Habit Os Aliment A Rios Bim Bela
Habit Os Aliment A Rios Bim Bela
Habit Os Aliment A Rios Bim Bela
2014; 34(2):37-44
DOI: 10.12873/342bimbela
Artculo Original
RESUMEN
Introduccin: La modificacin de los hbitos higinico-dietticos y de actividad fsica en el paciente
obeso es clave para el logro y mantenimiento de los resultados a largo plazo. Por ello, conocer y detectar la
variacin de los hbitos de vida tras el tratamiento de
la obesidad, puede orientar al profesional de
Enfermera de Atencin Primaria.
Hiptesis: Existe modificacin de las costumbres
higinico-dietticas de pacientes adultos obesos en un
programa dietoterpico de una consulta de enfermera
de Atencin Primaria.
Objetivos: Comparar los hbitos de vida antes y
despus de un programa de prdida de peso en una
consulta de enfermera de Atencin Primaria para estimular en el paciente el mantenimiento de los logros y
orientar la educacin a la correccin de los errores.
Resultados principales: Existen mayores modificaciones relacionadas con la cantidad de la racin que
con la frecuencia de consumo. Otros aspectos como
cocinar por s mismo, comer fuera de casa o ir al
trabajo a pie no sufrieron variaciones. En cambio, realizacin habitual de actividad fsica que, obtuvo previamente contestaciones negativas de los pacientes seleccionados en el 43,59% (17 personas), al finalizar lo
fueron en el 0% de las personas. Adems, n de ingestas diarias <3 o comer entre horas, disminuy
cada uno en un 33,33% y 12,82% desde el comienzo.
Correspondencia:
Mara Teresa Bimbela Serrano
tbimbela@unizar.es
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ESTUDIO
DE HBITOS ALIMENTARIOS DENTRO DE UN PROGRAMA DIETOTERPICO PARA PRDIDA DE PESO EN LA CONSULTA DE ENFERMERA DE ATENCIN PRIMARIA
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NUTRICIN CLNICA
INTRODUCCIN
La alimentacin se ha relacionado con la causa de la
enfermedad desde los orgenes de la Medicina. Durante
las dcadas de 1960 y 1970 aparecieron las primeras
bases slidas que relacionan diferentes aspectos de la
alimentacin con el origen y desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
Posteriormente, se vincul con la mayor parte de las
patologas crnicas prevalentes (obesidad, diabetes, hipertensin)1 y enfermedades cardiovasculares de los
pases desarrollados, siendo estas ltimas la primera
causa de muerte prematura as como un gran nmero
de incapacidades2-3.
La obesidad es considerada como la epidemia del siglo XXI por su gran crecimiento afectando a edades
muy tempranas. Segn la Organizacin Mundial de la
Salud (OMS), durante 2008 el nmero de obesos espaoles mayores de 20 aos alcanz el 24,9% en hombres y el 23,0% en mujeres. Estas cifras son consideradas muy elevadas, y ms al ser comparadas con ndices
de otros pases del mundo. La mortalidad mundial por
sobrepeso u obesidad es de 2,8 millones de personas/ao4-5. Y en el periodo 2011-2012 el INE estim el
sobrepeso y la obesidad de la poblacin espaola mayor de 18 aos en un 53,7% (63,2% varones y 44,2%
mujeres)6.
Se estima que en 2015 habr alrededor de 2300 millones de adultos con sobrepeso y ms de 700 millones con
obesidad7, y en 2030 siete millones las personas fallecern a causa de enfermedades no transmisibles debido
a factores de riesgo como el sedentarismo, el sobrepeso
o la obesidad. Adems, el gasto de salud de una persona
obesa se estima en un 25% ms que otra persona con
normopeso, estimando la obesidad en un 5-10% del
gasto sanitario total de los pases de la OCDE8.
La aparicin de la obesidad puede surgir por factores
genticos, socioeconmicos, psicolgicos, hormonales,
farmacolgicos9 pero los hbitos de vida siguen
siendo la causa que determina principalmente su aparicin. La modificacin de los hbitos higinico-dietticos
en estos pacientes, entre los que se incluye la actividad
fsica, es clave para el logro y mantenimiento de los resultados a largo plazo.
Para poder determinar si un paciente tiene normopeso o no segn su IMC, se emplean clasificaciones
como la elaborada por la SEEDO (Sociedad Espaola
para el Estudio de la Obesidad) en 200010.
DIETTICA HOSPITALARIA
Desde hace aos existen distintas estrategias destinadas a modificar tanto los hbitos alimentarios de las
personas como sus patrones de actividad fsica mediante equipos multidisciplinares donde enfermera
lleva a cabo tanto el tratamiento como el seguimiento
de los pacientes obesos10. Y se considera de especial
importancia la labor de la enfermera de Atencin
Primaria en el seguimiento del tratamiento por tener
una gran accesibilidad y longitudinalidad11.
El aprendizaje de ciertos conocimientos como las bases de la alimentacin equilibrada y sus efectos sobre
la salud, las consecuencias del sedentarismo, la actividad fsica apropiada para cada persona, as como lograr
el compromiso para mantener una alimentacin saludable y una actividad fsica constante son elementos clave
en la educacin para la salud12 Todo ello puede ayudar
a una mayor calidad de los resultados de promocin y
prevencin de la salud as como la motivacin del profesional a largo plazo.
Mediante el presente estudio se tratar de determinar si existe alguna modificacin entre los hbitos
previos de los pacientes y despus de un proyecto piloto con adultos de una consulta rural de enfermera
de Atencin Primaria de la Comarca del Matarraa
(Teruel), puesto que los resultados podran servir de
ayuda al profesional en la orientacin del proceso
educativo.
OBJETIVOS
Comparar entre los hbitos de vida previos y despus
de un programa de prdida de peso en una consulta de
enfermera de Atencin Primaria para estimular en el
paciente el mantenimiento de los logros y orientar la
educacin a la correccin de los errores.
MTODOS
Estudio prospectivo de intervencin cuasiexperimental
realizado desde Enero de 2012 a Diciembre de 2013 con
un grupo de pacientes de la consulta de enfermera de
un Centro de Salud rural de la provincia de Teruel. El proyecto piloto estuvo compuesto por 50 pacientes (26 hombres y 24 mujeres) con estudios bsicos de 35 a 65 aos,
edad media 54,84 aos ( 8,04 DT) e IMC 33,52 kg/m2
(3,43 DT). Se les elabor un tratamiento personalizado
consistente en: dieta hipocalrica, actividad fsica y sesiones de educacin y se evalu a los pacientes con: Test
sobre Obesidad incluido en la Gua de Actuacin Clnica
en Atencin Primaria de la Generalitat Valenciana13 y
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ESTUDIO
DE HBITOS ALIMENTARIOS DENTRO DE UN PROGRAMA DIETOTERPICO PARA PRDIDA DE PESO EN LA CONSULTA DE ENFERMERA DE ATENCIN PRIMARIA
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NUTRICIN CLNICA
DIETTICA HOSPITALARIA
DE
Aceite
15,83 g/da
6,68
0,005
Aceitunas
17,08 g/da
7,52
0,004
11,25 g/semana
5,27
< 0,001
50,00 g/da
23,83
0,001
Pasteles
Patata
DE
Aceite
18,33 g/da
5,16
< 0,001
Aceitunas
18,33 g/da
8,16
0,003
7,50 g/semana
4,18
0,005
Patata
62,50 g/da
26,22
0,002
Vino/cerveza
50,00 ml/da
27,38
0,005
Frutos secos
20,83 g/da
8,01
0,001
Edulcorantes
1,83 unidades/da
0,75
0,002
Pasteles
DE
Aceite
13,33 g/da
7,52
0,005
Aceitunas
15,83 g/da
7,35
0,003
15,00 g/semana
3,16
< 0,001
37,50 g/da
13,69
0,001
Caramelos
1,83 unidades/da
0,40
< 0,001
Chocolate
11,66 g/da
5,16
0,003
Bizcocho
12,50 g/da
6,12
0,004
Pasteles
Patata
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ESTUDIO
DE HBITOS ALIMENTARIOS DENTRO DE UN PROGRAMA DIETOTERPICO PARA PRDIDA DE PESO EN LA CONSULTA DE ENFERMERA DE ATENCIN PRIMARIA
Los hbitos alimentarios han sufrido mayores modificaciones en la cantidad que en la frecuencia puesto que
en el segundo caso, los resultados iniciales resultaron
bastante prximos a las recomendaciones de las guas
alimentarias.
HOMBRES
MUJERES
DIARIO
SEMANAL
MENSUAL
ESPORDICO
CAF. NATA.
NUNCA
HOMBRES
MUJERES
SEMANAL
MENSUAL
ESPORDICO
NUNCA
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NUTRICIN CLNICA
cionados con la evolucin de hbitos alimentarios: cocinar por s mismo, comer fuera de casa o ir al trabajo a pie no sufrieron una modificacin estadsticamente significativa tras realizar el programa (aceptacin
de hiptesis nula al obtener > 0,05).
En cambio, se obtuvieron resultados estadsticamente significativos ( 0,05) en cuestiones como
nmero de ingestas diarias inferior a 3 o comer entre horas, disminuyendo cada uno en un 33,33%
(Valor estadstico Chi2 de Pearson= 26,44 y p= 0,000)
y 12,82% (Valor estadstico Chi2 de Pearson= 22,95 y
p= 0,000) respectivamente en comparacin a las respuestas obtenidas al tratamiento. Tambin se observ
un cambio notable en el apartado realizacin habitual
de actividad fsica, que obtuvo previamente al tratamiento contestaciones negativas de los pacientes seleccionados en el 43,59% (17 personas), mientras que al
finalizar el estudio lo fueron en el 0% de las personas,
aunque no se calcul ningn estadstico por ser considerada esta pregunta una constante en la segunda evaluacin realizada.
DISCUSIN
Aunque se ha establecido que el 61,4% de la poblacin consume fruta a diario, y el 45,8%, verduras20,
este porcentaje puede verse infravalorado en las poblaciones rurales que disponen de cosecha propia, puesto
que el 100% de los participantes de este estudio y sus
familiares, dicen consumir a diario frutas y verduras.
Por otra parte, a pesar de que se calcula que el
12,5% de la poblacin consume refrescos con azcar
a diario20, en este grupo de poblacin no se observa
tal consumo pero s hay un consumo diario de otro
tipo como bebidas con baja graduacin (vino/cerveza)
en el caso de los hombres e infusiones en el caso de
las mujeres.
Tambin, cabe recordar que los desequilibrios nutricionales pueden estar provocados tanto por aspectos
de la dieta relacionados con la estructura [], como
determinantes cuantitativos [], siendo tal su relevancia en la actualidad que, incluso ciertos programas de
Nutricin y Salud Pblica han reorientado su planteamiento con este nuevo enfoque21-22. En este grupo, los
hbitos alimentarios han sufrido mayores modificaciones en la cantidad que en la frecuencia puesto que, en
el segundo caso, los resultados iniciales resultaron
bastante prximos a las recomendaciones de las guas
alimentarias.
DIETTICA HOSPITALARIA
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