Periodo Adaptacion

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El perodo de adaptacin en la Escuela Infantil

Mercedes Conde Mart

Reflexiones y trabajo realizado por el equipo de educadores de la Escuela Infantil Nues-


tra Seora de la Esperanza de Legans (Madrid), sobre el perodo de adaptacin a la
Escuela Infantil. Se aaden algunas aportaciones de un grupo de psiclogos que trabajan
en Escuelas Infantiles de Madrid. As, se incluyen las manifestaciones de inadaptacin y
los indicadores que permiten observar la terminacin del perodo de adaptacin.

Escuela Infantil, inadaptacin escolar

-Por qu damos importancia al perodo de adaptacin?

-La entrada en la Escuela Infantil supone un importante cambio: implica la salida del mundo familiar donde
el nio ocupa un rol definido, donde se relaciona basndose en unos cdigos determinados y donde se mueve en un
espacio seguro, conocido y protegido. Todo ello va a modificarse sustancialmente; y decimos sustancialmente,
porque no se refiere solamente a cambios externos de distinto ambiente, sino a cambios de relacin: deja de ser el
pequeo o mayor, de ser el tranquilo o el travieso... etc., porque va a ser mirado desde otro punto de vista y desde
otra valoracin. Adems se amplia su mundo de relaciones al salir del estrecho crculo familiar. Aunque no vamos
a entrar en este momento en el anlisis de cada una de estas relaciones, por razones de espacio, al menos mencio-
naremos las ms importantes:
Nio: espacio-objeto
Nio: Adulto
Nio: Grupo de Adultos
Nio: Nio
Nio: Grupo de Nios
La dificultad que subyace a este gran cambio, y que constituye el conflicto bsico del perodo que estudia-
mos es la separacin mutua, esta primera separacin nio-familia y la manera como se resuelva va a tener una gran
trascendencia en el proceso de socializacin, en la actitud hacia la escolaridad y en general, hacia el aprendizaje.
Es por ello por lo que consideramos de vital importancia la atencin cuidadosa de este perodo y, para ello, vamos
a profundizar y clasificar conceptos, de modo que podamos disponer de los medios o actitudes, tanto institucionales
como personales, ms aptos para su resolucin adecuada.
Por otro lado, en la prctica cotidiana, encontramos otra razn que nos hace dar especial importancia a este
perodo. Generalmente son poco conocidos los cambios que experimenta el nio y sus mltiples reacciones, de las
que ms adelante hablaremos, as como las motivaciones que sustentan estos cambios. Por ello, suelen ser mal
interpretados, comenzando as una cadena de bsqueda de explicaciones que puede ir desde las mltiples visitas al
pediatra (problemas de alimentacin, diarreas...) con la ingestin de frmacos subsiguientes, hasta el comienzo, no
siempre expreso, de una desconfianza en la educadora o la institucin que, a veces, es causa de la vuelta a casa, o
del cambio de guardera. Se inicia as un grave proceso de incomunicacin (familia-nio) que, sin duda, perjudica-
r y dificultar las futuras relaciones.

HACIA UNA DEFINICIN DEL PERODO DE ADAPTACIN.

Partimos de una definicin que, en nuestro trabajo, constituy un punto de llegada, una abstraccin de todos
aquellos elementos que bamos observando y analizando.
Esta es, en general, nuestra metodologa de trabajo:
Consideramos el perodo de adaptacin como el camino o proceso mediante el cual el nio va elaborando,
desde el punto de vista de los sentimientos, la prdida y la ganancia que le supone la separacin, hasta llegar
voluntariamente a una aceptacin interna de la misma.
De esta definicin vamos a extraer los siguientes elementos que comentaremos para una mayor clarifica-
cin.
-Camino, proceso implican tiempo. Ms tarde, haremos hincapi en la importancia de aceptar y respe-
tar los ritmos personales e igualmente en la dificultad que aade la aceleracin, la prisa, la presin, que ejerce, en
ocasiones, el entorno (padres, educadores...).
-Va implcito en esta alusin, un elemento muy importante y es que el Proceso de Adaptacin es algo que el
nio hace, es algo suyo, algo propio que l tiene que elaborar, es una conquista, es un proceso personal y volunta-
rio. De aqu partiremos ms adelante para orientar el papel de educadores y padres durante este perodo, ya que,
como veremos, la ayuda de stos no consiste en quitarle al nio sus sentimientos, en evitrselos, en evitarle el
conflicto, sino en ayudarle en ese proceso, que es algo esencialmente distinto. Si le evitamos el conflicto estamos
evitando tambin su posibilidad de decidir en l, su conquista y su autoafirmacin.
-Otro elemento que merece la pena resaltar, es la referencia explcita a que el ncleo del proceso de adapta-
cin, as como de su resolucin tiene que ver con los sentimientos, es decir, con el mundo interno. A nuestro juicio,
esta distincin es muy importante para distinguir y detectar algunos nios que podramos decir que han hecho un
proceso de Resignacin, en lugar del de Adaptacin: son nios cuya conducta externa parece expresar confor-
midad, cuando podemos observar, en otros aspectos, que actan de forma disociada. Son nios que suelen haber
abandonado su explcita protesta, por distintos motivos (por ser inoperante, por vivirla con culpabilidad, por reci-
bir un fuerte rechazo familiar...), sin que este abandono exterior vaya acompaado de un abandono de sus
sentimientos internos (persisten dificultades con la comida, enuresis, ausencia de contacto y relacin, etc.).
Por otro lado este punto nos ayuda a comprender algo muy importante, que tambin analizaremos ms
adelante. Si estamos hablando de conflicto interno (en el sentido de los que llamaramos conflictos normales del
desarrollo) y de la elaboracin del mismo, estamos hablando de la necesidad de expresin, de esos sentimientos, de
ese conflicto, base, como sabemos, de su resolucin. (De aqu, la importancia, dadas las edades con que trabaja-
mos, de la comprensin del lenguaje no verbal).
-Matizaremos como forma de resaltarlo, un ltimo elemento implcito: el conflicto interno que supone el
perodo de adaptacin al que subyace, como hemos comentado, esencialmente la ansiedad de la separacin, pri-
mera separacin nio-familia que no es slo una separacin fsica, espacial, sino que fundamentalmente es una
separacin intrapsquica, es decir, es encontrarse, sentirse, menos resguardado, menos protegido, menos seguro, es
encontrarse a solas con sus posibilidades. Si a esto se le aade que la organizacin y estructuracin temporal no
existe, o est establecida muy rudimentariamente y que, por tanto, la nocin de intervalo no est adquirida y no
sabe que volvern a buscarle, si entendemos todo esto, entenderemos que el nio se vea invadido de sentimientos
de inseguridad, de abandono, de angustia, de miedo, de aislamiento; entenderemos su vivencia, en ocasiones, de
castigo, de ser agredido; entenderemos el resurgir de los celos y la envidia, entenderemos sus sentimientos y
expresiones de clera y de odio y tambin entenderemos la satisfaccin, a nivel intrapsquico, el alimento del yo,
el crecimiento y la seguridad que suponen el encontrarse consigo mismo, con sus posibilidades, el descubrirlas
como valiosas, el sentirse con recursos vlidos, el poder expresar su mundo emocional y el saberse entendido y
aceptado... para todo ello va a necesitar que el entorno de adultos le ofrezca una gran comprensin y ayuda, ayuda
que ms adelante intentaremos precisar.
Con todo ello, lo que queremos decir es que el conflicto nuclear de este perodo, si el entorno es favorable,
va a ser la ambivalencia, teida de los sentimientos y vivencias antes expuestos, precedida normalmente de un
rechazo manifiesto de la separacin. Con ello queremos matizar que caracteriza a todo el perodo de adaptacin,
las idas y venidas, progresiones y regresiones, los deseos contradictorios, la aceptacin y el rechazo. En definitiva,
la duda y el manejo de sentimientos internos contradictorios.
Es necesario aclarar que el tratamiento que hacemos del tema en este artculo es general. No se tienen en
cuenta las diferencias esenciales que implicara la consideracin de cada edad. Ello sera motivo de otro artculo.
Es importante tener este dato en cuenta al referir, fundamentalmente, a edades muy tempranas, este planteamien-
to. Exigira en este caso matizaciones especficas.
-Quin se adapta?

-Si estamos hablando de separacin mutua nio-familia, entenderemos en seguida, que no slo, ni siquiera
fundamentalmente, se adapta el nio. Los padres y, en especial, la madre (generalmente la que hasta ahora ha
estado al cuidado del nio), van a tener tambin que adaptarse. Para ellos tambin hay un cambio.
Los padres tendrn una gran influencia en este momento que viene determinada por cmo ella misma, ellos,
vivan la separacin: sus temores, sus expectativas, su ansiedad, su angustia, su seguridad o inseguridad en el paso
que han dado, su grado de confianza en las posibilidades del nio y en la institucin. Todo ello es transmitido y
captado por el nio. Hasta tal punto percibe estas actitudes internas parentales que, en muchos casos, movido por
su deseo de agradarles y por la necesidad que tiene el nio de ellos, responde inconscientemente a estas actitudes.
As, si la madre vive con dificultad este momento, el nio va a reclamarla con ansiedad, y va a vivir la adaptacin
como algo inseguro y peligroso, dificultndose enormemente la evolucin del proceso. El nio no es una simple
respuesta mecnica a las actitudes y sentimientos parentales, l tiene sus propios sentimientos, pero si stos coin-
ciden con los de los padres (familia-madre) suponen, en su vivencia, una confirmacin una constatacin que va a
estancar su evolucin. Si un nio acepta con desconfianza, con inseguridad un centro, y percibe en los adultos en
quien se apoya, en quienes confa, que ellos lo ven igual, lo sienten igual, cmo puede confiar?, cmo podr estar
seguro? No es fcil de entender que le invada una profunda angustia, al quedarse solo en un lugar tan dudoso?
Lgicamente es impensable que pueda poner en duda lo que percibe en sus padres, que son lo nico seguro que
tiene, que son, en su mente dioses omnipotentes.
Si, como decamos anteriormente, el nio puede tener vivencias de abandono y sus padres sienten, al llevarlo
a la guardera, que lo estn abandonando, a dnde se puede agarrar el nio para salir de una situacin tan angus-
tiosa? No es fcil entender su miedo?
Pongamos un ejemplo de otra situacin que, en el aspecto de la inseguridad y la duda, puede parecerse al
momento que estudiamos. Es el momento en que el nio que est inicindose en la marcha, se prepara a dar los
primeros pasos: el nio se lanza, se tambalea, se para, duda, con el gesto, nos mira angustiado... va a empezar a
llorar... Si en esta situacin el adulto mantiene una espera confiada, si entiende lo que est ocurriendo y con
tranquilidad, con su actitud y su gesto se mantiene a distancia observando con inters sus intentos, va a ayudar al
nio a ir a, a ganar seguridad, porque frente a su miedo, su inseguridad, su angustia, encuentra compaa basada
en la comunicacin afectiva, seguridad, confianza, espera serena... si el adulto en lugar de mantener esta actitud va
ansiosamente a ayudarle, le coge de la mano, le limpia las rodillas, etc. no est confirmando su sensacin de
peligro? no confirma que es algo malo para l? Existe tambin en nosotros un lenguaje no verbal que transmitimos
con lo que hacemos. A veces este lenguaje difiere totalmente de aquello que decimos o nos decimos con palabras.
Ms tarde hablaremos con detalle de las dificultades de los padres. En este momento solo interesa apuntar
dos cosas: su importante papel en el proceso de adaptacin del nio, su propia adaptacin y la invalidez e inope-
rancia de encubrir con palabras o conductas externas estas actitudes. Ello no hace sino crear un doble mensaje
para el nio, que dificulta todava mucho ms las cosas. No es cuestin de esforzarse, ni de engaarnos o
engaar al nio, sino de afrontar y resolver esta situacin.
Para que no induzca a error queremos aclarar que frente a una situacin de separacin es lgico y humano
que existan sentimientos de pena, que existan dudas, que existan temores... todo ello surge si estamos conectando
con las dificultades del nio y las propias. El problema estara no en que existan, sino en que tenga, este tipo de
sentimientos, tanta fuerza, que sobresalga claramente sobre la confianza, la serenidad, la seguridad de su bienestar
posterior, etc.
Queremos resaltar aqu la importancia de los contactos positivos previos de la familia con el educador y la
Institucin. Nos parece fundamental porque hemos constatado que existen dos tipos de confianza; aqulla que se
fundamenta en que no hay razn para desconfiar, y otra que parte de la seguridad de lo que se conoce. Esta
confianza es la que observamos en los padres que tienen hijos mayores en la guardera y que pueden transmitir que
el medio donde va a quedarse el nio es un medio seguro. Esta segunda modalidad de confianza es la que hay que
conseguir, pues es un elemento indispensable durante este perodo.
Tambin los educadores y la propia institucin se adaptan. Este ser tambin un factor muy importante. La
capacidad que una institucin o un educador tengan de amoldarse a lo que el nio trae, a sus ritmos, a sus costum-
bres, a sus particularidades, de adaptarse y acercarse a cada nio, de recibirle con su individualidad, con un
profundo respeto, va a posibilitar que el cambio sea gradual, que sea progresivo y fluido. Una institucin con una
estructura que sea lo suficientemente abierta y flexible para conocer y amoldarse a cada nio, es obvio que es
una gran ayuda, por no decir una condicin sine qua non, para facilitar la adaptacin.

CRITERIOS PARA VALORAR LA TERMINACIN DE ESTE PROCESO

Abordaremos en este apartado dos aspectos. El primero hace referencia a las manifestaciones de la inadap-
tacin, y el segundo trata de buscar indicadores que nos permitan observar la terminacin del Perodo de Adapta-
cin.
Conviene aclarar el trmino inadaptacin en este contexto. Como hemos dicho, la entrada en la Guardera o
Jardn de Infancia supone un cambio, implica una separacin que es un proceso complejo afectivamente. El nio
sano lo percibe, y reacciona frente a este cambio. Es esta reaccin la que en este apartado denominamos manifes-
tacin de inadaptacin. Formara parte de lo que llamamos conflictos normales del desarrollo.
En cuanto a la manera en que los nios manifiestan la inadaptacin, lo primero que habra que ampliar es la
concepcin llorar-inadaptacin, no llorar-adaptacin. Esta concepcin supone desconocer la riqueza expre-
siva del nio y dejarla reducida a una manifestacin, por otro lado inequvoca, como es el llanto. Este reduccionismo
nos puede inducir a error como ya hemos comentado, llevndonos a considerar adaptados a nios resignados,
nios con importantes inhibiciones emocionales, a nios con alto grado de autoexigencia... etc. Estos nios pueden
pasar desapercibidos, no solamente durante el perodo de adaptacin, sino durante su paso por la Escuela Infantil
porque, como expresan los educadores con frecuencia no dan problemas. No hay demandas ni requerimientos
hacia el educador. Es por ello, por la importancia de que no pasen desapercibidos, por lo que merecen una especial
mencin.
Abordar el tema de las distintas formas de expresin que adoptan los nios durante el perodo de Adaptacin
sera de gran inters; sin embargo, excede los lmites de este artculo. Habra que analizar los cambios de relacin
y conducta que se producen en la familia. Tambin las diferencias de comportamiento en la guardera y en casa.
Aplacemos este anlisis para tocar brevemente lo que hemos constatado en nuestra experiencia, y que puede
centrar la pregunta que nos venamos haciendo respecto a cmo manifiestan los nios la inadaptacin. La observa-
cin minuciosa que hemos intentado realizar durante el perodo de adaptacin nos ha llevado a constatar una gama
amplsima de manifestaciones, en los nios. Hemos podido observar que adems de las caractersticas personales
y caracteriales de cada nio, la edad y el momento evolutivo diferencian la va de expresin del conflicto que el
nio emplea. Es decir, en las distintas edades se dan distintas formas de expresin, facilitadas por las caractersti-
cas evolutivas de ese momento del desarrollo. Aunque no nos detengamos en este punto, a groso modo, menciona-
remos que van, desde el plano somtico, en los ms pequeos (alteraciones del sueo, alimentacin trastornos
digestivos, vmitos, diarreas, fiebre...), pasando por la utilizacin del espacio, la musculatura y la actividad en los
nios algo mayores (conductas del tipo de aferrarse a la bolsa que traen de casa, escaparse, situarse al lado de la
puerta, ausencia de movimiento...), hasta todo el manejo de las relaciones a travs de los objetos que traen y llevan
de casa, del juego y de las interacciones sociales directas con el grupo y el educador, en los ms mayores.
Esta observacin del canal de expresin que el nio emplea, nos va a ayudar a conocerle, orientndonos
acerca de su carcter y, en algunos casos, nos aportar un dato para la deteccin temprana de dificultades, cuya
valoracin lgicamente ir unida a la comprensin global del nio. En cuanto a los criterios de intervencin del
educador o el especialista, durante las dificultades que se presentan en este proceso, en general, consideramos que
es un perodo en el que el educador debe estar muy cerca del nio, conocer lo que ocurre cuando sale de la
guardera, y estar alerta de los progresos, retrocesos y necesidades de cada nio. En este sentido se exige del
educador una intervencin permanente. En cuanto al psiclogo, consideramos que su funcin principal es vigilar
de cerca todo el perodo de adaptacin en cuanto a padre institucin, educadores y nios se refiere. La orientacin
y, en este sentido, la intervencin es continua en este momento. Las inadaptaciones muy cargadas de angustia, con
una sintomatologa intensa y frecuente deben ser objeto de anlisis y orientacin, pues, el esperar pasivamente no
hace sino alargar el proceso de adaptacin.
Centrndonos ahora en como valorar la terminacin del proceso, consideramos que un nio est adaptado
cuando es capaz de intercambiar experiencias, cuando habla y aporta de los diferentes ambientes, cuando ofrece
y acepta una comunicacin afectiva, cuando puede expresar afecto y rechazo en su contacto con el educador/a, es
decir, cuando se siente lo suficientemente seguro como para mostrar su mundo emocional, y su malestar no es tan
intenso como para impedir el poder recibir afecto y aportarlo. Cuando esto ocurre, en general, se hace tambin
evidente una mayor independencia del educador/a, incorpora los objetos de la clase, utiliza con ms facilidad el
espacio y se integra en el grupo de nios. Todos ellos seran datos a observar a la hora de dar por terminada la
adaptacin al centro.
Nos encontraramos aqu con la duda de los nios que presentan dificultades de distinto orden (dependencia,
agresividad, aislamiento, dificultades con la comida...) a la hora de diferenciarlas, o considerarlas partes de un
proceso de adaptacin sin concluir. En estos casos, conviene conocer si estas dificultades existan anteriormente o
son reactivas (como ya hemos explicado son las manifestaciones de inadaptacin) o quiz existan, pero, al co-
menzar a asistir el nio, se han hecho ms intensas y han pasado a primer plano. En estos casos, hay que investigar
si la etiologa de estas dificultades radica en la adaptacin al centro o tiene otros orgenes que la entrada en el
mismo ha removido, ponindose las dificultades claramente de manifiesto.

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