Confabulacion Delirios
Confabulacion Delirios
Confabulacion Delirios
de Arequipa
Ao 2016 / Volumen 6 / Nmero 2
ISSN 2221-786X versin impresa
ISSN 2307-4159 versin electrnica
385
Consejo Directivo Regional III de Arequipa
Revista de Psicologa de Arequipa
Rev. psicol. Arequipa ISSN 2221-786X versin impresa
ISSN 2307-4159 versin on-line
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386
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Traducciones:
Heidi Bustos. Davidson College. Estados Unidos
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ser reproducidos con fines educativos o de investigacin, siempre y cuando
se cite la fuente. El contenido de los artculos publicados en la Revista de
Psicologa de Arequipa es responsabilidad exclusiva de los autores.
CONTENIDO
Reynaldo Alarcn
Manuel Arbocc
INVESTIGACIONES / INVESTIGATIONS
Luis Sotomayor
RESEAS / REVIEWS
391
392
Rev. psicol. Arequipa 2016, 6(2), 393-398/ ISSN 2221-786X versin impresa / ISSN 2307-4159 versin
electrnica
393
Reynaldo Alarcn
Universidad Ricardo Palma (Lima)
Cmo citar:
Alarcn, R. (2016). La psicologa en el per en los tiempos de la colonia.
Revista de Psicologa de Arequipa, 6(2), 393-398
Reynaldo Alarcn
Psiclogo y Bachiller en Letras, especialidad Filosofa, por la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos. Doctor en Filosofa y Psicologa por la mis-
ma universidad. Docente de distintas casas universitarias y ganadores de in-
numerables premios y reconocimientos por sus aportes en el desarrollo de la
Psicologa en el Pe y Latinoamrica.
Correspondencia: reynaldo.alarcon.n@hotmail.com
de Europa, l buscaba examinar las consecuencias del clima de Lima sobre los
seres organizados, segn escribe en la introduccin de su famoso libro que ms
abajo se menciona.
Unanue, publica su libro Observaciones sobre el clima de Lima y su in-
fluencia en los seres organizados, en particular el hombre (Lima, 1806, 1 ed.;
Madrid, 1815, 2 ed.; Lima, 1940, 3ed.). Postula un epifenomenismo fisiolgico
que explica los hechos anmicos como productos de la estructura del organismo
sobre el que acta el clima, el cual condiciona su estructura y funciones. El cli-
ma, para Unanue, es un factor decisivo que acta sobre el cuerpo y la salud de
los hombres, de los animales y vegetales. Encuentra que el clima de Lima pro-
duce un sistema nervioso dbil, de donde infiere que se excite fcilmente ante la
presencia de objetos y que los conserve con tenacidad.
Nuestro sabio estuvo vivamente interesado en estudiar el comportamien-
to de los nuevos hombres y mujeres peruanos, generados por el cruce de tres
razas diferentes: indios, blancos y negros, produjeron entidades intermedias,
logrando elaborar la primera bio-psico-tipologa del hombre peruano, basada en
la proporcin en que se mezclaron estas tres razas y en la influencia del clima
sobre ellas. Logro identificar nueve grupos bio-psquicos de individuos, cada
grupo presenta caractersticas fsicas y psicolgicas distintas, asignndoles a
cada grupo una denominacin. Vayan algunos ejemplos: el cruce de varn y
mujer europeos, los hijos sern criollos-blancos, fsicamente son retrato de sus
padres, aunque de corazn ms suave, alma ms penetrante y menor fuste en
el pensar y actuar. Barn blanco y mujer india: hijo mestizo, presenta consti-
tucin herclea, disposiciones exteriores y rasgos fsicos de su padre europeo.
Padre blanco y mujer negra: hijos mulatos, pierden la robustez de sus padres,
poseen imaginacin acalorada, lengua voluble y amor al lucimiento. Unanue,
como buen cientfico, aclara que sus observaciones corresponden, en sentido
general, a los individuos de los diferentes grupos raciales. Anota que en todas
las castas al lado de los vicios se encuentran hombres virtuosos y de estimable
talento. De esta manera, procura poner a salvo su objetividad.
REFERENCIAS
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Rev. psicol. Arequipa 2016, 6(2), 401-421/ Recibido: 17-02-2017/ Aceptada: 05-03-2017/ ISSN 2221-786X
versin impresa / ISSN 2307-4159 versin electrnica
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Resumen: Summary:
Las confabulaciones se refieren The confabulations refer to fake me-
a falsas memorias surgidas en el mories in the context of neurological
contexto de trastornos neurolgi- disorders. On the other hand, delu-
cos. Por otro lado, los delirios son sions are defined as false beliefs
definidos como falsas creencias y and may be associated with both
pueden estar asociados tanto a tras- mental and neurological disorders. A
tornos mentales como neurolgicos. common feature between the two is
Una caracterstica comn consiste an elaboration that does not respond
en que ambas son distorsiones de to reality and is maintained by the
la realidad y son mantenidas por el subject, despite the evidence against.
sujeto, a pesar de las evidencias en It is the purpose of this work to
contra. Es propsito de este trabajo develop explanatory models on con-
desarrollar los modelos explicativos fabulations, and on the other hand, to
sobre las confabulaciones, y por otro try to clarify the differential aspects
lado, intentar clarificar algunos as- with delusions in organic disorders.
pectos diferenciales con los delirios The main difference between delu-
en trastornos orgnicos. La principal sions and confabulations refers to
diferencia entre los delirios y con- the fact that while in the former they
fabulaciones alude al hecho de que, involve the formation of a belief, they
mientras las primeras envuelven- are systematic or generalized and
la formacin de una creencia, son more stable, the latter are associated
sistemticas o generalizadas y ms with mnesic deficits, they are presen-
ted in isolation Or fleeting AND are
Cmo citar:
Tirapu, J., & Snchez, A. (2016). Neuropsicologa de los delirios y confabu-
laciones: Una revisin actualizada. Revista de Psicologa de Arequipa, 6(2),
401-421.
INTRODUCCIN
El estudio de las confabulaciones data de finales del S.XIX, cuando Emil
Kraepelin (1856-1926) fue el primero en describirlas. Sin embargo, Sergei Sergeie-
vich Korsakoff, psiquiatra ruso nacido en 1845, hizo una descripcin sistemtica
derivada de sus observaciones en pacientes alcohlicos, lo que hoy se conoce bajo
el sndrome de Korsakoff. Entre 1887 y 1891 public una serie de artculos que to-
maron como base el estudio de varios casos de polineuritis alcohlica con sntomas
mentales distintivos: prdida de memoria, amnesia de fijacin, desorientacin espa-
cio-temporal y confabulacin. Describi as un trastorno del pensamiento (psicosis)
asociado a inflamacin de nervio perifrico (polineuritis) que produca debilidad
muscular debido al alcohol, llamando a este sndrome psicosis polineuritica y sus-
tituyndolo ms tarde por el trmino de cerebropata psquica toxmica.
Los pacientes descritos tendan a inventar una situacin ficticia y repetirla cons-
tantemente, desarrollndose un delirio basado en falsos recuerdos a los que llam
pseudo-reminiscencias. Posteriormente Bonhoeffer (1868-1948) sustituy el tr-
mino por el de confabulacin (Talland, 1965) y propuso (1901,1904) dos formas:
momentneas, normalmente en respuesta a preguntas y generalmente plausibles
y fantsticas, de hechos imaginados. Ms recientemente Berlyne (1972) propuso
que estas eran entidades diferentes y que se observaban en pacientes con sndrome
Korsakoff y demencias de diversas etiologas. Otra distincin ha sido propuesta por
Kopelman (1987) dnde establece confabulacin espontnea en contraposicin a
la provocada basndose en el contenido, ms que a la modalidad de evocacin.
Para ello se apoya en los datos ofrecidos por el recuerdo de historias de las escalas de
Memoria Lgica de Wechsler. Las confabulaciones eran evaluadas como intrusiones
o cambio en el sentido de las historias durante la fase de recuerdo.
Las confabulaciones muestran as la importancia de la memoria como proceso
reconstructivo de la realidad, y no tanto como un reflejo de la realidad en s misma.
Las primeras explicaciones acerca de este fenmeno estaban gran influenciadas
por la corriente psiquitrica del momento, que las consideraban como una tenden-
cia del sujeto a rellenar huecos, reflejo de un mecanismo psicolgico de defensa,
activado en respuesta a una situacin embarazosa o en un intento de cubrir los
vacos de la memoria, (e.g. Weinstein & Kahn, 1955; Zangwill, 1953; ver Berly-
ne, 1972; DeLuca, 2000a, 2000b; Mercer et al., 1977). Actualmente sin embargo,
se ha encontrado poco respaldo emprico a estas hiptesis (Dalla-Barba, 1993a;
Kopelman et al., 1997; Mercer et al., 1977; Schnider et al., 1996b) debido a que por
un lado, una de las caractersticas ms sobresalientes de las confabulaciones es la
falta de conciencia sobre el dficit de memoria (de modo que, sera poco probable
que alguien que no fuese consciente de su dficit e incluso, fuese indiferente a este,
necesitase recurrir a la confabulacin con la finalidad de reducir la ansiedad que le
producen los lapsos de memoria.)
tres modelos que se encontraran en la base de las mismas (ver Gilboa, Mos-
covitch, 2002.).
i) Dficit en la contextualizacin temporal de los recuerdos
La hiptesis de la confabulacin como un trastorno temporal establece que
los pacientes que confabulan tienen un sentido de la cronologa distorsionado de
forma que pueden recordar los acontecimientos, pero no el orden en que ocurrie-
ron o su relevancia respecto a los hechos actuales. Desde esta lnea de investiga-
cin, existen dos perspectivas. Dalla Barba (1998,1999) defiende que las confa-
bulaciones representan una conciencia patolgica de la temporalidad personal.
Distingue dos tipos de conciencia, una conciencia de conocimientos (hbitos y
semntica) y una temporal (eventos personales) que recuerda mucho a la diferen-
ciacin propuesta por Tulving (1985) entre conciencia anotica (procedimientos)
notica (semntica) y autonotica (episdica).Diferencian tres dimensiones de
temporalidad (pasado, presente y futuro) que pueden relacionarse con tres tipos
de confabulaciones asociadas a recuerdos episdicos pasados, desorientacin
espacio-temporal y planes futuros respectivamente.
Asimismo, puede suceder que estos pacientes presenten tambin un pro-
blema para ubicar la fuente o el origen de los recuerdos (monitorizacin de la
fuente), o distinguir entre eventos reales o imaginados (monitorizacin de la
realidad). Como consecuencia de esta alteracin, los pacientes mezclan eventos
que han ocurrido en distintos momentos temporales, o incluso los experimentan
como si estuvieran ocurriendo en el momento actual. Para Schnider (1996) y su
equipo, son el resultado de una confusin de la realidad actual con los aconteci-
mientos pasados, es decir una confusin temporal-contextual. En apoyo expe-
rimental a esta hiptesis Schnider y sus colaboradores, aplicaron el paradigma
del reconocimiento continuo a un grupo de pacientes confabuladores.
En este paradigma, se presenta una secuencia de imgenes o palabras que
representan diversos objetos, algunos de los cuales, los estmulos objetivo, se
repiten varios ensayos despus dentro de la misma serie. La tarea del sujeto
consiste en decidir si el objeto que aparece es nuevo (es la primera vez que
se ha presentado en esta serie) o viejo si juzga que es la segunda vez que se
presenta. Tras un tiempo variable se vuelve a presentar otra serie que incluye los
mismos objetos pero esta vez con distintos estmulos objetivo; supuestamente la
sensacin de familiaridad que suscitan los objetos que se repitieron en la primera
serie puede llevar a los sujetos a responder viejo ante estmulos que se han
presentado por primera vez en esta segunda serie.
Este fue el caso de los pacientes del experimento de Schnider, que fallaron
mucho ms en la segunda serie. Tales resultados fueron interpretados como un
problema de contextualizacin temporal: los pacientes confabuladores tienen
grandes dificultades para ubicar los estmulos en su contexto temporal (en este
caso, la serie), experimentando una confusin entre los distintos recuerdos, o
entre un recuerdo y la realidad actual del paciente. Por lo que llamaron a ste
dficit Temporal Context Confusion (TCC). (Schneider & Ptak, 1999.)
ii) Hiptesis de la supervisin de la fuente (Source Monitoring)
Johnson y su equipo sugieren que las confabulaciones se producen debido
a un dficit en el control de la realidad por lo que las personas son incapaces
de distinguir tanto el origen de diferentes recuerdos (Confusin tiempo-contex-
to) o distinguir entre eventos reales e imaginados (sucesos experienciados versus
imaginados). Diferentes mecanismos podran estar en la base, incluyendo fallo
en codificacin, recuperacin, motivacin y procesos de evaluacin. (Johnson et
al., 1997; Johnson & Raye, 1998). La monitorizacin de la realidad se refiere a un
proceso de distinguir una percepcin pasada de un acto de imaginacin pasado.
Contempla la capacidad de distinguir fuentes de informacin y especificar las con-
diciones bajo las cuales el recuerdo fue adquirido (contexto espacial, temporal).
iii) Hiptesis de la recuperacin estratgica (Retrieval dficit).
Estas hiptesis surgen a partir de observaciones de Moscovitch sobre pa-
cientes y de Burguess y Shallice, a partir de controles sanos. Para ellos, las con-
fabulaciones son el resultado de fallos en los procesos de recuperacin. La evi-
dencia ms solida a favor de esta hiptesis alude al hecho de que esta afectacin
abarca tanto a recuerdos remotos, como aquellos adquiridos tras la instauracin
del dficit. Pero la recuperacin no es un proceso unitario y se trata de determi-
nar que factor de la recuperacin se haya afectado.
Gilboa y Moscovitch elaboraron un modelo neuropsicolgico global de la
memoria que puede explicar el fenmeno de las confabulaciones. Estos autores
distinguen dos tipos de procesos de recuperacin, asociativo (dependiente de
pistas) y estratgico. El primero es relativamente automtico, en el cual una pista
especifica interacciona con la informacin almacenada. Estn asociadas a es-
tructuras del lbulo temporal medial y neocortex posterior (la pista directamen-
te activa el grupo neuronal hipocmpico-neocortical). Por otro lado, los procesos
de recuperacin estratgica son rutinas que se aplican a la memoria cuando las
pistas proximales son ineficaces. En el nivel de input, los procesos estratgicos
contribuyen a encuadrar el problema de memoria (establecer modo recupera-
cin), utilizar conocimientos generales y personales para crear la bsqueda hasta
que las rutinas dependientes de pistas asociativas puedan generar una solucin
posible. En el nivel de output, se encargan de monitorizar, evaluar y verificar el
recuerdo recuperado y situarlo en un contexto espacio temporal.
Moscovitch y Melo (1997) plantean tres condiciones necesarias para que
se produzca una confabulacin: en primer lugar, debe existir una afectacin de
estos ltimos, tienden a ser sobre ideas que involucran reorganizar y reconstruir
aspectos de la realidad ms que con la invencin de material completamente
nuevo. A fin de lograr un diagnostico diferencial, es importante tener en cuenta
que en el discurso de los pacientes neurolgicos es el contenido lo que resulta
extrao, siendo difcil de seguir aun cuando los temas son sencillos, mientras
que en los desrdenes del pensamiento se encuentra el uso de palabras anor-
males y una estructura distorsionada de las oraciones, postulndose que estas
alteraciones a nivel lingstico no son propias de las fabulaciones. Adems se
postula que los pacientes neurolgicos presentan ms fallos en la memoria epi-
sdica, mientras que en la esquizofrenia podran ser ms debido a fallos en la
memoria semntica. (Lorente-Rovira et al., 2007, 2010.)
Mientras que la literatura apoya la idea de que en los pacientes amnsicos se
encuentran ms afectados los procesos de recuerdo-consolidacin y no tanto los
procesos de reconocimiento, algunos investigadores sostienen que los amnsi-
cos con afectacin temporal- medial presentan tanto afectacin en consolidacin
como en recuperacin. Por el contrario los pacientes amnsicos y confabulado-
res por aneurisma de la ACoA muestran mayor afectacin en el recuerdo que en
el reconocimiento (Hanley et al., 1994; De Luca & Diamond, 1995). Por tanto,
una gran discrepancia entre el recuerdo y reconocimiento podra ser un aspecto
diferencial relevante entre las amnesias tipo Korsakoff y aquellas producidas por
afectacin de la ACoA.
Por ltimo, consideramos relevante plantear algunos aspectos diferenciales
entre las confabulaciones y los delirios asociados a trastornos neurolgicos des-
de una perspectiva tanto clnica como fenomenolgica. De acuerdo con Langdon
y Turner (2010), las confabulaciones se definen como falsas memorias. Por
otro lado, los delirios son definidos como falsas creencias y pueden estar aso-
ciados tanto a trastornos mentales como neurolgicos.
Una caracterstica comn, tanto de los delirios como las confabulaciones es
que ambas consisten en una elaboracin que no responde a la realidad y que es
fielmente mantenida por el sujeto, a pesar de mostrar evidencias en contra. Para
Hirstein (2006) las confabulaciones son comunicadas a otros, mientras que los de-
lirios no, mantenindose en el mbito de lo privado. A su vez, estos son objeto de
atencin clnica y de tratamiento psicofarmacolgico (Hamilton, 2007; Stephens
& Graham, 2004). A su vez, dentro de los delirios, sobre todo los que aparecen
en el contexto de alteraciones neurolgicas, pueden estar daados los procesos
de reconocimiento, producindose lo que llamamos falsas identificaciones (p.e.
sndrome de Capgras, sndrome de Frgoli y paramnesias reduplicativas).
La principal diferencia entre los delirios y confabulaciones alude al hecho de
que, mientras en las primeras envuelven la formacin de una creencia, son sis-
temticas o generalizadas y ms estables, las segundas envuelven dficits en los
Bortolotti y Cox (2009., p.27) afirman a su vez que las confabulaciones pue-
den responder a dos funciones motivacionales i) establecer continuidad en su
propia narrativa personal y ii) preservar su autoimagen mientras que los delirios
podran cumplir la finalidad de dotar de coherencia a la realidad que percibe
CARACTERSTICAS DELIRIOS EN T. CONFABULACIN
NEUROLGICOS
EN T. NEUROLGICOS
SINTOMAS PRINCIPALES Falsas creencias Falsas memorias
Y falsas identificaciones
CONTENIDOS Estructurado y constante Variable y cambiante
OBJETIVO Dotar de coherencia a rea- Dotar de sentido de conti-
lidad nuidad
PLAUSIBILIDAD Plausible No siempre plausible
RECEPTOR Yo mismo Yo y el otro
ETIOPATOGENIA Bsqueda de explicaciones Enunciados incorrectos e
racionales irreales para cubrir lagu-
nas en la memoria
a experiencias perceptivas
anmalas (Kopelman)
VERACIDAD Carecen de veracidad Pueden parecer veraces
(ms las provocadas)
No veracidad (las espont-
neas)
ANTECEDENTES Antecedentes de trastor- No antecedentes
nos psiquitricos
CONTENIDOS MNSI- Memoria semntica Memoria episdica y se-
COS AFECTADOS mntica
PROCESOS MNSICOS No es necesaria afectacin Codificacin, consolida-
AFECTADOS mnsica, si la hay es de re- cin y recuperacin
conocimiento
CORRELATOS NEUROA- Frontal bilateral y regiones Crtex prefrontal ventro-
NATMICOS posteriores del hemisferio medial (CPVM) y orbito-
derecho frontal (COF), prosencfalo
basal, corteza cingulada
anterior y reas lmbicas
anteriores
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Recibido: 17 02 2017
Aceptado: 05 03 2017
Resumen: Summary:
Estamos viviendo tiempos donde We are living times where healthy
hbitos saludables como la lectura habits as the constant and deep
constante y profunda, la escritu- reading, the correct writing and
ra correcta y el debate alturado e the smart and intelligent debate are
inteligente estan dejando de prac- leaving of practice. Postmodern, tech-
ticarse. La sociedad postmoderna, nocratic society and media is appro-
tecnocrtica y meditica est apro- priating that private, introspective and
pindose de ese espacio privado, reflective space that characterizes the
introspectivo y reflexivo que carac- true homo sapiens. That is why now
teriza al verdadero homo sapiens. scholars society come talking about
De ah que ahora los estudiosos de homo videns or homo cyber and
la sociedad vengan hablando del this society as light society and not
homo videns o del homo ciber y of the vacuum.
de esta sociedad como la sociedad We are concerned of the decay of the
ligth cuando no del vaco. word, the reading and their possibili-
Nos preocupa el decaimiento de la ties and the increase of media interests
palabra, de la lectura y sus posibi- as the television so come at least in
lidades y el aumento de intereses the last three decades, and not only in
mediticos como la televisin tan Peru but in other latitudes. From our
venida a menos en las ltimas tres teaching and communicative work,
dcadas, y no solo en el Per sino en we have been writing about it and this
otras latitudes. is an essay that continues some other
Desde nuestra labor docente y co- articles published in newspapers as in
municativa, venimos escribiendo magazines in the last years. We hope
al respecto y ste es un ensayo que that these reflections of the man, the
Cmo citar:
Arbocc, M. (2016). La Lectura y la Cultura en esta poca de la Videocracia.
Revista de Psicologa de Arequipa, 6(2), 423-434.
contina algunos otros artculos pu- reading and the knowledge be of in-
blicados en diarios como en revistas, terest and give impetus to new ones.
en los ltimos aos. Esperamos que
estas reflexiones sobre el hombre, la
lectura y el conocimiento, sean de
inters y den impulso a otras nuevas.
Palabras Clave: Lectura, homo Keywords: Reading, homo videns,
videns, aprendizaje, cultura. learning, culture.
Manuel Arbocc
Licenciado en Psicologa por la Universidad Inca Garcilaso de la Vega. Grado de
Magister en Psicologa por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Do-
cente en la Universidad Inca Garcilaso de la Vega y en la Universidad Femenina
del Sagrado Corazn. Psicoterapeuta y Miembro de la Asociacin Peruana de
Psicologa Fenomenolgico-Existencial y de la Asociacin Latinoamericana de
Psicoterapia Existencial. Articulista del Diario Oficial El Peruano.
Correspondencia: manoloarbocco@gmail.com
INTRODUCCIN
El libro y el celular
Proponemos el siguiente ejercicio: Acrquenle a un(a) nio(a) pequeo(a)
un libro y un celular y fjense por cul de los dos se inclina el pequeo. Lo ms
probable es que termine eligiendo el celular y esto no tiene nada de raro al ser
un aparato que permite la interaccin, tiene efectos sonoros, brinda imgenes
y juegos. Es aqu donde el adulto ingresa en escena. Como adultos y personas
racionales sabemos que el principal aspecto que necesita la humanidad en su
proceso de formacin es la palabra, el verbo, la argumentacin. La lectura y lue-
go la escritura son tareas exclusivamente humanas que nos permiten adaptarnos,
socializar y solucionar muchos problemas. Y como adultos buscamos que desde
pequeos, los humanos aprendan la importancia de leer y el placer de hacerlo,
situacin que nos permitir acercarnos a la civilizacin, el entendimiento y la
cultura. Pero hoy los nios tienen desde muy temprana edad -algunos ya desde
bebs- acceso al celular, la tablet y la TV y aprender a emplearlos mucho antes
que a leer, y vemos que sus cerebros se estn acostumbrando a no leer, con lo
que puede verse limitada su imaginacin, su desarrollo verbal, su capacidad de
anlisis y de ordenar las ideas (Sartori, 2004).
En una entrevista periodstica al escritor y profesor universitario Jorge Eslava, nos
recuerda que una buena lectura es una experiencia de inteligencia e imaginacin.
Tambin de sensibilidad. Creo que desarrollar la lectura desde nios cultiva y mo-
dela el espritu (Eslava, 2015, p.7). Por su parte, para la psicloga y escritora Pilar
Gonzlez Vigil la lectura desarrolla la imaginacin de los nios, y ahora se sabe,
gracias a las investigaciones en el campo de las neurociencias, que nuestro cerebro
no diferencia entre lo que imaginamos y lo que experimentamos en la realidad. En-
tonces, en su mente los lectores viven la historia junto a los personajes (Gonzlez
Vigil, 2015, p. 7). En estos dos comentarios encontramos como formar el hbito de la
lectura es fundamental en las personas, y como todo buen hbito debe ser formado
desde pequeo. Porque el nio solo no lo har, l se dirigir hacia el celular (que se lo
prestan siempre que lo pide) o hacia la TV (que se la encienden a toda hora) cuando
de pronto tendramos que acercarlo creativa, divertida y amorosamente al texto, al
libro. La lectura (sobre todo su prctica desde pequeos) promueve el ejercicio de
la atencin, la imaginacin, la creatividad, potencia el pensamiento abstracto y el
desarrollo del lenguaje (Beltrn y Seinfeld, 2012) hay quienes ven tambin que la
lectura nos lleva a aprender muchas otras cosas, a ser ms tolerantes y nos da leccio-
nes morales inclusive. Por su parte, el polgrafo Marco Aurelio Denegri la considera
el nico vicio saludable, dice as: Se trata, empero, de una medicina que, curiosa-
mente, satisface un vicio; slo que un vicio saludable, el nico vicio saludable: el de
la lectura (Denegri, 2011, p.70).
El homo videns
Meses atrs (Arbocc, 2016b) recordbamos como en su texto Homo videns:
la sociedad teledirigida (2004), el politiclogo italiano Giovanni Sartori analiza el
peligro de exponer a los nios (el los llama los video-nios) ante la televisin basura
y nos deja una serie de afirmaciones y estadsticas que bien puede ser tomadas en
cuenta en muchas realidades sociales, las mismas que estn debidamente planteadas
y fundamentadas en la obra mencionada. Por ejemplo indica que el nio ensimisma-
do con la TV no lee; la TV modifica radicalmente y empobrece el aparato cognosci-
tivo del homo sapiens, el nio formado en la imagen se reduce a ser un hombre que
no lee, luego ese adulto slo responder a estmulos audiovisuales (Sartori, 2004).
Adems nos recuerda que el acto de ver est atrofiando la capacidad de entender,
que el hombre que lee est decayendo rpidamente y lo peor de todo es que (en este
mundo actual pareciera que) ya no se necesita leer.
Sartori seala investigaciones indicando que un joven antes de terminar su ado-
lescencia habr observado horas y horas de telebasura (Sartori, 2004). Ese nio luego
se transformar en un adulto empobrecido, que no lee, que responde a estmulos casi
exclusivamente audiovisuales. Entre los mecanismos psicolgicos de respuesta ante
la telebasura estn: la identificacin con ciertos personajes, la imitacin, la indirecta
agudizacin de ciertos temas cuando son tratados de forma superficial y sin asesora
profesional, la asociacin incorrecta de ciertos estmulos (ejemplo violencia-cotidiani-
dad, mujer-objeto sexual, felicidad-consumismo, homosexualidad-enfermedad, amor
de pareja-sufrimiento necesario, entre otros); tambin la desensibilizacin ante el dolor
ajeno y la vulgaridad. La enorme influencia social de la tv y otros medios multiplica
de forma exponencial los efectos negativos de este tipo de mensajes (Sartori, 2004).
De esta forma vemos cmo los medios de comunicacin aportan a la construccin (y
destruccin) de modos de ser, de modelos de comportamientos individuales y colectivos.
Nos animamos a afirmar que as se van formando modelos pobres, incultos y dependien-
tes de las sensaciones (imgenes, sonidos) descuidando los estmulos ligados al pensa-
miento (la razn y la lgica). Pensamos que la lectura es una herramienta de proteccin
contra esta poca de aparatos y pantallas, de extraversin y de estimulacin externa.
La introversin y los chimpancs
Consideramos que existe una dimensin mental humana que se va perdiendo,
nos referimos a la introversin (Arbocc, 2014). La introversin es una orientacin
psquica por la cual prescindiendo de los estmulos externos buscamos penetrar, bus-
camos adentrarnos, en nosotros mismos. Pero hoy en da la introversin y circuns-
tancias relacionadas como la introspeccin, la contemplacin y la reflexin personal
son situaciones difciles de encontrar, no son muy practicadas por no quererlo o
quiz no poder hacerlo. Estamos echados (vertidos) hacia afuera, hacia el estmulo
exterior. En ese sentido no abunda la introversin sino la extraversin (vertido hacia
afuera). El individuo promedio est muy atento a lo que pasa afuera, al estmulo y si
este es intenso, mejor. Por ejemplo, hoy est de moda el conductor de radio que grita,
que habla rpido, que pone y pone canciones una tras otra sin pausa alguna, con
publicidad que aparece y cual metralleta dispara palabras sin pausa alguna. Tambin
est la TV con sus cientos de horas de contenidos insustanciales, superficiales, pero
con un rating asombroso. Adems, est toda la tecnologa a disposicin de este indi-
viduo que ve as entretenido su cerebro y sus sentidos.
Los chimpancs cuando ya no ven a nadie fuera de su jaula, o cuando ya nadie
les tira algo de comer y cuando ya no hay ruido fuera, sencillamente se duermen por-
que son incapaces de ensimismarse, son incapaces de reflexionar, de pensar. Esto no
es de extraar, finalmente son chimpancs y si bien tienen una serie de habilidades
y pueden aprender muchas cosas, hay estados que no poseen, como la consciencia,
o capacidades que desconocen como la metacognicin, la introspeccin o la au-
tocontemplacin. Sin embargo, vemos que estos fenmenos empiezan a darse con
relativa frecuencia en los seres humanos y eso es preocupante. Vemos alumnos que
se duermen con mucha facilidad cuando no hay accin en clase o cuando la tarea
involucra una reflexin profunda, y no digamos una reflexin personal. Se duermen
porque el silencio (necesario para reflexionar) y la pausa (necesaria para tramitar
las ideas o para ordenarlas) los encuentra carentes de lo que se ha dado en llamar
el mundo interior, entonces al faltar el estmulo ambiental, el cerebro se aburre y el
individuo se apaga, sobre todo cuando no hay una importante cuota intelectual.
Muchas personas hoy, de pronto ms que ayer, ven difcil cuando no intil el
ejercicio de la introspeccin, la reflexin y la necesaria introversin. Una caracters-
tica encontrada en grandes creadores es la capacidad de aislarse, de alejarse del ruido
y la masa. Como dira el notable escritor Franz Kafka necesito alejarse de m para
escribir, o Cicern la observacin de la naturaleza y la meditacin han generado
el arte. Hoy se apuesta ms bien por la atencin a lo externo, a lo meditico, por eso
entre otras cosas- fenmenos como la TV basura proliferan y generan ms adeptos.
Y cuando ese hombre carente de dentrura no encuentra esos estmulos ruidosos y
luminosos, se duerme, como el chimpanc.
Hoy se habla tanto de nios y adolescentes aburridos (y adultos tambin), de
nios y jvenes con problemas de atencin y concentracin, de personas deprimi-
das, desatentos, distrados, mirando hacia sitios equivocados, buscando donde no
hay que buscar, mirando hoy estmulos brindados por los medios que no estimulan
realmente y hasta nos empobrecen cognitiva y afectivamente (Sartori, 2004), con-
sideramos que la lectura es un pasatiempo enriquecedor, que de hacerse un hbito
consideramos puede convertirse en un escudo protector, de algunos de los males de
la sociedad. Es una vacuna contra la estupidez, el aburrimiento, la chabacanera y
el miedo. En este refugio dejamos volar nuestra imaginacin, potenciamos nuestra
concentracin, estimulamos nuestro pensamiento y nuestras capacidades lingsti-
cas, adems de la inteligencia general y el nivel de conocimientos.
La tecnologa y el caverncola
La tecnologa ha ingresado en el mundo personal, en la esfera de la privacidad
y de la intimidad. Hoy todo se muestra, lo que desayunamos, lo que vestimos, lo
que cenamos, en dnde estamos, a dnde iremos y con quin, adems lucimos
nuestro cuerpo, colocamos nuestras fotos llenas de mohines disforzados segn el
momento, siempre avisamos en las redes de nuestros estados de nimos (con lo
poco que a los dems les debe realmente importar) y comunicamos nuestras ms
personales decisiones.
La tecnologa est hacindonos ms impacientes. Nos ha acostumbrado a la
gratificacin inmediata. Hace un par de dcadas sabamos esperar para que un
equipo electrnico nos entregue sus funciones pero hoy ya vemos jvenes que se
desesperan cuando su equipo es tan lento porque se demora ocho o diez segun-
dos en prender o cambiar de nivel. Y esto ya se empieza a ver en nios pequeos
que reinician los video juegos apenas puestos cuando han pasado solo un par de
segundos mientras demoran en cargar. Estamos produciendo una generacin de
desesperados, impacientes y nerviosos. No me sorprendera que los casos de eya-
culacin precoz aumenten con el paso de los aos.
En el plano, escolar los estudiantes suelen mantener la atencin en el tema por
espacios de tiempo cada vez ms cortos, luego se cansan, desean hacer click,
saltar a otra ventana, cambiar a otro canal. Los regmenes de atencin y de
concentracin se estn acortando, teniendo as un enorme grupo de chicos disper-
sos, que solo mantienen la concentracin cuando la tarea, la lectura o la exposicin
es breve. O cuando la profesora o el docente deben casi dramatizar la clase para
mantener despiertos a sus apticos alumnos.
El profesor y divulgador cientfico Ben Thornhill nos informa de investigaciones
con estudiantes de secundaria de California que ya muestran un promedio de lapso
de concentracin de alrededor de 3 minutos por clase. Adems, Thornhill nos cuenta
de otro estudio realizado recientemente por la Universidad de Berkeley, con nias de
entre 8 y 12 aos que pasaron ms tiempo que sus pares utilizando tecnologa digital,
en vez de interactuar con el ambiente que las rodeaba. stas nias reportaron mayor
dificultad para socializar y menor autoestima (Thornhill, 2017).
La idea es que la tecnologa est para servirnos, para ayudarnos. Tampoco para
hacer cosas que hemos venido haciendo nosotros sin mayor problema. Vemos perso-
nas que emplean ascensor para subir a un segundo piso y no hablamos de personas
de edad o con problemas fsicos, sino muchachas ociosas que luego seguramente
se preguntan porque tienen tantos rollos en el abdomen. Observamos estudiantes
que emplean la calculadora del celular para problemas numricos menores y, olvi-
dndose de tomar apuntes con lpiz y papel, toman fotos con sus equipos y reducen
la preparacin de sus exmenes a imprimir o fotocopiar las famosas plantillas de
power point de las clases. Son los alumnos power point: simples, concisos, poco
profundos, memorsticos.
A ese ritmo, seremos ms dependientes de las mquinas y aplicaciones y deja-
remos de usar el cerebro que tanto nos ha servido, desde la poca de las cavernas.
Reflexin final: Leer, sobre todo leer
En esta sociedad tecnocrtica, de banalidades y chismeras, que idolatra panta-
llas e iguala el xito con tener dinero o salir TV (Arbocc, 2016c), es fundamental
que promovamos el inters por la lectura en los ms jvenes y este gusto por la lec-
tura se logra en el nio pequeo cuando se le lee y en un ambiente cmodo, ldico y
afectuoso. Ese nio que se acerca positivamente al libro seguir con l luego, ya de
mayor, y estimular constantemente su cerebro con palabras, historias e ideas.
El Plan Lector (una buena idea) debe mejorarse y potenciarse. Solo as, acercan-
do al estudiante a la enciclopedia, al cuento, a la novela y al libro, podemos pensar
que las futuras generaciones desarrollaran la interioridad, el mundo interno, hoy tan
estimulado por efectos mediticos muchas veces nocivos.
Muchos padres necesitaran una consejera mnima de como criar a sus hijos.
Una crianza que involucre el aspecto cultural desde la ms tierna infancia. El pa-
pel de la lectura, el teatro, el estudio y las artes en la formacin personal ya ha sido
investigado y estn documentados los efectos positivos y a largo plazo que brindan
en los seres humanos
El lingista y profesor universitario Luis Jaime Cisneros (1921-2011) deca que
el nico mrito que poda reclamar como propio era la lectura. Recordaba haber
crecido en una casa llena de libros y cada vez que su padre le lea, prrafos del
Quijote, eso era buen anticipo de los alimentos.
En las aulas hoy vemos jvenes con dificultades para leer, que prcticamente
ya no escriben, pero son diestros en el manejo de sus pulgares, con argumentos
falaces y rudimentarios a la hora de defender una posicin, pegados todo el da a
unos audfonos y con serias dificultades para concentrarse sin ellos y hasta para
hacer algn mnimo clculo mental. Todo esto requiere exigir a nuestro cerebro y
si no lo habituamos desde chicos probablemente ya de grandes ser casi imposible.
Si esto lo observamos en las aulas universitarias qu pasar en quienes no se han
insertado en el mundo acadmico? El maestro Jorge Luis Borges deca que, de los
diversos instrumentos inventados por el hombre, el ms asombroso era el libro;
todos los dems eran extensiones de su cuerpo, pero slo el libro es una extensin
de la imaginacin y la memoria. A tenerlo en cuenta.
REFERENCIAS
Recibido: 13 04 2017
Aceptado: 24 05 2017
435
436
Rev. psicol. Arequipa 2016, 6(2), 437-450/ Recibido: 18-03-2017/ Aceptada: 14-04-2017/ ISSN 2221-786X
versin impresa / ISSN 2307-4159 versin electrnica
437
Resumen: Summary:
Se explor la relacin entre sospecha The relationship between suspected
de maltrato con ansiedad y depresin. abuse with anxiety and depression
La muestra estuvo conformada por was explored. The sample was made
182 hombres y mujeres, mayores up of 182 men and women, over 65
de 65 aos, que asistan al 1er years old, who attended of the 1st
Centro del Adulto Mayor Zamcola Center of the Elderly Zamcola -
- EsSALUD. Se utiliz dos instru- EsSALUD. Was used two instru-
mentos ndice de Sospecha de Mal- ments Elder Abuse Suspicion Index:
trato haca las Personas Mayores: EASI and Hospital Anxiety and De-
EASI y Escala Hospitalaria de An- pression Scale: HADS. The results
siedad y Depresin: HADS. Los show that there is not statistically
resultados obtenidos muestran que significant relationship between sus-
no existe relacin estadsticamente pected anxiety and depression abuse,
significativa entre sospecha de mal- more research is needed to detect
trato con ansiedad y depresin, es intervening variables that affect the
necesario realizar ms investigacio- mental health of the elderly.
nes que permitan detectar variables
intervinientes que afecten la salud
mental del adulto mayor.
Palabras Clave: Sospecha de mal- Keywords: Suspicion of abuse,
trato, ansiedad, depresin. anxiety, depression.
Cmo citar:
Sotomayor, L. (2016). Sospecha de maltrato, ansiedad y depresin en adultos
mayores. Revista de Psicologa de Arequipa, 6(2), 437-450.
INTRODUCCIN
Existe una serie de barreras que dificultan la deteccin de las situaciones de
malos tratos en adultos mayores. Una de ellas, es el hecho de que no existe una
definicin consensuada. Diferentes autores han elaborado distintas definiciones
que, aunque tienen aspectos comunes tambin incluyen cuestiones diferentes.
No obstante, la definicin desarrollada por Action on Elder Abuse en 1995, acu-
ada por la Red Internacional para la Prevencin del Maltrato hacia las Personas
Mayores (International Network for the Prevention of Elder Abuse: INPEA) en
ese mismo ao y posteriormente promulgada por la Organizacin Mundial de la
Salud (OMS) en la Declaracin de Toronto (2002) es la ms aceptada y ha sido
uno de los puntos clave para la aceptacin social y profesional de la existencia
de malos tratos haca las personas mayores como un problema universal. Segn
esta definicin, los malos tratos a personas mayores seran considerados como
la accin nica o repetida, o la falta de la respuesta apropiada, que causa dao
o angustia a una persona mayor y que ocurre dentro de cualquier relacin donde
exista una expectativa de confianza (OMS, 2002 citado en Prez y Chulin,
2013, pp. 134-135).
A la vez, existe falta de consenso en la clasificacin y definicin sobre los
tipos de malos tratos; a pesar de lo mencionado, dentro de la tipologa existente
se destaca que los malos tratos podran clasificarse de la siguiente manera: f-
sico, psicolgico, sexual, econmico, negligencia, abandono (Prez y Chulin,
2013). Bardales (2012) seala que, las formas ms frecuentes reportadas en los
estudios sobre violencia en las personas adultas mayores son, primero, la vio-
lencia por abandono; segundo, la violencia psicolgica y finalmente, la violencia
fsica. Tambin mencion que, entre las personas que son frecuentemente los
agresores, hallamos, por orden a: hijos, pareja, yerno o nuera, y otros familiares
(Bardales, 2006).
La Organizacin de las Naciones Unidas (ONU) en el ao 1978, decidi
organizar en 1982 una Asamblea Mundial sobre las Personas de Edad como foro
para iniciar un programa internacional de accin encaminado a garantizar la
seguridad econmica y social de las personas de edad, as como oportunidades
para que esas personas contribuyan al desarrollo de sus pases; se realiz Viena,
Austria y all se aprob el Plan de Accin Internacional sobre el Envejecimiento.
En el ao 1990 la ONU designa el 1 de octubre como el Da Internacional de
las Personas de Edad; al siguiente ao seal que, las necesidades y los dere-
chos humanos de los ancianos se han convertido en una preocupacin a nivel
internacional, adoptando un conjunto de principios en favor de las personas de
edad, abarcando los derechos de: independencia, participacin en la sociedad,
cuidado, oportunidades de autorrealizacin y dignidad; en el ao 1992, aprueba
la Proclamacin sobre el Envejecimiento, conscientes de que el envejecimiento
de la poblacin del mundo constituye un desafo sin paralelo y a la vez urgen-
te en materia de polticas y programas para los gobiernos, organizaciones no
gubernamentales y grupos privados que tienen que velar porque se atiendan
adecuadamente las necesidades de las personas adultas mayores y porque se
aproveche adecuadamente su potencial de recursos humanos; en el ao 2011
decide designar el 15 de junio Da Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y
Maltrato en la Vejez, e invita a que todos lo observen debidamente.
Los Centros de Emergencia Mujer a nivel nacional atienden a personas adul-
tas mayores vctimas de violencia familiar y se utiliza para ello una ficha de
valoracin de riesgo (Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, 2016.
pp. 115-118.). Para lograr una adecuada atencin es importante tener un enfoque
de adulto mayor o inter generacional, que permita experimentar lo que el adulto
mayor siente, piensa, hace y dice ya que enfrentar esta etapa de la vida es difcil;
sobre este enfoque el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (2014)
seala que, parte del reconocimiento de que todas las personas transitamos por
etapas generacionales que marcan diferencias en trminos de las capacidades
fsicas y mentales y, que llevan a que las necesidades, aportes y responsabili-
dades de las personas varan en cada etapa del ciclo de vida. Sostiene que, debe
haber reconocimiento y respeto de estas diferencias de edad, en un marco de
igualdad de derechos p. 20.
Bruce (2002) seala algunos de los sucesos que determinan esta proble-
mtica y se vinculan en las interrelaciones de dependencia haca el entorno
familiar por parte de las personas de mayor edad y se convierten en factores
de riesgo para desencadenar la depresin y pueden convertirse en un crculo
vicioso mortal, entre estos sucesos estn la muerte del cnyuge, la carga o el
cuidado de un anciano delicado de salud sea por parte de uno de los cnyuges,
de los hijos o de algn otro familiar, la perdida de la independencia financiera
o la manipulacin para recibir herencias en vida u otros bienes, entre otros
hechos que se debe denunciar.
Segn Muoz (2004) el maltrato a personas mayores es un problema oculto y
una de las ltimas formas de violencia interpersonal identificada como problema
cia, esto significa que los ancianos podran deprimirse por el hecho de enfermar
fsicamente o comenzar a manifestar signos de demencia, pero cabe resaltar que
los signos de depresin podran atribuirse a la enfermedad o a la demencia y, por
lo tanto, pasarse por alto (Barlow y Durand, 2003).
MTODO
Participantes
Se trabaj con una muestra representativa de 182 adultos mayores, 37 hom-
bres (20.3%) y 145 mujeres (79.7%) mayores de 65 aos que estuvieron presentes
en el momento del estudio y consintieron participar en el mismo.
Instrumentos
Se utiliz dos instrumentos de tipo estructurado:
ndice de Sospecha de Maltrato haca las Personas Mayores (Elder Abuse Suspi-
cion Index: EASI)
Se dise no necesariamente para detectar casos sino para obtener un niv-
el suficiente de sospecha de maltrato haca las personas mayores con el objetivo
de poder referirlos a expertos; asimismo, ayudar a los profesionales en atencin
primaria en que se familiaricen con el maltrato a personas mayores mediante
el empleo continuado de un sencillo conjunto de preguntas sobre este tema.
Aunque no puede garantizar la deteccin de abuso o maltrato a personas
mayores, su aplicacin ya indica que el profesional que lo est evaluando es
consciente del problema y por tanto refiere posibles casos a los servicios sociales
y comunitarios. Consta de cinco preguntas, la primera pregunta se enfoca a la
dependencia que pueda existir entre el adulto mayor y su entorno familiar, a esta
pregunta nicamente se le considera como factor de riesgo ms no de maltrato
en s misma. Si el adulto mayor responde a cualquiera de las siguientes cuatro
preguntas con un s eso sera suficiente para sospechar de que est ocurriendo
maltrato. Si se suman las cuatro respuestas podramos concluir que a mayor
nmero de respuestas negativas menor sospecha de maltrato y a mayor nmero
de respuestas positivas mayor sospecha de maltrato (Instituto de Mayores y Ser-
vicios Sociales, Sociedad Espaola de Geriatra y Gerontologa y Organizacin
Mundial de la Salud, 2006; Prez, Izal y Montorio, 2008).
Escala Hospitalaria de Ansiedad y Depresin (Hospital Anxiety and Depression
Scale: HADS)
Este instrumento est diseado para la deteccin de sntomas de ansiedad
y/o depresin en pacientes hospitalizados y pacientes que asisten a consulta ex-
terna. Se punta en una escala Likert de 0 a 3 y consta de 14 tems, siendo los
7 tems impares para medir la ansiedad (HADS-A) y los 7 tems pares para
Tabla 2
Distribucin de los adultos mayores segn los sub-indicadores de sospecha
de maltrato
Adultos mayores Total
Sub-indicadores de sospecha de maltrato
N % N %
Si 17 9.3
Existencia de Privacin 182 100.0
No 165 90.7
Si 59 32.4
Maltrato Psicolgico y Verbal 182 100.0
No 123 67.6
Si 18 9.9
Abuso Econmico 182 100.0
No 164 90.1
Si 7 3.8
Abuso Fsico y Sexual 182 100.0
No 175 96.2
Tabla 4
Distribucin de los adultos mayores segn los niveles de depresin
Adultos mayores
Niveles de depresin
N %
Normalidad 58 31.9
Caso probable 91 50.0
Caso de depresin 33 18.1
Total 182 100.0
Tabla 6
Relacin entre sospecha de maltrato y niveles de depresin en adultos mayores
Sospecha de Maltrato
Total
Niveles de Depresin Sospecha No Sospecha
N % N % N %
Normalidad 24 13.2 34 18.7 58 31.9
Caso probable 40 22.0 51 28.0 91 50.0
Caso de depresin 13 7.1 20 11.0 33 18.1
Total 77 42.3 105 57.7 182 100.0
X =0.199 P=0.888 (P0.05) N.S. 2
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Recibido: 18 03 2017
Aceptado: 14 04 2017
Resumen: Summary:
En el presente estudio, se evalu In the present study we tested 323
a 323 sujetos (58.82% varones y people (58.82% male and 41.17%
41.17% mujeres) a travs del Test de female) through the Internet Addic-
Adiccin a Internet (adaptado por tion Test (adaptated by Ramrez and
Ramrez y Quevedo, 2005), con el Quevedo, 2005), with the aim of value
fin de valorar la adiccin a la In- the Internet addiction in cybernauts
ternet en los cibernautas de cuatro from four districts in Arequipa City,
distritos de la ciudad de Arequipa, and make a comparative analysis, ac-
y hacer un anlisis comparativo, en cording to sex and residence place.
funcin del sexo y el lugar de resi- We found that 5.78% of the simple
dencia. Se encontr que 5.78% de la are located in a moderate and severe
muestra se ubic en un nivel mode- level of addiction to Internet, but there
rado y grave de adiccin a Internet, were no differences by considering
pero no hubo diferencias en funcin sex as comparison criteria. Although,
del sexo. Sin embargo, s se regis- we report differences by considering
traron diferencias al considerar el the district of residence, so Jos Luis
distrito de residencia, de modo que Bustamante y Rivero was the district
Jos Luis Bustamante y Rivero fue that had the highest punctuations in
el distrito que obtuvo las puntuacio- Internet addiction.
nes ms altas en adiccin a Internet.
Palabras Clave: Internet, adiccin, Keywords: Key words: Internet,
cibernauta, tecnologa addiction, cybernaut, technology.
Cmo citar:
Arias W. & Masas M. (2016). Adiccin a internet en cibernautas de cuatro
distritos de Arequipa Metropolitana. Revista de Psicologa de Arequipa, 6(2),
451-462.
INTRODUCCIN
La implementacin de la tecnologa en la sociedad actual representa mlti-
ples beneficios para la psicologa, ya que se puede hacer consultora psicolgica
virtual (Guevara, 2008) o aplicar pruebas psicolgicas on line (Eiro, Fernndez
y Prez, 2008). En ese sentido, hace algunos aos ha surgido la ciberpsicologa
que abarca las ciber-terapias y que utiliza la tecnologa para abordar diversos
trastornos psicolgicos a travs de la realidad virtual. Ello permite involucrar
ms al paciente y reducir la intervencin del terapeuta (Soto-Prez, Franco y
Jimnez, 2010).
Por otro lado, la psicologa aplicada a la tecnologa, o la tecnologa aplica-
da a la psicologa, tambin representa innumerables retos presentes y futuros,
pues los psiclogos son cada vez ms conscientes de la importancia que cobra
la tecnologa en la vida cotidiana. Por ejemplo, en una encuesta aplicada a estu-
diantes de psicologa de cuatro universidades de Arequipa, se encontr que las
tecnologas son un tema de creciente inters y que representara una de las lneas
de investigacin ms destacadas en el futuro de la psicologa regional (Arias,
Arista, Choque, Angles, Chvez y Herrera, 2015).
En ese sentido, un tema que ha sido abordado recurrentemente en la psico-
loga, es el de las adicciones tecnolgicas, trmino que se aplica al uso proble-
mtico de las tecnologas (Salas, 2014), siendo las adicciones ms estudiadas, la
adiccin al Internet, a los video juegos y al telfono celular. Para el caso de la
adiccin al Internet, que es el tema que nos ocupa, hay varias investigaciones
que se han realizado en el pas y que merecen comentarse: Un primer trabajo,
Instrumentos
Se utiliz el Test de adiccin a Internet que fue empleado por Quevedo y
Ramrez (2005). La prueba consta de 24 preguntas, destinadas e valuar la pre-
sencia de adiccin a Internet. Consta de cinco alternativas de respuesta: Nunca
(0), Rara vez (1), Algunas veces (2), Frecuentemente (3), Siempre (4). La pun-
tuacin mnima es de 0 y la mxima es de 96, mientras ms alto sea el puntaje,
mayor es el riesgo de padecer adiccin a Internet. Una puntuacin de 0 a 24 se
considera estable, mientras que de 25 a 48 es leve, de 49 a 72 es moderado y de
73 a 96 grave. Cuando el puntaje es superior a 48, es decir, cuando la persona
se ubica en un nivel moderado o grave, se reconoce la presencia de sntomas de
adiccin a Internet.
Procedimiento
La evaluacin de los participantes, se realiz en cabinas de Internet de cua-
tro distritos de Arequipa metropolitana. Se cont con el permiso de los admi-
nistradores de las cabinas y se explicaron los objetivos del estudio a los sujetos
evaluados, solicitando su colaboracin y su sinceridad en las respuestas emi-
tidas. Una vez recogidos los datos, se procedi a procesar estadsticamente la
informacin, por medio del programa SPSS versin 15.0. Para el procesamiento
de la informacin se utilizaron estadsticos descriptivos y pruebas paramtricas
segn los objetivos del estudio y el nivel de medicin de las variables.
Resultados
Se tiene que el puntaje promedio de la prueba de adiccin a Internet fue de
19.08 dentro de un rango de 0 a 87 puntos. Dado que la media se ubica en un
nivel leve, se puede decir que en general no hay presencia de adiccin a Internet
en la muestra, pero un 5.78% obtuvo valores por encima de 48, lo que supone que
este porcentaje de la muestra estudiada s presenta adiccin a Internet.
Tabla 2. Comparaciones en funcin del sexo (t student)
Sexo N Media Desvia- Error tp. t gl p
cin tp. de la media
Adiccin Varn 190 18.457 16.930 1.228 -0.721 321 0.471
a Internet
Mujer 133 19.969 19.585 1.698
Discusin
El uso de las tecnologas, acarrea indudablemente, diversos riesgos para la
salud fsica y mental de las personas. En los ltimos aos, se ha visto como la
Internet, es usada de manera negativa, por ejemplo para difundir informacin
perjudicial como el suicidio, la anorexia y la bulimia, la pornografa, la trata de
personas, la delincuencia y la violencia o acoso psicolgico (Trujano, Dorantes
y Tovilla, 2009). Tambin se han estudiado los efectos del uso de la tecnologa
en el cerebro (Bricolo y Serpelloni, 2002), sin embargo, un tema recurrente es la
adiccin a Internet (Navarro y Rueda, 2007).
En este tpico, son pocos los estudios realizados en la ciudad de Arequipa
(Quevedo y Ramrez, 2005; Arias y Masas, 2016), pero son cada vez ms fre-
cuentes las investigaciones que vinculan la psicologa con el uso de las tecno-
logas, en contextos educativos (Arias, 2015), laborales (Arias y Masa, 2014)
y propiamente psicolgicos, como el de las adicciones tecnolgicas (Morales,
2012; Flores, Gamero, Arias, Melgar, Sota & Ceballos, 2015).
Aunque hay diversos debates en torno a la consideracin del uso problem-
tico de Internet como un trastorno clnico (Llamas, 2005), no puede negarse,
que es un tema que requiere de mayor profundizacin en nuestro medio. En ese
sentido, la presente investigacin encontr que un 5.78% de los sujetos de la
muestra presentaba niveles de adiccin a Internet moderados o graves. Si bien
el porcentaje es bajo, deben emprenderse medidas para abordar este fenmeno.
En ese sentido, como criterios a tomar en cuenta, para disear estrategias de
abordaje clnico de la adiccin a Internet, se debe considerar las circunstancias
personales en cada caso y apuntar al control de los estmulos vinculados con la
adiccin, ayudar a solucionar problemas especficos de la persona, abordar los
estilos de vida de las personas adictas a estas tecnologas y prevenir las recadas
(Luengo, 2004).
Por otro lado, una manera de prevenir la adiccin a Internet, implica 1) Fi-
jarse metas para limitar el consumo de Internet, 2) Usar interruptores externos,
como seales para para el uso de Internet, 3) Usar recordatorios, 4) Abstenerse
cuando no es necesario su uso, 5) Educar el uso de internet como fuente de in-
formacin y formacin, 6) Hablar con los adolescentes y jvenes sobre el uso de
Internet (Castellana, Snchez, Graner y Beranuy, 2007).
En nuestro estudio no se registraron relaciones entre la adiccin a Internet
y la edad, ni hubo diferencias significativas en funcin al sexo, pero s hubo
diferencias en funcin al distrito de procedencia, ubicando al distrito de Jos
Luis Bustamante y Rivero como el que presenta las mayores puntuaciones de
adiccin a Internet, y Cercado con las puntuaciones ms bajas. Una posible ex-
plicacin a esto sera que las personas eligen las cabinas del Cercado con fines
REFERENCIAS
Recibido: 18 09 2016
Aceptado: 17 11 2016
Resumen: Summary:
La presente investigacin explora la rela- The present research explores
cin entre el Engagement y Satisfaccin the relationship between Engage-
Laboral en docentes del nivel secunda- ment and Work Satisfaction in teach-
rio de las Instituciones Educativas p- ers of the secondary level of the Pub-
blicas del distrito de Nuevo Chimbote. lic Educational Institutions of the
El diseo de investigacin fue descrip- district of Nuevo Chimbote. The re-
tivo - correlacional y la muestra estuvo search design was descriptive - cor-
conformada por 350 docentes. Como relational and the sample consisted
medida fueron evaluados por la Escala of 350 teachers. As a measure they
Utrecht de Engagement en el trabajo were evaluated by the Utrecht Scale
(UWES-9) Schaufeli y Bakker (2003), of Engagement at Work (UWES-9)
y la Escala de Satisfaccin Laboral (SL- Schaufeli and Bakker (2003), and the
SPC) Palma (2006). Los resultados de Work Satisfaction Scale (SL-SPC)
la investigacin refleja que existe co- Palma (2006). The results of the re-
rrelacin positiva moderada altamente search reflect that there is a highly
significativa (rho=,5; **p<0.01) entre significant positive correlation (rho
las dos variables. Esto muestra que el =, 5; ** p <0.01) between the two
engagement y la satisfaccin tienen una variables. This shows that engage-
vinculacin positiva, que un colabora- ment and satisfaction are positively
dor al estar entusiasmado e implicado linked, that a collaborator to be en-
en su trabajo y a la energa en el mismo, thusiastic and involved in their work
se va sentir satisfecho al realizar sus and the energy in it, will feel satisfied
tareas laborales. when performing their work tasks
Palabras Clave: Engagement, Keywords: Engagement, job satis-
satisfaccin laboral, docentes. faction, teachers.
Cmo citar:
Huayapa K., No M. & Gonzales D. (2016). Engagement y Satisfaccin Laboral
en Docentes de Instituciones Educativas Pblicas de Chimbote. Revista de
Psicologa de Arequipa, 6(2), 463-479.
ISSN 2221-786X VERSIN IMPRESA
464 Engagement y satisfaccin laboral en docentes de instituciones educativas pblicas / Huapaya et al.
INTRODUCCIN
En la actualidad, el bienestar del capital humano ha tomado mayor importan-
cia dentro de las organizaciones, pero no solo a nivel fsico, sino tambin a nivel
personal, puesto que esto tiene un impacto en cuanto al desempeo y productivi-
dad que pueda tener un colaborador dentro de una organizacin. Es por eso que
hablar de engagement y satisfaccin laboral es hoy en da uno de los temas ms
relevantes dentro del mbito de la psicologa organizacional, pese a que el primero
es un constructo nuevo, se considera como un factor primordial para el impulso
del capital humano dentro de las organizaciones (Len, 2011).
Schaufeli en una entrevista realizada por Jurez (2015), manifest que el
engagement laboral es bsicamente un estado en el que las personas estn en el
trabajo y se sienten muy energizados, se sienten muy dedicados a lo que estn
haciendo y tambin estn involucrados en su trabajo, de modo que se puede decir
que es una clase de felicidad relacionada con el trabajo, y por ello bsicamente
se trata de una cosa positiva. Y la satisfaccin laboral segn Palma (2006), se
refiere a la actitud que tiene el colaborador hacia su trabajo.
Con respecto a la poblacin de estudio, se puede apreciar con otras investi-
gaciones que algunos docentes de las instituciones educativas manifiestan inco-
modidad por la carga de actividades a realizar en su hora de trabajo, as como
tambin por la cantidad de alumnos con los que tienen que trabajar da a da, lo
cual le genera insatisfaccin laboral. Sin embargo, existen otros docentes que,
ante esa misma situacin, se sienten satisfechos y dispuestos a continuar da a
da a pesar de las distintas adversidades que se les presente; es decir, sus com-
portamientos y actitudes se perciben de manera positivas, considerndose, as
como docentes vinculados con su trabajo (Diez & Cejas, 2010). Es importante
mencionar que posiblemente la realidad de cada institucin educativa, hace que
la satisfaccin y engagement de cada docente vare.
Asimismo, en cuanto a la salud mental, los estudios realizados reflejan que
algunos docentes expresan sentir estrs y angustia, lo cual le dificulta al mo-
mento de concentrarse al realizar sus actividades. El estado de salud mental se
relaciona tambin con el nivel de exigencia de las actividades a realizar con los
estudiantes. Por otro lado, en algunas ocasiones a pesar que hay un apropiado
soporte social por parte de los colegas, se encuentra cierta contradiccin con
respecto a la autonoma y la baja participacin en el proceso de toma de decisio-
nes con los directivos. Las condiciones materiales y sanitarias tambin pueden
incidir en la salud mental de los docentes, generando as insatisfaccin en los
mismos (Cuenca et al., 2005).
Schaufeli, Salanova, Gonzlez-Rom y Bakker, (2002, citado por Flores et
al., 2015) definen el engagement como un constructo que integra sentimientos de
vigor, dedicacin y absorcin.
Salanova y Schaufeli (2009) mencionan que el vigor hace referencia a un
elevado nivel de energa y empeo que tiene el colaborador de esforzarse en
el trabajo, incluso cuando aparecen dificultades en el camino. La dedicacin
tiene que ver con el entusiasmo, inspiracin y nuevas metas que el colaborador
tiene en el trabajo, es decir la alta implicacin laboral. Y finalmente la absor-
cin indica el nivel de concentracin y satisfaccin que tiene el colaborador al
realizar sus tareas laborales, la absorcin ocurre cuando el colaborador est
totalmente concentrado con el trabajo que realiza, mientras experimenta que
el tiempo pasa volando.
Existen algunos modelos tericos que tratan de explicar el engagement, uno
de ellos es el modelo de demandas y recursos laborales (DRL) propuestos por
Bakker y Demerouti (2006, citado por Crdenas y Jaik, 2014) el cual plantean
que las condiciones de trabajo se pueden clasificar en dos categoras las cuales
son las demandas (factores estresores) y los recursos laborales (factores moti-
vacionales). Las demandas laborales se refieren a aquellos aspectos de trabajo
que requieren un esfuerzo por parte del colaborador para poder ser realizadas,
y ese esfuerzo est asociado a un coste fsico y/o psicolgico en su realizacin.
Mientras que los recursos laborales tienen cualidades motivacionales, reducen
las demandas del trabajo, ayudan en la consecucin de los objetivos del trabajo
y estimulan el crecimiento personal y aprendizaje. Es as como el modelo DRL
resume que la falta o inadecuacin de recursos laborales incrementa las deman-
das laborales hasta producir el burnout y por lo tanto daos en la salud del co-
laborador; mientras que los usos de recursos laborales promueven procesos de
motivacin en el trabajo por parte del empleado hasta llegar al engagement, buen
desempeo laboral y al desarrollo personal de los trabajadores.
Otro modelo terico del engagement es el modelo JD-R de Bakker y Leiter
(2010, citado por Crdenas y Jaik, 2014) el cual plantean que el engagement en el
trabajo se puede predecir a partir de los recursos laborales y de los recursos per-
sonales por parte del colaborador. Los recursos laborales son aquellos aspectos
psicolgicos, sociales y organizacionales del trabajo que reducen las demandas
laborales, de tal manera que se consideran importantes para conseguir objetivos,
estimular el crecimiento personal, aprender y desarrollarse. Y recursos perso-
nales se le ha considerado como aspectos para pronosticar el engagement, estos
recursos son: la motivacin, el desempeo en el trabajo, la satisfaccin, autoe-
ficacia, optimismo y resiliencia. De esta manera, este modelo trata de explicar
cmo los recursos laborales, unidos a los recursos personales permiten respon-
der a las demandas laborales y favorecen al engagement, por lo cual se lograra
influir positivamente en el desempeo de los colaboradores.
El modelo del intercambio social - SET propuesto por Sacks (2006, citado
por Bobadilla, Callata y Caro, 2015) sostiene que los colaboradores presentan
diversos niveles de engagement como respuesta a los recursos que reciben de la
organizacin (recursos econmicos y socio emocionales); de esta manera, los
colaboradores se sienten obligados a retribuir a sus organizaciones con grandes
niveles de engagement (p.8).
Por otro lado, la satisfaccin laboral segn Palma (2006) es la actitud que
tiene el colaborador hacia su propio trabajo, en funcin de aspectos vinculados
como: Significacin de la tarea, condiciones de trabajo, reconocimiento personal
y/o social y beneficios econmicos.
El primer factor de la satisfaccin laboral propuesto por la autora, es el de
significacin de la tarea, el cual se refiere a la disposicin al trabajo en funcin
a atribuciones asociadas como el esfuerzo, realizacin, equidad y/o aporte mate-
rial. El segundo factor est relacionado con las condiciones de trabajo, el cual se
basa en la evaluacin del trabajo en funcin a la existencia o disponibilidad de
elementos o disposiciones normativas que regulan la actividad laboral. El tercer
factor tiene que ver con el reconocimiento personal y/o social, referido a la ten-
dencia evaluativa del trabajo en funcin al reconocimiento propio o de personas
asociadas al trabajo, con respecto a los logros en el trabajo. Y el ltimo factor
corresponde a los beneficios econmicos, basado en la disposicin al trabajo en
funcin a aspectos remunerativos como producto del esfuerzo al trabajo realiza-
do (Palma, 2006).
Existen algunas teoras que explican la satisfaccin laboral, una de ellas es
la teora de Herzberg, Mausner y Snyderman (1968, citado por Palma, 2006)
Instrumentos
1. Escala Utrecht de Engagement en el trabajo (UWES-9), de Wilmar
Schaufeli y Arnold Bakker (2003), de procedencia Holandesa. Su
adaptacin en el Per (Lima) lo hicieron Flores, Fernndez, Jurez,
Merino y Guimet (2015). Este instrumento posee 3 versiones UWES-
17, UWES-15 y UWES-9. Posee modalidad de respuesta de mltiple
eleccin, escala tipo Likert, teniendo 7 alternativas de respuesta:
Nunca, Casi Nunca, Algunas Veces, Regularmente, Bastante Veces,
Casi Siempre y Siempre. En las 3 versiones, las subescalas a medir
son: Vigor, Dedicacin y Absorcin. Su validez y confiabilidad de la
UWES tiene adecuadas propiedades psicomtricas, respetando su es-
tructura tridimensional. Tiene una fiabilidad de Cronbach igual o
superan el valor critico de .70. Un anlisis factorial confirmatorio del
UWES, define una estructura tridimensional, estas tres dimensiones
estn ntimamente relacionadas. Las correlaciones entre las tres esca-
las generalmente exceden el r =,65.
2. Satisfaccin Laboral, (SL-SPC), de Sonia Palma Carrillo (2006). Este
instrumento posee 2 versiones: la primera versin consta de 36 tems
y 7 factores y la segunda versin, que se utiliz para esta investiga-
cin, consta de 27 tems y 4 factores, los cuales son: Significacin de
la tarea, Condiciones de trabajo, Reconocimiento personal y/o social
y Beneficios econmicos. Posee modalidad de respuesta de mltiple
eleccin, escala tipo Likert, teniendo 5 alternativas de respuesta: To-
tal Acuerdo, De Acuerdo, Indeciso, En Desacuerdo, Total Desacuerdo.
Respecto a la confiabilidad y validez del instrumento seleccionado,
segn Palma (2005) se valid en trabajadores de Lima Metropolitana
mediante el mtodo de consistencia interna, obtenindose resulta-
dos mayores a .8 para los coeficientes Alfa de Cronbach y Guttman.
Presenta un anlisis factorial para explicar las correlaciones entre los
tems y los factores, para lo cual aplic el mtodo Varimax, a fin de in-
terpretar el sentido y significado de los factores en la matriz de pesos
factoriales (r=0,21 a r=0.833).
Procedimiento
La base de datos obtenidos fue sometida a anlisis estadsticos, donde se
us la estadstica descriptiva para distribucin de las puntuaciones o frecuencias
de cada variable para el anlisis de los objetivos descriptivos. La estadstica
inferencial, mediante los resultados de la prueba de normalidad y posterior el
coeficiente de correlacin Rho de Spearman, para determinar las correlaciones.
(Hernndez, Fernndez y Baptista, 2010).
Resultados
Tabla 1
Correlacin entre el Engagement y Satisfaccin Laboral en docentes del ni-
vel secundario de las instituciones educativas pblicas del distrito de Nuevo
Chimbote.
Satisfaccin Laboral Sig.
Rho de Spearman (p-valor)
(rho)
Engagement 0.538** 0.000
**p<0.01
REFERENCIAS
Recibido: 16 05 2017
Aceptado: 13 06 2017
RESEA
Recibido: 18 04 2017
Aceptado: 25 05 2017
Poltica editorial
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de Psiclogos del Per, Consejo Directivo Regional III de Arequipa. Tiene como
objetivo divulgar conocimientos e informacin cientfica actualizada a los psic-
logos de la regin Arequipa, del Per y el mundo.
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ciones psicolgicas de alcance nacional e internacional, pueden publicar artcu-
los en esta revista. En caso de trabajos interdisciplinarios, como autor principal
debe figurar un psiclogo colegiado.
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494
Revista de Psicologa de Arequipa/ Rev. psicol. Arequipa 2016, 6(1), 349-372 369
REFERENCIAS