Conflictos Sociales

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CONFLICTOS SOCIALES

El conflicto social debe ser entendido como un proceso complejo en el cual


sectores de la sociedad, el Estado y las empresas perciben que sus
objetivos, intereses, valores o necesidades son contradictorios y esa
contradicción puede derivar en violencia.
El conflicto es inherente a la vida. Es una característica natural e inevitable
de la existencia humana y de la interacción social. La complejidad de los
conflictos está determinada por los problemas que los originan, las
percepciones acerca de ellos, el número de actores que intervienen, entre
otros elementos (diversidad cultural, económica, social y política; la
debilidad institucional, la violencia, etc.)
Conflicto y violencia no son lo mismo. La violencia es una manifestación
concreta del conflicto.

ACTORES EN EL CONFLICTO SOCIAL

ESTADO DE CONFLICTOS

TIPOS DE CONFLICTOS:
Según la defensoría del pueblo a partir del Reporte Mensual Nº 50
(abril 2008) hace mención a los tipos de conflictos que hay en nuestro país,
los cuales han sido definidos de la siguiente manera:
Conflictos socio ambiental: aquel tipo de conflicto social cuya
dinámica gira en torno al control, uso y/o acceso al ambiente y sus recursos.
Están presentes también componentes políticos, económicos, sociales y
culturales.
Conflictos por cultivo ilegal de coca: conflicto social cuya
dinámica gira en torno a la siembra ilegal de coca, la presencia del
narcotráfico y las acciones del Estado.
Conflictos electorales: conflicto social cuya dinámica gira en torno
a la no aceptación de resultados electorales y el rechazo a las autoridades
electas.
Conflictos por demarcación territorial: conflicto social cuya
dinámica gira en torno al establecimiento de límites entre circunscripciones
territoriales.
Conflictos comunales: conflicto cuya dinámica gira en torno al
acceso a recursos naturales, propiedad y límites territoriales entre
comunidades.
Conflictos labores: conflicto social cuya dinámica gira en torno a los
derechos laborales.
Conflictos por asuntos de gobierno nacional: conflicto cuya
dinámica gira en torno a la gestión pública del gobierno central.
Conflictos por asuntos de gobierno regional: conflicto cuya
dinámica gira en torno a la gestión pública de los gobiernos regionales.
Conflictos por asuntos de gobiernos locales: conflicto cuya
dinámica gira en torno a la gestión pública de los gobiernos locales.
Conflictos por otros asuntos: categoría genérica donde se
circunscriben conflictos que no cumplen con la definición de los anteriores.
Ej. Reclamos de estudiantes universitarios – a nivel nacional – a los
transportistas por el cobro del medio pasaje.

CAUSAS DE LOS CONFLICTOS


Estamos ante fenómenos multicasuales, que cada uno de ellos es, a
la vez, un evento único y específico, en los que se producen una
combinación particular de muchos elementos, entre ellos los mencionados a
continuación:
a. Encuentro súbito del siglo XIX a siglo XXI. La mayor parte de las
inversiones mineras, petroleras y gasíferas ocurren en zonas apartadas,
territorios de comunidades campesinas o comunidades nativas. Se
puede decir que en esos lugares se produce un encuentro entre las
realidades del siglo XIX y del siglo XXI.
Existe un contraste muy grande entre la visión del mundo, la calidad
de vida y el acceso al conocimiento de aquellos que llegan y aquellos
que habitan el lugar. Gigantescas maquinarias, aviones y helicópteros
en el caso de las inversiones petroleras y gasíferas, se topan con
poblaciones en extrema pobreza, que viven en una economía de
subsistencia. Las poblaciones locales tienen una estrecha relación con la
naturaleza y los más mínimos cambios en ella afectan su sobrevivencia.
Es imposible que un encuentro de ese tipo no esté exento de fricciones,
desencuentros y conflictos.
b. Malas prácticas ambientales y sociales de las últimas décadas y
siglos. Las industrias extractivas no han empezado en el Perú en el
siglo XXI. La minería es una industria prehispánica y, desde la colonia,
tiene un signo marcado de explotación de la población indígena.
Además, históricamente, la explotación minera no ha respetado el
medio ambiente y los cientos o miles de pasivos ambientales en todo el
Perú lo confirman. En el caso del petróleo, cuya explotación en la selva
ha sido intensa desde los años setenta, principalmente por empresas
estatales, las prácticas ambientales no eran adecuadas. No se tiene,
hasta hoy, la capacidad para remediar las consecuencias de tales
prácticas en zonas con un equilibrio ecológico tan frágil como la
Amazonia.

c. Histórica debilidad del Estado para satisfacer las necesidades


de los pobres en zonas remotas. El Estado peruano es débil,
ineficiente e injusto. Esto es especialmente cierto para el caso de los
que menos tienen y, muy en particular, para aquellos en las zonas más
apartadas, como a las que nos referimos en este documento. El Estado
ha sido incapaz de satisfacer de manera adecuada las necesidades
básicas de salud, educación, comunicaciones y de brindar apoyo al
desarrollo productivo de estas poblaciones. Por ello, es casi inevitable
que ellas vuelquen sus ojos hacia quienes tienen, o al menos parecen
tener, gran cantidad de recursos que pueden aliviar su situación.
Nuevas prácticas empresariales, nuevas relaciones laborales,
responsabilidad social y responsabilidad ambiental son hoy en día las
características de la mayoría de industrias extractivas de tamaño
mediano o grande. No obstante, cambiar estas percepciones y estos
temores tomará tiempo
d. Miedo de la gente muy pobre de perder lo poco que tienen. Las
personas que tienen menos recursos son, en oposición al sentido común
extendido, las que más temores tienen a los cambios y a la
incertidumbre. Se trata de poblaciones cuyo equilibrio vital es muy frágil
y en donde cualquier descompensación puede llevarlos a situaciones
mucho más complicadas. La presencia de grandes inversiones, si bien
es una oportunidad muy grande, genera a la vez más miedo a lo
desconocido.

e. Desencuentros culturales. Hemos observado muchos conflictos en


los que simples diferencias culturales han desencadenado
desencuentros y desavenencias que luego se vuelven más complicadas
y que, incluso, se convierten en protestas sociales. Por ejemplo, faltar a
una cita pactada sin anunciarlo con anticipación puede ser una práctica
empresarial común, pero puede ser vista como una enorme falta de
respeto por parte de los interlocutores en el campo. No reconocer a las
autoridades comunales, o lo opuesto, sólo vincularse con ellas y no con
las autoridades locales elegidas o nombradas del Estado, puede
terminar causando problemas muy grandes. También, no darle la
importancia y el respeto que merecen las fiestas y tradiciones puede
crear fuentes de tensión y conflicto.

f. Errores de buena fe de las empresas en las relaciones con la


población local. Muchas veces, sobre todo en el caso de las empresas
extranjeras, se trasladan estilos y prácticas de relación que pueden
haber funcionado en otras realidades; pero que en un contexto social
económico político y cultural distinto no funcionan y son, incluso,
contraproducentes. Conocer a profundidad las especificidades y
particularidades de cada realidad para que se produzcan diálogos
informados, ha probado ser una actitud inteligente.
g. Daños reales a la ecología de diversa magnitud resultado de las
prácticas de la actividad extractiva. En muchos casos, a pesar del
cuidado que se tenga, el proceso productivo genera daños ecológicos.
Sin embargo, quizás en la mayoría de los casos, estos sean de menor
envergadura o las empresas tratarán de remediarlos luego. Entre estos
daños, se encuentra, por ejemplo, el polvo levantado por las camionetas
que malogra los cultivos o los pastos para el ganado. Otro ejemplo
frecuente son los diversos tipos de fuentes de agua que se terminan por
secar. Todo ello alimenta el miedo y favorece los discursos de quienes
señalan que las actividades agrícolas o ganaderas son incompatibles
con la minería.

h. Expectativas desproporcionadas de lo que las empresas pueden


hacer a favor de las poblaciones. Las poblaciones locales, por lo
general pobres o en pobreza extrema y mal atendida por el Estado, ven
en la llegada de estas empresas o en la continuidad de su presencia,
una oportunidad única e irrepetible de obtener cambios favorables en
sus vidas. En estos entornos, la descomunal presencia de recursos para
la explotación minera genera la imagen de un poder económico, que
puede ser mayor al de la realidad. Esto genera expectativas totalmente
desproporcionadas y ajenas a lo que puede o corresponde hacer a las
empresas.
i. Impactos diferenciados de la actividad económica de las
industrias extractivas. La presencia de grandes inversiones genera
bastante más actividad económica y ofrece oportunidades laborales de
muchos mejores ingresos. Sin embargo, los impactos son diferenciados
entre los que se benefician de manera significativa; los que se
benefician menos; y, por último, los que se perjudican. Ello genera
conflictos entre trabajadores de planta y entre quienes trabajan en
actividades tercerizadas. La mayor demanda de productos genera
mayores oportunidades de negocio y eleva los precios de las
propiedades para aquellos que alquilan o venden. Sin embargo, para
otros sectores, por ejemplo, todos aquellos que reciben sueldos del
Estado, para los que no hay beneficios directos, tienen mayores
dificultades para acceder a esos bienes por sus nuevos precios.
j. Cambios en los patrones de vida. La presencia de nuevas
actividades económicas causa la llegada de personas foráneas cuyas
costumbres y necesidades son distintas a las locales, por lo que alteran
los valores tradicionales. Llevan, también, una “modernidad” que suele
ser rechazada por importantes sectores de la población local, que, no sin
razón, la atribuyen a la nueva actividad económica. Se producen
también los típicos problemas del crecimiento económico en contextos
con una débil presencia del Estado, como la delincuencia, prostitución,
etc.

k. Manipulación de la población por agitadores que buscan una


ganancia que no les corresponde. Muchos aventureros políticos o
económicos buscan explotar problemas reales o temores comprensibles
para obtener réditos indebidos a su favor. Hay desde los que participan
en conflictos sociales para luego tener más oportunidades de ganar
alcaldías o incluso posiciones de más alto rango. Hay, también, por
ejemplo, los que simplemente se corrompen a cambio de “solucionar los
conflictos;” y, por supuesto, algunas empresas creen que ese es el
camino fácil para solucionar sus problemas pero terminan pagando
consecuencias muy altas.
l. Presencia e influencia de sectores muy radicales opuestos a la
actividad empresarial privada. Hay también una oposición más
ideológica en contra de la minería y las industrias extractivas en general
que resulta de visiones del mundo sumamente enraizadas. Esta
oposición no tiene intención alguna de establecer un diálogo para que
los proyectos salgan con mejoras; solo buscan impedir que estas
inversiones se desarrollen. Desde hace mucho tiempo, en muchas zonas
del país hay una ideología anticapitalista y/o antimperialista, que ve a la
empresa privada como enemiga. Más recientes son los ecologistas ultras
radicales, autodenominados pos extractivos, que consideran que se
debe acabar con la extracción de recursos naturales no renovables y
construir una estrategia de desarrollo basada exclusivamente en
actividades renovables.

m. Competencia de mineros ilegales, disfrazada de protestas


sociales. Muchas de las resistencias contra empresas formales
disfrazadas de otros discursos, provienen de poblaciones que ya
explotan ilegalmente yacimientos o quieren hacerlo. Se produce así un
choque entre los intereses de los mineros ilegales y las posibilidades de
hacer minería formal en el Perú.

DATOS ESTADISTICOS
Fuente: conflictos sociales en el Perú 2008-2015; Carlos Basombrio, Fernando Rospigliosi,
Ricardo Valdés

Fuente: conflictos sociales en el Perú 2008-2015; Carlos Basombrio, Fernando Rospigliosi,


Ricardo Valdés
Fuente: conflictos sociales en el Perú 2008-2015; Carlos Basombrio, Fernando Rospigliosi,
Ricardo Valdés

Fuente: conflictos sociales en el Perú 2008-2015; Carlos Basombrio, Fernando Rospigliosi,


Ricardo Valdés
Fuente: conflictos sociales en el Perú 2008-2015; Carlos Basombrio, Fernando Rospigliosi,
Ricardo Valdés

PROBLEMAS SOCIALES EN REGION DE LIMA


En la región de lima podemos mencionar algunos problemas sociales
ocurridos en los últimos años.

 La Marcha de los Cuatro Suyos consistió en una movilización popular


realizada en el lima en los días 26, 27 y 28 de julio del 2000,
encabezada por Alejandro Toledo, Carlos Ferrero Costa y David
Waisman líderes del partido político peruano Perú Posible y
secundado por diversos movimientos sociales, partidos en su mayoría
de izquierda pero también de centro y de la derecha democrática. El
motivo de esta marcha fue la acusación de fraude que rondó la
tercera elección consecutiva de Alberto Fujimori como presidente del
Perú.

 El 15 de junio del 2017 empezó una huelga de maestros con


reivindicaciones laborales que han sido parcialmente atendidas, pero
pasados dos meses, la cuestión llegó a su momento más crítico con
las agresiones de la policía a los profesores en Lima. La huelga de
maestros en Perú cumple dos meses y genera una crisis política.
Desde el 10 de agosto, cientos de maestros llegaron a la capital
desde las provincias del sur, que promovieron la huelga, y tomaron la
plaza San Martín como punto de concentración y de partida de sus
movilizaciones por el centro de Lima.

 En noviembre del 2017 los habitantes del sector Cupiche en


Huarochirí, a una hora de Lima, bloquearon la Carretera Central para
reclamar al Estado la urgente descolmatación del río Rímac, la
elaboración de defensas ribereñas y el encauce de las quebradas
aledañas. Al finalizar el día, se despejó la carretera luego de un
acuerdo firmado por los dirigentes del sector de Cupiche, la Fiscalía
Penal de Huarochirí, la Subprefectura Provincial, la Subprefectura
Distrital y el Consejo Regional.

 El 23 de febrero del 2018 se realizó una marcha en contra de la "Ley


del esclavo juvenil", promovida por la congresista fujimorista Rosa
Bartra. Los estudiantes se concentraron en la plaza San Martín y
protagonizaron fuertes enfrentamientos contra la Policía Nacional del
Perú. Los efectivos policiales usaron gas lacrimógeno para controlar la
marcha. Mientras miles de jóvenes se movilizaron con carteles y
arengas en rechazo a la iniciativa discriminatoria.
 Enfrentamientos y detenciones en tercera marcha contra el Congreso
manifestantes trataron de avanzar por la avenida Abancay pero la
Policía les cerró el paso a la altura del parque Universitario, lo que
desató disturbios y detenciones.
Fuente: fotografías del diario el comercio

Fuente: fotografías del diario peru21

BIBLIOGRFIA
 vf-conflictos-sociales-libro, Carlos Basombrio, Fernando Rospigliosi,
Ricardo Valdés.pdf
 http://www.defensoria.gob.pe/conflictos-
sociales/objetos/paginas/6/Reporte-95.pdf

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