CBA - Consejos Salud Visual

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OJO CON

TUS OJOS:
CONSEJOS
PARA CUIDAR
TU SALUD
VISUAL
ÍNDICE
1. ¿Por qué es importante cuidar nuestra salud visual? 3
1.1. La vista, el sentido más desarrollado 3

2. Actividades cotidianas que pueden afectar a la vista 4


2.1. El trabajo y la exposición de los ojos 4
2.2. Sustancias y líquidos más comunes 5
2.3. Teléfonos, tabletas y pantallas de ordenador 6
2.4. La lectura (en papel o digital) 7
2.5. Práctica deportiva y salud visual 8

3. Ojo con tus ojos: ¿cómo prevenir problemas visuales? 9


3.1. Recomendaciones generales para el cuidado de la vista 9

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Día a día
exponemos nuestros ojos
a numerosos factores
como la contaminación,
los virus, las bacterias, los
dispositivos electrónicos, el
estrés y el cansancio, que
pueden convertirse
en factores
de riesgo.

1. ¿POR QUÉ ES IMPORTANTE


CUIDAR NUESTRA SALUD VISUAL?
Los ojos son nuestra ventana al mundo. Con ellos apreciamos la realidad que nos rodea
y son fundamentales para el aprendizaje y el conocimiento de la misma. El 80% de la
información que recibe nuestro cerebro es visual.

1.1. La vista, el sentido más desarrollado


Esto es así desde hace millones de años. Somos herederos de procesos evolutivos en los
que la vista se ha consolidado como el sentido más importante para el género humano,
quizá desde que nos pusimos de pie y caminamos erguidos. Ninguno de los sentidos
restantes ha tenido tanta influencia en nuestro desarrollo.

Según un reciente estudio del Instituto Max Plank, la mitad de las funciones cerebrales se
dedican al procesamiento visual. No sólo de las imágenes que diariamente captamos, sino
también de las sensaciones y las emociones asociadas a ellas.

Si bien en otros momentos de la evolución fuimos más dependientes de sentidos como


el olfato o el oído, en la actualidad casi todas nuestras acciones y experiencias están
determinadas por la vista. De hecho, la cultura en la que estamos inmersos tiene un fuerte
predominio de este sentido sobre los otros.

De modo que la salud visual no es un asunto menor. Día a día exponemos nuestros ojos
a numerosos factores como la contaminación, los virus, las bacterias, los dispositivos
electrónicos, el estrés y el cansancio, entre otros, que pueden convertirse en factores de
riesgo si no les prestamos la atención que se merecen.

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2. ACTIVIDADES COTIDIANAS QUE
PUEDEN AFECTAR A LA VISTA
Los ojos no sólo son de los órganos más importantes de nuestro cuerpo, sino también de
los más sensibles y delicados. Cualquier factor externo o lesión puede afectarlos de forma
directa y causarnos graves perjuicios.

De hecho, a diferencia de otros órganos del cuerpo, están menos protegidos y por tanto
más expuestos a cualquier lesión o a las enfermedades que afectan a nuestra salud visual.
Su mecanismo de defensa natural es mínimo, si tenemos en cuenta la gran cantidad de
agentes externos a los que diariamente se exponen, como por ejemplo el sol, el aire, la
contaminación, el frío, el calor o el cloro, entre muchos otros.

En el trabajo, en el colegio o incluso en los ratos de ocio es necesario tener en cuenta


una serie de cuidados para evitar, no sólo lesiones inmediatas que podamos sufrir, sino
también prevenir la aparición de enfermedades.

Todos los
2.1. El trabajo y la exposición de los ojos trabajos, por
El riesgo visual no es el mismo en todos los casos. Hay trabajos que puede sencillos que
entrañar un mayor peligro para nuestros ojos y, por ello, es necesario parezcan,
tomar las precauciones pertinentes. nos exponen
a problemas
Según los especialistas en salud visual, labores como la carpintería, la
construcción, la minería, la reparación de automóviles, la fontanería, la
visuales.
soldadura y otras en las que se empleen sustancias químicas implican mayores
riesgos para nuestros ojos.

Sin embargo, nadie está exento de sufrir lesiones. Todos los trabajos, por sencillos que
parezcan, nos exponen a problemas visuales. Esto nos obliga a que tomemos nota de
algunas recomendaciones, como por ejemplo:

• Trabaja con buena iluminación. Un primer factor a tener en cuenta para cuidar
nuestra salud visual en el trabajo es la iluminación. El sitio en el que nos encontremos
debe tener unas entradas de luz adecuadas o, en su defecto, una luz artificial que nos
permita desarrollar nuestras labores sin problemas. Si lo tuyo es estar en un despacho,
recuerda que la luz debe provenir del lado opuesto al que escribes y estar por encima
de la altura de la cabeza.
• Regula el tiempo que pasas delante del ordenador. Los ordenadores, los móviles y
otros dispositivos electrónicos son ahora mismo causantes de muchas enfermedades
visuales. Aprende a regular su uso y toma las medidas protectoras que creas necesarias.
Por ejemplo, descansa tus ojos cada hora y evita poner la pantalla del ordenador cerca
de la ventana o a contraluz, dos hábitos que pueden generar sequedad ocular. Y si es
preciso, utiliza lentes especiales para las pantallas.
• No te expongas al sol intenso. Si tu trabajo se realiza en exteriores, evita exponerte
a condiciones atmosféricas adversas, como por ejemplo el sol intenso, la lluvia o la
nieve. En función de lo que hagas, protege tus ojos con gafas, caretas u otros elementos
protectores.

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2.2. Sustancias y líquidos más comunes

Bien sea en el
trabajo o en casa
o realizando otras
acciones cotidianas,
nuestros ojos están
expuestos a múltiples
sustancias que pueden
provocarnos serias
lesiones.

Bien sea en el trabajo o en casa o realizando otras acciones cotidianas, nuestros ojos
están expuestos a múltiples sustancias que pueden provocarnos serias lesiones. Las más
comunes son:

• Blanqueadores de uso doméstico. Al hacer la limpieza debes tener especial cuidado


con la lejía, los blanqueadores, los friegasuelos y otros productos cuya composición
supongan un riesgo alto para nuestros ojos. Es importante saber emplearlos y utilizar
herramientas adicionales, como por ejemplo guantes para las manos o incluso caretas
y gafas. Además, es esencial no frotarnos los ojos mientras estemos realizando estas
rutinas de limpieza.
• Salpicadura de aceite. Las quemaduras con aceite de cocina no sólo afectan a la piel,
sino también a los ojos. Es importante mantenerse a cierta distancia del fuego y evitar
que las gotas que salten desde la sartén alcancen la cara.
• Rizadores de pestañas y otros cosméticos. Un mal empleo de rizadores de pestañas
y de otros productos cosméticos puede ser la causa de problemas visuales graves. Se
recomienda un uso moderado y cuidadoso de los mismos; también se puede valorar la
posibilidad de adquirir productos de cosmética natural, los cuales disminuyen el riesgo
de sufrir lesiones.
• Fluidos industriales. Algunas fábricas y plantas de producción hacen uso de productos
químicos potencialmente peligrosos para la salud visual de quienes trabajan en ellas.
Cuando el trato con estas sustancias (gasolina, disolventes, ácidos, etc.) es cotidiano, se
deben tomar las medidas de protección pertinentes.

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• Alcohol, refrescos y otras bebidas. Son productos con los que tenemos contacto diario.
Conviene consumirlos de forma correcta y evitar por todos los medios que alcancen la
zona de los ojos.
• Champú, gel de baño y jabón. Otro momento del día en el que podemos sufrir daños en
nuestros ojos es en la ducha, pues allí empleamos productos como el champú, el gel de
baño o el jabón. Las recomendaciones en este sentido pasan por aplicarlos cuidadosamente
y evitar que alcancen el rostro y, sobre todo, la vista. Es importante enjuagar bien los ojos
para evitar que estos productos entren en contacto directo con ellos.

2.3. Teléfonos, tabletas y pantallas de ordenador


Muchas personas pasan buena parte del día (hasta 8 horas o más) frente a aparatos
digitales por cuestiones de trabajo o de ocio.

Muchas personas
pasan hasta 8 horas
frente a aparatos digitales
por cuestiones de trabajo o
de ocio. Estos aparatos
no son perjudiciales en
sí mismos. Es el exceso
de horas que pasamos
delante de ellos.

No se trata de que estos aparatos sean perjudiciales en sí mismos. Es el exceso de horas


que pasamos delante de ellos lo que supone un riesgo para nuestra salud visual. Las
pantallas emiten una alta cantidad de luz ultravioleta que puede provocar molestias a
largo plazo, por lo cual es necesario neutralizar sus efectos siguiendo consejos como:

• Mantener una distancia prudente con la pantalla. La distancia media es la ideal para
interactuar con cualquiera de estos dispositivos. Aunque este valor depende de cada
aparato, lo cierto es que no debemos perder nunca la nitidez de los contenidos que
apreciamos, es decir, elementos como el color y las formas. De esta manera evitaremos
la fatiga visual y el envejecimiento ocular precoz.
• Ajustar la iluminación de los dispositivos. También es importante que la luz de cada
dispositivo sea la ideal para la lectura de contenidos o cualquiera que sea la labor que
desarrollemos cuando entramos en contacto con ellos. No debe ser ni mucha como para
que nos encandile ni poca como para esforzarnos más de lo recomendable. El objetivo
es buscar el equilibrio entre los reflejos del ambiente en el que nos encontramos y la
luz natural.

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• Utilizar gafas o lentes especiales para pantallas. Si pasas muchas horas delante
de cualquier dispositivo digital, es importante que uses gafas o lentes especiales. No
importa que no tengas miopía, hipermetropía o cualquier otro defecto visual; el objetivo
es proteger tus ojos de la luz que emiten las pantallas.
• Hacer descansos regulares. También te recomendamos que hagas pausas regulares
durante tu rutina de trabajo, por ejemplo cada hora. Incluso, algunos especialistas
recomiendan salir de vez en cuando a un ambiente natural, pues la luz del día reduce
el impacto de los rayos artificiales de las pantallas en nuestros ojos y equilibra las
funciones cardiacas.

No importa
2.4. La lectura (en papel o digital) si leemos por hábito
o porque forma parte
Otra de las actividades diarias que puede ocasionarnos lesiones de nuestras actividades
en los ojos es la lectura, bien sea la de libros convencionales o laborales o académicas.
a través de ebooks o tabletas.
Lo cierto es que
No importa si leemos por hábito o porque forma parte de
siempre debemos tomar
nuestras actividades laborales o académicas, pero lo cierto es precauciones para no
que siempre debemos tomar precauciones para no poner en poner en riesgo nuestra
riesgo nuestra salud visual. salud visual.
Esta no es, desde luego, una preocupación nueva. Tradicionalmente se
nos ha alertado de los riesgos que supone no cuidar nuestros ojos mientras
leemos. Sin embargo, la aparición de los dispositivos electrónicos ha provocado que estas
recomendaciones sean cada vez más habituales. Veamos algunos consejos al respecto:

• Distancia con el libro o dispositivo. Si eres lector de libros en papel, lo más


recomendable es que la distancia entre el libro y tus ojos sea la misma que la longitud
de tu antebrazo; es lo que se denomina distancia media. Pero si, por el contrario, eres
de los que prefiere los dispositivos digitales, guarda entre 30 y 45 centímetros de
distancia con la pantalla.
• Elige un tamaño de letra adecuado. Los libros con letra pequeña exigen un mayor
esfuerzo. Busca una versión en la que la tipografía sea la adecuada y no te produzca
irritación ni fatiga visual. En cuanto a los dispositivos, basta con que gradúes el nivel de
la letra a tu gusto y comodidad.
•L  uz lateral y sin reflejos. Si usas los dispositivos digitales, conviene que gradúes la
pantalla de tal forma que la luz sea lateral y se extienda de manera uniforme al resto
de las zonas iluminadas. Además, asegúrate de que la pantalla no emita reflejos del
entorno donde estés.
• Entre la tableta y el ebook, elige el ebook. Con las tabletas podemos realizar
varias labores a la vez. Sin embargo, debes saber que no son dispositivos diseñados
específicamente para la lectura, al menos no para aquella que lleva mucho tiempo
como novelas, reportajes, etc. Esta es una cualidad específica de los ebooks, que, sin
duda, siguen siendo los mejores ereader para leer en el formato digital. Entre otras
cosas, porque utilizan pantallas de tinta electrónica y la luz que emiten es de tipo LED,
es decir, menos intensa y de bajo consumo.
• Aplicaciones móviles de protección. Si usas ebooks y tabletas para leer, puedes
recurrir a diversas aplicaciones digitales que te ayudan a regular el nivel de luz y la
calidad de la imagen. Lux Lite, Twilight, Screen Filter o Nocturno son algunas de las más
conocidas en el mercado.

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2.5. Práctica deportiva y salud visual
Solemos creer que las únicas lesiones de las prácticas deportivas son los esguinces, las
roturas de ligamento o los problemas musculares. Sin embargo, las lesiones en los ojos
también son una causa importante de las bajas deportivas.

Según los especialistas, cada año se presentan cerca de 42.000 lesiones oculares que se
derivan de la falta de cuidados durante el ejercicio deportivo, especialmente aquellos que
se caracterizan por el uso de la fuerza, el contacto personal o la sobreexposición al sol y a
los deslumbramientos.

También son frecuentes las lesiones causadas por golpes, traumatismos, cortaduras o
rasguños. Cada deporte exige una serie de protectores oculares. En cualquier caso, se
recomienda de manera genérica tener en cuenta recomendaciones como:

• Si te ejercitas al aire libre, usa gafas de filtro tipo 4. El filtro 4 es el que más frena los
rayos UV cuando la práctica deportiva exige permanecer varias horas al día al aire libre
o en condiciones climáticas adversas. Estas gafas deben ser livianas, no interferir en el
campo visual ni afectar el rendimiento.
•G  afas protectoras para el agua. La natación, el waterpolo, el surf y todos aquellos
deportes que supongan el contacto directo con el agua, bien sea salada o dulce, exigen
el uso de gafas especializadas. Lo mismo si vas a la playa en el verano o si tomas clases
de natación en tus ratos libres.
• Lentes de contacto: mayor comodidad. En algunos deportes, por ejemplo el boxeo,
las gafas no se recomiendan porque suponen una desventaja o una limitación. En
esos casos, lo más recomendable es usar lentes de contacto, que tienen la ventaja de
ser imperceptibles a la vista y no se llevan puestas de la misma manera que las gafas;
simplemente se integran en los ojos.

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3. OJO CON TUS OJOS: ¿CÓMO
PREVENIR PROBLEMAS
VISUALES?
Al margen de estas recomendaciones puntuales para el cuidado de los ojos durante la
realización de actividades cotidianas, tanto en el trabajo como en nuestra casa, también
podemos llevar a cabo un conjunto de cuidados de orden genérico.

3.1. Recomendaciones generales para el cuidado de


la vista
Como verás, algunas siguen la misma línea de las que hemos mencionado en los demás
apartados, mientras otras, pese a que en principio no guardan ninguna relación, tienen
una incidencia directa en nuestra salud visual. Veamos:

• Consume nutrientes esenciales para la vista. Lleva una dieta sana y rica en nutrientes
que favorezcan la vista. Por ejemplo, puedes incluir productos con alto contenido de
vitaminas A y C y minerales como el magnesio, que ayudan al buen funcionamiento de
las células del sentido de la vista.
• Hidrata permanentemente tus ojos. Asegúrate de que tus ojos están bien hidratados
al empezar el día. Las lágrimas artificiales son un producto que nos puede ayudar en
ese sentido, siempre y cuando hayan sido recetadas por tu oftalmólogo. Recuerda: no
todas las lágrimas sirven en todos los casos.
• Protégete del sol en cualquier época del año. No importa que el verano se haya ido.
Debes seguir protegiéndote de los rayos solares, incluso en otoño e invierno, que son
los meses más fríos del año. De hecho, en el mercado puedes encontrar gafas especiales
para estas temporadas.

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• Visita a tu oftalmólogo regularmente. No olvides visitar a tu oftalmólogo por lo
menos dos veces al año. Mucha gente no lo hace y sólo acude a la consulta cuando los
problemas visuales se han agravado.
• Hacer ejercicio dos o tres veces a la semana. El ejercicio, especialmente el que pone
a prueba tu capacidad cardiovascular, tiene efectos beneficiosos para tu salud visual. Al
mejorar la circulación, ayuda a que la sangre que llega a los ojos sea de mejor calidad.
Además, la práctica en sí misma retrasa los efectos del envejecimiento, con lo cual
reduce el riesgo de sufrir enfermedades visuales típicas de la madurez y la vejez y otras
que a largo plazo pueden afectar al sentido de la vista, como por ejemplo la diabetes.

La salud visual es algo que nos exige atención y disciplina. Ahora ya conoces algunas de
las recomendaciones básicas para el cuidado de nuestros ojos; puedes aplicarlas ya sea
en cualquiera de las actividades que hemos mencionado o de manera genérica. Sea como
sea, empieza ahora. Tus ojos te lo agradecerán toda la vida.

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www.clinicabaviera.com

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