Danza y Produccion Agrícola
Danza y Produccion Agrícola
Danza y Produccion Agrícola
EVELINE SIGL *
Universidad de Viena Austria
* evelinerochatorrez@yahoo.com
Artculo de investigacin recibido: 16 de agosto del 2009 aprobado: 24 de septiembre del 2009
resumen
El presente texto da una vista detallada de la relacin entre el ciclo productivo de la papa,
los conceptos de fertilidad y crecimiento, las creencias religiosas (producto del
sincretismo entre la cosmovisin aymara y el catolicismo) y las danzas rurales
autctonas y urbanas mestizas del altiplano de Bolivia. Mientras que el contexto
rural es ejemplificado por Waka Thuqhuri, Choquelas y Tarqueada (dos danzas del
tiempo seco y una danza de la poca de lluvias), el mbito urbano por su parte
es analizado a travs de la Diablada y el complejo simbolismo de su indumentaria y
sus figuras coreogrficas. Lo anterior con el propsito de mostrar la manera en que
las danzas estudiadas estn enlazadas con la buena produccin, entendida como
la abundante cosecha y el aumento de otras riquezas materiales importantes en el
contexto urbano y rural, como por ejemplo los autobuses, los camiones, las casas, etc.
abstract
This paper examines meticulously the relation between the potato productive cycle, the
concepts of fertility and growth, religious beliefs (which result from the syncretism
of Aymara worldview and Catholicism) and the rural autochthonous and urban
mestizo dances from the Bolivian altiplano. Whereas Waka Thuqhuri, Choquelas and
Tarqueada are seen as examples of the rural context, the urban context analyzed
through the Diablada and the complex symbolism of its attire and choreographic
figures. This, in order to show how the studied dances are linked to the good
production, understood as a plentiful crop and the increase of other material goods
of significance in the urban and rural context, like buses, trucks, houses, etc.
E
n el altiplano boliviano, las prcticas religiosas se caracterizan
por diferentes grados de superposicin y fusin entre los ritua-
les prehispnicos y los cristianos. En especial en las reas rurales,
pero tambin, aunque en menor medida, en los centros urbanos pueden
observarse elementos precolombinos cuya conexin con la fertilidad y
la produccin agrcola se contrasta con el carcter supuestamente cris-
tiano de las fiestas y procesiones en honor a un santo patrn o a una de
las tantas vrgenes veneradas en el pas. Entonces, msica, canto, danza,
comer y beber de forma excesiva no son solamente accesorios bonitos
o una mera diversin, son elementos performativos (Schechner, 2002)
de sistemas de creencia altamente sincrticos destinados a influir en el
bienestar de los individuos y sus respectivas comunidades. Este tipo de
danza no cabe ni en las imaginaciones occidentales de actividades re-
creativas populares ni en el concepto euroamericano de arte elitista,
sino que est ligado de manera inextricable a la religin y a la espiri-
tualidad: uno baila para la Virgen/la Pachamama (Madre Tierra), algn
dios prehispnico transformado en un santo patrn local o directamen-
te para la produccin agrcola, es decir, para los tubrculos y los cereales.
A pesar de esta connotacin religiosa, bailar en el altiplano boliviano se
ha vuelto una actividad altamente popular que involucra a decenas de
miles de bailarines y mltiples espectadores (Rocha, 2008).
Las diferencias entre la danza rural y la urbana aparentan ser ms
grandes de lo que realmente son. A pesar de que los instrumentos, la
msica y la indumentaria son completamente distintos, en ambos es-
pacios pueden observarse dinmicas sociales muy parecidas. Adems,
hay que tener en cuenta que no se trata de mbitos separados: las dan-
zas hoy consideradas citadinas tienen orgenes rurales, y debido a la
migracin laboral y el constante intercambio cultural entre ciudad y
campo estas mismas danzas mestizo-urbanas1 en la actualidad son
ampliamente difundidas en el rea rural. En muchos casos se hace notar
la influencia de lo que podra llamarse esttica urbana en las danzas
autctonas, que cada vez tienden a ser ms ordenadas y uniformadas
al estilo de las comparsas citadinas. Ambos tipos de danza representan
1 El trmino mestizo es muy complejo y no puede ser discutido aqu. Sin embargo, es
de uso diario en el altiplano boliviano y tambin sirve para demarcar las
diferencias visuales y musicales con respecto a las as llamadas danzas autctonas.
Tabla 1
Las papas y sus nombres rituales
Tabla 2
Relacin entre el clima y el ciclo agrcola y ritual
Ritos de fines de
noviembre
Ritos de
precosecha
Tabla 3
Algunas danzas y su relacin con el ciclo productivo de la papa
la chacra podra ser algo como un talismn para que florezca bien
la chacra, para que mejore.
Es para llamar la plata y el oro, para llamar todo, se tiene que
llamar para que las flores de papa crezcan muy bien.
Hay que llamar con esta campana, los cascabeles tienen que
llamar, todos los amuletos tienen que llamar muy bien al espritu
de la papa para que siga adelante este pueblo, este pululu redondo
representa la bendicin de la papa, y tambin estn saltando estos
tallos porque ha llegado el fn de la granizada [] que la graniza-
da y la helada se transformen en lluvias.
Mamani recuerda que en tiempo de Semana Santa, casa por casa era
visitar; digamos, vives en una casa, una familia y si tienes cario y nos
das papa y queso qhati!. Esta costumbre inspir los gritos de pha-
sa qhati que pueden escucharse en las presentaciones de Uxusiris en
festivales y concursos de msica y danza autctonas. Don Lucino Con-
dori Amaru explica:
Decimos phasa qhati al bailar, la planta de la papa termina de
crecer, y apenas que haya papa la comemos con phasa. El da de la
siembra se espera, apenas que empiece la cosecha se espera con la
phasa porque antes se promete [a las papas que estn creciendo]:
Yo te voy a esperar con papa cocida.
Don Alberto Kari explica que todos los aos bailamos, como flo-
rece la papa as nos ponemos flores.
En la zona de Puerto Acosta, el 3 de mayo se bailan las danzas
de Palla Palla y Auki Auki, ambas relacionadas con la papa. A pesar
de que el Palla Palla es considerado como una danza blica, tambin
se practica para que haya buena produccin de papa y chuo. Segn
Inocencio Poma Huanca: Se dice que eso va a traer productos alimen-
ticios, es una costumbre para que haya produccin, es para esperar que
el Palla Palla traiga productos, para que tengamos mucha papa y chu-
o, para eso es.
Los bailarines de Auki Auki (literalmente ancianos) incluso pre-
dicen el resultado de la cosecha del ao venidero. Para eso conversan
con los cerros como si fueran personas. Don Francisco Chambi ex-
plica: ese mes [mayo] orienta bien si el ao venidero va a ser bueno o
no. [...] esos lugares nos cuentan, hablamos con ellos como si fueran
personas.
la produccin de chuo
Aparte del ya mencionado Mokolulu hay otras danzas fuertemen-
te ligadas a la produccin de chuo: Sikuris de Italaque y Auki Sikus.
Los Sikuris de Italaque son asociados con el tiempo de heladas.
Segn algunos autores, se toca para agradecer una buena cosecha
(CDIMA, 2003: 61), y segn algunos de mis informantes, para llamar
las heladas, es decir: para que luego de la cosecha de papas haya una
buena produccin de chuo.
El nombre de Jacha Siku (flauta de pan grande) es muy gene-
ral, ya que solo hace referencia al instrumento que corresponde a una
gran cantidad de representaciones dancsticas. Sin embargo, la danza
que tambin se conoce por Auki Siku, y que se baila en la Provincia Los
Andes, tiene caractersticas muy marcadas. Es una danza que se baila en
la poca de la elaboracin de chuo, por ejemplo para el Corpus Christi
o la fiesta de Santa Ana. Se asocia mucho con el pisado de chuo (hay
que pisar la papa o el pre-chuo para abrirlo y as facilitar el proceso de
deshidratacin), una explicacin que compagina muy bien con el paso
cansino pero fuerte de los danzarines, y tambin se relaciona con la bue-
na produccin de la papa en general.
Segn Tito Flores Nina (2005: s. p.), la danza:
Est [sic] compuesta por originarios aymars, Pisa chuos o
chuo taquis derivado de las palabras aymars. Chuo es derivado de
la papa y taqui que significa pisar, por lo tanto, este ritmo solo es in-
terpretado en la poca de Juyphi Pacha, tiempo de la helada, compone
de diez componentes de los que interpretan la msica y tres mujeres
que complementan la msica vociferando llamado verso, denomi-
nados Sicu Imillas. Las Sicu Imillas son las que empiezan con la
cancin dedicada a la Pacha Mama, madre tierra, las mismas tambin
empiezan a pisar el chuu y la tunta [chuo blanco] especialmente.
lagartos y dragones
Los lagartos y los dragones tambin forman parte del traje y la
mscara de la Diablada. La presencia del lagarto parece lgica, ya que
este pertenece a la fauna boliviana. En cambio el origen del dragn
da lugar a especulaciones. Gisbert cita al temprano cronista Gonz-
lez Holgun, quien equipara las monstruosas serpientes del antisuyu
con la palabra dragn; as mismo, cita a Guamn Poma de Ayala cuyo
dibujo de una serpiente alada se asemeja a los retratos de dragones eu-
ropeos para proponer que las serpientes prehispnicas tomaron cada
vez ms la forma del dragn (Gisbert, 1999: 89 y ss.). Tambin es posi-
ble una influencia directa de las palabras de la Biblia (p. e., el salmo 74,
versculo 3) (sterreichisches Katholisches Bibelwerk, 1986: 652). Prez
postula una transformacin del lagarto mtico enviado como plaga a
Oruro por el dios Huari al mezclarse con los mitos y las leyendas eu-
ropeas y asiticas en los que el dragn es retratado como un ser maligno
que tiene que ver con la magia negra (Prez, 1992: 172). No obstante,
una fosa del as llamado pie de gallo), no queran ofender al to, por lo
que empezaron a bailar vestidos a su semejanza en las calles de Oruro
(1992: 97, 142). Tambin aqu la danza se basa en el mencionado princi-
pio de reciprocidad, que garantiza un equilibrio entre los seres humanos
y sobrenaturales, y por ende un buen futuro.
conclusin
Parece que en el fondo todas las danzas del altiplano boliviano,
sean autctonas o criollas, tienen algo que ver con el ciclo agrcola, la
fertilidad y la buena produccin (en el sentido de una abundante cose-
cha y del aumento de otras riquezas materiales, que no son relevantes
solo en el contexto urbano, como por ejemplo autobuses, camiones, ca-
sas, etc.). Por supuesto cada fiesta y cada entrada de baile tiene un lado
ldico y recreativo, pero tambin sigue siendo muy importante el aspec-
to religioso-espiritual. Por tratarse de personajes transgresores de los
lmites entre el mundo cotidiano y el espiritual, los diablos podran ser
considerados como personajes que, de cierta manera, conectan los con-
ceptos presentes en las danzas rurales y urbanas. Mientras en el campo
los diablos posibilitan que los difuntos ayuden en la produccin agr-
cola y por lo tanto tratan de garantizar una buena cosecha, los diablos
urbanos estn muy relacionados con las riquezas que se hallan en las
minas, que pertenecen al reino del to o Supay o diablo. Incluso en am-
bos contextos se habla de wawachaa (tener cras), un trmino usado
tanto para la reproduccin de la papa como para los metales preciosos
que surgen de las vetas mineras (Romero, 2001b). Adems cabe pre-
guntarse si a fines del siglo XIX los diablos citadinos no se asemejaban
mucho a lo que hoy es considerado como un diablo rural: lamentable-
mente no hay otros autores de esa poca que den una descripcin ms
detallada (y menos racista) de las danzas de aquel entonces; pero por
lo que describe Rigoberto Paredes (1913), los diablos orureos (feos
con su msica horrible de esos tiempos) podran haber tenido una
apariencia similar a lo que hoy se conoce como jira maykus. En cuan-
to a la danza y la resistencia indgena al dominio (post)colonial habra
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