La Contienda
La Contienda
La Contienda
ocupar ese lugar donde Satans alguna vez vivi y ocup, logre
que sea lleno del Espritu Santo de Dios, y entonces Ud. tendr
la fortaleza de la Palabra de Dios en Ud. manifestada, y echar
fuera demonios. La lucha acontece. Las Luces de la tarde estn
brillando. El Espritu Santo de Dios est presente.
33 Y ahora faltan comocomo tres minutos para la hora en
que soplarn los silbatos, y ser la medianoche. Entonces, al
dejar este edificio para ir a nuestros diferentes lugares y a
nuestros hogares, y para enfrentar lo de afuera y enfrentar
al mundo, no vayamos como en tiempos pasados. Vamos
en el poder de Su resurreccin. Vamos en el Nombre de
Jesucristo, con un estandarte en alto, y con fe en Su Palabra,
para manejar la Espada de dos filos, con el escudo y toda
la armadura de Dios puesta para enfrentar al enemigo,
porque l se est fortaleciendo y tiene ms poder cada da.
Porqueporque vendr el enemigo como ro, mas el Espritu
de Jehov levantar bandera contra l. Si hemos llegado al
final de estas cosas que nosotros y los misterios de Dios han
sido completados con nosotros, nosotros estamos buscando ms
fuerza, una fuerza de rapto, para enfrentar un una fuerza
peor, la cual arrebatar la Iglesia y la llevar a la Gloria.
Debemos tenerla. Enfrentemos el 63 con un reto, como los
siervos del Dios vivo que somos! Y como Sadrac, Mesac y
Abed-nego de antao, nosotros no nos postraremos ante los
diablos de este mundo y tomamos de nuevo esto de lo que
hemos hablado; ms bien presionemos la batalla.
34 Me siento en esta noche, mientras esperamos escuchar
esos silbatos, como David esa terrible noche calurosa cuando
se acost all debajo de esos arbustos de mora, y el enemigo
se levantaba. Qu hora la que debe haber sido para David!
Qu tiempo para l recostado all! l no saba cmo moverse,
no saba por qu guiarse, pues, saba que ellos eran ms en
nmero. Pero, de repente, l escuch el sonido de un Viento
pasando sobre la copa de los arbustos. l supo que Dios iba
delante de l, y fue a la batalla. Yo en algo me siento as esta
noche, despus del Mensaje de anoche, me encuentro en la hora
ms oscura que he llegado a enfrentar en mi vida. Me siento
como Isaas en el templo despus de ver esos ngeles; soy un
hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo
con labios inmundos. Pero, escuchen, yoestoy Tengo que
enfrentar eso de alguna manera, y, lo nico, estoy esperando
or eso arreciar sobre esas balsameras, para ir a enfrentar al
enemigo dondequiera que est. Dios nos ayude a hacerlo.
35 Y ahora pienso que falta un minuto para las doce. Y el 62,
con todo su pasado, dejemos que quede en el pasado.
36 Vamos ahora a ponernos de pie, todos nosotros. La lucha
ruge. Cada uno de Uds., Pablo dijo: Olvidando esas cosas en
el pasado, todos nuestros errores del ao pasado, yo prosigo
LA LUCHA 9
L A L UCHA SPN62-1231
(The Contest)
Este Mensaje por el Hermano William Marrion Branham, originalmente
predicado en ingls el lunes en la tarde, 31 de diciembre de 1962, en el
Tabernculo Branham, Jeffersonville, Indiana, E.U.A., ha sido tomado de una
grabacin en cinta magnetofnica y publicado ntegro en ingls. Esta traduccin
al castellano fue publicada y distribuida por Grabaciones La Voz De Dios.
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