La derogación de leyes puede ser de cuatro tipos: derogación, modificación, abrogación y subrogación. Puede ocurrir por causas intrínsecas a la ley o causas extrínsecas. Existen dos formas de derogación: expresa, cuando una nueva ley dice expresamente que deroga la anterior, y tácita, cuando las disposiciones de la nueva ley no pueden conciliarse con la ley anterior.
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La derogación de leyes puede ser de cuatro tipos: derogación, modificación, abrogación y subrogación. Puede ocurrir por causas intrínsecas a la ley o causas extrínsecas. Existen dos formas de derogación: expresa, cuando una nueva ley dice expresamente que deroga la anterior, y tácita, cuando las disposiciones de la nueva ley no pueden conciliarse con la ley anterior.
La derogación de leyes puede ser de cuatro tipos: derogación, modificación, abrogación y subrogación. Puede ocurrir por causas intrínsecas a la ley o causas extrínsecas. Existen dos formas de derogación: expresa, cuando una nueva ley dice expresamente que deroga la anterior, y tácita, cuando las disposiciones de la nueva ley no pueden conciliarse con la ley anterior.
La derogación de leyes puede ser de cuatro tipos: derogación, modificación, abrogación y subrogación. Puede ocurrir por causas intrínsecas a la ley o causas extrínsecas. Existen dos formas de derogación: expresa, cuando una nueva ley dice expresamente que deroga la anterior, y tácita, cuando las disposiciones de la nueva ley no pueden conciliarse con la ley anterior.
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Derogación de las leyes
En un sentido amplio, significa dejar sin efecto una ley
o norma jurídica en general. Pero, estrictamente hablando, hay que distinguir cuatro conceptos parecidos:
1) derogación propiamente dicha o derogación stricto sensu:
consiste en dejar parcialmente sin efecto una ley.
2) modificación o reforma: consiste en dejar sin efecto una
parte de una ley reemplazarla por otro texto.
3) abrogación: consiste en dejar sin efecto totalmente una
ley. Sin embargo, en la practica, este vocablo es reemplazarlo por la expresión derogación total y, aun más simplemente, por derogación.
4) subrogación: consiste en la sustitución de un texto
legal integro, por otro.
La derogación de una ley puede ocurrir por causas
intrínsecas o extrínsecas.
1) en virtud de causas intrínsecas a la misma ley, ya sea
porque contiene solamente normas temporarias, ya sea porque ha sido dictada previendo limitados actos de ejecución. Algunas leyes, en efecto, se sancionan para regir durante un tiempo determinado, acabado el cual caducan espontáneamente; otras, que solo contienen normas individuales o que se cumplen mediante pocos
actos o en limitado número de veces, pierde su fuerza
obligatoria al desaparecer toda posibilidad de cumplimiento.
Así, las leyes que ordenan un gasto, intervienen
una provincia o dispone una moratoria.
2) en virtud de causas extrínsecas por las cuales esa ley
deja de ser aplicada por los jueces y cumplida por sus destinatarios. Es la derogación propiamente dicha que proviene de la aparición de una norma jurídica-ya sea legislativa o consuetudinaria- que hace perder su vigencia a la anterior.
3) la forma mas corriente consiste en dejar sin efecto una
ley mediante la sanción de otra ley posterior que la reemplace o disponga su caducidad.
B) la derogación puede provenir también de la costumbre, ya
sea por el no uso de la ley (desuetudo), ya por la costumbre contraria a la ley (costumbre abrogatoria).
La desuetudo consiste en la costumbre o el uso social que
prescinde totalmente de una ley y actúa como si ella no existiera. Aunque en principio esta forma de caducidad no se admite en nuestra legislación, pues los tribunales deben siempre aplicar las leyes en vigencia hasta que sean derogadas por otras leyes, no por ello dejan de ocurrir casos en que el desuso quita fuerza obligatoria a los procesos legales.
Ejemplo típico de esta posibilidad son las leyes que han sido declaradas inconstitucionales por la Corte Suprema:
ninguna ley ha dispuesto su derogación, pero pierden
su imperio porque nadie las cumple ni se las aplica judicialmente.
En tales casos se las prescinde de esa ley y se vuelve
al derecho anterior. La costumbre abrogatoria ya es menos admisible. Consiste en la práctica contraria a la ley, la que crea normas de conducta diversas u opuestas a las establecidas legislativamente.
La derogación es una figura jurídica a través de la cual una ley posterior
deja sin efectos una anterior; el código civil no define la derogación como tal, sino que contempla unas clases de derogación, de acuerdo con lo establecido en el artículo 71 del código civil, la derogación de una ley puede ser tacita o expresa. Se entiende por derogación expresa aquella que se encuentra contenida en el cuerpo de la ley, es decir, que la ley enuncia que, una ley anterior o parte de ella queda derogada, pues además la derogación puede ser parcial pues solo parte de la ley anterior puede derogarse. Por otro lado hay derogación tacita, cuando las disposiciones de la ley que deroga no pueden concertarse con las de la ley anterior, es decir que van en contravía con lo estableció en la ley esta, de conformidad con lo establecido en la parte final del artículo 71 del código civil, el cual establece lo siguiente: “La derogación de las leyes podrá ser expresa o tácita. Es expresa, cuando la nueva ley dice expresamente que deroga la antigua. Es tácita, cuando la nueva ley contiene disposiciones que no pueden conciliarse con las de la ley anterior. La derogación de una ley puede ser total o parcial”. Se diferencia la derogatoria expresa de la tacita, en que la primera se encuentra contienda de manera clara y precisa en el cuerpo normativo de la ley posterior. Además de la derogación existe otra figura denominada subrogación, la subrogación se diferencia de la derogación en que, los efectos jurídicos de la subrogación son la modificación de ciertos artículos de la ley, mientras que la derogación desaparece la ley de la vida jurídica, la subrogación la modifica sin desaparecerla. Derogatoria: La ley deja de tener vigencia. Subrogación: Se modifica o se sustituye la ley. Según la providencia, las formas de derogación de las leyes son la expresa, la tácita y la orgánica.
La derogación expresa, explica, se presenta cuando una nueva ley suprime
formalmente la anterior, esto es, cuando la normativa posterior indica expresamente que deroga la anterior.
La tácita es cuando la norma nueva o posterior contiene disposiciones que son
incompatibles con la normativa antigua y se fundamenta en que existiendo dos leyes de diversas épocas que son contradictorias tiene que entenderse que la segunda normativa ha sido establecida por el legislador con la finalidad de modificar o corregir la primera norma.
Finalmente, la derogación orgánica ocurre cuando una ley nueva regula
íntegramente la materia a que la anterior disposición se refería y se basa en que si el legislador ha vuelto a regular una materia que ya era reglamentada por una norma precedente se concluye que ha partido de otros principios o directrices, los cuales podrían llevar a consecuencias diversas y opuestas a las que se pretenden si se introdujera un precepto de la ley antigua, aunque no fuere incompatible con las normas de la ley nueva (C. P. Martha Teresa Briceño de Valencia). Las leyes son creación humana y social, por lo tanto, pueden modificarse las circunstancias contextuales que motivaron su sanción o haber sido producto de un error, que merece ser revisado. Por eso, si bien nacen sin un término de duración, nada impide que su vigencia termine en forma parcial o total por obra del mismo poder que las originó. Existe un modo expreso de derogar o dejar sin efecto una ley que es dictando una nueva ley que diga que deroga a la anterior, pero también puede ocurrir una derogación tácita, cuando la nueva ley sin mencionar a la anterior se opone en forma irreconciliable a ella en su contenido. Toda ley posterior de contenido diferente se reputa válida y vigente, si de ha seguido el procedimiento legal, dejando sin efecto las anteriores disposiciones que a ella se oponen. Sin embargo, como las viejas leyes derogadas pueden aún surtir efectos sobre ciertas relaciones jurídicas nacidas mientras estuvieron vigentes, se deben respetar los derechos y deberes por ellas impuestos, sobre esas consecuencias de actos jurídicos, que válida y legalmente nacieron amparados por la ley primitiva. Como ejemplos de leyes derogatorias de otras anteriores, podemos mencionar a la ley 17.711 (1968) que reformó el Código Civil, modificando ciertos artículos y derogando otros, como por ejemplo, el artículo 126, por el cual la edad para alcanzar la mayoría de edad, pasó a ser de 22 años a 21 años. La ley 23.515 conocida como ley de divorcio derogó expresamente por su artículo 9, los siguientes artículos del Código Civil argentino: el artículo 90, inciso 9; los artículos 1220 y 1221 y el artículo 1881; además de las leyes 2393 y 2681, el decreto ley 4070/56, ratificado por ley 14.467, el artículo 31 de la ley 14.394 suspendida por aquél y las demás leyes cuyo contenido se le opongan.