Gayoso - 07 Capitulo 5 - Produccion Textil Parte 1
Gayoso - 07 Capitulo 5 - Produccion Textil Parte 1
Gayoso - 07 Capitulo 5 - Produccion Textil Parte 1
Captulo 5
LA PRODUCCIN DE TEXTILES
278
I. Shimada, Pampa Grande, op. cit., pp. 206-210.
279
I. Shimada, Pampa Grande, op. cit., pp. 210; Idem,Late Moche Urban ..., op. cit., pp. 192.
280
Alfredo Narvez, Las pirmides de Tcume. El sector monumental, en: Tcume. Coleccin Arte y
Tesoros del Per. Banco de Crdito del Per. Thor Heyerdahl, Daniel H. Sandweiss, Alfredo Narvez y
Luis Millones, editores. Lima, 1996, pp. 92-101.
194
281
Sobre el CA9 se pueden leer los artculos de: Claude Chapdelaine, Excavaciones en la zona urbana de
Moche durante 1996, en: Investigaciones en la Huaca de la Luna 1996, Santiago Uceda, Elas Mujica y
Ricardo Morales, editores. Trujillo, Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de La
Libertad Trujillo, 1998, pp. 85-115; Id., Investigaciones en los conjuntos arquitectnicos del centro
urbano Moche, en: Investigaciones en la Huaca de la Luna 1997, S. Uceda, E. Mujica y R. Morales,
editores. Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Trujillo. Trujillo, 2000, pp. 67-84;
Id., The growing power of a Moche urban class, en: Moche Art and Archaeology in Ancient Peru,
Joanne Pillsbury, editora, Studies in the History of Art 63. Center for Advanced Studies in the Visual
Arts, Symposium Papers XL. National Galery of Art.Washington, D.C., 2001, pp. 69-87; Id., La ciudad
de Moche: urbanismo y estado, en: Moche hacia el final del milenio. Actas del Segundo Coloquio sobre
la Cultura Moche (Trujillo, 1 al 7 de agosto de 1999), Santiago Uceda y Elas Mujica, editores, T. II.
Universidad Nacional de Trujillo y Pontificia Universidad Catlica del Per. Lima, 2003, pp. 247-285;
Claude Chapdelaine, Hlne Bernier y Vctor Pimentel. Investigaciones en la Zona Urbana Moche,
temporadas 1998 y 1999. En: Investigaciones en la Huaca de la Luna 1998 - 1999, S. Uceda, E. Mujica
y R. Morales, editores. Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Trujillo, Trujillo,
2003, pp. 119-198; Jos Armas, V. Guillermo, J. Huancas, H. Malca, R. Snchez y L. Villena,
Excavaciones en los conjuntos arquitectnicos 7 y 9, en: Investigaciones en la Huaca de la Luna 1997,
S. Uceda, E. Mujica y R. Morales, editores, Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de
Trujillo, 2000, pp. 85-99; Jos Armas, James Huancas y Roco Snchez, El conjunto arquitectnico 9:
caracterizacin de la ocupacin, en: Investigaciones en la Huaca de la Luna 2001. S. Uceda, E. Mujica y
R. Morales, editores. Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de La Libertad Trujillo,
2008, pp. 195-203.
282
Carlos Rengifo, La tumba de una textilera del periodo Transicional: arqueologa e identidad funeraria
de una especialista en San Jos de Moro, en: Programa Arqueolgico San Jos de Moro - temporada
195
An cuando los tejidos moches se conservan muy mal, se han hecho diversos
estudios enfocados en las tcnicas textiles utilizadas por los moches durante su
produccin, a partir de algunos especmenes bien conservados y en especial, de
fragmentos de tejidos. Destacan los trabajos de Lila ONeale283, William Coklin284,
Christopher Donnan y Sharon Donnan285, Arabel Fernndez286, Mara Montoya287, entre
otros. Con esos antecedentes de estudios tecnolgicos, Luis Jaime Castillo y Flora
Ugaz288 elaboraron un listado de las diferentes formas de tejidos que conocieron los
moches, identificando:
2005, Luis Jaime Castillo Butters y Carlos Rengifo Chunga, editores; Pontificia Universidad Catlica del
Per, Lima, 2005, pp. 117-146.
283
Lila M. ONeale, A note of certain Mochica (early Chimu) textiles, American Antiquity. Vol. 12,
No. 4, Society for American Anthropology. Nueva York, 1947, pp. 239-245.
284
William J. Conklin, Estructura de los tejidos Moche, en: Tecnologa Andina. Fuentes e
Investigaciones para la Historia del Per /4. Roger Ravines, compilador. Instituto de Estudios Peruanos,
Instituto de Investigacin Tecnolgica Industrial y de Normas Tcnicas. Lima, 1978, pp. 300.
285
Christopher Donnan y Sharon Donnan, Moche textiles from Pacatnam, en: The Pacatnam Papers,
Volumen 2. Editado por C. Donnan y G. Cock, Fowler Museum of Cultural History, Universidad de
California, Los Angeles, 1997, pp.215-242.
286
Arabel Fernndez Lpez, Anexo 1. Tejidos asociados al sacrificio No. HG-111, ARP-IIIA, Huaca de
la Luna, en: Investigaciones en la Huaca de la Luna 1996, S. Uceda, E. Mujica y R. Morales, editores.
Trujillo, Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de La Libertad Trujillo, 1998, pp.
65; Idem, Indumentaria elaborada en paneles, Huaca Cao Viejo, valle Chicama. Revista Arqueolgica
Sian 11. Trujillo, 2001, pp. 26-33; Notas sobre el testigo No. 3, tumba 18 de Huaca de la Luna.
Contribuciones a la textilera moche, en: Investigaciones en Huaca de la Luna 2001, S. Uceda, E.
Mujica y R. Morales, editores. Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Trujillo,
2008, pp. 291-297.
287
Mara Montoya, Textiles Moche en Huaca de la Luna: el testigo No. 6 de la tumba 18, en:
Investigaciones en Huaca de la Luna 2000, Santiago Uceda, Elas Mujica y Ricardo Morales, editores.
Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Trujillo. Trujillo, 2006, pp. 233-244.
288
Luis Jaime Castillo y Flora Ugaz, El contexto y la tecnologa de los textiles mochicas, en: Tejidos
milenarios del Per, Ancient Peruvian Textiles, editado por Jos Antonio de Lavalle y Rosario de Lavalle
de Crdenas. Coleccin APU. Lima, 1999, pp. 235-236.
196
289
M. Rostworowski, Costa Peruana, op. cit.
290
Citado en Luis E. Valcrcel, Historia del Per Antiguo, a travs de la fuente escrita, volumen 1, Lib.
Edit. Juan Meja Baca, 5 Edicin, Lima, 1985, pp. 119. Gonzalo Fernndez de Oviedo, al hablar del valle
de Trujillo, dice que Las mujeres se visten como las de Tumbes y los hombres lo hacen con camisetas y
paetes, slo que llevan en la cabeza unas madejas de lana hilada colorada y muy fina que dan una
vuelta y caen como barbiquejo. Los hombres usan una manta como capa y tienen por afrenta andar sin
ella.
291
Pedro Cieza de Len, Crnica del Per. El seoro de los Incas. Seleccin. Notas, prlogo,
modernizacin del texto, cronologa y bibliografa de Franklin Pease G. Y., Biblioteca Ayacucho 226.
Caracas, 1553/2005, pp. 113-116.
292
Agustn de Zrate, Historia del descubrimiento y conquista del Per. Biblioteca Peruana, Primera
serie, tomo 2, E. T. A., Lima, 1555/1968, captulo VI, 125004, seala con respecto a las mujeres de la
costa que visten unos hbitos de algodn hasta los pies, a manera de lobas; los hombres traen panetes y
unas camisetas hasta la rodilla, y encima unas mantas; y aunque la manera de vestir es comn a todos,
difieren en lo que traen en las cabezas, segn el uso de cada tierra; porque unos traen trenzas de lana, y
otros un solo cordn de lana y otros muchos cordones de diversas colores; y no hay ninguno que no
traiga algo en la cabeza, y en cada provincia es diferentemente.
293
Pedro Sancho de la Hoz, Relacin para Su Majestad de lo sucedido en la conquista de estas
provincias Biblioteca Peruana, primera serie, tomo 1, Editores Tcnicos Asociados S.A. Lima,
1534/1968, captulo XVI, 324025.
198
294
Citado en L.E. Valcrcel, Historia del Per, op. cit., tomo I, pp. 313.
295
Citado en L.E. Valcrcel, Historia del Per, op. cit., tomo I, pp. 114.
296
Citado en Luis Ramos y Mara C. Blasco. Tejidos y tcnicas textiles en el Per prehispnico.
Textilera Peruana. Evelina Mendoza, compilador. Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nacional
de Trujillo. Trujillo, 1985, pp. 4-14.
297
Inca Garcilaso de la Vega, Los comentarios reales de los incas, edicin facsimilar. (Prlogo de
Aurelio Mir Quesada S.), Lima: Librera Internacional del Per, 1959, tomo I, libro cuarto, captulo
XIII, pp.192.
298
Inca Garcilaso de la Vega, Los comentarios, op. cit., tomo I, libro cuarto, captulo XIII, pp. 193.
199
apretando y haciendo ms tupida la tela con un hueso puntiagudo y liso, por toda
herramienta299.
299
Citado en L.E. Valcrcel, Historia del Per, op. cit., tomo I, pp. 306.
300
Bartolom de las Casas, De las antiguas gentes del Per, Coleccin de Libros Espaoles Raros o
Curiosos, Tomo Vigsimo Primero, captulo XV, tipografa de Manuel G. Hernndez, Madrid, 1892
(1474-1566), pp. 119. Versin electrnica en:
http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/01305086466137942200802/index.htm
301
Pedro Cieza de Len, Crnica del Per. El seoro de los Incas. Seleccin. Notas, prlogo,
modernizacin del texto, cronologa y bibliografa de Franklin Pease G. Y., Biblioteca Ayacucho 226.
Caracas, 1553/2005, pp. 113-116.
200
Nombre Especialidad
Ichma camayoc En tierras de colores, tintes
Llanu pachac compic camayoc En ropa rica para el inca
Ahua compic camayoc En ropa basta
Tanti camayoc En tintes de yerbas
Llanu usuta camayoc En ropa fina para el Inca
Ahua usuta camayoc En ropa basta
Cuadro 10. Nombres quechuas de los especialistas textiles de la costa segn el Licenciado Falcn.
302
Felipe Guamn Poma de Ayala, Nueva coronica y buen gobierno, prlogo de Franklin Pease,
Biblioteca Ayacucho, edicin facsimilar, tomo 2, Caracas, 1980, pp. 448-469.
303
Ambos citados en L.E. Valcrcel, Historia del Per, op. cit. Tomo II, pp. 322, 343.
304
Citado en L. E. Valcrcel, Historia del Per, op. cit., Tomo II, pp. 111.
305
Citado en L. E. Valcrcel, Historia del Per, op. cit., Tomo II, pp. 120.
306
M. Rostworowski, Recursos, op. cit., pp. 131.
201
307
John Gillin, Moche: a Peruvian Coastal Community. Smithsonian Intitution, Institute of Social
Anthropology, Publication 3. Washington, D.C., 1947.
308
Ibid., pp. 66.
309
Ibid., pp.65. It seems that textile weaving has fairly recently disappeared in Moche, although it has
not been generally practiced during the past 45 years. One old lady living in the campia has a belt loom,
but she says that she seldom weaves any more. Most women formerly wove bayeta for the old costume; it
is said that, since the old trade pattern with the sierra villages has disappeared, it is difficult to obtain
wool and dyes, and it is more economical to buy ready-woven material in the markets. Quite a number of
the older women still spin, however. The purpose is to make the yarn of brown cotton which is used in the
Mocheras hairdress, as described above. The spindles I have seen have whorls of calabash and a
pointed, but hookless, end. They are spun with the fingers and hang free when spinning.
310
J. Gillin, Moche: a Peruvian..., op. cit.
311
R. Larco, Los Mochicas, op.cit.
312
Lucila Castro de Trelles, Los tejedores de Santiago de Chuco y Huamachuco. De cumbicus a mitayos,
obrajeros y mineros. Minera Barrick-Misquichilca. Editora Argentina S.R.L. Lima, 2005.
202
313
C. Campana, El entorno..., op. cit., pp. 449, citando a Vctor Wolfgang von Hagen, The desert
kingdoms of Peru. New York Graphics Society. Greenwich, Connecticut, 1966, pp. 96.
314
R. Larco, Los Mochicas, op. cit.; C. Campana, El entorno..., op. cit.
204
El dibujo
De manera general se observa en la figura 88 dos subescenas: mujeres tejiendo y
hombres de alto rango interactuando. La escena tiene una forma circular dadas las
caractersticas formales del soporte y est retratada en la parte interna del mismo. En
esta escena aparecen ocho tejedoras trabajando con telares de cintura, sentadas sobre lo
que parece ser plataformas de barro. Cada tejedora esta separada en la mayora de los
casos por un horcn de madera (algarrobo?, huarango?) al cual est sujeto cada telar.
Varios postes u horcones sostienen un techo hecho de algn tipo de fibra coricea.
Larco resalta que estas tejedoras no estn separadas por habitaciones propiamente
dichas, sino que se habilitaban las llamadas tasajeras hechas de cuatro horcones con
sus respectivos travesaos y de sencillos techos de enea o fajina, que solamente les
libraba del sol quemante315.
Figura 88. Reconstruccin pictrica de la escena que representa un taller de tejedura mochica,
segn Christopher Donnan.
Estas tejedoras parecen estar tramando los hilos sobre la urdimbre templada
mediante la manipulacin de un tramero. As mismo cada tejedora posee un juego de
315
R. Larco, Los Mochicas, op. cit., pp.186.
205
husos de hilo, y poseen una tela terminada a manera de modelo y vasijas de cermica
fina. En los extremos y en la parte central de la plataforma se aprecian personajes de
cierta importancia segn sus vestiduras, que parecen estar realizando alguna
transaccin. Interpretando a Campana este espacio podra estar enmarcado en un
ambiente ortogonal a manera de patio, de tres plataformas aterrazadas y techadas,
unidas formando una doble L o una U (figura 89).
Figura 89. Reconstruccin hecha por Cristbal Campana, del taller de tejedura de la escena del florero de
la figura 88.
Escena A
En esta escena interactan cuatro personajes vestidos elegantemente (figura 90). Para
Larco se trata de mujeres y seala que su severidad e indumentaria presupone que eran
206
grandes seoras a cargo del taller316. Para Campana son varones. Lo que no se discute
es que se trata de personajes importantes, aunque no del mismo rango o status. Creo,
dadas las caractersticas de la indumentaria (gorros, turbantes, tocados, tnicas), los
ornamentos (orejeras) y la pintura facial, que se trata de hombres casi con seguridad,
como lo seala Campana. Vamos a describir los personajes de izquierda a derecha de
manera individual y luego evaluaremos su interaccin. Creo necesaria la descripcin de
la vestimenta para acercarnos a su importancia y su rol, marcando posibles diferencias
entre cada uno de los personajes.
Figura 90. Escena A de Campana en la que seala los personajes descritos con iniciales.
Personaje 1(P1)
Campana le llama el Seor del Taller317. Se encuentra sentado sobre un poyo,
banqueta o plataforma baja, posiblemente en la misma posicin que los dems
personajes, esto es con las piernas cruzadas, mirando hacia los otros tres individuos.
Viste un turbante tipo solera y una vincha con motivos triangulares que resulta similar a
la que usan dos de los otros tres personajes. Lleva orejeras tubulares al igual que el
personaje 4. Tiene pintura facial que le cubre completamente el rostro. Para cubrir su
cuerpo, viste un camisn blanco y una prenda con motivos lineales paralelos atada a la
cintura. Campana identifica una especie de insignia en el hombro. Este individuo recibe
un cuenco o poto, posiblemente conteniendo chicha, de la mano del personaje 2, el
cual est decorado con tringulos escalonados que terminan en una voluta318.
Personaje 2 (P2)
Este personaje parece ser el de menor rango de los tres y probablemente se trate de una
especie de sirviente, un mayordomo o un segundn. Esto es deducible a partir de su
tamao, de la funcin que cumple en la escena y de la carencia de pintura facial.
Tambin posee un turbante tipo solera, una vincha y orejeras tubulares. Usa una tnica
316
R. Larco, Los Mochicas, op. cit., pp. 184.
317
C. Campana, El entorno..., op. cit., pp. 454.
318
Ibid.
207
con decoracin en el pecho (una insignia segn Campana) y en los bordes de las mangas
(cenefas) con motivos circulares. El borde inferior de la tnica posee flecos.
Personaje 3 (P3)
Presenta un pauelo amarrado a manera de turbante, similar al de los dems personajes,
de tipo solera, sobre el que se ha colocado una vincha y, sobre ella, otro pauelo que
presenta decoracin con motivos triangulares. Tiene un camisn blanco y una prenda de
rayas gruesas y delgadas intercaladas amarrada a la cintura. Campana le llama Seor
del Turbante.
Personaje 4 (P4)
Se encuentra sentado sobre la plataforma, en el extremo opuesto al personaje 1, con las
manos extendidas, al igual que el personaje 3. Tiene el rostro completamente pintado al
igual que los personajes 1 y 3. Presenta un turbante tipo solera y una vincha, al igual
que los personajes 1 y 2. Viste un camisn blanco con cenefas decoradas y una prenda
del mismo color atada a la cintura, cuyo amarre se distingue entre la cenefa y su rodilla.
Completan su vestimenta unas orejeras tubulares similares a las de los dems
personajes.
La escena se completa con una botella de asa estribo ubicada entre los
personajes 1 y 2, dos cntaros entre los personajes 3 y 4, y un pescado a los pies del
personaje 4, que segn Campana podra ser una cabrilla (Paralabrax callaoensis)319,
cuyo tamao segn el mismo autor estara magnificado. El Seor del Taller, nuestro
personaje 1, est sentado bajo un techo que Campana identifica como un techo de totora
(Scirpus totora), al parecer enrollable, que nos permite deducir el movimiento del sol
(de izquierda a derecha), as como la entrada al taller320.
Escena C
En esta escena existen dos personajes cuyo comportamiento nos remite a la escena A
(figura 91). Seguiremos el mismo procedimiento que para la escena A, esto es, vamos a
describir los personajes de izquierda a derecha de manera individual y luego
evaluaremos su interaccin.
319
C. Campana, El entorno..., op. cit, pp. 455.
320
Ibid., pp. 456.
208
El personaje 5 (P5)
Esta sentado en una especie de trono, aunque Campana sostiene que es un poyo321 o
banqueta. Probablemente vista tambin un turbante tipo solera, una vincha, y sobre
ellos, otro pauelo amarrado de la misma forma que el del personaje 3, pero sin
decoracin. Adems, viste un camisn a rayas gruesas y delgadas intercaladas, con los
bordes de las mangas a manera de cenefas, decoradas con motivos circulares. No lleva
pintura facial ni se distinguen orejeras, pero en la escena, se adivina como el ms
importante de los dos personajes.
El personaje 6 (P6)
Sentado frente al personaje 5. Viste turbante blanco o de color claro, sin decoracin,
tipo solera y atado hacia la frente. Lleva un camisn del mismo color claro con el borde
de las mangas decorados con flequillos, y una prenda a rayas atada a la cintura.
Completan su atavo unos pendientes tubulares. Aparentemente sus manos estn
pintadas, y una de ellas sostiene un aj. Tampoco presenta pintura facial.
Completan la escena 4 platos en pares de dos, unidos por una cuerda,
conteniendo alimentos. Uno de los platos parece contener el cuerpo cocinado de un
saurio, posiblemente un can. Al costado del poyo, sobre el piso, se han ilustrado dos
cntaros que podran contener chicha, un plato con base plataforma y un cuenco
conteniendo posiblemente una cuchara o una mano de moler. Al pie del personaje 5 hay
una especie de bastn de madera.
Escenas B, D y E
Estas escenas, segn la divisin del dibujo que hace Campana y descritas por l de
manera detallada, presentan a ocho mujeres tejedoras (figuras 92, 93 y 94). Haremos
una descripcin general, puesto que hay rasgos que se comparten, para luego sealar
algunas particularidades.
Figura 92. Escena B de Campana. Las tejedoras descritas se sealan con iniciales.
321
Ibid., pp. 459.
209
Figura 93. Escena D de Campana. Las tejedoras descritas se sealan con iniciales.
La tejedora 1 (T1)
Contando a partir del Seor del Taller, hacia la izquierda, la tejedora 1 se encuentra en
un espacio cuyo techo es diferente, probablemente un techo de barro.
Es la nica tejedora de todo el dibujo cuyo rostro no presenta arrugas, con lo
cual podramos suponer a priori que se trata de una tejedora aprendiz. Sin embargo,
podra tambin tratarse de una tejedora joven pero aventajada, ya que es una de las dos
nicas tejedoras que elabora una camisa y el diseo que ejecuta es nico, adems se
encuentra aislada del resto del grupo, en un espacio techado ms elaborado y cerca al
Seor del Taller. Segn Campana ella tiene un telar para hacer adornos grandes,
esquineros o mitades de camisa. Teje de acuerdo a un modelo de tema marino que
cuelga del techo. Quiz se trate de una tejedora de elite.
Lo que ocurre es que est en un ngulo del recinto, lo que significara que en la realidad est
de costado a la mujer anterior y frente a la anciana de esta escena que, como hemos dicho, tiene
el modelo textil. Es evidente, entonces, que la mujer de mayor edad ensea con un modelo a las
323
otras dos .
La mujer mejor vestida tiene el telar ms angosto, pero la mayor cantidad de husos y su
modelo textil parece ser otro tejido, porque las puntas del diseo aserrado estn fuera del
virbe o urdimbre y fuera de la franja en donde aparecen las lneas que recuerdan surcos.
Recordemos que todos los otros modelos textiles estn dentro de marcos, a manera de modelos
322
C. Campana, El entorno..., op. cit., pp. 460.
323
C. Campana, El entorno..., op. cit., pp. 461.
211
pintados sobre una superficie rectangular blanca. Esto nos hace pensar que en este caso la
mujer trabaja a pedido, usando como modelo un tejido real. La otra mujer, la ms pequea,
tiene el telar ms ancho, con ms hilos en la urdimbre, y teje una media camisa. El modelo
textil es la figura de un ave mtica, que vuela sobre los cerros, con una panoplia de porra y
escudete en su mano () Esta pequea mujer es la nica que tiene su tejido recin comenzado.
Una vasija globular con gollete vertical, cuelga del techo.
Todo esto parece indicar que en estos dos cubculos, al igual que en el otro extremo al lado del
seor del taller (escena B) [tejedora 1], se llevan a cabo las acciones textiles de mayor
calidad y detalle324.
324
C. Campana, El entorno..., op. cit., pp. 462.
325
R. Larco, Los Mochicas, op. cit., tomo II, pp. 184.
326
I. Shimada, Pampa Grande, op. cit., pp. 186-187.
212
personaje 3] de mayor tamao que est ms cerca del Seor del taller y en medio de
la escena. Este Seor del Turbante tendra, en palabras de Campana, mayor rango
que el Seor del Taller de ser correcta la hiptesis ya propuesta, que a mayor
dimensin de la figura mayor importancia. Este visitante trae las dos tinajas o garrafas,
probablemente con chicha327.
Concuerdo con Campana respecto a que el personaje 1 es el Seor del Taller,
el personaje 2 es una especie de criado u oficial del personaje 1, y los personajes 3 y 4
son visitantes. En la accin, el personaje 2 parece estar entregando un cuenco
conteniendo algn lquido al personaje 1, probablemente chicha, ofrecido por los
visitantes. Esto se deduce de dos aspectos: la presencia de los cntaros del lado de los
visitantes y su actitud con los brazos extendidos en direccin al personaje 1, que
indicara ofrecimiento. El pescado parece haber sido trado tambin por los visitantes,
junto con la chicha. Me aventuro a decir que los visitantes podran ser representantes de
una parcialidad que visita al Seor del Taller para realizar un intercambio de productos
por tejidos, donde el personaje 4 sera el seor de la parcialidad y el personaje 3 su
criado u oficial personal. Las semejanzas en la decoracin de los turbantes nos
indicaran que los tratantes forman parte de una misma comunidad mayor, o que los
personajes 3 y 4 son clientes habituales del taller, puesto que estn vistiendo algunos
de los productos que all se tejen, o ambas posibilidades. En cuanto a los visitantes, las
diferencias de tamao entre los personajes 3 y 4, indicaran a Campana que el personaje
3, llamado Seor del Turbante por ese investigador, tiene un mayor status que el
personaje 4328. Sin embargo, si tomamos en cuenta la posicin de los personajes, creo
que el hecho de que el personaje 4 est sentado sobre una plataforma, a la misma altura
que el Seor del Taller, hace pensar lo contrario.
Qu estn haciendo los dos personajes de la escena C? Es importante sealar
que las interpretaciones aqu se han hecho en base a las reconstrucciones del dibujo,
pues en el original esta parte de la escena est incompleta. Campana seala que los
personajes comparten alimentos mientras conversan; cada par de platos corresponde a
cada uno de los personajes329. Yo creo que, al igual que la escena A, es un ritual de
entrega de regalos como parte de una negociacin de intercambio recproco o de un
trueque, donde, el personaje 6, que sostiene un aj en su mano derecha, est ofreciendo
alimentos como regalos al personaje 5, cuya importancia por encima del personaje 6 se
apreciara a partir de su ubicacin sobre una plataforma o banqueta, ms que por su
tamao en la escena. El personaje 5 podra ser el segundn de la parcialidad del Seor
del Taller y el personaje 6, a su vez, podra ser el segundn de la parcialidad del
327
C. Campana, El entorno..., op. cit., pp. 455-456.
328
Segn Cristbal Campana, El entorno..., op. cit., pp. 451, desde la perspectiva artstica del
Renacimiento, en una escena determinada donde vemos por ejemplo dos personajes, el que est
representado en mayor tamao se asume que est ms cerca o en primer plano. En la perspectiva mochica,
el personaje ms grande es ms importante (en rango, en status, en clase social) que el pequeo, en una
visin claramente sociopoltica.
329
Ibid.
213
personaje 4. La presencia aparente de dos seores del taller, podran indicarnos una
organizacin dual de la produccin textil especializada, siempre asimtrica, con una de
las cabezas por encima de la otra.
El contexto arquitectnico
El contexto arquitectnico mayor en el cual se ubica la pintura es un templo aterrazado
de dos niveles. En la terraza ms alta se ubica una estructura compuesta por una serie de
banquetas dispuestas en forma de U orientada al norte, que abarca un rea de 42 m2
aproximadamente, tan solo 12 cm por encima del piso. En cada uno de sus tres lados
internos, se ha habilitado una rampa de acceso. En la banqueta central, el eje de la
estructura, se registr un elemento reconocido por sus investigadores como altar330.
El lado este, donde se encuentra la pintura en cuestin, es el nico donde la
rampa, posiblemente por motivos de espacio, est empotrada en la estructura. Su
paramento norte est decorado con los dibujos de tres panoplias compuestas cada una
por una porra y un escudo - mientras que su paramento noroeste est pintado de blanco
y rojo. No presenta elemento arquitectnico alguno sobre su superficie.
El lado oeste presenta paramentos decorados con pintura blanca y bordes de
color rojo; su paramento este, en su lado sur presenta dos momentos decorativos. En el
primer momento de uso se puede ver de manera parcial una figura antropomorfa,
mientras que en el segundo momento se observa una serpiente humanizada con cabeza
de zorro. Sobre su superficie no presenta elemento arquitectnico alguno, al igual que el
lado este.
En el lado sur se contina el pintado del paramento con color blanco y bordes
rojos. Es en este lado donde se ubica la arquitectura ms elaborada: un trono y dos
pilares. El muro que delimita este lado se encontraba decorado con la escena conocida
como La rebelin de los objetos la cual representa objetos antropomorfos - con brazos
y piernas humanas portando armas y luchando contra guerreros humanos, algunos de
los cuales son tomados prisioneros.
330
M. Tufinio, C. Rojas y R. Vega, Excavaciones en la plataforma III, op. cit., pp. 134.
214
Figura 95. Arriba: foto de los paramentos norte (izquierda) y oeste. Centro: dibujo en lneas del mural. Abajo: dibujo de lneas del mural superpuesto en las fotos de los
paramentos norte y oeste
215
El dibujo
El paramento norte interno del lado este de la estructura en U, tiene 92 cm de
largo, en sentido este-oeste; su mxima altura conservada es de 19 cm. Posiblemente, el
diseo original estuvo compuesto por una sucesin de tejedoras, pintadas sobre un
enlucido de barro. De la pintura original slo se conserva una parte, la del lado derecho
(figura 95). Aparentemente son dos las tejedoras que estuvieron dibujadas; de estas dos,
la ubicada a la derecha es la que se conserva mejor. En el lado izquierdo, el menos
conservado, se observan trazos de lo que pudo ser una banqueta y parte de la rodilla y la
pierna de una persona sentada en ella, acaso un supervisor de la produccin.
Las tejedoras estn sentadas en el suelo, tejiendo con un telar de cintura. Ambas
estn delineadas con pintura de color negro. La tejedora de la derecha tiene el pelo
largo, amarrado con una trenza. Su cara ha sido pintada de color rojo. Viste una tnica
de color negro o azul oscuro, y una manta de color amarillo descansa a manera de capa
en su espalda. Su brazo izquierdo no se distingue, pero el brazo derecho est colocado
hacia delante y hacia arriba, como si acabase de pasar el tramador entre los hilos de la
urdimbre. No se puede observar a qu est sujeto el telar de cintura, pero se observa que
est tejiendo una tela de color rojo. A su costado y delante, en el piso sobre el que se
sienta la tejedora, se observa un cuenco que contiene al menos dos ovillos de hilo del
mismo color de la tela que se teje.
La tejedora de la izquierda, tiene el pelo corto, sin trenza, y la cara ha sido
pintada de color amarillo. Viste tambin una tnica de color negro o azul oscuro pero el
manto que descansa sobre su espalda es de color rojo. El brazo derecho est tirado hacia
atrs y sostiene en la mano lo que parece ser un ovillo de hilo de algodn, llamado
tramero, el cual ira pasando y ajustando por entre los hilos de la urdimbre, formando la
trama del tejido. Apenas se distingue lo que parece ser el brazo izquierdo, cuya mano
podra estar manipulando una espada de telar o los separadores de hilos. A la altura de
la cintura se aprecia lo que pudo ser el cinturn con que sujetaba el telar a su cuerpo.
Esta escena contina en el paramento oeste de la banqueta. En l se observa una
tercera tejedora; la manta que la cubre y su cabello estn pintados de color negro,
mientras que el rostro est pintado de color rojo y los brazos de color amarillo. Los
instrumentos del telar estn pintados de color rojo.
Como se ha mencionado, este es el primer caso descubierto hasta la fecha en la
arquitectura andina, de una escena que retrata la produccin de telas sobre un paramento
arquitectnico. Por qu estn representadas estas tejedoras en un espacio sacro como el
Templo Nuevo? Sus investigadores han intentado responder esta pregunta aduciendo
que la presencia de imgenes de tejedoras en esta rea sacra evidencia una relacin
contina entre lite y especialistas hasta el final de los tiempos moches330 en el marco
de una sociedad donde se est tratando de instaurar un nuevo orden331. Ms an, si
tenemos en cuenta que la iconografa podra estar sugirindonos el uso que se le dio al
espacio podramos plantear que esta parte de la estructura, el lado este, habra sido
330
M. Tufinio, C. Rojas y R. Vega, Excavaciones en la plataforma III, op. cit., pp. 172.
331
Ibid., pp. 173.
216
332
Krzysztof Makowski, El rey y el sacerdote, en: Seores de los reinos de la luna, Banco de Crdito
del Per, Lima 2008, pp. 103; Anne Marie Hocquenghem, Captulo X. Como una imagen del otro lado
del espejo. Memoria para el futuro: una visin del orden del mundo andino, en: Pensar americano.
Cosmovisin mesoamericana y andina; Actas de las VI Jornadas del Inca Garcilaso celebradas en
Montilla del 11 al 13 de septiembre de 1996. A. Garrido aranda, compilador. Coleccin MAYOR,
coedicin de CajaSur Publicaciones y el Ayuntamiento de Montilla, Crdoba, Espaa, pp. 236.
333
Krzysztof Makowski, El rey y el sacerdote, op. cit., pp. 103.
334
Milosz Giersz y Patrycja Przadka. Variabilidad y personalidad iconogrfica: una aproximacin
estadstica, en: El mundo sobrenatural. Imgenes escultricas de las deidades antropomorfas en el
Museo Arqueolgico Rafael Larco Herrera, Milosz Giersz, Krzysztof Makowski y Patrycja Przadka,
editores. Universidad de Varsovia y Universidad Catlica del Per, Fondo Editorial PUCP 2005, Lima,
2005, pp. 229.
217
medicina y de los partos335. Si es que hubiese efectivamente una relacin entre la Diosa
del Mar y de la Luna y las hilanderas y tejedoras, y el Templo Nuevo tiene una fuerte
relacin iconogrfica con dicha diosa, se entiende el porqu se ha representado tejedoras
en el contexto arquitectnico ms importante de dicho templo.
335
Noem Cruz Corts, Las seoras de la luna, Cuadernos del Centro de Estudios Mayas 32, UNAM,
Mxico, primera edicin, 2005, pp. 82. Consulta electrnica en:
http://books.google.com/books?id=IEJIjzPxSHgC&pg=PA81&dq=diosa+luna+tejido&hl=es&ei=qjFGTe
u2DsL48Ab7zsm1DQ&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=1&ved=0CCgQ6AEwAA#v=onepag
e&q=diosa%20luna%20tejido&f=false
218
5.4. El dato arqueolgico sobre la actividad textil en las huacas del Sol y de la Luna
En este punto presento los datos existentes sobre la actividad textil mochica del
complejo arqueolgico de las huacas del Sol y de la Luna, es decir, los datos materiales
arquitectnicos y muebles registrados en las excavaciones.
336
Cite Sipn Regin Lambayeque, Lnea Artesanal de Tejidos en Algodn Nativo: Tecnologa en
innovacin, Mincetur, pp. 31.
337
Cite Sipn Regin Lambayeque, Lnea Artesanal, op. cit., pp. 22.
219
338
C. Chapdelaine, La ciudad de, op. cit., pp. 256-257.
220
339
J. Chiguala et al., Rasgos arquitectnicos , op. cit., pp. 155.
221
340
C. Chapdelaine, La ciudad de, op. cit., pp. 270-271
341
S. Uceda, Relaciones sociales, op. cit.
342
La denominacin numrica de pisos en el Proyecto Arqueolgico para el caso del Ncleo Urbano se
basa en la posicin estratigrfica de los mismos. El primer piso arquitectnico que se identifica al
momento de la excavacin es denominado piso 1, el cual se define de manera horizontal. Una vez
definido se contina la excavacin hacia abajo hasta identificar el siguiente piso arquitectnico, al que se
le denomina piso 2, y as sucesivamente. Al material existente entre piso y piso se le denomina relleno de
piso, o simplemente relleno No se trata de edificios de varios pisos, sino de ocupaciones superpuestas y
continuas, donde el piso de nmero ms alto es ms antiguo que el piso de nmero ms bajo. Una fase
ocupacional puede incluir uno o ms pisos, pero estos pisos seran remodelaciones continuas dentro de un
espacio y tiempo especfico de un piso original, que sera el piso ms profundo (p.e. piso 1, piso 1a, piso
1b, etc, en el cual el piso 1 es el ms profundo y antiguo dentro de la fase y los pisos 1a y 1b seran
remodelaciones). Esto generalmente se deduce, por ejemplo, cuando entre piso y piso no hay un relleno
ancho sino una delgada capa de arena o cuando se detectan nivelaciones por hundimiento de los pisos, en
los cuales un piso y su remodelacin se encuentran en su punto de nivel.
222
definida343. De los 5 entierros humanos hallados en este CA, slo uno de los entierros,
la tumba 5, fue hallado intacto. Este contexto funerario correspondera, segn Jos
Armas y co-autores, a una mujer joven de entre 15 y 16 aos, de una clase social media,
dedicada a las labores de textilera. Apoyaran esta hiptesis el hallazgo de piruros y
fragmentos de agujas encontrados dentro de la tumba y al interior del ambiente 9-34,
as como tambin el registro de 70 piruros, enteros y fragmentados elaborados de
cermica, piedra y metal de diversos tamaos, formas y decoraciones reportados en el
conjunto arquitectnico 9344. En un artculo posterior Claude Chapdelaine reporta un
total de 120 piruros as como restos de algodn. Segn Chapdelaine, el ambiente 9-34
tena una fuerte concentracin de piruros y puesto que la mujer tena como ajuar
funerario tres piruros y dos agujas (de cobre y de hueso), este lugar debi haber
servido para hilar y tejer345 (el subrayado es nuestro). El ambiente 9-34 posee una
forma rectangular, de 4,1 m de largo por 2,5 m de ancho, con el vano de acceso ubicado
al noreste346.
343
C. Chapdelaine, Excavaciones en la, op. cit.; Id., Investigaciones en , op. cit.; J. Armas, V.
Guillermo et al., Excavaciones en los, op. cit.
344
J. Armas, V. Guillermo et al., Excavaciones en los, op. cit., pp. 99.
345
C. Chapdelaine, La ciudad de, op. cit., pp. 269.
346
J. Armas, V. Guillermo et al., Excavaciones en los, op. cit., pp. 92.
223
Elementos asociados
Los residentes de los conjuntos arquitectnicos conservaban la mayora de sus bienes y
los llevaban con ellos cuando abandonaban los espacios arquitectnicos. Pero, como
seala Linda Manzanilla348, en la excavacin arqueolgica es posible hallar trazas de
algn desecho de facto en ciertos ambientes, y en algunos casos excepcionales de
reas de locus agendi, es decir, tal y como fueron dejadas al momento de ser
abandonadas.
La actividad textil est documentada en el yacimiento arqueolgico debido
principalmente a la presencia de herramientas, materias primas y productos terminados:
volantes de husos, agujas, algodn y tejidos. El tejido no produce deshechos de
fabricacin, por lo cual no es posible encontrar telas desechadas por defectos en su
estructura. Sin embargo, en la ciudad de las huacas del Sol y de la Luna, las actividades
productivas mejor documentadas son el hilado y el tejido. No tenemos indicadores
materiales sobre actividades de preparacin y teido de fibras ni tampoco se han hecho
anlisis qumicos o fsicos de suelos o vasijas que nos permitan detectar dichas
actividades en el ncleo urbano, a la fecha.
La constante actividad de hilado en el yacimiento se sustenta en la abundante
presencia de volantes de huso dentro de los diferentes conjuntos arquitectnicos
excavados y en algunos contextos funerarios. Tambin es un indicador el yapato o tiza
de huaca 349 que aparece en la mayora de los CA excavados. No se han registrado
husos en las excavaciones, hasta el momento, ni siquiera en las tumbas. Puesto que, en
la mayora de los casos, los husos son hechos de madera, estos se podran haber podrido
y desintegrado debido a la humedad producida por el uso de la zona como campo de
cultivo durante la ocupacin de la cultura Chim. Claude Chapdelaine report el nico
347
C. Chapdelaine, The growing power, op. cit., pp. 76: A low platform in room 9-44, located by the
eastern wall, may have placed a role in the distribution of goods produced in this compound. In a
painting on a Moche vessel illustrated by Cristobal Campana (...), there is a representation of an
individual seated on an elevated bench, controlling textile production and receiving goods. The leader of
Complex 9 may have fulfilled such a role.
348
Linda Manzanilla, Corporative groups and household activities at Teotihuacn. Latin American
Antiquity 7 (3), 1996, pp. 228.
349
El yapato o tiza de huaca es un polvo que las tejedoras se untan en los dedos, y que se hace
generalmente de conchas marinas quemadas y pulverizadas.
224
350
C. Chapdelaine, La ciudad de Moche, op. cit., pp. 264.
351
L. Castro de Trelles, Los tejedores., op. cit., pp. 94. En el mundo de los tejedores, los telares se van
traspasando de mano en mano y se reciclan continuamente
225
Al revisar el material del CA5, que se encuentra en los depsitos del PAHL y
revisar las descripciones que se hacen por ambiente dentro del informe, llegamos a
contar hasta 18 agujas de diferentes tamaos (entre agujas completas y fragmentos), 19
volantes de huso y abundantes trozos de yapato o tiza de huaca. La distribucin de los
elementos hallados dentro de los espacios arquitectnicos y las actividades deducibles
en dichos espacios indicaran que este CA bien puede ser considerado un taller para la
produccin de yapato y otros productos derivados de las conchas marinas molidas y
quemadas.
En el piso 1 del CA17352 se reportaron 27 volantes de huso (26 de cermica y 1
de piedra) as como 12 fragmentos de agujas de metal. En el piso 2 se registraron 39
volantes de huso (3 de piedra) y 14 agujas de metal. En el piso 3 se reportaron 9
volantes de huso (1 de piedra) y 7 fragmentos de aguja. Este conjunto arquitectnico
tiene un rea de produccin de abalorios de piedra (figura 99).
352
Pilar Cruz et al, Excavaciones en el conjunto arquitectnico 17, op. cit., pp. 101-130; J. Chiguala,
C. Almonacid et al., La integracin funcional, op. cit.
226
La informacin del piso 1 del CA27 se encontr bastante disturbada. Para el piso
1 se registraron 7 volantes de huso de cermica y 3 fragmentos de aguja. Para el piso 2
se reportaron 29 volantes de huso (28 de cermica y 1 de piedra). La mayora de
volantes de huso provienen de los ambientes 27-16 y 27-34. Igualmente se registraron 5
fragmentos de aguja. Para el piso 3 se registraron 37 volantes de huso (4 de piedra) y 4
fragmentos de agujas. Es importante anotar que en el lado suroeste de este conjunto
arquitectnico se registr un taller para la produccin de lminas de metal, en los pisos
2 (ambiente 27-30) y 3 (ambiente 27-15) 353.
En la ltima ocupacin (piso 1) del CA30 se registraron un total de 40 volantes
de huso de cermica. Igualmente, se registraron 15 fragmentos de agujas de metal. Por
lo menos una de las agujas de cobre as como la mayora de los volantes de huso fueron
registrados en el ambiente 30-9 que fue definido por sus excavadores como una cocina,
y que tiene apenas 144 por 88 cm de extensin, orientado en su eje mayor en sentido
norte-sur. Para la penltima ocupacin (piso 2), se reportaron 52 volantes de huso (48
de cermica y 4 de piedra), as como 27 fragmentos de agujas de metal. Para la
antepenltima ocupacin (piso 3) no se registraron volantes de huso, pero se reportaron
3 fragmentos de agujas de metal354.
Para la ltima ocupacin (piso 1) del CA35, se han registrado 56 volantes de
huso (55 de cermica y 1 de piedra), y 1 aguja. La mayora de los piruros provienen de
los ambientes 35-9 (depsito) y 35-13 (posible cocina). Para la penltima ocupacin
(piso 2) se reportaron 24 volantes de huso (22 de cermica y 2 de piedra) y la mayora
provienen de los ambientes 35-1 (cocina) y 35-3 (depsito). Los torteros
especficamente, 3 en total, fueron hallados en los ambientes 35-3, 35-4 (cocina) y 35-
13. Se registraron 15 agujas y la mayora provienen de los ambientes 35-1 y 35-06
(pasadizo). Para la antepenltima ocupacin (piso 3) se registraron 37 volantes de huso
de cermica, provenientes la mayora del ambiente 35-1, cuya funcin para esta
ocupacin no es sealada por sus excavadores. Se registraron 22 fragmentos de agujas,
pero no se seala su procedencia, aunque se reporta que dos provienen del ambiente 35-
1355.
353
Nadia Gamarra, Henry Gayoso, Gabriel Prieto, Carlos Rengifo y Carol Rojas. Dinmica ocupacional
del conjunto arquitectnico 27 Ncleo Urbano del complejo arqueolgico Huaca del Sol y de la Luna.
Informe de prcticas pre-profesionales (Tesina). Trujillo, Escuela de Arqueologa, Facultad de Ciencias
Sociales, Universidad Nacional de Trujillo. Trujillo, 2003.
354
C.f. Ricardo Tello, Giovanna greda, Jorge Chiguala, Giovanna Pinillos, Julia Tufinio y Oliver
Velsquez, Investigaciones iniciales en el conjunto arquitectnico 30, rea Urbana Moche", en:
Investigaciones en la Huaca de la Luna 1998-1999, S. Uceda, E. Mujica y R. Morales, editores. Facultad
de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Trujillo, 2004, pp. 261-312; J. Chiguala, M. Bezzolo,
et al., Rasgos arquitectnicos ., pp. 143-204.
355
C.f. R. Tello, A. Encomenderos et al., Investigaciones en el conjunto arquitectnico 35., op. cit.,
pp. 149-188; Ricardo Tello, Fanny Mamani, Christian Hidalgo, Sandy Obregn y Nancy Corrales, La
penltima ocupacin del conjunto arquitectnico 35 de las Huacas del Sol y de la Luna, en:
Investigaciones en la Huaca de la Luna 2001, S. Uceda, E. Mujica y R. Morales, editores. Facultad de
227
OTRO
CA PISO 1 PISO 2 PISO 3 TOTAL
CONTEXTO
4 4 4
5 17 2 19
6 1 1
7 22 22
8 8 8
9 70 (50) 120
10 1 1
11 1 1
12 11 11
14 6 6
16 1 1
17 27 41 9 6 83
18 1 1
22 7 7
25 1 2 3
27 34 7 28 69
30 40 48 4 92
35 56 24 40 120
39 4 13 2 14 33
249 135 79 89 602
Cuadro 11. Volantes de huso (piruros) por CA excavado en el ncleo urbano de la ciudad de las huacas
del Sol y de la Luna.
Ciencias Sociales, Universidad Nacional de Trujillo, 2008, pp- 97-128; Ricardo Tello, Francisco Seoane,
Krisna Smith, Jorge Meneses, Alonso Barriga y Jessenia Palomino, El Conjunto Arquitectnico 35 de
las Huacas del Sol y de la Luna: cambios en la arquitectura y funcin, En: Investigaciones en la Huaca
de la Luna 2002, S. Uceda, E. Mujica y R. Morales, editores, Facultad de Ciencias Sociales de la
Universidad Nacional de Trujillo, 2008, pp. 93-142; Ricardo Tello, Rony Vega, Santos Romero, Luis
Chuquipoma, Antonio Murga, y Santiago Zanelli, Excavaciones en el conjunto arquitectnico 35, en:
Investigaciones en la Huaca de la Luna 2003, S. Uceda, E. Mujica y R. Morales, editores. Facultad de
Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Trujillo, 2009, pp. 149-188; Ricardo Tello, Francisco
Seoane, Nisse Garca Lay, Willy Chiguala Villanueva, Mara Isabel Angulo, Juliana Otiniano Columna y
Danny Gonzles Valencia. Cambios en la dieta con relacin a las fases de ocupacin del conjunto
Arquitectnico 35 de las Huacas del Sol y de la Luna, en Informe Tcnico 2004 Proyecto
Arqueolgico Huaca de la Luna, S. Uceda y R. Morales, editores, Facultad de Ciencias Sociales de la
Universidad Nacional de Trujillo, 2005, pp. 205-257; Francisco Seoane, Claudia Eslava, Cynthia
Gallardo, Andrea Palomino, Ivy Rengifo y Ral Susaya, La distribucin y consumo de recursos
alimenticios en relacin a la organizacin espacial del conjunto arquitectnico 35 del Complejo
Arqueolgico Huacas del Sol y de la Luna, en: Informe Tcnico 2005 Proyecto Arqueolgico Huaca
de la Luna, S. Uceda y R. Morales, editores; Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de
Trujillo, 2006, pp. 207-272.
228
CONTEXTO
CA PISO 1 PISO 2 PISO 3 NO TOTAL
SEALADO
5 18 18
9 11 11
17 12 14 7 33
27 3 5 4 12
30 16 27 3 46
35 1 15 22 38
39 7 2 9
43 68 38 18 167
Cuadro 12. Agujas por CA excavado en el ncleo urbano de la ciudad de las huacas del Sol y de la Luna.
Un estudio en proceso por parte del Proyecto Huaca de la Luna ha elaborado una
base de datos de tumbas excavadas en el yacimiento arqueolgico, actualizada hasta el
ao 2002. Se tiene un total de 150 tumbas, entre simples y mltiples, con un total de
197 individuos, la mayora pertenecientes a la fase Mochica IV. De stas, slo 21
tumbas (14%) presentan piruros dentro de su ajuar funerario (ver cuadro 13), en un
nmero que oscila entre 1 y 6, predominando fuertemente las tumbas que presentan slo
1 piruro. Al menos 16 tumbas (76,19%) pertenecen a individuos adultos, y slo dos
tumbas pertenecen a adolescentes (9,52%).
Cuadro 13. Tumbas con piruros como parte del ajuar funerario excavadas por el Proyecto Huaca de la
Luna hasta el ao 2002.
229
356
Henry Gayoso, Tejiendo el Poder: especialistas textiles de Huacas del Sol y de la Luna, tesis de
Maestra, programa de Maestra y Doctorado en Historia de Amrica Latina. Universidad Pablo de
Olavide. Sevilla, Espaa, 2007.
230
El motivo es una figura animal semejante al caracol, con una gran cabeza flotando en el
espacio rectangular superior, mientras que peces moteados y alados se desplazan libremente en
el espacio rectangular inferior. El espcimen es un tejido de tela doble, con una capa de
231
elementos de algodn en color marrn natural y la otra tambin de algodn pero en color
crema. Tramas y urdimbres estn apareadas y usan nicamente un hilo de un solo elemento con
torsin S. Los elementos de lana en la composicin, que le dan el aspecto de tapiz, se originan
por el uso de dos pares de hilos de algodn correspondientes a la urdimbre flotante de la tela
base, sobre los que se aplica la trama suplementaria discontinua de lana (Fig. 7). La lana se
presenta en tres colores: rosa, marrn rojizo y amarillo. No se utiliza lana alguna en el interior
de la bolsa. En los cuatro tipos de fibra utilizadas en la bolsa, el espesor y torsin de la fibra es
fuerte y de calidad. Es evidente que esta forma de tejido compuesto se desarroll completamente
357
durante el periodo Moche III .
El motivo geomtrico de este fragmento y de los tejidos asociados puede relacionarse con los
motivos (pag. 313) pintados de cermica Moche de las ltimas fases. Un tejido asociado del
mismo tipo de tejido compuesto ha sido descrito por ONeale (1930), y al parecer tiene tambin
una trama discontinua de lana entrelazada con pares de hilos dobles en la urdimbre de la tela
358
base .
357
W. Conklin, Estructura de los, op. cit., pp. 304-307.
358
Ibid., pp. 310.
359
A. Fernndez Lpez, Anexo 1, op. cit., pp. 65.
360
M. Montoya, Textiles Moche en Huaca de la Luna: el testigo, op. cit.
232
nicos, la torsin se dio en S, tanto en trama como en urdimbre. Los colores de los
hilos de algodn natural son blancos y marrones. Tambin se registr algodn de trama
teido de marrn oscuro y un espcimen de tela llana con pigmento rojo que por su
naturaleza no se adhiere a la tela.
Con respecto al testigo 3 de la misma tumba 18, Arabel Fernndez361 identific
dos tipos de estructuras en una muestra de nueve tejidos superpuestos, con evidencias
de quema, que formaban parte de un envoltorio al que se denomin cojn. Una es la
doble tela (6 tejidos) y la otra es la sarga (3 tejidos). Ambas son de compleja
elaboracin, pero aun as los tejidos se encuentran profusamente decorados con
intrincados diseos y su manufactura exhibe mucho cuidado y depurada tcnica. La
investigadora resalt que la elaboracin de este tejido debi caer en manos de
expertos tejedores que adems estaban familiarizados con la iconografa ceremonial
Moche. Ambas estructuras son representativas de la actividad textil mochica. Una de
ellas, la doble tela con tramas suplementarias persisti aun con las influencias
tecnolgicas textiles serranas, que se dieron durante el Horizonte Medio; mientras la
sarga se dej de elaborar con el colapso de la cultura Moche. Ambas estructuras no
seran atuendos o prendas de vestir, sino elementos que debieron formar parte de la
parafernalia litrgica perteneciente al personaje all enterrado362.
En la temporada 2006, Claude Chauchat y Belkys Gutierrez registraron el
hallazgo de un tapiz del tipo kelim en la plataforma Uhle. Sin embargo, el anlisis de la
estructura an est pendiente.
Aunque la mayor parte de la muestra est asociada a cermica de estilo Mochica
III, y por lo tanto no es contempornea con el lapso de tiempo que estamos estudiando
para los talleres excavados en el Ncleo Urbano, asumimos que las tcnicas conocidas
durante la fase Mochica III tambin se conocan y aplicaban durante la fase Moche IV.
La muestra es an muy pequea como para hablar de innovaciones y permanencias
tecnolgicas en cuanto a la tejedura en el yacimiento arqueolgico en estudio.
Como se aprecia en el cuadro 14, la muestra consta de 21 piezas de las cuales
slo se han analizado 20. La pieza 21 est an pendiente de anlisis. Algunas de las
piezas fueron halladas en una situacin en que es imposible definir si son varias
estructuras enterradas juntas, o se trata de una sola estructura doblada en varias partes.
Para los efectos de anlisis, en su momento, se consider analizarlas como una sola
pieza por compartir los mismos rasgos estructurales. La muestra est conformada por
telas llanas, sargas, dobles telas y tapices.
361
A. Fernndez Lpez, Indumentaria., op. cit.
362
A. Fernndez Lpez, Indumentaria., op. cit., pp. 265.