C. S. Lewis - Manuel Lasanta
C. S. Lewis - Manuel Lasanta
C. S. Lewis - Manuel Lasanta
LEWIS,
UN ANGLICANO UNIVERSAL
Manuel Lasanta
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LA FE DE C. S. LEWIS
C. S. Lewis es reivindicado hoy por diferentes
sectores del cristianismo como el mayor defensor
moderno de la fe cristiana. Este escritor anglicano
del Ulster era un ateo convencido cuando lleg a
la Universidad de Oxford, pero se convirti por
medio del catlico J. R. R. Tolkien en un ferviente
creyente. Hoy muchos le consideran como el
paradigma del cristianismo evanglico. Para otros
es el principal pensador con el que cuenta el
catolicismo. Cul era realmente su teologa?
Antes de nada tenemos que darnos cuenta que
Lewis no era telogo, ni tena formacin teolgica,
por lo que no es fcil ver en su obra una teologa
sistemtica. En su prefacio a Mero Cristianismo,
dice que su intencin es concentrarse en las
doctrinas bsicas de la fe, independientemente de
las diferencias entre una y otra confesin eclesial:
Los asuntos que dividen a los cristianos a
menudo tienen que ver con puntos de teologa
avanzada o an de historia eclesistica, cosas que
nunca deberan ser tratadas sino por verdaderos
expertos. Tales aguas son demasiado profundas
para m; en ellas tengo ms necesidad de ser
ayudado, que capacidad para prestar ayuda.
As, en El problema del dolor, advierte a todo
telogo que lea estas pginas que notar que
constituyen la obra de un laico y de un aficionado.
Pero, aunque Lewis no era telogo, le gustaba la
teologa; y, como todo cristiano, tena una teologa:
En cuanto a mis propias creencias, no hay ningn
secreto. Como deca mi to Toby: estn escritas
en el Libro de Oracin Comn, el texto que
presenta los 39 Artculos de Fe del anglicanismo.
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El
hombre
moderno,
consciente
o
inconscientemente, asume que todas las cosas
pueden explicarse por lo impersonal ms tiempo
ms casualidad. Pero entonces el ser humano y
sus aspiraciones estn totalmente alienados de
todo lo que existe. Simplemente no hay nada en
el universo, nadie que corresponda a lo que somos
y sentimos. Este es el dilema.
Porque el ser humano tiene su humanidad, su
calidad de persona. El verdadero hombre desea
que su amor sea algo ms que meterse en la
cama con una mujer; que la moralidad sea algo
ms que unos convencionalismos sociales; que su
importancia como ser humano consista en ser algo
ms que un simple diente en el engranaje de una
gran mquina.
Pero, segn el pensamiento
moderno, todo esto sera pura ilusin. Y puesto
que hay aspiraciones que separan al ser humano
de su universo impersonal, el hombre se
encuentra enfrentado con una enajenacin terrible.
Cuando la sociedad de hoy tiene que vrselas
con Dios y la religin, estamos en el corazn
mismo de la reflexin filosfica. No es este o
aquel punto de la religin el que se discute; es el
propio concepto de Dios y la posibilidad de su
experiencia lo que est en juego. Y qu dice la
filosofa moderna en relacin al problema de Dios?
Este es el contexto en el que puede comprenderse
la vida moderna. La sociedad ha cosechado el
fruto de su huida de la razn. De la ciencia
moderna, a la ciencia ultramoderna. Del hombre
hecho a imagen de Dios, al hombre-mquina. De
la libertad dentro de la forma, al determinismo. De
la armona con Dios, a la alienacin csmica. De
la razn, a la droga y al nuevo misticismo.
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La ley natural
Lewis consideraba fundamental defender la
existencia de una ley moral universal de las
crticas levantadas por todo tipo de relativismos.
Lewis dedic todo un libro a desarrollar este tema,
La abolicin del hombre, usando el trmino Tao
para denominar a esa ley.
Para Lewis, la
existencia de una ley natural, comn a toda la
humanidad y accesible por la razn, apunta a una
fuente sobrenatural (Dios).
El pecado
Para Lewis era fundamental recuperar el
sentido del pecado. Pensaba que haba que
dirigirse a la gente decente, orgullosa de s misma,
porque no robaba ni mataba, y mostrarle su
orgullo, avaricia y envidia. En su obra Cartas de
un diablo a su sobrino, le criticaron porque en un
tiempo de guerra y nazismo, no hablara ms que
de glotonera, egosmo y orgullo espiritual. Pero,
en esto, Lewis era ms sabio que sus crticos: No
importa lo leves que puedan ser sus faltas, con tal
de que su efecto acumulativo sea empujar al
hombre lejos de la luz y al interior de la Nada. El
asesinato no es mejor que la baraja para lograr
ese fin, si la baraja es suficiente para lograr este
fin. De hecho, el camino ms seguro hacia el
infierno es el gradual, la suave ladera, blanda bajo
los pies, sin giros bruscos ni sealizaciones.
Para Lewis no haca falta buscar el pecado en
los titulares de la prensa, porque estaba presente
en cada corazn. Como haca Francis Schaeffer,
si tena diez minutos para hablar con alguien,
utilizaba ocho para hablar del problema y slo dos
de la respuesta. Por qu? De qu sirve hablar
de la respuesta si no sabemos la pregunta?
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La fe es sobrenatural o no es nada
Una de sus crticas ms demoledoras es la que
hace al liberalismo teolgico. Su respuesta a la
crtica bblica alemana es que intenta desmitificar
el contenido del Evangelio, sin saber siquiera lo
que es un mito. Por ello ataca a Rudolf Bultmann
en su propio terreno: la crtica literaria: Si me dice
que algo de un evangelio es una leyenda o un
romance, quiero saber cuntas leyendas y
romances ha ledo, cmo de bien ha sido formado
su paladar para detectarlas por el sabor, no
cuntos aos se ha pasado con este evangelio.
Segn Lewis, estos crticos quieren que
creamos lo que ellos pueden leer entre lneas,
cuando ellos son incapaces siquiera de leer lo que
dicen las lneas. Por eso se enfrent a los
telogos liberales que eliminaban lo sobrenatural
del cristianismo (milagros) y renegaban de la
historicidad de los hechos relacionados con Cristo
(nacimiento
virginal,
muerte
expiatoria
y
resurreccin corporal).
Intentar predicar un cristianismo que niega los
milagros, produce religiosos o ateos, pero nunca
cristianos. Particularmente sutil es, por eso, la
stira que hace del protestante liberal que va
camino del infierno en el autobs de El gran
divorcio, ya que en esta historia, llena de
inteligentes imgenes y fina irona, hay un pastor
que va all a dar una conferencia sobre cmo
hubiera evolucionado la teologa de Jess, si
hubiera vivido ms tiempo!
Por otra parte, Lewis reconoci los problemas
de la historicidad del Antiguo Testamento, y
renunci a una teora fundamentalista y a la
inerrancia bblica.
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La Biblia
Respecto a la Biblia, se ha afirmado que Lewis
no era conservador, ya que crea que el Antiguo
Testamento contena elementos fabulosos, como
los relatos de No, Job o Jons, aunque
consideraba las crnicas de la corte de David tan
fidedignas como la historia de Luis XIV. La verdad
es que apreciaba ms el Nuevo Testamento,
puesto que, como l mismo deca: contiene
principalmente enseanza, no narrativa. Pero
cuando hay narrativa, era, en su opinin, histrica.
Es interesante que lo nico que escribi sobre
el Antiguo Testamento fue Reflexiones sobre los
Salmos, donde anima a leer el Antiguo
Testamento, ya que es citado en el Nuevo
Testamento constantemente por nuestro Seor,
quien repite, refuerza, contina y sublima la tica
juda, y cmo rara vez introduce una novedad.
Bsicamente estaba de acuerdo con Dorothy
Sayers en que si te aferras a los Evangelios y los
Credos, no puedes equivocarte mucho.
Pero Lewis, siguiendo a san Jernimo, se alej
de las interpretaciones literales bblicas, como el
de la creacin, llegando a aceptar la evolucin: Si
al sealar que el ser humano ha ido ascendiendo a
partir de un estado de brutalidad queremos decir
simplemente que desciende fsicamente del
animal, no tengo objecin al respecto.
Para Lewis, la Biblia ni es (fundamentalistas)
ni contiene (liberales) la Palabra de Dios, ms
bien la transporta en lo que ha sido denominado
un envoltorio literario, mediante un proceso en el
cual Dios ha obrado, no solamente en los autores
originales, sino en toda la cadena de transmisin
que trae la Biblia ahora a nuestras manos.
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Liberales y fundamentalistas
Desde su conversin, Lewis adopt un
cristianismo tradicional, lo que le llev a
enfrentarse directamente con las predominantes
posturas liberales de su entorno y que finalmente
arrasaron en su Iglesia Anglicana. Pero aunque
esto puede estar detrs de gran parte de su xito,
Lewis se situ muy lejos de las posturas
fundamentalistas, que rechaz explcitamente en
su obra Reflexiones sobre los salmos.
Fundamentalistas se llamaban a s mismos
algunos grupos evanglicos norteamericanos de
principios del siglo XX, grupos que decan
defender las doctrinas fundamentales en contra de
los ataques del liberalismo. Lewis, desde luego,
comparte con ellos tal defensa. Dnde radica
entonces su diferencia respecto de los
fundamentalistas?
Lo que en realidad les
reprocha no es su actitud crtica respecto de la
modernidad, sino el hacer la crtica desde una
posicin inconscientemente moderna. Lo que le
molesta a Lewis es la aparente creencia en que la
revelacin sera entregada como una luz no
refractada, que nos entrega la verdad ltima en
forma sistemtica algo que pudiramos reducir a
tablas para confiar en ello como en la tabla de
multiplicar.
As, aunque comparta con el
fundamentalismo
muchas
verdades,
se
distanciaba del mismo claramente en el modo en
que crea que llegamos a acceder a ellas.
En carta a Dom Bede Griffiths le dice que est
acostumbrado al respeto y a la cortesa tanto de
parte de ateos como de catlicos, pero que de
parte de cristianos liberales y modernistas doy por
sentada la amargura y el rencor.
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La persona de Cristo
En la idea cristiana de Lewis es central su
afirmacin de la divinidad de Cristo. Refuta a
quienes afirman que Jess fue un mero maestro
de moral, pues dijo cosas incomparables. Por eso
slo podemos concluir que l fuera un luntico, un
mentiroso, o quien deca ser: el eterno Hijo de
Dios.
Por eso Lewis crey firmemente tanto en la
historicidad de Jess como en su divinidad. Uno
de sus ms famosos textos al respecto fue el
trilema.
El destino eterno
Lewis presenta el cielo como un lugar de todo
valor y contentamiento. Si leemos la historia,
observaremos que los cristianos que ms hicieron
por el mundo presente fueron, precisamente, los
que ms se ocuparon del venidero, escribe en
Mero cristianismo.
Es desde que los cristianos han dejado de
pensar en el otro mundo, que han llegado a ser
infelices en este. Por lo que: Aspiren al cielo!, y
obtendrn la tierra por aadidura. Aspiren a la
tierra!, y no obtendrn ni lo uno ni lo otro, aade
Lewis.
Est claro que Lewis no fue universalista.
Sobre el infierno escribe: No hay doctrina alguna
que con mayor gusto eliminara yo del
cristianismo, si de m dependiera. Pero cuenta
con el pleno respaldo de la Escritura y, sobre todo,
de las propias palabras de nuestro Seor.
Adems, siempre ha sido sostenida por la
cristiandad y, finalmente, cuenta con el apoyo de
la razn.
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