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ILUSTRACIONES PARA PREDICADORES
ILUSTRACIONES PARA PREDICADORES
1.- VIVE COMO LAS FLORES Maestro, maestro... qu debo hacer para no quedarme molesto? Algunas personas hablan demasiado, otras son ignorantes. Algunas son indiferentes. Siento odio por aquellas que son mentirosas y sufro con aquellas que calumnian. - Pues, vive como las flores!, advirti el maestro. - Y cmo es vivir como las flores?, pregunt el discpulo. - Pon atencin a esas flores -continu el maestro, sealando unos lirios que crecan en el jardn. Ellas nacen en el estircol, sin embargo son puras y perfumadas. Extraen del abono mal oliente todo aquello que les es til y saludable, pero no permiten que lo agrio de la tierra manche la frescura de sus ptalos. Esta bien que nos angustiemos por nuestras propias culpas, pero no es bueno permitir que la conducta de los dems te incomoden.... Los defectos de ellos son de ellos y no tuyos. Y si no son tuyos, no hay motivo para molestarse. Ejercita pues, la virtud de rechazar todo el mal que viene desde afuera y perfuma la vida de los dems haciendo el bien. Esto, es vivir como las flores.
2.- BUENA SUERTE?, MALA SUERTE? QUIEN SABE?
Una historia china habla de un anciano labrador que tenia
un viejocaballo para cultivar sus campos. Un da, el caballo escapo a las montaas. Cuando los vecinos del labrador le dijeron que mala suerte tenia por perder el caballo, el les replico: Buena Suerte?, Mala Suerte? Quien Sabe ? Una semana despus el caballo volvi trayendo consigo una manada de caballos salvajes. Entonces sus vecinos felicitaron al labrador por su buena suerte y este les respondi: Buena Suerte?, Mala Suerte? Quien Sabe ? Cuando el hijo del labrador intento domar uno de aquellos caballos salvajes, se cayo y se rompi una pierna. Todo el mundo considero esto como una desgracia. No as el labrador, quien se limito a decir: Buena Suerte?, Mala Suerte? Quien Sabe? Unas semanas ms tarde, el ejrcito entro en el poblado y fueron reclutados todos los jvenes que se encontraban en buenas condiciones. Cuando vieron al hijo del labrador con la pierna rota, lo dejaron tranquilo. Haba sido buena suerte?, Mala suerte?, Quien sabe ? Todo lo que a primera vista parece contratiempo puede ser un disfraz del bien. Y lo que parece bueno a primera vista puede ser realmente daino. As pues, ser postura sabia que dejemos a Dios decidir lo que es buena y mala suerte, y le agradezcamos que todas las cosas se conviertan en bien para los que le aman. 3.- GUILA O POLLITO
Erase una vez un hombre, que mientras caminaba por el
bosque, encontr un aguilucho. Se lo llev a su casa y lo puso en un corral, donde pronto aprendi a comer la misma comida que los pollos y a conducirse como estos. Un da un naturalista que pasaba por all le pregunt al propietario porqu razn un guila, el rey de todas las aves y los pjaros, tena que permanecer encerrada en el corral con los pollos. Como le he dado la misma comida que a los pollos y le he enseado a ser pollo, nunca ha aprendido a volar- respondi el propietario-. Se conduce como los pollos, y por tanto, ya no es un guila. Sin embargo, insisti el naturalista- tiene corazn de guila y, con toda seguridad, se le puede ensear a volar. Despus de discutir un poco ms, los dos hombres convinieron en averiguar si era posible que el guila volara. El naturalista la tom en sus brazos suavemente y le dijo: T perteneces al cielo, no a la tierra. Abre las alas y vuela. El guila, sin embargo, estaba confusa; no saba qu era y, al ver a los pollos comiendo, salt y se reuni con ellos de nuevo. Sin desanimarse, al da siguiente, el naturalista llev al guila al tejado de la casa y le anim dicindole: Eres un guila. Abre las alas y vuela. Pero el guila tena miedo de su yo y del mundo desconocido y salt una vez ms en busca de la comida de los pollos. El naturalista se levant temprano al tercer da, sac al guila del corral y la llev a una montaa. Una vez all, alz al rey de las aves y le anim diciendo: Eres un guila. Eres un guila y perteneces tanto al cielo como a la tierra.... Ahora, abre las alas y vuela.
El guila mir alrededor, hacia el corral, y arriba, hacia el
cielo. Pero sigui sin volar. Entonces, el naturalista la levant directamente hacia el sol; el guila empez a temblar, a abrir lentamente las alas y finalmente, con un grito triunfante, se vol alejndose en el cielo. Es posible que el guila recuerde todava a los pollos con nostalgia; hasta es posible que, de cuando en cuando, vuelva a visitar el corral. Que nadie sepa, el guila nunca ha vuelto a vivir vida de pollo. Sin embargo, fue un guila, pese a que fue mantenida y domesticada como un pollo. Esta parbola refleja muy bien la situacin de cada uno de nosotros y del hombre de hoy. Este ha perdido su identidad y el sentido de la vida. Quin es el hombre? Cul es el sentido de su vida? Quin soy yo? La respuesta no es fcil Soy guila o soy pollo? Mi conciencia me dice lo primero, mi forma de vida tal vez lo segundo. Como el aguilucho, el hombre ha perdido identidad. A fuerza de vivir en el corral y de comer la comida de los pollos, ha traicionado su verdadera esencia y se ha rebajado. Ya no sabe lo que es. Ha perdido el sentido de la actividad y de su vida. El hombre, como el guila, es el rey de la creacin. Posee un corazn grande capaz de anhelar lo sublime. Tiene alas para perseguir lo ms alto. Sin embargo, se ha encarcelado en el corral; la sociedad de consumo lo tiene atrapado en sus fauces voraces. Y es que es mucho ms fcil y placentero ser pollo que guila. El pollo posee la seguridad del corral, la comodidad de las rejas que delimitan su espacio, el cuidado de su amo, la tranquilidad del alimento asegurado, la proteccin frente a las vicisitudes de la vida. El guila, sin embargo, debe asumir el riesgo de moverse en
un espacio sin lmites, tiene que estar alerta para no caer
en manos del cazador que la convertira en trofeo de caza o en pieza de museo, tiene que luchar frecuentemente en la soledad y en un ambiente adverso, por proteger y defender su vida de quienes quieren someter. Pero el pollo ha perdido su libertad, la ha entregado a cambio de unos granos de trigo que llenen su buche hambriento, es explotado y sometido al sucio mercado de la compra y venta. El guila en cambio, es libre, sus alas le permiten surcar los cielos y explorar horizontes siempre nuevos. Que triste es ver al hombre, como el aguilucho, en el corral comiendo la comida de los pollos y llevando la vida de estos, cuando su corazn y su mente estn hechos para cosas ms grandes. La tarea no es fcil; en parte, porque estamos convencidos de ser pollos o porque no conocemos cul es realmente nuestra identidad; en parte, porque nuestros amos, la comodidad, la dependencia y el consumismo, no nos dejan salir. Sentiremos miedo, indecisin; tendremos que luchar contra la inercia, que una y otra vez tratar de devolvernos al corral. nicamente el aire limpio de la montaa y la contemplacin de ideales tan nobles y altos como el sol, podrn desplegar nuestras alas y hacer cantar el grito triunfante de la liberacin. Recordaremos con nostalgia nuestra vida de pollos y sufriremos la tentacin de volver al corral. Pero quien realmente descubre su vocacin a la libertad y encuentra un claro sentido de su vida, jams dar un paso atrs en su decisin de llevar una existencia autntica mente humana. 1. En este momento de tu vida Con quin te identificas ms con el guila o con el pollo?
2. Cul es el sueo de tu vida?
3. Qu te impide volar? 4.- HACIA DONDE CORRES? Mi amigo cuenta la historia de algo que sucedi mientras su pap estaba cazando venados en los bosques de Oregn. Con el rifle acuado en el hueco de sus brazos, su padre iba por un antiguo camino de leadores casi borrado por la exuberante espesura. Caa la tarde y estaba pensando en regresar al campamento cuando oy un ruido en los arbustos cerca de el. Antes de que tuviera oportunidad de levantar el rifle, un bultito castao y blanco corri hacia el a toda velocidad. Mi amigo se re cuando cuenta la historia. "Todo sucedi tan rpido, que pap apenas tuvo tiempo de pensar. Miro hacia abajo y all estaba un conejito castao (en extremo agotado) acurrucado contra sus piernas entre sus botas. La cosita temblaba como una hoja, pero all estaba sin moverse. Esto era sumamente raro. Los conejos silvestres tienen miedo de la gente, y ni siquiera es fcil llega a ver alguno... mucho menos uno que venga y se siente en nuestros pies. Mientras pap trataba de encontrarle explicacin a aquello, otro actor entro en la escena: Ms abajo en el camino una comadreja salt al camino, cuando vio a mi padre (y a la que consideraba su presa, sentada a sus pies) el predador quedo congelado, el hocico jadeante, los ojos con un brillo rojo. Entonces comprendi pap que haba irrumpido en medio de un pequeo drama de vida y muerte en el bosque. El
conejito, exhausto por la persecucin, estaba a solo minutos
de la muerte. Pap era su ltima esperanza de refugio. Olvidando su natural recelo y miedo, el animalito instintivamente se haba pegado a el buscando proteccin de los afilados dientes de su implacable enemigo". El padre de mi amigo no lo decepcion: alz su rifle, apunt y dispar al suelo justo debajo de la comadreja. El animal pareci saltar casi recto al aire un par de pies y entr disparado hacia el bosque de nuevo, a toda velocidad que sus patas se lo permitan. Durante un rato el conejito no se movi. Sigui echadito all, acurrucado entre los pies del hombre, en la tarde que caa poco a poco, mientras el le hablaba suavemente. A donde fue, chiquitn? No pienso que te molestar por un tiempo. Parece que esta noche te has librado de la trampa. Pronto el conejito se fue saltando, alejndose de su protector para entrar en el bosque. A donde corres, querido, en momentos de necesidad? A donde corres cuando te persiguen predadores como los problemas, las preocupaciones y los temores? Donde te escondes cuando tu pasado te persigue como un lobo implacable, tratando de destruirte? Donde buscas proteccin cuando las comadrejas de la tentacin, la corrupcin y la maldad amenazan con vencerte? A dnde te vuelves cuando tu energa se agota... cuando la debilidad te embarga y sientes que no puedes huir por ms tiempo?
Te vuelves a tu protector, Aquel que esta firme con los
brazos abiertos, esperando porque vuelvas y te refugies en la seguridad de todo lo que El es? 5.-POR JESUS?
QUE
LLORA
`Muestra la escritura que cierta vez Jess llor. El se
encontraba triste porque su amigo Lzaro haba muerto, y hoy dos mil aos despus Jess sigue llorando. Te preguntas por qu llora Jess? La mayor muestra de amor es Jess, pues dio su vida en una cruz por nosotros. Siendo El, el nico santo y justo, muri por los pecadores, cada gota de sangre que derram fue para nuestra redencin. El no debi haber muerto en esa cruz, pues no lo mereca. Nosotros debimos haber estado all, sufrir el dolor de los clavos en nuestras manos, de una lanza en el costado, y soportar la burla de miles de personas pero, sin embargo, siendo El Dios, pudiendo bajar de la cruz, prefiri quedarse all para darnos salvacin, y darnos victoria. Y estando en la cruz para nuestro bien, la gente no lo entenda y simplemente se rean y lo injuriaban, pero El con voz de amor exclam Seor perdnalos porque no saben lo que hacen. Increble. Cun grande amor hay en El. Y todava pide a Dios que nos perdone porque aunque han pasado 2000 aos, an lo seguimos injuriando, y no entendemos cun valioso es su sacrificio. Por eso an llora Jess. Porque el mundo no ha entendido que El es la nica solucin.
Jess llor porque Lzaro haba muerto, pero Jess en el
instante se acerc a la tumba y grit fuertemente: Lzaro ven fuera y el que haba muerto sali. Tal vez en este momento te encuentres muerto (porque si no tienes a Jess que es la vida, estas muerto), con problemas, confundido. Y por eso lloras, pero si t quieres puedes ser amigo de Jess, y el gritar y te dar vida. Lo nico que tienes que hacer es creer en Jesucristo como Seor y Salvador, y te aseguro que El nunca te dejar y ser tu mejor amigo fiel y verdadero. 6.- RECUERDAS LO DEL PATO?, Haba un pequeo nino visitando a sus abuelos en su granja. El tenia una resortera (catapulta) con la que jugaba todo el da, practicaba con ella en el bosque pero nunca daba en el blanco. Estando un poco desilusionado, regres a casa para la cena. Al acercarse a casa, divis al pato mascota de la abuela. Sin poder contenerse, us su resortera y le peg al pato en la cabeza y lo mato. Estaba triste y espantado, y todava en pnico, escondi el cadver del pato en el bosque. Pero se dio cuenta que su hermana lo estaba observando. Lucrecia lo haba visto todo pero no dijo nada. Despues de comer la abuela dijo, "Lucrecia, acompame a lavar los platos." Pero Lucrecia dijo, "Abuela, Pedro me dijo que hoy quera ayudarte en la cocina, no es cierto Pedro? Y ella le susurr al oido: "Recuerdas lo del pato?" Entonces, sin decir nada, Pedro lav los platos.
En otra ocasin el abuelo pregunt a los nios si queran ir
de pesca, y la abuela dijo, "Lo siento pero Lucrecia debe ayudarme a preparar la comida." Pero Lucrecia con una sonrisa dijo, "Yo si puedo ir, porque Pedro me dijo que a l le gustara ayudar." Nuevamente le susurr al odo "Recuerdas lo del pato?" Entonces Lucrecia fue a pescar y Pedro se qued. Transcurridos muchos das en que estaba haciendo sus propias tareas y las de Lucrecia, finalmente l no pudo mas. Fue donde la abuela y confes que haba matado al pato. Ella se arrodill, le dio un gran abrazo y le dijo, "Amorcito, yo ya lo saba. Estuve parada en la ventana y lo vi todo, pero porque te amo te perdon. Lo que me preguntaba era hasta cuando permitiras que Lucrecia te tenga como esclavo." Hasta cundo permitirs que tus pecados sin confesar te mantengan esclavo? Hoy puedes gozar de la gloriosa libertad de los hijos de Dios. 7.- PARA MI VECINO Una noche vino un hombre a nuestra casa y me dijo: "Hay una familia con ocho nios. Hace das que no comen". Tom algunos alimentos y fui. Cuando finalmente llegue a aquel hogar, vi que los rostros de esos pequeos estaban desfigurados por el hambre. No haba pesar o tristeza en sus rostros, solamente un profundo dolor de hambre. Le di el arroz a la madre. Ella separ el arroz en dos partes y sali llevando una mitad. Cuando regres, le pregunt: "Adonde fue?"
Ella me di esta simple respuesta: "a ver a mis vecinos,
ellos tambin tienen hambre!". Yo no estaba sorprendida por su generosidad, porque los pobres son verdaderamente generosos. Pero estaba sorprendida que ella supiese que estaban hambrientos. POR LO GENERAL, CUANDO NOSOTROS SUFRIMOS, ESTAMOS TAN ENFOCADOS EN NOSOTROS MISMOS QUE NO TENEMOS TIEMPO PARA LOS DEMAS. Que todos los seres eternamente felices.
de todos
los
mundos
seamos,
8.- ALMORZANDO CON DIOS
Un nio pequeo quera conocer a Dios. Saba que era un largo viaje hasta donde Dios vive, as que empac su maleta con pastelitos y unos seis refrescos, y empez su jornada. Cuando haba caminado como tres cuadras, se encontr con una mujer anciana. Ella estaba sentada en el parque, solamente contemplando algunas palomas. El nio se sent junto a ella y abri su maleta. Estaba a punto de beber de su refresco, cuando not que la anciana pareca hambrienta, as que le ofreci un pastelito. Ella agradecida acept el pastelito y sonri al nio. Su sonrisa era muy bella, tanto que el nio quera verla de nuevo, as que le ofreci uno de sus refrescos. De nuevo ella le sonri. El nio estaba encantado! Se qued toda la tarde comiendo y sonriendo, pero ninguno
de los dos dijo nunca una sola palabra. Mientras oscureca,
el nio se percat de lo cansado que estaba, se levant para irse, pero antes de seguir sobre sus pasos, dio vuelta atrs, corri hacia la anciana y le dio un abrazo. Ella, despus de abrazarlo, le dio la ms grande sonrisa de su vida. Cuando el nio lleg a su casa, abri la puerta. Su madre estaba sorprendida por la cara de felicidad. Entonces le pregunt: - Hijo, qu hiciste hoy que te hizo tan feliz? El nio contest: - Hoy almorc con Dios! Y antes de que su madre contestara algo, aadi: - Y sabes qu? Tiene la sonrisa ms hermosa que he visto! Mientras tanto, la anciana, tambin radiante de felicidad, regres a su casa. Su hijo se qued sorprendido por la expresin de paz en su cara. Pregunt: - Mam, qu hiciste hoy que te ha puesto tan feliz? La anciana contest: - Com pastelitos con Dios en el parque! Y antes de que su hijo respondiera, aadi: - Y, sabes? Es ms joven de lo que pensaba!"
9.- CACHORRITOS EN VENTA
El dueo de una tienda estaba colocando un anuncio en la puerta que lea: "Cachorritos en venta". Esa clase de anuncios siempre atraen a los nios, y pronto un niito apareci en la tienda preguntando: "Cul es el precio de los perritos?" El dueo contest: "Entre $30 y $50". El niito meti la mano en su bolsillo y sac unas monedas: "Slo tengo $2.37... Puedo verlos?". El hombre sonri y silb. De la trastienda sali su perra corriendo seguida por cinco perritos. Uno de los perritos estaba quedndose considerablemente atrs. El niito inmediatamente seal al perrito rezagado que cojeaba. "Qu le pasa a se perrito?", pregunt. El hombre le explic que cuando el perrito naci, el veterinario le dijo que tena una cadera defectuosa y que cojeara por el resto de su vida. El niito se emocion mucho y exclam: "Ese es el perrito que yo quiero comprar!". Y el hombre replic: "No, t no vas a comprar ese cachorro, si t realmente lo quieres, yo te lo regalo". Y el niito se disgust, y mirando directo a los ojos del hombre le dijo: "Yo no quiero que usted me lo regale. El vale tanto como los otros perritos yo le pagar el precio completo. De hecho, le voy a dar mis $2.37 ahora y 50 centavos cada mes hasta que lo haya pagado completo". El hombre contest: "T en verdad no querrs comprar ese perrito, hijo. El nunca ser capaz de correr, saltar y jugar como los otros perritos". El niito se agach y se levant la pierna de su pantaln
para mostrar su pierna izquierda, cruelmente retorcida e
inutilizada, soportada por un gran aparato de metal. Mir de nuevo al hombre y le dijo: "Bueno, yo no puedo correr muy bien tampoco, y el perrito necesitar a alguien que lo entienda". El hombre estaba ahora mordindose el labio, y sus ojos se llenaron de lgrimas... sonri y dijo: "Hijo, slo espero y oro para que cada uno de estos cachorritos tenga un dueo como t". No importa mucho cmo eres o cmo luces, pero s que alguien te aprecie por tu interior, te acepte y te ame incondicionalmente. Ese Alguien es Dios!
10.-
CADENAS DE PAPEL
El pastor, un misionero norteamericano y su esposa,
decidieron que la congregacin se responsabilizara, unos con otros de formar una cadena de oracin, con el propsito que Dios nos mostrara como desarrollar las actividades en la iglesia y especialmente conseguir o encontrar un nuevo pastor ya que ellos viajaran definitivamente a USA. Es lamentable, pero como las palabras, generalmente se las lleva el viento. Hicimos un compromiso de orar por escrito. En unas cintas de papel se escribi el nombre de cada uno y el da y hora que estaramos utilizando para orar. Estas cintas tomaron forma de eslabn y se pegaron unas a otras como una cadena. Y se colgaron en la pared principal de la iglesia. Como para recordar en nuestro compromiso. La verdad es que la gran mayora NOS olvidamos de cumplir con esa promesa.
No solo las palabras se las llevo el viento sino que tambin
nuestras letras. Cierto da, en la iglesia el misionero pregunto: que ha pasado que la congregacin ha ROTO esta cadena y no cumplimos con este compromiso? Nadie hablo! Pero un nio de apenas 7 aos, mirando hacia aquella pared vio que la cadena de papel que colgaba estaba despegada y suelta en varios lados. Entonces, con su inocencia y sin saber que lo estbamos escuchando dijo: y como no se va a romper la cadena si es de papel! Esto me hizo pensar que muchas veces nuestro compromiso es tan dbil como un fino papelito. Y en ese compromiso ponemos nuestra confianza! 11.- AMOR DE MADRE Se cuenta la historia de un guila que haba construido su nido en lo alto de un peasco. Cierto da cuando volaba en torno de su nido, el guila vio a su aguilucho recin nacido que se agarraba desesperadamente del borde del nido, tratando con todas sus fuerzas de sostenerse e impedir as una cada al abismo, lo que sera fatalmente su fin. Como era imposible alcanzar el peasco antes que su cra cayera, el guila descendi con la velocidad de un rayo debajo de su hijito y abri sus fuertes alas para interrumpir su cada. Con su cra agarrada a ella el guila plane entonces con seguridad de vuelta al nido.
Moiss, antes de su muerte, dando su bendicin al pueblo,
les asegur que Dios no los abandonara y por eso dijo: EL DIOS ETERNO ES TU PROTECTOR Y POR DEBAJO TUYO EXTIENDE SUS BRAZOS ETERNOS. (Deuteronomio 33.27). Aun hoy podemos confiar en esta promesa. As como el guila extendi sus alas para interrumpir la cada de su cra, as Dios extiende sus brazos para interrumpir la cada de cada uno de sus hijos. A veces Dios llega a permitir que caigamos de nuestro nido (sufrimientos, prdidas, desilusiones, problemas familiares, etc.),esto es, para mostrar cun dbiles e impotentes somos, para sentir cun dependientes somos de su proteccin. Slo que Dios no quiere que lleguemos hasta el suelo y nos invita a travs del salmista: Entrega tu camino al Seor, confa en l y el resto l lo har n (Salmos 37.5) CREO EN LAS PROMESAS DE DIOS PUES YO CREO EN UN DIOS VIVO. CREO QUE DIOS NO PERDI SU PODER, SINO QUE CONTINA EXTENDIENDO SUS BRAZOS PARA AMPARARME. CREO EN AQUELLA PROMESA BBLICA: VENGAN A MI TODOS USTEDES QUE ESTN CANSADOS DE CARGAR SUS PESADAS CARGAS Y YO LOS ALIVIAR (Mateo 11.29). CREO EN LA AYUDA DE DIOS. Y T? 12.- CICATRICES DEL ALMA En un da caluroso de verano en el sur de Florida, un nio decidi ir a nadar en la laguna detrs de su casa. Sali corriendo por la puerta trasera, se tir en el agua y nadaba feliz. Su mam desde la casa lo miraba por la ventana, y vio con horror lo que suceda. Enseguida corri hacia su hijo
gritndole lo ms fuerte que poda. Oyndole el nio se
alarm y mir nadando hacia su mam. Pero fue demasiado tarde. Desde el muelle la mam agarr al nio por sus brazos. Justo cuando el caimn le agarraba sus piernitas. La mujer jalaba determinada, con toda la fuerza de su corazn. El cocodrilo era ms fuerte, pero la mam era mucho ms apasionada y su amor no la abandonaba. Un seor que escuch los gritos se apresur hacia el lugar con una pistola y mat al cocodrilo. El nio sobrevivi y, aunque sus piernas sufrieron bastante, an pudo llegar a caminar. Cuando sali del trauma, un periodista le pregunt al nio si le quera ensear las cicatrices de sus piernas. El nio levant la colcha y se las mostr. Pero entonces, con gran orgullo se remango las mangas y dijo: "Pero las que usted debe de ver son stas". Eran las marcas de las uas de su mam que haban presionado con fuerza en sus brazos. "Las tengo porque mam no me solt y me salv la vida". Moraleja: Nosotros tambin tenemos cicatrices de un pasado doloroso. Algunas son causadas por nuestros pecados, pero algunas son la huella de Dios que nos ha sostenido con fuerza para que no caigamos en las garras del mal. Dios te bendiga siempre, y recuerda que si te ha dolido alguna vez el alma, es porque Dios, te ha agarrado demasiado fuerte para que no caigas.
13.- QUDESE CON SU TENEDOR
Haba una mujer que haba sido diagnosticada con una
enfermedad incurable y a la que le haban dado slo tres meses de vida. As que empez a poner sus cosas "en orden". Contact a su Pastor y lo cit en su casa para discutir algunos aspectos de su ltima voluntad. Le dijo qu alabanzas quera que se cantaran en su servicio funeral de cuerpo presente, qu lecturas hacer y con qu traje deseaba ser enterrada. La mujer tambin solicit ser enterrada con su Biblia favorita. Ya todo estaba en orden y el Pastor se estaba preparando para irse, cuando la hermana record algo muy importante para ella. -!Hay algo ms!, le dijo ella a su Pastor. -Qu es? pregunt el Pastor. - Esto es muy importante, continu la hermana... Quiero ser enterrada con un tenedor en mi mano derecha. El Pastor qued impvido mirando a la mujer, sin saber exactamente qu decir. -Eso lo sorprende o no? pregunt la hermana a su Pastor. - Bueno, para ser honesto, estoy intrigado con su peticin,... dijo el Pastor. La mujer explic: - En todos los aos que he asistido a eventos sociales y cenas de compromiso, siempre recuerdo que cuando se retiraban los platos de la mesa, el mesero deca, "Qudese con tu tenedor". Esta era mi parte favorita, porque saba
que algo mejor estaba por venir... como pastel de chocolate
o pastel de manzana. Algo maravilloso y sustancioso! Lo cual a mi me agradaba muchsimo. As que quiero que la gente, cuando me vea dentro de mi atad con un tenedor en mi mano, quiero que se pregunten: "Qu onda se trae la hermana con el tenedor?" Despus quiero que usted les diga: "Se qued con su tenedor porque lo mejor est por venir." Los ojos del Pastor se llenaron de lgrimas de alegra mientras abrazaba a la mujer despidindose. El saba que esta sera una de las ltimas veces que la vera antes de su muerte. Pero tambin saba que la mujer tena un mejor concepto de la esperanza cristiana que l mismo. Ella saba que algo mejor estaba por venir. Durante el funeral, la gente pasaba por el atad de la mujer y vean el precioso vestido que llevaba, su Biblia favorita y el tenedor puesto en su mano derecha. Una y otra vez el Pastor escuch la pregunta: ""Qu onda se trae la hermana con el tenedor?". Y una y otra vez el Pastor sonri. Durante su mensaje, el Pastor les comparti a las personas, la conversacin que haba tenido con la mujer poco tiempo antes de morir. Tambin les habl acerca del tenedor y qu era lo que significaba para ella. El Pastor les dijo a las personas cmo l no poda dejar de pensar en el tenedor y tambin que probablemente ellos tampoco podran dejar de pensar en l. Estaba en lo correcto. As que, la prxima vez que tomes en tus manos un
tenedor, djalo recordarte que lo mejor est an por venir
JESUS ES BUENO 14.- CUANDO FALTA EL ACEITE "El cuidador de un faro que trabajaba en una costa rocosa reciba aceite una vez al mes para mantener su llama ardiendo. Como viva cerca de la poblacin, no le faltaban visitantes. Una noche, una mujer necesitaba aceite para mantener a su familia caliente. Otra noche un padre necesitaba aceite para su lmpara. Otro necesit aceite para lubricar una rueda. Todas las peticiones parecan legtimas, y el cuidador trataba de suplirlas. Hacia el fin de mes, se le acab el aceite, y el faro se apag, lo que caus que muchas naves se estrellaran en esa costa. El hombre recibi la reprensin de sus superiores: "Se te da el aceite por una sola razn" le dijeron- "Queremos mantener el faro ardiendo". Reflexin: No podemos suplir las necesidades de todo el mundo. No podemos complacer a todos. Aunque estemos llenos de buenas intenciones, podemos correr el riesgo de perder de vista la razn por la cual se nos confi el aceite. 15.- CUANTO PESA EL PECADO Un predicador acababa de invitar a sus oyentes a arrepentirse, cuando un joven exclam: -Usted habla del peso del pecado. Yo no lo siento - Cunto pesa? Veinte kilos, cien kilos?
-Dgame! le pregunto el predicador-, si usted pusiera un
peso de cien kilos sobre el pecho de un hombre muerto, Lo sentira l? No!...contesto el joven, ya que est muerto. El predicador prosigui: -Pues bien, el hombre que no siente el peso del pecado esta espiritualmente MUERTO. 16.- CUANTO PESA UNA ORACION Poco despus de la Segunda Guerra Mundial una mujer entr en una tienda de alimentacin y pidi comida suficiente para una comida de Navidad para sus hijos. Cuando el dueo pregunt cunto podra pagar, ella respondi: "Mi marido muri en la guerra. La verdad es que no tengo nada que ofrecer ms que una pequea oracin." El hombre, un incrdulo inmutado ante la necesidad de la mujer, dijo sarcsticamente: "Escriba su oracin en un trozo de papel, y le dar su peso en artculos de alimentacin." Para su sorpresa, ella sac una nota doblada del bolsillo, y se la dio. "Ya la escrib anoche, mientras velaba a mi hijo enfermo, contest de inmediato. Sin siquiera leerla, la puso en un platillo de sus anticuadas balanzas. "Bueno, veremos para cunta comida vale, dijo sarcsticamente el dueo de la tienda." Para sobresalto suyo, no sucedi nada cuando puso una hogaza de pan en el otro platillo. Pero se sobresalt ms cuando aadi otros artculos y segua sin suceder nada. Finalmente dijo malhumorado: " Bueno, ya no cabe ms, de todas maneras. Aqu tiene la bolsa. Tendr que ponerse las cosas usted misma.
Con un sollozante" gracias" la mujer sali feliz.
El tendero descubri poco despus que tena las balanzas averiadas. Con el paso de los aos, segua preguntndose si aquello haba sido una mera coincidencia. Por qu la mujer tena la oracin ya escrita antes de que l se la pidiera? Cmo es que vino justo en el momento en que el mecanismo se haba roto? Siempre que mira a aquella hoja de papel con su peticin, se asombra, porque dice: "Por favor, amado Seor, danos hoy nuestro pan de cada da! 17.- DIOS ESTA HABLANDO CONTIGO. Un hombre susurr: Dios, habla conmigo... Y un ruiseor comenz a cantar. Pero el hombre no oy. Entonces el hombre repiti: Dios, habla conmigo!... Y el eco de un trueno se oy. Ms el hombre fue incapaz de or. El hombre mir alrededor y dijo: Dios, djame verte... Y una estrella brill en el cielo. Pero el hombre no la vio. El hombre comenz a gritar: Dios, mustrame un milagro... Y un nio naci...Mas el hombre no sinti el latir de la vida. Entonces el hombre comenz a llorar y a desesperarse: Dios, tcame y djame saber que ests aqu conmigo...Y una mariposa se pos suavemente en su hombro... El hombre espant la mariposa con la mano y desilusionado continu su camino, triste, solo y con miedo.
Hasta cuando tenemos que sufrir para comprender que
Dios est siempre donde est la vida? Hasta cundo mantendremos nuestros ojos y nuestros corazones cerrados para los milagros de la vida que se presentan diariamente en todo momento? 18.- EL DISCPULO Y EL CREYENTE Todo discpulo es un creyente pero no todo creyente es un discpulo. 1.- El creyente espera panes y peces; el discpulo es un pescador. 2.- El creyente reproducirse.
lucha
por
crecer;
el
discpulo
por
3.- El creyente se gana; el discpulo se hace.
4.- El creyente gusta de halago; el discpulo del sacrificio vivo. 5.- El creyente murmura y reclama; el discpulo obedece y se niega a si mismo. 6.- El creyente es "yo"; el discpulo es "ellos". 7.- Los creyentes esperan milagros; los discpulos obran milagros. 8.- El creyente suea con la "iglesia ideal"; el discpulo se entrega para lograr la "iglesia real".
9.- La meta del creyente es estar en el cielo; la del discpulo
es ganar almas para el cielo. 10.- El creyente maduro se hace discpulo; el discpulo maduro asume los ministerios. 11.- Al creyente parece que se le prometi una almohada; el discpulo sabe que tiene una cruz. 12.- El creyente es "ojal"; el discpulo es "heme aqu". 13.- El creyente es valioso; el discpulo es indispensable. 14.- El creyente, quiz, predica El evangelio; el discpulo hace discpulos.
19.- LOS ZAPATAZOS DE DIOS.
Un hermano llamado Jaime, cansado de tantas aflicciones, de tantas luchas, de muchas oraciones sin ser contestadas, de tanto tiempo sembrar y no recibir nada a cambio, lleno de contradicciones, ya que lo nico que pareca ocurrir en su vida, era hacer desfallecer su corazn ms y ms, por lo que, comenz a cuestionar todo en su vida, y entre esas cosas, su corazn cuestion a su mismo Seor Jess. Preguntas tales como:
ser que Dios me escucha?
Ser que verdaderamente El pone sus ojos en m?
Sera que no le interesan mis necesidades?
Un da cansado de tantas "desilusiones" dispuso en su corazn hacer el ltimo intento de esperanza en Dios.
Alz sus ojos al cielo y levantando sus manos exclam lo
que en su momento dijo que sera su ltima oracin, y dijo: " Seor, tanto tiempo te he buscado y nunca he recibido un toque tuyo, as que: si no siento tu mano, no podr seguir". Esta oracin un tanto desafiante y otro poco arrogante, sin duda lleg al mismo altar de Dios. Al escuchar el Seor esta oracin dijo " Tanto tiempo hijo mo te he estado hablando y t no has querido or, y hoy te presentas ante mi, diciendo que no te he querido tocar. Pero an as Yo sabr olvidar lo pasado, y te hare sentir mi mano" Al domingo prximo, este hermano nuevamente asisti a la iglesia en su misma condicin y sosteniendo la postura de su "ltima" oracin. Para eso El Seor tena el escenario preparado para manifestar su gloria en la vida de Juan. Durante la alabanza y adoracin el esperado toque de Dios, se hizo esperar. Llego el final de la prdica, y nada pasaba. Juan totalmente desesperanzado, hizo desfallecer su corazn. Al final de la reunin, el pastor que predic esa noche siente la voz de Dios que le dice: "scate el zapato y pgale al hermano que Yo te mostrar con el taco, lo ms fuerte que puedas". El pastor, atnito con lo que acababa de escuchar y perplejo por no entender nada, pregunt qu has dicho Seor? Y El Seor con idnticas palabras volvi a decir lo mismo
"Qutate el zapato y pgale con todas tus fuerzas a quien Yo
te mostrar". El pastor totalmente asustado se dispuso a obedecer a Dios, se quit el zapato y El Seor le mostr al hermano y le dijo "ve y pgale". Por "casualidad" era Jaime, quien recibi un zapatazo tan fuerte que lo hizo caer de espaldas varios metros atrs. El pastor asustado por lo que hizo, mir expectante la reaccin de Jaime. El se imagin que cuando Jaime se levantara lo iba agredir. Para sorpresa de l y de todos los que presenciaron el espectculo, Jaime corri hacia el pastor y lo abraz y le dijo "Gracias, hoy he sentido el toque de Dios". Juan por medio del zapatazo sinti una transformacin en su interior, tan profunda que se olvid del moretn que el zapatazo de Dios le dej en la frente. 20.- EL VIEJITO Y LA NARANJA Un hombre ateo se dirigi al campo apara convencer a todos los habitantes del pueblo sobre la no existencia de Dios. Mientras comparta sus teoras con la gente y argumentaba sobre quien le poda probar que Dios exista, un anciano se acerco y le pidi una naranja, la cual con toda paciencia pelo, y sin prisa alguna se la comi entera, cuando finalizo, pregunto al hombre ateo: Seor poda usted decirnos a mi y a toda la gente del pueblo, como estaba la naranja que acabo de comerme, estaba dulce o estaba amarga? El ateo, se sonri sarcsticamente y dijo:
Anciano como pretende usted que yo le diga a usted como
estaba la naranja que usted se comi si dulce o amarga, si no fui yo quien se la comi. El anciano le respondi: Pues vera usted, as mismo es Dios no se puede decir nada acerca de El si no lo ha probado.21.- EL CURA Y EL JOVEN QUE LIMPIABA SU AUTO Alberto estaba lavando su auto en la acera, frente a su propia casa. De pronto pas por ah un Pastor el Pastor se detuvo y felicit a Alberto: - Qu bonito se ve tu automvil! tiene sus aos pero lo veo siempre limpio y brillante. - Si supiera usted, hermano Pastor - coment Albertocunto tiempo y trabajo me cuesta mantener limpio mi auto! por lo menos una hora diaria. El Hermano Pastor se puso serio y dijo: - Y para tener limpia y brillante tu alma, Juan cunto tiempo gastas diariamente? Juan no contest, pues l casi nunca se da momentos para la intimidad con Dios y la reflexin. Entonces el Pastor le dijo: - Amado Alberto francamente Dios quiere que tu alma este limpia como lo est tu automvillmpiala todos los das,
qutale la suciedad todas las das, mantenla brillando todos
los das. A veces no le damos importancia a lo ms importante en nuestras vidas que es nuestra alma, y preferimos tener autos, casas, joyas y ropa impecable, que no est mal, pero realmente como est nuestro espritu? Somos acaso una bella mansin por fuera y un tugurio por dentro? DEDICALE TIEMPO A TU ALMA Y A TU ESPIRITU. 22.- EL PESO DE TU CRUZ Un joven, ya no daba ms con sus problemas. Cay de rodillas, orando: "Seor, no puedo seguir. Mi cruz es demasiado pesada". El Seor, como siempre, acudi y le contest, "Hijo mo, si no puedes llevar el peso de tu cruz, gurdala dentro de esa habitacin. Despus, abre esa otra puerta y escoge la cruz que t quieras". El joven suspir aliviado. "Gracias, Seor" dijo, e hizo lo que le haba dicho. Al entrar, vio muchas cruces, algunas tan grandes que no les poda ver la parte de arriba. Despus, vio una pequea cruz apoyada en un extremo de la pared. "Seor", susurr, "quisiera esa que est all". Y el Seor contest, "Hijo mo, esa es la cruz que acabas de dejar".
Cuando los problemas de la vida nos parecen abrumadores,
siempre es til mirar a nuestro alrededor y ver las cosas con las que se enfrentan los dems. Vers que debes considerarte ms afortunado de lo que te imaginas. 23.- RECUERDA DECIR SIEMPRE: GRACIAS! Un alma recin llegada al cielo se encontr con Pedro. Entonces Pedro lleva al alma a un recorrido por el cielo. Ambos caminaron paso a paso por unos grandes talleres llenos con ngeles. San Pedro se detuvo frente a la primera seccin y dijo: "Esta es la seccin de recibo. Aqu, todas las peticiones hechas a Dios, desde la tierra, mediante la oracin son recibidas". Esta seccin estaba terriblemente ocupada con muchos ngeles clasificando peticiones escritas en voluminosas hojas de papel de personas de todo el mundohaba un movimiento increble, pues los ngeles, sudaban y sudaban clasificando las peticiones de oracin. Pedro y la Almita recin llegada al cielo, siguieron caminando hasta que llegaron a la siguiente seccin y San Pedro le dijo: "Esta es la seccin de empaque y entrega. Aqu, bendiciones y las respuestas a las necesidades que la gente pide, son empacadas y enviadas a las personas que las solicitaron". (Ac nunca se cierra esta seccinlas 24 horas terrenales se trabaja) El alma vio cuan ocupada estaba. Haba tantos ngeles trabajando en ella como tantas bendiciones estaban siendo empacadas y enviadas a la tierra.
Finalmente, en la esquina ms lejana del cuarto, el alma
juntamente con Pedro se detuvieron en la ltima seccin. Para su sorpresa, solo un ngel permaneca en ella ocioso y aburrido haciendo muy poca cosa. "Esta es la seccin del agradecimiento" dijo Pedro al alma. "Como es que hay tan poco trabajo aqu?" -pregunto el alma. "Esto es lo peor" contesto Pedro. Despus que las personas reciben las bendiciones que pidieron, muy pocas envan su agradecimiento."las cartas de agradecimiento llegan una de vez en cuando. El Alma dijo a Pedro: "Como se agradecen a las bendiciones de Dios?" "Simple" contesto San Pedro, "Solo tienes que decir, gracias Seor"