Fenomenología de Los Celos
Fenomenología de Los Celos
Fenomenología de Los Celos
Para Platn los celos se hallan entre aquellos estados psquicos en los que el hombre se
encuentra bajo la determinacin de la pasin.
Como la nostalgia, la envidia, el Eros; es la pasin un Pathos. El ser que sufre reclama
algo que le es imprescindible para colmarse, en la ausencia de ese algo, queda el vaco.
El s mismo (seIf) queda reducido.
Celotipia deriva del griego Zeo (hiervo, ardo, me enfurezco, me quemo, estoy en
ebullicin). Celotipo o celoso es ser-golpeado por algo ardiente.
Con respecto al contenido o tema de los celos se da una variedad.
El hombre puede estar celoso del prestigio, del xito, de la gloria, del poder, de la
cercana de Dios, etc.; que un rival le amenaza.
Puede, por supuesto, estar celoso de una mujer cuyo amor amenaza con desviarse hacia
otro.
Siempre que aparecen los celos, algo que me pertenece sin discusin o algo que
considero, creo o anticipo como propio, amenaza con perderse en manos de otro.
No ocurre as con la envidia.
En la envidia deseo-poseer algo que legtimamente pertenece a otro.
Los motivos pueden ser los mismos: amor, rango, prestigio, poder, valoracin, etc.;
pero, la flecha intencional est dirigida a querer-tener lo que de modo primario se halla
en manos de otro y cuya pertenencia le envidio.
Esto es capital para comprender la esencia de los celos, estos no son un querer-tener lo
que a otro corresponde, eso es envidia.
Los celos son un querer-retener, un no-querer-perder aquello que considero en absoluto
y sin discusin como mo.
Ahora bien, si el motivo de mis celos se pierde en manos del otro, el rival, ya no puedo
hablar de celos, lo cierto es que el celar se agota con la certeza de la prdida para ceder
el paso a sentimientos de frustracin, desprecio y venganza.
Tellenbach (1969) nos ense que lo que hace la intranquilidad del celoso es la
indecisin, la agona entre la posibilidad de la prdida y nuestro deseo de evitarla.
A quien se vigila celosamente no es al rival, sino, que vigilo celosamente aquello que
me pertenece. Esto explica el hecho de que a pesar de todas las experiencias vivenciadas
en el Delirio Celotpico, como la vergenza, la indignacin y la ira contenida ante la
supuesta infidelidad; el paciente no inicie medidas para evitar los hechos o sorprender a
la pareja infiel.
Otro hecho importante es que para que tome a alguien como rival, el celoso debe
reconocerle igualdad de cualidades e incluso verle como superior, reconocerle como
digno de disputarle algo que le pertenece.
Una de mis pacientes, 50 aos de edad, 25 aos de casada y 4 hijos, me refiere: Estoy
llegando tarde a las citas porque ahora mi esposo me trae l mismo es que hace
quince das que bot al chofer que ya tena dos aos conmigo yo que estaba
acostumbrada con l, me hacia todas las diligencias. Al preguntarle los motivos por los
que se despidi al chofer, responde: mi marido dijo que no le gustaba la confianza que
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estaba cogiendo con las sirvientas y con mis hijos. Le pregunto si no habra algo de
celos respecto a ella misma y me responde con asombro: con el chofer? No, no creo
que mi marido me cele con un chofer Ah s me ofendo yo.
Friedman (191 1) seala que el celoso toma al rival solamente por su posibilidad de
competir. Por eso lo ilustr con el ejemplo del cochero: Se rebajar tanto el marido,
que es un seor distinguido, a tener celos de aquel criado?. Lo que surge es odio y
rechazo en forma en forma de despido.
Este es otro punto importante en la constelacin celosa, el nico que puede ser
reemplazado es el rival, el tercero en discordia, que en ocasiones ni siquiera es necesario
conocer, como en la pasin contra desconocido de Friedman.
El motivo de los celos impone lmites a la pasin.
Aquel que cela por prestigio, honor o poder se rendir ante un rival muy superior, pero,
cuando el objeto de los celos es la persona amada, nada conseguir que los celos se
disuelvan por s mismos. Slo la prdida en las manos del rival har desaparecer los
celos amorosos
Otra paciente, profesional universitaria, 31 aos de edad, soltera, viene a consulta con
un cuadro depresivo-ansioso cuya queja principal es el agotamiento. Lleva 8 aos de
relacin con un hombre casado y el cual solicita desde hace 1 ao la ruptura definitiva a
causa de los celos de la paciente (unas veces normales y la mas de las veces morbosos).
Ella relata: ay doctor, ya no puedo ms, pngame a dormir aunque sea por una
semana lo que pasa es que cuando se me mete en la cabeza que l anda con otra, me
entra un desasosiego que tengo que dejar lo que est haciendo para ir buscarlo por toda
la ciudad, no importa que sea de madrugada, salgo en el carro y paso por su casa, si el
carro de l est en el parqueo me voy tranquila a mi casa pero, ay si ese carro no
est comienzo como una loca a buscarlo donde los amigos, los restaurantes que l
visita, por el malecn, a ver si veo el .0 si no. cojo para los moteles, buscando como
una loca sudo se me sale el no puedo respirar piso el acelerador y no me doy
cuenta a veces llego agotada de tanto buscar, a veces, hasta las 4 o 5 de la madrugada.
. .no porque quiera, sino, para estar a las 8 de la maana en el trabajo eso es los das
de trabajo, porque si es fin de semana amanezco dando vueltas hasta que lo encuentro o
l vuelve a su casa. Cuando lo encuentro en un sitio pblico yo no hago escndalos
me siento donde l me vea y ya l sabe bueno, a veces l se despide y se va a la
casa otras veces se sienta conmigo a convencerme de que me vaya a dormir
entonces lo obligo a que se vaya conmigo a un motel.
En esto se sufre mucho he estado a punto de matarme hace un tiempo como a la
una de la madrugada, lo buscaba por el malecn y vi un carro parecido al suyo lo
persegu y el del carro aceler mucho y yo ms me le pegaba, pero, se me iba hasta
que me sal del carril y me cruc a la va contraria y por poco me vuelco me asust
tanto que el carro se me apag y me qued un rato llorando y me fui a casa.
A pesar de que la paciente mejor mucho con psicoterapia, antidepresivos y ansiolticos,
la relacin se perdi; obviamente, por la conducta celosa de la paciente y a que el
hombre no pudo soportar el sobresalto de sentirse perseguido a toda hora. El nunca
acept ir a la consulta.
Esta paciente ha sido muy importante para m porque me aclar una cuestin que se me
haba convertido en un problema: Por qu las amantes no celan con relacin a las
esposas? La sencillez de la respuesta fue como un rayo de luz.
Bueno, ella no me importa l no la quiere. Est con ella por los hijos adems, se
ve que ella no es mejor que yo esa no puede conmigo.
Entonces comprend claramente: La amante no cela por motivo de la esposa. Esta es
percibida por aquella como un ser inferior, es un rival vencido. No puede venir a
disputarle el objeto amoroso.
Esto se afianza con las supuestas confesiones ntimas del hombre sobre la incapacidad
de la esposa de satisfacerle sexualmente o la falta en prodigarle atenciones hogareas,
etc.
Es el esposo quien invalida a la esposa frente a los ojos de la amante. Pero, el celar
aparece ante la posibilidad de una nueva amante, a la que si pudiera reconocerle como
una rival, esto es, alguien con capacidad de desplazarle.
Esta paciente entabl una nueva relacin con un joven militar, soltero. Relata: Al
principio los primeros tres meses estuve feliz, pero, poco a poco me empezaron las
sospechas y la ansiedad una maana me sal del trabajo y empec a buscarlo lo
encontr iba con una mujer al lado. Yo no pude ver bien l se dio cuenta y cruz el
puente Duarte lo persegu hasta la autopista de San Isidro Ellos se metieron en
un motel y yo me par en la entrada sentada en el carro esperando que salieran me
fum una caja de cigarrillos un empleado del motel sali varias veces Parece que lo
mandaban a ver si yo estaba ah en un descuido mo ellos salieron y les ca detrs,
cruzamos de nuevo el puente y cerca de la Duarte el dobl y la dej, yo lo vi y dej
que se fuera y me fui detrs de la mujer muy despacio para verla bien era una vieja y
hasta gorda una mujer fea me fui y lo busqu, lo encontr donde una hermana y le
dije de todo Hasta sucio y asqueroso que esa mujer a lo mejor le daba dinero l me
dijo que no saba que yo era una loca ahora me hace mucha le ped perdn, pero, l
dice que no me quiere ver ni en pinturas Estoy muy mal.
La paciente sigue soltera con 42 aos de edad y aunque logra conseguir compaeros, la
relacin se pierde tarde o temprano.
Aqu debo puntualizar la incompatibilidad entre el celar y el amor.
Tal como apunta Tellenbach (1969) el celar no deja lugar para la ocupacin amorosa
con el otro; al contrario, este espacio es ms bien vaciado, y el otro materializado en
una posesin, sobre el que se cree tener un ttulo de derecho.
De aqu la peculiaridad querellante del celoso.
Muchas veces al celoso no le interesa la comprobacin de sus sospechas, estamos a la
puerta del delirio de celos y cuando llegamos a los celos como pathos, tocamos el
territorio de lo tico, de la libertad de eleccin.
Ahora bien, no podemos dejarnos confundir por algunos giros de la conducta del
humano en situacin de pareja.
Se da el fenmeno del no-celo, la ausencia de celos, aun en presencia de una verdadera
relacin extra conyugal; en realidad es una situacin de desinters a causa del desamor
que ha surgido en la pareja. Desinters que por lo regular dura aos antes de que
efectivamente la pareja se disuelva.
En Remedios Para El Desamor (1990) el profesor Enrique Rojas apunta que la
fidelidad se alcanza con actitudes de respeto y consideracin hacia la otra persona,
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