Lacan Seminario 3 Clase 13 La Pregunta Histerica
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Consideremos las paradojas resultantes de determinados entrecruzamientos
funcionales entre los dos planos de lo simblico y lo imaginario.
Por una parte, lo simblico es lo que nos brinda todo el sistema del mundo.
Porque el hombre tiene palabras conoce cosas. Por otra parte, la relacin
imaginaria est ligada a la etologa, a la psicologa animal. La relacin sexual
implica la captura por la imagen del otro. En otras palabras, uno de los
dominios se presenta abierto a la neutralidad del orden del conocimiento
humano, el otro parece ser el dominio mismo de la erotizacin del objeto. Esto
es lo que se manifiesta en un primer abordaje.
Ahora bien, la realizacin de la posicin sexual en el ser humano est
vinculada, nos dice Freud a la prueba de la travesa de una relacin
fundamentalmente simbolizada, la del Edipo, que entraa una posicin que
aliena al sujeto, vale decir que le hace desear el objeto de otro, y poseerlo por
procuracin de otro. Nos encontramos entonces ah ante una posicin
estructurada en la duplicidad misma del significante y el significado. En tanto
la funcin del hombre y la mujer esta simbolizada, en tanto es literalmente
arrancada al dominio de lo imaginario para ser situada en el dominio de lo
simblico, es que se realiza toda posicin sexual normal, acabada. La
realizacin genital est sometida, como a una exigencia esencial, a la
simbolizacin: que el hombre se virilice, que la mujer acepte verdaderamente
su funcin femenina.
Inversamente, la relacin de identificacin a partir de la cual el objeto se
realiza como objeto de rivalidad est situada en el orden imaginario. El dominio
del conocimiento est inserto en la primitiva dialctica paranoica de la
identificacin al semejante. De ah parte la primera apertura de identificacin
al otro, a saber un objeto. Un objeto se asla, se neutraliza, y se erotiza
particularmente en cuanto tal. Esto hace entrar en el campo del deseo humano
infinitamente ms objetos materiales que los que entran en la experiencia
animal.
En ese entrecruzamiento de lo imaginario y lo simblico, yace la fuente de la
funcin esencial que desempea el yo en la estructuracin de las neurosis.
Cuando Dora se pregunta Qu es una mujer? intenta simbolizar el rgano
femenino en cuanto tal. Su identificacin al hombre, portador del pene, le es en
esta ocasin un medio de aproximarse a esa definicin que se le escapa. El