El Aromo 85
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del FIT
EDITORIAL
Claveles
puales
Ianina Harari
Editora Responsable
Para enfrentar grandes batallas, es necesario un buen pertrechamiento. Desde un ejrcito hasta un equipo de ftbol necesitan
de ciertos elementos que exceden la preparacin tcnica para
lograr una victoria. Por caso, la seleccin argentina cuenta con
el mejor jugador del planeta y los principales goleadores de las
ligas europeas. Sin embargo, todo ello ha sido insuficiente para
alcanzar grandes triunfos. Es que para que un equipo sea ganador, se debe conformar un juego colectivo. Si cada uno persigue
un inters individual, no hay forma. Si los delanteros se disputan los goles entre s, el equipo, en lugar de ganar, pierde. Es
decir, debe estar subjetivamente conformado y moralmente armado. Debe estar lo ms cohesionado posible en torno a un objetivo comn. Este elemento le permitir estar a la altura de las
grandes batallas. La lucha poltica comparte estas caractersticas.
A la derecha
La burguesa argentina sabe muy bien la tarea que tiene por delante. El dficit fiscal se cuadruplic en el primer cuatrimestre
respecto al ao pasado, mientras en supervit comercial sigue
disminuyendo al calor de la cada de las exportaciones (por la
baja en el precio de la soja), y si no baj ms es por la disminucin de las importaciones. El ajuste no puede posponerse mucho ms. El problema es cmo llevarlo adelante. Ya se ha hecho
otras veces. Algunas (Menem) con ms xito que otras (De la
Ra). Grecia est ah, como ayuda memoria de lo que pas y lo
que puede pasar.
La burguesa sabe que debe elegir correctamente al personal poltico que lleve adelante el ajuste y que no pueden dispersarse las
opciones, porque se correra el riesgo de perder. De all la insistencia en que la oposicin se encolumne detrs de Macri. Ante
el fracaso de este intento, por negativa del jefe de Gobierno
www.razonyrevolucion.org
Los artculos firmados corren por exclusiva responsabilidad de los autores, asimismo las opiniones
vertidas en las entrevistas corren por exclusiva responsabilidad de los entrevistados.
Julio-agosto de 2015
SUMATE AL CENTRO DE
ESTUDIOS E INVESTIGACIN
EN CIENCIAS SOCIALES
Somos intelectuales que militamos para el desarrollo de la
revolucin socialista aqu y ahora. Nuestra tarea es desarrollar
el conocimiento de la sociedad que queremos transformar.
Nuestros grupos de investigacin tienen el objetivo de develar
los interrogantes que plantea la revolucin en Argentina: la
revolucin burguesa, el desarrollo del capitalismo, el estudio de la
economa actual, la lucha de clases y sus expresiones culturales, el
Argentinazo y el movimiento piquetero, los crmenes sociales, la
historia de la educacin y la construccin de un arte revolucionario.
El CEICS de Razn y Revolucin retoma las mejores tradiciones
del marxismo, poniendo la produccin cientfica y artstica al
servicio del socialismo. Si cres que como intelectual tens un
lugar en la lucha, la revolucin te llama.
Informes: ceics@razonyrevolucion.org.ar
ECONOMA
Final burbujeante
decir si atendemos a ciertos niveles de consumo interno, como vehculos e insumos para la
construccin.
No obstante, si miramos el grfico 1, veremos
que el ritmo del crecimiento del PBI ha cado
estrepitosamente, superando la cada de 2009
y perforando niveles histricos. Si tomamos el
PBI agrario e industrial (grfico 2), como ndice de la llamada economa real, veremos que
ambos vienen descendiendo y este ao cayeron hasta el piso del 2009, ao de la gran crisis. Otro dato importante de la evolucin de
la produccin es la variacin interanual del valor agregado en la industria. En ese rubro, en
2012, esa variacin se redujo a la mitad (de un
histrico 20% al 10%). Este ao, la cifra fue la
mitad de esa reduccin (del 10% al 5%).1
Pasemos ahora al comercio exterior. Si observamos el grfico 3, veremos que tanto las importaciones como las exportaciones de China vienen cayendo en forma constante desde mayo
del ao 2010. Aqu todava no se llev al piso
del 2009. Sin embargo, mientras en ese momento el descenso fue ms abrupto (igual que
la endeble y circunstancial recuperacin), aqu
estamos ante cifras muy bajas desde hace tres
aos. Lo mismo puede decirse de la inversin
en activos fijos, que este ao lleg a su peor cifra desde el ao 2000.
Ahora bien, cmo es que puede expandirse
el sector financiero y cierto consumo interno
(construccin) en un contexto que parece ms
bien recesivo? Cmo es que, a pesar de lo que
parece ser una cada en la tasa de ganancia (eso
explicara la mayor renuencia a invertir) los capitales parecen expandirse?
La respuesta es sencilla: los capitalistas se endeudan. Se emiten bonos, se fabrica dinero sin
respaldo, se anuncian paquetes de ayuda a las
empresas Todo eso que llamamos, tcnicamente, capital ficticio. Si observamos el grado
de emisin monetaria (grfico 4), vemos que, a
pesar de la cada del crecimiento de la produccin, desde el 2009, se pas de un crecimiento negativo del -2% hasta el positivo del 6%,
cuando desde el 2000 al 2009 se pas del -6%
al 2%. O sea, en casi la mitad de los aos se
duplic el ritmo de emisin. Justo en los aos
en los que los ndices vinieron en picada.
Pero hay ms, China est endeudada a niveles
histricos. Es el cuarto pas con mayor deuda,
segn su PBI, detrs de EE.UU., Grecia y Portugal. Esto, a nivel de Estado central. Sin embargo, la mayor deuda est canalizada a travs
de los estados provinciales, que mediante plataformas de financiamiento de gobiernos locales concentran el grueso del financiamiento.
Por ahora, resulta imposible saber la verdadera
cifra del dficit chino debido a que las deudas
de los estados locales no es informacin pblica. En un artculo anterior, explicamos detalladamente los mecanismos que utiliz el gobierno chino para implementar toda esa creacin
de papelitos.
Por lo tanto, no se trata de un fenmeno coyuntural. Es la expresin de la crisis del capitalismo en China, como expresin de una crisis
mundial. Las finanzas no pueden convertirse,
por s mismas, en una salida al capital. No se
trata tampoco de una lucha entre la produccin y la bolsa. La cada del crecimiento expresa una cada en la tasa de ganancia. El desplome de esta bolsa no es un desencadenante
de la crisis. Es la confesin de esta que no puede postergarse ni dejar de producir sntomas
agudos de su existencia.
La llave
Como hemos desarrollado en ediciones anteriores, la exitosa insercin china estuvo estructurada en torno a la relacin comercial y
financiera con EE.UU.2 Por un lado, esta relacin determin el crecimiento y estructura
de la economa mundial empujando los precios de las commodities y el alza en la renta agrcola, minera y petrolera. La estructura
econmica china se desarroll como una economa de mano de obra barata puesta a disposicin del capital extranjero para la produccin y ensamblado de mercancas con destino
de exportacin.
Los intentos del gobierno chino por suavizar la
cada de las exportaciones apelando a un giro
mercadointernista a travs de un crecimiento
basado en polticas de infraestructura y desarrollo inmobiliario tuvieron bajo vuelo y elevaron la deuda china de 7,4 billones de dlares
a 28,2 billones de dlares entre 2007 y el segundo semestre de 2014. A medida que la crisis mundial desnudaba la fragilidad del sobre
a la crisis terminaron por evitar la destruccin
del capital sobrante, no solo las polticas implementada por el gobierno chino para tratar
de sortear la economa china presenta un nivel
de endeudamiento que supera en 282% el tamao del PBI.
Ahora bien, por qu las exportaciones se estancan? Qu tipo de salida puede ofrecer el capital? Esa es la pregunta. Una respuesta puede
encontrarse en que el capital chino est perdiendo lo que, justamente, era su particular
ventaja: los bajos costos laborales. El salario en
China ha venido en aumento en los ltimos
diez aos (grfico 5). Y si bien desde el 2009
ha crecido en forma ms lenta, no se ha logrado revertir la tendencia al alza. Si la burguesa
china quiere competir mejor, deber llevar las
condiciones de vida de su poblacin a niveles
ms bajos an, lo que le valdr abandonar su
estrategia mercado-inernista.
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Repercusiones
Secundario
Primario
A pesar de que sus cifras estn cayendo, China sigue siendo el principal exportador e importador mundial. Ocupa el 25% del mercado
mundial. Parece una paradoja, pero es la evidencia ms contundente de la envergadura de
la crisis mundial: China se cae en un mundo
que se cae.
China es el primer exportador y a los EE.UU.
y su primer importador. Representa el 20% de
las importaciones yanquis y el 8% de sus exportaciones. Ms importante an es para Japn, con el 22% y 18%, respectivamente. Con
la baja de los precios las materias primas, Europa parece ser la nica que circunstancialmente
sale beneficiada.
EE.UU. ver mermadas sus exportaciones y seguramente recurrir a profundizar el mecanismo que empuj a China al precipicio: la devaluacin del dlar. Con ello, tambin se van
a devaluar las reservas orientales. El conflicto
poltico no tardar en aparecer. Otro gigante
que comenzar a sufrir las consecuencias ser
Rusia, ya que China es su principal mercado
de petrleo.
La repercusin ser importante en Amrica Latina. Brasil, Venezuela y Chile, en primer lugar, sern los ms perjudicados. La cada de los
commodities, a raz de la desaceleracin china,
provocar cadas importantes en sus fuentes de
divisas. El caso ms grave es el de Chile: el desplome del cobre implica la cada de su principal fuente de financiamiento.
Como vemos, no se trata de un resfro. Este
desplome golpear la economa mundial. La
ofensiva del PCCh sobre su proletariado y el agotamiento de los
ciclos asados en las commodities traern un nuevo captulo
a la crisis mundial. La lucha de
clases ver escribir, en breve, un
nuevo captulo.
Notas
1
Fuente: elaboracin propia sobre la base de China National
Statistics Bureau
2
Vase Magro, Bruno, Papelitos chinos, en El Aromo, n 82,
enero-febrero 2015.
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Terciario
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Exportaciones
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Salario real
Incremento anual
OMAR DIB
ABOGADO
POLTICA
El presente griego
La herencia kirchnerista, de la economa a la cultura (primera parte)
Eduardo Sartelli
Director del CEICS
En las prximas elecciones los argentinos deben elegir presidente en un contexto muy parecido al que sign el fin del gobierno de Menem y el inicio de la Alianza, slo que esta vez
el trnsito ser al revs: de un gobierno neoliberal que daba paso a uno que se supona
al menos pondra lmites a ese curso, a un gobierno heterodoxo de izquierda, que dar
lugar, cualquiera sea el que gane (salvo un improbable milagro de Margarita Stolbizer), a un
revival noventista. Veremos luego qu significa
esto en la realidad. Veamos primero cul es la
herencia que recibir Macri (o Scioli, seguramente no Massa).
Las veinte sombras de Cristina
Un simple repaso de las evaluaciones sobre el
patrimonio econmico que heredar el sucesor del kirchnerismo, deja un listado consensuado de los mismos elementos:
-La falta de reglas claras que desalientan
inversin.
-Inflacin alta (y reprimida).
-Atraso cambiario.
-Dficit fiscal.
-Fin del modelo de expansin basado en el
consumo.
-Inversin productiva en retroceso.
-Atraso tarifario.
-Distorsin de precios relativos por subsidios.
Desorganizacin de ramas productivas enteras
(retenciones, cupos de exportacin e importacin, etc.).
-Imposibilidad de acceso al mercado mundial
de capitales.
-Crisis energtica.
-Escasez de reservas.
-Economas regionales en recesin.
-Grave dficit de infraestructura (electricidad,
telefona mvil, etc.).
-Cada de la inversin extranjera directa.
-Pasivos contingentes (juicios en el Ciadi,
deuda con Club de Pars, holdouts+me too, ms
demandas de jubilados y pensionados por mala
liquidacin de haberes, un total de 40.000 millones U$S de obligaciones).
-Falta de ajuste por inflacin en balances.
-Cada de actividad industrial por 21 meses
consecutivos.
-Dependencia de la economa china.
-Expansin desmedida del empleo estatal.1
Entre lo poco que se le reconoce al modelo
est el bajo nivel de endeudamiento, refirindose, sobre todo, a la deuda nominada en
dlares. Todos coinciden en que la deuda total aument, pero cuentan con la posibilidad
de licuar las obligaciones en pesos. Es decir, de
estafar a jubilados, pensionados y otros pobres
infelices.
Tambin es un elemento bastante comn la
propuesta, al menos de cara a las elecciones,
sobre la gradualidad de las reformas necesarias para reencauzar la economa. Buena parte
de ese consenso es falso, porque nadie quiere
hablar de una poltica de shock, habida cuenta
de los recuerdos siempre presentes del Rodrigazo, pero resulta evidente que varias de las tareas urgentes requieren de una accin rpida.
Por eso, slo algunos economistas, convenientemente alejados de los candidatos expectantes,
se animan a sealar que los primeros pasos deben ser la suba de tarifas y el ajuste de gasto
pblico, en el marco de un proceso de estabilizacin inflacionaria. Con ello se espera reducir la presin fiscal sobre el agro y los salarios.
Es obvio que restablecer paridad cambiaria es
la piedra de toque de todo el edificio, en tanto
abarata los costos internos en trminos internacionales, permite la afluencia de divisas, recupera la industria por la va de destrabar las importaciones, protege la produccin interna en
tanto que encarece las importaciones, mejora
las finanzas del Estado en tanto la recuperacin
econmica significa ms recaudacin, etc., etc.
Es cierto que tiene contraindicaciones: en la
medida en que aumenta el costo de importar,
aumentan los precios de ciertos productos que
utilizan insumos importados, como los automviles, por lo cual continuara paralizada parte de la industria; hace ms gravoso el peso de
la deuda externa; presiona sobre los precios internos que, en el contexto de una capacidad
instalada en uso relativamente alta, tendern a
subir rpidamente.
El problema es, como seal alguno de ellos,
cmo sincerar todo sin que explote la crisis
social (shock) o resulte finalmente inoperante (gradualismo) y termine escapndose de las
manos del gobierno. En el fondo, el problema
es poltico, como explic Miguel Bein: desarmar de una vez dicho esquema de subsidios
resulta polticamente inviable, dados los costos en trminos de salto inflacionario, pero en
algn momento habr que continuar la tarea
trunca que empez el gobierno actual.2
De hecho, muchos preferiran que el ajuste lo
haga la realidad, violentamente:
La Argentina de 2003 no empez a crecer por
la heterodoxia estatista. La Argentina retom
el crecimiento porque hizo un violento ajuste
de shock en 2002, combinando default, licuacin de deudas privadas va la pesificacin asimtrica, y un tipo de cambio que se multiplic
casi por 4. Es decir, primero vino el ajuste, despus el crecimiento. Ayudado por condiciones
externas muy favorables. Insisto, aunque hoy
la mala memoria y el marketing poltico nos
quieran vender otra cosa, la dolorosa solucin
a la crisis econmica argentina fue el ajuste salvaje de shock del primer semestre de 2002, en
medio de una desintegracin de la poltica y la
ausencia de un programa integral.3
Siguiendo esa lnea, economistas como Carlos
Melconian recomendaban no apretar a Cristina, de modo que la crisis le estallase a ella, facilitando la tarea del prximo gobierno. Toda la
poltica econmica de la actual administracin
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Julio-agosto de 2015
romper las leyes del mercado o, al menos, hacerles trampa? S. Es ms, todos los das se le
hace trampa al mercado. Las devaluaciones, los
aranceles preferenciales, las barreras para-arancelarias, el dumping, los subsidios, el endeudamiento, son todas formas de trampa, que
buscan mejorar la condicin relativa de cada
pas. Pero son trampitas, porque duran poco
y tienen un efecto muy limitado. Entre otras
cosas, porque los perjudicados ejercen represalias o imitan al tramposo.
Hay formas mucho ms importantes de la estafa. La ms usual para los pases con tradicin de
economas pre-capitalistas importantes, es una
masa importante de desocupacin latente en el
campo. Millones y millones de campesinos que
se ofrecern, tarde o temprano, como mano de
obra regalada. Este exceso de poblacin explotable genera una tendencia secular a la cada de
los salarios y permite compensar el atraso relativo. Esta es la base de experiencias como Mxico, Brasil, Corea del Sur y el sudeste asitico
en general. Obviamente, la gran estrella en este
campo es China. No es el caso de la Argentina.
Hay otra forma, muy efectiva, que deriva de
cuestiones geopolticas y tuvo un gran peso durante la Guerra Fra. Pases pobres que por estar
situados en posiciones estratgicas recibieron
tratamiento preferencial en relacin a mercados, crditos, tecnologa, etc. Corea del Sur, de
nuevo, Taiwn, Japn, Alemania, son ejemplos
obvios. Tampoco es este el caso de Argentina,
un capitalismo chico y tardo, sin otros mecanismos de compensacin de su atraso relativo
que su carcter agrario.
En efecto, por qu es un elemento de compensacin su naturaleza agraria? Por dos razones
que explicaremos rpidamente y que ameritaran un tratamiento ms detallado. La primera: la agricultura es una rama de la produccin
atrasada, no porque su capital sea ms pobre
tecnolgicamente (tenga menos composicin
orgnica, como diramos en trminos marxistas) sino porque su velocidad de rotacin es
ms lenta (un capital ms pequeo que retorna a su dueo luego del ciclo de inversin ms
rpidamente, se reinvierte tambin ms rpidamente y, por lo tanto, a lo largo del ao se invierte ms veces: 10$ invertidos diez veces da
un capital total de $100, $50 invertidos una
sola vez da un total de la mitad). Por qu? Porque el tiempo de produccin en el ciclo agrcola est sometido a la estacionalidad y la accin
de elementos naturales. Esto determina que la
rama agrcola sea una en la cual la composicin
orgnica del capital es baja a pesar de su alta
mecanizacin.
En el momento de la formacin de la tasa media de ganancia, se produce un fenmeno extrao: con poca tecnologa y mucha mano de
obra, la plusvala es mayor, dado que la fuerza
de trabajo es su productora. Luego, las ramas
de la produccin donde domina la fuerza de
trabajo, es decir, las ms atrasadas tcnicamente, deberan tener una mayor tasa de ganancia,
porque en ellas se produce ms plusvala. Al revs, las que dependen de grandes inversiones
en capital constante (mquinas, edificios, etc.),
son productoras de escasas masas de plusvala,
luego su tasa de ganancia debera ser menor.
Hay aqu un problema: quin invertira mayores masas de capital para obtener una tasa de
ganancia menor? Luego, si no se le garantizara
una ganancia por lo menos igual a la media de
toda la economa, no invertira en esos sectores, se ira a otros, dejando a la sociedad sin los
productos propios de su rama: no habra acero, energa elctrica, etc. Por eso, los bienes de
esas ramas tienden a pagarse por encima de su
valor individual. Para que eso suceda, masas de
plusvala tendrn que pasar de las ramas de la
produccin en la que esta se produce en exceso, a las que se quedan escasas de ella, de modo
de compensarse mutuamente. Se forma as la
tasa media de ganancia y a cualquier capital le
dar lo mismo, entonces, invertir aqu o all.
Lo mismo, exactamente, no: dado que las ganancias son finalmente la expresin de la tasa
por la masa, cada capital obtendr una ganancia equivalente al tamao de su capital multiplicado por la tasa media. Luego, todo capital
que puede moverse hacia el cielo de la composicin orgnica, lo hace porque all estn los
grandes negocios.5
Qu tiene que ver esto con la agricultura? Que
en tanto su composicin orgnica es menor,
No se trata, sin embargo, de una simple repeticin: a medida que la Argentina se achica,
va describiendo una espiral de agotamiento y
descomposicin social (narcotrfico, violencia,
miseria, embrutecimiento, etc.) que describiremos en otra entrega. Y no porque el capitalismo local no crezca, sino por lo contrario. El
capitalismo argentino se desarrolla igual que
cualquier otro, solo que dentro de los estrechos
lmites de la experiencia que hemos relatado.
En consecuencia, como en cualquier otro lado,
la sociedad se polariza, hay menos ricos ms ricos y ms pobres ms pobres, se expande la desocupacin y la expropiacin social de la masa
de la poblacin. Pero en los pases en los que
eso se produce en combinacin con una economa dinmica, ese mismo proceso genera las
condiciones para la expansin del propio capital, que conquistar mercados y crecer, ofreciendo, tarde o temprano, ocasin para una recuperacin social. En el caso argentino (y el de
otros pases por el estilo, Venezuela, por dar un
ejemplo), se trata, lisa y llanamente, de sangre,
sudor y lgrimas para nada. Como un gato que
crece dentro de una botella (como he visto que
es costumbre en algunos pases asiticos), la sociedad argentina crece y, al no poder superar
los lmites histricos que la apresan, se comprime y se deforma para adaptarse a ellos. Como
veremos en la parte final de esta secuencia, slo
fuera de estos lmites, es decir, fuera de las relaciones capitalistas, puede la poblacin que
constituye esta experiencia tan particular, darse
un futuro que valga la pena.
El regalito
debera ceder plusvala. Un pas bsicamente agrcola debiera ceder trabajo propio al extranjero. Pero, a diferencia de otras ramas, en la
agricultura la tierra no es simplemente el lugar
de asiento fsico del capital sino el objeto mismo de la produccin. Luego, la propiedad de
ese objeto adquiere aqu un lugar central y su
dueo reclamar la porcin de plusvala que le
corresponda. De dnde sale esa masa de plusvala que va a parar a la propiedad agraria, es
decir, de dnde sale eso que Marx llama renta
absoluta (el derecho de cualquier propietario,
an el de la tierra peor, de exigir una participacin en el negocio agrario)? No puede salir
de una amputacin de la ganancia del empresario agrcola, porque si no ste no obtendra la
ganancia media y no invertira. Forzosamente
tiene que salir de fuera del sector. En concreto: la agricultura no participa de la formacin
de la tasa media de ganancia, porque la plusvala producida en exceso queda retenida bajo la
forma de renta (absoluta) de la tierra. Un pas
agrario como la Argentina, tiene un capital de
baja composicin orgnica pero que retiene en
sus fronteras, por la renta absoluta, la plusvala
que perdera.
Pero adems, la Argentina tiene la mejor tierra
del mercado, lo que significa algo mucho ms
importante que lo anterior. En efecto, ese regalo de Dios, puesto que no es producto del
trabajo humano, es un bien no reproductible,
es decir, que no se puede fabricar. El mercado demandar siempre primero la produccin
de la mejor tierra, porque es la que ofrece los
costos ms bajos. Pero si ella se acaba, no queda otra que ocupar tierras peores. En ese proceso, el precio de los productos agrarios termina
alinendose siempre con la tierra peor, lo que
significa que los precios de esos bienes tienden
a aumentar rpidamente con el crecimiento de
la demanda. Si el productor de la tierra peor
pone el precio, el de la tierra mejor recibir un
ingreso extra a sus costos, precisamente por tener la tierra mejor. Un pas agrario con la tierra
mejor, Argentina, no slo no ve amputada su
plusvala por la renta absoluta, sino que recibe
un ingreso extra: la renta diferencial, es decir,
la que surge de la diferencia entre los costos de
la tierra peor y la mejor. Quin paga eso? El
consumidor de los pases compradores. Dicho
de otra manera, la Argentina es una gran estafa mundial.
La existencia de ambas rentas le ha permitido a
la Argentina apropiarse de una masa de plusvala superior a la que le corresponde por el tamao de su capital. Acta y se desarrolla como si
fuera un capital de mayor tamao del que realmente es. Esto genera una serie de consecuencias polticas, sociales y culturales que veremos
en sucesivas notas, pero en lo que aqu importa, esto explica por qu la Argentina vive pendiente de la lluvia, de las tormentas solares, de
soja, yuyos y otras yerbas. Cuando los precios
del mercado mundial estn en alza, la Argentina vive como si fuera ms de lo que es. Cuando
los precios caen, la Argentina se desploma. Eso
no fue as siempre.
En efecto, mientras dominaba la produccin
agraria y el peso del PBI agrario superaba al
industrial (y al no agrario en general), ms o
menos hasta los aos 40 del siglo pasado, la
economa argentina, arrastrada por el campo,
funcionaba bien, como un padre joven que lleva a su pequeo hijo en hombros. A medida
que pasa el tiempo, el padre (la agricultura) envejece y el hijo (el PBI no agrario) crece. Tarde
o temprano, el anciano se desplomar y cesar
todo avance, porque la industria, salvo contadas excepciones, no tiene capacidad competitiva, se limita al mercado interno, protegida a
costa de transferencias de plusvala que entra al
pas va renta diferencial. En conclusin, desde
1950 la economa argentina describe ciclos de
ascenso y descenso violentos que la imaginacin popular atribuye a la maldad de alguna
gente (los planes de ajuste neoliberales). La
explicacin es otra: agotada la capacidad compensatoria de la renta agraria, la economa sufre
las consecuencias de su atraso. Ser en ese momento en que aparecern otros mecanismos de
compensacin, mucho menos eficientes, como
ya vimos: la devaluacin (es decir, la destruccin de valor por la desvalorizacin del trabajo
nacional), la inflacin (el abaratamiento de la
fuerza de trabajo), la venta de activos estatales
(privatizaciones) y el endeudamiento (la promesa de produccin futura de plusvala). Cualquier lector mayor de edad que viva en este
pas, sabe que esos elementos han marcado la
vida nacional durante los ltimos sesenta aos.
Dadas estas limitaciones, el pas describe momentos de euforia y se olvida de la crisis por un
cierto tiempo, cuando esos mecanismos reajustan la economa argentina. Cuando se agota su
carcter compensatorio, es decir, cada 7 o 10
aos, la economa vuelve a la realidad: 19751982-1989-2001-2008-2015. Esos momentos
son ms importantes cuando un sbito ascenso de la renta viene a sumarse a ellos. Eso es
lo que caracteriza al ciclo kirchnerista: un brutal ascenso de la renta diferencial, o lo que es
lo mismo, a las virtudes de ese yuyo llamado
soja. Su agotamiento nos devuelve, otra vez, a
la cruda realidad: un capitalismo chico y tardo
sin otros mecanismos de compensacin de la
renta agraria cuyo poder mengua con el tiempo por ms que la produccin agrcola aumente sustantivamente.
De esto se trata: la Argentina que deja Cristina al prximo gobierno es la misma que le han
dejado a ella, a su marido, a De la Ra, Menen, Alfonsn, Videla, Pern, Ongana, Illia,
Frondizi, Pern. Todos ellos han sido parte del
problema, no de la solucin. Son expresin de
una clase social que no tiene ms propuestas
que estas. Por eso vemos a todos rotar permanentemente entre polticas solo en apariencia
distintas, hoy neoliberalismo, maana, nacionalismo, pasado desarrollismo, y vuelta
a empezar. Es el sntoma de un agotamiento
histrico. Los problemas coyunturales que deja
Cristina se van a solucionar a la manera en la
que lo han hecho siempre, estirando una vuelta ms en la espiral de degradacin social. Esta
es la herencia que se pasan de manos unos y
otros, como en el juego del gran bonete, mientras la masa de la poblacin, en particular, la
clase obrera, la ve pasar sin intervenir decidida
y definitivamente en el juego. Mientras ese jugador se mantenga inmvil, o peor an, participe de l como auxiliar de los otros, como simple alcanzapelotas, viviremos una degradacin
sin fin. O mejor dicho, con final trgico.
Notas
1
Esta compilacin es una sntesis de las opiniones de economistas de tendencias relativamente dispares, pero coincidentes en el diagnstico que ella implica: Miguel Kguel, Javier
Gonzlez Fraga, Rogelio Frigerio, Roberto
Cachanovsky, Lucas Llach, Alfonso Prat Gay,
Juan Jos Llach, Daniel Heyman, Orlando
Ferreres, Luis Palma Can, Miguel Bein, Jos
Luis Machinea, Roque Fernndez, Ral Cuello
y Jorge Vasconcelos. Fueron tomadas de las siguientes publicaciones: La Nacin, 26/5/2015,
http://goo.gl/W8ZMxe; La Nacin, 1/6/2015,
http://goo.gl/gbr0ZR, El Comercial (tomado de Infobae), 5/6/2015, http://goo.gl/ooWguu, El Cronista, 28/2/2014, http://goo.
gl/m7CEVD, Perfil, 7/6/2015, http://goo.
gl/52KwwG, Sitio Andino (en base a DyN),
18/3/2015, http://goo.gl/cjdFcb, Diario Uno,
15/3/2015, http://goo.gl/0T3BUk, El Economista, 27/3/2015, http://goo.gl/LlCSXW, Infonegocios, 12/3/2015, http://goo.gl/f2TEy0.
2
La Nacin, 14 de julio de 2015.
3
Enrique Szewach, en Perfil, 12/07/15, Grecia
2015, la Argentina 2002 y la Argentina 2016.
4
Economistas de la Fundacin Mediterrnea
calculan en ms de $20 el monto de un nuevo
dlar alto para estimular el mercado interno y
abaratar los costos en trminos internacionales.
5
Pidiendo disculpas al lector por lo apretado
del asunto, lo remito a mi libro La cajita infeliz,
Ediciones ryr, Buenos Aires, 2013, captulo 4.
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ECONOMA
Mitos reformistas
Acerca de la industria argentina a comienzos de siglo XX
Juan Manuel Duarte
Grupo de investigacin de la historia
econmica argentina-CEICS
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Julio-agosto de 2015
HISTORIA
El cuento del
Quin fue Hctor Jos Cmpora?
Ana Costilla
Grupo de Investigacin de la
lucha de clases en los `70-CEICS
En su intento por presentarse como progresista, el kirchnerismo busc desde temprano reactualizar la figura de Hctor Jos Cmpora
quien, de no haber sido por esta operacin, hoy
probablemente seguira siendo el ignoto odontlogo peronista que gobern la Argentina
por escasos 49 das. El puntal de esta recuperacin fue, justamente, la agrupacin poltica
que tom su nombre La Cmpora- buscando
expresar a los sectores juveniles que volvieron
a la poltica de la mano de Nstor y Cristina.
La asociacin no es casual. Forma ya parte del
sentido comn la idea segn la cual el gobierno
de Cmpora sera una gestin ligada a la llamada Tendencia Revolucionaria del Movimiento
Peronista. Esto es, al sector identificado como
peronismo revolucionario, que comprendi
fundamentalmente a Montoneros y a la Juventud Peronista (JP). As, la administracin de
Cmpora -a quien se sola llamar el to por su
cercana a Pern, padre del Movimiento- se
habra caracterizado por la participacin e influencia de estos jvenes militantes, que revolucionaban al peronismo con planteos de socialismo nacional, crispando los nervios de la
derecha ortodoxa, cuando no del propio Pern.
Sin embargo, en esta nota mostraremos que el
progresismo de Cmpora, y su supuesta diferenciacin de Pern, no solo no fueron tales,
sino que esconden lo que realmente traa entre
manos el gobierno del to: la puesta en marcha de una estrategia orientada a la contencin
del proceso revolucionario.
De brujeras y conspiraciones
El padre de la criatura es Miguel Bonasso. Es
l quien, en su libro El presidente que no fue,1
gest la idea de que Cmpora encarn, en realidad, la llegada de la Tendencia al gobierno.
Con l, los jvenes montoneros habran copado ministerios e incluso gobiernos provinciales, provocando una izquierdizacin intolerable
para Pern. Ganado crecientemente por la derecha, el lder terminara por dar un golpe de
palacio, podando definitivamente la primavera camporista.
Para Bonasso, desde un principio la candidatura presidencial de Cmpora no habra sido
bien recibida por la derecha peronista, que habra preferido a Antonio Cafiero para el cargo.
El rechazo de una ortodoxia sindical desplazada explicara por qu el to se habra ido recostando progresivamente en los sectores de la
juventud y la izquierda del Movimiento. Segn
el periodista, que en la poca se desempeaba
como Secretario de Prensa de la campaa nacional del FREJULI, la amistosa relacin que
Cmpora construa con la JP y Montoneros
habra sido una alarma para quienes advertan
Haunebu II
Ulises Pastor BARREIRO
Ms informacin en:
www.ulisesbarreiro.com.ar
8
Julio-agosto de 2015
sera encomendada. Para el Ministerio de Trabajo, hubo un elegido de comn acuerdo entre
Lorenzo Miguel y Rucci: el vandorista Ricardo
Otero, Secretario General de la UOM en Capital desde 1967. Por otra parte, Jos Lpez Rega
desembarcara en el Ministerio de Bienestar
Social, junto con el futuro ajustador Celestino
Rodrigo (Previsin Social) y el organizador de
la masacre de Ezeiza, Jorge Osinde (Deportes).
Veamos ahora los ministros progres que
Cmpora pudo elegir libremente. En el Ministerio del Interior coloc al joven Esteban Righi,
quien, pese a la ligazn con la Tendencia que
le atribuye Bonasso, no provena de las filas de
la izquierda peronista. Especialista en Derecho
Penal, era muy amigo del hijo de Cmpora, y
haba representado al Sindicato de Empleados
de Comercio. Una de sus medidas fue la de poner en funciones como Intendente de Buenos
Aires a Leopoldo Frenkel, quien se encontraba al frente del Consejo de Planeamiento desde
1971, un rgano que sali a competir desde la
derecha con los Equipos Poltico-Tcnicos de
la JP.4 El Ministerio de Relaciones Exteriores
fue para Juan Carlos Puig, doctorado en Diplomacia, quien durante el primer peronismo
haba integrado la Secretara de Asuntos Tcnicos y dictado cursos en la Escuela Superior de
Conduccin Peronista. Jorge Taiana, rector de
la UBA durante la segunda presidencia de Pern, y mdico personal de Eva fue designado
para la cartera de Educacin. Su medida ms
progresista habra de ser la de designar como
interventor de la Facultad de Derecho a Mario Kestelboim, proveniente de la Asociacin
Gremial de Abogados, vinculada a la Tendencia por su defensa de los presos polticos. Poca
cosa realmente, si lo comparamos con la Ley
Universitaria que promovi, orientada a contener la desbordante radicalizacin poltica en
las universidades, pues el orden, la disciplina y
la jerarqua deben restaurarse de inmediato en
todos los establecimientos de enseanza y cultura.5 En el Ministerio de Defensa tampoco
aparecieron nombres nuevos: ngel Federico
Robledo haba sido concejal en Caada de Gmez, y luego legislador provincial, presidiendo
la bancada peronista. Su relacin con Cmpora
se haba estrechado tras defenderlo cuando la
Revolucin Libertadora lo encarcel. El Ministro de Justicia fue Antonio Bentez, un rosarino que habra integrado la lista peronista para
Diputados en Capital Federal en 1946 y que
accedi a la presidencia del cuerpo en 1953, reemplazando a Cmpora.
El nuevo gobierno tampoco revolucion
las Fuerzas Armadas. Luego de barajar varios
nombres, se design como comandante del
Ejrcito a Jorge Ral Carcagno, el ms joven de
los generales de Divisin, proveniente de la infantera y titular del V Cuerpo en Baha Blanca. Carcargno contaba con el visto bueno de la
derecha peronista por su actuacin en la represin del Cordobazo. Apareca, adems, como
una posicin intermedia: a la izquierda de Lpez Aufranc, y a la derecha de Carlos Dalla,
amigo del montonero Galimbeti. Por otra parte, Ral Lastiri (el mismo a quien Bonasso incluye entre los hacedores del golpe de palacio),
fue propuesto por el propio Cmpora para la
Presidencia de la Cmara de Diputados. Desde ese cargo accedera a la presidencia interina
que convocara a nuevas elecciones en septiembre de 1973.
Por ltimo, es importante mencionar que tampoco tenan una vinculacin orgnica con la
Tendencia los (mal) llamados gobernadores
montoneros, cuyas gestiones sufrieron la intervencin federal entre fines de 73 y el 74.
Pern haba ordenado constituir las frmulas
provinciales del FREJULI con el cargo de gobernador para un cuadro poltico y el de la vicegobernacin para el sector sindical (y no precisamente para el combativo). As, en Formosa,
el gobernador Antenor Gauna tena trayectoria como reorganizador del Partido Justicialista
Cmpora no encabez un
gobierno de la Tendencia
Revolucionaria, ni se radicaliz
hacia la izquierda, obligando
al propio Pern a recuperar el
poder mediante un golpe de
palacio. Fue su administracin
la que puso en marcha el corazn
de la estrategia reformista de
Pern para contener el proceso
revolucionario abierto en 1969.
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Notas
1
Bonasso, Miguel: El presidente que no fue. Los
archivos ocultos del peronismo, Planeta, Buenos
Aires, 2002.
2
Csipka, Juan Pablo: Los 49 das de Cmpora:Crnica de una primavera rota, Sudamericana, Buenos Aires, 2013.
3
Bonasso, Miguel: El presidente, op. Cit., p.
500.
4
Los Equipos Poltico-Tcnicos buscaban nuclear a intelectuales y profesionales afines a la
JP para colaborar en el asesoramiento al gobierno, desde su respectiva especialidad.
5
Csipka, Juan Pablo: Los 49, op.cit., p. 143.
6
Para un anlisis de estas experiencias, vase:
Servetto, Alicia: 73/76. El gobierno peronista
contra las provincias montoneras, Siglo XXI,
Buenos Aires, 2010; Antnez, Damin: Caras
extraas. La tendencia Revolucionaria del Peronismo en los gobiernos provinciales, Prohistoria,
Rosario, 2015; Bonavena, Pablo: Guerra contra el campo popular en los 70 en Izaguirre,
Ins et al: Lucha de clases, guerra civil y genocidio en la Argentina 1973-1983, Eudeba, Buenos Aires, 2009.
7
Csipka, op. cit., p. 182
8
Para un anlisis comparativo del posicionamiento de Montoneros frente al pacto social,
vase: Lissandrello, Guido: Montoneros y el
PRT-ERP frente al Pacto Social (1973-1974).
Una perspectiva comparada., n 13, Santiago
de Chile, 2012.
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Julio-agosto de 2015
POLTICA
Populismo
10
Julio-agosto de 2015
El elemento novedoso en
Venezuela, en estos aos, es
el surgimiento de una nueva
derecha que, a diferencia
de los perodos anteriores,
establece lazos econmicospolticos con la poblacin
sobrante y se construye una
verdadera base de masas.
Veamos de qu se trata.
200000
100000
0
2010
Hambre Cero
2011
Cestas Mirandinas
2012
2013
Como podemos observar, desde el 2012 comienzan a caer los beneficiarios de los principales instrumentos
de asistencia social en Miranda.
Fuente: Elaboracin propia en base a los datos publicados en los Anuarios Estadsiticos.
y de pobreza extrema, encontramos que hasta el 2012, el 40% de los beneficiarios del plan
Hambre Cero se encontraban en situacin de
pobreza extrema.4
Como vemos aqu, tanto el chavismo como la
oposicin impulsan la asistencia social en sus
gobiernos, aunque el oficialismo lo ha hecho
en una escala mucho mayor debido a la utilizacin de PDVSA. Sin embargo, al verlos en trminos relativos, los porcentajes de presupuesto destinado al gasto social son similares. Este
fenmeno responde a una tendencia que se ha
dado durante el chavismo, que es la consolidacin de una parte importante de los venezolanos como poblacin sobrante.
La derecha solidaria
El gobierno de Miranda ejerce la asistencia social a travs de varias formas, ya que existen al
menos 43 planes sociales. Una parte importante del presupuesto social es destinado a la implementacin del programa bandera de Capriles llamado Hambre Cero. Este plan consta
de cinco etapas: alimentacin, educacin, salud, vivienda y capacitacin. Consiste en la
entrega de bonos para adquirir materiales de
construccin, entrega de alimentos, asistencia
en salud y educacin, formacin para el trabajo e impulso a microempresas. Est inspirado
en el programa Bolsa de Familia implementado por Lula, y de llegar a la presidencia, su propuesta es aportar el 5% del ingreso petrolero a
este plan para darle ndole nacional.
Otro programa muy importante es Hogares
Mirandinos, que funcionan para que las madres que van a trabajar puedan dejar a sus hijos
durante ese lapso de manera gratuita sin tener
que pagar a una niera. Existen ms de 40Hogares Mirandinos, con una inversin de ms
de 9 millones de bolvares. Tambin existe el
Plan Crecer, que en 6 aos de funcionamiento
Hambre Cero, un 60%. Esta situacin afect electoralmente a la oposicin, que pas
del 57,1% en las parlamentarias del 2010, al
52,3% de las presidenciales del 2013 y perdi contra Chvez en el 2012 (aunque por un
margen mnimo, 0,49%), y obtuvo la mitad
de municipios en las elecciones del 2013. Este
crecimiento del chavismo, se debe tambin a
la creacin de la empresa estatal Corpomiranda S.A., en 2013, para impulsar la reconstruccin de carreteras, la instalacin de bases para
las Misiones Bolivarianas, rehabilitar escuelas,
construccin de viviendas, crditos a la produccin, etc.
En Miranda tambin se ubica el municipio de
Sucre, cuyo alcalde es Carlos Eduardo Ocariz,
del MUD, y concentra a poco ms del 22%
de la poblacin del Estado. Es, adems, donde
se encuentra la parroquia obrera de Petare, que
contiene al 60% de los habitantes del municipio.6 Este barrio es un verdadero fuerte para
la oposicin, que triunf en las elecciones presidenciales del 2012 y 2013, por 8 y 15 puntos, respectivamente. Tambin Ocariz triunf
por casi 10 puntos en el 2013. Los planes ms
importantes aplicados en este municipio son el
bono de alimentacin para trabajadores, que
absorbi 66 millones de bolvares en el 2014,
y el plan Mi Propiedad, que lleva entregados
ms 100 mil ttulos de propiedad. En total, en
el 2014, desembols ms 50 millones de bolvares en gasto social.
La poltica de lo posible
Como vemos, tanto el oficialismo como la
oposicin se encargan de distribuir migajas entre la poblacin. No importan lo que digan:
ninguno puede gobernar sin algn mecanismo
de control de la poblacin sobrante. El elevado
gasto social por parte del Gobierno, a partir de
PDVSA, le permite generar adhesin entre la
poblacin sobrante de Venezuela. Sin embargo,
la oposicin tambin tiene lo suyo, por lo que
la idea de que Capriles va a eliminar los planes sociales no parece tener mucho asidero. El
elemento novedoso, en estos aos, es el surgimiento de una nueva derecha que, a diferencia de los perodos anteriores, establece lazos
econmicos-polticos con la poblacin sobrante y se construye una verdadera base de masas.
Pero esos vnculos dependen de la capacidad financiera. La crisis que vive el pas constituye
una verdadera oportunidad para la creacin de
una izquierda revolucionaria. El problema es
que nadie ha puesto manos a la obra.
Notas
1
Condiciones de Vida de la Poblacin Venezolana
2014, UCAB, 2014.
2
Vase http://goo.gl/upTQtO
3
Datos obtenidos del Instituto Nacional de Estadstica (INE).
4
Anuario Estadstico 2012, disponible en http://
goo.gl/aEyY5p
5
http://goo.gl/X9i17I
6
XIV Censo Nacional de Poblacin y Vivienda,
Instituto Nacional de Estadstica, diciembre,
2014.
Para colaborar con este grupo de investigacin
contactarse a: ceics@razonyrevolucion.org.ar
POLTICA
Un nuevo despertar
extensin de tercerizaciones a las empresas estatales, etc. Como primer acto, la presidente Dilma nombr para el Ministerio de Hacienda a
un ms que legtimo y descarado representante
del sistema bancario nacional, el seor Joaquim
Levy, empleado histrico del Banco Brasileo
de Descuentos, Bradesco, que frecuentemente
encabeza la lista de los mayores del pas.
Al contrario de lo que supona el gobierno,
mientras tanto, su propia base sindical, cuya
mayor expresin es la mayor central sindical
del pas, la CUT (Central nica de Trabajadores), hegemonizada por el PT, reaccion a
travs del viejo y conocido mtodo de saltar
para adelante: temiendo perder sus bases en
la hiptesis ms que probable de que stas descubriran su carcter traidor, los burcratas se
rebelaron obviamente sin la vehemencia prctica necesaria- contra las medidas del gobierno. Tambin las centrales de ultra-derecha la
mafiosa Fuerza Sindical al Frente- no perdieron
tiempo en posicionarse contra el asalto practicado por la dupla Dilma-Joaquim al bolsillo de
los trabajadores, con el objetivo obvio de profundizar el desgaste del gobierno Dilma provocado por la combinacin de dos poderosos factores: las bajas tasas de crecimiento econmico
y el dursimo combate que desarrollan los segmentos de extrema derecha en el parlamento,
en el sistema judicial y en la prensa.
El hecho es que la actual coyuntura poltica
brasilea tiene una de sus bases en la polarizacin directa de la extrema derecha. La derecha
est configurada por aquello en que se transform la alianza PT-PCdoB en su busca desesperada del poder institucional. La degeneracin del PT ya era bastante visible al final de los
aos 80 e inicio de los 90, pero fue en la campaa presidencial de 2002 que el Partido de los
Trabajadores mostr efectivamente lo que quera hacer: en una carta de propio puo firmada por Lula da Silva, este se comprometa a no
tocar los intereses de la burguesa, que mantendra los contratos, que buscara una alianza
nacional en pro del desarrollo. As prometi,
as hizo.
La emergencia de la crisis de la economa brasilea ya preanunciada en 2013 y configurada en 2014- con la referida cada del precio de
las materias primas de exportacin y la reduccin de los capitales internacionales dispuestos a invertir en el pas hace que sectores de
la burguesa y de la pequea burguesa percibiesen que, para financiar las inversiones burguesas, era preciso elevar la explotacin de los
trabajadores a niveles mucho ms elevados que
aquellos conseguidos por la alianza PT-PCdoB
en el poder. Que era preciso, en fin, un gobierno de extrema derecha para mantener en buenos trminos los negocios de la burguesa en el
pas, frente a la dimensin previsible de la crisis capitalista en Brasil hoy, la inflacin oficial
ronda casi dos dgitos y la previsin es que el
PBI sufra este ao una cada de cerca de 2% en
Novedad
WWW.EDITORIALCIENFLORES.COM.AR
Rodolfo Walsh
en Cuba
Enrique
Arrosagaray
Jaque a la reina
Soledad Deza
Alejandra Iriarte
Mariana S. Alvarez
Las cosechas
son ajenas
Juan M. Villulla
EditorialCienflores
@Ed_Cienflores
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Julio-agosto de 2015
11
POLTICA
En Per
Del conflicto minero a la inminente crisis poltica
Nicols Grimaldi
Grupo de Anlisis Internacional-CEICS
12
La pereza y la celebracin de
lo humano y otros escritos
Pablo Rieznik
Coleccin Pensamiento Social
A los saltos
buscando el cielo
Trayectorias de mujeres en
situacin de violencia familiar
Claudia Teodori
Aguel apogeo
Poltica internacional
argentina 1910-1939
Juan Archibaldo Lans
Coleccin Historia
El momento Guizot
El liberalismo doctrinario
entre la Restauracin y la
Revolucin de 1848
Pierre Rosanvallon
Coleccin Historia
Julio-agosto de 2015
del gasto, la miseria social exige mayores desembolsos, pero el capitalismo peruano no ayuda. A eso, hay que sumar el ataque a los obreros ocupados.
Roto y mal parado
La contraccin que sealamos ms arriba dinamit una parte del apoyo que tena Humala
desde su asuncin. En el 2011, y con un 51%
en segunda vuelta, Humala asumi con promesas de realizar grandes medidas progresistas,
como reimpulsar planes sociales para erradicar
la pobreza, que alcanzaba el 30% de la poblacin. Para triunfar, form una coalicin formada por su organizacin, el Partido Nacionalista,
junto al Partido Comunista delPer, el Partido Socialista, el Partido Socialista Revolucionario y el Movimiento Poltico Voz Socialista, as
como con un sector importante de Lima para
Todos. Es decir, gran parte de lo que se considera la izquierda y centroizquierda peruana
lo acompa. Tambin cont con el apoyo del
movimiento antiminero, CONVEAGRO, pequeos productores agrarios -con quienes firm el Compromiso con el agro previo a ganar las elecciones- y la Confederacin Nacional
Agraria. En la segunda vuelta, sum el apoyo
de Per Posible, pero luego se distanciaran en
el 2014, debido a la avanzada por asociacin
ilcita sobre su dirigente, Toledo. Por parte de
los sindicatos, cont con el apoyo de la CGTP,
vinculada al PC, que rene principalmente a
trabajadores de la industria de alimentos, bebidas, comercio, hotelera, turismo, agroindustria y minera. Tambin lo apoy la Central Unitaria de Trabajadores del Per (CUT),
13
POLTICA
Alianza
El uso de patotas en el gobierno de De la Ra (2000-2001)
Fabin Harari
Laboratorio de Anlisis Poltico-CEICS
14
Julio-agosto de 2015
se tuvieron que aceptar tres puntos: efectivizacin de los despidos, indemnizaciones a pagar
en cuotas a cuatro aos y postergacin del pago
de salarios adeudados hasta marzo. As, la direccin del sindicato oper en reemplazo de las
fuerzas represivas y del Estado, asegurando las
mejores condiciones para la empresa.
Dirigentes resentidos
En Mar del Plata, a fines de los 90, las condiciones obreras en la industria del pescado
comenzaron a tornarse insoportables. Al aumento de la jornada laboral, se sumaban suspensiones y despidos. La direccin del Sindicato de Obreros de la Industria del Pescado
(SOIP) aval todas las medidas patronales. En
consecuencia, no tard en surgir una oposicin
sindical, en ocasiones, ligada a la izquierda.
El 29 de junio del 2000, un grupo de obreros cooperativistas se movilizaron a la sede del
SOIP para exigirle a su direccin que adhiriera al paro que mantenan. Ante la negativa, los
trabajadores forzaron la puerta, ingresaron a la
sede y expulsaron a los dirigentes. De all surgi una Comisin Provisoria.
Casi un mes despus, esta comisin llam a
una asamblea para definir un plan de lucha.
Antes de que empezara, se hizo presente un
grupo armado que responda a la direccin desplazada, para romperla. La patota fue rechazada, pero volvi, dispar e hiri a un estudiante
que estaba all en solidaridad. La asamblea y el
plan de lucha se desarrollaron, pero el hecho
qued impune.
Kraft y Daer, por duplicado
En 1993, Daer haba perdido la planta de Terrabusi a manos de una alianza entre el PCR
y peronistas disidentes. Dos aos despus, el
entonces secretario de la CGT comenz una
avanzada contra la Comisin Interna (CI). A
fines del 2000, la CI y su Cuerpo de Delegados
(CD) llam a un plan de lucha. La empresa,
con anuencia de la direccin sindical, respondi con el despido de 79 obreros, por impulsar
una asamblea.
El 4 de enero del 2001, los trabajadores de Terrabusi-Kraft decidieron cortar la Panamericana en una manifestacin de 500 personas, con
la solidaridad de las organizaciones piqueteras (Polo Obrero, Coordinadora de Trabajadores Desocupados, Teresa Vive, MIJP) y el PTS.
Una parte de la CI propuso marchar a la sede
del sindicato, en repudio a su inaccin.
En medio del acto, se hizo presente una patota de 60 personas, en representacin de la direccin del sindicato, con palos y caos, que
empez a agredir fsicamente a los manifestantes. Daer apareci e incit a quemar la sede
sindical.
El 8 de enero, los despedidos fueron citados a
la sede del sindicato para aclarar su situacin.
Crnica violenta
Aduciendo problemas presupuestarios, el medio Crnica comenz un ajuste importante.
Desde septiembre de 1999, pretextando evitar
despidos, descontaba un da por mes. Al ao,
empezaron los despidos hormiga, alcanzando a 20 trabajadores, y el retraso en el pago de
salarios.
El 8 de junio de 2001, los trabajadores realizaron un paro, que incluy a los contratados y,
das despus se extendi a los grficos, a los trabajadores de prensa y a Mexigraf, un taller auxiliar. La medida bloque la salida de seis ediciones, evit el trabajo del personal jerrquico
y comprometi una antena satelital. Para enfrentar la huelga de los grficos (el sector ms
fuerte), la empresa realiz una serie de agresiones fsicas, a cargo de personal no identificado, aunque se sospecha de su origen sindical
(Crnica pertenece al Grupo Olmos, ligado a
Hugo Moyano). As se logr realizar una asamblea minoritaria y no convocada, que levant la
huelga. No obstante, los trabajadores de prensa
y de Mexigraf mantuvieron la medida por 12
horas ms.
Las patotas del poder poltico
Un segundo grupo de acciones represivas se
constituye por aquellas que fueron organizadas
directamente por el poder poltico, ya sean intendentes, gobernadores, diputados y hasta el
propio aparato del partido dominante. En estos
casos, la accin suele aparecer como respuesta
a un cuestionamiento de la autoridad poltica,
ya sea por motivos de tipo sindical (empleados
pblicos) o por motivos ms generales. Se trata de fenmenos de mayor envergadura que los
primeros, ya que abarcan un mayor nivel de
enfrentamiento, en trminos cualitativos.
Los muchachos radicales
El ltimo progresista, se haca llamar Federico Storani. Haba sido un puntal del alfonsinismo y precursor del Frepaso. A poco de asumir
el Ministerio del Interior, desaloj por la fuerza
el puente Corrientes-Resistencia, tomado por
estatales autoconvocados que haban rebalsado la conduccin de ATE. El resultado fue de
dos muertos y varios heridos. Francisco Escobar, de 25 aos, y Mauro Csar Ojeda, de 19.
Acto seguido, De la Ra intervino la provincia, designando a Ramn Mestre, quien se encarg de controlar la Justicia para que nada se
investigase.
A seis meses del hecho HIJOS, junto a otras
organizaciones de izquierda, planific un escrache a la casa del ministro, en Gonnet. Una semana antes, aparecieron pintadas amenazantes
firmadas por Franja Morada y la Juventud Radical. La movilizacin se llev a cabo, aunque
la columna no pudo llegar a destino. Fue interceptada por un cordn armado con cadenas y
palos de militantes radicales, escoltados por la
polica provincial, a cargo de Ruckauf. Ante las
provocaciones, la columna decidi permanecer
en el lugar y no dar lugar al enfrentamiento.
Si bien no hubo agresiones fsicas, en este caso,
la patota oper como elemento de defensa de
un personal dirigente, responsable de la muerte
de manifestantes. Esa defensa se realiz en colaboracin con las fuerzas del orden, dirigidas
Conclusiones
Durante el gobierno de la Alianza, contabilizamos doce acciones de grupos paraestatales contra los trabajadores y sus representantes. Puede
parecer poco (y, efectivamente, lo es si comparamos con las que se organizan bajo el gobierno
que le sucede), pero no deja de ser significativo
que durante un gobierno que apela principalmente a las fuerzas regulares, se den este tipo
de casos.
Las acciones sindicales son un cuarto del total, predominando las de carcter poltico y
las agresiones a militantes puntuales. Esto podra explicarse por la relativamente baja conflictividad de la clase obrera ocupada y sindicalizada en ese perodo y, consecuentemente,
la escasa disputa por la direccin de esa fraccin. En cambio, predominan acciones de represin sobre la sobrepoblacin relativa, ligada
al movimiento piquetero, ya sea bajo la forma
vecinal, ya sea bajo la alianza de los empleados pblicos con los desocupados, siempre con
presencia de la izquierda.
En trminos muy estrictos, la UCR slo conduce una accin. El resto, son organizadas por
dirigentes sindicales afines al justicialismo y
por el propio aparato del PJ. Esto puede deberse a la prdida de la capacidad organizativa del
radicalismo frente a un peronismo que mantiene la conduccin al nivel ms bajo y directo
(intendencias), que le asegura esos vnculos que
luego permiten ganar la eleccin.
En ese sentido, puede decirse que el peronismo
se ocup del trabajo de represin de las manifestaciones y actu como uno de los agentes
del orden. El hecho de no ostentar la conduccin nacional no lo exima de su labor dirigente. Gobernadores en provincias claves, intendentes en centros econmicos y poblacionales
y dirigentes de los sindicatos ms importantes
convierten al peronismo en un aparato al servicio del poder. Por lo tanto, ni los radicales o los
herederos del Frente Grande pueden argumentar que los dejaron solos, ni el duhaldismo o
el kirchnerismo pueden presentarse como ajenos a la conduccin del pas durante el gobierno que fue desalojado por la propia poblacin
movilizada.
Notas
1
Intentamos una reconstruccin rigurosa de los
hechos a lo largo del pas. Sin embargo, este
trabajo tiene dos lmites. Uno es cualitativo:
no realizamos una reconstruccin definitiva de
cada hecho. Algunos estn relatados detalladamente, en otros la trama es fragmentaria. Una
investigacin profunda de cada uno en particular hubiera obligado a concentrarse en pocos casos, perdiendo de vista la reconstruccin
general. El segundo lmite, es cuantitativo. La
cantidad de acciones de lucha en la etapa fue
muy numerosa, sin embargo, los grandes medios cubrieron poco y los alternativos solo registraban informacin aislada y sin chequear.
Para colaborar con este grupo de investigacin
contactarse a: ceics@razonyrevolucion.org.ar
Aurora Ros, enfermera y delegada del Hospital Posadas, se haba convertido en una referente del piquete de Gaona y Marconi, en Morn. Junto a enfermeros y mdicos denunciaba
el ahogo presupuestario que redundaba en bajas salariales y falta de insumos e infraestructura. A ello, se agregaban los problemas de inseguridad: la escuela de enfermera haba sido
tomada por delincuentes que mantuvieron a
61 trabajadores como rehenes. No faltaba tampoco la represin policial y las amenazas a los
manifestantes.
La noche del 9 de septiembre, Aurora manejaba hacia su casa. All la esperaba un coche desconocido, que se acerc y le mostr un arma.
Aurora intent huir y los atacantes lograron encerrarla. Ella perdi el control del auto y choc contra una columna. Los desconocidos se
acercaron hasta el auto accidentado y, al verla
atontada, se retiraron. El auto se prendi fuego, pero Aurora logr salir.
Julio-agosto de 2015
15
POLTICA
La Logia del
Cmo defender al FIT contra el infantilismo del PTS
Fabin Harari
Laboratorio de Anlisis Poltico-CEICS
solo su derecho al voto. Una conciencia ciudadana (ser escuchados como individuos),
pero no de clase. Evidentemente, diferentes
caracterizaciones ordenaban tareas e intervenciones distintas. Para el PTS, haba que evitar
a toda costa la desaparicin y apelar a la conciencia democrtica del ciudadano. Para nosotros, prepararse polticamente para una intervencin de masas, mediante un gran Partido
Revolucionario.
El tiempo fue desmintiendo la posicin ms
derrotista. El FIT comenz a crecer. Creci a
pesar de muchos errores. Creci casi por s mismo, por su mejor virtud: existir. Se desarroll
entonces una tendencia lgica a cierta convergencia, que provoc las tensiones propias de
este tipo de procesos. Por ms que persistan en
una idea federativa, en un contexto de acercamiento a las masas, la discusin por la direccin es inevitable. En su momento, los partidos
que dirigen el frente se negaron a procesarla en
la forma que corresponde a los revolucionarios:
en un congreso de militantes. Por eso, hoy se
va a dirimir a la manera burguesa: mediante las
PASO.
Esta divisin ha provocado un retroceso electoral evidente. En ninguna eleccin, hasta el momento, el FIT logr llegar al techo del 2013.
Super claramente las elecciones del 2011,
pero recordemos que ese fue el mejor momento del oficialismo. En Mendoza, la gran
eleccin lleg a los dos tercios de la del 2013
(100.000 contra 150.000). Por no hablar de
Salta (110.000 a diputados nacionales en 2013
contra 41.000 a gobernador este ao). En Capital, la eleccin a Jefe de Gobierno sac la mitad de los votos de diputados de 2013. Se pueden poner las excusas que se quieran (diferentes
cargos, elecciones nacionales vs. municipales),
pero estamos hablando de un descenso muy
grande. En el caso de legisladores, otra vez, la
gran eleccin reciente de Ramal represent
4.000 votos menos que la del 2013. Es decir,
en el mejor y solo en el mejor de los casos, se
llega cifras similares que las de hace dos aos.
La primera conclusin es obvia: el corte de
boleta o la diferencia de votos en perjuicio de
cargos ejecutivos tiene que ver con la menor
confianza de las masas en el FIT como alternativa de poder, frente a tareas de control
parlamentario.
La diferencia con 2013 puede tener varias explicaciones, pero hay una que es la principal:
eran elecciones nacionales. La campaa, por lo
tanto, estaba nacionalizada y traccionaba votos
provinciales. El FIT present una lista nica a
nivel nacional y eso brind fuerza a cada una
de las provincias. No es cierto, por lo tanto,
que solo cuente el trabajo local. Importa, claro,
pero como vemos, el peso nacional puede llevar
una votacin al doble.
Esta campaa no est nacionalizada. Y no lo
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16
Julio-agosto de 2015
Anticuerpos
Notas
1
Vase Sartelli, Eduardo: La larga marcha de
la izquierda argentina, en Razn y Revolucin,
n 3, Buenos Aires, invierno de 1997. Disponible en http://goo.gl/dMW3ZE.
2
La Verdad Obrera, n 526, 13 de junio de
2013.
Julio-agosto de 2015
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18
Julio-agosto de 2015
POLTICA
La unidad
requiere derrotar
a los que quieren
dividir
Extracto de la charla El FIT frente a las elecciones, en
la que participaron Gabriel Solano (Partido Obrero)
y Jos Castillo (Izquierda Socialista)
FIT nunca tuvo ninguna duda con respecto a esto. Y
tercero, era sobre la caracterizacin del kirchnerismo
ya en el 2011. El FIT se construye en el 2011 y en su
primera eleccin el kirchnerismo saca el 54% de los
votos. Y contra ese espejismo del 54% nosotros sostenamos que era un gobierno dbil, que estaban expresadas un montn de contradicciones. Es ms, que
haba elementos que recin aparecan como contradicciones nuevas en el kirchnerismo, como gobierno,
como rgimen poltico que apareci despus del 2001
para reconstruir el rgimen burgus despus del Argentinazo. Ese gobierno haba tenido viento de cola
hasta 2007 y despus zaf con cajas como la del ANSES, del Banco Central. Todo eso se le acababa, se le
acababan incluso sus propias cajas. Iban, por as decirlo, quemndolas. Todo ese camino que va llevando
a los vericuetos de la coyuntura, a esta realidad que
pone arriba de la mesa un cambio de gobierno donde
el que venga, Scioli, Macri, Massa, tienen planteada
la tarea central de largar un feroz ajuste. Porque todas
las variables que coloc el kirchnerismo son de crisis.
Entonces estos tres elementos, son los pilares bsicos
de acuerdo y diagnstico.
En un segundo nivel, haba para m otros dos acuerdos. Primero, la importancia de la unidad de la izquierda. Es verdad que a esta definicin, unidad de la
izquierda, llegbamos los diferentes componentes, de
distintos balances. Ac con los compaeros del PO tenemos un matiz para atrs: qu pas con las unidades
de la izquierda anteriores. Todos reconocamos que el
FIT era construir una personalidad que superaba a
sus propios componentes. Inclusive que los xitos polticos del FIT no hubiesen existido si estbamos por
separado. Y tambin acordbamos que las PASO eran
parte de una reforma poltica reaccionaria que buscaba proscribir electoralmente a la izquierda. Yendo
ms a fondo, resolver una anomala del sistema poltico, del rgimen poltico argentino, abierto en el 83.
La izquierda revolucionaria ha vivido mucho tiempo
de proscripcin, persecucin. Del 83 para ac, la izquierda revolucionaria arma listas, se presenta a elecciones, tiene locales. O sea, esa anomala comparada
con la historia anterior, que tiene que ver con las relaciones de fuerza construidas despus de la dictadura. Los que militamos en corrientes internacionales,
que tenemos relaciones con partidos en otros pases,
sabemos la dificultad que tiene la izquierda trotskista acceder a presentar listas electorales. La verdad, es
la minora de los lugares donde esto se logra. Bueno
se quera colocar a la Argentina en ese lugar. Por lo
tanto, haba que dar una respuesta poltica frente a
las PASO.
Todo esto se puede decir, pero uno es un chanta si
despus de decir todo eso no resuelve en concreto
cules son los problemas que hay en la vida poltica
cotidiana de los partidos. Entonces, qu hacemos?
Un mtodo para resolver esto: respetar las relaciones
de fuerza entre los partidos que constituan el FIT a
nivel general, y a nivel de los distritos. Inclusive nosotros hicimos una propuesta en aquel momento que
era que el PO tuviera la presidencia, el PTS la vice
presidencia y despus en los distritos una especie de
polgono, que consista en que en Bs. As. y CABA
encabezaba el PO, que en Crdoba encabezaba IS y
en Neuqun el PTS. Sealando las cuatro provincias
Cadenas. Esto para nosotros es muy importante porque refleja algo mucho ms profundo acerca de un
FIT que tiene que ser ms fuerte, que tiene que ser
ms grande, que tiene que darse los dos grandes desafos que tiene planteados ahora: cmo estamos ms
fuertes para enfrentar el ajuste que se viene, para la
crisis ms general que se est incubando, que si queremos las podemos sintetizar en las posibilidades de
un nuevo Argentinazo, para que cuando venga exista
efectivamente una alternativa poltica de la izquierda,
de los trabajadores, que dispute pelear por el poder.
Eso es lo que planteamos.
La estacin elecciones 2015 es eso. Por eso nos preocup lo que empez a pasar al final del ao 2014. Ya
estaban lanzados Scioli, Massa, Macri y tenamos que
salir a dar la disputa en primera divisin. Y ah es donde, lamentablemente, los compaeros del PTS empezaron a plantear otra perspectiva. En las dos dimensiones del juego. Por un lado, en el cuestionamiento
a esos pilares iniciales y, por lo tanto, planteando que
haba que modificar esos lugares que armaban el entramado bsico del frente de izquierda, con la candidatura del compaero Del Cao. Planteando desde
el mes de octubre: esto tiene que ser as, o si no queda para resolverlo el mecanismo de las PASO. Insistimos muchas veces: cuidado con esto, lleguemos a un
acuerdo, larguemos la campaa. Aunque no estemos
de acuerdo, aceptamos el planteo de los compaeros
de resolverlo en las PASO, como mecanismo para ordenar las candidaturas sin hacer ningn drama. Y el
otro tema es que nosotros estamos plenamente a favor de integrar a los compaeros de estos otros agrupamientos y los compaeros del PTS plantean cerrarse en un FIT pura y exclusivamente trotskista, vamos
a ponerlo en esos trminos. Creo que ese es el punto,
en el cual aparece planteada la diferencia. Yo cierro diciendo, para nosotros la campaa, de ac al 9 de agosto, ya es la campaa, contra los tres candidatos del
ajuste. Nosotros no vamos hacer una campaa por las
PASO contra el PTS, es lo ltimo que queremos hacer. Es ms, en las listas del PTS hay compaeros valiosos, se van a integrar por el mecanismo proporcional despus del 9 de agosto en los lugares de las listas,
segn de lo que resulte en la eleccin. Nosotros llamamos a votar al FIT, y por sobre todo, a prepararnos
para la gran pelea que es la que se viene, contra el ajuste que va a empezar con todo despus de diciembre.
Gabriel Solano: Primero, sobre este incidente, no
quiero eludir la complicidad. La compaera Julia [de
RyR] me llam a la noche y me dice paso esto.
En el apuro para ver el partido, estaba en el tris de
decirle no importa, que venga cualquiera, 1418.
Pero despus razon en que haba que ser responsable y que en el FIT hay tres partidos, y si cada partido tom una decisin, tiene que plasmarse en la mesa
que han convocado los compaeros de Razn y Revolucin. Como es una actividad que organizan los compaeros, y a la cual agradecemos la invitacin, lgicamente son ellos los que deciden, pero yo entiendo que
hay una forma, una organizacin y se tiene que respetar. Segundo, esto es un tema sutil, pero no es sutil,
menos cuando estamos en una eleccin, les pido que
actuemos seriamente, porque si actuamos seriamente, vamos a ser tomados seriamente por los trabajadores y si actuamos por forma chiquilina no nos van
a tener en cuenta. Cuando compaeros comprometen su participacin, participan los compaeros que
comprometieron su participacin. Lgicamente, si el
compaero tuvo un accidente, pas algo inesperado,
tampoco somos tan rigurosos. Pero si eso no ocurri,
que vengan los compaeros que se comprometieron.
Estamos en una campaa electoral, y si yo encabezo
una lista de diputados, quiero saber con quin voy a
discutir. Si alguien viene a armar una provocacin,
tiene que ser un compaero que pague polticamente
por esa provocacin, y si viene un compaero que nadie sabe quin es, el costo poltico es cero, no jugamos
lo mismo en una mesa. Nosotros vamos a un debate y
jugamos lo mismo en una mesa. Hay un acuerdo, hay
un compromiso, si eso no se valora... Ustedes se dan
cuenta que los problemas del FIT estn reflejados en
esto, en chiquitito, pero vale. Entonces me parece un
tema no menor. No juguemos y cuidemos al FIT. En
los debates del FIT somos tres partidos que hay una
mesa nacional del Frente de Izquierda, organizaciones
serias y pido que actuemos de esa manera. Sera muy
negativo, en primer lugar para el PTS, que venga a
una actividad convocados los tres partidos del FIT a
plantear una provocacin. Que cada uno diga lo que
quiera pero esa es mi posicin.
Voy a ir al debate. El punto clave que yo quiero destacar es el siguiente: el FIT es la conclusin de un
largo proceso poltico de delimitacin en la izquierda argentina. No es el punto de partida, es un punto de llegada, y como todo punto de llegada se da
es un encubrimiento. Cesen la usurpacin, y discutimos. Porque, finalmente, las candidaturas con las
que nos queran correr con la vaina durante mucho
tiempo, despus ninguna ms la reclamaban. Y si alguien reclama durante mucho tiempo, e impide que
un frente se forme reclamando cosas, y despus las
baja todas, cul es la conclusin? Que el reclamo no
era consistente. Y quin te dice que no es consistente el reclamo? Quien hizo el reclamo, porque ya no lo
sostiene ms. Pero no es un problema de candidaturas, sino la defensa del frente nico.
JC: La cuestin que se orill al comienzo, que tena
que ver con el incidente, me lleva a una reflexin, que
la dije muy rpido en la charla, vieja discusin con
Eduardo, alrededor de otro tema que ahora no apareci. Cuando recin haba nacido el FIT, estaba el debate de hacer un partido nico o no. Los que venimos
de la tradicin bolche, cuando decimos partido decimos: centralismo democrtico, unidad. Eso no lo vemos viable por muchos elementos que hacen a lo que
es un programa ms all de las consignas propiamente. Pero tambin yo insista mucho con que el centralismo democrtico, o sea, la discusin, la elaboracin,
la disciplina de cuando uno acepta someterse a una
posicin minoritaria, depende de algo muy fuerte que
tiene que ver con lealtad y la confianza. Nosotros con
los compaeros del Partido Obrero tenemos diferencias y como siempre decimos no tenemos problemas
en que las diferencias se discutan, es ms, queremos
que se discutan. No nos asusta que dos peridicos del
FIT polemicen fuertemente. El punto es, cul es el
marco donde se da esa cuestin de confianzas y lealtades? Y ah, efectivamente, las maniobras son las que
generan el problema. Efectivamente, un primer paso
es poder construir en la prctica lealtades y confianza. Nosotros podemos estar de acuerdo en un montn de cosas, que es bsico, inclusive -como decamos
con Gabriel- sin acordar como llegamos a eso, llegamos a eso y luego proponemos un mtodo concreto
para resolver los problemas concretos. Estos que hemos contado y 14 mil ms que ustedes no conocen.
Creemos que ah hay un punto muy serio en la discusin. Desde Izquierda Socialista estamos un poco preocupados por la deriva de algunos planteos del PTS.
Ms en cmo estn planteados que en los planteos en
s mismo. Cuando fue la discusin en el ao 2013 sobre las bancas parlamentarias, dijimos que haba que
armar un nico bloque en la cmara de diputados de
la Nacin. Los compaeros del PTS dijeron que iban
a armar dos. Cul es el argumento que daban los
compaeros del PTS en ese momento? Decan que
si armbamos dos bloques, tenamos dos presidentes
de bloque y ms tiempo para hablar. A nosotros nos
pareci incorrecto pero tena una lgica, por eso se
arman dos bloques. Pero fjense cul es el problema:
ahora asume Myriam y la banca del FIT en la provincia de Buenos Aires es sacada del bloque Frente de Izquierda. Uno podra decir que sigamos con la lgica
de tener ms tiempo, Myriam hubiera armado un tercer bloque, entonces tenamos ms tiempo todos. Tres
bloques, con tres presidentes de bloque y hablamos
media hora. Pero no se hizo eso. Se sac la banca de
ah y se la puso en la banca del PTS. O sea, era falsa la
discusin de tener ms tiempo. Lo que haba en juego
era tengo un bloque PTS. Creemos que est mal el
planteo que venimos escuchando desde el ao 2013
por parte de los compaeros del PTS que las PASO
son un mecanismo interesante para dirimir candidaturas en el FIT y nosotros dijimos que no lo eran.
Presentaron un reglamento, incluso, de cmo hacer
la interna. Tienen derecho de hacerlo, pero est mal
polticamente. Qu sucedi? Una cosa es la discusin
poltica y lo otro es la maniobra, porque despus de
sostener esto durante meses, se hizo la discusin de
que Del Cao es el candidato joven, de que Altamira
no iba ms, etc., etc. Se lanza la candidatura Altamira-Giordano y automticamente empiezan a aparecer
las cartas que van y vienen. Creemos que es una maniobra diciendo que los que queran las PASO ramos
nosotros cuando est escrito lo contrario.
Detrs de esto efectivamente nosotros creemos que
hay una concepcin de qu es el FIT, donde los compaeros del PTS lo ven ms como un lugar de lucha
interna y nosotros lo vemos ms como un lugar de
intervencin hacia afuera. Nosotros creemos que el
FIT ha sido un gran salto en el terreno de la unidad
de la izquierda.
GS: Las elecciones son la lucha de clases y sus derivaciones inmediatas abarcan todos los terrenos polticos. Cul es el lmite entre las elecciones y la lucha
de clases? Depende de cmo uno encare la cuestin.
Si uno hace una eleccin con planteamientos meramente electoralistas, obvio. Si uno destaca en una
eleccin la edad del candidato, no tiene derivaciones
Julio-agosto de 2015
19
Antecedentes
Como suele ocurrir con muchos clsicos escritos en lenguas extranjeras, Literatura y revolucin es un texto a la vez muy bien y muy mal
conocido por los hispanohablantes. Desde su
primera traduccin al castellano, numerosas
editoriales han publicado y publican este ttulo, que ha llegado a convertirse en uno de los
ms conocidos y ledos de Len Trotsky. Esta
circunstancia, propicia para aquel que busca
conocer la obra y el pensamiento del revolucionario ruso, pierde su original encanto cuando
sometemos el libro a los principios textolgicos
ms elementales. Por tales principios entendemos, grosso modo, los siguientes: establecer el
origen de la traduccin, la fuente original utilizada, el idioma del que se realiza la traduccin;
cotejar la fuente con otras ediciones en la lengua original, en especial con ediciones publicadas en vida del autor y, si es posible, con los
manuscritos; conocer la historia del texto de
sus diversas ediciones y de sus posibles diferencias: agregados, omisiones, pasajes censurados,
etc.-; observar los criterios de divisin del texto
original en partes, captulos, apartados y prrafos; reproducir las notas y la bibliografa originales, indicando su carcter original para distinguirlas de posibles y deseables- agregados
hechos en las sucesivas ediciones por parte de
los traductores y editores. En este sentido, una
mirada atenta nos permitira constatar que es
ms bien poco lo que conocemos sobre Literatura y revolucin. Por descuido, por negligencia o por precipitacin, las ediciones castellanas
de este libro han ignorado estos aspectos, que
resultan fundamentales para el lector interesado en saber si est ante una traduccin completa, fidedigna, confiable del original. Lamentablemente, en ese camino que conduce de la
creacin del autor a la apropiacin del lector
en lengua extranjera se pierden innumerables
dimensiones que tornan difcil, luego, restablecer o reconstituir el pensamiento y el estilo originales de una obra. En trminos generales, quien desee emprender esta tarea tendr
que conocer las diferentes ediciones existentes
en su lengua y en la lengua original para poder determinar la mayor o menor fidelidad con
la que el texto ha llegado hasta nosotros sin
mencionar las frecuentes ediciones en lenguas
intermedias que, cual puntos fronterizos (o
mejor: aduaneros, con el correspondiente tributo lingstico), el texto ha debido sortear en
su itinerario.
Las numerosas ediciones castellanas de Literatura y revolucin responden mal o no responden- a los criterios arriba citados. A menudo
no indican el idioma del que se ha realizado la
traduccin, no aclaran si se trata de una nueva
traduccin o si han tomado una ya publicada
anteriormente, no sealan la fuente original y
de la historia del texto no dicen ni una palabra.
El resultado era inevitable: hasta hoy, el mundo hispanohablante ha conocido la mitad del
texto original tal como fue concebido por su
autor en 1923, y en general tampoco ha accedido a su formato inicial. Veamos esto con mayor detalle.
Los diferentes Literatura y revolucin que circulan en nuestro medio presentan una primera
parte relativamente coherente, orgnica, que
aborda la problemtica de la literatura en la incipiente Repblica Sovitica. All aparecen los
conceptos y reflexiones de Trotsky ms conocidos en ese terreno: los compaeros de ruta
de la revolucin, el futuro de la literatura proletaria, de las vanguardias, de los nuevos movimientos artsticos, el papel del partido en el
arte, etc. A continuacin, encontramos una
segunda parte compuesta por artculos sobre
arte, literatura, cultura y ciencia; esta segunda
parte es la que ms difiere entre las distintas
ediciones, tanto por la seleccin como por la
cantidad de los artculos publicados. De esta
forma, a todos ha quedado claro que el Literatura y revolucin salido de la pluma de Trotsky es solo la primera parte del libro, mientras
que esa segunda parte, tan variada entre las distintas ediciones, es una recopilacin de artculos conformada de acuerdo a criterios ms o
20
Julio-agosto de 2015
ARTE
Un largo
camino a la
edicin ms
completa
Extracto del prlogo de Alejandro Ariel Gonzlez,
traductor, a la edicin de Literatura y revolucin,
de Trotsky, editado por Ediciones RyR
volvi a publicar una segunda edicin aumentada de Literatura i revoliutsia, con una tirada
de 10.000 ejemplares y un volumen de 424 pginas.2 Ambas ediciones incluyen un prlogo
de Trotsky donde se explica el origen, la naturaleza, los criterios de compilacin y la relacin entre las dos partes del libro. Dicho prlogo lleg cercenado hasta nosotros, y aqu lo
reproducimos completo por primera vez. Veamos por partes qu seala Trotsky en l:
Los captulos dedicados a la literatura actual,
que componen la primera parte del libro, fueron concebidos unos dos aos atrs como prlogo para viejos artculos, pero dicho trabajo
se ampli con creces durante el descanso veraniego del ao 22. Sigui inconcluso hasta el
verano del ao 23. Hemos tenido que completar y reelaborar significativamente los esbozos del ao pasado sobre la base del nuevo material literario. Sin embargo, tambin ahora,
desde luego, distan mucho de estar acabados
y completos
De aqu, naturalmente, deriva una primera conclusin, y es que Literatura i revoliutsia
no fue concebido desde un principio como libro. Trotsky fue reuniendo material que ya tena escrito y lo iba ajustando y corrigiendo de
acuerdo a los rpidos cambios que se producan en la arena literaria de aquellos aos. No
hay que perder de vista que Trotsky llevaba entonces una intensa actividad poltica que le dejaba muy poco tiempo para la crtica literaria.
No es de extraar, entonces, que el libro carezca de unidad de conjunto, que no presente un
abordaje sistemtico de la cuestin que estudia
o que puedan encontrarse reiteraciones a lo largo de l.
Con respecto a la segunda parte, Trotsky dice:
En la segunda parte del libro se han reunido artculos que comprenden sin sistema alguno- el perodo interrevolucionario (19071914) [] Los artculos de la segunda parte
abarcan, en modo alguno agotndolo, el perodo de transformacin egosta, de refinamiento esttico, de individualizacin y aburguesamiento de la intelliguentsia [] La relacin
entre la primera y la segunda parte del libro
reside en que el arte de transicin, es decir el
actual, hunde todas sus races en el ayer, en la
vspera prerrevolucionaria. La relacin tambin
viene dada por la unidad de la concepcin marxista del autor.
Este pasaje es importante por dos motivos. Primero, porque refleja que, a pesar de que Literatura i revoliutsia no fue pensado como libro,
Trotsky intenta darle un carcter orgnico, coherente, para que no se convierta en una mera
antologa de artculos crticos. Segundo, porque para ello Trotsky decide trazar una genealoga de los cambios que estaban teniendo lugar. En este sentido, Trotsky traza un criterio
metodolgico para confrontar con los movimientos de vanguardia: mientras estos creen
partir desde la nada, o ms bien desde la ruptura con lo viejo, Trotsky no se deja llevar por
ilusiones y analiza el recorrido espiritual e intelectual de la intelliguentsia desde la derrota
de 1905. Ser esta profundidad, esta perspectiva histrica, la que otorgar un plus a Trotsky
Julio-agosto de 2015
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CLASE OBRERA
La izquierda va a teir al
movimiento obrero de una
nueva identidad poltica
Nicols Vias
TES-CEICS
Julio-agosto de 2015
Uno de los conflictos que tuvimos y que termin en un paro se origin porque nos ponan estufas con aceite usado. A raz de esto me eligen
delegado y empec a vincularme con los trabajadores del Roca. El grueso estaba en el obrador de Temperley, otros estaban en Escalada
y despus en Constitucin. En ese momento,
Oscar Castro y los muchachos del MAS tenan
la direccin de la otra obra grande que era el
complejo habitacional en Claypole de 12.000
casas, ah haba otros 1.600 trabajadores. Los
choques eran de asamblea porque haba activismo, todava estaba la lista histrica verde del
PC que en las elecciones fue con la burocracia
de Papagno. Yo fui con Faras, que fue la lista
que gan a nivel nacional y que tena a Gerardo
Martnez como primer vocal. Yo era el segundo vocal porque tena la comisin interna ms
fuerte por los muchachos de la electrificacin.
Para m la burocracia era Papagno, no saba ni
quin carajo era Faras, te lo juro. En Lomas de
Zamora perdimos con el MAS por 7 votos. Al
poco tiempo Gerardo Martnez voltea al secretario de la organizacin nacional y yo quedo de
primer vocal. A su vez, el MAS tuvo una crisis
interna y el adjunto que haban llevado arregl
con Faras y entonces nosotros nos quedamos
con la seccional de Lomas.
En los ochenta los radicales tenan intervenidas las obras sociales y en el 88 nos cortaron
el servicio en Lomas. Para este momento tena
una cierta unidad con el MAS y habamos reunido un cuerpo de 400 delegados para ir a la
pelea. Un da le hicimos una huelga de hambre a Alfonsn en la puerta de la Rosada y me
manda a llamar Nosiglia con un auto. Cuando nos reunimos me plante que no poda ser
que yo hiciera ese quilombo porque yo era secretario nacional y se supona que tenamos
un acuerdo. Y ah me enter de cmo era el
tema, te juro por dios y mis hijos, yo dorma
en las reuniones de la UOCRA nacional, era
muy pendejo. La cosa result ser as: haba una
comisin normalizadora en las obras sociales
Teatro,
Arte y
msica
J. D. Pern 1422
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audiovisuales, personas con experiencia en participacin de pelculas o documentales, as como a todos
aquellos interesados, para participar de la realizacin de una pelcula documental basada en el libro La
Cajita Infeliz: un viaje marxista a travs del capitalismo de Eduardo Sartelli.
El objetivo es intervenir en la disputa poltica a travs del arte, con un producto cinematogrfico que
funcione como herramienta de propaganda, que invite a la reflexin en torno a los problemas sociales, que
colabore en la lucha cultural contra el capitalismo y que invite a pensar la posibilidad real de construir una
nueva sociedad, libre de la explotacin y la opresin. Se trata de un proyecto amplio con el objetivo de
realizar este producto en particular.
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23
CLASE OBRERA
La
intervencin
Rodolfo Leyes
Grupo de Investigacin de Historia
de la Clase Obrera-CEICS
Es comn escuchar que la intervencin estatal en los asuntos obreros comenz con Pern.
Sin embargo, cuando el Coronel de los trabajadores lleg al poder, el Estado argentino (y el
de muchas provincias) ya tenan por lo menos
treinta aos de experiencia en interceder en los
conflictos entre el capital y los trabajadores. La
siguiente nota da cuenta del caso entrerriano.
Otra conciencia, mismos intereses
Lejos de las visiones dicotmicas, la poltica
de la burguesa para mantener su hegemona
es harto compleja en la combinacin de mecanismos de coercin y consenso. Por eso, su actitud frente a las luchas obrerasno puede nunca reducirse a uno solo de esos mecanismos.
Desde mediados de la dcada del Centenario,
la clase dominante argentina comenz una serie de cambios en el tratamiento de los conflictos. El desarrollo de una tendencia reformista,
de la mano de los sindicalistas, facilit un acercamiento del movimiento obrero al gobierno.
Esto marc una diferencia respecto al perodo
anterior cuando, comandados por los anarquistas, los trabajadores eran renuentes a inmiscuirse con las autoridades estatales.
Por el lado de la burguesa, este cambio en la
poltica fue encarnada por la Unin Cvica Radical. Desde la Ley Senz Pea, el partido de
Yrigoyen busc acercarse a las masas. El espaldarazo dado a la gran huelga de los martimos
de 1916, fue un hito en la intervencin estatal
en los conflictos entre el capital y el trabajo. Sin
embargo, el Departamento Nacional del Trabajo, herencia de los gobiernos conservadores,
segua siendo poco ms que una oficina que,
en el mejor de los casos, preparaba estadsticas
y propona leyes que sistemticamente eran rechazadas por los diputados y senadores del mismo partido de gobierno.
La provincia de Entre Ros, gobernada por el
radical anti-personalista Miguel Laurencena
desde 1914, cre su Departamento provincial
del Trabajo (DPT) en 1915. El representante del Departamento era el comisario de cada
pueblo. Hacia 1917, merced a la necesidad de
contener las luchas de los trabajadores, ms
all de la represin, se decret la adhesin a la
ley de Accidentes de Trabajo, que pagaba a los
obreros por los accidentes sufridos en el trabajo. La aplicacin de esta ley y el control de las
condiciones de trabajo en las grandes trilladoras fueron las principales tareas del DPT.
En los albores de la crisis del 30, el gobernador
24
Julio-agosto de 2015
Eduardo Laurencena hijo del anterior- haca el siguiente balance de la prctica del DPT:
su gestin se desenvuelve casi exclusivamente
sobre la base de la autoridad moral adquirida
como consecuencia de intervenciones felices,
pero es menester afianzar esa autoridad sobre
la base de la ley, puesto que slo sta puede dar
imperio a sus decisiones y hacer de ellas un instrumento slido y real.1 Dejando de lado el
valor que puedan tener sus palabras en relacin
a una realidad bastante alejada de la autoridad
moral, es cierto que la Oficina exista, pero
nada la regulaba.
Al calor de la crisis
La crisis del 30 golpeaba la provincia de Entre Ros con fuerza desde fines de la dcada anterior. Desocupacin y emigracin fueron los
aspectos sociales que ms afectaron a la clase
obrera durante el sacudn del sistema.2 A las
transformaciones que se estaban produciendo,
el Estado respondi con intervenciones, primero generando obras pblicas que buscaban mitigar la desocupacin.
Ms importante en el largo plazo, fue la definitiva reglamentacin de los objetivos del Departamento Provincial con la Ley orgnica que
comenz su recorrido legislativo en julio de
1932. Las principales atribuciones que estableca esta ley eran la recopilacin de informacin
para la creacin de material estadstico, la inspeccin y vigilancia de establecimientos industriales y comerciales, la creacin de una agencia
de colocacin, la reglamentacin de las compaas aseguradoras de accidentes de trabajo, la
mediacin en conflictos individuales y colectivos entre patrones y obreros, el ordenamiento de los antecedentes legislativos y resolutivos
para la concrecin de una legislacin especfica,
la publicacin de un boletn.3 Pero no va a ser
hasta enero de 1935 que se d la sancin definitiva y coherente con la Constitucin provincial reformada.4
Ao a ao la actividad del DPT aumentaba.
Con la nueva reglamentacin, la presencia de
oficio, daba a las autoridades estatales un papel
creciente en los conflictos. Durante el gobierno de Tibiletti (1935-1939) se hizo presente en
66 conflictos de importancia, de los cuales, se
solucionaron 58 sin necesidad de medidas de
accin directa.
El aparato en movimiento
La diferencia en la intervencin estatal puede observarse en las dos huelgas que los obreros de la empresa britnica Liebig Extract of
Meat llevaron adelante antes y despus de la
reconocimiento de los sindicatos como organizacin que nuclea a los trabajadores, con la cual
poder negociar, y buscar su institucionalizacin
y sometimiento al cuerpo legal desplegado por
la jurisprudencia estatal. Sobre los intentos limitados de los Departamentos de Trabajo es
que se levant la Secretara antes citada, en noviembre de 1943, que nacionaliz los Departamentos -dnde existan- y habilit a un control
de alcance nacional.
Buena parte de la poltica de la burguesa est
orientada a contener y disciplinar a la clase
obrera. Para esto, la creacin de instituciones
que controlen y administren a los hombres, es
central. Las necesidades ms inmediatas darn
forma a un Estado, rudimentario en un principio, que dirima intereses contrapuestos. Se
ir gestando un cuerpo legal que cristalice esos
acuerdos en leyes y decretos. Para la aplicacin de dicha normativa har falta un aparato
represivo que imponga por la violencia, lo que
por el acuerdo no se logra.
Durante el periodo comprendido a grandes
rasgos- entre 1860 a 1907,6 la burguesa argentina se dedic prcticamente a una poltica de
coercin con pocos acuerdos con los trabajadores. Los fracasos represivos del Centenario,
que hirieron al anarquismo, hicieron necesario
un cambio creciente en la intervencin estatal
frente al conflicto obrero.
Est claro que el desarrollo definitivo de la poltica de intervencin estatal se alcanz con el
surgimiento del peronismo, aunque, como decamos, no se debera olvidar que esto se logr
sobre las bases de los antiguos Departamentos de Trabajo.7 Asimismo, la burguesa negocia hasta determinado punto. Lamentablemente una lista larga de fechas y nombres propios
da cuenta de la violencia burguesa. Cuando sus
privilegios corren algn riesgo, es preferible la
paz de las armas antes que la de los acuerdos.
Notas
1
Laurencena, Eduardo: Mensaje del Gobernador
de la provincia de Entre Ros, Paran, Imprenta
Oficial, 1929, p. 65.
2
Hemos desarrollado con mayor amplitud estas temticas en dos notas de ste mismo peridico. Sobre la desocupacin ver: http://goo.gl/
iBM7Qa, y sobre el xodo: http://goo.gl/iYaaE5 .
3
H.C. de Diputados de la Provincia de Entre
Ros: Mensaje y proyecto de ley orgnica del Departamento del Trabajo, Reunin nmero 6,
13 de julio de 1932, Paran, Imprenta Oficial,
1932, p.116.
4
Reula, Filiberto: Historia de Entre Ros, Santa
Fe, Ed. Castellv, 1971. Tomo III, p. 79, 185y
191.
5
Rodolfo Leyes: Rupturas y continuidades en
el movimiento obrero preperonista: Los conflictos obreros de la Fabrica Liebigs, Coln,
1918/1939, en las IV Jornadas Internacionales.
La crisis y la revolucin en el mundo actual. Anlisis y perspectivas, junio de 2014.
6
Del decreto de la Ley de Vagos hasta la creacin
del DNT.
7
Gaudio, Ricardo y Pilone, Jorge: La negociacin colectiva durante la etapa de modernizacin industrial en la Argentina, 1935-1943,
Desarrollo Econmico, v. 23, N90, Julio-Septiembre, Buenos Aires, 1983, p. 272.
ARTE
El doble
Esta experiencia paranormal seala al patriarcado como lo que est afuera, que no se ve,
pero empuja, presiona, violenta. Es esa ideologa que entra en nuestras casas, en nuestras vidas y nos hace encarnar al doberman en nosotras mismas.
El doberman, creado para cuidar de la propiedad, es celoso y los celos son la manifestacin
emocional de la defensa de la propiedad privada de los sentimientos del otro, y ms an, de
la persona del otro. El grado mximo de introyeccin del patriarcado se produce en Mirna; la
obra, que tiene una lgica realista, adopta en el
desenlace un desplazamiento genrico digno de
la mejor prosapia de lo fantstico.
Las contradicciones del doble
Mirna vive en un trastorno mental, habla raro,
se comporta raro, pero lo raro en ella es que
pretendiendo sostenerse a s misma, se autodestruye en la defensa del enemigo interior. Ese
aparente odio contenido que se expresa como
instinto de supervivencia, es el efecto de encerrar en s a su propio alien. Mirna, que acepta
la dominacin masculina por sus condiciones
objetivas, se transforma en el final en su propio amo. Se escuchan los ladridos de Byron y
las voces de Gustavo (realistas o fantsticos?),
mientras ella trae a escena sus gruidos y su
metamorfosis animal. Mirna es como el axolotl
de Cortzar3, es el doble, es mujer y es el monstruo, es la dominada y la expresin de la dominacin. Tiene ms que ataques de pnico, una
psicosis producto de esta dominacin y de su
personalidad alienada en tanto mujer.4
Aunque Mirna es la ms siniestra, la ms peligrosa en apariencia, Mercedes no porta menos al doble. Mirna es ms vulnerable y Mercedes ms inconsciente. Mirna es ama de casa y
Mercedes cuenta con su propio dinero, tiene
un trabajo asalariado fuera de su casa. Sin embargo, esta posicin, que parece progresista y es
propia del feminismo liberal5, no alcanza para
que el patriarcado y la explotacin vean amenazados su reinado. Mercedes es la palmaria prueba de ello. Supuestamente liberada, est encerrada, cocinando ese tuco y esos fideos que
no solamente le gustan a su hijo, sino tambin
al perro. Mercedes ha obtenido la aceptacin
de la opresin y a la vez, de la explotacin. El
patriarcado ha logrado que las mujeres acepten
la doble jornada y una de ellas, ad honorem. De
las dos, la que tiene mejores condiciones para
salir de la opresin, no lo hace, tiene la ideologa tan incorporada como Mirna.
La cocina est presidida, contradictoriamente, por una copia de un autorretrato de Frida
Julio-agosto de 2015
25
ARTE
26
Julio-agosto de 2015
Taller de
Estudios
Sociales
www.ceics.org/tes - taller@ceics.org.ar
Sobre el incendio del taller de Pez y la organizacin de los costureros
medias tintas
Julia Egan
TES - CEICS
adems, este Consejo estara orientado a defender los derechos humanos elementales del segmento ms
vulnerable, que para el kirchnerismo representa solo a un sector de
todos los trabajadores de la rama.
Por eso, se pretende la superacin
de las situaciones ms graves y no
resolver la totalidad de la problemtica laboral. Para colmo, tambin hay lugar para los explotadores
extranjeros, porque se invita a los
representantes de los ciudadanos
(en abstracto) que estn en situacin de vulnerabilidad.
Junto a esto se dicta el desarrollo de
mecanismos de trazabilidad de las
prendas, que garanticen que fueron producidas en condiciones legales, aunque esta iniciativa ya fue
realizada por el INTI, sin mayor
impacto. Por ltimo, proponen la
creacin de un registro de trabajadores y talleres de confeccin de ropa. Quizs la noticia les llegue tarde: ya existe. Y el propio Ministerio
de Trabajo se encarg, en 2007, de
sacrselo de encima y dejarlo a cargo del gobierno de Macri y de las
delegaciones municipales del resto
de las provincias. Gracias a Tomada, amigo de un ferviente custodio
de la tercerizacin: Pedraza.
La presentacin de este proyecto
por parte de diputados oficialistas
(y que se pretenden especialistas en
materia de trabajo) es vergonzoso.
Desconocen la informacin ms
elemental (quin no se ha burlado del miserable de Don Carlos y
su tudo bem, tudo legal?) y ni siquiera se han preocupado por interiorizarse en el tema. Toda una
muestra del inters del gobierno
por el ms del 30% del trabajo en
negro y precario que existe.
El viejo virus
Otro mbito de debate que se abri
frente al incendio del taller fue la
Asamblea Textil de Flores, cuyo funcionamiento se concentr en La
Cazona de Flores. Inmediatamente
En general, los casos de trabajo ilegal en la confeccin suelen encontrarse en la Capital Federal, lo cual
no es extrao si consideramos que
es el centro econmico del pas. Para 2011, la Defensora del Pueblo
de la ciudad consideraba la existencia de al menos 3.500 talleres ilegales, mientras que La Alameda los
estimaba en 5 mil. Desde el 2007,
el Registro de Trabajo a Domicilio, dependiente de la Secretara de
Empleo, registr tan solo 54 obreros a domicilio que trabajaban para 176 talleristas, de todas las actividades que presentan este tipo de
organizacin (no solo confeccin).
Las cifras resultan ridculas frente
a las estimaciones de organismos
pblicos y sociales. Por esta razn,
y de forma justa, la condena poltica recae de forma directa sobre
Mauricio Macri, cuya esposa es la
propietaria de la marca Cheeky, denunciada serialmente por utilizar
el trabajo sper explotado de los
talleres.
Aunque la supuesta exclusividad
portea es algo que el kirchnerismo gusta recalcar, el problema de
los talleres ilegales no se reduce a
la Ciudad de Buenos Aires. En
abril, la Confederacin Argentina
de la Mediana Empresa (CAME)
difundi un estudio segn el cual
existen al menos 74 mil puestos de
venta ilegal en el pas, que incluyen
ferias y vendedores ambulantes, lo
que representa un crecimiento del
43% respecto de 2014. De esos, 47
mil pertenecan a Buenos Aires (12
mil a Lomas de Zamora, 4.300 a
La Matanza y 3.500 a Florencio
Varela), 12.200 a Capital Federal, 1.700 a la ciudad de Formosa,
1.300 a la ciudad de Jujuy y lo mismo a la de Tucumn.1 Segn este
informe, en Buenos Aires el 80% de
Laboratorio
de Anlisis
Poltico
www.ceics.org/lap - laboratorio@ceics.org.ar
Un anlisis de la burguesa iran
El socio
Nadia Bustos
LAP-CEICS
occidentales y la separacin de la
religin del Estado. Para ello, incorpor leyes cercanas al derecho
occidental y promovi la educacin laica. Foment, adems, la inversin externa, otorgando varias
concesiones a empresas petroleras,
tecnolgicas y de transporte, en especial las provenientes de Estados
Unidos. La financiacin del rgimen descansaba en los recursos obtenidos del petrleo. La mayora
provenan de la Compaa Nacional de Petrleo Iran. En el sector
privado de la rama, se encontraba
un holding conocido como Iranian
Oil Participants LTC, compuesto
por Gulf Oil, Compagnie Franaise des Ptroles, Aramco, y la British
Petroleum. Las compaas privadas
repartan parte de sus ganancias
con el rgimen. Pahlavi haba llegado un acuerdo con Estados Unidos para repartir la renta petrolera
en partes iguales entre las compaas extranjeras y el Estado.
El Sha tambin tena en su haber
una gran cantidad de empresas. Un
documento presentado al Ministerio de Justicia por grupos opositores al rgimen, en enero de 19795,
sostena que el patrimonio del monarca se compona de 17 bancos,
25 empresas metalrgicas, 8 mineras, 10 empresas de materiales de
construccin, 43 de alimentos, 26
dedicadas al comercio y participacin en cadenas de hoteles de Tehern. Muchos de estos negocios se
organizaban a travs de organizaciones de caridad, que reciban dinero de la Compaa Nacional de
Petrleo Iran.
La estatizacin
En 1979, luego de un proceso revolucionario, el partido islmico se
hace con el poder, reprimiendo a
las organizaciones de izquierda. El
bonapartismo de Khomeini, junto
con las organizaciones obreras, disolvi el proyecto del Sha, lo que
afect a las ambiciones norteamericanas, que no tardaron en reaccionar. En 1980, Saddam Hussein
invadi Irn con el apoyo de las
fuerzas estadounidenses. La guerra dur ocho aos y afect profundamente a la economa del pas.
A pesar de ello, los hechos sirvieron a Khomeini para consolidar
su poder poltico bajo una retrica
antiimperialista.
Khomeini muri en 1989. En ese
entonces, el comandante en jefe
de las fuerzas armadas era Hashem Rafsanjani, quien logr convencer a los miembros de la Asamblea
de Expertos para que elijan a Khamenei como presidente de Irn.
Sin embargo, Khamenei no contaba con el apoyo total del clero iran.
Es as que se gest una alianza con
la Guardia Revolucionaria (Pasdaran). La Guardia era parte ejrcito paraestatal creado por Khomeini
para perseguir a los partidarios del
Sha. Una vez en el poder, Khamenei instituy jerarquas, salarios y
privilegios a los lderes de la Guardia, lo que permiti consolidar a la
burocracia en el poder.
En 1989, Khamenei respald a Rafsanjani como candidato a presidente de Irn. Una vez en el cargo,
Rafsanjani promovi el crecimiento de las actividades de la Guardia, en acuerdo con Khamenei. La
Guardia expandi su poder sobre
las empresas estatales y, obviamente, creci su influencia poltica. El
Estado comenz a hacerse cargo de
los sectores estratgicos de la economa. Se nacionalizaron las empresas de petrleo, gas, transporte, energa y telecomunicaciones.
La Guardia Revolucionaria tom
el control de varias fbricas confiscadas y se establecieron la oficina
de Autosuficiencia y la de Reconstruccin. Estos dos organismos se
ocuparon de la administracin varias empresas de agricultura, industria, minera, transporte, construccin y de importacin-exportacin.
Tiempo despus, se crea la empresa Khatam al-Anbia, dedicada a la
construccin de refugios durante la
guerra de Iraq-Irn.
La Guardia se convirti en una de
las instituciones de seguridad con
ms fuerza del pas. Controlaba y
coordinaba las operaciones de la
fuerza Quds, Hezbollah y la Fuerza de Resistencia Basij, tanto en el
mbito nacional como en el extranjero. Ostentaba una red muy importante de actividades culturales,
institutos, campos de verano para
jvenes y sus propios think thanks.
Paralelamente, comenz a desarrollarse el sector privado. La legislacin iran permite la existencia
de fundaciones conocidas como
Bonyalds, que pueden desempeares en cualquier rea de la economa. Representan entre el 33% y
el 40% del PBI de Irn. Formalmente, estas organizaciones no forman parte del gobierno, lo que les
permite operar con ms libertad
que las empresas estatales. Incluso algunas de ellas brindan asistencia social en paralelo a las instituciones gubernamentales. Este es
el caso del Comit de Ayuda del
Imn Khomeini. Los Bonyalds no
son controlados por el Ministerio
de Bienestar, por lo que pueden decidir a discrecin el otorgamiento
de los beneficios. Cada organizacin ofrece diferentes programas
de ayuda, desde subsidios en alimentos, combustibles, medicina,
hasta centros de formacin para
las jefas de hogares, servicios de salud y educacin y becas de estudio.
En su momento, la
alianza con KhameneiRafsanjani permiti
la creacin de una
burocracia al frente
de las empresas
estatales. La
privatizacin transform
a esta burocracia en
capitalistas privados y
recre una burguesa
nacional, que logr
acumular al amparo del
Estado. A pesar de las
divergencias que parece
haber entre la lnea
dura y la reformista
vemos que existe
una continuidad en el
programa de ambos
espacios, que deriva
en la necesidad del
acuerdo con EE.UU.
Contacto: estelaymanuel@yahoo.com
2
Laboratorio de Anlisis Poltico
Observatorio
Marxista de
Economa
www.ceics.org/ome - observatorio@ceics.org.ar
Un acercamiento a la magnitud real del desempleo a travs de la Encuesta Permanente de Hogares
Cuntos
Nicols Villanova
Oficina de Estadsticas
Sociales -CEICS
Cerca de 5 millones
Teniendo en cuenta estos criterios,
aunque se trate de una estimacin
conservadora de la magnitud real
del desempleo, el porcentaje de
desocupacin durante el ao 2014
sera de casi el 25% de la PEA.
Esta cifra constituye ms del triple
de lo que registra el INDEC como
desempleados (ver grfico). Si a
ese porcentaje lo proyectamos a la
poblacin total urbana, siguiendo
los mismos criterios que utiliza el
organismo de estadsticas oficiales
con los cuales estima, por ejemplo,
2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014
La cantidad real de
la desocupacin es
subestimada por el
INDEC. Aqu esbozamos
un registro ms realista
del desempleo que,
durante el ao 2014,
se aproxima a las 4,6
millones de personas.
Todo un sntoma de
las tendencias a la
descomposicin del
capitalismo argentino.
Por otra parte, con
hacer cumplir la jornada
de 8 horas, se reducira
el desempleo real a la
mitad.
hay?
Del galpn
Camilo Robin
OME-CEICS
1990
1995
2000
2005
Argentina
Fed. Rusa
Brasil
Mxico
Unin Europea
China
2010
2013
EEUU
1990
1995
2000
2005
2010 2012
Argentina
Francia
China
Brasil
Polonia
Blgica
Pases Bajos
EEUU
No solo la produccin de
granos se expandi en
la post-convertibilidad,
sino tambin la de pollos
parrilleros, que logr
abastecer al mercado
interno y generar saldos
exportables, aunque no
logra posicionarse como
un exportador de peso.
Gabinete de
Educacin
Socialista
www.ceics.org/ges - ges@ceics.org.ar
Cuando la miseria
Condiciones edilicias de las escuelas de Misiones (2004- 2015)
Sandra Cubilla
GES - CEICS
La dcada de la mentira
Aunque el gobierno se llene la boca con cifras que parecen demostrar lo contrario, actualmente la
situacin no ha mejorado. Si bien,
durante los ltimos aos la cantidad de noticias sobre infraestructura ha disminuido (porque, de
hecho, ha cedido lugar a otras problemticas escolares como la violencia), este tema no ha dejado de
tener un lugar importante en las
reivindicaciones de los sindicatos
docentes opositores de Misiones.
Hoy por hoy no solamente siguen
El gobierno provincial,
en sintona con el
kirchnerismo, intenta
convencernos de
que su poltica ha
priorizado la inversin
en materia educativa.
No obstante, la
realidad material
de las escuelas
demuestra lo
contrario.
existiendo las escuelas rancho, sobre todo en las localidades del interior (tres escuelas de San Pedro,
el Bop 76 de El Soberbio, Escuela
bilinge 909 de San Ignacio y tantas otras), sino que persisten instituciones que alquilan edificios,
establecimientos compartidos a
contra turno, carencia de personal de limpieza fijo, falta de lugar
adecuado para realizar actividades
fsicas y deportivas, etc. Tambin
persisten colegios que realizan el
mantenimiento solo con los ingresos de la cooperadora, por lo tanto, aquellos sectores que no pueden pagarla ven empeoradas las
condiciones en las que sus hijos
se educan. Se trata, en su mayora, de contextos en extremo riesgosos, inadecuados para desarrollar
una relacin educativa al no contar
con los medios necesarios. Vemos
entonces que la mentada transformacin educativa de la ltima
dcada tiene tan poca relacin con
la realidad, como el clebre cinco
por ciento de pobreza manifestado por la misma Cristina das atrs
ante la FAO. Anuncios como stos
representan la misma verborragia
que caracteriza a todo el arco oficialista: impresionar con nmeros
sin contenido real.
Notas
1
Vase El Territorio 19/12/2005
2
https://goo.gl/BaKojn
3
Cabe aclarar que una institucin
educativa reconocida dentro del
Consejo General de Educacin
no necesariamente se corresponde con un edificio escolar. Existen edificios en los cuales funcionan ms de una institucin, como
as tambin varias aulas o escuelas
satlites que corresponden a una
misma figura educativa.
4
Programa lanzado oficialmente
en 2004, en conjunto con el Ministerio de educacin y de Planeamiento Federal para la construccin de 700 escuelas repartidas en
todo el pas. Con una inversin estimada de 1.000 millones de dlares, el 50% fue aportado por el
BID (Banco Interamericano de
Desarrollo).
llamadas escuelas rancho o quincho (repartidas a lo largo del territorio provincial) dependiendo de si
sta contaba o no con estructuras
que cumplan la funcin de paredes. Los municipios que presentaban mayores problemas en materia de infraestructura escolar eran
(y lo siguen siendo) Posadas, Ober, Montecarlo, Eldorado y Puerto Iguaz, es decir, las ciudades con
mayor densidad poblacional de la
provincia
Otro factor comn por estos aos
en la provincia remitan a los casos
en que, directamente, no se contaba con un edificio de ningn tipo
y las instituciones se refugiaban
en otros espacios. Durante el 2007
podemos considerar como ejemplo
tpico a la Escuela 164 de Puerto
Iguaz que, por falta de respuesta
a sus necesidades, decidi mudarse
al camping municipal para continuar con sus actividades. Otro caso es el de la Escuela especial 16
de Puerto Piray, la cual luego de
un incendio que destruy su local,
funcionaba en un correo que, adems de tener alimaas de todo tipo, corra peligro de derrumbe.
En el 2008 siguen las mismas problemticas. La lista es extensa y encontramos, por ejemplo, al Bolp 10
de Ober dando clases en un club
de futbol por la paralizacin de las
obras comenzadas el ao anterior,
o a la Escuela 444 de Posadas funcionando en el predio de un hogar
de da por falta de local propio.
Eldorado, uno de los municipios
ms poblados del norte de la provincia, lidera el ranking de noticias
sobre el deterioro de sus escuelas
en 2009: la Normal 11, la Escuela
indispensable para trabajar normalmente. Estas carencias y problemticas son moneda corriente
en la cotidianeidad escolar. Es un
hecho naturalizado que los maestros y profesores dispongan de sus
propios ingresos para comprar los
materiales mnimos para ensear;
o que a la hora de la limpieza de
sanitarios y aulas, son los padres,
docentes y alumnos quienes llevan adelante esta tarea, cuando no
son los encargados de construir sus
propias escuelas. Es el caso del Aula satlite de la Escuela 735 (Eldorado), la Escuela 48 y la 42 de
Adultos (Posadas), la Escuela de
artes y oficios donde tambin funcionara el Instituto Superior Tcnico Urugua-. (Puerto Libertad)
y otros lamentables ejemplos de la
miseria naturalizada.
A esta altura, podramos preguntarnos qu hace el gobierno ante
tantas carencias. Se pueden ver, a
lo largo de este periodo, verdaderas crnicas que reconstruyen aos
de reclamo por la construccin
de una nueva escuela y la indiferencia total de las autoridades. La
Escuela 694 de Puerto Iguaz, por
ejemplo, comenzaba en 2006 una
seguidilla de huelgas, audiencias,
tomas de edificios pblicos, como
el Ministerio de Educacin, que se
sucedieron sin tener soluciones de
ningn tipo. Recin en marzo del
2011 se inaugura el nuevo edificio
escolar. La misma suerte corrieron
los padres y docentes de la Escuela 434 de Montecarlo cuyos reclamos se extendieron por ms de tres
aos, la Escuela 802 de Ober, la
EPET 1 de Posadas, la Escuela
467 de Caraguatay, la Escuela 285
y el Bolp 5, ambas de Candelaria.
Y la lista sigue.
Muchas veces las obras se paralizan por falta de pagos a los obreros
de la construccin; otras situaciones ms lamentables todava son
aquellas en que los edificios recin construidos presentan serias
fallas. Tal es el caso de la Escuela 605 de El Soberbio y la Escuela
730 de Posadas, ambas obras enmarcadas dentro del Plan 700 escuelas4 y financiadas con fondos del
BID (Banco Interamericano de
Desarrollo).
Juntos pero
La unin de los
gremios docentes
y de trabajadores
agrarios tiene como
objetivo subsanar su
debilidad numrica,
pero son incapaces de
reconocer que el estado
actual de las cosas
no responde a la mala
administracin de uno
u otro gobierno sino
a intereses de clase.
Esa unidad corporativa
limitada expresa
la fragmentacin
ideolgica del
proletariado frente a la
burguesa.
Exequiel Ferreyra
GES - CEICS
La relacin entre docentes y tareferos se da en el marco de lazos gremiales dentro de la CTA michelista, cuando se incorporan a esta
central el Sindicato de Tareferos de
Montecarlo, creado en el 2009, y el
MPL, miembro de la Federacin
Nacional Docente (FND), desde el
2012. Desde entonces, la accin se
da en el marco de la CTA. El 19
de diciembre de 2012, por ejemplo, durante una jornada de paro
decretado por la CTA, ambos gremios mantuvieron un corte en la
Ruta Nacional 12 a la Altura de
Montecarlo. Luego de cinco horas, el MPL accede a una audiencia
con el Consejo General de Educacin (CGE), en la cual se resolvi
la continuidad de los docentes suplentes, para los casos de licencias;
el pago de proporcionalidad de
CLSICO PIQUETERO
Los comunistas alemanes, de quienes debemos hablar ahora, no se llaman izquierdistas, sino oposicin de principio, si no me
equivoco. Pero que tienen todos los sntomas
de la enfermedad infantil del izquierdismo,
se ver por lo que sigue.
El folleto titulado Una escisin en el Partido
Comunista de Alemania (Liga de los espartaquistas), que refleja el punto de vista de
esta oposicin y ha sido editado por el Grupo local de Francfort del Meno, expone con
sumo relieve, exactitud, claridad y concisin
la esencia de los puntos de vista de esta oposicin. Algunas citas sern suficientes para dar
a conocer al lector dicha esencia:
se ha manifestado el divorcio entre los jefes y la masa en todos los pases. La causa
principal de este fenmeno ha sido explicada
muchas veces por Marx y Engels, de 1852 a
1892, tomando el ejemplo de Inglaterra. La
situacin monopolista de dicho pas dio origen al nacimiento de una aristocracia obrera oportunista, semi pequeoburguesa, salida de la masa. Los jefes de esta aristocracia
V. I. Lenin
(1870-1924)
libre y regular de los jefes por los congresos reglamentarios del Partido, a la comprobacin cmoda de la composicin de clase de
este ltimo por medio de elecciones al parlamento, los mtines, la prensa, el estado de
espritu de los sindicatos y otras asociaciones, etc. Cuando ha sido preciso, en virtud
de la marcha borrascosa de la revolucin y
el desenvolvimiento de la guerra civil, pasar
rpidamente de esta rutina a la sucesin, a la
combinacin de la legalidad y la ilegalidad,
a los procedimientos poco cmodos, no
democrticos, para designar, formar o conservar los grupos de dirigentes, la gente ha
perdido la cabeza y ha empezado a inventar
un monstruoso absurdo.
Por otra parte, salta a la vista el uso irreflexivo y arbitrario de algunas palabras de moda
en nuestra poca, como la masa, los jefes.
La gente ha odo muchos ataques contra los
jefes y se los ha aprendido de memoria, ha
odo cmo les oponan a la masa, pero no
se ha tomado el trabajo de reflexionar acerca
del sentido de todo esto.
Al final de la guerra imperialista y despus de
ella, es cuando con ms vivacidad y relieve
Notas
*Extracto de La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo, Cap. V.
1
Idioma creado por el sacerdote alemn
Johann Martin Schleyer en 1879.
Julio-agosto de 2015
35
r r
NOVEDADES
Literatura y revolucin
Len Trotsky
Ianina Harari
A media mquina
Nicols Villanova
Cirujas, cartoneros y
empresarios
Len Trotsky
Historia de la
revolucin rusa
R. Monti, W. Operto,
P. Esteve
Mscaras Rojas
El teatro poltico
en los 70
Cyril L. R. James
Los jacobinos negros
Daniel Pereyra
Memorias de un
militante
internacionalista
La nueva y ms completa
edicin en castellano del
clsico de Len Trotsky. Una
versin traducida
directamente del ruso, que
recupera textos inditos.
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