeto de imperfeccin...
la
[29]
conciencia de
uti-
Qu provecho, en
efecto,
mismo, segn
preten-
De
contemplacin exttica
la
de,
que
cin,
supone
431
xtasis,
el
el
mismo
estado
As
goza
ni
como estado
si
el
psi-
pretende po-
del
sensibilidad y la conciencia de su
la
del
en efecto,
es,
esa contempla-
si
la
imaginacin.
cin exttica: ni est consigo mismo, ni est con su Seor, sino que
es
como
Cuando
dice:
el
tampoco."
mundo
el
de
la
porque
Qu
ti.
fantasa?"
este individuo
diste el tiempo,
Este es
el
mundo
del
es lo que en
"No he
responde:
visto
nada
ni estuviste
con nosotros
contigo mismo."
ni
la
el
Abulabs Csim
el
el
que
la
el
dad en
el
den a
vez en
la
mismo
[21.
aunque ambas
se
estado."
DOS
CATEGORIAS DE MISTICOS]
el
lo
que atae a
s.
IX de
(1)
en su contemplacin
C.
la
relacin de depen-
Parte
432
III.
la
diri-
girlos.
medio de
camino de
el
en
el
el
la
se
gozan en
los pre-
como
los
las prosperidades.
perfec-
alma alegremen-
prjimo y
dems
la
contemplacin
camino de
la
perfec-
dificul-
el
de su alma y soporta
Cunta no
te lleva
tra,
es,
a practicar
el
la tribulacin, slo
con
bien por
el deleite
a practicar
las astutas
el
la es-
premio.
te lleva
maas
del zorro?
.WM
Respondo a
para recorrer
el
tu consulta,
al
Seor de
para
la Gloria,
las criaturas,
aunque
sin
lle-
sepa-
modo que
El y de El y para El es; y
mundo
si al
el
un
mundo
se
el
la
minosa que su
ms que
manifestacin, velo.
[10]
Lo primero que
te
he de explicar es
el
el
el
modo de
el
de llegar a El y perma-
el
modo de
mtodo de recorrer
el
modo
la
an-
Ten en
y
el
cuenta, oh
camino de
la
los
los
que
!o
434
mas aunque
dos;
9,
el
quienes
peramento, de
de
ve,
la
modos de
los
modos de
ser de
o desequilibrio de su tem-
la
travo de su intencin
y de
la
nes tan slo poseen algunas: as, por ejemplo, aquel que posee noble
espiritualidad, pero a quien no
lo
mismo de
[11]
le
al infierno...
los
al ser,
no cesan de recorrer
que llegan
discreto que
el
al cielo
viaje
el
adversidades [12].
rribles
En
es imposible
el
ro necesita slo lo
go, en cada
all
posada
lo
que
el
lugar da de
s,
muy
varia direccin
el
viaje-
embar-
sin
bir el
al
al
muy
descanso y
el
viaje?
el
buscan en
el
mundo
as
obran
mos
ni les
hagamos
con premura,
el
deleite espiritual
de
la
contemplacin, fuera de su
todo
lo
que no es
El.
medio de
el
tran-
la inconsciencia
de
no se logra ms
No hay que
que perder
lo
que no
mundo
el
mundo
le
435
viajero se
el
si
la
pero para
s,
que ca-
es crcel del
sern un mal
[por falta
tiempo durante
el
el
cual
el
xtasis es un
inconsciencia del
la
alma est
tiempo en
La
y forma,
tensidad
al
como
otorga
paracin en
la
conocimiento
el
iluminacin que se
te
el
modo permanente
de tu conocimiento, impresa ya de
en
el
tiempo pri-
mero, sin aadir otra cosa que tu paso o trnsito de conocer a ver,
pues
la
Ya
que es
misma.
la
rias. Si
conocimiento de Dios,
y hermosura de
ser
feas,
el
segn
ms
til,
porque aumentars
reali-
tu espritu,
busca su paraso. En
hermosas o
te
tiempo de tu contemplacin,
el
la
tu
la belleza
alma, que
humanas resucitarn
los
el
ltimo suspiro.
Y cuando
Una
ir
el
al
seas arrancado
yugo de
la ley,
y de
si
quieres
y familiarizarte con
El,
no
lo
logrars mientras en
436
tu
Te
dable.
la
por
es,
soledad a
indispensable aislarte de
lo tanto,
multitud, pues en la
la
medida en que
como
ria [14]
el
El,
ti
gente y preferir
la
te alejes
de las cria-
interiormente.
ms que
lo
despus, sucesivamente,
austeridad y
el
camino
asctico.
la
abandono en
manos de
las
te
Dios.
En
el
te
Vienen
la
primer estado
al
primer grado
del
sobre
el
en manjar, que es
sntoma de
el
la real
esto,
das,
otras, las
dems morala
muerte.
te
modo
soledad, sino es de la
alguno, entrar en
la
tu
imaginacin
te
dominio, entonces
de
la influencia
si
tu fantasa
domina, no debes, en
mano de un maestro
tu fantasa est
bajo
s,
la
la
el
sufrir
ciplina asctica,
rales, el
abandono de
la
sensualidad y
con paciencia
cacin,
jams lograr
el
hombre
que
los
mo-
daos
la mortifi-
como no sea
Una
vez que
las gentes
te
hayas aislado de
vengan a
ti,
pues
el
que busca
mundo, no
mero abandono
bres; no el
bien,
mundo
al
darle acceso.
ni
significa
que
ni tu
corazn
No
que busca en
soledad es
la
ritual,
ms
renombre y
el
la
genespi-
el
la
se aisla en
acceso de
fama de maestro
as
hom-
se conservar el corazn
los delirios
efecto,
puro de
La soledad, en
compaa y
fsico
ni tus
la
437
la
eso,
que
amor
y cierra
tu
sonas de
tu familia
la
y ocpate en
de
las ilusiones
imaginacin que
la
La ms sublime
gro de
el
el
te
es su
Gurdate
nombre,
del peli-
hartura que
el
equilibrio del
temperamento, pues
que
Hay que
licas
la
sequedad,
prolongados. Ahora,
pirituales
te
mismo
la
te
vienen
si
el
si
en
embargo, entre
las fantasas
y de-
al
distinguir, sin
de recibir su inspiracin:
la
alma tiende a
el
lo
que buscas.
segn
lo
que sientas
la inspiracin es anglica, ir
al
ang-
acabar
seguida de
frescura y deleite, sin que sientas dolor alguno ni se alteren las formas
que
la idea
en cambio,
inspirada revista, y
si la
como
y como efecto
te
y no ceses en
tu ejercicio
438
ta
que Dios se
te revele
19
18,
lo
al
entrar en la so~
ledad, una de las verdades que debes grabar en tu alma es que Dios
mas
de
o imgenes que se
soledad y que
la
te
te
De modo que
diga:
de
lo
que veas y no
cicio del
le
la
el
ejercicio
decirle:
"Loado
forma o imagen
ocupando en
el ejer-
sitos previos.
tu
soledad, otra cosa que El, ni tu aspiracin tienda a otro objeto que a
El.
Aunque
gas.
se te ofreciera todo lo
Tmalo por
efecto, te
que en
mundo
existe,
no
te
Dios se
te
escapar;
te faltar.
te
voy a
Lo primero que
te
revelar ser
a tus miradas, de
modo que
Eso
esos secretos de
revele,
pues
si
s:
la
los
te
pro-
comunicando en
te ir
el
decir.
ni las
el
mundo de
paredes
ni la
lo
ausente u oculto
oscuridad sern ya
habitaciones.
deten-
bsqueda. Dios, en
te detienes,
si
el
el
interior
de sus
comunicas diciendo a
te los
Procura,
ms
bien, fijarte en
el
nombre
ti
si
l,
el
Dios.
Por
lo
que toca a
la diferencia
la revelacin
sen-
ves
la
si
a explicarte en qu estriba:
la revelacin, es
bio, si te
do de
vamos
revelacin fantstica,
la
439
la
imaginativa; en cam-
la del
al ejercicio
de
la
si
los ojos,
al
apartarte
No
formas.
te
ocupes, por
!o tanto,
en
bebe
bebe asimismo
Persevera luego en
lante
el
mundo de
la
si
lo
ta
que se
la
est
El
modo de
el
ros,
la
objeto
el
el
mundo de
mismo de
sujeto,
la
distinguir la
como
contemplacin exttica, o es
una
despertar
que
del otro es
la
el
sueo natural.
contemplacin deja en
sujeto, se siente
cambio,
movido
las mezcles;
y, al
no hay entre
si
fantasa y se te revele
te revele el
agua;
bebas (1).
perder
el
significado de esas
la leche,
la miel;
e!
ello. Si
te presentar,
el
al
del sueo].
cacin, al
alma
del mstico,
de la leyenda de
la
ascensin de
agua de
lluvia.
el
simbolizada en
440
19, 20, 21
primero se
te
como
ciosas
y conocers
las otras,
el
el
enamoras apasionadamente de
provecho. Si
el
con
te
te
quedars
quedndote perplejo.
Mas
si
gndote de nuevo a
aquello y
la
te
te
quitar de delante
comu-
te
nicar sus secretas propiedades, las tiles y las perjudiciales. Sea tam-
norma con
bin tu
como en
ellas,
caso de
el
primera revelacin.
la
muy
res
clida y
esta
humedad no sean
Si
no
excesivos, sino
cada uno
los animales;
entregar
te
como
Cada uno de
conocer
la
el
las perjudiciales.
sutil,
que es
el
siguiente:
ejercicio
de
real,
la jaculatoria
puesto que
tal
mundos
Mas
jacu-
glorifi-
empleas en
si los
el
Esta ascensin es
uno de estos
tres
la
el
estado
subsistente en los
tu revelacin es autntica.
mundos vas
El texto dice
como
tres
la
seres; en cambio,
observas que
misma que
rias
si
y no
ms
te
,^j5\
el
contexto.
Todo
el
mada
concisin.
No
es
tampoco segura
la
Otros grados de
Tras
esto, se te revelar
para
despus
sal (1),
ser,
la iluminacin
mundo
el
segn
la
441
efecto o resultado
el
recibirlo...
no
Si
te detienes
de
las luces
la
que vers
el
formas de
las
proceso por
no
ti
te
te
nada malo
te
mundo
si
perseveras en
el
No temas
y perse-
recuerdo de Dios,
sobrevendr.
[del
cosmos, es decir,
amenazarn con
fenmenos semejantes.
slido y otros
Si
el
te
los
divino]
no
te detienes, se te
la
forma
del
al salir
de
ella
qu consiste
la
para retornar
lo
al
mundo
Dios
el
prepararse
que
cmo
los
tilneo,
(1)
la
el
que haya de
recibirlas.
librarse de morir
mano
consumido por
sin
el
modo de
las condiciones
Asimismo,
la
completa
alma
permanecer en su presencia y
criado. Conocers tambin en
pues todo
al
el
recibir de
las reglas
de cortesa
L~J\.
442
Si
tampoco aqu
te detienes, se te
den sobrevenir
al
opinin [y la ciencia]. Se
cin de los influjos
las varias
entendimiento y
la diferencia
mutuos entre
el
mundo de
abandonen
la
la
mera
los espritus
el fluir
ei
de los
sin
el
mundo de
el mundo
te
enumerar.
Si
y de
tampoco aqu
las artes
de
revelar
te detienes, se te
la belleza
la
el
mundo de
hermosura, es decir,
los
la
la esttica
modos de
ex-
armona de con-
ral
la
inspiracin
la inspira-
no
te detienes, se te
grado
nece
al
zn.
Cuando
del
este
pues todo
imam de
mundo
la
fluir
de
la
permanencia en
la
el
el ser
el
el
los decretos
memoria y
manentes,
lo
de
la
providencia divina,
la lealtad
el
ello
la
sean dig-
nos... (3).
(1)
Cfr. supra, pg. 40; Risalat al-cods, 17, pg. 77, nota
de
la tirada
De
los
el
de
la
izquierda es
el
al
ctob o polo en
la
jerarqua
Ultimos grados de
Si
raso,
no
la iluminacin
443
te
el
los
no
Si [23]
amor en
te detienes, se te
la
ebrios, bajo
imperio de
el
la
si
ella estupefactos y
emocin exttica. El estado mstico de
no
te
vez un
tal deleite
en Dios,
como jams
ti,
ti
solo;
una emo-
experimentando a
anteriormente; a
lo sentiste
no
la
llama de
tras velos
entonces
Si
ello,
te
flotan, sin
conozcas
ella
conocers
perders
te detienes,
pus, desfallecers y,
efectos del xtasis
ti
mismo
el
quede
al fin, te
al
la
al
mximum
de su intensidad,
te
privar de nuevo
la
camino
ble,
te
los hijos
hayan llegado en
todo
pero no
encuentras... (1).
tampoco
de
al oira;
tu
lmpara.
Adn
la
te detienes, se te
lo
espiritual
concreto y terreno, o
te
tu
mundo
all
sensi-
donde
es-
(1)
Suprimo
los tres
grados siguientes.
all
se
queda ya
444
mientras no vuelva en
en
tal
estado y en
s,
como Abuocal
mstica,
mismo estado
el
si
cirse del
ocupaba,
este ltimo
perfeccin superior
al
grado
del
al
caer en
que vuelve y
el
inferior al del
el
el
el
que vuelve
del xtasis,
El.
de
mismos tan
tal
slo.
es el contemplativo,
Tal
al
estado de con-
el
que acabamos
mundo, para
bio, el
un grado de
xtasis,
tico
la
que no
la
rarle en el
el
eso
el
recorri.
y guiar a
dirigir
Hay
el
camino asc-
las gentes
el
sa-
comn unos y
el
la realizan
en la lengua
Abraham, de
Jos, de
Aarn y de
los
dems
seores o jefes de
(1)
Cfr. Asn,
la
La
"el
I,
144.
Su
cit.,
el
trance
le
sobre-
hacia Dios en
ticos
lengua
la
El
santo y
ele
445
profeta
el
los
su vez, stos invitan a las almas hacia Dios desde varias puertas: unos
lo
hacen desde
dad de
la
la
servidumbre (2) de
que se basa en
el
la criatura al
te cre,
mera aspiracin
desprecio o abatimiento de
a la servidumbre,
mismo y en reconocer-
que imitan
las virtudes
la
ms elevada y
noble.
el
estudio; 2.
ordinario de
que
el
a
,
1.
la
la
que pertenecen
profeta y
el
el
al
3.
mundo de
santo en
la
el
naturaleza de
la cual es distinta
la
de los profetas.
la
Tan
No
la
escala de
el
santo y
el
profeta,
ambos poseeran
si
misma
(1)
(2)
Fotuhat,
Con
este
III,
el
alma
mismo modo
perfeccin, lo cual,
fra, VII:
la
es as, en efecto, la
slo
revelacin
curso
el
cuerpo o cosas
las
moradas, pues
III,
la as-
140,
n-
44.
trmino "servidumbre"
(p^c)
significan
los
sufes el
ga, mientras
que
la
que
la del
el
Parte
-14o
11
mientras que
la
el
modo, y
los
manos de
las
emanada de
profeta ocupen
el
abandono en
del
la
modos no son
la luz
santo y
modos ya dependen de
sino en
mismo
los sujetos.
dgase
lo
los en
que
el
alma
se
contempla a
as
los
la visin
el
misma como
recibe, por
es-
corazn reposa, ya
en los dems.
de
de recogimiento o identificacin
los estados
mediacin de
la espiritualidad
recibe lo
de su profeta propio,
cia:
unos conocen
"Dios
me ha
esto,
pero otros
lo
la
tan slo
el
la religin
sugerir [27] y
de
Mahoma,
do,
v. gr.,
el
el
compendiar. Pero
cual reuni en
modo que
dir
solo las
ellos,
mosaica; de
que
es
los santos de
moradas de todos
a un profeta determina-
mahomtica y no de
su condicin respecto de
Mahoma
la luz
es idntica
de su muerte ese santo d tales muestras aparentes de respeto y consideracin a Moiss o a Jess, que se imaginen
el
cristiano, al ver
que nicamente
lo
de
la intuicin
la
fuerza
el
Mahoma.
En cambio, de
que seguan
los
447
los profetas
Abraham,
conocen sino
lo
Mahoma
que
los msticos
que fu enviado
seguimos; pero, a
anteriores a
etc.
Esto no
espritus, hasta
les le
primer
las
el
las inspira-
ocup en
ellos
Mahoma mismo
el
mundo de
en persona y sus
los
fie-
la vez, se
o del
cual ha recibido inspiracin. As, pues, los santos de los profetas, que
vivieron en los tiempos pasados,
tivos profetas,
y stos
la
que stos
comn de
la recibieron
como
son
los profetas
hombres."
los
blo,
somos
Y refirindose a sus enviados, dice en otro lugar (Alco"Un da suscitaremos un testigo del seno de cada pue-
XVI, 91
eso se
II,
rn,
de todos
Mahoma. Por
de nosotros (Alcorn,
la inspiracin
de
l."
Nosotros, por
y los profetas
lo tanto,
aspiraciones en
la
ma-
homtica.
cia
la
unin es
piritual, lo
el
el
l,
sin
manera de
ser de
tiros
Mahoma, pues
la
distancia de
(1)
la va es-
Alude a Abuchfar
2,
el
y parte primera,
I,
47.
1.
Item supra,
448
politestas, a
las huellas o
viene que
un estado con
morada
el
anormales o prodigios de
mas
lo
a la
ello,
morada de
acomode en
la
conpro-
lo exterior a la
hasta
la gracia,
mez-
el
los
el
momento de
aumen-
mi ciencia", mientras en este mundo viva, y que se esfuerce por acomodar su conducta a lo que exija cada momento. As, cuando le venta
ga de Dios
la
momento,
mayora de
los
mento, nicamente en
el
la
inspiracin del
mo-
presencia de Dios en
una hora, un
da,
el
les
ocurre durante
abre, mientras en
el
corazn quede
Cuando
el
el
la
y de
cora-
puerta
de su contemplacin, tampoco se
ni la
invisible.
do
que no sea
el
conseguir
As tambin,
iluminacin
el cielo,
de
la
lo
tras
que
si
449
ellas,
la
ms
all
de las
prcticas de devocin, pero sin prepararse con las prescripciones dichas, no lograr que se
le
ms
le
servir de nada
enfermo, cuyas fuerzas han decado por completo: aunque tenga vo-
si el
rgano
del
movimiento
le falta,
indispensable que
tambin con
el
cuando llegue a
admiracin
al
por encima de
le
mueve a
que se
lo
No
el
lo
l,
agua y
[30]
as el texto
del
lo
de Dios en nosotros.
el
que est
no de
(1)
grados
los
como atontado de
manifiesta personalmente a
le
unin exttica
infinitos
el
la
ya logrado no se
que ya lleg [a
en la contemplacin
que en
el
lo
^\ j^t^\^
^3-L?, que a
la
desean!
la letra signi-
mihrab u oratorio".
29
FOTUHAT
Vil.
[H, 138]
algo as
sta.
como
como
1.
DESCRIPCION
la
las
DE LA ILUMINACION]
angustias de
la
agona de
la
el
apuntar de
la
Como
la
pesadez acci-
temor reverencial a
la
la
complexin
dad y
el
calor.
reservando
tal
De
la
fsica del
frialdad y
nombre
a la quietud
porque
las
alma por
el
reposo o
organismo es simple-
humedad sobre
la
seque-
que
es consecuencia del
te,
el
el
la
peso de
la
iluminacin va precedida
ms
fuer-
cuando reciba
si
la revelacin, al
modo
del
Descripcin de la iluminac in
tintineo de la
451
le
pro-
Qu no pasar,
como
intermediario,
lo hizo
con Moiss y
que en
alma producen
el
no ser
vina, cul
pus de recibir
el
la
la
los
les
iluminacin
alma, des-
al
es
consagrados
los santos
servicio de
al
ellos,
derarlo.
eso es sencillamente
la
veneracin y
la
el
Como
iluminacin divina...
dijo
poeta:
"Con pasin
ta
iluminacin di-
la
si
simples prembulos de
fieles,
lo
lo
deseo;
mas cuando
qudome inmvil
aparece,
y con la vis-
baja,
Abrumado por
el
respeto que
me
inspira,
la
rencial.
misma pesadez
la
He
espiritual...
aqu
Cuando
est as inmvil
el
el
sentido
corazn de ideas y
la
de discernir entre
lo
bueno y
lo
la tierra,
la luz
miento
tal
aunque
ni
le
la
permita or
como
el
ms
leve ruido,
452
[2
DIFERENCIA
44]
[III,
En
138;
III,
44, 45
tres clases
Hay unos en
Dios:
II,
y no ms se distribuyen
los cuales
predomina
los
ascetismo y
el
el
hombres de
celibato
mo-
ble
estos
tales
y de
las
moradas, de
ni idea
alguna tienen de
ni
emana-
de cosa alguna de
las
l,
dicindole:
stos,
si
es fcil
que
lo
fin
de precaver todo
amor propio y
tra-
guno de
ellos se
ocupa en
la lectura, el libro
que emplean es
del
La
la
Riaya
se.
creen que todos los actos son de Dios y que, por tanto, ninguno de los
que
ellos realizan es
propia voluntad,
la
ms
el
fervor y
ello,
y moradas,
las
De
alto
que todo
si
teriormente
(1)
te,
al
al
lo
manifiestan ex-
Cfr. supra, parte segunda, VI, 171. El libro aludido trata, efectivamen-
de los deberes del devoto para con Dios. Cfr. Massignon, Essai, 213.
actos]
ms que
Respecto de
los
ms que
litrgicas de obligacin
rias, ni se
453
distinguen del
comn de
devotas supererogato-
las plegarias
que practican
los fieles,
los
manda-
mientos, por ningn ejercicio singular que los caracterice: andan por
los
las
que todo
el
mundo
que nadie
al
verlos
pueda
corriente y habitual. Sin embargo, ellos viven a solas con Dios, fir-
memente a
almas
el
Dios (1).
momento
se altere en sus
No
conocen
la
ambicin de
to de la soberana absoluta
convence de su propia
a las gentes tras
el
la
primaca, porque
respecto
el
vileza...
como
de
sentimien-
la
les
ocultan
son, sier-
placin, as
igual
que
si
la
vigilia,
y como
ellos
gentes tras
ms que
el
mundo
mismos; mas
ellos
a su Seor...
De
aqu que
el
alto
(1)
tradas con Dios, conformndose con lo que se tiene y sin impaciencia por lo
que se pierde.
(2)
Cfr. supra,
Anwar,
25.
de los
fieles,
el
vituperio
454
47
46,
III,
tinguen de quienes no lo son, a los ojos del vulgo, por su vida austera
don de
el
de espritus,
la discrecin
manjar y
lo son, a
el
de ser
el
No
el
que no
los
se
guardan de
que
tribuir a
Dios.
conozcan
las gentes
trato ntimo
el
esto,
ms que
espiritual
muchas verdades de
el
ciencia
la
la ilusin
el
lamies, en cambio, no se distinguen, por signo alguno, de cualquiera persona del vulgo
comn de
tivos:
se
es la del
las gentes.
los
discpulos
y reprenden
vituperan
se
les
les
aplica,
mismos en
por
aplica
la
dos mo-
constantemente
porque
de
presencia
la recta
Dios,
y pura
intencin de servirle, y, por lo tanto, de ninguno de sus actos se sienten satisfechos y alegres,
ya que
la alegra espiritual
acciones no cabe, sino despus de saber que han sido aceptas a los
ojos de Dios, y esto queda oculto a la penetracin de los que tan slo
En cuanto
son discpulos.
2.
se les aplica
tes sus
es as,
el
los
porque
actos, es
ellos
ven que
si
las
va,
esto
los actos
humanos
efecto
de solo Dios, sino de los sujetos que parece los realizan, y por eso
hacen
el
sobre stos
el
vituperio y
el
reproche.
Mas
si
veo que cubre su vista interior se descorriese y vieran que los actos
la
persona
que parece
actos
alto
que estimaran, en
bien,
de
tal
misma manera,
la
Dios ocupan
los ojos de
455
"malamies"
si
el
los msticos de
go
tras el velo de
tambin se
les
rios
que habitualmente
que
lo
merecen.
el
que
las
De modo que
la
misma
que
los
malamies poseen a
rio
la excelsitud
la
que determina
que
de Dios, es
los ojos
los santos
el
por
causa de que se
les
la
vitupe-
el
el contrario,
los carismas, as
como
que poseer
la
autoridad
por
es,
lo tanto,
Dueo de toda
mismo
que
el
profeta,
linaje de los
ello la
autoridad que
es
un hombre,
le
que Dios
le
otorga,
si
ir
el
ni
tiene
le
sirvan a
mismo
gentes
la
conozcan? Luego
si
los ostenta
ilusin
le
domina.
y engao espiritual.
Ms que
456
[3. TRATADO
[II,
grado, pues
426, 427
II,
el
del
amor
un noble
es
que
el
el
corazn no se proponga
objeto de su amor.
pasin, que es
el
de sus pliegues
2.
ni
que es
do, desde
modo
El cario, que es
el
amor constante
el
(1). 3.
La
la entera
el
limpieza de aqul; de
el
la
1.
absorcin y cautiverio de
la
el
La simpa-
4.
voluntad por
el
ama-
noticia,
un favor,
etctera.
[427]
Uno de
ms
los
deilicados
fenmenos que en
el
amor
se ob-
ti
amor
la
de
(1)
lio
el
que yo he encontrado en
esto,
sueo y
lo
ms
libros,
Yo he
central.
lo
el
sentido ni aa-
el
la
el
la
el
hilo de su
idea prin-
Sobrenombres
Mas, despus de
vina en un
4f)7
una revelacin
di-
antes
como en su
objeto aquella
emo-
amado, aunque
tar a
no
dabas de
te
oyes men-
ti
l,
determinada por aquel deseo que antes notaste, y conoces que aquel
ms
de
pero ignorando
el
modo de
Este
ni
ni
en
que experimentan.
mismo fenmeno
cuando
hom-
el
mismo momento,
le
le entristece,
y se da entonces
cuenta de que aquella angustia, que antes sinti, obedeca a este accidente; o, aJ revs,
le
fenmeno
es un presentimiento
que
el
alma
Tambin
este
la
esfera
el
lo
hombre
cierto sen-
no
lo advierta.
(1)
dijera:
y ese
Alcorn,
XXXV,
16.
458
no
F otuhat,
11,
429
lo
observan; inferior a
el
cual
de
la
es el
amor
amor
el
el
el
lo
su corazn. Vindole en
que buscas, yo
mas de
la
tal
estado,
salud y
le
tu
el
lo
sutil
"Yo soy
dijo:
el
fino
que en
el
amor que
pao de
ti."
el
la
lgri-
ella,
tengo
te
hielo
calor de
me
expre-
(1).
otorgara, no
el
amor, sino
el
deseo
(2).
las definiciones
amor
del
ms
lo
como
lo es tanto,
le
amada, yo
poeta
el
el
tus ojos,
bs
se
tal
del
amor; pero
y secuelas.
lo definiese
las consecuencias
lo
han definido,
una de
el
las
reside, aquel
sea,
aunque
Has de
(1)
lo
conocen y sobre
que
lo
posee
la realidad
tener
como
lo
del siglo
innegable.
de
la hgira,
p. 46,
(2)
poetarum
discurren,
I,
pg. 47.
I,
llamado 7
Brockelmann,
Anlisis del
el
amor
es atributo de
amor absorbente
una persona,
es preciso
459
que
la
domine hasta
la
do o
el
de
los
que
le
aman, que
el
nombre de su ama-
selle su
su amado, ya por
el
palabras
las
la
no pe-
de su fan-
imagen de
el
ta!
decir con
el
poeta
Tu imagen
mo
extramental, a mi
poralmente
al
diriga la palabra.
dejaban en
tal
Amado,
Profeta.
Yo
Yo no me
le
escuchaba y
le
me
me
me
ella,
como
el
me embriagu
de mirarle.
llen
El
me
De modo que
alguna y
sin sentir
el
hambre
ni sed.
muchos
Pero, durante
el
amor domine
as
por entero
al
amante, es preciso
dems
seres
tal efecto.
460
el
11,
430
ser
el
misma forma y
su
fiel
sin
en
el
damente de
lo exterior del
No
de ste.
gado
(.que,
como
to), o a
rre,
amado, y
el interior
el
cuando ama a
ama
contrario, esto
no ocu-
especie;
amada que
le es
mentos de
la
cambio,
engolfarse
el
el
cosa
hombre subyu-
el
la
en
la parte
o elemento de
hombre en
amor de
el
ni
En
ocupacin.
el
la tradicin del
mana y en
este
modo,
el
amor absorbe
cuando Dios
al
es su
exterior de la persona
en cambio, cuando
Amado
el
para
el
He
ama
es Dios,
amoroso a
este xtasis
el
De
Amado,
Amado, llegando
divinos.
vista
nombres
se ausenta de ella;
Amado
viene a ser
como
el
alimen-
el
el
esto, si el de-
lo
que experimenta
ni
el
el
que
objeto de su amor:
puede dominar
la
avidez con
Anlisis del
que
poeta
ms
lo
que siente y
(
deseo,
el
amor absorbente
mira,
lo
161
ms aumenta
l,
emocin
la
como
dijo
el
De deseo
suspira
alma ma
el
Por mis
hijos pregunto,
Cuando
De mis pupilas en
conmigo!
negro espejo
el
los lloro
Cual
no obstante
lejos vivieran!
si
sobre mi pecho
ellos
Ha
deja en
amante
el
inteligencia (o apariencias de
es
amor
puro, es tan slo una veleidad accidental; y por eso se ha dicho que
No hay bondad
Si la
razn
Son innumerables
esto.
Nuestra es
ta el
amor y
el
la
los
lo
en
amor
el
gobierna.
deseo con
la visin del
Amado
(2)
(1)
menciona en
l la
mente
me
He
el
aqu ahora
la
traduccin escrupulosa-
literal:
"Y de
una
es
que yo por
ellos suspiro y
alma
amor
los
(2)
"Me
el
por ellos
He aqu
la
versin
ausento, y
el
deseo [persiste] en
la
literal
de este fragmento:
me
curo. El
462
me alejo, el
De nuevo me atormenta
de El
Si
430, 431
11,
ansia de encontrarle
y me aniquila.
Vuelvo a encontrarlo, y mi pasin no cesa:
El deseo consume al alma ma,
Tanto
El
En m
lo
En vez de
salud que
la
alma ansia,
el
es que este
ojos miran
es natural
ms
la
el
ta
y a
los
ni
y como conviene a
envuelva
el cielo
Dios se cambia a
ausencia
viva,
la
la
suya.
si la
si
si
nos hubi-
engendran ciencia de
la
esencia de Dios,
es solamente por
amado a
Dios.
Su encuentro
cin,
una
i.ueva
me produce
lo
la
cura-
enfermedad de pasin;
la
el
aumento de
la belleza."
J.
C.
este au-
El objeto del
noticias positivas de
tomados
ya
es slo Dios
lo otro,
463
aunque
tales atributos,
amamos por
le
amor
despus de que
la
Reve-
el
nada", y as afirma
la
razn
filosfica
Tal es
el
conocer a ellas y
me
"Cre a
las gentes
me
di a
de otra manera, que por medio de las noticias que nos ha comunicado
acerca del amor que nos tiene, de su misericordia para con nosotros,
modo
tal
tal
forma que
si
De
la
el
las cosas
embargo,
mismo. El
el
dgase
lo
propio de
presentamos en
que dice
(1)
el
Amante, resulta
la
No
el
ella a la
si
no nos re-
Altsimo (3)
Que
es
(3)
por consi-
universo entero es
lo
es,
que
lo ignoran.
ms que
y, sin
el
pantesmo
464
pasa con
El." Igualmente
el
de
la plata, del
honor, de todo
ios
las elegancias
iluminados entienden que en toda composicin potica, sea un epitalamio, sea una poesa ertica, se habla siempre de Dios, oculto bajo
el
Y
que
causa de esto es
la
El.
En
el
celo
que Dios
amor
tiene
es la hermosura, y la hermosura es
como "Dios
hermoso y ama
es
del
amor
es
la
hermosura"
beneficio, y
el
bienhechor; y
amas, que es
amor
mo
el
realmente es a
de
si
el
objeto del
mismo
al
mundo para
mis-
mundo,
lo
El un
ama
"Dios os amar",
glo
el
conoce a
espejo, en
(1)
se
el
sino a
por
es
es nicamente Dios.
beneficio,
si
el
ama
(2), se
Omeyas, fu
la hgira). Cfr.
la
amada
el
la
poeterum
amada del
Mahoma.
(edic. Goeje), p.
60
el rey-poeta, y de la amada de
En cuanto a Leila, aunque es tambin
amada del poeta loco Cis, .arriba ci-
nombre muy
la
(2)
(3)
Alcorn,
III,
29.
Cfr. Fotuhat,
II,
426,
1."
12.
amor
El objeto d el
Vamos ahora
465
es algo inexistente
aquellas cualidades y
aquellos
fcilmente podamos.
Es
el
amor una
ama-
objeto
momento de su adhesin, y
el
amado
la
amoroso de
acto
el
la vo-
te;
el
real,
en
instante
el
el
mismo en que
exis-
acto de la voluntad
amorosa, hay veces que acaece, pero no existe realmente, pues arguye
ignorancia del sentido de las palabras decir que "existe realmente
la
En
lo
amado
exista realmente",
amor
es
un acto
existe.
volitivo
que
sea
el
el
que sea;
si
es
un
ser
se a
en matrimonio;
blar con
si
si
ser abrazado,
amar
unir-
amor tender a
existe, es lo
que
le
excita a
ir
al
encuentro de esa
misma, y no es
as;
la realidad objetiva
de todo punto
decir, su
persona en
si
la
persona, es decir,
si
amase
de esta persona, en
misma considerada,
serale
intil la
si
ella, as
considerada; es
(1)
la
amase a
porque
Todo
amamos
lo
la
amado, cuando
lo
amado
es algo positivo,
30
el
466
11,
432
llegamos a
si al fin
conseguir eso que amamos, no por eso cesa nuestro amor, mientras es-
amor
jeto del
ella;
que no
es algo
el
ob-
existe.
un
porque cuando
error;
compaa o
abrazas
trato ansiabas,
el
conseguido, sino
la
la
ha entrado an en
el
categora de
la
alcanzado
la
y as indefinidamente. Luego
lo real,
el
instante en que
amante ha
el
lia
las
amante dotado de
amor
espiritual:
contrarios, siempre
libre albedro,
el
hombre
solo es
los
el
mismo
el
es
amar
cin.
En
que
el
el
una de
si el
el
amante ama
amor reclama
la
el
amado ama
el
si
ama
el
lo
lo
separa-
la
la unin,
amante
amar
es
la unin.
el
su amado, y no
litigio
oculto."
unin con
el
el
el
el
este caso,
el
la
no exige, pues
un
fsico del
el
manifiesto y
es la siguiente:
que ama
trata de
amor
primero y
eptetos contrarios
La forma en que
amor
el
ltimo,
amante conci-
el
que se
el
amor
har
lo
que ama
(1)
Alcorn, LVII,
3.
amor
El
que
sistir en
siente,
amante ame
el
el
amor de
pero no la separacin, y
ms
solucin
al
la
amado
separacin que su
467
la unin.
Otra
problema. Es
al
lo
el
conformidad con
tiene
los
problema
amante ama
amor:
el
amado
separacin no es
el
el
la
unin con
amado y ama
el
mas no ama
amor que de
la
ella siente el
el
amor que
el
separacin. Porque
la
el
si
del
lo
decretado, pero no es
la
Esta conciliacin de
no
los contrarios
es posible en
busca exclusivamente
amado ama
hombre y a
distingue
el
Y una
el
los
De
esto no tiene la
menor
hombre
del
es
nemos, recibe
el
comn
cual se
amor animal.
el
el calificativo
fsico.
No hay ms que
tambin
tiene;
el
stos.
amor que a El
ni
al
amado,
sin
que
agrada
mayora de
los
al
amado, como
amado
quiera de
l.
El
amor
fsico es
sobre
tratar del
amor
no
le
agrada. Este es
el
amor de
si
la
hombres de hoy.
si
le
El
le te-
esto
su
vez que ya queda esto sentado, debes saber que existen tres
amor divino
al
si
por eso
fsico,
quede
idea.
amor
especies:
del
por tanto,
o no esa unin.
hemos dividido
al
la
amor
el
y,
fsico.
amor divino en un
amor
espiritual; y,
por
artculo espefin,
un tercero
468
ARTICULO
Dios nos
ama
1.
SOBRE
EL
433
II,
AMOR DIVINO
El. El
tiene por El
me
di a
conocer a ellas
para que
me
sirvan."
En cuanto
al
"No he creado
fin
de que
lo
conociramos.
tiene
ni llenan
a su agradecimiento; en cambio,
el
es a s
el
que no
crearnos,
cumple, es castigado.
lo
mismo, es
al
premio correspondien-
decir,
ama
ser engran-
decido y alabado.
Veamos ahora
las
necesario y
til
en este
mundo y
en
el
otro;
era
ojos pruebas que nos llevaran a conocerle a El, para que no lo ignor-
la
servirle,
despus de que
Todo
lo
esto, a
hemos
co-
que todos
los beneficios
no
los
ellos y
con ellos llensemos nuestras necesidades y pudisemos vivir tranquilamente, provistos de todo lo que nos hiciese falta.
estos beneficios, tan acabados y completos, no
le
despus de todos
estamos agradecidos,
(1)
Es texto de tradicin
(2)
proftica,
II,
426,
El
amor de Dios
al
469
que nos hace bien, y a pesar de que sabemos que no hay otro benefactor sino Dios.
el
ti
to vituperable o
mente
frivolo.
los designios
lo
simplemente
fij el
la
tes,
nos
la
hermose, inspirndonos
al
fe,
nos
la
hizo amable,
a la
infi-
prestamos
fe al
el
cual nos
Y vimos
el
emplesemos en todo
entonces que,
si
favor
lo
que
biese
ficios.
Ms
aunque
condenen
los
es anterior
a su ira" (2),
de
la
amor
amor
eterno,
el
cual
el
comprende y su pa-
labra es veraz.
[434] Esta ser otra muestra de su
dominar
(1)
al fin,
saturando de
las
dos moradas
7.
Cfr.
[el cielo
el infier-
Comentario de Aljzin
(2)
El justo medio en la creencia, 539), lo cita as, por extenso: "Lo primero que Dios consign en el primer libro [revelado] es esto: Yo soy Dios; no
hay otro dios, sino yo. Mi misericordia es anterior a mi ira. Todo el que confiese que no hay ms Seor que Dios y que Mahoma es su siervo y su enviado,
(cfr. Asn,
obtendr
el
paraso."
47D
No
puesto.
la
ves acaso
a su vctima?
condenado a
el
muerte purificado de
las
la
la
La espada
verdugo] es
[del
penas que
la ley
la
De
expiadora.
impone en
este
pulga o
la
la
vina en
mismo
el
aplican en
les
se purifiquen y
all
misma
sirven
picadura
la
que
la
mundo
una vida
disfrute de
el
el
el
puedan despus
infierno,
segn
otro
mundo, en
fuego, para
el
de
amorosa
la
que
cirse
el
pus y
no y
as indefinidamente;
realidad.
dere: lo
amor
do no son
los ve
los
esto,
amor de
de los
amor
la relacin entre el
divi-
y su propia
los consi-
la eternidad,
como eternamente
los ver
desde toda
la eternidad.
sus criaturas,
la
de
los
el
la existencia
reales,
los
las innovacio-
contrario:
comienzo de
modo que
de
con
el
mismo en
jetiva. El
el
ni fin,
"Am
la
s,
una explicacin
las esencias
ama
mejor, en
ella,
el
manto de
ella,
la existencia.
amor
El
del
171
ama y
vosotros
amis."
le
muy
claro es que
distinta de la
el
el
sentido del
mismo afirma
amor que
(1): "El os
que implica
el
amor aplicado a
El
amemos
no a todas
son en
las
personas
mismas,
ni
les es
fsico. Si es
difcil
dado entender
tampoco a todos
les
como
ha sido otorgado
el
mos comunicado
cede.
T no
la
el
luz,
por
"Te he-
libro revelado ni
ellas
privile-
qu era
con
la cual
la fe;
guia-
a
,
1.
El ni por nosotros.
la clasificacin
Dios, quedar
la
el
El; 2.
vez (4)
to
2.",
Alcorn, V, 59.
(2)
Es
decir,
segn
4.
a
,
(1)
problema reducido a
la
si
despus de afirmar
humano.
(3)
(4)
La
al
amor
1."
hiptesis equivale al
fsico.
acaba de plantear:
En cuanto
la
a la
3.",
el
hombre.
al
espiritual; la
problema que
472
que
lo
435
II,
es por El, ni
ni
por ambos motivos unidos? Cul ser ese cuarto motivo? Esta es la
cuestin.
amamos con
ambos
princi-
Todo
si
este
amor
tiene
cul sea el
un trmino en
el
cual acabe, o no, y, suponiendo que lo tenga, cul deba ser este trmi-
si el
amor
es
cierto nadie
sutil
me ha planteado
jams,
del
amante y
el
nicamente cuando
el
la esencia del
misma
cosa concreta, amados por razones diferentes, sean varias cosas concretas en las cuales existan aquellas razones diferentes.
dijo
el
(1)
estos casos,
a muchos.
el
ame
en este sentido
do
En
amamos
el
problema
el
El
473
De mi
me dominan,
rienda tirando
De
tres; y, sin
"De mi rienda" en
singular, en vez de
la
de
una
la cual
tambin,
que
el
"Y
las otras
no
existiera,
de
seguramente que
amado
Este amor
es,
el
mismo
a un solo
juntos.
as
El
como tambin
este ltimo es
el
el
De modo que el que conoce a Dios de esta maama por ambos motivos juntamente; en cambio, el que no lo
experiencia mstica.
nera, lo
conoce
que
lo
as, sino
conoce por
el beneficio, lo
ama por
El;
el
ama
a varios.
lo
la rienda,
mi
ama
pues, semejante al
este
las tres,
la
la
de
si l
las otras
amor ms
da a entender
ello
embargo, no ama ms
sin
la
experiencia mstica
un modo de conocer que exige siempre una forma [del objeto ex-
el
amante
[el
hombre] est tambin dotado de una forma compuesta, resulta que por
[las noticias
de su
Amado] y
lo
ama
por
la noticia. As,
por ejemplo, cuando dice Dios por boca de su Profeta (1): "Amaste
(1)
No
es texto alcornico.
474
te
11,
436
enemistaste por
es
ser,
la
divi-
corprea de nuestro
las co-
amor
la parte
no ve experimentalmente a Dios,
cual
es decir, nuestros
mo
la,
fiel
criado
el
En cambio,
ta [436].
cada una de
misma
existe en
el
el
alguna que no
le
misma
es cabalmente lo
glorifique y
le
no por
la
"No
existe cosa
ser, sin
universo es de esta
Eso
le
disgus-
le
los genios.
todo
que
lo
si
el
como en
ellos se
recompensa, pues
la
naturaleza de
busque un premio.
Dios por
Dios.
la facultad discursiva
la
(1)
Es
el
la fuer-
la
cfr.
Asn,
Su
la
13.
(3)
la
El
475
[la
por
la violencia (1).
Despus de
Dios
esto,
despach
las
de
ello
cuenta y creyndose
libres.
libres
ya (en
sometidas toda-
as,
cuando despus
obraban en todos
los asuntos,
segn
mismas
se proponan,
las inclinaciones
de su propia
que
lo
sin
ellas
naturaleza fsica y sin tener para nada en cuenta que estaban obliga-
Dueo.
Mas
he aqu que, en
"T me
como
si
"Razn
te
alma:
al
abandonndome
la
la
solicitud debida.
noraba
cada una de
situacin,
tal
tienes
dijo
el
alma
dignidad de tu rango.
Yo
pero no
me
te
fin
ella."
do su rostro hacia
el
como un maestro
[a su
discpulo]
(1)
La traduccin de
este prrafo
no es
literal,
VII,
porque en
se alude os-
muchsimas interpretaciones, de
los
los cuerpos.
(2)
El cuerpo
II,
143-6.
humano.
las
mentario de Aljzin,
De
modo,
me
almas
Abena-
he permitido
Co-
476
"T no
436
11,
te
que
existencia: es
ni
en tu
Respondi
Dijo
el
"Y
razn:
la
ese ser
que
ha hecho
te
Discurre,
exist."
existir eres t
reflexiona atentamente,
misma o
emplame,
que
ella
alma y
el
no exista por
esta necesidad de
las
distinto de ella; y
que
de que
ella
de las causas habituales que hacen desaparecer esos dolores; por esta
necesidad comprendi que
mucho ms
que
misma
le
diese la existencia
el
(1).
ella
haba comenzado a
la
pobre
e indigente
como
ella, ni
loga a las causas que ella empleaba para curar sus dolores fsicos,
pues
tir
ella
corrupcin.
ser,
los
el
Creador, que a
ella
habale dado
las
ella,
el
as a
ser, sin
cuya intervencin
ella
Ahora
y hacia
(1)
fsicos,
ma
bien,
ellas
Si el
el
ella,
la existencia.
ella,
para dars^ a
si
mis-
El
momento] trasladse ya
477
la
la
causa crea-
dora de aquellas causas, y dijo: "Ella es ms digna de mi amor, verdaderamente; pero yo ignoro qu cosas le agradar que yo haga, para
hacerlas por su amor." As, pues,
el
le
del alma;
el
ser
Mas, mientras
ma
aunque extrao a
especie,
el
cuerpo.
"T
eres un ser
tanto,
la
la cual
cedor."
El mensajero entonces
le
mismo que
nerse a
le
ellas,
la
hasta quedar
l.
misma por
testigo de
ello la
menor
idea!; sin
el
alma
embargo, desde
Seor
veraz en
le
lo
De modo que
si
me
lo
que a ese
prescribieses y se-
alases los preceptos y leyes oportunas, yo las cumplira, para que conocieras [437] que soy del
la gratitud
Dictle, pues,
el
nmero de
los
me ha otorgado
mensajero
que cumplen
que exige
lo
sus beneficios."
la ley revelada,
el
alma
la
cumpli
por gratitud, aunque contrariaba sus inclinaciones; no es que lo hiciese ni por temor ni por esperanza, puesto
que cuando
el
mensajero
le
le
dijo
nada
del premio, ni
tampoco
del castigo,
si
la contravena;
no
y
478
11,
esto
437
los ojos
de Dios apresu-
lo
haba prescrito
el
mensajero
recompensa,
el
momento,
amor y
temor
el
alma uni,
di a conocer la gran
que no cumpliese
el
"No hay ms
mensajero.
la felicidad perfecta a
le
el
la ley.
como
as
desde este
al servicio
al castigo,
Por consiguiente,
causa de
fsica
la
el
siempre que
el
el
bien;
misma
le
agrada que
esto,
merced a
la cual
El, es decir,
alma
ha podido reunir
fsica,
fsica.
el
lo
alma exclusivamente de
que
no
ta],
as tambin,
espiritualidad, y lo
cuando Dios ve
en
nifiesta
se debe a
En cambio,
amor
fsica se explica el
temor.
el
misma, a
tal
al
al
ma-
propio tiempo
forma se manifies-
le
lo
que se
llama conocimiento de evidencia inmediata o necesaria. Con esta evidencia, pues, conoce
el
y en su naturaleza
Y cuando
El sabe
que
fsica.
las
al
conozca; e inmediatamente se
le
El
amor
Desde
este
ama
a las
momento,
el
existir
fsica, ni
reconoce, y
lo
479
Una
ma
vez
ms
se
le
como en
la espiritual,
alma que
el
con
le
es
el
ella
ojo de Dios y
ama
ella
ama; que
el
es,
por tanto,
amado,
el
que
que a
otro,
el
que desea y
misma
sino la
nada (4).
amor a Dios,
el
el
la
ella la
deseado.
su
ve a
El y no
amante y
el
mismo, y no
ser,
ella
ama con
le
experimentados en
Dios solo: no en
el
(1)
(2)
causa instrumental de
(3)
ella
amor,
la visin, del
el
etc.,
y no ya de
original rabe
el
la
causa
trata de
final.
Esta ltima frase se refiere a aquella cuarta hiptesis que hizo antes,
(4)
en
la
nada. Segn esto, hasta aqu ha resuelto Abenarabi las dos primeras cuestiones
2.
I.'
Cul sea
eficiente o
fin
la
naturaleza de nuestro
amor
el
divino.
all
plante, sobre
el
comienzo,
Parte
480
11,1. Textos:
Fo tuhat,
am
le
438
11,
"Yo
fsica
el
doble nombre de El
el
alma que
el
se
o corprea, dn-
le
ha
otra parte,
el
el
amante es un
dotado de forma
ser
cuentra un consuelo. Este hlito, pues, que Dios emiti, salido de las
para que
la
lo
jeto
el
ste,
comienzo
y de las
del
amor
En cuanto
a nuestro
la visin,
sino del odo [es decir, naci cuando omos], que nos deca: "S!",
la
que
lo
la niebla
procede de
la respiracin
tan pronto
la niebla,
el
la
me-
realidad objetiva,
ideal,
y adquiri despus
La meta o
fin
la realidad
amor a Dios
[438]
(2).
si
es
una propiedad
(2)
es-
Naturaleza, principio y
entre
amante y
el
amado,
el
mos que
si
que
es imposible
amor
el
cese, a
amado.
el
la
tampoco
existir,
del
ve cesar, respondere-
amante no cesa de
el
es
se nos objeta
amante; y como
481
al
amor
fin del
.el
existir el
amor. Lo
amado: puede
jeto
cesar,
hacia aquel
amado
s,
el
que
pero considerada en
misma,
existir.
accidental que en
influjo.
pero
el
Luego
el
la
misma
que cese de
muchos
seres amables.
inclinacin del
la
empujaba]
le
amor
resida, la cual
inclinacin
subsiste,
ama-
De modo
se
rompe;
puesto que
es el
pueda
ser suprimida
entre
y eliminado su
amante y
el
distinto.
Atribuye
el
el
amado;
amor
quien quieras, sea a un ser eterno, sea a un ser temporal: jams ser
el
amor
Luego
el
amante mismo.
el
amado ha de
amante y
el
el
amado.
La
inclinacin de la volun-
tad del amante tiende hacia aquel ser real, que ha de recibir en
existencia de lo
do a
to.
lo
amado o
amado no puede
Ejemplo de
esto:
el
(1)
el
le
ello
y no
la existencia,
que ame
acaecimiento de
hombre
el
que
acaecimien-
real en el sujeto
el
s la
cuan-
real, v. gr., el
dolor
lo sufre, el cual,
me
por
el
Cairo las palabras rabes alama (seal) y alaca (adhesin) que tantas veces
se repiten en estas lneas.
31
482
eso,
ama
su inexistencia.
y sta no es algo
real.
En
ser,
este ejemplo, lo
Cuando
el
de
que
el
lo
amado
amante a un
es algo
que no
ser real, en
amado que no
teriormente en este
Ya
es la no-existencia
amante
ste, el
quiere,
no
la existen-
objeto
amado
la
439, 440
II,
tienes, pues,
el
lo
es cierto
amor de algo
el
existente
es la adhesin dei
existe.
mismo
y que
existe,
esta tesis
ya
la
hemos demostrado
an-
captulo.
la
ama
el
el
de su amado.
su principio y su
fin,
y con qu
aclarado ya.
el
amor
ARTICULO
Es
ste
el
amor que
2."
del artculo
segundo, con
la
voluntad de
SOBRE
EL
concilia en
el
AMOR ESPIRITUAL
amante
e!
amar
a su
amado por
y,
es,
e!
el
le
orden
corres-
ponde.
As, pues,
tambin
lo
que
el
el
es lo
que quiere de
ste;
sabe
si
su
solamente por
l
amado, qu
el
es
el
ser real, en
el
que
mente en
mismo sea
real
te
sino en
l; si,
el
amante
lo
ame por
y no por
amante no
el
cual
el
amado
el
ni
mismo; en cambio,
amar
sino por
si
ste no
no goza de vo-
mismo,
al
amante
el
el
la
amado
mismo que
es forzosamente lo
lo
es decir,
puede en
tal
caso
ser real
el
lo
lo
que ame
ame por
amor exige;
exis-
existe, se s
amado no
el
no por
lo
el
amado
lo
el
luntad, entonces
por
este sentido
483
lo
que
y
el
unin con su
la
amado (que
l.
es algo
en
el
amor
el
amante
lo
ame por
Y, en cambio,
fsico.
sino por
l,
si
lo
ocurriese que
el
el
cual se ha de realizar
amante no quisiera
amante en su condicin
que quera slo
No
es,
ame
el
sujeto ese,
el
lugar en que
le
el
el
que
realizarse
ms
amante ame
lo
ama
Mas si
que
ema
como
antes,
el
cuando dijimos
el
cual no
objeto
ama
mismo de
lo
el
se realice lo que
ama, pero
el
sin
objeto de su amor.
el
original, es decir,
v. g.,
sujeto no es
que
el
lo
amado no puede
amado
es de tal naturaleza
le
lo cual
no ocurrir jams,
sujeto.
como
Jess y
484
la existencia
Esta cuestin no
la
la
440, 441
amante, por
el
el
fuerza del
el
el
la
explicarla, pues
ofuscan con
la
a su amado.
acabamos de
exactitud que
II,
muchas
las per-
amante; pero no se
existe, es
aman, y se ilusionan
creyendo que dicho ser real es su amado, cuando en realidad tan slo
lo
en realidad, nadie
ama
a cosa alguna, por y para esta cosa amada; solamente la ama, por y
para
mismo
amante
el
lo
que
si la
cosa no es en
amante
el
Este es
el
puede
misma ms que de
que
si
las
formas
amor
espiritual,
puesto que
ellas,
el
fsicas;
porque
al
formas y manifestarse en
revestir de esas
ello ser el
el
ello,
de su amado;
Entrate, pues.
lo
es de advertir
para
la
mucho ms apto
espritu, en cualquier
(1)
tesis
de que todo
41,
II,
amor
a
1.
el
vista, su
ellas.
ste ltimo no es
ser se tiene a
mano, su
pie,
que uno se
tiene a
el
amor
fsica,
si
fortiori,
el
Alma
mismo.
el
amor que
el
que
el
amado de
los
hombres, se reviste
espiritual), mientras
que Dios no
es forma.
mismo."
de una forma
ste es
(2)
amor
substratum de
este es un
se reduce al
el
Adems,
el Intelecto uni-
ms inme-
una forma
nifiesta
el
espritu
toma
fsica en los
que dijimos
485
fsica,
al
la
forma
espritu en
el
el
exterior y en
el
ma-
espritu se
el
interior del
amante (1);
amor
fsico
el
y espiritual,
amor
espiritual concilia o
amor por
el
propio y por
resume a
el
la
vez
el
amado, siempre
aman
demostracin que
la
no conocen qu es
las gentes
lo
te
he-
ser,
y no
es as.
el fin
ARTICULO
3. SOBRE EL
mos olvidado
tiene
fsico,
amor
marn
la
este libro
FISICO
amor
espiritual
ya que tambin
el
y vamos a
amor
espiri-
fsicas.
Luego
si
toma
(1)
que he
formas de
fsico
las
AMOR
lo
to-
que lo ama, bajo una forma fsica en las cosas exteamante y dentro del alma misma de ste, as tambin ocurre con los
espritus (ngeles, genios, almas humanas), los cuales se manifiestan a los msticos bajo formas fsicas, ya en las cosas externas, ya en el alma misma del
se manifiesta al mstico,
riores al
amante.
486
amado venga
II,
441
que
la
esencia del
a ser la
misma
que
la
misma
a esto es a
cmo
que aluden
lo
po
el
espritu, sea
la
que
amada
cosa
!a
forma
fsica
la
la cual
le
bajo
cierto
de
aunque ignoran
manera de
la
fantasa y que
representativa.
uno
ellos la saliva
se
la saliva
uno de
los
ca (cuerpo)
es
el
en
el
que
modo que
de
momento de besar
espritu
e!
el
aliento de
a su
sale revistiendo
individuos, y
el
que
inspirar,
los
lo recibe
dentro de
s,
mismo
viene
cada uno de
amigo y de
modo lo que
Y como
de este
el
espritu de
su espritu.
cada
li-
de cada
como que
del
deleite de la
se introduce, y recprocamente, se
puede expre-
ambos pueden
Y
(1)
a quien
amo yo
(2).
el
alma del
hombre.
(2)
ejemplo clsico de
la
como
El
Este es
decir
fsico en
Dios
el
me
trmino
amor
yo en
refer
el
poema
487
la
forma
fsica,
y a ese
del
al
El
del
fin
amor
del
hombre
Despus de
este
amor
es
esto,
amor
el
al
fsicas,
ms o me-
emocin,
el
ansia,
el
deseo ve-
fe,
de! Profeta, en
que
dice:
trar a
del
cua-
preciso dar
diremos que
fenmenos
forma
los
ia
fsico,
que todos
universal, puesto
hombre no deja de
el
el
no puede dejar de ser visto por Dios, porque Dios est presente en todo
y observando todo
lo
que
existe. Y, esto
no obstante, habla
buye a Dios
el
Profeta
El que la penitencia de
alegra
ms grande, que
la
le
el
Profeta
Y tambin
atri-
siervos, diciendo de
fin
de evitar
toda exresis pantesta en ese y otros textos de carcter ertico. Cfr. Asn, El
justo medio en la creencia, 458.
(1)
tuhat,
II,
(2)
"Ego
422.
Esta tradicin de
diligentes
me
Mahoma
diligo."
488
dido en
el
al
comida y su bebi-
fin,
(1).
Cul ser
mucho ms que
siervo
442, 443
da, la encuentra al
hombre
II,
penitencia de su
la
de que
pesar
necesita, a
vivir
alegra de este
la
esto, a pesar
es omnipotente
y a
su
amado por
otro
que
que por
fin,
amor
fsico,
el
existe,
el
mismo y no por
el
amado; y ya
te
no ame a
encuentra.
consta con
no
amor divino y en
el
espiritual; en
mismo exclusivamente y
cambio,
la
el
amor
dicha y
apetito natural o
por
ellas.
El animal
es.
ama
el
cosas, no por otro fin en realidad sino porque de ella pende la subsistencia de su propio ser; pero
el
mismo
es un impulso espontneo
ser determinado;
te;
y esa unin es
de un
(1)
la
lo
modo secundario y
Esta tradicin de
el
que
que
ama
tal
primaria y radicalmen-
unin
amada no
ama tambin
existir,
mediato, no primariamente.
Mahoma
encuentra en
le
como
animal
nico que
lo
esa' unin es
oveja perdida, combinando las dos redacciones sinpticas: Mat, XVIII, 12-14
y Luc.
XV,
La de amar
La de amar
al
al
una unin
489
sensible, es decir,
los senti-
Tal es
el
fin
en que se consuma
si es, v.
amor
sea cualquiera
la
el
el
g., la
fsico,
ama
apasionadamente
festarse
el
tarse, sino
trata de
al
la realizacin
el
cual
ha de mani-
mediante ambos
amante y
[el
el
abrazo,
lo
sujeto
beso,
el
amado
muchos o pocos
el
amado], porque se
mismo puede
el
es la unin con
sujetos; y
cuando
decirse
el
a pesar
una sola y
la
lo
amada ha de
misma en
realizarse
amor
s (el
es siempre
y exclusivamente
estrecho abrazo,
el
el
beso), reali-
que
el
el
corazn no es
capaz de contenerlas.
si
dijeres
criatura, pero
ama",
es
y,
ama
el
intelectual,
difcil
embargo,
No
formarse de
la relacin
al decir t
el
el
es
amor
pues aunque
es,
l
el
se le
por tanto,
un concepto
Luego
amante
el
le
asemeje.
490
nozca
la
tambin
esencia de Dios, y
la
lo ser la relacin
que
II,
443, 444
amor
el
el
amor
es
dando a
las
palabras
sentido que
el
mismo cualidades y
pero siempre nos quedamos ignorando
y as se atribuye a
relaciones de
la
modalidad
advertir que
el
cada uno de
esto, a
ellos
responde un
Uno
de esos sobrenombres es
la
pueden
el
amor
existir.
La primera equivale
al
el
cora-
el
ellas,
sucede
as,
al
porque se altera
simpata con
el
no sufre alterala
audicin no
encuentro, a causa de
amado
se
form
la fantasa
la
la
forma
real del
en cuanto a
la
sona
que
del
por
amado.
puesta a debilitarse:
aun subsistiendo
la idea
el
el
beneficio, a causa de
la
per-
del bienhechor.
suponer promulgada
la ley
aluda Dios, cuando deca a David: "Juzga entre las gentes con justi-
La
y no sigas
cia
tu inclinacin."
amo
preceptuado.
Es
Yo, o sea,
amor y
no vayas tras
lo
que amas
t,
!o
que Yo
he
el
camino que
le
turbado y
que con
cin
ella
no puede coexistir
le
el
el
es que
bien;
que es
el
puede
residir en
la
in-
tan
razn.
la
inclinacin simptica,
la
ha preceptuado, que es
le
cosa,
llamado
que
se,
hombre un dominio
al
el
Ahora
justicia,
el
ya dijimos, y puede
es
hombre una
al
amor
uso de
el
impone
vario, segn
hombre
que
destruir o hacer
el
cual
el
cegar has-
la inclinacin es lo
violento,
te
la cual ste
te
te
he sealado y por
te
de
491
juzgar conforme a
decir,
el
pasin
la
ta el
el
mino de Dios." Es
te
simpata,
el
el
al
deber, la
"y no sigas
ste no
tu inclinacin";
al
hombre
lo
que
puede hacer.
el
al
est as
camino de
depurada
pureza y limpidez.
sobrenombre
El otro
el
lla
amor
excesivo.
es la pasin,
decir,
que designa
en
lo cual
el
inclinacin
solo objeto
Es
consiste
el
ser
amor
adhesin sincera a un
adems de manifestarse
492
solamente en
11,
445
el
el
sutil
espritu vital
la
hombre
el
ser,
el
como
las articulaciones
abrazando estrechamente
ser,
todos sus elementos, cuerpo y espritu, sin dejar espacio para ninguna
otra cosa: no habla sino de
l;
no da odos ms que a
l;
le
l;
aparece
no mira en
lo ve,
y no
do se llama
el
amor pasin. As
al
misma sangre
amado
circulaba por
ella,
como
la
sangre
por todas sus venas. As tambin se cuenta de Alhalach (2) que, cuan-
do
le
la
No me
fu cortado
miembro
Ni juntura desgarrada,
Sin que en ellos
De
el
recuerdo
Estos son dos casos tpicos de pasin; stos eran dos amantes, ver-
vendr
del
la descripcin
de
tal
estado,
cuando tratemos de
ya
los atributos
amor.
El ltimo
sobrenombre
del
amor
es
el
cario,
que designa
la
cons-
(1)
Zalija, es el
la tradicin
musulmana designa a
la
mujer de Putifar.
(2)
431, 455.
Sobre
el
cit.,
El cario.
amorosos
tres sentimientos
el
sujeto posea,
el
que
el
amante
le
afecta, en
una palabra,
en
el
nicamente
el
Tal es
el
con
mal de amor,
amor,
consuncin
l lo
le
sujeto
el
nombre de
el
huya
ese su-
amado, sino
realizarse), entonces es
cario.
llanto de
fortuna que en la
aleje de l o le
amado ha de
sujeto en que lo
el
la
sentimien-
le
jeto se sustraiga al
diente,
mismo en
se mantiene inalterable, lo
lo
la altere ni
al influjo del
si el
agradan, y
si
si
493
al
amor y
la
la locura
fsica, la
el
deseo ar-
el
debilidad o
logos,
que
los
Acaecen tambin en
ellos el
do es una cosa
lo
que
el
el
amor
real, siendo,
como
es,
el
primero de
una cosa
irreal,
que no
ama-
lo
existe;
existente; y as
que
la
ve realizada,
jams de
los
modo
el
conti-
Por donde
resulta
aunque de esto no
que
lo
amado no
se den cuenta la
deja
mayor
parte de los amantes, a no ser los que penetran en la esencia real del
ste es el
que enflaquece
tinuo, ste es el
el
que engendra
insomnio, ste es
el
es
cuerpo, ste es
la
que inflama
el
el
lo
hemos aclarado
la
antes.
razn,
preocupacin
sin cesar las
fija,
la inquietud
el
Parte
494
el
1H. Textos;
Fotuhat,
II,
446
el
afli-
el
el
ama, y que
mismo.
En
este
el
lo
que
la
ellos
se sienten unidos
la
la real,
paba
el
Leila,
con
reali-
en su imaginacin,
amada
la
ella
cuando sta se
ble de su
a)
que
amado
el
amada no
le
la
sutil
presencia de
para
Este fenmeno es
El que lo expe-
de su amado.
esta cualidad,
que yo poseo en ms
que predomina en
ellos.
la
separadas de
la materia, a lo
al
es, a
amor de
ms que puede
ms
ms que
tosco es
el
esto.
Ahora
el
la
caso de que
imaginacin,
modo
tal
condicin, es
el
lo
pero no
grado que
alto
grosera sensibilidad es
causa de esto
la
Por
de obrar
la
delica-
eso, aquel
cuya
dice:
si
lo
lo vieses."
que
el
Y, en cambio, cuando
el
amemos
cual quera-
amor
El
mos que
se realice
el
495
es irracional
hasta
la
imaginacin, revistindola
all
la
antes que
el
tal,
modo
el
amante no dejar
la
la
razn;
por eso se ha
dicho que
No hay bondad
Si la
O como
razn
lo
en
el
amor
gobierna.
otros dicen:
Es tan grande
el
imperio
el
alma,
la
la
amor cuenta
que
la razn,
porque
el
por
lo
que ama, no
le
lo
Y como
el
le
permita u ordene
el
amante
sujeto
al
extravo
negacin de
como
per-
la
el
se ilusiona creyendo
el
a quien t amas."
el
amante cree
proverbio:
Es
"Hermoso
decir: t,
el
que
se
Uno
la
la
sometido a hacer
amado
es, a los
oh amante,
lo
han de ver en
l las
ver, en su estupefaccin.
te
haces
la ilusin
de que
encuentras.
Otro de
los
los
medios con
que
496
puede conseguir
lo
otro, o aquello."
del
446, 447
II,
la
consecucin de
lo
do que
que experimentar en
el deleite
mayor que
el
que experimenta
el
y no
el
se fija en
el
si
hubiese parado
la
mayor que
de
placer de la fantasa es
eso, pues,
duda
para conseguir
a quienes
ellos
que acompaa a
deleite
cuando se suea;
el
imaginarlo.
al
la eleccin
ria,
para llegar
esto,
esto
grose-
la sensibilidad
representacin imagina-
la
Por
la
si
acaso
de veras amases,
Hbilmente
Es a saber: haciendo
ardid emplearas.
el
que
lo
te
el
amado.
AMAN A DIOS
La consuncin
1.
mentos groseros
[447].
Este fenmeno
como a
[cuerpos],
los
sutiles
[espritus]
de los
amantes.
Afecta a los espritus, en cuanto que stos, por
de suyo cosas tan sutiles que escapan a
y a
la
quirir
(1)
la
1.,
la
de
la
amor a ad-
imagen percibida en
los
el
como
agua que en
el
ms que sean ya
una
que
la
2.,
lo
La consuncin, efecto
Esa imagen,
el
agua
es
por ser
lo
encierra
estaba
el
no tuviese sed, no
la
el
le
Mas cuando
misterio de la vida.
mismo a
engaa a su
refugio.
el
agua que
lo advierta;
ayuda de
encuentra en
mismo
a Dios, al
que ste
siervo, sin
vuelva y en El busque
al faltarle la
De modo que
que,
el
al
se
encontrar que es
al
agua
el
el
nada, encuentra en
el
si
el
la
497
amor
del
mano
est
el
puertas de sus
de gra-
do y por fuerza.
As, pues, tambin, los
pritus
ha impuesto y
cuando
son los que realmente cumplen las obligaciones que Dios les
el
los
en
el
Creador de
los actos,
el
se desvanece, para
as, la
algo en
el
del
agua
no quedar ms objeto de
conoce que
imagen
se disipa, para
ritu es
la
la ilusin del
gaosa
Mas
mismo
amante
real
agua
que
del espejismo
la
imagen en-
se identifica con
el
visin,
el
Amado
Ms
y que no
tenue y
sutil
el
esp-
entonces se
ama
sino a
consuncin
32
498
que
no cabe concebir en
sta,
Por
lo
que toca a
la
los
II,
de
la piel
la
espritus de los
448, 449
v. g., la
!a
el
La
2. "
Amado
languidez.
le
el
orga-
consuncin
las obliga-
ha impuesto.
Este
los
manjares ms suculentos,
que se privan de
las deli-
el
Amado
la obligacin
de pasar
la
El,
le,
ha impuesto
les
los grasos
les reve-
mientras todos duermen. Ahora bien: ellos han notado que de los hu-
mores existentes en
el
res,
hablando con El en
do,
esos
el
el
la
tal,
que impul-
de las cuales su
Amado
les
en vista de eso, se
De aqu
ce de sus cuerpos
el
ms
sar con su
que
el
El deseo ardiente.
encuentro del
ma que
el
les facilita
3.
al
viva, y as consiguen lo
Amado
Es un movimiento
[449]; y cuando
to corpreo, fsico
el
y sensible. As que
el
espiritual en direccin
amado
es de la
misma
for-
La languidez,
el
deseo ardiente y
locura de
la
amor
499
que ha encontrado ya a
as
es
al
unin con
ms motivo u
estado de
la
ms con
el
que perdure
encuentro del
amado.
Esto
ocurre a quien
le
ama
la
la
"No
la
yugular.
cmo podr
separacin. Porque
al cual est
Amado
est
ms prximo
mano
est sujeta
del
cuando
la lanzas,
pues quien
care un palmo, a
La
4.
me
rumbo
Este
fenmeno
este calificativo es al
a las criaturas,
si
la
es propio de aquellos
como
all,
como
yerra
en
locura de amor.
si
"Quien a m se acer-
efecto,
el
que ama
le
amado. En cambio,
el
que
ama
(1)
Alcorn, VIII,
(2)
No
como
ser concretado o
li-
17.
estn inspiradas en
el
Tanto
este texto
pantesmo mstico de
Abenarabi.
(3)
fijarse en
sin
500
11.
tal
el
all
est
rostro
el
de Dios."
De
deterrostro,
aqu que
el
ama-
do es Dios, hacia
el
le
la situacin
los
los
que aman a
el
las criaturas.
calificativo
Dios es para
que
sus ojos contemplan, que sus lenguas pronuncian, que sus odos oyen.
Los
5.
modo
real se
ma-
amigos.
suspiros.
Son como
al
la
piros,
cuando
el
amante experimenta.
salen, dejan or
el
lo
mismo que
el
fuego
al
arde:
Mas
este
fenmeno
se verifica exclusivamente en
el
cuerpo fsico
del amante.
6. "
La
Designa
al
el
109; LVII, 4.
(1)
Alcorn,
nace de que
(3)
No
mos. El del
el
P. H.
Lammens
tristeza incurable"
el
cual,
y de
la
nombre aquella
(2)
II,
este
acompaada de lgrimas,
el anlisis
me
he atre-
la
duda.
La melancola y
a la prdida de algn bien o
no
qu
se sabe a
mo, y que no
abandono
al
amado;
del
es
501
una
atribuirla,
ms medicina que
tiene
amor
unin con
la
el
tristeza
el
que
amor mis-
amado. Esta
unin con
amado no
el
es unin personal, y
el
amado
amante, entonces
el
cumplimiento de estas
al
es un superior
priven
amante de
al
amor
colgico del
con
conciencia de la tristeza.
la
el
mutismo,
las
estupor,
el
ella].
el
Tales son
ser.
la
De modo que
intensa, cuantos
conciencia de su propio
la
es
alma
ms
la tristeza colrica, la
pasmo y
el
el
sis, la tristeza,
que
los
dems,
el
la definicin del
amor
como
amor
el
Amado
vuela
1.
divinos;
todo
lo
7.
a
,
la
la
creado,
4.",
presencia de Dios;
como espejo de
la
8.
a
,
el
pjaro; perpetua-
II,
ir al
6.
el
el
a
,
combate
en-
el
5.
tal.
lo
como
la
denomina
divino.
3.',
le
si
que es
las cualidades
prjimo;
xta-
el
[456]
nitencia;
el
el
preciso posea
(1)
cons-
atontamiento,
a
,
la
pe-
la
espiritual; 9.
hermosura de Dios.
a
,
el
amor de
502
cuentro de su
Amado;
Amado
apartan;
su
le
hablando de su
do con
lo
fastidio
mucho
da
la
compaa de todos
los
Amado y recordando su nombre; en todo est de acuerAmado ama; tiembla ante el peligro de faltarle al
le sirve;
mucho,
lo
si
es suyo propio,
Amado
tinelo en
en
absoluto,
mu-
Amado
voluntad
sin
(1 ).
que de
que su
respeto,
le
11,
ms
sentido:
adelante (Fotuhat,
II,
467,
1.
el
mismo
lo
que su
Amado
No
reclama
el
los
el
asesinato de que
males
Amado
ando
la
le
fsicos
que
ha impuesto
Amado
el
la
la
amor
le
naturale-
carga de
de
la realidad
(II,
470,
a
1.
3) diciendo
"el
Ante
lo
que su
Amado
quiere de
l,
(1)
Amado,
la
emocin
le
embarga
del Fotuhat
(11,
el
mismo Abenarabi
la
el
aliento.
mayora de
las
el
cuando
ellas,
ama
a Dios
503
He aqu
de Abenarabi
en compaa de su
(II,
470,
1."
7.*
infra)
"No
est tranquilo
instante, a
cada respiracin,
Amado
que su
lo
no acaba tampoco
el
morado."
Todo
propia por
Amado;
es de su
lo
que a su
Abenarabi glosa
y, sin
Amado
debe.
as esta frase
471,
(II,
1.*
14):
"Porque
el
el
amante
le
impone
amor
el
medio adecuado
Encuentra deliciosa
cuando
el
Amado
la
que de su espritu se
turbacin
apodera,
se le presenta de improviso.
comentario de Abenarabi
(II,
nombre de alhochum
"el
472,
1):
1.
Amado, que
los msticos
ataque imprevisto", y
He aqu
el
libro
al
[II,
que vayan a
designan con
cual fenmeno
735].
el
hemos
los beneficios,
cuando
Dios se
les
y ellos
le
le
conocen;
aman. Pero
turbacin."
Traspasa
Parte
504
Es
III.
Textos: Fo tuhat,
ha llegado
11,
al
grado perfecto
del amor,
no
est obligado ya a cumplir las leyes morales del islam. Esta gravsima
12 inf.)
1.
"Dios
le dice:
"Haz
lo
ms adelante
te lo
472,
(II,
he perdonado",
ral,
el
al contrario,
clara
que
lcito,
tal
los
leyes,
dad de
la ciencia
le
de-
lo
debe a
estas
la digni-
como
de sus actos,
ni
en su pro
ni
loco, al
el
en su contra. En cambio,
al
mstico de este
toma cuenta en pro, pero no en contra. Tal es la enorme distancia que media entre lo intelectual y lo emocional. Cun grande es la
dignidad de la ciencia! El amante de Dios, adornado de ella, es ms per-
grado se
fecto
le
que
De
el
exttico." (1).
mismo
Amado.
Esta paradoja no tiene comentario adecuado que nos aclare su sentido, ni en este captulo
(II,
472,
1.
inf.), ni
ms
adelante, en
el
el
captulo en
celo de Dios
660).
La intensidad de su amor
Literalmente: "su
el
juzgar por
que quien
el
ama
amor
influye en
comentario posterior
l,
(II,
conforme es su entendimiento".
473,
a
1.
razn discursiva y natural, no puede amarle con intensidad tan vehecomo quien lo conoce por la iluminacin sobrenatural. En otros
mente,
trminos: siendo
el
ms
(1)
ZDMG,
III,
pg. 476.
los
sufes,
la
llamados sin
Amado
co-
superioridad que
ley,
cfr.
Schreiner,
ama
la ciencia
a Dios
505
narabi.
Es irresponsable de
He aqu
rizase
infiere.
de esta cualidad
la explicacin
amante por
el
ofensas que
las
como
ser,
(II,
473,
1.
inf.)
"Caracte-
irresponsable de sus
la bestia irracional,
amo, que
si
me
all
la
mismo y oy que
que
pues
yo
he odo?"
te
el
amo
"Es tanto
la deca:
lo
le
lo
el
"Qu
dijo:
no
te
del amor,
te
no
la
lengua de
es eso
impacientes,
gua
que
la ciencia
y de
la
la len-
Salomn, y tuvo compasin del pjaro y no lo castig. Aqu, pues, teneo pecado que Dios considera como exento de culpabili-
lo castiga.
el
ello lo
deja impune y no
hijos de la familiaridad de su
pueden
serle imputados,
amor anula
pero en
la
porque
se
la sinceridad
deben a
misma mane-
la
que
ama
a Dios, e
de su cario, no
la influencia del
amor, y
el
modo alguno a
yugados bajo
amor y de
de
el
los
imperio de
Entrate!"
porque
le
trate
el
Amado
le trate
bien, ni
con dureza.
a
Cfr. II, 474, 1. 7: "No se cumple este fenmeno ms que en aquel
amante que ama a Dios por su esencia, es decir, porque contempla a
Dios que se le manifiesta en cuanto hermoso; de aqu que ni la bondad
del
Amado
de
lo
ba a Dios:
"Aunque pedazos me hicieras,
Amarte ms no podra."
506
Es
decir,
que no por
ello
11,
el
amor que
disminuira
adawa
(1),
mayor autoridad. De
cos de
amor, con
del
tena a Dios.
la clebre
ella es
tambin
de los msti-
al
la siguiente divisin
maravillosamente
la cual interpreta
lo
La
to significa:
de
De
lo
si
tu
nombre
mi memoria
llena
las criaturas,
que no eres T,
adems
te
el
recuerdo borra.
ama,
No soy
te ocultan,
y te miro.
loa.
(1)
Cfr.
la gloria!"
Atab
el
(2).
l'histoire
Axxarani, Tabacat al-sufa (Cairo, 1315 hg.), 56. Esta clebre suf vivi en
siglo
II
de la hgira.
Un
el
in Islam.
Cam-
bridge, 1928.
(2)
He
aqu la versin
de esta poesa:
literal
"Te amo con dos amores: con amor de deseo y con un amor [que se fundaj en
que eres digno de
es
amor de
despreocupa de
del cual
Por
eso, Ja gloria
(3)
tica.
No
lo
la gloria
el
recuerdo de Ti
me
que no eres T.
de que yo
no es ma en ste [amor]
tuya es
eso.
ni
descorres
al
contrario,
te vea.
en aqul. Antes
ama a Dios
"Oh Amigo de
las almas!
Fuera de
Amar
Ti,
507
llega,
atiende compasivo.
eres mi anhelo,
corazn repugna y
eres mi alegra.
abomina.
lo
Cunto ha que
deseo!
te
ellos,
all
de sus deleites.
tema:
"Son para m
Porque
el
eso.
tienes,
tiempo,
el
que me animas,
Olvdase de su suerte y de
"Porque
ciencia de
amor."
de su Amado.
amor lo absorbe todo entero, hacindole perder la conmismo y la idea de su Amado. A esto se llama amor del
el
(II,
475,
1.
He
aqu
la
(1)
la suerte
"Oh amigo de
7.
versin
II,
429,
6. ).
de esta poesa:
literal
los corazones!
1.
eres
el
lleg.
amar a otro
ser
que a
Ti.
Oh objeto de mis ansias! Seor mo! Apoyo mo! Hace largo tiempo que
deseo cundo llegar tu encuentro.
El objeto
que deseo de
que
(2)
"Tu
He
aqu la versin
deleitable
literal
deleites, sino
para verte."
de esta poesa:
[paraso] o tu suplicio
tu
no es ninguno de sus
[los jardines]
[infernal]
amor no cambia
ni
es para
m cosa
igual,
pues
aumenta.
para m nuevo."
508
No
II,
trato.
"Porque slo cabe exigir esto a quien tenga uso de razn; mas
el
le
determine en con-
creto,
es tal y
1.
do."
(II,
475,
1.
16.)
lo est.
aunque se
ste,
le
ponga
abstrado en
(II,
475,
No
1.
delante, y
mismo; y esto
debe a
se
le
como
el
lo
la
locura de
amor que
sufre."
7 inf.)
Amado
de
la
separacin o fuga de
ste.
le
pasa
Es igual que
me
quejo de
el
poeta:
contemplo
la
noche larga,
la
noche breve."
Amado]
porque en
En
la
la
Tanto me quejo de
Cuanto
que dice
lo
y conocemos."
(II,
475,
1.
el
inf.)
"Es
vil;
decir,
pero
al
que
la
la
familiaridad.
pasin amorosa
mismo tiempo,
el
lo
esclaviza y trata
amante encuentra en
como a
siervo
cierta confianza o
familiaridad [con
esclavo]."
(II,
ama a Dios
509
el
476,
1.",
la
condicin de
8.)
estado de nimo de su
el
amado,
ni
Amado
l.
Cuando
su
la ley reli-
giosa, que
le
ha concedido. Deseara
el
mas
le
Amado, porque
hombres nacen inclinados por instinto al amor de
corazones de los
los
agradar o no a su Amado.
a Dios."
(II,
476,
1."
la
si
esa divulgacin
aman
13.)
lo
madura, porque
el
amante carece de
preocupa:
ginacin..."
el
(II,
476,
a
1.
21.)
amo
(II,
476,
Abrumado y
esto?
ni
amo
a
1.
(1)
El,
2.* inf.)
y por eso no
lo
ve ya
como algo
dis-
el
(1).
abatido, jams
le
dice a su
Amado
pcfl-
qu has hecho
cfr.
mismo Amado.
es su
Y a quien
tami."
la
Una
Amado
h.),
fundador
del
510
457, 477
II,
Amado
aceptar
lo
que
porque
el
el
ello
sus delicias.
eso,
477,
a
1.
2.*)
Llega a perder
ms
la
hacen
le
no sabiendo guardar
traicin,
la
discrecin conveniente.
ama
a Dios, dice:
el
Acerca de su amor, es un
Porque
falsario.
el
Si
al
Traicin
Cmo
Si
la
ocultar
incauto joven
el
de su corazn se enseorea?
enamorado
al
evita,
El amor, en efecto,
domina con
ni secreto
tal
le
espan." (1).
den sin interrupcin; las lgrimas se deslizan constantemente; los miembros todos denuncian
la
el
el
(1)
como
le
agobian."
He aqu
la
(II,
477,
sin
a
1.
descanso
le
amante
perfume de su amor;
le
abruman, y tantas
falta
tris-
10).
ocultar su
es un
embustero.
ste,
ama
Ignora que
511
es amante;
a Dios
"Porque
la
un velo [que
imaginacin,
y a
ella
la
en
su
buscarlo fuera de
ponda a
El est unido] es
a sus miradas].
lo oculta
s,
y no encuentra realidad alguna objetiva que correspueda abrazar, porque lo grosero de lo objetivo
la cual
mndolo dentro de
el
Amado
con
a
el
la
que
Amado;
est en
[y lo ignora, porque]
l
el
la
que
le
turba y
y que no busca
Amado
al
habla.
sino
inquieta,
le
Amado,
lo
mismo
eso, tanto
cul de
ambos estados
bos atributos
le
contrarios: "El
Una de
es
Amado
ama
a la realidad, ni cul de
ms
el
am-
amante] concilie
m y no est en m."
(II,
477,
a
1.
los
9." inf.)
ms conforme
est en
las historias
el
empez a hablar
del
el
suelo.
Respondile: "Esto es
El
l",
Cuando
el
y seal
el
su violencia
agua, explicndole
al
velo influya en
lo
que
le
Ciertamente yo envidio
al
el
joven.
ni los
l."
512
11,
en un principio
agua damos
del
esto, el
Me
la
el
me
una
trtola silvestre,
dor
la
lo
lo cont
que
cuando
lleg
haya perdonado!), o mi
vi a
macho,
el
templbamos, llegamos
to sus alas, se cubri
y, al
altura,
el
no
lo
con-
cabeza en direccin a
ellas, inclin la
caza-
el
aire describiendo
con
rra y
to
crculos, hasta
que, segn
mi padre (Dios
refiri
De modo
cierto
la tie-
zumbido,
el
est, oh
amante!,
el
amor que
Me
Mohmed,
cont
nn (3) sentado en
lleg
la
hijo de
Mohmed
l.
suelo con
ri.
el
Este fu
pico, hasta
el
(2),
efecto del
!,
y se puso a golpear
amor en aquel
yug y
el
amor
se enseore de
l,
l la
sangre y mu-
le
xtasis
hizo enle
sub-
De
este
amor
(1)
(2)
Suprimo en
el
medida co-
Abenarabi enumera.
(3)
Clebre
msticas sobre
el
sufi,
anterior a Alchonaid, y
amor
al
513
piossinia,
aunque otorgndonos [a
suponerlo en los
cielos, se
si
el
la
como yo
si
en los
si
lo
siento cupiera
rasgaran [a su pesadumbre], y
baran. As es
amor que yo en m
me ha dado [para
soportarlo] una parte de la energa propia de los herederos del Profeta, prncipe
divino yo veo en m
mismo fenmenos
De
este
amor
amor
el
conocimiento [intuitivo que posea]. Por eso, todo aquel que se con-
la
porque
la ciencia intuitiva
amante
y
intuitivo es
fsico. El
amor
lo exterior
y vi-
espritu,
la
to es
nombre
es El Santo, y, en conse-
amor
ese
(2).
(1)
No
mediante
plicacin,
si
no hubiese
te-
sin,
si
la
al
es,
no se refiriese
al
la frase final
ms
como
esta alu-
no tendra ex-
bre alguno, a quien pudiera atribuirse este epteto: "prncipe de los amantes de
Dios".
33
514
maestro de
que
458
II,
espritu, sublevse su
al or las
palabras de aquel
latente y le pas lo
le
amor
amante has-
el
ta
que
la
las
amor
lo excitaron,
maestro
el
le
era
fsico,
hablase, ya se
no aquel de
la disolucin,
atribua
le
pues slo
el
fenme-
el
orga-
[el
bran conmovido
de su ser
como
la espiritualidad
amor no
su
de
De modo que
la alteracin del
organismo y
no afecta sino a
el
amor
los
que
el
el
amor
fsico.
el
amor
fsico.
divino y
fsico.
el
tiene de fsico,
De modo que
manencia
la aniquilacin se
del sujeto se
debe
al
debe siempre
amor
espiritual.
ama
que con
reidad, y
al
amor
Por
fsico,
eso,
En
que
el
sujeto.
la per-
como
el
ngel
Gabriel
man
mutacin a travs
espiritual divino
la
que poseen
como
(al revs
los
misma, ya que
la
naturaleza fsica
las esencias
son inalte-
rables), por eso Gabriel se desvaneci (1), pero sin consumirse la sus-
tancia de su cuerpo,
(1)
Ignoro
ngel Gabriel.
la
como
se consumi
tradicin, a
el
protagonista de la ancdota
relativa al
a Dios
que
amante
el
amante
tiene, el
el
amor, y no
el
amante
la
amor
fsico,
amante
el
el
cuerpo
sin espritu,
mien-
No
preserve de la altera-
lo
hacen mella
fsico
amante
que
sobre
los discursos
hacen parcialmente en
divino, y la
espiritual.
Refirime
que Ysuf,
Mohmed,
hijo de Ismael,
Yemen
del
el
que estaba
te; l les
y conservse
amante divino
hacen en
fsico,
amante
el
espiritual est
Dzulnn: "Qu
se
muchacho, que
tienes,
comenzando a
Meca,
(1), en
agrupaba
rea. Djole
te
515
referida.
.su
ama
la
la
gen-
que un joven se
gente llora y t
decir:
Ni en
el
En pago
infierno ni en
Ni quiero recompensa
Dijronle entonces:
"Y
si
paraso,
el
amor que
del
a mi Dios tengo,
ni la
[Dios]
pido (3)."
te
rechaza, qu hars?"
lo
cual respondi:
Suprimo en
(1)
el
el
infierno
Abenarabi enumera.
Este famoso suf egipcio vivi durante
(2)
muri en
(3)
"Todos
el
He
el
J.
aqu
de esta poesa:
la
ellos sirven
versin
literal
[a Dios]
C).
por miedo
Cfr.
del
califato de
Almotawquil y
fuego y creen
la salvacin fortuna
grande.
Yo no tengo
Yo no
deseo por
516
Una morada y un
all
Que
lugar de
II,
459, 460
asilo.
a los condenados
"Gemid, turba de
infieles!
Lamentaos conmigo!
fiel
crea;
a mis promesas,
en pago de mi olvido
Mi Seor me somete
Dzulnn contaba
cin a la
me
lo siguiente: "Sal
el
ao 599, que
la
Caaba,
Pensando en
al
ver
Ti,
cmo pueden
me
tu
He
aqu la versin
han conocido
[la
(1)
secretos.
literal
dulce
de esta poesa:
el
fuego
[del infierno]
All
de tormentos [dicindoles]
"Oh vosotros
politestas!,
amaba
un
noble Seor;
[mas] no
fui
[460] Despus
comenz a
"[Tu Amado]
lo
ms
ntimo (1)."
dirigir la
te trat
Te priv violentamente de
te cubriste.
no
preocupaste de
te
517
a Dios
cindole:
am a
ello."
un
velo, ante
ti,
y t no
dulzura de su intimidad, y t
la
ser de m, cuando
"Ante
la
No hay
Que
cosa
ms amarga para m
Dijo Dzulnn:
"Y me
Mohmed,
el
secreto de su
que
Amado: nos
Despus, dej de
cio.
sentarse
Tena
all.
y en todo
el
Dzulnn: "Joven,
qu carismas sobrenaturales
otorgado
tu Seor,
He aqu
(1)
la
el
la versin literal
unin amorosa y
me
la
egip-
el servicio
te
[qu dones]
ha distinguido?" Respondi
de
el
una temporada, y luego [volvi] a precolor de la tez amarillo, su cuerpo estaba flaco
asistir
ctico. Djole
re-
de
tu
Seor y
tu
ascetismo
ha proporcionado, qu gracias
te
te
ha
te
de esta poesa:
"Me
diste a gustar
el
manjar
traas."
(2)
con
la
He
aqu la versin
literal
separacin."
la
518
est bien
II,
460.
la
turba de sus siervos, para distinguirlo con su intimidad y para entregarle las llaves de sus tesoros y comunicarle
bien, repito, que]
adems sus
secretos, [est
NDICES
ONOMSTICO DE PERSONAS
I.
Abenanachar,
Abdal Bder
Abdal
mohmed),
Abdal
b.
Abdal
el
Abdal
el
Mauror (Abu-
el
69.
Abenhzam,
36.
Abenjlid
Sadaf, 83.
el
Abenarabi, 35.
Abenmotsana,
Catn, 272.
Tunecino, 34.
Abraham,
Chilan,
Abuabdal
Abdelchabar, 80.
Abdelmachid
Abdelmonim
b.
el
Jazrach, 36.
Abdelmumen (primer
almoha-
sultn
172, 183,
46,
81.
409,
88,
410,
444,
43,
172,
447.
115.
109,
135,
65, 66.
Abenzarcn, 36.
el
127,
114,
Abdelcarim
el suf,
329.
Abuabdal Adacac,
68.
Abuabdal Benals,
36.
de), 33.
Abderrahman
III
(califa de
Crdoba),
Abuabdal Mohmed
b.
Casum
(alias
58.
Abdesalam Benmaxix,
Abdulhamid
qua),
19.
Abenhayn, 68 y
Abenmasarra,
Mohmed
el
Abdal
el
Alostads
b.
85.
Aben Bartolom,
(ltimo
Abuabdal
272, 273.
sultn
de
Tur-
el
b.
Chber
de Cabrafigo,
(alias
Chonaid)
59, 60.
115.
Abenabad de Ronda,
272, 273.
86, 320.
Abenabderrbihi, 149.
Abuabdal
el
Arab, 78.
Abenalabar, 42.
Abuabdal
el
Calafate, 64.
Abenalchad,
Abuabdal
el
de Aljarafe,
Abuabdal
el
36.
Abenalfrid, 114.
51, 272.
de Almahda, 272.
85,
520
Indices
Abulhachach Ysuf
Abuabdal
el
Abuabdal
el
Abuabdal Mohmed
derrahmn
Csim
b.
Abdelcarim
b.
el
b.
Ab-
Temi-
Subrbol,
Abulhquem Benbarrachn,
271,
421.
40,
41, 68.
m, 68.
Abuabdal Mohmed
Aben
Saad
b.
Abubquer
Sam,
b.
68.
Abubquer de Tortosa,
Abubquer
36.
Al, 33.
el
Abulhasn
el
Abumer
Atofail, 67.
b.
Sevillano, 45.
Xadil, 272, 273.
88.
b. Jlaf b.
Abulhosain Jair
el
Abumadin,
Vase Abumedn.
Abumedin,
Saf
el
Lajm, 36.
Abuchfar
b.
Abulhasn
Abuchamra,
b.
Abulhasn
Abulhasn de Buga,
184, 189.
Wasit, 329.
el
Abubquer Mohmed
60.
40.
tejedor, 424.
Mosali, 36.
b.
Abuchaadn
el
Abumohmed Abdal
Alheero, 66.
Abumohmed
Abuimrn Musa
Imrn
b.
el
de Mr-
80, 81,
70.
Abulabs Adahn,
70.
b. Alarif el
de
108.
Abumohmed
Abulabs Adacac,
Xacaz,
el
Abudjm, 343.
Abulabs
de
el
42, 272.
Abuocal, 444.
Aburreba
el
ciego, de
Mlaga,
65.
de Sinhacha, 65,
Abulabs
Alhach Abumerun
b.
Abuxacha,
81, 88.
56.
Abulabs Csim
el
Abulabs de Ceuta,
Abulabs
el
Abulabs
el
Hadar,
Sayar, 431.
Abuyacub Ysuf
69.
n,
(alias
Abuchfar),
Abulcsem,
el
el
b.
Abulcsim
Abulgualid
el
Sinhach, 51.
Abu Yaza
el
Nur, 401.
el
b.
el
Al,
41, 42.
Xarrat, 36.
Casi, 61, 62, 271.
Hadr, 36.
el
Cum, 42,
el
Bistam
el
mayor,
Abuysuf
Adn,
Abulcsem Benafir,
b. Jlaf
Abuyahya
Abuyezid Tayfur
447, 458.
147.
Abulcsem
Orya-
predicador, 68.
Abulcsem Abderrahman
almohade,
43, 45.
Jarraz, 86.
Abulabs
sultn
33.
77.
el
Ahmed
1.
Ahmed
xid,
el
Onomstico de personas
Harn Arra-
Sabat, hijo de
83.
521
111.
Almotsana
Benalmotsana),
(alias
Almotawquil,
Aixa, 97.
Alachian, 464.
Ansir
Alejandro
Magno
(Dulcarnain), 57.
Antonio Abad
130,
136,
163,
168,
169,
171,
172,
178,
179,
200,
201,
202,
205,
233,
234,
235,
249,
256,
263,
288,
344,
407,
469,
486.
11,
103,
13,
114,
123,
128,
Mohasib,
151,
412,
171,
452.
297.
Ali b.
Abdala Benchami,
Ali
Motawquil, 85.
el
Asn,
127,
136,
158,
171,
172,
178,
179,
183,
200,
201,
202,
205,
220,
234,
247,
249,
253,
257,
260,
271,
288,
306,
329,
341,
389,
444,
469,
11,
9,
el
Secretario
(la
113,
404.
no de Saladino, 111.
Auhadodn Hmid
ben
Avempace,
Averroes,
11.
11, 33, 39, 40,
192.
abas,
Baedeker,
114.
33, 34.
Almonstnsir,
Abulfjar
Carman, 310.
Bil, 32.
esclava de),
250, 506.
Almostnchid
128,
116,
135,
8,
50,
62,
131,
Atab
Almohades,
185,
141,
138,
85.
mano de
(San),
213.
100.
ma
b.
Alhachach, 464.
Ai (hijo
Yusuf
Saladino,
Algazel,
el
Lidinil,
298.
Alfarabi, 57.
Alhrits
el
Abuchfar
Almansur,
Bargs, 60.
el
Indices
522
Barhebraeus,
Camxjanu, 115,
11.
Capern,
Bder
155,
Abisinio, 95.
el
213, 248.
Cazuin, 47.
Arfajxad
b.
25.
20,
15,
139.
135,
b.
Amir
Sem
b.
b.
b.
Nuh
Coxair
Benabdeljlic, 112.
89,
106.
151,
189,
266.
123,
Benaladhn, 95.
Cristo,
14,
20,
19,
Vase Jess.
Benanahs, 112.
Benazaqui (Mohibodn),
111, 112.
Chantepie de
Ben Casum,
Charrn
b.
la
Jams
Catan, 63.
el
Chorchani, 115.
Ben Yajmist,
272.
Bernardo (San),
147,
167,
170,
148,
183,
177,
154,
149,
185,
155,
158,
192, 212.
Bintorstam, 81.
101,
116,
Duchesne, 177.
Bojar, 342.
234.
Dulnn
196.
Brockelmann,
115,
116, 488.
172,
Egipcio
el
183,
200,
(alias
250,
516, 517.
Dzahab, 261.
C
E
Cab,
hijo
de Zohair, 464.
Cabaii, 148.
Caicaus
1.,
del Asia
el
Menor,
Efrem (San),
142, 170.
Enoc, 444.
96, 97.
Cis Abenmolwah
494.
117.
gita.
Bona (Cardenal),
Browne,
Alighieri,
Brahma,
Dante
el
Epicteto,
170.
386,
el
Misr),
424,
515,
I.
bi,
Fath
de Mosul, 329.
el
Isaac,
Sanch, 149.
el
Ftima de Crdoba,
112.
Frcad
523
Onomstico de personas
444.
149,
Gerson, 246.
Goeje (M.
J.
Goldziher,
8, 24,
Jdir, 33, 49, 50, 55, 62, 63, 72, 73, 77,
83,
Groult, 220.
147.
112,
86,
85,
Jmblico,
125.
Guidi, 192.
Jazmn de Marchena,
Jernimo de
33, 52.
Madre de Dios
la
(Fr.),
195.
Habn ben
Hamad
b.
Jess, 8, 9,
Basora, 249.
Hilal de
249,
Selma, 149.
Htim
el
258,
Hartmann, 328.
83,
Hasan de Basora,
116,
18, 26,
17,
269,
268,
165, 207,
314,
104.
472.
171.
Tai, 33.
Juan Clmaco
(San),
141,
160,
Hieroteo, 246.
170.
Juan de
la
Cruz (San),
174,
180,
212,
214,
215,
225,
232,
234,
247,
254,
262,
269,
273,
298,
318.
Ibrahim
b.
el
Musa,
el
Setabense, 184.
Nasrabad, 282.
Ignacio de Loyola
173, 234, 316.
170,
171, 316.
Hesiquio, 224.
Ibrahim
341,
Harrassowitz, 116.
Harn Arraxid,
257,
(San),
158,
168,
524
Indices
Mohmed
Casum,
b.
272, 373.
Lammens,
Mohmed,
500.
Leibniz, 174.
Leila, 246, 458, 464, 494.
Mohmed,
Le Gaudier,
Mohmed
168.
Abu-
515, 517.
seif,
Mohmed,
hijo de
Aben
Saad
b.
512.
Mardanix,
33, 34.
Lopes (David),
48.
Lugo (Cardenal
de), 16.
116, 216,
Mohmed
Mohmed
Mohmed
el
el
Haxim
el
Jayat, 86.
el
Yaxcor, 86.
219.
Moiss,
17,
Montet, 246.
Morell, 174.
Macdonald, 138.
Mslem (autor
Mahoma,
7,
8,
17,
11,
18,
Mslem
221,
236,
255,
256,
258,
265,
266,
Mouliras, 273.
277,
286,
297,
301,
314,
341,
342,
351,
387,
389,
407,
421,
427,
Musa
Musa
439,
445,
446,
447,
450,
459,
462,
464,
471,
473,
487,
488,
489,
494,
b.
Abderrahman de Bugia,
Martn (Raimundo),
Massignon,
b.
Imrn de Mertola,
el
Baidaran, 41.
b.
Abdn,
hmed),
(Abuyacub Ishac
37.
Nemrod,
11.
158,
171,
173,
183,
Nicholson, 32,
196,
264,
269,
279,
281,
282,
327,
Nidam,
168, 234.
Nilo
hija
116,
129,
256, 328.
(San),
136,
154,
158,
316.
Michaux-Bellaire, 273.
Nomair, 464.
Axras, 58.
Abdn
Mo-
148,
b.
46.
147,
b.
172.
129,
Moads b.
Mohmed
de
Nahraohur
Mohmed
materno
Nasrabad, 282.
hija de
(to
268,
Mariam,
Jaulan
el
b.
Abderrahman
Nua
de Buga, 37.
O
35. califa
Ornar
111.
Mohmed
b.
Axraf
el
de Ronda, 58.
b.
Aljatab
Abubquer),
18,
(califa,
93,
sucesor
297.
de
I.
Ono mstico de
per sonas
Rosweyde,
Omeyas,
Rufino, 154.
464.
525
9.
Ruysbroeck, 262.
P
Pablo
Simple),
(el
Pablo (San),
15,
S
141,
213.
Sadodn Mohmed,
hijo de Abenarabi,
Pacomio (San),
138,
149,
158,
154,
el
Conaui),
183, 213.
89,
Paladio,
106.
154.
Palamn,
138, 183.
Slih
Patanchali, 196.
Pinard de
170,
el
Samarcand, 196.
Samnn, 512.
Sayyid Mortada,
19.
Scararcielli,
Plotino,
131,
231.
Schram, 234.
Poemen (abad),
138.
189, 504.
Schreiner,
sultn de Tur-
2.,
160,
170,
183,
192,
201,
113.
224,
Sem, 444.
246, 248.
Proclo,
125.
Profeta
108,
241,
252,
265,
277,
278,
279,
280,
285,
286,
289,
296,
300,
301,
303,
304,
305,
307,
329,
330,
334,
335,
341,
342,
343,
345,
352,
376,
Sohraward,
Solimn
qua),
91,
172,
173.
(el
113.
Sprenger, 115.
Surez,
381, 387, 396, 403, 405, 427.
16.
Vase
(4.
califa
omeya de
Oriente), 411.
Mahoma.
Putifar, 492.
T
R
Taftazan,
107.
Menor, 328.
Tayfur Bistam,
Teodosio
Ripalda,
Teonas,
16.
(el
167.
el
Joven), 135.
139, 213.
Indices
526
Teresa
195,
de
Jess
212,
214,
(Santa),
168,
174,
236,
262,
269.
234,
de Aquino (Santo),
W
11,
Yousof Husayn,
Yunus
b.
xim
el
Ysuf
162.
el Jaul,
Yahya
(to
materno de Abe-
281.
196.
b.
Abulbaracat
el
Ha-
b. Jlaf el
Ysuf de
X
Xamsodn Ahmed
Yogn
Wensink,
b.
Tixeront, 132.
Toms
Yahya
Cum,
Xihabodn
el
Xohraward, 91,
172, 173.
Zalija.
Vase Zuleija.
Y
Yacub Almansur
hade), 66, 71.
112.
ONOMASTICO DE LUGARLS
II.
A
Africa, pgs.
55,
6,
60, 63.
Conil), 72.
183.
59, 60,
66,
Bombay,
115.
172,
Alzhar (mezquita en
el
Caaba (templo de
85,
271.
95,
108,
265,
361,
397,
516.
425.
Cdiz, 72.
Cairo, 81, 86, 88,
34, 63.
115,
122,
130,
135.
cia), 90.
Calcedonia, 191.
Arabia,
125.
11.
9,
Arzn (Armenia),
Carmona,
36.
90, 91.
Castilla,
273.
Celdas (Desierto de
las),
149.
Bad
el
Mandeb
Bagdad,
77,
279, 424.
85,
91,
94,
248,
257,
123, 310.
Constantinopla, 61,
113,
115,
122.
528
Indices
Crdoba,
India,
Irac,
114,
13,
82,
116,
196, 266.
189,
424, 464.
113,
Irn, 114.
Ispahn, 81.
D
J
Damasco,
106,
47,
111,
85,
101,
91,
112,
114,
104,
105,
Jerusaln,
411.
111,
25,
35,
77,
94,
96,
107,
421.
Jerumenha (Portugal),
Egipto,
9, 77,
104,
125,
Latpolis
Espaa,
66,
6,
67,
140,
184,
185,
Europa,
11,
74,
139,
12,
138.
12,
16,
122,
147,
193,
123,
149,
33,
35,
i24,
151,
55,
64,
134,
137,
158,
172,
Akmin
(hoy,
en
Egipto),
183.
Macama
F
Abraham (Meca),
de
81, 88.
Mallorca, 63.
Marchena,
63.
77, 421.
Granada,
Meca, 44,
88,
H
90, 91.
Hims (Emesa),
107,
110,
108,
113,
148,
Medina,
Harrn (Mesopotamia),
95, 96,
77, 96,
Medina Azahra,
107,
110.
58.
Meru, 431.
Mesopotamia,
I
Mitilene.
Mogreb,
Vase Malatia.
68,
71,
72,
Morn,
84.
10,
122.
320, 329.
II.
Murcia,
6,
18, 28,
529
Onomstico de lugares
48, 50, 51, 52, 55, 56, 57, 59, 60, 63,
147, 169,
Niebla, 44.
51, 65.
191, 196.
Siwas (Sebaste),
139.
csonba (Huelva),
73.
Tabena,
183.
Taim (Damasco),
Palma
Palestina,
182,
105.
191.
Tebaida,
11,
141, 154,
183.
Tortosa, 184.
Tremecn,
79, 80,
84,
108.
96.
Rotonda (mezquita de
Sevilla), 51.
Valencia, 33.
Veger de
la
Sal, 72.
Saliha
de
Damasco,
101,
112,
114.
Samarra, 424.
Scetea, 149.
Yemen,
83, 84.
31
III.
A
abdales: cada
carama: carisma
uno de
ctharsis:
oiC),
41,58,329,397.
acd: voto (Ale), 14.
purgacin
159,
161,
160.
xflap-
Vase
42, 43,
446.
majestad divina
(J!%-),
219,
223.
109>
(J\^>\),
183.
Abena-
(6jjS^C Jb Js\),
alhochum:
el
139.
ataque imprevisto,
al
la re-
examen
par-
alma
^J\),503.
257, 260.
(j^b
162,
Vase mochhada.
rabi
yptcu-ot),
combate asctico,
agonismo:
(L*\ j_=
200, 202.
musulmanes
dahir: literalista,
consagrados a
la
la jurdica
teras
Jru\j_J\)
Vase rpita y
(^jjbU),
36.
ri-
dzat: esencial,
nombre de
la intuicin
bat.
mstica
autad: cada
uno de
dzicr.
inferiores a los
ms
alta
132.
imames, en
la jerarla repeticin
de jaculatorias
j^),
(l_>
176, 196.
41.
B
bast:
expansin
U...^ 298.
;
C
cabd: opresin
F
focar: ascetas que hacen voto de po-
298.
breza
('\
146, 184.
III.
itibar:
lativo,
morada mstica
gaira:
celo (S j*),
del
200.
pfi>-
257.
015),
retiro
(^ y^\),21Q.
J
hawa: simpata
(^^Oj
241.
de Dios
s
(
la
vergenza
jdim: fmulo, en
mn
monacato musul-
dad (i^J>),
204.
el
tp*), 200.
cia individual de
la esen-
jirca:
(9
^a>).
morada mstica de
jotba:
la
sermn
ritual del
libertad
oficios de la
176, 193.
miendos
Dios
(
norria:
escuela teos-
179,334, 342.
8, 82,
howa:
191,
fica
Aj>-).
meditacin
espiritual
ixraques: iluministas,
la
179.
192, 193.
ixc:
hai.
integrante de
metdica (jLXc\)
iticaf:
531
mezquita
viernes en los
(LJai-),
111.
Xrj)
398.
labs:
(s jl_=*\), 104,
111.
U\
ijls:
la
oracin litrgica
morada mstica de
intencin
(J
la
pureza de
la
oracin litrgica;
morada mstica de
(LeUl>\i, 200.
(5
divi-
J yu^), 18.
isticama:
140,304, 442.
isaues:
109,
65,66.
?Ui\), 200.
imam: oficiante de
368.
la rectitud
tican la
ms
532
Indices
(Lw*5L, LjLe^L),
espiritual
4-15,
140, 272',
malequies:
41
111.
j jllc),
marifa:
mstica
jjtx,
=
O
-fvwaic;), 216.
moamalat
ascticos
procedimientos
(C>MUx),
109.
servidum-
445, 453.
o-roxaX^ti), 217.
la
la profeca
(s^), 200.
109, 199.
intuicin
mortifi-
cqovqia), 160.
mohasbat
cia
al-nafs:
Lr jJ\
examen
L^Ast*),
de concien-
173.
monacal (*S
cielo
el
c
mundo
iO\
de los espiitus,
el
z)ypcna>, 330.
148.
254,
(\
432.
morid:
el
317, 432.
rhib:
monje cristiano
9.
motacUmcs: telogos
dogmticos
de-
or-
138,
doxos
Oa),
vi-
morada mstica de
con
la
la
conformidad
222.
ribat:
risala:
(J*lj),
137,
141.
morada mstica
(L-j),
Vase
200.
rpita.
del apostolado
(LS\^ 3J
),
160.
interior
III.
msticos
morada mstica de
sabr:
paciencia
la
200.
co
(a
svixsa
ascti-
iter), 160.
199.
(Silo),
( l_jbt3),
tarica: regla,
mtodo
sala:
533
tasfiat al-calb:
(v_JLaJ\L.*2
^)C
jj>),
169.
176.
= Y.darioir),
162.
176, 183,
penitencia,
tauba:
arrepentimiemo
sinceridad
la
(y), 162.
taufic: gracia divina (j^i y), 132.
tawcol:
abnegacin o abandono en la
voluntad de Dios
151.
165.
146,
56,
(J^),
203.
193, 200,
ca
368.
(S
(J^ =
(pmopioc), 219.
tachaliat:
y 263.
ser en Dios
Vase ihram.
j>
xflapoic;),
162.
irradiaciones
foco
del
las
lu-
criaturas
(oLlstS), 219.
dica; ejercicio
propsitos
x 0apaic;), 162.
{'CsJ^
tachrid: desnudez de espritu (Ajj^),
(^y),
hbito monacal
148.
164.
emociones y
179.
me-
y=JJ),
179.
ella
y singularmente
de
la
el
ejercicio en
razn discursiva
morada mstica de
la
santidad
200.
j&'i).
176, 179.
(obtS),
talawa:
199.
Alcorn
na de
sufes,
fundada en
por Abulhasn
el
el
siglo xiu
Xadil (LJil),
ndices
534
xafees:
xocr.
morada mstica de
(^otlSO, 111.
la
gratitud a
200.
del
tro
de novicios,
mulsumn
prior,
en
el
monacato
rios
189, 196.
= irpsapxspoc; = sZ
Vase safara.
xenitea.
xies:
mulsumanes cismticos
de
Al
288.
partida-
SUMARIO
1.
5-28
Pgs.
Introduccin.
2. El origen
El ttulo del libro y los problemas que sugiere.
autctono del sufismo, segn Massignon. 3. El sufismo, imi-
tacin cristiana.
4.
La
el
heterodoxo.
la cristiana?
en
el
El
6.
problema
anloga a
darse en
el
7.
9.
la luz
Objecin
de
la teo-
Pg<
CAPITULO
1.
literaria
Sevilla.
espritu.
suf.
fe
los
Jdir.
31-32
33-54
Indices
536
CAPITULO
II.
Pgs.
55-76
Jdir en Tnez.
CAPITULO
La
Pgs.
Abenarabi marcha
a Oriente.
77-100
Estancia en Egipto: Abenarabi acusado de panViaje a Conia: relaciones con Caicaus redaccin
Maxhid y
Anwar. Peregrinaciones por
Dzajir.
Estancia en Bagdad. Viaje a Meca: redaccin
Peregrinacin a Medina y Jerusaln. Abenarabi profetiza
bito del Jdir.
tesmo.
1.;
del
la Anatolia'.
el
del
la
1.-
Estancia
los sultanes
en Alepo: pri-
Baibar y Xircuh.
ltimos aos
Pgs.
101-117
La salud de Abenarabi se quebranta. Fija su residencia en Damasco. Publica el Foss, el Diwn y el Fotuhat; ocasin,
libros.
hi-
bi.
la
jos.
el
PARTE SEGUNDA.
DOCTRINA ESPIRITUAL
DE ABENARABI
CAPITULO
I.
Pgs.
la
121-127
537
doctrina espiritual de Abenarabi, separada de su documentaSu cotejo con la espiritualidad cristiana anteislmica.
cin.
CAPITULO
II.
Los
Su
En qu
existencia en
Asctica y mstica.
autnomas.
Su
dad. Sus
contenido.
Sus
islam,
el
como
disciplinas
Sus
mutuas
Su
relaciones.
La
concepto y necesi-
efectos.
Pgs.
vida
Los distintos gneros
conventual. Sus
seglares. La vida eremtica y
Los
Ventajas
variedades. Monjas y agapetas en
conventual. Indecisin
vida
convenientes de
y de
problema. La regla monstica y su
de Abenarabi en
La regla de Abenarabi. Rica variedad de mgen
islam espaol. El maestro de
en
todos de vida
segn
Su necesidad y
y su origen
CAPITULO
128-133
respectivo
rabi.
Pgs.
espiritual...
de la
III.
religiosos
134-144
la
el
solitaria
la
islam.
in-
la
ori-
este
cristiano.
espiritual
el
dotes,
cristiano.
espritu
Abenarabi.
CAPITULO IV. La
Pgs.
El noviciado o profesin y
sus
precedentes
cristianos.
El
145-158
rito
el
Las
libre.
econmica.
ganizacin
al
del
el
Precedentes cristianos.
CAPITULO V. El
Pgs.
mtodo asctico
Cinco
espiritual, concebida como camino y combate.
condiciones para el xito. La pureza de intencin.
El buen
uso del tiempo. El abandono de la propia voluntad. La teoPurgacin del sentido, del cora de la purgacin o ctharsis.
razn y del espritu. La penitencia y la mortificacin. .Las cua-
La vida
tro muertes.
La
asctica purgativa.
dad.
La
caridad fraterna y la
159-167
538
Indices
misericordia, corporales y espirituales.
doctrina.
CAPITULO
VI.
de los ascticos
la
Pgs.
El
168-181
cris-
examen
La
Coincidende Abenarabi con Santa Teresa y San Juan de
Cruz en
sentimiento de presencia. Su prctica
este punto. Anlisis
metdica. La presencia
Cinco especies de oracin, seoracin metdica
gn Abenarabi. Tarda introduccin de
en
ascetismo
La oracin
Sus precedentes monsticos. Mtodo de oracin
segn AbenaraLa meditacin metdica en islam.El mtodo de Algalectura
La doctrina de Abenarabi. El
de
con San Ignacio de Loyola.
presencia de Dios.
cia
la
del
infusa.
la
litrgica.
cristiano.
el
afectiva,
bi.
el
ejercicio
zel.
la
meditada.
CAPITULO
VII. El canto
Su prctica en
oriental.
monacato
el
Su
Pgs.
religioso
cristiano.
Su
182-190
probacin de este ejercicio por Abenarabi. Sus censuras conProbable origen de estos
tra el canto religioso "con testigo".
ritos
extraos
CAPITULO
al
islam y
al cristianismo.
Pgs.
191-197
Su prctica en
el
el
CAPITULO
IX.
Los
Pgs.
Abolengo
198-215
Sumario
539
el
ra.
de Abenarabi.
e interiores
espirituales.
la esencia,
final
del
mstica.
las
Clasificacin
los
stos,
visin,
na:
del
El
la
la
la
la
la
los
la
Iglesia catlica.
los
la
los caris-
la
cristiano
actitud.
ca-
la
rismtica.
CAPITULO X. La
Pgs.
intuicin mstica
216-225
varios grados.
maneras.
tres
CAPITULO XI. El
Pgs.
xtasis
Anlisis de su
226-232
proceso psico-
CAPITULO
XII.
El discernimiento de
Pgs.
espritus
Tarda aparicin de esta doctrina en la mstica cristiana. El discernimiento de espritus en el islam: la doctrina de Algazel.
La criteriologia de Abenarabi. La influencia del temperamento.
Criterio basado en el contenido y en la forma de las visiones: visiones diablicas, anglicas y divinas.
Criterio basado
233-239
540
Indices
CAPITULO
El amor de Dios
XIII.
Pgs.
Los
itres
240-251
momen-
Naturaleza
amor. Sus dos especies: amor
y amor espiritual.
El amor de Dios a
criatura: su naturaleza y
El
amor del hombre a Dios; sus
especies:
y
mixto. El amor profano, smbolo
amor
Orgenes
cristianos de
simbolismo islmico. La psicologa
amor
analizada a travs de este smbolo. El amor desinteresado o platnico a Dios. Su origen
Su introduccin en
islam. El tema "No me mueve, mi Dios para quetos graduales del amor: simpata, dileccin, pasin.
del
fsico
la
efectos.
tres
fsico, espiritual
divino.
del
este
del
divino,
cristiano.
el
rerte".
CAPITULO XIV. La
unin exttica
Pgs.
252-258
.Insuficiencia del
dogma
cristiano
CAPITULO XV.
La huella neoplatnica.
cas.
La
El coeficiente patolgico.
El sincretismo
Abenerabi y
y tendrica. Ele-
El esoterismo.
universal.
Las
huellas
trinitaria
la
clusin.
259-274
Sumario
541
Fgs.
De
1."
la penitencia (277).
Artculo
De
sobre
277-299
de
la penitencia
(279). Cap.
2."
la creencia
soledad
(288).
Artculo
(290).
Artculo
Cap.
sobre
el
De
fruto
inspiraciones
revelaciones (293).
(286).
ejercicio
Artculo
las
de
la
(290).
sobre las
Cap.
10."
De
del
la intuicin,
II.
Amr: Regla taxativa que fija las condiciones que deben cumplir LOS QUE SIGUEN EL CAMINO DE DlOS
Introduccin:
el
diciones de los
examen
PgS.
Art.
1."
De
las con-
del novicio
el
(307);
la oelda
con
el
lo 2."
Art.
Dios, de sus cualidades y de sus maneras de vivir (336) presencia de Dios, humildad, caridad fraterna (337); otras virtu:
Art. 6."
De
300-351
342
ndices
Tadbirat:
III.
divina
Poltica
en el
gobierno
del
reino
(Extractos)
1.
Sobre
Pgs.
discernimiento de espritus
el
humano
3.
el
(352).
maestro espiritual y
352-370
Mtodo de
2.
la iniciacin
4.
Artculo
comida y la bebida (362). 5. Artculo sobre la adquisicin de los medios de vida y La virtud del abandono a la
sobre
la
divina providencia
mn
(364).
IV.
7.
(363).
novicio
en
ilas
Cunh:
el
6.
Artculo sobre
Artculo sobre
(366):
8.
calle;
la
canto
religioso
(367).
indispensable al
novicio (Extractos)
1.
Pgs.
Mawaqui
(Anlisis y extractos)
1.
371-377
ritual
V.
co-
Pgs.
378-432
2.
Consejos
ascticos
(384).
6." La confiada
5. Mtodo ascticomstico resumido (385).
obediencia al maestro espiritual (386). 7. De la humildad
(389).8. Utilidad de las tribulaciones (390).9. Elogio de
ciencia
religiosa
(382).
4.
10.
Pgs.
Introduccin (433).
la
cin (435).
dos
...
la
la
433-449
543
Sumario
de
la
iluminacin
(441).
El
Ultimos
grados de
ta
iluminacin
no basta para
Fotuhat:
VII.
la iluminacin
Las revelaciones de
(449).
Descripcin de
1.
la
iluminacin (450).
2.
450-518
(463);
el
objeto del
amor
es algo inexistente
(465);
el
el amor
amor di-
el
amor
el
del
Indices
Pgs.
I.
Pgs.
Onomstico de personas
Onomstico lugares
Glosario de voces tcnicas
II.
de
Pgs.
III.
Pgs.
Sumario
Pgs.
519-534
519-526
527-529
530-534
535-543
ACAB DE
28
BRERO DE
DE
1931
FE-
61),
DATE DUE
Demco.
Inc.
38-293