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que, Los decretos con fuerza de ley que profiera el Presidente de la Repblica en ejercicio
de las facultades extraordinarias en cuestin, estn sometidos al control de la Corte
Constitucional, lo que permite impedir cualquier abuso o extralimitacin por parte del
Ejecutivo. En esta materia es preciso advertir que, no obstante que se est ante una
especial habilitacin para que el Presidente de la Repblica expida normas con fuerza de
ley, que no est enunciada entre las atribuciones de control de constitucionalidad que para
la Corte Constitucional prev el artculo 241 Superior, no es menos cierto que, tal como se
expres por esta corporacin en la Sentencia C-131 de 1993, como quiera que en el Estado
de Derecho todos los poderes constituidos derivan sus competencias de la Constitucin y
sera inconcebible que un acto de un poder constituido pudiese contrariar la Constitucin y
no obstante carecer de control, debe concluirse que las normas que en ejercicio de esa
facultad expida el gobierno, estn sometidas a control de constitucionalidad, y dado que
las mismas tienen naturaleza legal, no solo porque as lo establece la norma habilitante,
sino porque ellas estn orientadas a expedir o modificar cuerpos normativos de carcter
legal, su conocimiento corresponde a la Corte Constitucional, como en diversas
oportunidades, frente a situaciones similares ha sido expresado por esta Corporacin Del
mismo modo en la Sentencia C- 971 de 2004, en donde se demandaba por sustitucin de la
Constitucin el pargrafo transitorio del artculo 3 del Acto Legislativo No 1 de 2003, que
estableca que el Congreso reglamentar las materias relacionadas con la financiacin de
los partidos y movimientos polticos en lo concerniente a las elecciones departamentales y
municipales y que si no lo hiciere en el trmino de tres meses el Gobierno Nacional dictar
un decreto con fuerza de ley antes del cierre de las inscripciones correspondientes, la
Corte declar exequible el precepto y manifest que una interpretacin integral de la
Constitucin daba lugar a que para el control de constitucionalidad de dichos decretos el
gobierno debe remitirlos a la Corte Constitucional y que en caso de que ello no ocurra as,
sta habr de aprehender de oficio su conocimiento para hacer el respectivo control
automtico integral y definitivo, debido al contenido de ley estatutaria de stos. Igualmente
en la Sentencia C-972 de 2004, en donde se resolvi la constitucionalidad del artculo 6 del
Decreto 2207 de 2003 que estableca el porcentaje de votacin para tener derecho a la
financiacin de campaas, decidi la Corte inhibirse y estableci que por tener dicho
decreto contenido de Ley Estatutaria, por referirse a materias relacionadas con la
Organizacin y rgimen de los partidos y movimientos polticos el estatuto de la
oposicin y funciones electorales (art. 152, literal c.), el Gobierno deba enviar a la Corte
el Decreto para hacer el control automtico e integral. Dijo la Corte que, el control
debe ser oficioso, no rogado, lo que indica que el Gobierno deba haber enviado el decreto
a la Corte inmediatamente despus de su expedicin, para que se surtiera el examen de
constitucionalidad. Es decir, en estos casos, el hecho de que el control sea sobre un decreto
de contenido estatutario no entraa que se realice a travs del mecanismo de la accin
pblica de inconstitucionalidad, tal como se pretende en el presente proceso, sino que debe
ser un control automtico. Por otra parte, al igual que en los dems casos de control de
constitucionalidad de los proyectos de ley estatutaria, este control debe ser integral y
definitivo. Integral, en la medida en que versar tanto sobre el fondo como sobre la forma
de todo el cuerpo normativo y tendr como parmetro de juicio todo el articulado de la
Constitucin, y definitivo, por cuanto la sentencia de la Corte har trnsito a cosa juzgada
constitucional, de manera que las normas que fueron declaradas exequibles no podrn ser
demandadas nuevamente.
PRINCIPIO
PRO
ACTIONE
INCONSTITUCIONALIDAD-Aplicacin
EN
DEMANDA
DE
INTERPRETACION CONSTITUCIONAL-Doctrina
INTERPRETACION
CONSTITUCIONAL-Criterios/INTERPRETACION
LITERAL O DECLARATIVA-Concepto/INTERPRETACION CORRECTIVAConcepto
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TELEOLOGICA-Aplicacin/INTERPRETACION
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Magistrado Ponente:
JUAN CARLOS HENAO PREZ
oficina
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El inciso segundo artculo transitorio 4 del Acto Legislativo No 3 de 19 de diciembre de 2002 estableca
que el Congreso de la Repblica dispondr hasta el 20 de junio de 2004 para expedir las leyes
correspondientes y que si no lo hiciere, se reviste al Presidente de la Repblica de facultades
extraordinarias por el trmino de dos meses para que profiera las normas legales necesarias al nuevo
sistema. Para este fin podr expedir, modificar o adicionar los cuerpos normativos correspondientes
incluidos en la ley estatutaria de la administracin de justicia, la ley estatutaria de habeas corpus, los Cdigo
Penal, de Procedimiento Penal y Penitenciario y el Estatuto Orgnico de la Fiscala.
2 Pgina 24 del Expediente.
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2.5. En cuanto al primer cargo explica que la funcin de control por parte del Ministerio
Pblico no puede estar sujeta a espacios vedados ni a condiciones que hagan nugatoria la
facultad de control. Seala que la funcin del Ministerio Pblico consiste en impedir las
violaciones de los derechos humanos en establecimientos carcelarios ya que la misma
Corte Constitucional ha calificado la situacin carcelaria como un estado de cosas
inconstitucionales3. Explica con relacin a este punto que Se violan entonces la
separacin de poderes, la autonoma institucional y el cabal ejercicio de las competencias
constitucionales por parte del Ministerio Pblico, si otra rama del poder dosifica en el
tiempo la posibilidad de visitas [a] las crceles, para que efectivamente ejerza sus
competencias4. Indica igualmente que la norma violara la autonoma e independencia del
Ministerio Pblico en su conjunto como rgano de control si el ejercicio de sus
competencias constitucionales se supedita a una visita mensual a las crceles5.
2.6. Por otra parte considera que este artculo violara las facultades constitucionales de la
Procuradura General de la Nacin en especial la proteccin de los derechos humanos
(artculo 277 numeral 2), la defensa de los intereses de la sociedad (art. 277 numeral 3
C.N.), la vigilancia de la conducta oficial (art. 277 numeral 6 C.N.), la intervencin ante las
autoridades administrativas cuando sea necesario proteger los derechos (art. 277 numeral 7
C.N) y exigir la informacin que considere necesaria (art. 277 numeral 9 C.N.). Explica que
tambin se violara el artculo 282 numeral 3 C.N., concordado con el artculo 30 dem.,
sobre la posibilidad del Defensor del Pueblo de invocar el derecho de habeas corpus e
interponer las acciones de tutela para la defensa de los derechos humanos. Dice que
tampoco pueden ser mensuales las posibilidades para que los personeros municipales
ejerzan sus funciones como Ministerio Pblico en lo local (art. 313 numeral 8 C.N).
Seala igualmente que el artculo demandado ira contra el artculo 30 de la C.N. sobre el
Habeas Corpus, ya que si ya se ha hecho la visita mensual se tendra que esperar 29 das, a
la siguiente visita mensual para accionar este mecanismo protector de la libertad6.
Finalmente sobre este cargo explica que la esencia de la inspeccin y vigilancia de los
derechos humanos es el permanente control in situ. Dice que una visita espordica y
anunciada podra prestarse para maquillar toda suerte de desmanes acaecidos durante los
restantes 29 das del mes. Considera que esto ira en contra del artculo 284 de la C.N. que
establece que Salvo la excepciones previstas en la Constitucin y la ley, el Procurador
General de la Nacin y el Defensor del Pueblo podrn requerir de las autoridades las
informaciones necesarias para el ejercicio de sus funciones sin que pueda oponrseles
reserva alguna7. Indica que no sobra recordar que a nivel legal no haba condiciones
temporales para el ejercicio de funciones en la Ley 65 de 1993- para prisiones en generalni en la Ley 201 de 1995 para la Procuradura-, ni en la Ley 24 de 1992 para la
Defensora del Pueblo-, ni en la Ley 136 de 1994 para las personeras- La norma aqu
demandada introduce una preocupante novedad en el pas8.
Corte Constitucional Sentencia T-153 de 1998, T-606 de 1998, T-256, T- 291 T-257, T-847 de 2000.
Cita que en la Sentencia C-178 de 1997 la Corte estableci que, En lo que respecta al Ministerio Pblico
como organismo de control del Estado, la total autonoma e independencia se manifiesta en el contenido del
artculo 275 de la nueva Carta Poltica al disponer El Procurador General de la Nacin es el Supremo director
del Ministerio Pblico, lo cual es concordante, como ya se anot, con lo dispuesto en los artculos 113, 117 y
118 del mismo ordenamiento. Pgina 17.
5 Pgina 18 de la demanda.
6 Dice la demandante, Baste pensar en el derecho de Habeas corpus que el propio constituyente estableci
con una periodicidad de treinta y seis horas (art. 30 C.N) para advertir la absoluta impertinencia de un
plazo mensual de visitas a las crceles por parte del Ministerio Pblico. Por ejemplo, si un detenido se le
prorroga injustificadamente su detencin, a partir del da siguiente al de la visita mensual del Ministerio
Pblico, los organismos de control del Estado debern esperar 29 das para accionar este mecanismo
protector de la libertad, con lo cual se hace nugatorio el plazo fijado por el constituyente (p. 19).
7 Indica que esta norma es una expresin concreta e institucional del derecho constitucional fundamental de
peticin contenida en el artculo 23 de la C.N.
8 Pgina 20.
4
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2.7. En relacin con el segundo cargo dice que la norma demandada violara los derechos
de los reclusos que estn contenidos en los artculos 1, 11, 12, 29, 30 y 93 de la
Constitucin. Explica que una persona privada de la libertad por razones penales, padece la
restriccin de ciertos derechos, pero conserva otros como la dignidad humana (art. 1), el
derecho a la vida (art. 11 C.N.), a no ser sujeto de desaparicin forzada, torturas ni tratos
crueles, inhumanos o degradantes (art. 12 C.N.), al debido proceso (art. 29 C.N.), al habeas
corpus (art. 30) y dems derechos consagrados en pactos y convenios internacionales sobre
derechos humanos aprobados por Colombia (art. 93)9. Indica que en concreto la norma
demandada disminuye el estndar de proteccin de los derechos de los reclusos, los cuales
quedan expsitos durante 29 das al mes y explica que desde la lectura de los derechos de
las personas privadas de la libertad se configura una restriccin inconstitucional de los
mecanismos de proteccin de los derechos de estas personas10.
2.8. El tercer cargo se refiere a que la norma demandada violara el derecho a la
informacin de la comunidad. Sobre este punto explica que la visita slo mensual a las
crceles por parte del Ministerio Pblico violara los artculos 20 y 74 de la C.N. en lo
relacionada con el derecho de la comunidad a estar informado. Dice que el artculo 20 de la
Constitucin establece el derecho de toda persona a ser informada en forma veraz e
imparcial, sin censura, y el artculo 74 idem., agrega que toda persona tiene acceso a los
documentos pblicos, salvo reserva legal. En este sentido indica que la norma acusada ira
en contra del derecho a la comunidad a estar informada en forma veraz e imparcial, ya que
el Ministerio Pblico no podra ser los ojos de la sociedad en todo tiempo, y que al
mismo tiempo se constituira una forma de censura temporal, ya que la informacin desde
las crceles se dara a cuenta gotas.
2.9. Finalmente hay que tener en cuenta que en el punto 6. de la demanda se pide la
suspensin provisional parcial del Decreto 2636 de 19 de agosto de 2004 sobre las visitas
mensuales, ya que para la demandante se configura una manifiesta violacin de una
norma superior, como se ha venido diciendo a lo largo de la demanda.
3. Trmite de la demanda ante el Consejo de Estado
3.1. La demanda fue admitida en una primera instancia por la Seccin Primera del Consejo
Estado en el despacho de la Consejera Olga Ins Navarrete Barrero11. En el auto admisorio
se deneg la solicitud de suspensin provisional contenida en el artculo 152 del C.C.A12,
ya que se estableci que dicho mecanismo de ndole precautorio, requiere que exista
Explica que en cuanto a estos derechos se podran ver vulnerados los artculos 9, 10 y 14 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Polticos, que establecen diversos derechos de las personas privadas de
la libertad, los cuales podran verse comprometidos si los rganos de control del Estado slo pudiesen
acceder una vez por mes a las crceles. Tambin se destacan los derechos establecidos en los artculos 5, 7 y
8 de la Convencin Americana sobre Derechos Humanos, Pacto de San Jos de Costa Rica. Ambos
instrumentos internacionales adems lo que la Corte Constitucional ha denominado el bloque de
constitucionalidad (pp. 20 21)
10 P. 21
11 Auto de 9 de diciembre de dos mil cuatro (2004) Expediente 1100103240002004.
12 ARTICULO 152. PROCEDENCIA DE LA SUSPENSION. <Subrogado por el artculo 31 del Decreto
Extraordinario 2304 de 1989. El nuevo texto es el siguiente:> El Consejo de Estado y los Tribunales
Administrativos podrn suspender los actos administrativos mediante los siguientes requisitos:
1. Que la medida se solicite y sustente de modo expreso en la demanda o por escrito separado, presentado
antes de que sea admitida.
2. Si la accin es de nulidad, basta que haya manifiesta infraccin de una de las disposiciones invocadas
como fundamento de la misma, por confrontacin directa o mediante documentos pblicos aducidos con la
solicitud.
3. Si la accin es distinta de la de nulidad, adems se deber demostrar, aunque sea sumariamente, el
perjuicio que la ejecucin del acto demandado causa o podra causar al actor.
9
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Explica que, Una vez circulado el texto de la propuesta, se llev a cabo una reunin de trabajo en la que
participaron algunos Asesores del Ministerio, representantes de los Jueces de Ejecucin de Penas y Medidas
de Seguridad y del INPEC, en la que se hizo un estudio del texto y se presentaron y escucharon sugerencias
al respecto. Como paso final, en reunin efectuada das antes de la expedicin de la norma y tomando en
cuenta las observaciones y planteamientos que se haban hecho sobre el tema, se procedi a elaborar su
texto, modificando algunos de los artculos aprobados en la Plenaria del Senado y adicionndole los
artculos que regulan la seguridad electrnica como pena sustitutiva de prisin y la judicatura en el interior
de los establecimientos de reclusin (Pgina 2 de la comunicacin, 56 del expediente).
14ARTICULO TRANSITORIO 41. Si durante los dos aos siguientes a la fecha de promulgacin de esta
Constitucin, el Congreso no dicta la ley a que se refieren los artculos 322, 323 y 324, sobre rgimen
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especial para el Distrito Capital de Santa Fe de Bogot, el Gobierno, por una sola vez expedir las normas
correspondientes.
15 La Sentencia estableci lo siguiente: De tal manera, leyendo detenidamente el artculo 241 de la Carta, se
observa que slo sus numerales 5 y 7 se refieren a decretos con fuerza de ley o a decretos legislativos y que
dichos numerales se contraen a conceder a la Corte Constitucional la vigilancia sobre la constitucionalidad
de los decretos que el Gobierno dicte con fundamento en los artculos 150 numeral 10, 341, 212, 213 y 215
de la Norma Superior () Con base en los planteamientos expuestos, a esta Sala Jurisdiccional Disciplinaria
del Consejo Superior de la Judicatura no le cabe la menor dudar de que la competencia para conocer de las
demandas sealadas que cursan contra el Decreto 1421 de 1993, en todo o en parte, por una supuesta
inconstitucionalidad, corresponde al Consejo de Estado en virtud de la competencia residual consagrada en
el artculo 237, numeral 2 de la Carta a favor de esta Corporacin (CFR. Consejo Superior de la
Judicatura, Sentencia del 13 de octubre de 1994, M.P. Dr. Rmulo Gonzlez Trujillo, Exp. 2902A).
16 Cita a su vez el Auto 204 de 2001 en donde la Corte expres que, De otra parte cabe indicar que de
conformidad con lo dispuesto por el artculo 237.2 de la C.P, corresponde al Consejo de Estado, conocer de
las acciones de nulidad por inconstitucionalidad de los decretos dictados por el Gobierno Nacional, cuya
competencia no haya sido asignada a la Corte Constitucional () Es claro entonces que el Consejo de
Estado, es competente para conocer de todos aquellos decretos cuya competencia no corresponda a la Corte
Constitucional, conforme sta fue definida por el artculo 241 de la Carta Poltica en armona con lo
dispuesto en el artculo 237.2 ibdem. (p. 7, y 68 del Expediente). As mismo
17 Es decir hasta el 20 de junio de 2004.
18 P.4 de la contestacin de la demanda y 75 del expediente.
19 Indica que la norma acusada se encuentra acorde con lo sealado en el Acto Legislativo, pues las visitas
de inspeccin a los establecimientos de reclusin por parte del Ministerio Pblico constituyen una
ampliacin a la proteccin de las garantas dentro del nuevo sistema acusatorio y la verificacin mensual de
las mismas tan solo puede interpretarse como un mnimo de posibilidades de control, sin perjuicio de las
atribuciones propias de carcter permanente constitucionalmente atribuidas al Ministerio Pblico en estos
casos, pues no otro puede ser el sentido y alcance de la norma impugnada para ser considerada conforme a
la norma superior. (P.5 de la contestacin de la demanda y 76 del expediente).
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P. 7, 90 del expediente.
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Procuradura General de la Nacin, ni contra los derechos de los reclusos, ni contra los
derechos de la sociedad.
3.10. Por ende concluye que, no lo asiste razn a la actora cuando sostiene que la norma
vulnera derechos de los reclusos y de la sociedad, por cuanto los Agentes del Ministerio
Pblico pueden realizar visitas de inspeccin a los centros de reclusin cuando lo
consideren necesario para garantizar derechos como el de la vida, la integridad fsica, el
debido proceso, la igualdad, la libertad y todos los dems derechos fundamentales de las
personas que garantiza la Constitucin Poltica a todos los habitantes del territorio
incluidos los reclusos; as como para cumplir con sus funciones constitucionales. En este
sentido explica que Para determinar y entender el alcance de la denominacin acusada es
necesario realizar una interpretacin sistemtica, como la que hizo sta Agencia del
Ministerio Pblico, y no una interpretacin exegtica, como la realizada por la
demandada.
3.11. Por ltimo, en el proceso ante el Consejo de Estado se emiti Sentencia por parte de
la Seccin Primera del Consejo de Estado el da 4 de octubre de 2010, declarndose que
este organismo era incompetente para conocer de dicho proceso y remitiendo el expediente
en razn de la competencia a la Corte Constitucional. En dicha Sentencia se dijo que, Al
revisar la demanda se advierte que el acto acusado fue expedido con fundamento en las
facultades extraordinarias que le confieren al Presidente de la Repblica, el inciso 2 del
artculo 4 transitorio del Acto Legislativo 03 de 19 de diciembre de 2002, y que por tal
razn y siguiendo la jurisprudencia de la Sentencia C-058 de 2010 la competencia para
conocer de los decretos expedidos por el Presidente con apoyo en las facultades que le
confiere un artculo transitorio de la Constitucin, le corresponde a la Corte Constitucional.
En el numeral 2.1.5 de dicha Sentencia se sintetiza el recorrido jurisprudencial que se ha
dado sobre el control de este tipo de decretos, resaltando que si bien es cierto en una
primera instancia la Corte se declar incompetente para conocer de la constitucionalidad de
dichos decretos, por ejemplo con la Sentencia C- 358 de 1994 que conoci del Decreto
2123 de 1992, en aos recientes la Corte ha reconocido su competencia por el carcter
material de ley que tienen dichos decretos. Esta ltima postura se evidencia Sentencia C534 de 2000 que estudi el Decreto 2067 de 1991 y en la Sentencia C-1191 de 2008 que
conoci de la constitucionalidad del Decreto 1421 de 199321.
La cita de la Sentencia C-058 de 2010 es la siguiente, (i) Decreto 2123 de 1992. En la sentencia C-358 de
1994 la Corte se pronunci sobre la accin pblica intentada contra la parte final del numeral 7 del artculo
2 del Decreto 2123 de 1992 por el cual se reestructura la Empresa Nacional de Telecomunicaciones,
decreto dictado por el Presidente en desarrollo de las facultades a l otorgadas por el artculo transitorio 20
de la CP. En aquella ocasin la Corte Constitucional concluy que no tena competencia para conocer de la
constitucionalidad de dicho decreto, dado que no fueron confiados expresamente a la Corte, como si
aconteci con los previstos en los artculos transitorios 5, 6, 8, 23 y 39, y teniendo en cuenta que los decretos
que expida el Presidente en desarrollo del indicado deber no necesariamente son actos dotados con fuerza
material legislativa. (ii) Decreto 2067 de 1991. Por otra parte, en la sentencia C-534 de 2000, la Corte
estudi la constitucionalidad del Decreto 2067 de 1991, por el cual se dicta el rgimen procedimental de los
juicios y actuaciones que deban surtirse ante la Corte Constitucional., dictado por el Gobierno Nacional en
ejercicio de la competencia prevista en el artculo 23 transitorio de la Constitucin Poltica de Colombia, que
revisti al Presidente de la Republica de precisas facultades extraordinarias para que dentro de los dos
meses siguientes a la promulgacin de la Constitucin, regulara esa materia. Para determinar la
competencia de esta Corporacin respecto del Decreto 2067 de 1991, la Corte plante que: i) una
interpretacin sistemtica de la Constitucin conduce a la conclusin de que el decreto bajo estudio tiene
fuerza de ley, ya que fue expedido por el Presidente de la Repblica en ejercicio de las facultades
extraordinarias que le confiri directamente la Asamblea Constituyente, en el artculo 23 transitorio; ii)
todas las materias que son de naturaleza legislativa y que excepcionalmente han sido asignadas por la Carta
a un rgano diferente del Congreso de la Repblica - como sucede con los decretos legislativos -, son objeto
del control de constitucionalidad a cargo de esta Corporacin; y dado que iii) cuando el artculo 10
transitorio de la Constitucin reconoce a la Corte la facultad de decidir sobre la constitucionalidad de los
decretos que expida el gobierno en ejercicio de las facultades extraordinarias otorgadas en los anteriores
artculos, se debe entender que hace referencia a todos los artculos transitorios.(iii) Decreto 1421 de 1993;
es tal la importancia del criterio material, que en la sentencia C-1191 de 2008, en la cual se demand el
artculo 5 (parcial) y los artculos 118, 119, 120, 121, 122 y 123 y 124 del Decreto 1421 de 1993 por el
cual se dicta el rgimen especial para el Distrito Capital de Santaf de Bogot norma que fue dictada por el
21
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Gobierno Nacional, al amparo de las facultades que le fueron conferidas por el artculo 41 transitorio de la
Constitucin, la Corte hizo uso del criterio material para afirmar que s tena competencia para pronunciarse
sobre el mencionado decreto, teniendo en cuenta que la norma fue (i) expedida por el Gobierno Nacional en
ejercicio de las facultades extraordinarias que le otorga los artculos transitorios de la Carta Poltica; y
dado que (ii) regulan tpicos que constituyen reserva material de ley. Sin embargo, con anterioridad a dicho
estudio, el Consejo Superior de la Judicatura haba resuelto un conflicto de competencia para establecer en
cabeza de que autoridad, Corte Constitucional o Consejo de Estado, recaa el anlisis de constitucionalidad
del Decreto 1421 de 1993, decidiendo con base en un criterio formal, nicamente, que el competente era el
Consejo de Estado, decisin que hizo trnsito a cosa juzgada, motivo por el cual esta Corporacin se inhibi
para pronunciarse acerca del tema. Sin embargo, la Corte concluy que lo resuelto de este provedo no es
incompatible con la posibilidad que, respecto de otras normas jurdicas, distintas a las contenidas en el
Decreto 1421 de 1993 y adoptadas a partir de los criterios material y formal desarrollados en este fallo, la
Corte declare su competencia para ejercer el control constitucional correspondiente.
22 P. 8 del escrito y 134 del Expediente.
23 Indica que el artculo 169 de la Ley 65 de 1993 contena lo siguiente: ARTCULO 169. VISITAS DE
INSPECCIN. La Defensora del Pueblo, las Procuradura General de la Nacin, Fiscales y Personeros
Municipales organizarn en forma conjunta o individual visitas a los centros de reclusin. En todo caso, se
observarn las normas que garanticen la integridad de estos visitantes y las normas de seguridad del
establecimiento. Estas visitas tienen por objeto constatar el estado general de los centros de reclusin y de
manera especial, verificar el tratamiento dado a los internos, situaciones jurdicas especiales, control de las
fugas ocurridas o fenmenos de desaparicin o de trato cruel, inhumano o degradante. Los centros de
reclusin destinarn una oficina especialmente adecuada para el cumplimiento de estos fines. La Defensora
del Pueblo rendir cada ao una memoria sobre el particular a la Cmara de Representantes; as mismo
informar sobre las denuncias penales y disciplinarias y de sus resultados, copia de esta memoria, el
Defensor del Pueblo la enviar al Ministro de Justicia y del Derecho.
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Entre otras, en las Sentencias C-371 de 1994, C-504 de 1995 y C-509 de 1996
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fenmenos que deben verificarse, ni tendra sentido que se destine una oficina para esos
fines, que slo funcionara uno de los treinta das del mes.
2.6. Finalmente seala que es evidente que el Decreto-Ley demandado busca una
permanente presencia del Ministerio Pblico en las crceles del pas, para verificar una
serie de cuestiones de relevancia constitucional, tarea que no siempre puede cumplirse
con una sola visita mensual. Considera que el Decreto-Ley en cuestin propugna por
una mayor intervencin del Ministerio Pblico, al sealarle que debe acudir a los
establecimientos carcelarios por lo menos una vez al mes, sin que ello implique
restricciones a las funciones constitucionales y legales del mismo, entre las que se cuentan
garantizar los derechos de los reclusos, como lo exige una lectura de la norma desde la
perspectiva constitucional.
III. CONSIDERACIONES DE LA CORTE
En virtud de lo dispuesto por el artculo 241, numeral 4, de la Constitucin, la Corte
Constitucional es competente para conocer de las acciones de inconstitucionalidad contra
las Leyes de la Repblica.
1. Problema jurdico a resolver y esquema de resolucin
1.1. El problema jurdico a resolver consiste en establecer si la expresin visitas
mensuales contenida en el artculo 7 del Decreto Ley 2636 de 2004, que modifica el
artculo 169 de la Ley 65 de 1993, vulnera los artculos 1, 11, 12, 20, 23, 29, 30, 74, 93,
113, 117, 275, 277, numerales 2, 3, 6, 7, 9, 282, numeral 3, 9, 284 y 313, numeral
8, de la Carta, ya que con dicha norma se ira en contra de los principios de separacin de
poderes, la autonoma institucional y el cabal ejercicio de las competencias del Ministerio
Pblico, los derechos fundamentales de los reclusos y el derecho a dar y recibir
informacin, pues se limitara la posibilidad de visitar las crceles para que se ejerza la
vigilancia del cumplimiento de los derechos de las personas privadas de la libertad.
1.2. Para resolver dicho problema la Corte analizar previamente por una parte si es
competente para conocer del DecretoLey 2636 de 2004 y por otro lado si la demanda
interpuesta en una primera instancia ante el Consejo de Estado cumple con los requisitos
necesarios para su procedencia. Una vez aclarado este punto la Corte resolver
especficamente si el trmino visitas mensuales contenido en el Decreto Ley 2636 de
2004 es inconstitucional o no respecto a los cargos presentados.
2. Competencia de la Corte Constitucional para conocer de los Decretos con fuerza de
ley expedidos por el ejecutivo en virtud de un Acto Legislativo y cumplimiento de los
requisitos de la demanda
2.1. Competencia de la Corte Constitucional para conocer de los Decretos con fuerza de
ley expedidos en virtud de las potestades otorgadas al ejecutivo en un Acto Legislativo
2.1.1. Como qued dicho en los antecedentes de esta providencia, en una primera instancia
se estableci que el rgano competente para tramitar la accin en contra del apartado del
artculo 7 del Decreto 2636 de 2004, era el Consejo de Estado. Esta interpretacin se dio
por parte de la demandante con base en el artculo 237.2 que establece que le corresponde
al Consejo de Estado Conocer de las acciones de nulidad por inconstitucionalidad de los
decretos dictados por el Gobierno Nacional, cuya competencia no corresponda a la Corte
Constitucional. Igualmente se estableci que en la Sentencia C-508 de 1994 la Corte se
declar inhibida para conocer de los decretos que desarrollen actos legislativos, ya que se
explic que sta solo conoce de los decretos que dicte el Gobierno Nacional con
fundamento en el artculo 150 numeral 10, y en los artculos 341, 213 y 215 de la
Constitucin. Por otra parte se cit la Sentencia C-972 de 2004, en donde se dijo que los
decretos que desarrollen actos legislativos sern de competencia de dicha Corporacin
nica y exclusivamente si se refieren a temas propios de la ley estatutaria.
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El conflicto positivo de competencias fue dirimido por el Consejo Superior de la Judicatura mediante
Sentencia del 13 de octubre de 1994, que resolvi el conflicto otorgando la competencia al Consejo de Estado.
29 Ver el punto 2.11. de esta providencia.
30 M.P. Jos Gregorio Hernndez. En este caso se demandaba la parte final del numeral 7 del artculo 2 del
Decreto 2123 de 1992, del Estatuto de Bogot por el cual se reestructura la Empresa Nacional de
Telecomunicaciones (Telecom). En dicha ocasin se estableci que, puesto que, en el campo de la
normatividad temporal, los decretos expedidos por el Presidente de la Repblica con invocacin del artculo
transitorio 20 de la Carta -uno de los cuales es el aqu demandado- no fueron confiados expresamente a la
decisin de esta Corte sobre su constitucionalidad, como s aconteci con los previstos en los artculos
transitorios 5, 6, 8, 23 y 39 -los cuales quedaron cobijados de modo que no deja lugar a dudas por el artculo
transitorio 10 y por el 6, literal a), segn anlisis que ha hecho esta Corte, Sala Plena, en Sentencia N C105 del 11 de marzo de 1993-, y dado que, por otra parte, los decretos que expida el Presidente en desarrollo
del indicado deber no necesariamente son actos dotados de fuerza material legislativa, no se encuentra
motivo para que la Corporacin entre a fallar de fondo sobre la demanda incoada. Por esta razn la Corte
finalmente se declar inhibida para fallar.
31 En este caso se demandaba la inconstitucionalidad de los artculos 13, numeral 16 del Decreto 3133 de
1968 y 12, numeral 18 del Decreto 1421 de 1993, "por el cual se dicta el Estatuto Orgnico de Santa F de
Bogot". En este caso y como qued relatado se present un conflicto positivo de competencias que fue
resuelto a favor del Consejo de Estado por parte del Consejo Superior de la Judicatura en la Sentencia del 13
de octubre de 1994. En la Sentencia C-508 de 1994 se dijo que, la competencia para conocer de las
demandas presentadas contra el Decreto 1421 de 1993, en todo o en parte, corresponde al H. Consejo de
Estado, a donde se remitirn". Sobre el particular el Consejo Superior de la Judicatura manifest que, "... la
Constitucin es un compendio de normas superiores que deben respetarse individual y conjuntamente
consideradas, pero limitando la funcin de control a las puntualizaciones que la misma norma estableci; sin
duda con el propsito de que un exceso de celo no convirtiera al guardador en constituyente permanente. De
tal manera, leyendo detenidamente el artculo 241 de la Carta, se observa que slo sus numerales 5 y 7 se
refieren a decretos con fuerza de ley o a decretos legislativos, y que dichos numerales se contraen a conceder
a la Corte Constitucional la vigilancia sobre la constitucionalidad de los decretos que el Gobierno dicte con
fundamento en los artculos 150 numeral 10; 341; 212; 213; y 215 de la Norma Superior; expresiones que sin
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lugar a dudas conceden un control restringido y muy determinado en esta materia, toda vez que en estas
normas no se agota la posibilidad del Gobierno de expedir decretos-ley (...) Por lo dems, el artculo 10
transitorio de la Constitucin Nacional dispuso que 'los decretos que expida el Gobierno en ejercicio de las
facultades otorgadas en los artculos anteriores tendr fuerza de ley y su control de constitucionalidad
corresponder a la Corte Constitucional'; pero como la norma acusada, Decreto 1421 de 1993, fue dictado
por el Presidente de la Repblica en uso de las atribuciones que le confiri el artculo 41 transitorio de la
Carta, resulta obvio que el tratamiento de control constitucional establecido en el artculo 10 mencionado no
la cobija en vista de que es una norma muy posterior la que autoriza al Presidente de la Repblica para
expedirla".
32 Hay que subrayar que los decretos tienen un origen diverso. En primer lugar existen los decretos que han
sido producidos con base en los artculos transitorios que se establecieron en la misma Constitucin de 1991
una vez expedida, y en segundo trmino aquellos que han sido promulgados con base en los artculos
transitorios de las reformas constitucionales que se han producido luego de aprobada la Constitucin de 1991
a travs del Acto Legislativo. En el primer caso se tiene en cuenta el contenido material de ley. En el segundo,
como qued establecido en la Sentencia C-358 de 1994, si dentro de las normas transitorias se establece
directamente que el rgano que debe conocer de las demandas de inconstitucionalidad es la Corte
Constitucional, en ella residir la competencia.
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2.1.7. Por otra parte, en el caso de los decretos que se desarrollan a partir de artculos
transitorios que otorgan facultades al ejecutivo en Actos legislativos, la Corte se consider
competente en la Sentencia C-970 de 2004, que demandaba por sustitucin de la
Constitucin el artculo transitorio 4 del Acto Legislativo No 3 de 200233, acto legislativo
que dio lugar a la expedicin de la norma demandada. En dicha sentencia se estableci que,
Los decretos con fuerza de ley que profiera el Presidente de la
Repblica en ejercicio de las facultades extraordinarias en cuestin,
estn sometidos al control de la Corte Constitucional, lo que permite
impedir cualquier abuso o extralimitacin por parte del Ejecutivo.
En esta materia es preciso advertir que, no obstante que se est ante
una especial habilitacin para que el Presidente de la Repblica
expida normas con fuerza de ley, que no est enunciada entre las
atribuciones de control de constitucionalidad que para la Corte
Constitucional prev el artculo 241 Superior, no es menos cierto que,
tal como se expres por esta corporacin en la Sentencia C-131 de
1993, como quiera que en el Estado de Derecho todos los poderes
constituidos derivan sus competencias de la Constitucin y sera
inconcebible que un acto de un poder constituido pudiese contrariar
la Constitucin y no obstante carecer de control, debe concluirse que
las normas que en ejercicio de esa facultad expida el gobierno, estn
sometidas a control de constitucionalidad, y dado que las mismas
tienen naturaleza legal, no solo porque as lo establece la norma
habilitante, sino porque ellas estn orientadas a expedir o modificar
cuerpos normativos de carcter legal, su conocimiento corresponde a
la Corte Constitucional, como en diversas oportunidades, frente a
situaciones
similares
ha
sido
expresado
por
esta
Corporacin(negrilla fuera del texto).
2.1.8. Del mismo modo en la Sentencia C- 971 de 2004, en donde se demandaba por
sustitucin de la Constitucin el pargrafo transitorio del artculo 3 del Acto Legislativo No
1 de 2003, que estableca que el Congreso reglamentar las materias relacionadas con la
financiacin de los partidos y movimientos polticos en lo concerniente a las elecciones
departamentales y municipales y que si no lo hiciere en el trmino de tres meses el
Gobierno Nacional dictar un decreto con fuerza de ley antes del cierre de las inscripciones
correspondientes34, la Corte declar exequible el precepto y manifest que una
interpretacin integral de la Constitucin daba lugar a que para el control de
constitucionalidad de dichos decretos el gobierno debe remitirlos a la Corte Constitucional
y que en caso de que ello no ocurra as, sta habr de aprehender de oficio su conocimiento
para hacer el respectivo control automtico integral y definitivo, debido al contenido de ley
estatutaria de stos35.
El Acto Legislativo dice lo siguiente, El Congreso de la Repblica dispondr hasta el 20 de junio de 2004
para expedir las leyes correspondientes. Si no lo hiciere dentro de este plazo, se reviste al Presidente de la
Repblica de facultades extraordinarias, por el trmino de dos meses para que profiera las normas legales
necesarias al nuevo sistema. Para este fin podr expedir, modificar o adicionar los cuerpos normativos
correspondientes incluidos en la ley estatutaria de la administracin de justicia, la ley estatutaria de habeas
corpus, los Cdigo Penal, de Procedimiento Penal y Penitenciario y el Estatuto Orgnico de la Fiscala.
34 Se demandaba por sustitucin de la Constitucin, ya que se consideraba que el otorgamiento de facultades
extraordinarias al Presidente para dictar leyes de contenido estatutario vulneraba el principio de separacin de
poderes.
35 La Corte estableci en dicha Sentencia lo siguiente: La decisin del poder de reforma de acudir a esta
alternativa de habilitacin legislativa en relacin con materias de ordinario sometidas a reserva de ley
estatutaria, que incluyen en su tramitacin el previo control de constitucionalidad, plantea un problema de
asimetra en dichos cuerpos normativos, puesto que coexistiran en ellos, normas sobre las que ha operado
un control integral de constitucionalidad, con otras que carecen del l y que sera por consiguiente
susceptibles de ser demandadas por cualquier ciudadano. Como quiera que ello desnaturalizara tales
normas en cuanto que careceran de un elemento central de su carcter de estatutarias, al paso que se
desvertebraran los estatutos a los cuales ellas se integran en este caso la ley estatutaria sobre partidos y
movimientos polticos donde se regula la financiacin de la poltica- observa la Corte que, no obstante que
33
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no hay previsin expresa sobre el particular, una interpretacin integral de la Constitucin impone que en
tales casos, en cuanto que en ejercicio de las facultades extraordinarias se modifiquen leyes estatutarias, los
respectivos decretos deben ser remitidos por el gobierno para que la Corte ejerza el control de su
constitucionalidad, y que en caso de que ello no ocurra as, la Corte habr de aprehender de oficio su
conocimiento. Solo de esa manera puede preservarse la naturaleza de las leyes estatuarias como cuerpos
normativos que han sido objeto de un control integral y definitivo de constitucionalidad.
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2.1.12. El segundo punto que debe revisar la Corte para establecer si es competente para
conocer de la demandada, consiste en establecer si el Decreto promulgado tiene contenido
material de ley. Sobre este aspecto hay que decir en primer lugar que la norma demanda
modifica el artculo 169 de la Ley 65 de 1993 que establece el Cdigo Penitenciario y
Carcelario. Aunque la potestad para modificar cdigos segn el artculo 150.1036 tiene
reserva de ley y no puede ser delegada en el ejecutivo, en este caso se trata de una
competencia otorgada por el poder de reforma a travs de un Acto Legislativo que adems
fue declarado constitucional por la Corte mediante Sentencia C-970 de 2004. En dicha
sentencia se dijo que,
De manera general, puede decirse que las facultades extraordinarias
conferidas por el Acto Legislativo 03 de 2002 al Presidente de la
Repblica para adoptar unos Cdigos y expedir unos estatutos legales
con el fin de asegurar la adopcin efectiva del sistema penal
acusatorio, no comportan una sustitucin del conjunto de elementos
definitorios que identifican la Constitucin colombiana de 1991. As,
no se sustituye el modelo de rgimen poltico, ni la forma de
organizacin poltica, ni el conjunto de los valores y principios
polticos en que se funda la Constitucin de 1991.
2.1.13. No obstante lo anterior y como se afirm anteriormente, hay que resaltar que en esta
misma jurisprudencia se estableci que, Los decretos con fuerza de ley que profiera el
Presidente de la Repblica en ejercicio de las facultades extraordinarias en cuestin, estn
sometidos al control de la Corte Constitucional, lo que permite impedir cualquier abuso
o extralimitacin por parte del Ejecutivo (negrilla fuera del texto). Como se aprecia, esta
previsin que establece la Corte se da no solamente para los decretos que tienen contenido
de Ley Estatutaria, como afirma la demandante citando la Sentencia C-972 de 2004, sino
tambin para los Decretos que tienen reserva material de ley, como ocurre en el caso
presente.
2.1.14. Con relacin al concepto material de ley la Constitucin establece en el artculo
150.10 que por su contenido los Cdigos y sus reformas deben ser expedidos por el
Congreso, al indicar que no se puede conferir facultades extraordinarias al Presidente para
... expedir cdigos, leyes estatutarias, orgnicas, ni las previstas en el numeral 20 del
presente artculo37, ni para decretar impuestos38. El concepto de Cdigo se empez a
definir en la jurisprudencia constitucional en la sentencia C-252 de 1994 en donde se dijo
que es, un conjunto de normas que regulan de manera completa, metdica, sistemtica y
coordinada, las instituciones constitutivas de una rama del derecho39. Igualmente en
Este artculo establece que, ARTICULO 150. Corresponde al Congreso hacer las leyes. Por medio de
ellas ejerce las siguientes funciones: 10. Revestir, hasta por seis meses, al Presidente de la Repblica de
precisas facultades extraordinarias, para expedir normas con fuerza de ley cuando la necesidad lo exija o la
conveniencia pblica lo aconseje. Tales facultades debern ser solicitadas expresamente por el Gobierno y su
aprobacin requerir la mayora absoluta de los miembros de una y otra Cmara. El Congreso podr, en
todo tiempo y por iniciativa propia, modificar los decretos leyes dictados por el Gobierno en uso de
facultades extraordinarias. Estas facultades no se podrn conferir para expedir cdigos, leyes estatutarias,
orgnicas, ni las previstas en el numeral 20 del presente artculo, ni para decretar impuestos.
37 Artculo 150.20. Corresponde al Congreso hacer las leyes. Por medio de ellas ejerce las siguientes
funciones: 20. Crear los servicios administrativo y tcnicos de las cmaras.
38 Negrilla fuera del texto.
39 Igualmente en la Sentencia C-129 de 1995 se dijo que en un Cdigo se trata de agrupar en un slo texto
normas jurdicas referentes a un determinado tema. Del mismo modo en la Sentencia C- 577 de 2006 se
estableci que, La elaboracin de cdigos busca evitar la dispersin normativa propia de un Estado de
Derecho con hipertrofia normativa. El segundo requisito, al exigir que el cdigo se refiera a una rama
especfica del derecho, procura que el objeto de la ley sea el de proporcionar reglas de interpretacin
propias de un rea o subarea del Derecho que tenga elementos o contenidos que deban ser diferenciados de
otras; as como, proporcionar normas que precisen, con propsitos de interpretacin teleolgica, fines,
valores, normas de propsito o cometidos (tal y como sucede con los bienes jurdicos en el ordenamiento
penal, entre otros). Adems de lo anterior (que es el ncleo o tema principal la estructura y esencia del
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dicha Sentencia se estableci que la modificacin o adicin de los cdigos tambin tiene
reserva material de ley y se dijo que, cuando los contenidos que informan el
correspondiente sistema normativo son cambiados en su esencia o las modificaciones son
de tal envergadura que comprometen su estructura normativa, necesariamente la reforma
tiene que realizarse mediante la ley y no por el mecanismo de las facultades
extraordinarias.
2.1.15. En el caso concreto el artculo demandado hace parte de una modificacin del
Cdigo Penitenciario y Carcelario que aunque es elaborado por parte del Gobierno
Nacional, con base en las facultades establecidas en el inciso 2 del artculo 4 transitorio
del Acto Legislativo 03 de 2002, conserva el contenido material de ley. Este contenido
material de ley se deriva de la importancia que tiene la regulacin penitenciaria y carcelaria
en lo que atae a los derechos de las personas privadas de la libertad que tienen en parte
restringidos algunos de sus derechos fundamentales, pero que conservan otros derechos que
son irrenunciables an en una situacin de privacin de la libertad 40. Del mismo modo hay
que tener en cuenta que la Corte ha reiterado que las personas privadas de la libertad son
sujetos de especial vulnerabilidad por la relacin de sujecin entre el recluso y el Estado y
que por ende merecen especial tutela y proteccin41.
2.1.16. Teniendo en cuenta lo anterior, concluye la Corte que es competente para conocer
de la demanda del artculo 7 (parcial) del Decreto 2636 de 2004, observando que se
cumple con los dos presupuestos previstos por la jurisprudencia para conocer de dichos
actos. En primer lugar, porque la norma es dictada con base en un Acto Legislativo de
carcter transitorio que le da potestades al ejecutivo para dictar normas, y, en segundo
lugar, porque el artculo demandado tiene contenido material de ley, ya que se trata de una
reforma o modificacin del Cdigo Penitenciario y Carcelario (Ley 65 de 1993) que por su
categora e importancia tiene constitucionalmente reserva material de ley. En este caso
aplica lo dispuesto en la Sentencia C-970 de 2004 que estableci que los decretos con
fuerza de ley que profiera el Presidente de la Repblica en ejercicio de las facultades
extraordinarias que se establecen a partir del artculo transitorio 4 del Acto Legislativo No
3 de 2002 estn sometidos al control de la Corte Constitucional, ya que de este modo se
puede impedir cualquier abuso o extralimitacin por parte del Ejecutivo en materias tan
sensibles como los derechos de las personas privadas de la libertad.
2.2. Cumplimiento de los requisitos de la demanda
2.2.1. El Ministerio del Interior y de Justicia indic que la Corte se tiene que inhibir en este
caso porque la demanda no cumple con los requisitos establecidos en el artculo 2 del
cdigo), se exige tambin que un cdigo contenga pretensiones de exhaustividad, esto es, la mayor
cantidad posible de normas sobre esa rea del derecho. Por ltimo en la Sentencia C-655 de 2007 se
diferenci el concepto de Cdigo con el de Estatuto. En dicha ocasin se estableci que, un cdigo es
una sistematizacin de normas, pero que no todo orden sistemtico es un Cdigo. En efecto, teniendo en
cuenta que frente a un especfico texto normativo pueden existir dudas sobre si se trata de un cdigo o no, se
han elaborado frmulas que contribuyen a diferenciar los cdigos de los estatutos, as como a separar los
cdigos de las llamadas recopilaciones o compilaciones. Mientras que el cdigo como se ha indicado, tiene
la pretensin de sistematizar de manera integral, plena y coherente, en un nuevo cuerpo normativo, una rama
especfica del derecho, la compilacin implica agrupar o recopilar en un solo texto, disposiciones jurdicas
sobre un tema especfico, sin variar en nada su naturaleza y contenido normativo. Esta tarea, no involucra en
estricto sentido ejercicio de actividad legislativa.
40 Se ha dicho por parte de la Corte que la privacin de la libertad implica la suspensin absoluta de
algunos derechos como la libertad personal o la libre locomocin, que se encuentran limitados a partir de la
captura. Sin embargo, otro grupo de derechos, como el derecho a la intimidad personal y familiar y los de
reunin y asociacin, pese a que pueden llegar a ser fuertemente limitados, nunca podrn ser completamente
suspendidos (Sentencia T- 479 de 2010, M.P. Juan Carlos Henao).
41 Sobre el punto del estado de sujecin especial de los reclusos frente al Estado ver, entre otras, las
sentencias T-596 de 1992 (M.P. Ciro Angarita Barn); C-318 de 1995 (M.P. Alejandro Martnez Caballero);
T-705 de 1996 (M.P. Eduardo Cifuentes Muoz); T-706 de 1996 (M.P. Eduardo Cifuentes Muos); T-714 de
1996 (M.P. Eduardo Cifuentes Muoz), y T-966 de 2000 (M.P. Eduardo Cifuentes Muoz), T-881 de 2002
(M.P. Eduardo Montealegre Lynnet) y T-126 de 2009 (M.P. Humberto Sierra Porto).
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3.1. Como qued establecido en el numeral anterior, la disposicin demandada puede dar
lugar al menos a dos normas o interpretaciones distintas del precepto jurdico45, por un
lado la que se basa en una comprensin literal o declarativa de la disposicin46, y por
otra parte, una interpretacin correctora que, en palabras de Guastini, es aquella
interpretacin que no atribuye a un texto normativo el significado literal ms inmediato o
prima facie, sino un significado distinto que puede ser ms estricto o ms amplio, y que
puede dar lugar a una interpretacin restrictiva (1), o una interpretacin extensiva (2) del
precepto47.
3.2. La llamada interpretacin correctora, se deriva de la ambigedad o indeterminacin de
las proposiciones jurdicas que conduce a que se tenga que realizar una interpretacin
autntica por parte del juez constitucional, para establecer cmo debe ser entendido el
precepto. Kelsen establecera en su Teora Pura, que muchas veces en las gradas inferiores
a la Constitucin se presenta una indeterminacin no intencionada (unbeabsichtigte) de la
estructura de la norma que ha de ser ejecutada. En este caso el operador jurdico se puede
ver abocado a una pluralidad de acepciones para su aplicacin, ya que pueden existir en el
ordenamiento jurdico preceptos que no tienen un sentido unvoco y se presenta la
problemtica de que el ejecutor de la norma se encuentra ante muchas significaciones del
precepto48.
3.3. Siguiendo este misma idea Kelsen establecera que por interpretacin se entiende la
verificacin (Festsellung) del sentido de la norma al ejecutarse, y aunque esta verificacin
no se corresponde con una actividad meramente intelectual o cientfica, la Jurisprudencia o
la ciencia del derecho ha establecido diversos mecanismos para restringir la labor
discrecional del juez mediante el establecimiento de mtodos, como el del argumento a
contrario49 y el de la analoga50 o la clasificacin cuatripartita de Savigny en donde se
45
Ricardo Guastini distingue entre la idea de disposicin y de norma. La primera se trata del enunciado
normativo propiamente dicho y la norma se trata de la interpretacin del contenido de la disposicin. Dice
Guastini que, Finalmente, el vocablo norma es usado de forma extendida en el lenguaje doctrinal,
judicial y legislativo- para hacer referencia a dos objetos radicalmente distintos. 1) Unas veces se denomina
norma a un enunciado legislativo, ms en general, a un enunciado perteneciente a un documento
normativo, a una fuente del derecho. 2) Otras, se denomina norma al contenido del significado de un
enunciado legislativo, tal como resulta de su interpretacin () Podemos llamar disposicin a todo
enunciado perteneciente a una fuente del derecho. b) Podemos llamar norma (no a la misma disposicin
sino) a su contenido significativo, que es una variable dependiente de la interpretacin (GUASTINI,
Ricardo, Distinguiendo: estudios de teora y metateora del derecho, Barcelona, Gedisa, 1999, pp. 100 y 101).
46 Guastini explica que las interpretacin literal o declarativa es aquella que no atribuye a las disposiciones
normativas nada ms que su propio significado () A grandes rasgos, por interpretacin literal o
declarativa puede entenderse como aquella interpretacin que atribuye a una disposicin su significado
literal, es decir ms inmediato el significado prima facie, como suele decirse que es sugerido por el uso
comn de las palabras y de las conexiones sintcticas (Ibd., pp. 211 y 212).
47 Dice Guastini que, Un significado distinto del literal slo puede ser ms estricto o ms amplio que aqul.
Por ello, existen dos, y slo dos, tipos de interpretacin correctora, que requieren un anlisis independiente:
(1) la interpretacin restrictiva, y (2) la interpretacin extensiva (Ibd., p. 217).
48 KELSEN, Hans, La Teora Pura del derecho: introduccin a la problemtica cientfica del derecho, Buenos
Aires, Losada, (1 edicin, 2da reimpresin) trad. Jorge Tejerina, p. 129.
49Explica Guastini lo siguiente: El argumento a contrario; Para justificar una interpretacin literal se
utiliza con frecuencia el argumento a contrario: ubi lex vouluit dixit, ubi tacuit noluit. Este argumento, sin
embargo, se presenta en dos variantes muy diversas, la segunda de las cuales no pertenece para nada a la
interpretacin literal (sino que consiste en la produccin de normas implcitas). Supongamos que debemos
interpretar una disposicin constitucional que otorga el derecho al voto a los ciudadanos: Si C (ciudadano),
entonces V (derecho al voto) a) Y bien en su primera variante, el argumento a contrario - la constitucin
slo habla de ciudadanos, no menciona ni siquiera extranjeros permite concluir que la constitucin se
limita a otorgar el derecho en cuestin a los ciudadanos. Sin decir nada a propsito de los extranjeros
inmigrantes: en otros trminos, la constitucin contiene una laguna respecto al derecho al voto de los
extranjeros. Se sigue que el legislador, es libre para otorgar o negar el derecho al voto a los extranjeros. b)
En una segunda variante, el argumento a contrario expressio unius es exclusio alterius permite concluir
que la constitucin, otorgando el derecho al voto a los ciudadanos, ha negado positivamente (aunque
tcitamente) dicho derecho a los extranjeros (Si C, entonces V significa Si y slo si C, entonces V, lo
que implica lgicamente Si no-C, entonces no V). Por lo tanto, una ley que pretendiera atribuir el
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habla de (i) interpretacin histrica, (ii) interpretacin gramatical, (iii) interpretacin lgica
e (iv) interpretacin sistemtica51.
3.4. Por otra parte hay que subrayar que los mtodos de interpretacin tambin se han
venido complementando recientemente con el arribo de una teora particular para la
interpretacin de la Constitucin, especialmente por el contenido principialista o de textura
abierta de muchas de las normas constitucionales, concretamente en el tema de los derechos
fundamentales y en normas abiertas como los Prembulos52. Igualmente al comparar los
contenidos de la Constitucin con los contenidos legales, se ha presentado un tipo de
interpretacin que tiene como finalidad adecuar la norma legal ambigua o indeterminada al
contenido de la Constitucin a travs de la idea de una interpretacin conforme a la
Constitucin, que no anulara la noma objeto de control sino que la condicionara en su
interpretacin. La interpretacin conforme a la Constitucin puede llegar a producir las
llamadas sentencias interpretativas, que establecen el entendimiento constitucionalmente
adecuado de las normas legales ante eventuales demandas de inconstitucionalidad 53. En
este ltimo caso ha dicho la Corte, por ejemplo en la Sentencia C-569 de 200454 que,
A veces los textos legales admiten interpretaciones distintas, y
algunas de ellas pueden ser contrarias a la Constitucin. Una
primera va por medio de la cual esta Corte se ve obligada a
controlar en forma indirecta- la constitucionalidad de ciertas
interpretaciones es entonces cuando uno de esos textos es demandado
derecho al voto a los extranjeros sera inconstitucional (GUASTINI, Ricardo, Teora e Ideologa de la
interpretacin constitucional, Madrid, Trotta, 2008, pp. 68 a 69).
50 Segn el Diccionario de la Real Academia Espaola de la lengua, la analoga es el mtodo por el que una
norma jurdica se extiende, por identidad de razn, a casos no comprendidos en ella. Existen dos tipos de
analogas la analoga legis que consiste en que el intrprete acude a una norma jurdica concreta de la que
extrae los principios aplicables al supuesto de hecho y la analoga iuris en donde el intrprete acude a varias
normas jurdicas para de su conjunto extraer los principios aplicables al supuesto de aplicacin. Sobre la
utilizacin de la analoga iuris ver las Sentencias T-176 de 2007 y la T-158 de 2010 en el caso de
allanamiento a la mora en medicina prepagada. Garca Maynez establece que existe el razonamiento por
analoga que, se basa en la idea de que en todos aquellos casos en que existe una misma razn jurdica, la
disposicin debe ser la misma (Ubi eadem ratio, idem ius). Para que la aplicacin del razonamiento
analgico sea correcta, no basta la simple semejanza de dos situaciones de hecho, una prevista y otra no
prevista por la ley; requirase asimismo que la razn en que la regla legal se inspira, exista igualmente en
relacin con el caso imprevisto () La aplicacin se realiza bien porque existe igualdad o paridad de
motivos (argumento a pari), bien porque hay una mayor razn (argumento a minori ad majus), bien porque
lo que ocurre es precisamente lo contrario (argumento a majori ad minus) () Descubierta la ratio juris, la
aplicacin extensiva es posible, a menos de que la disposicin legal consagre una excepcin (exception est
estrictissimae interpretationis) (GARCA MAYNEZ, Eduardo, Introduccin al derecho, Mxico, Porra,
1990. pp. 335 a 336). En la Sentencia C-037 de 2000 (M.P. Vladimiro Naranjo Mesa) se dijo que,
tratndose de una excepcin al principio de aplicabilidad y obligatoriedad de normas jurdicas, la misma
debe ser de interpretacin restringida. En efecto, la aplicacin analgica debe desecharse cuando la
disposicin que se pretende extender contiene una excepcin a la norma general, pues en este caso es la
norma general y no la excepcin lo que debe ser aplicado.
51 SAVIGNY, Friederich Karl, Sistema de derecho romano actual, Comares, 2005. Dice Karl Larenz que,
Savigny hizo notar que estos elementos no deberan se aislados, sino que tendran que cooperar entre s
(LARENZ, Karl, Metodologa de la Ciencia del Derecho, Barcelona, Ariel, 1994. p. 316).
52 Sobre el particular ver los textos de Ronald Dworkin, Los derechos en serio, Barcelona, Ariel, 2002, y el
Imperio de la Justicia, Barcelona, Gedisa, 1986. Sobre la idea de los derechos fundamentales como principios,
el texto clsico de Robert Alexy, Teora de los derechos fundamentales, Madrid, Centro de Estudios
Constitucionales, 2001. Igualmente el libro de Carlos Bernal Pulido titulado El principio de proporcionalidad
y los derechos fundamentales, Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 2003. Para una explicacin
general ver el libro de Ricardo Guastini antes citado, Teora e Ideologa de la interpretacin constitucional.
53 Sobre las implicaciones de las Sentencias interpretativas o condicionados dijo la Corte en la Sentencia C569 de 2004 que, Una sentencia condicionada o interpretativa implica un cierto control sobre las
interpretaciones de los operadores judiciales puesto que expulsa del ordenamiento ciertos entendimientos de
la disposicin acusada. Sin embargo, ese control es indirecto y eventual pues opera en abstracto, ya que no
se refiere a las interpretaciones especficas realizadas por determinados jueces o tribunales sino a
entendimientos posibles e hipotticos del texto acusado.
54 M.P (E) Rodrigo Uprimny Yepes.
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55
USERA CANOSA, Ral, Interpretacin Constitucional y frmula poltica, Madrid, Centro de Estudios
Constitucionales, 1988, p. 101.
56 El Oficio fue enviado el 25 de mayo de 2005.
57 Pp. 55 a 57 del expediente.
58 Propuesta presentada por el Fiscal General de la Nacin de entonces, Luis Camilo Osorio.
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Ibd.
Contenido en el Captulo III del Ttulo II sobre Funcionarios competentes para el cumplimiento y la
vigilancia.
61 Negrillas fuera del texto.
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3.10. Como se puede apreciar, en esta propuesta integral de reforma del Cdigo
Penitenciario y Carcelario, se pasaba de un sistema de inspeccin y garantas que no
contemplaba ningn trmino en las visitas por parte del Ministerio Pblico, de la
Defensora del Pueblo, de los Personeros Municipales y Distritales y de la Fiscala, a un
sistema en donde se empieza a regular temporalmente las visitas para que se realicen
visitas mensuales, y en donde se elimina como entidad que salvaguarda los derechos
humanos de los reclusos a la Fiscala, ya que sta pasa a ser la entidad acusatoria dentro del
nuevo sistema.
3.11. Por otra parte segn el informe enviado por el Ministerio del Interior y de Justicia
sobre los antecedentes administrativos del DecretoLey 2636 de 2004, se especfica que el
proyecto integral de reforma del Cdigo no fue aprobado y se propuso por parte de la
Fiscala un proyecto de modificacin de la Ley 65 de 1993 que contena un total de 10
artculos62. El informe explica que, La iniciativa fue aprobada en los primeros dos
debates en la Comisin Primera y en la Plenaria del Senado de la Repblica, sin alcanzar
a surtir los restantes dos debates en la Cmara de Representantes, antes del 20 de junio
como se estipulaba en el Acto Legislativo 03 de 2002.
3.12. Segn indica en el informe, una vez agotado el plazo para que las reformas del
Cdigo Penitenciario y Carcelario se efectuara dentro del trmino especificado en el
artculo 4 transitorio del Acto Legislativo 03 de 2002, el Ministerio de Interior y de
Justicia inici la elaboracin de un texto que Permitiera ajustar las normas del Cdigo
Penitenciario y Carcelario al nuevo sistema penal () propuesta que fue enviada al
Presidente del Consejo Superior de la Judicatura, al Ministerio de Proteccin Social, al
Presidente de la Sala de Casacin Penal de la Corte Suprema de Justicia, la Coordinador
de los jueces de Ejecucin de Penas y Medidas de Bogot, D.C., y al Director del Instituto
Nacional Penitenciario y Carcelario, INPEC, para que enviaran sus comentarios y
observaciones sobre la iniciativa63. En dicho decreto qued la redaccin del artculo que
se haba propuesto inicialmente en el proyecto de reforma integral de cdigo sobre la
obligatoriedad de realizar visitas mensuales de inspeccin y garantas por parte de las
autoridades que conforman el Ministerio Pblico para vigilar y tutelar los derechos
humanos de las personas privadas de la libertad.
3.13. En conclusin sobre la interpretacin histrica, encuentra la Corte que los
antecedentes de la modificacin de las visitas para la inspeccin y garantas de los derechos
de los reclusos por parte de la Procuradura General de la Nacin, la Defensora del Pueblo
y los personeros municipales y distritales, se dieron con la propuesta de reforma integral del
Cdigo Penitenciario y Carcelario que estipulaba en el artculo 31 las visitas mensuales.
Esta propuesta fue mantenida en el Decreto-Ley 2636 de 2004 expedido por el Gobierno
Nacional, decreto que fue consultado a varias entidades pero en donde no se pidi concepto
a aquellas que conforman el Ministerio Pblico. Por otro lado se debe tener en cuenta, que
dentro de la Exposicin de Motivos de la propuesta radicada en el Senado para una reforma
integral de Cdigo Penitenciario y Carcelario, se hacia nfasis en que dicha modificacin
va a propender a adecuar el sistema penitenciario al nuevo sistema penal acusatorio pero
subrayando que dicha adecuacin tiene como fundamento el cumplimiento de las normas
constitucionales y las normas internacionales sobre derechos humanos de las personas
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Sobre este tipo de interpretacin ver por ejemplo las Sentencias SU-047 de 1999, C-227 de 2002, C-730 de
2005, C-145 de 2010
65 En negrillas (fuera del texto) el apartado demandado.
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Constitucional, que ha venido estableciendo que las personas privadas de la libertad son
sujetos de especial vulnerabilidad por la relacin de especial sujecin en la que se
encuentran, y que respecto a los establecimientos carcelarios se presenta un estado de cosas
inconstitucional, situacin que se tuvo en cuenta en una primera instancia en la Sentencia
T-153 de 199868 para resaltar las condiciones de hacinamiento que se vive en las crceles
del pas y que se ha mantenido en la resolucin de casos relacionados con la salud y las
condiciones mnimas de higiene y salubridad que se deben guardar en los sitios de
reclusin69. Teniendo en cuenta lo anterior se puede concluir que teleolgicamente el
trmino visitas mensuales debe ser comprendido desde una perspectiva amplia y
garantista que se relaciona con las funciones que cumple el Ministerio Pblico en la
verificacin del respeto de los derechos humanos y la atencin y el tratamiento de los
internos en los sitios de reclusin.
3.23. Una vez realizada la interpretacin histrica, sistemtica y teleolgica del apartado
demandado, la Corte se concentrar en analizar el aspecto eminentemente semntico o
literal para establecer si se puede establecer un entendimiento del precepto que pueda ser
considerado como inconstitucional.
3.24. Como se dijo en los antecedentes de esta providencia, se pueden dar al menos dos
interpretaciones del trmino visitas mensuales: (i) la interpretacin propuesta por la
demandante de que dicha locucin se refiere a que las visitas de inspeccin y garantas que
realiza el Ministerio Pblico queda limitada a una sola visita al mes, y (ii) la interpretacin
ms amplia del precepto, que considera que el trmino visitas mensuales, se refiere a un
trmino mnimo de visitas que debe realizar el Ministerio Pblico a los sitios de reclusin.
La segunda interpretacin literal del precepto, para algunos intervinientes, resulta ser la
adecuada debido a su redaccin en plural, es decir que cuando se habla de visitas
mensuales debe ser entendido como varias visitas dentro de un mismo mes70.
3.25. Teniendo en cuenta estas dos posibles interpretaciones del precepto estima la Corte
que la primera interpretacin de la demandante sobre que las visitas a las crceles queda
limitada a una sola visita al mes no puede ser acertada, ya que limitara las funciones del
Ministerio Pblico en la vigilancia y tutela de los derechos de las personas privadas de la
libertad en sus derechos a la dignidad humana (art. 1), el derecho a la vida (art. 11 C.P.), a
no ser sujeto de desaparicin forzada, torturas ni tratos crueles, inhumanos o degradantes
(art. 12 C.P.), al debido proceso (art. 29 C.P.) y al habeas corpus (art. 30) y dems derechos
consagrados en pactos y convenios internacionales sobre derechos humanos aprobados por
Colombia (art. 93). Adems se vulnerara los derechos de los reclusos en la vigilancia e
inspeccin constante que debe realizar el Ministerio Pblico, y que como qued explicado
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En esta sentencia se estableci el estado de cosas inconstitucionales en los establecimientos carcelarios por
las condiciones de hacinamiento y se dijo que, Las crceles colombianas se caracterizan por el
hacinamiento, las graves deficiencias en materia de servicios pblicos y asistenciales, el imperio de la
violencia, la extorsin y la corrupcin, y la carencia de oportunidades y medios para la resocializacin de los
reclusos. Esta situacin se ajusta plenamente a la definicin del estado de cosas inconstitucional. Y de all se
deduce una flagrante violacin de un abanico de derechos fundamentales de los internos en los centros
penitenciarios colombianos, tales como la dignidad, la vida e integridad personal, los derechos a la familia,
a la salud, al trabajo y a la presuncin de inocencia, etc. Durante muchos aos, la sociedad y el Estado se
han cruzado de brazos frente a esta situacin, observando con indiferencia la tragedia diaria de las crceles,
a pesar de que ella representaba da a da la transgresin de la Constitucin y de las leyes. Las
circunstancias en las que transcurre la vida en las crceles exigen una pronta solucin. En realidad, el
problema carcelario representa no slo un delicado asunto de orden pblico, como se percibe actualmente,
sino una situacin de extrema gravedad social que no puede dejarse desatendida. Pero el remedio de los
males que azotan al sistema penitenciario no est nicamente en las manos del INPEC o del Ministerio de
Justicia. Por eso, la Corte tiene que pasar a requerir a distintas ramas y rganos del Poder Pblico para
que tomen las medidas adecuadas en direccin a la solucin de este problema.
69 Por ejemplo en las Sentencias T-606 de 1998 y T-256 de 2000.
70 Esta segunda interpretacin es dada por el Ministerio del Interior y de Justicia, la Procuradura Delegada
ante el Consejo de Estado, en el trmite de la demanda ante el Consejo de Estado, y las intervenciones de la
Universidad Santo Toms, Ministerio de Interior y de Justicia y el concepto del Procurador General de la
Nacin en el trmite ante la Corte Constitucional.
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Especialmente en su funcin de proteccin de los derechos humanos (artculo 277 numeral 2), la defensa de
los intereses de la sociedad (art. 277 numeral 3 C.N.), la vigilancia de la conducta oficial (art. 277 numeral 6
C.N.), la intervencin ante las autoridades administrativas cuando sea necesario proteger los derechos (art.
277 numeral 7 C.N) y exigir la informacin que considere necesaria (art. 277 numeral 9 C.N.), el artculo
282 numeral 3 C.N., concordado con el artculo 30 dem., sobre la posibilidad del Defensor del Pueblo de
invocar el derecho de habeas corpus e interponer las acciones de tutela para la defensa de los derechos
humanos. Igualmente vulnerara el art. 313 numeral 8 C.N que establece la potestad de que los personeros
municipales y distritales ejerzan sus funciones como Ministerio Pblico en lo local.
72 Se violaran segn la demandante los artculos 20 y 74 de la C.N. en lo relacionada con el derecho de la
comunidad a estar informado y la posibilidad de acceder a los documentos pblicos. Igualmente se vulnerara
el artculo 284 de la C.N. que establece que Salvo la excepciones previstas en la Constitucin y la ley, el
Procurador General de la Nacin y el Defensor del Pueblo podrn requerir de las autoridades las
informaciones necesarias para el ejercicio de sus funciones sin que pueda oponrseles reserva alguna.
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IV. DECISIN
En mrito de lo expuesto, la Sala Plena de la Corte Constitucional, administrando justicia
en nombre del pueblo y por mandato de la Constitucin,
RESUELVE: