INSTITUTO NACIONAL DEL MENOR ESCUELA DE FUNCIONARIOS

ALGUNAS PROPUESTAS CONCEPTUALES ACERCA DEL INSTRUCTOR

Profesor ALBERTO NAMER
Versin grabada de la conferencia llevada a cabo el 28/9/73

PRESENTACION

Cuando asumimos esta tarea en la escuela, en fecha reciente encontramos este

artculo d Alberto Namer. Primero tomamos contacto con una fotocopia de dicho
artculo. Pudimos observar que no slo era difcil obtener un original sino que su
circulacin era dificultosa.
Todo esto ocurri en momentos en que el equipo tcnico docente de esta Escuela
estaba abocado a la discusin del rol del educador y elaborando el plan de
estudios del prximo curso de formacin de educadores.
El contacto con los conceptos de Namer nos resultan clarificadores y de gran
ayuda en nuestra tarea actual. Igualmente en nuestra perspectiva de
formadores, tambin significa un desafo que enfrentamos concientes de los
riesgos y con optimismo.
Nos pareci muy importante reimprimir este artculo. Ser un apoyo eficaz en la
Escuela.

Nos anima rescatar estos conceptos para promover la reflexin y la produccin

terica no para establecer normas sino para recordar lo avanzado en este perodo
para ver si podemos ir ms lejos an. Su planteo, renovador, est vigente, tiene
fuerza hoy y nos reconforta reencontrarnos con lo producido en este Organismo,
16 aos atrs.

Por ltimo consideramos que la publicacin y difusin de elementos tericos

vinculados a nuestra tarea, es una funcin primordial de la Escuela de
Funcionarios. Por lo tanto para pensar entregamos esta reimpresin.
Lic. Jorge CAMORS

GENERALIDADES UBICACIN DEL PROBLEMA.

El planteo siguiente es una serie de ideas que estoy tratando de aclarar y que en
realidad son tradas aqu, ms que nada como un aporte, para que la Escuela de
Funcionarios, alumnos y profesores, puedan pensar las y trabajarlas si es que
Llega a interesarles. Quiero aclararles que en este pas, esta Escuela, con
Uds. son el grupo iniciador de una nueva perspectiva profesional.

Al tener unos pocos meses de funcionamiento, el papel, el rol, el status del

instructor, es un tema que no se ha abordado an, pero que evidentemente se va
a tener que encarar. En otros pases que llevan aos de experiencias en la
formacin de instructores, siguen discutiendo y debatiendo, en relacin a lo que
fue, a lo que es, a lo qu debe ser y a las caractersticas que debe tener un
instructor o educador. Esto es lgico ya que, da a da, la revisin y
reactualizacin se impone en todos los campos. Es decir que el problema no es
nada sencillo, pero s, es un problema al cual hay que abocarse muy seriamente.
Temo que en realidad ms que soluciones, les voy a dejar dudas sobre este
problema. Si el planteo que yo hago, sirve justamente para cuestionarse o
empezar cuestionarse, cual va a ser la funcin, el rol, el status de esta nueva
profesin, creo que esta conversacin habr tenido real sentido. Uds., se
imaginan o pueden pensar, que ha habido una evolucin de lo que es el
instructor; por lo menos en el plano terico. En una etapa inicial y primitiva el
instructor, es un celador, un vigilante cuya funcin es controlar a los nios o
adolescentes que tienen a su cargo. Esto en el plano general sigue siendo vigente
en muchas situaciones de nuestro medio. Vigilarlos para evitar que se
desorganicen, evitar que se fuguen.

Naturalmente responde a un encare asistencial y a una filoso fa educacional.

Indudablemente hay situaciones actuales que mantienen este sistema.
Gradualmente, va adquiriendo una funcin de mayor trascendencia, de mayor
jerarqua, y se convierte, o es el deseo que se convierta" en un profesional.
Cuando nosotros hablamos de profesional, cabe preguntarse: Qu tipo de
profesional? El instructor es un monitor? El instructor es un recreador? es decir,
su funcin es recrear a los nios o es algo ms que un monitor, o un recreador?
se un instructor?, cmo se define?, qu debe hacer?, cmo y cundo debe
hacer su tarea?

Quizs el dnde hacerla es la pregunta ms fcil de contestar y la ms inmediata,

especialmente en el caso de lo que es nuestro pas. Creo que sera importante,
para entendernos, partir en trminos muy generales de la teora, que yo manejo,
en relacin a lo que es un internado.

A mi criterio no se puede desligar el rol, la funcin del instructor de lo que es

una concepcin del internado, de una concepcin de lo que es la rehabilitacin
del nio y del adolescente. No voy a profundizar en el planteo; pero s me parece
legtimo y leal plantearles algunas ideas personales referidas al internado, para
que se entienda lo que posteriormente voy a exponer. El internado es una
situacin artificial en la vida de un ser humano, es una situacin transitoria,
circunstancial, por lo menos as debe ser.

Es decir, que cuando un sujeto, nio o adolescente, es internado, se supone que

esta internacin es un pasaje, o una intervencin transitoria en su vida, motivada
por diversos factores. Muchas veces lo he comparado, porque a m me resulta
una comparacin til, a una intervencin quirrgica. La medicina procura
habitualmente no hacer intervenciones quirrgicas. A menudo la intervencin
Quirrgica es inevitable, es decir, es la solucin ms prctica e ineludible, pero,
qu sucede con las consecuencias de la intervencin? Depende mucho del
momento en que se haga, depende de la etapa de enfermedad en que est el
paciente. La intervencin quirrgica puede fracasar y aniquilar al paciente,
puede no modificar sus problemas o los motivos que la produjeron, o puede
mejorarlo. Todo depende de la etapa en que se encontraba el paciente y sin
duda de la pericia del cirujano, de su habilidad tcnica y del manejo
instrumental.

Con el internado sera una situacin similar, con las diferencias obvias. Esto ya
nos conduce a la idea de intervencin; como supondrn, esta intervencin debe
tratar de evitarse por todos los medios, y slo recurrirse a ella cuando sea
evidente que es el nico recurso, o el recurso ms adecuado frente a una
situacin concreta. El otro aspecto sera que dicha intervencin tiene siempre
un carcter terpico. Terpico en el sentido que tiene que encararse como un
remedio. Remedio tendiente a aliviar, a curar en el mejor de los casos, la
enfermedad. En trminos ms reales yo dira, a enfrentar y a continuar viviendo
de la mejor manera, frente o con la enfermedad.

Si se trata de nios o adolescentes desamparados por problemas sociales y no

internados por problemas conductuales, ha habido una enfermedad social que los
ha tocado; es decir, la intervencin tiene una motivacin social; pero la
enfermedad es tratar de reparar esa quiebra o esa fractura social, que lo ha
llevado a estar internado. Cuando se trata de problemas psquicos, conductuales
o de personalidad, la enfermedad es emocional y requiere otro tipo de tcnicas.
Es decir, que el internado, es una intervencin necesariamente de rehabilitacin.
Esto me parece importante sealarlo, porque creo que hay que sealar que
siempre el equipo de un internado est en funcin terpica. De pronto puede ser
una terapia social o de pronto una terapia laboral o una terapia conductual, pero
terapia al fin.

Esta divisin implica solamente el poner nfasis sobre los elementos que
caracterizan los objetivos y organizacin del internado. Como supondrn existen
elementos bsicos que son comunes a cualquier internado o a cualquier proceso
rehabilitativo. Me parece fundamental recalcar que estos planteos si bien estn
expuestos como conceptos tericos, son el fruto de mi propia experiencia en el
tema. De ningn modo implica dar la espalda a la realidad, a la realidad prctica
y diaria, pero cuando se trabaja la identidad de un nuevo profesional, la nica
forma de evitar gruesas distorsiones, es distanciarse algo de lo cotidiano y
conceptualizar. Habr tiempo para adecuar lo conceptualizado y realizar los
ajustes sobre la marcha. El trabajo diario se encargar sin duda, de hacerlo.

II.- El CONFLICTO.

Qu es entonces el instructor? El instructor como parte del equipo es la pantalla

que recibe la problemtica de la institucin, la problemtica grupal, la pantalla
de todo lo que sucede en la vida del nio o adolescente. El instructor y el equipo
son los que proyectan tambin la filosofa institucional. El instructor es el medio
por el cual la institucin est trabajando con ese grupo. El instructor, en ltimo
trmino, es simblicamente el representante de la sociedad de adultos o de la
sociedad en general que expuls a este nio.
Es decir, en l coinciden varias vertientes que hacen que el instructor sea
indudablemente un ser conflictuado. En la medida en que representa la
sociedad, padres expulsantes o abandonantes, en la medida que se convierte en
la pantalla de todo lo que sucede en el nio como individuo y en el grupo y en la
medida que intenta representar, simbolizar o transmitir la filosofa institucional,
esas tres vertientes necesariamente lo convierte en un ser conflictual.

Conste que conflictual de ninguna manera, implica algo negativo, sino que
implica una situacin de conflicto, por el permanente encuentro y desencuentro,
base de la dialctica interna absolutamente lgica, de esas vertientes. En
trminos de representante de la sociedad qu lo expuls, es un agente social que
va a castigarlo, me refiero no al castigo fsico-corporal, sino que est all como
delegado de la sociedad para retenerlo, para contenerlo, para guardarlo con su
sensibilidad y esfuerzo, es un mediador entre la sociedad y la institucin. Es
decir, un intermediario. Si es un intermediario, cunto tiempo puede durar esa
mediacin? Cunto tiempo el instructor puede tolerar el ser mediador entre una
sociedad que ha radiado al nio y ste, que intenta agredir esa sociedad a
travs del instructor?

Todo esto ocurre sobre el terreno que constituyen la identidad personal y los
propios conflictos como ser humano que tiene el instructor, o sea que el ataque y
la tensin son contnuas por lo que viene de afuera y de adentro. De adentro
como ser conflictuado por las vertientes que mencionbamos y de afuera, por el
medio social en que trabaja o el medio que proporciona la misma institucin. El
conflicto resultante es esa tensin a la que est sometido continuamente, esa
problemtica muchas veces latente que si no es revisada continuamente, si no es
aclarada y explicitada, sino est integrada a canales de liberacin que permitan
la revisin dentro de Ia misma institucin, llevan al encierro, al enquistamiento,
al esclerosamiento, a la pasividad, a la rutina, a la indiferencia, todas stas,
defensas, frente a la situacin conflictual.

III.- ALGUNAS DEFINICIONES

Se ha intentado dar algunas definiciones del instructor. Hay algunas que me

parecieron muy adecuadas, especialmente las dadas por un grupo de franceses
que plantean por ejemplo:

1) el instructor especializado en jvenes, es un trabajador social, es un tcnico

en relaciones humanas, que constituye, en relacin constante con los otros
tcnicos del establecimiento, al sostn, a la reestructuracin y a la expansin de
la personalidad, as como la normalizacin de las relaciones sociales de los
jvenes que le han sido confiados, principalmente utilizando la relacin
individual y las interrelaciones de grupos a travs de los actos de la vida
cotidiana de las diversas actividades desunidas, dirigidas o espontneas.
2) Otra definicin que se ha dado es que un educador o un instructor
especializado tiene por funcin favorecer el desarrollo y la madurez social de los
jvenes internados a travs de actividades o situaciones en las que participa con
ellos, ya sea en el seno del establecimiento o en otros medios.

Ntese a travs de estas definiciones la responsabilidad que tiene ese tcnico.

Nosotros insistimos en la palabra tcnico porque mi experiencia a lo largo de mi
trabajo en instituciones, me ha hecho ver situaciones problemticas en cuanto a
relaciones interpersonales e intergrupales por el hecho de que el instructor no
tenga status, por no tener una formacin definida, que lo lleva a sentirse en una
situacin de inferioridad en sus funciones.

En realidad, casi siempre se enfrent a situaciones que lo marginaban de los

equipos tcnicos. No est dems decir que, no son ajenos a esto los mismos
tcnicos, que muchas veces no facilitan en absoluto la integracin, pero tampoco
el instructor, tena una formacin que le permitiera integrarse al equipo y
funcionar con la seguridad que le exige una tarea tan delicada. El otro riesgo es
que en esa falta de claridad en su rol, en la falta de status y de identidad
profesional, no solamente quede marginado, sino que en la bsqueda o en la
misma confusin, trate de tomar elementos ajenos a l o a lo que ser su tarea.

El Instructor no es y no debe ser Mdico, Psiclogo, Pedagogo, o Asistente Social,

es otra cosa y en eso estamos. La falta de status o la propia inseguridad lleva a
otro problema, ese s de carcter eminentemente prctico. El de la autoridad.

Autoridad en relacin a sus compaeros de equipo o frente a la institucin,

frente a los mismos nios. Tocaremos este ltimo punto por considerarlo de suma
importancia. Especialmente que parece ser frecuente el frente de descarga de
los problemas de identidad profesional. Si cada integrante del equipo, como
tcnico tiene lograda su autoridad, qu le queda al ,instructor ms que los
nios?

IV- LA AUTORIDAD

Si bien este momento no es propicio para desarrollarlo en su totalidad, queremos

mencionarlo por estar muy vinculado a la relacin educativa, relacin que es el
instrumento bsico del instructor. Ese es uno de los grandes temas que yo
quisiera que se tratara en algn momento: todo lo que configura la relacin
educativa entre el instructor y los nios. La relacin educativa es el centro y la
base del tratamiento institucional, hay que tenerlo muy claro, no hay otro
instrumento ms valedero que ella y, cuando hablo de educativa, incluyo todo lo
que es teraputico.
En este caso nosotros unimos educacin con terapia. El problema de la autoridad
y tambin, el instructor como figura de autoridad es un problema constante.
Muchas veces la autoridad se traduce en una necesidad de mantener el orden y la
disciplina. Pienso que la autoridad en realidad, es un instrumento educativo, y no
una presin para conseguir el orden o la llamada "buena conducta", no debe
serIo, existe otro orden o un ordenamiento cuando hay autoridad, pero como
algo espontneo como algo incorporado a la relacin entre el instructor y su
grupo. Es un tema que tanto a los padres como a los educadores importa, es un
tema que tiene que estar en constante revisin y sigue siendo objeto de
preocupaciones especialmente en los ltimos tiempos.

Esta preocupacin es explicable porque se trata de un aspecto, vinculado al

crecimiento y a la educacin en trminos generales y a la pedagoga en
particular. Los planteos son frecuentes, especialmente aquellos que hacen
referencia a la crisis de autoridad en la familia, en la educacin.
Es realmente as? Hay realmente una crisis de autoridad? son en realidad
las formas de expresin las que son cuestionadas? O es acaso la forma de
relacin entre el adulto y el joven, o el adulto y el nio lo que est en crisis?

Estos son algunos de los puntos que se plantean. Hemos observado

frecuentemente, confusin e indiscriminacin en torno a las ideas de autoridad,
severidad, mando, imposicin y despotismo. Quizs tambin hay distorsin en la
propia definicin clsica de la palabra autoridad, palabra que significa: potestad,
derecho, facultad de mandar; pero nosotros nos inclinamos a otra definicin que
est tambin en el diccionario y que parece adecuarse mucho ms a nuestro
propsito, es: "crdito dado a determinado asunto", eso sera autoridad para
nosotros.

Posiblemente, estas confusiones, no obedezcan exclusivamente a definiciones o a

etimologas, sino tambin a las razones emocionales involucradas en las
caractersticas y responsabilidades del educador.

A travs de todo el desarrollo psquico del nio, la autoridad de los padres, o

figuras tutelares, juega un papel notoriamente formativo, a ella se le debe la
instalacin en determinada etapa, de una instancia del aparato psquico
denominada Super Yo y por ende al equilibrio entre las otras instancias que
seguramente ustedes conocen, el Yo y el Ello.

Cuando se trata de nios o adolescentes perturbados, inadaptados, o daados,

hay siempre y acorde al conflicto, un dao en los aspectos psquicos internos que
simbolizan las figuras de autoridad. De ah que ese sea un conflicto con el cual se
enfrenta peridicamente el Instructor. Las figuras de autoridad estn
deterioradas y por eso est expuesto a los ataques del nio y del adolescente.
Inevitablemente si el educador tiene como misin rehabilitar a estos jvenes, su
tarea es rectificar los conflictos en torno a la autoridad, pero sucede que dicho
instructor no acta por s solo en su tarea, sino que implcita o explcitamente,
quirase o no, acta como representante de la sociedad, para restablecer en
dichos jvenes un modelo de adaptacin acorde a las caractersticas de la poca
y del lugar. Creemos que hay en buena proporcin una presin externa, social,
que se sobre agrega al ejercicio de la funcin. Nos parece interesante
interpretar, muchas de las confusiones y conflictos del educador, del nio y del
adolescente internados, a la luz del desencuentro o choques entre dichas
presiones, la ambigedad e indefinicin de funciones frecuentemente visibles y
la problemtica individual del educador, con sus propias figuras de autoridad.

El elemento que Uds. deducen a travs de estos planteos, es que resulta

imposible excluir, en cualquier trabajo de rehabilitacin, la personalidad del
propio educador que aparece comprometida y donde se ponen en juego sus
propios conflictos.

Los jvenes necesitan autoridad, la necesitan para ser ayudados, protegidos y

apoyados. Frecuentemente, durante largos perodos, necesitan ser dirigidos,
siempre que esta direccin no bloquee potenciales creativos. En muchos
momentos, la autoridad se convierte en un continente para impulsos,
incontrolables y cuyas vivencias de destructividad genera culpa.
Sabido es, que dichos jvenes llegan a centros de reeducacin, porque no
hallaron lmites adecuados a sus impulsos y porque adems no encontraron
modelos vlidos para su crecimiento. Conviene a esta altura y con este propsito
intentar clarificar conceptos o distinguir entre autoridad e imposicin. La
autoridad comprendida desde un punto de vista psicolgico, se opone a la
imposicin. Son dos conceptos contradictorios, muchas veces se confunden
porque se piensa que imponer, es tener autoridad.

Disponer la autoridad psicolgica sobre alguien, es poder obtener de l algunas

cosas sin necesidad de utilizar la imposicin. Cuando imponemos usando la fuerza
o el miedo que la fuerza depara, no necesitamos autoridad. Esta se opone a la
imposicin de la misma manera que la fuerza se opone a la confianza. Es cierto
tambin que ciertas autoridades se apoyan sobre el poder de la imposicin pero
stas no pueden considerarse puras, puesto que son en realidad poco respetadas
y desaparecen en cuanto el medio impositivo es retirado.

La naturaleza psicolgica de la autoridad aparece claramente en las situaciones

pedaggicas. Todos los educadores y los educandos, tambin saben que poseer
autoridad sobre un nio, significa poder obtener obediencia por la sola va del
consejo, del ejemplo ofreciendo la eleccin entre la aceptacin o el rechazo. Si
la sensibilidad del educador es insuficiente para determinar la medida de
adhesin que l cree conveniente y que lo satisfaga, puede plantearse y sin dejar
de tener en cuenta las limitaciones del educando, que no ha podido establecer
an totalmente su autoridad.
De ah que muchas veces surgen para apalear estas carencias, amenazas o
medidas disciplinarias. El tema autoridad ha sido tambin estudiado a travs de
la personalidad del sujeto. Hay quienes opinan que existe un temperamento de
jefe en alguna medida puede ser cierto, pero creemos que no est
necesariamente ligada a los caracteres individuales, sino que se da tambin
como resultado del encuentro de tendencias personales, con factores
circunstanciales.

La verdadera autoridad para nosotros, es aqulla que el educando le confiere al

educador y la nica forma en que puede conferirla es que est contenida y forme
parte de una slida relacin interpersonal. No nos olvidemos que el joven
proyecta en el educador sus conflictos y por lo tanto elementos de su dinmica
psquica, a la vez que busca incorporar nuevas pautas que rectifiquen su Super
Yo. La nica forma de incorporar nuevas pautas es encontrando una figura que
lo acepte antes que nada, que lo acepte tal como es, y no se convierta
precozmente en un objeto censor y persecutorio.

De ah que el verdadero ejercicio de la autoridad como instrumento pedaggico,

llega en una instancia posterior. Esto, muchas veces, ha llevado a que el mismo
educador o instructor, fracase por su apresuramiento en cuanto a la obtencin
del elemento autoridad.

V. LA ACTITUD

Cules son a nuestro criterio algunos de los elementos caractersticos que debe
tener un instructor? Adems de estos planteos en relacin a la autoridad que
forma parte de un tema que no profundizaremos, hay algunas otras apreciaciones
que quisiramos hacer.

Antes que nada debe tener respeto por su grupo, por sus nios.
El inters para poder comprenderlo, para poder atenderlo y el respeto al
aceptarlo tal como es o tal como son. Estos son los primeros elementos a
establecer para una relacin educativa.

La comprensin: es poder vivir la experiencia del nio sin confundirla con la

propia. Muchas veces el instructor est proyectando sus propias experiencias en
el nio y est confundiendo lo que le sucede al nio o lo que el nio quiere, con
lo que l vive internamente. La comprensin no es eso, la comprensin es ser
capaz de captar lo que le pasa al otro pero sin mezclarlo con lo que le pasa a
uno. La accesibilidad constante: estar siempre accesible y disponible a la
comunicacin, sin imponer una forma de hacerlo; el nio o el adolescente,
muchas veces utilizan cdigos que le son propios y personales y en la medida en
que se le imponga un cdigo se le frustra la posibilidad de comunicacin.
El esfuerzo del adulto debe ser descifrar y comprender ese cdigo.
Finalmente, la disponibilidad: el estar disponible en todo momento. Esta incluye
un aspecto fsico, estar disponible para los embates del grupo, a sus altibajos a
las diferentes circunstancias que le toca vivir, a su nivel de energa y ritmo. Es
estar dispuesto en el tiempo y en el espacio a vivir con el nio, con el grupo.

VI. LA TAREA

Nos referimos a sta en trminos generales ms que nada conceptualmente,

ya que lo especfico depender de la ubicacin de cada instructor. Un aspecto de
su tarea que es fundamental es la observacin. La observacin constituye uno de
los pilares del trabajo del instructor. La observacin con la finalidad de respetar,
de comprender, de rehabilitar. La observacin implica estar muy atento a
cantidad de situaciones, pero le implica tambin, llevar estas observaciones a las
reuniones de equipo o al resto de los miembros de la institucin. El instructor,
como los dems miembros del equipo, debe volcar sus observaciones,
resintetizar, reelaborar la visin que l tiene, a travs del contacto con los
dems miembros y reincorporar en s la imagen que ha trado del nio. La visin
de los dems le permite a l revisar, rectificar o reconfirmar imgenes.

En este intercambio en los equipos, a nivel de los grupos, tanto de colegas o

interdisciplinarios, lo que le permite luego devolver al nio no la imagen que
fij, sino la imagen de un conjunto de personas interesadas, una imagen
institucional y seguramente ms completa. Es en este proceso de tomar,
sintetizar y devolver que se da parte fundamental de la terapia.

La devolucin de la imagen es uno de los mecanismos centrales, pero esa imagen

solo se puede obtener a travs de un contacto intenso con los dems miembros
del equipo. El instructor que se mantiene rgido, en la imagen del nio, es decir,
que no permite enriquecerla a travs de las opiniones de los dems mantiene una
relacin muy esttica, muy rgida con el nio, porque consciente o
inconscientemente, lo encasilla; esta es otra de las causas que colabora en
mantenerlo en un rol determinado. Generalmente el grupo institucional de nios,
adjudica a uno de sus componentes un rol, y ese rol es tomado por el educador o
el instructor que, consciente o inconscientemente, se convierte en un cmplice
de esa adjudicacin.

De ah que la capacidad para observar, los conocimientos necesarios para dicha

tarea y la posibilidad de intercambio con el resto del personal, resultan
imprescindibles en esta tarea. Del mismo modo, la posibilidad de valorar y
comprender las observaciones ajenas, permiten el completamiento de la labor
personal. Esto se ve particularmente enriquecido si cada uno es capaz, a travs
del anlisis de los datos, despejar en la medida posible, lo que ha sido subjetivo,
lo que no pertenece al nio sino a nosotros mismos.
A menudo se ha desjerarquizado, o desvalorizado tareas, que a mi criterio deben
ser consideradas tcnicas dado el contexto en el que se dan. Puede haber
instructores que sienten que su nivel no les permite hacer tareas mal catalogadas
como "menores".

Pienso que el instructor justamente por la posibilidad de contacto permanente

que tiene con el nio, tiene acceso a momentos que ningn tcnico tiene. Se
puede creer que la higiene personal de un nio, es una tarea desvalorizada y que
no corresponde a la preparacin o aspiraciones del funcionario. Esto es errneo.
Tanto la higiene personal del nio, como la del entorno son actos que revisten un
significado simblicamente cargado de afecto y atencin. Tambin es dar la
imagen de un adulto trabajando y ocupndose seriamente de algo que importa.
En ambas situaciones la tarea contribuye a rectificar experiencias pasadas.
El instructor tiene a su disposicin todos los recursos en el tiempo y en el
espacio, porque se maneja en una perspectiva ms amplia, ms general, ms
cotidiana, del que disponen otros tcnicos.

Es as que la alimentacin, el sueo, se convierten tambin en posibilidades de

contacto afectivo. En muchos de esos momentos surgen elementos que permiten
intervenciones del adulto posibilitando la comunicacin, la aclaracin de
problemas, la obtencin de seguridad.

La recreacin constituye otro instrumento de incalculable valor. Especialmente si

esa recreacin es realizada con conviccin, con participacin entusiasta y con
objetivos claros. Seguramente ningn otro tcnico tiene tantas oportunidades
para intervenir tan directamente en la vida diaria. Lo importante es saber
aprovechar todas esas instancias y la riqueza que ofrecen.

Finalmente, cul es el propsito final del instructor?

Pensamos que no es reconciliar al nio con la sociedad como propsito

inmediato, sino que su propsito es reconciliarlo consigo mismo, antes que nada.
La gran lucha del instructor es, no convertirse en un agente permanente de la
sociedad, sino en un agente que se acopla al nio para reconciliarlo consigo
mismo. Le ofrece la posibilidad de verse a s mismo, de proyectarse en l, de ser
como un espejo que le devuelve una imagen, pero una imagen enriquecida por
todo lo que mencionbamos, una imagen que le permite revalorizar los aspectos
desvalorizados de s mismo, los aspectos que vive como malos.

El adulto debe ser un inductor de la reconciliacin consigo mismo, en segundo

trmino es un inductor de la creatividad, es decir, crear en la vida diaria, en
los grandes y pequeos actos cotidianos. Porque solamente la creatividad le va a
permitir verse de otra manera, en la medida en que se valoricen sus productos,
sus reacciones lentamente se modifican.
Educar o reeducar al nio de hoy es hacerlo para el futuro. Esto es darle
posibilidades de adaptaciones rpidas a situaciones nuevas. Reeducar es
posibilitarle que su pasado no interfiera al enfrentamiento continuo de cambios y
nuevas perspectivas.

Esto exige una plasticidad muy grande por parte del instructor, una posibilidad
para adaptarse l a los cambios. Si l no lo hace, no puede ayudar a otros a
hacerlo. Se podra decir que la educacin se opone cada vez ms a la instruccin,
por lo menos a la instruccin tradicional. Educar es hacer salir al nio de s
mismo, crear. Instruccin es insertarse dentro de estructuras dadas y rgidas. Por
eso digamos que quizs tendramos que replantearnos si el trmino Instructor es
el ms adecuado para esa funcin.-

Dactilografiado: M. Cnepa - Escuela de Funcionarios

Agosto/1989

Se termin de imprimir en los talleres grficos del I.NA.ME., Andrs Lamas y

Hornero de Gregorio
Dep. Legal 242731/89