A Literatura El Realismo PDF
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Captulo
25
EL REALISMO
DEFINICIN
El Realismo es un movimiento que surge inicialmente en Francia, a mediados del s. XIX (1848), alcanzando su mayor
expresin en la novela. A nuestro pas, el Realismo llega con cierto retraso, despus de la Guerra con Chile. El
Realismo Peruano, si bien es cierto adopta los moldes del Realismo Europeo, no descuida los matices nacionales y se
preocupa por los problemas sociales de la poca levantando su voz de protesta para denunciar el maltrato al indio,
la centralizacin de la economa, la corrupcin pblica y la derrota sufrida frente a Chile. Es el primer momento en que
se toma en cuenta la realidad del indio peruano a travs de novelas sociales y ensayos polticos.
II.
CARACTERSTICAS
1.
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4.
5.
6.
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8.
III.
EXPONENTES
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1.
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Literatura
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15.
OBRA
A.
B.
Ensayo:
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"Horas de lucha".
"Bajo el oprobio".
"Propaganda y ataque".
"Anarqua".
"Figuras y figurones".
"Nuevas pjinas libres".
Poesa
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C.
Narrativa
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D.
"Minsculas" (1911).
"Presbiterianas" (1909).
"Exticas (1911).
"Trozos de vida".
"Baladas peruanas".
"Grafitos".
Teatro
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Seores:
Los que pisan el umbral de la vida se juntan hoy para dar una leccin a los que se acercan a las puertas del sepulcro.
La fiesta que presenciamos tiene mucho de patriotismo i algo de irona; el nio quiere rescatar con el oro lo que el hombre
no supo defender con el hierro.
Los viejos deben temblar ante los nios, porque la generacin que se levanta es siempre acusadora i juez de la
generacin que desciende.
De aqu, de estos grupos alegres i bulliciosos, saldr el pensador austero i taciturno; de aqu, el poeta que fulmine las estrofas
de acero retemplado; de aqu, el historiador que marque la frente del culpable con un sello de indeleble ignominia.
Nios, sed hombres, madrugad a la vida, porque ninguna generacin recibi herencia ms triste, porque ninguna
tuvo deberes ms sagrados que cumplir, errores ms graves que remediar, ni venganzas ms justas que satisfacer.
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TRILCE
En la orga de la poca independiente vuestros antepasados bebieron el vino generoso i dejaron las heces. Siendo
superiores a vuestros padres, tendris derecho para escribir el bochornoso epitafio de una generacin que se va, manchada
con la guerra civil de medio siglo, con la quiebra fraudulenta i con la mutilacin del territorio nacional.
Si en estos momentos fuera oportuno recordar vergenzas i renovar dolores, no acusaramos a unos ni disculparamos a otros. Quin puede arrojar la primera piedra?.
La mano brutal de Chile despedaz nuestra carne i machac nuestros huesos; pero los verdaderos vencedores, las
armas del enemigo, fueron nuestra ignorancia i nuestro espritu de servidumbre.
Si la ignorancia de los gobernantes la servidumbre de los gobernados fueron nuestros vencedores, acudamos a la
ciencia, ese redentor que nos ensea a suavizar la tirana de la naturaleza, adoremos la libertad, esa madre engendradora de
hombres fuertes.
No hablo seores de la ciencia momificada que va reducindose a polvo en nuestras universidades retrgradas:
hablo de la ciencia robustecida con la sangre del siglo, de la ciencia con ideas de radio jigantesco, de la ciencia que trasciende
a juventud i sabe a miel de panales griegos, de la ciencia positiva que en slo un siglo de aplicaciones industriales produjo
ms bienes a la humanidad que milenios enteros de Teologa i Metafsica.
Hablo seores, de la libertad para todos i principalmente para los ms desvalidos. No forman el verdadero Per las
agrupaciones de criollos i extranjeros que habitan la faja de tierra situada entre el Pacfico y los Andes; la nacin esta formada
por las muchedumbres de indios diseminados en la banda oriental de la cordillera.
Trescientos aos ha que el indio rastrea en las capas inferiores de la civilizacin, siendo un hbrido con los vicios del
brbaro i sin las virtudes del europeo: enseadle siquiera a leer i escribir, veris si en un cuarto de siglo se levanta o no a la
dignidad del hombre!
Cuando tengamos un pueblo sin espritu de servidumbre, i militares i polticos a la altura del siglo, recuperaremos
Arica i Tacna, i entonces i slo entonces marcharemos sobre Iquique i Tarapac daremos el golpe decisivo, primero ltimo.
Para ese gran da, que al fin llegar porque el porvenir nos debe una victoria, fiemos slo en la luz de nuestro cerebro
y en la fuerza de nuestros brazos. Pasaron los tiempos en que nicamente el valor decida los combates: ho la guerra es un
problema, la ciencia resuelve la ecuacin.
Abandonemos el romanticismo internacional i la fe en los auxilios sobrehumanos: La tierra escarnece a los vencidos,
y el cielo no tiene rayos para el verdugo. En esta obra de reconstruccin i venganza no contemplemos con los hombres del
pasado: los troncos aosos i carcomidos produjeron ya sus flores de aroma deletreo i sus frutas de sabor amargo. Que
vengan rboles ha dar flores nuevas frutos nuevos! Los viejos a la tumba, los jvenes a la obra!
*
Discurso pronunciado en el Teatro del Politeama de Lima, el 28 de Julio de 1888 por Manuel Urbina, en una velada
patritica destinada a recolectar fondos para recuperar a Tacna y Arica.
CLORINDA MATTO DE TURNER (Cusco, 1854 - 1909)
1.
2.
3.
Se cas a los diecisiete aos y enviud pronto; adems perdi tempranamente a su nico hijo.
Se dedic activamente a la difusin cultural a travs de diversas publicaciones, tanto en Cusco como en Lima, adems
de Buenos Aires, ciudad en que residi durante algunos aos.
Fue discpula de Gonzlez Prada, y sigui su ideologa, defendiendo al indio en forma crtica y pedaggica.
OBRA
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ndole (1891).
Herencia (1895).
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Literatura
LECTURA
LA ANARQUIA ENSAYO
Por Manuel Gonzlez Prada, Anarqua
Si a una persona seria le interrogamos qu entiende por Anarqua, nos dir, como absolviendo la pregunta de un
catecismo: Anarqua es la dislocacin social, el estado de guerra permanente, el regreso del hombre a la barbarie primitiva.
Llamar tambin al anarquista un enemigo jurado de vida y propiedad ajenas, un energmeno acometido de fobia
universal y destructiva, una especie de felino extraviado en el corazn de las ciudades. Para muchas gentes, el anarquista
resume sus ideales en hacer el mal por el gusto de hacerle.
No solamente las personas serias y poco instruidas tienen ese modo infantil de ver las cosas: hombres ilustrados, que
en otras materias discurren con lucidez y mesura, desbarran lastimosamente al hablar de anarquismo y anarquistas. Siguen
a los santos padres cuando trataban de herejas y herejes. Lombroso y Le Bon recuerdan a Tertuliano y San jernimo. El
autor de El hombre criminal no lleg hasta insinuar que los anarquistas fueran entregados a las muchedumbres, quiere
decir, sometidos a la ley de Lynch? Hay, pues, sus Torquemadas laicos, tan feroces y terribles como los sacerdotes.
Quienes juzgan la Anarqua por el revlver de Bresci, el pual de Caserio y las bombas de Ravachol no se distinguen
de los librepensadores vulgares que valorizan el Cristianismo por las hogueras de la Inquisicin y los mosquetazos de la
Saint-Barthlemy. Para medir el alcance de los denuestos prodigados a enemigos por enemigos, recordemos a paganos y
cristianos de los primeros siglos acusndose recprocamente de asesinos, incendiarios, concupiscentes, incestuosos, corruptores de la infancia, unisexuales, enemigos del Imperio, baldn de la especie humana, etc. Cartago historiada por Roma,
Atenas por Esparta, sugieren una idea de la Anarqua juzgada por sus adversarios. La sugieren tambin nuestros contemporneos en sus controversias polticas y religiosas. Si para el radical-socialista, un monrquico representa al reo justiciable,
para el monrquico, un radical-socialista merece el patbulo. Para el anglicano, nadie tan depravado como el romanista, para
el romanista, nadie tan digno de abominacin como el anglicano. Afirmar en discusiones polticas o religiosas que un
hombre es un imbcil o un malvado, equivale a decir que ese hombre no piensa como nosotros pensamos.
Anarqua y anarquista encierran lo contrario de lo que pretenden sus detractores. El ideal anrquico se pudiera
resumir en dos lneas: la libertad ilimitada y el mayor bienestar posible del individuo, con la abolicin del Estado y la
propiedad individual. Si ha de censurarse algo al anarquista, censresele su optimismo y la confianza en la bondad ingnita
del hombre. El anarquista, ensanchando la idea cristiana, mira en cada hombre un hermano; pero no un hermano inferior
y desvalido a quien otorga caridad, sino un hermano igual a quien debe justicia, proteccin y defensa. Rechaza la caridad
como una falsificacin hipcrita de la justicia, como una irona sangrienta, como el don nfimo y vejatorio del usurpador al
usurpado. No admite soberana de ninguna especie ni bajo ninguna forma, sin excluir la ms absurda de todas: la del
pueblo. Niega leyes, religiones y nacionalidades, para reconocer una sola potestad: el individuo. Tan esclavo es el sometido
a la voluntad de un rey o de un pontfice, como el enfeudado a la turbamulta de los plebiscitos o a la mayora de los
parlamentos. Autoridad implica abuso, obediencia denuncia abyeccin, que el hombre verdaderamente emancipado no
ambiciona el dominio sobre sus iguales ni acepta ms autoridad que la de uno mismo sobre uno mismo.
Sin embargo, esa doctrina de amor y piedad, esa exquisita sublimacin de las ideas humanitarias, aparece diseada
en muchos autores como una escuela del mal, como una glorificacin del odio y del crimen, hasta como el producto
morboso de cerebros desequilibrados. No falta quien halle sinnimos a matoide y anarquista. Pero, slo contiene insania,
crimen y odio la doctrina profesada por un Reclus, un Kropotkin, un Faure y un Grave? La anarqua no surgi del
proletariado como una explosin de ira y un simple anhelo de reivindicaciones en beneficio de una sola clase: tranquilamente elaborada por hombres nacidos fuera de la masa popular, viene de arriba, sin conceder a sus iniciadores el derecho
de constituir una lite con la misin de iluminar y regir a los dems hombres. Naturalezas de seleccin, rboles de copa muy
elevada, produjeron esa fruta de salvacin.
No se llame a la Anarqua un empirismo ni una concepcin simplista y anticientfica de las sociedades. Ella no rechaza
el positivismo comtiano; le acepta, despojndole del Dios-Humanidad y del sacerdocio educativo, es decir, de todo rezago
semiteolgico y neocatlico. Augusto Comte mejora a Descartes, ensancha a Condillac, fija el rumbo a Claude Bernard y
sirve de correctivo anticipado a los Bergson nacidos y por nacer. Si el darwinismo mal interpretado pareca justificar la
dominacin de los fuertes y el imperialismo desptico, bien comprendido llega a conclusiones humanitarias, reconociendo
el poderoso influjo del auxilio mutuo, el derecho de los dbiles a la existencia y la realidad del individuo en contraposicin
al vago concepto metafsico de especie. La Ciencia contiene afirmaciones anrquicas y la Humanidad tiende a orientarse en
direccin de la Anarqua.
300
TRILCE
Hay pocas en que algunas ideas flotan en el ambiente, hacen parte de la atmsfera y penetran en los organismos
ms refractarios para recibirlas. Hasta Spencer, hasta el gran apstol de la evolucin antirrevolucionaria y conservadora,
tiene rfagas de anarquismo. Los representantes mismos del saber oficial y universitario suelen emitir ideas tan audaces, que
parecen tomadas de un Bakunin o de un Proudhon. Un profesor de la Universidad de Burdeos, Duguit, no vacila en repetir:
Pienso que est en camino de elaborarse una sociedad nueva, de la cual han de rechazarse tanto la nocin de un derecho
perteneciente a la colectividad para mandar en el individuo como la nocin de un derecho del individuo para imponer su
personalidad a la colectividad y a los dems individuos. Y si, atendiendo a las necesidades de la exposicin, personificamos
la colectividad en el Estado, niego lo mismo el derecho subjetivo del Estado que el derecho subjetivo del individuo. (Las
transformaciones del Estado, traduccin de A. Posada)
No quiere decir que nos hallemos en vsperas de establecer una sociedad anrquica. Entre la partida y la llegada
median ruinas de imperios, lagos de sangre y montaas de vctimas. Nace un nuevo Cristianismo sin Cristo; pero con sus
perseguidores y sus mrtires. Y si en veinte siglos no ha podido cristianizarse el mundo, cuntos siglos tardar en anarquizarse?
La Anarqua es el punto luminoso y lejano hacia donde nos dirigimos por una intrincada serie de curvas descendentes
y ascendentes. Aunque el punto luminoso fuese alejndose a medida que avanzramos y aunque el establecimiento de una
sociedad anrquica se redujera al sueo de un filntropo, nos quedara la gran satisfaccin de haber soado. Ojal los
hombres tuvieran siempre sueos tan hermosos!
(1907)
PRCTICA
01.
02.
M.
a)
b)
c)
d)
e)
03.
04.
05.
06.
07.
08.
09.
10.
11.
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Literatura
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
No
a)
b)
c)
d)
e)
19.
20.
302
corresponde al Realismo :
Predominio de la realidad.
Es objetivo.
Visin crtica de la realidad.
Utiliza la observacin.
Todas corresponden.
21.
22.
23.
La
a)
b)
c)
d)
e)
24.
25.
26.
No
a)
b)
c)
d)
e)
27.
28.
"El
a)
b)
c)
d)
e)
29.
30.
TRILCE
d) "Tradiciones Cuzqueas".
e) "El tonel de Digenes".
31.
32.
33.
34.
35.
36.
37.
38.
39.
40.
41.
42.
43.
44.
45.
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Literatura
46.
47.
48.
49.
50.
51.
52.
53.
304
d) "Dos Indios".
e) "Algo de Per y mucho de Pelagatos".
54.
55.
56.
57.
58.
El
a)
b)
c)
d)
e)
59.
60.
"El
a)
b)
c)
d)
e)