Especial Del Suplemento Babelia Por El Bicentenario
Especial Del Suplemento Babelia Por El Bicentenario
Especial Del Suplemento Babelia Por El Bicentenario
Babelia Escriben:
Martín Caparrós,
Horacio Castellanos Moya,
Carlos Fuentes,
Soledad Gallego-Díaz,
Felipe González,
Sergio González Rodríguez,
Wendy Guerra,
Ricardo Lagos,
Alberto Manguel,
NÚMERO 940. EL PAÍS, SÁBADO 28 DE NOVIEMBRE DE 2009
Carlos Monsiváis,
Mayra Montero,
Antonio Muñoz Molina,
Edmundo Paz Soldán,
Marcelo Piñeyro,
Laura Restrepo,
Rodrigo Rey Rosa,
Santiago Roncagliolo,
Juan Gabriel Vásquez
y Jorge Volpi
El círculo
latinoamericano
Una aventura política de doscientos años
ESPECIAL BICENTENARIO / SUMARIO
Elena Poniatowska busca en sus diez nietos la inspiración para escribir libros de cuentos. Foto: César Durione
AL RECIBIR EL ENCARGO de ir a verla, de pedirle que se deje fotografiar en su lugar de sión de los estudiantes reunidos el 2 de octubre de 1968 en la plaza de las Tres Culturas
trabajo y compartir un rato de conversación con ella, decido preguntarle a un amigo de la Ciudad de México. De esta Ciudad de México que esconde con mucha eficacia
común: ¿cómo es Elena Poniatowska? Y su respuesta es rápida y certera: “Su ingenuidad tesoros como el barrio donde vive Elena Poniatowska. Ella llega paseando, pisando las
de acero le ha permitido mantener una independencia feroz sin tener que gritar ni un hojas muertas, vestida con un chándal azul celeste: “Ni siquiera me han dejado ustedes
solo día. Con ese encogimiento de nariz te desarma. Pregunta como Mafalda, y te gana, peinarme”. Pues péinese, la esperamos. “Ya da igual. Qué flojera”. Cuando escribe a
o gana una respuesta que nunca puede ser mentira; ella lo notaría enseguida”. Y así es, mano, lo hace aquí, de espaldas a un gran ventanal, en una estancia de techos altos
efectivamente, esta mujer menuda, nacida princesa en París la primavera de 1932, hija donde cientos de libros conviven con los trabajos manuales de alguno de sus diez
de un descendiente directo del último rey de Polonia y de una mexicana de origen nietos. Ellos le sirven de inspiración para escribir libros de cuentos como el que acaba
francés. Su nombre de bautismo es casi un relato corto: Hélène Elizabeth Louise Amélie de publicar, La vendedora de nubes (Planeta). Otras veces escribe en un rincón más
Paula Dolores Poniatowska Amor. Pero ni su alta cuna, ni los cuatro años de adolescen- oscuro de la casa, en un ordenador donde recibe los mensajes cariñosos de sus 1.156
cia que pasó interna en un colegio de monjas en Estados Unidos —“allí sólo aprendí a admiradores de Facebook y termina la novela que quiere tener lista en marzo y que
sentirme culpable”—, le impidieron ser luego, ser todavía, una de las voces más claras “tiene que ver con la pintura”. Habla de lo mal que está México: “Fíjese, yo siempre he
de la izquierda mexicana. Se hizo periodista muy joven y lo es todavía: “Nunca me he escrito y siempre he sido tesorera, aunque soy malísima con las cifras. Pero aquí, con no
dejado de sentir periodista. Yo le debo todo lo que soy al periodismo”. De hecho, su robarte el dinero, ya te hacen tesorera. Qué horror, ¿no? Esto que le acabo de decir es
libro más famoso es La noche de Tlatelolco, un relato sobrecogedor de la brutal repre- una definición de México”. Pablo Ordaz O
E
N LA ÚLTIMA EDICIÓN del Foro
Iberoamérica, una institución
Inventar
privada que reúne cada año, a
puerta cerrada, a intelectua-
les, empresarios y políticos de
América Latina para que inter-
cambien información y opiniones, no se
habló prácticamente para nada de Europa
y poco de Estados Unidos. Fue la relación
con Asia la que centró todos los análisis,
porque es esa relación la que está cambian-
do la realidad y el futuro de América Latina
y ése es el dato que se ha convertido en el
elemento diferenciador entre el siglo XX y
el siglo XXI en este continente.
La relación comercial con Asia, espe-
cialmente con China, ofrece una nueva
América
oportunidad, abre una nueva ventana de
modernización en el siglo XXI para que
América Latina realice las reformas im-
prescindibles que le permitan enganchar-
se a la globalización y toda la región quie-
re participar en ese movimiento. Estados
Unidos sigue siendo un socio muy impor-
tante y presente, pero está absorbido en
nuevas tareas, oculto, en cierta forma, y
Europa, cada día más ausente, se limita a
mantener en la región su tambaleante
perfil cultural. El siglo XX, cuyo mejor ba-
lance en América Latina fue el esplendo-
roso estallido de su literatura, pero que
frustró casi todas las esperanzas del conti-
A punto de cumplirse en 2010 los 200 años del arranque de las nente, ha dejado paso a un siglo XXI con
protagonistas desconocidos y con un nue-
independencias, Babelia convoca a grandes nombres de la cultura de vo renacer de grandes promesas.
Los datos son apabullantes. China se
América Latina para mostrar la realidad del continente y para pensarlo convirtió en 2008 en el segundo socio co-
mercial de América Latina, sólo por detrás
de nuevo. Hoy se inaugura en Guadalajara (México) la feria del libro de Estados Unidos, y su hambre de mate-
más importante del mundo en español. Por Soledad Gallego-Díaz rias primas (desde petróleo a soja, pasando
por el cobre) ha condicionado el precio al
H
ABRÍA QUE SABER por qué cami- vendaval de innovación y ruptura, pero a la truir el socialismo, para lo cual hacía falta Brecht y de Peter Weiss, arranques de nove-
nos improbables llegan a noso- vez poseía todo el hechizo de los relatos someterse a un régimen punitivo de lectu- las fastuosamente planeadas que nunca pa-
tros desde muy lejos las in- primitivos, toda la fuerza de las novelas in- ras de manuales marxistas y seminarios lla- saban de la primera página.
fluencias que van a determinar mensas del siglo XIX. Por los laberintos de mados de formación en los que la densidad Y de pronto aquel caudal absurdo que
nuestra vocación, nuestra manera de mirar Cien años de soledad uno se perdía como de los conceptos a dilucidar era aún más había fluido tan sin esfuerzo y con resulta-
el mundo. En Úbeda, cuando estaba en el por las historias entreveradas del Quijote o impenetrable que el humo del tabaco negro dos tan abundantes como deplorables que-
último año del instituto, un amigo con el de Las mil y una noches o El Decamerón. En en aquellas habitaciones que tenían algo de dó interrumpido. Escribir había sido un jue-
que compartía el amor por la música pop y algunos suplementos literarios que llegaban catacumbas para los devotos de una reli- go y ahora era, opresivamente, una misión y
por la literatura me dio a leer por primera de Madrid con varios días de retraso se ha- gión perseguida. El régimen de Franco no un tormento. El doble cepo de la ortodoxia
vez un cuento de Julio Cortázar. blaba de experimentos confusos e incitan- dejó de ser sanguinario hasta el último día, y ideológica y la coacción vanguardista me
Me hizo una impresión tan fuerte que al tes en la literatura, de novelas escritas sin quienes regresaban a la luz después de paralizaba. La literatura tenía que ser un ar-
cabo de tantos años y después de haber puntos ni comas ni personajes ni tramas haber sido torturados en las comisarías con- ma en la lucha contra la dictadura y contra
leído tanto los cuentos de Cortázar y de que debían de ser tan prestigiosamente in- servaban una palidez y un extravío en la el capitalismo; la literatura tenía que rom-
haber dejado de leerlos me sigo acordando descifrables como algunos discos de Frank mirada como de muertos en vida, pero los per con las convenciones burguesas del cos-
de éste: era La isla a mediodía. Me sorpren- Zappa llegados también a nuestra provincia escaparates de las librerías estaban inunda- tumbrismo y el realismo, con la utillería
dió con la sugestión de lo raro, de lo inusita- cualquiera sabe por qué caminos. Estaba dos de clásicos del marxismo y de manuales decrépita de los personajes, de los argumen-
damente nuevo. Estaba escrito en una len- claro que en aquel cuento de Julio Cortázar revolucionarios que nosotros leíamos, subra- tos, hasta de la sintaxis, todo tan muerto
gua que era la mía, y que sin embargo tenía había algo muy nuevo que uno no sabía lo yábamos, analizábamos hasta la extenua- como la pintura figurativa después del triun-
una flexibilidad, una música desconocida, que era, igual que en los diálogos entrevera- ción, contagiándonos de una retórica como fo irrevocable de la abstracción, o como la
entre lo coloquial y lo abstracto, muy aje- dos de otra novela también llegada por en- de hormigón armado, llena de palabras abs- música melódica desacreditada por la atona-
na a la de los escritores españoles a los tonces, La casa verde, pero esa parte de tractas y de reiteraciones machaconas, de lidad. A uno tenía que remorderle la con-
que yo leía por entonces, y por supuesto a extrañeza no entorpecía la lectura ni entur- “en tanto en cuanto” y de infraestructuras y ciencia por haber leído alguna vez con emo-
las traducciones de novelas extranjeras de biaba la historia, sino que las hacía aún superestructuras y correlaciones de fuerzas ción a Galdós o a Miguel Delibes.
las que me alimentaba, dependiendo de más incitantes. Con la pedantería propia y análisis concretos de las situaciones con- Un cuento de Julio Cortázar me había
las disponibilidades limitadas de la biblio- de la adolescencia, durante varios años yo cretas y contradicciones de primer nivel y despertado a la literatura contemporánea
teca pública y de mis compras en el Círcu- me empeñé en demostrarme a mí mismo segundo nivel. cuando tenía 17 años. Yo creo que fue un
lo de Lectores, cuyos viajantes llamaban a que era un lector intrépido y un aspirante Después de rumiar aquellos resecos pien- cuento de Borges el que me sacudió del so-
la puerta cada tres meses trayendo el teso- a novelista de vanguardia, sometiéndome sos verbales no era muy fácil que a uno le por ideológico y estético unos años después,
ro inusitado de sus catálogos y sus encar- a las audacias narrativas españolas más quedara paladar ni oído para el idioma, y el que empezó a educarme en la forma de
gos, un poco a la manera en que los gita- celebradas por la crítica de entonces: Ofi- menos aún sutileza para percibir los mati- escritura que iba a ser ya siempre la mía. Leí
nos de la tribu de Melquíades aparecían cio de tinieblas 5, de Cela; Heautontimo- ces de la vida real, que es el reverso de las El Aleph y mi idea de la lengua literaria espa-
cada cierto tiempo en Macondo para mos- roumenos, de J. Leiva o Leyva; Juan sin caricaturas doctrinarias que aspiran a redu- ñola y de la ficción cambiaron para siempre.
trar las novedades del mundo exterior. tierra, de Juan Goytisolo. Ni la más ardien- cir a los seres humanos a muñecos de car- Era posible contar con ironía y verdad, con
Cuesta ahora revivir en toda su plenitud te hipocresía con uno mismo atenuaba la tón. Antes de llegar a la universidad y atra- transparencia y ternura, y a la vez subvertir
el impacto que tuvo para muchos españoles modorra, la desoladora apatía. ¿No habría gantarme voluntariosamente de ideología las mismas normas del relato que tan cuida-
jóvenes el primer encuentro con la literatu- otra manera menos árida de convertirse yo había escrito con una felicidad irrespon- dosamente se estaban respetando. Des-
ra moderna de América Latina. Estaba escri- uno en escritor de su tiempo? sable, imitando sin escrúpulo cualquier mo- pués vinieron Rulfo y Bioy, Carpentier,
ta en nuestro idioma y sin embargo era des- Por no hablar de otra presión, la ideológi- delo con el que me entusiasmara, escribien- Onetti, Manuel Puig, Vargas Llosa, Donoso,
medida y exótica, en el sentido más noble ca. Agazapado en su provincia, uno no sólo do dramas poéticos a la manera de Lorca y Idea Vilariño, Bryce, Roberto Piglia, José
de la palabra, porque nos abría la imagina- aspiraba a irrumpir en Madrid como novelis- poemas de amor a la manera de Bécquer y Emilio Pacheco, Reynaldo Arenas, tantos
ción a continentes tan asombrosos como ta o en su defecto como autor teatral de luego a la de Pablo Neruda, piezas de teatro más, una orgía perpetua, la vuelta al día en
los que siglos atrás habían intentado contar vanguardia, sino además a derribar la dicta- del absurdo copiadas de Beckett y de Iones- los ochenta mundos de una literatura que
los cronistas de Indias. Llegaba como un dura del general Franco y a ser posible cons- co, de teatro de agitación copiadas de no se acaba nunca. O
El legado
de la libertad
John Lynch, biógrafo de Simón Bolívar y de José de San Martín, reivindica la
figura de los dos grandes héroes de la independencia. “Ejercieron un liderazgo
desinteresado, sin esperanzas de obtener privilegios, ambos fueron modélicos”
U
NA LEGIÓN de ordenanzas, res como pocos. En 2006 publicó la biogra- un militar palentino, para administrar los
desde la ciudad de Pana- fía de Bolívar y hace sólo unos meses la de bienes que habían dejado los jesuitas tras
má hasta Tierra del Fue- San Martín (Yapeyú, 1778-Francia, 1850), su expulsión. A los siete años regresó a Es-
go, se afana en sacarle bri- las dos en la editorial Crítica. No sólo re- paña y con apenas 11 se enroló en el Regi-
llo a los miles de retratos lata sus vidas, sino que contextualiza mi- miento de Murcia. Combatió en Melilla y
de Simón Bolívar y José nuciosamente sus decisiones. Desde la Orán y contra los franceses en Bailén. Re-
Francisco de San Martín que presiden las grandeza hasta las intrigas y la rivalidad nunció al Ejército español en 1811.
aulas, cuarteles y ministerios desde hace que pudo haber entre los dos… Todo está Por entonces, tanto Bolívar como San
casi dos siglos. Son los rostros mitificados en esos textos. En las biografías aprove- Martín supieron advertir la debilidad de
de los dos máximos libertadores de Améri- cha para poner en primer plano y con lujo España como potencia imperial y la impor-
ca del Sur que suelen compartir pared con de detalles la sociedad hispanoamericana tancia de Gran Bretaña como aliado. Bolí-
Jesucristo crucificado. Son los héroes into- de la primera mitad del siglo XIX. Son el var, asegura, Lynch, valoró que Londres
cables. Aunque el legado de ambos se ha complemento de otros dos textos clave de “proporcionaba a Hispanoamérica la pro-
utilizado como al gobernante de turno le Lynch para entender la construcción de tección que ésta necesitaba: la Marina britá-
viniera mejor, sus vidas han estado por los nuevos Estados: Las revoluciones hispa- nica, en pos de los intereses británicos
encima de todo, como si hubiesen [sobre todo comerciales], impediría
sido sobrehumanos. cualquier agresión europea en las
Ningún latinoamericano gusta de Américas”.
asumir que ambos libertadores aca- “Las crecientes demandas econó-
baron su obra apesadumbrados. Los
dos empezaron su lucha como autén- Gritos de micas de las colonias españolas son
un aspecto importante de la indepen-
ticos republicanos y la terminaron co-
queteando con la monarquía. Bolívar
independencia dencia y San Martín y Bolívar fueron
conscientes de ello. Sin embargo, és-
llegó incluso a redactar una Constitu- EL PRIMER LEVANTAMIENTO INDEPENDENTISTA se ta no es la explicación fundamental
ción vitalicia y con derecho a elegir produce en Charcas, hoy Sucre, en Bolivia el de la crisis. El Gobierno de los Borbo-
sucesor. San Martín abandonó su Ar- 25 de mayo de 1809. A su vez en todo el conti- nes cambió el carácter del Estado co-
gentina natal y murió en el exilio en nente, para evitar una confrontación militar, lonial y el ejercicio del poder en Amé-
Francia, mientras que su par venezo- los patriotas hispanoamericanos propusieron rica. Carlos III y sus ministros sabían
lano falleció enfermo en Colombia, una fórmula de transición basada en traspasar la menos de la América española que
poco después de que su sueño de autoridad política a los cabildos capitalinos los historiadores modernos. Los da-
una América unida se hubiera roto transformados en Cabildos Abiertos, y éstos en tos los tenían. Los informes de las
para siempre. Juntas de Gobierno regionales, elegidas por el capitales virreinales ya habían empe-
“San Martín y Bolívar pueden des- pueblo, y consideradas como la máxima autori- zado a registrarse en el Archivo de
cribirse como herederos del absolutis- dad. Uno de los primeros en poner en marcha Indias. Pero nadie los leía o, si lo ha- más tarde acusado por Bolívar de traidor a
mo ilustrado, ambos creían que la estos cabildos autogestionados fue México (que cían, no los entendían. El pasado fue la causa y entregado por éste al Ejército espa-
mejor forma de servir a la indepen- proclamó la independencia en 1813). La instau- ignorado, hasta repudiado. El reina- ñol. El militar, que había luchado en la Revo-
dencia era a través de gobiernos fuer- ración de estos Cabildos, primer paso para la do de los Habsburgo se había relacio- lución Francesa y la independencia de Esta-
tes que impusieran el cambio social independencia, fue la siguiente: Caracas el 18 de nado con sus colonias a través del dos Unidos, murió enfermo en una prisión
contra los intereses de los terratenien- abril de 1810 (con la independencia sellada tras consenso y, desde 1650 hasta 1750, de Cádiz en 1816. Más de un estudioso ha
tes”, explica el prestigioso hispano- una batalla el 24 de mayo de 1821), virreinato de había permitido a los criollos tener interpretado que Bolívar traicionó a Miran-
americanista John Lynch. Para este Río de la Plata con el cabildo de Buenos Aires el acceso a la burocracia y los negocios. da para ser la única cabeza del movimiento
profesor, “criticar a ambos por haber 25 de mayo de 1810 (independencia definitiva Los americanos desarrollaron un revolucionario.
acabado sus vidas siendo absolutis- en 1816), virreinato de la Nueva Granada con el mercado interior pujante”, explica el En 1822 en Guayaquil, tras el único en-
tas conservadores en vez de demó- cabildo de Santafé de Bogotá el 20 de julio de historiador. cuentro que mantuvieron los dos liberta-
cratas liberales es sacar las cosas de 1810 (independencia definitiva de Colombia en “Pero, a partir de 1750, los Borbo- dores, San Martín también se marchó con
quicio. Ninguno de los dos podía sa- 1819), Capitanía General de Chile con el cabildo nes decidieron poner fin a esta ano- la sospecha de que Bolívar le había nega-
tisfacer todos los intereses y no eran de Santiago de Chile el 18 de septiembre de 1810 malía y volver a los tiempos en que se do el apoyo militar necesario para acabar
tan idealistas como para llevar a sus (independencia definitiva 1818) y Quito el 19 de degradaba a los criollos. El objetivo en Perú la guerra contra España con el fin
países hacia la destrucción en una septiembre de 1810 (Guayaquil proclama la inde- era restaurar la grandeza imperial de de convertirse en el único héroe de la ges-
vaga búsqueda de la igualdad. Tuvie- pendencia en 1820 y Quito en 1822). O España, y al hacerlo, alienar a la élite ta. “San Martín nunca pudo explicarse a sí
ron dudas legítimas sobre cuál era el criolla que vio cómo el Gobierno y la mismo o a otros las razones de la negativa.
nivel de libertad apropiado y hasta economía de América pasaba a ma- Es plausible creer que Bolívar quiso que-
dónde los diferentes grupos opuestos nos exclusivas de los españoles pe- darse con toda la gloria”, reconoce Lynch.
podían actuar sin poner en peligro la pro- noamericanas, 1808- 1826 (Ariel, 1989) y ninsulares”, recuerda el hispanoamerica- Dos años más tarde, el mariscal Antonio
pia existencia de los nuevos Estados. Res- Caudillos en Hispanoamérica, 1800-1850 nista. “Esta deconstrucción del Estado crio- José de Sucre, el oficial favorito de Bolívar,
pecto al ejercicio de un liderazgo desintere- (Mapfre, 1993). llo, este proceso de desamericanización de libró en Ayacucho la última batalla por la
sado, sin esperanzas de obtener privilegios, Bolívar, nacido en Caracas el 24 de julio América, fue el disparador de las revolucio- independencia.
ambos libertadores fueron modélicos”. de 1783, era hijo de un terrateniente y co- nes por la independencia. Fue este absolu- Mucho antes de la victoria final sobre el
El profesor Lynch, de 82 años, declinó la merciante criollo de buena posición. La fa- tismo colonial el que generó los movimien- Ejército español, San Martín y Bolívar se
oferta de hacer una entrevista en Londres milia llegó a solicitar un título nobiliario cu- tos de resistencia que acabaron dirigiendo habían dado cuenta de que las luchas intes-
por problemas de salud y prefirió hablar ya tramitación nunca se concretó. El joven San Martín y Bolívar”. tinas por el poder en América del Sur iban
sobre las independencias hispanoamerica- Simón se educó en su tierra natal, pero su Los libertadores estuvieron a punto de a ser un peligro mucho mayor que la Coro-
nas desde su ordenador. A través del cibe- fortuna le permitió, siendo aún adolescen- encontrarse a finales de 1811 en Londres, na. El general argentino armó el Ejército de
respacio, el director del Instituto de Estu- te, viajar a Europa. Contrajo matrimonio a pero San Martín llegó poco después de los Andes, cruzó la cordillera para emanci-
dios Latinoamericanos de la Universidad los 19 años con María Teresa Rodríguez del que Bolívar y otro venezolano, Francisco par Chile con escasa ayuda de Buenos Ai-
de Londres —hoy Instituto de las Améri- Toro en Madrid. Ella murió menos de dos de Miranda, marcharan a América a impul- res y se embarcó para liberar Perú desobe-
cas— desde 1974 a 1987 reflexiona sobre años después de fiebre amarilla y él nunca sar el movimiento independentista. Miran- deciendo órdenes del Gobierno porteño,
los acontecimientos de hace 200 años y có- volvió a casarse. Dedicó su vida a conjugar da, considerado por muchos historiadores mientras que el venezolano vio cuestiona-
mo éstos aún marcan la vida de los hispano- la política, la diplomacia y la guerra. el padre de la emancipación americana, fue da su autoridad por los dirigentes locales
L
AS DEFINICIONES LITERARIAS se ha- social, la biblioteca definitiva deberá V. Mansilla, sin las desopilantes persona-
cen siempre a posteriori. Para po- contener los escritos de Simón Bolívar, jes de Manuel Puig, y Concolorcorvo, y
der definir, con una lista de li- del Che Guevara, de Rigoberta Menchú, Quino, sin Yo el Supremo de Augusto Roa
bros, un continente entero, es ne- y el Nunca más, la compilación de testi- Bastos y La muerte de Artemio Cruz de
cesario primero presuponer una defini- monios contra la dictadura militar argen- Carlos Fuentes, sin Rosaura a las diez de
ción de ese continente. Algunos ejem- tina, que se publicó bajo la valiente direc- Marco Denevi y las sangrientas sagas de
plos: para quien América Latina es un ción de Ernesto Sábato. Ninguna de es- Paco Ignacio Taibo II, sin las crónicas de
mundo conquistado, sometido y explota- tas obras aparece en la selección final Tomás Eloy Martínez, Martín Caparrós y
do, el Popol Vuh de los mayas, la Brevísi- (salvo, como era previsible, Cien años de William Ospina, y, sobre todo, sin los es-
ma historia de la destrucción de las In- soledad, obra, por cierto, definitiva en critos de Sor Juana Inés de la Cruz, Ga-
dias de Fray Bartolomé de Las Casas y la más de un sentido). briela Mistral (¡hélas!, como dijo André
vasta literatura indigenista de José María Es obvio que nadie, razonablemente, Gide de Victor Hugo), las hermanas Victo-
Arguedas, Ciro Alegría y sus discípulos puede objetar la presencia de Gabriel ria y Silvina Ocampo, la o el anónimo
serán publicaciones esenciales. García Márquez, Juan Rulfo, Eduardo Ga- redactor de las “memorias” de Evita Pe- El laberinto de
Para quienes vean en esa América un leano, Octavio Paz y Mario Vargas Llosa rón, sin Elena Garro, Rosario Castella- la soledad (1950)
crisol en el que la cultura de lengua cas- en este quinteto triunfador. Pero es ob- nos, Juana de Ibarbourou e Ida Vitale Octavio Paz
tellana forjó su segundo renacimiento, vio también que a este Parnaso, declara- (con moderación), y Alejandra Pizarnik,
libros imprescindibles serán la renovado- do summa cum laude para América Lati- me parece una empresa, si no injusta, al SEÑAS DE IDENTIDAD. En el penúltimo capí-
ra Gramática de Andrés Bello, la lírica de na, le faltan temas esenciales: la poesía, menos incompleta. tulo de El laberinto de la soledad, Octa-
Rubén Darío, el barroco cubano de Leza- el ensayo político y filosófico, el teatro, Pero quizá ésa sea su virtud. Los cinco vio Paz felicita a los jóvenes escritores
ma Lima y de Severo Sarduy, y la novela el diario de viaje, el texto humorístico, libros elegidos para resumir el vasto mexicanos por comprender “que el tema
cuyo autor es el lector: Rayuela, de Julio las dictaduras noveladas, el relato poli- continente, en lugar de condensarlo, lo del mexicano sólo es una parte de una
Cortázar. Para los extranjeros que, como cial contemporáneo, el nuevo periodis- extienden, obligándonos a recordar larga reflexión sobre algo más vasto: la
Virginia Woolf, imaginen esas “tierras le- mo y, misteriosamente, las voces de mu- otras lecturas. Nos ofrecen, por decirlo enajenación histórica de los pueblos de-
janas” como “una selva mágica llena de jeres. Definir América Latina sin Pablo así, una definición in ausentia de la in- pendientes y, en general, del hombre”.
mariposas azules”, las obras que confir- Neruda y sin César Vallejo, sin Ariel de conmensurable biblioteca latinoameri- Es así, me parece, como debe leerse este
marán esa visión serán las novelas del José Enrique Rodó u Otras inquisiciones cana. O ensayo fundamental. El libro parte de
mal llamado “realismo mágico” y la fic- de Jorge Luis Borges, sin las obras de una intensa antropología de lo mexicano
ción metafísica del Río de la Plata. Final- Florencio Sánchez y Griselda Gambaro, Alberto Manguel (Buenos Aires, 1948). Las aventu- (rozando por momentos eso que ahora
mente, para quienes América Latina es sin los Viajes de Cristóbal Colón y Una ras del niño Jesús. RBA. Barcelona, 2009. 176 pági- se llama la crítica cultural), pero muy
emblema de una mesiánica revolución excursión a los indios ranqueles de Lucio nas. 18 euros. pronto se revela como lo que es en ver-
dad: la búsqueda de un pensamiento pro-
pio, no derivado, que pueda nombrar la
identidad latinoamericana. Desde las re-
delirios sobrenaturales. Los pobladores de parte del paisaje en carboncillo. Recono- flexiones sobre el carácter mexicano
esta región no nos habríamos convertido ce el avinagrado de esta familiaridad. —hermético, cerrado, mentiroso y
en apáticos testigos de las prodigiosas cala- Juan Preciado cuenta la historia a Doro- simulador— hasta la devastadora conclu-
midades que nos azotan. Y nuestra histo- tea la Cuarraca desde la tumba: vida co- sión —“estamos al fin solos”—, el libro
ria no hubiese sido leída como una intrin- lectiva sin intimidad. pone a caldo los múltiples e incompletos
cada saga familiar. En resumen: sin esta La magia, el cristianismo, el miedo y legados del México de hoy: la tensión
novela, el mundo habría percibido una un cacique empecinado en tensar lími- entre la colonia y la independencia, en-
América Latina más real, pero infinitamen- tes. Pasas la página, baja la lágrima. Pur- tre la reforma y la revolución. Pero su
te más triste y anodina. Jorge Volpi ga de dolor que nos describe. Si regresas visión es continental, y así hay que enten-
al calor que ahoga en Comala, verás que derla. Juan Gabriel Vásquez
no miento. Mi clave es el libro. Dolores
Preciado llora por volver al sitio del que
huyen. Una trenza entrecruza el camino.
Cien años de soledad (1967) Cronología del caos. Cruje mi cabeza afi-
Gabriel García Márquez nando tu espera.
“—Dicen que por allá anda el ánima.
LA CREACIÓN DE UN CONTINENTE. Imagine- Lo han visto tocando la ventana de fulani-
mos una América Latina sin Cien años de ta. Igualito a él. De chaparreras y todo.
soledad. Su autor, un brioso periodista de —¿Y usted cree que?”.
izquierdas, apenas conocido por ser ami- Sigo aquí: en un pueblo donde los
go de Fuentes o Vargas Llosa —García Már- muertos nos conocemos. Wendy Guerra
quez en 1966—, jamás concluye su novela.
O la falta de dinero le impide enviarla a
Suramericana y queda sepultada en el olvi-
do. En este escenario, tal vez el boom hu- Pedro Páramo (1955)
biese existido, pero el realismo mágico ha- Juan Rulfo
bría perdido su carácter de espejo único Conversación en la Catedral (1969)
de América Latina. Dictadores y rebeldes PROYECTO PARA ENCONTRARNOS EN COMALA. Mario Vargas Llosa
hubiesen sido retratados con crudeza, sin Hemos sido retratados por Rulfo, somos
RETRATO CERTERO DE LATINOAMÉRICA. Cua-
renta años después de haber sido publi-
cada, Conversación en la Catedral sigue
retratando magistralmente a Perú; retra-
ta de un plumazo certero a Latinoaméri-
ca, pero, sobre todo, nos retrata a noso-
tros, a los hijos de Colombia, de Cuba o
de Bolivia, da igual, a los de Ecuador o
Las venas abiertas Chile.
de América Latina (1971) A casi todos nos arrancaron un perro
Eduardo Galeano de las manos, en el sentido literal o figu-
rado, y la circunstancia de recuperar ile-
CRUELDAD Y PROSA POÉTICA. En 1980, cuan- so al “lanudito” nos conduce a otra cosa,
do leí por primera vez el capítulo del a otra pregunta de nombre intercambia-
libro de Galeano titulado ¿Quién desató ble: “El fin de Odría es el comienzo, ¿de
la violencia en Guatemala?, acababa de qué?”.
instalarme en Nueva York, proveniente Sustituir a Odría, y estaremos de nue-
de Guatemala, donde, si uno dependía vo en nuestra propia salsa.
de la prensa y los noticieros locales, era No es que no hayamos cambiado en
imposible enterarse de los hechos que el estos años, sino que la novela, por una
autor denunciaba. La fotografía intelec- misteriosa alquimia, se transformó con
tual que Galeano hace de Latinoamérica nosotros, ésa es la cualidad que la ha
es dura, y los fogonazos de su flash son hecho perdurar: el libro y su estructura,
brutales. Pero las atrocidades expuestas toda esa historia de olor y desencanto,
en este libro, en el que un estilo macha- han crecido sin volverse viejos. Segui-
ca convive con la prosa poética, son in- mos jóvenes con ellos. Lo que, es decir,
negables, aunque de tan crueles parez- seguimos conversando. Mayra Montero
E
L PROBLEMA DEL narcotráfico y la América Latina desde dos décadas y media yor integración militar con Estados Unidos, do en Latinoamérica, sobre todo, en Argenti-
violencia en América Latina está le- atrás, fue la ineptitud por parte de sus cla- etcétera. Estas medidas se plantean como na, Uruguay, Paraguay, Perú, Venezuela,
jos de ser un mito reductible a un ses dirigentes de atenuar las asimetrías en- “solución” cuando más bien contribuyen a Jamaica, República Dominicana, Honduras
juego de policías y ladrones: atañe tre la normativa democrática y la pobreza y complicar el problema. y México. Y concluye: “El narcotráfico es
a la economía, la política, la sociedad y la la desigualdad: el recurso de que a través de Meses atrás, la Oficina contra la Droga y una de las muchas fuentes del crimen que
cultura. Muestra, ante todo, la grave crisis alternancia partidaria y elecciones más o el Delito de la Organización de las Naciona- confrontan la región pero, por supuesto, es
institucional de los países latinoamericanos. menos vigiladas se establecieran las bases les Unidas (ONU) emitió un informe titula- la más grande y, quizás, la más difícil”, pues
Su urgencia entre la búsqueda de un hori- de un desarrollo continuo. En cambio, pre- do La amenaza del narcotráfico en América “no hay país en América Latina que no esté
zonte democrático, la gravitación de la eco- valecen oligarquías y corporaciones rapa- Latina, en el que destaca la vulnerabilidad afectado por el tráfico de drogas”. Mientras
nomía global y el peso de sus inercias y ces, contrarias al principio igualitario. En en estos países frente al crimen y, en particu- la violencia relacionada con la droga puede
desequilibrios históricos. En esas grietas ha este tiempo se han atestiguado las dificulta- lar, el narcotráfico, ya que éste “es el más ser difusa en grandes poblaciones de países
prosperado la ineficacia, la ineptitud, la co- des de contener la corrupción de todo nivel consumidores, se concentra a menudo en
rrupción. Y el implante de un esquema eco- en diversos gobiernos, y el incremento de la “cuellos de botella”, zonas y trayectos don-
nómico en el que algunos privilegiados se economía subterránea, el tráfico de drogas de se da su tráfico. Dicha violencia está lejos
benefician del negocio de la ilegalidad y su y el resto de sus industrias criminales (blan- de ser un conflicto social como cualquier
peligro más lacerante: la impunidad de la queo de dinero, secuestro, extorsión, robo, Bajo el entrelazamiento otro, ya que se trata, por el contrario, de un
violencia y los delitos, la fractura en el cum- tráfico de indocumentados, explotación de efecto cíclico: “El narcotráfico trasmina el
plimiento de la ley y la práctica de la justicia. personas, etcétera).
entre el crimen organizado imperio de la ley, y la debilidad del imperio
La importancia del tráfico de drogas y Bajo el entrelazamiento entre el crimen y las instituciones de la ley facilita el narcotráfico”.
su violencia está lejos de ser una suma de organizado y las instituciones han prospera- La violencia del narcotráfico en América
percepciones desatadas por los medios ma- do los cárteles de la droga (sobre todo los han prosperado los Latina ha generado por lo menos cuatro
sivos de comunicación, como indicaría la mexicanos) y las bandas criminales en Amé- grandes narrativas contradictorias entre sí
burda “teoría de la bala mágica” (los me- rica Latina, que ya influyen cada día más a cárteles de la droga que convergen en la vida pública: a) la ver-
dios tienen la capacidad de moldear al pú- lo largo y a lo ancho del continente y mantie- sión oficial que funde la información con las
blico y volcarlo a un solo punto de vista). El nen enlaces muy importantes con las econo- manipulaciones contrainformativas y la pro-
negocio pródigo de la ilegalidad se ha vuel- mías de Estados Unidos y la Unión Europea. paganda; b) la narrativa periodística en la
to en América Latina uno de los mayores El reverso del triunfalismo del orden global responsable en términos de acción colecti- que confluyen la versión oficial y, a veces, el
riesgos, ya que se mantiene a partir de po- se llama economía subterránea, cuya políti- va”. Colombia, Perú y Bolivia producen mil examen crítico de ésta o la denuncia de los
deres económicos y políticos que obtienen ca favorita consiste en los usos violentos. toneladas de cocaína anuales, que llega al hechos; c) los registros académicos y de orga-
grandes beneficios, y gobiernos que com- La sangre, la muerte, la amenaza, la explo- menos a diez millones de consumidores en nismos internacionales sobre los distintos
baten o simulan combatir el crimen orga- tación, la ganancia, el armamentismo. Ta- Estados Unidos y Europa a través de otros fenómenos violentos; d) la narrativa cultural
nizado mientras su burocracia y cuerpos les factores desbordan el proyecto de im- países de América Latina, donde “casi cada —construida por la literatura, el cine, la mú-
policiales y militares están expuestos a la plantar sociedades policiacas mediante el país en el hemisferio es afectado”. La pro- sica, el arte— que busca reinventar la reali-
corrupción, bajo un discurso de hipocresía establecimiento de una policía nacional ducción de cocaína se ha incrementado tan- dad o defender la verdad histórica y se basa
y manipulaciones que está lejos de compa- única, la concentración y centralización de to como los decomisos en diversos países en reportajes, relatos, ficciones, o creencias
ginar los dichos con los hechos. sus mandos en un ministerio del Interior, (Venezuela, Trinidad y Tobago, Panamá, comunitarias, el habla y las expresiones
Si algo trajo consigo la modernización de el ataque a las autonomías locales, una ma- Costa Rica). Esto se debe a las dificultades emergentes que proporcionan la riqueza de
de los narcotraficantes en Colombia, que los contenidos. Esta diversidad de narrati-
extienden sus actividades a otras zonas. El vas encara el conflicto de sus respectivos
crecimiento del consumo de cocaína en Eu- fundamentos y propósitos. Pero permite
ropa ha multiplicado el narcotráfico hacia una tarea comparativa que auxilia a la com-
África occidental con implicaciones en Ve- prensión del fenómeno del narcotráfico y la
nezuela y los países del sur del Caribe. A violencia en América Latina. Minimizar este
pesar de que el consumo de cocaína ha problema ahora y hacia el futuro sólo impli-
descendido en Estados Unidos, su merca- ca la ruta de la mentira y la defección. O
do es aún el mayor del mundo. En cuanto a
la heroína, el hemisferio mantiene su de- Sergio González Rodríguez (Ciudad de México,
manda, con Colombia y México como pro- 1950) es periodista, experto en narcotráfico y vio-
veedores de poco más de un millón de adic- lencia, y autor de Huesos en el desierto y El hombre
tos. A su vez, el consumo de “cannabis es sin cabeza (Anagrama. Barcelona, 2009. 192 pági-
universal”, y cada país proporciona su res- nas. 14,50 euros).
S
OY ARGENTINO: nací en un país que te es sudaca sin velos y, en medio de todo años, cuando fui a un campamento del frecuente: en América Latina, la mayoría de
nunca creyó que fuera parte de eso, una tienda enorme elegantísima la con- movimiento de campesinos Sin Tierra los pobres vive en asentamientos precarios
América Latina hasta que, hace vierte en metáfora boba de América Latina. brasileño, en medio del Amazonas. Los alrededor o dentro de las grandes ciudades,
unos años, en medio de la peor cri- Entre el olor y el polvo y esos gritos, el edifi- ocupas rurales me alojaron en la choza o sea: enfrentados al martilleo constante de
sis de su historia, empezó a aceptar que lo cio de vidrios y de acero: la Monalisa es un de una mujer de 30 años que no estaba que otros sí tienen todo lo que ellos no. Lo
era. No fue, para nosotros, un hallazgo feliz. duty free de aeropuerto con perfumes relo- allí —y se llamaba Gorette. Aquella no- cual, a falta de mejor palabra, querría lla-
Quizá no debería decirlo, pero para los jes lapiceras maquillaje maletas de las mar- che, imperdonable, espié sus posesiones: mar miseria.
argentinos empezar a ser latinoamericanos cas correctas y lo atienden las chicas más en su choza había una cocina de barro, No es lo que dice la Academia: en su
fue dejar de pensarnos como una sociedad correctas y hay poca gente y hay silencio y un machete, 4 platos de lata, 3 vasos, 5 diccionario, miseria figura como “estre-
con un Estado muy presente, buena salud y el aire es fresco muy correcto y, en el sóta- cucharas, 2 cacerolas de latón, 2 hamacas chez, falta de lo necesario para el sustento o
educación públicas, cierta capacidad indus- no, para mi gran sorpresa, aparece la mejor de red, las paredes de palos, el techo de para otra cosa, pobreza extremada”. Pero lo
trial, infraestructura de servicios eficiente, bodega al sur del río Bravo: esos grandes palma, un tacho con agua, 3 latas de le- que llamo miseria es la desigualdad brutal,
mercado interno suficiente, cierta cultura, vinos franceses que aquí no bebe nadie, na- che en polvo con azúcar, sal y leche en concentrada en un mismo territorio, y sus
clase media cuantiosa y una desigualdad da por menos de cien dólares. El caos, los polvo, una lata de aceite con aceite, 2 efectos de enchastre y de violencia: la humi-
moderada en los ingresos. Y descubrirnos vivillos, las falsificaciones, la pobreza activa- latas de aceite vacías, 3 toallitas, una caja llación constante. La pobreza latinoameri-
como una sociedad desregulada salvaje, ex- da rodeando el lujo más abstruso. Ciudad de cartón con 10 prendas de ropa, 2 alma- cana no suele aparecer en un contexto de
portadora de materias primas, sin garantías del Este, ex Puerto Stroessner, Paraguay, Tri- naques de propaganda con paisajes, un carencia, de imposibilidad: no un desierto
estatales de bienestar, con vio-
lencia creciente, educación es-
casa y una extrema polariza-
ción de clase: ricos muy ricos y
pobres bien pobres. Muchos
pobres, cada vez más pobres.
Ése fue el precio de empezar a
llamarnos latinoamericanos:
nadie querría pagarlo.
—O sea que para usted de-
cir latinoamericano es algo así
como un insulto, mi querido.
—Yo no diría un insulto, li-
cenciado. Más bien una triste-
za suave, o a veces una rabia.
En general, cuando un habi-
tante del Occidente más o me-
nos rico piensa en Latinoamé-
rica imagina, antes que nada,
recursos naturales, selvas vírge-
nes, mujeres y hombres me-
nos, músicas dulzonas, imagi-
nación desenfrenada. Y, justo
después, se detiene en la Sagra-
da Trinidad Sudaca: violencia,
corrupción, pobreza. No disi-
mulen, primos gallegos, catala-
nes, vascos: ustedes también
piensan en eso. Y nosotros:
uno de los deportes clásicos en
cualquier encuentro de latino-
americanos de acentos vario-
pintos es el Campeonato del
Peor: quién tiene en su país
más corrupción, mayor violen-
cia, más pobreza. Lo cual nun- Músicos en un aparcamiento de Ciudad de México fotografiados en los años setenta. Foto: René Burri / Magnum
ca se resuelve —los sudacas so-
mos orgullosos— y entonces
podemos pasar a la etapa siguiente y postu- ple Frontera, es un curso exprés perfecto pedazo de espejo, 2 cepillos de dientes, sudanés, no un pantano bengalí. Son ville-
lar que las tres están perfectamente ligadas: sobre Latinoamérica. un cucharón de palo, media bolsa de ros o pobladores o favelados junto al barrio
que la violencia es un producto de la exclu- arroz, una radio que no captaba casi na- caro pomposo custodiado: pobreza con es-
sión creada por la pobreza y profundizada OOO da, 2 diarios del Movimiento, el cuaderno cándalo de despilfarro cerca. La pobreza
por la corrupción de los poderosos —o algo de la escuela, un candil de kerosén, tres común es dura pero crea vínculos, redes,
así. Pero que no sabemos, claro, cómo salir MUCHO MÁS que la pobreza, esa miseria: la troncos para sentarse, un balde de plásti- tejidos sociales; la miseria de la desigual-
del círculo vicioso. diferencia obscena. co para traer agua del pozo, una palanga- dad los rompe, deshace cualquier intento
na de plástico para lavar los platos y una de construcción compartida. El diezmo
OOO OOO muñeca de trapo morochona, con vesti- más rico de los latinoamericanos gana más
de 30 veces más que el más pobre; en Espa-
CIUDAD DEL ESTE es el triunfo de lo falso. AUNQUE EN LOS últimos años la economía ña, por ejemplo, la proporción ronda el 10
Las calles y los puestos y los locales rebosan de Latinoamérica ha crecido un poco, en a 1. La esperanza de vida de mis vecinos de
de falsificaciones mayormente chinas: las cifras de ministerios y bancos internaciona- Buenos Aires es de 76 años; los habitantes
zapatillas falsas, por supuesto, y los falsos les; el continente tiene, además, un tercio Miseria es la desigualdad del Chaco, una provincia de este norte, se
perfumes franceses y las lacostes tan falsas de las aguas limpias del mundo, las mayo- mueren —en promedio— a los 69. O sea:
como una descripción y las pilas y pilitas res reservas de petróleo, cantidad de mine-
brutal, concentrada un porteño vive un 10% más que un cha-
falsas y las falsas camisetas de fútbol y los rales, plantaciones, tierras, poca gente. en un mismo territorio, queño —y la proporción es parecida si se
bolsos Vuitton o Mandarina perfectamente Hubo milagros chilenos, peruanos, casi co- comparan habitantes de San Pablo y Ala-
falsos y los encendedores y los relojes y los lombianos, incluso mexicanos y por supues- y sus efectos de goas en Brasil, o Lima y Cuzco en Perú.
licores y los remedios falsos: aquí lo único to brasileños. Pero la economía latinoameri- Muchas otras cifras podrían decir lo mis-
verdadero es la falsificación. Alguien trata cana sigue marcada por su dependencia de enchastre y de violencia: mo: pedestre, suelo creer que nada es más
de convencerme de que fabrican falsas ha- los mercados internacionales —el continen- decisivo que vivir o no.
macas paraguayas pero no sabe explicarme te es más que nada un productor de mate-
la humillación constante
cómo se logra ese portento. Entonces otro rias primas o, como se dice ahora, de com- OOO
me cuenta que, a la noche, todo se llena de modities— y, sobre todo, por aquello que
falsas mujeres que son, en verdad, nenas llaman la pobreza: 200 millones de perso- DIGO: MISERIA. Una sociedad que produce el
—y me impresiona un poco tanto esmero. nas —dos de cada cinco— que no comen do rojo y rara cofia. Eso era todo lo que triple de los alimentos que precisa —pero
Hace calor. Por las calles atestadas de todo lo que deberían. Gorette tenía en el mundo —y digo todo: uno de cada seis chicos sigue desnutrido. O,
vendedores y compradores —en Ciudad del —Uy, ustedes los sudacas no paran de exactamente todo y nada más. Aquella dicho de otro modo: aquella bodega con
Este no hay más categorías posibles— cru- hablar de su pobreza. ¿Será para tanto? noche empecé a entender qué era la po- sus Château Mouton-Rothschild en medio
zan chicos cargados de cajas y más cajas, breza. O lo supuse. de la selva de chiringuitos falsos. Eso es,
muchachos que tratan de venderme un cor- OOO ahora, todavía, América Latina. Y así nos
tapelos, chicas que me ofrecen estampitas OOO sigue yendo. O
de vírgenes, y el polvo se mete en todas ES DIFÍCIL imaginar la realidad de la pobre-
partes y los gritos se meten y el olor de za desde las calles de una ciudad rica. P ORQUE DESPUÉS me pareció que la palabra Martín Caparrós (Buenos Aires, 1957). Una luna.
tantos sudores combinados. Ciudad del Es- Creo que recién lo entendí hace unos pobreza no servía para describir las socieda- Anagrama. Barcelona, 2009. 181 páginas. 16 euros.
Tiempo
de amapolas
Al sur de Colombia, los ingas continúan su particular batalla contra
otra tiranía, la de las mafias de la heroína. Por Laura Restrepo
H
ERNANDO CHINDOY, gober- cuando estaban rayando en los amapola- de la novedad. “Se nos olvidó lo que los
nador del Cabildo Indíge- res no se les podía ver, se ocultaban entre abuelos nos habían enseñado al calor del
na de los ingas, supo que las flores, sólo se descubría su presencia fogón”, reconoce Querubín, cabeza del
habían cambiado los tiem- por el movimiento de los ramajes”. cabildo de justicia. Se les había vuelto
pos la noche en que vio a Al calor de la bonanza, los ingas aban- extraña hasta la propia tierra. Por genera-
sus vecinos comer algo donaron su propia lengua, compraron ra- ciones la habían defendido manteniendo
que él nunca había probado, sardinas en dios e hicieron a un lado sus trajes tradi- acciones de resistencia contra la violen-
lata, inimaginables hasta entonces en su cionales, confeccionados en lana virgen y cia terrateniente y esgrimiendo en las no-
rincón del mundo, al extremo sur de Co- telar manual, para echarse encima la pin- tarías el título de propiedad que Felipe II,
lombia, en el departamento de Nariño, ta con ropa de marca. Dejaron de lado la rey de España, les había firmado durante
una imponente geografía montañosa que embriaguez mística y ceremonial del la Colonia. Y ahora esa misma tierra, la
se alza hasta los 5.000 metros y ostenta yahé, o santo remedio, para ponerse unas Pacha Mama que sus ancestros habían
varios volcanes que de tanto en tanto es- borracheras olímpicas en las cantinas, venerado y respetado, estaba envenena-
tornudan ceniza, para que nadie olvide con ron Cinco Estrellas o Viejo de Caldas. da con fumigantes, sembrada de minas,
que se trata de monstruos activos. Y las Y al tiempo con la euforia fue llegando la regada con sangre. Había que dar marcha
sardinas aquellas, que venían en salsa de desgracia, y la flor bendita mostró su cara atrás. Quedaba claro que el nuevo cami-
tomate y eran marca Van Camp’s, resulta- amarga. Por andar en el embeleco de sem- no era una espiral hacia el desastre.
ron ser apenas un anuncio de la gran trans- brarla, se habían olvidado de cultivar ali- De ahí que el Cabildo Indígena de los
formación que a partir de 2003 tendría mentos, que se encarecieron tanto que ingas, convocado por Chindoy, se plan-
lugar en la zona, cuando sus gentes empe- aunque había dinero, no alcanzaba para teara la urgencia de volver a los cultivos
zaron a andar armadas, las caras extrañas comer. Las guerrillas, que se ingeniaron tradicionales tras arrancar a mano hasta
fueron más que las conocidas, hubo bille- la manera de sacar tajada custodiando la última amapola. “La gran mayoría de
tes para meter al bolsillo, los bares y los los amapolares, se convirtieron en justi- la gente no quería”, dice Chindoy, “alega-
burdeles salieron como de la nada y la cieros y aplicaron pena de muerte a ban que si se acababa la amapola se iban
muerte se instaló a vivir en los campos y quien incumpliera los pactos del nego- a morir de hambre, que regresaría la gran
las plazas. cio. El Plan Colombia, acordado entre Es- pobreza, que los jóvenes se irían lejos a
La causante de la conmoción había si- tados Unidos y el Gobierno colombiano, buscar su vida, porque aquí no habría
do una flor. Aquella a la que el tenore di nada para ofrecerles”. Durante un año
grazia Tito Schipa le cantara inocentemen- entero, los integrantes del cabildo debie-
te, amapola, lindísima amapola, será siem- ron conversar con las familias, una por
pre mi alma tuya sola, sin sospechar que una, hasta lograr que la comunidad se
en un futuro cercano el objeto de sus tri- … Supo que habían comprometiera en las grandes mingas de
nos daría lugar al multimillonario tráfico la erradicación definitiva.
ilegal de la heroína. “Antes utilizábamos la cambiado los tiempos El actual gobernador del departamen-
amapola como adorno”, dice Chindoy, “y la noche en que vio a sus to de Nariño, Antonio Navarro Wolff, es
la sembrábamos en macetas porque apre- el principal impulsor de una política ge-
ciábamos su belleza. Pero de repente mira- vecinos comer algo que neralizada de sustitución voluntaria de
mos alrededor y vimos que toda la tierra cultivos ilícitos. Navarro Wolff, ex coman-
se había transformado en un jardín y que él nunca había probado, dante del desmovilizado M-19, es oriun-
la montaña estaba cubierta por las flores do de la propia Nariño, tierra por la que
rojas”. Ahora crecían hasta en las calles de
ni siquiera imaginado: anduvo enmontado y enfierrado acompa-
tierra del poblado, e iban reemplazando a sardinas en lata ñando las luchas indígenas, y que ahora,
la papa y a la alverja en las huertas case- dos décadas después de deponer las ar-
ras. También podían ser blancas o mora- mas, ha llegado a gobernarla por vía legal
das, añade Sonia Amado, y recuerda que y voto popular. “Trabajar era bueno en el
cuando las vio por primera vez, al regresar Sur”, había escrito su coterráneo, el gran
de visita a Puerres, su pueblo natal, aque- dispuso la criminalización de la siembra, poeta Aurelio Arturo, pero esa afirma-
llo le pareció una fiesta de colores. la militarización de la zona y la fumiga- ción había dejado de ser cierta. Debido
Con las flores llegaron gentes que les ción masiva desde aviones, como medi- tanto al narcotráfico como a la coacción Mujeres y niñas de la comunidad indígena inga, en el
dijeron: abran los ojos, que eso es dinero das para erradicar los cultivos a la brava. oficial para acabarlo, trabajar en el sur se sur de Colombia. Foto: El Tiempo
en grande, la flor va a dar trabajo para Muchos adultos de la comunidad fueron había vuelto una experiencia azarosa,
todo el mundo. Los ingas se volcaron con a parar a la cárcel mientras en casa queda- cuando no mortal. Sacar adelante una
entusiasmo a extraer el látex, tres míni- ban los niños solos. Se arruinaba quien región tan pobre, aislada y sumida en la quedarse de brazos cruzados esperando
mas rayas con cuchilla de afeitar en el cayera en manos de la ley, al gastar en violencia como Nariño no resultaría ta- a que llegara ese día, o sea, el de san
bulbo de cada flor, y a poner una copita abogados más de lo que había ganado rea fácil, así que Navarro se propuso al Blando, que no tiene cuándo. Debía ac-
de las de ron para recoger las gotas blan- con el látex. Para mantener al Ejército menos un objetivo, elemental y central: tuar ahí y ahora, en las condiciones da-
cas. Los cultivos daban leche, y la leche alejado de la amapola, las guerrillas levan- que hombres y mujeres pudieran traba- das, y montó un plan de desarrollo agríco-
era bien paga. Habían llegado al pueblo taron la consigna “nosotros no peleamos jar en paz, y que su trabajo les diera sufi- la con base en la sustitución voluntaria,
los compradores: paramilitares, mafiosos contra el Ejército, el Ejército pelea contra ciente para mantener dignamente a sus con dos condiciones que serían a la vez
y criminales de toda laya, a través de los las minas”, y enterraron cientos de quie- hijos. Los cultivos ilícitos no permitían ni garantías: no fumigantes, y no violencia.
cuales la comunidad, hasta entonces ais- brapatas que empezaron a estallar, qui- una cosa ni la otra. Navarro era conscien- “El objetivo del programa”, dice, “es lo-
lada y pobre, entró a hacer parte de la tándole la vida o las piernas a las mujeres te de que la legalización de la droga, co- grar cero amapola y cero coca, sin ro-
vertiginosa cadena de un ávido y asegura- que iban a por agua, a los niños que juga- mo medida mundialmente acatada, sería deos, sin ambages, pero como resultado
do mercado internacional. En el nuevo ban entre los matorrales, a los campesi- la única solución para ponerle punto fi- del desarrollo rural, seguridad e ideolo-
negocio hubo cabida para todos, especial- nos que bajaban al mercado. nal al problema, porque acabaría con los gía, y no como producto de un simple
mente para los más marginados, mujeres “Era imposible no darse cuenta de que altos precios de la heroína y por tanto ejercicio de autoridad. La erradicación a
y menores que con sus manos, pequeñas estábamos haciendo algo mal, algo muy también con el látex, la amapola, los culti- la fuerza puede obligar a la gente a des-
y cuidadosas, podían rayar la delicada malo para nosotros mismos”, dice Chin- vos de amapola, los narcos, los paras y la truir la amapola, pero no puede evitar
flor con más eficacia que los hombres. doy. Habían puesto en jaque la vida, y la guerrilla; con la legalización, toda esa ba- que reincida. Más que erradicar, el verda-
“Los niños eran un poco más bajos que comunidad se les disolvía, al perder cos- rahúnda se derretiría como las nieves de dero problema es evitar la resiembra.
las plantas”, dice William Martínez, “y tumbres y disolver lazos en el remolino antaño. Pero también sabía que no podía Buscamos que el agricultor que erradi-
C
ARLOS FUENTES dijo alguna vez que mistas comenzaron a encontrarle algo posi- Que el lenguaje español haya logrado esta- otra parte: Alma Guillermoprieto, Alejandro
los argentinos descendían de los tivo a esta emigración: las remesas enviadas blecerse en el gran imperio de Estados Uni- Amenábar, Diego Maradona, Junot Díaz,
barcos. Se refería a cómo la inmi- de España y Estados Unidos al continente dos debe verse como un triunfo. Que haya Salma Hayek, Daniel Barenboim… A los
gración de fines del XIX y princi- son la principal fuente de divisas en algunos grandes deportistas, escritores y científicos que se les mete el gusano de la culpa por
pios del XX transformó por completo el país países, sostienen economías familiares y viviendo fuera del continente contribuye a haber partido hay que decirles que al hacer-
austral. Argentina fue un extremo, pero en apoyan la estabilidad macroeconómica. la autoimagen de una América Latina acos- lo han ayudado a reinventar el continente;
los otros países latinoamericanos la inmigra-
ción también fue fundamental. Hay comuni-
dades italianas en Venezuela, croatas en Bo-
livia, japonesas en el Perú. El aporte de los
inmigrantes puede encontrarse tanto en el
sector político como en el empresarial, artís-
tico, deportivo o gastronómico.
Algo cambió en las últimas décadas. Lati-
noamérica dejó de ser un importante centro
de atracción de inmigrantes y se convirtió,
más bien, en una región de gente muy dis-
puesta a emigrar a otras latitudes. Las razo-
nes son estructurales y tienen que ver, sobre
todo, con las dificultades de muchos países
del continente para crear fuentes de trabajo
capaces de brindar oportunidades de desa-
rrollo y crecimiento. En esto han fracasado
en general tanto los proyectos políticos neo-
liberales como los de la izquierda. En algu-
nos casos ha habido notables mejorías, pero
éstas son más las excepciones que la regla.
El latinoamericano de las últimas déca-
das ya nace con una vocación emigrante.
Está la emigración al interior de una na-
ción, que ha producido países centralistas,
con capitales acromegálicas que devoran
fácilmente al resto (Santiago, en Chile; Bue-
nos Aires, en Argentina; el Distrito Federal,
en México). Está la de un país a otro del
continente: los centroamericanos que se La Habana, principios del siglo XX: casa de empeños perteneciente a emigrantes gallegos. Foto: José F. Placer
trasladan a México; los peruanos que bus-
can mejores horizontes en Chile; los bolivia-
nos que se instalan en Argentina. Y está, Lo positivo va más allá de la cuestión tumbrada a frustraciones y derrotismos. han enseñado que la adscripción geográfica
por supuesto, la emigración a España y a económica. Hay que entender a los latino- Muchos latinoamericanos que viven le- es sólo una manera de ser latinoamericano.
Estados Unidos. americanos de hoy como seres con una jos se han establecido en otros países y de- La emigración es dolor, soledad, nostalgia y
Durante mucho tiempo los analistas vie- identidad fluida, gente que ha hecho de la fienden otras banderas; otros continúan mucho trabajo; también es júbilo,
ron esta emigración como algo negativo pa- incertidumbre ante el mañana una parte con un pie en su nuevo país y otro en el que reinvención, deseo de futuro y flexibilidad.
ra el continente. Se habló de la “fuga de esencial de su ser. Los que se han ido nun- dejaron, incapaces de afincarse definitiva- Así llegamos a los doscientos años:
cerebros”: ingenieros, intelectuales, acadé- ca se han ido del todo: a través de las mente o de regresar de una vez por todas al añorando nuestra tierra, pero sin dejar de
micos. Pero también emigra la mano de remesas, de la forma en que han logrado lugar que añoran. Lo suyo es una utopía: celebrarla en cada gesto. O
obra cualificada (plomeros, albañiles, electri- que su cultura eche raíces en territorios vivir dos vidas a la vez, estar allá y aquí al
cistas) y gente sin trabajo dispuesta, simple- extraños, de un aporte artístico, intelec- mismo tiempo. Esa inestabilidad quizá no Edmundo Paz Soldán (Cochabamba, Bolivia,
mente, a buscarse la vida en otra parte. En tual y científico que no cesa, han seguido sea buena para el día a día, pero lo es para la 1967). Los vivos y los muertos. Alfaguara. Madrid,
los últimos años, los políticos y los econo- construyendo la grandeza del continente. creatividad: se necesita rapidez mental e 2009. 206 páginas. 15,50 euros.
L
OS PRIMEROS ANTECEDENTES de la ilusiones y poco entrenamiento. Fascina- el narcotráfico ofrecía una fuente de finan- ban protección armada a los campesinos,
guerrilla latinoamericana datan de dos con la experiencia revolucionaria cuba- ciamiento inagotable. establecían un código legal y practicaban
los años cincuenta, cuando las mili- na, y adiestrados ahí durante unos meses, En esos mismos años, el comunismo ce- juicios, controlaban el precio de la coca y
cias campesinas luchaban contra el regresaban a sus países con el plan de abrir dió el puesto a las drogas como enemigo cobraban un impuesto por su venta. Progre-
sistema casi feudal del agro, o simplemente focos revolucionarios en toda América Lati- regional de Estados Unidos. Desde enton- sivamente, fueron ampliando sus activida-
subsistían a costa de bandidaje. Pero a partir na. Casi siempre caían muertos en menos ces, Washington financia la fumigación de des: algunos se convirtieron en sicarios de
de los sesenta, la Revolución Cubana dotó a de un mes. cultivos cocaleros y la entrega de pertrechos los traficantes, como parece ocurrir con Sen-
esos grupos de una ideología, de un proyec- Uno de sus principales obstáculos era su militares a sus Estados aliados en el tema. dero Luminoso en el Perú. Su función es
to continental y, por cierto, de una poesía. propia estrategia. El planteamiento militar Con lamentable frecuencia, el resultado de hostigar a los militares para liberar las rutas
Poeta era Javier Heraud, del Ejército de guevarista sólo podía funcionar en países esas políticas es la intoxicación o muerte de de salida de la droga. Otros grupos, sobre
Liberación Nacional peruano, o el salvadore- pequeños, llanos, tupidamente tropicales y los campesinos, y la persecución y todo en Colombia, empezaron a controlar
ño Roque Dalton, asesinado por sus propios asolados por regímenes repugnantes sin de- criminalización de sus dirigentes. De cara a franjas cada vez más grandes del negocio.
compañeros del Ejército Revolucionario del fensa posible, como Cuba o Nicaragua. El la población, eso brindó una nueva legitimi- Son dueños de sus propios cultivos y nego-
Pueblo. Poeta era Ernesto Cardenal, otrora propio Che Guevara cayó en Bolivia, víctima dad al discurso guerrillero que ya sonaba cian de igual a igual con los traficantes, co-
icono del sandinismo. Los poetas, sin em- de su desconocimiento del terreno y de la trasnochado en cualquier otro lugar. mo líderes de microestados cocaleros.
bargo, no suelen ser grandes estrategas mili- desconfianza de los indígenas. Pero eran La asociación de guerrilla y narcotráfico Ésa es la complicación para combatir a
tares. Un notable ejemplo de ello fue el Ejér- tiempos de ideales, y los guerrilleros creían es sólo un tramo más del reguero de violen- los guerrilleros del siglo XXI. Donde se subor-
cito Guerrillero Popular, que trató de abrir que todo era posible. Al fin y al cabo, la cia que acompaña la ruta de la coca. En dina a los narcos, se les puede tratar como
un foco guerrillero en Argentina en 1964. misma revolución cubana parecía inviable, Bolivia, el Evo Morales de hace pocos años delincuentes comunes. Pero donde la pobla-
Sus miembros pasaron hambre. Sufrieron hasta que se hizo. dirigía la asfixia de la capital por bloqueo. ción los apoya, las operaciones militares da-
una geografía endiablada. Los campesinos En los años noventa desaparecieron de En Centroamérica, las maras se ocupan del ñan a la población civil y fortalecen a los
de Salta, en vez de acogerlos como liberado- América Latina las últimas dictaduras mili- pequeño comercio y la protección de los subversivos. Desde el exterior es casi imposi-
res, los denunciaron a la policía cada vez tares de derecha, y con ellas, las últimas traficantes. En México, la guerra contra el ble conocer la dinámica política de cada si-
que los vieron. Antes de lograr ningún objeti- guerrillas. Sin embargo, hubo una geogra- narco se cobró seis mil víctimas mortales tio específico. Hoy en día, de hecho, lo úni-
vo, buena parte de los guerrilleros fueron fía donde éstas lograron, si no tomar el sólo en 2008. co seguro es que resultaba más fácil matar
arrestados, y a su líder Jorge Masetti se lo poder, al menos sobrevivir: las zonas de No obstante, cada caso es diferente: los poetas. O
tragó la selva. Nunca volvió a saberse de él. producción de hoja de coca. Se trata de sindicatos cocaleros bolivianos han tomado
La mayoría de estos “ejércitos” contaba regiones semitropicales situadas entre los el poder por vía electoral y enfatizan el lema Santiago Roncagliolo (Lima, 1975). Memorias de
con menos de cuarenta efectivos, todos Andes y la selva, especialmente en Colom- “coca no es cocaína”. Los narcos y las maras una dama. Alfaguara. Madrid, 2009. 336 páginas.
ellos blancos de clase media con muchas bia y Perú. Ahí resultaba fácil esconderse, y no tienen aspiraciones políticas, y la mayo- 19,50 euros.
E
L RESULTADO DE la encuesta es muy norteamericano desde 1959, su reivindica- dable de la renuncia a lo institucional, y en sor de la Revolución Cubana, cronista y
significativo. Corresponde a una ción de la soberanía. El régimen castrista esto no se toma en cuenta su ideario del ensayista magnífico, poeta (“para Cuba
síntesis histórica de la región don- ha obtenido éxitos considerables en la edu- arrasamiento: “Hay que amar a nuestros que sufre, la primera palabra”), gran inde-
de ya los escritores figuran ostensi- cación y la salud, ha persistido no obstan- enemigos con odio revolucionario”, frase pendentista, es el ideólogo de la descoloni-
blemente y en donde es central el desafío a te el bloqueo criminal de los gobiernos de que extiende en su discurso en el Congreso zación en América Latina, que invita a recu-
los imperios (el español, el norteamerica- Estados Unidos, los intentos de la CIA por de la Tricontinental (16 de abril de 1967): perar el pasado primordial: “Injértese en
no) y a las dictaduras. Cinco figuras del asesinar a Fidel Castro, las maniobras en nuestras repúblicas el mundo; pero el tron-
siglo XIX y cinco del siglo XX, políticos que la OEA sólo recientemente suspendidas. Y Es preciso, por encima de todo, mantener co ha de ser el de nuestras repúblicas. Y
son militares, escritores extraordinarios, lo negativo no disminuye la fuerza y la vivo nuestro odio y alimentarlo hasta el pa- calle el pedante vencido; que no hay patria
guerrilleros, constructores de ideas y prácti- inteligencia del Comandante. Castro ha si- roxismo, el odio como elemento de lucha, un en que pueda tener el hombre más orgullo
cas de la nación y sus leyes, héroes que son do un dictador que dependió largamente que en nuestras repúblicas americanas”.
mártires, escritores que crean por su cuen- de los soviéticos, que suprime las liberta- En el fondo de esta “alabanza de aldea”
ta formas originales de ejercer el idioma. des de expresión y mantiene el control está la exigencia: no se proceda como si
No hay en la lista ninguna mujer. férreo de la isla, ahora en compañía de su nuestra América viniese de la nada.
El primer lugar, con gran ventaja, es pa- hermano Raúl, con la consiguiente repre- Cinco figuras del siglo XIX Del liberalismo radical del siglo XIX se
ra Simón Bolívar, el gran impulsor de la sión de los disidentes, con frecuencia en- elige a Benito Juárez, uno de los grandes
independencia latinoamericana, que mere- carcelados. Con todo, se mantiene el apo-
y cinco del siglo XX. Los iniciadores del México moderno. Juárez no
ce sobradamente el título de El Libertador. yo fervoroso a Fidel de un gran sector de escritores figuran es un mártir ni un prisionero de su tiempo.
Es un estratega militar y es el primer y muy la población cubana. Indígena zapoteca, al cabo de una vida de
notable estadista de América Latina. A la ¿Se puede negar la condición mítica (el ostensiblemente y es hazañas, hechos trágicos, conjuras, traicio-
adversidad (el poder español, las divisiones héroe que se sacrifica por el mundo mejor) nes, victorias militares, políticas y cultura-
de los insurgentes, las traiciones), opone su de Ernesto Che Guevara? Es el revoluciona- central el desafío a los les, resulta un vencedor insólito, no un
voluntad de triunfo, su autocrítica (“he ara- rio que lucha en un país desconocido, es el precursor sino un contemporáneo en la
do en el mar”), sus proclamas, sus proyec- emblema del romanticismo revolucionario
imperios y a las dictaduras vanguardia del desarrollo civilizatorio. Se
tos legislativos… A su personalidad deslum- (en la foto de Alberto Korda el Che ya es un impone al racismo ancestral, a la extrema
brante añade la muy novedosa maestría signo del porvenir). Ministro de Economía, dificultad de crear la educación pública en
retórica. En el mismo orden de cosas y de “hereje” frente a la Unión Soviética, adalid un país asfixiado por el clasismo y el racis-
hazañas se encuentra el quinto lugar en la de la toma de conciencia armada en Améri- odio implacable al enemigo que nos impul- mo, a los dilemas de su carácter tímido y
votación, José de San Martín, el héroe clási- ca Latina (“crear dos, tres, muchos Vietna- sa más allá de las limitaciones naturales pro- cerrado, a las divisiones de su partido, al
co de Argentina, que muy joven se encuen- ms”), leyenda casi desde el primer momen- pias del hombre y lo transforma en una má- analfabetismo de las mayorías que hace las
tra al frente de un regimiento. Creador del to, revolucionario en el Congo, guerrillero quina de matar efectiva, seductora y fría. Así veces de aprisionamiento nacional, a la fu-
Ejército de los Andes, liberador de Chile, en Bolivia. “Aventurero sagrado”, según las deben ser nuestros soldados, un pueblo sin ria y las bajezas del clero integrista y los
inspirador de la independencia de Perú, es, legiones de admiradores, es el profeta y el odio no puede vencer a un enemigo brutal. conservadores, a la intervención francesa,
sin embargo, capaz de entregarle su Ejérci- actor de las insurrecciones y la incesante (Citado por Juan José Sebreli a las peripecias de su gobierno nómada. El
to a Bolívar. toma del poder. en Comediantes y mártires) fusilamiento de Maximiliano es uno de los
Es previsible también el segundo lugar. Para las nuevas generaciones el Che, ya mayores actos antiimperialistas del siglo
Más que ningún otro rasgo a Fidel Castro se casi sin contextos, es la foto en las manifes- José Martí es otro latinoamericano im- XIX. Se le persigue, calumnia, encarcela,
le reconoce su enfrentamiento al poderío taciones de protesta, es la expresión formi- prescindible. Considerado el gran precur- destierra, veja y ridiculiza; se le quiere con-
‘Qué vachaché’
E
N LA PRIMERA de sus Prosas apátri-
das (1975) Julio Ramón Ribeyro se
hacía, verdaderamente angustia-
do, una pregunta parecida a la que
había obsesionado a Cyril Connolly en Ene-
mies of Promise (1938): “¿Qué cosas hay que
poner en una obra literaria para durar?”. El
autor británico había escrito su influyente
ensayo para dilucidar —en una época en la
que la producción editorial era muy inferior
a la actual— cómo escribir un libro que
durara diez años. No es demasiado tiempo.
Y, sin embargo, ¿quién se acuerda de la
inmensa mayoría de las novelas publicadas
en español —aquí y allá— en la última déca-
da? En 2007, con motivo del IV Congreso
Internacional de la Lengua Española cele-
brado en Medellín y Cartagena de Indias (el
cónclave académico que elevó al trono de
Cervantes —con una puesta en escena dig-
na de Busby Berkeley— a García Márquez
como dios vivo del Olimpo literario hispáni-
co), la revista colombiana Semana publicó
una interesante lista de las “100 mejores
novelas de la lengua española de los últi-
mos 25 años”. Releída ahora, la nómina,
construida a partir de los votos de “81 escri-
tores, editores, periodistas y críticos litera-
rios”, adolece de la obsolescencia inevitable
de todo periodismo. Las cinco primeras no-
velas eran latinoamericanas (1ª: El amor en
los tiempos del cólera, de GGM; 2ª: La fiesta Ilustración de Max.
del Chivo, de MVLL; 3ª: Los detectives salva-
jes, de Bolaño; 4ª: 2666, de Bolaño; 5ª: Noti-
cias del Imperio, de Fernando del Paso), y la lugares con sólo una de sus novelas más estos tres años se han publicado otras (por 1931), anunciada inteligentemente en la
sexta era Corazón tan blanco, de Javier extensas. Y tal vez Corazón tan blanco se ejemplo, La noche de los tiempos, de Mu- página (gratuita y consultadísima) del
Marías. Ignoro cuáles de esas 100 novelas vería superada por Tu rostro mañana, ala- ñoz Molina) que hoy entrarían en una lista DRAE como “el español de todo el mun-
aguantarían hoy en una segunda edición bada por The Guardian como “quizás la renovada. Lo que sí parece haberse extendi- do”: no hay nadie que venda mejor las
puesta al día (y a la moda, y a los pasajeros primera auténtica obra maestra literaria do es la convicción de que la literatura his- cosas de nuestro idioma que mi siempre
entusiasmos) de ese catálogo. Quizás Bo- del siglo XXI”. En todo caso, algunas de las panoamericana es un único territorio por admirado y excelentísimo Víctor García de
laño (del que se siguen publicando “sobras que entonces se citaban han soportado el que todos transitamos. Eso también tie- la Concha. La publica Espasa —que es, des-
completas”) se estabilizara en los primeros con dignidad la prueba de la década, y en ne su reflejo en algunas (buenas) editoria- de hace mucho tiempo, y con algunas últi-
les españolas, en las que casi la mitad de mas excepciones santillanescas—, el sello
los títulos de ficción en castellano publica- que ostenta graciosamente el, digamos,
dos en los últimos años corresponden a práctico monopolio de las principales pu-
autores nacidos al lado de allá. América blicaciones (académicas) de la RAE. Costa-
—“la bella nadadora entre dos océanos sun- rá 120 euritos, lo que para sus 4.000 doctas
tuosos”, la llamó Huidobro con imaginería páginas coordinadas y dirigidas por el sa-
hollywoodiana— está ahora mucho más bio nebrijano Ignacio Bosque no es dema-
cerca. Y quizás, en las orillas de esos mares siado. Y ya lleva camino de convertirse en
lejanos, y gracias a la literatura que compar- uno de los más buscados libros de regalo
timos, ya no tenga sentido la pregunta, sor- de estas fiestas tan entrañables que se nos
prendentemente unamuniana, que se ha- echan encima: incluso su edición comple-
cía Paz en 1965: “¿Recobraremos un día ta, que es la que se comercializará prime-
nuestra parte perdida, el gran fragmento ro, tiene en teoría más lectores cautivos
de nuestro ser que se llama España?”. que la traducción española de la Biblia. Y
es que dicen que antes de quince años
seremos 550 millones de hispanohablan-
Aniversarios tes, 100 de los cuales vivirán en el corazón
ROBO PARA EL TÍTULO de este sillón de orejas del Imperio, en aquel lugar de donde, se-
el de un tango compuesto en lunfardo (le- gún el Neruda más militante (y ciego para
tra y música) por Santos Discépolo en lo que no le interesaba ver) llegaba la músi-
1926. La primera vez que vi la expresión ca con la que “nuestras locas muchachas /
escrita fue en aquel estupendo caos corta- se descaderan aprendiendo el baile / de
ziano de Último Round, compuesto muy los orangutanes” (Odas elementales, 1954):
sintomáticamente en 1969, cuando todo vaya forma de tratar al rock and roll. El
parecía posible y París era una colonia eu- español de todos, por tanto. Aunque a ve-
ropea de brillantísimos escritores latino- ces fuera de unos más que de otros: no
americanos cuya misión fundamental (me) puedo evitar sonrojarme leyendo (en Histo-
parecía ser la de enseñar a los españoles a ria de un encargo: “La Catira” de Camilo
escribir novelas que no olieran demasiado José Cela, de Gustavo Guerrero, Anagrama)
a viejo. “Qué vas a hacer”, me pregunto la oportunista aventura literaria venezola-
hoy, utilizando la difícil segunda persona na de nuestro castizo premio Nobel (y an-
que tan bien maneja Paul Auster en algu- tes censor agradecido). Eran los tiempos
nas partes de Invisible (Anagrama), la nove- de la Hispanidad militante y fascistoide y
la que anoche me devoré compulsivamen- de la madre patria (más bien madrastra)
te en cinco horas sin Mario (¿es una obra celebrada por los aparatos ideológicos de
maestra?: lo dudo, y ni siquiera sé si durará los dictadores de aquí y de allá. Mientras
diez años, pero la empecé y no la habría en Guadalajara se celebra la literatura co-
dejado aunque se hubiera hundido el sue- mún (regándola con tequila nocturna en
lo bajo mi cama; tal vez eso es lo que le las envidiables cantinas), me llevo a mi
pasó al maestro Vargas Llosa cuando leía a sillón de orejas El fondo del cielo (Monda-
Larsson). Qué voy a hacer: cómo festejar dori), la última novela de Rodrigo Fresán,
que hoy sábado —el mismo día que se que me ha recomendado vivamente mi ase-
inaugura la Feria del Libro de Guadalaja- sora latinoamericana Maga Polvoranca,
ra— se cumplen 100 semanas de este si- tan fan del escritor argentino que se sabe
llón de orejas desde el que Max y yo inten- de memoria toda su obra (incluyendo los
tamos existir para ustedes unos instantes, innumerables prólogos). Mientras me aco-
agitando los brazos para que su barco no modo para empezar su lectura, me viene a
pase de largo y nos deje con dos palmos de la memoria un par de versos, tristes, solita-
narices en nuestra isla desierta, cada uno rios y finales (además de socialrealistas)
intentando sacarle el jugo a la gramática del tango de Discépolo: “El verdadero
de su oficio. Gramática: ahí tienen, a punto amor se ahogó en la sopa, / la panza es
de llegar a las librerías, la nueva de la Len- reina y el dinero Dios”. Eran otros tiempos,
gua Española (la primera “oficial” desde me digo. Pero no me lo creo del todo. O
Il piccolo vapore, La Boca, Bs. As. Argentina (2007), obra del artista argentino Marcos López. Foto: Galería Fernando Pradilla
Un arte impuro
Mestizo y cosmopolita, politizado y global sin perder ciertas señas de identidad, el arte latinoamericano llega a la madurez
Hasta hace poco, todo el espectro estaba en su experiencia, se ha decidido a reescribir Otro factor que ha dinamizado la esce-
Por Fietta Jarque pañales, sólo en Buenos Aires y México te- un capítulo del arte latinoamericano apor- na del arte latinoamericano han sido las
nían una escena fuerte. Pero últimamente tando una óptica que lo distingue de lo suce- bienales. La escasez de museos de arte con-
L
A MESCOLANZA del mundo global di- los artistas están saliendo del mercado lo- dido dentro de ese movimiento en el resto temporáneo en esos países hace que las
luye las identidades. En el arte con- cal. Hay una apertura de la región hacia el del mundo. Como él, otros señalan hoy la bienales contribuyan a centrar la atención
temporáneo es fácil comprobarlo al mundo, sobre todo porque ahí la crisis se ha necesidad de revisar y revalorar los aportes del público en un conjunto de exposicio-
recorrer cualquier feria que reúna sentido menos. Por otro lado, el arte latino- de artistas y movimientos considerados has- nes reunidas. Aparte de la de São Paulo (la
artistas de distintos países. A simple vista es americano ha llegado a un punto de madu- ta ahora sólo a la sombra de lo acontecido más antigua del continente), hay intentos
casi imposible determinar su origen. Pero rez. Además, está más blindado contra la en las poderosas capitales del arte. de diversificar los formatos adaptándolos a
existe un fenómeno llamativo. El arte de especulación porque sus precios son más Longoni forma parte de una plataforma ideas más cercanas a las necesidades y ca-
América Latina mantiene su distinción. Re- razonables”, afirma. de teóricos y artistas llamada Red Concep- racterísticas del arte de la región, como
sulta sintomático, por ejemplo, que la Tate Pradilla tiene galería en Bogotá y en Ma- tualismos del Sur, para la investigación, res- hace la de Porto Alegre y, en estos momen-
Modern creara en 2000 una comisión espe- drid. La española lleva abierta ocho años y cate y puesta en red de archivos documen- tos, la Trienal de Chile. El comisario de
cial para adquisiciones de arte latinoameri- dedica un 80% de su programación al arte tales con el objetivo de dar a conocer las exposiciones peruano Gustavo Buntinx par-
cano, o que las grandes casas de subastas latinoamericano emergente. Una labor soli- ticipa en esta última con una exposición
internacionales dediquen ventas monográfi- taria que busca recompensas a largo plazo. sobre su proyecto de un museo ambulante
cas a los artistas contemporáneos de esa “España actúa como puente entre el arte titulado Micromuseo. En él se propone un
región. Hace poco más de un mes tuvo lu- latinoamericano y Europa”, sostiene Pradi- encuentro específico, local, entre el arte
gar la primera subasta anual de esta especia- lla. “Lo que distingue a estos artistas es que “La única región artística pequeñoburgués-ilustrado y el popular-
lidad en Londres, en la firma Phillips de siguen teniendo cierto arraigo a su propia emergente. “La Trienal de Chile expone
Pury, que vendió obras por un total de historia, un interés por las circunstancias
del mundo que tiene planteamientos sobre los límites del arte
1.846.600 dólares. Una suma no muy eleva- políticas y sociales. Y donde más se nota es sustancialidad como tal como los sostenidos en Asunción por el
Museo del Barro, por Ticio Escobar (crítico
da, aunque ese es uno de los elementos en campos como el vídeo y la fotografía. Los
atractivos para los coleccionistas actuales. artistas españoles, por ejemplo, no reflejan es América Latina”, según de arte y actual ministro de Cultura de Para-
“Creo que ahora mismo la única región su realidad”. guay), quien es precisamente el curador
artística del mundo que tiene sustanciali- Aunque, para la crítica de arte argentina Cuauhtémoc Medina general de esta trienal. Con ellas coincide
dad como tal es América Latina. Es el único Ana Longoni, es mejor no simplificar. “Atri- en muchos puntos Micromuseo, en Lima,
territorio en donde los participantes del jue- buir un aditamento político o ideológico co- que reivindica una musealidad promiscua
go artístico comparten una serie de referen- mo condición inherente al arte latinoameri- donde las obras llamadas artísticas coexis-
cias y deberes comunes en términos históri- cano presenta varios flancos débiles. Sobre experiencias que eclosionaron desde los ten con productos masivos u objetos reci-
cos, sin que eso tenga que ver con el tema todo asume la alusión política en el arte años sesenta en América Latina, en las que clados, además de notables ejemplos de la
de la identidad sino con determinada dialéc- como resultado de las urgencias de situacio- se conjugaban de manera radical las dimen- múltiple creatividad popular. Una especie
tica cultural”, afirma Cuauhtémoc Medina, nes de conmoción o crisis que solemos atra- siones poética y política. “Entiendo el senti- de museo mestizo donde las palabras artis-
comisario mexicano que integró desde sus vesar en América Latina como si Europa do de mi trabajo de investigación en torno a ta y artesano se irán reemplazando por la
inicios el mencionado consejo de la Tate. La estuviera exenta de esas (u otras) perturba- la articulación entre arte y política en Argen- de artífice con el fin de significar la crisis de
dialéctica cultural a la que se refiere está ciones y sólo pudiese producirse allí —en tina y América Latina sólo en tanto parte esas y otras distinciones en una sociedad
compuesta por una trama de instituciones contraste— un arte puro”. inescindible de una serie de esfuerzos colec- hecha de lo impuro y lo contaminado”.
museológicas, colecciones, mercados y de- De todas formas, hay que admitir que si tivos por revisar (y en muchos casos directa- Quizá sea esa impureza el ingrediente
partamentos de universidades que produ- hay una chispa que haya encendido una y mente exhumar) episodios y dimensiones que da su particular sabor a las expresio-
cen un fértil campo de estudio, así como un otra vez el motor del arte latinoamericano que han quedado silenciados o banalizados nes artísticas de un continente tan lleno de
amplio circuito comercial y de representa- es la política. “El arte, para mi generación, no sólo dentro de los relatos canónicos de la contrastes como de coincidencias. Mezcla-
ción. “En Europa no sucede lo mismo, no era un buen instrumento de subversión”, historia del arte sino también en los de la do, atomizado, pero con fuertes lazos histó-
existe como región artística”. dice el artista uruguayo Luis Camnitzer historia política. En ese sentido, veo la nece- ricos. Desigual, contradictorio y a la vez
Algo parecido opina el galerista colom- (1937) en su reciente ensayo sobre el arte sidad imperiosa de una relectura —y la con- misteriosamente homogéneo. El arte en
biano Fernando Pradilla. “Creo que ha llega- conceptual en dicho continente, Didáctica siguiente reescritura a muchas voces— de la América Latina se está poniendo de pie. Y
do el momento del arte latinoamericano. de la liberación (Cendeac, 2009). A través de historia del arte”, dice Longoni. tiene mucho que contar. O
El tango es prostibulario, decía Borges. Baile pecaminoso: expresión vertical de un pensamiento horizontal. Foto: Patrick Zachmann / Magnum
U
N ÁNGEL Y UNA maraca no eran “Lo más sublime para el alma divertir”, can- golpes, pausa, dos golpes—. Creció en las Colombia, y también simbiosis de tres cul-
cosas nuevas en sí. Pero un án- taba Ignacio Piñeiro. Llegó a las calles de esquinas del Barrio de Nueva York —afir- turas, se desarrolló la cumbia. Con La pi-
gel maraquero, esculpido en el Santiago desde el campo ya con la impron- ma el periodista Enrique Romero que la ragua o La pollera colorá franqueó las
tímpano de una iglesia, incen- ta hispanoafricana. Y de la mano del tres, el esquina es a los latinos lo que el ágora fue fronteras nacionales desde la década de los
diada, era algo que no había visto en otras güiro y el bongó superó el rechazo de las cincuenta y tomó forma renovada en Méxi-
partes. Me preguntaba ya si el papel de clases dominantes. Conviene saber que en co y Perú. Música híbrida adoptada por las
estas tierras en la historia humana no sería el oriente de Cuba vivían miles de colonos villas miseria la de esa cumbia villera que
el de hacer posibles, por primera vez, cier- franceses huidos de Haití con muchos de se asentó, con sus letras descarnadas, en el
tas simbiosis de cultura”. Lo escribió Alejo sus esclavos y con sus contradanzas. La modernización Río de la Plata. Tan denostada por su proca-
Carpentier en su novela Los pasos perdidos. Escribe el antropólogo Fernando Ortiz: cidad o su violencia, como el exitoso reggae-
A los puertos del Nuevo Mundo arriba- “Los cubanos hemos exportado con nues- de las ciudades y la ton —cóctel tropical con dosis de meren-
ron barcos cargados de africanos esclaviza- tra música más ensoñaciones y deleites posibilidad de una difusión gue dominicano, plena y bomba boricuas,
dos y blancos de toda condición. David que con el tabaco, más dulzuras y energías son cubano, reggae y hip hop—.
Byrne apunta que las músicas generadas que con el azúcar”. El primer bolero, ali- masiva de la música Quizá sea el rock latino el que mejor ha
por la diáspora africana han sido las más mentado por la habanera, el danzón o la sabido acercar a los jóvenes. Un rock en
poderosas e influyentes del siglo XX. Los romanza operística, sería Tristezas, que permitieron la fiebre del español que, en sus casos más felices, se
esclavos fueron desembarcados en Vera- compuso allá por 1885 el mulato santiague- empapa de las señas de identidad de la
cruz, Cartagena de Indias, Portobelo o Val- ro Pepe Sánchez, sastre de profesión. El
mambo y el chachachá cultura de cada país. Cuando, como escribe
paraíso, iniciándose con su llegada un pro- bolero, definido por César Pagano como Diego A. Manrique, deja de ser simple tra-
ceso de transculturación de siglos. Los más “ese gran corruptor de mayores”, se disemi- ducción de los mitos anglosajones y asume
dotados para la música no tardarían en nó por el mundo de habla española. Y tuvo el candombe, el son, la milonga o la ranche-
aprender a tocar valses, cuadrillas o polcas en México un centro neurálgico impulsado Quizá sea el rock latino ra como parte de su código genético.
para sus amos, aportando un sentido muy por figuras como Agustín Lara. El 1 de octubre de 1993 nacía la MTV
acentuado del ritmo. Y libertos iban a ser El proceso de modernización de las ciu- el que mejor ha sabido Latina que vía satélite, y en palabras iróni-
muchos grandes músicos americanos. El dades, y la posibilidad de una difusión cas de los escritores chilenos Alberto Fu-
poeta Augusto de Campos habló de “la ca- masiva de la música, permitieron la fiebre
acercar a los jóvenes. guet y Sergio Gómez, hizo realidad el sue-
pacidad de romper con la tradición, la natu- del mambo y el chachachá. El poeta co- Un rock que se empapa ño de Bolívar de una Latinoamérica unida.
ral inclinación por la improvisación y la lombiano Darío Jaramillo Agudelo señala Un año después, Caetano Veloso reunió en
experimentación, rasgos que —según John que, a partir de 1930, tangos, boleros y de las señas de identidad Fina estampa canciones argentinas, para-
Cage— distinguen al músico americano rancheras como Cambalache, Aquellos guayas, peruanas, venezolanas… memoria
del europeo o del asiático, más apegados a ojos verdes o En el último trago, propaga- de la cultura de cada país de su adolescencia y mano tendida al ima-
una tradición cultural”. dos por los discos, la radio y el cine, mode- ginario común. La hermandad a la que can-
En Buenos Aires, junto al puerto, en los laron la forma de sentir de generaciones tó Mercedes Sosa. En 1967, el brasileño ya
conventillos del barrio de San Telmo, se de latinoamericanos. había grabado para su primer disco Soy
acomodó el tango. Se fraguó en torno a la Otro testimonio de sincretismo musi- para los griegos—. En 1964, el abogado loco por ti, América, de Gilberto Gil y Capi-
guitarra primero y, más tarde, a ese bando- cal, compartido por los habitantes de Ca- judío Jerry Masucci y el músico dominica- nan: “Voy a traer una mujer playera / Que
neón traído de Alemania y considerado li, Caracas, San Juan, Lima, Guayaquil o no Johnny Pacheco fundaron la discográ- su nombre sea Martí / Tenga como colores
por el clero fuelle del diablo. El tango es Miami, es la salsa. Expresión urbana, que fica Fania, que arrancó a lo pobre —ellos la espuma blanca de Latinoamérica / Y el
prostibulario, decía Borges. Baile pecami- agrupa músicas bailables antillanas, y en ofrecían los discos de tienda en tienda— cielo como bandera”. O
L
ECCIÓN 1: SPREGELBURD. Bizarra siempre con una acogida entusias-
(2003), uno de los mayores éxitos ta. A partir de la próxima primavera,
del dramaturgo/actor/director Ra- Timbre 4 será un teatro de 200 buta-
fael Spregelburd nació, cuenta, cas. Lema Tolcachir: “El teatro te ha-
“como respuesta a la crisis argentina de ce sentir que las cosas son posibles”.
2001, el temible corralito. Estábamos todos
deprimidos, y en vez de suicidarnos o dar- LECCIÓN 4: VERONESE. Daniel Verone-
nos al alcohol, decidimos hacer una fiesta. se es el director más tentacular del
La actividad de nuestro grupo, El Patrón teatro argentino. Trabaja en la esce-
Vázquez, habitualmente insensata, se vol- na comercial y en el under, simulta-
vió más insensata todavía, de modo que neando las puestas en escena: hará
buscamos un formato desquiciado”. Así, un par de temporadas coincidieron
Spregelburd y su banda crearon Bizarra cinco montajes suyos en cartel. Dos
(subtitulada ‘La lucha de clases explicada a de sus textos se eternizaron en Bue-
los niños, con pornografía y pop’), una “tele- nos Aires: Open House duró ocho
novela teatral” de 10 capítulos y 20 horas de años; Mujeres soñaron caballos, seis.
duración. Implicaron a 50 actores y arrasa- “Cuando tengo un rato libre”, dice,
ron en la sala Barea del Centro Cultural “ensayo una obra. O dos”. Sus ver-
Rojas, con entradas a tres pesos: llenos dia- siones de Chéjov e Ibsen se carac-
rios, colas de horas para entrar, grupos que terizan por la concentración y la
se sabían y coreaban las canciones, público velocidad. No hay silencios, pausas,
intercambiando los cromos del Álbum Biza- reposo: todo son puntos álgidos,
rra. Todo un fenómeno de culto en Buenos choques, conflictos. “Cuando elijo
Aires, simultaneado por otro proyecto des- La omisión de la familia Coleman, de Claudio Tolcachir, se estrenó en agosto de 2005 y estuvo en cartel durante cuatro años. un texto necesito que algo resuene
comunal, la Heptalogía de Hieronymus en mí; algo cercano, emotivo y peli-
Bosch, de la que en España apenas se han groso: obras que generen sentimien-
visto dos entregas: La estupidez y La terque- quedó en Sitges sin poder ver Gore, hasta el ja Daulte: “Los teatreros argentinos des- to y asombro”. Corta, remonta, retitula, in-
dad. Divisa Spregelburd: “Sólo funcionan punto de que Daulte y compañía quisieron conocemos el significado de la palabra no”. serta fragmentos de otras piezas. Se impone
los proyectos verdaderamente imposi- representarla en Barcelona para todo aquel retos y los impone a sus actores: cambiar el
bles”. Corolario: “Lo que asombra del tea- público. Llamaron a muy diversas puertas, LECCIÓN 3: TOLCACHIR. A los 28 años, harto sexo de los personajes, por ejemplo. O reuti-
tro argentino es esa capacidad de sobrepo- pero se toparon con la burocracia omnipre- de llamar a las puertas de siempre, Claudio lizar escenografías que nada tienen que ver
nernos absolutamente a todo”. sente. Era imposible, les dijeron, encontrar Tolcachir (actor, autor, director, profesor) con el original, “para abaratar costes, siem-
una sola sala disponible en aquellas fechas. convirtió su casa en teatro. Y en escuela. pre, y también para crear tensión”. Y a ve-
LECCIÓN 2: DAULTE. En la primavera de 2002, A los cuatro días habían localizado un viejo Una escuela de actores sin horarios, sin aper- ces, ni decorados siquiera. En Fuga Cabrera,
Javier Daulte y sus actores se presentaron en cine abandonado en un edificio de okupas. tura ni cierre: se estudiaba por la noche o de la sala que abrió junto a su casa de Palermo
el extinto Festival de Sitges con Gore, una Recolocaron las butacas de madera, y con madrugada, cuando todos se habían libera- Viejo, no hay escenario, telón ni focos: el
obra de la que nadie sabía nada. En la rueda cuatro focos prestados por la sala Beckett do de sus quehaceres alimenticios. Así nació público se encuentra a los actores ya espe-
de prensa le preguntaron por el contenido. hicieron la función durante una semana, Timbre 4, en Boedo, 640, en un piso grande rando, a cuatro pasos, bañados por una luz
“Los contenidos”, dijo, “rara vez me han im- con entrada gratuita y aforo al completo. La y destartalado, al final del pasillo de una general, inmutable durante toda la represen-
portado. Me importan los géneros y llegar al cola rodeaba toda la manzana. Me pregunté casa de vecindad. Durante meses, Tolcachir tación. Actores que, como la inmensa mayo-
público, emocionarle, divertirle, sacudirle. cómo había podido congregarse tantísima y sus alumnos construyeron el retorcido ár- ría de la profesión bonaerense, ganan su
En una palabra: entretenerle. Durante dema- gente, porque no apareció, lógico, ni una bol genealógico de la familia Coleman, y de sustento en televisión o cine y pueden per-
siado tiempo, la gente del teatro no ha teni- línea publicitaria. Respuesta: había corrido ese modo brotó su primera obra dramática. mitirse ensayar con Veronese todo el tiem-
do en cuenta al público y se ha amparado en la voz por mensajes de móvil. La repercu- Crearon la familia y “vivieron” como fami- po necesario, “hasta que la función esté real-
lo que llamaban, pomposamente, teatro de sión de Gore fue tal que los programadores lia. Si algún actor no podía estar presente, mente a punto”. En Fuga Cabrera o en otro
ideas. Yo creo que el teatro no debe transmi- se avivaron y Daulte “colocó” cuatro espec- ensayaba por teléfono. Nadie cobraba: to- de los epicentros del under: El Camarín de
tir ideas, sino inventarlas”. Mucha gente se táculos en la siguiente temporada. Morale- dos vivían de otras cosas. La omisión de la las Musas, en el barrio de Congreso. O
P
ARA DESENTRAÑAR LAS CLAVES de una cado el “final feliz” del ciclo anterior, estaba tante de los medios electrónicos de comuni- aquellos primeros hombres que al regresar
época, es usual recurrir a documen- sin embargo sumido en el pesimismo. Su cación masiva es la característica más salien- de la cacería se reunían alrededor del fuego
tos —cifras, discursos, actas— que consolidación en un nuevo estrato social no te de Latinoamérica hoy. Esto no sólo se y se contaban historias para convocar el sue-
testimonien lo sucedido. Pocas ve- era sinónimo de felicidad, a su edad media, refleja en las tendencias del consumo y la ño, para expulsar temores, para buscar res-
ces se recuerda que la ficción también brin- el precio del “triunfo” había sido entregar producción cultural. Hasta el lenguaje coti- puestas, para cristalizar interrogantes… Y
da huellas para entender una sociedad: los sus sueños de juventud, la vida era un juego diano, poblado de neologismos anglos, refle- seguramente igual que aquellos primeros
miedos, el hastío y los sueños aparecen refle- sin sentido, la única “tregua” posible era el ja esta nueva realidad. contadores de historias, seguimos pregun-
jados en las obras de los artistas. amor, condenado a la fugacidad. Simultáneamente nuestras sociedades tándonos cuáles son las historias que debe-
Si entendemos el cine como una repre- El cine “revolucionario” de los sesenta y se hallan cada vez más empobrecidas como mos contar. Y a quién se las contamos.
sentación de la realidad, es indudable que el setenta marca el fin de la ilusión de la movili- consecuencia del nuevo orden mundial. Es- Posiblemente sea la suma de las distintas
cine argentino, a lo largo de su historia, ha dad social como objetivo y perfil del país, la te empobrecimiento no es sólo económico, historias la que nos ayude a entender lo que
logrado algunas fuertes improntas, todas imposibilidad de esperar de la concordan- también es cultural. Por ende, afecta al nivel ocurre a nuestro alrededor, lo que nos pasa
ellas estrechamente relacionadas con las cir- cia social una solución a los problemas. El de reflexión que pueden lograr sobre sí mis- a nosotros mismos y al futuro que se aveci-
cunstancias que su sociedad atravesaba. El cine social de los cincuenta era tranquiliza- mas y en su producción cultural. Si a este na. Desde un sitio totalmente distinto del de
melodrama de los cuarenta y cincuenta, al dor, la fe en el futuro era axiomática. El cine cuadro le sumamos la estandarización del los economistas, los historiadores y los so-
igual que las comedias populares de esa épo- revolucionario de los sesenta y setenta era relato cinematográfico que produce la inva- ciólogos, esta suma de historias (reales o
ca, le hablaban a una sociedad con un fuer- intranquilizador: la imposibilidad de la con- sión del mainstream americano ejerciendo ficticias) construye un presente que tiene
te componente inmigratorio y reflejaban la cordancia social era el nuevo axioma. Bajo casi una ”dictadura” del modo de narrar, la que ver con los temores, con las fantasías, y
ilusión de llegar a pertenecer a los sectores la admonición de Frantz Fanon “todo espec- posibilidad de una reflexión honda que cale con los sueños de nuestro tiempo.
medios, la posibilidad de progreso, la fe en tador es un cobarde o un traidor”, el cine en el público se siente cada vez más lejana. En su ensayo El escritor argentino y la
la movilidad social. El cine social de esta era militante o burgués, una herramienta de Sin embargo, la generación de un públi- tradición, Borges nos llama a “ensayar todos
época presenta otra cara de esta misma mi- la revolución o de la dominación. co propio es el único modo de garantizar la los temas”, lo cual para nosotros supone
rada y, si bien a diferencia de aquél no se Los que hicieron estas películas encontra- supervivencia de los cines nacionales, más practicar todos los géneros: del policial a la
refugia en universos artificiales o sublima- ron en estos géneros el modo de contar su aún en el caso de una cinematografía perifé- ciencia-ficción, de la comedia romántica a
dos, sino que refleja fuertes situaciones de sociedad. Pero Argentina, al igual que Lati- rica como la argentina. la épica. Pero al mismo tiempo dice algo
injusticia, al igual que aquél tiene fe en el noamérica, ha cambiado. Ya no es la de los A partir de la década de los noventa y de más: “Todo lo que hagamos con felicidad
futuro, en el cambio, en la concordancia de cincuenta ni la de los setenta, y aquellas modo espontáneo, cineastas de Latinoamé- los escritores argentinos pertenecerá a la tra-
los diferentes actores sociales para construir formas de representación ya no la expresan, rica comenzaron a buscar cuál es la forma dición argentina”. Ahí está la clave, creo yo:
sociedades más justas y felices. aunque sus establishments culturales sigan de representar a esta nueva realidad. Segura- no vivir nuestra circunstancia como fatali-
A finales de los cincuenta surge un relato aferrados a ellas. Para bien o para mal, Ar- mente ninguno de ellos tenía conciencia de dad —que ya lo es en medida tan grande—
costumbrista, con eje en los sectores me- gentina y Latinoamérica hoy forman parte que estaba realizando esta búsqueda, pero sino como posibilidad creativa. O
dios ya establecidos, los beneficiarios de la de un mundo globalizado. El sincretismo es la impronta más tangible de sus películas.
movilidad social y protagonistas de los pro- cultural que se nutre de raíces tan heterogé- También tienen en común su orfandad de Marcelo Piñeyro (Buenos Aires, 1953). Las viudas
yectos de “progreso” en que el país se em- neas que van desde la propia tradición cultu- los establishments culturales, aunque a la de los jueves (2009) se estrena en España el 15 de
barcó. Este protagonista, que hubiera signifi- ral e histórica hasta el uso cotidiano y cons- vez generan nuevas y potentes relaciones enero de 2010.
Fundación del Estado para el Sistema Nacional de las Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela (El Sistema), obra social del Estado venezolano fundada por José Antonio Abreu. Foto: Peter Dammann Agentur Focus
L
A CELEBRACIÓN DE los 200 años de Callao y hacer lo propio con Perú. Por su conjunto de problemas que se heredan frente a un proceso globalizador que, en
independencia que se realizará el parte, Simón Bolívar avanza desde el nor- para la demarcación exacta de los límites tanto avanza sin reglas, más nos obliga a
2010 en buena parte de las nacio- te de Suramérica a Venezuela y Colombia, de uno u otro país. Hay entonces una nece- tener una sola voz. La segunda perspecti-
nes latinoamericanas tiene diver- luego a Ecuador para llegar al corazón de sidad de afirmación nacional que muchas va es que tendemos a observar a España y
sas lecturas. Un rasgo común en todas nuestro continente y librar la batalla que veces requiere la resolución de conflictos Portugal como aquellos con quienes re-
ellas es que dicho proceso de emancipa- permite la libertad y, al mismo tiempo, la con el vecino, pleitos que, como bien sabe- corrimos una historia compartida, con
ción fue una gesta de todos los latinoame- creación de Bolivia. La presencia de una mos, dejan heridas difíciles de restañar. valores comunes como el respeto a las
ricanos, sin importar su lugar de origen o fuerza integradora es la que permite dar Por ello, creo que la celebración de los 200 instituciones, al Estado de derecho, a la
residencia. Alguien lo catalogaría como un ese gran salto. años será abordada por las naciones lati- democracia, a la búsqueda de una socie-
proceso integrador, en donde no resulta Buena parte de los siglos XIX y XX cons- noamericanas con una doble perspectiva. dad más cohesionada y solidaria. Y tam-
sorprendente que O’Higgins y San Martín tituye el esfuerzo de las naciones emergen- La primera es cómo recuperamos el espíri- bién, por qué no decirlo, una nueva mira-
crucen la cordillera de los Andes desde tes por asentar su identidad, formular sus tu integracionista para volver a tener una da al mundo ibérico, porque ellos sí han
Argentina para liberar a Chile y, posterior- instituciones, definirse como países inde- nueva independencia, en el sentido de có- sabido transitar y ser hoy, al inicio del
mente, surja una escuadra para avanzar a pendientes y soberanos. Esto implica un mo podemos ser más nosotros mismos siglo XXI, una península que desde Euro-
H
OY, EN MEDIO de la crisis global, esta tarea que de discutir sobre respon- La prioridad número uno es a la vez
deberíamos reflexionar más sabilidades pasadas o del pasado, en los instrumental y finalista: reformar y mo-
sobre sus riesgos y oportuni- demás países, la dinámica no es seme- dernizar el Estado para hacerlo más
dades que sobre el pasado al jante. eficiente, más transparente y más previ-
que induce la conmemoración de los bi- Sin embargo, Iberoamérica en su con- sible al servicio de los ciudadanos, inver-
centenarios. Es cierto que nos une el junto ha sufrido menos la crisis financie- sores y trabajadores, consumidores o in-
pasado, con sus rasgos culturales comu- ra, tal vez porque son expertos en ellas y vestigadores. El viejo debate sobre más o
nes y diversos a la vez, pero también nos han corregido errores, y se ha notado me- menos Estado renace con esta crisis, y
une el presente y, si lo hacemos bien, nos el impacto en la economía real y el me temo que se formula mal. El Estado
nos debería unir el futuro. empleo. Es cierto que los años de bonan- fuerte y ágil es imprescindible, sin grasa
Por eso, prefiero hablar de este cam- za se han acabado abruptamente y que y sin clientelismo; su poder es regulato-
bio civilizatorio que empezó a cuajarse algunos países como México, muy liga- rio y, como en el consejo de Don Quijote
hace 20 años, con la caída del muro de dos económicamente a Estados Unidos, a Sancho, las normas deben ser pocas y
Berlín y la aceleración de la revolución han sufrido un fuerte proceso recesivo. que se cumplan. Un Estado Ipanema,
tecnológica, y ha hecho crisis en 2008- Para Iberoamérica la crisis es tam- hemos dicho en algunos encuentros: sin
2009; de su impacto en el área iberoame- bién una oportunidad que no puede es- grasa pero no débil. Las reformas del
ricana y de los retos que deberíamos en- caparse de sus manos. Si han soportado Estado están pendientes.
frentar. relativamente mejor la crisis mundial Se debe mejorar el capital humano.
Ante el carácter global de la crisis po- más grave en 80 años, si sus potencialida- La sociedad del presente y del futuro es
demos observar distintos estados de áni- la del conocimiento. Sin esa variable es-
mo frente el futuro. tratégica que depende de la formación,
Países como China o la India per- de la educación, de la capacidad de in-
ciben ese futuro como algo que les per- vestigar, desarrollar e innovar, los éxitos
tenece. No pierden tiempo o esfuerzo El Estado fuerte y ágil no vendrán y el desarrollo se verá lastra-
recreando el pasado, aunque no lo olvi- do. América Latina tiene un bono demo-
den. Se centran en el presente y el futuro es imprescindible. gráfico que es vital para su futuro…, si
que se les ofrece y están decididos a La prioridad número uno se aprovecha.
ganar. Todo el mundo los ve como gana- Ha de superarse el retraso en el capi-
dores. es a la vez instrumental tal físico de la región. Sin más y mejores
En Europa se nota desasosiego y una carreteras, hidrovías, oleoductos, gaseo-
cierta impotencia. El sentimiento de que y finalista: reformar y ductos, puertos, aeropuertos, etcétera,
el pasado fue mejor, pero que no volverá no es posible acercarse a un crecimiento
a ser lo que fue, llena el futuro de incerti-
modernizar el Estado potencial y sostenido semejante al asiáti-
dumbre. Somos más viejos, menos pro- co. La falta de viviendas es un signo de
ductivos y tenemos dificultades para retraso y su construcción, un motor de
pa le habla al mundo con los valores per- cambiar el modelo exitoso que ya no empleo y dignificación de las grandes
manentes del hombre. está vigente. La UE, más necesaria que Hay que avanzar mayorías.
Celebramos estos 200 años entendien- nunca, pierde relevancia para sus ciuda- Dentro de esta prioridad deberíamos
do que ahora, más que la afirmación de la danos y para el resto del mundo. de manera práctica destacar el desafío energético y ligarlo al
identidad nacional, debemos enfrentar en En Estados Unidos, que ha estado a cambio climático. En la región hay ener-
conjunto un proceso de integración y, a la cabeza del cambio tecnológico, que
en la integración. gía para todos, pero los que la producen
través de dicho proceso, entender que nos ha creído en el unilateralismo como úni- No faltan discursos, faltan la venden fuera y los que no la producen
volvemos a reencontrar con España y Por- ca potencia resultante de la desapari- la compran fuera de la región. Hay un
tugal para ayudarnos mutuamente en la ción de la bipolaridad, que está en el acciones integradoras y potencial incalculable, ¡e integrador!, de
construcción de un mundo mejor. En ese origen de esta crisis financiera y econó- energías fósiles y renovables a las que
contexto, las Cumbres Iberoamericanas mica, se percibe el momento como de sobran gestos de hostilidad falta inversión y planificación para alcan-
son determinantes en el esfuerzo por emergencia nacional y mundial. Están zar todo su desarrollo.
construir el inicio de una comunidad de en un proceso de revisión de casi todo: Hay que avanzar de manera práctica
naciones que, a ambos lados del Atlánti- desde el unilateralismo a la posición en la integración. No faltan discursos,
co, comparten ideas, historia, lengua y frente al cambio climático, pasando por des están intactas, nada impide que se faltan acciones integradoras y sobran
valores comunes. A partir de ahí, esa co- el sistema financiero o los fallos de la haga lo necesario para incorporarse a la gestos de hostilidad y enfrentamiento
munidad entiende que en el siglo XXI tene- cohesión social que no cubre la asis- sociedad del conocimiento y a la econo- que nos están llevando —de nuevo— a
mos un futuro que construir en conjunto. tencia sanitaria a 47 millones de ciuda- mía global con éxito. una carrera armamentista sin sentido.
El bicentenario es una oportunidad para danos. Esto exige que se aclare un horizonte La integración comercial, económica y,
renovar los lazos de una historia que tiene En el sur de esa gran potencia, Ibero- estratégico con objetivos prioritarios sólo después, política, es imprescindible
más de 500 años. O américa afronta la situación con rasgos —muchos comunes— para los próxi- para todos. O
comunes y también con diferencias nota- mos 10 o 20 años. Veamos algunos y
Ricardo Lagos (Santiago, 1938), presidente de Chi- bles. Salvo Brasil, que parece haber con- consideremos las áreas de cooperación Felipe González (Sevilla, 1942) fue presidente del
le entre 2000 y 2006, ha presidido el Club de seguido enfrentar su futuro como una eficiente que tenemos en ese espacio Gobierno español entre 1982 y 1996. Es editor del
Madrid entre 2006 y 2009 y preside con el escri- línea clara e inmediata de continuidad político, económico y cultural que com- libro Iberoamérica 2020. Retos ante la crisis. Siglo
tor Carlos Fuentes el Foro Iberoamérica. con el presente, que se ocupa más de partimos. XXI y Fundación Carolina. 436 páginas. 20 euros.