Politica Criminal Semana 16
Politica Criminal Semana 16
Politica Criminal Semana 16
“Disciplina que se ocupa de las formas o medios a poner en práctica por el Estado
para una eficaz lucha contra el delito, y a cuyo efecto se auxilia de los aportes de la
Criminología y de la Penología”
“Es ésta el conjunto de respuestas que un Estado estima necesario adoptar para
hacerle frente a conductas consideradas reprochables o causantes de perjuicio
social con el fin de garantizar la protección de los intereses esenciales del Estado y
de los derechos de los residentes en el territorio bajo su jurisdicción. Dicho conjunto
de respuestas puede ser de la más variada índole.
Puede ser social, como cuando se promueve que los vecinos de un mismo barrio
se hagan responsables de alertar a las autoridades acerca de la presencia de
sucesos extraños que puedan estar asociados a la comisión de un delito.
También puede ser jurídica, como cuando se reforman las normas penales.
Además, puede ser económica, como cuando se crean incentivos para estimular un
determinado comportamiento o desincentivos para incrementarles los costos a
quienes realicen conductas reprochables.
Igualmente puede ser cultural, como cuando se adoptan campañas publicitarias por
los medios masivos de comunicación para generar conciencia sobre las bondades
o consecuencias nocivas de un determinado comportamiento que causa un grave
perjuicio social.
Por otra parte, si bien es claro que la política criminal es una especie de la política
pública, se deriva una dificultad para definirla como tal por la estructura del Estado
y los sistemas jurídicos y políticos. Es necesario resaltar que las tradiciones más
apegadas al ámbito penal de la política criminal se han desarrollado en el campo de
la dogmática penal, propios de un sistema jurídico continental de derecho escrito.
Por su parte la política pública proviene de una tradición anglosajona, desde la cual
las respuestas a los problemas sociales se dan a través de decisiones políticas con
otras visiones jurídicas y de estructura institucional.
Desde esta perspectiva, no se podría dejar de lado que este proceso de análisis,
seguimiento y evaluación estaría atravesado por dos procesos: los niveles de
criminalización (primaria, secundaria y terciaria) que mencionamos previamente y
el ciclo de política (diagnóstico, definición del problema, búsqueda de la respuesta
adecuada, implementación, seguimiento y evaluación), procesos que coinciden
entre sí. La aproximación a estos procesos permitirá que este concepto de política
criminal se entienda en constante movimiento.
Para concluir, entonces, se propone como concepto de política criminal una especie
de las políticas públicas que tiene como objeto aquellos comportamientos
criminalizados (delitos y contravenciones), frente a los cuales puede proponer un
amplio catálogo de medidas y de fines que corresponden a consideraciones éticas
(sobre la justicia y el reproche) y políticas (sobre la conveniencia, pertinencia y
legitimidad). Esta política criminal deberá ser entendida como una política de
carácter prescriptivo, cuyo objeto podrá variar de acuerdo a distintas
consideraciones sociales.
Instrumentos internacionales
En el ámbito del Derecho Penal Internacional, el país ha venido adoptando, dentro
del marco de la Organización de las Naciones Unidas, de la Organización de los
Estados Americanos –OEA– y en estructuras subregionales, como el Sistema de
Integración Centroamericana (SICA) y con la Unión Europea, convenios
multilaterales y bilaterales, sumados a otros suscritos con naciones americanas,
europeas y asiáticas. En buena parte, estos tratados y convenios internacionales en
materia penal, surgen como una necesidad de combatir eficazmente delitos
transnacionales que afectan a la sociedad global.
Al efecto, la Ley del Organismo Judicial precisa la estructura normativa del orden
jurídico interno y el artículo 38 del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia
establece la estructura normativa que existe en el orden internacional, la cual incluye
tratados, normas de Derecho Internacional consuetudinario y Principios Generales
del Derecho, estableciendo como fuentes auxiliares, a la jurisprudencia y la doctrina
internacional.
Esto sin pasar por alto una readecuación de los principios de igualdad ante la ley,
de seguridad jurídica, de legalidad criminal y de mínima intervención del derecho
penal, para garantizar al guatemalteco, las posibilidades de hacer efectivo su
proyecto individual con independencia a la intervención del Estado.