El Universo, La Vida Humana, La Sociedad y El Derecho

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LUIS RECASENS SICHES

NvEsrroADoR DE TrExFo *'-In9 EN EL cE{TRo DB EatuDos FrroSr@8 y pno",so


DERE.Ho DE u uNrvEnsm NA.T.NAL Btf LA r^ouLr D Dr
ruroii.r?ii-_E*:".i,.6;;i:o.il;Tir"-,
Ex pRopBoR DE A "omuArB_"^cu.rv-,i'iir
RoFlsoR DE u EscuErr DE DtlEcHo oz i-rrr-T#.jor,"oR soce rusrncr,,.i uvrDE xADrrDi
yox; Er
DE DERECHOS DEL EOXBE Y DA- BHTXT "iw v**-"ri""111
' B puNoro'mo rcvco pp r! DrusroNEs
I\TERNATONE DE PIIUSOPHE-DE SOC'* Oi *iliACIONB UND; VTCEPruADENM DE!
ET SOC"OO-'i Ti-'CU'", PROPEON USTANT& "NSTITUT
DE TULANE (NUEvA orums) - punm
*r.o, s*rr^or-oi-"rr-r*,
-DROM DE US UNIVBRSMB
FE' cxDoBA' uoxtzu'i:o.*i,axfl1 cor.cr"cro,uiroi-Ii * .*r^, a^rr^
tf^i#,.te"ffi:i3sffi|.ffiflfuGS,, ,*6,6s,

Sff{.f,ffiH fspfl$r$t

DE

FILOSOFIA DEL DERECHO


SEPTIMA EDICION

EDITORIL PORRUA, S. A.
AV. REPUBLICA ARGBNTINA, 1,
MEXrCO,1981
Primera edieia 1959
Tercera cdicin, f965

COPYRIGI TI9SIBY LUIS RECAEN ICEE8


Atistss No. 86, Mxico 20, D. F.
Esta edicin e propiedad de ls Eorronul PoBBIrr, S. A.
Argentina No. 15, Mxico, D. F. Queda hecbo el re3iilo
y el depeito que determinan la.c respectivas leyes en todo-
Ios pelses de habla, espaola. Reservados todos le deecha.

ISBN 968-432-06,4-7

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S* L/t)t35"'

ETEGH O

IMPREO Y HECIIO EN MEX[@


PRINTED AND MADE IN MEXICO
C,rpfruro Dos

EL UNIVERSQ, LA VIDA HUMANA, LA SOCIEDAD Y EL DERECHO


SUMARIO

l. Preliminaes sobre la multiforme complejidad del Universo. 2 Plantearniento '


inicial del problema filosfico sobre el Derecho. 3. El tem sobre la esencia de lo
jurldico o concepto universal del Derecho. 4. Pregunta sobre cul es la regin del
Universo a la cual el Derecho pertenece. 1. El Derecho no Pertenece a Ia natua-
leza fsic, 6. Tampoco el Derecho es naturaleza psquica. 7. El Ser ideal. 8. Los
.vlores. 9. Enjuiciamiento ctico de la filosofa de los valores. Directrices para su
superacin y para su insercin en la Metafsica de la Vida. 10. El Deecho no es
valor puro. 11. Trnsito a la consideracin filosfica de la Vida Humana. 12. La
Vida Human. 13. El Libe Albedro. 14. La Vida Humana Ob.ietivada. La Cul-
tura. La Cultua como Funcin Vital con Dimensin Trascendente. L Cultura co'
mo Obra Circunstancial. lJ. Estrucnrra de la Vida Humana Objetivada. El Ser No
Substancial de I Cultura. El Problema de la Evolucin de Ia Cultura. 16. La
Cultur como Patimooio Colectivo Transmitido por Va SociI. 17. Nomas
Jurdicas como Vida Humana Objetivada. Derecho Vigente como Vida Hun:ana
Viva. 18. I Cultura como Sistema de Funciones de la Vida Humana. 19. La Cul-
tura como Realidad Social Histrict 20. Las Categoras de la Vida Humana.
Referencia a lo Normativo y a lo Colectivo. 21. Lo Normativo. 22. Normativdad
Formal y Normatividad Material. 23. Lo Colectivo. Vida Humana Social. 24. Esen-
cialidad de lo Social en ta Vida Humana. 2). La Raz6 Vital y la Razn Histrica'

1. Pnru,uNtnrs soBRE L MULTIFoRME coMPLEJIDAD DEL UNlvrnso.

Suele llamarse Universo al conjunto de todo cuanto hay, al coniunto de todas


Ias cosas: Ias reales externas (como una montaa); Ias que se dan en mi intimidacl
(comp un amor); las fantsticas (como el centauro); las ideales (como el tringulo);
Is transreales (si las hay); cuantos otros tipos de cosas pueda haber; y, desde luego.
tambin nosotros mismos, qug en alguna manera, comPonemos el Universo.
E[ espectculo del Universo se ofrece como una balumba abigarrada de cosas
multiformes y heterogneas. Del torbellino de cosas que en el mundo encontramos,
entresaquemcs Ia mencin de algunas muestflis; y hagmoslas desfilar ante nuestra
consideracin, de momento en tropel desordenado y fortuito para
adquirir con mayor relieve esa impresin de diversidad. -precisamente
En el Universo hallo: montaas, lluvias, oles, colores, formas geomtricas,
igualdades, desigualdades, dolores de muelas, reaerdos, quimeras, deseos, nmeros,
idevs morales, automviles, cuadros, poemas, otaciones, libros de ciencia, cdigos,
iueces, policas, usos sociales, precios, perspectivas inmediatas, Iontananzas casi im-
. ) , -LAS CATEGORIAS Y LAS VARIAS REGIONES DEL SER
48
etc''
amigos'. enemigos' compaeros'
Dercetibles (ms bien latentes), con todo lo dems' y
'*r,.n el Univcrso *"-t"t'"o" u"*i coesta"io'
"'i'*'
.u"iri.no con mis scmejantes'
y muchas otras ms
congneres,
Todas las cosas rnencionadas, sus respectivas
ouenohemencionedo,constituyena/garque,estnen-elUniverso;sonelementoso
que nos estuviramos ocu'
].}..r,,".i",,ii;;t#;,;,'. rro m'odo sera imposible no
cab referirnos a algo que
de ellas, puesto oo
;1;;;;Gr,ruia.emos "o
rea en ninguna Partg a algo que-no re/' en algin modo' ,'la-::!:'^(Cuando'trato
un"algo' por lo rnenos en pensamiento
de pensar la nada, ri" , trinsfonna en
mo.)
Perosibientodasesascosas.on',loonenelrnismosentido;sibientoclasellas
son algos, esos algos ;;f .nt.. si radicalmente. Y las gnero' diferencias entre esos
ni de especie:
de *"tio' ni de
algos no constituyen ;;;-;i";ttidades
o abmales; lc trata de diferencias
se trata de diferencias mucho ms profun<las
i,,.i*'bi;; a"iu"p"iJ;;,i;; il"*Ii
notorio que la (

entre mltiPl",
" '*r;:"
palabra'er tiene oo,t*io tt'y"li'tinto.cuat'd
h aplicamos rna columna' que

gr.,.a1.color blanc de la columnt);y


a su vez
cuaodo la aplicamos;;"r-iv.
tiene un nuevo y iu.*o tt"tio' *i"o
h aplicamcrs ^ try1tfj q:t
-!11 :1'::
'"
unacolumnayotra.r.acolu-not'uansubsl'ntlia'algoquesemeprcscntacomoslen-
es alg-o qrr. no es indcpendientemente
l' cofr propia existeri;^. r"'..r"io, un color
,ru""".;"i; ;' e un obieto, como color
,lc orro algo, sino
rle la columna; es un
"p"il:;.;';i;;^.r",'"
'Jgn q.," no puede dislado o solo, sino que stl er se
aPoya
-. to ts cosa, sino
, extiende sobre el,., i" oi.".osr. Podr^-os clecir que el color 'n"que descu-
caatitad o nlodo . ,.,-.
cosa. Y si ahora p**o' a la igualdad
colomn^s,
"t'"
nos darernos *."i" l que eso que llamamos
igueldad
brimos entre dos tampo5o es como un algo
(como la colomna);
es algo. que no .. .on inaptndencie es algo que
el olor)' sino
odhrido ,,"..ruriu,,tijt#Jil;i;;l"J*con -que
g-e*elas)' cuando mi'mente las compara;
en
existe entre ao, .o'*'iiot-t"l'*t'i
cosa;;;;;i *i.lno qo. es relaci.n. Acaban, pues, de
sun.ra, no es ni
radicaimente iistintas de ta palabra ser;
preci'
hacrscnos mrrrifi.rtur-i."r-"l"p.io.r", por A esas varias
Aristteles-
samenre las tres *"r.t".., ?;il;;,;
Jescubiertas
ser, Arist&eles las ilam categoras;
y' as' Aris'
acepciones o sentios i"e 11 p^lril que hay mlti.
se dice <le varias maneras,
tteles exPone en su Merafisicaque al.ser
de la-palabra en suma' que son varias las catenq.otas'
;;;es "i,
pero esas tres categoras sobre -las qr. bo de llamar la atencin,
fueron descu'
reate ex-
bi.,,;r1";";;;il#; l;;;.* ;;i de tas cosas
i,',.,nt oi,tt,o, respecto
a
ter,rd (t tni. lho*t;il"il;] mundohay no slo cosas reales obietivas' externas
de
in ros, rboles, ete'-' sino que hay adems otros ltiples algos
Respecto de
-montaas,
,Jiversa ndote: hay hechos reales subieti#;;ld;i'n -:i*19*'
aclvirtese que hay to.'T qtt.slrenie
soJ!-!n mi' como' Por ejemplo'
los primeros,
mis alucinacioET, aems, de otra Parte' '
mis cnsueos, ,"i, i;;"r';;'.i"rl
hay tambin 4p;;;-qr" ,,i estn entre las cosas externas ni tarnpocolaestnidea
trienn-,lo poro, rrn principio-1atemtico,
slo dcntro.l" mi,i.r*biqr.Ji", "l algos, pero que no
de Ia i.sticia pf*"ri"'r'i.ri..L,.l.r..i.les
tt rbietoi qlre son
ni tampoco en m como Procesg: de mi inteligencin,
son ni ah afuera en ei ..po.io
t'nn t^""i^ tle ser' a saber: s set ideal'
sino cire tien"" "tp*'el \
LAS VARIA REGIONES DEL UNIVERSO 49

Y, adems, encontramos tambin una multitud de otros seres de diversa ndole


de los menciondos anteriormentq como estatuas, pinturas, mplodas, utensilios, que
tienen una realidad externa a nosotros piedra, tabl4 bol(res, sonidos, materiales
-de no cqnsiste en etos ingredientes reales,
vle5-, Pero ctyo ser especfico y peculiar
sino en un sentido (esttico, utilitario, etc.) que en ellos anida, en una proyeccia
humana que en ellos se expresa. Y, asl, divrsrmos todo un amplio y rico conjunto
de objetos quq si bien contienen elementos reales, consisten esencialmente en un
sentido humano: es el mundo de las cosas que el hombre hace en su vida, por algo
y Para algo; el mundo de Io humano objetivado, el reino de la historia, o como se
le ha llamado tambin, la regin de la cultura
For otra Parte, caemos en la cuenta de que todas esas mltiples clases de seres
los encontramos en el curso de nuestra existencia, de nuestra vida, como ingredientes
de Ia misma. Son, o bien cosas que hallo ante m, con las cuales tropiezq que utilizo
o desecho, que apetezco o abomino, que construyo o destruyo o que transforrno, que
suscitan mi agrado o mi repugnancia; o hec[g-s__-$rq. qcuren dentro de mi itimid.d;
o principios que trascienden de m y segn los cuales me guo en mi conocimiento,
en mi conducta. Con esto me descubro a rn mismo no slo como sujeto
a Ia nocin de objeto-, sino que, adems, contemplo algo muchb -ar -opuesto
saber; mi uida como compuesta de dos taces: yo mismo y el conjunto de"*pt;o, lai cosas"
con las cuales me ocupo.
. He aqu, pues, un esbozo somero e incompleto-, un cuadro de la com-
plejidad del Universo. No slo hemos divisado algunas de las categoras tradicionales
referidas al ser real, sino que advertimoe que, adems de las cosas fsicas, hay otros.
.muchos tipos de seres (hechos ntimos, entidades ideales, productos humanos, etc.);
y advertimos tambin que como base y vinculo articulador de todo ello figura mi
vida, compuesta. por la inescindible coexistencia o correlacin eatre rn mismo (mi
yo) y el mundo.
Tal es la complejidad que en el Universo descubre el pensamiento contempo-
rneo pensamiento que es protagonista de Ia actual renovacin de Ia filosoia.
l[ -elque en la segunda mitad del siglo xx privaban loe intentos monistas (de
Mientras
fl mltiples clases) que arbitraria y moomaniticamente queran reducir el Universo
il , una nica frmula, por el contrario, la reflorin de nuestro tiempo enfoca con una
i aaiud ms honesta y de mayor responsabilidad terica este problema; subraya la
ft constitucin pluralista del Universo. Claro es, sin dejar de aspirar a un primer cri-
] terio bsico y universal, a una verdad radical (primaria) y fundamentante de todo
ii ,o delns, pues esta es pretensin inherente a tod filosofia.'Pero ello trata de llevarse
i a cabo de un modo rigoroso y ms profundo y, por consiguiente, evitando Ias preci-
Xll pitaciones y tosquedades de los monismos, / sin caer en las arbitrarias deformacionc
ll q"" tales recetas unilaterales traan consigo. Como este libro no est dedicado a una
lll .*poticin metafsica, sino a la indagacin de los temas fundametales respecto de
tl Io jurdico, no puede ofrecer siquiera en breve sntesis- el relato del proceso
, filosfico contemporneo. Sirva -nicomo gula indicadora de este proceso Ia mencin
fi; de algunos nombres por aryas obras corren las llneas protagonistas de Ia filosofa
fil .contempornea en el mundo en general, y en el rea de lengua castellana en particu-
tr, lar: Brentano, Meinong, Dilthey, Bergson, Hussed, Scheler, Nicolai Harrnanr,
fii O4ega y Gasset, Heidegggr, Jaspers, Sartrg Dewe Collingwood, Santayana, Morris
ffir
ffL

*
ni
ti

50 Lo
QU Es JURrDrco?
R' cohen, Garca Bacca, Garca Morentq Gaos, caso, Korn, Romero, Frondizi,
vasallo, virasoro, Tagner de Reyna, Garcia Miynez, Ramos, io*"no i{.,or, Br-
savg Mir Quesada, Nicol, Millas, Maras, etc.1

- 2. PraNmaurNTo INIcIAL DEL pRoBLEMa rnosnrco soBRE EL Drncno.

- lgto Io que importa al propsito de este libro es obtcner un conocimiento escn-


cial del Derecho: hallar Ia verdad primaria y fundamental sobre Io jurdico, es decir,
entenderlo en s mismo y, a la vez, articulao con )no visin total el mundo. En Ia
medida en qle nos acerquemcs al cumplimiento de este tema, conseguiremos un cono-
cimiento autnticamentt filosfico so-bre el Derecho.
claro- es.que todas las gentes tienen alguna idea respecto.del Derecho, comq
en suma, Ia tienen tambin sobre todas las cosas que encuentran en su vida. En el
mundo hallamos magistrados.y policas, ventas, alquileres, depsitos, salariop, leyes,
aboS.ad3s, notarios, diputadoi, crceles, tutores, herencias, eti., etc. y, pr.l-toor,

:r gllio que esas cosas un sinfn de otras anlogas- pertenecen al ieino de Io


jurdico. Ello restlta tan-yevidente como que las rosas y loi
6risantes pertenecen al
sector de Io botnico. Pero se trata de conocimientos mr"me.ri. aproxiados, super-
ficiales, inseguros, al buen tuntn; eo 6uma, se trata de lo qge r" il.-u conociminto
vulgar, es decir, a medias, ignotante de sus razones, sin fiime asidero, fluchrante y
azaoso. Nos daremos cuenta de ello funcin del ejemplo que nos interesi
esto es, del referente a.lo jurdico.- si-en
preguntamos ar hombre de Ia calie por qu
razn i4cluye dentro del Derecho todas eias cosas que hemos mencionado (y'muchas
otras; como la propiedad, la leta de cambio, Ios gobernadores, las fortalezas y las
multas). Dnde est lo jurdico en cada una de as cosas? Los gobernador.i lo,
i-uecgs y los gendarmes son hombres de.carne y hueso como todos lo"s dems, sin que
de stos se diferencien en virtud de ninguna- realidad peculiar; y, sin embargo, n
ellos encarna una dimensin jurdica. Dnde est ro
urid;co en itos
cdigos y los reglamentos contienen reglas de conducta; pero tambin Ias
.Los
contienen los estatutos que regulan el ftbol o ,.,
;.r"go de baraja,'y, asimismo, un
recetario de cocina o un rnantral sobre cmo debe uoo comportaise .n .rn. ,.nnin
social, y, asimisrno. los preceptos de una confesin reliqiosa.
porqu de los ejemolos
puestos antes decimos que se trata de cucstiones jtrrdicas, y- en
-iambio no ionside-
ramos como tales todas esas otras reglas qne acabo de mencionar?
Una crcel y una fortaleza son edificios, conrc lo son tambin una mansin o
un estadio-: por qu Ios primeros tienen trna significacin jurdice de que carecen
-
Ioa segundosi
Resocrto de todas las_mltiples y heterogneas cosas mencionadas,
dnde resi-
de en ellas Io jurdico 7 Y qu Ls Io que mJpermite agrup dentro de' unc misma
denominacin. esto es, como Derecho, osas tan dispares)
i qu regin del univer-
s9 per-tenee Io iurdico, que se me hace patente en tan divesas lanifestaciones?
Dnde mbra el. Derecho? Qu clase de cosa es eso que lramamos Derecho v gue
tan varias figurai:presenta? )o. dnd. sale todo.ro qo. califics " jrrrai."i
Por gu encontramos Io jurdico en todos tos pueblos y epocas? por qu v para gu
6e ocupan los hombres de todas las latitudes y'tiemoos'con probtemas
iurdicos?
72 INICIACIoN AL HUMANISMo ?RASCENDENTAL

bien, esta respuesta hernos conseguido r4 grn a\ance y estamos en posesin de


-con
ua directriz certera para descubrir cul es la zota del Universo donde encontramos
el Derecho. Prrque vimos que el Dereeho est constituido por unas obras y activi-
dades en las que se trata de realizar unos determinados valres. Ahora bier acaba-
mos de darnos cuenta de que el agente de realizacin de los valores es eI hombre,
y de que stos se cumplen --o se infringen- en la vida humana.

L2. La voa HUMANA.

Urge que ahora nos preguntemos qu es eso que se llama vida humana ? Aca-
de tropezar con un ser en el univrso, que yi a primera vista parece diferente
famos
d9- todos aquellos otros que.hablamos catdogado hasta aqu. Hemos. encontrado Ia
vida humana. Ahora bien, el hallazgo intelectual de esa p-eculiar realidad nos va a
deparar otras sorpresas ---extraordinariamente fectndas. Pues vamos a ver cmo eso
que llamamos vida human no es solamente un ser distinto de todos los dems seles
en eI universq sino que es el ser fgndanental. Es d;h, vermos que la vida huma-
na es Ia realidad primaria y bsica, condicionante de todos los denis seies. La vida
humana es la realidad primera y radical y, a la vez, la base y mbito de todos.los
otros seres. y Ia clase pil la explicacin'de stos. veremos que todo cuanto ef Io
es en la aida bumana,.,y como un componente de ella. Pero fienernos estas anticipa- -

ciones que acabo de esbozar, y cimonos a la pregunt^ cttya. respuesta rigorosa'ha


de conducirnos a nuestra. meta.
- Qu es eso que Ilamamos vida humana? Ante todo advirtase que al hablar
de vida human no me refiero en modo alqrrno a Ia vida biolgica, sin al concepto
de vida eo Ia acepcin en que se usa orando hablamos de biograf4 es decir, como
aquello que hacemos y nos ocurre
r-a. vida humana en este sentido es Io ms obvio. constituye nuestra propia exis-
tenci4 la de cada uno; todo cuanto hacemoe, deseamos, pensarnos y nos ocurre. pero
gsta realidap tao patentq tan notoria, no habla sido objeto de especial reflorin fi-
Iosfica sino hasta la obra dq Jos ortega y Gasset e y de Martin Heidegger. La vida
humana se ha convetido, desie hace Igo ms de res decenios, .o o6i.tu de una
meditacin filosfic central. Cierto que desde que Ia conciencia filosfica despunt
en occidente, hace veinticinco siglos, la vida humana aparece en alguna manera conno
objeto de meditacin; pero no como teia metafsico fundamental- Lo que eI huma-
nismo trascendental ha descubierto es que Ia vida constituye no slo una realidad
distinta de todas las demrs_realidades, sino que es la revIidad rudical, primaia, bsica, .
y que, adems, es e! fundamento y la explicacin de todo Io dems, pues todo lo ,
des ar en Ia vida humaoa. Y e la luz de este desanbrimiento se inaura toda una r
nueva filosofla, que significa formidable progreso en la historia det pLamto,
cuya elaboracin se nos depara cofno terna de nuestra poca.ro
I
Traternos de cobrar contacto reflexivo con Ia revlidad de la vid humana. y
en esta orposicin me inspirar en Ia doctrina de Jos ortega y Gassel qen ha sido
el primero en meditar sobre este tenra y esclarecedo certeiamente.rl
. Qrr es nuestra vid? Claro es que no6 referimos a la vida en un sentido inme.
diato. y no, por consiguiente, como biologa. Lu definiciones y ,puntoe de vista .
VIDA COMO CONCIENCIA CONJUNTA
DE MI YO Y M MUNDO 7.)
'cons
biolgicos son ,r l-r^
i'HiTT,*"T1,i,.f j:#j*fi -^r:-r--
r.,r^x j,f,#}ft[.ffi
ximo a nosotos. Nuestra vid,.r toiolJq,..
no, oo,rre y hacemos en cada instante,
r, por endq est compuesta de una s.ri. t. ;;;.*;,J; d."i", cuares _acaso
la rnayor parre- parcen humildes o
tomar tensin, encabritarsg concentrarsq
il. q"q"; ;;;, Ia vida parece
ti;u"r.r.
p*,ii
Lv i"*
densificarse.
La vr(r' son esos momen.
tos dramticos, como los minutos *rn".;-----^ "ii"
"vida es todo ro que hacemos; pJ*
de que Io hacemos. Esla vida ;fitd; de pecuriaris*
'.#iior:#i#ru
.ro no sera vida si no nos diramos cuenta
privilegio de darse cuent de ri *irmr,
d.-sab.e. p"- " *i. ;;;;r.
no es un cono-
cimiento intelectuar,_r_r:: ."raa.i-a. pr*encia inmediotn ie-iu vida para
cual' sentirse, darse cuenta,"u"
versg es
cada
el.prirer * vida es, pues,
intimidad con nosotros mismos,'on
a s misma y un tomar posesin a"
,"b^.rra y ";dbJ;;i;'r,,i
darse **t" "-ri *r*r, un asistir
,i lulr.
As pues, eI acto oital se presenta .o.o oo ser distinto de todos los dems
sefes: no consiste ei rt' etdf oi, en un ser en s, sino tan sro en va
ef para t,
;r,,tr"::f':""il1#:'X,fr; aaverurse a sr p'"pr"; ""d.;'consiste
r p*
cierto que este modo de ser como conciencia,.
como agiridad, como actacin,
no constituye ningn descubrimiento
nuevo; antes ien" r""'y"- rlrraado
sofa idealista, cundo Descrtes pirJ en Ia Filo_
pensamientq como un ser diferenie
u.r,*
po-r vez primera en Ia rearidad
del
. tojo, ros ems ,:r;;;-#incomo er ser
bsico primario.
v Es verdad,.p*r,
sef para s, de saberse a
qr";i; r;'*^;:: ilffi, ese car*er de
miiql de' agilidad, que constituye uoa nota de Ia realidad
f
fundamental del oensamient"
qL9rUfli, 0". , idealismo).
"r jdfi.".;;;
Pero esta coi'ncidencia
la filosofa de Ia vida concuerde
" ya, sea iguai ar pensamientq ni que
.o' I"' rirosori ru.drrii-, tr; coincidenii4
antes bien hay discrepancia, por
mana' segn pasar a.e*porir.en""..,
tion.;jffi *ilr"il*re Ia vida hu-
er prrafo siguientg no eisr er
indivisible relacin entre^er sujeto sujeto, sino Ia
y i"r rl,.,*, entre et yo y er murdo,
que' por et contrario, er ideariimo., mientras
ny
cartes, al habet hundido provisionat*"nt!-.n-.1 "lii^-;;;';;"';".irJ:
.".
a L l'r,
cuando Des-
#ita
de Ios conocimientos. se irrila con Ia totalidad
qoe't"ir."r." como argo inexpugnabre er
de su propio pensamiento, entoncesi hecho
en vez de haberse atenido t"
viblq radical,-indubitabre, y r,r.i.p-.;d;', ^to inconmo-
ararizarro_ro "cuar Ie habra m,rs_
trado que el pensamiento es reracin
de esenciar conaicionamiento mutuo
sujeto y el obiete-s se fij ran sro entre el
u"o-i" ,.,
;;;;;;;";, en er sujeto.
En segundo lugar, Descartes, ar atender "n al ,yo,
p_arece que, como
-."t.1 azondo ante ra
magnitud de zu genial
,desorbrimiento, irrr.
no s,po iA
*"ni^ carcter de
agilidad, de "ser Darasi,,, go..r.r.go.;; del sujeto; y cay|en una torpe con_
versin de ste, . ,n, .rp".i. .le
s*"n.i" yiLnt" en Ia tradicin cor-
poreizante peculiar de Ia filosofa -incurriendo
antigua. r,
;r.g"* ; i;
;" ;Iti;"iii.io,
qu;en soy yo?,
;H::"fl','""JJ uY:,:,::,:::,1,:?':;jT,f
LU!u argrr
*r"f..to,
ip,ti.,
que est, quc vricq para definiialgo
como el y", qr. * r-i?ia"I'p"rr.4
7.4 vrDA Es coExrsrENCrA DEL yo cor EL MUNDo
"Vivir es encontrarnos en un mundo de cosas que nos sirven o que se nos
oponen, que nos atraen o que repelemos, que afiramos u odiamos; es encontrarnos
en un mundo de cosas ocupndonos de ellas; As pues, la vida consiste en la compre-
sencia, en la coexistencid d.el yo con an mando, de tn mrndo conmigo, como eleme-
tos inseparables, iaescindibles, correlativos." Porque yo no soy, si no tengo un mundo
ide que ocuparmq si no hay cosas que peosar, que sentir, que desear, que repeler, que
cooservar, que transformar o que destruir. Pero tarnpoco tiene sentido que yo hable
de un mundo como independiente de ml, porque yo soy el testigo del mundo. Para
{ue telga sentido hablar del mundo es preciso que yo exista con l; y que exista yq
no slo a manera de una de sus partes o ingredientes, sino como garanta de su
existencia. Hablar del mundo independienie de m es invencin,'fabricacin o hipte-
sis intelectual, pero de ninguna manera una realidad dad. I-o dado radicalmente es
el ruand.o tenificado por n.
Encontramos la vida cuando rios encontramos a nosotros mismos con el mundo,
al mundo con nosotros, en inseparable compaa. \
'
Y quin es el yo ? "El yo no es ciertamente una cosa; no es mi cuerpo, pero
tarnpoco es mi alma, conciencia o carcter, pues yo terigo gue vivitrcon estos elemen-
tos; el yo se ha encontrado con estas cosas coqporales y psfquicas y vive con ellas,
nediante ellas; es el que tiene que-vivir con las cosas, efitre las @sas, de las cuales
hay unas, su cuerpo y su psiquismo, que tienen una mayor proximidad."
Pero Ia vida no gueda caracterizada solamente corno un saberse, como un darse
cuenta de s misma, sino que adems hay que aadir fundar.nentalmente que consiste
en'an bacere a s rnisma. La vida no es un ser ya hecho, ni tampoco un objeto con
trayectoria predeterminada; la vida no tiene una realidad ya hecha como la piedra,
ni tampoco una ruta prefijada como la rbita del astro o el desarrollo del ciclo ve-
getativo de Ia planta. Es todo lo contrario; es algo completamente diverso: es un
bacerse a s rnisma, porque Ia vida no nos es dda hecha; er tdred; tenemos que. ha-
crnosla en cada instante. Y esto no slo en los casos de conflictos graves, sino siem-
pre, en todo momento. "Vivimos sostenindonos a nosotros,mismos, llevando en peso
nuestra propia vida, que, en cada instantg se halla en la forzosidad de resolver el
problema de s misma. Una vida que simplenrente se viera a s misma, como seda
Ia de una bala que hviera conciencia, no sera vida, porque no tendra que hacers
a s misma. Si bien no nos es dado escoger el mundo en que va'a hacerse nuestra
vida sta es su dimensin de no6 encontramos siempre con un cierto
-y con un horizonte vital defatalidad-,
margen, posibilidades sta es su dimensi de liber-
al-J' (pues en el peor y ms apretado de los -y casos, quedaran por lo menos dos
posibilidades: aceptar un destino inexorable o margharnos de la vida). I vida es
siempre un hacer algo, algo concreto, positivo o negativo el no hacer nada
es en definitiva tambin un hacer vital, un der{dirse por -pue
una de Ias posibilidades.
Y el hacer vital consiste en un determinar qu voy a sei, qu voy a hacer en el pr-
ximo instante; Ia vida consiste en un tener que decidir en cada momento Io que
ramos a ser en el siguientg en un hacerse s misma resolviendo en cada instante
su futuro. "Vivir es iabalmente estar ocupados en algo, preocupados; vivir es tener
planteado constantemente el problema de s mismo y tener que ido resolviendo en
cada momento. Nuestra vida es clecidir nuestro hacer, decidir sobre s misma, de.
cidir lo que vamos a ser; por tanto, consiste en ser lo que an no somos; en empezar
VIDA COMO UN CONSTANTE HACERSE i 75

por ser futuro; en ocuparnos de lo que hemos de hacer, o, lo que es Io mismo, en


pre-ocuparno.r." Vivir es realizar un proyecto de existencia, es un quehacer, uha su-
cesin y una sirnultaneidad de baccres.
Es curioso y emocionante enterarnos de que el humanista italiano Juan pico
de la Mirandola, pensador neoplatnico del siglo xv; tuvo eventualmente un genial
barrunto de esa ndole del hombre, que consiste en no poseer un ser ya hecho, -
configurado, ni tampoco predeterninado. Dice en su obra De bonini dignitale: "Dios
ttao al hombre a este mundo como criatura de forma incierta; le coloc en medio de.
l y le dijo: 'No te he dado, Adn, morada).iig ni forma propia, ni funcin especial,
para que puedas escoger t mismo morada, forma y funcin, y aquello que scojas
ser tuyo. He dotado a todas Ias dems criahrras de una\aqraleza definida y las he
confinado dentro de ciertos llmites. i rro ests confinado dentro de ninguno; te
los crears a ti mismo segn te plazca, bajo la direccin de lo que he colocadq en
ti. Te he iolocado dentro del mundo para que puedas mirar fcilmente -a tu alre-
dedor todo lo que ha sido creado. No te he hecho celestial ni terreno..., de mane,
ra que prredas t, corno tu propio modelador y creador, configurarte tmo quieras.
Puedes degenerar copvirtindote en un bruo irracional o eleva tu especie a la altura
de,los seres celestiales, de acuerdo con fus deseos."'
Ahora bien, ntese que el bdcer humano, como tal, no conslste en Ia actividad
de sus procesos fisiolgicos, ni tampoco en l de sus mecanismos psquicos (de ima-
ginacin, percepciq pensamiento, emocin, voluntad, etc.). Tanto eios mecanismos
psquicos, como los resortes coqporales, son meros instrumentos con los aales eI
hombre efecta sus haceres, La esencia del haceq de todos los hurnanos haceres, no
est en los instrumentos anmicos y fisiolgicos que intervienen en Ia actividad, sioo
en la deciire del sujeto, en su dtermina-in, en un paro qnerer, prefio al rnlsmo
mecanismo volitivo. Ese puro querer, esa determinacin radical y primera, pone en
funcionarniento Ios mecanismos, Ias actividades de que el hombre ispone (su ima-
ginacin, su voluntad, sus brazos, etc.). Tanto es as.1ue no se confunde el bacer
brnano con sus medios o instrumentos-, que decimos: ponerme a razorrar, ponerme
a imaginar, ponemte a andar, etc. Lo que radicalmente procede de m, es el'ponerme
a hacer todas esas co6as, y no esas cosas (el razonamiento, la imaginacin, il andar,
etctera) que son mecanismos, actividades, instrumentos. La vida radica en Ia deci-
sin ma.
cada uno de nosotros consiste en un ser que ha de decidirsg que ha de decidir
Ig gy: uu a ser (lo que ra a hacer) en el venidero instante. A veces parece que no
decidimos Io que vamos a seq lo que vmos a hacer en el momento siguiente; pro
lo gue ocurre en estos casos es que estamos manteniendq reiterando ua resolucin
tomada anteriormente; mas esa decisin an{erior puede ser o modificada o corrobora-
d. Al no modificada y manteneda, la corroboramos.
Ahora bien, Ia estmchra del hacer consiste en que se quiere hacer Io que se
hace, por algo (.por un motivo, que es una urgencia, un afn)' y para algo @ wa
finalidad, que es el resultado de la actividad, esto es, Ia obra). Asl pues, Ia vida
humana, es decir, Io que el hombre hdcq se califica por tener ua por q* (motivo)
y un para qu (finalidad), lo cual constituye un sentido, un posei. sentido. Anot-
mos en este momento que acabamos de tropezar con algo gue no habamos encon-
trado en el mundo de Ia nahralezo.i cor el sentido o significacin
-/
76 ESTRUCTURA TELEOLOGICA: MOTIVO-FIN

Conviene huir de una interpretacin harto simplista de la estruchra teleolgica


o finalista del humano hacer, que fue corriente en el pensamiento del siglo pasado.
Segn ese pensaniento, que dbemoo desechar insuficiente-, se entenda la
-por
finalidad cmo inversin mental de la causalidad: se pensaba que el fin era el efecto
deseado, que se anticipaba mentalmente; y el medio era Ia causa, que se buscaba como
adecuada para producir el fin (efecto) apetecido. Yo no dir que esto sea inexacto;
pero s qrre es insuficieotq Porque n tal explicacin no aParece la autntica taz h:u'
mana dei proceso teleolgico o finalista. Por debajo y antes de ese esquema de antici-
paein intelectual del proceso causal, hay una especfica raz humana, un moliao, un
pearliar porclu (que n ese caso no significa causa) que consiste en_que el hombre
iiente una urgenci, una penuria, un vaco, un haber nteneter, que le invita a bus-
car, t imaginar algo,. con Io cual pueda colmar esa apetencia. Esto es lo que constituye'
el ltorta inicial del hacer, v. gr., el hombre siente miedo de los animald salvajes,
y esto-le incita a buscar, a imaginar algo que remedie esta penuria: una cabaa. El
porqtt de Io que va a hacer consiste en la penuria que trata de colrrtar. Ya ha ima'
' ginado qoe co.rtroyendo una casa satisfar esa urgencia. Pues bien, Ia casa imaginada,.
propaesia, constituye el para qa o finalidad de su hacer. Y determinado esto, buscar
Ias actividades (fuerza de brazos, por ejemplo, etc.) y los materiales (piedras, et.),
para construir su cabaa. Esas actividades, empleadas sobre esos materiales, coastitu-
yen los ttedios para llegar al fin propuesto (constituyen las causas
-eficientes
cuyo
efecto ser la finilidad deseada). Ahora bien, ntese que el esquema fin-medio (cau'
salidad invertida mentalmente: efecto-causa) slo entra en scena despus de habersb
producido el hecho pura y tpicamente humano anterior: el notiao (por qu) y el
iin alsenicio de ste (para qu). Slo despus de esto es Puesto el fin como tal, y
se buscan los medios para producido efectivamente, para realizailo. De suerte que
resulta que el esquema- az edio-fin se aPoya y queda inserto en un uPuesto ms radi'
cal, qu8consiste en Ia conexin motiao-fin.
bon esto se llev el eshdio de lo humano a. una radicalidad y profundidad
desconocida en el pensamiento del pretrito. Eo lo humano hay naturaleza: hay_cuer'
po y hay alma; pelo h esencia propiamente humana no es nada de eso, sino Ia de'
iisi" i pon.rse a utilizar loi mecanismos y elementos que Ie ofrece el mundo,
respondieno a la necesidad que le estimula para hacer lo que se ProDone como fin.
Era habirual desde Arisiteles contestar Ia ptegunta por qu hace el hombre
algo?, mostrando la existencia de los mecanismos en cuya posesin se.halla y que Ie
si.en para ello. As, a la pregmnta Por qu habla el hombre? sola responderse
diciendo que lo hace porque tiene un aParato vocal Para ello. A la pregunta por
qui vive el hombre en sociedad?, se-i'esponda: porque tiene el instinto de la socia-
bilidad. Pero tales respuestas diitan mucho de acercarse a la verdad, o al menos
<uedan a gran distancia de la autntica explicacin. Poseemos a veces treios que
no utilizamos, capacidades que no Poncmos en prctica, sencillamente porque no
sentimos la necesidad de emplear ni aguellos utensilios ni esas aptitudes. En cambio,
cuando, sentirnos un vaco, una oqueclad en nuestra existencia y hemos imaginado
algo con to que pudiramos colmar esa penuria, nos lanzamos a un -quehacer coo'
Bruente, tanto si ienemos a nuestra clisposicin un mecanismo adeoado como ii no
disponemos de 1. En ese ltimo caso, Cuando no Poseemos un aparato adectrado,
fabricamos el que nos sea posibte hacer, o echamos mao de otro, aunque no resulte
EL HOMBRE, SER CON PROBLEMAS 77

tan aplo.- F"l hombr-e no habla porque tenga instrurnento vocal, sino porque siente la
rrecesidad de hacerlo. Y si es mudo, entonces acude a otros medios di comunicacin;
por ejemplq seas. El hombre no realiza actos sociales porque tqnga la aptitud para
ellq sino porque siente la ineludible urgencia de la sociedad.
Se trata d1
. 4go que cabra exPresar diciendo que el hombre es el ser que afronta
problemas; problemas que tiene que resolver poi su propia cuenta. Esto fue visto
,91{a y certeramente ya en la filosofa socrtico-platnlca, por lo que respecta a los
problemas cognoscitivoe. EI hombre es el nico ser que tiene problemas de conoci-
miento. Ni Dios ni las bestias tienen problemas de conocimiento. Dios Io sabe.todo
y, por tanto_, no siente la urgencia de s'aber algo que no 6epa. El animat ,ro sabe,'pero
no sabe que no sabe y por eso no siente la necesidad de-saber. El hombre o be;
pero sabe qu9
lo sabe Io que no sabe y que le importa saber eso que no sabe; o dicho
con otras palabras, tiene conciencia de sus ignorancias concretas y se *iente urgido
para colmarlas, lo cual tiene que hacer por su propia cuentq imaginando primero
cmo puede logrado y lanzndose despus a poned,o en prctica. . hora bin, esto
vale no slo para caructerizar los problemas intelectuales, sino tambin todas las de-
ms funciones de la vida.
De todo cuanto llevo dicho se desprende otra de las caractersticas esenciales de
la vida humana, a saber: que cualquiera de sus haceres necesita iutificarse, es decir,
que constituye un problerna. vivir es ocuparse en algo "para" algo. En primer lugar,
tengo que decidirme entre las vadas posibilidades o muchas, por Io mos
-pocas
dos- que me ofrece la circunstancia en la que estoalojado. No tengo por fuerza
qrle hacer esto concreto y nada ms, eino que puedo hacer una cosa u .tra--claro
!::."r-"s posibilidades son limitadas.en nmero; si fueran ilimitadas no seran posi.
bilidaces concretas, sino la pura indeterminacin; y en un mundo de absoluta inde-
terminacin no cabe decidirse pol nada. Para que haya decisin tiene que haber, a Ia
vez, limitacin y holgura. El mundo vital es constitutivamente circauancia, algo ce-
rrado y, a la vez, abierto; es decir, con hueco interior donde moverse. "La oi-d" su
va haciendo su cauce dentro de una cuenca inexorable. Vida es, a la vez, fatalidad
y libertad, es ser libre dentro del hueco de una fatalidad dada."
esta concepcin de ortega y Gasset conecto yo Ia siguiente reflexin: pra
-A
decidirse por rna de las varias posibilidades que se ofrecen, preciso elegir; y para
elegir
9 necesario preferir, es necesario un acto de prefererrcia a favr d. esta
posibilidad, sobre todas las dems. Pero una preferencia-slo es posible en virtud de
una estimacin, es decir, en virtud de que se valore esta posibilidad y de que se Ia
estime ms que las otras. E 21a, para d.ecidir es preciso etegir, pira, elegir
es necesario preferir y para preferir es ineludible que sepamo s etimi o aalori. ' -
-todas
Por
1i partg considero
o-rtega y Gasset
yo-que los principios de Ia doctrina de la vida, segn
y como los he venido o<poniendo-, han de conducirno"s a
alrmy qe nuestra -talvida est constituid4 o, mejr dichq se forma de un conjunto
de valoraciones, de una sucesio de estimaciones. Y, as, a mi entender, resular que
la Estimativa no est limitada a determiaados obietos idgles (como Ia dise la dirc-
trina de Scheler), sino que tiene una dimensin ms radical, a saber:'el constituir
una estructura esencial de la vida humana. Aqul encontramos, pus, una de las pers-.
Pectivas que anunci pginas atrs- para reelaborar li teora de los valtres,
insertndola en la misma-pocasiz de la filosofa del humanismo. trascendental.
78 " ESTRUTURA ESTIMATIVA DE LA VIDA HUMANA

Hace ya veinticuatro aos quc, en mis cxplicaciones <ie ctedra, lanc. cl pensa-
miento Ae que la cstructura de li vida es estirnativa. Es dgcir,. que si suprimiramos
la
capacidad die cstimar' (valorar, pefcir, elegir) desaparecera la vida humana; sta

oo' seri, posible, ni pensable. l *it*o fenmeno e la itencin -tan estudiado


por los pii.abg* (aunque ellos no hayan advrtido todo su. alcance)- que concii-
'cio.ra la poslbidad'del ionocimiento, tiene una estructura estimativa. El hombre quc
no pudie elegir (preferir, estimar) no podra Pensar, "9 9ati" -h"t9r uada' sera
por ,orp..rri, sera absoluta abstencin; en sunra, no vivira. Ms de una vez he
iratado e ejemplificar este pensamiento acudiendo al ejemplo del Asno de Buri-
dn, el cual se trallaba hambriento ante dos pesekes, sir_comer.de.g4ryno de _ellos,
po.q". no saba decidirse por el _uno. o por l otro. Veo la posibilidad de adscribir a
kt"'i*rgep una formida6le y decisiva-resonancia metafsica.- He aclu por lo cual
digo que] a rni entender, h tlora de los valores habra que ,f.tlTt: en la rnisma
.nltroni iadical de la filosofa para articularse en la teora de la vida humana.
Asimismo hemos de subrayar cual ciertamente ha sido indicado por-Ortega
-lo
y Gasset- que cualquiera de ios actos de la vida humana necesita inexqrablemente
'iasrificarte. i anotar? que no slo le decisin,le un hncr, siro tambin c4da uno
de ls actos gue lo integran ejernplo, crda uno le los medios que se empleen
para la finalidad
-por
p-roport^-. tada uno de los actos, incluso los ms humildes, re-
qulere que se ustifiqiren ante m y constituye, Por tanto-, un problema. Por ejemplo,
.Lando roy a'levantar un pie paia dar un Pasq se ofrece la.cuestin de saber si
el suelo de enfrente va a sostenerme o no; y slo sobre la bese de que yo crea que va
a sostenerme, se iustifica ante m el acto que voy a realizar..Claro que la mayor parte
p de las veces esos problemas los tenemos rsueltos por el hbito, de manera mecnica.
pero otras veces, no; y entonces es necesario que yo encuentre una justificacin de
lo que voy a hacer. Eita justificacin podr resultar correcta, o incorrecta, desde el
p,rnio a" vista objetivo; pero, en todo caso, habr de ser suficiente ante m, pues
e lo contrrrio seia impsible la accin. Induso cuando se trata de decidir algo al
puro azar (echando al vuelo una moneda) hay en ello-un propsito de justificacin:
pot no haber encontrado motivo suficiente para preferir una de dos cosas, y Porque
', se reconoce que est justificado hacer tanto Ia una como Ia otra, se acude a este Pro-
. ceclirliento forttrito, para individualizar uno de los dos haceres entre loe cuales se
estima que es no"r"iio decidirse. Asl caemos en la cuenta de que otra de las dimen'
siones esenciales de Ia vida es la necesidad que tiene de iulificarse a s ntistna, en
todos sus momentos. Cualquiera que ea la decisin que yo tomq sta requiere una
iustificacin ante ml.
Claro que muchas veces justificamos una determinacin y la tomamos, no sltr
en'vista u lr.t .riao quehacer en el prximo momento, sino con largo alcance, para
* prolongado tiempo. As, por eiemfilo,-decidimos seguir-una carrera, etc. Pero, en todo
i"tq r"i"*pt. sutsiste la posibitidad de revisar en cualquier momento esa determin'
cin. Y cuando no lo hacemo6, es que implcitamente Ia estamos corroborando. Si
. no rectificamos la decisin anterior, tcitamente la estamos ratificando. La vida no
sino resolviendo enicada instante o implcitamen-
foede aoarrzar, vivir, -explcita
necesariamente a s misma,
te- su proplo problema, l4s cuestiones que ella se.plantea
p.r, lo *ri ."^n*.rario que iustifique ante s misma sus propias actitudes y deter-
minaciones.
LA vrDA, REALTDAD nuanra y FUNDAMENTAL
79
Hasta aqu me he rimitado a expone
la-realidad de la vid humana y a
su estructura eseciar. Nada he describir
dichl sobre ra dimensin- .^aiourd
mentalidad que esta realidad d.r*d;;-;; y de funda-
ta nueva fti;*fr;}.;, tat rema _que
es una de Ias principales dimensio
asunto que se enfoca en
a. .rt" teora- no pertenece drectamente al
este por
libo. tanto, me Iimitar
;:;J
::tr;; ;: ] -;* ;l"'";;;"-;ir:;"
; ffi
[#:t*:'?,11i:iilHi::j.ll*I';l;lr,xr','Jn,;:T',:"Ko.1i a^*.",",, .,,o-.,,
sirvadeb;vl"lnffi
creyeron encontrar esa verdadi","#,,J
se Ie Ilama rearimo. pero.al
en argn eremeto ;;;T# de m; a lo cual
formidabre hazaa oue registra
a.rp...i-rigro **, ,.-op.r"i'oi o.r.u.t, ra ms
la'historii-de"I"ffi; _ qi.Tilr, venido siendo
preparada por er Rnaci'n].nto-,-i,
toda Ia cultura y vida modern^
i;;;;*;#';;;;rr";;;r,"li *, da rusar a
1i,
mo "o.*Tirica -con eila Ia tecnica_t el racioiaris_
con 1, er liberalismq la'democraci",
-y
cado en Ia cuenta de. gu" a gtc.-). H .ir* consiste en haber
i""." ..i.r
vertibls es algo **,::?:!!:y ;;;;";;;;9r'"a.nii lejos e ;;;;;;;;.rdicar e incontro-
solutamente cierto y primero, q* 1r,,r.i." incuestioirabrq ab-
es mi pensmiento; que l ni.o
concrencia' Con Io cuar' er irraorle es mi propia
pensamintq Ia conciencia, .onri*y.
Ia reatidad radicar, ." rn qr'. iJ verdad primaria,
ser que reciben der oesarniento. il.'.#;;r..
'.ffi;,i .ili.rrrm" depender der
aI subrayar Ia depdenc;"
beo ii";;;'r;;i il*," ar rearismo
""-q..'ir.';; r. haran respecto i. *i, en cambio,
;:'",1"1-ifl[wihi:;ru,]'li;S j":fi *::g;l'F:,::fii,"o.q,,.,,oc,b
que ,?o puede baber ;,,:
#,',i; ,T:T;Thi, ri.o:)
objeto (to cual no fue'visto
p*'.ill.rril"l. iii,^;:n::,fi,;:"!;
En efecro, Ia filosofa J u
tuvo v sigue teniendo ruz6n: "i,
.*r.i;.a.r idearismo aquero en Io que ste
et .r*[.i*i."L g ;;
de m' Referirse, como r. r,,i..iJl"'iri*rri, i]Jil'*unao depende
plemente, de buenas a primeras,
I r"t" T;; ;; ,##",,r, pura y sim_
tituye una crasa ingenuidua o
,n" "" "
,, I^-.orr,, ;;i;.r" de m, cons-
primaria a las cosas o ar mundo.en "rpra'.'rrp"r.rrera inconsciente. Esa referencia
ti, ir,.p.ni.nt. ae mi:;;#;r,
sificacin, porque yo no-s a" enorme far_
ur."r riIo.n l"
-r.'".,.1""":'"':":':
medida en que Ias siento o Ias
Ptenso. Luego eso que Ilamamos
no que constituyen'un producto -o,
," T.:_
si
bi;;;,
tes: de Io que IL ro'^ sean efectivam..ri.-.rr ;"0 3.f ,i.;ffi*,,T:T,;:ffi ;i.lH
ellas' Por Io tanto, vo no puedo rl.{ d. Io que mi visin pone en
refeirrne inmecriatamen te a cosas
slo a cosas en m. on esto eu s, sino ttn
no trato en *;*T arguna de hacer
hiperblicos a que Ilegaron argunos revivir Ios
,i.i".r'la*ristas (por ejempro, er extremos
y el de Fichte), ni siquiera pl.rc;rti.."-r""po*., de Berkcrey
que se convirri en solipsismo. Admito gerrirar j.l fo"rir*o moderno.
trucciones interectuares,'rograr
o". i.i pos;flq .r#;; serie de cons-
que a coo.iiiie.rto desembarque
att de m. Lo gue import rurly.i en Ia rearidad ms
.r q*'.i.*rra" .";';tilil
ser u dato inaediato, porque Io
ri"ilfr"'tr,rr"*or-r"r#;rrd,sido ni podr
este compuesto de dos
!r. en mjy de
diato e indubitabre es IoHr;5
j,{_f::!r'y,en .m) siempre ;;;;; que ro inme-
mo, mientras que Io otrq por de pronto, queda soramente
como mediato y probremtico. Esto .t
tJ q* per,siste der idearismo .comouurro coolrut"2Tiu
cohouisra

b - /ff,tSq ,r*;-^;,;;;
DERECHE .r'i)I
H.OSOFIA de fl9,.,r
quDr{tvrrstrABtA
k/
80 LA VIDA, RECIPROC DEPENDENCIA ENTRE EL SUJETO Y LOS OBJETOS

iconmovible. Ahora bien, no se Pesnanece hoy dentro del idealismo, entre otra
muchas fazones, de alguna de hs ales me ocupar, lorque se_ admite la posibilidad
de que el conociminto desembarque en.la realidad objetiva. Slo que paraefectuar
ese esembarco es necesario realzar una serie de complicadas operaciones intelectuales
qe vengan a servir de garanta o de demootracin; de suerte_ 9!e 9l mundo en sl,
.nro . qoe lleguemos a 1, nunca set un dato, sino el resultado de una operacin
cientfica.
Advirtasg por otra prrtg lo" e'l idealismo cometi las ms de las veces el
error de interpretar la dependencia en gue los_ objetos o el mundo estn de m, como
lcosas en s
una especie de necesarii deformacin que el sujeto opera-sobre unas
inexoablemente incgnitas. .Ahora bien, este suPuesto no slo e gfatuito, sino que
adems hay sobrado fundamento para considerado errneo. La relacin de depen'
dencia no ti.o. pot qu consistir en una deformacin o desnattalizaci. N9 h1f
ninguna razn se-ria para supooedo as. Hay que limitarse a advertir tan slo la de'
penencia efLque loi objetoi estn de m y, al mismo tiempo, el singular papel que
al sujeto corresponde. Papel singular, Porgue yo no oy una de tatas- coas como
en e orriverso ir"y; yo ty ta con;ci d loi dems objetos, Porqug ionstituyo el
testimonio de ellgs, goy sv testigo
pero si es verda patente"que todo los obietos deperpen en algtin modo de
,n, tarnbn hay que rconocer que es igualmente verdade{a Ia afirmacin de que
it el mando linpoco exisfo yo. Y esto es precisamente lo {ue no suPo ver el idea-
lismo; y el Kaberio omitido constituye uno de sus etrores de mayor alcance y ms
decisivs. Yo coosisto n pensar, haba dicho el idealismo (as lo afirm su funda'
dor Renato Descartes). Pues bien, no puede haber pensamiento que no sea I)ensa'
niento de algn objet. Yo soy ciertamente un sujeto que Piensa, que ama, que detesta'
que anhela, que quiere. Pero yo no podra pensar si no hubiera objetos-en que Pen-
srr; yo rro pd.Jamar si no hubiera objetos que rimar; yo no podra detestar si no
hubiese objetos que detestar; yo no podra anhelar si no hubiese objetos que auhelar;
yo no podra querer si no hubiese qu querer. As pues, sin los objetos no seda,
iimplernente no podra oristir, quedara reducido a' la ada.
As pues, mientras'que para el pensamiento antigu.o y el medieval (realismo
ingenuo) el punto de par[ida bsico, primario, radical, que busca Ia Filosofa, estaba
y pafa el pensamiento moderno, que fge
n los objetoi
-cn algn tipo de ellos-,
idealismo, estaba en el zujetq en cambio, para la teora de'la vida no est ni en lo
uno ni en lo otrg,,sino en la inescindible relacin entre ambos, es decir, en Ia vida.
' Nuestra vida es una rara, una peregrina realidad, una realidad dual, que consiste
en hallarnos recprocamete de modo inseparable el yo y el mundo. Mi vida no oy
yo, ni es tampoco el mundo. La vida es la correldcin entre el yo y su_ mtndo. I vida
es conciencia de m mismo, Pero no nicamente de m mismo solq sino a la vez
del mundo conmigo; y es, adems, trfico constante de m mismo con el mundo; por-
qge el ser de mi vida tengo que hacerlo yo, tengo que ido teiiendo en la elaboracin
ionstante de mi comportamiento, de mis haceres, echando mano de alguna de Ias
posibilidades que se me ofrecen en mi contorno.. Mi vida es ese trato con el mundo:
yo estando en-el mundo, pensando en 1, ocupndome con l; es,-en suma, la con-
iuncin correlativa del suieto con un mundo de objetos, ea la cual el yo va fabricando
t trama cle su existencia, dentro de Ia holgura y variedad que el contorno Ie brinda.
PERSPECTIVISMO: MI MUNDO 81

. ..E o que Ilamo el mundo, pero qug en rearidad, es nti msndo, se halla cons-
tituido por ingredientes objetivos, ., ..ir, que no .rtn .."fo,-po,
mi. aunoue s
estn organizados correlativamente
sujeto no puro espejo 1-\i yo, es decir, ."
refleje iransparentemente"n"
.rp..i;i ];. ;i
ln
e.s-
je_to puro idntico .que Ia ridr, no es un. su-
e invariabre, antes bien ;erce sobre I;; .;, una actividad
seleccionadora segn sus. ptopias preferencias
atencioares y on" uoirij"T
doa de su perspectiva. -aii pu1, il
mundq su mundo, t"ri ;;;;-;r
sujeto Is tiene ";:
ante s, resulta de esa,accin sereccionadora y de
esa rg^or^rian de la'perspectiva.
Ahora bien, esa funcin estructuraote, q.r. pon. el sujet"o,
no imprica una,, deforma_
:.on 9. Ia reatidad, como Io haban creo Ios idearistas q;.;;Ji;;,
a rerativismo.
EI su'eto forma su mundo, seleccionando de los.mltipf.i-".t*
..istentes aquellos
en que s9 fiil su atencin preferentg los articula " r,
por el orden de sus intereses. Esto no entraa que tales i.rrp..tiva detemrinada
obi., ;..n .fo.^jos.
He aqu.en esquemtico resrren la tesis perspectivista a ort"in
y Gasset.12
a esta tesis perspectivista de rtea y Gasset es l, onc.pcin
^ - -Anloga
scheler, segn Ia cual l-ray uni estricta correlaci'n entre
de Max
el yo t ;;odq tanto en
el campo del conocimiento terico como en er de los .br.J piarcos.r,
Por diversas vas, pero-en dirciones paraleras ,r p.it-,i.oto
que presento,
han llegado a resultadoi anrogos argunos iirrofos
AIgo de eso
hay certeramente entrevisto *
ig:,. ""i*.;;;;;.
pi"r." y }fead; pero sobre iJo .oo mayor ma-
durez y.profrydi-{a{ en.oew-ey.rn Dicho sea'de prroi,.rfr-i.i""io".r..,
concepciones de dichos filsofoc no hay otra
qo..r, h,
cosa que pragmatismo; por eI contrario,
ello no po.o-,rl ofrece una sorprendente,,aga.;" JSr;;;
l:r,::'.31:r,J.:ll.
de los puntos de vista de Ia metafsica de Ia vida, i.g"n t, he pentado. bobr.
todo en D*.y.
Asimismo, Ia sociologa de ra curtura insiste mucho en
-
los obietos por el inters del sujeto, inters que, a flr vez,
er condicionamiento de
viene condicionado oor las
situaciones histrico-sociares de cada rno-.nto y lugar.
especial hincapj en e-llo los- soc!Iogos nortererios
rl p* .;..;rrl;r..1;
c"rts u.'oa"y y Roberto
r
!f1clvr; -sofue todo cados Mannheim,ro otrora profeso, *- l"
uoiversidad de
Colonia, y desde l93i a 1949 (ao de su muertej en Ia
de Londres. Todos Ios
autores mencionadis desde luego otros muchos ms- vienen a concordar
-yje.:bieto: entelo independieJes dei su.to; y por
en el
:fy::^j:
eI contrario f.i:.*:t:tu"
r,or
subrayan la relacin ntima ente el suieto-y Ioe obfetos go..onrtitoy.n
su mundo. se subraya apeciarmelte er paper que
iuega et inters der zujeto.
mo-guiera gue el suieto no vive abctractmnteto-n'independencia-dJespacio
y
co-
en sue
se halla, ni fuera del tiempo, antes bien, en un lugar,
*
,n .t..*inado momento
por una situacin i cor,.i"t", es preciso
*-]:I':::t I-.Tr:?& :*i"t
hi::aPi en el influjo gue esos factores colectivoi
curturar
ejercen sobre el conocimiento
lac:r
oe los o-b,etos y sobre su trato con ellos. EI inteis por un
cierto tipo de accin es
los principales factores que hacen patentes o preferibra .t.ri;rrro,
:|] 9:
oDrando de tal suerte como aparato selector de los elementos
obietos,
de Ia realidad qu
entran dentro de la conciencia.
La correlacin entre el suieto y los obietos de su mundo, Ia interaccin
etre
*Pr, no impide estbleer la difeiencia entre Ia veidad v .l er.or; no ., .n
,"rrr-
ot*n* una invitacin al escepticismq ni siquiera al relativismo, antes bien, todo
:"
82 "Mr MUNDo" y "EL MUNDo

lo contrado. Porque al descubrir y subrayar los factores que condicionan cualquier


objeto pensado, se hace posible aquilatar con precisin el alcance de cualquier cono-
cimiento. En efecto, cuando descubrimos el punto de vista de Ia referencia de un
sujeto a determinados objetos y los factores que influyen sobre esa perspectiva, pode-
mos calibrar su alcance y su significado. Y ese conocimiento, aunque su alcance y su
significado sean parciales, es verdadero; verdadero, se entiende, en su parcialidad
y en su dependencia. Pero es que.todo conocimiento humano es parcial, y depende
de ur punto de vista y de los factores que operan en la determinacin de ste. El
conocimiento absolutq ubicuo, sub $ecie aeiernitatis, slo puede ser propio de
Dios. Incluso podra decirse que el mundo en i, pleno, sin limitacignes de punto
de vista, es decir, visto desde todos los puntos de vista a la vez, en erdadera tota-
lidad, tan slo puede ser el correlato de la Conciencia Divina.
La nueva Filosofa ha descubiertor.ps, que lo primario o radical, y lo funda-
mental, es la coexilencia o comprercncia inescindible ettrc el sujeto y el objetq en
recproca relacin de dependencia, en inseparable correlacin, a lo c,ual se llama vida
humana. Y, as, el idealismo trascendental ha sido sustituido por el humanismo tras-
cendental.
Ahora bien, la vida humana no es solamente la base primaria y radical de la
F'ilosofa, sino, adems, tambin la realidad fundamental, es decir, Ia realidad en la
que se dan todas las dems realidades, la realidad en que todas las otras se basan y
explican. Y as, por ejernplo, Ia nahraleza que eocuentra el fsico en su ciencia es
un objeto domstico de esa ciencia, la cual ciencia es algo que el hombre hace en
su vida; y las verdades de la biologa representarn los rtsultados de na de las
actividades a que determinados hombres, los bilogos, se han dedicado; y as suce-
sivamente. La vida es la realidad que sirvg por decirlo as, de sustentculo o de/marco
a todas las dems realidades, porque.todo cuanto se da ante m, se da como trmino
de referencia en mi vida, er en mi vida. Advitase bien, en prevencin de cualquie-
ra interpretacin errnea, que como vida no es solamente el yq afirmar que'todo es
y se da en mi vida no significa de ninguna manera qug sea un.producto o una pro-
yeccin del yo. Mi vida es Ia relacin impartible entre el yo y los objetos. Todos los
ob,ietos que hallo por cualquier camino son, pves, en mi aid.a, estn referidos a mi
vida y se presentan como correlatos a las posturas de mi yo. Lo cual no quiere decir
que sean creaciones o emanaciones de mi yo; sencillamente porque son objetos, y
en tanto que tales contraponen al suieto.
Despus de lo que acabo de expresarr cobrar mayor relieve el sentido de una
de las rectificaciones que he introducido en la filosofa fenomenolgica de los valo-
res, y que aparece expuesta en unas pginas atrs de este mismo libro. Como deca,
reputo que se debe asentir a la afirrnacin del carcter objetivo de los valores, esto
es, que se debe negar que los valores sean meras emanaciones del sujeto; pero con-
sidero que hay que entender esa objetividad como intravital o inmanente a Ia vida.
Es decir, se trata de una objetividad intravital, porque todos los objetos que hallo,
presentes o latentes, los hallo e mi mundo, como parte o como componentes de mi
vida, y con sentido dentro de sta y para sta. Este reconocimiento, de que todo
coanto se da ante ml se da en mi vida, no niega que algunos objetos, por ejernplo,
Dios, Ios fenmenos de la natural ea, etc., tengan una realidad, y posiblemente tam-
bin un sentido, mis all, de mi vida. Mas aunque pueda ser asi, resultar siempre
,MI
VIDA,,, REALIDAD FUND,TMENIAL 83

9!e yo encuentro todos los objetos como ingredientes de mi vida, como hechos-."*"
ante
l]1,,:l]" presentimientos,.cono pr*.opu.irres, como incentivos p*",ir.lr,
tacrlrdades,como dificultades. y
admitiendo incluso que yo pueda ilegar a averiguar
algo sobre Ia realidad y el sentido que los obj*os .r.i. r
" .., ii ,rooo tengan
ms ill de stq en el tnitndo, esto io averigur y Io
entender dese Ia p.rrp..iir
vida y nunca
1: ::p.rph dependen con total indep"endencia de ella. Los valores'sup'eriores
l,_11*:*.^"o d" Ti.querencia, tienen una validez objetiva, qo.'yo ,ro
determino. Pero su sentido est Iigdo a ra vida humna en general, y aaas virrcu-
particulareide sta. podr"*o, opr.r'* .rtl i.i.nao que su
1d:..".1,*,rit1aci911s
objetividad intravital significa que Dios los piensa como'vlidos; pero
como ,lidos
para la la existencia del hombrg y ,ro .orno'.ntes abstractos.

L3. Er, rnnr ,rsoRfo.

El anlisis filosfico de la vida humana me ha abierto el camino para rn nuevo


enfoque y una nueva solucin del tan debatido problema sobre el.libre albedro. y
me parece que a la luz la meditacin que he-desenvueltq y que ofrezco a conti-
-de
nuacin,. este tema puede ser planterdo con un rigor antes n conseguido y puesto
en la va para su correcta solucin.
. E-.*"I aieia la controversia sobre el libre albedro. Desde milenios ac, se
viene discutiendo sobre si el hombre constituye un ente espontneo, cap"z de tar
decisiones por s rnismo, qor propi-a cuenta,-o
i, por el coitrario, u p". de lo qu
pudiera hacer creer eI n[imo sentimieato de la concienciq se halla'movido por'el
engranaje inexorable de la causalidad, que nge su ser en conjuncin con loi fbc-
tores e,ernos e internos-goe l actrin. No- qon estas pginas el lugar oportuno
u1a e4posicin
T
erudita sobre la historia del pensamiento en tomo a,este pro-
P1r4
blema' Baste recordar que las multiples y variadas'do.triom que han sido elaboradas
sobre esta cuestin, se pueden clasificar squernticamente en ot g*por, las indeter-
rrl.inistas y las determinitas, que e1 cad-a uno de esos di-s grupos se puede
.ciero-
distinguir entre diversos matices, algunos de ellos separados por iportantes dife-
rencias. Perq con iodq Ia o<istencia de esa pluralidai de foimulacines dentro
de
cada grupo no invalida Ia mencionada clasifiacin general bimembre. En el ensayo
que ofrezco aqul se intena una nueva consideracin dl este teina, Ia cual propiamerte
no cabe en
linguna de las teoras producidas anteriormente a lo Targo dl ls siglos.
Los indeterministas se pronuncian en favor de Ia existencia dil libre albejro.
consideran gle
9l hgmbre es, por asl decido, dueo de su propia conducta. Entien-
den que puede decidir por s librementg sin hallarse sometido a forzosidades inelu-
dibles, la ruta de su comportamiento. Entienderi que eI obrar humano no se halla de-
terminado p-or.trn cornplejo de causas inexorablb. Entre los mltiples a.rgumentos
.ol qo. los indeterministas de *
lugar
!{o.s I9s tiemos han apoyado r."'rto, o.p, pr*-
Silente el sealamiento del hecho de I conciena-r4oral. I.os indeterrnilistas
insisten en el hho de qug a pesar de todas las fuerzas e:dernas que sobre nosotros
19^ y de los factotes lntimos que obran en nuestra interioriad, nos sentimos
Iibres para tomar por p-rypi" cuenta una decisin; y nos sentimos, por Io knto,
reponsables de la decisin tomada. Ese testimonio inmediato del sentimiento
d
Lo coLEcrrvo Es uN *lorru*ro L4t
cia de lo h,manq se deshumaniza al y, adema con ello se
hornbre, se re destruye.
trondr i*emisiblernente er porvenir y toda
posibrlrgra - nr"silJ p"." la misrn
socildaf, ta cuar. p.r... rodn pr.* q*'elr slo p".d.';;;;; merced a las
aportacioaes individuales.
muy interesante- proseguir Ia consideracir
.Sera de estos temas sobre Io social'
o colectivo, que he esbozad uqo p.ro como
esta oo es una obra de socioroga, siuo
que su tenm es especia,nente io jurdico,
debo limitamre n ,o io. *

25. La nzN vITAL y a nrzN srnca.

La vida humana se va raciendo.a s pr.op.r, ar hilo


de ra razn vitar y de ra
razn histrica. Lrm*,e razn eitar ar coniciriiento
que.r torr*1iene de lo quq
y:,"t1"':i::3:l:Jf^t.
ha.pasado, de ro que ha hecho,
a ras consmencias prcticas que saca de ese conocimiento.
.",;;;;;joque ha vivido,
razn aital es eI conjrnto de sus cxperiencias,..empr*"ao
ion otrai palabras: I
cia en el sentido oue tiene en er lenguae habituar
;
lururru experien
"qoi es d'ecir,
y corriente, como cono.
cimiento de Io vivido y co,,o ,u-" L
eccionamientos y enseanzas que cre eilo
se
derivan. De aqu, hombre rr"!" una cosa ra segunda vez de Ia misma
.que-er "u".,
manera como la bizo r.a primra, p,es ar eprenderla
por rEl"u'uez, cu.rrt" c<rn
Ia er<periencia gue sac ando ia'hizo ioiaimente,
bre una base nueva que no tuvo antes. Es decir,
y ;;
;;;;;lcia te coroca so-
er hobre ou'a.o-Jrrro eo su me-
1::t ti propio pretdtq y &te obra corno aeccio"r-it",
vrda es forzosamentq en cada uno de sus momentos,
.oill"r.a*zai
y su
diversidad podr ser mayor o me:or: ,"y
g.ndr,'r
otra. diversa de ra que f;.: i;
queo mariz diferencial; pero se a",i.*p.."tvtr.t^,
rlr,ir"i* sro en En pe.
ya hizo no Ie atraen de nuevo;.
"1"r;;r;;; ya fue o que
porque ras ha vivido y4 no .onr"*un ariciente para
1, en cambio, se siente xru2 p'or .or* nr.rrr.
btr"s muchas . I*
.oo, qou
ya hizo o que ya fue sigue reiterniolas;
las practic antao, potq". no en balde t'a n.lq de*modo ;.rr..;
iguar a como
o acuurando experiencias sobre elles.
Eo sum4 el oivel ise'a *rI
t r. ;l h;;ii"
,o ncia eJdiverso en cada mo-
porque ea cada momeato va creciendo Ia "*rt
Ttt't9'
das. poi coosisrieote,
Io que, foq
vida
f1
;;;-r;; ;;;"il d;;;rT,[:,?:x :i:::
acumuracii

3T:1tr .pooqo.
auo eo er ca de que se quiera hacer exacramente Io
*,t3q..lo ser precisarireate ro mismo, sioo lo'mismo'p.;; ;;; rnanera dife-
.y_i,' {'.'t".; ffi*: iff x',J
un pretrito exactamente en ta misma forma
r,m:ffi fu_xxrk I
ea gue-fue aates, sino un restablecimien-
to bstando ya de vuerta, es decir, con todo ro
Pero sobre el hombre iofluye oo sro ro q".
qie Ia vida #;;;;.
tanto. 86
r ha sido, sino tambin Io que
fueron las derns gentes que Ie piecedieron y lo
qie
de no slo de sus oropiSr eiperieocias, iino sto siend sus .o.tn.or. Apren_
-tr-hin
de las .*p.ri.n.;r, ajenas.
Aprende de Ias experi..ar . Ios otros r,irr,1."?o,fii"lono."
Preta; Pero sobre todo aprende de I acumulacio col'ectiJ" . i* .-p.riencis
e intcr-
dems, convertidas en patrimonio corectivo ce los
qu. * va formando a'Io iargo dc ra
historia. Las expeiienci pasadas, qo. J prjLo
tuvo y que se convirtieron en una

s
+
142 ra reccloNEs DE LAS ExPERIENcIAS PRoPIAS Y .rAS AJENAS

especie de patrimonio comunal, en formas colectivas de conducta, son trnsmitidas


poir el vehrlo de la sociedad. Es decir, esas experiencils se constituyeron en formas
iolectivas de comportamiento. La acumulacin de esasJ experiencias humanas socia-
lizadas y de las l-ecciones condicionantes del comportamiento futuro, que de ellas
euutratl, es lo que se llama razn bistrica,
tz raz6o i,iat y la tazn histrica estn constituidas por e:<perieocias de vidas
humanas. Por consiguiente, son erperiencias a la vez sobre el yo y sobre el mundo
que lo circunscribe. Pero no precisamente o<periencias tericas, sobre el. yo y. sobre
ei mundo, sino orperiencias iobre la vida human4 es decir, experiencias sobre la
inseparable conexin entre el yo y el mundq sobre los modos de relacin entre
el sujeto y so cootomo; en suma, experiencias sobre Cmo el yo en trato con el
mundo va tejiendo la trama de la existencia humana.
Diley seot algunas premisas importantes para el estudio de la razn hist-
ric4 que ionsideo muy fmrodas, aungue necesitadas de rectificacin en varios
puntos.37
- Lg que llamardos presente incluye siempre el recrerdo de lo que hace un mo-
mento er presente. Y por esta vla a veces mi pasado lejanq mediante la sucesiva
serie de trnsmisiones, sigue actuando en mi presente. El transcurso de nuestro
tiempo vital se compone de vivencias, es decir, de conciencia de las cosas vividas
en tanto que vividas, las cuales estn en ntim conexin unas con otras. Esa lntima
conexin st condicionada por la unidad de la conciencia, pero no consiste slo
en ella; es decir, no consiste slo en la unidad de suieto que vive cosas diversas.
La conexin consiste en una estrilcturd propia de la da banana. Estas estncturas
estn constituidas por nexos de significaciones, Por relaciones de sentidos. Pero
ho se trata de conexiones entre Puras ideas, de conexiones de lgica meramente ra-
cional. Por eI cootrariq se trata de cooexiones vinculadas a la perspectiva de cada
momeoto vital, es decir, relacionadas con la cironstancia eo que brotan con la
especiat insercin del sufeto eo es circunstancia. Y esas cono<iones estn regidas
por categoras versas de las propias de la naturaleza. Serit uo effor creer que sas
onexiones vitales son menos claras que los vnclos de causalidad que rigen entre
Ios fenmenos naturales. Por el contrario, son aprehensibles con ms rigor qui los
nexos entre loe hechos naturales, mediante un mtodo de comprensin.
En efecto, es caracterstico de Ia vida humana el que ella es susceptible de ser
entendida. Entendemos Ia propia vida y podemos entender las aienas.
En el patrimonio de la razn histrica (conjunto de experiencias ajenas socia-
lizadas) se hallan objetivadas seiies y ms series de esas conexiones de sentidos, de
esas estructuras de significaciones vitales. En ese patrimonio se hace patente la comu-
nidad entre los individuos. Repito que esas conexiones no son estructuras-del tipo
de las de la lgica pura tradicional, de tipo matemtico. Tampoco son el registro del
orden sucesivo y simultneo de combinaci6n de los fenmenos psquicos. Son otra
cosa: estructuras vitales, eotre c),os elementos se da un conjunto de conexiones
de sieoificaciones referidas a la circunstancia, a la relacin del sujeto con &t4 a la
relacin del suieto con su propio pasado y con el pasado de los que fueron en otro
tiempo anterior.
Estos nexos de significaciones en Ia vida estn relacionados con lo que podra
Ilamerse "el logos de lo humano" y que yo he denominado, al menos en cuanto
.*

LOGOS DE LO HUMANO O LOGICA DE LO RAZONABLE 143

a uno de sus rspectos, "lltci de lo razonable", a f.ererrcia de la "lgica de lo


racional" lgica tradicional de las ideas Fras y de, la fsica matemtica.
-la tradicionales (de Aristteles,
Las lgicas Bacon, Stuart Mill Husserl) estu-
dian las conexiones ideales, que son los instrumentos necesarios Para coflocer, Para
conocer ideas o para conocei realidades naturales. Pero todas esas lgicas rzunidas no
constituyen la totalidad de la lgica entera, sino que la suma de todas aquellas lgicas
representa tan slo una parte del logos. Hay otras partes de la lgica: la lg-ica de la
raza vital, de la razn histrica, la lgica estimativa, la lgica de Ia finalidad,
la lgica de la accin, la lgica de la experiencia prctica. Esas lgicas on tam'
bin lgica tanto como la aristotlicq si bien su campo de aplicacirr o de validez
sea diferente.
Posiblemente el mapa de la lgica no se divida en regiones sq>aradas por fron-
teras, sino que entre las varias lgicas haya interferencias, supeqposiciones y com-
binaciones. Pero no es este el momento de botdar el problerna de Ia cartografa
general del logos, ni de emprender la pesquisa para veriguar las relaciones entre
sus diversos sectores.
En otro de mis libtos sB yo he comenzado a explorar la "lgica de lo razonable",
como el instrumento adectrado panla correcta iotepretacin del Derecho cual lle-
va tla superacin de la pintoresca pluralidad tradicional de los llamados-lomtodos ir:-
telpretativos. Pro,bablemeotg seguiameote, la 'llgica de lo azooable' sea un sector
del logos de lo humano. Desde luego, en ellq eo la l6$ca de lo razonablq uno de
sus ingredientes, aunque no el nico, ni tal vez ef de -s decisiva importancia, es la
experiencia vital,.es decir, lo que Ortega y GCIset llamt "raz vital y razn hist-
rica'.', y lo que Dewey denomina "lgica experimentaf '.
Pero no puedo desenvolver aqu este tema de la cartografa del logos, ni tam-
poco ocupane a fondo y en detalle de su provincia de la "lgica de Io razonable".
Lo que importa aqul es decir algo ms,sobre Ia comprensin, sobre Ia inteligibilidad
de la conducta humana.
Las estructurrs en que se artiolan los componentes del Proceso del compor-
tamiento humano son comprensibles, porque presentan conexiones congruentes, es
decir, porque tienen una propia lgica. Claro es, repito, que no se trata de Ia lgica
pur4 ideal, abstracta, sino de una lgica vital. Cuando conozco todoe los antecedente:;
y todos los componentes que integran una situacin de la vida humana, puedo en-
tender el procesb de la conducta del sujeto, como algo razonable o irrazonable; ra-
zonable, se entiende, dado el tipo de sujeto gue es, conocidos su temperamento y el
repertorio de sus convicciones, conocido el conjunto de hechos que en ese momento
ciranscriben su existencia, por tanto, conocidm las posibilidades que se Ie ofrecen.
eonocidos los propsitos que le animan y los fines que persigue. Esto no anula l
albedrq pues en cada instantg supuestoe todos los componentes a que acabo de hacer
alusin, guedar siempre libre para eI suieto el decidirse por alguna de las varias
posibilidades que se le deparen. Por eso no puedo prever respecto de un priirno,
con absoluta certeza y de modo exacto, atil vtya a ser sr comportamiento futuro.
Pero cualquiera que sea ste, cuando ya se ha realizado, Io puedo comprender en su
congruencia de sentido, si me son conocidos todos los elemcntos que integraron
la situacin vital en que se produio.
Pues bien, esa posibilidad de comprensin aplicada a la propia vida es Io que
L44 INTELIGIBILIDAD DE LA VIDA HUMANA

va formando b nz.n vital. Y esa posibilidad de comprensln de los comportamien-


tos de otros inviduos, en tanto que individuos, es lo que hace posible las relaciones
interindividuales y el que podamos aprender de ellos. Y esa comprensin de las
conductas ajenas generalizadas, comunales, socializadas, es lo que forma la razn
histrica, es decir, la accin del pretrito de los dems hombres sobre la vida pre-
sente de los de hoy.
Ciaro es que esa comprensin no se efecta ni mucho menor siempre; ni, cuando
se consigue, llega a una radical profundidad y a rna total plenitud. Pero, en prin-
cipig, es posible, pues teoemos la experiencia de casos de grandes autobiografas
en las que el sujeto ha llegado a explicarse satisfactoriamente el proceso de su vida;
y teoemos, asimismq casos de lograda comprensin de vidas ajenas en biografas
que uo sujeto compone de otro; y tenemos tambin ejemplos de impresionantes xitos
en el intento de comprender un pedazo de historia. Posiblemente ni sicluiera en tales
cirsos en que nos parece que se ha logrado una comprensin, sta no ha conseguido
ser total, sino tan slo parcial. Pero esa parcialidad es en definitiva no algo privativo
de la comprensin de las situaciones vitales, sino un destino como a todo el cono-
cimiento humano, pues iguales limitaciones hallamos eo el intento de captacin de Ia
raturaleza.
As como tenemos ejeniplos de xitos logrados en la comprensin de Ia vida
propia, de Ia del prjimo o de la historia, tenemos ejemplos de fracasos en ese
propsito de entender procesos humanos. Hay muchos su,ietos que apenas consiguen
un n:ediano conocimiento de Ia propia vida; sujetos de quienes decimos que no se
c-ntienden a s mismos, ni entienden lo que les pasa. Y a todo el mundo le ocurre
alguna que otra vez que no logra enteider satisfactoriamente algo que Ie ha ocuruido
o algo que ha hecho. Hay tambin comportarnientos ajenos que no logramos des-
cifrar. Y hay proccsos histricos.que Dos permarieceo opacos frente a todos los ensayos
que hacernos para comprenderlos.
En priocipio hay siempre Ia posibilidad de comprensin de las conductas hu-
rnanas, de las propias y de las ajenas, aparte de .que tengamos o no xito en los
diversos casos en que nos propongamos esa interpretacin, o de que el xlto sea r*ayor
o menor.
Pero es que en ese campo de Ia aprehensin mental de Io humano, o.curre lo
rnismo que en el sector de la captacin de los hechos externos de Ia naturaleza, a saber:
lay que distioguir entre el conocimiento r".rlgar y el conocimiento rigoroso, cient-
fico. Difiere considerablemente el conocimiento de los ra'oe solares, d h lluvia, de
los rboles, etc., que tiene el hombre vulgar, del que posee el cieotfico. Ahora
bien, incluso el hombre vulgar tiene algn conocimiento del mundo exterior que Ie
rodea, aunque sea un conocimiento al buen tun fun, en el que figuran visiones ver-
daderas mezcladas con otras falsas, y todo ello de modo fortuito e inconexo. Del
mismo modo, es diferente el conocimiento que el hombre vulgar tiene sobre su propia
vida, que el logrado p!! uno- de los sujetos que consigui iluminar y p.of.*diiu.
certeramente en su autobiograf.ia.. Anlogamente, son muy diferentes el cnocimiento
que-las uria gentes tienen sobre Ia vida de los prjimos que tratan, segn oral
see Ie aotitud de aqullos para iepresentarse Io gue ocurre en las existenciai ajenas.
Y est lien distante el-conocimiento que cl9 las experiencias de los antepasados
tiene el hombre de Ia calle y el que posee el ducho en historia.
L/\ socIEDD coNDrcroN, PERo EL INDTVIDUo AUToR DEL PRocREso L45

. si" embargo, todo sujeto humano tiene algn conocimiehtq ms o menos gran-
de, ms o fnenos profundo, ms o menos clar, sobre Io que rL ha sucedido ,,
vida pretrita; y ese conocimiento influye en lo que va haciendo despus. y tambin
todo sujeto humano tiene capacidad para entendr al prjimo, mejoi o menos bieq
Perg en alguna medida. Y. todos, por ignorantes que iean de la historia" participan
en las experiencias pretritas Ja sociedad lei ha transmitido; verbigracia,'en
-que
torma de convicciones aprendidas, de usos o costumbres
Esa participacin en las elaboraciones de la l:rzn histric4 concretadas en el
patrimonio colectivo vigente, existe de hecho, incluso para quienes al vivir la heren-
cia colectiva no se percatan del sentido de los *oi qo.'practican. pues ese no
Plrcajarsg ng importa para eI lrech9 de la participacio e loiresultados de las expe-
riencias histricas. Porque el hombre oto.gr, coiro y" indiqu, una especie de vito
de coofianza (aunque sea nada ms que-limitada y relativa) a sus intepasados y
a sus-cootemporneos, y acepta los resultados de las experiencias de stos.
Precisamente esto es lo que constituye Ia nota regrlar y corriente de Ia mayor
parte de casos de observancia de un urc o costurnbrq aiaber:-que se cumple Io usual,
sin que uno e haga cuestio del intrinseco porqu de esa-conducta,'limitndos
a aceptarlo sencillamente porilue es urr, porque los d"r"s Io hicieron y lo siguen
haciendo.

. PT-n progresar necesita el hombre dos reguisitos: apoyarse en la sociedad, y


desarrollar su propia iniciativa individual. Por rna parte oec'esita ser capaz ae apro-
vechar el pasado, de beneficiarse con las conquistai logradas por sus predeces.es.
Mas, por otra parte, precisa tambin tener la capacidad i tracese libre de lo que fue
ayer, para estar en franqua de ser de otro modq es decir, de corregir y aumentar Ia
herencia culttral recibida.
. . El hombre puede recoger la herencia cultural del pretritq precisamente.porque
eI hombre es esencialmente social. La sociedad desempeia el papt de transmisoraie
los resultados conseguidos por los antecesores y por'Ios .orr.or.
. Forque a indioid.uo, es decir, un sujeto que vive por su propia orqnta,-soie-
tiene que hilar su pro-p1,
gug
:rst.ncia, se puede liberar del pasad, o.r.girio,
rado, aumentar el caudal de las experieniias y de los invenios, meiorar.,
con'endr insistir algo ms sobre Io uno y Io otro, es deciq sobre cmo la
sociedad es la bae o condicin y el individuo es el agente del progreso.
sin sociedad sera imposible el progreso; y an ms, seia imposible la vida
humana, se entiende como humana.
se hace difcil, si es gue no, mejor dicho, imposible, imaginamos rn ser humano
desarrollado y gue fuese humano. Es probable que ni siquiera
ii -.9Tpl.a aislamiento
podra vivir biolgicamente, es decir, cmo aoimal, porque sucumbira'a las fuerzas
hostiles de la naturaleza circundantg ya que, careciendo el instinto orientador de Ias
bestias, difcilmente sera capaz de hacei frente a la satisfaccin de sus necesidades
y de.sal'arse
{" lT peligros._Pero, aun supooieodo que lograra sortear los gra-
ves riesgos de Ios factores de la, natualeza brava, entonces ll,etara a Io sumo "una
vida de tipo puramente animal poseyese latentes sus aptitudes humanas.
El primer hombre, Adn, segn -aunque
la Biblia, para. constituir verdaderamente un
hombrq que aparecer como un ser sobrenatural: ta ausencia de previa sociedad,
-t-u-r'o
se Ie supli por Ia comunicacin directa con Dios, de quien aprendi lb indlspensable.

t0
LA socIEDAD coNDIcIoN, PERo EL INDrvIDuo
Atlrlol DEL PRoGRESo'
146
nislamiedo' eo l difcil
Si se llegara a desarrollar un hombre en compteto
tn'*t'i" de vida sq$"I
hiptesis de que sobreviviera biolgicamente' -aroque
ignorada
h*il; ^p-;;;ii". un hombre en tales coJdiciooes
;;:. de inteligencia, de imagioacio,'de
todo lenguaje y, por :".rrg"f[",* careceria
ognoscitivo' etc';, sera fto-piu-*t9 'nimat' Todo
sentido religioso, artstico,
aaid la sociedad a ese srPuesto
lo que realmente por*--. ,,,ar'.1 hombie, lo ha la ma'
#il;*ri'l SOfo-ito-br" histrico", que la sociedad elabor con
q"t en la experiencia'
teria prima de aquel ,;t ;;*u" utt"ttq
conocemos.
por t contrario, .f ,*p*ttto hombre natural tan slo una ficcin lo-
srada porprocedimient;ffi;iil. "Utit^illo". 'pitttnt"
fos individuos histricos PtesuPonen
I".,".*u;i;il; entro de sl mismos. El hombre real y efectivo es un
fi"
,;t";;,"dr'p., del medio social, baio la presin
i^ ili.a"J. n^" 1"-accin
de la colecrividad, y P.;;il'o del prjimo' el espritu se afirma y se des-
'hasta el punto de dominar su ser animal'
*;;
;;"11" en el hombr,
son y el modo cmo Io son'
r* l., rroUt t de heterminado momento
p"tt " debe a ellos mismos y a las circunstancias del
tan sIo en una P.q;;; el Los
de ello la haliamos en pasado'
rnomento. La explicacio de ia mayor parte
;.t-*r*fes'y colectivos son en gryn Parte un legado histrico'
La situacin ."".;;" A. 1;[ npi,U.es se h[an en cada momento de la
en el pretrito- En cada momento
historia es el resultad;-d". , &rpr, .l"bordas
pu.^ el obrar humano, Ias
histrico, el pasado ofrece un repirtorio.de condicion.t
determinan el mbito
cuales, en unin de ;"* .;"diones
de diversas ndoies,,
mueve la accin creadora humana del
de las posibilla"., .oi..r,-"",. del cual se

oresente.
t''""r"i,
sociedad es la condicin que hace posible
la vida humana, as como e-s-la
posible el .n c"mbio el autor del progreso es sremPre
progrio,
.onilii 'i;;
el individuo. la con-
En efecto, nadie ha visto nuaca ni ver i1mfo u: 8ruPo Pen:ante' Slo
lo-tanto' el individuo es
ciencia individual ., op"' de peosamiento' Y, -p"t tslo
capaz de crear, en el sentido genuino de la
palabra' de lnYentar'
consiste en int'en'
El proceso bil'il;ld"-.o a desarrollo de Ia cultura y burdeles,. vir-
cin. Todas las creaciones culturales -trasgos y demonios, temploc

i tudes y crmenes, ui.rro


.rtai."t y sentilietos sociales, maneras y costumbres,
los hombres hacbn y usan como
'p}rur, y p."ti.r*'-, casi tod h' cosas que en algn tiempo y en algn lugar
miembros de un ,*i.r, han sido inventadas
son productos del ingenio htmano'
*' ;i;".t individuos. Todasprua
;;
pensar y para qreai necesita aPoyarse en
las ense-
#;";;.iirair"o tambin contar con la
iazas de los dems:-q*;1;"bi poiri" ,o.i"l; necesit

ayuda de una ingente s'erie de priimoi,


por eiemplo' de todos aquellos que ProPor-
cionrn o facilitan l" ,utirfo..iO de sos necesi".t'
. los que le ayudan :" -l'Ft:t
Todc
previas o solidarias, ;.;;;;ta" adems.le estmuos quetlta en la sociedad'
come.rtario. Advirtase que cuandc
eso es obvio, y p.rlri"-n ,"qri"r. -ulterior existe' el cual
hablo de individuo, ttiftt" at indi'"iduo real' al, que.efectivamente aieno a la so'
"*
esr en gran parte .J;;"; y no aludo a un iniividuo solitario
y si existiera no sera
ciedad, pues ya r. tt, *tit"o'qo" o" hombre tal no existe'
de heclio un ente humano'
TODO PROGRESO IMPLICA REBEL.DIA CONTRA LA HEKENCIA COLECTTVA L47
I,
O dicho con otras palabras: es cierto que el individuo para pensar, para inven-
ta\ para,crear, necesita estar en no pequea porcin colectivizado y hallarse en
sociedad. Pero quien piensa es el individuo y no el grupo. Y para crear a.lgo
nuevo, para modificar lo que ha recibido, precisa ser cr;paz de emanciparse parcial-
mente de lo que ha recibido y aprendido de los dems; precisa ser capaz de rebelda,
de discrepaacia, de disidencia. Porgue si careciese de esa aptitud de liberarse de los
r-nodos ajenos y especialrnente de ?os colectivos, nada nuevo podra hacer; se limitara
a repetir automtica o inertemente Io que haba recibido del contorno social.
Dmonos cuenta de que los modos colectivos de vida son siempre representa-
ciones dl pasado de milenios o siglos, o reciente de das, pero, en defi-
-remoto
nitiva, son pasados-; son formas de vida que fue antes, y que van reiterndose. I.o
colectivo, en tanto gue modos de vida objetivada, en tanto qe cristalizaciones
de comportamientos, constituye algo que por s slo es inerte, mecnicq estril.

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lebre, en "Annalen der Philosophie", Leipzig, 1919. Sobre las divesas teoras en torno
los valores, vase, adems.de las otras citadas en la nota precedente (2): La.noyo (Francisco)o
Iz Filotofa de lot Valorer, Logos, Mxico, L936, obru que contiene un estudio sobre mltipls
doctrinas y en la cual el autor sustenta una concepcin neoidealista prxima a la de sfNpp,,
PAND
Y Rtcrrnt,,con algunas aportaciones originales; Srrnu (Atfredo), La Filotolia de los Va-
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r. Cfr. FnoNotzr (Risieri), ob. cit.
Cfr. Fnooz (Risieri), ob. cit.
8 Cfr. H,rnr.raNx (Nikolai), Etbih, pp. 144 rl t!26.
7 La escuela fenomenolgica, Scnemt y HaxtuaNN, sostiene que el conocimieoto de
lqs valores no se produce por medios racionales (discursivos), sino mediante una intuicin
esencial de carcter intelectual. Iotuicin es la aprehensin directa de un objeto que se da de
modo inmediato nte nuestra conciencia, sin intermediarios. Hay intuiciones r.*ibl., aorno,
verbigraci4 la de un coloE la de un sonido. Pero hay tambien intuiciones iotelectuales; u.-oi.
con los olqr dg la iateligencia-_que-A puede ser no A al mismo tiempo y bajo e mismo
-no
respecto-.-Pues bien, segn l F-ilosofa fenomenolgica de Hussnr (cuya liiea'proiiguen Scnr-
rrn y HantuaNN en el estudio de los valores), son co.gnoscibl.r'-idi*t" intuicin no slo
los- primeros principios lgicos formales, sino tambin un ingente nmero de ideas
con conte.
nido. Xntre esos objetos idealcs, captables por intuicin supraiensibtq figuran los valoes. para
que el lector se percate debidamente,_ aunque sea ta slo te modo sumrio, de Io que
es una
intutin y del modo de.producirse sta, hace falt4 aadir las siguientes obirvaciones: Lo que
se presenta ante Ia conciencia de manea inmediata, diecta, result evidente, es decir, perfec-.
tamente visible; esta visin es lo que. llamarnos intuicin. De todo cuanto se nos preserita,.
pues, eo una ituicin adecuada, podemos hablar con verdad rigoros", .oo .onoci*ient
vflido,
de. yna ve1 y para siemprc'
.Hay verdades que son tales, rigoro"sas, f"iadas,- p.ro que no son
evidentes de por s; es decir, .ro nos resoit"n visibles a
frimera contemplcin, por lo cual.
requiereo ser demostradas, es decir, ecesitan de uoa argumeotacia aciol que,
coroo cadena
iatermedia convierta ea evidente, ague[o que prima fie no lo ea. ai ig"- ; ., l;;;;
.
4- esto no se ve por de prooto, s mismo; bay que demostrrlo, pj,. rc cual entra en
|funciones el m&odo raciooal. Pem si digo que I es'igual a A, tal explica-
t'o.h razn oo constituye, puexi, etr maoera alguaa, la totIidad de "".rt*-n..o.ita
nuestro intelecto,,sini tan
slo una parte auxiliar de ste, que conduce a ionvetir eo eridette 19
;; lo era todava.
Pero freos a los objetos que se rtos daa presentes y de modo ad.eco"do,'en iimediatez, no
es
preciso ainga procedimiento uxiliar, Una verdad intuitiva no puede propiamente
ser expli-
cada pl prjimo; lo nico que se puede hacer respecto de otro- qrr. rro ,. ., dade una
especie de sacudida intelectuat, incitade, ponerle en disposicin, pira que la vea.
i 8 Cfr. FnoNoz (Risieri), a. cir.
e Jos Onrrca Y GASET llama a su filosofa, Ivletaftsica segin lot
zt ttital; a l filosofa de Hrprccrn- y de Jasrrns se la ha ltamaJo filosofa fuintipios de la ra-
existencial. Jos
Gaos ha prgpuesto para la flosofa de esos- autores la acertadt denominacin de .,humanmo
tascendental". Se funda en que ta realidad primaria de la vid humana o existencia
desempe-
a un papel anlo8o al que representado en el idealismo trasceodental p,or la conciencia
-era
(en t*mixot abnlutot)' La filosofa
!e Jeao Paul S,r,rnr se llama tambid existencialisrno;
pero" al lado de sus conxiones con Hrmnccrn, tiene rasgos peculiares y exclusivos no com-
partidos por otros "existencialismos"
10 En Is pases de Hispanoamrica se haltan-influidos, en mayor o menor proporcin,
^-
poA'[as'corientes del humanismo trascedental, filosofla de la vida o ie la existenc.:a hu.*.,
gtaa nmero de prsadores. Entre en_ Mxico Antonio caso, samuel R^Mos,
-ellos, Jos Ro-
uauo Muoz, Eduardo Ganc,r MrNrz, Jos Gaos, David Ganca Becc,r en
Y*."fk- I*o-poldo Zsa, Agustn savp y FEnN,{r.rorz op. v,ure y -actualmente
otros varios. En
Argentina', Francisco RorEno, Miguel Angel vrR.{soRo, Risieri FnoNorzr y varios ms. En
Per, Alfedo rT,tcrvsn or Rrvxa; en cierto modo, y aunque acentuand h controyerria,
NOTAS BTBLTOGRArCAS VARTAS AL CAPTTULO DOE 151

Fancisco Mrn Qursaoa. Y puede decirse gue, eo general, positiva o crticamente, es esta
orientacin la que est jugando un papel mris importaate ea l meditacin contempornea en
Europa y en Hispanoamrica.
1 utilizo no slo las obras citadas de onca v Gassr (Jos), sino, sobre todo, sus
lecciones de ctedra profesadas en la Universidad de Madrid, de 1924 a 193j.
rz Cfr. Onpc,r y Gassr (Jos), E/ tema de n,estro tiemp^ Antes de Onrroa, Jrrge
SurrL formul tambin una tesis parecida al perspectivismo.
Cfr. Scrslrn (Max), Der Formaliml in de EtbiA, tg2l (hay trad. esp. publicada
por l Editorial de la Revista de Occidente, Madrid), 1941.
14 Cfr. Jaurs (Tilliam), Tbe luleaning ol Tr*h, 1909; A plnralistic IJniaerse, 1.909i
Drwv (John), Hou lYe Tbiila, rg33; Experierce and .Nattre, 1929; Logic: Tbe !!teor1 ol
Inqairy, 1918; Htman Natue and coadzct, LgzziM. D (G. H.), illixd, sell and sociity, t9l.
15 CootEy (Chas. H.), Tle Root of Social Knoaiedge, L9)O; Social ptocest, l)tg;
Macrvsn (Robert), society-Itt strtctte and cbangu, 1931; Maxnsru (Kad), ldeologia y
Utopia, ad. esp. de S. Ecnrvnni, Fondo de Cultura Econmica, Mxico, 1941. Vas; R;_
cAsNs srcHEs (Ltis', Tratado General de sociologia, 2r ed., Editorial porra, Mxico, 19i8,
cap. xxx (Sociologa del Saber).
16 Huxmy (Aldous), Eyeless in Gaza, ap. x.
t7 Cfr. HaruaNN (Nikolai), Etbi, .lttmt pae, 1926.
18 vase, principalmente, fucrcrtr, ciecia ttral y ciencia cttltwal, trad. esp. por
Manuel G. MonrNrE, Calpq Madrid, 1922. .Asimismo: Die Genzen der atuuiexrbitlicben
Begriffbildung, 1896; cit. REc,rsNs sroms (Luis), Esttdio de Filonfia del Dereclto,'pp.75-
77, Editorial Bosch, Barcelona, 79JG (3r edicin coojuntameate coa la Filotofia del Direcbo,
De or VEccHro, Uteha, Mo<ico, 194tr.
le Cfr. Onsca y GAssET (Jos), E/ Tema de Nz,e!fio Tiempo, Madrid, 1921, cap. w.
Yase Obra Completas, Revista de Occidentg Mdid, 1947, tomo m, pp. 164-168.
20 Cfr. RrcsNs Srcurs (Luis) , Etwdios de Filonfa del Derecho, pp. 449 ss., capitu-
lo dedicado a la Escuela Histrica del Derecho, Barcelona, L916; rorc,a edcin Uteha, irlxico,
1947, vol. ll.
21- vase: RrcasNs srcr{Es'(Luis), Nueu Filosofia de la Itrerpreracin
del Derecbo,
Centro de Estudios Filosficos de la Universidad Nacional Autnoma le Mxico. Foodo de
Cultua Econmic4 Mxico, 1956, pp. r36 rr.
22 Vase: Rc,q,sNs SrcHEs (Luis), ob. cit,, enla nota precedente, pp. t39,.r.,.
Vese una exposicin esumida de Drrny en mi libro Eudios de Filo:ofa del De-
recbo, pp. 77 r-r., Bosch, Barcelona, 1936 (tercera edicin aumentada, .Uteha, Mxico. 19{6,
tomo I, pp. 172-l7t). De Dtrturv, cfr.- principalmete: Einleitung in die Geistenuistenrcbafren.
, t, 1883; Der A$bau der getchicbtlicbex Welt in ilen Geiteswissenscltaften, pp. 32 sr., 1910;
Beitraege zum Stll,diam der Inditidaalitaet, pp. 296 s., 1896i Da ntiircbet S4tt"* der Gei-
teutitseascbaften. f-as Obra cornplerdr de Drrry han sido publicadas en traduccin espaola
baio la direccin de Eugenio lu;2, por el Fondo de cultura Econmica, Mxico, tg4i-lg:,.
Sobre DrrTrrv vease un luminoso estudio del profesor argentino Fraacisco Rourno; tambien,
Jos Onteca y GAssET, el estudio citado ea la aota 1 (Gtillemo Diltbey...,). Adems: Nrscn
(Georg), Die ldee der Lebentpbilotophie k de Tbeoie de Geisteuieascbeften, \gj4i Le-
benspbilotopbie and. Phoeomenologie, 1930; srnaNerR (E.), Gedaecbtnisredi, 1912; srgrN.
ler legrilf des Geites bei Diltbey; Fnvrn (Haos), Teorie de obieh.tiren Geise, tg25i y
Soziologie al lYirblicbeitsuisserscbaft, 1930. (Trad. esp. de F. Avare, Buenos Aires, 1944.)
24 Cfr. Drrrrrv, Eiileitug it die Geiteuienscbaften, p.46 (nueva impresin); Bei-
trdge zilt Studium der lxditidulitaet; Der Aefbzt der gescbicbtlicben Velt.
25 Este tema lo desarollo coo much mayor amplitud y detalle en mi libro Tratado
Geneal de Sociologia, Editoial Porra, 2r ed., 19rS, pp. 100-112 y 176-241.
Cfr. RscsNs Srcnrs (Luis), Tratado General de Sociologie, 2r ed.. Edit. porra.
Mxico, 1918; pp. 419-425.
21 Vase: RcsNs SIcHEs (Luisl,Traado General de Sociologia,2t ed., Edit. Porra,
19r8, Fp.. 8r-86, 140-rt2.
L52 NOTAS BIBLIOGRACAS VARIAS AL C^PITULO TRES

28 Co mucha mayor amplitud y detalle, eo mi citado Traudo Geneal de Sociologia,


2. ed., Edit. Pomiq Mxico, 1918, Pp. 176-21L,
2e En el Seminio de Historiologla, dirigido e l9)4-19)i por Jos Onmca Y GAssEr,
y en el que claboramos intensamente varios profesores de la Universidad de Ilfadrid (entre
otros, Javier ZrJorrt, Jos Gaos y yo), algn profesor de provincias (Alfonso G. V,uorcasas,
etctera) y algunos de los ayudantes de nuestras ctedras (Mara ZauanaNo, Salvador Lrss,t'
RRAGUE, Julirn Manas, Carlos SavN, Francisco Onrrca, etc.). I base germinal para mi
teoa sobe la ca3ctezcin de lo colectivo la debo a mi querido maestro Jos Onrrca v
Gasse. Despus, contiou por propia cuerita la meditacin y el anlisis y prolongu e varias
direcciones nuevas aquel pensmiento fundamental, hasta llegar a los resultdos que ofrezco
en el texto de este libo. Puedo asegurar que en mi pensamiento hay no pocos Puntos a los
que he llegado en virnd de mi propia labor. Respecto de otros Puotos me seria muy difcil,
prcticameote imposible, delimitr on e<actitud dode acaba el pensamiento de Onrca v G.
ssrr y dnde empieza el mio, lo cual se explica por los rnuchos aos de convivencia espiritual
coo aquI. Las ideas ioiciales brotaroo embrionariamente eo el meociooado Seminario; algunas,
lanzadas por Onrrca; otras, formadas er un tarea de intercambio. llfs tarde prosegu por
m mismo muchos de estos temas, los reelabor y los adicion. Al hacer estas declaraciones,
ao me mueve un prurito de reiviodicar lo que a m corresponda por ser oba de una personal
Iabor. Me mueve tan slo u imperativo de correccin espiritual, que comprende el reconoci.
miento di hber recibido las bases paa esta doctrin4 de mi quetido maestro Jos Onuca x
Gassrr; y tambien el deber de no atribuirle a l lo que despus constru baio mi exclusiva
responsabilidad. Vase sobre estos temas la obra pstuma de Onrrca Y GAssET (los), El Hom-
bre 7 la Gente, Madrid, 1957i y tambin el excelente libro de Manias (Julin), La Etractua
de lo Social, Madrid, 19t1.
80 Cfr. AcnarrroNrr (Roberto)', El Penamieo filofico de Varona, 1931, cap. 7; EN-
Tn'ALGo Y,rrrNa (Elas), El ileaio de Vrona ex la Filosofa social, L917,
31 Vase Boucr (Celestin), Q,lence qrc la Sociologie?, Pats, 19o7.
az Vase RecAsNs SrcHEs (Luis), Tratado General de Sociologia, 2f ed., Edit. Po-
ra, Mxico, f9r8, pp, 1L7-126.
33 Cfr. Dunrcrsr'l (Emile), Lcs Regl* de la Mtbode Sociologiqte, 189r; y La di-
sin dt fiattail ncial, 189).
34 Varr.r (Jos Cecilio del), Obrut, t. \ p. 49,/ compiladas por Jos del Valle y Jorge
del Valle Mathetr, Guatemal4 1910.
35 Sobre estos temas, coa ruyor orteosio" vase: RrcesNs SIcHEs (Ls), Tatado Ge-
eal de Sociologa, 2' ed., Porra" Me<ico, 1918, pp. 148-L52 y 24-241.
36 Cfr. Omrca y GAssET Oos), I-a Histoia como itema, pp. 55 rt., 1941; Drrrv
(John), Comm*rication atd Commutal oing, a "Experience and Nature"; Tbe Plic and
Itt Prcblems, t927i y Human Narre dn Coadact, 1922; The Poblems ol ltlan, 1946.
E? Cfr. Drrrsv (flilhem), Der Afibatt der gescbicbtliche lYelt in den Geiteui-
rcntcbaften, tomo vrr de los "Gesamnette Scfuifte", 1927.
38 Vase RrcasNs SrcHEs (Lais\, Nnetta Filotolia de la laterpretacin del Derecbo,
Centro de Estudios Filosficos de la Universidad Nacional Autnoma de Mexico, Fondo de
Cultura Econmica, Mxico, 1916.
3e Un estudio con rnayor erteasin sobre estos temas eo mi Ttado Geaeal de Sociolo-
gla, pp. 221-24).

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