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créditos:
Autores: Mut Iduane y Román Iglesias
Gonzrílez
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Celso, D. l) 3, 17
60 DERECHO ROMANO
II. PARENTESCO
Esta división de las personas desde un punto de vista familiar está íntimamen-
te ligada con la idea que los romanos tuvieron del parentesco; es decir, los lazos
que unen a los distintos miembros de una familia. Estos lazos podían ser de ca-
rácter natural o civil, siendo diferentes las consecuencias que uno u otro produ-
clan.
Así, en Roma nos encontramos con un parentesco natural o de sangre lla-
mado cognación y un parentesco civil creado por la §, que se llamaba agnación.
1. Cognatio
Lacognatio es aquel parentesco que une a las personas descendientes una de otra
en línea recta o descendientes de un autor común en línea colateral, sin distin-
ción de sexos. Este parentesco existe tanto en línea masculina como en línea fe-
menina.3
2. Agnatio
Laagnatio es el parentesco civil fundado sobre la autoridad paternal o marital.
Por lo mismo, este parentesco sólo será reconocido en la línea mascuüna.
El sistema jurldico familiar romano es básicamente un sistema patriarcal,
pues si bien el sistema de matriarcado fue conocido en la Penlnsula Itálica, por
ejemplo entre los etruscos, también es cierto que ya propiamente en Roma sólo
se reconoce un sistema patriarcal, que tiene como base el parentesco única y ex-
clusivamente por línea paterna. En consecuencia y desde el punto de vista del
parentesco agnático, cadapersona sólo tendrá dos abuelos; es decir, los paternos.
Siguiendo estas ideas, nos vamos a encontrar con que dos hermanos uteri-
nos de distinto padre no serán considerados como tales agnáticamente, mien-
3 En el parentesco en ünea recta cada generación representa un grado; asi, padre e hijo son parien-
tes en llnea recta én primer grado. Para contar los grados en la linea colateral, hay que subir al autor
común y bajar a la persona en cuestión; cada paso representa un grado. Es poreso que los hermanos
son colaterales en segundo grado; lo anterior queda demostrado gráficamente de la sigu.iente
rparientes
Padre
Hijo 1 Hijo 2
2o. grado
Derecho de familia 6l
tras que dos hermanos, del mismo paüe y de diferente madre, desde un punto
de vista agnático sí lo son.
Por tanto, la familia agnática romana se compone por todos los individuos
que están bajo la autoridad deara paterfamilias, o sea por todos aquellos hijos
nacidos del legítimo matrimonio o introducidos a la familia mediante adopción.
Así, por ejemplo, los hijos de un matrimonio legltimo serán agnados entre si
y en relación con su padre y sus abuelos paternosr ¡r con su madre, sóIo si ella
está casada in manu.
En consecuencia, los hijos de un hijo serán agnados de su abuelo paterno,
los de una hija no.a
El derecho civil romano tendió en todos los casos a conceder prerrogativas
a los parientes agnados, especialmente en lo referente a tutela, curatela y suce-
siones.
La evolución hacia un reconocimiento de igualdad entre estas dos clases
de parentesco fue muy lenta, y no es sino hasta la época justinianea cuando
vemos que desaparece de forma definitiva esta diferenciación, ya que el paren-
tesco cognático es suficiente para conferir todos los derechos de familia.
a Cuando una perr¡ona sufre una¡capi tis deminutio mlnima automáticamente se rompen los lazos
agnáticos subsistiendo, por lógila, los cognáticos.
62 DERECHO ROMANO
a. Los esponsales
Lasiustae nuptiae podían estar precedidas por un acuerdo entre los futuros cón-
yuges o sus padres, mediante el que se comprometían a la celebración del ma-
trimonio.
Esta promesa de futuras nupcias se conoce como esponsales y no daba lu-
gar a acción alguna para exigir su cumplimiento.
Se entiende por ella Ia edad en Ia cual las facultades físicas de ambos cónyuges
estén suficientemente desarrolladas como para que les perYnita realizar el fin del
matrimonio; esto es, Ia procreación de hijos.
La pubertad se fija en los 12 años para la mujer y en 14 para eI varón.
En el hombre, eI hecho de llegar a la pubertad constituía todo un aconteci'
miento fámiliar y era un acto social de gran importancia' que acarreaba consigo
la celebración de una serie de ceremonias en la época del año en que se realiza'
ban las fiestas en honor del dios Baco, permitiéndole por primera vez vestirse
con la toga viril.
Las personas que van a contraer matrimonio deben expresar libremente su con-
sentimientopara llegar a realizarlo. En una primer época, y como es lógico su-
poner, este consentimiento era secundario, ya que la autoridad paterna era
absoluta; inclusive se podía obligar al hijo a contraer matrimonio. Pero poste-
riormente y ya en la época imperial, este fue un requisito indispensable con in'
dependencia de la voluntad paterna.
La persona que se casa siendo sui iuris, no tiene necesidad del consentimiento
de nadie. No ocurre así con los hijos bajo autoridad paternal, los cuales deben
contar con el consentimiento del paterfamilias. Este consentimiento de los pa-
d-
Derecho de familia 65
dres no estaba fundado en el interés de los futuros cónyuges, sino única y exclu-
sivamente en la autoridad familiar.
Según el jurisconsulto Paulo, y ya en el Imperio, si el paterfamilias negaba
su consentimiento, los afectados poüan inclusive acudir al magistrado para que
éste presionase al jefe de la familia a dar el consentimiento. En caso de no obte-
nerlo, el magistrado podía suplir la voluntad paterna.
4. Conubium
Es la aptitud legal para estar en posibilidad de contraer las iustae nuptiae: Go-
zarin de este privilegio todos los ciudadanos romanos, quedando exceptuados
de él tanto los peregrinos como loslatini salvo los latini ueteres, que sí gozaban
de esta prerrogativa.
La falta de conubiurn podía ser sustiüuida por una orden del emperador
autorizando la celebración de las iustae nuptiae.
Cumpliéndose los requisitos anteriores, toda persona era libre de celebrar
el iustum matrimonium, pero podía encontrarse con una serie de impedimen-
tos para llevarlo a cabo, tal sería el caso de que existiese algún tipo de parentes-
co entre los futuros cónyuges.
Para esta clase de impedimentos las diferencias entre el parentesco agnáti
co y el cognático no son tomadas en cuenta, por lo que la prohibición rige de igual
forma en los dos casos.
En línea recta el matrimonio está prohibido hasta el infinito, por razones ob-
vias, ya que biológicamente uniones de este tipo van en contra de la naturaleza6;
en línea colateral está prohibido entre hermanos, tíos y sobrinos y entre primos.
En este último caso, cada vez fueron permitiéndose los matrimonios con mayor
frecuencia, hasta que llegó un momento en que tal prohibición desapareció.
Si el parentesco era por afinidad; es decir, aquel existente entre cada uno de
los cónyuges con los parientes del otro, en línea recta estaba también prohibido
hasta el infinito y en la línea colateral hasta el segundo grado, o sea entre cu-
ñados; los efectos de esta prohibición tendrán validez después de la
disolución del matrimonio, cualquiera que sea la causa.
Por otro lado, también estaba prohibido el matrimonio entre patricios y ple-
beyos y por disposición de la Ley Papía Poppaea se prohíbe esta unión entre los
hijos de senadores con libertos o con persona que ejerciese una profesión des-
honrosa como, por ejemplo, el ser cómico.
También estaban prohibidas las iustae nuptiae entre el alto funcionario de
una provincia o sus hijos con una persona natural de la provincia, así como tam-
que no había
cuente a partir de la época de Augusto, sobre todo en los casos en
respetando ciertas for'malidades'
- pero, Iógicamente,
hijos
Pór otra parte, encontramos la disolución de1 matrimonio por mutuo con-
en la
sentimiento. hste tipo de divorcio fue cada vez más frecuente sobre todo
cristianos, ya que por motivos básicamente de carác-
ápo"u de los
tár religioso,"*p"ruáor"s
se-empieza a estar en contra de Ia práctica deltepudio.
Cuanao Justiniano sube al trono existen cuatro clases de divorcio:
B. Adopción
a. Adrogación
b- Adopción
C. Legitimación
a. Matrimonio subsiguiente
Por el matrimonio subsiguiente de los padres, en cuyo caso, para que el hijo pu-
diese ser legitimado, tenía que ser hijo de padres que pudieran contraer legíti-
mo matrimonio, siendo muy común que relaciones de carácter marital que
quedaban bajo la figura del concubinato se convirtieran eniustae nuptiae.
Esta circunstancia se dio con mayor frecuencia desde la época del empera-
dor Constantino.
b. Oblación a la curia
I I
Las mujeres bajo ninguna circunstancia podfau adopüar, pero en la época del emperador Diocle
ciano y como casos excepcionales, se permitió realizar adopción única y exclusivamente para fines
sucesorios.
72 DERECHO ROMANO
Este tipo de legitimación tenía efectos jurídicos limitados, ya que el hijo así
legitimado se convertía en agnado de su padre, no así en agnado de los agnados
de é1.
Las causas que ponen fin a la autoridad paternal pueden ser dividas en dos gru-
pos: por un lado, las causas fortuitas o ajenas a las personas que intervienen en
la relación y, por otro, los actos solemnes.
Entre las primeras tenemos la muerte, la reducción a la esclavitud o bien la
pérüda de la ciudadanía de cualquiera de los dos sujetos que integran esta figura.
Por lo que toca a los hijos, si el padre se encuentra en las situaciones señala'
das se convierten en sui íurls, pero no pierden las relaciones agnáticas existentes.
Por otra parte, si se presenta el caso de que el paterfamilias esté en cautive'
rio, la suerte del hijo estará en suspenso mientras se resuelve esta situación, ya
que debemos tener presente que el padre puede recuperar todos sus derechos,
en virtud del postliminio.
También sería causa de la terminación de la relación de dependencia la cir'
cunstancia de que el hijo alcanzaradeterminada dignidad de carácter religioso
o público. Esta circunstancia, aun terminando con la dependencia de Ia patria
potestad, no extinguía los lazos agnáticos, los cuales seguían considerándose.
Los actos solemnes son Ia adopción, que ya estudiamos, y la emancipación.
La emancipación es el acto por medio del cual eI jefe de la familia hace salir
al hijo de su patria potestad declarándolo sui iurís. Esta situación, que en un prin-
cipio fue más bien un castigo -ya que si tal hecho sucedía se rompían también
los lazos agnáticos -posteriormente se convierte en un beneficio al establecer-
se que no se interrumpiera la relación agnática, subsistiendo entonces todos los
derechos hereditarios nacidos de ella.