Arquitectura Penitenciaria
Arquitectura Penitenciaria
Arquitectura Penitenciaria
a) EL PANOPTICO
Este tipo de prisión, según el plano elaborado por Bentham, era un enorme edificio
circular, las celdas estaban en la circunferencia y sus paredes exteriores constituían
la muralla del edificio, sus paredes internas consistían en rejas de fierro y daban a
un espacio central, en cuyo centro se ubicaba la inspección desde cuya torre de
vigilancia, un solo guardia podía observar a todos los reclusos. El espacio superior
entre las celdas y la torre de vigilancia estaba cubierto por un techo de cristal. En la
parte externa del edificio existía un foso circular, y más allá de ese foso un espacio
vació que se hallaba cercado con una muralla cuadrangular sin embargo esta prisión
no llego a ser construida por las diferencias surgidas entre Bentham y el rey Jorge
III, aunque posteriormente en Holanda las prisiones de Breda y de Arnheim (1984),
así como algunas norteamericanas se construyeron con arreglo a este modelo,
conocido también como de inspección central.
En este tipo de diseño carcelario se abandona la interacción de tener una visión del
interior de las celdas, sin embargo aun se mantienen la tendencia de la inspección
central. Este modelo arquitectónico penitenciario presenta las siguientes variantes:
En Y o en T, en cruz, en abanico, en estrella.
Este tipo de prisiones que se caracterizan por ser fuertes, macizas y sombrías,
prácticamente han sido abandonadas por la mayoría de países.
Los diseños arquitectónicos que han sido elaborados para los diversos tipos de
prisiones cerradas de mediana o máxima seguridad y de acuerdo a lo regímenes
adoptados o predominantes en cada caso.
La arquitectura de una prisión abierta debe guardar intima relación con las
características del régimen ya descrito.
Cuello Calón dice que l construcción de la prisión debe tener los diversos servicios,
generalmente alrededor de un patio común y sin muros de contención ni puertas
con seguros especiales.
Eugenio Cuello considera que este tipo de prisión es necesaria para separar a los
delincuentes peligrosos que requieren este grado de seguridad, ya que en caso
contrario se tendría que aplicar normas muy severas e incluso a los no peligrosos
si no existiera tal separación.
Las instituciones abiertas se incluirán en este tipo de prisiones que albergan a los
condenados no peligrosos, y cuyas características de personalidad hacen probable
su readaptación y su permanencia en el centro penitenciario.
II.- CONCLUSIONES