00 20 Paradojas de La Evaluación PDF
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DEL PROFESORADO
DE FORMACIN
RESUMEN
Plantear el tema de la evaluacin nos sita ante una problemtica
compleja ya que nos acerca a dimensiones no meramente tcnicas;
sino afectivas, organizadoras, ideolgicas... Esta comunicacin presenta el tema en forma de paradojas, permitiendo, de este modo, subrayar
la complejidad de un fenmeno que frecuentemente se simplifica.
Los problemas y contradicciones que reflejan las paradojas no suponen una descalificacin de los profesionales que trabajan en la Universidad. El autor pretende llamar la atencin sobre las paradjicas situaciones que se generan en una prctica institucional que presta escasa
atencin a las dimensiones didcticas del proceso de enseanza y aprendizaje.
La propuesta para afrontar la problemtica consiste, en primer lugar,
en plantearlas, aunque de ello se derive ms inquietud que tranquilidad.
En segundo lugar, desarrollar procesos de dilogo con los alumnos,
principales implicados en un proceso que frecuentemente condiciona
su trabajo, su forma de estudiar y sus relaciones con los profesores y
con la institucin. En tercer lugar, revisar de forma personal si estas
paradojas estn presentes en la prctica profesional y abordar procesos de transformacin y de mejora. En cuarto lugar, plantear de forma
colegiada cmo hacer de la evaluacin un proceso de cambio para los
profesores. Y por ltimo, poner en marcha procesos de investigacin
sobre la prctica que conduzcan e informes escritos que puedan difundirse, y promover plataformas de debate y de transformacin.
PALABRAS CLAVE
Alumno, Evaluacin, Enseanza, Proceso de aprendizaje, Calidad
de la enseanza, Universidad.
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Aunque la finalidad de la enseanza es que los alumnos aprendan, la dinmica de las instituciones universitarias hace que la evaluacin se convierta en
una estrategia para que los alumnos aprueben.
La cultura que genera la evaluacin (SANTOS GUERRA, 1996) potencia unas formas
de actuar y de pensar conducentes a la bsqueda del xito. xito que se sustenta en
la obtencin de calificaciones excelentes. Cuestiones relativas al saber, al deseo de
saber, al disfrute del aprendizaje, se desvanecen bajo la presin del resultado. Has
disfrutado aprendiendo?. Has aprendido cosas relevantes?. Tienes ganas de seguir aprendiendo?. He aqu preguntas intrascendentes al lado de las ms apremiantes y pragmticas: Has aprobado?. Qu nota has sacado?. Con las calificaciones
que has obtenido, puedes conseguir la beca?.
Ms importante que aprender es aprobar. La sociedad, la familia, la institucin y
los propios alumnos se meten en esta endiablada y absorbente filosofa.
Del placer de aprender se pasa a la obligacin de aprobar, lo que provoca la prdida
de la inocencia intelectual (LVAREZ MNDEZ, 1995).
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CUESTIONES:
Evaluacin como comprobacin y evaluacin como aprendizaje.
Efectos secundarios negativos de la enseanza.
Incidencia de la cultura neoliberal en la prctica escolar.
Presencia e importancia de las trampas para conseguir buenos resultados:
copia, trabajos plagiados, negociacin engaosa...
Sometimiento a la figura del profesor.
Paradoja N 2
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Este tipo de fenmenos requiere un anlisis ms riguroso que el que suele hacerse, frecuentemente simplista y exculpatorio. No voy a negar que pueden existir causas que estn en el origen de fracaso y que puedan echar sus races en la mala
preparacin, pero an entonces, habr que coordinar los niveles, interpelar a los
profesionales, replantear los currcula, etc. Cuando no se hace as, los alumnos padecen las consecuencias de la irracionalidad y de la injusticia de un proceso como la
evaluacin que se carga de poder y de exigencias, pero que no genera reflexin y
cambio.
El fenmeno inverso tambin existe. Es decir, que alumnos que han obtenido resultados deficientes en etapas anteriores al llegar a determinadas especialidades se
conviertan -sin sorpresa- en estudiantes que obtienen excelentes calificaciones.
No se plantean en los Departamentos (ni lo hacen tampoco los profesores que
suspenden) reflexiones conducentes al anlisis de las causas de ese fracaso. Tampoco se hace un anlisis sobre el xito sorprendente en otros estudios. Lo cual
quiere decir que la evaluacin no es una ocasin de anlisis ni de mejora de la
prctica.
La simplificacin de las explicaciones no slo tergiversa la realidad; sino que
pervierte la utilizacin del conocimiento. Es decir, que cuando se atribuye el fracaso
a la mala preparacin que traen los alumnos o a su pereza o falta de inters, los
profesores no tienen que revisar nada sobre sus prcticas o sobre la organizacin de
la actividad. La simplificacin suele utilizarse para defender intereses particulares y
posiciones nomotticas en las instituciones.
CUESTIONES:
Las bisagras del sistema: necesidad y exigencia de la coordinacin entre niveles.
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La evaluacin del profesorado puede hacerse o no y, si se hace, no tiene consecuencias ni siquiera -en muchos sitios- para la prrroga de contratos o para la presentacin a la convocatoria de plazas. Si al profesor le evalan sus alumnos negativamente en el tem explica con claridad, podr decir que no tienen el nivel suficiente para entenderle y, en cualquier caso, podr seguir repitiendo lo que haca sin que
haya consecuencia alguna.
De ah la importancia de hacer una evaluacin de las instituciones universitarias
asentada en la necesidad de mejorar las prcticas docentes, y no slo de controlar al
profesorado como apuntan VROEIJENSTIJN y ACHERMAN (1991).
La evaluacin condiciona todo el proceso de enseanza y aprendizaje. Resulta paradjico que la evaluacin potencie las funciones intelectuales menos ricas.
DOYLE (1979) dice que en las aulas existe una estructura de tareas y una estructura de participacin. Cuando habla de las tareas o funciones intelectuales que se
ejercitan, hace una relacin graduada en orden a la complejidad.
MEMORIZACIN
APRENDIZAJE DE ALGORITMOS
COMPRENSIN
ANLISIS
OPININ
CREACIN
Aunque todas son necesarias, creo que es fcil decir que la complejidad o la
riqueza intelectual de estas operaciones, va creciendo de las primeras a las ltimas.
Sin embargo, si observamos cules son las ms potenciadas en los exmenes podremos comprobar cmo el orden est invertido.
Tngase en cuenta que, dada la importancia de los procesos de evaluacin, el
estudio se organiza para dar respuesta a las preguntas que realizan los profesores.
Este hecho acenta la hegemona del conocimiento que se imparte y subraya la
importancia de la respuesta nica. Si resulta decisivo para conseguir un buen resultado repetir fielmente los contenidos de la enseanza, la forma de estudiar, el estilo
del aprendizaje se basar en la memorizacin.
Este problema llega a su apogeo cuando se utilizan las mal llamadas pruebas
objetivas. Cmo se cultiva a travs de ellas la capacidad de sntesis, de anlisis,
de estructuracin, de comparacin, de opinin, de creacin?.
En algunas Facultades circulan documentos con pruebas de aos anteriores que
los alumnos estudian concienzudamente (algunos, slo es eso lo que estudian) para
salir airosos en los exmenes.
No es difcil suponer que ese esquema tantas veces repetido de escuchar-anotarestudiar-repetir resulte poco atractivo, poco estimulante, tanto para los alumnos como
para los docentes.
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Resulta paradjico que los alumnos tengan que almacenar en sus cabezas aquello que los profesores les han transmitido teniendo sus apuntes delante.
La simplificacin que supone un tipo de correccin a travs de la frmula A - E/N1 rompe el dilogo sobre la discusin de criterios y la aplicacin de los mismos.
CUESTIONES:
Finalidad de la enseanza.
Funciones de la evaluacin.
Repercusiones de las prcticas universitarias.
Repeticin versus construccin del conocimiento.
Paradoja N 6
Aunque los resultados no explican las causas del xito o del fracaso, la
institucin entiende que el responsable de las malas calificaciones es el alumno.
Digo que la institucin entiende porque me refiero a lo que sucede de facto.
Es decir, habr alumnos o padres y madres de stos que consideren que la calificacin es injusta, pero son pocos (verdaderas excepciones) los que se deciden a solicitar un examen alternativo o los que piden medios para que la institucin haga frente
durante el verano a las deficiencias habidas durante el curso. Prefieren esperar una
nueva oportunidad o matricularse con otro profesor.
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La evaluacin brinda informacin sobre los resultados obtenidos por los alumnos,
pero no suele decir nada sobre las causas del xito o del fracaso. De ah que se
suponga que toda la responsabilidad del fracaso depende de su capacidad, de su
inters o de su esfuerzo.
Los procesos atributivos que se plantean respecto al fracaso de los alumnos suelen focalizarse en comportamientos de stos, y no de los profesores o de la institucin (SANTOS GUERRA, 1998).
a. Son vagos.
b. Son torpes.
c. Estn mal preparados.
d. No saben estudiar.
e. Estn desmotivados.
f. No asisten a clase.
No digo que no exista una parte de responsabilidad en los comportamientos y
actitudes de los alumnos, pero resulta curioso que las explicaciones que hacen stos
de las causas de su fracaso apuntan en otras direcciones:
a. No nos interesa lo que explican.
b. Los profesores no saben explicar.
c. Exigen de forma arbitraria.
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CUESTIONES:
Evaluacin y aprendizaje del profesor.
Evaluacin y mejora de la prctica.
Complejidad de los procesos atributivos.
Paradoja N 7
Hay prcticas que deberan conducir, lgicamente, a una revisin de los criterios
que las inspiran, pero pocas veces se produce este mecanismo inteligente. Por ejemplo:
Un profesor tiene, ao tras ao, el 80% de suspensos frente al corto porcentaje de
otro compaero que imparte la misma disciplina en un curso gemelo.
Un alumno repite, una y otra vez, una disciplina de primero cuando tiene ya aprobadas las de otros cursos superiores que exigen el dominio de la que no aprueba.
Con un profesor, las calificaciones rozan el sobresaliente general; mientras que
con otro del mismo curso, los alumnos tienen un alto porcentaje de suspensos y los
dems consiguen un simple aprobado.
Este tipo de fenmenos deberan llevar a un anlisis de lo que sucede con un
proceso de altsima complejidad que se simplifica de una forma completamente subjetiva.
CUESTIONES:
Rutina institucional.
Rutina personal.
Dinmicas del cambio.
Autocrtica profesional.
Paradoja N 8
A pesar de que uno de los objetivos de la enseanza universitaria es despertar y desarrollar el espritu crtico, muchas evaluaciones consisten en la
repeticin de las ideas aprendidas del profesor o de autores recomendados.
La evaluacin encierra un poder omnmodo del profesor. No slo porque ste impone unos criterios establecidos previamente (a veces negociados); sino porque la
evaluacin consiste en repetir aquello que el profesor considera importante.
Cuntas veces se tienen en cuentan los conocimientos aportados por los alumnos en el aula?. Qu importancia se concede a las aportaciones crticas de cada
estudiante?.
Es sorprendente la poca frecuencia de conflictos respecto a la evaluacin. Pocas
veces se solicita la intervencin de un tribunal de evaluacin, sea como reclamacin
de calificaciones, sea previamente al examen. Existe temor a que el gremio docente
acte en apoyo del profesor a quien se ha reclamado una revisin del examen.
sta podra ser una demanda lgica de los alumnos: Por favor, ensenos a
pensar por nosotros mismos. Pero se transforma en esta otra, tan perniciosa: Ensenos a repetir lo que usted dice. La tarea docente debera consistir en ayudar a
los alumnos a buscar por s mismos, a indagar, a investigar, a descubrir la verdad.
Algunas veces a los males de la repeticin como estrategia nica de evaluacin,
se le aaden componentes inquietantes desde el punto de vista tico. Me refiero a la
exigencia de que contesten a travs de las obras que hemos publicado quienes les
examinamos. Lo cual exige no slo que aprendan lo que decimos en los libros, sino
que, previamente, los compren.
Cuando los docentes se dirigen a las editoriales para solicitar la publicacin de sus
libros, suelen ofrecer como argumento las seguras ventas que se producirn entre
los alumnos que cursan sus asignaturas.
Muchos alumnos llegan a los exmenes con esta inquietud: qu querr leer el
profesor?; qu espera que le diga?; qu enfoque le parecer ms conveniente?. E
incluso: cmo le gusta que se lo exprese?.
CUESTIONES:
Pensamiento divergente.
Repeticin y crtica.
Evaluacin y sumisin.
Paradoja N 9
Aunque la organizacin de la Universidad ha de tender a facilitar los procesos de enseanza y aprendizaje, las condiciones organizativas (masificacin,
rutina, falta de estmulos...) dificulta la evaluacin rigurosa y de calidad.
La masificacin de alumnos dificulta la tarea de hacer evaluacin rigurosa. Digo
dificulta, no impide, porque algunos profesores hacen lo mismo con 5 alumnos que
con 500.
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Esta masificacin acenta el valor del examen como prueba nica. Obsrvese
que esa consagracin del momento hace que algunos profesores rechacen demostraciones fehacientes de haber adquirido el conocimiento hechas por los alumnos a posteriori (me puse nervioso, me qued en blanco, no me expliqu bien,
me confund...). El argumento (o la excusa) con la que el profesor rechaza las
alegaciones suele ser de este tipo: Deberas haberlo dicho en su momento. No
ahora.
CUESTIONES:
Evaluacin y organizacin.
Condicionantes de la tarea.
Transformaciones institucionales.
Incentivacin de las innovaciones.
Paradoja N 10
Aunque las instituciones de formacin de docentes hacen hincapi, tericamente, en la importancia de la evaluacin cualitativa, las prcticas siguen
instaladas en los modelos cuantitativos.
Es frecuente el divorcio entre lo que se explica y lo que se hace. La evaluacin que
realizan los alumnos contradice las teoras que aparecen en los libros sobre evaluacin que los alumnos estudian para realizar sus exmenes.
Resulta paradjico que en una institucin en la que se explican la naturaleza y
exigencias de la evaluacin cualitativa, la prctica se sustente sobre modelos cuantitativos. Incluso, cuando se utilizan evaluaciones de corte ms cualitativo, el resultado final ha de constar en un acta con una sola palabra: Suspenso, aprobado, notable,
Sobresaliente o Matrcula.
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CUESTIONES
Evaluacin y ritmos de aprendizaje.
Evaluacin y aprendizaje individualizado.
Justicia y diversidad.
Paradoja N 12
Esas comparaciones se hacen sin tener en cuenta las condiciones de partida, los
medios disponibles, la capacidad inicial de los alumnos. De esta manera, se pretende evaluar las instituciones, exclusivamente, por los resultados que obtienen los alumnos. No se trata, pues, de llegar al mximo de lo que puede alcanzar; sino de conseguir llegar ms all que los dems.
Este fenmeno, muy del gusto de la cultura neoliberal, da lugar a pretendidas
mediciones realizadas por pruebas estandarizadas, a la confeccin de listas clasificatorias e, incluso, a la concesin de prestigio y ayuda a quienes queden los primeros. Es difcil negar que ste es un buen camino para incrementar las desigualdades
y la injusticia.
CUESTIONES:
Cultura neoliberal y competitividad.
Evaluacin y valores.
Polticas de redistribucin y de reconocimiento.
Paradoja N 13
Aunque resulta muy difcil eliminar la arbitrariedad de los procesos de correccin, la calificacin tiene el carcter de inequvoca y de incontestable.
Alguna investigacin (FERNNDEZ PREZ, 1988) ha mostrado que para que haya
objetividad en la correccin de exmenes de ciencias hacen falta, al menos, doce
correctores. Para exmenes de letras, ms de cien.
Sorprende que, dada la complejidad del proceso de correccin, haya tan pocas
reclamaciones por parte de los alumnos. Este hecho no se debe interpretar exclusivamente bajo la suposicin de que habr acuerdo con el sistema de correccin; sino
que hay que sospechar que puede existir miedo al etiquetado, falta de prctica, inquietud por la inflexibilidad, sospecha de gremialismo en caso de que se acuda con
la queja al profesor o al Departamento...
CUESTIONES:
Objetividad, subjetividad y arbitrariedad.
Los instrumentos de evaluacin.
Los estereotipos de evaluacin.
Paradoja N 14
Aunque la participacin es un objetivo prioritario de la formacin, los alumnos slo intervienen en la evaluacin a travs de la realizacin de las pruebas.
La participacin de los alumnos en la evaluacin puede (debe) plantearse en sus
dimensiones ms profundas (sentido, finalidad, tica...), y no slo en las ms tangibles y superficiales: fijacin de criterios, aplicacin de los mismos, discusin sobre
dicha aplicacin... Sin embargo, es poco frecuente que los alumnos participen en
estos procesos.
Aunque se habla y se escribe sobre la participacin y la negociacin del currculum, lo cierto es que se publican las programaciones en las que se fijan las fechas,
las formas y los criterios de evaluacin.
Cuando los profesores piden la opinin ya suele estar todo decidido. Los alumnos
saben que se trata de un simulacro de participacin. En ocasiones, se les pide opinin sobre aspectos meramente anecdticos. Se pregunta si prefieren un da u otro,
un tipo de preguntas u otro, pero no se negocian los aspectos sustantivos.
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Nada quiero aadir sobre el caso del profesor que plantea una negociacin tramposa, es decir, una negociacin sobre el proceso evaluador en la cual solamente
habr aceptacin en el caso de que la decisin de los alumnos coincida con la que l
haba ya tomado.
La autoevaluacin de los alumnos es una prctica poco generalizada en la Universidad. Es el profesor quien decide todo lo relativo a tiempos, tipos de pruebas, condiciones, frecuencia, criterios de valor...
Frecuentemente, estas decisiones no slo no son compartidas con los alumnos;
sino que no son conocidas por ellos. De esta manera, la evaluacin condiciona todo
el proceso de aprendizaje.
CUESTIONES:
Participacin real y simulacros de participacin.
Participacin condicionada.
Participacin tramposa.
Paradoja N 15
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cin favorece a unos y perjudica a otros. No hay prctica educativa asptica o neutral.
Recuerdo aqu la ya lejana en el tiempo, pero cada vez ms necesaria llamada en
la actualidad, de BARRY MCDONALD (1978):
La evaluacin, como otros campos de la investigacin, est sitiada por un buen
nmero de persistentes dilemas, algunos tcnicos, algunos ticos y algunos, yo sugerira, polticos (BARRY MCDONALD, 1978).
habida cuenta del contexto psicopedaggico en que dicho dilogo podra enmarcarse
(FERNNDEZ PREZ, 1988).
Aunque se dice que hay que preparar a los alumnos para la Universidad, la
prctica docente que se lleva a cabo en ella, es de peor calidad que la de los
niveles anteriores.
Resulta sorprendente que se insista tanto en la preparacin para la Universidad.
Qu quiere decir?. Prepararse para sobrevivir en la Universidad?.
La incipiente preocupacin por la evaluacin de actitudes, de procedimientos, de
valores en otros niveles, va perdindose hasta que aparece de forma descarnada la
preocupacin por los resultados obtenidos en los aprendizajes de conocimientos.
Ya s lo difcil que resulta interpelarse por la evaluacin de otras dimensiones,
siendo la ms sencilla (de conocimientos) tan endiabladamente compleja. No podemos olvidar, no obstante, que hay preocupaciones que deben ir ms all de la preparacin tcnica de los profesionales.
Ingenieros bien enseados, mdicos bien ilustrados, enfermeras bien entrenadas,
graduados en high-school y en universidades, fueron los que construyeron y alimentaron las cmaras de gas en la Segunda Guerra Mundial (GINOT, H.G., citado en
SNCHEZ MRQUEZ, 1998).
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La triste verdad para el mbito universitario es que hemos abierto las puertas a la
utilizacin indebida y perjudicial de los indicadores de rendimiento con todos sus posibles daos... No hemos creado, individual ni colectivamente, los sistemas
multifacticos que nos permitan informar a los dems de nuestra eficacia y eficiencia,
y que, al mismo tiempo, nos ayudarn a mejorar nuestros servicios y programas de
estudios (KELLS, 1991).
La medicin de resultados con pruebas estandarizadas para realizar clasificaciones (lo que los ingleses denominan assessment) es un grave riesgo para las instituciones educativas (STRONACH, 1989).
Este tipo de evaluacin beneficia a las Universidades privadas, ya que seleccionan sus clientelas, disponen de medios mejores, trabajan con grupos pequeos y
luego comparan los resultados acadmicos de sus alumnos con los de las Universidades pblicas.
Hablar de evaluacin implica tocar un punto sensible que est muy cargado afectiva
e ideolgicamente, porque a travs de la evaluacin se concretan las desigualdades
y, por tanto, las contradicciones entre la utopa pedaggica de una escuela para todos
y de la realidad de las diferencias (PERRENOUD, 1990).
Las paradojas nos permiten subrayar la complejidad de un fenmeno que, frecuentemente, se simplifica, sea por las urgencias temporales, sea por las dificultades organizativas, sea por las dificultades que conlleva dilucidar sus dimensiones
tericas.
Los problemas y contradicciones que he apuntado no suponen una descalificacin
de los profesionales que trabajan en la Universidad. Muchos de ellos se dedican a su
tarea de forma concienzuda y ejemplar. Lo que he pretendido es llamar la atencin
sobre las paradjicas situaciones que se generan en una prctica institucional que
presta escasa atencin a las dimensiones didcticas del proceso de enseanza y
aprendizaje.
Qu hacer, pues, ante las paradojas?.
En primer lugar, creo que es saludable plantearlas aunque de ello se derive ms
inquietud que tranquilidad, ms desasosiego que conformidad, ms incomodidad
que satisfaccin. No poner en tela de juicio las prcticas, nos lleva a repetirlas de
manera mecnica. Asentarnos en las certezas de la prctica hace inviable su mejora.
En segundo lugar, desarrollar procesos de dilogo con los alumnos, principales
implicados en un proceso que frecuentemente condiciona su trabajo, su forma de
estudiar y sus relaciones con los profesores y con la institucin.
En tercer lugar, revisar de forma personal si estn presentes en nuestra prctica
profesional, y abordar procesos de transformacin y de mejora.
En cuarto lugar, plantear de forma colegiada cmo hacer de la evaluacin un
proceso de cambio para los profesores.
En quinto lugar, poner en marcha procesos de investigacin sobre la prctica que
conduzcan a informes escritos que puedan difundirse y promover plataformas de
debate y de transformacin.
Dice SCRIVEN (1991) que es imposible mejorar sin evaluar. Depende de qu
evaluacin se trate. S, si se hace una evaluacin que provoca comprensin y que se
encamina al cambio. No, si se pone la evaluacin al servicio de quienes ms pueden,
ms saben o ms pagan.
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