Morineau U4a2 61a72

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Antonio Caso 142, Col. San *.rfill;#;;:,yñ::JL,.
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C.p.06470,México, D.F.
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Se han hecho valer los de¡echos
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DERECHOROMANO
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mencionada a.iba"
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esta obra en cualquier
y debe imponer esta misma ot¡a forma
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"
Textos Jurídicos Universitarios

rsBN 978_970-6 t3 _277 _2


tsBN 970-613_277-5
Vigesimoquinta reimpresión
Se usaron tipos Bodoni (10 pts.), Helverica (I2
pts.) y Helvetica Neue Light
sobre papel Bond Kromos (23 ots.),
blan.o.atí"rói".,a"a a. Zl g
se terminó de imprimir
en Dupricat.
caltejón de san A"r""io ¡u"¿,,J,n."áft;1. ár,rn.os, S.A. de c.v.,
ü:H
^.r*., a.p. 06820, México, D.F.
Impreso en México
t Diciembre 2012
El tiraje fue de 8 500 ejemplares

créditos:
Autores: Mut Iduane y Román Iglesias
Gonzrílez
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oxford university press Mexico_
de las príginas
s.A de C.V., no se resp""'fi;,ntT:*t:::::
Veb .nlazrda, o ref.;:;;;J" *r" oubücación.
Saber leyes no es conocer sus palabras,
sino su espíritu y sus efectos.

Scire leges nofi boc est aerba eararn


terrere, ¡ed oinc ac pote$atern

Celso, D. l) 3, 17
60 DERECHO ROMANO

II. PARENTESCO

Esta división de las personas desde un punto de vista familiar está íntimamen-
te ligada con la idea que los romanos tuvieron del parentesco; es decir, los lazos
que unen a los distintos miembros de una familia. Estos lazos podían ser de ca-
rácter natural o civil, siendo diferentes las consecuencias que uno u otro produ-
clan.
Así, en Roma nos encontramos con un parentesco natural o de sangre lla-
mado cognación y un parentesco civil creado por la §, que se llamaba agnación.

1. Cognatio
Lacognatio es aquel parentesco que une a las personas descendientes una de otra
en línea recta o descendientes de un autor común en línea colateral, sin distin-
ción de sexos. Este parentesco existe tanto en línea masculina como en línea fe-
menina.3

2. Agnatio
Laagnatio es el parentesco civil fundado sobre la autoridad paternal o marital.
Por lo mismo, este parentesco sólo será reconocido en la línea mascuüna.
El sistema jurldico familiar romano es básicamente un sistema patriarcal,
pues si bien el sistema de matriarcado fue conocido en la Penlnsula Itálica, por
ejemplo entre los etruscos, también es cierto que ya propiamente en Roma sólo
se reconoce un sistema patriarcal, que tiene como base el parentesco única y ex-
clusivamente por línea paterna. En consecuencia y desde el punto de vista del
parentesco agnático, cadapersona sólo tendrá dos abuelos; es decir, los paternos.
Siguiendo estas ideas, nos vamos a encontrar con que dos hermanos uteri-
nos de distinto padre no serán considerados como tales agnáticamente, mien-

3 En el parentesco en ünea recta cada generación representa un grado; asi, padre e hijo son parien-
tes en llnea recta én primer grado. Para contar los grados en la linea colateral, hay que subir al autor
común y bajar a la persona en cuestión; cada paso representa un grado. Es poreso que los hermanos
son colaterales en segundo grado; lo anterior queda demostrado gráficamente de la sigu.iente
rparientes
Padre

Hijo 1 Hijo 2

2o. grado
Derecho de familia 6l

tras que dos hermanos, del mismo paüe y de diferente madre, desde un punto
de vista agnático sí lo son.
Por tanto, la familia agnática romana se compone por todos los individuos
que están bajo la autoridad deara paterfamilias, o sea por todos aquellos hijos
nacidos del legítimo matrimonio o introducidos a la familia mediante adopción.
Así, por ejemplo, los hijos de un matrimonio legltimo serán agnados entre si
y en relación con su padre y sus abuelos paternosr ¡r con su madre, sóIo si ella
está casada in manu.
En consecuencia, los hijos de un hijo serán agnados de su abuelo paterno,
los de una hija no.a
El derecho civil romano tendió en todos los casos a conceder prerrogativas
a los parientes agnados, especialmente en lo referente a tutela, curatela y suce-
siones.
La evolución hacia un reconocimiento de igualdad entre estas dos clases
de parentesco fue muy lenta, y no es sino hasta la época justinianea cuando
vemos que desaparece de forma definitiva esta diferenciación, ya que el paren-
tesco cognático es suficiente para conferir todos los derechos de familia.

¡II. PATRIA POTESTAD


La patria potestad pertenece al jefe de famiüa, qúen la ejeree sobre sus descen-
dientes, que forman la familia civil o agnática. En con!¡ecuencia, esta patria po
testad es ejercida por el ascendiente varón de mayor edad.
La patria potestad
-que es creada para proteger los lntereses famiüares en
todos los sentidos y a través de un jefe (poterfomilias) con plenos poderes para
salvaguardar los intereses del grupo- en una primera etapa en realidad es úni-
camente una institución que va a proteger antes que nada los intereses de quien
la ejerce. En otras palabras, todos los derechos estaban de su lado y todas las
obligaciones del lado de las ¡rersonas sometidas a é1, y este sometimiento no cam-
biaba por razón de la edad ni por la circunstancia de contraer matrimonio.
En un principio, la autoridad paternal fue semejante a la autoridad del amo
sobre el esclavo: se ejercía de forma total tanto sobre la persona como sobre
los bienes. Sin embargo, poco a poco esta enérgica autoridad fue desaparecien-
do, hasta que se convierte en una relación de mayor igualdad, con derechos y
deberes para padres e hijos.

a Cuando una perr¡ona sufre una¡capi tis deminutio mlnima automáticamente se rompen los lazos
agnáticos subsistiendo, por lógila, los cognáticos.
62 DERECHO ROMANO

1. Derechos sobre la persona


En los primeros siglos de Roma el p oder derpaterfamiliasera
prácticamente ili-
mitado, llegando inclusive a tener derecho áe viáa y
dientes, así como el hecho de poder manciparro" u
*"ii" io¡re sus descen-
Este poder absoluto
iru i"""á* persona.
en muchos caios irracionar- fue pauratinamente
-y
frenadopor el derecho y yaen la épocarepublicanu rriá-r"rr,
"" -a" -oderado.

2. Derechos sobre tos bienes


como es lógico suponer y teniendo en cuenta la
evolución que sufrió er poder del
paterfamili¿s sobre las personas sometidas a
su autoridad, en lo referente a los
derechos sobre los bienás hmbién sufrió una
evolución semejante. En er dere_
cho más antiguo, todo ro que la persona adquiría
u"toÁáti"uLente pertenecía
al jefe de la familia, pero yá-"n la época rep"üu"*u
y eru"ir"l r" idea der pecu-
lio profecticio sea aquelosbienes que el paüe le concedía
-o
ción- esta circunstancia va evolucionanto y d pir" en administra_
un patrimonio propio e independiente. i"*i,rr"i"ae ir formando
En la época de Augusto s€ crea el peculio castrense
en favor der hijo de fa-
milia que fuese militar, el cual todos aquello"ui"o"" adquiridos co_
mo consecuencia de su profesión; "o*p""idu
esto es, su sueldlo y uoii, de girerra.
En la época del emperador constantino aparece er"u peculio cuasicastrense,
el cual está integrado pár los bienes que adquiere
et hi¡oln de sus servi-
cios públicos o eclesiásticos. posteri-ormente también
se re"i"t"a
concede aI hijo no
emancipado el derecho de propiedad sobre aquelos
bienes recibidos por heren_
cia materna (bienes adveniiciós).

3. Fuentes de la patria potestad

se entienden por fuentes.dera patria potestad aquenas


instituciones que crean
la relación de dependencia de in at¡ei¡ íurzs resiecto
a" ,rr,lui ¿r¿".
Estas fuentes son las siguientes:
A. El matrimonio.
B. La adopción.
C. La legitimación.
A. Matrimonio

Se llama ius tae nuptiae o iustum matrimoniurn a la unión conyugal monogámi-


ca llevada a cabo de conformidad con las reglas del derecho áiril rornu.ro-.
Derecho de familia 63

En la sociedad romana, debido al interés religioso y político que entrañaba


la familia, resultaba de suma importancia la conservación de ésta a través de la
institución del matrimonio, cuyo fin primordial era la procreación de hijos.
Modestino define al matrimonio como "la unión de un hombre y unatujer
impücando igualdad de condición y comunidad de derechos d.ivinos y h,r-*or,,
Wuptiae sunt coniunctio maris et feminae et consortiurn ornnis uitae, diuini et
humarui iuris communicatio) (D. 23, 2, ll.
EI matrimonio estáconstituido por dos elementos; uno objetivo, que con-
siste en la convivencia del hombre y de la mujer, y otro de carácter subjetivo, que
consiste en la intención de los contrayentes de consid.erarse recíprocámente co-
mo marido y mujer, elemento que se llama affectio maritalis.
Laaffectio maritalis se exterioriz apor elhonor matrirnonii,.esto es, el trato
que los esposos se dispensan en público, muy especialmente el que el marido da
ala mujer, quien debe compartir el rango soeial de aquél y gozar de la dignidad
de esposa.
se consideran como hijos legítimos aquellos nacidos después de 1g0 üas con-
tados desde la celebración de las iustae nuptiae, o bien denhó de los 800 días con-
tados desde la terminación del matrimonio.
Para impugnar la legitimidad o no del producto nacido en las circunstancias
anteriores, podía existir prueba en contrario por parte del marido, de los here-
deros de aquél o de la madre de la criatura, en el sentido de demostrar que no
había existido relación carnal alguna entre ellos, ya fuese por viaje, por-enfer-
medad, impotencia, etc.5
En conclusión, los hijos nacidos dentro de los plazos señalados quedarían
automáticamente bajo la patria potestad del padre, con todas las obligaciones
y derechos que tal situación implica y eue, como ya sabemos, fue adquiriendo
cadavez más un carácter de reciprocidad. En el caso de las hijas, desdóla época
de Augusto, éstas tienen derecho a que el padre les dé una dáte en el momento
de contraer matrimonio, dote que debe estar en relación directa con la fortuna
y el rango social del paterfamilias.

a. Los esponsales

Lasiustae nuptiae podían estar precedidas por un acuerdo entre los futuros cón-
yuges o sus padres, mediante el que se comprometían a la celebración del ma-
trimonio.
Esta promesa de futuras nupcias se conoce como esponsales y no daba lu-
gar a acción alguna para exigir su cumplimiento.

5 Existe el problema de la legitimidad


del niño nacido antes de los 180 dias después de la celebra-
ción del matrimonio, situación que se resuelve con la aceptación tácita de la paternidad.
M DERECHO ROMANO

Con eI tiempo, en Roma se introdujo la costumbre de origen oriental, de en-


tregar una cantidad de dinero -atras esponsalicias- para garantizar la celebra-
ción del matrimonio. En caso de que éste no se llevara a cabo por culpa de algU-
no de los contrayentes, el culpable perdía las arras entregadas.

b. Cond.iciones d.e ualid.ez para la celebración del matrimonio

Las eonüciones indispensables para Ia validez de un matrimonio son:


1. Pubertad de los futuros esposos.
2. Consentimiento de los esPosos.
3. Consentimiento §el jefe de la familia.
4. Conubium.

1. Pubertad de los futuros esPosos

Se entiende por ella Ia edad en Ia cual las facultades físicas de ambos cónyuges
estén suficientemente desarrolladas como para que les perYnita realizar el fin del
matrimonio; esto es, Ia procreación de hijos.
La pubertad se fija en los 12 años para la mujer y en 14 para eI varón.
En el hombre, eI hecho de llegar a la pubertad constituía todo un aconteci'
miento fámiliar y era un acto social de gran importancia' que acarreaba consigo
la celebración de una serie de ceremonias en la época del año en que se realiza'
ban las fiestas en honor del dios Baco, permitiéndole por primera vez vestirse
con la toga viril.

2. Consentimiento de los esposos

Las personas que van a contraer matrimonio deben expresar libremente su con-
sentimientopara llegar a realizarlo. En una primer época, y como es lógico su-
poner, este consentimiento era secundario, ya que la autoridad paterna era
absoluta; inclusive se podía obligar al hijo a contraer matrimonio. Pero poste-
riormente y ya en la época imperial, este fue un requisito indispensable con in'
dependencia de la voluntad paterna.

3. Consentimiento del jefe de la familia

La persona que se casa siendo sui iuris, no tiene necesidad del consentimiento
de nadie. No ocurre así con los hijos bajo autoridad paternal, los cuales deben
contar con el consentimiento del paterfamilias. Este consentimiento de los pa-

d-
Derecho de familia 65

dres no estaba fundado en el interés de los futuros cónyuges, sino única y exclu-
sivamente en la autoridad familiar.
Según el jurisconsulto Paulo, y ya en el Imperio, si el paterfamilias negaba
su consentimiento, los afectados poüan inclusive acudir al magistrado para que
éste presionase al jefe de la familia a dar el consentimiento. En caso de no obte-
nerlo, el magistrado podía suplir la voluntad paterna.

4. Conubium

Es la aptitud legal para estar en posibilidad de contraer las iustae nuptiae: Go-
zarin de este privilegio todos los ciudadanos romanos, quedando exceptuados
de él tanto los peregrinos como loslatini salvo los latini ueteres, que sí gozaban
de esta prerrogativa.
La falta de conubiurn podía ser sustiüuida por una orden del emperador
autorizando la celebración de las iustae nuptiae.
Cumpliéndose los requisitos anteriores, toda persona era libre de celebrar
el iustum matrimonium, pero podía encontrarse con una serie de impedimen-
tos para llevarlo a cabo, tal sería el caso de que existiese algún tipo de parentes-
co entre los futuros cónyuges.
Para esta clase de impedimentos las diferencias entre el parentesco agnáti
co y el cognático no son tomadas en cuenta, por lo que la prohibición rige de igual
forma en los dos casos.
En línea recta el matrimonio está prohibido hasta el infinito, por razones ob-
vias, ya que biológicamente uniones de este tipo van en contra de la naturaleza6;
en línea colateral está prohibido entre hermanos, tíos y sobrinos y entre primos.
En este último caso, cada vez fueron permitiéndose los matrimonios con mayor
frecuencia, hasta que llegó un momento en que tal prohibición desapareció.
Si el parentesco era por afinidad; es decir, aquel existente entre cada uno de
los cónyuges con los parientes del otro, en línea recta estaba también prohibido
hasta el infinito y en la línea colateral hasta el segundo grado, o sea entre cu-
ñados; los efectos de esta prohibición tendrán validez después de la
disolución del matrimonio, cualquiera que sea la causa.
Por otro lado, también estaba prohibido el matrimonio entre patricios y ple-
beyos y por disposición de la Ley Papía Poppaea se prohíbe esta unión entre los
hijos de senadores con libertos o con persona que ejerciese una profesión des-
honrosa como, por ejemplo, el ser cómico.
También estaban prohibidas las iustae nuptiae entre el alto funcionario de
una provincia o sus hijos con una persona natural de la provincia, así como tam-

6 Este principio se sostuvo aun en el caso de que existiese la figura de Ia


adopción y ésta, transcu-
rrido un tiempo, se disolviese.
66 DERECHO ROMANO

bién entre el tutor o sus hijos con la pupila, o er


curador y sus hijos con ra perso-
na sobre la cual se ejerce la curahlá.
términos generares también podemos señarar que el matrimonio
.E_n
prohibido en aquellos casos en los cuales existía estaba
una gran ¿iterencia de situación
social y económica entre las personas que deseaban-contraer
matrimonio. Esta
prohibición desaparece en ra época de iustiniano, quien
la suprime para poder
casarse con Teodora, mujer de origen humilde y deieputacion
audosa peio do_
tada de una inteligencia prodigiosaz.
Finalmente señalaremos aquelos impedimentos específicos para
nevar a ca-
bo la unión marital. Tal sería, en primer iugar, er
caso de u Árr¡". viuda que, pa-
ra contraer nuevo matrimonio, era necesa¡io que dejase
transcürir determinádo
iiemng ftempus luctu.s) con el objeto de evitar ra tirbatio ,iiiu¡n¡";es decir, el
introducir a un matrimonio un producto proveniente de otro"8.
No podía tampoco celebrarse matrimño entre adulteray
amante, entre rap-
tor y raptada o entre aquelas personas que hubiesen hecht
voto de castidad.

c. Efectos del matrimonio


Por lo que respecta a los^.efectos que sobre los
cónyuges traía la cerehración der
matrimonio, éstos se refieren a los diversos aspechJdel
mismo; por un lado la
mujerparticipa de la condición social del maridte y pasa
a foi-a" parte de la fa-
milia de él en calidad de hija y como hermana de sus hijos,
siempre y cuando er
matrimonio se hubiese celebrado cutn rnanu-circunstL"iu
qu" cuando menos
en los-primeros siglos de Roma siempre se
daba- en este momen-
to toda relación agnáticacon su antigua famüa. Si"oñi¿;Jo:!
erá sui iuris al celebrarse el
matrimonio, los bienes que poseyera eran adquiridos po"
lo mismo que
aquellos que ella pudiese llegar a adquirir. "iá*iao,
A la muerte del marido, concurría-a ra sucesión en
caridad de hered,ess¡¿d en
igualdad de condiciones con sus hijos.
si el matrimonio se habia cerebrad.o sine manu, no se creaba por
parte der
marido la potestas maitaris y ra mujer no entraba
ugruáa a la familia der
marido, conservando por tanto esta situación con "o*o
su anhrtr f.mrua. y seguirá
siendo sui iuris si así era el caso o arieni iuris siésta
era su situación.
En el matrimonio libre, los bienes de ra mujer seguían
siendo de su propie-
dad, el marido no tenía sobre elos ningún dereJho, p";;;;;r";dministrarlos
ella se lo si
encargaba.

l"T;:illj::,i;TJ"#:j;:lesrabrece ra bendición eclesiásrica como requisfto indispensabre pa.

I- T*". T.-9 principio se aplicó también a la mujer divotciada.


es[a rgualdad que secreab,a entre los cónyuges se debe el hecho
^
indistintamente por ambos lados, aunque
de que el adulterio se castigase
*-"y* r"rreridad al cometido por Ia mujer, ya que se
tomaba en cuenta que sus corrr"cu"ncia" podían
"on
resultar más graves.
Derecho de familia 67

A la muerte del marido la mujer no tenia ningún derecho a la sucesión sal-


vo aquel concerniente a la recuperación de su dote, con posterioridad se le con-
cedió a cualquiera de los cónyuges el derecho recíproco a la sucesión sobre los
bienes del cónyuge premuerto.
Entre los cónyuges no se podían efectuar donaciones; esta prohibición, se
decía, era "para que no se priven recíprocamente de sus bienes por mutuo amor",
y a partir de la época de Augusto se prohíbe que la esposa sea fiadora de su
marido.
En lo que concierne a los hijos nacidos de matrimonio, ya sabemos que és-
tos siguen la condición del padre, estarán bajo su potestad y son, por tanto, ag-
nados de él y únicamente cognados de su madre.

d. Le gislación rnatrimonial de Augusto

Al asumir el poder, después de la muerte de Julio César, Augusto reglamentó


muy detalladamente algunas cuestiones relativas al matrimonio y sus efectos.
De esta manera, estableció un sistema de premios e incentivos para aque-
llas personas casadas y con hijos, así como sanciones para los solteros o para
los matrimonios sin hijos, todo esto con el fin de resolver el problema demográ-
fico de la disminución de la población romana en los últimos siglos de la Repú-
blica, época de luchas, tanto internas como exterqas, que habían diezmado al
pueblo.
Encontramos estas disposiciones principalmente en dos leyes, una ley lulia
y enla Ley Papia Poppaea que disponían entre otras cosas, por ej pmplo, que las
mujeres ingenuas que tuvieran tres hijos y las libertas que tuvieran cuatro fue-
ran dispensadas de la tutela perpetua a la que estaba sometida la mujer; esto
es, el ius liberorum.
También se dispuso que los matrimonios que no tuvieran hijos no pudieran
gozar de las liberalidades que se les otorgaran por testamento, en cuyo caso esos
bienes caían o caducaban, y pasaban a otros herederos, de aquí que esta legisla-
ción augustea también se conozca con el nombre de legislación caducaria.

e, Disolución del matrimonio

El matrimonio se podía disolver por diversas razones: por un lado a partir de la


forma natural; es decir, por la muerte de uno de los cónyuges y, por otro, cuando
existían determinadas causas para no seguir adelante en la unión marital.
Entre estas razones encontramos en primer término al repudium, o sea la
declaración unilateral de uno de los cónyuges en el sentido de no querer conti-
nuar unido en matrimonio, ya que se consideraba que si una de las partes no de-
seaba seguir unida a la otra, era una razbn más que suficiente para que se
disolviese el vínculo. Esta manerade terminar la relación marital fue muy fre-
68 DERECHO ROMANO

que no había
cuente a partir de la época de Augusto, sobre todo en los casos en
respetando ciertas for'malidades'
- pero, Iógicamente,
hijos
Pór otra parte, encontramos la disolución de1 matrimonio por mutuo con-
en la
sentimiento. hste tipo de divorcio fue cada vez más frecuente sobre todo
cristianos, ya que por motivos básicamente de carác-
ápo"u de los
tár religioso,"*p"ruáor"s
se-empieza a estar en contra de Ia práctica deltepudio.
Cuanao Justiniano sube al trono existen cuatro clases de divorcio:

1. Divorcio por mutuo consentimiento


aunque Justinia-
Es decir, la decisión de los cónyuges de no continuar casados'
u la. p"rsorus que üsuelven el vínculo matrimonial de esta
no imponga sanciones
el .ro pur*iti.l"" contraer nuevo matrimonio hasta
-ur"ru "á-o, por ejemplo,determinado tiempo'
que hubiese transcurrido

2. Divorcio por culpa de uno de los cónyuges


por el otro, basán'
O sea que uno de ellos alegue determinada conducta realizada
dose en los casos expresamente señalados en la ley'
que ésta concrr'
El marido podiainvocar eI adulterio de la mujer, el hecho de
hubluta con extraños fuera del
,rl"* u frrÁ*es púbticos sin su consentimiento, o,
intentaba prosti-
domiciliolonyugal. La esposa podía repudiar al marido si éste
la acusaba falsamente de adulterio'
tuirla, cometia áulterio en Ia óasa común o
contra Ia
cualquiera de ellos podía alegar como causas de repudio, el atentado
vida,ias injurias grár"., la sevicia y el crimen de alta traición'

3. Divorcio por declaración unilateral


caso' una vez
Y sin existir causa legal para la disolución del matrimonio' en cuyo
promovido'
reconocido el divorclo, se sarcionaba al cónyuge que Io había

4. Divorcio bona gratia

Es decir, aquella separación que se fundaba en circunstancias que hiciesen inu-


til la continuidad dál vínculo. Tal sería el caso de impotencia, cautiverio, casti-
dad o ingreso a órdenes religiosas.

B. Adopción

otra patria potestad es la adopción, entendiéndose por ella


de las fuentes de la
aquella institución de derecho éit il finalidad es establecer determinadas
"rryu
Derecho de familia 69

relaciones de carácter agnático semejantes a las existentes entre el paterfarni-


lias y el filiusfarnilias.
De esta manera se introduce en la familia y queda bajo la autoridad de su
jefe, una persona que en la mayor parte de los casos no tiene ningún tipo de pa-
rentesco cognático con é110.
La adopción fue muy frecuente en las familias romanas, como ya sabemos,
la familia se fundaba en el parentesco agnático creado por línea masculina; por
tanto, era necesario establecerlo a fin de que la familia no desapareciese. Por otro
lado, debido a que la patria potestad se establecía principalmente como conse-
cuencia de las iustae nuptiae, era necesaria la adopción para la continuidad de
la familia cuando no había hijos. Existen dos clases de adopción:
a. la adopción de una persona sui iuris, que se llama adrogación y
b. la adopción de una persona alieni iuris, qlue es propiamente Ia adopción.

a. Adrogación

Es la forma más antigua de adoptar; data prácticamente de los orígenes de Ro-


ma. Por medio de ella se permitía que un paterfamilias adquiriera el derecho
de ejercer la patria potestad sobre otropaterfamilias.
Por ser éste un acto muy trascendental y de suma importancia que
-puesto
acarreaba la desaparición de una familia con todas las consecuencias que esto
implica- era necesario someterlo a varias consideraciones, tanto desde el pun-
to de vista religioso como del social y político.
Desde la perspectiva religiosa, se debía notificar la decisión de la futura adro-
gación a los pontífices, para que éstos la aprobasen, ya que la consecuencia in-
mediata que les af.ectaria, sería la desaparición de un culto familiar determinado.
Por otro lado, era necesario informar del caso a los comicios por curias a efec-
to de que en ellos se votase a favor o en contra de la adrogación, para lo cual el
magistrado que presidía el comicio dirigia tres rogaciones al futuro adrogado a
firi de que recapacitase sobre el hecho; si éste insistía, se procedía a votar. Si la
votación era afirmativa, el adrogado renunciaba solemnemente a su culto pri-
vado, acto que se conoce con el nombre de detestatio sacrorum y aceptaba el per-
teneciente a su nuevo pater.
A partir del siglo III, en la época del emperador Diocleciano, se suprimieron
todas estas solemnidades y fue suficiente con una autorización del emperador
para noder llevar a cabo la adrogación.
Una vez cumplidos los requisitos del caso, el adrogado quedaba bajo la auto-
ridad paterna del adrogante, al igual que las personas que estuüeron sometidas a di-

10 se podia dar el caso de adoptar a un hijo emancipado


o a un descendiente de este hijo.
70 DERECHO ROMANO

ctra autoridad, disponiendo el adrogante desde ese momento de los bienes


del adroga-
do.
Fln los primeros siglos de Roma estuvo absolutamente prohibida
la adroga-
ción del su¿ iurus impúber, ya que se consideró que éste no tenia la suficiente ria-
durez para realizar un acto de esta naturaleza y lógicamente era algo que el tutor
no podía decidir por é1.
A partir del emperador Antonino el Piadoso sí fue posible el llevar a cabo es-
te tipo de adrogaciones pero con características especiales; esto es, si al momen-
to de llegar a la pubertad el adrogado decidía que el acto de la adrogación
celebrada no era conveniente a sus intereses, podía dirigirse al magistradá para
cancelarla y recobrar su calidad de sul iuris. Lóg¡camente, recupeiaba la admi-
nistración y disponibilidad de sus bienes.

b- Adopción

Es el procedimiento mediante el cual el paterfamillas adqulere la patria potes-


tad sobre el filiusfamilias de otro pater, el cual tenía que dar su consentimiento
para que este acto se llevara a cabo.
Era un acto de menor repercusión que la adrogación, motivo por el cual no
intervenían los pontífices ni los comicios por curias, aunque no dejaba de entra-
ñar riesgos para el adoptado, sobre todo en materia sucesoria.
Originalmente, la adopción se llevaba a cabo mediante tres ventas ficticias
de la persona que se daba en adopción, ya que debemos tener presente que elpa-
terfamilias que vendía tres veces a su hijo perdía la patria poiestad sobre éI,-re-
gla establecida desde la Ley de las XII Tabtas
IJna vez realizadas estas ventas ficticias, el adoptante reclamaba ante el pre-
tor el derecho de ejercer la patria potestad sobre aquella persona que iba a
adoptar.
En este procedimiento que implica en sí un simulacro de emancipación, el
paterfamilias que cedía la patria potestad figuraba como demandadó.
Bajo Justiniano se simplificó todo este procedimiento ficticio de venta y fue
suficiente con una simple manifestación de voluntad de los dospaúre sfamilias,
expresada ante un magistrado.
como ya señalamos, la adopción entrañaba riesgos para el adoptad,o, pues-
to que desde el momento en que desaparecía la relación agnática r, familia,
"o,
perdía todos los derechos a la sucesión cuando elpaterfamdll¿s muriese; y si te-
nemos en cuenta que el padre adoptivo lo podia emancipar, perdía también los
derechos sucesorios que se habían establecido co-o corsácuencia de la adopción.
En la época de Justiniano se reforma la ley y se presentan dos situaciones
diferentes para que el adoptado no quede desprotegido: por un lado, en aquellos
casos en que el adoptante es extraño a la familia, el adoptado adquiere deiechos
a la sucesión pero no pierde sus derechos a la sucesión de su anterior familia, en
caso de que existiese una emancipación.
Derecho de familia 7t

Por otra parte, si el adoptante es un ascendiente, los peligros son menores,


pues aun existiendo una emancipación, subsiste el lazo de consanguinidad, lazo
que se tendrá en cuenta en el momento de abrirse la sucesión.
En un principio no era necesario el consentimiento del adoptado para llevar
a cabo la adopción, pero también con Justiniano cambió esta situación, y si bien
no era necesario su consentimiento expreso, cuando menos era menester que es-
tuviese de acuerdo.
La legislación justinianea señala que el adoptante debía tener cuando me-
nos 18 años más que el adoptadoll.

C. Legitimación

Es el procedimiento para establecer la patria potestad sobre los hijos nacidos


fuera de matrimonio.
Este procedimiento para establecer la dependencia surgida como consecuen-
cia de la patria potestad, tuvo una mayor importancia en la época de los empe-
radores cristianos.
La legitimación podía llevarse a cabo mediante tres procedimientos distintos:

a. Matrimonio subsiguiente

Por el matrimonio subsiguiente de los padres, en cuyo caso, para que el hijo pu-
diese ser legitimado, tenía que ser hijo de padres que pudieran contraer legíti-
mo matrimonio, siendo muy común que relaciones de carácter marital que
quedaban bajo la figura del concubinato se convirtieran eniustae nuptiae.
Esta circunstancia se dio con mayor frecuencia desde la época del empera-
dor Constantino.

b. Oblación a la curia

Este procedimiento de legitimación fue creado bajo el reinado de Teodosio II y


valentiniano III; consistía en que el padre que deseaba legitimar a un hijo naci-
do fuera <iel matrimonio, lo ofreciera en la curia de su pueLlo natal para desem-
peñar el cargo de decurión; si se trataba de una hija, casándola con uno de ellos.
Los decuriones eran funcionarios administrativos encargados de la recau-
dación de impuestos y respondían por ella con su fortuna personal. por tanto,
al entrar a desempeñar el puesto, tenían que contar con una cantidad determina-
da de bienes; si se trataba de una hija se le daría una cantidad equivalente como
dote.

I I
Las mujeres bajo ninguna circunstancia podfau adopüar, pero en la época del emperador Diocle
ciano y como casos excepcionales, se permitió realizar adopción única y exclusivamente para fines
sucesorios.
72 DERECHO ROMANO

Este tipo de legitimación tenía efectos jurídicos limitados, ya que el hijo así
legitimado se convertía en agnado de su padre, no así en agnado de los agnados
de é1.

c. Rescripto del ernperador

En cuyo caso el padre natural debía solicitar la legitimación al emperador, el cual


podía concederla o no. El padre podía hacer esta solicitud, incluso en su testa'
mento, para así poder dejar al hijo como heredero, situación que sólo sería vali'
da en el caso de no existir hijos legítimos. Este procedimiento fue el más usual
a partir de la época de Justiniano.

D. Extinción de la patria potestad

Las causas que ponen fin a la autoridad paternal pueden ser dividas en dos gru-
pos: por un lado, las causas fortuitas o ajenas a las personas que intervienen en
la relación y, por otro, los actos solemnes.
Entre las primeras tenemos la muerte, la reducción a la esclavitud o bien la
pérüda de la ciudadanía de cualquiera de los dos sujetos que integran esta figura.
Por lo que toca a los hijos, si el padre se encuentra en las situaciones señala'
das se convierten en sui íurls, pero no pierden las relaciones agnáticas existentes.
Por otra parte, si se presenta el caso de que el paterfamilias esté en cautive'
rio, la suerte del hijo estará en suspenso mientras se resuelve esta situación, ya
que debemos tener presente que el padre puede recuperar todos sus derechos,
en virtud del postliminio.
También sería causa de la terminación de la relación de dependencia la cir'
cunstancia de que el hijo alcanzaradeterminada dignidad de carácter religioso
o público. Esta circunstancia, aun terminando con la dependencia de Ia patria
potestad, no extinguía los lazos agnáticos, los cuales seguían considerándose.
Los actos solemnes son Ia adopción, que ya estudiamos, y la emancipación.
La emancipación es el acto por medio del cual eI jefe de la familia hace salir
al hijo de su patria potestad declarándolo sui iurís. Esta situación, que en un prin-
cipio fue más bien un castigo -ya que si tal hecho sucedía se rompían también
los lazos agnáticos -posteriormente se convierte en un beneficio al establecer-
se que no se interrumpiera la relación agnática, subsistiendo entonces todos los
derechos hereditarios nacidos de ella.

IV. OTRAS UNIONES DE CARÁCTER MARITAL

Independientemente de las iustae nuptiae y con características distintas, el


Derecho romano reconoció y reguló otras uniones lícitas de carácter marital,
aunque con consecuencias inferiores a aquellas que producia el iwstum matri'
moniutn.

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